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Nota informativa.

La transición de la educación superior hacia la sociedad digital en América Latina y el Caribe

- Luz García Martínez -

El pasado 11 de noviembre, la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL) presentó de forma virtual el Cuaderno 9 de Universidades “Las universidades y la transición hacia la sociedad digital en América Latina y el Caribe. Reflexiones y propuestas estratégicas”, elaborado por expertos que hacen un análisis de las oportunidades y desafíos que enfrenta la educación superior ante la transición hacia la sociedad digital en América Latina y el Caribe y el impacto generado por el Covid-19.

Panel de expositores.

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El panel de expositores lo conformaron Henning Jensen, ex rector de la Universidad de Costa Rica; David Julien, Secretario General Ejecutivo de la Organización Universitaria Interamericana (OUI); Benjamin Sywulka, emprendedor y fundador de Hapi; Celso Garrido, coordinador de la Red Universidad Empresa América Latina y el Caribe-Unión Europea (RedUE-ALCUE) y como moderadora, Iris Santacruz, secretaria académica de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL). Roberto Escalante Semerena, Secretario General de UDUAL, hizo los comentarios de cierre al conversatorio.

Destacaron que la pandemia del COVID 19 es un agente de cambio en el escenario mundial. Abordaron temáticas relativas a la transformación de los procesos educativos en el contexto mundial del COVID 19, que nos sitúa en una transformación ante una nueva realidad de la adaptación, la enseñanza y la transición hacia la sociedad digital.

CUADERNO 9 DE UNIVERSIDADES

Descarga gratuita: httpes://www.udual.org/principal/cuadernos/#cuadernos

En la presentación del ejemplar 9 del Cuaderno de Universidades, Roberto Escalante Semerena, Secretario General de UDUAL, señala que la Unión de Universidades de América Latina y El Caribe ha seguido con atención los cambios y tendencias evolutivas de la educación superior en general, y en particular en la región de América Latina y el Caribe (ALC).

“Derivado de esto, en la institución se generó el interés por una problemática más amplia y compleja que está incidiendo no sólo en las Instituciones de Educación Superior (IES), sino en todas las comunidades a nivel global. Esta es la que se está desarrollando con la configuración de la llamada sociedad digital detonada por la extensión de múltiples

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impactos derivados de la implementación de los desarrollos tecnológicos generados por la revolución digital. Esto no significa sólo un proceso de cambio tecnológico, sino que representa una profunda reconfiguración de las relaciones sociales en muy distintos ordenes de la actividad humana. En la economía, los modos de gobierno, las formas de relaciones interpersonales, y de manera muy significativa en las IES donde está impactando tanto en los modos en que estas desarrollan sus actividades de docencia, investigación y difusión de la cultura como en la propia naturaleza de estas. En ALC esto ya tiene desarrollo desde hace un par de décadas, en lo que hace a la expansión de las modalidades de educación a distancia, pero con las permanentes novedades tecnológicas y el desarrollo de la inteligencia artificial se presentan nuevos y diversos campos donde todo ello incide en la vida universitaria,..”

La obra se estructura en tres secciones, donde calificados especialistas aportan sus reflexiones sobre diversos aspectos de la problemática de las universidades ante la sociedad digital.

SECCIÓN 1. REFLEXIONES DE CONJUNTO, presenta trabajos con la vocación institucional para la acción de las IES en la sociedad digital a nivel regional. Celso Garrido Noguera escribe el tema: “Oportunidades y desafíos para la educación superior en la transición hacia la sociedad digital en ALC”; por su parte, Ernesto Chinkes y David Julien proponen el trabajo: “Las instituciones de educación superior y su rol en la era digital. La transformación digital de la universidad: ¿transformadas o transformadoras?”.

SECCIÓN 2. PERSPECTIVA DE LOS RECTORES, versa sobre las colaboraciones de tres rectores de universidades, que aportan sus experiencias y perspectivas en el tema. Henning Jensen Pennington se cuestiona sobre el tema “¿Cómo debería apropiarse una universidad pública de la tecnología? Experiencia y visión de la Universidad de Costa Rica”; Raúl Arias Lovillo reflexiona sobre las “Universidades en la era de la digitalización, retos y oportunidad de cambio” y Alejandro Villar aborda el tema de “La universidad latinoamericana en la era digital: Agendas y Desafíos”.

