los que no estan-desaparecidos de florencio varela (1976-1983)

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1 HERNÁN PACHECO • PABLO CARRERA LOS QUE NO ESTÁN DESAPARECIDOS Y DICTADURA CÍVICO-MIUTAR EN FLORENCIO VARELA (1976- 1983) CENTRO ANGELELLI COMISIÓN POR LA MEMORIA, LA VERDAD Y LA jUSTICIA PRÓLOGO DE ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL

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Desaparecidos de Florencio Varela, Buenos Aires, Argentina

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Page 1: Los Que No Estan-Desaparecidos de Florencio Varela (1976-1983)

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HERNÁN PACHECO • PABLO CARRERA

LOS QUE NO ESTÁN DESAPARECIDOS Y DICTADURA CÍVICO-MIUTAR

EN FLORENCIO VARELA (1976- 1983)

CENTRO ANGELELLI COMISIÓN POR LA MEMORIA, LA VERDAD Y LA jUSTICIA

PRÓLOGO DE ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL

Page 2: Los Que No Estan-Desaparecidos de Florencio Varela (1976-1983)

! i.

La historia oral nos acerca las voces de los protagonistas y testigos del pasa­

do reciente. Este trabajo ha tomado cuerpo atendiendo a los documentos his'

tóricos disponibles y a la propia producción de fuentes históricas. Cabe pre­

guntarse de qué hablamos cuando escribimos y disculimos acerca de la Ar­

gentina de los años '70. Hablamos, escribimos y discutimos sobre politica pero

también reconstruimos nuestra historia. Como ha dejado escrito con notable

sencillez Marc Bloch antes de morir en un campo de concentración nazi: "un

fenómeno histórico nunca puede ser explicado en su totalidad fuera del estudio

de su momento. Esto es cierto de todas las etapas de la evolución. De la etapa

que vivimos como de todas las demás. Ya lo dijo el proverbio árabe antes que

nosotros: Los hombres se parecen más a su tiempo que a sus padres. El estu­

dio del pasado se ha desacreditado en ocasiones por haber olvidado esta mues­

tra de sabidurla oriental".

Los casos de los desaparecidos de la última dictadura clvico-militar en el

Partido de Florencio Varela se hacen presente en cada rincón de la ciudad en

los qt:e se multiplican las voces que nombran a /os que no están. La recons­

trucción de las historias de los vecinos varelenses desaparecidos corrobora la

sistemática violación de los Derechos Humanos en el contexto de la dictadura

clvico-militar (1976-1983). A través de los efectos polfticos, económicos, socia­

les y culturales del terrorismo de Estado enquistados en el presente, se descu­

bren los objetivos últimos del poder hegemónico que ejercen los países centra­

les. Sólo la memoria colectiva y la consiguiente búsqueda de verdad y justicia

superará la impunidad instalada como uno de los legados de la dictadura mili­

tar. Como en el nacimiento mismo de la historia escrita con pretensiones de ser

considerada como tal por sus autores -como es el caso de Heródoto de

Halicarnaso--, es concebido como Historia el pasado cercano que utiliza como

fuente la memoria, que es donde anidan las respuestas a nuestros por qué.

S QUE NO ESTÁN J'lSJ\PA.RE,CIIJIOS Y DICTADURA CÍVICO·MIUTAR

EN FLORENCIO VA.RELA (1976- 1983)

CENTRO ANGELELU !¡ CIDMJISIOIN POR LA MEMORIA, LA VERDAD Y LA JUSTICIA

PRÓLOGO DE ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL

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CENTRO ANGEL¡:,,_,_, Comisión por la Memoria.

La Verdad y La Justicia Tol.: 4255·8086

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Page 4: Los Que No Estan-Desaparecidos de Florencio Varela (1976-1983)

Los que no están Desaparecidos y dictadura cívico-militar

en Florencia Vare!a

(1976 - 1983)

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Page 5: Los Que No Estan-Desaparecidos de Florencio Varela (1976-1983)

HERNÁN PACHEC<J - PABLO CARRERA

Los que no están Desaparecidos y dictadura cívico-militar

en Florencio Varela (1976 - 1983)

CENTRO ANGELELLI Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia

Prólogo de Adolfo Pérez Esquive!

BIBliOTECA CARLOS FUENTEALBA EX CCDT y E "OLIMPO"

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Pachaco, Hemán Los que no están: desaparecidos y dictadura civlco·mllitar

en Florencia Varela:1976·1983/ Hernán Pachaco y Pablo Carrera· 1ra ed. · Buenos Aires ; el autor, 2005

224p.; 21x15cm.

ISBN 987·43·9467-6

1. Derechos Humanos. l. Carrera, Pablo ll. Título cdd 323

Ediclon gráfica: Hernán Cardlnale 1 Coop. Ohllaverl Artes Grállcas Impreso en Cooperativa Chllavert Artes graneas Impreso en Argentina • Printed In Argentina

Agradecimientos:

a todos los familiares que colaboraron con sus testimonios, a los militantes políticos que nos apottaron datos sobre sus

organizaciones, a los integrantes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Plata, a Ni ca y a José que

ayudaron con sus comentarios e· ideas, y a los vecinos de Florencia Varela que silenciosa y desinteresadamente

colaboraron con este proyecto.

CotTección literaria: Julián Sánchez

La edición de este libro se hizo gracias al apmte de la OCP -Oficina Conjunta de Proyectos de la Iglesia

Evangélica Luterana Unida y la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.

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PRÓLOGO

El tiempo tiene aristas y caminos de la memoria, errtre luces y sombras. Muchas veces al recordarlas duelen a los protagonistas. Y a aquellos

que no vivieron esas luchas .y no tuvieron esas experiencias de vida les ayuda a iluminar el presente, y poder comprender los caminos transitados, por quienes les precedieran. ·

Han pasado muchos años y los que no están, regresan por la memoria para instalarse en los procesos históricos que vivió el país, para dar a cono­cer y poner en evidencia los hechos vividos durante la dictadura militar que asoló el país desde 1976 hasta 1983. Aun necesitan buscar y concretar el derecho de Verdad y Justicia.

La lucha en defensa de los Derechos Humanos y la resistencia social permitió, a pesar del tiempo transcurTido, derribar los muros de la impunidad jurídica, de las complicidades abiertas y encubie1tas de aquellos que violaron los Derechos Humanos.

Los militares por si solos no pueden dar un golpe de Estado, necesitan de la complicidad de sectores civiles, religiosos, empresariales, como del "silencio de los buenos"; como los deflnia Luther King, señalando que era los que más le do !fa: la indiferencia, los miedos que paralizan, ese "no te metas" que llevó a cerrar la mente y el corazón de muchos.

Por otro lado, hay quienes asumieron la resistencia y conciencia en de­fensa de la vida y de la dignidad humana, reclamando el derecho a la verdad y a !ajusticia, frente a los silencios intencionados, a las cobardías y claudica­ciones.

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Los que no están regresan en la memoria y el compromiso. Florencia Varela fue una ciudad víctima de terr-orismo de Estado implan­

tado por la dictadura militar. El Centro Ange!elli, Comisión por la Memoria la Verdad y la Justicia,

pone en manos del pueblo este trabajo de investigación a través de los testi­monios de los sobrevivientes del hon-or.

Hemán B. Pacheco y Pablo Can-era, los autores del libro, contribuyen a que las presentes y futuras generaciones puedan hacer memoria y conocer una de las etapas más trágicas que vivió el país. Señalan nuevos caminos de la memoria, para que nunca más vuelva el horror a herir la vida de nuestro pueblo.

Los que no están, necesitan que el pueblo sepa que su sacrificio no fue inútil, que la semilla muere para dar nueva vida y esperanza a la humanidad.

La historia de vida de cada uno/a es semilla que debe florecer en las conciencias y que la luz ilumine nuevos caminos.

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Adolfo PérezEsquivel Premio Nóbel de la Paz

PARTE 1

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INTRODUCCIÓN

La larga lista de los desaparecidos del partido de Florencia Varela entre 1976 y 1983, está integrada por trabajadores, estudiantes y vecinos que, desde distintos lugares, y en distintos niveles de compromiso y organización, desa!Tollaban una actividad política. En esta primera prute queremos resca­tarlos del olvido e ir presentándolos uno por uno, contando su historia de vida, sus ideales, sus expectativas, las circunstancias en que fueron secues­trados y las acciones que llevru·on adelante sus familiares en una búsqueda cargada de angustia y desesperación, que chocaba siempre con la indiferen­cia, la complicidad y el ocultamiento, tanto del Poder Judicial como de la Policía y el Ejército, instituciones a las cuales se acudía en busca de alguna infmmación que pudiera arrojru· datos esperanzadores.

No sólo fue a las instituciones del Estado Nacional donde los familiares se acercaron en la búsqueda, sino que también golpearon las puettas de em­bajadas, consulados, la Organización de Estados Americanos (OEA); la Cruz Roja Internacional, Amnistía Internacional y distintas organizaciones de de­rechos humanos que pudieran dru· una respuesta o ayudar en esos momentos de desconcietto.

La reconstrucción parcial de estas historias se hizo a través de testimo­nios obtenidos mediante entrevistas (con los familiares de los desaparecidos, con militantes de aquella época), y a través de la lectura de los expedientes que tiene la Asamblea Petmanente por los Derechos Humanos de La Plata (APDH), que se encarga, entre otras cosas, de llevar adelante los Juicios por la Verdad y, por lo tanto, recopila toda la información disponible de los casos de personas desaparecidas durante la última dictadura militar.

Desde ya queremos advertir que este es un ptimer paso en una investiga­ción que no culmina con lo aquí publicado. Falta conocer muchos datos e informaciones que esperemos que con el tiempo puedan ir aflorando, y que

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futuras investigaciones puedan ir dándolos a conocer, ya que como pueblo tenemos el derecho de saber la verdad.

Como se verá más adelante, la cantidad de información disponible varía de un caso a otro; esto para nada tiene que ver con una jerarquización de los casos, sino que responde a las posibilidades de acceso a la infmmación que . se han tenido. En algunos casos se pudo dialogar con familiares (muchos de los cuales todavía viven eh el Pattido), pero en otros no, ya que no se pudo localizarlos, bien porque ya no viven ni en Florencia Vare! a ni en el Gran Buenos Aires, bien porque se desconoce su paradero.

No fue fácil encontrar a los familiares, golpearles la puetta y proponer­les mantener tma entrevista; de todos modos, la recepción fue muy emotiva y hubo buena predisposición; en muchos casos, las personas hablaban sobre el tema luego de más de 20 años de mutismo. En las entrevistas hubo silencios difíciles de sortear, hubo lágrimas y hasta tm reencuentro con un pasado que, por miedo o por vergüenza, algunos habían intentado ocultar. En algunos momentos se hacía difícil preguntar, porque era evidente que se removían sentimientos tales como la angustia, el amor, la esperanza y la emoción. Allí estaba la historia viva, mucho más intensa que la histmia que habitualmente se halla en las publicaciones.

Se hizo necesaria la inclusión deJa 'historia de vida' de los protagonistas, para que en el trabajo se pudiese rescatar a la persona, y que los desapare­cidos no fuesen solamente un colectivo anónimo, y que se pueda reconocer que esas personas que la dictadura se llevó eran vecinos que caminaban las calles de Varela; chicos y chicas que, como tantos hoy en día, hacían su

·escuela secundaria; compañeros de trabajo que se reunían en los bares cer­canos a la estación de trenes; personas que hoy podríamos encontrar en la panadería o caminando por el banio. A esto apunta el trabajo, a rescatar lo cotidiano y lograr que los desaparecidos abandonen el anonimato y sean reconocidos a través de sus nombres y sus historias.

Hasta ahora, los trabajos sobre los desaparecidos y la última dictadura fueron encarados desde una perspectiva más general: no existen estudios locales, ni en Florencia Varela ni en otros distritos. La ausencia de este tipo

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i de trabajos hizo compleja la búsqueda y compilación de datos, ya que era un camino que se iba construyendo en la marcha, y fue de vital importancia la confianza de los vecinos para acercarse y aportar datos, nombres e indicios que servirían para ir uniendo los hilos sueltos de este complejo entramado. Sería bueno que esto incentivase el interés de otros investigadores, y que nuevos trabajos de este tipo se realizasen tanto en Florencia Varela como en otras ciudades.

Otra causa por la que varían los datos disponibles es por la diversa cantidad de información que tiene laAPDH en sus expedientes; esto último se debe a que la compilación de datos está supeditada a varias circunstan­cias, como ser: los Hábeas Corpus que se hayan presentado desde el mo­mento de la desaparición; los informes que se tengan de la Comisión Na­cional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP); los informes de inteligencia hechos, previos al secuestro, por la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA); los testigos del secuestro (vecinos, amigos, familiares, etc) que hayan podido aportar da­tos sobre los episodios; si fueron vistos o reconocidos en algún Centro Clandestino de Detención por personas que hayan sido secuestradas y pos­teriormente liberadas; por las declaraciones hechas tanto en el Juicio a las Juntas (1984) como en los Juicios por la Verdad, etc. Como se ve, hay muchas instancias en las que pueden haber quedado registros, aunque en muchos casos la información disponible sea escasa, y esto también respon­de a distintas circunstancias: en algunos casos, los familiares no iniciaron acción alguna luego de la desaparición (por desconocimiento, por miedo u otra limitación); en otros casos, se ha presentado un Hábeas Corpus y, ante una respuesta negativa, no se siguió con ninguna otra acción; y en la mayoría ele los casos fue el miedo imperante el que impidió realizar accio­nes que pudieran quedar documentadas, como así también operó el oculta­miento y la destmcción ele estos documentos por parte ele los protagonis­tas y/o ejecutores de la represión, ya fuesen militares, policías, el Poder Judicial o el poder político. Por todo esto es que habrá casos en los que sólo se consigna la fecha y el lugar del secuestro, y ot~os en los que se pudo

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reconstruir, en pmte, la vida familiar y personal de la víctima, algo que se hubiera querido hacer con todos.

La posibilidad de realizar entrevistas (Historia Oral), es de vital impor­tancia en el estudio de estos hechos que, por pertenecer a la 'historia recien­te', dan la oportunidad de conocer la opinión y las vivencias de los protago­nistas. La historia oral nos permite, asimismo, descubrir lo que queda aplas­tado por los grandes acontecimientos de la Historia, y suele revelar aspectos desconocidos de sucesos conocidos; y es a través de la memoria y el relato de las vivencias personales que puede apreciarse el peso de los procesos históricos en la vida cotidiana. Si le sumamos las voces de lo cotidiano a los documentos escritos y clasificados, los acontecimientos muchas veces estu­diados y repetidos casi de memoria se toman comprensibles y, por ende, adquieren peso histórico. Empieza a poblarse la historia y vemos que esta hecha por hombres y mujeres que tienen expectativas, fmstraciones, errores y aciettos.

A través de las entrevistas lo que se hace es producir fuentes históricas propias, haciendo uso de testigos que pueden dar cuenta de la historia re­ciente. Es necesario considerm·las fuentes orales en una misma jerarquía que los documentos escritos de los que tradicionalmente se sirve la historia. Entrecmzando estos testimonios orales con los documentos escritos se am­plía la visiónhistólica, ya que se le da lugar a los protagonistas anónimos. Así, la integración de diversas fuentes facilita el descubrimiento del espíritu de una época insetta en un proceso histórico más amplio.

Ya se ha aclarado que no se pudieron realizar las entrevistas deseadas, pero eso no ha impedido valorar los apreciables testimonios de las que sí han sido hechas.

La extensa lista de 51 personas que se ha recopilado, y los·datos obte­nidos de cada una de ellas, será desarrollada a continuación.·

Además de estas 51 personas, hay una lista integrada por otros vecinos de Varela víctimas de la dictadura pero, al no haberse podido confirmar la veracidad de los datos, se prefirió no incluirla.

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Cabe aclarar que la figura del "detenido desaparecido" se aplica en ge­neral a las personas que han sido secuestradas y priva das ilegítimamente de su libertad, y de las que hasta hoy no se conoce su paradero ni han sido hallados sus restos. Solamente en el momento en que se encuenu·en sus res­tos se puede confirmar su muerte. Por otra parte, se considerada "ex deteni­do desaparecido" a aquella persona que, habiendo sido secuestrada y confi­nada en centros clandestinos de detención, fue posteriormente liberada. En esta lista se encontrarán personas que responden a las diferentes categorías.

Desde ya, se piden disculpas por los errores u omisiones que pueda haber en esta lista parcial, entendiendo que los mismos son consecuencia de las dificultades inherentes tanto a la investigación del pasado reciente como a la impunidad que aún caracteriza al período abordado.

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LAS VÍCTIMAS DE LA DICTADURA CÍVICO~MILIT AR

EN FLORENCIO V ARELA

ACUÑA, PORFIRIO

Fue secuestrado el día 25 de Enero de 1978 1 •

ACUÑA, TEODOSIO

Fue secuestrado el día 23 de Mayo de 1978 a las 22:00 Hs. de una

pensión de la localidad de Ramos Mejía 2 .

ALBORNOZ, DANIEL ALBERTO ALBORNOZ, RAÚL ALFREDO

Daniel Albetio y Raúl Alfredo Albomoz vivían en la localidad de Bos­ques, Partido de Florencia Varela, y fueron secuestrados el día 26 de Sep­

tiembre de 1977. En el texto del Hábeas Corpus del4 de octubre de 1977 presentado por

Policarpio Albomoz, padre de Daniel Alberto y Raúl Alfredo, se solicita que en el menor término posible se remita ante la Justicia el paradero y se le otorgue la inmediata libetiad a los beneficiarios de tal presentación. Además, se detalla que "vengo a presentar por primera vez ( ... ) Hábeas

1 Internet, página www.nuncamas.org 'Archivo del EAAF (Equipo Argenlino de Antropología Forense)

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i

Corpus a favor de mis dos hijos Daniel Alberto Albornoz D. N. l. 10.329.107 y Raúl Alfredo Albornoz L. E. 7.696.487 el mis· m o fue secuestrado o detenido por un grupo de personas vesti­das de civil y que portaban armas el día lunes 26 hora 1:00 en su domicilio calle Podestá y Miguel Cané ( de la localidad de ) Bosques" 3•

En virtud del Hábeas Cmpus presentado, el Juez Federal Héctor G. de la Serna solicitó el reconocimiento de paradero l\.la Delegación local de la Policía Federál y al Jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, ambos pedidos con fecha 5 de octubre de 1977. Tanto la respuesta del Comisario Gral. Eduardo Magdaleno Aranguren -6/10/1977- (Asuntos Judiciales de la Policía de la Pcia. de Buenos Aires) como de las autoridades de la Policía Federal-10/10/1977-, afirman que los hermanos Albornoz no se encontra­ban deterudos en las dependencias en las que se solicitó información. Asimis­mo, desde la Fiscalía Federal se desestimó la protección solicitada hacia los beneficiarios del Hábeas Cotpus, y se le imputó a la pmte demandante las costas (los gastos), invocando los attículos 617 y siguientes del Código de Procedimientos en lo Criminal, con fecha 13110/1977. Finalmente, bajo la fuma del Juez Federal que había librado los oficios de averiguación de pm·a­dero, el Poder Judicial resolvió "denegar el recurso de Hábeas Cor­pus interpuesto a favor de Daniel Alberto y Raúl Alfredo Al· bornoz. Con costas" 4 ; esto significaba que, además de no obtener ningu­na infotmación sobre el destino de sus hijos, Policmpio debía pagar las cos­tas por el recurso legal interpuesto. Al día de la fecha, no se tienen datos sobre el destino de los hermanos Albornoz.

3 Hábeas Corpus. Juzgado Federal. 1" Instancia, W 2, la Plata, 4/10/1977 (En APDH, la Plata, Expediente N'958SIU) 'Dictamen. Poder Judicial. Juez Federal Héctor de la Serna, La Plata, 17110/1977. (En APDH. Op. Cit.)

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BARDELLI, RAÚL ÁNGEL

Fue secuestrado el día 9 de Agosto de 1977 en la localidad de Berna! 5

.

BARTUCCI, FRANCISCO

En tiempos de la segunda posguena, con Perón elegido masivamente presiden­te, un italiano, procedente de Reggio Calabria y de apellido B artucci, llegó al puerto de Buenos Aires, en un barco en el que la esperanza se dibujaba en el ros­tro de cada inmigrante que adivinaba un nuevo horizonte de vida. üumelo B mtucci integraba el grupo de aquellos que se reencontraban con una pmte de su farilllia en un lugar lejano y desconocido. For­maba pmte del contingente de irunigrantes que traían consigo, anotado en un papel, guardado como un tesoro, el nombre de . un amigo, o bien eran esperados por al- · gún farillliar que ya había pasado las penurias de instalm·se ~n el nuevo mun~o -tal era el caso de Carmelo Battucci, el padre de Franctsco-. Los demas también huían de una Europa atrasada por la Segunda Guena Mundial, con la illÍJÚma fmtuna de compartir, al menos, la avenhlra de una nueva vida llena

de intenogantes. · Como evoca Miguel Battucci, hermano de Francisco, "primero vie­

ne mi viejo, porque estaba mi abuela que ya vivía acá, y al

s Internet. Página www.nuncamas.org

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año Y .medio -en el '48- venimos nosotros, o sea, yo, mi vreJa (~a~~¡ma. Demasi) y mi h.ermano, que es el que está desapare­cido . S~ mstalaron en una p1eza en la calle Tarija, en el ban-io de Boedo, de la Capital Federal, hasta que consiguieron una casa de madera en la calle De la Sema, en Avel.laneda; allí residieron aproximadamente un año y med1.o. En ese lugar nacieron sus otras dos hermanas, Nélida en 1950 y Grac~ela en 1951.

TransC!Ul·idos esos primeros años plagados de dificultades, ya a comien­zos de la década del '50 surgió la posibilidad de la compra de unos ten·enos en Floren~ !O Vare! a. Los años '50 anunciaban tiempos de ajustes y de enfrentamiento~ c~da vez más decididos entre el peronismo y la oposición; hasta el reconocrm¡ento y los homenajes a Eva Perón se tomaron melancóli­cos, Y la temprana mue1te de la abanderada de los humildes presagiaba de manera más patente los tiempos difíciles.

. ~mmelo B~1:ucci no era peronista, o bien no le interesaba participar en actlVldades poht1eas; trabajaba en SEGBA (Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires), donde también lo hicieron Miguel y su abuelo.

. Cu~ndo se trasladaron aFlorencio Varela, empezaron a constmi.r su vi­Vl~nda J_unto a lU1 ten·eno lindero al que había adquirido un tío de Francisco, qmen, fmalmente, se trasladó a José Mánnol. Miguel Bartucci recuerda que "en el '52 o '53, cuando vinimos acá (actual Barrio La Esmeral­da) es~o era un desierto, no había nada; o sea, nosotros fuimos los pnmeros pobladores, y todavía hay muchos terrenos" 1.

Cuando murió su padre, en 1964, Francisco ingresó a SEGBA. Mi­guel nos cuenta: 'yo lo hice entrar a los 17 años, es que había una ley que cuando moría el padre lo dejaban entrar (aún sien­do) menor; (en este caso Francisco) va a Avellaneda, en 12 de Oc~ubre, pero va de empleado y después de peón, y después qurere progresar porque como ya había fallecido mi viejo, es-

E Entrevista da los autores a Miguel Bartucci, 30/3/2004 7 1bldem

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taban mis hermanas, y necesitaba mantener los estudios de mis hermanas" '.

El jueves 29 de julio de 1976, Pancho, como lo conocían en el barrio, salió de su trabajo como todos los días y fue a tomar el colectivo 148 en la Av. Mitre para regresm· a Fcio. Varela, pero nunca llegó a su casa. Su he¡ma­na Graciela recuerda: ''yo me entero el 31 de Julio del año '76 de la desaparición de mi hermano, porque era el cumpleaños de mi esposo y viene mi hermana con un amigo a decirme que el 29 de Julio mi hermano no se había presentado en casa; entonces la desesperación nuestra fue de ir a buscarlo, mi esposo en ese momento, con ellos, a Comisarías, a Hospitales, para saber si había tenido un accidente o alguna cosa de ese tipo" 9• A partir de ese momento comenzó la desesperada búsqueda de la familia Bartucci, ya que no sabían qué había pasado con Francisco. Su hermana Nélida se diri­gió, el sábado 31 de Julio, hasta el lugar de trabajo de Pancho, para averi­guar si sus compañeros tením1 alg¡ma infonnación; le comentaron que la últi­ma vez que Jo habían visto había sido el jueves 29 cuando, como era habitual, junto a un grupo de trabajadores, se dirigió a la parada de ómnibus, y lo vieron ascender al colectivo de la línea 148. "Yo supuse que, bueno, desde la Avenida Mitre hasta Varela tuvo que haber sido lo que le había pasado, bueno, pero qué pasó, no sabíamos qué podría haber pasado y dijimos, bueno tuvo un accidente, le pasó algo, bueno, a partir de ahí empezamos a visitar Comisarías, Hospi­tales, reconocimos cue1pos para ver si podía haber pasado algo, y bueno, no hubo ninguna forma, nada, de que nosotros nos pudiéramos enterar qué había pasado en ese trayecto de Avellaneda hasta Varela" 10.

8 lbfdem 9 Declaración testimonial de Graclela Bartuccl. Cámara Federal de Apelaciones. Juicio por la Verdad. la Plata. 1215/2004. (En APDH, La Plala. Expediente N' 1.020) 10 Dec!araclón testimonial de Maria Né!ida Esther Bartuccl. Cámara Federal de Apelaciones. Juicio por !a Verdad.· La Plata. 1215/2004. En APDH. Op. Cit.

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En aquel contexto de dictadura militar, la presentación de un recurso de Hábeas Corpus no era tarea sencilla, ya que no había muchos abogados dispuestos a con·er el riesgo que implicabala fuma de este recurso legaL Con todo, Nélida relata que "tuve la oportunidad de que un abogado me enseñara como hacer un Hábeas Corpus, bueno, me lo firmJ él por primera vez, y después yo fui presentando todas las sema­nas Hábeas Corpus en todos los Juzgados Federales" u.

Había transcurrido un mes desde la desaparición de Francisco Bartucci cuando sus familiares se enteraron en qué circunstancias había sido provoca­da. Aquella tarde del29 de Julio de 1976, Pancho iba a encontrarse en la curva de BetTeymundo con Daniel Demaestri, quien tuvo ocasión de obser­var cómo era secuestrado por un gmpo de personas a algunos metros de la parada del colectivo 148. Con respecto a esto, Nélida cuenta: "un día, al mes exacto de la desaparición de mi hermano, yo iba a mi tra­bajo en ese momento, y me encuentro con un chico amigo de nosotros, de Florencia Vareta, que era Daniel Demaestri, que también ahora se encuentra desaparecido este chico, y te digo 'hola Daniel, como te va' le digo '¿viste lo que pasó con mi hermano?' y me dice: 'sí, yo vi lo que pasó' y yo me quedé muy sorprendida y le digo: '¿cómo que viste lo que pasó?' y me dice: 's~ porque yo me tenía que encontrar con él en la curva y bueno yo me bajé del lado del colectivo que iría para el lado de Constitución' y mi hermano estaba de la parada del colectivo que venía para Vareta y bueno en ese momento cuando él baja del colectivo, este chico Daniel, ve que mi hermano está. apoya­do en un poste de luz y en ese momento aparece una gran cantidad de autos Falcon, con toda gente de civil, muy armada, fuertemente armadas y empiezan a distraerse, entre comillas, no, con dos o tres chicos que estaban ahí parados y mi hermano estaba al margen de eso que estaban haciendo, de. estar dete-

· 11 lbfdem

24

niendo a esos chicos, que en definitiva después no, no los detu­vieron, mi hermano cuando ve todo eso empieza a caminar, como diciendo 'esto era (para) mi, pero no me conocen '1 no se lo que habrá pensado, entonces cuando él empieza a caminar, otro Policía o no se qué de civil, que estaba en la vereda de en~'rente les grita a los (que) estaban ahí entreteniéndose con

J' ' • ' t esos chicos, les dice: 'Che boludo, es aquel que se raJa , en on-ces ahí, justo está la esquina, baja otra persona de otro auto, lo apuntan con un revólver en la cabeza y se lo llevan det~nido, eso fue lo que pasó el 29 de Julio, cosa que me entero JUS~a­mente al mes por intermedio de este chico, yo le pregunte a Daniel por qué no me había venido a avisar Y q~~ sé, yo, 1~e dijo que bueno, que 'tenía miedo', porque tambten :l po~w estar involucrado en alguna cosa" 12

• Francisco no habta temdo militancia sindical en su lugar de trabajo, "no era gremialista ( ... ), polí­ticamente sí militaba, militaba en la Juventud Peronista"

13• Des­

de hacía un tiempo Francisco participaba en la JTP de Florencio Varela junto con otros jóvenes, quienes veían en Pancho un líder. a .quien respetaba~? querían. La noticia de la desaparición y sus circunstancms puso a la famtha frente a la realidad de una dictadura militar que, desde hacía meses, había comenzado con la captura sistemática de toda persona a la que ellos consi­deraran peligrosa para su proyecto de 'reorganización nacional'.

A todo esto, la mamá de Francisco fatigaba las horas en la búsqueda de su hijo por los más diversos lugares, sin dejar ninguna posibilidad desc~idada y yendo a la.Plaza de Mayo a juntarse con las otrasmadr~~ q~e, valiente­mente, comenzaban su ronda, desafiando el Estado de Sttlo tmpuesto, el miedo, el silencio y la complicidad de la mayoría de los periodistas. En,una carta a la CONADEP, Catalina Demasi de Bartucci relataba todos los tranu­tes realizados a partir de la desaparición de su hijo: "A partir de ese

121bfdem 1llbídem

25

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momento comenzó para mi un largo e interminable peregrinar por cuanta dependencia militar o policial existe en Buenos Ai­res,. requiriendo siempre alguna información sobre su paradero Y sztuación física y jurídica. He presentado Hábeas Corpus en los JuZf!ados Federales de la Capital Federal, como así también en la czudad de La Plata y Lamas de Zamora, todos siempre con r~sultado negativ?. Además de dar la intervención correspon­dze.nte a la Emba¡ada y al Consulado italiano en la Argentina quzene~ a su vez también realizan requerimientos al gobiern~ Argentzno, he dado la información a la Iglesia a través de la Co~ferencia Episcopal Argentina, Nunciatura Apostólica, Ar­z~bzspado de ~uenos A.ires, también a los organismos interna­czonales, Naczones Umdas, OEA, que registró el caso bajo el N• 2217, Cruz Roja Internacional; el Ministerio de Interior de la. República Argentina lo tiene registrado bajo el expediente N ~8f780!76, además de las denuncias correspondientes en la Polzcza. Federal, Poli~ía. Provincial, Ejército Argentino, y go­bernaczón de la Provzncza de Buenos Aires, etc" 1•. Esta carta, presentad~ ~n la CON~EP en 1984, muestra todas las puertas golpeadas por la fam.Iha Bmtucci durante largos años, aun después de la llegada de la ~emocra~¡a en 1983. En definitiva, en ninguno de esos Jugares han recibido infmmación.algtma, todos aquellos intentos fueron en vano. EJemplo de ello fue la entrevista con Monseñor Grasselli, quien le dijo cmdamente aMigue! Bartucci: "hay un 99% que su hermano no exista más" 1s.

. Hay dos episodios dignos de rescatar. El primero es que Francisco fue al tiempo de su desaparición, despedido de la empresa SEGBA ''por aban: dono ~e trabajo" 16

; y el segundo, que en Febrero de 1977 la casa de Francisco fue allanada; esto lo cuenta Nélida en su declaración en el Juicio

14 Carta de Catalina Demasi de Bartucci, dirigida a la CONADEP s ¡ fecha En APDH Op c·r

15 Declaración testimonial de Miguel Bartucd. Cámara Federal de Apelaclon~s. Juicio ~r la 've;dad La Plata 121

5/2004. En APDH. Op. Cit. . . 15 Declaración testimonial de Marra Nélida Esther Bartucci. Op Gil

26

por la Verdad: "En Febrero y bueno, desapareció la mamá de Reggiardo, de Enrique Reggiardo y bueno en esa, en esa sema­na, que fue de los primeros días de la semana de Febrero, hubo gran cantidad de secuestrados ahí en Florencio Varela; está la mamá de Reggiardo, está creo que también el chico Miguel Ángel Orieta, todo fue, pasó en esa semana y es más, esa sema­na vinieron a hacer un allanamiento a mi casa, o sea a la casa de mi mamá, buscando a mi hermano precisamente, cuando ya mi hermano hacía siete meses que estaba desaparecido, cosa que cuando me preguntaban por mi hermano, los policías o milita­res que ingresaron a mi domicilio, preguntaban por mi herma­no, y yo les decía que no sabía, que ellos tenían que sa~er porque mi hermano hacía siete meses. que estaba desapareczdo 0 sea que ... hubo, hubo algún error de información con ellos porque no sabían que mi hermano ya estaba desaparecido Y vinieron a buscarlo en esa semana que desaparece gran canti­dad de gente ahí en Florencio Varela" 17

Hoy, a casi 20 años del secuestro de Pancho, su hermano Miguel lo recuerda como "un fuera de serie, bueno como pocos, se desvivía por la casa, por el hogm; por la familia ( ... ) para mí fue un tipo extraordinario, compañero ... " 18 ; son este recuerdo y este afecto per­durables los que hace que Miguel, a pesar de estm· descreído de todo, parti­cipe en las marchas y en los actos que se organizan en memoria de los que, com,o su hermano, sufrieron el vil destino que les propició la última dict~dura militar: "voy (a las marchas) porque es algo que me nace a mz por el recuerdo de mi hermano, y me caen lágrimas cuando veo toda esa gente que está luchando ... cómo puede ser que esta gente siga luchando ... cómo no voy a estar, voy a estar siempre,

' ' d 'd d t d " 19 por mas que este escrez o e o o .

17 1bfdem 14 Entrevista a Miguel Bartucci. Op Cit !9Jbfdem

11-' .

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1

. Hast~ hoy, ni Francisco ni sus restos han sido encontrados· tam oco ha .11

infOimacrón de ex detenidos desaparecidos que lo hayan . t , r ' y tro clandestino de detención. . vrs o en a gun cen-

~ paradoj~ más grande de esta familia es, tal vez, que Carmelo Brutucci (papa de Francrsco) haya escapado de la Italia de posguerra con 1 . 1

~~ d~ h;llar ~7 país en el que sus·hijos pudieran crecer y vivir en ~a~~~~;k 1

I er ,a que no imaginaba en Europa; en esos años, seguramente nunca 1

penso que aquí esperaba a su familia un país cuyo sector· domm· t , r'a d'td· aneencruna- i e~ un~ ·~ ~ ura, que tuvo a la muerte, a la tortura, al saqueo, al miedo y a la ,i

mp ICI a como sus más funestos protagonistas.

BRUNO, MARCOS PEDRO

Marcos Pedro Bruno nació en Avellaneda, provincia de Buenos Ai- · res .. Su esposa, Lorenza Peralta (fa­llecida en el año 1975), era oriunda de Salto Argentino.

La familia Bnmo Peralta residió en ~vellaneda, tuvo cinco hijos (tres mu­Jeres y dos varones), y ene! año 1973 se radicó en el Barrio Libertad de Florencio Varela ..

~.egún el testimonio del mayor de los hiJOS varones, Marcos (nacido el 4 de Julio de 1957 y residente aún en Flor~ncio Varela), la desaparición forzada de su padre se produ,io h . fi delano'76 · d ¡, . " acra mes

. . o comre~os e 77. La unprecisión temporal en la evocación de aquella cucunstancrahace más evidente la pérdida irreparable y el d 1 ~qu.~a mad~~g~da del hon·or. Es que ante el miedo, el desconcie~t~r :~~

esr ormacron Impuestos, lo prioritario para Marcos pasó a ser la lucha

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diaria por el sustento de sus hermanos menores, que la Dictadura Militar dejó

huérfanos. Los acontecimientos que derivaron en la desapru·ición de su padre son

relatados por él: "Aproxi11Uldamente a las dos y media de la mañana golpearon la puerta de casa, y se levantó mi' papá (a abrir)y ahí entraron ellos, todos ellos ... " 20• De acuerdo a lo consignado en el Hábeas Corpus presentado por el abogado Alberto Bodega, Marcos P. Bruno (Padre) fue detenido elll de Febrero de 1977 en su domicilio por ocho personas fuertemente armadas. "Buscaron, registraron todo, le pegaron tam­bién, lo agarraron' de la garganta, yo estaba así en el ... , estaba de espaldas y los otros estaban atrás mío y agarró y me dijeron que agarre una pala de punta, que yo tenía ahí al costado, que agarre la pala de punta del lado del filo ... y que se la dé a mi papá, bueno, ahí agarró y le pegaban ahí ( ... ) y le decían nosotros sabemos que vos tenés algo, así que danos y mi papá decía que · no, ·que no tenía nada, agarraron y lo llevaron para adentro de la pieza ( ... ) y le hicieron cavar, revolvieron todas las cosas, la pieza de los chicos también, dieron vuelta todo y ahí le empeza­ron a pegar a él (.,.)fueron veinte minutos en total, más o menos que estuvieron ellos y lo que vi fue eso y después de ahí le hicieron abrir la puerta de aquel lado y ahí se metieron otros más, que vinieron con un rehén con la capucha" 21

• A esta persona encapuchada, que llevaban detenida cuando llegaron a la casa de la familia Bmno, le sacaron la capucha y movió la cabeza afirmando que se trataba de Marcos Bruno, es decir·, "w señaló" 22

• Marcos (Hijo) evoca que "aparlir de ahí no hice nada porque aparte tenía miedo, otra que yo laburaba, viste, y si no laburaba yo, mis hermanos no comían"

23•

211 Declaración testimonial de Marcos Pedro Bruno (h). Cámara Federal da Apelaciones. Juicio por la Verdad. La Plata, 2919/2004, p. 3. (En APDH, La Plata) " lbldem, p. 4 • lbldem, p. 16 ~J Entrevista de los autores a Marcos Pedro Bruno (h). 5161200~

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Al poco tiempo, la hija mayor de la familia Bruno Peralta (Nélida, nacida el6/ 1/1955) hizo la pertinente denuncia en la Comisaría deF!orencio Varela acerca de lo ocurrido a su padre.

