la simetria padres hijos

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LA SIMETRIA PADRES HIJOS En la actualidad, encontramos simetría entre padres e hijos, reflejada en el modo de vinculación, pero no es el niño el que la provoca o el que la busca, sino que son los padres quienes, al no asumir su rol, se ubican a la par de su hijo. El ser humano es ‘un ser en relación’. Desde que nacemos, por nuestra propia naturaleza, necesitamos de un ‘otro’ que satisfaga nuestras necesidades de alimento, abrigo, higiene y afecto. Esta vulnerabilidad e indefensión es lo que hace a un bebé absolutamente dependiente y le da el poder, el saber a los padres. El problema surge cuando el niño no se encuentra con otro adulto que pueda responder a sus necesidades, cuando los padres no ocupan su lugar de liderar la educación de sus hijos. Los padres, por miedo a ser autoritarios, no asumimos la autoridad que nos otorga la paternidad. Por no poder soportar el sufrimiento de nuestros hijos, no ponemos límites a sus deseos desordenados. El poco tiempo que les dedicamos, en pos del trabajo y el progreso económico, nos hace sentir culpables. Si le sumamos que no queremos ser los malos de la historia, en muchas ocasiones, a la hora de educar, abandonamos la firmeza por la permisividad y el amor por la indiferencia. Los niños crecen huérfanos de padres que marquen el rumbo, alimentando a pequeños tiranos que no tienen la barrera necesaria para crecer contenidos y cuidados. Este tipo de vinculación simétrica la definen los padres (y no los hijos), perjudicándolos, no permitiéndoles desarrollar su capacidad de frustración, y de aprender los valores del respeto, la solidaridad, el esfuerzo y la perseverancia, entre otros. Actualmente, lo que observamos en los consultorios son niños, jóvenes angustiados porque los dejamos solos, sin contención frente a situaciones que

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LA SIMETRIA PADRES HIJOSEn la actualidad, encontramos simetra entre padres e hijos, reflejada en el modo de vinculacin, pero no es el nio el que la provoca o el que la busca, sino que son los padres quienes, al no asumir su rol, se ubican a la par de su hijo.El ser humano es un ser en relacin. Desde que nacemos, por nuestra propia naturaleza, necesitamos de un otro que satisfaga nuestras necesidades de alimento, abrigo, higiene y afecto.Esta vulnerabilidad e indefensin es lo que hace a un beb absolutamente dependiente y le da el poder, el saber a los padres. El problema surge cuando el nio no se encuentra con otro adulto que pueda responder a sus necesidades, cuando los padres no ocupan su lugar de liderar la educacin de sus hijos.Los padres, por miedo a ser autoritarios, no asumimos la autoridad que nos otorga la paternidad. Por no poder soportar el sufrimiento de nuestros hijos, no ponemos lmites a sus deseos desordenados. El poco tiempo que les dedicamos, en pos del trabajo y el progreso econmico, nos hace sentir culpables. Si le sumamos que no queremos ser los malos de la historia, en muchas ocasiones, a la hora de educar, abandonamos la firmeza por la permisividad y el amor por la indiferencia.Los nios crecen hurfanos de padres que marquen el rumbo, alimentando a pequeos tiranos que no tienen la barrera necesaria para crecer contenidos y cuidados.Este tipo de vinculacin simtrica la definen los padres (y no los hijos), perjudicndolos, no permitindoles desarrollar su capacidad de frustracin, y de aprender los valores del respeto, la solidaridad, el esfuerzo y la perseverancia, entre otros. Actualmente, lo que observamos en los consultorios son nios, jvenes angustiados porque los dejamos solos, sin contencin frente a situaciones que exceden sus capacidades y sus recursos para enfrentarlas adecuadamente. No ser que los padres no sabemos que hacer y ponemos a nuestros hijos en el lugar del saber para no hacernos cargo de nuestra responsabilidad y de nuestra falta?Cuando un nio, o un joven, asume conductas o responsabilidades de adultos siempre encontramos un padre, una madre (o ambos) que no las asumieron y las delegaron en el hijo.La relacin entre padres e hijos no debe ser simtrica ni democrtica, sino asimtrica, con padres lderes y amorosos que ejerzan su autoridad. Los adultos, docentes y padres somos los que tenemos que preguntarnos qu nos pasa que no asumimos nuestro rol.Como padres, podemos posicionarnos como vctimas pensando que nuestros hijos deciden la paridad vincular o ser protagonistas y responsables de su educacin. Como victimas nos invade la queja y nos deja pasivos y sin herramientas. Como protagonistas, tenemos el cambio y todas