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Los fundamentos de la educación cristi ana

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  • Losfundamentosde laeducacincristiana

  • Los fundamentos de laeducacin cristiana

    porDavid P. Kuske

    Editorial NorthwesternMilwaukee, Wisconsin

  • Multi-Language PublicationsBringing the Word to the World

    La versin original es un curso para el Seminario Luterano de Wisconsin

    Fue adaptada de Principles and Methods of Christian Education, de Northwestern Publishing House

    1990 NPH. Derechos reservados

    Traducido con permiso

    Publicaciones Multilinges-WELSEl Paso, Texas1994

    NPH. Derechos reservados

    Reimpreso en 2009

    Citas bblicas tomadas de la Reina-Valera, 1960.

  • Prefacio a la edicin en espaol

    Fundamentos de la educacin cristiana es una traduccin de un curso escrito en 1983 por el ProfesorDavid Kuske para sus estudiantes en el Seminario Luterano de Wisconsin. Desde el inicio de estecurso se ha observado un marcado cambio en los mtodos usados por los pastores y misioneros delSnodo Evanglico Luterano de Wisconsin, quienes se beneficiaron no solo con su enseanza oralsino adems con la preparacin de material escrito.

    Existen en espaol muchos libros sobre la pedagoga cristiana, pero desconocemos alguno queostenta una perspectiva luterana. Adems de hacer una presentacin adecuada de los principiosuniversales sobre la educacin, Fundamentos distingue bblicamente entre la ley y el evangelio. Elobjeto de este libro es destacar a Jesucristo en toda la enseanza luterana.

    Publicamos esta traduccin con la esperanza de que nuestros campos misioneros en AmricaLatina tengan la misma oportunidad para avanzar sus destrezas en la pedagoga. Opinamos que elcurso no solo ayudar al pastor mismo sino tambin le proporcionar un recurso bastante ampliopara apoyar la preparacin de sus maestros en la escuela dominical y otros ministerios de tiempolimitado.

    Naturalmente, en la traduccin se hicieron algunas adaptaciones para las necesidades de loscampos misioneros. La ltima parte del curso en ingls fue quitada por estar orientada a lasdemandas administrativas en el campo educacional de congregaciones maduras y grandes. Elcaptulo veinte sobre la clase de informacin bblica ofrece observaciones sobre manuales queexisten en espaol y que no representan las opiniones del autor, sino de nosotros.

    Agradecemos la valiosa contribucin del Pastor Otoniel Rodrguez, el traductor principal quienempez esta obra durante sus das de seminarista, y la de la Sra. Cristina Zimdars por su cuidadosarevisin. A pesar de estos esfuerzos, no dudamos que an haya errores, y agradeceremos al lector sinos los hace saber.

    Paul J. Hartman, DirectorPublicaciones Multilinges

    El Paso, TexasPrimer domingo de adviento de 1994

  • Contenido

    Parte Uno: Fondo1 Lecciones de la historia eclesistica para la educacin cristiana .......................................................... 32 La implicacin de algunas verdades bblicas para la educacin cristiana .........................................103 El papel complementario de los padres y la iglesia

    en la educacin cristiana de los jvenes......................................................................................................17

    Parte Dos: El proceso de enseanza-aprendizaje4 Principios de aprendizaje para todas las edades .....................................................................................245 La cualidades de un buen maestro ............................................................................................................346 Principios de sociologa aplicables a la educacin cristiana.................................................................397 Principios de psicologa aplicables a la educacin cristiana ...............................................................478 El desarrollo gradual de aprendizaje desde la infancia hasta la edad adulta.....................................619 La siete lleyes de la enseanza ..................................................................................................................... 72

    Parte tres: Mtodos10 La importancia de metas y mtodos ........................................................................................................... 8311 El mejor uso de las diferentes tcnicas: Narracin, interrogacin, discusin .................................8812 Una taxonoma de preguntas ...................................................................................................................... 9713 Funciones y cualidades de las partes de una leccin............................................................................ 10814 Memorizacin................................................................................................................................................. 12515 Disciplina ..........................................................................................................................................................13516 Evaluacin........................................................................................................................................................144

    Parte cuatro: Desarrollo de varios tipos de lecciones17 La leccin de escuela dominical ................................................................................................................ 15018 La leccin de catecismo................................................................................................................................ 16219 La clase de educacin bblica de adultos y jvenes............................................................................... 18220 La clase de informacin bblica ................................................................................................................. 20821 Educacin por medio de presentaciones a las sociedades de damas y caballeros ........................ 216

  • Parte Uno

    Fondo

  • 1Lecciones de la historia eclesistica para la

    educacin Cristiana

    Ciertamente es un hecho que aquellas personas que no aprenden las lecciones de la historiaestn destinadas a repetir los mismos errores del pasado. Esto se aplica tambin a los educadorescristianos. Por lo tanto, haremos un breve repaso de la historia de la iglesia en cuanto a laeducacin cristiana realizada durante distintas pocas. Nos enfocaremos en esta pregunta: Qupodemos aprender de la historia para nuestra obra como educadores contemporneos en la iglesia?

    La instruccin de la historia bblica es un fundamento necesario.

    En Palestina, durante la poca de Cristo, la educacin del nio fuera del hogar era realizada porel rab local. A la edad de seis aos el nio empezaba sus estudios con el fin de prepararse paraparticipar en las ceremonias y los sacrificios de Israel. El rab rezaba y los nios aprendan porrepeticin lo que oan. Este mtodo, llamado instruccin oral (en griego katche) lleg tambin aser el mtodo de las iglesias cristianas.

    Obviamente que el contenido de la instruccin en las iglesias cristianas era muy diferente. Envez de las leyes, ceremonias y sacrificios antiguotestamentarios se instrua en aquellas cosas quepermitan al cristiano confesar su fe con el conocimiento adquirido segn el Credo Apostlico.Segn el Didache los catecmenos tambin reciban instruccin de los sacramentos y el Padre-nuestro. Pero lo fundamental de toda la instruccin en la iglesia primitiva fue un buenconocimiento de la historia bblica. Sin una buena orientacin general del plan divino para lasalvacin, ningn cristiano tendra una perspectiva adecuada para ser instruido en la doctrina.Esta clara percepcin de la iglesia primitiva es una verdad bsica que la iglesia de cualquier pocadebe recordar.

    El pastor y maestro se equivocan seriamente hoy en da cuando pretenden ensear la doctrina aadultos o a nios que carecen de una buena orientacin en la historia bblica. Qu opinaramos deuna maestra que enseara matemticas a los nios del kinder o del primer ao escolar simplementepor hacerles memorizar smbolos abstractos tales como 1 + 1 = 2? Es posible que los niosmemorizaran el resultado y hasta probablemente lo recitaran a peticin de la maestra. Pero muyprobablemente no entenderan lo memorizado, y hasta se confundiran si se les pidiera usar estafrmula junto con otras abstracciones parecidas. Todos reconocemos que es mucho mejorcomenzar la instruccin de las matemticas con lo concreto. Un lpiz ms un lpiz es igual a doslpices! exclama la maestra mientras alza primero un lpiz y luego el otro.

    Lo que es cierto respecto a las matemtica es igualmente cierto en la religin. Para hacer lainstruccin ms clara y significativa es necesario comenzar con lo concreto, con la historia bblica.No pretendemos ensear el catecismo a los nios o adultos que no tienen un buen concepto delplan divino de la salvacin como Dios lo llev a cabo en la vida de su pueblo del AntiguoTestamento, la vida de Cristo y la vida y obra de los apstoles. Pongamos el catecismo de lado y

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    coloquemos el fundamento necesario primero. Y en cada leccin de preguntas y respuestasilustremos, y comencemos en cada verdad doctrinal con lo concreto.

    Descuidar la instruccin esmerada resulta en desastre.

    Desde la mitad del segundo siglo d.C. hasta la mitad del siglo quinto, el programa deinstruccin en la iglesia lleg a ser siempre ms formalizado. En el principio, el sistema requeraque aquellos que confesaron su fe cristiana dieran pruebas de su sinceridad pasando un tiempo deexamen que quiz durara hasta dos y medio a tres aos. Las muchas deserciones de la fe en unapoca de persecucin provoc este largo tiempo de prueba. La instruccin durante este tiempohaca un pesado nfasis tanto en la historia bblica como en la instruccin acerca de lossacramentos y la doctrina cristiana en general.

    En el cuarto siglo, cuando el cristianismo lleg a ser la religin estatal, el sistema de instruccinhaba llegado a ser altamente desarrollado. Tal vez sea posible resumirla como una instruccin detres pasos. Primero hubo el tiempo de la recepcin de la persona. Este era una cuidadosainvestigacin de sus motivos para hacerse cristiano. Entonces vena su tiempo de instruccin enla historia bblica, doctrina bsica, y la vida santificada. Finalmente al converso le llegaba sutiempo de ser candidato para el bautismo. Esta era una ocasin para practicar el ascetismo (porejemplo, ayuno, vestido sencillo, privarse de asistir a los teatros y banquetes), una ocasin parainstruccin intensiva en el Credo Apostlico y el Padrenuestro, y una ocasin para su introduccina los misterios de los sacramentos y los ritos del culto cristiano.

    Pero este intensivo y casi agotador sistema de instruccin pronto fue minado por doscorrientes de desarrollo. Una fue los grandes nmeros de gente que fueron bautizados. Algunosvenan por el motivo correcto, muchos otros por motivos externos ya fuera para progresar en unasociedad donde el cristianismo era la iglesia estatal o porque el prncipe de una tribu germnicaaceptaba esta religin para su pueblo. Los enormes nmeros de gente entrando en la iglesiaforzaron un acortamiento del perodo de instruccin y as tambin del contenido.

    El otro desarrollo que result en instruccin menos esmerada era el creciente error en ladoctrina que enseaba que el sacerdote era el mediador entre Dios y los hombres. Poco a poco fueintroducindose el concepto de que el recibir los sacramentos de un sacerdote debidamenteordenado era lo nico necesario para la salvacin. Qu necesidad haba pues de una cuidadosa yesmerada instruccin si el sacramento era lo nico realmente necesario? Gradualmente todo lo quefue quedando de la instruccin fue la memorizacin de ciertas frmulas litrgicas. Pero ademseventualmente esto era a menudo todo lo que el mismo sacerdote saba.

    En la poca de Carlomagno (800 D.C.) hubo una pequea renovacin del uso de la instruccin.Se requera de los padrinos que memorizaran y rezaran algunas verdades fundamentales y sesujetaran al catecismo de las mismas. Se animaba a los sacerdotes adems para que revisaran lamemorizacin de la gente cuando vena para confesarse. Los sacerdotes tambin eran probadospor el obispo visitador. Pero la edad medieval por lo general fue una poca de desastre espiritualpor falta de una instruccin esmerada.

