los crimenes de santiago carrillo

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Desenmascarando a Carrillo

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Me ha llamado la atencin el reportaje que publica en el diario digital YA Mara del Pilar Amparo Prez Garca

Me ha llamado la atencin el reportaje que publica en el diario digital YA Mara del Pilar Amparo Prez Garca. Los reproducimos en su integridad por el inters histrico que tiene su investigacin.

Hace alrededor de cuatro aos, lleg una carta a mi casa, sin remite, escrita con una letra temblorosa, que haca pensar que era la de un anciano. En ella, se relataban ciertos hechos criminales cometidos por Santiago Carrillo y otros socialistas y comunistas en el Madrid de noviembre de 1.936. Mi padre record aquello, pues segn me dijo, se difundi mucho durante los aos de la transicin en fotocopias que pasaban de mano en mano. Intent hacer averiguaciones, pues tambin me comentaron que el autor del escrito, un Pionero apodado El Estudiante, haba hecho unas declaraciones recogidas en el diario El Alczar, en un reportaje que levant ampollas en noviembre de 1.977, reportaje realizado, tanto en su texto como en las fotografas por el periodista Joaqun Abad. Habl con el director de La Nacin, el recientemente fallecido Flix Martialay, pensando que me podra poner en contacto con el citado Estudiante, ya que el trabaj en El Alczar muchos aos, como se sabe, y lleg a ser hasta director del diario. Slo me pudo decir que El Estudiante viva en Aranjuez. Nada ms. Pero me dio la idea de que lanzase por Internet la citada carta. Eso hice, y todava est dando vueltas por la red, pues a mi me ha vuelto a llegar varias veces. Comenc a buscar el reportaje de El Alczar, pero sin saber la fecha, ni aunque fuera aproximada, me resultaba muy difcil. Un amigo me coment que l guardaba el recorte de dicho documento, pero que lo tena traspapelado. Por fin, haciendo una mudanza de cajas y objetos de hace tiempo, le apareci el citado reportaje, y me lo cedi. Tena, y sigo pensndolo, la idea de incluirlo en algn libro de los que estoy enfrascada, pero ante las vilezas que se estn realizando con motivo de la revanchista Ley de Memoria Histrica, he decidido que vea la luz, porque esa historieta de buenos y malos que nos estn contando, cada vez se sostiene menos de pie. En vista de que una generacin entera, que luch y venci en una Cruzada sin igual, ha desparecido por ley de vida, y que sus hijos y nietos, en su gran mayora, han apostatado de todo por lo que lucharon y murieron sus padres y abuelos, por comodidad, por complejo, por cobarda o para vivir aferrados a un buen silln y a la mentira histrica, tendremos que ser una minora de personas decentes, que todava tenemos ideales y lealtad para con nuestros mayores, los que defendamos la Verdad y la Historia reciente de una Patria que fue, o al menos lo intent, Una, Grande y verdaderamente Libre, y que ahora est siendo atacada en todos los frentes por sus enemigos de siempre: el marxismo, el separatismo y la masonera, que han sabido esperar a sacar su odio en el momento oportuno. En vista de todo esto, he aqu el documento:TESTIMONIO PARA LA HISTORIAEsta es mi zanja!... Dios mo! Julin El Estudiante relata la intervencin de Carrillo en las checas de Madrid y en Paracuellos del Jarama. No hace an muchos das circul una carta abierta a Santiago Carrillo firmada por El Estudiante, en la cual, con ciertos visos de verosimilitud, se vertan una serie de acusaciones contra el hoy Secretario General del PC. Como quiera que el firmante del escrito muy bien pudiera tener un nombre y unos apellidos completos, los reporteros de EL ALCZAR se pusieron de inmediato a realizar las oportunas averiguaciones. En efecto, exista un nombre, un testigo. En este reportaje, Julin El Estudiante, narra los detalles de unos acontecimientos en los cuales Santiago Carrillo tuvo, de manera directsima, una