la seguridad energetica

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CAPÍTULO TERCERO LA SEGURIDAD ENERGÉTICA: PANORAMA INTERNACIONAL Y RELIDAD EUROPA

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Tema que trata sobre los recursos energéticos, cuales son sus fuentes es decir,saber desde cuándo y cómo surgen y se producen determinadas materiasprimas energéticas, cuáles son sus verdaderas condiciones de uso y disponibilidad,cuáles sus reales posibilidades en función, en ocasiones, delperímetro físico que delimitemos, de las operaciones políticas que encada caso se consideren y del modelo económico-energético por el quese opte.

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  • CAPTULO TERCERO

    LA SEGURIDAD ENERGTICA: PANORAMAINTERNACIONAL Y RELIDAD EUROPA

  • LA SEGURIDAD ENERGTICA:PANORAMA INTERNACIONAL Y REALIDAD EUROPEA

    POR VICENTE LPEZ-IBOR MAYOR

    PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA: LA ENERGA COMO BIEN ESENCIALY LA ENCRUCIJADA DE SU USO Y DISPONIBILIDAD

    La energa, como el agua, es uno de los bienes esenciales de la vidahumana y el desarrollo social. Sin energa disponible no es posible asegu-rar el equilibrio y avance de los sistemas sociales, as como el crecimien-to y progreso econmico. La energa y sus procesos derivados incide enmultitud de actividades, servicios, productos y sectores, desde la alimen-tacin hasta las condiciones de confort trmicas domsticas, desde lacalefaccin y el agua caliente al aire acondicionado, de la electrnica, ylos ordenadores, al tratamiento de residuos y a todo tipo de relacionestcnicas vinculadas tanto con los elementos propios de la sociedad post.industrial como la denominada terciarizacin de la economa. As pues,la energa est en el centro de la produccin industrial, y su presencia esinexcusable en infinidad de procesos tecnolgicos y comerciales, y en laexistencia, actuacin y multiplicacin de toda suerte de redes industrialesy de informacin y comunicacin.

    Como materia prima, como recurso, pero tambin como vector detransformacin de aqulla a travs de la electricidad, la energa se mani-fiesta como un actor contemporneo de primer orden en las comunidadeshumanas.

    La energa, bien imprescindible, es tambin bien escasa y general-mente a precios elevados y, por ello, quien posea y use adecuadamente

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  • esta fuente de poder y riqueza est en condiciones de ordenar de mane-ra certera crecimiento y progreso material. O dicho en otros trminos, lassociedades que acierten en la formulacin de su modelo energtico dis-pondrn de mejores capacidades a la hora de utilizar esta palancaindustrial y tecnolgica, como instrumento necesario de dinamismo ybeneficios en el orden econmico y social. El buen uso energtico permi-te asegurar el desarrollo y las sociedades avanzadas el crecimiento eco-nmico.

    Crecimiento es, pues, la palabra que abarca la esencia de las socieda-des modernas de gran consumo energtico. El aumento de la produccinde energa permite el crecimiento de las ciudades y de la poblacin; lamejora de la productividad agrcola e industrial, el fortalecimiento de laeconoma y el aumento de la riqueza; la generalizacin de los viajes y delos flujos de informacin (1), as como otros aspectos de orden distinto.Pero tambin, no lo olvidemos, la energa debe buscar su compatibilidadnecesaria y no desordenada con el desgaste ambiental de la naturaleza.

    Por todo lo anterior, sabemos bien ahora hasta qu punto el desarro-llo de la Humanidad en los ltimos dos siglos ha observado una transfor-macin material tan sobresaliente. Y en la etiologa de este cambio espec-tacular se encuentra junto a la voluntad indispensable y la capacidad deaprehensin de las realidades tcnicas que tiene la persona humana, lairrupcin de determinadas fuentes energticas, en particular el petrleo ysu uso masivo en grandes reas de la escena internacional. Desde el ini-cio de la Revolucin Industrial, como recuerda D. Noreng (2), el creci-miento econmico es en gran medida sinnimo de una mayor utilizacinde energa, por lo general a precios reales decrecientes. En el siglo XIX fuela Revolucin Industrial verdaderamente posible, en gran medida por elaprovisionamiento y uso del carbn y la tecnologa que hizo posible lamquina de vapor y con ello el desarrollo de la poca del ferrocarril parael transporte de personas y mercancas. En el siglo XX un incremento dela oferta de electricidad y petrleo a precios reales tambin decrecientes,facilit los estadios subsiguientes del desarrollo industrial. En el siglo XXIla pujanza de la electricidad y del gas natural son notables, pero perma-nece el petrleo an como primera fuente energtica. La energa ha con-tribuido, de manera destacada, a cambiar la realidad de muchos pases enlos dos ltimos siglos, y con ello ha marcado tambin, en medida no des-

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    (1) Ver Smil, Vaclar: Energy at the Crossroads.(2) Ver OYSTEIN, NORENG: El poder del petrleo Ed. El Ateneo. Buenos Aires. 2003.

  • deable, el debate econmico y social. Pero junto a ello ha puesto tam-bin de relieve la existencia de injusticias, desrdenes y desequilibrios enel concierto de las naciones, en la dialctica internacional, que es precisotomar en consideracin.

    Desde el punto de vista demogrfico, los avances cientficos sumadosa unas mejores condiciones vitales en el orden material, han generado unconsiderable aumento de las expectativas y el aumento de la esperanzade la vida humana. As, el explosivo crecimiento demogrfico operado enlos doscientos cincuenta ltimos aos de la Historia, en el que la pobla-cin mundial ha pasado de mil a seis mil millones de personas, slo hasido posible atenderlo, desde la perspectiva econmica, por virtud de lapuesta a disposicin de nuevas y ms capaces fuentes energticas. Enconcreto por la emergencia del petrleo, el uso sostenido del carbn y lairrupcin del gas y la electricidad a finales del siglo diecinueve.

    Desde 1900 el consumo de la energa de la Humanidad se ha multipli-cado por 30 y desde 1.850 por ms de 150. En dos siglos, la poblacinhumana se ha multiplicado por siete y la presin humana sobre el medioambiente por 100. De 1800 a 2000 la esperanza de vida de los occiden-tales ha pasado de 25 a 70 aos.

    Entre 1850 y 1948 el crecimiento medio del PIB global fue aproxima-damente un 1,7% anual, y la poblacin mundial pas de 1.000 a 2,500millones de personas. La electricidad se expandi rpidamente y hubo unfuerte desarrollo cientfico. De 1949 a 1973 la poblacin creci rpida-mente, alcanzando los 4.000 millones de habitantes, y el PIB, debido engran parte al uso masivo de las nuevas tecnologas y aplicaciones ener-gticas creci de forma espectacular hasta el 5% anual y el suministrode energa primaria se expandi aumentando la dependencia petrolfera,hasta que en 1973 tuvo lugar la primera gran crisis energtica y con ella elanuncio del fin de la energa ilimitada y barata (3).

    En el momento actual y en el futuro, sin embargo, la confluencia demayor demanda y menor expectativa de produccin con relacin a dichascrecientes necesidades, aumento de la poblacin del orden de 9.000millones de habitantes en el ao 2050 puede hacer que el acceso a lasfuentes de energa constituya, en el siglo actual, un factor de desestabili-zacin y de enfrentamientos. De serias y difciles de analizar y resolver ten-siones internacionales.

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    (3) Ver: Mensaje del Consejo Mundial de la Energa 2004.

  • Por todo ello es preciso encontrar fuentes masivas de energa quegaranticen un suministro seguro, con unos costes razonables y respetuo-sos con el medio ambiente. Debe tenerse en cuenta que si continan lasactuales polticas y modelos energticos, las necesidades a nivel mundialde aprovisionamientos energticos ser un 60% ms altos en el ao 2030que en el momento actual. Los combustibles fsiles continuarn teniendola presencia ms significativa en el balance energtico, y las aportacionesde otro tipo de recursos, como la energa nuclear o las renovables no lle-garn a alcanzar cotas especialmente relevantes en el conjunto interna-cional.

    En estas condiciones, el disponer de un conjunto diversificado defuentes de energa y con distintos suministradores es un elemento indis-pensable para una garanta de suministro adecuada.

    Para poder acometer este reto, dos factores son imprescindibles: ladisponibilidad de recursos financieros y la comprensin y apoyo de lasociedad para el desarrollo de estas infraestructuras.

