lección de escuela sabática 2do semestre 2011

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Personalmente, el Maestro afirmó: “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”; “el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Juan 6:63; Mateo 24:35). Y cuando las leemos en los libros del evangelio quedamos anonadados. Este es el maná espiritual que tendremos como alimento espiritual durante el próximo semestre. Este estudio es una maravillosa oportunidad para todos los que anhelan tener alimento espiritual. Regocijémonos todos en Él y oremos para que lo considerado pase a ser parte de nuestra experiencia y de nuestra vida ahora y por toda la eternidad. –Los hermanos y hermanas de la Asociación General

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  • L e c c i o n e s d e E s c u e l a S a b t i c a

    Vidaobray enseanzade Jess

    Jul-Dic 2011

  • 3El contenido de estas lecciones ha sido elabo-rado por la Asociacin General de la Sociedad Misionera Internacional Iglesia Adventista del Sptimo Da, Movimiento de Reforma625 West Avenue Cedartown, GA 30125 EE.UU.Telfono (+1) 770-748 0077 / Fax (+1) 770-748 0095 / e-Mail: [email protected]: www.sda1844.org

    Vida, obra y

    CONTENIDOIntroduccin ................................................................ 21. Verdaderos hermanos ............................................ 42. Reconciliacin .......................................................... 83. La misin final de Juan el bautista ........................ 124. El que da paz ...........................................................155. Calmando la tempestad ........................................ 19 (Lmina) ................................................................. 226. Sanidad por medio de un toque ............................ 237. Trabajando como misioneros .................................278. Alimento para las multitudes ................................ 329. Caminando sobre las aguas .................................. 3610. El pan de vida ....................................................... 4011. Limpiando la conciencia ......................................4412. La fe de una mujer pagana .................................. 4813. Seales antes de la fe?........................................ 52 Informe misionero de Bolivia ................................. 5614. La iglesia y su fundamento ...................................57 (Lmina) ................................................................ 6115. Si uno se niega a escuchar ................................... 6216. El seguidor de Cristo ............................................66 (Lmina) ................................................................. 7017. Una visin de la gloria ...........................................7118. Sanando a los enfermos mentales .......................7519. La contribucin al templo ................................... 7920. Dios tiene una perspectiva diferente .................. 8321. En la fiesta de los tabernculos ...........................8622. Enfrentando oposicin ........................................9023. Una pecadora perdonada ....................................9424. Verdad y libertad ................................................. 9725. De las tinieblas a la luz ....................................... 10126. Siguiendo al verdadero pastor .......................... 10527. Otros discpulos son enviados ........................... 109 Informe misionero de Hait ...................................113 Ao bblico .............................................................115 Bendiciones matinales (matutina) ....................... 116 Directorio nacional de iglesias ...............................175

    Lecciones deEscuela Sabtica

    Julio-Diciembre de 2011

    Direccin Editorial Ismael Carhuapoma Cuidado de Edicin Heberth Manihuari

    Diagramacin y Diseo Alejandro Rosero

    Lminas Frank Cangalaya Alejandro Rosero

    Diseo de tapa Frank Cangalaya

    Nombre:

    Telfono: Iglesia:

    Hecho el Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per N - 2010-13508PUBLICACIONES ASDIMOR S.A.C.Jr. Jess de Asn N 624 Urb. Villacampa - RmacPrimera edicin: 10.000 ejemplaresImpreso en los talleres grficos de PUBLICACIONES ASDIMORMayo, 2011

    enseanzas de Jess - II

  • 4INTRODUCCIN

    En el primer semestre de 2009, comenzamos a estudiar la vida, obras y enseanzas de Jess. Pero esos seis meses de estudio fueron solamente parte de las bendiciones que habramos de recibir del estudio de este tema. Hay muchos ms pensamientos preciosos que descubrir. Ahora tenemos la oportunidad de proseguir estudiando este tema.

    Hoy en da hay una enorme cantidad de informacin que se puede leer en libros, pe-ridicos, revistas y en Internet; adems hay noticias en la radio, la televisin, los telfonos celulares y otros medios. Hay tantas voces, crnicas e ideas que es prcticamente imposi-ble recordar todo. Pero, qu bendiciones se reciben de tal informacin? Muy a menudo, la nica conclusin a la que se llega al final de la transmisin es que no encerraba ninguna bendicin, y an peor, que su influencia fue negativa para la mente, el corazn y el espritu.

    No sucede lo mismo con el evangelio, que significa buenas nuevas las buenas nuevas de salvacin en Jesucristo. Un da Jess pregunt a sus discpulos si se sepa-raran de l, como lo hicieron otros. La respuesta de Simn Pedro demostr que no tenan ninguna duda con respecto a su vida y misin: Seor, a quin iremos? T tienes palabras de vida eterna (Juan 6:68); y continuaron siguindole y siendo sus testigos todos los das de su vida. Pero a travs del buen o mal informe, a travs de las tinieblas, a travs de todo el antagonismo de los agentes de Satans, el Sol de Justicia brilla con serenidad, revelando el mal, reprimiendo el pecado, y reviviendo el espritu de los humildes y contritos. Seor, a quin iremos? T tienes palabras de vida eterna (Testi-monios para los Ministros, pg. 289).

    Solamente el Evangelio de la gracia de Dios puede elevar el alma. La contempla-cin del amor de Dios manifestado en su Hijo conmover el corazn y despertar las

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    Escuela Sabt

    ica

    para el Se

    gundo Sem

    estre 2011

    Vida, obra yenseanzas de Jess - II

  • 5facultades del alma como ninguna otra cosa puede hacerlo. Cristo vino para crear de nuevo en el hombre la imagen de Dios (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 444).

    La gloria del Evangelio consiste en que se funda en la nocin de que se ha de res-taurar la imagen divina en una raza cada por medio de una constante manifestacin de benevolencia. Esta obra comenz en los atrios celestiales, cuando Dios dio a los hu-manos una prueba deslumbradora del amor con que los amaba. Porque de tal manera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito, para que todo aquel que en l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16). El don de Cristo revela el corazn del Padre. Nos asegura que, habiendo emprendido nuestra redencin, l no escatimar ninguna cosa necesaria para terminar su obra, por ms que pueda costarle (Consejos sobre Mayordoma Cristiana, pg. 16).

    Los oficiales del templo que fueron enviados a capturar a Jess no eran sus amigos. Pero despus de oir su mensaje excepcional, como no tenan prejuicios contra l, no pu-dieron dejar de dar testimonio de la santidad y poder de su mensaje y en lugar de cum-plir con la orden de arresto, regresaron diciendo: Jams hombre alguno ha hablado como este hombre! (Juan 7:46). Tenemos nosotros una conviccin tal con respecto a l?

    El alma que conversa con Dios por medio de las Es-crituras, que ora por luz y abre la puerta de su corazn al Salvador no tendr imaginaciones malignas, maquina-ciones mundanas o placeres ambiciosos por el honor o distincin en cualquier lnea. Quien busca la verdad como por tesoros escondidos la encontrar en los medios de comunicacin de Dios con el hombre: en Su palabra A medida que el agente humano avanza en el camino allanado para los redimidos del Seor, mientras reciba a Jesucristo como su Salvador personal, se alimentar del pan de vida. La palabra es espritu y vida, y si es trada a la prctica diaria ennoblecer toda la naturaleza del hombre. Estar abierto a su alma un panorama del amor del Salvador tal y como est ilustrado por la pluma inspirada que su corazn se derretir en ternura y contricin (Medical Ministry, pg. 124).

    Personalmente, el Maestro afirm: Las palabras que yo os he hablado son espritu y son vida; el cielo y la tierra pasarn, pero mis palabras no pasarn (Juan 6:63; Mateo 24:35). Y cuando las leemos en los libros del evangelio quedamos anonadados. Este es el man espiritual que tendremos como alimento espiritual durante el prximo semestre.

    Este estudio es una maravillosa oportunidad para todos los que anhelan tener ali-mento espiritual. Regocijmonos todos en l y oremos para que lo considerado pase a ser parte de nuestra experiencia y de nuestra vida ahora y por toda la eternidad.

    Los hermanos y hermanas de la Asociacin General

    El poder del mensaje del Salva-dor fue reconocido no slo por sus disc-pulos, sino tambin por aquellos que no tenan nada que ver con l.

  • 6Verdaderos HermanosCuando el alma se entrega a Cristo, un nuevo poder se posesiona del nue-

    vo corazn. Se realiza un cambio que ningn hombre puede realizar por su cuenta. Es una obra sobrenatural, que introduce un elemento sobrenatural en la naturaleza humana. El alma que se entrega a Cristo, llega a ser una fortaleza suya, que l sostiene en un mundo en rebelin, y no quiere que otra autoridad sea conocida en ella sino la suya. Un alma as guardada en posesin por los agentes celestiales es inexpugnable para los asaltos de Satans (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 291).

    LOS HERMANOS CON QUINES VIVI JESS

    1 Qu se saba en Nazaret sobre la familia de Jess? Qu men-cionan las Escrituras con respecto a sus hermanos y hermanas? Mateo 13:55, 56.

    Sus hermanos, como se llamaba a los hijos de Jos, se ponan del lado de los rabinos. Insistan en que deban seguirse las tradiciones como si fuesen re-querimientos de Dios. Hasta tenan los preceptos de los hombres en ms alta estima que la Palabra de Dios, y les molestaba mucho la clara penetracin de Jess al distinguir entre lo falso y lo verdadero. Condenaban su estricta obe-diencia a la ley de Dios como terquedad

    Todo esto desagradaba a sus hermanos. Siendo mayores que Jess, les pareca que l deba estar sometido a sus dictados. Le acusaban de creerse superior a ellos, y le reprendan por situarse ms arriba que los maestros, sa-cerdotes y gobernantes del pueblo.

    Con frecuencia le amenazaban y trataban de intimidarle; pero l segua adelante, haciendo de las Escrituras su gua Mara crea en su corazn que el santo nio nacido de ella era el Mesas prometido desde haca tanto tiempo; y, sin embargo, no se atreva a expresar su fe Durante toda su vida terrenal

    La Ofrenda Especial de hoy est destinada a Togo.

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  • 7comparti sus sufrimientos. Presenci con pesar las pruebas a l impuestas en su niez y juventud. (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 65,66,69).

    2 Durante su ministerio, tuvo Jess el gozo de contar con sus hermanos como seguidores? Haban visto sus grandes obras, pero crean en su misin sagrada? Juan 7:3-5; 2:12.

    El Hijo de Dios senta agudamente la enemistad encendida en el corazn humano contra el Evangelio, y le resultaba muy doloroso en su hogar; porque su propio corazn estaba lleno de bondad y amor, y apreciaba la tierna considera-cin en las relaciones familiares.

    Sus hermanos deseaban que l cediese a sus ideas, cuando una actitud tal habra estado en completa contradiccin con su misin divina. Consideraban que l necesitaba de sus consejos. Le juzgaban desde su punto de vista humano, y pensaban que si dijera solamente cosas aceptables para los escribas y fariseos, evitara las controversias desagradables que sus palabras despertaban. Pensa-ban que estaba loco al pretender que tena autoridad divina, y al presentarse ante los rabinos como reprensor de sus pecados. Saban que los fariseos estaban buscando ocasiones de acusarle, y les pareca que ya les haba dado bastantes

    A veces vacilaba entre Jess y sus hermanos, que no crean que era el en-viado de Dios; pero abundaban las evidencias de la divinidad de su carcter (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 292,293,70).

