la revista agraria n° 175 (julio 2015)

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AÑO 16 N.º 175 JULIO de 2015

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8/20/2019 La Revista Agraria N° 175 (julio 2015)

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AÑO 16 N.º 175JULIO de 2015

8/20/2019 La Revista Agraria N° 175 (julio 2015)

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2 LA REVISTA AGRARIA / 175

esde hace ya algún tiempo, la expresión gestión del riesgo ha sido incorporada

al lenguaje común y en los documentos ociales, para dar cuenta de las

medidas preventivas que se deben adoptar para disminuir y, si es posible,neutralizar los impactos negativos de eventos climáticos extremos, como

inundaciones, sequías, friajes y granizadas. No obstante, cabe preguntarnos cuán

preventivas son realmente estas «medidas preventivas».

Esos eventos climáticos extremos nos acompañan desde siempre. Sabemos de

sobra que cada cierto número de años aparece un fenómeno de El Niño que produce

lluvias excesivas con algunas consecuencias positivas —llenado de represas en

la costa, poblamiento de bosques y aparición de pastos—, pero también negativas

—destrucción de infraestructura, inundación de terrenos y pérdida de cosechas—. Sin

embargo, sobre todo en lugares como la sierra, dicho fenómeno ocasiona sequías

que afectan cultivos y ganados. Los friajes y las granizadas, por su lado, afectan la

salud de la población, en especial de los niños. Es al mismo tiempo conmovedor e

indignante ver imágenes de niños con escaso abrigo y vestidos solamente con ojotas

en medio de un paisaje nevado y desolado, en particular en la sierra central y sur.

Con la intensicación de estos eventos extremos debido al cambio climático originado

por la continua elevación de la temperatura, y su impredictibilidad, los impactos serán

aún mayores. Una de las consecuencias posiblemente será, en algún momento, la

hambruna en estas poblaciones, por el efecto combinado de la pérdida de cosechas,

la falta de ingresos y la destrucción de la infraestructura de transportes.

El concepto de gestión del riesgo parece quedar estrecho ante la magnitud

de las tareas por hacer, pues no se trata tan solo de informar, capacitar, mantener

infraestructura y anar los preparativos de respuesta a emergencias —todo elloes necesario, sin duda—, sino además, y sobre todo, de cambiar radicalmente

nuestra forma de relacionarnos con la naturaleza. Un ejemplo puede ayudarnos

a ilustrar el tipo de cambio que es necesario. Cada año se realiza, durante el

mes de julio, la carrera ciclística Tour de France  (Vuelta a Francia). Durante

tres semanas, decenas de ciclistas de distintos países recorren más de 3 000

kilómetros. Dada su fama global, todo el tour  es televisado en directo y las cámaras

de los helicópteros transmiten la impresionante belleza rural y urbana de Francia.

En buena medida, la belleza paisajística rural, que es administrada y mantenida

por el Estado y la sociedad francesas, no solo está para el deleite y la felicidad

de los pobladores y los visitantes —lo cual es, de por sí, de gran importancia—,

sino que tiene nes prácticos que van más allá del turismo. Así, a lo largo de las

riberas de la innidad de ríos que cruzan el país hay densas y frondosas arboledas.

La existencia de esos árboles —muchos de ellos añosos— muestra que hay una

permanente conciencia de la población y una activa intervención promotora y

scalizadora del Estado que protegen esta barrera natural para evitar o minimizar

los impactos de las inundaciones causadas por los desbordes de los ríos. Ellas

expresan una cultura preventiva que orienta conductas permanentes, que los

exime de rápidas e improvisadas respuestas ante eventos climáticos que, lejos

de ser hechos inesperados, constituyen fenómenos recurrentes. Es un ejemplo

del que debemos aprender.

LICENCIA CREATIVE COMMONS

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editorial

D

Publicación del Centro Peruano de Estudios Sociales

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Bertha Consiglieri (1950-2007)

Director Fernando Eguren

Comité editorial

Laureano del Castillo, Javier Alvarado,Beatriz Salazar, Ricardo Marapi,Pedro Castillo, Miguel Pintado

Corrección/DiagramaciónAntonio Luya / José Rodríguez

Distribución gratuita con La República elúltimo miércoles de cada mes.

Gestión del riesgo y cultura preventiva

3

6

15

Nueva Estrategia

Nacional de

 AgriculturaFamiliar 2015-

2021. Una

primera mirada

Nativosamericanosluchan por sualimentacióntradicional

La continuidadde «Elsíndromedel perro delhortelano»

Fernando EgurenDirector 

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3JULIO de 2015

Nueva Estrategia Nacional deAgricultura Familiar 2015-2021

Una primera mirada Fernando Eguren1

El pasado 23 de junio se aprobó la

Estrategia Nacional de Agricultura

Familiar (ENAF)2. ¿Por qué la

agricultura familiar (AF) necesita

una estrategia nacional? Las razones

son muchas, y de peso: a) reúne a

la inmensa mayoría de unidades

agropecuarias (UA) del país; b) es el

 principal productor de alimentos; c)

es el principal empleador del mundo

rural; d) participa y sustenta otras

actividades económicas (comercio,

minería, artesanía, etc.)3; e) en un

alto porcentaje padece pobreza;

f) mantiene la agrobiodiversidad;

y g) es un sector que ha sido

tradicionalmente marginado e

«invisibilizado» por las políticas

agrarias4.

Son agricultores familiares los

 pequeños agricultores comerciales,

los campesinos y las familias de las

comunidades campesinas andinas

y de las comunidades nativas

amazónicas.

Importancia de la ENAF:

visibilizar la agricultura

familiar

Lo primero que debe destacarse

es que la novísima ENAF reconoce

la relevancia de este inmenso sector.

Así, informa que el 97 % de los

más de 2.2 millones de UA son de

agricultores familiares, porcentaje

que en algunos departamentos

llega a casi el 100 % (gráfco 1),

y que la AF emplea al 83 % de los

trabajadores agrícolas. Es, pues, «de

vital importancia para el desarrollo

del país».

Asimismo, la ENAF reconoce

que l a a g r i c u l t u ra f a mi l i a r

«también involucra una dimensión

comunitaria», es decir, a las

c o m u n i d a d e s c a m p e s i n a s y

nativas, respecto de las cuales

afrma que «lejos de desaparecer...

han reconfigurado sus dinámicas

 productivas e institucionales frente

a condiciones cambiantes de

desarrollo y acceso al mercado».

Estas afrmaciones contradicen por

completo el discurso excluyente

de Alan García sobre el síndrome

del perro del hortelano, e incluso

muchas de las medidas del actual

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4 LA REVISTA AGRARIA / 175

Fuente: IV Cenagro.

 

 

Gráco 1. Agricultura familiar y no familiar 

gobierno (véase la mesa redonda

noticiada en este mismo número).

Cabe relevar ese reconocimiento,

 pues , po r lo ge neral , el Es tado

tiende a minimizar la importancia

de las comunidades y a considerarlas

como sobrevivientes del pasado yenemigas de toda modernidad.

Por otro lado, la ENAF considera,

con acierto, que la AF es muy

diversa. Así, adopta una tipología

 ba stan te acepta da en el ámbi to

internacional, que reconoce una

agricultura familiar de subsistencia,

una intermedia y una consolidada.

La primera es, largamente, la más

numerosa en el Perú (gráfco 2);como lo sugiere su nombre, la AF

de subsistencia es económicamente

la más pobre, la más dependiente del

autoconsumo5, la menos educada,

la más indígena y la que más apoyo

requiere del Estado. Cabe resaltar,

además, que la presencia de la mujer

en la conducción de este tipo de AF

es mayor que en la de los otros dos

tipos.

Los enfoques de la ENAF:

territorialidad, sostenibilidad y

desarrollo humano

La ENAF propone tres enfoques

que deben orientar las políticas

 para la agr icul tura famil iar :

desarrollo territorial, desarrollo

sostenible y desarrollo humano.

Estos enfoques reconocen que el

agricultor familiar forma parte de un

contexto socioeconómico, cultural

e institucional más amplio; que la

implementación de la ENAF suponecoordinaciones entre los diferentes

niveles de gobierno; que el tipo

de agricultura que debe promover

debe ser ambientalmente sostenible

en el tiempo; y que la ENAF no

solo debe mejorar el desempeño

económico de la AF, sino generar

condiciones y oportunidades para

enriquecer la vida humana. Pero

quizá la ENAF debería adoptar uncuarto enfoque: intersectorialidad,

 pues una política para la AF supone

la intervención de varios ministerios

(el ámbito de intervención del

Minagri está limitado poco más que

a la infraestructura y la producción).

