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Praacutecticas de innovacioacuten en la narrativa contemporaacutenea
LA IMAGINACIOacuteN CRIacuteTICA
wwwelboomerancom
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Praacutecticas de innovacioacuten en la narrativa contemporaacutenea
Julio Ortega
LA IMAGINACIOacuteN CRIacuteTICA
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LA IMAGINACIOacuteN CRIacuteTICA Praacutecticas de innovacioacuten en la narrativa contemporaacutenea
copyJulio Ortega
Ediciones Universidad Alberto Hurtado Alameda 1869 ndash piso 3 ndash Santiago de Chilemgarciamuahurtadocl ndash 56-02-6920344wwwuahurtadocl
Impreso en Santiago de ChileMarzo de 2010
ISBN 978-956-8421-35-9Registro de propiedad intelectual 187700
Impreso por C y C impresores
Direccioacuten editorial Alejandra Stevenson
Editora ejecutiva Beatriz Garciacutea Huidobro
Coordinacioacuten Coleccioacuten Literatura Constanza Vergara
Disentildeo de la coleccioacutenFrancisca Toral
Disentildeo y diagramacioacutenGloria Barrios
Imagen de la portada Fotografiacutea del autor Gentileza de diario El Mercurio
Todos los derechos reservados Bajo las sanciones establecidasen las leyes queda rigurosamente prohibida sin autorizacioacuten
escrita de los titulares del copyright la reproduccioacuten total o parcialde esta obra por cualquier medio o procedimiento comprendidosla reprografiacutea y el tratamiento informaacutetico asiacute como la distribucioacutende ejemplares mediante alquiler o preacutestamos puacuteblicos
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IacuteNDICE
PLa escritura de Julio Ortega una experienciacomunitaria del porvenir 9
I LA CONTEMPLACIOacuteN Y LA FIESTA 27 La narrativa latinoamericana actual 29 Pedro Paacuteramo 37 Rayuela 49 La feria 63 Dos notas sobre Joseacute Mariacutea Arguedas 69 Paradiso 85 Cien antildeos de soledad 119
Los cachorros 133 Cambio de piel 145 Tres tristes tigres 163 Un ejercicio narrativo de Lentildeero 173 La novela del lenguaje Neacutestor Saacutenchez 179 Nota sobre Sarduy 193 Los diacuteas contados 199 Balza Leoacuten Parra 205 Borges fundador 217 Final 221
II UNA POEacuteTICA DEL CAMBIO 225 Noticia 227 La narrativa hispanoamericana para un modelo criacutetico 229 Borges y la diferencia hispanoamericana 239 Borges la primera letra 255
Sobre El siglo de las luces de Alejo Carpentier 267 El que vino a salvarme de Virgilio Pintildeera 283 Roa Bastos una mitologiacutea del desconsuelo 295 Las voces de Rayuela 301 Cortaacutezar Morelli en el umbral 307
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Lezama y la biblioteca de Cemiacute 315 El lugar del relato 337 Enigmas de Pedro Paacuteramo 351 La leccioacuten de Arreola 357 Discurso del suicida 361 El otontildeo del patriarca texto y cultura 369 Fuentes el linaje barroco 397 Cuentos de Antonio Beniacutetez 411 Pacheco el texto de la historia 427 El mundo alucinante de Reinaldo Arenas 431
Rosario Ferreacute y la voz transgresiva 439 Caacutentico de Juan Goytisolo 445 Los cuentos de Alejandro Rossi 453 Jorge Edwards Nota sobre El inuacutetil de la familia 471 Joseacute Donoso Notas en torno a Lagartija sin cola 475 Notas 478
III RUTAS DE LO NUEVO 483L A ESCRITURA POSMODERNA 485 Sarduy y el arte de las permutaciones 501 Transformaciones de Larva 515 Fabulaciones de Carmen Boullosa 535 Diamela Eltit y el imaginario de la virtualidad 547C INCO VERSIONES CHILENAS 575 El caso Pedro Lemebel 577 Guadalupe Santa Cruz desde los maacutergenes 587 Carlos Franz el deleite de narrar 593 Para leer a Fuguet 601 Bolantildeo agonista 607 Notas 612
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L a escritura de JuLio ortega
una experiencia comunitaria deL porvenir
Debo mi primer encuentro con el nombre de Julio Ortega a laprestigiosa acadeacutemica chilena Luciacutea Invernizzi Tratando yo de se-leccionar materiales sobre la nueva narrativa hispanoamericana mepasoacute un texto criacutetico que en sus palabras revelaba el espiacuteritu librede esa vanguardia Por de pronto el tiacutetulo me parecioacute inquietan-te La contemplacioacuten y la fiesta un poeacutetico retablo de nuestra mo-dernidad De esto hace mucho tiempo en un gris y melancoacutelico
Santiago de Chile cuando yo amenazaba con convertirme en unestudiante eterno iquestHabraacute que antildeadir que esa fue la uacuteltima vez quela profesora Invernizzi vio su libro Releo ahora el proacutelogo de esaobra El mundo de los dualismos mdashhispanistas e indigenistas rea-listas y fantaacutesticos comprometidos y puristasmdash es contenido poruna voluntad integradora cuya matriz es un lenguaje que renuevalas utopiacuteas de cambio y transformacioacuten americanas
Como todo preaacutembulo vino maacutes adelante el encuentro realesta vez teniendo como actor a Enrique Lihn Era yo entonces unflamante Licenciado en Letras sin empleo De un modo aparen-temente casual me indicoacute un diacutea que yo podriacutea ir a estudiar unpostgrado a Austin con Julio Ortega un joven escritor y criacuteticoperuano quien le habiacutea escrito sentildealando su intereacutes por la venidade estudiantes chilenos y latinoamericanos A continuacioacuten Enri-
que deslizoacute algunas frases capciosas que teniacutean que ver con los es-tudios literarios en Chile acaso demasiado cientiacuteficos con muchascitas francesas y alemanas una cultura de la imitacioacuten Agregoacute queeste amigo suyo era un criacutetico de los creativos porque ademaacutes era
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escritor Para dejarme tranquilo concluyoacute que de seguro era muy
buen profesor Releo ahora algunas paacuteginas que Julio le ha dedi-cado ldquoFrente a la ingenuidad conmovedora de quienes escribenpara compensar lo no vivido la poesiacutea de Enrique Lihn ocurre paradescompensar lo vivido excesivamente Vida y poesiacutea no se confun-den pero se inquietan mutuamente en el teatro que compartenrdquo(1994 263) En una palabra viajeacute
La figura de Julio Ortega como un intelectual que lidera el diaacute-
logo cultural americano aparece para miacute algunos meses despueacutes enagosto de 1981 en el gran Encuentro de Letras Mexicanas orga-nizado por eacutel en la Universidad de Texas en Austin Memorablesdiscusiones criacuteticas de Aacutengel Rama Noeacute Jitrik y Carlos Monsivaacuteisdiaacutelogos sobre la traduccioacuten animadas por el poeta concretista Ha-roldo do Campos y muchas mesas redondas de escritores Mar-go Glantz Marco Antonio Montes de Oca Joseacute Emilio Pacheco
Gustavo Sainz Todos reunidos en torno a la amistad literaria de Julio a su convocatoria personal a su aura criacutetica No es que yonunca haya vivido esa celebracioacuten del espacio americano De nintildeoya habiacutea escuchado ese rumor en Concepcioacuten en los encuentrosorganizados por el poeta Gonzalo Rojas alrededor de los antildeos 60
Antildeos despueacutes en otro tiempo y en otra constelacioacuten habriacutea deretornar a ese flujo vital de una palabra comunitaria siempre in-
novada Alliacute escucheacute a Julio decir de Gonzalo ldquo[poeta que] habladesde un espacio desamparado indagando con voz desnuda y a lavez fracturada herida en el centro del discurso insuficiente abiertapara su propia demanda intransigente ante la mudez esencial conlas que se enfrenta armado de siacutelabas y silabeosrdquo (1987 4)
Otra foto de un aacutelbum virtual Julio tiene en sus manos el ma-nuscrito de mi tesis doctoral sobre literatura chilena y la experiencia
autoritaria y considera que estaacute muy bien Al azar me lee una paacute-gina y en ese momento siento que mi escritura tiende a ser obtusaque maacutes bien regresahellip Se lo digo eacutel asiente a medias e improvisaen voz alta la posible reescritura de un paacuterrafo Ante mi vista ante lo
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Introduccioacuten
vuelto a escuchar lo obtuso se convierte en un claro diagrama Pero
me dice que lo deje que lo olvide Al leer los escritos de Julio Orte-ga siento que su palabra incluye el iacutempetu del lector de desdoblarlo dicho de seguir una conversacioacuten que no se quiere interrumpirPalabra condensada y eliacuteptica que busca contener conceptos en unaforma poeacutetica depurada Y aquiacute me guiacutea Lezama Lima quien ce-lebroacute tempranamente los textos de Ortega enfatizando no solo suindependencia de las modas criacuteticas sino especialmente su registro
alegoacuterico por su relacioacuten con el acto mismo de la creacioacuten Locito ldquoReaparecen las metaacuteforas como encuentros sorpresivoshellip Sucriacutetica recorre una metamorfosis paralela con la obra estudiadardquo(1991 xi)
Ya sea que escriba un artiacuteculo especializado o un texto de fic-cioacuten una croacutenica periodiacutestica o un ensayo su lenguaje tendraacute siem-pre una precisioacuten elusiva que abre el diaacutelogo ante una comunidad
aacutevida de refundar sus oriacutegenes Asiacute muchas de sus visiones sobreobras y autores funcionan como cotas iluminantes que invitan ala relectura Leamos este diagrama de Pedro Paacuteramo ldquoen el mismomovimiento con que la novela demuestra el poder de lo establecidolo desbasa como si tras el orden feroz revelara un desorden mayortras el poder lo precario y tras la tragedia la ironiacutea de su recuentordquo(1994 230) Ese diacutea de la improvisada lectura de una paacutegina de un
manuscrito miacuteo marca el inicio de mi escritura criacuteticaMe detengo aquiacute en el comentario de estas imaacutegenes anotadas
del recuerdo las cuales sirven de marco local para hablar sobre laexperiencia compartida de leer la obra siempre en curso de JulioOrtega Esbocemos su poeacutetica
La contemplacioacuten y la fiesta Su escritura es una celebracioacuten del
espacio americano teniendo en cuenta que aquiacute recomienza el actode la creacioacuten Se validan todas sus formas y eacutepocas se rescatanvoces locales y se muestra coacutemo se vive y se transfigura el contratocolonial en el lenguaje hispanoamericano No se trata aquiacute de una
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regresioacuten al origen arcadia banal sino de la reinvencioacuten del carna-
val andino en el presente de la lectura Es la iluminacioacuten de los dis-cursos en sus capacidades de crear un porvenir la feliz abundanciadel Inca Garcilaso la carta de un futuro buen gobierno de GuamanPoma la renovacioacuten del lenguaje desde las vanguardias que signi-fica el descubrimiento de sensibilidades que nos hermanan La feen nosotros mismos la alegriacutea popular que remplaza el rigor mortis Una cita entre otras que ejemplifica este espiacuteritu
La hipoacutetesis de que Ameacuterica Latina es producto de una violacioacuten deque somos histoacutericamente subsidiarios de la violencia de que el fracasoel resentimiento o la autodenegacioacuten nos destinan se han convertidohellipen meros mitos sicologizantes mecaacutenicos y simplificadores que no dancuenta de la calidad imaginativa de nuestras artes de la capacidad crea-tiva de la resistencia cultural popular de las respuestas de la sociedad ci-vil y mucho menos del espesor vivo de la cotidianidad que con todas
las razones en contra sigue humanizando a la violencia procesando lacarencia y reapropiando los lenguajes dominantes (1997a 14)
Lector enciclopeacutedico transgrede liacutemites geograacuteficos eacutepocas ygeacuteneros y lo hace utilizando diversas modalidades de escritura essinteacutetico y recurrente conversacional y acadeacutemico apodiacutectico ycasual Actor de nuestra Ameacuterica anota y da nombre a cosas y ac-
titudes corrigiendo a los primeros conquistadores contemplandoactivamente el espectaacuteculo de un mundo que siempre puede vol-verse a imaginar Ensayista de su tiempo hace un catastro de voceshispanoamericanas de distintos tiempos y proveniencias estable-ciendo sus puntos de fuga
Curioso de la escucha devoto de las entonaciones y ritmos delhabla realiza entrevistas ejemplares por la magia que surge de ellasEs que la conversacioacuten poeacutetica es ya una pequentildea obra teatral don-de los sujetos se descubren desde sus ldquosiacutelabas y silabeosrdquo A Juliole interesa el creador sus parlamentos en el escenario griego lamodulacioacuten de un destino diferente al programado para nosotros
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Introduccioacuten
Curioso lector propone series abiertas de textos en antologiacuteas de
cuento y poesiacutea cuerpos luacutedicos precedidos por proacutelogos que songenuinas ldquomorellianasrdquo con un suplemento de humor que las hacemenos lejanas Seguacuten su propia clasificacioacuten existen las antologiacuteastradicionales de recuerdo y filiacioacuten a manera de aacutelbumes de fa-milia y las antologiacuteas transitorias que anuncian el porvenir cualbocetos de un joven artista Julio ha realizado ambas aunque esobvio que en todas ellas las fotos y poses han dejado en suspenso el
ejercicio de la memoria aprendida
Vivimos del modo como leemos Las decisiones de lectura son cau-sa de alegriacuteas y zozobras Si nuestra identidad cultural se definecomo herencia de un pasado genuino tambieacuten se rehace desde unproyecto enunciado en el presente que ensaye otra oacuterbita Es muyposible que la escritura sea un legado y que entonces la lectura sea
la brecha hacia el porvenir Las antologiacuteas constituyen ese geacuteneroen el cual alguien selecciona el porvenir de la memoria La luchacontra cualquier determinismo y la fe depositada en el lector comoun descubridor de nuevos horizontes constituyen los soportes espi-rituales del pensamiento de Julio Ortega En una de sus versionesesta posicioacuten aparece asiacute presentada en sus escritos
El modelo hasta ayer dominante fue el del Archivo Leer se convirtioacuteen una operacioacuten melancoacutelica cada elemento del texto remitiacutea a unoanterior que lo explicaba Esta virtud filoloacutegica sin embargo terminoacutesaturando a los textos y convirtioacute a la criacutetica en una operacioacuten museo-loacutegica Hoy es maacutes pertinente leer en la otra direccioacuten hacia adelanteporque los objetos culturales han pedido su estatuto normativo su iacuten-dole disciplinaria prefijada su familia de imaacutegenes retrazable se hanhecho hiacutebridos desplazados de su origen fronterizos (1997b 18)
Arte de innovar La escritura americana aparece imbricada en latradicioacuten contemporaacutenea occidental La lectura del surrealismo ylas vanguardias que realiza Julio Ortega permiten establecer un
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diaacutelogo poeacutetico entre diversas lenguas y sensibilidades en el cual
el antes y el despueacutes se confunden en el giro de una banda deMoebius Asiacute Artaud es Vallejo ldquouna misma obsesioacuten por el cuer-po por sus oriacutegenes por su enfermedadrdquo (1994 83) y Vallejo esBeckett ldquola flexibilidad fonoloacutegica de la diccioacutenhellip el absurdismocoacutemico del decirrdquo (1994 168) el ritmo de Pound es el coloquio deCardenal y el concretismo de Haroldo do Campos es la resolucioacutenformal carnavalesca de las voces invocadas en Mallarmeacute Joyce y
PoundLectura inclusiva que recoloniza los mapas literarios de la tra-dicioacuten occidental fundieacutendose con ellos acto artiacutestico de apropia-cioacuten de la escena contemporaacutenea del arte porque en medio de losactores claacutesicos alliacute convocados aparece una figura hispanoameri-cana del porvenir que cierra el ciacuterculo y lo ilumina Por ejemplola aparicioacuten de la abultada figura de Lezama en los intersticios de
la tradicioacuten poeacutetica ldquoentre Goacutengora y Mallarmeacute entre Quevedo y Jimeacutenez Lezama Lima redescubre para una palabra sensorial un va-lor ontoloacutegico la proyeccioacuten de un sistema que desde la fe poeacuteticavuelve a establecer al lenguaje como conversioacuten que nos descifrardquo(1994 28) Y por ejemplo la irrupcioacuten de los fantasmas rioplaten-ses y mexicanos en el relato breve ldquoSi en la tradicioacuten fueron Henry
James y Cheacutejov quienes constataron la estabilidad del mundo obje-
tivo y la laberiacutentica forma de la interaccioacuten social Cortaacutezar y Rulfonos sugieren que la realidad misma es fraacutegil y que el cuento es suinstancia reveladora su cicatrizrdquo (1989 xv)
Magia de lectura La literatura universal es leiacuteda desde la Instala-cioacuten Artiacutestica del Cuerpo Americano En este retablo las piezascanoacutenicas son invitadas a actuar a nuestro son paradoacutejicamente
alliacute cobran una dignidad que ya habiacutean perdido en sus lugares deorigen Asiacute animadas a estas voces de otros continentes se les pideahora que ocupen los asientos del retablo andino para presenciar lafiesta de los sujetos americanos Nicanor Parra combinando la lira
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Introduccioacuten
popular con las baladas inglesas Diego Rivera ensayando un coacutedice
mexicano en las paredes renacentistas Rulfo haciendo una proce-sioacuten de almas en penas todos animados por el habla popular
El arte de la criacutetica Tanto Lezama Lima como Cortaacutezar celebranlos escritos de Julio Ortega por su capacidad de desplegar la obra dearte cual si fuera su doble Desde Ortega rescatamos el pensamien-to de Schlegel quien propone que la criacutetica no juzga una obra sino
que la entiende en la medida que la completa y por ende la desdo-bla constituyeacutendose como su reflejo Schlegel romaacutentico alemaacutenconsidera que la obra conlleva un germen que le es inmanente Lacriacutetica de Ortega agrega un sujeto el lector y a este sujeto le dictaun destino que proponga un futuro mejor para la comunidad Y esaquiacute cuando la lectura es un acto de creacioacuten y un acto de fe puesse trata de refundar la utopiacutea americana desde la palabra
La escritura de Julio Ortega disentildea una limpia combinacioacuten deconceptos e imaacutegenes manteniendo un raro equilibrio entre el saberenciclopeacutedico y las especulaciones metafiacutesicas surgidas de la conver-sacioacuten cotidiana y del humor y seriedad andinos Hay una poeacuteticadel decir que se resuelve en diagramas retablos en abismo sineacutec-doques que juegan a extraviar el todo paradojas que alertan sobreel lugar comuacuten Recortemos por ejemplo esta frase en zig-zag sobre
el quehacer poeacutetico de Joseacute Emilio Pacheco ldquono tiene nada que vercon la prosa o el prosaiacutesmo sino que es la anotacioacuten parcial sobreun relato extraviado y latente no busca expresar la historia sino querefiere su dispersioacuten su irracionalidad no es meramente coloquialsino el habla rescatada del palimpsesto de los deciresrdquo (1994 395)
Artefactos recreados desde puntos suspensivos ya que toda escrituradebiera ser una alegoriacutea de la creacioacuten Asiacute refirieacutendose a la obra
de Garciacutea Maacuterquez nos dice al pasar ldquoEsta larga pregunta por lasgestaciones las fundaciones la autoridad y el poder es una interro-gacioacuten no por la identidad del sujeto sino por su papel en el cuentoContar es darle un sentido a la extraordinaria fabulacioacuten paterna
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Ese sentido supone una memoria mayor la cultura popular que es
un prodigio de la sobrevivenciardquo (1994 420)La escritura de Julio es ficcional en teacuterminos borgeanos encuanto se plantea como un mundo paralelo que se superpone a loreal al modo de una forma revelada aunque de modo capciosoUna obra que desborda los geacuteneros y que tambieacuten aparece en ejerci-cios literarios vinculados con ese azaroso espacio de las denomina-das ldquoescrituras del yordquo en el cual el creador pinta un retrato como
el suyo de Rembrandt donde contemplamos no el rostro sino lasintensas coloraciones que lo animan devolvieacutendonos a un mundovivo y caoacutetico Asiacute en su Diario imaginario anotaraacute ldquola memoriaes una forma de la locura el discurso cuya inteligencia radica en unorden inexistente procede a recuperarnos pero nos confronta conun azar excesivo En ella no hay tierra posible En su propio vaciacuteose aplaca y se agota Esa peacuterdida constante nos devuelve con la boca
cerradardquo (1988 33) Cuadernos de un escritor suentildeos anotadosque no son interpretables ecos de conversaciones pensamientoslocaciones de estas materias estaacuten hechos muchos de sus relatosliterarios donde se reflexiona sobre la identidad del sujeto con-temporaacuteneo ldquolsquoTuacute no has cambiado nadarsquo me dice una amiga alencontrarnos despueacutes de mucho tiempo Pero ella es la que no hacambiado en miacuterdquo (1988115) La comunicacioacuten afectiva como un
teatro de equivocaciones el diaacutelogo como un acto de adivinacioacuten
Quiero ahora referirme a dos textos literarios que insisten mdashcomotoda su obra poeacuteticamdash en la pregunta de coacutemo habitar los oriacutegenes
o maacutes bien coacutemo leerlos lo cual es sinoacutenimo de coacutemo vivirlosEl primero lleva por tiacutetulo Puerta Sechiacuten Desde el presente al-
guien vuelve a habitar los espacios de la nintildeez en un pueblo cercanoa la localidad de Sechiacuten donde persisten unos muros de piedra de
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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Praacutecticas de innovacioacuten en la narrativa contemporaacutenea
Julio Ortega
LA IMAGINACIOacuteN CRIacuteTICA
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LA IMAGINACIOacuteN CRIacuteTICA Praacutecticas de innovacioacuten en la narrativa contemporaacutenea
copyJulio Ortega
Ediciones Universidad Alberto Hurtado Alameda 1869 ndash piso 3 ndash Santiago de Chilemgarciamuahurtadocl ndash 56-02-6920344wwwuahurtadocl
Impreso en Santiago de ChileMarzo de 2010
ISBN 978-956-8421-35-9Registro de propiedad intelectual 187700
Impreso por C y C impresores
Direccioacuten editorial Alejandra Stevenson
Editora ejecutiva Beatriz Garciacutea Huidobro
Coordinacioacuten Coleccioacuten Literatura Constanza Vergara
Disentildeo de la coleccioacutenFrancisca Toral
Disentildeo y diagramacioacutenGloria Barrios
Imagen de la portada Fotografiacutea del autor Gentileza de diario El Mercurio
Todos los derechos reservados Bajo las sanciones establecidasen las leyes queda rigurosamente prohibida sin autorizacioacuten
escrita de los titulares del copyright la reproduccioacuten total o parcialde esta obra por cualquier medio o procedimiento comprendidosla reprografiacutea y el tratamiento informaacutetico asiacute como la distribucioacutende ejemplares mediante alquiler o preacutestamos puacuteblicos
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IacuteNDICE
PLa escritura de Julio Ortega una experienciacomunitaria del porvenir 9
I LA CONTEMPLACIOacuteN Y LA FIESTA 27 La narrativa latinoamericana actual 29 Pedro Paacuteramo 37 Rayuela 49 La feria 63 Dos notas sobre Joseacute Mariacutea Arguedas 69 Paradiso 85 Cien antildeos de soledad 119
Los cachorros 133 Cambio de piel 145 Tres tristes tigres 163 Un ejercicio narrativo de Lentildeero 173 La novela del lenguaje Neacutestor Saacutenchez 179 Nota sobre Sarduy 193 Los diacuteas contados 199 Balza Leoacuten Parra 205 Borges fundador 217 Final 221
II UNA POEacuteTICA DEL CAMBIO 225 Noticia 227 La narrativa hispanoamericana para un modelo criacutetico 229 Borges y la diferencia hispanoamericana 239 Borges la primera letra 255
Sobre El siglo de las luces de Alejo Carpentier 267 El que vino a salvarme de Virgilio Pintildeera 283 Roa Bastos una mitologiacutea del desconsuelo 295 Las voces de Rayuela 301 Cortaacutezar Morelli en el umbral 307
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Lezama y la biblioteca de Cemiacute 315 El lugar del relato 337 Enigmas de Pedro Paacuteramo 351 La leccioacuten de Arreola 357 Discurso del suicida 361 El otontildeo del patriarca texto y cultura 369 Fuentes el linaje barroco 397 Cuentos de Antonio Beniacutetez 411 Pacheco el texto de la historia 427 El mundo alucinante de Reinaldo Arenas 431
Rosario Ferreacute y la voz transgresiva 439 Caacutentico de Juan Goytisolo 445 Los cuentos de Alejandro Rossi 453 Jorge Edwards Nota sobre El inuacutetil de la familia 471 Joseacute Donoso Notas en torno a Lagartija sin cola 475 Notas 478
III RUTAS DE LO NUEVO 483L A ESCRITURA POSMODERNA 485 Sarduy y el arte de las permutaciones 501 Transformaciones de Larva 515 Fabulaciones de Carmen Boullosa 535 Diamela Eltit y el imaginario de la virtualidad 547C INCO VERSIONES CHILENAS 575 El caso Pedro Lemebel 577 Guadalupe Santa Cruz desde los maacutergenes 587 Carlos Franz el deleite de narrar 593 Para leer a Fuguet 601 Bolantildeo agonista 607 Notas 612
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L a escritura de JuLio ortega
una experiencia comunitaria deL porvenir
