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La teoría crítica en España Aspectos de una recepción* Vicente GÓMEZ Simbólicamente, podría señalarse el año i962 como el comienzo de la recepción española de la Teoría Crítica. En Ariel, y gracias al temprano in- terés de Manuel Sacristán, aparecieron entonces las primeras ediciones cas- tellanas de dos títulos de Adorno: Notas de literatura y Prismas. Empezar la reconstrucción de la suerte que la Teoría Crítica ha tenido en nuestro país durante los útlimos treinta años haciendo mención a Manuel Sacristán no es una casualidad. Sin la trama de referencias intelectuales y político-ide- ‘Este ensayo, como su subtítulo indica, aborda sólo algunos de los aspectos de la rccep- ción española de la Teoría Crítica, sabedor de que sólo un estudio más amplio lograría ha- cer justicia a todo lo que en él tal vez pueda echarse en falta. El autor es consciente deque no se reflejan en él La totalidad de los esfuerzos, casi siempre aislados y por ello tanto más loables, de quienes se han ocupado entre nosotros del pensamiento crítico de inspiración frankfurtiana. Esta insuficiencia no sólo es subjetiva: la falta de coordinación y la disemina- ción geográfica de los esfuerzos teóricos en la misma dirección es algo objetivo. A la deli- mitación cronológica de las dislintas etapas de la recepción española, le subyace una tenta- tiva de aproximación bibliométrica y bibliográfica que en adelante debería seguir siendo completada. ~Su objetivo primordial no es, sin embargo, hacer cuantitativamente inventario de lo acontecido, sino interpretarlo críticamente. En este sentido, difícilmente podrá sus- traerse a la controversia. A la posición relativamente importante dentro del panorama aca- démico español de que hoy goza la Teoría Crílica. apenas le ha acompañado hasta el mo- mento una verdadera reflexión crítica de lo que ha sido su recepción. Sólo ella podría contribuir a enlazar productivamente el presente y el pasado más reciente. A los profesores Jacobo Muñoz (Universidad Complutense de Madrid) y Sergio Sevilla (Universidad de Valencia) qtíisiera agradecerles especialmente su orientación en la redac- ción de este escrito. También agradezco sinceramente su colaboración al profesor Maieu Ca- bot (Universidad de las Islas Baleares). A,,a/c-s ,h-/ Sena ario <le Me/africa, n.” 30-1996. Servicio dc Publicaci unes, Un ¡ ve rsid a Complutense. Madrid

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La teoría crítica enEspañaAspectosde una recepción*

Vicente GÓMEZ

Simbólicamente,podría señalarseel año i962 como el comienzode larecepciónespañoladela TeoríaCrítica. En Ariel, y graciasal tempranoin-terésde ManuelSacristán,aparecieronentonceslasprimerasedicionescas-tellanasde dostítulos de Adorno: Notasdeliteratura y Prismas.Empezarla reconstruccióndela suertequela TeoríaCrítica hatenidoen nuestropaísdurantelos útlimos treinta añoshaciendomencióna ManuelSacristánnoes unacasualidad.Sin la tramade referenciasintelectualesy político-ide-

‘Este ensayo,comosu subtítulo indica,abordasólo algunosde losaspectosde la rccep-ción españoladela TeoríaCrítica, sabedordeque sólo un estudio másamplio lograríaha-cerjusticia a todo lo que enél tal vez puedaecharseenfalta. El autoresconscientedequeno se reflejan enél La totalidad de losesfuerzos,casi siempreaisladosy por ello tanto másloables, dequienessehan ocupadoentrenosotrosdel pensamientocrítico de inspiraciónfrankfurtiana. Estainsuficienciano sólo essubjetiva: la falta decoordinacióny la disemina-ción geográficade los esfuerzosteóricosen la misma direcciónes algo objetivo. A la deli-mitación cronológicade lasdislintas etapasdela recepciónespañola,le subyaceunatenta-tiva de aproximaciónbibliométrica y bibliográfica que en adelantedeberíaseguirsiendocompletada.~Suobjetivo primordial no es,sin embargo,hacercuantitativamenteinventariode lo acontecido,sino interpretarlocríticamente.Eneste sentido,difícilmentepodrá sus-traersea lacontroversia.A la posiciónrelativamenteimportantedentrodel panoramaaca-démico españolde que hoy goza la TeoríaCrílica. apenasle ha acompañadohastael mo-mento una verdaderareflexión crítica de lo que ha sido su recepción.Sólo ella podríacontribuir a enlazarproductivamenteel presentey el pasadomásreciente.

A los profesoresJacoboMuñoz (UniversidadComplutensede Madrid) y SergioSevilla(Universidadde Valencia) qtíisieraagradecerlesespecialmentesu orientaciónen la redac-ción deesteescrito.Tambiénagradezcosinceramentesu colaboraciónal profesorMaieu Ca-bot (Universidaddelas Islas Baleares).

A,,a/c-s ,h-/ Sena ario <le Me/africa, n.” 30-1996.Servicio dc Publicaci unes,Un ¡ versid a cí Complutense.Madrid

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ológicas que de inmediato suseitasu nombre,se correríael riesgode hi-postatizaresafecha,produciéndoseunadesvirtualizaciónde lo verdade-ramenteacontecido.

La TeoríaCríticano apareceentrenosotroscomollovida del cielo. Surecepcióninicial permaneceindisolublementeligada a los tempranosin-tentosllevadosacaboen nuestropaíspor introducir el marxismo,el para-digma histórico-filosóficoen el quenaturalmentecabesituarla.Tambiénen Alemania«TeoríaCrítica» operó tempranamentesólocomo unadeno-mmnaciónideadapor Max Horkbeimerparanombrarcufemisticamenteesaactualizacióndel marxismopor la queseesforzabael círculo queentornoa él se constituyó.No es un azarqueen ciertasocasionesunasimplecues-tión de nombreshayaproducidocontroversias:en efecto,¿deberemosha-blarde «TeoríaCrítica»o de «Teoríacrítica»?,¿esindiferenteenestepun-to la ortografía?’.Y más allá de esto,cabría tambiénpreguntarse:¿quéqueremosdecircuandohablamosde «primeraTeoríaCrítica»?En relacióncon el primerinterrogante,razonesde contenidoprohibentodaindiferen-cia; en relacióncon el segundo,nuestraopción por estaexpresión,queenadelanteutilizaremos para referirnos a la obra de Max Horkbeimer,Th. W. Adorno. H. Marcusey WalterBenjamin—situandola producciónteoréticade i. Habermasy A. Wellmer en el marcode las sucesivas«ge-neraciones»de TeoríaCrítica—, debeseral menosjustificada.

Ciertamente,el significadoirrestricto de «primera TeoríaCrítica» esdistinto del queaquíconferiremosa estaexpresión.RazóntieneSergioSe-villa cuando,tratandode resituarla tradicióndc pensamientocritico ale-mánen el contextode la crisis generalizadaquehoy vive el pensarcritico,afirma que «sólodesdeel trasfondodel «giro práxico»dc la razón efec-tuadopor Kant y su superaciónen la dialécticahegelianahemosde enten-der la arquitecturadel programade la primeraTeoría Crítica, paradigmade las formulacionessubsiguienteshastael puntode hacerde ellas refor-mulaciones,en la obra de Marx. Lo quehermenéuticamentellamaríamos~<historiaefectual»de esaobraestáconstituidopor un conjunto tan pluralde elaboracionesteóricasy propuestaspolíticas—sin contarcon el enor-me problema(...) decómo entendersurelacióncon el «socialismoreal»—quecualquierreconstrucción,porsumariaquesea,resultanecesariamentepolémicacon otrasexposicionesalternativasya disponibles»2.«PrimeraTe-oría Crítica», tal y como la utiliza Sevilla, equivalea la expresión«Tcoriacrítica» cuyo segundocomponenteHÉ$hn y Rauletescribíanjustificada-menteen minúscula.Bajo «primeraTeoría Crítica» Sevilla piensala resti-tución marxiana.desdela Xl Tesis sobreFeuerbach,de la primacíadel gi-ro práxico kantianofrente al teoreticismode la dialéctica hegeliana,así

‘Cf. 6. [JOhn y 6. Raulet,«LEcole de FrancfortenFrance.Bibliographic en Lique”.enEsprit 1978.pp. 135-147Cf.Pp. 141-142.

- 8. Sevilla. «¿Esunaaporíapensarlo político?»,en Enlopias 1994.Cf. pp. 3-4.

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comoel conjuntode susreformulacionesposterioreshasta.1. Habermas.De esteparadigmanuncaquisodesprenderselaTeoríaCrítica.La peligrosaamenazadel nazismono sólo obligó a susmiembrosa utilizar pseudóni-mos,ella mismasevio forzadaacamuflarbajoesaetiquetasu«marxismo»,con el quela liga, segúnSevilla, lo esencial:suvoluntadde transformarelmundoy la necesidadde afianzar la praxis transformadoraen unateoríaverdaderade la evoluciónsocial. A ello habríaque añadirun tercersu-puesto,implícito ciertamenteenlos anteriores:suconcepciónhistóricadela verdad,quehacede la teoríaun saberconscientede sumomentohistó-rico. Cualquierdescuidode estostressupuestosbásicosdel marxismoin-herentesalaTeoríaCrítica,enelqueenciertasocasiones,interesadamente,tambiénhan incurrido algunasde sus «asimilaciones»españolas,desem-bocaráa menudoen un auténticodesfondedel paradigmahegeliano-mar-xista,silenciandoel verdaderointerésque impulsaa la Teoríacrítica3.

Entendiendo,pues,que«TeoríaCrítica»debepreservarensísufiliaciónhegeliano-marxista,utilizaremosestaexpresión,no obstante,en susentidomasrestringido.Nuestratareaes aquíreflexionarsobrela recepciónespa-ñola dela Teoríacríticadeprocedenciafrankfurtiana,no sobrela recepcióndcl marxismo.Por ello ceñiremoslasexpresión«primeraTeoríaCrítica»alosprimerosteóricoscríticosfrankfurtianosy, ampliadacomo«TeoríaCrí-tica»,incluirá tambiénaquieneshoyse quierensuscontinuadores.De acuer-do conello, hablaremosde «TeoríaCrítica», perosin olvidar su autocon-cepción como «Teoríacrítica»,expresióncon la que losprimeroscríticos

‘Más allá de la problemáticadel giro pesimistadcl último Horkheimerhaciala religióny la metafísica,en Alemaniahasido la obrade Adorno, y sorprendentementesufilosofía dela música, la que.paradigmáticamente,ha sidoobjeto deuna reapropiaciónteológica.Así,en cl estudio tempranodc W. GramerMusik ¿md Verstehen.EmeStadiezar MusikiisthetikIle WAdornos (itibingen. 1976>.esposibleapreciarhastaquéextremopuedellegar la lite-ratura críticacuandoradicalizala lecturadel giro de la filosofía dc Adorno haciacl artey laestéticacomo enclavede irracionalidad.La interpretacióndel arte negativocomo enclavede «lo otro>’ (das Andere) esaprovechadopor Garamercomoaglutinantede un potencialutópico, comoexpresiónde un «algo»(Was) que luego puedetraducirsefácil y religiosa-mentecomo lo Absoluto, comoDios finalmente, Estatraducción,sin embargo,sólo espo-sible desligandoesasnocionesde lascategoríasepistemológicaspresentesenel discursoes-tétic(>adorniano,e inyectándolesarbitrariamenteunaacepciónteológica(He discutidoestetipo de «asimilación»en mi tesisde doctoradoLa función cte lo es/tUcoen fa filosofíadeUí,W,Adúrno,Universidadde Valencia i99t (inédita)). Tras el dilatadoperiodode cerra-zon intelectualquevivió estepaís,tambiénentrenosotrosse han realizadointentospor ví-assimilares,De todossonya conocidos.La búsquedadeun paradigmateórico desdesecto-rescatólicos dediversa índole, avanzadoso regresivos,ha sido entrenosotrosconstante.Acudiendoala TeoríaCrítica,pero tambiéna tos marxismospreferentementeheterodoxosy a La Fenomenología,hanideado t’ormas de hacersefilosóficamenteaceptablesencondi-clonesacadémicase históricasdistintas.No los discutiréenestaocasión.La complejidaddedichasasimilacionesmereceríadepor si un estudioaparte,paraasíevitar la injusticia deni-velar los diferentesgradosde rigurosidadteóricapresentestambiénenellas, y alejadosdela niodaY’ el oportunismo.

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frankfurtianosquisieronsubrayarla fuerzacrítica, esdecirautocríticadelmarxismoquepretendieronrepresentar.La clarificaciónde susrelacionesteóricascon el marxismo,tareade la queya ellosseocuparon,vuelveade-jarsesentirjustamenteen el inicio de larecepciónespañolade la TeoríaCrí-tica, dicífiles relacionesqueennuestropaíssevieronagravadaspor la con-cretacoyunturapolítica enla queentoncessehallabainmerso.

1. RECEPCIONCOYUNTURAL: 1962-1974~

En un paíscomo España,donde la filosofía alemanasiempreha sidofavorablementerecibida,la planificaciónde la nuevaZeitschriftfflr kritis-che Theorie>no podíamenosquedespertarun verdaderoy vivo interés,es-pecialmenteen quienesentrenosotrosseocupandesdehaceañosde la Te-oría Crítica. «Nueva»es evidentementela revista,pero trasel proyectoahorarealizadoexiste,en quieneshanhechofinalmenteposiblela publi-cación,unatareasentidadesdehacetiempocomo urgente.Sesabeque lanuevaZeitschriftesel fruto tardíode unayavieja confrontación«adosban-das»entreconcepcionesdisparesde la TeoríaCrítica, a saberentresu«transformación»en términosde teoríade laaccióncomunicativaysu«con-tinuación sin ruptura». Desdeel HamburgerAdorno Symposium1984 sehanmaterializadolos primerosresultadosde la discusiónen Zu Klampen.Esta discusión,el último estadiodel desarrolloen Alemaniade la TeoríaCrítica, ha sido completamentedesatendidohastahoy mismo en España.y nadie hallamadotodavíala atenciónal respecto.Peroestesilencio esso-lo la última figura de treinta añosde recepciónespañolade la Teoría Crí-tica, quees claramentecontradictoria.