participacin destacada. El muchacho de los recados de las checas de Madrid, acompa al dirigente comunista a alguna de sus actividades. Este es su relato.DELANTE DE NOSOTROS MATARON A UN JESUITA Aquella maana cuenta Julin a EL ALCZAR- entraron en el colegio cierta cantidad de milicianos y milicianas quienes, delante de nosotros, mataron a un jesuita que nos daba clase de qumica en aquel momento. Mi abuelo me sac del internado y quiso que viviera con ellos en Cuatro Caminos, en la calle de Jan. Pero la guerra haba sido declarada y todo estaba en ruinas. Los adoquines de la calle Bravo Murillo estaban levantados sirviendo de parapetos para que los frentes no entraran. Por las noches no haba luz, y yo escuchaba el tiroteo mientras me diriga al metro de Alvarado, donde dorm varios aos. Mi familia no poda proporcionarme alimentacin porque escaseaba. Me enter, por mis amigos, que tambin dorman en el metro, que en la checa del Marqus de Cubas daban carne de bfalo. Me present all y le dije al miliciano que estaba en la puerta que tena hambre. Recuerdo que aquel miliciano me pareci demasiado joven. Vesta con un mono azul y un gorro con orla; tena puesto un correaje con una bayoneta, llevaba un mosquetn. Me pregunt si perteneca a los pioneros. Yo no s qu es eso le respond-. Pasa dentro, pionero, me dijo. Al rato, trajeron un plato de aluminio con carne de bfalo y un chusco de pan. No dej ni las migajas. El miliciano de la puerta me prometi que si iba todos los das me daran de comer. Yo, con catorce aos, pero bien desarrollado, empec a acompaarles a donde me llevaban. Vi como saqueaban las casas, como sacaban las remesas de, segn ellos, los martirizados.CARRILLO: CRTALE EL DEDO, LECHE! Uno de los das, en la checa de la calle Marqus de Cubas, en la tercera habitacin del pasillo de la derecha, recuerdo cmo los milicianos le pegaban a un seor que estaba atado a una silla de madera con brazos. No saba quin era ni porqu le daban guantazos en la cara hasta partirle el labio Despus de aquello, al amanecer, creo que fue el 24 de agosto, me montaron en un forito, ocho cilindros, muy viejo, y fuimos a la carretera de Fuencarral. Al rato, lleg un coche alargado de donde se bajaron cuatro milicianos, y el quinto, el jefe de las checas, que yo an no conoca entonces. Vesta un tabardo marrn y unas botas. No tendra ms de 23 24 aos. Era Santiago Carrillo. Apearon a tres seores y una seora, les hicieron andar sobre la cuneta unos doce metros, y sin que yo me lo esperara, sacaron las metralletas y los mataron a los cuatro. Carrillo, que haba dado la orden de ejecucin, salt a la cuneta y me dijo: Pionero, estudiante, ven ac. Sabes quin es este? Sealando a uno de los ejecutados que estaba tendido en el suelo en un charco de sangre-. Este es el Duque de Veragua, el fascista nmero uno de Espaa, aadi Carrillo mientras sacaba una pistola de debajo del tabardo (que recuerdo perfectamente, del nueve largo), y dispar tres tiros sobre el crneo del Duque, que ya estaba bien muerto. Hecho esto, Carrillo vio en la mano del cadver una sortija con brillantes que pareca de valor, y dirigindose al Guardia de Asalto Ramiro Roig, El Pancho, le orden: Qutale el anillo!. El otro empez a tirar sin conseguir que saliera. Crtale el dedo, leche! reclam Carrillo indignado-. El Guardia sac una navaja del bolsillo y destroz la mano hasta que consigui sacar el anillo, y se lo dio a su jefe. Recuerdo perfectamente que Santiago Carrillo, despus de limpiar la sangre de la sortija, con broza que tom del suelo, se la guard en el bolsillo y, cogindome por encima del hombro, me subi en el Ford. Emprendimos viaje de regreso. Una vez en la checa de la calle Marqus de Cubas, despus de un rato, sali Carrillo y le dijo al Guardia de Asalto: A este pionero que no le falte de nada, y me lo llevis a Paracuellos para que ayude a lo que tenga que ayudar. Yo no saba a qu se refera Carrillo, pero como todos los