Debo mi primer encuentro con el nombre de Julio Ortega a laprestigiosa acadeacutemica chilena Luciacutea Invernizzi Tratando yo de se-leccionar materiales sobre la nueva narrativa hispanoamericana mepasoacute un texto criacutetico que en sus palabras revelaba el espiacuteritu librede esa vanguardia Por de pronto el tiacutetulo me parecioacute inquietan-te La contemplacioacuten y la fiesta un poeacutetico retablo de nuestra mo-dernidad De esto hace mucho tiempo en un gris y melancoacutelico
Santiago de Chile cuando yo amenazaba con convertirme en unestudiante eterno iquestHabraacute que antildeadir que esa fue la uacuteltima vez quela profesora Invernizzi vio su libro Releo ahora el proacutelogo de esaobra El mundo de los dualismos mdashhispanistas e indigenistas rea-listas y fantaacutesticos comprometidos y puristasmdash es contenido poruna voluntad integradora cuya matriz es un lenguaje que renuevalas utopiacuteas de cambio y transformacioacuten americanas
Como todo preaacutembulo vino maacutes adelante el encuentro realesta vez teniendo como actor a Enrique Lihn Era yo entonces unflamante Licenciado en Letras sin empleo De un modo aparen-temente casual me indicoacute un diacutea que yo podriacutea ir a estudiar unpostgrado a Austin con Julio Ortega un joven escritor y criacuteticoperuano quien le habiacutea escrito sentildealando su intereacutes por la venidade estudiantes chilenos y latinoamericanos A continuacioacuten Enri-
que deslizoacute algunas frases capciosas que teniacutean que ver con los es-tudios literarios en Chile acaso demasiado cientiacuteficos con muchascitas francesas y alemanas una cultura de la imitacioacuten Agregoacute queeste amigo suyo era un criacutetico de los creativos porque ademaacutes era
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escritor Para dejarme tranquilo concluyoacute que de seguro era muy
buen profesor Releo ahora algunas paacuteginas que Julio le ha dedi-cado ldquoFrente a la ingenuidad conmovedora de quienes escribenpara compensar lo no vivido la poesiacutea de Enrique Lihn ocurre paradescompensar lo vivido excesivamente Vida y poesiacutea no se confun-den pero se inquietan mutuamente en el teatro que compartenrdquo(1994 263) En una palabra viajeacute
La figura de Julio Ortega como un intelectual que lidera el diaacute-
logo cultural americano aparece para miacute algunos meses despueacutes enagosto de 1981 en el gran Encuentro de Letras Mexicanas orga-nizado por eacutel en la Universidad de Texas en Austin Memorablesdiscusiones criacuteticas de Aacutengel Rama Noeacute Jitrik y Carlos Monsivaacuteisdiaacutelogos sobre la traduccioacuten animadas por el poeta concretista Ha-roldo do Campos y muchas mesas redondas de escritores Mar-go Glantz Marco Antonio Montes de Oca Joseacute Emilio Pacheco
Gustavo Sainz Todos reunidos en torno a la amistad literaria de Julio a su convocatoria personal a su aura criacutetica No es que yonunca haya vivido esa celebracioacuten del espacio americano De nintildeoya habiacutea escuchado ese rumor en Concepcioacuten en los encuentrosorganizados por el poeta Gonzalo Rojas alrededor de los antildeos 60
Antildeos despueacutes en otro tiempo y en otra constelacioacuten habriacutea deretornar a ese flujo vital de una palabra comunitaria siempre in-
novada Alliacute escucheacute a Julio decir de Gonzalo ldquo[poeta que] habladesde un espacio desamparado indagando con voz desnuda y a lavez fracturada herida en el centro del discurso insuficiente abiertapara su propia demanda intransigente ante la mudez esencial conlas que se enfrenta armado de siacutelabas y silabeosrdquo (1987 4)
Otra foto de un aacutelbum virtual Julio tiene en sus manos el ma-nuscrito de mi tesis doctoral sobre literatura chilena y la experiencia
autoritaria y considera que estaacute muy bien Al azar me lee una paacute-gina y en ese momento siento que mi escritura tiende a ser obtusaque maacutes bien regresahellip Se lo digo eacutel asiente a medias e improvisaen voz alta la posible reescritura de un paacuterrafo Ante mi vista ante lo
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Introduccioacuten
vuelto a escuchar lo obtuso se convierte en un claro diagrama Pero
me dice que lo deje que lo olvide Al leer los escritos de Julio Orte-ga siento que su palabra incluye el iacutempetu del lector de desdoblarlo dicho de seguir una conversacioacuten que no se quiere interrumpirPalabra condensada y eliacuteptica que busca contener conceptos en unaforma poeacutetica depurada Y aquiacute me guiacutea Lezama Lima quien ce-lebroacute tempranamente los textos de Ortega enfatizando no solo suindependencia de las modas criacuteticas sino especialmente su registro
alegoacuterico por su relacioacuten con el acto mismo de la creacioacuten Locito ldquoReaparecen las metaacuteforas como encuentros sorpresivoshellip Sucriacutetica recorre una metamorfosis paralela con la obra estudiadardquo(1991 xi)
Ya sea que escriba un artiacuteculo especializado o un texto de fic-cioacuten una croacutenica periodiacutestica o un ensayo su lenguaje tendraacute siem-pre una precisioacuten elusiva que abre el diaacutelogo ante una comunidad
aacutevida de refundar sus oriacutegenes Asiacute muchas de sus visiones sobreobras y autores funcionan como cotas iluminantes que invitan ala relectura Leamos este diagrama de Pedro Paacuteramo ldquoen el mismomovimiento con que la novela demuestra el poder de lo establecidolo desbasa como si tras el orden feroz revelara un desorden mayortras el poder lo precario y tras la tragedia la ironiacutea de su recuentordquo(1994 230) Ese diacutea de la improvisada lectura de una paacutegina de un
manuscrito miacuteo marca el inicio de mi escritura criacuteticaMe detengo aquiacute en el comentario de estas imaacutegenes anotadas
del recuerdo las cuales sirven de marco local para hablar sobre laexperiencia compartida de leer la obra siempre en curso de JulioOrtega Esbocemos su poeacutetica
La contemplacioacuten y la fiesta Su escritura es una celebracioacuten del
espacio americano teniendo en cuenta que aquiacute recomienza el actode la creacioacuten Se validan todas sus formas y eacutepocas se rescatanvoces locales y se muestra coacutemo se vive y se transfigura el contratocolonial en el lenguaje hispanoamericano No se trata aquiacute de una
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regresioacuten al origen arcadia banal sino de la reinvencioacuten del carna-
val andino en el presente de la lectura Es la iluminacioacuten de los dis-cursos en sus capacidades de crear un porvenir la feliz abundanciadel Inca Garcilaso la carta de un futuro buen gobierno de GuamanPoma la renovacioacuten del lenguaje desde las vanguardias que signi-fica el descubrimiento de sensibilidades que nos hermanan La feen nosotros mismos la alegriacutea popular que remplaza el rigor mortis Una cita entre otras que ejemplifica este espiacuteritu
La hipoacutetesis de que Ameacuterica Latina es producto de una violacioacuten deque somos histoacutericamente subsidiarios de la violencia de que el fracasoel resentimiento o la autodenegacioacuten nos destinan se han convertidohellipen meros mitos sicologizantes mecaacutenicos y simplificadores que no dancuenta de la calidad imaginativa de nuestras artes de la capacidad crea-tiva de la resistencia cultural popular de las respuestas de la sociedad ci-vil y mucho menos del espesor vivo de la cotidianidad que con todas
las razones en contra sigue humanizando a la violencia procesando lacarencia y reapropiando los lenguajes dominantes (1997a 14)
Lector enciclopeacutedico transgrede liacutemites geograacuteficos eacutepocas ygeacuteneros y lo hace utilizando diversas modalidades de escritura essinteacutetico y recurrente conversacional y acadeacutemico apodiacutectico ycasual Actor de nuestra Ameacuterica anota y da nombre a cosas y ac-
titudes corrigiendo a los primeros conquistadores contemplandoactivamente el espectaacuteculo de un mundo que siempre puede vol-verse a imaginar Ensayista de su tiempo hace un catastro de voceshispanoamericanas de distintos tiempos y proveniencias estable-ciendo sus puntos de fuga
Curioso de la escucha devoto de las entonaciones y ritmos delhabla realiza entrevistas ejemplares por la magia que surge de ellasEs que la conversacioacuten poeacutetica es ya una pequentildea obra teatral don-de los sujetos se descubren desde sus ldquosiacutelabas y silabeosrdquo A Juliole interesa el creador sus parlamentos en el escenario griego lamodulacioacuten de un destino diferente al programado para nosotros
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Introduccioacuten
Curioso lector propone series abiertas de textos en antologiacuteas de
cuento y poesiacutea cuerpos luacutedicos precedidos por proacutelogos que songenuinas ldquomorellianasrdquo con un suplemento de humor que las hacemenos lejanas Seguacuten su propia clasificacioacuten existen las antologiacuteastradicionales de recuerdo y filiacioacuten a manera de aacutelbumes de fa-milia y las antologiacuteas transitorias que anuncian el porvenir cualbocetos de un joven artista Julio ha realizado ambas aunque esobvio que en todas ellas las fotos y poses han dejado en suspenso el
ejercicio de la memoria aprendida
Vivimos del modo como leemos Las decisiones de lectura son cau-sa de alegriacuteas y zozobras Si nuestra identidad cultural se definecomo herencia de un pasado genuino tambieacuten se rehace desde unproyecto enunciado en el presente que ensaye otra oacuterbita Es muyposible que la escritura sea un legado y que entonces la lectura sea
la brecha hacia el porvenir Las antologiacuteas constituyen ese geacuteneroen el cual alguien selecciona el porvenir de la memoria La luchacontra cualquier determinismo y la fe depositada en el lector comoun descubridor de nuevos horizontes constituyen los soportes espi-rituales del pensamiento de Julio Ortega En una de sus versionesesta posicioacuten aparece asiacute presentada en sus escritos
El modelo hasta ayer dominante fue el del Archivo Leer se convirtioacuteen una operacioacuten melancoacutelica cada elemento del texto remitiacutea a unoanterior que lo explicaba Esta virtud filoloacutegica sin embargo terminoacutesaturando a los textos y convirtioacute a la criacutetica en una operacioacuten museo-loacutegica Hoy es maacutes pertinente leer en la otra direccioacuten hacia adelanteporque los objetos culturales han pedido su estatuto normativo su iacuten-dole disciplinaria prefijada su familia de imaacutegenes retrazable se hanhecho hiacutebridos desplazados de su origen fronterizos (1997b 18)
Arte de innovar La escritura americana aparece imbricada en latradicioacuten contemporaacutenea occidental La lectura del surrealismo ylas vanguardias que realiza Julio Ortega permiten establecer un
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diaacutelogo poeacutetico entre diversas lenguas y sensibilidades en el cual
el antes y el despueacutes se confunden en el giro de una banda deMoebius Asiacute Artaud es Vallejo ldquouna misma obsesioacuten por el cuer-po por sus oriacutegenes por su enfermedadrdquo (1994 83) y Vallejo esBeckett ldquola flexibilidad fonoloacutegica de la diccioacutenhellip el absurdismocoacutemico del decirrdquo (1994 168) el ritmo de Pound es el coloquio deCardenal y el concretismo de Haroldo do Campos es la resolucioacutenformal carnavalesca de las voces invocadas en Mallarmeacute Joyce y
PoundLectura inclusiva que recoloniza los mapas literarios de la tra-dicioacuten occidental fundieacutendose con ellos acto artiacutestico de apropia-cioacuten de la escena contemporaacutenea del arte porque en medio de losactores claacutesicos alliacute convocados aparece una figura hispanoameri-cana del porvenir que cierra el ciacuterculo y lo ilumina Por ejemplola aparicioacuten de la abultada figura de Lezama en los intersticios de
la tradicioacuten poeacutetica ldquoentre Goacutengora y Mallarmeacute entre Quevedo y Jimeacutenez Lezama Lima redescubre para una palabra sensorial un va-lor ontoloacutegico la proyeccioacuten de un sistema que desde la fe poeacuteticavuelve a establecer al lenguaje como conversioacuten que nos descifrardquo(1994 28) Y por ejemplo la irrupcioacuten de los fantasmas rioplaten-ses y mexicanos en el relato breve ldquoSi en la tradicioacuten fueron Henry
James y Cheacutejov quienes constataron la estabilidad del mundo obje-
tivo y la laberiacutentica forma de la interaccioacuten social Cortaacutezar y Rulfonos sugieren que la realidad misma es fraacutegil y que el cuento es suinstancia reveladora su cicatrizrdquo (1989 xv)
Magia de lectura La literatura universal es leiacuteda desde la Instala-cioacuten Artiacutestica del Cuerpo Americano En este retablo las piezascanoacutenicas son invitadas a actuar a nuestro son paradoacutejicamente
alliacute cobran una dignidad que ya habiacutean perdido en sus lugares deorigen Asiacute animadas a estas voces de otros continentes se les pideahora que ocupen los asientos del retablo andino para presenciar lafiesta de los sujetos americanos Nicanor Parra combinando la lira
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Introduccioacuten
popular con las baladas inglesas Diego Rivera ensayando un coacutedice
mexicano en las paredes renacentistas Rulfo haciendo una proce-sioacuten de almas en penas todos animados por el habla popular
El arte de la criacutetica Tanto Lezama Lima como Cortaacutezar celebranlos escritos de Julio Ortega por su capacidad de desplegar la obra dearte cual si fuera su doble Desde Ortega rescatamos el pensamien-to de Schlegel quien propone que la criacutetica no juzga una obra sino
que la entiende en la medida que la completa y por ende la desdo-bla constituyeacutendose como su reflejo Schlegel romaacutentico alemaacutenconsidera que la obra conlleva un germen que le es inmanente Lacriacutetica de Ortega agrega un sujeto el lector y a este sujeto le dictaun destino que proponga un futuro mejor para la comunidad Y esaquiacute cuando la lectura es un acto de creacioacuten y un acto de fe puesse trata de refundar la utopiacutea americana desde la palabra
La escritura de Julio Ortega disentildea una limpia combinacioacuten deconceptos e imaacutegenes manteniendo un raro equilibrio entre el saberenciclopeacutedico y las especulaciones metafiacutesicas surgidas de la conver-sacioacuten cotidiana y del humor y seriedad andinos Hay una poeacuteticadel decir que se resuelve en diagramas retablos en abismo sineacutec-doques que juegan a extraviar el todo paradojas que alertan sobreel lugar comuacuten Recortemos por ejemplo esta frase en zig-zag sobre
el quehacer poeacutetico de Joseacute Emilio Pacheco ldquono tiene nada que vercon la prosa o el prosaiacutesmo sino que es la anotacioacuten parcial sobreun relato extraviado y latente no busca expresar la historia sino querefiere su dispersioacuten su irracionalidad no es meramente coloquialsino el habla rescatada del palimpsesto de los deciresrdquo (1994 395)
Artefactos recreados desde puntos suspensivos ya que toda escrituradebiera ser una alegoriacutea de la creacioacuten Asiacute refirieacutendose a la obra
de Garciacutea Maacuterquez nos dice al pasar ldquoEsta larga pregunta por lasgestaciones las fundaciones la autoridad y el poder es una interro-gacioacuten no por la identidad del sujeto sino por su papel en el cuentoContar es darle un sentido a la extraordinaria fabulacioacuten paterna
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Ese sentido supone una memoria mayor la cultura popular que es
un prodigio de la sobrevivenciardquo (1994 420)La escritura de Julio es ficcional en teacuterminos borgeanos encuanto se plantea como un mundo paralelo que se superpone a loreal al modo de una forma revelada aunque de modo capciosoUna obra que desborda los geacuteneros y que tambieacuten aparece en ejerci-cios literarios vinculados con ese azaroso espacio de las denomina-das ldquoescrituras del yordquo en el cual el creador pinta un retrato como
el suyo de Rembrandt donde contemplamos no el rostro sino lasintensas coloraciones que lo animan devolvieacutendonos a un mundovivo y caoacutetico Asiacute en su Diario imaginario anotaraacute ldquola memoriaes una forma de la locura el discurso cuya inteligencia radica en unorden inexistente procede a recuperarnos pero nos confronta conun azar excesivo En ella no hay tierra posible En su propio vaciacuteose aplaca y se agota Esa peacuterdida constante nos devuelve con la boca
cerradardquo (1988 33) Cuadernos de un escritor suentildeos anotadosque no son interpretables ecos de conversaciones pensamientoslocaciones de estas materias estaacuten hechos muchos de sus relatosliterarios donde se reflexiona sobre la identidad del sujeto con-temporaacuteneo ldquolsquoTuacute no has cambiado nadarsquo me dice una amiga alencontrarnos despueacutes de mucho tiempo Pero ella es la que no hacambiado en miacuterdquo (1988115) La comunicacioacuten afectiva como un
teatro de equivocaciones el diaacutelogo como un acto de adivinacioacuten
Quiero ahora referirme a dos textos literarios que insisten mdashcomotoda su obra poeacuteticamdash en la pregunta de coacutemo habitar los oriacutegenes
o maacutes bien coacutemo leerlos lo cual es sinoacutenimo de coacutemo vivirlosEl primero lleva por tiacutetulo Puerta Sechiacuten Desde el presente al-
guien vuelve a habitar los espacios de la nintildeez en un pueblo cercanoa la localidad de Sechiacuten donde persisten unos muros de piedra de
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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LA IMAGINACIOacuteN CRIacuteTICA Praacutecticas de innovacioacuten en la narrativa contemporaacutenea
copyJulio Ortega
Ediciones Universidad Alberto Hurtado Alameda 1869 ndash piso 3 ndash Santiago de Chilemgarciamuahurtadocl ndash 56-02-6920344wwwuahurtadocl
Impreso en Santiago de ChileMarzo de 2010
ISBN 978-956-8421-35-9Registro de propiedad intelectual 187700
Impreso por C y C impresores
Direccioacuten editorial Alejandra Stevenson
Editora ejecutiva Beatriz Garciacutea Huidobro
Coordinacioacuten Coleccioacuten Literatura Constanza Vergara
Disentildeo de la coleccioacutenFrancisca Toral
Disentildeo y diagramacioacutenGloria Barrios
Imagen de la portada Fotografiacutea del autor Gentileza de diario El Mercurio
Todos los derechos reservados Bajo las sanciones establecidasen las leyes queda rigurosamente prohibida sin autorizacioacuten
escrita de los titulares del copyright la reproduccioacuten total o parcialde esta obra por cualquier medio o procedimiento comprendidosla reprografiacutea y el tratamiento informaacutetico asiacute como la distribucioacutende ejemplares mediante alquiler o preacutestamos puacuteblicos
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IacuteNDICE
PLa escritura de Julio Ortega una experienciacomunitaria del porvenir 9
I LA CONTEMPLACIOacuteN Y LA FIESTA 27 La narrativa latinoamericana actual 29 Pedro Paacuteramo 37 Rayuela 49 La feria 63 Dos notas sobre Joseacute Mariacutea Arguedas 69 Paradiso 85 Cien antildeos de soledad 119
Los cachorros 133 Cambio de piel 145 Tres tristes tigres 163 Un ejercicio narrativo de Lentildeero 173 La novela del lenguaje Neacutestor Saacutenchez 179 Nota sobre Sarduy 193 Los diacuteas contados 199 Balza Leoacuten Parra 205 Borges fundador 217 Final 221
II UNA POEacuteTICA DEL CAMBIO 225 Noticia 227 La narrativa hispanoamericana para un modelo criacutetico 229 Borges y la diferencia hispanoamericana 239 Borges la primera letra 255
Sobre El siglo de las luces de Alejo Carpentier 267 El que vino a salvarme de Virgilio Pintildeera 283 Roa Bastos una mitologiacutea del desconsuelo 295 Las voces de Rayuela 301 Cortaacutezar Morelli en el umbral 307
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Lezama y la biblioteca de Cemiacute 315 El lugar del relato 337 Enigmas de Pedro Paacuteramo 351 La leccioacuten de Arreola 357 Discurso del suicida 361 El otontildeo del patriarca texto y cultura 369 Fuentes el linaje barroco 397 Cuentos de Antonio Beniacutetez 411 Pacheco el texto de la historia 427 El mundo alucinante de Reinaldo Arenas 431
Rosario Ferreacute y la voz transgresiva 439 Caacutentico de Juan Goytisolo 445 Los cuentos de Alejandro Rossi 453 Jorge Edwards Nota sobre El inuacutetil de la familia 471 Joseacute Donoso Notas en torno a Lagartija sin cola 475 Notas 478
III RUTAS DE LO NUEVO 483L A ESCRITURA POSMODERNA 485 Sarduy y el arte de las permutaciones 501 Transformaciones de Larva 515 Fabulaciones de Carmen Boullosa 535 Diamela Eltit y el imaginario de la virtualidad 547C INCO VERSIONES CHILENAS 575 El caso Pedro Lemebel 577 Guadalupe Santa Cruz desde los maacutergenes 587 Carlos Franz el deleite de narrar 593 Para leer a Fuguet 601 Bolantildeo agonista 607 Notas 612
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L a escritura de JuLio ortega
una experiencia comunitaria deL porvenir
Debo mi primer encuentro con el nombre de Julio Ortega a laprestigiosa acadeacutemica chilena Luciacutea Invernizzi Tratando yo de se-leccionar materiales sobre la nueva narrativa hispanoamericana mepasoacute un texto criacutetico que en sus palabras revelaba el espiacuteritu librede esa vanguardia Por de pronto el tiacutetulo me parecioacute inquietan-te La contemplacioacuten y la fiesta un poeacutetico retablo de nuestra mo-dernidad De esto hace mucho tiempo en un gris y melancoacutelico
Santiago de Chile cuando yo amenazaba con convertirme en unestudiante eterno iquestHabraacute que antildeadir que esa fue la uacuteltima vez quela profesora Invernizzi vio su libro Releo ahora el proacutelogo de esaobra El mundo de los dualismos mdashhispanistas e indigenistas rea-listas y fantaacutesticos comprometidos y puristasmdash es contenido poruna voluntad integradora cuya matriz es un lenguaje que renuevalas utopiacuteas de cambio y transformacioacuten americanas
Como todo preaacutembulo vino maacutes adelante el encuentro realesta vez teniendo como actor a Enrique Lihn Era yo entonces unflamante Licenciado en Letras sin empleo De un modo aparen-temente casual me indicoacute un diacutea que yo podriacutea ir a estudiar unpostgrado a Austin con Julio Ortega un joven escritor y criacuteticoperuano quien le habiacutea escrito sentildealando su intereacutes por la venidade estudiantes chilenos y latinoamericanos A continuacioacuten Enri-
que deslizoacute algunas frases capciosas que teniacutean que ver con los es-tudios literarios en Chile acaso demasiado cientiacuteficos con muchascitas francesas y alemanas una cultura de la imitacioacuten Agregoacute queeste amigo suyo era un criacutetico de los creativos porque ademaacutes era
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escritor Para dejarme tranquilo concluyoacute que de seguro era muy
buen profesor Releo ahora algunas paacuteginas que Julio le ha dedi-cado ldquoFrente a la ingenuidad conmovedora de quienes escribenpara compensar lo no vivido la poesiacutea de Enrique Lihn ocurre paradescompensar lo vivido excesivamente Vida y poesiacutea no se confun-den pero se inquietan mutuamente en el teatro que compartenrdquo(1994 263) En una palabra viajeacute
La figura de Julio Ortega como un intelectual que lidera el diaacute-
logo cultural americano aparece para miacute algunos meses despueacutes enagosto de 1981 en el gran Encuentro de Letras Mexicanas orga-nizado por eacutel en la Universidad de Texas en Austin Memorablesdiscusiones criacuteticas de Aacutengel Rama Noeacute Jitrik y Carlos Monsivaacuteisdiaacutelogos sobre la traduccioacuten animadas por el poeta concretista Ha-roldo do Campos y muchas mesas redondas de escritores Mar-go Glantz Marco Antonio Montes de Oca Joseacute Emilio Pacheco
Gustavo Sainz Todos reunidos en torno a la amistad literaria de Julio a su convocatoria personal a su aura criacutetica No es que yonunca haya vivido esa celebracioacuten del espacio americano De nintildeoya habiacutea escuchado ese rumor en Concepcioacuten en los encuentrosorganizados por el poeta Gonzalo Rojas alrededor de los antildeos 60
Antildeos despueacutes en otro tiempo y en otra constelacioacuten habriacutea deretornar a ese flujo vital de una palabra comunitaria siempre in-
novada Alliacute escucheacute a Julio decir de Gonzalo ldquo[poeta que] habladesde un espacio desamparado indagando con voz desnuda y a lavez fracturada herida en el centro del discurso insuficiente abiertapara su propia demanda intransigente ante la mudez esencial conlas que se enfrenta armado de siacutelabas y silabeosrdquo (1987 4)
Otra foto de un aacutelbum virtual Julio tiene en sus manos el ma-nuscrito de mi tesis doctoral sobre literatura chilena y la experiencia
autoritaria y considera que estaacute muy bien Al azar me lee una paacute-gina y en ese momento siento que mi escritura tiende a ser obtusaque maacutes bien regresahellip Se lo digo eacutel asiente a medias e improvisaen voz alta la posible reescritura de un paacuterrafo Ante mi vista ante lo
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Introduccioacuten
vuelto a escuchar lo obtuso se convierte en un claro diagrama Pero
