libro face aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

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  • Aportes para el desarrollode las cooperativasde electricidad

    Jorge Bragulat y Marcelo O. GalloCompiladores

    F.A.C.E.Federacin Argentina de Cooperativas de Electricidad y

    Otros Servicios Pblicos LimitadaAv. Corrientes 1762 Piso 4 A - C1042AAQ - Capital Federal

    Web: www.face.com.ar

  • INTERCOOP Editora Cooperativa Ltda.Estados Unidos 1354(C1101ABB) Buenos Aires, ARGENTINATel/fax: (0054) 11-4305 9954E-mail: [email protected]: www.intercoop.org.ar

    ISBN 950-9012-80-7

  • Prlogo, por Jorge Bragulat y Marcelo O. Gallo . . . . . . . . . .Algunas consideraciones histricas del cooperativismo de

    electricidad y F.A.C.E., por Juan Felix Lawrie . . . . . . . . .La integracin del cooperativismo de electricidad y las fede-

    raciones, por Marcelo O. Gallo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .La economa social y las cooperativas elctricas, por Jorge

    Bragulat . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Derecho al acceso a los servicios pblicos, por Pablo RodofiliAlgunos problemas jurdicos de las cooperativas de servi-

    cios pblicos, por Dante Cracogna . . . . . . . . . . . . . . . . . . .La Asamblea en la Cooperativa y los derechos de los asocia-

    dos, por Elsa Cuesta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .El Consejo de Administracin y la Sindicatura en las coope-

    rativas de servicios pblicos, por Armando Alfredo MoiranoLa exposicin contable en las cooperativas, por Oscar Alpa .Las cooperativas elctricas despus de las privatizaciones,

    por Alejandro Gallino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .El cooperativismo de servicios pblicos. Aspectos vincula-

    dos al financiamiento de sus obras, por Mara ClaudiaBeltramo y Moira Fernndez Acevedo . . . . . . . . . . . . . . . . .

    El hombre, la energa elctrica, el medio ambiente y lascooperativas, por Guillermo Lombardini . . . . . . . . . . . . . . .

    Ttulos cooperativos de capitalizacin: una forma de finan-ciamiento del cooperativismo elctrico, por Mara DoloresIglesias Bustamante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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    Contenido

    Aportes para el desarrollo de lascooperativas de electricidad

  • 4Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    Cooperativismo y Cooperativas: su tratamiento en nuestralegislacin fiscal, por Israel Chalupowicz . . . . . . . . . . . . . .

    La regulacin de la negociacin colectiva despus de la re-forma. La problemtica de las cooperativas ante esta rea-lidad, por Ricardo Carlos Passadore . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    Cooperativas elctricas y financiacin solidaria, por AarnGleizer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    La importancia de la educacin y capacitacin en el creci-miento de las cooperativas elctricas, por Csar M. Gaetani

    La comunicacin cooperativa en el marco del actual escena-rio meditico, por Jorge Vilas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

    Las cooperativas elctricas y su preocupacin por la comu-nidad, por Carlos Guillermo Weirich y Olga Caballero . . . .

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  • 5Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    Prlogo

    El presente libro se edita con motivo de la realizacin del XII Congresode la Federacin Argentina de Cooperativas de Electricidad y otros Ser-vicios Pblicos (F.A.C.E.) Su contenido pretende no slo que sirva aquienes participan del Congreso sino tambin que sea un material deconsulta y de introduccin a los diferentes temas por parte de aquellaspersonas que an no estn vinculadas al cooperativismo de electricidad.

    No ha sido el objetivo de los compiladores seleccionar artculos queabarquen toda la problemtica del cooperativismo de electricidad dela Argentina, sino incluir temas que, para esta ocasin, se los conside-ra importantes de forma que, por un lado, quienes accedan al librotengan una idea general del cooperativismo de electricidad y, por otro,encuentren temas especficos que merecen un tratamiento diferencia-do. Por supuesto que cada uno de los temas bien podra dar lugar a laredaccin de un libro en s mismo. Por lo tanto debe interpretarse lapresente publicacin como una gran introduccin a todos ellos, sa-biendo que, adems, existen otros muchos temas que por razones deespacio no han sido incluidos.

    El libro contiene los antecedentes y algunos tpicos de la historia delcooperativismo de electricidad y algunos datos ms salientes de la pro-pia historia de la Federacin (FACE) y cmo las Cooperativas de elec-tricidad se constituyen en un elemento importante dentro de la Eco-noma Social, especialmente involucradas en el Desarrollo Local. Lamanera en que las cooperativas de electricidad pueden y deben inte-grarse no slo para favorecer el crecimiento de cada una de ellas sinotambin para expandir el modelo de la Economa Social, es tratada enesta publicacin. Se analiza, tambin, la forma en que los ciudadanosde la Argentina, ejercen sus derechos para acceder a los Servicios P-blicos y de qu manera las cooperativas son organizaciones que facili-ta que ello sea una realidad. Las cuestiones jurdicas tienen cabidaen este texto teniendo un espacio especial el tratamiento de los di-ferentes rganos que hacen a la decisin, administracin y controlde las cooperativas de electricidad. Cada uno de ellos son tratados

  • 6Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    en diferentes espacios y por distintos autores. Un apartado especial sele dedica al balance de las cooperativas, documento importante querefleja no solamente el estado de situacin y lo que aconteci duranteun ao de gestin en estas entidades, sino tambin se remarca la im-portancia de que el balance refleje, por un lado, las cuestiones econ-micas y por otro las cuestiones sociales y que la estructura del balancedebe contemplar las caractersticas fundamentales de lo que son, enrealidad, las cooperativas.

    Para introducir un aspecto coyuntural de las Cooperativas de electri-cidad se incluye en el libro una descripcin de la situacin despusdel proceso de las privatizaciones de la Argentina en donde las coope-rativas de electricidad pasaron de tener una muy estrecha vinculacincon el Estado, a tener una vinculacin con un mercado elctrico domi-nado por las nuevas empresas privadas y participando ahora el Estadocon sus nuevas funciones de regulador de la actividad.

    Las cuestiones de la electrificacin rural han merecido un apartadoespecial dada la funcin de promocin, como ningn otro sector, queha tenido el cooperativismo de electricidad en este rubro; as como laforma en que estas cooperativas se ocupan del cuidado del medio am-biente a travs del desarrollo de las energas renovables no contami-nantes; cumpliendo con ello uno de los principios del cooperativismo.

    Si bien las cuestiones vinculadas al derecho laboral de los trabajado-res de las cooperativas de electricidad, a las cuestiones impositivas yal financiamiento tienen, en general, una relacin muy directa para unmomento determinado de la vida de las cooperativas; es decir, sontemas que impactan en cada coyuntura, sin embargo merecen teneruna opinin especial en esta publicacin por el impacto que tienenestos temas. De ah que su tratamiento, en este libro, est enfocadohaciendo hincapi en las cuestiones prcticas y de actualidad, no ale-jadas de la doctrina.

    La educacin y capacitacin, como compromiso del cooperativismono puede dejar de considerarse en una publicacin de este tipo, ascomo las cuestiones inherentes a la comunicacin entre quienes diri-gen las cooperativas y quienes son sus asociados, los que esperan re-cibir un servicio eficiente con impacto social positivo; sin olvidar el

  • 7Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    compromiso y la preocupacin que tienen, y tendrn, las cooperativasde electricidad por la comunidad, especialmente en la que estn insta-ladas.

    Todos los especialistas que han escrito de cada uno de los temas estnvinculados, de alguna manera, al cooperativismo de electricidad. La-mentablemente han quedado temas sin analizar y personas expertassin incluir dentro de esta compilacin de artculos. Con ello quere-mos significar que la presente obra dista mucho de que sea abarcativade la totalidad de la temtica del cooperativismo de electricidad. Talvez ello sirva de estmulo para completarla y profundizarla. La pre-tensin es que el lector tenga una idea general de diferentes temas, losque pueden tener un tratamiento separado dentro de una temtica msgeneral como es la de la Economa Social en la que estn incluidas lasCooperativas de electricidad.

    Finalmente hay que decir que estas cooperativas, de las que existen587 en toda la Argentina y que se ocupan no solamente de la electrici-dad, constituyen, desde el punto de vista econmico las empresas msgrandes en las ciudades o pueblos donde estn instaladas, que son pro-piedad de la ciudadana que habitan esos lugares por lo que los intere-ses que representan son los verdaderos intereses de las poblaciones.El impacto social que logran, en ms de 600 poblaciones (varias coo-perativas asisten a ms de una localidad), es enorme y lo ser muchoms cuando logren estrategias econmico - sociales en conjunto quecontemplen los intereses de todas esas ciudades y pueblos juntos.

    Jorge BragulatMarcelo O. Gallo

    (Compiladores)

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    Algunas consideraciones histricas delcooperativismo de electricidad y F.A.C.E.

    por Juan Felix Lawrie

    Cooperativas elctricas en ArgentinaDurante el primer cuarto del siglo XX el uso de la electricidad se gene-raliza paulatinamente saliendo del reducido mbito del centro de lasgrandes ciudades, que ya contaban con este servicio desde fines del si-glo XIX, llegando primero en los suburbios para luego adentrarse en losalejados poblados dispersos por toda nuestra amplia geografa.