    BREVE REFERENCIA AL DESARROLLO DE LAS FUENTES ENERGTICAS

    Analizar la realidad energtica exige conocer sus fuentes, es decir,saber desde cundo y cmo surgen y se producen determinadas materiasprimas energticas, cules son sus verdaderas condiciones de uso y dis-ponibilidad, cules sus reales posibilidades en funcin, en ocasiones, delpermetro fsico que delimitemos, de las operaciones polticas que encada caso se consideren y del modelo econmico-energtico por el quese opte.

    Es evidente que aunque los hidro c a r b u ros permanecen en la Tierradesde hace muchos siglos, el desarrollo tecnolgico y la capacidadindustrial para activar comercialmente su uso slo ha tenido lugar pro-g resivamente a veces, demasiado intensiva y desordenadamente enlos ltimos dos siglos. Este es el tiempo del carbn, del petrleo, delgas y de la electricidad. Y ms recientemente, de la toma impre s c i n d i-ble de conciencia de que energa y medio ambiente deben ir de lamano en la configuracin de un futuro sostenible en el desarrollo eco-nmico y en la preservacin de los ecosistemas. En este sentido, elaumento de la presencia de las energas limpias y renovables en el mixe n e rgtico global, es una realidad que cada vez debe ser ms valora-da y atendida.

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  • El Carbn

    En la dcada de 1850, los combustibles ms utilizados en todo elmundo, salvo en unos pocos pases europeos, eran la madera, el carbnvegetal y la paja. El consumo total anual per cpita de dichos combusti-bles en su conjunto, equivala a menos de 500 Kg. de madera. A media-dos de la dcada de 1900, el consumo global anual per cpita de com-bustibles fsiles y electricidad primaria era equivalente a 1,5 toneladas depetrleo. En bruto, este incremento del consumo energtico es de un fac-tor 8, pero si tenemos en cuenta, tal y como seala V. Smil (4), que en 1850la eficiencia de la conversin de energa era del 15 por ciento y que en1995 esta eficiencia llegaba al 40 por ciento, el consumo medio anual percpita de energa til se ha multiplicado en esos aos por 20, lo cual repre-senta un cambio sin precedentes despus de siglos de crecimiento mar-ginal o nulo.

    El desarrollo del carbn tiene una significacin fundamental en su evo-lucin entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XX, si bien elmomento central de despegue de la produccin de esta energa primariacorresponde al perodo 1840-1850. Hasta ese momento el ritmo de creci-miento observaba una media del 40% y a partir de 1850 la produccin sedobla prcticamente cada veinte aos. Hacia el final del siglo diecinuevese van configurando los sistemas de apoyo institucional, jurdico y polti-co del sector carbn. Se materializar as, la organizacin de productoresy propietarios de cuencas e instalaciones en Cmaras profesionales, orga-nizaciones nacionales o regionales: Ruhr, Rhnanie-Westfalia, Zollverein(Alemania, Lorena, Luxemburgo), Inglaterra o Estados Unidos.

    De 1909 a 1913 en carbn y lignito, la produccin mundial se evala en1.122 millones de toneladas, de acuerdo con las estimaciones re a l i z a d a spor la Conferencia Econmica Internacional de la Sociedad de Naciones.En dicho perodo, la produccin mundial mayoritaria es la europea, 576 Mt,seguida de la norteamericana, 478 Mt, y la asitica, 50 Mt. (5)

    El perodo de entreguerras del siglo XX nos muestra una presencianotabilsima de la fuente energtica carbn que cubre aproximadamentedos tercios del total de la produccin energtica mundial, a gran distancia

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    (4) Ver Smil, Vaclar: Energy at the Crossroads.(5) Ver KOURCHID, OLIVER: Le charbon: vocation de quelques sicles sur les cinq conti-

    nents, en nergie et Socit, en la obra dirigida por Pierre Bauby, Alain Beltran, BorisBerkovski, Marcel Locquin, Vicente Lpez-Ibor Mayor y Stephen C. Mills.

  • del incipiente petrleo, 17% en 1935. Naciones como Estados Unidos,Inglaterra o Alemania soportan el crecimiento de sus economas energti-cas en un 90% sobre el carbn. A mitad del siglo veinte el carbn repre-senta el 50% de la produccin energtica y a final del siglo, del orden del25%.

    El Petrleo

    La primera erupcin importante del petrleo en la historia tiene lugar amediados del siglo XIX, en 1859 en Titusville, Pensilvania, donde elCoronel Edwin Drake descubre un yacimiento de petrleo a veintinmetros de profundidad. A este descubrimiento central siguieron otros,mejorando sucesivamente las condiciones de produccin y distribucinde este producto energtico. En 1890 los principales productores mun-diales eran Estados Unidos (de manera principal Tejas y California); yRusia, con los campos de Baku, en el Mar Caspio, Rumana e Indonesia,aunque pronto se sumaran otros pases como Mjico, Irn, Trinidad yVenezuela. El descubrimiento de los grandes campos geolgicos petrol-feros comienza en 1930 y contina durante ms de dos dcadas. Kuwaitsuministra el 25% del petrleo utilizado por franceses y britnicos. Lamateria prima petrleo representaba mejorar tcnicas respecto de lashullas, animales o vegetales generalmente utilizados para la iluminacin,sin perjuicio de otros usos y posibilidades derivadas.

    La produccin del petrleo conoce un desarrollo extraordinario en untiempo realmente breve. As, la produccin del petrleo pasa de un millnde toneladas en 1873 a 100 millones de toneladas en 1920. Y conoce unacurva de desarrollo exponencial despus de la Segunda Guerra Mundialde 500 Mt en 1950 (momento de expansin de los siete grandes del sec-tor. Cinco americanos: Standard Oil, de New Jersey; Mobil; Standard deCalifornia, y Texaco, y dos sociedades europeas, Royal DutchShell yBritish Petroleum antigua Anglo-Persa Co.) a 3.155 en 1992 (6).

    En la Primera Guerra Mundial se pone ya de relieve la importanciaclave del petrleo como suministro de combustible en el transporte. Caberecordar que las primeras fbricas de produccin de automviles van apa-reciendo tambin a inicios del siglo XX, como es el caso de la Ford, enEstados Unidos, en 1907.

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    (6) Debackere, Marie-Claire: Le dveloppement de lindustrie ptrolire. Institut Franaisdu Ptrole. Pars. 1995.

  • Despus de la Segunda Guerra Mundial, la historia del petrleopuede dividirse, de acuerdo con Jean-Marie Chevalier (7), en dos gran-des espacios geogrficos: los Estados Unidos, que en 1945 pro d u c e ntodava el 65% del petrleo mundial, y el resto del mundo. Si bien, ese resto del mundo, se concentra fundamentalmente en la regin delMedio Oriente. As, en 1944, los Estados Unidos disponan el 40% de lasreservas mundiales, en tanto que en Medio Oriente se concentraba el30%. Entre 1920 y 1960, la extraccin mundial de petrleo se multiplicpor diez y pas a ser el combustible fsil ms utilizado, superando alcarbn. En esos aos se aaden otros campos petro l f e ros en OrienteMedio (en el ao 1948 se descubre el yacimiento de Ghaw que conti-nua siendo el ms grande del mundo), Siberia, Nigeria, Indonesia, Mjicoy Alaska, as como la construccin de una red de oleoductos muy exten-sa. Hasta los aos setenta se vivi un momento de notable cre c i m i e n t oeconmico que condujo a la prosperidad a muchos pases de la OCDE.En particular, el espectacular crecimiento del sector transporte, el deno-minado boom del mercado del automvil con crecimiento del ord e ndel 10% anuales, produjo un notable incremento de la demanda petro l -fera. Los productos derivados del petrleo, por otra parte, han ido con-quistando pro g resivamente nuevos mercados y sectores en gran nme-ro de sntesis qumicas, en generacin de electricidad, en las mquinasde tren con el empleo de gasoil, y en la aviacin, con motores de re a c-cin cada vez ms potentes y, obviamente, en el impresionante des-a r rollo del sector del automvil (8), sector que en el momento pre s e n t ere p resenta la mitad del consumo del petrleo en los pases industriali-z a d o s .

    En la actualidad los principales productores de petrleo son ArabiaSaud (10,6 mb/da), Rusia (9,7 mb/da). Los Estados Unidos consumenms de la cuarta parte de la produccin mundial, seguida de EuropaOccidental, China y Japn. Este grupo de pases representan aproxima-damente un tercio del consumo mundial, cuya produccin reciben de lospases del Medio Oriente, ex-URSS y frica Occidental, principalmente.Estos datos reflejan suficientemente los niveles de desequilibrio existen-tes en este mercado. Baste sealar que los pases OPEP garantizan msdel 50% de los 90 millones de barriles diarios que se consumen a nivelmundial. Y son las reservas de los pases de Oriente Medio, principal-

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    (7) Chevalier, Jean Marie: Les grandes batailles de lenergie. Ed. Gallimard, 2004.(8) Ver SMIL, VACLAR: Energy at the Crossroads.