me dice que lo deje que lo olvide Al leer los escritos de Julio Orte-ga siento que su palabra incluye el iacutempetu del lector de desdoblarlo dicho de seguir una conversacioacuten que no se quiere interrumpirPalabra condensada y eliacuteptica que busca contener conceptos en unaforma poeacutetica depurada Y aquiacute me guiacutea Lezama Lima quien ce-lebroacute tempranamente los textos de Ortega enfatizando no solo suindependencia de las modas criacuteticas sino especialmente su registro
alegoacuterico por su relacioacuten con el acto mismo de la creacioacuten Locito ldquoReaparecen las metaacuteforas como encuentros sorpresivoshellip Sucriacutetica recorre una metamorfosis paralela con la obra estudiadardquo(1991 xi)
Ya sea que escriba un artiacuteculo especializado o un texto de fic-cioacuten una croacutenica periodiacutestica o un ensayo su lenguaje tendraacute siem-pre una precisioacuten elusiva que abre el diaacutelogo ante una comunidad
aacutevida de refundar sus oriacutegenes Asiacute muchas de sus visiones sobreobras y autores funcionan como cotas iluminantes que invitan ala relectura Leamos este diagrama de Pedro Paacuteramo ldquoen el mismomovimiento con que la novela demuestra el poder de lo establecidolo desbasa como si tras el orden feroz revelara un desorden mayortras el poder lo precario y tras la tragedia la ironiacutea de su recuentordquo(1994 230) Ese diacutea de la improvisada lectura de una paacutegina de un
manuscrito miacuteo marca el inicio de mi escritura criacuteticaMe detengo aquiacute en el comentario de estas imaacutegenes anotadas
del recuerdo las cuales sirven de marco local para hablar sobre laexperiencia compartida de leer la obra siempre en curso de JulioOrtega Esbocemos su poeacutetica
La contemplacioacuten y la fiesta Su escritura es una celebracioacuten del
espacio americano teniendo en cuenta que aquiacute recomienza el actode la creacioacuten Se validan todas sus formas y eacutepocas se rescatanvoces locales y se muestra coacutemo se vive y se transfigura el contratocolonial en el lenguaje hispanoamericano No se trata aquiacute de una
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regresioacuten al origen arcadia banal sino de la reinvencioacuten del carna-
val andino en el presente de la lectura Es la iluminacioacuten de los dis-cursos en sus capacidades de crear un porvenir la feliz abundanciadel Inca Garcilaso la carta de un futuro buen gobierno de GuamanPoma la renovacioacuten del lenguaje desde las vanguardias que signi-fica el descubrimiento de sensibilidades que nos hermanan La feen nosotros mismos la alegriacutea popular que remplaza el rigor mortis Una cita entre otras que ejemplifica este espiacuteritu
La hipoacutetesis de que Ameacuterica Latina es producto de una violacioacuten deque somos histoacutericamente subsidiarios de la violencia de que el fracasoel resentimiento o la autodenegacioacuten nos destinan se han convertidohellipen meros mitos sicologizantes mecaacutenicos y simplificadores que no dancuenta de la calidad imaginativa de nuestras artes de la capacidad crea-tiva de la resistencia cultural popular de las respuestas de la sociedad ci-vil y mucho menos del espesor vivo de la cotidianidad que con todas
las razones en contra sigue humanizando a la violencia procesando lacarencia y reapropiando los lenguajes dominantes (1997a 14)
Lector enciclopeacutedico transgrede liacutemites geograacuteficos eacutepocas ygeacuteneros y lo hace utilizando diversas modalidades de escritura essinteacutetico y recurrente conversacional y acadeacutemico apodiacutectico ycasual Actor de nuestra Ameacuterica anota y da nombre a cosas y ac-
titudes corrigiendo a los primeros conquistadores contemplandoactivamente el espectaacuteculo de un mundo que siempre puede vol-verse a imaginar Ensayista de su tiempo hace un catastro de voceshispanoamericanas de distintos tiempos y proveniencias estable-ciendo sus puntos de fuga
Curioso de la escucha devoto de las entonaciones y ritmos delhabla realiza entrevistas ejemplares por la magia que surge de ellasEs que la conversacioacuten poeacutetica es ya una pequentildea obra teatral don-de los sujetos se descubren desde sus ldquosiacutelabas y silabeosrdquo A Juliole interesa el creador sus parlamentos en el escenario griego lamodulacioacuten de un destino diferente al programado para nosotros
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Introduccioacuten
Curioso lector propone series abiertas de textos en antologiacuteas de
cuento y poesiacutea cuerpos luacutedicos precedidos por proacutelogos que songenuinas ldquomorellianasrdquo con un suplemento de humor que las hacemenos lejanas Seguacuten su propia clasificacioacuten existen las antologiacuteastradicionales de recuerdo y filiacioacuten a manera de aacutelbumes de fa-milia y las antologiacuteas transitorias que anuncian el porvenir cualbocetos de un joven artista Julio ha realizado ambas aunque esobvio que en todas ellas las fotos y poses han dejado en suspenso el
ejercicio de la memoria aprendida
Vivimos del modo como leemos Las decisiones de lectura son cau-sa de alegriacuteas y zozobras Si nuestra identidad cultural se definecomo herencia de un pasado genuino tambieacuten se rehace desde unproyecto enunciado en el presente que ensaye otra oacuterbita Es muyposible que la escritura sea un legado y que entonces la lectura sea
la brecha hacia el porvenir Las antologiacuteas constituyen ese geacuteneroen el cual alguien selecciona el porvenir de la memoria La luchacontra cualquier determinismo y la fe depositada en el lector comoun descubridor de nuevos horizontes constituyen los soportes espi-rituales del pensamiento de Julio Ortega En una de sus versionesesta posicioacuten aparece asiacute presentada en sus escritos
El modelo hasta ayer dominante fue el del Archivo Leer se convirtioacuteen una operacioacuten melancoacutelica cada elemento del texto remitiacutea a unoanterior que lo explicaba Esta virtud filoloacutegica sin embargo terminoacutesaturando a los textos y convirtioacute a la criacutetica en una operacioacuten museo-loacutegica Hoy es maacutes pertinente leer en la otra direccioacuten hacia adelanteporque los objetos culturales han pedido su estatuto normativo su iacuten-dole disciplinaria prefijada su familia de imaacutegenes retrazable se hanhecho hiacutebridos desplazados de su origen fronterizos (1997b 18)
Arte de innovar La escritura americana aparece imbricada en latradicioacuten contemporaacutenea occidental La lectura del surrealismo ylas vanguardias que realiza Julio Ortega permiten establecer un
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diaacutelogo poeacutetico entre diversas lenguas y sensibilidades en el cual
el antes y el despueacutes se confunden en el giro de una banda deMoebius Asiacute Artaud es Vallejo ldquouna misma obsesioacuten por el cuer-po por sus oriacutegenes por su enfermedadrdquo (1994 83) y Vallejo esBeckett ldquola flexibilidad fonoloacutegica de la diccioacutenhellip el absurdismocoacutemico del decirrdquo (1994 168) el ritmo de Pound es el coloquio deCardenal y el concretismo de Haroldo do Campos es la resolucioacutenformal carnavalesca de las voces invocadas en Mallarmeacute Joyce y
PoundLectura inclusiva que recoloniza los mapas literarios de la tra-dicioacuten occidental fundieacutendose con ellos acto artiacutestico de apropia-cioacuten de la escena contemporaacutenea del arte porque en medio de losactores claacutesicos alliacute convocados aparece una figura hispanoameri-cana del porvenir que cierra el ciacuterculo y lo ilumina Por ejemplola aparicioacuten de la abultada figura de Lezama en los intersticios de
la tradicioacuten poeacutetica ldquoentre Goacutengora y Mallarmeacute entre Quevedo y Jimeacutenez Lezama Lima redescubre para una palabra sensorial un va-lor ontoloacutegico la proyeccioacuten de un sistema que desde la fe poeacuteticavuelve a establecer al lenguaje como conversioacuten que nos descifrardquo(1994 28) Y por ejemplo la irrupcioacuten de los fantasmas rioplaten-ses y mexicanos en el relato breve ldquoSi en la tradicioacuten fueron Henry
James y Cheacutejov quienes constataron la estabilidad del mundo obje-
tivo y la laberiacutentica forma de la interaccioacuten social Cortaacutezar y Rulfonos sugieren que la realidad misma es fraacutegil y que el cuento es suinstancia reveladora su cicatrizrdquo (1989 xv)
Magia de lectura La literatura universal es leiacuteda desde la Instala-cioacuten Artiacutestica del Cuerpo Americano En este retablo las piezascanoacutenicas son invitadas a actuar a nuestro son paradoacutejicamente
alliacute cobran una dignidad que ya habiacutean perdido en sus lugares deorigen Asiacute animadas a estas voces de otros continentes se les pideahora que ocupen los asientos del retablo andino para presenciar lafiesta de los sujetos americanos Nicanor Parra combinando la lira
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Introduccioacuten
popular con las baladas inglesas Diego Rivera ensayando un coacutedice
mexicano en las paredes renacentistas Rulfo haciendo una proce-sioacuten de almas en penas todos animados por el habla popular
El arte de la criacutetica Tanto Lezama Lima como Cortaacutezar celebranlos escritos de Julio Ortega por su capacidad de desplegar la obra dearte cual si fuera su doble Desde Ortega rescatamos el pensamien-to de Schlegel quien propone que la criacutetica no juzga una obra sino
que la entiende en la medida que la completa y por ende la desdo-bla constituyeacutendose como su reflejo Schlegel romaacutentico alemaacutenconsidera que la obra conlleva un germen que le es inmanente Lacriacutetica de Ortega agrega un sujeto el lector y a este sujeto le dictaun destino que proponga un futuro mejor para la comunidad Y esaquiacute cuando la lectura es un acto de creacioacuten y un acto de fe puesse trata de refundar la utopiacutea americana desde la palabra
La escritura de Julio Ortega disentildea una limpia combinacioacuten deconceptos e imaacutegenes manteniendo un raro equilibrio entre el saberenciclopeacutedico y las especulaciones metafiacutesicas surgidas de la conver-sacioacuten cotidiana y del humor y seriedad andinos Hay una poeacuteticadel decir que se resuelve en diagramas retablos en abismo sineacutec-doques que juegan a extraviar el todo paradojas que alertan sobreel lugar comuacuten Recortemos por ejemplo esta frase en zig-zag sobre
el quehacer poeacutetico de Joseacute Emilio Pacheco ldquono tiene nada que vercon la prosa o el prosaiacutesmo sino que es la anotacioacuten parcial sobreun relato extraviado y latente no busca expresar la historia sino querefiere su dispersioacuten su irracionalidad no es meramente coloquialsino el habla rescatada del palimpsesto de los deciresrdquo (1994 395)
Artefactos recreados desde puntos suspensivos ya que toda escrituradebiera ser una alegoriacutea de la creacioacuten Asiacute refirieacutendose a la obra
de Garciacutea Maacuterquez nos dice al pasar ldquoEsta larga pregunta por lasgestaciones las fundaciones la autoridad y el poder es una interro-gacioacuten no por la identidad del sujeto sino por su papel en el cuentoContar es darle un sentido a la extraordinaria fabulacioacuten paterna
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Ese sentido supone una memoria mayor la cultura popular que es
un prodigio de la sobrevivenciardquo (1994 420)La escritura de Julio es ficcional en teacuterminos borgeanos encuanto se plantea como un mundo paralelo que se superpone a loreal al modo de una forma revelada aunque de modo capciosoUna obra que desborda los geacuteneros y que tambieacuten aparece en ejerci-cios literarios vinculados con ese azaroso espacio de las denomina-das ldquoescrituras del yordquo en el cual el creador pinta un retrato como
el suyo de Rembrandt donde contemplamos no el rostro sino lasintensas coloraciones que lo animan devolvieacutendonos a un mundovivo y caoacutetico Asiacute en su Diario imaginario anotaraacute ldquola memoriaes una forma de la locura el discurso cuya inteligencia radica en unorden inexistente procede a recuperarnos pero nos confronta conun azar excesivo En ella no hay tierra posible En su propio vaciacuteose aplaca y se agota Esa peacuterdida constante nos devuelve con la boca
cerradardquo (1988 33) Cuadernos de un escritor suentildeos anotadosque no son interpretables ecos de conversaciones pensamientoslocaciones de estas materias estaacuten hechos muchos de sus relatosliterarios donde se reflexiona sobre la identidad del sujeto con-temporaacuteneo ldquolsquoTuacute no has cambiado nadarsquo me dice una amiga alencontrarnos despueacutes de mucho tiempo Pero ella es la que no hacambiado en miacuterdquo (1988115) La comunicacioacuten afectiva como un
teatro de equivocaciones el diaacutelogo como un acto de adivinacioacuten
Quiero ahora referirme a dos textos literarios que insisten mdashcomotoda su obra poeacuteticamdash en la pregunta de coacutemo habitar los oriacutegenes
o maacutes bien coacutemo leerlos lo cual es sinoacutenimo de coacutemo vivirlosEl primero lleva por tiacutetulo Puerta Sechiacuten Desde el presente al-
guien vuelve a habitar los espacios de la nintildeez en un pueblo cercanoa la localidad de Sechiacuten donde persisten unos muros de piedra de
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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IacuteNDICE
PLa escritura de Julio Ortega una experienciacomunitaria del porvenir 9
I LA CONTEMPLACIOacuteN Y LA FIESTA 27 La narrativa latinoamericana actual 29 Pedro Paacuteramo 37 Rayuela 49 La feria 63 Dos notas sobre Joseacute Mariacutea Arguedas 69 Paradiso 85 Cien antildeos de soledad 119
Los cachorros 133 Cambio de piel 145 Tres tristes tigres 163 Un ejercicio narrativo de Lentildeero 173 La novela del lenguaje Neacutestor Saacutenchez 179 Nota sobre Sarduy 193 Los diacuteas contados 199 Balza Leoacuten Parra 205 Borges fundador 217 Final 221
II UNA POEacuteTICA DEL CAMBIO 225 Noticia 227 La narrativa hispanoamericana para un modelo criacutetico 229 Borges y la diferencia hispanoamericana 239 Borges la primera letra 255
Sobre El siglo de las luces de Alejo Carpentier 267 El que vino a salvarme de Virgilio Pintildeera 283 Roa Bastos una mitologiacutea del desconsuelo 295 Las voces de Rayuela 301 Cortaacutezar Morelli en el umbral 307
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Lezama y la biblioteca de Cemiacute 315 El lugar del relato 337 Enigmas de Pedro Paacuteramo 351 La leccioacuten de Arreola 357 Discurso del suicida 361 El otontildeo del patriarca texto y cultura 369 Fuentes el linaje barroco 397 Cuentos de Antonio Beniacutetez 411 Pacheco el texto de la historia 427 El mundo alucinante de Reinaldo Arenas 431
Rosario Ferreacute y la voz transgresiva 439 Caacutentico de Juan Goytisolo 445 Los cuentos de Alejandro Rossi 453 Jorge Edwards Nota sobre El inuacutetil de la familia 471 Joseacute Donoso Notas en torno a Lagartija sin cola 475 Notas 478
III RUTAS DE LO NUEVO 483L A ESCRITURA POSMODERNA 485 Sarduy y el arte de las permutaciones 501 Transformaciones de Larva 515 Fabulaciones de Carmen Boullosa 535 Diamela Eltit y el imaginario de la virtualidad 547C INCO VERSIONES CHILENAS 575 El caso Pedro Lemebel 577 Guadalupe Santa Cruz desde los maacutergenes 587 Carlos Franz el deleite de narrar 593 Para leer a Fuguet 601 Bolantildeo agonista 607 Notas 612
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L a escritura de JuLio ortega
una experiencia comunitaria deL porvenir
Debo mi primer encuentro con el nombre de Julio Ortega a laprestigiosa acadeacutemica chilena Luciacutea Invernizzi Tratando yo de se-leccionar materiales sobre la nueva narrativa hispanoamericana mepasoacute un texto criacutetico que en sus palabras revelaba el espiacuteritu librede esa vanguardia Por de pronto el tiacutetulo me parecioacute inquietan-te La contemplacioacuten y la fiesta un poeacutetico retablo de nuestra mo-dernidad De esto hace mucho tiempo en un gris y melancoacutelico
Santiago de Chile cuando yo amenazaba con convertirme en unestudiante eterno iquestHabraacute que antildeadir que esa fue la uacuteltima vez quela profesora Invernizzi vio su libro Releo ahora el proacutelogo de esaobra El mundo de los dualismos mdashhispanistas e indigenistas rea-listas y fantaacutesticos comprometidos y puristasmdash es contenido poruna voluntad integradora cuya matriz es un lenguaje que renuevalas utopiacuteas de cambio y transformacioacuten americanas
Como todo preaacutembulo vino maacutes adelante el encuentro realesta vez teniendo como actor a Enrique Lihn Era yo entonces unflamante Licenciado en Letras sin empleo De un modo aparen-temente casual me indicoacute un diacutea que yo podriacutea ir a estudiar unpostgrado a Austin con Julio Ortega un joven escritor y criacuteticoperuano quien le habiacutea escrito sentildealando su intereacutes por la venidade estudiantes chilenos y latinoamericanos A continuacioacuten Enri-
que deslizoacute algunas frases capciosas que teniacutean que ver con los es-tudios literarios en Chile acaso demasiado cientiacuteficos con muchascitas francesas y alemanas una cultura de la imitacioacuten Agregoacute queeste amigo suyo era un criacutetico de los creativos porque ademaacutes era
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escritor Para dejarme tranquilo concluyoacute que de seguro era muy
buen profesor Releo ahora algunas paacuteginas que Julio le ha dedi-cado ldquoFrente a la ingenuidad conmovedora de quienes escribenpara compensar lo no vivido la poesiacutea de Enrique Lihn ocurre paradescompensar lo vivido excesivamente Vida y poesiacutea no se confun-den pero se inquietan mutuamente en el teatro que compartenrdquo(1994 263) En una palabra viajeacute
La figura de Julio Ortega como un intelectual que lidera el diaacute-
logo cultural americano aparece para miacute algunos meses despueacutes enagosto de 1981 en el gran Encuentro de Letras Mexicanas orga-nizado por eacutel en la Universidad de Texas en Austin Memorablesdiscusiones criacuteticas de Aacutengel Rama Noeacute Jitrik y Carlos Monsivaacuteisdiaacutelogos sobre la traduccioacuten animadas por el poeta concretista Ha-roldo do Campos y muchas mesas redondas de escritores Mar-go Glantz Marco Antonio Montes de Oca Joseacute Emilio Pacheco
Gustavo Sainz Todos reunidos en torno a la amistad literaria de Julio a su convocatoria personal a su aura criacutetica No es que yonunca haya vivido esa celebracioacuten del espacio americano De nintildeoya habiacutea escuchado ese rumor en Concepcioacuten en los encuentrosorganizados por el poeta Gonzalo Rojas alrededor de los antildeos 60
Antildeos despueacutes en otro tiempo y en otra constelacioacuten habriacutea deretornar a ese flujo vital de una palabra comunitaria siempre in-
novada Alliacute escucheacute a Julio decir de Gonzalo ldquo[poeta que] habladesde un espacio desamparado indagando con voz desnuda y a lavez fracturada herida en el centro del discurso insuficiente abiertapara su propia demanda intransigente ante la mudez esencial conlas que se enfrenta armado de siacutelabas y silabeosrdquo (1987 4)
Otra foto de un aacutelbum virtual Julio tiene en sus manos el ma-nuscrito de mi tesis doctoral sobre literatura chilena y la experiencia
autoritaria y considera que estaacute muy bien Al azar me lee una paacute-gina y en ese momento siento que mi escritura tiende a ser obtusaque maacutes bien regresahellip Se lo digo eacutel asiente a medias e improvisaen voz alta la posible reescritura de un paacuterrafo Ante mi vista ante lo
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Introduccioacuten
vuelto a escuchar lo obtuso se convierte en un claro diagrama Pero
me dice que lo deje que lo olvide Al leer los escritos de Julio Orte-ga siento que su palabra incluye el iacutempetu del lector de desdoblarlo dicho de seguir una conversacioacuten que no se quiere interrumpirPalabra condensada y eliacuteptica que busca contener conceptos en unaforma poeacutetica depurada Y aquiacute me guiacutea Lezama Lima quien ce-lebroacute tempranamente los textos de Ortega enfatizando no solo suindependencia de las modas criacuteticas sino especialmente su registro
alegoacuterico por su relacioacuten con el acto mismo de la creacioacuten Locito ldquoReaparecen las metaacuteforas como encuentros sorpresivoshellip Sucriacutetica recorre una metamorfosis paralela con la obra estudiadardquo(1991 xi)
Ya sea que escriba un artiacuteculo especializado o un texto de fic-cioacuten una croacutenica periodiacutestica o un ensayo su lenguaje tendraacute siem-pre una precisioacuten elusiva que abre el diaacutelogo ante una comunidad
aacutevida de refundar sus oriacutegenes Asiacute muchas de sus visiones sobreobras y autores funcionan como cotas iluminantes que invitan ala relectura Leamos este diagrama de Pedro Paacuteramo ldquoen el mismomovimiento con que la novela demuestra el poder de lo establecidolo desbasa como si tras el orden feroz revelara un desorden mayortras el poder lo precario y tras la tragedia la ironiacutea de su recuentordquo(1994 230) Ese diacutea de la improvisada lectura de una paacutegina de un
manuscrito miacuteo marca el inicio de mi escritura criacuteticaMe detengo aquiacute en el comentario de estas imaacutegenes anotadas
del recuerdo las cuales sirven de marco local para hablar sobre laexperiencia compartida de leer la obra siempre en curso de JulioOrtega Esbocemos su poeacutetica
La contemplacioacuten y la fiesta Su escritura es una celebracioacuten del
espacio americano teniendo en cuenta que aquiacute recomienza el actode la creacioacuten Se validan todas sus formas y eacutepocas se rescatanvoces locales y se muestra coacutemo se vive y se transfigura el contratocolonial en el lenguaje hispanoamericano No se trata aquiacute de una
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regresioacuten al origen arcadia banal sino de la reinvencioacuten del carna-
val andino en el presente de la lectura Es la iluminacioacuten de los dis-cursos en sus capacidades de crear un porvenir la feliz abundanciadel Inca Garcilaso la carta de un futuro buen gobierno de GuamanPoma la renovacioacuten del lenguaje desde las vanguardias que signi-fica el descubrimiento de sensibilidades que nos hermanan La feen nosotros mismos la alegriacutea popular que remplaza el rigor mortis Una cita entre otras que ejemplifica este espiacuteritu
La hipoacutetesis de que Ameacuterica Latina es producto de una violacioacuten deque somos histoacutericamente subsidiarios de la violencia de que el fracasoel resentimiento o la autodenegacioacuten nos destinan se han convertidohellipen meros mitos sicologizantes mecaacutenicos y simplificadores que no dancuenta de la calidad imaginativa de nuestras artes de la capacidad crea-tiva de la resistencia cultural popular de las respuestas de la sociedad ci-vil y mucho menos del espesor vivo de la cotidianidad que con todas
las razones en contra sigue humanizando a la violencia procesando lacarencia y reapropiando los lenguajes dominantes (1997a 14)
Lector enciclopeacutedico transgrede liacutemites geograacuteficos eacutepocas ygeacuteneros y lo hace utilizando diversas modalidades de escritura essinteacutetico y recurrente conversacional y acadeacutemico apodiacutectico ycasual Actor de nuestra Ameacuterica anota y da nombre a cosas y ac-
titudes corrigiendo a los primeros conquistadores contemplandoactivamente el espectaacuteculo de un mundo que siempre puede vol-verse a imaginar Ensayista de su tiempo hace un catastro de voceshispanoamericanas de distintos tiempos y proveniencias estable-ciendo sus puntos de fuga
Curioso de la escucha devoto de las entonaciones y ritmos delhabla realiza entrevistas ejemplares por la magia que surge de ellasEs que la conversacioacuten poeacutetica es ya una pequentildea obra teatral don-de los sujetos se descubren desde sus ldquosiacutelabas y silabeosrdquo A Juliole interesa el creador sus parlamentos en el escenario griego lamodulacioacuten de un destino diferente al programado para nosotros
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Introduccioacuten
Curioso lector propone series abiertas de textos en antologiacuteas de
cuento y poesiacutea cuerpos luacutedicos precedidos por proacutelogos que songenuinas ldquomorellianasrdquo con un suplemento de humor que las hacemenos lejanas Seguacuten su propia clasificacioacuten existen las antologiacuteastradicionales de recuerdo y filiacioacuten a manera de aacutelbumes de fa-milia y las antologiacuteas transitorias que anuncian el porvenir cualbocetos de un joven artista Julio ha realizado ambas aunque esobvio que en todas ellas las fotos y poses han dejado en suspenso el
ejercicio de la memoria aprendida
Vivimos del modo como leemos Las decisiones de lectura son cau-sa de alegriacuteas y zozobras Si nuestra identidad cultural se definecomo herencia de un pasado genuino tambieacuten se rehace desde unproyecto enunciado en el presente que ensaye otra oacuterbita Es muyposible que la escritura sea un legado y que entonces la lectura sea
