libro discurso versión 2012

5/21/2018 Libro Discurso Versin 2012

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DISCURSO Y MTODO DIALCTICO EN LA CIENCIA SOCIAL

ALEXANDER MORENO

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ALEXANDER MORENO

DISCURSO Y MTODO DIALCTICO

EN LA CIENCIA SOCIAL

Edicin Digital

www.alexandermoreno.com
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ALEXANDER MORENO

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Barquisimeto, Venezuela.

Alexander Moreno /DISCURSO Y MTODO DIALCTICO EN LA CIENCIA SOCIAL.Barquisimeto, Venezuela. Obra del ingenio registrada conforme a Ley. MCMXCIV.

Depsito Legal: ISBN-980-303-078-7.

Edicin digital. www.alexandermoreno.com

Barquisimeto, Venezuela. Aos 2012-2013.

Diseo de Portada y Contraportada: Arq. Renn Moreno
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Alexander Moreno.

Venezolano, 1947. Doctor en Ciencias Sociales yLicenciado en Educacin; Universidad Central de Venezuela,Caracas. Profesor Titular de la Universidad PedaggicaExperimental Libertador (Venezuela) en la cual ha dictadonumerosas ctedras de pre y postgrado, entre stas, Filosofa dela Ciencia,Filosofa de la Educacin y tica Profesin Docente.Ha escrito varias obras (libros y ensayos), algunas de las cualesestn incluidas en la web site:www.alexandermoreno.com
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NDICE GENERAL

PRESENTACIN (p. )

ALGUNAS VALORACIONES A ESTA OBRA (p.)

CAPITULO UNOLENGUAJE-PENSAMIENTO-REALIDAD (p.)

Benjamin Lee Whorf (p. ) Whorf, Sapir y la Investigacin con los hopi (p.) El Estudio Comparativo entre la Lengua Hopi (p.)

y las Lenguas Europeas Medias (SAE) (p.) La Teora de la Relatividad Lingstica (p.)

La Teora de la Relatividad Lingstica y elDiscurso Cientfico-Social. Una Pregunta para el Debate (p.)

CAPITULO DOSEL DISCURSO CIENTFICO-SOCIAL Y EL PROBLEMADE LAS DETERMINACIONES.Una Proposicin para el Trabajo (p.)

CAPITULO TRESEL DISCURSO CIENTFICO-SOCIAL EN EL PLANO EXPLORATORIO (p.)3.1. El Mtodo Hipottico-Deductivo en el Objeto Social (p.)3.2. El Mtodo Dialctico-Concreto en el ObjetoSocial (p.)

3.2.1. La Fase Hecho-Nocional (p.)


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- La Informacin Facto-Perceptible y la Teora Histrica Inicial (p.)

- EL Riesgo de la Seudo-Concrecin (p.)

3.2.2. La Fase Espiral- LaCrtica (p.)

- La Teora del Modo de Produccin Capitalista (p.)

- La Calificacin de la Teora de lo Total (p.)- El Reto que Ofrece Sve (p.)- De Lo Concreto a lo Total y de lo Total a lo Concreto (p.)

3.2.3. De la Fase Espiral a la Fase de Concrecin de Pensamiento (p.)

CAPITULO CUATROEL DISCURSO CIENTIFICO-SOCIAL COMO SOBREVIVIENTE DEL PANDEMONIO DELLENGUAJE (p.)

SINOPSIS DEL CONTENIDO (p.)

BIBLIOHEMEROGRAFIA BSICA UTILIZADA (p.)

APENDICE. BREVE ANTOLOGA SOBRE LA DIALCTICA (p. )

A. LA DIALCTICA Y SUS SEIS ONTOGUIATURAS (p. )

A.1. UNA VISIN GENERAL (p. ) Ontoguiatura de la Contradiccin (p. ) Ontoguiatura del Cambio (p. ) Ontoguiatura del Nuevo Incluido (p. ) Ontoguiatura de la Totalidad-concrecin (p. ) Ontoguiatura de la Dificultad Esencia-apariencia (p. )


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Ontoguiatura de las Relaciones Relativas (p. )

A.2. SU CAMPO TERICO (p. )

B.- NIVEL DE DESARROLLO DE LA DIALECTICA (p. )


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PRESENTACIN

Este trabajo, DISCURSO Y MTODO EN LA CIENCIA SOCIAL, descubre piezas

importantes de la teora social, la epistemologa y la lingstica, extraamente dejadas un

tanto a un lado por los estudiosos del asunto, a lo largo del tiempo y en los diferentes mediosacadmicos.

Trata la relacin que establecen el trabajo usualmente accidentado de la investigacin

social y el trabajo riguroso de exponerlo a travs de un cdigo adecuado y calificado. Para

ello, el autor dispara el anlisis a partir del flanco de las teoras de la relatividad lingstica,

tejiendo el texto de manera tal de llegar a sacar del claroscuro en el cual inexplicablemente

ha estado, al mtodo dialctico-concreto, al discurso cientfico-social, al carcter de la

labor indagatoria y a buena parte de las relaciones que estos factores establecen.

LOS EDITORES.


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ALGUNAS VALORACIONES A ESTA OBRA


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Es un buen trabajo; existen verdaderos aportes a lasciencias sociales.

Dr. Alejandro Garmendia, 30-08-91.

Es, por su rigor expositivo, un verdadero discursocientfico. Considero que es un magnfico instrumentode trabajo para los seguidores de esa disciplina.

Dr. Jos Vicente Rangel. 08/07/99.

Trata magistralmente el cmulo de problemaslingsticos y metodolgicos que surgen de la relacinplanteada entre el trabajo de investigar el asuntosocial y la labor de exponer los resultados para lacrtica histrica Todo ello, con una fuerza deanlisis, verdaderamente renovadora e impulsadorade necesarias batallas tericas para el siglo XXI.

FUNDAUPEL/ Universidad PedaggicaPedaggica Experimental Libertador /Instituto Pedaggico de Barquisimeto.Ao 1999.

Rene las condiciones y nivel apropiados de unanlisis original acerca del lenguaje y el mtodocientfico, estableciendo as relaciones, argumentos yexplicaciones de inters cientfico-social.

Dres. J. R. Nez Tenorio, VctorMartn Fiorino y Amado Durn.05-06-92.


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CAPITULO 1.

LENGUAJE-PENSAMIENTO-REALIDAD.


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Cuando se intenta hallar luces orientadoras en el tratamiento terico de la relacin

planteada entre el lenguaje, el pensamiento y la realidad objetiva, resulta una verdadera

necesidad la atenta consideracin a la obra de Benjamin Lee Whorf. La obra de Whorf fue

construida entre 1925 y 1941. Los aportes que viene proporcionando al estudio y

comprensin de tal problema-objeto, desde hace ya un buen tiempo, son crecientementesignificativos.

BENJAMIN LEE WHORF...

Benjamin Lee Whorf nace en 1897 en Winthrop, Massachusetts, Estados Unidos. La

formacin acadmica formal que acus hasta 1920, poco sugiere entender las razones

conforme a las cuales alcanz notabilidad en el campo de la lingstica. S; en 1918


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Banjamn Lee Whorf.

gradase en el Instituto Tecnolgico de Massachusetts, en la especialidad de ingeniera

qumica. Ejerce su profesin de ingeniero qumico, en la lnea de prevencin de incendios,

en la Hartford Fire Insurance Company, prcticamente hasta su muerte. Su dedicacin a

esta actividad tcnica fue


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ostensible, segn indican diversos testimonios confiables (1). Sin embargo el tiempo, el

esfuerzo y los logros vinculados por su parte a la investigacin en lingstica no son menos

importantes. En varias ocasiones estuvo frente a calificadas ofertas de trabajo en el medio

acadmico, a las cuales jams preponder a despecho de su ocupacin de ingeniero.

El espectro de su obra en el campo de la lingstica es realmente amplio, muy amplio;no obstante, los estudios que hizo acerca de un buen nmero de lenguas indoamericanas

de uso minoritario, fue lo que lo ha colocado en la posicin actual de inexcusable referencia

para el tratamiento terico del problema-objeto arriba aludido. Sus trabajos en torno a las

lenguas azteca y maya, y particularmente los referentes a la lengua hopi, representan sin

duda alguna el vehculo a travs del cual se expresa transparentemente el fondo de sus

concepciones.

(1)Referidos adecuadamente en el excelente trabajo biogrfico que en torno a Whorf realiza John B. Carroll en 1955, y queBarral Editores presenta a manera de Introduccin en la obra Lenguaje, Pensamiento y Realidad (la cual es unacuidadosa seleccin de ensayos de este lingista); 1971.


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WHORF, SAPIR Y LA INVESTIGACIN CON LOS HOPI...

En 1938, Whorf convive una temporada con los hopi (una pequea reserva indgena

enclavada en Arizona). Tal experiencia asienta todo un alud de motivaciones tericas lascuales ya se haban plasmado en trabajos construidos aos atrs. En 1935 disea un

bosquejo acerca de la gramtica hopi (la cual se publica en 1946 en un texto compilativo,

preparado por Hoijer); en ese mismo ao, 1935, escribe Los Aspectos Preciso y

Segmentativo en los Verbos de la Lengua Hopi (publicado un ao despus); en 1936, Un

Modelo Indio-Americano del Universo (publicado en la dcada 50). Y as muchsimos. Se

extienden hasta sus ltimos das (1941). Ese trabajo acerca de la lengua hopi estuvo muy

vinculado a la obra investigativa del clebre lingista Edward Sapir, toda vez que hizo equipo

vivencial con l a principios de la dcada de los aos 30 a instancias de una labor

acadmica formal efectuada en la Universidad de Yale coordinada por ste y la cual, a decir

del propio Whorf, result asaz nutritiva para su produccin terica.