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Al momento de su desaparición, Marcos Pedro Bruno (padre) estaba desocupado y "tramiumdo un juicio" 24 laboral (Causa caratulada "Bru­no, Marcos, contra Nagui, Eugenio y otros" sobre salarios), porque había sido despedido de su último empleo, en el que se desempeñaba como sereno de una fábrica ubicada en el Camino Gral. Belgrano a la altura de la calle Ca doma. En este conflicto laboral, Marcos tenía como abogado a su amigo personal Alberto Bodega, quien también presentó el Hábeas Corpus citado. Además, Marcos desan·ollaba alguna actividad política, era militante peronista 1

y concurría periódicamente a reuniones que se organizaban en un local patti- ¡ dario de la zona. También pmticipaba en asambleas en la Municipalidad de 1

Florencia Varela, donde tenía muchos amigos y conocidos. A Marcos Bmno 1¡ ·(Padre) le apasionaba la política, solían hacerse reuniones en su casa hasta altas horas de la noche. Su hijo mayor, testigo directo del secuestro de su padre, recuerda: 'yo agarré (y) le hablé a mi viejo y le düe: 'papá', le digo, 'por qué no te dejás de joder con esto, con estas reunio­nes' ... y dice, 'm irá hüo... son cosas que charlamos y nada más, no es nada malo m 25.

A pmtir de esa noche de febrero de 1977, Marcos Bruno (hijo) quedó a cru·go de sus hermanos; había que alimentarlos, vestirlos y logrru· que estudia­ran. Fueron años de muchas necesidades, a las que se pudo ir esquivando gracias a su empeño y sacrificio, mientras le retumbaban las palabras de su padre, quien, al momento de ser secuestrado, le dijo: ''pelusita, cuidá bien a tus hennanos" 26

• Hoy, pelusa (como lo conocen en el barrio) se está acercando por primera vez a los organismos de Derechos Humanos,

24 Declaración testimonial de Néllda Beatriz Bruno. Cámara Federal de Apelaciones. Juicio por la Verdad, La

Plala, 27/10/2004, p. 9 (En APDH, La Plata) 25 Entrevista a Marcos Pedro Bruno (h). Op Cft ~ lbldem

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!· ..

con la intención de saber algo de su padre, "(lmí lo que me interesa es si lo pueden encontrar a él, o al cuerpo ( ... ) yo a mi vieja la tengo enterrada ahí y se que está ahí ... pero a mi vi.ejo .... no se, saber donde está, si está bien, si puede caminw; o st esta en un psiquiátrico o si lo habrán hecho boleta ... " 27

• •

Marcos, en el fondo, no ha perdido la esperanza de que su padre este vivo. Necesita saber, y pretende, en caso que su padre esté muerto, encon­trar sus restos, para poder enterrarlos junto a los de su madre, para de esta f01ma cenar el círculo de misterio que se abrió aquella noche de Febrero de 1977, y que hasta el día de hoy no ha podido cenarse.

CAMPODÓNICO, RAMONA MELBA

Rmnona Melba Campodónico es oriunda de Villa Guillermina, Pcia. de Santa Fe. Nació a comienzos de la "Década Infame", el3 de Octubre de 1932. Ramona afirma, a sus 72 años, que "mi papá (Graciano Campod6nico) era descendiente de italianos y mi mamá (Rosa Martínez) era una mezcla ... era descendiente de españoles Y de árabes moros" 28 • A temprana edad sufrió la separación de sus pa­dres y, a pattir de allí, ella y sus tres hermanos se qu~daron con~~ madr~. Ramona recuerda que "después mi papá formo otra famzlto, olvt· dándose de nosotros" 2.9. En los primeros tiempos de la separación, el padre cumplía regularmente con visitas para verlos, aunque paulatinamen:e dejó de hacerlo. Es por eso que intentaron ~onseguir una ayuda. por ~ed10 del sacerdote que estaba a cargo de la Iglesta de Vtlla Gmllermma, sm ob­tener los resultados esperados: "este sacerdote -recuerda Ramona­nos decía de todo lo que donaba para los pobres, pero a noso-

17 !bfdem 2a Entrevista de los autores a Ramona Melba Campodónlco. 29/04/2004 "Jbldem

31

BIBLIOTECA CARLOS FUENTEAlBA EX CCDT y E "OLIMPO"

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tros no nos daba nada" 30• Para entonces, la vida no era nada fácil en

tierra santafesina, donde las injusticias en el trabajo rural eran parte de la cotidianidad. "Ahí -en palabras de Ramona- se mamaba rebel­día" 31• La mayoría de los niños observaba como algo natural el estado de indefensión de los adultos ante los abusos de compañías como La Forestal, o de establecimientos industriales que, por ventajas de índole fiscal, se ins-talaban en la región. ·

Cuando Ramona tetminó la escuela primaria y Juan D. Perón ocupaba por primera vez el sillón presidencial, partió junto a su madre hacia Buenos Aires, en procura de un futuro mejor. Recuerda que "entonces mamá, que estaba sola con nosotros, dijo: 'nos tenemos que ir'. Se dio cuenta cómo íbamos a terminm; Entonces, como de parte de mi padre teníamos familiares acá (en Buenos Aires) le pidió a una tía, y esa tía aceptó que viniéramos mamá y yo (a probar suer­te)" 32

• Residieron casi dos años en la Avenida PueytTedón, a la altura de Las Heras (Capital Federal). Pero: "para nosotros era un ambiente hos­til, muy hostil, porque ellos eran de otra clase ... " 33•

Ya en Buenos Aires, cuando estudiaba en una escuela secundaria, Ramona consiguió trabl\io como enfetmera en un hospital de Lanús (Hospital Narciso López, Lanús Este). Esto permitió que sus dos hermanas, una mayor y otra menor que ella -"que habían debido quedarse en Villa Guillermina-pudieran ir a vivir con su madre y con ella. Ramona Campodónico evoca que "mamá estaba enferma, entonces yo tenía que trabajar para ellas. (Es que) no nos daban cosas gratis" 34• Después de un tiempo, "ellas consiguieron trabajo. Una hermana trabajó en una clínica y la mayor en una fábrica en Avellaneda" 35• Para resolver el problema de

" lbfdem 31 Ibídem " Ibídem " lbfdem M lbfdem 35 Ibídem

32

vivienda, alquilaron un modesto depattamento en Lanús, donde estuvieron trece años, hasta que pudieron adquirir un terreno para instalar una casa prefabricada en la zona de Florencia Vm·ela. Esto lo posibilitó cietta estabili­dad laboral que Ramona obtuvo al llegarle el nombramiento definitivo en el Hospital Fiorito y en el Hospital Municipal de Florencia Vm·ela (lugar en el que fmalmente se desempeñó como enfetmera).

Ramona Campodónico se había afiliado al peronismo cuattdo tenía 18 años, allá por el año 1950. Años más tarde, en su paso por el Hospital Fiorito, y sensibilizada por las injusticias que padecían tanto los trabajadores del hos­pital como los pacientes que concurrían para ser atendidos, aceptó represen­tar a sus compañeros como subdelegada gremial. Más allá de su filiación política, Ramona coincidía con todos aquellos que tenían un profundo senti­do de la solidaridad, que trataban de lograr condiciones dignas de trabajo Y la constmcción de una sociedad más justa. Ésto la ha llevado a enfrentarse con otros delegados en su carácter de representante de los trabajadores del Hospital Fiorito. En las reuniones regulares del gremio, Ramona recuerda que muchas veces "yo estaba enojada porque (muchos delegados) 110 hacían nada por esa pobre gente. Porque eran maltratados, porque por lo menos (debían conseguirles) guantes (a los traba­jadores del hospital), que era lo mínimo, por ejemplo los chicos (i11ternados) se morían de frío ... " 36

Debido a estos reclamos de justicia, ella también ha sufrido persecuciones y disctiminaciones en su desempeño laboral en el Hospital de Florencia Varela -a pattir del año 1970, después de haber trabajado en el Hospital Muñiz-: "cuando yo entré en el hospital (de Florencia Vareta) me pareció que había retrocedido 40 años atrás porque se trabajaba en una forma muy, este, muy mal ( ... ) no había seguridad por ejemplo para las enfermeras, para las mucamas, no tenfan guantes, tenfan jeringas y agujas de vidrio que tenfan que hervir en una cacerola

. :.; Declaración test'lmonlal de Ramona Melba Campodónico de Sanchez. Cámara Federal de Apelaciones. Juicio por la Verdad. La Plala, 1/09/2004, p.4 y 5. (En APDH, La Plata)

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que tenía muchísimos años, llenos de sarro, las lavanderas por ejemplo en un lavadero muy chiquitito (sic) lleno de agua, a veces hasta la cintura porque tenían un, un lavm'!'opas muy anti­guo que perdía agua y se llenaba todo de agua, no corría el agua, no tenían rejilla, estaban tapados to_dos los caños en el Hospital y una vez una de las que trabajaban allí se electrocutó, pudieron salvarla pero, porque tenía que planchar ahí en el mismo lugar sobre una madera pero todo mojado, no le daban botas, no le daban guantes, tampoco a las mucamas, tampoco a las enferme­ras, estaban todos juntos. En una sala estaban los hombres, en otra sala las mujeres y en el medio, atrás la Sala de Parto y un poco más adelante Neonatología que era un desastre. Los chicos se morían defrío porque tenían una garrafa con una pantallita para ponerle, entraba todo el mundo, se infectaban. A veces se terminaba la garrafa y nosotros no sabíamos como abrigarle a los chicos. Bueno, después que yo empecé a protestar y esas cosas de que lo más elemental que le dieran que esos chicos nunca les

"_debía faltar calm; que esas personas que estaban trabajando en lavaderos que se cambiaran, que trataran de comprar un lavan·opas mejm; otro lugm; un secador de ropa y eso era todo lo que yo pedía. (Entonces) me eligieron delegada, yo no quería aceptar al principio pero bueno, ya estaba metida en eso y acepté. Ahí empezaron mis problemas porque el Intendente se oponía termi­nantemente a hacer alguna modificación, a comprar nada, la cú­pula del Sindicato, que su secretario general y todos los que le rodeaban se puso en contra mío, no me ayudaban, ellos estaban con. el Intendente ( ... ) el administrador del hospital me perseguía continuamente, era un comisario retirado de no sé que policía ( ... ) Luanco era el apellido" 37•

31 lbfdem

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Afecto a los asados y reuniones para agasajar a quien estaba en el po­der, el administrador Paulina Luanco organizó un encuentro con el personal del Hospital junto al intendente Fonrouge de Florencia Varela, esto en fecha cercana al golpe de Estado que en 1976 inauguró la más sangrienta Dictadu­ra Militar que haya soportado nuestro país. Pues bien, en ese encuentro, Ramona no expresó las palabras que todos querían escuchar: 'yo pedí la palabra y los del sindicato me hacían se1ias de que me calle la boca" 38• Deslizó ciettas quejas que no agradaron a la concurrencia, invitada especialmente por el anfitrión y administrador del hospital, el Sr. Luanco. Al día siguiente fue desplazada de su puesto de trabajo y, sin ocupación, hasta le negaron el ingreso al hospital, orden que el propio Luanco se encargó de hacer cumplir. Ramona recuerda que "pedí por favor al Secretario de Salud de la Municipalidad que me diera una tarea ( ... ) me dije­ron que me mandaban a un centro periférico de salud ... en el Barrio Villa Aurora" 39 .

El24 de marzo de 1976, cuando se prodtDo el golpe militar y el ascenso al poder de la jtmta de comandantes de las FF.AA, Ramona M. Campodónico de Sánchez estaba trabajando en aquella sala de primeros auxilios, donde se vacunaba a los niños del barrio y se atendía a los adultos sin recursos econó­micos. Poco tiempo después, el5 de Abril, al llegar del trabajo a las inmedia­ciones de su casa, se enteró ponm vecino de que en la puerta de su hogar había una especie de operativo con un gran desplazamiento de militares. Ramona recuerda: "llegué a la parada del colectivo que estaba a cuatro cuadras de mi casa y me esperaba este vecino y me dijo: 'Melba, no sé que pasó pero está rodeada de militares tu casa, se llevaron a Jorge' (su hijo adolescente) ... Mi marido estaba trabajando, trabajaba en la Capital, este ... entonces mi mamá me acompmió ( ... ) Le apuntaron con las ametralladoras y le" dijeron: 'usted 110 puede pasar' y yo antes de que la tocaran me

sa Ibídem, p. 5 ~ lbldem, p" 6

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acerqué a mamá y le dije: 'mamá por favor andate, porque son capaz de tirarte'. Bueno ella se fue. Entré en casa, inmediata­mente me esposaron, yo pedí por favor que me llevaran para que suelten a mi hijo" 40.Cuatro días antes del operativo, ell/4/1976, su hijo Jorge había sido interceptado por unos desconocidos que le entregaron un paquete, aduciendo que eran documentos muy impottantes que debía en­tregarle a su madre. Al día siguiente, Ramona pudo constatar con exu·añeza que se trataba de libros nuevos editados por el Pattido Comunista, además de publicaciones que supuestamente pertenecían al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP)y a Montoneros, incluyendo estampillas, libros de conta­duría y planillas de partidos políticos en las que se consignaban entradas y salidas de personas. Ramona dejó esos libros en su casa sin entender bien cuál era el motivo por el cual se los habían hecho llegar. El misterio se develó cuando, al entrar los militares a su casa, buscaron los libros y los utilizaron como una 'falsa pmeba'.

El S de abril del año 1976, cuando detuvieron a Ramona, la u·asladaron inmediatamente de su hogar a la Comisaría 1 o de Florencio Varela, donde la sometieron a un interrogatorio. Respecto a la pretendida vinculación al Pmti­do Comunista, Ramona explica que "nunca me afilié, y en la Comisa­ría me mostraron un carnet de mi hijo ... (que) no sabía lo que era la política, mi marido tampoco, un carnet mío, de mi hijo y de mi esposo, pero groseramente se veía lo trucho que era por- ~· que arriba estaba tachado el nombre de la persona que en reali­dad tenía ese carnet y abajo pusieron el nombre nuestro, que eso yo le hice ver al militar que estaba en la Comisaría, que me interrogó, me interrogó un montón de horas, 110 me dejaban ir al baño, no me daban agua ( ... ) bueno ahí estuve, por ejemplo me llevaron más o menos a las siete de la tarde y me llevaron el otro día a la noche, cuando ya era oscuro me llevó un civil que, que no me puedo acordar el apellido, pero lo conozco, es un

~ lbldem, ps. 7 y 8

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señor que tuvo problemas, que robaba nafta, que robaba gana­do, que robaba un montón de cosas, pero trabajaba para la poli­cía y este año (2004) se presentó como, como uno de los candi­datos para Intendente" 41

. Este civil, colaborador de las fuerzas represi­vas, la obligó de tm empqjón a acostarse en la parte de au·ás del automóvil en el que la iban a trasladar, esposada como estaba, ocultando su cuerpo con una frazada y advirtiéndole que no intentase mirar por dónde se dirigían. Presumiblemente la llevaron al Regimiento Militar N° 7 de La Plata, el que funcionaba como un campo de concentración, lugar -como tantos otros- de totturas y vejaciones. "Me llevaron a un lugar -relata Ramona- que nunca supe donde era, porque· era muy estricto y muy doloroso estar ahí, estuve en la oscuridad, siempre vendada ( ... ) me lle­vaban al baño, pero con grillos, arrastrando, me tiraban de la mano por ejemplo, porque iba con otras detenidas, con otras desaparecidas, como una caravana y por ahí tiraban y si había escaleras, nosotros no veíamos y nos caíamos" 42• Fue víctima de simulacros de fusilamiento, la sometieron a torturas con picana eléctrica y a largos interrogatorios sobre las actividades políticas en las que ella pudiera estar involucrada. Al respecto, Ramona asegura que "a mí no me pre­guntaron jamás del Partido Comunista, ni nada de eso, me pre­guntaban siempre por los Montoneros y por el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), yo sabía que había muchos (mili­tantes políticos) en el Hospital, que tenían esa ideología y que incluso algunos eran amigos míos porque yo no, yo respeto a las personas por el valor humano que tienen, no me interesa la ideología, ni la religión, ni nada de eso, pero yo jamás les dije los nombres, yo sabía ·quiénes eran, ahora están encumbrados muchos de ellos, son peronistas y tienen puestos muy grandes, yo algunos por dificultades traté de hablar pero no, no me co-

"Ibídem p. 9 y 10 " lbldem, p. 11

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nocen, se hacen los que no me conocen, así que por eso y después me preguntaban por otras personas que yo no conocía, realmente no, no las conocía y también eran del Hospital, claro pero yo como mucho no, no, 110 estaba en contacto, por ejem­plo con practicantes o cosas así, porque desaparecieron muchos del Hospital, después. me enteré que desaparecieron muchos. Bueno de ese lugar nos llevaron a otro" 43 •

El centro clandestino de detención al que fue trasladada luego de estar alojada en el Regimiento 7 era -según las evidencias recogidas a través de testimonios de ex detenidos desaparecidos-la Comisaría de la Mujer de La Plata, en la intersección de las calles 1 y 60. También allí las noches eran un infiemo, porque las detenidas escuchaban cuando regresaban los Grupos de Tareas con mujeres y niños llorando. Ramona recuerda que para entonces "despidieron a mi marido del trabajo cuando se enteraron de lo. que me había pasado a mí, a mi hijo lo dejaron libre con wui trampa en un colegio religioso (Colegio Perpetuo Socorro de Quilmes), porque no tenía plata para comprarse el equipo de gimnasia ... " 44 •

La madre de Ramona empezó la búsqueda desesperada de su hija visi­tando varías Iglesias, y sólo halló consuelo y buena predisposición de parte de Monseñor Novak: "me dijo mi mamá que a ella le dio mucho consuelo y le dijo: 'abuela, yo voy a hacer todo lo que puedo, pero sabe que con estos asesinos no se puede hacer mucho, pero usted quédese tranquila, que yo voy a hablar con los que p!ledo hablar y voy a orar mucho por su hija', un consuelo le dio y le recibió y cosa que no hicieron ( ... ) el sacerdote de Vareta que yo siempre estaba con él, le cerró la puerta, dijo que· él no se oc!lpaba de eso, y muchos otros ( ... ) porque yo cuando era jovencita trabajaba con ... (el) sacerdote Quarracino, perte-

~ Ibídem, p. 12 44 !bfdem, p. 17

38

necía a la Juventud Obrera Católica, yo tenía dieciocho años en Avellaneda, y tampocó creo que era Monseílor cuando fue mamá y no la recibió" 45

.

Ramona evoca su liberación sintiendo, aún hoy, la extrañeza que sintió en aquel momento:. "Bueno, un día vienen, me sacan las vendas, yo les decía a mis compañeras parpadeen porque si no vamos a tener problemas en los ojos, me sacan la venda, las esposas Y me dijeron: 'vaya a bwiarse que usted va a salir' y yo bueno, pensé 'me llevan para matarme', pero como ya no me importa­ba, me dicen: 'haga un paquete de todas sus cosas', yo tenía la frazada y una ropa que me habían dado ahí en la Comisaría de la Mujer para poder higienizarme y poder cambiarme, me llamó el ]efe de la Policía, me dijo que cuando salía que por favor fuera a su despacho y me dijo: '( ... ) acá tiene un certificado que trajeron de, del Regimiento 7, llévese esto, no trabaje más, qué­dese en su casa' y a mi me pareció un sueño, yo salí en la calle y todavía no creía, yo decía que en cualquier momento siento un balazo, algo por el estilo" 46

.

En aquellos tiempos, quienes no desafiaban el orden establecido ya ha­bían perdido el profundo sentido de la solidaridad, ante el imperio del miedo y el 'no te metás'; más decididamente aquellos que desde el poder político o religioso acataban tal estado del terror. No es el caso de Ramona Campodónico, que, una vez liberada, siguió viviendo el hmtor que significa­ba llevar consigo los recuerdos de aquel infiemo: "las compañeras que tenía, cuando yo salí -rememora Ramona- descosieron el rue­do de mi tapado y pusieron papelitos de direcciones y de teléfo­nos de sus familiares, algunas, otras no y yo al otro día de que llegué a mi casa, empecé a salir y a llevar los papelitos y a llamar por teléfono, me encontré (por ejemplo) con un se1ior

" lbldem, p. 35 •lbldem p 15

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acá en La Plata, que yo le dije: no puede venir (a) mi casa porque seguramente estoy vigilada ( ... ) nos encontramos en una plaza, no me acuerdo ahora en que plaza era acá en La Plata, bueno yo vine con un colectivo, él vino con un paquete ( ... ) y me dijo: 'yo traje esto para que usted le lleve' (a su pareja, una mujer detenida ilegalmente como lo había estado Ramona) y le dije: 'no, no me dejan entrar', yo salí de ahí (del centro clan­destino de detención) y me dijeron 'olvídese de este lugar por el bien suyo y si puede irse del país, váyase', y yo le dije: '¿por qué me voy a ir de mi país?, yo quiero mucho a mi tierra, más que ustedes ( ... ) no me voy a ir de mi casa, mi hijo irá a otro lado para que no corra peligro, pero yo de mi casa no me voy, hagan lo que quieran"' 47•

DEMAESTRI, DANIEL LUIS

El estqdiante de medicina Daniel Luis Demaestri nació el9 de abril de 1950. Al momento de su desaparición residía en la calle Contreras, de Florencio Varela. Se había casado con Clara Cano el28 de agosto de"1975, y se desempeñaba como colaborador ad honorem en una sala de primeros auxilios en el B a!Tio El Ombú, de Florencio Varela, donde acudían personas sin recursos económicos.

A pesar de las amenazas y las dificultades, Ramona sigue viviendo hasta . el presente en su casa de Florencio Varela, en el mismo ba!Tio en el que fue . secuestrada. Fue a declarar en el Juicio por la Verdad y mantiene el mismo compromiso social y humano que la llevó a enfrentarse con sectores del po- .. der que le cobraron muy cara su participación.

Inés El vira Demaestri, hermana de Daniel, declaró: "mi hermano des­apareció el 8 de febrero de 1977, vivía en la calle Contreras (de) F. Vareta con mi madre, mi hermano, mi abuelo y su esposa ( ... ). Mi hermano hacía cuatro días que había vuelto de que había sido padre de mi sobrino nuevo (sic.), Fernando Demaestri, y hacía poquitas horas que había llegado de la clínica, cuando de impro­visto ( ... ) estando dentro del domicilio, los vecinos ven que llega un auto, que dentro de él había una señora encapuchada y entran de forma despótica en el hogar de mi madre, por delante de la puerta principal, por el costado y por el fondo con gente, con

CARO, MARTA SUSANA

Marta tenía 24 años y trabajaba en la fábrica Alpargatas cuando fi.Íe secuestrada de su domicilio, en la calle Santa Adela, entre Soler y HudsÓn; en Florencio Varela, el día 1 de Mayo de 1976. Su mamá, Laura Jtistina Vera, presentó un Hábeas Corpus donde expresa que "el1/5/1976 (su hija fue secuestrada) por un grupo que decía ser del ejército" 48.

El Hábeas Corpus fue presentado en el Juzgado Federal N° 2 de La Plata, y fue respondido con sentencia desfavorable.

~7 Ibídem, p.22 • Habeas Corpus. Juzgado N' 2 de La Plata. sil. (En APDH La Plata. Expediente N' 1518)

an

mmas, donde entran de forma brutal y lo toman a mi hermano en una habitación apuntándolo, que eso lo ve mi abuelo y mi mamá, a mi cuñada y a mi abuelo los ponen en otra habitación boca abajo apuntándolos. Hacen destrozos en la casa de mi mamá, revuelven todo, se llevan cosas de val01; rompen libros, como es, documentos que tenía mi hermano que estudiaba medicina, no documentos, sino apuntes, bueno destrozan todo y mi mamá y mi

;; familia 110 ven absolutamente nada lo que hacen con mi hermano en la otra habitación y a pesar de que estaban mis sobrinitos chiquititos, el recién nacido de cuatro días y Ezequiel que tenía casi nueve meses, también la tienen a mi cuñada apuntándola con los chiquitos ahí ... " 49,

~~Declaración testimonial de Inés Demaestrí. Cámara Federal de Apelaciones. Juicio por !a Verdad La Plata, 5I 1212001. (En APDH La Plata, Expediente N' 211)

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Inés destaca que inmediatamente fueron con su marido, su madre y una vecina a consultar a un abogado amigo de la familia sobre los pasos a seguir. En el trayecto, uno de los vecinos, que había estado observando lo sucedido aquella tarde del secuestro, mencionó que la señora que llevaban encapuchada en ese auto era la mamá de Enrique Reggiardo (Antonia O ldani de Reggiardo ), conocido por los Demaestri como "Quique" Reggiardo. Seguidamente, la familia Demaestri presentó un escrito y tm Hábeas Corpus en la Comisaría 1 • de Florencia Varela, intentando conocer el destino de Daniel.

El testimonio de Inés-ratifica los datos ap01tados por su madre (El vira C01·bella de Demaestri) cuando comenzó la desesperada búsqueda, a través de la presentación del Hábeas Corpus ante el Juzgado Federal No 3 de La Plata, Secretaría N° 9. Este recurso legal fue rechazado en su momento, debiendo pagar la demandante las costas conespondientes; asimismo, otros recursos presentados fueron rechazados, incluidas las gestiones realizadas ante el Ministerio del Interior. Además, Inés ha declarado que, al ver agota­das las instancias legales, "mi madre tenía un primo que era militar (al que acudió), que trató en lo posible de averiguar" 50

, obtenien­do como única respuesta que no podía meterse porque el que se metía en esos asuntos corría riesgo. En lo sucesivo, la familia Demaestri continuó pre­sentando periódicamente Hábeas Corpus, con respuestas igualmente negati­vas, no conociendo hasta el día de hoy el destino de Daniel.

D'ONOFRIO, ROXANA VICTORIA

Fue secuestrada el día 20 de Octubre de 1971 51 •

so lbldem 51 Internet. Página: "www.nuncamas.org"

42

D'ONOFRIO, EMA

Fue secuestrada el día 14 de Julio de 1976 52.

ECHEVERRÍA, GRACIELA ÁNGELA

Al igual que en otros casos, son muy pocos los datos que se tienen de Graciela Ángela, pero se sabe, por el expediente que se encuentra en la APDH de La Plata, que vivía enla calle San Nicolás de la ciudad de Zeballos (Pmtido de Florencia Varela), y que fue secuestrada de su domicilio el día 4 de Mayo de 1976. Su padre, Cirilo Ramón Echeverría, presentó un Hábeas Corpus en el Juzgado Federal de 1 o Instancia de La Plata, a cargo del Dr. Carlos Machado, el día 16 de Junio de 1976; en el mismo se lee: "( ... ) vengo por el presente a interponer formal recurso de Hábeas Corpus, a favor de mi hija Graciela Ángela Echeverría, quien fue detenida de mi domicilio el día 4 de Mayo del corriente at!o (1976), siendo aproximadamente las 21:30 hs por aproximada­mente 6 personas armadas y de particular quienes se titularon policías. Que a partir de dicha fecha, no he vuelto a tener noti­cias de ella, a pesar de haber efectuado innumerables diligen­cias tendientes a dar con el paradero de la nombrada, inclusive se inte1puso un recurso de Hábeas Corpus ante la Justicia Pro­vincial, el cual dio resultado negativo. En virtud de ello vengo por el presente escrito a inte1poner a los fines de solicitar a V.S. se sirva librar oficios al señor Jefe de la Policía Federal, señor Comandante General en Jefe del Ejército Argentino y solicitud de informes al Ministro del Interior de la República Argentina, a fines de que los nombrados informen a V. S. sí Gtaciela Ángela Echeverría, se encuentra detenida en alguna dependencia a su

~2 Ibídem

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1

cargo, caso afirmativo, motivo de su detención y si se le ha dado intervención a algún Magistrado de la Justicia Federal. SERÁ JUSTICIA" 53 •

GÁNDARA CASTROMÁN, ELBA LUCÍA VELÁZQUEZ ROSANO, JUAN ENRIQUE

Elba Lucía y Juan Enrique nacieron en la República Oriental del Uruguay, en Octubre y en Abril del año 1943 res­pectivamente. Vivían en concubinato en la calle Hilario Lagos al 400, de Florencio Varela, y habían tenido, para el año 1977, cuatro hijos (tres nenas y un varón). Él era obrero de la industria frigorífica y ella cuidaba de la casa y de sus hijos.

El día 18 de Febrero de 1977, los dos son secuestrados de su domicilio. JuanEmique es liberado después de dos meses, núentras que su compañera, Elba Lucía, aún se encuentra desaparecida. El hermano de Juan, Héctor Antonio, presentó, el21 de Marzo de 1977, un Hábeas Corpus, en el Juzgado Federal No 1, a favor de su hermano y de su compañera. También se hicieron denuncias en el Ministerio del Interior, el Obispado de Quilmes, la Cruz Roja Internacional, la OEA, y en las Naciones Unidas en Ginebra -Suiza.

53Habeas Corpus. Juzgado Federal de 19 Instancia. La Plata, 16106/76. (En APDH, La Plata Expediente N~ 1775)

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Al tiempo de ser liberado, Juan Emique se exilia en Holanda con sus cuatro hijos, y desde ahí escribe una carta en la que relata el secuestro y lo vivido en cautiverio. Esta carta es un testimonio invalorable y merece ser leída de manera completa. Cabe aclarar que hay algunas palabras y algu­nos nombres que no se pueden leer en forma clara, ya que la fotocopia archi­vada en la APDH tiene algunas partes borrosas.

"Que siendo la hora 4 de la mañana del día 18 de febrero de 1977 y encontrándome en mi domicilio de la calle Hilm·io Lagos 466 Florencio Vareta Provincia de Buenos Aires: irrumpieron en el mismo doce personas vestidas de civil quienes se identificaron como de la policía y Ejército Argentino; siendo ellos oficiales, comenza­ron por romper la puerta trasera, rompiendo vidrios de las puertas y ventanas dando gritos de vándalos y rompiendo muebles y todo lo que encontraban a su paso, apuntaban con sus ametralladoras y .nos dijeron a mí y a mi compañera (Elba Lucía Gándara Castromán) y a nuestros hijo Cecilia Lucía, de 13 míos, Juan Fabián de 8 años, Verónica Daniela de 3años y Silvina de solamente 20 días, que nos quedáramos quietos y a la vez que encendiera la luz, era tal el desconcierto y el miedo que (¿) que no sabíamos qué hacer; los chicos lloraban y mi compañera caminaba dentro del cuarto, yo parado inmóvil en medio de la confusión, hasta que me decidí entre

. gritos a encender la luz; eso si, fui el primero en 'cobrar', luego de una serie de golpes me pusieron contra la pared, y fueron donde se encontraba mi compañera y los niños; y a su vez nos preguntaban dónde estaban las armas, lo segundo que me preguntaron era como se llamaba mi compañera, a lo que respondí su nombre, pregunta­ban a continuación por otros nombres los cuales no conocía, me dijeron si era 'perejil' ya que yo contestaba en forma negativa y comentaron a golpear a mi compañera con un cinto, tirones de pelo y después a los niños los empujaban de un lado para otro, y les hacían preguntas si iban amistades a la casa, lo cual contestaban negativamente, luego de maltratar a la madre tomaron a la bebita de

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solamente 20 días, la agarraron de lo piecitos cabeza para abajo y la golpearon, diciéndole a la madre 'si no hablas la vamos a matar' los niños lloraban y el terror era mucho, la madre gritaba que n~ golpearan a la beba, luego de una hora de golpearnos a todos deci­dieron hacerle el 'submarino' a mi compañera, delante de los niños, a la vez que me metían a mí en otra pieza, diciéndome mi hija mayor que habúm traído con ellos a mi sobrino Eduardo O'Neil Velázquez esta~a atado pies y manos y todo ensangrentado, yo estaba tm; nervwso que en un momento dado le dije a mis hijos que posible­mente ya no nos verían nunca más, a eso de las 10.30' de la mañana nos encapucharon y nos ataron de pies y manos, a mi con el cable de la plancha y nos dijeron que nos iban a llevar para 'interrogar­nos' además nos acusaban de subversivos, antes de que nos pusie­ran la capucha pude ver como llevaban algunas cosas de valor así como el cielorraso destruido (¿) muebles tirados, como si hubiera pasado un toi·nado, al cabo de (¿) horas en esa situación, vino la orden de llevarnos, por lo que dijeron mis hijos posteriormente, había dos camiones del ejército (¿) la cuadra y por versiones de los vecinos habían rodeado toda la zona, me sacaron prácticamente desnudo Y a los empujones 'apurate montonero hijo de puta' me glitaban, al salir me tiraron dentro de una zanja de agua y bm7'0, me levantaron de los pelos y todo mojado y embarrado fui a dar al baij.l de un auto, la misma suerte corrió mi compaiíera. Aparentemente siguieron buscando más gente, ya que permanecí(¿) horas en ese baríl,· pienso que cerca de catorce horas y por lo que pude escuchar buscaban a un tal Damián, fueron a la fábrica donde trabajaba, dos veces.y nó lo encontraron, luego se dirigieron a una zona de deteJl· ción, o sea a un cuartel de policía (Departamento Central de la Policía Motorizada), por lo que pude escuchar de esa misma gente de civi~ al llegar íne dijeron que tenía que bajm; abrieron el baúl, yo dije que estaba acalambrado, me tiraron para áfuera a la vez que me golpeaban (puntapiés, gomazos, etc) me decían 'caminá Montonero

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hijo de puta ahora vas a cantar si sos o no Tupamaro', me hicieron subir y bajar por unas escaleras hasta llegar a unos calabozos, siem­pre golpeándome, hasta llegar a una puerta que por el ruido, al ab1irla parecía de hien·o, me tiraron para adentro a la vez que deccan 'aca tienen un colega' cayendo arriba de otras personas que allí estaban, sentí que me decían 'flaco quedate tranquilo que estás en­tre compañeros',. me acomodaron y me aflojaron la 'capucha', así como el cable de la plnncha en el cual estaba atado, ya en el calabo­zo pensaba que me esperaban largas horas de martirio en manos de esos salvajes inconscientes, en el calnbozo había siete personas más, conmigo ocho, el lugar sería de 2 x 0.80 ya que cabíamos tres de perfil, para tratar de descansar lo hacíamos tres para cada lado Y dos quedaban parados, con lo cual rotábamos para tratar de descansar todos hacía un calor impresionante ya que estábamos en verano,

• ' o ,;

por momentos nos ahogábamos y momentos de desesperacwn Y semi asfixia, con nosotros estaba un anciano de setenta míos Dioniggi de apellido al cual le decían 'Juan sin miedo' ese anciano Y su compmíera se encontraban allí ya que fueron a buscar a su hijo Y al no encontrarlo los llevaron a ellos 'hasta que aparezca el hijo', en­tonces empezamos a golpear y a gritar como locos que el viejo se

nos moría. . En total estuve en el 'calabozo del infiemo' siete días, nos saca­

ron en varias oportunidades al Regimiento N°3, donde torturaban con 'picana', 'submarino', golpes de karate, gomas, etc, y al que no podían 'sacarle' nada lo quemaban con agua hirviendo,· en una op01:· tunidad me pusieron cerca de mi compañera a la cual estaban aph­cando 'picana eléctrica' preguntándome 'si conocía esa voz', mi mujer gritaba y me nombraba, así como a nuestros hijos, dando gritos terribles a la vez que me decían 'ahora te toca a vos' la 'sesión' duró una hora más o menos, un oficial le preguntó 'qué·te hicieron gorda' ella contestó 'me pusieron la picana' a lo que con­testó 'son unos hijos de puta pero que si no cantaba se In volverían

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a hacer', le aplicaron la picana en los pechos, vagina y la boca, también le dijo '¿a qué no sabes a quien tengo ahí?' y me preguntó 'Juan, ¿te dormiste con la musiquita?', entonces mi mujer me defen­día, hasta que 110s llevaron a los calabozos.

De vez en cuando nos daban de comer una comida muy mala, pero debido a la situación en que nos encontrábamos (golpeados y torturados) teníamos que comerla igual; así pasamos siete días la­mentando dos muertos en los calabozos, urw era argentino lo llama­ban Gapo y un chüeno al cual llamaban Ramón, a los dos los habían quemado con agua hirviendo, Gapo saltaba para arriba de la deses­peración, y nos caía encima todo ensangrentado, estaba en agonía y luego que murió estuvo ahí con nosotros durante cuatro horas, esti· rada en medio del calabozo y nosotros a su lado, en la misma forma murió el chileno, mordía, arañaba y pegaba, estaba totalmente des­esperado, el caso de mayor semi asj'txia lo pasamos en esos días y pienso que si no vienen enseguida éramos siete víctimas más, abrie­ron y nos mojaron con mangueras de agua muy potente que nos lastimaba al golpeamos, al final de la tarde nos trasladaron en un camión blindado a la Brigada Güemes, que está en Camino de Cin­tura y Av. Richieri (Puente 12), pensamos que nos iban a mata1; ya que ellos decían 'les llegó la hora', hasta que llegamos al cuartel y nos metieron en una pieza, nos preguntaron '¿tienen alguna enfer­medad o sufren del corazón?' con lo cual estábamos pronto para la t01tura o la muerte, nos vendaron los ojos y nos pusieron una 'capu­cha', nos hicieron caminar por un corredor y llegamos a unas celdas a la vez que nos presentaron a unos oficiales que les decían 'locos colinos' uno de ellos se llamaba Juan, 1ws dieron algunas 'indica-' ' '

ciones' de que había que llamarlos de 'señores' y el que no lo hacía, decían 'cobraba como en la guerra' y además decían 'ustedes son todos boletas' nos golpearon con gomas ya que decían que éramos lerdos, recuerdo que· en ese lugar había 56 personas, 14 mujeres y 42 hombres, había dos guardías 'malas' y una 'buena', las 'malas'

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nos hacían 'plantones' y 110s golpeabán con cualquier pretexto, los 'buenos' 110s daban algún 'afloje' pero con las amenazas constantes de tortura, muerte, etc. Luego venían las denominadas 'patotas', o sea los torturadores oficíales y llevaban la gente a la Tablada (triste­mente célebre por las torturas que allí practicaban), también allí las celdas eran similares a las anteriores, /lOS daban una manta para taparnos ( ¿) la doblábamos y nos metíamos dentro, todo eso lo hacíamos siempre 'encapuchados' y esposados, a la mañana llega­ban los 'locos Colinos' y comenzaban el 'trabajo', prendían la radiv fuerte y escuchaban a Carlos Gardel, 'vamos subversivos podridos' nos quitaban las mantas y /lOS tiraban agua, nos dejaban parados durante todo el día, siempre mojados, nos hacíamos las necesidades encima, porque si no nos daban (¿).