das me daban de comer, andaba con el puo en alto muy obediente.ARCHIVOS DE LA CAUSA GENERAL En los archivos de la Causa general, instruida por el Ministerio Fiscal nada ms acabar la contienda civil, consta documentalmente que, los Duques de la Vega y Veragua este ltimo descendiente del descubridor de Amrica, de edad avanzada y que ninguna actividad poltica haba desarrollado durante su vida-, fueron detenidos, por mviles exclusivos de robo, por unas milicias socialistas dirigidas por un individuo de ese partido, llamado Zacaras Ramrez, convertido en Capitn. Fueron intiles todos los requerimientos de las representaciones diplomticas para que el Ministro de Asuntos Exteriores, lvarez del Vayo, garantizara la vida de los detenidos, que ningn peligro representaban para el rgimen rojo. Finalmente, los dos mencionados seores fueron asesinados despus de un prolongado secuestro, no sin que antes el jefe socialista obligase al Duque de Veragua a transmitirle, bajo ciertas solemnidades jurdicas, la propiedad de una finca que el Duque posea en la provincia de Toledo. Por aquellas fechas Santiago Carrillo era el jefe de las checas de Bellas Artes y Fomento, despus sera ascendido, por mritos, a Consejero de Orden Pblico del Gobierno rojo, Comisario equivalente a Ministro de Orden Pblico, antes de Gobernacin y ahora del Interior. Sobre las actividades de las checas, datos recogidos por la Causa General sealan que dentro de la identidad criminal entre todas las checas, se destacan las del Partido Comunista por su ferocidad y ensaamiento, ya que no conformes con asesinar a sus vctimas, les hacen antes objeto de los martirios ms crueles, no habiendo una sola checa comunista en Madrid en que estos martirios no se aplicasen con carcter casi general.POR DIOS, NO ME TORTUREN MS Pionero El Estudiante, como le apod Santiago Carrillo, sin darse realmente cuenta de dnde se estaba metiendo, continu visitando las checas donde sus nuevos amigos le daban de comer todos los das, a cambio de que fuera con ellos y levantara el puo cuando se lo mandaban. Tres das despus de que mataran al Duque de Veragua y sus acompaantes, el 29 de agosto, Carrillo y su chfer, el comunista Juan Izascu, recogieron al Estudiante de la checa de Marqus de Cubas y fueron a Fomento, junto a la Estacin de Atocha, en un Ford matrcula M-984. Recuerdo que era de noche nos dice nuestro testigo- cuando llegamos. Bajamos a un stano donde esperaban la llegada de Carrillo los chequistas Manuel Domnguez El Valiente y el Guardia de Asalto Juan Bartolom. All estaba sentada una mujer joven, de unos treinta aos o ms, con la ropa a jironazos, casi desnuda, que no haca ms que llorar y suplicar que no la pegaran ms. Lleg por fin al stano Santiago Carrillo y dio al tal El Valiente la orden de quemarle los pechos, orden que ste cumpli utilizando un cigarro puro. La mujer suplicaba por Dios que el tormento cesase. Luego me dijeron que se trataba de una monja, Sor Felisa del Convento de las Maravillas de la calle Bravo Murillo. Aquello me qued muy grabado en la mente y no lo olvidar jams. He pasado muchas noches sin dormir recordando crmenes de estos. No s qu pas luego con la monja, supongo que morira en las manos de aquellos chequistas que disfrutaban ultrajando a una religiosa.FUERON ASESINADAS Acudiendo nuevamente a los datos obtenidos por las investigaciones de la Causa General, encontramos que Las Religiosas Adoratrices Sor Felisa Gonzlez y Sor Petronila Hornedo Huidobro, que se vieron obligadas a abandonar su Convento de Guadalajara y marchar disfrazadas a Madrid, a su llegada a la Estacin de Atocha, el 13 de agosto de 1.936, fueron detenidas en la checa de dicha Estacin () y asesinadas seguidamente, habiendo aparecido los cadveres en un descampado de La calle Mndez lvaro, prximo a la Estacin, el da 31 de agosto. Las fotografas de Sor Felisa, realizadas el mencionado da 31 de agosto en el Depsito Judicial, muestran