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FACULTAD DE LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS LA SECUENCIA MÁS TEMPRANA EN EL SITIO DE PUKARA, CUENCA NORTE DEL LAGO TITICACA Tesis para optar el título de Licenciado en Arqueología que presenta el bachiller DAVID ERNESTO OSHIGE ADAMS DR. PETER KAULICKE Lima, 2010

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FACULTAD DE LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS

LA SECUENCIA MÁS TEMPRANA EN EL SITIO DE PUKARA, CUENCA NORTE DEL LAGO

TITICACA

Tesis para optar el título de Licenciado

en Arqueología

que presenta el

bachiller

DAVID ERNESTO OSHIGE ADAMS

DR. PETER KAULICKE

Lima, 2010

Agradecimientos

Esta investigación no se habría dado sin la colaboración de un gran

número de personas a quienes debo tanto admiración como agradecimiento.

Mi asesor, el Dr. Peter Kaulicke ha sido fundamental para poder articular

todas mis ideas y darle sentido al texto. Sin la colaboración de Elías Mujica

no hubiese podido conocer muchas cosas tanto de las excavaciones en el sitio

como datos de la cuenca en general, su desprendimiento y ayuda

incondicional, han sido de mucha utilidad.

Los consejos del Dr. Idilio Santillana han sido motivadores desde épocas de

pregrado hasta la actualidad. En Puno, mis grandes amigos, Cecilia Chávez y

Edmundo de la Vega, me han apoyado en todo momento por lo que estoy

eternamente en deuda con ellos. En Pucará, tengo un amigo fuera de serie,

Honorato Ttaca, quien no sólo compartió su gran sabiduría sino que también

me permitió entrar en su hogar y conocer a su familia. En cuanto al INC-

Puno, debo agradecer las facilidades dadas por los directores Rolando Paredes

y Carlos Landa.

También quiero agradecer a Liz Klarich por haberme ayudado tanto y ser fuente de

ánimo permanente y a mi amigo Hugo Ikehara quien me alentó durante esta

investigación. A mi mamá, Norma, por guiarme espiritualmente, a mi papá Fernando por

haberme dado valores, disciplina y amor por el trabajo. Rosa Marcelina y José Jiro han

sido muy importantes por su apoyo en todos los aspectos y Juergen Golte ha sido un

colaborador permanente. Finalmente quiero agradecer a todas las personas que directa e

indirectamente ayudaron en esta investigación y a Bárbara por su locura y genialidad

inacabable.

Índice...………………………………………………………………………………1 Introducción……………………………………………………………………….5 Capítulo 1 La cuenca del Lago Titicaca…………………………………………………..8 1.1.- Descripción geográfica………………………………………………………..8 1.2.- La cronología…………………………………………………………………..12 1.3.- El proceso cultural durante el Formativo…………………………………17 Capítulo 2 La investigación arqueológica en el sitio de Pukara………………….20 2.1.- Descripción general del sitio………………………………………………...20 2.1.1.- Ubicación, tamaño y organización espacial……………………..20

2.1.2.- Descripción del área monumental………………………………..24 2.2.- Antecedentes de investigación………………………………………………32 2.2.1.- Excavaciones y reconocimientos…………………………………..32

2.2.2.- Estudios de la cerámica…………………………………………….35 Capítulo 3 El Proyecto Copesco……………………………………………………………..41 3.1.- Objetivos………………………………………………………………………..42 3.2.- Metodología…………………………………………………………………….43

3.2.1.- Sectorización…………………………………………………………44 3.2.2.- Secuencia y estrategia de excavación……………………………48 3.3.- Las excavaciones………………………………………………………………49 3.3.1.- Temporada 1975-1976……………………………………………...49 3.3.2.- Temporada 1977-1978………………………………………………49 3.3.3.- Temporada 1979-1980………………………………………………50 3.3.4.- Temporada 1981……………………………………………………..54 3.4- La estratigrafía………………………………………………………………….54

3.4.1.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N2-3 E17-18……………………………………………………………………………….58

1

3.4.2.- Descripción de capas, Sector BB Eje Norte 4 (Cuadrícula N4-5 E17-18 y N4-5 E19-20………………………………………………………..61

3.4.3.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N6-7 E23-24…….66 3.5.- Secuencia general del sitio y fases de ocupación…………………………..70 3.5.1.- Fase I. Ocupación inicial del sitio………………………………….70 3.5.2.- Fase II. Época transicional pre Pukara.......................................71 3.5.3.- Fase III. Transición pre Pukara a Pukara………………………..71 3.5.4.- Fase IV. Época Pukara Clásico o Medio…………………………..73 3.5.5.- Fase V. Abandono del sitio y colapso de Pukara………………...74 3.5.6.- Fase VI. Reocupaciones tardías…………………………………….75 Capítulo 4 El material cerámico……………………………………………………………...78 4.1.- La clasificación morfofuncional………………………………………………78 4.1.1.- Descripción de las categorías formales……………………………79 4.1.1.1.- Vasijas abiertas…………………………………………….79

4.1.1.1.1.-Platos……………………………………………….79 4.1.1.1.2.- Cuencos……………………………………………80 4.1.1.1.3.- Tazones……………………………………………81 4.1.1.2.- Vasijas cerradas……………………………………………88

4.1.1.2.1.-Ollas sin cuello……………………………………88 4.1.1.2.2.- Ollas con cuello…………………………………..89 4.1.1.2.3.- Cántaros…………………………………………..91 4.1.2.- Descripción de las variaciones formales en la secuencia………97 4.2.- Decoración……………………………………………………………………….99 4.2.1.- Técnicas decorativas………………………………………………..100 4.2.1.1.- Pintura……………………………………………………..100 4.2.1.2.- Incisiones…………………………………………………..100 4.2.1.3.- Aplicaciones………………………………………………..101 4.2.2.- Categorías decorativas……………………………………………..101 4.2.2.1.- Decoración interna………………………………………..101 4.2.2.1.1.- Pintura…………………………………………...101 4.2.2.1.2.- Incisiones………………………………………...102 4.2.2.1.3.- Pintura e incisiones…………………………….103

2

4.2.2.2.- Decoración externa…………………………………….…104 4.2.2.2.1.- Pintura…………………………………………...104 4.2.2.2.2.- Incisiones………………………………………...105 4.2.2.2.3.- Pintura e incisiones…………………………….107 4.2.2.2.4.- Aplicaciones e incisiones………………………108 4.2.2.2.5.- Pintura, incisiones y aplicaciones……………109 4.2.2.3.- Decoración interna y externa…………………………...109 4.2.2.3.1.- Pintura…………………………………………………...109 4.2.2.3.2.- Pintura, incisiones y aplicaciones……………110

4.2.3.- Correlación de las categorías formales y las decorativas……..111 4.3.- Consideraciones estilísticas de los diseños decorativos…………………112 4.4.- Tecnología………………………………………………………………………117 4.4.1.- Análisis de pasta……………………………………………………119 4.4.2.- Conjuntos de pastas………………………………………………..122 4.4.2.1.- Conjunto 1A……………………………………………….123 4.4.2.2.- Conjunto 1B……………………………………………….123 4.4.2.3.- Conjunto 1C……………………………………………….123 4.4.2.4.- Conjunto 1D……………………………………………….123 4.4.2.5.- Conjunto 1E……………………………………………….123 4.4.2.6.- Conjunto 1F……………………………………………….124 4.4.2.7.- Conjunto 1G……………………………………………….124 4.4.2.8.- Conjunto 2A……………………………………………….124 4.4.2.9.- Conjunto 2B……………………………………………….124 4.4.2.10.- Conjunto 3A.……………………………………………..125 4.4.2.11.- Conjunto 3B………………………………………………125 4.4.2.12.- Conjunto 4………………………………………………..125 4.4.2.13.- Conjunto 5A……………………………………………...125 4.4.2.14.- Conjunto 5B………………………………………………126 4.4.2.15.- Conjunto 5C………………………………………………126 4.4.3.- Alfares………………………………………………………………...128 4.4.3.1.- Alfar A………………………………………………………128 4.4.3.2.- Alfar B………………………………………………………129 4.4.3.3.- Alfar C………………………………………………………130 4.4.3.4.- Alfar D……………………………………………………...131 4.4.3.5.- Alfar E………………………………………………………132 4.4.3.6.- Alfar F………………………………………………………133 4.4.3.7.- Alfar G……………………………………………………...134

3

4.4.3.8.- Alfar H……………………………………………………...135 4.5.- La secuencia cerámica más temprana en el sitio………………………...137 Capítulo 5 La cuenca norte durante el Formativo Medio…………………………...146 Conclusiones e interpretaciones…………………………………………….151 Bibliografía…………………………………………………………………………153 Anexos.

4

Introducción

El periodo Formativo en la cuenca del Lago Titicaca (aprox. 2000 a.C.-

450 d.C.), ha recibido en los últimos años mucha atención por parte de los

investigadores debido a que es una de las pocas zonas donde se produjo de

manera autónoma el proceso de complejización social que finalizó en la

creación del estado temprano (Bandy 2001; Beck 2001; Hastorf 2005; Janusek

2001, 2004, 2005; Klarich 2002, 2003, 2005a y b; Plourde y Stanish 2006;

Stanish 2001, 2003; entre otros). Este proceso correspondería a acciones de

grupos de individuos dentro de grupos más grandes con el afán de acumular

riqueza, poder y prestigio que se dan en un contexto social donde otros

intentan de mantener su autonomía individual (Stanish 2001:195).

El sitio de Pukara1 es famoso por su importancia en el proceso de

complejización social en la cuenca del lago Titicaca y por su extraordinaria

cultura material como vasijas de cerámica y escultura lítica.

Lamentablemente no ha recibido la atención necesaria para conocer más de

su historia como sí ha tenido su par en la cuenca sur del lago, Tiwanaku.

Además, casi todas las investigaciones realizadas, tanto excavaciones como

reconocimientos de superficie y análisis ceramológicos y estilísticos se han

ocupado del periodo Pukara Clásico o Medio, época cuando alcanzó su

1 Pukara es el nombre del sitio arqueológico y del sistema político mientras que Pucará se llama tanto el pueblo moderno como el río que pasa cerca de este.

5

máximo esplendor como entidad política (aprox. 200 a.C.-100 d.C.) (Ver Tabla

2 en Klarich 2005b: 198).

Sin embargo, se conoce de la existencia de una pirámide anterior a la que se

ve en la actualidad que representa la primera construcción monumental en el

sitio y la cual está asociada a los estilos Qaluyu primero y Cusipata después

(Mujica 1987, Wheeler y Mujica 1981). Este hecho, junto con el resultado de

nuevas investigaciones acerca de Qaluyu, las cuales han determinado que

existen sitios en otras partes de la cuenca norte que serían más importantes

que el sitio epónimo (vg. Cachichupa en el valle de Huancané-Putina)

(Plourde 2006, Plourde y Stanish 2008), hacen que se imponga un estudio

acerca de la naturaleza de la presencia Qaluyu y otros estilos o tradiciones

cerámicas tempranas en Pukara.

Es por este motivo que el objetivo principal de mi investigación fue

determinar las características de la cerámica más antigua del sitio con

énfasis en la no decorada, también denominada llana o burda. Esto debido a

que si bien es importante estudiar con fines comparativos la cerámica

decorada, creemos que se subestima el potencial informativo de las vasijas de

carácter supuestamente doméstico como ollas y cántaros.

6

Nuestra meta es determinar a) la relevancia de la ocupación Qaluyu en el

sitio de Pukara, b) si esta se logra definir por medio del análisis de la

cerámica y c) si fue Pukara y no el sitio epónimo el centro regional del valle

durante el Formativo Medio (aprox. 1300-500 a.C.). Antes de entrar en la

discusión de esta temática, se debe presentar el medioambiente, la cronología

y el proceso cultural que se produjo durante el Periodo Formativo en esta

área.

7

Capítulo 1

La cuenca del Lago Titicaca. 1.1.- Descripción geográfica. La cuenca del Titicaca está situada entre dos cadenas montañosas, la

Cordillera Real y la Cordillera Blanca abarcando unos 8,500 km²

aproximadamente aunque toda la cuenca hidrológica cubre alrededor de

50,000 km² (Stanish 2003:34) (Figura 1). Además, se caracteriza por grandes

depósitos lacustres y fluviales y por una topografía de relieve moderado con

una elevación en promedio de 4,000 m.s.n.m. que llegan hasta los 6,000 en los

picos de las montañas que rodean la cuenca (Wheeler y Mujica 1981: 3).

Esta elevación causa las condiciones climáticas difíciles. Winterhalder y

Thomas (1978:20) estiman que en los Andes, en general, la temperatura

media anual disminuye 0.5° C por cada 100 metros de elevación pero

mencionan, usando la información de Baker, et.al (1968), que en el altiplano

se registra una baja de 0.8° C por cada 100 metros. La temperatura media

anual llega a 8° C, combinado con una alta variación diurna/nocturna que

afectan los procesos fisiológicos de plantas y de actividades de los animales

(Winterhalder y Thomas 1978:23).

8

Figura 1. Mapa de la cuenca hidrológica del Lago Titicaca (Tomado de Stanish 2003: Map. 3.2).

Charles Stanish (2001:196) proporciona una buena descripción de las

condiciones geográficas y productivas de la cuenca. Esta se encuentra ubicada

en la parte fría altiplánica de los Andes y se puede dividir en dos zonas

ecológicas generales: la suni y la puna. La suni (entre 3,800 y 4000 m.s.n.m.)

incluye los márgenes del lago y las zonas a pocos kilómetros de sus orillas y

representa el límite superior de agricultura, la cual se puede practicar en la

modalidad de secano como con el uso de campos elevados o camellones. La

9

puna (entre 4000 y 4800 m.s.n.m.) es la zona para pastar grandes rebaños de

camélidos los cuales proveen de carne y lana y sirven como medio de

transporte.

El mismo autor (2003:36-40), ofrece una tipología de 12 zonas geográficas,

basada en características topográficas, uso de la tierra, altitud y vegetación:

1. Pastizales bajos (low grassland pampas): Planicies con una cobertura

de pasto grueso que se localizan en la suni y usualmente cerca del lago.

Estas planicies son los lugares más importantes donde se desarrolló la

agricultura de campos elevados.

2. Pastizales altos (high grassland pampas): Estas pampas se encuentran

en la puna lejos de los bordes del lago con cobertura de pastos bajos y

son secas a menos que haya fuentes de agua cercanas. Son las

principales áreas para el pastoreo de animales.

3. Bofedales (bofedales): Son pequeñas áreas de tierra pantanosa donde

crecen pastos y se encuentran tanto en la suni como en la puna.

4. Pampas desérticas (desert pampas): Se caracterizan por tener

agrupamiento de pastos esporádicamente en un suelo arenoso. Las

actividades económicas se restringen a las áreas donde hay qochas o

donde exista algún manantial que baje de los cerros. Se encuentran en

el sur de la cuenca donde caen menos lluvias.

10

5. Ambientes riberinos (riverine environments): Son lugares muy

productivos aledaños a los ríos. Existen relictos de campos elevados en

casi todos los ríos de la cuenca sobre todo en los ríos Ilave,

Desaguadero, Arapa, Illpa, Koani y Tiwanaku y en la pampa de

Pomata.

6. Cerros aterrazados (terraced hills): Estas representan los lugares

habitables más grandes de la cuenca. Producen una gran variedad de

cosechas sobre todo tubérculos y granos pero las terrazas fueron

usadas también para la construcción de viviendas.

7. Laderas de cerros sin aterrazar (nonterraced hills): La mayor parte de

la cuenca está rodeada de cerros sin aterrizar debido sobre todo a la

muy pronunciada pendiente pero también a la erosión, mala radiación

solar, mala calidad de suelos y la distancia con el agua. Estas zonas

son usadas para el pastoreo actualmente al igual que en el pasado.

8. Bolsones de valles (valley pockets): Son las áreas agrícolas más

importantes y donde se cosecha uno de los productos más apreciados, el

maíz, aunque también crecen otras plantas. Se encuentran en las

zonas de cerros aterrazados, protegidos de los vientos helados, con

fuentes de agua cercanas y además, orientados naturalmente para

capturar la energía solar.

9. Islas (islands): Existen varias islas grandes y docenas de más

pequeñas. La Isla del Sol, Taquile, Amantaní, Pariti, Paco entre otras,

11

10. Orillas (littorals): El borde del lago es el área más ocupada hoy así

como en el pasado. Se pueden obtener recursos lacustres como pescado,

totoras y otros productos. En la antigüedad, varias zonas en las orillas

fueron usadas como puertos para el intercambio de bienes y el

movimiento de gente.

11. Yungas (yungas): Son las áreas bajas periféricas que se encuentran

hacia el este y el oeste de la cuenca donde hay mejores condiciones

climáticas para la producción de alimentos como coca, maíz, madera,

alucinógenos, entre otros.

12. Totorales (reed beds): Representan un recurso lacustre muy

importante ya que la totora es la mayor planta industrial usada para

los techos de las casas y la construcción de paredes y botes. Además,

las raíces son comestibles.

1.2.- La cronología. Para la cuenca del Lago Titicaca, se han aplicado diversos tipos de

esquemas cronológicos. Por un lado está la secuencia de John H. Rowe usada

por diversos autores tales como Sergio Chávez (1992), Richard Burger, et.al.

12

(2000), Lee Steadman (1995), entre otros. Por otro lado, Lumbreras y Amat

(1968) proponen un modelo evolutivo para la parte norte y oeste de la cuenca.

Esta secuencia empieza con los cazadores-recolectores sin fechados

concluyentes pero probablemente anterior al 800 a.C., época cuando aparece

la cerámica Qaluyu.

Luego se definen las culturas agro-alfareras tempranas como: Qaluyu

(aproximadamente entre 800 y 500 a.C.), Pucara (200 a.C.-200 d.C.) seguidos

por un hiato cultural entre el 200 o 300 y 700 d.C. Después se inicia el

Periodo de Integración Regional (Tiwanaku, con fechados que oscilarían entre

el 900 y el 1300 d.C.), el Periodo Expansivo Altiplánico (sin fechados pero

posterior a Tiwanaku y anterior a la presencia Inca) y finalmente el Periodo

Colonial Incaico.

Este modelo fue reformulado por el mismo Lumbreras (1974) que mezcla

elementos de modelos evolutivos con los de carácter histórico. Así por ejemplo

propone que la secuencia es de la siguiente manera: Lítico, Arcaico,

Formativo, Desarrollos Regionales, el Imperio Wari, Estados Regionales y el

Imperio Inca. Stanish (2003:88-89) desarrolla un nuevo esquema cronológico

que llama “sistema cronológico dual” mediante el cual combina, en líneas

generales, el modelo evolutivo de Lumbreras con cronologías históricas

13

locales de diferentes áreas de la cuenca del Titicaca (v.g. la región de Juli, el

área Tiwanaku, etc.) (Figura 2).

Su secuencia cronológica general se divide en ocho periodos: Arcaico Tardío

(aprox. 5000-2000 a.C.), Formativo Temprano (2000-1300 a.C.), Formativo

Medio (1300-500 a.C.), Formativo Tardío (500 a.C.-400 d.C.), Tiwanaku

Expansivo (400-1100 d.C.), Altiplano (1100-1450 d.C.), Inca Expansivo (1450-

1532 d.C.) y Colonial Español Temprano (1532-1700 d.C.). Si bien esta

secuencia cultural suele ser aceptada por los investigadores dedicados al

área, existen variaciones y traslapes, entendidas como desarrollos diferentes

en la cuenca ya que algunas zonas pueden mostrar ciertos cambios mientras

que otras, aún poseen características anteriores (Kaulicke 2001:503).

En la cuenca sur del Titicaca, se perciben algunas variaciones. Los últimos

cuadros publicados, muestran coherencia entre ellos y, en estos casos,

también se mezclan elementos cronológicos evolutivos con los datos

históricos. En esta parte de la cuenca existe la ventaja de manejar más

información por contar con más investigaciones por lo que su secuencia está

mejor fundamentada con base en mayor cantidad de fechados

radiocarbónicos.

14

Figura 2. Cuadro cronológico de la cuenca del Lago Titicaca (Compilado de Hastorf 2008,

Janusek 2003, Klarich 2005a y Stanish 2003).

15

Según la información más reciente (ver Figura 8.2 en Bandy 2006:211; Figura

2 en Janusek 2004:125; Tabla 28.1 en Hastorf 2008:546), la secuencia se

inicia con el periodo Formativo Temprano (1500-800 a.C.) que se subdivide en

Formativo Temprano 1 y 2 correspondiendo a las fases Chiripa Temprano y

Medio respectivamente. Luego está el periodo Formativo Medio (800-200 a.C.)

que corresponde a la fase Chiripa Tardío subdividida en Chiripa Tardío 1

(800-500 a.C.) y Chiripa Tardío 2 (500-200 a.C.). El siguiente periodo es el

Formativo Tardío (200 a.C-500 d.C.) que se subdivide en Formativo Tardío 1

o Tiwanaku I- Qalasasaya (200 a.C-300 d.C.) y Formativo Tardío 2 o

Tiwanaku III- Qeya (300-500 d.C.).

Sigue el periodo Horizonte Medio (500-1100 d.C.) que corresponde a las fases

Tiwanaku IV-V; el periodo Altiplano (1100-1450 d.C.) que comprende la fase

del señorío Pacajes Temprano y finalmente el Horizonte Tardío (1450-1540

d.C.) correspondiente a la fase Pacajes-Inka. Lo que queda claro luego de

comparar las diferentes secuencias cronológicas es que, a pesar de algunas

diferencias en los fechados, el proceso cultural de complejización de la

sociedad es compartido en toda la cuenca intrínsecamente relacionada.

16

1.3.- El proceso cultural durante el Formativo.

A pesar que son imprescindibles mayores investigaciones en la cuenca,

con la información recuperada, se puede reconstruir la secuencia de eventos

económicos, políticos y religiosos que forman parte del proceso de

complejización social en la cuenca en general. El Formativo Temprano, está

caracterizado por pequeñas comunidades dispersas asentadas en lugares de

mayor aporte de diversos recursos como los lacustres, fluviales, agrícolas y

silvestres. Se produce cerámica pero, al parecer, sólo destinada al

almacenamiento, cocción y consumo de alimentos (Stanish 2003:2).

Durante el Formativo Medio surgen, por primera vez, élites con la capacidad

de movilizar trabajo más allá del nivel de una unidad doméstica (Stanish

2003:110) y aparecen los sitios con arquitectura corporativa (representados

por montículos y patios hundidos), cerámica fina, estelas y la explotación de

campos elevados o camellones (Stanish 2001:191; 2003:2-3; Kaulicke

2001:503). Es una época de competencia por recursos y seguidores entre

varios sistemas políticos; por el norte aparece Qaluyu, al sur Chiripa, al este

Titimani y al oeste Sillumocco, Ckackachipata y Huajje (Stanish 2001:201,

fig.4; 2003:3-4). Aparece también la Tradición Religiosa Yaya-Mama, la cual

fue definida como tal por Karen Mohr-Chávez y Sergio Chávez (1975).