  • mente Arabia Saud, Irak, Irn y Kuwait los que proporcionan la mayorcuota de estas reservas. De ah la permanente importancia poltica, eco-nmica, militar y, por tanto, geoestrategia de esa zona para el mundo. Aello debe sumarse un hecho extraordinariamente notable como es el cre-cimiento constante del consumo de materias primas energticas de Chinae India, principalmente.

    Desde 1973 (9), ao en que tiene lugar la primera gran crisis energti-ca internacional, en la que el precio del crudo se multiplic en escasassemanas por tres, con ocasin de la Guerra de Yom Kippour entre Egiptoy Siria e Israel. La cuota del petrleo de Oriente Medio en el marco de laproduccin mundial ha seguido creciendo de forma muy notable, supe-rando a los Estados Unidos que, a su vez, fueron superados en 1975 porla URSS. Los aos posteriores tuvieron lugar otras crisis petroleras, 1979(crisis en Irn con gran disminucin de la produccin en el pas), 1985 (cri-sis del precio del crudo en Arabia Saudita) y la ocasionada por la primeraguerra de una coalicin internacional contra Irak.

    La crisis en 1973 pone de relieve la necesidad de plantear una visinde conjunto de los sistemas energticos nacionales e internacionales queintensifique el esfuerzo prospectivo y con ello la capacidad de prever yresolver las insuficiencias, interrupciones o variaciones en el mercado delos aprovisionamientos energticos. La creacin en 1974 de la AgenciaInternacional de la Energa responde, en manera no desdeable, a esaspreocupaciones.

    La experiencia de los aos setenta planteaba la necesidad de estable-cer mecanismos correctivos de naturaleza estructural, que pueden resu-mirse en tres ideas: diversificacin, innovacin tecnolgica y sostenibili-dad. Eric Orsenna (10) ha sealado varios ajustes imprescindibles deduci-dos de aquellas primeras crisis y aplicables a las dcadas subsiguientes:Diversificacin de zonas y tcnicas de exploracin, sustitucin de fuentesenergticas y desarrollo de las energas renovables, mejora de la intensi-dad energtica de la produccin y progreso tcnico que permita econo-mas de la energa.

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    (9) Rodanne, P.: Energies de ton Siecle. El crecimiento del consumo petrolero de los pasesindustrializados era del 8% entre 1965 y 1973, teniendo en cuenta que se estaban pro-duciendo tasas de crecimiento anuales superiores al 5%. Edition Lignes de Repres.Pars.2007.

    (10) LE C E R C L E D E S C O N O M I S T E S Y E R I K O R S E N N A: Un monde de ressources rare s Perrir/Descartes &Cie. 2007.

  • Electricidad y Gas Natural

    La electricidad y el gas natural comienzan su desarrollo a finales delsiglo XIX y, sobre todo, en las dos primeras dcadas del siglo XX. Comoseala Christian Stoffas, la electricidad se desarrolla en una primera fasecomo una fuente de energa descentralizada, constituida por un conjuntode sistemas conectados a un generador y a un cliente para su uso. En esemismo tiempo, el inters de los municipios por el alumbrado pblico sus-cita el gran crecimiento de las redes de distribucin a partir de 1900 (11).Por otra parte, el perodo 1880-1930 marca el conjunto de innovacionestcnicas que relanzan el consumo del gas natural. En 1935 los EstadosUnidos consuman el 92% del gas natural producido a nivel mundial. Estecombustible comenz verdaderamente a utilizarse de forma masiva, trasla Segunda Guerra Mundial, cuando se generaliza la construccin degasoductos de alta presin, con potentes compresores que permitierontransportarlo a grandes distancias y abaratar su distribucin. La extrac-cin mundial de gas natural, como recuerda Vaclar Smil (12), se multiplicpor diez entre 1950 y 1970, y se volvi a duplicar en 1990. Su composi-cin es principalmente metano, con proporciones cada vez menores deotros alcanos (etano, propano, butano).

    En 1882 Thomas Edison disea el primer sistema elctrico comercialbasado en la central elctrica de Pearl Street, y George Westinghouse en1886 empieza a comercializar sistemas de ms de 1 kv y a disear cone-xiones en corriente alterna, favoreciendo as la creacin, o el primer impul-so de un descubrimiento extraordinario plasmado a lo largo de todo elsiglo XX, la produccin y transporte de energa elctrica (13).Naturalmente, la electricidad es vector de las energas o fuentes primarias

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    (11) Stoffas, Christian: Services publics, question davenir. Editions Odile Jacob. Pars.1995.

    (12) Ver SMIL, VACLAR: Energy at the Crossroads.(13) Un comienzo muy dbil pero perceptible de la electricidad se aprecia entre los aos

    1880 a 1890. Un comienzo que, a juicio de Alain Beltrn permite predecir un nuevomundo moderno.Las experiencias previas de saln no haban permitido hacer avanzar la ciencia peroparticipan de las controversias de su tiempo. La pila de Volta nace en una de las dis-putas intelectuales propias de la Europa de las Luces. Con las diferentes pilas y losavances de la ciencia (Amperio y Faraday) el siglo XIX se abre a las aplicaciones prc-ticas. Un Palacio de electricidad se presenta en la Exposicin Universal de 1900. Mstarde, se avanz gracias a los experimentos de Archereau y Foucault en el desarrollo deaparatos electromecnicos, partiendo del principio, de la induccin magnetoelctrica.Luego llegaron los progresos de Pixii, Saxton, Clarke, Sthrer, Nollet, Holmes, Wilde,Siemens, Yablochkov, y otros.

  • de aprovisionamiento de las que necesariamente se alimenta en susprocesos de combustin y generacin internos. La produccin de electri-cidad canaliza del orden del 40% de las fuentes primarias de energa (car-bn, fuel, gas natural, nuclear, hidrulica, renovables).

    Durante mucho tiempo el gas natural fue considerado una fuentesecundaria, asociada al petrleo. Sin embargo, los procesos de explora-cin de este recurso desde mediados del pasado siglo, han permitidomultiplicar por 351 los recursos probados en Europa Oriental, por 43 enEuropa Occidental y por 12 en frica y en Asia (14). Siberia, el rtico, elmar del Norte, la zona continental australiana, son mbitos de produccinespecialmente relevantes.

    A comienzos del presente ao 2007 han ido teniendo lugar diversasdeclaraciones de dirigentes polticos rusos, iranes y venezolanos, princi-palmente, en el sentido de manifestar la voluntad de estos y otros pases,en concreto Argelia, y Qatar, con el propsito de crear una nueva OPEPen este caso del gas natural, que asumiera un papel y funciones de carc-ter anlogo en este sector energtico, a las que viene desarrollando,desde su creacin el 14 de septiembre de 1960 en Bagdad, laOrganizacin de Pases Exportadores de Petrleo (OPEP). Los pasesantes citados constituirn presumiblemente el ncleo duro de estanueva organizacin. Pases que suman del orden del 30% de la produc-cin y del 70% de las reservas del gas.

    La Energa Nuclear

    La primera liberacin controlada de energa nuclear se lleva a cabobajo la direccin de Enrico Fermi el 2 de diciembre de 1942. Una dcadams tarde se lanza pblicamente el Programa norteamericano Atoms forPeace, en 1953, y cuatro aos despus se suscribe en Roma por los seispases signatarios del Tratado CECA, el Tratado EURATOM para la utiliza-cin pacfica de la energa atmica en el centro del continente y la crea-cin de un mercado comn sobre materiales nucleares que promoviera lautilizacin e investigacin de esta nueva fuente energtica.

    En la actualidad existen 443 reactores nucleares comerciales, que fun-cionan en 31 pases, con una capacidad total de ms de 368 GWe. Estosreactores aportan el 16% de la electricidad mundial. Adems, hay 56 pa-

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    (14) Williot, Jean-Pierre: Lindustrie du gaz aux XIX et XX sicle, en la obra citada Energieet Socit. Publisud. Paris.

  • ses que explotan un total de 284 reactores de investigacin con fines cien-tficos. Otros 220 reactores nucleares sirven para propulsar buques deguerra. Y en todo el mundo estn, o en construccin o ya planificadas,ms de 50 nuevas instalaciones. Quince pases de la Unin Europea cuen-tan con centrales nucleares, y varios de los pases de la ampliacin(Bulgaria y Rumania) estn iniciando nuevos programas de construccin.Otros pases estn abriendo un debate pblico sobre este tema. YFinlandia construye la central ms grande del continente europeo, dondela energa nuclear representa el 30% de la produccin elctrica.

