las acciones afirmativas en la legislación mexicana: el caso del sistema de … · 2013. 9. 9. ·...

Las Acciones Afirmativas en la Legislación Mexicana:

El Caso del Sistema

de Cuotas Electorales

Colaborador:

Leonardo Carlín Rosas

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Las Acciones Afirmativas en la Legislación Mexicana: El Caso del Sistema


Primera Edición 2006.

Quinta Impresión Mayo del 2013.

Movimiento Ciudadano, Partido Político Nacional.

Derechos Reservados © 2006.

ISBN: 970-794-080-8

Louisiana No. 113, Esq. Nueva York, Col. NápolesDeleg. Benito Juárez, C. P. 03810, México, D.F.

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su atención gracias.

El Editor.

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ÍNDICE

Introducción

1. ¿Qué son las acciones afirmativas?

2. El sistema de cuotas electorales

La situación en México

Fuentes

Notas de pie de página.

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Introducción.

La idea de las acciones afirmativas surgió en la déca-da de los años sesenta del siglo XX con la finalidad deimplementar medidas que eliminaran la discriminacióny exclusión que sufrían determinadas poblaciones fren-te a la imposibilidad de integrarse con plenos derechosa la sociedad. De esta manera, se establecieron medi-das especiales y temporales que permitirían terminarcon aquella situación, siendo los principales beneficia-rios personas pertenecientes a grupos vulnerables como:los negros, las mujeres, los discapacitados, etc.

En el ámbito de los derechos políticos, la poblaciónfemenina -como sector que históricamente había sidomarginado de la vida pública- fue sujeto de la aplica-ción de acciones afirmativas a través del establecimien-to de cuotas electorales. Éstas se refieren a ciertos por-centajes impuestos por ley para asegurar que las muje-res accedan a la participación política.

En este sentido, las acciones afirmativas parten delreconocimiento de condiciones de desigualdad -en estecaso de la desigualad de oportunidades entre hombresy mujeres para ocupar puestos de elección popular- y,por lo tanto, su aplicación pretende garantizar la exis-tencia de oportunidades y favorecer la participación detodos los grupos sociales en el desarrollo político delpaís.

En el caso de México, nuestro país cuenta con unsistema de cuotas desde el año de 2002, respaldado porel Código Federal de Instituciones y Procedimiento Elec-torales (COFIPE), el cual encuentra su justificación enla subrepresentación de las mujeres en cargos de toma

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de decisión política a pesar de los avances en materiade consolidación democrática que ha vivido el país.

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1. ¿Qué son las acciones afirmativas?

“El término acción afirmativa apareció en forma ofi-cial, por primer vez, en una Orden Ejecutiva suscritapor el presidente [estadounidense] John F. Kennedyen 1961, en la cual instaba a las entidades del Ejecuti-vo a tomar ‘acción afirmativa’ para terminar con la dis-criminación de los afroamericanos en la contrataciónde personal. Luego, en 1964, la Ley de Derechos Civilesincorporó otra vez el término en la sección de remediodel Título VII referido a la discriminación en el empleo”.1

Como puede observarse el origen de las acciones afir-mativas se encuentra en la situación de discriminacióny exclusión que vivía la población negra en Estados Uni-dos. Frente a este panorama, se desarrollaron movimien-tos sociales a favor de los derechos civiles y de la reivin-dicación de la justicia social, los cuales presionaron paralograr lo que se llegó a denominar como “leyes sin co-lor”. En suma, se trataba de diseñar políticas orienta-das a mejorar las oportunidades de las minorías.

En este contexto, las acciones afirmativas se conci-ben como medidas del Estado tendientes a favorecer alos grupos sociales desfavorecidos, las cuales surgencomo una necesidad para erradicar aquellas condicio-nes que imposibiliten el logro efectivo de la igualdad,así como beneficiar a quienes en la realidad cotidianase ven marginados y desfavorecidos, garantizándolesmayores oportunidades de inserción en la sociedad.

