la revista agraria 153, julio 2013 (texto completo)

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  • 8/22/2019 La Revista Agraria 153, JULIO 2013 (texto completo)

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    AO 14 N. 153JULIO de 2013

  • 8/22/2019 La Revista Agraria 153, JULIO 2013 (texto completo)

    2/16

    2 LA REVISTA AGRARIA / 153

    18.4%

    (321)

    53%

    (925)

    28.6%

    (499)

    41.5%

    (1,003)

    42.9%

    (1,036)

    15.6%

    (377)

    Venta

    Autoconsumo

    Otros usos

    Cenag

    ro

    2012Cenagro

    19

    94

    1.04%

    0.23%

    36.2%

    43.9%

    37.7%

    22.7%

    10.2%

    31.6%

    39.5%

    37.8%

    15.9%

    9.3%

    0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50%

    Riego*

    Fertilizantesqumicos

    Insecticidasqumicos

    Energaelctrica

    Tractores

    Asistenciatcnica

    (Milesdeproductores)

    CENAGRO 2012 CENAGRO 1994

    (163)

    (230)

    (280)

    (503)

    (4)

    (24)

    (634)

    (833)

    (662)

    (971)

    (1)

    (2)

    precios internacionales

    agroDATAAGROdata

    El pasado 18 de julio se presentaron los resultados definiti-

    vos del IV Censo Nacional Agropecuario, realizado durante2012. Para comprender adecuadamente la informacin re-cogida por el censo, es de crucial importancia la compara-cin intercensal de diversas variables, a fin de evaluar algu-nos cambios estructurales en el sector agrario.

    Uno de estos cambios es la tendencia a la modernizacindel sector agropecuario, la cual se estima que tiene estre-cha relacin con las mejoras en la eficiencia del sector. Elprimer cambio estructural significativo es el aumento de lasuperficie agrcola bajo riego, tanto en trminos absolutos(pas de 1 milln 700 mil ha a ms de 2 millones 500 mil)como relativos (de 31.6% a 36.2%). La conversin de super-

    ficie en secano a una superficie bajo riego ya implica uncambio tcnico en el sector, que se traduce en mejores ren-dimientos. Sin embargo, an es posible dar un paso ms, yaque el tipo de riego es principalmente tradicional: en 1994,en el 97% de la superficie en riego, ste se realizaba porgravedad, modalidad que en 2012 se utilizaba en el 88% dedicha superficie. Es decir, el tipo de riego menos eficientecontina siendo el ms utilizado.

    Otro cambio importante es el relacionado con la adopcin deinsumos modernos. La cantidad de productores que infor-ma usar tanto insecticidas como fertilizantes qumicos haaumentado (ver grfico 1). Indudablemente, estos mecanis-mos tienen un impacto positivo en la estructura productivade los agricultores, en la medida en que hay un mayor con-trol de plagas, al mismo tiempo que se mejora la calidad delos suelos1. El uso de la energa elctrica es cada vez mscomn, puesto que su cobertura no solo se ha ampliado,sino que tambin se ha descentralizado y ha llegado as alcampo. Su uso ha venido reemplazando otros tipos de ener-ga utilizados en el proceso productivo, como la energa qu-mica2 (no es casual que se empleen ms bombas de aguaelctricas que las que utilizan gasolina). Asociado a ello, seevidencia el paulatino reemplazo de las formas de energahumana y animal por energa mecnica; por ejemplo, el usode tractores: es tal el incremento notable de este uso, que,en la actualidad, uno de cada cinco agricultores utiliza tractor.

    Por ltimo, en el caso de productores agropecuarios, la asis-tencia tcnica registra un leve aumento de su cobertura, be-neficiando a diez de cada cien productores.

    Todos estos cambios en los factores de modernizacin, jun-to con otros (infraestructura vial, cobertura de crditos, crea-cin de mercados locales, etc.), han permitido mejoras entrminos de eficiencia, rendimientos, escala de produccin,reduccin de costos, mejoras que pueden ser reflejadas enuna mayor vinculacin al mercado (ver grfico 2): en diecio-cho aos, hay ms de medio milln3 de nuevos productoresque destinan la mayor parte de su produccin al mercado.

    Antes (1994), solo dieciocho de cada cien productores des-

    tinaba la mayor parte de su produccin a las ventas; ahorason ms de cuarenta, por cada cien, los que lo hacen. Sin

    Resultados Cenagro 2012: modernizacinagraria y vinculacin al mercado

    Miguel ngel Pintado

    Grfico 1. Factores de modernizacin

    Fuente: Cen agro s 1994 y 2012. Elaboracin: C epes. *Aqula unid ad de anlisis es la

    superf icie (que est bajo riego ) y no el N de pro ducto res.

    embargo, el porcentaje de productores que dirigen la mayorparte de su produccin al autoconsumo an contina siendoalto, lo que evidencia que an son muchos los que no se hanincorporado al mercado.

    En cuanto a la produccin destinada a otros usos (alimentopara animales, insumos, semillas, etc.), son menos los pro-ductores que dedican la mayor parte de su produccin a

    alguno de estos rubros. En resumen, importantes cambiosse han dado en el sector, asociados a cambios en los facto-res de modernizacin, siendo los ms significativos los pro-ducidos en la superficie bajo riego y en el uso de fertilizantesqumicos, de energa elctrica y de tractores. Por ltimo, estatendencia a la modernizacin del sector ha coincidido conuna mayor inclusin de nuevos agricultores al mercado, loque sugiere fuertes vnculos entre ellos.

    Notas1 Sin embargo, el uso indiscriminado de estos insumos puede ocasionar daos

    ecolgicos.2 Energa liberada producto de una combustin. La almacenan la madera, el

    carbn y derivados del petrleo (gasolina, por ejemplo).

    3 Resulta de restar las cantidades entre parntesis (medidas en miles de produc-tores), correspondientes al destino venta para ambos Cenagros.

    Grfico 2. Destino de la produccin

    Fuente: Cenagros 1994 y 2012. Elaboracin: Cepes.

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    JU LI O de 2013 3

    4

    6

    10

    13

    Mesa redondaCamlidos: unariquezadesaprovechada

    Expansin de palmaaceitera en la

    Amazona:en las puertas delescndalo

    Proteccin del INIAsobre papas nativaspuede afectar a pe-queos agricultores

    Censo agropecuario:conociendo el impac-to de dos dcadas depolticas neoliberales

    LICENCIA CREATIVE COMMONSAlgunos derechos reservados

    Usted es libre de copiar, distribuir y comunicar pblicamen-te esta obra bajo las condiciones siguientes:- Debe reconocer los crditos de la obra- Debe ser usada solo para propsitos no comerciales

    - No se puede alterar, transformar o generar una obra deri-vada a partir de esta obra.

    contenidocontenido

    editorial

    El mensaje del presidente Ollanta Humala a la nacin, este 28 de julio,confirma la escasa importancia que el gobierno le da al sector agrario: se

    limit a mencionar la ejecucin del programa Mi Riego. No aprovech para

    nada la radiografa del agro que est apareciendo con los resultados del IVCenso Agropecuario, ni se refiri a temas importantes que estn en la agendapblica, como el pago de la deuda agraria, por lo que abordaremos este ltimopunto a continuacin.

    Al aplicar la reforma agraria, el gobierno presidido por el general Juan Velasco

    Alvarado no decidi confiscar las tierras, sino expropiarlas. Para ello, dispusoque el pago se hiciese con bonos redimibles segn el tipo de bono en 20,25 y 30 aos.

    En la conformacin de la deuda agraria hubo dos momentos. En el primero,el Estado forz que se le vendieran las tierras de las haciendas; en el segundo,convertido en propietario, el Estado deba vender esas tierras a losadjudicatarios. Pero los campesinos adjudicatarios rechazaron pagar esta deuda,pues consideraron que, en muchos casos, las haciendas se expandieronusurpando las tierras de las comunidades y de pequeos agricultores y eraabsurdo pagar a quienes se haban hecho de la propiedad de esta manera tanilegtima. Adems, consideraron que por generaciones haban trabajado para elhacendado en condiciones miserables salvo excepciones y con salarios

    mnimos, cuando se pagaban y, por tanto, ya haban pagado varias veces el valorde la tierra. El rechazo masivo al pago de la deuda, apoyado por los partidospolticos de izquierda dentro de la Asamblea Constituyente, llev al gobiernomilitar a condonarla, al final de 1979, mediante el D.L. 22748. Los economistasCaballero y lvarez consideraron que, desde el punto de vista del gobierno, larazn principal de la condonacin fue la escasa significacin macroeconmica

    de esos pagos (alrededor del 1% de los ingresos fiscales corrientes de 1978) 1.El gobierno, por su lado, sigui reconociendo la deuda que contrajo con loshacendados expropiados.

