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EnunalocalidaddelacostadeItalia,duranteladécadadelosochenta,lafamiliadeElioinstauróla tradición de recibir en el verano a estudiantes o creadores jóvenes que, a cambio de alojamiento,ayudaran al cabeza de familia, catedrático, en sus compromisos culturales. Oliver es el elegido esteverano,unjovenescritornorteamericanoqueprontoexcitalaimaginacióndeElio.Durantelassiguientessemanas,losimpulsosocultosdeobsesiónymiedo,fascinaciónydeseointensificaránsupasión.

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LLÁMAMEPORTUNOMBRE

EnunalocalidaddelacostadeItalia,duranteladécadadelosochenta,lafamiliadeElioinstaurólatradiciónderecibirenelveranoaestudiantesocreadoresjóvenesque,acambiodealojamiento,ayudaranal cabezade familia, catedrático, en sus compromisosculturales.Olivereselelegidoesteverano,unjovenescritornorteamericanoqueprontoexcita la imaginación de Elio. Durante las siguientes semanas, los impulsos ocultos deobsesiónymiedo,fascinaciónydeseointensificaránsupasión.

TítuloOriginal:CallmebyyournameTraductor:DíazCeballos,GuillermoAutor:AndréAciman©2008,AlfaguaraColección:AlfaguaraliteraturasISBN:9788420473895Generadocon:QualityEbookv0.52

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LLÁMAMEPORTUNOMBREANDRÉACIMAN

TraduccióndeGuillermoDíazCeballos

Títulooriginal:CallMeByYourName©2007,AndréAciman

©Delatraducción:GuillermoDíazCeballos©Deestaedición:

2008,SantillanaEdicionesGenerales,S.L.Torrelaguna,60.28043Madrid

Teléfono917449060Telefax917449224

www.alfaguara.santillana.es

ISBN:978-84-204-7389-5Depósitolegal:M.17.282-2008

ImpresoenEspaña-PrintedinSpain

Diseño:ProyectodeEnríeSatué

©Imagendecubierta:

AndrewDavis/TrevillionImages

Impresoenelmesdejuniode2008enlosTalleresGráficosdeUnigraf,S.L.,Móstoles,Madrid(España)

Quedaprohibida,salvoexcepciónprevistaenlaley,cualquierformadereproducción,distribución,comunicaciónpúblicaytransformacióndeestaobrasincontarconautorizacióndelostitularesde

propiedadintelectual.Lainfraccióndelosderechosmencionadospuedeserconstitutivadedelitocontralapropiedadintelectual(arts.270yss.CódigoPenal).

ParaAlbio,almademivida

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PARTE1-SINOESLUEGO,¿CUÀNDO?

«¡LUEGO!»Unapalabra,unaexpresión,unaactitud.Nunca había escuchado a nadie utilizar «luego» para despedirse. Me resultó arisco, seco y

despectivo,dichoconlaveladaindiferenciadealguienaquienledaríaigualnovolveraverteonosabernadadeti.

Eselprimerrecuerdoquetengodeélyaúnhoypuedooírlo.«¡Luego!»Cierrolosojos,pronunciolapalabrayvuelvoaestarenlaItaliadehacetantosaños,caminando

porlaaceraarboladayviéndolesalirdeltaxiconunacamisaazuladaconunestampadoondulado,conloscuellosbienabiertos,lasgafasdesol,ungorrodepajaymuchapielalavista.Derepentemedalamano,meentregasumochila,sacaelequipajedelmaleterodel taxiymepreguntasimipadreestáencasa.

Puedequetodocomenzaseprecisamenteallíyenaquelinstante:lacamisa,lasmangasremangadas,lospulpejosredondeadosdesutalónqueseescapandelasalpargatasdesgastadas,ansiososporprobarlacálidagravilladelcaminoquellevaanuestracasaypreguntandoconcadazancadapordóndesevaalaplaya.

Elhuéspeddeesteverano.Otropelmazo.Entonces,casisinmediaciónyyadeespaldasalcoche,agitaelenvésdelamanoquelequedalibre

y suelta un despreocupado «¡luego!» a otro pasajero que había en el coche con quien probablementehubiese compartido el pago de la carrera desde la estación. Ni siquiera dijo un nombre o hizo unabromillaparasuavizarlaabruptadespedida.Nada.Ledespachóconunapalabra:brusca,audazyfranca.Nohabíaformadequelehubiesepodidomolestar.

Observa,penséyo,asíescomosedespedirádenosotroscuandollegueelmomento.Conunbruscoychapucero«¡luego!».

Mientrastanto,tendremosquesoportarleduranteseislargassemanas.Estabafrancamenteintimidado.Eraunodelosinaccesibles.Bueno,podría intentarquemegustase.Desdesubarbillaredondeadahastasuspulidos talones.Y

después,trasunosdías,aprenderíaaodiarle.Éstaeralamismapersonacuyafotodelasolicitudhabíaresaltadomesesantescomopromesade

unasafinidadesinstantáneasconmigo.

Acogerahuéspedesduranteelveranoeralamaneraqueteníanmispadresdeayudaraprofesoresuniversitarios jóvenesa revisarunmanuscritoantesdesupublicación.Todos losveranosduranteseissemanasdebíadejar libremihabitaciónymudarmeauncuartodelpasillomuchomáspequeñoyquehabíasidodemiabuelo.Enlosmesesdeinvierno,cuandoestábamosenlaciudad,setransformabaenuncobertizo,almacényáticoatiempoparcial,dondeserumoreaquemiabuelo,mitocayo,aúnrechinasusdientesensusueñoeterno.Losresidentesestivalesnoteníanquepagarnada,selesotorgabaunusolibrede toda la casa y podían hacer básicamente lo que les apeteciese siempre y cuando dedicasenmás omenosunahoraaldíaaayudaramispadresconlacorrespondenciaypapeleosvarios.Seconvertíanenpartedelafamiliay,despuésdeunosquinceañoshaciendoesto,noshabíamosacostumbradoarecibirunatoneladadepostalesyregalos,nosóloenNavidad,sinotodoelaño,degentequeestabaendeudaemocionalconmifamiliayquesolíadesviarsusitinerarioscuandoveníaaEuropaparapasarseporB.duranteundíaodosconsusfamiliasydarseunpaseonostálgicoporsusantiguosrefugios.

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Era común que durante las comidas hubiese dos o tres invitados más, unas veces familiares ovecinos,otrascompañerosdeclase,abogados,médicos,personasricasyfamosasqueseacercabanaveramipadredecaminoasuscasasdeverano.Enocasiones,inclusoabríamosnuestrocomedoraparejasdeturistasocasionalesquehabíanoídohablardelaviejacasadecampoysimplementedeseabanpasarseporallíaecharleunaojeadaysequedabanencantadoscuandolesinvitábamosacomerylespedíamosquenoscontasenalgodesuvida,mientrasqueMafalda,a laquese informabaenelúltimomomento,cocinaba su especialidad más novedosa. A mi padre, reservado y tímido en privado, lo que más legustabaera rodearsedevaliososexpertosencualquiercampoparamantener largasconversacionesenvariosidiomas,mientraselcalurososolestivalyunascuantascopasderosatellodabanentradaalatardecon su inevitable letargo. Denominábamos a ese cometido la labor del almuerzo y, al poco tiempo,tambiénseuníanaéllamayoríadenuestrosinvitadosdeseissemanas.

Quizá todo comenzase poco después de su llegada, durante una de aquellas comidas tremendas,cuandosesentójuntoamíymedicuentadeque,apartedeunligerobronceadoconseguidodurantesubreveestanciaenSiciliaacomienzosdeaquelverano,elcolordelaspalmasdesusmanoseraigualdepálidoquelasuavepieldelasplantasdelospies,ladelcuellooladelenvesdesusantebrazos,quenohabíanestadoexpuestas tantoal sol.Lucíancasideun rosaclaro, tanbrillantey suavecomo laparteinferiordel estómagodeun lagarto íntimo,casto, implume,comoel ruboren lacaradeunatletaoelatisbo de la aurora en una noche tormentosa.Me dijo cosas sobre él que nunca hubiese sabido comopreguntar.

Puedequecomenzaseduranteaquellasinterminableshorasdespuésdecomercuandotodoelmundoholgazaneabaen trajedebañopor lacasa,cuerposespatarradosencualquier lugarmatandoel tiempohastaquealguiensugeríairalasrocasadarseunbaño.Losparientes,primos,vecinos,amigos,amigosdeamigos,colegas,obásicamentecualquieraqueleapeteciesellamaranuestrapuertaparapedirqueledejásemosutilizarnuestracanchadetenis,todoelmundoerabienvenidoagandulear,nadarocomery,sipermanecíaneltiemposuficiente,autilizarlacasadeinvitados.

O quizá comenzó en la playa.O en la cancha de tenis.O durante nuestro primer paseo juntos elprimerdíaque estuvoaquí cuandomepidieronque le enseñase la casay los alrededoresy, una cosallevó a la otra, me las arreglé para llevarle más allá de las viejísimas puertas de hierro forjado yllegamoshastael interminable solarvacíoque llevabahacia lasvíasdel trenabandonadasque solíanconectarB.conN.

—¿Hay alguna estación abandonada en algún lugar? me pregunto mientras observaba entre losárboles bajo un sol abrasador, con la intención probable de formular una consulta típica que se debehaceralhijodeldueño.

—No,nuncahubounaestación.Eltrensimplementeparabacuandoselesolicitaba.Lellamabalaatenciónel tren; lasvíasparecíanmuyestrechas.Habíagitanosquevivíanenellas

ahora.Llevanhabitandoahídesdequemimadreveníaaveranearaquícuandoeraniña.Losgitanoshantransportadodosvagonesdescarriladosmáshaciaelinterior.¿Queríairaverlo?

—Quizáluego.Unaindiferenciaeducada,comosisehubiesepercatadodemiinoportunoentusiasmopordarlecoba

yseestuviesealejandodemísumariamente.Medolió.EnlugardeesomedijoquequeríaabrirseunacuentaenunodelosbancosdeB.yluegohaceruna

visitaalatraductoraalitalianoaquiensueditorenItaliahabíaadjudicadosulibro.Decidíllevarleallíenbici.Laconversaciónsobreruedasnomejorabalaquehabíamostenidoapie.Porelcaminoparamosa

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por algoparabeber.Labartabaccheria estaba completamente a oscuras y vacía.El dueño fregaba elsueloconunfuerteproductoabasedeamoniaco.Salimosdeallíatodavelocidad.Unsolitariomirloquedescansabasobreunpinomediterráneoentonabaunaspocasnotasqueseperdíaninmediatamenteentreelzumbidodelascigarras.

Lediunbuentragoalabotellagrandedeaguacongas,selapaséyluegovolvíabeber.Meechéunpocoenlamanoymefrotéconellalacara,pasándomelosdedosporelpelo.Ellíquidonoestabalosuficientementefrío,niteníamuchogasporloquedejabaunasensacióndesedmalaplacada.

¿Quésepodíahacerporallí?Nada.Esperaraqueacabaseelverano.Yentonces,¿quésehacíaeninvierno?Sonreíalpensarenlarespuestaqueestabaapuntodedarle.Éllopillóalvueloydijo:«Nomelo

digas:esperaraquellegueelverano,¿aquesí?».Megustabaquemeleyeselamente.Entenderálalabordelalmuerzoantesquemuchosdelosque

llegaronprimero.—Enrealidadestelugarduranteelinviernosevuelvemuygrisyoscuro.VenimosenNavidad.De

locontrarioseríaunaciudadfantasma.—¿YquémáshacéisaquídurantelaNavidadapartedeasarcastañasybeberponchedehuevo?Meestabavacilando.Lemostrélamismasonrisaqueantes.Loentendió,nodijonada,yambosnos

reímos.Mepreguntóquéhacíayo.Jugabaaltenis.Nadaba.Paseabadenoche.Corría.Transcribíamúsica.

Leía.Medijoqueéltambiénsalíaacorrer.Porlamañanatemprano.¿Pordóndesepodíahacerejercicio

allí?Prácticamentesóloporelpaseo.Selopodíamostrarsiqueria.Y justocuandoparecíaquedenuevocomenzabaagustarme,medioconuncantoen losdientes:

«Quizáluego».Habíapuesto«leer»alfinaldemilista,pensandoqueconlaactitudtestarudaydescaradaquehabía

tenido él hasta ahora, leer también hubiese sido lo último de la suya. Una hora después, cuandomeacordédequeacababadeescribirunlibrosobreHeráclitoyque,portanto,«leer»seríaunapartemuysignificativaensuvida,medicuentadequedebíadarunpocodemarchaatrásyhacerlesaberquemisintereses reales ibanmuyparejosa lossuyos.Sinembargo, loquemedesconcertabanoera tenerquehacerelegantesjuegosmalabaresparaconseguirredimirme,sinolasdesagradablesdudasquemeveníanasaltando tanto antes como durante nuestra conversación informal junto a las vías del tren y que mehacíancreerquecontinuamente,sinpercatarmeysinnitansiquieraadmi-tirlo#habiaestadointentando(sinéxito)recuperarle.

Cuandomeofrecí(a todos losvisitantes leshabíaencantadola idea)a llevarleaSanGiacomoysubir andando hasta la parte más alta del campanario que habíamos apodado algo-por-lo-que-morir,deberíahaberreaccionadomejorquesimplementequedándomepasmadosinunarespuesta.Penséquelellevaríaporallí tansóloparaquesubieseypudieseecharunvistazoalpueblo,almar,alaeternidad.Perono.¡Luego!

Sinembargo,puedequehubieseempezadomuchodespuésdeloquepensaba,sinqueyomediesecuentadenada.Mirasaalguien,peroenrealidadnovesalapersona,estáentrebastidores.Otepercatasde su presencia pero no conectas, no «pillas» nada, y antes incluso de percibir su estampa o algunaextrañaperturbación,setehanpasadolasseissemanasqueteníasyenesemomento,oyasehamarchadooestáapuntodehacerloyentoncesteencuentraspeleandoparapoderasimilaralgoque,sintúsaberlo,se ha estado gestando ante tus narices y que muestra todos los síntomas de lo que comúnmente sedenominaría«Yoquiero».¿Cómopudenonotarlo?,ospreguntaréis.Reconozcoeldeseocuandoloveoyasí,sinembargo,estavez,semepasóporcompleto.Ibaenbuscadelasonrisamaliciosaquearrojase

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unarepentinaluzsobresugestocadavezquemeleyeselamente,cuandoloúnicoquequeríaerapiel,tansólopiel.

Durante la cena de su tercer día allí me dio la sensación de que me estaba mirando fijamentemientrasyoexponíaLassietepalabrasdeCristoenlacruzdeHaydnquellevabatiempotranscribiendo.Eseañoteníadiecisieteycomoeraelmáspequeñodelamesayelquemenosposibilidadesteníadeserescuchado,habíacreadoelhábitodemeter lamayorcantidadde informaciónconelmenornúmerodepalabras posible. Hablaba rápido, lo que hacía creer a la gente que estaba siempre nervioso y metrastabillabaconlostérminos.Cuandoterminedepresentarmitranscripción,mepercatédeunaintensamiradaquemellegabaporlaizquierda.Mesentíemocionadoyhalagado;obviamenteestabainteresadoenmí,legustaba.Nohabíasidotancomplicadoalfinal.Perocuandoporfin,despuésdemiturno,megiré para examinarle y ver su mirada, descubrí un semblante frío y helador; algo a la vez hostil yvitrificantequerozabalacrueldad.

Medesarmóporcompleto.¿Quéhabíahechoyoparamerecertalcosa?Queríaquevolvieseaseramable conmigo, que se riese como había hecho tan sólo unos pocos días antes en las vías del trenabandonadas,o cuandoaquellamisma tarde le expliquéqueB. era elúnicopueblode Italiadonde lacorriera,lalínearegionaldeautobusesquellevabaaCristo,pasabadelargosinpararnunca.Seriódeinmediato al entender la referencia velada al libro de Cario Levi.Me gustaba cómo nuestrasmentesparecíantrabajardeformaparalelay,demanerainstantánea,inferíamoslosjuegosdepalabrasdelotro,peroalfinalsiemprenosconteníamos.

Ibaaserunvecinodifícil.Serámejorquememantengaalejadodeél,rumié.Ypensarquecasimeenamorodelapieldesusmanos,desupecho,desuspiesquenuncahabíanpisadotierraásperaensuvidaydesusojosquecuandotededicabanlaotramirada,ladesemblantedulce,teportabanelmilagrodelaresurrección.Nuncaerademasiadotiempoelquepasabasmirándolos,sinoquenecesitabasseguiraltantoparaaveriguarporquénopodíasevitarlo.

Debíhaberlelanzadounamiradaigualdeaviesa.Durantedosdíasnuestrasconversacionesseinterrumpierondeformarepentina.Enellargobalcóncomúnalashabitacionesdeambosnosevitábamosporcompleto:tansólounos

improvisados«hola»,«buenosdías»,«hacebueno»,paliquesuperficial.Entonces,sinningunaexplicación,retomamoslascosas.¿Quesiqueríairacorreresamañana?No,laverdadesqueno.Bueno,entoncesanadar.Hoyeldolor,lasesperanzas,laexcitacióndelonovedoso,lapromesadetantadicharondandolas

puntasdeosdedos,eldeambularentregentequepodíallegaramalínterpretarperoquenoqueríaperderyporlotantodebíahacerconstantesconjeturas,el ingeniodesesperadoquelebrindoatodoelmundoquequieroydeseoquemequiera, lasseparacionesqueintercaloentreelmundoyyoquenosonsólouna, sino una serie de capas de puertas deslizables de papel de arroz, el impulso por codificar ydescodificar loquenisiquieraestuvojamásencódigo.TodoestocomenzóelveranoenelqueOliverllegóanuestracasa.Estágrabadoencadacanciónquesonóaquelverano,encadanovelaqueleídurantesuestanciaydespués,encualquiercosa,desdeelolordelromeroenlosdíascalurosos,hastaelruidofrenéticodelascigarrasporlastardes.Lossonidosylosoloresconlosquehecrecidoyqueconozcodecadaañodemividaderepentesevolvieronenmicontrayadquirieronuncariztintadoporloocurridoaquelverano.

Oquizácomenzódespuésdesuprimerasemana,cuandomesentíacontentísimodesaberqueaúnsabía quién era, que aúnnome ignoraba y, por lo tanto, podía permitirme el lujo de cruzarme con élcuandomedirigíaaljardínsintenerquefingirquenoleveía.ElprimerdíafuimoscorriendohastaB.porlamañanatemprano.Ydespuéstodoelcaminodevuelta.Porlamañanaaldíasiguientenadamos.Ala jornadasiguiente, salimosacorrerdenuevo.Megustabaecharcarrerasa lacamionetadel lechero

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cuando aún le quedabamucho por repartir, y trotar mientras el tendero o el panadero comenzaban aprepararseparasujornadalaboral,meencantabahacerloporlaorillayporelpaseomarítimocuandonohabíaniunalmatodavíaynuestracasaparecíatansólounespejismolejano.Medeleitabaquenuestrospiessecoordinasen,elizquierdoconelizquierdo,ychocasencontraelsueloalavez,dejandonuestrashuellasenunaarenaalaquetenialaintencióndevolvery,ensecreto,colocarmipieenellugardondeéldejósumarca.

Estaalternanciaentrecorrerynadarerasimplementesurutinaenlauniversidad.¿Correríatambiénen Sabbat?, bromeaba. Siempre se estaba ejercitando, incluso cuando estaba enfermo; hacía ejercicioinclusoenlacamasihacíafalta.Hastaelpuntodequesihabíadormidoconalguienporprimeravezlanoche antes, aun asi se levantaba para trotar prontito por lamañana. El únicomomento en que no seejercitó fuecuando leoperaron.Alpreguntarleporqué,mesorprendiócon la respuestaquemehabíaprometidoquenuncaleibaaincitararesponder,comoelmuñecosobresaltadoquebrincadeunacajaconunresorteysusiniestrasonrisa.«¡Luego!»

Quizásehabíaquedadosinalientoynoqueríahablardemasiado,otansóloqueríaconcentrarseenla natación o la carrera. O tal vez era sumodo de incitarme a hacer lomismo, de forma totalmenteinofensiva.

Perohabíaalgoescalofrianteydesalentadorenlainoportunadistanciaquesurgíaentrenosotrosenlosmomentosmásinesperados.Eracasicomosiloestuviesehaciendoapropósito;dándomemásymáscobaparadespuésalejardegolpecualquieratisbodeamistad.

Lamiradainflexiblesiemprevolvía.Ciertodía,mientrasyopracticabaconlaguitarraenloquesehabíaconvertidoen«mimesa»enlapartetraseradeljardínjuntólalapiscinayélestabatumbadocerca,en la hierba, me di cuenta de ese semblante al momento. Estuvo mirándome fijamente mientras meconcentrabaen los trasteosycuandode repente levanté lacabezaparaversi legustaba loqueestabatocando,ahíestaba:cortante,cruel,comounacuchillarelucientequeserepliegajustoenelmomentoenelquelavíctimasepercatadesupresencia.Mebrindóunasonrisainsulsacomoqueriendodecir,paraquéocultarlo.

Aléjatedeél.Debiódepercatarsedequemehabíamolestadoy,haciendounesfuerzoporretractarse,comenzóa

hacermepreguntas sobre la guitarra.Estabademasiado enguardia comopara responderle con candor.Mientrastanto,elverqueestabaluchandoporencontrarrespuestaslehizosospecharquequizápasabaalgomásdeloqueyomostraba.

—Notepreocupesporexplicarmenada.Simplementetócalaotravez.—Perosipensabaquelaodiabas.—¿Odiarla?¿Quétehizopensareso?Discutimosunrato.—Venga,tócalaotravez.—¿Lamisma?—Lamisma.Melevanté,yentréenelsalón.Dejélaspuertaventanasabiertasparaquepudieseescucharmetocar

elpiano.Mesiguióhastalamitaddelcaminoytrasapoyarseenelquiciodelaventanademadera,meescuchóduranteunrato.

—Lahascambiado.Noeslamisma.¿Quélehashecho?—TansólolahetocadodelamaneraenlaquelohubiesehechoLisztsihubieseexperimentadocon

ella.—Sólotócala,porfavor.Megustabalamaneraconlaquefingíaestarmosqueado.Asíquecomencéatocarladenuevo.Despuésdeunrato:

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—Nopuedocreerquelahayasvueltoacambiar.—Bueno,peronodemasiado.AsíescomoBusonilahubiesetocadosihubiesealteradolaversión

deLiszt.—¿Puedes,porfavor,tocaraBachcomoloescribióelpropioBach?—Pero él nunca lo escribiópara guitarra.Quizani siquiera lo escribiesepara clavicémbalo.De

hechonoestamossegurosdequeseadeBach.—Olvidaquetelohepedido.—Vale,vale.Nohacefaltaqueteexasperestanto—dije.Eramimanerademostrarunafingiday

reticenteconformidad—.EstoesBach transcritosin influenciasdeBusonioLiszt.EsdeunBachmuyjoven,yestádedicadoasuhermano.

Sabíaperfectamentequé fragmentode lapieza le iba a conmover laprimeravezque lo tocaseytodaslasdemásvecesquelooyese.Seloestabaenviandocomounpequeñoregalopuesenrealidadibadedicadoaél,comoseñaldealgomuybonitoenmíquenohacíafaltaserungenioparareconocerymeimpulsabaaimprimirleunacadenciaprolongada.Sóloparaél.

Estábamos—yéldebiódehaberreconocidolasseñalesmuchoantesqueyo—ligando.

Aquellamismatardeescribíenmidiario:Estabaexagerandocuandodijequecreíaqueodiabaslapieza. Lo que quería decir era que creía que me odiabas a mí. Tenía la esperanza de que meconvenciesesdelocontrario;ylohiciste,duranteunrato.¿Porquémañanaporlamañanayanomelocreeré?

Asíqueésteestambiénél,medijedespuésdevercómosetransformabadehieloaluzdelsol.Podíahabermepreguntadoasimismosiyoeraigualdevariable.PD:Noestamoscompuestosparaunsoloinstrumento;niyo,nitú.Estabadispuestoaetiquetarlecomoalguiendifícileinalcanzableconquiennoteníanadamásque

hacer.Dospalabrassuyasyveíacómomiapatíallorosasetransformabaenunjugaréaloquetúquierashastaquemepidasquepare,hastalahoradecomer,hastaquelapieldemisdedossecaigaunacapatrasotra,porquemegustahacercosasparatí,haríacualquiercosaportf,tansólopronuncialapalabra,megustaste desde el primer día e incluso cuando congeles mis renovadas propuestas de amistad, nuncaolvidaréque tuvo lugarentrenosotrosestaconversaciónyquehayformasmás fácilesde recuperarelveranoenplenatormentadenieve.

Loquesemeolvidóresaltarenesapromesaesqueelhieloylaapatíatienenmanerasdetruncarinstantáneamentetodaslastreguasylospropósitosfirmadosenveranosanteriores.

Entonces llegó aquella tarde, un domingo de julio, en que nuestra casa se vació de repente ynosotroséramoslosúnicosquequedábamosallíyelfuegomequemabalasentrañas,pues«fuego»eralaprimerapalabraylamássimplequemevinoalamenteenaquelprecisomomentoenqueintentédarlesentidoatodoelloenmidiario.Esperéyesperéenmihabitacióninmóvilsobrelacama,enunestadodetrance,llenodetemoresyexpectativas.Noeraunallamadepasión,niunfogonazoderabia,sinoalgoparalizante,comoelfuegodeunabombaderacimoqueabsorbetodoeloxígenoasualrededorytedejajadeando porque parece que te han dado una patada en tus partes y una aspiradora te ha succionadocualquiermateriavivadetuinteriorytehasecadolabocayesperasquenadiehablepuestúnopuedesyrezasparaqueno tepidanque temuevasporque tucorazónsehaatascadoenun latir tan rápido,queantesescupiríatrozosdecristalquedejarquealguiencirculeporsusestrechospasillos.Fuegocomoelmiedo,comoelpánico, comounminutomásasíymemuero sino llamaamipuerta.Heaprendidoadejarlaspuertaventanasentreabiertasyatumbarmeenlacamaconelbañadorpuestoytodomicuerpoardiendo.Fuegocomounaplegariaquerezaporfavor,porfavordimequemeequivoco,dímequemeloheimaginadotodoyyotampocosoyrealparatí,ysiparatilarealidadesesto,entoncesereselhombremás cruel que existe. Asi, la tarde en la que por fin entró enmi cuarto sin llamar, como si hubiese

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respondidoamisoracionesymepreguntoqueporquenoestabaconelrestodelagenteenlaplayaytodoloquepudepensarendecir,aunquenotuvelasagallasdever-balizarlo,Ríeunparaestarcontigo.Paraestarcontigo,Oliver.Conosinbañador.Paraestarjuntoatienmicama.Entucama,queeslamíaduranteel restodelano.Hazme loquequieras.Arrástrame.Sólopregúntamesiquieroyverás loquerespondo,peronomedejesdecirno.

Ydimequeaquellanochenoestabasoñandocuandoescuchéunruidoenelrellanojuntoamipuertaysupederepentequehabíaalguienenmicuarto,quehabíaalguiensentadoalpiedemicama,vengaapensar,pensarypensaryquesúbitamentecomenzóavenirhaciamíysetumbó,nojuntoamí,sinosobremí,mientrasyometendíasobrelatripayquemegustótantoque,enlugardearriesgarmeahaceralgoparademostrarquemehabíadespertadoyconellohacerquecambiasedeopiniónysefuese,fingíestarcompletamente dormido y pensando que no era un sueño, no podía serlo, pues las palabras que mellegabanmientrasapretabamuchomisojoseran:Estoescomovolveracasa,escomovolveralhogartrasmuchosañosviviendoentretroyanosylestrigones,comovolveraunlugarenelquetodossoncomotú,dondelagenteteentiendeysabedetí;volveracasacomocuandotodosederrumbaytedascuentadeque durante diecisiete años has estado toqueteando las combinaciones erróneas. Y fue cuando decidíexpresar sinmenearme, sinmover un solomusculo demi cuerpo, que estaba dispuesto a ceder simeempujabas, que ya me había rendido, que era tuyo, todo tuyo a pesar de que de repente hubiesesdesaparecidoypareciesedemasiadociertocomoparaserunsueño,aunqueestuvieseconvencidodequetodo lo que deseaba a partir de aquel día era que me volvieses a hacer exactamente lo mismo queexperimentémientrasdormía.

Aldíasiguienteestábamosjugandounpartidodetenisadoblesyduranteuntiempomuerto,cuandobebíamos la limonadadeMafalda, puso el brazoque tenía libre sobremis hombrosy condelicadezaapretómicarneconsupulgarysuíndice,comoimitandounamistosoabrazomasajeadostodoresultabatan de amigotes. Sin embargo, yome encontraba tan embelesado queme deshice de su brazo pues unsegundomásymehubiesedesarmadocomounodeesosmuñequitosdemaderacuyocuerpoquebradizose derrumba en cuanto se acciona el resorte principal. Sorprendido, se disculpó yme preguntó simehabíatocadoalgúnnerviooalgoasí,quenoteníaintencióndehacermedaño.Debiódehabersesentidomuymalalpensarquemehabíahechodañoomehabíatocadodeunaformaequivocada.Loúltimoquedeseabaeradesanimarle.Contodo,semeescapóalgocomo«nomehadolido»yhubiesezanjadoasílacuestión.Peroteníalasensacióndequesieldolornohabíaprovocadotalreacción,entonces,¿cuáleralaexplicaciónparajustificarquelequitasedemishombrosdeformatanbruscadelantedemisamigos?Asíqueimitélacaradealguienqueseafanaenreprimir,sinéxito,unamuecadedolor.

Nuncasemehabíaocurridopensarqueloquemehabíaproducidopánicocuandometocófueselomismoqueasustaalasvírgenescuandolastocaporprimeravezlapersonaquehanelegido:descubrensensacionesquenosabíanqueexistíanyqueproducenplaceresmuchísimomásperturbadoresque losqueseconsiguenensolitario.

Él parecía sorprendido pormi reacción, pero hizo todo lo posible para demostrar queme creíamientrasyofingíaeldolordemishombros.Fuesuformadedejarmeescaparydedisimularquenosehabía dado ni pizca de cuenta del extraño matiz en mi reacción. Cuando mas tarde supe lometiculosamentemordaz que era su habilidad para identificar señales contradictorias, no dude de quetuvoquehabersospechadoalgoentonces.

—Espera,déjamemejorarlo—meestabaponiendoapruebaycomenzóamasajearmeelhombro.Relájate—medijodelantedelosdemás.

—Perosimeestoyrelajando.—Estástanrígidocomoestebanco.Tocaesto—ledijoaMarzia,unadesusamigasqueestabamás

cercadenosotros—.Estodonudos.

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Notésusmanosenmiespalda.—Mira—dijomientras presionaba la palma abierta con fuerza contrami espalda—, ¿lo notas?

Deberíarelajarsemás.—Deberíasrelajartemás—repitióella.Quizáenestemomento,aligualqueenmuchosotros,yaquenosabíahablarenclave,nosupequé

decirenabsoluto.Mesentícomounsordomudoquenosabenisiquierautilizarel lenguajedesignos.Tartamudeé todo tipodecosasparanodecir loqueestabapensando.Hastaahí llegabamicódigo.Encuantoconseguírespirarlosuficientecomoparapronunciarunaspocaspalabras,pudemásomenossalirdelatolladero.Deotramanera,elsilencioentreambosmehubiesedelatado,porloquecualquiercosa,incluso el más absurdo disparate, era mejor que el silencio. El silencio me ponía en evidencia. Sinembargo, loqueprobablementemedelatase inclusomás fuesenmis intentospor superarlodelantedelresto.

Eldesánimopersonaldebiódeaportarmealgocercanoalaimpacienciayalarabiacontenida.Queélhubiesepensadoqueibadirigidocontraélnosemehabíanipasadoporlacabeza.

Quizáfueseporrazonessimilareselqueyoapartaselavistacadavezquememiraba:paraocultarlaspresionesdemitimidez.Queélhubieseencontradomidesdénofensivoy,devezencuando,cargadodehostilidadtampocosemepasóporlacabeza.

Tenía la esperanza de que no hubiese visto enmi reacción exagerada algo que no era.Antes deapartarsubrazo,sabíaquemehabía rendidoantesumanocasihasta tumbarmesobreella,comosi ledijese—al igual que le había oído decir amuchos adultos cuando a alguien le daba por hacerle unmasajeenloshombrosalpasarpordetrásnopares.¿Sehabríadadocuentadequeestabadispuesto,nosóloarendirme,sinotambiénaamoldarmeasucuerpo?

Éste fue el sentimiento que aquella noche también traslade a mi diario: lo denominé «eldesvanecimiento».¿Porquémehabíadesfallecido?¿Yeratanfácilqueocurriese,tansólodebíatocarmeenalgúnpuntoparaquemevolviesediscapacitadoyperdiesetodavoluntad?¿Eraestoaloquelagentesereferíacuandoafirmabanderretirsecomolamantequilla?

¿Y por qué no iba a demostrarle lo mantecoso que podía ser? ¿Tenía miedo de lo que pudieseocurrir?¿Omeasustabaquesepudiese reírdemí,decírseloa todoelmundoo ignorarlo todocon laexcusadequeaúneramuyjovencomoparasaber loqueestabahaciendo?¿Oquizáfueseporquecontodo lo que él ya sospechaba, al igual que haría cualquiera en su lugar, estaría dispuesto a actuar enconsecuencia? ¿Quería que actuase? ¿O prefería una vida repleta de anhelo siempre y cuando ambosmantuviésemosactivaestapartidadeping-pong:nosaberlo,nosaberquelosabe,nosaberquesabequelosabe?Tansólocalla,nodigasnada,ysinopuedesdecir«sí»,tampocodigas«no»,di«luego».¿Eséstalarazónporlaquelagentedice«quizá»cuandoquierendecir«sí»,conlaesperanzadequecreasque es un «no»mientras que lo que en realidad significa es «por favor, pregúntamelo una vezmás, ydespuésotravez»?

Recuerdoaquelverano,ynopuedocreerque, apesarde todosycadaunodemis esfuerzosporvivircon«elfuego»y«eldesvanecimiento»,lavidaaunmeofreciograndesmomentos.Italia.Verano.Elsonidodelascigarrasaprimerahoradelamañana.Mihabitación.Suhabitación.Elbalcónquedejabafueraelrestodelmundo.Lasuaveyperfumadabrisaqueascendíaporlasescalerasdesdeeljardínhastanuestra habitación. El verano en que aprendí a amar la pesca. Porque el lo hacia. Adorar el correr.Porqueél loadoraba. Idolatrara lospulpos, aHeráclito, aTristán.Elveranoenqueescuchabaa lospájaroscantar,olíalasplantasysentíalahumedadtreparporlospiesenlosdíascalurososy,debidoaquemissentidosestabansiemprealerta,losnotabaautomáticamentedirigiéndosehaciaél.

Podíahabernegadotantascosas:quedeseabatocarlelasrodillasylasmuñecascuandolucíanalsolconaquelviscosolustrequehevistoentanpocagente;quemeencantabacómosuspantalonesdeteniscortosblancosparecíanposeer,deformapermanente,elcolordelbarroyquemientrastranscurríanlas

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semanasseconvirtióenelcolordesupiel;quesupelo,cadadíamásymásrubio,atrapabaalsolantesinclusodequesaliesedeltodo;quesucamisaazulonduladasevolvíamásonduladacuandoselaponíaendíasborrascososenelpatiojuntoalapiscina,conlapromesadeimpregnarsedeunaromaapielysudorquemelaponíaduracontansólopensarlo.Podíahabernegadotodoesto.Yhabermecreídomismentiras.

PerofueelcollarconlaestrelladeDavidyunamezuzádeoroquellevabaalcuelloloquemedijoque había en él algo más fascinante de lo que yo esperaba, algo que nos unía y me recordaba que,mientrastodoanuestroalrededorconspirabaparaquefuésemoslosseresmásdistantesdelmundo,estotrascendíacualquierdiferencia.Mepercatédelaestrellademanerainmediataelprimerdíaqueestuvoconnosotros.Ydesdeaquelinstantesupequeloquemedesconcertabaymehacíaanhelarsuamistadconlaesperanzadenohallarjamáslaexcusaparaquenomegustaseeramayordeloquecualquieradelosdospodríaesperardelotro,másgrandiosoyporlotantomejorquesualma,micuerpoolapropiatierra.Mirarle fijamente al cuello con la estrella y el revelador amuleto era como observar algo eterno,ancestral, inmortal enmí, en el, en ambos, que suplicaba por ser reavivado y substraído de un sueñomilenario.

Loquemedesconcertófuequenoparecióimportarleonosediocuentadequeyotambiénllevabauno. Al igual que tampoco le interesó o se percató de las múltiples ocasiones en que mis ojosdeambularonporsubañadorenunintentoporvislumbrarelcontornodelamarcaquenosconvierteenhermanoshebreoseneldesierto.

Aexcepcióndemifamilia,éleraprobablementeelúnicojudíoquehabíapuestoelpieenB.Peroadiferenciadenosotros,lohacíapatentedesdeelprimermomento.Noéramosunosjudíosquellamasenlaatención.Practicábamosnuestro judaismocomo lamayoríade lagente en el restodelmundo:bajo lacamisa,nooculto,perosíbienguardado.«Judíosmuydiscretos»,usandolaspalabrasdemimadre.VeraalguienproclamandosujudaismocolgadodelcuellocomohizoOlivercuandocogióunadelasbicisysedirigióhaciaelpuebloconlacamisaabiertanoschocaba,puestoquenosindicabaquepodíamostambiénhacer lo mismo y salimos con la nuestra. Intenté imitarle en varias ocasiones. Sin embargo estabademasiadocohibido,comoalguienqueintentaactuardeformanaturalmientrascaminadesnudoporunvestuariocuandoal finalen loúnicoquese fijaesensupropiadesnudez.Enelpueblo, intentéhaceralardedemijudaismoconunassilenciosasfanfarronadasquenosurgentantodelaarroganciacomodeunavergüenzareprimida.Elno.Aunqueestonosignificaqueélnuncapensaseacercadesuserjudíooacercadelavidadeunjudíoenunpaíscatólico.Enocasioneshablábamossobreestetemaenparticulardurante aquellas largas tardes cuando ambos dejábamos de lado el trabajo y disfrutábamos charlandomientras el resto de la casa y los invitados se habían retirado a sus respectivas habitaciones paradescansar unas horas. Él había vivido durante el tiempo suficiente en pequeños pueblos de NuevaInglaterracomoparasaberloquesignificabaserunjudíoqueestádesobra.Peroeljudaismonuncalepreocupódelamismaformaqueamí,nilaofuscaciónmetafísicaconunomismooconelmundoerauntemarecurrenteparaél.Nisiquieraalbergabalatácitapromesamísticasobrelahermandadredentora.Yquizáesporesoporloquenosesentíaincómodoporserjudíoynoteníaqueestarhurgandoenelloatodashoras,delamismaformaquelosniñossemanoseanlascostrasquedeseanquedesaparezcan.Élllevababienserjudío.Estabaagustoconsigomismo,aligualquesecontentabaconsucuerpo,consuapariencia, con sus reveses, con su selección de libros, música, películas, amigos. No le importabaperder su preciada plumaMontblanc. «Me puedo comprar otra exactamente igual.» Se sentía a gustotambiénconlascríticas.Lemostróamipadreunaspáginasdecuyaautoríaseenorgullecía.Mipadreleindicó que su acercamiento a Heráclito era brillante pero necesitaba más concreción y aceptar lanaturaleza paradójica de los pensamientos del filósofo, no simplemente explicarlos. Le parecía bienconsolidarciertascosas,legustabanlasparadojas.Volvimosalamesadedibujoquetambiénleparecíabien.Invitóamijoventíaaunaconversacióníntimaamedianochemientrasdabanunagita,ungarbeo,en

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nuestramotora.Ellalorechazó.Peronopasabanada.Lointentódenuevounosdíasmástarde,volvióaser rechazado y le quitó importancia. A ella también le pareció bien y, si hubiese permanecido otrasemanaconnosotros,probablementehubieseaceptadosaliramedianocheadarunagitaporelmarqueabuensegurohubieseduradohastaelamanecer.

Solamente en una ocasión durante sus primeros días allí, tuve la sensación de que este chico deveinticuatro años, terco pero acomodado, tranquilo, al que todo le resbalaba, imperturbable eincorruptible,aquienleparecíanbientantascosasenlavida,era,dehecho,unanalizadordepersonasysituaciones, frío, sagaz y siempre en alertamáxima.No había nada impremeditado en lo que decía ohacía. Era capaz de observar a través de todos, y podía hacerlo precisamente porque lo primero quebuscabaenlagenteeraloquehabíavistoensímismoynodeseabaquelosdemásloviesen.Eraungranjugadordepóquer,loqueescandalizóamimadreeldíaqueseenteró,quesolíaescaparsealpueblounpar de noches a la semana a «echar unas cuantas manos». Por este motivo, para nuestra completasorpresa,habíainsistidoenabrirseunacuentabancariaelmismodíaenquellegó.Ningunodenuestrosresidentessehabíahechonuncaunacuentabancaria.Lamayoríanoteníaniuncentavo.

Ocurrióduranteunacomidaenlaquemipadreinvitóaunperiodistaquesehabíainteresadoporlafilosofíaensujuventudyqueríademostrarque,apesardenohaberescritonuncasobreHeráclito,aúnpodíadebatirsobrecualquiercosabajoelsol.ÉlyOlivernohicieronbuenasmigas.Mástarde,mipadrecomentóqueera«unhombremuyingeniosoy tambiénmuyinteligente»,a loqueOliver le interrumpiódiciendo«¿Deverdadlocrees,Pro?»,sindarseplenacuentadequeamipadre,peseaserdetratofácil,no siempre legustabaque lecontradijeranymuchomenosque le llamasenPro, aunqueno lediomásimportancia. «Sí, eso creo», insistiómi padre. «Bueno, no estoymuy seguro de estar de acuerdo. Leencuentro un poco arrogante, soso, patoso y ordinario. Utiliza demasiado el humor y tiene un granvozarrón —Oliver imita la seriedad del hombre—, y gesticula de forma ostentosa para atraer a suaudienciapuestoqueesincapazdedefenderunaposturaconpalabras.Lodelavozesexasperante,Pro.La gente se ríe con su humor, pero no porque sea gracioso sino porque telegrafía su deseo de sergracioso.Suhumornoesmásqueunaformadeganarsealagentequenopuedeconvencer.

»Si te fijas en élmientras estáshablando, siempremiraparaotro lado, no te escucha, solamentetiene ganas de decir cosas que ha ensayado cuando tú hablabas y tiene que soltar antes de que se leolviden».

¿Cómopodíanadieintuirlaformadepensardeotrosinqueésteestuvieseyafamiliarizadoconlamisma forma de pensar? ¿Cómo podía alguien percibir tantos giros enrevesados en otros si no loshubieseutilizadoconanterioridad?

Lo que me chocó no fue sólo su asombrosa habilidad para leer a la gente, para rumiar en susentrañasyrescatarlaconfiguraciónprecisadesupersonalidad,sinosucapacidadparaintuircosasdelaformaexactaenlaqueyolohabríahecho.Alfinal,estofueloquemeacercóaélconunafuerzaqueibamásalládeldeseoolaamistadolaatraccióndecompartirlamismareligión.«¿Porquénovamosaverunapeli?»,soltóunatardemientrasestábamostodosjuntossentados,comosiderepentehubiesecaídoenlasolucióndeloquepodríahabersidounaaburridatardeencasa.Acabábamosdedejarlamesadelacenaen laquemipadre,comosolíahacerúltimamente,mehabíaestadoanimandoa intentarsalirconamigosmásamenudo,sobretodoporlastardes.Casilindabaconunsermón.Olivereraaúnnovatoentrenosotros y no conocía a nadie en el pueblo por lo que yo le debí de parecer tan buen compañero depelículacomocualquierotro.Perohabíahechoestapreguntadeunaformademasiadodespreocupadayespontánea,comosiquisiesehacernossaberamíyatodoslosdemásqueestábamosenlahabitaciónquenoleinteresabademasiadoiralcineyqueporlotantopodíaquedarseperfectamenteencasayrevisarsusmanuscritos.Lainflexiónindiferentedesupropuesta,sinembargo,fueunguiñoenviadoamipadre:sólofingíahabertenidoesaocurrencia;dehecho,sindejarqueyolosospechase,estabacontinuandoconelconsejodemipadreenlamesayseofrecíaabuscarmipropiobeneficio.

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Sonreí,noporelofrecimiento,sinoporeltrucodedoblefilo.Inmediatamentepillómisonrisa.Ytrashaberlaentendido,meladevolvió,casihaciéndoseburlaasímismo,conlasensacióndequesimedaba algún indicio con el que yo pudiera descifrar su trampa, entonces estaría confesando suculpabilidad;yaunasí,negarseaconfesarlounavezqueledejéclaroquelohabíapilladolecondenaríatodavía más. Por lo que sonrió para demostrarme que sabia que le había pillado pero también pararevelarme que era alguien lo suficientemente bueno como para confesarlo y no obstante poder ir adisfrutardelcinejuntos.Todaesasituaciónmeexcitó.

Oquizáesasonrisafuesesumaneradeafrontarmisataques,comosisetratasedeunainsinuacióntácitadeque,apesardehabersidosorprendidomientras intentabaaparentarunacompletanaturalidadantesuofrecimiento,él tambiénhabíaencontradoalgoenmípor loquesonreír,enconcretoelplacerastuto,enrevesadoyculpablequeexperimentabaaldescubrir talmultituddeafinidadesimperceptiblesentre ambos. Puede que nada de eso existiese y que yo me lo hubiese inventado todo. Pero los dossabíamosloquehabíavistoelotro.Aquellatarde,mientrasnosdirigíamosenbicialoscines,yoiba—ynomepreocupéporocultarlo—montadoenelaire.

Así que, tras tantas perspicacias, ¿no se habría percatado de lo que significaba queme hubieseescabullidodesumanodeformatanbrusca?¿Nitampocoquemeinclinasesobresubrazo?¿Nosabríaquenoqueríaquemedejasemarchar?¿Nosintióquecuandocomenzóadarmeelmasaje,miincapacidadpararelajarmeeramiúltimorefugio,miúltimadefensa,midefinitivopretexto,quenomehabríaresistidoniporlomásremotodelmundo,sinoqueeraunaresistenciafalsa,queeraincapazderesistirmeyquenunca ibaaquerer resistirmeapesarde loquemehicieseomepidiesequehiciera?¿Nosabríaque,mientrasestabasentadoenlacamaaquellatardededomingoenlaquenohabíanadieencasamásquenosotrosdosylevientrarenmihabitaciónparapreguntarmeporquenoestabaconlosdemásenlaplayaydecidínoabrirlabocapararesponderusandotansólounencogimientodehombros,fuesimplementeparanomostrarlequenoeracapazde recabarel suficienteairecomoparahablar,yquesiconseguíapronunciarunsolosonidoibaaserparaquesemeescapaseunaconfesiónounlamento,unacosauotra?Nadiejamás,desdemiinfancia,habíaconseguidohacermepasaruntragoasí.«Tengounamalaalergia»,dije por fin. «Yo también», me contestó. Probablemente la misma. Volví a encogerme de hombros.Recogiómiviejoositodepelucheconunamano,seinclinóhaciaélylemusitóalgoeneloído.Después,trasgirarlacabezadelositohaciamíymodificandosuvozmepreguntó:

—¿Quéocurre?Estásenfadado.Paraentoncesyadebíadehabersepercatadodelbañadorquellevabapuesto.¿Lollevabamásbajo

deloquerigeladecencia?—¿Quieresiranadar?—preguntó.—Quizá luego—le respondí yo, haciendo uso de su palabra, pero intentando hablar lo menos

posibleparaquenosediesecuentadequeestabasinaliento.—Vamosahora.Extendiólamanoparaayudarmealevantar.Selacogíyocultándoleelladodelacaraquedabaala

paredparaevitarquemevieselepregunté:—¿Debemoshacerlo?Estoeslomáscercaquejamásheestadodedecirlequédate.Quédateamilado.Dejaquetumano

vuelehaciadondedesee,quítameelbañadorytómame,noharéningúnruido,noselodiréanadie,sabesquelatengoduraysinolosabescogerétumano,melameteréahoramismodentrodelbañadorydejaréqueintroduzcastodoslosdedosqueteapetezcadentrodemí.

¿Nosehabríaenteradodenadadeesto?Dijoqueibaacambiarseysaliódelahabitación.«Teveoabajo.»Cuandomemirélaentrepierna

mepercaté,paramiasombro,dequeestabahúmeda.¿Lohabríavistoel?Seguroquesí.Esporesoporloquequeríaquemesemosalaplaya.Esporesoporloquesefuedemihabítacion.Megolpeélacabeza

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conelpuño.¿Cómopodíahabersidotandescuidado,taninconsciente,tanestúpido?Porsupuestoquelohabíanotado.

Debíaaprenderahacerloqueélhabíahecho.Encogermedehombrosynopreocuparmedelfluidopreseminal.Peroésenoerayo.Amínuncasemehubieseocurridodecir«¿Yquémásdasilovio?».Yahoraéllosabe.

Loquenuncasemehabíaocurridopensaresquealguiendelosquevivíanbajomimismotecho,que jugaba a las cartas con mi madre, que desayunaba y comía con nosotros, que recitaba por puradiversiónlasoracionesdebendiciónhebreasenlascenasdelosviernes,quedormíaenunadenuestrascamas,usabanuestrastoallas,compartíanuestrasamistades,veíalateleconnosotrosdurantelosdíasdelluvia cuando nos sentábamos en el salón tapados con unamanta porque hacía un poco de frío y nossentíamostancómodostodosapretujadosescuchandoelrepiqueteodelalluviacontraloscristales,queaalguienmásenmimundomáscercanolepudiesegustarlomismoqueamí,quererlomismoqueyo,serquienyoera.Nuncasemehubiesepasadoesoporlacabezayaqueaúnestababajola ilusióndeque,salvoloqueleíaenloslibros,inferíaporlosrumoresuoíaporcuriosidadenalgunasconversacionessubidasde tono,nadiedemiedadpodríaquererserhombreymujera lavez,conhombresymujeres.Habíadeseadoaotroschicosdemiedadconanterioridadymehabíaacostadoconchicas.Sinembargo,hasta que él se bajó del taxi y se adentró en mi hogar, nunca me habría parecido ni tan siquieraremotamentefactiblequealguientancontentoconsigomismohubieraqueridocompartirsucuerpotantocomoyoanhelabaofrecerelmío.

Contodoeso,dossemanasdespuésdesullegada,todoloquequeríacadanocheeraquesaliesedesuhabitación,noporlapuertaprincipal,sinoatravésdelaspuertaventanasdenuestrobalcón.Queríaescucharcómoseabríansusventanales,percibirsusalpargatasenelbalcónydespuéselsonidodemisventanas,quenuncaestaban trancadas, al abrirsemientras él entrabaenmihabitacióndespuésdequetodossehubiesenidoalacama,deslizarsebajolassábanas,desvestirmesinpreguntarytrasconseguirqueledeseasemásdeloquecreíaquepodríaquererjamásaalguien,seabriesecaminodentrodemicuerposuaveydulcemente,conlacordialidadqueunjudíoleotorgaaotro,ydespuésdehabertenidoencuenta laspalabrasqueyohabríaestadoensayandodurantedías,Por favor,nomehagasdaño, loquesignificaba,Hazmetodoeldañoquequieras.

Apenasestabaenmihabitaciónduranteeldía.Enlugardeeso,losúltimosveranoshabíaadecuadounamesacircularconunasombrillaenelcentrojuntoalapiscinadel jardíntrasero.APavel,nuestroanteriorinquilinoestival,legustabatrabajardentrodesualcobaysalíadevezencuandoalbalcónparaecharleunvistazoalmarofumarseuncigarrillo.Antesqueél,Maynardtambiéntrabajabaensucuarto.Oliver necesitaba compañía. Al comienzo compartíamos mi mesa pero con el tiempo se habituó aextender una gran sábana en la hierba para tumbarse encima, flanqueado por páginas sueltas de susmanuscritosyloquellamaba«suscosas»:unalimonada,cremasolar,libros,susalpargatas,unasgafasde sol, lápices de colores y música que escuchaba sin parar con unos auriculares, por lo que eraimposiblehablarconélanoserqueélhablasecontigoantes.Enocasiones,cuandoibaalpisodeabajoporlamañanaconmilibretadeapuntesoalgúnotrolibro,élyaestabaespatarradoalsolconsubañadorrojooamarilloyvengaasudar,íbamosacorreroanadaryalvolverteníamoslistoeldesayunoenlamesa.Luegosehabituóadejar«suscosas»enlahierbayatumbarsejustoenelbordealicatadodelapiscina,ellugarquedenominábamos«elcielo»,unaformacortaparadecir«estoeselcielo»,ydespuésdecomersolíadecir«yahoramevoyparaelcielo»añadiendo,comobromainternaentreloslatinistas,«aturrarme».Solíamostomarleelpeloporlasinnumerableshorasquepasabaempapadoenlociónsolartumbadoenelmismopuntoexacto.

—¿Cuántotiempoestuvisteestamañanaenelcielo?—lepreguntabamimadre.

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—Doshoras sinparar.Pero tengo la intencióndevolver esta tardeprontitoparaunaturramientomásprolongado.

Iralcantodelparaísotambiénsignificabaestartumbadosobrelaespaldaenelbordedelapiscinaconunapiernaremojadaenelagua,escuchandolosauricularesyconelsombrerodepajaenlacabeza.

Ahíestabaunapersonaalaquenolefaltabadenada.Noentendíaestesentimiento.Leenvidiaba.—Oliver, ¿estás dormido? —solía preguntarle cuando el aire de la piscina se había vuelto

aletargadoytranquilohastalaopresión.Silencio.Luegollegabasurespuesta,casicomounsuspiro,sinquesemovieseunsolomúsculodesucuerpo.—Loestaba.—Perdona.Podíahaberlebesadotodosycadaunodelosdedosdelpieenelagua.Despuésbesarleeltobilloy

lasrodillas.¿Cuántasvecesmehabríaquedadomirándoleelbañadormientraselsombreroletapabalacara?Nosepodríaniimaginarenloquemefijaba.

Otraopciónera:—Oliver,¿estásdormido?Unlargosilencio.—No.Pensando.—¿Sobrequé?Losdedosdelospiessalíanyentrabandelagua.—SobreunainterpretaciónquehizoHeideggerdeunfragmentodeHeráclito.O,cuandoniyotocabalaguitarranielescuchabalosauriculares,aúnconelsombrerodepajaenla

cabeza,rompíaelsilencio:—Elio.—Dime.—¿Quéestáshaciendo?—Leer.—No,noestásleyendo.—Pensar,entonces.—¿Sobrequé?Memoríapordecírselo.—Esprivado—lerespondía.—¿Asíquenomelovasadecir?—Asíquenotelovoyadecir.—Así que nome lo va a decir—refrendaba, pensativamente, como si le estuviese explicando a

alguienalgosobremí.Cómomegustabalamaneraenlaqueremachabaloqueyoacababaderepetirle.Mehacíapensaren

unacaricia,oenungestoqueestotalmenteaccidentalalprincipio,peroquesevuelveintencionadolasegunda vez ymás aún la tercera.Me recordaba la forma en la queMafaldame hacía la cama cadamañana,primerodoblandolasábanadearribasobrelamanta,luegovolviéndolaadoblarparacubrirlaalmohadaqueestabaencimadelamantayunaúltimacuandovolvíaadoblarlotodosobrelacolchaunayotravezhastaquemedicuentadequearropadosentretodosestosdobleceshabíarecuerdosdealgoalmismotiempopiadosoeindulgente,comoelbeneplácitodeuninstantedepasión.

Elsilenciodeaquellastardeserasiemprediscretoyliviano.—Notelovoyadecir—ledecía.—Entoncesmevuelvoadormir—expresabaél.Meibaelcorazónacien.Debíadesospecharlo.

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Silencioprofundodenuevo.Momentosdespués:—Estoeselcielo.Ynovolvíaaoírlepronunciarotrapalabraenalmenosunahora.Nohabíanadaquemegustasemásqueestarsentadoenmimesaescudriñandomistranscripciones

mientrasél estaba tumbadobocaabajohaciendomarcasen lashojasque le recogíacadamañanaa laseñoraMilani,sutraductoraenB.

—Escuchaesto—decíadevezencuandomientrassequitabalosauriculares,rompiendoconelloelsilencio opresivo de aquellasmañanas estivales largas y sofocantes—. Escucha esta chorrada—y seponía a leer en alto algo que no podía creer que hubiese escrito unosmeses antes—. ¿Tiene algo desentidoparati?,porqueparamíno.

—Quizáloteníacuandoloescribiste—ledijeyo.Recapacitóunrato,quizámidiendomispalabras.—Eso es lo más tierno que me ha dicho nadie en los últimos meses—dijo de una forma muy

honesta,comosilehubiesesobrevenidounarevelaciónrepentinayestuvieseotorgandoaloquedijeunsignificado mayor del que yo quise implicar. Me sentí enfermo de forma súbita, aparté la mirada yfinalmentepudemurmurarloprimeroquesemepasóporlacabeza:

—¿Tierno?—pregunté.—Sí,tierno.Noentendíaquéteníaqueverlaternuraconeso.Oquizánoveíacontotalclaridadhaciadóndese

dirigíatodoestoypreferídejarpasareltema.Denuevosilencio.Hastalasiguientevezqueabrieselaboca.

Meencantabacuando rompíael silencioqueexistía entre ambosparadecir algo, loque fuese,opara preguntarmequé opinaba sobreX, o si había oído hablar deY.Nadie en la casamepreguntabajamásmiopiniónsobrelascosas.Siaúnnosehabíadadocuentadeporqué,seladaríamuypronto,eratansólounacuestióndetiempohastaqueélcayeseenlamismacuentaqueelrestodequeyoeraelbebédelafamilia.YasícontodoallíestabaensutercerasemanaconnosotrospreguntándomesialgunavezhabíaoídohablardeAthanasiusKircher,GiuseppeBellioPaulCelan.

—Sí,habíaoídohablardeellos.—Yo soy casi una década mayor que tú y hasta hace tan sólo unos pocos días no sabía de la

existenciadeningunodeellos.Noloentiendo.—¿Qué es lo que no entiendes? Papá es profesor universitario. Crecí sin televisión. ¿Ahora lo

entiendes?—¿Por qué no te vuelves a poner con tus ruiditos? —dijo mientras hacía como si estuviese

arrugandolatoallaytirándomelaalacara.Megustabainclusolamaneraenlaquemeregañaba.Ciertodía,mientrasmovíamicuadernoencimadelamesa,tiréaccidentalmenteunvaso.Secayóal

suelo.Nose rompió.Oliver,queestabacerca, se levantó, locogióy locolocó,nosóloencimade lamesa,sinojuntoamispapeles.

Nosabíadóndebuscarlaspalabrasdeagradecimiento.—Noteníasporqué—proferífinalmente.Dejo pasar el suficiente tiempo para que yo registrase que su respuesta no iba a ser fortuita o

despreocupada.—Queríahacerlo.Queríahacerlo,penséyo.Quería hacerlo,me lo imaginé repitiéndolo ama- e, complaciente, efusivo como solía estar justo

antesdequelesobrevinieseelmalhumor.Paramí aquellas tardes quepasábamos alrededor e lamesademaderadel jardín con el enorme

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parasolsombreandodeformaimperfectamispapeles,conelrepiqueteodeloshielosenlalimonada,elsonidonomuy lejanode lasolasbesando lasenormes rocasyde fondo,provenientedealgunade lascasasvecinas,unaemisoradegrandeséxitos repetidosunayotravezde formaentrecortadayvelada,todas estas cosas quedaron enmarcadas para siempre en aquellas mañanas en las que lo único quedeseabaeraqueeltiemposedetuviese.Queelveranonoterminasejamás,queélnuncasealejase,quelamúsicarepetidaunayotravezsiguieseparasiempre,pidomuypocacosayjuroquenoexigirénadamásenlavida.

¿Quéesloquequería?¿Yporquénopodíasaberloqueambicionabainclusocuandoestabayalosuficientementepreparadoparasertanbrutalenmisconfesiones?

Quizálomenosqueesperabaquemedijesefueraquenohabíanadamalorespectoamí,quenoeramenos humano que cualquier otro jovencito demi edad.Me hubiese quedado satisfecho y no hubiesepedidonadamássiélsehubieraagachadoyrecogidoladignidadquehabíaarrojadoasuspiescontanpocoesfuerzo.

Yo era Glauco y él era Diomedes. En nombre de algún oscuro pacto entre hombres nosintercambiamoslasarmaduras,lamíadeoroporlasuyadebronce.Uncambiojusto.Ningunodelosdosregateónimencionónadadebaratijasnideextravagancias.

