literatura peruana narrativa 2014.doc

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LITERATURA PERUANA: NARRATIVA CONTEMPORÁNEA A partir de 1930 notamos un mayor desarrollo de la creación narrativa (novelas, cuentos, relatos cortos). Hay varios hechos que confluyen para que la producción narrativa crezca y sea mejor. En el plano económico, el segundo gobierno de Leguía, que durante once años mantuvo el poder dictatoríamente, significo la penetración del capital extranjero, la cierta tecnificación de la vida económica (industrias, comercio, etc.) y del aparato estatal, el aumento de la clase media, etc. En el nivel educativo por presión de los estudiantes, se democratiza la universidad y se incrementan los centros de enseñanza dando lugar a que la población escolar aumente. Y, en el plano político, los gobiernos de Leguía, Sánchez Cerro, Benavides, Prado y otros, fueron insolventes para resolver las demandas populares en el campo industrial – financiera, optaron por la represión a través de los organismos militar- policiales. En tal circunstancia, las fuerzas progresistas (trabajadores, intelectuales, partidos político, estudiantes lucharon contra dicho status injusto, sufriendo persecución y cárceles. Este marco social dio lugar a que se ausculte con más detenimiento la compleja realidad nacional. El medio más adecuado en lo literario, no era tanto la poesía ni descripción y la trampa, era la más llamada a reflejar los conflictos entre el creciente proletariado del campo y la ciudad y las clases dominantes. Si se tuviera que señalar algunos rasgos fundamentales en la evolución del mundo contemporáneo en el periodo que va de 1930 a 1945 tendríamos; la aceleración del proceso de penetración del capitalismo en los países subdesarrollados, la concentración demográfica de las ciudades, la organización del movimiento obrero y la presencia de las masas populares en la escena política: En el Perú, país integrante del mundo occidental, también se han dado desarrollado estos hechos sociales importantes que marcan nuestra historia republicana. 1. En agosto de 1930 la guarnición de Arequipa se sublevo contra el gobierno de Augusto B. Leguía dando fin del Oncenio. Nuestro país ingreso entonces en una crisis económica, política y social y a un régimen de dictadura militar. Al efectuarse la selecciones de 1931, salió elegido el comandante Luis M. Sánchez Cerro quien promulgo una nueva Constitución en 1933 y gobernó con una ley de emergencia que no consiguió poner orden en el agitado país. 2. En abril de 1933 el presidente Sánchez Cerro fue asesinado y asumió el mando el general Oscar R. Benavides quien gobernó hasta 1939. Este periodo trajo cierta tranquilidad política y pudo estabilizarse en gran medida la organización administrativa y restablecer la tranquilidad pública. Se dio seguro para los obreros, se incrementaron las vías de penetración y realizaron algunas obras de Bienestar General. 3. De 1939 a 1945 gobernó Manuel Prado. La segunda Guerra Mundial repercutió favorablemente en el comercio y en la industria. Aumentaron notablemente los

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LITERATURA PERUANA: NARRATIVA CONTEMPORNEAA partir de 1930 notamos un mayor desarrollo de la creacin narrativa (novelas, cuentos, relatos cortos). Hay varios hechos que confluyen para que la produccin narrativa crezca y sea mejor. En el plano econmico, el segundo gobierno de Legua, que durante once aos mantuvo el poder dictatoramente, significo la penetracin del capital extranjero, la cierta tecnificacin de la vida econmica (industrias, comercio, etc.) y del aparato estatal, el aumento de la clase media, etc. En el nivel educativo por presin de los estudiantes, se democratiza la universidad y se incrementan los centros de enseanza dando lugar a que la poblacin escolar aumente. Y, en el plano poltico, los gobiernos de Legua, Snchez Cerro, Benavides, Prado y otros, fueron insolventes para resolver las demandas populares en el campo industrial financiera, optaron por la represin a travs de los organismos militar- policiales. En tal circunstancia, las fuerzas progresistas (trabajadores, intelectuales, partidos poltico, estudiantes lucharon contra dicho status injusto, sufriendo persecucin y crceles.

Este marco social dio lugar a que se ausculte con ms detenimiento la compleja realidad nacional. El medio ms adecuado en lo literario, no era tanto la poesa ni descripcin y la trampa, era la ms llamada a reflejar los conflictos entre el creciente proletariado del campo y la ciudad y las clases dominantes.

Si se tuviera que sealar algunos rasgos fundamentales en la evolucin del mundo contemporneo en el periodo que va de 1930 a 1945 tendramos; la aceleracin del proceso de penetracin del capitalismo en los pases subdesarrollados, la concentracin demogrfica de las ciudades, la organizacin del movimiento obrero y la presencia de las masas populares en la escena poltica: En el Per, pas integrante del mundo occidental, tambin se han dado desarrollado estos hechos sociales importantes que marcan nuestra historia republicana.

1. En agosto de 1930 la guarnicin de Arequipa se sublevo contra el gobierno de Augusto B. Legua dando fin del Oncenio. Nuestro pas ingreso entonces en una crisis econmica, poltica y social y a un rgimen de dictadura militar. Al efectuarse la selecciones de 1931, sali elegido el comandante Luis M. Snchez Cerro quien promulgo una nueva Constitucin en 1933 y gobern con una ley de emergencia que no consigui poner orden en el agitado pas.2. En abril de 1933 el presidente Snchez Cerro fue asesinado y asumi el mando el general Oscar R. Benavides quien gobern hasta 1939. Este periodo trajo cierta tranquilidad poltica y pudo estabilizarse en gran medida la organizacin administrativa y restablecer la tranquilidad pblica. Se dio seguro para los obreros, se incrementaron las vas de penetracin y realizaron algunas obras de Bienestar General.

3. De 1939 a 1945 gobern Manuel Prado. La segunda Guerra Mundial repercuti favorablemente en el comercio y en la industria. Aumentaron notablemente los bienes de exportacin y la escases de productos manufacturados permiti surgir la actividad industrial en el pas. 4. En el plano internacional, en 1941, se produjo el conflicto con el Ecuador con lo cual se solucion el problema fronterizo con ese pas.5. En ese intervalo, en el plano del arte y la literatura, la produccin ha sido variada y fecunda. Tanto en prosa como en verso, mucho de lo realmente representativo se ha escrito en estos aos. La narrativa social realista la poesa y el relato urbano consagran nombres seeros en el mundo de nuestras letras.

En el siglo XX, la poltica peruana est dominada y dirigida por los grupos representativos de la gran propiedad agraria en alianza con el capital financiero e industrial. Los gobiernos que se han sucedido, en mayor o menor medida, han representado estos interese. Es as como, el 27 de octubre de 1948, el doctor Jos Luis BUSTAMANTE, que haba asumido la presidencia en 1945 sustentado por un frente democrtico nacional, fue depuesto por el general Manuel ODRIA quien implanto un rgimen de dictadura militar con el apoyo del sector terrateniente y de la oligarqua financiera.

De 1956 a 1962 gobern Manuel PRADO, representante del sector financiero, que fue destituido por un movimiento castrense encabezado por el general Ricardo PREZ GODOY,. En 1963 fue elegido Fernando, BELAUNDE TERRY. En su periodo se agudizaron los movimientos sociales y se produjeron las guerrillas de 1965. El problema ms crtico de su gobierno fue el de la nacionalizacin del petrleo que estaba en manos de la International Petroleum Company. El arreglo que hizo con la compaa suscito grandes crticas y fue depuesto por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas el 3 de octubre de 1968.El gobierno revolucionario de la fuerza armada, bajo la direccin del general Juan VELASCO ALVARADO, se propuso transformar las estructuras sociales, econmicas y culturales dentro de una definida orientacin nacionalista para sacar a nuestra patria de su condicin de pas subdesarrollado y dependiente. Sin embargo, tuvo grandes problemas para poner en vigencia sus postulados y, en agosto de 1975, fue reemplazado por el general Francisco, MORALES BERMUDEZ quien llamo a una asamblea constituyente, dio la Constitucin de 1979 y entrego el poder en 1980.

En los ltimos decenios, la literatura, en consonancia con la polarizacin social pobres- ricos, se muestra definitivamente realista, reflejando en sus pginas la problemtica del campesinado, la alienacin, la tugurizacin y el crecimiento de las barriadas y Asentamientos Humanos en la capital de nuestro pas.

Desde la dcada del cincuenta hasta nuestros das aparte de la visin urbana que hemos dado cuenta, la narrativa peruana se muestra fecunda, lograda y diversa en sus matices. Hay un conjunto de autores de variada temtica pero que tienen en comn el dominio de la tcnica expresiva y la vocacin de presentar los diversos aspectos de la problemtica de nuestra patria. En este variado panorama, existe:

1. La visin pico campesina de la novela de Manuel Scorza en sus conmovedoras baladas.

2. El Neo indigenismo potico y sugerente de los cuentos de Eleodoro Vargas Vicua y Edgardo Rivera Martnez.

3. El relato vital, de habla popular, que retrata al negro costeo de Antonio Glvez Ronceros y Gregorio Martnez.4. La perspectiva esquemtica, subjetiva y citadina de Jos B. Adolph.