    QUINES SON MIS HERMANOS?

    3 Quin vino a Jess pero no pudo acercarse debido a la muchedumbre? Lucas 8:19, 20.Muchas veces sus trabajos incesantes y el conflicto con la hostilidad y las

    falsas enseanzas de los rabinos le dejaban tan exhausto que su madre y sus her-manos, y aun sus discpulos, teman por su vida (El Ministerio de Curacin, pg. 35).

    Los hijos de Jos distaban mucho de tener simpata por Jess en su obra. Los informes que llegaban a ellos acerca de su vida y labor los llenaban de asom-bro y congoja. Oan que pasaba noches enteras en oracin, que durante el da le rodeaban grandes compaas de gente, y que no tomaba siquiera tiempo para comer. Sus amigos estaban convencidos de que su trabajo incesante le estaba agotando; no podan explicar su actitud para con los fariseos, y algunos teman que su razn estuviese vacilando.

    Sus hermanos oyeron hablar de esto, y tambin de la acusacin presentada por los fariseos de que echaba los demonios por el poder de Satans. Sentan agudamente el oprobio que les reportaba su relacin con Jess (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 288).

  • 8Pregunta personal: Has notado que las relaciones espirituales pueden ser an ms estrechas que las familiares? Cmo lo compruebas en tu experiencia personal?.

    Todos los que quisieran recibir a Cristo por la fe iban a estar unidos con l por un vnculo ms ntimo que el del parentesco humano. Iban a ser uno con l, como l era uno con el Padre. Al creer y hacer sus palabras, su madre se relacio-naba en forma salvadora con Jess y ms estrechamente que por su vnculo na-tural con l. Sus hermanos no se beneficiaran de su relacin con l a menos que le aceptasen como su Salvador personal (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 292).

    6 Qu hace a una persona un verdadero hermano, hermana o madre de Jess? Mateo 12:50 Valoras el privilegio de tener hermanos y hermanas espirituales? Proverbios 18:24.

    Cristo ama a los seres celestiales que rodean su trono; pero qu explicar el gran amor con que nos am a nosotros? No lo podemos comprender, pero en nues-tra propia experiencia podemos saber que existe en verdad.

    Y si sostenemos un vnculo de parentesco con l, con qu ternura debemos considerar a los que son hermanos y hermanas de nuestro Seor! No debiramos estar listos para reconocer los derechos de nuestra relacin divina? Adoptados en la familia de Dios, no honraremos a nuestro Padre y a nuestra parentela? (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 294).

    4 Cmo respondi Jess a la notificacin que su madre y hermanos deseaban verle? Mateo 12:48 Por qu contest de ese modo?Mientras Jess estaba todava enseando a la gente, sus discpulos traje-

    ron la noticia de que su madre y sus hermanos estaban afuera y deseaban ver-le. l saba lo que sentan ellos en su corazn, y respondiendo l al que le deca esto, dijo: Quin es mi madre y quines son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discpulos, dijo: He aqu mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre que est en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre

    Qu apoyo habra encontrado Jess en sus parientes terrenales si hubie-sen credo en l como enviado del cielo y hubiesen cooperado con l en hacer la obra de Dios! Su incredulidad ech una sombra sobre la vida terrenal de Je-ss. Era parte de la amargura de la copa de desgracia que l bebi por noso-tros. (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 292).

    MIRAD, MIS HERMANOS

    5 A quines reconoci Jess como sus hermanos? Mateo 12:49.

  • 97 Qu gran cambio se dio en los hermanos de Jess despus de su muerte, resurreccin y ascensin? Hechos 1:14; Mateo 28:10; Gla-tas 1:18, 19.

    Meditacin: Qu leccin se nos imparte si hoy en da los miembros de nuestra familia no creen ni aceptan el mensaje?.

    No es Dios quien ciega los ojos de los hombres y endurece su corazn. l les manda luz para corregir sus errores, y conducirlos por sendas seguras; es por el rechazamiento de esta luz como los ojos se ciegan y el corazn se endurece. Con frecuencia, esto se realiza gradual y casi imperceptiblemente. Viene luz al alma por la Palabra de Dios, por sus siervos, o por la intervencin directa de su Espritu; pero cuando un rayo de luz es despreciado, se produce un embo-tamiento parcial de las percepciones espirituales, y se discierne menos clara-mente la segunda revelacin de la luz. As aumentan las tinieblas, hasta que anochece en el alma. As haba sucedido con estos dirigentes judos. Estaban convencidos de que un poder divino acompaaba a Cristo, pero a fin de resistir a la verdad, atribuyeron la obra del Espritu Santo a Satans. Al hacer esto, pre-firieron deliberadamente el engao; se entregaron a Satans, y desde entonces fueron dominados por su poder (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 289,290).

    MEDITACINLos que estn llamados a sufrir por causa de Cristo, que tienen que soportar

    incomprensin y desconfianza aun en su propia casa, pueden hallar consuelo en el pensamiento de que Jess soport lo mismo. Se compadece de ellos. Los in-vita a hallar compaerismo en l, y alivio donde l lo hall: en la comunin con el Padre.

    Los que aceptan a Cristo como su Salvador personal no son dejados hurfa-nos, para sobrellevar solos las pruebas de la vida. l los recibe como miembros de la familia celestial, los invita a llamar a su Padre, Padre de ellos tambin. Son sus pequeitos, caros al corazn de Dios, vinculados con l por los vnculos ms tier-nos y permanentes. Tiene para con ellos una ternura muy grande, que supera la que nuestros padres o madres han sentido hacia nosotros en nuestra incapacidad como lo divino supera a lo humano (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 293,294).

    Estudio Adicional:El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 65-72, 289-295.Despus de haber estudiado la leccin, completa el versculo bblico con laspalabras clave:

    Respondiendo l al que le deca esto, dijo: Quin es _____________? Y quines son ________________? Y extendiendo su mano _________, dijo: He aqu mi ___________ y mis___________________.

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    ReconciliacinUno de los ltimos mandamientos que Cristo diera a sus discpulos fue:

    Que os amis los unos a los otros: como os he amado. Estamos obedeciendo este mandato, o estamos condescendiendo con rasgos de carcter hirientes y no cristianos? Si de alguna forma hemos agraviado o herido a otros, es nuestro deber confesar nuestra falta y buscar la reconciliacin. Esta es una condicin esencial para que podamos presentarnos a Dios con fe y pedir su bendicin (Palabras de Vida del Gran Maestro, pg. 110).

    LOS ERRORES HACEN DAO

    1 Considerando las debilidades tpicas de la naturaleza humana, qu puede suceder en nuestra relacin con los dems? Es esta una razn para ocuparnos de nuestros propios errores o de los dems? Qu debemos siempre recordar de nuestra propia conducta? Lucas 17:1, 2.

    Por qu emple Jess este lenguaje vehemente, que no podra haber sido ms enrgico? Porque el Hijo del hombre vino a salvar lo que se haba perdido. Habrn de tener sus discpulos menos consideracin hacia las almas de sus se-mejantes que la manifestada por la Majestad del cielo? Cada alma cost un precio infinito, y cun terrible es el pecado de apartar un alma de Cristo de manera que para ella el amor, la humillacin y la agona del Salvador hayan sido vanos! (El De-seado de Todas las Gentes, pg. 406)

    2 Qu peligro corremos cuando nos enojamos o usamos un lenguaje ofensivo? Mateo 5:21, 22.Es cierto que hay una indignacin justificable, aun en los seguidores de Cristo.

    Cuando vemos que Dios es deshonrado y su servicio puesto en oprobio, cuando vemos al inocente oprimido, una justa indignacin conmueve el alma. Un enojo tal, nacido de una moral sensible, no es pecado. Pero los que por cualquier supuesta

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    provocacin se sienten libres para ceder a la ira o al resentimiento, estn abriendo el corazn a Satans. La amargura y animosidad deben ser desterradas del alma si queremos estar en armona con el cielo (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 277).

    La ley de Dios llega hasta los sentimientos y los motivos, tanto como a los actos externos. Revela los secretos del corazn proyectando luz sobre cosas que antes estaban sepultadas en tinieblas. Dios conoce cada pensamiento, cada propsito, cada plan, cada motivo. Los libros del cielo registran los pe-cados que se hubieran cometido si hubiese habido oportunidad. Dios traer a juicio toda obra, con toda cosa encubierta. Con su ley mide el carcter de cada hombre (ST 31-7-1901) (Comentario Bblico Adventista, tomo 5, pg. 1061).

    EN CASO DE OFENSA

    3 Qu principios seguir un hijo de Dios cuando alguien le ofenda? Levtico 19:16, 17; Mateo 18:15, primera parte.Cuando los padres, y especialmente las madres, tengan un sentido verda-

    dero de la obra importante y cargada de responsabilidad que Dios les ha dado que hacer, no se enfrascarn tanto en los asuntos que conciernen a sus vecinos, pero no les ataen a ellas.

    No irn de casa en casa para entregarse a chismes corrientes ni se espacia-rn en los defectos, yerros e inconsecuencias de sus prjimos. Sentirn tanta preocupacin por sus propios hijos que no podrn hallar tiempo para pensar en el oprobio de sus vecinos. Los chismosos y los cuenteros son una terrible maldi-cin para el barrio y la iglesia. Dos tercios de todas las pruebas en la iglesia tienen esta causa (Testimonios para la Iglesia, tomo 2, pg. 414).

    Los ministros de Cristo debieran levantarse y dedicarse con todas sus ener-gas a llevar a cabo la obra de Dios. No se excusa a los siervos de Dios si ellos re-tienen los testimonios directos. Debieran censurar y desaprobar el mal y no per-mitir que un hermano viva en pecado (Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pg. 196).

    4 Qu ense Jess con respecto a la reconciliacin en caso de ofensa? Lucas 17:3.Pregunta personal: Con qu prontitud ves y reconoces tus propios erro-

    res y ofensas hacia los dems? Pero el pecado no ha de ser considerado livianamente. El Seor nos ha

    ordenado que no toleremos las faltas de nuestro hermano. l dice: Si pecare contra ti tu hermano, reprndele. El pecado ha de ser llamado por su propio

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    nombre, y ha de ser presentado claramente delante del que lo comete Si un cristiano es maltratado por su hermano, no recurra a los incrdulos Siga las instrucciones que ha dado Cristo. En vez de tratar de vengarse, trate de salvar a su hermano. Dios guardar los intereses de los que le aman y temen, y con confianza podemos encomendar nuestro caso a Aquel que juzga rectamente (Palabras de Vida del Gran Maestro, pg. 194).

    RECONCILIOS RPIDAMENTE

    5 Cuando tenemos dificultades con otra persona, cmo se pueden re-solver rpidamente las diferencias? Qu puede suceder si no se hace esto? Efesios 4:26; Mateo 5:25, 26.

    El pecado es pecado, ya sea que lo cometa el que ocupa un trono o el ms humilde. Vendr el da cuando todos los que han cometido pecado lo confesa-rn, aunque sea demasiado tarde para que reciban perdn. Dios espera mucho tiempo para que el pecador se arrepienta. Manifiesta una tolerancia admira-ble (Comentario Bblico Adventista, tomo 3, pg. 1165).