    Es cierto que la extensin de las centrales nucleares plantea un deba-te difcil en muchas sociedades, sobre todo del rea occidental. Tras losaccidentes de Three Miles Island, Harford, Windscale, y, sobre todo deChernobil en 1986, se produjo una paralizacin de las expectativas delcrecimiento del parque nuclear, acompaado del siempre delicado trata-miento y almacenamiento de sus residuos, en los denominados cemen-terios nucleares.

    No obstante lo anterior, debe igualmente subrayarse que las condicio-nes de seguridad, los mecanismos de vigilancia del parque nuclear en lamayor parte de las naciones cumple garantas de estndares internacio-nales muy exigentes y, cuenta adems con instrumentos de supervisinnacionales e internacionales de carcter tcnico independiente. Los com-bustibles irradiados despus de treinta das de enfriamiento en piscina oalmacenamiento subterrneo disminuyen notablemente las condicionesde peligrosidad. Igualmente consideramos que la energa nuclear refuerzala independencia y seguridad energtica, y sus rendimientos econmicosson elevados y el desgaste ambiental, es ms compatible con la defensaambiental que otras fuentes de energa primaria. En el momento actual unbuen nmero de pases vuelve la mirada con inters sobre la energanuclear: Estados Unidos, Gran Bretaa, Suecia, China, Australia, Polonia,Gran Bretaa, Alemania, Indonesia, Pakistn, Turqua, Brasil, etc. Y todoello sin perjuicio de la necesidad de renovacin del parque existente y lasfuertes inversiones a realizar. Seguramente la energa nuclear no ser lafuente energtica del futuro, pero si la que facilite la transicin a nuevastecnologas y fuentes de energa.

    Adems del repaso de los grandes combustibles fsiles cuya presen-cia y desarrollo ha ilustrado y en buena medida, como sealbamos enlas reflexiones iniciales, justificado el crecimiento econmico del mundoo de reas importantes del mismo en el momento presente y las exi-gencias del futuro deben incorporar sin duda dos nuevas variables: a) El

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  • peso y desarrollo de las energas renovables y los mecanismos de ahorroy eficiencia energtica; y b) El impacto de las tecnologas energticassobre el medio ambiente. O dicho en otros trminos, el establecimiento demedidas polticas, jurdicas y tcnicas que permitan la adecuada protec-cin y salvaguarda del medio ambiente y la competitividad entre medioambiente y uso de tecnologas energticas.

    RECURSOS Y RESERVAS: SITUACIN ACTUAL. EL FIN DE LA ENERGAB A R ATA ?

    Es inevitable enunciar la distincin clsica en el sector de hidrocarbu-ros entre recursos y reservas y definir, a continuacin, las distintas cate-goras o clases en que se dividen tcnica y econmicamente aqullas.

    En una aproximacin convencional podemos sealar que los recursoses todo aquello que existe en la superficie y en el interior del planetaTierra. Todo aquello que en principio y, al menos virtualmente, est anuestro alcance geogrfica, fsica, geolgicamente. Los recursos existenantes de cualquier hecho o posibilidad de extraccin e incluso investiga-cin o exploracin. Las reservas, segn la Society of Petroleum Engineersy el World Petroleum Congreso (1997) pueden ser definidas de la siguien-te forma: a) Reservas probadas, aquellas cuya probabilidad de que susvolmenes sean producidos de manera rentable se eleva al menos al 90 95%; b) Reservas probadas ms reservas probables (2P), aquellas cuyaprobabilidad de ser extradas se eleva a menos del 50%; y c) Reservasprobadas versus reservas posibles (3P), son aquellas en que las posibili-dades citadas no superan el 10%. A juicio de A juicio de Jean-MarcJancovici y Alain Grandjean (15), estas categoras pueden explicarse enlos siguientes trminos:

    a) Reservas probadas:

    Lo que no hemos an producido, pero que se encuentran en los campossujetos a explotacin y donde la extraccin es cierta, de conformidad con lastcnicas disponibles y en las condiciones econmicas del momento.

    b) Todo el resto, calificado de reservas adecuadas (o reservas pro-bables o posibles), puede designar:

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    (15) Jancovici, Jean-Marc y Grandjean, Alain: La solution au problme de lnergie. Wil2006. Pars.

  • El petrleo ya descubierto pero an no puesto en produccin. El petrleo an no descubierto pero donde los gelogos saben, por

    medios estadsticos, que ser probablemente descubierto y sus-ceptible de ser utilizado ulteriormente.

    En cualquier caso el concepto de reservas de hidrocarburos es com-plejo. En un sentido puramente genrico cabe admitir que las reservas dehidrocarburos constituyen el conjunto de recursos disponibles para satis-facer las necesidades presentes y futuras. Y por ello es absolutamenteimprescindible disponer de instrumentos prospectivos capaces de deter-minar a la luz de los conocimientos e informacin disponible cual puedeser la evolucin de la capacidad probable y posible en el uso de losyacimientos y recursos existentes o susceptibles de ser descubiertos, ysus elementos de coste (16).

    En una apreciacin general llevada a cabo por el Instituto francs dePetrleo (17), cabra sealar que hoy en el mundo se habra consumido 800Gb de reservas, 1000 reservas probadas se podra consumir aun a un ritmode 40 das de produccin anual, 700 Gb de reserva estaran pendientes ded e s c u b r i r, 600 Gb procedera de las mejoras de las tcnicas de re c u p e r a c i n .

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    (16) A tales efectos ver el interesante trabajo AMIC, ETIENNE; DARMOIS, GILLES et FAVEN-NEC, JEAN PIERRE LEnergie quel prix? Ed. Technip. Pars, 2006.

    ( 1 7 ) En el informe titulado Recherche et production du ptrole et du gaz, Rserves, cots,c o n t r a t s, que toma en consideracin los estudios del World Petroleun Congress on con-tribuciones de D. BABUSIANX; S. BARREAN, P. R. BANQUIS; N. BRET- R O U Z A U T; A.C H E T R I T; P. COPINSCHI; J. P. FARENNEC; R. FESTOR; E. FEULLIET-MIDRIER; M. GROS-SIN; D. GUIRANDER; V. LPEZ; M. VALENTE. Editions Technip. Francia, Pars 2002.

    Distribucin del consumo de energa en el mundo por tipo de recursos

    Porcentaje (%)

    Fuente: A/F

  • 86

    Distribucin del consumo de energa en los pases de la OCDE portipo de recursos

    Porcentaje (%)

    Fuente: OCDE

    Distribucin de la produccin mundial de petrleo en 2003

    Fuente: A/F 2003

    Porcentaje (%)

    OCDE Francia EEUU

    Intensidad energtica - 30% - 20% - 40%Intensidad petrolfera - 50% - 60% - 50%

    Evolucin de las intensidades energtica y petrolfera entre 1973 y 1999

    Fuente: AIE 2001

  • En conclusin de lo anterior, podemos sealar que la situacine n e rgtica mundial est claramente marcada an por la presencia det res grandes energas o combustibles fsiles. Nuestros consumos de

    87

    (18) Segn la Agencia Internacional de la Energa, la demanda mundial de petrleo va a cre-cer hasta el 66% en los 30 prximos aos, pero no est clara de dnde vendr la ofer-ta. Tambin el agua es un recurso limitado en nuestros pases. Con 815 millones de per-sonas en el mundo recibiendo una racin alimentaria suficiente, algunos pensarn quevivimos en una situacin en que los recursos naturales son insuficientes para mantenernuestro nivel de vida.

    OCDE. Produccin de electricidad por tipo de combustible

    Datos comparativos 2005-2006

    Enero-Octubre 2005: Total = 6.244 TWh.Enero-Octubre 2006: Total = 8.330 TWh.

