la necropolis fenicia de tiro - al bass

33
Huelva Arqueológica 20 Diputación Provincial de Huelva

Upload: hernan-santiago-vizzari

Post on 02-Oct-2015

17 views

Category:

Documents


5 download

DESCRIPTION

La Necropolis Fenicia de Tiro - Al Bass

TRANSCRIPT

  • Huelva Arqueolgica20

    Diputacin Provincial de Huelva

  • ACTAS DEL

    III CONGRESO ESPAOL DE ANTIGUO ORIENTE PRXIMO

    Huelva, del 30 de Septiembre al 3 de Octubre de 2003

    Jess Fernndez JuradoCarmen Garca Sanz

    Pilar Rufete Tomico

    Coordinadores

    DIPUTACIN PROVINCIAL DE HUELVA

  • EDITASECCIN DE ARQUEOLOGADIPUTACIN PROVINCIAL DE HUELVA

    INTERCAMBIOS, CORRESPONDENCIA Y DISTRIBUCIN

    Diputacin Provincial de HuelvaSeccin de ArqueologaAvda. Martn Alonso Pinzn, 1121003 HUELVA (Espaa)

    Telf. (34) 959 494762; Fax (34) 959 494762Correo electrnico: [email protected]://www.diphuelva.es/arqueologia

    El catlogo de las publicaciones de la Seccin de Arqueologa puede consultarseen la pgina de internet indicada.

    CONSEJO DE REDACCINDirector:

    Jess Fernndez Jurado

    Redactoras:Pilar Rufete TomicoCarmen Garca Sanz

    DISEO Y MAQUETACINSeccin de Arqueologa

    no asume como propias, necesariamente, las ideas uopiniones expuestas por los autores.

    se intercambia con toda clase de publicaciones sobrePrehistoria, Arqueologa e Historia (Antigua y Medieval),tanto espaolas como extranjeras.

    Diputacin Provincial de Huelva (de la edicin) De los textos, notas e ilustraciones, sus autores

    I.S.S.N. 0211-1187Depsito Legal: H-196-2004FOTOMECNICA E IMPRESIN: Tcnicas de Fotocomposicin S.L.

  • III CONGRESO ESPAOL DE ANTIGUO ORIENTE PRXIMO

    COMIT CIENTFICO

    Prof. Dr. Jess Luis Cunchillo IlarriInstituto de Filologa - CSIC. Madrid

    Dra. Maria del Carmen Prez DieMuseo Arqueolgico Nacional. Madrid

    Prof. Dr. Alberto Bernab PajaresFacultad de Filologa. Universidad Complutense. Madrid

    Dr. Juan Pablo Vita BarraInstituto de Estudios Islmicos y de Oriente Prximo - CSIC. Zaragoza

    Prof. Dr. Juan Antonio Alvarez Pedrosa NezFacultad de Filologa. Universidad Complutense. Madrid

    Dr. Sebastin Celestino PrezInstituto de Arqueologa de Mrida - CSIC.

    Dr. Juan Pedro Garrido RoizFacultad de Geografa e Historia. Universidad Complutense. Madrid

    Dr. Jess Fernndez JuradoSeccin de Arqueologa. Diputacin Provincial de Huelva

    Centro de Estudios del Prximo Orientewww. icepo.org www.diphuelva.es/arqueologia

  • NDICE

    SESIN SIRIA-PALESTINA Y SU INFLUENCIA EN EL MEDITERRNEOOCCIDENTAL

    PONENCIAAlfabetos lineal y cuneiforme: relaciones en el II milenio a.C.

    Juan Pablo VitaCSIC-Instituto de Estudios Islmicos y del Oriente Prximo. Zaragoza

    pp. 9-40

    COMUNICACIONESLa necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    en el contexto funerario fenicio orientalM. Eugenia Aubet Semmler

    Francisco J. Nez CalvoLaura Trellis Carreo

    Universidad Pompeu Fabra. Barcelonapp. 41-62

    Sacrificios de cnidos en la necrpolis pnica de CdizAna M. Niveau de Villedary y Marias

    Universidad de TusciaEduardo Ferrer Albelda

    Universidad de Sevillapp. 63-88

    Costumbres funerarias en el alto ufrates sirioen poca romana y bizantina

    Alejandro Egea VivancosUniversidad de Murcia

    pp. 89-114

    Astart entronizada entre esfinges de Puig dels Molins, IbizaJos M. Blzquez Martnez

    Real Academia de la Historia. Madridpp. 115-126

    Bes, Ptah y Ptah-PatecoDavid Gmez Lucas

    Universidad de Sevillapp. 127-148

    Imaginera orientalizante en cermica de Carmona (Sevilla)Mara Beln

    Ana Rut BobilloM. Carmen Garca Morillo

    Juan Manuel RomnUniversidad de Sevilla

    pp. 149-170

    7

  • Culto de BAAL em TaviraMaria Garcia Pereira Maia

    Lus Fraga da SilvaCampo Arqueolgico de Tavira

    pp. 171-194

    La Gorgona Medusa Un posible mito tartsico? Ana M. Vzquez Hoys

    Universidad Nacional de Educacin a Distancia. Madridpp. 195-214

    Los santuarios fenicio-pnicos como centros de sabidura:el templo de Melqart en Gadir