    Con la llegada del siglo XX se haban superados las luchas entre losgeneradores de gas de alumbrado y los incipientes servicios elctricoscon la victoria de esto ltimos. Haba, sin embargo, mucho camino querecorrer con relacin a la regulacin del servicio tal como hoy lo cono-cemos y entendemos; as, por mucho tiempo la corriente sera continua,y dentro de sta haba casos en que la tensin era de 110 voltios y otros220. Hubo, con el advenimiento de la corriente alterna, localidades queutilizaron por algn tiempo ambas y denominaban luz a la continua yfuerza a la alterna. En los hogares solan coexistir los dos circuitos ysin mayor sealizacin en los tomacorrientes haba que saber en cual deellos conectar, por ejemplo, la plancha para evitar que se daara... Estasituacin estimamos que concluy en forma definitiva a mediados de ladcada de 1960.1

    Las empresas que prestaban el servicio en las ciudades de mayor impor-tancia eran en general de origen extranjero, y en el caso de las localida-des menores la gama fue ms amplia. As en no pocos casos el primerservicio elctrico con que contaba un poblado era el que prestaba elalmacn de ramos generales para su propio uso y que, paulatinamente,se ampliaba a algunos vecinos. Lo cierto es que desde los albores delsiglo hubo grupos de argentinos progresistas, con visin de futuro, quese lanzaron a acometer la empresa de establecer servicios, cuando losriesgos eran avasallantes y los resultados de la explotacin totalmenteinciertos.2

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    Cualquiera fuera el prestador, como regla, las horas con servicio eranunas pocas, y comenzaban al atardecer y concluan hacia la mediano-che. El pestao que se provocaba unos diez minutos antes de apagarselos motores de la usina adverta a la gente que quera permanecer levan-tada con tiempo suficiente para prender las velas y sobre todo el sol denoche. Por otra parte, ya en esos lejanos tiempos existan diversas pe-queas industrias que requeran de la energa elctrica tales como tor-neros, zapateros, gomeros, etc. que deban acomodar sus horarias detrabajo a las pocas horas en que contaban con el servicio.3

    La nica caracterstica homognea del servicio elctrico en nuestro pasdesde sus inicios y hasta que se generalizara la interconexin durante ladcada de 1970 es que la energa elctrica se generaba, transportaba,distribuida y consuma dentro del reducido mbito geogrfico de lasciudades y sus aledaos. Esto haca que fuera considerado, porque nopoda ser de otra manera, como una actividad sobre la que no haba otrajurisdiccin que la municipal. Eran los municipios que daban las conce-siones, o en algunos casos solo un permiso, fijaban sus tarifas y estable-can las reglas, o controlaban la prestacin de las empresas. En estavariada realidad hubo municipios que asumieron por s la prestacin delservicio pero hoy, en general solo suelen tener jurisdiccin sobre el con-trol de la regularidad y seguridad de las instalaciones internas de losusuarios. No obstante, an existen varias provincia en las que los muni-cipios ejercen el poder concedente.

    Etapas en que surgen las cooperativas elctricasDentro de este contexto podemos distinguir con suficiente claridad tresetapas en las que se dan las condiciones objetivas para el surgimientode Cooperativas Elctricas.

    La primera de ellas comienza con la creacin de la Cooperativa Elctri-ca de Punta Alta en el sur de la provincia de Buenos Aires el 4 de juliode 1926 que es, adems, considerada la primera entidad de su tipo enAmrica del Sur. En ste perodo que se prolonga hasta los albores de ladcada de 1950 las cooperativas elctricas se creaban o para escapar delos abusos, sobre todo tarifarios, de las empresas extranjeras, o simple-mente porque la localidad careca de inters econmico para las empre-sas de lucro, y si no se formaba una cooperativa, no haba quien prestara

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    el servicio. En muchos pueblos del interior se identific durante mu-chos aos el hecho de contar con electricidad con el hecho de tener unacooperativa elctrica.4

    La segunda etapa corresponde en cierta manera al mismo contexto quela primera, pero est ms relacionada con el colapso paulatino del ser-vicio elctrico que prestaban las compaas extranjeras que en muchoscasos continuaban proveyendo el fluido elctrico como corriente conti-nua a 220 Voltios negndose a realizar las inversiones necesarias parapasar a la generacin y distribucin de corriente alterna. La baja tensiny los prologados cortes eran la regla, la guardia de reclamos funcionabaa veces y cuando lo haca era con vehculos que no era otra cosa que unpesado carromato con anchas ruedas con llantas de hierro, tirado poruno o dos percherones. Tan bajo haba cado el nivel de inversin deesas empresas que ni siguiera haban considerado tener un vehculo mo-torizado y mucho menos mantener una capacidad de generacin ydistribucin suficiente para satisfacer la creciente demanda. En snte-sis, en esta etapa se crean cooperativas de electricidad para resolver elcolapso en que haban cado las empresas extranjeras. Los vecinos asorganizados pasaban a auto prestarse el servicio dndole, an sin saber-lo, por primera vez caractersticas de verdadero servicio pblico y noun mero negocio de lucrativa compraventa.

    Caractersticas de los pueblos

    Los pueblos eran tranquilos, la vida transcurra en grandes casa chori-zo, con el infaltable gallinero, el contacto con el mundo exterior lo cons-titua la radio, con su Onda Larga y su Onda Corta, la televisin vendravarios aos despus, con su influencia, muy disimulada pero real, decambio de mentalidad y forma de ser. Para viajar de urgencia, en casitodos estos pueblos haba que recurrir al avin taxi; se cocinaba concarbn, lea o kerosn; el gas en garrafas y cilindros se conoci tiempodespus. La comunicaciones telefnicas, fuera del radio urbano se rea-lizaban mediante los que se conoca como las conferencias, que eranpedidas a travs de la operadora y demoraba en concretarse entre unmedia hora a ms de diez horas. Era comn que a medida que se empeo-raba la situacin por la falta de inversin de estas empresas las mismasolvidaran que estaban prestando un servicio pblico y procedan, entreotras maniobras, a interrumpir el servicio en las horas que por la baja

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    carga no les resultaba rentable. En la mayora de estos casos la corrienteera, como se ha dicho, continua. Sin embargo, la empresa mayor delpueblo era generalmente la empresa elctrica. Hoy en muchos pueblosde nuestro pas la empresa local ms importante es la cooperativa elc-trica.

    Finalmente, tenemos la tercera etapa en la que se crean mltiples coo-perativas en todo el pas y corresponde al desarrollo de la electrifica-cin rural que se le dio desde la dcada de 1960 hasta fines de la dcadade 1970. Aqu ms que nunca antes las cooperativas elctricas ya exis-tentes y las que se crearon para este propsito dan la nota; as el noventapor ciento de la electrificacin rural realizada fue desarrollado por coo-perativas si bien hoy, en muchos casos, esos sistemas, no siguen admi-nistrados por cooperativas5 , sentndose as las bases para el desarrolloactual de la actividad agrcola pero por sobre todo afincar al hombre alcampo no solo porque se le da, mediante la electricidad, el instrumentonecesario para acceder a los beneficios de lo que podramos llamara lamodernidad, sino porque es l el que se auto presta el servicio en sulugar de residencia. Cualquier prestadora de un servicio pblico que notenga este tipo de arraigo al lugar tarde o temprano comenzar a sugerirque hay zonas donde el servicio no conviene, que es mejor trasladarciertas actividades a la ciudad, donde, adems, se cuenta con lo mediospara una vida ms placentera y cmoda, etc. etc.6

    Etapa de la meseta

    Desde la dcada de 1980 hasta el presente, no se han creado, salvo algu-na excepcin, cooperativas elctricas. Es ms, desde principios de losaos 70 comenzaron a caer cooperativas, ya sea porque perdieron laprestacin del servicio, ya sea por que las reglas que el estado impusono las haca viables. Como dato ilustrativo la ley 24065 que crea elMercado Elctrico Mayorista no menciona en todo su articulado unasola vez la palabra cooperativa; este no fue un olvido, sino que fueuna omisin que se mantuvo a pesar de todos los esfuerzos que reali-zara FACE sobre el particular. Es de hacer notar que el MEM se crista-liza cuando el primer Gran Usuario comenz a compra en este parti-cular mercado (la Cooperativa Elctrica de Concordia Limitada) y de-bieron pasar aos hasta que las cooperativas fueran consideradas dis-tribuidores como la naturaleza de su actividad pareciera indicar.

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    Nace FACE

    Obvio resulta que todo este movimiento, que lleg a tener ms de ocho-cientas cooperativas elctricas funcionaba con un nervio motor y este desdelos albores no fue otro que FACE. FACE ha estado presente a lo largo detodo el proceso que hemos resumido en las tres etapas iniciales y la ac-tual, y esta presencia se cristaliz de diversa manera a travs de tiempo.

    Sobre la historia de FACE se ha dicho, en sntesis lo siguiente:

    El 4 de julio de 1926 se funda la primera cooperativa elctrica, en Punta Alta,Provincia de Buenos Aires, constituyendo un hito histrico de innegable valor yel punto de partida de un movimiento que sucesivamente fue incorporando aotras cooperativas, hasta llegar a la actualidad en que la estadstica marca laexistencia de 830, de las cuales 640 prestan servicios a 900 poblaciones denuestra patria, proporcionando energa elctrica a 1.040.281 usuarios (ao 1982)lo que equivale a 4.000.000 de habitantes, aproximadamente.

    Pero el Cooperativismo Elctrico, fue algo ms que lo que estas cifras demues-tran con elocuencia; fue la primera accin organizada en la lucha contra elmonopolio internacional que, instalado en el pas con Empresas que lorepresentaban, haca pingues negocios con la venta de energa elctrica, hastaconstituirse en un factor negativo y decisivo que frenaba el desarrollo socioeconmico de nuestra patria.- En este aspecto el Cooperativismo se anticip alpropio estado, que mucho ms tarde se sum a esta lucha, para rescatar losservicios de los grandes centros poblacionales en donde el trust se haba reple-gado para defender su negocio, que precisamente all le resultaba an ms ren-table. Como movimiento social, el Cooperativismo Elctrico se anticip, anms, a cualquier otro tipo de organizacin, en esta lucha, brindando verdaderasbatallas, que fueron epopeyas, en cada una de las poblaciones en las que suspropios habitantes fueron los protagonistas y artfices de las reivindicaciones, cons-tituyndose en cooperativas autnomas, como expresin cabal de voluntad popu-lar puesta al servicio del bien comn y de los intereses supremos de la Nacin.

    En el ao 1939 ya haba 47 cooperativas en otras tantas ciudades y pueblos delpas.- Se haba ganado un importante terreno pese a la denodada resistencia y alas argumentaciones contrarias al sistema cooperativo y cada vez era mayor elnmero de pueblos que se manifestaban dispuestos a ser dueos de los destinosde sus propios servicios elctricos.

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    As es como se gest la idea de vincular a las Cooperativas elctricas y consti-tuir, para ello, una Federacin, lo que se concreta con la fundacin de la FACEel da 12 de noviembre de 1939. -Desde entonces el crecimiento del movi-miento fue paulatino e ininterrumpido; en el ao 1947 haba 147 Cooperativas;en el ao 1957, 332; en el ao 1967, 742; en el ao 1972, 797 y funcionaban652 y en el ao 1982, 830 de las que funcionaban 648, es decir, cuatro menosque diez aos antes y esto constituye un hecho que analizaremos ms adelante.