Lapalabra«amistad»mevinoalacabeza.Perolaamistad,comoladefinetodoelmundo,meeraajena,algoimproductivoquenomeimportabaenabsoluto.Encambio,loqueyohabíaqueridodesdeelmomento en que se bajó del taxi hasta que nos despedimos en Roma era lo que todos los humanossuplican a los demás, lo que hace que la vida sea vivible.Tendría que salir de el primero.Después,posiblemente,demí.

Existeunaleyenalgúnlugarquedicequecuandounapersonaestátotalmenteenamoradadeotra,esinevitablequelaotraloestétambién.Amorch’anull’amatoamarperdona.«Elamornoeximedeamaraquienesamado»,palabrasdeFrancescaenelInferno.Solotienesqueaguardaryteneresperanza.Yolatenía,aunquequizáestofueseloquehequeridotodoeltiempo.Esperarparasiempre.

Mientrasestabaallísentadotrabajandoenmistranscripcionesenlamesaredondaporlamañana,loquehubieseaceptadofinalmentenoerasuamistad,nicualquiercosa.Tansólolevantarlacabezayverle,lociónsolar,sombrerodepaja,bañadorrojo, limonada.Elevar lavistayencontrarteallí,Oliver.Muyprontollegaráeldíaenquemireyyanoestésmásentulugar.

Aúltimahoradelamañana,losamigosyvecinosdelascasasadyacentesnormalmentesedejabancaerporaquí.Todoelmundosereuníaennuestrojardínyluegotodosjuntosnosdirigíamosalaplayacercana. Nuestra casa era la que más cerca estaba del agua y todo lo que hacía falta era abrir lapuertecilla en la balaustrada, bajar por las estrechas escaleras del peñascoy ya estabas en las rocas.Chiara,unadelaschicasquehacetansólotresañoseramásbajaqueyoyqueelveranopasadonomedejaba ni a sol ni a sombra, se había convertido en unamujer que dominaba el arte de no saludarmesiemprequenoscruzábamos.Enciertaocasion,ellaysuhermanamenorllegaronconelresto,recogieronlacamisetadeOliverdelahierbayselalanzaron.

—Yavale.Nosvamosalaplayaytútevienesconnosotras—dijeron.Élestabadeseandocomplacerlas.—Dejad que recoja todos estos papeles, o de lo contrario su padre —y mientras sus manos

reorganizabanlospapeles,usólabarbillaparaseñalarme—medespellejaravivo.r—Hablandodepiel,acércateunpoco—diioellayconlapuntadelosdedos,suaveylentamente,

intento arrancar un pellejo que se le estaba desprendiendo de sus hombros bronceados, que habíanadquiridoelmismomatizdoradoqueuncampodetrigoafinalesdejunio.Cómodeseabayopoderhacereso—.Dileasupadrequefuiyoquienarrugólospapeles,averquédiceentonces.

EchandounvistazoalosmanuscritosqueOliverhabíadejadosobrelaenormemesadelcomedor

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antes de subir las escaleras, Chiara le gritó desde el piso de abajo que ella podría haber hecho unatraducciónmejordeesashojasquelatraductoralocal.Chiara,queerahijadeunexpatriadocomoyo,teníaunamadreitalianayunpadreamericano.Hablabaeningléseitalianoconambos.

—¿También sabes mecanografiar? —su voz procedía del piso de arriba donde buscaba por suhabitaciónotrobañador,luegodesdeladucha,portazos,porrazosdecajones,golpesdezapatos.

—Escribobienamáquina—gritóellamientrasmirabahaciaarribaalhuecovacíodelaescalera.—¿Tantocomohablas?—Mejó.Yteharíatambiénmejóprecio.—Necesitocincopáginastraducidasaldía,listaspararecogercadamañana.—Entoncesnoteharénd—soltóChiara—.Búscateaotrapessona.—Bueno,laseñoraMilaninecesitaeldinero—dijomientrasbajabaconlacamisaonduladaazul,

alpargatas,unbañadorsliprojo,gafasdesolylaediciónrojadeLoebdeLucreciodelaquenuncaseseparaba—.Mevabienconella—dijoalavezqueseextendíacremaenloshombros.

—Mevabienconella—dijoChiaraconunarisatonta—.Amímevasbientú,atitevoybienyo,aellalevabienél...

—Dejaddehacerelpayasoyvamosabañarnos—dijolahermanadeChiara.Me costó mucho tiempo darme cuenta de que tenía cuatro personalidades según el bañador que

llevasepuesto.Elhechodesaberaquéatenermemehizopensarqueposeíaunaciertaventaja.Rojo:descarado,testarudo,muymaduro,casibruscoymalhumorado.Mantenersealejado.Amarillo:enérgico,optimista,graciosoaunquenocarentedepúas.Nocederconfacilidad,puede

volverserojoencualquiermomento.Verde,casinuncalollevaba:conformista,conganasdeaprender,hablador,deslumbrante.¿Porqué

noseríasiempreasí?Azul:lollevabalatardequeentróenmihabitaciónporelbalcón,eldíaquemediounmasajede

hombrosocuandorecogióelvasodelsueloylocolocójustoamilado.Hoyibaderojo:estabaacelerado,resuelto,vigoroso.Cuandosedisponíaasalircogióunamanzanadeuncuencoenormedefruta,profirióunanimado

«¡Luego,señoraP.!»amimadrequeestabasentadaconunpardeamigasalasombra,lastresentrajedebaño,yen lugardeabrir lapuertezuelaquedabaalcaminoestrechoque ibahacia las rocas, la saltó.Jamásningunodenuestrosinvitadoshabíasidotanespontáneo.Todoelmundoleadorabaporeso,todoelmundoaprendióaapreciarsu¡Luego!

—Okay,Oliver, okay. ¡Luego!—dijomimadre, intentando imitar su jerga y aceptando incluso sunuevaformadetratamientocomoseñoraP.Siemprehabíaalgobruscoenesapalabra.Noeraun«hastaluego»oun«cuídate»,nisiquieraunciao.¡Luego!era.unsaludoexcitanteyrompedorquedabadeladoatodasnuestrasmelifluassutilezaseuropeas.¡Luego!dejabasiempreunregustoásperoenloquehastaentonceshabíasidounmomentocálidoeíntimo.¡Luego!nocerrabalascosasdeformasuave,nidabapieaquesefuesenmuriendopocoapoco.Procurabaunseveroportazo.

Pero ¡Luego! era también una forma de evitar decir adiós y facilitar todos los adioses. Se dice¡Luego!sindaraentenderqueesunadespedidasinoparadecirqueenbreveestarásdevuelta.Eselequivalentea«Seráunsegundo»,larespuestaqueledioamimadredespuésdequeéstalepidiesequelepasaseelpanmientrasélseentreteníaapartandolasespinasdelpescado.Seráunsegundo.Mimadre,que odiaba lo que ella denominaba sus americanismos, terminó por referirse a él como il cauboi, elvaquero. Comenzó como algo despectivo pero rápidamente se tornó en un apodo cariñoso queacompañabaasuotromote,queseleotorgódurantesuprimerasemanaallícuandobajóalamesadelcomedordespuésdeducharserepeinadohaciaatrás.Lastar,habíadichoellaparaabreviarlamuvistar.Mi padre, que siempre era el más indulgente de todos, aunque también el más observador, ya habíadescifradoalcauboi.

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—Éuntimido,éseeselproblema—dijocuandolepreguntaronporeldesabrido¡Luego!deOliver.¿Olivertímido?Esoeranuevo.¿Podíatodoaquelbruscoamericanismosersolamenteunamanera

exageradade encubrir el hechodequeno sabía—o teníamiedodeno saber—cómodespedirse congracia?Araízdeesorecordécómodurantedíassehabíanegadoacomerhuevospasadosporaguaporlasmañanas.Al cuarto o quinto día,Mafalda insistió en que no podía abandonar la región sin haberprobado los huevos. Al final accedió, lo que le llevó a tener que admitir, no sin un cierto matiz deauténticaincomodidadquenuncasepreocupoenocultar,quenosabíacómoabrirunhuevopasadoporagua.

—Lascifareame,SignorUlliva.Déjameamí—dijoella.Desdeaquellamañanaytrasmuchotiempoentrenosotros,lellevabadoshuevosynoserviaalos

demashastaquenohubieseabiertolacáscaradeambos.¿Querríauntercerhuevo?,preguntóella.Habíagenteaquienlegustabanmásdedoshuevos.—No,condosvale—respondióélyvolviéndosehaciamispadresañadió—:Meconozcoysime

tomotres,luegoseráncuatroydespuesmás.Nuncahabíaoídoaalguiendesuedaddecirmeconozco.Mesentíintimidado.Sin embargo, a Mafalda ya la había convencido mucho antes, durante su tercera mañana con

nosotros,cuandolepreguntósilegustabatomarzumoporlasmañanas.Élcontestóquesí.Seguramenteesperasenéctardenaranjaodepomeloperoloquerecibiófueungranvasollenohastaelbordedejugode albaricoque muy denso. Nunca antes lo había tomado. Ella se puso delante de él con la bandejaapretadacontraeldelantal,intentandovislumbrarsureacciónmientrasselotragaba.Alprincipionodijonada.Luego,probablementesinpensar,serelamió.Ellaestabaenelcielo.Mimadrenopodíacreersequegentequedabaclaseenlasgrandesuniversidadesserelamieseloslabiosdespuésdebeberzumodealbaricoque.Desdeaqueldía,unvasodeeseelixirleestabaesperandocadamañana.

Sequedóperplejoalsaberque,deentretodosloslugaresposibles,habíaalbaricoquesennuestrohuerto.Al final de la tarde, cuandonohabíanadaquehacer en la casa,Mafalda solíapedirleque sesubieseaunaescaleraconunacestayrecogieselosfrutosqueestuviesenvergonzosamentesonrojados,ledecía.No,ésteestáaúndemasiadojoven,losjóvenesnotienenvergüenza,lavergüenzallegaconlaedad.

Nuncaolvidarécómoleobservabadesdemimesacuandosesubíaporlapequeñaescaleraconsubañadorsliprojoytardabaunaeternidadencogerlosalbaricoquesmásmaduros.Decaminoalacocina—cestademimbre,alpargatas,camisaondulada,cremabronceadoraydemásmelanzóunoenormeymedijo«¡Píllalo!»delamismamaneraquehubieselanzadounapelotadetenisdeladoaladodelapistayhubiesedicho«¡Sacastú!».Porsupuestoqueélnoteníaniideadeloqueestabapensandounosminutosantes,perolosfirmesyredondeadoscarrillosdelalbaricoqueconelhoyueloenelmediomerecordaroncómosucuerposehabíaestiradodeunaramaaotraconelculoprietoyredondeadorecordandoelcolorylaformadelafruta.Tocarelalbaricoqueeracomotocarloael.Élnuncalosabría,aligualquelagentealaquelecompramoselperiódicocadadíayconlaquefantaseamostodalatardenotieneniideadeque un rasgo peculiar de su cara o el bronceado de sus hombros expuestos nos aportarán infinitosmomentosdeplacercuandoestemossolos.

¡Píllalo!,al igualque¡Luego!,poseeunacalidaddirectaypococeremoniosaquemerecuerda loretorcidosymisteriososquesonmisdeseoscomparadosconlaespontaneidadsociabledetodoloquelerodea.Nuncaselehubieseocurridoquealponerelalbaricoqueenlapalmademimanomeestuvieseobsequiandoconsuculoparaqueloagarraseoque,almorder lafruta, tambiénestabamordiendoesapartedesucuerpoquedebedesermásfinaybellaqueelresto,puesnuncasedoraalsolyademásestácerca,siesquellegaseaatrevermeamordertanto,desurabito.

De hecho, él sabía más sobre los albaricoques que nosotros —injertos, etimología, orígenes,aventurasenelmediterráneoysusalrededores—.Aquellamañanaenlamesadeldesayuno,mipadrenos

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explicóqueelnombredelafrutaproveníadelárabepueslapalabra—enitalianoalbicocca,abricotenfrancés,aprikoseenalemán,eigualquelaspalabras«álgebra»,«alquimia»y«alcohol»—derivabadeun sustantivo arábigo combinado con el artículo al delante.El origen dealbicocca eraal-birquq.Mipadre,quenopodía resistirse anodejarlo todo lo suficientementeclaro,necesitaba respaldar toda laactuaciónconunpequeñoestímuloderecientecosechaporloqueañadióquelorealmenteasombrosoeraque, en la actualidad, en Israel y en muchos países árabes se refieren a esa fruta con un nombrecompletamentedistinto:mishmish.

Mimadreestabaperpleja.Todos,incluidosmisdosprimosqueestabandevisitaaquellasemana,sentimoselimpulsodeaplaudir.

Sinembargo,enloquerespectaalasetimologías,Oliversintiótenerquedisentir.—¡Ah!—fuelareacciónsobresaltadademipadre.—Enrealidadeltérminonoesexactamenteárabe—dijo.—¿Y eso? —era obvio que mi padre estaba imitando la ironía y la mayéutica socrática, que

empezaría con un «Así que no...», dejando después que el interlocutor se introdujera en turbulentasarenasmovedizas.

—Esunalargahistoria,asíquenotedespistes,Pro—derepenteOliversehabíapuestoserio—.Muchaspalabraslatinasderivandelgriego.Enelcasode«albarico-que»,sinembargo,esalainversa:elgriegobebedel latín.Lapalabra latinaerapraecoquum, depre-coquere, precocinado, quemaduraantes,comoenelcasode«precoz»quesignifica«prematuro».

»Losbizantinostomaronprestadopraecoxqueseconvirtióenprekokkiaoberikokki,yasíescomofinalmentelosárabesdebierondeheredaral-birquq.

Mimadrenopudoresistirsuhechizo,seacercóaél,desaliñósupeloydijo:«Chemuvistar!».—Tienerazón.Nohayporquénegarlo—dijomipadresinaliento,comosiestuvieseactuandoigual

queunacobardadoGalileoquetuviesequemurmurarselaverdadasímismo.—LoségraciasauncursoelementaldeFilología—dijoOliver.Todoenloqueyopodíapensareraalbaricoque,rabito,rabito,albaricoque.Un día vi aOliver subido en la escalera con el jardinero,Anchise, intentando aprender todo lo

posible so- re sus injertos, que explicaban por qué esos albaricoques eran mas grandes, carnosos yjugososquelosdelamayoríadelaregión.Lefascinabanlosinjertos,sobretodocuandodescubrióqueeljardineropodíapasarsehorasyhorascompartiendotodoloquesabíasobreellosconalguienquesemolestaseenpreguntar.

Resultó queOliver sabíamás sobre tipos de comida, quesos y vinos que todos nosotros juntos.InclusoMa-faldaestabacautivadayenocasionesseadheríaasuopinión:«¿Creesquedebosaltearlapasta con cebolla o salvia? ¿Sabedemasiado a limónahora?Lohe estropeado, ¿no?Debería haberleañadido un huevomás, ¡no se sostiene! ¿Debo usar la licuadora nueva o debo seguir usando el viejomorteroylamano?».

Mimadrenopodíaresistirsealanzaralgunaqueotrapulla.—Comotodos loscaubois—decía—, saben todo loquehayque saber sobre la comidaperono

sabensujetarconpropiedadnieltenedornielcuchillo.Gourmetsaristocráticosconmodalesplebeyos.Dadledecomerenlacocina.

Con mucho gusto, hubiese respondido Mafalda. Y de hecho, un día que llegó tarde a almorzardespuésdehaberpasadotodalamañanaconlatraductora,elseñorUllivasepusoacomerenlacocinaespaguetisy abebervino tinto conMafalda,Manfredi, sumaridoynuestro chóferyAnchise,y todosintentaronenseñarleunacanciónnapolitana.Nosóloeraelhimnonacionaldelajuventudenelsur,sinoqueeralomejorquepodíanofrecercuandoqueríanentreteneralarealeza.

Seloshabíaganadoatodos.

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Medaba la sensacióndequeChiara estaba igualmente colada.Y suhermana también. Incluso la

muchedumbredetenistasholgazanasquellevancuatroañosviniendoaprimerahoradelatardeantesdeiralaplayaparadarseunúltimobañosequedabanunratomásdelohabitualconlaesperanzadepoderjugarunpartidorápidoconél.

Con cualquiera de los otros residentes estivalesme hubiesemolestado. Pero al ver que todos lecogíantantasimpatíamesobrevinounasensaciónextraña,unpequeñooasisdepaz.¿Quépodíatenerdemalo queme gustase alguien que le gustaba a todo elmundo?Lamayoría estaban encantados con él,incluidosmisdosprimos,asícomolosdemásparientesqueveníanaquedarselosfinesdesemanayavecesmás tiempo. A pesar de ser conocido por sacar defectos a todo el mundo,me producía ciertasatisfacción ocultar mis sentimientos por él bajo mi usual indiferencia, hostilidad o rencor haciacualquieraquemeeclipsaraenlacasa.Debidoaquelesgustabaatodos,yodebíadecirquemegustabatambién.Mesentíacomoesoshombresquedicendeotrovarónqueesmuyguapocomolamejorformadeocultarqueenrealidadsemuerenporabrazarle.Simeoponíaalvistobuenouniversalseríaunaformade alertar a los demás de que teníamotivos ocultos para resistirme a él. Oh,me gustamucho, decíadurante los primerosdiezdías cuandomipadremepreguntabaquépensabade él.Había utilizadodeformaintencionadapalabrasmuycomprometedoraspuesasínadiesospecharíaquehabíaundoblefondoenlasecretapaletadematicesqueempleabaparareferirmeaél.Eslamejorpersonaqueheconocidoenmivida,dije lanocheenqueelpequeñoboteenquehabíasalidoanavegar juntoconAnchisepor latarde tardó en volver y comenzamos a buscar el teléfono de sus padres en Estados Unidos por sidebíamosdarlesunaterriblenoticia.

Aqueldíainclusomeaniméadejarsalirmisinhibicionesydemostrémidolordelamismamaneraqueelrestoestabamostrándolo.Perotambiénlohiceparaquenadiepudiesesospecharquealbergabaunos deseosmuchomas secretos y desesperantes, hasta queme di cuenta, parami vergüenza, de quehabíaunaparteenmíalaquenoleimportabaquesemuriese,quehabíaalgoinclusoexcitanteenlaideadequesucuerpohinchadoysinojosarribasefinalmenteanuestrascostas.

Peronopodíaengañarme.Estabaconvencidodequenadieenelmundolodeseabatanfísicamentecomoyo;nihabíaalguiendispuestoaviajarladistanciaqueyoestabapreparadopararecorrerporél.Ningunohabíaestudiadocadahuesodesucuerpo,tobillos,rodillas,muñecas,dedosdelasmanosydelospies,nadiecodiciabacadaplieguedesusmúsculos,ningunoselollevabaalacamacadanocheyalverloporlamañanatumbadoensucielojuntoalapiscinalesonreíaycuandounasonrisaseaproximabaasuslabiospensaba:¿sabesyaqueanochemecorríentuboca?

Quizá los demás también albergasen algo especial hacia él que ocultaban hasta que se lodemostrabandemaneraparticular.Peroadiferenciadelosotros,yoeraelprimeroqueloveíacuandovolvía de la playa o cuando la silueta inconsistente de su bicicleta, borrosa entre la bruma demediatarde,aparecíaporelcaminodepinosquedabaanuestracasa.Fuielprimeroenreconocersuspasoscuandounanochellegótardealcineysequedóallídepiebuscándonos,sindecirunapalabrahastaquemedilavueltasabiendoqueleharíamuyfelizquelehubiesevisto.Lereconocíaporlaformaenquepisabalasescalerasqueleconducíananuestrobalcónoeldescansillojustodelantedelapuertademihabitación. Sabía cuándo se detenía delante de las puertaventanas, como si se estuviese decidiendo allamar,peroluegorecapacitaseycontinuasecaminando.Sabíaqueeraélquienconducíalabicicletaporlaformaenqueéstaderrapabasiempredemanerajuguetonaenelcaminodegravillaydespuésseguíarodando a pesar de que era imposible que tuviese tracción, para luego pararse de forma repentina,enérgicaydecididayproferirunaespeciedevoilà!albajarse.

Intentaba siempre tenerlo dentro demi campo de visión.No dejaba que se alejase demí nunca,exceptocuandonoestabaconmigo.Enesecasonomeimportabademasiadoloquehiciese,mientrasquesecomportaseigualconlosdemásqueconmigo.Nolepermitíaserotrapersonacuandoestabalejos.Ni

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alguienqueyonohubiesevisto.Notolerabaquetuvieseunavidadiferentealaqueteníaconnosotros,conmigo.

Nomeconsentíaperderlo.Sabíaquenopodíasujetarlo,quenoteníanadaqueofrecerle,ningúnseñueloparaatraparlo.Noeranada.Sólouncrío.Élsimplementedistribuíasuatencióncuandolaocasiónleparecíaidónea.Cuandovinoaayudarme

aentendermejorunfragmentodeHeráclito,puestoqueyoteníaladeterminacióndeleera«su»autor,laspalabras que me vinieron a la cabeza no eran «caballerosidad» o «generosidad» sino «paciencia» y«aguante».Unosminutosmástarde,cuandomepreguntósimegustabael libroqueestabaleyendo,medio la sensación de que no era por curiosidad sino por tener una oportunidad de charlar de manerainformal.Todoeramuyinformal.

Leparecíabienlainformalidad.¿Cómoesquenoestásenlaplayaconlosdemás?Vuelveatusitio.¡Luego!¡Píllalo!Sóloestabaintentandomantenerunaconversación.Charlardemanerainformal.Nada.

Oliverrecibíamuchasinvitacionesdeotrascasas,osehabla“«vertidoenunaespeciedetradición

entrenuestrosinquilinosveraniegos.Mipadresiemprequeríaquesesintiesenlibresde«propagar»suslibrosyconocimientosporelpueblo.Tambiéncreíaque lossabiosdebíansabercómodirigirsea loslegos,yesporesemotivoporelquesiemprehabíaabogados,médicosoempresariossentadosanuestramesa.DecíaquetodoelmundoenItaliahabíaleídoaDante,HomeroyVirgilio.Noimportaaquiéntedirijas, siemprepuedessoltaralgodeHomerooDantealprincipiode laconversación.Virgilioesundeber yLeopardi llegará después. Tras eso, siéntete con libertad para deslumbrarles con todo lo quetengas,Celan,cilantro,salami,quémásda.Estotienetambiénlaventajadequedalaposibilidadatodoslosresidentesdeperfeccionarsuitaliano,unodelosrequisitosdelaresidencia.QueestuviesenderondadecenasportodoB.teníatambiénotrobeneficio:noslibrabadetenerlosanuestramesatodasycadaunadelasnochesdelasemana.

Pero las invitaciones deOliver se habían vuelto vertiginosas.Chiara y su hermana lo querían almenosdosvecesporsemana.UncaricaturistadeBruselas,quehabíaalquiladounahaciendaparatodoelverano,losolicitabaparasussoupersdedomingo,alasquesiempreestabaninvitadoslosescritoresyespecialistasdelosalrededores.LuegolosMoreschi,quevivíantrescasasmásabajo,losMalaspinadeN. y los conocidos ocasionales que rompían a tocar en una de las tabernas de la piazzetta o en LeDanzing. Todo esto sinmencionar sus partidas de póquer y bridge, que se organizaban de una formatotalmentedesconocidaparanosotros.

Su vida, al igual que sus papeles, incluso cuando daba toda la impresión de ser caótica, estabameticulosamente compartimentada. En ocasiones se saltaba la cena del todo y tan sólo le decía aMafalda:«Esco,memarcho».

Su Esco, me di cuenta lo bastante pronto, era tan sólo otra versión del ¡Luego! Un adiósincondicionalysumarioquenoseexponíamientrasteibassinocuandoyaestabasfuera.Sepronunciabade espaldas a aquellos de los que te despedías. Me daban pena las víctimas que deseaban apelar,presentardeclaración.

Ignorar si se iba a personar en la cena era una tortura. Pero era soportable. El auténtico trauma

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consistíaennoatrevermeapreguntarsiasistiría.Quesemesalieseelcorazóndelpechosiporfinoíasuvoz o le veía sentado en su sitio cuando ya casi había perdido la esperanza de que aquella noche seencontraseentrenosotros,mostrándosederepentecomounaflorenvenenada.VerleycreerqueseibaauniranosotrosparacenaryluegoescucharunEscotajantemeenseñóquehayciertosdeseosquedebensersujetadosconalfilerescomolasalasdeunaradiantemariposa.

Queríaquesefuesedenuestracasaparaasípoderdarleelportazodefinitivo.Tambiéndeseabaquesemurieseyasí,comonopodíadejardepensarenélydepreocuparmepor

cuándo sería lapróximavezque lovería, almenos sumuerte acabaría con todoello. Inclusoansiabamatarleyomismo,paraasídarleaentenderloquesumeraexistenciahabíallegadoaimportunarme,loinsoportablequeerasufacilidadcontodoycontodoelmundo,elllevarlascosascontantacalma,suincansablenomemolestatalotalcosa,losbrincosporencimadelavallahacialaplayacuandotodoslosdemásabríananteslapuertezuela,sinmencionarsusbañadores,sulugarenelparaíso,sudescarado¡Luego!ylamaneradechasquearloslabiosalbeberzumodealbaricoque.Sinoleasesinaba,entoncesledejaríaparalíticodeporvidaparaquetuviesequepermanecerconnosotrosenunasilladeruedasyno volver jamás a Estados Unidos. Si estuviese en una silla de ruedas, siempre sabría dónde seencontrabayseriamasfácillocalizarle.Mesentiríasuperioraélymeconvertiríaensumaestro,ahoraqueestabalisiado.

Luegosemeocurrióqueenlugardeesopodíasuicidarme,odejarmegravementeheridoyhacerlesaberelmotivodehaberlohecho.Simelacerabalacaradesearíaquememiraseysepreguntaseporqué,por qué iba alguien a hacerse eso a símismo, hasta que luego—sí, ¡Luego!—, anosmas tarde, atasecabosysediesegolpescontralapared.

EnocasioneseraChiaraquiendebíasereliminada.Yasabíaloquepretendía.Erademiedadysucuerpoestabamásquepreparadoparaél.¿Másqueelmío?,mepreguntaba.Ellaibadetrásdeél,esoquedabaclaro,mientrasqueyotodoloquedeseabaeraunanocheconél,sólounanoche—inclusounahora— aunque solamente fuese para determinar si quería pasar alguna otramás con él después de laprimera.Deloquenoquisedarmecuentafuedequesuansiaporponerapruebaaldeseonoeramásqueunaestratagemaparaobtenerloquequeríamossintenerqueadmitirquelopretendíamos.Mediopavorpensarloexperimentadoquepodíaserél.Sieracapazdehacertantosamigosalaspocassemanasdeestar aquí, simplemente figúrate cómo sería su vida en su casa. Imagina dejarle suelto en un campusuniversitariourbanocomoeldeColumbia,dondeimpartíaclases.

ElasuntoconChiaraocurriócontalfacilidadquenohubotiempoparaconjeturas.Leencantabairseconellaadarunpaseoyalejarsemaradentromontadosenlabarcaderemosdedoblecasco,élremandomientrasellaganduleabaalsolysequitabaelsujetadorcuandoyasehabíanparadolejosdelacosta.

Yoobservaba.Temíaperderloensufavor.Temíatambiénperderlaaellaenfavordeél.Aunasí,laidea de los dos juntos nome angustiaba.Me la ponía dura, aunque no sabía si era provocado por elcuerpodeChiaradesnudo tumbadoal sol,poreldeél juntoaella,o losdos juntos.Desdedondeyoestabaenlabarandilladeljardínquedabaalpeñascopodíaforzarlavistayconseguirverlostumbadosal sol el uno junto al otro, probablemente besuqueándose, ella colocando de vez en cuando unmuslosobreeldeél,hastaqueunosminutosdespueselhacialomismo.Nosehabíanquitadolosbañadores.Esomeconfortaba,perocuandotiempodespuéslosvibailandounanoche,algomedijoqueésosnoeranlosmovimientosdealguienquesehabíalimitadoametersemano.

Enrealidad,megustabaverlosbailarjuntos.Quizáobservarcómosecontoneabaasíconalguienmehizodarmecuentadequeahoraestabacogido,quenoexistíanmotivosparalaesperanza.Yestoeraalgobueno.Ayudaríaamirecuperación.Talvezpensardeestaformaerayaunaseñaldequelareparaciónestabaencamino.Habíarozadolazonaprohibidayhabíasidoperdonadoconbastantefacilidad.

Perocuandoalamañanasiguientemediounvuelcoelcorazónalverleennuestrolugarhabitualdeljardín, supequedesearles lomejoryanhelaruna recuperaciónno teníannadaquevercon loqueaún

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requeríadeél.¿Seleacelerabaelcorazónalvermeentrarenlahabitación?Teníaseriasdudas.¿Meignoróaquellamañanadelamismaformaqueyoleignorabaaél:apropósito,parasacarmede

miscasillas,paraprotegerse,parademostrarquenosignificabanadaparaél?¿Onoeraconsciente,delamismaformaenque,aveces,laspersonasmásobservadorassonincapacesdeentenderlossignosmásobviospuessimplementenoestánprestandoatención,nolesinteresa,nolespreocupa?

CuandoélyChiarabailaban,veíacómoellapasabasumusloentrelaspiernasdeél.Yloshabíapilladoluchandoenbromarebozadosenlaarena.¿Cuándohabíacomenzado?¿Yporquénoestabayoallí cuando se inició? ¿Y por qué no me lo comunicaron? ¿Por qué no era capaz de reconstruir elmomentoenelquepasarondeXaY?Estoysegurodequehabíamuchasseñalesamialrededor.¿Porquénoeraconscientedeello?

Comencéapensar solamenteen loqueharían juntos.Hubiesehechocualquiercosaparaarruinartodasycadaunadelasoportunidadesquetuviesenparaestarsolos.Hubiesecomenzadodifamacionesdelunocontraelotropara luegocontarle la reacciónalotro.Pero tambiénqueríavercómolohacíanellosmismos,queríaestarpresente,quemedebiesenalgoysersucómplicenecesario,suintermediario,elpeónquesehabíaconvertidoenalgotanvital,tantoparaelreycomoparalareina,queeraahoraeldueñodeltablero.

Comencéadecircosasagradablessobreambos,fingiendonotenerniideadecómomarchabatodoentreellos.Élpensabaqueyoestabasiendomuycoqueto.Elladijoquesabíacuidarsesola.

—¿Estásintentandoemparejarnos?—mepreguntóellaconunciertotonodeburlaensuvoz.—Detodosmodos,¿atiquémásteda?—mepreguntóél.Le describí el cuerpo de ella desnudo, que había contemplado dos años antes. Quería que se

excitase.Dabaigualloquedesease,siempreycuandoestuvieseexcitado.Aellatambiénledescribísucuerpo,puesqueríaversisupasiónseparecíaalamíaparaasícompararlasycomprobarcuáldelasdoseralaauténtica.

—¿Estásintentandohacerquemesientaatraídoporella?—¿Quéproblemahabríaenello?—Ningúnproblema.Exceptoqueamímegustairpormicuenta,sinoteimporta.Me llevó un tiempo entender lo que buscaba en realidad. No sólo quería que se excitase enmi

presencia o hacer que me necesitase, sino que le animaba a hablar sobre ella a sus espaldas. Iba aconvertiraChiaraenelcotilleoentredoshombres.Esopermitiríauncalentamientodeambosatravésdeella,salvarladistanciaentrelosdosaladmitirquenosatraíalamismamujer.

Talvezsóloquisiesehacerlesaberquemegustabanlaschicas.—Mira,esmuyamableportuparte,yyoteloagradezco,perodéjalo.Surechazomeindicabaquenoibaaseguirmeeljuego.Mepusoenmilugar.No,élesmuynoble,pensé.Nocomoyo, insidioso, siniestroybásico.Esopotenciómiagoníay

provocóenmíunasmarcasdevergüenza.Ahora,ademásdeladeshonradedesearledelamismamaneraqueChiara,lerespetaba,letemíayleodiabaporconseguirquemeodiaseamímismo.

Lamañanasiguientedeverlesbailarnohiceningúnademándeiracorrerconél.Nitampocolohizoél. Cuando finalmente lo saque a colacion, puesto que el silencio sobre la materia se había vueltoinsoportable,medijoqueyahabíaido.

—Estássiendounpocodormilónúltimamente.Quélistoes,penséyo.De hecho, durante las últimasmañanasme había acostumbrado tanto a queme esperase queme

confiéydejédepreocuparmedecuándomelevantaba.Asíaprenderé.Alamañanasiguiente,apesardequeyoqueríairanadarconél,iralpisodeabajohubiesesido

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comolareaccióndealguienescarmentadotrasunaeventualregañina.Asíquemequedéenmihabitación.Tan sólopara demostrar que estaba en lo cierto.Oí cómoandaba con cuidadopor el balcón, casi depuntillas.Meestabaevitando.

Bajémuchomás tarde.Paraentoncesélyasehabía idoaentregar lascorreccionesyrecoger lasúltimastraduccionesdelaseñoraMilani.

Dejamosdehablar.Inclusocuandocompartíamosespacioporlasmañanas,lasconversacioneseranalosumovagasy

superfluas.Nisiquieraselepodíallamarcharlar.Nolemolestaba.Probablementenilohubiesereconsiderado.¿Comopuedehabergentequeatravieseuninfiernoparaestarmáscercadeotrapersonamientras

éstanotienenilamásremotaideadenadaynitansiquieralededicaunpensamientodurantesemanasointercambiaunaspalabrasconél?¿PodríaOliverimaginarsealgo?¿Debía

ElromanceconChiaracomenzóenlaplaya.Despuésdejódeladoeltenisycomenzóadarpaseosenbiciporlastardesconellaysusamigosatravésdelaslejanascolinasdeloesteparalelasalacosta.Cierto día, cuando eran demasiados para ir a montar en bici, Oliver se giró y me preguntó si meimportabadejarlemibicicletaaMariopuesyonolaestabautilizando.

Hizoquevolvieseacuandoteníaseisaños.Me encogí de hombros dando a entender un «Adelante».Me daba completamente igual. Pero en

cuantosefueron,subícorriendoamicuartoyrompíallorarsobremialmohada.Alguna noche nos encontrábamos enLeDanzing.Nunca podíamos pronosticar cuándo aparecería

Oliver. Tan sólo salía a escena e igual de repentinamente desaparecía, unas veces solo, otrasacompañado.CuandoChiaraveníaanuestracasacomohabíahechodesdequeeraunaniña,sesentabaenel jardínymirabahacia fuera,a laesperadesu llegada.Entonces,mientraspasabael tiempoyyanoteníamosnadamásquedecirnos,mepreguntaba,«C’èOliver?».Fueaveralatraductora.Obien:Estáenlabibliotecaconmipadre.O:Estáporlaplaya.«Bueno,puesentoncesmevoy.Dilequeheestadoaquí.»

Seacabó,pensé.Mafaldanegóconlacabezaconunamiradadereprochecompasivo.—Ellaesunbebé,élunprofesoruniversitario.¿Nopodíahaberbuscadoaalguiendesuedad?—Nadie te ha preguntado nada —soltó Chiara, que lo había oído y no estaba dispuesta a ser

criticadaporunacocinera.—Noseteocurrahablarmeasíotepartirelacaraendos—dijonuestracocineranapolitanaala

vezquelevantabaconademánamenazantelapalmadelamano.Aúnnohacumplidolosdiecisieteyyavaporahílevantandopasionesconlospechosalaire.¿Secreequesoynueva?

PodíaimaginarmeperfectamenteaMafaldainspeccionandolassábanasdeOlivercadamañana.Ocomparando informacióncon lacriadadeChiara.Nose lepodíaescaparningúnsecretoaesta reddeamasdecasainformadasperpetuamente.

MiréaChiara.Sabíaqueestabadolida.Todo el mundo sospechaba que había algo entre ellos. Por la tarde, él solía decir que iba al

cobertizo junto al garaje a coger una bici para acercarse al pueblo.Una hora ymedia después habíavuelto.Latraductora,solíadecir.

—Latraductora—lavozdemipadreresonabamientrasmecíauncoñacvespertino.—Sí,sí,latraduttrice—canturreabaMafalda.Enocasionesnosencontrábamosfortuitamenteenelpueblo.Un día, estaba yo sentado en el café donde algunos de nosotros solíamos quedar por las noches

despuésdelcineoantesdeiraladiscoteca,cuandoviaChiarayOliversalirhablandodeuncallejóncontiguo.Élibacomiendounheladoconunamano,mientrasqueellaseagarrabaasubrazolibreconlos

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dossuyos.¿Dedóndehabíansacadoeltiempoparaintimartanto?Dabalasensacióndequeteníanunaconversacióninteresante.

—¿Quéestáshaciendotúaquí?—medijoalverme.Usountonodebromatantoparacubrirselasespaldas,comoparaocultarquehabíamosdejadode

hablarnosdeltodo.Penséqueerauntrucobarato.—Nada,pasarelrato.—¿Nosetehapasadoyalahoradeirtealacama?—Mipadrenocreeenloshorarios—medefendí.Chiaraestabaaunsumidaenunprofundopensamiento.Evitabamirarmealosojos.¿Lehabríadicholascosasbonitasqueyohabíaestadodiciendosobreella?Parecíamolesta.¿Le

importunaba mi repentina intromisión en su pequeño mundo? Recordé el tono de voz que utilizó lamañanaqueperdiólospapelesconMafalda.Unasonrisadesatisfacciónplaneósobresurostro;estabaapuntodedeciralgocruel.

—Nuncahubohorariosensucasa,nicontrol,nisupervisión,nada.Poresoesunchicotanbuenoyeducado.¿Nocrees?Notienenadacontraloquerebelarse.

—¿Esesocierto?—Supongo—respondí, intentando quitarle importancia antes de que siguiesen por allí—. Todos

tenemosnuestrapropiaformaderebeldía.—Ah,¿sí?—preguntóél.—Dinosuna—metióbazaChiara.—Noloentenderíais.—EsqueleeaPaulCelan—meinterrumpióOliver,intentandocambiardetemaperoquizátambién

para salir en mi ayuda y demostrarme, aun sin dar tal sensación, que no había olvidado nuestraconversaciónanterior.¿Estabaintentandorescatarmetrasaquellapequeñapunzadaacercadelahoraalaquemeacuestooestoeraelcomienzodeotrabromaamicosta?Surgióensurostrounamiradaneutraleinflexible.

—Echie?—ellanuncahabíaoídohablardePaulCelan.Lelancéunamiradacómplice.Éllarecibió,peronomostróniunápicedeconnivenciaensusojos

cuandofinalmentemeladevolvió.¿Dequéladoestaba?—Unpoeta—susurrómientrascomenzabanadirigirsepaseandohaciaelcentrodelapiazzettayme

dedicounimprovisado¡Luego!Vicómobuscabanunamesavacíaenunodeloscafésadyacentes.Misamigosmepreguntaronsiélestabatirándolelostejosaella.Nolosé,respondíyo.Entonces,¿loestabanhaciendo?Esotampocolosabia.Meencantaríaestarensulugar.¿Yaquiénno?Peroyoestabaenelcielo.QuerecordaselaconversaciónquetuvimossobreCelanmeaportóuna

especie de tónico que no había experimentado durantemuchos,muchos días. Contagiaba todo lo quetocaba.Unasimplepalabra,unamiradaymellevabaalcielo.Alfinyalcabo,serasídefelizquizánoRiesetandifícil.Todoloquedebíahacererabuscarunafuentedefelicidadenmímismoynoesperaraquelosdemásmelaproporcionasenlapróximavez.

Recordé la escena de laBiblia en la que Jacob le pide agua aRaquel y al oírle pronunciar laspalabrasquelehabíansidoprofetizadas,alzasusmanosalcieloybesalatierrajuntoalpozo.Yo,judío;Celan, judío; Oliver, judío. Estábamos en un medio gueto, medio oasis, en un mundo que en otras

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circunstanciashubiesesidocrueleimpávido,dondesentirseconfundidoentreextrañosdurapoco,dondenomalinterpretamosanadieynadienos juzgamal,dondeunapersonasimplementeconoceaotray laconocetanbienquealejarsedetal intimidadseconsideralapalabrahebreaparadefinirelexilioy ladispersión. Entonces ¿era él mi hogar, mi vuelta a casa? Tú eres mi retorno al hogar. Cuando estoycontigo y estamos bien juntos no deseo nadamás. Consigues queme guste quién soy y en lo quemeconvierto cuando estás conmigo, Oliver. Si existe la verdad en el mundo, ésta miente cuando estoycontigoysialgúndíaencuentroelcorajeparadecirtemiverdad,recuerdamequeenciendaunaveladeagradecimientoentodoslosaltaresdeRoma.

Nuncasemeocurriópensarquesibienunapalabrasuyapodíahacermetanfeliz,otramedestruiríaconigualfacilidad;sinoqueríaserinfeliz,debíaaprenderatenercuidadodeesaspequeñasalegrías.

Sin embargo, aquellamisma noche utilicé la euforia embriagadora delmomento para hablar conMarzia.

Bailamoshastapasadalamedianoche,luegolaacompañéacasaatravésdelacosta.Despuésnosdetuvimos.Comentéquemeasaltabalatentacióndepegarmeunbaño,conlaesperanzadequeellamequitaselaideadelacabeza.Sinembargomedijoqueaellatambiénlegustababañarseporlanoche.Nosdeshicimosdelaropaenunsegundo.

—NoestásconmigoporquetehasenfadadoconChiara,¿no?—¿PorquévoyaestarenfadadoconChiara?—Porculpadeél.Neguéconlacabezayfingíponercaradeasombroparadarleaentenderquenoconcebíadedónde

sepodíahabersacadotalesideas.Me pidió queme girase y que no la observasemientras usaba su suéter para secarse el cuerpo.

Simuléecharleunaojeadaclandestina,perofuimuyobedienteehice loquemepidió.Nomeatrevíaexigirlequenoechaseunvistazocuandomevestía, pero ella fue lo suficientemente atenta comoparamirarhaciaotrolado.Cuandoyanoestábamosdesnudoslacogídelamanoylebeséenlapalma,luegoenlosespaciosentrelosdedos,acontinuaciónenlaboca.Lecostódevolvermeelbeso,perodespuésnoqueríaparar.

Quedamosenencontrarnosenelmismositiodelaplayaaldíasiguienteporlatarde.Ledijequeestaríaallíantesqueella.

—Peronoselodigasanadie—dijoella.Hiceungestoquesimulabaqueleechabalacremalleraamiboca.

A lamañana siguiente, durante el desayuno, lesdije amipadrey aOliverque casi lohabíamos

hecho.—¿Yporquénolohicisteis?—preguntómipadre.—Nosé.—Elquenolointentasiempreselamenta—Oliverseestababurlandoyalavezapoyándomecon

eserefrántanmanido.—Solamenteteníaquehaberencontradoelvalorparaextenderlamanoytocarla,ellahubiesedicho

que sí—comenté, en parte para eludir cualquier crítica posterior de alguno de ellos y en parte parademostrarlesquecuandosetratadereírsedeunomismo,sécómoadministrarmeladosissolito,muchasgracias.Estabapresumiendo.

—Inténtaloluego—comentóOliver.Estoesloquehacíalagentequeestabaseguradesímisma.Perotambiénmedabalasensaciónde

quetramabaalgoquenoseatrevíaamostrar,quizáporquehabíaalgoligeramenteinquietantedetrásdesuestúpidoperobienintencionadointéntaloluego.Estabacriticándome.Oriéndosedemí.Oviendoatravésdemí.

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Medoliócuandoporfinsoltóloqueseguardaba.Solamentealguienquemehubiesedescifradoalaperfecciónpodíahaberlodicho.

—Sinoesluego,¿cuándo?Ami padre le gustó: «Si no es luego, ¿cuándo?». Le recordaba al famosomandato judicial del

rabinoHillel:«Sinoesahora,¿cuándo?».Oliverintentóinstantáneamenteretirarsucomentariohiriente.—Yosindudalovolveríaaintentar.Ydespuésotravezestaeralaversiónsuavizada.Sinembargo

inténtaloluegoeraeltupidoveloquehabíacorridosobresinoesluego,¿cuándo?Repetí su frasecomosi fueseunmantraproféticoquemostrasecómovivíaél suvidaycómoyo

intentabavivirlamía.Alcorearloquehabíasalidodesuboca,meaventurabaapasarporunpasadizoaalgún tipo de verdad inferior que hasta entoncesme había estado esquivando, una realidad sobremi,sobremivida,sobrelosdemásysobremiconlosdemás.

InténtaloluegoeranlasúltimaspalabrasquemedecíaamímismocadanochecuandomejuréqueibaahaceralgoparaatraeraOliver.Inténtabluegoqueríadecir:ahoranotengoelcoraje.Lascosasnoestabanlistaseneseinstante.Nosabíadedóndeibaasacarelvaloryladeterminaciónparaintentarloluego.Sinembargo,tenerlaintencióndehaceralgoenlugardesentarmepasivamentemehizosentirqueyaestabarealizándolo,comosiestuvieserecogiendolosbeneficiosdeundineroquenohabíainvertido,nimuchomenosganado.

Tambiénsabíaqueestabaconstruyendounfortínalrededordemividaconmuchosinténtaloluegoyque los meses, las estaciones, los años enteros podían escaparse de mis manos con un simple SanIntentaloluegoenel santoralde cadadía. Inténtalo luego funcionabaparagente comoOliver.Sinoesluego,¿cuándo?eramidoctrina.

Sino es luego, ¿cuándo?¿Y simehabíadescubiertoyhabíadestapado todosy cadaunodemissecretosconesascincoafiladaspalabras?

Teníaquehacerlesaberquemeresultabatotalmenteindiferente.

Lo que hizo que cayese en barrena fue cuando hablé con él unas cuantasmañanas después en eljardínymeenteré,nosólodequeestabahaciendooídossordosatodosmishalagosdepartedeChiara,sinotambiéndequeibaporelmalcamino.

—¿Quéquieresdecirconquevoyporelmalcamino?—Noestoyinteresado.NosabíasiqueríadecirquenoestabainteresadoendiscutiroquenoestabainteresadoenChiara.—Leinteresaatodoelmundo.—Bueno,igualsí,peroamíno.Aúnnoloteníaclaro.Habíaensuvozalgoseco,molestoymeticuloso.—Peroyooshevisto.—Loquevistenoeradetuincumbencia.Ydecualquierformayonoleestoysiguiendoeljuegonia

ellaniati.Lediounacaladaalcigarroydespuésmeechóunamiradaamenazanteyheladoraquepodíahaber

cortadomisentrañasconlaprecisióndeunaartroscopia.Meencogídehombros.—Pueslosientomucho—yvolvíamislibros.Unavezmáshabíasobrepasadomislímitesynoteníaformadesalirconrefinamientoanoserque

admitiesequehabíasidoterriblementeindiscreto.—Quizádebierasintentarlotú—soltó.Nuncalehabíaoídoexpresarseenuntonotanradiante.Normalmenteerayoelquetitubeabaenlos

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límitesdeldecoro.—Ellanoquerríatenerningúntipoderelaciónconmigo.—¿Túquerríaseso?¿Hacia dónde nos dirigíamos y por qué tenía la sensación de que unos pasos más adelante me

aguardabaunatrampa?—No—respondí con cautela, sindarmecuentadequemi faltade confianzahabíahechoquemi

«no»sonasecasicomounapregunta.—¿Estásseguro?¿Habíaestadodealgunamaneradándoleaentendertodoestetiempoqueladeseaba?Levantelacabezaparamirarleydarasílasensacióndequeestabarespondiendoaunretoconotro

reto.—¿Quésabrástú?—Séquetegusta.—Notienesniideadeloquemegusta—espeté—.Niidea.Procurabaquesonaseconuntonodesuperioridadymisterio,comosimeestuvieseadentrandoen

unaesferadelacondiciónhumanasobrelaquealguiencomoélnohabíaoídohablarjamás.Sinembargo,sólohabíaconseguidosonarmalhumoradoehistérico.

UnlectordelalmahumanamenosastutohubiesevistoenmisconstantesnegacioneslosterroríficossignosdelaadmisiónnerviosaenbuscadeunaexcusaconrespectoaChiara.

Un observador más sagaz, por otra parte, lo hubiese considerado un preámbulo a una verdadtotalmentedistinta:abrelapuertadeltodoatucuentayriesgo,créeme,noquieresoírlo.Quizádeberíasirteahoraqueaúnestásatiempo.

Perotambiénsabíaquesieraciertoqueélmostrabaclarossignosdesospecharlaverdad,yoharíaunmayoresfuerzoparaquitarlelaideadeinmediato.Si,encambio,nosospechabanada,entoncesmispalabrasnerviosaslehubiesendejadoindiferentedeigualforma.AlfinalyoestabamáscontentosiélpensabaqueyodeseabaaChiara,quesiforzabamáslasituaciónyconseguíaquemetropezaseunayotravezconmigomismo.Mehubiesequedadosinpalabrasyhubieseidodondemicuerpoqueríairmuchashorasantes,sinningunaagudezapreparada.Mepondríamuy,muyrojo,porhabermeruborizado,haberconfundidolaspalabrasyfinalmentehabermederrumbado.Yentonces,¿dóndeestaría?¿Quédiríaél?

Mejorhundirmeahora,pensé,quevivirotrodíamásbarajandolasposiblessolucionesalinténtaloluego.

No,mejorquenolosupiesenunca.Podríavivirconeso.Siempre,siemprepodríavivirconeso.Nisiquieramesorprendióverlofácilquemeresultóaceptarlo.

Y así con todo, sin previo aviso, surgió de repente un momento tan dulce entre ambos que laspalabrasquedeseabadecirlecasisemecaíandeloslabios.Unmomentodebañadorverde,losllamaba,incluso después de quemi teoría de los colores fuese refutada yme quitase todas las esperanzas deesperar«bondad»durantelosdíasazulesotenercuidadoconlosdíasrojos.

Lamúsicaeraun temadefácildiscusiónentrenosotros,sobre todocuandoyoestabaalpiano.Ocuandoqueríaquetocasealgoalamaneradetalodecual.Legustabanlascombinacionesdedos,tresocuatro compositores en armonía en la misma pieza transcritos por mí. Cierto día Chiara comenzó atararearunamelodíadelalistadeéxitosyderepente,yaqueeraundíamuyventosoynohabíanadiequefuesealaplayaynisiquierafueradecasa,todosnuestrosamigossereunieronalrededordelpianodelsalón,mientrasyoimprovisabaunavariacióndeBrahmssobreunainterpretacióndeMozartdeesamismacanción.

—¿Cómoloconsigues?—mepreguntóunamañanamientrasdescansabaenelcielo.—Enocasiones, la única formade entender a un artista es ponerse en su lugar, adentrarse en él.

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Después,elrestofluyedeformanatural.Volvimosahablarsobrelibros.Yocasinuncahabíahabladodeliteraturaconnadiesalvoconmi

padre.O dialogábamos sobre música, sobre los filósofos presocráticos, sobre las universidades

americanas.OsinoestabaVimini.Laprimeravezqueseinmiscuyóennuestrasmañanasfueprecisamenteeldíaqueestuvetocandola

últimavariacióndeBrahmssobreunavariacióndeHändel.Suvozrompióelintensocalordemediamañana.—¿Quéestáishaciendo?—Trabajar—respondí.Oliver,queestabatumbadosobresuestómagoalbordedelapiscina,miróhaciaarribamientrasle

caíaelsudorentresusomoplatos.—Yotambién—respondiócuandoellasegiróylehizolamismapregunta.—Túestabashablando,notrabajando.—Eslomismo.—Ojaláyopudiesetrabajar.Peronadiemedatrabajo.Oliver,quenolahabíavistonuncaantes,memiró,completamenteimpotente,comosinoconociese

lasreglasdelaconversación.—Oliver,tepresentoaVimini,nuestravecinadeallado.Ellaleofreciólamanoyéllasacudió.—Nacimoselmismodía,peroellatienediezaños.Estambiénungenio.¿Esverdadonoqueeres

ungenio,Vimini?—Esodicen.Peroamímedalasensacióndequepuedequenolosea.—¿Yesoporqué?—indagóOliver,asegurándosedenosonardemasiadocondescendiente.—Seríademuymalgustoporpartedelanaturalezaelhabermehechoungenio.—¿Cómodices?—Oliverparecíamásasombradoquenunca.—Nolosabe,¿no?—mepreguntódelantedeél.Neguéconlacabeza.—Dicenquenovivirémuchotiempo.—¿Porquédiceseso?—parecíatotalmenteaturdido—.¿Cómolosabes?—Todoelmundolosabe.Tengoleucemia.—Peroerespreciosa,conunaaparienciamuysanaymuyinteligente—protestó.—Pueseso,unabromademalgusto.Oliver,queahoraestabaderodillasenlahierba,habíatiradosulibroalsuelo.—Quizá podrías venir un día ami casa a leerme algo—dijo ella—. Soymuy buena chica y tú

pareces un buen chico también. Bueno, adiós—trepo el muro—.Y siento haberte asustado como unfantasma,pero...

Casisepodíavercómointentabaretractarsedeunametáforatanmacabra.Silamúsicanonoshabíaacercadoyalosuficiente,almenosduranteaqueldíayporunashoras,la

aparicióndeViminiloconsiguió.Charlamos acerca de ella toda la tarde.No tenía que buscar cosas sobre las que dialogar.Él se

encargó de hacerlo y preguntar casi todo el rato. Oliver estaba hipnotizado. Por una vez no estabahablandosobremímismo.

Muyprontosehicieronamigos.Ellaestabasiempreesperandoaqueélvolviesedecorreronadarporlamañanayjuntoscaminabanhastalapuertaybajaban,siempredeformacautelosa,lasescaleras,para dirigirse a una de las enormes rocas, donde se sentaban y conversaban hasta que era la hora de

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desayunar.Nuncahabíavistounaamistadtanbonitaotanintensa.Noestabacelosoynadie,yyomuchomenos,seatrevíaainterponerseentreellosoaespiarles.Nuncaolvidarécómoellaledabalamanounavezquehabíaabiertolaverjahacialasescalerasquedabanalasrocas.Pocasvecesseaventurabaairtanlejosanoserquefueseacompañadadealguienmásmayor.

Cuando recuerdo aquel verano, nunca soy capaz de ordenar los eventos. Hay algunas escenascruciales. Por lo demás, todo lo que recuerdo son momentos repetidos. El ritual matutino anterior yposterioraldesayuno:Olivertiradoenlahierba,ojuntoalapiscinayyosentadoenmimesa.Mástardeiracorreroanadar.Luegoélcogíalabicicletaeibahastaelpuebloaveralatraductora.Lacomidaenlamesalargayalasombradelotrojardín,ocomíamosdentro,siempreconuninvitadoodosalalabordelalmuerzo.Lashorasvespertinas,espléndidasyopulentas,repletasdesolysilencio.

Luegoestánlasescenassecundarias:mipadrepreguntándosesiemprequéhacíayoconmitiempo,porquéestabasiempresolo;mimadrerecomendándomequehiciesenuevosamigossilosviejosnomeinteresabanysobretodoquenoestuvieseconstantementeporcasa—libros,librosymáslibros,siemprecon librosy todos esos cuadernosdenotas—.Ambosmepedíanque jugasemás al tenis, que fuese abailarmásamenudo,queconocieseagente,queaveriguasepormímismoporquésontannecesarioslosdemásenlavidaynosólocuerposextrañosalosqueacercarsefurtivamente.Hazlocurassicreesquedebes, me decían todo el tiempo, fisgoneando constantemente para destapar los posibles signosmisteriososyreveladoresenuncorazónroto,quedemaneratorpe,indiscretaydevota,ambosdeseabanesconder,comosiyofueseunsoldadoquesehubieseextraviadoensujardínynecesitasequelecurasenlasheridasdeforma inmediataode locontrariomoriría.Siemprepuedeshablarconmigo.Yo tambiéntuvetuedad,solíadecirmipadre.Lascosasquesientesycreesquesolamentelassientestú,créeme,yolashevividoysufridotambiényenmásdeunaocasión.Algunasaúnnolashesuperadoyotraslassigoignorandocomolopuedeshacertúhoyyaunasíconozcocasicadarecodo,cadaguarida,cadaestanciadelcorazónhumano.

Habíaotrasescenas:elsilenciodelassobremesas,algunosdormían,otrostrabajaban,otrosleían,todoelmundoensimismadobajoprofundastonalidades.Esashorascelestialesenlasquelasvocesdelmundo más allá de nuestra casa se filtraban tan suavemente que estaba seguro de haberme quedadodormido.Eltenisalatardecer.Duchasycócteles.Laesperadelacena.Denuevoinvitados.Lacena.Susegundoviajealatraductora.Unpaseohastaelpuebloyelretornoacasayadenoche,avecessolo,avecesconamigos.

Luego están las excepciones: la tarde tormentosa en la que nos sentamos en el salón a escucharmúsicayelgranizoapedreandocadaventanadelacasa.Laslucesseapagaron,lamúsicaseterminóytodo lo que teníamos eran nuestras caras. Una tíamíamofándose de sus años horribles en San Luis,Missouri,queellapronunciabaSenLuí;mimadresiguiendolapistaalolordeltéydefondo,desdelacocinadelpisodeabajo,lasvocesdeManfrediyMafalda—algúnsusurrodeunaparejadiscutiendoconestruendosossiseos—.Bajolalluvia,lafiguracubierta,delgadayencapuchadadeljardineroluchandocontra los elementos, arrancando hierbajos incluso bajo la lluvia,mi padre haciéndole señas con losbrazosatravésdelasventanas,Vuelve,Anchise,vuelve.

—Esehombremeasusta—solíadecirmitía.—Esebichorarotieneuncorazóndeoro—decíamipadre.Pero todos esos momentos estaban tintados de miedo, como si el miedo fuese un espectro

amenazador, o un ave extraña y perdida atrapada en nuestro pueblo, cuya ala negra como el hollíncobijabaatodoslosseresvivosbajounasombraquenuncasedesvanecía.Nosabíaaquétemía,niporquéme preocupaba tanto, ni por qué esto que podía causar el pánico de forma tan fácil se parecía amenudotantoalaesperanzayaligualquelailusiónenlosmomentosmásnegros,mebrindabaalegría,alegríaficticia,unaalegríaconlasogaalcuello.Elvuelcoquemedabaelcorazóncuandoleveíade

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formainesperadamehorrorizabaymeexcitabaalavez.Teníamiedocuandoaparecía,miedocuandonolohacía,miedocuandomemirabaymásmiedoaúncuandonolohacía.Alfinal,laagoníameagotabaydurantelastórridastardessimplementemerendíaymeechabaadormirenelsofádelsalónyapesardeestardurmiendo,sabíaalaperfecciónquiénestabaenelsalón,quiénhabíaentradoosalidodepuntillas,quiénestabaallídepie,quiénmeobservabaydurantecuántotiempo,quiénintentabacogerelperiódicodehoyprocurandohacerelmenorruidoposible,paradespuésdarseporvencidoybuscarellistadodepelículasdeldíasinpreocuparsedesimedespertabaono.

Elmiedonuncasedisipaba.Medespertabaconélyobservabacómosetornabaenalegríacuandoleoíaducharseporlamañanaysabíaquedesayunaríaconnosotros,perosetruncabacuandoenlugardetomar café, atravesaba rápido la casa y se ponía de inmediato a trabajar en el jardín.Amediodía, laagoníadelaesperaporoírsisedirigíaamíeramásdeloquepodíasoportar.Sabíaque,enunahoraodos,elsofáseríamidestino.Meodiabaamímismoporsentirmetandesdichado, tanextremadamenteinvisible, tan enamorado, tan bisoño. Sólo dime algo, tócame, Oliver.Mírame el tiempo suficiente yobserva bien las lágrimas de mis ojos. Llama de noche a mi puerta y comprueba que la he dejadoentreabiertaparati.Entra.Siemprehaysitioenmicama.

Lo quemás temía eran los días en los que no le veía durante largos periodos de tiempo, tardesenteras sin saberdóndehabía estado.Enocasiones ledescubría cruzando lapiazzettaohablandoconalguienqueyonuncahabíavistoporallí.Peroesonocontabaporqueenlapequeñapiazzettadondelagente searremolinabaa lahoradel cierre, élni siquieramemiraba, solamenteasentía con la cabeza,gestoqueparecíamáspropioqueselodedicaseamiprogenitor,dequiendabalacasualidadqueyoerahijo,queamí.

Mispadres,perosobretodomipapá,nopodíanestarmásagustoconsupresencia.Oliverestabaactuandomejorque lamayoríadenuestrosresidentes.Ayudabaamipadreaorganizarsuspapeles,sehacía cargo de lamayoría de su correspondencia extranjera y estaba claramente sacando adelante supropio libro.Loquehicieseen suvidaprivadaycon su tiempo libreeraasunto suyo.Si la juventudtuviesequeiraltrote,¿entoncesquiéniríaalgalope?,decíaunrefránchapucerodemipadre.Dentrodelaestructuradenuestracasa,Oliverparecíanohacernadamal.