Whorf realiza en algunos renglones un cuidadoso anlisis comparativo entre varias

lenguas amerindias y entre stas y las europeas medias (o SAE, como las denomin

normalmente, sugerido por el acrnimo en ingls de Standard Average


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European). En tal estudio advierte, entre mil aspectos, que existen lenguas indoamericanas

entre las cuales resulta exiguo o prcticamente nulo algn isomorfismo en cuanto a sus

estructuras constitutivas; asimismo, que en algunas de stas est presente una riqueza con

respecto a sus recursos significantes la cual en alguna medida deja atrs a las lenguas SAE.

Se inscribe en la primera de las lneas de trabajo que se acaban de aludir, el estudio

comparativo de la lengua hopi con las lenguas nininat(propia del grupo indgena Nootka, de

la costa del Pacfico) y navajo (hablada hoy por hoy por minoras tnicas que hacen vida

entre Arizona, Utah y Nuevo Mxico). Destaca en se, la independencia de cada una de

estas lenguas, y en tanto ello, la diferencialidad existente en tal realidad.

EL ESTUDIO COMPARATIVO ENTRE LA LENGUA HOPI Y LAS LENGUAS EUROPEAS

MEDIAS (SAE)...

Se inscribe en la segunda de las lneas de trabajo que se acaban de aludir, el estudio

comparativo de la lengua hopi con las lenguas SAE.

En el trabajo investigativo que culmina en el recin referido ensayo Los Aspectos


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Preciso y Segmentativo en los Verbos de la Lengua Hopi 2, Whorf establece que los verbos

de esta estructura lingstica indoamericana poseen una muy alta variedad de expresiones y

voces. Registra nueve voces; a saber, intransitiva, transitiva, reflexiva, pasiva, semipasiva,

resultativa, pasiva diferida, posesiva y cesativa; asimismo, nueve aspectos (preciso,durativo, segmentativo, preciso-segmentativo, inceptivo, progresional, espacial, proyectivo y

continuativo) de los cuales en ese ensayo slo dos son tratados especficamente. Agrega

que

No existen los aspectos perfectivo e imperfectivo; dehecho, la lengua hopi no formaliza de este modo elcontraste entre cumplimiento e incumplimiento de laaccin. Sus aspectos formalizan diferentes variedades

del contraste entre punto y extensin deemplazamiento del fenmeno, hacindoloindiferentemente en tiempo, en espacio, o en ambos ala vez.3

2Whorf, Benjamin Lee.Lenguaje, Pensamiento y Realidad. Barral. Barcelona, 71. p. 67 y siguientes.

3Ibdem. p. 67.


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Asimismo seala:

Hemos observado cmo, con una consistencia perfectay no poca precisin cientfica, son clasificados todaclase de fenmenos vibrtiles de la naturaleza por

referencia a varios tipos elementales de procesos dedeformacin. (Tngase en cuenta que tratafundamentalmente de los aspectos preciso ysegmentativo de los verbos). El anlisis de esteaspecto de la naturaleza (a tenor de esta lengua) eslibre y tan armonioso con la fsica actual que se puedeextender, con gran propiedad, a una multiplicidad defenmenos que pertenecen por entero al modernomundo cientfico y tcnico -movimientos de maquinariay mecanismos, procesos ondulatorios y vibraciones,fenmenos elctricos y qumicos-, cosas que los hopi

nunca conocieron o imaginaron y para las que nosotrosmismos (hablantes de las SAE) no poseemos nombresdefinitivos.4

Tal versatilidad lingstica para significar las especificidades de lo real por va

ordinaria de uso (que no por va excepcionalmente matemtica de uso, como resulta en las

4Ibdem. p. 71.


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lenguas SAE) forma parte de una estructura ideosgnica en cuya corporeidad estn tambin

unas nociones acerca de espacio y tiempo, diferentes a las usadas a tenor de las lenguas

SAE. Un hablante equis de la lengua hopi -siguiendo a Whorf en Un Modelo Indio-

Americano del Universo5- el cual no conozca una lengua y una cultura distintas a las de su

sociedad, no tiene porqu poseer las mismas nociones de espacio y tiempo que tienen losusuarios de las lenguas SAE (nociones que a menudo se suponen son intuiciones

universales6).

En particular, un hopi no tiene una nocin o intuicingeneral de tiempo como un continuum que transcurreuniformemente y en el que todo lo que hay en eluniverso marcha a un mismo paso, fuera de un futuro,

a travs de un presente y procedente de un pasado(...). La lengua hopi no tiene palabras, formasgramaticales, construcciones o expresiones parareferirse directamente a lo que nosotros llamamostiempo (...). 7

5Ibdem. pp. 73-806Ibdem. p. 737dem.


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Los hopi poseen un cuadro de nociones y correspondientes signos acerca del cosmos

en el cual resultan fundamentales dos factores. Uno, el cual representa una dimensin

objetiva; otro, el cual representa una dimensin subjetiva. La primera, siguiendo a Whorf en

su anlisis, comprende todo aquello que es o ha sido accesible a los sentidos, lo que de

hecho es el universo fsico histrico, sin ningn intento de distinguir entre el presente y elpasado, pero excluyendo todo lo que nosotros llamamos futuro8. La segunda comprende

todo aquello que las lenguas SAE denotan como futuro...

Pero no simplemente esto; tambin incluye sin

distincin todo lo que llamamos mental; todo aquello

que aparece o existe en la mente o, como preferira

decir el hopi, en el corazn, y no se refiere solamente

al corazn del hombre, sino al de los animales, las

plantas, las cosas (...). Es el reino de la expectacin,

del deseo y del propsito (...). Este reino de lo

subjetivo (...) que se distingue del objetivo porque este

ltimo es el resultado del proceso universal de aqul,

8Ibdem. p. 75.


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tambin incluye un aspecto de existencia que nosotros

incluimos en el momento presente (aunque en la

lengua hopi se encuentra en el borde del reino de

subjetivo, todava pertenece a l). Se trata de aquello

que est empezando a ponerse de manifiesto (...) pero

que todava no se encuentra en la fase de ejecucincompleta9.

El hopi, aade Whorf, con su preferencia al uso de los verbos, en contraste con el

usuario de las lenguas SAE el cual apunta al uso ordinario de los nombres, convierte

perennemente aquello que para ese hablante de lengua europea es una proposicin acerca

de una cosa, en una proposicin acerca de un acontecimiento. Toda esa basta

diferencialidad, sostiene este perspicaz lingista, no coloca a esa lengua amerindia en un

estado deficitario. Bajo ningn respecto resulta admisible, pues, alguna superioridad de las

9Ibdem. pp. 75-76.


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lenguas SAE dada esa diferencia. La lengua hopi es capaz de explicar y describir

correctamente, en un sentido pragmtico u operacional, todo fenmeno observable del

universo 10.

LA TEORA DE LA RELATIVIDAD LINGSTICA...

Entonces formula Whorf en 1939 -apuntando hacia los momentos en los cuales

expresa con mayor claridad y consistencia conceptual todo su esfuerzo terico- estas

cuestiones:

Adquieren todos los hombres mediante la experiencia, una idea sustancialmente

similar sobre nuestros propios conceptos de tiempo, espacio y materia? 11

Acaso estos conceptos estn condicionados por la estructura de cada lengua en

particular?12

Qu apareci primero: los modelos del lenguaje, o las normas culturales?13

10Ibdem. p. 74.11Ibdem. p. 160.12dem.13dem.


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Considera Whorf que los procesos conforme a los cuales el ser humano reproduce

abstractamente lo real se hallan determinados por lo lingstico. Como quiera que hay

diferencias entre las lenguas y que se dan casos en los cuales tal diferencia es radical,

entonces la determinacin de lo lingual a lo cognitivo es diferencial y en ocasiones

radicalmente diferencial. Sin duda alguna, la obra de Benjamin Lee Whorf es interesante.Interesante y problematizadora. Estudiosos de alta calificacin le han dedicado esfuerzos

significativos para tocar fondo en la comprensin y evaluacin de ella. Entre sos, aparte de

Sapir14, claro est, Morris Swadesh, Stanley Newman, George Trager, Charles Voegelin,

Mary Haas y Walter Dyk15. Kluckhohn, Leighton, Laura Thompson, Hoijer, Lenneberg y

Feuer16 . Fearing 17. Stuart Chase18 y Jhon B. Carroll. Ferruccio Rossi-Landi19. (Tambin

nosotros hemos abordado el estudio a la obra de Whorf en ocasiones diferentes) 20.

14 quien, como recin se dijo, trabaj estrechamente con l en la dcada 30. Carroll, en el trabajo biogrfico que conrespecto a Whorf hace (referido aqu en la nota-al-pie N1), dice que ste a lo mejor no hubiera podido madurar porcompleto sus dotes intelectuales en el campo de la lingstica si no se hubiera encontrado por casualidad con EdwardSapir(1884-1939), una autoridad internacional no slo en las lenguas indio-americanas, sino tambin en la ciencia general dellenguaje.15Discpulos de Sapir, de la Universidad de Yale.16quienes han diseado trabajos de significacin en diferentes tpicostericos y metodolgicos de la teora de la relatividad lingstica16quienes han diseado trabajos de significacin en diferentes tpicos tericos y metodolgicos de la teora de larelatividad lingstica.17referido a propsito de la obra de Whorf, por Ludwig Von Bertalanffy en Teora General de los Sistemas.18Prologuista de la obra citada en la nota-al-pie N2.19quien le dedica alta atencin en su obra Ideologas de la Relatividad Lingstica.


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Chase expresa en el prlogo deLenguaje, Pensamiento y Realidad21:

Como escritor, siempre me ha interesado la semntica.

Opino que a un escritor no le hace ningn dao

conocer el tema sobre el que habla Whorf. El ha

aportado una considerable contribucin a la semntica,

utilizando la lingstica como herramienta para analizar

el significado de las palabras. No le puede ignorar

ningn filsofo de la ciencia, o cientfico de la filosofa.