Pero si la introducción y el desarrollode la Teoría Crítica en Españafuesensólo contradictorios,su recepciónno sedistinguiríade la de otrospaíses.TambiénenFranciafueen tín comienzoparadójica.Tempranamente,

Estadisticamentepuedecomprobarsequeelvolumendeedicionescastellanasde libros

de TeoríaCrítica, alcanzaen estaprimeraetapasu punto másálgido, nuncadespuéssobre-pasadoen la historia de la recepciónespañola,en el año 1969. Dicho volumen disminuyesensiblemenlehasta 1974,pasandode 18 títulos en 1969 a 4 en 1974, siemprecontabilizan-do pritnerasediciones,reedicionese reimpresiones.El volumen delibros deautoresespa-ñolessobreleona Crítica tienetambiénen esteperíodoinicial su puntoálgido enel mismoaño,y su numerosemantiene,aunqueendescenso,hasta1974,pasandodc 4 títulos en 1969a 2 en 1974 y a fIen 1975.año quepodríaconsiderarsecomocierre deetapa.En lasrevistasespañolasde filosofía aparecenhasta1975 un total de23 artículos,siendode nuevo1969 elañoen que másartículosse publican.7 en total, frenteal únicoartículo publicadoen 1974,aunquedeellos sólo 15 son de autoresespañoles.Desdeun punto devista político, el peri-odo asíesladíslicameneacotadocoincide, pues,con la última etapadel franquismo.

La Zeitschrifi f¡’ir kri¿ischeTheorie,cuyoprimer númeroaparecióel otoñode t995.es-lá dirigida por (ierhardSchweppenhñusery esunainiciativa de laeditorial ItineburguesaZuKlaínpen.Sobrela autoconccpeióny sentidode la revista, Cf. 6. Schweppenhauser,«Con-cepcióndela LeíLschrQí [dr kritische‘Fheorie» (En estemismovolumen).

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Hóhn y Raulethablaronya de su «étrangedestin»en Fraiicia. En el perí-ododesumáximaproducciónteóricaAdorno, Horkheimer,Marcusey Ben-jamin permanecieronallí desconocidos;englobadossimplementebajo lafórmula«Escuelade Frankfurt»,se convirtierondemasiadotardeen «ac-tuales»,paradespuésserrápidamenteolvidados6.Esteparecehabersidotambiénel casoen España.Perola recepciónespañolaes tanparticular,comoexcepcionalen Europaoccidentalhasido tambiéndurantecuarentaañossusituaciónpolítica y académica.

Grandesesfuerzostuvieronquehacerseen estepaísparalograr abrir-se ala filosofía europeacontemporánea,y aúnal principio delos añosse-tenta,cuandoempezóa materializarseunavoluntadnuncadel todo aca-llada, los intelectualesespañolesteníanplenaconcienciade quesólo eranlos representantesde unamuy «jovenfilosofía». Al menoshastafines delosañoscincuentala Universidadespañolano era sólouna universidad«franquista»,sino quepermanecíacompletamenteabsorbidapor lasco-rrientestradicionalistasde pensamiento.Fenomenología,filosofía del len-guajey marxismofueronrecibidospropiamenteen Españasólo afines delosañossesenta.Tambiénentoncesla oposiciónpolíticaespañolabuscabaorientacionesen el marxismo,paraasíarmarseideológicamentecontraladictadura.Y aunqueinclusoalgunosañosantescontadosintelectualeses-pañoleslograronestablecercontactosepisódicosconmiembrosrelevantesde la TeoríaCrítica,es fundamentalmenteen estascircunstanciascuandoen nuestropaísempiezaa tenerseunamásamplianoticiadeella.

Comoya se ha señalado,simbólicamente,puedehacersereferenciaalaño1962comofechadeinicio dela recepciónespañolade laTeoríaCrítica,momentoenqueaparecenlosdosprimerostítulosdeAdorno encastellano.Perola mayorpartedelos títulospublicadosluegono aparecenyaen nues-tro país,sino en otrospaísesde hablacastellana,sobretodoen Argentina,Venezuelay México. Aunque allí sepublicasentítulosque,con arregloasucontenido,apenaspodríanponerseen relacióninmediatacon la situaciónpolítica deentonces,la faseinicial de la recepciónresultaríadefícil decom-prendersin prestardebidacuentaal interésideológicomarcadopor esaco-yuntura política. En estesentido,y en primer lugar, el propio repartogeo-gráfico de las edicionesno deja de ser elocuente:mientraslos editoresespañolespublicanpreferentementetextosde inmediataresonanciapolíti-ca, sonfundamentalmenteeditoreslatinoamericanosquienesdivulganlaobrapropiamentefilosóficay estéticadelos frankfurtianos7.Ensegundolu-gar,seráel tiempoel quedeinmediatose encargarádedeterminarcuálesde

6 Hóhn. 6. y Raulet,6. op. cit., p. 135.

‘Si incluimosediciones,reedicionesy reimpresiones,hasta1974sepublican42 títulos deMarcuse,la mayoría de ellos de carácterinmediatamentecritico-político e ideológico.Deellos sólouno esdecontenidoteórico-estético:«El futurodel arte»(Convívium,1968), y tansólo uno, «Parauna teoríacrítica de la sociedad»,sitúasu quehacerenel mareocompartido

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entreesostítulosmereceránreimprimirse:sólo aquellosquepudiesenre-sultarinmediatamentecríticosde la situaciónsocialy culturaldel país.Uninteréspropiamentefilosófico por la TeoríaCrítica,capazde comprendersulugarhistórico-filosóficoespecífico,apenaslo huboen aquelmomento.An-tesbien,surecepciónestáenmarcadaen unamuy complejatramade refe-renciaspolítico-ideológicas,queaquísólo podemosapuntarbrevemente.

Graciasa los movimientoscontraculturaleseuropeos,queen Españaencontraroncierto eco a travésde Nanterre,las obrasde E. Fromm y 1-1.Marcusepasarona un primer plano. Por lo quea la primerarespecta,clfuerte impactode textosde Fromm como El miedoa la libertad hicieronprácticamentedel lenguajede los intelectualescontestatariosde estepaísunajergafrommiana.Habiendosidoincorporadaentrenosotrossinla me-nor conexiónteóricaconla obrade Marcuse,y siendoentoncesimpensa-ble todaconexiónconel mareoteóricomásamplio de la TeoríaCrítica, suobraquedódesprestigiadatrasel augequeconocióa mediadosde los se-senta.La razónfue la faltade «cientificidad»dequesuobraadolecía:ni supsicologíaparecíaserunapsicologíasuficientementecientífica,ni encaja-ba en la mentalidadde los estudiantesespañolesde izquierdas,política-menteproclivesal marxismocientífico de Althusser.La obrade Marcuse,en cambio,peseala dificultad delas referenciasteóricasquesulecturaen-trañabaparael público español,logró un ecoconsiderablementemayor.Duranteestos añosse editarony reimprimieron,en ciertasocasionesin-clusomasivamente,muchosde susescritos8.La crítica respondióconestu-

de la elaboracióndela TeoríaCrítica. Estetexto, sin embargo,sepublica en lo editorial ve-nezolanaTiempo Nuevoen 1971. Dc los 25 títulos de Adorno publicadosencastellanodu-ranteesteperíodo,15 dc ellos, su mayoríapues,son tambiéndeinmediataintervencióncuí-tural y política, a los que seañaden5 títulos de crítica estético-literariay musical y 5 decarácterpropiamentefilosófico-epistemológíco Son t’imbién básicamenteeditorialesar-gentinaslasquepublican los textos icórico-esteocosy fílosófieo-epistemolo~cos(a excep-ción cíe Tres estudiossobreHegely La disputadelposthvisn¿oen lo sc>c¿ologu,¿a/e mono, edi—tadosen Taurus y 6 rij alb o respectivameo te) Kv.rl,> goard. Me/ocr,tic a dc lo teoría rielc’onoelcn¿c’nte.,, Dialéctico delI/an,inisnío y Filo scfuzde lo nuevani ,ísic’o encali) bí o aparecenen editorialessudamericanas.De los It) títulos de Horkheimer que aptacenbasta ¡975.4son do crítica ideológica,editadostambiénen Espart Lo Sudaméric’i sepublie ín Sobreclconcepto¿leí honílíre y la Crítico de le, razchi mn~ trwnental, el gruesoteu,, Co de It obra dcHorkheimcr, que permaneceráhastahoy irrecuperada.Excepciónes el texto sobreel t.eó-logo Paul Ti lic h y Tecíría crítico, edil adosinicialmente en España en Síud i u ni en 1971 y CO

Seiz Barral en 1973. respectivamenle.Marcuseescon m uchoel mástraducido en estaetapainicial - fil h e,n,hreun ielime,isio-

nol. quese etlita ya en 068 en catalán.conocesu novenaedición en 1972. añode. la uctavaedición dc Líos y etc,(k-ucío,i - LI niocxhcltc, soviéticoconocesu cuartaediciónen t 975. Sé-1 o la obra de Adorno se aproxíma eu cierta ucdida, encuantoal vol unten desu d fusión, ala ci ue gozó la obra de Mareuse.aunquela disíaíci a esconsiderable’ FIl titulo u áspuh iva-do de A dom o en estaprimera etapaes Prís,nas. L• o crítico cíe le, cultura y lo sociedad,tfliCapareceen4 ocasiones-De Fi orkheimerseeditan un lota 1 de It) ti) u los. De Benj ani í o tansu-lo 4, igual que tIc 1-1 aberruas.

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dios y artículos9.Su influencia,sin embargo,quedaráderepenteinterrum-pida.DespuésdelMayo del 68, supensamientoseráfuertementecriticadocomo «utopismo»,cuandonodespachadosimplementecomolegitimacióndel terrorismo.

Peroya desdecomienzosdelos añossesentala oposiciónpolítica espa-ñolaaladictadurabuscabasuorientaciónen otraparte,preferentementeenelmarxismoitaliano,concretamenteen la filosofíade la praxisde Gramsci.Fuertementepolitizados,losintelectualesde izquierdas,despuésdenomi-nados«sacristanianos»por sucondiciónde discípulosy colaboradoresdeManuelSacristán,pusieronlamayorpartede susfuerzasen la confronta-ción entreAlthussery Gramsci.En 1969 ManuelSacristáneditala Anto-logia de Gramsci,e innumerablesedicionesde extractosdesusCaudernosdela cárcelse sucedenduranteestosaños,asícomoensayosque,al hilo desuobra, abordanlas problemáticasdel «compromisohistórico» y el «eu-rocomunismo».En el permanenteintentode renovaciónpolítica del mar-xismo desdeelPartidoComunistaEspañol,el interéspor Gramscise pro-longaráhastafinesde los setenta.No menosimportantefue enestesentidolaTecepelóndel jovenLukács:Historia y concienciadeclase,traducidaasi-mismopor Sacristánen 1969,era introducidacomo «unapieza muy ins-tructivaparael lector socialista».

Aunqueduranteestetiempola obradeMarcuse,bajola etiqueta«Freu-do-marxismo»,siguió conservandosuinterés,fueluego,igual queen Fran-cia, inmediatamenteolvidada,convirtiéndoserápidamenteen «inactual».Todo intentoposteriorde enlazarcon esasíntesisde freudismoy marxis-moa la quepor entoncesparecíareducirsesupensamiento,deberáempe-zar por arremetervehementementecontraesainactualidad’0.De otra par-te, el númerodelostítulosdeHorkheimery Adornotraducidosal castellanodurantelos añossesentafue relativameneelevado,peroen estecasoestevolumende produccióneditorial no halló unarespuestaproporcionadaenla crítica: el númerode recensiones,artículosy estudiossobrelasformula-

Las monografíasde A. Escohotado,J. M. Castellet.C. Castilla dcl Pino y M. Foyaca,todasellasde 1969.son losprimeroslibros dcestudiososespañolesdedicadosa Marcuse,se-guidasen 1970por los libros dci. M. Bedoya y A. Oriol y en 1971 por los de LElanco y J.Nin deCardona.Las obrasde Caslellety Bedoyainclusose reeditan.Son 12, pues,lasmo-nografíassobre Marcusedeautoresespañoles,de lasaproximadamente24 publicadashas-ta 1974, sise contabilizan las ínnnogral’íasde autoresextranjerosvertidasal castellano.Esestaunasituaciónexcepcionalqueya nuncamásvolverá a repetirse.t.a respuestadc ]a crí-tica especializada.desu parle,estáenconsonanciacon la produccióneditorial duranteestaetapa.Marcusees el autormáseon,entadopor los críticos. El ecode su obra es considera-ble: los autoresde los primerosartículossobreMarcusepublicadosenrevistasespañolassonN. González(Razóny Fe, 968) y N.M. Siguán<Cc>nviviucn. 1968).seguidosun añodespuéspor los de P. Al tares,A. l{scohut ado, M. Foyaca.N . M. LópezCaleray P. Rocainura, so-nandoun total de 12 artículoshastaetaño 1974.

Cf. U. FernándezGarcía,«ta recepcióndeFreuden la EscueladeFrankfurt».enAno-les XXIt. [987-88, p. 73.

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cionesadornianay horkheimerianade la TeoríaCrítica fue prácticamentenulo’. Habráqueesperarhasta1975 paraque,reciénaparecidaen TaurusDialécticanegativa,seaSusanBuck-Morssquien escribasobre«La dialéc-tica deT. W. Adorno», y la resonanciaespecíficaqueentoncespudo habertenido estalectura no debepasarsepor alto. La intrincadadiscusiónentreBenjaminy Adorno entorno a la ideade un «pensamientoconfigurativo»,que la autoraempiezaexplicitando,y su introducciónespecialistaal textotempranode Adorno «Laactualidaddela filosofía», publicadoen nuestropaíssólo en 1991, dificilmente podíanen aquelentoncesproducir algúnefecto entrelos intelectualesde izquierda.Si inclusola lecturade Marcu-se,frenteaAlthusser,podía por entoncesparecerexcesivamentecomple-ja, estemomentoun tanto «primitivo», perono por ello eludible,de la re-cepciónse prolongaráen el casode Adorno hastabien entradoslos añosochenta.La efectividaddel escritode Buck-Morsshabríaquebuscarlaenotro lugar La autora,quecomienzadilucidandoel sentidode las«imáge-nesdialécticas»y sudiferenteconcepciónen Adorno y en Benjamin,aca-ba afirmandoque la Dialéctica negativade Adorno no es un buenútil pa-ra la revolución: su «teoría, no es, sin embargo, una teoría pararevolucionarios»l2.Si tras la muertede Adorno Hansitirgen Krahl, y conél los estudiantessocialistasalemanes,acusabana la Teoría Crítica de ha-ber abandonadosuintegraciónen la luchaproletaria,cinco añosdespuésBuck-Morsshacíaen nuestropaísun guiño en el mismo sentido:efectiva-mente,paraarmarseideológicamentecontrala dictaduray prepararla re-volución,los intelectualesespañolesdeizquierdasdebíansondearcaminosmásinmediatos,y así veníanhaciéndolodesdehaciaya unadécada.

