libro "el café del búho" en diario de burgos - editorial círculo rojo

1
5 Diario de Burgos I.L.H. / BURGOS A veces una cafetería, un bar o la panadería de toda la vida se convierten sin que lo pre- tendamos en escenario recurrente de nuestras vidas. Esos lugares que Gabinete Caligari encontraba gra- tos para conversar; locales en los que a diario se cruzan las vidas de personas desconocidas y que, a lo mejor, en un momento dado de- jan de serlo; cafés que consiguen que desnudemos nuestras almas durante unos minutos... o para el resto de nuestras vidas... Uno de esos locales con poderes catárti- cos, cruce de caminos, sillón de psiquiatría y confesor invisible sir- ve de hilo conductor para la pri- mera novela de Ana M. García Es- trada, una enfermera que nunca ha temido a los folios en blanco. En El Café del Búho, título de la novela y también de un local ima- ginario en una pequeña ciudad de Galicia, medio docena de perso- najes comparten frustraciones, enfermedades, pérdidas, miedos, inseguridades y decisiones equi- vocadas. «Es una historia de se- gundas oportunidades, una histo- ria en la que la interrelación que hay entre ellos les sirve para tomar un nuevo rumbo en su vida, para situarse, para perdonarse a sí mis- mos y volver a empezar», resume la autora. García Estrada, que mientras trabajó en el psiquiátrico de Oña fue conociendo la vida de quienes a diario desayunaban en la misma cafetería que ella, ha creado otras opciones para cada personaje. «¿Por qué deseamos aterrizar cuando volamos o trasnochar cuando madrugamos? -asegura al final del libro-. Algunos nos em- peñamos en creer que la mayoría de las veces erramos al elegir el rumbo. Desde la nuestra, vemos mejor otras sendas: más verdes, más frescas, más fáciles de transi- tar. Pero es que mientras la anda- mos, se levanta polvo. Por eso siempre parece que el camino pro- pio es peor». En El Café del Búho (Editorial Círculo Rojo) una mujer encuen- tra el lado afectivo que creía no te- ner, su pasión un dibujante que no ha ejercido de tal, ve la luz el mun- do interior de quien ya no tiene mundo y consigue volar un hom- bre varado en sus raíces. «Ese es el espíritu de la historia. Lo que anhelamos, lo que dejamos atrás, lo que deberíamos haber sido y lo que en realidad fue». Los personajes de Ana M. Gar- cía Estrada, que hace unos años hizo sus pinitos literarios en este periódico con artículos sobre Sa- lud, van buscando el olor a tierra mojada tras la tormenta, el arco iris que trae el sol, y la propia llu- via que limpia los ambientes car- gados. La autora dará todos los de- talles de esta novela de puertas abiertas e infinidad de caminos mañana en el Restaurante Aba- dengo, en la calle Alfonso VIII, en- tre las 18:30 y las 20 horas. [ ] Es una novela de segundas oportunidades, una historia sobre cambios de rumbo» UNA CAFETERÍA DONDE VOLVER A EMPEZAR Ana M. García Estrada hace de ‘El Café del Búho’, un bar imaginario de Galicia, un lugar de catarsis para sus personajes Se trata de la primera novela que publica esta burgalesa. BURGOS ARANDA MIRANDA EL TIEMPO 4 HOY MAÑANA PASADO MÁXIMA 4 22º MÍNIMA 12º TEMPERATURA HOY MÁS INFORMACIÓN PÁGINA 53 FOTO: RODRIGO ORCAJO Edita: Diario de Burgos, S.A. • Talleres, Administración, Publicidad y Redacción: Avenida Castilla y León, 62-64, 09006 Burgos • Imprime: Diario de Burgos Taller de Impresión, S.L. • Administración: Telfs.: 947 26 83 75 / 947 26 57 68. Fax: 947 27 72 19 • Publicidad: Tel.: 947 26 83 75 / Fax: 947 28 29 28 • Redacción: Tel.: 947 26 72 80. Fax: 947 26 80 03 • Apdo. de Correos 46 • Depósito legal: BU-5-1957 • DELEGACIONES: Aranda de Duero: San Francisco, 31 bajo, 09400.Tel.: 947 54 60 01. Fax: 947 54 60 21 • Miranda de Ebro: Ciudad de Haro, 4 bajo, 09200.Tel.: 947 34 79 16. Fax: 947 34 79 12 • Briviesca-Bureba: Plaza Mayor, nº 16, 09240.Tel.: 947 59 39 29. Fax: 947 59 39 28 • Merindades: Algorta, s/n bajo, 09500 Medina de Pomar.Tel.: 947 14 77 49. Fax: 947 14 77 81 •Valladolid: ICAL C/Los Astros, s/n, 47009 Edif. Promecal. Telfs.: 983 32 50 00 / 983 32 50 54. Fax: 983 32 50 50. Prohibida toda reproducción a los efectos del Artículo 32, 1, párrafo segundo, LPI. EDICIÓN DIGITAL: http://www.diariodeburgos.es / correo electrónico: [email protected] E ra negra como la noche, una hermosa pantera herida, fundida en la soledad de una carretera de madrugada, acorralada por los coches que rompían la barrera del sonido mientras devoraban kilómetros y arañaban su piel. Había soñado con una vida mejor pero se vio haciendo equilibrio sobre la delicada cuerda del destino, con todo el vacío requiriendo su cuerpo y su espíritu. No era nadie. No era nada. Un juguete frá- gil, roto ya por la vida pese a su juventud y belleza. Una víctima más del olvido. Quizás aquella noche de hace ahora un año intuyó que iba a ser la última. Lo fue. Su cuerpo fue arrollado, despedazado, condena- do a la más violenta extinción. Nadie lo reclamó du- rante semanas. Sólo la lloraron sus compañeras, en- carceladas en la misma prisión en que ella había vi- vido encerrada los últimos meses. Pero tenía nombre y supimos de su paso sobre la tierra. Conocimos que había nacido en África; que había sido una buena ni- ña, estudiosa y responsable; que era alegre y adora- ble, cariñosa y simpática; que un día decidió aban- donar su hogar en busca de una vida mejor; que pronto padeció la dificultad de hacer realidad ese sueño; y que de repente dejó de escribir y de llamar a casa, perdiéndose su rastro para siempre. Su familia la buscó durante años, pero el infierno de la trata de blancas no sólo la estaba destruyendo: la incomunicó, la aisló por completo. Cuando hace doce meses fue atropellada a nadie le pareció extra- ño. Era prostituta. Y negra. Un fin acorde a una vida de mierda. Pero quienes la querían no la habían olvi- dado pese a los años de silencio. La encontraron. Vi- nieron a por ella. Contrataron a un abogado para que hiciera lo imposible por que el círculo perverso no se cerrara así de fácilmente. Él tampoco ha borra- do su memoria, y en ello sigue, obstinado como na- die, resuelto a llegar hasta el final. De vez en cuando observo sus fotografías, en las que aparece llena de vida. Desde una extraña profundidad, siento que sus ojos me hablan. Suelo estremecerme, como si su fan- tasma me estuviera atravesando. Y me gustaría que supiera que yo tampoco la he podido olvidar. Lucy que estás en los cielos Rodrigo Pérez Barredo EN CLAVE DE SOL