Yaqueellosnuncasepreocupabanporsusausencias,creíqueeramásseguronomostrarnuncalaansiedadqueamímeprovocaban.Mencionabasusfaltassólocuandoalgunodelosdossepreguntabadóndepodríaestar;fingíaestartansorprendidocomoellos.Sí,esverdad,llevamuchotiempofuera.No,no tengo ni idea. Y también tenía que controlar no parecer demasiado sorprendido pues eso podríadespertar sospechas y alertarles de que algome ocurría. Descubrían las cosas hechas demala fe encuanto lasveían.Dehechomesorprendíaqueaúnnose lohubiesen imaginado.Siemprehabíandichoquemeencariñabademasiadorápidoconlagente.Aquelverano,sinembargo,medicuentaporfindeaquésereferíanconencariñarsedemasiadorápido.Obviamenteyahabíaocurridoantesyesprobablequeyasehubiesenpercatadodeellocuandoyoaúneramuyjovenparadarmecuentasolo.Ejercióunagraninfluenciaensusvidas.Seintranquilizabanpormí.Yosabíaqueteníanmotivosparapreocuparse.Albergaba la esperanzadequenunca sediesen cuentade lo lejosque estaban ahora las cosasde susinquietudesordinarias.Yosabíaquenoseescamabandenadayesomemolestaba,aunqueporotrapartenoqueríaquelosupiesen.Esomeindicabaquesiyanoeratantransparenteypodíaocultartantascosassobremivida,entoncesestabaasalvodeellosydeél;pero¿aquéprecio?,y¿queríaenrealidadestarasalvodealguien?

Noteníaanadieconquienhablar.¿Aquiénselopodíadecir?¿AMafalda?Dejaríalacasa.¿Amitía?Selodiríaatodoelmundo.¿AMarzia,aChiara,amisamistades?Meabandonaríanalmomento.¿Amis primos cuando viniesen? Jamás. Mi padre era el que tenía unas ideas más liberales, pero ¿conrespectoaesto?¿Quiénmequeda?¿Escribirleaalgunodemisprofesores?¿Iralmédico?¿Ysinecesitounpsiquiatra?¿SelodigoaOliver?

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SeloexplicaréaOliver.Nohayotrapersonaalaqueseopuedacontar,Oliver,asíquemetemoquevaatenerqueserati...

Una tarde, cuando sabia que la casa estaba completamente vacia, subí a su habitación. Abrí suarmarioy,comoeramihabitacióncuandonohabíaresidentes,fingíestarbuscandoalgoquesemehabíaolvidadoenunodeloscajonesdeabajo.Teníalaintenciónderebuscarentresuspapeles,peroencuantoabrísuarmarioloencontré.Colgadodeunganchoestabaelbañadorrojoquenohabíausadoparairanadaresedíayqueporesoestabaallícolgadoynosecándoseenelbalcón.Lorecogí.Jamásenmividahabía fisgoneado entre las pertenencias personales de nadie.Me acerqué el bañador al rostro, luegorestreguélacaraporsuinterior,comosiestuvieseintentandoacurrucarmedentroyescondermedetrásdesuspliegues.Asíqueésteeselaromaquetienecuandonovaembadurnadodecremasolar,asíescomohuele,asíescomohuele,merepetíaunayotravezmientrasbuscabadentrodelbañadoralgoaúnmásíntimoquesuolor,paraluegocomenzarabesarcadarecoveco,casideseandoencontrarmeunpelo,algo,parachuparloyponer laprendaenteraenmiboca.Sipudiese robarlo,guardármelopara siempre,nodejarqueMafalda lo lavasenunca,volveraéldurante losmesesde inviernoencasayalolisquearlohacerqueél cobrasevida,desnudoami ladoenaquelprecioso instante.Llevadoporun impulso,mequitémitrajedebañoycomencéaponermeelsuyo.Sabíaloquequería,ysemeantojababajounéxtasisembriagador de los que consiguen que la gente se arriesgue como nunca lo harían, ni siquiera con elorganismo repleto de alcohol. Quena correrme en su traje de baño y dejarlo allí para que él lodescubriese. Entonces fue cuandome poseyó una idea aúnmas insana.Deshice su cama,me quité subañador y lo abracé, desnudo entre las sábanas. Deja queme encuentre, sabré arreglármelas, de unaformauotra.Reconocíeltactodelacama.Micama.Perosuaroma,saludableycompasivo,merodeabaal igual que el perfume extraño que se había apoderado de todomi cuerpo cuandoun anciano que seencontrabapor casualidad ami lado en el templodurante la celebracióndelYomKipur situó su talitsobremicabezahastaquemehiceinvisibleymeaunéconunanacióndispersaparasiempreperoque,devez en cuando, se vuelve a congregar siempre que un ser y otro se envuelven bajo un mismo paño.Coloqué su almohada sobremi cabeza, la besé demanera descarriada y enrollando las piernas a sualrededorledijeloquenomeatrevíaadecirleanadieenelmundo.Entonceslesoltétodoloquequise.Mellevómenosdeunminuto.

Habíaexpulsadodemicuerpoelsecreto.¿Yquésimeveía?¿Yquésimepillaba?¿Yqué,yqué,yqué?

Mientrasibadesucuartoalmíomepreguntésivolveríaalgunavezaestartandesenfrenadocomoparahacerlomismodenuevo.

Aquellatarde,medescubríamímismotomandobuenacuentadedóndesehallabacadapersonadelacasa.Unnuevoyvergonzosoimpulsoseapoderódemíantesdeloquemehubieseimaginado.Nomehabríacostadonadavolveraescabullirmealpisodearriba.

Una tarde,mientras leía en la biblioteca demi padre,me encontré con la historia de un joven yapuestocaballeroqueestabalocamenteenamoradodeunaprincesa.Ellaloestabadeéltambién,peronosehabíapercatadoetododeelloypesealaamistadqueflorecióentreellos,oquizáprecisamentepordicha amistad, él se encontró tan comedido y estupefacto ante su pureza vedada que fue incapaz demanifestarsuamor.Ciertodíaéllepreguntódirectamente:«¿Esmejorhablarquemorir?».

Yoni siquiera tendría el coraje dehacer tal pregunta. in embargo, lo que le había revelado a sualmohadamemostróque,almenosporuninstante,habíadi-

cho laverdad, lahabíaexpulsadoydehechomehabíadivertidohaciéndoloysihubiesedado lacasualidaddequepasasepor allí enelpreciso instante enqueestabamurmurándolo,nohubiese sidocapazdevolveramirarmeenunespejo,nomehubiese importado,nipreocupado—dejaquelosepa,

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deja que lo vea, deja queme juzgue también si así lo desea, pero que la gente no lo sepa—. Inclusocuando tú eres mi mundo ahora mismo, incluso si en tus ojos se oculta un universo horrible ydespreciativo. Esa duramirada tuya, Oliver, preferiríamorir antes que verla de nuevo una vez te lohubieseconfesado.

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PARTE2-ELMURODEMONET

HACIAfinalesdejuliolascosasllegaronaunpuntocrítico.ParecíaestarclaroquedespuésdeChiara había habido una serie de cotte, enamoramientos, pequeñas pasiones, amores de una noche,aventurillas,quiénsabe.Paramí,todoesoseresumíaenuna:supollahabíaestadoentodoslossitiosdeB.Todaslaschicashabíantocadoesavergaquetiene.Asaberencuántasvaginassehabíaintroducido,encuántasbocas.Esaimagenmedivertía.Nuncamemolestóimaginármeloentrelaspiernasdeunachicamientras ella estaba tumbada mirando hacia él, hacia sus hombros anchos, morenos y relucientesmoviéndosearribayabajocomome lohabía imaginadoaquella tardequeenrosquémispiernasensualmohada.

Unasimplemiradaasusespaldascuandodabalacasualidaddeestarrevisandosusmanuscritosensu cielo particular me hacía preguntarme dónde habría estado la noche antes. Con qué naturalidad ylibertad movía sus omoplatos cada vez que se revolvía, con qué inconsciencia atrapaban el sol.¿Hicieronsaborearelmara lamujerquehabíaestado tumbadadebajoy loshabíamordisqueado?¿Osabíanacremasolar?¿Oaaquelolorquedesprendíanlassábanascuandomemetíentreellas?

Ojaláyotuvieseunoshombrosasí.Quizá,silostuviesenolosdesearíatanto.Muvistar.¿Deseabasercomoél?¿Anhelabaserél?¿Osolamentequeríatenerle?Otalvezlosverbos«ser»y

«tener»sontotalmenteinadecuadosparaestarebuscadatramadeldeseo,enlaqueposeerelcuerpodealguienparapodertocarloyseresealguienalqueansiamosmanosearsonlomismo,sencillamentesonlasdosorillasdeunnoquefluyedenosotrosaellosydevueltaanosotrosyunavezmáshaciaellosenun circuito perenne en el que las cavidades del corazón, igual que las escotillas de la esperanza, lasguaridas del tiempo y los falsos fondos en el cajón que llamamos identidad comparten una lógicaseductoradeacuerdoconlacualladistanciamáscortaentrelavidarealylavidairreal,entreloquesomosyloquequeremos,esunaescaleradecaracoldesignadaconlamismacrueldadtraviesaquelohicieraM.C.Escher.¿Cuándonoshabíanseparadoatiyamí,Oliver?¿Yporquéyosílosabíaytúno?¿Estucuerpoloqueanhelocuandopiensoentumbarmeasuladocadanocheoloquequieroescolarmeensuinterioryposeerlocomosifuesemío,comohicecuandomepusetutrajedebañoymelovolvíaquitar,suplicandoacadasegundo,comonohabíasuplicadojamásenmivida,quetedeslizasesdentrodemícomosimicuerpoenterofuesetubañador,tuhogar?Túenmí,yoenti...

Luegollegóeldía.Estábamoseneljardínylehablédelanovelaqueacababadeterminardeleer.—Laquetratadelcaballeroquenosabesihablaromorir.Yamelohascontado.Resultabaobvioqueyaselohabíacomentadoymehabíaolvidado.—Sí.—Entonces,¿qué?¿Lohaceonolohace?—Esmejorhablar,dijoella.Peroellaestáenguardia.Percibequehayunatrampa.—¿Asíquehabla?—No,loelude.—Selofigura.Acábanosdedesayunar.Aqueldíaaningunodelosdosnosapetecíatrabajar.—Escucha,necesitorecogeralgoenelpueblo.Algoerasiemprelasúltimaspáginastraducidas.—Siquierespuedoiryo.

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Sequedósentadoensilencioduranteuninstante.—No,vayamosjuntos.—¿Ahora?—loqueenrealidadquerríahaberdichoera«¿Deverdad?».—¿Quépasa?¿Tienesalgomejorquehacer?—No.—Entoncesvamos—metióunaspocaspáginasensudeshilachadamochilaverdeyselacolgóde

loshombros.Desdeelúltimopaseoenbicicleta juntosaB.,nuncamehabíapedidoque fueseconél aningún

sitio.Dejé la pluma estilográfica, cerré el cuaderno de apuntes, coloqué un vaso lleno de limonada

encimadelospapelesyyaestabalistoparairnos.Decaminoalcobertizocruzamosporelgaraje.Como era normal, Manfredi, el marido de Mafal- da, estaba discutiendo con Anchise. En esta

ocasiónleestabaacusandodeaguarlostomatesalregarlosyesoestabamalhechoporqueasícrecíandemasiadorápido.

—Quedaránmuyharinosos—sequejaba.—Mira,yomeencargodelostomates,tútededicasaconduciryasíestaremostodosfelices.—Esquenoloentiendes.Durantetodoeldíalosestásmoviendodeunladoaotroyluegoaotro—

insistió— y plantaste albahacamuy cerca. Pero claro, los que habéis estado en el ejército lo sabéisabsolutamentetodo,porsupuesto.

—Loquetúdigas—Anchiseleignoraba.—Porsupuestoqueloqueyodiga.Ahorameexplicoporquénotedejaronquedarteenelejercito.—Esoes,nomedejaronquedarme.Ambosnossaludaron.EljardineroledioaOliversubicicleta.—Ayerenderecélaruedaquelehaciafalta.Tambiénlehinchéunpocolosneumáticos.Manfredinopodíaestarmásmolesto.—De ahora en adelante yo arreglo las ruedas y tú te haces cargo de los tomates —apuntó el

conductormuyresentido.Anchisenosofrecióunasonrisairónica.Oliverseladevolvió.Cuandoyahabíamosllegadoalcaminodecipresesquellevaalacarreteradelpueblolepregunté.—¿Noteasustaunpoco?—¿Quién?—Anchise.—No,¿porqué?Elotrodíamecaícuandovolvíaymehiceunagranherida.Élinsistióenponerme

unpocodeunmejunjeembrujado.Tambiénmearreglólabici.Manteniendounamanoenelmanillar se levantó lacamisetaymemostróunacostraenormeyun

moratónenelladoizquierdodelacadera.—Aunasímeasusta—dijeyo,repitiendoelveredictodemitía.—Simplementeesunalmasolitaria.Hubiesemanoseado,acariciadoyalabadoesacostra.Decamino,medicuentadequeOliver se lo tomabaconcalma.Noestaba tanapuradocomode

costumbre, sinvelocidad,sinsubir lacolinaconentusiasmoatlético.Tampocoparecía tenerprisaporvolverconsuspapelesoreunirseconsusamigosenlaplayao,comosolíaocurrir,dejarmetirado.Quizánotuviesenadamejorquehacer.Meencontrabaantemimomentoenelcieloy,apesardemijuventud,sabíaquenoibaadurarmuchoasíqueeramejorquelodisfrutasecomosepresentabaquearruinarloconmi determinación excéntrica por finiquitar nuestra amistad o llevarla a otro nivel. Nunca habrá unaamistad, pensaba yo, esto no significa nada, sólo un minuto de bendición. Zwischen Immer und Nie.

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ZwischenImmerundNie.Entresiempreynunca.PaulCelan.Cuando llegamos a la piazzetta con vistas almar,Oliver se detuvo para comprar unos cigarros.

HabíacomenzadoafumarGauloises.Yonuncaloshabíaprobadoylepreguntesimedabauno.Sacouncerinodelacaja,ahuecólasmanoscercademicaraymeloencendió.

—Noestánmal,¿eh?—No,nadamal.Me recordarána él, a estosdías, pensé,mientrasmedabacuentadequeenmenosdeunmes se

habríaesfumadosindejarningúnrastro.Probablemente aquélla fuese la primera vez queme permitía contar los días que le quedaban de

estanciaentrenosotrosenB.—Echaleunvistazoaesto—dijomientrasnospaseábamosdespaciobajoelsoldemediamañana

caminodelcostadodelapiazzettaqueseelevabasobrelasredondeadascolinas.Alolejosymuchomásabajo,sepodíaobservarelmarconunaspocaslíneasdeespumarayandola

bahíaaligualqueunosdelfinesquequebraseneloleaje.Unpequeñoautobúsluchabaporsubirlacolina,mientrasquetresciclistasuniformadosserezagabantrasél,quejándoseobviamentedeloshumos.

—Yasabesquiéndicenqueseahogócercadeaquí,¿no?—comentó.—Shelley.—¿YsabesquéhicieronsuesposaMaryysusamigoscuandoencontraronelcuerpo?—Corcordium,corazóndecorazones—le respondí,haciendoconello referenciaalmomentoen

queunamigoagarróelcorazóndeShelleyantesdequelas llamassehubiesentragadotodosucuerpohinchadocuandoloquemaronenlaorilla.¿Porquémeestabaponiendoaprueba?

—¿Hayalgoquenosepas?Lemiré.Ésteeramimomento.Podíaaprovecharloopodíadejarlomarchar,perodecualquierade

lasmaneras,sabíaquenopodríalibrarmedeello.Opodíasaborearsucumplidoyvivirparaodiartodolodemás.Éstafueprobablementelaprimeravezenmividaquehableconunadultosinhaberplaneadoloqueibaadecir.Estabademasiadonerviosocomoparaidearalgo.

—Nosénada,Oliver.Nadadenada.—Sabesmásquenadieporaquí.¿Porquérespondíaamitonotrágicoconunestímulotananodinoparamiego?—Sisupieseslopocoquesésobreloqueenrealidadimporta.Estabaflotandoenelagua,intentandonohundirmeperotampococonintencióndenadaraunlugar

seguro,tansólopermanecíaallí,puesahíestabalaverdad;inclusoaunquenopudiesedecirla,onitansiquierahaceralusiónaella,podíaasegurarqueestabaanuestroalrededor,al igualqueuncollarqueacabamosdeperdermientrasnadamos:séqueestáporaquíenalgúnsitio.Siélsupiese,sisupiesedeverasqueestabadándoletodaslasoportunidadesposiblesdeatarcaboshastaquelograrallegarmásalládelinfinito.

Pero si él lo entendiese, entonces habría sospechado, y si lo hacía sería que también lo habríavivido, observándome desde un carril paralelo con una mirada inflexible, hostil, vidriosa, mordaz yomnisciente.

Debió de toparse con algo, aunqueDios sabe qué.Tal vez quisiese dar la sensación de no estarreculando.

—¿Cuálessonlascosasqueimportan?¿Estabasiendounpocofalso?—Yasabesquécosas.Aestasalturas,tú,deentretodos,yadeberíassaberlo.Silencio.—¿Porquémeestáscontandotodoesto?—Porquepenséquedebíassaberlo.

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—Porquepensabasquedebíasaberlo—repitiómispalabrasdespacio,conlaintencióndesacarlestodo su significado, organizándolas en todomomento, ganando tiempomientras las repetía. El hierro,pensé,estabaalroiovivo.

—Porquequieroquesepas—soltéderepente—quenohaynadiemasaquienselopuedacontar,sóloati.

Hala,porfinlohabíadicho.¿Teníaalgúnsentidoloquedecía?Estabaapuntodeinterrumpirydedesviarlaconversaciónhaciendoalgúncomentariosobreelmar

yeltiempoqueharíamañanaosobresiseríaunabuenaideasaliranavegarhastaE.comosolíaprometertodoslosañosporestaépocamipadre.

Peroensufavordebodecirquenomelopermitió.—¿Tienesideadeloqueestásdiciendo?Enestaocasióndesviémivistaalmarycon tono imprecisoycansadodije loqueeramiúltimo

viraje,mitapaderafinal,mihuidadefinitiva.—Sí,séperfectamenteloquedigoytúnoestásmalinterpretandonadaenabsoluto.Loqueocurrees

quenomeexpresodemasiadobien.Estásentuderechodenovolverahablarmeentuvida.—Espera,estásdiciendoloquecreoqueestásdiciendo.—Bueno...sí—ahoraquelohabíadichoyatodo,podíaasumirciertadespreocupación,esetonillo

ligeramente exasperado con el que un delincuente, asediado por la policía, le confiesa a uno de losagentescómorobólatienda.

—Espérameaquí,tengoquesubirunmomentoacogerunospapeles.Notevayas.Leobservéconunasonrisaconfiada.—Sabesperfectamentequenomevoyamoverdeaquí.Siesonoeraotraconfesiónentonces¿quéera?,pensé.Mientrashacíatiempo,cogínuestrasdosbicicletasylasllevéhaciaelmonumentoconmemorativo

delaguerra,dedicadoalosjóvenesdelpuebloqueperecieronenlaBatalladelPiavedurantelaPrimeraGuerraMundial.CadapueblopequeñodeItaliatieneunmonumentosimilar.Dospequeñosautobusesseacababandeparardelanteyestabanbajándoselospasajeros:unasancianasqueveníandelospueblosvecinosparacomprar.Alrededordelapequeñaplaza,losviejos,lamayoríahombres,estabansentadosenunassillaspequeñashechasconunmimbreraquíticooenbancosdelparqueyllevabanpuestosunostrajes viejos de color pardo claro. Me preguntaba cuánta gente habría allí que aún recordase a losjóvenes combativos que se perdieron en el río Piave. Tendrías que tener almenos ochenta años parahaberlos conocido y almenos una centena, si nomás, para haber sidomayor que ellos. Cuando erescentenario, estoy segurodequeyahasaprendidoa sobreponertea lapérdidayeldolor, ¿o teacosanhastaque temueres?A la edadde cien loshermanosolvidan, los hijosolvidan, las personas amadasolvidan,nadierecuerdanada,inclusolosmásdesoladosolvidanrecordar.Lasmadresylospadreshaceyamuchoquemurieron.¿Alguienseacordará?

Unpensamientome recorrió lamente: ¿llegarán a sabermis descendientes lo que se dijo hoy enestapiazzetta?. ¿Lo sabrá alguien?O se diluirá en el aire liviano, como una parte demí deseaba queocurriese.¿Sabrán locercadelabismoqueestuvieronnuestrosdestinosaqueldíaen lapiazzetta?Esasimpleideamedivirtióymeotorgólaperspectivanecesariaparaafrontarelrestodeldía.

Dentro de treinta o cuarenta años, volveré aquí y recordaré la conversación que sabía que noolvidaríajamás,apesardehaberlodeseadoenocasiones.Volveréconmimujerymishijos,lesmostrarélasvistas,señalarélabahía,loscaféslocales,LeDanzing,elGrandHotel.Des-puesmequedaréaquídepie y le preguntaré a la estatua y a las sillas de mimbre y a las mesas endebles de madera que sirecuerdanaalguienllamadoOliver

Cuando volvio, lo primero que soltó fue: «EstúpidaMilani, hamezclado las páginas y tiene que

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reescribirlotodo.Asíquenotengonadaparatrabajarestatarde,loqueposponetodoundíaentero».Era el turno de él para buscar excusas que esquivasen el tema. A mí no me importaba dejarle

escaparsiquería.Podíamoshablarsobreelmar,elPiaveoacercadefragmentosdeHeráclitocomo«Lanaturalezagustadeocultarse»o«Fuiabuscarmeamímismo».Ysiestonovalía,teníamoselviajeaE.delquehabíamosestadodiscutiendodurantedías.Tambiénnosquedaba,sino,elconjuntodemúsicadecámaraquenosvisitaríacualquierdíadeésos.

De camino pasamos por una tienda donde mi madre siempre pedía flores. Cuando era niño megustabamirarlosenormesescaparatesdedelantedelatiendabañadosporunacortinaperpetuadeaguaquebajabaresbalandosuave-menteyaportabaalatiendaunauradeencantamientoymisterio,quemerecordaba a aquellas películas en las que la pantalla se emborronaba para anunciar que estábamos apuntodepresenciarunaescenaenretrospectiva.

—Ojalánohubiesedichonada—comentéalfin.Nadamáspronunciarlo,sabíaqueacababaderomperelexiguohechizosurgidoentreambos.—Fingiréquenolohicistenunca.Bueno,éseeraunenfoquequejamásmehubieseesperadodeunhombrealquelegustabaelmundo.

Nuncahabíaoídoutilizarunafrasecomoésaennuestracasa.—¿Quiereestodecirqueaúnnoshablamos,peroenrealidadno?Selopensó.—Mira,haycosassobrelasquenopodemoshablar,deverdadquenopodemos.Secolgólabolsadelcuelloycomenzamosadescenderlacolina.Quinceminutos antes, estaba en total agonía, losnervios a flor depiel, los sentimientosheridos,

pisoteados,trituradosconelmorterodeMafalda,pulverizadosdetalmaneraquenosepodíadistinguirelmiedodelairaodeunmerorastrodedeseo.Peroenaquelmomentohabíaalgodeesperanza.Ahoraquehabíamospuestotodaslascartassobrelamesa,elsecretismoylavergüenzahabíandesaparecido,pero con ellos también esa pizca de ilusión tácita que había mantenido todo esto vivo durante estassemanas.

Tansóloelpaisajeyelclimapodíanlevantarmeelánimoenaquelinstante.Loconsiguióelpaseoenbicicletajuntosporelcampovacío,queenaquelmomentodeldíanospertenecíaybajounsolquecomenzabaalucirsobrelosterrenosexpuestosaambosladosdelcamino.Ledijequemesiguiese,queleenseñaríaunlugarquelamayoríadelosturistasyforáneosjamáshabíanvisto.

—Sitienestiempo—añadí,puesnointeresabaavasallarleenaquelprecisoinstante.—Tengotiempo.Lo dijo con un tono de voz poco comprometido, como si se hubiese percatado de un matiz

sobreactuado un tanto cómico en mis palabras. Pero quizá ésta fuese una pequeña concesión paracompensarmeelhechodenohaberdiscutidoloqueteníamosentremanos.

Nosdesviamosdelacarreteraprincipalynosdirigimoshaciaelbordedelacantilado.—Éste—dijeamododeprefacioconlaintencióndemantenersuinterésintacto—esellugardonde

Monetveníaapintar.Unas palmeras pequeñas y mal desarrolladas y unos olivos nudosos formaban el bosquecillo.

Después,atravésdelosárboles,enunapendientequeibahastaelmismobordedelacantilado,habíaunmontículosombreadoenparteporunospinosaltos.Dejéapoyadamibicienunoeaquellospinos,élmeimitóylemostréelcaminohastaelmuro.

—Y ahora, observa—dije con una gran satisfacción, como si le estuviese revelando algo máselocuentequecualquiercosaquepudiesedecirendefensapropia.

Unaensenadatranquilaysilenciosaseabríajustobajonosotros.Nohabíasignosdecivilizaciónenningúnsitio,ningunacasa,ningúnembarcadero,ningúnbarcodepesca.Másalejado,comosiempre,sehallabaelcampanariodeSanGiacomoysiforzabaslavista,seperfilabaunpocoN.einclusounapizca

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másalejadohabíaalgoqueparecíanuestracasaylascasascontiguas;aquellaenlaquevivíaVimini,lade la familiaMoreschi, con sus dos hijas con las que Oliver es probable que hubiese dormido, porseparadoojuntas,quiénsabe,yllegadosaestepunto,aquiénleimportaba.

—Esteesmisitio.Todomío.Vengoaquíaleer.Heperdidolacuentadecuántoslibrosmeheleídoaquí.

—¿Tegustaestarsolo?—mepreguntó.—No.Anadielegustaestarsolo.Peroheaprendidoavivirconello.—¿Eressiempretansabio?—siguiópreguntando.¿Estaría a punto de adoptar un tono condescendiente previo a una charla como la queme daban

todos losdemás,sobre lanecesidaddesermásextrovertido,dehacermásamigosydespuésdehaceramigosno ser tanegoístaconellos?¿Oestoeraelpreámbuloa supapeldepsiquiatrayamigode lafamiliaatiempoparcial?¿Otalvez,unavezmás,leestabamalinterpretandoporcompleto?

—Nosoysabio.Yatelodije,nosénada.Conozcoalgúnlibroysécómocolocarunapalabradetrásdeotra,peroesonoquieredecirquesepahablarsobrelascosasqueenrealidadmepreocupan.

—Peroahora,enciertaforma,loestashaciendo.—Sí,enciertaformasí.Asíescomonormalmentedigolascosas:enciertaforma.Conlavistaperdida,paranomirarleael,mesentéenlahierbaymedicuentadequeunoscuantos

metrosmás allá se estaba poniendo en cuclillas sobre las puntas de sus dedos, como si en cualquiermomentosefueseaponerdepiedeunsaltoyvolvieseallugardondehabíamosdejadolasbicicletas.

Nunca semeocurriópensarqueno sólo lehabía llevadoallíparaenseñarlemipequeñomundo,sinoparapedirleamipequeñomundoqueledejaseentrar,paraqueasí,ellugarenelqueveníaaestarsolo durante las tardes de verano tuviese la oportunidad de conocerle, juzgarle, ver si me convenía,arroparle para que yo pudiera volver aquí y recordarle. Aquí solía venir a escaparme del universoconocidoyenbuscadeotrodemipropiainvención;estababásicamenteenseñándolemiplataformadelanzamiento.Todoloqueteníaquehacereraunalistadelasobrasquehabíaleídoaquíysabríatodosloslugaresalosquehabíaviajado.

—Megustalaformaenquediceslascosas.¿Porquésiempreteestásmenospreciando?Meencogídehombros.¿Meestabacriticandoporcriticarmeamímismo?—Nolosé.Asíquesupongoquetúnolohaces.—¿Tantomiedotienesdeloquelosotrospuedanpensar?Negué con la cabeza. Pero no sabía la respuesta. O quizá era una pregunta tan obvia que no

necesitaba contestarla. Eran estos momentos los que me hacían sentir muy vulnerable, totalmentedesnudo.Presióname,ponmenerviosoy,amenosqueyotepresioneatitambién,yamehasdescubierto.No,notengorespuestaparaeso,perotampocomeestabaconmoviendo.Miprimerareacciónfuedejarlequevolviesesoloacasa.Yollegaríaatiempoparalacena.

Estabaesperandomirespuesta.Estabamirándomefijamente.Ésta,penséyo,eslaprimeravezquemeatrevíaaquedarmemirándoleyotambién.Enlamayoríade

lasocasiones,vislumbraba sumiradayquitaba lamía, la retirabaporquenoquería sumergirmeen lapiscina clara y encantadorade sus ojos sin haber sido invitadoy jamás esperaba el tiempo suficientecomopara saberni tan siquiera si seríabien recibidoenella; la retirabaporquenoqueríaquesemeescapasenada;laretirabaporquenoqueríaadmitirloquemeimportaba.Apartabamimiradaporquelasuya,tandura,mehacíarecordarloaltoquehabíallegadoylotanpordebajodeélqueestabayoenlaclasificación.Ahora,enelsilenciodelmomento,selaaguanté,noenformadedesafío,oconelfindedemostrarlequeyanoeratímido,sinopararendirme,paraindicarlecómoerayo,cómoeraél,queestoes lo que quería, que tan sólo había verdades entre nosotros ahora y que donde hay verdad no haybarreras,nimiradasfurtivasy,sideaquínosurgenada,quejamássepuedadecirquealgunodelosdosno estaba al tanto de lo que podía haber ocurrido. No me quedaban esperanzas. Y quizá me quedé

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mirándoleconunacomplicidadtotalqueleretabaabesarme,comoharíaalguienquelanzaundesafíoaotroyleincitaaescaparsejuntosenunsologesto.

—Estásponiéndomelascosasmuydifíciles.¿Podríaestarrefiriéndoseporcasualidadanuestrocrucedemiradas?Nomevineabajo.Nitampocoél.Sí,sereferíaaeso.—¿Dequémaneraestoyponiendolascosasdifíciles?Micorazónlatíademasiadorápidocomoparapoderexpresarmeconcoherencia.Nisiquieraestaba

avergonzadopormostrarlemisonrojo.Vamos,házselosaber,díselo.—Porquepodríaestarmuy,muymal.—¿Podría?—lepregunté.Habíaunrayodeesperanza.Sesentóenlahierba,mástardesetumbósobresuespaldaconlosbrazosbajolacabezaysequedó

observandoelcielo.—Sí,podría.Novoyafingirquenosemehapasadoporlacabeza.—Seríaelúltimoenenterarme.—Bueno,puessísemehapasado.Hala.¿Quétepensabasqueocurría?—¿Ocurrir?—salí de la pregunta a tientas. Nada—me lo pensé un pocomás—.Nada—repetí,

comosiloqueestabacomenzandoaentenderdeformaveladafuesetanextrañoquepudiesealejarlodemirepitiendo«nada»ydeesemodorellenarlosinsoportableshuecosdesilencio—.Nada.

—Yaveo—dijoporfin—quelohasentendidomal,amigomío—yconunciertotonoderegañinacontinuó—:Sitehacesentirmejor,tengoquecontenerme.Yavasiendohoradequeaprendastútambién.

—Lomejorquepuedohaceresfingirquenomeimporta.—Esohaceyatiempoquelosabemos—meinterrumpió.Me sentía defraudado. Todas estas ocasiones en que pensaba que le estaba menospreciando al

mostrarlelofácilqueeraignorarloeneljardín,enelbalcón,enlaplaya,habíaestadosabiéndolotodoyaceptandomismovimientoscomolaclásicatácticadeirritaciónqueeran.

Sureconocimiento,queparecíaabrirtodaslascompuertasentrenosotros,fueprecisamenteloquehundiómiscrecientesesperanzas.¿Haciadóndeiríamosdesdeaquí?¿Quémásquedabapordecir?¿Yqué ocurriría la próxima vez que fingiésemos no hablarnos pero no estuviésemos seguros de si esafrialdadentreamboseraaúnunafarsa?

Charlamosdurantealgúntiempomás,luegolaconversaciónsefueacabando.Ahoraquehabíamosenseñadonuestrasbazas,todatertuliaparecíairrelevante.

—AsíqueenesteesellugardondeMonetveníaapintar.—Yateloenseñareencasa.Tenemosunlibroconunasreproduccionespreciosasdeestazona.—Sí,yameloenseñarás.Estabainterpretandoelpapeldelcondescendiente.Loodiaba.Ambosapoyadosenunbrazo,ambosmirandoalhorizonte.—Ereselchicomásafortunadodelmundo—dijo.—Notienesniidea.Dejéquemeditasemifrase.Luego,quizáparaaplacarelsilencioquesehacíainsoportable,solté.—Sinembargo,haymuchascosasqueestánmal.—¿Qué,tufamilia?—Bueno,esotambién.—¿Pasaraquítodoelverano,leertodoeltiempo,conocertodosesostrucosquetupadresacaala

luzencadacomida?Denuevoseestabamofandodemí.Sonreíconciertasatisfacción,perotampocoeraeso.

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—¿Entoncesquées?¿Nosotros?Nocontesté.—Bueno,puesveamos...Yantesdequepudiesedarmecuenta,semeacercófurtivamente.Penséqueestábamosdemasiado

cerca, nunca había estado tan cerca de él aparte de en un sueño o cuando me aproximó las manosahuecadasparaencenderuncigarro.Siarrimabasuorejaunpocomáspodríaoírmicorazón.Lohabíaleídoenalgunanovelaperohastaentoncesnomelohabíacreído.Memirófijamentealacara,comosileencantaseyquisieseestudiarlayentretenerseenella,despuésmetocóellabioinferiorconundedoylodirigiódeizquierdaaderecha,dederechaaizquierda,unayotravezmientrasyopermanecíatumbado,viéndolesonreírde talmaneraquemehacía temerquepodríapasarcualquiercosaynohabríavueltaatras,queesaerasumaneradepreguntaryallíestabamioportunidaddenegarmeodeciralgoyganartiempo, para así poder debatirlo conmigo mismo, una vez llegado a ese punto. Pero no me quedabatiempopuesadosósuslabiosamibocaymediounbesocálido,conciliador,perfectamentemedidohastaquemepercatédelofamélicodemibeso.Ojalásupiesecalibrarelmíodelaformaquelohacíaél.Perolapasiónnospermiteescondermásyenaquelinstante,enelmurodeMonet,sideseabaesconderlotodosobremítrasaquelbesotambiénestabadesesperadoporolvidarloperdiéndomeensuinterior.

—¿Ahoramejor?—mepreguntódespués.Nolerespondí,perolevantémicarahaciaélylebesédenuevo,casideformasalvaje,noporque

estuviesellenodepasión,niporqueasubesoaúnlefaltaseunpocodelentusiasmoqueyoansiaba,sinoporquenoestabasegurodesimehabíallegadoaconvencerdealgosobremímismo.Nisiquierateníaclaro si lo había disfrutado tanto como esperaba y necesitaba probarlo de nuevo, para, incluso en elpropioacto,comprobarlacomprobación.Micabezaseperdíaenlascosasmásmundanas.UndiscípulodeFreuddepocamontahubiesedichoquehabíademasiadanegación.Disipémisdudasconunbesoaúnmásviolento.Noqueríapasión,noqueríaplacer.Quizánitansiquieraqueríaunacomprobación.Ynoquería palabrería, ni charlas irrelevantes, ni charlas relevantes, ni charlas enbici, ni tampoco charlassobrelibros.Simplementeelsol,lahierba,laesporádicabrisamarinayelperfumefrescodesucuerpo,desupecho,desucuelloydesussobacos.Cógemesinmásymúdamelapielyponmisentrañasalaire,hastaque,al igualqueelpersonajedeOvidio,memimeticecon tu lujuria,esodesearía.Véndamelosojos,cógemelamanoynomepidasquepiense.¿Haríasesopormí?

Noteníaniideadehaciadóndenosllevabatodoesto,peromeestabarindiendoaél,centímetroacentímetro y él tenía que saberlo, pues notaba que aúnmantenía cierta distancia entre ambos. Inclusocuando nuestras caras se tocaban, nuestros cuerpos se hallaban muy lejos. Sabía que lo que hicieseentonces, cualquier movimiento que realizase, rompería la armonía del momento. Así que, con laimpresióndequenohabríaunasecueladenuestrobeso,comencéacomprobarlaeventualseparacióndenuestrasbocas,paradarmecuenta,ahoraqueestabahaciendounospequeñosesfuerzosparaterminarlo,decuántodeseabaquenoacabase,queríasulenguaenmibocaylamíaenlasuyaporquetodoenloquenoshabíamosconvertido trasestassemanas,estas riñas, tantospactose iniciosque ibanacompañadossiempreporunestremecimiento,erandoslenguashúmedasrevolviéndoseenlabocadelotro.Sólodoslenguas, todolodemásnoeranada.Cuando,porfin, levantéunarodillay lacoloquéparapoderestarfrenteaél,supequehabíarotoelencanto.

—Creoquedeberíamosirnos.—Aúnno.—No podemos hacer esto.Me conozco. Hasta ahora nos habíamos comportado. Habíamos sido

buenos.Ningunode losdoshabíahechonadade loqueavergonzarse.Mantengámosloasí.Quiero serbueno.

—Noloseas.Nomeimporta.¿Quiénsevaaenterar?Medianteunmovimientodesesperadoquesabíaquenoolvidaríajamássiélnoloaplacaba,alargue

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lamanohaciaélylaposésobresuentrepierna.Nosemovio.Deberíahabermetidodirectamentelamanobajosuspantalonescortos.Debióde intuirmis intencionesy,consumaserenidad,que lindabaconungestomuy cordial, pero un tanto frío, colocó sumano sobre lamía durante unos segundos y después,entrelazandosusdedosconlosmíos,melalevantó.

Hubouninstantedesilencioensordecedor.—¿Teheofendido?—Déjalo.Sonómuyparecidoal ¡Luego!queescuchéporprimeravezunassemanasantesmordaz,directoy

completamentetriste,sinningunainflexióndelaalegríaodelapasiónqueacabábamosdecompartir—.Metendiósumanoymeayudóaincorporarme.

Derepenteseestremeció.Meacordédelaheridadesucostado.—Tengoqueasegurarmedequenosemeinfecta—dijo.—Pararemosenlafarmaciaenelcaminodevuelta.Norespondió.Perofueprobablementelomásaleccionadorquepodíamoshaberdicho.Dejóquese

colase ennuestras vidas el indiscretomundo real:Anchise, el arreglo de la bicicleta, las discusionessobrelostomates,lapartituraabandonadaprecipitadamentebajoelvasodelimonada,todoparecíatanlejano.

Dehecho,mientrasnosalejábamosdemisitio,vimosdosfurgonetasdeturistasdirigirsehaciaelsurendirecciónaN.Debíadesercasimediodía.

—Novolveremosahablarnos—dijemientrasnosdeslizábamosporlainterminablecolinaconelvientoentrenuestroscabellos.

—Nodigaseso.—Esquelosé.Hablaremosdetrivialidades.Trivialidadesypalabrería.Sóloeso.Ylograciosoes

quelosoportaría.—Acabasdehacerunarima—dijo.Meencantabalaformaenquemedabacoba.Doshorasmástarde,durantelacomida,memostréamímismotodaslaspruebasnecesariasdeque

noseríacapazdesoportarlo.Antes del postre, mientrasMafalda retiraba los platos y la atención de todos los demás estaba

puesta en una conversación sobre Jacopone da Todi, sentí cómo un pie descalzo y cálido frotabacasualmenteelmío.

Recordéque,enelmuro,debídehaberaprovechadolaoportunidadparacomprobarsilapieldesupieeratansuavecomomelahabíaimaginado.Ahora,éstaeralaúnicaoportunidadquetendría.

Quizáfueelmíoelquesemovióytocóelsuyo.Élloapartó,noalinstante,perolosuficientementepronto,comosihubieseesperadodeformaconscienteunintervaloapropiadodetiempocomoparanodarlaimpresióndequelohabíaretiradoespantado.Yotambiénesperéunospocossegundosmásysinhaberplaneadomismovimientos,ledipermisoamipieparaquecomenzaseabuscarelsuyo.Nohabíahechomás que comenzar la investigación cuandomi dedo gordo se topó con su pie; apenas lo habíaalejado,comounbarcopirataquedabacontinuas indicacionesdehabersealejadomucho,peroqueenrealidadestabaocultoenlanieblaaapenascincuentametros,alaesperadepoderabalanzarseencuantosepresentaselaoportunidad.Casinotuvetiemposuficientedehacernadaconelpiecuando,sinprevioaviso,sindarmelaoportunidaddeabrirmecaminoodejarquevolvieseaponerelmíoaunadistanciadeseguridad,volvióamoversupieconsuavidad,gentilezayderepente,endirecciónalmíoycomenzóaacariciarlo,afrotarlo,nodejándoloquietoenningúnmomento,conelpulpejoredondeadoylisodesutalón estrujando el mío, de vez en cuando poniendo todo el peso para moverse, pero aligerándolorápidamente con una nueva caricia de los dedos. Durante todo el tiempo me indicaba que estaba

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haciéndoloconintencióndivertidayjuguetona,pueseradeestamaneracomopodíamosevadirnosdelostostonesqueestabanocurriendoalotroladodelamesa,perotambiénmedecíaqueestonoteniaqueverconlosdemásypermaneceríaentrenosotrosestrictamente,porqueerasóloalgonuestro,aunquetampocodebía darle más importancia de la necesaria. El sigilo y la tenacidad de sus caricias motivaron unespasmo enmi columna.Me sobrevino un repentino vértigo.No, no iba a llorar, no se trataba de unataquedepánico,nitampocoun«desvanecimiento»,nimeibaacorrerdentrodelospantalonescortos,aunqueesto lodisfrutasemucho,mucho, sobre todocuandoelarcode supie seposabaenelmío.Alecharleunvistazoamiplatodepostreyverelpasteldechocolatesalpicadoconzumodeframbuesa,mediolasensacióndequealguienestabaechandomuchamássalsarojadelohabitualydequeparecíacaerdeltechosobremicabezahastaque,derepente,medicuentadequeproveníademinariz.Peguéungritoyrápidamenteagarrémiservilletaymelallevéalacara,inclinandolacabezahaciaatrásalmáximo.

—Ghiaccio, hielo,Mafalda, perfavore, presto—exclamé tranquilamente para dar la sensación dequecontrolabalasituaciónalaperfección—.Subíestamañanaalascolinas.Mepasaamenudo—dijeparadisculparmeantelosinvitados.

Hubounbarullodesonidossecosmientraslagenteseapresurabaaentrarysalirdelahabitación.Habíacerradolosojos.Cálmate,merepetíaconstantemente,cálmate.Nodejesquetucuerpotedelate.

—¿Fueculpamía?—mepreguntócuandoentróenmihabitacióndespuésdecomer.Nolecontesté.—Estoyhechoundesastre,¿aquesí?Sonrió,peronodijonada.—Siéntateunsegundo.Se sentó en la cama, en la esquina más alejada. Parecía que estaba visitando a un amigo

hospitalizadoqueacababadesufrirunaccidentecazando.—¿Tepondrásmejor?—Eso tengo entendido.Me recuperaré—había oído decir eso amuchos personajes enmiles de

novelas.Dabaalamantefurtivo laoportunidaddeescaparse.Dabaa todoelmundolaoportunidaddeguardarlasapariencias.Restaurabaladignidadyelcorajeaquienlehubiesendescubiertolatapadera.

—Tedejarequedescanses—lodijocomounaenfermeramuyatenta .Estaréporaquí—comentóantesdesalir,delamismaformaqueunamadrediría«tedejolaluzencendida»—.Pórtatebien.

Mientras intentaba conciliar el sueño, aquel acontecimiento de la piazzetta, ocurrido en algúnmomento entre lo del monumento conmemorativo de la Batalla de Piave y nuestra excursión a lasmontañas,alasquesubimoscargadosdemiedo,vergüenzayasabercuántascosasmás,parecíasurgirdeveranoslejanos,deotrostiempos,comosihubieseidoenbicialapiazzettaantesdelaPrimeraGuerraMundial,siendoaúnunniño,yhubiesevueltocomounsoldadomutiladodenoventaañosconfinadoahoraenestahabitación,unahabitaciónquenitansiquieraeralamía,pueshabíasidocedidaaunjovenzueloqueeralaluzdemisojos.

Laluzdemisojos,dije,luzdemisojos,laluzdelmundo,esoesloqueeres,laluzdemivida.Noteníani ideade loque significaba la luzdemisojosyunapartedemí sepreguntabadedóndehabíasacado tal disparate, pero eran las cosas sin sentido comoésas lasquehacíanquebrotasen lágrimas,unas lágrimasquedeseabaahogar en su almohada, secar en subañador, unas lágrimasquequeríaquetocaseconlapuntadesulenguayconsiguieseasídisiparmipena.

Noentendíaporquéhabíapuestosupiesobreelmío.¿Eraunpermisooungestobienintencionadodesolidaridadycamaradería,comosumasajedeamigos,ouncodazodesenfadadoentreamantesqueyanoseacuestanjuntosperoquehandecididoseguirsiendoamigosydevezencuandoirlosdosalcine?¿Querría decirNo seme ha olvidado, permanecerá para siempre entre nosotros, a pesar de que nosaldránadadetodoesto?

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Queríahuirdecasa.Queríaqueyafueseotoñoyestarlomáslejosposible.Abandonarmipuebloysu estu pido Le Danzing y a los jóvenes idiotas con quien nadie en su sano juicio desearía entablaramistad.Dejar amis padres y amis primos, que siempre competían conmigo, y a aquellos residenteshorriblesdeveranoconsusproyectosacadémicosextrañosquesiempreacababanacaparandotodoslosbañosdemipartedelacasa.

¿Quéocurriríasilevuelvoaver?¿Sangraríadenuevo,lloraría,mecorreríaenlospantalones?¿Ysileveíaconotrapersona,depaseocomosolíahacerporlanochecercadeLeDanzing?¿Ysienlugardeunamujerfueseunhombre?

Debía aprender a evitarle, a cortar todos los lazos, uno a uno, como hacen los neurocirujanoscuandoseparanunaneuronadeotra,undeseotormentosodeotro,nodebíavolveraljardín,debíadejardeespiarle,dejardeirporlasnochesalpueblo,detestarmeamímismounratocadadía,comounadicto,undía,unahora,unminuto,unsegundoinfectadodehecestrasotro.Podíaconseguirlo.Sabíaqueestonoteníafuturo.Suponiendoquevinieseamihabitaciónaquellanoche.Oinclusomejor,suponiendoquemetomaseunascuantascopasyfueseyoalasuyaytedijesetodalaverdadalacara,Oliver:Oliver,quieroquemeposeas.Alguien tiene que hacerlo y por qué no ibas a ser tú.Corrección: quiero que seas tú.Intentarénoserelpeorlegodetuvida.Simplementetrátamecomotrataríasaalguienconquienesperasno volver a toparte nunca.Ya sé que esto no suena demasiado romántico pero estoy atado por tantosnudosdiferentesquenecesitounasolucióngordiana.Asíqueapúrate.

Lo haremos.Después volveré ami habitación yme lavaré.Más tarde, yo sería el que de formaocasionalcolocaríamipiesobreelsuyoyesperaríaaversureacción.

Eseeramiplan.Ésaeralaformaenquelosacaríademiorganismo.Esperaríaaquetodoelmundosehubieseidoalacama.Controlaríalasluces.Entraríaensuhabitaciónporelbalcón.

Toc, toc.No,mejor no llamar. Estaba seguro de que dormía desnudo. ¿Y si no estaba solo?Mequedaríaescuchandounratoenelbalcónantesdeentrar.Sihubiesealguienconélyyafuesetardeparaemprender una retirada apresurada, dina: «¡Dirección incorrecta!». Sí, eso: dirección incorrecta. Untoquedefrivolidadparasalvarlacara.¿Ysiestabasolo?Entraríaenpijama.No,mejorsóloconlapartedeabajo.Soyyo,diría.¿Quéhacesaquí?Nomepuedodormir.¿Quieresquetetraigaalgodebeber?Noes una bebida lo que me hace falta. Ya he tomado lo suficiente para sacar valor y venir desde mihabitaciónhastalatuya.Hevenidoaporti.Nolohagasmásdifícil,nohables,nomedesningunarazónynoactúescomosideunmomentoaotrofuesesagritarpidiendoayuda.Soymuchomásjovenquetúyloúnicoqueconseguiríashaciendosaltarlaalarmaoamenazándomecondecírseloamimadreseríaquedarcomounidiota.Yjustodespués,mequitaríalospantalonesdelpijamaymeintroduciríaensucama.Sinometocase,entoncesyoletocaríaaél,ysinomecorrespondiese,dejaríaquemibocasedirigieseasitiosdondenuncaanteshabíaestado.Lagraciadeesaspalabrasmedivirtió.Sexo intergaláctico.Miestrella deDavid, su estrella deDavid, nuestros cuellos siendo uno, dos judíos unidos desde tiempoinmemorial. Si no funcionase nada de esto,me iría a por él, intentaría defenderse y lucharíamos,measeguraríadeexcitarlemientrasmeatrapase,alavezqueyoleenvolveríaconmispiernascomoaunamujer,inclusoleharíadañoenelcostadoquesehabíaheridocuandosecayódelabicicleta,ysitodoestonofuncionase,entoncescometería lahumillacióndefinitiva,yconestahumillación ledemostraríaqueelavergonzadoeraél,noyo,queyohabíallegadoconverdadybondadhumanaenmicorazónyqueloestabadejandoensussábanaspararecordarlecómohabíadespreciadolapeticióndecamaraderíadeunjoven.Sidicesquenoaesotemandanalinfiernodecabeza.

¿Ysinoleatraía?Dicenquedenochetodoslosgatos...,¿ysinolegustabanadadenada?Contodoteníaqueintentarlo.¿Ysiseenfadayseofendedeverdad?«Saldeaquí,eresunenfermo,undesgraciadoyunmierdasretorcido.»Elbesoeraunapruebasuficientedequealgolegustaba.Pornomencionarlodelpie.Amorch’anull’amatoamarperdona.

Elpie.Laúltimavezqueprovocóunareaccióntalenmínofuecuandomebesósinocuandoapretó

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elpulgarcontramishombros.No,huboaúnotraocasión.Enunsueño,cuandoentróenmihabitaciónysetumbóencimademíyyo

fingíestardormido.Unanuevacorrección:enunsueñosuspirédeformamuysuaveparadecirle:«Notevayas,estásinvitadoacontinuar,simplementenomedigasquelosabías».

Mástarde,cuandomedesperté,teníamuchasganasdetomarunyogur.Recuerdosdelainfancia.Fuia la cocina yme encontré aMafalda taciturna guardando la vajilla que había sido lavada unas horasantes.Debíadehaberseechadounasiestatambiényseacababadelevantar.Viunmelocotónenormeenlacestadelafrutaycomencéapelarlo.

—Faccioio—medijomientrasintentabaarrebatarmeelcuchillodelasmanos.—No,no,facciodame—contestéconlaintencióndenoofenderla.Queríacortarloyluegohaceresostrozosaúnmáspequeñosylosresultantesenotrosmáspequeños

todavía.Hastaqueseconvirtiesenenátomos.Terapia.Luegocogíunplátano, lopelémuydespacitoycomencéatrocearloenfinastirasqueluegocortéencubos.Despuésunalbaricoque.Unapera.Dátiles.Luegocogíelrecipientegran-eeyogurdelaneverayvolqueloquequedabaylospedazosdefrutaenlabatidora.Porúltimo,paradarleuntoquedecolor,echéunasfresascogidasdelhuerto.Meencantabaelronroneodelabatidora.

No era unpostre que aMafalda le resultase familiar, peromedejabahacerlo amimanera en lacocinasininterferircomosiestuviesecomplaciendoaalguienaquienyahabíanhechoelsuficientedaño.Lamuyzorralosabíatodo.Debíadehabervistolodelpie.Nomequitabalosojosdeencimaenningúnmomento, como si se estuviese preparando para arrebatarme el cuchillo en cuanto lo acercase a lasvenas.

Despuésdemezclarelmejunje,loechéenunvasogrande,lancéunapajitacomosifueseundardoymedirigíalpatio.Decamino,entréenelsalónycogíunlibroenormedefotografíasdeloscuadrosdeMonet.Locoloquéenunapequeñaestufajuntoalaescalera.Noibaaenseñarleellibro.Lodejaríaallí.Elloentendería.

Unavezenelpatio,viamimadretomandoeltécondoshermanasquehabíanvenidodesdeS.parajugaralbridge.Lacuartajugadorallegaríaencualquiermomento.

Desdelapartedeatrás,ladelgaraje,llegabanlosecosdeunadiscusiónsobrefútbolentresuchóferyManfredi.

Llevémibebidaalapartemásalejadadelpatio,saquéunatumbonay,decaraalaverjaalargada,intentédisfrutardelaúltimamediahoradesol.Megustabasentarmeycontemplarcómoalacabareldíaseextendíaunaluzextrañapreviaalocaso.Éseeraelmomentoenqueunoseibaadarelúltimobañodeldía,aunquetampocoestabamalquedarseallíleyendo.

Me gustaba sentirme tan descansado. Quiza los antiguos sabios tuviesen razón: no hace dañofundirseconelentornodevezencuando.Sicontinuabasintiéndomeasí,mástardeibaatenerquetocarunoodospreludiosofugas,oquizáunafantasíadeBrahms.Traguémásyogurypuselapiernaenlasilladeallado.

Tardéunratoendarmecuentadequeestabaadoptandounapose.Quería que apareciese por aquí yme sorprendiese así de relajado.Él tenía poca idea de lo que

estabaplaneandoparalanoche.—¿EstáOliverporaquí?—megiréapreguntarleamimadre.—¿Nohasalido?Nodijenada.Yaestabacansadodelos«puesestaréporaquí».Trasunrato,Mafaldavinoallevarseelvaso.Vuoiunaltrodiquesti?,mepreguntósiqueríaotrode

aquellocomosiserefirieseaunlicorextrañocuyonombrenoitaliano,siesquetuviesealguno,noleinteresaseenabsoluto.

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—No,quizásalga.—¿Ydóndeirásaestashoras?—mepreguntódandoaentenderquesereferíaalahoradecenar—.

Sobretododespuésdelestadoenqueteencontrabasalahoradecomer.Mepreocupas.—Nopasaránada.—Bueno,yoteheintentadoavisar.—Notepreocupes.—Signora—gritó, tratandodeganarseel apoyodemimadre.Mimadrecoincidióenquenoera

buenaidea.—Entoncesiréanadar.Cualquiercosaantesqueestarcontandolashorashastalanoche.Cuando estaba bajando las escaleras hacia la playa,me encontré a un grupo de amigos. Estaban

jugandoalvoleibolenlaarena.¿Quesiqueríajugar?No,gracias,heestadoenfermo.Lesdejésolosymeacerquéalaenormeroca,mequedémirándolaunratoydespuésmiréalmarqueparecíadirigirunondulanterayodeluzdesdeelaguahastamicara,comoenuncuadrodeMonet.Meadentréenelaguatibia.Noestabafeliz.Queríaestarconalguien,peronomeimportunabaestarsolo.

Vimini,alaquedebiódellevarallíalgunodelosotros,dijoquehabíaoídoquenomeencontrababien.

—Nosotroslosenfermos...—comenzó.—¿SabesdóndeestáOliver?—lepregunté.—Nolosé.PenséqueestabapescandoconAnchise.—¿ConAnchise?¡Estaloco!Laúltimavezcasisematan.Norespondió.Estabacontemplandolapuestadesol.—Tegusta,¿aquesí?—Sí—lecontesté.—Aéltambiénlegustas,másqueélati,creo.¿Eralaimpresiónqueledabaaella?No,lohabíadichoOliver.¿Cuándoselohabíadicho?Hacetiempo.Coincidíaconeltiempoenquecasihabíamosdejadodehablarnos.Inclusomimadremellevóaun

aparte durante aquella semana yme sugirió que fuesemás educado con nuestro cauboi.Esamanía deentrarysalirdelashabitacionessintansiquieraunholaindiferentenoestababien.

—Creoquetienerazón—dijoVimini.Meencogídehombros.Nuncaantesmehabíanacaecidotalescontradicciones.Eraunaagoníaalgo

similaralairaloqueseestabafraguandoenmiinterior.Intentécentrarlacabezayconcentrarmeenlapuestadesolantenosotros,delamismaformaquelagentequeestáapuntoderesponderalpolígrafovisualizalugaresserenosyplácidosparaocultarsuagitación.Perotambiénestabaforzándomeapensarenotrascosasporquenoqueríamanosearnimalgastarningúnpensamientoquetuviesequeverconlodeesta noche. Puede que él dijese que no, puede que incluso decidiese abandonar nuestra casa y, si lepresionaban,decirelporqué.Estoeratodoloquemeibaapermitirpensar.

Una reflexiónhorrible seapoderódemí.¿Quéocurriría si, ahoramismo, fuesea revelaroadarpistassobre loquehabíaocurridoennuestropaseoenbicicletaalpuebloaalgunode losamigosquehabíahechoentreloschicosdeallí,oatodaaquellagentequesolicitabainvitarleacenar?¿Ensulugarhubiesesidocapazdemantenerlabocacerradaantetalsecreto?No.

Yaunasí,mehabíademostradoquepodíadarseyrecibirseloqueyodeseabadeformatannaturalqueunosepreguntabaporquéeranecesario tanto tormentoretorcidoy tantavergüenza,viendoquenohacíafaltaungestotancomplicadopudiendo,porejemplo,comprarunpaquetedecigarrillos,opasarun

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porro,opararsejustodelantedeunadelaschicasdelapartedeatrásdelapiazzettaporlanochey,traspactarunprecio,subirconellaparacompartirunosminutos.

Cuandovolvídenadar,aúnnohabíanirastrodeél.Indagué.No,nohabíavuelto.Subiciestabaenelmismolugardondelahabíadejadoamediodía.YAnchisehabíavueltohacíaunashoras.Subíamicuarto y desde el balcón intenté abrirme paso entre las puertaventanas de su habitación. Estabantrancadas. Lo único que podía ver a través del cristal eran los pantalones cortos que llevaba puestosdurantelacena.

Intentéhacermemoria.Teníapuestounbañadorcuandoentróenmihabitaciónaquella tardeymeprometióquesequedaríaporaquí.Echéunvistazodesdeelbalcónconlaesperanzadeverelbarco,encasodequehubiesedecididovolverasalirconél.Estabaamarradoenelembarcadero.

Cuandobaje,mipadretomabaunoscóctelesconunreporterodeFrancia.—¿Porquénotocasalgo?—mepreguntó.—Nonmiva—respondí—.Noestoydehumor.—Eperchénontiva?—meinquirió,comosidiscrepasedemitonodevoz.—Perchénonmiva—lerespondídemalamanera.Despuésdehaberlibradounabarreratandifícilaquellamañana,medabalasensacióndequepodía

expresarabiertamentecualquiertrivialidadquesemepasaseporlacabeza.Mipadredijoquequizáyotambiéndebíatomarunacopadevinoconellos.Mafaldaanunciólacena.—¿Noesdemasiadoprontoparacenar?—pregunté.—Sonmásdelasocho.Mimadreestabaacompañandoaunadesusamigasquehabíavenidoencocheydebíairse.Agradecía que el francés estuviese sentado al borde del sillón, aparentando estar a punto de

levantarseparairalsalón,aunqueaúnpermaneciesesedente,sinmoverse.Sosteníaconambasmanosunvaso vacío, forzando ami padre, que acababa de preguntarle qué pensaba de la incipiente temporadaoperística,paraquesemantuviesesentadomientrasterminabaderesponderle.

Lacenasepospusoaúnunoscincoodiezminutos.Sillegabatarde,nocenaríaconnosotros.Perosiocurríaesosignificabaqueestabacomiendoenotrositio.Yonoqueríaquecenaseenningúnsitioquenofueseallíconnosotros.