    Ha surgido gente sin dominio propio; no han puesto freno a su genio ni a su lengua; y algunos de los tales pretenden ser seguidores de Cristo, pero no lo son. Jess no les dio tal ejemplo Algunos son nerviosos, y si comienzan a perder el dominio propio en palabra o en genio ante la provocacin, se intoxi-can tanto con la ira como el ebrio con su licor. Son irrazonables y no es fcil persuadirlos o convencerlos. No estn sanos; momentneamente Satans los domina en forma plena. Cada una de estas manifestaciones de ira debilita el sistema nervioso y las facultades morales, y hace ms difcil el dominio de la pasin frente a otra provocacin

    Pero hay esperanza para ellos. Poned esta vida, tan tormentosa debido a sus conflictos y dificultades, en relacin con Cristo, y el yo no pretender ms tener la supremaca (Hijos e Hijas de Dios, pg. 144).

    CONFESIN Y PERDN

    6 Si se repiten las ofensas y el ofensor contina expresando su tristeza por ello, cmo se le debe tratar? Qu hace posible que una persona perdone a otra sincera y completamente? Lucas 17:4; Juan 16:7, 8.

    Con demasiada frecuencia, cuando se cometen faltas en forma repetida y el que las comete las confiesa, el perjudicado se cansa, y piensa que ya ha per-donado lo suficiente. Pero el Salvador nos ha dicho claramente cmo debemos

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    tratar al que yerra: Si pecare contra ti tu hermano, reprndele; y si se arrepin-tiera, perdnale. No lo apartes como indigno de tu confianza. Considrate a ti mismo, porque t no seas tambin tentado.

    Si tus hermanos yerran debes perdonarlos. Cuando vienen a ti confesando sus faltas, no debes decir: No creo que sean lo suficientemente humildes. No creo que sientan su confesin. Qu derecho tienes para juzgarlos, como si pudieras leer el corazn?

    Nosotros mismos debemos todo a la abundante gracia de Dios. La gracia en el pacto orden nuestra adopcin. La gracia en el Salvador efectu nuestra reden-cin, nuestra regeneracin y nuestra exaltacin a ser coherederos con Cristo. Sea revelada esta gracia a otros (Palabras de Vida del Gran Maestro, pgs. 194, 195).

    7 Qu debemos hacer si ofendemos a alguien y nos damos cuenta del error? Qu se debe hacer inmediatamente? Mateo 5:23, 24.Muchos son celosos en los servicios religiosos, mientras que entre ellos y

    sus hermanos hay desgraciadas divergencias que podran reparar. Dios exige de ellos que hagan cuanto puedan para restaurar la armona. Antes que ha-yan hecho esto, no puede aceptar sus servicios. El deber del cristiano en este asunto est claramente sealado (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 277). Meditacin: No demos al que yerra ocasin de desanimarse No se levan-te en la mente o el corazn un amargo desprecio. No se manifieste en la voz un dejo de escarnio. Si hablas una palabra tuya, si adoptas una actitud de indife-rencia, o muestras sospecha o desconfianza, esto puede provocar la ruina de un alma. El que yerra necesita un hermano que posea el corazn del Hermano Mayor, lleno de simpata para tocar su corazn humano. Sienta l el fuerte apretn de una mano de simpata, y oiga el susurro: oremos. Dios les dar a ambos una rica experiencia. La oracin nos une mutuamente y con Dios. La oracin trae a Jess a nuestro lado, y da al alma desfalleciente y perpleja nueva energa para vencer al mundo, a la carne y al demonio. La oracin aparta los ataques de Satans (Palabras de Vida del Gran Maestro, pg. 195).

    Estudio Adicional: Mateo 18:18-35; Testimonios para la Iglesia, tomo 3, pgs. 471, 472, 478, 479.

    Conceptos claves: Expresa con tus propias palabras los conceptos claves de esta leccin tan bsica.

    Si tu hermano pecare contra ti, ________________; ______________ perdnale. Y si siete veces al da pecare contra ti, y siete veces al da volviera a ti, diciendo: Me arrepiento; _________________

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    Para muchos, un profundo misterio rodea la suerte de Juan el Bautista. Se pregun-tan por qu se le deba dejar languidecer y morir en la crcel. Nuestra visin humana no puede penetrar el misterio de esta sombra providencia; pero sta no puede conmover nuestra confianza en Dios cuando recordamos que Juan no era sino partcipe de los sufrimientos de Cristo. Todos los que sigan a Cristo llevarn la corona del sacrificio. Sern por cierto mal comprendidos por los hombres egostas, y blanco de los feroces asaltos de Satans. El reino de ste se estableci para destruir ese principio de la abne-gacin, y pelear contra l dondequiera que se manifieste (DTG, pg. 195).

    MENSAJE AL REY

    1 Qu se sabe sobre el rey Herodes, el tetrarca, y la mujer con la cual viva? Qu claro mensaje imparti Juan el Bautista? Marcos 6:18; Lucas 3:19.Juan obr fielmente con l, denunciando su unin inicua con Herodas, la esposa

    de su hermano. Durante un tiempo, Herodes trat dbilmente de romper la cadena de concupiscencia que le ligaba; pero Herodas le sujet ms firmemente en sus redes y se veng del Bautista, induciendo a Herodes a echarlo en la crcel En su misin, el Bautista se haba destacado como intrpido reprensor de la iniquidad, tanto entre los encumbrados como entre los humildes. Haba osado hacer frente al rey Herodes y reprocharle claramente su pecado. No haba estimado preciosa su vida con tal de cumplir la obra que le haba sido encomendada (DTG, pgs. 185, 186).

    2 Aceptaron el rey Herodes y Herodas el mensaje divino de repren-sin? Cmo reaccion Herodas ni bien se le present una oportuni-dad? Marcos 6:19, 17.

    3 Aunque no prest atencin a la advertencia del profeta, de qu esta-ba convencido Herodes? Marcos 6:20; Mateo 14:5.Herodes crea que Juan era profeta de Dios y tena la plena intencin de devol-

    verle la libertad. Pero lo iba postergando por temor a Herodas. sta saba que por

    Leccin

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    La Misin Finalde Juan el Bautista

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    las medidas directas no podra nunca obtener que Herodes consintiese en la muerte de Juan, y resolvi lograr su propsito por una estratagema.En el da del cumpleaos del rey, deba ofrecerse una fiesta a los oficiales del estado y los nobles de la corte. Habra banquete y borrachera. Herodes no estara en guardia, y ella podra influir en l a voluntad (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 192).

    UNA TRAMPA

    4 Qu ocasin ofreci el escenario perfecto para que Herodas llevara a cabo su propsito diablico? Cul fue la respuesta inmediata a la pregunta de su hija? Marcos 6:21, 22, 24, 25.

    Herodas mand a su hija a la sala del banquete, para que bailase a fin de entretener a los invitados. Salom estaba en su primer florecimiento como mujer; y su voluptuosa belleza cautiv los sentidos de los seores entregados a la orga El rey estaba embotado por el vino. La pasin lo dominaba y la razn estaba destro-nada. Vea solamente la sala del placer, sus invitados entregados a la orga, la mesa del banquete, el vino centelleante, las luces deslumbrantes y la joven que bailaba delante de l. En la temeridad del momento, dese hacer algn acto de ostentacin que le exaltase delante de los grandes de su reino El juramento haba sido hecho en honor de sus huspedes, y si uno de ellos hubiese pronunciado una palabra con-tra el cumplimiento de su promesa, habra salvado gustosamente al profeta Nin-guna voz se alz para salvar la vida del mensajero del cielo. Esos hombres ocupaban altos puestos de confianza en la nacin y sobre ellos descansaban graves respon-sabilidades; sin embargo, se haban entregado al banqueteo y la borrachera hasta que sus sentidos estaban embotados (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 192, 193).

    EJECUCIN DEL PROFETA INOCENTE

    5 Qu sucedi en ese da terrible aunque el rey se senti muy apenado por ello? Qu cadenas lo ataban? Marcos 6:26-28; Lucas 3:19, 20.Herodes esper en vano ser dispensado de su juramento; luego orden, de mala

    gana, la ejecucin del profeta. Pronto fue trada la cabeza de Juan a la presencia del rey y sus huspedes... La orga de una noche haba costado la vida de uno de los mayores pro-fetas La cabeza de Juan el Bautista fue llevada a Herodas, quien la recibi con feroz satisfaccin. Se regocijaba en su venganza y se lisonjeaba de que la conciencia de Hero-des ya no le perturbara. Pero su pecado no le dio felicidad. Su nombre se hizo notorio y aborrecido, mientras que Herodes estuvo ms atormentado por el remordimiento que antes por las amonestaciones del profeta. La influencia de las enseanzas de Juan no se hundi en el silencio; haba de extenderse a toda generacin hasta el fin de los tiempos. El pecado de Herodes estaba siempre delante de l. Constantemente procuraba hallar alivio de las acusaciones de su conciencia culpable siempre temeroso de que una mal-dicin pesara sobre l Los pensamientos del pecador son sus acusadores; no podra sufrir tortura ms intensa que los aguijones de una conciencia culpable, que no le deja descansar ni de da ni de noche (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 193-195).

  • 16

    NINGUNO MAYOR QUE JUAN EL BAUTISTA

    6 Qu maravilloso testimonio dio Jess de este fiel testigo de Dios? Qu haba sido declarado por un ngel antes de su nacimiento? Ma-teo 11:11, 14; Lucas 1:14-17.

    Juan el Bautista haba sido el primero en proclamar el reino de Cristo, y fue tam-bin el primero en sufrir Aparte del gozo que Juan hallaba en su misin, su vida haba sido llena de pesar. Su voz se haba odo rara vez fuera del desierto. Tuvo el destino de un solitario. No se le permiti ver los resultados de sus propios trabajos. No tuvo el privilegio de estar con Cristo, ni de presenciar la manifestacin del poder divino que acompa a la luz mayor. No le toc ver a los ciegos recobrar la vista, a los enfermos sanar y a los muertos resucitar. No contempl la luz que resplandeca a travs de cada palabra de Cristo, derramando gloria sobre las promesas de la profeca. El menor de los discpulos que contempl las poderosas obras de Cristo y oy sus palabras, era en este sentido ms privilegiado que Juan el Bautista, y por lo tanto se dice que es mayor que l (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 191, 192).

    7 Qu gran privilegio tuvo Juan el Bautista que no tuvo ningn otro profeta? Qu misin similar tienen los que viven justamente antes de la segunda venida de Jess? Mateo 11:13, 12.

    Fue enviado a pregonar el advenimiento del Salvador, y a invitar a la gente a pre-pararse para su venida. Tan fielmente cumpli su misin, que al recordar la gente lo que haba enseado acerca de Jess, poda decir: Todo lo que Juan dijo de ste, era verdad. Cada discpulo del Maestro est llamado a dar semejante testimonio de Cristo. Como heraldo del Mesas, Juan fue ms que profeta. Porque mientras que los profetas ha-ban visto desde lejos el advenimiento de Cristo, le fue dado a Juan contemplarle, or el testimonio del cielo en cuanto a su carcter de Mesas, y presentarle a Israel como el Enviado de Dios. Sin embargo, Jess dijo: El que es ms pequeo en el reino de los cielos, mayor es que l. El profeta Juan era el eslabn que una las dos dispensaciones. Como representante de Dios, se dedicaba a mostrar la relacin de la ley y los profetas con la dispensacin cristiana. Era la luz menor, que haba de ser seguida por otra mayor (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 191).

