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Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) SUMARIO Quiénes somos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 Artículos originales EMILIO MANRIQUE, ANA ROSA ABADÍA. Lápidas se- pulcrales de cerámica conservadas en localida- des del Bajo Huerva (Zaragoza) . . . . . . . . . . . . 4 Comunicaciones JOSÉ MARÍA GIMENO. La producción religiosa de las cantarerías de la comarca del Río Aranda (Zaragoza) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 DOMÈNEC GUIMERÀ, ANNA MANRIQUE. Sabadell (Barcelona), centro alfarero olvidado . . . . . . . . . 15 Noticias y actividades de ALFACER . . . . . 18 Sesión de identificación . . . . . . . . . . . . . . . 21 e-Mercadillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 Ferias y desembalajes . . . . . . . . . . . . . . . . 23 Fuentes y enlaces . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 Estatutos de ALFACER . . . . . . . . . . . . . . . . 28 Asociarse a ALFACER . . . . . . . . . . . . . . 30 Normas para los autores . . . . . . . . . . . . . . 31 Alfahar /2012 PUBLICACIÓN ELECTRÓNICA CUATRIMESTRAL.

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Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)

SUMARIO

Quiénes somos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

Artículos originalesEMILIO MANRIQUE, ANA ROSA ABADÍA. Lápidas se-pulcrales de cerámica conservadas en localida-des del Bajo Huerva (Zaragoza) . . . . . . . . . . . . 4

ComunicacionesJOSÉ MARÍA GIMENO. La producción religiosa de las cantarerías de la comarca del Río Aranda (Zaragoza) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

DOMÈNEC GUIMERÀ, ANNA MANRIQUE. Sabadell (Barcelona), centro alfarero olvidado . . . . . . . . . 15

Noticias y actividades de ALFACER . . . . . 18

Sesión de identificación . . . . . . . . . . . . . . . 21

e-Mercadillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

Ferias y desembalajes . . . . . . . . . . . . . . . . 23

Fuentes y enlaces . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

Estatutos de ALFACER . . . . . . . . . . . . . . . . 28Asociarse a ALFACER . . . . . . . . . . . . . . 30

Normas para los autores . . . . . . . . . . . . . . 31

Alfahar0/2012PUBLICACIÓN ELECTRÓNICA CUATRIMESTRAL. ENERO-ABRIL

Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Editorial

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Quiénes somos

ALFACER es una asociación cultural abierta a cualquier persona interesada por algún aspecto relacionado con la cerámica y actualmente inte-

grada por coleccionistas, ceramólogos y ceramistas, principalmente. Los coleccionistas de cerámica asociados en ALFACER, reivindican su condi-

ción de tales, conocedores de las aportaciones que algunos coleccionistas han llegado a hacer en diversos ámbitos de las artes y las ciencias.

ALFACER tiene su origen en una asociación previa, Barro y Fuego, en cuyo marco hace algunos años se editaron dos publicaciones sobre alfarería

de basto y alfarería vidriada aragonesa y se comenzaron las Jornadas de Alfarería y Cerámica Tradicionales, de Morillo de Tou, que en 2011 han cele-

brado su octava edición.

Los fines asociativos son amplios y quizá ambiciosos. Se pretendió aglutinar todos los intereses y aficiones concretas que representaban los miem-

bros del grupo constituyente desde el coleccionismo, al estudio, la conservación, la difusión y divulgación y la defensa genérica del patrimonio que

constituye tanto las diversas especialidades de los oficios cerámicos tradicionales peninsulares, como sus producciones; fundamentalmente la alfa-

rería y la cerámica decorada (estannífera), pero también la azulejería, la cerámica arqueológica y la cerámica tradicional actual, observadas desde

ópticas históricas, etnológicas y museísticas.

Si los fines estatutarios son ambiciosos, no lo son menos las actividades previstas para su consecución: coloquios, exposiciones, conferencias, cur-

sos, publicaciones, peritaciones, colaboraciones, visitas colectivas, etc.

Somos conscientes de que las realizaciones no alcanzarán previsiblemente en algún tiempo a la totalidad de las actividades previstas. No obstante,

creemos que debemos sentirnos satisfechos de lo realizado hasta ahora que incluye, junto a las jornadas anuales de Morillo de Tou, tertulias, peque-

ñas exposiciones, viajes colectivos de visitas, etc. Ahora afrontamos el desafío de lanzar Alfahar como revista electrónica.

Para asociarse a ALFACER, vaya a la página 29.

Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Editorial

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La revista Alfahar que aparece con estenúmero inicial, es una publicación virtualque edita la Asociación de Amigos de la

Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFA-CER). Sus contenidos abarcarán el complejo yheterogéneo ámbito concerniente a la cerámicahistórica en todas sus especialidades; todo ellocon el objetivo genérico de contribuir a los fines dela asociación, fundamentalmente, el estudio, difu-sión y defensa, en última instancia, de un patri-monio cultural que es considerado modesto.

Alfahar no pretende ser una publicación cientí-fica, ni de profesionales de la cerámica actual,pero sí informar, difundir con el máximo rigor;rigor que exigiremos a todos sus contenidos. Laprimera finalidad que se plantea este proyecto cul-tural es, no obstante, dar satisfacción a las muydiversas aspiraciones, en este ámbito, de los aso-ciados, fundamentalmente coleccionistas, cera-mólogos y ceramistas tradicionales, relacionadoscon su afición, con su interés por conocer y apren-der en algún ámbito de la cerámica. Pero sabemosque cualquier publicación puede, potencialmente,llegar a cubrir muchas y muy variadas funciones almismo tiempo. Puede llegar a ser un eficaz medio

de información y de difusión de determinadascuestiones; pero también puede llegar a ser ins-trumento para relacionar, cohesionar y, en suma,para agrupar y organizar en torno a un tema oproyecto, por encima de aspiraciones e interesesdiversos. En el comienzo de esta actividad con-creta, nuestra Asociación puede aspirar, en algunamedida y siempre en términos modestos, a algunode estos objetivos.

La revista contará, inicialmente, con dos partesclaramente diferenciadas. La primera, que cons-tituirá el grueso de la publicación, será una sec-ción abierta y en ella se incluirán secciones de ar-tículos originales y comunicaciones más breves,reportajes, noticias e informaciones diversas. Unasegunda área estará reservada a los socios deALFACER y en ella, entre otras cuestiones estric-tamente internas de la asociación, recogerá un"foro de identificación" y la sección de "mercadi-llo". Con respecto a esta última sección, ningunapretensión de exclusivismo la explica. Por el con-trario, lo que se pretende es ser un estímulo paraincentivar el incremento de los asociados: incre-mento que necesitamos para el desarrollo de esteproyecto que hoy ve la luz.

Editorial

Todos los materiales de esta publicación, incluidos textos, ilustraciones, fotografías y archivos de video y audio,están sometidos a la protección de las leyes nacionales e internacionales vigentes y referidas a los derechos de autor.Está prohibida expresamente la reproducción total o parcial de dichos materiales sin el consentimiento expreso porescrito de los respectivos autores y de la Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería, ALFACER.

Toda cita deberá ir acompañada de la respectiva referencia al autor y a la revista: título, número, mes, año, direcciónURL y fecha de consulta.

Alfahar, publicación electrónica cuatrimestral.Redacción, administración y publicidad:

c/ Maladeta, 20, casa 3. 50430 María de Huerva (Zaragoza)

ISSN: en trámiteCorreo electrónico: [email protected]

Comité de RedacciónDirección: Emilio Manrique Persiva

Edición: Domènec GuimeràSecretaría de Redacción: Ana Rosa Abadía Valle

Consejo de Redacción:José M. Abad Sancho

María de Gracia Arias MoraJosé M. Gimeno Hernández

Anna Manrique PersivaEmilio Manrique Persiva

Inma Mora MiguelMariano Ostalé Martínez

Jacinto Ramos GraciaMª Veruela Redrado Miranda

Carlos Toledano García

Consejo AsesorIsmael Angulo Pesquer

Roberto Bárcena ChapadoAurelio Bail Ciprés

Juan Castillo OjugasCarlos Díez Galán

Enrique Gastón SanzFrancisco Javier Gutiérrez González

Julia Justes FloríaEnrique Martínez GleraJulián M. Ortega Ortega

Alfons Romero VidalSergio Sabini CelioMarià Sáez PlanasJesús Sanz Angulo

Emili Sempere FerrándizJosé Luis Solaun Bustinza

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EN ESTE ARTÍCULO se hace referencia a un conjunto delápidas funerarias de cerámica de Muel (76) con-servadas hasta fechas recientes en cementerios de

localidades zaragozanas situadas en el Bajo Huerva entreMuel y Zaragoza: Mozota, Botorrita, María de Huerva,Cadrete y Cuarte. Todas ellas son manufactura de losalfares de Muel. El grupo corresponde al periodo com-prendido entre 1855, la más antigua, y 1926, la de fechamás reciente; si bien más de la mitad de estas lápidascorresponden al periodo 1890-1910.

Son numerosas las lápidas de este tipo que se con-servan en los cementerios de las tres provincias aragone-sas relativamente alejados de los centros productores (4,6), pero principalmente en las comarcas de Cariñena,Belchite, Daroca y Jalón Medio de Zaragoza. Un buennúmero de ellas, si bien no todas, particularmente aque-llas a las que aquí nos referimos, suelen estar descontex-tualizadas; pues han abandonado su ubicación original ydecoran muros interiores de los cementerios. La proximi-dad a Muel, centro de producción, no explica por sí solasu afortunada conservación y pervivencia; debe agrade-cerse el esfuerzo de conservación de los responsables delos cementerios, en contraste con aquellos lugares, en losque sin duda también las hubo y hoy están desaparecidas.

LAS LÁPIDAS FUNERARIAS DE CERÁMICA

Las lápidas sepulcrales forman parte de la produccióncerámica de aplicación arquitectónica (5). Por otra parte,han sido incluidas entre los productos cerámicos delmismo grupo que las producciones azulejeras (11). A dife-rencia de los azulejos exclusivamente iconográficos, queconstituyen elementos arquitectónicos decorativos, en las

lápidas sepulcrales de cerámica, como en otros tipos deproductos cerámicos, se completan o sustituyen lasrepresentaciones figurativas por mensajes conmemorati-vos, ideológicos o informativos. Los azulejos utilizadoscomo instrumentos expresivos a través de sus inscripcio-nes (plafones, placas, retablos devocionales), son nume-rosos y relativamente importantes desde época medieval.Además de las lápidas sepulcrales los hay que contieneninscripciones de propiedad o autoría, identificaciones,con aforismos y sentencias, toponímicos, con mensajessocio-ideológicos, inscripciones numéricas, de señaliza-ción urbana oficial, etc. (11)

Este mismo autor diferencia tres tipos distintos deazulejos con funciones conmemorativas funerarias, segúnel formato que presentan y el lugar de aplicación. En pri-mer lugar, los conjuntos de azulejos funerarios que recu-bren tumbas y representan a personajes enterrados, aris-tócratas o eclesiásticos con mayor frecuencia. No

Emilio Manrique, Ana Rosa Abadía Artículos originalesALFACER, Museo de Alfarería Tradicional Aragonesa (Morillo de Tou, Huesca)

Lápidas sepulcrales de cerámica conservadas en localidades del Bajo Huerva (Zaragoza)

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abundan en Aragón, aunque se conservan algunos delsiglo XVI. En segundo lugar, los retablos funerarios for-mados por un conjunto de azulejos aplicados a la pared,también poco frecuentes. Finalmente, las lápidas sepul-crales con un solo azulejo, calificadas por Telese como“uno de los capítulos más impresionantes de la azuleje-ría conmemorativa”. Estas últimas son las más abun-dantes y se realizaron en cerámica estannífera, en formade placa, para colocarlas en la parte frontal de sepulturas.

Alvaro Zamora (6) habla también de otros tipos depiezas, con barniz estannífero, localizadas en los cemen-terios y con diferente funcionalidad. Así, las placas indi-cadoras de la propiedad de las sepulturas, con el nombredel propietario y de las que nosotros, dentro del ámbitogeográfico de este artículo, conocemos dos en Mozota(“Propiedad perpetua de Matías Benito, su esposa MaríaLaborda y su sirvienta María Gimeno. Nos. 78??”; “Pro-piedad perpetua de Mariano Martín Nos. 1, 2 y 3”). Asi-mismo pueden encontrarse con imágenes devocionales omotivos devotos junto al enterramiento; piezas de barro,como clavos largos en el suelo con cabeza esmaltada quenumeraban las sepulturas. También deben considerarsecomo próximas las placas recordatorias de accidentes omuertes violentas situadas en “peirones” o a veces encalles o plazas y los “exvotos” religiosos de agradeci-miento que se conservan en los santuarios.