    Fuente: Agencia Internacional de la Energa

    GAS PETRLEOImportaciones de Rusia 24% 27%Importaciones de Noruega 13% 16%Importaciones de Oriente Medio 19%Importaciones de Argelia 10%Importaciones del Norte de frica 12%Produccin propia 46% 21%Otras regiones 7% 5%

    Consumo de gas y petrleo en los pases de la Unin Europea en 2004

    Fuente: Informe Solana: An external policy to serve Europes energy inte-rests. 2007 (18)

  • e n e rga primaria dependen en un 40% de petrleo, en un 25% de car-bn y un 25% de gas natural. Adems el 80% de las reservas de petr-leo y gas se concentran en menos de veinte pases, buena parte deellos con un grado apreciable de inestabilidad poltica. Es un datoimportante tambin considerar que la reserva petrolfera continare p resentando un 40% al ao de consumo al ritmo actual, ratio que semantiene estable desde la dcada de los setenta del pasado siglo XXy junto a los interesantes anlisis de los costes de extraccin delpetrleo derivados de la teora del Peak oil formulada hace ya casimedio siglo por Kim Hubert. El 10% restante viene repartido por la par-ticipacin de energa hidrulica, nuclear y de las energas re n o v a b l e s ,como la elica, solar y la biomasa. En cuanto a la produccin, el 40%de la electricidad proviene an de centrales de carbn; el gas naturalalcanza el 20% y la nuclear y la produccin hidroelctrica se encuen-tran del orden del 16% cada una. En cuanto a las energas re n o v a b l e s ,su presencia es an insuficientemente significativa a nivel mundial,siendo la primera la biomasa, que no alcanza el 8%. Estos datosdeben ponerse en relacin, como apuntbamos anteriormente, con losdel crecimiento de la economa, de la demanda energtica mundial,alentada de manera particularmente exigente, por grandes pases quecambian su modelo de desarrollo hacia frmulas de economas delibertad de comercio, y precios como China e India. Debe tenerse encuenta que el crecimiento industrial en China no es inferior al 15%anual. Tanto a ello el consumo de petrleo crece a niveles de 10%anual (19). En cualquier caso es necesario invertir la tendencia en eluso y aplicacin de las fuentes primarias energticas. Moderar el con-sumo de los combustibles fsiles, aumentar el desarrollo tecnolgicoen las energas limpias del carbn, abrir un debate nuclear sin com-plejos, especialmente en los pases occidentales, fortalecer los meca-nismos de apoyo y utilizacin de las energas limpias y renovables (bio-combustibles, biomasa, solar Termoelctrica, elica, etc.) as como ela h o r ro y la eficiencia energ t i c a .

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    (19) Orsenna, Erik: Un monde de resources rares. Perrir. Descartes & Cie. Paris 2007., Hasealado que si extrapolsemos a diez aos las actuales tendencias de consumo ener-gtico en China, en el ao 2016 esta nacin consumira, en porcentaje de consumomundial, 35% de carbn, 34% de acero, 31% de nquel y 29% de energa. En la actua-lidad slo existen 18 automviles por 1000 habitantes en China, mientras que la selec-cin es de 520 en la UE y 770 en USA. Los chinos consumen un poco menos de unatonelada de petrleo por ao, las europeas cuatro y las norteamericanas ocho.

  • LA EUROPA COMUNITARIA Y LA ENERGA: LOS TRATA D O SFUNDACIONALES, CECA, CEE Y EURATOM. EL MERCADO INTERIORDE LA ELECTRICIDAD Y EL GAS NATURAL

    El 18 de abril de 1951 se firma el Tratado Constitutivo de la ComunidadEuropea del Carbn y del Acero (CECA), en la sede de Pars, a fin de poneren marcha, segn seala Robert Schuman, una estructura capaz de faci-litar los primeros objetivos concretos de una Federacin Europea indis-pensable para la preservacin de la paz. Junto a este fundamento denaturaleza poltica que proporcionaba las bases necesarias de estabilidadpara la reconstruccin del continente europeo despus de la SegundaGuerra Mundial, exista otra razn de naturaleza econmica para la crea-cin de este Organismo supranacional: el reconocimiento del carbn y elacero como materias primas bsicas para el desarrollo del modelo eco-nmico europeo, y dado su valor estratgico, la creacin de este nuevomodelo poltico-econmico permitira tambin superar las rivalidades his-tricas entre los principales pases y Estados europeos. La idea de supe-racin de estas rivalidades histricas gui, pues, esta primera iniciativacomunitaria de integracin supranacional. De esta forma, en el Prembulodel Tratado CECA se afirma la voluntad de sustituir las rivalidades secula-res por una fusin de los intereses esenciales de los Estados y de fundar,con la creacin de una Comunidad Econmica, las primeras bases de unaComunidad ms amplia y ms profunda entre pueblos largamente opues-tos por previas divisiones, sentando las bases institucionales para un des-tino pacfico, estable y prspero.

    As pues, la dimensin histrica del Acuerdo suscrito por la RepblicaFederal de Alemania, Francia, Italia, Blgica, Luxemburgo y Holanda, tieneuna doble naturaleza: poltica y econmica. La poltica ya ha quedadoreflejada y la econmica es la de contribuir, en armona con las disposi-ciones economas de los Estados miembros, al establecimiento de unMercado Comn que aumente el desarrollo del empleo y el nivel de vidade los Estados miembros.

    No hay que olvidar que en los aos cincuenta la hulla es la principalfuente de energa. El Acuerdo se firma el 18 de abril de 1951 y, tras su rati-ficacin por los seis Estados firmantes, entra en vigor el 21 de julio de1952.

    Los Gobiernos del Benelux (Blgica, Luxemburgo y los Pases Bajos)dirigen el 18 de mayo de 1955 un Memorndum a los Estados miembrosde la CECA instndoles a avanzar en una nueva etapa en el camino de la

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  • integracin europea. Estiman que hay que proseguir el establecimientode una Europa unida mediante el desarrollo de instituciones comunes, lafusin progresiva de las economas nacionales, la creacin de un granmercado comn y la armonizacin progresiva de sus polticas sociales yapelan a una integracin econmica general que debiera comprender:la ampliacin de las bases comunes del desarrollo econmico exten-dindose, entre otras, al campo de los transportes, de la energa y de lasaplicaciones pacficas de la energa atmica. Afirmando a tal respectoque el desarrollo de la energa atmica con fines pacficos abrir en breveplazo la perspectiva de una nueva resolucin industrial sin punto de com-paracin con la de los ltimos cien aos. A tal fin los pases del Beneluxconsideran que hay que crear una autoridad comn, a la que se atribuyanla responsabilidad y los medios de asegurar el desarrollo pacfico de laenerga atmica.

    El 25 de marzo de 1957 los seis pases firmantes del Tratado CECA fir-man en Roma, junto con el Tratado Constitutivo de la ComunidadEconmica Europea, el Mercado Comn, el Tratado EURAT O M ,Organizacin destinada a desarrollar la utilizacin pacfica de la energaatmica.

    El Tratado EURATOM atribuye a la Comunidad la misin de establecerlas condiciones necesarias para la formacin y el rpido crecimiento delas industrias nucleares en los Estados miembros, confirindoles atribu-ciones en materia de investigacin y desarrollo; sanidad y seguridadnuclear; as como en lo relativo a la proteccin del medio ambiente, queser con el transcurso de los aos un captulo esencial, a travs de la acu-acin y elaboracin sistemtica del concepto de desarrollo sostenible, enconexin con esta materia. Y, en definitiva, para el desarrollo o utilizacinde la energa nuclear para fines pacficos. A tal efecto se crea tambin laAgencia EURATOM, encargada de garantizar el aprovisionamiento demateriales bsicos fisionables para energa nuclear.

    La Comunidad Europea de la Energa Atmica, o EURATOM, fue cons-tituida por los Estados miembros resueltos a crear las condiciones parael desarrollo de una potente industria nuclear, fuente de grandes disponi-bilidades de energa y de modernizacin de la tecnologa, as como deotras muchas aplicaciones que contribuyan al bienestar de los pueblos,como proclama el Prembulo del citado Tratado. El Ttulo I de dichoTratado est consagrado a la misin de la Comunidad, que consiste encontribuir, mediante el establecimiento de las condiciones necesarias parala creacin y crecimiento rpido de industrias nucleares, a la elevacin del

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  • nivel de vida de los Estados miembros y al desarrollo de los intercambiosen los dems pases. Esto quiere decir que la produccin energtica noconstituye, como ya habamos visto en buena medida en el origen de cre-acin del Tratado CECA, el fin bsico de este Tratado, sino que tiene uncarcter instrumental para la consecucin de unos fines de naturalezapoltica y de estabilidad en el continente europeo.

    Los objetivos del Tratado EURATOM aparecen recogidos en el art. 2del mismo, y guardan cierto paralelismo con los antes mencionados res-pecto de la Comunidad Econmica del Carbn y del Acero, es decir, des-arrollar la investigacin en dicha rea, establecer normas de seguridaduniforme para la proteccin sanitaria, velar por el abastecimiento regular yequitativo de estos materiales, asegurar el acceso ms idneo a los mer-cados mediante la creacin de uno comn de materiales y equipos espe-cializados, a travs de la libre circulacin de capitales para inversiones enel campo de la energa nuclear, y la libertad de empleo de especialistasdentro de la Comunidad.