Así, las acciones afirmativas se definen como “unapolítica pública que se expresa mediante una normalegal, una decisión judicial o una decisión oficial queprocura mejorar las oportunidades para grupos segre-gados en la sociedad por su condición de desventaja

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frente a los grupos dominantes”.2

Con base en esta definición se discierne que estasacciones no son un fin en sí mismo, sino un mecanismotransitorio que pretende cambiar una situación deter-minada. El objetivo último es, entonces, reducir lasdisparidades e incrementar las oportunidades de acce-so a diversos ámbitos como: la educación, el empleo, lavivienda, los fondos públicos y la representación y par-ticipación políticas. En esta lógica, es importante seña-lar que las acciones afirmativas sólo son justificadasmientras existan condiciones de desigualdad y discri-minación. Para J. García Añón, la aplicación de estasacciones requiere tomar en consideración los siguien-tes elementos:

1. El contexto en el que se determinan las carac-terísticas de la desventaja de un grupo sobre otro en lasociedad.

2. La objetividad de los supuestos, es decir, iden-tificar la existencia de igualdad de hecho en la compe-tencia para un puesto. A la par, identificar si hay menorrepresentación o desigualdad por otros motivos (históri-cos, sociales, económicos).

3. La objetividad en la apreciación de los benefi-ciarios. Para ello se debe tomar en cuenta todos los cri-terios relativos a la persona en función de su aptitud ycompetencia profesional.3

Como ya se mencionó las acciones afirmativas atien-den diferentes problemas según al ámbito en el que sedesarrolle la desigualdad, en este sentido, su aplica-ción se justifica a partir de diferentes enfoques. Estosenfoques son:

a) Compensatorio: orientado fundamental-mente para remediar los daños ocasionados en el pasa-do. Se aplica fundamentalmente cuando da lugar a unaacción legal como demanda y es objeto de decisión de

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un tribunal civil. Se ha utilizado en demanda por temasde titularización de tierra o por discriminaciones en elempleo y se salda a través de una compensación mone-taria y/o de la restitución del bien o el derecho perdido.

b) Correctivo: se utiliza para garantizar elcese de prácticas discriminatorias. Tiene un efecto so-bre el futuro. Se aplica fundamentalmente en áreas deeducación, empleo, vivienda y salud.

c) Redistributivo: el objetivo es acabar conla mala distribución de los bienes de oportunidad.4

Con base en estos enfoques, las acciones afirmativaspueden tomar la figura de diversos instrumentos lega-les:

Si bien las acciones afirmativas se justifican a partirdel reconocimiento de desigualdades sociales, su cons-titución y ejecución han requerido de un gran debate alconcebirse como un tema polémico. Ello, según los ar-gumentos que sostienen que las acciones afirmativasviolan el principio de igualdad, que presentan un carác-ter paternalista y que no responden a criterios de méri-to.

No obstante, sin negar y pasar por alto las críticas aeste tipo de política, no hay que olvidar que su desarro-llo se enmarca en la discusión “sobre la necesidad degarantizar derechos que trasciendan la igualdad formalpropia de las constituciones liberales, como el derechoa voto, la libertad de expresión o el acceso a la educa-

ENFOQUE TIPO DE INSTRUMENTO

Compensatorio Leyes, decretos, dictámenes

Correctivo Cuotas

Redistributivo Cuotas y subsidios

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ción”.5

Con base en todo o anterior se puede concluir que elconcepto de acción afirmativa puede tener diversas acep-ciones que responden a contextos específicos, pero quetodas tienen como finalidad fomentar la construcciónde una sociedad más democrática y justa. Entre las prin-cipales acepciones de la idea de acción afirmativa seencuentran las siguientes:

v Acciones dirigidas a garantizar la igualdad de opor-tunidades en la participación en los diferentes ámbitossociales, tales como las decisiones políticas, el ejerciciode los derechos jurídicos, educación, información o con-sumo.

v Medidas orientadas al reconocimiento de los de-rechos de grupos particulares discriminados.

v Tipo específico de medida, conocida como prefe-rencia afirmativa, que consiste en introducir en formaobligatoria un criterio de predilección o prioridad a fa-vor de un grupo para el acceso a ciertos bienes o servi-cios en un determinado ámbito social.6

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2. El sistema de cuotas electorales.