    Meditacin: Pero por causa de los millares que en aos ulteriores deban pa-sar de la crcel a la muerte, Juan haba de beber la copa del martirio. Mientras los disc-pulos de Jess languideciesen en solitarias celdas, o pereciesen por la espada, el potro o la hoguera, aparentemente abandonados de Dios y de los hombres, qu apoyo iba a ser para su corazn el pensamiento de que Juan el Bautista, cuya fidelidad Cristo mismo atestigu, haba experimentado algo similar!, La misma muerte le puso para siempre fuera del alcance de la tentacin A Juan el Bautista, como a aquellos que vinieron despus de l, se asegur: He aqu, yo estoy con vosotros todos los das, hasta el fin del mundo (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 196.)

    Estudio adicional: Juan 3:22-30; El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 186-198.Repaso: Resumir en pocas palabras los principales pensamientos de esta leccin.

  • 17

    Leccin

    4Sbado

    Julio23

    El que da PazEchando toda vuestra ansiedad sobre l, porque l tiene cuidado de vo-

    sotros 1 Pedro 5:7. -Los que aceptan la palabra de Cristo al pie de la letra, y entregan su alma a su custodia, y su vida para que l la ordene, hallarn paz y quietud. Ninguna cosa del mundo puede entristecerlos cuando Jess los alegra con su presencia. En la perfecta aquiescencia hay descanso perfecto. El Seor dice: T le guardars en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; por-que en ti se ha confiado (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 298).

    MISERIA, PREOCUPACIN Y AFLICCIN

    1 Qu ha caracterizado la existencia de la humanidad desde la cada en el pecado? Job 14:1; 5:6, 7; Salmo 102:3.Spanlo o no, todos estn cansados y cargados. Todos estn agobiados

    con cargas que nicamente Cristo puede suprimir. La carga ms pesada que llevamos es la del pecado. Si se nos deja solos para llevarla, nos aplastar. Pero el Ser sin pecado tom nuestro lugar. Jehov carg en l el pecado de todos nosotros. l llev la carga de nuestra culpabilidad. l sacar la carga de nues-tros hombros cansados. Nos dar reposo. Llevar tambin la carga de congoja y pesar. Nos invita a confiarle todos nuestros cuidados, porque nos lleva sobre su corazn (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 295).

    2 Qu hace la gente para obviar las cargas cotidianas? Isaas 55:2; Jeremas 2:13.Dios sabe que si furamos dejados para seguir nuestras propias inclinacio-

    nes, para ir slo donde nos lleve nuestra voluntad, caeramos en las trampas de Satans y nos convertiramos en poseedores de sus atributos. Por lo tanto, la ley de Dios nos restringe a la voluntad de Aquel que es alto, noble y elevador. l desea que paciente y sabiamente asumamos los deberes del servicio.

  • 18

    Es para nuestro bien presente y eterno hacer las obras de Dios. Si su voluntad es aceptada con alegra y agradecimiento, los resultados se vern en el servicio ofrecido y en el carcter desarrollado (Seales de los Tiempos, 22 de julio, 1897).

    UNO QUE MERECE CONFIANZA

    3 En quin no se ha de confiar? Salmo 146:3, 4; Jeremas 17:5.Aferraos del brazo de Dios y decid: Yo soy nada y T eres todo. T has

    dicho: Separados de m nada podis hacer. Ahora bien, Seor, debo tenerte a ti morando en m, para que yo pueda morar en ti.

    Luego avanzad paso tras paso mediante una fe viviente, morando en Jesu-cristo. Esto es llevar su yugo, el yugo de la obediencia (MS 859, 1901) (Comenta-rio Bblico Adventista, Tomo 5, pg. 1067).

    4 A quin se le prometi felicidad en el Antiguo Testamento? Con qu promesa confirm Jess esta verdad? Salmos 146:5; 147:3; Mateo 11:28.Venid a m, es su invitacin. Cualesquiera que sean nuestras ansiedades y

    pruebas, presentemos nuestro caso ante el Seor. Nuestro espritu ser forta-lecido para poder resistir. Se nos abrir el camino para librarnos de estorbos y dificultades. Cuanto ms dbiles e impotentes nos reconozcamos, tanto ms fuertes llegaremos a ser en su fortaleza.

    Cuanto ms pesadas nuestras cargas, ms bienaventurado el descanso que hallaremos al echarlas sobre el que las puede llevar. El descanso que Cristo ofrece depende de ciertas condiciones, pero stas estn claramente especifi-cadas. Son tales que todos pueden cumplirlas. l nos dice exactamente cmo se ha de hallar su descanso (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 296).

    5 Qu otras promesas revelan el gran amor atrayente de Dios? Juan 6:37; 10:9.El Hermano Mayor de nuestra familia humana est al lado del trono eterno.

    Mira a toda alma que se vuelve hacia l como al Salvador. Sabe por experiencia cules son las debilidades de la humanidad, cules son nuestras necesidades, y en qu reside la fuerza de nuestras tentaciones, porque fue tentado en todo punto, as como nosotros, aunque sin pecar.

    l vela sobre ti, tembloroso hijo de Dios. Ests tentado? l te librar. Eres dbil? l te fortalecer. Eres ignorante? Te iluminar. Ests herido? Te sanar.

  • 19

    El Seor cuenta el nmero de las estrellas; y sin embargo, sana a los quebran-tados de corazn, y liga sus heridas (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 295, 296).

    GRANDES BENDICIONES SIGUEN AL SOMETIMIENTO A L

    6 Qu respuestas al llamado de amor de Dios resultarn en el alivio de la carga del pecado? Cmo son descritas la paz y la bendicin derivadas de esto? Mateo 11:29; Isaa 55:3; 48:18.

    Aprended de m dice Jess, que soy manso y humilde de corazn; y hallaris descanso. Debemos entrar en la escuela de Cristo, aprender de su mansedumbre y humildad. La redencin es aquel proceso por el cual el alma se prepara para el cielo. Esa preparacin significa conocer a Cristo. Significa emanciparse de ideas, costumbres y prcticas que se adquirieron en la escuela del prncipe de las tinieblas. El alma debe ser librada de todo lo que se opone a la lealtad a Dios.

    En el corazn de Cristo, donde reinaba perfecta armona con Dios, haba perfecta paz. Nunca le halagaban los aplausos, ni le depriman las censuras o el chasco. En medio de la mayor oposicin o el trato ms cruel, segua de buen nimo. Pero muchos de los que profesan seguirle tienen un corazn ansioso y angustiado porque temen confiarse a Dios. No se entregan completamente a l, porque rehyen las consecuencias que una entrega tal puede significar. A menos que se rindan as a l, no podrn hallar paz (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 297, 298).

    7 Qu enorme diferencia hay entre nuestro yugo de pecado y su yugo? Mateo 11:30; 1 Juan 5:3; Isaas 55:1.Hay una condicin para el descanso y la paz que aqu nos ofrece Cristo: es

    la de unirnos al yugo de l. Todos los que acepten esta condicin encontrarn que el yugo de Cristo los ayudar a llevar cada carga que necesitan llevar.

    Si Cristo no est a nuestro lado para llevar la parte ms pesada de la carga, ciertamente diremos que es pesada. Pero unidos con l al carro del deber, to-das las cargas de la vida pueden ser fcilmente llevadas.

    Y en la proporcin en que una persona procede con obediencia voluntaria ante los requerimientos de Dios, recibir paz en su mente. l dar evidencia de un juicio claro y un carcter determinado en cooperar con Dios para redimirse a s mismo por medio de la fe en Cristo

  • 20

    Para el seguidor fiel de Cristo hay placer en hacer las cosas que Cristo ha hecho a su favor. No tendr los requisitos de Dios como una exaccin arbitraria sino como una descripcin clara de su nica salvaguarda de los avances del enemigo astuto, el cual siempre est buscando cmo enredar sus pies y hacer su camino dificultoso (Seales de los Tiempos, 22 de julio, 1897).

    Meditacin

    La mansedumbre y la humildad caracterizarn a todos los que sean obe-dientes a la ley de Dios, a todos los que lleven el yugo de Cristo con manse-dumbre. Y esas gracias proporcionarn el deseable resultado de la paz en el servicio de Cristo.

    Al aprender de la mansedumbre y humildad de Cristo someteremos el ser entero a su control. Entonces la gracia transformadora de Cristo obrar en el corazn y carcter, haciendo a seres humanos, cados en pecado, completos en l. (Seales de los Tiempos, 22 de julio, 1897).

    Estudio adicional

    Isaas 26:3; 48:17; El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 296-300.

    Reflexin personal

    Qu he elegido, mi voluntad o la del Seor? Qu obstculos impiden rendir mi voluntad a l? Qu experiencias he tenido despus de aceptar el yugo de Jess?

  • 21

    Calmando la TempestadSomos tan impotentes en esto como los discpulos para calmar la rugiente

    tempestad. Pero el que calm las olas de Galilea ha pronunciado la palabra que puede impartir paz a cada alma. Por fiera que sea la tempestad, los que claman a Jess: Seor, slvanos hallarn liberacin. Su gracia, que reconcilia al alma con Dios, calma las contiendas de las pasiones humanas, y en su amor el cora-zn descansa. Hace parar la tempestad en sosiego, y se apaciguan sus ondas. Algranse luego porque se reposaron; y l los gua al puerto que deseaban. Justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Seor Jesucristo. Y el efecto de la justicia ser paz; y la labor de justicia, reposo y seguridad para siempre (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 303, 304).

    LA TEMPESTAD EN EL LAGO

    1 Despus de un largo da, qu instruccin dio Jess a sus discpulos? Marcos 4:35, 36.

    2 Poco despus de su partida, qu hizo Jess? Qu sucedi de pronto? Lucas 8:23; Marcos 4:37.Durante todo el da haba estado enseando y sanando; y al llegar la noche,

    las muchedumbres se agolpaban todava en derredor de l. Da tras da, las haba atendido, sin detenerse casi para comer y descansar.

    Las crticas maliciosas y las falsas representaciones con que los fariseos le per-seguan constantemente, hacan sus labores ms pesadas y agobiadoras. Y ahora el fin del da le hallaba tan sumamente cansado que resolvi retirarse a algn lugar solitario al otro lado del lago

    El Salvador estaba por fin aliviado de la presin de la multitud, y, vencido por el cansancio y el hambre, se acost en la popa del barco y no tard en quedar-se dormido. El anochecer haba sido sereno y plcido, y la calma reinaba sobre el lago. Pero de repente las tinieblas cubrieron el cielo, baj un viento furioso por los desfiladeros de las montaas, que se abran a lo largo de la orilla oriental, y una vio-lenta tempestad estall sobre el lago (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 300, 301).

    Leccin

    5Sbado

    30Julio

  • 22

    SEOR DEL VIENTO Y DEL MAR

    3 Cun desesperante se volvi la situacin? Qu grito expres el temor de los discpulos? Lucas 8:24, primera parte; Marcos 4:38.El sol se haba puesto y la negrura de la noche se asent sobre el tormentoso mar.