    A cunto ascenda la deuda? Segn el concienzudo estudio de Caballeroy lvarez, ascenda a unos 15 mil millones de soles de esa poca (62.2 millonesde dlares a un tipo de cambio aproximado en 1979 de un dlar = 230 soles). Enefectivo se pagaron cerca de 4 mil millones de soles, y, en bonos, 11 mil 409

    millones de soles (49 millones 600 mil dlares). La deuda correspondiente alos mayores grupos latifundistas Gildemeister, Grace, zaga, de la Piedra, Pardoy Romero ascenda al 30% del total de la deuda agraria. Las 21 empresasmayores, con valores de adjudicacin por encima de cien millones de soles,equivalan al 43% del valor total de las adjudicaciones a diciembre del ao 1977.

    Puede apreciarse que la deuda agraria tena, desde su origen, un graveproblema de legitimidad, surgido de las condiciones histricas de conformacinde las haciendas y de las condiciones laborales que impusieron a obreros ycampesinos. Esa ilegitimidad ha contaminado todos los intentos de lostenedores de bonos por su reconocimiento por los gobiernos de turno, ningunode los cuales ha mostrado voluntad poltica de pagarlos, ms an si ahora estnen manos no solo de los familiares de los expropiados, sino, sobre todo, de

    entidades financieras especuladoras.

    Nota1

    Jos Mara Caballero y Elena lvarez.Aspectos cuantitativos de la reforma agrar ia1969-1979. Lima: IEP, 1980.

    Publicacin del Centro Peruano de Estudios Sociales

    Av. Salaverry 818, Jess Mara, Lima 11/ PerTelf. (511) 4336610

    Email: [email protected]: www.larevistaagraria.org

    www.facebook.com/LaRevistaAgrariaTwitter: @RevistaAgraria

    Directora fundadora

    Bertha Consiglieri (1950-2007)

    DirectorFernando Eguren

    Comit editorial

    Laureano del Castillo, Javier Alvarado,Beatriz Salazar, Ricardo Marapi, Jaime

    Escobedo, Pedro Castillo, Miguel Pintado

    Correccin/DiagramacinAntonio Luya / Jos Rodrguez

    Distribucin gratuita con La Repblica elltimo mircoles de cada mes.

    Fe r nando Egu r en

    Director

    La ilegitimidad de los bonos agrarios

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    4 LA REVISTA AGRARIA / 153

    Expansin de palma aceitera en la Amazona:en las puertas del escndalo

    Juan Luis Dammert B.

    co. En el caso de Ucayali, los avances en

    los proyectos corresponderan a las inver-siones de empresas de Malasia, que se-

    gn declaraciones del presidente regional

    de Ucayali, Jorge Velsquez ya han in-

    vertido en cinco mil hectreas de palma acei-tera en la regin y estn evaluando hacer

    inversiones posteriores (Diario Gestin, 28de mayo de 2013). Recordemos que Mala-

    sia es el segundo productor mundial de

    palma aceitera, tras Indonesia (entre los dos

    producen el 85% del aceite de palma en el

    mundo), y en el Per no ha habido, en el

    pasado, plantaciones de palma significati-

    vas por parte de empresas del sudeste asi-

    tico.

    Qu factores explican un inters tan

    grande para la instalacin de cultivos de

    palma aceitera? Los precios globales del

    aceite crudo de palma estn en aumento

    sostenido1, especialmente en los ltimos

    diez aos, y el pronstico es que la ten-

    dencia se mantenga. Esto se explica por lacreciente demanda de aceite de palma para

    el mercado de alimentos y por la aparicin

    del mercado de biodisel. En este contex-

    to, hay una presin, a nivel global, paraaumentar las plantaciones, y recientemen-

    te se estn encontrando lmites en la dis-

    ponibilidad de tierras en el sudeste asiti-

    co. El candidato ideal para los intereses

    econmicos de esta expansin, por capa-

    cidades biofsicas, es la Amazona (recor-

    demos que la palma aceitera solo crece en

    zonas tropicales). Y en el caso de la Ama-

    zona peruana, el crecimiento de la infra-

    estructura de transporte, la abundancia

    de tierras pblicas y el hecho de que el

    Per es deficitario en aceites vegetales e

    importador de biodisel, hacen que el pas

    sea particularmente atractivo para un de-sarrollo de la palma a gran escala.

    La palma aceitera pone enriesgo a los bosques

    Ahora bien, ms all de los motores eco-

    nmicos, el Per est preparado para re-gular este proceso y evitar que se destru-

    yan, indiscriminadamente, bosques ama-

    znicos para la instalacin de estos pro-

    yectos? El discurso oficial es que las plan-

    taciones se realizarn en zonas deforesta-

    En la actualidad se estn vendiendo bosques naturales para convertirlos en plantaciones agroin-dustriales de palma aceitera. El Grupo Romero ha sido una de las empresas acusadas dedeforestar y abrir carreteras en pleno bosque.

    La palma aceitera es un cultivo que, entrminos de hectreas sembradas, es hoyen da marginal entre nosotros si se le

    compara tanto con otros pases de la re-

    gin Colombia y Ecuador, por ejem-

    plo como con otros cultivos sembra-dos en la Amazona peruana por ejem-

    plo, yuca, caf y arroz. En el Per, a

    diferencia de sus vecinos amaznicos, no

    ha habido un desarrollo extenso de plan-

    taciones agroindustriales de gran escala

    en bosques tropicales. Sin embargo, esta

    tendencia podra cambiar, pues el nmero

    de grandes proyectos de palma aceitera

    se viene incrementando vertiginosamen-

    te en los ltimos cinco aos.

    El Ministerio de Agricultura y Riego

    (Minagri) estima que en la actualidad exis-

    ten 50 mil hectreas de palma aceitera sem-

    bradas en la Amazona. Pero en 2013, solo

    en Loreto, el Gobierno Regional ha reco-

    nocido que existen 106,212.6 hectreas en

    trmite (sin los permisos necesarios parael inicio de operaciones) para la implemen-

    tacin de proyectos de palma aceitera (ver

    tabla 1). En el caso de Ucayali, por otra

    parte, hay identificados dos proyectos

    adicionales: Siembra de 4,400 hectreasde palma aceitera, de Plantaciones de

    Ucayali S.A.C., y Siembra de 3,000 hec-

    treas de cultivo de palma aceitera, de

    Biodisel Ucayali S.R.L. (aunque es muyprobable que la lista sea mayor). Mien-

    tras que en Loreto los nuevos proyectos

    estn en distintos grados de avance en

    cuanto a trmite, en Ucayali, sorprenden-

    temente, ya se inici la tala de enormes

    extensiones de bosque en el sector de

    Zanja Seca, en las provincias de Coronel

    Portillo y Padre Abad.

    En el caso de los proyectos Tierra Blan-

    ca, Santa Catalina, Santa Cecilia y Manit

    (Loreto), se trata de nuevas inversiones de

    la principal empresa peruana de palma acei-

    tera: el Grupo Palmas, del Grupo Romero, y

    son parte de una estrategia de expansin.

    Para el resto de proyectos, no hay claridad

    respecto al origen de la inversin, ya que

    son empresas nuevas, especialmente cons-tituidas para tramitar los predios, y debido

    a la similitud de sus nombres es posible

    que se trate de un mismo grupo econmi-

    FotoThomasMuellerSPDA

  • 8/22/2019 La Revista Agraria 153, JULIO 2013 (texto completo)

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    JU LI O de 2013 5

    das, lo cual, en la prctica, no ocurre as:

    las zonas deforestadas no cumplen, por lo

    general, con las condiciones de suelo y de

    clima, no siempre se encuentran juntas y,ms an, la mayora tienen dueo. La ten-

    dencia es que estas plantaciones de palma

    se instalen en tierras pblicas que casi siem-

    pre cuentan con cobertura boscosa.