A pesar de su importancia, en la

actualidad los agricultores familiares

 peruanos no tienen representantes

 político s y sus org an iza ciones

gremiales son débiles.

Los objetivos de la ENAF

L a E N A F r e c i e n t e m e n t e

aprobada persigue alcanzar tres

objetivos específcos: 1) promover

el acceso oportuno, equitativo

y de calidad de los agricultores

familiares a factores de producción,

servicios y bienes públicos, así

como el manejo sostenible de los

recursos; 2) fortalecer la gestión de

conocimientos y capacidades a fn

de que se garantice la sostenibilidadde las oportunidades de desarrollo

de los agricultores familiares y se

reconozca el rol de las mujeres

 productoras en la AF; y 3) articular

una institucionalidad nacional,

regional y local a favor del logro de

resultados de la AF.

¿La ENAF puede alcanzar sus

objetivos?La pregunta es si la ENAF

 puede alcanzar esos objetivos. Por

ejemplo, en lo que respecta al

acceso a factores de producción

 — e n t r e l o s c u a l e s o c u p a

 pr imer í s imo lu ga r la ti er ra—,

la ENAF pone su atención en la

titulación. Pero sabemos que en

el Perú hay una estructura bipolar

de tenencia de la tierra: pocos

latifundios con mucha tierra,

muchos minifundios con poca tierra.

El propio Estado es el que ha

estimulado esa concentración de

la propiedad de la tierra y lo sigue

haciendo al entregar las nuevas

tierras de las irrigaciones de la costa

a grandes inversionistas. El Estado

debe, entonces, cambiar esa política en

180 grados e incorporar a la AF como

 benefciaria de esas nuevas tierras. Al

respecto, una crítica a la propuesta

de la ENAF es que solo se limita

al saneamiento y titulación de los

 predios agrícolas, lo que no cambia

 para nada esa estructura bipolar.

Re spe c to a l a ge s t i ón de

conoc imientos , l a ENAF es

ambigua, pues mientras que, por

un lado, menciona la «importancia

de la recuperación y valoración

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5JULIO de 2015

de conocimientos y tecnologías

ancestra les y comunitarias»,

 por otro, propone un modelotecnológico basado en «insumos

de alta calidad, así como el acceso

a tecnologías de punta», los que

suelen asociarse a la utilización

intensiva de insumos industriales,

opción que es cada vez más criticada

 porque es contaminante y agresiva

con la naturaleza. La propuesta

de investigación va en torno a «la

tecnifcación del riego, desarrollo

forestal y mejoramiento genético»,

 pero no queda para nada claro si este

mejoramiento genético se refere

a la investigación del riquísimo

acervo agrobiológico que existe en

el Perú, del cual precisamente la AF

es celosa vigilante6.

En lo referido a la instituciona– 

lidad, la ENAF ignora al Consejo

de Concertación Agraria, creado

 —por decreto supremo de junio de

2002— como instancia de diálogo y

concertación de los gremios agrarios

con los ministerios. La Conaca —y

las Coraca, en el ámbito regional—

ha estado inactiva durante parte

del gobierno de Alan García y todo

el gobierno de Ollanta Humala,

y esta era una oportunidad para,

reactivándola, establecer un puente

estable entre las organizaciones

representativas de la agricultura

familiar y el Estado.

Tampoco se enfatiza la necesidadde coordinación y complementación

entre las diferentes agencias del

Estado, dado que la implementación

de la ENAF desborda con amplitud

las posibilidades y el ámbito de

acción del Ministerio de Agricultura

y Riego (Minagri), el que debe

actuar en coordinación, al menos,

con los ministerios de Salud,

de Educación, de Transportes y

Comunicaciones, de la Producción,

de la Mujer y de Desarrollo e

Inclusión Social.

Algunas de las consideraciones

 presentes en la ENAF deberían

aplicarse también a la agroindustria

exportadora, la que debería ser

sostenible (reduciendo el uso

intensivo de insumos industriales),

contribuir al desarrollo territorial

(no actuando como enclave) y

favorecer el desarrollo humano de

sus trabajadores (apenas sí cumple

con una legislación laboral de baja

calidad).

Las limitaciones de la ENAF no

deben impedir que se implemente;

 para ello, requiere un plan de acción

y una asignación presupuestal.

Pero ¿el Estado tendrá la voluntad

 política de darle la importancia y

los recursos que merece? Sabemos

que el viceministro de Políticas

del Minagri, César Sotomayor,

ha apoyado con persistencia y

entusiasmo la elaboración de la

ENAF, pero, lamentablemente,

ello no es sufciente para garantizarsu implementación: se requiere la

voluntad política del presidente,

Ollanta Humala, y del conjunto de

su gabinete —lo cual no es seguro.

Pero también es fundamental

la presión que puedan ejercer las

organizaciones de los agricultores

famil iares: la Confederación

Campesina del Perú (CCP), la

Confederación Nacional Agraria(CNA), la Federación Nacional de

Mujeres Campesinas, Artesanas,

Indígenas, Nativas y Asalariadas del

Perú (Femucarinap), la Convención

 Na c ion a l d e l Ag ro Pe ru a no

(Conveagro) y otras más.

Notas1 Sociólogo. Director de La Revista Agraria

 y presidente del Cepes.

2 Accesible en <http://bit.ly/1IlBZfG>.

3 Ver, en LRA  169, «Los agricultores

también se dedican a otras actividades».

<http://bit.ly/1v22OtJ>.

4 Sobre la importancia de la agricultura

 familiar, ver F. Eguren y M. Pintado.

Contribución de la agricultura familiar

al sector agropecuario en el Perú. Lima:

Cepes, 2015.

<http://bit.ly/1J9NTrj>.

5 Ver, en LRA 172, «A mayor autoconsumo,

mayor tasa de desnutrición crónica

infantil».

<http://bit.ly/1CQcMYN>.

6 En un importante informe, la FAO

considera que, en vista del cambio

climático y sus impactos, se debería

volcar la atención hacia el estudio y el

cuidado de la biodiversidad, pues de esta

depende la capacidad de resiliencia del

agro ante los impactos mencionados.

 FAO. Coping with climate change. The

role of genetic resources for food and

agriculture.  Roma, 2015.

<http://www.fao.org/3/a-i3866e.pdf>.

Fuente: IV Cenagro.

 

 

 

Gráco 2. Tipología de agricultura familiar en el Perú

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6 LA REVISTA AGRARIA / 175

En octubre de 2007, el entonces presidente, Alan García , publicó en

el diario  El Comercio  el primero de

una serie de tres artículos que serían

conocidos como «El síndrome del

 pe rr o de l ho rt el ano» (S PH). Al lí ,

García fundamentó por qué los recursos

naturales deberían ser transferidos de las

manos de las poblaciones campesinas

y nativas a las de las grandes empresas

inversionistas, pues, según él, solo estas

últimas estaban en la capacidad de darlesel valor económico que las primeras, por

incapacidad, no les podían dar.

Esta serie de artículos conforma un

verdadero maniesto neoliberal, crudo

y transparente, sobre quiénes, y cómo,

deben aprovechar los recursos naturales

en el Perú y quiénes deben ceder sus

derechos a las grandes inversiones.

Aunque fue publicada en 2007, su

contenido ha orientado las políticas desde

comienzos de la década de 1990 hasta laactualidad.

En la presente mesa redonda organizada

 por La Revista Agraria analizamos en qué

medida la orientación denida por el SPH

continúa siendo —o no— un aspecto

central de la política del actual gobierno

de Ollanta Humala, particularmente con

relación a la gestión y a los derechos

sobre los recursos naturales. Participan

Andrés Luna Vargas, ex secretario general

y presidente de la CCP (1974-1986),

senador de la República (1985-1990),ex miembro del gabinete de asesores

del Ministerio de Agricultura (2011-

2014) y actual presidente de Conveagro

Piura; Germán Alarco Tosoni, profesor

e investigador de la Universidad del

Pacíco, jefe del Ceplan (al inicio del

gobierno de Humala) y miembro del

directorio de Petroperú hasta enero de

2014; Marisa Glave Remy, socióloga,

investigadora del Grupo Propuesta

Ciudadana, dos veces regidora de laMunicipalidad Metropolitana de Lima y

militante del partido Tierra y Libertad; y

Santiago Pedraglio, sociólogo, periodista,

analista político, columnista del diario

 Perú 21y autor de varios libros y ensayos.

