los ejecutivos y su presencia en la web

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Los ejecutivos y su presencia en la Web Este apartado promete ser discutido y mucho. Vamos a hablar de los ejecutivos de empresas en la Web y su intención o no de “figurar” en Internet. Aquí ingresamos en la fantasía de poder ser “invisible” a los buscadores nuevamente. Lamento decirles que aunque no se tenga ningún perfil, nunca se haya estado en una noticia de medios, aunque ningún blog lo mencione y que aparentemente no exista para Google, siempre aparecerá algo de los ejecutivos en la Web. Podría ser que figure en un listado de CUITs, en un resumen de alguna comisión directiva de un club o incluso peor, con un homónimo. Resulta crucial el hecho de adueñarse del nombre propio en Internet. Ser dueño de mi nombre me podrá proteger de robos de identidad, de abusos en mi nombre, de críticas mal habidas, etc. E incluso, aun en contra de las creencias de que cuando un ejecutivo se vuelve público en Internet, aumentan los peligros de secuestro, de reconocimiento, de identificación de pérdida de privacidad. Lamento decirles a los ejecutivos que la privacidad casi no existe en la actualidad, siempre habrá gente hablando de ustedes incluso aunque no lo quieran y publicándolo en la Web. Es preferible que en alguna parte figure su voz para poder dejar al menos su versión de los hechos. El hacerse público con perfiles Web, ya sea por voluntad o por obligación, lo protegerá de los posibles resultados adversos que le generan los miedos antes planteados. Al aparecer por todas partes, nos protegemos, nos volvemos visibles para todos y así, con mayor difusión y publicidad, más difícil será ser víctimas de secuestros y otros delitos tan temidos. Supongamos que efectivamente esta situación no nos protege de esos delitos porque nos vuelve identificables y cualquier delincuente podría saber que X persona es el CEO de una multinacional importante, y así convertirlo en un blanco atractivo. En esa circunstancia, el hecho de ser visible nos hará que se pueda visualizar nuestra cara rápidamente en los medios, a través de nuestras fotos en redes, mediante nuestros perfiles. En minutos miles o millones de personas podrán organizarse para darle RT al pedido de nuestra liberación. Los medios tradicionales podrán ilustrar la noticia con nuestra foto y en breve todo el país sabrá quién es el ejecutivo secuestrado, limitando el poder de los secuestradores y achicando su margen de acción. Volviendo al tema de Internet y saliendo del apartado policial, es importante plantear algunas situaciones que ocurrirán con frecuencia apenas creados los perfiles. Una vez generado el perfil en Facebook, aparecerán miles de parientes, supuestos parientes, compañeros de colegio, amigos, profesores de universidad y otros que querrán ser amigos del “nuevo” en Facebook. Al crear un perfil en Linkedin, aparecerán compañeros de universidad, de posgrados, antiguos compañeros de trabajo y otros. En ambos casos, habrá que tomar una primera decisión. ¿Qué hago cuando me invitan?, ¿A quiénes acepto?, ¿Tengo que contestar a todo lo que me dicen?

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Recomendaciones para ejecutivos de empresas y sus perfiles personales en Internet. ¿Qué publicar?, ¿Dónde estar presente?, ¿A quién seguir?

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Page 1: Los ejecutivos y su presencia en la web

Los ejecutivos y su presencia en la Web

Este apartado promete ser discutido y mucho. Vamos a hablar de los ejecutivos de empresas en la

Web y su intención o no de “figurar” en Internet. Aquí ingresamos en la fantasía de poder ser

“invisible” a los buscadores nuevamente. Lamento decirles que aunque no se tenga ningún perfil,

nunca se haya estado en una noticia de medios, aunque ningún blog lo mencione y que

aparentemente no exista para Google, siempre aparecerá algo de los ejecutivos en la Web. Podría

ser que figure en un listado de CUITs, en un resumen de alguna comisión directiva de un club o

incluso peor, con un homónimo.