—Noicimettiamoatavola,sentémonos—dijomimadre.Mepidióquemesentaseasulado.ElasientodeOliverestabavacío.Mimadresequejódequealmenosdebíahabernosavisadode

quenovendríaacomer.Mipadredijoquequizáfueseunavezmásculpadelbarco.Esaembarcacióndebíaserdesarmada

deltodo.—Peroelboteestáabajo—dijeyo.—Entoncesdebedeserporlatraductora.¿Quiénfueelquemedijoqueteníaqueveralatraductora

aquellatarde?—preguntómimadre.Nodebíamostrarsignosdeansiedad.Odequemeimportaba.Teníaqueguardarlacalma.Noquena

volver a sangrar. Sin embargo, aquel momento, que parecía de una dicha total, en el que fuimos enbicicleta a lapiazzettdy tanto antes comodespuésdenuestra charla, pertenecía ahora aotro segmentotemporal,comosilehubiesesucedidoaotroyo,enotravidaquenoeramuydiferentealamía,perolosuficientementedistantecomoparaconseguirquelospocossegundosquenosseparabanpareciesenañosluz.Siponíamipieenelsueloyfingíaqueelsuyoestabajustodetrásdelapatadelamesa,esesuelo,comosifueseunanaveespacialqueacabasedeapagarsudispositivodeocultaciónounfantasmaquehubiesesidollamadoporlosvivos,sematerializaríaderepentecomounpliegueenelespacioydiría:Séquehassentidolallamada.Alargalapiernaymeencontrarás.

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No había pasadomucho tiempo cuando la amiga demimadre, que en el último instante decidióquedarseacenar,fueinvitadaasentarsedondeyomehabíasituadodurantelacomida.EllugarpactadoparaOliverfueretiradodeinmediato.

Laretiradasellevóacabodemaneraconcisa,sinunapizcadepesaroremordimientos,delamismaformaenquesequitaríaunabombillaqueyanofuncionaosedesecharíanlossobrantescárnicosdeuncorderoqueensumomentofueunanimaldecompañía,odelamaneraenquesequitaríanlassábanasylasmantasdeunacamaenlaqueacabademoriralguien.Toma,cogeesto,yquítalodemivista.Observécómodesaparecíansuscubiertos,elmantel individual, laservilleta, todosuser.Fueunpresagiodeloqueibaaocurrirenmenosdeunmes.NomiréaMafalda.Odiabaestoscambiosdeúltimahoraen lamesa.HacíaungestoconlacabezaenreprocheaOliver,amimadre,almundoengeneral.Amítambién,supongo.Sin tansiquieramirarla sabíaquesusojosestabanescrutandomicaraparacruzarsecon losmíosymantenerlamirada,esporesoporloqueestabaevitandoquitarlavistademisemifreddo,quemeencantaba,yellalosabíaymelohabíasituadoahíporque,apesardelsemblanterepresordesucaraquevigilabacadaunodemismovimientos,ellasabíaqueyosabíaquesentíalástimapormí.

Esanoche,mástarde,mientrastocabaalgoalpiano,mediounvuelcoelcorazónalcreerquehabíaescuchadocómounamotoparaba junto a lapuerta.Alguien lehabía acercadohasta casa.Podía estarequivocado.Meesforcéporpercibir suspasos,desdeel sonidode la suela sobre lagravillahasta elenmudecidobatirdesusalpargatasmientrassubíaporlasescalerasquedabananuestrobalcón.Peronoentrónadieencasa.

Mucho,muchodespués,enlacama,distinguíalgodemúsicaqueproveníadeuncochequesehabíadetenido en la carretera principal,más allá del paseo de los pinos. Se abrieron las puertas.Hubo unportazo.Elcochearrancó.Lamúsicacomenzóadisiparse.Simplementequedóelsonidodeloleajeydelagravillarastrilladaporlospiesgandulesdealguienqueestámuyconcentradoensuspensamientosounpocoborracho.

Ysidecaminoasucuartoledieseporentrarenmicuartoparadecirme:Sóloestabaasomandolacabezaantesdemetermeenlacamaparavercómoteencontrabas.¿Todobien?

Norespondo.¿Estáscabreado?Norespondo.¡Estáscabreado!No,enabsoluto.Peromedijistequetequedaríasporaquí.Osea,queestáscabreado.Pero¿porquénotequedasteporaquí?Memira,ycomosifuésemosdosadultos.Yasabesporqué.Porquenotegusto.No.Porquenuncateguste.No.Porquenoteconvengo.Silencio.Créeme,hazmecaso.Levantolaesquinadelasábana.Dicequenoconlacabeza.Sólounsegundo.Vuelveanegarse.Meconozco.Yalehabíaoídousaresaspalabrasantes.Quierendecir:Memueroporhacerlo,peropuedequeno

consigacontrolarmeunavezquecomencemos,asíquemejornoempiezo.Quégranaplomodecirleaalguienquenopuedestocarleporqueteconoces.

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Bueno,puessinovasahacernadaconmigo,¿puedesporlomenosleermeunahistoria?Me conformaba con eso. Quería que me contase un cuento. Algo de Chéjov o de Gogol o de

KatherineMansfield.Quítatelaropa,Oliver,yméteteenmicama,déjameacariciartupiel,pontupelosobremicarne,tupiesobreelmío,aunquenohagamosnada,acurruquémonos,túyyo,cuandolanocheseextiendeenelcieloyleamoshistoriassobregenteinquietaquesiempreterminaquedándosedesoladayodianestarsolosporquesiempresonellosmismosconquienesnosoportanestarasolas.

Traidor, pensé a la espera de escuchar la puerta de su cuarto chirriar al abrirse y de nuevo alcerrarse.Traidor.Quéfácilnosolvidamos.Estaréporaquí.Claro.Mentiroso.

Nuncasemeocurriópensarqueyotambiénerauntraidor,queenalgúnlugardelaplayacercadesucasa una chica me había estado esperando, todos los días, y que, como Oliver, no me lo había nireplanteado.

Le oí salir al descansillo. Yo había dejado la puerta de mi cuarto entreabierta de formaintencionada,conlaesperanzadequelaluzdelvestíbulosecolaselosuficientecomoparamostrarmicuerpo.Teníalacaracontralapared.Dependíadeel.Caminopordelantedemipuerta.Noseparó.Nisiquieralodudó.Nada.

Oícómosecerrabasupuerta.Unospocosminutosdespuéslaabrió.Mediounvuelcoelcorazón.Paraentoncesyaestabasudando

ypodíasentirlahumedadenmialmohada.Escuchéalgunospasosmás.Luegopercibícómoseencerrabaconpestilloenelbaño.Siencendíaladuchaqueríadecirquehabíahechoelamor.Escuchéelruidodelabañerayluegoencendióladucha.Traidor.Traidor.

Esperéhastaquesaliese.Perotardabamuchísimo.Cuandoporfinmedecidíaecharunvistazoenelpasillo,mepercatédequemihabitaciónestaba

completamenteaoscuras.Lapuerta sehabíacerrado, ¿habíaalguienenmicuarto?Podíadistinguir elperfumede su champúRoger&Gallet tan cerca demí que llegué a pensar que si levantaba el brazotocaríasucara.Estabaenmihabitación,depieenlaoscuridad,estático,comosiintentasedecidirsiseanimabaadespertarmeoabuscarmicamaenlapenumbra.Oh,benditanoche,pensé,benditanoche.Sindecir unapalabrame esforcé por vislumbrar el contornode la bata que tantas vecesmehabía puestodespuésdequeéllausase,sulargocinturóndetoallacolgandotancercademí,frotándomelacaratansuavementemientraspermanecíadepieami lado,preparadoparadejarquecaiga la togaal sueloencualquiermomento.¿Habríavenidodescalzo?¿Yhabríacerradomipuertaconllave?¿Tendríalavergatanduracomoyoyleestaríasobresaliendodelabata,motivoporelcualelcinturónmeacariciabalacara?¿Estaríahaciéndomecosquillasenlacaraaposta?Nopares,nopares,noparesnunca.Lapuertacomenzoaabrirsesinprevioaviso.¿Porquélaabríaahora?

Habíasidosolamenteelaire.Ungolpedevientolahabíacerrado.Yotrolaabrió.Elcinturónquehabíasobadomicaracontantapicardíanoeramásquelamosquiterarozándomecadavezquerespiraba.Fuera,podíaescucharcómocomael aguaenelbaño,parecíanhaberpasadohorasyhorasdesdequeentróenelaseo.No,noera laducha,sino lacadena.Nofuncionababiendel todo,yesporádicamentesoltabatodaelaguacuandoestabaapuntodedesbordarse,paraluegovolverallenarseyvaciarseunayotravez,yasítodalanoche.Cuandosalíalbalcónyvislumbréelperfilazulinodelmar,sabíaqueestabaamaneciendo.

Volvíadespertarmeunahoradespués.Duranteeldesayuno,comoerahabitual,fingínodarmenicuentadesupresencia.Fuemimadrela

primeraque,alverle, exclamó:Maguardiunpo’quant’epallido, peroquédemacradoque está.Pese aunoscomentariostansinceros,continuóusandountonoformalaldirigirseaOliver.Mipadrelevantólavistaycontinuóleyendoelperiódico.

—Esperoquehicieseselagostoanoche,delocontrariotendréquecontestaratupadre.Oliverrompiólapartedearribadesusdoshuevospasadosporaguausandoelcantodelacuchara.

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Aúnnohabíaaprendido.—Yo nunca pierdo, Pro—se dirigía al huevo de la misma manera que mi padre le hablaba al

periódico.—¿Tedejatupadre?—Siempremehefinanciadosolo.Hepagadomisgastosdesdequeibaalaescuelaprimaria.Era

casiimposiblequenoloaceptase.Leenvidiaba.—¿Bebistemuchoanoche?—Hiceesoyotrascosas—estabauntandomantequillaenelpan.—Prefieronosaberlo—dijomipadre.—Tampoco mi padre quiere saberlo. Y para serte completamente franco, me parece que a mí

tampocomeinteresarecordarlo.¿Hacíaestopormibien?Mira,nuncavaaocurrirnadaentrenosotrosycuantoantestelometasen

lacabeza,antesestaremostodosmástranquilos.¿Osetratabadeunaposturadiabólica?Admiraba a la gente que hablaba de sus vicios como si fuesen parientes lejanos a los que había

aprendidoasoportarpuesnopodíarenegardeellos.Hiceesoyotrascosas.Amitampocomeinteresarecordarlo—al igualqueelmeconozco—sereferíandeformadirectaaunaesferade laexperienciahumanaalaquesóloteníanaccesolosdemás,yono.Cómodeseabapoderdecirunacosaasíalgúndía,comoporejemploquenomeapetecíarecordarloquehabíahecholanocheanterior,enplenoesplendormatutino.Mepreguntabacuáleseran lasotrascosasquenecesitabandeunaducha. ¿Teduchabasparasentirtemejoryaquetuorganismonopodíasoportarlomás?¿Oteduchasteparaolvidar,paraeliminarcualquierrastrodeladegradaciónylaindecenciadelanocheanterior?Ah,proclamartodostusviciosparamover lacabezaenseñaldedesaprobaciónypurificarlo todoconunzumodealbaricoquereciénhechoporlosdedosaritméticosdeMafaldayhacersonarloslabiosalterminar.

—¿Ahorraslasganancias?—Loahorroyloinvierto,Pro.—Ojaláhubiesetenidoesacabezaatuedad;mehubieseahorradomuchasdecisionesequivocadas

—dijomipadre.—¿Decisionesequivocadastú,Pro?Sinceramente,notefigurosiquieraimaginándoteunadecisión

equivocada.—Esoesporquemevescomounafigura,nocomounserhumano.Peoraún:comounanciano.Pero

hubo alguna que otra.Me refiero a decisiones equivocadas. Todo el mundo atraviesa un periodo detraviamento: cuando tomamos, por poner un ejemplo, un camino diferente en la vida, la otra via. ElpropioDantelohizo.Algunosserecuperan,otrosfingenhacerlo,otrosnuncavuelven,algunosserajaninclusoantesdeempezaryotros,porelmiedoanotomardecisiones,seencuentransiguiendouncaminoequivocadodurantetodasuvida.

Mimadresuspiródeformamelodiosa.Erasumaneradeavisaralospresentesdequeestopodíaconvertirseenunaconferenciaimprovisadadeaquelgranhombre.

Olivercomenzóaromperotrohuevo.Teníaunasbolsasenormesbajolosojosyunaspectoadusto.—Aveceseltraviamentoresultaserelcaminocorrecto,Pro.Otanbuenocomocualquierotro.Mipadre,queparaentoncesyaestabafumando,asintiódeformapensativa.Éstaerasumanerade

hacerpatentesudesconocimientodeltemaysudisposiciónarendirseantelosquesabíanalrespecto.—Atuedadyonosabíanada,perohoyendíatodoelmundosabedetodoyhablan,hablanyhablan.—QuizáloqueOlivernecesitaesdormir,dormir,dormir.—Estanoche, leprometo, signoraP.,quenohabránipóquer,nibebida.Mepondré ropa limpia,

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revisarémismanuscritosydespuésdecenarveremostodosjuntoslateleyjugaremosacanasta,comolosviejos enLittle Italy. Pero antes—añadió con una sonrisa de satisfacción—necesito ver aMilani unmomento.Sinembargoestanoche,loprometo,seréelchicoquemejorsecomportedetodalaRiviera.

Yesofueloqueocurrió.TrasunabreveescapadaaB.,seconvirtióenelOliver«verde»durantetodoeldía,unniñonomayorqueVimini,contodoelcandoryningunodesusdardos.Tambiénhabíaunenorme ramo de flores que habían enviado de la floristería local. «Has perdido la cabeza», dijomimadre.Despuésdecomer,dijoqueibaaecharseunasiesta, laprimeraylaúltimadurantesuestanciaentrenosotros.Ysíqueselatomópuescuandosedespertó,hacialascincodelatarde,estabatanfrescocomo si se hubiera quitado diez años de encima: las mejillas rojas, los ojos descansados y habíadesaparecidosusobriedad.Podíahaberpasadoporalguiendemiedad.Comohabíaprometido,aquellanochenossentamostodosjuntosnohabíainvitados—yvimospelículasrománticasenlatele.Lamejorpartefuecómotodoelmundo,incluidasVimini,quepasabaporallí,yMafalda,cuyoasientosehallabacercadelapuertadelsalón,replicabacadaescena,predecíacómoacabaríayenocasionesseindignabay se burlaba de las estupideces de la historia, de los actores y de los protagonistas. ¿Por qué? ¿Quéhubieses hecho tú en su lugar? Le hubiera dejado, eso hubiese hecho. ¿Y tú,Mafalda? Bueno, enmiopinión,creoquedeberíahaberledichoquesílaprimeravezquelepreguntóynotitubeartantotiempo.Exactamentelomismoquedigoyo.Recibióloquesemerecía.Ypunto.

Sólonos interrumpieronunavez.Fueuna llamadade teléfonodesdeEstadosUnidos.AOliver legustaba que sus conversaciones telefónicas fuesen extremadamente cortas, casi abruptas. Escuchamoscómo pronunció su inevitable ¡Luego!, colgó y antes de que nos diésemos cuenta estaba de vueltainvestigandoquésehabíaperdido.Nuncahacíaningúncomentariotrascolgar.Nuncalepreguntábamos.Todoelmundoseofrecióvoluntarioparaexplicarleloquehabíaocurridoenlatramaalavez,incluidomipadre,cuyaversióndeloquesehabíaperdidoOlivereramenosprecisaqueladeMafalda.Habíamucho ruido, por lo que nos perdimos la mayoría de lo que ocurrió durante su corta llamada. Nosreíamos mucho. En algún momento, mientras nos hallábamos totalmente concentrados en semejantedrama,Anchiseentroenelsalóny,desenrollandounacamisetaviejayempapada,nosmostrólapescadela tarde:unróbalogigantescoque iríadestinadoa lacomidaoa lacenademañanayhabíasuficientepara todos los que se quisiesen unir.Mi padre decidió echarle un poco deGrappa a todo elmundo,inclusolediounasgotasaVimini.

Aquellanoche,todosnosfuimosprontoalacama.Eldíahabíasidoagotador.Medebídequedarprofundamentedormido,puescuandomedespertéyaestabanretirandolosutensiliosdeldesayuno.

Meloencontrétumbadoenlahierbaconundiccionarioasuizquierdayuncojínamarillobajoelpecho.Teníalaesperanzadehallarlosobriooqueestuviesedelmismohumorqueestuvotodoeldíadeayer. Pero ya estaba metido del todo en su trabajo.Me sentí extraño al romper el silencio. Tuve latentacióndevolveramicostumbredefingirquenolehabíavisto,peroahoraeramásdifícildehacer,sobretodocuandodosdíasantesmehabíadichoquesehabíadadocuentademipequeñaactuación.

¿Elhechodesaberqueestábamosfingiendocambiaríaalgosivolvíamosanohablarnos?Esprobablequeno.Quizáabrieseinclusoaúnmáslabrecha,pueseradifícilparacualquieradelos

dos creer que seríamos lo bastante estúpidos como para aparentar precisamente lo que ya habíamosconfesadoqueeraunafarsa.Peronopodíaaguantarme.

—Teestuveesperandoelotrodía—meparecíaamimadrecuandolereprochabaamipadrequellegaseacasatantardesinexplicación.Nuncapenséquellegaríaasonartanmalhumorado.

—¿Porquénobajastealpueblo?—fuesurespuesta.—Nosé.—Lopasamosbien.Tehubiesesdivertido.¿Descansaríasalmenos?—Masomenos.Inquieto,perobien.Volvióaquedarsemirando lapáginaquehabíaestado leyendoypronunciabaconafectaciónyen

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silenciolassílabas,quizáparademostrarqueestabamuyconcentradoenesahoja.—¿Vasairalpuebloporlamañana?Sabíaqueleestabainterrumpiendoymeodiabaporeso.—Luego,talvez.Debídehaberpillado la indirecta,y lohice.Perounapartedemísenegabaacreerquealguien

podríacambiartanrápidamente.—Yotengopensadoiralpueblo.—Yaveo.—Unlibroquehabíapedidohallegadoporfin.Deborecogerloenlalibreríahoyporlamañana.—¿Quélibro?—Armancia.—Siquieresyolorecogeré.Lemiré.Me sentía como un niño que, pese a todas las disculpas e indirectas, se ve incapaz de

recordara suspadresque lehabíanprometidoque le llevaríana la tiendade juguetes.Nohacía faltaandarseporlasramas.

—Esqueteníalaesperanzadequepudiésemosirjuntos.—¿Terefieresacomoelotrodía?—añadiócomosiestuvieseayudándomeadecir loquenome

atrevíaamencionaryosolo,peroa lavezcomplicando lascosasal fingirnoacordarsede las fechasexactas.

—Nocreoquesevuelvaarepetirnadacomolodelotrodía—queríadarlasensacióndemantenerlanoblezaylagravedadenmiderrota—,perosí,algoasí—podíamostrarmetambiénindeciso.

Que yo, un chico extremadamente tímido, encontrase el valor para decir algo así sólo podía serdebidoaunacosa:aunsueñoquehabíatenidodosoquizatresnochesseguidas.Enelsueño,Olivermehabía estado suplicando con estas palabras: «Mematarás si paras».Pense que recordaba el contexto,perome avergonzaba tanto quememostraba reticente, incluso frente amimismo, a admitirlo. Habíacolocadounacortinaasualrededorysolopodíaecharalgunaojeadafurtivayprecipitada.

—Aqueldíaperteneceaunplieguetemporaltotalmentedistinto.Deberíamosaprenderanomenearmáslascosas.

Olivermeescuchaba.—Lavozdelaexperienciaestumásvaliosorasgo.Él había levantado los ojos y estaba mirándome fijamente a la cara, lo que me provocó una

sensacióndeincomodidad.—¿Tantotegusto,Elio?—¿Quesimegustas?—queríasonar incrédulo,comosiestuviesecuestionandoqueél lohubiese

dudado. Pero entonces me lo pensé mejor y comencé a suavizar el tono de mi pregunta con unintencionado y evasivo quizá, que supuestamente debía de significar por supuesto, cuando de repentesuelto—:¿Quesimegustas?Teidolatro.

Yaestá,yalohabíadicho.Queríaquelapalabraleasustaseylesentasecomouncacheteparaquefueseseguidoinstantáneamenteporunascariciasdelomáslánguidas.¿Quéesunsimplegustarcuandoseestábarajandolaposibilidaddeidolatrar?Perotambiénqueríaqueeseverboactuasecomounpuñetazoqueledejase«KO»comolosquepropina,nolapersonaqueestáenamoradadeti,sinounamigoíntimoparadecirteenprivado:Escucha,creoquedebessaberqueFulanitooMenganitoteidolatra.«Idolatrar»parecía implicarmás de lo que nadie se atrevería a decir en esas circunstancias; aun así era lomásseguroyenúltimainstancialomásturbioquesemeocurriódecir.Metuvequereconocerelméritoporquitarmelaverdaddeencima,aunquesiempremeguardabaunasenlamangaporsiacasodebíaretirarloinmediatamentealirdemasiadolejos.

—IrécontigoaB.—dijo—,peronomedesmásdiscursos.

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—Nidiscursos,ninada.Niunapalabra.—¿Quéteparecesicogemoslasbicicletasenmediahora?Oh,Oliver,medijeamimismodecaminoa lacocinaaporalgoparapicar, loharé todopor ti.

Subiréalasmontañascontigo,teecharéunacarrerahastaelpueblo,noseñalaréelmarcuandolleguemosalmuro,teesperaréenelbardelapiazzettamientrastúvisitasalatraductora,ytocaréelmonumentoalsoldado desconocido muerto en Piave y no diré una palabra, te enseñaré el camino a la librería yaparcaremos las bicis fuera de la tienda para entrar juntos y salir juntos y te prometo, te prometo, teprometoquenodirénadadeShelleyoMonet,nimerebajaréadecirtequehacedosnochesañadisteunanillodevidaamialma.

Voyadisfrutardeestosimplementepor loquees,medigounayotravez.Somosdosjóvenesdeviajeenbici,yvamosairalpuebloyvolver,ynadaremos,jugaremosaltenis,comeremos,beberemosy,yaporlanoche,nosencontraremosenlamismapiazzettadondedosmañanasantesnosdijimostantoyalaveztanpoco.Elestaráconunachica,yoestaréconotrachicaypuedequehastaseamosfelices.Todoslosdías,sinoestropeolascosas,conduciremoshastaelpuebloyvolveremos,einclusosiestoestodoloque está dispuesto a dar, lo cogeré.Estaría dispuesto a conformarme conmenos, con tal de vivir conestosrestostrillados.

Aquella mañana fuimos en bicicleta hasta el pueblo y terminamos con lo de su traducciónrápidamente, pero aun después de tomar un café rápido en el bar, la librería no abría. Así que nosentretuvimos por la piazzetta, yo me quedé mirando el monumento conmemorativo, el observaba lasvistasdelabahíamoteada,ningunodelosdosmencionónadadelfantasmadeShelley,quenosvigilabaacadapasoporelpuebloynosmandabamasseñalesqueelpadredeHamlet.Sinpensarlo,mepreguntoquecómopodíaserposibleque¿guienseahogaseenaquelmar.Sonreíinmediatamentepuescomprendísu intención de dar marcha atrás, lo que provocó una mirada cómplice entre ambos, como un besohúmedoyapasionadoenmitaddeunaconversaciónentredosindividuosque,sinpensarlo,hanconectadocon los labiosdelotroenel abrasadordesierto rojoqueamboshabían situadode forma intencionadaentreellosparaasínobuscaratientassuscuerposdesnudos.

—Penséquenoíbamosamencionar...—comencéadecir.—Sindiscursos.Losé.Cuandovolvimosalalibrería,dejamosnuestrasbicicletasfuerayentramos.Mesentíespecial.Comosilemostraseaalguienunacapillaprivada,unaguaridasecreta,ellugar

donde, comoocurrióconelmuro,unovieneaestar solo, a soñarcon losdemás.Aquíesdonde soñécontigoantesdequeentrasesenmivida.

Megustabacómosedesenvolvíaen la librería.Eracuriosoperonoestabadel todoconcentrado,interesadoaunquenodespreocupado,fluctuandoentreunMiraloqueheencontradoyun¿Cómopuedeserqueunalibreríanotengatalotallibro?

EllibrerohabíapedidodoscopiasáeArmanciadeStendhal,unaediciónenrústicayotramáscaraentapadura.Llevadoporunimpulsodijequemellevabalasdosylasapuntéenlacuentademipadre.Luegolepedíalasistenteunbolígrafo,abrílaedicióndelujoyescribí:ZwischenImmerundNie,portiensilencio,enalgúnlugardeItalia,enladécadadelosochenta.

En los años venideros, si aún seguía en su poder la copia, deseaba que le doliese.Mejor aún,deseaba que algún día alguien, husmeando entre sus libros, abriese este volumen de Armancia y lepreguntase:Dime,¿quiénestabaensilencio,enalgúnlugardeItalia,enladécadadelosochenta?Yeseinstantequieroquesientaalgotanpunzantecomolapenaymásterriblequeelarrepentimiento,inclusoalgodelástimapormí,porqueaquellamañanaenlalibreríaesoeraloqueyohabíarecibido,pueseratodoloqueélmepudoofrecer.QuizáRieseporlástimaporloquepusounbrazoamialrededor,yentretaloleadadeclemenciayremordimientoquenosandabarondandocomosise tratasedeunacorrientesubterráneaindefinidayeróticaquellevabaforjándosemuchosaños,queríaquerecordaselamañanaen

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elmurodeMonetcuandolebesé,nolaprimerasinolasegundavez,yledejémisalivaensubocapuesdeseabadeformadesesperadatenerlasuyaenlamía.

Comentóalgosobrequeeseregaloeralomejorquehabíarecibidoentodoelaño.Meencogídehombrosparaquitarleimportanciaaesosagradecimientoscumplidores.Quizásimplementequeríaquelorepitiese.

—Mealegro.Tansóloqueríaagradecerteestamañanaquehemospasado—yantesinclusodequeélpensaseeninterrumpirme,añadí—:Yalosé.Sinningúntipodediscurso.

Mientrasíbamoscuestaabajo,pasamosjuntoamilugar,yenestaocasiónfuiyoquienmiróenotradirección,comosinisiquierameacordase.Estoysegurodequesilehubiesemiradoenaquelmomento,noshabríamosdedicadolamismamiradainfecciosaquenosborramosdelacaraalrecordarlamuertedeShelley.Talvezesonoshubieraacercadomáselunoalotro,aunquesólofuesepararecordarnoslolejos que necesitábamos estar ahora.Quizá, almirar para otro lado, sabiendo que así evitábamos los«discursos», habíamos encontrado unamanera de sonreirnos, pues estaba seguro de que sabía que yosabíaqueélsabíaqueestabaevitandomencionar loocurridoenelmurodeMonet,yqueelhechodeevitarnos, que parecía estar alejándonos, en realidad, se trataba de una situación íntima de sincroníaperfecta que ninguno de los dos deseaba disipar. Esto está también en el libro de los cuadros, podíahaberdicho,peromemordílalengua.Sindiscursos.

Sinembargo,sienlossiguientesviajesenbicijuntosmepreguntaba,losoltaríatodo.Lediríaqueaunquemontábamosenbicicleta todos losdíaspara iranuestro lugar favoritoen la

piazzetta donde tenía la intención de no decir nunca nada a destiempo, cada noche, cuando sabía queestabaenlacama,abríalaspuertaventanasysalíaalbalcón,conlaesperanzadequeélhubieseoídoeltemblorde los cristales, seguidodel chirridodelator de las viejas bisagras.Le esperaba allí, vestidosóloconlapartedeabajodelpijama,listoparaexclamar,simepreguntabaquéhacíaallí,quelanocheerademasiadocalurosayelolordelacitronellaerainsoportableyporlotantopreferíaestarallídepie,sindormir,sinleer,simplementeobservando,puesnoconseguíadormirme,ysimepreguntabaporquénolograbadormirme,tansólolecontestaríaquenoqueríasaberlo,odandounrodeo,lediríaquemehabíaprometidonocruzarnuncaasuladodelbalcón,enparteporqueteníamuchomiedodeofenderle,perotambiénporquenoqueríaponerapruebalacuerdadetrampainvisiblequesehallabaentrenosotros.¿Dequécuerdahablas?Delacuerdadetrampaquedenoche,simisueñoesmuyrealistaohetomadomásvinodelohabitual,podíacruzarfácilmente,luegoempujartupuertaparaqueseabrieseydecir,Oliver,soyyo,nopuedodormir,dejaquemequedecontigo.¡Esacuerda!

La cuerda de trampa surgía a cualquier hora de la noche. Un búho, el propio sonido de laspuertaventanasdeOliverchirriandoporelefectodelviento,lamúsicadeunadiscotecadistantequeabretodalanocheenunpueblovecino,unarefriegaentregatosalastantasoelcrepitardeldinteldemaderademihabitación,cualquiercosamedespertaba.Peroestolosabíadesdela infanciay,al igualqueuncervatosomnolientoquechasquealacolaantelapresenciadeuninsectointruso,sabíacómoquitármelode encima y volver a dormirme instantáneamente. Sin embargo, a veces, cualquier nadería, como unasensacióndevergüenzaodetemor,conseguíaabrirsecaminoentremisueñoymerondaba,mevigilabamientras dormíay acercándose ami oídome susurrabaNo tengo intenciónde despertarte, de verdad,vuelveadormirte,Elio,siguedurmiendo,mientrasyomeesforzabaporrecuperarelsueñoalqueestabaapuntodereincorporarmeencualquiermomentoydelquepodía inclusoreescribirelargumentosi lointentaseunpocomás.

Pero no lograba conciliar el sueño y estaba seguro de que no uno, sino dos pensamientostormentososmevigilaban,comosifuesenunaparejadeespectrosquetomanformaalsalirdelaniebladelailusión:deseoyvergüenza,elanheloporpoderabrirmiventanadeparenparysinpensarloentraren suhabitaciónencuerosy,porotraparte,miconstante incapacidadparaarriesgar lomásmínimoy

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lograrconseguirtodoesto.Allíestabavigilandoellegadodemijuventud,lasdosmascotasdemivida,el hambre y el miedo, y me decían Ha habido muchos antes que tú que se arriesgaron y obtuvieronrecompensa, ¿por qué vas a ser menos? No hay respuesta.Muchos tiraron la toalla, ¿por qué debeshacerlotútambién?Nohayrespuesta.Ydespuésaparecióridiculizándomecomosiempre:Sinoesluego,Elio,¿entoncescuándo?

Aquellanoche,unavezmás,hubounacontestación,aunquellegóenunsueñoqueensímismoeraunsueñodentrodeotro.Medespertéconunaimagenquediomásinformacióndelaquequeríasaber,comosi, apesardemi francaconstataciónde loquequeríadeélydecómo loquería,hubieraaúnalgunosresquiciosquehubieseevitado.Enestesueñoaprendíporfinloquemicuerpodebíadesaberdesdeelprincipio.Estabamosensuhabitacióny,alcontrarioqueentodasmisfantasías,noerayoquienteníalaespaldacontralacamasinoOliver,yoestabaencimadeél,observandoensurostrounaexpresiónmuyacalorada,queseconformaconpoco,que inclusoenmissueñosmearrancabaprofundasemocionesyquemeexponíaalgoquenohubiesesabidooadivinadonunca:quenodarleloquedeseabaotorgarleacualquierprecioquizáfueseelpeorcrimenquejamáscometieseenmivida.Anhelabacondesesperaciónentregarlealgo.Encontraste,obtenerparecíatananodino,tanvulgar,tanmecánico.Yluegoloescuché,comosiparaentoncesyalosupiese.«Mematarássiparas»,dijoentrejadeosasabiendasdequeyamehabía dicho esasmismísimas palabras unas cuantas noches antes en otro sueño, pero que habiéndolaspronunciadoyaunavez,eralibrederepetirlascuandoleapeteciesesiemprequemevisitaseensueños,incluso aunque ninguno de los dos parecía saber si su voz procedía demí o simi recuerdo de esaspalabras explotaba en su interior. Su cara, que parecía estar percibiendo mi pasión y al hacerlo meexcitaba, me ofreció una imagen de bondad y de fuego que nunca había experimentado y jamás mehubieseimaginadoenningúnsemblante.Estaimagensuyaibaaconvertirseenunalamparilladenocheenmi vida, manteniéndome en vilo en esas noches en que haría de todo menos darme por vencido,reavivandomisdeseoshaciaélcuandoqueríaquedesaparecieran,atizandolasbrasasdelcorajecuandotemíaqueunrechazopudiesedisiparcualquieratisbodeorgullo.Sumiradasevolvíacomolapequeñafotodeunserqueridoquelossoldadossellevanalcampodebatallaynosóloleshacerecordarquehaycosasbuenasen lavidayque la felicidad losaguarda,sinoque también leshacepensarqueesacaranuncalesperdonarásivuelvenacasaenunabolsapararestoshumanos.

Estaspalabrashicieronqueansiaseeintentasecosasquenuncamehabíacreídocapazdehacer.Sinconsiderarlomuchoqueéldeseabanotenernadaconmigo,sinpensarenesosconlosquehabía

entabladoamistadyseguramenteestuviesedurmiendocadanoche,cualquieraquemehubiesereveladoasísuhuma-niadmientrasyacíadesnudobajomicuerpo,aunquesolofueseensueños,nopodíasermuydistintoenlavidareal.Asíeraélenrealidad;todolodemáseraaccidental.

No:tambiéneraelotro,elhombredelbañadorrojo.Erasóloquenopodíapermitirmetenerlaesperanzadeverlesinllevarningúnbañador.Sidurante lasegundamañanadespuésdelodelapiazzettaencontréelvalorpara insistireniral

puebloconél,apesardequeeraobvioqueélnoqueríanihablarconmigo,fuesolamenteporquecuandolemiréyleviverbalizandoloqueacababadeescribirensulibreta,meacordédesusotraspalabrasdeplegaria:«Mematarássiparas».Cuandoleentreguéellibroenlalibrería,ymástardeinsistíenpagarlosheladospuesinvitaraheladotambiénsignificabapasearenbiciporlastortuosasyestrechascallesdeB.yporlotantoestarjuntosunratomás,eratambiénparadarlelasgraciasporaquel«Mematarássiparas». Incluso cuando le tomé el pelo y le dije que no habría ningún discurso, fue porque estabaacunando de forma secreta el «Me matarás si paras», mucho más valioso ahora que cualquierreconocimiento por su parte.Aquellamañana lo escribí enmi diario, pero evitémencionar quehabíasido un sueño. Quería volver años después y creer, aunque sólo fuese por unmomento, que él habíapronunciadodeverasaquellaspalabrasdesúplica.Loqueanhelabapreservareraeljadeoturbulentoensuvozquepermanecióconmigodurantevariosdíasyquemeafirmabaquesieracapazdeconseguirque

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legustasetodoesoenmissueñosdurantecadanochedemivida,entoncesconstruiríatodamividaconsueñosyterminaríacontodolodemas.

Mientras bajamos a toda velocidad pasamos por mi sitio, junto a los olivares y los campos degirasolesquetornansucabezahacianosotroscuandonosdeslizamoshacialospinares,dejamosatráslosdosvagonesdetrenqueperdieronsusruedashaceyaunascuantasgeneracionesperoqueaúnmantienenelescudodelaCasadeSaboya,pasamospordelantedelahileradecomerciantesgitanosquenosdeseanlamuerteagritosporquecasirozamosasushijas,megiréylechillé«Mematarássimeparo».

Lo dije para poner palabras suyas en mi boca, para saborearlas durante un rato antes dealmacenarlas enmi escondrijo, de lamisma formaque los pastores deovejas sacan a suganado a lacolinacuandohacecalorperolometenenlacuadraatodavelocidadcuandoeltiempoenfría.Algritarsuspalabraslasestabahaciendocarneydándolesmayorvida,comosituviesenvidapropiaahora,másprolongadaymásllamativaquenopodíagobernarnadie,comoladuracióndeunecoqueharebotadoyaen losacantiladosdeB.yha idoazambullirseeneloleajedondeelbarcodeShelleyse topócon latormenta.LedevolvíaaOliverloquelepertenecía,entregándolesuspalabrasconeldeseoimplícitodequemelasvolvieseadecirdenuevo,comoenmisueño,puesahoraerasuturnoparapronunciarlas.

Durantelacomida,niunapalabra.Despuésdecomersesentóeneljardínalasombraparahacer,comoya nos había anunciado, el trabajo de dos días.No, no iba a ir al pueblo aquella noche.Quizámañana.Tampocoibaajugaralpóquer.Posteriormentesubióasucuarto.

Unospocosdíasantesteníasupiesobreelmío.Ahoranisiquieramemiraba.Másomenosalahoradelacena,volvióabajaraporalgodebeber.«Echarédemenostodoesto,

señoraP.»,dijoconelpelorelucientedespuésdeladuchavespertina,sufacetade«estrella»refulgiendosobretodolodemás.Mimadresonrió,lamuvistarseríabienvenidaencualquiermomento.LuegorealizóelusualpaseocortoconViminiparaayudarleenlabúsquedadesucamaleónmascota.Nuncalleguéaentender del todo qué veían el uno en el otro, pero daba la sensación de ser mucho más natural yespontáneoquecualquieradelascosasqueélyyocompartíamos.Mediahoradespuésestabandevuelta.Viminisehabíasubidoaunahigueraysumadreledijoquefuesealavarseantesdecenar.

Durantelacena,niunapalabra.Despuésdecenardesaparecióenelpisodearriba.Hubiesejuradoqueaesodelasdiezseescapódeformasilenciosaysefuealpueblo.Sinembargo

podía ver la luz de su cuarto al otro lado del balcón.Proyectaba una tenue banda oblicua anaranjadahaciaeldescansillojuntoamipuerta.Devezencuandoleoíamoverse.

Decidí llamaraunamigoparapreguntarle si ibaa ir alpueblo.Sumadremecontestóqueya sehabía ido,y sí, eraprobablequehubiese idoalmismo sitio.Llaméaotro.También sehabía ido.MipadremepreguntóqueporquénollamabaaMarzia,quesi laestabaevitando.Noesquelaestuvieseevitando,peroeraunachicamuyconflictiva,aloquemipadremereplicódiciendoquesipensabaqueyonoloera.Cuandolallamémedijoquenoteníapensadoiraningúnsitioaquellanoche.Suvozposeíaunfríotétrico.Llamabaamododedisculpa.

—Habíaoídoqueestabasmalo.—Nofuenada—contesté—.Puedopasarmeporallí,recogerteconlabicicletaybajamosjuntosa

B.Medijoquemeacompañaría.Mis padres estaban viendo la televisión cuandome fui de casa. Podía escucharmis pasos en la

gavilla.Nomemolestabaelruido.Mehacíacompañía.Ellooiríatambién,pensé.Marziasereunióconmigoeneljardín.Estabasentadaenunaviejasilladehierroforjadoconlas

piernasestiradashaciadelanteytansólosustaconesencontactoconelsuelo.Llevabapuestounjersey.Medijoquelehabíahechoesperardemasiado.Dejamossucasaatravésdeunatajoqueeramuchomásescarpado, pero nos llevó al pueblo en nada. La luz y el bullicio de la animada vida nocturna de la

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piazzetta inundabanlascallejuelasadyacentes.Enunode losrestaurantes tenían lacostumbredesacarunas mesas de madera diminutas a la acera en cuanto la clientela desbordaba su capacidad. Cuandoentramosen laplaza,elajetreoy laconmociónseapoderarondemíconunasensacióndeansiedadydeficiencia.Marziaseencontrabaconunosamigos,otrosseinclinabanporlasburlas.Inclusoestarconellamesuponíaunciertoreto.Noqueríaserdesafiado.

Enlugardeunirnosaalgunasdelaspersonasqueconocíamosenlascafeterías,nosquedamosdepieenlacolaparacomprarnosdoshelados.Mepidiótambiénquelecompraracigarrillos.

Después, con nuestros conos de helado, comenzamos a caminar con despreocupación por lapiazzetta, abriéndonos paso de una calle a otra. Me gustaba cuando los adoquines brillaban en laoscuridad.Megustabalamaneraenqueellayyodeambulábamosvagamenteporlaciudadconnuestrasbicicletas en la mano mientras escuchábamos las distantes tertulias televisivas que surgían de lasventanas.Lalibreríaaúnestabaabiertaylepreguntési leimportabaqueentrase.No,noleimportaba,entraría conmigo. Dejamos nuestras bicicletas apoyadas en la pared. La cortina de cuentas para lasmoscasdabapasoaunahabitaciónhúmeda,llenadehumoydecenicerosquerebosaban.Eldueñoteníapensadocerrarpronto,peroelcuartetoaunestabatocandomúsicadeSchubertyunaparejadeturistasveinteañerosmanoseabaloslibrosdelaseccióndeingles,quizáenbuscadeunanovelaconcolorlocal.Quédiferenteeradeaquellamañanaenlaquenohabíaniunalmaylaluzdelsolcegadorayeloloracaféreciénhechoinundabanaquelespacio.Marziaechóunvistazoporencimademihombrocuandocogíunpoemariodelamesaycomencéaleeralgunodelospoemas.Estabaapuntodepasarlapáginacuandomedijoquenohabía terminadoaúnde leerla.Esomegustaba.Alvercómoparejaqueestaba juntoanosotros se decidió a comprar una novela italiana traducida, me inmiscuí en su conversación y lespersuadíencontradesuelección.

—Esta esmuchomejor. Tiene lugar en Sicilia, no aquí, pero quiza sea lamejor novela italianaescritaenestesiglo.

—Hemosvistolapelícula—dijolachica—.Asítodo,¿estanbuenocomoCalvino?Meencogídehombros.Marziaseguíainteresadaenelmismopoemayestabareleyéndolo.—Calvinonoesnadieencomparaciónconéste,escomocompararperlasconbisutería.Perosólo

soyunniño,quésabréyo.Otros dos jóvenes adultos vestidos con chaquetas de vestir veraniegas, sin corbata, estaban

discutiendosobreliteraturaconeldueño,lostresestabanfumando.EnlamesajuntoalacajahabíaunmontóndevasosdevinomediovacíosyasuladounabotellaenormedevinodeOporto.Mepercatédeque los turistas sosteníanunosvasosvacíos.Eraobvioquedurante lapresentacióndel libro sehabíaobsequiadoalpúblicoconunvino.Eldueñonosvioyconunamiradasilenciosaquepedíadisculpasporinterrumpir, nospreguntó si queríamosunpocodeOporto también.Observé aMarziaymeencogídehombros,dándoleaentenderqueparecíaqueellanoquisiese.Eldueño,aúnensilencio,señalólabotellaynegóconlacabezaburlonamenteenseñaldedesaprobación,queriendodecirqueeraunapenatirarunvinotanbueno,porloquepodríaisayudarnosaterminarloantesdecerrarlatienda.FinalmenteaceptéyMarziatambién.Poreducaciónlepreguntécuáleraellibroquesehabíapresentado.Otrohombre,alqueyonohabíavistoporqueestabaleyendoalgoenunapequeñahabitacióncontigua,mencionoeltitulo:Sel’amore.Sielamor.

—¿Estábien?—pregunté.—Unamierda—respondió—,ysedeloquehablo,loheescritoyo.Leteníaenvidia.Envidiabalalecturadesulibro,lapresentación,losamigos,losaficionadosque

habíanllegadodelaszonascercanasparadarlelaenhorabuenaenaquellalibreríapequeña,ennuestradiminutapiazzetta de nuestro minúsculo pueblo. Había mas de cincuenta vasos vacíos. Anhelaba suposicionprivilegiadaparamenospreciarse.

—¿Mededicaunejemplar?

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—Conpiacere—mecontestó,yantesdequeeldueñolepudieseentregarunrotulador,élyahabíasacadosuPelikan—.Noestoymuysegurodequeestelibroseadetuestilo,pero...—ydejóquelafrasese desvaneciese en el silencio con una mezcla de humildad total y un remoto tinte de fingidafanfarronería,quesetraducíacomoMepedistequetefirmaseyyosimplementemealegrodeasumirelroldelpoetafamosoqueambossabemosquenosoy.

DecidícomprarleasimismounejemplaraMarziaylesolicitéquetambiénselodedicase, loquehizo,terminandosunombreconungarabatointerminable.

—Nocreoquetampocoseaparati,signorina,pero...Entonces,denuevovolvíapedirleallibreroquelosapuntaseenlacuentademipadre.Mientrasestabamosdepiejuntoalacaja,observamosloquetardabaellibreroenenvolvercada

ejemplarenpapeldecharolamarilloaloqueleañadióunlacitoysobreellacitopusolapegatinaconelselloplateadode la tienda.Meacerquéaellay,quizá simplementeporque la tenía tancerca, labesédetrásdelaoreja.

Parecióestremecerse,peronisemovió.Volvíabesarla.Después,conteniéndome,lesusurréaloídosilehabíamolestado.

—Porsupuestoqueno—mecontestó,tambiénentresusurros.Fueranopudoevitarlo.—¿Porquémehascompradoestelibro?Porunmomentopenséquemeibaapreguntarqueporquélehabíabesado.—Perchémiandava,porquemeapeteció.—Sí,pero¿porquélocomprasteparamí?¿Porquémecomprasteunlibroamí?—Noentiendoporquélopreguntas.—Cualquieridiotaentenderíaelmotivodemipregunta.Perotúno.¡Claro!—Sigosinseguirte.—¡Erestodouncaso!Mequedémirándolasorprendidoporeltonodeenfadoydisgustodesuvoz.—Sinomelodicesmeimaginarécualquiercosayentoncesmesentiréfatal.—Eresungilipollas.Dameuncigarro.Noesquenointuyeseloquequeríadecir,peronomepodíacreerquemehubiesepilladocontanta

facilidad. Quizá no quería creer lo que ella quería decir por miedo a tener que responder por micomportamiento.¿Mehabíacomportadodeformafalsaapropósito?¿Podíaseguirraa-linterpretandoloquemedecíasinsentirmecompletamentedeshonesto?

Entonces semeocurrióunabrillante idea.Quizáhabía ignorado todasy cadaunade sus señalesaposta:paraalejarlademí.Esunaestrategiatristeeinútil.

Sóloentonces,ymedianteunatácticaderebotequemepillóporsorpresa,caíenlacuenta.¿HabíaestadoOliver haciendo lomismo conmigo? ¿Ignorándome de forma intencionada todo el tiempo paraatraermemás?

¿Noseríaestoloquequisodecircuandomecomentóquehabíaadivinadomisintentosdeignorarle?Dejamos la librería y nos encendimosdos cigarros.Unminutodespués escuchamosun estruendo

metálico.Eldueñoestababajandolapersianadelatienda.—¿Tantotegustaleer?—mepreguntómientrasnosdirigíamoslentamenteenlaoscuridadhaciala

piazzeta.Lamirécomosimehubiesepreguntadosimegustabalamúsica,oelpanconsalymantequilla,ola

frutafrescaenverano.—Nomemalinterpretes—continuó—,amitambiénmegustaleer.Peronoselodigoanadie.Porfinalguienquedicelaverdad,pensé.Lepreguntéporquénoselodecíaanadie.—No lo sé... —esto parecía más una manera de solicitar tiempo para pensar o una forma de

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evadirseantesdecontestar—.Lagentequeleeseoculta.Ocultanquiénesson.Lagentequeseescondenosiempreapruebasupropiaformadeser.

—¿Túocultasquiéneresenrealidad?—Aveces,¿túno?—¿Yo?Supongoquesí—yentonces,contradiciendomispropiosimpulsos,meencontréformulando

dubitativamenteunapreguntaquedeotraformajamásmehubieseatrevidoahacer—.¿Teescondesdemí?

—No,detino,bueno,quizáunpocosí.—¿Quémeescondes?—Sabesexactamenteelqué.—¿Porquédiceseso?—¿Porqué?Puesporquecreoquepuedeshacermedañoynoquieroquemehagandaño—luego

meditóduranteun instante—.Nocreoque tengas intencióndehacerdañoanadie, pero siempre estáscambiandodeopinión,siempreescabulléndoteparaquenadiesepadóndeestás.Medasmiedo.

Caminábamostandespacioquecuandosedetuvieronlasbicicletasnonosdimoscuenta.Meinclinéhaciadelanteylabesésuavementeenloslabios.Cogiósubicicleta,lacolocóenlapuertadeunatiendacerraday,trasapoyarsecontralapared,medijo«Bésameotravez».Haciendousodelapatadecabrademibici,ladejéenmediodelcaminoy,unavezqueestábamoscerca,cogísucaraentremismanosymeinclinéhaciaellamientrascomenzábamosabesarnos,pusemismanosbajosufalda,pusosusmanosenmi pelo. Me encantaban su simplicidad, su inocencia. Podía encontrarlas en cada palabra quepronunciaba aquella noche —desinhibida, sincera, humana— y en la manera en que sus labioscorrespondíanalosmíos,sintapujos,sinexageración,comosilaconexiónentreloslabiosylascaderasde su cuerpo fuese fluida e instantánea. Un beso en la boca no era el preludio de un contacto másexhaustivo,yaerauncontacto totalensí.Loúnicoqueseparabanuestroscuerposera laropaynomepillóporsorpresaqueellapusieseunamanoentreambos,dentrodemispantalonesydijese:«Seiduro,duro».Esafranquezasintrabasytanrelajadahizoquesemepusieseaúnmásdura.

Queríamirarla, perderme en sus ojosmientrasme sostenía en sumano, decirle hace cuánto quedeseababesarla,confesarleque lapersonaque lahabía llamadoaquellanochey lahabía recogidoencasayanoeraaquelchicofríoyapagado,perosemeadelantó:«Baciamiancora,bésamedenuevo».

Volví a hacerlo, pero mi cabeza estaba ya en el muro. ¿Debía proponérselo? Con las bicisllegaríamos en cincominutos, sobre todo si utilizábamos el atajo y nos abríamos camino a través delcampodeolivos.Sabiaquenostoparíamosconotrosamantesporallí.Porotraparteteníamoslaplaya.Yalahabíautilizadoantes.Todoelmundolohacíaallí.Podíaproponerlemihabitación,nadieencasaseenteraría,onoleimportaríaenabsoluto.

Unaimagenpasópormicabeza:ellayyosentadostodoslosdíaseneljardíntraseldesayuno,ellaconunbikinisolicitándomequebajaseparaacompañarlaanadar.

—¿Matumivuoiveramentebene,teimportodeverdad?—mepreguntó.¿Procedíaesapreguntadelanadaosetratabadealgoparecidoaesamiradaheridaquenecesitadeunacuraquemehabíaestadopersiguiendodesdequesalimosdelalibrería?

Nollegabaaentendercómoaquellaaudaciayaquelpesar,elSeiduroyelMatumivuoiveramentebene, podían coexistir tan cercanos. Tampoco lograba descifrar cómo alguien aparentemente tanvulnerable,indecisayansiosaporhacerconfidenciasaalguiensobresusincertidumbrespudiese,contansólo un gesto de una imprudencia desvergonzada, meterse en mis pantalones, agarrarme la polla yestrujarla.

Mientraslabesabaapasionadamente,connuestrasmanossobandoelcuerpodelotro,medescubríredactando la nota que le pasaría por debajo de la puerta de Oliver aquella noche: No soporto elsilencio.Necesitohablarcontigo.

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Cuandome decidí a colar la nota por debajo de su puerta ya estaba amaneciendo.Marzia y yo

habíamoshecho el amor enun lugar apartadode la playa, un lugar apodadoElAcuario, en el que seaglutinabandeformairremediabletodosloscondonesdelanochequeflotabanentrelasrocascomolossalmonesqueremontanelríoyquedanatrapadosenelaguaestancada.Quedamosenver-nosmástardeaqueldía.

Ahora,cuandomedirigíadevueltaacasa,adorabasuolorenmicuerpo,enmismanos,noharíanadaparaeliminarlo.Lomantendríaconmigohastaquenosvolviésemosaverporlatarde.UnapartedemíaúnsedeleitabaconestaoladeindiferenciahaciaOliverreciénadquiridaybenéficaquerayabaconlaaversión,loquemeagradabaymeinformabadeloinconstantequeeraúltimamente.Quizápresintiesequetodoloquequeríaeraacostarmeconélparaterminarconélyquedecidieseinstintivamentequenodeseabatenernadaqueverconmigo.

Ypensarquehaceunasnocheshabíasentidounagranurgenciapordarlabienvenidaasucuerpoenelmíoquecasimehacesaltardemicamaparairabuscarloasuhabitación.Ahoralaideanopodíaniocurrírseme.QuizátodoestelioconOliverhayasidouncalentóncanicularyyamehabíalibradodeél.Porelcontrario,simplementeoleraMarziaenmimanomehaciaamaratodaslasmujeresquehayencadamujer.

Sabíaqueesasensaciónno ibaadurardemasiadoyque,comoleocurrea todos losadictos,erafácilrenegardeunaadicciónjustodespuésdeunadosis.

Apenasunahoradespués,Olivervolvería ami augalope.Tras sentarmeen la cama juntoa élyofrecerle la palma de lamano y decirle «Toma, huele esto» y luego observar cómo husmeamimanomientras la sujeta con suavidad entre las suyas, colocaré al fin mi dedo corazón sobre sus labios ysúbitamentedentrodesuboca.

Arranquéuntrozodepapeldemicuadernoescolar.Porfavor,nomeevites.Luegoloreescribí:Porfavor,nomeevites.Memoriría.Unavezmás:Tusilenciomeestámatando.Demasiadoexagerado.Nopuedodejardepensarenquemeodias.Muyllorica.No,loharémenoslagrimoso,peromanteniendoelmanidodiscursosobrelamuerte.Antesmemoriríaquesaberquemeodias.Enelúltimomomentovolvíaloriginal.Nosoportoelsilencio.Necesitohablarcontigo.Doblé el trozo de papel cuadriculado y lo metí por debajo de su puerta con el mismo temor y

resignaciónconqueCésarcruzóelRubicón.Yanohabíaescapatoria.Aleaiactaest,comodijoaquél,lasuerteestáechada.Medivirtiópensarqueelverbo«echar»,iacereenlatín,diolugartambiénaunverbocomo«eyacular».Aúnnohabíaterminadodepensarestocuandomedicuentadequeloquequeríanoeratansólohacerlellegarelaromademisdedos,sinolosrestosdemisemenresecoenlamano.

Quinceminutosdespuéserapresadedossentimientoscompensatorios:lamentabahaberenviadoelpapelynohaberañadidounpocodeironíaenloescrito.

Duranteeldesayuno,cuandosepresentófinalmentedespuésdehabersalidoacorrer,todoloquemepreguntó, sin tansiquiera levantar lacabeza, fuequesimehabíadivertido lanocheantes, implicandotambiénquemehabíaacostadomuytarde.

—Insomma,másomenos—respondí,con la intenciónde responderlede la formamás imprecisaposible,loqueeratambiénmimododesugerirqueestabaresumiendounacrónicaquedeotraformase

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hubieseextendidodemasiado.—Debes de estar cansado entonces—era la manera irónica que tenía mi padre de entrar en la

conversación—,¿otútambiénestuvistejugandoalpóquer?—Yonojuegoalpóquer.MipadreyOliversedirigieronunasmiradasmuysignificativasycomenzaronaplaneareltrabajo

deldía.Yyoleperdídevista.Otrodíamásdetortura.Cuandovolvíasubirenbuscademis libros,encimademimesaseencontrabael trozodepapel

doblado.Debía de haber entrado enmi habitación a través del balcóny lo habría dejado en un lugardondeyolopudiesever.Siloestudiabaahoramearruinaríaeldía.Sinembargo,siposponíasulectura,todoeldíaseríaunsinsentidoynoconseguiríapensarenotracosa.Eramuyprobablequemelohubiesedevueltosinañadirnadacomoqueriendodecir.Meheencontradoestoenelsuelo.Creoqueestuyo.¡Luego!Opuedesignificaralgomásdefinitivo:Nohayrespuesta.

Madura.Teveréamedianoche.Eraesoloquehabíaanotadobajomispalabras.Melohabíadevueltoantesdedesayunar.Esto lo entendí con unos pocos minutos de retraso pero me llenó instantáneamente de ansia y

consternación. ¿Deseaba ahora esto que se me ofrecía? Y lo quisiese o no lo quisiese, ¿cómo iba asoportarlohastamedianoche?Aunnoerannilasdiezdelamañana:quedabancatorcehoras...Laultimavezquehabíatenidoqueesperartantotiempoporalgofuepararecibirmisnotas.Ounsábadodehacedosañoscuandounachicamehabíaprometidoquenosveríamosenelcineynoestabasegurodesiseleolvidaría.Lamitaddeldíaviendocómomividasemantienesuspendidaenelaire.Odiabaesperarytenerquedependerdelantojodelosdemás.

¿Debíacontestarlealanota?¡Nosepuederesponderunarespuesta!Enloquerespectaalaglosa:¿eltonotanligeroeraintencionado,oqueríadarlasensacióndeque

eraunaideavagaqueseleocurriódespuésdesaliracorreryantesdeldesayuno?Noechabademenoselpinchacitoenmis formassentimentales, seguidodeun teveréamedianoche llenodeconfianzayalgrano.Me preguntaba si ambos sonaban bien y cuál vencería al final del día, el matiz irónico o undesenfadadoquedemosestanocheyyaveremosloqueocurre.¿Ibamossolamenteahablar?¿Setratabadeunaordenodeunconsentimientoparavernosalahoratípicadecadanovelaydecadaobradeteatro?¿Ydóndenosíbamosalocalizaramedianoche?¿Encontraríaalgúnmomentoduranteeldíaparadecirmeellugar?Oquizá,alserconscientedequemehabíaestadopreocupandotodalanocheanterioryquelacuerdadetrampaquedividíanuestrasrespectivaspartesdelbalcónera totalmenteartificial,¿asumiríaqueunodelosdoscruzaríatardeotempranolalineaMaginotquenuncahabíadetenidoanadie?

¿Cómo afectaría esto a nuestros paseos rituales en bicicleta por las mañanas? ¿La medianochedesbancaríaalospaseosmatutinos?¿Oseguiríamoscomoantes,comosinadahubiesecambiado,salvoqueahorateníamosunamedianochealaqueesperarconimpaciencia?Cuandomeloencuentreahora,¿leregalaré una sonrisa exultante o debo seguir actuando como antes y ofrecerle, en cambio, unamiradaamericana,fría,vidriosaydiscreta?

Y aun así, de todas las cosas que deseaba revelarle la próxima vez que nos cruzásemos, lamásimportanteeragratitud.Unopodíamostraragradecimientoyasícontodonoserconsideradounintrusoounpatoso.O talvez, lagratitud,pormuycomedidaquesea, siempre llevaconsigounpegoteextrademelaza que aporta a la pasiónmediterránea ese inevitable carácter afectado y empalagoso.No puedodejarquelascosassalgansolas,nopuedorestarleimportancia,debogritarlo,anunciarlo,declamarlo...

Sinodicesnadapuedequeélpiensequetearrepientesdehaberleescrito.Sidicescualquiercosa,estaráfueradelugar.Entonces,¿quéhago?

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Esperar.Estolosabíadesdeelprincipio.Simplementeesperar.Trabajartodalamañana.Nadar.Quizájugar

altenisporlatarde.QuedarconMarzia.Volveramedianoche.No,alasonceymedia.¿Lavarme?¿Nolavarme?Ay,pasardeuncuerpoaotro.

Elestabahaciendolomismo,pasardeunoaotro,¿ono?Yentonces,seapoderódemíunpánicoterrible: lodemedianocheibaasersólounacharlapara

aclararlascosasentreambos,comosidijese,¡anímate,alégrate,madura!Entonces,¿paraquéibaaesperarhastatalhora?¿Quienelegiríaesemomentoparamantenerunaconversaciónasí?¿Oquizálamedianocheibaaserdeverdadmedianoche?¿Yquémeibaaponer?Eldíapasó comohabía temido.Oliver encontró la formade irse justodespuésdedesayunar sin

decírmeloynovolvióhastalahoradecomer.Sesentó,comoerahabitual,amilado.Intentéentablarunaconversaciónconélvariasveces,peromepercatédequeibaaserotrodeaquellosdíasdenohablarnos,enlosqueambosintentábamosdejarmuyclaroqueyanosimplementefingíamosestarcallados.

Despuésdecomer,fuiaecharmeunasiesta.Leoísubirlasescalerastrasdemíycerrarlapuerta.MástardellaméaMarzia.Quedamosenlapistadetenis.Afortunadamentenohabíanadieallí,así

que estaba tranquiloy jugamosdurantehorasbajo el sol abrasador, lo quenos encantaba a ambos.Aveces,nossentábamosalasombraenelviejobanquilloyescuchábamosalosgrillos.Mafaldanostrajounosrefrescosyluegonosadvirtiódequeellayaestabamayorparaeso,quelapróximavezfuésemosnosotrosmismosacogerloquenosapeteciese.