varios impactos de bala en la cara y en el crneo.El mismo Santiago Carrillo les empujaba hacia la fosa con el pie A los quince das sigue contndonos su historia Julin- subimos a un coche de la Guardia de Asalto. Tomamos la carretera de Alcal, Ventas, Canillejas y de ah salimos a una carreterita muy estrecha, muy mala, y me encontr donde ahora est Barajas. Desde all cruzamos un camino y pasamos por un puente, el del Jarama. Llegamos a un lugar donde vi gente en corros, de lejos. Bajamos del coche y el Guardia de Asalto les dijo a los de all: Aqu os presento al Pionero, El Estudiante. Nos manda el jefe que lo traigamos aqu, para que ayude y le deis de comer bien. Vi unas zanjas, largusimas, de unos 60 centmetros de anchas, que las abran a pico y pala. No vi cadveres. Por cierto, que me ofrecieron tabaco y se echaron a rer cuando les contest que no fumaba. Nos pusimos a hacer zanja, y cuando pas un buen rato trajeron la comida: judas, garbanzos con trozos de bacalao, pimientos, etc. Recuerdo que despus de comerme dos buenos platos y un chusco, me dieron un puado de higos secos. Despus de descansar y beber vino, seguimos trabajando en la zanja. Al caer la tarde nos trajeron a Madrid, y a mi me dejaron en Cibeles, desde donde march al metro de Alvarado, para dormir como todas las noches. Al otro da, igual, cavando zanjas que no saba para qu servan Despus de varios das, mientras trabajbamos, lleg una furgoneta llena de gente. Los sacaron a gritos y los pusieron a todos delante de las zanjas. Salan sin calzado, con sangre en los pies, en la cara, apenas vestidos y sin objeto de valor alguno. Sin consideracin, los mataron a todos, con metralletas y fusiles. Seguidamente los echaron a las zanjas y nos mandaron que cubriramos con tierra los cadveres. Deba ser la primera semana de noviembre cuando nos llegaron tres autocares con cientos de personas amontonadas. Yo no sabra calcular cuntos seran. Aquello fue horroroso. No paraban de matarlos y meterlos en las zanjas, mientras llegaban ms autocares, con hombres. Todos eran fusilados y adems machacados con fusiles en la cabeza. La escabechina fue tremenda. El mismo Santiago Carrillo los empujaba hasta la fosa con el pie; con algunos no poda y los arrastraba cogindolos de las piernas o de las manos. Despus pregunt: Qu tal se porta este pionero?, refirindose a mi. Contestaron que trabajaba mucho. Que estaban contentos. Bien, cuidarme al Estudiante, dijo antes de marcharse dndome una palmada en la espalda.LA MATANZA DE NOVIEMBRE As fue, a grandes rasgos, la matanza de Paracuellos efectuada los das 6, 7, 26 y 27 de noviembre. En esas fechas, la checa de Fomento haba sido disuelta, formndose un Consejo de Polica segn documentos oficiales-, presidido por los comunistas Santiago Carrillo y Segundo Serrano Poncela, a cuyo cargo qued de un modo exclusivo el Orden Pblico en la capital abandonada por el gobierno rojo. El referido Consejo de Orden Pblico reparti a sus miembros entre las diversas crceles de Madrid, y, tras una brevsima seleccin, que ya haba sido comenzada por el disuelto Comit de Investigacin Pblica, fueron extrados de las prisiones varios millares de presos de todas las edades, profesiones y condiciones sociales, que fueron asesinados por las Milicias de Vigilancia improvisadas por el gobierno rojo en Paracuellos del Jarama, Torrejn de Ardoz y otros lugares prximos a Madrid, donde reposan los restos de estas vctimas. Las rdenes que sirvieron para realizar estas extracciones aparecen firmadas por las autoridades de Orden Pblico. Concretando ms los hechos, el 6 de noviembre de 1.936 se presentaron en la Crcel Modelo de Madrid policas adscritos a la Direccin General de Seguridad, y milicianos de Vigilancia de Retaguardia, al mando del Inspector General Federico Manzano Govantes, con una orden de libertad de presos, sin indicacin de nombres ni de nmero; en autobuses de la Sociedad Madrilea de