Si estaerala situaciónen esazonaen la queendeterminadosmomentoshistóricosinterseccionanel interésemancipadory el pensamiento,en la ins-titución académicalas circunstanciasno eranmás favorablesparala recep-ción de la TeoríaCrítica.Aun contandocon la excepciónquefue Marcuse,enestaetapainicial ni siquierasuobrafue recibidaen relaciónconla TeoríaCrítica. Desdeun puntode vistaacadémicoseeraentoncesreticenteacon-ferir unaposiciónal pensamientofrankfurtianoen el ámbitoespecialistadela filosofía.La herenciade la filosofía españolaprofundamentetradiciona-listapesabatodavía,y allí dondeel Tomismoy el Realismo—esteúltimo has-ta hoy mismoconsideradoamenudocomo la peculiaridaddel «pensamientoespañol»—,junto a la fenomenologíay la filosofía del lenguaje,reciéndes-cubiertas,eranconsideradoscomo las únicasposicionespropiamentefilosó-ficas, la TeoríaCrítica no podíapasarpor filosofia.Unagran injusticiaéstahaciaun pensamientoque,hegelianamente,nuncadejó de entenderla filo-sofíacomoel esfuerzoconsistenteenllevar suépocaaconceptos.

Adorno sólo parecepor entoncesmerecerdos muy brevesnoticiaspóstumas.lasdeJ.Pérezdel Corral (Razóny íes 1969)y C. Moya (Revistode Occidente,1970).

Buek-Morss,5. <‘La dialécticadeTh. W. Adorno> en Teorema,1975.Cf. p. 500.

La teoríacrítica en España 19

Sin embargo,enestecontextoteoréticoquedabatodavíaun lugarvacíoenelpanoramaacadémico,quela TeoríaCríticapodíaocupar:sólodesdeun pun-to de vistacientífico-socialpudo entoncesdespertarun interésteóricoy sóloasíse la incorporóacadémicamente.Unicamentela recientediscusiónalema-naentorno a la sociologíapudo alcanzarenEspañaciertaautonomíateóricaenunahoraconflictiva. Uno delosprimerosméritosdeJacoboMuñoz enes-te ámbitofuesutraducciónde La disputadel positivismoen la sociologíaale-mana(Grijalbo, 1973).El ecoennuestropaísdeestadisputametodológicaencienciassocialesfueinmediato.Suinteréshaquedadodocumentadoenel vo-lumen Teoríasociológicacontemporánea(comp.J. JiménezBlancoy C. Mo-ya,Tecnos,1974).La TeoríaCríticadela Escuelade Frankfurtespor fin reci-bida,peroreduciendopreviamentesualcance,subsumiéndoselaa menudoexiguay aproblemáticamentebajola fórmula«escueladesociologíadeFrank-furt». En adelante,los intelectualesespañolespodránseguirtomandopartidopor la metodologíadialécticao por el racionalismocrítico, e ir incorporandoluegoenla discusiónmetodológicadelascienciassocialesla hermenéutica,elinteraccionismosimbólico, el funcionalismoo la teoríade sistemas:la laborinvestigadoraen el ámbitodela teoríay metodologíasociológicasquereco-rre la totalidad de la prolífica obradel sociólogoespañolJoséE. RodríguezIbáñez,desdeTeoríaCrítica y sociología(Siglo XXI, 1978)hastaLa perspec-tiva sociologica:historia, teoríay método(Taurus,1989),pasandopor sulibroElsueñodela razón(Taurus,1982),documentaestatrayectoriapersonaly ob-jetiva. Peroel ámbitoespecialistadela sociologíaquedaráen todomomentoirrebasadojuntoal «utopismo»,«sociología»ha sido, efectivamente,la se-gundade lasrespuestasque,amododecartade admisión,la granmayoríadelos intelectualesespañolesdieron inicialmentea la TeoríaCrítica.Bajo estaforma,sinembargo,sedescubriráenseguida——simultáneamente—quela Te-oría Crítica tampocoessuficientemente«científica».Evidentemente,la Teo-ríaCrítica no es unadisciplinasociológica.

2. INICIO DE LA RECEPCION ACADÉMICA: 1975-1983

Ya a mediadosde los setenta,fueron editoresespañolesquienesem-prendieronla edicióndetextosdeTeoríaCrítica, incorporándolospor vezprimerametódicamenteen suprogramaeditorial.Estainiciativa no podríatomarseinequívocamentecomo el momentodelinicio de la recepciónaca-démicaespañola,si esteinteréseditorial no hubieseestadoacompañadopor una respuestade la crítica. Ambas cosasse combinaronentoncesco-herentey novedosamenteen nuestropaísa partir de los primerosañosdela transiciónpolítica españolahacia la democracia3

Bibliométricamente,estasegundaetapapuededelimitarsedeacuerdoa unareaníma-ción inicial, entrelosaños1974-75.tanto delastraduccionesdetextosdeTeoríaCríticacomo

20 VicenteGómez

Es fundamentalmentea JesúsAguirre, por entoncesconocedorexcep-cionalde la obraadorniana,aquien,en primerlugar, hay queagradecersulaboren pro de la introduccióny difusión de textoscapitalesde Adorno yBenjaminen estosprimerosaños.Es él quien estápermanentementetrasla ediciónde Terminologíafilosófica, TresestudiossobreHegely Dialécti-canegativade Adorno, queTaurusconfíaadistintostraductores;él mismoseencargade vertir al castellanolos numerosostextosdeBenjaminpubli-cadosduranteestosintensosaños.Adornoy Benjaminpasanahoraa ocu-par el lugar prioritario que anteriormentehabíaocupadoMarcuse’4,dequien no obstante,y graciasa la iniciativa deJ. FranciscoIvars, prontopo-drá leerseen castellanoy catalánuno de sustextosteórico-estéticosmásimportantes:La dimensiónestética’>.

En estascircunstancias,la edición de las obrasde Habermasexperi-mentaun impulso considerable,triplicándose’~.En su caso,y por vezpri-

delascurvascorrespondientesa lasmonografíasdeautoresespañolesy a los artículosenre-vistosespecializadas,asícomopor el relativodescensode los tresindicadoresensu final, ha-cia t983. En 1975 se publican 9 títulos de [‘coria Crítica, frentea los 4 con que podríamosdarpor concluidocl períodoanteriorun año antes.Estatendenciairá endeclivehasta 1979y volveráa reanimarsecotosaños 1979-80-81.alcanzandosopunlo álgido en 1982, y cayendodenuevo finalmente en 1983 hastallegar a sólo 2 títulos traducidos.LasmonografíassobreTeoríaCríticaacompañanahorala evolucióndescritay. por vez primera,de un modo «ade-cuado”. En 1975 se haalcanzadoun puntode traducciónya «suficientemente»elevadoco-mo paraquela asimilaciónteóricaseaefecliva.Enrealidad,éstano comienzahastatresañosdespués:las monografíaspasande ser2 en 1975 a 5 en [978. Duranteestosañoslos artico-losenrevistasespecializadasflt¡ctúan con reguralidadentrelos valores 2 y 3 por año. Apa-recenlasprimerastesisdedoctoradosobreTeoríaCríticaen las universidadesespañolas(unlota1 de4 tesis,la primera deellas fechadaen 1977). La recepciónmasestrictamenteacadé-mico empiezaya a serefectiva. El año 1982 marcael puntoálgido deestasegundaetapa:en-tre 1981 y 1982 aparecenun total de 12 arliculosdedicadosa TeoríaCrítica,frenteal númeromáxinto de7 alcanzadoen 1969, y ello a pesarde que la situaciónsocio-políticadel paísenaquelmoment.terasumamenl e receptivay afanosadeorientacionesideológicas.Pudría afi r-olarse.pues,quelascuod cionescíoc nospermitenhablardc una recepciónpre’pi amenteaca-

démicaestánva ahura presentes.¡ A pesardeque la situaciónpolítica españolaesenestosmomentosidóneaparala re-

cepciónde[a obra de H orkhei mer .Socieelev1 en transición, que sc editaen 1976 en liidiciun62, yauncontandocon la excelentelabor quedesdelos círculosdeestacasabarcelonesaseemprendiómuy tempranamente( L c,hre, d ‘art o 1 ¿¡‘oca ¿le le,seca reproduc.’tibílitat técnicadeBenjamin apareceya en [963 en esacasa).deentrelos icóricoscríticosesahoraAdorno elmásdifundido. Desde1975 hasta 1982 aparecen9 dc sustítulos. Asiín sato,dc Benjamin sepublican en esteperíodo6 tito los,siendollacíjís, su Baudelairey su Bree/mtlos másecli tados.

¡ Si en la primeraetapalos títulos de Marcuse sumahan un tulal de 30, a horason exae-tamente la mitad. t raláncloseensu inavoría reedicionesde obrasya publicadas,que son noobstanteco osiclerabíes:en 975 setira la 4” edición de El cnocxisníc se,viétice> , en 1976 la 9’edición de uros y cií’ilizocie$n. El fin ele lo ¡tupía vive su 1 (Ja cdición en 1978. Novedosaenestesentido es la apariciónde textosimportantísimosde M arcuseque no son de i n nlecli alaimprontapoiitico—idcológiea:La elic,,ecísiei,,estétice,aparecepor vez priítíeracii casieilztitoen 1978 y luego encatalánen 982.

líe los 4 t u olascíe Hahermascditadosen la etapaanterior se llegaahoraa 12. sobre-

pasandoasía A doroo y nt uy próximo incluso del volumen deira d uccicmesde Mareuse.

La teoríacrítica enEspaña 21

mera, las edicionesespañolasde suobra sonprácticamentecontemporá-neasa la produccióndel autor,nointerponiéndoseyadécadasentreel mo-mentode su produccióny surecepción:suobra es uno de los últimos fru-tos de la filosofía alemana,y comotal se la acogeen un paísque haestadodemasiadotiempoencerradoen el pensamientode cortetradicionalistayqueha permanecidode espaldasa la contemporaneidadfilosófica. Sucesi-vamente,en 1975 se traduceProblemasde legitimación en el capitalismotardío; en1981 apareceHistoriay crítica dela opiniónpública,junto con«Lafilosofía comoguardae intérprete»y «La reconstruccióndel materialismohistórico».A ello sesumanotrosdostítulos en 1982:Sobre!Vietzschey Co-nocimientoe interés.Habermasha irrumpido vigorosamenteen la escenaacadémica.Aunqueverdaderamenteinaugurasu obra,en estostextoshamaduradoya sudelimitación con respectoa la TeoríaCrítica, queen ade-lantedeberáadjetivarsecomo «primera»o «temprana».Asimismo, Al-brechtWellmer se introduceen Españaen 1979 consu TeoríaCrítica de/asociedady positivismo,reforzandoasíla perentoriedadcon queseanunciael «cambiode paradigmas>~,pensadopor él mismoen Alemaniapocotiem-po antes.La necesariadiferenciaciónde planteamientosen el propio senode una teoríacrítica de la sociedadcomunicativamentereorientadano serecibirá hastamástarde,en un contextoteóricoy socialmarcadopor la ins-talaciónen el gobiernodel PartidoSocialistaObreroEspañol.

Es en estasegundaetapacuandoen la Universidadespañolase pro-ducenlas primerastesisde doctoradosobrela tradición frankfurtiana.Significativamente,de una de ellas, leídaen la Universidadde Valenciaduranteel curso 1976/77,esautorManuel JiménezRedondo,a quien,auninmersoen las precariascondicionesde la Universidadespañolade en-tonces,no podrádiscutirseleel mérito de haberlogradoenlazarcon ladiscusiónalemanamás actualen torno a Teoría Crítica: su Autodisolu-etóndel «pensamientodialéctico»y reconstrucciónde las basesdela críti-ca instabaya en esafechaa un «cambiode paradigmas»en TeoríaCríti-ca, que Jiménez no dejará de pensar hasta hoy mismo con rigor.Ejemplaresen estesentidosonsusposterioresaportaciones«Problemasde construcciónen Teoría de la acción comunicativa«(Daimon, 1989) y~<Kanty Hegelen el pensamientode Habermas»,su ~<Introducción» al li-bro de HabermasEscritossobremoralidad y eticidad (Paidós,1991). Entorno a Manuel Jiménezy a Sergio Sevilla fraguarácon el tiempo en elDepartamentode Filosofíade la Universidadde Valencia uno de los po-cos gruposespañolesde investigaciónpermanentementeesforzadosenTeoríaCrítica.

El interéseditorial por Habermasarribadescritoobtieneun importanteecoen la críticaespecialistaespañola,quesu obravaprácticamentea mo-nopolizar.¿Cómose explica si no que.a pesarde la relativamenteelevadadifusión delas obrasdeAdorno y Benjaminen esosaños,no aparezcaentrenosotrosunasola monografíasobreAdornohasta1985 y queno sepublique

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unsoloestudiosobreBenjaminhastamuchodespués?”Si hastaentradoslosochentaseránestudiososextranjerosquienesnosexpliquengenéricamenteTeoríaCrítica—Jay(1974),Perlini (1976),Zima (1976)y Rusconi(1977)—,y siguiendoidénticalínea, la del silencio,la respuestaenforma de artículosal caudalde traduccionesdelas obrasdeAdorno y Benjaminseráinsignifi-canteí,las obrasdeHorkheimery Marcuse,de suparte,apenasexperimen-taránunarenovaciónen los interesesde la recepciónespañola,queperma-necenprácticamenteidénticosa los dela primeraetapa’«.

La influenciaqueun libro como el de Martin Jayejerció entrenosotrosno puedepasarsepor alto enestecontexto.Un añoantesde queaparecie-seen Taurusla Dialéctica negativade Adorno y Hachísy TentativassobreBrechtdeBenjamin,estamismacasapublicabael libro de lay The dialec-tical imagination,un clásicoen la historiade la historiade la TeoríaCríti-cay el antiguoInstiíutfiir Sozialforschung.En su«Introducción«. el autorinsistíaen que«bajo muchosaspectos,tanto parabien como paramal», lasexperienciasde la Escuelade Frankfurt «fueron las experienciassingula-resde unageneraciónextraordinaria«cuyomomentohistóricoahorayaha

‘‘I.as dos únicasmonografíassobreAdorno que datandeestosañossondeautoresex-tranjeros,concretamentela deMarc Jimenez,de [977. y la de SusanBuck-Morss,de 1981.¡a obra deMarc Jimenez,publicadaademásen una editorial bonaerense,quedarádefiniti-vamenteperdidacocí tiempo. La continuadainvestigacióndcl profesorfrancésen tornoalos problemasde una estéticacríticaque pretendeenlazarproductivamentecon la obra deAdorno, pasaráen adelantedesapercibidaen eslepaís.La situaciónserepite cocí casodeHorkheimer.La obradel italiano F. FerrarottiEl pensamientosociológicodeAugusteCom-te hastaHorklíeiníersetraduceen 1975.La primeramonografíasobreHorkheinierdc un au-tor españolesladeJ.M. MardonesDialéctico ysociedadirracional? La Teoríacrítica deMazftorkheimer,dc ¶979.El interésestrictamentesociológicodela recepción,quese prolongadesdela elapaanterior.seconfirma enlas cíbrasdei. E. RodríguezIbáñezya mencionadas.