la brecha hacia el porvenir Las antologiacuteas constituyen ese geacuteneroen el cual alguien selecciona el porvenir de la memoria La luchacontra cualquier determinismo y la fe depositada en el lector comoun descubridor de nuevos horizontes constituyen los soportes espi-rituales del pensamiento de Julio Ortega En una de sus versionesesta posicioacuten aparece asiacute presentada en sus escritos
El modelo hasta ayer dominante fue el del Archivo Leer se convirtioacuteen una operacioacuten melancoacutelica cada elemento del texto remitiacutea a unoanterior que lo explicaba Esta virtud filoloacutegica sin embargo terminoacutesaturando a los textos y convirtioacute a la criacutetica en una operacioacuten museo-loacutegica Hoy es maacutes pertinente leer en la otra direccioacuten hacia adelanteporque los objetos culturales han pedido su estatuto normativo su iacuten-dole disciplinaria prefijada su familia de imaacutegenes retrazable se hanhecho hiacutebridos desplazados de su origen fronterizos (1997b 18)
Arte de innovar La escritura americana aparece imbricada en latradicioacuten contemporaacutenea occidental La lectura del surrealismo ylas vanguardias que realiza Julio Ortega permiten establecer un
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diaacutelogo poeacutetico entre diversas lenguas y sensibilidades en el cual
el antes y el despueacutes se confunden en el giro de una banda deMoebius Asiacute Artaud es Vallejo ldquouna misma obsesioacuten por el cuer-po por sus oriacutegenes por su enfermedadrdquo (1994 83) y Vallejo esBeckett ldquola flexibilidad fonoloacutegica de la diccioacutenhellip el absurdismocoacutemico del decirrdquo (1994 168) el ritmo de Pound es el coloquio deCardenal y el concretismo de Haroldo do Campos es la resolucioacutenformal carnavalesca de las voces invocadas en Mallarmeacute Joyce y
PoundLectura inclusiva que recoloniza los mapas literarios de la tra-dicioacuten occidental fundieacutendose con ellos acto artiacutestico de apropia-cioacuten de la escena contemporaacutenea del arte porque en medio de losactores claacutesicos alliacute convocados aparece una figura hispanoameri-cana del porvenir que cierra el ciacuterculo y lo ilumina Por ejemplola aparicioacuten de la abultada figura de Lezama en los intersticios de
la tradicioacuten poeacutetica ldquoentre Goacutengora y Mallarmeacute entre Quevedo y Jimeacutenez Lezama Lima redescubre para una palabra sensorial un va-lor ontoloacutegico la proyeccioacuten de un sistema que desde la fe poeacuteticavuelve a establecer al lenguaje como conversioacuten que nos descifrardquo(1994 28) Y por ejemplo la irrupcioacuten de los fantasmas rioplaten-ses y mexicanos en el relato breve ldquoSi en la tradicioacuten fueron Henry
James y Cheacutejov quienes constataron la estabilidad del mundo obje-
tivo y la laberiacutentica forma de la interaccioacuten social Cortaacutezar y Rulfonos sugieren que la realidad misma es fraacutegil y que el cuento es suinstancia reveladora su cicatrizrdquo (1989 xv)
Magia de lectura La literatura universal es leiacuteda desde la Instala-cioacuten Artiacutestica del Cuerpo Americano En este retablo las piezascanoacutenicas son invitadas a actuar a nuestro son paradoacutejicamente
alliacute cobran una dignidad que ya habiacutean perdido en sus lugares deorigen Asiacute animadas a estas voces de otros continentes se les pideahora que ocupen los asientos del retablo andino para presenciar lafiesta de los sujetos americanos Nicanor Parra combinando la lira
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Introduccioacuten
popular con las baladas inglesas Diego Rivera ensayando un coacutedice
mexicano en las paredes renacentistas Rulfo haciendo una proce-sioacuten de almas en penas todos animados por el habla popular
El arte de la criacutetica Tanto Lezama Lima como Cortaacutezar celebranlos escritos de Julio Ortega por su capacidad de desplegar la obra dearte cual si fuera su doble Desde Ortega rescatamos el pensamien-to de Schlegel quien propone que la criacutetica no juzga una obra sino
que la entiende en la medida que la completa y por ende la desdo-bla constituyeacutendose como su reflejo Schlegel romaacutentico alemaacutenconsidera que la obra conlleva un germen que le es inmanente Lacriacutetica de Ortega agrega un sujeto el lector y a este sujeto le dictaun destino que proponga un futuro mejor para la comunidad Y esaquiacute cuando la lectura es un acto de creacioacuten y un acto de fe puesse trata de refundar la utopiacutea americana desde la palabra
La escritura de Julio Ortega disentildea una limpia combinacioacuten deconceptos e imaacutegenes manteniendo un raro equilibrio entre el saberenciclopeacutedico y las especulaciones metafiacutesicas surgidas de la conver-sacioacuten cotidiana y del humor y seriedad andinos Hay una poeacuteticadel decir que se resuelve en diagramas retablos en abismo sineacutec-doques que juegan a extraviar el todo paradojas que alertan sobreel lugar comuacuten Recortemos por ejemplo esta frase en zig-zag sobre
el quehacer poeacutetico de Joseacute Emilio Pacheco ldquono tiene nada que vercon la prosa o el prosaiacutesmo sino que es la anotacioacuten parcial sobreun relato extraviado y latente no busca expresar la historia sino querefiere su dispersioacuten su irracionalidad no es meramente coloquialsino el habla rescatada del palimpsesto de los deciresrdquo (1994 395)
Artefactos recreados desde puntos suspensivos ya que toda escrituradebiera ser una alegoriacutea de la creacioacuten Asiacute refirieacutendose a la obra
de Garciacutea Maacuterquez nos dice al pasar ldquoEsta larga pregunta por lasgestaciones las fundaciones la autoridad y el poder es una interro-gacioacuten no por la identidad del sujeto sino por su papel en el cuentoContar es darle un sentido a la extraordinaria fabulacioacuten paterna
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Ese sentido supone una memoria mayor la cultura popular que es
un prodigio de la sobrevivenciardquo (1994 420)La escritura de Julio es ficcional en teacuterminos borgeanos encuanto se plantea como un mundo paralelo que se superpone a loreal al modo de una forma revelada aunque de modo capciosoUna obra que desborda los geacuteneros y que tambieacuten aparece en ejerci-cios literarios vinculados con ese azaroso espacio de las denomina-das ldquoescrituras del yordquo en el cual el creador pinta un retrato como
el suyo de Rembrandt donde contemplamos no el rostro sino lasintensas coloraciones que lo animan devolvieacutendonos a un mundovivo y caoacutetico Asiacute en su Diario imaginario anotaraacute ldquola memoriaes una forma de la locura el discurso cuya inteligencia radica en unorden inexistente procede a recuperarnos pero nos confronta conun azar excesivo En ella no hay tierra posible En su propio vaciacuteose aplaca y se agota Esa peacuterdida constante nos devuelve con la boca
cerradardquo (1988 33) Cuadernos de un escritor suentildeos anotadosque no son interpretables ecos de conversaciones pensamientoslocaciones de estas materias estaacuten hechos muchos de sus relatosliterarios donde se reflexiona sobre la identidad del sujeto con-temporaacuteneo ldquolsquoTuacute no has cambiado nadarsquo me dice una amiga alencontrarnos despueacutes de mucho tiempo Pero ella es la que no hacambiado en miacuterdquo (1988115) La comunicacioacuten afectiva como un
teatro de equivocaciones el diaacutelogo como un acto de adivinacioacuten
Quiero ahora referirme a dos textos literarios que insisten mdashcomotoda su obra poeacuteticamdash en la pregunta de coacutemo habitar los oriacutegenes
o maacutes bien coacutemo leerlos lo cual es sinoacutenimo de coacutemo vivirlosEl primero lleva por tiacutetulo Puerta Sechiacuten Desde el presente al-
guien vuelve a habitar los espacios de la nintildeez en un pueblo cercanoa la localidad de Sechiacuten donde persisten unos muros de piedra de
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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Lezama y la biblioteca de Cemiacute 315 El lugar del relato 337 Enigmas de Pedro Paacuteramo 351 La leccioacuten de Arreola 357 Discurso del suicida 361 El otontildeo del patriarca texto y cultura 369 Fuentes el linaje barroco 397 Cuentos de Antonio Beniacutetez 411 Pacheco el texto de la historia 427 El mundo alucinante de Reinaldo Arenas 431
Rosario Ferreacute y la voz transgresiva 439 Caacutentico de Juan Goytisolo 445 Los cuentos de Alejandro Rossi 453 Jorge Edwards Nota sobre El inuacutetil de la familia 471 Joseacute Donoso Notas en torno a Lagartija sin cola 475 Notas 478
III RUTAS DE LO NUEVO 483L A ESCRITURA POSMODERNA 485 Sarduy y el arte de las permutaciones 501 Transformaciones de Larva 515 Fabulaciones de Carmen Boullosa 535 Diamela Eltit y el imaginario de la virtualidad 547C INCO VERSIONES CHILENAS 575 El caso Pedro Lemebel 577 Guadalupe Santa Cruz desde los maacutergenes 587 Carlos Franz el deleite de narrar 593 Para leer a Fuguet 601 Bolantildeo agonista 607 Notas 612
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L a escritura de JuLio ortega
una experiencia comunitaria deL porvenir
Debo mi primer encuentro con el nombre de Julio Ortega a laprestigiosa acadeacutemica chilena Luciacutea Invernizzi Tratando yo de se-leccionar materiales sobre la nueva narrativa hispanoamericana mepasoacute un texto criacutetico que en sus palabras revelaba el espiacuteritu librede esa vanguardia Por de pronto el tiacutetulo me parecioacute inquietan-te La contemplacioacuten y la fiesta un poeacutetico retablo de nuestra mo-dernidad De esto hace mucho tiempo en un gris y melancoacutelico
Santiago de Chile cuando yo amenazaba con convertirme en unestudiante eterno iquestHabraacute que antildeadir que esa fue la uacuteltima vez quela profesora Invernizzi vio su libro Releo ahora el proacutelogo de esaobra El mundo de los dualismos mdashhispanistas e indigenistas rea-listas y fantaacutesticos comprometidos y puristasmdash es contenido poruna voluntad integradora cuya matriz es un lenguaje que renuevalas utopiacuteas de cambio y transformacioacuten americanas
Como todo preaacutembulo vino maacutes adelante el encuentro realesta vez teniendo como actor a Enrique Lihn Era yo entonces unflamante Licenciado en Letras sin empleo De un modo aparen-temente casual me indicoacute un diacutea que yo podriacutea ir a estudiar unpostgrado a Austin con Julio Ortega un joven escritor y criacuteticoperuano quien le habiacutea escrito sentildealando su intereacutes por la venidade estudiantes chilenos y latinoamericanos A continuacioacuten Enri-
que deslizoacute algunas frases capciosas que teniacutean que ver con los es-tudios literarios en Chile acaso demasiado cientiacuteficos con muchascitas francesas y alemanas una cultura de la imitacioacuten Agregoacute queeste amigo suyo era un criacutetico de los creativos porque ademaacutes era
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escritor Para dejarme tranquilo concluyoacute que de seguro era muy
buen profesor Releo ahora algunas paacuteginas que Julio le ha dedi-cado ldquoFrente a la ingenuidad conmovedora de quienes escribenpara compensar lo no vivido la poesiacutea de Enrique Lihn ocurre paradescompensar lo vivido excesivamente Vida y poesiacutea no se confun-den pero se inquietan mutuamente en el teatro que compartenrdquo(1994 263) En una palabra viajeacute
La figura de Julio Ortega como un intelectual que lidera el diaacute-
logo cultural americano aparece para miacute algunos meses despueacutes enagosto de 1981 en el gran Encuentro de Letras Mexicanas orga-nizado por eacutel en la Universidad de Texas en Austin Memorablesdiscusiones criacuteticas de Aacutengel Rama Noeacute Jitrik y Carlos Monsivaacuteisdiaacutelogos sobre la traduccioacuten animadas por el poeta concretista Ha-roldo do Campos y muchas mesas redondas de escritores Mar-go Glantz Marco Antonio Montes de Oca Joseacute Emilio Pacheco
Gustavo Sainz Todos reunidos en torno a la amistad literaria de Julio a su convocatoria personal a su aura criacutetica No es que yonunca haya vivido esa celebracioacuten del espacio americano De nintildeoya habiacutea escuchado ese rumor en Concepcioacuten en los encuentrosorganizados por el poeta Gonzalo Rojas alrededor de los antildeos 60
Antildeos despueacutes en otro tiempo y en otra constelacioacuten habriacutea deretornar a ese flujo vital de una palabra comunitaria siempre in-
novada Alliacute escucheacute a Julio decir de Gonzalo ldquo[poeta que] habladesde un espacio desamparado indagando con voz desnuda y a lavez fracturada herida en el centro del discurso insuficiente abiertapara su propia demanda intransigente ante la mudez esencial conlas que se enfrenta armado de siacutelabas y silabeosrdquo (1987 4)
Otra foto de un aacutelbum virtual Julio tiene en sus manos el ma-nuscrito de mi tesis doctoral sobre literatura chilena y la experiencia
autoritaria y considera que estaacute muy bien Al azar me lee una paacute-gina y en ese momento siento que mi escritura tiende a ser obtusaque maacutes bien regresahellip Se lo digo eacutel asiente a medias e improvisaen voz alta la posible reescritura de un paacuterrafo Ante mi vista ante lo
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Introduccioacuten
vuelto a escuchar lo obtuso se convierte en un claro diagrama Pero
me dice que lo deje que lo olvide Al leer los escritos de Julio Orte-ga siento que su palabra incluye el iacutempetu del lector de desdoblarlo dicho de seguir una conversacioacuten que no se quiere interrumpirPalabra condensada y eliacuteptica que busca contener conceptos en unaforma poeacutetica depurada Y aquiacute me guiacutea Lezama Lima quien ce-lebroacute tempranamente los textos de Ortega enfatizando no solo suindependencia de las modas criacuteticas sino especialmente su registro
alegoacuterico por su relacioacuten con el acto mismo de la creacioacuten Locito ldquoReaparecen las metaacuteforas como encuentros sorpresivoshellip Sucriacutetica recorre una metamorfosis paralela con la obra estudiadardquo(1991 xi)
Ya sea que escriba un artiacuteculo especializado o un texto de fic-cioacuten una croacutenica periodiacutestica o un ensayo su lenguaje tendraacute siem-pre una precisioacuten elusiva que abre el diaacutelogo ante una comunidad
aacutevida de refundar sus oriacutegenes Asiacute muchas de sus visiones sobreobras y autores funcionan como cotas iluminantes que invitan ala relectura Leamos este diagrama de Pedro Paacuteramo ldquoen el mismomovimiento con que la novela demuestra el poder de lo establecidolo desbasa como si tras el orden feroz revelara un desorden mayortras el poder lo precario y tras la tragedia la ironiacutea de su recuentordquo(1994 230) Ese diacutea de la improvisada lectura de una paacutegina de un
manuscrito miacuteo marca el inicio de mi escritura criacuteticaMe detengo aquiacute en el comentario de estas imaacutegenes anotadas
del recuerdo las cuales sirven de marco local para hablar sobre laexperiencia compartida de leer la obra siempre en curso de JulioOrtega Esbocemos su poeacutetica
La contemplacioacuten y la fiesta Su escritura es una celebracioacuten del
espacio americano teniendo en cuenta que aquiacute recomienza el actode la creacioacuten Se validan todas sus formas y eacutepocas se rescatanvoces locales y se muestra coacutemo se vive y se transfigura el contratocolonial en el lenguaje hispanoamericano No se trata aquiacute de una
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regresioacuten al origen arcadia banal sino de la reinvencioacuten del carna-
val andino en el presente de la lectura Es la iluminacioacuten de los dis-cursos en sus capacidades de crear un porvenir la feliz abundanciadel Inca Garcilaso la carta de un futuro buen gobierno de GuamanPoma la renovacioacuten del lenguaje desde las vanguardias que signi-fica el descubrimiento de sensibilidades que nos hermanan La feen nosotros mismos la alegriacutea popular que remplaza el rigor mortis Una cita entre otras que ejemplifica este espiacuteritu
La hipoacutetesis de que Ameacuterica Latina es producto de una violacioacuten deque somos histoacutericamente subsidiarios de la violencia de que el fracasoel resentimiento o la autodenegacioacuten nos destinan se han convertidohellipen meros mitos sicologizantes mecaacutenicos y simplificadores que no dancuenta de la calidad imaginativa de nuestras artes de la capacidad crea-tiva de la resistencia cultural popular de las respuestas de la sociedad ci-vil y mucho menos del espesor vivo de la cotidianidad que con todas
las razones en contra sigue humanizando a la violencia procesando lacarencia y reapropiando los lenguajes dominantes (1997a 14)
Lector enciclopeacutedico transgrede liacutemites geograacuteficos eacutepocas ygeacuteneros y lo hace utilizando diversas modalidades de escritura essinteacutetico y recurrente conversacional y acadeacutemico apodiacutectico ycasual Actor de nuestra Ameacuterica anota y da nombre a cosas y ac-
titudes corrigiendo a los primeros conquistadores contemplandoactivamente el espectaacuteculo de un mundo que siempre puede vol-verse a imaginar Ensayista de su tiempo hace un catastro de voceshispanoamericanas de distintos tiempos y proveniencias estable-ciendo sus puntos de fuga
Curioso de la escucha devoto de las entonaciones y ritmos delhabla realiza entrevistas ejemplares por la magia que surge de ellasEs que la conversacioacuten poeacutetica es ya una pequentildea obra teatral don-de los sujetos se descubren desde sus ldquosiacutelabas y silabeosrdquo A Juliole interesa el creador sus parlamentos en el escenario griego lamodulacioacuten de un destino diferente al programado para nosotros
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Introduccioacuten
Curioso lector propone series abiertas de textos en antologiacuteas de
cuento y poesiacutea cuerpos luacutedicos precedidos por proacutelogos que songenuinas ldquomorellianasrdquo con un suplemento de humor que las hacemenos lejanas Seguacuten su propia clasificacioacuten existen las antologiacuteastradicionales de recuerdo y filiacioacuten a manera de aacutelbumes de fa-milia y las antologiacuteas transitorias que anuncian el porvenir cualbocetos de un joven artista Julio ha realizado ambas aunque esobvio que en todas ellas las fotos y poses han dejado en suspenso el
ejercicio de la memoria aprendida
Vivimos del modo como leemos Las decisiones de lectura son cau-sa de alegriacuteas y zozobras Si nuestra identidad cultural se definecomo herencia de un pasado genuino tambieacuten se rehace desde unproyecto enunciado en el presente que ensaye otra oacuterbita Es muyposible que la escritura sea un legado y que entonces la lectura sea
la brecha hacia el porvenir Las antologiacuteas constituyen ese geacuteneroen el cual alguien selecciona el porvenir de la memoria La luchacontra cualquier determinismo y la fe depositada en el lector comoun descubridor de nuevos horizontes constituyen los soportes espi-rituales del pensamiento de Julio Ortega En una de sus versionesesta posicioacuten aparece asiacute presentada en sus escritos
El modelo hasta ayer dominante fue el del Archivo Leer se convirtioacuteen una operacioacuten melancoacutelica cada elemento del texto remitiacutea a unoanterior que lo explicaba Esta virtud filoloacutegica sin embargo terminoacutesaturando a los textos y convirtioacute a la criacutetica en una operacioacuten museo-loacutegica Hoy es maacutes pertinente leer en la otra direccioacuten hacia adelanteporque los objetos culturales han pedido su estatuto normativo su iacuten-dole disciplinaria prefijada su familia de imaacutegenes retrazable se hanhecho hiacutebridos desplazados de su origen fronterizos (1997b 18)
Arte de innovar La escritura americana aparece imbricada en latradicioacuten contemporaacutenea occidental La lectura del surrealismo ylas vanguardias que realiza Julio Ortega permiten establecer un
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diaacutelogo poeacutetico entre diversas lenguas y sensibilidades en el cual
el antes y el despueacutes se confunden en el giro de una banda deMoebius Asiacute Artaud es Vallejo ldquouna misma obsesioacuten por el cuer-po por sus oriacutegenes por su enfermedadrdquo (1994 83) y Vallejo esBeckett ldquola flexibilidad fonoloacutegica de la diccioacutenhellip el absurdismocoacutemico del decirrdquo (1994 168) el ritmo de Pound es el coloquio deCardenal y el concretismo de Haroldo do Campos es la resolucioacutenformal carnavalesca de las voces invocadas en Mallarmeacute Joyce y
PoundLectura inclusiva que recoloniza los mapas literarios de la tra-dicioacuten occidental fundieacutendose con ellos acto artiacutestico de apropia-cioacuten de la escena contemporaacutenea del arte porque en medio de losactores claacutesicos alliacute convocados aparece una figura hispanoameri-cana del porvenir que cierra el ciacuterculo y lo ilumina Por ejemplola aparicioacuten de la abultada figura de Lezama en los intersticios de
la tradicioacuten poeacutetica ldquoentre Goacutengora y Mallarmeacute entre Quevedo y Jimeacutenez Lezama Lima redescubre para una palabra sensorial un va-lor ontoloacutegico la proyeccioacuten de un sistema que desde la fe poeacuteticavuelve a establecer al lenguaje como conversioacuten que nos descifrardquo(1994 28) Y por ejemplo la irrupcioacuten de los fantasmas rioplaten-ses y mexicanos en el relato breve ldquoSi en la tradicioacuten fueron Henry
James y Cheacutejov quienes constataron la estabilidad del mundo obje-
tivo y la laberiacutentica forma de la interaccioacuten social Cortaacutezar y Rulfonos sugieren que la realidad misma es fraacutegil y que el cuento es suinstancia reveladora su cicatrizrdquo (1989 xv)
Magia de lectura La literatura universal es leiacuteda desde la Instala-cioacuten Artiacutestica del Cuerpo Americano En este retablo las piezascanoacutenicas son invitadas a actuar a nuestro son paradoacutejicamente
alliacute cobran una dignidad que ya habiacutean perdido en sus lugares deorigen Asiacute animadas a estas voces de otros continentes se les pideahora que ocupen los asientos del retablo andino para presenciar lafiesta de los sujetos americanos Nicanor Parra combinando la lira
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Introduccioacuten
popular con las baladas inglesas Diego Rivera ensayando un coacutedice
mexicano en las paredes renacentistas Rulfo haciendo una proce-sioacuten de almas en penas todos animados por el habla popular
El arte de la criacutetica Tanto Lezama Lima como Cortaacutezar celebranlos escritos de Julio Ortega por su capacidad de desplegar la obra dearte cual si fuera su doble Desde Ortega rescatamos el pensamien-to de Schlegel quien propone que la criacutetica no juzga una obra sino
que la entiende en la medida que la completa y por ende la desdo-bla constituyeacutendose como su reflejo Schlegel romaacutentico alemaacutenconsidera que la obra conlleva un germen que le es inmanente Lacriacutetica de Ortega agrega un sujeto el lector y a este sujeto le dictaun destino que proponga un futuro mejor para la comunidad Y esaquiacute cuando la lectura es un acto de creacioacuten y un acto de fe puesse trata de refundar la utopiacutea americana desde la palabra
La escritura de Julio Ortega disentildea una limpia combinacioacuten deconceptos e imaacutegenes manteniendo un raro equilibrio entre el saberenciclopeacutedico y las especulaciones metafiacutesicas surgidas de la conver-sacioacuten cotidiana y del humor y seriedad andinos Hay una poeacuteticadel decir que se resuelve en diagramas retablos en abismo sineacutec-doques que juegan a extraviar el todo paradojas que alertan sobreel lugar comuacuten Recortemos por ejemplo esta frase en zig-zag sobre
el quehacer poeacutetico de Joseacute Emilio Pacheco ldquono tiene nada que vercon la prosa o el prosaiacutesmo sino que es la anotacioacuten parcial sobreun relato extraviado y latente no busca expresar la historia sino querefiere su dispersioacuten su irracionalidad no es meramente coloquialsino el habla rescatada del palimpsesto de los deciresrdquo (1994 395)
Artefactos recreados desde puntos suspensivos ya que toda escrituradebiera ser una alegoriacutea de la creacioacuten Asiacute refirieacutendose a la obra
de Garciacutea Maacuterquez nos dice al pasar ldquoEsta larga pregunta por lasgestaciones las fundaciones la autoridad y el poder es una interro-gacioacuten no por la identidad del sujeto sino por su papel en el cuentoContar es darle un sentido a la extraordinaria fabulacioacuten paterna
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Ese sentido supone una memoria mayor la cultura popular que es
un prodigio de la sobrevivenciardquo (1994 420)La escritura de Julio es ficcional en teacuterminos borgeanos encuanto se plantea como un mundo paralelo que se superpone a loreal al modo de una forma revelada aunque de modo capciosoUna obra que desborda los geacuteneros y que tambieacuten aparece en ejerci-cios literarios vinculados con ese azaroso espacio de las denomina-das ldquoescrituras del yordquo en el cual el creador pinta un retrato como