    UNA NUEVA POLTICA ENERGTICA PARA LA UNIN EUROPEA?ENERGA EN EUROPA Y DESAFO AMBIENTAL

    Los Tratados fundacionales, de intencin poltica pero contenido eco-nmico, incluyen la energa, a travs del carbn, el acero, el hierro, eltomo, como protagonistas de su accin, a fin de abrir mercados y crearsolidaridades de hecho en el uso e intercambio de estas produccionesy en la desaparicin de barreras legales, tcnicas y comerciales en elmarco geogrfico de los pases de la Comunidad. Tratados fundacionalesy cuestin energtica. Sin embargo, los pases comunitarios no fueron tanambiciosos a la hora de prever y disear una poltica comn de la energa.Por el contrario, durante casi cinco dcadas la energa se ha ido constru-yendo, primero en la Comunidad Econmica europea, luego en marco jur-dico institucional de la Unin Europea, sobre la base de medidas y objeti-vos sectoriales, y despus de finales de los aos ochenta mediante laconstruccin progresiva de un mercado interior de la energa, pero no seha dado, hasta hace apenas unos meses, y siempre tmidamente, unaautntica poltica energtica europea. Una poltica energtica como polti-ca comn de la Unin.

    Por otra parte, el mercado interior energtico responde a una dobleexigencia o necesidad: a) de carcter general: completar la realizacin delmercado interior europeo; b) favorecer las economas de integracin

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  • mediante la mejora de la competitividad sectorial y la aproximacin delfuncionamiento de los sistemas y sectores elctricos europeos (20).

    De la misma forma, la construccin de este mercado energtico cuen-ta con unos antecedentes; se apoya en unos principios; responde a unaserie de medidas y tcnicas que han de irse incorporando en plazos tasa-dos a los ordenamientos jurdicos de los Estados miembros; y obedece aunos objetivos y aspira a unos resultados de concreta realizacin, verifi-cables por las autoridades comunitarias (21).

    Las Instituciones comunitarias han dado pasos importantes con lamirada puesta en definir y hacer realidad en la Unin, un mercado ener-gtico nico, donde se asegure equivalencia en el tratamiento nacional alos operadores comunitarios cualquiera que sea el pas de origen y des-aparicin de barreras tcnicas, fiscales y legales incluidas de maneraespecial disposiciones de proteccin y defensa de la competencia yestndares uniformes de regulacin comunitaria. A ello han respondidolos dos paquetes de Directivas liberalizadoras en los sectores de la elec-tricidad y el gas naturales, incorporados ya en la prctica totalidad de losEstados miembros. El avance es real en la construccin del mercadonico y las reglas jurdicas existen. No parecen sin embargo suficientes nila construccin de las infraestructuras necesarias ni, en ocasiones, el nivelde aplicacin o enforcement de ciertas disposiciones, particularmen-te en la esfera del derecho de la competencia as, Europa an no ha des-arrollado unos mercados interiores de la energa plenamente competiti-vos. Slo cuando existan esos mercados podrn los ciudadanos y lasempresas de la UE beneficiarse plenamente de la seguridad de abasteci-miento y de unos precios ms bajos. Con ese fin, es preciso desarrollar

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    (20) Ver Maniatopoulos, C.: Lenergi dans le march intrieur europen. Energie enEurope n 12, donde subraya que de no existir barreras al comercio la competenciasera mayor, lo que deber repercutir en una mejor distribucin de los recursos energ-ticos y un consiguiente abaratamiento de los precios, siendo beneficiarios de esteesfuerzo tanto las empresas energticas como los consumidores finales.

    (21) Entre la ya abundante bibliografa existente sobre este tema cabe citar:KINDERMANN, F. W.: The Energy Policy of the European Community. Madrid. 1992.HANCHER, L.: EC Electricity Law. European Practice Library, Chancery Law Publishing.London. 1992.BLUMANN Y JOLY, G.: Energy et Communauts europennes, en Revue trimestrielle deDroit Europenne n 4/1986.GUIBAL, J.C. Y COMMEAU-YANNOUSSIS, N.: Le march unique et la politique nergtique,en Revue de March Commun n 334. Febrero 1999.EH L E R M A N N, C. D.: Quelles rgles de fonctionnement pour le march intrieur de lner-g i e ? , en Revue de March Commun et de lUnion Europenne n 380. Julio-Agosto 1994.

  • las interconexiones, implantar marcos legislativos y reguladores eficacesy darles plena aplicacin, y velar por la rigurosa ejecucin de las normascomunitarias de competencia.

    Para garantizar la seguridad del suministro, es necesario supervisar elequilibrio entre la oferta y la demanda en los distintos Estados miembrosy, posteriormente, elaborar un informe sobre la situacin a escala comu-nitaria, teniendo en consideracin la capacidad de interconexin entre lasdiversas zonas. Por ello, la creacin y el mantenimiento de la infraestruc-tura de red necesaria, incluida la capacidad de interconexin, han de con-tribuir a asegurar un suministro estable de electricidad, (capacidad sufi-ciente de interconexin, estabilidad del sistema o funcionamiento regulary continuo del suministro: el mantenimiento y la construccin de la infraes-tructura de red necesaria, gaseoductos e interconexin es ilcita, y lageneracin descentralizada constituyen elementos importantes paragarantizar un suministro estable de energa en Europa.

    Es preciso asumir un anlisis permanente por parte de la UninEuropea de los aspectos relacionados con los niveles de capacidad de lared y la seguridad del suministro de electricidad en la Comunidad y, enparticular del equilibrio existente y previsto entre la oferta y la demanda,habida cuenta de la capacidad fsica de intercambio entre las diferenteszonas. Y en esa tarea la actividad de los Estados y los reguladores ener-gticos es de primera importancia.

    Los principales objetivos de la poltica energtica comunitaria son laseguridad de abastecimiento, la promocin de eficiencia energtica, la uti-lizacin de energas renovables, la reduccin de las repercusiones negati-vas en el medio ambiente (22), as como la realizacin del mercado inte-rior de la energa.

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    (22) Ver Comunicacin de la Comisin al Consejo Europeo y al Parlamento Europeo Unapoltica energtica para Europa, 2007. La Comisin Europea propone que la polticaenergtica europea se refuerce mediante: El objetivo de la UE en negociaciones internacionales de reducir en un 30% las emi-

    siones de gases de efecto invernadero por parte de los pases desarrollados en 2020con respecto a 1990. Adems, las emisiones mundiales de GEI debern reducirsehasta un 50% con respecto a 1990, lo que supone reducciones en los pases indus-trializados del 60-80% para 2050.

    Un compromiso de la UE en este momento para alcanzar, en cualquier caso, unareduccin del 20%, como mnimo, de los gases de efecto invernadero para 2020 conrespecto a 1990.

    stos forman una parte esencial de la Comunicacin de la Comisin Limitacin del cam-bio climtico a 2 C Opciones polticas para la UE y el mundo para 2020 y posterior-mente cumplir el compromiso europeo de actuar sin demora con respecto a los gases

  • Seguridad de los aprovisionamientos

    El ltimo Libro Ve rde sobre una Estrategia europea para una energa sos-tenible, competitiva y segura, comienza afirmando que Europa ha entradoen una nueva era de la energa, y apunta una serie de reflexiones principa-les, en materia de inversiones, dependencia energtica, reservas y pre c i o s .

    a) Inversiones.

    Slo en Europa, se precisarn en los prximos 20 aos inversionescercanas a un billn de euros para cubrir la demanda de energa previstay sustituir la infraestructura obsoleta.

    b) Dependencia energtica.

    Si no se asegura una mayor competitividad a la energa autctona, enlos prximos 20 o 30 aos un 70% de las necesidades energticas de laUnin se satisfarn mediante productos importados (algunos de ellos pro-cedentes de regiones situadas bajo la amenaza de la inseguridad), frenteal 50% actual.

    c) Reservas energticas.

    Hoy en da, aproximadamente la mitad del consumo de gas de la UEse satisface con gas procedente de slo tres pases [Rusia (En 2006 Rusiaprodujo 650.000 m? de gas, lo que le sita con el 21,8% de la produccinmundial, por delante de Estados Unidos-18%), Noruega y Argelia (A tra-vs del nuevo gaseoducto Arg e l i a - E u ropa se pretende generar 86cm./ao, es decir, 8000 millones de m? al ao, de capacidad)]. De mante-nerse la tendencia actual, las importaciones de gas aumentaran un 80%en los prximos 25 aos.

    d) Precios.