—Perosinuncatehemospedidonada—protestéyo.—Entoncesnodebíashabértelobebido—ysemarchólentamenteconscientedehabernosmarcado

untanto.Vimini,aquienlegustabaverjugaralagente,novinoaqueldía.DebíadeestarconOliverensu

lugarfavorito.Meencantabaelclimadeagosto.Elpuebloestabamás tranquilodurante lasúltimassemanasdel

verano. Para entonces, todo el mundo se había marchado de le va~ canze y los turistas ocasionalesnormalmente se iban antes de las siete de la tarde. Yo prefería el comienzo de la tarde, el olor delromero,elcalor,lospájaros,lascigarras,elvaivéndelospalmerales,elsilencioqueactuabacomounchaldelinoligeroenundíadesolimplacable,todosycadaunodeellosacompañadosporlospaseoshastalaori-liadelmaryluegolasvueltasalahabitaciónparaducharnos.Meencantabamirarnuestracasadesde lapistade tenisyobservar losbalconesvacíos tomandoel sol, a sabiendasdequedesdecualquierade ellospodíasver el interminablemar.Aquél eramibalcón,mimundo.Desdedondemesentabaahorapodíamiraralrededorydecir,Aquíestánuestrapistadetenis,allínuestrojardín,nuestrohuerto,nuestrocobertizo,nuestracasayallídebajodeaquellonuestroembarcadero.Todoy todos losquemeimportanestánaquí.Mifamilia,misinstrumentos,mislibros,Mafalda,Marzia,Oliver.

Aquella tarde, mientras estaba sentado junto aMarzia conmimano puesta sobre sumuslo y surodilla, semeocurriópensarqueera,enpalabrasdeOliver,unade laspersonasmásafortunadasdelmundo.Nosepodíaestimarcuántotiempoduraríaesto,aligualquenoteníasentidopreguntarsequémedepararía el final del día, o la noche.Cadaminutomedaba la sensaciónde estar envilo total.Todopodíaocurrirenunabrirycerrardeojos.

Peroallísentadosabíaqueestabaexperimentandoladichaatenuadadeaquellossupersticiososquedicen que van a conseguir todo lo que siempre han soñado pero están tan agradecidos que no se dancuentadequetodopuededesaparecerrápidamente.

Despuésdejugaraltenisyjustoantesdedirigirnosalaplaya,subíconellaamihabitaciónporelbalcón. No pasaba nadie por allí durante la tarde. Cerré las puertaventanas pero dejé las ventanas

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abiertas para que la suave luz vespertina dibujase rectángulos en la cama, en las paredes, enMarzia.Hicimoselamorencompletosilencio,ningunodelosdoscerramoslosojos.

UnapartedemiesperabaquelohiciésemoscontralaparedoqueellanofuesecapazdecontenerungritoyqueconelloOliversepreguntasequéestaríapasandoalotroladodeltabique.Meloimaginabaechandounasiestamientrasoíalosmuellesdemicama,loquelemolestaría.

Decaminoalacalamevolvióaagradardarmecuentadequenomeimportabasiseenterabadelonuestro, así como que me daba igual si no hacía acto de presencia por la noche. Ni siquiera mepreocupaba él, ni sus hombros ni el blanco de sus brazos. Las suelas de sus pies, las palmas de susmanos,laparteinferiordesucuerpo.Medabaigual.Preferíapasarlanocheconellaqueesperarleaélparaluegoescucharledeclamarbeateríasinsulsasaldarlasdoce.¿Enquéestaríapensandoestamañanacuandolemetílanotapordebajodelapuerta?

Ysinembargo,otrapartedemísabíaquesisepresentabaestanocheynomegustabaelcomienzodeloquemeteníareservado,aunasíseguiríaadelanteconello,hastaelfinal,pueseramejoraveriguarlodeunavezportodasquepasarmeelrestodelverano,oquizádelavida,discutiendoconmicuerpo.

Toméunadecisiónasangrefría.Simepreguntaba,selodiría.Noestoysegurodequererseguirconesto,peronecesitosaberloymejorcontigoqueconotrapersona.Quieroconocertucuerpo,quierosabercómotesientes,quieroconocerteyatravésdeti,conocermeamí.

Marziasemarchójustoantesdelahoradecenar.Habíaquedadoparairalcineconunosamigos,medijo.¿Porquénoiba?Puseunacarararacuandomedijolosnombres.Mequedaréencasaaensayar,ledije.Penséque lohacíaspor lasmañanas.Hoyempecéunpoco tarde,¿recuerdas?Entendió loquequeríadecirysonrio.

Quedantreshoras.Hubounsilencioluctuosoentrenosotrosdurantetodalatarde.Sinomehubiesedadolapalabrade

quehablaríamosmástarde,nosécómohubiesesoportadootrodíaasí.Alahoradecenar,nuestrosinvitadoseranunprofesoradjuntodemúsicaconcontratoparcialyuna

parejagaydeChicagoqueinsistíaenhablarenunitalianopésimo.Ambossesentaronjuntos,enfrentedemimadreydemí.Unodeellosdecidióquequería recitarunosversosdePascoli, a loqueMafalda,pillandomimirada,respondióconsuusualsmorfiaconlaintencióndehacermereír.MipadremehabíaavisadodequenodebíacomportarmemalantelosprofesoresdeChicago.Ledijequellevaríapuestalacamisa púrpura que me había regalado un primo lejano de Uruguay. Mi padre se partió de risa,diciéndomequeyaeramuymayorcomoparanoaceptaralagentecomoes.Perohuboundestelloensusojoscuandoambossepresentaronconunacamisamorada.Sebajaronalavezcadaunodeunladodeltaxicondos ramosde floresblancasen lamano.Parecían,comosehabríadadocuentamipadre,unaversiónfloreadayamaneradadeHernándezyFernández,losgemelosdeloslibrosdeTintín.

Mepreguntabacómoseríasuvidajuntos.Seme hacía extraño contar los segundos durante la cena, perseguido por la idea de que aquella

nocheteníamásencomúnconlosgemelosdeTintínqueconmispadresoconcualquierotrapersonadelmundo.

Lesmiré,preguntándomequiénsepondríaencimayquiéndebajo,comoPatachuntayPatachún.Erancasilasoncecuandodijequemeibaadormirymedespedídemispadresydelosinvitados.—¿QuépasaconMarzia?—mepreguntómipadre,conunamiradadecorderitoinconfundible.—Mañana—lerespondí.Queríaestarsolo.Unaducha.Unlibro.Talvezunapunteeneldiario.Centrarmeenlamedianoche

peromantenermimenteocupadaylejosdetodoloqueleconcierne.Mientras subía las escaleras, intenté imaginarme bajando esas mismas escaleras mañana por la

mañana.Paraentoncespuedequemehubieseconvertidoenotrapersona.¿Megustaríaseresapersonaqueaúnnoconocíayaquienpodríanogustarmedarlelosbuenosdíasoquiennoquisiesetenernadaque

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ver conmigo? ¿Oquizámequedaría siendo exactamente lamismapersonaque sube las escaleras, sinmodificarysinhaberresueltoningunadelasdudas?

Opuede que nada hubiese cambiado. Podía negarse e incluso aunque nadie averiguase lo que lehabíapreguntado,aúnmesentiríahumilladoypornada.Éllosabría;yolosabría.

Pero ya había superado la ignominia. Tras varias semanas de esperar y esperar y, admitámoslo,suplicaryestarforzadoateneresperanzaylucharporcadaarrebatodeesperanza,quedaríadevastado.¿Cómotevuelvesadormirdespuésdeeso?¿Teescabulleshastalahabitaciónyfingesqueabresunlibroyloleeshastaquetequedasdormido?

O ¿cómo te vuelves a quedar dormido ya sin ser virgen? ¡Para eso no hay vuelta atrás! Lo quellevabatantotiempoenmicabezapasaráaformarpartedelmundoreal,noflotaránuncamásenelpaísdenuncajamásdelasambigüedades.Mesentíacomoalguienqueentraenunatiendadetatuajesyleechaunúltimovistazopausadoasuhombroizquierdoimpoluto.

¿Deberíaserpuntual?Deberíaserloydecir:¡Uuuuuuuuh,lahoradelasbrujas!Muyprontopudeescucharlasvocesdelosdosinvitadosqueproveníandeljardín.Estabandepie

fuera,probablementealaesperadequesalieseelprofesoradjuntoparaquelosllevasehastasupensión.Éstetardabademasiadoylaparejasededicabaacharlarfuera,unodeellossereía.

Amedianoche no se escuchabani un ruidoproveniente de su habitación. ¿Podía habermedejadoplantado de nuevo?Eso sería demasiado.No le había oído volver. Supongo que tan sólo tendría queesperaraquevinieseamihabitación.¿Odeberíaacercarmealasuya?Esperarseríaunatortura.

Irédondeestáél.Salíalbalcónunmomentoymiréendirecciónasucuarto.Nohabíaluz.Llamaríadetodasformas.Opodíaesperar.Onisiquieraacercarme.Esta última se erigió como la opción que más deseaba en mi vida. Tiraba mucho de mí, me

presionabadeformasuave,comoalguienquetesusurraunaodosvecesmientrasduermes,peroquealver que no estás despierto, te da un golpecito en el hombro y ahorame pedía que buscase cualquierexcusaparaevitarllamarasuventana.Esepensamientomeempapabacomoelaguaqueresbalaporelescaparatedelafloristería,comounacremarelajanteyfrescadespuésdeunaduchatrasundíaenterobajoelsol,teencantaelsol,perotegustamáselbálsamo.Elpensamientofuncionacomounaturdimientoprimero en las extremidades y luego penetra el resto del cuerpo, aportando todo tipo de argumentos,comenzandoconlosestúpidos—esdemasiadotardeparaqueocurranadahoy—yllegandoa losmásimportantes—¿cómoteenfrentarásalosotros,cómoteenfrentarásatimismo?

¿Por qué no se me había ocurrido esto antes? ¿Querría saborearlo y guardarlo para el final?¿Querría que los argumentos en su contra surgiesen solos, sin yo tener que haberlos emplazado allípreviamente,paranopoderecharme laculpa?No lo intentes,no intentesesto,Elio.Era lavozdemiabuelo. Yo era su tocayo y se dirigía a mí desde la misma cama en la que había cruzado una líneadivisoriamuchomásdefinitivaquelaquehayentremihabitaciónyladeOliver.Vuelve.Quiénsabeloqueteencontrarásunavezqueestésenesahabitación.Noseráundescubrimientoreconfortante,sinounmantodedesesperaciónloquetecubracuandoladesilusiónhayadeshonradotodosycadaunodelosnerviosdadosdesídetucuerpo.Losañosteobservanahora,cadaestrellaquevesestanocheyaconoce tu tormento, tus antepasados están reunidos aquí y no tienen nada que hacer o decir, Nonc’anda,novayasallí.

Peromegustabaelmiedo,siesqueloeradeverdad,yestomisancestrosnolosabían.Erasuparteoculta loquemeatraía,comola lanamássuavequeseencuentraenlapartebajadelestómagodelasovejas.Meencantabaelatrevimientoquemeempujabaaseguir;meexcitabaporquenacíadelapropiaexcitación. «Mematarás si paras» o era «Memuero si paras». Siempre que oía esas palabras nomepodíaresistir.

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Di unos golpecitos suaves en el cristal.Mi corazón latía con locura.No tenía nada que temer yentonces,¿porquéestabatanasustado?¿Porqué?Porquetodomeaterra,porquetantoelmiedocomoeldeseoestánocupadosengañándoseelunoalotroyamí.Noeracapazdediferenciarentrequererqueabrieselaventanaydesearquemehubiesedadoplantón.

Enlugardeeso,encuantollaméalcristaldelaventanaescuchécómoalgosemovíadentro,comosialguien buscase las zapatillas con los pies. Luego pude adivinar cómo se encendía una luz débil.Recordaba haber comprado aquella lamparita en Oxford con mi padre una tarde a comienzos de laprimaveraanteriorcuandolahabitacióndelhoteleramuyoscuraymipadrebajóalvestíbuloyvolviódiciendoque lehabían informadodequeexistíauna tiendaabiertaveinticuatrohorasa lavueltade laesquinaquevendíaesetipodelámparas.Esperaaquí\vuelvoenseguida.Peroyoledijequeibaconél.Mepuseelimpermeableencimadelmismopijamaquellevabapuestohoy.

—Mealegrodequehayasvenido—dijo—.Teoíamoverteenlahabitaciónyduranteunratopensequeteestabaspreparandoparameterteenlacamayquehabíascambiadodeidea.

—¿Yocambiardeidea?Porsupuestoqueibaavenir.Meresultaba rarovercómodivagaba torpemente.Esperabauna tormentadepequeñas ironías,de

ahíelmotivodeminerviosismo.Enlugardeeso,mediolabienvenidaconexcusas,comoalguienquesedisculpapornohaberpodidocomprarunasgalletasmejoresparatomarelté.

Entréenmiantiguahabitaciónymesorprendióunolorquenolograbaidentificarpuestoquepodíaser una combinación demuchas cosas, hasta quemepercaté de que había una toalla enrollada puestadebajodelapuertadelcuarto.Habíaestadosentadoenlacamayhabíaunceniceromediollenoencimadelaalmohada.

—Entra—dijo,ydespuésdequeentrasecerrólaspuertaventanas.Debíadehabermequedadoallídepiecongeladoyexánime.

Ambossusurrábamos.Esoerabuenaseñal.—Nosabíaquefumases.—Aveces—fuehacialacamaysesentójustamenteenelcentro.—Estoynervioso—comentéalnosaberquéotracosahacerodecir.—Yotambién.—Yomásquetú.Intentóaliviarlaextrañezaentreambosconunasonrisaymepasóelporro.Asíestaríaentretenido.Recuerdocómoestuveapuntodeabrazarleenelbalcónperomecogía tiempoypenséquesi le

abrazabadespuésdehaberestadotanfríoselunoconelotrodurantetodoeldíapareceríainadecuado.Simplementeporquealguientedigaqueosvaisaveramedianochenosignificaquelepuedasdardeformaautomáticaunabrazocuandocasinooshabíaisdadolamanodurante todalasemana.Recuerdohaberestadopensandoantesdellamar:leabrazo,noleabrazo,leabrazo.

Ahorayaestabadentrodelahabitación.Estabasentadoen lacama,con laspiernascruzadas.Parecíamáspequeño,más joven.Yoestaba

torpementedepiealladodelacama,sinsaberquéhacerconlasmanos.Debiódevercómoluchabapormantenerlasjuntoalascaderasycómodespuéslasmetíenlosbolsillosparamástardevolverlasaponerenlascaderas.

Tenía un aspecto ridículo, pensé. Tenía la esperanza de que no se diese cuenta de esto ni de lasupresióndeldilemadeabrazarle.

Mesentíacomounniñoalquedejanporprimeravezsolojuntoasuprofesoraparticular.—Venga,siéntate.¿Quieredecirenunasillaojuntoaél?Vacilante,meacerquéalacamaymesentémirándole,conlaspiernascruzadascomoél,comosi

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éste fuese el protocolo adecuado entre dos hombres que se citan a medianoche. Me aseguré de quenuestrasrodillasnosetocasen.Puesquizálemolestasequesetocasen,aligualquelemolestabaquenosabrazásemos, o como le molestó cuando, al no saber otra forma mejor de demostrarle que queríapermanecerconélenelmuromástiempo,lecoloquémimanoenlapolla.

Peroantesdepoderexagerarlasdistanciasentreambos,mesentíinundadoporelaguadeslizantedelescaparatedelafloristería,quesellevótodamitimidezymisinhibiciones.Nerviosootranquilo,yanomeimportabaexaminartodosmisimpulsos.Sisoyestúpido,déjameserestúpido.Siletocolarodilla,pues le toco larodilla.Siquieroabrazarle, leabrazo.Necesitabaapoyarmeenalgúnsitio,asíquemeacerquéhacialapartedearribadelacamaypusemiespaldacontraelcabecero.

Miré a la cama. Todo estaba claro ahora. Éste era el lugar donde había pasado tantas nochessoñandoconunmomentocomoaquél.Allímeencontrabaahora.Entansólounaspocassemanas,estaríadenuevoenesamismacama.EncenderíalalamparitadeOxfordyrecordaríahaberpermanecidodepieenelbalcón,escuchandoelrocedesuspiesenbuscadelaszapatillas.Mepreguntabasiibaarememorartodoestoconpena.Overgüenza.Oconindiferencia,esoesperaba.

—¿Estásbien?—mepreguntó.—Sí,yobien.No teníamos absolutamentenadaquedecirnos.Acerqué los dedosdemis pies a sus dedosy los

toque.Después,sinpensarlo,metímidedogordoentreelsuyoyelsegundodedodesupie.Noloquitó,tampoco respondió. Quería rozárselos todos con los míos. Como estaba sentado a su izquierda esprobablequenofuesenlosdedosconlosquemetocóelotrodíamientrascomíamos.Elderechofueelculpable. Intenté llegar hasta él con mi pie derecho, mientras que seguía intentando no tocarle lasrodillas,comosialgomeindicasequeésasestabanfueradeljuego.

—¿Quéestáshaciendo?—preguntófinalmente.—Nada.Nolosabíaniyo,perosucuerpocomenzóadevolvermeelmovimiento,deunamaneradespistada,

conconvicción,igualdeextrañadoqueyo,comosidijera¿Quéotracosasepuedehacersinoresponderconcalidezcuandoalguientetocalosdedosdelospiesconlossuyos?Despuésdeeso,meacerquéaélyleabracé.Unabrazoinfantilconelqueesperabaquesintieseciertaaceptación.Norespondió.

—Eso es un comienzo—dijo al final, quizá conunpocodehumordemás en la vozdel queyohubiesedeseado.

En vez de decir algo, me encogí de hombros, con la esperanza de que se percatase de miencogimientoynomepreguntasenadamás.Noqueríaquehablásemos.Cuantomenosdijésemos,másdesenfrenadosseríannuestrosmovimientos.Megustabaabrazarle.

—¿Estotehacefeliz?—mepreguntó.Asentí, con la esperanza de nuevo de que notase la respuesta demi cabeza sin la necesidad de

palabras.Finalmente,comosimiposiciónleinstaseahacerlomismo,merodeóconelbrazo.Nomegolpeó,

niapre-to.Loúltimoquedeseabaenaquelmomentoeracamaradería.Porloque,sindejardeabrazarle,relajé un poco la sujeción, el tiempo suficiente para poner los dos brazos bajo su camisa abierta yretomarelabrazo.Queríasupiel.

—¿Estás seguro de que es esto lo que quieres?—preguntó como si esta incertidumbre fuese elmotivodesustitubeos.

Asentídenuevo.Mentía.Noestabanadaseguro.Mepreguntabacuántotiempoduraríamiabrazo,cuándomecansaríaosecansaríaél.¿Pronto?¿Tarde?¿Ya?

—Nohemoshablado—dijo.Meencogídehombrosindicandoquenohabíanecesidaddeello.Me levantó lacaraconambasmanosysemequedómirandocomoaqueldíaenelmuro,enesta

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ocasiónaúnconmásintensidadpuesambossabíamosquehabíamoscruzadoelumbral.—¿Puedobesarte?Menudapregunta,sobretododespuésdelbesoenelmuro.Oquizáhabíamoshechoborrónycuenta

nuevayestábamoscomenzandootravez.No le respondí. Sin asentir, acerquémi boca a la suya, de lamismamanera que había besado a

Marzialanocheantes.Algoinesperadoparecióocurrirentreambosy,porunsegundo,parecíanohaberdiferenciadeedad,sinosólodoshombresbesándosee inclusoestoparecíadisolverse,alcomenzarapensarqueyanoéramosnitansiquieradospersonassinodosseres.Meencantabalaigualdaddeaquelmomento.Meencantabasentirmemasjovenymásviejo,dehumanoahumano,dehombreahombre,dejudío a judío.Me embargaba la luz de la lámpara.Me hacía sentir a gusto y seguro, comome sentíaquella noche en el hotel deOxford. Inclusome gustaba la sensación rancia y viciada demi antiguahabitación,desordenadacontodassuscosas,peroqueenciertaformasehabíavueltomáshabitablebajosu cuidado que bajo el mío: una fotografía por aquí, una silla convertida en mesita auxiliar, libros,tarjetas,música.

Decidímetermedebajodelasmantas.Adorabaelolor.Queríaadorarelolor.Megustabainclusoelhechodequenohabíaquitadotodaslascosasdelacamaporloquelesdabarodillazoscontinuamenteytampocomeimportabaencontrármelasalmeterunpiedebajo,puestoqueformabanpartedesucama,desuvida,desumundo.

Élsehundióbajo lasmantas tambiényantesdequemediesecuentacomenzóadesnudarme.Mehabíaestadopreocupandocómoloharía,siélnomeayudaba,haríaloquemuchaschicashacenenlaspelículas,mequitaría lacamisa,dejaríacaer lospantalonesymequedaríaallídepie,completamentedesnudo,conlosbrazoslaciosyqueriendodecir:Estoesloquesoy,yasíestoyhecho,toma,cógeme,soytuyo.Sinembargo,suacciónhabíaresueltoelproblema.Meestabadiciendoaloído«Fuerayestofuera tambiényestoyesto fuera», loquehizoqueme rieseyde repenteestaba totalmentedesnudoynotabaelpesodelasábanasobremimiembro,noquedabaniunsecretoenelmundo,puesmipretensióndeestarenlacamaconéleraelúnicoqueguardabayloestabacompartiendoconél.Erapreciososentirsus manos por todo mi cuerpo bajo las sábanas, como parte de nosotros, como una avanzadilla dereconocimientoquehabíaconseguidollegaralaintimidad,mientrasquelodemás,aldescubiertofueradelassábanas,estabaaúnenluchaconlasintimidades,comoalguienquellegatardeycaminaentreelfrío,cuandoelrestoseestácalentandolasmanosenelinteriordeunclubnocturnoabarrotado.Élaúnestabavestidoyyono.Mechiflabaestarsinropaanteél.Entoncesmebesóymevolvióabesar,estasegundavezmásintensamente,comosiporfinsedejasellevar.Enciertomomentomedicuentadequeelllevaba en pelotas ya un rato, aunque no me había enterado de cuando se desnudó, pero ahí estaba,rozándomecon cadaparte de su cuerpo. ¿Dóndehabía estado?Llevaba tiempoqueriendohacerle unapreguntadiscreta sobre su estadode saludperoparecíaqueéstahabía sido respondidahacíaun rato,puescuandoporfinencontréelvalorparapreguntarleélmerespondió«Yatelodije,estoybien».«¿Tedije ya que yo también estoy muy bien?» «Sí.» Sonrió. Aparté la vista porque me estaba mirandofijamenteysabíaquemesonrojaríaypondríacarasraras,yaunasídeseabaquememirasefijamenteapesar de que me avergonzase y quería también mirarle yo a él mientras nos asentábamos en nuestraposturade fingida lucha libreen laque sushombros rozabanmis rodillas.Cuántohabíamosavanzadodesdeaquellatardeenlaquemequitélaropaymepusesubañadorpensandoenqueaquelloseríalomáscercaquesucuerpoestaríadelmío.

Yahoraesto.Mehallabaenlacúspidedealgo,yqueríaqueduraseparasiemprepuessabíaquenohabíaformadevolver.Cuandoocurrió,nofuecomoyohabíasoñado,sinoconunairedeincomodidadquemeinstóarevelarmáscosassobremídelasquequería.Sentíelimpulsodedetenerle,ycuandosediocuenta,mepreguntóynorespondí,onosupequéresponderypareciópasartodaunaeternidadentrelareticenciaadecidirmeysuinstintoparahacerquenoloconsiguiese.Desdeesteinstante,pensé,desde

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esteinstantetuve,comonuncaantes,lasensaciónclaradequellegabaaunlugarquerido,dequequeríaesto para siempre, de que era yo, yo, yo, yo y nadie más, sólo yo, había encontrado en cadaestremecimientoquerecorríamisbrazosalgototalmenteajenoyapesardeellomuyfamiliar,comositodoestohubiesesidopartedemidurantetodamividaylohubieseperdidoyelmehubieseayudadoaencontrarlo.Elsueñoeracorrecto,estoeracomovolveracasa,comopreguntar¿Dondeheestadotodamivida?,queeraotraformadeaveriguar¿Dóndeestuvistedurantemiinfancia,Oliver?,queasuvezeraotramaneradeinquirir¿Quéeslavidasinesto?,queeraporloque,alfinal,fuiyoynoélquiendijonouna, sinomuchas,muchasvecesMematarás siparas,mematarás siparas,yera tambiénmi formadecerrarelcírculocompletodemisueñoymifantasía,élyyo,elansiadepalabrasdesubocaamibocayde vuelta a la suya, intercambiando palabras entre ambas, que fue cuando debí de empezar a soltarobscenidadesqueél repetíadespuésdemí,consuavidadalprincipiohastaquedijo«Llámamepor tunombre y yo te llamaré a ti por elmío», algo que no había hecho jamás enmi vida y que, en cuantopronunciémipropionombrecomosifueseelsuyo,mellevóaunlugarquenohabíacompartidojamásconnadieantes,nidesdeentonceshevueltoahacerlo.

¿Habíamoshechoruido?Sonrió.Nohabíaporquépreocuparse.Puedequeinclusohubiesesollozado,peronoestabaseguro.Cogiósucamisaymelimpióconella.

Mafalda siempre busca pistas. No encontrará ninguna, dijo. Llamo a esta camisa «La ondulante», lallevabaspuestaentuprimerdíaaquí,tienemásdetiqueyo.Lodudo,dijo.Nomedejabairmeaún,peromientrasseseparabannuestroscuerposcreírecordar,aunquedemaneramuydistante,quehaceunratohabíaapartadosindarmecuentaunlibroqueacabóclavadoenmiespaldamientrasélaúnestabaenmiinterior.Ahora se encontraba en el suelo. ¿Cuándome percate de que era un ejemplar de Se lumoréí¿Dóndeencontrétiempoduranteelcalordelapasiónparapreguntarmesihabíaestadoenlapresentaciónla misma noche en la que estuve yo allí con Marzia? Eran unos pensamientos raros que parecíanamontonarsedesdehacíamucho,muchotiempo,másdemediahora.

Debiódeocurrírsemeunratodespuéscuandoaúnestabaentresusbrazos.Medespertóantesinclusodequemediesecuentadequemehabíadormido, llenándomedeunasensacióndeespantoyansiedadquenoeracapazdedescifrar.Menotabaintranquilo,comosihubieseestadomaloynecesitase,nosólomuchasduchasparalimpiarlotodo,sinounazambullidaenelixirbucal.Necesitabaalejarmedeél,delahabitación, de lo que habíamos hecho juntos. Era como si lentamente estuviese aterrizando de unapesadilla pero aún no estaba tocando suelo y no estaba seguro de querer hacerlo, pues lo que meesperabanoibaasermuchomejorapesardesaberquenoibaapoderquedarmecolgadodelaamorfayenormepesadillaqueparecíalamayornubedeautorrechazoyremordimientoquejamáshubieseflotadosobremivida.Novolveríaaserelmismo.Cómohabíapermitidoquemehicieseesascosasyconquéentusiasmohabíayoparticipadodeellaseincitadoaellas,esperándole,rogándolequenoparase.Ahorasusemenseacumulabaenmipechocomorecordatoriodehabercruzadounafronteraterrible,sintenerencuentaalosquemásquiero,nisiquieraamímismooaalgosagrado,oalcaminoquenoshatraídohasta este punto, ni siquiera he contado conMarzia, que ahora representaba la sirenadeuna aventuraamorosalejanaqueseahogabaenunacantilado,distanteeirrelevante,purificadaporlosenvitesdelasolasveraniegas,mientrasqueyoluchabaporalejarmenadandodeallí,clamandodesdeunremolinodeansiedadyconlaesperanzadequeseconvirtieraenpartedelacoleccióndeimágenesquemeayudaríaareconstruirmealamanecer.Noeranesosalosquemáshabíaofendido,sinomásbienaaquellosqueaúnnohabíannacidooestabanaúninsatisfechosyquenuncapodríaamarsinrememorarestagranvergüenzayrepulsiónquecreceentremividaylassuyas.Todoestomeobsesionaráymancillaramiamorporellosyentrenosotrossiempreestaraestesecretoqueempañarátodolobuenoquehayenmi.

¿Oquizáhabíaofendidoaalgoinclusomasprofundo?¿Quéeraeso?

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¿Habíaestadosiempreallíelodioquesentía,aunquecamuflado,ytodoloquenecesitabaeraunanochecomoéstaparaquesurgiese?

Algo que rozaba las náuseas, algo parecido al arrepentimiento—quizá fuese eso— comenzo aatenazarme y parecía definirse conmayor claridad cuantomás consciente era de la incipiente luz delamanecerqueentrabaporlasventanas.

Aligualquelaluz,elremordimiento,siesqueeraeso,parecíadesvanecerseporuninstante.Perocuandometumbéen lacamaymesentí tan incómodoretornóa todavelocidadcomosimeanotarauntantocadavezqueyopensabaqueeralaúltimavezquelosentía.Yasabíaqueibaadoler.Loquenomeesperabaesqueeldolorseviesefinalmentearrolladoydeformadoporlaspunzadasdelaculpa.Nadiemehabíaadvertidodeesto.

Fuerayahabíaamanecido.¿Porquémeestabamirando?¿Habríaadivinadoloquepensaba?—Noeresfeliz—medijo.Meencogídehombros.Noeraaélaquienodiaba,sinoloquehabíamoshecho.Noqueríaqueindagaseenmicorazónaún.

Enlugardeeso,queríasacarmedeesaciénagadeodioautoin-fligidoynosabíacómo.—Tesientesmalporello,¿aquesí?Unavezmásevitécontestarasucomentario.—Sabía que no debíamos haberlo hecho. Lo sabía—repitió. Por primera vez en mi vida le vi

reluctanteypresadeladuda—.Teníamosquehaberlohablado.—Talvez—dijeyo.Detodaslascosasquepodíahabermurmuradoaquellamañana,esteinsignificante«talvez»erala

máscruel.—¿Loodiaste?No,noloodieenabsoluto.Sinembargo,loquesentíaerapeorqueelodio.Noqueríarecordarlo,

no quería pensar en ello. Sólo quería guardarlo a buen recaudo. Nunca me había pasado. Lo habíaprobadoperonomeibabien,ahoraqueríaquemedevolviesenmidinero,rebobinarlapelícula,volveralmomento enque estoy casi saliendoal balcóndescalzo, yno avanzarémás,me sentaré, dejaréquerepose y nunca lo sabré. Prefería discutir con mi cuerpo que sentir lo que estaba sintiendo en esosmomentos.ElioyElio,¿telohabíamosadvertidoono?

Allíestabaensucama,demostrandounasformasdecortesíaexageradas.—Siquierestepuedesiradormir—dijo,quizálaspalabrasmásamablesquemehadichojamás,

conunamanoenmihombro,mientrasqueyo,comojudas,seguíarepitiéndome,siélsupiera.Sitansólosupieraquedeseabaestaraleguas,amilesdeañosdeél.Leabracé.Cerrélosojos.

—Te me quedas mirando fijamente —le dije con los ojos aún cerrados. Me gustaba que meobservasencuandoteníalosojoscerrados.

Necesitaba que estuviese lomás lejos posible demí si quería sentirmemejor y olvidar, pero lenecesitabacercaporsilascosasseponíanpeorynoteníaaquiénacudir.

Mientras tanto,otrapartedemíestabamuycontentaporquetodohubiesepasado.Estabafuerademisentrañas.Pagaríalasconsecuencias.Laspreguntaseran:¿loentendería?y¿meperdonaría?

¿Oestoeraotrotrucoparaevitarunnuevoarrebatodeodioyvergüenza?

Pronto,por lamañana, fuimos juntosanadar.Medaba la sensacióndequeera laúltimavezqueestaríamos unidos de esa manera, volvería a mi habitación, me quedaría dormido, me despertaría,desayunaría,sacaríamispartiturasypasaríalashorasdelasmañanastranscribiendoaHaydn,conalgúnsentimiento de ansiedad de vez en cuando al anticipar un renovado rechazo por su parte durante eldesayuno, para recordar después que ya habíamos superado esa etapa, que ya le había tenido en mi

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interiorapenasunashorasantesyquedespuéssehabíacorridosobremipecho,porquemedijoqueasílodeseabayyoselopermití,talvezporqueyonomehabíacorridoaúnymeexcitabaobservarcómohacíamuecasyllegabaalorgasmodelantedemí.

Ahorasemetíacasihastalasrodillasenelaguaconlacamisapuesta.Sabíaquéhacía.SiMafaldapreguntabalediríaquesemojóporaccidente.

Nadamosjuntoshastaelgranpeñasco.Hablamos.Queríaquepensasequemealegrabaestarconél.Mehubiesegustadoqueelmarlimpiaselamugredemipecho,peroaúnseguíaallísusemen,aferradoami cuerpo. Poco después, tras enjabonarme en la ducha, todas las dudas personales que tenía y quehabíansurgidotresañosantescuandounchicodesconocidomontadoenbicicletasedetuvodelantedemí,sebajódelabicicletaypusounbrazosobremihombroconungestomuypocoexcitanteperoqueaceleróalgoque,deotramanera,hubiese llevadomuchísimomástiemporescatarlodelsubconsciente;entonces,todasesasdudaspodíantambiénsereliminadas,disipadascomounrumormaloacercademí,ounacreenciafalsa,liberadascomoelgeniodeunalámparaquehacumplidosusentenciayespurificadoconelaromasuaveyradiantedeljabóndecamomilapresenteentodosnuestrosbaños.

Nos sentamos en una de las piedras y charlamos. ¿Por qué no habíamos hablado así antes? Yohubieseestadomuchomenosdesesperadodehabersidocapazdeentablarestetipodeamistadsemanasantes.Quizáhubiésemosevitadodormirjuntos.QueríacontarlequehabíahechoelamorconMarziaelotrodíaamenosdedoscientosmetrosdedondenosencontrábamos.Peroguardésilencio.Enlugardeesohablamossobreel«Todoestácumplido»deHaydn,queacababade terminarde transcribir.Podíahablar sobre esto sin pensar que estaba intentando impresionarle, o llamar su atención o construir unpuenteenclenqueentreambos.PodíadivagarsobreHaydndurantehoras,quéamistadmáspreciosapodíahabersurgido.

Nunca se me ocurrió pensar, mientras experimentaba aquellas sensaciones excitantes por haberterminadoconélo inclusounapequeñadecepciónde laqueme recuperaría con facilidaddespuésdeunassemanas,queestaavidezporsentarmeydiscutirdeHaydndeunaformataninusitadamenterelajadacomoloestábamoshaciendoentonceseramipuntomásvulnerableyquesieldeseoteníaqueresurgirpodíacolarseconfacilidadatravésdeestapuertaquesiemprecreíqueeralamássegura,comoatravésdelavisióndesucuerpocasidesnudojuntoalapiscina.

Enaquelmomentomeinterrumpió.—¿Estásbien?—Sí,sí,muybien—contesté.Luego,conunasonrisaextraña,comosiestuviesecorrigiendosupreguntainicial.—¿Estásbienentodoslossitios?Ledevolvílasonrisalevementeasabiendasdequeyanoqueríahablar,cerrabatodaslaspuertasy

ventanas entre ambos y soplaba las velas pues el sol ya estaba en lo alto y la sombra de la culpa esalargada.

—Loqueyoqueríadecir...—Yaséloquequeríasdecir.Dolorido.—Pero¿temolestócuando...?Apartélacaracomosiunacorrientedeaireheladohubieserozadomiorejayqueríaevitarqueme

golpeaseenlacara.—¿Esnecesarioquehablemossobreello?—pregunté.UtilicélasmismaspalabrasquehabíapronunciadoMarziacuandoquisesabersilehabíagustadolo

quehabíahecho.—Nosinoquieres.Sabíaperfectamentesobrequéqueríahablarél.Queríarecordarelmomentoenelquecasilepido

quepare.

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Ahora,mientrashablábamos, todoenloquepodíapensareraquehoyiríadepaseoconMarziaycada vez que nos sentásemos, a mí me iba a doler.Menuda indignidad. Sentado en las murallas delpueblo—lugarenelquelagentedenuestraedadsecongregabaporlasnochescuandonoestabaenlascafeterías—yvermeforzadoaretorcermeyrecordaracadainstanteloquehabíahechoaquellanoche.Seréelhazmerreírdelosestudiantes.OliververíacómomeretuerzoypensaríaEsoteloheprovocadoyo,¿no?

Deseabaquenohubiésemosdormidojuntos.Inclusosucuerpomedejóindiferente.Enlarocaenlaqueestábamossentadosahoraobservésucuerpocomoalguienmiraunacamisaviejayunospantalonesquehaspuestoenunascajasparaqueselosllevelabeneficencia.

Hombros:comprobados.Lazonaentrelaparteinteriordelcodoylaparteexteriorquehacetiempoveneraba:comprobada.Laentrepierna:comprobada.Elcuello:comprobado.Lascurvasdelalbaricoque:comprobadas.Elpie,ymenudopie:perosí,comprobado.Lasonrisaaldecir¿Estásbienentodoslossitios?:sí,comprobadatambién.Noquedaningúncabo

suelto.Hubo un tiempo en que adoraba todas esas cosas. Las había tocado de lamisma forma que una

civetasefrotacontraaquelloqueansia.Mehabíanpertenecidoduranteunanoche.Ahoranolasquería.Loquenolograbarecordar,ymuchomenosentender,eracómohabíaegadoadesearlas,ahacertodoloquehiceparaestarcercadeellas,tocarlas,dormirconellas.Despuésdenuestrochapuzónmedaríalatanansiadaducha.Olvidar,olvidar.

Cuandovolvíamosnadandomepreguntó, como si se le acabase de pasar por la cabeza, si iba atenerleencuentalodelanocheanterior.

—No—lerespondí.Perohabíarespondidocondemasiadarapidezcomoparasaberloqueestabadiciendo.Para suavizar la posible ambigüedadde ese«no» le dije queprobablementequerría dormirdurantetodoeldía—.Nocreoqueseacapazdemontarenbicicletahoy.

—Por...—nomeestabahaciendounapregunta,meestabadandolarespuesta.—Sí,poreso.Semeocurriópensarqueunadelasrazonesporlasquehabíadecididonodistanciarmedeéltan

rápidonoerasimplementeparaevitarherirsussentimientos,odesconcertarle,ofomentarunasituaciónincómodaydifícildemanejarencasa,sinoporquenoestabasegurodequeenunaspocashorasnofueseaestardenuevodesesperadoporverle.

Cuando llegamosanuestrobalcón,estuvodudandounratoenelumbraly luegoseadentróenmihabitación.Mepillódesprevenido.

—Quítateelbañador.Esto eramuy extraño, pero ni seme pasó por la cabeza desobedecer.Así queme lo bajé yme

deshice de él. Era la primera vez que estaba completamente desnudo y a plena luz delante de él.Mesentíararoycomenzabaaponermenervioso.

—Siéntate.Nohabíacasiniterminadodehacerloquemeordenabacuandoacercósubocaamipollaysela

metióentera.Meempalmérápidamente.—Lodejaremosparaluego—dijoconunasonrisairónicaysefuedeinmediato.¿Setratabadeunavenganzaporhabersupuestoquehabíamosterminado?Peroseacababadedesvanecerconellomiconfianza,milistadepartescomprobadasymisansias

por terminar con aquello.Buen trabajo.Me sequé,me puse la parte de abajo del pijama que llevabapuesto lanocheantes,meechéen lacamaynomedespertéhastaqueMafalda llamóa lapuertapara

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preguntarmesiqueríahuevoseneldesayuno.Lamismabocacon laque ibaacomerhuevoshabíaestadoenmuchos lugaresdistintos lanoche

antes.Como si tuviese resaca, me preguntaba una y otra vez cuándo se me pasaría esa sensación de

malestar.Devezencuando,unamolestiarepentinameprovocabaundoloragudotintadodeincomodidady

vergüenza.Quiendijoqueelalmayelcuerposejuntabanenlaglándulapinealeraunestúpido.Esenelculo,idiota.

Cuandobajóadesayunar llevabapuestomitrajedebaño.Anadielehubiesellamadolaatenciónpuestoqueallítodoelmundoseintercambiabalaropa,peroésafuelaprimeravezqueéllohizoyfueconelmismobañadorconelquehabíaidoanadaraquelamanecer.Verleconmiropapuestahizoquemeexcitaseinevitablemente.

Yéllosabía.Noscalentabaalosdos.Laideadesupollarozandolazonadelbañadorenlaquehabíaestadolamíatantasvecesmerecordabaacómo,delantedemispropiosojos,ytrastantoesfuerzo,había aliviado su carga sobre mi pecho. Pero lo que me excitaba no era eso, sino la porosidad denuestroscuerpos, supermutabilidad.Loquemepertenecíade repentepasabaa ser suyo,de lamismamanera que lo que le correspondía a él podía sermío. ¿Estaba siendo atraído de nuevo?En lamesadecidiósentarseamiladoycuandonomirabanadiesituóelpie,nosobreelmío,sinodebajo.Sabíaquemiextremidadestabaásperaporcaminardescalzo todoeldía; la suyaestabasuave; lanocheantes lahabía besado y había chupado los dedos; ahora se hallaban acurrucados bajo mis plantas callosas ynecesitabaprotegeramiprotector.

Nomepermitíaolvidarle.Merecordabaaunacortesanacasadaque,trashaberseacostadoconunjoven vasallo, hizo que lo apresasen los guardias del palacio a la mañana siguiente y lo ejecutasensumariamente en una mazmorra por unos delitos inventados, no sólo para eliminar cualquier posiblerastro de evidencias de la noche de adulterio que compartieron o para evitar que el joven amante sevolvieseunestorboahoraquesabíaquepodíarecibiralgúntipodefavor,sinoparaevitarlatentacióndeirabuscarlealamañanasiguiente.¿Seestabaconvirtiendoenunestorboalperseguirme?¿Yquédebíahacer,decírseloamimadre?

Aquellamañanabajósoloalpueblo.Alaoficinadecorreos,averalaseñoraMilani,lotípico.Leobservépedaleandoporelcaminodecipreses,aúnconmibañadorpuesto.Nadiehabíallevadomiropa.Quizáesassensacionesfísicasymetafóricassonmaneraspatosasdeentenderloqueocurrecuandodosseresquieren,nosóloestarcerca, sinoconvertirseenalgo tanmaleablequeelunoseconviertaenelotro.Serquiensoygraciasa ti.Serquieneragraciasamí.Estardentrodesubocamientrasélestabadentrode lamía sin saber aquiénpertenece lapolla, si era la suyao era lamía laqueestabaenmiorificio.Éleramipasadizosecretohastamímismo,comouncatalizadorquenospermiteconvertirnosenlo que somos, un cuerpo ajeno, unmarcapasos, un injerto, un remiendo que envía todos los impulsoscorrectos,unaagujademetalquemantienejuntosloshuesosdelossoldados,elcorazóndeotroquenoshacemásnosotrosqueloqueeramosantesdeltrasplante.

Esa sola ideame hizo desear dejar todo lo que tenía que hacer ese día e ir corriendo hacia el.Espere unos diezminutos, luego saquémi bicicleta, a pesar de la promesa de nomontar en bicicletaduranteaqueldía, salíendirecciónacasadeMarziayascendí lacarreteraempinadade lacolina tanrápido como pude.Cuando llegue a a piazzettame di cuenta de que había llegado sólo unosminutosdespuésqueél.Estabaaparcandolabici,habíacompradoyaelHeraldTribuneysedirigíaalaoficinadecorreos,suprimerrecado.

—Teníaqueverte—ledijemientrasmeacercabaaél.—¿Porqué?¿Haocurridoalgo?

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—Simplementeteníaqueverte.—¿Noestásasqueadodemí?Esopensabayesodeseo,estuveapuntodedecirle.—Sóloqueríaestarjuntoati—dije,yluegosemeocurrióañadir—:Siquieresmevuelvoacasa.Sequedóquieto,dejócaerlamanoenlaquellevabaunmontóndecartassinenviarysimplemente

semantuvoallímirándomeynegandoconlacabeza.—¿Teimaginaslocontentoqueestoydequenoshayamosacostado?Me encogí de hombros como para rechazar cualquier otro halago.Nomemerecía esos piropos,

sobretodoviniendodeél.—Nolosé.—Casi mejor que no lo sepas. No quiero arrepentirme de nada, incluido eso de lo que no me

permitíashablarestamañana.Sólomeespantalaideadehabertedescolocadounpoco.Noquieroqueningunodelosdostengaquepagarlodeningunamanera.

—Noselodiréanadie.Nohabráningúnproblema—sabíaperfectamentealoqueserefería,peropreferíafingirlocontrario.

—Nomereferíaaeso.Yoestoysegurodequetendrequepagarporestotardeotemprano—porprimeravezalaluzdeldíamepercatédequehabíaunOliverdistinto—.Parati,lomirescomolomires,todoestoaúnesdiversiónyjuegos,comodebeser.Paramíesalgomásqueaúnnoheaveriguadoyesohacequemedétodavíamásmiedo.

—¿Tearrepientesdequehayavenido?—estabasiendounpocotontoapropósito.—Teagarraríaytecomeríaabesossipudiese.—Yotambién.Me acerqué a su oreja justo cuando se proponía entrar en la oficina postal y le dije: «Fóllame,

Elio».Se acordo y rápidamente pronunció su propio nombre tres veces entre gemidos como habíamos

hecho durante la noche. Podía notar cómo seme ponía dura. Entonces, para tomarle el pelo con lasmismaspalabrasquehabíapronunciadoélporlamañanaledije:«Lodejaremosparaluego».

Luegolecomentécómo¡Luego!siempremerecordabaaél.Serióydijo¡Luego!porprimeravezconelsignificadoqueyoqueríaquetuviese:nosóloparadeciradiós,oparaalejarsedeti,sinoparahacer el amor por la tarde.Me di la vuelta y estaba ya encima de la bici, acelerando colina abajo,sonriendoampliamente,hubiesecantadosisupiese.

Nuncahabíasidotanfelizentodamivida.Nopodíasalirnadamal,todoocurríacomolodeseaba,seibanabriendotodaslaspuertas,unaauna,ylavidanopodíasermásradiante:irradiabajustoencimademíycuandogirabalabicicletaaderechaoizquierdaparaapartarmedelaluz,meseguíaaligualquelosfocospersiguenalosactoressobreelescenario.Teníaantojodeél,peropodíaperfectamentevivirsinélyambascosasestabanbien.

DecaminodecidíhacerunaparadaencasadeMarzia.Estabaapuntodeiralaplaya.Meuníaellaybajamoshastalasrocasjuntosynostumbamosenlaarena.Meencantabasuolor,adorabasuboca.Sequitólapartedearribaymepidióqueleechasecremaenlaespalda,asabiendasdequemismanosibanasujetarsuspechosdeformainevitable.Sufamiliaposeíaunacabañitacontechodepajaenlaplayaymeinvitóair.Novendríanadie.Cerrélapuertaconllavedesdedentro,lasentéencimadelamesa,lequité elbañadorycoloquémibocadondeolía amar.Ella se echóhacia atrásy subióambaspiernassobremis hombros.Que raro, pense, como se hacían sombra y se tapaban el uno al otro, pero no seimposibilitaban. Apenas media hora antes le estaba pidiendo a Oliver que me follara y ahora meencontrabaaquíapuntodehacerelamorconMarziayasícontodoningunodelosdosteníanadaqueverconelotroexceptoElio,quedabalacasualidaddequeeraúnicayexclusivamenteunapersona.

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DespuésdecomerOliverdijoquedebíavolveraB.paraentregara laseñoraMilanisusúltimascorrecciones.Echóunbrevevistazoenmidirecciónpero,alverqueyonocorrespondía,comenzóairse.Despuésdedosvasosdevino,estabadeseandoecharmeunasiesta.Cogídosmelocotonesenormesdelamesaymelosllevé,mientrassubíabeséamimadre.Meloscomeríamástarde,ledije.Unavezenlahabitaciónoscura,depositélafrutaenlamesademármolymedesnudédeltodo.Unassábanaslimpias,frescas, almidonadas y bañadas por el sol cubrían perfectamentemi cama:Dios te bendiga,Mafalda.¿Deseabaestarsolo?Sí.Unapersonalanocheantes;luegodenuevoalamanecer.Luegoporlamañanaotra.Ahorame tumbaba sobre las sábanas comoungirasolmaduro que acaba de florecer repleto delvigordelatardedeveranomássoleada.¿Estabacontentodeestarsoloahoraquemeatrapabaelsueño?Sí,bueno,no.Sí,peroquizáno.Sí,sí,sí.Estabafelizyesoeraloúnicoqueimportaba,conotros,sinotros,yoestabafeliz.

Mediahoradespués,oquizáantes,medespertóelenclaustradoaromamarrónoscurodelcaféqueflotaba en la casa. Podía olerlo incluso con la puerta cerrada y sabía que ese no era el café demispadres.Había sido hecho y servido hacía tiempo. Ésta era la segunda tanda de la tarde, hecha en lamáquinadeespressosnapolitanosque

Mafalda,sumaridoyAnchiseusanparahacercafédespuésdecomer.Prontoseecharíantambiénadescansar.Unfuertesoporflotabaenelambiente,elmundoseestabaquedandodormido.Todoloquedeseaba era que él o Marzia pasasen por delante de la puerta de mi balcón y, a través de laspuertaventanasamedioabrir,vislumbrasenmicuerpodesnudo tumbadoen lacama.Cualquierade losdos,peroqueríaquealguienpasaseporallíysepercatasedemisituaciónyellosdecidiríanquéhacer.Yo podía continuar durmiendo o, si se acercaban furtivamente a mí, les haría un hueco a mi lado ydormiríamosjuntos.Veríaaunodelosdosentrarenlahabitación,alcanzarlafrutayconellaenlamano,acercarseamicamaycolocarlaspiezasjuntoamimiembroduro.Séquenoestásdormidoydiríanycon delicadeza empujarían el melocotón blando y demasiado maduro contra mi polla hasta que loperforasejustoalaalturadelplieguequemerecordabatantoalculodeOliver.Esaideaseapoderódemíynomelapodíaquitardelacabeza.

Melevantéyagarréunodelosmelocotones,lehiceunhuecoalamitadconayudadelospulgares,dejéelhuesosobrelamesitaycondelicadezaacerquéelmelocotónvellosoycoloradoamiingleparadespuéscomenzaraoprimirlocontraellahastaquelafrutapartidasedeslizópormiverga.SiAnchisesupieseloqueestabahaciendoconloqueélcultivabatodoslosdíasconunadevocioncasiesclavaconsuenormesombrerodepajaysusdedosnudososycallososquecontinuamentearrancabanmalashierbasdela tierrareseca.Susmelocotonestemanmuchodealbaricoqueperoeranmásjugososygrandes.Yahabíaprobadoconelreinoanimal.Ahorameestabaacercandoalmundovegetal.Losiguientepodríanserlosminerales.Alpensarlocasisueltounacarcajada.Lafrutaestabagoteandosobremimiembro.SiahoraentraseOliver,ledejaríaquemechupasecomohizoestamañana.SillegabaMarzia,ledejaríaqueterminaseeltrabajo.Elmelocotónestabasuaveyfirmeycuandoporfinconseguípartirloconlapolla,mepercatédequesucentroenrojecidomerecordabatantoaunanocomoaunavagina,asíquesujetéambaspartesconlasmanoscontramipeneycomencéafrotarlaspensandoennadayentodo,incluidoelpobremelocotónquenoteníanilamásremotaideadeloqueleestabahaciendo,peroteníaqueacatarlasreglasypuedequeinclusoalfinalsintieratambiénalgodeplacerpuesenciertomomentomeparecióoírquedecíaFállame,Elio,fállamemásfuerteytrasunsegundo,¡Hedichoquemásfuerte!mientrasquebuscabaenmicabezaalgúnfragmentodeOvidioenelquecreíarecordarquealguiensehabíaconvertidoenmelocotón, y si no había nada parecido, entonces podía yo inventarme algo allímismo, como porejemplounhombredesafortunadoyunajovenque,pordisfrutardeunabellezalozana,habíandesdeñadoa una deidad envidiosa que los convirtió en unmelocotonero y sólo ahora, después de tresmil años,estabanrecibiendoloquelesfuearrebatadodeformataninjustamientrasmusitaban¿Memorirécuandoacabesynodebesterminar,nodebescorrertejamás?Lahistoriameexcitótantoquesindarmecuentaya

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casihabíallegadoalorgasmo.Tuvelasensacióndequepodíadetenermeydejarloallímismooqueconuna cariciamás podía correrme; fue lo que finalmente hice, teniendo cuidado de acertar en el centrocoloreadodelmelocotónabiertocomosisetratasedeunritualdeinseminación.

Estoeraunalocura.Meinclinéhaciaatrás,sujetandolafrutaconambasmanos,agradecidopornohabermanchado las sabanas ni de jugo ni de semen. Elmelocotónmagullado y estropeado, como lavíctimadeunaviolación,estaba juntoamíen lamesita,avergonzado, leal,doloridoydesconcertado,intentando no derramar lo que le había dejado dentro.Me hizo pensar que probablemente yo hubiesedadounaimagenparecidaensucamalanocheantesdespuésdequesehubiesecorridodentrodemíporprimeravez.

Mepuseunacamisetadetirantesperodecidídejarelrestodesnudoymetermebajolassábanas.Medespertéconelruidodealguiendesatrancandoelcerrojodelaspuertaventanasyvolviéndoloa

ponerdespuésdepasar.Aligualqueocurrióenunodemissueños,semeacercabadepuntillas,noconlaintencióndesorprenderme,sinoparanodespertarme.SabíaquesetratabadeOliveryconlosojosaúncerrados,elevéelbrazohaciaél.Locogióylobesó,luegolevantólassábanasypareciósorprendersedeencontrarmedesnudo.Rápidamenteacercóloslabiosallugarqueprometióllevarlosestamañana.Leencantóelsaborpegajoso.¿Quéhabíahecho?

Selodijeyleseñalélaevidenciamagulladasobrelamesa.—Déjamever.Sepusodepieymepreguntósilahabíadejadoallíparaél.Quizá.Osimplementenohabíadadoconlasolucióndecómodeshacermedeél.—¿Esestoloquecreoquees?Asentíconpicardíayfingiendoestaravergonzado.—¿TienesideadelesfuerzoqueponeAnchiseencadaunodeéstos?Estaba bromeando pero daba la sensación de que el, o alguien a través suyo, me estaban

aleccionandosobreelesfuerzoquehabíanpuestomispadresenmí.Trajomediomelocotónalacama,asegurándosedenoderramarnadadesucontenidomientrasse

desprendíadesuropa.—Estoyenfermo,¿no?—lepregunte.—No,noestásenfermo.Ojalátodoelmundoestuviesetanenfermocomotú.¿Quieresverenfermos?¿Quépretendía?Dudéendecirquesí.—Solamente piensa en el número de personas que ha habido antes que tú: tú, tu abuelo, tu

tatarabueloy todas lasgeneracionesdeEliosanterioresy losde lugares lejanos, todosapretujadosenestegoteodepersonasquetehacenserloqueeres.Ahora,¿puedoprobarlo?

Neguéconlacabeza,ensilencio.Metióundedoenelcorazóndelmelocotónyselollevóalaboca.—No,porfavor—estoeramásdeloquepodíaaguantar.—Nuncapudesoportarelmío.Peroésteestuyo.Porfavor,explícate.—Mehacesentirmefatal.Selimitóahacercasoomisoamicomentario.—Mira,notienesporquéhacerlo.Yofuielqueseempeñóenti,yofuielquetesiguió,todoloque

haocurridohasidopormiculpa.Notienesporquéhaceresto.—Tonterías.Yotedeseabadesdeelprimerdía,peroloocultémejor.—¡Claro!Meabalancéparaarrebatarleelmelocotón,peroconlamanoqueteníalibremeagarrólamuñecay

melaapretómuyfuerte,comoocurreenlaspelículascuandounhombrefuerzaaotroasoltarunanavaja.—Mehacesdaño.—Entoncesapártate.

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Observécómosemetióelmelocotónenlabocaycomenzóacomerlolentamente,mirándomecontalintensidadquelleguéapensarquenicuandohicimoselamorhabíasidotanpenetrante.

—Siquieresescupirlo,hazlo,nomeimporta,deverdad.Teprometoquenomesentiréofendido—lodijemaspararomperelsilencioquecomounasúplicafinal.

Negóconlacabeza.Podíanotarcómoloestabadegustandoeneseprecisomomento.Noentendíaquémeocurríaenaquelinstante,mientrasleobservaba,peromesobrevinieronunasganasenormesdellorar.Yenlugardelucharcontraello,comosifueseunorgasmo,simplementemedejellevar,aunquesólo fuese paramostrarle algo igual de privado sobremi.Me acerqué a él y amortigüémis sollozoscontrasuhombro.Llorabaporqueningúnextrañohabíasidotanamableconmigoohabíallegadotanlejospormí,nisiquieraAnchise,queundíamehizountajazoenelpieparachuparmeyescupir,chuparmeyescupir, varias veces el veneno de un escorpión. Lloraba porque no me había sentido nunca tanagradecidoyno teníaotramaneradedemostrarlo.Y llorabapor lospensamientosmalignosquehabíaalbergadocontraélaquellamismamañana.Ytambiénporloqueocurriólapasadanoche,pues,parabienoparamal,yanohabía formadearreglarloy aquél era tanbuenmomentocomootrocualquieraparademostrarleque tenía razón,quenoera fácil,que ladiversióny los juegos tambiénpodíansalirsedelcaminomarcadoyquesihabíamospropiciadoquelascosasseacelerasenahoraerayamuytardeparaecharseatrás.Llorabaporqueestabaocurriendoalgoynoteníaniideadequésetrataba.

—Sea loque sea loqueocurraentrenosotros,Elio,quieroque lo sepas.Nodigasnuncaquenosabiasloquehacías—seguíamasticando.Enelcalordelapasiónhubiesesidootracosa,peroestoeramuydistinto.Meestaballevandoconél.

Suspalabrasnoteníansentido.Peroyosabíaexactamenteloquesignificaban.Acariciésucaraconlamano.Después,sinsaberporqué,comencéachuparsusparpados.—Bésame ahora, antes de que haya desaparecido —dije. Su boca tendría el sabor de los

melocotonesydemí.Me quedé en mi habitación mucho tiempo después de que se fuese Oliver. Cuando por fin me

desperte, era ya casi de noche, lo que hizo queme pusiese gruño El dolor había desaparecido, peroestaba renaciendo elmismomalestar quehabía experimentado al amanecer.No sabía si era elmismosentimientoqueestabaresurgiendotrasunalargainterrupciónosielanteriorsehabíacuradoyayésteerauno totalmentenuevo, resultadodehaberhechoelamorpor la tarde.¿Experimentaría siempreesesentimiento de culpa tan solitario cuando despertase al rato de haber pasado unos momentosembriagadores juntos? ¿Por qué nomepasaba lomismodespués de hacerlo conMarzia? ¿Por qué lanaturalezaseempeñabaenrecordarmequeeramejorqueestuvieseconella?

Meduchéymepuseropalimpia.Abajotodoelmundoestabatomandocócteles.Losdosinvitadosde lanocheanteriorestabanallídenuevo,entretenidosconmimadre,mientrasqueunrecién llegado,reportero también, escuchaba atentamente la descripción que estaba haciendo Oliver de su libro deHeráclito.Había perfeccionado tanto la técnica para hacer un resumen en tan sólo cinco frases a losextrañosqueparecíahabersidoinventadoenaquelprecisoinstanteparaelbeneficiodeaquelescuchanteenparticular.

—¿Tequedas?—mepreguntómimadre.—No,voyaveraMarzia.Mimadremeechóunamiradainquietaydeformadiscretacomenzóamoverlacabezaenseñalde

desaprobación,queriendodecirNoestoydeacuerdo,esunabuenachica,deberíassalirporahíengrupo.—Déjale en paz, tú y tus grupitos—impugnómi padre, lo queme dio alas—. En realidad está

encerradoencasatodoeldía.Déjalequehagaloquequiera.¡Loquequiera!Sisupiese.Bueno,¿yquésisupiesealgo?Mipadrenuncaseopondría.Puedequealprincipiohicieseungestoraroperoluegoloborraríade

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sucara.Nuncasemepasópor lacabezaocultarleaOliver loquehacíaconMarzia.Lospastelerosy los

carniceros no compiten entre ellos, pensé. Y con toda probabilidad, él tampoco le hubiese dadodemasiadaimportancia.

AquellanocheMarziayyofuimosalcine.Tomamosunheladoenlapiazzetta.Ydespuésacasadesuspadresdenuevo.

—Quierovolveralalibrería—dijomientrascaminábamoshacialapuertadesujardín—,peronomegustairalcinecontigo.

—¿Quieresirmañanajustoantesdequecierren?—Sí,¿porquéno?—queríavolverarepetirlodelaotranoche.Mebesó.Loqueenrealidadqueríaerairalalibreríaporlamañananadamásabrir,conlaopción

depodervolverallíporlanoche.Cuandoregreséacasa,losinvitadosestabanapuntodemarcharse.Olivernoestaba.Mevienebien,pensé.Fuiamihabitacióny,alnotenernadamejorquehacer,abríeldiario.La anotación del día antes: «Te veré a medianoche». Ya verás. Ni siquiera se presentará.