el suyo de Rembrandt donde contemplamos no el rostro sino lasintensas coloraciones que lo animan devolvieacutendonos a un mundovivo y caoacutetico Asiacute en su Diario imaginario anotaraacute ldquola memoriaes una forma de la locura el discurso cuya inteligencia radica en unorden inexistente procede a recuperarnos pero nos confronta conun azar excesivo En ella no hay tierra posible En su propio vaciacuteose aplaca y se agota Esa peacuterdida constante nos devuelve con la boca
cerradardquo (1988 33) Cuadernos de un escritor suentildeos anotadosque no son interpretables ecos de conversaciones pensamientoslocaciones de estas materias estaacuten hechos muchos de sus relatosliterarios donde se reflexiona sobre la identidad del sujeto con-temporaacuteneo ldquolsquoTuacute no has cambiado nadarsquo me dice una amiga alencontrarnos despueacutes de mucho tiempo Pero ella es la que no hacambiado en miacuterdquo (1988115) La comunicacioacuten afectiva como un
teatro de equivocaciones el diaacutelogo como un acto de adivinacioacuten
Quiero ahora referirme a dos textos literarios que insisten mdashcomotoda su obra poeacuteticamdash en la pregunta de coacutemo habitar los oriacutegenes
o maacutes bien coacutemo leerlos lo cual es sinoacutenimo de coacutemo vivirlosEl primero lleva por tiacutetulo Puerta Sechiacuten Desde el presente al-
guien vuelve a habitar los espacios de la nintildeez en un pueblo cercanoa la localidad de Sechiacuten donde persisten unos muros de piedra de
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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L a escritura de JuLio ortega
una experiencia comunitaria deL porvenir
Debo mi primer encuentro con el nombre de Julio Ortega a laprestigiosa acadeacutemica chilena Luciacutea Invernizzi Tratando yo de se-leccionar materiales sobre la nueva narrativa hispanoamericana mepasoacute un texto criacutetico que en sus palabras revelaba el espiacuteritu librede esa vanguardia Por de pronto el tiacutetulo me parecioacute inquietan-te La contemplacioacuten y la fiesta un poeacutetico retablo de nuestra mo-dernidad De esto hace mucho tiempo en un gris y melancoacutelico
Santiago de Chile cuando yo amenazaba con convertirme en unestudiante eterno iquestHabraacute que antildeadir que esa fue la uacuteltima vez quela profesora Invernizzi vio su libro Releo ahora el proacutelogo de esaobra El mundo de los dualismos mdashhispanistas e indigenistas rea-listas y fantaacutesticos comprometidos y puristasmdash es contenido poruna voluntad integradora cuya matriz es un lenguaje que renuevalas utopiacuteas de cambio y transformacioacuten americanas
Como todo preaacutembulo vino maacutes adelante el encuentro realesta vez teniendo como actor a Enrique Lihn Era yo entonces unflamante Licenciado en Letras sin empleo De un modo aparen-temente casual me indicoacute un diacutea que yo podriacutea ir a estudiar unpostgrado a Austin con Julio Ortega un joven escritor y criacuteticoperuano quien le habiacutea escrito sentildealando su intereacutes por la venidade estudiantes chilenos y latinoamericanos A continuacioacuten Enri-
que deslizoacute algunas frases capciosas que teniacutean que ver con los es-tudios literarios en Chile acaso demasiado cientiacuteficos con muchascitas francesas y alemanas una cultura de la imitacioacuten Agregoacute queeste amigo suyo era un criacutetico de los creativos porque ademaacutes era
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escritor Para dejarme tranquilo concluyoacute que de seguro era muy
buen profesor Releo ahora algunas paacuteginas que Julio le ha dedi-cado ldquoFrente a la ingenuidad conmovedora de quienes escribenpara compensar lo no vivido la poesiacutea de Enrique Lihn ocurre paradescompensar lo vivido excesivamente Vida y poesiacutea no se confun-den pero se inquietan mutuamente en el teatro que compartenrdquo(1994 263) En una palabra viajeacute
La figura de Julio Ortega como un intelectual que lidera el diaacute-
logo cultural americano aparece para miacute algunos meses despueacutes enagosto de 1981 en el gran Encuentro de Letras Mexicanas orga-nizado por eacutel en la Universidad de Texas en Austin Memorablesdiscusiones criacuteticas de Aacutengel Rama Noeacute Jitrik y Carlos Monsivaacuteisdiaacutelogos sobre la traduccioacuten animadas por el poeta concretista Ha-roldo do Campos y muchas mesas redondas de escritores Mar-go Glantz Marco Antonio Montes de Oca Joseacute Emilio Pacheco
Gustavo Sainz Todos reunidos en torno a la amistad literaria de Julio a su convocatoria personal a su aura criacutetica No es que yonunca haya vivido esa celebracioacuten del espacio americano De nintildeoya habiacutea escuchado ese rumor en Concepcioacuten en los encuentrosorganizados por el poeta Gonzalo Rojas alrededor de los antildeos 60
Antildeos despueacutes en otro tiempo y en otra constelacioacuten habriacutea deretornar a ese flujo vital de una palabra comunitaria siempre in-
novada Alliacute escucheacute a Julio decir de Gonzalo ldquo[poeta que] habladesde un espacio desamparado indagando con voz desnuda y a lavez fracturada herida en el centro del discurso insuficiente abiertapara su propia demanda intransigente ante la mudez esencial conlas que se enfrenta armado de siacutelabas y silabeosrdquo (1987 4)
Otra foto de un aacutelbum virtual Julio tiene en sus manos el ma-nuscrito de mi tesis doctoral sobre literatura chilena y la experiencia
autoritaria y considera que estaacute muy bien Al azar me lee una paacute-gina y en ese momento siento que mi escritura tiende a ser obtusaque maacutes bien regresahellip Se lo digo eacutel asiente a medias e improvisaen voz alta la posible reescritura de un paacuterrafo Ante mi vista ante lo
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Introduccioacuten
vuelto a escuchar lo obtuso se convierte en un claro diagrama Pero
me dice que lo deje que lo olvide Al leer los escritos de Julio Orte-ga siento que su palabra incluye el iacutempetu del lector de desdoblarlo dicho de seguir una conversacioacuten que no se quiere interrumpirPalabra condensada y eliacuteptica que busca contener conceptos en unaforma poeacutetica depurada Y aquiacute me guiacutea Lezama Lima quien ce-lebroacute tempranamente los textos de Ortega enfatizando no solo suindependencia de las modas criacuteticas sino especialmente su registro
alegoacuterico por su relacioacuten con el acto mismo de la creacioacuten Locito ldquoReaparecen las metaacuteforas como encuentros sorpresivoshellip Sucriacutetica recorre una metamorfosis paralela con la obra estudiadardquo(1991 xi)
Ya sea que escriba un artiacuteculo especializado o un texto de fic-cioacuten una croacutenica periodiacutestica o un ensayo su lenguaje tendraacute siem-pre una precisioacuten elusiva que abre el diaacutelogo ante una comunidad
aacutevida de refundar sus oriacutegenes Asiacute muchas de sus visiones sobreobras y autores funcionan como cotas iluminantes que invitan ala relectura Leamos este diagrama de Pedro Paacuteramo ldquoen el mismomovimiento con que la novela demuestra el poder de lo establecidolo desbasa como si tras el orden feroz revelara un desorden mayortras el poder lo precario y tras la tragedia la ironiacutea de su recuentordquo(1994 230) Ese diacutea de la improvisada lectura de una paacutegina de un
manuscrito miacuteo marca el inicio de mi escritura criacuteticaMe detengo aquiacute en el comentario de estas imaacutegenes anotadas
del recuerdo las cuales sirven de marco local para hablar sobre laexperiencia compartida de leer la obra siempre en curso de JulioOrtega Esbocemos su poeacutetica
La contemplacioacuten y la fiesta Su escritura es una celebracioacuten del
espacio americano teniendo en cuenta que aquiacute recomienza el actode la creacioacuten Se validan todas sus formas y eacutepocas se rescatanvoces locales y se muestra coacutemo se vive y se transfigura el contratocolonial en el lenguaje hispanoamericano No se trata aquiacute de una
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regresioacuten al origen arcadia banal sino de la reinvencioacuten del carna-
val andino en el presente de la lectura Es la iluminacioacuten de los dis-cursos en sus capacidades de crear un porvenir la feliz abundanciadel Inca Garcilaso la carta de un futuro buen gobierno de GuamanPoma la renovacioacuten del lenguaje desde las vanguardias que signi-fica el descubrimiento de sensibilidades que nos hermanan La feen nosotros mismos la alegriacutea popular que remplaza el rigor mortis Una cita entre otras que ejemplifica este espiacuteritu
La hipoacutetesis de que Ameacuterica Latina es producto de una violacioacuten deque somos histoacutericamente subsidiarios de la violencia de que el fracasoel resentimiento o la autodenegacioacuten nos destinan se han convertidohellipen meros mitos sicologizantes mecaacutenicos y simplificadores que no dancuenta de la calidad imaginativa de nuestras artes de la capacidad crea-tiva de la resistencia cultural popular de las respuestas de la sociedad ci-vil y mucho menos del espesor vivo de la cotidianidad que con todas
las razones en contra sigue humanizando a la violencia procesando lacarencia y reapropiando los lenguajes dominantes (1997a 14)
Lector enciclopeacutedico transgrede liacutemites geograacuteficos eacutepocas ygeacuteneros y lo hace utilizando diversas modalidades de escritura essinteacutetico y recurrente conversacional y acadeacutemico apodiacutectico ycasual Actor de nuestra Ameacuterica anota y da nombre a cosas y ac-
titudes corrigiendo a los primeros conquistadores contemplandoactivamente el espectaacuteculo de un mundo que siempre puede vol-verse a imaginar Ensayista de su tiempo hace un catastro de voceshispanoamericanas de distintos tiempos y proveniencias estable-ciendo sus puntos de fuga
Curioso de la escucha devoto de las entonaciones y ritmos delhabla realiza entrevistas ejemplares por la magia que surge de ellasEs que la conversacioacuten poeacutetica es ya una pequentildea obra teatral don-de los sujetos se descubren desde sus ldquosiacutelabas y silabeosrdquo A Juliole interesa el creador sus parlamentos en el escenario griego lamodulacioacuten de un destino diferente al programado para nosotros
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Introduccioacuten
Curioso lector propone series abiertas de textos en antologiacuteas de
cuento y poesiacutea cuerpos luacutedicos precedidos por proacutelogos que songenuinas ldquomorellianasrdquo con un suplemento de humor que las hacemenos lejanas Seguacuten su propia clasificacioacuten existen las antologiacuteastradicionales de recuerdo y filiacioacuten a manera de aacutelbumes de fa-milia y las antologiacuteas transitorias que anuncian el porvenir cualbocetos de un joven artista Julio ha realizado ambas aunque esobvio que en todas ellas las fotos y poses han dejado en suspenso el
ejercicio de la memoria aprendida
Vivimos del modo como leemos Las decisiones de lectura son cau-sa de alegriacuteas y zozobras Si nuestra identidad cultural se definecomo herencia de un pasado genuino tambieacuten se rehace desde unproyecto enunciado en el presente que ensaye otra oacuterbita Es muyposible que la escritura sea un legado y que entonces la lectura sea
la brecha hacia el porvenir Las antologiacuteas constituyen ese geacuteneroen el cual alguien selecciona el porvenir de la memoria La luchacontra cualquier determinismo y la fe depositada en el lector comoun descubridor de nuevos horizontes constituyen los soportes espi-rituales del pensamiento de Julio Ortega En una de sus versionesesta posicioacuten aparece asiacute presentada en sus escritos
El modelo hasta ayer dominante fue el del Archivo Leer se convirtioacuteen una operacioacuten melancoacutelica cada elemento del texto remitiacutea a unoanterior que lo explicaba Esta virtud filoloacutegica sin embargo terminoacutesaturando a los textos y convirtioacute a la criacutetica en una operacioacuten museo-loacutegica Hoy es maacutes pertinente leer en la otra direccioacuten hacia adelanteporque los objetos culturales han pedido su estatuto normativo su iacuten-dole disciplinaria prefijada su familia de imaacutegenes retrazable se hanhecho hiacutebridos desplazados de su origen fronterizos (1997b 18)
Arte de innovar La escritura americana aparece imbricada en latradicioacuten contemporaacutenea occidental La lectura del surrealismo ylas vanguardias que realiza Julio Ortega permiten establecer un
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diaacutelogo poeacutetico entre diversas lenguas y sensibilidades en el cual
el antes y el despueacutes se confunden en el giro de una banda deMoebius Asiacute Artaud es Vallejo ldquouna misma obsesioacuten por el cuer-po por sus oriacutegenes por su enfermedadrdquo (1994 83) y Vallejo esBeckett ldquola flexibilidad fonoloacutegica de la diccioacutenhellip el absurdismocoacutemico del decirrdquo (1994 168) el ritmo de Pound es el coloquio deCardenal y el concretismo de Haroldo do Campos es la resolucioacutenformal carnavalesca de las voces invocadas en Mallarmeacute Joyce y
PoundLectura inclusiva que recoloniza los mapas literarios de la tra-dicioacuten occidental fundieacutendose con ellos acto artiacutestico de apropia-cioacuten de la escena contemporaacutenea del arte porque en medio de losactores claacutesicos alliacute convocados aparece una figura hispanoameri-cana del porvenir que cierra el ciacuterculo y lo ilumina Por ejemplola aparicioacuten de la abultada figura de Lezama en los intersticios de
la tradicioacuten poeacutetica ldquoentre Goacutengora y Mallarmeacute entre Quevedo y Jimeacutenez Lezama Lima redescubre para una palabra sensorial un va-lor ontoloacutegico la proyeccioacuten de un sistema que desde la fe poeacuteticavuelve a establecer al lenguaje como conversioacuten que nos descifrardquo(1994 28) Y por ejemplo la irrupcioacuten de los fantasmas rioplaten-ses y mexicanos en el relato breve ldquoSi en la tradicioacuten fueron Henry
James y Cheacutejov quienes constataron la estabilidad del mundo obje-
tivo y la laberiacutentica forma de la interaccioacuten social Cortaacutezar y Rulfonos sugieren que la realidad misma es fraacutegil y que el cuento es suinstancia reveladora su cicatrizrdquo (1989 xv)
Magia de lectura La literatura universal es leiacuteda desde la Instala-cioacuten Artiacutestica del Cuerpo Americano En este retablo las piezascanoacutenicas son invitadas a actuar a nuestro son paradoacutejicamente
alliacute cobran una dignidad que ya habiacutean perdido en sus lugares deorigen Asiacute animadas a estas voces de otros continentes se les pideahora que ocupen los asientos del retablo andino para presenciar lafiesta de los sujetos americanos Nicanor Parra combinando la lira
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Introduccioacuten
popular con las baladas inglesas Diego Rivera ensayando un coacutedice
mexicano en las paredes renacentistas Rulfo haciendo una proce-sioacuten de almas en penas todos animados por el habla popular
El arte de la criacutetica Tanto Lezama Lima como Cortaacutezar celebranlos escritos de Julio Ortega por su capacidad de desplegar la obra dearte cual si fuera su doble Desde Ortega rescatamos el pensamien-to de Schlegel quien propone que la criacutetica no juzga una obra sino
que la entiende en la medida que la completa y por ende la desdo-bla constituyeacutendose como su reflejo Schlegel romaacutentico alemaacutenconsidera que la obra conlleva un germen que le es inmanente Lacriacutetica de Ortega agrega un sujeto el lector y a este sujeto le dictaun destino que proponga un futuro mejor para la comunidad Y esaquiacute cuando la lectura es un acto de creacioacuten y un acto de fe puesse trata de refundar la utopiacutea americana desde la palabra
La escritura de Julio Ortega disentildea una limpia combinacioacuten deconceptos e imaacutegenes manteniendo un raro equilibrio entre el saberenciclopeacutedico y las especulaciones metafiacutesicas surgidas de la conver-sacioacuten cotidiana y del humor y seriedad andinos Hay una poeacuteticadel decir que se resuelve en diagramas retablos en abismo sineacutec-doques que juegan a extraviar el todo paradojas que alertan sobreel lugar comuacuten Recortemos por ejemplo esta frase en zig-zag sobre
el quehacer poeacutetico de Joseacute Emilio Pacheco ldquono tiene nada que vercon la prosa o el prosaiacutesmo sino que es la anotacioacuten parcial sobreun relato extraviado y latente no busca expresar la historia sino querefiere su dispersioacuten su irracionalidad no es meramente coloquialsino el habla rescatada del palimpsesto de los deciresrdquo (1994 395)
Artefactos recreados desde puntos suspensivos ya que toda escrituradebiera ser una alegoriacutea de la creacioacuten Asiacute refirieacutendose a la obra
de Garciacutea Maacuterquez nos dice al pasar ldquoEsta larga pregunta por lasgestaciones las fundaciones la autoridad y el poder es una interro-gacioacuten no por la identidad del sujeto sino por su papel en el cuentoContar es darle un sentido a la extraordinaria fabulacioacuten paterna
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Ese sentido supone una memoria mayor la cultura popular que es
un prodigio de la sobrevivenciardquo (1994 420)La escritura de Julio es ficcional en teacuterminos borgeanos encuanto se plantea como un mundo paralelo que se superpone a loreal al modo de una forma revelada aunque de modo capciosoUna obra que desborda los geacuteneros y que tambieacuten aparece en ejerci-cios literarios vinculados con ese azaroso espacio de las denomina-das ldquoescrituras del yordquo en el cual el creador pinta un retrato como
el suyo de Rembrandt donde contemplamos no el rostro sino lasintensas coloraciones que lo animan devolvieacutendonos a un mundovivo y caoacutetico Asiacute en su Diario imaginario anotaraacute ldquola memoriaes una forma de la locura el discurso cuya inteligencia radica en unorden inexistente procede a recuperarnos pero nos confronta conun azar excesivo En ella no hay tierra posible En su propio vaciacuteose aplaca y se agota Esa peacuterdida constante nos devuelve con la boca
cerradardquo (1988 33) Cuadernos de un escritor suentildeos anotadosque no son interpretables ecos de conversaciones pensamientoslocaciones de estas materias estaacuten hechos muchos de sus relatosliterarios donde se reflexiona sobre la identidad del sujeto con-temporaacuteneo ldquolsquoTuacute no has cambiado nadarsquo me dice una amiga alencontrarnos despueacutes de mucho tiempo Pero ella es la que no hacambiado en miacuterdquo (1988115) La comunicacioacuten afectiva como un
teatro de equivocaciones el diaacutelogo como un acto de adivinacioacuten
Quiero ahora referirme a dos textos literarios que insisten mdashcomotoda su obra poeacuteticamdash en la pregunta de coacutemo habitar los oriacutegenes
o maacutes bien coacutemo leerlos lo cual es sinoacutenimo de coacutemo vivirlosEl primero lleva por tiacutetulo Puerta Sechiacuten Desde el presente al-
guien vuelve a habitar los espacios de la nintildeez en un pueblo cercanoa la localidad de Sechiacuten donde persisten unos muros de piedra de
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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escritor Para dejarme tranquilo concluyoacute que de seguro era muy
buen profesor Releo ahora algunas paacuteginas que Julio le ha dedi-cado ldquoFrente a la ingenuidad conmovedora de quienes escribenpara compensar lo no vivido la poesiacutea de Enrique Lihn ocurre paradescompensar lo vivido excesivamente Vida y poesiacutea no se confun-den pero se inquietan mutuamente en el teatro que compartenrdquo(1994 263) En una palabra viajeacute
La figura de Julio Ortega como un intelectual que lidera el diaacute-
logo cultural americano aparece para miacute algunos meses despueacutes enagosto de 1981 en el gran Encuentro de Letras Mexicanas orga-nizado por eacutel en la Universidad de Texas en Austin Memorablesdiscusiones criacuteticas de Aacutengel Rama Noeacute Jitrik y Carlos Monsivaacuteisdiaacutelogos sobre la traduccioacuten animadas por el poeta concretista Ha-roldo do Campos y muchas mesas redondas de escritores Mar-go Glantz Marco Antonio Montes de Oca Joseacute Emilio Pacheco
Gustavo Sainz Todos reunidos en torno a la amistad literaria de Julio a su convocatoria personal a su aura criacutetica No es que yonunca haya vivido esa celebracioacuten del espacio americano De nintildeoya habiacutea escuchado ese rumor en Concepcioacuten en los encuentrosorganizados por el poeta Gonzalo Rojas alrededor de los antildeos 60
Antildeos despueacutes en otro tiempo y en otra constelacioacuten habriacutea deretornar a ese flujo vital de una palabra comunitaria siempre in-
novada Alliacute escucheacute a Julio decir de Gonzalo ldquo[poeta que] habladesde un espacio desamparado indagando con voz desnuda y a lavez fracturada herida en el centro del discurso insuficiente abiertapara su propia demanda intransigente ante la mudez esencial conlas que se enfrenta armado de siacutelabas y silabeosrdquo (1987 4)
Otra foto de un aacutelbum virtual Julio tiene en sus manos el ma-nuscrito de mi tesis doctoral sobre literatura chilena y la experiencia
autoritaria y considera que estaacute muy bien Al azar me lee una paacute-gina y en ese momento siento que mi escritura tiende a ser obtusaque maacutes bien regresahellip Se lo digo eacutel asiente a medias e improvisaen voz alta la posible reescritura de un paacuterrafo Ante mi vista ante lo
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Introduccioacuten
vuelto a escuchar lo obtuso se convierte en un claro diagrama Pero
me dice que lo deje que lo olvide Al leer los escritos de Julio Orte-ga siento que su palabra incluye el iacutempetu del lector de desdoblarlo dicho de seguir una conversacioacuten que no se quiere interrumpirPalabra condensada y eliacuteptica que busca contener conceptos en unaforma poeacutetica depurada Y aquiacute me guiacutea Lezama Lima quien ce-lebroacute tempranamente los textos de Ortega enfatizando no solo suindependencia de las modas criacuteticas sino especialmente su registro
alegoacuterico por su relacioacuten con el acto mismo de la creacioacuten Locito ldquoReaparecen las metaacuteforas como encuentros sorpresivoshellip Sucriacutetica recorre una metamorfosis paralela con la obra estudiadardquo(1991 xi)
Ya sea que escriba un artiacuteculo especializado o un texto de fic-cioacuten una croacutenica periodiacutestica o un ensayo su lenguaje tendraacute siem-pre una precisioacuten elusiva que abre el diaacutelogo ante una comunidad
aacutevida de refundar sus oriacutegenes Asiacute muchas de sus visiones sobreobras y autores funcionan como cotas iluminantes que invitan ala relectura Leamos este diagrama de Pedro Paacuteramo ldquoen el mismomovimiento con que la novela demuestra el poder de lo establecidolo desbasa como si tras el orden feroz revelara un desorden mayortras el poder lo precario y tras la tragedia la ironiacutea de su recuentordquo(1994 230) Ese diacutea de la improvisada lectura de una paacutegina de un
manuscrito miacuteo marca el inicio de mi escritura criacuteticaMe detengo aquiacute en el comentario de estas imaacutegenes anotadas
del recuerdo las cuales sirven de marco local para hablar sobre laexperiencia compartida de leer la obra siempre en curso de JulioOrtega Esbocemos su poeacutetica
La contemplacioacuten y la fiesta Su escritura es una celebracioacuten del
espacio americano teniendo en cuenta que aquiacute recomienza el actode la creacioacuten Se validan todas sus formas y eacutepocas se rescatanvoces locales y se muestra coacutemo se vive y se transfigura el contratocolonial en el lenguaje hispanoamericano No se trata aquiacute de una
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regresioacuten al origen arcadia banal sino de la reinvencioacuten del carna-
val andino en el presente de la lectura Es la iluminacioacuten de los dis-cursos en sus capacidades de crear un porvenir la feliz abundanciadel Inca Garcilaso la carta de un futuro buen gobierno de GuamanPoma la renovacioacuten del lenguaje desde las vanguardias que signi-fica el descubrimiento de sensibilidades que nos hermanan La feen nosotros mismos la alegriacutea popular que remplaza el rigor mortis Una cita entre otras que ejemplifica este espiacuteritu
La hipoacutetesis de que Ameacuterica Latina es producto de una violacioacuten deque somos histoacutericamente subsidiarios de la violencia de que el fracasoel resentimiento o la autodenegacioacuten nos destinan se han convertidohellipen meros mitos sicologizantes mecaacutenicos y simplificadores que no dancuenta de la calidad imaginativa de nuestras artes de la capacidad crea-tiva de la resistencia cultural popular de las respuestas de la sociedad ci-vil y mucho menos del espesor vivo de la cotidianidad que con todas
las razones en contra sigue humanizando a la violencia procesando lacarencia y reapropiando los lenguajes dominantes (1997a 14)