    Las olas, agitadas por los furiosos vientos, se arrojaban bravas contra el barco de los discpulos y amenazaban hundirlo. Aquellos valientes pescadores haban pasado su vida sobre el lago, y haban guiado su embarcacin a puerto seguro a travs de muchas tempestades; pero ahora su fuerza y habilidad no valan nada. Se hallaban impotentes en las garras de la tempestad, y desesperaron al ver cmo su barco se anegaba. Ab-sortos en sus esfuerzos para salvarse, se haban olvidado de que Jess estaba a bordo. Ahora, reconociendo que eran vanas sus labores y viendo tan slo la muerte delan-te de s, se acordaron de Aquel a cuya orden haban emprendido la travesa del mar. En Jess se hallaba su nica esperanza. En su desamparo y desesperacin clamaron: Maestro, Maestro! Pero las densas tinieblas le ocultaban de su vista. Sus voces eran ahogadas por el rugido de la tempestad y no reciban respuesta. La duda y el temor los asaltaban. Les habra abandonado Jess? Sera ahora impotente para ayudar a sus discpulos Aquel que haba vencido la enfermedad, los demonios y aun la muerte? No se acordaba de ellos en su angustia? (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 301).

    4 Cmo reaccion Jess a su llamado de ayuda? Qu revelaron sus acciones con respecto a su amor y poder? Marcos 4:39; Lucas 8:24, ltima parte.

    Sus clamores despertaron a Jess. Pero al iluminarle el resplandor del rayo, vieron la paz del cielo reflejada en su rostro; leyeron en su mirada un amor abnegado y tier-no, y sus corazones se volvieron a l para exclamar: Seor, slvanos, que perecemos. Nunca dio un alma expresin a este clamor sin que fuese odo. Mientras los discpulos asan sus remos para hacer un postrer esfuerzo, Jess se levant. De pie en medio de los discpulos, mientras la tempestad ruga, las olas se rompan sobre ellos y el relmpa-go iluminaba su rostro, levant la mano, tan a menudo empleada en hechos de mise-ricordia, y dijo al mar airado: Calla, enmudece (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 302).

    5 Qu les dijo Jess? Qu revel su emergencia? Marcos 4:40.Reflexin: Cmo actuaramos nosotros en una situacin similar? La tem-

    pestad ces. Las olas reposaron. Disipronse las nubes y las estrellas volvieron a resplandecer. El barco descansaba sobre un mar sereno. Entonces, volvindose a sus discpulos, Jess les pregunt con tristeza: Por qu estis as amedrenta-dos? Cmo no tenis fe? (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 302).

  • 23

    DANDO RDENES AL VIENTO Y AL MAR

    6 Qu demostr el asombro de los discipulos ante la orden del Maes-tro al viento y al mar? Mateo 8:27; Marcos 4:41; Lucas 8:25.Reflexin: Qu tiene especial importancia para nosotros en esta experiencia?As como Jess reposaba por la fe en el cuidado del Padre, as tambin hemos

    de confiar nosotros en el cuidado de nuestro Salvador. Si los discpulos hubiesen confiado en l, habran sido guardados en paz. Su temor en el tiempo de peligro revel su incredulidad. En sus esfuerzos por salvarse a s mismos, se olvidaron de Jess; y nicamente cuando desesperando de lo que podan hacer, se volvieron a l, pudo ayudarles (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 303).

    7 Adems de las tempestades fsicas, qu otras tormentas puede sub-yugar el Seor? Qu se necesita para que esto ocurra? Efesios 2:14, primera parte; Juan 14:27.

    Cun a menudo experimentamos nosotros lo que experimentaron los dis-cpulos! Cuando las tempestades de la tentacin nos rodean y fulguran los fieros rayos y las olas nos cubren, batallamos solos con la tempestad, olvidndonos de que hay Uno que puede ayudarnos. Confiamos en nuestra propia fuerza hasta que perdemos nuestra esperanza y estamos a punto de perecer. Entonces nos acordamos de Jess, y si clamamos a l para que nos salve, no clamaremos en vano. Aunque l con tristeza reprende nuestra incredulidad y confianza propia, nunca deja de darnos la ayuda que necesitamos. En la tierra o en el mar, si tene-mos al Salvador en nuestro corazn, no necesitamos temer. La fe viva en el Re-dentor serenar el mar de la vida y de la manera que l reconoce como la mejor nos librar del peligro (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 303).

    Meditacin

    La vida de cada hombre testifica acerca de la verdad de las palabras de la Escritura: Los impos son como la mar en tempestad, que no puede estar-se quieta No hay paz, dijo mi Dios, para los impos. El pecado ha destruido nuestra paz. Mientras el yo no est subyugado, no podemos hallar descanso. Las pasiones predominantes en el corazn no pueden ser regidas por facultad humana alguna (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 303). Estudio adicionalEl Deseado de Todas las Gentes, pgs. 301-310.

    Completar el texto siguiente:Y ___________, reprendi al _____________, y dijo al __________,

    Calla, enmudece. Y ________________ y se hizo ____________________.

  • 24

    Paz en la tormentaMuchas veces enfrentamos etapas muy difciles en nuestra vida donde la depresin y soledad inundan nuestra alma, y no parece haber salida ni esperanza. Intentamos librarnos de ella pero es imposible... Creemos que s podemos y luchamos solos, hasta que casi a punto de zozobrar, Jess nos recuerda que el est a nuestro lado y que no hay razn para temer.

    El pecado ha destruido

    nuestra paz. Mientras el yo no est subyugado, no podemos

    hallar descanso.

    Dios con su poder es el nico que puede calmar las tempestades de nuestra vida. Confa en su palabra, su amor y su cuidado y el te dar la fuerza y paz necesarias.

    La paz os dejo mi paz os doyS. Juan 14.27

  • 25

    Sanidad por medio de un ToqueMuchos consideran la fe como una opinin. La fe salvadora es una tran-

    saccin, por la cual los que reciben a Cristo se unen en un pacto con Dios. Una fe viva entraa un aumento de vigor y una confianza implcita que, por medio de la gracia de Cristo, dan al alma un poder vencedor. La fe es ms poderosa que la muerte para vencer. Si logramos que los enfermos fijen sus miradas con fe en el poderoso Mdico, veremos resultados maravillosos. Esto vivificar tan-to al cuerpo como al alma (El Ministerio de Curacin, pgs. 40, 41).

    AOS BUSCANDO SANIDAD

    1 Qu haba sufrido una mujer durante doce aos sin encontrar alivio? Marcos 5:25, 26.Mientras se diriga a la casa del prncipe, Jess haba encontrado en la mu-

    chedumbre una pobre mujer que durante doce aos haba estado sufriendo de una enfermedad que haca de su vida una carga. Haba gastado todos sus recursos en mdicos y remedios, con el nico resultado de ser declarada incu-rable (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 311).

    2 Qu crea ella sobre Jess? Mateo 9:21; Marcos 5:28.Pero sus esperanzas revivieron cuando oy hablar de las curaciones de

    Cristo. Estaba segura de que si poda tan slo ir a l, sera sanada. Con debi-lidad y sufrimiento, vino a la orilla del mar donde estaba enseando Jess y trat de atravesar la multitud, pero en vano.

    Luego le sigui desde la casa de Lev Mateo, pero tampoco pudo acercr-sele. Haba empezado a desesperarse, cuando, mientras l se abra paso por entre la multitud, lleg cerca de donde ella se encontraba (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 311).

    Leccin

    6Sbado

    Agosto6

    Paz en la tormentaMuchas veces enfrentamos etapas muy difciles en nuestra vida donde la depresin y soledad inundan nuestra alma, y no parece haber salida ni esperanza. Intentamos librarnos de ella pero es imposible... Creemos que s podemos y luchamos solos, hasta que casi a punto de zozobrar, Jess nos recuerda que el est a nuestro lado y que no hay razn para temer.

    El pecado ha destruido

    nuestra paz. Mientras el yo no est subyugado, no podemos

    hallar descanso.

    Dios con su poder es el nico que puede calmar las tempestades de nuestra vida. Confa en su palabra, su amor y su cuidado y el te dar la fuerza y paz necesarias.

    La paz os dejo mi paz os doyS. Juan 14.27

  • 26

    LA FE EN ACCIN

    3 Al haber odo todo sobre los maravillosos milagros de Jess, qu hizo? Marcos 5:27.Haba llegado su urea oportunidad. Se hallaba en presencia del gran M-

    dico! Pero entre la confusin no poda hablarle, ni lograr ms que vislumbrar de paso su figura. Con temor de perder su nica oportunidad de alivio, se ade-lant con esfuerzo, dicindose: Si tocare tan solamente su vestido, ser salva (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 311).

    4 Qu sucedi inmediatamente como consecuencia de su toque de fe? Marcos 5:29; Lucas 8:44.Y mientras l pasaba, ella extendi la mano y alcanz a tocar apenas el

    borde de su manto; pero en aquel momento supo que haba quedado sana. En aquel toque se concentr la fe de su vida, e instantneamente su dolor y debilidad fueron reemplazados por el vigor de la perfecta salud (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 311).

    TESTIFICANDO DE JESS Y SU PODER

    5 Qu not Jess? Humanamente hablando, era lgica esta pregun-ta? Marcos 5:30; Lucas 8:45, 46.Con corazn agradecido, trat entonces de retirarse de la muchedumbre;

    pero de repente Jess se detuvo y la gente tambin hizo alto. Jess se dio vuel-ta, y mirando en derredor pregunt con una voz que se oa distintamente por encima de la confusin de la multitud: Quin es el que me ha tocado? La gente contest esta pregunta con una mirada de asombro. Como se le codea-ba de todos lados, y se le empujaba rudamente de aqu para all pareca una pregunta extraa.

    Pedro, siempre listo para hablar, dijo: Maestro, la compaa te aprieta y oprime, y dices: Quin es el que me ha tocado? Jess contest: Me ha toca-do alguien; porque yo he conocido que ha salido virtud de m.

    El Salvador poda distinguir el toque de la fe del contacto casual de la mu-chedumbre desprevenida. Una confianza tal no deba pasar sin comentario. l quera dirigir a la humilde mujer palabras de consuelo que fuesen para ella un manantial de gozo; palabras que fuesen una bendicin para sus discpulos hasta el fin del tiempo (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 311, 312).

  • 27

    6 De qu manera las palabras del Salvador y su amor hicieron que la mujer que fue sanada diera un testimonio de gratitud? Marcos 5:32, 33; Lucas 8:47.

    Mirando hacia la mujer, Jess insisti en saber quin le haba tocado. Ha-llando que era vano tratar de ocultarse, ella se adelant temblorosa, y se ech a los pies de Jess. Con lgrimas de agradecimiento, relat la historia de sus sufrimientos y cmo haba hallado alivio

    Despus de sanar a la mujer, Jess dese que ella reconociese la bendicin recibida. Los dones del Evangelio no se obtienen a hurtadillas ni se disfrutan en secreto. As tambin el Seor nos invita a confesar su bondad. Vosotros pues sois mis testigos, dice Jehov, que yo soy Dios.

    Nuestra confesin de su fidelidad es el factor escogido por el Cielo para revelar a Cristo al mundo. Debemos reconocer su gracia como fue dada a co-nocer por los santos de antao; pero lo que ser ms eficaz es el testimonio de nuestra propia experiencia. Somos testigos de Dios mientras revelamos en nosotros mismos la obra de un poder divino.

    Cada persona tiene una vida distinta de todas las dems y una experiencia que difiere esencialmente de la suya. Dios desea que nuestra alabanza ascien-da a l sealada por nuestra propia individualidad. Estos preciosos reconoci-mientos para alabanza de la gloria de su gracia, cuando son apoyados por una vida semejante a la de Cristo, tienen un poder irresistible que obra para la sal-vacin de las almas (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 312, 313).