Como l mismo afirm atrevidamente, la lingstica es

fundamental para la teora del pensamiento y para el

ltimo anlisis de todas las ciencias humanas.

Carroll, con perspicacia, expone: Uno se pregunta qu es lo que convierte la nocin

de la relatividad lingstica en algo tan fascinante (...). Quiz sea la sugerencia de que toda

20En 1983, en oportunidad de nuestra participacin en el Curso de Doctorado en Ciencias Sociales dela Universidad Central de Venezuela. En el artculo Lenguaje-Pensamiento-Realidad; peridico ElImpulso, Barquisimeto (Venezuela), 22-10-89, pgina literaria. Y desde 1990, a instancias de laadministracin de la unidad curricular Filosofa de la Ciencia (Curso de Maestra en InvestigacinEducacional; Universidad Pedaggica Experimental Libertador, Venezuela).21 Whorf...Ob. cit. p. 8.


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la vida de uno ha sido estafada (sin advertirlo) por la estructura del lenguaje, obligndonos a

percibir la realidad de cierta forma22.

LA TEORA DE LA RELATIVIDAD LINGSTICA Y EL DISCURSO CIENTFICO-SOCIAL.

UNA PREGUNTA PARA EL DEBATE...

Resulta harto pertinente plantearse ahora lo siguiente: si, siguiendo a Whorf y

Sapir, lo lingstico ejerce sobre lo cognitivo una influencia que puede resultar

determinante y, asimismo, esa influencia traza una diferencialidad habida cuenta la

singularidad corporal de cada lengua, entonces cmo hacer tericamente con la

concepcin normalmente sostenida de que el discurso cientfico-social representa,

significa, al objeto-social en trminos concreto-totales?. De ser vlida la teora de la

relatividad lingstica, cmo es que el discurso cientfico-social habra de

representar al objeto-social trascendiendo necesariamente obstculos de diversos

cuos; a saber, ideolgicos, lingsticos, etc.?

No hay duda que estas interrogantes estimulan sensiblemente la necesidad de asumir

el reto terico de profundizar el tratamiento de los factores que afectan de manera

22Ibdem. Introduccin.


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importante el discurso cientfico-social, a travs del respectivo estudio del cmulo de

problemas que complejamente hacen vida en tal accin de influencia.


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CAPITULO 2.

EL DISCURSO CIENTIFICO-SOCIAL Y EL

PROBLEMA DE LAS DETERMINACIONES.

UNA PROPOSICIN PARA EL TRABAJO...


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Consideramos que el discurso cientfico-social es una composicin de signos

que hace plstico un provisional acoplamiento lgico entre los trminos disciplinarios

de movimiento propios del objeto-social, lo cual ha de ser el factor determinante, y los

trminos disciplinarios del cuerpo de conceptos fraguado pertinentemente a alturas

del ltimo momento de la investigacin.

Tngase en cuenta que

En cuanto la ciencia inicia su propia exposicin,estamos ya ante el resultado de una investigacin y deuna asimilacin crtico-cientfica de la materia. Elcomienzo de la exposicin es ya un resultado mediato,que contiene en germen la estructura de toda la obra.

Pero lo que puede y debe ser el comienzo de laexposicin, o sea, del desarrollo cientfico (exgesis)de la problemtica, no es conocido todava alcomienzo de la investigacin. El inicio de laexposicin y el inicio de la investigacin son cosasdistintas. El comienzo de la investigacin es casual yarbitrario, en tanto que el de la exposicin esnecesario.23

23KOSK, KAREL. Dialctica de lo Concreto. Grijalbo. Mxico, 67. p. 50


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Es que el discurso cientfico-social, en tanto exposicin, es la exgesis (dimensin

terica) del objeto social (dimensin prctica), hecha signo.

As, por una parte, ha tenido que implicar el fragor arbitrario, accidental, de lo

exploratorio (el trabajo investigativo), y, por otra, encarna el carcter riguroso del conceptoforjado necesariamente a travs de un modelo disciplinario de razn.

Cabe preguntarse ahora, qu debe ocurrir en el plano de lo exploratorio y en el plano

de lo racional para que un discurso que se plantee representar el objeto-social, pueda ser

denotado como solucionador (provisional, claro est) de la dicotoma:

Disciplina del sistema de movimiento de ese objeto,

Disciplina del sistema de conceptos fraguado a alturas del ltimo momento de la

investigacin?

Qu es lo que evidencia el papel determinante que en la constitucin del discurso

cientfico-social, ejerce ladisciplina del sistema de movimiento del objeto-social?Habida

cuenta tal determinante, qu relacin trazan en esa constitucin abstracta, el concepto y

el signo?


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Est perfectamente claro que para elucidar tales cuestiones, no resulta satisfactorio

el hbito -no inusual, por cierto- de evadir el trabajo reflexivo y aceptar por antonomasia o

por inefabilidad las nociones tradicionales que al respecto existen en los distintos hbitats de

las teoras oficiales. Se hace imprescindible, por el contrario, desbrozar caminos usados

(los cuales por usados no siempre resultan estriles) y caminos nuevos (los cuales pornuevos no siempre resultan frtiles) e ir pujando a punta de tal fragor, un cuerpo de ideas

que toque fondo en el asunto nuclear de las referidas demandas epistemolgicas.


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CAPITULO 3

EL DISCURSO CIENTIFICO-SOCIAL EN EL

PLANO EXPLORATORIO


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El trabajo investigativo es, como ya se ha apuntado aqu, una prctica de carcter

arbitrario. Y es as, no obstante la intencin que en s siempre lleva, de ser riguroso. La

rigurosidad, como tambin se apunto aqu, se logra al final; vale decir, la exposicin, el

discurso.

En cuanto al objeto-social se refiere, esta accin indagatoria va trazando un mtodo. Un

mtodo investigativo-social el cual hace suyos en el trabajo, determinados: modelo

disciplinario de razn, modelo de consideracin acerca de la causalidad en el objeto en

cuestin, y modelo de verificacin del concepto.

3.1. EL MTODO HIPOTTICO-DEDUCTIVO EN EL OBJETO SOCIAL...

El mtodo hipottico-deductivo, como se sabe, es de usual aplicacin en el objeto-

social.

Aludiendo el asunto histrico correspondiente a la forja de este mtodo, Nez Tenorio

seala:

Frente a la vieja deduccin silogstica de Aristteles,

Bacon propone el mtodo inductivo. Transformar el


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sentido del discurso cientfico. Se trata de partir de lascosas concretas, de lo singular, para ascender aformulaciones generales valederas cientficamente. Elconocimiento cientfico deber contar entonces dehiptesis, construccin previa de la probableexplicacin del fenmeno, y luego, el experimento,que vendra a comprobar fcticamente lo observado y

sealado por aqulla. Desde luego se trata de unainduccin incompleta, que de ninguna manera puedeabarcar, ni en la observacin ni en el experimento,todos y cada uno de los casos singulares a los cualesest referida dicha hiptesis. Sin embargo, el mtodoinductivo propuesto se mantuvo siempre en una esferameramente orientativa, ideolgica, no pudo operar enconcreto en un dominio determinado de conocimiento.Incluso pas por alto el valor instrumental de lasmatemticas. Estas deficiencias de la teorametodolgica baconiana tendrn su superacin con la

obra cientfica de Galileo Galilei.24

Sin duda alguna que al aporte significativo de Bacon, se suma en plan extrapolante, el

trabajo de Kepler y el trabajo del recin referido aqu, Galileo. La colocacin del arsenal

24 Nez Tenorio, J.R. Introduccin a la Ciencia. Nueva Izquierda. Caracas, 73. p.112.


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eidtico de la matemtica al servicio de la prctica terica conforme a la cual se comprende

el movimiento necesario de la naturaleza, tuvo que ver altamente con la labor de ellos.

Galileo aplic a la naturaleza en general, el mtodo inductivo-experimental, auscultando as

las leyes universales del movimiento y creando las bases mismas de la mecnica, gracias a

la forja de la cinemtica, posteriormente cristalizada en la obra de Newton25

.

Es un mtodo que nace al calor de la conformacin de la ciencia fsica y cuya

aplicacin a la luz de los das de hoy excede el campo de sa, pasando as -a juicio de

algunos, por va de asimilacin; a juicio de otros, por va natural- al campo de la ciencia

social.

Como es bueno recordar, clsicamente le son reconocidas cuatro fases generales:

Observacin de abordaje, hiptesis, experimentacin y probabilidad.26

25Ibdem. p.113.26 La fase de observacin de abordaje, como se puede advertir, contempla una accin de vincularse primaria yelementalmente con el objeto en plan de obtener de ste, una nocin somera de su cualidad y de su cantidad para losefectos de satisfacer la necesidad de intentar, por un lado, delimitar el asunto, y por otro lado, ordenar las pulsionesinvestigativas del sujeto que indaga. Es una instancia metdica en cuyo contexto se dan paradojas e incertidumbres lascuales tienen que ver con el clebre planteamiento de Platn de que nadie puede investigar aquello de lo cual nada sabe,ni aquello de lo cual todo sabe, toda vez que no indagara lo que sabe, ya que lo sabe. Ni indagara lo que no sabe ya queni siquiera sabra lo que debe investigar.