El interés de las lápidas sepulcrales trasciende al del

resto de las producciones cerámicas similares o formal-mente próximas que hemos citado, tanto por el grannúmero de ellas que se conservan como por su contenido.Aportan información de aspectos artísticos, de la evolu-ción de sus elementos decorativos, del simbolismo fune-rario y de los colores. Por otra parte, los epitafios queconstituyen literatura alrededor de la muerte, están tam-bién relacionados con estilos y modas literarias y cultura-les. Finalmente, las lápidas constituyen una fuente deinformación histórica y social; ya que, en algunos casos,las leyendas funerarias pueden constituir auténticos yútiles documentos epigráficos.

La producción peninsular de lápidas funerarias

Las lápidas sepulcrales constituyen un producto de los cen-tros peninsulares tradicionales de cerámica estannífera, sibien su producción fue más frecuente y cuantiosa en unoscentros que en otros. Esta producción, similar en todosellos, se generalizó en la misma época, según una modaque debió extenderse en ámbitos rurales y sectores popula-res urbanos (1). Aragón es quizá la Comunidad en la quese han localizado y descrito un mayor número de lápidas deeste tipo, lo cual hace pensar que sus alfares las produjerontambién en mayor número (11). Son también relativamenteabundantes en el País Valenciano y Andalucía. Por el con-

trario, y según Telese en el artículo citado, aparecen conescasa frecuencia en Cataluña, donde las localizadas sonproductos de alfarero (no con barniz estannífero) elabora-das por tinajeros o fabricantes de baldosas. También enAragón conservamos todavía, por fortuna, lápidas como lascitadas de producción de obradores de ollería. Entre ellashay que destacar las de Alpartir (4, 6), fechada en 1936,obra de los malogrados Val, vidriada con barniz de plomo(2), con molde idéntico a otra del siglo XIX que se encuen-tra en el cementerio de Épila.

En el País Valenciano destaca la producción de L’Al-cora. Según Telese, se habían publicado dos: una de 1784

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y otra de 1818. El Museo de Cerámica de L’Alcora con-serva una importante colección de lápidas procedentesdel cementerio municipal, obra de la Real Fábrica delConde de Aranda, fechadas prácticamente desde elcomienzo de la producción de esta fábrica en los años 30del siglo XVIII. Esta producción se generalizó en el sigloXIX, para decaer luego en el mismo siglo; aunque se pro-longó hasta el siglo XX (8). En 2010, el Museu de Cerà-mica de L’Alcora presentó una exposición de sus ricosfondos que ampliaba exposiciones anteriores.

De igual forma, las lápidas sepulcrales se produjeronen Andalucía y han sido descritas por diversos autores.Son de dimensiones y formas variadas y se hicieron enGranada y en Sevilla.

Telese (11) sugiere que los centros de la provincia deToledo (Talavera de la Reina, Puente del Arzobispo)tuvieron también que producir lápidas; aunque en lafecha en que escribía su artículo no había localizado refe-rencias publicadas que lo confirmaran. Asimismo, esteautor afirma que tampoco le consta la producción de lápi-das de cerámica estannífera en Cataluña, si bien señala laexistencia de ejemplos interesantes tanto de cerámicabarnizada como sin barnizar, con inscripción incisa estasúltimas.

La producción de los centros aragoneses, y principal-mente Muel, destaca como ya se ha dicho. TambiénTeruel, y en menor medida Villafeliche, son centros pro-

ductores de este tipo de lápidas (1, 3, 4, 6). Huesca, quetambién produjo en cantidad notable, podría conside-rarse, a estos efectos, un centro transplantado; ya quefueron sin duda alfareros de Muel quienes introdujeron ydesarrollaron la producción en los alfares oscenses de lacapital (4, 6, 7). La producción de lápidas de los Val enAlpartir corresponde a otro tipo de producto, como se haseñalado. Otros centros aragoneses pudieron producir deforma esporádica o durante cortos periodos. No seríariguroso descartar la producción en algún otro centropeninsular además de los mencionados.

Las lápidas más antiguas conservadas en Aragón den-tro de este género, serían de Villafeliche y datarían definales del siglo XVII (1699) hasta comienzos del XIX;para decaer posteriormente, al parecer por la presenciade Muel en esta especialidad. La mayor produccióncorrespondería a Villafeliche en el siglo XVIII (6).

La producción de Muel y Teruel se concentraría entrela tercera década del siglo XIX y hasta el primer tercio delsiglo XX; si bien, como señalamos a continuación, el ini-cio de la producción debió ser anterior aunque pudotener un ámbito de difusión más local. No obstante, apartir de la década de 1850 las lápidas serán paulatina-mente sustituidas por las de otros materiales (piedra,mármol) considerados más nobles (6). Las de Teruelhabrían desaparecido casi totalmente en el siglo XX; aun-que no así las de Muel, de las que se conservan muchos

ejemplares fechados en el primer tercio del siglo XX. Lasmás antiguas citadas por Isabel Álvaro fueron las de 1837en Muel y 1833 en Teruel; si bien no se descartan produc-ciones anteriores de los siglos XVIII y XIX. A este res-pecto, nosotros dimos noticia de un grupo de 15 lápidasque, con todas las cautelas, pensamos que podrían serobra de Muel, conservadas en la iglesia de María deHuerva con fechas que van desde 1751, la más antigua,hasta 1823 la más moderna (9)

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LAS LÁPIDAS CONSERVADAS EN LOS CEMENTERIOS

DEL HUERVA

Cronología y tipología

De las 76 lápidas conservadas en los cementerios de lascinco localidades mencionadas, la mayor cantidad seencontraba en el cementerio de Mozota, donde se puedencontabilizar 24 lápidas funerarias y dos placas de propie-dad. Cuatro de estas lápidas están rotas; por lo que en dosde ellas no es posible ver la fecha y en otra no se lee el epi-tafio. En Cuarte, Cadrete y María de Huerva se conservanrespectivamente 16, 17 y 18 ejemplares y, finalmente, enBotorrita sólo se conservaban cuatro. En dos de las deCuarte el deterioro no permite conocer la fecha y otrapresenta la singularidad, estando completa, de no recogerla fecha del fallecimiento.

El grupo más numeroso, 36 lápidas, pertenecen alperiodo 1890-1910. Otras 17 están fechadas en los dosdecenios anteriores (1870-1890) y 14 corresponden a loque debió de ser el final de la producción significativa:1910-1930. Las dos más modernas, fechadas en 1924 y1926, se encuentran en María de Huerva. Finalmente,las más antiguas, anteriores a 1870, son únicamentenueve, de las cuales siete, en su mayoría correspondien-tes al decenio de 1860, están en el cementerio de Cuarte;

aunque la más antigua (1855) la encontramos en Maríade Huerva.

El grupo de lápidas a las que venimos haciendo referen-cia no es suficientemente numeroso para permitir señalarclaramente la evolución temporal de la tipología. Tampocohay ningún ejemplar de los decenios de 1830-1840, que sevienen señalando como las más antiguas, y que son clara-mente diferentes en forma y tamaño a las posteriores.

Todas son de una sola pieza, presentan la base de bar-niz estannífero de color blanco lechoso, y están escritas ydecoradas con la aplicación de pigmentos mediante pin-cel, plantillas o esponjillas. Los colores más frecuentesson el azul, de diferentes gamas, o el morado de manga-neso (negruzcos y pardos); solos o ambos a la vez. A vecescon diferentes tonalidades. Más excepcionalmente seincorporan los verdes, amarillo y rosa en guirnaldas o en

otros motivos decorativos. Algunas lápidas monocromaspresentan pequeños trazos amarillos en la cruz.

Las fechadas con anterioridad a 1870 son cuadradas orectangulares y de tamaño menor que las posteriores.Aparecen ya algunas que presentan el borde superior cur-vado, casi semicircular y que se diferencian, en esteaspecto, de lo que será característico en lápidas posterio-res en las que el borde superior se presenta en ángulo ocon una ligera curvatura; en imitación, al parecer, de laslápidas elaboradas con otros materiales (piedra, mármol)cuando éstas irrumpieron en el mercado (10, 6).

Considerando que las lápidas de la iglesia de María deHuerva de finales del XVIII y principios del XIX descritasen la misma zona eran de menor tamaño y cuadradas(24 ´ 24 cm y 34 ´ 34 cm) (9), parece evidente que laforma y el tamaño experimentó una evolución reconoci-ble.

Contenido. Inscripción y leyenda funeraria

Son frecuentes las lápidas sin otro contenido que la ins-cripción, con diversos tipos de letras, con una decora-ción perimetral simple y una cruz.

En el grupo que describimos el contenido comienza,en la inmensa mayoría de las lápidas, con la frase “Aquíyace”, junto a la cruz (excepcionalmente varias cruces),

o a ambos lados de ella. Esta frase está ya presente, engeneral, en las pequeñas lápidas del siglo XVIII citadas yconservadas en la iglesia de María de Huerva. Muchomenos frecuentes son otras frases como: “Aquí descan-san los restos mortales de… y de su esposa…”, o másexcepcionalmente “Sepultado en Muel el niño…”

La inscripción finaliza con abreviaturas de frasesconocidas: RIP de forma absolutamente mayoritaria. Conmucha menor frecuencia RQP o “Rogad a Dios por sualma”. Y en inscripciones más antiguas “Dios los tengaen su gloria”.

En el caso de los niños, en ocasiones falta la fórmulaintroductoria, el RIP y la cruz, o alguno de ellos. Puedecomenzar entonces la leyenda con: “Subió al cielo elniño…” o con el nombre de los padres a los que “…lesfalleció un niño de nombre…”

Entre los genéricos “Aquí yace” y RIP, se incluye elnombre y apellidos del fallecido, excepcionalmente segui-dos de “adulto”, “soltero”, etc.; la localidad de donde eranatural, la de fallecimiento o alguna otra precisión sobresu estado civil como “viudo de…” o “esposo de…”, “esposode… y padre de…” Es raro que el “Don” anteceda al nom-bre y en este grupo de lápidas tampoco se recoge en nin-guna el oficio o profesión; quizá por no referirse a cléri-gos, militares, artesanos, etc., que son las que con mayorfrecuencia lo introducen.

Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Artículo original

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A continuación aparece, casi siempre, la edad en oca-siones expresada en años, meses y días. También puedeencontrarse una fórmula hoy en desuso: “A los [número]años de su edad…” Sigue la fecha de la defunción y, muyesporádicamente, se incluye la de nacimiento.

Sólo en una ocasión hemos encontrado la fórmula“falleció luego de recibir los Santos Sacramentos de laSanta Iglesia”.

Después del RIP, y con independencia de la existenciao no de epitafio, termina la inscripción con la dedicato-ria del esposo, esposa, hijos, padres… “Su esposo…”; “Suapenado esposo... e hijos…”; “Su desconsolada…”;“Recuerdo de…”; “Su esposa…”; “Recuerdo de sushijos…”; “Tu desconsolado esposo…” que normalmentey en referencia al difunto “dedican este recuerdo”, “esterecuerdo cariñoso”. Menos frecuentemente: “ruegan porsu alma” o “suplican una oración por su alma” “Rogad aDios por su alma”. Algunas dedicatorias resultan másoriginales y excepcionales, como: “El pueblo de Cadreteen general se asocia al justo sentimiento de sus padres”.

Elementos decorativos. Iconografía y simbolismo funerario

El estudio de las lápidas pone de manifiesto los aspectosartísticos que aportan y permite analizar la evolución ico-

nográfica y estilística y los cambios en la decoración. Apesar de la sencillez que con carácter general presentan,son indicadores por su evolución estilística de modos ytendencias en los gustos (8).

Álvaro Zamora (6) habla de un muestrario ornamen-tal que compartían lápidas y vajillas. Algunas de suscaracterísticas estilísticas permiten constatar la perviven-

cia de estilos decorativos y motivos vegetales introduci-dos a finales del siglo XVIII en la cerámica. Fue en elúltimo tercio del siglo XIX, cuando las lápidas se desvin-cularon de la cerámica en este aspecto; a medida que seincrementaba la utilización de simbología relativa a lamuerte que comenzaba a ser frecuente a mediados delsiglo XIX. En el grupo de las lápidas del Huerva a las quenos referimos, aparece esta iconografía en las décadas de1860 y 1890, sobre todo, aunque también en los años 80del siglo XIX y en los dos primeros decenios del sigloXX. En estas lápidas han desaparecido también calaverasy tibias que constituían el rasgo característico de las lápi-das mencionadas de los siglos XVIII y XIX de la iglesia deMaría de Huerva (9).

Sólo persiste una calavera y las tibias, pequeñas y enla parte inferior de la lápida, en un interesante ejemplarde Botorrita en 1860 y al que nos referiremos más ade-lante.

Con carácter general las lápidas más antiguas tienen,como única ornamentación una cruz en la parte superiory una decoración simple de bandas onduladas o parale-las, formando orlas geométricas, líneas y cenefas o vege-tales de enmarcado de la pieza o como relleno de huecos.

Entre las lápidas, no obstante, pueden encontrarsedistintos niveles de enriquecimiento ornamental, mez-clando simples bandas de color, cenefas de ondas, círcu-

los, rombos, y otras formas geométricas, con guirnaldasde flores o elementos vegetales en los ángulos o salpica-dos y hojas de palma, piñas o clavos en las esquinas.