    Pero cmo es posible legalmente

    hablando que se vendan bosques na-turales para convertirlos en plantaciones

    agroindustriales? La nica forma es acre-

    ditar, mediante un estudio, que la capaci-

    dad de uso mayor del suelo2 concluye que

    las tierras son aptas para cultivos perma-

    nentes, cultivos en limpio o pastos; ello

    permite aplicar las normas sobre acceso a

    la tierra agrcola, ya que las normas fores-

    tales no permiten la venta de tierras de

    aptitud forestal, con o sin superficie bos-

    cosa. Existe un procedimiento, a travsde la Ley de Promocin de las Inversio-nes en el Sector Agrario (D.Leg. 653), para

    la adjudicacin a ttulo oneroso de pre-

    dios rsticos mediante compraventa en-

    tre una persona natural o jurdica y el Es-

    tado. Para los casos de zonas boscosas,

    la legislacin forestal y ambiental imponeuna serie de requisitos para el cambio de

    uso de suelos: estudio de suelos que acre-

    dite que las tierras son de capacidad de

    uso mayor agrario y no forestal; obliga-

    cin de conservar 30% de la zona bosco-

    sa del predio; estudio de impacto ambien-

    tal; solicitud de cambio de uso de suelos

    aprobada; entre otros. En la mayora de

    casos, los proyectos se tramitan en tie-

    rras que han sido categorizadas como fo-

    restales. Al no haber un mapa de clasifi-cacin de suelos detallado y vinculante,

    los proyectos requieren un estudio de

    suelos especfico. Estos estudios, curio-

    samente, casi siempre suelen determinar

    que las tierras que se presuman foresta-

    les eran aptas para cultivos permanentes,

    cultivos en limpio o pastos.Con el proceso de descentralizacin, los

    gobiernos regionales son responsables de

    la aprobacin de los proyectos agroindus-

    triales que impliquen cambio de uso de

    suelos y el Minagri opina sobre los estu-dios de suelos y aprueba los estudios de

    impacto ambiental (EIA). Sin embargo, el

    procedimiento y su secuencia no estn del

    todo claros y el seguimiento del Minagri a

    los proyectos es escaso, mientras que hay

    gobiernos regionales (como el de Ucayali

    y Loreto) bastante interesados en promo-

    ver este tipo de proyectos. Con la nueva

    Ley Forestal y de Fauna Silvestre (Ley

    29763) se incluyen los requisitos de con-

    cordancia con la zonificacin ecolgicaeconmica de nivel meso o superior y una

    opinin vinculante del Ministerio del Am-

    biente (Minam) para el cambio de uso de

    suelos; pero esta ley, aprobada en julio de

    2011, an no est reglamentada y, por lotanto, no est vigente.

    As, ante un boom de proyectos de granescala que podra triplicar la actual canti-

    dad de hectreas sembradas de palma

    aceitera en el corto plazo reemplazando

    bosques naturales, tenemos gobiernos

    regionales entusiasmados, un Minagri

    pasivo frente al tema (a pesar de ser el

    ente que est a cargo del patrimonio fo-

    restal) y un Minam que en la actualidad

    no forma parte del procedimiento. Presu-

    miblemente, el tema ser un escndalo

    cuando los proyectos estn aprobados y

    aparezcan las imgenes de miles de hec-

    treas arrasadas para la instalacin de

    plantaciones agrcolas, como fue, hace al-gunos aos, el caso de Barranquita en

    la frontera Loreto-San Martn. Esperemos

    que no sea demasiado tarde para que el

    Estado y la sociedad civil le presten a este

    tema la atencin que se merece.

    Notas1 Mientras que en junio de 2003 el precio era

    de US$390 por tonelada mtrica, en junio de2013 fue de US$763. El precio alcanz un

    pico de US$1,250 en febrero de 2011. Paramayor informacin, ver .

    2 Esta hace referencia a la aptitud naturalque presenta el suelo para actividades eco-nmicas. La gran mayora de tierras en la

    Amazona peruana son de capacidad de usomayor forestal.

    Tabla 1. Solicitudes para adjudicacin a ttulo oneroso de terrenos para la

    instalacin de cultivos de palma aceitera

    Fuente: Direccin Regional Agraria de Loreto

    Elaboracin: Sociedad Peruana de Ecodesarrollo (SPDE)

    Titu lar

    Empresa Agrcola

    La Carmela S.A.

    Empresa Desarro-

    llos Agroindustriales

    Sangamayoc S.A.

    Islandia Energy S.A.

    Palmas del Espino

    S.A., cede su derecho

    a Palmas del

    Amazonas S.A.

    Plantaciones del

    Manit S.A.C.

    Plantaciones de

    Tamshiyacu

    Plantaciones del

    Per Este S.A.C.

    Plantaciones de

    Loreto Este S.A.C.

    Plantaciones de San

    Francisco S.A.C.

    Plantaciones de

    Marin S.A.C.

    Plantaciones de

    Loreto Sur S.A.C.

    Plantaciones deLoreto Sur S.A.C.

    Proyecto

    Tierra Blanca

    Santa Catalina

    Manit

    Santa Cecilia

    Plantaciones del

    Manit S.A.C.

    Plantaciones de

    Tamshiyacu

    Plantaciones del Per

    Este S.A.C.

    Plantaciones de

    Loreto Este S.A.C.

    Plantaciones de San

    Francisco S.A.C.

    Plantaciones de Marin

    S.A.C.

    Plantaciones de

    Loreto Sur S.A.C.

    Instalacin de cultivosbioenergticos

    Extensin

    10,000 ha

    10,000 ha

    8,850 ha

    2,051 m2

    6,676 ha

    1,519 m2

    6,676 ha

    8,850 ha

    10,000 ha

    10,000 ha

    10,000 ha

    5,771 ha

    9,389 ha

    10,000 ha

    Ubicac in

    Distrito de Sarayacu, provincia de

    Ucayali, regin Loreto

    Distrito de Sarayacu, provincia de

    Ucayali, regin Loreto

    Distrito de Indiana, provincia de Maynas,

    regin Loreto

    Distrito de Indiana, provincia de Maynas,

    regin Loreto

    Casero Santa Cecilia, distrito de Indiana,

    provincia de Maynas, regin Loreto

    Casero Santa Cecilia, distrito de Indiana,

    provincia de Maynas, regin Ucayali

    Carretera Tamshiyacu, distrito de

    Fernando Lores - Indiana, provincia de

    Maynas, regin LoretoCarretera Tamshiyacu, distrito de

    Fernando Lores - Indiana, provincia de

    Maynas, regin Loreto

    Quebrada Tamshiyacu, distrito de

    Fernando Lores - Indiana, provincia de

    Maynas, regin Loreto

    Carretera Tamshiyacu, distrito de

    Fernando Lores - Indiana, provincia de

    Maynas, regin Loreto

    Quebrada Tamshiyacu, distrito de

    Fernando Lores - Indiana, provincia de

    Maynas, regin Loreto

    Sector Sapuena - Yaquerana, distrito deJenaro Herrera, provincia de Requena,

    regin Loreto

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    6/16

    6 LA REVISTA AGRARIA / 153

    LA NECESIDAD DEINFORMACIN

    LRA: En 2011, segn fuentes del Mina-gri, la poblacin de alpacas era de4306,989 cabezas. Por su parte, el Cen-so Nacional Agropecuario (Cenagro) de2012 consigna 3592,249 cabezas. Enambos casos se observa, en promedio,un aumento en comparacin con aosanteriores. Cules son los factores queexplican ese aumento? Por qu la in-formacin del censo discrepa de los da-tos del Minagri?

    Leonidas Gutirrez: Hay varias razo-nes. En primer lugar, no tenemos un m-todo censal para camlidos; por tanto,

    no contamos con una estadstica real

    satisfactoria, sino solo con estimaciones.

    Los censos son generales, para todas las

    especies, cuando el asunto de los cam-lidos es especial. Nuestra propuesta es

    mejorar el mtodo censal y plantear un

    censo especializado para camlidos, con

    una metodologa que implica que los tc-

    nicos tengan ante s los rebaos y ha-

    gan el conteo. Esto no se est haciendo

    porque las consultas se hacen desde

    Mesa redonda

    Camlidos: una riqueza

    desaprovechadaFernando Eguren y Ricardo MarapiFoto

    inte

    rnet

    La impor tancia y trascendenci a hi str ica de los camlidos en

    nuestr o pas es muy grande. Tanto que, incluso, una vicua estregistrada como smbolo patr io del Per en el Escudo Nacional.

    Sin embargo, los dif erentes gobiernos nacionales han mostrado

    sempiterna indiferencia al sector dedicado a la cr ianza de

    camlidos, a pesar de tener el potencial de conver ti rse en el

    motor de desarroll o para miles de comun idades campesinas de

    las zonas altoandinas. En la mesa redonda de LRA presentamos

    las ref lexiones de cuatr o expertos sobre los actuales problemas

    que atraviesa el sector, especialmente el alpaquero, y las

    polti cas y medidas que deberan implementarse en el pas.Participan el ingeniero zootecnista L enidas Gutirrez Hermoza

    y el i ngeniero Alfonso Atanasio Carvajal , ambos especial istas en

    camlidos de la Direccin de Promocin de Competiti vidad del

    M ini steri o de Agricultura y Riego (Minagri); el ingeniero

    Enrique Moya Bendez, experto en el tema durante dcadas y ex

    presidente del Consejo Nacional de Camlidos Sudamericanos,

    (Conacs); y, mediante correo electrnico, Dan iel Tor res Ziga,

    coordinador del Proyecto Camlidos Puno, del Programa

    Regional Sur de la ONG Desco.

  • 8/22/2019 La Revista Agraria 153, JULIO 2013 (texto completo)

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    JU LI O de 2013 7

    afuera y entonces no se obtiene el n-

    mero de razas ni el nmero de reproduc-

    tores machos y hembras. Ese es el primererror grave que hemos detectado, puesno sabemos con exactitud cuntas alpa-

    cas existen, cunto es la produccin y

    cuntos criadores hay; solo tenemos

    aproximaciones y no contamos con un

    dato estadstico. Eso hay que corregirlo

    inmediatamente, pues es el clamor demuchas instituciones: se requiere un cen-

    so formal y especializado para alpacas,

    llamas, vicuas y guanacos. Si no, esta-

    mos mal.