~ Nadasobre Walter Benjamin duranteesteíieínpo. El carácterexcepcionalde la re-cepciónespañolade Benjamin esevidente:en 30 añosdeTeoríaCrítica enFspaña.su obrasólo parecehabermerecidoelartículo dci. Herrera«1-laciaunaestéticadela mecanizacion(En tornoa WalterBenjamio)» (Revistooc IdeasE.r túica.s. 1973).convi ni éodoseencam hioen 1992 en el autor másestudiado.En lo que serefiere a 1-lorkhein,cr,por otra parte,ex-ceptoetartícutode j . Manzanasobretas retacionesentreKant y Horkheimer([977). los ar-tículosdeJ.M. Mardones(1978)y J. RubioCarracedo(1982)vuelvenexclusivamentesobreel pensamientosociológicodel autor. El casoAdorno no es n,enos sorpreodente.Sobreladialécticade Adorno aparecesólo en 1975 en ‘ieorer,ía el menciunadí,articulo deS, Bock-Mo rss.El Pcnsaínieoto estéticode Adorocx publicadaya al caste1 anoen 1971 su obra pós-toma. iecr,a estética.no provoca Sino un smico articoIt), el cíe R. Maociadu. enApcria, perodiez añosdespués.

»Aunque sobreMarcoseaparezcanahora7 artículos,éstosprolonganbásicantenlelasdos lineasdominan[es de la interpretaciónespañola del autor ya preseotesen la e[apa an-

tenor: su relación con E. F’romm y el problemade la utopia. Sobresu >‘freudo-marxisnto»publica M. Morales un articulo (Arbor, 1976), siendo1). Sabiotequien seocupafundamen-talmentedel temaen sustresescritosal propósito(1981, 1982. 1982):sobresu «estéticaso-cialista»escribeN.Blanquez(1981).SóloM. Bercianoinaugurainsistentemente(1980.1981)otra línea deinterpretación:la referida a la filiación de Mareuse,desafortunadaparael in-térprete,con Heideggery la constitución de una ontologíaprimera.

La teoría crítica en España 23

pasado,irrevocablemente»2».Comodocumentohistórico,el valor del libroes indiscutible.En tantoquerelatode la historiaexterior dela TeoríaCrí-tica,inclusoHorkheimerpusode manifiestosurangoen el «Prólogo»quepreparóparala obra. Ampliamenteutilizado despuéspor los estudiantesespañolesde filosofía comoel libro introductoriopor entoncesmásamplioa la TeoríaCrítica, su influenciaen estepaísfue sin embargoambigua:altiempo quepresentabapor vez primera una labor investigadoraque re-montabasuquehacermuchasdécadasatrás,contribuyóadarfuerzaa unatendenciaqueya asomabaentonces,bajo las circunstanciasde unarecep-ción simultáneade la Teoría Crítica y de la obra de quien ya en esemo-mentopasabageneralmentepor sersumáximoexponente.

El únicolegadopropiamentefilosófico dela primeraTeoría Crítica —

utopista,negativa,difícilmente aprovechableideológicamentey, al pare-cer, sólo rentabledesdeel puntode vistade la fundamentaciónepistemo-lógica de las cienciassociales,aunquecomo estadiosuperadoal que nohabíaqueretroceder—debíahallarseen otrolugar Sólosureformulacióncientífico-sociológicapor partede Habermasparecíapodersuperarsusaporías.Y sólo en el pensamientode [-labermas hallabaen estemomentola críticaespañola,junto conla viabilidad científico-socialde laTeoríaCrí-tica. la auténticaherenciade la «gran filosofía»2í. A diferenciade lo queocurre con el resto de los teóricoscríticos, la obra de Habermasprovocasucestvamenteen estasegundaetapadosmonografías:lasde E.MenéndezUreña(Teenos,1978) y R. Gabás(Ariel, 1980).Marcuseha quedadobási-camentecomo un utopistadémodé;Horkheimerinteresatodavíacasi ex-clusivamentedesdeel puntode vistadc la epistemologíade lascienciasso-ciales; la dialéctica negativade Adorno no resulta ideológicamenteinstrumentalizable;Benjamin,finalmente,esignoradopor la crítica.Tiem-po habráluego paraquese le homenajee,del mismo modoqueen Alema-nia seráHorkheimerobjeto preferentede exhumacionesrealizadasal hi-lo de discursosconmemorativos.Habermas,en cambio,se acreditacomo«el filósofo». Foco importa, al parecer,que mientrastanto Adorno hayaenlazadoya crítica y materialmentecon Kant y Hegelen suDialéctica ne-gativa, o que la Metacríticade la teoríadel conocimiento,tomandocomomotivo a Husserl,pusieraderelieveen losañoscincuentael carácterenúl-timainstanciacontradictoriodela líneafenomenológicaquevadesdeBerg-son hastaHeidegger,así como de toda «filosofíaprimera»: enlazarpro-

]ay, M. ¡‘he día lectical Imagination (1-a imaginación dialéctica. Historia de/a EscueladeFrankfurtyel Instituto de’ Investigaciónsocial (1923-1950).Taurus,Madrid 1974. Cf. «In-troducción».p. 17.

21 E. MenéndezUreña poníaentoncesen relaciónla FenomenologíatranseedentaldeHusserly 1-Jabermas(Pensamiento,1975);J. RodríguezMarín dilucidabael «nuevoenloquede la filosofía transcendental»de Hahermas(Teorema,1977);M. Alvarez Gómez (Aporia,1982) abordabala discusión,queenAlemania seremontabaa unadécadaatrás,entreApel,Habermasy Gadamerentorno ala Hermenéutica.

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ductivamentecon la «granfilosofía» y teorizarlas deficienciasde un pen-samientoself-defaiting,es algo quesólo se le reconoceráa Habermas.Enconsonanciacon ello, en los catálogosdela producciónbibliográfica espa-ñolano seráinhabitualver incluidos losTresestudiossobreHegelde Ador-no como otra de las tantasmonografíasque sobreel filósofo alemáncir-culanen el mercadoespañol.¿Dóndeha quedadoel Adorno filósofo?Bajoestascircunstancias,mayoritariamente,la recepciónposteriorde su pen-samientosólo será«efectiva»en Españapreviamentemediatizadapor larevisión quede él haránlos «herederos»de la TeoríaCrítica. Claro queelnúmerodelosqueseadmitirácomo auténticosherederosserátambiénres-tringido. Una ampliavertientede la TeoríaCrítica,aquellaqueen Alema-nia no ha realizadoel linguistic tuin, permanecerádesconocidaen estepa-ís hastahoy mismo22

3. «NORMALIZACIÓN» DE LA RECEPCIÓN: 1983-1995

Los años1983-84marcanel inicio de la terceraetapaen la recepciónes-pañolade la Teoría Crítica.Estadísticamentepuededocumentarsesudife-

2? En su escrito «¿Elfracasode la teoría critica?» (Daimon, 1989),A. Maestrepretende

«abrir un debatesobrela recepciónde la TeoríaCríticaen España»,presentandouna lec-tora de la primeraTeoríaCríticadistintade la ofrecidapor ta«escuelade Habermas»- Es laque desdehaceya añosproponeel grupo del KonkítrsbuchdeTúbingen. integrado,entreotros,porú. Kimmerle y H. Hesse(Cf. «Entrevistacon GerdKimmerlc» y «Entrevistaconlleidrun l-Iesse»,en f)aimon 1989) FI grupodel Konkursbuch,efectivamente,desmarcán-dosedelaspretensionessistemáticasde losáttiniosdesarrollosenTeoríaCrítica,enlazatun-damentaimentecon la crítica de la Ilustración realizadapor I-lokheimery Adorno en t)ia-lécticade/a Ilustración. Peroeí modo deestaconexiónes muy peculiar:Kimmerlc y llesscrecibenla primeraTeoríaCrítica indirectamente,a travésde lareapropiaciónpreviade larecepciónde Nietzseheenel postestructuralismofrancés(Foucault,Derrida, Lyotard). Co-riosantenre.la tareadeuna «aulorreilexiónradical de la ‘leona Crítica», que cohesionaalgrupo, comparte-un los círculos habermasianosla discutible lecturade la primeraTeoríaCrítica comomala conexióndecrítica social y filosofíade la historia mesiánica,asícomocireprochede su incapacidadparadesarrollaruna teoríacrítica libre de supuestosmetafísi-cos.Presentándonosla labor del grupode Túbingen.Maestreintentacorregir la alarmantesituaciónde monopolizaciónteóricadelaTeoríaCrílica porsu verrienlehabermasiana.efec-riva enAlemania y operantetambiénennuestropaís. Y no obstante.su loableintento deao’ pl ación de la exi gua concepciónque tenentoscíe la Teoría Crítica no sucedesin cxciu-síoitcs. En su vol untadde ni ostrar cí oc el paradigma de la ‘Peoría Crítica es un paracligmaconipai tido y en absolutoni onolítiCo. Maestresiquieraalude al perenneintento de actual—zacírin y reni obíl iz ició o teoréticadela pumera leona Críticapor partede antiguoscola-boradoresy d iscípo1 os de l-lork hei mer y Acloro o. como A. Schni idt y II Schweppenhúuser.y de rele’. inies míeinbros de la denominada<‘tercerageiteración» deTeoría Crítica, cuyaamplíatra’cetorí,t en comúnesfácilmentedocumenrabley queha culminadorecientemen-teen cl fc,ro dediscusiónsobre‘teoría Crítica en cíoe pretendeerigirse la nueva /eitsclíriftfíir Soz ¡u//art h ¡¡ng. Mi t,rcvc escrito « /eitsc/;t’ift lar kriti.sche TIteará>. Un nuevoloro Ii lo-sófico» ten estemísní’t volumen). comparteel propósito dc Maestrey pretendeseguirco-rri gi endc> esti s cíeIi cienciasdc la recepciónespañola dc la TecíríaCrítica-

La teoríacrítica en España 25

rencia fundamentalrespectode las fasesanteriores.Aunqueexistenrazo-nes parapensarqueen estemomentola recepciónde la Teoría Crítica enEspañavuelvea estarmarcadapor la nuevacoyunturapolítica del país,esen esteúltimo tramo histórico enel quetiene lugarpropiamentelo quepo-dríamoscalificarcomola efectiva«normalización»dela recepciónespaño-la2>. Peroveamosconcretamenteen quése traduceestanormalización,quéobrasy autoresestánen realidad trasellaTambiénella tienesuscostes.

En el casodeAdorno, en primerlugar, pierdeahoraprácticamenteto-da sufuerzala edición de escritosde crítica cultural: Prismas,una de lasobrasinicialmentemáspublicadas,no desaparecedel mercado,puesvuel-ve aeditarseen 1984,perosureediciónenunacolecciónde divulgaciónnopuedeya seren estemomentomás quesimbólica. Son ahora fundamen-talmenteeditorialesespañolasestrechamenteligadasa la Universidadlas

‘>Efectivamente,1982 significa el inicio de lo que lapolítica españolahavivido comosu«segundatransición», el desmoronamientodel partido centristahastaentoncesenel go-biernoy su relevopor el PSOE. Desdelos círculosintelectualesdel socialismoespañolseempiezaentoncesa buscarenHabermasal ideólogode la socialdemocracia,y en tornoa laexplicitación desulegitimación teóricagirarán algunasde lasprimerasaportacionespubli-cadasen lasrevistasespañolasdefilosofía. Algunasde estasrevistaspasaráninclusoa estarbajo la influencia directade destacadoslíderessoeialistas.No obstante,creemoscorrectohablarde «normalización>,,puestoquesu inicial asociacióna la coyunturapolítica de en-[onces enmodoalgunocomportaráya ahorala evanescenciay el abandonode lo recibido,comosí fue el casoenla primeraetapade la recepciónespañola.

Estaúltima etapaconocevariospuntosálgidosdesdeun punto devista cuantitativo.Elaño1985,enprimer lugar,traeconsigouno de los momentosde mayorproduccióneditorialde todala historia de larecepciónespañola(1969ocupael primerlugar,nuncadespuésigua-lado. 1987 ocuparáel segundolugar y 1985 cl tercero).Asimismo,el volumende monogra-fíasalcanzaesteañoel segundovalor máximo enla historia de la recepciónespañola,sien-do sólo superado—y con mucho—en 1992. Además,ci volumende artículossemantieneinalteradoendosanossucesívo~..1984 y 1985. El año 1989podríaconsiderarsecomoel se-gundopuntoálgido de estaterceraetapa.El volumende traduccioneshasido yasuficientecomoparaprovocarunarespuestaespecialista-Y asísucede:en 1989apareceun total de22artículossobreTeoríaCrítica. FI nivel de losestudiosmonográficososcilaentreel año in-mediatamenteanteriory el inmediatamenteposteriorentrevaloresrelativamentealtos. Elvolumen de tesis de doctorado,finalmente, semantieneahora,porvez primera en el con-junto dela recepciónespañola,constante,auncuandoensu valor mínimo: unatesispor año,perosin solución de continuidada partir de 1986. En tercerlugar, y finalmente, tambiénelaño 1992podría interpretarse,conarreglo a la cuantificaciónrealizada,comoel tercerpun-[o álgido de estafasetercera.En efecto:si bienla curvadela críticaespecializadano alcan-za ya ahorael valor máximo de 1989, sólo sequedaa 5 puntosde él (ahorason 17 los artí-culos queaparecenen las revistas españolas),pero el volumen de estudiosmonográficosasciendehastaelvalor 20,el máximoalcanzadoentresdécadasderecepción.En 1992,pues,las líneasde los estudiosy los artículoslleganprácticamentea fundirse,mientrasqueel ni-vel de traduccionesse mantiene.Y sin embargo,tres puntosálgidosen el breveespaciodetiempo queson10 añossonquizádemasiados.Entre los muy abruptosascensosy descensosde laslíneasno mediamásque el plazodeun año. En realidad,esta«regularidadde lo ex-cepcional»apuntaa otra cosa:la recepciónacadémicade la TeoríaCrítica enestepaíses,por vez primera,no sólo efectiva—comolo fue enla etapaanterior—sino, lo queesmásde-c,slvo, asistimosahoraa unarecepciónformalmentenormalizada.