Recuerdo que en una oportunidad al encontrarme decompuesto por la mala alimentación y las t01turas recibidas, pedí para ir al baño con lo cual me contestaron 'Montonero hijo de puta, no nos dejás escuchar a Garde~ te voy a llevar al baño pero te vamos a dar una paliza que te vas a acordar mientras vivas' entonces me sacaron las esposas y al bajar las escaleras comenzaron los 'gomazos', pero ... como no tenía otra altemativa. No respetaban a los ancíanos ni a las mujeres, una vez tuvieron castigado durante tres horas a un deteni­do que le decían 'mona' y que era médico, lo quemaban con cigani­llos y le pegaban constantemente por encontrarlo hablando. Los nombres de las personas que recuerdo que se encontraban en ese lugar, algunos de ellos son los siguientes, el matrimonio Dioniggi, Damián Barrios, Esquive! (paraguayo), Carlos López, Roberto Coría y su esposa (maestra), cacho Dioniggi (hijo del matrimonio de an­cianos), Omar L6pez, Eduardo O'Neil, y los siguientes apodos: Silvia (la flaca), Lucho, Mateo, Chacha, Cacho, Miguel, Pancho, Carlos, Paulo, Daniel y Tito; las personas de las cuales presencié su muerte son las siguientes: Alberto y Arturo (¿¿Bruno??), Tito, a Damián Barrios lo torturaron durante dos semanas y al negarse a

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comer le daban inyecciones de calcio para mantenerlo vivo, como no le 'sacaban nada' le daban la cabeza contra la pared, estuvo un día en el calabozo donde yo estaba y nos contó las cosas que le hacían, riéndose dijeron un día que 'había otra boleta, Damián dejó de respirar' segtÍn nos contó Damián era soblino del ministro Mm1ínez de Hoz e hijo de las familias Bunge y Born, otros detenidos fueron dejados en la enfermería 'para que escaparan', segtÍn los oficiales, y al intentarlo los acribillaban. Un día ·me llevaron al baíio y pude ver a mi mujm; fue en toda esa podredumbre que me dijo que posible­mente me largaran ( ... )

Un día me llevaron y me 'piden disculpas' por todos los malos momentos pasados, que saben que yo .'no tengo nada que ver', 'que haga de cuenta que tuve un sueño muy pesado', 'andá a cuidar a tus hijitos', y 'andate del país porque la próxima vez que te vayamos a buscar sos boleta', 'olvidate de tu mujer' me dieron algo de comm; alguna ropa y me dejaron cerca de nuestra casa, pensé que me mata­rían ya que era un testigo de sus aberraciones, pero al. ver que me dejaban y no tiraban y a pesar de casi no poder caminm; corrí (sin saber como). llegué a la. casa ... había vidrios rotos, los muebles y las ropas deshechas, todo timdo, me parecía haber resucitado, los niiios no estaban, mi compañera tampoco ... fui a casa de mi hermana, gol­peo, sale mi hermana 'no te mataron' me dijo, no pude contestar. ..

P.D. Hasta el día de hoy (18 de Octubre de 1977) no he sabido nada de mi compañera Elba Lucía Gándara Castromán, nacida el día 12 de octubre de 1943, en Mercedes, reptÍblica Oriental del Uruguay, madre de nuestros cuatro hijos: Cecilia Lucía (13 aíios), Juan Fabián (8 años), Verónica Daniela (3 ai'íos), y Silvina de 9 meses ...

Nota: En los interrogatorios y por propia expresión de quienes me interrogaban (escuché): 'el que te da ahora es un compatriota

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tuyo, Tupamaro hijo de puta', así como términos usados en Uru­guay como: Botija (nÍiío), así como preguntas sobre Uruguay.

Holanda, octubre 18 de 1977.-" 54•

Parte d~ este relato está incluido en el libro Nw1caMás (que publicara la CONADEP),en un capítulo dedicado a las "Secuelas en los niños"

55•

Con respecto a la última parte del relato, que hace referencia a la supuesta pmticipación de militares uruguayos en las t01turas realizadas, coincide con las aseveraciones del Nunca Más, en donde se menciona que por la zona de Don Bosco "operó un circuito clandestino con el nombre de Puesto Vasco. Dentro del mismo circuito funcionaron dos· centros con una característica especial: estaban asignados no sólo a accio­nes represivas dentro del esquema del r Cuerpo del Ejército, sino también a otras dirigidas contra ciudadanos uruguayos re­sidentes en la Argentina, a partir de un convenio de coordina­ción represiva establecido entre los que parecen ser grupos operativos en ambos países. Participaban en esas acciones -tanto en el plano de la conducción como del aprovechamiento del 'botín de gueri'a'- funcionarios de OCOA (Organismo Coor­dinador de Operaciones Antisubversivas del Uruguay), muchos de cuyos oficiales ya habían actuado con sus pares de la Policía Federal Argentina ... " 56

.

Es posible que tanto Elba como Juan hayan sido pmte de ese circuito de

torturas en donde intervenían oficiales de Uruguay. Estos son los datos disponibles acerca de estos vecinos de F. Vareta.

Elba, desaparecida, y Juan, ex detenido desaparecido, quien aparentemente

reside con sus hijos en Holanda.

S{ Testimonio de Enrique Velázquez Aosano. Holanda, 18/10/1977. {En APDH. la Plata) ss Comisión Nacional de la Desaparición de Personas. Nunca Más. 62 ed. Buenos Aires. Eudeba. ~3. Pág. 320

" lbldem, pág. 169 ·

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GARA Y, ISABELINO GARA Y, A VELINO ENRIQUE GARAY, LUIS OSCAR

Isabelino Garay fue secuestrado de su domicilio junto a sus dog hijos, Avelino Enrique y Luis Osear. Tanto Isabelino como Luis Osear fueron libe­rados luego de 9 días de detención ilegal, por lo cual son considerados ex detenidos desaparecidos (ya que recobraron su libertad), mientras queAvelino Enrique aún se encuenu·a desaparecido.

Isabelino Garay nació en 1913 en Entre Ríos. A comienzos de la década de 1930, y en plena crisis económica, Rosario y Buenos Aires se habían convertido en el cenu·o de atracción de miles de personas que migraban en busca de nuevas posibilidades; Isabelino también emprendió su búsqueda. Llegó a Rosario siendo muy pobre y analfabeto, y tuvo la posibilidad de aprender a leer y a escribir en un local del Pmtido Comunista: a pmtir de allí adhirió a esa ideología.

Ya a comienzos de la década de 1940, Isabelino, junto con su esposa Luisa, se mudan a Florencio Varela, en la calle Humberto 1 o (actual Sallarés) en donde nacen sus 3 hijos, José (Tito) en 1947, Avelino Enrique (Quique) en 1949, y Luis Osear (el Negro) en 1951. En ese año se instalan definitiva­mente en la calle Aristóbulo del Valle.

Isabelino fue uno de los fundadores del Partido Comunista de Florencio Varela, lo que le acarreó más de una dificultad. En el año 1959, el presidente radical Arturo Frondizi implementa el Plan CONINTES, por el cual se declaraban zo­nas militarizadas a los principales distritos industriales, como La Plata y otros partidos vecinos, autorizándose allanamientos y detenciones. Al igual que otras miles de personas, Isabelino es detenido en una de esas oportunidades; su hijo Tito recuerda: "(con) el plan CONINTES mi viejo estuvo preso 4 días en la comisaría de Varela con dirigentes peronistas, so­cialistas ( ... ) yo le llevaba la comida y todo, pero era

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otra cosa, lo pesado, lo fuerte, vino después" 57 •

En el año 1963, en las elecciones generales que consagraron a A1turo Illía como presidente, Isabelino Garay se presentó como candidato a primer concejal del Partido Comunista en Florencio Varela.

Mientras tanto, los 3 hijos de la familia Garay iban a la Escuela N" 1, la más cercana a su casa, pero el secundario Quique decide hacerlo en un In­dustr·ial de Don Bosco. Cuando en 1968 termina la escuela Industrial se le detecta epilepsia, por lo cual debía estar medicado y manteniendo cie1tos recaudos; claro que esto no le impidió empezar a militar en el PC, al igual que su padre.

Quique no pudo seguir estudiando, ya que "por recomendación médica el estudio y la concentración le provocaban inconve­nientes (pero sí) leía todo tipo de literatura poUtica, que él con­sideraba que le servía (para su formación)" 58•

Ya para la década del '70, Tito se había casado y había formado su familia; de esta manera, en la casa de Aristóbulo del Valle quedaron viviendo el matrimonio Garay (Isabelino y Luisa) y sus hijos Quique y Luis.

En la madmgada del14 de Septiembre de 1976, el papá y sus 2 hijos son secuesu·ados de su domicilio; los hechos son relatados por Luis Garay: "está­bamos durmiendo, yo con mi hermano en la pieza y mi viejo y mi vieja en la otra pieza, y entraron a golpear la puerta, a nombre de la policía, ¡abran que es la policía!, rompieron todo y entraron, armados, y lo primero que te hacían era darte vuelta contra la pared (para) que no los miraras ( ... ) vestidos con ropa cómoda, nada de taparse la cara ( ... ) se lo llevan a mi hermano hacia el fondo a revisar los lugares, pata ver si tenían armas ... algún. armamento, alguna cosa, a mi viejo lo metieron en el baíio, y a mi me llevaron a la salita adelante, de espaldas también; a mi

. vieja 110 la podían hacer callar a los gritos, aparte con la funda de

sr Entrevista de los autores a Tito Garay y Luis Garay. Abril de 2004 s.s Ibídem

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la almohada la ahogaron, fue eso también causa del problema de salud que tiene hoy, y bueno, y nos sacaron así como estábamos, nos hicieron poner zapatos, pantalón, lo que fuera, una remera, una camisa y nos subieron a un vehículo (a mi hermano, a mi papá y a mí). Estábamos esposados y vendados, y nos subieron a un vehículo, viste vos te das cuenta si es un vehículo chico o grande y aparentemente era un vehículo grande que podía ser un (Ford) Farline o Dodge Pollara una cosa así, parecía una embar­cación, por el ruido vos te das cuenta de la amplitud del interior y del ruido del motor; bueno, después aparentemente por lo que yo me puedo guiar, por lo que me da la ubicación de estar en esa situación, sentado y de costado y tirado en la parte del piso, sentado y con la cabeza gacha, te das cuenta que arrancaron para el cruce, que se desviaron para La Plata, que por el tiempo de traslado supuestamente (era) cerca de La Plata, después entra­ron, entraron por un lugar como que no era la puerta, como si fuera un algo que habrían abierto provisoriamente ( ... ) supuesta­mente entramos a una especie de galpón, no se si chico o grande pero era rm galpón (ahí) nos bajan ( ... ) siempre vendados, jamás sacaron la venda, creo qu'e la única vez que nos sacaron la venda fue para ir al baíio. ( ... ) primero hubo una especie como que te fichan, una entrada, quién es usted, te sacan los datos, te sacan los cordones, el cinturón, y después sí, ellos determinan en qué lugm; ya directamente a mi hermano lo separaron, mi viejo y yo fuimos directamente a una especie de calabozo ( ... ) había ya gente adentro, no tenía forma cuadrada, aparentemente como nos dispusimos tenía forma ovalada o algo así, una especie de ril!ón de ·•as rectas ( ... ) supuestamente había como una especie de e •fuera que nos decía·que no habláramos ( ... )fuimos

on picana, una sesión de tortura nada más, des­quedaba por indagar ( ... ) y bueno, vivís cosas

• no sólo de explicm; si no de, no estás

evidentemente preparado para eso, para esa situación, es muy difícil ( ... ) lo que yo noté era que no teníanios lugar para estm; era un amontonamiento impresionante, cuando vos estabas sen­tado, parado entraban, pero donde vos te tirabas para sentarte como dormir a la noche era una locura, con los 'días que van pasando hay un desgaste, hay un cansancio por la falta de ali­mentos y los nervios, a la noche evidentemente por no dormir es como una pesadilla constante toda la noche, a la mw!ana no sabes ... yo no se, yo nunca me drogué, pero ves cosas anorma­les, de colores, lo que se ve en la TV cuando pasan la cámara rápida, ves paisajes pero todo raro ( ... ) yo me despertaba y trata­ba de estar consciente ( ... ) aparte donde estábamos nosotros se escuchaban las sesiones de tortura ( ... ) el 21 de septiembre nos sacan a cantar afuera, y bueno, 1ws hicieron cantar por el día de la primavera, todos vendados, jamás nos pudimos mirar. ( ... ) ahí volvimos al calabozo, y había una sensación, al menos la mía, de que ya nosotros no teníamos nada que les sirviera a ellos como secuestrados, que ya prácticamente estábamos para salil; para salir de ahí" 59

Luego de nueve días de estar secuestrados, Isabelino y Luis Garay son liberados e\22 de septiembre; no así Avelino Emique, quien al día de la fecha se encuentra desaparecido. Las circunstancias de la liberación y su llegada al hogar son también relatadas por Luis: "primero, tenemos una declara­ción escrita, que es lo que yo creo que ellos deben tener archi­vado, por ejemplo, a mí me hacían decir por qué yo había sido delegado de la fábrica, de la parte de empleados administrati­vos, o sea que la patronal tiene una lista de la gente que iba a ser secuestrada ( ... ) (hacían) como una especie de síntesis de tu actividad laboral" 60 • En ese momento hay un problema con la cinta y

59 lbldem sa Ibídem

55

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la entrevista se corta por unos minutos. Luis nos cuenta que encapuchados son subidos a un auto )\ luego de unos minutos de andar, son dejados cerca de un hospital por la zona de La Plata, junto a su papá y a un mu­chacho que era militante del PC de San Francisco Solano, pero que Luis no recuerda su nombre. A partir de aquí se retoma la entrevista: "nos de­tuvimos un rato, intentamos recordar algún teléfono de Varela, en esas circunstancias no podíamos recordar ninguno, imagínate, nueve días secuestrado en esas condiciones muchas cosas se te borran de la mente; en un taller de la empresa de transporte Río de la Plata nos lavamos un poco ( ... ) y retomamos para el lado de la estación ( ... ) creo que cerca de la estación hay una depen· dencia militar también, de aquel lado, cuando nos dimos cuenta hicimos toda la vuelta no queríamos saber ... ni el olor quería­mos sentir de un soldado, y bueno, llegamos a la estación de madrugada, de noche, pensando de qué manera íbamos a viajar, más que todo por el aspecto y porque no teníamos dinero para el boleto, nos pusimos en el andén que venía para acá, nos pusimos de acuerdo de qué manera íbamos a hablar con el guar­da, por nuestra situación, no íbamos a molestar a nadie, ni si­quiera nos íbamos a poner en contacto ·con la gente, fuimos al furgón, cuando vino el guarda le explicamos ( ... ) y viajamos a

· Vareta. Llegamos de noche, y obviamos las calles centrales, vinimos por las calles más oscuras y de menos tránsito, Y bue-

l d }} 61 .· no, llegamos a casa, llegamos os tres y esayunamos . A pattir de la noche en que el Gtupo de Tareas inumpió en el hogar de

los Garay, Luisa,junto con su hijo Tito, comenzó los trámites para dar con el paradero de su esposo y sus dos hijos secuestrados. El17 de Septiembre de 1977 Luisa de Garay presentó un recurso de Hábeas Cmpus, en el Juzgado Federal de 1 o Instancia de La Plata, a favor de Isabelino, Luis y Avelino Garay, sin conseguir ninguna respuesta. Tito fue a la Defensoría de Pobres y ·

Gl Ibídem

56

Ausentes en La Plata y "ahí hice todos los trámites" 62. Luego de que liberaran a Isabelino y a Luis, la búsqueda se focal izó en Avelino Enrique. Luisa anduvo por La Plata, Plaza de Mayo, el Ministerio de Interior, nuevos Hábeas Corpus fueron presentados, pero nunca se volvieron a tener noticias de Quique.

Tito Garay también buscó por distintos cantinos obtener alguna infmma­ción de su hermano; uno de esos caminos fue escribirle una carta a Jorge Isaac Ana ya, a quien había conocido durante el Servicio Militar: "cuando yo hice el servicio militar estuve con Anaya, que después fue comandante en jefe del ejército, yo hice en el '68 (el servicio militm~, empecé con Onganía y salí con Lanusse, y yo le escri­bí a Anaya, que en esa época era embajador argentino en Espa­ña, le expliqué lo que me había pasado (con mi hermano), la primera carta me la rechazó porque yo no se la había firmado, me dijo que no acostumbraba a responder a quien no firmaba las cartas, entonces le volví a escribil; y bueno, me consiguió una entrevista con Harguindeguy" 63 . En esa entrevista, realizada en 1977, Albano Harguindeguy, quien estaba a cargo del Ministerio del Interior de la Nación, le explicó a Tito que "acá pasó lo siguiente, los organis­mos trabajan con datos, y agarran a una persona que saben positivamente que está en algo, esa persona tiene una libreta de . anotaciones o de teléfonos, todos los que están ahí están involucrados, así que no sería nada raro que en una 'de esas su hermano estaba en algo así, pero datos fehacientes de activida­des de su hermano, actividades subversivas de su hermano no tenemos ningún dato" 64.

La familia Garay trata de buscar una explicación a un interrogante: por qué si fueron liberados Isabelino y Luis, Quique permanece desaparecido.

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Varias pueden ser las respuestas, pero sus he1manos tienen una intuición so­bre el tema: ')o siempre tengo la creencia (dice Tito) que contra mi hermano no había nada, pero tenía la enfermedad de la epi­lepsia, y 10, 12 ó 15 días sin medicación, con la paliza y todo, en una de esas se les murió ah~ para mí es eso ... " 65 . Luis agrega que "por la enfermedad necesita un tratamiento a base de drogas y pastillas que tomaba todos los días, y faltando un tiempo determinado trae consecuencias ... " 66•

Ya hacia el final de la entrevista, Tito recuerda a su hermano Quique como "un tipo genial, un tipo muy jodón, alegre ... " 67• Y como otras personas que han sufrido la desaparición de tmfamiliar, tiene la sensa­ción de vacío que provoca el no poder saber qué pasó con su he1mano. Este dolor crece ante la imposibilidad de poder elaborar el duelo: "sabés lo que pasa - dice Tito -, que cuando a usted se le muere una persona muy querida, va, llora un rato y se desahoga, nosotros no tuvimos esa posibilidad" 68 .

Isabelino falleció sin volver a tener noticias de su hijo; mientras tanto, su familia espera, incansablemente, saber la verdad con respecto al destino de Quique.

GERELLI, MIRTA TERESA

Fue secuestrada el día 1 de Febrero de 1977 69, en el partido de Quilmes.

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GIMÉNEZ, MARIO CÉSAR

Fue secuestrado el día 4 de Agosto de 1976; era de nacionalidad para­guayo. Fue visto en los centros clandestinos de detención ''Los Plátanos" Y "Brigada de Quilmes" en Octubre de 1976 70

GUSHIKEN, HORACIO

La familia Gushiken es de origen j a­ponés. Horacio, junto a sus padres y sus tres he1manos (Luis, Nora y María), vi­vía en la zona rural de Florencia Varela. Su familia trabajaba la tierra, aunque "cuando (Horacio) terminó la se­cundaria, que hizo en el Instituto Santa Lucía, buscó trabajo (en otra actividad) inmediatamente, porque no quería trabajar en el campo." 71 Trabajó en la fábrica Bagley

y enRigolleau.

El último contact9 que tuvo la fami­lia con Horacio fue en Febrero de 1978; a pmtir de ahí no volvieron a saber nada de él. Su hermano Luis evoca que "pensábamos que podría estar detenido, y que algún día lo sol­tarían, pero mmca habíamos imaginado lo que pasó. También, estábamos 'inmovilizados por el terror. Había gente que hacía

M lbldem 11 Mi ciudad, febrero de 2005, pág. 5.

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Page 33: Los Que No Estan-Desaparecidos de Florencio Varela (1976-1983)

una denuncia por una desaparición, y después iban contra ellos y sus familiares. El miedo te paralizaba, y muchos nos queda-

, d ,12 mos asz, esperan o... . Luego, con la llegada de la democracia, la familia Gushiken se contactó

con un grupo de familiares de japoneses desaparecidos. A través de las ges­tiones con este grupo, que buscaba a los catorce japoneses que habían sido secuestrados durante la dictadura (dos de los cuales eran otiundos de Florencio Varela), los Gushiken llegan a entrevistarse con el Equipo Argentino de An­tropología Forense. Es así como acceden a la información de que el cuerpo

-de Horado podía encontrarse en una tumba NN en el cementerio de Mar del Plata. Realizados los pe1tinentes estudios deADN, se comprobó que efecti­vamente el cuerpo que había ingresado al mencionado cementerio el13 de Julio de 1978 correspondía a Horacio. 'Tenía dos balazos en la nuca, otro en la clavícula y otro e ti un miembro inferior" 73

• Ante estas evidencias se puede decir que no había sido víctima de un enfrentamiento, como solía difundirse en aquel tiempo, sino de una ejecución.

GUSHIKEN, JULIO

Tanto Horado como Julio son des­cendientes de japoneses y, aunque com­parten el mismo apellido, no tienen re­lación de parentesco, pero si tuvieron una relación de amistad.

En el año 1939, y antes de que co­menzara la 2° Guen:a Mtmdial, viajan a la argentina el papá y la mamá de Julio.

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Primero viven en José C. Paz, y en el año 1952 tuvieron la posibilidad de comprar un teiTeno e instalarse definitivamente en Florencio Varela, en Villa San Luis, cerca de la Escuela N° 5. Hugo, hermano de Julio, cuenta que: "nosotros somos seis hermanos, ella (Mirta), la mayor, lllla her-. mana que está en Alemania, después llll hermano que nació en el '54, después vendría Julio que nació en el '56, después ven­go yo que nací en el '58 y una hermana más que nació en el '62 ( ... )" 14,

Todos los hermanos hicieron la primaria en la Escuela No 5: "me acuerdo que teníamos que caminar unas diez cuadras por el medio del campo, íbamos caminando, como mi hermano Julio me llevaba dos años, casi siempre íbamos juntos, hacíamos diez cuadras ida y vuelta caminando, era tranquJlo ... 1175 • Además de estudiar, todos compartían el trabajo en la qúinta, "(Julio) volvía del colegio y trabajaba como un negro" 76 _

Una vez terminada la secundaria, en 1973 "Julio empezó a estudiar periodismo en La Plata, y se fue a vivir a La Plata, y ahí perdi­mos todo contacto" 77 cuenta su hermano Hugo. "Él nunca hablaba de política, lo único que él siempre compraba esa revista Crisis, eso sí leía él ( .. ,) Lo único que me decía era: 'ac01·date lo que yo te digo, pero va a venir una miseria en la Argentina', él me decía siempre ... ( ... ) Además era muy sensible r.lesde chico, porque veía los chicos en el campo que (mdaban descalzos y siempre le daba lástima, porque hablaba muc/w y se preguntaba por qué pasará esto .. .'11s.

Paulatinamente, la familia fue perdiendo contacto con Julio; saben que estuvo un tiempo estudiando periodismo, pero luego dejó y comenzó a tra-

14 Entrevista de los autores a Hugo Gushiken y Mlrta Gushiken. 08/04/2004 " lbld<!m " lbloom n Ibídem 7a lbfdem

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bajar en una fábrica textil. Hugo nos cuenta que "no sabemos cuándo desaparece tampoco, porque él dejó de ir a casa, y se contactaba con una hermana que tenía un negocio en (Rafael) Calzada, entonces iba para ahí, pero la última vez que se contactó con mi hermana fue en la Capital, en un tren, que venían de un hospital de ver a mi tío, Julio se bajó en la zona de Caballito, y mi hermana (que está en Alemania) siguió hasta Once, esa fue la última vez que lo vimos ( ... ) (eso fue en) febrero del '78 y después claro, él le decía a mi hermana que esperara que se comunicase ... (nosotros) no teníamos como comunicarnos, sino que él se comunicaba" 79 •

El que avisó a la familia que Julio 'no estaba' fue Horado Gushiken, quien les dijo que hicieran un Hábeas Corpus. La familia no presentó recure sos de Hábeas Corpus, porque un abogado les recomendó que no lo hiciec ran; de esta manera, durante largos años no iniciaron ninguna acción legal para poder saber algo de Julio. Su hermana Mirta nos dice: 'yo la verd{U[ que pensaba que cuando viniera la democracia él iba a apare-cer ... yo para nada pensaba que él no podía estar ( ... ) (pero) cuando ves que vuelve la democracia y no viene ya ... no te queda más que aceptar ... hasta ese momento uno tiene la espe­ranza que vuelva" 80 •

Una vez llegada la democracia en el año 1983, y aceptando que Julio había sido desaparecido por la dictadura militar, la familia comenzó a averi­guar: "fuimos a la CONADEP, y ahí una de las chicas buscó datos de algunos japoneses que figuraba}! ahí y se fue contactando, hay catorce (japoneses desaparecidos)" 81 . También fueron a fa Embajada de Japón, pero no obtuvieron mucha ayuda, ya que, según les dijeron, "la política del gobiemo japonés es no inmis-

19 Ibídem ro Jbfdem $1 lbfdem

62

. cuirse en políticas de otros países; (además) la embajada consi­dera japoneses a los nacidos en Japón ... y entre los catorce desaparecidos hay uno solo, los otros somos familiares directos pero no nacidos en Japón" 8

2,

Como en casi todos los casos, una vez asumida la desaparición de un familiar, el deseo pasa por encontrar los restos y saber cómo sucedieron los hechos. "Yo lo único que pienso (dice su hermana Mirla) que si 11110 tuviera el cue1710 ya estaría ( ... ) si por lo menos tenés el cuel]JO uno le hace una misa y qué se yo ... " 83 • Cuando recibieron la noticia de la aparición de los restos de Hora cío Gushiken, la sensación que tuvieron "es como ·que te duele pero a la vez sentís un alivio" 84

Como en el caso de otros inmigrantes, la paradoja es haber escapado de una gueiTa y haber llegado a un país cuyo Gobiemo impulsó el genocidio, llevándose la vida de los hijos de quienes habían llegado en busca de la paz.

GÓMEZ, JUAN CARLOS

Juan Carlos tenía23 años y vivía en la CalleN° 17 delBmTioParque, en Florencia Varela, cuando varias personas, algtmas con prendas militares, in­gresaron a su domicilio y lo secuestraron, el día 4 de Mayo de 1976.

Su mamá, Paula de Jesús Juárez, presentó un recurso de Hábeas Cor­pus en el Juzgado Federal de 1 o Instimcia a cargo de!Juez Sosa Liprandi. En el Hábeas Corpus, relata lo siguiente: "que el día 4 de Mayo del co­rriente (1976), siendo las 21Hs aproximadamente, una comi­sión compuesta por varias personas, uniformadas tres de ellas con prendas de color verde y titulándose personal del Regi­miento de Infantería de La Plata, procedieron a la detención de . .

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mi hüo Juan Carlo Gómez, argentino de veintitrés años de e~ad, de mi domicilio ( ... ) así mismo dicho personal efectuo el relevamiento de la finca con su posterior requisa, denunciando en este acto que del mismo se llevaron una plancha eléctrica, una cámara fotográfica, un tocadiscos, cinco frazadas, quince discos veinticinco magazines, ropa y la cantidad de 100.000

' . nuevos en efectivo. Que pese a los esfuerzos realizados para localizar a mi hijo y ante el resultado negativo de un Hábeas C01pus presentado ante la justicia provincial, es que solicito de VS que se liberen oficios en la jefatura de policía de la Capital Federal, Ministerio del Interior de la Nación y al jefe del área militar correspondiente ( ... )" 85

Cabe destacar que, tanto en este caso como en otros, se efectuó, ade­más del secuestro de la persona, el robo de objetos que se encontraban en la

casa.

GÓMEZ, RODOLFO HÉCTOR

Rodolfo fue secuestrado el día 24 de Enero de 1978 de su domicilio de la calle Goniti, en el banio Mmtín Fierro de Florencio Varela. A la semana de la desaparición, su madre, Isaura Casoli de Rodríguez, presentó un recur­so de Hábeas Corpus, en el que se lee: "me dirüo a Ud pidiéndole me informe del paradero de mi hijo Rodolfo H éctor Gómez de 22 años, argentino, con L.E: 11.886.202 ya que el día 24 de enero del corriente año no tengo noticias, fue llevado por personas de civil que se identificaron como policías, y düeron que era av~­riguación de antecedentes, domicilio en Gorriti ( ... ) Florenczo

l B . M t' F' " 86 Vare a, arrzo ar m zerro .

M Habeas Corpus. Juzgad<> Federal de 1' lnslancla N' l. 26/05!76. (En APDH. La Plala, Expedienle N' 82.255) " Hábeas Corpus. 01/02/1978. (En APDH La Plala, Expedienle N' 160)

,'-

El día 28 de Marzo de 1978, Isaura Casoli fue notificada en la comisaría de Florenci? :rm·ela sobre !.a respuesta del Hábeas Cotpus presentado: "( ... ) se la notifzca de lo stguiente 'La Plata Marzo 15 de 1978 A . ' ' utos Y Vzstos: Resuelvo: no hacer lugar al recurso de Hábeas C01pus inte1puesto por Isaura Casoli de Rodríguez a favor de Rodolfo Héctos Gómez', (firmado por) Héctor Carlos Adamo. Juez Federal" 87•

JEREZ, HUGO CAYETANO

Hugo era empleado del Fermcanil General Roca, y tenía 39 años cuan­do fue secuestrado de su domicilio en la calle Vilcapugio, del Bauio Santa Rosa deFlorencio Varela, el día 3 de Noviembre de 1977. Su esposa, Selva Rosa BatTera de Jerez presentó, el día 8 de Noviembre de 1977 un recurso ?e Hábeas Corpus donde se expone: "Que vengo por el ~Jresente a mte1poner recurso de Hábeas C01pus, a favor de mi esposo, don Hugo Cayetano Jerez, argentino, empleado del Ferrocarril Roca, de 39 alíos, que fuera retirado de mi domicilio sito en fa calle Vilcapugio y Pichincha Barrio Santa Rosa Fcio Vareta el día 3 de Noviembre de 1977 a las 23:00 hs. Esta medidd la tomo ya que después de infructuosas averiguaciones, todas con resultado negativo, es la única espemnza que me queda de en­contrar a mi esposo sano y salvo, ya que es el único sostén de mi familia" 88•

f- !l Formulario. Comisaría de Florencio Varela. 15/3/1978. Comisario Felipe D'adamo. En APDH. Op. Cit. "Hábeas Corpus. Juzgad<> Federal de 1' lnslancla. 08111/1977. (En APDH La Plala)

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JIMÉNEZ, DOMINGO ORLANDO

Domingo Orlando vivía con sus padres y su hermano en el Barrio de Villa Mónica en Florencia Varela. En el año 1976, y con 18 años, empezó a trabajar en la Cervecería Quilmes. Para el año 1977, Domingo tiene la intención de ingresar en la Policía Federal; comienza a realizar los trámites, y el día 9 de Noviembre sale de su casa para "buscar un certificado de buena conducta en la Comisaría de Varela ( ... ) él fue y no volvió más" 89•

A partir de ahí el misterio envolvió a los padres de Domingo, quienes empezaron a hacer averiguaciones para saber qué podía haber sucedido con su hijo. Domingo Faustino (papá de Domingo Orlando) cuenta, en su decla­ración en los Juicios por la Verdad, que 'yo me guiaba por lo mío nada más, quería saber la, la desaparición de mi hijo, hice todos los trámites, vilte aca, hice el Hábeas Corpus ( ... ) tengo tres cartas del Ministro del Interior Harguindeguy, que lo buscara y no lo encontraron, que, que no estaba ... " 90 •

Los padres nunca tuvieron el menor indicio de lo que había pasado con Domingo Orlando, "no se nada, hasta el día de hoy no se nada, ni nunca, nada ... ( ... ) lo único que se que nadie lo vio, que nadie me supo decir nada ... " 91

De la Cervecería Quilmes le mandaron dos telegramas para que Domin­go se reintegrase al trabajo; su papá cuenta que "(yo) fui y expliqué y no me quisieron entregar ni la ropa que tenía ahí, ni el sueldo, ni el aguinaldo me dieron, ni nada me dieron, nada" 92•

El golpe fue muy duro para la familia, y las secuelas dejadas han sido muy profundas. Su padre cuenta: "Se fue y nunca más volvió al Izo-

s3 Declaración testimonial da Domingo Faustlno Jiménez. Cámara Federal de Apelaciooes. Juk:lo por la Verdad. La Plata, 08109/2004 (En APDH La Plata, Expediente N' 2307) "lbldem 91 lbfdem "lbfdem

66

gm; yo 110 lo tengo en mi casa, la madre murió,. no llegó a los diez arios, murió de pena, murió postrada y yo estoy en las mismas condiciones ( ... )" 93,

LÉPORE, ]OSÉ ANTONIO CLAUDIO

José Antonio Claudio (o el tanito, como le decían sus amigos) fue secuestrado el día 26 de Mayo de 1978 "a las 15:00 Hs, en una cita en la calle Buen viaje y 9 de Julio" 94 de la localidad de Ramos Mejía.

El15 de Agosto de 1978, su mamá, Emica Angrisani de Lépore, pre­senta un t·ecurso de Habeas Corpus ante la justicia federal, en donde expo­ne: "( ... ) Quien en mi carácter de madre legítima de ]osé Anto­nio Claudia Lépore, quien posee DNI: 12.926.376, y tiene su domicilio real en calle Monteagudo (al 800) de Florencia Vareta, jurisdicción de V. S. Vengo a deducir .en favor del nombrado, recurso de Hábeas Corpus. No tengo noticias del paradero de mi hijo desde el día 26 de Mayo de este año, fecha en la que salió de nuestro hogm; como lo hacía habitualmente para diri­girse a su lugar de trabajo, en la Empresa de Transporte BEN - HUR, en la Capital Federal, y no regresó, transcurriendo los días sin tener ningún indicio de su paradero ( ... )" 95

El recurso fue respondido el día 12 de Septiembre por el Juez Federal Héctor Carlos Adamo, resolviendo "no hacer lugar al. presente re­curso de Hábeas Corpus presentado por Enrica Angrisani de Lépore ( ... )" 96

"Jbfdem " Expediente del EMF • Hábaas Corpus. 15/0811978. (En APDH, La Plata. Expediente N' 542) s.s Ibídem

67

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MEMO, CLAUDIO CÉSAR

Fue secuestrado, junto con Teodosio Acuña, de una pensión de Ramos

Mejía el día 23 de Mayo de 1978 a las 22:00 Hs. 97

MORALES, RICARDO HÉCTOR

Ricardo Héctor Morales es detenido y puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional el27 de Julio de 1975, cuando residía en el Banio Villa

Aurora de Florencia V arel a junto con su grupo familiar. María Teodora González de Morales, madre de Ricardo y de otros

siete hijos, relata que ese día "se hicieron presente fuerzas de segu· ridad, y luego de golpearlo en presencia de toda la familia, fue sacado por la fuerza de nuestro domicilio, de tal modo que se hacía imposible la resistencia a ella. Durante diez días ig­noramos su paradero hasta que nos enteramos que se encon· traba en Investigaciones de La Plata (sic.)"

98.

Posteriormente, la familia Morales Gónzález tuvo conocimiento de que Ricardo era procesado en la Causa No 24965 -A- que tramitaba el Juzga­do Federal N° 2, Secretaría N° 5 de La Plata. No obstante el sobreseimiento definitivo, dictado por el Juez al no hallar indicios para procesarlo por in­fracción a la Ley 20.840, al momento de presentar el citado recurso de Hábeas Corpus a favor de Ricardo Morales, el detenido llevaba aproxima­damente cuatro años de privación ilegítima de su libertad. En este sentido, la Señora María T. González de Morales solicita en la citada presentación legal que el pertinente control jurisdiccional de la Justicia evalúe "losfun­damentos que aú1i tiene el (Poder) Ejecutivo Nacional (en ]u·

97 Expediente del EAAF "Hábeas Corpus. Juzgado Feooral de 1' Instancia N' 1. La Plata. 30/07/1979 (En APDH, La Plata. Expediente

N'1179)

t;-

lío de 1979)"" . · . ~ara que Rrcardo siguiera deter 'd A ' . mo recurso legal mterpuesto y b . . 1 , " .ll ?· demas, en elmrs d.o solicita que "se oficie a;J;;~tLU:o Pe.tlto:w", !~madre de Ricar fm de que se sirva ¡·e 't. ( deJ E;ecuttvo Nacional) 1

. nu zr copia ' t . autentzcada del Decreto d' lll egra Y de.b"zdamentc fd . que lSpUSO la pl t d' . t• e Rzcardo Héctor Morales)" 100 les a en zsposzció¡¡ del Hábeas Corpus sea traído t 1, y que s~ ordene que el beneficiaric

. ' an e a presencra d 1 J . causayalojadoenlaJurisd' ., . . , e uezqueentrendeenh

1 . , rccton conespondrente h t 1 d . . .

ucwn del recurso presentad . , . , . as a a efmtttva reso· libertad. 0 a proposrto de la pnvación ilegítima de la

E d f " n e illlttva, nada de lo solicitado fu . . la Dictadura Militar per·o sr' f · . e concedrdo por las autoridades de

' ue rmpuesto el pa ¡ 1 dante. Al igual que otros casos R' ·d H' 'go e e as costas ala deman-

'd · ' !cm o ector Moral , d m o e mcomunicado a disposición del PEN . . ~ p~so e estar clete-desaparecidos del Proceso de R . . . , a mtegrm la hsta ele detenidos

eorgamzacron Nacional.