    7 Qu consuelo y seguridad le dio Jess a la mujer que temblaba? Qu parte desempe su fe en su sanidad? Mateo 9:22; Lucas 8:48; Marcos 5:34.

    Pregunta personal: Cmo aplicas este principio en tu vida?Jess le dijo amablemente: Hija, tu fe te ha salvado: ve en paz. l no dio

    oportunidad a que la supersticin proclamase que haba una virtud sanadora en el mero acto de tocar sus vestidos. No era mediante el contacto exterior con l, sino por medio de la fe que se aferraba a su poder divino, cmo se haba realizado la curacin

    Para nuestro propio beneficio, debemos refrescar en nuestra mente todo don de Dios. As se fortalece la fe para pedir y recibir siempre ms. Hay para nosotros mayor estmulo en la menor bendicin que recibimos de Dios, que en todos los relatos que podemos leer de la fe y experiencia ajenas. El alma que

  • 28

    responda a la gracia de Dios ser como un jardn regado. Su salud brotar r-pidamente; su luz saldr en la obscuridad, y la gloria del Seor le acompaar.

    Recordemos, pues, la bondad del Seor, y la multitud de sus tiernas miseri-cordias. Como el pueblo de Israel, levantemos nuestras piedras de testimonio, e inscribamos sobre ellas la preciosa historia de lo que Dios ha hecho por no-sotros. Y mientras repasemos su trato con nosotros en nuestra peregrinacin, declaremos, con corazones conmovidos por la gratitud: Qu pagar a Jehov por todos sus beneficios para conmigo? Tomar la copa de la salud, e invocar el nombre de Jehov. Ahora pagar mis votos a Jehov delante de todo su pueblo (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 312, 314).

    Meditacin

    Pero la enferma que lo toc con fe, qued curada. As tambin en las cosas espirituales, el contacto casual difiere del contacto de la fe. La mera creencia en Cristo como Salvador del mundo no imparte sanidad al alma. La fe salvado-ra no es un simple asentimiento a la verdad del Evangelio.

    La verdadera fe es la que recibe a Cristo como un Salvador personal. Dios dio a su Hijo unignito, para que yo, mediante la fe en l, no perezca, mas ten-ga vida eterna (S. Juan 3:16, V.M.). Al acudir a Cristo, conforme a su palabra, he de creer que recibo su gracia salvadora. La vida que ahora vivo, la debo vivir en la fe del Hijo de Dios, el cual me am, y se entreg a s mismo por m (Glatas 2:20) (El Ministerio de Curacin, pg. 40)

    Estudio adicionalEl Deseado de Todas las Gentes, pgs. 311-315; El Ministerio de la Curacin,

    pgs. 42-49.

    InvitacinNo tardes ms en extender tu mano al poder divino del Salvador y ejercita el

    toque de la fe.

  • 29

    Trabajando como MisionerosMientras Jess ministraba a las vastas muchedumbres que se congrega-

    ban en derredor de l, sus discpulos le acompaaban, vidos de hacer cuanto les pidiera y de aliviar su labor. Ayudaban a ordenar a la gente, traan a los afligidos al Salvador y procuraban la comodidad de todos. Estaban alerta para discernir a los oyentes interesados, les explicaban las Escrituras y de diver-sas maneras trabajaban para su beneficio espiritual. Enseaban lo que haban aprendido de Jess y obtenan cada da una rica experiencia. Pero necesita-ban tambin aprender a trabajar solos. Les faltaba todava mucha instruccin, gran paciencia y ternura. Ahora, mientras l estaba personalmente con ellos para sealarles sus errores, aconsejarlos y corregirlos, el Salvador los mand como representantes suyos (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 315).

    LA MISIN MS ELEVADA

    1 Qu misin divina le confi Jess a sus discpulos? Qu maravillo-so mensaje tenan que proclamar y qu poder se les dio para llevar a cabo su misin? Mateo 10:5-8, 1.

    El mensaje de los discpulos era el mismo que el de Juan el Bautista y el de Cristo mismo: El reino de los cielos se ha acercado. No deban entrar en con-troversia con la gente acerca de si Jess de Nazaret era el Mesas; sino que en su nombre deban hacer las mismas obras de misericordia que l haba hecho. Les orden: Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fue-ra demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia

    Estos discpulos deban ser heraldos de la verdad y preparar el camino para la venida de su Maestro. El mensaje que tenan que dar era la palabra de vida eterna, y el destino de los hombres dependa de que lo aceptasen o recha-zasen (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 316, 318).

    Leccin

    7Sbado

    Agosto13

  • 30

    2 Cmo los organiz Jess para el servicio? Cmo deberan ser su-plidas sus necesidades fsicas? Marcos 6:7; Mateo 10:9, 10.Ninguno fue enviado solo, sino que el hermano iba asociado con el her-

    mano, el amigo con el amigo. As podan ayudarse y animarse mutuamente, consultando y orando juntos, supliendo cada uno la debilidad del otro. De la misma manera, envi ms tarde a los setenta.

    Era el propsito del Salvador que los mensajeros del Evangelio se asociaran de esta manera. En nuestro propio tiempo la obra de evangelizacin tendra mucho ms xito si se siguiera fielmente este ejemploSu preparacin para el viaje deba ser de lo ms sencilla.

    No deban permitir que cosa alguna distrajese su atencin de su gran obra, despertase oposicin o cerrase la puerta a labores ulteriores No deban en-trar en las sinagogas y convocar a las gentes a cultos pblicos; sus esfuerzos deban limitarse al trabajo de casa en casa Deban entrar en la morada con el hermoso saludo: Paz sea a esta casa. Ese hogar iba a ser bendecido por sus oraciones, sus cantos de alabanza y la presentacin de las Escrituras en el crculo de la familia (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 316318).

    OPOSICIN Y APOYO

    3 Qu tipo de recibimiento les dijo el Maestro que deban esperar? Mateo 10:14, 16-18. De qu manera esta instruccin a sus discpu-los se aplica a nosotros hoy?

    Ahora el ojo del Salvador penetra lo futuro Su mirada proftica abarca lo que experimentarn sus siervos a travs de todos los siglos hasta que vuel-va por segunda vez. Muestra a sus seguidores los conflictos que tendrn que arrostrar; revela el carcter y el plan de la batalla. Les presenta los peligros que debern afrontar, la abnegacin que necesitarn.

    Desea que cuenten el costo, a fin de no ser sorprendidos inadvertidamen-te por el enemigo. Su lucha no haba de reirse contra la carne y la sangre El Espritu Santo, el representante del Capitn de la hueste del Seor, baja a dirigir la batalla. Nuestras flaquezas pueden ser muchas, y graves nuestros pecados y errores; pero la gracia de Dios es para todos los que, contritos, la pidan. El poder de la Omnipotencia est listo para obrar en favor de los que confan en Dios.

    Los que se ven envueltos en una controversia con los enemigos de la ver-dad, tienen que arrostrar no slo a los hombres, sino a Satans y sus agentes Confen en el amor de Dios, y su espritu se conservar sereno, aun bajo los in-sultos personales. El Salvador los revestir con una panoplia divina. Su Espritu

  • 31

    Santo influir en la mente y en el corazn, de manera que la voz no copiar las notas de los aullidos de los lobos (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 318320).

    4 Qu apoyo se les prometi, particularmente cuando debieron afron-tar la persecucin? Qu oposicin sera particularmente difcil de soportar para sus testimonios? Mateo 10:19-21.

    La persecucin esparcir la luz. Los siervos de Cristo sern llevados ante los grandes de la tierra, quienes, de otra manera, nunca habran odo tal vez el Evangelio. La verdad ha sido presentada falsamente a estos hombres. Han escuchado falsas acusaciones contra la fe de los discpulos de Cristo. Con fre-cuencia su nico medio de conocer el verdadero carcter de esta fe es el testi-monio de aquellos que son llevados a juicio por ella.

    En el examen, se les pide que contesten, y sus jueces escuchan el testimo-nio dado. La gracia de Dios ser concedida a sus siervos para hacer frente a la emergencia Al iluminar el Espritu de Dios la mente de sus siervos, la verdad ser presentada con su poder divino y su alto valor. Los que rechazan la verdad se levantarn para acusar y oprimir a los discpulos

    Los siervos de Cristo no haban de preparar discurso alguno para pronun-ciarlo cuando fuesen llevados a juicio. Deban hacer su preparacin da tras da al atesorar las preciosas verdades de la Palabra de Dios, y al fortalecer su fe por la oracin. Cuando fuesen llevados a juicio, el Espritu Santo les hara recordar las verdades que necesitasen Pero si algunos hubiesen descuidado el fami-liarizarse con las palabras de Cristo no podran esperar que el Espritu Santo les hiciese recordar sus palabras (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 320, 321).

    LA VICTORIA SOBRE EL MIEDO

    5 Qu otros principios transmiti Jess a sus discpulos al igual que a sus testigos en todas las edades? Mateo 10:26-28.Los siervos de Cristo son llamados a hacer la misma obra, y deben velar,

    no sea que al tratar de evitar la discordia, traicionen la verdad. Han de seguir lo que hace a la paz, pero la verdadera paz no puede ob-

    tenerse traicionando los buenos principios. Y ningn hombre puede ser fiel a estos principios sin excitar oposicin. Un cristianismo espiritual recibir la opo-sicin de los hijos de la desobediencia

    Los que son fieles a Dios no necesitan temer el poder de los hombres ni la enemistad de Satans. En Cristo est segura su vida eterna. Lo nico que han de temer es traicionar la verdad, y as el cometido con que Dios los honr

  • 32

    Ni siquiera un gorrin cae al suelo sin que lo note el Padre. El odio de Sata-ns contra Dios le induce a odiar todo objeto del cuidado del Salvador. Trata de arruinar la obra de Dios y se deleita en destruir aun a los animales.

    Es nicamente por el cuidado protector de Dios cmo los pjaros son con-servados para alegrarnos con sus cantos de gozo. Pero l no se olvida ni aun de los pjaros. As que, no temis: ms valis vosotros que muchos pajarillos (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 322, 323).

    GOZO EN LA DIFUSIN DEL MENSAJE

    6 Cul ser el resultado para todos los que difunden las buenas nue-vas y confiesan el nombre de Jess sin temor? Cun profundo es el amor de quien pone el reino de los cielos en primer lugar? Mateo 10:32, 33, 37.

    El que quiera confesar a Cristo debe tener a Cristo en s. No puede comu-nicar lo que no recibi. Los discpulos podan hablar fcilmente de las doctri-nas, podan repetir las palabras de Cristo mismo; pero a menos que poseyeran una mansedumbre y un amor como los de Cristo, no le estaban confesando. Un espritu contrario al espritu de Cristo le negara, cualquiera que fuese la profesin de fe.

    Los hombres pueden negar a Cristo calumniando, hablando insensata-mente y profiriendo palabras falsas o hirientes. Pueden negarle rehuyendo las cargas de la vida, persiguiendo el placer pecaminoso. Pueden negarle confor-mndose con el mundo, siguiendo una conducta descorts, amando sus pro-pias opiniones, justificando al yo, albergando dudas, buscando dificultades y morando en tinieblas.

    De todas estas maneras, declaran que Cristo no est en ellos. Y cualquiera que me negare delante de los hombres dice l, le negar yo tambin delante de mi Padre que est en los cielos (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 324).