«Piérdete»,esoesloque«madura»significaenrealidad.Ojalánuncalehubiesedichonada.En los dibujitos nerviosos que había realizado alrededor de estas palabras antes de ir a su

habitación, intentaba recuperar la sensación de nerviosismo de la noche anterior. Quizá quisieseliberarmedelaansiedaddelanoche,tantoparaenmascararladehoycomopararecordarmequesimispeores miedos fueron disipados una vez que entré en su cuarto, quizá no terminarían de forma muydistintahoyyseríanfácilmentedominadosencuantoescuchasesuspasos.

Peronisiquierapodíarecordarlaansiedaddelanocheanterior.Fuecompletamenteeclipsadaporloqueocurrióacontinuaciónyqueparecíaperteneceraunsegmentotemporalalquenoteníaningúntipodeacceso.

Todo lo relacionado con la noche anterior se había esfumado. No recordaba nada. Intentésusurrarme «piérdete» a mí mismo como forma de encender la mecha de mi memoria. Esa palabraparecíatanrealanoche.Ahorasolamenteluchabaportenersentido.

Yentoncesmedicuenta.Loqueestabaexperimentandohoynoseparecíaanadadeloquehabíavividoentodamivida.

Estoeramuchopeor.Nisiquierasabíacómodenominarlo.Al volverlo a pensar me di cuenta de que tampoco sabía cómo definir los nervios de la noche

anterior.Enaquellaocasiónhabíadadounpasodegigante.Aunasí,allímeencontraba.Noeramássabioy

no estabamás seguro de las cosas que antes de haberle sentido encima demí. Podíamos también nohabernosacostadojuntos,¿no?

Almenostuvelasensacióndemiedoquedalaposibilidaddecaer,eltemoraserrechazadoyaquete llamen lo que yo he usado para llamar a otros. Ahora que lo había superado, ¿había estado estaansiedad siempre presente, pero de forma latente, como un presagio y una advertencia de que hayarrecifesafiladosdetrásdelatempestad?

¿Y por qué me importaba dónde estuviese? ¿No era esto lo que quería de ambos, pasteleros,carniceros y todas esas cosas? ¿Por quémemolestaba tanto que él no estuviese allí? ¿Y por qué, alhabermedadoesquinazo,tenialasensacióndequetodoloquehacíaeraesperaryesperaryesperaryesperar?

¿Porquéesperarseestabaempezandoatransformarenunatortura?Siestasconalguien,Oliver,eshoradequevuelvasacasa.No teharéningunapregunta, lo juro,

peronomehagasaguardarmás.

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Sinoapareceendiezminutos,haréalgo.Transcurrido ese tiempo, con una sensación de impotencia y un odio total hacia mí mismo por

sentirmeindefenso,decidíesperar,estavezdeverdad,otrosdiezminutos.Veinte minutos después, no podía soportarlo más. Me puse un jersey, salí al balcón y bajé las

escaleras.IréaB.,sihacefalta,ylocomprobarépormímismo.Decaminoalcobertizodelasbicicletas,ibadecidiendosiiríaanteshastaN.,dondelagentesolíaquedarsehastamástardedefiestaqueenB.,ymaldiciéndome por no haber hinchado las ruedas por lamañana, cuando de repente algome dijo quedebíapararmeensecoynomolestaraAnchise,quedormíaenlacabañaadjunta.Anchiseelsiniestro,todoelmundodecíaqueeraunpocosiniestro.¿Habíatenidolasospechatodoeltiempo?Supongoquesí.Lacaídadelabicicleta,lapomadacaseradeAnchise,ladelicadezaconlaquelecurólasheridasylelimpióelrasguño.

Peromásabajo,juntoalacostarocosa,bajolaluzdelaluna,levi.Estabasentadosobreunadelasrocasmásaltas,vestidoconelsuéterdemarineroderayasazulesyblancasconlosbotonesdelhombrosiempredesabrochadosquesehabíacompradoenSiciliaelveranoanterior.Nohacíanada,simplementeseabrazabalasrodillasmientrasescuchabalasolasgolpearlasrocasdebajodeél.Almirarledesdelabarandilla,sentíunaemocióndeternurahaciaélquemerecordabaelentusiasmoconelquemeprecitéaB. en su busca, y llegué antes incluso de que hubiese alcanzado la oficina de correos. Era la mejorpersonaquehabía conocidoenmivida.Lehabía elegidobien.Abrí lapuertaybajé a saltitosvariasrocashastaquellegueallugarenelqueseencontraba.

—Teestabaesperando—dije.—Penséquetehabíasidoadormir.Penséinclusoquenoquerías.—No.Esperaba.Simplementeapaguélaluz.Echéunvistazoalacasa.Todaslaspuertaventanasestabancerradas.Meinclinéylebeséelcuello.

Eralaprimeravezquelebesabaconsentimiento,nocondeseo.Merodeóconsusbrazos.Sialguienlovieseresultaríatotalmenteinofensivo.

—¿Quéhaces?—lepregunté.—Pensar.—¿Enqué?—Encosas.EnvolveraEstadosUnidos.Enlasclasesquetengoqueimpartirenotoño.Enellibro.

Enti.—¿Enmí?—¿Enmí?—seburlabademimodestia.—¿Ennadiemás?—Ennadiemás—sequedóensilenciounrato—.Vengoaquícadanocheasentarme.Avecesme

pasohoras.—¿Túsolo?Asintió.—Nolosabía.Pensabaque...—Yaséloquepensabas.Esasnoticiasmehicieronmuyfeliz.Habíaestadoensombreciendotodanuestrarelación.Decidíno

insistirsobreeso.—Estelugarseráprobablementeloquemásecheenfalta—ytrasunapequeñareflexión—:Hesido

muyfelizenB.Sonabacomounpreámbulodedespedida.—Estabaobservandoaquello—continuómientrasseñalabaelhorizonte—ypensandoqueendos

semanasestarédevueltaenlauniversidaddeColumbia.Teníarazón.Yomehabíaconvencidoparanocontarlosdías.Alprincipioporquenoqueríapensar

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en cuánto tiempo se quedaría con nosotros; después porque no quena afrontar los pocos días que lequedabanamilado.

—Todoestosignificaquedentrodediezdías,cuandomirehaciaestelugar,yanoestarásaquí.Noséquevoyahacerentonces.Porlomenostúestarásenotrositio,dondenohayrecuerdos.

Quecosaspiensasaveces—apretósuhombrocontraelmío—.Teirábien.—Puedequesí.Peropuedequeno.Hemosdesperdiciadotantosdías,tantassemanas.—¿Desperdiciado?Nosé.Quizá simplementenecesitásemos tiempoparaaveriguar si estoera lo

quequeríamos.—Algunodenosotroshacelascosasdifícilesapropósito.—¿Yo?Asentíconlacabeza.—Yasabesloqueestábamoshaciendohaceexactamenteunanoche.Sonrió.—Noséquépensarsobreeso.—Yotampocoestoyseguro.Peromealegromuchodequelohiciésemos.—¿Vasaestarbien?—Sí,estarébien—metíunamanoensuspantaIones—.Meencantaestaraquícontigo.Eramiformadedecirquetambiénestabasiendofelizallíconél.Intentéimaginarmeloqueestar

felizahísignificabaparaél:felizalllegaraquídespuésdeimaginarsecómoseríaesto,feliztrabajandoen el cielo durante las calurosas mañanas, feliz yendo en bicicleta a casa de la traductora, felizperdiéndose en el pueblo cada noche y volviendo tan tarde, feliz con mis padres y sus labores delalmuerzo,felizconsuscompañerosdepóquerytodoslosdemásamigosquehabíahechoenelpuebloyenlosalrededoresyqueyonoconocía.Quizámelodijesealgúndía.Mepreguntabacuálseríamilugarenaquellaamalgamageneral.

Mientras tanto, mañana, si íbamos a darnos un baño matutino pronto, puede que me volviese aatrapar el hartazgo y el autorrechazo. Me pregunto si uno se acostumbra a eso, o se le acumula unmalestar tan grande que se encuentran maneras de consolidarlo en un bulto de sensaciones con suspropiosperiodosdeamnistíaycortesía.Oquizálapresenciadelotro,queayerporlamañanaparecíacasiunintruso,seconvierteenindispensablepuesnosprotegedenuestropropioinfierno.Así,lamismapersonaquenoscausauntormentoporeldíanosaliviaporlanoche.

Alamañanasiguientefuimosanadarjuntos.Eranpocomásdelasseisdelamañanayelhechodeque fuese tan pronto aportaba a nuestro ejercicio una calidad energizante. Más tarde, mientras élrealizabaunaversiónmuypersonaldehacerseelmuerto,quiseagarrarle,comohacenlosmonitoresdenatacióncuandotesujetanelcuerpodeformatansuavequeparecenmantenerteaflotecontansóloundedo.¿Porquémesentíamásviejoqueélenaquelinstante?Queríaprotegerlodetodo,delasrocas,delasmedusasahoraqueera temporada,deAnchiseysumirada lascivacuandovaal jardínaponer losaspersoresmientras arranca constantementemalas hierbas, incluso cuando llueve, incluso cuando estáhablandocontigo, inclusocuandoamenazaconabandonarnos,parecíasonsacarcadasecretoquecreíashaberescondidoagudamentelejosdesuvista.

—¿Cómoestás?—lepregunté,imitandolapreguntaquemehizoélamíayerporlamañana.—Deberíassaberlo.Duranteeldesayuno,nomepodíacreerloqueestabahaciendo,perocomencéapartirlelapartede

arribadelhuevopasadoporaguaantesdequeMafaldaintervinieseodequelohubiesedestrozadoconsucuchara.Nohabíahechoesopornadieenmividayaunasí,allíestaba,asegurándomedequeniuntrocitodecáscaracayesedentrodelhuevo.Élestabatanfelizconsuhuevo.CuandoMafaldaletrajosupolpo diario, yo estaba muy contento por el. Dicha doméstica. Simplemente porque me dejó ser su

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cumbrelanocheantes.Pillé ami padremirándomemientras terminaba de abrir la parte de arriba de su segundo huevo

pasadoporagua.—Losnorteamericanosnuncasabencómohacerlo—dije.—Seguroquetienealgunamanera...—comentó.Elpieque llegóparaquedarseencimadelmíopordebajode lamesame indicóquequizádebía

dejarlo pues mi padre parecía que se olía algo. «No es tonto», me dijo más tarde mientras nospreparábamosparairaB.

—¿Quieresquevayacontigo?—No,serámejorpasardesapercibidos.DeberíastrabajarenHaydnhoy.¡Luego!—¡Luego!Marzia me llamó aquella mañana mientras él se preparaba para irse. Casi me hace un guiño al

pasarme el teléfono. No había ningún rastro de ironía, nada que me recordase, a no ser que meequivocase,ycreoquenoeraelcaso,queloquehabíaentrenosotroseraigualdetransparentequeunasimpleamistad.

Quizáprimeroéramosamigosyluegoamantes.Peroentoncesquizáseaesoloquesonlosamantesenrealidad.

Cuando recuerdo nuestros últimos diez días juntos, veo un baño por la mañana temprano, unos

desayunoslentos,unpaseoenbicicletahastaelpueblo,unpocodetrabajoeneljardín,comidas,siestasamediatarde,mastrabajoporlatarde,quizáalgodetenis,estardespuésdelacenaenlapiazzettayporlasnocheshacíamosel amorde talmaneraqueparecíaquepudiésemosdesplazarnosene tiempo.Alrememoraresosdías,creoquenohuboniunminuto,apartedelamediahoramásomenosquepasaaconla traductora,ocuandome lasarregléparaescaparmeunashorasconMarzia, enelquenoestuvimosjuntos.

—¿Cuándoteenterastedelomío?—lepreguntéciertodía.TeníalaesperanzadequedijeseCuandoteapretéelhombroycasitedesmayasenmisbrazos.O,Cuandohumedecisteelbañadoraqueldíaqueestuvimoscharlandoentucuarto.Algoporeseestilo.

—Cuandotesonrojaste.—¿Yo?Habíamosestadohablandosobrelatraduccióndepoesía;eratemprano,durantesuprimerasemana

con nosotros. Aquel día comenzamos a trabajar más pronto de lo habitual, probablemente porque yahabríamosdisfrutadodenuestraanimadaconversaciónmientrasponíanlamesadeldesayunobajoeltiloy estábamos ansiosos por seguir juntos algún tiempomás.Me preguntó si alguna vez había traducidopoesía.Yo ledijequesíy lepreguntésiél también.Merespondióafirmativamente.Estaba leyendoaLeopardiysehabíatopadoconalgunosversosimposiblesdetraducir.Habíamosestadodepartiendosindarnos cuenta de hasta dónde podía llegar la conversación que había empezado por casualidad, puesmientras ahondábamos en el mundo de Leopardi encontrábamos ocasionalmente maneras de sacar arelucirnuestronaturalsentidodelhumorynuestroamorporlaspayasadas.Tradujimoselfragmentoalinglés,despuésdel inglésalgriegoantiguoydespuésdenuevoagalimatiasinglésygalimatiasitaliano.Los últimos versos del poema «A la luna» de Leopardi eran tan pervertidos que nos causaban unosataquesderisaenormescadavezquerepetíamoslaspalabrassinsentidoenitaliano,cuandoderepentehubo unmomento de silencio y al alzar la vista paramirarleme estaba observando directamente conaquellamiradaglacialyvidriosaquetantomedesconcertaba.Hacíaesfuerzosparadeciralgoycuandomepreguntóporquésabía tantascosas, tuve lapresenciadeánimocomoparadeciralgosobrehabersido el hijo de un catedrático. No siempre deseaba chulearme de todo lo que sabía, sobre todo conalguienquemeintimidabatanto.Noteníanadaqueaportar,nadaconloquedefenderme,nadaconloque

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embarrarel terrenoentreambos,ningúnlugardondeescondermeodondeguarecerme.MesentíacomounaovejadesamparadaenmediodelaplaniciesecayáridadelSerengueti.

Aquella mirada ya no formaba parte de la conversación, ni siquiera de las bromas sobre latraducción;lashabíasuplantadoysehabíaconvertidoenuntemaensímismo,apesardequeningunoquería, ni se atrevía a sacarla a colación.Y sí, sus ojos tenían tal brillo que debía apartar la vista ycuandovolvíaadirigirlahaciaél,lasuyanosehabíamovidoyseguíaaúnclavadaenmicaracomosidijeseAsíquehabíasmiradohaciaotro ladoyahoravuelvesamirar>¿eh?¿Vasavolveraapartar lamiradapronto?,motivoporelquemeveíaforzadoaquitarladenuevoyfingirquepensabaenalgo,ysiempreestababuscandoalgoquedecir,delamismaformaqueunpezqueseestámuriendoamarchasforzadasporel calor enuncharcocenagoso luchapor salir.Debíade sabera laperfeccióncómomesentía. Lo que finalmenteme hizo sonrojar no fue la vergüenza intrínseca delmomento en queme dicuentadequemehabíasorprendidointentandoaguantarlelamirada,paradespuésescabullirmeconlosojosaunlugarseguro;loqueloprovocofueronlasexcitantesposibilidades,contodoloincreíblesquemeresultaban,dequequizálegustasedelamismaformaqueelmegustabaamí.

Durantesemanasconfundísumiradafijaconunahostilidaddescarada.Estabamuyequivocado.Erasimplementelamaneraenlaqueunhombretímidoleaguantalamiradaaotro.

Alfinalcaíenlacuentadequeéramoslasdospersonasmástímidasdelmundo.Mipadrefueelúnicoquelecalodesdeelprincipio.—¿TegustaLeopardi?—lepreguntépararomperelsilencio,perotambiénparasugerirquehabía

sidoesetemaloquemehabíahechoestarenciertaformadistraídoduranteelaltoenlaconversación.—Sí,mucho.—Amítambiénmegustamucho.SiempresupequeyonohablabadeLeopardi.Lacuestiónes,¿losabíaél?—Sabíaqueteincomodaba,peroqueríaasegurarme.—Osea,quelosupistetodoeltiempo.—Digamosqueestababastanteseguro.Enotras palabras, había comenzadounos pocos días después de su llegada. ¿Así quehabía sido

todo fingido desde entonces? Y aquellas oscilaciones entre la amistad y la indiferencia, ¿quésignificaban?¿Eranuestraformadeseguirnosdecercaconsigilomientrasnegábamoshacerlo?¿Oerasimplementeunaformatanastutacomocualquierotrademantenernosalejados,conlaesperanzadequeloquesentíamosnofuesemásquegenuinaindiferencia?

—¿Porquénomedistealgunapista?—dije.—Lohice.Porlomenoslointenté.—¿Cuándo?—Unavez,despuésdejugaraltenis.Tetoqué.Eramiformademostrartequemegustabas.Dela

maneraenquereaccionastemehicistesentirquetehabíamolestado.Decidímantenerlasdistancias.

Nuestrosmejoresmomentosteníanlugarporlastardes.Despuésdecomersubíalasescalerasparaecharunasiestajustocuandoestabanapuntodeservirelcafé.Luego,cuandolosinvitadosacomersehabíanmarchadoya,osehabíanretiradoadescansara lahabitaciónde invitados,mipadreobienseaislabaensudespachooseibaadormirunratoconmimadre.Paracuandodabanlasdos,unintensosilenciosehabíaapoderadodelacasa(parecíaquetambiéndetodoeluniverso),yerainterrumpidodevez en cuando por el arrullo de las palomas o por los martillazos de Anchise trabajando, pero concuidadode nohacer demasiado ruido.Megustaba escuchar cómo se afanabapor las tardes e inclusocuandoocasionalmentemedespertabaconalgúngolpeocon la sierraocuandoencendía lapiedradeafilarcuchillos todoslosmiércoles,mequedabaconunasensacióndepazytranquilidadenelmundo,igualquelaquesentiríaañosdespuésalescucharenmitaddelanochelasirenaparalanieblaenCape

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Cod.AOliverlegustabamantenerlasventanasylaspuertaventanasabiertasporlatarde,consólolasfinascortinasdeseparaciónentrenosotrosylavida,puesconsiderabauncrimenobstruirtantaluznaturalyocultarunpaisajeasí,sobretodocuandonoloteníasparatodalavida.Luego,losonduladoscamposdelvalleparecíanasentarsesobreuncrecientemantocoloraceituna:girasoles,viñedos,algodelavandayesosmodestosolivosachaparradosyencorvados,losviejosespantapájarosquemirabanboquiabiertosatravésdelaventanamientrasnostumbábamosdesnudossobremicama,elolordesusudorqueeraelolordemisudor,amiladomihombre-mujerparaquienyoerasuhombre-mujeryrodeándonosportodoslosladoslacoladadeMafaldayeldetergenteconaromaacamomila,queeraelaromadelastórridastardesdeveranoennuestracasa.

Recuerdoaquellosdíasynomearrepientodenada,nidelosriesgos,nidelavergüenza,nidelafalta total de perspectiva.Las formas líricas del sol, los enormes campos de plantas altísimas que setambaleabanbajoel intensocalordelmediodía, loscrujidosdelsuelodemadera,oelchirridodeloscenicerosdebarroarrastradossuavementesobre la losademármolquehacía lasvecesdemimesita.Sabíaqueteníamoseltiempocontado,peronomeatrevíaacontarlo,yaquesabíahaciadóndesedirigíatodo aquello, no me preocupaba por leer los mojones. Aquélla fue la época en la que de formaintencionadadejédearrojarmiguitasdepanparalavuelta;enlugardeeso,melascomí.Podíaresultarseruncompletobicho raro;podíacambiarmeoarruinarmepara siempremientrasqueel tiempoy loscotilleosdesvelaríantodoloqueocurrióentrenosotrosylorumiaríantodohastaquenoquedasennadamásqueespinas.Puedequeechaseenfaltaesedía,opuedequemefuesemuchomejor,perosiempresabréqueduranteaquellastardesenmihabitaciónvivímimomento.

Encambio,ciertamañana,medespertéycontemplétodoB.cubiertodenubesoscurasybajasquesemovíanmuyrápidoporelcielo.Sabíaperfectamentequépresagiaba.Elotoñoestabaalavueltadelaesquina.

Unas pocas horas después, las nubes se habían disipado del todo y el tiempo, como si intentaseresarcirse de su pequeña broma, parecía haber eliminado cualquier posibilidad de otoño de nuestrasvidasynosotorgóunodelosmejoresdíasdelatemporada.Sinembargoyohabíatomadobuenacuentadelaadvertenciay,aligualquesedicedelosjuradosqueoyenunaevidenciainadmisiblejustoantesdeserpuestaenelarchivo,medicuentadequevivíamosconeltiempoprestado,queeltiempoessiempreprestadoyque laempresadepréstamosnoscobraprima justoenelmomentoenelqueestamosen lapeorsituaciónparapagarynecesitamospedirmásprestado.Derepente,comencéahacerfotosmentalesdeél,arecogerlasmigasdepanquehabíancaídodelamesaylasguardéenmiescondrijoyparamivergüenza,hiceunalista:laroca,elmuro,lacama,elsonidodelcenicero.Laroca,elmuro,lacama...Ojalá fuese como esos soldados de las películas que, cuando se quedan sin balas, arrojan lejos susarmas,comosiyanolaspudiesenvolverausarparanada,ocomolosfugitivosenundesiertoque,enlugarderacionarelaguadelacalabaza,cedenantelasedyselabebenatragosyluegotiranlacalabazaencualquiersitio.Enlugardeeso,yoalmacenabacosaspequeñasparaque,enlosdíasdevacasflacasquevendrían,esosbrillosdelpasadomedevolvieranelcalor.Comencé,demalagana,arobardineroalpresenteparapagar lasdeudasquesabíaque ibana llegarenel futuro.Esto, sabia,erauncrimen tanmalocomocerrar laspuertaventanasdurante las tardes soleadas.Pero también sabiaqueenelmundosupersticiosodeMafalda,anticiparsealopeoreraunaformaseguradeprevenirqueocurriese.

Cuandofuimosapasearunanocheymedijoqueprontoseiríaacasa,medicuentadeloinútilquehabíasidomisupuestaprevisión.Dosbombasnuncacaenenelmismolugar;ésta,apesardetodasmispremoniciones,liójustosobremiescondite.

OliverseiríaaEstadosUnidoslasegundasemanadeagosto.Pocosdíasdespuésdequeempezaseelmes,dijoquequeríapasartresdíasenRomayutilizaresetiempoparatrabajarenelborradorfinaldesumanuscritojuntoaleditoritaliano.Después,volaríaacasa.¿Queríaacompañarle?

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Dijequesí.¿Debíapreguntaramispadresantes?Nohacíafalta,nuncadiríanqueno.Ya,pero¿nodeberían...?Nodeberían.AlenterarsedequeOliverseibaamarcharantesdeloprevistoeibaapasarunos días en Roma mi madre preguntó —con el permiso del cduboi, por supuesto si yo le queríaacompañar.Mipadrenoseopuso.

Mimadreme ayudó a hacer lamaleta. ¿Iba a necesitar una chaqueta por si acaso el editor nosllevaba a cenar?No habría cenas.Además, ¿por qué iba a pedir acompañarles?Aun así, pensó ella,debíallevaruna.Queríacargarsoloconunamochila,viajarcomolohacenlosdemiedad.Hazloquequieras.Detodasformas,meayudóavaciarlamochilayavolverahacerlacuandoquedóclaroquenoentraatodoloquequeríameter.Solamentevasdosotresdías.Ni

Oliverniyohabíamosprecisadoacercadelosúltimosdíasjuntos.Mimadrenuncasabrálomuchoquemedolióaquellode«dosotresdías».¿Sabíamosenquéhotelnosíbamosaquedar?Lapensiónnoséquéoalgoasí.Nohabíaoídonuncahablardeella,peroqué ibaasaberella,dijo.Mipadresí losabía.Hizolasreservasélmismo.Esunregalo,dijo.

Olivernosóloempaquetóélmismosumacuto,sinoqueeldíaqueíbamosacogereldirettissimohastaRomaselasarreglóparaquesumaletaquedasesituadaenellugarexactodelahabitaciónenelquela había colocado yo el día que llegó. En aquella ocasión había visualizado el momento en que medevolveríalahabitaciónyahoramepreguntabacuántoestaríadispuestoadarcontaldevolveratráseneltiempohastaaquellatardeafinalesdejunio,cuandoleescoltéenlapresentaciónderigorpornuestraspropiedades y cuando, una cosa llevó a la otra, nos acercamos al solar calcinado junto a las víasabandonadasdondemediomiprimeradosisdelosnumerosos¡Luego!Cualquierademiedadaqueldíahubiese idoa echaruna siesta antesquecaminarhasta los límitesmás alejadosdenuestrapropiedad.Obviamente,yoyasabíaloqueestabahaciendo.

Todalasimetría,odebíadecirvacío,deaquellahabitaciónaparentementesaqueadahizoquesemeformaseunnudoenlagarganta.Merecordabamenosaunahabitacióndehotelenlaqueesperasaqueelbotonesteayudeabajarlasmaletasdespuésdeunaestanciamaravillosaquehatenidoqueterminarantesde tiempo, que a una habitación de hospital que ha sido vaciada de tus pertenencias,mientras que elsiguientepaciente,alqueaúnnohaningresado,aguardaenlasaladeemergenciasdelamismaformaqueesperastetúunasemanaantes.

Estoeraunapruebaparanuestradespedidadefinitiva.Comoobservaraalguienconunrespiradorantesdequeloapaguendíasdespués.

Estaba feliz porqueme iban a devolver la habitación. Enmi/su alcoba, seriamas fácil recordarnuestrasnoches.

No,preferíamantenermicuartoactual.Así,porlomenos,podíafingirqueaúnélestabaenelsuyoysinoestabaallíesquetodavíaestabafueracomoocurríafrecuentementeduranteaquellasnochesenlasqueyocontabalosminutos,lashoras,lossonidos.

Cuando abrí su armario me percaté de que había dejado un bañador, unos calzoncillos, suspantaloneschinosyunacamisalimpiacolgadadeunapercha.Reconocílacamisa.Ondulante.Yreconocíelbañador.Rojo.Loreservabaparacuandofueseadarseelúltimobañoaquellamañana.

—Tengoquedecirtealgoacercadeestebañador—dijedespuésdecerrarlapuertadelarmario.—¿Decirmequé?—Te lo diré en el tren —pero se lo dije de todas maneras—. Prométeme que me dejarás

quedármelocuandotevayas.—¿Esoestodo?—Bueno,póntelomuchohoyynonadesconél.—Enfermoyretorcido.—Enfermo,retorcidoymuy,muytriste.—Nuncatehabíavistoasí.

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—TambiénquieroaOndulante.Ylasalpargatas.Ylasgafas.Yati.Eneltrenlehablésobreeldíaenquepensamosquesehabíaahogadoycómoestabadispuestoa

pedirle a mi padre que reclutara a todos los marineros posibles para buscarle y que cuando leencontrasen,encenderíamosunapiraen laorilla,mientrasqueyocogeríauncuchillodeMafaldaparaarrancarleelcorazón,puesaquelcorazonyaquellacamisaerantodoloqueenseñaríadurante todamivida.Uncorazónyunacamisa.Sucorazonenvueltoenunacamisahúmeda,comoelpezquetrajoaqueldíaAnchise.

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PARTE3-ELSÍNDROMEDESANCLEMENTE

LLEGAMOSa laestaciónTerminihacia las sietede la tardedelmiércoles.Elambienteestabamuycargado.DabalasensacióndequeacababadepasaruntemporalporRomaquenohabíasidocapazdellevarseconsigolasensacióndebochornoquereinaba.Elcrepúsculollegaríaenapenasunahoraylas farolas brillaban coronadas por unos halos densos, mientras que los escaparates parecían estariluminadosytintadosconcoloresresplandecientesdepropiacreación.Lahumedadseaferrabaatodasycadaunade las frentesy lascaras.Queríaacariciarsurostro.Nopodíaesperara llegaralhotelparapegarmeuna duchay tirarme en la cama, incluso sabiendoque, a no ser que tuviésemosunbuen aireacondicionado, no iba a sentirmemuchomejor después de la ducha.Tambiénmegustaba el ambientelánguidoqueserespirabaenlaciudad,comoelbrazodeunamantecansadoytemblorosoapoyadosobretuhombro.

Quizá tuviésemos balcón.Me iría bien uno. Sentarnos en los escalones demármol frescos y vercómoseponeelsolenRoma.Aguamineral.Ocerveza.Yalgunosaperitivosparapicotear.MipadrenoshabíareservadounodeloshotelesmáslujososdeRoma.

Oliver quiso coger el primer taxi. Yo, en cambio, prefería el autobús. Anhelaba los autobusesatestados.Queríaentrarenuno,abrirmepasoentrelamuchedumbresudorosamientrasélseabríapasodetrásdemi.Perotrasvariossegundosdandosaltitosenelinterior,decidimosapearnos.Erademasiadoauténtico,bromeamos.Dimarchaatrásatravésdelaaglomeraciónfuriosadegentequeibacaminodesuscasasyquenoentendíaquéestábamoshaciendo.

Melasarregléparapisarleelpieaunaseñora.«Enonchiedemancoscusa,ynisiquieramepidedisculpas»,musito a losque se encontrabana su alrededorqueacababandeentrar a empujones enelautobusynonosdejabansalir.

Finalmente cogimos un taxi. Al observar el nombre del hotel y escucharnos hablar en inglés, eltaxistacomenzóahacerunosextrañosgiros.«Inutileprenderetantescorciatoie,nohacefaltaquetomestantosatajos.Notenemosprisa»,ledijeeneldialectoromano.

Paranuestroregocijo,lamayordenuestrashabitacionesteníatantounbalcóncomounaventanaycuando abrimos las puertaventanas, observamos cómo lasmúltiples cúpulas de las numerosas iglesiasreflejabanbajonosotros la luzdel solalatardecer.Alguiennoshabíaenviadoun ramode floresyuncuenco llenodefruta.Lanotaeradeleditor italianodeOliver:«Vena la libreríaaesode lasochoymedia.Traeelmanuscrito.Hayunacelebraciónpreparadaparaunodenuestrosautores.Tiaspettiamo».

Noteníamosningúnplanapartedeiracenarydeambularporlascallesdespués.—¿Estoyinvitadoyo?—preguntéunpocoincómodo.—Ahorayasí—contestó.Cogimoselcuencodefrutaqueestabajuntoaltelevisorycomenzamosapelarnoshigoselunoal

otro.Dijoqueseibaaduchar.Cuandolevidesnudo,medesnudédeinmediatotambién.—Sólo un segundo —dije mientras nuestros cuerpos se tocaban. Me encantaba el sudor que

emanabadesucuerpo—.Ojalánotetuviesesquelavar.SuolormerecordabaaldeMarziay,comoeldeella,tambiénparecíaexudaresearomaapiélago

de la orilla durante los días quenohaynadadeviento en las playasy todo lo quepuedesoler es elperfumecrudoysecodelaarenaquemándose.Meencantabaelsalitreensusbrazos,ensushombros,ensuespinadorsal.Aúneranunanovedadparamí.

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—Sinosacostamosahora,noiremosalapresentacióndellibro.Aquellaspalabras,dichasduranteunéxtasistalqueparecíaquenadienosloarrebataríajamás,me

trajerondenuevoaaquellahabitacióndehotelyalatardecalurosayhúmeda,enlaqueestábamoslosdos totalmente desnudos apoyando los brazos sobre el alféizar de la ventana, examinando aquellapausada e insoportable tarde romana, ambos con olor al compartimentomal ventilado de un tren condestino al sur que estaría probablemente acercándose a Nápoles y en el que habíamos dormido, micabezaapoyadaen la suyasinocultarnosde losdemáspasajeros.Mientrasnos inclinábamossobreelairevespertino,mepercatédequequizánosenosvolvieseapresentaralgoasíjamásyaunasí,nomelopodíacreer.Éldebiódepensarlomismo,altiempoquecontemplábamoslasvistastanmagníficasdelaciudad,fumandoycomiendohigos,hombroconhombro,queriendohaceralgoquemarcaseunmomentoasí,yesporesoporloque,guiadoporunimpulsoqueenaquelmomentonopudoresultarmásnatural,dejéquemimanoleagarraseelculoycomencéa introducirleeldedocorazónmientrasmedecía«Sisigueshaciendoeso,dateporseguroquenovaahaber fiesta».Ledijequemehicieseunfavoryquemientras seguía mirando por la ventana se inclinase un poco hacia delante hasta que, una vez hubeintroducidomidedoporcompleto,comenceaplanear:puedequeempecemosperodeningunamaneravamosaterminar,luegoiremosaducharnos,saldremosynossentiremoscomodosexhibicionistas,comounoscablesquesueltanchispascadavezqueserozanlomasmínimo.Miraremoslasviejascasonasyquerremosacercarnosatodas;pasaremosjuntoaunafarolaenlaesquina,ycomounperro,querremosmarcarla; desfilaremos por delante de una galería de arte y buscaremos el agujero del desnudo;cruzaremoslasmiradasconalguienquenohizomásquesonreírenladirecciónquenosencontrábamosycomenzaremosaurdirunplanparadesnudaraesapersonaypreguntarleael,oaella,oaambos,siesquehaymasdeuna,quesilegustaríatomarlaprimeracopaconnosotros,oiracenar,oloquefuese.Encontraremos aCupido en todos los lugaresdeRomapues cortamosunade sus alas para forzarle avolarencírculos.

Nonoshabíamosduchadojuntosnunca.Nisiquierahabíamosestadojuntosenelmismobaño.—Notepongasrojo—ledije—,peroquieromirar.Loquevimemovióunpocoa lacompasiónporél,por sucuerpo,por suvida,puesde repente

parecíamuyfrágilyvulnerable.—Nuestroscuerposyanoguardaránningúnsecretoparaelotro—dijemientrasllegómiturnoyme

senté.Élsemetióenlabañerayestabaapuntodeencenderladucha.—Quieroquemeveastúamí—dije.Hizomásqueeso.Saliódeladucha,mebesóenlabocayobservótodoelprocesoalavezqueme

masajeabaymeapretabaelestómagoconlapalmatersadelamano.Noqueríaquehubieseningúnsecreto,ningúnfiltro,nadaentrenosotros.Noteníaniideadequesi

soltabalassogasdefranquezaquenosatabanmásfuertecadavezquejurábamosmicuerpoestucuerpoeratambiénporquemedivertíareavivarelpequeñofaroldelavergüenzaolvidada.Proyectabaunsobrioresplandor precisamente en el lugar en que una parte demí hubiese preferido algo de oscuridad. Lavergüenzallegabajustodespuésde la inmediataconfianza.¿Podríaperdurarunavezqueseagotabalaindecenciaynuestroscuerpossehabíanquedadosinnuevostrucos?

No sabíaquehubiese realizado la pregunta, así comono estoy segurodepoder responderla hoy.¿Estábamospagandonuestraintimidadconunamonedaerrónea?

¿Oeselproductodeseadoydaigualdóndeloencuentres,cómoloconsigas,cuántopaguesporelloenelmercadonegro,ogris,oconimpuestos,olibredeimpuestos,obajomano,uhonradamente?

Todoloquesabíaesquenoteníanadamásqueocultarleyjamásmehabíasentidotanlibreoseguroenmivida.

Ibamosaestar juntosysolosdurante tresdías,noconocíamosanadieen laciudad,yopodíaser

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cualquiera,decir loquequisiese,hacer loquemeapeteciese.Mesentíacomounprisionerodeguerraqueacababadeserliberadoporunejércitoinvasoryquelehabíaninformadodequepodíairseacasa,sinningúnpapeleo,sintenerqueinformarsobrenada,sinpreguntas,sinautobuses,sinpasarpuertas,sinlanecesidaddeesperarcolaparaquelediesenropalimpia,tansólocomenzaracaminar.

Nosduchamos.Nosvestimosconla indumentariadelotro.Nospusimoslaropainteriordelotro.Fueideamía.

Quizátodoaquelloleaportóunanuevabocanadadetontería,dejuventud.Quizáélyahabíahechoalgoasíañosantesyestabahaciendolosúltimospinitospreviosasuviaje

devueltaacasa.Quizáestuviesesiguiéndomeeljuego.Quizánolohubiesehechojamásconnadieyyohabíaaparecidoenelmomentojusto.Cogió sumanuscrito, sus gafas de sol y cerramos la puerta de la habitación de hotel.Comodos

cablesactivos.Salimosdelascensor.Amplias sonrisaspara todos.Paraelpersonaldelhotel.Paraelvendedordefloresdelacalle.Paralachicaquetrabajabaenelquioscodeprensa.

Sonríeyelmundotesonreirá.—Oliver,soyfeliz.Memiróconasombro.—Simplementeestáscachondo.—No,feliz.DecaminonosencontramosconunaestatuahumanadeDantecubiertaconunmantorojo,conuna

narizaguileñamuyexageradayungestodespreciativodibujadoentodossusrasgos.Latogayelgorrorojosasícomolasgafasconunamonturademaderaextremadamentegruesaaportabanasuyadeporsíseverogestoelaspectomarchitodeunconfesorimplacable.Unamultitudsehabíaaglutinadoalrededordelgranbardoquepermanecíarígidoenlaacera,conlosbrazoscruzadosdemaneradesafiante,todoelcuerpomuytenso,comounhombrequeesperaaVirgiliooaunautobúsatrasado.Encuantoalgúnturistaarrojabaunamonedaaunlibroantiguoyahuecado,élsimulabaelaireatontadodeunDantequeacababadeestarespiandoasuBeatriz,mientraséstapaseabaporelPonteVecchio,estirabasucuelloviperinoyvociferabacomosifueseunactorcallejeroescupiendofuego,

Guido,vorreichetueLapoediofossimopresiperincantamento,

emessiadunvascelch'adogniventopermareandasseavolervostroemio.

Guido,deseoquetú,Lapoyyo

seamosdeunencantamientopresos,enunsueltobajeldepositados

ydirigidossólopornuestrospensamientos.

Cuantaverdad,pensé.Oliver,deseoquetúyyoytodosalosquehemostenidocariñopudiésemosvivirparasiempreenunacasa...

Tras musitar esos versos en voz baja, volvía a adquirir lentamente su actitud resplandeciente ymisantrópicahastaqueotroturistaleechaseunamoneda.

Eio,quandolsuobraccioamedistese,ficcailiocchiperlocottoaspetto,sichelvisoabbrusciatonondifese

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laconoscenzasiiaalmiontelletto;echinandolamanoalasuafaccia,

rispuosi:«Sietevoiqui,serBrunetto?».

Yyo,viendoquetendíamesubrazo,observéelrostroabrasadoporcompleto,

sinlograrsusheridasimpedirmereconoceralinstanteaaquelsujeto;yextendiendohastasufrentelamano,

pregunté,«¿Estáisaquí,señorBrunetto?».

Lamismamiradadespreciativa.Elmismosemblante.Lamuchedumbresedispersó.Nadieparecíareconocer el pasajedel «CantoXV»del«Infierno»dondeDante se encuentra con su antiguomaestro,Brunetto Latini. Dos estadounidenses que consiguieron finalmente rescatar un par de monedas de lamochilaleecharonaDanteunpuñadodemoneditas.Lamismamiradaceñudaycabreada:

Macheciarifrega,checiarimportasiVostearvinociamessoTacqua:

enoijedimo,enoijefamo,«ciaimessol’acquaenuntepagamo».

Quénosimporta,porquénosibaapreocupar

sielposaderoaguónuestrovino,simplementelediremos,ylerepetiremos:

«Túleañadesaguaynosotrosnopagamos».

Olivernoentendíaporquétodoelmundosehabíaechadoareírantelosdesventuradosturistas.La

razón era que estaba recitando una canción de borrachera romana y, a no ser que la conozcas, no esgraciosa.

Ledijequelemostraríaunatajoalalibrería.Noleimportabacaminarmucho.—Quizádeberíamostomarelcaminolargo—dijo—,notenemosprisa.—Elmíoesmejor—comenté.Oliverestabanerviosoeinsistió.—¿Hayalgoquedeberíasaber?—preguntéfinalmente.Pensé que era una manera discreta de darle la oportunidad de comentarme algo que le estaba

molestando.¿Eraalgoconloquenoestabaagusto?¿Tendríaqueverconeleditor?¿Conotrapersona?¿Senamipresencia?Yomesécuidarsoloperfectamentesiprefieresirportucuenta.Derepentesemeocurrióquélepodíaestarmolestando.

—Allíseréelhijodelcatedráticoquesetehaacoplado.—Nosetratadeeso,tú,ganso.—¿Entoncesqué?Mientrascaminábamosmerodeólacinturaconelbrazo.—Estanochenoquieroquenadacambieoseinterpongaentrenosotros.—¿Yquiéneselganso?Meobservóduranteunrato.

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Decidimos irpordondehabíadichoyo, cruzando lapiazzettaMontecitoriohacia elCorso.LuegosubimosporviaBelsania.

—Poraquíespordondeempezó.—¿Elqué?—Eso.—¿Yporesoqueríasvenirporaquí?—Contigo.Yalehabíacontadolahistoria.Hacetresaños,unjoven,probablementeelayudantedelfruterooun

chicodelosrecados,quebajabaenbicicletaporuncaminomuyestrechoconeldelantalpuesto,semequedómirandoalacara,yoleaguantélamirada,sinsonreír,conunmatizdepreocupación,hastaquepasódelargo.Yluegohiceloqueesperabaqueotroshiciesenenesoscasos.Esperéunossegundos,ymegire.Élhabíahechoexactamentelomismo.

Yo no procedía de una familia en la que se hablase con extraños. El, por lo visto, sí. Giró labicicleta a toda velocidad y pedaleó hasta que llegó ami altura. Pronunció unas pocas palabras paraentablarunaágilconversación.Leresultabamuyfácil.Preguntas,preguntasymáspreguntasconelfindequefluyeseelcoloquio,mientrasqueyoaúnnohabíapodidodecirni«sí»ni«no».Mediounapretóndemanos, pero era claramente una excusa para tocarme. Despuésme rodeó con el brazo yme oprimiócontraél,comosiestuviésemoscontándonosunabromaquenoshacíareíryquenosacercabamáselunoalotro.¿Queríaquenosviésemosenuncinecercano,quizá?Neguéconlacabeza.¿Queríaacompañarlealatiendapueseljefeesprobablequeyasehubieseido?Asentí.Hizotodoestosinsoltarmelamano,estrujándomela, apretándome el hombro, cogiéndome la nuca con una sonrisa compasiva ycondescendiente, como si ya sehubiesedadoporvencidoperonoestuviesedispuesto a rendirse aún.¿Porquéno?Siguiópreguntándome.Podríahaberlohecho,fácilmente,peronolohice.

—Herechazadoatantos.Nuncaperseguíaninguno.—Meperseguisteamí.—Medejaste.VidFrattina,vidBorgogna,viaCondotti,viddelleCarrozze,dellaCroce,vidVittoria.Derepente

meencantabantodas.Cuandonosacercábamosalalibrería,Olivermedijoquesiguiesesolo,quedebíahacerunallamada.Podíahaberllamadodesdeelhotel.Otalveznecesitabaprivacidad.Asíqueseguícaminando,meparéenunbaracomprarcigarrillos.Cuando lleguéa la libreríaque teniaunaenormepuertadecristalydosbustosromanosdebarroapoyadosendospeanasconaparienciaanticuada,sentínervios. El sitio estaba lleno y a través de la gruesa puerta de cristal, con unos adornos austeros debronce, se podía vislumbrar a un gentío de adultos comiendo lo que parecían ser unos pastelillos demazapán.Alguiendentrodeatiendameviohusmeandoporallíymeindicóqueentrase.Agitélacabeza,indicándoleconeldedoíndicequeestabaesperandoaalguienquesubíaenesosmomentosporlacalle.Peroeldueñooelasistente,comosifueseelencargadodeunclub,sinpisarlaacera,abriólapuertadeparenparconelbrazoextendidoylamantuvoallí,casiordenándomequeentrase.«Venga,su,venga»,dijoconlasmangasdelacamisaremangadashastaelhombro.Lalecturaaúnnohabíacomenzadoperolalibrería estaba llena hasta arriba, todo elmundo fumaba, hablaban en alto, hojeaban las novedades, ysosteníanunapequeñacopadeplásticoconloqueparecíawhiskyescocés.Inclusolagaleríadelpisodearriba,cuyabarandillaestabacubiertaporloscodosdesnudosylosantebrazosdevariasmujeres,estabaabarrotada.Reconocíalautorinmediatamente.EraelmismoquenoshabíafirmadoaMarziayamíunejemplardesupoemario,Sel’amore.Noparabadedarlamanoalagente.

Cuandopasó junto amí, no pude evitar extender el brazo para saludarle y decirle lomuchoquehabía disfrutado leyendo sus poemas. ¿Cómo es que había leído sus poemas si el libro aún no habíasalido?Alguienmásoyósupregunta.¿Meecharíandelatiendaporimpostor?

—LocompréenlatiendadeB.haceunassemanasyfuistemuyamableymelofirmaste.

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Dijorecordaraqueldía.—Unverofan—añadiósonoramente,paraquelosqueestabanamayordistanciapudiesenoírle.—Talveznoesunfan,aestaedadesmáscomúnllamarlosgroupiesañadióunaseñoramayorcon

bocioycoloreschillonesquelehacíanpareceruntucán.—¿Quépoemategustómás?—Alfredo,parecesunprofesorenunexamenoral—bromeóunamujerdetreintaytantos.—Soloquenasaberquépoemalegustómás.Nohagoningúndañoalpreguntar,¿no?—sequejóen

bromaconunaexasperacióntemblorosaensuvoz.Duranteuninstantepenséquelamujerquehabíasalidoenmidefensamehabíasacadodelapuro.

Peromeequivoqué.—Bueno,puesdime—continuó—,¿cuáles?—ElquehabladelavidaenSanClemente.—ElquehabladelamorenSanClemente—mecorrigióperomeditandosobrelaprofundidadde

ambasfrases—.«ElsíndromedeSanClemente.»¿Yporqué?—mepreguntó,mirándomefijamente.—PorDios,dejaalpobrechicoenpaz,¿vale?Ven—interrumpióotramujerquehabíaescuchadoa

miotradefensoraymeagarródelamano—,tellevaréhastadondeestálacomidaparaquetealejesdeestemonstruoconunegodeltamañodesuspiesy¿tehasfijadoeneltamañodesuszapatos?Alfredo,deberíashaceralgoconellos—dijodeunladoaotrodelatienda.

—¿Miszapatos?¿Quélesocurreamiszapatos?—preguntóelpoeta.—Son.Demasiado.Grandes.¿Noteparecenenormes?—mepreguntóamí—.Lospoetasnopueden

tenerlospiestangigantes.—Dejaenpazamispies.—Noteríasdesuspies,Lucia.Nohaynadamaloenellos—alguienmássehabíacompadecidodel

poeta.—Sonpiesdeindigente.Caminódescalzotodasuvidayaúnsecompraloszapatosdeunatallamás

porsiacasodaunestirónantesdeNavidadcuandolafamiliaseabasteceparalasfiestas—interpretabaaunaarpiaamargadayabandonada.

Peronolesoltélamano,niellamelasoltoami.Compañerismodeciudad.Quédulceerasostenerlamanodeunamujer, sobre todo cuandono sabia nadade ella.SeTamoreypensé.Y todos aquellosbrazosycodosdemujerbronceadosqueseasomabanporlagalería.Selamore.

Eldueñodelalibreríainterrumpióloquepodíahabersidoperfectamentelaescenificacióndeunariñaentreunmaridoyunamujer.«Serumore»,gritó.Todoelmundoserió.Noquedabaclarosilarisaera un signo de alivio por haber terminado con la disputa marital o porque las palabras Se lamoreimplicabanSiestonoesamorentonces...

Y la gente entendióque esto también era una señal de que la lectura iba a comenzar y fueron enbuscadeunrincóncómodoodeunaparedenlaqueapoyarse.Nuestrorincóneraelmejor,justoenlaescaleradecaracol, sentadocadaunoenunescalón.Aúncon lasmanosagarradas.Eleditorestabaapuntodepresentar al poeta cuando la puerta rechinó al abrirse.Oliver estaba intentando abrirsepasoacompañadodedoschicasdespampanantesqueoeranunasllamativasmodelosobienactricesdecine.Dabalasensacióndequelashabíasecuestradodecaminoytraíaunaparaélyotraparamí.SeVamore.

—¡Oliver,porfin!—gritóeleditormientrassosteníaenloaltosuvasodewhisky—.Bienvenido,bienvenido.

Todoelmundosegiró.—Unode los jóvenes filósofos estadounidenses demayor talento—dijo—, acompañadopormis

queridashijas,sinlasqueSel’amorenohubiesevistonuncalaluz.Elpoetaasintió.Sumujersevolvióhaciamíymesusurró:«¿Aquesonunamonada?».Eleditorse

bajóde lapequeñaescaleritayabrazóaOliver.AgarróelenormesobrederayosXqueOliverhabía

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usadoparallevarsutrabajo.—¿Elmanuscrito?—Elmanuscrito—respondióOliver.Eleditoracambioleentregóellibroquesepresentaba.—Yamehabíadadouno.—Esverdad.Pero Oliver admiró la portada con educación, luego echó un vistazo alrededor y me descubrió

sentadojuntoaLucia.Caminohaciadondemeencontraba,pusounbrazosobremishombrosyseinclinóparabesarla.Ellav°amirarme,miróaOliver,analizólasituación.

—Oliver,seiundissoluto,eresunlibertino.—Sel’amorecontestóalavezquemostrabalaportadadellibroconlaintencióndequererdecir

quetodoloquehicieseyahabíasidoescritoporsumaridoyporlotantoeralícito.—TúsíqueSel’amore.Noteníamuyclarosilehabíallamadolibertinoporlasdoschicasconlasquehabíallegadoopor

mí.Oporambascosas.Olivermepresentóalasdoschicas.Eraobvioquelasconocíabienyqueellasleteníanafecto.—Seil’amicodiOliver,vero?—mepreguntóunadeellas—.Noshahabladodeti.—¿Yquédijo?—Cosasbuenas.Seapoyóenlaparedalladodedondeestábamoslaesposadelpoetayyo.—Nomevaasoltarlamanonunca,¿no?—dijoLuciacomosiestuviesehablandoconunatercera

personaausente.Quizáquisiesequesediesencuentadeellolasdoschicas.Noquería soltarle lamano inmediatamente, pero sabía que debía hacerlo.Así que la agarré con

ambasmanos,melaacerquéaloslabios,besélosbordesdelapalmaylasolté.Mediolasensacióndequelahabíasostenidodurantetodalatardeyestabaentregándoselaasumaridodelamismaformaqueunosueltaaunpájarodespuésdetenerledurantemuchotiempocurándolo.

—Se l’amore—dijo a la vez que agitaba la cabeza en señal de reprimenda—. No eres menoscrápulaquelosdemás,solamenteeresmástierno.Aquíoslodejo.

—Veremosquépodemoshacerconeldijounadelashijasconunarisitaforzada.Estabaenelparaíso.Sabíaminombre.EllasellamabaAmanda.SuhermanaAdele.—Hayunatercera—dijoAmanda,quitandoimportanciaalacantidad—.Yadeberíaestarporaquí

enalgunaparte.Elpoetacarraspeó.Las típicaspalabrasdeagradecimientopara todoelmundo.Al final,perono

menos importante, gracias a la luz de sus ojos,Lucia. ¿Cómo le soporta? ¿Por qué está siempre allí?Musitólamujerconunasonrisacariñosadedicadaalpoeta.

—Porsuszapatos—dijoél.—Esoes.—Sigueconlotuyo,Alfredo—dijoeltucánconbocio.—Sel’amore.Sel’amoreesunacoleccióndepoemasinspiradaenunaépocaquepaséenTailandia

dandoclasessobreDante.Comomuchosyasabréis,meencantabaTailandiaantesde iry laodiabaalpoco tiempode llegarallí.Dejadque loexpresedeotromodo: laodiéel tiempoqueestuveallí,y laempecéaamardenuevoencuantomefui.

Risas.Estabanrepartiendomásbebidas.—EstandoenBangkoknopodíadejardepensarenRoma—porsupuesto—,enestatiendademedio

pelo,enlascallesdealrededorjustoantesdelatardecer,eneltañerdelascampanasdelasiglesiaselDomingo de Pascua y durante los días de lluvia, que en Bangkok eran eternos, casi llegaba a llorar.

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Lucia,Lucia,Lucia,¿porquénuncamedijistequenocuandosabíaslomuchoqueteibaaechardemenosdurante estosdías, quemehicieron sentirmaspesarque cuandoenviaron aOvidio en aquellamisióndescabelladaenlaquemurió?Mefuisiendounidiotaynovolvímuchomássabio.LagenteenTailandiaespreciosa,asiquelasoledadpuedesermuycruelcuandohasbebidounpocoyestásapuntodetocaralprimerextrañoquesetecruce.Allítodossonbellos,peropagaslassonrisasconvasosdechupito—sedetuvocomopararecapacitarsobreloquehabíadicho—.Llaméaestaseriedepoemas«Tristia».

«Tristia»ocupócasi veinteminutos.Luegohuboaplausos.Unade las chicasutilizóunapalabra:forte,Molto forte. El tucán con bocio se giró hacia otramujer que no había dejado de asentir con lacabeza con cada sílaba que pronunciaba el poeta y que ahora no paraba de repetir straordinario-fantastico.Elpoetadescendiódelpeldaño,bebióunpocodeaguayaguantó la respiraciónduranteunrato comopara prevenir un ataque de hipo.Yo había confundido los hipos con llantos contenidos.Elpoeta,buscandoentretodoslosbolsillosdesuamericanasinéxito,juntólosdedosíndiceycorazónylosmeneócercadelaboca,dándoleaentenderaldueñodelalibreríaquequeríafumarseuncigarrilloytalvezperderseunpocoentrelagente.Straordinario-fantastico,quepillólaseñal,sacóinmediatamentesucajetilla.

—Staseranondormo,estanocheyonovoyapoderpegarojoporlosenvitesdelapoesía—dijo,culpandoasupoesíadeloqueibaaserunaveladadeinsomniopalpitante.

Paraentoncestodoelmundoestabasudandoyelambientedeinvernaderotantodentrocomofueradelalibreríasehabíavueltodeunpegajosoinsoportable.

—PorelamordeDios,abrelaspuertasgritopoetaaldueñodelatienda—.Nosestamosahogando.ElseñorVengasacóunapequeñapiezademadera,abriólapuertaylacolocóentrelaparedyel

marcodebronce.—¿Mejorasí?—preguntócondeferencia.—No,peroalmenossabemosquelapuertaestáabierta.Olivermemirópreguntando¿Tegustó?Yomeencogídehombros,comoalguienqueseguardalos

juiciosparamásadelante.Peronoestabasiendosincero;megustómucho.Quizá loquemásmeagradófue la tarde.Todoloqueocurriómeemocionó.Cadamiradaquese

cruzabaconlamíameparecíauncumplido,ounapreguntaounapromesaquesequedabaenelairequeflotabaentreelmundoyyo.Estabaelectrizadoporlasbromas,laironía, lasmiradas,lassonrisasqueparecían decirme que se alegraban de que existiese, por el ambiente optimista de la tienda queembellecía tododesde lapuertadecristala losmazapanes,delencantoocrede losvasosdeplásticollenos de whisky escocés hasta las mangas remangadas del señor Venga, del propio poeta hasta laescaleradecaracoldondenoshabíamoscongregadocon laspreciosashermanas.Todoparecía relucirconunbrillohechizanteyexcitante.

Envidiaba sus vidas y pensé en la vida tan poco libidinosa de mis padres, repleta de comidasagobiantesylaboresdelalmuerzo,ennuestravidadecasademuñecasennuestracasademuñecasyenmiúltimoañodeinstitutoqueseavecinaba.Comparadoconesto,todoaquelloparecíaunjuegodeniños.¿PorquémeibaairaEstadosUnidosdentrodeunañosipodíapasarloscuatroañosenterosasistiendoa lecturascomoéstaysentándomeycharlandocomoestabanhaciendoahora todos?Habíamuchomásqueaprender enaquellapequeña librería atestadaqueencualquierade lasgrandiosas instituciones alotroladodelcharco.

UnhombremayorconlabarbalargaydescuidadayunabarrigacomoladeFalstaffmetrajounvasodewhisky.

—Ecco.—¿Esparamí?—Porsupuestoqueesparati.¿Tegustaronlospoemas?

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—Mucho—dijeconlaintencióndesonarirónicoypocosincero,aunquenoséporqué.—Soysupadrinoyrespetotuopinión—dijo,comosisehubiesepercatadodemiprimerfarolyno

quisieseindagarmas,peroaunrespetomástulozanía.—Teprometoquedentrodeunosañosyanohabránadadeestajuventud—dije,queriendoasumir

laironíaresignadadeloshombresquehanvividomuchoyseconocenbienasímismos.—Sí,peroyanoestaréporaquíparadarbuenacuenta.¿Estaríaintentandoligarconmigo?—Asíquetoma—dijo,entregándomeelvasodeplástico.Dudéantesdecogerlo.Eraelmismotipo

dewhiskyquebebíamipadreencasa.Lucia,quesehabíapercatadodelaconversación,dijo:—Tanto,unwhiskymásounomenosnotevaahacermenoscrápuladeloqueyaeres.—Ojalálofuese—ledije,girándomehaciaellaeignorandoaFalstaff.—¿Porqué?¿Quéechasdemenosentuvida?—¿Quéechodemenosenmivida?—estuveapuntodedecirTodo,peromecontrolé—.Amigos,

aquíparecequesoistodosamigosíntimos.Quisierateneramigoscomolostuyos,comotú.—Habrátiempodesobraparaestetipodeamistad.¿Tesalvarántusamigosdeseruncrápula?—

esapalabraaparecíaunayotravezcomosifueseunaacusacióndefaltagraveyfeaenmipersonalidad.—Ojalátuvieseunamigoquenoestuviesepredestinadoaperder.Meobservóconunasonrisameditabunda.—Estáshablandolargoytendido,amigomío,yestanochesólonosdedicamosalospoemasbreves

siguiómirándome—.Tecompadezco.Acercó las palmasde lamanoami cara amodode caricia triste y lenta como si de repenteme

hubieseconvertidoensuhijo.Aquellotambiénmeencantaba.—Eres demasiado joven para saber a quéme refiero, pero algún día nomuy lejano, espero que

volvamosahablaryentoncesveremossisoylosuficientementemayorcomopararetirarloquehedichohoy.Scherzavo,erabroma.

Ymebesóenlamejilla.Eraunmundodelocos.Medoblabalaedad,peropodíahaberlehechoelamorallímismoyhaber

lloradojuntos.—¿Brindamosono?—gritóalguiendesdelaotrapuntadelatienda.Hubountumultodesonidos.Yentoncesocurrió.Unamanoenmihombro.EraladeAmanda.Yotraenmicintura.Oh,conocía

esaotramanodesobra.Puedequenomesuelteesanoche.Adorabacadadedodeesamano,cadauñaquemuerdesencadaunodelosdedos,querido,queridoOliver,nomesueltes,porquenecesitoesamanoallí.Unescalofríomerecorriólacolumna.

—Y yo soyAda—dijo alguien casi pidiendo disculpas, como si fuese consciente de que habíatardado mucho en abrirse camino hasta el sitio de la tienda donde estábamos nosotros y estuvieseganándose nuestro favor diciendo a todo elmundo que ella era laAda de la que debíamos de haberestadohablando.HabíaalgoestridenteylibertinoensuvozoenlamaneraenqueseentreteníaendecirAda o en la forma en que parecía quitarle importancia a todo, a las presentaciones de libros, a losprotocoloseinclusoalaamistad,algoquemeindicóderepentequesinlugaradudas,aquellatardemehabíaadentradoenunmundohechizado.

Nunca había viajado por un sitio así. Pero me encantaba. Y me gustaría aún más en cuantoaprendieseahablarsu idioma,puesera tambiénmi idioma,unamaneradediscursoen laque losmásprofundosanhelossecuelanenformadebroma,noporqueseamásseguroponerunasonrisaenloquemasmiedonoscausa,sinoporquelasformasdetodoslosdeseosdeestenuevomundoenelquemehe

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adentradosólopodíanserexpresadasenformadejuego.Todo el mundo estaba disponible, vivía disponible y asumía que todos los demás también lo

estuviesen.Deseabasercomoellos.El dueño de la librería hizo sonar una campana junto a la caja registradora y la gente guardó

silencio.Elpoetacomenzóahablar.—Noteníaplaneadoleerestepoemahoy,peroyaquealguien—aldecirestomodificósuvoz—,

alguien lo mencionó, no he podido resistirme. Se titula «El síndrome de San Clemente». Es, deboadmitirlo y siempre y cuando a un versificador se le permita decir esto,mi favorito—más tardemeenterédequenuncasereferíaasímismocomopoetaoasuobracomopoesía—.Quizáporquehasidoelmásdifícil,porquehizoqueechaseterriblementedemenosmicasa,porquemesalvócuandoestabaenTailandiaoporquemehaexplicadomividaporcompleto.Contaba losdíasy lasnochessiempreconSanClementeenlacabeza.LaideadevolveraRomasinhaberlogradoterminaresteextensopoemameatemorizabamásquequedarmeatrapadoenelaeropuertodeBangkokotrasemanamás.Yaunasí,fueenRomadondevivíamos amenosdedoscientosmetrosde la basílicadeSanClemente, donde le di losúltimos retoques a un poema que, irónicamente, había comenzado hacía una eternidad muy al este,precisamenteporquelaciudadeternaparecíaestaraañosluzdedistancia.