26 VicenteGómez

que reeditansusescritospropiamentefilosóficos. Hasta1995 apareceuntotal de20 títulos,contandoreedicionesde textosyaantespublicados.Só-lo 6 de ellossontítulos nuevos:Impromptus(1985),Mahíer (1987)yAlbanBerg(1990),por lo que respectaa sufilosofía de la mtisica;Bajo el signode los astros(1986),de otra parte,es un botónde muestrade la actividadsociológicade Adorno durantela emigraciónforzosaen EE.UU. Los edi-toresespañolesempiezana hacerseecode los escritosde Adorno queenAlemaniase reeditanen voltimenessueltos.La actualidadde la filosofla,extraídodel legadode Adorno, y que Buck-Morssintroducía en 1975 enTeorema,apareceen nuestropaíssólo en 1991.SobreWalter Benjaminsepublicaen 1995.

Aunqueel volumen de reedicionesseaefectivamentenotorio, la críti-cano ha acompañadoa estaintensaproduccióneditorial. La primeramo-nografíadedicadaaAdorno fue la de MercéRius Tít 1V Adorno. Del su-frimiento a la verdad(Laia,1985).Eraésteun libro ambiciosoensuintentode reconstruirel pensamientodeAdorno, articulándoloen torno a la cues-tión de la utopia. Entre susméritospodríamostal vezdestacarla proble-matizaciónde la fórmula «Ereudo-marxismo»para comprendercorrecta-mentea Adorno. Perosin duda suverdaderomérito esmás primario: deMercéRius afirma Rubertde Ventós,quien prologael libro, queen la au-tora «ha encontradoAdorno el intérpreteque semerecía».Y ello no ne-cesariamentedebidoa las excelenciasde su exégesis,sino a algo si cabemás meritorio: como sugiereRubert de Ventós,y peseal loableempeñoeditorial documentablehastaesafecha,Rius noshaceoír por vezprimeraunavoz hastael momentoextrañaen nuestropaís.Tanto es asíque la au-tora,al hilo de la célebresentenciadelos Minima tnoralia acercadela cor-tesíadeProust,dedicala «Introducción»de sulibro aconvencernosdequelasexigenciasintelectualesqueal lector eleva la prosade Adorno debenentendersecomo unacortesíadel autor De estemodo Rius invitaba a lalecturadela obrade Adorno, con la esperanzade evitar surechazo,dadoel vértigo que todavíaproducíaentrenosotrossu~<maraflaconceptual»24.

Casidiez añoshabránde transcurrirhastaqueaparezcanotrasdosmo-nografíassobreAdorno:en 1994sepublicaráel libro Th. 1V Adorno (1903-1969), de RamónMandado,y el volumen de A. Wellmer/V. GómezsobreAdorno, al quedespuésnosreferiremos.Tampocolosartículos,apenasuntotal de 13 hasta1995.respondenproporcionalmenteaesa«efervescencia»editorial. Su reflexión se polariza en torno a las cuestionesrelacionadascon la estéticaadornianay la ideade unadialécticanegativa,perosin to-car la problemáticadesusmediaciones,quesin embargoconstituyeunadelas preocupacionesconstantesdel pensamientode Adorno.» La praxises-

Merce Rius. 7? tV Adorno. Del s¡#frimiento ala verdad,Laia, Barcelona1985. Cf. «In-troducción>’.p. II.

I•a teoríacrítica en España 27

téticaen Th. W. Adorno»(Aporia, 1982)de RamónMandadoy «Mensajeenunabotella(Sobrela estéticade la negatividaddeTh. W. Adorno)» (Re-vistade Occidente,1985) de JacoboMuñoz,sonlos primerosartículosde-dicadosa suteorizaciónestética.Sobrelo mismo giraránluegosólo un parde brevesescritosde otros autores.El de Vicente .Jarque«La bellezaestriste: sobrela teoríade lo bello enTh. W. Adorno «(Quadernsde Filoso-fia y Ciencia, 1989)concretamente,testimoniala desorientaciónteóricadesuautorantela complejidadde un pensamientoestéticoqueescalificado,sin ningunaotra determinación,como «máso menosmarxista»,y al que,desdeunaperspectivafin desiécleque inerementaya por entoncessuca-pacidadde encantamiento,sele achacasuvertientemística,ascéticay has-ta «sadomasoquista».Todo por no entenderque la estéticade Adorno esunaestéticacentradaen la lógica rigurosade la obrade arte,y no un mo-mentomás en la tradición kantianade la ~<Wirkungsásthetik». SobreDia-lécticanegativa,de otra parte,aparecenun total de 4 artículos: los de J.Hernández-Pacheco( Thémaía,1986),1. Monter-Pérez(AnalesValentinos,1986),Md. Mingot (Analesdel Seminariode Metafísica,1988) y A. Bene-dito (Quadernsde Filosofia y Ciéncia, 1989). Son éstosescritosintroduc-torios de unaproblemáticaqueempiezaa hacerseexplícitasólo cuandosela toma yapor teoréticamentesuperada.

El casoHorkheimerno es menosdesalentador:desde1983 hasta1995aparecen10 de sustítulos, perola mayorpartesonreedicionesde obrasya publicadas.La crítica, no obstante,se esforzópor no descuidartotal-mentesuobra.Así, fueJacoboMuñozquien yaa finesde lossetenta(1978)reconstruíasistemáticameneel pensamientode Horkheimeren suamplioescrito«LaEscueladeFrankfurt y losusosde la utopía»,que,frenteal mar-cado interéscientífico-sociológicohabitual en el tratamientodel pensa-mientode Horkheimer,escrutabael contenidopropiamentefilosófico desuobra,dilucidandosusrelacionescon la granfilosofía alemana,la críti-cade la economíapolítica de Marx, Max Webery GeorgLukács.Estees-crito tempranofue despuésincluido en sulibro Lecturasdefilosofíacon-temporánea(Ariel, 1984). JacoboMuñoz volverásobreHorkheimeren~<Materialesparaunacríticade la modernidad(Max Horkheimery los orí-genesde la «teoríacrítica»)» (Anales,1988),en donde,cautelosofrente alosmásdiversosreduccionismosde queesobjetoel pensamientodeHork-heimer,el autorponede relieve el inmenso«trabajocientífico-socialy crí-tico-ideológico» sobreel que descansasupensamiento.Seráfundamen-talmente J. A. Estradaquien, entregandola mayorparte de las vecesaPensamientolos sucesivoscapítulosdesutesisdedoctoradoLa TeoríaCrí-tica deMax Horkheimer(Universidadde Granada,1980), publicaráa lolargo de la décadade los ochentaun elevadonúmerode artículos,abun-dandoen la producciónteoréticatardíade Horkheimer (EstudiosEcle-siásticos,1984;Pensamiento,1987 y 1989), peroasimismoesforzándosepor reconstruirsistemáticamentesuobraen escritoscomo «Laformación

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de la TeoríaCrítica de Max Horkheimer»y «Característicasde la TeoríaCrítica de Max Horkheimer» (Pensamiento,1985), dilucidando otras ve-cessusrelacionesconel marxismo(Estudiosfilosóficos,1988).D. SánchezMeca(Analesdefilosofía, 1986) reflexionasobrela relación entreTeoríaCríticay hebraísmoen Horkheimer;la cuestiónreferidaal pesimismodelúltimo Horkheimerocuparábrevementeal. L. Molinuevo (Revistadefi-losofía, 1988). En 1990 ven la luz tresmonografíassobresuobra: MaxHorkheimerde L. Díez, La Teoríacrítica de MaxHorkheimerdel. A. Es-traday una obracolectivaeditadapor la Universidadde Granadacon elmismo título.

Y peseaello, dosobrascapitalesde la TeoríaCríticasufrenmientrastantoloscostesde la «normalización»de la recepciónespañola.Deella noparecenhabersebeneficiadoni la Dialéctica de la Ilustración ni la Teoríaestética.

A la iniciativa de AlejandroSierradebemosla recienteapariciónenTrotta (1994)de la Dialéctica dela Ilustración, en la nuevay cuidadatra-ducción de JuanJoséSánchez,autordel estudiosobreHorkheimertitula-do Widerdic Logik der Geschichte(Einsieldeln,1980).Hastahacedosañosla Dialécticadela Ilustración seguíaarrastrandola vergtienzadesuprimeratraducción,sencilLamentemala,ademásde unaincomprensiblereduccióndel texto alemán».Parececomo si en Españael libro hubiesedebido re-signarseavolver avivir lasuertequetuvodurantelaSegundaGuerraMun-dial. Publicadopor vez primeraen castellanoen 1971 en la editorial Sur(Argentina)y desdeentoncesagotado,en Españael libro hapermanecidomásdeveinteañosfuerade circulación,auncuandofuesedeterminadoco-

Enverdad,la pésimatraducción de la Dialéctica de la Ilustración no es,desafortuna-damente,un casoaislado.Tambiéncolasedicionesespañolasde textosde TeoríaCríticalanegligenciaen las traduccionestiendea prolongarse.En la reimpresiónde algunosde sustextoscapitalesni siquierasehaintentadocorregiro mejorarantiguastraducciones.Sobreestasituaciónse hanlevantadorecientementealguasquejasaisladas.Así MateoCabot.ensu «Notacríticaa la edicióncastellanadeTh. W. Adorno,Dialécticanegativa,ed.Taurus,»(1992,inédito): «Laprimeraedición española...datade 1975; en 1990senosofreció la ter-cerareimpresión,quereproducelos defectos.La edicióncastellanafue realizadaapartir delaprimeraediciónalemana(Suhrkamp.1966);no sobrela segundaedición(1967), supervi-sadaporelautor,ni sobrelaedición..detvolumen6 delos GesammeheSchriften(1973). re-alizadaa partir de la segundaedicióne incorporandoun ilustrativo <‘Epílogo editorial»..Erade esperarqueenunanuevaediciónseeliminaran(los) errores.No hasido así.Juntoalos problemasdetraducciónde términos.la faltade traduccióndefragmentos,o el allana-mientode otros,el casoevidentey curiosoparacualquierlector dequeel texto quehabladeEngelsremitaa unanota quelo haceacercadel esquematismokantiano,y queci textoquehabladel esquematismoremitaa unanota quehablasobrela organizacióndcl gobier-no, porejemplo.Todoestono esinsignificante. Evidentementetodo ello haceun pocomásdifícil aúnla lectoradeunaobraque,encualquiercaso,semereceunaotejoredición».Tam-bién A. Aguilera ha llamadoenfáticamentela atenciónsobrela inservibilidadde estatra-ducción.Cf. A. Aguilera «Salvaciónde la apariencia»,en M. Cruz (cd.),Individuo, Moder-nidad, Historia, Teenos1992.Cf. p. 193, notaa piede página.

La teoría crítica en España 29

mola obraprincipalde la TeoríaCríticapor suprimer y únicorecensores-pañol26.Mientrasqueen Alemaniala literaturaqueestaobraprovocóme-reció un amplio y autónomolistadobibliográfico22, hasta1994 sufotoco-piado fue paraestudiososy estudiantesespañolesde filosofía la únicaposibilidaddeaproximarseal texto. Sólo estobastaríayaparacontradecirfuertementela opinión de que la Teoría Crítica ha sido ampliamentereci-bida en España.

Lo que mientrastanto ha sucedidocon la Teoría estéticade Adornovuelvea hablar,desgraciadamente,en favor de lo mismo.Como se ha re-señado,el texto aparecióen 1971 en Taurus,inmediatamentedespuésdesuediciónalemana.En Alemaniael texto fueesperadocomoelescritoqueconferiríapóstumamentecoherenciaal conjuntodela producciónteoréti-cade Adorno. Aunque estaideadescansasobrepresupuestosdiscutibles,sirvió allí al menosparahacerefectivala recepciónacadémicade sufilo-sofía. Diez añosdespuésde suapariciónalemana,la Teoríaestéticahabíaprovocadounavastaliteratura28.Felizmente,la obradeAdorno llegó aEs-pañatemprano,peropasótotalmentedesapercibida.No hubo entoncesningúnartículoni estudiosobreTeoríaestética.La estéticamarxistadeGe-org Lukács,cuyosProlegomenoserantraducidospor ManuelSacristánpre-cisamenteel añoen quemoríaAdorno, tuvoen Españaunasuertemejor2’>.En 1980 la Teoría estéticasereimprime en Taurus,peropara entonceslarevisiónhabermasianadela primeraTeoríaCríticaerayaampliamenteco-nocidaen estepaísy generalmenteaceptadasin discusión.Desdeenton-ces,como por lo demástambiénen otrospaíses,la obrapóstumade Ador-no seconvirtió en el argumentofavorito enmanosde quienesentendíanlamediaciónadornianaentrefilosofía y estéticacomo autodisoluciónde lafilosofía en teoríadel arte,y de quienesabogabanen favor de la transfor-maciónteorético-comunicativade la TeoríaCrítica. La Teoríaestéticafuerecibida en Españayafuertementeprejuiciada, de antemanoderrotada.Un modoverdaderamenteextrañoéstederecibir unafilosofía: volverlain-mediatamenecontrasi misma,despacharíaenérgicamentecomo supropiacontradicción,pero sin sabera ciencia cierta dóndese halla ésta. Con eltiempo, estaactitud, lógicamente,no podíasino redundaren perjuicio desí misma:el conjuntode la estéticapost-adorniana,dela quesonpartere-

>1. Carabañafue el autorde la recensión.En Teorema(1), Valencia1971, pp. 167-169.R. (iórtzen, «Dialektik derAufklarung.Fine Literaturtibersicht’>.En Vierzig Jahre

Flasclíenpost:«Díalektik der Aufkliirung» 1947-1987.Reijert,Willem van 1 Schmid-Noerr,Gunzelin(edits). FiseherTb. 1987,Pp.242 y ss.

» P. Chr. Lang.~<KommentierteAuswahlbibliographie1969-1979».EnLindner,E. /Ltidc-kc,M. (Edits.),MaterialienzarÁsíhetíschenTheorie. Tu. W. AdornosKonstruktionderMo-derne. Erankfurtan, Main 1980,pp. 509 y ss.

