lit. esp. posguerra

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[T1] B. de Otero: “ Hombre” . De: “ Ancia” Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte, al borde del abismo, estoy clamando a Dios. Y su silencio, retumbando, ahoga mi voz en el vacío inerte. Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando Literatura española de posguerra (1939-1975) 1. Introducción: contexto histórico, generalidades, periodización. La posguerra española está marcada por los cuarenta años de dictadura franquista que siguieron a la Guerra Civil, y lo que ella implica en cuanto a censura , control de la producción cultural y exilio de importantes intelectuales de preguerra al extranjero. En líneas generales, el periodo de dictadura se divide en dos grandes etapas : por un lado, la inmediata posguerra (1939-1955), caracterizada por la crisis económica, el aislamiento internacional y la represión ideológica; y por otro, la posguerra tardía (1955-1975), caracterizada por el despegue económico, la incorporación de España a los principales foros internacionales y una mayor tolerancia ideológica. Desde una perspectiva cultural, la posguerra es un periodo caracterizado en principio por la pobreza cultural tras la llamada Edad de Plata, causado por el exilio o la muerte de muchos de los intelectuales destacados anteriores a la Guerra Civil (Machado, Valle, Lorca, Cernuda, etc.) Así mismo, el Régimen intenta controlar la producción cultural mediante la censura y la incentivación de producciones culturales “oficialistas”, que tienden a minimizar los problemas nacionales y a exaltar el patriotismo. No obstante, tras unos años iniciales de búsqueda, la literatura española de posguerra recupera , con nombres y movimientos de importancia, parte de su anterior calidad y originalidad. En este sentido, el género que más destaca en estos años es sin duda la novela , que a partir sobre todo de 1960 vive un gran auge debido a la expansión del mercado editorial. La poesía sigue siendo, no obstante, un género relativamente minoritario, mientras que el teatro vive una importante crisis, al ser sustituido como forma de ocio por otros espectáculos de masas. Desde una perspectiva literaria, el periodo se suele dividir en cuatro décadas . Así, los años 40 están marcados por la búsqueda de nuevos caminos literarios, es decir, por la necesidad de recuperar el panorama literario español, gravemente afectado por la Guerra Civil. Los años 50 vienen marcados por la literatura de protesta y carácter social, que se opone de forma más o menos velada al Régimen desde presupuestos marxistas. Los años 60 se caracterizan por el hastío de la literatura social y de denuncia, y el regreso a formas de experimentación literaria. Finalmente, los años 70 vendrían marcados por la diversidad de tendencias. 2. Los años 40. En 1939, es muy poco lo que queda en pie del ambiente cultural previo a la Guerra. Muchos intelectuales han muerto o se han exiliado; se impone una férrea censura ideológica y moral; y el Estado favorece (mediante premios, subvenciones, publicaciones, etc.) las producciones culturales 1 C o n t e x t o h i s t ó r i c o : d i c t a d u r a f r a n q u i s t a : e x i l i o y c e n s u r a . E t a p a s : - I n m e d i a t a p o s g u e r r a C o n t e x t o c u l t u r a l : r a s g o s g e n e r a l e s : p o b r e z a c u l t u r a l , c o n t r o l d e l R é g i m e n s o b r e l a c u l t u r a , n o v e l a g é n e r o m á s c u l t i v a d o ; p o e s í a g é n e r o m i n o r i t a r i o ; t e a t r o e n c r i s i s . P e r i o d i z a c i ó n : A ñ o s 4 0 ( b ú s q u e d a ) A ñ o s 5 0 ( p r o t e s t a ) A ñ o s 6 0 ( e x p e r i m e n t a l i s m o ) A ñ o s 7 0 ( d i v e r s i d a d ) A ñ o s 4 0 : R a s g o s g e n e r a l e s : P a n o r a m a c u l t u r a l p o b r e t r a s l a G u e r r a . N e c e s i d a d d e r e a c t i v a r e l a m b i e n t e c u l t u r a l

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Lit. Esp. Posguerra

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Literatura espaola de posguerra (1939-1975)1. Introduccin: contexto histrico, generalidades, periodizacin.

La posguerra espaola est marcada por los cuarenta aos de dictadura franquista que siguieron a la Guerra Civil, y lo que ella implica en cuanto a censura, control de la produccin cultural y exilio de importantes intelectuales de preguerra al extranjero.