Lector enciclopeacutedico transgrede liacutemites geograacuteficos eacutepocas ygeacuteneros y lo hace utilizando diversas modalidades de escritura essinteacutetico y recurrente conversacional y acadeacutemico apodiacutectico ycasual Actor de nuestra Ameacuterica anota y da nombre a cosas y ac-
titudes corrigiendo a los primeros conquistadores contemplandoactivamente el espectaacuteculo de un mundo que siempre puede vol-verse a imaginar Ensayista de su tiempo hace un catastro de voceshispanoamericanas de distintos tiempos y proveniencias estable-ciendo sus puntos de fuga
Curioso de la escucha devoto de las entonaciones y ritmos delhabla realiza entrevistas ejemplares por la magia que surge de ellasEs que la conversacioacuten poeacutetica es ya una pequentildea obra teatral don-de los sujetos se descubren desde sus ldquosiacutelabas y silabeosrdquo A Juliole interesa el creador sus parlamentos en el escenario griego lamodulacioacuten de un destino diferente al programado para nosotros
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Introduccioacuten
Curioso lector propone series abiertas de textos en antologiacuteas de
cuento y poesiacutea cuerpos luacutedicos precedidos por proacutelogos que songenuinas ldquomorellianasrdquo con un suplemento de humor que las hacemenos lejanas Seguacuten su propia clasificacioacuten existen las antologiacuteastradicionales de recuerdo y filiacioacuten a manera de aacutelbumes de fa-milia y las antologiacuteas transitorias que anuncian el porvenir cualbocetos de un joven artista Julio ha realizado ambas aunque esobvio que en todas ellas las fotos y poses han dejado en suspenso el
ejercicio de la memoria aprendida
Vivimos del modo como leemos Las decisiones de lectura son cau-sa de alegriacuteas y zozobras Si nuestra identidad cultural se definecomo herencia de un pasado genuino tambieacuten se rehace desde unproyecto enunciado en el presente que ensaye otra oacuterbita Es muyposible que la escritura sea un legado y que entonces la lectura sea
la brecha hacia el porvenir Las antologiacuteas constituyen ese geacuteneroen el cual alguien selecciona el porvenir de la memoria La luchacontra cualquier determinismo y la fe depositada en el lector comoun descubridor de nuevos horizontes constituyen los soportes espi-rituales del pensamiento de Julio Ortega En una de sus versionesesta posicioacuten aparece asiacute presentada en sus escritos
El modelo hasta ayer dominante fue el del Archivo Leer se convirtioacuteen una operacioacuten melancoacutelica cada elemento del texto remitiacutea a unoanterior que lo explicaba Esta virtud filoloacutegica sin embargo terminoacutesaturando a los textos y convirtioacute a la criacutetica en una operacioacuten museo-loacutegica Hoy es maacutes pertinente leer en la otra direccioacuten hacia adelanteporque los objetos culturales han pedido su estatuto normativo su iacuten-dole disciplinaria prefijada su familia de imaacutegenes retrazable se hanhecho hiacutebridos desplazados de su origen fronterizos (1997b 18)
Arte de innovar La escritura americana aparece imbricada en latradicioacuten contemporaacutenea occidental La lectura del surrealismo ylas vanguardias que realiza Julio Ortega permiten establecer un
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diaacutelogo poeacutetico entre diversas lenguas y sensibilidades en el cual
el antes y el despueacutes se confunden en el giro de una banda deMoebius Asiacute Artaud es Vallejo ldquouna misma obsesioacuten por el cuer-po por sus oriacutegenes por su enfermedadrdquo (1994 83) y Vallejo esBeckett ldquola flexibilidad fonoloacutegica de la diccioacutenhellip el absurdismocoacutemico del decirrdquo (1994 168) el ritmo de Pound es el coloquio deCardenal y el concretismo de Haroldo do Campos es la resolucioacutenformal carnavalesca de las voces invocadas en Mallarmeacute Joyce y
PoundLectura inclusiva que recoloniza los mapas literarios de la tra-dicioacuten occidental fundieacutendose con ellos acto artiacutestico de apropia-cioacuten de la escena contemporaacutenea del arte porque en medio de losactores claacutesicos alliacute convocados aparece una figura hispanoameri-cana del porvenir que cierra el ciacuterculo y lo ilumina Por ejemplola aparicioacuten de la abultada figura de Lezama en los intersticios de
la tradicioacuten poeacutetica ldquoentre Goacutengora y Mallarmeacute entre Quevedo y Jimeacutenez Lezama Lima redescubre para una palabra sensorial un va-lor ontoloacutegico la proyeccioacuten de un sistema que desde la fe poeacuteticavuelve a establecer al lenguaje como conversioacuten que nos descifrardquo(1994 28) Y por ejemplo la irrupcioacuten de los fantasmas rioplaten-ses y mexicanos en el relato breve ldquoSi en la tradicioacuten fueron Henry
James y Cheacutejov quienes constataron la estabilidad del mundo obje-
tivo y la laberiacutentica forma de la interaccioacuten social Cortaacutezar y Rulfonos sugieren que la realidad misma es fraacutegil y que el cuento es suinstancia reveladora su cicatrizrdquo (1989 xv)
Magia de lectura La literatura universal es leiacuteda desde la Instala-cioacuten Artiacutestica del Cuerpo Americano En este retablo las piezascanoacutenicas son invitadas a actuar a nuestro son paradoacutejicamente
alliacute cobran una dignidad que ya habiacutean perdido en sus lugares deorigen Asiacute animadas a estas voces de otros continentes se les pideahora que ocupen los asientos del retablo andino para presenciar lafiesta de los sujetos americanos Nicanor Parra combinando la lira
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Introduccioacuten
popular con las baladas inglesas Diego Rivera ensayando un coacutedice
mexicano en las paredes renacentistas Rulfo haciendo una proce-sioacuten de almas en penas todos animados por el habla popular
El arte de la criacutetica Tanto Lezama Lima como Cortaacutezar celebranlos escritos de Julio Ortega por su capacidad de desplegar la obra dearte cual si fuera su doble Desde Ortega rescatamos el pensamien-to de Schlegel quien propone que la criacutetica no juzga una obra sino
que la entiende en la medida que la completa y por ende la desdo-bla constituyeacutendose como su reflejo Schlegel romaacutentico alemaacutenconsidera que la obra conlleva un germen que le es inmanente Lacriacutetica de Ortega agrega un sujeto el lector y a este sujeto le dictaun destino que proponga un futuro mejor para la comunidad Y esaquiacute cuando la lectura es un acto de creacioacuten y un acto de fe puesse trata de refundar la utopiacutea americana desde la palabra
La escritura de Julio Ortega disentildea una limpia combinacioacuten deconceptos e imaacutegenes manteniendo un raro equilibrio entre el saberenciclopeacutedico y las especulaciones metafiacutesicas surgidas de la conver-sacioacuten cotidiana y del humor y seriedad andinos Hay una poeacuteticadel decir que se resuelve en diagramas retablos en abismo sineacutec-doques que juegan a extraviar el todo paradojas que alertan sobreel lugar comuacuten Recortemos por ejemplo esta frase en zig-zag sobre
el quehacer poeacutetico de Joseacute Emilio Pacheco ldquono tiene nada que vercon la prosa o el prosaiacutesmo sino que es la anotacioacuten parcial sobreun relato extraviado y latente no busca expresar la historia sino querefiere su dispersioacuten su irracionalidad no es meramente coloquialsino el habla rescatada del palimpsesto de los deciresrdquo (1994 395)
Artefactos recreados desde puntos suspensivos ya que toda escrituradebiera ser una alegoriacutea de la creacioacuten Asiacute refirieacutendose a la obra
de Garciacutea Maacuterquez nos dice al pasar ldquoEsta larga pregunta por lasgestaciones las fundaciones la autoridad y el poder es una interro-gacioacuten no por la identidad del sujeto sino por su papel en el cuentoContar es darle un sentido a la extraordinaria fabulacioacuten paterna
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Ese sentido supone una memoria mayor la cultura popular que es
un prodigio de la sobrevivenciardquo (1994 420)La escritura de Julio es ficcional en teacuterminos borgeanos encuanto se plantea como un mundo paralelo que se superpone a loreal al modo de una forma revelada aunque de modo capciosoUna obra que desborda los geacuteneros y que tambieacuten aparece en ejerci-cios literarios vinculados con ese azaroso espacio de las denomina-das ldquoescrituras del yordquo en el cual el creador pinta un retrato como
el suyo de Rembrandt donde contemplamos no el rostro sino lasintensas coloraciones que lo animan devolvieacutendonos a un mundovivo y caoacutetico Asiacute en su Diario imaginario anotaraacute ldquola memoriaes una forma de la locura el discurso cuya inteligencia radica en unorden inexistente procede a recuperarnos pero nos confronta conun azar excesivo En ella no hay tierra posible En su propio vaciacuteose aplaca y se agota Esa peacuterdida constante nos devuelve con la boca
cerradardquo (1988 33) Cuadernos de un escritor suentildeos anotadosque no son interpretables ecos de conversaciones pensamientoslocaciones de estas materias estaacuten hechos muchos de sus relatosliterarios donde se reflexiona sobre la identidad del sujeto con-temporaacuteneo ldquolsquoTuacute no has cambiado nadarsquo me dice una amiga alencontrarnos despueacutes de mucho tiempo Pero ella es la que no hacambiado en miacuterdquo (1988115) La comunicacioacuten afectiva como un
teatro de equivocaciones el diaacutelogo como un acto de adivinacioacuten
Quiero ahora referirme a dos textos literarios que insisten mdashcomotoda su obra poeacuteticamdash en la pregunta de coacutemo habitar los oriacutegenes
o maacutes bien coacutemo leerlos lo cual es sinoacutenimo de coacutemo vivirlosEl primero lleva por tiacutetulo Puerta Sechiacuten Desde el presente al-
guien vuelve a habitar los espacios de la nintildeez en un pueblo cercanoa la localidad de Sechiacuten donde persisten unos muros de piedra de
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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Introduccioacuten
vuelto a escuchar lo obtuso se convierte en un claro diagrama Pero
me dice que lo deje que lo olvide Al leer los escritos de Julio Orte-ga siento que su palabra incluye el iacutempetu del lector de desdoblarlo dicho de seguir una conversacioacuten que no se quiere interrumpirPalabra condensada y eliacuteptica que busca contener conceptos en unaforma poeacutetica depurada Y aquiacute me guiacutea Lezama Lima quien ce-lebroacute tempranamente los textos de Ortega enfatizando no solo suindependencia de las modas criacuteticas sino especialmente su registro
alegoacuterico por su relacioacuten con el acto mismo de la creacioacuten Locito ldquoReaparecen las metaacuteforas como encuentros sorpresivoshellip Sucriacutetica recorre una metamorfosis paralela con la obra estudiadardquo(1991 xi)
Ya sea que escriba un artiacuteculo especializado o un texto de fic-cioacuten una croacutenica periodiacutestica o un ensayo su lenguaje tendraacute siem-pre una precisioacuten elusiva que abre el diaacutelogo ante una comunidad
aacutevida de refundar sus oriacutegenes Asiacute muchas de sus visiones sobreobras y autores funcionan como cotas iluminantes que invitan ala relectura Leamos este diagrama de Pedro Paacuteramo ldquoen el mismomovimiento con que la novela demuestra el poder de lo establecidolo desbasa como si tras el orden feroz revelara un desorden mayortras el poder lo precario y tras la tragedia la ironiacutea de su recuentordquo(1994 230) Ese diacutea de la improvisada lectura de una paacutegina de un
manuscrito miacuteo marca el inicio de mi escritura criacuteticaMe detengo aquiacute en el comentario de estas imaacutegenes anotadas
del recuerdo las cuales sirven de marco local para hablar sobre laexperiencia compartida de leer la obra siempre en curso de JulioOrtega Esbocemos su poeacutetica
La contemplacioacuten y la fiesta Su escritura es una celebracioacuten del
espacio americano teniendo en cuenta que aquiacute recomienza el actode la creacioacuten Se validan todas sus formas y eacutepocas se rescatanvoces locales y se muestra coacutemo se vive y se transfigura el contratocolonial en el lenguaje hispanoamericano No se trata aquiacute de una
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regresioacuten al origen arcadia banal sino de la reinvencioacuten del carna-
val andino en el presente de la lectura Es la iluminacioacuten de los dis-cursos en sus capacidades de crear un porvenir la feliz abundanciadel Inca Garcilaso la carta de un futuro buen gobierno de GuamanPoma la renovacioacuten del lenguaje desde las vanguardias que signi-fica el descubrimiento de sensibilidades que nos hermanan La feen nosotros mismos la alegriacutea popular que remplaza el rigor mortis Una cita entre otras que ejemplifica este espiacuteritu
La hipoacutetesis de que Ameacuterica Latina es producto de una violacioacuten deque somos histoacutericamente subsidiarios de la violencia de que el fracasoel resentimiento o la autodenegacioacuten nos destinan se han convertidohellipen meros mitos sicologizantes mecaacutenicos y simplificadores que no dancuenta de la calidad imaginativa de nuestras artes de la capacidad crea-tiva de la resistencia cultural popular de las respuestas de la sociedad ci-vil y mucho menos del espesor vivo de la cotidianidad que con todas
las razones en contra sigue humanizando a la violencia procesando lacarencia y reapropiando los lenguajes dominantes (1997a 14)
Lector enciclopeacutedico transgrede liacutemites geograacuteficos eacutepocas ygeacuteneros y lo hace utilizando diversas modalidades de escritura essinteacutetico y recurrente conversacional y acadeacutemico apodiacutectico ycasual Actor de nuestra Ameacuterica anota y da nombre a cosas y ac-
titudes corrigiendo a los primeros conquistadores contemplandoactivamente el espectaacuteculo de un mundo que siempre puede vol-verse a imaginar Ensayista de su tiempo hace un catastro de voceshispanoamericanas de distintos tiempos y proveniencias estable-ciendo sus puntos de fuga
Curioso de la escucha devoto de las entonaciones y ritmos delhabla realiza entrevistas ejemplares por la magia que surge de ellasEs que la conversacioacuten poeacutetica es ya una pequentildea obra teatral don-de los sujetos se descubren desde sus ldquosiacutelabas y silabeosrdquo A Juliole interesa el creador sus parlamentos en el escenario griego lamodulacioacuten de un destino diferente al programado para nosotros
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Introduccioacuten
Curioso lector propone series abiertas de textos en antologiacuteas de
cuento y poesiacutea cuerpos luacutedicos precedidos por proacutelogos que songenuinas ldquomorellianasrdquo con un suplemento de humor que las hacemenos lejanas Seguacuten su propia clasificacioacuten existen las antologiacuteastradicionales de recuerdo y filiacioacuten a manera de aacutelbumes de fa-milia y las antologiacuteas transitorias que anuncian el porvenir cualbocetos de un joven artista Julio ha realizado ambas aunque esobvio que en todas ellas las fotos y poses han dejado en suspenso el
ejercicio de la memoria aprendida
Vivimos del modo como leemos Las decisiones de lectura son cau-sa de alegriacuteas y zozobras Si nuestra identidad cultural se definecomo herencia de un pasado genuino tambieacuten se rehace desde unproyecto enunciado en el presente que ensaye otra oacuterbita Es muyposible que la escritura sea un legado y que entonces la lectura sea
la brecha hacia el porvenir Las antologiacuteas constituyen ese geacuteneroen el cual alguien selecciona el porvenir de la memoria La luchacontra cualquier determinismo y la fe depositada en el lector comoun descubridor de nuevos horizontes constituyen los soportes espi-rituales del pensamiento de Julio Ortega En una de sus versionesesta posicioacuten aparece asiacute presentada en sus escritos
El modelo hasta ayer dominante fue el del Archivo Leer se convirtioacuteen una operacioacuten melancoacutelica cada elemento del texto remitiacutea a unoanterior que lo explicaba Esta virtud filoloacutegica sin embargo terminoacutesaturando a los textos y convirtioacute a la criacutetica en una operacioacuten museo-loacutegica Hoy es maacutes pertinente leer en la otra direccioacuten hacia adelanteporque los objetos culturales han pedido su estatuto normativo su iacuten-dole disciplinaria prefijada su familia de imaacutegenes retrazable se hanhecho hiacutebridos desplazados de su origen fronterizos (1997b 18)
Arte de innovar La escritura americana aparece imbricada en latradicioacuten contemporaacutenea occidental La lectura del surrealismo ylas vanguardias que realiza Julio Ortega permiten establecer un
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diaacutelogo poeacutetico entre diversas lenguas y sensibilidades en el cual
el antes y el despueacutes se confunden en el giro de una banda deMoebius Asiacute Artaud es Vallejo ldquouna misma obsesioacuten por el cuer-po por sus oriacutegenes por su enfermedadrdquo (1994 83) y Vallejo esBeckett ldquola flexibilidad fonoloacutegica de la diccioacutenhellip el absurdismocoacutemico del decirrdquo (1994 168) el ritmo de Pound es el coloquio deCardenal y el concretismo de Haroldo do Campos es la resolucioacutenformal carnavalesca de las voces invocadas en Mallarmeacute Joyce y
PoundLectura inclusiva que recoloniza los mapas literarios de la tra-dicioacuten occidental fundieacutendose con ellos acto artiacutestico de apropia-cioacuten de la escena contemporaacutenea del arte porque en medio de losactores claacutesicos alliacute convocados aparece una figura hispanoameri-cana del porvenir que cierra el ciacuterculo y lo ilumina Por ejemplola aparicioacuten de la abultada figura de Lezama en los intersticios de
la tradicioacuten poeacutetica ldquoentre Goacutengora y Mallarmeacute entre Quevedo y Jimeacutenez Lezama Lima redescubre para una palabra sensorial un va-lor ontoloacutegico la proyeccioacuten de un sistema que desde la fe poeacuteticavuelve a establecer al lenguaje como conversioacuten que nos descifrardquo(1994 28) Y por ejemplo la irrupcioacuten de los fantasmas rioplaten-ses y mexicanos en el relato breve ldquoSi en la tradicioacuten fueron Henry
James y Cheacutejov quienes constataron la estabilidad del mundo obje-
tivo y la laberiacutentica forma de la interaccioacuten social Cortaacutezar y Rulfonos sugieren que la realidad misma es fraacutegil y que el cuento es suinstancia reveladora su cicatrizrdquo (1989 xv)
Magia de lectura La literatura universal es leiacuteda desde la Instala-cioacuten Artiacutestica del Cuerpo Americano En este retablo las piezascanoacutenicas son invitadas a actuar a nuestro son paradoacutejicamente
alliacute cobran una dignidad que ya habiacutean perdido en sus lugares deorigen Asiacute animadas a estas voces de otros continentes se les pideahora que ocupen los asientos del retablo andino para presenciar lafiesta de los sujetos americanos Nicanor Parra combinando la lira
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Introduccioacuten
popular con las baladas inglesas Diego Rivera ensayando un coacutedice
mexicano en las paredes renacentistas Rulfo haciendo una proce-sioacuten de almas en penas todos animados por el habla popular
El arte de la criacutetica Tanto Lezama Lima como Cortaacutezar celebranlos escritos de Julio Ortega por su capacidad de desplegar la obra dearte cual si fuera su doble Desde Ortega rescatamos el pensamien-to de Schlegel quien propone que la criacutetica no juzga una obra sino
que la entiende en la medida que la completa y por ende la desdo-bla constituyeacutendose como su reflejo Schlegel romaacutentico alemaacutenconsidera que la obra conlleva un germen que le es inmanente Lacriacutetica de Ortega agrega un sujeto el lector y a este sujeto le dictaun destino que proponga un futuro mejor para la comunidad Y esaquiacute cuando la lectura es un acto de creacioacuten y un acto de fe puesse trata de refundar la utopiacutea americana desde la palabra
La escritura de Julio Ortega disentildea una limpia combinacioacuten deconceptos e imaacutegenes manteniendo un raro equilibrio entre el saberenciclopeacutedico y las especulaciones metafiacutesicas surgidas de la conver-sacioacuten cotidiana y del humor y seriedad andinos Hay una poeacuteticadel decir que se resuelve en diagramas retablos en abismo sineacutec-doques que juegan a extraviar el todo paradojas que alertan sobreel lugar comuacuten Recortemos por ejemplo esta frase en zig-zag sobre
el quehacer poeacutetico de Joseacute Emilio Pacheco ldquono tiene nada que vercon la prosa o el prosaiacutesmo sino que es la anotacioacuten parcial sobreun relato extraviado y latente no busca expresar la historia sino querefiere su dispersioacuten su irracionalidad no es meramente coloquialsino el habla rescatada del palimpsesto de los deciresrdquo (1994 395)
Artefactos recreados desde puntos suspensivos ya que toda escrituradebiera ser una alegoriacutea de la creacioacuten Asiacute refirieacutendose a la obra
de Garciacutea Maacuterquez nos dice al pasar ldquoEsta larga pregunta por lasgestaciones las fundaciones la autoridad y el poder es una interro-gacioacuten no por la identidad del sujeto sino por su papel en el cuentoContar es darle un sentido a la extraordinaria fabulacioacuten paterna
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Ese sentido supone una memoria mayor la cultura popular que es
un prodigio de la sobrevivenciardquo (1994 420)La escritura de Julio es ficcional en teacuterminos borgeanos encuanto se plantea como un mundo paralelo que se superpone a loreal al modo de una forma revelada aunque de modo capciosoUna obra que desborda los geacuteneros y que tambieacuten aparece en ejerci-cios literarios vinculados con ese azaroso espacio de las denomina-das ldquoescrituras del yordquo en el cual el creador pinta un retrato como
el suyo de Rembrandt donde contemplamos no el rostro sino lasintensas coloraciones que lo animan devolvieacutendonos a un mundovivo y caoacutetico Asiacute en su Diario imaginario anotaraacute ldquola memoriaes una forma de la locura el discurso cuya inteligencia radica en unorden inexistente procede a recuperarnos pero nos confronta conun azar excesivo En ella no hay tierra posible En su propio vaciacuteose aplaca y se agota Esa peacuterdida constante nos devuelve con la boca
cerradardquo (1988 33) Cuadernos de un escritor suentildeos anotadosque no son interpretables ecos de conversaciones pensamientoslocaciones de estas materias estaacuten hechos muchos de sus relatosliterarios donde se reflexiona sobre la identidad del sujeto con-temporaacuteneo ldquolsquoTuacute no has cambiado nadarsquo me dice una amiga alencontrarnos despueacutes de mucho tiempo Pero ella es la que no hacambiado en miacuterdquo (1988115) La comunicacioacuten afectiva como un
teatro de equivocaciones el diaacutelogo como un acto de adivinacioacuten
Quiero ahora referirme a dos textos literarios que insisten mdashcomotoda su obra poeacuteticamdash en la pregunta de coacutemo habitar los oriacutegenes
o maacutes bien coacutemo leerlos lo cual es sinoacutenimo de coacutemo vivirlosEl primero lleva por tiacutetulo Puerta Sechiacuten Desde el presente al-
guien vuelve a habitar los espacios de la nintildeez en un pueblo cercanoa la localidad de Sechiacuten donde persisten unos muros de piedra de
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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regresioacuten al origen arcadia banal sino de la reinvencioacuten del carna-
val andino en el presente de la lectura Es la iluminacioacuten de los dis-cursos en sus capacidades de crear un porvenir la feliz abundanciadel Inca Garcilaso la carta de un futuro buen gobierno de GuamanPoma la renovacioacuten del lenguaje desde las vanguardias que signi-fica el descubrimiento de sensibilidades que nos hermanan La feen nosotros mismos la alegriacutea popular que remplaza el rigor mortis Una cita entre otras que ejemplifica este espiacuteritu
La hipoacutetesis de que Ameacuterica Latina es producto de una violacioacuten deque somos histoacutericamente subsidiarios de la violencia de que el fracasoel resentimiento o la autodenegacioacuten nos destinan se han convertidohellipen meros mitos sicologizantes mecaacutenicos y simplificadores que no dancuenta de la calidad imaginativa de nuestras artes de la capacidad crea-tiva de la resistencia cultural popular de las respuestas de la sociedad ci-vil y mucho menos del espesor vivo de la cotidianidad que con todas
las razones en contra sigue humanizando a la violencia procesando lacarencia y reapropiando los lenguajes dominantes (1997a 14)
Lector enciclopeacutedico transgrede liacutemites geograacuteficos eacutepocas ygeacuteneros y lo hace utilizando diversas modalidades de escritura essinteacutetico y recurrente conversacional y acadeacutemico apodiacutectico ycasual Actor de nuestra Ameacuterica anota y da nombre a cosas y ac-