17

Se caracteriza por centros ceremoniales con zonas de almacenamiento,

escultura lítica con imágenes sobrenaturales, parafernalia ritual como

trompetas de cerámica e incensarios y una iconografía sobrenatural que

incluye cabezas con apéndices y ojos divididos verticalmente (Mohr-Chávez

1988:17). Está entendida como una ideología panregional con una iconografía

especial que se complementa con el uso de trompetas e incensarios como una

estrategia de las élites (Stanish 2003:4; Kaulicke 2001:503). Es destacable

también que en esta época, los contactos con la cuenca cusqueña del

Vilcanota se hacen más evidentes (Kaulicke 2001:503; Zapata 1998:331-332).

La transición hacia el Formativo Tardío o Superior está marcada por la

adopción de jerarquías políticas y sociales así como económicas. Se

desarrollan entonces, por primera vez, sociedades estratificadas complejas

(Stanish 2003:137). Los dos casos más importantes son Pukara en el norte y

Tiwanaku en el sur pero se sugiere la existencia de varias otras entidades

políticas menores que se mantienen autónomas o semi-autónomas (Stanish:

op.cit.). Es un tiempo de complejización y crecimiento en toda la cuenca no

sólo de población sino también de prácticas rituales y alianzas políticas

(Hastorf 2005:94).

En las palabras de Hastorf (2008:545) “… el Periodo Formativo está definido

como el tiempo cuando los humanos empezaron a marcar su medio ambiente

18

creando asentamientos más permanentes a la par que domesticaron plantas y

animales. El Periodo Formativo vio la creación de una serie de entidades

políticas cargadas ritualmente y basadas intensamente en actividades agro-

pastorales” (traducción nuestra). Es importante presentar, como veremos en

el siguiente capítulo, las características generales así como la historia de las

investigaciones en el sitio de Pukara.

19

Capítulo 2

La investigación arqueológica en el sitio de Pukara.

2.1.- Descripción general del sitio.

2.1.1.- Ubicación, tamaño y organización espacial.

El sitio de Pukara se ubica en el distrito del mismo nombre, provincia

de Lampa, departamento y región de Puno, a unos 80 kms. al noroeste del

Lago Titicaca, en el Km. 106 de la Carretera Puno-Cusco. Se encuentra a 15°

2´ 50´´ Latitud Sur y a 70° 19´ 10´´ Longitud Oeste del Meridiano de

Greenwich y a una elevación aproximada de 3,910 m.s.n.m (Paredes 1985:6).

Se encuentra en el valle del río Ayaviri-Pucará, el cual nace al norte de La

Raya, en el límite de los departamentos de Puno y Cusco y tiene un recorrido

aproximado de 150km. en dirección noroeste-sureste y es un importante

afluente del río Azángaro por su margen derecha (Peñaherrera del Águila

1986:182) (Figura 3).

En cuanto al tamaño del sitio, no hay consenso debido a la aplicación de

diferentes metodologías de medición, la vegetación y la alteración continua de

la superficie por parte de los pobladores actuales del pueblo de Pucará que

dificultan la identificación de restos culturales de carácter no monumental.

20

Figura 3. Mapa mostrando la ubicación de Pukara y los sitios Formativos más importantes

de la cuenca del Lago Titicaca (Tomado de Stanish 2003: Map. 6.1).

Según Erickson (1988:12), el sitio mide aproximadamente 4 km² con

plataformas piramidales y templos con patios semisubterráneos y incluyendo

los montículos asociados cerca al río al este (Stanish 2003:142; Klarich

2005a:56). Mujica (1979:186; 1991:278; 1996:19) plantea un tamaño similar

(4-6 km²) tomando en cuenta la zona monumental, las zonas cercanas al río y

21

la parte norte hasta el río Qaluyu (Wheeler y Mujica 1981:Fig.10; Klarich

2005a:56). Para Chávez (1992:48), el sitio cubriría una extensión de 1000 x

1500 m., es decir 1.5 km² midiendo por el norte hasta el Área I de la

excavación de Kidder, por el sur hasta los límites del pueblo actual, por el

oeste hasta el Peñón y por el este hasta las terrazas aluviales cercanas al río

(Figura 4).

Asimismo Stanish (2003:142-143), sugiere que el sitio alcanzó una extensión

de 2 km² al tomar en cuenta únicamente el núcleo arquitectónico central y los

alrededores con materiales en superficie pero no los montículos al este debido

a que hay zonas sin ocupación entre estos y el centro. Sobre la base de las

últimas investigaciones realizadas en el sitio, el estimado actual del área

alcanza por lo menos un km² (Klarich 2005b:186). Sólo excavaciones en las

zonas periféricas pueden definir con más exactitud el tamaño real del sitio.

A pesar de la escasez de datos confirmados, el sitio de Pukara presenta

diferencias en cuanto a su organización espacial que permite postular

diversas áreas funcionales. Kidder (1943:5) menciona que la arquitectura del

sitio está compuesta tanto por estructuras de mala manufactura visibles en

los desmontes cerca al río y en la pampa al sur del pueblo actual como de

elaborados templos hundidos en la ladera aterrazada (Qalasaya).

22

Figura 4. Mapa y foto aérea mostrando el área monumental del sitio y las áreas de excavación de Kidder en 1939 (Tomado de Klarich 2005a: Figura 4).

23

Por otro lado, según Mujica (1979:186-187; 1991:278-280; 1996:19-20), el sitio

tiene dos aspectos arquitectónicos: El sector monumental con al menos seis

pirámides truncas (la Qalasaya al oeste, una al norte, dos al este cerca al río,

la de la Lagunita al sur y una en la cumbre del cerro Pucaorqo) y las zonas de

vivienda de manufactura rústica hechas con piedras de río y campo unidas

con mortero de barro. Debido a la densidad de los basurales, entendidos como

desechos de alimentos y cerámica, tallas en hueso y líticos, entre otros

artefactos, se deduce una ocupación permanente, identificada ya por Franco

Inojosa (1940:129) quien deduce una “densísima población” a orillas de río

debido a la extensión de los basurales.

El sitio, por lo tanto, como menciona Klarich (2005a:57), tiene dos áreas

generales: una céntrica, de características monumentales con el complejo de

la Qalasaya, las pirámides de los alrededores y la pampa central y otra

periférica cerca al río donde se ubican las construcciones domésticas y los

extensos basurales.

2.1.2.- Descripción del área monumental.

La pirámide más impresionante que ha recibido mayor atención por

parte de los investigadores es la llamada Qalasaya. Esta es una construcción

monumental que mide 315m. de largo en dirección norte-sur, 300m. en

24

dirección este-oeste y 32m. de altura (Mujica 1996:20). Está compuesta por

plataformas artificiales que le dan el aspecto de pirámide escalonada trunca y

sólo tiene frontis este y sur ya que está empotrada en los cerros que sirven

como límites (Calvario al oeste y Pucaorqo al norte). En la cima de la

pirámide, existen tres recintos muy probablemente ceremoniales alineados en

el eje norte-sur que miran al este (Mujica 1991:280-281) (Figura 5).

Figura 5. Vista del frontis de la pirámide Qalasaya desde el noreste con el Peñón detrás

(Foto tomada por el autor).

Estos recintos han sido los que más llamaron la atención debido a su parecido

con las construcciones en Chiripa, cuenca sur del Lago Titicaca. De los tres, el

25

más estudiado hasta la fecha ha sido el central o Templo Blanco y Rojo,

excavado íntegramente en 1939 por Kidder que involucra un área

aproximada de 1796.5m² (Chávez 1992:78). Este tiene forma de herraje y está

compuesto por una plaza cuadrangular delimitada por un muro de lajas

blancas. Alrededor de la plaza y a un nivel más alto, hay una plataforma

enmarcada por muros hechos con piedras rojas que forman pequeños cuartos

(Mujica 1991:282).

Kidder (1939:343-344) señala que en total mide 50 por 40 m. mientras que la

plaza hundida tiene 15m² de extensión y 1.5 m. de profundidad (Figura 6). En

los cuatro costados de la plaza hundida se observan cámaras con nichos en las

paredes que servían para entierros y colocación de objetos como astas de

venado, huesos de cuy, vasijas llanas y algunos adornos delgados de oro y

plata. Chávez (1992:80) añade que, en la cámara este, se encontró también un

hacha de piedra; todas estas asociaciones serían indicios que estamos frente a

contextos funerarios de personas importantes, quizás jefes de linajes o de

élites. Estas asociaciones culturales corresponden a la fase Pukara Clásico, es

decir en el apogeo del sitio durante la última parte del Periodo Formativo

Tardío.

26

Figura 6. Vista desde el suroeste del recinto ceremonial con patio hundido en la cima de la

Qalasaya excavado por Kidder (Foto tomada por el autor).

El proyecto dirigido por Mujica y Nakandakari también realizó excavaciones

en este patio hundido llamado por ellos Sector BB. Como veremos más

adelante, en éstas, se llegó hasta la roca madre y lo más importante es que se

tiene toda la secuencia de ocupación de esta zona. A pesar que las áreas de

excavación no fueron muy amplias, se logró conocer que por debajo de la

pirámide que se ve actualmente y que pertenece a las fases Pukara Medio y

Tardío, existe otra más antigua que tiene forma y una técnica constructiva

diferente que corresponde a un periodo o fase anterior llamado Cusipata que

está fechado tentativamente entre 600 y 250 a.C. (Mujica 1996:21).

27

En cuanto al frontis este de la pirámide, llama la atención que no se trata de

una pared única sino conformada por juegos de plataformas con diversas

características que forman tres bloques o sectores asociados a los recintos

ceremoniales ya descritos (Figura 7). Además, existe en la parte más baja de

la pirámide una gran plataforma de 160m. de largo por 60m. de ancho y una

escalera central que une esta parte con la cima de la pirámide (Mujica

1991:281). La zona monumental del sitio comprende otras estructuras, menos

conocidas por falta de investigación, que evidencian complejidad y una gran

labor corporativa.

Figura 7. Vista desde del este del frontis de la Qalasaya y de la escalera central (Foto

tomada por el autor).

28

Otra estructura excavada por Kidder en 1939 (1940:343), es el Área IV que

está ubicada en la pampa central también y fue escogida por tener un

monolito parcialmente expuesto ya que no había muchas evidencias

arquitectónicas, sólo un montículo bajo. En las excavaciones se descubrió que

la estructura medía aproximadamente 30 x 40m. y estaba conformada por un

recinto de tres lados con algunos cuartos pequeños. Kidder señala que el

monolito debió haber caído de una posición alta o que fue depositado

horizontalmente y que se encontró por debajo y alrededor de este, mandíbulas

humanas y fragmentos de cráneo.

Chávez (1992:62) menciona que las piedras usadas en la construcción de la

estructura del Área IV son en su mayoría sin trabajar aunque se hallaron

algunas piedras talladas así como piedras pequeñas y adobes. En su

interpretación toda esta estructura está compuesta hacia el oeste de una

plataforma rectangular baja pero larga y sin techar, un montículo bajo al sur

y un área abierta sin plataforma al este. La última estructura excavada en el

sector monumental es la llamada Área V o “Enclosure 4” por Kidder. Se

encuentra en una terraza baja de la Qalasaya (Figura 8) al noreste de los

patios hundidos sobre la pampa central e inmediatamente al oeste del

montículo norte (Klarich 2005a:58).

29

Figura 8. Vista desde el suroeste de la gran plataforma al pie de la Qalasaya y donde se

encuentra el “Enclosure 4” excavado por Kidder (Foto tomada por el autor).

Chávez (1992:74-78) informa que Kidder hizo una excavación de prueba en la

parte norte y aunque lamentablemente los materiales se encuentran

mezclados, la importancia de esta estructura es clara. Chávez asimismo

menciona que este sería el templo más grande del sitio midiendo 73 x 65m. y

que existen muchas semejanzas en cuanto a la construcción con los patios

hundidos de la cima de la Qalasaya. En cuanto a las estructuras que no han

sido excavadas, Stanish (2003:143) señala que frente a la pirámide Qalasaya,

en la pampa, hay una serie de montículos que muy probablemente tienen

30

patios hundidos y directamente al sur de esta área, hay al menos tres

montículos con patios hundidos asociados a áreas habitacionales.

Además menciona que hay evidencias que los patios fueron usados para

festines competitivos a gran escala y que estas fiestas, ceremonias y otros

ritos eran una estrategia de las élites para hacer alianzas. Kaulicke

(2001:504) añade que el sitio pudo haber albergado a varias élites, las cuales

construyeron arquitectura corporativa sobre la base de patrones de

construcción de los sitios primarios regionales junto con especialistas que

habrían llevado al sitio desde sus lugares de origen.

En 2006 Klarich dirigió un proyecto de mapeo digital del sitio, el cual

comprobó para esta zona del sitio de la existencia de varios montículos con

patios hundidos en la cima. Sin embargo, lamentablemente no pudieron hacer

recorridos totalmente debido a que estos terrenos tienen diferentes dueños y

para demarcar los límites de sus propiedades, han construido muros de

piedra que obstaculizaron la labor. Lo que sí se pudo comprobar por

materiales diagnósticos encontrados en superficie, es que el Montículo de la

Lagunita corresponde al periodo Pukara Clásico o Medio (ver Fig.10 en

Klarich 2005b:194).

31

Klarich (2005a:59) añade que tanto este montículo como el Montículo Norte,

serían los límites del área monumental del sitio. Y que en cuanto a este

último, a pesar de no haber sido excavado arqueológicamente, gracias a

remociones modernas, se lograron observar bloques de piedra, una posible

entrada al oeste y cerámica Formativa.

2.2.- Antecedentes de investigación.

2.2.1.- Excavaciones y reconocimientos.

Fue Luis Valcárcel siendo Director del Museo Nacional el que primero

se interesó en el sitio de Pukara debido a su escultura lítica. El lo visitó en

1925 y luego en 1934 y 1935 (Franquemont 1986:1; Kidder 1940:341) y señala

que el sitio es otro gran centro de la cultura del altiplano (Valcárcel 1935:1).

Luego, Julio C. Tello escribe acerca del sitio en 1929 aunque recién lo visitó

en 1935; su interés también se centró en las representaciones de la

litoescultura ya que él lo consideraba como manifestación de la dispersión

Chavín (Franquemont 1986:1; Paredes 1985:13).

En 1937, Alfred Kidder II hace una prospección de una amplia zona de Perú y

Bolivia y señala a Pukara como un sitio que tiene relación tanto con

Tiahuanaco como con Chiripa. Y además le parece el lugar más prometedor

para excavaciones inmediatas que vio en el Perú (Kidder 1938:9). Por esta

32

razón, regresa en 1939 y entre enero y julio efectúa las primeras excavaciones

en el sitio con la cooperación del Museo Nacional de Lima y de José María

Franco Inojosa del Instituto Arqueológico del Cusco (Kidder 1940:341; Franco

Inojosa 1940:129). Es importante la observación de éste último quien

menciona que el sitio no es una fortaleza como lo indica la toponimia siendo

más bien un centro sagrado de gran importancia (Franco Inojosa 1940:135).

Kidder excavó en seis áreas: I, II y III cerca de las riberas del río Pucara; IV

en la pampa central; y V y VI en las terrazas y la plataforma central de la

Qalasaya (Klarich 2005a:50). Estas excavaciones fueron parte de los

Proyectos de Investigación en América Latina del Instituto de Investigaciones

Andinas. Luego, entre junio y septiembre de 1941 regresó al área con el afán

de buscar sitios tempranos en Puno y la escultura de las culturas tempranas

de la hoya del lago Titicaca con apoyo de Rowe durante agosto (Kidder 1943:

prefacio, p.v; Rowe 1942:66). Hizo un recorrido importante, desde Ilave por el

sur hasta Conima por el noreste y los valles de Azángaro y Pucará por el

norte (Kidder 1943:37).

En 1949, Manuel Chávez Ballón de la Universidad Nacional San Antonio

Abad del Cusco hizo excavaciones en el sitio por encargo de Tello y aunque no

publicó el informe, se conoce por información de los pobladores que excavó

cerca al montículo de la Lagunita, en el extremo sur de la pampa central

33

(Klarich 2005a:52). En 1955, Kidder volvió a Pukara y junto con Chávez

Ballón hicieron dos pequeñas excavaciones cerca al sitio. En éstas, se recogió

muestras de carbón para realizar fechados y también cerámica que ellos

llamaron Qaluyu (Kidder 1956a:29, Kidder 1956b:7-8). Es importante señalar

que a esta cerámica nueva, la relacionan con Chavín y Chanapata (Paredes

1985:15). En 1964, Máximo Neira Avendaño y Jorge Flores Ochoa condujeron

excavaciones de prueba en esta zona aunque tampoco se publicaron los

resultados (Klarich 2005:53).

El segundo proyecto con excavaciones extensivas se llevó a cabo entre 1975 y

1980. Primero con el Primer Curso de Métodos y Técnicas en Arqueología

Andina dirigido por Luis Lumbreras (Lumbreras y Amat 1968:76-77). Luego

con el Plan Copesco dirigido por Elías Mujica y Ernesto Nakandakari entre

1975 y 1978, por Jorge Ismodes, Percy Paz y Percy Bonnett entre 1979 y 1980

(Wheeler y Mujica 1981:24) y por Jorge Ismodes en 1981. Se hicieron varias

excavaciones en el área de la plaza hundida y también una reconstrucción de

las terrazas y escalinatas de la Qalasaya. Es de este proyecto de donde

proviene el material de estudio de esta tesis.

Finalmente, en el 2000 Elizabeth Klarich realizó una prospección geofísica y

recolección de superficie en la pampa central, luego en el 2001, hizo

excavaciones en la misma zona, cerca al Área IV de Kidder sobre la base de

34

los resultados de la prospección geofísica. En estas excavaciones encontró

evidencias de un cambio en el uso de la pampa central que pasó de ser un

lugar público abierto a una serie de espacios privados y semiprivados donde

artesanos o individuos locales que hacían rituales de pequeña escala y

actividades domésticas. La autora (2005b:202) plantea que durante la

ocupación Pukara Inicial, la Qalasaya y la pampa fueron elementos

complementarios mientras que en las siguientes ocupaciones (Pukara Medio o

Clásico y Pukara Tardío), el barrio central se diferenció entre los espacios

mundanos (la pampa) y los monumentales cada vez más esotéricos

(Qalasaya).

2.2.2.- Estudios de la cerámica.

El primero en realizar investigaciones estilísticas y tecnológicas de la

cerámica del sitio fue Edward Franquemont (1986) quien analizó la cerámica

proveniente de las excavaciones de Kidder y trató de plantear una cronología

para la cerámica de Pukara buscando diferencias en la pasta, forma y

decoración de las vasijas y correlacionándolas con los datos de las

excavaciones. A pesar que no tenía evidencias claras de estratigrafía ya que

dichos materiales provenían de contextos mezclados, identificó 3 unidades

estilísticas en orden cronológico: Cusipata, Pucara Pampa y Pucara Río.

35

Para poder construir la secuencia, tuvo que comparar las características de

las distintas unidades estilísticas con otros estilos de la región, los cuales

tenían ya una antigüedad asignada. Así, “amarró” el inicio de la secuencia, es

decir, el estilo Cusipata con el estilo Qaluyu, el cual se conocía que era más

temprano que Pukara mediante fechados radiocarbónicos.

Franquemont se basó en primer lugar en las anotaciones estratigráficas de

Kidder pero más importante fue la semejanza que percibió entre Qaluyu y

Cusipata en cuanto al uso del pigmento marrón y la forma de los cuencos. Los

datos estratigráficos provenientes de las excavaciones del grupo de la

Universidad Nacional del Cusco liderado por Máximo Neira en la zona de

Huayapata confirmaron la sospecha de Franquemont que Qaluyu y Cusipata

eran cercanos temporalmente.

En estas excavaciones, en los niveles más profundos, se encontró cerámica de

pasta marrón que tenía alguna semejanza con la cerámica de estilo

Chanapata del Cusco identificada por Rowe (Rowe 1955:142; ver Bauer

1999:115) y que a su vez, se relacionaba estilísticamente con la cerámica

Qaluyu. El estilo Qaluyu fue definido por John Rowe sobre la base de

fragmentos de superficie del sitio epónimo. Luego Lumbreras y Amat

(1968:78-79) contribuyen con la definición de variantes dentro de este estilo.

Por encima de esta cerámica de pasta marrón, se encontró cerámica Pukara

36

decorada con diseños geométricos y encima de esta, había niveles con

cerámica Pukara decorada con diseños naturalísticos (que corresponden a lo

que Franquemont llamó Pucara Pampa y Pucara Río respectivamente).

Pero Franquemont también comparó cada fase de su secuencia con fases

previamente establecidas en otras regiones y que a su criterio, estaban

emparentadas estilísticamente. Así, menciona que hay relaciones entre

Cusipata y Qalasasaya de la cuenca sur del Lago Titicaca así como con

Ocucaje 8; Pucara Pampa con Ocucaje 9 y Pucara Río con Ocucaje 10 / Nasca

1 de la costa sur del Perú. Además, hizo una tipología formal de los

materiales y los clasificó en 7 formas generales, 5 de las cuales fueron

subdivididas (1986:4-8; Klarich 2005a:196).

La primera categoría corresponde a los Tazones abiertos con sus variantes A,

B, C y la Vasija de Base Anular (o de base pedestal). La segunda categoría,

las Vasijas con cuello con sus variantes A, B, C y D divididos así según forma,

diámetro y presencia de decoración incluyendo aquí ollas y cántaros. La

tercera categoría son los Tubos de cerámica, los cuales siempre están

decorados con iconografía incisa compleja. La cuarta categoría corresponde a

keros o vasos altos (beakers) mientras que en la quinta categoría se

encuentran los tazones altos de paredes convexas (incurved bowls y

tumblers). Las vasijas en forma de caja son la sexta categoría y la sétima

37

corresponde a un conjunto de fragmentos inubicables en las demás categorías

y denominados “otros artefactos cerámicos”.

El siguiente estudio publicado acerca de la cerámica del sitio es el de John

Rowe y Catherine Brandel (1971) quienes presentan un catálogo con dibujos y

fotos de cerámica entera y fragmentada con decoración Pukara para facilitar

estudios comparativos. Ellos usaron para esto la colección del Museo Nacional

de Antropología, Arqueología e Historia en Lima, algunas vasijas del Museo

Arqueológico del Cusco y 2 fragmentos provenientes de una recolección de

superficie hecha en 1966.