En lneas generales, el periodo de dictadura se divide en dos grandes etapas: por un lado, la inmediata posguerra (1939-1955), caracterizada por la crisis econmica, el aislamiento internacional y la represin ideolgica; y por otro, la posguerra tarda (1955-1975), caracterizada por el despegue econmico, la incorporacin de Espaa a los principales foros internacionales y una mayor tolerancia ideolgica.

Desde una perspectiva cultural, la posguerra es un periodo caracterizado en principio por la pobreza cultural tras la llamada Edad de Plata, causado por el exilio o la muerte de muchos de los intelectuales destacados anteriores a la Guerra Civil (Machado, Valle, Lorca, Cernuda, etc.) As mismo, el Rgimen intenta controlar la produccin cultural mediante la censura y la incentivacin de producciones culturales oficialistas, que tienden a minimizar los problemas nacionales y a exaltar el patriotismo. No obstante, tras unos aos iniciales de bsqueda, la literatura espaola de posguerra recupera, con nombres y movimientos de importancia, parte de su anterior calidad y originalidad.En este sentido, el gnero que ms destaca en estos aos es sin duda la novela, que a partir sobre todo de 1960 vive un gran auge debido a la expansin del mercado editorial. La poesa sigue siendo, no obstante, un gnero relativamente minoritario, mientras que el teatro vive una importante crisis, al ser sustituido como forma de ocio por otros espectculos de masas.

Desde una perspectiva literaria, el periodo se suele dividir en cuatro dcadas. As, los aos 40 estn marcados por la bsqueda de nuevos caminos literarios, es decir, por la necesidad de recuperar el panorama literario espaol, gravemente afectado por la Guerra Civil. Los aos 50 vienen marcados por la literatura de protesta y carcter social, que se opone de forma ms o menos velada al Rgimen desde presupuestos marxistas. Los aos 60 se caracterizan por el hasto de la literatura social y de denuncia, y el regreso a formas de experimentacin literaria. Finalmente, los aos 70 vendran marcados por la diversidad de tendencias.

2. Los aos 40.En 1939, es muy poco lo que queda en pie del ambiente cultural previo a la Guerra. Muchos intelectuales han muerto o se han exiliado; se impone una frrea censura ideolgica y moral; y el Estado favorece (mediante premios, subvenciones, publicaciones, etc.) las producciones culturales asociadas al patriotismo, el catolicismo, la exaltacin del pasado imperial espaol o los valores nacionales, etc. Por ello, la labor principal de los intelectuales de los 40 va a ser la de reactivar el panorama cultural espaol y devolver al escritor una relativa independencia con respecto al Rgimen.En novela, el problema principal es la necesidad de rescatar la tradicin narrativa perdida desde los aos 20, pues durante la Vanguardia y la Generacin del 27 no hay apenas novela. En este sentido, destaca la figura fundamental de Camilo Jos Cela, que se inspira en los clsicos espaoles (picaresca, Cervantes) y la novela de la Generacin del 98 (Baroja) para recuperar la tradicin narrativa. Surge as una novela de clara orientacin realista y mxima dureza que se denomina tremendista. Destacan temas como la violencia, la incomunicacin y el retrato de las clases sociales ms desfavorecidas, y estilsticamente se opta por el distanciamiento y la frialdad objetiva en la narracin. Junto a Cela (La familia de Pascual Duarte, La Colmena), destaca Carmen Laforet (Nada)