SECCIÓN 3. HORIZONTES SISTÉMICOS, hace referencia a las grandes fronteras del cambio en curso. Mateo Valero Cortés y Ulises Cortés exponen la compleja pregunta: “¿En qué medida afectará la Inteligencia Artificial la educación de las nuevas generaciones?” y Benjamin Sywulka y Fernando Paiz Mendoza abordan el tema de la “Transformación Digital en Educación: Una perspectiva sistémica de Guatemala”.

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Conversatorio del CUADERNO 9 DE UNIVERSIDADES

Celso Garrido Noguera, Coordinador de la RedUE-ALCUE.

Celso Garrido Noguera, Profesor Distinguido de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y Coordinador del Cuaderno 9, inició la presentación señalando que desde 2018, preocupados por tratar de avizorar el futuro que estaban planteando las universidades con la transición de la sociedad contemporánea hacia la sociedad digital, veían un rezago relativo de las universidades frente al desafío que esto implica. Referían que el fenómeno de la transición hacia la sociedad digital es un fenómeno que marca un cambio de época.

“Sorprendentemente aparece el coronavirus y se genera un verdadero cambio de época y esto significa que el conjunto de las universidades transitamos vertiginosamente hacia el mundo digital sin transición alguna y sin consideración de los efectos que esto pudiera significar, y a pesar de lo dramático del efecto del coronavirus, hay una feliz coincidencia entre la contribución que desarrollamos en este libro y las actuales circunstancias, en donde las universidades estamos inmersos en una transformación de la cual difícilmente hay vuelta atrás.”

Subrayó cuatro temas de agenda, el primero versa sobre la necesidad de ver este desafío no como un fenómeno coyuntural sino como un fenómeno sistémico. “Transitamos hacia la sociedad digital en un sentido general, es decir, a una digitalización del conjunto de la vida social y esto forma parte de una larga transformación histórica que comenzó desde la segunda parte del siglo pasado con el inicio de la sociedad del conocimiento, de la información y de la comunicación, transformación histórica de largo plazo que se aceleró con la convergencia tecnológica que dio origen a la detonación de la revolución digital y esto fue lo que finalmente nos encauzó en esa transformación social que involucra a todos los agentes de la sociedad.”

El segundo tema tiene que ver con el desarrollo de las tecnologías digitales que acelera el proceso que ya se venía desarrollando de una producción descentralizada distribuida del

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conocimiento científico. “Desde fines de los noventa del siglo pasado y particularmente desde el inicio del 2000, se venía generando un proceso de producción distribuida del conocimiento científico, lo cual modificaba cualitativamente la posición relativa de las universidades en el mundo social, y en particular, en su función como entidad central de producción del conocimiento frente a la cual ahora se sumaban otros actores y que por lo tanto llevaban a una cooperación, o en su caso, a confrontación en el proceso de generación del conocimiento social y una especie de desafío, de concertación y de acuerdo de agendas sociales sobre cuál sería la dinámica colectiva de producción del conocimiento a través de los distintos actores que concurren.”

El tercer tema refiere que la transición digital de las universidades significa un cambio profundo de las instituciones. “La experiencia internacional muestra y afortunadamente ya hay trayectorias importantes en universidades de gran relevancia a nivel mundial, que nos permiten aprender las enormes implicaciones que tiene para la vida institucional de las universidades la transición digital, que cubre por supuesto el tema de la enseñanza a través de la enseñanza a distancia, pero además transformaciones que tienen que ver con la organización institucional, que modifica el trabajo científico bajo condiciones novedosas en lo que implica la interacción entre el mundo digital y la inteligencia artificial y todo esto abre un espacio extraordinariamente potente para el desarrollo de la difusión y la apropiación colectiva de la cultura, de la ciencia y del conocimiento como nunca antes había sido posible en la historia de la humanidad, por ello, para las universidades es un desafío y una oportunidad de incrementar nuestro papel en la vida social.”

Subrayó que una de las enseñanzas más enriquecedoras de la experiencia de la crisis del coronavirus, es que las universidades han sido capaces de ocupar su responsabilidad social y convertirse en el actor que más liderazgo ha tenido en la respuesta a los desafíos y en los vacíos que generó la crisis del COVID 19, ejemplo de ello es “el salto forzado, pero hecho con enorme dignidad hacia la digitalización de la educación”.