    Daniel Torres: Las cifras estimadaspor el Minagri no son confiables debidoal sistema que aplican para valorar el in-

    cremento de la poblacin animal. Los tc-

    nicos encargados en cada agencia agra-

    ria idean las tasas de mortalidad y, por

    tanto, aumentan o disminuyen la pobla-cin solo tomando en cuenta la tempora-

    da de lluvias, nevadas o el fro. En otras

    regiones se reciben cifras inventadas

    por algunos tenientes gobernadores o

    presidentes de comunidades que, en for-

    ma exagerada, indican cifras de mortali-

    dad de animales, con la finalidad de ge-nerar impacto entre las autoridades re-

    gionales y nacionales a fin de lograr una

    declaratoria de emergencia y recibir

    donaciones de insumos veterinarios y

    forraje; por tanto, las cifras son subjeti-vas y poco reales. Por otro lado, el au-

    mento de poblacin de alpacas en Puno

    y Cusco se debe, principalmente, a que

    en los ltimos diez aos han aparecido

    actores con mayor presencia y recursos.

    Las empresas mineras y los gobiernos

    locales y regionales con alto presu-puesto por el canon minero han inver-

    tido montos significativos de su presu-

    puesto a fin de obtener el repoblamiento

    de alpacas. Una evidencia de ello es quelos departamentos con mayor crecimien-to de alpacas son aquellos donde han

    intervenido las empresas mineras.

    Alfonso Atanasio: Ms all de las di-ferencias en la informacin, lo que es bas-

    tante promisorio es que tanto en la esti-

    macin del Minagri como en el registrodel censo agropecuario la poblacin de

    alpacas ha aumentado. A qu se debe?

    En la zona altoandina, los ovinos y las

    alpacas compiten por el espacio pasto-

    ril; probablemente, una de las causas deesto sea la reconversin de la crianza. Si

    uno analiza el censo, observa que la po-

    blacin de ovinos ha bajado de manera

    drstica, mientras que existe un ligero

    incremento en la poblacin de alpacas.

    Es cierto, tambin hay inversin de losgobiernos locales y de empresas mine-

    ras, que apoyan procesos de repobla-

    miento de alpacas, lo cual llevara a su

    aumento. Esto es promisorio para las

    sociedades altoandinas, sobre todo en

    estas pocas, donde son vulnerables al

    cambio climtico.Enrique Moya: En el caso de las vicu-

    as de Ayacucho, Huancavelica y Apu-

    rmac se dara un incremento significati-

    vo: habra 208 mil vicuas; sin embargo,

    no se da un significativo aumento en laproduccin de fibra. Esto es incongruen-

    te, pues si la poblacin se incrementa,

    tiene que existir aumento de la produc-

    cin. Cuando he preguntado en diferen-

    tes sitios, me han explicado que, en cuan-

    to a las vicuas, el censo no ha sido rea-

    lizado por gente bien capacitada y espe-cializada. Censar vicuas es mucho ms

    difcil que censar alpacas, pues las vicu-

    as son animales silvestres. Muchas

    autoridades locales de los pequeospueblos les han dado a los censistas soloun aproximado; eso hay que corregirlo.

    Pocos estn convencidos de ese incre-

    mento en la poblacin de vicuas. Por

    ejemplo, en la sierra de Lima no hay vicu-

    as: han desaparecido! El nico lugar

    donde hubo aumento es Huancavelica,gracias al aporte de algunas empresas

    mineras que han facilitado el repobla-

    miento. En cuanto a las alpacas, yo estu-

    ve hace unos meses en Cerro de Pasco y

    qued sorprendido de la sustitucin dela crianza de ovinos por la de alpacas. La

    razn es muy simple: la fibra de alpaca se

    vende a S/.8 o S/.9, precio que es mucho

    ms alto que el de la fibra de oveja, que

    est a S/.1.50 o S/.2.

    LA INDIFERENCIADEL ESTADO

    Qu han hecho los gobiernos cen-tral y regional en el pasado y en elpresente para fomentar el desarrollo de

    la alpaca? Qu deberan hacer?E. Moya: El Estado se ha interesado

    muy tarde en los camlidos. Se interes

    por las vacas desde 1900 y por los ovi-

    nos desde 1930, con grandes proyectos,

    pero por las alpacas, llamas y vicuasnadie se interes. El inters ha llegado

    muy tarde. Cuando viene la reforma agra-

    ria, Velasco se encuentra con un modelo

    monoplico en la comercializacin de la

    fibra y decide crear la entidad Alpaca

    Per, que tuvo poco xito porque no lo-

    gr entrar orgnicamente en el mercado,mientras que las otras empresas s esta-

    Lenidas Gutirrez Hermoza Enrique Moya Bendez Alfonso Atanasio Carvajal Daniel Torres Ziga

  • 8/22/2019 La Revista Agraria 153, JULIO 2013 (texto completo)

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    8 LA REVISTA AGRARIA / 153

    ban articuladas al mercado. Recin en

    1985 se incorpora, dentro del Ministerio

    de Agricultura, un programa de investi-

    gacin de camlidos; es decir, bien tar-de. O sea, el Estado nunca le prest aten-

    cin a la crianza de camlidos porque era

    una actividad que se realizaba en la sie-

    rra o porque era desempeada por in-

    dios. El Estado ha hecho poco, y quiz

    lo nico que hizo con xito fue el Proyec-to Vicua, reconocido por muchos como

    un buen proyecto: en 1963 no haba ms

    de 5 mil a 10 mil vicuas y, de enfrentar

    su posible desaparicin, de pronto se

    recuper la poblacin hasta llegar a las

    140 mil vicuas. El Proyecto Vicua fue

    el ms exitoso de recuperacin de anima-

    les silvestres, pero una vez que termin,

    el Estado no hizo ms. Ahora tenemos

    vicuas mal manejadas y con serios pro-

    blemas, pues no se da la participacindel Estado.

    L. Gutirrez: Definitivamente, el Es-tado ha intervenido poco. Sin embargo,

    cre el Consejo Nacional de Camlidos

    Sudamericanos (Conacs), que ha tenido

    un rol protagnico en el sector y ha en-

    carnado la mejor intervencin del Es-tado a travs de una entidad especializa-

    da, rectora en el tema y que se convirti

    en un referente internacional. El Conacs

    trabaj la normativa sobre el tema de los

    camlidos con leyes que hasta ahora

    perduran. Cumpli un rol protagnico en

    16 regiones, con oficinas instaladas, las

    que desarrollaron normas tcnicas para

    mejorar y normalizar el producto; pero,

    ms relevante aun, logr reconocer a este

    sector tan importante. Hablar de alpacases hablar de nuestra identidad. Estamos

    hablando de un ecosistema integral: fa-

    milia campesina, pastos, agua y anima-

    les, en un espacio diferente de otras rea-

    lidades. Lamentablemente, el Conacs fue

    desintegrado en 2007 por el gobierno de

    entonces, por razones que solo l cono-ce. La entidad fue debilitada y se dijo

    que hubo problemas debido al mal uso

    de los fondos, pero eso se solucionaba

    con un cambio de personas y no liqui-

    dando la institucin.D. Torres: El subsector alpaquero ha

    estado abandonado por mucho tiempo.

    Se han probado algunos intentos de in-

    tervencin del Estado, como Alpaca

    Per, para la comercializacin de la fibra,

    pero sin resultados para el productor. La

    nica oportunidad en que el Estado ha

    tenido una presencia notoria ha sido con

    el accionar del Conacs durante doce

    aos; sin embargo, todo lo avanzado

    se termin con la nefasta transferencia

    de funciones a los gobiernos locales.

    Actualmente se carece de un ente rector

    que defina las polticas pblicas y quearticule al Estado con el subsector.

    E. Moya: Yo fui presidente del Conacs,y quiero sealar dos cosas: primero, el

    Estado ha intervenido en el sector alpa-

    quero de manera desordenada. Por ejem-

    plo, el Ministerio de Agricultura tena un

    proyecto especial de compra de fibra de

    alpaca y competa con el Conacs; es de-

    cir, el gobierno tena un Conacs, pero la

    compra de fibra de alpaca la haca otra

    institucin; no haba una estrategia na-cional. Segundo, el Conacs era un con-sejo donde estaba la industria, pero esta

    ltima no supo concertar adecuadamen-

    te; es ms, en algn momento busc otro

    espacio y quiso competir con el Ministe-

    rio de Industria y Comercio. Los indus-

    triales se sentan incmodos en el Cona-cs y el Estado no facilit una concerta-

    cin clara con la industria. Tercero, lue-

    go de la desaparicin del Conacs, el Es-

    tado hizo un proceso de transferencia

    burocrtico a los gobiernos regionales y

    perdi su rol rector de las polticas na-

    cionales: cada gobierno regional se con-

    virti en unos brazos, pero sin cabeza. El

    Estado debe fijar una posicin de polti-

    cas pblicas, orgnica, coherente, inte-

    rinstitucional. Hay varias razones que

    justifican un tratamiento preferente parael sector.