En poesa hay dos lneas fundamentales: por un lado, la poesa arraigada, que se centra en temas patriticos o religiosos y emplea un estilo clsico, con influencia de la poesa de los Siglos de Oro (poesa garcilasista, se la llama tambin). Destacan los nombres de Leopoldo Panero y Luis Rosales, que colaboraron en revistas como Garcilaso. Por otro lado, y en oposicin a la anterior, surge la poesa desarraigada, de temas existenciales y pesimistas, y con un estilo realista y antipotico. Destacan fundamentalmente Dmaso Alonso (Hijos de la ira) y la primera etapa de Blas de Otero (Ancia) [T1].En teatro, destaca una lnea de teatro cmico centrado en el absurdo (Miguel Mihura: Tres sombreros de copa); y, junto a ella, el llamado teatro posibilista, que introduce temas existenciales (la soledad, la falta de sentido de la vida, etc.) y una leve crtica social, aunque siempre dentro de los lmites de lo tolerable para la censura (de ah que se denomine posibilista). Estilsticamente, este teatro resulta realista, centrado en los modos de habla cotidianos de las clases medias y bajas, y presenta pocas pretensiones esteticistas. Destaca la figura fundamental de Antonio Buero Vallejo (Historia de una escalera)3. Los aos 50.Tras los aos 40, en los que la literatura se ha distanciado en parte de las lneas marcadas por el Rgimen, los aos 50 se dfinen por la literatura realista y crtica, de protesta y denuncia, centrada en criticar, desde ideas marxistas, tanto a la Dictadura como al sistema capitalista. Se trata, pues, de una literatura tendenciosa polticamente, que cae a menudo en el tpico y resulta poco original, pero que pretende transformar la realidad.

En novela, existen dos corrientes: por un lado, el realismo objetivista, en el que no se interpretan los actos ni hay introspeccin en el personaje, sino que slo se narran hechos y se exponen dilogos, al estilo de una cmara de cine. Los temas salen de la realidad ms cotidiana, y el estilo pretende reflejar fielmente la manera de hablar de los personajes. Destaca R. Snchez Ferlosio, con El Jarama. Por otro lado, existe el realismo crtico o socialrealismo, en el que s hay intervencin del narrador para juzgar conductas y criticar la realidad. Los temas guardan relacin con la realidad obrera o grupos sociales marginados, y el estilo se caracteriza por su crudeza. Destaca Ana Mara Matute (Fiesta al noroeste). Junto a estas dos corrientes, suele sealarse una lnea paralela de realismo tradicional, que no tiene un verdadero afn de cambio o revolucin social, en la que destacan nombres como Miguel Delibes (El camino) o Gonzalo Torrente Ballester (Los gozos y las sombras)La poesa se centra tambin en el tema social, tras lo que se llama el trnsito del yo al nosotros, por el cual el poeta deja de plantearse su propia problemtica vital (existencialismo de la poesa arraigada de los 40) y pasa a plantearse el problema de su comunidad, su grupo social o la humanidad en conjunto. Destacan fundamentalmente dos temas: la crtica de la realidad social y la invitacin a la lucha y el cambio. Y, estilsticamente, es una poesa clara y sencilla, que se concibe como forma de comunicacin con el pueblo, ya que lo que se pretende es concienciar y convencer. Destacan Blas de Otero (segunda etapa: Pido la paz y la palabra) y Gabriel Celaya (Cantos iberos) [T2].En cuanto al teatro, vive tambin una transicin hacia la radicalizacin social a partir del teatro posibilista de los 40, de modo que el intelectual afronta temas de crtica social sin preocuparse por la censura, aunque se vea condenado a estrenar su obra en la clandestinidad o a verla prohibida. Los temas se centran en la crtica social, y el estilo es claro y sencillo, para llegar al pueblo. Destaca Lauro Olmo.4. Los aos 60

A finales de los 50, la mayora de intelectuales, incluso los de izquierdas, han constatado la ineficacia de la literatura social para cambiar la realidad, y se muestran cansados de los estrechos lmites de la literatura poltica. Por ello, y debido en parte a la influencia de los nuevos movimientos hispanoamericanos (Boom de la novela americana), los escritores adoptan una actitud ms innovadora y experimentalista.

La novela experimental de los 60 se abre a nuevos temas (el mundo urbano, las relaciones personales, etc.), aunque no prescinde de la crtica social; pero, sobre todo, transforma radicalmente su estilo, adoptando tcnicas narrativas vanguardistas e innovadoras (monlogo interior, narradores mltiples, etc.) que, en ocasiones, hacen casi incomprensible el relato. Destacan Luis Martn Santos (Tiempo de silencio) o Juan Benet (Volvers a Regin).La poesa de los 60 abandona la concepcin de la poesa como forma de comunicacin y la sustituye por una concepcin de la poesa como forma de conocimiento (similar a A. Machado), es decir, de indagacin en uno mismo, en la propia experiencia o en la realidad, por lo que se ha denominado poesa del conocimiento. Estilsticamente es una poesa muy cuidada, aunque de aparente sencillez, que tiende a la llamada poesa conversacional, que se aproxima a modos coloquiales de habla y huye del retoricismo; y en cuanto a los temas, se recuperan algunos como el paisaje, el amor, la infancia o la nostalgia. Destacan los nombres de Jos ngel Valente (Poemas a Lzaro), Jaime Gil de Biedma o ngel Gonzlez [T3].