LRA: ¿Cuáles serían las principales

manifestaciones de la continuidad del

SPH? ¿Cuáles pueden ser consideradas

meras continuidades de los gobiernos

anteriores y cuáles «nuevos aportes»?¿En cuánto los gobiernos regionales

participan —o no— del SPH? ¿Cuál

es la relación entre el SPH y el

«extractivismo»?

Germán Alarco: Una primera idea

que destacar es que el SPH alude a un

tema muy particular: la modalidad de

uso del territorio. La segunda idea es que

el SPH es una invención peruana para el

Perú: es una aberración. Si revisamos los

contextos de las reformas estructurales

neoliberales, este tema no aparece enotras economías. Cuando uno revisa la

literatura sobre este tema, en realidad el

SPH peruano es fruto de condiciones muy

 particulares y que no tienen nada que ver

con la lógica de lo que ocurre en otros

 países ni con el esquema de cómo operan

los mercados en diferentes economías

latinoamericanas.

Por otra parte, el SPH es una forma que

es contraria a los esquemas planteados

desde ciertas corrientes de centro respectoal tema del extractivismo. Por ejemplo,

diversos estudios plantean la necesidad

de que existan instituciones económicas

y políticas inclusivas, es decir, formas o

medios en donde la sociedad participa en

la toma de decisiones. En cambio, el SPH

 plantea olvidarse de las grandes mayorías

que ocupan los territorios particulares del

 país. Este SPH signica insistir en políticas

económicas extractivistas contrarias a

lo que es el consenso en términos de políticas necesarias para el crecimiento

económico en el ámbito internacional. Es

una aberración muy peruana.

Andrés Luna: Ubico el SPH en el

contexto que intentó y aún persiste

en revertir la conquista democrática

revolucionaria más importante de la

historia republicana: la recuperación de

la tierra y, también, de territorios, fruto de

una larga lucha de siglos y de la reforma

agraria ejecutada por el gobierno de lasFuerzas Armadas liderado por el general

Juan Velasco Alvarado.

En la actualidad, la mayoría de los

recursos tierra y agua están en manos

de campesinos, comuneros y pequeños

 propietarios. En la Amazonía, los poseen

 pueblos originarios y migrantes orilleros,

 principalmente. Lo que plantea el SPH

es que esos y otros recursos tienen que

estar al servicio de la gran inversión.

«Todos los demás no tienen capacidades,

Marisa Glave: «El tema de fondo

es: ¿somos conscientes de que las

actividades extractivas están vinculadas

a recursos no renovables? Ese es un

 tema grave y delicado en el Perú. Si

soy consciente de que el recurso se

va a acabar, ¿qué condiciones estoy

generando en ese territorio para una

economía alternativa?».

La continuidad de«El síndrome del perro del hortelano»

 Fernando Eguren y Ricardo Marapi1

MESA REDONDA

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7JULIO de 2015

ni condiciones». Aquí hay elementos no

solo de discriminación, sino también de

racismo y de nuevo colonialismo. Por ello,

su continuismo es grave y peligroso. El

autor (Alan García) buscó, en su condición

de político converso, lucir como el mejor

instrumentalizador radical del modelocapitalista neoliberal, que hace crecer

las desigualdades, agrede a la Madre

Tierra y la soberanía nacional. Se ubicó,

en su condición de presidente, de jefe de

Estado, como servidor de meros intereses

 particulares, en contra del bien común.

Marisa Glave: Acerca del signicado

del SPH, un análisis de la investigadora

Mariel García Llorens2 plantea que no

se trata de una estrategia puramente

comunicativa, sino de una apuestaideológica sobre los recursos naturales

y qué cosa hacer con ellos. La apuesta

es por una propiedad privada individual,

y hoy ese es un tema de continuidad.

Actualmente, existe un debate sobre si la

titulación de las comunidades campesinas

y nativas debe ser colectiva o no: un

tema considerado problemático. Y la

lógica que se pretende plantear es que

«lo mejor» sería la propiedad individual.Un segundo punto de la ideología del

SPH es que plantea que los recursos

naturales en el territorio se ponen en valor

a través del gran capital y no a través de la

asociación de pequeños productores o las

comunidades. Estos temas se mantienen

en el actual gobierno de Ollanta Humala.

Otro elemento que propone Mariel García

es que el SPH trae una lectura respecto

a los actores alrededor del conicto, la

cual se mantiene en el gobierno. Por

un lado, están «los agitadores», que

son los que fueron comunistas, luego

 proteccionistas y ahora ambientalistas; es

decir, «patrioteros», «pluriculturalistas»

y «terroristas antimineros». En otras

 palabras: «agitadores», y, en algunos

casos, intelectuales que promueven laoposición al modelo extractivista. Por

otro lado, están «los ignorantes» —porque

así los calica el propio expresidente

García—: aquella población que no sabe

comprender y, por lo tanto, se presta a

«caer» en las mentiras de esos agitadores.

Esta lectura, que considera a este sector de

la población como «borregos», ha estado

 presente en los últimos tres gobiernos.

Pero hay un tercer punto, que es más

importante. Creo que en la actualidad seha agravado uno de los elementos del

SPH, uno relativo a la función del Estado.

En los textos del expresidente García hay

un ataque a la burocracia y a las trabas

 burocráticas; de hecho, él es el primero

en hablar de los límites de la burocracia

del Estado para poder avanzar. García

dice que el Perú no tiene la posibilidad de

tomar decisiones de manera rápida porque

las leyes lo impiden. Hoy, eso se traduceen este rollo de la llamada tramitología,

una palabra horrorosa que está presente

en todos los medios de comunicación

y en el debate que sostienen todos los

economistas defensores del modelo.

Entonces, para ellos, la tramitología  es

el Estado, que pone límites ambientales,

sociales y laborales que impiden la

inversión de la economía.

Estos tres temas se siguen sosteniendo

hoy, y, en el fondo, son una manera

fundamentalista de decir que la única

manera de desarrollar y progresar en el

Perú es a través de la inversión privada. Si

nosotros leemos los títulos de los nuevos

 paquetazos económicos del gobierno de

Humala, todos empiezan con la frase:

«Medidas para promover la inversión...».Entonces, la legislación también es un

elemento clave que analizar.

Discrepo de Germán respecto a que

estas características son puramente

 peruanas. Para muchos, el SPH es

una versión peruana de la llamada

«maldición de los recursos naturales»,

es decir, Estados rentistas, legislación

al servicio de la industrias extractivas y

con una lógica de evolución alrededor

del capital extractivista. El SPH y estamanera de mirar a quienes se oponen al

modelo extractivista como eje principal

de desarrollo, también están presentes en

otros países de América Latina.

Santiago Pedraglio: Es importante

señalar el contexto en que aparecen los

artículos del SPH: un contexto no solo de

crecimiento de la economía, sino de una

gran autocomplacencia. El crecimiento

durante esos años (que dura hasta el nal

de la gestión de García y el primer añode Humala) era casi la comprobación

de que el modelo funcionaba. Por lo

tanto, hablar en esos momentos sobre

diversidad productiva, por ejemplo,

hubiera estado de más. Es por eso que

un planteamiento como el del actual

ministro de la Producción, Piero Ghezzi,

fue recibido en un inicio como una voz

discordante y criticada por varios medios

de comunicación y políticos, incluso del

mismo gobierno. Estos artículos del SPHaparecen, entonces, en el punto más alto de

la euforia del éxito del modelo neoliberal.

A partir de este contexto, hay tres

aspectos que considerar. Primero, hay una

apuesta ideológica o programática que

sí intenta ser globalizadora: el culto a lo

 privado y al economicismo como forma

de entender las relaciones humanas y, en

general, el desarrollo de un país. Esa es

una mirada deformada del crecimiento. Y

esta tendencia tiene una gran fuerza que

Germán Alarco: «Diversos estudios

plantean la necesidad de que existan

instituciones económicas y políticas

inclusivas, es decir, formas o medios

donde la sociedad participa en la

 toma de decisiones. En cambio, este

SPH plantea olvidarse de las grandes

mayorías que ocupan los territoriosparticulares del país».

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8 LA REVISTA AGRARIA / 175

va más allá del Perú. La diferencia es que,

en el Perú, las fuerzas que están a favor de

ese tipo de crecimiento son más poderosas

que en otros países de la región. Segundo,

es una apuesta por un tipo de crecimiento.