Luego, Mujica (1987) hace un análisis de la cerámica Cusipata usando datos

de sus excavaciones en la pirámide Qalasaya y complementándolos con los

materiales de las excavaciones de Kidder en el Area IV. El confirma la

cronología de Franquemont y la refina proponiendo nuevas subdivisiones

tomando en cuenta características de la pasta, forma y decoración de la

cerámica. Mujica propone una tipología con 5 tipos de cerámica Cusipata:

Cusipata Inciso; Cusipata Pintado, el cual a su vez se divide en Crema sobre

Marrón y Crema sobre Negro; Cusipata Engobe Rojo y Cusipata Mica Llano.

38

En su análisis formal encuentra dos formas de vasija típicas aunque no

incluyó la cerámica llana donde menciona que es posible que se reconozcan

más formas. Por un lado están las vasijas abiertas representadas únicamente

por cuencos y por otro, las vasijas cerradas donde hay ollas y cántaros

pequeños. Los cuencos tienen lados divergentes y ligeramente acampanados

con un reborde pronunciado en el labio al exterior y un marcado bisel al

interior mientras que en el caso de las ollas, la forma más conocida tiene

cuello corto con o sin reborde.

Existe una correlación entre forma y decoración ya que el tipo Cusipata

Pintado se da sólo en cuencos mientras que el Cusipata Inciso así como el

Cusipata Engobe Rojo pueden darse tanto en cuencos como en vasijas

cerradas. Mujica relaciona sus tipos con los de Franquemont y llega a la

conclusión de que lo que él llama Cusipata Pintado y Cusipata Inciso

vendrían a ser lo que Franquemont denominó Cusipata y Pucara Pampa

respectivamente.

Mujica reafirma que Cusipata sería una fase intermedia entre Qaluyu y

Pukara, así como se confirma la continuidad cultural entre Cusipata y

Pukara ya que se usan las mismas fuentes de arcilla y mismos temperantes

siendo la única diferencia que la cerámica Pukara está mejor cocida.

Finalmente, Sergio Chávez (1992) publica como Tesis Doctoral el análisis más

39

completo estilístico y tecnológico de la cerámica proveniente de las

excavaciones de Kidder en 1939. El objetivo descriptivo principal de su

estudio es conocer la naturaleza de las formas, técnicas, temas, motivos,

diseños y elementos así como descubrir las reglas del estilo decorativo Pukara

(1992:18). En cuanto a su tipología formal la cerámica está dividida en 2

grandes categorías, las vasijas de acceso restringido y las de acceso no

restringido que corresponden básicamente a tazones y cántaros (jars)

respectivamente.

Estas categorías principales se subdividieron en muy grandes (oversized),

grandes, medianos, pequeños, efigies y miniaturas. Asimismo, las formas

restringidas como las no restringidas fueron clasificadas en 11 grupos cada

una. La identificación de estos 22 grupos se realizó sobre la base del análisis

de atributos como formas de borde y labio, forma y grosor de las paredes,

altura de las vasijas, entre otros, así como también de la técnica de

manufactura (1992:509). Antes de discutir sobre el análisis realizado de la

cerámica, debemos presentar los detalles de las excavaciones y contextos de

los cuales proviene el material en cuestión.

40

Capítulo 3

El Proyecto Copesco2.

Los materiales analizados en la presente tesis provienen de las

excavaciones realizadas en el sitio de Pukara como parte del Sub-proyecto

Puesta en Valor de Monumentos del Plan Copesco (Comisión Especial para

Supervigilar el Plan Turístico Cultural PERU-UNESCO) mediante la Unidad

Especial Ejecutora del Instituto Nacional de Cultura (INC). Este Plan fue

concebido como un proyecto de desarrollo regional para la zona sur del país

(Cusco y Puno). En este, se trabajó en la restauración y puesta de valor de

monumentos históricos así como en obras de equipamiento e infraestructura

turística. Por esta razón y dado que el proyecto era multidisciplinario contó

con la colaboración de arqueólogos, antropólogos y arquitectos.

En el caso de Pukara, el proyecto se inició en agosto de 1975 y culminó en

setiembre de 1981. La intervención arqueológica fue dirigida por Elías Mujica

y Ernesto Nakandakari en el periodo 1975-1978; por Jorge Ismodes, Percy

Paz y Percy Bonnet en el periodo 1979-1980 (Wheeler y Mujica 1981:24) y por

Jorge Ismodes en 1981.

2 Toda la información acerca del proyecto ha sido extraída del Informe Final de Ejecución de Obra, Sitio Arqueológico de Pucará-Puno, 1982 presentado al Instituto Nacional de Cultura por la Unidad Especial Ejecutora del Sub-Proyecto Puesta en Valor de Monumentos del Plan Copesco. Dicho Informe así como los dibujos de perfil y de planta de las excavaciones fueron gentilmente compartidos por Elías Mujica.

41

3.1.- Objetivos.

El proyecto en el sitio tenía como objetivo principal recuperar la mayor

cantidad de material cultural posible, la consolidación de estructuras en

deterioro y la puesta en valor de las mismas. Por estos motivos fue especial

ya que no se reducía únicamente a la puesta en valor del sitio sino que

también estaba dirigido mediante excavaciones arqueológicas a la obtención

de información acerca del sitio, del área donde se encuentra y la relación

existente entre esta y otra áreas de la región.

Cabe destacar que para conocer mejor la idea general del proyecto en Pukara

dentro de los planes originales, se encontraba la restauración de la iglesia del

pueblo, Iglesia de Santa Isabel del siglo XVIII (objetivo que no se cumplió por

falta de fondos) y la construcción de un Museo de Sitio. Sin embargo, a pesar

de que el proyecto no tenía como finalidad únicamente la puesta en valor del

monumento, las excavaciones arqueológicas muchas veces estaban sujetas a

los requerimientos de la restauración. Es por esta razón que, por lo general,

fueron restringidas y no siempre tuvieron las medidas que hubiesen sido más

útiles para la exploración netamente científica.

42

Así los objetivos de la intervención en el sitio se pueden resumir en los

siguientes puntos:

1.- Definir la secuencia ocupacional y confirmar que fue un desarrollo largo

que se produjo in situ. Se buscaba identificar tanto los antecedentes como

posibles fases dentro de la época Pukara.

2.- Determinar en los sectores de los templos en forma de herraje con patio

hundido; tipos de relleno, posibles drenajes, posibles estructuras, estabilidad

de suelos y posibles pisos originales.

3.- Establecer en los sectores de las terrazas del frontis de la pirámide

principal; posibles pisos originales, cimientos de muros, otras estructuras, etc.

3.2.- Metodología.

El proyecto tuvo tres etapas de investigación:

a) Labores de campo que incluyeron prospecciones, recopilación de datos

etnohistóricos, análisis arquitectónico, registro fotográfico y las excavaciones.

43

b) Análisis en gabinete donde se buscó documentación histórica, se hizo una

clasificación ceramográfica y se procesaron fichas, cuadernos de campo,

dibujos y fotografías.

c) Trabajos de laboratorio donde se hizo análisis de suelos, de material

botánico y lítico.

Gracias a la observación detenida en las prospecciones superficiales, se logró

una aproximación al conocimiento de la configuración, distribución, y plan

arquitectónico de la pirámide principal. Esto fue básico para la zonificación

del sitio y para la posterior designación de las unidades de excavación.

Además, mediante la recolección de material cultural, se logró distinguir la

presencia de estilos cerámicos pertenecientes a épocas diversas como Pukara,

Collao, Inca y Colonial incluso. Luego, en cuanto a las excavaciones, se aplicó

el sistema de coordenadas cartesianas con orientación cardinal y la unidad

básica fue de 2 x 2 metros, la cual pudo aumentar o disminuir en tamaño

según las necesidades y la intervención se realizó mediante la remoción de

capas naturales.

3.2.1.- Sectorización.

El sitio ha sido dividido en 13 sectores, ordenados mediante letras

alfabéticamente (de la A a la M) como se explica a continuación:

44

Sector A: En la ribera del río, lugar conocido como Huaqsapata; son

construcciones escalonadas truncas.

Sector B: Pirámide principal o Qalasaya.

Sectores C y H: El primero ubicado en Huaqsapata y el segundo al

norte de la Lagunita. Son estructuras rectangulares de posible función

administrativa.

Sector D: Ubicado en la pampa del pueblo actual y constituido por

desechos domésticos asociados a abundante material cultural y

estructuras simples (posibles viviendas).

Sector E: Estructuras escalonadas ubicadas al este del Qalasaya y

asociadas a ésta.

Sector F: Ubicado en la pampa entre los sectores H y E y corresponde a

estructuras cerradas de función desconocida; fueron excavadas por

Kidder.

Sector I: Estructura escalonada asociada a la lagunita.

Sector J: Conjunto de andenes en la base del Peñón.

Sector L: Muros de contención en la ladera este del Puca Orqo.

Sector M: Estructuras escalonadas en la cima del Puca Orqo.

La sectorización se basó en elementos y/o espacios arquitectónicos

determinados por el uso y función y también en unidades. La Pirámide

principal o Qalasaya (sector B), se ha subdividido a su vez con el fin de definir

45

mejor los recintos y espacios a trabajar con una nomenclatura coherente. Así,

la sectorización responde a ejes constructivos combinando en la delimitación

de sectores, estructuras o espacios que determinan fácilmente las unidades.

El sector BA, se encuentra al norte; el sector BB al centro y el sector BC al

sur y están delimitados por los recintos o templos (en U) en la cima de la

pirámide central. Los sectores BE, BF y BG se encuentran de forma paralela

a los anteriores pero hacia el frontis de la pirámide. Constan de plataformas

largas y angostas y ahí se ubican los muros de contención de las plataformas

y las escaleras. Cada sector tiene espacios más pequeños llamados sub-

secciones.

46

Figura 9. Plano mostrando la sectorización de la Qalasaya. Los sectores BA, BB y BC corresponden a los recintos con patio hundido mientras que los sectores BE, BF, BG y BH son el conjunto de plataformas que conforman el frontis de la pirámide. Se muestran en color oscuro las áreas de excavación del Plan Copesco donde se halló el material que fue analizado en este trabajo (Adaptado de Klarich 2005b: 198, Fig.13).

Estos reciben su propia nomenclatura donde se trata de delimitar su

composición arquitectónica (las plataformas son P y seguidos de números

arábigos donde 1 es la plataforma de más abajo). En cuanto a los espacios

abiertos ubicados al oeste de las estructuras en U, también se les ha

considerado como subsecciones pero en la nomenclatura se usa apóstrofes

(v.g. BA´, BA´´, etc.).

47

3.2.2.- Secuencia y estrategia de excavación.

Durante la temporada 1975-1976, en líneas generales se determinó

casi la totalidad de los muros de contención de las plataformas y se dio pautas

para el posterior trabajo de consolidación, mejor conocimiento del conjunto

arquitectónico y arqueológico y se permitió ajustar métodos de excavación y

trabajos de campo. Se hicieron excavaciones en los sectores BC, BF, BG, BC y

BE logrando los mejores resultados en los tres primeros.

En la temporada 1977-1978 las investigaciones se centraron en el sector BB,

más específicamente en el llamado “Templo blanco y rojo” excavado por

Alfred Kidder II como ya lo hemos señalado. Se hicieron excavaciones para

recuperar material cultural y determinar elementos arquitectónicos dañados.

En la temporada 1979-1980, se enfatizó el trabajo en los sectores BF y BG

donde se hicieron excavaciones con el fin de conocer las ocupaciones finales de

las plataformas, definir niveles de restitución de pisos y el tratamiento

posterior de éstas. En estos sectores se hizo hallazgos sorprendentes de

estructuras anteriores a la que se ven en la actualidad.

En la última temporada, la correspondiente a 1981, se hicieron excavaciones

en la escalera central, el mantenimiento de las intervenciones anteriores así

48

como el arreglo de estructuras en los sectores que componen el frontis de la

pirámide principal.

3.3. Las excavaciones.

3.3.1.- Temporada 1975-1976.

En el sector BC se eligieron contextos donde había mayor cantidad de

elementos arquitectónicos poniendo énfasis en el llamado “Templo sur”, el

cual se encuentra en la última plataforma de la pirámide. Aquí se hallaron

las lajas que conformaban los niveles medio e inferior del templo y

estructuras Incas de una ocupación posterior mientras que en los sectores BF

y BG las labores fueron orientadas a las plataformas que conforman el frontis

de la pirámide con la intención de recuperar material cultural, consolidación

de estructuras en mal estado y la puesta en valor de éstas. La mayor parte de

los materiales analizados en el presente trabajo provienen de estas

excavaciones en el patio hundido del sector BB.

3.3.2.- Temporada 1977-1978.

Las excavaciones en el “Templo Blanco y Rojo” fueron orientadas a la

ubicación de elementos arquitectónicos dañados; el análisis de su estado; la

asociación de estos elementos con otros y la recuperación de las lajas de

49

piedra que sirven como contención del nivel hundido. Así fue posible

determinar posibles niveles de ocupación del templo sobre los cuales restituir

nuevos pisos para cuidar los primeros.

Durante las excavaciones en el patio hundido se llegó hasta el talud natural

sobre el cual se hizo la edificación encontrándose estructuras pre-Pukara

Clásico o Medio y se ubicaron los drenajes, los cuales pasan por debajo de los

muros y plataformas adyacentes a la construcción. Finalmente en la parte

norte del Sector BB se encontró un gran piso de lajas de piedra el cual al

parecer conecta ese sector con el Sector BA y sobre el cual se ha encontrado

evidencias de ocupación de los periodos Collao, Inca y Colonial.

3.3.3.-Temporada 1979-1980.

En esta temporada se hizo los hallazgos más importantes del sitio. En

las plataformas 2 y 3 de los sectores BF y BG, se encontraron muros que

corresponderían a una pirámide anterior, la cual tiene distinta orientación y

manufactura a la que se ve en superficie (Figuras 10 y 11). Asimismo, en la

terraza 1 del sector BG se halló un recinto que se encuentra por debajo de las

construcciones Pukara Clásico o Medio. Se llega a esta edificación por una

escalera de piedras labradas y el acceso se hace a través de una puerta de

doble jamba que se encuentra en el muro Este.

50

Dicho recinto tiene medidas de 3.25m. de largo por 1.40m. de ancho con una

altura promedio de 1.65m (Figura 12A). Además se encontró seis hornacinas,

una en los muros norte y sur y dos en los muros este y oeste (Figura 12C).

Cabe destacarse que las del muro oeste fueron las únicas que se encontraron

selladas con barro y que en el interior había esculturas líticas pintadas de

colores. Una es una cabeza humana (Figura 12B) y la otra una figura

antropomorfa.

51

Figura 10. Dibujo de perfil del Eje Norte 44 del Sector BF mostrando detalle de la Plataforma 3 (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).

Figura 11. Dibujo de perfil del Eje Norte 42 del Sector BG mostrando detalle de la Plataforma 3 (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).

52

Figura 12. Fotos del recinto asociado a la pirámide más antigua del sitio (A, B y C) y del monolito hallado in situ en una plataforma inmediatamente encima de dicho recinto (Adaptado de Klarich 2005b: 199, Fig.14).

Por otro lado, en la parte sur del Sector BG, se trabajó en la liberación de

escombros y puesta en valor de la gran escalera central de la pirámide.

Finalmente en esta temporada también se intervino mediante prospecciones

y excavaciones en la estructura del periodo Colonial ubicada en la plataforma

superior de la pirámide. En estos trabajos se conocieron enlucidos de barro y

cal, restos de adobes y pisos y una poza de piedra.

53

3.3.4.- Temporada 1981.

Esta temporada fue la más corta y a pesar que se hizo trabajos

arqueológicos en el frontis de la pirámide principal, estos estuvieron abocados

sobre todo al mantenimiento de las intervenciones anteriores, la mayor parte

del tiempo del proyecto se usó en la construcción del Museo de sitio.

3.4.- La estratigrafía. Con respecto a este tema, debemos lamentar el hecho que no hemos podido

conseguir algunos datos de las excavaciones. Así, en el caso de los dibujos de

perfil de los sectores BF y BG (Figuras 13 y 14), no tenemos datos de las

capas sino que se muestran los cortes en ejes de las plataformas con detalles

en algunas de estas. En cuanto al sector BB, si bien las capas no están

descritas detalladamente y no obtuvimos todos los perfiles, es de utilidad la

información recuperada. En la Figura 15 podemos apreciar una vista de

planta de este sector, la cuadriculación y la ubicación de los perfiles que se

detallarán más adelante.

54

Figura 13. Dibujo de perfil del Eje Norte 42 del Sector BF (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).

55

Figura 14. Dibujo de perfil del Eje Norte 42 del Sector BG (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).

56

Figura 15. Dibujo de planta del Sector BB con la ubicación de las cuadrículas y los perfiles citados en el texto (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).

57

3.4.1.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N2-3 E17-18 (Figura 16). 2A: Tierra negra. No se analizaron fragmentos de este nivel por pertenecer al

periodo Pukara Medio/Clásico.

3B: Tierra roja con gravilla. No se analizaron fragmentos de este nivel por

pertenecer al periodo Pukara Medio/Clásico.

4C: Tierra blanca. No se analizaron fragmentos de este nivel por pertenecer

al periodo Pukara Medio/Clásico.

5D: Tierra roja. Se encontró un tazón grande de paredes divergentes rectas y

borde aplanado inclinado.

6D: Tierra negra. Se encontró un cuenco pequeño de paredes divergentes y

borde redondeado; un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo

divergente y borde redondeado engrosado externo; una olla con cuello

mediano de paredes ligeramente cóncavas verticales y borde biselado; una

olla sin cuello de paredes muy inclinadas y borde engrosado interno

redondeado y un tazón grande de paredes divergentes rectas y borde

aplanado inclinado.

58

7DE: No se halló descripción de la capa. Se encontró una olla con cuello

mediano y de paredes ligeramente cóncavas verticales y borde engrosado

externo; una olla con cuello mediano y de paredes ligeramente cóncavas

convergentes y borde engrosado externo; dos tazones medianos de paredes

divergentes rectas y borde redondeado; un cántaro mediano de cuello

ligeramente cóncavo vertical y borde biselado y un cántaro pequeño de cuello

ligeramente cóncavo divergente y borde engrosado externo redondeado.

8DE: Tierra negra. Se encontró un tazón mediano de paredes divergentes

rectas y borde aplanado inclinado.

9E: Tierra roja con grava. No se encontró bordes identificables con alguna

forma.

10E: Tierra amarilla arenosa. No se encontró bordes identificables con alguna

forma.

11F: Tierra negra arenosa. No se encontró bordes identificables con alguna

forma.

X: Lentes rojos. No se encontró bordes identificables a alguna forma.

59

Y: Tierra negra arenosa. No se encontró bordes identificables a alguna forma.

Figura 16. Dibujo del perfil oeste de la Cuadrícula N2-3 E17-18 del Sector BB (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).

60

3.4.2.- Descripción de capas, Sector BB Eje Norte 4 (Cuadrículas N4-5 E17-18 y N4-5 E19-20) (Figura 17). 4C: No se halló descripción de la capa. Se encontró un tazón grande de

paredes divergentes rectas y borde engrosado externo.

6C: Tierra roja con rayas negras y blancas semi compacta. No se encontró

bordes identificables con alguna forma.

6D: Tierra roja con gravilla compacta. Se encontró una olla sin cuello de

paredes ligeramente inclinadas y borde redondeado; un tazón pequeño de

paredes divergentes rectas y borde redondeado; un tazón pequeño de paredes

verticales convexas y borde redondeado; un tazón mediano de paredes

divergentes rectas y borde redondeado; un tazón mediano de paredes

divergentes convexas y borde engrosado externo; un tazón mediano de

paredes divergentes rectas y borde aplanado horizontal y dos tazones grandes

de paredes divergentes rectas y bordes redondeados.

7D: Tierra negra con rayas rojas y gravilla. Se encontró un plato mediano con

borde engrosado externo; una olla con cuello corto vertical y borde engrosado

externo; una olla con cuello mediano ligeramente cóncavo convergente y

borde redondeado; un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo

divergente y borde aplanado horizontal engrosado externo; un tazón mediano

61

de paredes verticales rectas y borde aplanado horizontal y un tazón grande de

paredes divergentes rectas y borde ligeramente redondeado.

8D: Tierra negra con rayas blancas arenosa. Se encontró un cántaro pequeño

de cuello cóncavo divergente y borde engrosado externo redondeado; un

cántaro mediano de cuello cóncavo divergente y borde engrosado externo

redondeado; un cántaro grande de cuello ligeramente cóncavo divergente y

borde aplanado horizontal engrosado externo y un tazón mediano de paredes

divergentes rectas y borde redondeado.

8DE: No se halló descripción de la capa. Se encontró un cántaro mediano de

cuello ligeramente cóncavo divergente y borde redondeado y un cántaro

grande de cuello cóncavo divergente y borde aplanado inclinado engrosado

externo.

9E: Tierra roja con gravilla arcillosa compacta. Se encontró una olla sin cuello

de paredes inclinadas y borde redondeado puntiagudo.

10E: Tierra roja intercalada con tierra negra arenosa y blanca. Se encontró

un tazón mediano de paredes divergentes rectas y borde redondeado y un

tazón grande de paredes divergentes rectas y borde ligeramente redondeado.

62

11F: Tierra mitad roja con gravilla y mitad blanca arenosa. Se encontró una

olla con cuello mediano ligeramente cóncavo vertical y borde redondeado.

12G: Tierra negra con rayas amarillas arenosas. Se encontró una olla con

cuello corto vertical y borde aplanado horizontal.

13H: Tierra roja con gravilla arcillosa con rayas negras arenosas. No se

encontró bordes identificables con alguna forma.

14H: Tierra gris arenosa suave. Se encontró un tazón grande de paredes

verticales rectas y borde redondeado.

15I: Tierra negra arenosa compacta. No se encontró bordes identificables con

alguna forma.

16I: No se halló descripción de la capa. Se encontró una olla sin cuello de

paredes inclinadas y borde rectangular alargado; un cántaro grande de cuello

ligeramente cóncavo vertical y borde engrosado externo y un tazón mediano

de paredes divergentes rectas y borde aplanado inclinado.

63

17I: No se halló descripción de la capa. Se encontró un tazón mediano de

paredes divergentes rectas y borde engrosado externo y un tazón mediano de

paredes divergentes cóncavas y borde redondeado.

18I: No se halló descripción de la capa. Se encontró un plato pequeño de borde

redondeado; un tazón pequeño de paredes divergentes convexas y borde

redondeado; un tazón mediano de paredes verticales rectas y borde

ligeramente redondeado; un tazón grande de paredes verticales rectas y borde

aplanado horizontal y un tazón grande de paredes divergentes convexas y

borde redondeado.