“Será dramático el impacto de esta transición y de la transformación un poco forzada de la digitalización, pero que es esencial para mantener la vida social en las próximas décadas, esto es uno de los elementos que valida la acción de las universidades en la sociedad y confirma que debemos enfrentar el desafío de poder mantener nuestra presencia y validar nuestra entidad social siendo capaces de transformarnos conforme a los requerimientos que plantea la vida social. Esto implica establecer un diálogo social entre los distintos actores involucrados en el ecosistema de la transición social, la transición de la sociedad hacia la vida virtual, en lo que en lo general tiende a identificarse como la construcción de una agenda social de la transición hacia la digitalización.”

Se está en la antesala de formular agendas sociales que reflejen consensos entre los múltiples actores para llegar a una construcción de una digitalización socialmente

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progresiva e incluyente. “Generar, usando las potencialidades de la capacidad digital, herramientas que ayuden a contender los graves problemas que enfrentamos en la región: exclusión social, pobreza y la amenaza del desequilibrio y la catástrofe ambiental.”

La última reflexión tiene que ver con la necesidad de crear una transformación en donde se genere una agenda digital de las universidades para articular los distintos temas que deben enfrentarse para esta transición. Hizo énfasis en el impacto que tiene la combinación entre el mundo digital y la inteligencia artificial para la vida de las universidades y para el desarrollo de sus funciones en la sociedad.

“Las universidades tenemos que asumir la responsabilidad de que hay un tema de ética social importante porque la explosión de la inteligencia artificial combinada con la digitalización abre fronteras fabulosas para el conocimiento humano y al mismo tiempo, abre amenazas de ética social, dentro de las cuales las universidades tendríamos que ser capaces de levantar la voz no solamente para plantear los temas de ciberseguridad que ya son discutidos por los gobiernos y las empresas, sino para proteger a las poblaciones de las posibilidades de riesgo que les generan los poderes fácticos que se generan a través de la IA o los grandes operadores que controlan las plataformas que nos dominan en la vida cotidiana como zoom, Google, entre otros, que son capaces de generar una apreciación de la realidad arbitraria y desconectada de los procesos concretos.”

David Julien, Secretario General Ejecutivo de la OUI.

David Julien, Secretario General Ejecutivo de la OUI, hizo referencia al big data y la metodología del meta-análisis y en cómo opera la comunidad científica en cuanto a la investigación en la búsqueda de la vacuna del COVID 19.

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“Hay mecanismos de colaboración fenomenales, el gran desafío de cuando se desarrolla una vacuna o una solución médica a un problema como el que enfrentamos el día de hoy, es la cantidad de big data que un sólo investigador puede recuperar en su laboratorio para acumular un cierto nivel de seguridad que permite extrapolar y decir: “sí, vamos a inyectar este nuevo medicamento en una población masiva”. Entonces, el big data, el meta-análisis, son la apuesta en común de centenas de resultados en Canadá, en América Latina, en India, en Europa y en otras partes, donde no es ahora la fuerza de un laboratorio, de un jefe de investigación, con una beca, no, es el esfuerzo colectivo acumulado de la investigación que se puede unir, compartir y que acelera el potencial del meta-análisis que se refiere a la ecuación entre la rapidez que uno puede utilizar big data y tratarla.”

Destacó que han respondido a la crisis y a la situación pandémica con una propuesta estratégica de uso de las tecnologías para los procesos de internacionalización de la educación superior con el programa @movies, alternativa a la movilidad tradicional con espacios de movilidad virtual en la educación superior.

Este proyecto piloto fue implementado en Colombia “y se basa en un banco de cursos que los diferentes integrantes de la OUI ponen a disposición del resto de universidades miembros para que sus estudiantes puedan seguirlos de manera remota. El programa abre el acceso a experiencias interculturales a más estudiantes y es equitativa al brindar oportunidades de movilidad online a estudiantes con perfiles particulares como son los trabajadores a tiempo parcial.”

Destacó el intercambio entre instituciones o con algunos países para abrir la internacionalización en cuanto acceso y equidad a una población estudiantil distinta, no solo los que tienen soporte socioeconómico, sino poblaciones más rurales u otros perfiles de estudiantes que no podían hacerlo. “Logramos avanzar en un pequeño grupo piloto y

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nos dimos cuenta cuando llegó el COVID 19, que tenemos una metodología validada que permite pensar cómo podemos de manera virtual, facilitar los intercambios entre instituciones de los diversos países.”

Benajmín Sywulka, emprendedor y fundador de Hapi.