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    Esta es otra leccin de la historia que no podemos pasar por alto. Algunos evanglicos hoy enda opinan que es suficiente en la obra misionera dar a la gente lo bsico de la ley y el evangelio ynada ms. Exclaman que el mandato de Cristo es hacer discpulos a todas las naciones, peroparecen olvidar que esta exhortacin de nuestro Salvador tambin nos presenta la responsa-bilidad de ensear todo lo que yo os he mandado.

    En nuestras misiones extranjeras, por lo tanto, destacamos no solamente la evangelizacin sinotambin una esmerada instruccin cristiana. Reconocemos que el propsito de nuestra iglesia y decada congregacin en particular es doble: el de compartir el evangelio con todos los hombres y elinstruir en forma esmerada a cada alma que entra en el compaerismo de una de nuestrascongregaciones. Reconocemos que una instruccin esmerada abarca ms de dos aos deinstruccin en el catecismo. Es una instruccin que comienza en la infancia y sigue a travs delniez, la adolescencia, la juventud, la madurez hasta la vejez. La historia nos ensea que hacer casoomiso de un programa esmerado de instruccin se paga con desastre espiritual.

    Destaca los fundamentos y la memorizacin selectiva en la instruccin de los nios

    Con la llegada del renacimiento, la instruccin cristiana experiment una renovacin, especial-mente la instruccin de los nios. Todas las reformas primitivas as como aquellas de Hus, Wiclefy los valdenses hicieron un pesado nfasis en la enseanza de los nios. Esto a su vez resulttambin en mayor nfasis en el entrenamiento de jvenes en el catolicismo romano. Se animaba alos sacerdotes a que leyeran cada domingo desde el plpito algunas de las partes principales de lainstruccin. Con el fin de enfatizar estas verdades bsicas en la gente y en los nios, se hicierongrandes pancartas las cuales se colgaron en las paredes de iglesias y escuelas. Se abrieronacademias latinas en muchas ciudades de Europa. Parte de la instruccin en estas escuelas incluala memorizacin de cosas tales como el Padrenuestro, el Credo, y varios himnos. Otras escuelaspara los nios fueron organizadas tambin por los Hermanos de la Vida Comn; y es posible que auna de esas escuelas asisti Lutero en Magdeburgo.

    La preocupacin de Lutero por una cuidadosa y esmerada instruccin de cada cristiano norequiere ser probada. Su predicacin repetida en la triloga (Diez Mandamientos, Credo, Padre-nuestro), su traduccin de la Biblia al alemn, su escritura de los catecismos menor y mayor - estastres actividades especialmente muestran su profunda preocupacin por el cuidadosoentrenamiento tanto de adultos como de nios. Su ensayo La necesidad de crear y mantener escuelascristianas: Exhortacin a las autoridades municipales de Alemania (1524)1 muestra su preocupacin por lainstruccin de los jvenes. Fue partidario de clases religiosas de dos horas cada da para losmuchachos, y una hora para las muchachas. Pero Lutero tambin destac la responsabilidad de lospadres en la instruccin de sus hijos. Se exhortaba a que cada padre de familia enseara elcatecismo a sus hijos hasta que pudieran repetirlo por s mismos.

    En su introduccin al catecismo menor Lutero destaca dos cosas. La primera es que lospastores no deben complicar la enseanza a los nios agregando embrollos dogmticos a la sencilla

    1 Obras de Martn Lutero, VII, Buenos Aires: Escudo, 1977, pp. 19-41.

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    forma del catecismo. Segundo, los pastores podan cambiar la forma de las palabras si as lodeseaban, pero una vez que hubieran escogido una forma de enseanza deban quedarse con ella yusarla sin variacin. Esto era necesario para que los nios aprendieran solamente una forma y quepor la repeticin y memorizacin llegaran a estar tan familiarizados que la retuvieran para toda lavida.

    Estos dos puntos son lecciones que nosotros tambin haramos bien de recordar en nuestraenseanza a los nios. El pastor o maestro que descarga en los nios todo lo que ha estudiado dedogmtica en la universidad o el seminario solamente confundir o an asfixiar a sus estudiantes.La confirmacin no debe ser el fin de la instruccin de una persona, sino solamente el principio. Sedebe ensear a un nio solamente lo esencial que sirva como fundamento para toda la instruccinrestante que recibir durante su vida. El poner un buen fundamento es una parte vital de suentrenamiento. Pero si intentamos ensear a un nio ms de lo bsico mencionado por Lutero enel catecismo menor, sera un error por el cual muchos nios en nuestros congregaciones sufriran.

    No todo lo que est en la exposicin del catecismo ha de ser enseado a los nios,especialmente si no gozamos de una escuela parroquial y slo tenemos dos o tres horas a la semanapara la instruccin catequstica. Recordemos que la exposicin del catecismo fue escrita paraservir tanto como un libro de referencia sobre la doctrina para adultos como una herramientaeducativa para los nios. De tal manera un pastor no fracasa con sus pequeos alumnos si nocubre todas las preguntas y todos los textos bblicos en la exposicin. Bien puede ser de msutilidad para los nios si planea un curso con un alcance menos extenso. Esta tambin sera larecomendacin de Lutero.

    Una parte importante al poner este fundamento slido es la memorizacin de verdades clavesde tal manera que los nios las recuerden, no solamente para el da de la confirmacin y unoscuantos meses despus, sino para toda la vida. Como ya notamos, Lutero insista que siempre serepetiaran las mismas palabras. Con este propsito hizo un catecismo sencillo y breve para nosobrecargar a los nios con demasiada memorizacin.

    Asignamos algunas tareas de memorizacin (e.g. una cita bblica), teniendo una meta limitada.Les pedimos recitarla solamente una vez y no queremos repasar esta tarea sistemticamentedespus. Slo queremos que lo hagan para familiarizarse con ella. Si un pastor la menciona en unsermn, la reconocern. Tal vez no la puedan recitar palabra por palabra, pero la recuerdan comoparte de catecismo o parte de un himno o un texto bblico. Aunque esta clase de memorizacintiene un propsito til, obviamente no resulta que la persona ms tarde est capacitada pararecordarle palabra por palabra como una defensa contra Satans, como un consuelo en la hora detristeza, o como fortaleza en la hora de debilidad, o como testimonio a alguna persona que no seacristiana, o para corregir y amonestar a otro cristiano dbil.

    Esta clase de recuerdo inmediato, claro y total solamente viene por la forma de memorizacinrepetida que Lutero recomendaba. Puede que ayudemos mejor al futuro de nuestros nios si nosconcentrramos en algunas partes centrales del catecismo (p.e. los mandamientos, los artculos, yuna porcin de los sacramentos), si seleccionramos unos veinticinco o cincuenta textos bblicos, ysi enfocramos en unas seis o doce estrofas del himnario para memorizacin intensiva.

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    El asignar esto para la memorizacin por parte de los nios sera nuestra meta por medio de larepeticin constante, aparte de que sera una posesin permanente de ellos. No sera unarepeticin sin entendimiento, sino llena de significado. Otra vez, con tal meta y tal resultadoLutero estara muy contento.

    El uso de la Biblia y de buena metodologa en la instruccin de los nios.

    En el perodo de ortodoxia que sigui a la Reforma, se olvid el nfasis que Lutero haba hechoen lo bsico y se empez a abusar del mtodo de memorizacin. Se levantaron controversiasdoctrinales no slo con el catolicismo romano y con los reformados sino tambin entre los mismosluteranos; se carg la instruccin a los nios con embrollos dogmticos en vez de concentrarse enlo bsico. Tal vez simpatizamos con los pastores y maestros de aquella poca ya que nosotrosestamos en una poca no muy diferente. El asolamiento provocado por el mtodo del criteriosuperior de la Biblia ha causado un trastorno sin precedente de la verdad en el cristianismo; nuevassectas y religiones msticas del oriente han ganado mucho terreno en nuestro pas; y sabemos quenuestros jvenes saldrn de sus hogares y de sus congregaciones locales en la bsqueda deaventuras, empleos o de ambos; tambin estamos tentados a pensar que bajo tales circunstanciasnecesitamos progresar ms all de lo bsico del catecismo con un estudio doctrinal que sea msintensivo.

    Junto con tal mentalidad en el perodo de la ortodoxia despus de la Reforma, hubo un abusode la memorizacin. Porque el contenido de la instruccin se hizo siempre ms complejo yabstracto, la memorizacin se multiplic hacindose cada vez ms mecnica. Pidieron a los niosmemorizar no solamente el catecismo de Lutero sino adems muchas de las preguntas y respuestasde la exposicin. Lo complejo de estas exposiciones y el mero peso de la materia, resultaron en quela instruccin y la memorizacin fueran solamente un ejercicio intelectual.

    Aunque se levantaron voces en contra de lo que llegaba a ser un mero rezar, no fue hasta elperodo del pietismo que hubo una verdadera ruptura con la metodologa errada del perodo de laortodoxia.

    Esta ruptura trajo dos cambios bsicos: 1) En vez de usar el catecismo como el texto principalpara la instruccin, se usaba la Biblia; y 2) en vez de puros discursos del maestro seguidos contareas de memorizacin, el maestro guiaba a los nios a profundizar los textos bblicos apropiadospor medio de preguntas acerca del contenido de cada texto.

    La enseanza directa de la Biblia tena numerosas ventajas sobre la enseanza del catecismo.Sobre todo, el uso de la Biblia dejaba en el nio la impresin de que toda la instruccin est basadaen la Biblia. Ms tarde en su vida el nio puede decir, Yo aprend de la Biblia en vez de, Yoaprend del catecismo de nuestra iglsia... Segundo, al usar la Biblia el pastor muestra a los niosel pasaje en su contexto en vez de nada ms contarles el contexto. Adems, los nios no tienendelante de ellos las respuestas resumidas para las preguntas, sino pueden ser orientados aencontrarla en la Biblia. Cunto aprenderan los nios en sus otras clases si al estudiar unaleccin siempre tuvieran las respuestas a las preguntas delante de ellos? Realmente no es diferente

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    en una clase de religin. Ms aprendern los nios entre ms involucrados estn en la articulacinde respuestas a las preguntas sin tener las respuestas delante de ellos.

    En el pietismo el maestro usaba preguntas simples acerca de los hechos para involucrar a losnios en la comprensin de un texto y en la conexin de la verdad enseada en cada texto. Aunqueste era un buen adelanto comparado con la instruccin por mero discurso, las preguntas sobre loshechos muchas veces no eran ms que preguntas acerca de las porciones gramaticales de la oracin(sujeto, verbo, objeto, etc.). Aunque tales preguntas quiz animen alguna actividad en losestudiantes, por otra parte tambin resultan aburridas y confusas. Tienden a ser aburridas porquerealmente no retan a los nios sino nada ms les piden repetir algunas cosas que el texto declara.Son confusas porque una larga serie de preguntas acerca de todas las partes de un texto enfocaprimero en una cosa y luego en la otra, en vez de hacer solamente unas cuantas preguntas que seconcentren en la verdad mayor que ha de ser aprendida del texto.