    7 Cuando una persona recibe el mensaje de Dios y a sus mensajeros, a quin recibe realmente? Cul ser la consecuencia de sus actos? Mateo 10:40-42.

    La misin de los siervos de Cristo es un alto honor y un cometido sagrado. El que os recibe a vosotros dice l, a m recibe; y el que a m recibe, recibe al que me envi.

    Ningn acto de bondad a ellos manifestado en su nombre dejar de ser reconocido y recompensado. Y en el mismo tierno reconocimiento, l incluye a los ms dbiles y humildes miembros de la familia de Dios.

  • 33

    Cualquiera que diere a uno de estos pequeitos un vaso de agua fra so-lamente a aquellos que son como nios en su fe y conocimiento de Cristo, en nombre de discpulo, de cierto os digo, que no perder su recompensa (El De-seado de Todas las Gentes, pgs. 324, 325).

    MeditacinLos seguidores de Cristo han de trabajar como l obr. Hemos de alimentar a los hambrientos, vestir a los desnudos y consolar a los dolientes y afligidos. Hemos de ministrar a los que desesperan e inspirar esperanza a los descorazo-nados. Y para nosotros se cumplir tambin la promesa: Ir tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehov ser tu retaguardia.

    El amor de Cristo, manifestado en un ministerio abnegado, ser ms eficaz para reformar al que yerra que la espada o el tribunal. Estas cosas son necesarias para infundir terror al violador de la ley, pero el amante misionero puede hacer ms que esto. Con frecuencia, el corazn se endurecer bajo la reprensin; pero se enterne-cer bajo el amor de Cristo.

    El misionero puede no slo aliviar las enfermedades fsicas, sino que puede con-ducir al pecador al gran Mdico, quien es capaz de limpiar el alma de la lepra del pe-cado. Por medio de sus siervos, Dios quiere que los enfermos, los infortunados, los posedos de espritus malos, oigan su voz. Mediante sus agentes humanos, desea ser un Consolador cuyo igual el mundo no conoce (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 316, 317).

    Estudio adicionalMateo 10:1-42; Marcos 6:7-11; Lucas 9:1-6; 10:1-24; El Deseado de Todas las

    Gentes, pgs. 316-326.

    Versculo para memorizarEl que a vosotros recibe, a m me recibe; y el que me recibe a m, recibe al

    que me envi. Mateo 10:40.

  • 34

    Alimento para las multitudesEl acto de Cristo al suplir las necesidades temporales de una muchedum-

    bre hambrienta, entraa una profunda leccin espiritual para todos los que trabajan para l. Cristo reciba del Padre; l imparta a los discpulos; ellos impartan a la multitud; y las personas unas a otras. As, todos los que estn unidos a Cristo, recibirn de l el pan de vida, el alimento celestial, y lo impar-tirn a otros (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 337).

    SANANDO Y ENSEANDO A LA GENTE

    1 Cmo se sinti Jess cuando vio a tanta gente necesitada? Qu los motiv a que le siguieran? Mateo 14:14; Lucas 9:11; Juan 6:2.Vea que una necesidad mayor requera su atencin, mientras contempla-

    ba a la gente que acuda y segua acudiendo. Y tuvo compasin de ellos, por-que eran como ovejas que no tenan pastor.

    Abandonando su retiro, hall un lugar conveniente donde pudiese atender a la gente. Ella no reciba ayuda de los sacerdotes y prncipes; pero las sanado-ras aguas de vida fluan de Cristo mientras enseaba a la multitud el camino de la salvacin.

    La gente escuchaba las palabras misericordiosas que brotaban tan libre-mente de los labios del Hijo de Dios. Oan las palabras de gracia, tan sencillas y claras que les parecan blsamo de Galaad para sus almas.

    El poder sanador de su mano divina imparta alegra y vida a los moribun-dos, comodidad y salud a los que sufran enfermedades. El da les pareca como el cielo en la tierra, y no se daban la menor cuenta de cunto tiempo haca que no haban comido (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 332, 333).

    2 A medida que caa la noche, despus que Jess haba pasado un largo da pronunciando palabras de consuelo a muchas personas, qu le instaron sus discpulos a hacer? Mateo 14:15; Marcos 6:36.

    Leccin

    8Sbado

    Agosto20

    La Ofrenda Especial de hoy est destinadaa la Iglesia del 3er. Sector Chiclayo, Misin Norte

  • 35

    Por fin haba transcurrido ya el da, el sol se estaba hundiendo en el occi-dente, y la gente segua demorndose. Jess haba trabajado todo el da, sin comer ni descansar. Estaba plido por el cansancio y el hambre, y los discpu-los le rogaron que dejase de trabajar. Pero l no poda apartarse de la muche-dumbre que le oprima de todas partes (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 333).

    DADLES DE COMER

    3 Cmo respondi el Salvador a la sugerencia? Mateo 14:16; Marcos 6:37, primera parte. Cul sera la respuesta humana tpica a tal declaracin?.

    Eligi un lugar agradable en el cual acomodar a la gente y les ordeno que se sentaran. Luego tom los cinco panes y los dos pececillos. Sin duda hubo muchas conjeturas acerca de la imposibilidad de satisfacer a cinco mil hom-bres hambrientos (Testimonios para la Iglesia, tomo 6, pgs. 265, 266).

    4 Cul fue el propsito de Jess al preguntarle a Felipe dnde podan comprar pan para la multitud? Juan 6:5-7.Felipe ech una mirada sobre el mar de cabezas, y pens cun imposible

    sera alimentar a tanta gente. Respondi que doscientos denarios de pan no bastaran para que cada uno comiese un poco (El Ministerio de Curacin, pg. 29).

    Los discpulos se acercaron finalmente a l, insistiendo en que para el mis-mo beneficio de la gente haba que despedirla. Muchos haban venido de lejos, y no haban comido desde la maana. En las aldeas y pueblos de los alrededo-res podan conseguir alimentos.

    Pero Jess dijo: Dadles vosotros de comer, y luego, volvindose a Felipe, pregunt: De dnde compraremos pan para que coman stos? Esto lo dijo para probar la fe del discpulo.

    Felipe mir el mar de cabezas, y pens que sera imposible proveer alimen-tos para satisfacer las necesidades de una muchedumbre tan grande. Contes-t que doscientos denarios de pan no alcanzaran para que cada uno tuviese un poco (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 333).

    ALIMENTO PARA LA MULTITUD

    5 Cuntos hombres haba adems de mujeres y nios? Qu hizo Je-ss con la poca cantidad de alimento disponible? Mateo 14:17, 18, 21; Lucas 9:14; Mateo 14:19.

  • 36

    Jess orden que le trajesen estas cosas y luego pidi a los discpulos que hiciesen sentar a la gente sobre la hierba, en grupos de cincuenta y de cien per-sonas, para conservar el orden, y a fin de que todos pudiesen presenciar lo que iba a hacer. Hecho esto, Jess tom los alimentos, y alzando los ojos al cielo, bendijo, y parti y dio los panes a los discpulos, y los discpulos a las gentes (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 333).

    6 Qu sucedi con los pocos panes despus que el Seor los bendi-jo? Cunto recibi cada uno del almacn celestial? Mateo 14:20, primera parte, 21.

    La escasa provisin aument bajo la mano de Cristo, y l tena constan-temente una provisin fresca para sus siervos a fin de que distribuyeran a la multitud hambrienta, hasta que hubo suficiente para todos (Testimonios para los Ministros, pg. 350).

    Sin duda hubo muchas conjeturas acerca de la imposibilidad de satisfacer a cinco mil hombres hambrientos, adems de las mujeres y los nios, con tan escasas provisiones. Pero Jess dio gracias y puso los alimentos en las manos de los discpulos, para que los distribuyesen. A medida que lo repartan, el ali-mento se multiplicaba en sus manos. Despus que la multitud fue alimentada los discpulos mismos se sentaron y comieron con Cristo de la provisin impar-tida por el cielo. Esta es una leccin preciosa para cada uno de los que siguen a Cristo (Testimonios para la Iglesia, tomo 6, pg. 266).

    Al alimentar a los cinco mil, Jess alz el velo del mundo de la naturaleza y revel el poder que se ejerce constantemente para nuestro bien. En la produc-cin de las mieses terrenales, Dios obra un milagro cada da.

    Por medio de agentes naturales, se realiza la misma obra que fue hecha al alimentar a la multitud. Los hombres preparan el suelo y siembran la semilla, pero es la vida de Dios la que hace germinar la simiente Es Dios quien ali-menta cada da los millones con las mieses de esta tierra (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 335).

    7 Cuntos canastos de pan sobraron despus que todos hubieron co-mido? Mateo 14:20, ltima parte; Juan 6:12 Qu lecciones adicio-nales estn contenidas en este milagro?.

    Y cuando somos puestos en estrecheces, debemos depender de Dios. He-mos de ejercer sabidura y juicio en toda accin de la vida, a fin de no colocar-nos en situacin de prueba por procederes temerarios. No debemos sumirnos en dificultades descuidando los medios que Dios ha provisto y usando mal las facultades que nos ha dado. Los que trabajan para Cristo deben obedecer im-

  • 37

    plcitamente sus instrucciones. La obra es de Dios, y si queremos beneficiar a otros debemos seguir sus planes. No puede hacerse del yo un centro; el yo no puede recibir honra.

    Si hacemos planes segn nuestras propias ideas, el Seor nos abandonar a nuestros propios errores. Pero cuando, despus de seguir sus indicaciones, somos puestos en estrecheces nos librar.

    No hemos de renunciar a la lucha, desalentados, sino que en toda emer-gencia hemos de procurar la ayuda de Aquel que tiene recursos infinitos a su disposicin. Con frecuencia, estaremos rodeados de circunstancias penosas, y entonces, con la ms plena confianza, debemos depender de Dios. l guardar a toda alma puesta en perplejidad por tratar de andar en el camino del Seor (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 336).

    MeditacinLos discpulos eran el medio de comunicacin entre Cristo y la gente. Esto

    debe ser de gran estmulo para sus discpulos de hoy. Cristo es el gran centro, la fuente de toda fuerza. Sus discpulos han de recibir de l sus provisiones. Los ms inteligentes, los mejor dispuestos espiritualmente, pueden otorgar a otros solamente lo que reciben.

    De s mismos, no pueden suplir en nada las necesidades del alma. Podemos impartir nicamente lo que recibimos de Cristo; y podemos recibir nicamente a medida que impartimos a otros.

    A medida que continuamos impartiendo, continuamos recibiendo; y cuan-to ms impartamos, tanto ms recibiremos. As podemos constantemente creer, confiar, recibir e impartir (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 337, 338).

    Estudio adicionalMateo 14:13-21; Marcos 6:32-44; Lucas 9:10-17; Juan 6:1-13; El Deseado de

    Todas las Gentes, pgs. 429-442; El Ministerio de la Curacin, pgs. 34-38. Confiando en la providencia

    Cuando nosotros no tenemos nada, cuntas posibilidades tiene el Seor?

  • 38

    Caminando sobre las AguasDa tras da, Dios instruye a sus hijos. Por las circunstancias de la vida

    diaria, los est preparando para desempear su parte en aquel escenario ms amplio que su providencia les ha designado. Es el resultado de la prueba diaria lo que determina su victoria o su derrota en la gran crisis de la vida (El De-seado de Todas las Gentes, pg. 345).