    A partir del ao 1970 el Cooperativismo Elctrico toma un sensible auge antela puesta en marcha del Primer Plan Nacional de Electrificacin Rural, con elapoyo crediticio del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) canalizado atravs del Banco de la Nacin Argentina.- Como no poda ser de otra manera,el Cooperativismo respondi entusiastamente a este nuevo requerimiento delinters Nacional.- Nuestra provincia - se refiere a Entre Ros - aprovech almximo el programa de Electrificacin Rural; se fundaron para ello un nmeroimportante de nuevas cooperativas de Electrificacin Rural, con un franco ydecidido apoyo del Gobierno Provincial, que dict la Ley No 4783, que cre elFERER (Fondo de Electrificacin Rural de Entre ROS) y un Consejo Consultivodel mismo, poniendo a nuestra Provincia en una posicin de avanzada en lamateria.7

    Era pues necesario contar ya con una entidad que agrupara a las coo-perativas existentes, vinculndolas para una mejor accin de conjuntoque orientara a la vez a los ncleos de formacin.

    Durante el ao 1938 se gest la idea de realizar un congreso de coope-rativas de electricidad y constituir la Federacin.- Haba funcionadoen forma precaria, con el mismo nombre, una entidad que tuvo sede enla ciudad de Olavarra, realizando reuniones tambin en La Plata y enBuenos Aires.

    Las finalidades de la nueva entidad quedaron claramente expresadasen su estatuto, que constituye todo un ambicioso programa de accinpara el Movimiento. Su funcionamiento se inici en dos modestas ofici-nas arrendadas en el edificio de la Bolsa de Comercio, en la CapitalFederal, calle 25 de Mayo 347.- Pero la importancia que fue adqui-riendo ao tras ao, y la complejidad y diversificacin de tareas que laevolucin del Movimiento y creacin de nuevas cooperativas fueronimponiendo, hizo que se pensara en un lugar donde desempear ms

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    desahogadamente las actividades Y as llega el ao 1958 en que sehabilitan las nuevas instalaciones del edificio, Sarand 1264, que sefue ampliando paulatinamente para poder absorber todas las necesi-dades de trabajo, en particular las vinculadas a la atencin de las ope-raciones en comn entre las asociadas, en las que FACE actuara comoagente central de las compras y pagos que aquellas le confiaran.

    A ello se fueron anexando, con el correr de los aos y las nuevas nece-sidades, diversos servicios de asesoramiento y la ejecucin de un plande largo aliento, cual es el de electrificacin rural, en el que la Federa-cin cumple una importante funcin, al ser vehculo canalizador de losprstamos que el Banco Interamericano de Desarrollo otorga a travsdel Banco de la Nacin y Secretara de Energa.

    Cumplidas las pautas que permitieron el desarrollo del Movimiento Co-operativo Elctrico en las reas urbanas, a travs de la gestin de lasnumerosas cooperativas elctricas que se fueron constituyendo con elcorrer de los aos a partir de 1926, y que posibilitaron a la vez darsolucin a todos los problemas que el crecimiento y desarrollo de lasmismas plantearon, la accin comenz a orientarse hacia la zona ruraltratando de llevar a esos sectores los beneficios de la electrificacin.

    Constituye una premisa irrefutable que nuestro pas es esencialmenteagrcola-ganadero y que sobre la base de su produccin ciment sueconoma, siendo precisamente la sustentacin econmica en la que sefundamenta el desarrollo de un Estado, y resultando el sectoragropecuario el pilar bsico de aqulla, es fcil colegir la incidenciaque tiene el desarrollo de ese sector para el sostenido progreso de nues-tro pas.

    Y por ende, el papel propietario de la electrificacin en el desenvolvi-miento del agro, a travs del establecimiento de una adecuada infraes-tructura energtica que posibilite la introduccin de nuevas tecnolo-gas en las distintas actividades rurales, para que se incremente, noslo la produccin, sino la productividad, en beneficio de productoresy consumidores.8

    Las noticias histricas que anteceden no arrojan mucha luz sobre el des-empeo da a da de FACE de todo el perodo desde su fundacin

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    hasta el hecho poltico econmico conocido como Rodrigazo peronos aparece hoy como un devenir relativamente tranquilo, en que launidad del movimiento estaba cristalizado en una sola federacin quecobijaba bajo su manto a prcticamente todas las cooperativas elctri-cas del pas. A estas les daba asesoramiento, representaba genricamentey provea de los materiales y equipos para la prestacin del servicio. Laproduccin y distribucin del fluido elctrico era prcticamente la ni-ca actividad - pues la diversificacin de los servicios vendra luego - y,sin embargo, ya esas lejanas pocas se discuta acaloradamente los ro-les de los consejeros, sus responsabilidades, y por cierto las funciones yincumbencias de la gerencia. Haba cooperativas entonces, como lashay ahora, que no cuentan con la figura del gerente; hubo, y hay, otrasque dependen para su manejo de este funcionario.

    La federacin tuvo siempre protagonismo en la negociacin de las con-diciones laborales de los dependientes de sus cooperativas asociadas,siendo esta participacin ms bien de orden menor pues la voz cantantepor la parte patronal la llevaban las grandes empresas, tanto estatalescomo extrajeras, sin perjuicio de ello FACE siempre presente en lasdiversas etapas del devenir de las relaciones laborales.

    FACE se transforma y reestructura

    La FACE, entonces como ahora, dependa para su subsistencia y cubrirlos costos de las prestaciones a sus asociadas, de la cuota de sosteni-miento; no caben dudas que se discuta si la federacin deba solventarsesolo con la cuota o deba acometer otras actividades, tales comoemprendimientos redituables o recurrir al arancelamiento de los servi-cios a sus asociadas para ayudar aunque ms no sea a mantener lacuota en lmites asequibles. Lo cierto era que FACE contaba, desde ha-ca tiempo, con un gran Almacn de Materiales elctricos destinado aproveer de cuanto insumo le fuera necesario a sus cooperativas asocia-das. En circunstancias que se produce (4 de junio de 1975) el ya referi-do acontecimiento conocido como el Rodrigazo que consisti en de-valuar el peso ley llevndolo de 10 a 26 en lo que haca al dlar comer-cial; el dlar financiero pas de 15 a 30 pesos ley, y se cre un nuevotipo de cambio turstico, en 45 pesos. Ya Gmez Morales, en marzo,haba llevado el cambio comercial de 5 a 10 pesos y el financiero de 10a 15. Las tarifas elctricas subieron de 50 a 75%. La nafta sper,

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    172% y la comn, 181%.... Igual otras tarifas. Nunca en la Argentinahaba habido semejante ajuste de precios relativos, ni tanta inflacin ydevaluacin, ms una recesin que acab con 11 aos seguidos de cre-cimiento. Sin embargo, ello continu. Al mes y medio, Rodrigo volvia devaluar. En tanto, las reservas internacionales se desinflaban. En estecontexto fue emblemtico la recomposicin salarial que logr la UOMque alcanz a un 100% lo que no hizo ms que encender an ms losmotores de la inflacin.

    FACE, y los directivos del momento no acertaron en hacer otra cosa queseguir vendiendo los cuantiosos materiales con que contaba en sus de-psitos, sin reajustar los precios ni de los productos que vendan al con-tado ni el importe de las cuotas que cobraban por las ventas a plazo.Debe recordarse que las modalidades de provisin a las cooperativas delos materiales eran principalmente dos: una consista en proveer, contrapago al contado, los elementos requeridos por la asociada. En este casoFACE los adquira directamente del fabricante, a muy buen precio, y lospagaba a 30, 60 y 90 das, con lo que ambas partes se vean favorecidos,la cooperativa que lograba un excelente precio y FACE que as lograbamantener un colchn financiero. La otra era la venta a las cooperati-vas que as lo requeran de materiales en cuotas con bajo inters, o loque se conoca como inters cooperativo. Ninguna de esta modalida-des fue ajustada a las nuevas circunstancias, y, si esto fue por impericia,cumplimiento de pautas propias de cooperativistas de ley, o por conni-vencia con las cooperativas que adquiran estos materiales, o cualquie-ra fuera el real motivo, escapa a los alcances de este relato. Lo cierto esque produjo, segn recuerdan los memoriosos, tal situacin de descon-fianza y descontento entre las cooperativas asociadas que produjo unaimportante ola de desafiliaciones. FACE enfrent as una gran crisisque tuvo como consecuencia inmediata la dispora de las cooperativasy el surgimiento, con el tiempo, de otras federaciones en algunas pro-vincias siendo la primera de ellas la constituida en la provincia de Bue-nos Aires. No es difcil imaginar la dura situacin que todo esto signifi-c, pues por un lado se desmantel el Almacn de Materiales, y por elotro se redujo la cantidad de asociadas que aportaban su cuota de soste-nimiento. En lo institucional, obviamente redujo enormemente larepresentatividad de la FACE.

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    Convenio laboral 36/75

    En medio de esta situacin, se da un hecho histrico y que marca latrayectoria de la Federacin hasta nuestros das y es la firma del conve-nio colectivo de trabajo que lleva el nmero 36/75. FACE, como es sa-bido es signataria de dicho convenio laboral y en tal carcter es recono-cida desde entonces.

    La reestructuracinLas profundas transformaciones en lo social y econmico de mediadosde la dcada de 1970, los cambios polticos, sociales y laborales, hacenque FACE deba adaptarse a los nuevos aires. Por otra parte se produceel desmembramiento del movimiento cooperativo elctrico que se exte-rioriza, en definitiva, en el surgimiento de las federaciones provincia-les, primero, como se ha dicho en la provincia de Buenos Aires, y luegoen las de Santa Fe y Crdoba. Esta prdida de la unidad se debe a unamultiplicidad de factores, y aqu solo recordaremos las que resultaronms aparentes. Entre las causas que podemos indicar como externas, elmayor protagonismo de las provincias en la administracin y control delservicio elctrico, que haca necesario alguna representacin institucionalen ese mbito.9 Entre las internas, se cuentan las ya apuntadas en relacinal desmantelamiento del Almacn de Materiales, la consecuente nece-sidad de aumentar la cuota de sostenimiento, la conviccin de muchascooperativas que el tema de las relaciones laborales era algo que conve-na manejar a nivel local. Finalmente existi una discontinuidad en latradicional orientacin socialista de la dirigencia de las grandes coope-rativas y la dirigencia de FACE, que en esta poca paso a ser ms pluralista.

    Nueva realidad

    FACE entra en la dcada de 1980 con una nueva realidad, ya no es lanica federacin que agrupaba a todo el movimiento, y contaba concada vez menos cooperativas asociadas tanto por las desafiliaciones comopor la paulatina perdida de servicios de muchas de ellas. Por lo dems,segua contando con una estructura administrativa acorde a mejorespocas. Como dato debe recordarse que FACE, para atenderacabadamente con los requerimientos de sus asociadas lleg a contarcon una dotacin de cincuenta personas.