Resulta crucial el hecho de adueñarse del nombre propio en Internet. Ser dueño de mi nombre me

podrá proteger de robos de identidad, de abusos en mi nombre, de críticas mal habidas, etc. E

incluso, aun en contra de las creencias de que cuando un ejecutivo se vuelve público en Internet,

aumentan los peligros de secuestro, de reconocimiento, de identificación de pérdida de

privacidad. Lamento decirles a los ejecutivos que la privacidad casi no existe en la actualidad,

siempre habrá gente hablando de ustedes incluso aunque no lo quieran y publicándolo en la Web.

Es preferible que en alguna parte figure su voz para poder dejar al menos su versión de los hechos.

El hacerse público con perfiles Web, ya sea por voluntad o por obligación, lo protegerá de los

posibles resultados adversos que le generan los miedos antes planteados. Al aparecer por todas

partes, nos protegemos, nos volvemos visibles para todos y así, con mayor difusión y publicidad,

más difícil será ser víctimas de secuestros y otros delitos tan temidos.

Supongamos que efectivamente esta situación no nos protege de esos delitos porque nos vuelve

identificables y cualquier delincuente podría saber que X persona es el CEO de una multinacional

importante, y así convertirlo en un blanco atractivo. En esa circunstancia, el hecho de ser visible

nos hará que se pueda visualizar nuestra cara rápidamente en los medios, a través de nuestras

fotos en redes, mediante nuestros perfiles. En minutos miles o millones de personas podrán

organizarse para darle RT al pedido de nuestra liberación. Los medios tradicionales podrán ilustrar

la noticia con nuestra foto y en breve todo el país sabrá quién es el ejecutivo secuestrado,

limitando el poder de los secuestradores y achicando su margen de acción.

Volviendo al tema de Internet y saliendo del apartado policial, es importante plantear algunas

situaciones que ocurrirán con frecuencia apenas creados los perfiles.

Una vez generado el perfil en Facebook, aparecerán miles de parientes, supuestos parientes,

compañeros de colegio, amigos, profesores de universidad y otros que querrán ser amigos del

“nuevo” en Facebook. Al crear un perfil en Linkedin, aparecerán compañeros de universidad, de

posgrados, antiguos compañeros de trabajo y otros. En ambos casos, habrá que tomar una

primera decisión. ¿Qué hago cuando me invitan?, ¿A quiénes acepto?, ¿Tengo que contestar a

todo lo que me dicen?

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Vamos por partes con estas preguntas que son complejas y con varias aristas, con otras preguntas.

¿Quiero aceptar a cualquiera en Facebook o quiero mantenerlo sólo para mi familia?, ¿Quiero que

todos los días me lleguen decenas de CV’s, de ofrecimientos de servicios o de gente que pide

reuniones en Linkedin?, ¿Tengo ganas de reencontrarme con mis compañeros de primaria y jardín

de infantes?, ¿Quién responderá a todas estas consultas?, ¿Puedo tener a alguien que me

administre mi perfil?

No se preocupen que no me olvidé de Twitter.

Antes de lanzarse a esta empresa, deberíamos responder y definir claramente los objetivos de

estar en Internet con perfiles propios.

Suponiendo que el objetivo es tener una foto propia en Internet, de buena calidad y expresar

algunos conceptos de la compañía, ahí recomiendo Twitter. Es menos vincular, no se debe aceptar

a nadie, se puede comenzar lentamente y pasar paulatinamente de la pasividad a la actividad.

En Facebook, recomiendo mantenerlo para la familia y los amigos de verdad, los compañeros con

los que se quiere mantener un vínculo y siempre teniendo presente que el objetivo de esa red es

compartir fotos y videos personales en los que uno aparece. Como ya mencionamos

anteriormente, esta red se centra en las personas, no en los archivos o contenidos que uno suba.