La fase de la hiptesis se asume a la luz de la armadura terico-prctica proporcionada por la anterior fase. Estainstancia metdica consiste en plantear en trminos especulativos, apriorsticos, una relacin de causalidad -o en su


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Ahora bien; en lo que se refiere a la investigacin cientfica especficamente del

objeto-social (etapa que, como ya se ha dicho, precede a la de la elaboracin del discurso

cientfico-social -cuyos problemas objetivos y racionales pretendemos aqu tratar en plan

crtico-), resulta pertinente preguntarse a estas alturas lo siguiente: Cul es el modelodisciplinario de razn que signa tal trabajo indagatorio a tenor del mtodo hipottico-

deductivo?; qu modelo de causalidad es el que hace suyo ese mtodo cientfico-social?;

cul modelo de objetivacin asume?.

defecto, de concomitancia- entre el fenmeno o el problema que se toma por objeto, y otro factor. Adems de la intuicin,la informacin terica acerca del objeto, resulta harto importante en esta fase del mtodo hipottico-deductivo. La hiptesises una veta que gua el proceso vivo de indagacin. Tiene, entre mil aspectos, que precisar qu tipos de hechos estn

previstos para que justamente el experimento, en su funcin verificativa, convalide o no semejante supuesto (Ibdem. p.120).La experimentacin es la fase del mtodo en el cual se precisan en la prctica los trminos en los cuales la hiptesis

formulada revela o no, la realidad. Es, por lo tanto, una observacin; una observacin ms compleja que lacorrespondiente a la primera fase. A travs del experimento (modo de existencia tpico de esta instancia metdica,adems, apoyo esencial del correspondiente criterio de verificacin -sobre todo en el campo de la ciencia natural -), seprovoca el fenmeno o el problema que se estudia; se controla su desarrollo. Se provoca, asimismo, el otro factor previstoen la hiptesis, y se coloca en posicin de que se d en algn trmino una relacin con aqul de suerte de, habiendotomado las previsiones tcnicas del caso, advertir cognitivamente en esa prctica ensaystica, los resultados.

La probabilidad es la ltima fase del mtodo. Como quiera que este proceso hipottico-deductivo no ataca elfenomenaje natural o la problemtica social, en totalidad, sino en sectores, en muestras, pues entonces los resultados quede dicho proceso han de obtenerse deben ser interpretados en trminos de prospeccin probabilstica. Como bien loseala Nez Tenorio en la obra citada (p. 125), Lo que se demuestra es la probabilidad mxima de que sea as como loseala la hiptesis, puesto que ha sido comprobado plenamente en el experimento de esa muestra.


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Bueno. Desde principios de la dcada que inicia 1970 hemos recibido una prdica en

torno al asunto, la cual si bien por tiempo prolongado nos satisfizo en medida importante,

hoy por hoy lo logra en menor medida.27

En cuanto a lo primero, Nez Tenorio28 plantea que el mtodo hipottico-

experimental (vale decir, hipottico.deductivo) constituye el complemento necesario almtodo abstracto-deductivo (el cual es el mtodo de la matemtica). Los dos corresponden

a lo mismo pero con direcciones de desarrollo invertidas; como las caras de una misma

moneda. En consecuencia, la razn inherente al aspecto hipottico-experimental sigue

siendo el juego de la razn lgico-formal, analtico-pura, caracterstico del aspecto abstracto-

deductivo.

As como el referido epistemlogo relaciona en grado sumo el mtodo hipottico-

deductivo con la razn analtica, tambin vincula -y esto tiene que ver con la segunda de las

preguntas que recin nos planteamos- este mtodo con el modelo de causalidad lineal.

27 Y nos ha venido llegando a travs de dismiles medios: conferencias, piezas de prensa, libros (el que la vienerecogiendo ms claramente es el ya citado Introduccin a la Ciencia, casi con una veintena de ediciones de cortebastante parecido). La valoramos asaz.28Nez Tenorio...Ob. cit. p. 162.


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Es indudable que en el plano de las ciencias naturaleselementales (fsica, qumica, biologa, etc.) estasciencias trabajan con elementos que podemos llamarhechos, fenmenos. (...). En el plano de lo factualhay un criterio de causalidad de tipo lineal, con el cualse opera en el descubrimiento de las leyes elementalesdel movimiento de la naturaleza. El criterio que priva

all es el de una causalidad lineal, mecnica, productodel enfoque fctico que predomina en las cienciasnaturales (...).29

Pero para el caso de la investigacin cientfico-social, este mtodo resulta en gran

medida insatisfactorio. Las ciencias sociales estudian en lugar de hechos, relaciones; en

vez de fenmenos, procesos; y no examinan elementos sino estructuras 30 ; de ah que la

causalidad a la cual la accin indagatoria propia del mtodo cientfico-social apunta, sea

estructural. Que no la causalidad lineal, la cual -siguiendo a Nez- ha de ser la

consustanciada con el hipottico-deductivo. Una investigacin terico-histrica no parte del

hecho emprico (como se pretendi transplantar mecnicamente del mtodo hipottico-

29Ibdem. pp. 88-89.30Nez Tenorio, J. R. La Teora como Fuerza de la Historia. En peridico El Nacional. Caracas, 14-07-84. p. A-4.


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deductivo) sino propiamente de las categoras fundamentales que la teora del proceso

social haya podido manifestar31 .En cuanto al criterio de verificacin propio del mtodo

hipottico-deductivo, como ya se seal en la nota-al-pie 26, est claro que es el

experimento.

J. R. Nez Tenorio.

Pero acaso con lo recin planteado aqu, podemos darnos por satisfechos en

cuanto a las razones en virtud de las cuales el discurso cientfico-social es determinado porel movimiento del objeto respectivo?; que, habida cuenta que en el plano exploratorio el

discurso cientfico-social traza el ordenamiento disciplinario propio del mtodo hipottico-

deductivo, es inferible entonces que sea una realidad tal determinacin objetivo-discursiva?

Evidentemente que no. Falta mucha madeja que cortar.La complejidad del objeto-social, sin

31dem.


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duda alguna, demanda para su estudio en plan cientfico, un mtodo que trascienda los

lmites de las capacidades heursticas del hipottico-deductivo.

3.2. EL MTODO DIALCTICO-CONCRETO EN EL OBJETO SOCIAL...

El objeto-social no solamente esen cuanto tal, sino que adems es susceptible atener conciencia. No sucede lo mismo en el objeto-natural. Siendo, pues, susceptible el

objeto-social de poseer conciencia, el estudio que sobre l ha de hacerse parte tanto del

hecho en s (pulsin fctica) como de la teora histrica que sobre tal objeto-social existe

(pulsin terica). Parte tanto del concreto-real como de la teora histrica que acerca del

objeto-social hay en el momento histrico en cuyo relieve se hace la indagacin.Claro; de la

teora histrica que sea capaz de convocar el tratamiento reflexivo. (Acerca de la calidad

disciplinaria -su raigambre cientfica, o cognofalseante, en fin- de esa teora histrica, nos

referiremos ms adelante).

3.2.1. LA FASE HECHO-NOCIONAL...

En principio, la teora histrica (aqulla que es capaz de convocar), ofrece una

informacin. Una informacin que no obstante de ser catica, hace lo propio; invita. Parece

lo correcto comenzar por lo que hay de concreto y real en los datos plantea Marx en el


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Prlogo a la Contribucin a la Crtica de la Economa Poltica 32, aunque ms adelante

advierte muy claramente la vocacin de ser superficial y hasta falseante, esa expresin

inicial de la teora en plan de profundizacin cognitiva. Aunque lo concreto (real) sea para el

trabajo investigativo el verdadero punto de partida y, por consiguiente, el punto de partida

tambin de la percepcin y de la representacin33 , ste, el concreto-real, deviene en este

momento de arrancada del trabajo indagatorio, como facto y como teora catica. Hecho ynocin que se vinculan defectuosamente.

Marx dice:

Cuando estudiamos un pas determinado desde elpunto de vista econmico-poltico, comenzamosusualmente por su poblacin, la divisin gruesa de staen segmentos, su establecimiento en las ciudades, en

los campos, a orillas del mar, las distintas ramas deproduccin, la exportacin y la importacin, laproduccin y el consumo anuales, los precios de lasmercancas, etc.34

32Marx, Karl. Contribucin a la Crtica de la Economa Poltica. Alberto Corazn. Madrid, 70. p.368.33Ob. cit. p. 269.34Marx, Karl. Contribucin a la Crtica de la Economa Poltica. Edicin especial. Caracas, 2010. p.300.


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Luego aade:

Pero, bien mirado el asunto, este mtodo serafalseante. La poblacin es una abstraccin si dejo a unlado el elemento de poder de clases, en el cual lapoblacin en cuestin posee. Estas clases son, a suvez, una palabra sin sentido si ignoro los elementos

sobre los cuales reposan, por ejemplo: el trabajoasalariado, el capital, etc. El capital, por ejemplo, no esnada sin trabajo asalariado, sin valor, dinero, precios,etctera. Si comenzase, pues, por la poblacin,resultara una representacin catica del todo, y pormedio de una representacin ms estricta, llegara (...)siempre ms lejos (...).35

Pero para pasar de lo hecho-nocional a, como dice Marx, una representacin ms

estricta, se necesita haber agotado su contexto en tanto fase metdica. Por ello, resultaharto menester no slo revisar en plan crtico esa teora desordenada, sino tratar el objeto-

social a tenor del arsenal disciplinario encarnado en el mtodo hipottico-deductivo (el

modelo de razn suyo; su criterio de causalidad; su criterio de verificacin). La aspiracin a

35Idem.


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una representacin ms estricta, tiene que ver con un insumo cuyo procesamiento complejo

slo es posible cuando se ha transcendido la referida instancia hecho-nocional. Ese insumo

en buena parte es la teora de la totalidad del objeto-social.

Karl Marx.

La Info rmacin Fact o-Percep tib le y la Teora Histric a Inic ial (Arb itraria)...

Pero, hagamos algunas precisiones.