En cuanto al teatro, vive en estos aos una gran crisis, que lleva al cierre de salas y la quiebra de compaas teatrales, debido al auge del cine y la competencia de otras formas de ocio innovadoras. La mayora de autores escriben sin la esperanza de estrenar, y los profesionales del teatro intentan acercarse al cine o la televisin.5. Los aos 70

Lo que define a los aos 70 es la variedad, tanto de temas como de estilos y orientaciones literarias. Son aos, en principio, marcados por el inicio de la posmodernidad, entendida como movimiento cultural que defiende el relativismo moral e ideolgico, el nihilismo y la renuncia a todo compromiso ideolgico, social, poltico o religioso. No existen verdades ni principios estticos universales, por lo que puede llegar a tener validez artstica cualquier objeto cotidiano o asociado a la cultura de masas, como la famosa lata de sopa de tomate de Andy Warhol. De ah que se conviertan en asuntos de inters para el artista los grandes iconos de la cultura de masas, como los superhroes del cmic o los grandes actores de Hollywood.

La novela se caracteriza por el regreso al relato tradicional con predominio de la trama, los personajes y la intriga, cmodo y reconocible para el lector, frente a la experimentacin de los aos 60, que haba llegado a hacer la novela ilegible. Por ello, aparecen temas tradicionalmente despreciados por la literatura culta, como la novela policiaca, humorstica o ertica. Estilsticamente, se recupera la sencillez y se busca, sobre todo, la eficacia narrativa, para hacer al lector intensa y agradable la lectura. Es inevitable asociar estos cambios en la novela a la presin del mercado editorial. Destacan Eduardo Mendoza (La verdad sobre el caso Savolta) y Manuel Vzquez Montalbn, con una saga policiaca (Pepe Carvalho).

La poesa de los 70 est marcada por los llamados novsimos, un grupo de poetas que se caracterizan por desentenderse del compromiso poltico y optar por una poesa ldica, entendida como divertimento intrascendente. Temticamente, se centran en la vida urbana y la cultura de masas, con un estilo sumamente refinado y lleno de metforas innovadoras. Destacan Pedro Gimferrer (Arde el mar) y Juan Luis Panero [T4].Por ltimo, el teatro se caracteriza fundamentalmente por ir abandonando lo literario (el texto) a favor de lo escnico (la danza, la mmica, la msica), de manera que la tradicional obra de teatro se ve sustituida por el montaje teatral, en el que participan numerosos actores, y que se concibe como un espectculo global, con baile, msica, mmica, actividades circenses, etc. Destacan grupos de teatro como Els Joglars.

GneroCorrienteTemasEstiloAutoresObras

Aos 40NovelaTremendistaViolencia, marginacinDistanciamiento, objetivismoC. J. CelaLa familia de Pascual Duarte

La colmena

Carmen LaforetNada

PoesaArraigadaPatriticos o religiososClsico, garcilasismoLuis RosalesRevista Garcilaso

Leopoldo Panero

DesarraigadaExistenciales y pesimistasAntipotico y realistaDmaso AlonsoHijos de la ira

Blas de Otero (1 et.)Ancia

TeatroCmicoMiguel MihuraTres sombreros de copa

PosibilistaExistenciales, crtica social moderadaRealistaA. Buero VallejoHistoria de una escalera

Aos 50NovelaR. objetivistaRealidad cotidianaReflejo del habla real; slo accin y dilogoR. Snchez ferlosioEl Jarama

R. socialRealidad obrera, marginacinRealista y crudoAna Mara MatuteFiesta al noroeste

R. tradicionalMiguel DelibesEl camino

G. Torrente BallesterLos gozos y las sombras

PoesaSocialDenuncia y revolucinClara y sencilla (poesa como comunicacin)Blas de Otero (2 et.)Pido la paz y la palabra