Dentro de estos y otros caminos, igualmente, nuestra literatura espera mucho de la narrativa de Lus Loayza, Miguel Gutirrez, Marcos Yauri, Jos Bravo, Eduardo Gonzales Viaa, Luis Urteaga Cabrera y muchos otros.Las ltimas dcadasEn los 80 se revela ms cuajado el nuevo rostro del Per, un pas predominantemente urbano pero de influjo cultural andino tras las continuas olas migratorias campesinas, provincianas- a las ciudades, que, como en Lima, van componiendo la poblacin mayoritaria. Las mixturas (y creaciones) culturales citadinas como en la msica, el baile, as como la preservacin de costumbres tradicionales y el aporte masivo y pujante de trabajadores independientes y empresarios, as lo manifiestan.Es todava una dcada heredera del ascenso revolucionario del periodo anterior (60-70). El crecimiento de la izquierda que se expres en promisorios desempeos electorales, adems de su penetracin en las organizaciones sindicales y barriales fue una manifestacin de ello. Pero tambin fue una manifestacin de ello, o expresin de ese proceso poltico radical, los levantamientos armados, principalmente de un partido. La violencia poltica marcara, entonces, tambin todo el periodo ltimo, acentuando -por las caractersticas que haba tomado-, la tendencia al ostracismo de las organizaciones sociales y populares. La circunstancia de que el levantamiento armado se haba dado en el contexto de un rgimen retrgrado pero electoralmente elegido y especialmente por las caractersticas autoritarias y excluyentes de la construccin ideolgica y poltica del principal partido alzado en armas, haca improbable su triunfo poltico militar. Pero esas caractersticas aislacionistas y no populares, contribuyeron a dar legitimidad social con los sectores sociales ms atrasados- a la dictadura civil neoliberal que se instaur en el 92. El cual haba utilizado el fantasma y el miedo del terrorismo para su continuidad hasta su cada, la que se debi a la grandiosa e inocultable corrupcin y al atropello a los derechos humanos. No obstante, y por todo lo anterior, la cada del gobierno que haba instaurado el rgimen neoliberal no signific el cambio de esa poltica en los sucesivos gobiernos siguientes. En otros pases de Amrica Latina el desprestigio y la cada de los regmenes neoliberales haban dado paso a gobiernos democrticos o revolucionarios, ms o menos autnomos o de ruptura con tales polticas y sus influjos mundiales. Venezuela, Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia, dan cuenta de ello. Aqu la desmovilizacin social y la deslegitimacin de las ideologas revolucionarias o progresistas fueron ms significativas. El mundo posmoderno, y la dictadura neoliberal, se imponan mucho ms redondamente que en otras latitudes.

De manera que en este clima de desnimo colectivo, la literatura comenz a dar muestras de esteticismo y opciones individualizadoras, especialmente desde la dcada de los 90. En la literatura urbana se acenta una literatura que se ha alejado ya de cualquier reflexin esencial del proceso social, algunos que denotan talento como las narrativas de Oscar Malca, Sergio Galarza u otros, pero que se ubican en eso que se ha llamado realismo sucio. Exploracin de lo oscuro y grotesco sin mediacin, donde los personajes expresan el embotamiento o hasto, las vivencias de la calle dura.Con los autores mediticamente mejor posicionados se difunde una literaturalight.

En poesa urbana, sostiene Luis Fernando Chueca, la caracterstica de la dcada, que se extiende al 2000, es, ningn planteamiento potico dominante, el espacio sub-urbano y el poeta maldito-urbano, coloquialismo y cotidianidad; veta culturalista; des realizacin del lirismo extremo; lenguaje que tiende al barroquismo por su recargamiento o, en su defecto, la libertad total de la palabra (LFCH, Una lectura de la poesa peruana de los noventa).No obstante, la manifestacin literaria ms promisoria ha provenido de las crecientes provincias costeas, andinas y amaznicas de todo el pas, en una suerte de proactivo y moderno regionalismo. (Las grandes ciudades, como Lima, se insertan tambin en este proceso literario emergente con la mencionada literatura urbano- marginal. En el caso de Lima an como referente, tanto por su convergencia social cuanto por su intenso movimiento editorial y cultural). Ha constituido una irrupcin literaria expresada en mltiples movimientos literarios, foros, encuentros, promocin cultural, que, acompaada por la autogestin de editoriales pequeas y la nueva tecnologa, han facilitado el acceso y la difusin de publicaciones que trasuntan una vitalidad social y humana, algunas de las cuales mereceran mayor atencin. Visiones nuevas del mundo amaznico, los cambios del mundo andino, urbano y campesino, la violencia poltica, las nuevas situaciones en los conglomerados de las ciudades, etc. Todava segmentados en sus propios universos, autores y obras que muchas veces quedan en el anonimato. Eclosin literaria que coloca en el protagonismo, ms notoriamente que antes, a sectores medios y medios bajos (una gran cantidad de maestros de escuela). Por ello son el sustrato donde debiera germinar quiz la nueva literatura que demandan los tiempos y que represente toda la dinmica social del Per emergente, del Per integral, tarea que dej planteada Jos Mara Arguedas. Precisamente factor fundamental para la revitalizacin cultural y literaria, en este caso de raz andina, ha sido el influjo de la obra, vigente, estudiada y difundida, de Jos Mara Arguedas, convertido en verdadero hroe cultural. Ha inspirado la temtica andina en general cuanto la enriquecida por la implacable insurgencia armada de los 80.

Paralela a aquella emergencia de autores que en distintas regiones asumen las nuevas

temticas, en el 2000 se genera un boom de grandes editoriales que internacionalizan, a travs de premios y la promocin debida, especialmente a autores de las clases medias y altas vinculados a ellas, que retoman temticas explorables y explotables como el de la violencia armada pero, junto con la exigencia en lo tcnico formal, hacen un tratamiento truculento o policial del tema, tanto por el sustrato de sus propias ideologas cuanto por la demanda del mercado editorial. Santiago Roncagliolo, Alonso Cueto son algunos de los exponentes de estas expresiones literarias que, quiz por la carencia todava de una crtica literaria profunda, esencial, y polemista, que hace falta, no permite se desnude plenamente la limitacin de esta literatura.En la narrativa propiamente andina actual que es parte de esa emergencia literaria de espectro nacional- podemos distinguir finamente a dos vertientes. Una popular, regional, caracterizada por la textura realista de los relatos, transida de elementos de la tradicin cultural de las distintas regiones de las que provienen. Las de ms directa connotacin ideolgica y poltica han trabajado el tema de la violencia armada, con esa misma textura realista y, a veces, preservando la oralidad y el sentimiento andino. Otras reflejando ms la contemporaneidad mestiza y citadina. Y aunque restringidas al exclusivo mbito del conflicto armado y, en general, con cierta desesperanza, dan un mensaje difano de la denuncia y condena poltica, contra las fuerzas del orden o las fuerzas subversivas, vistas como lapidarias e incompatibles con las necesidades campesinas.La narrativa andina y la ficcionalizacin del relatoLa otra vertiente de la narrativa andina ha sido la ms visible autores provincianos de sectores medios y medios altos, y del mundo universitario-, que ha sobresalido tanto por la estructura formal vanguardista de sus obras incluso con influencia del boom latinoamericano anterior, Rulfo, Garca Mrquez, Scorza- , cuanto por la atencin acadmica que sus relatos o novelas, temticamente centradas, en general, en la violencia armada, han deparado. (Oscar Colchado, Enrique Rosas, Zein Zorrilla, Dante Castro, son algunos representantes).

Atendemos especialmente a esta vertiente pues a pesar de la innegable cualificacin tcnico formal o quiz por acendrar en ello como veremos- no slo no ha alcanzado a representar una narrativa que se consustancie con el devenir histrico, que reclamamos, sino que ha tenido una mirada restrictiva del referente social o, en los peores casos, retrospectiva. Y esto a contrapelo de lo que sera la continuacin del legado de Arguedas o Scorza. Continan la exploracin de la cosmovisin andina en la nueva situacin y, prolijos en el recurso tcnico de lo ficcional, facturan la realidad creada, ciertamente marcando distancia contra las dos fuerzas beligerantes invasivas, pero, ante la implacable situacin vivida, el discurso narrativo se vuelca hacia el mundo mgico tradicional que es tratado con fuerte acento. Aunque la cosmovisin andina se presenta como factor de resistencia cultural y social, no hay, sin embargo, sobre aquellos fundamentos una prospectiva histrica alentadora (en algunos casos slo de sesgo mesinico). Esta carencia pareciera ser cubierta por los elementos literarios discursivos que se sobreponen a la historia. El compromiso parece restringirsea la construccin literaria y el hacerse un espacio en el mercado, reclamando inscribirse en el canon, en contrapunto con los escritores ya clientes de los medios y de las mayores editoriales. Por eso aquella sonada polmica con los escritores criollos tuvo una connotacin de cierto halo etnicista, ya superado, ms que de una aguerrida disputa ideolgica de clase, en una poca en donde la efervescencia popular en lo literario, viene de todas las regiones y por supuesto de la costa y de Lima, -de sus conos, de sus estratos bajos y de las clases medias-, y donde lo criollo, si la referencia es por los escritores mimados de las grandes editoriales, resulta una minora que expresa el orden establecido y la ideologa de la clase dominante en el Per de hoy. Una verdadera altura de mira hubiera propendido a la lucha ideolgica, cultural y poltica por un pas y un mundo distinto que permita la verdadera va a la liberacin social y creadora. No nicamente, sobre el derecho del origen andino, a ser prohijados, por esos mismos medios y trasnacionales del libro.