Nez Tenorio seala (en ocasin, por cierto, de un trabajo para cuya construccin

compartimos voluntades; 1979-1983) que en la investigacin de la problemtica histrico-


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social la instancia de la empiria real cumple un papel meramente auxiliar, que aspira darle

contorno a la exposicin (del trabajo indagatorio). or supuesto, ella es necesaria. Pero nada

ms.36Claro; hoy por hoy apuntaramos explcitamente que en tal trabajo investigativo, la

instancia de -utili-zando la expresin del mismo Nez Tenorio- la empiria reales, como la

de la teora histrica, fundamental, ms que meramente auxiliar. Asimismo; si bien es

importante para la exposicin, en esa misma medida es importante para la labor indagatoriaque tal exposicin (que tal discurso) resuelve cognitivamente en trminos provisionales. La

instancia de la empiria real y la instancia de la teora histrica resultan isomrficamente

fundamentales para la investigacin cientfico-social (y, por ende, para el discurso a cuyo

contexto va dirigido).

Nez Tenorio adems plantea:

La investigacin de la problemtica histrico-social nopuede partir de la observacin de los hechos, de laexperiencia directa de la prctica, del contactoinmediatista con la realidad... como acostumbra sealarel positivismo de viejo y nuevo cuo. Esta investigacinse caracteriza, al contrario, por asumir el cuerpo de lahistoria en su totalidad, praxis y teora, estructura y

36 Nez Tenorio, J.R. De la Empiria Revolucinaria a una Teora de la Revolucin, Prlogo a : Moreno, Alexander.Antologa del Pensamiento Revolucionario Venezolano. Centauro. Caracas, 83. p. 9.


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super-estructura, ser social y conciencia social comoconcrecin histrica.37

Eso nos lleva a advertir dos tendencias a extraviar el camino exploratorio a este nivel

hecho-nocional. La primera, como bien lo seala Nez Tenorio, estriba en exagerar la

importancia que para el abordaje de la investigacin tiene el asunto factual, el hecho en s, elconcreto-real. La segunda tendencia, quiz no menos perversa, radica en sobre-estimar la

significacin de la teora histrica.

Si en la prctica real y cotidiana, el objeto-social se presentase conforme a su

esencia, la primera de las tendencias quiz no encarnara una vocacin tan desorientadora.

Pero es que la esencia y la apariencia propias del objeto-social se expresan al fragor de la

prctica real y cotidiana, de manera arbitraria. Arbitrariedad preada de contradicciones.

Contradicciones preadas hasta de antpodas. Abordar la investigacin cientfico-social

preponderando el facto, la empiria real, es, pues, un acto el cual indefectiblemente habr de

conducir a un trabajo miope que a su vez conducir a un discurso incapaz de tocar fondo en

la reproduccin abstracta de lo real-social.

37Idem.


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Pero si en tal momento de la investigacin, por otra parte, se prepondera el asunto

terico a despecho de lo emprico, pues la cuestin corre el significativo riesgo de transitar

por un terreno especulativo.

En esta fase hecho-nocional de la que nos ocupamos ahora, hay, pues, dos fuentesde informacin acerca del objeto-social cuyo tratamiento en plan cientfico se aborda. Tanto

una, la que proviene del estudio hipottico-deductivo del hecho, como otra, la que proviene

de la teora histrica que se tiene en tal coyuntura, tienen que ser relacionadas de manera

compleja. La racionalidad analtica, el modelo de causalidad lineal y el modelo de

verificacin experimental, tan consustanciados con los elementos bsicos de la informacin

facto-perceptible (obtenida por el mtodo hipottico-deductivo) se ven propendidos a

complejizarse ante la demanda que plantea la informacin histrica la cual

fundamentalmente, por tener un carcter general, ha de trazar de alguna manera, por un

lado, una racionalidad transcendente de los principios-guas de identidad y no-contradiccin,

por otro lado, la relacin variable dependiente-variable independiente, y por el otro lado, la

comprobacin de laboratorio.

El momento hecho-nocional -y esto hay que tenerlo muy en cuenta- es una fase

inicial. Una f ase inicial la cual tiene que ser trascendida en plan de lograr reproducir lo


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concreto por va mental. Una fase inicial que si bien tiende a la concrecin de pensamiento

(husped del discurso que nos ocupa), no lo logra todava. Y no lo logra todava dado,

entre otros factores, a la falta del momento de cualificacin de la teora general que se tiene,

ya que an los insumos de trabajo heurstico que representa la informacin facto-perceptible,

no han hecho su labor de alimentar el proceso.

El mtodo dialctico-concreto es dialctico desde su primera fase. La garanta de

que sea dialctico en esa primera instancia la colocan: la informacin facto-perceptible

acerca del objeto-social (ofrecida por el mtodo hipottico-deductivo) y la informacin

general que en cuanto a ese objeto proporciona la teora histrica.

El Riesgo de la Seudo -Concrecin...

Ese par de insumos, esa informacin hecho-nocional, puede ser


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cognofalseante, ideolgica. Puede ser, tomando la expresin de Kosk, seudoconcreta.

El mundo de la seudoconcrecin es un claroscuro deverdad y engao. Su elemento propio es el doblesentido. El fenmeno muestra la esencia y, al mismotiempo, la oculta. La esencia se manifiesta en elfenmeno, pero slo de manera inadecuada,

parcialmente, en algunas de sus facetas y ciertosaspectos. El fenmeno indica algo que no es l mismo,y existe solamente gracias a su contrario. La esenciano se da inmediatamente; es mediatizada por elfenmeno y se muestra, por tanto, en algo distinto de loque es.38

Eso es as, amn de que el mtodo hipottico-deductivo haga lo suyo de manera

eficiente; asimismo, amn de que la informacin histrica que se tiene en el tiempo en el

cual se haga la investigacin, sea harto capaz de convocar al estudio en plan cientfico. Ello,

en tanto primer momento de la investigacin cientfico-social, no es suficiente. La

insuficiencia puede ser tan importante que puede encarnar -siguiendo a Kosk-

seudoconcrecin. Seudoconcrecin toda vez que la informacin facto-perceptible puede

38Kosk...Ob. cit.. p. 27


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encubrir la esencia del objeto-social, aunque a lo mejor sea explcita en la epidermis del

asunto, en la apariencia del hecho, en el contexto fenomnico. Seudoconcrecin toda vez

que la informacin global, histrica que se tiene, an no puede ser sometida a la necesaria

crtica superior (para la cual, aquella informacin facto-perceptible habr de coadyuvar

significativamente). Seudoconcrecin toda vez que el concreto que se quiere reproducir en

el pensamiento es el concreto-real; concreto-real que todava no ha sido sujeto dereproduccin mental hecha discurso.

Tngase en cuenta que, como bien dice Marx,

Lo concreto es concreto, porque es la sntesis demuchas determinaciones; es decir, unidad de lodiverso. Por eso lo concreto aparece en elpensamiento como proceso de sntesis, como

resultado, y no como punto de partida, aunque sea elverdadero punto de partida y, por consiguiente, elpunto de partida tambin de la percepcin y de larepresentacin.39

A lo que se quiere llegar en la investigacin cientfico-social es al concreto-real-social,

hecho pensamiento, hecho signo. El discurso cientfico-social, as, es la representacin

sgnica del concreto de pensamiento. La concrecin mental se hace plstica en el discurso.

39Marx... Ob. cit. p. 269.


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La concrecin mental del concreto-real-social se hace plstica en el discurso cientfico-

social.

3.2.2. LA FASE ESPIRAL...

Para ello, se hace menester entonces agotar esa fase hecho-nocional, y pasar a

otra fase ms compleja. Se hace necesario tomar ese par de informaciones como filones

para los efectos de profundizar el proceso investigativo-social. Trascender la dimensin

balbuciente de la dialctica, encarnada en esa fase hecho-nocional, y, as, apuntar hacia una

instancia nueva en la cual la prctica terica trace un movimiento dialctico ms, digmoslo

as, libre de manos.


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Para el desarrollo de esa nueva etapa, se hace ineluctable la crtica tanto de la

informacin facto-perceptible como de la informacin general que se tiene por va de la

teora histrica. Tal crtica ha de ser bidireccional e integradora; y tiene que estar motivada a

coadyuvar al logro de la unin, de la imbricacin, del acoplamiento, del concepto hecho

signo a punta del trabajo arbitrario de la investigacin, con el movimiento real que acontece

en el objeto-social, tanto en trminos totales como en trminos concretos.

La Crtic a...

Esa crtica se plantea justipreciar las respectivas vocaciones de filones cognitivos que

pueden tener cada una de las informaciones.

La informacin facto-perceptible es una primera aproximacin, jams desestimable.

Con todos los riesgos de seudoconcrecin, es importante. Su consideracin crtica para el

trabajo es inexcusable; claro, para el trabajo indagatorio el cual perennemente considerar,

crticamente tambin, la informacin total. La crtica a la informacin general que se trae de

la fase hecho-nocional est dirigida a calificarla. A calificarla para la prosecucin del trabajo

indagatorio el cual se pretende que concluya en el discurso cientfico-social; es decir, en la

reproduccin abstracta, hecha signo, del concreto-real.


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La Teo ra del Mo do de Pro du cc in Capitalis ta...

En tal direccin se ha inscrito la obra cientfica de Marx; vale decir, la teora del modo

de produccin capitalista. Tal obra cientfica, la economa-poltica-del-capitalismo,

constituye hoy por hoy una referencia harto importante para el trabajo investigativo vinculadoal mtodo dialctico-concreto.