    Durante el perodo de la ilustracin (o raciocinio) el uso de la tcnica de hacer preguntas seamplific de preguntas sobre los hechos a preguntas que ofrecan ms retos, preguntas que pedana los nios que explicaran el significado de cosas y la relacin entre un pensamiento y otro. Pordesgracia el raciocinio se apart de la Biblia como la fuente de la verdad y usaba tales preguntaspara encontrar la verdad dentro de ellos mismos.

    Con la renovacin del luteranismo conservador a mediados del siglo diecinueve, esta clase depreguntas que ofrecan ms reto no fue rechazada con el resto del raciocinio. En cambio, laspreguntas acerca de los hechos fueron combinadas con preguntas ms difciles para guiar a losnios en una instruccin que no solamente les mantena activos sino tambin permita unaactividad ms interesante y significativa.

    En reaccin a la ilustracin algunos volvieron a recitar las lecciones de modo que una figura deautoridad discurseaba acerca de lo que deca la exposicin del catecismo y esperaba que los niosms tarde repetieran estas verdades con las mismas palabras del catecismo. La leccin de lahistoria sugiere que haremos bien en examinar con cuidado nuestros mtodos de instruccin. Siusamos el texto catequstico directamente, tendremos cuidado de evitar la recitacin de la lecciny la trampa de tener las respuestas a las preguntas delante de los nios? Si usamos la Biblia, noscuidaremos de que nuestras preguntas se enfoquen ms que en los meros hechos para brindarretos, inters y significado? Si no, debemos estar dispuestos a reflexionar sobre esto. De otra formaquizs caigamos en repetir los errores que la historia de la educacin cristiana nos ensea.

    Conclusin

    Hay mucho ms qu decir acerca de estas lecciones de la historia eclesistica y de sus leccionespara la educacin cristiana contempornea. Los cuatro puntos que hemos destacado no agotantodos los principios de la educacin cristiana. Sin embargo, es fascinador ver cmo la historia noshabla mientras que cumplimos nuestra tarea de instruir a jvenes y adultos en nuestrascongregaciones. Si la voz de la historia nos anima a continuar lo que estamos haciendo, o si nosalienta con crtica constructiva, tanto en el contenido como en los mtodos de nuestra instruccinpara los encomendados a nuestro cuidado, nos beneficiaremos.

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    Para discutir

    1. Por qu es necesario proceder combinando un estudio dogmtico (catecismo) con un estudiode la historia bblica?

    2. Qu queremos decir cuando hablamos de dar a la gente una instruccin esmerada?

    3. D varias razones que expliquen por qu es un error ir ms all de lo bsico (i.e., el CatecismoMenor de Lutero) en la clase para la confirmacin.

    4. De acuerdo o desacuerdo? Una buena tarea de memorizacin ha de estar en un programa deinstruccin cristiana.

    5. D varias razones del por qu el mejor mtodo para usar en la clase de confirmacin es ensearde la Biblia en vez de ensear del catecismo.

    6. De acuerdo o desacuerdo? El hacer preguntas es bsico de la buena metodologa en lainstruccin catequstica.

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    2Las implicaciones de algunas verdades bblicas

    para la educacin Cristiana

    Es por fe que llegamos a conocer que las Escrituras son la revelacin divina de la verdad. Elpropsito principal de la revelacin divina es ensear a los pecadores el nico camino a lasalvacin. Pero junto con la verdad salvadora, Dios tambin ha revelado verdades, principios yguas que nos interesa saber y usar mientras hacemos nuestra peregrinacin terrenal hacia nuestrohogar celestial. Algunas de estas verdades bblicas tienen impacto directo en nuestra accin parala educacin cristiana.

    El ser humano es una creacin especial de Dios.

    Cuando Dios cre el mundo lo cre como la morada especial para su creacin especial, elhombre. Dios hizo al hombre de una manera especial. Dios dijo al hombre que no solamente iba ahabitar en el mundo, sino que iba a dominarlo.

    Uno de los dones especiales que Dios concedi al hombre fue la mente racional. El hombrepuede usar los sonidos y smbolos para comunicarse en oraciones y en conjuntos o frmulas mscomplicadas y largas. El hombre puede tomar dos, tres y ms cosas, analizarlas y ver en qu separecen o en qu se distinguen.

    Porque el hombre tiene este don de raciocinio, Dios le comunica el camino de la salvacin enlos smbolos escritos de la Palabra. La implicacin de esto en la educacin cristiana es obvia. Yaque Dios puede comunicarse en forma directa con cada persona, nuestra tarea como educadores esguiar a cada persona bajo nuestro cuidado a leer, estudiar y considerar por ella misma el contenidode la Palabra divina. Siempre haremos bien, por tanto, de estar seguros que no estorbemos lacomunicacin divina sino que nos empeemos a promoverla como maestros que somos.

    Pero Dios no capacita a toda persona a razonar en el mismo nivel. Los nios de primaria slorazonan en una forma sencilla. En la secundaria esta habilidad crece pero an es limitada. Durantela adolescencia madura, la habilidad de razonar generalmente llega a su mxima potencia. Aun as,el potencial mximo de cada persona es muy diferente. Algunas personas son dotadas con mentesmuy hbiles, muchas con regulares, mientras a otras Dios en su sabidura slo da una muy limitadahabilidad. Es necesario tomar todo esto en cuenta en la enseanza. Nuestra manera de ensear anios en la primaria ser diferente de nuestra manera de ensear en la secundaria, y sta la ltimaser diferente a nuestra manera de ensear a adolescentes maduros y a adultos. No debemosatrevernos a hacer caso omiso de las diferentes habilidades con que Dios dota a las personas dentrode cada una de sus respectivas edades.

    Otro aspecto de la especial creacin divina del hombre es que Dios lo dot de sentimientosadems de su poder intelectual. El hombre est dotado de emociones muy poderosas que le

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    producen reacciones positivas o negativas a diferentes cosas. Si una persona come brcoli y no lecae bien, a lo mejor va a rechazarlo la prxima vez que se lo ofrezcan. Si se alimenta con pur deguisantes verdes a un beb con cucharaditas alternadas de helado, no es sorprendente si de repenteel beb nicamente acepta el helado. As, tambin, Dios ha dotado a cada cristiano de emocionesmentales que resultan en sentimientos positivos o negativos en cuanto a la materia que aprende.Hacer caso omiso de esta verdad en nuestra tarea educadora sera bastante necio.

    Desde la cada todos los hombres por naturaleza estn espiritualmente muertos.

    El hombre por naturaleza no es bueno ni aun neutro. Es totalmente corrompido. Est muertoen pecado. Esta verdad nos impresiona con la necesidad de la educacin cristiana. Sin elconocimiento y la fe en la Palabra de Dios, una persona est destinada a la destruccin eterna. Elsaber un poco de la Palabra de Dios posiblemente salve a una persona, pero, como las Escriturasnos recuerdan una y otra vez, tal persona sera vulnerable de caer de la fe por razn de los ataquesdel diablo, el mundo, y de su propia naturaleza pecaminosa. La necesidad de que cada cristianoest arraigado y fundado en la Palabra de Dios permanece durante toda la vida.

    La verdad acerca de la naturaleza humana tambin afecta nuestro entendimiento de laeducacin cristiana. Si uno ve a un nio como bueno o neutro, as como la educacin secular lo ve,el entendimiento que uno tiene de la educacin tambin ser bastante diferente de lo que tiene otrapersona que ve al nio atrapado por una naturaleza nicamente inclinada a pecar. Pero por otraparte, ver a los nios cristianos inclinados nicamente al pecado tambin sera un error. Talesnios son regenerados y tienen tanto un nuevo hombre como el viejo Adn. Nuestroentendimiento de la disciplina, por ejemplo, reflejar nuestro conocimiento de la lucha constanteque un nio sostiene entre el viejo Adn y el nuevo hombre. Nosotros no solamente trabajaremospara frenar el viejo Adn sino tambin para fortalecer el nuevo hombre. El no hacer las dos cosas,sabemos, har fracasar la prctica de la buena disciplina cristiana.

    La verdad acerca de la naturaleza humana tambin afecta nuestra meta o propsito de laeducacin. La aprendizaje secular (por dictamen del cdigo civil) limita su propsito al entre-namiento corporal, un entrenamiento que intenta hacer del nio un ciudadano autosuficiente ytil. Este es un propsito noble, y estamos contentos que la educacin secular persiga y alcance talmeta.

    Pero dado que nosotros sabemos que por la naturaleza todos los hombres estnespiritualmente muertos, nuestra meta en la educacin es ms que corporal. De hecho esprincipalmente espiritual. Por lo tanto, en el centro de nuestra educacin est la Palabra de Dios.Enseamos esta Palabra para despertar o fortalecer la fe. Usamos esta Palabra para guiar apersonas a una vida de amor como fruto de la fe. Nuestra meta es seguir enseando esta Palabra acada persona para fortalecerla y guardarla en la fe hasta que llegue a la gloria.

    Como ya lo afirmamos antes, no menospreciamos el entrenamiento que intenta capacitar a lapersona en las destrezas necesarias para ser un ciudadano autosuficiente y til. Pero en laeducacin cristiana este entrenamiento corporal tambin tiene un motivo espiritual. Queremosque el nio desarrolle sus destrezas, no solamente para su propio bien y el bien de sus

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    conciudadanos, sino tambin queremos que haga todo esto en agradecimiento por la graciailimitada de Dios para con l.

    El hombre sabe algunas cosas acerca de Dios aparte de su Palabra.

    Por naturaleza el hombre puede aprender que Dios es sabio, todopoderoso y bueno. Por la leyescrita en el corazn y por la voz de la conciencia que da testimonio dentro del hombre de la leydivina, el hombre sabe lo bsico de lo que Dios manda y prohbe, y el hombre sabe que tendr queresponder a Dios por cualquier falla en seguir la voluntad divina. El maestro cristiano no har casoomiso de lo que cada nio o adulto sabe acerca de Dios por naturaleza o por la ley escrita en elcorazn. En cambio el maestro sacar provecho de este conocimiento cuando se presente unaoportunidad. Por ejemplo, al ensear una porcin del primer artculo que trata de la creacindivina del cuerpo humano, sera muy apropiado para el maestro usar algunos de los hechos que susalumnos saben acerca del cuerpo humano para impresionarlos cmo estos hechos manifiestan lasabidura y omnipotencia de Dios. O al disciplinar a un nio, un maestro quizs apele eficazmentea la voz condenatoria de la conciencia dentro del nio.

    El punto es que mientras la educacin cristiana se enfoca en la palabra de Dios, ciertamente sepuede aprovechar apropiadamente el conocimiento natural de Dios y de la conciencia dotada porDios que posee el nio.

    Dios ha encargado la administracin de sus medios de gracia a seres humanos.