las posibilidades en nuestras manos.Simetra ascendenteEsta simetra, desde la psicologa puede ampliarse desde una mirada ms antropolgica. La bsqueda de identificacin de los adolescentes con los adultos es un hecho que se verific siempre. Lo novedoso de estos tiempos es que la generacin de los padres modelo de los adolescentes es deudora de la revolucin cultural de los sesenta, cuando la libertad fue tomada como valor supremo. Los que hoy son padres de adolescentes, son los que se rebelaron, en su momento, al autoritarismo de su tiempo.Esa generacin es la que opt por una educacin ms permisiva y laxa para sus propios hijos, con criterios educativos tales como la imaginacin al poder, prohibido prohibir o djalo ser. Desde esta perspectiva, es posible comprender, por ejemplo, por qu nuestros adolescentes y jvenes se muestran apticos, desmotivados, sin proyectos de vida. Fueron educados en la conviccin de que querer es poder y que basta con pedirlo para tenerlo. Y como la realidad no es as, se muestran frustrados, sobreexigidos por la cultura del xito. Y, lo que es peor, poseen una intolerancia absoluta al fracaso y al esfuerzo. No fueron educados para sobrellevar los problemas.Frente a ese panorama, que podra parecer desalentador, los adultos tenemos algo para hacer: decidirnos, definitivamente, a ser un ejemplo de vida para nuestros hijos. Esforzarse en ser maduro ayuda a otros a madurar, a ser la locomotora de la propia vida. Si realmente existe una simetra entre padres e hijos, intentemos que esa simetra sea ascendente. Esforcmonos para que nuestros hijos encuentren en nosotros modelos que valen la pena seguir. Simetra entre padres e hijosHoy por hoy, existe lo que se llama una Simetra entre padres e hijos, es decir, una mimetizacin inconsciente que se da en nios y jvenes con sus respectivos padres.Nios estresados, con dolor de cabeza antes de su primer da de clases, jvenes hiperexigidos, adultizados y con una pesada carga sobre sus espaldas, y chicos que, con escasos aos, cantan las verdades ms absolutas. Aunque perfectamente podran ser secuencias del reino del revs, se trata de una transformacin psquica entre los ms bajitos.Son efectos generados por un profundo cambio en la subjetividad de los nios y jvenes, por el cual estos se identifican o mimetizan inconscientemente con el adulto, con su lugar y con sus historias. Desde pequeos, se colocan en una posicin de paridad, de seudoadultez imaginaria que los deja solos interiormente, sin apoyos y como pares o por encima de los propios adultos.Esta modificacin estructural est relacionada con un cambio en los vnculos familiares que se produjo a partir del Mayo francs, a fines de la dcada del sesenta. Por eso, se advierte en las personas de hasta 40 aos. Los vnculos pasan a ser mucho ms cercanos, demostrativos y afectuosos.Involuntariamente, transmiten este aspecto de simetra por la cual el nio, desde la ms tierna infancia, copia al adulto y se siente como l. La gran consecuencia de copiar a los padres es la hiperexigencia, porque creen que tienen que saber y poder todo ya. Y si no lo logran, les baja la autoestima, se sienten intiles y frustrados. El otro efecto de la simetra es la desmotivacin, cuando no logran los objetivos que se proponen. Adems, la posicin de simetra afecta profundamente el proceso de aprendizaje porque si uno ya est en posicin de saber, cuesta mucho aprender.Los vnculos entre padres e hijos El problema no pasa por los vnculos, ya que stos pueden ser excelentes. El problema pasa por el posicionamiento interno que hace que los jvenes y los nios no se sientan suficientemente apoyados por los padres, porque los sienten pares. Cuando uno est en una situacin de paridad, no se apoya en el otro, es autnomo y autosuficiente en forma imaginaria. Entonces, est solo, sin sentir que tiene un apoyo fuerte. Por ello, son frgiles, se desmotivan, no son consecuentes con sus objetivos y cualquier cosa los tira abajo. El efecto ms indeseado de la simetra es la soledad interior en la cual estn los chicos, debido a este posicionamiento interno.ReferentesLos chicos referentes tienen, pero no se terminan de apoyar lo suficiente en ellos. Un chico puede tener los dilogos ms maravillosos con sus padres, escucharlos y estar atento, pero, finalmente, sigue pensando como l quiere.Muchos de los problemas de comunicacin entre padres e hijos se explican a partir de la simetra. Cuando un padre o un profesor les aconsejan algo, los chicos se sienten criticados y pueden sufrir un ataque de angustia ya que, como ellos se sienten pares, no entienden por qu les explican algo. La simetra produce rigidez en el