MURA, MARÍA CRISTINA CORSIGLIA, HUGO ARMANDO

. María~ Hugo estaban casados. Él traba. . . como clrbujante y ella cor110 d' Jaba de fmma mclependiente

F el ' pe tatra en el Hosp't ¡ It ¡· '

e eral. En el año 1977 h b' 'el .. r a a tan o ele la Capital a ran tem o una hiJa a 1 ll

al momento del secuestro ele d . , a que amaron Lucía, quien GmTiti all300 ele Florencia Vsusl pa ¡res tema 4 meses. Vivían en la calle

d, ( me a, Y os dos fueron 1a 1 O de Agosto de 1977) d' . secuestrados el mismo

, en Jstmtos lugares. .. Ese,clra, Hugo se encontrabaensüdomicilio . . , .

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EP. 'A las 20 Hs rodean la

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Page 38: Los Que No Estan-Desaparecidos de Florencio Varela (1976-1983)

manzana varias personas de civil con armas largas. Hugo se hallaba con su hija y no mostró resistencia para acompmíarlos. La nenita se la dejaron a la propietaria de la casa que era veci­na, Sra. Julia." 101

Lucía Corsiglia Mura, en el año 1998, declara ante la Cámara Federal y relata lo siguiente: "( ... ) manifiesta: su padre fue secuestrado del domicilio donde vivía con su madre el 1 0/81'77 por un grupo de tareas de aeronáutica, y fue llevado a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA); en el momento del secuestro él estaba en cama, la declarante tenía cuatro meses, estaba con él; por lo que dicen los vecinos, fue un operativo bastante grande, irrumpieron en el domicilio, se llevaron a su padre, y varias pertenencias; con posteridad, con las declaraciones presentadas en CONADEP en el mío 1985, por una ex detenida que estuvo en la ESMA, se sabe ingresó su mamá y otras amigas de ella, que los retuvieron por lo menos por una semana" 102

El día 20 de Septiembre de 1998, Lucía Corsiglia Mura envía tma carta a la Cámara de Apelaciones en donde dice que "( ... ) la noche anterior al secuestro de mi padre, mi madre se dirigió al Hospital men­cionado (Hospital Italiano). Fue secuestrada antes de que pu­diera regresar a su hogar ( ... ). A lo largo de todos estos años fuimos creciendo en la incertidumbre, con la insistente pregun­ta de qué hicieron con nuestros padres, por qué los secuestra­ron, quiénes lo hicieron, en qué circunstancias ( ... )por ello, no somos' nosotros los que debemos responder a las preguntas que hace más de veinte míos esperan ser resueltas de la mano de la justicia. Los HIJOS no olvidamos, no perdonamos, no nos re­conciliamos" 103

"'Planilla de la CCNADEP, Legajo N' 13.418. Buenos Aires. s 1 fecha. (En APDH, La Plata. Expediente N'1486) ·~Declaración de Lucia Ccrslglla Mura. Cámara Federal. 30/09/1998. En APDH. Op. Cit. 100 Carta de Lucfa Corsiglia Mura a la Cámara de Apelaciones. 20/09/1998. En APDH. Op. Cit.

70

Es poco lo que se sabe de María y de Rugo luego del secuestro, pero "el I212/84 los primos de Hugo reciben la información de que Dardo Mendi había estado en la ESMA y que había tenido en Sus manos la documentación y la ficha de Hugo y que lo daban por muerto" 104•

Como dice Lucía en la cmta, será la justicia la que tenga que develar la incertidumbre y responder a las preguntas de los familim·es y de la sociedad.

ORIETA, MIGUEL ÁNGEL

Miguel Ángel nació el28 de Septiembre de 1951; vivía en la calle San Nicolás de la ciudad de Zeballos, en el Partido de Florencio Varela. Fue secuestrado de su domicilio el día 5 de Febrero de 1977. Su padre (Miguel Ángel) y su hermm1o (Leandro César) han presentado en diversas oportuni­dades Hábeas Corpus para intentar conocer su destino, algo que todavía continúa sin saberse.

En un Hábeas Corpus presentado por su hermatlo Leandro en Octubre de 1978, éste relata que: "El día 5/2177 a las 23:30 Hs, se hace presente en su domicilio un grupo de quince personas. La vícti· ma es secuestrada en shorts e introducido en el baúl del auto de los secuestradores (Dodge I500 verde claro). Portaban fusiles automáticos FAL, pistolas calibre II,25 y el que parecía diri· girlos una escopeta recortada. Además del auto Dodge, usaron una camioneta Dodge blanca con una franja azul en los latera· les y otro auto color rojo" 105

Miguel Orieta fue visto en el "centro cumdestino de detención de 'La tablada' en el mes de Abril de 1977" 106•

"' Planilla de la CONADEP. En APDH. Op. Cif ·~Habeas Ccrpus. Octubre 1978. (En APDH La Plata. Expediente N' 1509- 1647- 1074) ws Internet. Página ~www.nuncamas.org"

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1

'

1

P APIC, LUJÁN SUSANA BARRY, ENRIQUE

Luján Susana nació el24 de Enero de 1952 en Lomas de Zamora. En la década de 1970 trabf\iaba como maestra en el Partido de Almirante Brown, y era secretaria en el sindicato de CTERA deAdrogué. Luján vivía enF!orencio Varela en concubinato con Enrique Bany, y para el at1o 197 5 habían tenido tmhijo (AgustínBarry).

Luján desapareció el día 6 de Diciembre de 1976, y se sabe que su compañero Enrique había sido secuestrado semanas antes. Ángela Papic, madre de Luján, presentó varios recursos de Hábeas Corpus para saber sobre el paradero de su hija; en uno presentado el día 24 de Febrero de 1978 declaraba: "( ... ) vengo a interponer recurso de Hábeas Cor­pus a favor de mi hija Lujáh Susana Pupic, con quien he perdi­do todo contacto desde el día 6 de diciembre de 1976 en las circunstancias que paso a expresar: Mi hija vivía en unión cott Enrique R. Barry, que se encuentra detenido por razones políti­cas que desconozco. Tuvieron de esta unión un hijo: Agustín Bart·y, que tiene en la actualidad 2 años y medio. Mi hija me había anunciado su visita, con su pequeño hijo para el día 6 de diciembre. No vino ese día ni los sucesivos y desde entonces no he podido encontrarla, pese a las innumerables gestiones que realicé. También en el mes de diciembre de 1976 me fue comunicado por el juzgado de instrucción de la Capital federal N" 9, secretaría N" 166, que debía hacerme cargo del niño que había aparecido abandonado. El 24 de diciembre se me confirió la tenencia de la criatura ( ... ). Posteriormente me enteré que se seguían actuaciones en ese mismo juzgado, secretaría N" 128 a cargo del Doctor Ricardo Gustavo Weschle1; contra mi hija imputándose/e el abandono de su hijo que había aparecido en la puerta del establecimiento Pedro Elizalde. En esta causa se ha· bía librado una orden de detetición contra la imputada. Estoy

--- ~-.,...

' . >,'

absolutamente segura que m. 1 .. hijo. Me da esa seguridad el t .u;a no ha hecho abandono de SI

do y la dedicación qu . gl{ln amor que ella tenía y el cuida e stempre le ha prestad l

conozco pe1fectamente la l d o, por o demá, situación, pienso que pud: ~~~ere s~ersona q.ue es._ Ante estt forma que lo fue su co - do detemda en la misnu

mpanero ( ) Debe t que la posible detención ·· · · enerse en cuentt

o secuestro de mi h · · ·a b "ó se en esta ciudad de Bs A IJa e t producir· · s, atento al lugar e 1: • pequeiio ( ... )" to7. n que Jue de¡ado e,

Es un despropósito que a Lt\ián se le h h dono de su hijo cuando ella h bí 'd aya echo una denuncia por aban-¡ . . . ' a a SI o secuestrada- s ¡ · . a JUstrcm que mientras no h , h ', e ve a moperancta de

d ' acm mue o para dar con el d ·d esaparecidos, mal ocupaba su tiem para ero e los

La d. d . , po en causas absurdas. . ' ma re e Lujan continuó realizando · . , .

nocer el destino de su hija; además de 1 d. nmume~ables tramites para co­dos "(hizo) notas y teZ . os. Iversos Habeas Corpus presenta-

. . eg¡ amas a la Presid · d l Muusterios, autoridades d 1 1 l . encta e a Nación, zó tramites intemacionales~ ;u: l:sr¿ F~~~zas Armadas, (reali­Derechos Humanos de la OEA .mmsron ~nteramericana de

Con ' y otJ os orgamsmos" Jos respecto a su compañero Enri ue B ( ·

poca la información que se tiene Etl qll'b arN1y apodado pingüino) es muy h e · e I ro uncaMás en ¡ , ¡

ace re,erencia a la actitud de alg . b , e caprtu o que ·¡· unosm1em rosdelalgles' ¡ d'

nu Itar, hay una denuncia de J . Alf. d Ia en a 1ctadura otge re oBarryend d d' "

cargado de dar información en la C ·u d on e Ice: ... El en-sacerdote (Monseñor Q¡·a ll") . apt a e Stella Maris era un

se ~ quzen dy" ·0 ·qu . t' .. mente a 'grupos de trab . , G e asrs ta espmtual-

a;o · raselli describí' E · mente, comentando que t , 1 ° a 'nnque física-el ema e apodo de ' · .. · , atas que evidenciaban COl • • Ptngumo y otros z , . wcrm~ento acerca del d

as vrcttmas; concluyó que E . . 1

, . para ero de ll1 zque wbza stdo fusilado ... " too.

"' Habeas Corpus. 24/0211976 (E APO . '"Planilla de la CONAOEP. En'AP~H H, la Plata. Expediente N' 1438) •• Co . '6 N . Op Cll

ffilSI n ac!onal Sobre la Desaparición de Personas. Nunca Más Q•n C't Pá . "' l. g262

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PINTOS, LEUCARIO JESÚS

Fue secuestrado el día 6 de Febrero de 1977 en Florencio Varela110•

PINTOS, MIGUEL ÁNGEL

Fue secuestrado el día6 de Febrero de 1977 en Florencio Varela111 •

POBLETE, JOSÉ LIBORIO

José Liborio vivió, durante algún tiempo, en Florencio Varela, sobre la calle Dmrego entre Las Heras y Falucho. Este dato se pudo confirmar a través del testimonio de un vecino.

En la búsqueda de información sobre su caso, se encontraron datos de JoséLiborio Poblete en el libro Nm1caMás, y en una causa judicial seguida por el robo de chicos durante la dictadura; no así en los expedientes de la APDHdeLaPiata.

En el mencionado libro se puede leer que: "José Liborio Poblete, chileno, técnico tornero, tuvo la desgracia de perder sus pier­nas en un accidente automovilístico. En un centro de rehabilita­ción del barrio de Belgrano en la Capital Federal, conoció a Gertrudis Marta Hlaczik, también inválida, y se casó con ella. Ambos pertenecían al grupo 'Cristianos por la Liberación'. Tu­vieron una hija, Claudia Victoria, que tenía 8 meses de edad el 28 de Noviembre de 1978. Aquel día secuestran a ]osé Poblete en Plaza 'Once. Casi en forma simultánea un grupo de hombres con uniformes de la Policía de la Provincia -posteriores inves-

110 Internet. Página ~www.nuncamas.orrf 111 ibtdem

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tigaciones seíialaron que se trataba de la Brigada de Lamis­secuestró en el domicilio de ambos a Gertrudis Hlaczik con su hija en brazos. Las dos fueron introducidas en un patrullero. Algo más tarde se presentó otro grupo uniformado en el mismo domicilio. Saquearon la casa y cargaron cuanto quisieron en un camión del Ejército. Destruyeron parcialmente la vivienda. Al mes siguiente, sus captores permitieron a Gertrudis comunicar­se telefónicamente con su madre y le preguntó si le habían entregado a Claudia Victoria. La Sra. Hlaczik quiso saber en­tonces, si se encontraba bien o si la estaban obligando a decir algo. Antes que Gertrudis pudiera contestar, intervino una voz masculina diciendo lo siguiente: 'Modere sus palabras. Su hija está mejor que el resto de sus compañeros. Acá no estamos en Rusia .. .' luego se cortó la comunicación 112•

De acuerdo con el relato de ex detenidos desaparecidos que estuvieron en el Centro Clandestino llamado 'El Olimpo', 'Tanto Gertrudis como ]osé Liborio -a quien los represores apodaban 'cortito', bur­lándose de la falta de sus piemas-· fueron brutalmente tortura­dos. A ella 'la pasearon desnuda, arrastrándola de los pelos mientras la castigaban'; a su marido recuerdan 'cuando lo veían pasar por el baíio todos los días arrastrándose sobre sus manos, ya que no tenía piernas y le habían sacado la silla de ruedas'. En el testimonio de dos personas que estuvieron en el 'Olimpo' publicado por Amnesty 1nternational y luego receptado por esta Comisión, se afirma que en uno de los traslados del mio 1979, ]osé Liborio Poblete es sacado de su silla de ruedas; 'dos días después vimos su silla tirada en un rincón de la playa de esta­cionamiento'. Gertrudis Marta lllaczik de Poblete fue vista por última vez el 28 de enero de 1979" 1!3.

rrt Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas. Nunca Más. Págs. 301·302 "' lbfdem. Pág. 345

7'i

Page 41: Los Que No Estan-Desaparecidos de Florencio Varela (1976-1983)

¡: i.:'

Sobre el destino de la hija del matrimonio Poblete, se supo por denun­cias recibidas en la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo que "el militar retirado Ceferino Landa y su esposa, Mercedes Beatriz Moreira, tenían en su poder a Claudia Victoria Poblete anotada bajo el nombre de Mercedes Beatriz Landa. Por este hecho el 20 de abril de 1998, el fiscal de la causa, Horacio Comparatore, im­pulsó la acción penal para que se investigara el hecho denun­ciado por la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. Luego de efectuar las medidas de investigación correspondientes, se lo­gró establecer efectivamente que Claudia Victoria Poblete se encontraba con vida y que había vivido bajo el nombre de Mer­cedes Beatriz Landa desde poco tiempo después áe que las fuerzas armadas la privaran de su libertad a los ocho meses de

edad" 114•

No se sabe con cetteza si al momento del secuestro el matrimonio seguía viviendo en Florencia Varela, pero la falta de ese dato no impide presentarlo como un caso más, ya que durante alg(m tiempo José fue tUl vecino de Varela.

REGGIARDO, JUAN ENRIQUE TOLOSA, MARÍA ROSA OLDANI DE REGGIARDO, ANTONIA

Emique (Quique) Reggiardo, su esposa María Rosa Tolosa y su madre, Antonia Oldani de Reggiardo, fueron secuestrados por las fuerzas represivas de la última dictadura militar. Antonia vivía en Florencia Vare! a centro (calle Monteagudo ), en cuyo hogar ingresó por la fuerza el grupo de tareas' que se llevó a la Señora Oldani de Reggiardo: "al caer la tarde del8 de febre- · ro de 1977, en el domicilio de la familia Reggiardo ( ... ) y pre-

m Causa Judicial N2 8686/2000. Poder Judicial de la Nación

~ Sobre Grupos de Tareas, véase parte 11.

v~a detención del tránsito en la zona, irrumpió una nutrida par· tlda de la fu~rzas represivas conjuntas, allanando la casa se· cz~estrand~ srn orden legítima a la Señora Antonia ( ... ) de 57 anos. (~aczda e~ 29/1111920) a la que introdujeron en un vehícu· lo oft.cl(ll, A pnmera hora de la mañana siguiente, el 9 de febre· ro, dzcl:as !uerzas hicieron irrupción violenta sin orden legítima e~. la fabnca HEMIGRAF, de Lanús Este, lugar de trabajo del hvo de An.tonia, Juan Enrique Reggiardo Oldani, de 24 m!os de edad (nacrdo el 2/1/1953), al que ubicaron, lo castigaron bru­t~lmel~te,~1fo sec.uestr~ron, l!evándoselo dentro de wz automó· v!l oficwl . . El mtsmo dta, Mana Rosa fue secuestrada mientras espera­ba tm ~olectlvo en un lugar ubicado entre Lanús y Sarandí, de acuerdo con lo que senalan los legaJOS de la Dirección de Inteligencia de la Policía (DIPPBA). Un mes Y medto antes de este episodio (20/12/1976), el hermano de María

"' Planilla de CONADEP. Buenos Aires si fecha. (En APOH, La Piafa. Expedienle N' 1.314 s /u y N' ~,756 s!uÍ

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Page 42: Los Que No Estan-Desaparecidos de Florencio Varela (1976-1983)

Rosa, Claudia Tolosa, había sido emboscado y asesinado en la esquina de 35 y 10, en la ciudad de La Plata.

. Seg(m el testimonio de un ex detenido desaparecido (Daniel Tonillas) b:·mdado a la Comisión Nacional de Desaparición de Personas, Quique fue v1sto en el campo de concentración 'La Cacha', situado en las inmediaciones de la planta transmisora de Radio Provincia, en la localidad de Lisandro Ol­mos, junto a su esposa, hacia agosto de 1977. "El caso de esta joven madre (María Rosa Tolosa) hay que relatarlo junto con el de su esposo Y (el) de su suegra, de manera que aparezcan las perso­nas que resultaron víctimas del atropello gubemamental come­tido en procedimiento contra el grupo familiar ( ... ). A fines de febrero o a principios de marzo de 1977, en la casa patema de ~aría !losa se recibió un aviso telefónico, indicando que la JOVen, }llllto con su marido Juan Enrique se encontraban cauti­vos en un campo de detención secreto que el Ejército Argenti­no mantenía en la localidad de Arana, cerca de La Plata. El informante (anónimo) aseguraba que María Rosa calculaba dar a luz en mayo siguiente y pedía a su familia acudir en procura de ayuda al VICARIATO GENERAL DE LAS FUERZAS ARMADAS que funciona en el Edificio Libertad de la Capital Federal. A este lugar acudió sin demora el padre de María Rosa logrando que Monseñor Emilio Grasselli (secretario familia~ del extinto Cardenal Antonio Caggiano y también secretario de la mencionada Vicaría Castrerise a cargo del seriar Arzobispo . Adolfo Tortolo) realizara la pertinente averiguación, después ~le la cual confirmó al abogado Hipólito Marco Tolosa, que la Joven se encontraba efectivamente embarazada, detenida e in­comuniciula junto con su esposo Juan Enrique en el aludido campo secreto, a disposición de la autoridades militares" 116.

A comienzos del mes de mayo de 1977, la familia Reggiardo- Tolos a

na Declaración tesHmonla! de M_aría Mercedes Rita Tolosa. Cámara Federal de Apelaciones. Juicio por la Verdad En APDH. Op. Cit .

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recibió otra llamada telefónica, indicando que María Rosa había dado a luz un hijo varón, cuando en realidad habían sido --<:omo se comprobó fmalmen­te-mellizos.

En el centro clandestino de detención 'la Cacha', donde fueron vistos Quique y María, "en su enfermería trabajaba la obstetra Ild~ Degadillo de San Emetrio, quien atendió el parto de los mellz­zos Reggiardo- Tolosa. Ella fue quien hizo saber del alumbra­miento, y lo pagó con su vida y la de su marido, el médico de la cárcel (Olmos) Carlos San Emetrio. Ambos fueron secuestra­dos y nunca reaparecieron" 117

María Mercedes Tolos a ha declarado ante la Cámara Federal de Apela­ciones en el marco de los Juicios por la Verdad, que un oficial del Ejército

' ' cercano a la familia sabía dónde estaba detenida ilegalmente su hetmana Mana Rosa. Este oficial fue quien comunicó a la familia que la desaparecida (que había sido secuestrada estando embarazada) había dado a luz en cautiverio. El oficial del Ejército cumplía set'vicio en el Batallón de Comunicaciones 601 de City Bell y estaba casado con Valeria Tolos a, sobrina de M~·ía Rosa Y ~e María Mercedes Tolosa. La testigo leyó ante los jueces el Citado escnto firmado en diciembre de 1979 por su padre: "María Mercedes no pudo recordar el nombre de ese oficial del Ejército, que fue su pa­riente mientras estuvo casado con su prima Valeria. Pero asegu­ró que lo apodaban 'cordobés"' 118

• Este dato se rel.aciona con .un testimonio anónimo de tm sobreviviente del centro clandestmo de detención "La Cacha", quien aseguró ante la CONADEP que un represor que se h~c~a llamar 'cordobés' se interesaba por el estado de María Rosa y que un médi­co la visitaba en aquel centro de detención para atenderla y chequear el ctu·so del embarazo. "Varios sobrevivientes indicaron en el Juicio por la Verdad que la desaparecida estuvo allí junto a su esposo, Juan (Enrique) Reggiardo. Según denunció ·la Asociación Abuelas

m Verbltsky, Horaclo. El Silencio. De Paulo VI a Bergog!io. Buenos Aires. Sudamericana. 2005. '"Nueva APDH Onlinel prensa. 15110 12003

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. de Plaza de Mayo, María Rosa dio a luz en la maternidad de la cárcel de mujeres de Olmos, ubicada en las cercanías del centro

clandestino" 119•

"Se tiene conocimiento que en el mio 1986 a raíz de una presentación efectuada por las Abuelas de Plaza ~~~ Mayo ante el Ministro Decano de la Corte Suprema de Justtcw de la Na­ción Augusto César Bellucio, las mismas formulan rm petitorio de 13.733 firmas, por el cual se solicita que los jueces ?.ongan en práctica un sistema para que se restituyan, a sus fmmlws, los niños secuestrados que se encontraban en poder de otras per­sonas. Es así con:o los mencionados Miara (Mellizos Miara) son detectados, en poder de sus padres adoptivos, en el vecino país del Paraguay, solicitándose por medio del Señ?~ Jue.z de La Plata Dr. Julio Burlando,·la captura de la famtlza Mzara, imputados por el delito de 'Apropiación ilegal de dos nillos' que desde abril de 1977 se enc~~traban en . ~u poder, presumiéndose que los mismos eran hyos de la fmmlw ROSS ;­ROSSETI. Es así que en marzo de 1988 se otorga la extradt­ción de la Justicia paraguaya del matrimonio en cuestión. En mayo de 1989 el Juez Federal Miguel P.ons indaga al m~trimo­nio Miara quienes reconocen que los mtsmos no eran lujos na­turales, como figuraban (en) los trámites de inscripción, dispo­niéndose su posterior excarcelación. En diciembre de 1991 a raíz de diferentes pruebas genéticas se compmeba que los me­llizos corresponden a (Juan) ENRIQUE REGGIARDO Y MA­RIA ROSA TOLOSA, comprobándose que nacieron en la Cál:­cel de Mujeres de Olmos, donde su madre $e encontraba detem­da~ desaparecida, en mayo de 1977. De inmediato la causa pasa al Sr. Juez Federal Weschler quien dictó la prisión preven­tiva de SAMUEL MIARA por los delitos de 'Retención y Sus-

119 lbfdem

tracción de Menores y Falsedad Ideológica en Instrumento Pú­blico en Grado de Reiteración'. Actualmente y por disposición del Ju~z Jorge Ballesteros, (se) dispuso que los mellizos pasa-ran bajo la guarda de la familia Tolosa" 120. .

El subcomisario Samuel Miara, en Diciembre de 1991, estuvo investi­gado Y fue puesto en prisión preventiva por el Juez N ario Bonafati, por la causa conocida como 'la banda de los comisarios', en la que estaba sospe­chado de una eventual conexión con el resto de los integrantes de tma banda de ex policías que se dedicaban a secuestrar empresarios. Para ese enton­ces, tanto el ex represor Samuel Miara como su esposa, Beatriz Alicia Cas­tillo, ya habían trascendido públicamente por el caso de la apropiación de los mellizos Reggiard~ Tolosa.

Si bien la familia Reggiardo y la familia Tolosa siguen sin conocer el paradero de Quique, María Rosa y Antonia, la restitución de los mellizos a sn familia verdadera (a través de la incansable lucha por la verdad llevada a cabo por Abuelas de Plaza de Mayo) reaviva la esperanza de Justicia en un contexto de gran impunidad.

RINGA, FRANCISCO

Francisco (de nacionalidad italiana) era vecino de Florencio Vare! a. Su familia vivía en la calle Guillermo Davinson al200 de esa localidad. Desde hacía unos años Francisco residía en elBatTio 'Los Cooperativos' de Quilmes con su esposa, Elida Mirta Russo, y sus tres hijos, y trabajaba en una fábrica de papel de la localidad de Lanús.

Francisco fue secuestrado de su domicilio el día 29 de Octubre de 1976. Los hechos son natmdos por su madre, María Greco de Ringa, en un Hábeas · ~orpus presentado el día 26 de Abril de 1979; en él se lee: "( ... )vengo a mterponer recurso de Hábeas Corpus a favor de mi hijo Fran-

120 Nota: Caso mellizos Miara, Gonzalo y Matfas. 31/0Q1994. En APDH. Op. Cit

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cisco Ringa, de nacionalidad itaUano de 33 alías de edad, do­miciliado en (Barrio Los Cooperativos), el nombrado fue apre­hendido el día 29 de octubre de 1976 por un grupo de personas que prima facie actuaban en ejercicio de alguna forma de auto­ridad y que ejercían en el momento del secuestro una fuerza material irresistible. ( ... ) Llegaron al hogar de mi hijo varias personas vestidas de civil fuertemente armadas, luego de vio­lentar la puerta, ingresaron a la casa donde se encontraba dur­miendo junto con su esposa y sus 3 pequeiíos hijos de 7, 2 (años) y 3 meses de edad. Luego de revisar la casa y llevarse varios objetos, lo llevaron a él también sin ningún tipo de ex­plicación a la esposa ( ... )" 121

Éste fue una de los tantos Hábeas Corpus presentados por la familia, que también hizo gestiones en la Embajada de Italia, sin obtenerningún resul­tado ni noticia alguna de Francisco.

SCHAND DE lULA, SILVIA RAQUEL lULA, ÁNGEL ALBERTO

Silvia Raquel (la petisa) nació el25 de octubre de 1956, y Ángel Alberto (el cabezón) el22 de Mayo de 1957. Fueron compañeros en la escuela secundaria y luego se casaron. Los dos eran vecinos de la localidad de Florencia Varela, pero el domicilio al momento de la desaparición de ambos era en !acalle 819 de Quilmes.

Los dos fueron secuestrados en la ciudad de Ramos Mejía, Ángel el día 25 de Mayo Cle 1978 y Silvia al día siguiente. La mamá de Ángel, Filomena lula, cuenta que "me enteré de la desaparición de mi hijo por un llamado telefónico anónimo" 122•

"' Habeas Corpus. 26/04/1979. (En APDH, la Pla1a. Expedlen1e N' 290) '"Planilla de la CONADEP. 03/05/1984 Buenos Aires. (En APDH, la Pla1a. Expedlen1e N' 1766)

82

Un dato importante es que Silvia, al momento del secuestro, estaba em­barazada. "Mi nuera (cuenta Filomena lula) al momento de des­aparecer estaba embarazada de 3 meses. El bebé debería haber nacido en diciembre de 1978" 123•

En una declaración realizada a la CONADEP en el año 1984, Filomena lula "( ... )Manifiesta: que la última vez que vio a su hijo fue el día 25/5/78, que supo luego por una persona liberada cuyo nom­bre no recuerda que había sido secuestrado el día 26/5/78; que esta persona, que supone haber estado en la ESMA, estuvo con su hijo alrededor de 45 días, que luego de ser liberado se comu­nicó con la declarante y le dijo que suponía que su hijo y su num·a iban a ser prontamente liberados ( ... )" 124•

Filomena, además de haber presentado en cuatro op01tunidades Hábeas Cotpus a favor de su hijo y de su nuera, inició tramites en el Ministerio del Interior (caso N° 242.034), denuncias ante la OEA y la Emb[\jada de Italia, y hasta le envió una carta al Papa Juan Pablo II.

Ni Silvia ni Ángel han sido liberados, como así tampoco se han tenido noticias del destino de su hijo/a.

123 lbfdem 1u lbfdem

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.,

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¡:

SUÁREZ DE MONZÓN, DOMINGA

Fue secuestrada el d.ía 1 de Octubre de 1977 m.

TARANTO DE ALTAMIRANDA, ROSA LUJÁN ALTAMIRANDA, HORACIO ANTONIO

. ~ . ~ Fl rencio Varela el13 de Diciembre de 1956, y Rosa LuJan nac10 en ° barrio La Carolina a unas cua-

vivía con su mamá y con sus he~mAanas e~lel c¡·o~ el7 de Diciembre de 1954, 1 · d lt t' Horac10 ntomo na

dras clelalg esm e a l. . El doro) se mudaron junto con sus y en el año 1969 sus padres (Irma y eo .

h.. (m· cluidoHoracio)aSanFranc!scoSolano. -nueve lJOS 17 - desempenaba como

Horacio trabaJó ~esdde rAnuylJl·ove~; a!o~a e~~~sc::cidió irse a vivir solo soldador en una fabnca e ve ane a. . . cerca del Kilómetro 26, en el partido de Florenc!o Varela.

En 1972 Rosa y Horacio se conocieron en un baile, cerca ?e ;lorertc!o Varela, y enseguida se pusieron de novios. Horacio se fue a VI VII a a casa e

125 Internet. Página uwww.nuncamas.or[/'

Rosa, se casaron y en1973 tuvieron su primer hijo, Cristian. Para esa época Horacio ya trabajaba en la fábrica Peugeot, sobre la tuta 2, en la que llegó a ser delegado gremial. A los 2 años nació la segunda hija del matrimonio, Natalia; y al poco tiempo decidieron comprar un ten·eno y edificar· su propia casa en el barrio 'Villa Mónica', cerca de la Escuela N"3.

Rosa y Horacio erar1 militantes del ERP; hma, la mamá de Horado, cuen­ta que: "yo me acuerdo que una vez le dije '¿vos querés arreglar el país?' Él me miró y me sonrió. Y después me contestó: 'no mami, yo quiero que el día de mañana papá y vos tengan una vida digna, que no sufran la vejez, quiero un buen futuro, eso queremos nosotros. Por eso luchamos'. Y yo lo miraba, no pen­saba que estaba tan metido, yo pensé que me decía por decir" 126•

Una noche, la pareja estaba en su casa con sus 2 hijos y con Adriana, una hermana ele Rosa, cuando ingresa un grupo de personas y secuestra a Horado, a Rosa (que estaba embarazada de 7 meses) y a Adriana, quien fue liberada a las pocas horas. El relato de los hechos es realizado por Irma, la mamá de Horacio: "El 13 de Mayo de 1977, siendo aproximada­mente las 2 horas, individuos fuertemente armados penetraron en el domicilio de mi hijo y luego de revisar y destrozar todos los muebles, fue sacado encapuchado junto a su esposa Rosa Luján Taranta y a su cwlada e introducidos en dos automóviles que partieron con rumbo desconocido. El matrimonio tiene dos hijos, Cristian Adrián y Natalia Vanesa, que tenían en el mo-

. mento del secuestro de sus padres 3 y 2 años respectivamente. Los niños fueron testigos del secuestro de sus padres, fueron . entregados a una vecina, quien luego los entregó a sus abuelos paternos. Dejo constancia que mi nuera al momento del secues­tro se encontraba embarazada de 7 meses. Todo lo expuesto se ajusta a la verdad según mi conocimiento" 127•

Ja; Abuelas de Plaza de Mayo. Buenos Aires. Enero 2004. Ng 28. Pág. 3. 121

Testimonio de lrma Aojas de Altamiranda. Buenos Aires. Abril 1982 (En APDH, la Plata. Expediente N2 2305)

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Adriana fue liberada a las pocas horas, y fue hasta la casa de su madre para avisar de lo sucedido. Gabriela, hetmana de Rosa y Adriana, cuenta que: "a ella la largaron a la madrugada, para colmo en la parte de la Carolina, a 6 o 7 cuadras de la plaza, y bueno la soltaron a ella y nosotros sentimos a la ·madrugada que golpean la puerta, que era mi hermana que venía diciendo que los militares la habían rapta­do, que la habían secuestrado, que se quedaran en el molde ... " 128.

Tanto la mamá de Rosa como la mamá de Horado empezaron a buscar a sus hijos y a su nieto/a en forma separada. Gabriela Taranto cuenta que: "(mi mamá) empezó todo el trabajo este de empezar a buscar por las comisarías, hospitales, mi mamá anduvo por Ezeiza, Campo de Mayo, la ESMA, ( ... ) hizo Hábeas Corpus, fue a hablar con Novak. Cuando vieron que mi mamá se empezó a mover diga­mos, ya empezamos a tener vigilancia constante, un auto a una cuadra de mi casa ( ... ) un auto teníamos permanente cuando mi mamá me llevaba al colegio, un auto tenía elltt en el trabajo ( ... ) y cuando yo salía del colegio un auto me seguía para ver quién era el que me venía a buscar, dónde me llevaba, con quién habla­ba ... " 129 La mamá de Rosa no descansaba, haciendo trámites que le pudieran permitir averiguar algo sobre su hija, hasta que en dos oportunidades entraron a su casa amenazando a ella y a sus otras hijas: '~ .. y bueno, entraron una noche ( ... ) entraron rompiendo puertas, ventanas, revolviendo los colchones, tirando toda la ropa de los placares, rompieron todo ( ... ) y después entraron de nuevo y dijeron que se deje de romper las pelotas 'dejate de joder porque te vamos a hacer des­aparecer la que está con el padre (una hermana de Rosa) y la pemlejtt ésta (Gabriela Taranto) ( ... ) olvídate que tenés una hija desaparecida, ella está muei'Ut"' 130 • Por esas amenazas, y por esa sen­tencia, la mamá de Rosa empezó a tomar recaudos y a verse limitada por el

1u Enlrevlsta de los autores a Gabrie!a Taranta. 05/06/2004 "' lbld<lm •'" lbld<lm

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temor. Al poco tiempo de esta segtmda 'visita', el seguimiento con los autos empezó a distninuir, hasta desaparecer, al menos de la vista de la familia Taranto.

Mientras tanto lima, la mamá de Horacio, buscando a su hijo y a su nieto, conoció a oh·a mqjer que tenía un hijo desaparecido, y jtmtas se acercaron a las Madres de Plaza de Mayo: "a Madres iba todos los días" 131 y luego empezó a visitar Abuelas, "cuando estaba en la calle Uruguay iba cuando podía, después empecé a ir dos veces por semana, y después casi todos los días. Hubo un tientpo en el que dejé de venir ( de acercarse a Abuelas de Plaza de Mayo), y hace poco empecé a venir todos los días de nuevo" 132

Rosa y Horacio fueron vistos en el centro clandestino de detención "El Vesubio"', "según los testimonios de Elena Alfara y Susa­na Reyes" 133, y Rosa fue trasladada de ahí a Campo de Mayo, donde le practicaron una cesárea. Susana Reyes declaró en el Juicio por la Ver­dad que "( ... ) yo no era la única embarazada había otras ( ... ) bueno estaba Rosa Taranto de Altamiranda, Rosita ella esta­ba embarazada y tuvo a su bebé antes de que yo saliera ... no supo que tuvo, no lo vio, la llevaron a un lugar ... supongo ahora que sería campo de mayo, parece que es donde lleva­ban, la cuidaban monjas me dijo cuando volvió, ( ... ) para ella fue un golpe terrible y nos dimos cuenta ... que ninguna de nosotras lo iba a ver (a su bebé) ( ... ) ella, Rosita, vino muy mal ... muy deprimida ( ... )" 134• Gabriela también está enterada de que su hermana fue vista en el Vesubio, "eso lo saqué de intemet por un testimonio de una señora, están todos los testimonios de personas que estuvieron detenidas en el Vesubio, una se­ñora que habla de ella, que siempre la vio a Rosa con el

nr Abuelas de Plaza de Mayo. Op. Cit • Sobre El Vesub!o, véase Parte 11. ra2 Ibídem r:J.31bfdem 131 Solicitud de apertura de causa. La Plata. 08/06/2004. En APOH. Op. Cit

87

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marido, que cuenta cómo era el lugar, que tenían como en cuchas a las personas ( ... ) y contaba que a ella (a Rosa) .~e la llevaron a Campo de Mayo y tenía 8 meses de gestacwn o sea porque ochomesina nació ( ... ) le practicaron una cesár.ea y la trajeron después que se recuperó bien, la t~aj~ron, Y ~zce que ella, Rosa, contaba que estaba muy depnmzda, po1 que

d . lbb'" 135 no la e¡aron ver a e e . . . , En el caso de Rosa y Horacio, a los delitos de secuestro y desapanc1on

se les suma otro, que es el robo de los bebés nacidos en cautiverio. En este sentido es invalorable el trabajo que están haciendo las Abuelas de Plaza de

Mayo• para dar con el paradero de esos niños.

V ÁZQUEZ, MARCOS AUGUSTO

Fue secuestrado el día 2 de Diciembre de 1976 136

.

VENTURA, VICTOR

Víctor tenía 27 años, trabajaba en la fábrica Mercedes Benz Y vivía en [a calle Al varado, de Florencio Vareta. Integraba, junto con otros ocho compañeros, una comisión de delegados que se oponía a la comisión del SMATA, ya que consideraban que no estaban representando los verda­deros intereses de los trabajadores. En ocasión de un reclamo por el despido de algunos compañeros, "esta comisión, cono~i~a com,o 'la comisión de los 9' ( ... ) es convocada a una reumon el dw 4 de Enero de 1977 a la central de Mercedes Benz en la Av.

1:!S Dec!araclón testimonial de ~usana Reyes. Cámara Federal de Apelaciones. Juicio por la Verdad. La Plata. 4/

8/1999. En APDH. Op Cit. • Sobre Abuelas de Plaza de Mayo, véase Parte IV. 1$5 Internet. Página www.nuncamas org

R

Figueroa Alcorta" 137. Dentro de esa co­misión se encontraba, además de Víctor Ven­tura, Esteban Reimer, quien también se en­cuentra desaparecido; en una declaración, su esposa (María Lttian Ramos de Reímer) cuen­ta que: "llega ese día cansado, el día 4, viene a ser el día 411/77 y le digo ' ' ' ¿como les fue?', 'mirá me llamó la atención que dijeran todo que sí, pero había un ambiente muy, muy. raro, pero de todas maneras nos sacaron aparte, al fondo, a Ventura y a mí (Es­teban Reimer) y nos dieron una apre­tada, así como para que nos fuéramos, que saliéramos de ese movimiento de los 9, como que había plata suficiente"' m.