Las cuotas electorales son un tipo de acción afirmati-va que se define como “la reserva que hace normalmen-te la ley electoral y excepcionalmente la Constituciónpara que ningún género pueda tener más de un deter-minado porcentaje de representantes en los órganoslegislativos”.7 Considerando que el género femenino esel que históricamente ha quedado marginado de la es-fera pública, las cuotas electorales de género surgencomo respuesta a la falta de representación política delas mujeres, con el objeto de incrementar su participa-ción.

En este sentido, las cuotas de género se presentancomo medidas temporales para compensar la desigual-dad, a la que se han enfrentado las mujeres en los pro-cesos de toma de decisiones. Dichas cuotas pueden serde dos tipos: aquellas creadas por la legislación nacio-nal y aquellas establecidas al interior de los partidospolíticos. Las primeras tienen como objetivo influir enel resultado de las elecciones, garantizando que lasmujeres ocupen cierto número o porcentaje de esca-ños. Las segundas buscan influir en las candidaturas,es decir, que ninguno de los dos sexos exceda ciertonivel en las listas electorales.8

A nivel internacional el debate sobre las cuotas degénero fue impulsado y promovido a partir de la CuartaConferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada enBeijing en 1995. En el Programa de Acción de Beijing,en el marco del objetivo estratégico de adoptar medidaspara garantizar a la mujer igualdad de acceso y la plenaparticipación en las estructuras de poder y en la adop-ción de decisiones, los gobiernos se comprometieron a“adoptar medidas, incluso, cuando proceda, en los sis-

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temas electorales, que alientan a los partidos políticos aintegrar a las mujeres en los cargos públicos electivos yno electivos en la misma proporción y en las mismascategorías que los hombres [y] examinar el efecto dife-rencial de los sistemas electorales en la representaciónpolítica de las mujeres en los órganos electivos y exami-nar, cuando proceda, la posibilidad de ajustar o refor-mar esos sistemas”.9

De esta manera, los compromisos asumidos en Beijinglegitimaron la idea de las cuotas electorales como medi-da para lograr el pleno goce de los derechos de la mu-jer. Los movimientos feministas encontraron en esteacuerdo internacional un sustento jurídico y la motiva-ción para continuar con la lucha a favor de la igualaentre hombres y mujeres. En palabras de Mark P. Jones:

El movimiento de cuotas de los años noventa reflejael crecimiento y la fuerza de los movimientos de muje-res, el liderazgo de las mujeres políticas y la influenciade las normas y de los acuerdos internacionales refe-rentes a la igualdad de géneros. A través de su defensade las cuotas, las mujeres activistas están forjando nue-vas nociones de igualdad, de legitimidad democrática yde ciudadanía femenina.10

En América Latina el primer país en establecer cuo-tas electorales fue Argentina en el año de 1991, paísque actualmente ocupa la novena posición entre 197países en relación al porcentaje de mujeres en los órga-nos legislativos. En esta escala México ocupa el lugarnúmero treinta, ubicándose en los primeros sitiosRwanda, Suecia y Noruega y por encima de México lossiguientes países latinoamericanos: Cuba, Costa Rica yArgentina.

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Fuente: Unión Interparlamentaria, en http://www.ipu.org/wmn-e/classif.htm, 13 de marzo de 2006.

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Entre los argumentos en contra de las cuotas de gé-nero se encuentran las siguientes:

a) Las cuotas violan el principio de igualdad: Los crí-ticos de las cuotas consideran que vulneran el principiode igualdad al no respetar las mismas oportunidadesde acceso a puestos representativos para los hombres ylas mujeres; para este punto de vista, todos los sereshumanos deberían ser tratados de la misma forma y ladistribución de recursos que implicaran una visión dela justicia social se debería realizar sin atender a cues-tiones de género. La respuesta para esta objeción esque el principio de igualdad no puede considerarse comosimetría absoluta y que la idea de una igualdad pura-mente formal, que no atendiera a las discriminacionesque de hecho existen en nuestras sociedades, acabaríaconculcando el objetivo de alcanzar una sociedad justa.Lo cierto, además, es que con las cuotas se intenta re-parar una probabilidad objetiva que pesa en contra delas mujeres, de acuerdo con la cual -según lo demues-tran las estadísticas- la posibilidad real que tienen deacceder a cargos representativos es notablemente me-nor que la que tienen los hombres. En este contexto, sepuede concluir que las cuotas, más que vulnerar el prin-cipio de igualdad, en realidad lo afianzan, en la medidaen que lo hacen real, ya que impiden una consolidada ypermanente discriminación por razón de sexo en con-tra de las mujeres.