En los artículos del SPH está muy claro:

el tema del crecimiento está vinculadono a cualquier inversión, sino a la  gran 

inversión, y también a la concentración de

la propiedad de la tierra. Eso es evidente.

 No es gratuito que en los últimos años se

haya producido una gran concentración

de la tierra que ha sido justicada como

 parte de la ley del mercado.

Finalmente, un tercer aspecto es

su carác te r contra rregulador o

antirregulador. Esto ha sido fortalecido

en el actual gobierno. Hace unos días, unrepresentante de la Defensoría del Pueblo

alertaba que aún no se les entregaban sus

títulos de propiedad a varias comunidades

nativas. Es decir, mientras los demás

tienen derechos plenos, a los indígenas

no les otorgan dichos derechos.

Germán Alarco: Agregaré dos

elementos en el tema de la continuidad

del SPH. Este gobierno, en alianza con la

mayor parte de los sectores empresariales

y mediáticos, está superando loscontenidos del SPH de manera clara y

notoria. Años atrás, se hablaba en voz

 baja sobre el tema de una reforma laboral,

 pero ahora es un asunto permanente. El

mismo presidente del BCR, en recientes

declaraciones, planteaba la necesidad de

hacer una reforma de la liberalización

del mercado de trabajo. Es decir, no solo

tratan de regular en el tema ambiental,

sino que ahora intentan desregular

absolutamente todo. Años atrás, sehablaba en voz baja sobre el tema del

tamaño del Estado, pero ahora es muy

evidente. Se trata de que todo se realice

mediante obras por impuestos, de trabajar

con asociaciones público-privadas, etc.

Es decir, «mientras menos, mejor»: una

idea que ni siquiera el mismo García se

atrevía a plantear.

Respecto al tema del extractivismo,

mi posición es que la extracción de los

recursos naturales tiene que ser aceptada

 por toda la sociedad, tanto en el ámbito

local como regional, y en armonía con el

medio ambiente y las generaciones futuras.

El tema es cómo aprovechar estos recursos

naturales, quiénes lo aprovechan y para

qué. En este modelo del SPH solo aparecen

los grandotes y los extranjeros, pero dichos

recursos también podrían ser apropiados por otras formas y modalidades, como la

asociatividad. Las divisas generadas por

todos los sectores económicos, incluidos

los extractivos, son esenciales para el

aparato productivo y la sociedad. Los

recursos deben aprovecharse, pero en

armonía con el medio ambiente y la

sociedad. Dadas las condiciones actuales

de la economía internacional, debemos

aprovechar los recursos que tenemos, pero,

obviamente, sabiendo claramente quiénlos aprovecha y para qué. Por ejemplo,

los aportes tributarios de los sectores

extractivos deben aumentar en varias veces

su actual valor.

Andrés Luna: La visión del autor del

SPH, al considerar que solo el gran capital

 privado puede poner en valor los recursos

naturales, sin considerar sus límites,

expresa un profundo desconocimiento de

nuestras potencialidades permanentes. La

 biodiversidad con la que contamos es puesta

de lado. Se excluyen los conocimientos y

el rol democrático y de hacedores de vida

 perdurable de nuestros pueblos. Se les

arrincona y se les niegan los recursos, los

servicios y las tecnologías a la pequeña y

mediana producción asociada, incluyendo

a nuestras históricas comunidades y a las

renacientes o sobrevivientes cooperativasagrarias.

Todo esto en circunstancias de grandes

cambios globales y a contracorriente

de procesos en nuestra América de

signo diferente, en medio de gobiernos

regionales logrados por movimientos que

nacen alrededor de una persona, sin dejar

de resaltar que frente al SPH, ayer y hoy,

existen excepciones, especialmente en

los gobiernos locales. No es casualidad

que sobre la base de una nueva realidadrural, en las consultas en Tambogrande,

Ayabaca, Carmen de la Frontera,

Pacaipampa y el valle del Tambo, hayan

sido los alcaldes los que lideren procesos

alternativos al SPH.

Marisa Glave: Solo añadiré dos puntos.

Yo no soy extractivista. No me gustan

las actividades extractivas porque son

agresivas con el entorno, con el territorio

y con las comunidades. Y si pudiéramos

no utilizarlas, sería genial. Sin embargo,

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9JULIO de 2015

soy consciente de que necesitamos las

divisas y que, hoy por hoy, la economía

 peruana no sobrevivirá si no contamos

con las actividades extractivas. El tema de

fondo es: ¿somos conscientes de que están

vinculadas a recursos no renovables? Ese

es un tema grave y delicado en el Perú.

Pero parte del problema de la economía yel desarrollo en el Perú es que no tenemos

una necesaria mirada de mediano y largo

 plazo. Si soy consciente de que el recurso

se va a acabar, ¿qué condiciones estoy

generando en ese territorio para una

economía alternativa? Porque ya no se

trata de ser un posextractivista radical,

sino que debemos estar conscientes de

que no se puede sacar siempre petróleo o

un determinado mineral porque en algún

momento se va a acabar. Entonces, ¿quéva a suceder con dicho territorio cuando

ese recurso se acabe? Ni la Ley del Canon

ni las industrias extractivas tienen una

alternativa de desarrollo. Ese es uno de

los errores más grandes y es el que genera

conictividad.

¿Cuán tributaria es la continuación del

SPH al conjunto de acuerdos de libre

comercio? ¿En cuánto contribuyen

estos acuerdos a «blindar» el SPH?

Santiago Pedraglio: Denitivamente,

los TLC te ponen un marco, pero también

lo hacen la misma Constitución Política

de 1993 y, en general, una clarísima

hegemonía económica, política e

ideológica. Los TLC funcionan como

corsé, es cierto, pero no te sacan

totalmente del juego. Más peligrosome parece el Acuerdo de Asociación

Transpacíco (TPP) porque, en varios

temas, va más allá del TLC con Estados

Unidos. Estamos aquí tan amarrados, que

no tenemos capacidad de movimiento. En

contraste, mencionemos, por ejemplo, el

caso chileno y la propuesta de reforma

tributaria de la presidenta Michelle

Bachelet, que ha conmovido a la derecha

de ese país. Y Chile tiene la misma

cantidad de TLC que tiene el Perú. Esdecir, estos acuerdos no impiden que se

 puedan hacer reformas tributarias, de

educación o de la misma Constitución,

tal como planeaba hacerlo la presidenta

chilena. Mi opinión sobre los TLC es que

sí inuyen y condicionan, pero no creo

que nos hayan trazado todo el terreno y

que no podamos maniobrar en ese camino.

Los TLC te dejan margen de maniobra y

no impiden tomar decisiones que afectan

a otros ámbitos de la economía. Pero

creo que una gran condición es que

exista una gran fuerza política que tenga

la consistencia para poder sostener esos

cambios. Esa es la clave. Si no, al primer

empujón te traen abajo.

Marisa Glave: Hay mucho mito

respecto a los TLC. Sí plantean unmodelo y exigen un libre mercado radical

en muchos sentidos. Recordemos que

el expresidente García intentó afectar

la imagen del Congreso para poder

obtener las facultades para legislar,

supuestamente para implementar el TLC

en el Perú. Estas fueron las causas de la

llamada Ley de la selva3 y de una serie de

decretos que afectaron el tema de tierras,

comunidades y pueblos indígenas y que

son los que desatan la masacre en Bagua.Al comienzo, decían que «en el marco

de la implementación del TLC se tenían

que tomar un conjunto de medidas».

Pero, después del conicto, el discurso

del mismo gobierno cambia y empiezan

a afirmar que nunca dijeron que los

decretos tenían que ver con el TLC. Hay,

 pues, mucha leyenda urbana y mucho

discurso respecto a las obligaciones

que nos imponen los TLC, que son

aprovechados por los grupos de poderen el Perú, que controlan a presidentes

como García, que implementan medidas

en el supuesto marco de los tratados. Allí

hay un aprovechamiento del discurso que

va más allá de lo que verdaderamente

obligan los TLC.

Por ejemplo, el TLC con Estados

Unidos tiene una cláusula que prohíbe

al Perú debilitar la legislación ambiental

 para atraer inversiones. De igual manera,

el Acuerdo Comercial entre el Perú yla Unión Europea hace exactamente lo

mismo. En resumen, no podemos decir

que el amarre que tenemos con los TLC

obligue al presidente Humala a disminuir

los plazos de los estudios de impacto

ambiental, o a quitarle competencia al

Ministerio del Ambiente o al OEFA. Eso

no tiene nada que ver con los TLC, sino

con una decisión del gobierno.

