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POR FRANCISCO CERVANTES
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f~vor de uno u-otr o, pero diferente defini uvamente.Anónill~(: de Solares ronda, para evita r,
la narrucron exagerada, porque no pue deempezar a existi r sino a part ir de literatura; expresion es orales y pensamientos escntos.
La sección de la histor ia que da tít ulo ,acaso la mayor intriga, si la hay en Anónimo , es una traged ia, alguien que busca su"person ~:' así sea a través del daño y ladestrucción de las sugerencias que provocan los anónim os.
Pero el cr imen , que lo hay, no nos llevaa una ~rama policíaca, que han oril ladocon lucidez y escaso lenguaje "policia l" ode " suspenso" el auto r y sus personaj es.
La magreza idiomática, ayuda al creado r a hacer más densa y dol iente la atmósfera d~ Rent er ía, más cruel por real la incapacidad de volver a ser Est rada reducesin embargo los valores poéticos que todaobra de creac ión debe sustent ar. Bien queesa sequedad de términos deja interve niral lect.or y lo obliga a participar ponien dola dOSISde dolor que le resulte intolerable,para establ ecer los límites de Rente ríacomo los propios. o a burlarse de él. desdeEstra da, que lo envolvió en un Iio del queRentería ya no pod r ásalir . ¿Es Estrada undios que aba ndo na a Renteria-homhre ensituaciones difíciles. la novela es así detramposa"! No . Va m ás allú. Alcanza extrem os de Delirium Tremens, tema sobre elque Solares publ ic óen la misma edi to rialotr a opera optima, llamada as í. .
Anónimo pued e ser eso: un organismodent ro de ot ro, que . al ser eliminado . pro voca alucinac iones, o dejar ver sólo el revés de la tram a.
Ignacio Solares prefiere las situaciones ysu juego a lo " literario". l lasta aqu í lo hemos dicho 5 veces. porque como lo hacecon una escuet a constru cci ón es po r esom ás perdurahlc y notorio. Si éste es - y nose vislumbra o tro - el est ilo en el cual Solares va a escribi r otr as novelas. repo rtajesy obras de teatro. encontrarú muchas oposiciones y dilicultades. Su falta de concesiones a las modas literar ias. su renu ncia aintent ar obras maestras. dificulta r án su acceso pero lo har án m ás dur adero.
El contexto social parece pobre y sin relación con las luchas políticas. corno corresponde a un Rentería real. existentefuera de Anónimo, pero sólo posible en laficción. Novela nacional, Anonimo no renuncia j arn ús a los valores humanos ni a lafe por seguir cons ignas políticas o est áticaso
DE TODOS LOS SUEÑOS,EL SUEÑO
Leon ard o Sciascia : Cándido o un Junio siciliano, Ed.Brugueru, Barcelo na . 1979. 215 pp .
POR JULlÁN MEZA
Medieval, renacentista o modern o: fra ncés o siciliano: de tod os los sueño s el sueñode Cándido: claro, blanco, Cánd ido: crédulo, ingenuo, inocente, puro, simple, es
(La verdadera perversión: el sexo interno que
descono ce la luz.Los pasillos sin fin del deseo sin origenEl aislamiento .) .
SERíA ANÓNIMO ANTESQUE RENTERíA, SI YOFUERA USTED ...
Leer narrativa, y nar rativ a mexicanapuede pa rece.r tolerab le. Pero es ind i s pen~sable SI no evidente, el hecho de que un autor mexicano no necesita serlo de intención, como tantos que abun dan.
An énimo, la segunda novela de IgnacioSolares - la primera fue Puerta del Cielo es una novela necesaria; decepcionantemente bella y dolorosa. Mexicana por queen ella predominaba el ámbito de la clasemedia nacional, las miserias de su escasa ofalsa erótica, y el vac ío de la existencia humana, la angustia a manera de guada ña deuna danza de la muert e gris , neblinosa,que sería mejo r dispersar, que no fuera laesencia del alma.