b) Las cuotas no son neutrales y usan un criterioprohibido para diferenciar entre las personas, como loes el sexo: Esta crítica parte del supuesto de que elderecho y las actividades estatales deben ser neutralescon respecto a algunas características de las personas,como lo pueden ser el sexo, la raza, el origen étnico onacional, entre otros. La realidad, sin embargo, es que

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esa neutralidad no existe en la práctica y que los gru-pos vulnerables o discriminados lo son en buena medi-da porque no existen incentivos sociales o institucionalesque les ofrezcan competir en igualdad de oportunida-des con otras personas. Además, las sociedades actua-les no son neutrales con relación al género, entendien-do por tal el rol que socialmente se asigna a los hom-bres y a las mujeres; de esta forma, las mujeres desem-peñan roles asociados a la vida privada (cuidado de ni-ños y ancianos, mantenimiento del hogar, etcétera) ylos hombres asumen roles en la vida pública. Esta sepa-ración de ámbitos de actuación ha supuesto para lasmujeres una relegación importante en el campo políti-co, que es justamente lo que tratan de evitar las cuotaselectorales. Se podría decir que tal vez las cuotas no sonneutrales con respecto al sexo, pero sí respecto al géne-ro.

c) Las cuotas son paternalistas: Los críticos de lascuotas afirman que se trata de medidas que considerana las mujeres como seres indefensos o como menoresde edad, que necesitan de la ayuda del ordenamientojurídico para poder competir con los hombres. En reali-dad, sucede aproximadamente lo contrario, es decir,porque se considera que las mujeres son igual o máscapaces que los hombres para desempeñar cualquiercargo público es por lo que se crean las cuotas, quecomo se dijo, tienden a disminuir una probabilidad ob-jetiva que opera actualmente contra las mujeres. Lascuotas no se crean porque se piense que las mujerestienen menos méritos, sino porque las relaciones depoder realmente existentes en nuestras sociedades lesimpiden aplicar esos méritos en las instituciones repre-sentativas.

d) Las cuotas no respetan los criterios de mérito: Seafirma por sus críticos que las cuotas no toman en cuenta

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el mérito de las personas, sino simplemente su sexo ala hora de distribuir las posibilidades de acceder a car-gos públicos electivos. La respuesta a esta objeción esque el mérito, siendo sin duda importante, no puedeser el único criterio para la distribución de beneficiossociales. Puede suceder incluso que el mérito sea uncriterio injusto si la situación de partida de dos perso-nas o de dos grupos no es equitativa. A la crítica delmérito se suele acompañar el argumento de que lasmujeres ya han logrado avanzar mucho en los distintosámbitos públicos y que es solamente una cuestión detiempo para que tengan mayor presencia en los parla-mentos y cámaras legislativas; en realidad, los datosdemuestran que incluso en sociedades en donde laemancipación de las mujeres se realizó hace muchosaños, los cambios siguen sin producirse y la diferenciaentre hombres y mujeres sigue siendo muy importan-te. Por otro lado, es importante señalar que en materiapolítica los méritos son más difícilmente medibles queen otros campos, pues no hay criterios objetivos quenos puedan indicar si una persona será o no un buenrepresentante popular. Además, si el mérito ha sidohasta ahora el criterio con el que se han integrado losórganos públicos, habría que empezar a cuestionarlo ala vista de los pobres resultados que ha generado y deldesencanto que la gente tiene sobre sus representan-tes populares. La evaluación de los méritos que actual-mente hacen nuestras sociedades puede y debe sercuestionada, pues en muchos aspectos es obvio que noestá dando buenos resultados.11

Por otra parte, los defensores del sistema de cuotassostienen que esta medida implica tres reivindicacionesfundamentales. “La primera es de carácter normativo:la ecuanimidad y la igualdad requieren que las mujeresestén presentes en los procesos de toma de decisión,que afectan a la sociedad en su conjunto. Las cuotas,