Germán Alarco: Los TLC han sido

la excusa para fortalecer las políticas del

 Nuestro director, Fernando Eguren, y los participantes de

la mesa redonda analizan en qué medida la orientación

defnida por el SPH continúa siendo un aspecto central

de la política del gobierno de Humala.

8/20/2019 La Revista Agraria N° 175 (julio 2015)

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10 LA REVISTA AGRARIA / 175

Andrés Luna: «La visión del autor del

SPH, al considerar que solo el gran capital

privado puede poner en valor los recursos

naturales, sin considerar sus límites,

expresa un profundo desconocimiento de

nuestras potencialidades permanentes.

La bíodiversidad con la que contamos es

puesta de lado».

SPH: un proyecto sectario, excluyente y

marginador, como sus matices principales,

donde todos somos unos tontos y solo

hay unos iluminados: los empresarios.

Respecto a los TLC, quiero destacar

que sí signican una traba para ciertos

sectores, por ejemplo en el TPP, para una política de salud autónoma, asequible y

que brinde oportunidades para todos. Es

una traba para el sector agrario porque,

mientras los otros países siguen con las

 protecciones, nosotros hemos reducido

la sobretasa para ciertos productos. Esta

idea de reducir las barreras arancelarias

de todo tipo va en armonía con los TLC

y significa una traba para cualquier

intento de política industrial. Un elemento

importante es saber si existen evaluacionesde la efectividad de los TLC. Junto con la

Red Peruana por una Globalización con

Equidad (RedGE), hemos terminado un

documento en donde comparamos tres

TLC: de México, de Chile y del Perú4.

Luego de examinar diversas variables

económicas, observamos que las tasas de

crecimiento han sido cada vez menores.

En ese sentido, los TLC son negativos para

sectores particulares muy importantes, así

como para la política industrial y agraria.Andrés Luna: Hay que ubicar el

contexto de los TLC, que forman parte del

modelo mundial del libre mercado, que se

echa a andar hace unas décadas. Un hecho

que hay que destacar es que en el Perú se

han relajado los controles por parte del

Estado, para acelerar el mecanismo de la

inversión y de los negociados. Y pongo

 juntas estas dos cosas porque me parece

útil llamar la atención sobre la madera

na: de algún modo, en el TLC aparececon cierto tipo de protección, pero en

la norma peruana existe poco control

 policial o de alguna entidad del Estado

 para vigilar los traslados de madera. Por

ejemplo, el control termina en los puestos

de control de entrada a Lima; de allí al

 puerto, los almacenes y el barco, ya no

existe autoridad del ramo. Por eso, siguen

saliendo grandes cantidades de madera

na —como caoba y cedro—, continúan

devastando los bosques y aumenta la

 presencia de extractores informales .

Sostengo que esto no es casualidad, sino

que va de la mano con la corrupción, de

manera semejante a la dación de decretos

supremos contra el patrimonio de las

comunidades o a la casi desaparición dela franja de precios. Aquí funcionan las

 puertas giratorias de exfuncionarios que

 pasan a ser parte de estudios jurídicos o

viceversa.

¿Qué perspectivas sociales y políticas

hay de superación del SPH, más allá

del discurso que sostiene que hay que

superarlo? Considérese que estamos

entrando a un periodo electoral.

Andrés Luna : Solo fuerzasdemocráticas, progresistas, que sepan

actuar como ciudadanos y ciudadanas,

aglutinadas en una sola representación

 política, sin divisiones, pueden abrir la

 posibilidad de implementar alternativas

a esta manera de aplicar el modelo

neoliberal. Una primera condición

necesaria es promover un acuerdo respecto

a qué hacer: lo que políticamente se

denomina el programa y que deriva en el

 plan de gobierno. Una segunda condiciónes que las fuerzas políticas progresistas que

dicen ser una alternativa deben tener una

clara política de alianzas con toda forma de

representación social, económica, cultural

y política existente en el país, más aún con

el actual problema de la debilidad de las

organizaciones nacionales. Ese es un deber

que no puede ser soslayado. En relación

con los recursos naturales, hay diversas

alternativas. Allá, en Piura, nosotros

estamos planteando que el oro que está

debajo de Tambogrande, sin ser explotado,

 pueda ser convertido en un instrumento

financiero utilizable como garantía de

líneas de nanciamiento para inversiones

de probada rentabilidad. Por ejemplo, es

indispensable promover el valor agregado, pues no existe ninguna posibilidad de que

el pequeño y mediano agricultor pueda

acceder a mayores ingresos si sigue

vendiendo su producción como materia

 prima, sometido a toda la cadena de

intermediarios. Se requieren políticas que

 permitan acceder al fortalecimiento de la

asociatividad empresarial de los pequeños

 productores, para darle valor agregado a

lo que producimos. De esta manera, no

se perderá ni un solo plátano, ni un solomango, ni un solo limón, ni una sola

menestra, ni un grano. Habremos, por n,

echado a andar otro motor para, de verdad,

contar con diversicación productiva.

Santiago Pedraglio: Creo, en primer

lugar, que en el corto plazo no hay

 posibilidades de cambio. Ni siquiera

con una irrupción «milagrosa» en las

elecciones del próximo año, porque

el problema es que dichas irrupciones

no tienen la consistencia para haceresos cambios. En segundo lugar, existe

el problema de cómo impedimos que

desaparezcan políticamente aquellas

fuerzas que quieren que se produzca

un cambio. Y eso puede producirse el

 próximo año debido al tipo de juego que

esas fuerzas políticas han tenido en estos

últimos cinco años. Varias entraron con

Humala y, efectivamente, sintieron que

este les dio la espalda a sus proyectos.

A pesar de ello, han tenido espacio en el

8/20/2019 La Revista Agraria N° 175 (julio 2015)

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11JULIO de 2015

Santiago Pedraglio: «El Estado tiene

que tomar en serio este gran sector de

peruanos que no está siendo considerado

o que, simplemente, no existe para

el gobierno. El Estado necesita tener

capacidad para redistribuir, y ese es

un gran tema de debate. Hay fuertes

presiones para que el Estado no tenga

esta capacidad redistributiva».

 juego político. Muchos han participado

con cargos en el Estado y han tenido

capacidad de gestión. El gran reto es

impedir que dichas fuerzas desaparezcan

 pol íticamente. Un tercer punto está

referido al tema del crecimiento y

redistribución. Aquí es clave la promociónde las exportaciones, resguardando los

altos estándares medioambientales y

con un sistema tributario diferente. De

manera paralela, se deben incrementar los

mercados internos si realmente queremos

combinar la exportación con un desarrollo

más equilibrado de la economía y de la

 producción. Esto tiene mucho que ver

con la pequeña y la mediana empresa. El

Estado tiene que tomar en serio este gran

sector de peruanos, que no está siendoconsiderado o que, simplemente, no existe

 para el gobierno. Finalmente, el Estado

necesita tener capacidad para redistribuir, y

ese es un gran tema de debate. Hay fuertes

 presiones para que el Estado no tenga

esta capacidad redistributiva, pues para

algunos sectores esto es negativo para el

desarrollo de la economía del país. Y hablo

de redistribución no solo de recursos, sino

también del reconocimiento de derechos,

que es fundamental.Germán Alarco: Coincido con

Andrés: si no hay unidad entre las fuerzas

de izquierda, continuaremos siendo

avasallados. Es imprescindible esa unión.

Los temas bandera de las fuerzas de

izquierda y progresista están a la mano.

Por ejemplo, la desaceleración económica

ya está generando desempleo: los jóvenes

de hoy, que no conocían el desempleo,

ahora lo están viviendo. Actualmente, el

Perú enfrenta temas como los abusos de

las empresas, las desigualdades extremas,

las paupérrimas condiciones de salud,

la concentración excesiva de todo, etc.

Las fuerzas de izquierda necesitan un

liderazgo que sepa amarrar y presentar

estos temas bandera que afectan a la

mayoría de la sociedad peruana. Respectoa los temas fundamentales del país,

coincido con Santiago: necesitamos una

 perspectiva multisectorial. La minería no

es el centro. Obviamente, esos sectores

que pretenden presentar al país como un

modelo unisectorial, excluyente y basado

en las ganancias, están desbordados. Hay

que pensar de manera multisectorial

y discutir nuevamente el pacto social,

 porque aquí tal pacto no existe. Lo que

hay en el Perú es lo que quieren ellos, y losdemás somos los ignorantes que debemos

aceptar todo. Por eso, es necesario

establecer un pacto social donde todos

importen y hacer que la equidad sea un

tema central de cualquier propuesta.