Rentería en Anónimo recibe del Hado undon que todos quer emos. Pero siguiendo aKafka, desde las primeras líneas: Parececosa de risa pero aquella noche me despertésiendo otro. Como en La Metamorfosis , latrama queda revelada en las palabras iniciales. Pero el misterio seguirá aú n después de termi nada la lectu ra de Anónimo .
Renteria, como el Fabien Especel de l Siyo fuera ust ed de Julian Green se ha convertido en otro, el otro. Fabien Especeltiene siempre una opción diferente, cap ítulo a capítulo de Si y o fuera ust ed.. .. peroesta cs. en cada ocasió n. más angustiosa ytriste. Rentería sólo desea volvera suestadode Estrada, el per iod ista respetado y respetable. Dejar su estutu s lamentable deempleado inferior de un banco .
Anónimo se mueve sobre la misma base, los estratos de Si yo fuera usted, perolos personaje s tienen más características.En el caso de la obra de Green , el cambioda un toque a veces repeti tivo. La vida deRentería, luchando por recuperar a Estrada , pisando sus huella s, el hueco dejadoen la cama de su anterior hogar , del sillónen la sala del o tro en An ánimo puede sentirse, por oposición, variado .
La comparación entre Anónimo y Si yoju era usted puede llegar más all á de ésto .
El sentimiento religioso, elterror teológico se sienten en ambos, pero la civilización, la geografía, el idioma , el contextosocial no son ni pueden ser los mismo s.México no es París, pero Rentería ni lopiensa ni le interesa. Y r ab ien Especelacaso ignora que haya ningún país ni ciudad que se llam an México.
La religión pued e ser la misma, pero nola forma de oración, el sentimiento de cul-,pa similar, no de Europa sino de México , a44
contra un punt o lijoo cualquier otrome rebelo.
¡,Y este mundo inflexible, titilante, apenas creíb le
lngobernable expresa una angustia; la angustia es la expresión 'de una carencia.El poet a, escindido entre el bien y el mal,vive sabiendo que éste no es su mundo; lodesea diíeren te:
imprecisiones; el poeta realiza sus ment iras, las pone a contar mentiras y - mediante este acto, que algunos llamarí anmágico; pero que es preferible colocarbajo la advocación de Eros- reconoce enpúb lico sus faltas a la Ley del Uno y Tod opoderoso Señor de la Luz. La poesía tienepor nom bre Legión, como elendemoniadoevangélico; escribir poesía, restablecer ladiferen cia absoluta, admitir la mancha:
Me rebelo, muro gris,forma de la pluma que sostengo en la
mano,minucia que divide una sonr isa de otra.Minucia que me escinde.
Yo hubiera puestouna bóveda ahí,allá un aire menos denso,un cielo más claroy en tus ojos otros ojos.
como una gota de agua'!
Pero hasta aquí. no ha hecho más que tratar de colocarse en el lugar de quien hizo el mundo como es. El primer deseodel esclavo es la repetición del deseo delamo, a ún no cree posible la diferencia. Necesita reconocerse como una "afirmacióncontra hecha" para descubrir su propio deseo; en ese momento el mundo deja de serafirmac ión y se convierte en pregunta:
Esta interrogación rompe el hechizo: elm~ndo conlO .es nunca será de los poetas.PrJmer~ Plat ón, d~spués santo Tomás , yahora Carnap y Skinner (estos últimos expresión ideal de Videla y Pinochet), elhombre. de la realidad nunca aceptará lapresencia de los poetas - víctimas de laposibilidad- en su República . A solas,cOI.ld.ena.da a muerte como todos, peroqurza mas consc iente de ello que cua lquierot ro, la mano que escribe se sabe estérilmas no calla que: '
Carm en Boul losa escribe poesía con las~anos manchadas: por eso no puede sers l t u.~ da . "e ntre los .mejores poetas j óve~ es . El Parn aso literario es dema siadoIracundo, demasiado violento y sórdidopara ella: su poesía no busca corona delaurel n ~ el aplauso de las vacas sagradas.Su p.~es.l.a sabe lo que es "la verdadera perversron , :
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cierto; pero también: franco, sincer?, Elsueño, pues, y su pesadilla: falaz, bribón,pícaro. Y de aquí el Cándido por excelencia : el sueño obstinado, loco, insensato.