A los dos meses de este hecho, tanto Esteban Reimer como Víctor Ven­tura son secuestrados en la casa de este último, seg(m demmcia Antonia Ven­tura ~ma,dre de Ví:t~r): "el ~ía 5 de marzo de 1977 un grupo autofltulandose pohcws detuvwron a mi hijo" 139; esto también es contado por maría Luján Ramos de Reimer en su declaración: "me entero (en la fábrica) que había sido levantado ( ... ) en Florencia Vareta e~ el do1~zicilio de otro .compañero de los representantes, que el(l el mas cercano a mz esposo, que es Víctor Ventura, allí me entero, que lo habían levantado a la misma hora en Florencia Vareta" 140•

Al día de la fecha no se ha vuelto a saber del paradero de Víctor Ventura ni del de Esteban Reimer.

m Declaración testimonial de Maria luján Ramos. Cá~ara Federal. La Plata. 23/08/2000. (En APDH L PI 1 En Causa Esteban Relmer) • a a a. 111 1bídem !J.91bfdem 1 .. , Ibídem

RQ

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ZURITA, SERGIO ZURITA, ALEJO ZURITA, CLAUDIO

Los integrantes de la familia Zurita fue­ronreconocidos vecinos de Florencia Varela. Sobre la calleBocuzzi vivía el mattimonio del Doctor Mariano José Zurita y la maestra Lea BlancaBrochi, quienes tuvieron cuatro hijos: Gustavo, Sergio, Alejo y Claudia. El doctor Mariano Zurita fue un destacado pediatra, por cuyo consultorio pasaron cientos de ni­ños; también, a principios de la década de 1970, por un tiempo, fue director del Hos­pital Municipal.

Los cuatro hermanos tuvieron, desde adolescentes, militancia y-compromiso polí­tico; esto provocó que la DIPPBA (Direc­ción de Inteligencia de la Policía de la Pro­vincia de Buenos Aires) comenzara a reali­zar seguimientos y averiguaciones sobre la familia. En un informe de la DIPPBA, del año 1974, se lee lo siguiente: "En !afinca ubi­cada en Nicolás Bocuzzi ( ... ) de Plorencio Vareta, se domicilia el Dr. 'WARIANO JOSÉ ZURITA, especia­!ista en niños, con consultorio en el 'llismo lugar. El mencionado ZURI­TA es casado, tiene cuatro hijos Ale­;o ( ... ) Claudio ( ... ) Sergio de aproxi­'lladamente I9 ó 20 años y otro cuyo wmbre no fue logrado. Según ver-

90

siones de vecinos, Claudio trabajaría en los talleres ADABOR, ubicado sobre ruta 1 1 2, que se dedic'a a la fabricación de silos y anexos. El mencionado está sindicado como marxista. Sergio trabaja en FIFA, laboratorios ubicados en la Planta urbana de Florencio Varela y dedicados a la manufactura de elementos de fotografía y radiografía. Es activista marxista y se ha jactado de pertenecer al ERP. Fue asiduo concurrente al comité o Unidad Básica Peronista en Florencia Varela, donde desplegó una gran actividad como "MONTONERO" ( ... ). Res­pecto a los otros hermanos no se ha logrado información feha­ciente que permita catalogarlos en su ideología, pero no se­rían ajenos a esta actividad. El Dr. Zurita está sindicado como · comunista - marxista - trotskista y también como cabeza del ERP en la zona ( ... ). 17 de Diciembre de 1974" 141 • Sobre este infmme, Gustavo Zurita (único sobreviviente de esta familia) ha dicho que es "falso y contradictorio" 142, lo cual también se pudo comprobar ya que Claudia, si bien tenía militancia en una organización política, nunca perteneció al ERP, ni fue Montonero.

Luego del golpe militar de 1976 los hermanos Ztu·ita dejaron de vivir en Florencia Varela, para residir en distintos lugares de la provincia de Buenos Aires. Como acción anticipatoria al secuestro y desaparición de los hermanos, su mamá Lea Brochi sufrió un allanamiento en su casa; el episodio es contado por Gustavo Zurita en el Juicio por la Verdad: "( ... ) a fines de 1977 o comienzos de 1978, ocasión en que mi madre vivía sola en la Ciudad de La Plata, sufrió el allanamiento de su domicilio por parte de un grupo numeroso de personas, identificadas como miembros de las Fuerzas de Seguridad, que portaban armas y que allanaron y tomaron su domicilio por s01presa en un anoche de verano; estas personas se dividieron en dos grupos, uno inte-

"' Informe de la OIPPBA. Buenos Aires. 17/12/1974. (En APDH, La Plata. Expediente N' 832) '" Mi Ciudad. Mayo 2004. Pág. 2

91

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rrogaba u mi madre y otro se dedicaba a revisar el resto de la casa buscando datos, buscando cosas, como acostumbraban a hacerlo en aquella época. Lo que surge del recuerdo que yo tengo sobre lo que me reveló mi madre acerca del interrogatorio, es que a estas personas les interesaba conocer el destino, paradero, lugar de trabajo o alguna actividad que estuvieran desarrollando en ese momento mis hermanos Sergio, Alejo y Claudia, a quienes ellos estaban buscando. Ante la negativa de mi madre o ante el desconocimiento de sus respectivos domicilios, esta gente le pre­gunta que les llamaba la atención que desconociera lo~ dOI!tici­lios correspondientes y les manifiesta que ellos se habwn zdo Y que por lo tanto no tenían un domicilio al cu~l ella podía darlos como certero. Mientras tanto el otro grupo revzsaba el resto de la casa, y lo único que pudieron encontrar es fotos familiares, c~1~10 conclusión de esto hallaron varias fotos, entre ellas fotos famzlca­res en las cuales anu de ellas precisamente estamos los cuatro hermanos juntos con mi padre, entonces le iban preguntmz~o a quien, a quien correspondía, el nombre da cada uno en las fzgu-

- l b / l ( )" 143 ras, y los sena a an con un czrcu o ... . · El primero de los hermanos Zurita en ser secuestrado fue SergiO. El hecho

se produjo en la localidad de Berisso, en la calle 129 entre 62 Y 63, el1 de febrero de 1978, a las 19:30 Hs.; en el expediente se lee la s1gmente declara­ción: ,;Según testimonios de vecinos (Sergio) fue detenido en su domicilio por una comisión que se identificó como pertenecien­tes a las fuerzas de seguridad y según trascendió fue llevado en un vehículo oficial de la comisaría 8a de Berisso, con el joven Ariel Ricetti, vecinos del lugar afirman el hecho; pero fueron obligados a guardarse en sus domicilios, manteniéndose la guar­dia toda la noche; en el informe "Amnistía Internacional" Osear

w Dec!aración testimonial de Gustavo Zurita. Cámara Federal de Apelaciones. Juicio por la Verdad. La Plata. 29/

10/2003. En APDH. Op. Cit. .

92

González y Horacio Cid de la Paz, afirman que Sergio en el período comprendido entre febrero y marzo de 1978 se encontra­ba detenido en el BIM 3 (Batallón de Infantería de Marina) de La Plata. Posteriormente según informe de personas detenidas y luego liberadas, certifican haber visto a Sergio en el período compren­dido entre Marzo y Junio de 1978 en el campo de concentración "La Cacha", ubicado en Olmos, cerca de la torre de radio pro­l'incia desde donde fue trasladado en junio de 1978, sin tener otro tipo de información" 144

• La mamá de Sergio se enteró del episodio por un llamado anónimo que recibió en su domicilio.

Poco más de tres meses después de la desaparición de Sergio, se pro­dujo la de su hermano Alejo; sobre este episodio, su hermano Gustavo de­claró en el Juicio por la Verdad: "Mi hermano Alejo fue detenido u los 25 años de edad ( ... ) en Capital Federal en la dirección de la calle Velez Sarsfield al 2100 que era su lugar de trabajo, el día 26 de Mayo de 1978, a las ocho y treinta horas por un grupo operatiJ'O de Fuerzas de Seguridad. Mi madre realiza las pre­sentaciones pertinentes, correspondiente de lo que, ante la ur­gencia se podía realizar en aquella época, presentación de Hábeas Corpus, consultas ante el Episcopado, etc, y no tuvimos ningu­na información hasta que logramos conocer a través de una persona que fue detenida y liberada, justamente el mismo día que él, que es la Señorita María Cristina Tortti, que ya brindó testimonio unte este Tribunal. Fue detenida también el 26 de Mayo de 1978 y liberada creo que en Agosto de 1978, ella describe que vio a mi hermano mientras ella estuvo en el Cam­po de Concentración El Barco." 14~.

EnJulio del año 1979 se produjo la desaparición de Claudio Zurita (el chapa). Gustavo cuenta que "el tercer hermano, mi tercer hermano

m Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas, testimonio. Buenos Aires. s /lecha. En APDH. Op. Cit. 145 Declaración testimonial de Guslavo Zurila. Op. Gil

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desaparecido cronológicamente y también por edad biológica, se llamaba Claudio Zurita y tenía 24 años. Mi hermano claudio que había tenido, había estudiado y también tenía actividad política, tenía conocimiento a través de comunicación que man­tenía con mi familia, con mi padre fundamentalmente que mis dos hermanos habían desaparecido, por lo tanto se había man­tenido a resguardo durante un tiempo bastante prolongado en la Ciudad de La Plata, en una casa donde permaneció encerrado y no salió a la calle durante varios meses, estoy hablando del aiío 1979. ( ... ). (en) Abril de 1979, por sugerencia y recomendación de mis padres, mi hermano se traslada a la ciudad de Mar del Plata, no conocemos su domicilio, pero ahí también comienza a trabajar en un lugar que también desconocemos y mantiene co­municaciones periódicas con mi madre por vía telefónica hasta el día 20/07/79, que es la última comunicación que mantuvo y que nosotros la tomamos como fecha clave a partir de la cual r ... ) consideramos que fue detenido y desaparecido, desde ese nomento nunca más pudimos obtener dato alguno por, por vin­;ulación directa o por terceras personas de haberlo visto de 'wber sabido, en que situación fue detenido o fue desapareci­io ... " 146.

Numerosos fueron los trámites que la familia Zmita realizó en la búsque­la de sus hijos, "Hábeas C01pus en el Juzgado en lo Penal N" 4; ruzgado Federal N" 1; Juzgado Federal N" 2; Ministerio del 'nterior; OEA (expediente N" 3574); Cruz Roja Intemacional; lsamblea Permanente por los Derechos Humanos ( ... )" 147. En ma carta al secretario ejecutivo de la OEA, en marzo de 1980, Lea Brochi :omenzaba diciendo que "A menos de un aiio de mi anterior refe­ente a la desaparición de dos de mis hijos( ... ), debo molestarlo

'lbldem 7 Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Pollücas. Op. Gil

94

nuevamente con terrible dolor, al 110 tener noticias de un tercer hijo, el menor de nombre Claudio Zurita nacido el 25 de Abril de 1955( ... )" 148

También en Marzo de 1980 envían una carta al Nuncio Apostólico Pío Laghi. La sucesión de pedidos, cartas y reclamos judiciales se continuó sin ninguna noticia concreta de los hetmanos Zurita, salvo por ex detenidos que declaraban haber comprutido con ellos la detención en un centro clandestino. "La verdad es que mi familia fue amputada totalmente" 149

, con­fiesa Gustavo, "Mi padre murió de tristeza con un- coma hipoglucémico en el Hospital Rossi, con lesiones neurológicas ineversibles, y el año pasado falleció mi mamá" 150

Ya no quedan integrantes de la familia Zurita en Florencia V m-ela. Gusta­vo, el único sobreviviente, vive en la ciudad de Dolores y, al igual que los demás fatniliares de desaparecidos, no tiene odio ni pide venganza, solamen­te justicia (la justicia que le negaron a sus herinanos). "A pesar de que mi familia quedó amputada, pienso que hay que mirar para adelante, que tenemos que construir sobre la

·memoria. Muchas sociedades eligen el olvido y después suce­den cosas similares. ( ... ) La justicia va a servir para que nunca más esto vuelva a suceder en nuestro país ( ... )" 151•

1ca Carta al Secretario Ejecutivo de la OEA, Eduardo vargas Carreña. La Plata, 19/03/1980. En APDH. Op. Cit. H9 Mj Ciudad. Mayo 2004 150 Ibídem 151 Ibídem

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1 .. 1

11

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CUENTO DE VIDA, AMOR Y LIBERTAD Escrito por Lea B !anca Brocchi de Zurita en 1982

Mis hijos desarrollaron su infancia en felicidad y se formaron en un

hogar ejemplar que se consagró a ellos. Su padre, médico pediatra, y yo, maestra, les brindamos una educa-

ción humanista basada en el amor al prójimo. Tuvieron como rasgos característicos la bondad y la generosidad. Fueron buenos alumnos, cumplidores y estudiosos. Así fue corriendo su infancia y adolescencia. En la escuela secundaria hicieron un culto a la amistad; siempre apo­

yaron al que más lo precisaba, bdndándole la ayuda necesaria del tipo

quefuere. Naturalmente alegres, participaban de distracciones estudiantiles, bai-

les, paseos al aire libre, excursiones, partidos de fútbol y otros deportes; formaban grupos para leer, estudiar o escuchar música, realizaron con naturalidad las actividades normales de su edad y de la época que les

tocó vivir. Al finalizar sus estudios secundarios, ingresaron en distintas carreras,

que luego abandonaron porque sufrieron desengaños; la universidad, elitista, los defraudó, porque en ella percibieron las profundas diferencias sociales y así fue que se determinaron, resignando su porvenir, a ltJchar por un ideal de igualdad social, donde a todos se les den las mismas

oportunidades. '--Escucharon el clamor y las angustias de los pobres, los obreros, los

estudiantes, los olvidados de todos; la voz de quien no puede hablar o es

silenciado. El avance econót11ico que ha experimentado nuestra sociedad les de-

mostró que sería imposible desarraigar la extrema pobreza y mejorar la

calidad de vida de nuestro pueblo.

ot:

. Se fotjaron en una recia erson 1. , mcorruptibles de una pr·of pd a rdad, mtegros, nobles de espíritu

. ' un a senstbtlid d N 1 · , ro, m los lujos, solamente crecie. a . o_ es mteresaba el dine-mamdad. wn sus alas en tdeas de profunda hu-

Ellos pudieron ir·se del , · pats porque ' ¡ · dieron que no hacían nada m 1 , ast se os pedimos, pero enten-

S . . a o Y se quedaron e sacnftcaron por sus ideal _ ·

suerte, , es y campaneros, corriendo su misma

DESAPARECIDOS ...

En Varela hubo 5 de ellos nacidos en ca mt~no~es secuesti·ados, algunos

u tveno Ello ¡ del matrimonio Tolosa-Re . : . s son .. os mellizos trimonio Taranto-Aita . gdgiai do, el/la hiJo/a del ma­

nuran a· el/l h.. 1 nio Shand-Iula- y 1111

a ·-11

' a IJO a delmatl"imo-. ' nma amada H . , d ·

qmeu fue secuestrada y l'b d eu~an ez Amara!, han sido recuperados los : el~~ a. Al dta de hoy sólo la niña Hernández Atttar I·nle tzos Tolosa Reggiardo y

a , os otl'Os si · cados po1• sus fam'I' guen Siendo bus-

r Iares.

7

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PARTE II

Page 53: Los Que No Estan-Desaparecidos de Florencio Varela (1976-1983)

Después de presentar a las víctimas de la dictadura militar en Florencio Vare! a, se intentará, en este apmtado, responder a esta elemental pregunta: ¿Por qué pasó esto?

Lo simple de la pregunta hace compleja su respuesta; algo que se abordará desde distintas perspectivas y explicando su contexto histórico.

Es claro que lo sucedido no fue exclusividad de Florencio Varela; este distrito fue una fracción más de un plan de exterminio que abarcó todo el tenitorio nacional y que respondía a mm política pm·a Latinoamérica, apoya­da por EEUU y aceptada (e impulsada) por la clase dominante argentina. Esto hace necesario comenzar por una explicación más abarcadora, para luego mostrar cómo se reprodujo y qué características tuvo la represión en Florencio Varela.

El24 de Marzo de 1976 asume un nuevo gobierno militar, aunque las persecuciones y los asesinatos políticos ya habían comenzado un tiempo an­tes, fundamentalmente de la mano de la Triple A (AlimJZa Anticmmmista Ar­gentina), conducida por el brujo, José LópezRega. Pero la nueva Junta Mi­litm· en el gobiemo profundizó, llegando al límite del genocidio, un proceso que persiguió a quienes planteaban cmnbios, o significaban un obstáculo para el giro económico y político que se quería dar.

Las luchas políticas entre posturas ineconciliables no eran nuevas en la Argentina. Es más, siempre fueron protagonistas en el escenmio local, desde los lejanos tiempos de la fo!TUación de nuestro Estado Nacional. En la déca­da de 1970 se llega a un período de madurez, en la organización, en la lucha y en el compromiso social. La política (en su sentido más amplio) atravesaba toda la sociedad; se hacía política y se creía en ella como un factor de trans­formación. El clima que se respiraba era ele cambio, todos veían un nuevo

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mundo en el cercano porvenir, y pocos estaban dispuestos a perderse la posibilidad de ser protagonistas.

Rescatamos tres procesos históricos como fundamentales en la gesta­ción de esta coyuntura y del clima social de la época. Uno, a nivel mundial, La Guerra Fría; otro, latinoamericano, La Revolución Cubana de 1959; Y el otro, nacional, la proscripción del peronismo. Claro que no fueron los únicos pero, a su manera, los tres procesos históricos influyeron considera­blemente en la conciencia del pueblo y en las mentes de las clases dirigentes. De ahí que el origen de los movimientos sociales del '70 tenga sus raíces en las décadas de 1950 y 1960.

En la segunda posguetm, el mundo quedó dividido en dos grandes polos de poder. El denominado mundo bipolar se caracterizaba por la presencia hegemónica de dos superpotencias: EEUU y la Unión de Repúblicas Socia­listas Soviéticas (URSS). Ambos países representaban, a su vez, la concre­ción de dos sistemas económicos, políticos y sociales opuestos: el capitalis­mo y el comunismo. Si bien ambas potencias integraron conjuntamente el g111po de las naciones aliadas que enfrentaron al régimen nazi-fascista en la 2° Guena Mundial, una vez tetminada ésta, el objetivo pasó a ser la expansión ideológica de estas dos superpotencias sobre el resto del mundo. A este conflicto, que duró hasta fines de la década de 1980, se lo conoció como Guen-aFria, y su principal característica fue el enfrentamiento indirecto de ambos países, apoyando facciones opuestas en guenas que se daban en todo el mundo.

En este marco de Guerra fría es que se produce la Revolución Cuba­na de 1959. Pide! Castro y el argentino Ernesto 'Che' Guevara fueron los líderes destacados de tm movimiento que se enfi·entó al gobierno del dictador Batista, logrando finalmente la toma del poder. Al poco tiempo de consuma­da la revolución, sus dirigentes se radicalizan, esto es, se proclaman marxis­tas. Este episodio fue visto con entusiasmo por todas las organizaCiones gue­rrilleras que existían en Latinoamérica, y, a su vez, generó el temor de los EEUU, que veía cómo el comunismo se le infiltraba en una región que, hasta ese momento, había estado bajo su estricta vigilancia.

102

"La revolución Cubana marcó a la izquierda latinoamerica­na como ningún otro acontecimiento. Se trataba verdaderamen­te de una 'revolución en la revolución'. Por primera vez en la historia de la región, tuvieron lugar tres procesos a la vez. Un régimen revolucionario, que perseguía profundas reformas so­ciales y económicas, desde la distribución de la tierra hasta la expropiación de recursos naturales; desde la reforma urbana hasta una política de masas de educación y salud, tomó el po­de~; se consolidó en el gobierno y perduró. En segundo lttgar, de 1961 en adelante, el régimen abrazó abiertamente el 'mar­xismo-leninismo', adhiriéndose no geopolítica, sino ideológi­camente, al bloque soviético, y autodesignándose el enemigo principal de los Estados Unidos en el hemisferio. (Por supuesto que Washington hizo lo rec{proco.). Cuba representaba una ame­naza para los intereses norteamericanos, no solo en la isla sino, por su efecto de demostración, en toda la región. Por último, y sobre todo desde esta perspectiva, la· Revolución Cubana nació con una ambición latinoamericana. Proclamó desenfadadamente su intención de atizar el fuego de la revolución en todo el con­tinente, contemplando la repetición de la experiencia cubana en otras partes de la región como uno de sus deberes principales y como su esperanza de sobrevivencia" 1

• Prueba de ello son los pri­meros desembarcos cubanos en Venezuela y la República Dominicana, y la experiencia del 'Che' Guevara en Bolivia.

Frente a esta evidencia histórica, y para que el ejemplo revoluciona­rio no se propagara por América Latina, Estados Unidos impuso la de­nominada 'Doctrina de Seguridad Nacional'. Desde mediados de los años '60, dicha doctrina difundía que el enemigo principal era el Co­munismo, al que se debía combatir internamente. De este modo, propo-

1 Castaneda, Jorge, La utopfa desarmada, Buenos A!res, Ariel, 1997.

''!

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1 ., ' ¡, l: l: \ '

níala aniquilación de los opositores; es decir, de aquellos que, inspirados en la ola revolucionaria, intentaban la transformación del sistema político y social (a los que se denominaba 'subversivos') y cuestionaban el orden establecido tanto por los partidos políticos tradicionales como por las Fuerzas Armadas que se alternaban en el poder.

Debido a que el enemigo no era externo, el Ejército debía, además de garantizar la seguridad de las fronteras, vigilar las actividades políticas de los ciudadanos. Por ello, debía desplegarse hacia adentro y reprimir todo elemento político que obstaculizara o desafiara el normal desanollo del capitalismo en beneficio de los países centrales.

La i·epresión hacia los nuevos movimientos sociales, políticos y sindi­cales, surgida en la mayoría de los países latinoamericanos, fue precedida por la implementación del programa llamado 'Alianza para e! Progre­so'. Este programa de.política exterior hemisférica, propuesto por el pre­sidente norteamericano J. F. Kennedy, fue utilizado por Estados Unidos para intervenir directamente en los asuntos internos de los países a los cuales, supuestamente, se los beneficiaría brindándoles ayuda económi­ca. Esta 'ayuda' se promovía con dos objetivos: modernizar el aparato productivo y superar la miseria y la injusticia.

El lema de este proyecto transnacional fue 'seguridad y desarrollo', intentando evitar el avance regional de movimientos antiimperialistas y del tan temido comunismo. La ejecución del programa incluía inversiones económicas y de índole tecnológica, tanto del Estado norteamericano como así también de empresas privadas. Esta 'Alianza para el Progreso' había sido aceptada por todos los gobiernos latinoamericanos, excepto por el cubano, en la reunión del Consejo Interamericano Económico y Social de la OEA (Organización de los Estados Americanos), efectuada en Punta del Este (Uruguay) en 1961. El rechazo de Cuba le valió su expulsión ele la O EA.

En 1969 el presidente norteamericano, Richard Nixon, reconoció pú­blicamente el fracaso de este programa transnacional. En realidad, había fracasado sólo si se tomaban en cuenta las intenciones discursivas y for-

104

males en cuanto a modernización a d , . . . lo cierto es que había aumentad y!, yud a :conomrca hacm Latinoamé. rica; · o e po eno de los in . · ·

crentes a las corporaciones m lt' . vetsromstas pertene-fl . u macwnales y había . . d 'd

reto social perfilándose la ' 1 " f' , I ecr u ec¡ o el con-' so ucron mal' a través de 1 ·,

puesta por la Doctrina de Seg ··d d N . a represron pro-uu a acronal Es a ' · ·

esta Doctrina EEUU hnpulsa el G 1 d · sr que, msprrado en B · ' · o pe e Estado del M .· 1 B rasrl (Marzo de 1964) d .. d . ansca ranco en

. . , enocan o al presrdenteJoao G 1 tA . . mo, mtervrene militarmente R 'bl' o u ar . srmrs-el gobiemo de Francisco Ca epu ~ rcaDomi.nicana (1965), alegando que G 1 amano srmpatrzaba con C b

o pe de Estado del Genetal Onganf 1 A . u a, y apoya el éste se autoproclama presidente d 1 ~en~ rgentma (1966), cua.ndo fundamentos de la mentada D t . e ad acron ~ara poner en práctica los

oc nna e Segundad N aciana!. .

En nuestro país, el gobierno de On entre otras cosas, suspender la o lítica g:n.ía (~ 966-1 :69) se propuso, control autoritario de la vid P.

1 · P rtrdana. El eJe central de este

a nacrona estaba orientad · · 1 mantener la proscripción del o ' o pnncrpa mente a 1 . . peromsmo además de 1' ·t , a partrcrpación política de la cit d d , ' . rmr ar aun más

civiles como militares no hab' t a d~ndra. Los gobremos anteriores, tanto b ' Jan po I o resolver los nfl'

ra a la exclusión de la polític . 'd . co retos que gene-d a par ti ana de la mayo·' d 1 . , esde el golpe de Estado de 1955 p na e a poblacwn lares, enrolados mayoritariament . o;· otra p.arte, estos sectores popu­lismo, un reducido pero im ·t eten e peronrsmo, tenían, en el sindica-

poi an e canal ele partic · " de la CGT de los Argentinos l'd . d . tpacwn. La creación

• 1 era a por Raunundo o · · · conformación ele un frentes¡' rcl' 1 b . ngaro; srgmftcó la 1 . . I Jea com a!Jvo que s ,

a nusmo tiempo la proscrr'pcr'o' d 1 . ' e·propoma enfrentar, ' n e peromsmo y 1 d · d

Esta posición antidictatorial era com articla . a teta ura de Onganía. población, aunque no todos lo ·e P b P01 amphos sectores de la manera. mam;esta an abiettamente ni de la misma .

"El 29 de mayo de 1969 en Cór o o • ,

los trabajadores industri 1 ~oba la movrlzzacwn de do a es, acampanados n l wntes sino por los más a l' o so o por estu• .

mp ros sectores medios, derroló a

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la policía, ocupó la ciudad y forzó la intervención del Ejérci­to. Para las organizaciones populares, el Cordobazo marcaba un camino: oponer a la violencia reaccionaria de los explota­dores y de la dictadura, la violencia revolucionaria y liberadora de los explotados. El nacimiento, al mio siguien­te, del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), así como el rápido desarrollo de las organizaciones armadas peronistas (FAP y Montoneros), entroncaban con este proceso y demos­traban de modo elocuente que la dictadura había agravado los peligros que deseaba conjurar. Con vertido en mito políti­co, el Cordobazo fue un punto de inflexión en las luchas sociales" 2•

La dictadura de Onganía actuó como precipitadora para que muchas agrupaciones eligieran las armas como medio de expresar sus ideas polí­ticas y llevarlas adelante. Tanto dentro del peronismo como en las agru­paciones de izquierda surgen los 'brazos armados', en apoyo a esta ac­ción política.

La caída de Onganía marcó un nuevo fracaso de 'desperonizar' la sociedad. Iniciada la década de 1970, las organizaciones armadas ha­cían sentir su influencia. Los militares comenzaron, resignados, a pen­sar que el único capaz de controlar la situación era Juan Perón; la dirigencia peronista comenzó a preparar el 'operativo retorno' y, final­mente, luego de 18 años de exilio obligado, Perón regresó a la Argen­tina a finales de 1972.

La ansiada solución no fue tal; Perón volvió, pero eso no bastó para contener las protestas y los reclamos sociales. El peronismo, al igual que la sociedad, se dividía entre la derecha conservadora y la izquierda revo­lucionaria. Los Montoneros deciden, luego de su ruptura con Perón, pa-

2 Tcach, César, uGo!pes proscripciones y partidos políticos", en Violencia Proscripción y Autoritarismo (1955· 1976}, Nueva Historia Argentina, Tomo JX, dirigido por Daniel James, Buenos Aires, Sudamericana, 2003

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sar a la clandestinidad; la guerrilla optaba por el foco revolucionario en el norte del país, mientras continuaban, también, sus trabajos de base en las zonas más urbanizadas.

La muerte de Juan Perón el1 de Julio de 1974 agudizó el conflicto. Eran varios los sectores que pretendían ser los herederos y liderar el movimiento peronista. Gobernaba su esposa, María Estela Martínez de Perón, y su política apuntó a la consolidación de la derecha peronista, al exterminio del ala izquierda y a la subordinación del sector sindical, el gran adversario que aún se mantenía en pie.

Entre los años 1974 y 1976 fue ganando espacio, dentro de la Fuer­zas Atmadas, la idea de volver a intervenir directamente en la política. Un nuevo Golpe de Estado estaba madurando y, en esta oportunidad, los militares estaban dispuestos a no cometer los errores que en el pasado habían cometido sus camaradas: esta vez el bisturí iba a llegar a lo más profundo.

LA DICTADURA MILITAR

Cuando el 24 de Marzo de 1976 se anuncia la destitución de María Estela Mattínez de Perón del gobiemo, y la asunción al poder de la Junta de Comandantes de las Fuerzas Armadas, integradas por el General Jorge Ra­

. fael Videla, el Almirante Emilio Eduardo Mas sera, y el Brigadier Orlando RamónAgosti, se daba comienzo al período más oscuro de nuestra historia.

Para ese entonces, tanto en el plano local como en el internacional; había varios focos de conflicto. A la lucha entre Capitalismo y Comunismo (propia de la Guerra Fría) se le sumaba la confrontación entre el

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Neoliberalismo y el modelo de Estado Interventor. En el plano local se daba un fuerte enfrentamiento entre capitalistas y obreros. En las fábricas automotrices (que habían crecido durante el gobierno de Frondizi), el si~­dicalismo combativo planteaba una fuerte oposición a los poderosos capi­talistas del sector y a la bmocracia sindical (la fábrica Peugeot de Florencio

Varela sería fiel testigo de este conflicto). En el plano económico, se planteaba la disputa por la hegemonía entre

el sector financiero y la industria nacional. Junto con los productores de bienes exportables (sector terrateniente), los representantes del sector fi­nanciero querían desplazar a la industria liviana, que se había des ano !lado al amparo del estado interventor (se puede decir que la burguesía liberal se

enfrentaba a la burguesía populista). En el plano polftico, el espiral de violencia que se había iniciado con

los bombardeos del Golpe de Estado de 1955, y que había seguido con los fusilamientos de 1956, fue madurando el enfrentamiento entre peronistas Y antiperonistas; pero para la década de 1970, este enfrentamiento sería des­plazado por el que encarnaron la izquierda revolucionaria y la derecha reaccionaria; cabe aclarar que en los dos bandos había peronistas y tm.n­bién antiperonistas, pero que habían limado sus diferencias detrás de obje­tivos comunes. En cuanto a la cultura juvenil, había logrado imponerse el sueño de la 'revolución social' (cuyo símbolo era el Che Guevara), ganan­do terreno frente a las opciones del power flower y del rebelde sin causa'.

Este es, en resumen, el panorama polftico, social y económico en el

que asumen las Fuerzas Armadas en 1976. El "Proceso de Reorganización Nacional", tal como llamaron los

militares a su gobierno, se propuso objetivos claros y autoritarios. El29 de Marzo de 1976 se dictó el 'Acta, el Estatuto y el Reglamento del Proce­so de Reorganización Nacional' relegando la Constitución Nacional a un

3 Para más información sobre la cultura joven en los setenta ver; Sergio Pujol, uRebeldes y modernos. Una cultura de los jóvenes~, en Violencia, proscripción y autoritarismo (1955·1976), Op. Cit

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segundo pl;,no. Alg.unos de los puntos contenidos en el Acta eran los si­gme~tes.: ( ... ) Dtsolver el Congreso Nacional, las Legislaturas Provmcwles ( ... ) Remover a los miembros de la Corte Supre­ma de Justicia ~e la Nación ( ... ) Suspender la actividad políti­ca Y d~ ~os Parttdos Políticos, en el nivel nacional, provincial Y muntctpal. Suspender las actividades gremiales de trabaja­d~res, empresarios y de profesionales ( ... )" 4. En esos primeros d1as del gob1:rno m1htar se dictan, entre otras, las siguientes leyes: Ley 21.258 (Despidos en el Poder Judicial); Ley 21.260 (Despidos masivos de trabajadores, por ~·azones de 'seguridad'); Ley 21.261 y 21.263 (por las cuales se suspend1an los derechos de los trabajadores, como el derecho a huelga Y a la libre representación gremial); Ley 21.264 (instalación de p~na de muerte y creación de Consejos de Guerra) y Ley 21.274 (despidos masivos en los organismos del Estado).

En cuanto a los planes que el gobierno militar se propuso, los mis­mos fueron presentados públicamenteel29 de Marzo de 1976 en elAct . . 1 . a, cuyos. pnnc1pa es objetivos eran: "Restituir los valores esenciales que strve~¡ de fundamento a la conducción integral del Esta­d~, e.nfattzm~do. el sentido de moralidad, idoneidad y eficien­cw, unpre~~mdtble ~ara reconstruir el contenido y la imagen de la Nacwn, erradtcar la subversión y promover el desarro­llo. e~onómico de la vida nacional ( ... )" 5, También tenían como objel!:os Imponer la vigencia de los valores de la moral cristiana, de la trad!c!ónnacwnal y de la dignidad del ser argentino, y la vigencia deJa segunda~ nacwnal, erradicando la subversión y las causas que favorecie­r~n su existencia. _Es Importante recalcar estos dos últimos objetivos (erra­dicar la subverswn y las causas que favorecen su existencia), porque ahí es donde queda claro que no sólo se quería terminar con lo que ellos

~ Poder Judicial de la Nación. Causa Nº 8686/2000. Buenos Aires, 6 de Marzo de 2001 5 1bfdem ·

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llamaban 'subversivos', sino con las condiciones que posibilitaban su exis­tencia; es decir, no sólo querían eliminar al 'vims', sino también su 'caldo de cultivo'. Es por eso que el plan se manifestó claramente en dos senti­dos: la represión y el genocidio, por un lado, y la destrucción de la eco­nomía apuntalada por el Estado, por el otro.

Antes de abordar específicamente las características del plan del go­bierno militar y cómo se llevó a cabo, se explicará a qué se llamó la 'lucha contra la subversión' y a quiénes consideraban 'subversivos' los militares. El diccionario dice que 'subvet'sivo' es "aquel capaz de subvertir el orden establecido"; y subvertir se entiende como destruir, trastornar. De ahí que la persecución o la 'lucha contra la subversión' se hiciera contra aquellos a los que se consideraba peligrosos para el precario orden que, tanto los militares como la clase dominante, intentaban conservar. Ahora bien, el ténnino fue utilizado por los militares de una fmma muy amplia, de modo tal que cualquiera podía ser considerado subversivo, ya sea por su manera de vestir, por su profesión, por las amistades que tenía, por los libros que leía, por los lugares que frecuentaba, por su compromiso social, por su solida­ridad, por su creencia, por su militancia y por otras miles de circunstancias. Esto llevó a desplegar un grado tal de miedo en la sociedad que muchos pensaron que la manera de salvarse (y no ser perseguidos) era no meterse en nada, ya que cualquier actividad de índole social podía estar sospecha­da; de ahí que el encieno, el individualismo y el 'no te metás' comenzaron a ganar terreno en la sociedad argentina. La política comenzó a ser algo peligroso, prohibido. Más adelante se volverá sobre la actitud de la socie­dad argentina ante el gobiemo militar y su genocidio.

Ahora bien, ya se ha mencionado que dos de los objetivos de la dicta­dura militar fueron el genocidio y la modificación del modelo económico argentino. Con respecto a este último punto, es oportuno describir cuái era el modelo económico hasta 1976, y cuáles fueron los cambios y el nuevo mmbo tomado a partir del Golpe de Estado.

Para finales del siglo XIX, Argentina ingresó al mercado mundial como ¡ país exportador de materias primas e importador de productos industria-

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les. Este modelo agroexportador, que favorecía al sector terrateniente (los dueños de las tierras), se impuso hasta entradá la década de 1930 cuando, a prutir de cambios económicos en el ámbito mundial, nuestro país comienza una nueva experiencia económica, basada en la elaboración de productos industriales para el mercado interno, con una fuette intervención estatal en la economía (tendencia que se afitmaba en el mundo occidental). El modelo de sustitución de importaciones con intervención esta­tal fue apoyado y profundizado durante los dos primeros gobiernos de Juan Perón ( 1946-1955), en desmedro de la tradicional burguesía agrícola­ganadera; continuó por inercia durante la década de 1960 y continuaba (con algunas reformas), cuando en 1976 asume el gobierno militar. Se tra-. taba de industrias poco modernizadas, que basaban su producción en el pleno empleo de la fuerza de trabajo (los obreros) y en la ayuda y el arbi­traje del Estado, que las protegía tanto de la competencia extranjera como de los conflictos salariales. A estas industrias locales se les sumaban algu­nas multinacionales (prit1cipalmente antomotrices ), que se habían instalado en la década de 1960.

Para los militares y los civiles que asÚmieron el gobierno en 1976, el Estado de Bienestar peronista había destrnido los principios del trabajo asalariado, dándole demasiado poder a los sindicatos y garantizando el 'pleno empleo', y los gobiernos que se habían sucedido desde 1955 no habían atacado este problema de raíz, algo que sí se proponía realizar este nuevo gobierno. La oportunidad histórica que abría la dictadura militru· fue aprovechada por EEUU para dominar definitivamente la economía argen­tina, saquearla financieramente, controlar su mercado interno y lograr que su aparato productivo quedara en manos de empresas extranjeras (funda­mentalmente multinacionales estadounidenses). El plan era destmir las in­dustrias amparadas por el Estado que, mediante la apertura de la econo­mía, eran obligadas a competir con los productores extranjeros. De esta

. manera, los patrones se verían obligados a cerrar las fábricas, ante la im­posibilidad de afrontar la competencia, o a poner 'en caja' a sus obreros, quitándoles los derechos y beneficios que antes les garantizaba el Estado.

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(Es de destacar que no todas las empresas fueron puestas en esta situación de competeilcia: la industria automotriz, vinculada con el capital intemacio­nal, fue el sector más protegido por el Estado durante el gobierno militar).