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que garantizan la presencia de las mujeres a corto pla-zo, son el método más efectivo para conseguir alcanzardicho objetivo. La segunda es de carácterconsecuencialista: las cuotas, que implican una mayorpresencia de mujeres en el poder, introducirán elemen-tos nuevos en la agenda política y cambiarán los resul-tados de las políticas de manera que reflejen mejor lascuestiones que afectan a las mujeres. La última es decarácter simbólico: las cuotas educan al público en cuan-to a la igualdad de género y demuestran el compromisoque tiene la sociedad con una democracia que se basaen la inclusión”.12

Más allá de las bondades y críticas del sistema decuotas per se, es un hecho que su éxito depende demúltiples factores, que incluyen tanto elementos técni-cos como políticos, sociales y culturales. Respecto a losdos primeros se sostiene que para que las cuotas arro-jen los resultados deseados se debe contar con siste-mas electorales que los favorezcan. Es decir, contar conun sistema de listas cerradas, con un mandato de posi-ción, con circunscripciones grandes y con el cumpli-miento de buena fe por parte de los partidos políticos.

El sistema de listas cerradas se refiere a la utilizaciónen las elecciones de un tipo de lista en la que los parti-dos políticos presentan una lista de candidatos ordena-da en cada una de las circunscripciones. Los electoresvotan la lista entera y no pueden alterar el orden de loscandidatos. “Una vez que se haya calculado el númerode escaños, que corresponden a un partido, se asignanescaños de acuerdo con el orden de la lista”.13 En con-tra posición, en las listas abiertas no existe ningún or-den, por lo que los votantes seleccionan al candidato dela lista de su preferencia. Así, “los escaños se distribu-yen entre los candidatos del partido dependiendo delnúmero de votos ‘preferenciales’ que haya recibido cada

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uno, independientemente del puesto que ocupen en lalista”.14 En palabras de Mark P. Jones:

En un sistema de listas cerradas, los partidos compi-ten entre sí por obtener votos. Cada candidato se sienteincentivado a maximizar el número de votos para supartido, ya que los escaños se distribuyen de acuerdocon el número total de votos obtenidos por el partido.En un sistema de listas abiertas, además de la compe-tencia entre partidos, existe una feroz competencia den-tro de cada partido. Al ser los votos preferenciales losque determinan el que él o ella resulte elegido, los can-didatos de un mismo partido compiten entre ellos paraobtener votos preferenciales en las elecciones genera-les. En general, las mujeres suelen ser unas recién lle-gadas a la política y, por lo tanto, tienen menos recur-sos que sus colegas hombres, lo cual es una gran des-ventaja a la hora de competir dentro del partido.15

El mandato de posición hace referencia a la ubica-ción de las mujeres candidatas en posiciones de la lista,donde realmente tengan la posibilidad de ser elegidas.Ello evita que los partidos ubiquen a las mujeres al finalde las listas.

Por su parte, el tamaño de circunscripción tiene unefecto negativo cuando las circunscripciones son peque-ñas porque, “particularmente cuando existe un grannúmero de partidos que obtienen escaños en la legisla-tura, limitan seriamente la efectividad del sistema decuotas, ya que los partidos suelen obtener sólo uno odos escaños en una misma circunscripción. En los sis-temas de listas cerradas, los primeros puestos de la lis-ta (que son los únicos que pueden resultar elegidos)suelen estar ocupados por hombres. Cuanto más gran-de sea la circunscripción, más posibilidad tiene el siste-ma de cuotas de ser efectivo”.16

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Entre algunos de los elementos sociales y culturalesque deberían acompañar al sistema de cuotas para subuen desempeño, se encuentran aquellos que permiti-rían integrar con mayor facilidad a las mujeres a lasactividades políticas. Tal son los ejemplos de la existen-cia de horarios laborales flexibles, la aplicación de es-quemas que permitan conciliar las responsabilidadesfamiliares entre hombres y mujeres, el establecimientode sueldos iguales por trabajos iguales y la formaciónde liderazgos femeninos. En esta lógica, también se es-tablece lo siguiente:

Los sistemas de cuotas pueden representar un pun-to de partida, pero de ningún modo garantizar el accesoal poder. Para que ello ocurra, tales sistemas deben iracompañados de otras medidas para que las cuotas real-mente sirvan para proyectar los intereses de la mujer elinterior de los centros de poder, la mujer política y elmovimiento de mujeres deben conformar alianzas es-tratégicas y hacer campañas transversales que superenlas distinciones partidarias.17

Se trata, entonces, de promover factores adicionalesque garanticen el éxito del sistema de cuotas como unaacción afirmativa con miras a construir sociedades másdemocráticas e inclusivas.