La vigilia del sueño
A próposito de los sueños que hoy pueblan campos de concentración o prisiones,que sufren torturas de deportaciones, quedesaparecen o se pudren en osarios -enlos países de capitalismo o de socialismorealmente existentes o no-, Foucault decía hace no mucho tiempo que los Cándidos han regresado. Y Leonardo Sciasciaextiende una consta ncia de este retorno enun "cuento filosófico": Cándido o un sueñosiciliano, donde el mundo de la Ilustraciónse pasea por nuestro mundo ¿o por nuestras cabezas? Y por esto la interrogante:¿paseamos por el viejo mundo ilustrado osimp lemente soñamos? Cada uno a su manera, por cierto. Y Leonardo Sciascia a lasuy a: sin el optimismo de los ilustrados. Omejor: con el esceptismo hijo del siglo XX :
.. . .. si el fascismo se hunde, no quedaotra cosa que el comunismo", le había dicho M ussolini a Arturo Cressi , general demil icias fascistas que debe elegir entre afiliarse al Partido Comunista Italiano -como ya lo ha hecho el barón Paolo di Sales,ayu dan te de campo del general durante laguerra de España - o a la DemocraciaCristiana , si no quiere convertirse en cadáver polít ico .
El sueño vigilado
Fre nte a l confortable optimismo de nuestr as inte lligentsias se levanta el esceptisis010 , con todos los atributos que la Razón yla Solemnidad pretenden desterrar de laescrit ura desde hace ya mucho tiempo: lairon ía , el humor y los sarcarmos que hormig ueaban en el mundo premoderno; suelegante vulga ridad: dij o "coqueta", cuando la palabra que le afloró a los labios fue" puta" (p. 24).
En el Cándido de Sciascia están presentes los sig los XVI Y XVII. Pero esta presencia no lo hace enmudecer. Sciascia noes un simple repetidor de temas o conceptos. Su lenguaje claro, sencillo, directo y ligero lo acerca más a una edad de la escritura que se pensaba para siempre proscrita , q ue a la oscuridad en el decir tan frecuente en los tiempos que corren. Y precisamente porque se inscribe dentro de la interrumpida tradición rebelaisiana y es unhomen aje a Voltaire, el mundo de Cándido Manufo pintado por Sciascia es el nuevo mundo de nuestros modernos huérfanos, cleres y arciprestes que alternan con :
¿p utas?, cornudos y mafiosos;pol ít ico s-generales-fasci sta s-demócratas_cristian os que se interrogan : ¿cuál es el delito: haber sido fascista o ser demócratacristi an o", que da pie a un sobreseimientode Sciasc ia : si ha y delito lo ha habidosiempre, o de plano no ha y delito;
curas progresistas que van del confesio-
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nario al sillón del analista para descubrir,en una sacristía, el asesinato del padre y eldel Padre Nuestro;
comunistas de claro origen fascista, liados con la mafia y ante cuyos ojos o concuya concurrencia los aliados norteamericanos entregaron el poder en Italia a losfascistas que sobrevivieron a la SegundaGuerra Mundial y les encomendaron la tarea de construir el mejor de los mundosposibles: el mundo de los curas progresistas y los comunistas evangelizadores quela lín a ironía crítica del escéptico homologa :
por el simple hecho de pertenecer a iglesias contiguas y afines (pp. 122-23), comunistas y sacerdotes están de parte de la esperanza (=el optimismo apoltronado quepermite a cada quien cultivar su propiahuerta).