    A. Atanasio: En 1993, por efecto de lacrisis social en el pas, la alpaca tuvo

    una desvalorizacin. En el sur, la gente

    deca que le pagaban por las alpacas el

    mismo precio que por una gallina: entre

    S/.50 y S/.70 cada una, y las mandaban

    al camal. Mientras tanto, en la zona cen-

    tro haba espacios pastoriles para hacer

    un traslado. En 1993 se efecta un tras-

    lado de las alpacas del sur hacia la zonacentro, y fue as que empez el auge delos camlidos en Cerro de Pasco y en el

    centro del pas, en especial de las alpa-

    cas. El Estado debi seguir apoyando a

    las instituciones que trabajan en la in-

    novacin tecnolgica en camlidos. Lo

    que no deberamos haber hecho es per-der la institucionalidad de este sector

    de camlidos, lo cual ha tenido efectos

    en el sector privado: por ejemplo, las

    asociaciones de productores de alpa-

    cas, en lugar de fortalecerse se han de-

    bilitado.

    En la reciente mesa redonda de LRA, nuestro director, Fernando Eguren, convers con los expertoscifras han sido cuestionadas debido a que no existe un mtodo censal especializado para camlidos.

    FotoRicardoMarapi

  • 8/22/2019 La Revista Agraria 153, JULIO 2013 (texto completo)

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    JU LI O de 2013 9

    POTENCIAR ELDESARROLLO ALPAQUERO

    Cul sera un escenario favorable parala expansin de la alpaca? Cun im-portante puede ser la crianza de alpacaspara el desarrollo socioeconmico de loscampesinos?

    E. Moya: El proceso de la crianza dealpacas no es diferente del proceso pro-

    ductivo de cualquier animal: se necesita

    una base alimenticia, es decir pastos, que

    es la que se transforma en un bien. En-

    tonces, primero hay que mirar cmo est

    la oferta forrajera para las alpacas a 4,000

    metros de altura. Segundo, se debe tener

    en cuenta que la alpaca no es un animalfino, no tiene seleccin ni mejoramientogentico. Tercero, el producto va a un

    mercado que es monoplico y paga mal,

    y no hay ninguna razn para que la car-

    ne de alpaca con igual nivel de prote-

    nas que las otras carnes rojas y con la

    ventaja de que tiene poca grasa tengaun precio tan desvalorizado. Esas son

    las cosas que el Estado tiene que resol-

    ver, porque la alpaca es el animal ms

    eficiente! Segn varios estudios que se

    han realizado en el Cusco, los camlidos

    son los animales menos vulnerables al

    actual sistema de cambio climtico. Si

    tenemos un animal as, por qu no lo

    aprovechamos? Adems, en pocas don-

    de debemos guardar el agua y donde

    nadie lo hace, nadie mejor que el alpa-

    quero de la montaa para guardar el agua.Entonces, aparece un factor: la crianza

    de camlidos est asociada al manteni-

    miento de la montaa, que significa man-

    tener el pie de monte costeo y el pie de

    monte selvtico. Hay una gran respon-

    sabilidad del Estado de conservar los

    espacios altoandinos para la conserva-

    cin de la vida.

    D. Torres: Qu se debera hacer? 1)Definir programas de desarrollo tenien-

    do en cuenta el contexto y caractersti-cas de cada regin, mediante la interven-cin con programas con lineamientos na-

    cionales. 2) Existe un retroceso de veinte

    aos en el mejoramiento gentico de las

    alpacas debido al proceso de minifundio

    de la tenencia de tierras; esto evita el des-

    pegue del desarrollo alpaquero a nivelde pequeos criadores. 3) Se debe im-

    plementar un programa de mejoramiento

    gentico con lineamientos nacionales.

    Pero en cada regin se deben definir los

    objetivos y metodologas teniendo en

    cuenta sus caractersticas de calidad de

    alpaca y medio ambiente, como por ejem-

    plo, la puna hmeda y la puna seca. No

    se puede aplicar un programa de mejora-

    miento gentico a nivel nacional como sifuera todo igual.

    A. Atanasio: El Estado o el mismo sec-tor agrario no lo pueden resolver todo.

    Debemos incidir en una transversalidad

    en las instituciones pblicas para resol-

    ver algunos cuellos de botella que en-contramos en el desarrollo de esta acti-

    vidad. Siempre hemos hablado de traba-

    jar con un enfoque territorial, y hay que

    empezar a hacerlo. Hay que buscar la

    transversalidad de competencias y fun-

    ciones en las instituciones pblicas: el

    Ministerio de la Produccin se compro-

    meter con las pequeas empresas que

    transforman la fibra de alpaca; el Minis-

    terio de Comercio Exterior ser el que re-

    suelva los temas de mercado; etctera.Hay que marcar un rumbo para que elsector agrario se comprometa con ms

    contundencia. No solo hay que ver el

    asunto de la exportacin de la preciada

    fibra de alpaca hacia el mercado europeo

    y asitico; tambin hay que trabajar el

    mercado nacional. El poder adquisitivodel consumidor nacional tambin ha me-

    jorado! El mercado interno no ha sido

    muy trabajado. Siempre hemos pensado

    que la alpaca es para Europa o Asia, pero

    no es as: hay un buen segmento consu-

    midor en el mercado nacional.

    L. Gutirrez: Primero que nada, a laalpaca hay que tomarla como un medio de

    desarrollo de la familia alpaquera, que es

    el objetivo final. En ese sentido, un objeti-

    vo es desarrollar la seguridad alimentaria.La fibra, por ms que no sea un alimento

    directo, sirve para comprar alimentos para

    la familia. Y, por supuesto, all tambin es

    importante la carne de la alpaca y tambin

    la carne de llama, que es una de las espe-

    cies olvidadas. Entonces, debemos bus-

    car el desarrollo integral del ecosistemaandino donde est comprendida la fami-

    lia. Respecto al asunto del mercado na-

    cional, en la actualidad los gobiernos re-

    gionales y locales estn desarrollando el

    repoblamiento de alpacas, pero no debenquedarse ah. Como Minagri, hemos plan-

    teado desarrollar servicios rurales para los

    alpaqueros; es decir, desarrollar sus habi-

    lidades en buenas prcticas de esquila,

    mejorar las capacidades de las maestras

    clasificadoras de la fibra, etc. Estos servi-

    cios les van a dar una oportunidad de te-

    ner mayores ingresos.

    ca de los recientes resultados del Censo Agropecuario sobre la poblacin de camlidos. Estas

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    Censo agropecuario:conociendo el impactode dos dcadas de polticas neoliberales

    Fernando Eguren

    El periodo entre los dos ltimos censosagropecuarios 1994 y 2012 cubre lamayor parte del tramo de aplicacin de

    polticas neoliberales, que se inician con

    el gobierno de Alberto Fujimori. El censode 1994, en realidad, es una lnea de base

    para conocer cules han sido los impac-

    tos de dichas polticas en la economa y

    la sociedad agrarias.

    El Instituto Nacional de Estadstica e

    Informtica (INEI) present recientemen-

    te los resultados finales del IV Censo

    Nacional Agropecuario, pero se est de-

    morando en difundir toda la informaciny la base de datos. La informacin utili-

    zada en este artculo proviene de algu-

    nos avances an muy generales1.Qu ocurra en 1994? El pas recin

    iniciaba su salida de una larga crisis eco-

    nmica y social. La tierra, el principal re-

    curso del campo, estaba distribuida prin-

    cipalmente entre pequeos y medianos

    agricultores, como consecuencia de lareforma agraria ejecutada entre 1969 y

    1975. En esa dcada de 1990, el presiden-

    te Fujimori, consecuente con su opcin

    neoliberal, desmont varias de las insti-tuciones pblicas de apoyo a la agricul-

    tura, como el Banco Agrario y los servi-

    cios de extensin agrcola, y debilit

    otras, como el INIA. Su apuesta era que

    la iniciativa privada sustituyese a esas

    entidades pblicas, cosa que, como sa-

    bemos, no ocurri.

    Polticas agrariasneoliberales

    En ese nuevo ambiente neoliberal, las

    leyes de propiedad sobre la tierra fue-ron cambiadas al amparo de la nueva

    Constitucin de 1993. En 1995 se dio

    una ley que elimin los obstculos al

    funcionamiento del mercado de tierras

    que haba impuesto la reforma agra-

    ria y suprimi los lmites al tamao dela propiedad y al uso de la tierra. Por un

    lado, las puertas se abrieron para la re-

    constitucin del latifundio; por otro

    lado, la liberalizacin del comercio exte-rior y la suscripcin de varios TLC pro-

    movieron las exportaciones. El resulta-

    do fue el crecimiento de neolatifundios

    agroexportadores.