2> Cf. porejemplo,R. Garriga«El realismocriticode G.Lukács»(Aporia,1967),J.A. Ma-rín «LasideasestéticasdeLGoidmannensu entronquecon las de Lukács»(Arbor, 1971)o, después,F. Soria«LaestéticadeLukács»(Estudiosfilosóficos, 1976).

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lecturasde la obrade Adorno tanrelevantescomo los últimosdesarrollosteóricosde Marc Jimenez,PeterBúrger,Hans-Robert.fausso Martin Seel,enel ámbitoeuropeo,o las resptíestasde R. Shustermany A. Danto enelpanoramaamericano,permanecenhastael momentoprácticamentedes-conocidasentrenosotros.En Españala obra póstumade Adornopudo le-ersetempranamente,pero¿huboen realidadunarespuestaadecuadaa es-ta loable iniciativa editorial? Sólo hoy, veinticinco añosdespués,GerardVilar escapazde reconocerqueconocemosal Adorno filósofo, perono alAdorno filósofo de la música.HabríamosolvidadoqueAdorno «fueel fun-dadorde la filosofía de la músicay de la sociologíade la músicamoder-nas>x»>.Pero,¿quéseria la Teoríaestéticade Adorno sin sufilosofía de lamúsicay sin susestudiossobrela sociologíamusical? ¿Y quéseríaverda-deramenteTeoríaestéticasin Dialéctica negativa?Aunquecon buenaIn-tención,el reconocimientode Vilar conducea equivoco,puescreepoderconservaral filósofo aunrestándoleel filósofo del arte.

Desdecírculosintelectualesy ámbitosgeográficosmuy diversos,y enunamarcadafalta de coordinaciónquequizásmereciesela penaempezara corregir,únicamenteen los últimosañoscomienzanamanifestarsetími-dosintentosde modificar estasituacióndeficitaria.

Aunquecon retrasoconsiderable,desde1991 podemosleer en caste-llano importantesescritosfilosóficos tempranosde Adorno:»La actuali-dadde la filosofía,>y «La ideade la historia natural».Unapanorámicaglo-bal de su obrasólo se ha hechoposible,pues,desdeeseaño. Y sólo ellaha dado origen a una reconstruccióndel conjunto de suproducciónteo-rética desdedichos escritosprogramáticos:éstees el trabajo «Lógica dela descomposición»,que ha realizadomagistralmenteAntonio AguileraparaPaidóscomo introducciónal volumenAdorno. Actualidadde lafilo-sofía.En esteesfuerzopor darnosa conocerlos primerosescritosde Ador-no sehabíaempeñadoyaanteriormenteAguilera: su«CaracterizacióndeTheodorW. Adorno» (en el volumen Historia, lenguajey sociedad,Qn-jalbo 1989), queesbozala complejidadde las referenciashistóricase In-telectualesdel pensamientoadorniano,da noticia de Kierkegaard,la tesisacadémicadeAdorno de 1929 —unaobraqueno ha gozadotodavía,ni si-quiera en Alemania, de la recepciónque se merece—,y correlacionalaconcepciónadornianadel arte expresaen «Zur gesellschaftlichenLagederMusik» (1932) con teoremascentralesde suobrapóstuma,Teortaes-

tética.Mientrastanto la prácticatotalidadde losescritosteórico-estéticostempranosde Adorno queAguilera tiene en menteen suensayo,siguensin contarconunaedicióncastellana.Pero,a nuestrojuicio.es «Salvación

(ScrardVilar. «Adornoy Beethoven.Filosofíadela música».EnLa Bnfsade la Medo-so, 1994, p. 81. Vilar estanibiénautor de «Composición:Adornoy el lenguajede la filoso-fía>’, enLregoria Ii, 1995.Pp. 195-203),artículoenel quereconstruyehistóricamenteacon-cepciónadornianadelas relacionesentrelos lenguajesdel artey la filosofía.

La teoríacrítica en España 31

de la apariencia.Del mal en la historia» (en Individuo, Modernidad,His-toria, ManuelCruz ed.,Tecnos1992)suaportaciónmásrelevante,unaexé-gesisexacta,e inhabitual entrenosotros,del capitulo «Meditacionesso-bre la metafísica»de Dialéctica negativa.La solidaridadde la dialécticacon la metafísicaenel momentode suderrumbe,conqueacabala obrade1966 y queparaHabermassignifica el desmoronamientofinal dedialécti-cay metafísica,es interpretadocomo cumplimientodel programade una«micrometafísica»,que no de una «metafísicanegativa»,delineadoporAdorno en «La actualidadde la filosofía» (1931). Adorno habríaurgidotempranamentea virar la granfilosofía hacia la escriturade lo histórico,haciael momentono-idénticoono-comunicativoen el pensamiento,la so-ciedady la cultura, sin lo cual no hay ni pensamiento,ni sociedad,ni cul-tura. Aguilerase haceecode la voz de los jóvenesfilósofos alemanesquehoy critican la aspiraciónhabermasianaal sistemay el peligro de idealis-moquecorresuestilizaciónde esaesferade la inmediatezquees el mun-do de la vida a un meroconceptoquedependesiemprede supropia teo-ría de la argumentación.La confinaciónúltima de la obrade Habermasalos límites de la autoconservaciónsocial esparaAguilera el resultadodeun olvido: sólo en el éxodo de la metafísicahacia lo material es posiblepensartodavíaaquelloquetransciendelo quemeramentees el caso.Des-graciadamente,hastala fechano podemosreseñarningúnotro estudiodelautor sobreTeoría Crítica. No obstante,Aguilera es conscientede la in-fluencia que,en el mododeplantearlos problemas,hanejercidosobreéllas obrasde Benjaminy Adorno. Tal vez seaen el modode relaciónqueel sujetoestablececonsu objetodonde,a fin de cuentas,hayaque locali-zar el legadomás duraderode aquéllos.

De entrequienesrecientementevienen esforzándosepor mostrarlarentabilidad teórico-crítica del pensamientode Horkheimer y Adorno,merecetambiénatenciónCiro Mesay el grupode la Universidadde la La-guna(Tenerife),quegira entorno a IsaacAlvarezy quedesde1991 haco-menzadounacuidadosatraducciónde textosde Adorno, Horkheimer yBenjamin documentableen los primerosnúmerosde la revistaLaguna.En suescrito«Identidad,Pecadooriginal de todo pensamiento»(Laguna,1992), Mesa reconstruyelos motivos históricosde la crítica de Adorno yHorkheimer al pensamientode la identidad,dilucidando la subsiguientetransformaciónde la filosofía en «autorreflexióndel pensamiento».Peromasallá dela exégesis,el autorabogapor la reintroducciónde la crítica ydefensadela ilustración ejercidapor losprimerosfrankfurtianosen el de-bate filosófico actualcomo búsquedade un espacioparael pensamientocrítico entre racionalismoeirracionalismo,entre fundamentacióny des-fundamentación.En «Sobreel conceptode tradición en Gadamer»(La-guna, 1996), Mesa, en discusióncon másplurales lecturasde la herme-néutica,reintroducela vía del «materialismosin tapujos»y la experienciadel sufrimientode la Dialéctica negativade Adorno en tantoque revulsi-

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yo contrala conciliadoraconcepciónde la sociedadcomo «comunidaddediálogo».

Desdela Universidadde las Islas Baleares,Mateu Cabotdefiendeel«sentidodeun retroceso»desde1-labermasaAdorno (Estudiosfilosóficos,1993),poniendode relieve el carácteraparentede la presuntasuperaciónfilosófica de la obrade Adorno por partede unaTeoríaCríticacientífico-sociológicamentereorientada.Su planteamientologra enlazarasícon losúltimos ensayosaparecidosen Alemaniasobreestamismacuestión,comolos dePeterMoritz y ClaudiaRademacher(ZuKlampen, 1992y 1993,res-pectivamente).Un añodespués,el mismo autorpublicarásuescritosobrelos orígenesdel pensamientode Adorno (Pensamiento,1994).

La imbricaciónfundamentalen la obrade Adorno entreestéticay fi-losofíay susconsecuenciasesclarecedorassobrela presuntanecesidaddeun cambiode paradigmasfilosóficos en Teoría Crítica, no ha sido objetode estudioexhaustivohastael año1994,enqueen Valencia,fruto de unse-minario sobreAdornocelebradoañosantesen esauniversidady graciasala iniciativa de SergioSevilla, sepublica el volumen Teoría Crítica y Esté-rica: Dos interprerac¿onesde Theodor1V Adorno,de Albrecht Wellmer yVicente Gómez.En él sepone sobrela mesala incertidumbredel rumboactualde la TeoríaCrítica, quese bifurca entresutransformaciónen tér-minos de teoríade la accióncomunicativay su continuaciónsin rupturas.MientrasWellmer defiendela «versión»,ya desdehaceañoscorrienteenlos actualescírculosfrankfurtianos,de lasrelacionesentreDialéctica delaIlustración y Teoría estética,Gómezentiendesuaportacióncomo unare-visión crítica de estarevisión,proponiendounaactualizaciónno-aporéti-ca de las relacionesentreestosdos textoscapitalesde Adorno y su Dia-lécuicanegativa.Sobrela pérdidadel potencialcrítico de unaTeoríade lasociedadcomunicativamentereorientada,gira buenapartede la investi—gaciónde Vicente Gómez,autorde unatesisdoctoralsobrelas relacionesde estéticay filosofía en el pensamientode Adorno,y de quienpuedetam-bién leerse«»Mundoadministrado»o «Colonizacióndel mundode la vi-da».La depotenciaciónde la Teoría crítica de la sociedaden Jtirgen Ha-bermas»(Daimon, 1995). En esteescritoel autor, enlazandocon losplanteamientoscríticoshaciaHabermasrecogidosemblemáticamenteenel volumen colectivo UnkritischeTheorie.GegenHabermas(Zu Klampen,1989),discutela reformulaciónhabermasianade la «paradojade la cosifi-cación»como disoluciónconciliadorade la misma.

Perosi algún casoesexcepcionalen la historia dela recepciónespaño-la de la Teoríacrítica, éstees sin dudael de Walter Benjamin. El autornoha sido prácticamenteestudiadohastamitad de los ochenta,auncuandohastaesemomentose hayanpublicadovariosde sustítulos. Y repentina-mentesuobracobrauna«actualidad»inusitada.En estaúltima etapa,queseestaríatentadoa calificar, a tenorde los datos,comola etapade Benja-mín. sepublican26 de susobras.Yen estecasono todosonreedicionesde

La teoríacrítica en España 33

textosya publicados3.Significativa es la proporciónque guardanentresílas curvasde traducciónde susobrasy las correspondientesa las mono-grafías,artículosy tesis. Las monografíasde autoresespañolesaparecensólo a partir de 1989,en plenaefervescenciaeditorial. Comienzancon un«homenaje»,el de M. Pessarrodona,Homenatjea Walter Benjamin (Co-lumna Edicions 1989).En 1992 se produceel «boomBenjamin»: puedencontabilizarseun total de 10 monografías,entrelas quedestacanlas de C.Fernández,F. Jarauta,V. Jarque,A. Lucasy J. Llovet. El ciclo secierraconotro «homenaje»,en estecasoel queCataluñale rinde en 1994,en el vo-lumen colectivoCataluñaa Walter Benjamin~’.Claro quetal entusiasmoesincapazde ocultarun sesgo:quizáshayasido simplementeun descuidonotraducir las obrasya clásicasde los estudiososalemanesde Benjamin. Oquizásse debiesea su «ortodoxia».En todo casose desconoceel WalterBenjaminde Rolf Tiedemann,editor de susObrasCompletas,y Fin Phy-siognomder Din ge.AspektedesBenjaminschenDenkens,deHermannSch-weppenháuser,coeditorde lasmismas.Peroseacomo fuere,y aunquefun-damentalmentebajo el signodel postismo,el casoesqueBenjamincobraactualidad.Porverestátodavíasi esaactualidadesverdaderamentetal, osi se tratasimplementede una«recuperación»coyuntural.

Al contrario:en 1984se publica Art i literatura; eí añosiguienteEl Berlin demónico.Diari de Mosco,~,Dirección única e incluso su Correspondenciacon 6. Scholem.Un añodespuésaparecennuevostextos,queconocenincluso recensionesenlas revistasde filo-sofía españolas.Estees el casode la tesis de Benjaminde los años veinteEl conceptodecrítica delarte en el romanticismoalemán.El origendel dramabarroco alemánapareceráinmediatamentedespués,en 199t1.junto conreedicionesde Hachís (la 4’ esemismoaño),las TentaticassobreBrecht (en so 3 edición) y Diario de Moscú (en su 2’ edición,ahoracastellana).Historiasy relatos e IluminacionesIV son los nuevostítulosde 1991; la Meta-física de la juventud apareceen 1993. Dc ser un desconocido,Benjamin pasaen 1994 aconocerdos edicionesde susobrasen coleccionesde divulgación comolas dc Altaya yPlaneta-Agostini.Personajesalemaneses el último titulo deBenjaminen castellano(Pai-dós.1995).

A todo ello hay quesumarlas monografíasde autoresextranjerostraducidasal cas-[chano: las deO. Scholem(1987). P. Missac(1988), B. Witte (1990), D. Frisbi (1990) el.Scheuermann(1993).Fn esteperíodosededicanincluso másmonografíasa Benjarnin,unnómerodeS,queaHabermas,7 en total. Exceptoel tempranoartículodel. Herrera(1973)y los brevesartículosdc A. Aguilera«Mesianismoutópicoy antiutopíaen Benjamin»(enl.o utópico y las utopías.Barcelona1984)y dcv. Jarque«Laesperanzadesesperada,Bloch,Adornoy Henjaminantela utopía»(Quadernsde Filosofia y Ciéncia,1985), prácticamen-te la totalidadde los artículossobreel autoren treintaañosseapiñanen 1992, un total de9 (los de JLArantegui,V.Cirlot, R.GarcíaAlonso,A. Luc~.; y M. Salmerónen Paideia; losde R. Bodei, E. darautay H. Schweppenháuseren Revistade Occidente;el deJacoboMu-ño’z. finalmente,apareceestemismo añoen Anales ). En correspondenciacon ello, laste-sis presentadasen la UniversidadespañolaserepartanahoraentreBenjamin (3 tesis: lasdeA. Locasde 1987.F. FernándezGuijón de lQSSyV.Jarquedc 1989)yHabermas(3te-sis:1984,1986y 1990). «La herenciapendientede la «razónanamnética»»,de ReyesMate(Isegoria , 1994) y «El conceptode la historia en Walter Benjamin y la crisis de la moder-nidad»,de Luis Caballada(Estudiosfilosóficos,1995)son los artículosmásrecientessobreel autor.