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    En cuanto a la baja de cooperativas por prdida del servicio, que obede-ce a un fenmeno bastante complejo, a fin de ser breves y solo comouna muestra de ello, veamos que ocurri desde los primeros tiempo enla provincia de Entre Ros, que vale como ejemplo:

    El 17 de Julio de 1933 se funda la Cooperativa Elctrica de Concordia, queempez a prestar servicios en Enero de 1939, es la decana y pionera.- Con estafundacin se inicia un proceso de cooperativizacin de servicios elctricos quepaulatinamente fue incorporando otras ciudades y poblaciones de Entre Ros.Las ciudades de Gualeguaych; Gualeguay; La Paz; Victoria; Chajari, Basavilbaso;Federal; Urdinarrain; Hernandarias y Federacin, tuvieron servicios prestadospor Cooperativas, administradas por sus propios habitantes.- Hasta en Paranlleg a fundarse una Cooperativa que luego no alcanz a hacerse cargo de losservicios.

    El Primer Plan de Electrificacin Rural, dio origen a la fundacin de numerosasCooperativas y signific un verdadero auge del movimiento, que de esta formase vio compensado, en parte, por la prdida de la mayora de las Cooperativasurbanas mencionadas, de las cuales solo quedaron hoy Concordia; Gualeguaychy La Paz.

    Actualmente, en el mbito Provincial, existen 18 -en algn momento llegarona ser 29 -cooperativas que prestan servicios.- Tres de ellas - Concordia,Gualeguaych y La Paz - son de origen urbano y luego incorporaron, en el casode esta dos ltimas sistemas de electrificacin rural y adems las 15 restantesque se constituyeron como exclusivamente rurales han incorporado, en el pro-ceso de privatizacin de la ex EPEER varios centros urbanos. En conjunto lasCooperativas atienden aproximadamente el 70 % del territorio, 33 % de lapoblacin y 30 % de la demanda.10

    Esta nueva realidad obligaba a repensar todo, y es as que muchosdirigentes se abocaron a la no fcil tarea de lograr los consensos nece-sarios.

    Las propuestas fueron muy variadas y en un extremo se ubic la convic-cin que FACE deba disolverse para convertirse en una confederacinque agrupara las federaciones que iban naciendo; otra postura, msmoderada, apoyaba la idea de la creacin de una confederacin queagrupara a todas las federaciones, incluso FACE. A esta propuesta, talvez

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    ms razonable a primera vista, se respondi que haba mltiples coope-rativas que tenan doble afiliacin, esto es a la federacin provincial y aFACE nacional, por lo que de alguna manera tendran, en definitiva,una doble representatividad en la confederacin. Que, por otro lado,exista ya una confederacin (COOPERAR) a la que estaban adheridas,o podan adherirse, todas las federaciones de cooperativas de serviciospblicos.

    De ello, largas reuniones y consultas mediante, sali la estructura quehoy, con ligeras variantes tenemos y que en resumen consiste en asegu-rar la presencia de representantes de todas las provincias en el Consejode Administracin. Estos son propuestos por las asambleas de distritolocales y concurren en un nmero relativamente proporcional a las coo-perativas de la provincia que representan. Para ello se utiliz comomodelo, a propuesta de la Cooperativa Elctrica de Concordia, un siste-ma que haba sido utilizado en la estructura, ya no vigente en ese mo-mento, del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. Alguien al-guna vez opin que FACE terminaba siendo algo as como una confede-racin sin serlo.

    En todo este marco el refuerzo de los roles de los Consejos Regionalesha sido y es una tarea que ha merecido el mayor de los esfuerzos y haprobado su eficacia para asegurar la presencia de la representacin na-cional en el mbito local y viceversa.

    Diversificacin de los serviciosLa diversificacin de los servicios que prestan las cooperativas ha sidoun camino que se ha comenzado a recorrer hace ms de dos dcadas ysobre el particular se referir ms adelante este libro. Solo cabe men-cionar que esta diversificacin demand un denodado esfuerzo de FACEpara proveer la debida apoyatura institucional, jurdica y tcnica a susasociadas que, urgidas por las necesidades de sus comunidades, em-prendan la prestacin de nuevos y variados servicios.

    Es as que a toda esta larga y rica poca corresponden losemprendimientos destinados a la produccin de materiales tales comola planta de Fasolado de Caos de Acero para la distribucin de gaspor redes en un convenio de integracin cooperativa entre FACE y la

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    Cooperativa Elctrica de Santa Rosa de la Pampa, y el emprendimientoPOSTECOOP para la produccin de postes impregnados con sales CCApara las lneas elctricas y telefnicas en un convenio con la Cooperati-va de La Paz, Entre Ros, ambos del aos 1985. Estos emprendimientostuvieron la virtud, an antes de comenzar efectivamente la produccin,de bajar casi a la mitad los precios de los referidos productos, y porcierto asegurar una calidad razonable.

    Relaciones institucionales

    En el orden internacional, FACE comienza una larga y fructifica rela-cin de colaboracin con la UTE de Uruguay y con la NRECA de lasEstados Unidos. Asimismo se asocia con diversas cooperativas y otrosentes de diversa naturaleza jurdica para acometer proyectos de genera-cin elctrica. Merecera un captulo especial la participacin de FACEen todas la Conferencias Latinoamericanas de Electrificacin Rural quehan ido jalonando el desarrollo de este imprescindible servicio al hom-bre de campo en la Amrica Latina. FACE tuvo el privilegio, en el ao1995 de organizar la XV CLER que se realiz en Buenos Aires.

    Reflexin finalLa organizacin absolutamente democrtica de las entidades cooperati-vas, la libre adhesin y la ausencia del lucro como objetivo funda-mental y en fin la totalidad de los preceptos que definen al cooperati-vismo, presentan a este tipo de organizacin social como el ms aptopara el logro del bien comn a travs de un servicio esencialmentesocial como lo es el de la energa elctrica. Es que es la comunidad asorganizada, sin discriminaciones de ninguna ndole, sin sectarismos ysin preponderancias econmicas, culturales, etc., la que administra ydesarrolla su propio servicio elctrico, a travs de su propia coopera-tiva. Nadie mejor que la comunidad para determinar con precisincuales son sus necesidades y prioridades y nadie mejor que ellas paracorregir gil y oportunamente los errores o desviaciones en formademocrtica. Dicho en otra forma, la comunidad tiene la posibilidadde ser artfice de su desarrollo en forma autnoma y el estado se reser-va el poder de polica del servicio y coadyuva al mismo poniendo alalcance de cada cooperativa la energa en bloque, necesaria para satis-facer la demanda de cada una.

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    Con estos simples ideales creemos que FACE tiene la posibilidad decontinuar en la lucha, y ser as protagonista del futuro mejor que todoslos habitantes de este suelo tenemos la obligacin de asegurar a las ge-neraciones futuras.

    Notas1 El pas de 110 voltios a 220 del servicio de distribucin interna del Hospital Psiquitrico de la

    localidad de Oliva, provincia de Crdoba, ocurrido en esta poca puede ser considerado como laculminacin de esta proceso.

    2 Del sitio www.face.com.ar3 Rodrguez Armesto, Carlos - Historiador de La Paz, Entre Ros - En un relato realizado al autor.4 Cierta vez, un viajero cooperativista de paso por La Paz, Entre Ros, se present en una oficina

    municipal inquiriendo si haba en la localidad cooperativa de electricidad. El empleado busccon la vista un foco encendido y simplemente le respondi: No ve que tenemos luz.

    5 Segn el ltimo Censo Nacional Agropecuario de 2002 existen 332.057 explotacionesagropecuarias. El 50% de los establecimientos rurales de la Argentina poseen energa elctrica,totalizando 167.680 usuarios en quince provincias. El 63% de las conexiones se encuentraatendido por Cooperativas de Electrificacin Rural. (del sitio www.face.com.ar)

    6 La situacin apuntada llev al Presidente Roosevelt de los EE UU en los aos previos a la IIGuerra Mundial a quitar las ventajosas concesiones hechas a empresas de capital para la prestacindel servicio de electrificacin rural y en su lugar incentivar la creacin de las cooperativas deelectrificacin rural que en un nmero superior a 1000 prestan el servicio hasta nuestros da enese pas.

    7 Bilbao, Jorge Alberto - Ponencia de la Cooperativa de Consumo de Electricidad La Paz Limitadapara el Encuentro Cooperativo Provincial para el Desarrollo Regional Alejo Peyret celebradoen Concepcin del Uruguay, Entre Ros - Setiembre de 1983

    8 de la pagina www.face.com.ar9 Se consolidan, como respuesta a esta nueva situacin en esta poca, tambin, los Consejos

    Regionales.10 Bilbao, Jorge Alberto Op. Citado.

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    Son centenares las cooperativas de servicios pblicos que atienden lasnecesidades de millones de argentinos, en su mayora residentes de lascomunidades del interior del interior de nuestro pas, dejadas de lado enel momento en que ms los necesitaban, por el Estado y las empresascomerciales. En los duros tiempos que corren la estrategia para el en-grandecimiento del cooperativismo no puede ser otra que la integracinentre pares, entre entidades que persiguen objetivos similares.

    La crisis marc el tiempo de una oportunidad para la economa solida-ria, ya que el compromiso de nuestras entidades se pone de relieve enlas situaciones ms duras. Para ratificar nuestra capacidad de ofrecer lomejor de la esencia solidaria, contribuyendo al desarrollo econmico yla promocin social, no hay otro camino a recorrer que tomar la solida-ridad como bandera, prenda de unin para afrontar los desafos queimpone la hora.

    Quienes somosDatos estadsticos y econmicos

    En la Repblica Argentina existen 587 Cooperativas que prestan el ser-vicio pblico de electricidad a 1.800.000 de usuarios (16% del total),ms de 6.000.000 de personas, que representan ms de 7.000.000 MWh,o sea el 11% de la facturacin a usuarios finales.

    Primer grado:Esas 587 empresas estn constituidas bajo el rgimen de la Ley de Coo-perativas N 20.337, como prestadoras del servicio de distribucin deenerga elctrica

    Segundo grado:Muchas de ellas estn federadas en entidades de segundo grado, conjurisdiccin nacional, como es FACE (Federacin Argentina de Coo-

    La integracin del cooperativismo deelectricidad y las federaciones

    por Marcelo O. Gallo

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    perativas de Electricidad y Otros Servicios Pblicos Limitada) o enjurisdicciones provinciales, como: FECESCOR (Federacin de Coo-perativas Elctricas y de Obras y Servicios Pblicos de la Provinciade Crdoba), FECHCOOP (Federacin Chubutense de Cooperativasde Servicios Pblicos), FEDECOBA (Federacin de Cooperativas deElectricidad y Otros Servicios Pblicos de la Provincia de BuenosAires), FEPAMCO (Federacin Pampeana de Cooperativas de Elec-tricidad y Otros Servicios Pblicos), FESCOE (Federacin Santafesinade Cooperativas de Electricidad), Federacin de Cooperativas de NuevoCuyo - Mendoza.