Son estas primeras estilizaciones de formas vegetalescitadas, las que aparecen utilizadas, en las mismas fechas,en vajillas y azulejería de la producción de Muel (10).

Paralelamente a la introducción de la simbología rela-tiva a la muerte, aparecen motivos más artísticos y epita-fios. Así se encuentran “cipreses”, “sauces”, “jarrones”,“pebeteros”, “coches fúnebres”, “sepulturas”, “ángeles”,“plañideras”, “mausoleos”, “tumbas”, “cabezas de ánge-les” y “representaciones del difunto”. En las lápidas paraniños pueden aparecen ángeles en una nube o la propiaimagen del niño difunto. Todo ello dentro de cánones desencillez y modestia, salvo en algunos casos en los que lasfiguras adquieren cierto barroquismo.

El grupo de lápidas del Huerva que venimos descri-biendo participan de las características ornamentalescitadas, siempre en correspondencia con la cronología. Elhecho de estar todas fechadas en la segunda mitad delsiglo XIX y en el primer tercio del XX, impide que se per-ciba claramente la evolución en formas y motivos. Noobstante, el conjunto de lápidas fechadas en los años 60del siglo XIX, sobre todo, sí aparecen diferenciadas conclaridad en los aspectos indicados de sencillez decorativa.Algunas de las que contienen los elementos decorativosmás cuidados están fechadas en el último decenio delsiglo XIX y en el primer cuarto del XX.

Por lo demás, en este grupo de lápidas, cerca de untercio de las mismas presentan sólo la cruz y sencillaslíneas, bandas o cenefas perimetrales. En otras, estasbandas adquieren complejidad con dibujos geométricos.Abundan las guirnaldas y otras representaciones florales;así como clavos en las esquinas. Encontramos, asimismo,cipreses, sauces y palmeras; columnas, portadas de tem-plo, pebeteros y jarrones; estos de estampación seme-jante a los que llevan las fuentes de cerámica de Muel definales del XIX. También lloronas, ángeles y representa-ciones de los fallecidos y en algunos casos retratos realesde los niños.

En ninguna de las lápidas de este grupo se ha podidolocalizar la firma de los artesanos. Sabemos que muchas, apartir de 1855 y hasta 1871, aparecen con la firma de algu-nos de los Soler; familia de notables artesanos de Muel.

Epitafos. Las lápidas como poemario

Grangel y Puchol (8) recogen la afirmación de Carandell,en su libro Tus amigos no te olvidan (1995), según el cualel cementerio “es como un libro: una publicación en pie-dra, un medio de comunicación social”. También: “…si sepuede decir, un monumento literario donde las inscrip-ciones constituyen una inestimable guía para calibrargustos y modas literarias de la época en que fueron graba-das en piedra”.

Estas consideraciones, sin duda, valen para los epita-fios de las lápidas sepulcrales, no grabadas en piedra,pero sí pintadas sobre el esmalte blanco-lechoso de lacerámica estannífera.

En sentido amplio, es epitafio cualquier inscripciónen una tumba. Los epitafios de los que hablamos soncomposiciones, frecuentemente en verso pero en ocasio-nes en prosa, que ocupan buena parte del espacio de lalápida y que hacen alusión a las virtudes o cualidades deldifunto y en ocasiones, raras, a las virtudes de los hijosque supuestamente se las dedican. (“Dos hijos modelode ternura/esta lápida triste han erigido…”). Con fre-cuencia expresan también el dolor de los familiares ydatos y circunstancias de la muerte del difunto.

Suelen ser de raigambre y expresión popular, a losque no faltan muchas veces la ternura o el patetismo (10).No son exclusivas de Muel y están contenidas en las lápi-das de otros muchos centros peninsulares.

La proliferación de los epitafios como figura litera-ria, convierte a las lápidas en simbólicas hojas de unlibro, con poemas vinculados al romanticismo comocorriente literaria y artística del siglo XIX que ensalzabael sentimiento frente a la razón (8).

Treinta y cinco de las lápidas que consideramos aquícontienen epitafios; de ellos sólo uno aparece en prosa.Algunos son muy breves, de dos o cuatro versos; perootros son largos poemas. La primera lápida con epitafioestá fechada en 1864. Algunos son supuestamente narra-

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dos por el difunto; con frecuencia si este es un niño. Aveces surge algún verso que nos inquieta (“duermes elsueño del justo/porque justa fue tu muerte…”). Otrasveces casi sorprende lo que parece la revelación de unaintimidad familiar (“…Por ser único el que tenían/sinesperanza de más”).

El estudio de estas formas literarias sería, sin duda,de un enorme interés. Por supuesto, debiera ser un espe-cialista quien acometiera la tarea.

Las lápidas como fuente de información histórica y social

Al margen de la función específica de señalar la sepulturay conservar en el tiempo la memoria del difunto, las lápi-das constituyen también una fuente de información sobresu época y sobre las costumbres, expresiones y, en gene-ral, el marco social de aquel momento.

Las lápidas de las localidades del bajo Huerva, noincluyen referencias a ningún hecho histórico, ni a epide-mias como el cólera, que son relativamente frecuentesen lápidas de Muel, incluso en esta zona.

De la observación del conjunto, llama la atención, sinembargo, la abundancia relativa de difuntos que sonniños. Por otra parte, y hacemos la consideración desdeuna perspectiva profana, la lápida de una sepultura decinco niños hermanos, el mayor de 8 años, todos falleci-dos, parece señalar algún problema médico en esa familia.

Tres de las lápidas hacen referencia a accidentesdiversos. Una, en Cadrete, de 1914 donde un joven de 16

años, según la leyenda: “murió violentamente por uncarro”. Otra, de 1900 en la localidad de Mozota: “falle-ció aplastado por desplome de tierra” un hombre de 35años. Ambas son lápidas sencillas con tonalidades azules.En la primera sólo destaca una cenefa floral que ocupa lamitad inferior del perímetro. La de Mozota tiene un epi-tafio de la esposa de cuatro versos de contenido religioso.

Por último, la tercera, que se conserva en Botorrita enel suelo y junto a una tumba convencional, es una entra-ñable lápida cuadrada de 1860. Está decorada en tonosverdes y azules y la iconografía funeraria está formadapor la cruz, tosca, rodeada por una especie de círculo(¿laureles?), y en la parte inferior cipreses que enmarcanuna representación de dos fallecidos, de distinto tamaño,separados por una calavera y las tibias. La inscripcióndice: “Día 29 de setiembre de 1860. Fallecieron bajo unTerrero sacando tierra para construir teja. FranciscoBosque y Tomás Plo, el 1º de 20 Años de edad y 10 elsegundo. Dios los tenga en la Gloria. Amén”.

No nos es posible establecer ninguna relación con elterrero de Botorrita de 1860. Pero sabemos que el alfar deMaría de Huerva instalado por Manuel Herrero Cabelloen 1949, procedente de Daroca y Villafeliche, utilizaba elbarro de un terrero de Botorrita. À

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Bibliografía

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© 2011, Emilio Manrique, Ana Rosa AbadíaCorrespondencia con los autores: [email protected]

EL RÍO ARANDA, afluente por la izquierda del Jalón,se sitúa a las faldas del Moncayo, en el sectorzaragozano del Sistema Ibérico. Sus centros alfa-

reros productivos se localizan en Sestrica, Jarque eIllueca. De sus cantarerías, de posible origen árabe, saliótal cantidad de obra que hoy en día no hay dificultad paralocalizar piezas. Dos son las características diferenciales:la forma troncocónica y el empleo del urdido.

Tanto Álvaro Zamora (1), Díez Galán (2) comoRomero y Cabasa (3) han estudiado ampliamente estascantarerías en su producción popular. Será la primera,María Isabel Álvaro Zamora la que dé a conocer en elSegundo Coloquio Internacional de Cerámica Medievalen el Mediterráneo Occidental, celebrado en Toledo en1981, cinco piezas de tradición mudéjar y de uso reli-gioso.(4)

Intentaremos ampliar este repertorio.

LAVATORIOS

Se trata de una pieza de uso exclusivo del sacerdote quese instala en la sacristía. En la zona son por lo general depiedra negra de Calatorao. Recuerdo dos excelentesejemplos en la ermita de Rodanas y en la iglesia mudéjarde Tobed. Álvaro Zamora publica el lavatorio de la sacris-tía de la Ermita de San Roque de Trasobares (figura 1).

Es la pieza fechada más antigua que conocemos,1696. De 120 cm de altura, está formada por la unión deuna terriza (pie), un tubo (fuste) y el cuerpo de un cántarode perfil esférico. Destacar la decoración plástica de cor-dones horizontales y ondulados con incisiones (¿ungula-ciones?) e impresa con estampillados circulares (caña omadera con doce muescas y un espacio) y cuadrados(enrejillado de 3 x 2). Transcurridos 30 años, se mantiene

en su ubicación original. Debemos destacar su perfilredondeado muy alejado de los cántaros carenados de lasproducciones recientes.

En la colección Ostalé hay un posible aguamanil deuso ritual. Se trata de una tinajilla de 50 cm de alto concaño vertedor y decorado con caras de ángeles, cordoneshorizontales y serpenteantes y cuños circulares y reticula-res (figura 2). Destacar los cuños circulares de mayortamaño con las llaves de San Pedro.

PILAS BAUTISMALES

En nuestros recorridos por la zona y de forma inespe-rada, hemos localizado dos ejemplares. Uno en la parro-quial de Mesones de Isuela y otro en la iglesia de Viver dela Sierra. Los dos tienen una estructura formal seme-jante: un gran cuenco con labio exvasado, fuste y pieoctogonales. Ambos están pintados imitando el mármol.El ejemplar de Viver de la Sierra ha sido repintado con

bandas doradas (figura 3). Destacar la conservación deltape de este último imitando en barro las cubiertas demadera de otras pilas de piedra, que a su vez imitan lostejados cubiertos con teja de lágrima (figura 4).

PILAS DE AGUA BENDITA

Las subdividimos en dos grupos atendiendo a su riquezadecorativa y perfección técnica.

Grupo 1Son pilas más sencillas y descuidadas, ubicadas en ermi-tas o iglesias de pueblos pequeños. Su estructurarecuerda al lavatorio de Trasobares: pie-terriza, fuste-tubo y plato-terriza. Todas llevan decoración plástica decordones, incisiones y sellos.

Parroquial de San Miguel de Viver de la Sie-rra. Publicada por Álvaro Zamora en el artículo de refe-rencia. No la hemos visto en nuestra visita de 2007. En

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José María Gimeno Hernández Comunicaciones

La producción religiosa de las cantarerías de la comarca del Río Aranda(Zaragoza)

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la foto de Álvaro se aprecian cordones con incisionesverticales, sellos circulares en relieve, impresiones derejilla rectangulares y ménsulas de unión entre el fuste yel plato decoradas con pequeñas ungulaciones.

Ermita de San Felices de Sestrica. Está abierta ysin ornamentos. Queda parte del pie sujeto con cementoal suelo. El resto de la pila ha desaparecido.

Ermita del Carmen. Cementerio de Sestrica(figura 5). De titularidad privada, la pila ha sido retiraday guardada en una casa particular. Con igual estructuraque las anteriores, destaca por la abundancia de rostrosdiablescos en el exterior del vaso y en el fuste. Presentaamplias ménsulas, en la unión de la columna al vaso,decoradas con impresiones reticulares de 6 x 5. Destacarlos dibujos radiales con centro en un sello circular dobledividido en 8 sectores con un punto en relieve en cadauno de ellos. Otro elemento llamativo son los botonesprominentes rematados con el mismo sello.

Ermita de San Bartolomé de Sestrica (figura6). Situada en el camino de Jarque, conserva una pilaexenta con la decoración más sencilla de todas: carassimplificadas, pequeños arcos incisos, círculos en relievey un cordón horizontal en la parte baja del fuste. Suestructura es más compleja que la de las anteriores. Estáformada por un pie –terriza invertida–, el fuste –tubo dedesagüe–, el cuerpo de un cántaro esférico, y el vaso for-mado por dos terrizas superpuestas.

Grupo 2Son pilas muy trabajadas, con un desarrollo formal com-plejo, y localizadas en edificios religiosos de mayorimportancia.

Ermita del Rosario de Jarque (figura 7). Publi-cada por Álvaro Zamora. Su artífice nos dejó una granregalo. En el borde del vaso escribió “FRANCISCO SUPER-BIELA ME HIZO EN SESTRICA A 10 DE ABRIL DEL AÑO DEL SEÑOR

DE 1722”. Su pie es un cilindro enmarcado por dos cor-dones con incisiones verticales donde alternan angelotesde cuerpo entero con dibujos radiales de enrejillados de 5x 3, sellos circulares de 8 sectores rellenos de puntos,círculo liso impreso y cordones ondulantes. El fuste sedecora con cordones, sellos reticulares y circulares. Latransición al vaso se refuerza con cordones oblicuos inci-sos, abollamientos y grandes botones decorados consellos circulares así como reticulados de 5 x 3. En el vasodestacan las conchas de Santiago y sellos circulares. Esla pieza mejor conservada junta a la del castillo de Meso-nes.