    Ms tierras, ms minifundioJunto con la constitucin de neolati-

    fundios agroexportadores, el nuevo cen-

    so nos muestra, en forma simultnea, unproceso en apariencia contrario: la ma-

    yor atomizacin de la propiedad de la tie-

    rra. El nmero de unidades agropecua-rias (UA) ha crecido enormemente, so-

    bre todo, el minifundio. Hace veinte aos

    haba aproximadamente un milln 745 mil

    UA; hoy hay dos millones 261 mil, casi

    medio milln ms!2 La mayor parte cer-ca de dos tercios estn en la sierra.

    Pero la superficie agrcola ha creci-

    do lo suficiente como para albergar a

    estas nuevas UA? La superficie agro-pecuaria3, que ocupa el 30% del territo-

    rio nacional, es un 9.5% mayor que la

    registrada en 19944. Pero las reas con

    cultivo apenas crecieron en un 6.4%, y

    tambin y eso es un problema au-

    mentaron las reas en descanso y las

    reas no trabajadas (sumadas, son ms

    Dos dcadas de neoliberalismo, durante los gobiernos de Fujimori, Toledo, Garca y Humala, han acentuado la bipolaridad latifundio-minifundio.Las polticas han favorecido el acaparamiento y concentracin de tierras, en la costa, en manos de las empresas agroindustriales.

    Tabla 1. Variaciones en la superficie agrcola. Censos de 1994 y 2012. Hectreas

    Diferencia Diferencia

    intercensal %Sup. agropecuaria 35381,800 38742,465 3360,665 9.50

    Sup. agrcola 5477,000 7125,007 1648,007 30.09

    - rea con cultivo* 5250,500 5587,318 336,818 6.41

    - Tierra en descanso 551,000 762,807 211,807 38.44

    - rea no trabajada 711,900 774,882 62,982 8.85

    *Incluye tierra en barbecho

    Censo 1994 Censo 2012

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    JU LI O de 2013 11

    de 1 milln y medio de hectreas; ver

    tabla 1). Todo esto ayuda a explicar porqu han aumentado tanto los minifun-dios: ms UA, pero no suficiente tierra.

    La informacin difundida por el INEI an

    no permite saber en detalle dnde es

    que han ocurrido estos procesos.

    Nuevamente, una estructura depropiedad bipolar

    Hay una justa expectativa por saber

    cul es el grado de concentracin de la

    propiedad de la tierra. La reforma agraria

    quiso acabar con la bipolaridad latifun-

    dio-minifundio. Despus de dos dcadas,estamos nuevamente ante una agricul-

    tura bipolar?

    Segn el censo de 2012, en la costa

    regin en donde est comprobado que

    existe concentracin de propiedad de tie-

    rras hay cerca de 940 mil hectreas decultivo bajo riego. Como se seal an-

    tes, en menos de dos dcadas, ms de

    un cuarto de esas tierras han sido acapa-

    radas por medio centenar de empresas

    con ms de mil hectreas cada una! En

    el futuro, con las nuevas obras de irriga-cin planeadas por el gobierno central,

    el control de la gran inversin podra al-canzar entre un tercio y el 40% de las

    tierras de la costa si se contina con la

    poltica de transferir las nuevas tierrasde cultivo en mdulos acumulables de

    500 o 1,000 hectreas.

    Simultneamente con esta concentra-cin, el nuevo censo nos revela que hay

    ms de 357 mil UA en la costa; la inmensa

    mayora son menores de cinco hectreas.

    Combinando la informacin censal con

    datos del Ministerio de Agricultura y Rie-

    go (Minagri), tenemos la tabla 2, que mues-

    tra que 46 empresas tienen, en conjunto,

    alrededor de un cuarto de milln de hect-

    reas, y que casi 300 mil UA tienen menosde cinco hectreas cada una. Estamos, as,

    nuevamente, con una estructura bipolarde latifundio-minifundio en la regin cos-

    tea, particularmente aguda en los valles

    de los departamentos de Piura, Lambaye-que, La Libertad y Lima.

    Dos dcadas de neoliberalismohan reproducido la bipolaridadSegn el ministro de Agricultura, Mil-

    ton von Hesse, no hay que preocuparse

    del tema de la concentracin, pues dado

    el inmenso nmero de pequeos agricul-

    tores, lo que debe hacerse es promover

    que se asocien entre s para superar las

    limitaciones de la pequea escala. Cier-

    tamente, eso hay que hacer y su ges-tin no lo est haciendo con la voluntad

    En 2012 se realiz el IV Censo Nacional Agropecuario. Es necesario comparar sus cifras con las del censo de 1994, para conocer los impactos delas polticas neoliberales en la realidad agraria.

    Tabla 2. Costa: nmero de UA por tamao

    Unidades agropecuarias reaNmero % ha %

    UA menos de 5 ha 296,400 82.89 nd nd

    De 5 a menos de 1,000 61,150 17.10 nd nd

    Empresas con ms de 1,000 ha* 46 0.01 247,588 26.4

    Total 357,596 100.0 939,293 100.0

    Fuentes: IV Cenagro; *Minagri; ** estimado.

    Tamao de UA

    FotoInei

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    12 LA REVISTA AGRARIA / 153

    necesaria, pero ese no es argumento

    para retroceder sobre lo que pareca que

    haba sido una posicin del presidente

    Ollanta Humala: limitar el crecimiento delatifundios.

    El neoliberalismo no lograsuperar el atraso del sector

    agrarioEn la seccin Agrodata de esta edi-

    cin deLRA se muestran algunos avan-ces en la modernizacin del sector agra-

    rio. Pero es interesante que el propio dia-

    rioEl Comercio tenga que reconocer que,a pesar de estos avances, el atraso an

    domina nuestra agricultura:

    [...] el censo [...] confirm que la ma-

    yor parte de dichas actividades produc-

    tivas se realiza en las condiciones ms

    precarias y generadoras de pobreza. Porejemplo, el 42% de la tierra cultivableno se trabaja y el 63% se riega slocuando cae la lluvia. Adems, solo 1%de productores usa electricidad en susactividades, el 77.3% no emplea nin-

    guna mquina y el 38% no aplica nin-gn abono. Adems, casi el 90% no re-cibe asistencia tcnica y el 92% no ac-cede a lneas de crdito. Segn el mi-nistro von Hesse, todas esas circuns-

    tancias son las que originan una baja

    productividad y pobreza, que segn el

    INEI afecta al 53% de los pobladores

    rurales. Esta cifra es altsima, ms si se

    la compara con la pobreza urbana, que

    afecta al 16,6% de la poblacin.

    A confesin de parte, relevo de prue-ba. El censo revela ms informacin queda cuenta de las agudas deficiencias que

    aquejan nuestro agro. Solo el 23% de los

    productores utilizan el tractor; incluso,

    en la costa, regin que alberga la agricul-

    tura tecnolgicamente ms avanzada, con

    superficies planas, solo el 52% lo utiliza.El 89% de los productores del pas

    agricultores y ganaderos no recibie-

    ron asistencia tcnica, lo cual podra ex-

    plicar, en parte, que solo el 11.1% de las

    UA utilizaron abonos qumicos y 15.6%emplearon abono orgnico en cantida-des suficientes.

    Otro problema que desfavorece el de-

    sarrollo de una agricultura ms eficiente

    son los bajos niveles educativos de los

    productores: el 15% nunca recibi edu-

    cacin; el 52% de los que la recibieron

    no superaron la primaria; el 26% lleg a

    estudiar secundaria, aunque no todos

    acabaron; y solo el 7.2% alcanz alguna

    forma de educacin superior.La escasa atencin que las polticas

    prestan a la diversidad cultural, tambin

    es un freno para el desarrollo de la activi-dad agraria. Aunque el Per reconoce,

    formalmente, la existencia de otras len-

    guas, las normas, los contenidos de ca-

    pacitaciones y las indicaciones tcnicas

    se dan casi exclusivamente en castella-

    no, cuando el 32% de los productorestienen otra lengua materna, lo que los

    ubica en desventaja.

    En sntesis, la comparacin entre loscensos de 1994 y 2012 muestra que, al

    amparo de las polticas neoliberales, se

    ha vuelto a reproducir, sobre todo en lacosta, una estructura bipolar de tenen-

    cia de la tierra, en donde existen, simult-

    neamente, por un lado, un proceso de

    subdivisin de la propiedad y de mini-

    fundizacin, y, por otro lado, un proceso

    de concentracin, sobre todo en la cos-

    ta. Muestra, tambin, que grandes defi-

    ciencias que aquejaban a los producto-

    res y conspiraban contra un mejor des-

    empeo econmico de la pequea agri-

    cultura escaso acceso a servicios fi-

    nancieros y no financieros, bajos nive-

    les educativos, etc. no han sido real-mente superadas. A medida que se di-

    funda toda la informacin recogida por

    el IV Cenagro, ser posible conocer me-jor el nuevo rostro del campo peruano,

    los diferentes ritmos de cambios en los

    diversos territorios del pas y los reales

    impactos de las polticas neoliberales.