Por su parte, Benjamín Sywulka, emprendedor y fundador de Hapi, destacó el estudio que realizaron sobre la Transformación Digital en Educación en Guatemala, con la propuesta: “¿la transformación digital nos puede servir de alguna herramienta para acelerar y mejorar un efecto positivo?”

Destacó que a nivel de licenciatura, maestría y doctorado hay una gran oportunidad de integrar a estudiantes y profesores en la sociedad digital y a la experiencia educativa digital. “El COVID 19 nos obligó a poner en práctica algo de esto y desde la Universidad del Valle de Guatemala, hemos visto que es importante tomar en cuenta la adopción versus la experiencia cuando hablamos de COVID 19. Sin embargo, la transformación digital es más

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difícil de lo que pensábamos, con la práctica que hemos vivido, realmente la adopción ha sido muy baja de tercero de primaria para abajo ya que es difícil enseñar a los niños de una manera no presencial. A partir de cuarto de primaria se vuelve más fácil la educación virtual y obviamente a nivel de universidad y posuniversidad.”

“Hubo una fuerte aceleración de adopción con COVID 19, pero esto no necesariamente significa que tuvimos una mejora en la experiencia educativa y de hecho, nadie realmente a nuestro criterio empírico ha tenido una experiencia educativa superior con COVID 19, especialmente en los primeros grados de primaria, han sufrido muchísimo los papás que no pueden realmente generar una buena experiencia educativa a través de la cuestión digital.”

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“Con primaria y secundaria está todavía más cerca; las maestrías están relativamente bien porque mucho ya estaba diseñado para eso, pero esto tiene que ver con la transformación digital como un complemento versus un sustituto y si en algún momento tuvimos visiones utópicas de que estas tecnologías son lo máximo y van a sustituir nuestro sistema, hemos visto con el escenario del COVID 19 que no es así. Hay cosas que se aprenden más fácil de forma presencial que digital, pero en la medida en que logremos migrar de una implementación complementaria a la educación versus sustitutiva de la educación, aprovecharemos más el tema de la educación de transformación digital.”

Henning Jensen, ex rector de la Universidad de Costa Rica.

Henning Jensen, ex rector de la Universidad de Costa Rica, destacó también la oportunidad de la publicación que aborda un tema central para la sociedad actual, para el desarrollo económico del mundo entero y toca temas acuciantes para lograr un mayor bienestar en la población mundial.

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Subrayó que a inicios de los años 90, cuando se dio la transición a Internet, se guardó la expectativa de que Internet se iba a constituir en un factor que iba a democratizar el acceso al conocimiento. “Iba a tener una gran incidencia en la transformación de las estructuras del poder en torno a la ciencia y la distribución de las posibilidades y potenciales científicos en el mundo, iba a democratizar todo lo referente a nuestra vida social, a nuestras comunicaciones e iba a acercarnos a lo que en otras épocas se llamó la “aldea global”. Hasta el presente esas expectativas se mantienen todavía como una potencialidad, algo opera en contra de esa democratización y es que la tecnología es susceptible a ser apropiada por el gran capital, por los grandes intereses económicos. Además de las tendencias a la concentración de los medios de comunicación.”

“Internet se convirtió en unos de los factores más importantes en no solo ir abriendo el camino hacia esa democratización, también se convirtió en la vía regia de la creación de enormes riquezas. Hay un desarrollo caracterizado por una gran tensión entre la aspiración hacia compartir el conocimiento, democratizar el acceso, y por otro lado, una tendencia sobresaliente a la concentración de la riqueza producida por estas potencialidades tecnológicas. Las universidades públicas o privadas tienen un papel fundamental en este proceso y el papel decisivo es retomar la expectativa de mayor libertad del conocimiento.”

“La pandemia nos enfrenta a una realidad amarga porque hay personas y poblaciones que están excluidas de ese acceso a la tecnología porque no tienen el equipo tecnológico correspondiente, no hay acceso a ciertos territorios o el acceso es con un ancho de banda bajo que no permite que se haga efectiva la comunicación o no existe la posibilidad de que la migración hacia formas virtuales del ejercicio de la academia sea un proceso verdaderamente exitoso y de beneficio. Esta realidad no es privativa de sociedades o de países más pobres, es algo que también se ha mencionado en universidades norteamericanas, europeas y asiáticas, es decir, las limitaciones de acceso a la tecnología.”