Ermita de Ntra. Sra. de los Ángeles del castillode Mesones de Isuela (figura 8). Referenciada porMaría Isabel Álvaro, se halla embutida en un banco decemento que impide ver el pie y parte del fuste. Es la másrecargada. Toda ella con caras de querubines, sellosimpresos, apliques plásticos de palmas, cordones conincisiones y más sellos. Entre los reticulados hay mezco-

lanza de 2 x 2, 3 x 2, 4 x 2 y 6 x2. El borde del vaso sedecora con sellos circulares dividido en 8 y rellenos decuñas. Los 4 roleos de refuerzo bajo el vaso son másamplios y armoniosos que los de Jarque y se intercalancon cabezas de querubines. El castillo lo mandó construirla familia Luna hacia 1370 con una amplia capilla funera-ria mudéjar en una de sus torres. Esta capilla se amplióhacia el patio en 1680 por el coadjutor Manuel Gascón yÁlvarez, y se decoró con yeserías en 1720 por el coadju-tor Juan Antonio Álvarez, sobrino del anterior. Por estosaños debió encargarse la pila a los talleres de Sestrica.Estamos en pleno apogeo del Barroco. (5)

Parroquia de Ntra. Sra. de los Dones deEmbid de la Ribera (figura 9). Igualmente publicadapor María Isabel Álvaro, en la actualidad se encuentra enmuy mal estado de conservación. La humedad ascen-dente del suelo ha desprendido la decoración inferior, altiempo que el agua del vaso, a pesar del orificio de salidaexistente, ha hecho estragos en el vaso y la columnita delinterior. Formalmente es semejante a las anteriores perocon algunas salvedades: no tiene pie o está embutido enel suelo, tiene una columnita decorada en el centro delvaso imitando una fuente, tiene desagüe, y presenta unfrontis muy interesante. La cabeza de un angelote estáenmarcada por dos escudos de la pasión, y cumbreadapor el rótulo en mayúsculas “MARIA”. El resto de la deco-ración semeja a las anteriores.

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Santuario de la Virgen de la Sierra en Villa-rroya de la Sierra (figura 10). Centro de referenciapara las 33 localidades que se ven desde su cumbre en losdías claros. Su iglesia guarda bajo el coro una de las pie-zas más interesantes. A pesar de la mala conservación delvaso cuya decoración de conchas ha desaparecido y deestar sujeta al suelo con cemento, tiene dos particularida-des que la hacen diferente. Su fuste presenta decoraciónen bandas y se busca la geometría. Cordones incisos divi-den los sectores donde volvemos a ver querubines, selloscirculares y reticulados, palmetas en relieve y cordonesoblicuos. En el desgastado borde del vaso todavía se apre-cia el nombre del cantarero: Christobal. Posiblementeun calco nos daría mayor información.

CANTARICOS DE ACEITE

Conocemos dos ejemplares, ambos milagrosos y en cen-tros con importantes peregrinaciones comarcales.

Ermita de la Virgen de Jerusalén de Inogés(figura 11). Hoy barrio de El Frasno. Se conserva en lapequeña ermita que sustituyó a la construcción barroca.Por los años 30 todavía se iba en romería desde La Alde-huela portando pendones y cantando ruegos a la entradadel pueblo. El ritual consistía en pasar a visitar a la Virgenal tiempo que la santera realizaba la señal de la cruz conun palo untado en el aceite del cantarico; que por su-

puesto nunca se acababa. Se conserva en un arca bajo tresllaves y es un jarro sin pico vertedor semejante a los quesacaba José, el pocero, mezclados con cerámica decoradadel XVIII.

Santuario de Ntra. Sra. de Rodanas en Épila.Documentado por Francisco Javier Bravo Quero (6) en larevista comarcal Ador 14 “Ermitas, santuarios y romeríasen Valdejalón”.

El cantarico llegó al santuario la víspera del Domingode Cuasimodo de 1668 (30 de marzo). Hoy se conservatras un pequeño ventanuco a la derecha del altar. Losfieles pueden tocarlo a través de un rete roto. Por la fotopublicada se trata de una jarra de agua o vino. Se publi-can cuentas del santuario entre 1773 y 1886 con comprasde vajilla en Muel, Almonezil, Lumpiaque y Sestrica. Enmarzo de 1779 se compraron cántaros y botejones en Ses-trica por valor de 1 libra y 4 sueldos.

ELEMENTOS DE CEMENTERIO

Lápidas. Solamente las hemos visto en Jarque. Son pla-cas rectangulares con copete semicircular. Están decora-das con una cruz latina y en un caso acompañada porcipreses y un árbol frondoso. Debajo se han marcadolíneas incisas sobre las que se escribe en mayúscula losdatos del difunto. Las realizó la familia Becerril entre1898 y 1907 (figura 12).

fragmento rescatado de una tapia del pueblo nuevo deChodes mandado construir por Fcº. Sanz de Cortes entre1676 y 1678.

Igualmente se decora con reticulados en una orza de4 asas firmada por Miguel Fajardo, ancestro de los Fajar-dos que marcharon a Navarrete. Estas orzas llegan hastalos inicios del XX ya sin improntas pero algunas con lasfirmas de Rufino Gaspar o sus parientes Rufo y Julio,todos de Sestrica. También hemos visto reticulados enalgunas macetas de copa.

Cordones digitados o incisos se conservan hasta elXIX en el borde de los tinajones o diferenciando la carenade alguna tinajilla.

Decoraciones plásticas de angelotes han pervivido enuna maceta que conserva la familia Asensio-Marco deIllueca. Pudo ser realizada por Felipe Asensio Marcofallecido en 1939 en Illueca, o por Serapio Marco Bece-rril de Jarque. Abuelos de la familia. Más angelotes pre-senta una tinajilla-aguamanil de la colección Ostalé.Caras más simplificadas, semejantes a las de la pila de laermita del Carmen de Sestrica, las encontramos en unamaceta de copa.

Ya en el siglo XX cantareros de Jarque decoraronalgunas tinajas alqueceras con improntas de duros deplata, hojas de parra, iniciales floridas, palmetas, o inci-siones dibujando un gallo y letras.

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Hitos. Fueron recogidos tras una remodela-ción delcementerio de Sestrica. Todos pertenecie-ron a la misma tumba y no sabemos a qué familiapertenecían, alfareros o no. El hito está formadopor un tronco de cono coronado por una esfera,lisos y sin decoración. De los tres conservados,uno es más alto y presenta una apertura en la bolapara incrustar una cruz de hierro, hoy perdida(figura 13).

ELEMENTOS COMUNES A LA OBRA CIVIL

Los sellos reticulados y circulares se usaron entinajones antiguos, en la serie con cercillos hasta lacarena y cordón ondulado. Ejemplo de ello es el

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CONCLUSIONES

Se trata de piezas únicas con un fuerte simbolismo y granriqueza decorativa. Realizadas entre la mitad del s. XVIIy finales del s. XVIII, en pleno apogeo del Barroco. Todoapunta al taller de Sestrica.Debemos continuar con la prospección de la zona enbusca de nuevas referencias y realizar un estudio compa-rativo de los cuños, moldes y elementos plásticos. À

Bibliografia

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6. FRANCISCO JAVIER BRAVO QUERO. “Ermitas y Santuario de Épila. ElSantuario de Rodanas” en Ermitas, Santuarios y Romerías en Val-dejalón, Ador nº 14. Centro de Estudios Almunienses. La Almunia deDoña Godina 2009. Págs 113-176

© 2011, José María Gimeno HernándezCorrespondencia con el autor: [email protected]

EL CONOCIMIENTO delSabadell de los alfa-reros se lo debemos

en primer lugar a MarianBurgués i Serra (Sabadell,1851-1932) un alfarero ilus-trado, dibujante, grabador yescritor, republicano, libre-pensador, progresista y pro-motor de diversas asociacio-nes ciudadanas culturales yhumanitarias. Acudió a laescuela sólo hasta los 9 años,pero estaba dotado de un es-píritu extrañamente inquietopara un entorno como el ca-talán del siglo XIX, endogámico y cerrado en sus estruc-turas tradicionales. De los 9 a los 17 años permaneció enel alfar paterno aprendiendo el oficio pero luego prosi-guió su aprendizaje en Mataró (por entonces gran centrofabricante y exportador de cerámica), en Thuir (Francia),en Coimbra (Portugal), en Muel (Zaragoza), en Manises(Valencia) y en La Bisbal (Girona). Dejó dos obras funda-mentales para la historia de la alfarería tradicional: una,minúscula pero abarrotada de informaciones, Estudis deterrissa catalana (1925), y una especie de libro de memo-rias, Sabadell del meu record (1929), que constituye elpunto de partida de esta comunicación.

Sabadell fue un centro alfarero importante. Hoy ape-nas nadie lo diría. Entre los libros clásicos sobre alfare-ría española (y catalana), solo uno lo recoge, AlexandreCirici en su Cermàmica catalana, y aun en este solo apa-recen dos breves referencias: una sobre las cerámicas delNeolítico y otra sobre las cerámicas constructivas delModernismo (Cirici 1977, pp. 28 y 386).

Y, sin embargo, la tradición alfarera de la ciudad esantigua. En los documentos del siglo XIV ya figura unPere Pla de profesión «ollero» y a finales del siglo XVIIel Consell de la Vila prohibía que los alfareros trabajarandurante el día, entre mayo y junio, por temor a que incen-diaran los sembrados cercanos. Tal decreto supone doscosas: una, que había un número considerable de alfarescon horno y dos, que éstos se encontraban cerca de lossembrados, es decir al otro lado de los límites de la pobla-ción.

El siglo XVIII debió de ser el de máxima productivi-dad alfarera: se contaban 14 alfares con autorización devender su producción en Barcelona, directamente y sintasas (Roig s/a, pp. 2-4). Parece que no hace mucho sepudieron recuperar muchas piezas de ese siglo utilizadasen la construcción de las bóvedas del campanario de SanFélix, la iglesia parroquial del centro de la ciudad. Sinembargo, dejemos este hecho en un prudente suspensoporque no era extraño en la época el tráfico entre pobla-

Domènec Guimerà, Anna Manrique Comunicaciones

Sabadell (Barcelona), centro alfarero olvidado

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ciones, para la construcción, de piezas de alfar defectuo-sas e inservibles para el uso a que habían sido destinadasen principio (Burgués 1925, p. 47). Los alfareros se lovendían todo: por supuesto, los cacharros que elaborabanpero también los subproductos: desde la ceniza de loshornos para la colada doméstica, hasta, para la construc-ción, las piezas defectuosas enteras para rellenar bóvedaso, trituradas como arena y mezcladas con cal como mate-rial impermeabilizante (Burgués 1929, p. 34).

En la mitad del siglo XIX ya sólo quedaban en Saba-dell, según la memoria de Marian Burgués, siete alfares,seis de los cuales los podemos localizar con bastante pre-cisión en la periferia del segundo «ensanche de la ciu-dad» (Burgués 1929, p. 32, figura 2).

EL HORNO DE LOS ESCAIOLA

Sin duda, el alfar más importante (según nuestros cono-cimientos) en los siglos XVIII y XIX fue el de la familia delos Escaiola, alias Ca’l Bolsós. Situado en el siglo XVIII

en el Raval de Dins, ocupó después un amplio espacio enel arranque de la actual Via Messeguer (o Masagué).

Este conjunto artesanal se configuraba a nivel desuperficie y a cielo abierto con la era, las balsas y el pozo.Bajo cubierto pero también en la superficie se encontra-ban los espacios para la leña y el barro, el secadero y losalmacenes y, en una estancia más resguardada, los tornos(Roig 2001, p. 16). De todo esto, en la actualidad noqueda más que una amable tienda de alfombras y bolsos,

en una calle ahora perforada por una tuneladora paraprolongar la vía del tren.

Debajo de las eras y de las construcciones citadas seencontraba (y se conserva íntegro) el gran sótano con lasbocas de carga en el techo y los hornos de cocción, uno encada extremo, cada uno con su hueco de carga de lafogaina. Las piezas y la leña entraban y salían por las tresaberturas superiores. Esta gran estructura se conserva enperfecto estado y se puede visitar de lunes a sábado enhorario comercial. Aunque es de propiedad privada, elAyuntamiento proporciona a demanda un guía para lasvisitas comentadas. Emili Sempere lo inventarió en lapublicación de la Asociación de Ceramología de 1992correspondiente a su congreso de 1990.

Desde principios del siglo XVIII, la actividad artesa-nal de los Escayola fue la elaboración de cerámica tradi-cional con toda la diversidad tipológica doméstica cono-cida. Otras piezas bien definidas fueron los materialesauxiliares para la construcción y la arquitectura orna-mental tan de moda en la época.