El concepto histrico de Marx modo de produccinasume legitimacin cientfica a partir de la categoraeconmica modo de produccin capitalista,concretizado por Marx en El Capital. El marxismo nocomulga con una teora abstracta del modo deproduccin en general, supuestamente valedero paracualesquiera modo histrico de produccin. Los modos

de produccin asumen formas histricas concretas. Noexiste en la realidad histrica ningn modo deproduccin en abstracto. En el caso contemporneoque nos ocupa, la forma histrica y concreta es elcapitalismo. Por tanto, si bien es una desviacinmetdica formalista hablar de modo de produccin engeneral, sin referencia al modo de produccincapitalista, es tambin una desviacin metdicaempirista, un empirismo muy rudo, pretender hablar porejemplo de modo de produccin capitalista venezolano.Justamente, ambos extremos, hijos de la misma

problemtica terica, son superados dialcticamente


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con la categora modo de produccin capitalista quees la que le proporciona concrecin de pensamiento, ypor lo tanto, cientificidad terica al concepto histricode modo de produccin.40

Y Nez Tenorio acierta. Logrando concrecin (de pensamiento) hecha signo, esta

teora hace suyas tanto la expresin especfica de su pertinente objeto a manera de modo

de produccin (el capitalista), como la expresin especfica de su pertinente objeto a manera

de formacin social capitalista (la inglesa del siglo XIX). Pero asimismo logra esta teora, ser

una referencia en trminos de totalidad. Y esto ltimo tiene que ver en mucho con la

vigencia histrica que a nivel planetario viene teniendo aquel modo de produccin que sa

asume como su objeto (vale decir, el capitalista) a travs de las formaciones sociales

capitalistas (y tambin aquellas que sin declararse tales, y que han ensayado modos de

produccin diferentes, acusan no obstante influencias del modo de produccin capitalista, y

hasta determinaciones).

Adems esta teora que nos ocupa ahora, ha establecido un modelo de razn (la

racionalidad dialctica), un modelo de causalidad (la causalidad estructural) y un modelo de

comprobacin (la objetivacin socio-histrica), los cuales trascienden cualitativamente los

40Nez Tenorio, J. R.La Izquierda y la Lucha por el Poder en Venezuela. Ateneo de Caracas. Caracas, 79. p. 173.


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modelos lgico-analticos, de causalidad lineal y de verificacin experimental (tpicos, segn

Nez Tenorio, del viejo mtodohipottico-deductivo)41

La Califi cac in de la Teora de lo Tot al...

Pero pasemos de una vez a preguntarnos: Acaso esa referencia de totalidad a la

cual recin nos referimos, es vlida para los efectos del trabajo propio del mtodo dialctico-

41 Claro... Una racionalidad dialctica la cual no ha logrado un nivel de calificacin comparable con el logrado por laracionalidad analtica (hoy por hoy, lgica analtica). De ah que siempre hemos cuestionado el hablar de lgica dialcticacomo si tal asunto existiera. En 1986 dijimos que la existencia de un cuerpo terico de esa monta habr de corresponderhistricamente con el comunismo, en tanto realidad libertadora a nivel planetario (El Discurso Cientfico y la Concrecinde pensamiento. p. 21).

Tambin dijimos...

Nez Tenorio nos viene diciendo que la construccin del cuerpo ideosgnico de la ciencia natural ha venido estandociscunscrita a la accin de guiatura racional de la lgica analtica y, asimismo, ha venido preponderando el criterio decausalidad lineal. Tambin nos viene diciendo que el diseo del cuerpo ideosgnico de la ciencia social ha venido utilizandocomo filn disciplinario de pensamiento a la razn dialctica e, igualmente, ha venido preponderando el criterio decausalidad estructural. Inferimos de lo recin trado a colacin que el patrn de evaluacin de racionalidad discursiva de laciencia natural habra de ser la lgica analtica y el criterio de causalidad lineal; as como el correspondiente a la cienciasocial habra de ser la razn dialctica y el criterio de causalidad estructural. Con respecto a lo que plantea Nez Tenorioen torno a la ciencia natural, consideramos que en principio el asunto es as; sinembargo, la condicin necesariamentedinmica y necesariamente estructural del fenomenaje natural y la exgesis que de ste viene haciendo la ciencia que hahecho suyo tal objeto, nos coloca en la pista de la estimacin de que de alguna manera esta ciencia ha venido asumiendomaterias en las cuales la contradiccin y el cambio y la causalidad estructural han tenido que participar. En qu trminoshabrase planteado esa asuncin, de manera tal que podamos vislumbrar un patrn de evaluacin de racionalidaddiscursiva de la ciencia natural basado en los prolegmenos de la razn dialctica y en el criterio de causalidadestructural?. Es tarea que la epistemologa actual tiene que deslindar... (pp. 18-19)


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concreto en cuanto a objetos sociales distintos al modo de produccin capitalista?. Esto es

importante.

Si se trata de una investigacin la cual tenga la motivacin de comprender y significar

una determinada formacin social capitalista, claro est que la teora del modo de

produccin capitalista (la economa poltica como ciencia) ser una referencia de carctertotal, imprescindible, inexcusable, ineluctable, para los fines consiguientes. Ser as,

teniendo en cuenta perfectamente claro que el trabajo a desarrollar no puede transitar por un

camino de simple deduccin, de burda inferencia. Ahora bien. Si se trata de un objeto-

social diferente al precitado, el asunto de esa referencia de totalidad se torna ms complejo.

El mtodo dialctico concreto en esta fase, la fase espiral, reclama, como ya lo hemos

apuntado, una teora de la totalidad ms calificada que la que se trae de la fase hecho-

nocional.

Tal teora de la totalidad, por lo tanto, debe ser sometida a la crtica. A la crtica en

relacin al carcter del pertinente objeto; a los principios-guas propios de la racionalidad

que encarna; al criterio de causalidad que lleva consigo; al criterio de objetivacin que

inhiere.


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De lo que se trata es contar en esta fase espiral con una teora de lo total lo

suficientemente calificada (a travs de la crtica, claro est) como para que la informacin

facto-perceptible que se trae se torne frtil. Frtil para coadyuvar al logro de la concrecin

de pensamiento: instancia de apoyatura al discurso cientfico-social.

El Re to qu e Of rece Sve...

Lucien Sve en su extraordinaria obra Marxismo y Teora de la Personalidad,

tratando de interpretar a Engels, expone que si el nacimiento de la filosofa marxista pone

fin a la quimera de un conocimiento filosfico de los objetos cientficos, seala, al mismo

tiempo, la aparicin de un conocimiento cientfico de los objetos filosficos.42 El

planteamiento es interesantsimo. Es hasta sugestivo. Pero un tanto riesgoso.

Curiosamente, el mismo Sve ms adelante aclara que el asunto expuesto no comporta el

sentido inaceptable de un intento encaminado a deducir o construir a priori (el contenido

concreto de alguna ciencia), a partir de los principios de una concepcin general del mundo,

sino en el sentido muy diverso de una ayuda (filosfica) aportada a la ciencia 43.

42Sve, Lucien. Marxismo y Teora de la Personalidad. Amorrortu. B. A., 72. p. 49.43Idem.


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Quiz el arrojo terico de Sve tiene que ver con su militancia terica44. Pero por

encima de todo, nos coloca en un punto de suyo interesante. El trabajo cientfico de Marx (la

teora del modo de produccin capitalista45) y su obra filosfica construida por y para ese

trabajo cientfico (el materialismo histrico46) se caracterizan por la permanente bsqueda de

las determinaciones. Y no encauza tal apetito cognitivo en sendas de corporeidades

intangibles. Enrumba la bsqueda hacia terrenos objetivos, tangibles, reales... materiales,histricos! Cuando Marx en su VI Tesissobre Feuerbachestablece que el hombre es en

esencia las relaciones sociales,47 expulsa mil extravos tericos (entre ellos, el abstracto-

historicismo hegeliano y el abstracto-individualismo feuerbachiano48): corrientes contra cuyos

44Lo que no nos molesta...45La economa poltica del capitalismo.46No vemos porqu no denominarlafilosofa cientfica.47Ver:Obras Escogidas de Marx, Engels y Lenin. Tomo I,p. 9.48

En 1989, en ocasin de una entrevista periodstica, dijimos...Para Marx la esencia humana es el conjunto de las relaciones sociales histricamente determinadas. La esencia humana,esa fuente de la cual emanaran complejamente las fuerzas que determinan la hominidad, de acuerdo a este pensador, esuna entidad objetiva, dinmica, y en tanto ello, observable, comprensible y factible de ser transformada.-P: Cmo se debati tal tesis en el contexto histrico en el cual aflor?No fue un parto fcil. Marx tuvo que confrontar tal tesis con no pocas de signo diferente. Hegel, por ejemplo, le asignabaa la esencia humana, un caracter inmaterial, abstracto, por un lado, y por el otro, histrico. Como se podr ver, hay all enprimer trmino una contradiccin frontal con la tesis de Marx; y en segundo trmino, una relativa coincidencia. Feuerbachpor su parte, sostena tambin que era una entidad de carcter abstracto (y obsrvese que aborda el asunto a partir deuna ptica no distinta a la de Hegel), e individual, no histrica. En esa harto fructfera discusin que se lleva a cabo en lospredios de la lite acadmica de la Europa del siglo XIX, Marx desactiva con vigor tanto la perversin abstracto-individualista feuerbachiana como el extravo abstracto-historicista hegeliano, y coloca el asunto en la pista del acierto. Ensu VI Tesis sobre Feuerbach, expone claramente: Pero la esencia humana no es algo abstracto inherente al individuoaisladamente. Es... el conjunto de las relaciones sociales. (...) Si concebimos la esencia humana como una dimensin


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planteamientos dedica buena parte de su esfuerzo, colocando al objeto-humano en el relieve

aqul el cual factibiliza la confrontacin teora-realidad (la historia real). La historia real que

se mueve en contradiccin y halla en sus relaciones materiales especficas, los factores que

la determinan complejamente. En el cuadro general de esta teora global de lo hominal,

habida cuenta la verosimilitud conceptual que encarna, se fragua la economa poltica delcapitalismocomo teora objetivable por va de la prctica socio-histrica, acerca del modo

de produccin especficamente capitalista, trazando en tal fragor cognitivo,una racionalidad

de nuevo tipo (la dialctica49), un modelo nuevo de causalidad (estructural50) y el recin

referido criterio de concrecin (asimismo, nuevo51).