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Y no obstante,las lineas más coherentessoncon mucholas queesta-disticamentedescribela evoluciónde la recepciónhabermasiana.Aproxi-madamente34 títulos, entrenuevasedicionesy reediciones,llenanestaúl-tima etapade la recepciónespañola33.Los puntos álgidos del volumeneditorial en lo que respectaa traduccionesno son en estecasoni unonídos,sino quese sucedenconstantementedesde1986 hasta1994,en plenasincroníacon las edicionesalemanasy las traduccionesinglesas,italianaso francesas.Del mismo modohay queseñalarqueen estemomentoexis-ten ya en Españaacreditadosespecialistasen la traducciónde la obradeHabermas,algoquehastael momentoconstituíala excepciónenlos demáscasos.Manuel Jiménezseconsolidaentrenosotroscomo el traductory elmás acreditadoespecialistaen Habermas.De suparte,los libros sobreelautor evolucionandemodo acordeal volumen de traduccionespublicadasy de maneraregularEl númerode artículossobresuobrasedispara,y losdoctorandosespañolesinteresadosen TeoríaCrítica dedicanfundamen-talmentea Habermassuinvestigación34.Además,se traducenlos estudiosde losgrandesintérpretesdeHabermas:en 1988seeditala obrade A. Guid-denset al. Habermasy la modernidad,así como la monografíade Th. Mc-Carthy La Teoríacrítica deJurgenHabermas.

Finalesde losSOy principiosde los90 suponenel puntoálgidodela re-cepciónde Habermasen España.Porvezprímeranuestropaísnormaliza

-<Mientrastanto siguenlasreedicionesde lasobrasdeHabermas.Así, en 1986setira la2’ ediciónde Perfiles; Conocimientoe interésvive so 2’ edición esemismo año y el añosi-guientese publicaencatalán;en 1988 seproducesu reimpresiónenTaurusy vive su 4’ edi-ción en 1992.Reconstruccióndel materialismohistórico tiene su 4’ ediciónen1986 y su 5’ en1992; Teoríay praxisse publicaenTecnosen 1987; Ensayospolídeosen 1988;La lógica delas cienciassocialesen 1988: Teoría de la acción comunicativavive su 2” ediciónen 1988, ytiene su 3’ edición en 1992. En 1989 se publica Identidadesnacionalesy postnacionales;en1990 Elpen.satnientopostmeta.ftsico:en 1991 La necesidadde revisióndela izquierda;en1993Assaigsfilosoficsensu 2’ edición:enel mismoaño Ciutadaniapolitica i identitadnacionalyel Discursofilosófico de la m<,dernidadensu 4’ edición; en 1994 Tres modelosdedemo<’ra-cta. y en 1995 Teoría ypraxis, en Altaya.

-«Desdeel ascensode la produccióndemonografíassobresu obraen 1985 (tan sólo enesteañoaparecencasitantosLibros, 3 libros, comoenla totalidaddc la recepciónanterior,4libros), lasmonografíasno handejadodesucederseregularmente,a un promediodeal me-nos2 libros por año.Desde1985hasta1994 aparecen13 monografíassobreFlabermasdeau-[ores españoles:en 1985 lasdeJ. M. Mardonesy D. lnnerarity,en 1986lasde A. Ortiz-Osesy L. E. l4equejo,en 1988 y [990 lasdeM. JiménezRedondoy la deJ. Moguerza:en1991 la se-gundadep.Requejo;en 1992 lasdci. Bengoay V. GarcíaMarzá; en 1993 la deJ. Nebreda.y en 1994 las dc E. 1. MartínezMartínezy F. SerranoGómez.1-Sl total de los artículossobreHabermasasciendeentre1983 a l994amásdeMIel mayorvalor alcanzadoen la historia en-teradela recepciónespañola,viviendosusmomentosmásvigorososenlosaños1989y 1991,añosen los queseconcentramás del St) por cientodela produccióncowjuntade estadécada.Las tesisdoctoralesacompañanestamismatendencia:en1984 D. lnncrarity disertasobreLasrelacionesentrepraxise intersubjetividaden Habermas:el mismoañolo haceJ. Corbí sobrela pragmáticauniversal;en 1986 E. Requejolee so tesissobreracionalidady étieapolítica, y

en 1990V. GarcíaMar-ti presentasu tesisdoctoralsobrela ética discursivade Habermas.

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su recepción.De ello sonsignoinequívoco,desdeun puntode vistaformal,al menosdoshechos:en primer lugar, en lasrevistasespañolassesucedenconregularidadlas recensionesde lasnuevaspublicacionesdeHabermas,algo queno es sin más obvio, habidacuentade que las obrasdel restodeautoresapenashanconocidorecensiones35.Signode lo mismo,en segundolugar, es tambiénalgo en otros paisesusual, pero en el nuestrohastaesemomentomuy escasamentepracticado:las revistasespañolasde filosofíacomienzanadedicarnúmerosespecialesa la TeoríaCríticade Habermas.Su casono tiene en estesentidoparangón.Si bien en 1987/88Analesceil-tró fundamentalmentepartede sunúmeroXxii en la primeraTeoríaCrí-tica, fue éstaunameritoria excepción.En 1985, en cambio,el InstitutodeFilosofía de Valladolid edita las actasdel Seminariosobre«El pensamien-to alemáncontemporáneo.Hermenéuticay Teoría Crítica»; en 1987tienelugaren Madrid el Congresosobre Teoríadela accióny Comunicación;Dai-mon dedicaluego, en 1989,su primer númeroa «La obra de JúrgenHa-bermas.Propuestasparaunarecepción»;Isegoria consagraigualmentesuprimer número, en 1990, a la Teoría Crítica, y entresuscolaboradoressecuentacon Th. McCarthy y A. Wellmer.

La prolífica obra de Habermas,que documentaunaseriede influen-cias,problemáticasy posicionamientossobremaneracomplejos,estáyapresentecomopuntodevistaobligadoencualquierámbitode la reflexióny discusiónfilosóficas. Valga lo quesiguecomo unatentativainicial de ti-pificación de los ámbitosteóricosen quesuobraejercehoy influeneta.

En 1984,prácticamenteen el inicio deestaúltimaetapade larecepciónespañola,se traduceen Teorema«Moralidady eticidad: Problemasde laéticadel discurso»,escritoque inaugurael vireagedel interésde la recep-ción españolahaciael ámbitode la ética,queperdurahastahoy mismo.En1985 se traduceConcienciamoraly accióncomunicativa.En 1987,«Sobremoralidady eticidad>~,y esemismo añoaparece«¿Cómoes posiblela le-gitimidad por vía de la legalidad?».En 1989,«Pragmáticauniversaly nor-matividad»y, de nuevo,«Sobremoralidady eticidadv’,ambosen el núme-ro especialque Daimon dedicaeseaño a Habermas.Los Escritossobremoralidady eticidad aparecenen 1991.

Desdeentonces,junto a la explicitacióny reconstrucciónde la obradeHabermas,encuyalaborconstantedestacala figuradeM. JiménezRedondocon susdosmonografíasconsecutivasRacionalidady accióncomunicativaenla obradeihrgenHabermas(Madrid, 1988)y Habermas(Valencia,1990)36,

-«La reconstruccióndelmaterialismohistórico esrecensionadaenArbor (1982). Hayre-censionesregularesdesde1989 dc la obra de Habermas:La lógica de las cienciassociales(Anales, 1989);Teoríade la accióncomunicativa(Diálogofilosófico, 1989;Anales,1990);Eldiscurro filosófico de la modernidad(Estudiosfilosóficos,1990; Anales,1992).

Especialmentesignificativa resulta la obrade CristinaLatont La razóncomo lengua-¡e. tina revisióndel «giro lingúírtico» en la filosofía del lenguajealemana(Visor, 1993),en la

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el interéspor suobrase focalizapreferentementesobrela problemáticadela éticadiscursiva.Especialatenciónen estesentidomerece,enprimer lu-gar, la aportaciónde JavierMuguerza.Con su escrito«Teoríacrítica y ra-zónpráctica»(Sistema,1973),el autor fue unode los primerosentrenoso-tros en ocuparsede la de la reactualizaciónhabermasianade la ideade«razónpráctica».Su libro Desdela perplejidad (Ensayossobre la ética, larazóny el diálogo ) (Madrid, 1990)enfatizala perspectivayaalcanzadaensuescritode 1988 «Habermasen el «reinode los fines»(Variacionessobreun tema kantiano)».En su libro Muguerzapone de relieve la deudacon-traídapor la filosofía moral y política de Habermasrespectode la líneadepensamientoquediscurrede Rousseaua Marx y en laqueKant ocupaunlugarcentral.Teniendoen cuentalos distintosposicionamientosdesdelosque Habermasperfila su ideade «consensoracional»,Apel, Rawls y Tu-gendhatfundamentalmente,Muguerzareformulaesaideaapelandoa la no-ción kantianade «insociablesociabilidad»como metáforade lo queel au-tor entiendepor «concordia discorde»,medio de canalizaciónde tododisenso.La concordia discors,antesquepresuponerel pasode la acciónaldiscurso,entenderíael discursocomo acción, independientementede suconsumación,suministrandode estemodo unaideaenfáticade democra-cia. Muguerzapresentaasíun esbozoprogramáticode unaétieacomunica-tiva. Reseñemostambiénun libro anterior,Praxis e intersubjetividad.La Te-oría crítica deJ. Habermas(Pamplona,1985),de Daniel Innerarity, en elqueel autorargumentaescépticoanteel proyectohabermasianodefunda-mentacióndiscursivade la verdady la ética”.

que la autoraexaminacríticamenteel «giro lingÚistico>~ habermasianodesdeel legadodel-lamann,Herder.Humboldt. Heideggery Gadamer.Entre los artículosdestacan:JM. Mar-dones(Pensamiento,1984),C. Revilla (Anale-s 1988), JBeriain (fsk<tudiosfilosóficos,1989).M. JiménezRedondo(AnalesValentinos,1989),J.L. Villacañas(Daimon, 1989),J.M. Agui-rre (Pensamiento1991),APrior (Daimon, 1991) y 3. M. Rosales(Thémara 1993).Especialatenciónmerecetambiénen estesentido la labordeexplicitación realizadapor AMLópezMolina (Anales,1988 y 1994).encuyostrabajosel autorreconstruyeconclaridadla restitu-clon habermasianadc la teoríadel conocimientoa partir desuscriticasa Kant y Hegel y ensu relacióncon la teoría de la sociedad.

-~ Sobrela éticadiscursivade 1-labermasgiran tambiénloslibros deR. Cabás3. líaber-mas: Dominio técnico y comunidadlingilística (Ariel. 1980), [E.MenéndezUreña Etica ymodernidad(ti. Pontificia 1984),Etica dela justiciad. Habermasyla éticodiscursiva(Tee-nos 1992),dcV. GarcíaMarzá y Los límites de la comunidad(C.E.C, 1992). de (7. Thibe-aot,asícomolos artículosde E.. MenéndezUreña(Razóny Fe. 1983),los dcv. GarcíaMar-zá en Pensamiento(1985) y en Quadernsde Fílsofia y Ciencia (1986, 1989 y 1991), laaportaciónde A. Cortina al volumen Historia de la ética (Crítica, 1989),la de JA, Gim-bernata Kant despuésdeKant (Teenost989).C. Thibeaut (Daimnori, 1989)y iCorbí (Dai-mon,1989). En todosellos sematizadesdeuna u otra perspectivael proyectohabermasia-no. En estesentido mereceespecialatenciónel último escritode Angel Prior «Habermasy el universalismomoral»(Daimon,1993),enel que,ademásdedelimitar conclaridadcuá-les son los interlocutoresde Habermasen su proyecto(Tugendhat,Heilery Hubner. fun-damentalmente),el autorofreceuna excelentepanorámicadecómoestadiscusiónse pro-longa hoy ennuestropaís.

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Las implicacionesde la obra habermasianaen puntoa teoríapolítica,centradasfundamentalmenteen la problemáticade las relacionesentreconsensualismoy socialdemocracia,vienensiendootro de los puntoscan-dentesen torno a los que gira partede la discusióncon Habermas.Entrenosotros,es fundamentalmenteF. Requejoquienseha ocupadodeestete-ma en suslibros Racionalidady éticapolítica (Barcelona,1986) y Teoríacríticay estadosocial. Neokantismoy socialdemocraciaenJ. Habermas(Bar-celona,1991).TambiénJ. Muguerzaha reexaminadolas relacionesentreel neocontractualismodei. Rawlsy J.Habermasen suescrito«Entreel li-beralismoy el libertarismo»,incluido en su libroDesdela perplejidad.

Porotra parte, la alternanciade paradigmasen TeoríaCrítica,pensa-da mayoritariamentecomo un giro filosóficamentesuperadorde las su-puestasaporéticasen queincurrierala primeraTeoríaCrítica, y la temati-zación expresade las relacionesde la obrade Habermascon el marxismoocupanun lugarmenosdestacado.En la primeradirección, merecemen-ción la aportaciónde Sergio Sevilla con susescritos«La transformaciónmaterial de la filosofía transcendental»(Daimon, 1989) y «La TeoríaCrí-tica de la EscueladeFrankfurt y los problemasde legitimacióndel capita-lismo» (Cadiz, 1990),asícomo suescritoya citado«¿Esunaaporíapensarlo político?»».Tambiénla diferenciaciónde los planteamientosde Haber-masy K. O.Apel hasuscitadointerés39.La discusiónentreHabermas,Rorty,Lyotard, Eoucaulty Derrida, en el marcode la problemáticade las reía-

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cionesentremodernidady «postmodernidad»,ha tenido un eco mayor

» E. Lamo deEspinosahizo prontotemáticala relaciónentrePeoríaCríticay marxismoensu libro La teoría de la cosificacióndeMarx a la EscueladeFrancfort (Alianza, 1981).So-bre las relacionesteóricasMarx-Habermasmerecentambiénmenciónlos artículosde ji.GarcíaMateo(El Ciervo, 1984).iR, Arana (Estudiosde Deusto,1989).De otra parte.ade-másde M. JiménezRedondo,también].M. Mardoneshapensadomatizadamentela alter-nanetadeparadigmasenTeoríaCríticaen variosdesus escritos,publicadosenPensamien-to 1984 y enSistema1985,asícomoensulibro Razóncomunicativay TeoríaCrítica (Bilbao,1985). tina másrecienteaportaciónen estamisma línea esel libro deIb. McCarthy, Idea-leseilusiones.-Reconstruccióny deconstrucciónenla Teoríacrítica contemporánea.(Teenos.1991). Nuevaluz sobrela problemáticade la alternanciade paradigmasfilosóficos enTeo-ría Crítica podríaarrojarla la obrareciénpublicadaencatalánde Detlev ClaussenLa Teo-ria Crítica avui, GermaniaServeisGrafies,1994.