    Dios ha determinado crear la fe, no por iluminacin y conversin directas, sino por ciertosmedios: la Palabra y los sacramentos. Dios tambin ha determinado encomendar el uso de estosmedios, no a ngeles, sino a creyentes. Estas verdades tienen algunas ramificaciones obvias paraeducadores cristianos. Hemos recibido lo que es tanto un gran privilegio como una tremendaresponsabilidad. Como instrumentos del Espritu Santo administramos los medios por los cualesDios obra y fortalece la fe en los seres humanos. No nos atrevemos a sustituir cualquier filosofahumana por el evangelio en la Palabra y los Sacramentos. No podemos agregar cualquier cosa alpoder de los medios divinos. Pero s podemos abusar de ellos, y all tenemos una profundaresponsabilidad.

    Nuestra responsabilidad se parece mucho al agricultor que siembra la semilla en el campo. Lasemilla es la creacin de Dios y tiene el poder divino dado a ella por Dios en la creacin. Es el poderde Dios, no del agricultor, que habilita la semilla, la cual al podrirse produce una nueva planta quetiene el poder de multiplicar esta semilla muchas veces. Sin embargo, importa mucho la maneracomo el agricultor maneja la semilla porque puede daar o destruir el poder que Dios ha puesto enla ella.

    Importa mucho la manera en la cual el agricultor siembra la semilla. Si solamente la tiraencima de la tierra dura, o si cuidadosamente prepara la tierra y entonces la siembra a laprofundidad precisa, puede significar mucho en el crecimiento de la semilla, o aun si va a crecer, osi por lo menos crece bien. Tambin importa la estacin del ao, si el agricultor siembra en el frodel invierno o en el calor del verano. El agricultor puede hacer otras cosas que tambin importan,

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    tales como: regar, abonar, podar, cultivar, y arrancar la maleza.

    En todo esto el agricultor simplemente utiliza lo que l sabe de las leyes naturales y divinasaplicadas al poder dotado por Dios a la semilla. Los mtodos del agricultor para el manejo de lasemilla son dictados por las leyes naturales de Dios. El hacer caso omiso a estas leyes sera necedadcompleta por parte del agricultor.

    En forma parecida la manera por la cual el maestro cristiano administra la Palabra de Dios, esdecir los mtodos, ser gobernada en parte por las leyes naturales de Dios. Cmo aprende mejor elser humano en cada nivel de edad? Cul es la capacidad de raciocinio y memorizacin en lasvarias etapas del desarrollo humano? Cul es la mejor forma de nutrir an ms la fe de uncristiano de acuerdo con su nivel de entendimiento? Sera tan necio para un maestro cristianohacer caso omiso de las leyes divinas sobre el desarrollo humano como lo sera para un agricultorhacer caso omiso de las leyes de Dios sobre la siembra de una semilla!

    El maestro que cumple su responsabilidad de ensear la Palabra haciendo slo que susalumnos reciten unos cuantos datos dar como resultado un crecimiento bastante pobre en lasplantitas encomendadas a su cuidado espiritual. Un maestro que motiva a su clase a aprender elevangelio enfatizando que hacerlo es un deber al Seor soberano (y probablemente subraya estamotivacin con la amenaza de exmenes y la posibilidad de no ser confirmados si fracasan en losexmenes) no debe sorprenderse si la clase ignora la Palabra cuando la presin ha desaparecido. Elpastor cuyo mtodo de confirmacin es repasar el catecismo probablemente se lamentar quealgunos (muchos?) de sus confirmados no hayan permanecidos fieles, aun cuando ha repasado elcatecismo dos veces con ellos.

    Los mtodos por lo tanto importan, no porque los educadores hayan elaborado unas cuantasteoras para justificar un curso de pedagoga, sino porque reconocemos por la simple observacinque hay algunas leyes bsicas sobre la aprendizaje que reflejan la estructura y funciones mentalesdadas por Dios al hombre. El buen provecho de estas leyes no socava el poder de los mediosdivinos de gracia, sino que usa estas leyes para habilitarnos a ser administradores siempre msfieles y mejores de estos medios preciosos.

    El cristiano regenerado todava est plagado por su viejo Adn.

    Cuando una persona se hace cristiana, su regeneracin no hace superfluo el entrenamientocristiano. Cuando un nio o adulto es confirmado, la lucha espiritual con su viejo Adn notermina. Dada la clase de mundo en el cual el confirmado vive hoy en da, puede uno decir que sulucha espiritual no solamente continuar sino que bien puede intensificarse.

    Este hecho ciertamente nos muestra la necesidad de un programa amplio de educacincristiana, el cual durante toda la vida cristiana siga edificando el fundamento espiritual puesto enla escuela dominical y la clase de confirmacin. Pablo amonest a los corintios, y el escritor de loshebreos reprob a los judos en Roma, a que no permanecieran bebs que solamente podan digerirla leche espiritual en vez de madurar para que pudieran digerir la carne espiritual.

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    Es un hecho que en la educacin cristiana, como en muchas otras reas de erudicin, si uno noprogresa retrocede. Lo que se haya aprendido necesita ser repetido, pero la repeticin seraburrida si a la misma vez uno no profundiza y progresa en lo que haya aprendido antes. Por lotanto, ninguna congregacin puede ignorar su programa de educacin cristiana. No solamentedebe una mesa directiva llenar su agenda con tales asuntos como las finanzas y la mayordoma, elevangelismo y la obra misionera, sino tambin con el programa congregacional de educacincristiana. La mesa directiva constantemente debe preguntar, o delegar a la junta de educacin latarea de preguntar, Hacemos todo lo que podemos para ayudar a nuestra gente a fortalecer alnuevo hombre en su lucha continua y amarga contra el viejo Adn?

    Cuando Dios orden el ministerio cristiano, tambin estableci las cualidades en el rea deeducacin para el ministro.

    Uno de los requisitos bsicos para cualquier persona que asume el oficio del ministerio pblicoes que debe ser apto para ensear (1 Ti. 3:2). Esto significa que Dios requiere no solamente quetenga una buena comprensin de la Palabra divina, sino que tambin pueda comunicareficazmente a otros su conocimiento dado a l por Dios. Necesita la habilidad de presentar tantosus sermones como sus lecciones en las clases bblicas de una manera clara y lgica. Necesita lahabilidad de hacer su presentacin a otros en una forma viva e interesante, en vez de: aburrirlos,irritarlos, dormirlos, y correrlos.

    La Palabra de Dios no es una frmula mgica que el ministro solamente recita palabra porpalabra y se sienta a esperar los resultados maravillosos. No, Dios requiere que el ministro estcapacitado para usar la Palabra divina para: ensear, redargir, corregir, e instruir en justicia, a finde que el hombre de Dios sea enteramente preparado para toda buena obra (2 Ti. 3:15,16).

    Las Escrituras no proveen respuestas y soluciones ya listas para cada situacin donde unpastor ensee o redarguye o corrige. Por esta razn Dios requiere que el ministro sea unobrero...que (use) bien la palabra de verdad (2 Ti. 2:15). El ministro no solamente necesita saber ladistincin entre la ley y el evangelio, sino Dios requiere que sea capaz de evaluar las situaciones yaplicar la ley o el evangelio segn la necesidad. No solamente necesita saber los principios queDios anuncia en el Nuevo Testamento acerca de: la mayordoma, el compaerismo, el papel de loshombres y de las mujeres, etc., sino Dios requiere que el ministro sea capaz de guiar a los cristianoscon la aplicacin apropiada de estos principios en sus vidas diarias.

    El papel de un pastor como un educador ms all del plpito se ha extendido grandemente enlos ltimos aos, especialmente a las reas del aconsejar y de ensear clases bblicas. Para servir asu pueblo bien, un pastor debe ser un buen educador.

    Dios distribuye la responsabilidad para la educacin cristiana entre varias personas.

    Dios pone la responsabilidad de aprender su Palabra en cada cristiano en particular. Cadacristiano es animado por Dios a hacer uso continuo de los medios de gracia y no ignorarlos. Estosignifica que un nio no podra ponerse delante de Dios en el da del juicio y excusar su negligenciade la Palabra divina y su incredulidad porque su pastor era un pobre maestro del catecismo. La

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    gente que hace caso omiso de la admonicin del Seor de no dejar de congregarse (Heb. 10:25) nopuede excusar este pecado diciendo que el pastor es un homiltico que carece de nimo. Dios ponela responsabilidad de escuchar activamente en cada adulto y nio cristianos. Dios quiere que cadauno de nosotros trabaje para aprovecharse de todo lo que uno pueda ganar de cada clase y cultodivino. No permite una actitud poco respetuosa e indiferente. No debemos retar al pastor omaestro hacer el intento de ganar nuestro inters o vencer nuestra actitud negativa.

    Dios pone la responsabilidad de ensear su Palabra en los padres, en cada cristiano, y en losministros llamados para el servicio pblico en la iglesia. Dios manda a los padres, ms bien que alas madres, a educar a sus hijos en la disciplina e instruccin del Seor (Ef. 6:4). En el libro de losProverbios Dios una y otra vez insiste que los padres enseen a sus hijos por la instruccin y losejemplos, para que sepan lo bueno, y por instruccin y disciplina para desviarles de la maldad.Dios da a cada padre y madre cristianos la responsabilidad de cumplir bien y fielmente esta tarea.

    Dios tambin pone la responsabilidad de la educacin cristiana en cada cristiano. Cristo nosolamente manda a los cristianos ir y hacer discpulos a todas las naciones, sino tambin obliga alos cristianos a ensear a cada discpulo a obedecer todo lo que l les mand. Si la primera partedel versculo pone en cada cristiano la responsabilidad de hacer la obra misionera, la segunda partedel versculo pone en cada creyente la obra de la educacin cristiana. Pablo subraya esto cuandoanima a los miembros de una congregacin cristiana a ensear y exhortarse los unos a los otros entoda sabidura (Col. 3:16). Dios da a cada cristiano la responsabilidad de cumplir bien y fielmenteesta tarea. La pareja carente de hijos no puede decir que los nios de la congregacin en la escueladominical no son su responsabilidad. Los abuelos cuyos hijos ya estn maduros no pueden decirque no les importa la educacin cristiana de otros jvenes en la escuela parroquial, o lapreparatoria, o la universidad.

    Dios tambin pone la responsabilidad de la educacin cristiana en los ministros pblicos de laPalabra. Cristo les dice a ellos, como le dijo a Pedro, Apacienta mis corderos y Pastorea misovejas. El alcance exacto de la responsabilidad de un ministro llamado al rea de la educacincristiana es detallada en el llamamiento. Dios da a cada uno en el ministerio pblico laresponsabilidad de cumplir estas tareas fielmente. Ciertamente la distribucin por Dios de estaresponsabilidad para la educacin cristiana entre tantas personas no hace otra cosa que hacernossentir la importancia de esta obra.