Upload: alberto-cerezuela

Post on 25-Jul-2015

161 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Libro "El café del búho" en Diario de Burgos - Editorial Círculo Rojo

5DiariodeBurgos

I.L.H. / BURGOS

Aveces una cafetería, un bar ola panadería de toda la vidase convierten sin que lo pre-

tendamos en escenario recurrentede nuestras vidas. Esos lugares queGabinete Caligari encontraba gra-tos para conversar; locales en losque a diario se cruzan las vidas depersonas desconocidas y que, a lomejor, en un momento dado de-jan de serlo; cafés que consiguenque desnudemos nuestras almasdurante unos minutos... o para elresto de nuestras vidas... Uno deesos locales con poderes catárti-cos, cruce de caminos, sillón depsiquiatría y confesor invisible sir-ve de hilo conductor para la pri-mera novela de Ana M. García Es-

trada, una enfermera que nuncaha temido a los folios en blanco.

En El Café del Búho, título de lanovela y también de un local ima-ginario en una pequeña ciudad deGalicia, medio docena de perso-najes comparten frustraciones,enfermedades, pérdidas, miedos,inseguridades y decisiones equi-vocadas. «Es una historia de se-gundas oportunidades, una histo-ria en la que la interrelación quehay entre ellos les sirve para tomarun nuevo rumbo en su vida, parasituarse, para perdonarse a sí mis-mos y volver a empezar», resumela autora.

García Estrada, que mientrastrabajó en el psiquiátrico de Oñafue conociendo la vida de quienes

a diario desayunaban en la mismacafetería que ella, ha creado otrasopciones para cada personaje.«¿Por qué deseamos aterrizarcuando volamos o trasnocharcuando madrugamos? -asegura alfinal del libro-. Algunos nos em-peñamos en creer que la mayoríade las veces erramos al elegir elrumbo. Desde la nuestra, vemosmejor otras sendas: más verdes,

más frescas, más fáciles de transi-tar. Pero es que mientras la anda-mos, se levanta polvo. Por esosiempre parece que el camino pro-pio es peor».

En El Café del Búho (EditorialCírculo Rojo) una mujer encuen-tra el lado afectivo que creía no te-ner, su pasión un dibujante que noha ejercido de tal, ve la luz el mun-do interior de quien ya no tiene

mundo y consigue volar un hom-bre varado en sus raíces. «Ese es elespíritu de la historia. Lo queanhelamos, lo que dejamos atrás,lo que deberíamos haber sido y loque en realidad fue».