    Tambin existen otras asociaciones que agrupan a Cooperativas de elec-tricidad de primer grado, como son la Asociacin Coordinadora de Con-sejos Regionales Cooperativa Limitada (FACE Crdoba), FECEM (Fe-deracin de Cooperativas de Electricidad de Misiones), Consejos Re-gionales de FACE Buenos Aires, Santa F y Entre Ros. Adems detodas ellas, hay otras agrupaciones como APEBA, etc.

    Tercer grado:La mayora de las entidades de segundo grado se encuentran asociadas aCOOPERAR (Confederacin Cooperativa de la Repblica Argentina Li-mitada), que nuclea a las federaciones de cooperativas de bienes y servi-cios, as como CONINAGRO (Confederacin Intercooperativa AgropecuariaCooperativa Limitada), representa a las federaciones de cooperativas

    ACI

    Confederaciones

    Federaciones

    Cooperativas

    4to. Grado

    3er. Grado

    2do. Grado

    1er. Grado

    Argentina

    Mundo

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    agropecuarias y CECOVIRA (Confederacin de Entidades Cooperativasde Vivienda de la Repblica Argentina), representa a las de vivienda.

    Poniendo como ejemplo el compromiso integrador de FACE, nacidapara nuclear a las entidades que en formaincipiente comenzaron a desarrollar lasredes de electrificacin all donde ni lasempresas comerciales ni el Estado dabanrespuesta, nuestra entidad fue tambin pio-nera en la integracin de esfuerzos en elmarco de las entidades de tercer grado. El 5 de diciembre de 1962,junto a otras siete federaciones, fund COOPERAR, entidad que hoynuclea a 32 federaciones representativas del cooperativismo de bienesy servicios de todo el pas.

    Cuarto grado:Hasta aqu hablbamos de las instituciones con domicilio en la Rep-blica Argentina. La entidad internacional que vin-cula a las organizaciones cooperativas de distin-to tipo, radicadas en gran nmero de pases delmundo, con propsitos fundamentales de repre-sentacin y promocin cooperativa es la ACI(Alianza Cooperativa Internacional).

    Fue fundada en 1895, es una confederacin internacional de organiza-ciones cooperativas, pues tiene como miembros esencialmente a aso-ciaciones nacionales de cooperativas.

    Integracin 1

    Modalidades

    La integracin vertical u organizacin federativa del movimiento co-operativo, es la asociacin de las cooperativas primarias entre s, cons-tituyendo las federaciones, para la realizacin de tareas econmicas,tcnicas y sociales. La asociacin entre federaciones, conforman las con-federaciones.

    La integracin horizontal del movimiento cooperativo, da lugar al

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    estrechamiento de las relaciones intercooperativas. Las cooperati-vas procuran perfeccionar la realizacin de sus objetivos mediantela celebracin de acuerdos con otras entidades cooperativas del mis-mo o de distinto tipo (telefnicas, vivienda, crdito, etc.), de igual ode distinto grado.

    La tendencia hacia la integracin cooperativa, hacia la unidad y lainteraccin de las entidades cooperativas, es la que otorga mayor vita-lidad al movimiento y favorece su constante expansin.

    Esto fue consagrado en el 23 Congreso de la ACI en Viena en 1966,donde incorpor el hoy sexto principio: La Cooperacin entre Coo-perativas, donde las cooperativas sirven a sus miembros ms eficaz-mente y fortalecen el movimiento cooperativo, trabajando de maneraconjunta por medio de estructuras locales, nacionales, regionales einternacionales.

    Aunque lo ms comn sea la asociacin de cooperativas que desarro-llan funciones similares, tambin existen innumerables entidadesfederativas que asocian entre s a cooperativas de distinto tipo, ya seapara realizar operaciones econmicas comunes de aprovisionamiento,crdito, tcnicos, etc.

    VentajasLos motivos que importan a las cooperativas a organizarse federativa-mente, son:

    1. Las entidades federativas perfeccionan el funcionamiento de las coo-perativas asociadas. Ej. emprendiendo actividades comunes, adelan-tos tcnicos, organizacin, etc.

    2. Las entidades federativas favorecen el funcionamiento econmico desus asociadas, por ej. en compras comunes, asesoramientos, etc.

    3. Las entidades federativas logran extender la esfera de accin dentro dela cual las cooperativas procuran orientar la economa. Ej. ampliar laaccin cooperativa ante los monopolios.

    4. Las entidades federativas contribuyen a evitar la coercin, elburocratismo y la discrecionalidad.

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    Centralizacin coordinacin?

    Tambin se ha expresado, acertadamente, que la tendencia a la concen-tracin y la tendencia inversa a la descentralizacin, se ejercen en lasentidades cooperativas en forma continua, simultnea o sucesivamente,en procura de situaciones ideales de equilibrio; ambas tendencias semanifiestan mediante una bsqueda incesante de nuevas formas, quelogren a la vez la mayor eficiencia en el ejercicio ms apropiado de lademocracia econmica.

    Si bien la integracin federativa puede amenazar en ciertos casos elejercicio de la democracia en las cooperativas, por otra parte es ese pro-ceso el que, posibilita en muchos casos el funcionamiento eficaz de lasentidades ms pequeas irreprochablemente democrticas del movimien-to cooperativo.

    Adems, no debe olvidarse que la misma organizacin democrticadel sistema hace factible la oportuna reaccin de las personas o enti-dades asociadas a cooperativas de distinto tipo, cuando se verificandeterminadas situaciones inconveniente o injustas, a travs del desem-peo de sus delegados ante los respectivos rganos de administracin.

    Por lo tanto, podemos concluir que la opinin de algunos autores quehan observado, con razn, que la integracin cooperativa no debe en-tenderse necesariamente como un sinnimo de centralizacin sino decoordinacin.

    Concentracin e integracin2

    La integracin cooperativa alude a dos aspectos, el econmico-empre-sarial y el social. El primero es el proceso por el cual, a travs de laconcentracin empresaria, se produce la adaptacin para la superviven-cia y desarrollo de dos o ms cooperativa, el que se manifiesta en lacolaboracin, permanente o accidental, y en la cooperacin.

    La legislacin cooperativa nacional, no menciona el trmino concen-tracin, sino integracin, aludiendo a un criterio ms amplioabarcativo de todos los matices que conforman la cooperativa, el em-presarial de carcter econmico, financiero, etc. y el social.

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    Definicin de integracin

    El diccionario de la Real Academia Espaola, define a la palabra integra-cin, como proceso de unificacin de varias entidades antagnicas

    Teniendo en cuenta el significado de antagnico, que es contrario,rival u opositor, pareciera una paradoja que dentro de la integracinexistan contrariedades, rivalidades u oposiciones, sin completar elproceso de unificacin. Si analizamos la historia del cooperativismoelctrico este proceso se mantuvo desde los comienzos, cuando en elao 1939 se fund FACE, para luego desvirtuarse con el tiempo, a razprincipalmente del desarrollo de las individualidades del comportamientohumano, por encima de los intereses colectivos.

    Etica

    El prlogo del Cdigo de Etica Unificado de la FACPCE3 , expresa quela corrupcin plantea un reto a la tica y pone a prueba la paciencia ycoraje de las personas honestas.

    Sin la tica es imposible que las cosas se logren en forma consistente,sin la Libertad no es posible la Etica, el hombre es un Ser Etico por-que es un Ser Libre.

    La Responsabilidad es el reverso inevitable de la Libertad. Ser Res-ponsable significa dispuesto a Dar Respuesta y a medir las consecuen-cias prcticas de nuestras acciones.

    Todo proyecto tico que concede la debida importancia a la Libertadinsistir tambin en la Responsabilidad social de las acciones y omi-siones de cada uno.

    Es imprescindible la bsqueda de principios, valores y normas de con-ducta objetivamente vlidos, es decir, basados en la razn, prescin-diendo de criterios subjetivos.

    El que presta servicios a los dems en forma excesiva puede decirse quees un hombre que tiene mana de complacer, mientras lo haga sin nin-gn inters, pero si tales atenciones se originan en el clculo y los

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    presta en funcin de su provecho personal, entonces es un ser lisonjero.Y quien en este concepto peca absolutamente por defecto y no sabehacerse agradable a los dems, es un ser oscuro y raro. Se es bueno porun solo camino y se es malo por mil.4

    Valores

    Debemos tener en cuenta los valores del cooperativismo, que son:Autoayuda, Autoresponsabilidad, Democracia, Igualdad, Equidad ySolidaridad. Donde los asociados sostienen los valores ticos de hones-tidad, apertura, responsabilidad social y preocupacin por los dems.

    Esto lo afirma una publicacin del diario Pgina 12 del 20015 , en unaencuesta a los argentinos donde se les pregunt Cules valores susten-tamos los argentinos?, los resultados fueron en primer lugar con un 60%de las respuestas, que la honestidad es lo primordial. En segundo lugarlo ocupan el esfuerzo, el trabajo y el sacrificio, con un 25%. Luego elreclamo de educacin, patriotismo y sentido nacional, solidaridad y con-fianza, respeto por la ley y las normas, creatividad y capacidad de losdirigentes, liderazgo poltico, responsabilidad, disposicin al cambio yespritu emprendedor.

    Sin los valores se torna difcil conformar lazos solidarios fuertes. Ladificultad de constituir una comunidad genera en los individuos sole-dad y desconcierto.

    Juntos somos ms5

    Un individuo se siente inseguro cuando se sabe desamparado, abando-nado, carente de recursos, en una situacin desconocida, frente a len-guajes o cdigos que le son extraos. La inseguridad que puede sentiruna comunidad, en cambio, depende de la mayor o menor garanta cons-titucional o legal que ella misma haya creado.

    Toda comunidad se articula a travs de una red de relaciones persona-les que refuerza las normas de responsabilidad individual. A travs dela convivencia, los integrantes de esa comunidad sienten respeto porlos vecinos y tambin por los bienes de stos. En la Argentina, vivimosbajo una constante sensacin de inseguridad, de modo que podramos

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    indagar si tal sensacin es de naturaleza infantil o si responde a unadeficiencia que involucra lo grupal. Cuando decimos que somos unacomunidad, realmente lo creemos?, tenemos la conviccin sufi-ciente?.