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    Para discutir

    1. Tome cada una de las verdades bblicos en los ttulos de este captulo y ensee en pocaspalabras las implicaciones para la educacin cristiana.

    2. Por qu necesita un maestro recordar las dos diferencias mayores que Dios hizo en lahabilidad de los seres humanos para pensar lgicamente?

    3. Por qu ha de recordar un maestro que los seres humanos no solamente piensan sino tambintienen sentimientos?

    4. Est de acuerdo o no? La educacin secular y la educacin cristiana comparten un terrenocomn tanto en la orientacin como el propsito de la educacin.

    5. Est de acuerdo o no? En la instruccin religiosa el maestro cristiano nunca usa otra cosa sinonicamente la palabra de Dios.

    6. Est de acuerdo o no? Un maestro cristiano puede anular el poder de la Palabra de Dios porlos medios que l utiliza para ensearla.

    7. Est de acuerdo o no? Cada cristiano necesita una repeticin constante de lo que haaprendido en la clase de confirmacin.

    8. Est de acuerdo o no? Una lista de prioridades en cuanto a las habilidades requeridas en unpastor como educador sera: predicacin de buenos sermones, enseanza de buenas clasesbblicas y clases de instruccin, y aptitud para aconsejar.

    9. Est de acuerdo o no? La responsabilidad principal para la educacin cristiana de un nioest en los padres del nio.

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    3El papel complementario de los padres y la iglesia

    en la educacin cristiana de los jvenes

    Dios ha puesto la responsabilidad para la educacin cristiana de los nios tanto en el hogarcomo en la iglesia. Esto no significa que habr una rivalidad implcita entre los padres y pastores omaestros por el tiempo y atencin de los nios. En cambio reconocemos que los padres llevan laresponsabilidad primaria mientras la tarea de la iglesia es exhortar y ayudar a los padres en estatarea importante. Muchos padres tropezaran al hacer el intento de dar una educacin cristiana asus hijos sin la ayuda de la iglesia. La iglesia, por otra parte, muchas veces fracasara sin el apoyo yel suplemento a esta educacin en el hogar.

    Dos preguntas en particular requieren nuestra atencin: 1) Por qu son tan importantes lospadres para la educacin cristiana de sus hijos? y 2) Por qu necesitan los padres la ayuda de laiglesia ms que nunca en la educacin de los jvenes?

    Los padres son tan importantes en la educacin cristiana de sus nios por varias razones.Sobre todo, su influencia en el nio contina por cerca de quince a veinte aos durante el perodoentero de los aos formativos. En su infancia el nio depende por completo de los padres. Durantelos aos pre-escolares el nio aprende la mayor parte de lo que sabe por hablar con sus padres y lamayor parte de lo que hace por seguir el ejemplo de sus padres. Si los padres establecen un buenarelacin con su nio, continuarn siendo el modelo principal que el nio seguir en los aos de laprimaria y secundaria hasta la adolescencia. Cuando en los ltimos aos de su adolescencia eljoven empieza a establecer alguna independencia de sus padres, los padres amantes siempre sernun puerto seguro a donde el joven puede acercarse en busca de simpata y ayuda cuando lastempestades de la vida se hacen ms fuertes de lo esperado.

    Otra razn por la cual los padres importan tanto en la educacin cristiana de los nios es elhecho que ellos comprenden a sus hijos mejor que nadie, ya que pueden desarrollar una relacinms ntima con ellos que cualquier otra persona durante los aos formativos. En los aospre-escolares el nio gatear a los pies de mam o pap, y hablar de todos sus miedos, sus gozos,sus esperanzas - sus sentimientos ms ntimos - sin inhibicin ninguna. En los aos de la primariay aun ms en el nivel de preparatoria, un nio tal vez esconda algunos o muchos de estossentimientos de los maestros y a veces tambin de los amigos ntimos. Pero pocas veces, si acaso,esconder un nio sus sentimientos de sus padres en el hogar (a menos que, por alguna razn, larelacin ntima entre los padres y el nio no exista). Quin est en mejor posicin que los padrespara aplicar el mensaje ms apropiado de la Palabra divina en la vida de un nio? Los maestros enla iglesia a veces tendrn el gozo de ayudar a cierto nio a compartir con l una porcin de laPalabra divina que especialmente se aplica a su vida en ese momento, pero los padres pueden haceraplicacin individual y especial de la Palabra divina constantemente. Porque sus relaciones con elnio son ms ntimas a base de la constancia, su aplicacin de la Palabra puede ser ms directa yoportuna que la de cualquier otra persona.

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    Una tercera razn por qu los padres importan tanto en el entrenamiento de los nios es laconfianza ms estrecha que stos tienen en sus padres, especialmente en los primeros aos de lavida. Si una madre dice a su hija de tres aos que su vestido es rojo y otra persona intentaconvencerla de que el vestido es anaranjado, la nia rechazar la opinin de la otra persona y creerlo que su mam le dijo. Cuando la misma nia entra a la primaria, su primera maestra empezar acompartir la confianza de aquella nia. La madre a veces intentar corregir una impresinequivocada que su nia del primer ao ha trado a casa de la escuela, pero la madre tal vez fracaseporque la nia confa ms en su maestra que en su madre en este particular asunto. O la maestratal vez sufra la misma frustracin si la nia trae una idea equivocada del hogar que no es posiblecorregir a causa de la confianza que la nia tiene en su padre o madre. Los padres poco a pococomparten la confianza de sus nios con los amigos del nio o con algn otro adulto interesadocomo un to o ta que gana la confianza del nio. Pero si los padres no destruyen la confianza desus nios, siempre la tendrn firme en sus manos. Esta confianza tambin tendr mucha influenciaen las creencias religiosas de un nio.

    Todava hemos de hacer la segunda pregunta: Por qu necesitan los padres la ayuda de laiglesia ms que nunca en la educacin de los jvenes? Las razones son numerosas. Una siempre hasido y siempre ser verdadera. Un padre encuentra fcil (si no le faltan ingresos) alimentar, vestiry cuidar las necesidades corporales de los nios. Cuando un nio tiene hambre o fro y lleva ropamojada, un padre sabe exactamente qu hacer. Pero el entrenamiento de las acciones de un nio yla formacin de su carcter son mucho ms difciles. Cuando un pequeo de cuatro aos tienecoraje, muchos padres no estn seguros sobre la forma de disciplina apropiada que sirva para elbien del nio. Cuando los padres estn convencidos por el maestro de su nia en el cuarto ao questa tiene dificultad con su desarrollo y comportamiento, tal vez se sientan confundidos sobre quaccin tomar. Y hay muchos padres que, cuando se enfrentan con una peticin de ms libertad porparte de un adolescente, no estn seguros sobre cul es la mejor respuesta. Deben dar a este nio,que est madurando hacia ser adulto, ms responsabilidad como l la pide? Los padres necesitan laayuda de otros para el entrenamiento de sus hijos y la buscan. Si la iglesia no les proporciona talayuda, los padres desgraciadamente tal vez busquen en consejeros humansticos la gua que lesparece necesaria.

    Otros motivos por los cuales los padres necesitan ms ayuda que nunca son de origen msreciente. Uno es que los desarrollos tecnolgicos han reducido grandemente el papel de los padrescomo maestros. Hace solamente cincuenta aos los padres realizaban mucha de la enseanza desus hijos. En las granjas hubo tareas sin nmero para los hijos, y el padre enseaba al hijo cmohacerlas. En las ciudades tambin hubo muchas tareas alrededor de la casa que los padresensearon a sus hijos que desempearan, tales como ordear la vaca, hacer velas y jabn.Especialmente en la clase media con la aparicin de equipos elctricos y mquinas que redujeronmucho el nmero de tareas manuales, el papel de un padre como maestro se vio reducidograndemente.

    Aunque hoy en da ms gente que nunca est alfabetizada en Amrica Latina, esto nonecesariamente significa que los padres se sienten capacitados para participar en la instruccin desus nios. Aun en la clase media los hijos toman cursos acadmicos, especialmente en ciencia y

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    tecnologa, que sobrepasan el conocimiento de los padres de modo que se disminuye la imagen destos como maestros de sus propios hijos. Es ms, en Amrica Latina debemos recordar que en laiglesia catlica romana nunca hubo una tradicin de instruccin bblica por parte de los padres alos hijos.2

    Hoy en da, por lo tanto, los padres realmente no ofrecen tanta instruccin a sus hijos como sehizo en otras pocas. Resulta que si la iglesia espera que los padres enseen la Palabra de Dios enel hogar (y ya hemos visto algunas muestras de la importancia de esto), la iglesia primero tendrque instruir a los padres en cmo ensear religin a sus hijos. Los maestros en la escuela dominicaltendrn que mandar a casa instrucciones detalladas que orienten a los padres sobre qu puedenhacer stos cada da en el hogar para participar en la instruccin de sus hijos durante la semana.Los pastores no pueden simplemente exhortar a los padres a ayudar a sus hijos con las leccionessobre el catecismo. Los pastores tendrn que orientar a los padres exactamente en qu puedenhacer stos para ayudar a sus nios con las tareas de memorizacin, con la materia del catecismo,con las hojas de repaso, etc. Los pastores y maestros no deben culpar a los padres de no ensearalgo en el hogar si no proporcionan a los padres la ayuda que necesitan para saber cmo ensear.La poca actual donde se ha reducido el papel de los padres como maestros en el hogar lo haceobligatorio.

    La disminucin de la influencia del hogar en nuestra poca es otra razn por la cual los padresnecesitan la ayuda de la iglesia en el entrenamiento cristiano de sus hijos. Con la urbanizacin delos pueblos muchos jvenes han salido de sus hogares para hacer sus vidas en las ciudades. Otroshan ido a los Estados Unidos en busca de empleos. Y otros han ido a las universidades donde lospadres tienen poca influencia sobre el desarrollo de sus hijos. Hay otros factores tambin como lanecesidad de trabajar tanto las madres como los padres, sin mencionar a los mismos nios, demodo que hay poco tiempo disponible para que la familia pase tiempo reunida en el hogar. Ycuando una familia goza de ms recursos hay actividades recreativas fuera de la casa como loscentros comerciales, los cines y centros de juegos electrnicos que apartan de sus hogares hasta alos nios de secundaria.

    Al mismo tiempo que disminuy la influencia del hogar vino la influencia crecida de laeducacin pblica y los medios electrnicos. Hay tres caractersticas de la influencia de laeducacin pblica y los medios de comunicacin:

    1) Minan lo divino por la negacin racionalista de los milagros y por el credo humanstico queel hombre es el dueo de su propio destino;

    2) Minan la moralidad al negar que haya algn cdigo moral obligatorio y por promover latica situacional;

    3) Promueven una visin materialista (y muchas veces hedonista) de la vida al sugerir que laalegra se encuentra en lo que uno posee y en tener lo suficiente para hacer lo que unodesee.