titudes corrigiendo a los primeros conquistadores contemplandoactivamente el espectaacuteculo de un mundo que siempre puede vol-verse a imaginar Ensayista de su tiempo hace un catastro de voceshispanoamericanas de distintos tiempos y proveniencias estable-ciendo sus puntos de fuga
Curioso de la escucha devoto de las entonaciones y ritmos delhabla realiza entrevistas ejemplares por la magia que surge de ellasEs que la conversacioacuten poeacutetica es ya una pequentildea obra teatral don-de los sujetos se descubren desde sus ldquosiacutelabas y silabeosrdquo A Juliole interesa el creador sus parlamentos en el escenario griego lamodulacioacuten de un destino diferente al programado para nosotros
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Introduccioacuten
Curioso lector propone series abiertas de textos en antologiacuteas de
cuento y poesiacutea cuerpos luacutedicos precedidos por proacutelogos que songenuinas ldquomorellianasrdquo con un suplemento de humor que las hacemenos lejanas Seguacuten su propia clasificacioacuten existen las antologiacuteastradicionales de recuerdo y filiacioacuten a manera de aacutelbumes de fa-milia y las antologiacuteas transitorias que anuncian el porvenir cualbocetos de un joven artista Julio ha realizado ambas aunque esobvio que en todas ellas las fotos y poses han dejado en suspenso el
ejercicio de la memoria aprendida
Vivimos del modo como leemos Las decisiones de lectura son cau-sa de alegriacuteas y zozobras Si nuestra identidad cultural se definecomo herencia de un pasado genuino tambieacuten se rehace desde unproyecto enunciado en el presente que ensaye otra oacuterbita Es muyposible que la escritura sea un legado y que entonces la lectura sea
la brecha hacia el porvenir Las antologiacuteas constituyen ese geacuteneroen el cual alguien selecciona el porvenir de la memoria La luchacontra cualquier determinismo y la fe depositada en el lector comoun descubridor de nuevos horizontes constituyen los soportes espi-rituales del pensamiento de Julio Ortega En una de sus versionesesta posicioacuten aparece asiacute presentada en sus escritos
El modelo hasta ayer dominante fue el del Archivo Leer se convirtioacuteen una operacioacuten melancoacutelica cada elemento del texto remitiacutea a unoanterior que lo explicaba Esta virtud filoloacutegica sin embargo terminoacutesaturando a los textos y convirtioacute a la criacutetica en una operacioacuten museo-loacutegica Hoy es maacutes pertinente leer en la otra direccioacuten hacia adelanteporque los objetos culturales han pedido su estatuto normativo su iacuten-dole disciplinaria prefijada su familia de imaacutegenes retrazable se hanhecho hiacutebridos desplazados de su origen fronterizos (1997b 18)
Arte de innovar La escritura americana aparece imbricada en latradicioacuten contemporaacutenea occidental La lectura del surrealismo ylas vanguardias que realiza Julio Ortega permiten establecer un
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diaacutelogo poeacutetico entre diversas lenguas y sensibilidades en el cual
el antes y el despueacutes se confunden en el giro de una banda deMoebius Asiacute Artaud es Vallejo ldquouna misma obsesioacuten por el cuer-po por sus oriacutegenes por su enfermedadrdquo (1994 83) y Vallejo esBeckett ldquola flexibilidad fonoloacutegica de la diccioacutenhellip el absurdismocoacutemico del decirrdquo (1994 168) el ritmo de Pound es el coloquio deCardenal y el concretismo de Haroldo do Campos es la resolucioacutenformal carnavalesca de las voces invocadas en Mallarmeacute Joyce y
PoundLectura inclusiva que recoloniza los mapas literarios de la tra-dicioacuten occidental fundieacutendose con ellos acto artiacutestico de apropia-cioacuten de la escena contemporaacutenea del arte porque en medio de losactores claacutesicos alliacute convocados aparece una figura hispanoameri-cana del porvenir que cierra el ciacuterculo y lo ilumina Por ejemplola aparicioacuten de la abultada figura de Lezama en los intersticios de
la tradicioacuten poeacutetica ldquoentre Goacutengora y Mallarmeacute entre Quevedo y Jimeacutenez Lezama Lima redescubre para una palabra sensorial un va-lor ontoloacutegico la proyeccioacuten de un sistema que desde la fe poeacuteticavuelve a establecer al lenguaje como conversioacuten que nos descifrardquo(1994 28) Y por ejemplo la irrupcioacuten de los fantasmas rioplaten-ses y mexicanos en el relato breve ldquoSi en la tradicioacuten fueron Henry
James y Cheacutejov quienes constataron la estabilidad del mundo obje-
tivo y la laberiacutentica forma de la interaccioacuten social Cortaacutezar y Rulfonos sugieren que la realidad misma es fraacutegil y que el cuento es suinstancia reveladora su cicatrizrdquo (1989 xv)
Magia de lectura La literatura universal es leiacuteda desde la Instala-cioacuten Artiacutestica del Cuerpo Americano En este retablo las piezascanoacutenicas son invitadas a actuar a nuestro son paradoacutejicamente
alliacute cobran una dignidad que ya habiacutean perdido en sus lugares deorigen Asiacute animadas a estas voces de otros continentes se les pideahora que ocupen los asientos del retablo andino para presenciar lafiesta de los sujetos americanos Nicanor Parra combinando la lira
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Introduccioacuten
popular con las baladas inglesas Diego Rivera ensayando un coacutedice
mexicano en las paredes renacentistas Rulfo haciendo una proce-sioacuten de almas en penas todos animados por el habla popular
El arte de la criacutetica Tanto Lezama Lima como Cortaacutezar celebranlos escritos de Julio Ortega por su capacidad de desplegar la obra dearte cual si fuera su doble Desde Ortega rescatamos el pensamien-to de Schlegel quien propone que la criacutetica no juzga una obra sino
que la entiende en la medida que la completa y por ende la desdo-bla constituyeacutendose como su reflejo Schlegel romaacutentico alemaacutenconsidera que la obra conlleva un germen que le es inmanente Lacriacutetica de Ortega agrega un sujeto el lector y a este sujeto le dictaun destino que proponga un futuro mejor para la comunidad Y esaquiacute cuando la lectura es un acto de creacioacuten y un acto de fe puesse trata de refundar la utopiacutea americana desde la palabra
La escritura de Julio Ortega disentildea una limpia combinacioacuten deconceptos e imaacutegenes manteniendo un raro equilibrio entre el saberenciclopeacutedico y las especulaciones metafiacutesicas surgidas de la conver-sacioacuten cotidiana y del humor y seriedad andinos Hay una poeacuteticadel decir que se resuelve en diagramas retablos en abismo sineacutec-doques que juegan a extraviar el todo paradojas que alertan sobreel lugar comuacuten Recortemos por ejemplo esta frase en zig-zag sobre
el quehacer poeacutetico de Joseacute Emilio Pacheco ldquono tiene nada que vercon la prosa o el prosaiacutesmo sino que es la anotacioacuten parcial sobreun relato extraviado y latente no busca expresar la historia sino querefiere su dispersioacuten su irracionalidad no es meramente coloquialsino el habla rescatada del palimpsesto de los deciresrdquo (1994 395)
Artefactos recreados desde puntos suspensivos ya que toda escrituradebiera ser una alegoriacutea de la creacioacuten Asiacute refirieacutendose a la obra
de Garciacutea Maacuterquez nos dice al pasar ldquoEsta larga pregunta por lasgestaciones las fundaciones la autoridad y el poder es una interro-gacioacuten no por la identidad del sujeto sino por su papel en el cuentoContar es darle un sentido a la extraordinaria fabulacioacuten paterna
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Ese sentido supone una memoria mayor la cultura popular que es
un prodigio de la sobrevivenciardquo (1994 420)La escritura de Julio es ficcional en teacuterminos borgeanos encuanto se plantea como un mundo paralelo que se superpone a loreal al modo de una forma revelada aunque de modo capciosoUna obra que desborda los geacuteneros y que tambieacuten aparece en ejerci-cios literarios vinculados con ese azaroso espacio de las denomina-das ldquoescrituras del yordquo en el cual el creador pinta un retrato como
el suyo de Rembrandt donde contemplamos no el rostro sino lasintensas coloraciones que lo animan devolvieacutendonos a un mundovivo y caoacutetico Asiacute en su Diario imaginario anotaraacute ldquola memoriaes una forma de la locura el discurso cuya inteligencia radica en unorden inexistente procede a recuperarnos pero nos confronta conun azar excesivo En ella no hay tierra posible En su propio vaciacuteose aplaca y se agota Esa peacuterdida constante nos devuelve con la boca
cerradardquo (1988 33) Cuadernos de un escritor suentildeos anotadosque no son interpretables ecos de conversaciones pensamientoslocaciones de estas materias estaacuten hechos muchos de sus relatosliterarios donde se reflexiona sobre la identidad del sujeto con-temporaacuteneo ldquolsquoTuacute no has cambiado nadarsquo me dice una amiga alencontrarnos despueacutes de mucho tiempo Pero ella es la que no hacambiado en miacuterdquo (1988115) La comunicacioacuten afectiva como un
teatro de equivocaciones el diaacutelogo como un acto de adivinacioacuten
Quiero ahora referirme a dos textos literarios que insisten mdashcomotoda su obra poeacuteticamdash en la pregunta de coacutemo habitar los oriacutegenes
o maacutes bien coacutemo leerlos lo cual es sinoacutenimo de coacutemo vivirlosEl primero lleva por tiacutetulo Puerta Sechiacuten Desde el presente al-
guien vuelve a habitar los espacios de la nintildeez en un pueblo cercanoa la localidad de Sechiacuten donde persisten unos muros de piedra de
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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Introduccioacuten
Curioso lector propone series abiertas de textos en antologiacuteas de
cuento y poesiacutea cuerpos luacutedicos precedidos por proacutelogos que songenuinas ldquomorellianasrdquo con un suplemento de humor que las hacemenos lejanas Seguacuten su propia clasificacioacuten existen las antologiacuteastradicionales de recuerdo y filiacioacuten a manera de aacutelbumes de fa-milia y las antologiacuteas transitorias que anuncian el porvenir cualbocetos de un joven artista Julio ha realizado ambas aunque esobvio que en todas ellas las fotos y poses han dejado en suspenso el
ejercicio de la memoria aprendida
Vivimos del modo como leemos Las decisiones de lectura son cau-sa de alegriacuteas y zozobras Si nuestra identidad cultural se definecomo herencia de un pasado genuino tambieacuten se rehace desde unproyecto enunciado en el presente que ensaye otra oacuterbita Es muyposible que la escritura sea un legado y que entonces la lectura sea
la brecha hacia el porvenir Las antologiacuteas constituyen ese geacuteneroen el cual alguien selecciona el porvenir de la memoria La luchacontra cualquier determinismo y la fe depositada en el lector comoun descubridor de nuevos horizontes constituyen los soportes espi-rituales del pensamiento de Julio Ortega En una de sus versionesesta posicioacuten aparece asiacute presentada en sus escritos
El modelo hasta ayer dominante fue el del Archivo Leer se convirtioacuteen una operacioacuten melancoacutelica cada elemento del texto remitiacutea a unoanterior que lo explicaba Esta virtud filoloacutegica sin embargo terminoacutesaturando a los textos y convirtioacute a la criacutetica en una operacioacuten museo-loacutegica Hoy es maacutes pertinente leer en la otra direccioacuten hacia adelanteporque los objetos culturales han pedido su estatuto normativo su iacuten-dole disciplinaria prefijada su familia de imaacutegenes retrazable se hanhecho hiacutebridos desplazados de su origen fronterizos (1997b 18)
Arte de innovar La escritura americana aparece imbricada en latradicioacuten contemporaacutenea occidental La lectura del surrealismo ylas vanguardias que realiza Julio Ortega permiten establecer un
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diaacutelogo poeacutetico entre diversas lenguas y sensibilidades en el cual
el antes y el despueacutes se confunden en el giro de una banda deMoebius Asiacute Artaud es Vallejo ldquouna misma obsesioacuten por el cuer-po por sus oriacutegenes por su enfermedadrdquo (1994 83) y Vallejo esBeckett ldquola flexibilidad fonoloacutegica de la diccioacutenhellip el absurdismocoacutemico del decirrdquo (1994 168) el ritmo de Pound es el coloquio deCardenal y el concretismo de Haroldo do Campos es la resolucioacutenformal carnavalesca de las voces invocadas en Mallarmeacute Joyce y
PoundLectura inclusiva que recoloniza los mapas literarios de la tra-dicioacuten occidental fundieacutendose con ellos acto artiacutestico de apropia-cioacuten de la escena contemporaacutenea del arte porque en medio de losactores claacutesicos alliacute convocados aparece una figura hispanoameri-cana del porvenir que cierra el ciacuterculo y lo ilumina Por ejemplola aparicioacuten de la abultada figura de Lezama en los intersticios de
la tradicioacuten poeacutetica ldquoentre Goacutengora y Mallarmeacute entre Quevedo y Jimeacutenez Lezama Lima redescubre para una palabra sensorial un va-lor ontoloacutegico la proyeccioacuten de un sistema que desde la fe poeacuteticavuelve a establecer al lenguaje como conversioacuten que nos descifrardquo(1994 28) Y por ejemplo la irrupcioacuten de los fantasmas rioplaten-ses y mexicanos en el relato breve ldquoSi en la tradicioacuten fueron Henry
James y Cheacutejov quienes constataron la estabilidad del mundo obje-
tivo y la laberiacutentica forma de la interaccioacuten social Cortaacutezar y Rulfonos sugieren que la realidad misma es fraacutegil y que el cuento es suinstancia reveladora su cicatrizrdquo (1989 xv)
Magia de lectura La literatura universal es leiacuteda desde la Instala-cioacuten Artiacutestica del Cuerpo Americano En este retablo las piezascanoacutenicas son invitadas a actuar a nuestro son paradoacutejicamente
alliacute cobran una dignidad que ya habiacutean perdido en sus lugares deorigen Asiacute animadas a estas voces de otros continentes se les pideahora que ocupen los asientos del retablo andino para presenciar lafiesta de los sujetos americanos Nicanor Parra combinando la lira
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Introduccioacuten
popular con las baladas inglesas Diego Rivera ensayando un coacutedice
mexicano en las paredes renacentistas Rulfo haciendo una proce-sioacuten de almas en penas todos animados por el habla popular
El arte de la criacutetica Tanto Lezama Lima como Cortaacutezar celebranlos escritos de Julio Ortega por su capacidad de desplegar la obra dearte cual si fuera su doble Desde Ortega rescatamos el pensamien-to de Schlegel quien propone que la criacutetica no juzga una obra sino
que la entiende en la medida que la completa y por ende la desdo-bla constituyeacutendose como su reflejo Schlegel romaacutentico alemaacutenconsidera que la obra conlleva un germen que le es inmanente Lacriacutetica de Ortega agrega un sujeto el lector y a este sujeto le dictaun destino que proponga un futuro mejor para la comunidad Y esaquiacute cuando la lectura es un acto de creacioacuten y un acto de fe puesse trata de refundar la utopiacutea americana desde la palabra
La escritura de Julio Ortega disentildea una limpia combinacioacuten deconceptos e imaacutegenes manteniendo un raro equilibrio entre el saberenciclopeacutedico y las especulaciones metafiacutesicas surgidas de la conver-sacioacuten cotidiana y del humor y seriedad andinos Hay una poeacuteticadel decir que se resuelve en diagramas retablos en abismo sineacutec-doques que juegan a extraviar el todo paradojas que alertan sobreel lugar comuacuten Recortemos por ejemplo esta frase en zig-zag sobre
el quehacer poeacutetico de Joseacute Emilio Pacheco ldquono tiene nada que vercon la prosa o el prosaiacutesmo sino que es la anotacioacuten parcial sobreun relato extraviado y latente no busca expresar la historia sino querefiere su dispersioacuten su irracionalidad no es meramente coloquialsino el habla rescatada del palimpsesto de los deciresrdquo (1994 395)
Artefactos recreados desde puntos suspensivos ya que toda escrituradebiera ser una alegoriacutea de la creacioacuten Asiacute refirieacutendose a la obra
de Garciacutea Maacuterquez nos dice al pasar ldquoEsta larga pregunta por lasgestaciones las fundaciones la autoridad y el poder es una interro-gacioacuten no por la identidad del sujeto sino por su papel en el cuentoContar es darle un sentido a la extraordinaria fabulacioacuten paterna
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Ese sentido supone una memoria mayor la cultura popular que es
un prodigio de la sobrevivenciardquo (1994 420)La escritura de Julio es ficcional en teacuterminos borgeanos encuanto se plantea como un mundo paralelo que se superpone a loreal al modo de una forma revelada aunque de modo capciosoUna obra que desborda los geacuteneros y que tambieacuten aparece en ejerci-cios literarios vinculados con ese azaroso espacio de las denomina-das ldquoescrituras del yordquo en el cual el creador pinta un retrato como
el suyo de Rembrandt donde contemplamos no el rostro sino lasintensas coloraciones que lo animan devolvieacutendonos a un mundovivo y caoacutetico Asiacute en su Diario imaginario anotaraacute ldquola memoriaes una forma de la locura el discurso cuya inteligencia radica en unorden inexistente procede a recuperarnos pero nos confronta conun azar excesivo En ella no hay tierra posible En su propio vaciacuteose aplaca y se agota Esa peacuterdida constante nos devuelve con la boca
cerradardquo (1988 33) Cuadernos de un escritor suentildeos anotadosque no son interpretables ecos de conversaciones pensamientoslocaciones de estas materias estaacuten hechos muchos de sus relatosliterarios donde se reflexiona sobre la identidad del sujeto con-temporaacuteneo ldquolsquoTuacute no has cambiado nadarsquo me dice una amiga alencontrarnos despueacutes de mucho tiempo Pero ella es la que no hacambiado en miacuterdquo (1988115) La comunicacioacuten afectiva como un
teatro de equivocaciones el diaacutelogo como un acto de adivinacioacuten
Quiero ahora referirme a dos textos literarios que insisten mdashcomotoda su obra poeacuteticamdash en la pregunta de coacutemo habitar los oriacutegenes
o maacutes bien coacutemo leerlos lo cual es sinoacutenimo de coacutemo vivirlosEl primero lleva por tiacutetulo Puerta Sechiacuten Desde el presente al-
guien vuelve a habitar los espacios de la nintildeez en un pueblo cercanoa la localidad de Sechiacuten donde persisten unos muros de piedra de
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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diaacutelogo poeacutetico entre diversas lenguas y sensibilidades en el cual
el antes y el despueacutes se confunden en el giro de una banda deMoebius Asiacute Artaud es Vallejo ldquouna misma obsesioacuten por el cuer-po por sus oriacutegenes por su enfermedadrdquo (1994 83) y Vallejo esBeckett ldquola flexibilidad fonoloacutegica de la diccioacutenhellip el absurdismocoacutemico del decirrdquo (1994 168) el ritmo de Pound es el coloquio deCardenal y el concretismo de Haroldo do Campos es la resolucioacutenformal carnavalesca de las voces invocadas en Mallarmeacute Joyce y
PoundLectura inclusiva que recoloniza los mapas literarios de la tra-dicioacuten occidental fundieacutendose con ellos acto artiacutestico de apropia-cioacuten de la escena contemporaacutenea del arte porque en medio de losactores claacutesicos alliacute convocados aparece una figura hispanoameri-cana del porvenir que cierra el ciacuterculo y lo ilumina Por ejemplola aparicioacuten de la abultada figura de Lezama en los intersticios de
la tradicioacuten poeacutetica ldquoentre Goacutengora y Mallarmeacute entre Quevedo y Jimeacutenez Lezama Lima redescubre para una palabra sensorial un va-lor ontoloacutegico la proyeccioacuten de un sistema que desde la fe poeacuteticavuelve a establecer al lenguaje como conversioacuten que nos descifrardquo(1994 28) Y por ejemplo la irrupcioacuten de los fantasmas rioplaten-ses y mexicanos en el relato breve ldquoSi en la tradicioacuten fueron Henry
James y Cheacutejov quienes constataron la estabilidad del mundo obje-
tivo y la laberiacutentica forma de la interaccioacuten social Cortaacutezar y Rulfonos sugieren que la realidad misma es fraacutegil y que el cuento es suinstancia reveladora su cicatrizrdquo (1989 xv)
Magia de lectura La literatura universal es leiacuteda desde la Instala-cioacuten Artiacutestica del Cuerpo Americano En este retablo las piezascanoacutenicas son invitadas a actuar a nuestro son paradoacutejicamente
alliacute cobran una dignidad que ya habiacutean perdido en sus lugares deorigen Asiacute animadas a estas voces de otros continentes se les pideahora que ocupen los asientos del retablo andino para presenciar lafiesta de los sujetos americanos Nicanor Parra combinando la lira
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Introduccioacuten
popular con las baladas inglesas Diego Rivera ensayando un coacutedice
mexicano en las paredes renacentistas Rulfo haciendo una proce-sioacuten de almas en penas todos animados por el habla popular
El arte de la criacutetica Tanto Lezama Lima como Cortaacutezar celebranlos escritos de Julio Ortega por su capacidad de desplegar la obra dearte cual si fuera su doble Desde Ortega rescatamos el pensamien-to de Schlegel quien propone que la criacutetica no juzga una obra sino
que la entiende en la medida que la completa y por ende la desdo-bla constituyeacutendose como su reflejo Schlegel romaacutentico alemaacutenconsidera que la obra conlleva un germen que le es inmanente Lacriacutetica de Ortega agrega un sujeto el lector y a este sujeto le dictaun destino que proponga un futuro mejor para la comunidad Y esaquiacute cuando la lectura es un acto de creacioacuten y un acto de fe puesse trata de refundar la utopiacutea americana desde la palabra
La escritura de Julio Ortega disentildea una limpia combinacioacuten deconceptos e imaacutegenes manteniendo un raro equilibrio entre el saberenciclopeacutedico y las especulaciones metafiacutesicas surgidas de la conver-sacioacuten cotidiana y del humor y seriedad andinos Hay una poeacuteticadel decir que se resuelve en diagramas retablos en abismo sineacutec-doques que juegan a extraviar el todo paradojas que alertan sobreel lugar comuacuten Recortemos por ejemplo esta frase en zig-zag sobre
el quehacer poeacutetico de Joseacute Emilio Pacheco ldquono tiene nada que vercon la prosa o el prosaiacutesmo sino que es la anotacioacuten parcial sobreun relato extraviado y latente no busca expresar la historia sino querefiere su dispersioacuten su irracionalidad no es meramente coloquialsino el habla rescatada del palimpsesto de los deciresrdquo (1994 395)
Artefactos recreados desde puntos suspensivos ya que toda escrituradebiera ser una alegoriacutea de la creacioacuten Asiacute refirieacutendose a la obra
de Garciacutea Maacuterquez nos dice al pasar ldquoEsta larga pregunta por lasgestaciones las fundaciones la autoridad y el poder es una interro-gacioacuten no por la identidad del sujeto sino por su papel en el cuentoContar es darle un sentido a la extraordinaria fabulacioacuten paterna
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Ese sentido supone una memoria mayor la cultura popular que es
un prodigio de la sobrevivenciardquo (1994 420)La escritura de Julio es ficcional en teacuterminos borgeanos encuanto se plantea como un mundo paralelo que se superpone a loreal al modo de una forma revelada aunque de modo capciosoUna obra que desborda los geacuteneros y que tambieacuten aparece en ejerci-cios literarios vinculados con ese azaroso espacio de las denomina-das ldquoescrituras del yordquo en el cual el creador pinta un retrato como
el suyo de Rembrandt donde contemplamos no el rostro sino lasintensas coloraciones que lo animan devolvieacutendonos a un mundovivo y caoacutetico Asiacute en su Diario imaginario anotaraacute ldquola memoriaes una forma de la locura el discurso cuya inteligencia radica en unorden inexistente procede a recuperarnos pero nos confronta conun azar excesivo En ella no hay tierra posible En su propio vaciacuteose aplaca y se agota Esa peacuterdida constante nos devuelve con la boca
cerradardquo (1988 33) Cuadernos de un escritor suentildeos anotadosque no son interpretables ecos de conversaciones pensamientoslocaciones de estas materias estaacuten hechos muchos de sus relatosliterarios donde se reflexiona sobre la identidad del sujeto con-temporaacuteneo ldquolsquoTuacute no has cambiado nadarsquo me dice una amiga alencontrarnos despueacutes de mucho tiempo Pero ella es la que no hacambiado en miacuterdquo (1988115) La comunicacioacuten afectiva como un
teatro de equivocaciones el diaacutelogo como un acto de adivinacioacuten