La caracterstica que hemos sealado de esta vertiente literaria andina tiene mayor acabado en los relatos de Oscar Colchado, uno de los autores ms reconocidos y publicados de esta corriente: el eje que, en sus relatos, estructura el discurso narrativo es el milenarismo indgena, que remite a una guerra de castas (blancos-indios). La proyeccin social es mesinica, apunta hacia una vuelta al Tahuantinsuyo como en el indigenismo ms tradicionalista. Esta connotacin tiene, naturalmente, desde la consustanciacin histrica, un carcter retrgrado en el proceso literario peruano.

La representacin de la conflagracin armada y la subversin senderista, que est trayendo desolacin al mundo andino, se ve, no obstante, como una manifestacin del milenarismo indgena pero, paradjicamente, hecho por gente ajena, no por netamente indios o naturales. Y por eso devendra errtica. Estos tiempos dice Liborio, personaje de dimensin mitolgica en la novela Rosa Cuchillo- ya se estaba viviendo con el Pachacuti: el gran cambio, la revolucin. Slo que esta revolucin era de mistis y no de los naturales. Era urgente hacerla de stos entonces. Tal vez los dioses permitieran que t pudieras conducirla, derivndola de este enfrentamiento de mistis pobres contra mistis ricos.

La obra trasunta el mensaje de que el implacable autoritarismo senderista y su accin errtica, estara dado solamente por el hecho de que los levantados en armas son mestizos, (o blancos), mistis -en el sentido ms extenso y racista de la comprensin de este trmino- y no autnticos naturales. Y aunque aquellos levantados en armas fueranmistis pobreseso no los unimisma necesariamente, con el mundo autctono, para ningn proyecto social o histrico. Aunque uno de los referentes literarios del autor es Arguedas, como en casi todos los narradores andinos, es evidente la vuelta muy hacia atrs con respecto al significado de la obra arguediana. Toda la revelacin mgica indgena en Arguedas est transida por la tensin social concreta, es un esfuerzo por entroncar el sentimiento y la cosmovisin indgena como defensa y resistencia contra la opresin en la cotidianidad recurrente y en la proyeccin histrica: la msica, la danza, el canto, el grito de un animal, el vuelo de un pjaro, el valor mtico de un ro, son atributos de pervivencia y lucha en el mundo opresivo, o cargados de simbologa en funcin de la tensin social relatados. A pesar que la primera etapa de la narrativa de JMA se da en el contexto social del todava superviviente verticalismo oligrquico y del de una percepcin dualista de la vida peruana indio-blanco, un mundo indgena y otro costeo o criollo- y a pesar que su impronta emocional y doliente quechua, vivida desde la infancia, haga que acendre en esta intimidad, su discurso narrativo es siempre un esfuerzo, desde el inicio, por sustanciar la realidad indgena, en ltima instancia, comoconflictividad de clase. Su recorrido literario no parte de aquel dualismo para retrotraerse finalmente hacia proyectos mesinicos o milenaristas, al contrario, como ha dicho ya la crtica, su narrativa comienza con connotaciones de aquella interpretacin y realidad de herencia colonial, pero en constante esfuerzo por superarlo, de manera que sigue un proceso de ensanchamiento del espacio geogrfico y social consustanciada con la realidad y con los procesos de cambio que sufre sta. As, con palabras del propio Arguedas, sus relatos que se inician conAguaestn referidas a la vida en una aldea: All no viven sino dos clases de gentes el terrateniente, convencido hasta la mdula por la accin de los siglos, de su superioridad humana sobre los indios que han conservado con ms ahnco la unidad de su cultura.EnYawar Fiesta ya la referencia es la capital de provincia, Puquio. Aqu la tensin se da entre los comuneros de los cuatro ayllus de Puquio y los principales del pueblo; incluso el relato evoca el despojo de tierras que estuvo en el origen de la conformacin de esta provincia, antes comunidad indgena. EnLos ros profundos, aunque es de un desarrollo intimista, que ahonda bellamente en la visin mtica indgena, el espacio de la accin se ensancha hasta cubrir capitales de departamento de la sierra sur y alcanzar la costa. Y siempre transida de los elementos del conflicto social concreto. Si bien Ernesto, el personaje principal, encarna aquella intimidad india y la nostalgia del pasado y el pesimismo ante un presente cambiante y desintegrador del mundo indgena adoptado como suyo, este factor es vivido de manera conflictiva y en la tensin por una opcin que reclama el futuro, la propia cosmovisin india es presentada en funcin de la rebelda , la defensa y la resistencia contra la implacable opresin sobre ese mundo y, en su expresin ms global, en la lucha del pueblo de Abancay contra los gamonales y el estado represor, la rebelin se muestra ahora no como hecho individual sino como compromiso colectivo. EnTodas las sangresy enEl zorro de arriba y el zorro de abajoel ideal es representar un proceso totalizador del conflicto social, involucrando componentes que obedecen al cambio de las estructuras tradicionales, al proceso de urbanizacin y de andinizacin del Per entero (expresin que el propio Arguedas utiliza). Si bien aun estos textos estn jalonados de la nostalgia del pasado que Arguedas no llega desde su impronta subjetiva a superar, tambin es cierto, como hemos dicho -y aqu radica el factor progresivo fundamental de su obra literaria-, que toda su visin es, efectivamente, a entroncarla con la tensin universal y de clase. Al contrario, en la obra de Colchado, dada las condiciones de la expansin actual del mundo andino -en la propia conflagracin armada estn involucrados naturalmente elementos sociales y culturales diversos-, se comienza de un referente contextual relativamente amplio, pero el discurso narrativo propende a enclaustrarse hacia el marco estrecho de la visin dualista y de la proposicin utpica y mesinica definitiva. Por qu se da este fenmeno que nos retrotrae al indigenismo ms protervo? Nos parece que es por la vocacin formalista que es el leit motiv de su hacer literario. En Colchado hay una reelaboracin de la cosmogona andina tendiente a la construccin de un ultramundo, de dioses y monstruos, un Olimpo andino, con fuerte mixtura e influjo catlico medieval, trasmundo que corre paralelo al mundo narrativo de la tensin terrenal y cuyo vnculo con ste es principalmente desde la perspectiva mesinica. No es que el muestrario de los dioses y demonios de ese trasmundo no se ajusten a la cosmogona indgena est en la tradicin oral y en la recopilacin de mitos y leyendas- o que sea arbitrario el fuerte componente catlico, componente que viene fusionndose desde la Colonia, sino que estn presentados en una totalidad abstracta, ms en la cosmovisin idealista catlico cristiano que en el animismo mgico materialista de la tradicin indgena, veta que s explor Arguedas.En el caso de Rosa Cuchillo dice Juan Carlos Galdo- la cosmogona andina se presenta con un despliegue de seres extrados de los relatos populares. En la antesala al infierno merodean los condenados. En los caminos de ultratumba se escuchan melodas andinas, los castigos se ajustan a aquellos que se encuentran en los relatos populares; la topografa refleja tambin a su referente andino: caudalosos ros, rboles nativos. Pero por otro lado toda la secuencia no slo se inspira, sino se ajusta a la estructura utilizada por Dante en La Divina Comedia. El limbo es el Tutayaq Ukhuman. El Ukhu Pacha o Supayhuasi- pasa a ocupar literalmente el lugar del infierno; al purgatorio le corresponde el Auquimarca, el Janaq Pacha corresponde al paraso donde moran las almas materiales. (Juan Carlos Galdo, Algunos aspectos de la narrativa regional contempornea).

La diferencia que hay entre la percepcin mtica de Arguedas, que acendra en el animismo antropolgico y en la consiguiente relacin armnica y prctico vital con la naturaleza y con el entorno social, de la cosmovisin indgena, y la percepcin mtica de autores andinos contemporneos como Oscar Colchado, que privilegia un uso hiperblico de la cosmogona andina, en una esfera ultramundana, que se separa de la tensin terrenal para unirse slo desde la retrospectiva utpica milenarista, es la diferencia que hay entre la vocacin reveladora de la realidad en Arguedas y la vocacin formalista de aqullos.

En Jos Mara Arguedas este realismo le obliga a admitir que slo es posible conocer al indio conociendo todo el contexto social que le rodea y finalmente insertndolo en el contexto universal humano, que, como hemos visto, lleva a su narrativa a explorar espacios geogrficos paulatinamente ms amplios y a la correspondiente complejidad de la problemtica social. Realismo cuya concepcin formal (su inventiva expresiva, lingstica) se funda en la pasin desveladora, la que est en el centro de su inters literario explcito. Realismo por consiguiente integral donde lo formal juega un papel fundamental pero ajustado al referente que revela. Yo no acepto que a eso (a la ficcin literaria) se llame mentira O refirindose a la importancia de la necesaria inventiva original de los recursos expresivos cuando la tensin por sintonizar con la realidad es autntica: Cuando un novelista es el continuador de una tradicin literaria, probablemente no tiene grandes problemas tcnicos, pero cuando tiene que revelar algo que no han dicho los dems, entonces tiene la necesidad de crearse una tcnica y esa necesidad de crear la nueva tcnica es una consecuencia de que no existe un instrumento ya hecho para revelar ese mundo. En mi caso, el problema de la tcnica ha sido una pelea con el lenguaje (Varios, Primer encuentro de narradores peruanos).

