Este año es un año muy singular. Estamos celebrando el centenario del nacimiento de San Juan Pablo II. Por este motivo nuestro belén tiene dos temas que ocuparon el corazón de este santo tan importante para nosotros: Cristo y la familia.

Él es quien nos recibe haciéndonos una invitación: Familias, abrid las puertas a Cristo.

Fue un enamorado de Cristo y lo anunció hasta apagarse aquel 2 de abril de 2005 en Roma. Y es conocido como el papa de la Familia.

De este modo, este año 2020, el belén de nuestro colegio sigue, acompañado del santo polaco, los misterios de infancia de Jesús.

Jesús vino a nosotros a través de una familia y nosotros queremos ir a él en familia. Este camino lo hacemos de la mano del Papa de la Familia. Él nos introducirá en los misterios centrales de la vida de Jesús.

Comenzamos un camino que va de Nazaret a Belén, de Belén a Egipto pasando por Je-rusalén. Este camino comienza en Nazaret el día de los desposorios de la Virgen y San José y después de un largo camino volveremos al taller de Nazaret donde se vivió en familia la oración y el trabajo.

Pasaremos por la anunciación a María y a José, mientras dormía y en sueños se le apareció el ángel que le convenció de acoger a María porque lo que llevaba en su seno era del Espíritu Santo. Seguiremos por la visitación y finalmente iremos de Nazaret a Belén.

Descubriremos cómo no había sitio para ellos ni siquiera en la posada ¿Tendrá sitio en tu corazón? Y de ahí haremos con ellos el camino de huida a Egipto hasta la muerte del rey Herodes cuando volverán, por fin a Nazaret.

Todos van en familia a Belén: Los reyes magos vienen de oriente con sus familias, los pastores ven a los ángeles mientras velaban sus rebaños en familia… y así en familia queremos ir nosotros este año a Belén.

Que sea la misma voz de San Juan Pablo II la que nos acompañe en este camino:

¡A belén Familia!

P. Francisco Vidal Calatayud, dcjm

¡A Belén, familia!

Juan Pablo II y la Familia en BelénSalve, María. Pronuncio con inmenso amor y reverencia estas palabras tan sencillas y a la vez tan maravillosas. Nadie podrá

saludarte nunca de un modo más estupendo que cómo lo hizo un día el arcángel en el momento de la Anunciación. Ave María, gratia plena, dominus tecum. Las repetimos juntos conscientes de que estas son las palabras con las que Dios mismo a través de su mensa-jero te ha saludado a ti, ¡Salve! ¡Madre de Dios!

María es también modelo. Fiel cumplidora de la voluntad de Dios para quienes no aceptan plácidamente las circunstancias adversas de la vida personal y social, ni son victimas de la alienación - como hoy se dice - sino que proclaman con ella que Dios es in-dicador de los humildes y, si es el caso, depone del trono a los soberbios. Ella es así. Tipo el perfecto discípulo de Cristo, que es artífice de la ciudad terrena y temporal pero tiende al mismo tiempo a la celestial y eterna que promueve la justicia, libera a los oprimidos e igualmente practica la caridad ayudando a los necesitados, pero sobre todo es testigo ya que el amor activo que construye a Cristo en las almas.

Lo mismo hace hoy, Jesucristo, que esta presente en nuestra Iglesia, es nuestras familias, en vuestros corazones, en toda vuestra vida. Abridle todas las puertas. Celebremos todos juntos estos momentos con alegría el amor de Jesús y de su Madre.

María es también modelo. Fiel cumplidora de la voluntad de Dios para quienes no aceptan plácidamente las circunstancias adversas de la vida personal y social, ni son victimas de la alienación - como hoy se dice - sino que proclaman con ella que Dios es in-dicador de los humildes y, si es el caso, depone del trono a los soberbios. Ella es así. Tipo el perfecto discípulo de Cristo, que es artífice de la ciudad terrena y temporal pero tiende al mismo tiempo a la celestial y eterna que promueve la justicia, libera a los oprimidos e igualmente practica la caridad ayudando a los necesitados, pero sobre todo es testigo ya que el amor activo que construye a Cristo en las almas.

Desposorios. La historia de esta familia singular comenzó en Nazaret el día de los desposorios. Maria y José se desposan acompañados por Santa Ana y San Joaquín. Mientras los amigos del novio entonan cantos para manifestar la alegría de la celebración.

Anunciación. San Juan Pablo II nos invita a con-templar el misterio de la anunciación. María recibe al mensajero divino y ella acoge con un sí generoso el plan de Dios. Acepta ser la Madre del Señor.

Visitación. Aprisa María subió a la montaña. El encuentro de las dos primas fue un acontecimiento de alegría incluso para sus hijos que llevaban en sus entrañas.

Posada. Sale el edicto de empadronamiento. María y José tienen que ir a Belén a empadro-narse. Al llegar en-cuentran todas las puertas cerradas. Ni si quiera en la posada hubo sitio para ellos.

Magos y Herodes. Unos magos vieron una estrella y se pusieron en camino. Lle-garon a Jerusalén. Vienen acompañados con sus fa-milias pues quieren adorar al niño en familia. Herodes les da la pista: dice el pro-feta que el Mesías nacerá en Belén.

Santos Inocentes. Herodes pensó que el nuevo rey le iba a destronar y enfada-do porque los magos no le dijeron dónde estaba de-cidió matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén.

Nacimiento. Encontraron un pesebre y allí nació el Hijo de Dios. Este ac-ontecimiento es actual. Una familia, en nombre de todas las familias del colegio, se acerca al portal para adorar al niño Dios. A la entrada nos reci-be Juan Pablo II que en actitud de adoración nos muestra el camino hacia el Niño. A los pies del Niño presentamos nuestras peticiones de un modo singular por el fin de la pan-demia. Por eso los esposos de la famil-ia llevan las masca-rillas puestas. ¡Señor ayúdanos!

Presentación. A los 40 días llevaron al niño Jesús a presentarlo en el Templo como manda la Ley de Dios. San José ofrece, en una jaula, los dos pichones que son la ofrenda que tenían que hacer los pobres. En la puerta del Templo los ancianos Ana y Simeón esperan ver al Mesías anunciado y lo proclamarán como Luz de las naciones. San Juan Pablo II nos invi-ta, revestido de ornamentos sagrados, a contemplar la escena.

Huida a Egipto. avisados en sueños huyeron a Egipto para que Herodes no pudiera acabar con la vida del Niño. Un misterio de sufrimiento en el que se resumen los sufrimientos de tantas familias que son perseguidas por querer seguir el plan de Dios.

Taller de Nazaret. Cuando murió Herodes fueron avisados en sueños para volver a Nazaret donde Jesús vivió 30 años trabajando y orando con María y José. Dicen los evangelios que el niño crecía en edad, sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres.

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