    En los dos ltimos aos, se han multiplicado prcticamente por dos enla UE, y los precios de la electricidad siguen una tendencia idntica. Se tratade una situacin difcil para los consumidores. Habida cuenta de la cre c i e n-te demanda global de combustibles fsiles, la saturacin de las cadenas de

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    de efecto invernadero debe estar en el centro de la nueva poltica energtica europea portres motivos: (i) las emisiones de CO2 que produce la energa suponen el 80% de lasemisiones de GEI de la UE; reducirlas supone utilizar menos energa y emplear energams limpia producida localmente, (ii) limitar la creciente exposicin de la UE a una mayorvolatilidad y una subida de los precios del petrleo y el gas e (iii) instaurar potencialmenteun mercado energtico ms competitivo en la UE, estimulando la tecnologa de innova-cin y la creacin de empleo.

  • abastecimiento y la creciente dependencia respecto de las importaciones,es probable que los precios del petrleo y el gas se mantengan elevados.

    Este es, pues, el nuevo panorama energtico del siglo XXI, un panoramaen el que las regiones econmicas del mundo dependen las unas de las otraspara garantizar la seguridad energtica, la estabilidad de las condicioneseconmicas y la adopcin de medidas eficaces contra el cambio climtico.

    Los efectos de esta situacin inciden directamente en todos los ciu-dadanos. El acceso a la energa es fundamental para la existencia coti-diana de cada europeo.

    Nuestros ciudadanos se ven afectados por la subida de los precios, lasamenazas a la seguridad del suministro energtico y los cambios en elclima de nuestro continente.

    La energa sostenible, competitiva y segura es uno de los pilares bsi-cos de nuestra vida cotidiana.

    Europa es cada vez ms dependiente de los hidrocarburos importa-dos. Si no se produce ningn cambio, la dependencia de la importacinde energa en la UE crecer desde el 50% del consumo total actual al 65%en 2030. Se prev un aumento de la dependencia en las importaciones degas del 57% al 84% para 2030, y del petrleo del 82% al 93%.

    Esto genera riesgos polticos y econmicos. La presin sobre losrecursos mundiales de energa es intensa. La Agencia Internacional de laEnerga (AIE) prev un aumento mundial de la demanda de petrleo de un41% para 2030. Se desconoce cmo va a cubrir la oferta esta demanda:en su World Energy Outlook de 2006, la AIE afirm que existen grandesincgnitas sobre la capacidad y la disposicin de los principales produc-tores de petrleo y gas para aumentar la inversin a fin de satisfacer lacreciente demanda global, as pues est aumentando el riesgo de inte-rrupcin del suministro.

    La UE mantiene relaciones energticas efectivas con proveedores tra-dicionales de gas pertenecientes al Espacio Econmico Europeo (EEE),principalmente Noruega, y no pertenecientes a la EEE, como Rusia (23) yArgelia. Rusia es el primer productor mundial de gas natural, por ello, el

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    (23) Respecto de las relaciones institucionales energticas Federacin Rusa- UninEuropea, es de especial inters el Tratado de la Carta de la Energa y el Protocolo de laCarta de la Energa sobre eficacia energtica y los aspectos medioambientales relacio-nados, Lisboa, 17 de diciembre de 1994.

  • control y las exportaciones de esta energa primaria se han convertido enun factor esencial de la poltica econmica, financiera y presupuestaria dela Federacin Rusa. Y un elemento central en sus relaciones internacio-nales, tanto con los Estados Unidos, como con los ex pases URSS (conalgunos de dichos pases fronterizos, la Federacin Rusa ha tenido gravestensiones provocadas por su dependencia como ruta de trnsito de sussuministros de gas al resto de Europa y Asia. Rusia paga del orden de4000 millones de euros a determinados pases por las condiciones detrnsito de crudo y gas natural), e indirectamente, an, con la UninEuropea, China y otras partes del mundo. Las reservas rusas de gas natu-ral representan del orden del 32% del total mundial, y de stas el 70% seencuentra en poder de la Empresa estatal GazProm, que dispone delmonopolio de facto de produccin y transporte de esta energa. A su vezexisten diversas vas de infraestructuras o proyectos de exportacin degas natural de Rusia, tanto encaminados a suministrar a los pases de laUnin Europea como a China el gaseoducto del Altai, con base extracti-va en el yacimiento de Urengi, Japn o Corea del Sur. As, los denomi-nados Proyectos Sakhalin I, II, (donde se est construyendo la primeraplanta de gas licuado de la Federacin Rusa) III y IV, de los yacimientosOdoptu-More; los de Lundskoye, Piltun-Astokhskoye; el de Kirinsky Blocky el de E. Odoptu, Ayash Blocks. Tambin debe tenerse en cuenta el pro-yecto denominado Corriente del Norte que unir directamente Rusia yAlemania por una canalizacin subterrnea con una capacidad de 27.500m? a travs del Bltico desde el puerto de Vyborg al de Greifswoldmediante un tendido de 1.200 Km., que se conecta a otro de algo ms de900 por territorio ruso. Este Proyecto se realiza por un Consorcio empre-sarial germano-ruso cuyo accionista mayoritario es Gazgrum y los minori-tarios E.ON y Bast. Por otra parte, la UE confa en que estas relaciones sefortalezcan en el futuro (24). No obstante, sigue siendo importante para laUE fomentar la diversidad en lo que respecta a la fuente, el proveedor, laruta de transporte y el mtodo de transporte. Adems, deben implantarsemecanismos efectivos para garantizar la solidaridad entre Estados miem-bros en caso de crisis energtica, lo que es particularmente importantedado que varios de ellos dependen en gran medida o completamente deun nico proveedor de gas.

    No cabe olvidar que seis pases del Golfo Prsico Arabia Saud (25%)/ Irak (10%), Emiratos rabes Unidos (9%), Kuwait (9%), Irn (8,5%) y

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    (24) Documento Solana: An external policy to serve Europes energy interests. 2007.

  • Qatar (1,5%) suman 674.000 millones de barriles en reservas verificadaso alrededor de un 64% de las existencias mundiales. Venezuela, Nigeria yMjico suman del orden de 115.000 millones de barriles, es decir, aproxi-madamente el 12% y las reservas del mar Caspio y Rusia suponen delorden del 7%. El resto es resto del mundo, entre ellos, los EstadosUnidos y, en mucha menor medida, los pases de la Unin Europea.

    Asimismo, deben examinarse formas para fortalecer los mecanismosexistentes de solidaridad en caso de crisis, como la Red deCorresponsales de Energa y el Grupo de Coordinacin del Gas. Adems,las reservas estratgicas de gas ayudaran a garantizar el suministro.

    Seguridad en las redes elctricas

    La formulacin de una poltica de seguridad energtica debe tener encuenta, entre otros factores, los siguientes:

    Que los Estados miembros tengan una poltica claramente definidacon el equilibrio oferta-demanda que permita la fijacin de objeti-vos relativos a la capacidad de reserva o alternativas tales comomedidas de lado de la demanda;

    Que los Estados miembros cuenten con niveles definidos quedeben alcanzarse en relacin con la seguridad de las redes detransporte y distribucin;

    Que todos los gestores de redes de transporte presenten una estra-tegia de inversin (pluri) anual a su organismo regulador nacional;

    Que los organismos reguladores presenten un resumen de estosprogramas de inversin a la Comisin para consultas con el Grupode organismos reguladores europeos de la electricidad y el gas yque se hayan tenido en cuenta los ejes transeuropeos de redes deenerga de inters europeo prioritario.

    Respecto al suministro de informacin sobre la capacidad de interco-nexin, los gestores de redes de transporte debern crear mecanismos decoordinacin e intercambio de informacin a fin de garantizar la seguridadde las redes en relacin con la gestin de la congestin. Asimismo, losgestores de redes de transporte debern hacer pblicas sus normas deseguridad, explotacin y planificacin. Dicha informacin incluir un siste-ma general de clculo de la capacidad total de transferencia y del margende fiabilidad de transporte basndose en las caractersticas elctricas yfsicas de la red. Estos sistemas estarn sujetos a la aprobacin de lasautoridades reguladoras.