    Seguridad no es sinnimo de fuerza, sino de respeto por la ley y el or-den, por los de deberes y derechos de las personas. Y el orden no esfuncin de la represin, sino de la democracia y de la civilidad. Seguri-dad en ltimo trmino, es libertad de gestar proyectos y alternativas.

    Sin seguridad y sin puentes solidarios, la fractura grupal impide la for-macin de una comunidad.

    La comunicacinUna de las dificultades que impide el proceso de integracin, es el pro-blema de comunicacin, que podramos describirlos en los siguientesobstculos. Por ejemplo algunas veces los dirigentes hablamos para elpblico, es decir, para impresionar, en vez de hacerlo de manera quepuedan ser comprendidos por los asociados. Cuando existe un conflictopor resolver o alguna disidencia, las partes no se escuchan entre s. Es-tn pensando en lo que ellos van a decir o en cmo impresionarle mejoral otro.

    El mayor inconveniente que genera la interferencia en la comunicacin,se produce cuando existen malos entendidos, que pueden ocurrir pordar diferente significado a las palabras. No se debe dar nada por su-puesto. Lo que uno comunica, no es necesariamente lo que la contrapar-te entiende.

    Una de las formas de contribuir parar ir mejorando la comunicacininterpersonal, sera utilizar las siguientes expresiones, como por ejem-plo, admito que el error fue mo, usted hizo un buen trabajo, cul es suopinin?, haga el favor y muchas gracias.

    Conclusiones

    La integracin es el principal camino para que la doctrina cooperativis-ta surta efectos en beneficio de todos.

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    El desafo radica esencialmente, en que los dirigentes cooperativistaslogren anteponer las cuestiones del conjunto, por encima de las apeten-cias personales.

    La integracin no se construye apartndonos de las organizaciones cuan-do hay disenso, sino todo lo contrario. Como cooperativistas, debemosparticipar democrtica y activamente para hacer valer nuestras convic-ciones en la toma de decisiones que conduzcan a mejorar el modelosolidario.

    Las actitudes del o los lderes de una organizacin, no deben ser inter-pretados solamente como un acto de fraternidad, sino que presupone elejercicio de una distancia tica respecto de los intereses personales, paraque se hagan realidad los intereses colectivos.

    Un mundo solidario en que cada uno de sus integrantes reciba los bene-ficios resultantes de una poltica de integracin, es posible. No hay ne-cesidad de crear otras estructuras. Con las existentes, si hay voluntad delos dirigentes, se puede lograr.

    Debemos bregar para que los cambios que se empiezan a notar en losdiscursos sean puestos en la prctica, y as lograr que la cooperacinentre cooperativistas, sea una realidad que beneficie a todos.

    Bibliografa- Las Cooperativas de Alicia Kaplan de Drimer y Bernardo Drimer.

    Intercoop.- Manual de Derecho Cooperativo de Elsa Cuesta. Editorial baco.- FACPCE (Federacin Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias

    Econmicas).- tica de Aristteles. Ediciones Libertador.- Tocar fondo de Jos E. Abadi y Diego Mileo. Editorial Sudamericana

    Notas1 Las Cooperativas de Alicia Kaplan de Drimer y Bernardo Drimer. Intercoop.2 Manual de Derecho Cooperativo de Elsa Cuesta. Editorial baco.3 FACPCE (Federacin Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Econmicas).4 tica de Aristteles. Ediciones Libertador.5 Tocar fondo de Jos E. Abadi y Diego Mileo. Editorial Sudamericana

  • La economa social y las cooperativaselctricas

    por Jorge Bragulat

    A manera de mensaje para esta coyuntura: La Economa Social, quecomprende a las Cooperativas, Mutuales, ONGs, Asociaciones Civilese incluso a los Clubes, debe centrar sus esfuerzos, en estos aos prxi-mos, en resolver el problema principal que es la desocupacin, ayudar ala creacin de puestos de trabajo (principalmente a travs de cooperati-vas). Para ello las cooperativas elctricas deben convertirse, en cadalocalidad donde actan, en lderes de un plan estratgico basado en queesta crisis es una oportunidad para que el camino de salida de la mismasea construyendo una nueva estructura econmica, social y cultural msjusta, a nivel local.

    La economa social

    Si bien distintas definiciones se han dado de Economa Social se adoptaaqu una de ellas, la que comprende aquellas entidades sin fines de lu-cro y que tengan una gestin de tipo democrtica; es decir que se man-tenga el principio de un hombre un voto y que no tengan una represen-tacin de tipo corporativa.

    Quedan incluidas dentro de este concepto de Economa Social, las Co-operativas, las Mutuales, las Asociaciones Civiles, las Cooperadoras ylos Clubes y las dejamos excluidas a las Fundaciones ya que si bien notienen fines de lucro, la forma de gestin depende de lo que se estableceen el acto Fundacional, generalmente no democrticas, y tambin lasentidades que nuclean a los Profesionales, los Sindicatos y las CmarasEmpresarias, las que si bien no tienen fines de lucro y son de naturalezademocrtica, representan sectores corporativos, distanciados del con-cepto Cooperativo.

    No obstante, si a las entidades de la Economa Social, que se acabamosde definir, le sumamos las Fundaciones y las denominadas entidadesintermedias (Consejos Profesionales, Sindicatos y Cmaras Empresa-rias), constituiremos lo que se denomina el Tercer Sector.

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    El aporte que se pretendemos realizar en esta oportunidad est centradoen la Economa Social y, dentro de ella especialmente en las Cooperati-vas de Elctricas; sin que ello sea excluyente para que se hagan comen-tarios referidos al tema ms global del Tercer Sector, al que le asigna-mos mucha importancia.

    Comencemos diciendo que la Economa Social crece siempre en pocasde crisis. En toda Economa de Mercado, la solidaridad en materia eco-nmica, se manifiesta, cuando es necesario para resolver problemas, atravs del agrupamiento de personas, con sus escasos capitales, sin locual, en circunstancias crticas, es imposible que un emprendimientoeconmico funcione. Cuando el ciclo econmico est en alza, en gene-ral, los espacios econmicos (que no son marginales), son ocupados porel capital lucrativo que est permanentemente analizando (o especulan-do), sobre cules seran los lugares en donde le conviene actuar.

    La primera dificultad que tiene la Economa Social, es una dificultad detipo cultural, ya que las personas y los capitales deberan agruparse porconviccin de hacer las cosas de la mejor manera y de forma ms equi-tativa y no agruparse solamente cuando existe la necesidad o la nicaalternativa de hacerlo. La tarea educativa que se requiere para doblegaresta actitud es inmensa y no por casualidad el cooperativismo tiene,como uno de sus principios bsicos, la Educacin Cooperativa. Es porall donde se debera empezar, especialmente en los lugares en donde laimplantacin de las cooperativas es importante o donde la influencia delas Cooperativas elctricas es grande. (Estamos diciendo influencia delas Cooperativas y no influencia del cooperativismo, ya que se puedehacer muchas cooperativas y poco cooperativismo).

    El objetivo sera tener una vocacin de permanente bsqueda de opor-tunidades econmicas tanto en aquellos lugares en donde la EconomaSocial tiene que llegar por necesidad (porque si ella no llega nadie esta-r dispuesto a invertir con criterio social; ni el capital especulativo ni elEstado porque no quiere o porque no puede), como en aquellos lugaresen donde tiene que disputar el espacio con los inversores lucrativos,que son los espacios rentables.

    La Economa Social no debe entendrsela como la Economa marginalsino como la Economa que puede cambiar la cultura y los valores

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    Aportes para el desarrollo de las cooperativas de electricidad

    dentro del campo econmico-social. Una economa al servicio del hom-bre, en donde se lo valore como tal, independientemente del capital queaporta, por cuanto todos tienen un voto. Es decir tender a la democrati-zacin de la Economa y a un nuevo sistema donde la clave sea la perso-na y no el capital, aunque a ste se lo reconozca, se lo valore, pero no sele adjudique el mismo poder que tiene dentro del sistema capitalista yaque, dentro de la Economa Social, el capital estar mediatizado porquelos votos para decidir dependern de las personas y no de la tenenciadel capital que poseen esas personas.

    Por lo tanto, uno de los objetivos fundamentales de la Economa Sociales la bsqueda permanente de una ampliacin de su espacio econmicocon el nimo de modificar el poder existente en el campo macroecon-mico y producir un cambio estructural del sistema. Este cambio es pau-latino, de abajo hacia arriba y producido a medida que se generen nue-vos espacios econmicos que la Economa Social debe aprovechar, ocu-par y no ceder cuando supere la etapa de crisis. No es lo mismo teneruna economa en donde un porcentaje mnimo est en manos de entida-des de la Economa Social que aquella economa en donde un porcenta-je importante quede en sus manos.

    Tal vez podamos dar un ejemplo micro que, si bien no es posibleextrapolarlo mecnicamente, nos ayude a comprender, mediante unsimple golpe de vista lo que se quiere significar. Si tomamos cualquierpueblo pequeo de la Argentina en el que existan varias entidades rela-cionadas con la Economa Social y donde especialmente tenga presen-cia una Cooperativa Elctrica y de otros servicios pblicos (telefnica,de agua potable), con una importante vida asociativa (que incluye a losclubes los que tambin forman parte de la economa social), una Coo-perativa Agropecuaria (seal que en ese medio la subdivisin de la tie-rra est en manos de pequeos y medianos propietarios); mutuales, etc,seguramente la distribucin de la riqueza en ese pueblo (de los que haymuchos en la Pampa Hmeda), es mucho mas justa que en otros que notengan esa estructura econmica.

    Esa mejor distribucin le permitir la construccin de una sociedad msarmnica y las rupturas sociales sern menores que en otros pueblosdonde la participacin del poder de la Economa Social sea menor queen el supuesto que se describi.

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    Las cooperativas de servicios pblicosDentro de este marco de la Economa Social y relacionada con el de-sarrollo local, adquieren singular importancia las cooperativas de ser-vicios pblicos en general y particularmente las cooperativas elctri-cas. No es lo mismo que los propios vecinos autogestionen estos ser-vicios que sean ofrecidos a un precio por empresas no controladas porellos. Y esto no solamente por la implicancia econmica de que losbeneficios irn a parar a los inversores forneos que poseen el capitalaccionario, sino especialmente por la implicancia social y cultural.Socialmente es importante que, de manera equitativa, democrtica yparticipativa sea posible que las principales empresas de una locali-dad (como seran las que brindan el servicio de electricidad, agua,telefona, gas, etc.) sean gestionadas por los vecinos, con lo que, te-ricamente, el objetivo empresario ser el objetivo de los dueos o seade la comunidad toda. Adems culturalmente ser necesario realizarun ejercicio de educacin y de democracia para entenderse de la mejormanera entre todos y gestionar en conjunto una empresa que tiene que,ante todo, dar un resultado econmico conveniente para la comuni-dad. No ser posible pretender que los vecinos se asocien a la coope-rativa sin que tengan un beneficio econmico, por ms que ste, en elfondo no lo ms importante ya que el beneficio social y el culturalsern los que deberan tener preeminencia. Sin embargo, antes de arri-bar al beneficio social y cultural, la cooperativa debe cumplir con elobjetivo econmico para la que fue creada; o sea brindar, de maneraeficiente un servicio pblico a travs del cual reciban una prestacinen mejores condiciones de calidad - precio.