Quiero ahora referirme a dos textos literarios que insisten mdashcomotoda su obra poeacuteticamdash en la pregunta de coacutemo habitar los oriacutegenes
o maacutes bien coacutemo leerlos lo cual es sinoacutenimo de coacutemo vivirlosEl primero lleva por tiacutetulo Puerta Sechiacuten Desde el presente al-
guien vuelve a habitar los espacios de la nintildeez en un pueblo cercanoa la localidad de Sechiacuten donde persisten unos muros de piedra de
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
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dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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Introduccioacuten
popular con las baladas inglesas Diego Rivera ensayando un coacutedice
mexicano en las paredes renacentistas Rulfo haciendo una proce-sioacuten de almas en penas todos animados por el habla popular
El arte de la criacutetica Tanto Lezama Lima como Cortaacutezar celebranlos escritos de Julio Ortega por su capacidad de desplegar la obra dearte cual si fuera su doble Desde Ortega rescatamos el pensamien-to de Schlegel quien propone que la criacutetica no juzga una obra sino
que la entiende en la medida que la completa y por ende la desdo-bla constituyeacutendose como su reflejo Schlegel romaacutentico alemaacutenconsidera que la obra conlleva un germen que le es inmanente Lacriacutetica de Ortega agrega un sujeto el lector y a este sujeto le dictaun destino que proponga un futuro mejor para la comunidad Y esaquiacute cuando la lectura es un acto de creacioacuten y un acto de fe puesse trata de refundar la utopiacutea americana desde la palabra
La escritura de Julio Ortega disentildea una limpia combinacioacuten deconceptos e imaacutegenes manteniendo un raro equilibrio entre el saberenciclopeacutedico y las especulaciones metafiacutesicas surgidas de la conver-sacioacuten cotidiana y del humor y seriedad andinos Hay una poeacuteticadel decir que se resuelve en diagramas retablos en abismo sineacutec-doques que juegan a extraviar el todo paradojas que alertan sobreel lugar comuacuten Recortemos por ejemplo esta frase en zig-zag sobre
el quehacer poeacutetico de Joseacute Emilio Pacheco ldquono tiene nada que vercon la prosa o el prosaiacutesmo sino que es la anotacioacuten parcial sobreun relato extraviado y latente no busca expresar la historia sino querefiere su dispersioacuten su irracionalidad no es meramente coloquialsino el habla rescatada del palimpsesto de los deciresrdquo (1994 395)
Artefactos recreados desde puntos suspensivos ya que toda escrituradebiera ser una alegoriacutea de la creacioacuten Asiacute refirieacutendose a la obra
de Garciacutea Maacuterquez nos dice al pasar ldquoEsta larga pregunta por lasgestaciones las fundaciones la autoridad y el poder es una interro-gacioacuten no por la identidad del sujeto sino por su papel en el cuentoContar es darle un sentido a la extraordinaria fabulacioacuten paterna
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Ese sentido supone una memoria mayor la cultura popular que es
un prodigio de la sobrevivenciardquo (1994 420)La escritura de Julio es ficcional en teacuterminos borgeanos encuanto se plantea como un mundo paralelo que se superpone a loreal al modo de una forma revelada aunque de modo capciosoUna obra que desborda los geacuteneros y que tambieacuten aparece en ejerci-cios literarios vinculados con ese azaroso espacio de las denomina-das ldquoescrituras del yordquo en el cual el creador pinta un retrato como
el suyo de Rembrandt donde contemplamos no el rostro sino lasintensas coloraciones que lo animan devolvieacutendonos a un mundovivo y caoacutetico Asiacute en su Diario imaginario anotaraacute ldquola memoriaes una forma de la locura el discurso cuya inteligencia radica en unorden inexistente procede a recuperarnos pero nos confronta conun azar excesivo En ella no hay tierra posible En su propio vaciacuteose aplaca y se agota Esa peacuterdida constante nos devuelve con la boca
cerradardquo (1988 33) Cuadernos de un escritor suentildeos anotadosque no son interpretables ecos de conversaciones pensamientoslocaciones de estas materias estaacuten hechos muchos de sus relatosliterarios donde se reflexiona sobre la identidad del sujeto con-temporaacuteneo ldquolsquoTuacute no has cambiado nadarsquo me dice una amiga alencontrarnos despueacutes de mucho tiempo Pero ella es la que no hacambiado en miacuterdquo (1988115) La comunicacioacuten afectiva como un
teatro de equivocaciones el diaacutelogo como un acto de adivinacioacuten
Quiero ahora referirme a dos textos literarios que insisten mdashcomotoda su obra poeacuteticamdash en la pregunta de coacutemo habitar los oriacutegenes
o maacutes bien coacutemo leerlos lo cual es sinoacutenimo de coacutemo vivirlosEl primero lleva por tiacutetulo Puerta Sechiacuten Desde el presente al-
guien vuelve a habitar los espacios de la nintildeez en un pueblo cercanoa la localidad de Sechiacuten donde persisten unos muros de piedra de
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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Ese sentido supone una memoria mayor la cultura popular que es
un prodigio de la sobrevivenciardquo (1994 420)La escritura de Julio es ficcional en teacuterminos borgeanos encuanto se plantea como un mundo paralelo que se superpone a loreal al modo de una forma revelada aunque de modo capciosoUna obra que desborda los geacuteneros y que tambieacuten aparece en ejerci-cios literarios vinculados con ese azaroso espacio de las denomina-das ldquoescrituras del yordquo en el cual el creador pinta un retrato como
el suyo de Rembrandt donde contemplamos no el rostro sino lasintensas coloraciones que lo animan devolvieacutendonos a un mundovivo y caoacutetico Asiacute en su Diario imaginario anotaraacute ldquola memoriaes una forma de la locura el discurso cuya inteligencia radica en unorden inexistente procede a recuperarnos pero nos confronta conun azar excesivo En ella no hay tierra posible En su propio vaciacuteose aplaca y se agota Esa peacuterdida constante nos devuelve con la boca
cerradardquo (1988 33) Cuadernos de un escritor suentildeos anotadosque no son interpretables ecos de conversaciones pensamientoslocaciones de estas materias estaacuten hechos muchos de sus relatosliterarios donde se reflexiona sobre la identidad del sujeto con-temporaacuteneo ldquolsquoTuacute no has cambiado nadarsquo me dice una amiga alencontrarnos despueacutes de mucho tiempo Pero ella es la que no hacambiado en miacuterdquo (1988115) La comunicacioacuten afectiva como un
teatro de equivocaciones el diaacutelogo como un acto de adivinacioacuten
Quiero ahora referirme a dos textos literarios que insisten mdashcomotoda su obra poeacuteticamdash en la pregunta de coacutemo habitar los oriacutegenes
o maacutes bien coacutemo leerlos lo cual es sinoacutenimo de coacutemo vivirlosEl primero lleva por tiacutetulo Puerta Sechiacuten Desde el presente al-
guien vuelve a habitar los espacios de la nintildeez en un pueblo cercanoa la localidad de Sechiacuten donde persisten unos muros de piedra de
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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Introduccioacuten
la cultura precolombina de Chaviacuten Frente a uno de esos muros
este viajero del presente adivina los cuerpos del jaguar y la serpientedesde sus fauces rotas uacutenico vestigio vigente ldquoPerdido Chaviacuten elpasado se haciacutea irreal Como si el muro fuese una puerta al vaciacuteo ytodo lo perdido se perdiese entre las fauces del jaguar y la serpienterdquo(2005 17) Con esta imagen entramos a la casa de la infancia paravivir alliacute el mundo local afectivo y paciacutefico
iquestQueacute hacer con los lugares sagrados iquestCoacutemo refundar nuestras
ruinas iquestCon queacute lenguaje abrir esos muros sin abismarse en laarcadia ni ser comido por la violencia coacutemo practicar una melo-diacutea natural andina sin que sea un canto de sirena iquestQueacute significapertenecer En la tradicioacuten del Inca Garcilaso Guaman Poma JoseacuteMariacutea Arguedas y Ceacutesar Vallejo aquiacute alguien pregunta por el des-tino de una comunidad
Junto a ese muro cercano a su casa recupera una memoria
comunitaria local lejos del monumento se arma asiacute una poeacutetica delas cosas familiares en la cual el muro es una certidumbre pues nosdevuelve al equilibrio de las formas naturales dibujando los cursosdel agua las infinitas raiacuteces de la papa enterrada Pero tambieacuten estemuro es un liacutemite una censura Solo si entendemos que tambieacutenexiste un pasado virtual auacuten no tocado por la carencia podremoscrear en la intemperie del lenguaje Escuchemos ldquoDefinitivamente
el pasado nos descifra Pero solo lo que estaacute por hacerse del pasadoafinca como una fuerza de la imaginacioacutenrdquo (2005 29) Siacute un recla-mo de refundacioacuten suscrito al encuentro de nuevas certidumbresen el lenguaje uno que repare y adivine nuevas sentildeas americanasLos aymaras creen que avanzamos hacia el pasado porque en elfuturo nos espera lo que ya conocemos Julio nos recuerda este ada-gio y lo contempla por un momento cual Aleph Y sin embargo
adivinamos con eacutel que el presente de la memoria americana es otrovamos hacia el pasado para traspasarlo como si el futuro estuvieraantes del origen acaso aprisionado en eacutel Definicioacuten de un tiempovanguardista al modo andino
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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La casa Como en el Inca Garcilaso lo natal se llena de abundancia
en una explosioacuten de colores pacaes granadas uvas higos limonesnaranjas que por su cercaniacutea colorean tambieacuten el muro de SechiacutenLa vuelta a casa de quien emigroacute quien va y viene imaginandoen su migracioacuten las ventanas al mundo de ese muro que hay queconvertir en puerta para que los recuerdos de una gran civilizacioacutenno sean un lastre en el camino Cito al viajero ldquoCasual erraacutetico yperioacutedico el que emigra no termina de irse pero tampoco acaba de
regresar se vuelve ciudadano de una interseccioacuten y lleva los mate-riales del camino la piedra y el agua de la casa imaginada siacutelaba asiacutelabardquo (2005 41)
iquestCoacutemo se rescata el pasado sin abolir el futuro Hay escenariosmdashcomo Machu Picchumdash donde pareciera que el sujeto actual es-tuviera ausente por su exceso de monumentalidad que lo convierteen museo como si no hubiera peacuterdida ldquoesa ambicioacuten de eternidad
me resultoacute insoportable al apartarse del tiempo Machu Picchu pa-reciacutea carecer de propoacutesito y su asombrosa construccioacuten resultaba seruna tumba un derroche de vaciacuteordquo (2005 29) Frente a esta imagende la piedra andina que igualmente sobrecoge e ilumina el andar denuestro caminante aparecen las ruinas de Chan Chan maacutes duacutectilesal presente puesto que sus muros conllevan la marca expresa del de-terioro ldquoSus grandes muros de adobe habiacutean sido trabajados por el
viento y la arena y pareciacutean declarar los poderes del tiempo Estabanhechos de su misma materia arenosa y sepiardquo (2005 30)
Quien regresa a los lugares sagrados los contempla desde unasensibilidad andina que rescata una mirada comunitaria Es comosi el espacio incluyera tambieacuten en su disentildeo las lecturas andinasrecientes como las de Joseacute Mariacutea Arguedas evocado y reinscrito enel paisaje del Cuzco por nuestro caminante ldquoEn Los riacuteos profundos
el Cuzco es el centro perdido porque estaacute ocupado ahora por el fal-so patriarca el avaro por la economiacutea contraria a la caridad En laplaza donde descuartizan a Tupac Amaru los desheredados esperanpor una daacutediva mayor por un cuerpo restituidordquo (2005 27)
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
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Introduccioacuten
Julio Ortega alaba las materias andinas descubriendo en ellas
las ldquoformas reveladasrdquo vueltas a encontrar en la palabra poeacutetica ldquoSiMachu Picchu revelaba la intimidad de la piedra si Chan Chan ex-hibiacutea el adobe temporal de la costa el pedrusco claro y el barro roji-zo de Sechiacuten pareciacutean la huella de una lava solarrdquo (2005 32) Ahorabien los sitios maacutes locales y recubiertos a la mirada cosmopolitaparecen ser una entrada maacutes poeacutetica a los espacios de futuridadPequentildeas puertas andinas que son arcos de una mirada en todas las
direcciones abriendo esos muros todo el mundo nos perteneceTexto escrito contra la muerte donde la palabra repara los si-lencios de una comunidad sin sublimarlos desde un lenguaje poeacute-tico abierto a la conversacioacuten familiar y a la reflexioacuten metafiacutesica
Lenguaje y violencia Uno repara a la otra y como es inevitable laexhibe baila con ella para mostrarla en su indignidad Cierro esta
lectura panoraacutemica de la obra de Julio Ortega con un comentarioalgo maacutes extenso y tambieacuten descriptivo de Adioacutes Ayacucho saacutetiraimplacable sobre la violencia ejercida sobre los peruanos infligidapor un Estado corrupto y un grupo terrorista (Sendero Lumino-so) que perpetuacutea una sombriacutea aura colonial De esta novela cuyaversioacuten teatral ha sido representada en festivales regionales y colo-quios su autor nos expresa lo siguiente ldquoLa escribiacute en 1984 en
Austin como respuesta inmediata al asesinato por la policiacutea deldirigente campesino Jesuacutes Oropeza al ver la foto de su cadaacutever enla revista Quehacer quemado convertido casi en un fantoche supeque le devolveriacutea la voz y que esa imagen peruana de la muerteanunciariacutea el fin del mundordquo (2005 9) En la tradicioacuten americanaun alegato contra el abuso colonial (de la corona espantildeola de lasflamantes repuacuteblicas hispanoamericanas) un reclamo por la digni-
dad lo humano Alejado del panfleto del documento y de los discursos
neorrealistas este relato exhibe la risa destemplada del sarcasmopopular en actores y situaciones siempre enmarcadas en el acto
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
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de la representacioacuten como si nuestras vidas nos obligaran a un
continuo juego de maacutescaras para sobrevivir en el teatro callejerohispanoamericanoldquoVine a Lima a recobrar mi cadaacuteverrdquo (2005 105) Paradoacutejica-
mente la novela se inicia con el regreso de un muerto a la vida eldirigente campesino Alfonso Caacutenepa de la comunidad de Quinuaha sido salvajemente asesinado por la guardia policial acusado deterrorista lo han dejado abandonado en un hueco en un descam-
pado su barriga rellena de paja seca y con solo la mitad de sushuesitos El resto de los huesos es metido en una bolsa plaacutetica ensupuesta direccioacuten a Lima
Siendo una cita de la entrada de Juan Preciado a Comala comoalma en pena mdashrecordemos las orfandades del caciquismomdash mar-ca tambieacuten una desviacioacuten y una nueva ruta en la recreacioacuten de losdiscursos de la cultura popular ahora urbana pues aquiacute adivina-
mos un tercer espacio marcado por lo prerreal y lo postficticio enel cual los seres humanos son maacutes bien actores que representan demodo serio-coacutemico el descalabro de los discursos de la modernidadperuana risa antigua como la que animaba la saacutetira menipea im-placable para deshuesar el espiacuteritu de su tiempo risa andina de unreconcentrado barroquismo para contener el caos de la vida coti-diana y hacer espacio al ingenio popular soporte de toda cultura
Con la mitad de su cuerpo a cuestas semejando los Cristos quehacen los indios del Lago parte a Lima ldquopanteoacuten de pobresrdquo paraentregar una carta de peticioacuten al Presidente de turno exigiendo susmiacutenimos derechos ldquoQuiero mis huesos quiero mi cuerpo literalentero aunque sea enteramente muertordquo (2005 131) Peticioacuten quecita otras como la del indiacutegena Felipe Guaman Poma de Ayalaquien se encamina al centro del virreinato portando una carta de
cientos de paacuteginas y dibujos cuyo destinatario es el Rey donde se leexige cumpla su palabra Carta actual que tiene acaso menos senti-do que la escrita a inicios del siglo XVII y que diagrama un eclipsemaacutes de la utopiacutea letrada
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Introduccioacuten
Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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Introduccioacuten
cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
R C Pontificia Universidad Catoacutelica de Chile
Santiago de Chile julio de 2009
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Con poncho cuzquentildeo sombrero aloacuten y lentes oscuros este
muntildeeco de ventriacutelocuo mdashcomo se representa a siacute mismomdash viajaprimero en camioacuten desde Quinua hasta Ayacucho teniendo comocompantildeero accidental a un estudiante de antropologiacutea un fantocheque retrata de cuerpo entero el oportunismo letrado y un discursocientiacuteficomdashsocial sospechoso Croacutenica peruana pasan por el dis-curso diversas voces y retoacutericas de la violencia gestos ante los cualesnuestro ventriacutelocuo como hablando con las entrantildeas emite chilli-
dos que logra a raacutefagas romper los estereotipos de una conversacioacutensellada por la conversacioacuten colonial alto bajo indio costentildeoorfandad paternidad vaciacutea Escucheacutemoslo ldquondashiexclVaacuteyanse todos al ca-rajo mdashgriteacute y debe haber sido un chillido verdaderamente estreme-cedor porque pusieron tal cara de espanto que yo mismo me asusteacuterdquo(2005 122) Sonidos guturales que nos evocan los emitidos porlos animalejos de Kafka situados en los maacutergenes del idioma entre
grietas aunque aquiacute hay una plasticidad coacutemica que nos permiteescuchar el choque de cuerpos en el abismo de la risa
En este viaje terrestre por el paiacutes de los muertos nos salen alencuentro los sinchis del ejeacutercito mdashnuestros ldquopeladosrdquo chilenosmdashlos infantes de marina y luego un grupo senderista cuyo jefe deoperaciones es una joven y aguerrida mujer Como en una obra sa-tiacuterica los diaacutelogos jocosos de los actores exhiben paroacutedicamente los
esquemas mentales que animan el mundo andino Transcribamosalgunos diaacutelogos de este ET Serrano con Diana jefa senderista
mdashiquestEacuteste es Alfonso Caacutenepa mdashdudoacute la mujermdash Esto te pasa por refor-mista mdashme dijomdash No estaacutes muerto ni vivo En la lucha revolucionariano caben mediastintasLos senderistas me rodearon miraacutendome en silencio inquietos
mdashiquestNo quieres venirte con nosotros mdashme preguntoacute ella en quechuaBajaraacutes a Lima con las masas cuando haya que quemarlamdashNo gracias mdashrespondiacutemdash Odio los incendios Pero hazme un fa-vor hermanita Dale recibo a este chofer por sus papas Es legal (2005134)
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El ventriacutelocuo pide un recibo por la expropiacioacuten de la carga
del camioacuten y la joven Diana se lo da como si tuviera la necesidadde legitimarse ante los poderosos Ahora bien este papel logra serlegalizado ante las autoridades gracias a la intervencioacuten de un coi-mero del pueblo vecino que acelera la causa Repuacuteblica andina depapel gestos sin contenido registrando el vaciacuteo abismal que habitael cuerpo estatal de la nacioacuten burocracia eterna que acaso el uacutenicobien que cumple es diferir el castigo un mendrugo de pan o una
vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
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vestimenta miacutenima para los zarrapastrosos En este mundo absur-do los poetas limentildeos se instalan en las cercaniacuteas del Centro Ciacutevicode Lima armados de maacutequinas de escribir para redactar las peti-ciones de los menesterosos que por supuesto tendraacuten un destinoremoto son las famosas cartas de peticioacuten aunque esta vez la gentese ha vuelto maacutes realista pues en el caso de nuestro muntildeeco solopide que lo dejen morir en paz
Dejado el camioacuten el relato se continuacutea en una serie de per-secuciones al modo de las peliacuteculas de accioacuten con periodistas ypoliciacuteas coqueros que lo hacen circular por la correa clandestina dela corrupcioacuten gubernamental Cual equeco nuestro muntildeeco andi-no enuncia zumbonamente su situacioacuten ldquoAlliacute iba yo [en el avioacutencon destino Lima] llevando un cargamento de pasta baacutesica cincomillones de soles una carta de protesta a Belauacutende y mi propio
certificado de defuncioacuten Me sentiacute como una verdadera pesadillanacionalrdquo (2005 144)
Y por fin Lima la demencial y querible espacio de nintildeos bu-ntildeelescos mexicanos corte de milagros y basural celestial de los priacuten-cipes mendigos que transfiguran el escenario en un teatro callejeroun happening latino de la precaria existencia Abramos la cortina deeste retablo posmoderno
Alliacute aparece cruzando la ciudad desde los extramuros hasta suCentro Ciacutevico el Sentildeor Ave Rock un estudioso de aquel paacutejaroque anuncia el fin del mundo Y tambieacuten deambulan en diversasdirecciones varios Uacuteltimos Incas del Peruacute locos desnudos con sus
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cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
en cuerpo presente las miserias del alma ldquoIban y veniacutean hablandosolos aprisa vehementes vestidos de harapos o desnudos o tizna-dosrdquo (2005 158) La accioacuten se acelera convirtiendo a estos cuerposen amasijos que chocan unos con otros como en ese delirante re-corrido dentro de un microburdel con pellizcos gritos y frenadasbrutales El lenguaje se descoyunta siguiendo un guioacuten improvisa-do de un fin de mundo que como todo lo que lo rodea es tambieacuten
una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
dad de ser visto por el ojo del poderiquestImaginaraacuten los espectadores que finalmente el fantoche recu-
pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
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cuerpos pintados con brea junto a una ralea citadina que alegoriza
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una representacioacuten Aclaremos si bien el Sentildeor Ave Rock estaacute loco de remate hayotros que asumen los roles que le asigna su impulso de sobrevivenciacomo el muchacho que guiacutea a nuestro pequentildeo peregrino mdashque sehace llamar el Sentildeor Nintildeo y que es conocido como el Petiso Y asiacuteel Sentildeor Nintildeo arrastra a nuestro muntildeeco mdashque aquiacute actuacutea como elSentildeor Viejomdash hacia un compacto pelotoacuten de hambrientos reunidos
en la Plaza para escuchar el discurso del Presidente Belauacutende sobrela necesidad de la caridad cristiana Una representacioacuten teatral enabismo unos mendigos contratados como claque sobreactuando supapel logrando en esa diferencia la pequentildea limosna estatal Buenosactores ponen caras compungidas ante una figura presidencial re-mota como una fachada Y en medio de ellos un cadaacutever andantecon una carta la ilusioacuten de que se cumpla la ley la miacutenima necesi-
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pera su otra mitad metieacutendose en el sarcoacutefago de don Francisco dePizarro con sede en la Catedral iquestHaraacute correr la noticia el Petisopor las barriadas limentildeas iquestAcompantildearemos a este Sentildeor Nintildeo enel acto de honrarlo con un manojo de flores a modo de una remi-niscencia de la adoracioacuten de una huaca bajo el templo iquestCuaacutel es
nuestra representacioacuten Adioacutes Ayacucho es una obra que entra a saco en la tradicioacuten de
la cultura americana para completar esa mitad inconclusa de nues-tras vidas dialogando y dando vueltas nuestras letras privilegiando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
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su sesgo barroco y popular En la figura de este muntildeeco animado
que recorre el Peruacute reconocemos la figura de los zorros de Joseacute Ma-riacutea Arguedas figuras miacuteticas que adquieren diversas apariencias ycomo Urganda la Desconocida transfiguran el mundo El muertoa medias es Juan Preciado pero es alguien que no vuelve a un ori-gen muerto y derruido sino que avanza sobre el presente para car-navalizar la muerte En fin Alfonso Caacutenepa por su nombre repasalas utopiacuteas americanas elaboradas por Alejo Carpentier enlodando
eso siacute lo maravillosoLa escritura de Julio Ortega en la cual los lenguajes criacuteticos yde ficcioacuten se hibridizan constituye un desafiacuteo a las nuevas genera-ciones a sus formas de leer de convivir y de imaginar un porvenirmaacutes pleno Su escritura reinventa la conversacioacuten la cambia de sucurso normal de un modo luacutedico y poeacutetico descubriendo nuevasconstelaciones en el espacio americano
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