    2 Adems de representar los cambios en la vida familiar en los Estados Unidos la edicin inglesa de estelibro visualiza el hogar luterano tal como era en generaciones ya pasadas. Para un ejemplo grfico vaseThey Walked Here, por Adolf Fehlauer.

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    Hace aos los cristianos tenan que advertir a sus hijos contra la teora evolucionista que fueenseada por la educacin pblica. Hoy en da son necesarias muchas precauciones ms. Lasclases sobre historia pueden tener como su meta el radicalizar a los jvenes a creer que todas lasverdades son relativas. La sociologa (una materia requerida de todos los alumnos en muchasescuelas estadounidenses) ensea a los nios los fundamentos acerca de: los hombres, la religin,el crimen, el matrimonio y el divorcio, la muerte, etc., desde un punto de vista puramente social.Las materias sobre la literatura se enfocan en los libros y ensayos modernos que muchas vecespresentan una vista secular de la vida. La materia sobre la administracin del hogar consideratpicos como: la vida de casado, el control de natalidad, el aborto provocado y la relacin entre loshombres y las mujeres en una forma poco bblica. Cualquier persona que no reconoce la influencianegativa continua que tiene esta dieta anticristiana en un nio, tal vez no quiere ver la realidad.

    La influencia que la televisin puede tener es otro factor en nuestro estilo moderno de vida. Enlos Estados Unidos un artculo en el Reader's Digest del ao 1977 cit una encuesta por Nielsenque mostraba que los nios de menos de cinco aos de edad vieron un promedio de veintitres ymedio horas de televisin cada semana. Hoy en da el graduado tpico de una preparatoria haestado por lo menos 15,000 horas ante la pantalla - ms tiempo del que ha dedicado a cualquierotra actividad con excepcin del sueo. Habr sido expuesto a 350,000 anuncios y habr sidotestigo de 18,000 matanzas. El artculo declara que la conclusin es inevitable, que la televisin seha convertido en una influencia potente en: las creencias, las actitudes, los valores, y elcomportamiento de los jvenes. El artculo tambin cita otra verdad importante en cuanto a laeducacin - algo que tal vez diverja un poco de nuestra tangente, pero de todos modos significativo- la televisin produce una generacin que no aprende bien sin ilustraciones visuales queacompaan la instruccin oral.

    Agregada a la televisin otras atracciones para los jvenes estn el cine y la msica (en discos oen la radio), y es obvio que los medios electrnicos siempre tienen una progresiva influencia en losnios disminuyendo la influencia por parte del hogar. No deben descontarse los muchos yatractivos programas religiosos en la televisin como otra fuente de influencia sobre la gente de lafrontera tal como pueden tener stos sobre muchos adultos en las congregaciones de nuestraiglsia en los Estados Unidos.

    La trayectoria del mundo religioso contemporneo es aun otro factor que subraya la necesidadde un intenso entrenamiento cristiano en nuestra poca. El ecumenismo, que afirma que todas lasreligiones son buenas y que no habla en contra de los errores de otras religiones, tambin hainfluenciado a la iglesia catlica romana desde el Vaticano II. Los protestantes en Amrica Latinaque suelen abogar una fraternidad no catlica tambin manifiestan la influencia unionista delecumenismo moderno. Tanto los hijos como los adultos estn expuestos a esta influencia que enefecto niega el verdadero amor de Cristo por la verdad y la salvacin del alma. No nos sorprendeque nuestros jvenes a veces apoyan la propaganda ecumnica que han odo.

    La mayor parte: del luteranismo, el catolicismo romano, y el protestantismo conservador,experimentan un alboroto porque el mtodo hermenutico de criterio histrico ha tenido unainfluencia profunda en la iglesia. El decir que esto solamente es una cuestin para los telogos esfracasar en armar a nuestros nios y adultos contra este ataque que invade con extrema sutileza la

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    fe. Este ataque deja al cristiano con la cscara del cristianismo (todava se considera un verdaderocristiano), pero el grano (la verdad de la salvacin) se ha perdido.

    En una edad inmoral y materialista como la nuestra, las sectas pietistas (e.g. mormones) ymsticas (religiones orientales), que promueven la moralidad y lo inmaterial, tienen una atraccinpoderosa para algunos cristianos. Todas estas corrientes en nuestro mundo religioso nos impre-sionan con la necesidad de un buen entrenamiento cristiano, ahora ms que nunca.

    Para discutir

    1. Explique los papeles complementarios del hogar y de la iglesia en cuanto a la educacincristiana.

    2. D algunos ejemplos que ilustran que los padres son las personas esenciales para elentrenamiento de un nio a causa:

    a. De su influencia sobre el nio;b. De su entendimiento del nio;c. De la confianza que el nio tiene en ellos.

    3. Por qu es ms difcil para los padres el entrenamiento espiritual de los nios que el cuidadode las necesidades corporales de sus nios?

    4. Explique cmo cada uno de estos factores obligan a que la iglesia, ahora ms que nunca, estms preocupada sobre su programa de educacin cristiana:

    a. La disminucin del papel de los padres como maestros;b. La influencia decrecida del hogar;c. El aumento de la influencia de la educacin pblica y los medios de comunicacin en

    masa;d. La trayectoria del mundo religioso contemporneo.

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    Una posdata a la parte uno

    Hemos visto la historia de la educacin, algunas verdades de las Escrituras, y los papelescomplementarios de los padres y la iglesia como un fondo para la materia de educacin cristiana.Un nmero de puntos fundamentales se destacan:1. La educacin cristiana es una parte vital de la obra que Dios ha dado a la iglesia para llevar a

    cabo.2. Los padres cristianos necesitan la ayuda de la iglesia, por lo menos tanto como antes si no es

    que ms que nunca, en el entrenamiento de los jvenes.3. Cmo realiza la iglesia esta tarea vital es de importancia?

    En las partes dos a tres estudiaremos este ltimo punto, el cmo de la educacin cristianamientras examinamos el proceso de ensear-aprender (parte dos), el uso de varias tcnicas ymtodos considerando los puntos fuertes y dbiles de cada uno (parte tres), y el tipo de leccionesque podramos usar en cada agencia educacional en nuestras congregaciones (parte tres).3

    3 La versin inglesa incluye una quinta parte: El papel de la junta de educacin de la congregacin paraplanear y realizar un programa total de educacin cristiana en una congregacin.

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    Parte Dos

    El proceso de enseanza aprendizaje

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    4Principios de aprendizaje para todas las edades

    Generalmente no es un buen procedimiento empezar con una declaracin sumaria. Esta casisiempre se reserva para el fin de un discurso o captulo. En este caso, pensamos que lo mejor esempezar con ella por dos razones fundamentales. Estos principios son obvios, y necesitan poca oninguna documentacin. Tambin forman las bases sobre la cual se construirn muchos de lospuntos principales acerca de los procesos de enseanza y aprendizaje. En el captulo final de laparte II, el cual establece las siete leyes de la enseanza, estos principios aparecern de nuevo. Perosern ampliados por todo lo que a continuacin se discutir.

    Obsrvese que todos estos son principios de aprendizaje para todo grupo de edades. Por tantoestos principios se aplican tanto a mayores como a jvenes. Existen otros procesos de aprendizajeaplicados a grupos especiales segn la edad, tales como nios en edad pre-escolar o adolescentes,pero los principios de este captulo son universales.

    El mejor aprendizaje viene por la actividad del alumno.

    El humano no es materia inanimada en el cual el aprendizaje se derrama como el agua en unvaso. No es un aprendiz como un trozo de arcilla que pueda ser moldeado y marcado de acuerdo alos deseos de del alfarero. No, Dios nos hizo materia animada que aprende por el or, ver, pensar,expresar y hacer.

    El error ms comn de los profesores es suponer que dicindole a un estudiante alguna cosa,cualquiera que sta sea, es estarle enseando. Un lamento muy comn que se oye en los cuartos dela facultad en las universidades es: Yo no les he dicho este punto a los estudiantes slo una vez, selos he repetido mil veces, (y an as no lo entienden! Tal vez el problema no est en losestudiantes. Tal vez el profesor s dio su clase con frecuencia, pero ellos no aprendieron porque elproceso de aprendizaje fue pasivo en vez de activo.

    Aprender no es sinnimo de sentarse y escuchar. Ensear no es sinnimo de sentarse y hablar.Ms que eso, aprender se relaciona con: pensar, expresar, y hacer. Y ensear es sinnimo de guiar yentusiasmar.

    Tomemos un ejemplo de un curso de artes industriales en una secundaria sobre cmo haceruna sincronizacin a un carro, trabajando sobre una mquina. Sera absurdo que el profesor sesentara y hablara acerca del proceso total durante cuarenta-y-cinco minutos, y entoncestranquilamente dijera a sus estudiantes que fueran a sus casas y sincronizara la mquina. Muchomejor sera que mientras l est hablando pusiera la mquina enfrente de la clase y mostrara cadapaso del proceso. Aun mejor sera la enseanza si el profesor procediera por preguntar a la clasesobre los pasos dados y dejarles expresar con sus propias palabras lo que su profesor acaba dehacer.

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    Tal forma de enseanza sirve no slo para comprobar lo que ellos aprendieron, sino tambinpara recordarles lo que su profesor ha demostrado. El mejor mtodo para ensear a los estudiantesde cmo hacer la afinacin de un carro es proveer una mquina a cada alumno de la clase y hacerlespreguntas para que piensen y se expresen mientras ellos mismos hacen la tarea con sus propiasmanos.

    Obviamente que no todo aprendizaje es igual al de sincronizar una mquina, pero este ejemplonos ilustra una verdad bsica sobre el proceso de aprendizaje de cualquier tipo de leccin. Pensar yexpresarse pueden llegar a hacerse una parte del aprendizaje en casi toda leccin. Algunosargirn que actuar no puede ser parte de una clase de religin, pero esto es slo parcialmentecierto. Nosotros no queremos llegar a involucrarnos en un algo llamado santificacinprogramada, como algunos libros sugieren, especialmente de las iglesias reformadas. Despus deensear el Cuarto Mandamiento, no queremos dar a los nios toda una lista de cosas por hacer deforma tal que cumplan este mandamiento durante la siguiente semana. No deberamos insistir queal cabo de una semana, ellos regresen con un comprobante de cada punto de lo que hicierondurante la semana. Algunos actos, probablemente, habrn sido hechos como un deber cumplido yno como un acto nacido de la fe y el amor.