    Las cooperativas elctricasSon empresas sociales que tienen la particularidad de agrupar a todauna poblacin que se organiza para brindarse a s misma un serviciopblico: la electricidad, sobre la base de una concesin que le otorga elEstado, provincial o municipal. Como toda empresa debe tener una es-tructura y una gestin apta para cumplir sus objetivos y permitir que susdueos sean partcipes de las decisiones que tengan impacto econmicopositivo en la empresa y consecuencias sociales beneficiosas en la co-munidad. El agrupamiento de los vecinos, con un criterio empresario,es posible por cuanto tienen un objetivo que es comn a todos y ese

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    objetivo lo pueden alcanzar en conjunto, pero que seria imposible lo-grarlo cada uno por su cuenta. Para llevarlo a cabo se necesitan los bie-nes que se movilizan a travs del trabajo de las personas que se ocupa-rn de dar el servicio. La comunidad elige, de manera ordenada y demo-crtica, las personas que harn todo el trabajo. En esta etapa entran enjuego conceptos importantes para el cooperativismo como es la capaci-tacin y, sobre todo, la educacin.

    La capacitacin se adquiere con la finalidad de realizar los trabajos dela mejor forma posible, cumpliendo objetivos de calidad y de eficien-cia; que significa ahorro para que el servicio sea al menor costo posible.Pero quienes trabajan necesitan tener la educacin, en principios y va-lores cooperativos de forma que adquieran conciencia que estn al ser-vicio de una entidad solidaria y que los objetivos no deben conseguirsede cualquier manera sino respetando los procedimientos cooperativos.En el cooperativismo importan los fines pero, casi con mayor fuerza,importan los medios y procedimientos para alcanzar los fines.

    La Educacin se transforma en el eje fundamental. En toda estructurademocrtica donde los que deciden lo hacen no en funcin del capitalque poseen sino en funcin de su calidad de asociados, se transforma enimportante la educacin en valores que tengan quienes deben decidir.En una cooperativa elctrica cuanto ms educacin y capacitacin coo-perativa tengan los vecinos asociados, ms elevadas podrn ser las pro-puestas y discusiones y mejores decisiones se tomarn. Quien no tienecapacidad, ni educacin ni conciencia cooperativa no alcanzar a en-tender propuestas superadoras o no estar en condiciones de hacerlas.Por lo tanto al conjunto le interesa y le conviene las mayores capacida-des de las personas para permitir planteos y resolver problemas cadavez ms complejos. Este motor, el de la educacin, en las cooperativaselctricas, no acta de la misma manera que si fuese una empresa priva-da lucrativa donde, los iluminados son quienes detentan el poder delcapital ya que son slo ellos los que decidirn en nombre de la empresa.Y si los vecinos deben estar cada vez ms capacitados y educados esebeneficio no slo es trasladado hacia las decisiones de la empresa coo-perativa sino que se transforma en un verdadero patrimonio social detoda la comunidad que actuar mejor para resolver los problemas de sucooperativa elctrica y tambin para resolver los problemas generalesde la comunidad.

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    La empresa cooperativa elctricaDos modelos de empresa cooperativa de servicios pblicos se han desa-rrollado en argentina. Uno el de trabajo, de las que hay muy pocas expe-riencias, especialmente en agua potable. Aqu, quienes trabajan son losdueos de la cooperativa y brindan ese servicio pblico a la comuni-dad, la que hace las veces de clientes. La forma de cooperativa que msabunda, por lejos, es la del servicio pblico que agrupa a los usuarioscomo asociados. Pero, a su vez, dentro de esta modalidad se deberasubdividir en aquellas cooperativas de multiservicios de aquellas queslo hacen servicios pblicos (uno o varios). En este aspecto convienedetenerse para hacer algunos comentarios. En primer lugar es correctoque la ampliacin de una cooperativa, que pretende abarcar espacioseconmicos cada vez ms grandes para consolidar un sistema de econo-ma social, vaya encaminada a la prestacin de servicios que le permitaaprovechar la estructura de costos del servicio original. As es lgicoque las cooperativas que prestan el servicio de agua se expandan haciacloacas o hacia gas o electricidad. De esta manera se aprovechara lainfraestructura, los costos fijos, etc. Ahora bien, expandirse hacia otrosservicios o producciones que no abarque a toda la poblacin, como sonlos servicios pblicos, implicara riesgos de gestin y de capacitacinempresaria que conviene analizar.

    No es cierto que todos los costos fijos son aprovechables para expandir-se, adems no es fcil que un solo Consejo de Administracin de unasola Empresa entienda eficientemente de todo. Y, por otra parte, escomplejo que la democracia econmica se concentre entre pocos y nohaya posibilidades de la existencia de otros consejos de administra-cin si se crearan otras cooperativas. Es importante visualizar las posi-bilidades de la creacin, dentro de una comunidad, de lo que pasamos adenominar el Grupo Cooperativo el que debe tender a una gestinestratgicamente centralizada de la visin econmica y social pero conindependencia empresaria de cada una de las cooperativas, las que esta-rn unidas a travs de acuerdos rgidos y solidarios de base contractualque les permitan decidir, obligatoriamente, en conjunto las decisionesimportantes que afecten a todos. Sobre esta base se estructur el com-plejo cooperativo ms importante del mundo como es el de Mondragn.El Grupo Cooperativo, debe ser liderado por supuesto por la cooperati-va ms importante. Ese liderazgo cooperativo nunca es impuesto sino

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    que es aceptado democrticamente por el conjunto. Hay que tener encuenta que en la democracia de segundo piso (o cooperativas de segun-do grado) se decide en proporcin a la cantidad de asociados, a la mag-nitud de operaciones, etc. El Grupo Cooperativo permitira la especiali-zacin empresaria y la unin en la estratgica, donde lo econmico ten-ga ms independencia y lo social tenga unidad de direccin y de con-cepcin. Adems, cada cooperativa puede tener sus vnculos propios, loque ampliara la rbita de influencia econmica pero los riesgos esta-ran ms atomizados, ya que cada cooperativa asumira los suyos, conlo que la crisis de una cooperativa no implicar, necesariamente, la cri-sis del Grupo. Pero, por otro lado debe existirn las estrategias solida-rias fuertes que impida la cada de una cooperativa sin que reciba elauxilio obligado del Grupo. Con esta organizacin se ampliara la basedemocrtica, se ampliara el radio de influencia de la economa social yse disminuira el riesgo de la politizacin que recae sobre una nicaentidad cooperativa grande en cuanto a poder pero dbil si se lo midecon el que tendra el Grupo. La suma de muchas entidades, econmica-mente hablando, seguro que ser mayor que una sola por ms grandeque sea. Sobre esta base ser posible organizar las estrategias de unaEconoma Social Local que abarque luego a las dems entidadesasociativas: mutuales, asociaciones civiles, clubes, cooperadoras. Estees un rol fundamental que difcilmente se puede hacer, en una locali-dad, si no es a partir de una iniciativa y liderazgo que encabece unacooperativa elctrica.

    La interrelacin, la integracin y la terciarizacinTal vez resulte interesante puntualizar estos tres conceptos en el marcode una estrategia de desarrollo local de la economa social, a partir de lamovilizacin de fuerzas econmico - sociales lideradas por una coope-rativa elctrica.

    La interrelacin se refiere a los acuerdos; cuanto ms concretos y pro-fundos sean mejor, que abarque a las entidades cooperativas que pre-tendan formar parte de un Grupo. De esta manera manifestarn la voca-cin de manejo conjunto, bajo el liderazgo de una cooperativa, posible-mente elctrica. En este sentido cada cooperativa mantiene su objetivoeconmico para la que fue creada, promueve el beneficio a sus asocia-dos, siendo solidaria en los acuerdos de interrelacin con el grupo

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    constituido, basado en un proyecto social conjunto. El punto central delacuerdo debiera ser que toda nueva posibilidad econmica, que amplelas bases de la economa social debe ser llevada al grupo para que, enacuerdo del conjunto, se promueva esa ampliacin, en lo posible a tra-vs de una nueva cooperativa.

    La integracin estar referida a la necesidad de aumentar los capitalesde manejo conjunto. Integrar capitales en el cooperativismo es una ne-cesidad. Ahora bien la integracin esos capitales no altera la democra-cia, la que ser ms amplia o de mayor base o con mayores actores. Estono es lo mismo que la integracin de capitales privados que se concen-tran y que a su vez se concentra en menos manos las decisiones queabarcan ms espacio econmico. No ser posible hacer frente a proyec-tos lucrativos que promueven la injusticia social y distributiva si no setratan de integrar los capitales cooperativos aunque esa integracin noprovenga de una sola cooperativa. Los proyectos empresarios coopera-tivos, donde acten varias cooperativas no han sido fciles de organizaren Argentina. La solidaridad y el agrupamiento no ha llegado fcilmen-te a niveles de segundo piso y casi nunca al tercer piso de integracin.Slo han sido integraciones federativas que tiene impacto gremial osocial pero carentes de impacto econmico. Y de lo que se trata aqu esde tener incidencia en la economa que es decir incidencia en las deci-siones polticas.