Gabriel CelayaCantos iberos

TeatroSocialCrtica socialClaro y sencillo Lauro Olmo

Aos 60NovelaExperimentalUrbanos, relaciones personales, crtica socialTcnica innovadoraLuis Martn SantosTiempo de silencio

Juan BenetVolvers a Regin

PoesaP. del conocimientoIndagacin en la propia persona o el paisajeMuy cuidado bajo aparente sencillez (poesa como conocimiento)J. ngel ValentePoemas a Lzaro

J. Gil de Biedma

ngel Gonzlez

TeatroCrisis

Aos 70NovelaRegreso relato tradicionalPoliciacos, cmicos, erticosClaridad, eficacia narrativaEduardo MendozaLa verdad sobre el caso Savolta

Manuel Vzquez MontalbnSaga Carvalho

PoesaNovsimosVida urbana, cultura masasIntrascendente y sin compromiso (poesa ldica)Pedro GimferrerArde el mar

Juan Luis Panero

TeatroMontajesEspectculo globalEls Joglars

Contexto histrico: dictadura franquista: exilio y censura.

Etapas:

-Inmediata posguerra (39 a 55) -Posguerra tarda (55 a 75)

Contexto cultural: rasgos generales: pobreza cultural, control del Rgimen sobre la cultura, novela gnero ms cultivado; poesa gnero minoritario; teatro en crisis.

Periodizacin:

Aos 40 (bsqueda)

Aos 50 (protesta)

Aos 60 (experimentalismo)

Aos 70 (diversidad)

[T1] B. de Otero: Hombre. De: Ancia

Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,

al borde del abismo, estoy clamando

a Dios. Y su silencio, retumbando,

ahoga mi voz en el vaco inerte.

Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte

despierto. Y, noche a noche, no s cundo

oirs mi voz. Oh Dios. Estoy hablando

solo. Araando sombras para verte.

Alzo la mano, y t me la cercenas.

Abro los ojos: me los sajas vivos.

Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.

Esto es ser hombre: horror a manos llenas.

Ser y no ser eternos, fugitivos.

ngel con grandes alas de cadenas!

[T2] Gabriel Celaya: La poesa es un arma cargada de futuro

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante, mas se palpita y se vive ms all de la conciencia, fieramente existiendo, ciegamente afirmando, como un pulso que golpea las tinieblas;

cuando se miran de frente los vertiginosos ojos claros de la muerte, se dicen las verdades: las brbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados, piden ser, piden ritmo, piden ley para aquello que sienten excesivo

Poesa para el pobre, poesa necesaria como el pan de cada da, como el aire que exigimos trece veces por minuto, para ser y en tanto somos dar un s que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan decir que somos quien somos, nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno. Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesa concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavndose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesa de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mas las faltas. Siento en m a cuantos sufren y canto respirando. Canto, y canto, y cantando ms all de mis penaspersonales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos, y calculo por eso con tcnica qu puedo. Me siento un ingeniero del verso y un obrero que trabaja con otrosla Patriaen sus aceros.

Tal es mi poesa: poesa-herramienta a la vez que latido de lo unnime y ciego. Tal es, arma cargada de futuro expansivo con que te apunto al pecho.

No es una poesa gota a gota pensada. No es un bello producto. No es un fruto perfecto. Es algo como el aire que todos respiramos y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo como nuestras, y vuelan. Son ms que lo mentado. Son lo ms necesario: lo que no tiene nombre. Son gritos en el cielo, y en la tierra son acto.

[T3] ngel Gonzlez: Inventario de lugares propicios al amor. De: Tratado de urbanismo

Son pocos.La primavera est muy prestigiada, peroes mejor el verano.Y tambin esas grietas que el otooforma al interceder con los domingosen algunas ciudadesya de por s amarillas como pltanos.El invierno elimina muchos sitios:quicios de puertas orientadas al norte,orillas de los ros,bancos pblicos.Los contrafuertes exterioresde las viejas iglesiasdejan a veces huecosutilizables aunque caiga nieve.Pero desengamonos: las bajastemperaturas y los vientos hmedoslo dificultan todo.Las ordenanzas, adems, proscriben la caricia (con exenciones para determinadas zonas epidrmicas-sin inters alguno-en nios, perros y otros animales)y el no tocar, peligro de ignominiapuede leerse en miles de miradas.Adnde huir, entonces?Por todas partes ojos bizcos,crneas torturadas,implacables pupilas,retinas reticentes,vigilan, desconfan, amenazan.Queda quiz el recurso de andar solo,de vaciar el alma de ternuray llenarla de hasto e indiferencia,en este tiempo hostil, propicio al odio.