    En cambio, podemos guiar a los nios a que hagan esta leccin de otra forma. Posiblementerepresentemos en la clase una situacin de la vida real, y les guiemos a vivir esta situacin como sifuera la suya. Por ejemplo, tal vez pongamos una tpica escena en la vida de un nio algo as como:

    Mara recibi una bonificacin de sus padres. Despus de comprar un disco demsica rock de dudoso valor, sus padres le pidieron que no usara su dinero para talpropsito otra vez, sin antes pedirles permiso. Pero sucedi que Mara fue con unaamiga a una tienda donde vio el disco que tanto deseaba. Lo compr con laintencin de pedir ms tarde permiso a sus padres. Cuando la madre de Maradescubri el disco, la castig prohibindole salir por dos semanas. Mara seenfureci porque el equipo de baloncesto de su escuela tendra un importante juegola noche del sbado. Ella suplic a sus padres que la dejaran ir, pero la madrerehus. Ese sbado por la noche Mara se sent en el sof de la sala con un libro,enojada y sin querer hablar con nadie.

    Despus de montar esta escena, la clase podr preguntar y analizar la actitud de Mara. La mayorade los nios podrn reconocer que esta situacin ha ocurrido o tal vez occura fcilmente en susvidas, de esta forma el campo es propicio para traer una situacin real al saln de clase. Esto puedeinvolucrar a los estudiantes en alguna forma en la verdad del Cuarto Mandamiento e impresionarprofundamente sus corazones y mentes. Cuando ellos encaran una situacin similar, involucrandola disciplina de un superior en sus propias vidas, las verdades de la leccin sern ms fcilmenterecordadas en sus mentes, que si ellos slo se sentaran a escuchar el anlisis que hace el maestrosobre la situacin y acciones de Mara.

    El aprendizaje que resulta de estudiantes activos en vez de pasivos no elimina la necesidad deun profesor. El papel y la importancia del profesor no se menoscaban. El papel cambia de un merohablar hacia los papeles de excitar y guiar. El papel del maestro es motivar a los estudiantes alentusiasmo o nimo por aprender algo, y entonces guiarles en el proceso de aprendizaje con:

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    Aprendizaje activo 90% ensear75% crear65% dicutir50% responder

    Aprendizaje pasivo 20% repetir10% ver5% or

    preguntas, problemas, y proyectos. Los estudiantes necesitan constante y cuidadosa gua de formatal que la actividad que se maneje en el aprendizaje no les deje frustrados o dando vueltas encrculos sin rumbo definido o, an peor, que saquen falsas conclusiones nocivas para s mismos.

    Se estableci entonces que el verdadero aprendizaje no es la actividad del profesor sino la delos estudiantes. La escala de aprendizaje de Hoag ilustra esta verdad: Concluimos entonces que

    slo aprendemos el 5% de lo que omos. Elaprendizaje es doble si acompaamos el orcon el ver. Esto aun se duplica si el profesornos hace repetir despus de l. La cantidadde aprendizaje se incrementa aun ms sitenemos una tarea por memorizar y recitaralgo, pero la cantidad que aprendemos esslo cerca de un tercio del total. Entre

    mayor actividad tenemos en el proceso de aprendizaje, ya sea respondiendo preguntas, expresando loque aprendemos en discusiones, creando algo (retratos, poemas, resmenes) acerca de la leccin, oensendolo a otro a peticin del profesor, se incrementa dramticamente en la cantidad deaprendizaje de una leccin dada.

    Este patrn general tiene al menos dos excepciones. Un conferencista que tenga ciertocarisma, el cual tiene a un audiencia en suspenso con sus palabras, incrementarconsiderablemente el porcentaje de lo que el audiencia pudiera aprender con tan slo orle. Elproblema aqu es que son extremadamente raros los conferencistas de esta clase, y frecuentementeel carisma con el cual domina a la audiencia, slo sirve para entretener a la gente. Ellos pudieranestar muy impresionados con lo interesante de una conferencia, pero incapaces de reproducir msall de un par de puntos principales de lo que escucharon.

    La otra excepcin a la regla es una audiencia madura y altamente motivada para aprender. Unamente madura y motivada no slo tomar informacin sino que aun pensar en los medios parahacerlo. Una consecuencia lgica de esto es que tambin aprender ms que una audienciaordinaria.

    Sin embargo, en ambas excepciones lo que se ha aprendido no se aproxima al nivel que pudierahaber sido aprendido si tambin se usara el pensar, expresar y hacer. Las excepciones prueban laregla de que el mejor aprendizaje viene mediante la propia actividad del estudiante.

    La motivacin del estudiante determinar qu tan bien aprender.

    Tal vez este principio es tan obvio que parezca una prdida de tiempo el discutirlo. Todo elmundo sabe que el estudiante que no quiere aprender algo o se preocupa poco si aprende o no,nunca aprender igual que el estudiante que verdaderamente est interesado en aprender.

    Sin embargo, hay motivacin negativa y positiva. Un profesor puede motivar a una clase aaprender diciendo las mgicas palabras, Tendremos examen maana! O un pastor podramotivar a un estudiante indiferente al decir (y a sus padres?) que no ser confirmado si no se

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    empea. Pero es sta buena motivacin? Tal vez necesiten las amenazas de examinar o de noconfirmar por causa del viejo Adn que mora en todos, el cual promueve la flojera y la indiferencia,las cuales deben ser frenadas. Sin embargo esta clase de motivacin negativa no es lo quequeremos obtener con este principio, pues con amenazas no se consigue una motivacin verdaderay perdurable. En cambio tal clase de motivaciones negativas ocasionan un aprendizaje querpidamente se pierde una vez que ha desaparecido la amenaza. La motivacin fundamental quevemos en toda educacin cristiana es el amor al Salvador. Nuestro amor hacia l nos compele aquerer conocer las preciosas verdades de su Palabra salvadora y crecer constantemente en nuestroentendimiento de ella. En otras palabras, el mero contenido de lo que enseamos, cuando damosinstruccin de la Palabra de Dios, provee la ms poderosa motivacin para el aprendizaje.

    Debemos ser precavidos de no cambiar esta verdad por un garrote cuyo efecto es lo opuesto aldeseado. Es decir, por ejemplo, el maestro que empieza cada clase de religin con una oracin en lacual est recordando a los nios que, dado que ellos estarn estudiando la Palabra de Dios, debenescuchar con atencin o sufrir las consecuencias. O pensemos en el pastor que constantementeest disparando palabras de reproche hacia un grupo de indomables muchachos, diciendo que consu comportamiento estn despreciando la Palabra de Dios. Tales tcticas obviamente no motivanun amor hacia el Salvador y su Palabra.

    Recordar de vez en cuando qu tan preciosa es la Palabra de Dios y sus verdades,especialmente cuando el recuerdo fluye naturalmente desde el contenido de la leccin del da, seruna poderosa motivacin, pues est hablando al nuevo hombre en el estudiante cristiano. Aunqueesta ser la mejor y ms poderosa motivacin en toda la instruccin religiosa, aqu hay una formaadicional de motivar, la cual nada tiene que ver con el contenido pero s con el mtodo.

    Dios ha hecho a cada ser humano de tal forma que tiene caractersticas peculiares en su mentey forma de ser, las cuales contribuyen para un mejor aprendizaje bien canalizado. Una de estas esel reconocimiento de la verdadera necesidad por conocer algo o ver un cierto valor en adquirir unprofundo entendimiento sobre algo. Si un cristiano puede reconocer la necesidad de crecer sobresu actual nivel de entendimiento o conocimiento, tal cristiano ciertamente aprender ms que otroque no sienta tal necesidad.

    La introduccin de una leccin, por tanto, debe tener solamente un objetivo mayor, el cual esdespertar el sentimiento de necesidad y valor hacia la leccin del da. Cualquier introduccin quese limita a revisar la leccin previa, o introduce la geografa o trminos extraos en la leccin, debeser marcadas con una gran X de color rojo y catalogarse de insatisfactoria. Pues mientras estascosas tienen su lugar, no despertarn ningn sentimiento de necesidad o valor y frustrarn lamotivacin del estudiante por aprender.

    Como un ejemplo de leccin que despierta el sentimiento de necesidad, volvamos a la situacinanalizada del caso de Mara con sus berrinches en reaccin a la disciplina de sus padres. En unaintroduccin a la leccin sobre el Cuarto Mandamiento, se puede pedir a la clase discutir lasacciones de Mara. Despus de una breve discusin, mediante la cual la clase ha empezado apensar acerca de lo que cada uno de ellos habra hecho en caso de estar en una situacin como laplanteada, el maestro podra decir, Antes que tratemos de analizar las reacciones de Mara

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    completamente, vayamos a la Palabra de Dios y aprendamos cmo valora Dios esta situacin. Seespera que cada estudiante sea llevado a comprender que esta leccin del da no ser una deprincipios abstractos, los cuales se aprenden slo porque son parte de la Palabra de Dios. Encambio, cada estudiante podra ser llevado a reconocer, Un momento, yo necesito saber lo que laPalabra de Dios dice sobre esto, porque yo estoy en una situacin exactamente igual! o Sera devalor para m aprender esta leccin porque situaciones como sta se dan constantemente entresuperiores y personas que son como yo!

    Pero la motivacin en el mtodo de una leccin no debe detenerse en la introduccin. Estopuede continuar con el desarrollo de la leccin. Cmo? Pues por el uso de aprendizaje pordescubrir. Antes de ser acusados de adoptar una tcnica que en la educacin moderna estasociada con el credo humanstico de que el hombre es la medida de todas las cosas y que todaverdad fluye del descubrir las profundidades de la mente humana, queremos aclarar que la nicafuente para el aprendizaje por descubrir del cual hablamos est en relacin con la Biblia y nadams.

    Dios nos ha hecho de tal forma que, mientras nos desarrollamos fsicamente, queremos hacerms cosas por nosotros mismos antes que depender de otros para hacerlas. Puede que el nio decinco aos a quien su padre se ofrece para ayudarlo en abrochar las correas de sus zapatos diga,Puedo hacerlo por m mismo! Aunque el rechazo de ayuda tal vez sea motivado por rebelin,esto ms frecuentemente es una parte del crecimiento. El nio comienza el proceso dado por Diosde aprender a ser autosuficiente de modo que llegue el momento en que puede alejarse de suspadres y tener su propio hogar.

    De igual manera con nuestro desarrollo mental, cuando entramos a la adolescencia desarro-llamos cada vez ms la habilidad de pensar con lgica. Podemos pensar cosas por nosotros mismosen vez de depender de juicios y deducciones ya elaborados, los cuales simplemente son usados connosotros por aquellos en quienes confiamos. Con este desarrollo del pensar en forma lgica,nosotros tambin encontramos gran gozo en descubrir cosas para nosotros mismos en vez dedescubrirlas con ayuda de los mayores o ms sabios que nosotros. As, como ocurre con el ejemplodel nio de cinco aos, nosotros quiz rechacemos que alguien trate de abrochar las correas de loszapatos en nuestra mente. Mientras este rechazo de ayuda tal vez sea motivado tal vez por larebelin, no necesariamente es un pecado. Bien puede que una persona solamente comience a usarla habilidad que Dios le ha dado para pensar con lgica y encontrar el gozo de descubrir cosas pors mismo. Podemos motivar el aprendizaje mediante el desarrollo total de una leccin, dejando alos estudiantes que descubran cosas por ellos mismos. Planeando bien las preguntas y dirigiendolas discusiones podemos llevar a los estudiantes a hacer de la Biblia el nico recurso de susdescubrimientos. No solo ser esto motivo de aprendizaje para una leccin dada, sino que sertambin motivo para que el estudiante regrese a la mina de oro de la Palabra de Dios para descubrirnuevas y cada vez ms preciosas verdades de valor para su fe y su vida.