    En cuanto a la terciarizacin se merece un prrafo aparte dado desdeuna ptica cooperativa, es decir manteniendo los valores y principioscooperativos. El concepto que se debe Manejar aqu en el fondo no esTerciarizar sino Independizar. Con esto queremos decir que no se tratade repetir el concepto clsico de terciarizacin como para tirar paraafuera alguna actividad con la finalidad de eludir la responsabilidad deforma que ella recaiga en manos de otros, los terceros. De lo que setrata, en el cooperativismo, es de independizar voluntades, independi-zar trabajo e independizar proyectos promovidos solidariamente por lascooperativas para que luego acten dentro del conjunto, es decir for-mando parte del Grupo Cooperativo. Veamos los casos. Es cierto queha habido, por parte de empresarios lucrativos, tentaciones y accionespara conformar, artificialmente cooperativas de trabajo de manera queluego el promotor la contrate para la realizacin de una actividad con-creta. La intencin manifiesta del empresario es liberarse de todas las

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    cargas laborales e imponerle un proyecto que no le es propio de la coo-perativa sino que obedece a un contrato que se establece entre partes.Por supuesto que ese contrato se deriva de lo que el empresario sacafuera de su empresa, lo define, delimita, evala, ofrece y los trabajado-res organizados falsamente en cooperativa, tal vez, no tengan muchaalternativa que aceptar lo que le viene dado porque la alternativa es lanada. Dentro de este concepto es que se han conformado las falsascooperativas de trabajo que carecen de voluntad tanto para elegir sus tra-bajos como para tener fuerza para pautar las condiciones contractuales.

    En el caso de la promocin de una cooperativa por parte de otra, comopara ir constituyendo un grupo econmico, no es as. En primer lugar notodas las actividades que se promueven daran lugar a cooperativas detrabajo, bien podran ser de otro tipo; pero an suponiendo que fuesentodas cooperativas de trabajo, se trata de establecer criterios deinterrelacin, de integracin cooperativa y de acuerdos solidarios don-de se mantenga, pero sobre todo se promueva, la independencia empre-saria y el crecimiento ms all de las relaciones exclusivas con la coo-perativa promotora. Es que a la cooperativa, promotora, le interesa, ade-ms, el crecimiento de la cooperativa promovida como para ampliar labase econmica del proyecto general pero especialmente para que elproyecto social tenga autonoma. Se ganaran nuevas conciencias coo-perativas para el proyecto global. De ah que, una cooperativa elctrica,que promueva la configuracin de un grupo no estara tan aislada en suentorno local, formara parte clave de un proyecto superador, tanto enlo econmico como en lo social y el impacto econmico que manejarasera superior al que puede alcanzar si trata de agrandar su objeto socialindefinidamente, solo dentro de una sola cooperativa. Por supuesto quetoda realidad es condicionante para este proyecto, pero no compartimosel criterio fcil de decir: En esta comunidad la realidad es distinta y sino lo hace sola esta cooperativa nadie lo har.

    El monopolio de las cooperativas elctricasUn comentario especial merece el tema del servicio elctrico brindadopor una cooperativa en una localidad determinada, cuando es nicaprestadora del servicio; es decir en su carcter de monoplica. Una delas crticas efectuadas desde el razonamiento de la doctrina capitalistaes que siendo un servicio monoplico puede ser abusivo del mercado y

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    quienes reciben el servicio estn cautivos de la misma, siendo impres-cindible un control frreo sobre la actividad. Sabido es que una empresacapitalista pretende maximizar los beneficios que estarn a disposicinde los dueos del capital. En este caso se necesita que exista una com-petencia para que, en esa disputa, el cliente o consumidor tenga oportu-nidades de comprar a quien ms le convenga. En esa disputa, las empre-sas procuran alcanzar lo que se conoce como eficiencia empresaria tra-tando de brindar un mejor servicio o producto al ms bajo precio. As esque las empresas concurren al mercado y los consumidores eligen sinestar cautivos y si alguna de ellas sube los precios artificialmente irn ala otra, con lo que no le quedar ms remedio a la primera que bajarlossi es que quiere continuar vendiendo.

    Cuando varias empresas se ponen de acuerdo para simular competen-cia a fin de beneficiarse de manera abusiva; ser el Estado quien mani-fieste que han constituido un oligopolio para repartirse el mercado a suantojo. Peor an cuando una empresa elimina del mercado a sus compe-tidoras est en posicin monoplica y es el Estado quien, bajo el con-cepto de la inexistencia de la ley de la competencia, le obliga a dividirseen dos empresas o a regularle la actividad o el precio. En este planteo seencuentran los Servicios Pblicos que son brindados de maneramonoplica por lo que el Estado, a travs de los Entes Reguladores enla Argentina, le impone al monopolio un precio de sus servicios o unatarifa regulada para los Servicios Pblicos. Para el caso de una Coope-rativa Elctrica esa lgica no existe. Veamos por qu. Una cooperativaque preste un servicio pblico de manera monoplica en una comuni-dad fijar su precio al servicio, si es que el Estado supuestamente se lopermite, y brindar ese servicio a sus asociados. Estos asociados notendrn ningn inters particular en que el precio del servicio sea elms caro posible; ya que si bien esto beneficia a la cooperativa, comoestructura empresaria, perjudica a sus asociados-usuarios que son losdueos de esa empresa. Vale decir que en teora el asociado- usuario alser dueo de su propia empresa podr fijar los precios en la asamblea demanera que no se perjudique a s mismo ni tampoco los lleve tan abajoque provoque prdidas a su cooperativa por cuanto, de esta manera, a lalarga, tampoco tendr el servicio porque por su propia poltica de pre-cios enviara a la quiebra a su cooperativa. De esta manera queda claroque el monopolio de los consumidores no acta de la misma maneraque el monopolio de la empresa capitalista. En el caso de la Cooperati-

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    va, tericamente el Estado no tendra por qu provocar artificialmenteuna competencia. Si la competencia existe porque hay una empresa lu-crativa instalada no hay inconveniente, la cooperativa la acepta comoregla de juego, pero no es necesario que haya competencia, para que nohaya abuso hacia el consumidor, por cuanto es el propio consumidor elque tiene el monopolio y nadie quiere venderse a s mismo lo ms caroposible. La cooperativa en este mecanismo tiende por naturaleza a sercompetente y, para lograrlo, no necesita de la competencia. No est ensu espritu ser competitiva, est en su espritu ser competente, ser apta.

    Para la cooperativa ser competitiva es la consecuencia de ser competen-te. Ser competente es un valor ya que se logra alcanzarlo sin necesidadde estar presionado por un tercero. Tener un espritu competitivo, eneste caso, es contraponerlo con el espritu de cooperacin. As es que laCooperacin termina siendo el concepto contradictorio con el de Com-petencia. En resumen Competir no es Cooperar y en las cooperativasElctricas los consumidores cooperan entre s para poder brindarse unservicio. Porque, adems, una cooperativa de consumidores es la quepermite eliminar la disputa entre el comprador y el vendedor ya queambos son los mismos. No hay compraventa del producto, hay un actocooperativo donde el consumidor usa el servicio que necesita y que lmismo organiz con otros y paga por lo que usa sobre una tarifa quedebera ser fijada por ellos mismos a su conveniencia pensando que lacooperativa debe tener continuidad empresaria para la prestacin queseguir necesitando el vecino-usuario-asociado.

    El reto de esta coyuntura econmicaLa desocupacin es el fenmeno ms cruel que se tiene que afrontar enesta coyuntura. Sin embargo tambin es una oportunidad para encarar ladesestructuracin del sistema actual que se quiso consolidar durante ladcada del 90. El sistema econmico imperante es impotente para re-solver la desocupacin y las polticas activas del Estado de promocindel empleo, por un lado, difcilmente sern suficientes para eliminarloy, por otro lado, el complemento que utiliza mediante la aplicacin delas polticas sociales subsidiarias se traduce en el riesgo de no fomentarla cultura del trabajo ya que todas poltica social tiene un componenteasistencialista muy importante. De ah que la Economa Social adquie-re un rol clave en la promocin de la ocupacin y, dentro de ella las

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    cooperativas de trabajo son las que llevan la delantera. Si la economasocial crece en los sectores de crisis, son las cooperativas de trabajo lasque ms surgen en los lugares donde hay desocupacin. Este surgimien-to no es por conviccin sino por necesidad de parte de quienes se en-cuentran desempleados. Por lo tanto deben ser las entidades de la eco-noma social que se encuentran ya consolidadas quienes estn atentas ala promocin de este tipo de cooperativas. Es por ello que una parteimportante de la incitativa, para la conformacin de verdaderas coope-rativas de trabajo, que a su vez sean parte integrante de Grupos Coope-rativos, deberan estar a cargo de las cooperativas elctricas, quienesson demandantes de trabajo, promotoras de trabajo e incentivadoras parala creacin de trabajo genuino y sustentable. No se trata, de una maneraespeculativa, de sacar fuera de su mbito renglones productivos paraorganizar cooperativas de trabajo. Esto, en estas circunstancias, seravisto como una precarizacin del trabajo y no se conseguira la alianzasincera del sindicalismo, quien mantiene una permanente lucha con elcooperativismo de trabajo en general. Se trata de visualizar oportunida-des de trabajo en actividades nuevas donde el desempleo sea un ele-mento a atacar y que la cooperativa elctrica sea el espacio donde seanalice la factibilidad del nuevo emprendimiento as como lasustentabilidad del mismo. Para que haya sustentabilidad es necesarioel acompaamiento inicial, la garanta de la demanda del producto quese va a ofrecer y, por qu no, la ayuda al financiamiento, no tanto conlos recursos propios de la cooperativa promotora sino a travs del nexoo garanta con los organismos que estn facilitando el acceso al crditoo al subsidio productivo.

    La solidaridad as entendida tambin ser mejor comprendida y menosatacada por el resto de los actores sociales que no participan del proyec-to de la economa social, como son los sindicatos, los municipios y lascmaras empresarias. Todas ellas tienen intereses particulares diferen-tes del de la economa social pero a ninguna de ellas les interesa laconflictividad social producto del desempleo y menos an la falta deingresos de los desocupados que genera menor demanda y, por lo tanto,menor estmulo a la produccin. Ahora bien; la economa social debehacer este esfuerzo con la visin estratgica de migrar hacia la configu-racin de un nuevo sistema econmico y no estar slo para paliar lasdificultades de la coyuntura. Es decir resolver la coyuntura para cam-biar la estructura definitivamente hacia un sistema econmico ms justo

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    en cuanto a la distribucin de la riqueza pero tambin ms justo en cuantoa la democracia que existir en la propia economa ya que estaremosconfigurando empresas de personas y no empresas de capitales. En lasempresas de personas las decisiones la toman ellas con un voto por cadauna; mientras que en las empresas de capitales las decisiones son toma-das por las personas en proporcin al capital que poseen cada una deellas.

    La cooperativa elctrica y el desarrollo localEstamos tratando de configurar, a nivel local, un movimiento econmi-co que surge de abajo hacia arriba, que condiciona el sistema y que le davida sobre la base de empresas sociales en donde las personas constitu-yen el principio y el fin. En cada espacio local donde exista una coope-rativa elctrica ser posible configurar un Grupo de empresas sociales,de base co