inmaterial, cmo hacemos para estudiarla y comprenderla? No es posible observar, controlar, confrontar, medir aquello

que sera ajeno a la materia. Si la esencia de lo humano es material e histrica, vale decir, las relaciones sociales, resultarealmente verosmil investigar y comprender la lgica objetiva que traza la accin ineluctable de las determinaciones de lohominal. (Introduccin a la Idea Juche.www.alexandermoreno.com).49La cual se funda en las ontoguiaturas de contradiccin, cambio, nuevo incluido, totalidad-concre-ciny diferenciaesencia-apariencia. (Ver Apndice)50 Que prepondera el todo, el contexto general, por encima de las conexiones de variables planteadas como entesparitarios.51Es la prctica histrica, la prctica histrica especfica del capitalismo, la que hace evidente el carcter cientfico de lateora de Marx acerca del modo de produccin capitalista.Es manifiesto que lo que tiene en comn hoy el capitalismo central, el capitalismo desarrollado de los pases avanzados,con el capitalismo perifrico (...) es, justamente, la estructura econmica o aquel anlisis nucleado por Marx en torno almodo de produccin capitalista. Esto es evidente. La ley y las categoras fundamentales por medio de las cuales seenuncia dicha ley permiten la determinacin terica de esa regin de objetos: la ley de produccin de plusvala comoexpresin de la acumulacin de capital y la acumulacin de fuerza de trabajo. All, pues, donde impere la
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De lo Conc reto a lo Total y de lo Tot al a lo Concreto...

La fase espiral trasciende dialcticamente la fase hecho-nocional. Redimensiona la

informacin facto-perceptible a punta de la calificacin que al fragor de la crtica logra la

teora general; y redimensiona asimismo la teora general a punta de la calificacin que

al fragor de la crtica logra la informacin facto-perceptible. El mtodo que consiste en

elevarse de lo abstracto a lo concreto no es sino la manera de proceder del pensamiento,

para apropiarse de lo concreto, para reproducirlo mentalmente como cosa concreta; expone

magistralmente Marx 52. El todo, tal como aparece en el cerebro, como un todomental, es

un producto del cerebro pensante que se apropia del mundo de la nica manera que puede

hacerlo (...)53: concretamente, completaramos aqu.

Con acierto, Kosk interpreta a Marx:

Si la realidad es un conjunto dialctico y estructurado,el conocimiento concreto de la realidad consiste, no enuna sistemtica adicin de unos hechos a otros, y deunos conceptos a otros, sino en un proceso deconcretizacin, que procede del todo a las partes y de

determinacin del mundo de la plusvala nos topamos con el modo de produccin capitalista: sea la Inglaterra del siglo XIX,sea la Venezuela contempornea. (Nez Tenorio, J. R. La Izquierda y... p. 171)

52Marx... Ob. cit. p. 269.53Ibidem. 270.


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las partes al todo; del fenmeno a la esencia y de laesencia al fenmeno; de la totalidad a lascontradicciones (concretas) y de las contracciones(concretas) a la totalidad, y precisamente en esteproceso de correlacin en espiral, en el que todos losconceptos entran en movimiento recproco y seiluminan mutuamente, alcanza la concrecin.54

La fase espiral del mtodo dialctico-concreto es el momento ms representativo de

la crtica. De la crtica tanto a la teora total como a la informacin que facilita el mtodo

hipottico-deductivo a principio de la prctica terica. No se trata de una crtica la cual

monte su motivacin fundamental en algo ms ac o ms all del objeto (lo que

equivaldra, como suelen decir los detectives, a buscar el cadver ro arriba). No. La

crtica propia de la fase espiral va dirigida a la cosa mediante el puente necesario que

establece el par de informaciones que se trae de la fase hecho-nocional, en plan de calificar

el proceso integral de investigacin. Como quiera que la investigacin y el mtodo, en elproceso de produccin terica, han de estar harto vinculados entre s y stos con el objeto

(alfa y omega de ese proceso; alfa real y omega cognitivo-y-sgnico), la crtica pertinente ha

de ser unitaria. Unitaria, es de insistir, en tanto y en cuanto el proceso arranca del concreto

real (objeto-social) y culmina en el concreto-mental (discurso cientfico-social). En

circunstancias de referirse a un punto de vista expresado por Popper 55 en la clebre

54Kosk... Ob. cit. p. 62.55En su Tesis No. 12...


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(interesante y aparatosa, aadiramos) discusin epistemolgica de postrimeras de la

dcada sesenta, Adorno perspicazmente seala:

Si se interpreta la dependencia del mtodo respecto alobjeto, con el mismo rigor con el que viene implcita enalgunas determinaciones popperianas, como la de la

relevancia y el inters como patrones de medida delconocimiento social, no sera posible un trabajocientfico-social apoyado y dirigido al objeto real, sinoque el asunto se limitase a las especulaciones encuanto a la autocrtica, la reflexin sobre susenunciados, teoremas, mtodos y aparatosconceptuales.56

Aade Adorno:

El objeto debe gravitar con todo su peso en el mtodo yostentar en l su propia vigencia (...). Cuando la crticade las categoras terico-sociales se reduce a la crticadel mtodo y cuando la discrepancia entre concepto y

Lo que puede ser calificado de objetividad cientfica radica nica y exclusivamente en la tradicin crtica, esa tradicin que apesar de todas las resistencias, permite a menudo crticar un dogma dominante. Expresado de otra manera, la objetividadde la ciencia no es asunto individual de los diversos cientficos, sino el asunto social de su crtica recproca, de la amistosa-enemistosa divisin de trabajo de los cientficos, de su trabajo en equipo y tambin de su trabajo por caminos diferentes eincluso opuestos entre s. De ah que dependa parcialmente de esa vastaserie de relaciones sociales y polticas que encuanto a tal crtica la hacen posible. (La Lgica de las Ciencias Sociales. p. 18)56Adorno, Theodor W. Sobre la Lgica de las Ciencias Sociales. Grijalbo (Textos Vivos, 6). Mxico, 78. p. 38.


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objeto se produce a costa del objeto, que no es de loque se trata, lo que decide entonces es el contenido delteorema sujeto a crtica. La crtica no debe sermeramente formal, sino tambin material; si susconceptos han de ser verdaderos, una ciencia socialcrtica, no puede ser, por fuerza -y a tenor de su propiaidea-, sino crtica de la sociedad.57

Preponderar, pues, cuestin distinta al objeto, en la crtica terico-social, es algo as

como tener en claroscuro la ligazn dialctica determinativa que establece se con el

mtodo y con la razn instalada en la textura del trabajo investigativo y en la representacin

sgnica de ese concreto real a instancias de concreto pensado.

3.2.3. DE LA FASE ESPIRAL A LA FASE DE CONCRECIN DE PENSAMIENTO...

A alturas de la fase espiral, la informacin facto-perceptible y la nocin de totalidad

que se trae de la anterior fase, se confrontan, al fragor de la crtica, entre s, para propender

entonces a la cualificacin de ambas y a la construccin de un estadio superior de

conocimiento.

57Idem.


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Ese estadio superior de conocimiento estar impregnado de teora de lo total y

propender asimismo a volver a lo fctico, a lo concreto, pero con la riqueza apreciativa de

aquella teora general.

Qu racionalidad habr de trazar ese sometimiento a crtica y relacin compleja de

tales informaciones tradas de atrs y ahora, dado ello, redimensionadas?; qu causalidad

va trayendo consigo tal proceso investigativo?. Eso, claro est, es un asunto que lo define el

concreto; es un asunto, como recin dijimos, a posteriori. No obstante, la tradicin

cientfica sirve en ocasiones para mucho. No se trata de magnificar esta tradicin y mirar

con miopa los factores determinantes (como a veces parece hacerlo Popper); tampoco se

trata de tomar demasiado a pecho la til suspicacia (o ms bien perspicacia) de Strimska en

aquello de que las verdades nuevas conviven muy mal con las viejas certidumbres58. Es

un asunto (un reto) contradictorio el cual hay que asumir contradictoriamente.

58Strimska, Zdeneck. La Dialctica y las Dialcticas. Curso de Doctorado en Ciencias Sociales de la UniversidadCentral de Venezuela. Caracas, 81. p. 60.


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Es de estimar que principios-guas-de-razn (u ontoguiaturas dialcticas) como la

contradiccin, como el cambio, como el nuevo incluido, como la dificultad esencia-

apariencia, como las relaciones relatrivas y como la totalidad-concrecin, sean necesarios

para tal empresa. Las concreciones del desarrollo de sas slo el concreto las define

concretamente. Asimismo la causalidad estructural. La elevacin a lo abstractopropia deesta fase espiral implica, pues, la relacin dialctica, la confrontacin dialctica, la unidad

dialctica de la informacin facto-perceptible y la teora total. En esa confrontacin compleja

(en ese proceso de correlacin en espiral, como dice Kosk), as, se cualifica el

conocimiento, y se propende entonces hacia el retorno a lo concreto pero con la riqueza de

lo total, lo cual constituye el habitat del discurso cientfico-social. Strimska vuelve a

ayudarnos:


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Estamos en todo de acuerdo con los anlisis deJoseph Gable cuando muestra que en la aperturahacia la realidad, en la sensibilidad a los hechos,estriba la primera caracterstica del pensamientodialctico, y en las actitudes opuestas: la fuente detodo pensamiento no dialctico. Pero sigue siendocierto que la apertura hacia la realidad o hacia ciertosaspectos de la realidad es mucho ms fcil de

mantener a nivel de un pensamiento emprico-concretoque a nivel de un pensamiento terico dirigido hacia lageneralizacin no obstante indispensable para elconocimiento. No por ello se puede considerar a lageneralizacin como un mal necesario delconocimiento.59

En efecto. Lo concreto es concreto, como dice Marx. Se parte del concreto social,

en tanto realidad especfica, y al final se arriba por va del conocimiento a se nuevamente.