Marisa Glave: Creo que la izquierda

en el Perú abandonó la construcción de

un proyecto propio. Se entregó a Fujimori

en 1990, a Toledo en 2001, y luego se

entregó a Humala. Y en este proceso de

entregarse abandonó la construcción deun proyecto propio. Esta responsabilidad

hay que asumirla y darnos cuenta de que

se necesita un proyecto de transformación

en el país. Creo rmemente en que sí

se puede hacer un proyecto popular y

democrático, de cambio, de generación de

derechos. Creo que hay condiciones y hay

que aprovecharlas, sobre todo si queremos

superar el SPH. Esto implica identicar

quiénes fueron los operadores del SPH,

serviles a él, y quiénes lo convirtieron en

 políticas públicas en el Perú. Y también

hay que identicar quiénes se opusieron

a este SPH, y con ellos hay que trabajar

la unidad de la izquierda. Creo que hay

grandes posibilidades de construir un

 proyecto. ¿Para ganar las elecciones?

 No lo sé. Pero sí me queda claro que sihoy no se sale a construir algo serio con

autonomía y con la posibilidad de hacer

un proyecto real, nos van a desaparecer en

2016, y en adelante no existirán aquellos

que tengan una voz real de pensar un

modelo diferente para el país. ¿Y cuáles

son los temas que se deben plantear?

Sobre políticas públicas hay un primer

tema clarísimo: suspender el sistema

de concesiones territoriales vigente en

el Perú. Tenemos más del 75 % de laAmazonía concesionada, y en la sierra y la

costa también existe una fuerte concesión

minera, que llega a un 85 % en algunos

lugares. Son concesiones ociosas que

forman parte de una lógica especulativa.

 No tenemos un mecanismo, en el Estado,

 para la reversión de las concesiones.

Entonces, hay que eliminar el actual

sistema e incorporar, en un futuro, varios

elementos importantes: la titulación

de las comunidades campesinas, elreconocimiento del territorio indígena y

el ordenamiento territorial. Este último

era el caballito de batalla en la campaña

electoral de Humala, pero luego fue

abandonado. Sin ordenamiento territorial

no hay manera de tener gobernanza de

industrias extractivas ni de pensar un uso

adecuado de los recursos naturales.

Notas

1 Sociólogo, director de LRA y presidente delCepes. / Periodista. Editor de LRA.

2 «La construcción de la realidad según Alan

García». Revista virtual Argumentos 1. Lima:

 IEP, mayo de 2008. <http://bit.ly/1KmEFYc>.

3 La Ley de la selva en el Perú se refere a una serie

de decretos legislativos y leyes aprobados por el

 gobierno de Alan García en 2008, en el marco

del Tratado de Libre Comercio Perú - Estados

Unidos. Los polémicos decretos vulneraban

el derecho a la tierra de las comunidades

campesinas y nativas.

4 G. Alarco, C. Bedoya, J. Gamero y J. Llamoza.A

cinco años del TLC con Estados Unidos: ¿quién

va ganando? Lima: RedGE, 2015.<http://bit.ly/1SEEWaT>.

8/20/2019 La Revista Agraria N° 175 (julio 2015)

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12 LA REVISTA AGRARIA / 175

En los últimos años han surgido, por

razones políticas, una serie de intentos

de recampesinización y reintroducción

de categorías étnicas en la descripción

de segmentos de la población peruana.

Es cierto que estas tendencias, en

 parte, se basan directamente en el

indigenismo de principios del siglo

XX y, también, en los escritos de

José Carlos Mariátegui, quien recogióel discurso del sociólogo y político

 peruano Hildebrando Castro Pozo

sobre «Nuestra comunidad indígena»

(1924).

El abandono del indigenismo

Las investigaciones de los años

sesenta y setenta, especialmente en

el «Proyecto de cambios en pueblos

 peruanos», organizado por la

Universidad Nacional Mayor de SanMarcos y el Instituto de Estudios

Peruanos, en su plan de investigación

casi aislaban el campesinado, siguiendo

la influencia de Luis E. Valcárcel,

quien fundó el Instituto de Etnología

de la UNMSM. Recién los estudios

concretos en las comunidades de

Huayopampa (Fuenzalida y otros),

Pacaraos (Degregori y Golte) y

Lampian (Olinda Celestino), del

mismo proyecto, impusieron otravertiente. En dichos estudios, los

 participantes habían dejado de lado

la propuesta del proyecto organizado

 por José Matos Mar y William Foote

Whyte y mostraban comunidades

en el valle de Chancay (Huaral),

con cambios históricos acentuados y

relaciones importantes con las minas

y la costa, y también con Lima.

Lo mismo vale para el estudio de

Acos (Huaral), hecho en la misma

región por Isabelle Lausent ( Pequeña

 propiedad, poder y economía de

mercado,  Acos. IEP- IFEA, 1983),

que mostró con un mayor énfasis la

relación de esta comunidad con loschinos que salían de las plantaciones

costeñas después de haber trabajado

allí diez años. Así que a partir de

mediados de los sesenta se dejaba la

imagen desarrollada por el indigenismo

y se escribió una serie de monografías

que mostraban la inserción de las

comunidades en la sociedad nacional.

Las ciencias sociales de los años

ochenta, especialmente después de la

reforma agraria de Velasco Alvarado,se dirigían a la población urbana: la

causa era la migración del campo

a la ciudad, masiva a partir de los

años cuarenta. Esta había borrado

la separación «campo vs. ciudad»,

típica de la política colonial, que había

encontrado un correlato ideológico en

el pensamiento urbano «indigenista» y

marcaba aún el pensamiento hasta los

años sesenta. Sin embargo, debido a la

guerra interna, había un impedimento

serio para desarrollar trabajo de campo

en las comunidades, salvo uno que

otro, por ejemplo, el de Erdmute

Alber (¿Migración o movilidad en

 Huayopampa? Lima: IEP, 1999), quien

revisitó la comunidad de campesinos

de Huayopampa y llegó a la conclusión

de que resultaba imposible entender las

comunidades sin su relación con los

migrantes salidos de ellas a las ciudades

y a la montaña.

La presencia masiva de migrantes

 provenientes de todas las aldeasandinas en las ciudades costeñas creó

una relación real tan importante que

ya en los años noventa resultaba difícil

analizar a los habitantes del campo

como un grupo aparte o claramente

separado de las poblaciones urbanas.

Ya el estudio de Alber (1999), con

 justa razón, hacía el llamado a los

científicos sociales marcando el

hecho de que campo y ciudad ya eran

inseparables, que frecuentemente

los habitantes del campo pasaban

tiempos importantes en la ciudad,

de modo que una investigación que

veía «campesinos» en comunidades e

investigarlos como si fueran unidades

analizables separadamente parecía

más que problemático. En parte de

los estudios urbanos sobre relaciones

campo y ciudad, esto era igualmente

Habitantes del campoy la ciudad

 Jürgen Golte1

Sigue en la página 14

En la anterior edición de La Revista Agraria , nuestro director,

Fernando Eguren, analizó el concepto de agricultura familiar y

los cambios ocurridos en los últimos años en las identidades de la

población rural. En este número, los antropólogos Golte y Montoya

reflexionan sobre este trascendental tema.

8/20/2019 La Revista Agraria N° 175 (julio 2015)

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13JULIO de 2015

Agricultura familiar: unacategoría inútil

 Rodrigo Montoya Rojas1

Fernando Eguren —director del

Cepes y de La Revista Agraria —, en

su artículo «¿Campesino, indígena o

agricultor familiar?» ( LRA 174, junio

de 2015), señala que la categoría

agricultura familiar  —promovida

 por las Naciones Unidas, que declaró

2014 como Año Internacional de

la Agricultura Familiar, y que fue

asumida inmediatamente en el Perú

 por el Ministerio de Agricultura

y Riego a través de su Estrategia

 Nacional de Agricultura Familiar—

es «útil», «aunque conlleva riesgos».

Agradezco la invitación para comentar

su texto y decir que discrepo con

Fernando porque se trata de una

categoría propuesta para enmascarar

o escamotear el problema indígena de

fondo y los graves problemas creados

 por el neoliberalismo.