19I: No se halló descripción de la capa. Se encontró una olla sin cuello de

paredes ligeramente inclinadas y borde aplanado inclinado y un tazón grande

de paredes divergentes rectas y borde engrosado externo.

20I: No se halló descripción de la capa. Se encontró un tazón mediano de

paredes divergentes rectas y borde redondeado.

23I: No se halló descripción de la capa. Se encontró dos ollas sin cuello de

paredes ligeramente inclinadas y borde engrosado interior y exterior y una

olla sin cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde aplanado inclinado.

64

Figura 17. Dibujo de perfil del Eje Norte 4 del Sector BB (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).

65

3.4.3.- Descripción de capas, Sector BB Cuadrícula N6-7 E23-24 (Figura 18). 4C: Tierra blanca arenosa semi compacta. Se encontró un cántaro grande de

cuello ligeramente cóncavo divergente y borde engrosado externo redondeado.

6C: Tierra roja con rayas negras y blancas semi compacta. No se encontró

bordes identificables con alguna forma.

5D: Tierra roja con gravilla compacta. Se encontró un cántaro mediano de

cuello ligeramente cóncavo divergente y borde engrosado externo puntiagudo.

6D: No existe descripción de la capa. Se encontró un cuenco grande de

paredes divergentes y borde redondeado; un tazón mediano de paredes

divergentes rectas y borde redondeado; un tazón mediano de paredes

divergentes rectas y borde aplanado inclinado; un tazón grande de paredes

verticales convexas y borde engrosado interno y externo y un tazón grande de

paredes divergentes rectas y borde aplanado inclinado.

7D: Tierra negra con rayas rojas y gravilla. Se encontró un cuenco pequeño de

paredes divergentes y borde redondeado.

66

8D: Tierra negra con rayas blancas arenosa. No se encontró bordes

identificables con alguna forma.

9E: Tierra roja con gravilla arcillosa compacta. No se encontró bordes

identificables con alguna forma.

10E: Tierra roja intercalada con tierra negra arenosa y blanca. No se

encontró bordes identificables con alguna forma.

11F: Tierra mitad roja con gravilla y mitad blanca arenosa. Se encontró un

plato mediano con borde engrosado externo.

12G: Tierra negra con rayas amarillas arenosas. Se encontró una olla sin

cuello de paredes inclinadas y borde redondeado alargado y una olla sin

cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde aplanado horizontal.

13H: Tierra roja con gravilla arcillosa con rayas negras arenosas. No se

encontraron bordes identificables con alguna forma.

14H: Tierra gris arenosa suave. No se encontraron bordes identificables con

alguna forma.

67

15I: Tierra negra arenosa compacta. Se encontró un cántaro pequeño de

cuello ligeramente cóncavo divergente y borde redondeado; dos ollas sin cuello

de paredes ligeramente inclinadas y borde redondeado y un tazón pequeño de

paredes divergentes rectas y borde engrosado externo.

16I: No existe descripción de la capa. Se encontró un plato grande de borde

redondeado.

17I: No existe descripción de la capa. Se encontró un cuenco grande de

paredes divergentes y borde redondeado; un cántaro pequeño de cuello

ligeramente cóncavo divergente y borde aplanado inclinado alargado; una olla

sin cuello de paredes muy inclinadas y borde engrosado interno redondeado;

una olla sin cuello de paredes ligeramente inclinadas y borde engrosado

externo; un plato mediano de borde redondeado; un tazón grande de paredes

verticales convexas y borde redondeado y un tazón grande de paredes

divergentes rectas y borde engrosado externo.

18J: No existe descripción de la capa. Se encontró un tazón grande de paredes

divergentes convexas y borde redondeado. En este nivel, se detuvo la

excavación por producirse una filtración de agua.

68

Figura 18. Dibujo de perfil del Eje Este 22 del Sector BB con la cuadrícula N6-7 E23-24 (Redibujado del documento del Proyecto Copesco).

69

3.5.- Secuencia general del sitio y fases de ocupación.

La primera secuencia completa de la historia ocupacional del sitio fue

propuesta por Wheeler y Mujica (1981) en un reporte a la National Science

Foundation (NSF). En esta, se proponen seis épocas, desde tiempos pre-

Pukara hasta la ocupación Colonial. Esta secuencia ha sido enriquecida con

los datos del “Informe Final de Ejecución de Obra, Sitio Arqueológico de

Pucará-Puno, 1982”.

3.5.1.- Fase I. Ocupación inicial del sitio.

Esta fase corresponde a la primera ocupación del sitio cuyas evidencias

fueron hallados en tres zonas. Primero sobre roca madre, en las capas I y J de

la plaza hundida del Sector BB asociadas a un muro pobremente construido y

huesos animales; luego en la plataforma 3 del Sector BG y finalmente en el

Sector BF en el primer tramo de la escalinata de la Plataforma 1 y en la

esquina suroeste de la Plataforma 4, también sobre la capa estéril.

Ya que estos niveles se consideran como pre Qaluyu y dado que existen

algunos fechados para Qaluyu (Mohr-Chávez: 1977) que lo ubican entre 1400

y 800 a.C., se sugiere que la primera ocupación del sitio se encontraría

aproximadamente cerca del año 1400 a.C. aunque dejan en claro que su

70

entendimiento para estos niveles, no es el mejor debido a la falta de datos

(Wheeler y Mujica 1981:26).

3.5.2.- Fase II. Época transicional pre Pukara.

Esta ha sido identificada en las capas F, G y H de la plaza hundida del

Sector BB con asociación a un muro bien hecho de 0.60m. de altura, el cual al

parecer sirvió como contención de una plataforma por lo que se toma como el

inicio de la arquitectura no doméstica del sitio. En esta época, se iniciarían

las interrelaciones con otros lugares dentro y fuera de la cuenca ya que se

menciona contactos con el valle del Vilcanota y la cuenca sur del Titicaca.

Además, se propone un nuevo estilo local altiplánico que llaman Zeta y está

definido como una cerámica de pasta roja con decoración incisa curvilínea

(Wheeler y Mujica 1981:26-29).

3.5.3.- Fase III. Transición pre Pukara a Pukara.

Esta época ha sido situada entre 850 y 200 a.C. sobre la base de

cronología relativa de cerámica. Las evidencias de esta época fueron halladas

en las capas C, D y E de la plaza hundida en el Sector BB, en las plataformas

2, 3 y 4 del Sector BF y en el atrio del Sector BG (Wheeler y Mujica 1981:29).

Lo más importante para este periodo fue el hallazgo de una pirámide

escalonada de cinco niveles que precede a la que vemos en la actualidad.

71

Thomas Lynch (1981:204) agrega que esta pirámide anterior estaría fechada

quizás entre el 800 y el 200 a.C. y que lo más importante de este hallazgo es

que se descubrió que existe continuidad entre las dos etapas culturales.

En las excavaciones se encontraron cuatro de los muros de contención de las

plataformas y al parecer existe un quinto nivel por lo que se deduce que la

primera pirámide tenía la misma altura que la segunda aunque era más

pequeña. Los muros tienen un ancho aproximado en la base de 3.40m. y en la

cabeza de 2.90m. con una altura de 4 metros. En cuanto a la cerámica, este

periodo es particular puesto que se dan a conocer tres nuevos estilos o

tradiciones alfareras con diversos orígenes y que estarían hablando de

contactos cada vez más fuertes con otros lugares y con zonas más alejadas

también.

Wheeler y Mujica (1981:34-40) señalan a Pukara Inicial (llamado

originalmente Pucara Río por Franquemont en 1967) como un estilo indígena

altiplánico ya que tendría como antecedente el estilo Zeta ya descrito y sería

asimismo, antecedente directo del estilo Pukara Clásico. El siguiente estilo

es el Cusipata, el cual ya había sido definido como tal por Franquemont

(1986) pero con base en las excavaciones de Kidder en la pampa central (Área

IV) y no con materiales del Qalasaya. Wheeler y Mujica (1981:34) mencionan

que dicho estilo es parecido a la cerámica pintada Qaluyu pero que no podría

72

considerársele de tradición altiplánica y que más bien tendría sus orígenes en

el valle del Vilcanota al norte debido a su semejanza con la tradición

Marcavalle.

El tercer estilo mencionado para este periodo de transición es el llamado

Ramis, el cual es definido como una cerámica de pasta negra, mal hecha, con

mala cocción y decorada con diseños incisos geométricos, los cuales fueron

rellenados con pintura roja brillante y verde clara post-cocción. Por sus

características se propone que es una cerámica originaria de las tierras bajas

amazónicas del oriente (Wheeler y Mujica 1981:40).

3.5.4.- Fase IV. Época Pukara Clásico o Medio.

La Época IV corresponde al tiempo donde se entierra ritualmente la

pirámide anterior y se da un proceso de renovación y agrandamiento del

templo, así como la construcción de tres plazas hundidas en la cima del

Qalasaya. La segunda pirámide se construyó de la siguiente manera (ver

Figuras 6 y 7): 1) Se levantaron muros rústicos paralelos a los muros de

contención de las plataformas; 2) Se rellenó el espacio intermedio con arcilla

de río; 3) Se construyeron nuevos muros de contención adyacentes a los

muros rústicos, los cuales sostienen también un relleno compuesto de piedras

73

grandes en la base y pequeñas en la parte superior y 4) Se niveló el piso de la

nueva plataforma.

Los autores lamentan, sin embargo, la escasa cantidad de cerámica que

pudieron recoger de esta época debido al trabajo previo de Kidder en 1939

(Wheeler y Mujica 1981:40-43). Es de este periodo que tenemos la mayor

cantidad de fechados, Klarich (2005a:241) presenta 15 fechados C14 de sus

excavaciones en la pampa central del sitio, los cuales tienen un rango de

entre 360 a.C. y 240 d.C. y 11 de ellos se encuentran entre 180 a.C. y 120 d.C.

3.5.5.- Fase V. Abandono del sitio y colapso de Pukara.

La Época V es la denominada ocupación Pukara Decadente y abandono

del sitio, proceso que al parecer se desarrolló de forma pacífica y rápida. Las

evidencias fueron halladas en la cima de la pirámide, en la zona entre las dos

plazas hundidas que están hacia el norte (BB y BA) donde se descubrieron

una serie de patios sin techo donde se habría producido actividad doméstica.

Asociada a los restos de fauna se encontró cerámica que mantiene

características Pukara pero con nuevas formas y de manufactura menos

elaborada.

74

3.5.6.- Fase VI. Reocupaciones tardías.

Esta fase corresponde a las reocupaciones tardías del sitio. La primera

se produjo mucho tiempo después del colapso de la entidad política Pukara y

es uno de los enigmas para la cuenca norte del Lago Titicaca puesto que aún

no se han encontrado ocupaciones pertenecientes al Horizonte Medio. La

primera reocupación se realizó por los Collas alrededor del 1250 d.C., quienes

usan con más intensidad las laderas al pie del Peñón aunque también hay

evidencias de ocupación doméstica y cistas intrusivas en las plataformas del

Qalasaya.

Los Incas reocupan el sitio aproximadamente en el 1471 d.C. gracias a las

acciones de Tupac Yupanqui quien vence en batalla a los Collas que se habían

sublevado. Las remodelaciones Inca se encuentran en dos lugares: En el

límite de los sectores BF, BE y BH donde construyen una escalinata

mediante una combinación de peldaños y rampas y en las plataformas 4 y 5

del Sector BG donde edifican un muro con hornacinas trapezoidales.

Finalmente, la evidencia del periodo Colonial se encuentra en los sectores BA

y BC. En el primero de ellos, se encontró nueve casas de planta rectangular

dispuestas una al lado de la otra y separadas por un pasadizo de 1 metro de

ancho. En el segundo sector también se encontró nueve casas aunque de

75

manufactura más rústica y aglutinadas sin ningún orden. Asimismo en el

límite con el Sector BB, se encuentra una gran estructura que funcionó como

iglesia cristiana, la cual fue construida con muros de barro con base de piedra

y en una de sus paredes, se encontraron siete hornacinas, algunas de las

cuales conservan restos de pintura.

Esta cronología fue reformulada luego por Mujica. La secuencia cronológica

de los estilos cerámicos para la cuenca norte sería de la siguiente manera (ver

Figura 1 en Mujica 1988:79): Qaluyu (1400-800 a.C); Cusipata (800-500 a.C.);

Pukara Inicial (500-200 a.C.); Pukara Medio (200 a.C-100 d.C.) y finalmente

Pukara Tardío (100-380 d.C.). En cuanto a la secuencia en el sitio de Pukara,

Mujica (1987:28) menciona que en las capas más antiguas, hay cerámica mal

definida pero se ha identificado cuencos bajos de lados rectos y divergentes

con incisiones delgadas y ollas sin cuello.

Así él propone que la cerámica Qaluyu, es introducida tardíamente en la

secuencia más temprana del sitio ya que se encuentra en niveles por encima

de los que contienen esta cerámica descrita aunque asociada a otros estilos

cerámicos que tampoco se conocen bien. Por encima de estos niveles, hay

otros con materiales Qaluyu y Cusipata mezclados, luego Cusipata solo y

después Cusipata asociado a una cerámica similar a Pukara que vendría a

ser la fase más temprana del estilo Pukara (Mujica 1987:25; 1988:87).

76

Finalmente, por encima de esto y sobre el nivel de arcilla roja ya mencionada,

se encuentran los materiales Pukara Clásico o Medio.

77

Capítulo 4

El material cerámico.

4.1.- La clasificación morfofuncional.

Decidimos realizar esta clasificación en lugar de buscar tipos ya que

normalmente, las tipologías se basan únicamente en ciertos atributos

formales o estilísticos. De acuerdo con Lumbreras (1987:3), sostenemos que

tiene que haber una relación entre la forma de la vasija y la función que ésta

debió cumplir. Esto quiere decir que la vasija debe tener ciertas

características en forma y estructura física para que sirvan eficientemente

en la función para la cual ha sido elaborada.

El primer paso es según Lumbreras (op.cit.) y Orton, Tyers y Vince (1993:78),

clasificar la cerámica diagnóstica haciendo dos grandes grupos que

corresponden a la clase de las vasijas. Las dos grandes clases que tenemos

son las vasijas abiertas y las vasijas cerradas. Luego se debe ubicar dentro

cada clase las diferentes categorías (i.e. tazón), sus variantes (i.e. de paredes

verticales) y finalmente los atributos específicos (i.e. labio redondeado).

En el análisis morfofuncional se han registrado platos, cuencos y tazones

como vasijas abiertas y ollas sin cuello, ollas con cuello y cántaros como

vasijas cerradas. El total de fragmentos analizados fue de 4582 sin embargo

78

la mayoría de estos son muy pequeños como para ser identificados como parte

de alguna forma de vasija específica. Por este motivo, los resultados del

análisis se encuentran basados en el número de bordes con un tamaño

mínimo de 5% para que sean representativos. El total de vasijas identificadas

fue de 299.

4.1.1.- Descripción de las categorías formales.

4.1.1.1.- Vasijas abiertas (N=150, 50.16% del total).

Son vasijas de acceso no restringido cuya función está asociada al

consumo de alimentos sólidos y líquidos y el ancho máximo se encuentra en

la boca. Se reconocieron las siguientes formas (Figura 19):

4.1.1.1.1.- Platos (P) (N=5, 1.67% del total).

Son vasijas de base plana, de paredes muy inclinadas y muy cortas. A

pesar que la cantidad de ejemplares es muy limitada y por lo tanto no es

representativa, debemos resaltar que la manufactura es consistente. La

superficie interior fue alisada y la exterior bruñida y ambas fueron engobadas

aunque no presentan decoración. Se encontraron muy pocos ejemplares sin

embargo fueron clasificados según el tamaño de la vasija y la forma del labio

en las siguientes categorías (Figura 20 y Tabla 1):

79

a) Platos pequeños con labio redondeado (P1) (Lámina 01, Fig.1).

b) Platos medianos con labio engrosado externo (P2) (Lámina 01, Fig.2).

c) Platos grandes con labio redondeado (P3) (Lámina 01, Fig.3).

4.1.1.1.2.- Cuencos (C) (N=8, 2.67% del total).

Son vasijas de paredes convexas y base redondeada donde el diámetro

máximo se puede encontrar en el borde o en el cuerpo. La superficie interior

generalmente estuvo alisada o bruñida mientras que la exterior presenta

alisados y pulidos aunque en la mayoría de casos no, no se pudo determinar

el acabado debido a la erosión. Ambas superficies fueron engobadas y no

presentan decoración. En este caso se encontraron pocos especímenes aunque

fueron clasificados según el tamaño de la vasija, la forma de las paredes y la

forma del labio en las siguientes categorías (Figura 21 y Tabla 2):

a) Cuencos pequeños (Diámetro de entre 7 y 10cms.) (C1).

De paredes verticales y labio redondeado (C1A) (Lámina 02, Fig.1).

De paredes divergentes y labio redondeado (C1B) (Lámina 02, Fig.2).

b) Cuencos medianos (Diámetro de entre 11 y 15cms.) (C2).

De paredes divergentes y labio aplanado horizontal (C2A1) (Lámina

02, Fig.3).

80

De paredes divergentes y labio aplanado inclinado (C2A2) (Lámina 03,

Fig.1).

c) Cuencos grandes (Diámetro de entre 16 y 20cms.) (C3).

De paredes verticales y labio redondeado (C3A) (Lámina 03, Fig.2).

De paredes divergentes y labio redondeado (C3B) (Lámina 03, Fig.3).

4.1.1.1.3.- Tazones (T) (N=136, 45.48% del total).

Son vasijas de base plana donde el diámetro máximo se encuentra en

el borde. Las superficies interiores estuvieron generalmente alisadas o

pulidas. Este alisado interno se realizó mayormente con algún tipo de tela

debido a las marcas aunque en muchos casos se habría utilizado un objeto de

punta roma, una coronta de choclo o simplemente la mano.

Las superficies exteriores fueron generalmente pulidas o bruñidas. En los

casos pulidos, las superficies interiores también estuvieron pulidas mientras

que en los casos bruñidos, estas estuvieron sobre todo alisadas. Ambas

superficies estuvieron engobadas y casi no se presentan decoraciones. En este

punto debemos mencionar que cuando la decoración se encuentra en la

superficie interna, no lo está en la externa y a su vez, cuando se presenta en

la externa, no hay decoración en la interna.

81

La primera clasificación de estas vasijas está basada en su tamaño según el

diámetro del ancho de la boca. Como se observa en el Gráfico 1, vemos que la

distribución de los diámetros tiene una tendencia relativamente normal

aunque tiene carácter multimodal. Sobre la base de esta información y

tomando en cuenta los rangos de tamaño en clasificaciones anteriores para

cerámica del mismo sitio (vg. Klarich 2005b), definimos tres tamaños (Figura

22 y Tabla 3):

a) Tazones pequeños (T1) (N=16, 5.35% del total).

Tienen un diámetro de entre 5 y 10 cm. y la mediana se encuentra en 9 cm.

Se dividieron según la orientación y la forma de las paredes y la forma del

labio en:

Tazones pequeños de paredes verticales (T1A):

Rectas y con labio aplanado horizontal (T1A1) (Lámina 04, Fig.1).

Convexas (T1A2):

- Con labio redondeado (T1A2A) (Lámina 04, Fig.2).

- Con labio engrosado interno (T1A2B) (Lámina 04, Fig.3).

Tazones pequeños de paredes divergentes (T1B):

Rectas (T1B1):

- Con labio redondeado (T1B1A) (Lámina 05, Fig.1).

82

- Con labio ligeramente redondeado (T1B1B) (Lámina 05, Fig.2).

- Con labio engrosado externo (T1B1C) (Lámina 05, Fig.3).

- Con labio engrosado interno y externo (T1B1D) (Lámina 05, Fig.4).

- Con labio aplanado inclinado (T1B1E) (Lámina 06, Fig.1).

Convexas (T1B2):

- Con labio redondeado (T1B2A) (Lámina 06, Fig.2).

- Con labio aplanado horizontal (T1B2B) (Lámina 06, Fig.3).

- Con labio aplanado inclinado (T1B2C) (Lámina 06, Fig.4).

Cóncavas (T1B3):

- Con labio redondeado (T1B3A) (Lámina 07, Fig.1).

- Con labio biselado (T1B3B) (Lámina 07, Fig.2).

83

2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32

Diámetro

0

5

10

15

20

25

30

Fre

cuen

cia

Mean = 16,29Std. Dev. = 5,06N = 137

Gráfico 1. Histograma mostrando la distribución de los diámetros de boca de los tazones.

b) Tazones medianos (T2) (N=60, 20.06% del total).

Tienen un diámetro de entre 11 y 16 cm. y la mediana se encuentra en 14 cm.

Se dividieron según la orientación y la forma de las paredes y la forma del

labio en:

Tazones medianos de paredes verticales (T2A):

Rectas (T2A1):

84

- Con labio redondeado (T2A1A) (Lámina 07, Fig.3).

- Con labio ligeramente redondeado (T2A1B) (Lámina 07, Fig.4).

- Con labio engrosado interno (T2A1C) (Lámina 08, Fig.1).

- Con labio engrosado externo (T2A1D) (Lámina 08, Fig.2).

- Con labio engrosado interno y externo (T2A1E) (Lámina 08, Fig.3).

- Con labio aplanado horizontal (T2A1F) (Lámina 08, Fig.4).

- Con labio biselado (T2A1G) (Lámina 09, Fig.1).

Tazones medianos de paredes divergentes (T2B):

Rectas (T2B1):

- Con labio redondeado (T2B1A) (Lámina 09, Fig.2).

- Con labio redondeado con asa (T2B1B) (Lámina 09, Fig.3).

- Con labio engrosado externo (T2B1C) (Lámina 10, Fig.1).

- Con labio engrosado interno y externo (T2B1D) (Lámina 10, Fig.2).

- Con labio aplanado horizontal (T2B1E) (Lámina 10, Fig.3).

- Con labio aplanado inclinado (T2B1F) (Lámina 10, Fig.4).

- Con labio biselado (T2B1G) (Lámina 11, Fig.1).

Convexas (T2B2):

- Con labio engrosado externo (T2B2A) (Lámina 11, Fig.2).

- Con labio aplanado horizontal (T2B2B) (Lámina 11, Fig.3).

85

Cóncavas (T2B3):

- Con labio redondeado (T2B3A) (Lámina 12, Fig.1).

- Con labio redondeado con asa (T2B3B) (Lámina 12, Fig.2).

c) Tazones grandes (T3) (N=60, 20.06% del total).

Tienen un diámetro de entre 17 y 29 cm. y la mediana se encuentra en 20 cm.

Se dividieron según la orientación y la forma de las paredes y la forma del

labio en:

Tazones grandes de paredes verticales (T3A):

Rectas (T3A1):

- Con labio redondeado (T3A1A) (Lámina 13, Fig.1).