El hombre elegido para llevar adelante este plan económico fue José Alfredo Martínez de Hoz. ¿Quién era este fundamental personaje de la dictadura militar? Aquí tenemos una interesante radiografía de él, y su pasado: "']oe' -para los amigos- ha nacido el 13 de Agosto de 1925, pertenece a una familia consecuentemente conser­vadora. Uno de sus antepasados (José) intervino en el Cabil­do Abierto del 22 de Mayo de 1810 y votó a favor del Virrey Cisneros. Otro -Narciso- fue rivadaviano ypasó de comer­ciante a ganadero, con grandes extensiones cerca de lo que hoy es Lincoln, donde una localidad recuerda su apellido. Miguel, el único militar de la familia, se presentó voluntaria­mente a combatir en el ejército de Mitte, en la Guerra de la Triple Alianza. El bisabuelo, ]osé Toribio, se constituyó en propietario de enormes extensiones de tierras en Cañuelas, Cdiltelli, Lobería y Chapadmalal. (En ésta última estancia, la familia levanta el liaras 'Mala! Hué' y construye un palacio de tipo no;·mando, semejante a los más hermosos castillos ingleses por su magnificencia y estilo). En su carácter de ganadero, ]osé Toribio fue uno de los fundadores de la So­ciedad Rural Argentina, el 1 O de Julio de 1866, aconteci~ miento que tuvo lugar en su propia residencia. La familia trenza lazos de parentesco con la crema de la oligarquía: los Ortíz Basualdo, los Ramos Mejía, los Acevedo, los Casares, los Bullrich, entre otros. El abuelo -Miguel Alfredo- se casa con una niña de los Acevedo. El padre -José Alfredo, como él- contrae enlace con una de las chicas de los Cárcano. Y él, para no ser· menos, se liga matrimonialmente con Elvira Bullrich Lezica Alvear. Pero 'loe' no se resigiw a continuar con los viejos amigos de la oligarquía tradicional, sino que

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comprendiendo que el iínperio Inglés ya. es el pasado, se pre­ocupa por (unirse) con los yanquis. Así, se ha vinculado (ente otros) con los Rockefeller, hacía 1970 ( ... )"6 • Martínez de Hoz se relaciona directamente con el establishment económico in­ternacional, y ocupa cargos en empresas norteamericanas, con lo cual se advierte su propósito de alejarse del mundo agrario como única fuente de negocios, y vincularse con las nuevas posibilidades que el mundo ofrecía a la clase dominante de la Argentina, esto es: empresas multina­cionales, bancos y financieras. Ésta va a ser la persona elegida para ocupar el Ministerio de Economía, logrando gran parte de sus objetivos previos.

Paralelamente al modelo económico diseñado pcir el gobierno, y a su aplicación, se llevó a cabo la otra cara del plan, el exterminio de la oposi­ción, y de todo aquel que resultase un peligro o un impedimento para su programa de gobierno. Es decir, la idea era aniquilar en nombre de la lucha contra la subversión a quienes estaban involucrados con la protesta social, la milita!lcia, o a quienes pudieran retomarla. Análogamente, se esparcía un miedo paralizador por toda la sociedad. La cultura del miedo llegaba para quedarse.

Como todos los gobiemos, los militares tuvieron en la educación una hetmmienta impmtante para someter ideológicamente a la población. A tra­vés del sistema educativo, la dictadura obligó a los argentinos a un nuevo 'consenso social': El control ideológico incluyó la desaparición de docentes y estudiantes, cárcel, listas negras y cesantías para quienes no colaboraran en la aceptación social y en la prédica del proceso de desindustrialización, des­ocupación; baja de salarios y concentración de la riqueza en pocas manos. Los dispositivos disciplinarios en las escuelas hacían de éstas cumteles milita­res donde los servicios de inteligencia de la dictadura actuaban celosamente para d.etectar 'subversivos'.

6 Ga!asso, Norberto, De la banca Baring al FMI, Buenos Aires, Colihue,· 2003, pág. 212.

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En ocasión de una de las tantas quemas de libros de autores.como Neruda, Proust, García Márquez, Vargas Llosa o Galeano, el III Cuer­po del Ejército de Córdoba publicó un comunicado más que represen­tativo del espíritu castrense y de su precaria prosa. En él se proclamaba que era necesario "que no quede ninguna parte de estos libros, folletos, revistas, etc. (Por ello) se toma esta resolución para que con este material se evite continuar engañando a nuestra juventud sobre el verdadero bien que representan nuestros símbolos nacionales, nuestra familia, nuestra igle· sia y, en fin, nuestro más tradicional acervo espiritual sin­tetizado en Dios, Patria y Hogar" 1,

Si bien la mayoría de los desaparecidos pe1tenecía a la clase obrera, con el genocidio de intelectuales se completaba el círculo para la repre­sión y la paralización de una generación contestataria. Estrictamente, fue la venganza de las clases dominantes, representadas por Mattínez de Hoz, hacia una Argentina en la cual los sectores sociales históricamente subal­ternos habían empezado a conquistar un espacio de patticipación política desde el surgimiento del peronismo. Como apuntaba Jaime Smart (Mi­nistro de Gobierno bonaerense) en ejercicio de su función pública en di­ciembre de 1976: "Tenemos el deber de desenmascarar a quie· nes armaron a los delincuentes subversivos, porque sino co· rremos el riesgo que dentro de unos años vuelvan desde las sombras, y nuevamente lancen a la lucha a otra generación

• de argentinos" 8• En esa oportunidad, Smart agregó: "Hay mucho

todavía que averiguar en el país, porque la subversión y es­tos combatientes no nacieron de la nada. Todo eso fue causa de personas. Llámense políticos, sacerdotes, periodistas, pro­fesores de todas las categorías de la enseñanza, que en su

' la Opinión, 30/04/1976 a La Nación, 12 de Diciembre de 1976.

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momento los armaron y ahora han dado un paso atrás tratan­do de pasar desapercibidos" 9• Lo cierto es que los acusados de subversión no volverían de las sombras a las que alude este siniestro fun­cionario. La dictadura militar se encargó de instalar un modelo político Y económico, y de crear las condiciones ideológicas necesarias para ~an­tenerlo vigente, a través de los medios de comunicación, la Iglesia, la Educación, etc.

Pm·a llevar adelante el plan represivo, la totalidad de los generales, almi­rantes y brigadieres realizaron reuniones orgánicas en las que acordaron la metodología y la ejecución. Para ello, el gobiemo militm· dividió al país en 5 zonas, divididas, a su vez, en 19 subzonas y 117 áreas.

En esta división, el partido de Florencia Varela quedó dentro de la zona 1, cuya responsabilidad estaba a cargo del1 o Cuerpo del Ejército, con sede en Santa Fe 4815, Capital Federal, y abarcaba la Capital Fede­ral, provincia de La Pampa y provincia de Buenos Aires (los responsables fueron: desde Enero de 1976 a Enero de 1979: Carlos Guillermo Suárez Mason; desde Enero de 1979 hasta Diciembre de 1979: Leopoldo Fortunato Galtieri; desde Enero de 1980: José Montes); subzonall, cuya responsabilidad estaba a cargo de la Brigada de Infantería Meca~¡za­da, y tenía a cargo los siguientes pmtidos de la provinci~ de Buenos A1res: Giles, Luján, Mercedes, Gral. Rodríguez, M. Paz, Las Heras, Navarro, Lobos, Cañuelas, Echeverría, Lomas de Zamora, Avellaneda, La Matan­za, Quilmes, Florencio Vm·ela, Berazategui, Alte. Brown, La Plata, San Vicente, Brandsen, Gral. Paz, Monte y Lanús (los responsables fueron: desde Enero de 1976 hasta Diciembre de 1976: Adolfo Sigwald; desde Enero de 1977 hasta Diciembre de 1978: Juan Bautista Sasiain; desde Enero de 1979: Juan Pablo Saa); y área116, cuya responsabilidad estaba a cargo del Batallón de Comunicaciones de Comando 601. El asentamien­to de la cabeza de.zona estaba en City Bell, y tenía bajo su jurisdicción a

9 lbídem.

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los partidos de Berazategui y Florencio Vare la (el responsable fue, desde Enero de 1976, Juan Carlos Amiano) 10•

Realizada la división del territorio, las Fuerzas Annadas, que usurpaban el gobiemo del Estado Argentino, usaron sistemáticamente las amenazas, las represalias, las tmturas y el extetminio contra la población, a ~in de lograr ~u obediencia y sumisión. De esta manera, el mismo Estado, que llene la ftmcton de garantizar !ajusticia e impedir el tenor y la violaciói: de los derechos de los ciudadanos, encamaba sistemáticamente el mcumplnmento de todos es­tos derechos, comenzando por el más elemental: el derecho a la vida. Es a esto a lo que se llama Terrorismo de Estado.

Los encargados de hacer el trabajo material de secuesll·o y traslado de las personas eran los grupos de tareas. Estos grupos: una vez que localizaban_ a la persona, iban hasta su domicilio o lugar de trabajo y la secuesll·aban, a llaves ele operativos noctumos o a plena luz del día, a la vista d~ muchas personas; y, en muchos casos, hasta en la vía pública (esto muesll·a la llTipumdad con la que actuaban). Los operativos para el secuestro variaban en intensidad; algunas veces eran cinco 0 seis personas, y otras se realizaban movimientos de cerca­miento del lugar con varios vehículos. El grupo de tareas iba siemp~efuet:~­mente mmado, hecho que era justificado mediante tma recmTente sobredllUension de la peligrosidad de las víctimas. Esto fue relatado en más de u~ a opottmndad en los Hábeas Corpus que presentaron los familiares de las víctllUas Y que han sido transcriptos en la 'Parte I'. "La intimidación y el terror no sólo apuntaban a inmovilizar a las víctimas en su capacidad de res­puesta ante la agresión. Estaban dirigidos también a lograr el mismo propósito entre el vecindario. Así, en J~wc.hos caso~,. se interrumpió el tráfico, se cortó el suministro eléctnco, se utzh~~­ron megáfonos, reflectores, bombas, granadas, en desproporcwn con las necesidades del operativo" 11• Cuando el grupo de tareas actua-

11 Información extraída del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales). 11 Informe de la Comisión Sobre la Desaparición de Personas, Nunca Más, pág. 18.

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ba, pedía previamente 'wna liberada'; esto significa que ya la comismia de la zona sabía del operativo y, ante el llamado ele algún vecino, los policías no actuaban porque ya estaban avisados del accionm· de los militmes. A pmtir del secuestro comenzaba la 'desapmición' de la persona, ya que no se le infmma­ba a los familiares cuál era su destino.

Una vez secuestrada, la persona era llevada a lo que se conoce como Centro Clandestino de Detención. Se calcula que hubo más de 340 de estos centros en todo el país, y era ahí donde se encontraban detenidas las personas mientras sus familiares las buscaban y presentaban Hábeas Cor?us, los qu~ sist~máticamente eran respondidos negativamente por la JUSticia. A partrr delmgreso a estos centros comenzaba el infiemo para los secuestrados; se los torturaba (de variadas maneras) con el objetivo de que confesaran cuáles eran sus actividades políticas, quiénes eran sus ami­gos, qué lugares frecuentaban, etc; se los hacía vivir en condiciones inhu­manas, ':V se atormentaban sus cuerpos y sus espíritus más allá de lo imaginado" 12 (La carta de Rosano Velázquez, transcripta en la Pmte I, es un significativo testimonio sobre la vida en los centros clandesti­nos de detención).

La mayoría de los secuestrados no volvió a recuperar la libettad, pero tma pequeña minoría fue liberada luego ele un tiempo de cautiverio (rectlét·dense los casos de Garay, Campodónico y Rosan o Velázquez); ésto tiene que ver con que los destinatarios del ten·or no eran sólo los secuestrados sino la sociedad toda. De este modo, liberando algunos detenidos, el goblemo de facto ofr:cía premeditadamente pistas de lo que oficialmente negaba, ya que ello servta para alertar y atemorizar al conjtmto ele la sociedad.

En la Parte I se ha mencionado que algunos de los detenidos-des­aparecidos de Florencio Varela fueron vistos en distintos centros clan­destinos. En el caso de María Cristina Mura, Hugo Armando Corsiglia y Angel Alberto lula, fueron vistos en la Escuela de Mecánica de la Arma-·

12 Ibídem, pág. 55

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da (ESMA). "(Éste lugar está ubicado) en la Capital Federal, sobre Avda. del Libertador al oeste, calle Comodoro Rivadavia y Leopoldo Lugones al este y la calle Santiago Calzadilla al sur. Al norte linda con la escuela industrial Raggio. El Casino de Oficiales era el edificio destinado al Grupo de tareas 3.3.2. Tenía tres pisos, un sótano y un gran altillo. En estos dos últimos y en el tercer piso estaban los detenidos'm. Enrique Reggiardo, María Tolosa y Sergio Zurita fueron vistos en 'La Cacha', ubicado en "(las) antiguas instalaciones de Radio Provincia de Buenos Aires, contiguas a la cárcel de Olmos, entre calles 191, 47, 196, y 52 (vías del F.C. Gral. Belgrano), en la localidad de Lisandro Olmos, partido de La Plata. (El) Edificio principal, antiguo y mal conservado, cons­taba de tres plantas. Subsuelo para capacidad de 12 deteni­dos. Planta baja: salón amplio para el personal, sala de tortu­ras, celda colectiva para unos 1 O detenidos. Primer piso: gran sala dividida en boxes, por medio de separaciones de alam­bre tipo artístico, con capacidad para unos 20 detenidos ( ... )'"4. Rosa Taranto y Horacio Altamiranda fueron vistos en 'El Vesubio', "ubicado en Av. Ricchieri y Camino de Cintura, Partido de La Matanza ( ... ) frente a la agrupación Giiemes y a pocos metros del Escuadrón de Caballería de la Policía de Buenos Aires. Predio perteneciente al Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires. ( ... ) Las construcciones fueron demolidas im 1980, consistían en tres casas más bien anti­guas, tipo colonial con tejas rojas( ... )"15• Alejo Zurita fue visto en 'El Banco'; ubicado "Cerca de la intersección de la Autnpista Ricchieri y el camino de cintura (Ruta Nacional N" 4), en

13 lbfdem, pág. 81 " lbfdem, pág. 92 " lbfdam. Pág. 1\6

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Puente 12. En las instalaciones funciona actualmente la XI Brigada Femenina de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. El edificio reservado a los detenidos clandestinos es· taba rodeado por otras construcciones antiguas, pertenecien· tes a la Policía de la Provincia de Buenos Aires ( ... )" 16•

Estos son algunos de los Centros Clandestinos de Detención por don­de pasaron vecinos de Florencia Varela. Aunque parezca un frío inventa­rio inmobiliario, no hay que olvidar que las personas mencionadas en este libro sufrieron vejámenes hon·orosos (si no la muerte) en éstos o en otros centros.

Otra pregunta que debemos contestar es: ¿por qué la desaparición de las personas detenidas? Una de las posibles respuestas a este intenogante es que el nuevo gobiemo militar no quería que pasase lo que en 1973 con la liberación de los presos políticos, realizada por el presidente Héctor Cámpora (PJ); los militares tenían grabado en la retina ese antecedente. Es por esto que la 'desaparición' y la 'mue1te' eran las fonnas de e.vitar que estas perso­nas se reinse1tasen en la sociedad una vez que los militares se alejaran del poder (ya que su misión era extirpar 'el cáncer' de la sociedad, había que evitar que la sociedad se volviera a contagiar). Dicho de otro modo, era la 'solución final'. También la respuesta habría que buscarla en la necesidad de bonar los actos cometidos ('si no hay cuerpo, no hay delito', habrán pensa­do livianamente los militares). De ahí que la desaparición fuera la estrategia para impedir futuras averiguaciones. Lo concreto es que mediante la figura del ex detenido-desaparecido, y aun de la del desaparecido, continuaban vigentes la advertencia y el tenor.

Ahora bien, ¿cuándo comienza este mecanismo de hacer desaparecer los cuerpos y de qué manera se hizo? Para finales del año 1977 y principios de 1978, antes de que comenzase el Mundial de Fútbol, se calcula que más

10 lbfdem, pág. 84

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de 4.000 prisioneros fueron arrojados al mar desde los aviones de la mari­na. Se intentaba ·vaciar los centros clandestinos de detención antes de la llegada de los mí! es de periodistas extranjeros designados para la cobertu­ra del Mundial de Fútbol, muchos de los cuales ya venían alertados por testimonios de argentinos que estaban exiliados en Europa.

Las personas detenidas en los centros clandestinos en algún momento eran 'trasladadas', y ese traslado podía significar su desaparición física. En un testimonio incluido en el libro Nunca Más, una ex detenida-desapare­cida de la ESMA cuenta que: "En general en lo que concierne al destino de los 'traslados' los oficiales evitaban tocar el tema e incluso prohibían expresamente hacerlo. Según nuestra e.r:pe­rienéia a partir de lo comentado por algunos oficiales del Gru­po de Tareas, a los detenidos 'trasladados' se les aplicaba una inyección de penthotal y luego de cargarlos dormidos en un avión se ·tos tiraba al mar. Decían que antes los métodos con­sistían en fusilamientos e incineración de los cuerpos en los homos de la ESMA o la inhumación en fosas comunes de cementerios de la provincia de Buenos Aires" 17

La incineración, el entieno en fosas comunes y el anojar los cuerpos al mar o al Río de la Plata fueron las prácticas más usuales para deshacerse de los secuestrados. Esto muestra a las claras el grado de premeditación de los crímenes: no fueron cometidos en estado de 'emoción violenta', sino ejecutados con toda racionalidad y con total conocimiento de la jerarquía militar. El hecho de que la Armada haya previsto la preparación de vacunas de 'penthotal' para dormir a los prisioneros antes de arrojarlos al mar, pennite hablar de una matanza planificada. Al respecto, uno de los genocídas que cumplía órdenes en el campo de concentración montado en la ESMA confesó públicamente los procedimientos descriptos, al no obtener res­puesta a una carta enviada a Jorge R. Videla en 1991. Se trata del capitán de corbeta (R) Francisco Scílíngo, quién escribió a Videla, en esa oportu-

11 lbfdem. Declaración de Usandro Cubas (legajo NQ 6974), Pág. 235.

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nidad, ·lo siguiente: "En 1977, siendo Teniente de Navío, ·estando destinado en la Escuela de Mecánica, con- dependencia operativa del Primer cuerpo de Ejército, siendo Usted el Co­mandante en ]efe (Jorge Rafael Videla) y en cumplimiento de ór­denes impartidas por el Poder Ejecutivo (Nacional) ·cuya titula­ridad usted ejercía, participé de dos traslados·héreos, el pri­mero con 13 subversivos a bordo de un Skyvan de la Prefectu­ra, y el .otro con 17 terroristas en un Electra de la Aviación Naval. Se les dijo (a las víctimas) que serían evacuados a un penal del sur y por ello debían ser vacunados. Recibieron una primera dosis de anestesia, la que sería reforzada por otra ma­yor en vuelo. Personalmente nunca pude superar el shock que me produjo el cumplimiento de esta orden, pues pese a estar en plena guerra sucia, el método de ejecución del enemigo me pareció poco ético para ser empleado por militares, pero creí que encontraría en usted el oportuno reconocimiento público de su responsabilidad en los hechos" 18• Además Scilingo agrega, entre otras apreciaciones dirigidas a. Videla que "como respuesta ante el tema de los desaparecidos usted dijo: 'hay subversivos vi-· viendo con nombres cambiados, otros murieron en combate y fueron enterrados como NN' y por último no descartó algún exceso de sus subordinados. ¿Dónde me incluyo? ¿Usted cree que esos traslados realizados semanalmente eran producto de excesos inconsultos? Terminemos con el cinismo. Digamos la verdad. Dé a conocer la lista de muertos, pese a que en su momento no asumió la responsabilidad de firmar la ejecución de los mismos ... " 19

. Al no tener ninguna respuesta a esta carta, Adolfo Scílingo confesó estos episodios en un reportaje hecho por el periodista Horacio Verbitsky, reportaje que luego saldría publicado en el libro 'El

13 Carta de Adolfo Scllingo a Jorge Vide!a. En: Horac!o Verbitsky, ~. Buenos Aires, Planeta, 1995. 13 Ibídem.

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Vuelo'. Adolfo Scilingo fue uno de los pocos militares que rompió el 'pacto de silencio' que hicieron las fuerzas armadas para ocultar sus crímenes' .

Otro de los siniestros abusos cometidos por el gobierno militar fue el . robo de niños. Algunos fueron anancados de las casas en el momento del .secuestro de sus padres, y otros fueron robados a sus madres (detenidas en centros clandestinos) en el momento del parto. Estos niños, por lo general,

·eran entregados en adopción a familias vinculadas con la dictadura. En la Parte I se hizo mención de la historia de los mellizos del matrimonio María Tolos a- Enrique Reggiardo, que fueron robados a su madre al nacer y entre­gados al Comisario Miara. También de Florencia Varela son los casos de Rosa Taranta y Silvia Schand, quienes también fueron secuestradas estando embarazadas y al día de hoy nada se sabe sobre el destino de sus hijos/as.

l El 19 de abrí! de 2005 el ex marino Adolfo Sclllngo fue condenado, en Madrid, a 646 años de prisión. Sobre la !,>ase de Jos principios del derecho lnternaclooal, se !rata de la primera sentencia a un represor argentino -ron el acvsadq presente- ante un tribunal extranjero. Se aplicó la jurisdicción universal, ya que no sólo se Investigó la desaparición de ciudadanos españoles sino que, desde España, se juzgó la participación del represor Sc!1ingo en el plan de exterminio de usubversivos", ejecutado por el gobierno militar argentino. Este proceso, que culminó eón la condena a Scil!ngo por los vuelos de la muerte, se !nieló por la denuncia de un fiscal español, Carlos Castresana, luego de que éste hubo visto, en televls!ón, la gran movilización que se hizo en Buenos Aires cuando se cump!fan veinte años del golpe Estado (el24 de marzo de 1996). Después de

. nueve años de un proceso sostenido por la obsUnaclón y el esfuerzo de las vlctlmas y testigos (que debieron viajar_ a España para testimoniar), se llegó a la sentencia, justamente cuando se cumplen 20 años del !nielo del Juicio a las Junlas (22 de abril de 1985). Los ante~dentes á1rectos de esta histórica condena a Adolfo Sci!ingo fueron los juicios contra Alfredo Asüz, en Franela, Y Garlos Gulllermo Suárez Mason, en Italia, aunque estos procesos se llevaron a cabo en ausencia de los represores juzgados, quienes siguieron en libertad hasta que la justicia argentina decidió reabrir las causas. El lribun~l oral que juzgó a Adolfo Scllingo no calificó los hechos lnvestlgados como genocidio. A dHerencia de lo que hizo el juez !Jaltasar Garzón, los definió como 'crfmenes de lesa humanidad', concepto jurfdico más amplio. La fiscal Dolores Delgado pidió 9.138 años de prisión para el acusado, y la Acusación Popular y Particulares solicitó 6.626. Finalmente, Sc!!ingo sólo fue condenado por los 'vuelos de la muerte', un caso de torturas y una privación Ilegal. El abogado Carlos Slepoy recurrirá al fallo, ya que el pedido de condena se fundamentó en los 193 desaparecidos y los 93 casos de torturas registrados en la ESMA durante el tiempo en que

. Adolfo Scilingo estLNo lpw!icado en las actividades represoras del gobierno militar. De todos modos, Ja máxima pena prevista por la legislación española para el cumpllm!ento efectivo es de 30 años. Este cumplimiento electivo, es decir, la permanencia en la cárcel de !os genocldas, es !a única manera de creer en la Justicia y esperar algo de ella. Es el único modo de Juchar contra la Impunidad en todos los ámbitos de la sociedad argentina.

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Un aspecto central a tener en cuenta es la pasividad o la complicidad de la sociedad argentina ante el gobierno núlitar y las atrocidades cometidas. El apoyo a la dictadura fue mayor de lo que la memoria colectiva preferiría recordar. Los almuerzos mensuales de Videla con personalidades muy noto­rias de la política, el deporte y la cultura; los aplausos que siguieron al discur­so del presidente en la ceremonia inaugural del Mundial '78, y la celebrada presencia de la Junta Militar anw1ciada por los locutores en la fmal; el respal­do que, luego del duro informe de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA (1979), el gobierno recibió por parte de 200 cámaras empresarias, de asociaciones civiles y figuras relevantes de los partidos políticos mayorita­rios; son datos que, entre otros, muestran a un gobiemo que no estaba solo, y que recibió gran apoyo de la sociedad civil. En esa sociedad maymitariamente pasiva influyeron varios factores: el miedo, la desinformación, el ocultamien­to, la culpa, la impotencia, el desconocimiento sincero o el 'preferir no sa­ber'. Todo esto, entre otras cosas, fue influyendo en la conciencia de millo­nes de argentinos, quienes también fueron víctimas de la dictadura militar, aunque muchos tarden, o no, en reconocerlo,

Por parte de la Iglesia argentina, es sabido que su jerarquía bendijo cuanto golpe de Estado hubo en nuestro país; el del24 de Marzo de 1976 no fue la excepción.

Antonio Caggiano, primado de la argentina y vicario castrense, había celebrado ya en 1966la instalación de una nueva dictadura militar con un 'Mensaje de Esperanza': "Estamos -sostuvo el 2/7/66- como en una aurora en que gracias a Dios, percibimos todos que el país se encamina de nuevo hacia su grandeza" 20

• Las palabras de Caggiano, breves pero sentidas, fueronretomadas en 1975 por el provicario castrense, Héctor Bonamín, en sus honúlías en pos del perfeccionanúento del alma cristiana: "El Ejército -düo- está expiando las impurezas de nuestro ptús" 21 , para preguntarse seis meses antes del golpe de Estado de

ro El Periodista, sepl!embre 1994. 21 tbfdem.

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Marzo de 1976 si "¿no querría Cristo que algún día las Fuerzas Armadas estén más allá de su función?" 22 • Lo cierto es que las FF.AA. estuvieron más allá de su función: reprimiendo, sembrando el tenor, tmturando, robando recién nacidos y desapareciendo personas, todo con el consentimiento de gran parte de la Iglesia.

Para entender por qué hubo sacerdotes desaparecidos a la vez que au­toridades eclesiásticas cómplices o bendeciooras de esas desapariciones y asesinatos, se debe tener en cuenta que el clero no era ajeno a la cultura política de los años '70. Sus divisiones internas hacen elocuente la posición de cada sector frente a las problemáticas tenenales, ya que la acción pastoral de los obispos difería en virtud de su lectura política de la realidad. Estas tendencias intemas iban desde 'Integristas' y 'Conservadores' a 'Progresis­tas' y 'Moderados'. Los Integristas como Héctory Victorio Bonamín, Anto­nio Plaza o Grascelli, han coincidido con los objetivos del autodenominado 'Proceso de Reorganización Nacional', y se mantuvieron ligados directa­mente con el Régimen. A su vez, bajo el prisma de los Integristas, los milita­res debían tener la posibilidad de una mayor influencia en el seno de la Iglesia. Los religiosos 'Conservadores' al estilo de Juan Carlos Arambmu, Arnaldo Canal e, Raúl Primatesta o Antonio Quarracino, también apoyaban al régi­men militar, aunque se diferenciaban de los Integristas por actuar de manera más rese!'Vada de acuerdo a las circunstancias. Diametralmente opuesta era la posición del minoritario grupo de religiosos católicos 'Progresistas'. Su oposición al régimen militar teJúa profundas raíces sociales más que político­pmtidarias, y hacían de la solidaridad y el compromiso social sus banderas. A este sector pertenecían Jorge Nova k, Miguel Hesayne, Jorge Kemerer, Cmmelo Giaquinta, Jaime de Nevares y los miembros desaparecidos de co­munidades eclesiásticas y religiosas. También formaban parte de estaco­rriente los religiosos palo tinos asesinados por la represión y el recordado Obispo de La Rioja Monseñor Enrique Angelelli.

22 Ibídem.

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El 4 de Julio de 1976 son torturados y asesinados tre~ sacerdotes y dos sem.it¡m·istas de la comunidad palotina de la Iglesia Sm1 Patricio; la CEA (Con­ferencia Episcopal Argentina) reclamó en una única carta a las autoridades militares. Después de esta cmta, firmada por Prima testa, Aramburu y Zazpe, las autoridades eclesiásticas evitaron pronunciamientos o reclamos sobre las desapm·iciones, ya sea de personas pertenecientes a la Iglesia o ajenas a ella, al menos hasta fines de 1979. De este modo pueden apreciarse las ya seña­ladas divisiones internas del clero. "Mientras en Mendoza el arzobispo Santiago Maresma denuncia la 'matanza de inocentes, los se­cuestros, las desapariciones y su secuela de viudas y huélfa­nos', en Bahía Blanca el arzobispo Jorge Mayer aclara que 'la guerrilla subversiva quiere arrebatar la cruz, símbolo de todos los cristianos, para aplastar y dividir a todos los argentinos mediante la hoz y el martillo" 23

• El asesinato del Obispo de La Rioja, Monseñor Enrique Angelelli, ocmTido en Agosto de 1976, no ha sido denun­ciado por la jerarquía de la Iglesia y, aun en tiempos de reape1tura democrá­tica, Juan Cmlos Aramburu declaró que no había sido un crimen, ocultando las razones más profundas del atentado.

Quienes sí encamm·on la resistencia al gobiemo defacto durante los pri­meros m1os fueron, plincipalmente, las orgmlizaciones políticas mmadas, dentro de las cuales las más importantes en número y en acciones realizadas fueron Montoneros y el Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP). La fe en la revo­lución, el coraje y el voluntarismo ciego hicieron que tanto estas, como otras organizaciones, no buscaran replegarse m1te el avm1ce de la represión y con­tinuaran con sus acciones subestimando, en muchos casos, el poder de los militares.

Otro frente de resistencia que se le abría al gobiemo fue el de los orga­nismos de derechos humanos, tanto nacionales como intemacionales, así como los que se comenzaron a formm· como producto de la desaparición de perso-

21 lbfdem.

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nas (por ejemplo, Madres de Plaza de Mayo). Las denuncias de las recu" nentes violaciones a los derechos humanos se fueron multiplicando en todo el mundo por presentaciones de exiliados, y fueron tomando trascendencia a través de la difusión llevada a cabo por algunos periodistas acreditados en Argentina en ocasión de la cobertura del Mundial de Fútbol de1978.

En Octubre de 1980 quedó plasmado el reconocimiento a la incansable lucha por los derechos humanos de Adolfo Pérez Esquive!, a quien se le entregó el Premio Nóbel de la Paz. PérezEsquivel era Coordinador General para Latinoamérica de SERPAJ -seivicio de Paz y Justicia-, una institución no gubemamental vinculada con grupos cristianos tercermtmdistas. Sobre los distintos organismos de derechos humanos que se crearon en oposición a la dictadura militar se volverá en la Pmte IV.

Con todo, para alentar el apoyo a su gestión, el gobiemo militar buscó, durante los años que estuvo en el poder, la manera de presentar 'enemigos nacionales' al pueblo, frente a los cuales era de vital importancia la reacción conjunta y el apoyo masivo al gobierno. Primero fue la 'guerra contra la subversión'; luego la 'guena con Chile' que, aunque no llegara a concretarse, mantuvo en vilo a la sociedad por varios meses; poco tiempo después fue llevada a primer plano la 'campaña antiargentina' que, supuestamente, pro­movían los familiares de desaparecidos, los m·gentinos exiliados, los jugado­res de la selección holandesa de fútbol (quienes se reunieron con las madres de Plaza de Mayo antes de la final del cettamen Mundial Argentina '78) y los inspectores de la OEA; por último, la gran cmzada nacional fue 'la guen·a de Malvinas'. Había una ne~idad por pmte del gobiemo de encontrar conflic­tos que instasen a la sociedad a luchar por objetivos comunes, una forma de lograr apoyo y distraer las mentes, muchas de las cuales estaban bien predis-puestas a hacei·lo. ·

Uno de los acontecimientos de mayor trascendencia, utilizado por el gobierno militar para unir al pueblo y su dirigencia fue, como se ha señalado, el Mundial de Fútbol de 1978. Esta fue una excelente opo¡tunidad para pro­ducir una con~ocatoria que estuviera dada no por cuestiones políticas o de reclamos, sino apelando a la pasión futbolera: 'unidos venceremos' o '25

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millones de m·gentinos jugm-emos el mundial' eran frases utilizadas en las cam­pañas publicitarias a fm de tmir al pueblo tras un objetivo común. Defmitiva­mente, en las publicidades televisivas, radiofónicas y de la prensa gráfic~ se resaltaban los valores de la argentinidad que estaban en juego. La organiza­ción del cettamen futbolístico fue promovida en el ámbito local en sentido chauvinista; es decir, la exaltación del sernacional que desea mostrar al mtm- ' do sus bondades fue un lugar común para la prensa montada por la dictadura militar que detentaba el poder.

Unos días antes del inicio de la Xl° Copa del Mundo de Fútbol se.inau­guró A 78TV (más tarde se llamaría ATC, Argentina Televisora Color). El responsable de la televisora, Coronel (R) Eduardo Barbieri,juntoconel pre­sidente de facto Jorge R. Videla y el Secretario de Información Pública, Contralmirante Rubén Osear Franco, encabezaron el acto de inauguración. En aquella oportunidad, cuando ya los medios no hablaban de otra cosa ~u.e no fuera el Mundial, el citado mm· in o R. O. Franco fue el encargado de dmgrr unas palabras: "A partir de hoy -dijo-, las ondas que surcarán el éter mostrarán al mundo las coloridas imágenes de nuestra Pa­tria, las que se entrelazarán con las provenientes de otros paí­ses, de otras culturas, cual abrazo fraterno, portadoras de nues­tro mensaje de paz, amor y justicia, esas imágenes que, no ten­go dudas, desplazarán definitivamente a aquellas qu.e propaga la subversión intemacional" 24 • Esta fue la receta futbolística que en­contró el gobierno para distraer a la sociedad. También sirvió a este objetivo el Mundial Juvenil de Fútbol jugado en Japón en 1979, que argentina ganó con la presencia de Diego Maradona, quien comenzaba su exitoso paso por la selección.

La Guena de Malvinas fue el postrero intento de legitimación del régi­men militar. U nos días después de una feroz represión contra trabajadores que realizaban una huelga y se manifestaban en la Plaza de Mayo, Y en ese

"Gi!bert, Albert, vrtagliano, Miguel. El poder y la g~rta. La vida, el !Wboly la po!itica en la ArgenUna del Mundial '78. Buenos Afres. Norma. Colección biografías y documentos. 1998. PB.g. 31.

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mismo escenario, se convocó una multitud para apoyar al gobiemo en otra causa de carácter nacional: La ocupación de la Islas Malvinas. Decidida por una dictadura militar ya un tanto debilitada por los resultados económicos y por las denuncias en materia de derechos humanos, fue presentada a los argentinos como una lucha de todos en la que estaba en juego, una vez más, la argentinidad.

En realidad, en la búsqueda de apoyo interno para mantenerse en el poder, los militares argentinos tomaron la vieja causa Malvinas sin hacer una correcta lectura de la situación intemacional. La dictadura militm había inten­tado alinearse con Estados Unidos, olvidando los dci;encuentros con la ad­ministración Cru.ter ( 197 6--1980). Ni siquiera las buenas relaciones con Ronald Reagan, presidente nmteamericru.10 a partir de 1980, impidieron que EE. UU se mantuviera neutral en el conflicto desatado. A menos de un mes de trans­currida la ocupación argentina en el Atlántico Sur, Reagan anunció formal­mente el apoyo de su gobierno a Gran Bretaña. La expectativa de los milita­res argentinos acerca de la neutralidad norteamericana se diluyó antes de lograr rma salida favorable a través de la diplomacia. Por otra pmte, Margare! Tatcher (Primera Ministro de Inglaterra) también apeló a la recuperación de­finitiva del tetTitorio austral en disputa, pru.·a mejorar la imagen de su gobier­no, impopular en el aspecto económico, pero con un poderío annamentístico ampliamente superior al argentino. Para revertir el descontento de los ingle­ses ante sus políticas neoliberales, Tatcher contó con el éxito bélico, que encontró la aprobación de una Europa contraria al régimen argeatino.

El rotundo fracaso de Malvinas y la crisis económica argentina, que se profundizaba, dieron lugar a una oposición general en contra del gobiemo; · pero esta vez la oposición no sería canalizada por una movilización popular, como en el Cordobazo del '69, sino que los principales partidos políticos tomarían en sus manos la tarea de salir de esta crisis política y económica de la manera más cauta posible. La creación de la 'Multipartidaria', integrada por los principales partidos políticos, discutía con el gobiemo su alejamiento del poder y el llamado a elecciones generales. El gran consenso que tuvo el gobierno militar por varios años parecía haberse terminado luego de la de-

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tmta de Malvinas: la sociedad em zó tú . 1

su rechazo hacia el gobier·no n ~ t ' rudamente en algrmos casos, a mostrar , 1ren ras que los . ·

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Ante este clima el p . 'el exp !Cita Y con mayor detenninación. . ' ' test ente, General Reinald B. ·.

el cwnograma electoral, fijando el30 de Octu . o tgnone, dm a conocer que los argentinos volverían a el . . . . bw de 1983 como la fecha en b egu ptestdente Los T ·

ar las futuras averiguaciones sobre los d . mt !tares m tentaron tra-una férrea oposición de parte d l ~aparecidos, algo que provocó l , . e os orgamsmos de d · h ·

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1 p . Jttcos, muchos de los cuales habían

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PARTE III

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FLORENCIO V ARELA

La ciudad cabecera del Partido de Florencia Vare! a se encuentra a 23 Km. al sur de la Capital Federal, a 35 Km. de la Ciudad de La Plata y a 11 Km. de Quilmes. Limita con distritos de gran concentración urbana y coil áreas predominantemente rurales, ocupando el límite sudeste del Área Me­tropolitana lindante con la Ciudad de Buenos Aires.

Cuando el actual tenitmio de F1orencio Vare la pettenecía administrativamente al Pmtido de Quilmes bi\io la denominación "Pueblo de SmiJuan" (reconocido como tal a pmtir delll/02/1873), no era más que una estancia subdividida a través de tmloteo cuyo casco (y plimera vivienda del pueblo) era conocido como 'Casa de Tejas'. La llegada del fen-ocmTil en Octubre de 1884 sacó del aisla­miento al pueblo. "El primer convoy pasa humeante y ruidoso y se detiene en elpequeíio andén de la estación San Juan (desde el19/ 02/1884 denominada Estación Florencia Vareta) ante la mirada curiosa de los vecinos. Al principio dos viajes de ida y otros tantos de vuelta al día, bajo la supervisión de A. J, Raggio, primer jefe de la estación. Tiempo después el incremento de viajeros obliga a aumentar el número de coches, a la vez que los vagones de carga se completan con la riqueza de la zona: cereales, granos y leche de los numerosos tambos de los alrededores" l.