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3. La situación en México.

A continuación se presenta una serie de cifras quedemuestra la falta de representación política de lasmujeres en puestos de elección popular.

DIPUTADOS POR LEGISLATURA SEGÚN SEXO, 1952A 2006

Legislatura Periodo Total Hombres Mujeres

XLII 1952 a 1955 162 161 1

XLIII 1955 a 1958 160 156 4

XLIV 1958 a 1961 162 154 8

XLV 1961 a 1964 185 176 9

XLVI 1964 a 1967 210 197 13

XLVII 1967 a 1970 210 198 12

XLVIII 1970 a 1973 197 184 13

XLIX 1973 a 1976 231 212 19

L 1976 a 1979 236 215 21

LI 1979 a 1982 400 368 32

LII 1982 a 1985 400 358 42

LIII 1985 a 1988 400 358 42

LIV 1988 a 1991 500 442 58

LV 1991 a 1994 499 455 44

LVI 1994 a 1997 496 424 72

LVII 1997 a 2000 500 413 87

LVIII 2000 a 2003 500 416 84

LIX 2003 a 2006 500 380 120

FUENTE: PR. Quinto Informe de Gobierno, 2005. Anexo.

México, D.F., 2005.

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SENADORES POR LEGISLATURA SEGÚN SEXO,1964 A 2006

Legislatura Periodo Total Hombres Mujeres

XLVI y

XLVII

1964 a 1970 58 55 3

XLVIII y

XLIX

1970 a 1976 60 54 6

L y LI 1976 a 1982 64 56 8

LII y LIII 1982 a 1988 64 44 20

LIV 1988 a 1991 64 54 10

LV 1991 a 1994 64 62 2

LVI 1994 a 1997 128 115 13

LVII 1997 a 2000 128 108 20

LVIII 2000 a 2003 128 105 23

LIX a 2003 a 2006 128 100 28

a No se efectuaron elecciones para senador.

FUENTE: Para los periodos de 1964 a 2003: PR. Tercer

Informe de Gobierno, 2003. Anexo. México, D.F.,

2003.

Para el periodo 2003 a 2006: Senado de la

República. www.senado.gob.mx (26 de abril de

2005).

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PRESIDENTES MUNICIPALES POR ENTIDADFEDERATIVA SEGÚN SEXO, 2004 Y 2005

a senador.

Tercer

nexo. M

o de la

abril de

2004 2005 P Entidad federativa Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres

Estados Unidos

Mexicanos 2

451 2 366 85 2 451 2 442 9

Aguascalientes 11 11 0 11 11 0

Baja California 5 5 0 5 5 0

Baja California Sur

5 5 0 5 5 0

Campeche 11 11 0 11 11 0

Coahuila de

Zaragoza

38 38 0 38 38 0

Colima 10 10 0 10 10 0

Chiapas 118 113 5 118 118 0

Chihuahua 67 63 4 67 67 0

Distrito Federal a 16 10 6 16 10 6

Durango 39 38 1 39 39 0

Guanajuato 46 46 0 46 46 0

Guerrero 79 79 0 79 79 0

Hidalgo 84 84 0 84 84 0

Jalisco 124 124 0 124 124 0

México 125 125 0 125 125 0

Michoacán de Ocampo

113 110 3 113 113 0

Morelos 33 33 0 33 33 0

Nayarit 20 20 0 20 19 1

Nuevo León 51 51 0 51 51 0

Oaxaca 570 562 8 570 570 0

Puebla 217 213 4 217 217 0

Querétaro Arteaga

18 18 0 18 18 0

Quintana Roo 8 8 0 8 6 2

San Luis Potosí 58 57 1 58 58 0

Sinaloa 18 17 1 18 18 0

Sonora 72 72 0 72 72 0

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Fuente: INEGI

Frente a esta realidad, la legislación nacional en tér-minos electorales ha sufrido diversas modificaciones conla finalidad de actualizar sus normas a favor del princi-pio de la igualdad de género. De esta manera, el CódigoFederal de Instituciones y Procedimientos Electorales(COFIPE) establece lo siguiente dentro de los derechosy obligaciones en el marco de las elecciones:

Votar en las elecciones constituye un derecho y unaobligación que se ejerce para integrar órganos del Esta-do de elección popular. También es derecho de los ciu-dadanos y obligación para los partidos políticos la igual-dad de oportunidades y la equidad entre hombres ymujeres para tener acceso a cargos de elección popu-lar.18

Con relación al procedimiento de registro de candi-datos el COFIPE señala en su artículo 175, numeral 3lo siguiente:

Los partidos políticos promoverán y garantizarán enlos términos del presente ordenamiento, la igualdad deoportunidades y la equidad entre mujeres y hombresen la vida política del país, a través de postulaciones acargos de elección popular en el Congreso de la Unión,tanto de mayoría relativa como de representación pro-

Tabasco 17 17 0 17 17 0

Tamaulipas 43 42 1 43 43 0

Tlaxcala 60 54 6 60 60 0

Veracruz de Ignacio de la Llave

212 198 14 212 212 0

Yucatán 106 106 0 106 106 0

Zacatecas 57 56 1 57 57 0

a Para el Distrito Federal se refiere a Jefes Delegacionales. Para 2004, cifras al mes de abril. Para 2005, cifras al mes de septiembre.

P Cifras preliminares. FUENTE: PR. Quinto Informe de Gobierno, 2005. México, D.F., 2005.

25



porcional.19

Asimismo, se establece el sistema de cuotas electora-les bajo las siguientes premisas:

De la totalidad de solicitudes de registro, tanto de lascandidaturas a diputados como de senadores que pre-senten los partidos políticos o las coaliciones ante elInstituto Federal Electoral, en ningún caso incluiránmás del setenta por ciento de candidatos propietariosde un mismo género.

Las listas de representación proporcional se integra-rán por segmentos de tres candidaturas. En cada unode los tres primeros segmentos de cada lista habrá unacandidatura de género distinto. Lo anterior sin prejui-cio de los mayores avances que en esta materia señalela normatividad interna y los procedimientos de cadapartido político.20

Este sistema de cuotas fue aplicado por primera vezen las elecciones intermedias del año 2003. A través deél se asegura una representación mínima para cada gé-nero de un 30% de escaños, por lo que se prohíbe queun sólo género tenga más del 70% de los lugares dispo-nibles. Mediante estas acciones afirmativas se ha pre-tendido garantizar la presencia de las mujeres en elproceso de constitución de candidaturas para, poste-riormente, garantizar su participación en la vida públi-ca.

Consolidar un sistema electoral de este tipo, agre-gando otros factores como los ya mencionados, puederedundar en una verdadera transformación de la socie-dad. Como lo menciona Patricia Espinosa Torres, presi-denta del Instituto Nacional de las Mujeres(INMUJERES):

El pleno ejercicio de los derechos de las mujeres y larepresentación de sus intereses en todos los espaciosde decisión, reditúan ampliamente en el desarrollo na-cional.21

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Fuentes

Carbonell, Miguel, “La reforma al Código Federal deInstituciones y Procedimientos Electorales en materiade cuotas electorales de género”, en http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/cconst/cont/8/cl/cl8.htm, 6 de marzo de 2006.

Claro, Magdalena, “Acciones afirmativas, un paso ha-cia las democracias inclusivas: el caso chileno”, en In-forme N° 467, Consejo Editorial de asuntospublicos.org,en www.asuntospublicos.org/informe.php?id=2504, 10de marzo de 2006.

Código Federal de Instituciones y ProcedimientosElectorales (COFIPE), Cuarta Edición, México, 2005.