TIPOLOGÍA DE LA ALFARERÍA TRADICIONAL

DE SABADELL

En la página siguiente se reproduce la descripción gráficade la alfarería de Sabadell, dibujada por el propio Bur-gués en la página 48 de su Estudis de terrissa catalana.En otras láminas de la misma obrita describe tambiénesquemáticamente las piezas prehistóricas procedentesde las excavaciones del poblado ibérico de La Salut y laalfarería contemporánea de Manresa y Sallent, la alfare-ría negra de Quart (Girona), las de Thuir, Mataró y LaBisbal (había trabajado en las tres poblaciones, así comoen Manises), las de Breda y Esparreguera, Miravet,Lleida, Mallorca, y del «llano de Barcelona».

Refiriéndose en concreto a Sabadell, dice que todoslos alfareros de sus tiempos jóvenes fabricaban alfareríapropiamente llamada «de cocina»: tupins (pucheros),olles, cassolots (cazuelas), giradors, cobertores (tapade-ras), ansats (cacharros con asas), envernissats, greso-lets (lámparas de aceite), guardioles (huchas), etc. (Bur-gués 1929, p. 32).

Hornos subterráneos norte (arriba) y sur (abajo) del alfar delos Escaiola, cuidadosamente conservados en la actualidad.A la izquierda, alzado topográfico del conjunto (arriba) y delhorno norte (abajo).

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En la obra pequeña indicaba: «Se fabrica-ban pucheros en forma de hueso de oliva [?] yollas para la obtención de azúcar candi..., quesólo servían una vez porque para sacar el azú-car había que romperlas.» (a) «Las ollas parala manteca [«greixoneres»] eran de líneas griegas puras»(b) «Las botijas de vino» (c).

En la serie de fotografías presentamos algunas pie-zas documentadas como procedentes de Sabadell. Pri-mero, las piezas parcialmente esmaltadas. En (c), unbotijo del Museu d’Història y un «pitxell» del Museu delCàntir de Argentona (d) catalogado, aunque con interro-gantes, como procedente de Sabadell; el «pitxell» seempleaba en las barcas y para las labores del campo yllevaba protectores de la boca y del pitorro. El cantarillopara vidrio (e) se atribuye a Sabadell, pero sin argumen-tarlo. A su lado, un «mamet» («mamón») (f) o porrónde barro. En la fila de abajo, un bebedero bastante con-vencional (g), una medida de vino de «cuatro porrones»(h) y un barreño de pastelero (i). Debajo de él, unapequeña escudilla «mal de mares» (j) completamentevidriada que, por su nombre, quizá serviría para mimara quien la utilizara (si los demás comían en escudillas demadera), o a los enfermos.

A continuación tenemos un orignal de partera (k)como muestra de piezas esmaltadas y decoradas con trescolores: el de base, el verde y un marrón, que encontramos

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g h

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j k l

m

n

también en otros cacharros domésticos: soperas, escurri-dores y otros. En cuanto al orinal, cito textualmente (tra-ducido) a Burgués en sus memorias (Burgués 1929, p.87): «Una de las costumbres más típicas del siglo pasado[por el XVIII] era que las mujeres, después de la partera[debe querer decir «después del parto»] necesitaban elorinal de partera. Este artefacto era de barro y medíaunos dos palmos y medio de alto por otros de ancho deboca; era imprescindible: quien no tenía uno propio lopedía prestado a parientes o vecinos. – Algunos bromistasofrecían como regalo de bodas un orinal de partera aquienes habían "hecho Pascua antes de Ramos". Esteutensilio ha ido desapareciendo. [...] En tiempos másrecientes a estos orinales se les llamó Don Pedro, nuncahe sabido por qué».

El resto de piezas completamente vidriadas de estamuestra, y que también pertenecen al Museu d’Històriade Sabadell, son una alcuza (l) y una pequeñas medidasde vino que se exhibe en el alfar Bolsós (m). El asa,situada junto al pie de ambas, certifica que su uso no es elde beber de su contenido, sino el de verterlo. En el Saba-dell del siglo XIX (no sé hasta qué punto en toda Cata-

luña) la unidad de medida del vino es el porrón, equiva-lente a 94 centilitros de nuestro sistema métrico decimalLas dos muestras que allí se exhiben llevan sendas marcas(n) que las atestiguan como medidas públicas oficiales.À

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impressor 1929 (edición facsímil, Ajuntament de Sabadell 1982. CALVO, ORIOL, y otros. Museu del Càntir, Argentona (catálogo). Ajunta-

ment d’Argentona 2007. p. 86 ROIG DEULOFEU, Albert. Els forns i l’obrador de ceràmica de l’Escayola,

segles XVIII-XIX. Sabadell: FOC 2001.ROIG DEULOFEU, ALBERT. L’obrador de ceràmica de l’Escaiola (Sabadell,

Vallès Occidental). Ajuntament de Sabadell 2001.SEMPERE, EMILI. «Catalogación de los hornos de España y Portugal", en

VVAA. Tecnología de la cocción cerámica desde la Antigüedad hastanuestros días. Alicante, Asociación de Ceramología 1992. pp. 185-257.

© 2011, Domènec Guimerà, Anna ManriqueCorrespondencia con los autores: [email protected]

En mayo de 2011, en vez deTertulia optamos por la excur-sión y así, los días 28 y 29, via-jamos a Barcelona con el obje-tivo de cumplimentar un densoprograma:

SÁBADO 28: mediodía, vi-sita al Museo de Cerámica dePedralbes, en Barcelona; co-

mida y salida por la tardehacia Oristà, una pequeña al-dea en la Cataluña profundadonde el párroco y su solícitosacristán custodian una impre-sionante colección de alfareríade basto catalana, propiedadde la Asociación Catalana deCerámica.

DOMINGO 29: embarrada(por la lluvia nocturna) partici-pación en el pionero desemba-laje de Cardedeu, con hallaz-gos soprendentes. El fin deactividades consistió en elEncuentro anual de Coleccio-nistas de Baldosas y CerámicaAntigua en Esplugues de Llo-bregat (organizado por la Asso-ciació Catalana de Ceràmica)donde también fue posible ha-cerse con alguna nueva pieza,siempre interesante.

EXCURSIÓN

NACIMIENTO

Como actividad periódica quenos permita asegurar la rela-ción de socios y amigos conmayor frecuencia, hemosintentado sistematizar unaserie de TERTULIAS, en las quepodamos conversar de formadistendida sobre las cuestio-nes que nos interesan, sinhorario ni temas fijos.

Las vamos celebrando lossegundos de cada mes, en laterraza de invierno del MesónSidrería Sancho en la AvenidaPuerta Sancho 21, frente aledificio del Centro Cívico Almo-zara; como sabéis muchos, enlas proximidades del Rastro deZaragoza.

Las primeras Tertulias secelebraron el 13 de febrero, el13 de marzo y el 10 de abril de2011.

Por otra parte, el domingo11 de marzo tuvo lugar la pri-mera de las tertulias dominica-les de la temporada 2012 y enella se presentaron varias yheterogéneas piezas para eldebate y la identificación. Enprimer lugar se opinó sobredos piezas antiguas proceden-tes de pozo ciego; una jarra yuna cantimplora o botijo decarro, sin que se llegase a unacuerdo concluyente.

Otras piezas en las que elacuerdo fue claramente mayo-ritario, fueron una pequeñaorcilla de Jaca, dos aceiteras

de los alfares de la Ibérica yVillafeliche y dos orinales("Don Pedro") uno de Almona-cid de la Sierra y otro de Lum-piaque. Respecto a la aceiterade Villafeliche surgió la infor-mación de que alfareros deesta localidad trabajaron en lapróxima ciudad soriana deAlmazán.

Finalmente se debatió enrelación a diversas piezas debaño estannífero; dos, unaaceitera y una fuente probable-mente de Teruel de los años20; otra fuente sencilla conuna cenefa azul y morado quepodría ser de Villafeliche y otramuy interesante (¿Villafeliche?¿Teruel?) profusamente deco-rada en azul con lo que podríarepresentar una custodia o unrelicario.

José Mª Gimeno aportóuna relación de alfareros ara-goneses, procedentes de cen-sos electorales de los años1890-1900, que alargó lasiempre agradable conversa-

TERTULIAS

Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Noticias y actividades de ALFACER

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Noticias y actividades de ALFACER

El pasado 29 de diciembre laentrañable asociada de ALFA-CER y amiga de todos, la cera-mista alfarera en Calanda,Inma Mora tuvo una hija, Ana,que estamos seguros seguirá,no puede ser de otra manera,los caminos artísticos de suspadres.

Todos queremos a Inma ynos alegra su felicidad.

Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Noticias y actividades de ALFACER

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8as JORNADAS SOBRE ALFARERÍA Y CERÁMICA TRADICIONALES

De nuevo nos encontramos enMorillo de Tou, el 30 de sep-tiembre y 1 y 2 de octubre de2011 ,

El programa de conferen-cias de este año se inciaba conla disertación/ muestra acargo de S E R G I O S A B I N I , so-bre “La alfarería en la fotogra-fía española. Serie cántaros”.

Por su parte, J O S É M A R Í A

G I M E N O , presentó “Cantareríasdel Aranda: estado de la cues-tión”.

En otra sesión se realizó lapresentación del proyecto deesta misma revista y de sunúmero 0, a cargo de D O M È -N E C G U I M E R À .

En la sección de comuni-caciones, J O S É M ª G I M E N O

presentó "Tejerías pirenaicasaragonesas, parte occidental"y "Tejerías de la Sotonera".

J O S É M ª A B A D nos infor-mó sobre la sorpresa del "Alfary el cántaro de Cuevas de

Cañart". A U R E L I O B A I L resu-mió su ruta por las "Tejerías delPirineo occidental". Y, porúltimo, E M I L I S E M P E R E hizouna presentación de la RevistaTerrart.

Tampoco podían faltar, yno faltaron, la 8ª sesión "Torrede Babel en Morillo", de identi-ficación de piezas de cerámicade origen dudoso, y el 2º Des-embalaje de Morillo-Mercadillode comnpra-venta y trueque depiezas de cerámica, alfarería,azulejería y objetos etnológi-cos.

Las Jornaadas culminaroncon la celebración de la asam-blea general de socios de AL-FACER, enla que se departió sobre las actividades de laAsociación y se perfilaronalgunos detalles del proyectode la Revista Digital.

El domingo nos dirigimosa Bielsa, donde visitamos lassecciones de patrimonio histó-

Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Editorial

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GRACIA ARIAS (Y SU ÁNGEL) ENMAESTROS ARTESANOS EN ACTIVO

DE CASTILLA-LA MANCHA

La Dirección General de Turis-mo y Artesanía de la Junta deCastilla-La Mancha ha publi-cado Maestros artesanos enactivo, obra en la que figuranuestra compañeroa Gracia"en busca de la cerámica per-dida de Puertollano".

"Cuando esta alfarera sesienta al torno, sus manos y su

mente conforman objetos degran belleza o utilidad. Elbarro, la arcilla, se moldea contanta suavidad que parece quesus obras son el producto deuna delicada caricia".La obra recoge también suactividad, juntamente con lade Ángel, como pedagogos enel Centro Alfarero La Estación.

GRACIA ARIAS (Y SU ÁNGEL) ACABAN DE PUBLICAR

LA OLLERÍA EN PUERTOLLANO

"Este libro es el fruto de unsueño. Hace más de una dé-cada Graci y Ángel quisieronque la labor que hacían cadadía, recuperando la cerámicatradicional de Puertollano ensus distintos talleres, quedasereflejada en un catálogo depiezas antiguas y modernasque sirviese de homenaje aaquellos humildes alfareros yolleros cuya existencia habíagirado alrededor del torno. Desus modestos alfares salieronpiezas útiles y bellas que ayu-daron a guisar, guardar el vino,conservar alimentos, acarrearagua o decorar los hogares,tanto de los campesinos ymineros como de los más aco-modados del lugar.

A lo largo de sus páginasdesfilan acontecimientos coti-dianos, personajes y cacha-rros cargados de historia.Unas piezas viajeras que sehan localizado pacientementedurante toda una vida pormedia España y que ahora sebrinda al gran público, perotambién al erudito curioso y alcoleccionista más avezado,gracias al trabajo coordinadoentre ceramólogos, químicos, ar-queólogos, antropólogos e his-toriadores que han intentadodesentrañar el alma del barroy las inquietudes de los artesa-nos."

M. F. GÓMEZ VOZMEDIANO

EMILI SEMPERE, PREMIO NACIONAL DE CERÁMICA 2011

Totana acogió el pasado día 3de noviembre la entrega de losPremios Nacionales de Cerá-mica 2011 impulsados por laAsociación Española de Ciuda-des de la Cerámica (AeCC).

En esta edición fue pre-miado, en la modalidad deaportación técnica o científi-ca,nuestro compañerodeALFACER Emili Sempere (en lafoto, con la Alcaldesa deTotana en el acto de recepcióndel premio).