    LRA seguir ofreciendo a sus lectores elanlisis de dicha informacin.

    Notas1 El lector tendr que contentarse con un

    avance, que est disponible en .2 Una comparacin con Brasil da una idea

    del gran nmero de UA en el Per: en esepas hay 5.2 millones de UA (censo 2006),pero el rea agropecuaria es diez vecesmayor.

    3 Incluye tierras de cultivo y pastos naturales.4 Tmese en cuenta que toda esta informa-

    cin proviene de las personas entrevistadas.Las cantidades de hectreas de tierra men-cionadas no provienen, pues, de medicio-nes tcnicas; son aproximaciones y lejos es-tn de ser exactas.

    Dos dcadas de polticas neoliberales no han logrado mejorar las cifras en el agro: solo 1% deproductores usa electricidad en sus actividades; el 38% no aplica ningn abono; el 90% norecibe asistencia tcnica; y el 92% no accede a lneas de crdito.

    FotoRicardoMarapi

  • 8/22/2019 La Revista Agraria 153, JULIO 2013 (texto completo)

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    JU LI O de 2013 13

    Proteccin del INIA sobre papas nativaspuede afectar a pequeos agricultores

    Manuel Ruiz Muller (SPDA)

    Desde hace algunos aos, el Instituto Na-

    cional de Innovacin Agraria (INIA) vienepresentando solicitudes de proteccin de

    derechos de obtentor ante el Indecopi1 (ms

    de cincuenta), a travs del sistema de la

    Unin Internacional para la Proteccin de

    las Obtenciones Vegetales (UPOV), sobreestas variedades de papa nativa: Solanumandigena,Solanum gonicaliyx (papa ama-rilla) ySolanum chaucha (papa huayro).

    Lo preocupante de la pretensin del INIA

    se resume en estos factores:

    Las variedades sobre las que pide pro-teccin son, en su mayora, nativas y

    sobre las cuales no existe un trabajo deinnovacin o, por el contrario, esta in-

    novacin ha sido realizada acumulati-

    vamente por agricultores, a lo largo de

    muchos siglos de esfuerzo y de trabajo,

    a veces, no reconocido.

    Segn algunos expertos, dichas varie-

    dades no cumplen con los requisitos de

    proteccin que el sistema UPOV exige:

    novedad, estabilidad, etctera. Dentro de este sistema de proteccin, el

    INIA es, al mismo tiempo, evaluador de

    la viabilidad tcnica de las variedadessometidas a solicitudes de proteccin,

    razn por la cual no se entiende cmo

    va a realizar dicha evaluacin (el INIAcomo juez y parte interesada?).

    Resulta riesgoso someter a derechos ex-

    clusivos aquellas variedades que son

    muy importantes para los pequeos agri-

    cultores en materia de seguridad alimen-

    taria. En trminos simples: van a tener

    que pagarle alguna regala al INIA por el

    uso de variedades protegidas? Por ms

    que se indique que estarn libremente

    disponibles, para qu protegerlas de estamanera ? Por qu no usan el Registro

    Nacional de Papa Nativa que no otorga

    derechos exclusivos? All ya figuran re-

    gistradas muchas de aquellas variedades.

    La mayora de estas variedades fueronentregadas por el Centro Internacional

    de la Papa al INIA con el objetivo de

    liberarlas entre los agricultores del pas

    y no estaba prevista su proteccin me-

    diante UPOV.

    Cuando en 2009 se firm el TLC conEE.UU., una de las disposiciones del acuer-

    do que pas desapercibida fue la obli-gacin impuesta al Per de adherirse al

    Convenio UPOV2, que lo obliga a otorgar

    derechos similares a los de una patente a

    quienes desarrollan nuevas variedades de

    cultivos que cumplen con ciertas exigen-

    cias tcnicas: novedad, distintividad, es-

    tabilidad y homogeneidad3. Si dichas exi-

    gencias se cumplen, el Estado (Indecopi),

    previo examen tcnico del INIA, otorga underecho exclusivo de monopolio temporal

    (veinte aos) de uso, explotacin, comer-

    cializacin, exportacin, importacin, etc.,de la variedad4.

    El sistema UPOV funciona bien y ha pro-

    bado ser eficiente en pases industrializa-dos donde prima la agricultura moderna,

    una institucionalidad muy fuerte y un rgi-

    men de resolucin de disputas confiable.

    Pero sus efectos en pases en desarrollo

    son menos contundentes y puede ser per-

    judicial por algunos patrones que tiende a

    favorecer: la uniformizacin de los culti-

    vos; la orientacin de la investigacin ha-

    cia cultivos con potencial comercial; la pr-

    dida de diversidad gentica por la apuestapor cultivos comerciales; etctera.

    Los pequeos agricultores peruanos

    son reconocidos como guardianes y con-

    servadores de los recursos genticos (se-

    millas) que han dado lugar a las varieda-des modernas que ahora predominan en

    los mercados. Son un actor principal para

    los procesos de investigacin y siguen

    proporcionando genes tiles para el me-

    joramiento de plantas. Estas semillas nati-

    vas son crticas para la soberana y la se-guridad alimentarias.

    En los ltimos veinte aos, el INIA hasufrido, lamentablemente, maltratos polti-

    cos: se cambian a sus jefes anualmente, se

    reducen los presupuestos para la investi-

    gacin, se desmantelan las estaciones ex-

    perimentales, etc. En medio de esta crtica

    situacin, el INIA cree5, de manera equivo-

    cada, que mediante derechos de obtentor

    se van a mejorar ingresos u obtener recur-

    sos, cuando desde los fondos pblicosdichos recursos deberan materializarse

    pero no lo logran y, por el contrario, se

    reducen. El INIA debe recapacitar y focali-zar su accionar en aquello para lo cual fue

    creado: promover la investigacin agrope-

    cuaria y hacerla disponible en forma libre,especialmente en beneficio de los peque-

    os agricultores del pas.

    Notas1 Instituto Nacional de Defensa de la Compe-

    tencia y de la Proteccin de la Propiedad In-telectual. Ver, en esta misma edicin de LRA,artculo sobre el derecho de obtentor.

    2 Artculo 16.1.3 (captulo 16, sobre propiedadintelectual).

    3 Dos de las excepciones ms importantes deUPOV son la del obtentor (que permite usarvariedades protegidas para seguir innovan-do) y la del agricultor, que le otorga al agri-cultor la facultad de usar el producto de sucosecha (semillas) para aplicaciones de con-

    sumo directo, comercio a pequea escala, etc.4 La Decisin 345 de la Comunidad Andina

    establece un rgimen de proteccin de varie-dades vegetales, bastante similar y compati-ble con el sistema UPOV.

    5 El INIA respondi, en un comunicado, queesta solicitud se hizo con el objetivo de reco-nocer como peruanas a estas variedades y

    contribuir en su proteccin legal.http://www.actualidadambiental.pe/?p=19570

  • 8/22/2019 La Revista Agraria 153, JULIO 2013 (texto completo)

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    14 LA REVISTA AGRARIA / 153

    El derecho de obtentores un derecho depropiedad intelectual que permite a los titu-

    lares de un certificado de obtentor impedir a

    terceras personas utilizar, sin su consenti-miento, el material de propagacin, repro-

    duccin, multiplicacin o el producto de la

    cosecha de nuevas variedades vegetales

    que se encuentren protegidas por este rgi-

    men. Es un derecho que se ejerce por un

    periodo y en un territorio determinado1.Sin embargo, muchos pases en parti-

    cular, aquellos que albergan una gran biodi-

    versidad (Brasil, Ecuador, India, Filipinas,

    etc.), entre ellos el Per, al regular sus

    regmenes nacionales, han establecido limi-

    taciones al derecho de los titulares de certi-

    ficados de obtentor, con el objetivo de que

    ciertos sectores puedan continuar utilizan-

    do para distintos fines las variedades

    vegetales protegidas. Es el caso, por ejem-

    plo, de los pequeos agricultores y las co-munidades locales, a quienes se les permiteguardar semilla para utilizarla en campaas

    posteriores, para la venta, para el intercam-

    bio, como alimento, etc., facultad que se co-

    noce como el derecho del agricultor.Este ltimo derecho se fundamenta en

    que las comunidades indgenas, locales ypequeos agricultores, a travs de prcti-

    cas tradicionales y durante generaciones,

    han sido los principales conservadores de

    un sinnmero de variedades nativas y loca-

    les, contribuyendo, as, con la conservacin

    de la biodiversidad y, muchas veces, de va-

    riedades de gran importancia alimenticia,

    industrial o econmica. De igual manera, las

    comunidades locales han logrado asegurar

    la alimentacin de sus integrantes a travs

    del intercambio de semillas o productos, dela venta de la cosecha obtenida o de reser-

    var algo de la cosecha para utilizar esa reser-

    va como semilla en la siguiente campaa2.