Lo que nos interesa es que un amigo o familiar nos vea en un cumpleaños, que se mantengan

actualizados de las fotos de nuestros hijos, recordar aquellas anécdotas…

En Linkedin recomiendo tener bien armado el CV, subir una foto bien vestido, formal, pero

sabiendo que es una red social. NUNCA usar la foto del casamiento. Aconsejo aceptar a todos los

que soliciten el contacto. Saber que llegarán pedidos de todo tipo y tener presente que uno define

qué contestar y qué no. Si la gente se desubica con los pedidos, uno no quedará desubicado

evitando contestar. Considero que es recomendable formar parte de grupos de interés para

vincularse con otros en temáticas afines y para informarse de tendencias en las áreas de

conocimiento. También es aconsejable que usted como directivo siga a su compañía en esa red

social.

Para Twitter, es bueno comenzar leyendo y mirando mucho. Al principio resulta difícil entender los

códigos, escribir en tan poco espacio, entender lo que pone la gente con un signo “#”, ver links sin

lógica, cortitos y sin “.com” o algún otro dominio conocido. Lleva tiempo comprender los

significados de RT, de un FAV, de una mention. También resulta crucial saber interpretar la

diferencia entre lo público y lo privado con los mensajes, entre una conversación y un DM.

Una vez superada esta etapa exploratoria y entendiendo cómo se usa, hay que saber qué quiero

leer y qué me interesa. Generalmente se comienza siguiendo a los diarios, las radios y algún

organismo público, al club de fútbol y a algunos famosos que nos resulten interesantes. Luego

empezamos a descubrir otras cosas y empezaremos a seguir a gente que nos resulte interesante

de verdad.

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Es fundamental saber que no tengo que seguir a todos los que me siguen, no tienen que ser mis

“amigos” como en Facebook. Aconsejo evitar comentarios sobre religión, sobre política y sobre

fútbol. Son los mismos temas que tratamos de evitar en las comidas familiares para evitar peleas.

Es decir, recomiendo ser algo tibios en un comienzo hasta manejar correctamente la herramienta.

También es útil colocar que nuestros comentarios corren por nuestra cuenta y que no son las

opiniones de la compañía para la que trabajamos. De todos modos, eso será complejo y poca

gente logrará disociar. Por eso hay que tener siempre conciencia de que lo que se publica, se está

haciendo en un lugar público.

No recomiendo tener un perfil cerrado (con candadito). Eso va en contra del objetivo de estar en

esta red. Yendo a un extremo, si todos tuvieran candadito, Twitter sería como Facebook, sólo para

amigos.

Por último, cuando llegamos al tema de quién administra estos perfiles. Aquí el dilema actual. Es

peligroso que otro publique en mi nombre. Sería una cesión de identidad consentido. Tengo mis

reparos en esto y nunca dejaría en manos de otro mis perfiles personales. Sin embargo, se puede

tener a un equipo de confianza que se base en una estrategia bien definida, con objetivos claros y

límites pre acordados. Así el margen de error se reduce bastante. En el afán de recomendar,

aconsejo aclarar siempre que es un equipo el que maneja nuestros perfiles. Si no, se corre el

riesgo de estar en una conferencia hablando y que la gente note que mágicamente se está

twitteando o posteando mientras se está exponiendo, sin siquiera mover las manos y quedando

en evidencia de un modo que resultará confuso.

Creo que a la hora de delegar la administración de los perfiles públicos, lo mejor sería hacerlo con

Linkedin, con Twitter y con un blog, nada más. También recomiendo tener siempre las claves de

los perfiles y ser el dueño del correo de recuperación y del teléfono móvil de recuperación de

clave. También aconsejo utilizar de todos modos estas redes cuando se pueda para darle el toque

personal. Es recomendable realizar reuniones con periodicidad mensual para definir algunos

contenidos que se utilizarán el mes próximo. Es importante mantener siempre un ojo en sus

propias redes, monitorear lo que ocurre por si alguien le hace un comentario sobre lo que usted

escribió en su perfil personal.