La marginación del concepto

indígena

La categoría familiar  es tan genérica,

que es común a todas las sociedades

del mundo desde hace 120 000 años,

cuando apareció la especie  Homo

 sapiens, cualquiera que sea su sistema

de producción. A los tecnócratas de

las Naciones Unidas especializados

en temas agrarios (producción,

 productividad, tecnología y mercados

de alimentos, etc.) ya no les gusta lacategoría campesino, tampoco los

campesinos indígenas, ni, menos, los

indígenas propiamente dichos. Con su

frecuente orfandad teórica y ceguera

 para no ver los problemas más allá de

su superespecialización, acaban de

descubrir la pólvora sirviéndose de la

categoría agricultura familiar .

El campesino no es un individuo

que trabaja y vive solo en el mundo.

Tiene una familia, lo mismo que un

obrero agrícola o uno de los mil ricos

que tienen más de mil millones de

dólares —que representan el 1 % de

la población mundial— y cualquiera

de los tecnócratas de las Naciones

Unidas y del Ministerio de Agricultura

 peruano. Los quechuas, aimaras,

asháninkas y todos los indígenas de

la Amazonía, de América Latina y del

mundo tienen igualmente familias y

trabajan con y para ellas.

Pero las familias indígenas no

están aisladas unas de otras; son

 parte de unidades sociales mayores,

de comunidades, de territorios

multiétnicos, multicomunales

o multinacionales, en el sentido

originario del concepto nación como

sinónimo de un pueblo, una lengua,

una cultura, una patria, una sangre

(Arguedas), unos ancestros comunes,

y no de un Estado nación que reduce

la diversidad a un Estado, una nación

inventada y deseada por el capitalismo

en ascenso, una cultura, una lengua, un

dios y un derecho.

Admitir el concepto indígena 

como lo han hecho con brillo y éxito

otros funcionarios de las Naciones

Unidas, tanto con el Convenio 169

de la OIT como con la Declaración

Universal de los Derechos de los

Pueblos Indígenas, supondría para

los tecnócratas especializadosen agricultura revisar toda su

 perspectiva teórica y reconocer que

la tierra-territorio de los pueblos

indígenas es, al mismo tiempo,

vida, cultura, lengua, espiritualidad,

festa, amor, alegría y política para

defender la naturaleza y los bienes

comunes frente a la voracidad del

capitalismo. En otras palabras,

supondría también admitir que lo

indígena es un fenómeno social total ,

tal como lo sostuvo el antropólogo

Marcel Mauss en 1924, en su célebre

 Ensayo sobre el don. De dos cosas,

una: o tenemos una perspectivade la sociedad como una totalidad

contradictoria en movimiento, o

seguimos con el cuento de la sociedad

como conjunto de fragmentos sin

historia según los ideólogos del

capitalismo (Fukuyama) o, peor

aún, como un sistema en el que

todo funciona, como propuso el

funcionalismo a mitad del siglo XX.

Desde otra aproximación, es útil

e indispensable una especialización para entender mejor los fragmentos de

la realidad, a condición de no perder

de vista la totalidad contradictoria en

movimiento. Ni el árbol ni el bosque

como separados o independientes;

 bosque y árboles al mismo tiempo,

sí. Importa menos la puerta de

entrada; lo que cuenta es que por

cualquiera de esas puertas tratemos

de ver la realidad en su conjunto: a

través de sus conictos, moviéndose,cambiando, buscando horizontes

diferentes.

Sobre categorías insostenibles e

inviables

Al escribir estas líneas viene a

mi memoria la noción de educación

rural , impuesta en el Ministerio

de Educación con el no declarado

Sigue en la página 14

8/20/2019 La Revista Agraria N° 175 (julio 2015)

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14 LA REVISTA AGRARIA / 175

evidente (Adams y Golte). Claro que el aumento del narcotráfco y la

minería informal en los decenios posteriores (hasta ahora) traía como

consecuencia que la gente se moviera aún más entre la montaña, el

campo y la ciudad. El narcotráfco era especialmente importante, ya

que las ganancias de los trabajadores se transferían por redes parentales

a la producción informal en las ciudades.

El regreso del indigenismo

Sin embargo, en los años noventa, en las ciudades surgían

movimientos que, bajo la inuencia de un neoindigenismo surgido

después de los festejos de los 500 años de presencia europea en las

Américas, y un ambientalismo que trataba de articularse como una

oposición a la presencia del capital transnacional en ambientes de

explotación de los recursos del subsuelo —en especial minerales,

 petróleo y gas natural—, contribuyeron a que entre los intelectualesurbanos se gestara una reidentificación étnica y campesina de

 poblaciones rurales, así que la necesaria unión de campo y ciudad

en las investigaciones desapareció. Nuevamente se buscaban

«comunidades indígenas» en la costa, en la sierra y en la montaña.

Agricultores minifundistas que vivían una buena parte de su vida en

la montaña cocalera o en las ciudades de la costa, eran caracterizados

como habitantes de comunidades indígenas o agricultores, pero de

ninguna manera imbricados con las ciudades.

Parece que especialmente la OIT, con su  Convenio 169 sobre

 pueblos indígenas y tribales en países independientes, contribuyó a

esta vertiente; es que parecía ser que por medio del convenio se hubiera

 podido frenar la expansión del capital transnacional en la explotación

de materia prima del subsuelo, en especial oro, plata, cobre, petróleo

y gas natural. El hecho de que se limitara la aplicación del convenio a

todas las comunidades, sin embargo, frenó en algo el intento, si bien

sigue latente en la organización política de la izquierda peruana en sus

vertientes diversas.

Claro que en ello las diferencias históricas que caracterizaban a

los productores en el campo de la costa, las zonas de la sierra y la

montaña no importaban, ni había mucha reexión sobre ellas, pero sí

es algo marcado que se excluía a las ciudades del ámbito de reexión.

Así que, curiosamente, hoy imperan más las categorías coloniales que

conceptos derivados de la actividad real de los peruanos, que en su

mayoría tienen un pie en el campo pero igualmente otro fuera de él.

Campesino, indígena, agricultor y otros conceptos que se manejan

continúan siendo un ingrediente fuerte de los proyectos políticos

de los investigadores. Es un signo de que las poblaciones aludidas

siguen siendo objeto de discursos urbanos en función de ideologías

 prevalecientes en la ciudad y, por lo tanto, las poblaciones campesinas

y sus descendientes urbanos continúan siendo subalternas en los

discursos políticos.

Nota1 Antropólogo. Investigador principal del IEP.

 propósito de desplazar a la educación

intercultural bilingüe  (EBI), reclamada

 por los pueblos indígenas y que en otromomento fue una propuesta del propio Banco

Mundial. La ecuación urbano-rural fue una

imagen de la sociedad europea en el viejo

siglo XIX, una especie de primer dibujo

que presentaba lo rural como lo no urbano.

Debajo de ese paraguas no eran visibles los

 pueblos-naciones-culturas-lenguas-patrias y

sangres. Hablar hoy de una educación rural

es un arcaísmo lamentable, teóricamente

insostenible y prácticamente inviable. Ocurre

lo mismo con esta tristísima «agricultura

familiar».

En el artículo de Fernando Eguren se

menciona que la categoría «agricultura

 familiar » «es útil en la medida en que

 por ser muy amplia pe rmi te or ien ta r

 políticas generales hacia ese vasto universo

de la población rural. Pero conlleva el

riesgo de ignorar que ese universo es

muy heterogéneo...». No se trata de un

riesgo. Por no tomar en cuenta las enormes

diferencias (la heterogeneidad) entre esas

familias agrícolas, los tecnócratas de la

«agricultura familiar» ignoran la realidad

indígena y creen que la categoría indígena 

no es útil precisamente para sus proyectos

globales. Estamos frente a un nuevo ejemplo

de la colonialidad del saber, precisamente

 para no ver, no aceptar, la diversidad y

tratar de reducirla, de simplifcarla, para

manejarla y administrarla mejor. Ocurrió

lo mismo con el concepto  Estado nación,

creado para imponer el Estado burgués

y todos sus componentes e instrumentos

dentro de un nuevo orden mundial, para

acabar con la heterogeneidad de la realidad

humana y de cualquiera de sus sociedades.

La heterogeneidad se impone porque es la

realidad. Por ahí pasa uno de los saberes

indígenas, originales e indispensables para

entender y cambiar al Perú.

Nota

1 Antropólogo. Profesor emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Habitantes del campo y la ciudad Agricultura familiar:una categoría inútil

Viene de la página 12 Viene de la página 12

8/20/2019 La Revista Agraria N° 175 (julio 2015)

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15JULIO de 2015

norteamericano, Robert decidió ha-

 blarme de la imposibilidad de comer .