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  • El problema de la seguridad de los abastecimientos e instalaciones, endefinitiva del suministro energtico, es consustancial a la propia existen-cia del sector y lo que vara es su grado de desarrollo y la voluntad de aco-meter medidas de mejora y fortalecimiento de las mismas, en este pero-do histrico, en un marco regulador liberalizador. La Comisin Europea hasealado que el mercado interior de la energa contribuye a establecer unacompetencia sana, garantizar la seguridad de los abastecimientos ener-gticos y reforzar la competitividad de la economa europea, y exige unamejor utilizacin de las capacidades transfronterizas existentes. Unasituacin de fallo del suministro elctrico, como el ocurrido en California,no es posible en el mercado interior, que est regulado por normas enmateria de inversin, competencia, acceso a los recursos y a las redes detransporte, que le protegen contra este tipo de ruptura.

    El desafo ambiental y las Energas Renovables

    Sin energa no hay vida ni desarrollo. Sin proteccin del medio ambien-te la vida se degrada y la realidad energtica toma un camino insosteni-ble a medio y largo plazo. De ah surge la necesaria interseccin y bs-queda de compatibilidad entre la realidad energtica, su fortaleza compe-titiva y sus mecanismos de seguridad, con las medidas de proteccin delmedio ambiente, particular pero no exclusivamente, las derivadas o aso-ciadas con el fenmeno denominado Cambio climtico, en cuya virtud seconcluye que los cambios en la concentracin atmosfrica de base deefecto invern a d e ro y aerosoles, en la radiacin solar y en las pro p i e d a d e sde la tierra, altera el equilibrio energtico del sistema climtico. En estesentido, las concentraciones atmosfricas globales de dixido de carbono,metano y xido nitroso han aumentado considerablemente en los ltimossiglos, siendo el dixido de carbono provocado por el consumo de com-bustibles fsiles, el efecto invern a d e ro antropognico ms importante.

    La prioridad medioambiental ha entrado en la Agenda energtica y sure f e rencia ms significativa es la adopcin y cumplimiento del Protocolo deKyoto. Pero esto no ha sido ni ser un camino sencillo. Trayectoria de tomade conciencia internacional que ha seguido ya un largo recorrido (25).

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    (25) La UE se comprometi a alcanzar al ao 2008-2012 un objetivo de reduccin de 8% delas emisiones de gas a efecto invernadero en relacin a 1990. Programa Europeo sobreCambio Climtico PECC, junio 2000.Le changement climatique: concevoir un systme de permis negociables OCDE, Pars1992, Convencin sur le changement climatique: aspecto conomiques des ngotia-tions, OCDE, Pars 1992. COM (2000) 87 Final 8-03-2000.

  • El Protocolo, firmado por 150 pases, entr en vigor el 16 de febre ro de2005, y en su virtud, los pases desarrollados y las economas en transicinse comprometen a reducir sus emisiones de gases de efecto invern a d e rohasta situarlos en promedio en un 5,2% por debajo de los niveles del aobase, que es el de 1990, durante el perodo 2008-2012.

    La Comunidad Europea por su parte ha propuesto recientemente unnuevo paquete de medidas para luchar contra el Cambio Climtico. En talsentido la Comunidad propone mantener la posicin de liderazgo mundialde la UE en materia de energa renovable, proponiendo el objetivo obli-gatorio de que el 20% de su combinacin de fuentes energticas proce-da de energas renovables en 2020. A este objetivo se aade el de alcan-zar el 10% de generacin va biocombustibles para el mismo horizontetemporal (26).

    La Unin Europea se propone asimismo incrementar al menos el 50%su gasto anual en investigacin energtica en los prximos siete aos y enmateria de eficiencia energtica el objetivo europeo es ahorrar un 20% delconsumo de energa primaria en 2020, lo que implicara un ahorro de100.000 millones de euros y del orden de 780 toneladas de dixido de car-bono al ao.

    Por otra parte, la produccin y el consumo de energa han sido catalo-gadas como los principales responsables de las emisiones de gases de

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    (26) Ver Comunicacin de la Comisin al Consejo Europeo y al Parlamento Europeo Unapoltica energtica para Europa, 2007.Para cumplir el objetivo del 20% ser necesario un notable aumento en los tres sectoresde las energas renovables: electricidad, biocombustibles y calefaccin y refrigeracin.En todos los sectores, los marcos de polticas implantadas en determinados Estadosmiembros han logrado resultados que demuestran que esto es posible.Las energas renovables tienen el potencial de generar en torno a un tercio de la electri-cidad de la UE en 2020. La energa elica genera aproximadamente el 20% de las nece-sidades elctricas actuales en Dinamarca, as como el 8% en Espaa y el 6% enAlemania. Est previsto un descenso desde los elevados niveles actuales de los costesde otras nuevas tecnologas: energa fotovoltaica, energa solar trmica y energa mare-motriz.En el sector de calefaccin y refrigeracin, los progresos tendrn que proceder de diver-sas tecnologas. Suecia, por ejemplo, dispone de ms de 185.000 bombas geotrmicasinstaladas. Alemania y Austria han abierto el camino a la energa solar. Si otros Estadosmiembros alcanzaran estos niveles, la cuota de energas renovables en calefaccin yrefrigeracin aumentara en un 50%.En lo que respecta a los biocombustibles, Suecia ya ha alcanzado una cuota del merca-do petrolfero del 4% para el bioetanol, y Alemania es lder mundial en biodisel, con el6% del mercado del disel. Los biocombustibles podran suponer el 14% de los com-bustibles de transporte en 2020.

  • efecto invernadero, lo que sita al mismo tiempo al sector energticocomo elemento clave para poder alcanzar los compromisos adquiridos.Las energas renovables y los procesos y mecanismos favorecedores dela eficiencia energtica son instrumentos de primer orden para conseguirlos citados objetivos medioambientales (27).

    CONCLUSIONES

    1. La situacin econmica mundial esta determinada todava, bajo elcarcter de las energas procedentes de los combustibles fsiles.Podramos afirmar que vivimos an en la economa del petrleo, tenien-do en cuenta el impacto que esta materia prima tiene sobre el conjunto desistemas productivos, como in put de los procesos econmicos.

    Las sucesivas crisis del petrleo desde el ao 1973 ponen sin embar-go de relieve, la necesidad de buscar y fortalecer vas alternativas al sumi-nistro energtico, que amortigen el riesgo de una fuerte dependencia delpetrleo a nivel mundial, que tengan definitivamente en consideracin lanaturaleza finita de los recursos disponibles, as como el crecimiento mun-dial de la demanda en las prximas dcadas y el impacto ambiental de lasfuentes energticas.

    2. En el mbito europeo tiene lugar en este momento dos hechos fun-damentales, desde la perspectiva energtica:

    a) La formacin de un mercado nico de la energa.b) La puesta en marcha de una poltica energtica comn, como parte

    de la accin anterior de la UE.

    La nueva estructura energtica de la UE en la construccin de un mer-cado interior revela la necesidad de fortalecer las interconexiones y otrasinfraestructuras energticas, los criterios de determinacin de una regula-

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    (27) Rapport Secret du Pentagone (Peter Schwartz & Doug Randall) sur le changement cli-matique. ditions Allia. Pars. 2006.Gleich, Meter, cofundador y Presidente del Instituto de Pacfico sobre Estudios acercadel Desarrollo, el Medio Ambiente y la Seguridad (Pacific Institute for Studes inDevelopment, Environment and Security), resume los tres problemas de seguridadnacional fundamentales ocasionados por un cambio climtico brutal: a) Situacin depenuria en la alimentacin debido a la disminucin de la produccin agrcola; b) Unabajada de calidad y cantidad de agua dulce debido a las inundaciones y sequas; c) Unacceso limitado a los minerales estratgicos debido a las heladas y a las tormentas.(La estructura cambiante del clima y, la temperatura de los ocanos, afectan a la agri-cultura, la fauna salvaje, el agua y la energa).

  • cin comn o armonizada; y las cuestiones que se derivan de la seguri-dad de los aprovisionamientos.

    En este mismo sentido, la formacin de una poltica energtica euro-pea, trata de responder al impacto exterior de las importaciones, y agarantizar los suministros en un entorno crecientemente competitivo.

    3. Los desafos medioambientales forman ya parte indisociable delreto energtico. La compatibilidad entre la energa y el medio ambiente esun presupuesto en la eleccin de fuentes primarias.

    4. El cumplimiento de los objetivos de Kyoto debe ser atendido por laUE y cada uno de sus Estados Miembros. Asimismo, el fomento de lasenergas renovables y de los mecanismos que favorecen el ahorro y la efi-ciencia energtica son una exigencia econmica y medioambiental denuestro tiempo.

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    CAPTULO TERCERO. LA SEGURIDAD ENERGTICA: PANORAMA INTERNACIONAL Y RELIDAD EUROPA