pensamiento y absolutizacin de las cosas: esto desemboca en personas inflexibles. Ellos ven el mundo distorsionado. Y los padres no entienden porqu los chicos se enojan, se desmoralizan, se desesperan. Ellos pueden querer ser como sus padres, pero el inconveniente es que quieren serlo ya, sin hacer ningn esfuerzo y sin estudiar. Eso s abunda, porque la simetra hace que uno quiera ser como el otro, pero sin luchar para lograrlo, de manera mgica.Esto sucede desde los primeros aos de su vida. Por ejemplo, un nio pequeo no se va a dejar consolar por los padres porque como es simtrico y los copia, cree que tiene que arreglrselas solo y no confa en ellos como herramientas de contencin. Puede llorar desesperadamente y no sentirse contenido. Esto puede traducirse compulsin o agresin.El rol de los padres Los padres no estn preparados para enfrentar este cambio. Los padres de estos nios se criaron en pocas donde exista la jerarqua y la diferenciacin. Aunque uno no quisiera aceptar a sus padres como figuras de autoridad, exista la posibilidad de diferenciarse. La generacin del 60 construye un vnculo de igual a igual. Las generaciones que siguen ya heredan la simetra, no la construyen, es algo inconsciente. Simplemente copian lo que los padres piensan y sienten.Aunque, los chicos siempre copiaron a sus padres, lo que el chico imita ahora es muy distinto a lo que imitaba un chico tiempo atrs. Hoy, criarlos es mucho ms difcil que antes! Hasta ahora, se avanz mucho en la permanente reiteracin de que los lmites son necesarios, pero esto no basta. Por qu?Porque nos encontramos con situaciones de impulsividad, de violencia, de desconexin emocional, de aislamiento, de abatimiento y de desgano. Y esto no pasa por los lmites, sino por que el padre pueda posicionarse en un lugar distinto para llegar a ese nio.Adolescencia En la adolescencia se deben separar de los padres. Lo hacen a travs de la desconexin emocional, que significa el aislamiento y la falta de apasionamiento. Nada les importa demasiado. Son los que se refugian en la computadora, se aslan, recurren a las drogas, a la velocidad, a la violencia para sentir algo, porque la desconexin los deja tan aburridos, sin sentir nada, que necesitan vivir emociones fuertes.Una persona que se afirm en el mundo del trabajo, que se cas y que, quizs, tiene hijos, tendr los sntomas de la simetra ms acotados. La adolescencia se sigue viviendo tal cual en todas las pocas, pero se le agrega este aspecto de la simetra.Salir de la simetraHay que comunicarse emocionalmente, hay que entenderlos y aplicar lmites de otra manera. El lmite ms importante que los padres tienen que aprender a poner a los hijos es impedir el maltrato en la comunicacin. Y esto no es slo decir una mala palabra, sino aislarse en la mesa o no hablar. El padre tiene que sacarlo del igual a igual; son los padres los que tienen que guiar la conversacin porque el joven la va a plantear desde el igual al igual. Podran usar frases como: Vamos a comunicarnos: yo voy a escucharte, pero vos tambin a m o Si nos respetamos mutuamente vamos a hablar; de lo contrario, hablamos otro da, no hay ningn problema. Hay que manejar cundo se habla, cundo no; saber ocupar un lugar de autoridad. Si los chicos estn confundidos con los padres simetra significa correspondencia exacta en forma, tamao y posicin de las partes de un todo , hay que hacrselos notar. Hay que producir la separacin.La separacin se produce a travs de la comunicacin. El padre tiene que marcrselo y explicarle que son personas independientes. Esto hay que hacrselo sentir en la vida cotidiana. Los lmites que ponga el padre lo irn tranquilizando y harn que se construyan las barreras que no tiene. Notar que no est solo; los chicos salen de la autosuficiencia imaginaria cuando descubren que hay alguien los cuida. El padre tiene que ensearle, pero, para eso, tiene que saber que la simetra existe.Es muy importante marcar el lmite entre el padre y el hijo. Los sntomas de los chicos son muy intensos, por su propia autoexigencia y porque se contagian emocionalmente de los padres. Este es unos de los principales problemas. El chico es una esponja que no tiene barreras, y al estar tan cerca de los padres, absorbe todo. Cuando el chico se vuelve a sentir hijo porque tiene un apoyo, se siente contenido y los padres pueden con l a travs de un lmite o de una buena conversacin sale de su soledad y puede armar su propia historia.Cuanto ms se apoya, menos se copia. Cuando se dan cuenta de que es un problema del padre, que el origen est en la historia del padre, avizoran una oportunidad para modificarlo. Entonces, se alivian.