Aprobada la Ley2.391 en ambas Cámaras de la Legislatura bonaeren­se, y promulgada el30 de enero de 1891 por el Gobemador Julio A. Costa, se crea el Municipio de Florencio Varela. El15/0911891 se aprobaron en la Gobemación de laPcia. de Buenos Aires los límites del nuevo mtmicipio, y el

1 linari Graciela, Florencia Vareta, Pueblo Mio, Buenos Aires, 1999, pág 34.

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18/02/1892 se designaron las autoridades municipales, constituyéndose In­tendente Municipal el te!Tateniente Guillermo Davidson.

Durante la primera presidencia de Juan D. Perón, en junio de 1948 "se produjo un hecho muy importante para el futuro del Partido (de Florencia Varela): el Poder Fjecutivo Provincial inició la compra de los campos propiedad de los Davidson, en la zona de La Capilla, para el Instituto Autárquico de Colonización, con la in­tención de instalar en esas tierras 250 chacras. Esto significó el fin de unos de los mayores latifundios de la zona y determinó la población de un sector hasta entonces casi deshabitado del Parti­do, volcando la tierra hacia la producción hortícola y floral. La superficie total abarcó más de 1500 hectáreas y estimaciones oficiales indicaban la presencia en el lugar de colonos italianos, portugueses y japoneses" 2.

El poblamiento de Florencia Varela estuvo marcado por las distintas cotTientes migratorias desde fines del siglo XIX y durante todo el XX. En un principio, los inmigrantes vinieron desde países europeos, principal­mente de Italia, Portugal, España, y Bélgica, y, además, del Japón. Tam­bién desde naciones limítrofes como Bolivia, Chile y Paraguay (estos úl­

·. timos en gran número hacia fines del siglo XX). La radicación, a través de las migraciones intemas, s.e incrementó sensiblemente, durante las prime­ras presidencias de Perón (1946-1955), con las corrientes poblacionales venidas del litoral y del norte de nuestro país, aunque para esa época Florencia Varela seguía teniendo las características de un 'pueblo' de la Provincia de Buenos Aires.

En 1970 el pmtído de Florencia Varela contaba con 98.446 habitan­tes, de los ci1ales 92.492 vivían en la zona urbana 3• Durante esa misma década, y según los datos del Censo Económico de 1974, había en el partido 259 establecimientos industriales, teniendo en cuenta desde pe-

' lbldem. pág 25. \ . . 3 Instituto Nacional de Estadísticas y Censo, Censo nacional de población, familias Y Viviendas, 1970.

134

queñas industrias (con 4 o 5 empleados) hasta las grandes fábricas. Esta presencia !.ndustrial ocupaba a 7.993 trabajadores del sector 4•

Entre los años 1970 y 1980 Florencia Varela vivió un crecimiento de la población del76%, contabilizando, en 1980, 173.452 habitantes; esto lo convirtió en el partido con mayor crecimiento de población en­tre esos años 5. Este crecimiento estuvo acompañado por una precarización de las condiciones sociales y económicas de la población (algo que se daba en todo el país y cuyas causas se expusieron en el apartado anterior), reflejada en los datos de 1980: sólo el12% de las personas de entre 20 y 29 años había terminado la escuela secundaria, 686 personas cursaban estudios Universitarios y el número de trabaja­dores ocupados en el sector industrial había disminuido del8,12% en 1974 al4,36% en 1984 6 •

Los datos mencionados muestran de qué manera se sintió en Florencia Vare! a y cuáles fueron las consecuencias de la política económica llevada adelante por el gobiemo militar.

El 11 de Marzo de 1973, en las elecciones que ganó Héctor Cámpora y que marcaron la vuelta del Partido Justici.alista a la com­petencia electoral, en Varela se dio una división dentro del peronismo. "La Junta Electoral de la provincia, ante la presentación de dos listas por parte del Frente Justicialista de Libera· ción (una encabezada por Luis Calegari y la otra por Juan González) decidió no oficializar ninguna de las dos, por lo cual dicho movimiento político no pudo concurrir en el orden local. Ante dicha situación las autoridades partida­rias decidieron propiciar el voto en blanco para intendente y concejales" 1• Esto permitió que Juan Carlos Fonrouge, candida,

~Instituto Nacional de Estadlslicas y Censo, Censo económico, 1974. 5 Instituto Nacional de Estadfst!cas y Censo, Censo nacional de población, familias y viviendas, 1980. 6 Comparación de datos de Jos Censos de población de 1970 y 1980. 1 El Varelense, diciembre de 1973. Número EspeciaL

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to por Unión Vecinal, ganara la intendencia. El Consejo .Deliberante quedó conformado con 10 concejales de Unión Vecinal, 7 de la U.C.R y 3 del Partido Intransigente. Por otra parte, resultó presidente del Consejo Deliberante Guillermo Perrone, y Secretario Iván Cascardi. Juan Fonrouge fue un intendente atípico en algunos aspectos, ya que era una persona a la que se podía ver caminando por los barrios o sentado en las mesas de los bares, y cuyo comportamiento era el de un vecino más. Aunque, en otros aspectos (los administrativos), tuvo diferentes cuestionamientos a su labor. Es oportuno recordar las pa­labras de Ramona Campodónico cuando relataba las condiciones en que se encontraba el Hospital, la poca acción de Juan Fonrouge y la cercana relación de éste con algunas personas más adictas a los ne­gocios que a la política (véase Parte I). Si bien Fonrouge decide la intervención del Hospital Municipal (Diciembre de 1973), no fue mu-

Diario; De frente, 2110/1973.

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Diario: El Varelense, 14/12/1973.

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Diario: De frente, Octubre /1973

cholo que cambió a partir de esta medida. Muchos vecinos, aunque no cuestionan a Carlos Fonrouge, sí lo hacen a las personas de las que él se rodeó durante su administración. El Partido Justicialista, que no había podido participar en las elecciones de Marzo de 1973, tam­bién cuestionó, desde distintos frentes, la labor del Intendente, puesto que consideraba que no era representante de la voluntad popular, sino que servía a un sector minoritario y conservador.

Con el golpe de Estado de 1976, JuanFonrouge presentó su renuncia al cargo de Intendente Municipal. Se ponían en vigencia el Acta y el Estatuto del gobierno militar (mencionados en la Parte II), y los militares tomaban en sus manos todos los cargos administrativos, prohibiendo la actividad política y sindica). Por un momento se creyó que, al no ser un político peronista, Fonrouge iba a mantener su cargo, pero no fue así. El teniente coronel Muñoz asumió transitoriamente la intendencia hasta el 14 de Junio, momento en que es nombrado el prefecto mayor (R) Adolfo Antonio Hamilton, quien ocupó el cargo hasta el año 1981, cuando fue reemplazado por Osear Mingo te, el último intendente nombrado por los militares, y que se mantendría hasta 1983, año de la reapertura democrática. La intendencia ele Hamilton respondió a los lineamientos del gobierno militar, es decir, Florencia Varela reprodujo los dictados del Proceso\

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Diario: El varefense, 8/6/1976, Primera Página.

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FLORENCIO V ARELA EN LOS AÑOS '70

Sobre la base de la recopilación de datos y de los testimonios de vecinos que vivieron activamente ese período, se sabe que las principales organiza­ciones polfticas que desatToJ!aron actividades en el Pmtido deFlorencio Vare! a durante la década de 1970 fueron: Montoneros, el Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP) y el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML). Es posible que también hubiera otras organizaciones, pero éstas fueron las ele mayorpmticipación.

La agrupación Montoneros se había formado para el año 1970 con jó­venes provenientes de la Tendencia Revolucionaria del Peronismo (TRP), sumados a los que venían del nacionalismo católico del Movimiento Nacio­nalista Revolucionario Tacuara (MNRT). Su estrategia era constmir un movi­miento armado peronista para lograr la toma del poder y el clesarroJ!o del 'socialismo nacional'; su táctica política se basó en la lucha por elretorno de Perón al país (quien permanecía exiliado por los militares argentinos}y, hasta 1973, el enfrentamiento al gobierno militar. En Septiembre de 1975, y luego ele las diferencias con María Estela Martínez de Perón (quien había asumido la Presidencia de la Nación luego de la muerte de su esposo en Julio ele 1974), los Montoneros decidieron pasar a la clandestinidad y alejarse de las estructuras orgánicas del movimiento peronista. La organización de Montoneros abarcaba distintos frentes: las escuelas, las fábricas, las viJ!as, etc. Muchos jóvenes participaban de la organización, aunque no todos esta­ban enrolados en el sector armado (como sí lo estaban los responsables zonales de los distintos frentes).

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El Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP) se crea en el año 1970, luego del 5° Congreso realizado por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PTR), en donde se decide la formación de un 'brazo ar­mado' qne respondiera a la organización. La estructura del ERP estaba bastante jerarquizada y era muy amplia en cuanto a los frentes que cu­bría, tanto urbanos como rurales. El ERP siempre se movió en la clandesti­nidad, ytodos sus integrantes, además de pertenecer al ejército revoluciona­rio, desempeñaban actividades en dis­tintos frentes.

El Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) se creó en el año 1972 corno un desprendimiento de Vanguardia Comunista (VC). La lógi­ca de la organización también obligaba a sus miembros a moverse en la clan­destinidad, tanto en el frente estudian­til como en el fabril. No todos sus inte­grantes formaban parte del frente mili­tar o Frente Popular de Liberación (FPL), algo a lo que se llegaba de acuerdo a las acciones realizadas y por decisión de las autoridades del parti­do.

La acción de Montoneros en Varela se desarrolló principalmente en dos frentes: el gremial y el estudiantil. El frente gremial era manejado por la Juventud de Trabajadores Peronistas (JTP), y el estudiantil por la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). La

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Conflicto eri FJJ.A. •••• 1'"

La .J. P. de Florencio Vareta /dependiente de la l'eglonal . r. ha dado a conocer ·lut: comunicado· re. ferido al confliCto _·planteado en F.I.F.A., su texto es c1· siguiente:

"La .Juventud Peronista ·se S'oli· da riza con los_· compaf'íeros .de la fá.brica FIFA en la.·Iucha quG. es­tán desarrollando ,contra los re. presentant-es de -la patrOnal' y· del capital· impcriaiJiata, que no -.sola· mente S'O llenan. -los · bolsfllos ·a costa del esfuCrzo de JQ.s trabaja, do1'~s argentinos sino ·. Que · tam. bién pretenden usar -la leY .d61 · %· tigo para impedir .quo se' concre­ten sus justos l'eclamos,. ', '

El martel;l -por la mañana el de­legado general de la fábrica·. que se hallaba en tramitaciones gre-. mia'lcs concurrió· a un iector de la misma para· conversar cOn' sus compañeros, ante esto· un super.l visor 1·epresentante 'de la patronal lo agredió. ' · : ·

·como i:e.!!puesta a· lo ·suúdido se convocó a Una asamblea· gene­ral donda se resolvió ~rcnlizal'· .. pa'. ros por turno hasta que fuera se. P!lrado de sus fu!!cio_JJ~S. el, super­VJSot· ag1•esor, · .:•, '••\ · .

La respuesta -·~e- hi pa~ronal eS ·Ja de no separ~rlo:y además asig­narle un, ··premip ·por ,la act~tud tomada, como, también la de no pagar Ia quincena.' y ·aguinaldo có rrespondientes ·al··mes-·de·. diciem­bre, lo que significa'· que los· hoga. res de los compañeros no tendrán pan dulce ni sldt·a ·para ·Jas fies· tus". · · ·.-" · · ... ·· · : ·

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Diario; El Varelense, 28/1211973, pág. 1.

UES desanolló fundamentalmente sus actividades en el Instituto Santa Lucía, mientras que la JTP lo hizo en las prin­cipales fábricas del distrito, como la Peugeot y F.I.F.A.

Algunos alumnos del Instituto San­ta Lucía, pertenecientes a la Juventud Comunista Marxista Leninista Argen­tina Quventud del PCML) formaron, para fines de 1973, un frente llamado Grupo de Resistencia Estudiantil (GRES), que tuvo una importante in­fluencia dentro de Instituto en 1974. El PCML también tenía un frente fabril que desarrollaba actividades en algu­nas de las importantes fábricas de Varela como Alpargatas, Adabor, F.I.F.A, AGFA. .

Es interesante remarcar que los dos fi·entes estudiantiles, tanto la UES corno el GRES, focalizaron su militancia en el Ins.tituto Santa Lucía. Si bien no era fá-

...Juven"tud

Diario: El Varelense, 311711973, pág. 2.

cil contar con la cantidad suficiente de jóvenes como para desarrollar acti-. vidades en los otros colegios de Vare la, esa no puede haber sido la única razón para explicar por qué fue esta escuela, y no las otras, la que prefirie­ron las organizaciones para realizar su trabajo militante. Podría suponerse que, debido al nivel intelectual y socioeconórnico de los alumnos que asis­tían, se hicieran posibles la comprensión y el debate y, por otra parte, las condiciones económicas facilitaran la .labor y el tiempo dedicado a la militancia.

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Diario: El Varelense, 14/8/1974, pág. 8.

Los trabajos en el frente estudiantil tenían, entre otros obj~tiv?s, lograrla incorporación de jóvenes a la estructura de las orgamz~c~o~ nes en las que paulatinamente se podía ir ascendiendo en vntu e

, . 1 capacidad adquiriendo nuevas responsab!hdades. compromiso Y a ' . 1 ·f Las tareas iniciales iban desde la lectura de distmtos textos a a pm 1-

ci ación en algunas actividades y el diálogo co.~ otros alumnos, pma g!lerar un efecto multiplicador en la incorporacwn de mlhtan~es.?~­de ya que esta labor estaba facilitada por la gran pred!spos!c!on de l . óvenes a participar y a comprometerse. La política era pmte e l~sc~tidiano todos tenían una postura política, discutían, se formaban y participab,an, y los pocos que no lo hacían tenían, también, una ac-

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titucl política (negativa) muy fuerte como para mantenerse al margen ele algo que era parte ele la cultura ele los años '70.

Tanto la UES como el GRES realizaban actividades independientes entre sí, las que respondían, en muchos casos, a las directivas ele los respectivos responsables. En el caso del GRES, los responsables eran alumnos del Santa Lucía (algo que era ignorado por muchos, ya que su tarea era clandestina), y en el caso ele la UES, la mayoría ele los respon­sables que pasaron por Varela no eran alumnos ele! Santa Lucía y, en algunos casos, tampoco eran vecinos ele Varela, sino que venían ele otras ciuclacles, como Avellaneda o La Plata. El GRES se ocupaba particular­mente ele los derechos ele los estudiantes, o ele la elaboración ele los pla­nes ele estudio. La mayoría ele sus integrantes desconocía la vinculación que la organización estudiantil tenía con el PCML, actuaba ele acuerdo a sus inquietudes y, en función ele! grado ele compromiso clemostraclo, al­gunos ele ellos eran incorporados a la juventud del partido.

Al igual que en el resto ele la socieclacl, dentro del gmpo ele profeso­res ele! Santa Lucía había distintas tendencias políticas. Pocos docentes son recordados por haber sido formadores ele una postura ele cambio, y son mencionados por sus ex alumnos como los que tuvieron una influen­cia positiva. Algunos ele los que integran este grupo son la profesora ele Historia Alicia Y rigoyen, el profesor ele Física Norberto Álvarez y, prin­cipalmente, el profesor ele Religión, el sacerdote Joaquín Carregal, quien tenía una postura tercermundista y facilitaba un espacio en una Iglesia ele Avellaneda para realizar reuniones ele fuclole política.

Otro ele los profesores que es recorclaclo, pero en este caso por su postura reaccionaria, es el sacerdote ele apellido Tamburu, quien se desempeñaba como profesor cle.Religión en4° y 5° años. Este religioso tenía un trato muy autoritario con los alumnos, a punto tal ele sacar a una alumna ele la clase, quien había sido mamá, acu­sándola ele sacrílega. Esta y otras actitudes similares hicieron que los alumnos comenzaran una lucha interna para lograr el desplaza-. miento ele este profesor. El conflicto se profundizó cuando Tamburu

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expulsa de la clase a Horacio Gushiken, y el director, Tino Rodríguez, expulsa, finalmente, al alumno de la escuela. A partir de ahí, muchos de los compañeros de Horacio deciden no entrar a clase mientras Tamburu siguiera siendo parte de la institución. Se realiza un petitorio que es entregado a Tino Rodríguez y en el cual se pide, entre otras cosas, el alejamiento de Tamburu del estable­cimiento y la inmediata reincorporación de I-Ioracio Gushiken. Rodríguez, que apoyaba a este profesor y era contrario a toda ac­tividad política y contestataria de los alumnos, terminó cediendo, aunque buscó la manera de no hacer de esto un triunfo de los alum­nos. Es así que el sacerdote Tamburu dio una clase más y se fue, pero también dejaron el Instituto, por decisión del Director, otros profesores. Tiempo antes había sido apartado el sacerdote Joa­quín Carregal por su postura tercermundista, cosa que irritaba pro­fundamente a Tino Rodríguez.

Algunos de los alumnos que integraban la UES también participa­ban de las reuniones y actividades de la Juventud Peronista (JP), que tenía su local en la calle San Juan, entre España y San Martín. Ahí se contactaban con otros militantes, algunos de los cuales, como Fran­cisco Bartucci (el gordo Pancho), militaban en la Juventud de Traba­jadores Peronistas (JTP) y tenían una actividad volcada al mundo sin­dical de las grandes fábricas de la zona.

Luego de las diferencias entre el gobierno de Isabelita (definitiva­mente influenciada por López Rega y la Triple A) y Montoneros, és­tos deciden, como ya se ha señalado, pasar a la clandestinidad (sep­tiembre de 1975). En Varela, la JP abandonó el local de la calle San Juan, y las reuniones comenzaron a tener lugar en el bar 'La Cande­la', sobre la calle Monteagudo, a pocos metros de la estación de tre­nes. Lugar de encuentro no sólo para los sectores peronistas sino tam­bién para otras agrupaciones políticas.

En V arel a, para esa época, también se produjo una división den­tro de la JP: algunos de sus integrantes, pertenecientes al sector de

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intelectuales menos comprometidos con la lucha política y más cerca­nos al gobierno, se incorporan a las filas de la Juventud Peronista de la República Argentina (JPRA) o 'jota perra', como era llamada despectivamente por la facción peronista más combativa.

Los sectores peronistas, además del frente estudiantil y del obre­ro, llevaban adelante actividades en los barrios periféricos que se fue­ron formando en Florencio Vare! a (ya se ha mencionado que la pobla­ción de Varela creció significativamente entre 1970 y 1980). Una de las campañas recordada por sus integrantes es la recolección de ju­guetes para el día del niño (1974). Los juguetes fueron entregados en la Escuela N° 15 (actual EGB N° 15), ubicada en Villa del Plata. Esta actividad fue impulsada bajo el lema 'Los únicos privilegiados son los niños' y se denominó 'Operativo General Perón de Solidaridad Po­pular'; se llevó a cabo a partir de la inquietud social de los estudian­tes secundarios enrolados en la UES, y era una forma directa de par­ticipación y compromiso, tanto como la lucha por el boleto escolar, o la creación del centro de estudiantes en el Santa Lucía.

Diario: El Varelense, 14/8/1974, pág. 2.

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En 1974, un grupo de alumnos, apadrinado por Tino Rodríguez, formó el 'Club Colegial', con el propósito de evitar la expansión e influencia de alumnos que tenían una postura contestataria. Al año siguiente (1975) se logró, a pesar de la oposición de Tino Rodríguez, la creación del Centro de Estudiantes en el Instituto Santa Lucía. Si bien esto era un logro de los estudiantes radicalizados, nuevamente las autoridades del establecimiento intentaron que esta acción no fuera aprovechada políticamente por ellos. Es por eso que se formó una lista con alumnos fieles al estilo Rodríguez. El objetivo era im­pedir que el Centro de Estudiantes fuera ganado por aquellos alum­nos con inquietudes de cambio; dicho de otra manera, se intentaba mantener el 'statu quo' institucional. En las elecciones triunfó la lista que impulsó Tino Rodríguez, aunque de todos modos el Centro ten­dría muy poca vida, ya que a partir del Golpe de Estado de 1976, tanto ésta como todas las demás actividades políticas quedarían pro­hibidas.

Ya durante el año 1975las actividades políticas estaban condicionadas, debido al riesgo que acaneaban. El paso a la clandestinidad de Montoneros, y las persecuciones y asesinatos llevados a cabo por la Triple A, fueron des-. plegando cierto grado de temm: Muchos militantes peronistas quedaron ex­puestos porque eran bastante conocidos en Florencia Varela, y ya no tenían la posibilidad de ocultarse o moverse dentro de la clandestinidad. Distinto fue el caso de los que militaban en el PCML, ya que al ser tma organización que siempre se movió en la clandestinidad y con los mayores recaudos, estuvo más cubierta en este aspecto.

A pattir del golpe, la mayor parte de los que habían integrado el frente estudiantil del PCML en Florencia Varela fueron enviados por el partido a trabajar y a desplegar su acción militante dentro del frente fabril. La mayoría de sus núlitantes abandonaron Varela y comenzaron a des mm llar actividades políticas en otros lugares de la provincia de Buenos Aires. No fue igual el caso de los militantes de Montoneros que permanecieron en el Distrito, mu­chos de los cuales fueron secuestrados por los 'grupos de tareas' en sus

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domicilbio~ o en las calles varelenses --esto último especificado en la Pmte I de este tra aJo.

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1nso al poder de la junta militar se hizo notar rápidamente a

es ca a oca Como parte de 1 1' · ' · d . t d . · . · a po Itt.ca economtca implementada por la

tc a m a, en Juho de 1977 se llev' b ·· . d 1 . 1 . . o a ca o, entre otras medtdas, el cierre

e ~ama provmctal del fetTOCatTil Belgrano, que unía La Plata y Avellaneda hacte~do esca!a en la estación Ingeniero Allan (en las instalaciones de a uell~ estac!On funciOna actualmente la Comisaría 6ta de Vare la)· al m· qt. po en ¡ ¡ · · , tsmo tem­H ' . e P ano mumctpal, se disponía el m·ancelamiento de los servicios del

OSllltal Mumctpal. Los objetivos económicos de la dictadura también ll -gaban a Varela. e

Dlar~: El Varelense, 3117/1977, pág. 1.

Estas medidas del gobie. d f . . , mo e acto no encontraron una decidida opostcton en los medios locales de prensa. sólo el dt'a¡·¡'o 'El V 1 ,

··t' b ' 'd · ' are ense cn tea a tum amente al Intendente Hamilton En gener·al 1 d' . 1

1 ( d . · · , os tan os o-ca es m ante el gobterno militar se publicaban los periódicos 'El

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Diario: El Varelense, 31/7/1977, pág. 7.

Varelense', 'El Vecinal' y 'Mi Ciudad') adoptaron una postura menos crítica, poblándose sus páginas de notas de corte social, prevaleciendo los agasajos y los festejos por los quince años de las niñas de las desta­cadas familias varelenses por sobre los atropellos cometidos hacia la ya numerosa población de la periferia. A lo sumo se publicaban artículos que referían algunos problemas que el municipio podía resolver inmedia­tamente -como reclamos por las tasas tributarias, la recolección deba­sura o el deficiente alumbrado público-, apelando más a la 'comunica-

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ción civilizada' de los ciudadanos con el Intendenteque a una crítica di­recta hacia la gestión de gobiemo. Fue notable la predisposición de estos diarios a abandonar, a partir de 1976, sus notas políticas e ideológicas, · ganando espacio las sociales y, en su mayoría, de carácter inofensivo.

Diario: El Varelense, 4/6/1979, pág. 1.

Una de las impmtantes fábricas del distrito era laPeugeot. Para 1976, la fábrica contaba con una planta permanente de alrededor de 5000 obreros. Era un impmtante polo industrial al que acudían trabajadores procedentes de las localidades que unía el Fen·ocarril General Roca: Quilmes, Don Bosco, La Plata, Lanús, Lomas de Zamora, etc. En tiempos de la Triple A hubo secuestros de obreros de la fábrica, los que luego aparecieron. Por lo gene­ral, los activistas eran marcados, y fueron 'los que se tuvieron que ir'. Existía una especie de pacto implícito entre el Estado, la empresa y la cúpula sindi­cal, sellado a partir de cierta coincidencia de intereses. La protección estatal a las automotrices de capital extranjero, y la persecución ideológica de la

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conducción del S MATA para no ceder espacios de poder, confluían en la necesidad de apartar de la empresa a los activistas 'subversivos'. Luego del Golpe de Estado del '76, "la mayoría de los dirigentes sindicales, a nivel interno arreglaron con la empresa y se fueron, la mayona, y cuando intervinieron los gremios muchos directivos a nivel nacional se quedaron asesorando a los interventores, que la mayoría eran coroneles. Inclusive yo llegué a preguntar~es, a algunos que hoy todavía son directivos, algunos que estan en algunas delegaciones de zona norte: ¿cuál es el papel que uste­des juegan ahí en la intervención militar? 'Y. .. estamos tratando de salvar lo poco que queda del Gremio' (respondieron). Fue­ron colaboracionistas. Los dirigentes realmente combativos del p J (Partido ]usticialista) han desaparecido, muchos han des­aparecido. En Luz y fuerza,. Smith ... muchos dirigentes ~e. base delP J han desaparecido" 8• La burocracia sindical no podía penmlir que, en una fábrica donde trabajaban 5000 operarios, éstos estuvieran influenciados, atmque fuese mínimamente, por las agrupaciones de izq~ierda. Por eso el ingreso a la Peugeot de técnicos egresados de las escuelas m~us­triales (Escuelas Nacionales de Educación Técnica) era considerado un nes­go por la cúpula sindical, ya que estos jóvenes, en su mayoría, estaban for­mados políticamente en tma ideología contestatana, más cercana a la lucha Y a las necesidades obreras que a los pactos con los representantes de la em­presa. También eran wm preocupación, para qu~enes manejaban el S MATA, las comisiones intemas y las filtt·aciones de algun obrero con mdependencm de criterio en las negociaciones paritarias.

Los conflictos en la fábrica pe1mitían, a los empresarios y a la conduc­ción gremial, obtener infmmación de primera mano de la posición política de cada obrero. Es por ello que, muchas veces, los conflictos eran generados por la propia empresa, para luego confeccionar listas d~ posi~les des.pi~os Y empezar, de este modo; un seguimiento personal, el que mclma la rev1smn de

a Entrevista de !os autores a Norberto· Bertassio.

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los legf\jos Y el 'apriete' a activistas y a aquellos con un alto índice de ausentismo. Si bien en cuanto al salario de bolsillo la Peugeot se encontt·aba entre las fábricas que mejor pagaba -de un 30 a un 40% más que la industria metalúrgica-, las condiciones reales de trabajo distaban de ser. buenas. "las condiciones de trabajo -apunta Bertassio- más que nada fueron empeorando, esto lo digo porque en las reuniones que teníamos con los delegados, una de las quejas permanentes era del sector de la línea de montaje (que planteaban que) había un sistema que ~ce/eraban la línea de montaje, más rápido, y yo que no traba¡aba (en ese sector) y desconocía la línea de montaje, en un momento les planteé en una reunión con la presencia de la co­misión interna -y yo planteaba un poco medio queriendo ser práctico-, les decía que si ellos consideraban que la línea de montaje estaba acelerada que dejaran que se vayan los autos,

0 sea, que se fueran los autos incompletos, porque la empresa aceleraba la línea, eso obligaba a los compaííeros a tener una actividad mayor. Si antes armaban 75 autos por tumo si podían le aceleraban la línea para sacar 77 ... " 9. Otro de los re;ursos de la empresa para bajar el costo de la producción (sin modificar el salario de los obreros) era el ajuste del 'tiempo de maquinado' .La coordinación del tiem­~o de op~ratividad de las máquinas que utilizaban los obreros, hacía que estos deb1eran maneJar dos al mismo tiempo. Además, la maquinaria no era de última generación, por lo que se apelaba, en muchos casos, al ingenio y a la capac1dad del operano. En general, el bajo costo de producción podía mantenerse SI se sobrecargaba al obrero en su tarea. ·

A partir del Golpe de Estado de 1976,.varios operarios que habían sido 'marcados', ya por la empresa, ya por la burocracia sindical, debieron irse de la fábrica; los que decidieron quedarse, en cambio, fueron detenidos y desaparecidos, o sufneron persecuciones que los ob!igm·on no sólo irse de la

9 1bídem.

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fábrica sino a alejarse de la zona, ya que sus casas fueron allanadas por los grupos de tareas. De esta manera, la Peugeot se convirtió en otro foco de persecuciones y secuestros en el partido de Florencio Varela, y un ejemplo claro de cómo accionaba el tenorismo de Estado sobre el sector obrero.

Al calor de las complicidades y el egoísmo de un puñado de 'conectos vecinos', se empezó a desplegar la represión hacia los sectores politizados, que fueron víctimas de los secuestros y las desapariciones. Tal es la suerte que con·ieron algunos de los estudiantes del GRES (los que pasaron a militar en las filas del PCML), militantes Montoneros y del ERP, como así también los vecinos que, sin estar enrolados en ninguna organización partidaria, tenían tmfuerte compromiso político. De este modo, finalmente, se instaló el miedo y su consecuente paralización y desintegración político-social. Por ello es lícito hablar, también en Florencio Varela, de una dictadura cívico-militar, ya que no fue en soledad que los militares y las demás fuerzas de seguridad llevaron adelante el genocidio, sino que tuvieron un franco apoyo de sectores civiles, tanto en la delación como en la complicidad y en la colaboración directa.

En Varela es sabido que muchos vecinos, tanto comerciantes como per­sonas influyentes en la política y en la educación, mantenían encuentros con el General Vide! a. Estas visitas, que denotaban gran amistad y camaradería, continuaron luego de 1983. Más aún, cuando Videla se encontraba preso en la cárcel de Magdalena (luego de ser condenado en el juicio a las Juntas), salieron micros desde Varela con 'vecinos importantes' que iban a visitar a su líder como una muestra más de fidelidad y apoyo.

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CENTURIONES NEGROS

Desde las miles de tumbas que también les negaron, exigen justicia.

Centuriones negros, asesinos con excusas De Dios, Patria y Tradición

Andan entre nosotros libres y encadenados a nuestra memoria, a nuestro dolor.

José Agustín Sánchez.

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PARTE IV

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Cuando ellO de Diciembre de 1983 Raúl Alfonsín (UCR) asumió la Presidencia de la Nación, se daba por finalizado el gobiemo defacto. Pero esto no significaba que se habían terminado los problemas en nuestro país; por el contrario, quedaba un difícil camino, y el nuevo gobiemo tendría que dar respuestas a preguntas tales como: ¿dónde estaban los miles de desapa­recidos que había dejado la dictadura? ¿Qué iba a pasar con los responsa­bles de ese genocidio? ¿Cómo se iba a recuperar nuestro país del hundimien­to económico en el que estaba sumido ? ¿De qué manera se iba a hacer política después de que los militares habían hecho de ella algo prohibido y peligroso? Estos eran algunos de los desafíos que tenía el nuevo gobierno democrático; a la luz de sus resultados, fue muy poco lo que pudo hacer.

Con el objetivo de intervenir activamente en el esclarecimiento de los hechos relacionados con la desaparición de las personas, averiguar su desti­no o paradero, como así también toda circunstancia relacionada con su loca­lización, el gobierno, además de recibir las denuncias y las pruebas sobre esos hechos y remitirlos a la justicia, creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), por medio de!Decreto 187 del15 de Diciembre de 1983.

Los máximos responsables del genocidio fueron llevados a juicio. Fueron juzgados los altos mandos militares: Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Orlando Ramón Agosti, Roberto Eduardo Viola, Ar­mando Lambruschini, Leopoldo Fortunato Galtieri, Ornar Rubens Graffigna, Jorge Isaac Ana ya y Basilio Lami Dozo. En lo que se llamó 'El Juicio a las Juntas', que comenzó en Abril y finalizó en Diciembre de 1985, declararon cientos de ex detenidos-desaparecidos, testigos de los

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secuestros y los propios militares acusados. Estos últimos respondieron con soberbio cinismo, desligándose de toda responsabilidad o negando los hechos que ya habían tomado conocimiento público y que no se po­dían seguir ocultando. Uno de los responsables, Emilio Massera, reivin­dicó la labor de las Fuerzas Armadas, arguyendo que habían realizado una guerra contra la subversión, que la habían ganado y que algún día la historia se los iba a reconocer. En su alegato final dijo: "No he venido a defenderme, nadie tiene que defenderse por haber ganado una guerra justa. Y la guerra contra el terrorismo fue una guerra justa. Sin embargo .yo estoy aquí procesado porque ganamos una guerra justa. Si la hubieramos perdido no esta­ríamos aca -ni ustedes ni nosotros-, porque hace tiempo que los altos jueces de esta Cámam habrían sido sustituidos por turbulento's. tribunales del pueblo y una Argentina feroz e irreconciliable hubiera sustituido a la vieja Patria. Pero aquí estamos. Porque ganamos la guerra de las armas y perdimos la guerra psicológica. Quizá por deformación profesional es­tábamos absortos en la lucha armada; y estábamos convenci­dos de que defendíamos a la Nación y estábamos convenci­dos y sentíamos que nuestros compatriotas no sólo nos apo­yaban. Más aún, nos incitaban a vencer porque iba a ser un triunfo de todos" '·

Esta justificación del accionar del gobierno militar es posterior a los delitos cometidos; es decir, en el Estatuto que traza los objetivos del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, así como en los demás documentos emitidos por la junta de comandantes al usurpar el poder, no se menciona que nuestro país se encontraba en una guerra o que hubiese emprendido acciones bélicas, ya sea en términos de guerra no declarada o guerra sucia. Esto es así porque tal guerra no existió en

1 La Nación, 4 de Octubre de 1985.

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los términos en los que la quisieron presentar posteriormente los milita­res al ser juzgados. Al respecto, Julio Strassera, fiscal del juicio a ]as J_untas, se preguntaba, en su alegato final: "¿Qué clase de guerra es est~ en la que no aparecen documentadas las distintas ope­racr~nes, que carece de partes de batalla, de lisias de bajas p~·opws Y enemigas; de nóminas de heridos; que no hay pri­sroneros como consecuencia de ningún combate, y en la que se ignoran las unidades que tomaron parte .. ? ¿Qué cla­se de .guerra es ésta en donde los enfrentamientos resultan simulados, y en la que en todos los combates las bajas sólo hallaron en. su camino a los enemigos de las fuerzas legales, que no tuVIeron una sola baja? Porque resulta extraíio se-- . . ' nares JUeces, que una banda de subversivos militarmente organizados, que contaba con armas modernas, no cause a las ~ropas represoras ni siquiera un herido, mientras todos sus. r~rtegrantes mueren. Las únicas muertes que pueden con­tabrlrzarse en las fuerzas del orden en su gran mayoría, fue­ron con~ecuencias. ~e los atentados criminales ( ... ) ¿Se pue­de consrderar aceran de guerra el secuestro en horas de la madrugada, por bandas anónimas, de ciudadanos inermes? Y aun suponiendo que algunos o gran parte de los así cap­turados fuesen reales enemigos, ¿es una acción de guerra t~rturarlos y matarlos. cuando no podían oponer resisten· era? ... ¿Es una acción de guerra ocupar las casas y mante­ner a los parientes de los buscados como rehenes? ·Son objetivos militares los niíios recién nacidos? ¿Se puede ~qui­parar el saqueo del ajuar de una casa con la incautación. del parque de artillería enemigo? ( ... )" 2.

. El tribunal ~residido por el Dr. Andrés Dalessio condenó a Jorge R. V1dela Y a EmiliO Mas sera a prisión perpetua; a Roberto Viola a 17 años

2 Alegato del Dr. Julio Strassera, Juicio a las Juntas, diciembre de 1985.

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de prisión; a Armando Lambruschini a 8 años y a Orlando R. Agosti a 3 años y 9 meses. Los demás integrantes de las Juntas no fueron condena­dos por considerarse que no existían las pruebas necesarias. Este vere­dicto difiere sensiblemente de las penas solicitadas por la fiscalía, que había pedido reclusión perpetua para Jorge Videla, Emilio Massera, Orlando Agosti, Roberto Viola y Armando Lambruschini; prisión de 15 años para Leopoldo Galtieri y Ornar Graffigna, de 12 para Jorge Ana ya y de 10 para Basilio Lami Dozo.

En este juicio se juzgó a los máximos responsables del genocidio, pero no así a los que habían participado en los 'grupos de tareas' y en los 'cen­tros clandestinos de detención', o a los tantos subordinados que habían cometido aberrantes actos contra la ciudadanía. Los represores de menor rango comenzaron a ser juzgados a partir de las presentaciones que los organismos de derechos humanos y los familiares iban acercando a los juzgados. La ola de denuncias contra un número importante de militares comenzó a generar malestar en el ámbito castrense. Las Fuerzas Armadas hicieron sentir su presión al poder político con la intención de que éste frenara los embates judiciales; entonces, el alfonsinismo decidió mandar al Congreso un proyecto dé ley para que se fijase un límite a aquellas presen­taciones judiciales de los organismos de Derechos Humanos, familiares de las víctimas de la represión y testigos del genocidio.

La ley de Punto Final (Ley 23 .492), promulgada e124 de Diciem­bre de 1986,tuvo como objetivo dejar sin efecto las acciones penales que hubieran podido realizarse contra toda persona por su presunta par­ticipación en los delitos cometidos por las fuerzas represivas. Esta impo­sibilidad de juzgamiento incluía a todos los represores, sin importar su grado o jerarquía. Sólo quedaban exceptuados de tal beneficio aquellos que hubiesen sido declarados en rebeldía o estuviesen prófugos, y quie­nes cargasen con una orden de citación para prestar declaración indaga­toria dentro de los 60 días posteriores a la promulgación de la ley. De esta manera, se ponía un límite de tiempo para que se pudiera juzgar a los militares y/o civiles que habían participado en la represión ilegal; los que

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no fueran denunciados en el plazo estipulado quedarían exentos de ser juzgados. Esto generó que gran cantidad de demandantes se acercase a los juzgados con la intención de abrir causas, presentando pruebas y tes­timonios contra los represores, antes de que venciera el plazo impuesto por la ley de Punto Final.