Mientras leíael largopoema,comencéapensarque, adiferenciadeél,yohabíaencontradounamaneraparaevitarcontarlosdías.Nosíbamosairentresdías,yentonces,todoloqueteníaconOliverse iba a esfumar como el humo. Habíamos hablado sobre vernos en EstadosUnidos, y quedamos enllamarnos y escribirnos, pero aun así lomantuvimos todo en una esferamisteriosamente surrealista eintencionadamenteopacaparaambos,noporquenoquisiésemosquelascosasnospillasendeimprovistoparaasípoderculparalascircunstanciasynoanosotrosmismos,sinoporquealnoplanearsalvaguardarlascosasvivasentrenosotros,evitábamospensarenlaposibilidaddequeibanaterminarse.Habíamosllegadoallíconelmismoespírituevasivo:Romaeralaúltimafiestaantesdequeelcolegioyelviajenossepararan,sólounamaneradeprocrastinaryalargar lamarchamásalláde lahoradelcierre.Talvez, sin pensarlo, nos habíamos cogidomás que unas simplesminivacaciones; estábamos fugándonosjuntos,peroconunbilletedevueltaadosdestinosdistintos.

Quizáfuesesuregaloparamí.Quizáfueelregalodemipadreparaambos.¿Seríacapazdevivirsinsubrazosobremibarrigaoalrededordemiscaderas?¿Sinbesarnilamer

laheridaensucostadoqueaúntardaríasemanasencurarseaunqueahoralejosdemí?¿Aquiénmásibaasercapazdellamarporminombre?

Porsupuestoquehabríaotros,ydespuésdeesosmuchosmás,perollamarlosporminombreenunmomentodepasiónpareceríasiempreunaexcitaciónindirectafaltaporcompletodenaturalidad.

Recordabaelarmariovacíoylamaletahechajuntoasucama.Muyprontodormiríaenlahabitaciónde Oliver. Dormiría con su carfiiseta, me tumbaría junto a ella a dormir, la llevaría puesta mientrassoñase.

Despuesde la lecturahubomásaplausos,másalegría,másbebida.Yacasierahoradecerrar latienda.MeacordedeMarziacuandolalibreríadeB.ibaacerrar.

Hacecuántotiempo,quédiferencia.Sehabíavueltototalmenteirreal.Alguien sugirió que fuésemos todos juntos a cenar. Éramos unos treinta. Alguienmás sugirió un

restauranteenel lagoAlbano.Me imagineunrestauranteconvistasaunanocheestrellada,comoalgosacadodeunmanuscritoiluminadodelaEdadMedia.No,estádemasiadolejos,dijootrapersona.Laslucesdellagoporlanochevanatenerqueesperarparaotraocasión¿YporquénoenalgúnsitiodeviaCassia?Vale,peroaúnnohabíamosresueltoelproblemadeloscoches:noteníamossuficientes.Síquehabía suficientes, y si nos teníamos que sentar unos encima de otros durante un rato, ¿le importaría a

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alguien?Seguroqueno.Sobretodosiamímetocasentarmejuntoaestasdospreciosidades.Sí,pero¿quéocurriríasiFalstaffsetienequesentarsobreambas?

Solamente había cinco coches y todos estaban aparcados en diferentes callejones cercanos a latienda.Debidoaquenopodíamossalirenmasa,tuvimosquepactarotrositiocercadelPonteMilvio,ydeallíaviaCassiayalatrattoriacuyasituaciónsólounapersonaconocía.

Llegamos casi cuarenta y cincominutos después,menos tiempo del que hubiese hecho falta parallegarallejanoAlbano,dondelaslucesdellagoporlanoche...Elsitioeraunatrattoriaenormealairelibre,conmantelesdecuadrosyvelasantimosquitosesparcidasportodoelcomedor.Debíandeseryacasilasonce.Elaireeraaúnmuyhúmedo.Senotabaennuestrascarasyennuestraropapuesteníamosuna apariencia lacia y revenida. Incluso los manteles parecían lacios y revenidos. Sin embargo, elrestauranteestabasobreunacolinaydevezencuandosoplabaunabrisillaentrecortadaatravésdelosarbolesquehacíapensarquelloveríaaldíasiguienteperoqueelbochornopermanecería.

Lacamarera,unamujerdecasisesentaaños,contórápidamentecuántoséramosynospidióquelaayudásemos a juntar las mesas en forma de herradura. Lo hicimos ágilmente. Luego nos dijo lo queíbamosacomerybeber.Menosmalquenotenemosquedecidir,puessidecideélloquecomemos—laquehablabaeralamujerdelpoeta—vamosaestaraquíesperandounahoramásyparaentoncesyasehabrán quedado sin reservas en la despensa. Enumeró una gran cantidad de entrantes, que sematerializaronantesdepoderprotestar,seguidosporpan,vino,aguamineral:frizzanteynaturale.Todoaun preciomódico, explicó. Eso es lo que queremos, replicó el editor. Este año volvemos a estar ennúmerosrojos.

Volvimosabrindarpor elpoeta.Por el editor.Por eldueñode la tienda.Por lamujerypor lashijas.¿Porquiénmás?

Muchas risas y camaradería. Ada pronunció un pequeño discurso improvisado, bueno, no tanimprovisado,segúnadmitiódespués.FalstaffyTucánaceptarontambiénquelehabíanayudadounpoco.

Los tortellini a la crema llegaronmás demedia hora tarde. Para entonces ya había decidido nobebervinopueslosdosvasosdewhiskyquemebebídeuntragoestabancomenzandoahacermeefecto.Las tres hermanas estaban sentadas entre nosotros y todo el mundo en nuestro banco estaba muyapretujado.Elcielo.

Elsegundoplatomuchodespués:carneasadaalacazuelaconguisantesyensalada.Después,unavariedaddequesos.UnacosallevóalaotraycomenzamosahablarsobreBangkok.—Todoelmundoesprecioso,peropreciosodeunamaneraexcepcional,híbridaymestiza,quees

el motivo por el que quena ir allí —dijo el poeta—. No son asiáticos, ni caucásicos y el términoeuroasiáticosesdemasiadosimple.Sonexoticosenelsentidomáspurodelapalabrayaunasinosonextraños.Losreconocíamosalinstante,aunquenoloshubiésemosvistonuncaynohabíapalabrasparadescribirloquenosprovocabanoloqueparecíanquererdenosotros.

»AIprincipiomedicuentadequepensabandeotramanera.Mástardemepercatédequetambiénsentíandistinto.Luegodequeeranextremadamenteagradables, tanagradablescomonoesperaríasquefuesenadieaquí.Podemosseramables,ypodemossercariñososypodemossermuy,muyafablesdeestaforma mediterránea tan soleada y apasionada, pero ellos eran agradables, agradables de formadesinteresada,agradablesdecorazón,agradablesencuerpoyalma,agradablessinningúnmatizdepesaromalicia,agradablescomoniños,sinironíanivergüenza.Estabaasombradodeloquemehacíansentirhaciaellos.Aquellopodíaserunparaíso,talycomoyohabíafantaseado.Elrecepcionistanocturnodeveinticuatroañosdemicochambrosohotel,quellevabaunagorrasinviserayquehabíavistoentrarysalirdetodo,semequedómirandoyyoaél.Susfaccioneseranlasdeunaniña.Perounaquepareceunniño.LaniñaenelmostradordeAmericanExpresssemequedómirandoyyoaella.Parecíaunchicoque se asemejaba a una niña y que por lo tanto era un chico. Los más jóvenes, hombres o mujeres,

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siempresoltabanunasonrisillanerviosacuandolosmiraba.Inclusolachicadelconsuladoquehablabamilanés con fluidez y los estudiantes universitarios que esperaban a lamisma hora todos los días elmismoautobúsquenosrecogíasemequedaronmirandoyyoaellos.Sesumaríantodasestasmiradasaloqueyocreoquesignificaban,puestoque,megustaseono,enloqueserefierealossentidos,todosloshumanoshablanelmismoidiomaanimal.

OtrarondadeGrappaydeSambuca.—QueríaacostarmecontodaTailandia.YpareceserquetodaTailandiaestabatonteandoconmigo.

Nopodíasnidarunpasosinchocarteconalguien.—Toma, dale un trago a esteGrappa y dime si no parece un conjuro de brujas—interrumpió el

dueñodelalibrería.El poeta le permitió al camarero que le echase otro vaso. En esta ocasión lo sorbió lentamente.

FalstafFloengullódeun trago.Straordinario-fantastico loembuchóensugaznate.Oliverchasqueó loslabios.Elpoetadijo:rejuvenece.

—MegustaelGrappatodalanoche,mevigoriza.Perotú—semequedómirandoestavez—noloentenderías.A tu edad, sabeDios, recuperar el vigor es quizá lo último que necesites—me observómientrasdababuenacuentadelvaso—.¿Lonotas?

—¿Notarelqué?—pregunté.—Lavigorización.—Puesno—dijetrasecharotrotrago.—Puesno—repitióélconunamiradaperplejaydecepcionada.—Esoesporqueasuedadelvigoryaestáahí—añadióLucia.—Esoescierto—comentóalguien—.Tuvigorizaciónsóloafectaaaquellosqueyanolaposeen.Elpoeta:—LavigorizaciónesfácildeencontrarenBangkok.Unacalurosanocheenlahabitacióndelhotel

creíqueme ibaavolver loco.Debíaelegirentre la soledad,el sonidode lagenteenelexterioroeltrabajodeldemonio.PeroahífuecuandocomencéapensarenSanClemente.Semeapareciócomounasensación indefinida y nebulosa,mitad excitación,mitad añoranza del hogar y una parte demetáfora.Viajasaunlugarporquetienesunaimagendeélyquieresaunartecontodoelpaís.Luegoencuentrasqueno tienes demasiadas cosas en común con los nativos.No entiendes los signosmás simples, esos quehabías asumido que toda la humanidad compartía. Decides que todo fue un error, que todo fue unproductodetuimaginación.Luegoescarbasunpoquitomásyencuentrasque,apesardetussospechasrazonables, aún los deseas a todos, pero no sabesmuy bien qué quieres exactamente de ellos, o queparecenquererellosdeti,puesdalacasualidaddequeellostambiénteestánobservandoaticonloquepareceunasolaideaenlacabeza.Perotedicesatimismoquesontodoimaginacionestuyas.YestásapuntodehacerelequipajeyvolveraRomayaquetodasesasseñalesdesconcertantesteestánvolviendoloco.Peroderepentesurgealgo,comounpasillosubterráneosecreto,ytedascuentadequealigualquete ocurre a ti, ellos están desesperados y ansiosos por ti también. Y lo peor es que, a pesar de tuexperiencia,tusentidodelaironíaytuhabilidadparasobreponertealatimidezcadavezqueamenazacon aflorar, te sientes totalmente desamparado. No conocía su lengua, no conocía el idioma de suscorazones,nisiquieraconocíaelmío.Veíamisterioentodoslossitios:enloquequería,enloquenosabíaquequería,enloquenoqueríasaberquequería,enloquesiempresupequequería.Estoesounmilagrooelinfierno.

»Aligualquetodaslasexperienciasquenosmarcandeporvida,medesbaratóporcompleto,mereventó,medescuartizó.Estoeralasumadetodoloquehabíasidoenmividaymás:elquesoycuandocantoysofríovegetalesparamifamiliaymisamigoscadadomingoporlatarde;elquesoycuandomedespiertodurantelasnochesheladorasyloquemásdeseoesponermeunjersey,correrhastamimesayescribirsobrelapersonaquesoyynadiemásconoce;elquesoycuandosemeantojadesnudarmejuntoa

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otrocuerpodesnudoocuandosemeantojaestarsoloenelmundo;elquesoycuandocadapartedemípareceestaracientosdekilómetrosydeañosycadaunadeellasjuraportarminombre.

»Lollamé“ElsíndromedeSanClemente”.LaactualbasílicadeSanClementeestáconstruidaenellugar que fue un refugio para cristianos perseguidos. Fue el hogar del cónsul romano Tito FlavioClementeysequemóduranteelmandatodelemperadorNerón.Juntoalosrestoscarbonizados,enloquedebiódeserunagrancriptacavernosa,losromanosconstruyeronuntemplopaganosubterráneodedicadoaMitra, el dios de lamañana y de la luz solar, sobre este templo los cristianos alzaron otra iglesiadedicada, coincidencia o no es algo que debe aún ser investigado, a otro Clemente, el Papa SanClemente, sobre la que colocaron aún otra iglesia que se quemó y que es hoy el lugar en el que seencuentra la basílica actual. Las excavaciones podían seguir profundizando y profundizando.Como elsubconsciente,comoelamor,olamemoriaoelpropiotiempo,comocadaunodenosotros,labasílicaestácreadaapartirdelasruinasdelassucesivasrestauraciones,nohayningunapiedrabase,nohayniprimero,niúltimo,sólocapasypasadizossecretosycámarasqueseconectan,comoenlascatacumbascristianasyenalgúnlugartambiénlascatacumbasjudías.

»Sinembargo,amigos,comodiríaNietzsche,oshenarradolamoralejaantesqueelcuento.—Alfredo,cariño,porfavorsébreve.Paraentonceselencargadodelrestaurantesehabíadadocuentadequenonosíbamosairtodavía,

porloque,unavezmás,nossirvióGrappaySambucaatodos.—Así que durante aquella calurosa noche en que creí queme iba a volver loco,me senté en el

cochambrosobardemicochambrosohotelyquiénsinoibaaestarsentadojuntoamimesamásqueelconserjenocturno, conaquellagorra sinvisera. ¿Has terminado?, lepregunté.He terminado, contestó.Entonces¿porquénotevasacasa?Vivoaquí.Estoytomandoalgoantesdeacostarme.

»Mequedémirándole.Élsequedómirándomeamí.»Sinesperarniuninstantemás,cogesubebidaconunamano,lalicoreraconlaotra.Penséquele

habíaincomodadoyofendidoyquequeríaestarsoloyseibaaunamesalejosdelamía,cuando,mirapordónde,vienedirectoalamíaysesientajustoenfrentedemí.¿Quieresprobaresto?,pregunta.Claro,¿porquéno?DaigualenRomaoenTailandia...Porsupuestoquehabíaoídotodotipodehisto-rías,asíquemeimaginéqueentodoaquellohabíaalgosospechosoeindeseable,perosigamosadelante.

»Chasqueó los dedos y ordenó de forma perentoria un vasito para mí. No había terminado depedirloyyaloteníamosallí.

»Daleuntrago.»Puedequenomeguste,ledije.»Daleuntragodetodasformas.Meechaunpocoamíyotropocoaél.»El licorestábastantedelicioso.Elvasoespocomásgrandequeeldedal conelquemiabuela

solíazurcirloscalcetines.»Daleotrotrago,paraasegurarnos.»Apurétambiénéste.Nomepreguntónada.SeparecealGrappa,másfuerte,peromenosagrio.»Mientras tanto,elconserjesigueobservándomefijamente.Nomegustaquesequedemirándome

contantaintensidad.Sumiradaescasiinsoportable.Medabalasensacióndepoderintuirelcomienzodeunasrisillas.

»Meestásmirando,ledijefinalmente.»Yalosé.»¿Porquémeestásmirando?»Seapoyaenmiladodelamesa.Porquemegustas.»Mira...,comencé.»Tomaotro.Seechaunoymeechaamíotro.»Avercómotelodigo:yono...

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»Peronodejóqueterminase.»Quémotivohaymejorqueéseparatomarseotro.»Mimentelanzabaseñalesrojasentodasdirecciones.Teemborrachan,tellevanacualquierlugar,

te robanabsolutamente todoy cuandovas aponerunadenuncia a lapolicía, éstos, queno sonmenoscorruptosquelospropiosladrones, tehacentodotipodealegacionesytienenfotosparaprobarlo.Meinundaunanuevapreocupación:lacuentadelbarpodíaresultarserastronómicapueselquepidepuedeestarbebiendoteysimularestaremborrachándose.Quétrucomásviejo,¿quépasa,quehenacidoayer?

»Creoquenoestoyinteresado.Porfavor,seamos...»Tomaotrotrago.»Sonrisas.»Estoyapuntoderepetirmisprotestas,peroyapuedooírledecirTomaotro.Casiestoyalbordede

lacarcajada.»Observacómomerío,noleimportadedóndesale,todoloqueleimportaesquemeestoyriendo.»Ahoraseestáechandootrotrago.»Mira,amigo,esperoquenopiensesquevoyapagarestabebida.»Por fin habló el pequeño burgués que hay enmí.Ya conozco yo estas remilgadas sutilezas que

siempre,siempreusanparaaprovecharsedelosextranjeros.»Notehepedidoquepagueslabebida.O,yaquelomencionas,quemepaguesamí.»Irónicamentenosehasentidoofendido.Debíadesaberqueesto ibaaocurrir.Debedehaberlo

hechounmillóndeveces,probablementeerapartedeltrabajo.»Aquítienes,tomaotra,ennombredelaamistad.»¿Amistad?»Notienesporquétenermemiedo.»Nomevoyaacostarcontigo.»Quizánolohagas.Oquizásí.Lanocheesjoven.Ynomehedadoporvencida.»En aquel instante se quita la gorra y deja caer unamata de pelo que yo no entendía cómo todo

aquellopodíahabersidoenrolladoyarropadobajounagorratanpequeña.Eleraunamujer.»¿Decepcionado?»No,alcontrario.»Unasmuñecastanfinas,unaire tantímido,unapielfinísimabajoelsol,unaternuraqueparecía

saltardesusojos,noconlasatisfaccióndescaradadeaquellosquehanvistomuchascosas,sinoconunaspromesas desgarradoras de pura dulzura y caridad en la cama. ¿Estaba decepcionado?Quizá, pero elaguijóndelasituaciónhasidoeliminado.

»Aparecióunamanoquemetocóelcarrilloysequedóallícomosituvieselaintencióndecalmarlasorpresaylaconmoción.

»Inclinélacabeza.»Necesitasotro.»Ytutambién,dije,echándoleuntragoestavez.»Le pregunté que por qué hacía creer de forma intencionada a la gente que era un hombre.Me

esperaba alguna respuestadel tipoEsmejorpara el negocio, o algounpocomásdisoluto comoParamomentoscomoéstos.

»Entoncessurgiólarisita,enestaocasióndeverdad,comosihubiesehechounatravesuramalvadaynosehubiesesentidonadadesilusionadanisorprendidaconelresultado.Perosoyunhombre,dijo.

»Estabaasintiendoconlacabezaantemiincredulidad,comosiesemovimientofuesetambiénpartedelatravesura.

»¿Eresunhombre?,pregunté,nomenosdecepcionadoquecuandodescubríqueeraunamujer.»Esometemo.»Seinclinóhaciadelanteconamboscodospuestossobrelamesahastaquecasimetocalanarizcon

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la punta de la suya y dijo: te gusto mucho, muchísimo, señor Alfredo. Y tú me gustas a mí mucho,muchísimo,ylobuenoesqueamboslosabemos.

»Mequedémirándoleomirándola,quiénsabe.Tomemosotro,dije.»Ibaasugerirloahoramismo,dijomitraviesaamiga.»¿Cómomeprefieres,hombreomujer?,mepreguntó,comosiunopudieseelegirsucaminoenel

árbolfilogenético.»Nosabíaquérespuestadarle.Deseabadecirquelequeríaintermedio,asíquedijequelaquería

comoambos,comoalgoentrelosdos.»Parecíadesconcertado.»Chico malo, me dijo, como si por primera vez aquella noche me las hubiese arreglado para

conseguirasombrarleconalgodepravado.»Cuandoselevantóparairalbañomepercatédequeeraunamujerconunvestidoytacones.No

pudeevitarquedarmemirandolapreciosapieldesuslindostobillos.»Sabíaquemehabíavueltoapillarycomenzóareírsedeformajuguetona.»¿Mevigilaselbolso?,mepreguntó.Debiódepensarquesinomepedíaquelecuidasealgo,era

probablequepagaselacuentaymefuesedelbar.»Esto,enpocaspalabras,esloqueyollamo“ElsíndromedeSanClemente”.Huboun aplauso y fue un aplausomuy sentido y cariñoso.No sólo nos gustó la historia, sino el

hombrequelacontaba.—EvvivailsindromodiSanClemente—gritóStraordinario-fantastico.—Sindromonoesmasculino,esfemenino:lasíndrome—lecorrigióalguienqueestabasentadoasu

lado.—EvvivalasíndromediSanClemente—aclamóotrapersonaqueestabadeseosadegritaralgo.Él,

junto con algunos más, había llegado muy tarde a la cena gritando con un buen acento romanoLassatecepassa,déjanospasar,aldueñodelrestaurantecomoformadeanunciarasusamigossullegada.Hacíamuchotiempoquetodoelmundohabíacomenzadoacomer.HabíacogidoundesvíoerróneoconelcochecercadelPonteMilvio.Despuésnopudoencontrarelrestaurante.Comoresultadoseperdiólosdosprimerosplatos.Ahoraestabasentadoalfinaldelamesayaél,aligualquealosdemásquehabíanvenidoconéldesdelalibrería,lesirvieronelúltimoquesoquequedaba.Compensótodalacomidaquese había perdido con demasiado vino.Había escuchado lamayoría del discurso del poeta sobre SanClemente.

—Creoquetodaestaclementización—dijo—esencantadora,aunquenollegoacomprendercómotumetáforapuedeayudarnosaentenderquiénessomos,quéqueremos,adondenosdirigimosdedistintaformaqueelvinoqueestamosbebiendo.Sinembargo,sieltrabajodelapoesía,aligualqueeldelvino,es ayudarnos a ver doble, entonces propongo hacer otro brindis hasta que hayamos bebido tanto queveamoselmundoconcuatroojosy,sinotenemoscuidado,hastaconocho.

—Evviva!—leinterrumpióAmanda,brindandoconelreciénllegado,enunintentodesesperadoporhacerlecallar.

—Evviva!—brindarontodoslosdemás.—Mástevalequevuelvasaescribirotrolibrodepoemas,ypronto—dijoStraordinario-fantastico.Alguiensugirióiraunaheladeríacercanaalrestaurante.No,saltémonoselhelado,vayamosatomar

uncafé.NosapelotonamosenloscochesynosdirigimoshaciaelPanteónatravésdelLungotevere.Enelcocheerafeliz.Peroseguíapensandoenlabasílicayloparecidoqueeraaaquellatardeenla

que una cosa llevó a otra y esa otra a algo totalmente imprevisto y justo cuando pensabas que habíaterminadoelciclo,algonuevosurgíaydespuésalgomás,hastaquetedabascuentadequeerafácilqueteencontrasesenelpuntodepartida, justoenelcentrodelaviejaRoma.Haceundíahabíamosidoanadarbajolaluzdelaluna.Ahoraestábamosallí.Enpocosdíasélsehabríaido.Ojalávolviesedespues

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deunaño.PusemibrazosobreOliverymeapoyésobreAda.Mequedédormido.Eranyamásde launade lamañanacuando llegamosalCaffeSant’Eustachio.Pedimoscafépara

todos.PenséqueentendíaporquétodoelmundosentíatotaladmiraciónporelcafédeSant’Eustachio;oquizáqueríapensarqueloentendía,peronoestabaseguro.Nisiquieraestabasegurodequemegustase.Quizánolegustaseanadiemás,perosesentíanobligadosaseguirlaopinióngeneralizadayaafirmarqueellostampocopodíanvivirsinél.Habíaunamultituddebebedoresdecafé,depieysentados,portodalaafamadacafeteríaromana.Meencantabaobservaraesagentetanligeraderopatancercademíycompartiendolasmismascosasbásicas:elamorporlanoche,elamorporlaciudad,elamorasugenteyundeseoardienteporcopularconcualquiera.Amorporcualquiercosaqueprevinieseladisolucióndelos grupitos que se habían formado allí. Después del café, cuando el grupo consideró que debíansepararse,alguiendijo:«No,nonospodemosdespediraún».Otrapersonasugirióunpubcercano.Lamejor cerveza de Roma. ¿Por qué no? Así que nos dirigimos por una callejuela estrecha y larga endirección aCampo de’Fiori. Lucia caminaba entre el poeta y yo.Oliver, que hablaba con dos de lashermanas, iba detrás de nosotros. El anciano había entablado amistad con Straordinario-fantastico yestabanambosdialogandosobreSanClemente.

—¡Vayametáforadelavida!—dijoStraordinario-fantastico.—¡Por favor!, no hace falta exagerar las cosas. Que si la clementización por aquí, que si la

clementización por allá. Tan sólo era una figura retórica—exclamó Falstaff, quien probablemente yahubiesetenidobastantedesuahijadoparatodalanoche.AlpercatarmedequeAdaibasola,mequederezagadoylecogídelamano.Ibavestidadeblancoysupielmorenaposeíaunbrilloquemeincitabaatocarcadaporodesupiel.Nohablamos.Podíaescucharcomosustaconessonabancontraelpavimento.Enlaoscuridadparecíaunespectro.

Noqueríaqueesepaseoterminasejamás.Lacalledesiertaysilenciosaeraasuveztenebrosaylosadoquines antiguos y desgastados brillaban bajo el aire húmedo, como si un carro de la antigüedadhubiese vertido el contenido viscoso de una de las ánforas antes de desaparecer bajo la tierra de laantiguaciudad.TodoelmundohabíaabandonadoRoma.Yahoralaciudadvacía,quehavistoatantosyloshaexaminadoatodos,nospertenecíasolamenteanosotrosyalpoetaquelahabíamoldeado,aunquesólofueseporunanoche,conunaimagenpersonal.Elbochornonoterminaríaaquellanoche.Podíamos,silodeseábamos,habermarchadoencírculosynadielohubiesesabido,nilehubieseimportado.

Mientrascaminábamosdespacioatravésdeunlaberintodecallejuelaspocoiluminadas,comencéaplantearmequéteníaqueverconnosotrostodoaquellodeSanClemente.Cómoavanzamoseneltiempo,cómoeltiempoavanzasobrenosotros,cómocambiamosycambiamosyvolvemosalomismo.Puedequeinclusoseenvejecieseysóloseaprendieseesto.Nadamás.Supongoqueésaeralaenseñanzadelpoeta.Deaquíaunmes,cuandovuelvadevisitaaRoma,haberestadohoyaquíconOliverpareceráunsueño,comosilehubiesepasadoaunyocompletamentedistinto.Yeldeseoquesurgióaquímismohacetresaños,cuandounchicodelosrecadosmeinvitóaasistirauncinebaratoconocidoporloqueallíocurría,parecerá igualde incumplidodentrode tresmesesde loqueerahace tres años.Llegó.Se fue.Nohacambiadonada.Nosehabíaalterado.Elmundonohabíamutado.Yasitodo,nadaseríalomismo.Todoloquequedaessoñaryrecordardeformaextraña.

Cuandollegamos,elbarestabacerrando.—Cerramosalasdos.—Bueno,aúntenemostiempoparabeberalgo.Oliverqueríaunmartini,unmartiniamericano.—Quémagníficaidea—dijoelpoeta.—Yotambién—agregóalguien.Enlaenormegramolasepodíaoírlacanciónquehabíamosestadoescuchandodurantetodoelmes

dejulio.

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Alpercibirlapalabra«martini»,elviejoyeleditorpidieronlomismo.—Ehi,taverniere!—gritóFalstaff.Elcamareronosdijoquepodíamostomarvinoocerveza;elbarmansehabíaidoprontoaqueldía

debidoaporquesumadrehabíasidollevadagravealhospitaldondelahabíanllevado.Todoelmundocontuvolarisaantelaformadehablartanincoherentedelcamarero.Oliverpreguntócuántocostabanlosmartinis.Elcamarerochillólapreguntaalaencargadadelacaja.Ellaledijoelprecio.

—Bueno,entonces,¿porquénopreparoyolasbebidasytúnoscobraselprecioqueestimesdebidoaporquenosmezclamosnosotrosmismoslasbebidasquenosmezclamos?

Hubociertadudaporpartedelcamareroydelacajera.Eldueñohacíatiempoquesehabíaido.—¿Porquéno?—dijolachica—.Sitúsabescómosepreparan,facciapuré,adelante.UnaplausoparaOliver,queseabriócaminohastadetrásdelabarray,encuestióndesegundosy

trasañadirlehieloalaginebrayunpocodevermú,comenzóabatirdeformavigorosalacoctelera.Noteníanaceitunasenlaneveradelbar.Lacajeravinoaasegurarseysacóuncuenco.

—Aceitunas—dijo,mirandoaOliverfijamentealacaracomoqueriendodecirleLoteníasdelantedelasnaricesysihubiesesmirado.¿Algomás?

—Quizátepuedotentaraqueaceptestomarteunmartiniconnosotros—dijoOliver.—Estatardehasidounalocura.Nocreoqueuntragolahagaenloquecermás.Queseapequeño.—¿Quieresqueteenseñe?Ycomenzóamostrarlelosentresijosquetieneprepararunauténticomartiniseco.Noleimportaba

hacerdebarmanparalaayudantedelbar.—¿Dóndehasaprendidoesto?—lepregunté.—Cursodemezcolanzas:Nivelbásico.CortesíadeHarvard.Durantemisañosenlauniversidadme

ganaba lavidacomobarman los finesdesemana.Luegomeconvertíencocinero, luegoproveedordecatering.Esosí,siempreunjugadordepóquer.

Cadavezquehablabadesusañosuniversitarios,éstosadquiríanunamagiaintensaeincandescente,comosiperteneciesenaotravida,unavidaalaqueyonoteníaaccesopueserapartedelpasado.Eranunapruebadeldiscurrirdesuvida,aligualqueahorademostrabasuhabilidadparaprepararcócteles,ocuandodistinguelosGrappasarcanos,ocuandosabehablarcontodaslasmujeres,ocuandorecibeennuestracasasobrescuadradosasunombredesdetodoslospuntosdelplaneta.

Nuncahabíaenvidiadosupasado,nimehabíasentidoamenazadoporél.Todasesasfacetasdesuvidaposeíanelmismocaráctermisteriosoque loqueocurrióen lavidademipadreantesdequeyonacieraperoquesiguenresonandoenelpresente.Noenvidiabalavidaanterioramí,nideseabaviajaratráseneltiempoalmomentoenelqueéltuvomiedad.

Quedábamos por lomenos quince ahora y ocupábamos una de lasmesas demadera rústicamásgrandes.El camarerodio elúltimoavisoparapedirpor segundavez.Enunosdiezminutos, losotrosclientes se habíanmarchado. El camarero había comenzado ya a bajar la persiana demetal debido aporque era ya la hora de cierre para la chiusuru. La gramola había sido desenchufada. Si seguíamoshablando,podríamosquedarnosallíhastaelamanecer.

—¿Teheescandalizado?—preguntóelpoeta.—¿Amí?—pregunté,sinentendermuybienporquédetodoslosdelamesadebíadirigirseami.—Alfredo,metemoquesabemássobrelajuventudcorruptaquetú—dijoLucia—.Eundissoluto

assolu-to—entonóconunamanoenmicara,comoyahacíasiempre.—Estepoematratasobreunacosaysóloeso—dijoStraordinario-fantastico.—SanClementeenrealidadtratasobrecuatro.¡Comomínimo!—replicóelpoeta.Eltercerúltimoaviso.—Oiga—interrumpióeldueñodelalibreríadirigiéndosealcamarero—,¿porquénodejaquenos

quedemos?Meteremosa la jovenenun taxi cuandohayamos terminado.Ypagaremos. ¿Otra rondade

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martinis?—Hacedloquequeráis—dijoelcamareroquitándoseeldelantal.Sehabíadadoporvencido—.Yo

mevoyacasa.Oliversemeacercóymepidióquetocaraalgoalpiano.—¿Quéteapetece?—lepregunté.—Loquesea.Éstaseríamiformadedarlasgraciasporunadelasnochesmásmaravillosasdemivida.Lediun

tragoamisegundomartini,con lasensacióndeser tandecadentecomoaquellospianistasde jazzquefumanybebenmuchoyqueaparecenmuertosenuncallejónalfinaldecadapelícula.

Quería tocar algo de Brahms. Pero el instinto me dictaba que debía interpretar algo suave ycontemplativo.AsíquemeinclinéporunadelasvariacionesdeGoldbergquemásmetranquilizabanyrelajaban.Losquincequeestábamosallísuspiramos,algoquemeagradó,pueséstaeralaúnicamaneraqueteníadepagarporaquellanochemágica.

Cuandome pidieron que tocase algomás, propuse un capricho de Brahms. Todos estuvieron deacuerdoenqueeraunaideamagnífica,hastaquealgoseapoderódemiy,trastocarlaprimerapartedelcapricho,sinrazónaparente,comencéunstomello,unapiezadecantopopularitaliana.Elcontrastecogióatodosporsorpresaycomenzaronacantar,aunquenoalunísono,yaquecadaunocantabaelstomelloqueconocía.Cadavezquellegábamosalestribillo,nosponíamosdeacuerdoparacantarlomismo,queconanterioridadaquellatardeOliveryyohabíamosoídorecitaralaestatuadeDante.Todoelmundoestaba entusiasmadoymepidieron otra y otramás.Los stornelli romanos normalmente están un pocosubidosdetonoysonmuyanimados,nocomolasariaslaceradasydescorazonadasdeNápoles.Despuésdelatercera,miréaOliveryledijequequeríasalirarespirarunpocodeairefresco.

—¿Quéleocurre?¿Noseencuentrabien?—lepreguntóelpoetaaOliver.—Sí,sóloquenecesitaunpocodeairefresco.Noospreocupéis.Lacamareraseagachódeltodoyconunbrazolevantólapersiana.Pasépordebajodelarejillaa

medioabriryderepentesentíunchorrodeairefrescoenelcallejónsolitario.—¿Puedohablarcontigo?—lepreguntéaOliver.Deambulamosporelcallejón,aligualquedossombrasenalgunaobradeDante,eljovenyelviejo.

AúnhacíamuchocalorycaptélaluzdeunalámparacercanasobrelafrentedeOliver.Nosadentramosenloprofundodeunacallejaextremadamentesilenciosa,luegoaotra,comosinosviésemosatraídosporestospasadizos irreales,mágicosypegajososqueparecíanconduciraunmundoocultoydiferente,alque se entraba en un estado de estupor y asombro. Todo lo que podía escuchar eran los gatos y elchapoteodeunriachuelocercano.ObienunafuentedemármolounadeaquellasfontanellemunicipalestannumerosasqueseencontrabanencualquieresquinadeRoma.

—Agua—jadeé—.Noestoyhechoparalosmartinis.Voymuyborracho.—Nodeberíashaberbebidotanto.Primerotomastewhisky,luegovino,Grappayahoraginebra.—Yavaledetodaestacontenciónsexualdelatarde.—Parecespálido—dijotrasunarisadisimulada.—Creoquemevoyaponermalo.—Elmejorremedioesdejarqueocurra.—¿Cómo?—Inclínateymétetelosdedosenterosdentrodelaboca.Neguéconlacabeza.—Deningunamanera.Encontramosuncubodebasuraenlaacera.—Mira,hazloaquídentro.Normalmenteme resistía avomitar.Peroestabademasiadoavergonzadocomopara comportarme

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como un crío. Tambiénme sentía incómodo al hacerlo delante de él.Ni siquiera estaba seguro de siAmandanoshabíaseguido.

—Venga,agáchate.Yoteaguantolacabeza.—Semepasará.Seguroquesemepasa—intentabaresistirme.—Abrelaboca.Abrílaboca.Antesdequemediesecuentaloechétodoencuantometocólacampanilla.Eraunalivioquemesostuvieselacabeza,yeradeungrancorajedesinteresadohacérseloaalguien

queestávomitando.¿Lohubiesehechoyosilellegaahaberpasadoaéllomismo?—Creoqueheterminado—dije.—Asegurémonosdequenovaasalirnadamás.Comoeradeesperar,otraarcadasacómásdelacomidaydelabebidadelanoche.—¿Nomasticaslosguisantes?—mepreguntósonriendo.Meencantabaquemehiciesebromasestandoyocomoestaba.—Soloesperonohabertemanchadoloszapatos.—Nosonzapatos,sonsandalias.Casinosmorimosdelarisa.Cuandomiréalrededor,medicuentadequehabíavomitadojuntoalaestatuadePasquino.Cómo

megustabavomitarjustoalladodeunodelossátirosmásveneradosdeRoma.—Tejuroquehabíaguisantesquenisiquierahabíansidoroídosyquepodíanhaberalimentadoa

losniñosdelaIndia.Más carcajadas. Me lavé la cara y me enjuagué la boca con el agua de una fuente que nos

encontramosdecamino.JustoantenosotrosseapareciólaestatuahumanadeDante.Sehabíaquitadolacapayllevabael

pelolargoynegrodespeinado.Debíadehabersudadomuchísimoconesedisfraz.EstabadiscutiendoconlaestatuadeNe- fertitique tambiénsehabíaquitado lamáscaray teníaelcabelloapelmazadoporelsudor.

—Voyarecogertodasmispertenenciashoy.Buenasuerteyquetezurzan.—Quetezurzanatitambién.Vaffanculo.—Fanculotú,epoit’inculo.Y mientras decía esto, Nefertiti le lanzó un puñado de monedas a Dante, que intentó evitarlas,

aunqueuna legolpeóen la cara.«Aaaaaaaaay», chilló.Porunmomentopenséque ibana llegara lasmanos.

Giramosenuncallejónigualdeoscuro,solitarioyrelucienteyluegoavidSantaMariadell’Anima.Sobre nosotros había una pequeña farola cuadrada incrustada en una esquinita de un edificio.Antiguamente,esprobablequehubieseuncandildegasahí.

—Elmejordíademividayterminovomitando.Nomeestabaescuchando.Meempujocontra laparedycomenzóabesarme,mientras rozabasus

caderasconlasmíasyconlosbrazoscasimelevantabadelsuelo.Teníalosojoscerrados,perosupequehabíadejadodebesarmeparaecharunvistazoalrededor;podíahabergentecaminandoporallí.Yonoqueríamirar.Quesepreocupeél.Luegovolvimosabesarnos.Y,conlosojosauncerrados,meparecióoírdosvoces,vocesdeancianos,gruñendoalgoparecidoaun«miraestosdos»,preguntándosesienlosviejos tiempos se podía haber visto algo así. Pero no me apetecía preocuparme por ellos. No meimportaba. Si a él no le importaba, amí tampoco. Podía pasarme el resto demi vida así: con él, denoche,enRoma,conlosojoscompletamentecerrados,conunapiernaenrolladaconlassuyas.Penséenvolverallíenlassiguientessemanasomeses,puesaquéleranuestroespacio.

Volvimos al bar y todo elmundo se habíamarchado.Ya debían de ser las tres de lamañana, oinclusomás.Apartedeporunospocoscoches,enlaciudadreinabaunsilenciodemuerte.Cuando,por

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error,llegamosala,habitualmenteabarrotada,PiazzaRotondaalrededordelPanteón,éstaseencontrabaextrañamentevacía.Habíaalgúnqueotroturistacargandoconunasmochilasenormes,algúnborrachoyloscamelloshabituales.Oliverdetuvoaunvendedorambulanteymecompróunrefrescodelimón.Elsaborácidodeloslimoneserarefrescanteymehizosentirmejor.Olivercompróunabebidadenaranjaamargayunarodajadesandía.Meofrecióunmordisco,perolorechacé.Eramaravillosocaminarmedioborrachoconunrefrescoenlamanoenunanochetancalurosacomoaquélla,atravésdelascallesdeadoquinesrelucientesdeRomaconelbrazodealguienamialrededor.Giramosalaizquierdaymientrasnos dirigíamos en dirección a la Piazza Febo, de repente apareció alguien rasgueando una guitarra ycantandounacanciónquenoeraderock,sinoquealacercarnosnosdimoscuentadequeeraunaviejamelodía napolitana. Fenesta ca lucive.Me costó un segundo reconocerla, pero después la recordabaperfectamente.

Mafaldamehabía enseñado esa tonadilla unos años antes cuando era unniño.Era su cancióndecuna.

CasinoconocíaNápolesy,apartedeella,suséquitodeallegadosyalgunapequeñavisitaallíconmispadres,casinoteniacontactoconningúnnapolitano.Sinembargo,loscompasesdeaquellacancióntantristehabíanconseguidodespertarmeunsentimientodenostalgiamuyfuerteporlosamoresperdidos,porlascosasquesehanidoabandonandoenelcursodelavidayporlasvidas,comolademiabuela,quehabíanpasadomuchoantesquelamíapropia.Lacoplahabíaconseguidotransportarmeaununiversopobreydesconsoladodegentesimple,comolosancestrosdeMafalda,desgastándoseyapurándoseenelpequeñovicolideunviejoNápolescuyamemoriaqueríacompartirconpelosyseñalesconOliver,comosiéltambién,aligualqueMafalda,Manfredi,Anchiseyyo,fueseuncompañerodelsurqueyomehabíaencontradoenunaciudadportuariaextranjerayqueentendíaperfectamenteporquéelsonidodeaquellaviejacanción,comounaantiguaplegariadedifuntosenlamásmuertadelaslenguas,podíahacerbrotarlágrimasinclusoenaquellosquenoentendíanniunapalabra.

Dijo que la canción le recordaba al himno israelita. ¿O estaba inspirada por el poema sinfónicoMoldaudeSmetana?O,pensándolomejor,quizáfueseunariadelSonnambuladeBellini.Cálido,peroun poco apagado, dije yo, a pesar de que la canción le ha sido atribuida a menudo. Estamosclementizando,dijoél.

Tradujelaspalabrasdelnapolitanoalitalianoyluegoalinglésparaqueloentendiesebien.Tratadeun jovenquepasa junto a la ventanade su amada, donde la hermanade ésta le dicequeNennella hamuerto.Delabocaenlaquelasfloresllegaronasuapogeo,sólosurgengusanos.Adiós,ventana,puesmiNennanovaapoderasomarsejamás.

Unturista,queparecíaestarsoloyunpoquitoborracho,mehabíaoídotraducirlacanciónysenosacercopidiéndomeencarecidamentequelatradujesetambiénalalemán.Decaminoanuestrohotel,lesenseñé aOliver y al germano cómo cantar el estribillo y luego lo repetimos los tres una y otra vez,mientrasnuestrasvocesreverberabanenloscallejonesestrechosyhúmedosdeRomaalavezquecadaunodestrozabasupropiaversióndelnapolitano.NosdespedimosdelteutónenPiazzaNavona.Cuandoseguimoshaciaelhotel,Oliveryyocantamosnuevamenteelestribillojuntosyenbajo,

Chiagnevasemprecadurmevasola,modormeco’¿imuorteaccompagnata.

Llorabasiempreporquedormíasola,yahoraduermeentrelosmuertos.

Ahora,conladistanciadelosaños,puedopensarqueaúnescucholavozdedosjóvenesentonando

esas palabras en napolitano dirigiéndose al amanecer, sin darse cuenta, ninguno de ellos,mientras se

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agarrabanysebesabanunayotraveza travésde lascallesdeRoma,queaquélla ibaa ser laúltimanocheenquehiciesenelamor.—VayamosmañanaaSanClemente—dije.

—Mañanaeshoy—contestó.

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PARTE4-LUGARESFANTASMAS

ANCHISEestaba esperándome en la estación.Le reconocí en cuanto el tren hizo la prolongadacurvajuntoalabahía,aminorandoelpasoycasiobservandolosaltoscipresesquetantomegustabanyatravés de los cuales siempre había vislumbrado una visión acogedora delmar deslumbrante amediatarde.Bajélaventanillaydejéqueelvientomerefrescaselacara,atisbandomuy,muylejoslapesadamáquinadel tren.AlcanzarB.siempremealegraba.Merecordabaa las llegadasaprincipiosdejuniodespuésdelcursoacadémico.Elviento,elcalor,elandéngrisycentelleanteconlaantiguacasetadeljefedeestaciónpermanentementecerradadesdelaPrimeraGuerraMundial,elsilencioprofundo,todoestoconformabamiestaciónfavoritaenestaépocadelañodesiertayencantadora.Parecíaqueelveranoestabaapuntodecomenzar,lascosasnohabíanocurridoaún,micabezatodavíaestabazumbandoconlasúltimasempolladaspreviasaunexamen,eralaprimeravezqueveíaelmaresteaño.¿QuiénesOliver?

El tren sedetuvounos instantesparaque sebajasenunoscincopasajeros.Tuvo lugarelhabitualestruendoqueprecedíaaltraqueteohidráulicodelmotor.Después,tanfácilcomosehabíandetenido,losvagonessalieronchirriandodelaestación,unoauno,ysealejaronrodando.Silencioabsoluto.

Memantuvedepieporuninstantebajolavoladizademaderaseca.Todoaquello,incluidalacasetahechacontablas,desprendíaunhedorfortísimoagasolina,alquitrán,pinturaranciaypis.

Ycomosiempre:mirlos,pinos,cigarras.Verano.Casi nunca pensaba sobre el curso siguiente. Estaba agradecido de que, con tanto calor y tanto

veranopordelante,parecieseestaramesesdedistancia.Unospocosminutosdespuésdemi llegada, eldirettissimoque iba aRomahizo suentradaenel

andénde enfrente, siempre tan puntual.Tres días antes, habíamos cogido esemismo.Recordaba estarobservando a través de la ventana y pensando: «En pocos días estarás de vuelta y estarás solo y loodiarás,asíquenopermitasquenadatepilledesprevenido.Estateatento».Habíaensayadoperderle,nosóloprotegermecontraelsufrimientoadministrándomeloenpequeñasdosisdeantemano,sinopara,aligualquehacetodalagentesupersticiosa,comprobarsimibuenavoluntadparaaceptarlapeornochenopodríapersuadiraldestinoparaquesuavizasesugolpe.Comolossoldadosentrenadosparaluchardenoche,vivíaenlaoscuridadconelfindenoquedarmeciegocuandoanocheciese.Conoceeldolorparamitigarlo.Homeopáticamente.

Unavezmás,entonces.Vistasdelabahía:comprobadas.Aromadelospinos:comprobado.Casetadeljefedeestación:comprobada.VistasdelascolinasenladistanciaconlasquerecordarlamañanaenquemontamosdevueltadeB.

yaceleramoscolinaabajoycasiatropellamosaunachicagitana:comprobadas.El olor a pis, gasolina, alquitrán y pintura rancia: comprobado, comprobado, comprobado y

comprobado.Anchisecogiómibolsayseofrecióallevarla.Ledijequenohacíafalta;lasmochilasestánhechas

paraquesolamentelasllevesudueño.Noentendiómuybienporqué,peromeladevolvió.PreguntósiyasehabíaidoelseñorUlliva.—Sí,estamañana.—Quétriste—apuntó.—Sí,unpoco.

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—Ancheameduole.Evité sumirada.Noqueríadarlepieaquedijesenadaoaqueni tansiquiera sacarael temade

nuevo.Cuando llegué,mimadrequiso saberlo todo sobrenuestroviaje.Ledije quenohabíamoshecho

nadaenparticular, sólovimoselCapitolio,VillaBorghese,SanClemente.Por lodemas,simplementecaminamossinrumbo.Muchasfuentes.Muchoslugaresnocturnosextraños.Doscenas.

—¿Cenas?—preguntómimadreconuncomedidovescomoteníarazóntriunfalista—.Y¿conquién?—Gente.—¿Quégente?—Escritores,editores,amigosdeOliver.Estuvimosfueratodalanoche.—Aún no ha cumplido los dieciocho y ya lidera la dolce vita—ahí estaba la ironía ácida de

Mafalda.Mimadreestuvodeacuerdo.—Hemospuestolahabitacióntalycomolateníastú.Pensamosquequerríasrecuperarla.Al instanteme pusemuy triste y cabreado. ¿Con qué derecho?Quedaba claro que habían estado

fisgoneando,juntasoporseparado.Siempresupequetardeotempranorecuperaríamihabitación.Peroteníalaesperanzadequefuese

unatransiciónalavidapreviaaOlivermáslentayprolongada.Mehabíaimaginadoestartumbadoenmicamajuntandoelvalorparapoderirhastasuhabitación.LoquenopresagiéfuequeMafaldayahabríacambiadolassabanas,nuestrassábanas.Afortunadamente,aquellamañanavolvíapedirlequemedieseaOndulante,despuesdellevarlapuestaporRomadurantetodoeldía.Lametíenunabolsadelacoladadeplásticodelhotelyesprobablequetengaqueocultárselaatodoelmundoduranteelrestodemivida.AlgunasnochessacaréaOndulantedelabolsa,measegurarédequenosehayacontaminadoconelolora plástico o el olor de mi ropa, y la acercaré a mí, situaré las mangas a mi alrededor y a oscuraspronunciaréentrejadeossunombre.Ulliva,Ulliva,Ulliva,eraOliverllamándomeporsunombrecuandoimitaba la formadehablarextrañadeMafaldayAnchise;pero tambiénerayo llamándoleaélpor sunombre,conlaesperanzadequemerespondieseusandoelmío,elcualyohabíausadodesdeélhaciamíydevueltaaél:Elio,Elio,Elio.

Para evitar entrar a mi habitación a través del balcón y darme cuenta de su ausencia, usé lasescaleras interiores.Abrí lapuertademihabitación,dejé lamochilaenel suelo,yme lancésobre lacamacálidaybañadaporelsol.DabagraciasaDiosporesto.Nohabíanlavadolacolcha.Derepentemealegrabadeestardevuelta.Podíahabermequedadodormidoallímismoenaquelpreciso instante,olvidandotodoloconcernienteaOndulante,eloloreinclusoelpropioOliver.¿QuiénpuederesistirseaquedarsedormidoalasdosotresdelatardebajoelsoldelMediterráneo?

Debido ami cansancio, decidí sacarmi libretamás tarde y seguir conHaydn en el lugar exactodondelodejé.Eraesoomeiríaalaspistasdetenisasentarmealsolenunodeesosbancoscálidosqueseguramenteprovocaríanenmíunasensacióndebienestarentodoelcuerpoyesperaríaaverquiénestápreparadoparaecharunpartido.Siemprehabíaalguien.

Nunca me había quedado dormido tan serenamente en mi vida. Habrá tiempo de sobra paralamentarse, pense. Llegaran, seguramente a escondidas, como había oído que ocurrían estas cosas, ytampoco habrá forma de librarse de ellos. Anticipar la pena para neutralizarla es algo miserable ycobarde,medijeamímismo,a sabiendasdequeestabaapuntodepracticarlo.¿Yquémásda simesobreveníancondureza?¿Yquésiveníanynomedejabanenpazysequedabanconmigoparaprovocarenmílomismoquemeprovocóhabertedeseadoduranteaquellasnochesenlasqueparecíaquefaltabaalgotanesencialenmividaqueeracasicomosimeultrajasealgodemicuerpo,comosiperderlefuesealgoparecidoainutilizarunamanoquepudiesesverentodaslasfotosdelacasa,peroqueeraimposibleque volviese a ser útil jamás? Lo perdiste, como siempre supiste que iba a ocurrir, incluso estabaspreparadoparaello;peronopuedes soportarvivir conesequebranto.Ymantener la esperanzadeno

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pensarenello,rezarpornosoñarconello,dueleigualmente.Derepente,unaideaextrañameatrapó:¿quéocurríasimicuerpo—sólomicuerpo,micorazón—

lenecesitaseurgentemente?¿Entoncesquédeberíahacer?¿Quépasaríasiporlanochenofuesecapazdevivirconmigomismoanoserqueélestuvieseami

lado,dentrodemí?¿Entoncesqué?Piensaeneldolorantesdeldolor.Sabía lo que hacía. Incluso cuando dormía sabía lo que estaba haciendo. Estás intentando

inmunizarte,esoesloquehaces,chicoastutoysoplón,ydeestaformaterminarásdestruyéndolotodo,porque eso es lo que eres, un chico astuto, chivatoy despiadado.El solmepegabade pleno ahora yamabaal sol conunamorcasipaganopor los elementosde la tierra.Unpagano, esoeres.Nuncamehabíadadocuentadecuántoamabaalatierra,alsol,almar.Lagente,losobjetoseinclusoelarteeransecundarios.¿Omeestabaengañandoamímismo?

Amitad de la tarde me di cuenta de que estaba disfrutando del sueño y no simplemente estababuscandounrefugioenél.Unasiestadentrodeotrasiesta,comolossueñosdentrodelossueños.¿Podíahaberalgomejor?Unarrebatodealgotanmaravillosocomounauténticoéxtasiscomenzóaapoderarsedemi.Debíadesermiercoles,pensé,ydehecholoera,cuandoelafiladorsituabasupequeñonegocioennuestro huerto y comenzaba a afilar todos los cuchillos de la casa,Mafalda siempre dándole paliquecontinuamente a su lado, sujetando un vaso de limonadamientras que él se empleaba a fondo con lapiedradeamolar.Elsonidofricativoyásperodelaruedacrujiendoychirriandobajoelcalordemediatardeenviabaondasdeunsonidomaravillosohastamihabitación.NuncahabíasidocapazdeadmitirmeamímismolofelizquemehabíahechoOlivereldíaquesetragóaquelmelocotón.Porsupuestoquemehabíaemocionado,pero tambiénmehabíahalagado,comosiconaquelgestohubiesedichoCreo,concadacélulademicuerpo,quecadacéluladeltuyonodebemorirjamásysiesnecesarioquemuera,dejaque lo hagadentro demi cuerpo.Había abierto la puerta amedio cerrar del balcón, había entradoy,debidoaqueenaquella épocanoestábamosmuyhabladores elunoconelotro,nopreguntó sipodíaentrar.¿Quéibaahaceryo?¿Decirlequenopodíaentrar?Ahífuecuandolevantélamanoparadarlelabienvenidayledijequehabíaterminadoconlospucheros,queyanolloraríamás,nunca,yledejéquelevantaselassábanasysemetieseenlacama.Ahora,encuantooíaelsonidodelapiedradeafilarentrelascigarras,sabíaque,obienmehabíadespertadoyaoaúnseguíadurmiendo,yambascosasestabanbien,soñarodormir,sonlomismo,mequedoconcualquieradeellas.

Cuandomedespertéerancasi lascinco.Yanoquería jugaral tenis,al igualquenoteníaningunaganade trabajar enHaydn.Horadenadar,pensé.Mepuseelbañadorybajé las escaleras.Vimini seencontrabasentadaenelpequeñomurojuntoalacasadesuspadres.

—¿Aquésedebequevayasadarteunbaño?—preguntó.—Nose.Simplementemeapetece.¿Quieresvenir?—No,hoyno.Mehanobligadoa llevar este ridículo sombrero si quiero estar fuera.Parezcoun

bandidomexicano.—PanchoVimini.¿Quévasahacersimevoyabañar?—Temiraré.Amenosquemeayudesasubirmeaunadeaquellasrocas,encuyocasomesentaré

allí,memojarélospiesymedejaréelgorropuesto.—Entoncesvamos.NuncateníasquepedirleaViminiquetedieselamano.Teladabadeformanatural,delamisma

maneraquelosciegosteagarrandelcodoautomáticamente.—Sólotepidoquenoandesdemasiadorápido—dijo.Bajamos lasescalerasycuando llegamosa las rocasbuscamosunaque legustasey lasentéallí.

ÉsteerasulugarfavoritoparaestarjuntoaOliver.Larocaestabaca-lentitaymeencantabalasensacióndelsolenlapielaestahoradelatarde.

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—Mealegrodeestardevuelta.—¿LopasastebienenRoma?Asentíconlacabeza.—Teechamosdemenos.—¿Quiénes?—Yo.Marzia.Elotrodíavinoaversiestabas.—Ah—dije.—Ledijedóndehabíasido.—Ah.Estabaclaroquelaniñaobservabalareaccióndemicara.—Creoquesabequenotegustademasiado.Noteníasentidodiscutirsobreeso.—¿Y?—lepregunté.—Ynada.Simplementemedalástima.Ledijequetehabíasidoatodaprisa.EstabaclaroqueViminisesentíahalagadaporsupropiaastucia.—¿Tecreyó?—Esocreo.Enrealidadnoleestabamintiendo.—¿Aquéterefieres?—Ambososmarchasteissindeciradiós.—Tienesrazón,esohicimos.Peronohabíamalaintención.—Bueno,lotuyomedaigual.Peroélsímeimporta.Mucho.—¿Porqué?—¿Porqué,Elio?Debesperdonarmepordeciresto,peronuncahassidodemasiadointeligente.Mecostópercatarmedehaciadóndesedirigíaconesto.Despuéscaíenlacuenta.—Yotampocolevoyavolveraver—dije.—No,túpuedequesí.Peroyonolotengotanclaro.Sentíacómomecrecíaunnudoenlagarganta,asíqueladejéallíenlarocaycomencémicamino

haciaelagua.Eraexactamenteeso,loquehabíapredichoquepasaría.Aquellatardemequedémirandoalmaryporuninstantesemeolvidóqueélyanoestabaallí,quenoteníasentidodarselavueltaymiraralbalcón,dondesu imagennosehabíadesvanecidodel todo.Yasícontodo,haceapenasunaspocashoras su cuerpo,mi cuerpo...Ahora probablemente él ya haya comido por segunda vez en el avión yestarápreparándoseparaaterrizarenelJFK.YosabíaqueestabacompletamenteentristecidocuandomebesóporúltimavezenunodelosbañospúblicosdelaeropuertoFiumicinoyque,inclusosienelvuelolasbebidasylapelículalehabíandistraído,unavezqueestuviesesoloensuhabitacióndeNuevaYork,volveríaasentirse tristeyyoodiabapensarenqueestuvieseasí,de lamismaformaquesabíaqueélodiaríavermeamíapesadumbradoennuestrahabitación,quesehabíaconvertidoensólomíademasiadopronto.

Alguienseestabaacercandoalasrocas.IntentépensarenalgoquedisipasemipenaymetopéconelhechoirónicodequeladistanciaqueseparabaaViminidemíeralamismaquelaquemeseparabaamí de Oliver. Siete años. Dentro de siete años, comencé a pensar, y de repente noté cómo algo meestallabaenlagarganta.Mesumergíenelagua.

Fuedespuésdelacenacuandosonóelteléfono.Oliverhabíallegadoperfectamente.Sí,enNuevaYork.Si,elmismoapartamento,lamismagente,elmismoruido—desafortunadamenteteníamoslamismamúsicaentrandoporlaventana—puedesoírloahoramismo.Pusoelauricularenlaventanaynosdejódisfrutardelsabordelosritmoshispanosdelaciudad.Lacallecientocatorce,dijo.Acenarconunosamigos.Mimadreymipadreestabanhablandoconélporotrosteléfonosdesdeelsalón.Yoestabaeneldelacocina.¿Aquí?Yasabes.Lastípicascenasconinvitados.Seacabandeir.Sí,aquí tambiénhace

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mucho, mucho calor. Mi padre esperaba que esto hubiese sido productivo. ¿Esto? La estancia entrenosotros,leexplicó.Lomejordemivida.Sipudiese,mesubiríaalmismoavióneiríaconlacamisetapuesta,unbañadorextrayel cepillodedientes.Todoelmundose rió.Con losbrazosabiertos, caro.Estuvimoshaciéndonosbromasmutuamente.Ya conocesnuestra tradición, le explicómimadre, debesvolver,aunquesóloseaunosdías.Aunquesóloseaunosdíasenrealidadsignifica,sólounosdías,nomás,peroellalohabíadichoenserioyéllosabía.Alloraciao,Oliver,eapresto,dijomimadre.Mipadre más o menos repitió lo mismo y luego añadió, dunque tipasso Elio, vi lascio. Escuché cómocolgaban ambos para asegurarme de que no había nadie más en línea. Qué discreto mi padre. Sinembargo,larepentinalibertaddeestarsoloanteloqueparecíaunabarreratemporalmeparalizo.¿Tuvoun buen viaje? Sí. ¿Odió la comida? Si. ¿Pensó en mi? Me había quedado sin preguntas y debíahabermelo pensadomejor antes de seguir bombardeándole conmás. «¿Tú qué crees?», fue su somerarespuesta como si tuviesemiedo de que alguien fuese a coger accidentalmente el auricular, i-mini temandarecuerdos.Muyenfadada.Iréacomprarlealgomañanayselomandaréporcorreourgente.NuncaolvidaréRomamientrasviva.Yotampoco.¿Tegustatuhabitación?Másomenos.Laventanadaaljardínruidoso,nuncalepegaelsol,casinohayespacioparanada,nosabíaqueteníatantoslibros,lacamaesmucho más pequeña. Ojalá pudiésemos volver a empezar de nuevo en esa habitación, dije. Ambosapoyadosenlaventanaporlatarde,rozándonosloshombroscomoenRoma,todoslosdíasdemivida.Ylosdelamía,dijoél.Camiseta,cepillodedientes,libretaymevoyparaallávolando,asíquetampocome tientes.Cogíalgode tuhabitación,dijo.¿Qué?Nunca loadivinarías. ¿Qué?Averigúalo tú solo.Yentonces lo solté, no porque fuese lo que quería decirle, sino porque el silencio entre ambos pesabademasiadoyestoeralomásfácildedeslizarenunapausa:«Noquieroperderte».Nosescribiremos.Tellamaré desde la oficina de correos pues allí serámás privado.Quizá enNavidad o en el puente deAccióndeGracias.Sí,enNavidad.Perosumundo,quehastaentoncesnoparecíamásalejadodelmíoqueelgrosordeltrozodepielqueenciertaocasiónlearrancóChiaradeloshombros,ahorasehabíatrasladadoaañosluzdedistancia.ParacuandollegueNavidadigualyanoimporta.Déjameescucharelsonidodesdetuventanaunavezmás.Escuchéuncrujido.Déjameescucharelsonidoquehacescuando...Unsonidodébilytímido,debidoaquehabíaotrosencasa,dijo.Meentrólarisa.Apartedequemeestánesperando para salir, dijo. Deseaba que nunca hubiese llamado.Hubiese querido oírle pronunciar denuevominombre.Estuveapuntodepreguntarle,ahoraqueestábamostanalejados,quéhabíaocurridoentreélyChiara.Tambiénmeolvidédepreguntarledóndehabíadejadosubañador rojo.Quizá se lehubieseolvidadoyselohubiesellevadoconél.