    Pero la motivacin no debera tan solo empezar con una introduccin y continuar con eldesarrollo de la leccin. Esto ser una parte vital de la aplicacin tambin. As como es motivadoriniciar un sentimiento de necesidad y valor en la introduccin y el descubrir en el desarrollo, asmotiva tambin un sentimiento de satisfaccin como resultado de la aplicacin. La satisfaccin

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    slo es el cumplimiento de la promesa implcita en la introduccin la cual sugiri que la leccincontendra algunas cosas que la persona necesita conocer, o al menos debera ser muy valiosoconocer. Si un estudiante termina la leccin diciendo, En verdad que fue importante para mi fe elhaber aprendido esta leccin! o, Yo realmente necesitaba una gua para mi vida, y esta leccin mela ha dado! l estar feliz por lo aprendido. Tambin estar bastante atento - estar motivado - aempezar la siguiente leccin con algo ms que un mero inters pasivo.

    La motivacin de un alumno determinar qu tan bien aprender. En los estudios bblicos elcontenido ser la motivacin bsica, pero el mtodo tambin ser parte de la motivacin delestudiante. La manera por la cual presentamos las partes mayores de la leccin - la introduccin, eldesarrollo y la aplicacin - pueden ayudar al aprendizaje del estudiante porque la motivacinpuede ser una parte de cada una de ellas.

    El mejor aprendizaje progresa desde lo conocido a lo desconocido.

    El aprendizaje de una clase podra esquematizarse por una lnea, indicando sobre ella, qu tanlejos ha avanzado la clase en su aprendizaje, tal como a continuacin se seala. Qu pasara si un

    profesor empieza su enseanza en X? Lo ms seguro esX Y Z que la mayora de la clase se aburrir. Por qu? Pues,

    porque estaran estudiando algo que ya conocen muy bien.Por el contrario si el maestro empieza su enseanza en Z,la clase estara perdida porque an no han avanzado lo

    suficiente para manejar el material que se les est dando.

    Aunque esto lo vemos con mucha facilidad en un diagrama, sucede que a la hora de ensear loolvidamos con igual facilidad. Por ejemplo, un pastor que acepta un llamamiento de otra congre-gacin, no puede dar por sentado que pueda ensear la misma leccin a la clase por confirmar,como lo hizo en las clases anteriores. Si no investiga qu tan lejos ha llegado la clase, entonces suslecciones sern aburridas o aun perder la clase. Aun en la misma congregacin un pastor debeadaptar sus lecciones un poco cada ao, de acuerdo a como vea que avanzan o se atrasan susalumnos en comparacin a la clase del ao anterior.

    El primer paso para inculcar nuevos conocimientos a los estudiantes es determinar lo que yasaben y entonces proceder desde este punto conocido hasta el no conocido. Estrechamenterelacionado a proceder desde lo conocido a lo desconocido son los principios de proceder desde losimple a lo complejo y desde lo concreto a lo abstracto. Lo simple y lo concreto son mucho msfciles de comprender que lo complejo y lo abstracto. Por lo tanto, el aprendizaje empieza desdeun punto simple y concreto, avanzando hacia lo complejo y abstracto. Al ensear el catecismo,esto significa que, de ser posible, el estudio de cada nuevo punto debe empezar con una historiabblica, la cual presenta la verdad desde una postura concreta. Esto tambin significa que el pastordebe preparar los dos o tres pasajes que usar para desarrollar una verdad, de forma tal queproceda desde lo simple a lo complejo.

    El catecismo y su exposicin no siempre empiezan con los pasajes ms simples, o con unahistoria bblica. La razn es que el catecismo tambin es un libro que est escrito para adultos. Un

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    orden lgico (que corresponde al orden de pensamiento para responder la pregunta), a veces esuna mejor forma de ensear, que, dirigiese desde lo ms simple a lo ms complejo, o de lo concretoa lo abstracto. Por lo tanto el pastor que ensea directamente del catecismo deber cuidarse de noviolar uno de los principios bsicos del aprendizaje por seguir simplemente el orden de referenciasbblicas citadas en el catecismo.

    El mejor aprendizaje progresa desde lo conocido a lo desconocido (o de lo simple a lo complejoy de lo concreto a lo abstracto). Esto es lo que establece este principio. Algo debemos decir de lapalabra progresa. El aprendizaje en que los estudiantes tienen la sensacin de andar en crculos oaquel en que sienten la necesidad de una progresin lgica sern motivo de confusin y frustracinentre los estudiantes. Tales lecciones, las que van en crculos o sin progresin lgica, usualmenteson las que necesitan una ms cuidadosa preparacin de parte del maestro. El maestro que selimita a mariposear de un lado para otro, porque piensa que conoce muchas cosas de la materia,probablemente hablar un poco de todo y volver dando vueltas a lo conocido en tanto piensa enotro aspecto de lo no conocido que le gustara atrapar. Puede saber muy bien de lo que habla, perosu empalagosa preparacin le har omitir cosas a las cuales ms tarde tendr que volver. Y una vezque regresa, no querr repetir cada cosa que ha dicho antes, as que se apurar a volver a dondeestaba. Esto puede manejarse de vez en cuando en una clase, pero si esto se vuelve rutinario yfrecuente, difcilmente habr un progreso en el aprendizaje de los estudiantes que lo soporten.

    Una leccin cuidadosamente planeada incluye el empezar donde los estudiantes estn y elprogresar desde ese punto en forma clara y lgica a lo desconocido. Si las conexiones vitales sonhechas entre lo conocido y lo desconocido, por proceder desde lo simple a lo complejo, o desde loconcreto a lo abstracto, se alcanza el mejor aprendizaje.

    Frecuentemente el mejor aprendizaje se hace como una experiencia social.

    Es una verdad evidente que los estudiantes estn dispuestos a escuchar y reaccionar a lospensamientos e ideas de sus iguales. Un estudiante generalmente est mas deseoso de expresarse yser criticado en sus expresiones por sus iguales antes que por sus superiores. En consecuencia, losestudiantes con frecuencia aprendern ms fcilmente de sus iguales que de su profesor.

    Esto no elimina la necesidad del profesor. Sin gua en clase, los estudiantes vagaran encrculos, o se atoraran en su carreta sin hacer ningn avance. El profesor debe dar claradireccin al aprendizaje y asegurar su progreso. Pero el profesor sensato tambin har lo posiblepor relacionar a los estudiantes unos con otros.

    Tomemos un ejemplo de una clase de catecismo. El pastor no debera arrojarse a dar explica-ciones inmediatamente despus de ser ledo algn pasaje. En lugar de eso, debera escoger una odos preguntas guiando a uno de los estudiantes al punto donde l o ella pueda explicar elsignificado del pasaje a la clase. Por qu? Por varias razones:

    1) Cuando el pastor explica, sus oyentes tienden a reaccionar inconscientemente, Pues claro,este es el experto, sabe todas estas cosas. Pero cuando un estudiante explica, la claseentonces tiende a reaccionar inconscientemente, Este es uno de mis iguales y entiendeesto, pues entonces tambin yo puedo hacerlo.

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    2) La explicacin de un nio ser en trminos tales que el resto de la clase entienda msrpidamente que los trminos empleados por el experto.

    3) El pastor entonces tendr mejor forma de verificar que su clase realmente ha aprendido elpasaje, una seguridad que no tendra si nada ms explica el punto y entonces sigue alprximo asunto.

    Los miembros que el pastor escoja para ensear a otros estudiantes, sern los ms dotados de laclase. Sern capaces de explicar cosas a los menos dotados que no hayan entendido. Sern capacesde ver conexiones lgicas entre las verdades que los menos dotados tendrn problemas de ver sinayuda. Sern capaces de sacar conclusiones lgicas a que los menos dotados llegarn condificultad y en mayor tiempo. Pero los menos dotados tambin pueden llegar a ser buenosmaestros para sus iguales, especialmente en el campo de las aplicaciones. Mientras los menosdotados no se sientan tan incmodos por su lgica como sucede con los ms dotados, l o ellapueden simplemente aplicar las verdades bblicas a la vida, sin hacer mucho caso en losrazonamientos lgicos del viejo Adn, quien puede argir que las verdades de Dios no se aplican aesta situacin. Muchas veces son los poco dotados quienes han ayudado a los ms dotados porhacer a un lado la lgica y simplemente escuchar lo que Dios dice. Adems, causa mayor impresinentre sus iguales la participacin de un menos dotado que la del mismo maestro.

    Es especialmente en las aplicaciones que el principio de aprendizaje social es tan importante.Usando buenas tcnicas de discusin podremos llevar a la clase a discutir verdades bblicas oprincipios en conexin con una situacin de la vida. No queremos exactamente esto, que nuestrosestudiantes apliquen las verdades de la Palabra de Dios? Acaso no queremos que ellos hablenentre s acerca de estas verdades en su vida diaria y no tan slo en las clases de religin? Acaso noqueremos que se corrijan uno a otro cuando en sus vidas diarias ellos ven que su hermano ohermana est creyendo algo equivocado o viviendo en una forma equivocada, contrario a lavoluntad de Dios?

    Tal vez nuestros nios y adultos no hablen con la frecuencia que quisiramos acerca de religinentre ellos mismos, porque fallamos en ensearles cmo hablar acerca de su fe y su vida cristianatal como debiramos hacerlo en nuestras clases del catecismo y de la Biblia. Entonces, elaprendizaje como una experiencia social no slo permite el mejor aprendizaje, sino que tambinpromueve una de las cosas bsicas por las cuales nos esforzamos en las clases de religin para todaslas edades. Queremos personas que no slo asimilen la religin, sino que hablen tambin uno conotro como una parte de sus vidas diarias. El hacer caso omiso del aprendizaje social, slo daar elaprendizaje necesario en clase y en la vida cristiana fuera de clase.

    El proceso de aprendizaje es una cuestin individual.

    El aprendizaje de un estudiante nunca ser igual al de otro. Cada estudiante proviene de unhogar caracterstico y nico, de modo que es muy raro que dos estudiantes en la misma clase seanexactamente iguales. Para la mejor enseanza, un maestro tendr que familiarizarse por l mismocon cada alumno de su clase de forma tal que pueda guiar a cada nio en su proceso nico deaprendizaje. Una visita a cada hogar es necesaria si el maestro pretende conocer la procedencia decada estudiante. Es importante hacerse las siguientes preguntas:

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    1) Es el hogar un hogar feliz o no?2) Estn interesados, o no, los