Es sintomtico que el propio personaje mtico protagnico, Liborio en Rosa Cuchillo-, sea distinto por ejemplo aun con un personaje indio, casi mtico, Rendn Wilka, de la novela de Arguedas, personaje mucho ms terrenal. Ciertamente Wilka retorna a su identidad quechua, comunal, la que haba dejado en su experiencia citadina, pero el relato quiere expresar, con la muerte de ste, que la colectividad indgena debe y puede manejarse por s misma sin un caudillo; Liborio en cambio, es hijos de dioses, su repliegue de la tierra, una vez muerto, no es a la comunidad indgena como Rendn Wilka, es el retorno al ficcional antro paradisiaco andino donde se espera vuelva a dirigir, cual el mesas, ahora s, una rebelin de naturales netos.

No obstante, nada de los recursos de la ficcin seran sujeto de reclamo si stas ahondaran en la complejidad del referente histrico social. No es este el caso, aqu la solucin de continuidad histrica se remite con exclusividad a la utopa milenaria.

Cuando el `realismo mgico dice el maestro Cornejo Polar- corresponde a una actitud existencial, cuando tiene el poder de imponer el culto de fe que lo hace posible, cuando no es un recurso ms o menos sofisticado tiene el rango y la aptitud suficiente para enfrentar con eficacia la tarea de decir, con pasin y verdad, cmo es nuestra Amrica (ACP, la novela peruana). O cmo es la realidad nacional y la realidad global hoy.

Pero, qu est en el sustento de esa visin realista en Arguedas, que no es puramente intuitiva, o solamente honesta, con la realidad que quiere anunciar? Lo que da coherencia a su quehacer literario y propone la orientacin principal, el norte a que apunta la prospectiva de su referente histrico social, y que lo salva inclusive de la limitacin de la tradicin indigenista del que es heredero, es la asuncin de la doctrina socialista como avanzada ideolgica y del pensamiento moderno contemporneo.

La interpretacin desde dentro del mundo andino dice Arguedas-, y no solamente del indio, no habra sido posible nicamente por el hecho de que quienes as lo hicimos tuvimos la suerte de vivir con los indios, como los indios, participando de sus dolores, de sus esperanzas, de su fe, de toda su vida, se es solamente un elemento. Yo declaro con todo jbilo que sinAmauta,la revista dirigida por Maritegui, no sera nada, que sin las doctrinas sociales difundidas despus de la primera guerra mundial tampoco habra sido nada (Varios, Primer encuentro de narradores peruanos).

Cunto es decisiva la brjula ideolgica para encaminarse hacia la verdad social, hacia la prospectiva histrica y el compromiso con esa verdad, lo demuestra la literatura honesta, progresiva de un autor, por eso mismo paradigmtico, como Arguedas. Y cunto evita -esta postura acendrada en la vida misma y en el compromiso con esa propulsin futura- que las fuentes profundas de nuestra realidad no sean tomadas como mero pretexto para hacer literatura, entendida como simple discurso ficcional, como se ha puesto de moda. Ser ste el andamiaje ideolgico agrega Antonio Cornejo Polar- de la obra de Arguedas. Funcionar no como canon artificial e impositivo que ejerce violencia sobre la realidad para adecuarla a sus esquemas sino, mucho ms sutil y creadoramente, como explicacin ltima que, sin necesidad de explicitacin constante, esclarece la ndole y dinmica de los sucesos, cosas y personas y que, con fluidez y audacia, sin dogmatismos, y en consulta permanente con la identidad irrenunciable de s mismo (`no mat en m lo mgico), permite que el caos de la realidad encuentre un sentido: el `orden permanente de las cosas . () El aliento que Maritegui brind al movimiento indigenista, su abierta crtica a los escritores que `explotan temas indgenas por mero exotismo y su afirmacin de la `consanguinidad ntima del indigenismo con la ideologa propugnada porAmauta, son, tambin, aspectos que asocian la obra de Arguedas al movimiento dirigido por Maritegui (ACP, La novela peruana). De manera que el carcter utpico arcaico que Mario Vargas Llosa, recusa en la narrativa de Jos Mara Arguedas y que, como hemos visto antes y ratificamos ahora, es injusta, s se sustenta y justifica, lamentablemente, en cambio, en la narrativa de un escritor como Oscar Colchado cuya opcin milenarista y pasatista es clara e inobjetable. Tambin es conveniente aclarar que esta vertiente de la narrativa andina actual, centrada en la conflagracin armada reciente y acendrada en la modernizacin del relato, no es homognea. Autores como Dante Castro proponen una narrativa de perspectiva social ms progresiva en tanto develan no slo la condicin de vctimas de los componentes indgenas y campesinos, sino la potencialidad de respuesta propia, de resistencia y rebelin de stos, ante la razzia destructiva de las dos fuerzas exgenas representadas por los militares y los insurrectos armados. No obstante, una literatura consustanciada mejor con la situacin conflictiva, de violencia poltica y social de las ltimas dcadas en el pas, no se habra detenido solamente en representar los espacios -andinos o altoandinos- donde se dieron, efectivamente, los principales enfrentamientos armados y la secuela traumtica (genocidios, desintegracin social, xodo campesino), y aun con mirada retrospectiva como algunos casos, sino que hubiera advertido que procesos activos han estado presentes en contextos ms amplios: desde el origen, con el hervor ideolgico de izquierda, que fue parte a su vez del ascenso revolucionario en todo el mundo y que fecundaron las pasiones revolucionarias en las universidades de las principales ciudades de provincia y de Lima, as como el crecimiento de las organizaciones sindicales en las urbes y el campo, tanto como la organizaciones barriales en las grandes ciudades. Que a su vez fortalecieron movimientos y partidos ms o menos constituidos, unos de avance gremial y legal y otro (u otros) decidiendo el alzamiento armado. Ambas tendencias, el que acendraba su trabajo en organizacin gremial social, y electoral, como el que haba decidido la va armada, estaban compuestas de centenas de militantes jvenes idealistas de izquierda, los mejores cuadros que con cierta abundancia dio el periodo, unos alimentando las organizaciones gremiales y barriales y otros alimentando al partido -y a otro movimiento armado que se alz poco despus- que haban decidido la lucha armada (muchos jvenes de aquella valiosa generacin, hall fatal fin en el genocidio de los penales del 86 que se dio en Lima, como en otros que se dieron despus). De manera que el proceso de confrontacin que se abri a lo largo de todo el periodo en que se mantuvo en pie la insurreccin armada, se dio integralmente en todo el pas, entre los militantes de izquierda de las organizaciones gremiales y barriales, los militantes del grupo armado hegemonista recurdese la muerte de dirigentes sociales- y ambos enfrentados a las fuerzas represivas del estado recurdese la desaparicin y muerte de dirigentes sindicales, periodistas, estudiantes etc. De manera que, paralelamente a los enfrentamientos armados en las serranas, se daban enfrentamientos por ganar posiciones gremiales, organizacionales, enfrentamientos de caractersticas violentistas y armadas, en que se tradujo la lucha poltica. Un periodo difcil que le cupo resistir a los sectores populares organizados, contrarios a las incursiones coercitivas y polticamente excluyentes que llevaba adelante el principal grupo armado. Es posible entender la violencia vivida en la zona andina sin comprender la dinmica y dialctica de fondo que estaba en el contexto poltico y social nacional? Quiz era demasiado pedir, en las condiciones del periodo pasado, una literatura (una narrativa) que represente el contexto completo de la violencia poltica y consustancie las perspectivas y las tendencias. O quiz sea bien indagar distintos relatos y expresiones literarias del periodo, de variados espacios y tiempos, que den una visin integral del proceso vivido. Una visin que es incompleta o no se ha dado en la literatura en la magnitud presupuesta. El agotamiento del neoliberalismo global manifiesta los ltimos aos, con su expresin de ciclos de crisis econmica cada vez ms continua ha producido algunos efectos mundiales: ha trado abajo gobiernos de ese signo en Amrica Latina, as como ha revivido movilizaciones radicales de protesta olvidadas hace dcadas en pases centrales (que ha alterado el modo de vida de ciudadanos del primer mundo que tenan), ha actualizado tambin el compromiso social de los intelectuales y de los escritores del mundo.En nuestro pas este fenmeno global se expresa en la resistencia contra la expansin del modelo extractivista, que, en su efecto inmediato, amenaza las condiciones de vida de amplios espacios geogrficos y poblacionales. La respuesta ha dado como resultado un protagonismo de movimientos sociales de proyeccin nacional y, naturalmente, de interconexin y solidaridad externa, pues, como queda dicho, nuestra poca es de la mundializacin del conflicto social.