    El derecho del agricultores, por tanto,un derecho fundamental, que no debera

    restringirse en ninguna circunstancia. Las

    legislaciones nacionales sobre el derechode obtentor deben considerar disposicio-

    nes que permitan a los pequeos agriculto-

    res mantener sus prcticas consuetudina-

    rias relacionadas con el manejo y el acceso

    a la semilla. En efecto, muchos pases hanregulado ciertos aspectos del derecho delagricultorcon el fin de tener muy claro cu-les son las actividades que los pequeos

    agricultores pueden realizar sin infringir los

    derechos de un titular de certificado de ob-

    tentor. As por ejemplo, varios pases han

    definido al pequeo agricultor, mientras

    que otros han sealado cules son las es-

    El derecho de obtentor y elderecho del agricultor:

    dos caras de la misma moneda?Sylvia Bazn Leigh

    pecies comprendidas en elderecho del agri-cultorde acuerdo con su realidad nacional,regional o local.

    Hoy en da somos testigos de la crecien-

    te tendencia por reclamar derechos de pro-

    piedad intelectual sobre el conocimiento

    generado, con lo que se obtiene, como con-secuencia, derechos monoplicos. El reino

    vegetal no es ajeno a esta situacin, y bajo

    este escenario es posible solicitar derechos

    de propiedad intelectual para cualquier es-

    pecie, incluyendo aquellas que garantizan

    la seguridad alimentaria de ciertas poblacio-nes (papa, frijol, cereales, arroz, maz, etc.).

    Son nuestras autoridades quienes deben

    analizar con especial cuidado este tema y

    regularlo de manera clara; de no ser as, es

    posible que el perjuicio sea mayor que el

    beneficio, especialmente para nuestros pe-queos agricultores.

    Las comunidades indgenas han sido los principales conservadores de las variedades nativas. Lasleyes deben proteger el derecho de los pequeos agricultores a manejar y acceder a las semillas.

    Notas1 El derecho de obtentor est reconocido en

    la Decisin 345 de la CAN sobre un Rgi-men Comn de Proteccin de las Obtencio-nes Vegetales (1993), en el reglamento na-cional (el D.S. 035-2011-MINAG) y en elConvenio de la Unin Internacional para la

    Prot ecci n de Obte nc io ne s vege ta le s(UPOV), Acta de 1991, al cual se adhiri el

    Per como parte de una obligacin en elTLC con EE.UU.

    2 Es importante no confundir el derecho oexcepcin del agricultor del propio rgimenUPOV, con los derechos del agricultor reco-nocidos en el Tratado Internacional de la

    FAO sobre Recursos Fitogenticos para laAlimentacin y la Agricultura (2001) (rati-ficado por el Per), y que incluye no soloeste derecho a reutilizar semillas, sino tam-bin a compartir beneficios, a participar en

    procesos polticos y a que los conocimientosde los agricultores sean protegidos.

    Fotointernet

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    JU LI O de 2013 15

    Cam b i o c l imt i c o , m i g r a c i n

    y c o n f l i c t o e n l a Am az ona y

    e n l o s A n d e s . Hoffman, Max

    y Ana Grigera,. Washington:

    Center for American Progre-

    ss, 2013.

    Este informe es el cuarto de una

    serie del Center for American Pro-gress (Centro para el ProgresoAmericano), que examina las im-plicaciones del nexo entre el cam-bio climtico, la migracin y la se-guridad. Estos anlisis subrayan elentrecruzamiento de esos factores en regiones estratgicasdel mundo y sugieren maneras mediante las cuales las pol-ticas pblicas de EE.UU. deben adaptarse para responder alos desafos presentados por ellos. Texto descargable desde.

    Po lt i c as p b l i c as pa ra c om u-

    n i d a d e s c a m p e s i n a s 2 0 1 1 -

    2 0 1 2 . Bustamante, Minda y

    Pedro Castillo. Lima: Grupo

    ALLPA/ Asociacin Servicios

    Educativos Rurales (SER),

    2012.

    En los ltimos aos, el Grupo ALLPAviene realizando un seguimiento delas polticas de Estado para comuni-dades campesinas y pueblos origi-narios, con el objetivo de aportar a

    Presidencia del Consejo de Mi-

    nistros (PCM)

    Mediante D.S. 082-2013-PCM (16 jul.)se declara el estado de emergenciaen las zonas cafetaleras de los depar-tamentos de Amazonas, Ayacucho,Cajamarca, Cusco, Hunuco, Junn,Pasco, Puno, San Martn, Ucayali y Piu-ra, incluidos los valles de los ros Apu-rmac, Ene y Mantaro (Vraem).

    Ministerio de Agricultura y Rie-

    go (Minagri)Por R.M. 0241-2013-AG (2 jul.) se creael grupo de trabajo encargado de ana-lizar la problemtica del sector Agricul-tura y Riego en lo referente a la gestinde la infraestructura hidrulica y la dis-ponibilidad de los recursos hdricos. Por R.D. 0061-2013-AG-SENASA-DIAIA (5 jul.) aprueban programas decapacitacin y asistencia tcnica pre-sentados por diversos titulares de re-gistros de plaguicidas qumicos de usoagrcola.

    Mediante R.Jef. 296-2013-ANA (16jul.) renuevan y prorrogan reserva derecursos hdricos otorgada medianteD.S. 003-2009-AG a favor de los pro-yectos especiales Chavimochic y Chi-necas.Por D.S. 007-2013-MINAGRI (18 jul.)se aprueba el Reglamento de Organiza-cin y Funciones del Servicio NacionalForestal y de Fauna Silvestre (Serfor).

    Ministerio del Ambiente (Minam)

    A travs de la R.M. 203-2013-MINAM(13 jul.) se reconoce el rea de con-servacin privada Selva Virgen, ubica-da en el departamento de Loreto.Mediante D.S. 007-2013-MINAM (16

    jul.) se declaran de inters nacional larealizacin de la Vigsima Conferen-cia de las Partes de la ConvencinMarco de las Naciones Unidas sobreel Cambio Climtico - COP 20, la Dci-ma Reunin de las Partes del Protoco-lo de Kioto - CMP10, as como las acti-vidades y eventos conexos, y se crea

    que esta importante poblacin logre su real inclusin en el pro-ceso nacional de desarrollo. En esta publicacin se presentanlos resultados del seguimiento realizado durante los aos 2011y 2012, incluyendo temas como el reconocimiento y titulacindel territorio comunal, la consulta previa y el proceso de descen-tralizacin, entre otros. Puede descargarse de .Pano r ama and i n o so b r e c am -

    b io c l im t i c o : vu ln e rab i l i dad y

    adap t a c i n en l o s Andes t r op i -

    c a l e s . Cuesta Camacho, Fran-

    cisco y Teresa Becerra. Quito:

    Condesan/ SGCAN, 2012.

    Este trabajo presenta un anlisis yrevisin de la informacin publicadasobre la vulnerabilidad de los Andestropicales ante el cambio climtico,en relacin con tres ejes temticos:biodiversidad, recursos hdricos y sis-

    temas productivos, examinando elestado del conocimiento e identificando vacos de informacin,con el objetivo de construir una agenda de investigacin. Tam-bin recopila informacin sobre proyectos de la cooperacininternacional que desarrollan acciones de adaptacin en loscinco pases andinos, as como una descripcin del marco ins-titucional vigente en los pases miembros de la Comunidad

    Andina en respuesta a los compromisos adquiridos de confor-midad con la Convencin Marco de las Naciones Unidas parael Cambio Climtico (CMNUCC). Texto descargable desde.

    el grupo de trabajo multisectorial en-cargado de su preparacin, organiza-cin y realizacin.

    Ministerio de Desarrollo e Inclu-

    sin Social (Midis)

    Por R.M. 142-2013-MIDIS (21 jul.) semodifica el Manual de Operaciones delFondo para la Inclusin Econmica enZonas Rurales (Fonie).

    Gobiernos regionales

    La Ordenanza 232-AREQUIPA (13 jul.)establece, como poltica regional, Di-namizar el desarrollo agrario rural conel enfoque de inclusin social en laregin Arequipa.

    Instituto Nacional de Estadsti-

    ca e Informtica (INEI)

    Por R.Jef. 035-2013-INEI (20 jul.) seautoriza la realizacin de la Encuestade Precios Diarios en los MercadosMayoristas y Minoristas correspondien-te al ao 2013 a nivel nacional.

    Normas legales Normas legales Normas legales Normas legales

    Visite: www.larevistaagraria.org

    blicacionespublicacionespublicacionespublicacionespublicacionespub

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