Aos 40: Rasgos generales:

Panorama cultural pobre tras la Guerra.

Necesidad de reactivar el ambiente cultural

Necesidad de separar cultura-Rgimen

[T4] Juan Luis Panero: Used words

Con palabras usadas,gastadas por el tiempo y la costumbre,cuyo ltimo temblor ya no se siente.Con palabras, como sueos, quemadas por la vida,esta noche de lluvia hablo contigo,trato de hablar al menos, ligeramente ebrio,construyendo cada slaba en el pas de nunca jams,y sintiendo esa repentina lucidezcon la que, de pronto, rompemos la rutina de ser y conocemos,sintiendo, digo, esa rara sensacin, distante y desangrada,del whisky, de la noche y el silencio,de la entusiasta desesperacin con que aceptamos la derrota,de ese vrtigo, a veces, slo a veces, tuyo y mo,donde morimos sonriendo con los ojos abiertos.Sintiendo lo poco que es un beso al fondo de tu lengua,o tus ojos mirndose en los mos,o nuestras manos unidas en el aire,recorriendo un museo de aceptados fracasos.Desfilan, batalln desolado de fantasmas,nombres y nombres con distinto eco.Pretendemos, con abolidos rostros, fechas caducadas, ciudades imposibles,contestar una vieja preguntacuya respuesta slo la muerte ya conoce.

Aos y aos, voluntarios exilios de seres y pases,los hijos que no quise tener, los que t s tuviste,el temblor del deseo que an guardas en tu piel,mi repetido navegar de cama en cama,se renen y afirman su destinofrente a la ceremonia del amanecer.Y todo lo sabemos y est escrito en tus ojos,sin embargo hoy, este da con sol, -tan raro en Bogot-de finales de julio, de algn ao cualquiera,te propongo mi amor, s que t aceptars,con palabras usadas, te propongo mentirnos.Pasada ya la noche, quietos frente al espejo,mientras yo me afeito y t pintas tus labios,te propongo mi amor, decir que nos queremos.Decir -y son tan slo ejemplos- hoy existe la vida por nosotroso t no te morirs nuncao, tal vez, an hay noches y noches que esperannuestros brazos, ese especial calor de dormir abrazados.Olvidando, tratando de olvidar nuestro pasado,ignorando el futuro, sin duda inalcanzable,con palabras gastadas, decir y repetir-es otro ejemplo- gracias mi amor por haber existido.Al menos por un rato -a nadie molestamos-con palabras usadas mentirnos y mentirnos,mentirnos contra el tiempo, despreciar su victoria.

Tremendismo (reslismo y mxima dureza). Destacan Cela y Laforet.

P. arraigada o garcilasista: Panero, Rosales.

P. Desarraigada: Alonso, Otero

Teatro cmico: Mihura

Teatro posibilista:

B. Vallejo

Aos 50: Literatura de protesta y denuncia, con orientacin realista e intencin crtica: transformar la realidad

Novela:

Realismo objetivista: slo se reflejan conductas. R.S. Ferlosio

Realismo crtico: intencin de denuncia

Poesa social: Trnsito yo-nosotros y poesa como comunicacin.

Blas de Otero y Gabriel Celaya.

Teatro: radicalizacin social a partir del teatro posibilista de los 40: Lauro Olmo

Aos 60: hasto de literatura social y bsqueda de lo innovador y experimental.

Novela: experimentalismo y nuevas tcnicas. Martn Santos y J. Benet.

Poesa como forma de conocimiento y profundizacin en la realidad. Tiende a la poesa conversacional. J. . V alent, J. Gil de Biedma y . Gonzlez

Crisis del teatro. Cierre de salas

Aos 70: Posmodernidad, variedad e influencia de la cultura de masas.

Novela: regreso al relato tradicional: Mendoza y M. V. Montalbn

Poesa: novsimos. Poesa ldica e intrascendente. P. Gimferrer y J. L. Panero

Teatro: montajes, espectculo global. Els Joglars

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