Los personajes de Ana M. Gar-cía Estrada, que hace unos añoshizo sus pinitos literarios en esteperiódico con artículos sobre Sa-lud, van buscando el olor a tierramojada tras la tormenta, el arcoiris que trae el sol, y la propia llu-via que limpia los ambientes car-gados. La autora dará todos los de-talles de esta novela de puertasabiertas e infinidad de caminosmañana en el Restaurante Aba-dengo, en la calle Alfonso VIII, en-tre las 18:30 y las 20 horas.

[ ]�Es una novelade segundasoportunidades,una historiasobre cambiosde rumbo»

UNACAFETERÍADONDEVOLVERA EMPEZARAna M. García Estrada hace de ‘El Cafédel Búho’, un bar imaginario de Galicia,un lugar de catarsis para sus personajes

Se trata de la primeranovela que publica estaburgalesa.

BURGOS

ARANDA

MIRANDA

EL TIEMPO

4

HOY MAÑANA PASADO

MÁXIMA

4

22ºMÍNIMA

12º

TEMPERATURAHOYMÁS INFORMACIÓNPÁGINA 53

FOTO: RODRIGO ORCAJO

Edita: Diario de Burgos, S.A.•Talleres, Administración, Publicidad y Redacción: Avenida Castilla y León, 62-64, 09006 Burgos • Imprime:Diario de BurgosTaller de Impresión, S.L. • Administración:Telfs.: 947 26 83 75 / 947 26 57 68. Fax: 947 27 72 19 • Publicidad:Tel.: 947 26 83 75 / Fax:947 28 29 28 • Redacción:Tel.: 947 26 72 80. Fax: 947 26 80 03 • Apdo. de Correos 46 • Depósito legal: BU-5-1957 • DELEGACIONES: Aranda de Duero:San Francisco, 31 bajo, 09400.Tel.: 947 54 60 01. Fax: 947 54 60 21 • Miranda de Ebro: Ciudad de Haro, 4 bajo, 09200.Tel.: 947 34 79 16. Fax: 947 34 79 12• Briviesca-Bureba: Plaza Mayor, nº 16, 09240.Tel.: 947 59 39 29. Fax: 947 59 39 28 • Merindades: Algorta, s/n bajo, 09500 Medina de Pomar.Tel.: 947 14

77 49. Fax: 947 14 77 81 •Valladolid: ICAL C/Los Astros, s/n, 47009 Edif. Promecal.Telfs.: 983 3250 00 / 983 32 50 54. Fax: 983 32 50 50.Prohibida toda reproducción a los efectos del Artículo 32, 1, párrafo segundo, LPI.

EDICIÓN DIGITAL: http://www.diariodeburgos.es / correo electrónico: [email protected]

Era negra como la noche, una hermosa panteraherida, fundida en la soledad de una carretera de

madrugada, acorralada por los coches que rompíanla barrera del sonido mientras devoraban kilómetros

y arañaban su piel.Había soñado conuna vida mejor perose vio haciendoequilibrio sobre ladelicada cuerda del

destino, con todo el vacío requiriendo su cuerpo y suespíritu. No era nadie. No era nada. Un juguete frá-gil, roto ya por la vida pese a su juventud y belleza.Una víctima más del olvido. Quizás aquella noche dehace ahora un año intuyó que iba a ser la última. Lo

fue. Su cuerpo fue arrollado, despedazado, condena-do a la más violenta extinción. Nadie lo reclamó du-rante semanas. Sólo la lloraron sus compañeras, en-carceladas en la misma prisión en que ella había vi-vido encerrada los últimos meses. Pero tenía nombrey supimos de su paso sobre la tierra. Conocimos quehabía nacido en África; que había sido una buena ni-ña, estudiosa y responsable; que era alegre y adora-ble, cariñosa y simpática; que un día decidió aban-donar su hogar en busca de una vida mejor; quepronto padeció la dificultad de hacer realidad esesueño; y que de repente dejó de escribir y de llamar acasa, perdiéndose su rastro para siempre.

Su familia la buscó durante años, pero el infiernode la trata de blancas no sólo la estaba destruyendo:

la incomunicó, la aisló por completo. Cuando hacedoce meses fue atropellada a nadie le pareció extra-ño. Era prostituta. Y negra. Un fin acorde a una vidade mierda. Pero quienes la querían no la habían olvi-dado pese a los años de silencio. La encontraron. Vi-nieron a por ella. Contrataron a un abogado paraque hiciera lo imposible por que el círculo perversono se cerrara así de fácilmente. Él tampoco ha borra-do su memoria, y en ello sigue, obstinado como na-die, resuelto a llegar hasta el final. De vez en cuandoobservo sus fotografías, en las que aparece llena devida. Desde una extraña profundidad, siento que susojos me hablan. Suelo estremecerme, como si su fan-tasma me estuviera atravesando. Y me gustaría quesupiera que yo tampoco la he podido olvidar.

Lucy que estásen los cielos

Rodrigo Pérez BarredoEN CLAVE DE SOL