A raíz de la importante cantidad de denuncias recibidas en ese lap­so, más de 300 oficiales quedaron involucrados y comenzaron a ser citados por la Justicia. Los militares veían con temor el avance del poder político sobre las Fuerzas Armadas; por ello, un levantamiento militar presionó al presidente Raúl Alfonsín para que resolviera definiti­vamente la cuestión de los militares acusados por su accionar en el go­bierno defacto.

"En 1987 ya la claudicación del alfonsinismo es eviden­te en el terreno económico. Ella se acompf{ña, ahora, en el plano militar, con motivo del alzamiento de un grupo de oficiales en Campo de Mayo, durante la Semana Santa, de mediados de Abril. El mensaje de. Alfonsín -"Felices Pas­cuas ... La casa está en orden"-, ante una Plaza de Mayo que aún alberga la esperanza, desnuda su negativa a movi­lizar al pueblo" 3• Las presiones de los militares encontraron .un go­bierno dispuesto a ceder en estas cuestiones, favoreciendo a los genocidas. Finalmente, el gobierno radical envía al parlamento un pro­yecto de ley que sería aprobado el 8 de Junio de 1987: la ley de Obe­diencia Debida (Ley 23.521); fue un triunfo de los militares y una derrota del poder político, que todavía se sentía subordinado al poder de las armas. Su aplicación fue 'de oficio', es decir, alcanzó a todas las causas pendientes, sin discriminar su estado procesal.

Lo cierto es que el gobierno de Alfonsín, con el apoyo de lama­yoría de los Diputados y Senadores, prefirió perdonar y eximir de

3 Ga!asso, Norberto, De la banca Baring al FMf, Buenos Aires, Colihue, 2003, pág. 271.

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toda pena a los asesinos, en pos de la paz social. En verdad, lo que consiguieron fue la continuidad de un sistema de impunidad e injusti­cia que se profundizó con el correr de los años. (Es oportuno mencio­nar que Fernando de la Rua, quien votó a favor de esa Ley, años más tarde, en ejercicio de la presidencia de la N ación, se horrorizaba por la violencia de los marginales y exigía endurecer las penas para los delincuentes; más aun, en el momento de su caída, la represión que intentó evitarla asesinó a más de veinte manifestantes).

Y cuando parecía que estaba todo dicho en materia de impuni­dadhacia los genocidas, llegó Carlos Menem con sus indultos.

Quien había asumido el gobierno emulando a Facundo Quiroga, terminó siendo Rivadavia, Mitre y Roca a un tiempo. Supo, al igual que los militares, hacer que gran parte de la sociedad hiciera la 'vis­ta gorda' a todos sus aberrantes actos de gobierno. Sólo bastaba la ilusión del peso 1 a 1 con el dólar, para asegurar la patética compli­cidad de una sociedad que hipotecaba al país y al futuro con viajes a Europa, artículos importados, celulares, créditos 'baratos', pri­mer mundo y otros tantos espejitos de colores. Menem profundizó el modelo económico inaugurado por los militares y Martínez de Hoz, llevó al Ministerio de Economía a Domingo Ca vallo, (quien había sido presidente del Banco Central durante la dictadura), y terminó la labor comenzada en Marzo de 1976. Privatizaciones, entrega del patrimonio nacional, deuda externa a límites insospechados*, au­mento de la desigualdad social (la más alta de nuestra historia), obs­cena corrupción y ostentación de la misma, ricos cada vez más ri­cos, pobres cada vez más pobres, desindustrialización, abandono de toda ayuda estatal a los excluidos, y tantas otras degeneraciones que gran parte de la sociedad prefiere olvidar, porque la complici­dad fue tanto o mayor que con el gobierno militar.

'la Deuda externa era para 1976 de 9.700millones de dólares; para 1983 de 45.100 millones de dólares y para 1999 {fin del gobierno de Menen) de 147.000 mlllones de dólares.

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Los Decretos de Indulto u e . . tubre de 1989 (D 'q e arios Menem fmnó el 7 de Oc

ecretos 1.002 1 oo3 1 · -Diciembre de 1990 (Decret 2'74.1 ' .004 y 1.005) y el 30 de ' 1 os . 2 742 y 2 743) crrcu o de impunidad que h b, ' · · , completan el

to Final y Obediencia Deb'da rapn empezado a trazar las Léyes de Pun-. 1 a. or medro de los .· mdulto quedaron en libertad 1 T . pumeros decretos de por dichas leyes Ad. erna's f os m~ rtares que no fueron beneficiados

, · · ' , ueron mdultado 1· ·1· . ·· · bran levantado en contra del obierno s o: mr !tares. que se ha-de 1987, Monte Caseros (ta gb., de Alfonsm en la semana santa Entre otros Aldo R' M mh ren en 1987) Y Villa Martelli en 1988

' rco, o amed s · Id, · · Prefectura Naval y de Intel· . eme l1l Y todo el personal de . rgencra que había ¡ b . d

!rones contra el gobier·rro co t't . co a ora o en las rebe-ns 1 ucronal Tod ¡¡ mente los beneficios que lo . d 1 · os e os tomaron alegre-

s l1l u tos les prodrg b H que en nada modificaron sus . . a an. uelga aclarar COUVICC!OUeS las · mayor genocidio de la hr'stor·· . ' mrsmas que llevaron al ' ra argentma Er · arrepentimiento por lo hech d . · . rmnguno de los casos hubo

. o urante la drctadu · ·1· · tamrentos carapintadas La 6 . d . ra mr ttar y los levan-

' · n mma e mdultad 1 · de decretos (1989) alcanzó t b" os en a pnmera tanda de subversión que para laJ·l'Isatm. ref~· a algunos ciudadanos acusados·

d rcra rguraban com . 'f .

os, excarcelados condenad d . 0 pro ugos, detem-' os o esaparecrdo guayos que pertenecían al e·,. . d s, Y a represores uru-

. . Jet cito e su país. · . Los decretos fumados por el president .

gmeron deiareulibertad a los , . e Carlos Menem en 1990 cousi-, maxnnos responsabl d ¡ ·

de los cuales habían sr'do e d d es e a dtctadura, muchos on ena os por ¡ J · · Jorge Rafael Videla Em'l' Ed d e mero a las Juntas de 1985:

• 110 um oMasser o ·J d R , bertoEduar·doViolayArmandoLa b h' a.'.

1 ano amonAgosti,Ro-

la Provincia de Bu en os Aires J ~ ru:c mr, Y los CXJefes de la Policía de Riccheri. . uan amon Alberto Camps Y Ovidio Pablo

Estos decretos provocaron el repudio de . . . los organismos defensor·es de 1 d h una parte de la población y de

os erec os huma 1 !ante una masiva movilizaciórr a PI d nos, os que llevaron ade-d

aza e Mayo Par·al 1 ¡ e la Iglesia representados por el A . b. · e amente, os sectores.

tzo rspo de Buenos Aires, Monseñor

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Antonio QuaJ.Tacino, y de los formadores de opinión pública que respondía a los dictados del poder (Bernardo Neustadty Mariano Grondona, entre otros), elogiaron estas medidas, tendientes, según ellos, a pacificar al país.

Diario: El Varelense, 25/8/1975, pág. 8.

Es evidente que no fue posible una verdadera reconciliación social mediante la imposición del perdón. La paz se logra a partir de !ajusticia y el arrepentimiento público de los responsables; pues bien: ambas cosas · fueron las grandes ausentes de los gobiernos democráticos que siguieron al proceso militar.

La impunidad con la que el poder político premió a los militares no es el único dato negativo de la actualidad. Hay otros aspectos, que no han sido modificados durante estos años de 'democracia', que son efec­tos residuales que quedaron instalados en la sociedad y que, en cierto sentido, marcan el triunfo definitivo del modelo que se impuso. El histo­riador chileno Manuel Garretón habla de 'enclaves o residuos autorita­rios" • q,ue todavía persisten. Por un lado, tenemos instituciones, leyes y

·· Sobre el tema ver: Garretón, Manuel. Hacia una nueva polftlca. Estudio sobre las democratizaciones. Fondo de Cu!lura Económica. Santiago de Chiles. 1995.

1

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reglamentos que no se modificaron (la Ley de Rad.iodifusión que tiene vigencia actualmente es la misma de la Dictadura, al igual que la ley de Entidades Financieras); por otro lado, hay actores autoritarios, sobre todo en las Fuerzas Armadas, la Policía o importantes sectores de la Iglesia, que muchas veces siguen operando con la impunidad heredada del go­bierno militar. La violación de los Derechos Humanos, que se combina con las prácticas de los actores autoritarios, lejos de desaparecer, se ha instalado en la sociedad.

En definitiva, la fría actitud ante la política y la defensa de los Dere­chos Humanos de una gran mayoría de la población, presenta a una so­ciedad argentina que parece haber recibido un escarmiento del cual no puede recuperarse, que mira hacia los costados ante los concretos pro­blemas sociales y que ve en el individualismo la única forma de protec­ción y sobrevivencia. El miedo, el no meterse, el no participar, el querer salvarse sin importar a cuántos se perjudica con esa actitud son también un legado de la dictadura.

Florer1cio Varela vivió este proceso de democratización con los mis­mos problemas que el resto del país. Algunas de las personas que estuvie­ron involucradas en la dictadura o se vieron favorecidas por los militares, se acoplaron a los 'nuevos gobiernos democráticos' y se fueron acomo­dando (o reciclando) para acompañar a los distintos líderes políticos na­cionales. La situación de Varela, como ha quedado dicho, no escapa a la del resto del país: corrupción, pobreza extrema, marginalidad, violación de los derechos humanos, falta de beneficios sociales. Todo esto conviviendo con una pequeña parte del pueblo que se jacta de su progreso material y que lo exhibe como sinónimo de éxito, aceptando livianamente el discurso único en economía y política. Predican, sin ruborizarse, que la pobreza es un mal endémico que ataca a los vagos y a los que sólo aprendieron a pedir, sin detenerse a reflexionar sobre las profundas causas que provoca­ron tal situación ya que, íntimamente, sospechan que esa actitud los prote­ge de asumir responsabilidades directas o indirectas.

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1 e prefieren no .recordar.

d. d . y muchos son os qu que pasó durante la Jcla m a, . . t nte de la sociedad, están los que Pero como contracara de esta parte nnpm a . .

. 1 de laMemona y laJustlcJa. buscan otro cammo, e

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LOS ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS

Ya desde antes de 1976, durante la Dictadura, y también a partir de 1983, distintos organismos no gubernamentales se fueron formando como consecuencia de la sistemática violación de los Derechos Humanos en nues­

tro país. Muchos de esos organismos tienen una vinculación directa con los desaparecidos y/o ex detenidos-desaparecidos, esto es, se formaron como consecuencia directa de lo acontecido luego del golpe de Estado del '76. En esta última parte se va a hacer mención de ellos, contando brevemente su historia, quiénes lo formaron y cuáles son las diversas acciones que lle­van adelante en la actualidad. Es importante aclarar que no sólo se ocupan de los Derechos Humanos violados en el período 1976-1983, sino que también trabajan con las denuncias de los derechos que aún no son respe­tados.

La LADH (Liga Argentina por los Derechos del Hombre) se creó en 1937. Fue el primer intento y único antecedente de este tipo de organiza­ción que cuatro décadas después habría de tener una impmtante presencia en la vida nacional. Nace de la mano de un grupo de abogados que repre­sentaba en la defensa a detenidos por causas políticas. Sus objetivos fun­damentales se relacionaban directamente con la idea de una sociedad más justa y solidaria. Las declaraciones de los miembros fundacionales aludían, en un sentido de reparación histórica, a un necesario acercamiento hacia las víctimas de las violaciones de los derechos más elementales, es decir, hacia quienes se veían afectados por las persecuciones ideológicas, y hacia . el gmeso de la población que no accedía al u·abajo, la salud, la vivienda y la

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educación. Por sus filas pasaron el recordado Lisandro de la Tone y A.tturo Frondizi.

El SERPAJ (Servicio de Paz y Justicia) comenzó a trabajar en la Ar­gentina en 1974. La coordinación para el área latinoamericana estaba a cargo de Adolfo Pérez Esquive!. Esta organización está integrada por una coniente de cristianos practicantes ocupados en la lucha por los oprimidos con un ferviente sentido de justicia. Si bien no pretende ser ni un organismo de masas ni un pattido político, desde sus comienzos ha tenido una gran influencia. Cuando en 1980 Pérez Esquive! obtuvo el Premio Nóbel de la Paz aseguró, con palabras que aún hoy están vigentes, que "el destino impostergable de todos los pueblos, de lograr un orden inter­nacional democrático, se transforma hoy para nosotros en un desafío. La defensa sistemática y lucha permanente por los Derechos Humanos como única garantía de lograrlo, es una obligación,. .

La APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos) surge en la Ciudad de Buenos Aires en 1975. De carácter pluralista y a la vez independiente, esta organización es fundada en respuesta a los atropellos y persecuciones perpetrados por la Liga Argentina Anticomunista (la Triple A). Ante las amenazas, secuestros y asesinatos de fndole política, un gmpo de dirigentes políticos, religiosos, gremiales y sociales intentó frenar la im­punidad con que actuaban los gmpos paramilitares y parapoliciales. En los tiempos fundacionales fue su vocero y presidente ejecutivo Don Eduardo Pimentel, y sus presidentes honorarios la doctora Alicia Moreau de Justo, el obispo católico Jaime de Nevares y el obispo emérito de la Iglesia Evan­gélica Metodista, Carlos Gattinoni. Se confmma como una sociedad civil cuyo objetivo es promover la vigencia de los Derechos Humanos, enuncia­dos en la Declaración Universal y en la Constitución Nacional. Bajo los

'El Perlodls/a, septiembre de 1984, pág. 41.

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principios de un idealismo humanista y democrático, peticiona ante las au­toridades nacionales, reclama ante los organismos intemacionales y brinda asesoramiento y acompañamiento a los familiares y vfctimas de las viola­ciones cometidas a través del abuso de poder.

La APDH de La Plata nace después del Golpe de Estado de 1976 por la necesidad de información y justicia de un grupo de familiares de personas desaparecidas. Las primeras reuniones de estos familiares de las vfctimas del terrorismo de Estado desembocaron, en 1979, en la constitución de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Plata. Este organismo desarrolló una intensa tarea durante los años de dictadura y en los posteriores a ella, recibiendo las denuncias de secuestros, torturas, desapariciones, homicidios y demás violaciones cometidas por los agentes de la última dictadura cfvico- militar que, remitidas a la Comisión Nacional de Desaparición de Personas, fueron engrosando los testimonios de los que se sirvió ésta a partir de sil crea­ción en 1984. Además de los reclamos que directamente apuntan al genocidio llevado a cabo en el periodo 197 6 - 19 83, la APD H, en un encuadramiento político más amplio, denuncia el apego de las políticas económicas de los gobiernos -de los últimos treinta años- a los orga­nismos financieros internacionales como el origen mismo de las viola­ciones a los elementales derechos del hombre. Esta concepción, soste­nida incansablemente por la APDH, encuentra el origen último de la mayor parte de las violaciones de los Derechos Humanos -antes, du­rante y después de la dictadura cfvico-militar- en la dependencia eco­nómica, dependencia para la que aún hoy no se vislumbra una salida política. Esto, acompañado por las políticas de impunidad, iniciadas por el alfonsinismo después del Juicio a la Junta Militar, y culminadas por el menemismo, dota de una vigencia extraordinaria a las luchas inin­terrumpidas que, en diversos frentes, lleva adelante la APDH: recla­mando por la Verdad y la Justicia, a través del pedido de nulidad efec­tiva de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida -sancionada por

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el Congreso en agosto del2003- y de los indultos presidendales; com­batiendo la represión polidal que intenta acallar las protestas populares y conformando comisiones de Salud y Educación, tendientes a la de­fensa de los derechos económico-sociales del ciudadano.

Actualmente, los Juicios por la Verdad, impulsados por la APDH y concretados ante la Cámara Federal de La Plata, han restablecido en el ámbito público la necesidad de conocer el destino de los miles de desaparecidos y, aunque la impunidad no permita (por el momen­to) condenar y meter presos a los genocidas, nadie puede impedir el derecho que la sociedad tiene de saber la Verdad de lo sucedido du­

rante la dictadura.

En febrero de 1976, un grupo de sacerdotes, pastores, religiosos y numerosos laicos, junto con ob.ispos de las Iglesias católica y protes­tante, organizaron el MEDH (Movimiento Ecuménico por los Dere­chos Humanos). Su labor específica ha sido la asistencia a las familias que padecieron la represión, creando comisiones en las principales ciu­dades del interior del país con el apoyo económico del Consejo Mun­

dial de Iglesias. Al mismo tiempo nace la asociación Familiares de Desapareci-

dos y I)etenidos por Razones Políticas. El primer grupo de Fami­liares se reunió en Córdoba, en enero de 1976, como respuesta a la desaparición simultánea de 24 personas. En septiembre de ese mismo año se constituye Familiares ya como organismo en la Capital Federal, contando con un espacio propio donde poder realizar las reuniones que, previamente, se llevaban a cabo en el local de la Liga Argentina por los Derechos Humanos (LADH), en Esmeralda 77. Allí recibieron a la pri­mera delegación de Anmesty Internacional, ante la cual denunciaron la desaparición de miles de personas. La tarea no era sencilla, ya que toda gestión y convocatoria comportaba toda una serie de dificultades y riesgos asumidos en un contexto de profundo miedo y desconfianza.

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De tocios modos, los Familiares lograron extender la lucha hacia el inte-nor del país (Mendoza, Santiago del Estero Mar del Plata R .· T

.. , , osano, ucuman, Chaco, etc.).

.·Desd~ un pri1~er momento, los Familiares asumen la de.saparición y la pnvac1on de la hbertad como un hecho político. Su primera ·1· _ " 'bl' mOVIIZa

c1on pu !Ca la efectuaron el14 de octubre de 1977 en la Plaza de los Dos Congresos. El objetivo era entregar un petitorio con 24000 firmas (reumda.s en el país y en el extranjero) a la Comisión de Asesoramiento Legislativo (CAL), órgano de las Fnerzas Armadas que pretendía reem­plazar la~ :unciones del Congreso. Este petitorio, eh el que se reclamaba la apancwncon VIda de las víctimas de la Dictadura, se había dado a conocer masivamente a través ele una solicitada en los diarios, firmada un mes antes .de la movilización por 136 familiares. La protesta organizada por ~ami!Iares, en la que marcharon más de un millar de personas, fue repnmida, Y se detuvieron, por averiguación de identidad y antecedentes a alrededor de 350 familiares de desaparecidos, y a varios corresponsa~ les ext.I~nJei~s. Otra sohc!tada fue publicada en el aniversario de la De­claracwn U ~!versal de los Derechos del Hombre, ellO de diciembre de ~977. Dos d1as antes se produjo el secuestro de 11 integrantes de Fami­liares, entre ellos a la presidenta de Madres de plaza de Mayo A Yll fl , zucena

I a or, Y.~ dos monjas francesas a instancias de un supuesto familiar, Gustavo Nu;o, que no era otro que el responsable ele esas desaparicio­nes: el Cap !tan Alfredo Astiz. La intimidación y el silenciamiento busca­dos po~·las autoridad~s militares, no lograron lesionar ei espíritu de lucha sostemdo por Famihares, ya·sea a través de marchas 0 actos (como el homenaJe al Gral. San Martín en la peatonal Florida [para los militares el 'acto sub~ersivo' del 27/1211979]), de presentaciones de Hábeas c~r­pus colectivos o de la publicación de las solicitadas, en agosto y diciem­b.re de 1980 Y ~n abnl de 1981,en las que se reclamaba, con miles de firmas, que se diera a conocer la lista de los desaparecidos y se l'b . · d' . . I eiara mm e latamente a los presos políticos.

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Ha sido incesante el peregrinar de Familiares, tanto en plena dic­tadura como a partir de la apertura democrática, reforzando las ac­ciones locales en el exterior a través de presentaciones y denuncias ante las Asambleas de la OEA (Organización de Estados America­nos) y la ONU (Organización de Naciones Unidas), y ante la Confe­rencia General del CELAM; formando la FEDEFAM (Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Des­aparecidos) en 1981 y creando, para la coordinación de actividades con otras organizaciones, subcomisiones de Presos, de Prensa y Pro­paganda, de Sindicatos y Gremios, de Profesionales, de Estudiantes, de Iglesias y de Partidos Políticos. Una muestra cabal de ello son las consignas de otras dos solicitadas en coyunturas disímiles. Una de ellas en ocasión del Censo Nacional de 1980: junto con Madres de Plaza Mayo, se preguntaban cómo serían censados nuestros desapa­recidos. La otra solicitada, presentada juntamente con todos los or­

. ganismos de Derechos Humanos, y con el peso histórico que implica­ba estar nada más que a días de las elecciones que finalmente lleva­rían a Alfonsín a la presidencia de la Nación, instaba a preguntarse cómo y dónde votarían los desaparecidos, cuya lista, construida por los organismos, poblaba ocho páginas del Diario Clarín. Finalmente, una vez creada la CONADEP (Comisión Nacional sobre Desapari­ción de Personas), Familiares se opuso a que la misma estuviese inte­grada sólo por personalidades relevantes, proponiendo la formación de una Comisión Investigadora B icameral con atribuciones más am­plias. A pesar de no prosperar la propuesta de mayor amplitud institucional,· Familiares mantuvo reuniones con la CONADEP, apo­yando críticamente los avances logrados y realizando aportes para la investigación, como lo hicieron otros organismos de Derechos Huma­nos. Sobreponiéndose a las leyes alfonsinistas de impunidad y a los indultos posteriores al Pacto de Olivos, sigue la lucha de Familiares, sin claudicaciones.

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Las Madres de Plaza de Mayo, al igual que los Familiares de Des­aparecidos y Detenidos por Razones Políticas, se constituyen como grupo a partir del encuentro en los lugares en los que se suponía que podrían obtener infmmación sobre los hijos/as que buscaban. Comienzan a organi­zarse cuando catorce madres intentan entrevistarse con el ministro del Inte­rior, Gral. Albano Harguindeguy, el sábado 30 de abril de 1977. Ante la desolación que implicó acercarse a Casa de Gobierno un día no laborable, volvieron al jueves siguiente, obteniendo como única respuesta la humilla­ción de los ftmcionarios de la dictadma militar. Se sucedieron las marchas a la Plaza de Mayo, cada jueves, sin obtener respuesta, pero cada semana se incrementaba tanto el número de madres de desaparecidos como su trascendencia internacional. Tiempo después recordarán que ''fueron ellos (los integrantes de las fuerzas represivas) los que organizaron nuestra vuelta a la Plaza, Nos gritaban: ¡circulen! ¡circulen! Ten{amos miedo, nos mov{amos en tropel, de dos en dos. Nos tomábamos de a dos de las manos y empezábamos a girar en tomo de la Pirámide" 5• En1986 se produce una división en la organi, zación de Madres, debido a criterios políticos opuestos en cuanto a la me­todología de lucha. Los dos grupos resultantes de esa escisión, Asocia­ción Madres de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo Lútea Fundadora, concu!1'en a la Plaza todos los jueves, reclamando Verdad y Justicia.

La Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo nació, en octubre de 1977, como el movimiento de Abuelas argentinas con nietitos desaparecidos, orientando su acción en la búsqueda de niños desapare­cidos bajo la dictadura militar. La localización y restitución a sus legítimas familias de todos los niños secuestrados 1 desaparecidos por la represión es la finalidad de esta organización no gubemamental. La comprobación

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del os secuestros de niños y de jóvenes embarazadas, así como el funcio­namiento de maternidades clandestinas y de partos asistidos en los cen­tros clandestinos de detención, han terminado de convencer a la opinión pública de que la sistemática apropiación de menores por parte de ~os militares y sus cómplices no era producto de la exageraciÓn de un puna­do de mujeres en tiempos del fno te metás'. La incansable lucha de la Abuelas incluyó presentaciones ante los juzgados de menores, visitas a orfelinatos u hospitales de niños ( vgr., Casa Cuna), y procedimientos detectivescos e investigaciones de las adopciones tramitadas durante el gobierno militar. A través de reclamos y denuncias ante las autoridades gubernamentales en las jurisdicciones nacional eint~rna~ion~l: ~e pre­sentaciones ante la Justicia, de actividades de conc1entlzaC1Ón dmg1das al pueblo argentino, y de las mencionadas pesquisas o inv~:tigaciones pe:·­sonales, las Abuelas han logrado la locallzación de 77 mnos desapareci­dos. La asociación cuenta con equipos técnicos que se encargan de di­versos aspectos, tales como la investigación genética, el asesoramiento legal, y la atención médica y psicológica de las personas que se acercan en búsca de información. Se han atendido y se siguen atendiendo a jóve­nes que espontáneamente se acercan a Abuelas movidos por ínti~as ~u­das respecto de su identidad. Así, a cada joven que llega a la mst1tuc1ón se le brinda la posibilidad de iniciar la búsqueda sobre sus orígenes de manerúeservada. "Esta es una búsqueda que no nos resulta fácil -refie­ren las Abuelas desde su página de· internet-, ya que la mayoría de la documentación que traen los jóvenes es falsa; es por ello que, a través de la CONADI (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad), depen­diente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, se hace posible que esa búsqueda se concretice y que mediante la misma se_a factible solicitar documentación a·los distintos lugares en donde mtervl­nieron, para la inscripción de los bebés y, si es necesario, ordenar los análisis de sangre en el Banco Nacional de Datos Genéticos que funciona en el Hospital (público) Durand en forma gratuita".

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Por otra parte, la agrupación HIJOS (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) surge en 1994 a partir de un encuentro de hijos de desaparecidos en Río Cevallos, Córdoba. El encuentro tenía como objetivos conocerse e intercambiar y com­partir experiencias. A partir de allí surge la idea de formar una orga­nización que nuclease a los· hijos de desaparecidos de todo el país, y que diera cuenta, en su formación, de los denominados 'cuatro orí­genes': hijos de exiliados, hijos de presos políticos, hijos de asesi­nados e hijos de desaparecidos. En los sucesivos encuentros a nivel nacional se llega al acuerdo de los puntos básicos a partir de los cuales trabaja la agrupación: juicio y castigo a los genocidas, sus cómplices, beneficiados e instigadores; restitución de la identidad de los hermanos apropiados; reivindicación de la lucha de los pa­dres; desmantelamiento del aparato represivo; libertad a todos los. presos políticos y reconstrucción de los lazos solidarios destruidos por la dictadura.

El CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) se constituyó a finales del año 1979. Su fundación respondió a la necesidad de encarar acciones rápidas y decisivas para detener las graves y siste­máticas violaciones de los derechos humanos, documentar el terro­rismo de Estado y proporcionar ayuda legal y asistencia a los fami­liares de las víctimas, especialmente en el caso de detenidos-des­aparecidos.

El CELS está formado por un equipo de trabajo interdisciplinario cuyas actividades prioritarias son: el litigio de causas judiciales ante instancias locales e internacionales, la investigación y la construc­ción de herramientas para el control y monitoreo de la sociedad civil sobre las instituciones públicas, y la capacitación de organizaciones sociales, operadores jurídicos, miembros de la comunidad judicial e instituciones estatales.

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El EAAF (Equipo Argentino de Antropología Forense) e~ una organización científica no gubernamental que aplica las ciencliis forenses (principalmente la 'antropología y arqueología forenses) a la investigación de violaciones de derechos humanos. El equipo se fundó en argentina en 1984 para investigar los casos de des­aparición forzada de personas durante la dictadura militar de 1976. Aplicando la antropología forense y otras ciencias relacio­nadas, el EAAF intenta recuperar e identificar los restos de las víctimas de violaciones a los derechos humanos, restituirlos a sus familiares y brindar a !ajusticia y a las comisiones investigadoras los resultados del trabajo forense.

Un principio fundamental para el equipo ha sido respetar los deseos de los familiares de las víctimas, trabajando muy cerca de ellos durante todos los pasos de la exhumación y durante el proceso de identificación. Específicamente, los objetivos del EAAF son: aplicar las ciencias forenses a la investigación y documentación de violaciones dé derechos humanos; proveer esta evidencia en los procesos penales; asistir a los familiares de las víctimas en su derecho a la recuperación de los restos de sus seres queridos 'desaparecidos'; colaborar con el entrenamiento de nuevos equi­pos en otros países y contribuir a la reconstrucción histórica del pasado reciente'.

El Centro Angelelli, de Florencio Varela, se creó en el año 1996; y en Febrero de 2004 se formó la 'Comisión por la Memoria, la Verdad y !aJusticia', a partir de un convenio firmado con la APDH de La Plata, en el barrio Agustín Ramírez. Las funciones de esta Comisión van desde la reivindicación de la lucha política de los desaparecidos y la investiga­ción de quiénes han sido las víctimas de la dictadura en Florencio Vare! a,

· los restos de Horaclo Gushlken fueron encontrados en el 2004 por el EAAF.

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hasta la búsqueda de sus familiares y de los sobrevivientes para finalmen­te contactarlos con la APDH y demás organismos de derechos humanos, ofreciéndoles la posibilidad de declarar en los Juicios por la Verdad, o tramitar las indemnizaciones correspondientes.

Durante el año 2004 declararon nueve familiares de Vare! a en los Juicios por la Verdad, y otros cuatro solicitaron declarar y están a la espera de ser citados; se tramitaron doce indemnizaciones y se logró re­unir a familiares de veinticuatro víctimas de la dictadura, un hecho sin precedentes en el distrito. También se realiza, desde el año 2003, en el aniversario del Golpe de Estado, un acto en la céntrica calle Monteagudo, en el que participan diferentes agrupaciones sociales.

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CONSIDERACIONES FINALES

Si bien esta investigación no partió de ninguna hipótesis previa, en ella se evidencia cómo en una reducción de escala (en este caso Florencia Varela), la política puede ser estudiada y comprendida a nivel local. Esto revaloriza aún más los estudios locales y las historias de vida, ya que son una manera diferente de mostrar un proceso his­tórico amplio desde una perspectiva reducida, sin que por eso se cai­ga en una fragmentación baldía.

La sociedad varelense se impregnó de los designios de la dicta­dura cfvico-militar, y hoy sufre sus consecuencias. El más terrible de los crímenes de esta dictadura fue la desaparición ffsica dedecenas de personas que habían soñado con una sociedad más justa. Como en otros lugares del país, Florencia Varela se debate hoy entre la crisis de representatividad política, la naturalización de la pobreza y el ejer­cicio de la memoria.

La crisis de representatividad hunde sus raíces en la pérdida de lo mejor de una generación de militantes políticos. El <,lesprecio de la ciudadanía por la política es el legado central de la dictadura: sus ne­gociados, su privatización, y el hecho de que no sea más tenida como un factor de cambio (el factor de cambio), hicieron de ésta un nicho de corrupción e impunidad, asumidos paulatinamente por la sociedad como un 'mal inevitable'. Por otra parte, la exclusiva concepc'ión

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mediática de la política y sus disputas, colocó a la ciudadanía en el rol de mera espectadora de lo público. Además, la criminalización de la protesta social encuentra eco en gran parte de la población que, cotidianamente, pugna por no ser un piquetero más.

La institucionalización de la deuda externa como termómeiro po­lítico y de la inflación como 'impedimento' de políticas económicas redistributivas, son variables fundamentales del modelo instalado por la dictadura cívico-militar, y evidencian el carácter formal de una de­mocracia que nació y se consolidó con el pueblo derrotado, y a la que nada le queda de aquella teoría del 'gobierno del pueblo, por el pue­blo y para el pueblo'.

En la actualidad, Varela se encuentra entre los distritos más po­bres del conurbano bonaerense, y esto no es casualidad. El avance de la pobreza y la marginalidad se evidenciaba desde hacía tiempo, y es por eso que una generación de jóvenes y adultos decidieron pelear por un futuro digno; pero fueron derrotados: ganaron el egoísmo, los privilegios, las diferencias sociales y la reacción conservadora y te­merosa.

Hoy el genocidio continúa. Cientos de niños mueren al año en el distrito a causa de la exclusión social; miles de jóvenes no acceden al mercado laboral y son expulsados del mundo de las posibilidades (las mismas que tiene para sí un pequeño sector); adultos y ancianos son abandonados sin que esto sensibilice a los que tienen la responsabili­dad de hacer algo por ellos. Y esto no es casualidad, ya que los que podrían haber evitado esta realidad hoy no están. La dictadura se los llevó, y junto· con ellos se fue una oportunidad de mirar a la historia desde otro lugar.

No obstante, en Florencia Varela, como en gran parte del país, las organizaciones sociales de base siguen resistiéndose al discurso político hegemónico, honrando a los desaparecidos a través del ejer­cicio de la memoria colectiva, única garantía deverdad y justicia.

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Esto no es sólo una reivindicación del pasado, sino una forma de mirar al futuro desde otro lugar, sabiendo qué nos pasó y por qué. Deseamos, al igual que otras tantas personas y organizaciones, que este libro sea una forma más de continuar la lucha de los que no están.

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- Gelman, Juan. Nueva prosa de prensa. Buenos Aires. Grupo Zeta. 1999.

INDICE 1 CONTENIDO

Prólogo, Adolfo Pérez Esquive/ ...................................................................................................... Pág. 9

PARTE 1 Introducción ..................................................................................................................................... Pág. 13

Las vlctlmas de la dictadura cfvlco·mllilar en Florencio vare/a ................................................ Pá~. 19

PARTE 11 El sentido netamente polftico de la reafldad .................................................................................. Pág. 101

La Guerra Frfa. La Revolución Cubana. Doctrina de Seguridad Nacional. .............................. Pág. 102

La proscripción del peronismo ....................................................................................................... Pág. 105

La dictadura cfvico·m11itar ............................................................................................................... Pág. 107

'Proceso de Reorganización Nacional'. Los 'subversivos', la represión y e! miedo .............. Pág. 108

Martfnez de Hoz: el establlshment económico y su modelo ...................................................... Pág. 112

La educación de !os libros quemados ................................ : .......................................................... Pág. 114

Plan represivo: metodologla y ejecución. Terrorismo de Estado .............................................. Pág. 115

Grupos de Tareas. Centros Clandestinos de Detención ............................................................. Pág. 116

Desapariciones: la 'solución final' .................................................................................................. Pág. 119

Apropiación de niños ....................................................................................................................... Pág. 122

Dictadura y sociedad civil .............................................................................................................. Pág. 123

Iglesia: la complicidad de las autoridades eclesiásticas y la lucha del

clero de base ................................................................................................................................... Pág. 123

La reslslencia: ras organizaciones políticas armadas y Jos organismos

de Derechos Humanos ................................................................................................................... Pág. 125

los militares y las 'cruzadas' patrióticas. la salida: la mu!tipartidarla ...................................... Pág. 127

PARTE 111 Florencia Vare/a ......................................................................................................................... Pág. 133

Ubicación del Partido de Florencio vareJa. Breve reseña histórica .......................................... Pág. 133

Población vare!ense hacia 1970 ................................................................................................... Pág. 134

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Florencia Vareta en los años '70 ................................................................. ; ..................... Pág. 141

1973: División del Peronismo varelense. Intendencia Fonrouge ............................................... Pág. 141

Organizaciones políticas en F. Varela: Montoneros y PCML. ................................................... Pág.· 142

UES y GRES en el Instituto Santa Lucra ...................................................................................... Pág. 143

La JP varelense .............................................................................................................................. Pág. 146

los electos del golpe. de Estado de 1976 en F. Varela ............................................................... Pág. 149

PARTE IV CONADEP y Juicio a las Junlas .................................................................................................. Pág. 159

Ley de Punto Final. ley de Obediencia Debida. Los decretos de Indulto ................................ Pág. 162

El autoritarismo, la impunidad y sus efectos. los legados de la dictadura ............................. Pág. 165

Los organismos de Derechos Humanos .................................................................................... Pág. 169

Consideraciones finales ............................................................................................................... Pág. 181

Bibliografía ....................................................................................................................................... Pág. 185

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Se terminó de Imprimir en agosto de 2005 en la Cooperativa Chllavert Artes Gráficas.

Imprenta recuperada y gesUonada por sus trabajadores. M. Ch!lavert 1136, Pompeya. Buenos Aires.

lmprentachllavert@ gmall.com

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La historia oral nos acerca las voces de los protagonistas y testigos del pasa:.

do reciente. Este trabajo ha tomado cuerpo atendiendo a los documentos his~

tóricos disponibles y a la propia producción de fuentes históricas. Cabe pre­

guntarse de qué hablamos cuando escribimos y discutimos acerca de la Ar­

gentina de los años '70. Hablamos, escribimos y discutimos sobre política pero

también reconstruimos nuestra historia. Como ha dejado escrito con notable

sencillez Marc Bloch antes de morir en un campo de concentración nazi: "un

fenómeno histórico nunca puede ser explicado en su totalidad fuera del estudio

de su momento. Esto es cierto de todas las etapas de la evolución. De la etapa

que vivimos como de todas las demás. Ya lo dijo el proverbio árabe antes que

nosotros: Los hombres se parecen más a su tiempo que a sus padres. El estu­

dio del pasado se ha desacreditado en ocasiones por haber olvidado esta mues­

tra de sabiduría oriental".

Los casos de los desaparecidos de la última dictadura cívico-militar en el

Partido de Florencio Varela se hacen presente en cada rincón de la ciudad en

los qL:e se multiplican las voces que nombran a /os que no están. La recons­

trucción de las historias de los vecinos varelenses desaparecidos corrobora la

sistemática violación de los Derechos Humanos en el contexto de la dictadura

cívico-militar (1976-1983). A través de los efectos políticos, económicos, socia­

les y culturales del terrorismo de Estado enquistados en el presente, se descu­

bren los objetivos últimos del poder hegemónico que ejercen los países centra­

les. Sólo la memoria colectiva y la consiguiente búsqueda de verdad y justicia

superará la impunidad instalada como uno de los legados de la dictadura mili­

tar. Como en el nacimiento mismo de la historia escrita con pretensiones de ser

considerada como tal por sus autores -como es el caso de Heródoto de

Halicarnaso-, es concebido como Historia el pasado cercano que utiliza como

fuente la memoria, que es donde anidan las respuestas a nuestros por qué.