El enfoque en la inhabilidad de comer

resulta curioso, ya que los nativos

norteamericanos sufren de índices de

obesidad y diabetes extremadamente

altos. Es más, cualquiera que no conoce

del tema pensaría que estas poblaciones

tienen demasiada comida y que lo que

necesitan es dejar de comer. Pero a lo

que se refere el dirigente indígena es

que lo que necesitan es comida nativa,

comida indígena o, como le dicen ellos,

comida «real» o legítima. En este senti-

do, Robert Schimek tiene razón, ya que

los pueblos nativos han perdido el acce-

so a gran parte de los productos de sus

dietas tradicionales, y el problema no

es solo de acceso, sino que también seha perdido el conocimiento ecológico

y social de cómo encontrar y preparar

estos recursos tradicionales.

Para dirigentes como Robert Schi-

mek y su colaboradora Winona La-

Duke (una activista de los derechos

indígenas de gran reconocimiento

en Estados Unidos, que incluso llegó

a ser candidata a la vicepresidencia

del país hace unos años), el poder

restablecer dietas tradicionales —un proceso al que llaman descolonizar la

dieta  (decolonizing the diet )— es el

 paso más importante para restablecer

su soberanía y lograr superar el trauma

colectivo que han sufrido a través de

la historia. La razón principal es que

el cambio dietético que sufrieron los

nativos norteamericanos es el efecto

más insidioso del proceso de coloni-

zación que hoy en día se manifesta

a nivel individual (en la salud de las

 personas), pero que al mismo tiempo

representa la devastación ecológica y

social que sufrieron históricamente.

Promoviendo la agricultura

indígena

Con esto en mente, Schimek y La-

Duke comenzaron a organizar una serie

de conferencias con el propósito de promover la agricultura indígena entre

los diferentes pueblos indígenas del

 país y de Canadá. La idea es compartir

experiencias a nivel local y de escala

 pequeña, e intercambiar ideas, semillas

o productos, técnicas y contactos. Este

año participaron representantes de

más de veinte naciones indígenas en la

conferencia titulada 12th Annual Indige-

nous Farming Conference3, donde gran

 parte de las discusiones se enfocaron entécnicas de agricultura sostenible y en

Gracias a las películas de Hollywood,

se podría decir que el público en general

está relativamente familiarizado con

las atrocidades cometidas contra

los pueblos indígenas de Estados

Unidos. Las películas más sinceras

nos presentan una imagen violenta,

sanguinaria e injusta que narra cómo los

 pueblos indígenas fueron desplazados

y, muchas veces, erradicados

abiertamente por pioneros europeos

que llegaban a conquistar áreas que

 percibían como despobladas. Sin

embargo, lo que el público en general

no sabe es que estos relatos —que

aparentan haber ocurrido en la remota

historia— aún tienen consecuencias

hoy en día, consecuencias fuertes y

reales para la mayoría de los pueblosindígenas de Estados Unidos.

La imposibilidad de comer

Este fue el mensaje principal que

quería compartir conmigo Robert Schi-

mek, director del White Earth Land Re-

covery Project y miembro de la nación

ojibwe de Minnesota. Sin embargo, en

lugar de hablar de batallas y eventos

históricos, de pérdidas de territorios,

de los famosos boarding schools2

 o deviolaciones a tratados por el gobierno

Nativos americanos luchan por su

alimentación tradicionalConstanza Ocampo-Raeder 1

 Mujeres de la tribu ojibwe.

8/20/2019 La Revista Agraria N° 175 (julio 2015)

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16 LA REVISTA AGRARIA / 175

los problemas y experiencias relacio-

nados con el proceso de descolonizar

la dieta. Yo fui invitada por Robert

Schimek para hablar de mi trabajo con

los pueblos ese eja del departamento

 peruano de Madre Dios, donde docu-

menté la complejidad ecológica y so-cial del manejo de recursos naturales de

dichas comunidades. Para Schimek, mi

contribución representaba exponer un

sistema agrícola y de alimentación que

se mantiene mayormente descoloniza-

do, y el poder discutir las metodologías

que utilicé para su documentación.

Descolonizando la dieta

Uno de los puntos que compartí fue

la importancia de entender y vincularlos sistemas de propiedad al manejo

de recursos naturales, ya que

no todos los recursos que se

utilizan son obtenidos o pro-

cesados por el mismo grupo de

 personas y en muchos casos di-

ferentes recursos necesitan sus

 propias reglas de gobernación.

Esto resultó de interés, pues en

muchos casos los participantes

de la conferencia mencionaronque los recursos se encuentran

en propiedades técnicamente

«comunales», pero que en

realidad son sistemas de pro-

 piedad híbridos, donde ciertas reglas

aplican a un recurso (como los animales

de casa que se encuentran en territorios

asignados a familias o clanes) y otras

reglas a otro recurso (como ocurre con

los derechos al agua, lo cual impacta la

recolección comunal de arroz silvestre).Participantes en la conferencia men-

cionaron que muchos de los proyectos

que han tratado de lanzar se encuentran

rápidamente con problemas legales re-

lacionados con diferentes nociones de

 pertenencia que les previene acceder a

recursos tradicionales.

Este tipo de problema no solo se

remonta al acceso de recursos, sino

que el legado de ciertas políticas del

gobierno norteamericano impacta

en el procesamiento y venta de esos

recursos. Por ejemplo, se habló de la

inhabilidad de una de las reservaciones

de procesar su propia cosecha de arroz

silvestre (un arroz morado nativo de

las Américas, muy nutritivo, que es la

 base alimenticia de la mayoría de lassociedades de las planicies del norte del

 país) porque existe una ley que no les

 permite a los bancos dar préstamos a

empresas con infraestructura dentro de

reservaciones indígenas. El resultado

fue que un negocio que tenía gran po-

tencial no pudo continuar dentro de los

límites de la reservación. Sin embargo,

también presentaron varias estrategias

que se pudieron implementar y que han

sido exitosas luego de superar estosretos. Un ejemplo interesante es el de

la mobile matanza  (matanza móvil),

una especie de ceremonia portátil

que va de comunidad en comunidad

y que les permite matar y procesar a

animales sagrados, como el bisonte,

de una forma culturalmente apropiada

y conforme a normas de sanidad del país. Otro proyecto son los mercados

en ruedas, donde productos marcados

DDP (decolonized diet products) son

llevados a diferentes comunidades, en

 particular a aquellas que no tienen mu-

cho acceso a este tipo de alimentación.

La conferencia tuvo momentos de

gran optimismo y triunfo, como ocurrió

durante los talleres de intercambio de

semillas. Allí, las familias compartie-

ron con entusiasmo sus semillas y las

técnicas de cultivo y preparación de va-

riedades heredadas y conservadas por

varias generaciones. Además, hubo un

 banquete descolonizado preparado por

el chef sioux Sean Sherman, que con-

sistió de un delicioso guiso de choclos

nativos con carne de bisonte, crepas dearroz silvestre, ensalada de plantas y

moras y agua de cedro (una refrescante

 bebida de infusiones de hierbas y cedro

que sabía a una combinación rica pero

curiosa de bosque y el clóset de mi

abuelita). Pero también hubo un mo-

mento de gran tristeza porque para los

 participantes hay más difcultades que

éxitos. Durante varios talleres vi a los

 presentadores y al público llorar mien-

tras hablaban de la forma en la que susseres queridos continúan sufriendo de-

 bido a un legado histórico que

continúa. En esos momentos

el mensaje era claro: la única

forma viable de restablecer su

identidad, su bienestar, su re-

lación con el mundo espiritual

y ancestral es por medio del

restablecimiento de un sistema

alimenticio tradicional. Este

mensaje no debe sorprender,ya que la comida es uno de los

 pocos vínculos que logra una

conexión inmediata y profun-

da entre el medio ambiente, la

realidad social y la salud.

Notas

1 Profesora de antropología. CarletonCollege, Northfield, Minnesota.

2 Internados creados a partir de 1860

con el fin de «civilizar» a los hijosde los nativos y asimilarlos al modode vida de los blancos americanos.Les enseñaban la importancia dela propiedad privada, de la riquezamaterial y de la familia nuclearmonógama. La idea era borrar todovestigio de cultura indígena, inclu-

 yendo el abandono de las comidasnativas. (Nota de LRA.)

3 <http://welrp.org/12th-annual-in-

digenous-farming-conference>.

 Indio ojibwe cosechando arroz silvestre.