Y aqu, las consideraciones ideolgicas que nos contaban la historia de que ni la conducta del escritor y menos su obra literaria deba contaminarse de los problemas polticos sociales -pues atentan contra la esencia artstica-, est siendo respondida con la contundencia que ensea la vida: ya alzan la voz, como intelectuales, como ciudadanos, sumndose a la resistencia que reclama la existencia social, la resistencia de los pueblos, espontneamente, muchos de nuestros escritores -tan igual como en el resto del mundo-, quiz parareactualizaruna literatura de valor apreciable.CARACTERISTICAS.1. Nuestra narrativa ha seguido dos direcciones: rural y urbana. La rural recoge los problemas e inquietudes del campo (gamonalismo, explotacin del campesino, etc.) sea en la sierra, la costa o la selva. La narrativa urbana refleja la problemtica de la ciudad, de la urbe populosa, angustiada y de sectores tan dispares (zonas lujosas, zonas marginales, reas industriales, comerciales, etc.

2. En lo literario nuestros escritores fueron sensibles a las formas modernas de la narracin (habla popular, monologo interior, puntos de vista del narrador, etc.), pero sin perder en el contenido la perspectiva propia del medio social y los antecedentes del relato popular (cuentos, mitos, leyendas, fabulas, etc.). Ciro Alegra, Arguedas, Scorza, Vargas Llosa; Julio Ramn Ribeyro, Gregorio Martnez, son los casos ms vivos e ilustrativos.REPRESENTANTES.NARRATIVA RURAL

ANDINA: Ciro Alegra, Jos Mara Arguedas, Porfirio Meneses, Carlos Eduardo Zavaleta, Manuel Scorza, Julin

Huanay, Eleodoro Vargas Vicua, Edgardo Rivera Martnez, Oscar Colchado Lucio.

COSTEA: Francisco Vega Seminario, Jos Ferrando, Antonio Glvez Ronceros, Jos Hidalgo, Gregorio Martnez.

SELVATICA: Arturo Hernndez, Fernando Romero, Francisco Izquierdo Ros, Dante Castro.

NARRATIVA URBANA.

Jos Diez Canseco, (da inicio a la narrativa urbana con su novela Duque, 1934), Carlos Camino Caldern, Enrique Congrains, J. Ramn Ribeyro, Mario Vargas Llosa, Eduardo Gonzales Viaa, Oswaldo Reynoso, Miguel Gutirrez, Luis Loayza, Jos Adolph, Alfredo Bryce, Luis Urteaga Cabrera, Jos Antonio Brava, Augusto Higa, Cronwell Jara, Roberto Reyes.LITERATURA PERUANA: POESA CONTEMPORNEA

Desde 1930 a la fecha se polariza la dicotoma campo ciudad. En cada mbito se hacen patentes los problemas propios de la vida campesina y la vida citadina. La literatura en general responde a ambas realidades. Es decir, existe en los autores un compromiso mayor con los problemas propios y se lucha por el ascenso a superiores niveles de vida de los sectores desposedos.

En poesa, particularmente, al menos en un sector muy significativo de ella. Hay una acentuacin social y poltica. Se evidencia una preocupacin por los problemas cotidianos del hombre y de la sociedad. Paralelamente, hay otra vertiente esteticista, un sector que entiende la poesa como una forma hermtica, asptica, de belleza formal.

La poesa social realista, en consecuencia, es aquella que interpreta los sentimientos y anhelos de la clase campesina y la clase obrera. Esta poesa tiene contactos con la posicin indigenista. El precursor fue Manuel Gonzales Prada. Continuo con autores menores hasta que surgi la imagen de Cesar Vallejo que, en sus ltimas obras, escribi poemas de este tipo.

El cultivo de la poesa social realista en nuestro pas se acentu en la tercera dcada a travs de revistas de existencia efmera, particularmente a travs de Amauta que dirigi Jos Carlos Maritegui. Es a partir de 1945 en que resurge este impulso creador de la poesa peruana en una promocin de poetas cuya labor resulta de gran significacin hasta la actualidad. Son figuras seeras con las que nuestra poesa se inscribe en el contexto contemporneo representativo de la literatura en lengua espaola.

En poesa, el tema social realista, de rescate de las instancias propias y de la lucha del hombre peruano por alcanzar una sociedad ms justa, se evidencian en los versos de Luis Nieto, Gustavo Valcrcel, Alejandro Romualdo, Washington Delgado, Carlos Germn Belli, Juan Gonzalo Rose, Manuel Scorza y Pablo Guevara.

En las ltimas dcadas, existe en nuestra patria un grupo de poetas que trata de expresar su visin potica personal, su mundo interior, sin pretender altear la realidad, preocupados solamente por alcanzar niveles estticos singulares en una forma armoniosa y precisa. Estos poetas, por los caminos de la poesa de Eguren y de la esttica de Vanguardia, en base a imgenes abstractas ms que descriptivas, nos presentan composiciones logradas, finas, sugerentes y de gran calidad esttica.

Los poetas puros no forman parte de esta promocin homognea. Cada uno sigue un venero personal y dismil. Los une, tal vez, su objetivo final: lograr una obra armoniosa, de factura precisa y significacin plena. Muchos se encuentran en plena produccin y, por lo mismo, su obra puede cambiar de rumbo hacia otras experiencias.

En la dcada del sesenta surgi en nuestra patria una promocin de poetas cuyas obras han dejado huellas en la evolucin de nuestra poesa. Su produccin, en gran medida, est sustentada en el magisterio de los poetas social realistas de la generacin anterior y en un definido sentido ideolgico y social que se hizo evidente en aquella dcada. Por esto, si hay un comn denominador en ellos es su preocupacin por los temas sociales y por la adopcin de una forma esttica y expresiva de consonancias bellas y sugerentes. Alrededor de la imagen seera de Javier Heraud, pueden mencionarse las voces singulares de Arturo Corcuera, Reynaldo Naranjo, Csar Calvo, Antonio Cisneros, Juan Cristbal, Rodolfo Hinostroza, Livio Gmez, Carlos Henderson y Luis Hernndez.

En la dcada del setenta, en diversos niveles y en busca de un camino personal, pueden mencionarse a: Mirko Lauer, Marco Martos, Danilo Snchez Lihn, Winston Orrillo, Ricardo Falla, Jorge Njar, Cesreo Martnez, Jorge Pimentel, Enrique Verstegui, Gustavo Armijos y algunos otros audaces exploradores de la palabra que darn mucho que hablar.POESIA, POETAS Y GRUPOS POTICOS DE LOS ULTIMOS TIEMPOS

Tanto en Lima como en otras ciudades al interior de la nacin es posible advertir la constante formacin y gestacin de grupos literarios, los cuales muchas veces giran en torno a la edicin de revistas,plaquettes, u otras publicaciones peridicas. Sin embargo, producto del marcado centralismo en el Per, los movimientos cobraron mayor importancia en la capital, ya que es ah donde confluye el centro de la actividad cultural del pas, pese a que en otras ciudades como Puno, Cusco, Arequipa y Chimbote tambin se desarrollan movimientos importantes. Adems, cabe destacar que desde el 70 hasta ahora, la mayora de movimientos y agrupaciones en Lima estuvieron conformados por inmigrantes o hijos de inmigrantes, lo cual era uno de los rasgos principales de estos movimientos: el mestizaje cultural y su procedencia socioeconmica, marcando distancias frente al pequeo grupo capitalino.

En la actualidad, podemos advertir que los actuales grupos que se forman en la capital son herederos de sus pares del 70 y 80, principalmente deHora Zero. Empero, a partir del 90 las agrupaciones pierden fuerza debido a que sus acciones mantenan marcadas similitudes respecto a las de sus antecesores. Es as que aparecen agrupaciones que, si bien no tuvieron la atencin de los medios por el desgaste que sus acciones supona, s en cambio mantuvieron una actitud de pequeas tribus callejeras, organizando escandalosos recitales de poesa, jugando a los poetas malditos y deambulando por una Lima pattica que recin empezaba a librarse del terrorismo y, por ende, reinaba la apata en el ambiente. De esta manera, surge el grupoNen, quizs el ms popular, sin ser por ello el ms importante, de esta dcada. Estuvo conformado por Leo Zelada, Carlos Oliva, Miguel Ildefonso, Paolo de Lima, Hctor aupari, Roberto Salazar, Masas Evangelista y Juan Vega.

Asimismo,en los 90 coexistieron otros grupos comoInmanencia,Noble Katerba,Geranio Marginal, entre otros. Lo caracterstico de esta dcada es la propensin a la dispersin e individualismo de sus autores, lo cual tambin se extiende y profundiza en los poetas del 2000. En su muy bien documentado ensayo sobre la poesa y los movimientos poticos en Lima durante este decenio, Luis Fernando Chueca sostiene que no exista ningn planteamiento potico dominante, ya que lo que se sobrepona eran las temticas dispersas y estticas de corte individualista. Asimismo, Chueca seala nueve caractersticas que acogen los poetas del 90: el espacio suburbano y popular; el poeta maldito-urbano; coloquialismo y discurso de la cotidianeidad; la veta culturalista; el sujeto autobiogrfico que recupera la memoria familiar; el espacio de ritualizacin; la desrealizacin del lirismo extremo; lenguaje que tiende al barroquismo por su recargamiento y los diversos registros que articula; y, finalmente, la libertad total de la palabra.