Loprimeroquehicetrasnuestraconversacióntelefónicafueiramicuartoparaaveriguarquépodíahaberse llevadopara acordarsedemí.Allípudever lamarcade lapared.Dios lebendiga.Sehabíallevadounapostalan- tiguaenmarcadadelmurodeMonetquedatabadel1905oporahí.Unode losresidentes americanos anteriores lahabía rescatadodeunmercadillo enParíshacíados añosyme lahabíaenviadocomorecuerdo.Lapostaldescoloridafueenviadaporprimeravezen1914.Enlapartedeatras había amontonados unos garabatos color sepia en alemán, que iban dirigidos a un médico deInglaterra, juntoa loscuales, el estudianteamericanomehabíadedicadounaspalabrasen tintanegra:Piensaenmíalgunavez.LafotolerecordaríaaOliverelprimerdíaquedijeloquepensaba.Oeldíaque pasamos en bici junto al muro fingiendo no darnos cuenta de su presencia. O aquel día en quedecidimos hacer una merienda campestre allí y juramos no tocarnos, para así disfrutar más aún alacostarnosjuntosesamismatarde.Deseabaquetuvieselafotodelantedesusojostodoeltiempoyparasiempre,todasuvida,delantedesumesa,desucama,entodaspartes.Poníaalavistaalládondevayas,pensé.

Elmisteriohabíasidoresuelto,comosiempresucedeconmigo,mientrasdormíaaquellanoche.Nosemehabíaocurridohastaentonces.Yasícontodo,mehabíaestadomirandofijamentealacaradurantedos años seguidos. Se llamaba Maynard. Cierta tarde, sabiendo que todo el mundo debía de estar

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descansando,habíallamadoamiventanaparaversiteníatintanegra.—Mehequedadosinella—dijo—,ysoloescribocontintanegra.Parecíaqueélsupiesequeyolausaba.Entró.Sólollevabapuestounbañador,meacerquéalamesa

y leentreguéel frasco.Semequedomirando, allídepie, fueunmomentoextrañoydespuéscogió labotella.AquellamismatardedejóeltarritojustoRieradelapuertadelbalcón.Cualquierotrapersonahubiese llamadodenuevoymeohubiesedadoenmano.Poraquelentoncesyo teníaquinceaños.Sinembargonohubiesedichoqueno.Enel transcursodeunadenuestrasconversaciones lecomentéalgosobremisitiofavoritodelascolinas.

NuncahabíavueltoapensarenélhastaqueOliverrobólapostal.Unratodespuésdelacenapudeveramipadresentadoalamesaensusitiohabitual.Lasillaestaba

giradaymirandoalmaryensuregazoestabanlaspruebasdesuúltimolibro.Bebíalausualinfusióndetédecamomilaydisfrutabade lanoche. Juntoaélhabía tresgrandesvelasdecitronella.Habíagrancantidad de mosquitos aquella noche. Bajé para unirme a él. Éste era un instante que teníamosnormalmenteparasentarnosjuntosyyolehabíadejadounpocoabandonadoduranteelúltimomes.

—Venga,cuéntamecosasdeRoma—dijoencuantomeviolistoparacolocarmeasulado.Ésteeratambiénelmomentoenquesepermitíafumarporúltimavezcadadía.Dejóaunladoel

manuscrito con un lanzamiento cansado como sugiriendo un entusiasmado ahora viene lo bueno yprocedióaencenderuncigarrillocongestotravieso,haciendousodeunadelasvelasdecitronella.

Noteníanadaquedecirle.Lerepetíloquelehabíadichoamimadre:elhotel,elCapitolio,VillaBor-ghese,SanClemente,restaurantes.

—Asíquecomisteisbien.Asentí.—Ybebisteisbien.Volvíaratificar.—¿Hicisteiscosasquelehubiesengustadoatuabuelo?Mereí.—No,estavezno.LehablédelincidentejuntoalPasquino.—Menudaidealodevomitardelantedelaestatuaquehabla.¿Algunapelícula?¿Algúnconcierto?Me empezó a dar miedo que pudiese, quizá, estar dirigiéndose hacia algo en particular, sin tan

siquiera saberlo.Me percaté de esto porquemientras preguntaba cosas remotamente lejanas al tema,comencéanotarqueyoyaestabausandomaniobrasdeevasiónmuchoantesinclusodequeloquenosesperabaalavueltadelaesquinafuesetansiquieravisible.Habléacercadelasperennescondicionesdesuciedad y deterioro de las plazas deRoma. El calor, el tiempo, el tráfico, demasiadasmonjas. Estaiglesiaoaquéllahabíancerrado.Escombrosportodoslossitios.Restauracionescutres.Ymequejédelagente,delosturistasydelosminibusesquedejanyrecogeninnumerableshordascargadasconcámarasyviseras.

—¿Visteisalgunodelosjardinesinterioresprivadosdelosquetehablé?Supongoquesenospasóvisitaralgunodelosjardinesinterioresprivadosdelosquenoshabló.—¿PresentasteismisrespetosalaestatuadeGiordanoBruno?—preguntó.—Claroquelohicimos.Casivomitoallítambiénaquellanoche.Rompimosareír.Unpequeñorespiro.Otracaladaasucigarrillo.Ahora.—Compartísunabonitaamistad.Estoesmuchomásatrevidoqueloqueyohabíaanticipado.—Sí—contestéconlaintencióndedejarmi«si»colgadoenelairecomosiestuviesealaespera

deuncalificativonegativoquefuefinalmentesuprimido.Tenialaesperanzadequenopercibieseenmi

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vozunsi,¿yque?hostil,evasivoyaparentementefatigado.Tambiénaguardabaqueno fuese autilizar aquelSí, ¿yqué?para reprenderme, comohacia tan a

menudo,pórserdurooindiferenteodemasiadocríticoconlagentequetienemotivosmásqueaparentespara considerarse mis amigos. Entonces, añadiría su perogrullada habitual sobre lo raro que eraencontrar laamistadverdaderayque, inclusosinopuedessoportaraalguienmás,aunasí, lamayoríatuvieronbuenasintencionesytodostienenalgoqueaportar.Quesinadieesunaislaensímismo,quenotepuedescerraralosdemás,quesilagentenecesitaalagenteytodasesascosas.

Peromehabíaequivocadopensandoeso.—Eresdemasiadolistocomoparanosaberloespecialyloextrañoqueeraloquecompartíais.—OlivereraOliver—dijeyocomosiresumieseasítodo.—Parcequec’étaitlui,parcequec’étaitmoi—añadiómipadrecitandoaMontaigneysurecurrente

explicacióndelaamistadqueleuníaconEtiennedeLaBoétie.YoenlugardeesopenséenlaspalabrasdeEmilyBronté:«Porqueélesmásyoqueyomismo».—Oliverpodíasermuyinteligente...—comencéadecir.Unavezmás,mipocosincerasubidaenla

entonaciónfinalanuncióunperoirrefutablesostenidoeinvisibleentreambos.Cualquiercosacontaldeevitarquemipadremellevaseporesecamino.

—¿Inteligente? Eramuchomás que inteligente. Lo que disfrutabais no tenía nada que ver con lainteligenciayalaveztodoseaguantabagraciasaella.Élerabuenoyambosossentíaismuyafortunadosporhaberosencontrado,puestútambiéneresbueno.

Mipadrenuncahabíahabladoasídelabondad.Medescolocó.—Yocreoqueeramejorqueyo,papá.—Estoysegurodequeéldiríalomismosobreti,loqueosfavoreceaambos.Estabaapuntodegolpear sucigarrillo coneldedoy, al inclinarsehasta el cenicero,me tocó la

mano.—Loquevieneahoravaaresultarmuydifícildijo,alterandolavoz.Sutonoimplicaba:Notenemos

porquéhablardeello,peronofinjamosquenosabemosaloquemerefiero.Laúnicaformaqueteníadedecirlaverdaderahablandodemaneraabstracta.—Notemas.Todollegara.Almenosesoespero.Ycuandomenos te lo esperas.Lanaturaleza tienemaneras extrañasde encontrar nuestros puntos

débiles.Tansólorecuerda:estoyaquí.Ahoramismopuedequenoquierassentirnada.Quizánuncalodeseaste.Ytalveznoseayolapersonaconlaqueteapetezcahablardeesto.Peroaprecialoquehiciste.

Me quedémirándole. Era elmomento en que debía haberlementido y haberle dicho que estabacompletamentefueradeonda.Estabaapuntodehacerlo.

—Mira —me interrumpió—. Tuvisteis una amistad preciosa. Quizá algo más que una simpleamistad.Y teenvidio.Enmi situación, lamayoríade lospadres tendrían laesperanzadeque todosedisipaseorezaríanparaquesuhijopusieselospiesenlatierracuantoantes.Peroyonosoyunodeesospadres.En tu situación, si hay sufrimiento, domínalo, y si queda alguna llama, no la apagues, no seascruel.Laausenciapuedeseralgoterriblesinosmantienedespiertos todalanocheyvercómoalguiennosolvidaantesdeloquehubiésemosdeseadonoayuda.Nosdesprendemosdetantascosaspropiasparapoder curarnos lomás rápido posible que a la edad de treinta ya estamos en bancarrota y cada veztenemosmenosqueofrecercuandoempezamosunanueva relaciónconalguien.Sinembargo,nosentirnadapormiedoasentiralgoesundesperdicio.

Nopodíaasimilartodoaquello.Estabamudo,asombrado.—¿Meequivoco?—preguntó.Neguéconlacabeza.—Entoncesdéjamequetedigaunacosamas.Despejarálarealidad.Yopuedequemehubieseque

a- do muy cerca, pero nunca tuve lo que tu has tenido. Siempre hubo algo que me sujetó o que se

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interpuso enmi camino. La forma de vivir tu vida es cosa tuya. Pero recuerda, nuestros corazones ynuestroscuerpossólonoslosentreganunavez.Lamayoríanopodemosevitarvivircomosituviésemosdosvidas,unaeslamaquetaaescalaylaotraeslaversiónfinalyluegoestántodaslasadaptacionesintermedias. Pero sólo hay una, y antes de que te des cuenta, tienes el corazón gastado y en lo querespectaa tucuerpo,hayunpuntoenelquenadiese fijaenél,ymuchomenosquiereacercarseaél.Ahorasientespena.Noenvidioesedolor.Perosíenvidioquepuedassentirloahora.

Respiróhondo.—Puedequenuncavolvamosahablardeesto.Yesperoquenometengasencuentaquelohayamos

hecho. Hubiese sido un padre horrible si algún día tú hubieses querido hablar conmigo y yo hubiesedejadolapuertacerradaonolosuficientementeabierta.

Queríapreguntarleporquélosabía.Peroluegopenséquecómonoloibaasaber.Cómonoibaaestaralcorrientetodoelmundo.

—¿Losabemamá?—pregunté.Ibaahaberusadoelverbosospechar,peromecorregí.—Creo que no—su voz decía Pero si lo supiese, estoy seguro de que su actitud no sería muy

diferentealamía.Nosdimoslasbuenasnoches.Mientrassubíalasescaleras,meprometíquelepreguntaríasobresu

vida.Todoshabíamosoídohablar sobre lasmujeresde su juventud, peronuncahabía insinuadonadasobreelresto.

¿Eramipadreotrapersona?Ysiloera,¿quién?

Oliver mantuvo su promesa. Volvió justo antes de Navidad y se quedó hasta Año Nuevo. Alprincipioestabatotalmentedescolocadoporladiferenciahoraria.Penséquenecesitabatiempo.Asíqueseloconcedí.Pasabalamayoríadelashorasconmispadres,luegoconVimini,queestabaexcitadísimaporverquenadahabíacambiadoentreellos.Comenceatemerquehubiésemosregresadoalosprimerosdíascuando,apartedealgúnplacerenelpatio,laindiferenciaylaevitacióneranlanorma.¿Porquésusllamadastelefónicasnomeprepararonparaesto?¿Erayoelresponsabledelanuevasituacióndenuestraamistad?¿Habríancomentadoalgomispadres?¿Habíareaparecidopormí,oporellos,porlacasa,parahuir?HabíaregresadoporsusobrasqueyahabíansidopublicadasenInglaterra,enFrancia,enAlemaniayestabanapuntodepublicarseenItalia.Eraunlibroeleganteyestábamostodosmuycontentosporél,incluidoellibrerodeB.,queprometióhacerunapresentaciónduranteelverano.«Quizá,yaveremos»,dijoOlivercuandonosdetuvimosallíconnuestrasbicicletas.Elvendedordeheladoshabíacerradoporlatemporada.Asícomolafloristeríaylafarmaciaenlaqueparamosaqueldíaquevolvíamosdelmuro,dondeme habíamostrado la terrible herida que se había hecho. Todo eso pertenecía a otra vida. Elpuebloparecíavacío,elcieloestabagris.Unanochediounlargopaseoconmipadre.Eramuyprobablequeestuviesenhablandosobremí,omisperspectivasuniversitarias,osobreelveranopasado,osobreellibro. Cuando abrieron la puerta, escuché risas en el pasillo de abajo,mimadre le beso. Un tiempodespués alguien llamó a la puerta de mi habitación, no en las puertaventanas. Esa entrada iba apermanecercerradaparasiempre,entonces.«¿Quiereshablar?»Yoyaestabaenlacama.Llevabapuestoun jersey y parecía vestido para ir a dar un paseo. Se sentó en el borde de la cama, con la mismaincomodidadconlaquemedebídesentiryoelprimerdíacuandoestahabitacióneraaunlasuya....

—Esprobablequemecaseestaprimavera—dijo.Mequedépetrificado.—Peronuncamecomentastenada.—Bueno,hemosestadoaintervalosduranteunpardeaños.—Creoqueesunanoticiamaravillosa.Quelagentesecaseessiempreunabuenanoticia.Mealegrabaporellos.Lasbodassonalgobueno

ylaenormesonrisaenmicaraeralosuficientementeingenuainclusocuandountiempodespuésseme

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ocurriópensarqueesasnoticiasnopodíanpresagiarnadabuenoparanosotros.—¿Temolesta?—mepreguntó.—Noseastonto—dijeyo.Hubounlargosilencio—.¿Tevasameterenlacamaahora?Meobservóconcautela.—Unrato,peronoquierohacernada.ParecíasonarcomounaversiónactualizadaymuchomáspulidadeaquelTalvez, luego.Asíque

habíamosvueltoa lomismo,¿eh?Meentraronganasdereírmedeél,peromeaguanté.Setumbóamiladosobrelasmantasyconeljerseypuesto.Loúnicoquesequitófueronlosmocasines.

—¿Cuántotiempocreesqueduraráesto?—preguntóirónicamente.—Nomucho,espero.Mebesóenlaboca,peronounbesocomoeldedespuésdelodePasquino,cuandomeempujócon

fuerzacontralapareddeviaSantaMariadell’Anima.Reconocíelsabordeinmediato.Nuncamehabíadadocuentadetodoloquemegustabaodecuántoloechabaenfalta.Habíaalgonuevoqueañadiralalistadecosasqueextrañaríacuandolehubieseperdidoparasiempre.Estabaapuntodesalirdedebajodelasmantas.

—Nopuedohacerlo—dijoyseapartódeunbrinco.—Yosípuedo.—Vale,peroyono.Misojosdebierondemostrarsecomounascuchi-liasafiladísimaspuesderepentesepercatódelo

enfadadoqueestaba.—Nadamegustaríamásquequitartelaropaycomomínimoabrazartefortísimo.Peronopuedo.Pusemismanosalrededordesucabezaylasostuve.—Entoncesquizánodeberíasquedarte.Sabenlonuestro.—Melohabíaimaginado.—¿Porqué?—Porcomomehablabatupadre.Tienessuerte.Mipadremehubieseenviadoauncorreccional.Lemiré:deseabaotrobeso.Debía,podía,habermeaprovechado.Alamañanasiguiente,lascosassehabíanenfriadooficialmente.Así y todo, aquella semana ocurrió una cosa. Estábamos sentados en el salón después de comer

tomándonosuncafécuandomipadresacóunsobregrandeenelquehabíaseissolicitudesconunafotodecarnédecadainteresado.MipadredeseabasaberlaopinióndeOliver,despuésleentregóelsobreamimadre, luegoamíymástardeaotroprofesorquehabíavenidoacomerconsumujer, tambiénunaprofesorauniversitariaquevinoalomismoelañoantes.«Misucesor»,dijoOliver,cogiendounadelassolicitudesypasandolasdemás.Mipadrelanzódeformainstintivaunamiradaendirecciónadondeyoestabaeinmediatamentelaretiró.

Exactamentelomismohabíaocurridocasiunañoantes.Pavel,elsucesordeMaynard,habíavueltodevisitadurantelaNavidadytrasmirarlasposibilidadeshabíarecomendadounodeChicago,dehecholeconocíamuybien.Pavelytodoslosdemásenlahabitaciónsesintieronunpocoindiferentesanteunjoven doctorando que enseñaba en Columbia y que se había especializado, de entre todas lasposibilidades,enlospresocráticos.Medetuvemásdelonecesarioenlafotografíaquemetocóynotéunalivioaldarmecuentadequenosentíanada.

Alpensarloahora,nopodíaestarmássegurodequetodoentrenosotroshabíacomenzadoenestamismahabitacióndurantelasvacacionesdeNavidadanteriores.

—¿Fueasícomomeelegisteisamí?—preguntóconciertocandorserioyextraño,quemimadreencontrabasiempreencantador.

—Yoquiseque fueras tú—ledijedespuésaOli-veraquella tarde,mientras leayudabaameter

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todassuscosasenelcochejustoantesdequeManfredileacercasealaestación—.Measegurédequeteeligieranati.

Aquellanocheechéunvistazoporloscajonesdelescritoriodemipadreyencontréelarchivoconlosaspirantesdelañoanterior.Encontrésufoto.Elcuellodelacamisaabierto,Ondulante,pelolargo,unairedeestrelladelcinecapturadosinquererporelfotógrafo.Nomeextrañaquemellamaselaatención.Ojalá pudiese recordar qué sentí exactamente durante aquella tarde de hace un año: una explosión dedeseoseguidodeunantídotoinstantáneo,elmiedo.ElOliverdeverdad,ytodoslossubsiguientesconunbañadordedistintocolorcadadíaoelquesetumbabadesnudoenlacama,oelqueseinclinósobrelabarandilladelbalcóndenuestrohotelenRoma,sesuperponíanalaprimeraimagenconfusayconflictivaquemehabíacreadodeéltrasaquellainstantánea.

Observé las caras de los demás aspirantes. Éste no estaba mal. Comencé a preguntarme lo quehubiesecambiadomividasihubiesesidootroelquehubieravenido.HubieseidoaRoma.Quizáhubieseidoaotrossitios.NohubieseaprendidonadasobreSanClemente.Perohubieseaprendidosobreotrascosasquedeestaformameheperdidoyquizanuncalasvea.Nohubiesecambiadoasí,noseríaelquesoyahora,mehubieseconvertidoenotrapersona.

Mepreguntoquiéneshoyesaotrapersona.¿Esmasfeliz?¿Podríacolarmeensuvidaduranteunashoras, unos días y acreditarlo yomismo, no sólo para comprobar si esta otra vida es mejor, o paracompararcómonuestrasvidassehabíandistanciadotantodebidoaOliver,sinoparaconsiderartambiénloquelediríaaesteotroyosifueseavisitarleenalgunaocasión?¿Megustaría?¿Legustaríayoael?¿Entenderíamosambosporquéelotrosehabíaconvertidoenloquees?¿NossorprenderíasaberquedehechoambosnoshabíamostopadoconunOliverdeunamanerauotra,hombreomujer,yqueeramuyprobableque,sinimportarquiénhubiesevenidoaquelverano,aúnéramoslamismapersona?

Fue mi madre, que odiaba a Pavel y hubiese forzado a mi padre a rechazar a cualquiera querecomendase,quienfinalmentelediounvuelcoaldestino.Puedequeseamosunosjudíosdiscretos,solíadecir,peroestePavelesunantisemitaynovoyaacogeraotroenmicasa.

Recordabaaquellaconversación.Tambiénestabaimpresoenlafotodesucara.Asíquetambiénesjudío,pensé.

Ydespuéshiceloquehabíaqueridohacerdurantetodalanocheeneldespachodemipadre.Fingíno saber quién era ese tal Oliver. Esto fue durante las Navidades pasadas. Pavel aún intentabaconvencernosparaqueacogiésemosasuamigo.Aúnnohabíallegadoelverano.Oliverprobablementellegaríaentaxi.Cargaríaconsuequipaje,lemostraríasuhabitación,lellevaríaalaplayaatravésdelasescaleras quedan a las rocas y después, si nosdaba tiempo, le enseñaría la propiedadhasta el lugardondesolíaparareltrenylecomentaríaalgosobrelosgitanosquevivíanenlosvagonesconlainsigniadelacasarealdeSaboyaabandonados.Unassemanasdespués,siteníamostiempo,iríamosenbicicletahastaB.Pararíamosatomaralgo.Leenseñaríalalibrería.LuegolemostraríaelmurodeMonet.Nadadeestohabíaocurridoaun.

Tuvimos noticias de su boda al verano siguiente. Le enviamos unos regalos y le incluimos unapequeña frase. Aquel estío pasó muy rápido. A menudo me vi tentado a hablarle de su «sucesor» einventétodotipodehistoriasconrespectoamivecinodebalcón.Nuncaleremitínada.LaúnicacartaquelemandéalañosiguientefueparadecirlequeViminihabíamuerto.Nosescribióatodosmostrandosudolorporlapérdida.EstabadeviajeporAsia,asíqueparacuandorecibimoslacarta,sureacciónporlamuertedeVimini,en lugardealiviarunaheridaabierta,parecíahurgarenunaquesehabíacuradosola. Escribirle sobre ella era como cruzar el último puente entre ambos, sobre todo después de quequedó tanclaroqueni tansiquiera íbamosamencionar loquehabíaexistidoensumomentoentre losdos,o,loqueeslomismo,nolohabíamosmencionadoaún.EscribirhabíasidomiformadeinformarlesobrelauniversidadalaqueibaairenEstadosUnidos,porsiacasomipadre,quesiempremanteníaunacorrespondencia activa con los antiguos residentes, no se lo había dicho ya. Irónicamente,Oliverme

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contestóamidirecciónenItalia,otromotivomásparalatardanza.Despuésllegaronlosañosenblanco.Situviesequefraccionarmividaentrelagenteconlaquehe

compartidocamaydividirloendoscategorías,antesydespuésdeOliver,elmejorregaloquemepodíaotorgarlavidaseríapodermoverestalíneadivisoriahaciadelanteeneltiempo.MuchosmeayudaronasegmentarmiexistenciaentreantesdeXydespuésdeX,otrosmuchosmeaportaronalegríasypenas,algunosconsiguierondesbaratarmivida,mientrasqueotrospasaroncompletamentedesapercibidos.Deestamanera,Oliver,quiendurantetantotiempoparecíahabersidolapiedraangulardemivida,pocoapocofueobteniendosucesoresqueobienleeclipsabanolereducíanaunasimplereferenciaapiedepágina, a unamíserabifurcación en el camino, al diminuto e inhóspitoMercurio cuandomispasos sedirigíanhaciaPlutónomásallá.Figúrate,solíadecir:enmiépocadeOliver,aúnnohabíaconocidoatalocualpersona.Yasítodo,lavidasintalocualpersonaerasimplementeimpensable.

Unverano,mientrasestabaenEstadosUnidos,nueveañosdespuésde suúltimacarta, recibíunallamad!telefónicademipadre.

—Nunca adivinarías quiénva a quedarse connosotrosdosdías.En tu antiguahabitación.Yestáahoradepiejustodelantedemí.

Porsupuestoqueyalohabíaadivinado,perofingíqueno.—Elhechodequetenieguesadecirmequeyalohasadivinadoyamedicemucho—dijomipadre

entrerisasantesdedespedirse.Hubounaluchaentremispadressobreaquiéndebíanpasarleelauricular.Finalmentesurgiósuvoz:

«Elio».Podíaescucharamispadresyvariasvocesdeniñospordetrás.Nadieeracapazdepronunciarminombredeaquellamanera.«Elio»,repetíyoparaindicarqueerayoquienhablaba,perotambiénparasacararelucirelviejojuegoqueteníamosydemostrarquenohabíaolvidadonada.«SoyOliver»,dijo.Lohabíaolvidado.

—Mehanmostradofotostuyas.Hascambiadomucho—dijo.Mehablódesusdoshijos,queestabanenaquelprecisoinstantejugandoenelsalónconmimadre,

ocho y seis años, tenía que conocer a su esposa, esta tan contento de estar aquí, nome lo puedo niimaginar.Esellugarmásmaravillosodelmundo,dijeyo,conlaintencióndedaraentenderqueélestabafeliz debido al lugar. No puedes entender lo contento que estoy de estar aquí. Sus palabras sonabanentrecortadas,ledevolvióelteléfonoamimadre,queantesdeponerseahablarconmigosiguióhablandoconéldeformaencantadora.

—Masetuttocommosso,sehaquedadosinhabla—dijofinalmentedirigiéndoseamí.—Meencantaríaestarallícontodosvosotros—respondí,emocionadoporalguienenquienyacasi

habíadejadodepensar.Eltiemponosvuelveunossentimentales.Quizá,alfinalesdebidoaesoporloquesufrimos.

Cuatro años después, al pasar por la ciudad donde estaba su universidad, realicé lo que debía.Decidíhaceractodepresencia.Mesentéenunadesusaulasporlatardeydespuésdelaclase,mientrasguardabaloslibrosymetíaenunacarpetahojassueltas,meacerquéaél.Noteníaintencióndehacerqueadivinasedequiénsetrataba,perotampocoseloibaaponerfácil.

Habíaunestudiantequequeríahacerleunapregunta.Asíqueesperémiturno.Elestudianteacabóyéndose.

—Probablemente no me recuerdes —comencé diciendo mientras me miraba con extrañeza,intentandosituarme.De repente sepusoa ladefensiva, comosi sehubieseasustadoalpensarquemepodía conocer de algo que prefería olvidar. Mostró una mirada irónica e inquietante, una sonrisaincómodayfruncidacomosiestuviesepreparandoalgocomoMetemoquemeestásconfundiendoconotrapersona.Luegosequedóparado.

—Madremía,¡Elio!

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Medijoqueloquelehabíadespistadoeramibarba.Meabrazóyluegomediounaspalmaditasenmipeludacaracomosifuesemásjovenqueduranteaquelverano.Meabrazódelamaneraquenopudoeldíaqueentróenmihabitaciónparadecirmequeseibaacasar.

—¿Cuántosañoshanpasado?—Quince.Loscontéanochemientrasveníahaciaaquíyañadí—:En realidadesonoesdel todo

cierto.Siemprelohesabido.—Asíquequince.Peromírate—dijo—.Mira,vamosatomaralgooacenarestanoche,oahora,y

asíconocesamimujer,amishijos.Porfavor,porfavor,porfavor.—Meencantaría.—Tengo que dejar algo en mi despacho y después nos vamos. Es un buen paseo a través del

aparcamiento.—Nomehasentendido.Meencantaría,peronopuedo.Ese «no poder» no significaba que no era libre de ir, sino que no estaba seguro de que pudiese

soportarlo.Memirómientrasseguíametiendolospapelesenelmaletíndecuero.—Nomehasperdonadojamás,¿aquesí?—¿Perdonar? No había nada que perdonar. De hecho, te estoy agradecido por todo. Sólo tengo

buenosrecuerdos.Habíaoídoalagentedecircosasasíenlaspelículas.Parecíancreérselo.—¿Entoncesporqué?Estábamossaliendodelaulayadentrándonosenelterrenodelcampusdondenosencontramosuno

deesosatardeceresotoñaleslargosylánguidosdelaCostaEstequeproyectanunostonosanaranjadosmuyluminosossobrelascolinascercanas.

¿Cómopodíaexplicarle,oexplicarme,porquénopodíairasucasayconocerasufamiliaapesarde estar deseándolo?Mujer deOliver.Hijos deOliver.Mascotas deOliver.Despacho,mesa, libros,mundo,vidadeOliver.¿Quéesperaba?Unabrazo,unapretóndemanos,unindiferentecuántotiempoyluegouninevitable¡Luego!

Lasolaprobabilidaddeconocerasufamiliamealarmó.Erademasiadoreal,demasiadorepentino,demasiadoenmisnarices,nomehabíadadotiempoaprepararme.Duranteañoslehabíaalojadoenunpasadopermanente,eraunamorpluscuamperfecto,lohabíapuestoenhielo,llenadoderecuerdosybolasdenaftalinacomoaunobjetoencantadoquesehabíaconfabuladoconelfantasmadetodasmistardes.Lequitabaelpolvodevezencuandoparavolverloaponerenlarepisadelachimenea.

Yanopertenecíaalmundoterrenaloalavida.Todoloquepodíadescubrirllegadosaaquelpuntono era la distancia a la que se encontraban nuestros destinos, sino lo queme chocaría la cantidad depérdida, una pérdida que no me importaba analizar en términos abstractos, pero que me dolería alencontrármela cara a cara, al igual que duele la nostalgiamucho después de que hayamos dejado depensarenlascosasquehemosperdidoyqueyanonosimportaránmás.

¿Oquizáeraqueestabacelosodesufamilia,delavidaquesehabíaforjado,delascosasquenuncacompartíconélyquedesconocía?Loqueélhabíaansiado,amadoymalgastado,ycuyapérdidalehabíadebilitadoaunquesupresenciavital,siesqueaún la tenía,yonohabíapodidohallarniconstatar.Noestuvepresentecuandoloconsiguió,noestabaallícuandosedioporvencido.¿Oeratodomuchomássimple?Habíavenidoaversiaúnsentíaalgo,sitodavíalequedabaalgovivo.Elproblemaesquenoqueríaquepermanecieseasí.

Durantetodosestosaños,cuandopensabaenél,pensabaenB.oennuestrosúltimosdíasenRomaytodose resumíaendosescenas: lascircunstanciasagónicasdelbalcónyviaSantaMariadell’Anima,dondemehabíaempujadocontralaviejaparedymehabíabesadoymehabíadejadoponerunapiernaasualrededor.CadavezquevuelvoaRoma,voyaesemismolugar.Aúnsiguevivoparamíyresuenacon

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algo totalmentepresentecomouncorazón robadoenuncuentodePoequeaúnpalpitabajo la antiguapizarrapararecordarmequeallíhabíaencontradoporfinlavidaquemecorrespondíaperoquenohabíasidocapazdeconseguir.Nuncapude imaginármeloenNueva Inglaterra.Cuandovivíen laCostaEsteamericana durante un tiempo y nos hallábamos a escasos kilómetros de distancia, continuéimaginándomelo atrapado en algún lugar de Italia, irreal y espectral. Los lugares en los que él vivíatambiénme parecían inanimados y en cuanto intentaba pensar en ellos, se diluían y se los llevaba lacorriente,nomenosespectralesoirreales.Ahora,resultabaquenosólolospueblosdeNuevaInglaterraestabanmuyvivos,sinoqueeltambién.Haceañosmehubieseabalanzadosobreélfácilmente,estuvieseonocasado,anoserquehubiesesidoyo,contratodopronóstico,quienhubiesesidoirrealyespectraltodoeltiempo.

¿O había venido con un objetivomuchomás servil? Encontrármelo viviendo solo, esperándome,deseosodeserllevadodevueltaaB.Sí,lasvidasdeambosenelmismorespiradorartificial,esperandoelmomentoenquefinalmentenosencontrásemosyascendiésemosjuntosalmonumentodePiave.

Yentonceslosolté.—La verdad es que no estoy seguro de no poder sentir nada. Y si debo conocer a tu familia,

preferiríanosentirnada—seguidoporunsilenciodramático—.Quizánuncasefuedeltodo.¿Estabadiciendolaverdad?Oeralasituación,tensaydelicada,laqueestabahaciendoquedijese

cosasquenuncallegaríaareconocermeamímismoyqueaunnopodíacatalogarcomociertas?—Creoquenosefuedeltodo—repetí.—Entonces... —dijo él. Era la única palabra que podía resumir mis inseguridades. Pero quizá

tambiénhubiesequeridodecir¿Entonces?comosiestuviesepreguntándosequépodíachocarmetantodequeaúnledeseasedespuésdetantosaños.

—Entonces...—repetíyo,intentandohacerreferenciaalaspenasysufrimientoscaprichososdeunterceroqueenestecasoerayo.

—Entonces,¿esporesoporloquenopuedesveniratomaralgo?.—Entoncesesporesoporloquenopuedoiratomaralgo.—¡Vayaganso!Habíaolvidadoporcompletoaquellapalabra.Llegamos a su oficina. Me presentó a dos o tres colegas que estaban en el departamento,

sorprendiéndome su conocimiento de cada aspecto demi carrera profesional.Lo sabía todo, se habíamantenidoal tantodehastaeldetallemás insignificante.Enocasiones,había indagadoen informaciónsobremíquesólopodíaobtenerseconsultandoenInternet.Meconmovió.Habíaasumidoquemehabíaolvidadoporcompleto.

—Quieromostrartealgo—dijo.Sudespachoteníaungransofádecuero.SofádeOliver,pensé.Asíqueesaquídondesesientaa

leer.Habíapapelesesparcidosporelsofáyporelsuelo,exceptoenunadelasesquinasparasentarsequeestabajustodebajodeunalámparadealabastro.LámparadeOliver.RecordabalaspáginastiradasporelsuelodesuhabitaciónenB.

—¿Loreconoces?—preguntó.Enlaparedhabíaunareproducciónencolorenmarcadadeunfrescomalconservadodeunafigura

mitraicaconbarba.AmbosnoshabíamoscompradounalamañanaquefuimosdevisitaaSanClemente.Hacíaañosquenoveíalamía.Juntoaellaenlapared,habíaunapostalenmarcadadelmurodeMonet.Lareconocíinmediatamente.

—Solíasermía,perohasidotuyamuchísimomástiempoquemía.Nospertenecíamoselunoalotro,perohabíamosvividotanalejadosqueahoracorrespondíamosa

otros.Losúnicospretendientesdenuestravidaeranunosokupas,unossimplesokupas.—Tieneunahistoriamuylarga—dije.

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—Lose.Cuandovolví a enmarcarla vi las inscripciones en la parte de atras y por eso ahora sepuedever.HepensadoamenudoacercadeestetalMaynard.Piensaenmíalgunavez.

—Tu predecesor —le dije para vacilarle—. No, nada de eso. ¿A quién se la darás tú en sumomento?

—Tenía laesperanzadequeunodemishijospudiese traerlaenpersonadespuésdeunaestanciaallí.Ya he añadidomi propia inscripción, pero no puedes verla. ¿Te vas a quedar en el pueblo?mepreguntóparacambiardetemamientrasseponíalagabardina.

—Si.Unanoche.Tengoqueveraunaspersonasdelauniversidadmañanayluegomevoy.Memiró.SabíaqueestabapensandoenaquellanochedurantelasvacacionesdeNavidadyélsabía

quelosabía.—Entoncesestoyperdonado.Presionósuslabiosensilenciosadisculpa.—Vamosatomaralgoamihotel.Notésumalestar.—Hedichoatomar,noafollar.Memiróysepusorojoliteralmente.Mequedémirándole.Aúneramuyapuesto,nohabíaperdido

pelo,niengordado,salíaacorrertodaslasmañanas,conlapieltansuavecomoantaño.Tansólohabíaunasmanchassolaresensusmanos.¿Manchassolares?,pensé,ynopudedejardepensarenello.

—¿Estoquées?—pregunté,mientrasleseñalabalamanosinllegaratocarla.—Lastengoportodoslados.Manchas solares. Me rompían el corazón y quería besar todas y cada una de ellas hasta que

desapareciesen.—Demasiado sol durante mi juventud. Aparte de que esto no debía llamarte la atención. Estoy

mejorando.Dentrodetresaños,mihijoserátanmayorcomotúentonces,dehecho,élestámáscercadelapersonaqueerascuandoestuvimosjuntosdeloquetuloestasdeaquelElio.Notepareceraro.

¿Asíescomolollamas,cuandoestuvimosjuntos.,pensé.EnelbardelviejohoteldeNuevaInglaterra,encontramosunlugartranquiloconvistasalnoyaun

enorme jardín que estaba completamente en flor. Pedimos dos martinis —con ginebra Sapphire,especificó—ynossentamoscercaelunodelotroenelasientoconformadeherradura,aligualquelosmaridos que se ven forzados a sentarse incómodamente demasiado cercamientras que susmujeres seempolvanlanariz.

—Dentrodeochoañosyotendrécuarentaysieteytúcuarenta.Cincodespués,yotendrécincuentaydosytúcuarentaycinco.¿Vendrásentoncesacenar?

—Sí,loprometo.—Asíquemeestásdiciendoquesólovendráscuandocreasqueereslosuficientementemayorcomo

paraimportarte.Cuandomishijossehayanido.Ocuandoseaabuelo.Melopuedoimaginar.Enaquellatarde,nossentaremosjuntosybeberemosunbrandyafrutadofuerte,comoelGrappaquesolíaservirnostupadrealgunasnoches.

»YaligualquehacíaelseñormayorquesesentabaenlapiazzettamirandohaciaelmonumentoaPiave,charlaremossobredosjóvenesqueencontraronlaverdaderafelicidadduranteunassemanasyquevivieron el resto de sus vidasmojando bolitas de algodón en el cuenco de la felicidad, conmiedo agastarlo,sinatreverseabebermásqueundedalenlosaniversariosrituales.

Queríadecirlequeesoparecíaquenoibaallegarnunca.Nopodrándeshacerlo,nidesescribirlo,nidesvivirloovolveravivir,simplementeestáahíincrustado,comolaimagenestáticadelasluciérnagassobreuncampoestivalalatardecerqueparecendecirunayotravezPodíahabersidoasi.Perovolveratrásesfalso.Pasarpáginaesfalso.Mirarhaciaotroladoesfalso.Intentarreparartodoloqueesfalsoresultaserigualmentefalso.

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Suvidaescomounecoincoherenteenterradoparasiempreenunacámaramitraicasellada.Silencio.—Dios,cómonosenvidiabandesdeelotroladodelamesadurantelacenadelaprimeranocheen

Roma—dijo—.Nosmirabaneljoven,elviejo,elhombre,lamujer,todosycadaunodelosqueestabanalamesanosobservabanboquiabiertosporqueéramosmuyfelices.

»Y esa tarde en la que nos hagamosmásmayores, aun hablaremos de esos dos jovenes como sifuesen dos extraños que nos encontramos en el tren y que admirábamos y queríamos ayudar. Ypretenderemosllamarloenvidia,porquedefinirlocomoremordimientonosromperíaelcorazón.

Denuevosilencio.—Quizáaúnnoestépreparadoparahablardeelloscomosifuesenunosdesconocidos—dije.—Sitehacesentirmejor,creoqueningunodelosdosloestaránunca.—Creoquedeberíamostomarotra.Accediósinnisiquieraponerunamíseraexcusasobrequeteníaquevolveracasa.Nosquitamosdeencimalospreliminares.Suvida,mivida,aquésededicaba,aquémededicaba,

qué nos va bien, qué nos vamal.Dónde deseaba estar él, dónde yo. Evitamos hablar demis padres.Supusequeestabaalcorriente.Alnopreguntarmemedijoqueloestaba.

Unahora.—¿Tumejormomento?—meinterrumpióporfin.Lopenséduranteunrato.—Unode losmejoresrecuerdoseselde laprimeranoche,quizáporque titubeédemasiado.Pero

tambiénRoma.HayunlugarenviaSantaMaríadellAnimaquevisitodenuevocadavezqueestoyallí.Mequedomirándolo durante un tiempoy luego todomeviene a la cabeza.Acababa de vomitar y decaminoalbarmeesaste.Lagentecontinuabapasandoporallí,peronomeimportaba,niatitampoco.Aquelbesoaunestagradoallí,menosmal.Estodoloquetengodeti.Estoytucamisa.

Lorecordaba.—¿Ytú?—pregunté—.¿Tumomento?—TambiénenRoma.CuandocantamosjuntoshastaelamanecerenPiazzaNavona.Semehabíaolvidadoporcompleto.Noerasimplementeunacanciónnapolitanaloqueacabamos

cantandoaquellanoche.UngrupodejóvenesholandeseshabíasacadosusguitarrasyestabacantandounacancióndelosBeatlesdetrásdeotraytodoelmundoqueestabaenlafuentesehabíaunidoaellosyporsupuesto,nosotrostambién.InclusoDanteapareciódenuevoycomenzótambiénacantarconsuingléscochambroso.

—¿Nosdedicaronunaserenataomeloestoyinventando?Meobservóconperplejidad.—Teladedicaronatiperoestabascompletamenteborracho.Alfinalagarrastelaguitarradeunode

ellosy comenzaste a tocar y sinvenir a cuento, a cantar.Sequedaron todosboquiabiertos.Todos losdrogatas del mundo escucharon a Händel como ovejitas. Una de las holandesas perdió los papeles.Queríastraértelaalhotel.Ellatambiénqueríavenir.Menudanoche.Terminamossentadosenlaterrazavacíadeunacafeteríacercanadetrásdelapiazza,solostú,yoylachica,observandoelamanecer,cadaunoespatarradoenunasilla.

Semequedómirando.—Mealegromuchodequehayasvenido.—Yotambiénmealegrodehabervenido.—¿Puedohacerteunapregunta?—dijo.¿Porquéderepentecomencéaestarnervioso?—Venga.—Sipudieses,¿volveríasaempezardenuevo?

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Mequedémirándole.—¿Porquémelopreguntas?—Pornada.Responde.—¿Empezaríadenuevosipudiese?Alinstante.Peroyahevividoestodosvecesyestoyapuntode

hacerlootravez.Sonrió. Era obvio que me tocaba preguntar a mí lo mismo, pero no quería que se sintiese

avergonzado.ÉsteeramiOliverfavorito:elquepensabaexactamenteigualqueyo.—Verte aquí es como despertarse de un coma después de veinte años.Miras alrededor y te das

cuentadequetumujertehaabandonado,tushijos,cuyainfanciatehasperdidoporcompleto,sonunoshombres hechos y derechos, alguno hasta se ha casado, tus padres hace tiempo que han fallecido, notienesamigos,ylacaritaqueteobservaatravésdeunasgafaspertenecenadamásynadamenosqueatunieto,aquienlehanllevadoallíadarlabienvenidaalabuelotrassulargosueño.TucaraenelespejoestanpálidacomoladeRipVanWinkle,elprotagonistadelcuentodeWashingtonIrving.Peroaquíestáeltruco:aúneresveinteañosmásjovenquelosquesearremolinanatualrededor,yporesopuedesvolvera los veinticuatro al instante: tengoveinticuatro años.Y si fuerzas la parábola unos cuantos añosmásadelante,puedesdespertarteysermásjovenquemihijoelmayor.

—Entonces,¿quénosrevelaestosobrelavidaquehasllevado?—Unapartedeella,sólounaparte, fueuncoma,peroprefiero llamarlounavidaparalela.Suena

mejor.Elproblemaesquelamayoríahemostenido,vividoquierodecir,másdedosvidasparalelas.Quizá fuese el alcohol, quiza fuese la verdad, quizá no quería que las cosas se volviesen muy

abstractas,peronotéquedebíadecirlopuesésteeraelmomentopreciso,porquede repentecaí en lacuentadequeeraparaestoparaloquehabíavenido.

—Ereslaúnicapersonadelaquemegustaríadespedirmealmorir,puesseraentoncescuandoestacosaqllamomividacobrarásentido.Ysimeenterodequetehasmuerto,mividacomolaconozco,elyoqueteestáhablandoahora,dejarádeexistir.AvecesmeimaginoquemedespiertoennuestracasadeB.,observandoelmar,escuchandolanoticiadelavozdelaspropiasolas:Murióanoche.Nosperdimostantascosas.Fueuncoma.Mañanavolveréalmío,ytúaltuyo.Perdona,noeramiintenciónofenderte:seguroquelotuyonoeseso.

—No,lomíofueunavidaparalela.Quizácasitodaslaspenasquehesentidoenmividadecidanconvergirahoraenésta.Debíaluchar

contraello.Ysiélnoloveía,posiblementefueseporqueerainmune.SemeocurriópreguntarlesihabíaleídounanoveladeThomasHardytituladaLabienamada.Nola

habíaleído.Essobreunhombrequeseenamoradeunamujerque,añosdespuésdeabandonarle,muere.Élvisita sucasayacabaconociendoa suhija,de laque sequedaprendado,y trasperderla también,muchosañosmástarde,seencuentraconsudescendiente,delaqueseencapricha.

—¿Estascosasseacabanmuriendoporsísolasoalgunasnecesitandevariasgeneracionesyvidaspararesolverse?

—Nomegustaríaveraningunodemishijosentucama,delamismamaneraquenomeagradaríaquelostuyos,situviesesalguno,entrasenenlasuya.

Nosreímosentredientes.—Mepreguntosinuestrospadres...Sequedóunratopensativo,luegosonrió.—Loquenoquieroesrecibirunacartadeunodetusretoñosconlasmalasnoticias:Yporcierto,

adjuntaencontrarasunapostalquemipadremepidióque tedevolviese.Ni tampocoquiero tenerqueresponderconalgocomo:Puedesvenircuandolodesees,estoysegurodequelehubiesegustadoquetequedasesensuhabitación.Prométemequeesonopasará.

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—Loprometo.—¿Quéhasescritoenlapartedeatrásdelapostal?—Ibaaserunasorpresa.Soy demasiadomayor para sorpresas.Aparte de que siempre llevan un canto afilado para hacer

daño.Noquieroquemehieran,almenostúno.Dime.—Solamentedospalabras.—Déjamequeadivine:Sinoesluego,¿cuándo?—Hedichodospalabras.Además,esoseríamuycruel.Penséporunosinstantes.—Merindo.—Corcordium,corazóndecorazones,jamáslehedichoanadiealgotanciertoenmivida.Mequedémirándolefijamente.Menosmalqueestábamosenunsitiopúblico.—Deberíamosirnos.Agarrósugabardina,queestabadobladajuntoasusilla,ycomenzóahaceramagosdelevantarse.Ibaaacompañarlehastaelvestíbulodelhotelyquedarmeallídepiemientrasélsealejaba.Nos

íbamosadespedirencualquiermomento.Derepente,unapartedemividaibaasermearrancadaynuncamelaibanadevolver.

—Suponqueteacompañohastatucoche—ledije.—Suponquevienesacenar.—Suponquelohago.Fuera,lanochellegabarápido.Megustabalapazyelsilenciodelcampoconlalíneailuminadadel

horizontedesvaneciéndoseylavisióndelríooscureciendo.CampodeOliver,pensé.LaslucesjaspeadasdelaotraorillaquebrillabansobreelríomerecordaronalcuadrodeVanGoghNocheestrelladasobreelRódano.Muyotoñal,muydecomienzodelcursoescolar,muydelveranillodeSanMartínysiempreduranteloscrepúsculosdedichoveranillo,esamezcladeasuntosdelestíosinterminarydelosdeberessinconcluiryconstantementelaiu-sióndelosmesesporvenirquesedisipanencuantoseponeelsol.

Intentéimaginarmesufelizfamilia:loshijosinmersosenlastareasescolaresovolviendoacasadelentrenamiento,seguroquedeunmalhumordescomunalyconlasbotasllenasdebarro,semepasabanporlacabezatodotipodeclichés.ÉsteeselchicoencuyacasamehospedédurantemiestanciaenItalia,diríaél,seguidodeloscarraspeosmalhumoradosdedosadolescentesalosquenolesinteresabanielchicodeItalia,nilacasaenItalia,peroquesemoriríandelsustoaloír,Ah,yporcierto,estehombre,que tenía casi vuestra edad entonces y que se pasó la mayoría del tiempo transcribiendo Las sietepalabrasdeCristoenlacruz,todaslasnochessecolabaenmicuartoyfollábamoscomolocos.Asíquedadlelamanoysedbuenos.

Luego, a las tantas de la noche, en el camino de vuelta en coche al lado del río iluminado deestrellas hasta el hotel viejo y cochambroso junto a la costa de Nueva Inglaterra pensé que tenía laesperanzadequenosrecordaseaamboslabahíadeB.ylasnochesestrelladasdeVanGoghycuandomeacerqué a él en las rocas y le besé en el cuello y a la última noche cuando caminamos juntos por lacarreterade lacosta,con lasensacióndequenoshabíamosquedadosinmilagrosdeúltimahoraparaposponersumarcha.Meimaginéensucoche,preguntándomequiénsabe,querráél,querréyo,quizáunaúltimaenelbarlodecidiese,asabiendasdequedurantetodalacenanosestaríamospreocupandodelasmismas cosas, con la esperanza de que pasase algo pero rezando para que no. Quizá una última lodecidiese.Podía leerloensucaramientrasmelo imaginabamirandoparaotro ladoaldescorcharunabotelladevinooalcambiar lamúsica,puesél tambiénencontraríaestepensamientocorriendoporsucabezayquerríasaberqueseestabaplanteandolomismopues,mientrasqueservíaasumujer,amí,asímismo,caeríamosenlacuentadequeéleramásyodeloqueyolohabíasidonunca,yaquedesdequese

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convirtióenmíyyometransformeenelenlacamahacetantosaños,ibaaseguirsiendoparasiempre,muchodespuésdequehubiésemostomadocaminosmuydistintosenlavida,mihermano,miamigo,mipadre,mihijo,mimarido,miamante,yo.Durantelassemanasquehabíamosestadojuntosaquelverano,nuestrasvidascasinosehabíantocado,perohabíancruzadoalaotraorilla,dondeeltiemposedetieneyelcielollegaatocarelsueloynosentregaunmuestrariodeloquenospertenecíadeformadivinadesdequenacimos.Miramoshaciaotraparte.Noslodijimostodo.Sinembargosiemprelohemossabido,ynomencionarnadaalrespectoahoraloconfirmabaaúnmás.Habíamosencontradolasestrellas,túyyo.Yestosóloseconsigueunavez.

Elveranopasadoporfinvino.FueunavisitadeunasolanochemientrassedirigíadesdeRomaaMentón.Llegóenuntaxiquesedetuvoenlacarreteraescoltadaporárboles,prácticamenteenelmismolugarenquesehabíadetenidoveinteañosantes.Surgiódelvehículoconunordenadorportátil,unabolsaenormededeporteyunagrancajaenvueltapararegalo.

—Esparatumadre—dijocuandomeviomirarlo.—Serámejor que le digas lo que hay dentro comenté tras ayudarle a depositar sus cosas en el

vestíbulo—.Sospechadetodoelmundo.Loentendióperfectamenteyleentristeció.—¿Elviejocuarto?—pregunté.—Elviejocuarto—confirmó,apesardequeyalohabíamosorganizadotodoatravésdecorreos

electrónicos.—Pueselviejocuarto,queasisea.No estaba demasiado decidido a subir al piso de arriba con él, así que fue un alivio cuando

Manfredi yMa- falda surgieron de la cocina para darle la bienvenida en cuanto oyeron el taxi. Susefusivosbesosyabrazoshicieronqueseapaciguaselaintranquilidadquesabíaqueibaasentircuandose instalasedenuevoennuestra casa.Queríaque subienvenida sobreexcitadadurase laprimerahoracompletadesuestancia.Loquefueseparaprocrastinarnuestroprimercaraacaraanteunatazadecafédondepronunciarporfinlasdospalabrasinevitables:veinteaños.

Enlugardeeso,habíamosdejadolascosasenlaentradayteníamoslaesperanzadequeManfredilassubieraalaplantasuperiormientrasqueOliveryyodábamosunpaseoportodalacasa.

—Seguroquetemueresdeganasporverlo—dije,refiriéndomealjardín,labalaustradaylasvistasalmar.Habíamospasadojuntoalapiscina,pordentrodelsalóndondeaúnestabaelviejopianojuntoalaventanayfinalmentevolvimosalaentradadondenospercatamosdequeyahabíansubidosuscosas.Unapartedemíqueríaquesediesecuentadequenadahabíacambiandodesdelaúltimavezqueestuvo,queelcantodelparaísoaúnestabaallí,quelaverjaquedabaalaplayatodavíachirriabayqueelmundoera exactamente el mismo salvo las ausencias de Vimini, Anchise y mi padre. Éste era el gesto debienvenidaquedeseabaofrecerle.Sinembargo,habíaotrapartedemíquequeríahacerleentenderqueno tenía sentido intentar recuperar el tiempoperdidopueshabíamosviajado, habíamos experimentadodemasiadosinelotrocomoparaseguir teniendomuchascosasencomún.Quizáqueríaquesintiese lapunzadadelapérdidaylacongoja.Peroalfinalyquizápormerocompromiso,decidíquelomejorerademostrarlequenohabíaolvidadonada.Sugeríiraisolarvacioqueseguíaestandoigualdechamuscadoe improductivo que cuando se lomostré dos décadas antes.Casi no había terminadomi ofrecimientocuandosoltó«Esoyaestamuyvisto».Talvez fuesesu formadedecirmequenohabíaolvidadonadatampoco.

—Quizáprefierasquenospasemosrápidamenteporelbancodijoriendo—.Quéteapuestasaquejamáscancelaronmicuenta.

—Sitenemostiempoyteapetece,tellevaréalcampanario.Séquenohassubidohastaallínunca.

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—¿Algo-por-lo-que-morir?Ledevolvílasonrisa.Seacordabadelnombrequeusábamosparallamarlo.Mientraspaseábamosporelpatioconvistasalextensoazul,mequedérezagadoyobservécómose

apoyóenlabarandillaquedabaalabahía.Antenosotrosestabalarocaenlaquesesentabaporlasnoches,dondeélyViminihabíanpasado

juntostardesytardes.—Ellacumpliríatreintaañoshoy—dijo.—Losé.—Meescribiótodoslosdías.Absolutamentetodos.Estabamirandoasusitio.Recordabacómose

tomabandelamanoyseescabullíanhastalaorilla.—Entonces un día dejó de escribirme.Y lo sabía. Simplemente lo sabía.He guardado todas las

cartas.Leobservéconmelancolía.—Tambiénheguardadolastuyas—añadiódeinmediatoparatranquilizarme,aunquevagamente,sin

sabersiestoeraalgoquequeríaoír.Metocabaamí.—Yotambiénguardolastuyas.Yalgomás.Quizáteloenseñe.Luego.¿NoseacordabadeOndulante,oerademasiadomodesto,demasiadocauto,comoparademostrar

quesabíaalaperfecciónaloquemerefería?Volvióamiraralolejos.Habíavueltoeneldíaperfecto.Nohabíaniunanube,niunaola,niunapizcadeviento.—Habíaolvidadocuántoamoestelugar.Peroesexactamenteasícomolorecordaba.Amediodíaes

elparaíso.Dejé que hablase. Me gustaba ver sus ojos observando el infinito. Quizá él también estuviese

evitandouncaraacara.—¿YAnchise?—mepreguntóporfin.—Selollevóuncánceralpobre.Solíapensarqueeramuyviejoynisiquierateníacincuentaaños.—Tambiénamabatodoesto:él,susinjertos,suhuerto.—Fallecióenelcuartodemiabuelo.Denuevosilencio.Estuveapuntodedecirmiantiguahabitación,perocambiédeopinión.—¿Tealegrasdehabervuelto?Supoleerentrelíneasmipreguntaantesqueyo.—¿Tealegrastúdequehayavuelto?—replicó.Lemiré,con la sensacióndeestardesarmado,aunquenoamenazado.Como lagentequesepone

roja fácilmente pero no se avergüenza de ello. Sabía bien cómo suprimir ese sentimiento sin quemeinfluyesedemasiado.

—Sabesquesí.Quizámásdeloquedebería.—Yotambién.Ahílodijotodo.—Ven,temostrarédóndeenterramosalgunasdelascenizasdemipadre.Bajamos por las escaleras de la parte de atrás hasta el jardín donde se ubicaba la mesa del

desayuno.—Esteeraellugardemipadre.Lollamoellugarfantasma.Misitiosolíaestarallí,siesqueaúnlo

recuerdas—señalédondesolíaestarmiviejamesajuntoalapiscina.—¿Yyoteníaunlugar?—mepreguntóconunamediasonrisa.—Siempretendrásunlugar.Quería decirle que la piscina, el jardín, la casa, la cancha de tenis, el canto del paraíso, todo

aquelloseríasiempresulugarfantasma.Envezdeeso,señaléalpisodearriba,alaspuertaventanasde

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su habitación. Tus ojos es- tan siempre allí, quise decirle, atrapados en las cortinas transparentes,mirándolo todo desde mi habitación en la que ya nadie duerme. Cuando hay un poco de brisa y sehinchan,lasobservodesdeaquíomequedodepieenelbalcónymesorprendopensandoqueestásallí,atisbandomimundodesdeeltuyo,diciendo,aligualqueunadeaquellasnochesqueteencontréenlasrocas,Hesidofelizaquí.Tehallasamilesdekilómetros,peroencuantomiroestasventanaspiensoenunbañador,enunacamisetacolgadadeltendal,unosbrazosapoyadosenlabarandillayderepenteestásahí,encendiendoelprimercigarrillodeldía,hacehoyveinteaños.Mientrasaguanteaquílacasa,ésteserátulugarfantasmayelmíotambién.

Nos quedamos allí unos instantes, en el lugar dondemi padre y yo habíamos hablado en ciertaocasión sobreOliver.Ahoranosotroshablábamos sobremipadre.Mañana, recordaré estemomentoydejaréqueelfantasmadesusausenciasmerodeedurantelashorasmáscrepuscularesdeldía.

—Séqueélhubiesequeridoquealgoasíocurriese,sobretodoenundíadeveranotanespléndido.—Estoyseguro.¿Dóndeenterrasteiselrestodelascenizas?—Portodoslossitios.EnelríoHudson,enelEgeo,enelMarMuerto.Peroesaquídondevengo

paraestarconél.Nodijonada.Nohabíanadaquedecir.—Vamos, te llevaré a San Giacomo antes de que cambies de opinión—dije finalmente—. Aún

tenemostiempoantesdecomer.¿Teacuerdasdecómoseva?—Sí,meacuerdo.—Sí,teacuerdas—repetí.Memiróysonrió.Esomeanimo.Talvezporquesabíaquemeestabahaciendoburla.Veinteañosfueayer,yayereraestamañana,yestamañanapareceestaraañosluz.—Soycomotú-dijo—Meacuerdodetodo.Medetuveun instante.Si teacuerdasde todo,quisedecirle,ydeverdaderescomoyo,entonces

antesdequetevayasmañana,ocuandoestésapuntodecerrarlapuertadeltaxi,tehayasdespedidodetodos losdemásynoquedenadaquedecir enestavida, entoncesy sóloentonces,vuélvetehaciamí,aunque sea en broma o como una última ocurrencia que hubiese significado todo para mí cuandoestábamos juntos y, al igual que hiciste en aquel entonces, mírame a la cara, aguántame la mirada yllámameportunombre.