Pero dado que, a la vez, sus iglesias colindan con otras iglesias nada impide lareiteración tautológica: curas = mafiosos= fascistas = comunistas = curas ...(pp. 123-24), que se descubren en :
el lenguaje común a una beata ya un dirigente comunista que trabajó para Mu ssolini (p. 137); y en
el "compromiso histórico" del PCI conla terrenal riqueza y los poderes, puesta demanifiesto por un tartufo , cuyo sobrenombre (del cual es reponsabel Cándido),Foniá Fomíc, revela que en La aldea deStepachikovo (novela humorística de Dostoyesvski) hay una prefiguración y unapremonición del destino de los PCs y delmundo comunista en el período de la desestalinización. Es decir: hoy.
y si con esta manera de pensar Sciasciaincurre en algún delito que los venerablespárrocos de todas las iglesias lo perdonen.¿O qué otra cosa se puede pedir a aquellospara quienes siempre ha habido delitos de
lesa iglesia que perseguir?, como el que comete qu ién escribe és to :
"Stalin era al marxismo lo que Arnobioera al cristianismo. En ambos se daba unenorme y ab soluto desprecio hacia el hombre, hacia la humanidad entera , un gigantesco pesimismo. Arnobio creía que sólopodría conseguirse la sal vación por med iode la Gracia, siendo la fuerza del hombre,en razón de su naturale za misma, insuficiente para lograr el bien. Y esto mismocreía Stalin, con la diferencia de que, paraél, la Gracia era la policía... " (p. 154).
Y como las iglesias no so breviven sinhete rodoxias ni herej ías su G racia es siempre la excomunión, aunque el excomulgado sea hombre (o mujer) de iglesia:
Una votación como aquella que ¿decidi ó? la expulsión de María AntoniettaMacciocchi de las filas del PCI, arroja aCándido del mismo partido (p. 157). PeroCándido, como la Macciocchi, sigue siendo comunista. Es decir: se obstina en susueño, ya que dentro o fuera de las iglesias¿sólo cuentan los sueños?
No, dice Sciascia y sitúa a Cándidofrente a hechos tales como la horfandad oel am or (pp. 15!l-59, por ejemplo) , dadoque sólo cuentan los hechos (p. 163); esoshechos que ponen de manifiesto el retornode Cándido, o de los Cándidos (pp. 16574), a los que la lengua, llevando a cabocna operación reductiva (¿dialéctica?),simplifica: imbéciles: tan imbéciles que,como Cándido, obstinados en soñar, sonpsiquiatrizados con el fin de despojarlosde sus bienes -siempre materiales, aunque se trate de sueños.
Los simples sueños
País de clérigos, mafiosos y comunistas,Italia vive en ellos su pasado y su presente(de su pasado sólo se atreven a dar cuentalos a ug ures del porvenir) . Y ambos -pasado y presente- son muy simples, pues". .¿Ias cosas son casi siempre simples" (p.87), tan simples como los hechos que sólolas palabras quieren oscurecer cuando setornan glosas, explicaciones, justificaciones.
Eludiendo las complejidades gratuitas,de manera simple (¿cándida?), Sciasciasuscita la simple reflexión:
ante la sospec ha de un golpe de Estadolos comunistas italianos se ponen a conjeturar sobre la posibilidad del exilio .. . enun país occidental, por supuesto, dado queninguno es tan complicado como paraquerer exiliarse en un país socia lista.
La incongruencia comunista, discurreSciascia, es simple: no es incongruencia(pp. 188-89).
Y sobreviene el exilio. Pero no se tratadel exilio de los co munis tas , sino del deCándido, que tras haber abandonado Sicilia por Turín, abandona Turín por Paris .Ese París donde -escribe Sciascia - siempre ha y algo a punto de terminar y algo apunto de comenzar; que es siempre igual ysiempre diferente: donde hicier on Ma yode 68 ¿n uestros abuelos o nuestros nietos":donde Cándido. soñ ador, pasa frente a laestatua de Voltaire: donde Cándido escándido porque el sueño sici lia no se tornaparisino, gracias a la buena fe (Bonnefoy)de V II SIm IO en Mantua.