En mayor medida, estos rasgos, al parecer, han sido muy bien heredados por los grupos poticos del 2000, los cuales ante la falta de una potica definida y una conciencia poltica, continuaron apareciendo pero sin trascender ni sobresalir entre sus pares. No obstante, todos ellos se disolvieron cuando uno o dos de sus integrantes se decidieron por proyectos personales, otros encontraron mayor inters por parte de la crtica, ya sea por haber ganado un premio o por sobresalir entre los dems, lo cual desataba celos, envidia y vanidad, llevando a la posterior disolucin del grupo.

Inicialmente, los jvenes poetas se juntaban tambin para contrastar sus escritos, para darse seguridad antes de lanzarse a publicar un libro y tambin para aprender juntos. Es por eso que, si echamos un vistazo a sus primeros poemas, encontramos versos autobiogrficos, impresionistas, duros, rsticos y efectistas, los cuales corresponden a su primera experiencia: la inmensa mayora se resume en poemas vergonzosos, escondidos por sus propios autores.

Entre las agrupaciones que mayor presencia tuvieron, destacaSociedad Elefante, integrado por los entonces estudiantes de literatura de la universidad San Marcos: Alejandro Sanz Chung, Romy Sordmez, Diego Snchez, Agustn Haya de la Torre y el narrador Moiss Snchez Franco. De ellos, solo los dos primeros han editado libros:La voz de la manadade Sanz en 2002, yVacas negras en la nocheyPrsagode Romy en 2004 y 2006, respectivamente.

Por otro lado, los tambin sanmarquinosCoito ergo sum, estuvieron conformados por Miguel ngel Malpartida, Christian Bernal y Daniel Amayo. El primero de ellos es el nico que ha publicado un libro,Galera,con el cual gan el concurso Csar Calvo en 2002. Otros grupos de la misma universidad:El club de la serpiente( Frank Turlis, Manuel Vargas, Rubn Landeo, Ral Sols, David Jimnez y Diego Lazarte, quien sobresali del resto por obtener el primer puesto en los juegos florales de su casa de estudios en 2003);Artesanos(Norman Mendoza, Miguel Reyes, entre otros);Nudo de voces( Gino Roldn, Juan Pablo Meja, Dalia Espino, Alex Morillo, Alberto Alcntara) yJade( Josefina Jimnez, Oscar Perlado, Daniel Maguia y Alex Alejandro).

En tanto, fuera de las aulas sanmarquinas, tenemos aColmena(Alessandra Tenorio, Jessica Pita, Vctor Ruiz, Morayma Sayn, Judith Bravo y Fidel Chaparro) yVerom Jusna(Ilich Quispe y Max Pinedo), ambos grupos de la Universidad Nacional Federico Villarreal ; adems estCieno, conformado por los estudiantes de literatura de la universidad Catlica lvaro Lasso, Fernando Pomareda, Santiago Caballero, entre otros.

En provincias, en cambio, los grupos son numerosos y diversos entre s. Muchos de ellos florecen y fenecen sin llegar ser advertidos por los medios y prensa de ah su desconocimiento y la consecuente falta de valoracin hacia su trabajo. Sus motivos de unin son tambin los mismos que los de sus pares capitalinos. Sin embargo, se sienten ligados tambin por un sentimiento provinciano que contrasta fuertemente con la poltica centralista del Estado. Entre las ms importantes o con mayor trayectoria tenemos aPatio Azulde Cajamarca (encabezado por Jack Farfn);Pez de Orode Puno, liderado por Luis Pacho;Anbasis, grupo que tiene filiales e integrantes en distintas ciudades del Per, como Barranca, Chimbote y Lima, y est conformado por John Lpez, Galia Glvez, Andrs Torres Guilln, Ronald Marcelo Paulino, Juan Lpez Morales, quienes a su vez organizan la Feria del Libro en Barranca. Asimismo, en Chimbote estEl Universalismo, que ya cuenta con ms de 12 aos y est integrado por Santiago Azabache Garca, Sonia Paredes, Gustavo Tapia , Ricardo Aylln, Elena Carhuayano, Madelaine Beltrn , Rger Antn, Ernesto Wurth , Claudina Llanos y Rosa Mara Jurez . En Arequipa tenemos al grupoTringulo,conformado, entre otros, por los poetas Juan Yufra y Filonilo Catalina (seudnimo de Luis Castillo, quien en 2005 gan el premio Cop de plata en poesa); mientras que en Iquitos estUrcututu, cuyos integrantes son Ana Varela, Percy Vlchez Vela y Carlos Reyes Ramrez.

LAS REVISTAS Y ESAS NEBULAS DE LA CREACIN LITERARIA

Tanto como formar agrupaciones y movimientos, en el Per fundar una revista es parte de nuestra tradicin literaria. Mucha razn tuvo Alfonso Reyes al calificar las revistas literarias como nebulosas, "cargadas y finas que llenan los intersticios entre los libros", ya que desde siempre, los poetas y narradores peruanos se "fogueaban" publicando sus textos en las revistas que dirigan. Muy pocas son aquellas en cuyas pginas no ha figurado un poema o un relato de sus directores, ya que era tambin una forma de preparar el camino al ansiado primer libro.

De esta manera, tenemos en nuestra historia revistas con toda clase de orientaciones: politizadas, purificantes, lcidas, crticas, efmeras, espantosas, visionarias, entre otras. Sin embargo, en estos ltimos tiempos los lectores parecen no apreciarlas mucho. Prueba de ello es el poco inters por formar una revista y continuarla, es decir, llegar ms all del nmero tres.

En la actualidad, la mayora de revistas las dirigen personas que ya han acabado los estudios de literatura o tienen, al menos, una respetable trayectoria y experiencia que respalda su lnea editorial. Son pocas las revistas de estudiantes, a menos que sean revistas electrnicas oblogs, los cuales ya no suponen mucha inversin y potencialmente tienen mayor llegada entre sus lectores, ya que no es necesario pagar por el ejemplar ni por los gastos de envo para acceder a su contenido, si es que se est lejos del lugar donde fue publicada.

En la capital, las revistas que han marcado una pauta a seguir, pero que lamentablemente han dejado de editarse sonMore Ferarum, dirigida por Jos Ignacio Padilla, Carlos Estela y Edgar Saavedra;Vrtice, de Hernn Medina, Arturo Higa, Mario Reggiardo, Juan Carlos Adrianzn, Mara Eugenia de Aliaga, y Tatiana Ganoza;Apeiron, Johnny Zevallos, Moiss Snchez Franco y Omar Salazar;EvohyFrmix, ambas dirigidas por Renato Sandoval;Girabel, dirigida por Paul Guilln y Renato Gmez;Fuegos de Arena, de Claudia Salazar, eIdentidades, suplemento cultural del diarioEl Peruano, editado por Giancarlo Stagnaro, y cuya estable periodicidad, gracias al soporte econmico brindado por el propio peridico, le permiti contar con la colaboracin de importantes crticos y estudiosos cumpliendo una importante labor en los casi cuatro aos que dur.

Precisamente, a finales de los 90 y principios de 2000 se gestan propuestas importantes que se fueron consolidando gracias a sus crticos y reveladores contenidos, as como por su preocupacin por renovar y difundir los estudios literarios peruanos a travs de coloquios, mesas redondas y presentaciones.

Entre las ms institucionales y con una lnea de crtica terica y especializada, orientada principalmente a estudiosos e investigadores, destacanAjos y zafiros(actualmente dirigida por Alberto Valdivia),Lhymen(Dante Gonzlez, Javier Morales y Jorge Tern);Tinta expresa(cuyo comit editorial est conformado por Alex Morillo, Carlos Capellino y Mario Cosso),Dedo Crtico(su ltimo director fue Gabriel Espinoza),Casa de citas(dirigida por Fernando Toledo); yEl hablador(Francisco Izquierdo Quea, Mario Granda, Giancarlo Stagnaro y Johnny Zevallos). Cada una de ellas se caracteriza por priorizar la teora literaria universitaria, o al menos equipara los textos de creacin con sus sesudos trabajos monogrficos. Ms bien, la revista virtualEl habladorofrece un tratamiento ms fresco y gil de los estudios literarios peruanos, gracias a la experiencia de muchos de sus directores en otros proyectos paralelos o anteriores. En tanto,Lhymenmantiene una marcada preferencia por los estudios literarios orientados hacia el mundo andino. Esta lnea editorial contrasta por completo con la mirada occidental de las revistas de Lima, lo cual es un plausible esfuerzo ya que refuerza una identidad muchas veces dejada de lado por los propios crticos nacionales.

Por otro lado, revistas comoIntermezzo tropical(Victoria Guerrero),Hueso hmero(dirigida por Abelardo Oquendo y Mirko Lauer), Ginebra Magnolia(Reinhard Huamn Mori),Lapsus(Giancarlo Huapaya y Gustavo Alejos);Ciberayllu(Domingo Martnez);Pelcano(Ana Mara Falcon y Miguel Ildefonso),Cambio de letra(Roselyne Rodrguez y Milton Vera),Bocanada(Alberto Alcntara), mantienen un perfil crtico pero sin caer en jergas especializadas, sostenindose en la lucidez de sus colaboradores, lo cual hace que sus contenidos se presenten ms atractivos para el lector debido a la originalidad de su redaccin y enfoque.