«<De las relacionesténricasentreHabermasy K. O. Apel se haocupadofundamental-menteA, Cortina, entreotros lugares,en sus libros Razóncomunicativay responsabilidadsolidaria (Sígueme,1985)y Etica mínima(Teepos,1986). asícomoA. Maestreensu artícu-lo «Reflexiónparaunaéticaendemocracia:discursoéticoy utopía»,incluido en Teoría dela democracia(J. M. Gonzálezy F. Quesada,coords.),Anthropos,1988.

AcercadelasrelacionesHahermas-Rorty,podríanresultaresclarecedorestosartíctt-los dc A. (liomila (Contextos.l988)yV. Cómez(Convivium,1994);A. RojasParadahaabor-dadola problemática1-labermas-Foucault-Derrida(Anales 1991).SobreHabermas,Apel yLyotardhapublicado1. Nebredasu libro Muertede Diosypostmodernidad(Granada,1993).Sobreestamismaproblemáticaaparecieronya anteriormentelos escritosde A. Maestre«Habermasy la modernidado larelativizacióndeun tópico» (Memoriadel Instituto deFe ySecularidad.1983),MJiménezRedondo‘<La modernidad,¿unproyectoinacabadoo unproyecto

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Los actualesplanteamientosdel feminismoteórico,finalmente,hanpodi-do enlazarcon los teoremasde la TeoríaCrítica, tanto en diálogo con suformulación adorniano-horkheimerianacomo con su revisión haberma-siana.Tras la edición castellanadel libro de Seyla Benhabibet al. Teoríafeministay Teoríacrítica (Edicions Alfons el Magnanim,1991),uno de losestudiosmás recientesen esteámbito esel de Neus Campillo, autorade«El feminismocomocrítica filosófica» (J?~egoria,1994).

El momentode la recepciónde la obrade Albrecht Wellmer coincidecon la imperanciaprogresivade Habermasen el panoramaacadémicoes-pañol. Aunqueen 1979 se traducesulibro TeoríaCrítica de la sociedady

positivismo,suobra empiezaa seguirsey a obtenerentrenosotrossu me-recidoeco sólo a mediadosde los ochenta.El debateen torno a la post-modernidady la atencióna la progresivadiferenciacióndeposicionamientosteóricosen el senodelosactualescírculosfrankfurtianos,hansido losprin-cipalescatalizadoresde su recepciónen España.Así en 1985 se traduce«Dialécticade la modernidady postmodernidad»en Debats;«Razón,uto-pía y Dialécticade la Ilustración»—unode los textosenqueWellmerpro-pugnaun «cambiodeparadigmas»enTeoríaCrítica—apareceincluido enel yamencionadovolumencolectivodeA. Guiddenset al. de 1988;dosañosdespuésaparecerásuescrito«Comunicacióny emancipación>~,en la mis-ma líneaqueel anterior,en Isegoria. Su libro Dialéctica de¡a modernidady postmodernidadse publicaen Visor en 1993, un año antesque Etica y

Diálogo y que la discusiónen torno a la interpretaciónde la estéticadeAdorno, fruto del SeminariosobreAdorno (UniversidaddeValencia, 1992)y documentadoen el volumenya citado Wellmer-Gómez,dc 1994. Final-menteseha publicadoMúsica y lenguaje(Eutopias,1995). Mientras tantose preparala traducciónde suúltimo ensayoEndspiele:Dic unversóhnli-che Moderne.La obra de Wellmer, pesea su afinidad teóricacon Haber-mas,ha abiertodesdesucomienzouna líneade investigaciónautónoma,ala que la crítica españolatodavíano ha respondidosuficientemente.Ex-cepciónen estesentidoes el escritode V. Gómez«Contrala irracionaliza-ción del arte. La ideade «artisticidad>~en Adorno y los riesgosde una es-téticacomunicativa»(Thula, 1995),que hacehincapiéen la pérdidadepotencialcrítico que comportala transformaciónwellmerianadel pensa-mientoestéticode Adorno en términos depragmáticadel lenguaje.

Posiblemente,hablarde «normalidad»en la reconstrucciónde la re-ccpciónde un pensamiento,seaéstecual sea,puedeparecerinjustificado.Pues,en efecto.¿existenacasovías prefijadaspor las que debadiscurrir

superado?»(CongresosobreTeoríadela Acción y Comunicación,Madrid. 1987), tambiénC. Thiebaut«De la éticay el presente»(La balsa de la medusa2, 1987), el escritode J.M,Mardones«El conservadurismode los postmodernos».recogidoen Sobrela postmoderní-dad (Bilbao, 1988) y el de D. lnnenarity«Habermasy el discursofilosófico de la moderni-dad» (Daimon, 1989).

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unarecepciónparaque puedasercalificadacomo «normal»?¿Noconsti-tuyeprecisamenteel primer requisito de toda reconstrucciónde estaín-doleabandonartoda ideaprefijaday atenderasuespecificidad,a aquelloque la hacedistintade otros casos,escrutandoasílos derroteros,siempredistintos, por los que cadagrupo de destinatariosconducelo recibido?Ciertamente,y ésteha sido aquí nuestropropósito.Y sin embargo,a lavista de lo sucedidoen los treinta añosde recepciónespañolade TeoríaCrítica, creemosquesiguehabiendorazonesparaafirmar queéstano hasido por así decir «normal».No al menosdesdeun puntode vistaformal,el único modocomo en esteámbitopodríareclamarsenormalidad.Des-de un puntode vista formal, un pensamientosólo es recibidocon norma-lidad si, en primerlugar,escerterosudestinatario;en segundotérmino, sinadabloqueala fluidez de la recepción;en tercerlugar, si ocurre que elmédiumprevisto usualmenteparatal fin es efectivo.Sólo entoncesel im-pulsoeditorial, los volúmenesde producciónde estudiosy artículosy larecepciónmásestrictamenteacadémicaenforma de investigación,irán alunísono.Posiblemente,estascondicionesidealesno se hancumplido enningúnmomentoy en ningúnpaís.Importanteerasaberpor quéen el nues-tro tampoco.

La primera de las condicionesestuvoausenteen la primera etapa de larecepciónespañolade la Teoría Crítica. La deseabilidadde que el pensa-miento rebasesu institucionalización,que en la hora conflictiva que en-toncesvivía estepaís qtíedórealizada,costócara. El precio más elevadoquetuvo que pagartal recepcióncoyunturalesconocido: la primacíaqueentoncescobréla obrade Marcusesupusoinmediatamentedespuéssuol-vido. Parabieno paramal, el destinatariodel pensamientofilosófico siguesiendo el mundoacadémico,y a ello ciertamenteseha ceñidoestarecons-trucción. Quizásla únicaposibilidad que le quedeal pensamientoseaenestesentidoresistirsea reproducirinternamentela departamentalización,recuperandoasísuaspiracióna transcendersu institucionalización.Sólo amediadosde los añossetentapudola TeoríaCríticagozarde unarecepciónpropiamenteacadémica,pero entoncessudiscusiónse vió ampliamentebloqueada.Si en la primeraetapafueron interesesideológicoslos que di-ficultaron su recepciónadecuada,estebloqueoprocediódespuésfunda-mentalmentedela ampliaimperanciaacadémicaquelogró la obradequiense perfilaba como sumásexcelentecontinuador:¿¡UrgenHabermas.Du-ranteestesegundoperiodo,el modoinicial de la recepciónespañolade laTeoríaCríticaproducirásusefectos:tendencialmente,trasla expiracióndelas aspiracionesextraacadémicas,lo único quepermaneceráde la TeoríaCrítica serásureformulaciónliabermasianacomo Teoríacrítica de la cien-cia. La tercerade las condiciones,finalmente,que haceque exista cohe-rencia entrelo que seedita y la crítica, sólo ha sido ampliamentesatisfe-cha, en lo que aquí se ha delimitadocomo terceraetapade la recepciónespañola,en el casodc la obrade Habermas.

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A diferenciade sureformulaciónhabermasiana,la TeoríaCríticano hasido recibidaentrenosotrospasoa paso,de acuerdoa sudesarrollointer-no, tambiénprogresivo.Llegada«demasiadotarde»,el momentodesure-cepción ha coincidido precisamentecon el tiempodel descubrimientodesutransformaciónentérminosde teoríade la accióncomunicativa.Ambashansido en Españarecibidassimultáneamente,y hastahoy mismo aquéllapermaneceprofundamentemediatizadaporsurevisiónhabermasiana-De-bido a la fuerte influenciaacadémicade Habermas,tambiénen EspañalaTeoríaCrítica ha sido comprendidaaproblemáticamentecomo meroesta-dio previo de la teoríade la comunicación.Pero,a diferenciade otros pa-tses,en donde se reelaboróy reflexionó críticamentesobrelos distintosplanteamientosen la TeoríaCrítica, en estepaís,por lo general,no sesu-po a cienciacierta qué habíasido de esemodosuperado,o si al menos,enalgunode susnivelespodía seguirsiendoteoréticamenterentableocupar-se de ella. Autoevidentefue sólo la superación,que entrenosotrossiguehastahoy fundamentalmenteincuestionada.

Existe unaopinión ya consolidaday ampliamenteextendida—referi-da inmediatamentea Adorno, peroa menudoextrapoladaal conjunto dela Teoría Crítica—,segúnla cual «por lo quehaceasuinfluenciaen el mun-do de hablacastellana,esde destacarque lasobrasde Adornofueron edi-tadaso reeditadascon cierta profusiónen la décadade los setenta«. Asíse expresabaManuel Sacristánhaceahoradoceaños4.Si estofuesesim-plementela constataciónde un volumeneditorial relativamentegrande,enprincipio el autorpodríahabertenidorazón.PeroSacristánhabladela «in-fluencia»de la obrade Adorno en el pensamientoespañol,como si la tra-duccióndc losescritosdeun filósofo fueseyaporsi mismala demostraciónde surecepciónteórica.Si así fuera,nuncapodríantraersea colaciónmo-das, coyunturas,oportunísmoso cualesquieraotros factoresinclusomásprimitivos en la interpretaciónde unarecepción.En estesentidosujuicioes todo menosunaconstatación.Desgraciadamenteessólo wishful 1/Un-king. Si hay algo quepuedecaracterizarla recepciónespañola,essufuer-te tendenciaa procederlinealy acumulativamente.

Hñhn y Raulet vieron unacoincidenciafeliz en el hechode que a me-diadosdelos setentapudiesenleerseen FranciasimultáneamenteEl eclip-sede la razón, la Dialéctica de la Ilustración, La cienciay la técnicacomo

~‘ Así lo afirmaM. Sacristánensu Introduccióna la obradeAdornoCrítica culturalyso-ciedad,Sarpe,Madrid 1984,p. 123.M. Mardonesharatificadorecientementela ideadeSa-cristánreferida a la influenciade la TeoríaCríticaen España.Cf. i. M. Mardones«La re-cepcióndela TeoríaCríticaen España»,en Is-egoria1,1990,Pp. 131-138.Perosu aportacióndesmienteensu propio desarrollolo queen principio el autordaporalgoobvio,«quetal in-fluenciano hasido superficial>’ (íbid.,p. 138): exceptounasinicialesconsideracionesde ri-gordedicadasala primeraTeoríaCrítica, lo queMardonesreconstruyeesla recepciónes-pañoladelaTeoríaCríticadeHabermas.Es indudablequeéstaeshoy influyenteenel mundoacadémicoespañol.

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«ideología»y Conocimientoe interés42.Estamismasimultaneidaddeberíainterpretarseen nuestropaísdeotro modo.Juntocon otrascircunstancias«anómalas»,tal simultaneidadcontribuyóa despacharlaTeoríaCríticaco-mo algo yaviejo. Sencillamentesustituidapor lo másnuevo,démodé,se latuvoy se la tienesin embargocomo un momentofilosóficamente«supera-do» (aufgehoben)por los nuevosdesarrollosen TeoríaCrítica. Todo in-tento teóricode enlazarproductivamentecon ellaactualizandosusteore-mas,pasaráluegopor apologíay ocupacióninactual.Tambiénenel mundodel espíritu se tienea menudolo másnuevo por lo únicamenteválido.

Aunqueen losúltimos añoshayancomenzadoa asomarsignosaisladosde un giro haciael examende estasituación,queafortunadamentenuncaestuvierontotalmenteausentes,en Españala obrade Habermasha mono-polizado prácticamentetodo interésteóricopor la Teoría Crítica, silen-ciandolos demásdesarrollosde la TeoríaCrítica en Alemania,los másre-cientesy los no tan recientes.Bastanteirónicamente,si éstosfuesenalgunavezrecibidosen España,tendríaquepresentárseloscomo «la otra TeoríaCrítica»,pueshastahoy sutransformaciónteorético-comunicativapasaporser toda la TeoríaCrítica.Parahacerreferenciaa la primeraTeoría Críti-ca, la fórmula «Escuelade Frankfurt»sigue teniendoentrenosotrospri-macíasobre«TeoríaCrítica».Evidentemente,«escuela»—la mayorpartedelas vecesutilizadade un modoindiferenciadoy conla connotaciónpro-pia del término,queoscila entre la ortodoxia y el derrumbe—concuerdamejor con la ideade un pensamientoyaviejo desdeun puntodevistahis-tórico-filosófico. Peroni históricani filosóficamentepuedeenrealidadque-darsuperadaunafilosofía que,desdeel escritodeHorkheimer«Teoríatra-dicional y TeoríaCrítica» se entendióasí mismacomofilosofía dialécticay material: históricamente,los nudoscontradictoriosde la sociedadqueconstituíansu objeto no hanhechodesdeentoncessino agravarse.La in-terpretacióncrítica (Deutung) de la ideologíaen quese ha convertido lasoctedadtardocapitalistaen susdesarrollosmásrecientes,estátodavíaporrealizar.Esta críticamaterialde la sociedadno parecepoderesperarsedeunaTeoría Crítica comunicativamentereorientada,que,con bastantelu-cidez,no dudaen reconoceren losMínima moralia deAdorno un logrohas-taelmomentoinigualado.Filosólicamente,al menosen España,haciendoabstracciónde las meritoriasexcepcionesaquíapuntadas,el legadotilosó-fico de la primeraTeoría Crítica siguefundamentalmenteintacto.

42 Cf. Hóhn,G.,Raulet.G..opeil. p. 138.