- Con labio engrosado interno (T3A1B) (Lámina 13, Fig.2).

- Con labio engrosado externo (T3A1C) (Lámina 14, Fig.1).

- Con labio aplanado horizontal (T3A1D) (Lámina 14, Fig.2).

Convexas (T3A2):

- Con labio redondeado (T3A2A) (Lámina 15, Fig.1).

- Con labio engrosado interno y externo (T3A2B) (Lámina 15, Fig.2).

Cóncavas (T3A3):

- Con labio engrosado externo (T3A3A) (Lámina 16, Fig.1).

86

- Con labio engrosado interno y externo (T3A3B) (Lámina 16, Fig.2).

- Con labio biselado (T3A3C) (Lámina 16, Fig.3).

Tazones grandes de paredes divergentes (T3B):

Rectas (T3B1):

- Con labio redondeado (T3B1A) (Lámina 17, Fig.1).

- Con labio ligeramente redondeado (T3B1B) (Lámina 17, Fig.2).

- Con labio engrosado externo (T3B1C) (Lámina 17, Fig.3).

- Con labio aplanado inclinado (T3B1D) (Lámina 18, Fig.1).

- Con labio biselado (T3B1E) (Lámina 18, Fig.2).

Convexas (T3B2):

- Con labio redondeado (T3B2A) (Lámina 19, Fig.1).

- Con labio engrosado externo (T3B2B) (Lámina 19, Fig.2).

Cóncavas (T3B3):

- Con labio redondeado (T3B3A) (Lámina 20, Fig.1).

- Con labio engrosado interno (T3B3B) (Lámina 20, Fig.2).

- Con labio engrosado externo (T3B3C) (Lámina 21, Fig.1).

- Con labio biselado (T3B3D) (Lámina 21, Fig.2).

- Con labio redondeado con asa (T3B3E) (Lámina 21, Fig.3).

87

4.1.1.2.- Vasijas cerradas (N=149, 49.83% del total).

Son vasijas de acceso restringido cuya función se encuentra asociada a

la producción, almacenamiento y/o transporte de alimentos sólidos y líquidos

y su ancho máximo se encuentra en el cuerpo. Se reconocieron las siguientes

formas (Figura 23):

4.1.1.2.1.- Ollas sin cuello (O1) (N=21, 7.02% del total).

Son vasijas mayormente globulares con boca medianamente ancha,

paredes convexas y base estrecha. Las superficies interiores

mayoritariamente estuvieron alisadas con algún tipo de tela y en la tercera

parte de los casos no fueron engobadas. Mientras que las superficies

exteriores en la gran mayoría recibieron como acabado el bruñido y casi la

totalidad tenían engobe. Fueron clasificadas según la orientación de las

paredes y la forma del labio en las siguientes categorías (Figura 24 y Tabla

4):

a) De paredes muy inclinadas (O1A) (N=3):

Con labio redondeado (O1A1) (Lámina 22, Fig.1).

Con labio engrosado interno redondeado (O1A2) (Lámina 22, Fig.2).

b) De paredes inclinadas (O1B) (N=4):

Con labio engrosado interno redondeado (O1B1A) (Lámina 23, Fig.1).

88

Con labio engrosado interno redondeado puntiagudo (O1B1B) (Lámina

23, Fig.2).

Con labio engrosado interno redondeado alargado (O1B1C) (Lámina

23, Fig.3).

Con labio engrosado interno rectangular alargado (O1B1D) (Lámina

24, Fig.1).

c) De paredes ligeramente inclinadas (O1C) (N=14):

Con labio redondeado (O1C1) (Lámina 24, Fig.2).

Con labio engrosado externo (O1C2) (Lámina 24, Fig.3).

Con labio engrosado interno y externo (O1C3) (Lámina 25, Fig.1).

Con labio aplanado horizontal (O1C4) (Lámina 25, Fig.2).

Con labio aplanado inclinado (O1C5) (Lámina 25, Fig.3).

4.1.1.2.2.- Ollas con cuello (O2) (N=41, 13.71% del total).

Son vasijas mayormente globulares con boca ancha, paredes convexas

y base estrecha. Las superficies interiores mayoritariamente fueron

acabadas mediante el alisado con algún tipo de tela y recibieron engobe. En

cuanto a las superficies exteriores, casi en la misma proporción estuvieron

alisadas con alguna tela o pulidas aunque en varios casos, el acabado no fue

posible distinguir debido a la erosión. Se clasificaron según la longitud del

Es posible que en algunos casos, se haya confundido esta categoría de vasija con la de cántaros debido a la gran similitud en la boca y cuello.

89

cuello, la forma y orientación de las paredes y la forma del labio en las

siguientes categorías (Figura 25 y Tabla 5):

a) Con cuello corto y paredes verticales (O2A1) (N=4):

Con labio redondeado (O2A1A) (Lámina 26, Fig.1).

Con labio engrosado interno (O2A1B) (Lámina 26, Fig.2).

Con labio aplanado horizontal (O2A1C) (Lámina 27, Fig.1).

b) Con cuello mediano y paredes ligeramente cóncavas (O2B1) (N=32):

Convergentes (O2B1A):

- Con labio redondeado (O2B1A1) (Lámina 27, Fig.2).

- Con labio redondeado con asa (O2B1A2) (Lámina 27, Fig.3).

- Con labio engrosado interno (O2B1A3) (Lámina 27, Fig.4).

- Con labio engrosado externo (O2B1A4) (Lámina 28, Fig.1).

- Con labio engrosado interno y externo (O2B1A5) (Lámina 28, Fig.2).

Verticales (O2B1B):

- Con labio redondeado (O2B1B1) (Lámina 28, Fig.3).

- Con labio redondeado con asa (O2B1B2) (Lámina 29, Fig.1).

- Con labio engrosado interno (O2B1B3) (Lámina 29, Fig.2).

- Con labio engrosado externo (O2B1B4) (Lámina 29, Fig.3).

- Con labio biselado (O2B1B5) (Lámina 30, Fig.1).

90

- Con labio engrosado interno rectangular y externo redondeado

(O2B1B6) (Lámina 30, Fig.2).

- Con borde engrosado interno y externo redondeado y labio

redondeado (O2B1B7) (Lámina 30, Fig.3).

- Con borde engrosado interno y externo redondeado y labio aplanado

horizontal (O2B1B8) (Lámina 31, Fig.1).

Divergentes (O2B1C):

- Con labio redondeado (O2B1C1) (Lámina 31, Fig.2).

- Con labio engrosado externo (O2B1C2) (Lámina 32, Fig.1).

c) Con cuello mediano y paredes cóncavas divergentes (O2B2A) (N=5):

- Con labio redondeado (O2B2A1) (Lámina 32, Fig.2).

- Con labio engrosado interno y externo (O2B2A2) (Lámina 32, Fig.3).

4.1.1.2.3.- Cántaros (Ca) (N=87, 29.09% del total).

Son vasijas mayormente entre globulares y elípticas, con cuello y

presentan la base estrecha. Debemos recalcar que dado que tratamos con

fragmentos del borde de las vasijas, es posible que algunos ejemplares

denominados cántaros sean en realidad ollas. Las superficies interiores

generalmente fueron alisadas con alguna tela y engobadas. El acabado en las

91

superficies exteriores se divide casi equitativamente en alisado (sobre todo

con tela), bruñido y pulido y todas presentaron engobe.

La primera clasificación se realizó tomando en cuenta los diámetros de boca,

los que nos dan información acerca del tamaño de las vasijas. Como se

observa en el Gráfico 2, la distribución tiene un carácter multimodal por lo

que se definieron tres tamaños (Figura 26 y Tabla 6):

a) Cántaros pequeños (Ca1) (N=39, 13.04% del total):

Tienen un diámetro de entre 5 y 11 cm. y la mediana se encuentra en 9 cm.

Fueron clasificados según la forma y orientación de las paredes del cuello y la

forma del labio en:

De paredes ligeramente cóncavas (Ca1A):

Convergentes y con labio redondeado (Ca1A1) (Lámina 33, Fig.1).

Verticales (Ca1A2):

- Con labio redondeado (Ca1A2A) (Lámina 33, Fig.2).

- Con labio engrosado externo (Ca1A2B) (Lámina 33, Fig.3).

- Con labio engrosado interno y externo (Ca1A2C) (Lámina 33, Fig.4).

- Con labio aplanado horizontal alargado (Ca1A2D) (Lámina 34, Fig.1).

92

Divergentes (Ca1A3):

- Con labio redondeado (Ca1A3A) (Lámina 34, Fig.2).

- Con labio engrosado externo redondeado (Ca1A3B) (Lámina 34,

Fig.3).

- Con labio engrosado externo puntiagudo (Ca1A3C) (Lámina 34,

Fig.4).

- Con labio aplanado horizontal alargado (Ca1A3D) (Lámina 35, Fig.1).

De paredes cóncavas (Ca1B):

Divergentes (Ca1B1):

- Con labio engrosado interno y externo (Ca1B1A) (Lámina 35, Fig.2).

- Con labio engrosado externo redondeado (Ca1B1B) (Lámina 35,

Fig.3).

- Con labio externo puntiagudo (Ca1B1C) (Lámina 35, Fig.4).

- Con labio biselado (Ca1B1D) (Lámina 36, Fig.1).

93

2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34

Diámetro

0

5

10

15

20

Fre

cue

nci

a

Mean = 12,83Std. Dev. = 5,014N = 87

Gráfico 2. Histograma mostrando la distribución de los diámetros de boca de los cántaros.

b) Cántaros medianos (Ca2) (N=25, 8.36% del total):

Tienen un diámetro de entre 12 y 15 cm. y la mediana se encuentra en 13 cm.

Fueron clasificados según la forma y orientación de las paredes del cuello y la

forma del labio en:

De paredes ligeramente cóncavas (Ca2A):

94

Verticales (Ca2A1):

- Con labio biselado (Ca2A1A) (Lámina 36, Fig.2).

- Con labio engrosado externo (Ca2A1B) (Lámina 36, Fig.3).

- Con labio redondeado (Ca2A1C) (Lámina 36, Fig.4).

Divergentes (Ca2A2):

- Con labio redondeado (Ca2A2A) (Lámina 37, Fig.1).

- Con labio engrosado interno (Ca2A2B) (Lámina 37, Fig.2).

- Con labio engrosado externo redondeado (Ca2A2C) (Lámina 37,

Fig.3).

- Con labio engrosado externo puntiagudo (Ca2A2D) (Lámina 38,

Fig.1).

- Con labio biselado (Ca2A2E) (Lámina 38, Fig.2).

De paredes cóncavas (Ca2B):

Divergentes (Ca2B1):

- Con labio redondeado con asa (Ca2B1A) (Lámina 38, Fig.3).

- Con labio engrosado interno y externo (Ca2B1B) (Lámina 39, Fig.1).

- Con labio engrosado externo redondeado (Ca2B1C) (Lámina 39,

Fig.2).

- Con labio engrosado externo puntiagudo (Ca2B1D) (Lámina 39,

Fig.3).

95

c) Cántaros grandes (Ca3) (N=23, 7.69% del total):

Tienen un diámetro de entre 16 y 30 cm. y la mediana se encuentra en 19 cm.

Fueron clasificados según la forma y orientación de las paredes del cuello y la

forma del labio en:

De paredes ligeramente cóncavas (Ca3A):

Verticales (Ca3A1):

- Con labio redondeado (Ca3A1A) (Lámina 40, Fig.1).

- Con labio engrosado interno (Ca3A1B) (Lámina 40, Fig.2).

- Con labio engrosado externo (Ca3A1C) (Lámina 41, Fig.1).

Divergentes (Ca3A2):

- Con labio engrosado externo (Ca3A2A) (Lámina 41, Fig.2).

- Con labio redondeado y engrosado externo (Ca3A2B) (Lámina 41,

Fig.3).

- Con labio aplanado horizontal y engrosado externo (Ca3A2C)

(Lámina 42, Fig.1).

De paredes cóncavas (Ca3B):

Divergentes (Ca3B1):

- Con labio redondeado y engrosado externo (Ca3B1A) (Lámina 42,

Fig.2).

96

- Con labio aplanado inclinado y engrosado externo (Ca3B1B) (Lámina

43, Fig.1)

- Con labio biselado (Ca3B1C) (Lámina 43, Fig.2).

4.1.2.- Descripción de las variaciones formales en la secuencia.

Dado que la cerámica analizada no proviene en su gran mayoría de

contextos asociados a arquitectura sino que más bien se trata de rellenos

constructivos, donde se podrían mezclar fragmentos de distintos lugares y

épocas, ha sido muy difícil reconstruir la secuencia formal. No obstante la

dificultad, hemos encontrado las siguientes tendencias que detallaremos a

continuación:

La categoría formal más ubicua es la del tazón grande en su variante

de paredes divergentes. La frecuencia podría señalar la relevancia del

consumo de alimentos sólidos y/o líquidos en reuniones populares en

las ocupaciones más tempranas del sitio.

En la mayoría de veces, las ollas sin cuello se encuentran en los niveles

más antiguos lo que concuerda con muchas secuencias tempranas de

los Andes Centrales.

97

En estos niveles más profundos, se han identificado muy pocos

cántaros los cuales empiezan a tener mayor presencia en los niveles

intermedios o en los más cercanos a la fase Pukara Clásico. Esto podría

indicar que en las primeras ocupaciones del sitio no se usaron muchas

vasijas de almacenamiento y/o transporte de líquidos y sólidos.

En el sector BB, los niveles inferiores presentan mayormente ollas sin

cuello de paredes ligeramente inclinadas y tazones grandes de paredes

divergentes. Luego son más populares los tazones grandes y medianos

y se empiezan a usar con más frecuencia los cántaros. Finalmente, las

formas más utilizadas son los tazones medianos de paredes divergentes

y los cántaros pequeños.

En el sector BG, Plataforma 3, en los niveles más profundos alcanzados

por la excavación, la forma mayoritaria es el tazón grande de paredes

divergentes. Asimismo, se halló la única olla sin cuello de esta

plataforma. Luego, sigue siendo popular el tazón descrito pero se usan

muchos cántaros pequeños.

En la terraza inferior del mismo sector, donde se halló el recinto con los

nichos con esculturas líticas asociado a la pirámide anterior, las

características mencionadas se mantienen. En los niveles inferiores,

98

En los niveles inferiores de la Plataforma 2 del Sector BF, se halló

mayormente tazones medianos y ollas con cuello mediano. En los

siguientes niveles, las ollas con cuello mediano siguen siendo populares

pero junto con los cántaros. Luego, en los niveles superiores, esta

tendencia continúa pero predominan los cántaros pequeños.

En las capas más antiguas de la Plataforma 3 del Sector BF , se

encontró tazones y ollas con cuello mediano. Luego, las formas más

recurrentes son los cántaros pequeños y medianos, las ollas con cuello

mediano y los tazones.

4.2.- Decoración.

Los fragmentos decorados no son abundantes cuyas variantes fueron

analizadas en dos niveles. El primero se refiere a las técnicas y el segundo

corresponde a las categorías decorativas. Dada la poca cantidad de ejemplos,

no se pudo realizar ningún análisis estadístico que sea representativo y, en la

99

gran mayoría de casos, los fragmentos son muy pequeños como para poder

reconocer el diseño entero.

Sin embargo, en algunos casos ha sido posible reconocer ejemplos claros de

estilos ya definidos y en otros, sobre la base de estas nuevas evidencias, se

proponen algunas consideraciones para una mejor definición de un estilo en

particular. Asimismo, hemos registrado casos de decoración que nos ha sido

difícil encontrar paralelos comparativos con ejemplares que hayan sido

publicados hasta la actualidad.

4.2.1.- Técnicas decorativas. Se reconocieron 3 técnicas: pintura, incisiones y aplicaciones.

4.2.1.1.- Pintura.

Esta técnica se ha encontrado con colores blanco, negro, crema y

marrón oscuro generalmente aplicados sobre un engobe rojo. En todos los

casos registrados, se trata de pintura pre-cocción.

4.2.1.2.- Incisiones.

Estas han sido representados en la cerámica en dos maneras: Una con

líneas delgadas hechas con un instrumento filudo y otra con líneas gruesas.

En este caso, la mayoría de veces fue hecha con un instrumento de punta

100

medianamente afilada aunque en algunos casos hemos registrado que la

incisión se realizó con un objeto de punta roma. Esta técnica se realizó

generalmente cuando las vasijas se encontraban en pasta cuero pero en

algunas ocasiones se hicieron incisiones cuando la pasta ya estaba seca.

4.2.1.3.- Aplicaciones.

Esta técnica se define como la adición de cerámica sobre la superficie

de la vasija antes de la cocción. En casi todos los casos registrados, se trata de

una tira que colocada alrededor de toda la vasija pero en algunos, se trata de

una protuberancia redondeada.

4.2.2.- Categorías decorativas.

Estas fueron definidas a partir del aislamiento de una técnica o la

combinación de estas con lo cual, se reconocieron 4 grupos: “Pintados”,

“incisos”, “pintados e incisos”, “con aplicado e incisos” y “con aplicado,

pintados e incisos”. Fueron organizados a su vez según el lugar en la vasija

donde se aplicaron, resultando así la siguiente clasificación:

4.2.2.1.- Decoración interna.

4.2.2.1.1. – Pintura.

Se registraron sólo 3 casos en esta categoría, todos pertenecientes a

tazones de labio biselado. Los tres además comparten los colores usados, el

101

color del engobe, el tipo de diseño escalonado aunque con ligeras variaciones y

la ubicación en la vasija (en el bisel). Así en el primer caso (Lámina 44, Fig.1),

observamos un “escalonado” alargado negro con crema sobre un engobe rojo,

el cual se encuentra también en la parte exterior de la vasija.

En el segundo ejemplar (Lámina 44, Fig.2), tenemos un diseño más elaborado

y es el único caso registrado en la muestra. Se trata de un “escalonado” que se

repite usando colores negro o marrón oscuro y crema pero con la técnica del

negativo. Para esto, la vasija fue primero engobada con color rojo interior y

exteriormente, luego se pintó la zona del bisel del color oscuro y finalmente la

pintura crema se dispuso de tal manera que delimita rectángulos dejando un

espacio al medio sin pintar en forma de escalonado con lo cual este diseño se

observa del color oscuro.

El tercer caso (Lámina 45, Fig.1) corresponde a un “escalonado” más simple

que los anteriores con una combinación de colores negro y crema. Este diseño

se encuentra sobre un engobe rojo que también ha sido aplicado a la

superficie externa de la vasija.

4.2.2.1.2.- Incisiones.

Se identificó sólo un ejemplar con este tipo de decoración (Lámina 45,

Fig.2). El diseño corresponde a una línea recta delgada hecha pre-cocción

102

utilizando un instrumento filudo. Esta línea se encuentra en la parte

superior, muy cerca del labio y al parecer rodearía toda la boca de la vasija.

4.2.2.1.3.- Pintura e incisiones.

En esta categoría encontramos pocos ejemplares. Llama la atención

que, en todos, el diseño es “escalonado” con diversas variantes y se encuentra

en la parte superior de la vasija. Estos diseños se han realizado mediante

incisiones delgadas cuando la vasija se encontraba en pasta cuero aunque en

algunos casos, las incisiones se hicieron cuando la vasija ya estaba seca. El

instrumento utilizado para la decoración habría sido uno delgado de punta

filuda.

En todos los casos el diseño se ha realizado mediante incisiones que forman el

“escalonado” combinado con pintura que rellena estos espacios. La pintura

siempre es negra, blanca o crema y roja o naranja. Todo esto se encuentra

siempre por encima de un engobe rojo, el cual también se ha aplicado a la

parte exterior de la pieza (Láminas 46, 47 y 48). A veces, se ha dejado

intencionalmente un espacio sin pintar para utilizar el color mismo del

engobe en la formación de los paneles decorativos (Lámina 48, Fig.1).

Casi en todos los casos, las líneas incisas que forman el diseño son rectas

mostrando “escalonados” simples alargados (Lámina 48, Figs. 1 y 2),

103

“escalonado” simple engrosado (Lámina 46, Fig.2) o “escalonados” dobles

(Lámina 46, Fig.1). Sin embargo hay un ejemplar único ya que se trata de un

“escalonado” que, si bien sigue el mismo método de combinar incisiones con

espacios pintados de colores distintos, el trazo no es recto sino curvilíneo

(Lámina 47, Fig.2).

4.2.2.2.- Decoración externa.

4.2.2.2.1.- Pintura.

Se identificó, a pesar de haberse registrado mayor variedad de diseños,

estos son exclusivamente geométricos. Esto quiere decir que no presentan

ningún tipo decoración naturalista con características antropomorfas,

fitomorfas o zoomorfas limitándose a líneas rectas y curvas, rombos,

reticulados y pintados en zona. En todos los casos, la pintura se aplicó a la

vasija antes de ser cocida y se combinan como máximo 3 colores.

El único diseño identificado de forma completa y casualmente el más

recurrente, se trata de rombos concéntricos de color crema pintados encima

de un fondo marrón oscuro o negro y todo esto sobre un engobe rojo (Lámina

49, Fig. 3; Lámina 50, Fig.1; Lámina 51, Fig.3). En otros casos, a pesar de no

poder reconocerse completamente los diseños, es posible identificar la misma

técnica y combinación de colores que se usó para las vasijas con los rombos

104

concéntricos (Lámina 50, Fig.2; Lámina 51, Figs. 1 y 2, Lámina 52, Figs. 1 y

3).

Aparte de estos ejemplares que podrían conformar un estilo decorativo, se

identificaron otras variantes como líneas gruesas pintadas de crema sobre un

engobe rojo (Lámina 49, Fig.8), líneas gruesas pintadas de negro sobre un

engobe rojo (Lámina 49, Fig.1; Lámina 52, Fig.2), líneas gruesas pintadas de

crema sobre pintura negra (Lámina 49, Fig.9) y un caso único de un diseño

“reticulado” hecho con dos tonalidades de pintura negra sobre un engobe

crema (Lámina 50, Fig.3).

4.2.2.2.2.- Incisiones.

En esta categoría hemos identificado 4 grupos estilísticos. El primero

corresponde a vasijas con líneas rectas horizontales muy gruesas y profundas

colocadas de forma paralela una con otra hechas con una herramienta de

punta roma cuando la vasija estaba en pasta cuero (Lámina 53, Fig.1;

Lámina 55, Fig.2). El segundo grupo está formado por vasijas con una

decoración realizada con trazos curvilíneos gruesos o muy gruesos profundos

formando diseños elípticos concéntricos en forma de voluta también cuando la

vasija estaba en pasta cuero y con un instrumento de punta roma (Lámina

53, Fig. 2 y 3; Lámina 55, Fig.1; Lámina 56, Fig.1). Un caso especial presenta

una combinación de dos tipos de incisiones. Se nota la misma técnica junto

105

con otra de líneas muy delgadas hechas con un instrumento filudo cuando la

vasija estaba seca pre-cocción (Lámina 59, Fig.1).