Para ello resulta necesario elevarse abstractamente al cuadro social general en cuya

corporeidad hace vida el concreto social que se quiere reproducir verazmente en el

pensamiento, para as, lograr en efecto reproducirlo y hacerlo plstico en el discurso

cientfico-social. La teora de lo total, como bien nos lo dijo recin Strimska, no es un mal

necesario. Es una necesidad difcil de satisfacer. Pero, necesidad al final de cuentas.

Como expresa Adorno,

59Strimska... Ob. cit. p. 61.


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No hay experimento capaz de probar fehacientementela dependencia de todo fenmeno social respecto a latotalidad, en la medida en que el todo, que preforma losfenmenos tangibles, jams resultar aprehensiblemediante mtodos particulares de ensayo. Y, sinembargo, la dependencia del hecho o elemento socialsometido a observacin respecto a la estructura globaltiene una validez mucho ms real que la de tales o

cuales datos verificados -aisladamente-.60

Y esa elevacin a lo total social puede implicar, a instancias preludiales y

elementales, circuitos o encadenamientos de informaciones facto-perceptibles hilvanadas

analticamente, pero que al ser procesadas dialcticamente, se cualifican.

Tngase en cuenta que las incursiones terico-analticas que se hacen en plan de

totalidad acusan, igual que las de carcter dialctico, el rasgo del cual Adorno hace

referencia; a saber, la imposibilidad de probar fehacientemente por va experimental la

dependencia de todo fenmeno social respecto a la totalidad. Habermas con precisin

expresa:

El concepto funcionalista de sistema propuesto por lasciencias sociales de inspiracin analtica no puede, encuanto a tal y de acuerdo con su propio sentidooperacional, ser confirmado ni refutado empricamente;ni las ms numerosas y mejor confirmadas hiptesis

60Adorno... Ob. cit. p. 60.


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legales podran probar que la estructura de la sociedadsatisface el concepto funcional que de acuerdo con elproceder analtico constituye el marco necesario de lasposibles covariancias. El concepto dialctico detotalidad exige, por el contrario, que los instrumentosanalticos y las estructuras sociales se entrecrucencomo ruedas dentadas.61

Es que la concrecin de pensamiento se erige sobre el relieve de la concrecin real.

Y como el concreto real est imbricado en la totalidad, el pensamiento que le sigue los pasos

a su lgica de movimiento tiene que elevarse abstractamente a lo total para arribar as de

nuevo a lo concreto pero por va mental. Es un proceso dialctico; en tanto ello, aspira a un

conocimiento que represente el objeto social en trminos concretos; para lo cual tiene que

representarlo en trminos totales. As, el concreto pensado tiene que ser confrontado con el

concreto real a travs de la guiatura de lo total. La objetivacin pertinente no es

experimental; es socio-histrica.

61Habermas, Jrgen. Teora Analtica de la Ciencia y la Dialctica. Grijalbo (Textos Vivos, 6). Mxico, 78. p. 60


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CAPITULO 4.

EL DISCURSO CIENTIFICO-SOCIAL COMO

SOBREVIVIENTE DEL PANDEMONIO DEL

LENGUAJE


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Valentn N. Voloshinov en su obra fundamental Markslzm i Filosofla Lazika62seala

visionariamente a finales de la dcada treinta del siglo XX (ante un mundo acadmico el cual

se le muestra impermeable63

) que la conciencia slo puede hospedarse en la imagen, en lapalabra, en el gesto significativo, etc. Fuera de este material, queda el puro acto fisiolgico

no iluminado por la conciencia, sin que los signos le hayan dado luz, sin que le hayan dado

significado64 . Si privamos a la conciencia de su contenido semitico, no quedara

absolutamente nada65. As, la conciencia la cual si bien reside en el individuo concreto es

una entidad esencialmente social, empalma el contenido ideolgico (en el sentido lato de la

categora) que le es propio, con el lenguaje en cuya urdimbre se fragua. Los signos surgen

solamente en el proceso de interaccin entre una conciencia individual y otra. Y la misma

conciencia individual est llena de signos. La conciencia es conciencia slo cuando se ha

llenado de contenido ideolgico (semitico), y por lo tanto, slo en el proceso de interaccin

62Llegada a nosotros a travs de la versin en espaol, de Ediciones Nueva Visin (Buenos Aires), con el ttulo El SignoIdeolgico y la Filosofa del Lenguaje.63Ladisdav Matieyka e I. R. Titunik sealan en elPrlogo de la Versin Inglesa (presentada en la referida edicin encastellano) que no obstante de que Voloshinov declar ser un terico marxista del lenguaje, fue vctima en la poca de1930 de fuertes adversidades polticas. Su obra, dentro de la URSS, fue -apuntan estos prologuistas- condenada alolvido durante largas dcadas. Su propio destino personal ha quedado en el misterio. Sinembargo, luego (algo antes dela CEI, y despus), Voloshinov se estudia normalmente.64Voloshinov, V. El Signo Ideolgico y la Filosofa del Lenguaje. Nueva Visin. B.A., 76. p. 24.65Idem.


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social66; apunta Voloshinov. La conciencia individual, aade, es tan slo un inquilino que se

aloja en el edificio social de los signos ideolgicos67. La idea, el concepto, la nocin, se

hospedan, tomando la grfica expresin de Voloshinov, en el signo. La palabra es el signo

por excelencia. Es ms; para que la idea cristalice como imagen, independientemente del

nivel de asociacin que guarde con lo real, y no se simplifique en una elemental pulsin que

amaga en desarrollarse y muere por falta de piso, necesariamente tiene que contar con el

signo que d viabilidad y aposento al proceso en cuestin, el cual, a final de cuentas, es deraigambre social e ideolgica. Tanto las leyes de la realidad de los procesos ideolgicos

como las de los signos sociales son las leyes de la comunicacin semitica y estn

directamente determinadas por el conjunto total de las leyes econmicas y sociales 68.

Valentn Voloshinov.

66Ibidem.p. 22.67Ibidem.p. 24.68Ibidem.


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Est claro, pues, que este agudo lingista sovitico ve a la idea y el signo como una

unidad dialctica la cual vive en la atmsfera de la ideologa, y en tanto ello, de la lucha

social. Los signos no aparecen entre los miembros cualesquiera de la especie Homo

Sapiens. Es esencial que los dos individuos (del territorio interindividual) estn organizados

socialmente, que compongan un grupo (una unidad social); slo entonces puede tomarforma entre ellos el medio de los signos69

Tal planteamiento70 nos lleva, por fortuna, a asentar que justamente el discurso

cientfico-social tiene que salvar la plyade de escollos la cual por va ideolgica 71se instala

en el tejido del lenguaje, dificultando, as, la tarea de significar al objeto en trminos

concreto-totales. El discurso cientfico-social es la solucin transhistrica de tal dificultad. Y

en ello est inscrito todo el complejo mundo de lo metodolgico, toda vez que es el objeto, el

objeto-social, el determinante.

El objeto social es representado transhistricamente por el discurso cientfico-social

en trminos concreto-totales salvando todo estigma ideolgico viviente en el lenguaje.

Hemos dicho: salvando todo estigma ideolgico viviente en el lenguaje; pero pudiramos

69Idem.70El cual vemos verosmil...71En el sentido lato y en el sentido de conciencia falseada de la expresin...


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decir mejor, transigiendo con Whorf y Sapir,salvando todo estigma ideolgico viviente

diferencialmente en cada lengua. Pero la verdad es que no hace falta. No hace falta. La

calificacin que toma el pensamiento al fragor del movimiento dialctico de la relacin de la

teora de lo total con la informacin facto-perceptible a instancias de la fase espiral, hace

poco significativo el riesgo de que el discurso social construido en plan cientfico acuse lahuella de la tendencia conceptual marcada por la cosmovisin (y la visin de la sociedad, por

lo tanto) ubicada detrs de la correspondiente lengua. De ah que no vale la pena militar en

algn temor signado por tal criterio. Por lo dems, toda lengua es expansiva. Y tal

expansibilidad se halla cada da ms potenciada por el carcter global de las determinantes

sociohistricas. Toda lengua es expansiva, y su expansibilidad es la respuesta ineludible a la

demanda (translingal) que impone el carcter global de las determinantes histricas de la

sociedad en cuyo concreto se mueve.

Totalidad social y concrecin social, hechas signo, constituyen el discurso cientfico-

social. Tarea llena de espinas y flores. Las espinas que histricamente ha encarnado el

dinero... Las flores de la utopa concretable; esa del cada cual segn su capacidad, cada

quien segn sus necesidades... palabra de Marx. Dinero espinoso se el cual un enero

veintiuno de mil


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ochocientos cincuenta y nueve lo obliga a decirle a su camarada Engels: creo que nadie

haya escrito sobre dinero con una falta tan absoluta de dinero como la ma. Flores como

las que la historia siempre le tendr en deuda... como las que al devenir deja, al final de su

Crtica del Programa de Gotha: Dixi et salvavi animam meam (He dicho y salvado mi

alma).


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SINOPSIS DEL CONTENIDO


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La teo ra de la re lat iv idad l ingst ic a(representada por Whorf y Sapir) resulta

ser pertinente e interesante para el estudio del asunto de la relacin lenguaje-pensamiento-

realidad. Destaca en el trabajo que hacen, la investigacin comparativa de la lengua Hopi

con las lenguas europeas medias (SAE). De se, obtienen la conclusin de que stas no

son ms desarrolladas (ms cualificada

libro discurso versión 2012

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