En provincias, la produccin de revistas tambin es constante y variada, a pesar de que la enorme mayora de ellas mantengan una presentacin artesanal y no tan vistosas como sus pares capitalinos. As destacanEl pez de Oro,de Puno (Luis Pacho y Vctor Villegas);Mixturas(Melissa Mendieta),Katenere(Jaime Vsquez Varcrcel) yKanatari(Joaqun Garca), todas de Iquitos;Ars Verba(Carlos Toledo Quiones) yPaqariina(Rolando Roca y Cervantes Julia), ambas de Huaraz; Sieteculebras(Mario Guevara Paredes) yngeles y demonios(Carlos Snchez Paz) de Cusco. En Chimbote estnRincn del DiabloyNexus, las dos dirigidas por Christian AhumadaHeredia;Poiesis(John Lpez Morales);Poetas en busca de editor(Ricardo Aylln y Jos Luis Meja), adems deEl ornitorrincotambin de Ricardo Aylln. Asimismo, en Barranca tenemos aPuro cuento(Carlos Lpez Morales) y Plexusde John Lpez Morales. Por su parte, en Arequipa encontramos aEnemigo Rumor(Jimmy Marroqun, Carlos Quenaya y Hugo Yuen),Nufrago(Carlos Caballero) yLego(Ana Mara Flores); mientras que en Trujillo destacaLas sumas voces, de Roger Neyra.

Mencin aparte merece el proyectoUrbanotopa, cuya batuta recae en el poeta cusqueo Martn Ziga, y consiste en la creacin de un catlogo virtual de poetas, los cuales estn unidos por afinidades literarias. En esteblog, que hasta el momento cuenta con ms de 25 poetas de todo el Per, se pueden encontrar, adems de los poemas, datos biogrficos de los autores, sus poticas y una breve resea biogrfica.

Una preocupacin en comn que tienen algunas revistas, tanto virtuales como fsicas, es la reunin de jvenes autores en antologas y muestras. Tal es el caso de Lapsus, que en su cuarto nmero public una muestra de poesa preparada por Miguel Ildefonso. Un ao antes, en 2005, la revistaHueso hmeroen su nmero 47 hizo lo propio presentando una seleccin de algunos de los recientes poetas peruanos a cargo de Mirko Lauer y Mario Montalbetti titulndola "Poesa peruana post-2000 (Un zappeo). Lamentablemente, de los quince autores propuestos, solo seis son del 2000. En tanto que en narrativa, la revistaGinebra Magnolia, en su nmero 4 publicado en diciembre de 2004, present una muestra de 17 narradores peruanos de los ltimos quince aos. No obstante, en lo concerniente a antologas o colecciones de narrativa corta peruana ltima, los libros han sido los mejores medios para esta empresa.REPRESENTANTES

Hemos adoptado un criterio generacional para caracterizar la produccin potica y sus autores en estos ltimos cuarenta aos.

1. En 1945 surgi una generacin conocida como Poetas del Pueblo, en la que sobresalan Gustavo Valcrcel, Julio Garrido Malaver, Guillermo Carnero Hoke, Alberto Valencia y otros. La denuncia social fue la caracterstica de estos poetas. Con excepcin de Valcrcel ninguno de ellos mantuvo ni acrecent su produccin potica.

2. Al mismo tiempo que los denominados Poetas del Pueblo, apareci un grupo de poetas puros, llamados as por la preocupacin ms esttica que social. Representan a este grupo Jorge Eduardo Eielson, Javier Sologuren, Blanca Varela, francisco Bendezu, Carlos Germn Belli.

3. La generacin de 1950 posiblemente la ms slida por su mensaje y elaboracin formal cultivo preferentemente la poesa comprometida. Entre sus principales representantes estn Alejandro Romualdo, Sebastin Salazar Bondy, D. Quiroz Malca, Juan Gonzalo Rose, Washington Delgado, Efran Miranda, Manuel Moreno Jimeno, Manuel Scorza, Pablo Guevara, Leoncio Bueno, Leopoldo Chariarse, Francisco Carrillo, Manuel Velsquez Rojas y Jos Ruiz Rosas.4. La generacin del 60 estuvo motivada por la Revolucin Cubana e influida por la poesa de Vallejo, Neruda, Antonio Machado, Ezra Pound, Brecht, y otros. No hicieron distingos ni optaron entre poesa pura o poesa social. En su poesa hay preocupacin por lo social, por el vnculo entre la creacin y la sociedad, pero tambin por la construccin del verso, por el lenguaje popular y por lo recursos formales de la potica contempornea. Representan a esta generacin Csar Calvo, Arturo Corcuera, Reynaldo Naranjo, Carmen luz Bejarano, Livio Gmez, Javier Heraud, Antonio Cisneros, Luis Hernndez, Marco Martos, Rodolfo Hinostroza, Mirko Lauer, Carlos Herderson, Juan Cristbal, Hildebrando Prez, Winston Orrillo, Julio Nelson

5. Las promociones de las ltimas dcadas procuran un trabajo de alcance ideolgico y poltico mayor. En esa mira son violentistas y contestatarios frente al orden social que indudablemente limita el progreso real del pas. Intentan ubicarse en el campo popular, por eso buscan que sus versos sean lo ms comunicativo posible, tendiendo a la oralidad, al uso coloquial de la lengua. Sus principales representes como Cesareo Martnez, Jorge Pimentel, Juan Ramirez Ruiz, Enrique Verastegui, Julio Carmona, Tulio Mora, Oscar Malaga, Jos Watanabe, Jos Antonio Mazzoti, Eduardo Chirinos, Sonia Luz Carrillo, Carmen Olle, Mariela dreyfus, Carolina Ocampo.

6. Es importante sealar que a partir de 1930, igualmente, se cultiva con fuerza y vitalidad una poesa de carcter indigenista o nativista. Son destacados representantes Mario Florin, Luis Nieto, Luis Valle Goicochea, y Jos Luis Ayala. LITERATURA PERUANA: TEATRO CONTEMPORNEOEl teatro, como fenmeno colectivo y de comunicacin, tuvo en el Per antiguo, as como en cualquier cultura, necesidad de expresin, la cual, en su mayor parte, lleg a cumplir papel meramente religioso, conjugando esta caracterstica con manifestaciones rituales de carcter agrcola ofrecidas en culto a divinidades. Ms tarde la Conquista trajo su propia manifestacin teatral, sta de corte clsico, pues mantena los modelos estructurales variaciones, del teatro griego y romano, es decir, era el panorama del teatro europeo.

El gnero dramtico no ha gozado de la preferencia de nuestros actores. A pesar de tantos factores adversos hemos tenido autores de calidad como: Juan Ros autor de la obra Ayar Manco, Sebastin Salazar Bondy El Fabricante de deudas, Enrique Solari Swayne autor de Collacocha. Tambin sobresalen Alonso Alegra, Hernando Cortez, Vctor Zavala Catao, Juan Rivera Saavedra, Cesar Vega Herrera, Gregor Das, estela Luna, ureo Sotelo, Alfonso la Torre. Actualmente una nueva generacin de autores dramticos aportan con sus obras a la escena nacional : Nicols Yerovi, Alberto Mego, Csar de Mara, Walter Ventocilla, Jos E. Mavila, Alfonso Silva Santisteban y Rafael Len. Es importante sealar igualmente que, a partir de la dcada del setenta, aparecen diversos grupos de teatro de carcter independiente, los cuales empiezan a adoptar las tcnicas de trabajo, de tradicionales escuelas, como la de Stanislavski, Bertolt Brecht y Grotowsky del orbe europeo y del brasileo Augusto Boal, por este lado del continente. De estos grupos independientes y experimentales debemos destacar a Yuyachkani, Cuatro Tablas , Ensayo, Alondra, Telba y Races, Pataclaun entre otros. El primero partiendo y nutrindose de las fuentes originales de nuestra cultura y los otros indagando en los resquicios humanos y existenciales del actor como ser social.Teatro y Situacin actualEste sector es uno de los ms dinmicos del pas. Entre los grupos de teatro ms importantes estn la Compaa del Teatro de la Nacin, rgano del INC, la Compaa de Oswaldo Cattone, una de las ms exitosas del pas, Cuatro tablas, grupo innovador de la dcada del setenta, y Yuyachkani, tambin de esa dcada y con un mensaje social. El Teatro de la Universidad Catlica volver prximamente a reiniciar sus actividades en el campo universitario de esa entidad, aportando al teatro peruano, el nivel de calidad de caracteriza a esa institucin.

Los centros de formacin teatral ms importantes son la Escuela Nacional Superior de Arte Dramtico, del Instituto Nacional de Cultura (la ms importante del pas), y el Club de Teatro de Lima. Cuatrotablas y Yuyachkani tambin forman actores.

Principales Grupos de Teatro de la NacinCompaa del Teatro Nacional

Fue fundada en 1960 por Alonso alegra y pertenece al Instituto Nacional de Cultura, rgano del Ministerio de Educacin del Per. Su sede central se encuentra en el local del Museo de la Nacin. Su objetivo es trabajar por la creacin, difusin y afirmacin de la dramaturgia peruana a nivel nacional. Desde febrero de 1995 fue dirigido por Ruth Escudero, quien desarroll una meritoria labor al frente de la institucin.