Según el acta de conce-sión del Premio, "pocas perso-nas han tenido tanta influenciaen la investigación, cataloga-ción y difusión de la cerámicapopular y artística en Españacomo Emili Sempere. Su des-bordante actividad a favor dela cerámica no tienen paran-gón en nuestro país. Sus publi-caciones más destacadas sonla Ruta a los Alfares de Españay Portugal, La terrissa de lesTerres de l'Ebre, La terrissacatalana, El llibre dels càntirs yla monumental Historia y Arteen la Cerámica de España yPortugal. Además, es directorde la revista Terrart y estácoordinando la celebración enEspaña del Congreso de laAcademia Internacional de laCerámica en 2016".

Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Sesión de identificación

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MIELERA

Esta hermosa, aunque muy deteriorada, mielera, fueadquirida en el Rastro de Zaragoza, pero a un vendedorno habitual. No hay, por ello, indicaciones fiables de suposible procedencia. No coincide formalmente con lasformas que conocemos de Cantavieja y otros centros delMaestrazgo; pero otras características serían compatiblescon ollerías turolenses (aspecto del barro, vidriados).Podría, no obstante, y en principio, ser de cualquier alfarpeninsular.¿Alguien conoce esta pieza u otras semejantes? ¿Quécaracterísticas la harían compatible con algún centroconocido?

Emilio Manrique

ACEITERAS DE CUELLO LARGO

La atribución de estas "olieras", "aceiteras" o "vinagreras"es siempre poco precisa en la bibliografía. Este tipo depiezas, a pesar de presentar diferencias formales a vecesnotables, son con frecuencia atribuidas a diversos cen-tros, de forma no totalmente satisfactoria, sin que seespecifiquen claramente los criterios de diferenciación.

Sin ninguna duda se elaboraron en Traiguera (EmiliSempere), pero otros autores las atribuyen a L'Alcora(Museo de L'Ametlla), Horta de San Joan (Alfons Marín),Olocau del Rey (E. Sempere), Tronchón (I. Álvaro Zamora, C.Díez); cuando no se dice genéricamente "valencianas" y"aragonesas" (Marín). I. Álvaro dice en referencia a Mon-toro: "…de la misma manera que las vinagreras obradas entodas estas ollerías de Teruel…"

¿Alguien puede identificar en estas olieras caracterís-ticas compatibles con alguno o algunos centros turolen-ses?

Emilio Manrique

CÁNTARO

Este cántaro fue adquirido a un comerciante de Zaragoza.Es posible que proceda de un coleccionista. Según infor-maciones del vendedor procedería de la comarca de lasCinco Villas (Zaragoza). La rotura de la boca y parte delcuello priva sin duda de un elemento informativo impor-tante. Podría ser una vasija salida de alfares de Sos delRey Católico. En este caso sería obra anterior a la últimaproducción de este alfar. El más basto y pesado, el colormás claro, etc.¿Qué opinión tenéis? ¿Por qué?

Emilio Manrique

Sesión de identificación

Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Alfahar número 0 (enero-abril 2012), e-Mercadillo

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e-Mercadillo

NOTA IMPORTANTE:

Esta página se ofrece a los Asociados de ALFACER como un servicio desinteresado, con el único objetivo de estimular los intercambios entre

ellos. Ni la Asociación en cuanto tal ni la revista pretenden tener ningún papel mediador en tales intercambios: esta sección, pues, constituye

un tablón de anuncios electrónico. Los socios interesados en adquirir alguna de las piezas aquí anunciadas mediante pago en dinero o en inter-

cambio, deben dirigirse directamente al vendedor.

A este fin, todas las ofertas que lleguen a la revista deben incluir (además de por lo menos una foto y una descripción amplia por escrito del

objeto) el nombre completo del vendedor y un medio de contacto (teléfono, dirección postal o dirección electrónica).

Por otra parte, se ruega a los vendedores que, una vez hayan realizado con éxito la transacción, lo adviertan a la redacción de la revista para

retirarlo de esta sección o ponerle el cartel de "vendido".

Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Noticias del Barro

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Primer domingo de cada mesGranollers (Barcelona)Fira d'Antiguitats i BrocantersParc Firal

Sant Cugat (Barcelona) Desembalaje en Mercantic

14-22 de abril MadridAlmoneda 2012Recinto IFEMA

15 de abril Cardedeu (Barcelona)Fira d'Antiguitats i Brocanters

22 de abril L'Ametlla del Vallès (Barna)Fira d'Antiguitats i Brocanters

27-29 de abril Ferrol (A Coruña)Feria de Antigüedades Recinto Ferial FIMO

28-29 de abril Bolvir (Cerdanya, Girona)Fira d'Antiguitats i Brocanters

6 de mayo Ansio - Barakaldo/BizkaiaXXV Desembalaje Recinto Ferial del Bilbao Exhibition Centre

18-20 de mayo AlicanteSalón Desembalaje Recinto Ferial de la IFA

18-20 de mayo CastellónFeria Desembalaje Salón La Pérgola

18 al 20 de mayo Zaragoza CERCO 2012

19 y 20 de mayo Sant Julià de Vilatorta (BCN)Fira de Ceràmica i Terrissa El Tupí 2012

2-3 de junio A Estrada (Pontevedra)Feria de Antigüedades e Cousas Curiosas Recinto Ferial

2-3 de junio Munilla (La Rioja) Feria de Antigüedades

2-3 de junio ZaragozaGran desembalaje "Un Huevo De Antigüedades" Recinto Ferial

8-10 de junio Avilés (Asturias)Feria de Antigüedades y AlmonedaPabellón de La Magdalena

8-10 de junio Zamora"Gran Desembalaje" Institución Ferial de Zamora

29de junio - 1 de julio . Calamocha (Teruel)Feria de Antigüedades, Coleccionismo y Almoneda Instituto Ferial

9-22 de julio Navarrete (La Rioja)4ª Feria Nacional de Alfareríay Cerámica de Navarrete.NACE

3-5 de agosto Argentona (Barcelona)Fira del Càntir

3-5 de agosto Torrelavega (Cantabria)XIII Desembalaje de CantabriaFeria de Muestras

5 de agosto Martinet de Cerdanya (Lleida)Fira d'Antiguitats i Brocanters

10-12 de agosto Vª Feria de AntigüedadesBurela (Costa de Lugo)Coleccionismo y AlmonedaPabellón Vista Alegre

11-12 de agosto Alp (Cerdanya, Girona)Fira d'Antiguitats i Brocanters

15 de agosto Llançà (Costa Brava, Girona)Fira d'Antiguitats i Brocanters

18 al 26 de agosto

Vic (Barcelona) XXI Fira d'Antiguitats de VicRecinte Firal El Sucre

9 de septiembre Cardedeu (Barcelona)Fira d'Antiguitats i Brocanters

5 al 9 de septiembre 2012 ValladolidFeria de Cerámica y Alfarería Organizada por la ACEVA

28, 29, 30 de septiembre Torre Pacheco (Murcia) X Desembalaje de Murcia

11-14 de octubre Gijón (Asturias) XIII Desembalaje de Asturias

28 de octubre MadridXXXVIII Desembalaje Recinto Ferial de la Casa deCampo, Pabellón de la Pipa

16-18 de noviembre PamplonaIII Desembalaje de NavarraRecinto Ferial de Navarra

18 de noviembre Cardedeu (Barcelona)Fira d'Antiguitats i Brocanters

15, 16 de diciembre Ansio-Barakaldo (Bizkaia)XXVI Desembalaje de BilbaoBilbao Exhibition Centre

Noticias generales del BarroFERIAS Y DESEMBALAJES 2012 MURIÓ NATACHA SESEÑA

La historiadora del arte NatachaSeseña murió el 31 d octubrepasado.

Ella había sacado el barro a lacalle, convertido en obra de arteFue ella quien fundó la Feria de laCacharrería, en la plaza de lasComendadoras de Madrid, dondehabía nacido con la República, el31 julio de 1931.

Aparte de lo que hizo (a favorde la alfarería, a favor del arte, afavor de los otros), la personalidadde Natacha era la de una mujercuyo compromiso político no cono-ció respiro. Fue, decía su hija, la pri-mera mujer que se divorció (sehabía casado con un norteameri-cano, Neil Magee, en 1959), la pri-mera mujer que condujo un coche,la primera mujer que se manifestócontra el Vaticano...

Su gran obra fue su dedica-ción a la alfarería. Se empeñó,como se empeñaba ella en lascosas, sin esperar nada a cambio,en sacar la alfarería de los alfares,en dotarla de la significación artís-tica que alberga el barro humilde,engrandecido. Se impuso esa tareay ahora ese es el monumento real ydifuso que deja su personalidadpoliédrica y tan cordial, tan discretay entusiasta, tan alegre por dentro;una alegría que a Natacha le sal-taba a los ojos, con los que reíacomo si supiera algo que solo decíaasí, mirando. Estaba muy a laizquierda, y en los últimos tiempostenía el susto del futuro.

(Extraído de Juan Cruz, " Nata-cha Seseña, historiadora del granarte y la alfarería". El País, 1 denoviembre de 2011.)

Una foto impagable en casa de Natacha Seseña, febrero de 1985. Deizquierda a derecha, delante: Ángel González, Isabel García Lorca, Nata-cha Seseña, Vicente Molina Foix y Jaime Gil de Biedma; detrás, FernandoVijande, Gloria García Lorca y Julio Caro Baroja.

Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Fuentes y enlaces

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NOTAS

Esta sección se irá incrementando a medida que se vayan recogi-daportando elementos. útiles a los estudiosos de la cerámicadecorada y la alfarería, de modo que con el tiempo se conviertaen una auténtica biblio-hemero-docuteca enciclopédica sobre latemática.

Esta sección se irá actualizando a medida que se vayan reco-giendo materiales, aparte la periodicidad de la publicación.

En esta primera entrega todavía no se incluyen recursos elec-tronicos.

Materiales sobre alfares, alfareros y centros alfareros tradicionales de España, por Comunidades Autónomas

Obras generalesCORTÉS VÁZQUEZ, LUIS (1980) «Las alfarerías femeninas». Narria:

Estudios de artes y costumbres populares, n. 20, pp. 10-13.Disponible en internet: <http://digitool-uam.greendata.es//exlibris/dtl/d3_1/apache_media/L2V4bGlicmlzL2R0bC9kM18xL2FwYWNoZV9tZWRpYS80NDE5NQ==.pdf [consulta 12-3-2012].

GUERRERO MARTÍN, JOSÉ; BELVER JORDI (1988) Alfares y alfereros deEspaña. Barcelona, Serbal. 302 pp. 21 x 25,5 cm.

NONELL, CARMEN (1978) Cerámica y alfarería populares deEspaña. León, Editorial Everest. 64 págs.

PADILLA MONTOYA, CARMEN (1977) «Cerámica del fuego». Narria:Estudios de artes y costumbres populares, n. 8, pp. 21-33.Disponible en internet: <http://digitool-uam.greendata.es//exlibris/dtl/d3_1/apache_media/L2V4bGlicmlzL2R0bC9kM18xL2FwYWNoZV9tZWRpYS80MzcyMw==.pdf> [consulta 12-3-2011].

PADILLA MONTOYA, CARMEN (1980) «Alfarería vidriada y sin vidriar».Narria: Estudios de artes y costumbres populares, n. 17, pp.9-12. Disponible en internet: <http://digitool-uam.green-data.es//exlibris/dtl/d3_1/apache_media/L2V4bGlicmlzL2R0bC9kM18xL2FwYWNoZV9tZWRpYS80NDA1OQ==.pdf>[consulta 12-3-2011]..

PIÑEL, CARLOS (2006) Las alfarerías femeninas. Fundación Siglo.Zamora, Museo Etnográfico de Castilla y León. 160 pp.28x21 cm.

ROMERO, A.; CABASA, S. (1999) La tinajería tradicional en la cerá-mica española. Barcelona, Ediciones CEAC. 398 pp. 21 x 28cm.

ROMERO, ALFONS; CABASA, SANTI; RODRÍGUEZ FISCHER, CRISTINA (coord.)(2009) Tinajería tradicional española. Comunitat Valen-ciana, Catalunya, Balears, Aragón, tomo 2 de La tinajeríatradicional en la cerámica española. Barcelona, EditorialBlume. 438 pp. 21 × 29 cm.

SCHÜTZ, ILSE. (1993) La mujer en la alfarería española. Agost:Centro Agost, 56 pp. 24 × 22 cm.

SEMPERE, EMILI FRANCESC (1982) Rutas por alfares de España yPortugal. Autor-editor. 400 pp. 23x16 cm.

SEMPERE, EMILI FRANCESC (1988) «La ceramología ha nacido» En:Catálogo de la exposición 30 ceramistas - 40 alfares:España en Salamanca. Diputación de Salamanca.

SEMPERE, EMILI FRANCESC (1992) «Catalogación de los hornos deEspaña y Portugal». En VV. AA. Tecnología de a cocción cerá-mica desde la Antigüedad hasta nuestros días, Seminariocelebrado en el Museo de Alfarería de Agost. Alicante, Aso-cicación de Ceramología, pp. 185-257

SEMPERE, EMILI FRANCESC (1999). «Catalogación de arcillas, técni-cas y acabados en la alfarería Hispano Portuguesa». En:Boletín de la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio, 38-4,págs 369-376.