El tercer grupo corresponde a fragmentos con incisiones gruesas y muy

profundas hechas cuando la vasija estaba en pasta cuero con un instrumento

filudo. Estas incisiones son líneas, puntos, círculos y elipses que forman

figuras geométricas que no son identificables debido al tamaño de los tiestos

(Lámina 56, Fig.3; Lámina 57, Figs. 1 y 3; Lámina 58, Figs 1, 2, 3 y 4). Sin

embargo en dos casos excepcionales se observan algunas líneas, elipses y

círculos que forman una figura fitomorfa de la que se puede identificar el

tallo, las ramas y la flor en la parte superior (Lámina 57, Figs. 2 y 4).

En el último grupo no hay coherencia entre los casos sino que se trata más

bien de los fragmentos que no entraron en algún grupo. Se han registrado

líneas gruesas poco profundas formando un diseño geométrico las cuales

fueron hechas cuando la vasija estaba en pasta cuero con un instrumento de

punta roma (Lámina 54, Fig.3). También líneas delgadas poco profundas

hechas cuando la vasija estaba en pasta cuero con un instrumento filudo

(Lámina 54, Figs. 1 y 4).

Además un diseño formado por una línea horizontal y círculos alargados muy

gruesos y profundos hechos cuando la vasija estaba en pasta cuero con una

106

herramienta de punta roma (Lámina 59, Fig. 2). Finalmente también hay

casos de líneas incisas muy delgadas hechas con una herramienta filuda

cuando la vasija estaba seca pre-cocción (Lámina 54, Fig.2; Lámina 56, Fig.2).

4.2.2.2.3.- Pintura e incisiones.

Se identificaron dos grupos de fragmentos que comparten esta forma

de decoración. El primero de ellos, en el cual se encuentran la mayoría de

casos, se trata de líneas incisas delgadas y poco profundas que forman figuras

geométricas. Estas incisiones se hicieron mayormente cuando la vasija estaba

en pasta cuero aunque en algunos casos, se aplicaron cuando se encontraba

ya seca antes de ser cocida. Luego estas figuras delimitadas por las incisiones

eran pintadas siendo la combinación de colores más frecuente la de rojo y

negro o rojo, negro y crema.

En cuanto a los diseños, dado que en la mayoría de veces, los fragmentos son

muy pequeños, no se puede identificar la decoración completa. Sin embargo,

se han reconocido “escalonados” (Lámina 60, Fig.2); “cuadrados simples”

(Lámina 63, Fig.4); “cuadrados concéntricos” (Lámina 63, Fig.1); “X

pequeñas” (Lámina 63, Fig.2), entre otros.

En el otro grupo se encuentran los fragmentos cuya decoración consiste en

una línea incisa horizontal muy delgada y poco profunda hecha con una

107

herramienta filuda cuando la vasija estaba en pasta cuero antes de ser

cocida. Esta incisión se encuentra asociada a una banda gruesa pintada

horizontalmente por encima. En estos casos, se combina el color negro de la

banda con el rojo del engobe de la vasija (Lámina 61, Fig.3; Lámina 62,

Fig.3).

En este grupo se ha incluido un fragmento que muestra una ligera variación

con la técnica anteriormente descrita. Se trata también de una línea incisa

muy delgada hecha con un instrumento filudo cuando la vasija estaba en

pasta cuero pero en este, la banda pintada horizontalmente por encima,

incluye el borde y parte del labio y es de un color menos oscuro (Lámina 61,

Fig.2).

4.2.2.2.4.- Aplicaciones e incisiones.

En estos casos, se registró que las incisiones son generalmente gruesas

hechas pre-cocción cuando la vasija estaba en pasta cuero. Los diseños,

mayormente en los casos de incisiones horizontales, debieron haber sido

realizadas con un instrumento medianamente grueso de punta roma. En los

casos de incisiones diagonales o verticales, las incisiones son delgadas o

medianamente gruesas y la herramienta utilizada probablemente era de

madera delgada y de punta filuda. Las incisiones aparecen siempre sobre el

aplicado sin importar de qué tipo sea este (bulto redondeado o tira).

108

Se ha identificado un diseño inciso de línea corta pero con tres variantes:

a) Dirección vertical (Lámina 64, Fig.1; Lámina 65, Fig.1).

b) Dirección diagonal (Lámina 64, Figs. 3 y 5; Lámina 65, Fig. 2 y 3;

Lámina 66, Figs. 1 y 2).

c) Dirección horizontal (Lámina 64, Figs. 2, 4 y 6).

4.2.2.2.5.- Pintura, incisiones y aplicaciones.

Sólo se registró un caso donde las tres técnicas decorativas se

encuentran utilizadas juntas en la pared exterior de la vasija. La pintura

usada es negra, amarilla y roja y presenta incisiones delgadas que forman

dos círculos concéntricos todo esto sobre un bulto aplicado para darle volumen

al diseño (Lámina 69, Fig.2).

4.2.2.3.- Decoración interna y externa.

4.2.2.3.1- Pintura.

En esta categoría se reunieron sólo 4 casos, de los cuales 3 podrían

pertenecer a un mismo estilo decorativo. Asimismo, en dos ejemplares la

decoración interna se trata únicamente de una banda de color aplicada sobre

el engobe de fondo en la zona superior de la vasija. En uno de estos, la

decoración exterior corresponde a líneas gruesas formando una figura

lamentablemente indescifrable de color negro sobre un engobe rojo (Lámina

67, Fig.2). En el otro, el diseño es una figura geométrica cuadriculada hecha

109

mediante líneas gruesas de color crema sobre un fondo negro y todo sobre un

engobe rojo (Lámina 68, Fig.1).

Mientras que en los otros dos casos, la decoración corresponde a diseños

ejecutados con líneas gruesas de color crema sobre un fondo negro. Todo esto

sobre un engobe rojo, el cual se encuentra aplicado también en la parte

exterior de la vasija. En ambas vasijas esta decoración se encuentra ubicada

en el bisel interno del borde. En un caso son sólo líneas ondulantes (Lámina

67, Fig.1) mientras que en el otro, el diseño es más elaborado mostrando una

figura en forma de gota de agua ancha con líneas gruesas muy cortas dentro

(Lámina 68, Fig.2).

4.2.2.3.2.- Pintura, incisiones y aplicaciones.

Sólo se registró un ejemplar de esta categoría, el cual presenta una

combinación de pintura negra y crema e incisiones delgadas formando un

diseño escalonado. Todo esto se encuentra sobre un engobe rojo en la parte

interna de la vasija mientras que el aplicado se encuentra en la parte externa

a modo de pequeña agarradera (Lámina 69, Fig.1).

110

4.2.3.- Correlación entre las categorías formales y las decorativas.

A pesar que los casos de fragmentos decorados que corresponden a bordes o

que puedan identificárseles como parte de una categoría formal, no son

abundantes, se han identificado algunas tendencias:

Cuando existe decoración interna pintada o pintada e incisa, en la

gran mayoría de casos, se produce en tazones medianos y grandes

de paredes divergentes y de labio biselado. El único caso de

decoración incisa se presentó en un tazón mediano de paredes

verticales.

En cuanto a la decoración externa pintada, esta se encuentra

mayormente en tazones medianos y grandes de paredes

divergentes.

En el caso de la decoración externa pintada e incisa, se ha

encontrado un caso de tazón mediano de paredes verticales; un

tazón grande de paredes divergentes; una olla con cuello mediano

de paredes convergentes y un cántaro pequeño con cuello

ligeramente cóncavo vertical.

111

Cuando se aplicó decoración incisa externa se encontró en dos

tazones pequeños de paredes verticales; un tazón pequeño de

paredes divergentes; un tazón mediano de paredes divergentes; un

tazón grande de paredes divergentes; un tazón grande de paredes

verticales y dos ollas sin cuello de paredes ligeramente inclinadas.

En el caso de aplicarse decoración interna y externa, esta se da casi

totalmente en tazones grandes de paredes divergentes. El único

caso que no se encuentra en esta categoría formal se trata de un

cántaro pequeño donde la decoración interna es tan sólo una

pequeña banda pintada cerca del borde.

4.3.- Consideraciones estilísticas de los diseños decorativos.

Se ha identificado evidencias de 4 estilos cerámicos ya definidos

aunque parcialmente en la literatura correspondiente como son Qaluyu,

Cusipata, Pukara Inicial o Cusipata Inciso y Ramis. Asimismo, existen casos

que no pueden ser colocados completamente dentro de estos grupos pero dado

que son muy escasos, no existen bases sólidas como para aseverar la

existencia de nuevos estilos locales o foráneos o si se trata de variantes de los

ya mencionados. En la muestra se nota la existencia de los diseños hechos

mediante incisiones gruesas como simples líneas o volutas en vasijas que

112

generalmente corresponden a tazones con engobes marrones o grisáceos

(Láminas 53 y 55). Estos diseños han sido mencionados como pertenecientes

a este estilo anteriormente (ver Lumbreras y Amat 1968: 103, Fig.1: g y h;

Steadman 1995: 588, Fig.49: a, b, c y d).

Mohr-Chávez (1977: 1025) menciona que estos diseños han sido hallados en el

mismo sitio de Qaluyu y que tienen semejanza con los que ella encontró en

sus excavaciones en Marcavalle dentro de las fases cerámicas más

tempranas. Steadman (1995: 538) añade que en el sitio de Camata, cuenca

oeste del Titicaca, también se encontraron estas decoraciones pero en la fase

“Late Qaluyu 1”, lo que quiere decir que se inserta tardíamente en la

secuencia más temprana de ese sitio.

El otro caso que está relacionado estilísticamente al “estilo Qaluyu” es un

fragmento que muestra la técnica de pintura denominada por Lumbreras y

Amat (1968:78) como Qaluyu “Oscuro sobre Claro” y por Steadman (1995:

425) como “marrón o negro sobre crema” (traducción nuestra). Este muestra

lo que he denominado “reticulado” pero que, dado el tamaño pequeño del

tiesto, no se puede identificar la forma total del diseño (Lámina 50, Fig.3). Es

muy posible se trate de los rombos continuos con reticulado interior que

encontró Lee Steadman (1995: 577, Figs.37f, 38f) en Camata, que es el diseño

más común en el sitio desde las épocas tempranas. Mohr-Chávez (1977:1024-

113

1025) también manifiesta haber encontrado este diseño en vasijas de

Pikicallepata y Marcavalle.

Elías Mujica (1987:26, Fig.6a-f), ha incluido la mayoría de casos que nosotros

también hemos analizado Los fragmentos de este estilo que aún no han sido

publicados, comparten con los otros la combinación de pintura crema sobre un

fondo oscuro (marrón oscuro o negro) y todo esto sobre un engobe rojo. Los

diseños son los mismos tales como líneas rectas y ondulantes (Lámina 49,

Fig.4 y 6; Lámina 52, Fig.1) o rombos concéntricos (Lámina 49, Fig.3; Lámina

51, Fig.3).

Ejemplos de cerámica de este estilo han sido hallados en el mismo sitio de

Pucará pero en la pampa central por Elizabeth Klarich (2005a: 342, Fig.10)

pero fuera de este, no se han identificado mediante excavaciones. Karen

Mohr-Chávez encontró varias similitudes entre la cerámica Cusipata y la

Marcavalle crema/marrón pero que se necesitaba mayor investigación para

determinar mejor esta relación (1977:1027).

El siguiente estilo fue denominado en primer lugar Pucara Pampa

(Franquemont 1986:9), Pukara Inicial (Wheeler y Mujica 1981:34) y

finalmente Cusipata Inciso (Mujica 1987:24). Se trata de vasijas con

114

decoración incisa que delimita áreas que luego son pintadas mayormente de

negro, blanco o rojo. Estas áreas son por lo general figuras geométricas tales

como cuadrados, rectángulos y escalonados (Lámina 46, Figs.1 y 2; Lámina

47, Fig.2; Lámina 48, Figs. 1 y 2; Lámina 60, Figs. 1, 2 y 3; Lámina 69, Fig.1).

Un ejemplo de este estilo ha sido publicado por Klarich (2005a: 342, Fig.2)

proveniente de sus excavaciones en la pampa central del sitio de Pucará.

El cuarto estilo descrito con anterioridad es el denominado Ramis por

Wheeler y Mujica (1981: 40) y está definido como una cerámica negra de mala

manufactura y cocción con diseños geométricos incisos y pintura post-cocción.

Esta cerámica sería contemporánea con los estilos Cusipata Pintado y

Cusipata Inciso y provendría de los valles orientales. En la muestra

analizada se registraron varios fragmentos de esta cerámica, que

probablemente corresponden a vasijas para consumos de alimentos líquidos o

sólidos. Esto debido a los ejemplares publicados por Wheeler y Mujica

(1981:41, Fig.25:1 y 2), a nuestro hallazgo de dos tazones pequeños (Lámina

56, Fig.3; Lámina 58, Fig.3) y un posible tazón con base pedestal (Lámina 58,

Fig.4).

Existen dos casos importantes como mencionáramos en la descripción de los

tipos decorativos. Estos son los únicos fragmentos de toda la secuencia más

temprana del sitio de Pukara en los cuales se puede advertir una decoración

115

naturalista. En esta oportunidad es de tipo fitomorfa donde se identifica una

planta con tallo, ramas y una flor en la parte superior (Lámina 57, Fig. 2 y 4).

En los otros fragmentos, la decoración es similar a la ya descrita, es decir

diseños únicamente geométricos.

En todos los fragmentos analizados, lamentablemente debido a la erosión, no

fue posible documentar la presencia de pintura aplicada luego de cocidas las

vasijas. Sin embargo, esta sería parte de la técnica decorativa ya que Klarich

(2005a: 227) menciona que en la pampa central de Pukara halló dos

fragmentos que corresponderían a este estilo, los cuales presentaban pintura

post-cocción. Además Steadman (1995: 446) menciona que en Camata

encontró cerámica similar en niveles de su fase “Pucara Inicial”. Además

señala citando a Chávez (1985:151) que cerámica de este estilo ha sido

hallada en Taraco en niveles pre-Pukara incluyendo una trompeta.

Un estilo diferente y poco conocido, se compone de vasijas que presentan

como decoración la técnica de aplicado en tira con incisiones sobre este.

Klarich (2005a: 227) opina que esta cerámica al igual que la Ramis, no sería

local. Existe mucha semejanza y a partir de esto coherencia puesto que se

han encontrado en el mismo sitio, entre los casos que ella publica (2005 a:

340, Fig.s 2 y 3) y los que hemos identificado nosotros (Lámina 64, Figs. 2, 3 y

5).

116

4.4.- Tecnología.

La secuencia productiva de la cerámica se inicia con la recolección de

arcilla de una fuente natural. Las arcillas tienen un componente mineral que

se origina en la desintegración de rocas en partículas muy finas. Este

tamaño sumado a su forma laminar le dan las características físicas y

químicas a las arcillas para poder ser trabajadas en la manufactura de

vasijas (Orton, Tyers y Vince 1993: 114).

A la arcilla se le añaden materiales no plásticos con diversos fines que se

relacionan con la modificación de sus propiedades dado que según sea el uso

que se planea darle a la vasija, la pasta tiene que cumplir ciertos requisitos

específicos para que sea eficiente. Estos materiales pueden ser minerales (i.e.

cuarzo), orgánicos (i.e. semillas), bio-minerales (i.e. conchas) o hechos por el

hombre (i.e. cerámica molida) (Rye 1981: 31). Muchas veces es difícil

distinguir entre los componentes naturales de la arcilla y las inclusiones no

plásticas añadidas por el ceramista. En nuestro caso el principal obstáculo

fue el hecho que las arcillas son arenosas por lo que contienen naturalmente

mucho cuarzo y mica.

El siguiente paso es la formación de la vasija según diferentes técnicas, las

cuales tienen que estar necesariamente relacionadas a tradiciones al igual

que la selección de arcillas e inclusiones. Dado que nuestra muestra Para ver buenas descripciones de estas técnicas consultar Rice 1987: 124-136 y Rye 1981: 58-88.

117

corresponde únicamente a fragmentos pequeños, fue imposible reconocer la

técnica de manufactura empleada. Sin embargo, es probable que las vasijas

más pequeñas como cuencos y tazones pequeños y medianos fueron hechas

mediante el estirado digital y quizá algunas con anillado. Mientras que las

vasijas más grandes como tazones grandes, ollas y cántaros debieron haberse

hecho usando el anillado de grandes dimensiones.

Luego se procede al acabado de las superficies tanto interiores como

exteriores con el fin de darle a la vasija un tipo de apariencia en particular u

otorgarle alguna característica especial con respecto a la función para la cual

se la está haciendo. En nuestro análisis los acabados pueden incluir el uso de

engobes; alisados simples, alisados con tela y en raras ocasiones alisados

brochados; bruñidos y pulidos. Después de darle el acabado requerido y

eventualmente la decoración a la vasija, se le deja secar para que se evapore

el exceso de humedad en la pasta. Es por esta razón que en el altiplano la

época de producción de cerámica no puede coincidir con la estación de lluvias

ya que sencillamente las vasijas no se podrían secar correctamente y se

fracturarían en la cocción.

Finalmente en cuanto a la cocción, esta puede ser tanto oxidante como

reductora. En el primer caso, debido a que hay una buena circulación de

oxígeno, se consiguen distintos de matices rojizos. En nuestro análisis

118

registramos rojos, rojo marrones, marrones, marrones claros, naranjas,

naranja claros y naranjas oscuros. En el segundo caso, la atmósfera no

permite la oxidación de las partículas de hierro de la pasta por lo que se

producen coloraciones grises y negras.

Es pertinente mencionar que en nuestra muestra, si bien encontramos

pastas oscuras, no se ha podido determinar con un alto grado de confianza

que el color sea producto de una cocción reductora. Esto debido a que existen

diversos factores que pueden lograr estas tonalidades (i.e. cocción oxidante

incompleta, características particulares de la arcilla, procesos tafonómicos,

entre otros). Además, las pastas grises o negras registradas encajaban en las

de colores oxidantes por lo que se les consideró como parte de estas.

4.4.1.- Análisis de pasta.

Este fue realizado macroscópicamente utilizando lupas de 10x y 20x y

se tomó en cuenta en primer lugar el color, luego las características de los

materiales no plásticos (color, forma, tamaño, cantidad y homogeneidad de

distribución), dureza, porosidad y textura, así como la cocción. Estos

resultados son preliminares puesto que se necesitan análisis petrográficos

para corroborar su validez.

Hemos usado la misma metodología propuesta por Cecilia Chávez Justo en el “Análisis de la Cerámica del Sector Medio y Bajo de de la Sub-cuenca del Río Huancané (Puno-Perú)” debido a que se ha comprobado su eficacia para la cuenca norte del Lago Titicaca en sitios de las regiones de Huancané y Taraco (la autora, comunicación personal).

119

Con respecto al color de las pastas se usó la Tabla de colores “Munsell Color

Chart”. Se reconocieron 3 grupos con sus respectivas variantes, diferencias

que se asume corresponden a fuentes distintas.

Rojo.

- Rojo marrón.

Marrón.

- Marrón claro.

Naranja.

- Naranja claro.

- Naranja oscuro.

El color de los materiales no plásticos se determinó mediante una inspección

ocular simple.

La forma de los materiales no plásticos se definió usando la Tabla de

Barraclough (1992) en Orton, Tyers y Vince (1993: 238, Fig. A.5) y se

dividieron en:

- Angulares.

- Sub-angulares.

- Sub-redondeados.

- Redondeados.

120

El tamaño de los materiales no plásticos se definió mediante la Tabla de

Matthew, Woods y Oliver (1991) en Orton, Tyers y Vince (1993: 238, Fig. A.4)

y se agruparon en:

- 5% (Escasa).

- 10% (Mediana).

- 20% (Abundante).

- 30% (Muy abundante).

La homogeneidad de la distribución de los materiales no plásticos se definió

utilizando la Tabla de Barraclough (1992) en Orton, Tyers y Vince (1993: 238,

Fig. A.4) y se separaron en:

- Mala.

- Regular.

- Buena.

La dureza se determinó relativamente y se dividió en:

- Poca.

- Mediana.

- Mucha.

121

La porosidad también fue definida relativamente y se separó en:

- Poca (pasta compacta).

- Mediana (pasta semicompacta o semiporosa).

- Mucha (pasta porosa).

La textura de la pasta se determinó mediante el tacto y la inspección ocular

simple y se definieron los siguientes grupos:

- Fina.

- Media.

- Gruesa.

- Muy gruesa.

Mediante este análisis se definieron 52 pastas, de las cuales 8 son de color

marrón, 10 son de color marrón claro, 10 son de color rojo, 4 son de color rojo

marrón, 7 son de color naranja, 10 son de color naranja claro y 3 son de color

naranja oscuro (Anexo 1).

4.4.2.- Conjuntos de pastas.

Estos fueron determinados juntando pastas que compartían ciertos rasgos

principales como el tipo y color de inclusiones no plásticas con énfasis en las

que eran más abundantes. Se distinguieron 15 conjuntos (Fig. 27):

122

4.4.2.1.- Conjunto 1A.

Compuesto por las pastas 1 y 20, las cuales son porosas y de textura gruesa.

Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón y rojo.

4.4.2.2.- Conjunto 1B. Compuesto por las pastas 11, 35, 37, 43 y 51, las cuales son semi-porosas y de

textura media. Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón

claro, naranja, naranja claro y naranja oscuro.

4.4.2.3.- Conjunto 1C.

Compuesto por las pastas 2, 8, 10, 12, 23 y 33, las cuales son semi-porosas y

de textura fina. Los colores de pasta registrados en este conjunto son

marrón, marrón claro, rojo y naranja.

4.4.2.4.- Conjunto 1D.

Compuesto por las pastas 29, 44 y 50, las cuales son semi-porosas y de

textura media. Los colores de pasta registrados en este conjunto son rojo

marrón, naranja claro y naranja oscuro.

4.4.2.5.- Conjunto 1E.

Compuesto por las pastas 30 y 52, las cuales son de semi-porosas a porosas y

de textura entre media y gruesa. Los colores de pasta registrados en este

conjunto son rojo y naranja oscuro.

123

4.4.2.6.- Conjunto 1F.

Compuesto por las pastas 9, 14, 18, 22 y 46, las cuales son semi-porosas y de

textura gruesa. Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón

claro, rojo y naranja claro.

4.4.2.7.- Conjunto 1G.

Compuesto por las pastas 21, 36 y 41, las cuales son semi-porosas y de

textura fina. Los colores de pasta registrados en este conjunto son rojo,

naranja y naranja claro.

4.4.2.8.- Conjunto 2A.