Tranvas se llevaron a los presos que tuvieron por conveniente, sacndolos atados, y los asesinaron en las inmediaciones de Paracuellos del Jarama y Torrejn de Ardoz. Al da siguiente, 7 de noviembre, se repiten los mismos hechos, siendo asesinados una nueva tanda de reclusos. El 14 y 15 de noviembre, despus de haber peinado Madrid varias veces, al objeto de que no quedara vivo ningn militar, citaron a los que quedaban en libertad en la Casa de la Moneda, bajo la excusa de liquidarles los haberes atrasados. Una vez dentro, los cuatro mil militares se dieron cuenta de que aquello estaba tomado. Haban cado en una trampa. Fueron trasladados en camiones hasta la D.G.S. (Direccin General de Seguridad), en la calle Infantas, y desde all, a las crceles habilitadas. A los pocos das fueron llevados a Paracuellos donde se les asesin en masa.Esta es mi zanja, Dios mo Julin tiene ahora 55 aos. Vive en un pueblecito cercano a Madrid y quiere olvidarlo todo. Lo que vio teniendo 14, 15 y 16 aos, lo ha revivido ahora para que los jvenes comprendan la postura de sus abuelos cuando acuden, en estas fechas, al aniversario del Genocidio de Paracuellos. El Estudiante de hace 41 aos, nos ha acompaado, una por una, a todas las checas donde estaban las checas, claro-, recordando ancdotas que le ocurran cuando llevaba, desde el despacho de Carrillo en la calle Pontejos, las listas de los que deban detener y asesinar. Hemos estado en la carretera de Fuencarral, buscando el lugar donde fue muerto el Duque de Veragua, siguiendo las indicaciones que la memoria de El Estudiante le recordaban. All tiene que haber una granja, y ms adelante un cauce de agua deca Julin-, justo por aqu. S, s, fue aqu donde nos bajamos con el Ford. Venan tambin los chequistas Santiago Escalona, Sagrario Ramrez y Ramiro Roig, El Pancho. Este ltimo fue quien le cort el dedo al Duque para sacarle el anillo. Y desde aqu les dispararon se pone en posicin de tiro-, y aqu cay el Duque de Veragua, as Julin cae al suelo imitando la posicin en que qued el cadver del Duque antes de que Carrillo le disparara los reglamentarios tiros de gracia- de lado, sangrando por todas partes. El recorrido hasta llegar al cementerio de Paracuellos del Jarama fue tambin relativamente fcil, recordando lugares y gentes. Al llegar al Cementerio, despus de santiguarse, Julin empez a caminar como hipnotizado recorriendo las diversas zanjas, cubiertas con algunas cruces y flores. Esta es mi zanja, Dios mo; esta es la zanja que yo hice con mis manos -exclamaba El Estudiante llorando como un nio-. Aqu hay miles y miles de asesinados. Dios mo, qu tragedia! Por qu has vuelto, Carrillo? Que no vuelvan esos tiempos, por favor!, gimote, finalmente, aferrado a una de las cruces donde se lean algunos de los nombres de los que all dorman desde el ao 36.Prescritos Todos los asesinatos antes relatados, y miles ms, hace aos prescribieron sin que haya lugar para perseguir de oficio a los presuntos culpables. Muchos de los responsables han muerto, al igual que los testigos. De los primeros, algunos an se pasean desafiantes por los cenculos de moda. De los segundos, como en el caso de Julin, tambin an quedan quienes se manifiestan dispuestos a dar testimonio fsico de aquellas atrocidades. Dios libre a nuestro pueblo de nuevas vivencias como las que aqu se evocan en vspera a su aniversario!Fuente: http://www.diarioya.es/content/un-documento-comprometedor-para-santiago-carrillo-vuelve-a-la-luz Fecha: 17 de agosto de 2012

Que Dios perdone a los que, cegados por el odio, pretendieron exterminar los vestigios de la Religin cristiana en nuestra patria. Jesucristo dijo: Yo estar con vosotros hasta la consumacin del mundo y. Las puertas del infierno no prevalecern contra ella (la Iglesia).Nosotros rezamos a los mrtires para que nos ayuden vivir con valenta nuestra fe. Puede ser un buen propsito para el Ao de la Fe que pronto comenzar.

Juan Garca Inza