SEMPERE, EMILI FRANCESC (2006) Historia y arte en la cerámica enEspaña y Portugal. Autor-editor. 448 pp. 28 x 22 cm.

SEMPERE, EMILI FRANCESC (2004). «Catalogación del ladrillo en laépoca romana de la Península Ibérica y pervivencia en elModernismo en Catalunya». En: La cerámica en el Moder-nismo, Actas del IX Congreso Anual de la Asociación deCeramología. Esplugues de LLobregat, pp. 155-183.

SEMPERE, EMILI FRANCESC (2006). «L’altra ceràmica (escultura imurals públics)». En: Terrart 27, pp. 30-69.

SESEÑA, NATACHA (1966) «Influencia del turismo en la evolución dela cerámica popular española». En: Coloquio Internacionalde Estudios Etnográficos Rocha Peixoto, Povoa de Varzim(Portugal).

SESEÑA, NATACHA (1976) Barros y Lozas de España. ColecciónBiblioteca Cultural RTVE. Madrid, Prensa Española, Magiste-rio Español, Editora Nacional. 160 pp. 12x18 cm.

SESEÑA, NATACHA (1977) «Una clasificación de la Cerámica Popu-lar Española». Cuadernos del Seminario de Estudios Cerámi-cos de Sargadelos, n. 21. A Coruña, Ediciós do Castro.

SESEÑA, NATACHA (1981) «Cerámica popular española», en AnuarioEspañol de Arte, Madrid.

SESEÑA, NATACHA (2ª ed. 1981) Guía de los alfares de España.Madrid, Editora Nacional. 300 pp. 21x15 cm.

SESEÑA, NATACHA (1997) La cacharreria popular: la cerámica debasto en España. Madrid, Alianza Editorial. 408 pp. 23x18cm.

AndalucíaCARRETERO PEREZ, ANDRÉS; FERNANDEZ MONTES, MATILDE; ORTIZ GARCÍA,

CARMEN (1980) «Alfarería Popular en Andalucía occidental:sur de Badajoz y Huelva». Etnografía Española (Madrid) n. 1,pp. 99-265.

CARRETERO PEREZ, ANDRÉS; FERNANDEZ MONTES, MATILDE; ORTIZ GARCÍA,CARMEN (1981)«Alfarería Popular en Andalucía Occidental II:Sevilla y Cádiz». Etnografía Española (Madrid), n. 2, pp. 41-186.

CARRETERO PEREZ, ANDRÉS; FERNANDEZ MONTES, MATILDE; ORTIZ GARCÍA,CARMEN (1984)«Alfarería Popular en la provincia de Gra-nada». Etnografía Española (Madrid), 4, pp. 83-208.

CARRETERO, ANDRÉS (1984) Cerámica Popular de Andalucía.Madrid, Editora Nacional, Colección Artes del tiempo y delespacio. 168 pággs. 15 x 21 cm.

FERNÁNDEZ MONTES, MATILDE; MORCILLO PARES, Mª ÁNGELES (1983)«Alfarería popular en la provincia de Jaén». Etnografía Espa-ñola (Madrid), n. 3, pp. 145-262.

KIRCHNER, H. (1990) Étude des ce´ramiques islamiques deShadhfi¯lah: Setefilla, Lora del Rio, Se´ville. Lyon: Univer-site´ Lyon 2, École des Hautes E´tudes en Sciences Socia-les, Centre Interuniversitaire d’Histoire et d’Arche´ologieMe´die´vale, Unite´ associe´e au C.N.R.S., n. 1000.

PAOLETTI DUARTE, CELSA Y PÉREZ CASAS, ÁNGEL (1985) «Estudio etno-gráfico de la cerámica popular de la provincia de Almería».Etnografía Española (Madrid), n. 5, pp. 135-272.

SEMPERE I FERANDIZ, EMILI (1993) «Un terrisser crea el primermuseu de terrissa d´Andalusia». Butlletí Informatiu de Cerà-mica, 52, pp. 16-17.

Fuentes y enlaces

Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Fuentes y enlaces

Página 25

TELESE I COMPTE, ALBERT (1990) «Un destacable exemplar de pisasevillana en el comerç barceloní». Butlletí Informatiu deCeràmica, 44, pp. 20-21.

VV. AA. (1999) IV Jornadas sobre Alfarería y Cerámica. Jaén,Cámara Oficial de Comercio e Industria de la Provincia deJaén. 180 pp. 21 x 15 cm.

AragónÁLVARO ZAMORA, M. I. (1981). Léxico de la cerámica y alfarería

aragonesas. Zaragoza, Libros Pórtico. 208 pp. 16 × 23 cm.ÁLVARO ZAMORA, MARÍA ISABEL (1978) Cerámica aragonesa deco-

rada, desde la expulsión de los moriscos a... Zaragoza,Libros Pórtico. 260 pp. 16 x 23 cm.

ÁLVARO ZAMORA, MARÍA ISABEL (1980) Alfarería popular aragonesa.Zaragoza, Libros Pórtico. 409 pp. 17 x 23 cm.

ÁLVARO ZAMORA, MARÍA ISABEL (1981) Cerámica y alfarería de Zara-goza. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. DirecciónProvincial de Zaragoza. 70 pp. 16 x 22 cm.

ÁLVARO ZAMORA, MARÍA ISABEL (1981) Léxico de cerámica y alfare-ría aragonesas. Zaragoza, Libros Pórtico. 210 pp. 16 x 23cm.

ÁLVARO ZAMORA, MARÍA ISABEL (1995) La cerámica de Teruel.Teruel, Instituto de Estudios Turolenses. 60 pp. 20 x 20 cm.

ÁLVARO ZAMORA, MARÍA ISABEL (1999) La cerámica aragonesa.Zaragoza, Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón. 96pp. 12 x 17 cm.

DÍAZ GALÁN. CARLOS (2008) Del fuego al fuego. Alfarería vidriadaaragonesa. Asociación Cultural Barro y Fuego (Zaragoza).276 pp. 25 × 33 cm.

DÍEZ GALÁN, CARLOS (2005) Barro y fuego. Alfarería aragonesa enbasto. Asociación Cultural Barro y Fuego, 2005. 356 pp. 25× 33 cm.

FAUS, TERESA; SANROMÀ, ANTONI (1982) «Trepes de Muel». ButlletíInformatiu de Ceràmica, 15, pp. 42-43.

ROVIRA MARSAL, JOAN (1998) «Les tenalleries de la Llitera». ButlletíInformatiu de Ceràmica, 63, pp. 48-53.

SEMPERE, EMILI FRANCESC (1982) La terrissa de les terres de d’Ebre. Autor Editor.108 pp. 21 x 21 cm.

AsturiasIBÁÑEZ, ESPERANZA. (1988) Cerámica tradicional asturiana. Edicio-

nes Trea, 1998. 69 pp. 9,5 × 19,5 cm.

BalearsCABOT ESTARELLAS, JOAN (1996 «El plat moreno d´Inca (Mallorca)».

Butlletí Informatiu de Ceràmica, 60, pp. 45-47.GONZÁLEZ GOZALO, ELVIRA (1997 «Elements per a l´estudi de l´obra

d´Inca mallorquina. El material del pou de la plaça delsReis de Mallorca núm. 6-7 de Sineu». Butlletí Informatiu deCeràmica, 61, pp. 31-37.

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Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Estatutos

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Capítulo IDENOMINACIÓN, FINES, DOMICILIO Y ÁMBITO

Artículo 1. Con la denominación de Amigos dela Cerámica Decorada y la Alfarería, se consti-tuye una ASOCIACIÓN al amparo de la Ley Orgá-nica 1/2002, de 22 de marzo, y normas comple-mentarias, con capacidad jurídica y plenacapacidad de obrar, careciendo de ánimo delucro.

Artículo 2. Esta asociación se constituye portiempo indefinido.

Artículo 3. La Asociación Amigos de la Cerá-mica Decorada y la Alfarería tiene como finesdeterminados el estudio, la conservación, ladifusión, la divulgación y la defensa del patri-monio que constituyen los oficios cerámicos tra-dicionales y de las producciones cerámicas his-tóricas peninsulares, fundamentalmente las dealfarería, de cerámica decorada, de azulejería ypara edificación.

Artículo 4. Para el cumplimiento de los finesseñalados en el Artículo 3 de los presentes esta-tutos, se realizarán las siguientes actividades:

Coloquios, debates, exposiciones, conferen-cias, cursos, jornadas.

Publicación y divulgación de materialimpreso y audiovisual.

Peritaciones y actividades conjuntas conotras asociaciones o museos de fines ocontenidos semejantes.

Colaborar con los ámbitos científicos, acadé-micos y las administraciones y promoverante estas últimas actividades o actuacio-nes encaminadas a la consecución de losfines de la Asociación.

Visitas colectivas y otras actividades recreati-vas.

Artículo 5. La Asociación establece su domici-lio social en la Calle Maladeta 20, casa 3 deMaría de Huerva 50430 y su ámbito territorial

en el que va a realizar, principalmente, sus acti-vidades es autonómico, el de la ComunidadAutónoma de Aragón. La Junta Directiva, previoacuerdo de la Asamblea General, tendrá atribu-ciones para cambiar tanto el domicilio socialcomo las sedes o locales sociales, comunicandolos cambios que se produzcan en el registrocorrespondiente.

Capítulo IIÓRGANOS DIRECTIVOS Y DE REPRESENTACIÓN

Artículo 6. La Asociación será dirigida, gestio-nada y representada, conforme a principiosdemocráticos por una Junta Directiva y la Asam-blea General. La Junta Directiva estará formadapor: Presidente, dos Vicepresidentes, Secretario,Tesorero y un número de vocales no inferior atres. Éstos serán designados y revocados por laAsamblea General Extraordinaria y su mandatotendrá una duración de tres años renovables. LaJunta Directiva es el máximo órgano de direc-ción entre asambleas. Todos los cargos quecomponen la Junta Directiva serán gratuitos.

Artículo 7. Los miembros de la Junta Directivapodrán causar baja por renuncia voluntariacomunicada por escrito a la Junta Directiva, porincumplimiento de las obligaciones que tuvieranencomendadas y por expiración del mandato.

Artículo 8. Los miembros de la Junta Directivaque hubieran agotado el plazo para el cual fue-ron elegidos, continuarán ostentando sus cargoshasta el momento en que se produzca la acepta-ción de los que les sustituyan.

Artículo 9. La Junta Directiva se reunirá cuantasveces lo determine su Presidente y a iniciativa opetición de tres de sus miembros. Quedaráconstituída cuando asista la mitad más uno desus miembros y para que sus acuerdos seanválidos deberán ser tomados por mayoría devotos. En caso de empate, el voto de Presidente

será de calidad.

Artículo 10. Las facultades de la Junta Direc-tiva se extenderán, con carácter general, a todoslos actos propios de las finalidades de la asocia-ción, siempre que no requieran, según estosEstatutos, autorización expresa de la AsambleaGeneral.Son facultades particulares de la Junta Direc-tiva:

Dirigir las actividades sociales y llevar la ges-tión económica y administrativa de la Aso-ciación, acordando realizar los oportunoscontratos y actos.

Ejecutar los acuerdos de la Asamblea Gene-ral.

Formular y someter a la aprobación de laAsamblea General los Balances y lasCuentas anuales.

Resolver sobre la admisión de nuevos aso-ciados.

Nombrar delegados para alguna determi-nada actividad de la Asociación.

Cualquier otra facultad que no sea de laexclusiva competencia de la AsambleaGeneral de socios.

Artículo 11. El Presidente tendrá las siguientesatribuciones:Representar legalmente a la Asociación antetoda clase de organismos públicos y privados; Convocar, presidir y levantar las sesiones quecelebra la Asamblea General y la Junta Direc-tiva, así como dirigir las deliberaciones de una yotra; ordenar pagos y autorizar con su firma losdocumentos, actas y correspondencia; adoptarcualquier medida urgente que la buena marchade la Asociación aconseje o, en el desarrollo desus actividades, resulte necesaria o conveniente,sin prejuicio de dar cuenta posteriormente a laJunta Directiva.

Artículo 12. El Vicepresidente Primero sustituiráal Presidente en ausencia de éste, motivada porenfermedad o cualquier otra causa, y tendrá las

mismas atribuciones que él.

Artículo 13. El Secretario tendrá a cargo laDirección de los trabajos puramente administra-tivos de la Asociación; expedirá certificaciones,llevará los libros de la Asociación legalmenteestablecidos y el fichero de asociados, y custo-diará la documentación de la entidad, haciendoque se cursen las comunicaciones sobre desig-nación de Juntas Directivas y demás acuerdossociales inscribibles en los Registros correspon-dientes; así como la presentación de las cuentasanuales y el cumplimiento de las obligacionesdocumentales en los términos que legalmentecorrespondan.