Espinosa Torres, Patricia, Discurso de la titular delINMUJERES durante la III Reunión con Funcionariasde la Administración Pública, en el marco del 52 Ani-versario de la ciudadanía de las mujeres, México, 21 deoctubre de 2005.

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Páginas web

www.inegi.gob.mxwww.ipu.org

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Notas de pie de página.

1 Cristina Torres- Parodi, Acciones afirmativas para lograr laequidad de salud para los grupos étnicos/raciales, Documento pre-sentado en el Taller Regional para la Adopción e Implementaciónde Políticas de Acción Afirmativa para Afrodescendientes de Amé-rica Latina y el Caribe, Política y Gobernanza, Organización Pana-mericana de la Salud, Washington, 2003, p. 1.

2 Íbidem., p. 2.3 En Íbidem., p. 10.4 Íbidem.5 Magdalena Claro, “Acciones afirmativas, un paso hacia las

democracias inclusivas: el caso chileno”, en Informe N° 467, Con-sejo Editorial de asuntospublicos.org, en www.asuntospublicos.org/informe.php?id=2504, 10 de marzo de 2006.

6 Íbidem.7 Miguel Carbonell, “La reforma al Código Federal de Institucio-

nes y Procedimientos Electorales en materia de cuotas electora-les de género”, en http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/cconst/cont/8/cl/cl8.htm, 6 de marzo de 2006.

8 PE, Impacto diferencial de los sistemas electorales en la re-presentación política femenina, Documento de Trabajo, Serie De-rechos de la Mujer, Dirección General de Estudios, ParlamentoEuropeo, en http://www.europarl.eu.int/workingpapers/femm/w10/4_es.htm, 13 de marzo de 2006.

9 ONU, Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mu-jer, Organización de las Naciones Unidas, Beijing, 1995, p. 87.

10 Mark P. Jones, “El sistema de cuotas y la elección de lasmujeres en América Latina: el papel fundamental del sistema elec-toral”, en CELEM, Impacto de los sistemas electorales en la repre-sentación política de las mujeres, Coordinadora Española para elLobby Europeo de Mujeres, en http://www.celem.org/prog_europeos/demo_paritaria2000/pdfs/capitulado01.pdf, 10 demarzo de 2006, p. 46.

11 Miguel Carbonell, op. cit.12 Mark P. Jones, op. cit., p. 38.13 Íbidem., p. 4014 Íbidem..15 Íbidem.16 Íbidem, p. 41.17 Rosa Roa de López, “La cuota femenina y las listas cerradas

desbloqueadas”, en http://www.pciudadana.com/actividades/2003/cuota_rosa.htm, 10 de marzo de 2006.

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18 Artículo 4, Capítulo Primero, Título Segundo del Código Fede-ral de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), Cuar-ta Edición, México, 2005.

19 Artículo 175, Capítulo Primero, Título Segundo del CódigoFederal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE),Cuarta Edición, México, 2005.

20 Artículos 175-A y 175-B, Capítulo Primero, Título Segundo delCódigo Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales(COFIPE), Cuarta Edición, México, 2005.

21 Patricia Espinosa Torres, Discurso de la titular del INMUJERESdurante la III Reunión con Funcionarias de la Administración Pú-blica, en el marco del 52 Aniversario de la ciudadanía de las muje-res, México, 21 de octubre de 2005.

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1ª Edición Julio de 2006.

5ª Impresión Mayo del 2013.

DISTRIBUCIÓN GRATUITA, PROHIBIDA SU VENTA.

El folleto denominado “Las Acciones Afirmativas en la LegislaciónMexicana: El Caso del Sistema de Cuotas Electorales” es unapublicación de “Movimiento Ciudadano”, esta obra se terminóde imprimir en la Ciudad de México, el día 7 de Mayo del 2013.

Esta impresión consta de 4,500 ejemplares más sobrantes yfueron impresos por: Junin Grupo Publicitario, S.A. de C.V. enCalle Esperanza, Número 39-4, Colonia Azcapotzalco Centro,Delegación Azcapotzalco, Distrito Federal, C.P. 02000. La ediciónestuvo al cuidado de la Tesorería Nacional de la ComisiónOperativa Nacional de Movimiento Ciudadano, Partido PolíticoNacional.

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