Compuesto por las pastas 16, 27, 47 y 48, las cuales son semi-porosas y de

textura fina. Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón

claro, rojo y naranja claro.

4.4.2.9.- Conjunto 2B.

Compuesto por las pastas 3, 6, 15 y 31, las cuales son semi-porosas y de

textura gruesa. Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón,

marrón claro, y rojo marrón.

124

4.4.2.10.- Conjunto 3A.

Compuesto por las pastas 17 y 49, las cuales son de semi-porosas a porosas y

de textura entre media y gruesa. Los colores de pasta registrados en este

conjunto son marrón claro y naranja claro.

4.4.2.11.- Conjunto 3B.

Compuesto por las pastas 4, 25, 26, 28 y 39, las cuales son semi-porosas y de

textura gruesa. Los colores de pasta registrados en este conjunto marrón, rojo

y naranja.

4.4.2.12.- Conjunto 4.

Compuesto por las pastas 32 y 38, la cuales son porosas y de textura gruesa.

Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón claro, naranja,

naranja claro y naranja oscuro.

4.4.2.13.- Conjunto 5A.

Compuesto por las pastas 7, 24 y 40, las cuales son semi-porosas y de textura

media. Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón, rojo y

naranja claro.

125

4.4.2.14.- Conjunto 5B.

Compuesto por las pastas 13, 19, 34 y 45, las cuales son semi-porosas y de

textura fina. Los colores de pasta registrados en este conjunto son marrón

claro, rojo, naranja y naranja claro.

4.4.2.15.- Conjunto 5C.

Compuesto por las pastas 5 y 42, las cuales son porosas y de textura fina. Los

colores de pasta registrados en este conjunto son marrón y naranja claro.

126

CONJUNTO PASTAS COLOR

1 A 1 Marrón 20 Rojo

1B 11 Marrón claro 35, 37 Naranja 43 Naranja claro 51 Naranja oscuro

1C 2, 8 Marrón 10, 12 Marrón claro 23 Rojo 33 Naranja

1D 29 Rojo marrón 44 Naranja claro 50 Naranja oscuro

1E 30 Rojo marrón 52 Naranja oscuro

1F 9, 14, 18 Marrón claro 22 Rojo 46 Naranja claro

1G 21 Rojo 36 Naranja 41 Naranja claro

2 A 16 Marrón claro 27 Rojo 47, 48 Naranja claro

2B 3, 6 Marrón 15 Marrón claro 31 Rojo marrón

3 A 17 Marrón claro 49 Naranja claro

3B 4 Marrón 25, 26, 28 Rojo 39 Naranja 4 32 Rojo marrón 38 Naranja

5 A 7 Marrón 24 Rojo 40 Naranja claro

5B 13 Marrón claro 19 Rojo 34 Naranja 45 Naranja claro

5C 5 Marrón 42 Naranja claro

Figura 27. Cuadro de los conjuntos de pastas.

127

4.4.3.- Alfares.

Estos fueron definidos mediante la combinación de conjuntos de pastas y

características tecnológicas de la manufactura como son la porosidad y

textura. Se definieron 8 grupos (Fig. 18):

4.4.3.1.- Alfar A.

Compuesto por los conjuntos 1A, 1E y 1F.

Colores:

Marrón, marrón claro, rojo, rojo marrón, naranja claro y naranja

oscuro.

Inclusiones más importantes:

Blancas angulares de entre 1 y 2mm, en mediana cantidad y de

homogeneidad regular. También presentan mica dorada en mediana

cantidad de homogeneidad regular y en menor medida se encuentran

inclusiones negras y transparentes.

Porosidad:

Mediana.

Textura:

Gruesa.

Acabado:

Alisado, bruñido y pulido en ambas superficies.

128

Cocción:

Oxidante completa e incompleta.

Vajilla asociada:

Mayormente tazones grandes y medianos, y ollas con cuello mediano.

En menor cantidad cántaros pequeños.

4.4.3.2.- Alfar B.

Compuesto por los conjuntos 1B y 1D.

Colores:

Marrón claro, rojo marrón, naranja, naranja claro y naranja oscuro.

Materiales no plásticos más importantes:

Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, en mediana cantidad y

de homogeneidad buena. Además presentan inclusiones transparentes

angulares de hasta 0.5mm, en mediana cantidad de homogeneidad

regular y pueden incluir inclusiones plomas angulares o redondeadas y

naranjas sub-angulares.

Porosidad:

Mediana.

Textura:

Media.

129

Acabado:

Alisado y pulido en las superficies interiores; pulido y bruñido en las

superficies exteriores.

Cocción:

Oxidante completa e incompleta.

Vajilla asociada:

Mayormente tazones grandes y cántaros pequeños. En menor cantidad

ollas con cuello mediano.

4.4.3.3.- Alfar C.

Compuesto por los conjuntos 1C y 1G.

Colores:

Marrón, marrón claro, rojo, naranja y naranja claro.

Materiales no plásticos más importantes:

Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm en abundante cantidad

y de homogeneidad buena. También presentan mica dorada, e

inclusiones transparentes angulares, plomas angulares o negras

angulares de hasta 0.5mm en mediana cantidad y de homogeneidad

regular.

Porosidad:

Mediana.

130

Textura:

Fina.

Acabado:

Alisado y en menor medida pulido en las superficies interiores; alisado,

bruñido y pulido en la parte exterior.

Cocción:

Oxidante completa.

Vajilla asociada:

Mayormente tazones grandes y medianos y ollas con cuello mediano.

En menor cantidad cántaros medianos.

4.4.3.4.- Alfar D.

Compuesto por el conjunto 2A.

Colores:

Marrón claro, rojo y naranja claro.

Materiales no plásticos más importantes:

Inclusiones transparentes angulares de hasta 0.5mm, en mediana

cantidad y de homogeneidad buena. También presentan mica dorada

blancas angulares o negras sub-angulares de 0.5mm en regular

cantidad y de homogeneidad regular.

Porosidad:

Mediana.

131

Textura:

Fina.

Acabado:

Alisado en las superficies interiores; bruñido y pulido en las superficies

exteriores.

Cocción:

Oxidada completa.

Vajilla asociada:

Mayormente tazones medianos y cántaros medianos.

4.4.3.5.- Alfar E.

Compuesto por los conjuntos 2B y 4.

Colores:

Marrón, marrón claro, rojo marrón y naranja.

Materiales no plásticos más importantes:

Mica dorada laminar en mediana cantidad y de homogeneidad regular.

También presentan inclusiones transparentes angulares de hasta

1mm, en mediana cantidad y de homogeneidad regular.

Porosidad:

Entre mediana y mucha.

Textura:

Gruesa.

132

Acabado:

Alisado en las superficies interiores; bruñido y alisado en las

superficies exteriores.

Cocción:

Oxidado completo e incompleto.

Vajilla asociada:

Mayormente tazones medianos y cántaros pequeños. En menor

cantidad tazones grandes.

4.4.3.6.- Alfar F.

Compuesto por los conjuntos 3A y 3B.

Colores:

Marrón, marrón claro, rojo, naranja y naranja claro.

Materiales no plásticos más importantes:

Inclusiones plomas angulares de entre 1 y 2mm, en mediana a

abundante cantidad y de homogeneidad regular. También presentan

mica dorada en mediana cantidad y de homogeneidad regular. Además

pueden presentar en menor cantidad inclusiones transparentes o

negras redondeadas.

Porosidad:

Mediana.

133

Textura:

Gruesa.

Acabado:

Alisado y bruñido en las superficies interiores; bruñido, alisado y

pulido en las superficies exteriores.

Cocción:

Oxidado completo.

Vajilla asociada:

Mayormente cántaros medianos y en menor cantidad cántaros grandes

y pequeños.

4.4.3.7.- Alfar G.

Compuesto por el conjunto 5A.

Colores:

Marrón, rojo y naranja claro.

Materiales no plásticos más importantes:

Inclusiones blancas redondeadas de hasta 1mm, en abundante

cantidad y de homogeneidad regular. También podían presentar en

menor cantidad inclusiones transparentes sub-angulares o negras

angulares.

Porosidad:

Mediana.

134

Textura:

Gruesa.

Acabado:

Pulido y alisado en ambas superficies.

Cocción:

Oxidado completo e incompleto.

Vajilla asociada:

Mayormente tazones medianos y grandes.

4.4.3.8.- Alfar H.

Compuesto por los conjuntos 5B y 5C.

Colores:

Marrón, marrón claro, rojo, naranja y naranja claro.

Inclusiones más importantes:

Inclusiones blancas redondeadas de hasta 0.5mm, en abundante

cantidad y de homogeneidad buena. También podían presentar

inclusiones transparentes redondeadas o angulares, plomas

redondeadas o negras redondeadas en mediana cantidad y de

homogeneidad regular.

Porosidad:

Mediana.

135

Textura:

Fina.

Acabado:

Alisado y pulido en las superficies interiores; pulido y en menor

cantidad bruñido y alisado en las superficies exteriores.

Cocción:

Oxidado completo.

Vajilla asociada:

Mayormente tazones medianos y grandes. En menor cantidad cántaros

pequeños.

136

ALFAR CONJUNTOS A 1A 1E 1F B 1B 1D C 1C 1G D 2A E 2B 4 F 3 A 3B G 5 A

H 5B 5C

Figura 28. Cuadro de los alfares y los conjuntos de los cuales están compuestos.

4.5.- La secuencia cerámica más temprana en el sitio.

Debido a que la cerámica analizada proviene de contextos reducidos y

generalmente de rellenos constructivos, el proceso para reconstruir la

secuencia fue bastante difícil. La mayoría de veces, los rellenos que se usaron

para las edificaciones están compuestos de basura en la que se mezclan

depósitos de diversas épocas. Esto conlleva el problema de tener en un mismo

nivel cerámica que no necesariamente fue usada contemporáneamente. Sin

137

embargo, en algunos contextos se pudo definir secuencias coherentes sobre la

base de la exploración de los alfares.

En esta exploración, en primer lugar, resalta que, a lo largo de la secuencia,

casi todos los alfares producen casi todas las categorías formales lo que quiere

decir que no hubo alfares exclusivos (Gráfico 3). Esto es importante puesto

que podría ser un indicador de la poca centralización y/o jerarquización del

proceso productivo de vasijas cerámicas. Hay que resaltar también que es

posible que esto signifique que las tradiciones alfareras de esta época no sean

especializadas y que una misma unidad productiva tenía que producir su

vajilla completa.

Por otro lado, es importante señalar que generalmente en todos los alfares, la

categoría formal más recurrente corresponde al tazón, en especial los grandes

y medianos. Sólo en el caso del Alfar F, hay más cántaros que tazones; esto es

interesante puesto que este sería uno de los alfares más tempranos en la

secuencia.

138

Gráfico 3. Categorías formales según alfar.

AB

CD

EF

GH

Alfa

r

02468101214 Cantidad

Form

a de

vas

ija

Cue

nco

Cán

taro

gra

nde

Cán

taro

med

iano

Cán

taro

peq

ueño

Olla

con

cue

llo c

orto

Olla

con

cue

llo m

edia

no

Olla

sin

cue

llo

Plat

o

Tazó

n

Tazó

n gr

ande

Tazó

n m

edia

no

Tazó

n pe

queñ

o

139

Nuestro análisis incluyó cerámica proveniente de tres sectores del sitio. Como

ya hemos mencionado, debido a la falta de contextos seguros, la

reconstrucción de la secuencia se dificultó enormemente sin embargo se ha

registrado elementos muy interesantes en cuanto a la cronología de la

muestra. En el sector BB notamos que existen ciertas tendencias que luego

fueron confirmadas en los otros sectores.

Para empezar debemos mencionar que existen alfares que al parecer se

encuentran en toda la secuencia, sobre todo los casos A y B. Luego existen

alfares que progresivamente van apareciendo y son vigentes hasta el final del

Formativo Medio. En el Gráfico 4 se observa que los Alfares F y G se

encuentran mayormente en las últimas capas donde aparece material del

Formativo Medio o las que corresponderían a la transición hacia el Formativo

Tardío, época Clásica o Media del desarrollo Pukara.

Sin embargo, también se observa que estos alfares aparecen en el último

nivel, lo que quiere decir que corresponde a la cerámica más antigua del sitio.

Esto es importante puesto que estos alfares calzan generalmente en las

descripciones de cerámica Qaluyu. El hecho que se encuentren en los niveles

más antiguos tiene correspondencia con la cronología general de la cuenca.

Pero sobre la base de nuestros resultados podemos decir que esta tradición

140

alfarera no se restringe únicamente a los niveles más antiguos sino que

continúa vigente hasta la transición hacia Pukara Clásico.

Finalmente queremos resaltar que el Alfar C también se encuentra

consistentemente en toda la secuencia. Este alfar corresponde a lo que se ha

denominado Huaña I (Chávez Justo, comunicación personal). Esta sería una

tradición alfarera que estuvo desconocida o no documentada para la región, la

cual ha sido definida tentativamente como originaria del Formativo Medio y

que subsiste hasta el periodo Altiplano (reinos aimaras). Sin embargo ahora

sabemos que existe en lugares como Taraco y la zona de Huancané y con

nuestros resultados ampliamos los lugares donde aparece esta tradición.

141

C D DE E F G H I

Capa

0

10

20

30

40

50

Can

tid

ad

Alfar

A

B

C

D

E

F

G

H

Gráfico 4. Distribución de los alfares por capas, Sector BB.

4.5.2.- Sector BF.

En este sector, la secuencia de alfares es mucho más clara (Gráficos 5 y

6). Podemos observar nuevamente que los alfares A y B se encuentran casi en

toda la secuencia mientras que otros como el Alfar H no se encuentra desde el

inicio pero sí continúan hasta el final. Esto sugiere la presencia de tradiciones

que se encuentran desde las primeras épocas de ocupación mientras que otras

tradiciones fueron incorporándose al repertorio del sitio o se inventaron en el

mismo y siguieron en uso hasta al menos inicios del Formativo Tardío y quizá

perduran por mucho más tiempo.

142

En este sector, los alfares cuyas características coinciden con las

descripciones de pastas o alfares Qaluyu, aparecen en la mitad de la

secuencia. Llama la atención que su aparición sea de forma conjunta y

además que no se les haya registrado en los niveles superiores. Esto sugiere

que su uso en esta parte del sitio no fue muy duradera lo cual tiene sentido si

es que tomamos en cuenta que la cerámica analizada proviene de los rellenos

constructivos y no de niveles de ocupación.

Sin embargo, a pesar de trabajar con el riesgo que la cerámica esté mezclada,

en este sector también apreciamos la presencia de la tradición Huaña I, la

cual no se encuentra desde el inicio de la secuencia sino que aparece en los

niveles intermedios y continúa vigente hasta el final.

B C D E F G H I

Capa

0

2

4

6

8

10

Ca

nti

da

d

Alfar

A

B

C

D

E

F

G

H

Gráfico 5. Distribución de alfares por capa, Sector BF-Plataforma 2.

143

D E F G H

Capa

0

3

6

9

12

15

Can

tid

adAlfar

A

B

C

D

E

F

G

H

Gráfico 6. Distribución de alfares por capas, Sector BF-Plataforma 3.

4.5.3.- Sector BG.

En este sector también vemos la misma tendencia que en los otros dos.

En el Gráfico 7 podemos observar también que el Alfar A y esta vez en menor

medida el Alfar B, están presentes a lo largo de toda la secuencia y que

existen tradiciones que se registran sólo en algunos niveles. Este es el sector

donde potencialmente encontramos más niveles mezclados y a la vez menos

cantidad de cerámica. Estos contextos, al igual que los del sector BF,

provienen exclusivamente de rellenos constructivos.

144

2R B C D

Capa

0

5

10

15

20

Can

tid

ad

Alfar

A

B

C

D

E

F

H

Gráfico 7. Distribución de alfares por capa, Sector BG-Plataforma 3.

145

Capítulo 5

La Cuenca Norte durante el periodo Formativo Medio.

En el primer capítulo ya se señaló que durante el periodo Formativo

Medio, aparecieron élites que compiten en busca de poder, recursos y mano de

obra. Es así que surgen los sitios con arquitectura corporativa, la cual ha sido

definida básicamente como un conjunto de montículos y patios hundidos,

cerámica fina y estelas (Stanish 2001:191; 2003:2-3). Esta competencia se

produce en toda la cuenca del Lago Titicaca donde varios sistemas políticos

surgen casi contemporáneamente. Por el norte aparece Qaluyu, al sur

Chiripa, al este Titimani y al oeste Sillumocco, Ckackachipata y Huajje

(Stanish 2001:201, fig.4; 2003:3-4).

Dado que hay lamentablemente pocas investigaciones en torno a estas

competencias de élites en esta región, nuestras conclusiones solo pueden ser

preliminares. Sin embargo, es posible arribar a ciertas aseveraciones válidas

sobre la base del estudio de la secuencia de cerámica más temprana en el sitio

de Pukara. Para poder desarrollar estas ideas primero se debe observar el

marco temporal y espacial. El periodo Formativo Medio de la cuenca norte

está fechado tentativamente entre 1300 y 500 a.C. A pesar de ser

constantemente citado en la literatura, el desarrollo Qaluyu no ha podido ser

146

definido correctamente por falta de datos. Existe el gran problema, que al

igual que con Chiripa en la cuenca sur, Qaluyu es a la vez un sitio

arqueológico, un sitio tipo, un periodo cronológico, un estilo de cerámica y

arte en general, una cultura, un marcador de horizonte arqueológico y un

ícono de los materiales pre-Pukara (Plourde y Stanish 2008: 247).

Es por esta razón que el sitio epónimo ha sido considerado durante mucho

tiempo como la “capital de la cultura Qaluyu”. Sin embargo, seguir hoy con

ese error es inaceptable ya que se dispone de suficiente información como

para proponer que dentro de la jerarquía de sitios Qaluyu, este sería uno de

segundo orden. En el valle de Pucará, donde está ubicado, el sitio de Pukara

aparece como un candidato de mayor importancia para ser considerado el

sitio más importante o centro regional del valle.

Mujica (1981:78) menciona sobre la base de reconocimientos superficiales,

hallaron varios sitios en el altiplano y un sitio en la cabecera del valle de

Vicanota. Estos según cantidad y tamaño, corresponderían a ocupaciones

seguidas con poblaciones pequeñas que estarían relacionadas entre sí por

parentesco. Además debido a la homogeneidad que encuentra en los sitios,

sugiere una ausencia de jerarquía entre estos y en la estructura

socioeconómica.

147

Si bien nos parece que Mujica acierta al pensar en una relación cercana entre

los grupos, creemos que con los nuevos datos obtenidos de recientes trabajos,

se puede sugerir una jerarquización de sitios. Según Stanish y Plourde

(2008:248-249), las ocupaciones más densas e importantes del periodo Qaluyu

se concentran alrededor de los pueblos de Taraco y Arapa y varios sitios

relacionados con Qaluyu se registran en el valle de Huancané-Putina.

En esta región existen de más de veinte sitios en el mismo rango de tamaño

que el sitio epónimo (entre 5 y 10has.) y otros bastante más grandes (de 20 a

más hectáreas). Recientes excavaciones en Taraco realizadas por el Programa

Collasuyo a cargo de Charles Stanish han demostrado la existencia de

secuencias largas y con ocupaciones densas con niveles que contienen sólo

materiales Qaluyu, luego varios estratos con cerámica asociada a Qaluyu y

Pukara y finalmente las capas con materiales exclusivamente Pukara

(Chávez Justo, comunicación personal).

Esto sugeriría que si bien existe una diferencia cronológica entre Qaluyu y

Pukara, hay un tiempo de coexistencia de ambos estilos. De acuerdo con los

resultados de Taraco, esta coexistencia, parece ser bastante larga por lo que

se deduce que las relaciones entre los grupos que están asociados a estos

estilos son mucho más complejas y cercanas de lo que se imagina. O es

posible que no sean diferentes grupos sino uno sólo que hace uso de una

148

misma tradición de manufactura de cerámica y que lo que cambie con el

tiempo sea la tecnología, con lo que logran vasijas mejor hechas y más finas.

Un solo grupo sería en realidad un grupo de grupos, es decir una sociedad

fragmentaria que se articula mediante ciertas características que hacen que

se consideren afines entre ellos a pesar de sus diferencias. Es probable que el

elemento aglutinador más importante en estas sociedades haya sido la

religión y por lo tanto, la aparición en esta época de la Tradición Religiosa

Yaya-Mama, es muy importante en este sentido.

Esta tradición religiosa se caracteriza por centros ceremoniales con zonas de

almacenamiento, escultura lítica con imágenes sobrenaturales, parafernalia

ritual como trompetas de cerámica e incensarios y una iconografía

sobrenatural que incluye cabezas con apéndices y ojos divididos verticalmente

(Mohr-Chávez 1988:17). Estos elementos se encuentran en los sitios ubicados

en el periodo Formativo Medio en la cuenca norte con particularidades que

subsisten ya que corresponderían a esfuerzos de élites diferentes en el

proceso de competencia por seguidores y contribuyentes.

Por ello la aseveración de Stanish y Plourde (2008:251) que las primeras

sociedades complejas en la cuenca norte del Titicaca son conocidas

149

colectivamente como Qaluyu parece correcta. El mayor desafío, entonces,

sería identificar estas colectividades arqueológicamente, lo cual tendría que

incluir necesariamente excavaciones en los sitios con arquitectura

monumental pero también en los contextos domésticos correspondientes.

Además, se tendría que hacer un análisis detallado de la producción de

materiales culturales asociados donde resalta la cerámica por su gran

distribución y conservación.

150

Conclusiones e interpretaciones

Durante el periodo Formativo Medio, surgen en la cuenca del Lago

Titicaca las primeras sociedades complejas con rango que se

manifiestan en sitios con arquitectura corporativa y otros elementos.

Estos sitios estuvieron dirigidos por élites que competían entre sí por el

control del acceso a bienes tanto locales como importados. Gracias a la

eficiencia de este control, pudieron tejer relaciones sociales disparejas

con lo que consiguieron movilizar a la población más allá de las

necesidades estrictamente domésticas.

Dependiendo de la habilidad de las élites, podían atraer mayor o menor

cantidad de gente a los sitios que regentaban. Sería por esta razón que

existen diferencias en cuanto al tamaño y en menor medida a la

complejidad de los asentamientos.

Esto quiere decir que los sitios más grandes habrían recibido, por lo

tanto, mayor población atraída por los ofrecimientos de las élites. Este

éxito de las élites se habría traducido también en orígenes más

diversos de las poblaciones que migraron hacia estos centros.

151

La mayor diversidad de lugares de origen de las poblaciones, conlleva

también una mayor cantidad de tradiciones que convivían en estos

sitios. Estas tradiciones tendrían que ver con todos los aspectos de la

vida de la gente, incluyendo por supuesto la producción de cerámica.