Expresó que en la Universidad de Costa Rica (y de esto trata el artículo que publica: “¿Cómo debería apropiarse una universidad pública de la tecnología?”), deben hacer esfuerzos para superar la brecha digital que es una repercusión y un reflejo de las desigualdades culturales, sociales, económicas y políticas. “Tenemos el reto de incorporar los procesos tecnológicos a las áreas sustantivas del quehacer académico y que la tecnología y sus aplicaciones sean un aspecto más que complementario, que se conviertan en un eje transversal de las áreas del conocimiento y del quehacer universitario sin distinción territorial”.

“Que sea una gestión que permita la penetración de las posibilidades tecnológicas y de la posibilidad de acceder al conocimiento, compartirlo y recrearlo en todas las ubicaciones geográficas de nuestros países. Pensamos en la tecnología como un fin último al volverse un aspecto dominante de la vida cotidiana, pero debe concebirse como un medio para lograr los objetivos de democratización, del acceso al conocimiento, posibilidad de

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compartir ese conocimiento, recrearlo, producirlo para el bien común. Esto requiere una gobernanza digital que permita la toma de decisiones basadas en la generación de políticas y la priorización de inversiones en el seno de cada universidad y de la sociedad global.”

“Esto también nos lleva a pensar en estas nuevas tecnologías como parte de las herramientas para que se puedan desarrollar nuevos estilos cognoscitivos de creación de conocimiento. Quizá porque crecí en ese tipo de forma de pensamiento, cito una frase que me parece importante: “El trabajo es la fuente de toda riqueza, afirman los especialistas en Economía política. Lo es, en efecto, a la par que la naturaleza, proveedora de los materiales que él convierte en riqueza. Pero el trabajo es muchísimo más que eso. Es la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre”, hoy diríamos al propio ser humano para ser inclusivos. Esta es una cita del ensayo de Federico Engels, “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre” y lo menciono porque es importante pensar en que las tecnologías que hoy tenemos son más que un simple medio y herramienta, son la base constitutiva de lo que podríamos denominar un “modo de producción” en la terminología propia de Federico Engels y Carlos Marx, y debemos enfocar las nuevas tecnologías como una forma de creación de una sociedad que estaría basada en sus principios y estaría impulsada por su dinámica.”

Roberto Escalante Semerena, Secretario General de la UDUAL.

Roberto Escalante Semerena, terminó el conversatorio señalando que el doctor Henning Jensen tiene razón respecto a las grandes potencialidades en todos los ámbitos que tienen los avances tecnológicos. “En efecto, hay muchas posibilidades respecto de lo que esa tecnología puede darnos en lo económico, en lo cultural, en lo educativo, en lo social y hay que reconocer las vías que tenemos que transitar para que esto no se convierta como ocurrió en el Consenso de Washington, en el consenso del Internet o del consenso digital que promete grandes beneficios para toda la sociedad y termina haciendo que la riqueza se concentre más, que la sociedad esté más dividida, que haya mayor exclusión, que se utilicen

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estos medios para generar mayores dificultades e incluso darle la oportunidad a visiones conservadoras de poder gobernar las ideas de la sociedad.”

Refirió que en un foro reciente, estudiantes de la Universidad Nacional de Costa Rica y de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, expresaron cómo han vivido esta transición de la educación presencial a la educación virtual: como una simple implantación de un modelo educativo presencial ahora supuestamente digitalizado y sus impactos son preocupantes. “Los estudiantes padecen ese traslado lineal de un modelo educativo a otro que va a seguir quizá por otros dos ciclos escolares y dará como resultado un deterioro de la calidad educativa que probablemente va a tener órdenes de magnitud vulnerables, es decir, esa tecnología que hoy disponemos del Internet, del instagram, del facebook, de todas estas herramientas, no está contribuyendo a hacer mejor la educación universitaria y quizá lo mismo sucede en otros niveles educativos, por este uso, pues vulgarmente trasladado yo diría a la enseñanza universitaria resultado de la pandemia del COVID 19.”

“Entonces no solamente como decía el doctor Henning Jensen, hoy Facebook o zoom, estas grandes compañías están acumulando riquezas multimillonarias, sino que sus herramientas no están contribuyendo de manera efectiva a que la producción del conocimiento, la transmisión del conocimiento o de capacidades de aprendizaje para los futuros profesionales, en este caso para nosotros latinoamericanos y caribeños, sean mejores”.