Artículo 14. El Tesorero recaudará y custodiarálos fondos pertenecientes a la Asociación y darácumplimiento a las órdenes de pago que expidael Presidente.

Artículo 15. Los Vocales tendrán las obligacio-nes propias de su cargo como miembros de laJunta Directiva, y así como las que nazcan de lasdelegaciones o comisiones de trabajo que lapropia Junta encomiende.

Artículo 16. Las vacantes que se pudieran pro-ducir durante el mandato de cualquiera de losmiembros de la Junta Directiva serán cubiertasprovisionalmente entre dichos miembros, hastala elección definitiva por la Asamblea GeneralExtraordinaria.

Capítulo III.ASAMBLEA GENERAL

Artículo 17. La Asamblea General de Amigos dela Cerámica Decorada y la Alfarería es el órganosupremo de gobierno de la Asociación y estaráintegrada por todos los asociados.

Artículo 18. Las reuniones de la AsambleaGeneral serán ordinarias y extraordinarias. La

Estatutos de la Asociación Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería.(ALFACER)

Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Estatutos

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ordinaria se celebrará una vez al año dentro delos cuatro meses siguientes al cierre del ejerci-cio; las extraordinarias se celebrarán cuando lascircunstancias lo aconsejen, a juicio del Presi-dente, cuando la Directiva lo acuerde o cuandolo proponga por escrito una décima parte de losasociados.

Artículo 19. Las convocatorias de las Asam-bleas Generales se realizarán por escrito expre-sando el lugar, día y hora de la reunión, así comoel orden del día con expresión concreta de losasuntos a tratar. Entre la convocatoria y el díaseñalado para la celebración de la Asambleaen primera convocatoria, habrán de mediar almenos quince días, pudiendo asimismo hacerseconstar, si procediera, la fecha y hora en que sereunirá la Asamblea en segunda convocatoria,sin que entre una y otra pueda mediar un plazoinferior a una hora.

Artículo 20. Las Asambleas Generales, tantoordinarias como extraordinarias, quedarán váli-damente constituidas en primera convocatoriacuando concurran a ellas un tercio de los asocia-dos con derecho a voto, y en segunda convocato-ria cualquiera que sea al número de asociadoscon derecho a voto.Los acuerdos se tomarán por mayoría simplede las personas presentes cuando los votos afir-mativos superen a los negativos, no siendo com-putables a estos efectos los votos en blanco nilas abstenciones.Será necesario mayoría cualificada de las perso-nas presentes, que resultará cuando los votosafirmativos superen la mitad de éstas, para:

Nombramiento de las Juntas DirectivasDisposición o enajenación de bienes inte-

grantes del inmovilizado.Modificación de estatutos.Disolución de la entidad.

Artículo 21. Son facultades de la AsambleaGeneral Ordinaria:

Aprobar, en su caso, la gestión de la JuntaDirectiva.

Examinar y aprobar las Cuentas anuales.

Aprobar o rechazar las propuestas de la JuntaDirectiva en orden a las actividades de laAsociación.

Fijar las cuotas ordinarias o extraordinarias.Cualquiera otra que no sea de la competen-

cia exclusiva de la Asamblea Extraordina-ria.

Acordar la remuneración, en su caso, de losmiembros de los órganos de representa-ción, previo acuerdo de modificación delos Estatutos.

Artículo 22. Corresponde a la Asamblea Gene-ral Extraordinaria:

Nombramiento de los miembros de la JuntaDirectiva.

Modificación de los Estatutos.Disolución de la Asociación.Expulsión de socios, a propuesta de la Junta

Directiva.

Capítulo IVSOCIOS

Artículo 23. Podrán pertenecer a la Asociaciónaquellas personas con capacidad de obrar quetengan interés en el desarrollo de los fines de laAsociación.

Artículo 24. Dentro de la Asociación existiránlas siguientes clases de socios:

Socios fundadores, que serán aquellos queparticipen en el acto de constitución de laAsociación.Socios de número, que serán los que ingre-sen después de la constitución de la Asocia-ción.Socios de honor, los que por su prestigio o porhaber contribuído de modo relevante a la dig-nificación y desarrollo de la Asociación, sehagan acreedores a tal distinción. El nombra-miento de los socios de honor corresponderáa la Asamblea General.

Artículo 25. Los socios causarán baja poralguna de las causas siguientes:

Por renuncia voluntaria, comunicada porescrito a la Junta Directiva.

Por incumplimiento de las obligaciones eco-nómicas, si dejara de satisfacer las cuo-tas periódicas durante más de 14 meses.

Artículo 26. Los socios de número y fundado-res tendrán los siguientes derechos:

Tomar parte en cuantas actividades organicela Asociación en cumplimiento de susfines.

Disfrutar de todas las ventajas y beneficiosque la Asociación pueda obtener.

Participar en las Asambleas con voz y voto.Ser electores y elegibles para los cargos

directivos.Recibir información sobre los acuerdos adop-

tados por los órganos de la Asociación.Hacer sugerencias a los miembros de la

Junta Directiva en orden al mejor cumpli-miento de los fines de la Asociación.

Artículo 27. Los socios fundadores y de númerotendrán las siguientes obligaciones:

Cumplir los presentes Estatutos y los acuer-dos válidos de las Asambleas y la JuntaDirectiva.

Abonar las cuotas que se fijen.Asistir a las Asambleas y demás actos que

se organicen.Desempeñar, en su caso, las obligaciones

inherentes al cargo que ocupen.

Artículo 28. Los socios de honor tendrán lasmismas obligaciones que los fundadores y denúmero a excepción de las previstas en los apar-tados b) y d) del artículo anterior.Asimismo, tendrán los mismos derechos aexcepción de los que figuran en los apartadosc) y d) del artículo 26, pudiendo asistir a lasasambleas sin derecho de voto.

Capítulo VRÉGIMEN ECONÓMICO Y FINANZAS

Artículo 29. Los recursos económicos previstos

para el desarrollo de los fines y actividades de laAsociación serán los siguientes:

Las cuotas de socios, periódicas o extraordi-narias.

Las subvenciones, legados o herencias quepudiera recibir de forma legal por parte delos asociados o de terceras personas.

Cualquier otro recurso lícito.

Artículo 30. El patrimonio fundacional o FondoSocial de la Asociación es de CIEN EUROS (100E)

Artículo 31. El ejercicio asociativo y económicoserá anual y su cierre tendrá lugar el 31 dediciembre de cada año.

Capítulo VIDISOLUCIÓN

Artículo 32. Se disolverá voluntariamentecuando así lo acuerde la Asamblea GeneralExtraordinaria, convocada al efecto, por unamayoría de dos tercios de los asociados.

Artículo 33. En caso de disolución, se nombraráuna comisión liquidadora la cual, una vez extin-guidas las deudas y, si existiese sobrantelíquido, lo destinará para fines que no desvirtúensu naturaleza no lucrativa y estén relacionadoscon los señalados en el Artículo 3 de estos esta-tutos.

Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Asociarse a ALFACER

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Boletín de AsociaciónCumplimente los siguientes datos y envíelos a ALFACER:

La cuota de asociación es de 20 € anuales, que pueden hacerse efectivos mediante:

Giro postal a ALFACER, c/ Maladeta 20, casa 3. 50430 María de Huerva (Zaragoza)

o Cheque bancario enviado a ALFACER, c/ Maladeta 20, casa 3. 50430 María de Huerva (Zaragoza)

o Recibo por domiciliación bancaria. En este caso, indique sus datos a continuación:

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Calle, número, piso

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Provincio y/o Estado

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Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER)Normas para los autores de la revista

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La revista Alfahar admite para su publicación tex-tos inéditos de interés en el campo de la alfare-ría, la cerámica, el coleccionismo y disciplinasafines, ya sean de carácter descriptivo o bien teó-rico, histórico, arqueológico y similares.El envío de artículos originales para su posiblepublicación debe hacerse mediante correo elec-trónico, adjuntando el archivo con el artículo (enformato de Word, o WordPerfect) a la dirección:

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1. AceptaciónLa aceptación de un artículo para su publicaciónrequerirá el informe favorable de uno o variosasesores de la revista. Tan pronto como el artí-culo sea evaluado positivamente, pasará a sermaquetado y publicado a la mayor brevedadposible en la revista.

2. ExtensiónComunicaciones: el número máximo de páginasescritas será de 12, más notas, bibliografía,resúmenes y apéndices. El material gráfico noexcederá de 15 ilustraciones (incluidas tablas yfotos y dibujos).

Artículos originales: 20 páginas aproximada-mente para el texto, más notas, bibliografía,resúmenes y apéndices y no más de 20 ilustra-ciones (incluidas tablas y fotos y dibujos). Los tra-bajos que excedan de esta extensión podrán serpublicados en números sucesivos de la revista.

3. Elementos del artículoTítulo: deberá ser lo más conciso posible y refle-jar con la mayor precisión el contenido del tra-bajo. En el caso de que el trabajo hubiera depublicarse en varias partes, cada una de ellas

deberá ir precedida de un subtítulo adicional.Autores: debajo del título se indicará el nom-

bre y apellidos del autor o autores y, en su caso,la denominación del centro donde se haya reali-zado el trabajo.

Resumen: el texto deberá ir precedido de unbreve resumen, de una extensión máxima de 15líneas, que refleje con la mayor concisión y clari-dad el propósito del trabajo, el método operato-rio empleado y los resultados obtenidos.

Texto e imágenes: el texto deberá presen-tarse en castellano, en documentos Word (fiche-ros .doc o .docx).

Las imágenes se enviarán en sendos archi-vos individualizados, en formato JPG, con la cali-dad necesaria para su reproducción: resoluciónmínima de 300 ppp y, al menos, tamaño 15 x11 cm. En su título deberá indicarse el númerode la figura correspondiente.

Para facilitar la comprensión de los textos,se recomienda que los estudios se estructurenen apartados o secciones claramente diferen-ciados, los cuales se escribirán: con letra minús-cula negrita, en un primer nivel; con minúsculanegrita cursiva, en el segundo; y con minúsculacursiva, en el tercero. Si, por su complejidad,fuera necesario mayor grado de clasificación, enaras de la claridad, se podrán emplear numera-les seguidos de punto en secuencia lógica, sinnegrita ni cursiva. En ninguno de los títulos par-ciales se añadirá punto al final.

La redacción será concisa, evitando descrip-ciones y detalles superfluos. Se evitará asimismola explicación de procedimientos ya descritos enotros trabajos, a los que el autor deberá limitarsea remitir mediante la correspondiente cita biblio-gráfica. El empleo de símbolos, abreviaturas demagnitudes físicas y unidades deberá ajustarseal Sistema Internacional de Unidades.

Las citas literales se encerrarán entre comi-llas. Si la cita está en otra lengua, se recomienda

pasarla a nota a pie de página y hacer unatraducción en el cuerpo del texto.

Las citas bibliográficas en el cuerpo deltexto, cuando se elija esta opción, se incluiránentre paréntesis, haciendo constar el/los ape-llido/s del autor o autores, seguidos de espacioy año de publicación. Para indicar el número depágina o páginas concretas, este se añadirá trasdos puntos y espacio.

En cuanto a las fotografías, mapas, dibujos,gráficos, etc., en el texto se hará una llamada alos mismos, indicando entre paréntesis sunúmero de orden tras la palabra «figura».

Todas las notas deberán colocarse al final decada página y en el formato de Word para Win-dows. Las notas que sean utilizadas para ampliarlos datos del texto, deberan ser concisas.

Bibliografía: al final del artículo, se hará unapartado con la bibliografía, quese presentaráordenada alfabéticamente y sin tabular. Exclusi-vamente se incluirán obras consultadas para laelaboración del estudio.

Cuando haya más de una publicación de unmismo autor, se ordenarán por el año de edicióny, si este coincide en varias, se le añadirá a con-tinuación una letra minúscula en secuencia alfa-bética.

En el caso de que figuren más de tres auto-res, bastará indicar el primero y se señalará laomisión mediante la expresión et al. (= et alii, «yotros») en cursiva. Si el autor es un editor, se indi-cará inmediatamente después de su nombre,entre paréntesis: (ed.). Cuando una publicaciónno tenga autor específico, se comenzará por eltítulo.

Modo de citar las referencias monográficas

Monografías:AUTOR/ES (año). Título. Responsabilidad subordi-nada. Edición. Lugar de publicación: editor.

Extensión. (Colección; núm.). ISBN.

Partes de monografías: AUTOR/ES (año). “Título”. En: RESPONSABILIDAD de lamonografía. Título de la monografía. Edición.Lugar de publicación: editor. Situación de laparte en la obra. (Colección; núm.). ISBN.

Artículo en publicación seriada: AUTOR/ES (año). “Título”. Título de la publicaciónseriada. Vol., núm., pp.

Recursos electrónicos: AUTOR/ES (año). Título [en línea]. Lugar de publi-cación: editor. Disponible en: ... [Consulta: díames año].AUTOR/ES (año). Título [dvd]. Lugar de publica-ción: editor.

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