En la muestra analizada en este trabajo, se reflejan tradiciones

contemporáneas representadas por los alfares. Debido a los diversos

orígenes señalados, existen diferentes tipos de pastas, conjuntos de

pastas y finalmente alfares que podrían ser considerados como Qaluyu.

Esto significaría que habría varios “estilos Qaluyu” o varias tradiciones

dentro de estas colectividades que reciben dicho nombre.

Con respecto a esto, es importante señalar la existencia del estilo

llamado Huaña I en Pukara en casi toda la secuencia con lo cual se

confirma las sospechas iniciales de que esta tradición que ha sido

recientemente definida sea contemporánea con Qaluyu y subsista en

los periodos posteriores.

152

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ANEXOS

FORMA TAMAÑO FORMA DE LABIO CÓDIGO PEQUEÑO REDONDEADO P1

PLATO MEDIANO ENGROSADO

EXTERNO P2 GRANDE REDONDEADO P3

Tabla 1. Clasificación de los platos.

FORMA TAMAÑO ORIENTACIÓN DE

PARED FORMA DE LABIO CÓDIGO

PEQUEÑO VERTICAL REDONDEADO C1A DIVERGENTE REDONDEADO C1B

CUENCO MEDIANO DIVERGENTE APLANADO HORIZONTAL C2A1 APLANADO INCLINADO C2A2 GRANDE VERTICAL REDONDEADO C3A1 DIVERGENTE REDONDEADO C3A2

Tabla 2. Clasificación de los cuencos.

FORMA TAMAÑO ORIENTACIÓN DE PARED FORMA DE LABIO CÓDIGO VERTICAL RECTA APLANADO HORIZONTAL T1A1 VERTICAL CONVEXA REDONDEADO T1A2A ENGROSADO INTERNO T1A2B REDONDEADO T1B1A PEQUEÑO LIGERAMENTE REDONDEADO T1B1B

5<d<10 DIVERGENTE RECTA ENGROSADO EXTERNO T1B1C ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO T1B1D APLANADO INCLINADO T1B1E REDONDEADO T1B2A DIVERGENTE CONVEXA APLANADO HORIZONTAL T1B2B APLANADO INCLINADO T1B2C

DIVERGENTE CÓNCAVA REDONDEADO T1B3A BISELADO T1B3B REDONDEADO T2A1A LIGERAMENTE REDONDEADO T2A1B ENGROSADO INTERNO T2A1C VERTICAL RECTA ENGRODSADO EXTERNO T2A1D ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO T2A1E APLANADO HORIZONTAL T2A1F BISELADO T2A1G REDONDEADO T2B1A

TAZÓN MEDIANO REDONDEADO CON ASA T2B1B

11<d<16 ENGROSADO EXTERNO T2B1C DIVERGENTE RECTA ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO T2B1D APLANADO HORIZONTAL T2B1E APLANADO INCLINADO T2B1F BISELADO T2B1G DIVERGENTE CONVEXA ENGROSADO EXTERNO T2B2A APLANADO HORIZONTAL T2B2B DIVERGENTE CÓNCAVA REDONDEADO T2B3A REDONDEADO CON ASA T2B3B REDONDEADO T3A1A VERTICAL RECTA ENGROSADO INTERNO T3A1B ENGROSADO EXTERNO T3A1C APLANADO HORIZONTAL T3A1D VERTICAL CONVEXA REDONDEADO T3A2A ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO T3A2B ENGROSADO EXTERNO T3A3A VERTICAL CÓNCAVA ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO T3A3B BISELADO T3A3C GRANDE REDONDEADO T3B1A

17<d<29 LIGERAMENTE REDONDEADO T3B1B DIVERGENTE RECTA ENGROSADO EXTERNO T3B1C APLANADO INCLINADO T3B1D BISELADO T3B1E DIVERGENTE CONVEXA REDONDEADO T3B2A ENGROSADO EXTERNO T3B2B REDONDEADO T3B3A ENGROSADO INTERNO T3B3B DIVERGENTE CÓNCAVA ENGROSADO EXTERNO T3B3C BISELADO T3B3D REDONDEADO CON ASA T3B3E

Tabla 3. Clasificación de los tazones.

FORMA TIPO ORIENTACIÓN DE PARED FORMA DE LABIO CÓDIGO MUY INCLINADA REDONDEADO O1A1

ENGROSADO INTERNO REDONDEADO O1A2 ENGROSADO INTERNO REDONDEADO O1B1

INCLINADA ENGROSADO INTERNO REDONDEADO

PUNTIAGUDO O1B2

OLLA SIN

CUELLO ENGROSADO INTERNO REDONDEADO ALARGADO O1B3 ENGROSADO INTERNO RECTANGULAR ALARGADO O1B4 REDONDEADO O1C1 ENGROSADO EXTERNO O1C2

LIGERAMENTE

INCLINADA ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO O1C3 APLANADO HORIZONTAL O1C4 APLANADO INCLINADO O1C5

Tabla 4. Clasificación de las ollas sin cuello.

FORMA TIPO ORIENTACIÓN DE CUELLO FORMA DE LABIO CÓDIGO REDONDEADO O2A1

DE CUELLO

CORTO VERTICAL ENGROSADO INTERNO O2A2 APLANADO HORIZONTAL O2A3 REDONDEADO O2B1A1 REDONDEADO CON ASA O2B1A2

LIGERAMENTE CÓNCAVO

CONVERGENTE ENGROSADO INTERNO O2B1A3 ENGROSADO EXTERNO O2B1A4 ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO O2B1A5 REDONDEADO O2B1B1 OLLA REDONDEADO CON ASA O2B1B2

ENGROSADO INTERNO O2B1B3

DE CUELLO MEDIANO LIGERAMENTE CÓNCAVO VERTICAL ENGROSADO EXTERNO O2B1B4

BISELADO O2B1B5

ENGROSADO INT. RECTO Y EXT.

RED. O2B1B6

ENGROSADO INT. Y EXT.

REDONDEADO O2B1B7

ENGROSADO INT. Y EXT.

REDONDEADO O2B1B8

LIGERAMENTE CÓNCAVO

DIVERGENTE REDONDEADO O2B1C1 ENGROSADO EXTERNO O2B1C2 CÓNCAVO DIVERGENTE REDONDEADO O2B2A ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO O2B2B Este tipo de labio es "Engrosado interno y externo redondeado y aplanado horizontal"

Tabla 5. Clasificación de las ollas con cuello.

FORMA TAMAÑO ORIENTACIÓN DEL CUELLO FORMA DE LABIO CÓDIGO

LIGERAMENTE CÓNCAVO CONVERGENTE REDONDEADO Ca1A1

REDONDEADO Ca1A2A

LIGERAMENTE CÓNCAVO VERTICAL ENGROSADO EXTERNO Ca1A2B

ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO Ca1A2C

APLANADO HORIZONTAL ALARGADO Ca1A2D

PEQUEÑO

5<d<11 REDONDEADO Ca1A3A

LIGERAMENTE CÓNCAVO DIVERGENTE ENGROSADO EXTERNO REDONDEADO Ca1A3B

ENGROSADO EXTERNO PUNTIAGUDO Ca1A3C

APLANADO HORIZONTAL ALARGADO Ca1A3D

ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO Ca1B1A

CÓNCAVO DIVERGENTE ENGROSADO EXTERNO REDONDEADO Ca1B1B

ENGROSADO EXTERNO PUNTIAGUDO Ca1B1C

BISELADO Ca1B1D

BISELADO Ca2A1A

LIGERAMENTE CÓNCAVO VERTICAL ENGROSADO EXTERNO Ca2A1B

REDONDEADO Ca2A1C

CÁNTARO REDONDEADO Ca2A2A

ENGROSADO INTERNO Ca2A2B

MEDIANO LIGERAMENTE CÓNCAVO DIVERGENTE ENGROSADO EXTERNO REDONDEADO Ca2A2C

12<d<15 ENGROSADO EXTERNO PUNTIAGUDO Ca2A2D

BISELADO Ca2A2E

REDONDEADO CON ASA Ca2B1A

CÓNCAVO DIVERGENTE ENGROSADO INTERNO Y EXTERNO Ca2B1B

ENGROSADO EXTERNO REDONDEADO Ca2B1C

ENGROSADO EXTERNO PUNTIAGUDO Ca2B1D

REDONDEADO Ca3A1A

LIGERAMENTE CÓNCAVO VERTICAL ENGROSADO INTERNO Ca3A1B

ENGROSADO EXTERNO Ca3A1C

GRANDE REDONDEADO ENGROSADO EXTERNO Ca3A2A

16<d<30 LIGERAMENTE CÓNCAVO DIVERGENTE ENGROSADO EXTERNO Ca3A2B

APLANADO HORIZONTAL ENGROSADO EXTERNO Ca3A2C

REDONDEADO ENGROSADO EXTERNO Ca3B1A

CÓNCAVO DIVERGENTE APLANADO INCLINADO ENGROSADO EXTERNO Ca3B1B

BISELADO Ca3B1C

Tabla 6. Clasificación de los cántaros

Colores sin engobe Gris: 7.5YR 5/1, 6/2, 7/2; 2.5Y 4/1, 2.5Y 5/1, 6/2; 10YR 4/1 Gris oscuro: GLEY 1 4/N, 3/1; 2.5Y 4/1; 2.5YR 4/1; 5YR 4/1, 4/2, 5/2; 7.5YR 4/1 Negro: GLEY 1 2.5/N, 3/N; 2.5Y 2.5/N, 2.5/1, 3/1; 5Y 2.5/1; 5YR 2.5/1, 5YR 3/1; 7.5YR 2.5/1, 3/1; 10YR 2/1, 3/1 Marrón claro: 7.5YR 6/3, 6/4; 10YR 5/4, 6/3, 6/4, 7/4 Marrón: 7.5YR 4/2, 4/3, 5/2, 5/3, 5/4; 10YR 5/3 Marrón oscuro: 2.5Y 4/2, 5/2; 7.5YR 3/2; 10YR 4/2, 5/2 Rojo claro: 2.5YR 4/2, 5/2, 6/6, 6/8, 5YR 5/6; 7.5YR 7/3, 7/4; 10R 4/4, 5/3, 5/4, 6/6 Rojo: 2.5YR 4/6, 5/6, 5/8; 10R 4/6, 5/6 Rojo marrón: 2.5Y 5/3; 2.5YR 4/3, 5/3, 5/4, 6/4, 5YR 4/3, 4/4, 5/3, 5/4, 6/3, 6/4 Naranja: 5YR 6/4

Colores con engobe Gris: 2.5Y 4/1, 5/1, 6/2; 2.5YR 5/1, 5Y 6/1; 5YR 5/1; 7.5YR 4/1, 5/4, 6/1; 10YR 4/1, 5/2, 6/2 Gris oscuro: GLEY 1 4/N; 2.5Y 4/1; 2.5YR 5/1; 5Y 4/1; 5YR 4/1, 4/2 Negro: GLEY 1 2.5/N; 2.5Y 2.5/1, 3/1, 4/1; 2.5YR 2.5/1; 5YR 3/1, 5/2; 7.5YR 2.5/1, 3/1; 10YR 2/1 Marrón claro: 2.5Y 5/4; 5YR 5/3, 5/4, 5/6, 7.5YR 6/3, 6/4; 10YR 5/2, 5/4, 6/3, 6/4, 7/2, 7/4, 8/3 Marrón: 5YR 5/3, 7.5YR 4/2, 4/4, 5/2, 5/3, 5/4, 5/5 Marrón oscuro: 7.5R 4/6; 7.5YR 3/3; 10YR 3/2, 4/2, 4/6, 5/2 Rojo claro: 2.5YR 4/2, 6/6; 5YR 5/6, 6/6, 7/4; 7.5YR 7/3; 7.5R 4/4, 4/6, 5/4; 10R 4/2, 4/3, 4/4, 5/3, 5/4, 6/4, 6/6, 6/8 Rojo: 2.5YR 5/6; 7.5R 4/6, 4/8, 5/8; 10R 4/6, 4/8, 5/6 Rojo oscuro: 2.5YR 3/2; 7.5R 3/6; 10R 3/6

Rojo marrón: 2.5YR 4/4, 5/2, 5/3, 5/4, 6/3, 6/4; 5YR 4/3, 5/3, 6/3, 6/4 Naranja claro: 2.5YR 5/6, 6/4; 5YR 6/4, 6/6, 7/4; 7.5YR 6/6, 7/3, 7/4 Naranja: 2.5YR 4/2; 5YR 6/4, 6/6, 7/8; 7.5YR 6/6, 7/6; 10R 5/4

DESCRIPCIÓN DE PASTAS Pasta 1 1) Color: Marrón. Código Munsell: 2.5YR 4/3, 7.5YR 4/4, 7.5YR 5/3, 7.5YR 5/4, 10YR 4/2, 10YR 5/3. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 2mm, mediana, regular. Mica dorada laminar, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 2 1) Color: Marrón. Código Munsell: 7.5YR 3/2, 7.5YR 5/2. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, abundante, regular. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 0.5mm, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina 3) Cocción: Oxidante. Pasta 3 1) Color: Marrón. Código Munsell: 2.5YR 6/8, 7.5YR 5/3, 7.5YR 5/4, 10YR 4/2, 10YR 5/3. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Mica dorada laminar, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 4 1) Color: Marrón. Código Munsell: 7.5YR 5/3, 7.5YR 5/4, 7.5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones plomas angulares de hasta 2mm, abundante, regular. Mica dorada laminar, mediana, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 5 1) Color: Marrón. Código Munsell: 5YR 4/3, 7.5YR 5/4, 10YR 5/3. 2) Antiplásticos: Mica dorada, abundante, buena.

Inclusiones blancas redondeadas de hasta 0.5mm, abundante, buena Porosidad poca, dureza mucha, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 6 1) Color: Marrón. Código Munsell: 7.5YR 5/3, 7.5YR 5/4. 2) Antiplásticos: Mica dorada laminar, mediana, regular. Inclusiones transparentes angulares de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 7 1) Color: Marrón. Código Munsell: 5YR 4/3, 7.5YR 5/3, 7.5YR 5/4, 10YR 4/2. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas redondeadas de hasta 1mm, abundante, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 8 1) Color: Marrón. Código Munsell: 5YR 4/3, 7.5YR 4/3, 7.5YR 5/4, 7.5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, abundante, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 9 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 2.5Y 5/2, 2.5Y 6/3, 5YR 5/4, 7.5YR 6/4, 10YR 4/1, 10YR 5/4, 10YR 6/3, 10YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de 1mmmm, mediana, regular. Mica dorada laminar, mediana, regular. Inclusiones transparentes angulares escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 10 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 2.5 Y 5/3, 5YR 5/4, 7.5YR 6/4, 10YR 4/1. 2) Antiplásticos:

Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Mica dorada, mediana, buena. Inclusiones plomas angulares de hasta 0.5mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mucha, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 11 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 5YR 5/4, 7.5YR 5/3, 7.5YR 6/4, 10YR 5/2, 10YR 6/3. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones plomas sub-angulares de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 12 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 2.5Y 5/2, 5YR 5/4, 10YR 6/3. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones negras angulares de hasta 0.5mm, escasa, buena. Dureza poca, porosidad mucha, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 13 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 5YR 5/4, 7.5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas sub-redondeadas de hasta 0.5mm, abundante, buena. Inclusiones transparentes redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 14 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 2.5Y 5/2, 5YR 5/4, 10YR 5/2, 10YR 5/4, 10YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones lilas sub-angulares de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante.

Pasta 15 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 5YR 5/4, 7.5YR 6/3, 7.5YR 6/4, 10YR 5/4, 10YR 6/3. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Mica dorada, mediana, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 16 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 2.5YR 6/6, 5YR 5/4, 7.5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angulares de hasta 0.5mm, abundante, buena. Mica dorada, mediana, buena. Inclusiones blancas angulares escasa, buena. Dureza poca, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 17 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 5YR 5/6, 7.5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones plomas angulares de hasta 1mm., abundante, regular. Mica dorada, mediana, regular Inclusiones transparentes angulares de hasta 1mm., escasa, regular. Dureza poca, porosidad mucha, textura gruesa 3) Cocción: Oxidante. Pasta 18 1) Color: Marrón claro. Código Munsell: 2.5Y 5/2, 5YR 5/4, 7.5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Mica dorada laminar, abundante, regular. Inclusiones blancas angulares de 1mm, mediana, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 19 1) Color: Rojo. Código Munsell: 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas redondeadas de hasta 0.5mm, abundante, buena. Inclusiones plomas redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, buena.

Inclusiones negras sub-redondeadas de hasta 0.5mm, escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 20 1) Color: Rojo. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 10R 6/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 2mm, mediana, regular. Inclusiones negras angulares de 1 mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mucha, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 21 1) Color: Rojo Código Munsell: 10R 5/6, 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones plomas angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 0.5mm, escasa, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 22 1) Color: Rojo. Código Munsell: 10R 4/6, 10R 5/6, 10R 5/8, 10R 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, buena. Mica dorada, mediana, buena. Inclusiones transparentes redondeadas de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 23 1) Color: Rojo. Código Munsell: 10R 3/6, 10R 5/6, 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, abundante, buena. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones negras sub-angulares de hasta 0.5mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante.

Pasta 24 1) Color: Rojo. Código Munsell: 10R 4/8, 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas redondeadas de hasta 1mm, abundante, regular. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones plomas redondeadas de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 25 1) Color: Rojo. Código Munsell: 2.5YR 4/8, 10R 5/4, 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones plomas angulares de hasta 2mm, mediana, regular. Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 26 1) Color: Rojo. Código Munsell: 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones negras angulares de 1mm, mediana, mala. Inclusiones plomas angulares de hasta 1mm, escasa, mala. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 27 1) Color: Rojo. Código Munsell: 10R 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones blancas sub-angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 28 1) Color: Rojo. Código Munsell: 2.5YR 5/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones lilas muy angulares de hasta 2mm, mediana, regular.

Inclusiones plomas angulares de 1mm, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura muy gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 29 1) Color: Rojo marrón. Código Munsell: 2.5YR 5/4, 5YR 5/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de 0.5mm, mediana, regular. Inclusiones transparentes sub-angulares de 0.5mm, mediana, regular. Inclusiones plomas redondeadas de hasta 0.5mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 30 1) Color: Rojo marrón. Código Munsell: 2.5YR 5/4, 5YR 5/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, abundante, regular. Mica dorada, mediana, regular. Inclusiones plomas sub-angulares de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mucha, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 31 1) Color: Rojo marrón. Código Munsell: 2.5YR 4/6, 5YR 3/2. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angular de 0.5mm, mediana, regular. Mica dorada y negra, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mucha, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 32 1) Color: Rojo marrón. Código Munsell: 2.5YR 5/4, 5YR 4/2. 2) Antiplásticos: Mica dorada laminar, mediana, regular. Inclusiones transparentes angulares, mediana, regular. Dureza poca, porosidad mucha, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante.

Pasta 33 1) Color: Naranja. Código Munsell: 5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones negras angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 34 1) Color: Naranja. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas sub-redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 0.5mm, escasa, buena. Dureza poca, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 35 1) Color: Naranja. Código Munsell: 5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones plomas sub-redondeadas de hasta 1mm, escasa, regular. Inclusiones lilas sub-redondeadas de hasta 1mm, muy escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 36 1) Color: Naranja. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas sub-angulares de hasta 1mm, mediana, buena. Mica dorada, mediana, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 37 1) Color: Naranja. Código Munsell: 5YR 5/6, 5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas sub-angulares de hasta 1mm, mediana, buena. Inclusiones naranjas sub-angulares de hasta 1mm, mediana, buena. Inclusiones negras redondeadas de hasta 1mm, escasa, buena.

Dureza mediana, porosidad mucha, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 38 1) Color: Naranja. Código Munsell: 5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Mica dorada laminar, mediana, regular. Inclusiones transparentes angulares de 1mm, mediana, regular. Dureza poca, porosidad mucha, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 39 1) Color: Naranja. Código Munsell: 5YR 5/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones plomas angulares de hasta 2mm, abundante, regular. Mica dorada, mediana, buena. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 40 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 6/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas redondeadas de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones negras angulares de hasta 1mm, escasa, regular. Inclusiones lilas sub-redondeadas de hasta 1mm, muy escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 41 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas sub-angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones plomas sub-angulares de hasta 0.5mm, escasa, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 42 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 6/6. 2) Antiplásticos:

Inclusiones blancas redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, buena. Inclusiones negras redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, buena. Dureza mediana, porosidad mucha, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 43 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 6/6, 5YR 7/4. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas sub-angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Inclusiones plomas sub-redondeadas de 0.5mm, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 44 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 2.5YR 6/4, 5YR 6/6, 10YR 7/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, buena. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 0.5mm, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 45 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 2.5YR 6/4, 5YR 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas redondeadas de hasta 0.5mm, abundante, regular. Inclusiones transparentes redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 46 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 5/6, 5YR 6/6, 7.5YR 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, regular. Mica dorada laminares, mediana, buena. Inclusiones transparentes sub-angulares de hasta 1mm, escasa, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura gruesa. 3) Cocción: Oxidante.

Pasta 47 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 5YR 6/4, 5YR 6/6, 7.5YR 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Mica dorada, mediana, buena. Inclusiones negras sub-redondeadas de hasta 0.5mm, escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 48 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 6/6, 7.5YR 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones transparentes angulares de hasta 0.5mm, mediana, regular. Inclusiones plomas sub-redondeadas de hasta 0.5mm, mediana, regular. Inclusiones negras sub-angulares de hasta 0.5mm, escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura fina. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 49 1) Color: Naranja claro. Código Munsell: 2.5YR 5/6, 5YR 6/6, 7.5YR 6/6. 2) Antiplásticos: Inclusiones plomas angulares de hasta 0.5mm, mediana, regular. Mica dorada, escasa, regular. Inclusiones negras redondeadas de hasta 0.5mm, muy escasa, regular. Dureza poca, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 50 1) Color: Naranja oscuro. 2.5YR 5/6, 2.5YR 5/8, 2.5YR 6/6, 2.5YR 6/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, abundante, buena. Inclusiones transparentes angulares de hasta 0.5mm, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 51 1) Color: Naranja oscuro. Código Munsell: 2.5YR 5/8, 2.5YR 6/6, 2.5YR 6/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, mediana, buena.

Inclusiones plomas angulares de hasta 0.5mm, mediana, buena. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante. Pasta 52 1) Color: Naranja oscuro. Código Munsell: 2.5YR 5/8, 2.5YR 6/6, 2.5YR 6/8. 2) Antiplásticos: Inclusiones blancas angulares de hasta 1mm, abundante, regular. Mica dorada, mediana, regular. Dureza mediana, porosidad mediana, textura media. 3) Cocción: Oxidante