En el balance de las acciones realizadas en el 2000 por el Teatro Nacional figuran la ejecucin de los siguientes proyectos: V Festival de Teatro Peruano-Norteamericano, cuya obra ganadora fue "Kathy y el Hipoptamo" de Mario Vargas Llosa, dirigida por Mara Alicia Pacheco; el Teatro Nacional Itinerante, destinado a descentralizar la produccin teatral limea y ampliar la red de distribucin de espectculo, utilizando los espacios existentes en los centros educativos universitarios y centros culturales; Concursos de Dramaturgia Nacional 2000 (Concurso Hacia Una Dramaturgia Joven, destinada a nuevos autores, y Concurso Enrique Solari Swayne, dirigido a autores de trayectoria); Publicaciones de libros, uno con obras de autores nacionales contemporneos, y otro de ganadores de los concursos realizados; finalmente se han realizado importantes puestas en escena de teatro clsico peruano.

Cuatro Tablas

Grupo de Teatro creado en 1971 como grupo annimo, por su actual director, Mario Delgado. Recin en 1972 aparece con el nombre de Grupo Cuatrotablas, con el cual han representado obras teatrales continuamente hasta el da de hoy, en su casa-teatro del distrito de Barranco. Las obras pertenecen al teatro contemporneo, especialmente al Teatro Latinoamericano de los 70, y tambin al teatro clsico. Entre ellas se pueden mencionar: "La Agona y la Fiesta", "Flora Tristn", "El Retorno Sangriento de Arturo UI", "Fuenteovejuna", Sueo de una Noche de Verano", etc. Cuatro Tablas posee una Academia del Arte del Espectculo, que en tres aos forma actores de acuerdo al mtodo Cuatrotablas, desarrollado a travs de la Asociacin para la Investigacin Actoral, institucin creada por el Grupo para sistematizar su experiencia teatral.YuyachkaniYuyachkani se cre en 1971 con el objetivo de difundir un teatro con una orientacin ligada a la juventud de los sectores populares y sus problemas. La palabra "Yuyachkani" es una voz quechua que significa: "estoy pensando", "estoy recordando". Su origen y formacin se produjo en el contexto poltico peculiar existente en el pas y en Latinoamrica a partir de la dcada de los sesenta. El grupo tiene una Casa-Teatro en el distrito de Magdalena del Mar donde combina su trabajo de creacin y produccin teatral, con Actividades Pedaggicas, Encuentros y Seminarios acerca del arte y la cultura. En este local tambin funciona un taller permanente de investigacin de la mscara y una biblioteca especializada en teatro nacional y mundial.

La Sala de Teatro recibe grupos de teatro tanto del interior del pas como del extranjero. Asismismo el grupo organiza talleres de formacin teatral para jvenes, mujeres y nios.Yuyachkani tiene seis reas de trabajo: Produccin Artstica, Sala Teatral, Investigacin, Comunicaciones, Pedagoga y Administracin.

Asociacin Cultural Pataclaun

Grupo de teatro humorstico fundado en 1990 por un grupo de estudiantes universitarios. Ha realizado hasta la fecha cinco espectculos teatrales, un video clip, un CD y dos temporadas televisivas. Su primera obra "Pataclaun en el a.m.o.r" estrenada en 1992 congreg a ms de 70 mil espectadores durante dos temporadas.

La directora July Natters es actriz y directora de teatro y TV y es egresada de varias escuelas de teatro del extranjero. Sergio Paris, asistente de direccin, es actor y docente teatral, egresado de la Escuela Municipal de Arte Dramtico de Argentina. La Asociacin cuenta con una escuela, donde, a travs de novedosas tcnicas se preparan a los futuros "clauns".

Teatro Universitario Amaznico (TUA)El teatro en Iquitos tiene diez aos y es promovido en las diferentes Facultades de la UNAP a travs de muestras internas que se dan una vez al ao con carcter competitivo. Asimismo, los grupos de teatro tienen proyeccin en la ciudad y los caseros.

Compaa de Oswaldo Cattone

Fue fundada en 1976 por Oswaldo Cattone, actor argentino que lleg al Per para cumplir con algunos compromisos en la televisin peruana y se qued para desempear una notable labor en el teatro nacional. En su local propio, el "Teatro Marsano" en el distrito de Miraflores, realiza permanentemente producciones teatrales con actores peruanos, presentando obras contemporneas, que hayan sido de xito en capitales del extranjero.

Otros Grupos de Teatro de la NacinGrupo de Teatro del Centro Cultural de la PUCP

Teatro de la Universidad de San Marcos

Umbral

Grupo Maguey

Grupo de Teatro de Efran Aguilar Centros de Investigacin y Formacin profesional y/o tcnica Escuela Nacional Superior de Arte DramticoEs un rgano del Instituto Nacional de Cultura, el cual depende del Ministerio de Educacin. Inici sus labores en 1947 y es el centro de formacin teatral ms importante del pas. Actualmente funciona en el local de la Quinta Presa en el distrito del Rmac. Muchos de sus egresados han destacado como actores, pedagogos y escengrafas, tanto en el Per como en el extranjero. Cuenta con un destacado cuerpo docente, conformado por directores de escena, actores, escengrafos, mimos, bailarines, cantantes y lumnicos, dirigidos por Ada Bulln Ros, educadora, actriz y directora escnica. La Escuela prepara a sus alumnos para cualquier actividad escnica, ya sea en el Teatro, Cine o Televisin. Adems de la especialidad de actuacin se ofrecen las especialidades de Pedagoga Teatral y Escenografa. Los estudios duran cinco aos en cada carrera. La ENSAD da a sus alumnos la oportunidad de participar en la Compaa del Teatro Nacional y ofrece adems becas para continuar estudios en instituciones de Europa y Estados Unidos.Especialidad de Artes Escnicas de la Pontificia Universidad Catlica del PerLa Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicacin de la Pontificia Universidad Catlica del Per cuenta con la Especialidad de Artes Escnicas, que comprende el estudio de la creacin artstica en el mbito del teatro, la msica y la danza.

La Especialidad ofrece una formacin integral en el rea de la produccin y direccin teatral. Despus de cinco aos de estudio el alumno obtiene el grado de Bachiller en Ciencias y Artes de la Comunicacin con mencin en su especialidad. Para acceder al Ttulo, debe sustentar una tesis, rendir un examen de suficiencia o presentar una memoria profesional, cumplido este requisito se le otorga el Ttulo de Licenciado en Artes Escnicas.

Club de Teatro de LimaFue fundado en 1953 por Reinaldo D'Amore, Sebastin Salazar Bondy y otros aficionados al teatro. Es la escuela privada de Teatro ms antigua de Lima. Funcion como centro de educacin dramtica y conjunto teatral en su local de la Avenida La Colmena (stano del cine Le Paris) hasta 1989. En 1983 inaugur su filial de Miraflores, que es donde funciona ahora. La clases se vienen dictando ininterrumpidamente desde 1953. La Escuela tambin dicta cursos de Desarrollo de la Personalidad a travs del Teatro, y de Arte de Hablar en Pblico.

El director del Club de Teatro de Lima es egresado de la Escuela Nacional Superior de Arte Dramtico de Buenos Aires, y desde 1952 reside en Lima. Es una figura ampliamente conocida y de gran prestigio en el ambiente artstico y pedaggico internacional.

Escuela de Teatro de la Universidad CatlicaLa Escuela de Teatro de la Pontificia Universidad Catlica del Per fue fundada el 23 agosto de 1963, por Ricardo Blume, aunque ya desde 1961 empez a funcionar como Teatro de la Universidad Catlica. La Escuela ha sido dirigida en estos aos, adems de Blume, por Luis Peirano, Clara Izurieta, Jorge Guerra, Alberto Isola, Roberto Angeles, y actualmente por Mara Luisa De Zela. La Escuela ha hecho importantes aportaciones en el campo de la formacin actoral, dramaturgia y produccin teatral. Tambin proyecta y difunde su trabajo hacia la comunidad, asumiendo su responsabilidad frente a la juventud. La Universidad Catlica ha dispuesto la construccin de un gran complejo en su campus universitario, dedicado al desarrollo del teatro en el pas, trasladando a ese lugar la Escuela de Teatro, as como reactivando la antigua e histrica Compaa del Teatro de la Universidad Catlica (TUC).

Asociacin de Artistas Aficionados (AAA)La Escuela de Teatro de la Pontificia Universidad Catlica del Per fue fundada el 23 agosto de 1963, por Ricardo Blume, aunque ya desde 1961 empez a funcionar como Teatro de la Universidad Catlica. La Escuela ha sido dirigida en estos aos, adems de Blume, por Luis Peirano, Clara Izurieta, Jorge Guerra, Alberto Isola, Roberto ngeles, y actualmente por Mara Luisa De Zela. La Escuela ha hecho importantes aportaciones en el campo de la formacin actoral, dramaturgia y produccin teatral. Tambin proyecta y difunde su trabajo hacia la comunidad, asumiendo su responsabilidad frente a la juventud.

La Universidad Catlica ha dispuesto la construccin de un gran complejo en su campus universitario, dedicado al desarrollo del teatro en el pas, trasladando a ese lugar la Escuela de Teatro, as como reactivando la antigua e histrica Compaa del Teatro de la Universidad Catlica (TUC).