    UN LUGAR SOLITARIO PARA ORAR

    1 Despus que Jess hubo alimentado milagrosamente a la multi-tud, que queran hacer algunas personas e incluso sus discpulos? Cul fue la respuesta del Maestro a esto? Juan 6:14, 15.

    Durante todo el da esta conviccin se haba fortalecido. Ese acto culmi-nante les aseguraba que entre ellos se encontraba el Libertador durante tanto tiempo esperado. Las esperanzas de la gente iban aumentando cada vez ms.

    l sera quien hara de Judea un paraso terrenal, una tierra que fluyese leche y miel. Poda satisfacer todo deseo. Poda quebrantar el poder de los odiados romanos. Poda librar a Jud y Jerusaln. Poda curar a los soldados heridos en la batalla. Poda proporcionar alimento a ejrcitos enteros. Poda conquistar las naciones y dar a Israel el dominio que deseaba desde haca mucho tiempo.En su entusiasmo, la gente estaba lista para coronarle rey en seguida. Se vea que l no haca ningn esfuerzo para llamar la atencin a s mismo, ni para atraerse honores. En esto era esencialmente diferente de los sacerdotes y los prncipes, y los presentes teman que nunca hara valer su de-recho al trono de David.

    Consultando entre s, convinieron en tomarle por fuerza y proclamarle rey de Israel. Los discpulos se unieron a la muchedumbre para declarar que el trono de David era herencia legtima del Maestro. Dijeron que era la modestia de Cristo lo que le haca rechazar tal honor. Exalte el pueblo a su Libertador, pensaban. Vanse los arrogantes sacerdotes y prncipes obligados a honrar a Aquel que vie-ne revestido con la autoridad de Dios (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 340, 341)

    Leccin

    9Sbado

    Agosto27

  • 39

    Con avidez decidieron llevar a cabo su propsito; pero Jess vio lo que se es-taba tramando y comprendi, como no podan hacerlo ellos, cul sera el resultado de un movimiento tal Llamando a sus discpulos, Jess les orden que tomasen el bote y volviesen en seguida a Capernam, dejndole a l despedir a la gente Nunca antes haba parecido tan imposible cumplir una orden de Cristo.

    Los discpulos haban esperado durante largo tiempo un movimiento po-pular que pusiese a Jess en el trono; no podan soportar el pensamiento de que todo ese entusiasmo fuera reducido a la nada. Las multitudes que se es-taban congregando para observar la Pascua anhelaban ver al nuevo Profeta. Para sus seguidores, sta pareca la oportunidad urea de establecer a su ama-do Maestro sobre el trono de Israel. En el calor de esta nueva ambicin, les era difcil irse solos y dejar a Jess en aquella orilla desolada

    Cuando fue dejado solo, Jess subi al monte apartado a orar. Durante horas continu intercediendo ante Dios. Oraba no por s mismo sino por los hombres. Pidi poder para revelarles el carcter divino de su misin, para que Satans no cegase su entendimiento y pervirtiese su juicio (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 341, 342).

    COMBATIENDO CON LAS OLAS

    3 Al caer la noche, qu pas con los discpulos en el mar? Mateo 14:24; Marcos 6:47. Qu leccin tenan que aprender?Si de la abundancia de su corazn hubiesen estado conversando respecto

    a estas cosas, no habran entrado en tentacin. Pero su desilusin absorba sus pensamientos Estaban en medio de aguas agitadas. Sus pensamientos eran tumultuosos e irrazonables, y el Seor les dio entonces otra cosa para afligir sus almas y ocupar sus mentes. Dios hace con frecuencia esto cuando los hom-bres se crean cargas y dificultades

    Olvidaron su desafecto, su incredulidad, su impaciencia. Cada uno se puso a trabajar para impedir que el barco se hundiese Hasta la cuarta vela de la noche lucharon con los remos. Entonces los hombres cansados se dieron por perdidos. En la tempestad y las tinieblas, el mar les haba enseado cun des-amparados estaban, y anhelaban la presencia de su Maestro.

    Jess no los haba olvidado. El que velaba en la orilla vio a aquellos hombres que llenos de temor luchaban con la tempestad. Ni por un momento perdi de vista a sus discpulos. Con la ms profunda solicitud, sus ojos siguieron al barco agitado por la tormenta con su preciosa carga; porque estos hombres haban de

    2 Qu ms hizo? Mateo 14:22, 23. Por qu?.

  • 40

    4 Despus de haber remado veinticinco o treinta estadios contra las olas, quin se les acerc caminando sobre el mar? Juan 6:19; Mateo 14:25; Marcos 6:48.

    Cuando sus corazones estuvieron subyugados, apagada su ambicin pro-fana y en humildad oraron pidiendo ayuda, les fue concedida.

    En el momento en que ellos se creyeron perdidos, un rayo de luz revel una figura misteriosa que se acercaba a ellos sobre el agua. Pero no saban que era Jess (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 344).

    VIENDO AL SALVADOR

    5 Qu vieron los discpulos que les asust? Qu aquiet sus te-mores? Mateo 14:26, 27; Marcos 6:49.Tuvieron por enemigo al que vena en su ayuda. El terror se apoder de

    ellos. Las manos que haban asido los remos con msculos de hierro, los solta-ron. El barco se meca al impulso de las olas, todos los ojos estaban fijos en esta visin de un hombre que andaba sobre las espumosas olas de un mar agitado. Ellos pensaban que era un fantasma que presagiaba su destruccin y gritaron atemorizados. Jess sigui avanzando, como si quisiese pasar ms all de don-de estaban ellos, pero le reconocieron, y clamaron a l pidindole ayuda. Su amado Maestro se volvi entonces, y su voz aquiet su temor: Alentaos; yo soy, no temis (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 344).

    CAMINANDO SOBRE EL AGUA

    6 Qu solicit Pedro inmediatamente? Qu convirti su audacia en temor? Mateo 14:28-31.Mirando a Jess, Pedro andaba con seguridad; pero cuando con satisfac-

    cin propia, mir hacia atrs, a sus compaeros que estaban en el barco, sus ojos se apartaron del Salvador. El viento era borrascoso. Las olas se elevaban a gran altura, directamente entre l y el Maestro; y Pedro sinti miedo. Durante un instante, Cristo qued oculto de su vista, y su fe le abandon. Empez a hundirse. Pero mientras las ondas hablaban con la muerte, Pedro elev sus ojos de las airadas aguas y fijndolos en Jess, exclam: Seor, slvame. In-

    ser la luz del mundo. Como una madre vigila con tierno amor a su hijo, el compa-sivo Maestro vigilaba a sus discpulos (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 343, 344).

  • 41

    mediatamente Jess asi la mano extendida, dicindole: Oh hombre de poca fe, por qu dudaste? Andando lado a lado, y teniendo Pedro su mano en la de su Maestro, entraron juntos en el barco. Pero Pedro estaba ahora subyuga-do y callado. No tena motivos para alabarse ms que sus compaeros, porque por la incredulidad y el ensalzamiento propio, casi haba perdido la vida. Cuan-do apart sus ojos de Jess, perdi pie y se hunda en medio de las ondas.

    Cuando la dificultad nos sobreviene, con cunta frecuencia somos como Pedro. Miramos las olas en vez de mantener nuestros ojos fijos en el Salva-dor En medio de las tormentas de la tentacin, poda andar seguramente tan slo si, desconfiando totalmente de s mismo, fiaba en el Salvador (El De-seado de Todas las Gentes, pgs. 344, 345).

    7 Qu sucedi enseguida que Jess y Pedro subieron en el barco? Mateo 14:32, 33; Marcos 6:51; Juan 6:21.Los que dejan de sentir que dependen constantemente de Dios, sern

    vencidos por la tentacin. Podemos suponer ahora que nuestros pies estn seguros y que nunca seremos movidos. Podemos decir con confianza: Yo s a quin he credo; nada quebrantar mi fe en Dios y su Palabra. Pero Satans est proyectando aprovecharse de nuestras caractersticas heredadas y culti-vadas, y cegar nuestros ojos acerca de nuestras propias necesidades y defec-tos. nicamente comprendiendo nuestra propia debilidad y mirando fijamen-te a Jess, podemos estar seguros (El Deseado de Todas las Gentes, pgs. 345, 346).

    Meditacin ha sido el propsito determinado de Satans el de eclipsar la visin de

    Jess, e inducir a los hombres a mirar al hombre, a confiar en el hombre, y ser educados para esperar ayuda del hombre. Durante siglos la iglesia ha estado mirando al hombre, y esperando mucho del hombre, pero no mirando a Jess, en el cual estn centradas nuestras esperanzas de vida eterna El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que es incrdulo al Hijo, no ver la vida, sino que la ira de Dios est sobre l (Testimonios para los Ministros, pgs. 90, 91).

    Estudio adicionalMateo 14:22-33; Marcos 6:45-52; Juan 6:14-21; El Deseado de Todas las Gen-

    tes, pgs. 341-347; La Educacin, pgs. 85, 86.

    Qu opinas?Cul es la enseanza ms importante que podemos aprender de la leccin

    de hoy, segn tu opinin?Qu motivacin encuentras en esta sorprendente historia?

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    El pan de VidaMirando constantemente a Jess con el ojo de la fe, seremos fortalecidos. Dios

    har las revelaciones ms preciosas a sus hijos hambrientos y sedientos. Hallarn que Cristo es un Salvador personal. A medida que se alimenten de su Palabra, hallarn que es espritu y vida. La Palabra destruye la naturaleza terrenal y natural e imparte nueva vida en Cristo Jess. El Espritu Santo viene al alma como Consolador. Por el factor transformador de su gracia, la imagen de Dios se reproduce en el discpulo; viene a ser una nueva criatura. El amor reemplaza al odio y el corazn recibe la semejanza divina. Esto es lo que quiere decir vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios. Esto es comer el Pan que descendi del cielo (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 355).

    INTERESES TEMPORALES

    1 Qu dijo Jess a los que vinieron a buscarle a Capernan? Cul era su inters principal? Juan 6:24-26.No le buscaban por algn motivo digno; sino que como haban sido alimentados

    con los panes, esperaban recibir todava otros beneficios temporales vinculndose con l. El Salvador les inst: Trabajad no por la comida que perece, mas por la comida que a vida eterna permanece. No busquis solamente el beneficio material. No tenga por objeto vuestro principal esfuerzo proveer para la vida actual, pero buscad el alimento espiritual, a saber, esa sabidura que durar para vida eterna. Slo el Hijo de Dios puede darla; porque a ste seal el Padre, que es Dios (El Deseado de Todas las Gentes, pg. 348).

    LA GRAN NECESIDAD

    2 Impresionada por el gran milagro de Jess cuando multiplic los panes y los peces, qu le pidi la gente? Qu era lo ms importante que l deseaba darles? Juan 6:28, 29, 33.

    Por el momento se despert el inters de los oyentes. Exclamaron: Qu haremos para que obremos las obras de Dios? Haban estado realizando muchas obras penosas para recomendarse a Dios; y estaban listos para enterarse de cual-

    Leccin

    10Sbado

    Setiembre3

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    quier nueva observancia por la cual pudiesen obtener mayor mrito. Su pregunta significaba: Qu debemos hacer para merecer el cielo? Cul es el precio reque-rido para obtener la vida venidera? Respondi Jess y djoles: Esta es la obra de Dios, que creis en el que l ha enviado. El precio del cielo es Jess. El camino al cielo es por la f