    Mara Cruz Marn CeballosAna Mara Jimnez Flores

    Universidad de Sevillapp. 215-240

    Nuevas evidencias de cultos betlicos en TurdetaniaM. Luisa de la Bandera Romero

    Eduardo Ferrer AlbeldaFrancisco Jos Garca Fernndez

    Manuel Camacho MorenoUniversidad de Sevilla

    pp. 241-256

    Cuestiones preliminares al estudio del ritual en LevticoManuel Martnez Hermoso

    Juan Carrillo Baenapp. 257-272

    Oriente en Occidente: consideraciones en torno a Tartessos.A propsito de los ritos funerarios y las relaciones mediterrneas

    Juan Pedro Garrido RoizUniversidad Complutense. Madrid

    pp. 273-280

    Sustratos fenicios y adstratos pnicos:los bstulos entre el Guadiana y el Guadalquivir

    Eduardo Ferrer AlbeldaUniversidad de Sevilla

    pp. 281-298

    Los textos invisibles: la documentacin feniciay la introduccin de la escritura en la Pennsula Ibrica

    Jos ngel Zamora LpezCSIC-Instituto de Estudios Islmicos y del Oriente Prximo. Zaragoza

    pp.299-318

    8

  • 41

    SESIN SIRIA-PALESTINA Y SU INFLUENCIAEN EL MEDITERRNEO OCCIDENTAL

    Comunicaciones

  • LA NECRPOLIS FENICIA DE TIRO-AL BASSEN EL CONTEXTO FUNERARIO FENICIO ORIENTAL

    M. Eugenia AubetFrancisco J. Nez

    Laura TrellisUniversitat Pompeu Fabra. Barcelona

    43

  • RESUMENEl hallazgo y excavacin en el ao 1997 de una necrpolis de la

    Edad del Hierro en Tiro, ha supuesto un importante avance en el conoci-miento de las costumbres funerarias fenicias.

    A partir de un estudio interdisciplinario, en el que se incluye unanlisis geomorfolgico, estratigrfico, material y antropolgico, se hanobservado unas pautas estandarizadas de tratamiento del cuerpo y poste-rior disposicin de los restos y de su ajuar, que apuntan a la existencia deun ritual funerario mucho ms complejo de lo que se haba supuesto.

    El objetivo de nuestra comunicacin consiste en presentar demanera preliminar los primeros resultados obtenidos en Al Bass y analizarsu lugar en el mbito de las necrpolis fenicias excavadas con anterioridad.

    SUMMARYThe discovery and excavation in 1997 of an Iron Age cemetery at

    Tyre has produced an important advance in our knowledge of Phoenicianfunerary customs.

    The interdisciplinary study undertaken in this site, including geo-morphological, stratigraphical, material and anthropological analyses, hasled to the observation of a standardized pattern in body treatment and itsdeposition. This pattern points to the existence of a more complexPhoenician funerary world that it was earlier supposed.

    The aim of our communication is to present in a preliminary waythe results obtained in Al Bass as well as to analyse how they relate to therest of Phoenician cemeteries excavated until now.

    45

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

  • IntroduccinEn el ao 1997, durante la excavacin de los cimientos para la

    futura construccin de una fbrica de productos agrcolas, cerca del par-que arqueolgico de Tiro Al Bass, se hallaron fragmentos de recipientescermicos que fueron identificados como urnas cinerarias y de poca feni-cia.

    La Direction Gnrale des Antiquits du Liban (DGA), represen-tada en aquel entonces por el Dr. Camile Asmar, llam a la Dra. M.Eugenia Aubet para llevar a cabo, ese mismo ao, la direccin de unaintervencin arqueolgica de urgencia en ste rea. El objetivo consistaen establecer los lmites culturales, espaciales y cronolgicos de loshallazgos y ubicar, adems, esta necrpolis dentro del marco histrico dela antigua ciudad de Tiro. La excavacin de la campaa de 1997 cont con

    46

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    Figura 1. Mapa de Tiro y localizacin de la necrpolis fenicia de Al Bass

  • la ayuda del Rectorado de la Universidad Pompeu Fabra, de la DGA delLbano y estuvo compuesta por un equipo espaol y libans. En 1999 serealiz una segunda campaa que tuvo como objetivo definir la secuenciageomorfolgica y estratigrfica as como la planimetra del yacimiento1.

    Los hallazgos procedentes de excavaciones clandestinas, efec-tuadas durante los aos de la guerra civil en las proximidades del campa-mento palestino de Al Bass, ya indicaban la existencia de restos de pocafenicia en aquella zona. En concreto, nos referimos a los materiales des-cubiertos a finales de 1990, entre los que se contaba con urnas cinerarias,estelas, jarros de boca de seta y trilobulada, cuencos bcromos y de engo-be rojo, as como escarabeos y otros pequeos objetos depositados juntoa los restos seos en el interior de las urnas.

    En un principio, el carcter y las asociaciones de este materialarqueolgico, una parte del cul pudo ser recuperado y estudiado en 1991,hizo pensar que se trataba de material procedente de un tophet2. Las exca-vaciones arqueolgicas de urgencia de 1997 y el ulterior estudio de losmateriales, as como la intervencin de 1999 y la excavacin sistemticadel 20023 confirman, sin embargo, la existencia de una necrpolis queestuvo en uso, al menos, durante toda la Edad del Hierro.

    UbicacinLa necrpolis de Tiro se situa en el barrio de Al Bass, prxima a

    la necrpolis romano bizantina situada en el parque arqueolgico y al surdel campamento de refugiados palestino Al Bass (fig. 1).

    Los estudios geomorfolgicos y sedimentolgicos efectuados apartir de las muestras obtenidas durante las campaas de 1997 (urgencia)y 1999 han permitido reconstruir el paisaje geolgico del territorio de lanecrpolis y su entorno medioambiental4.

    De manera sucinta podemos decir que la necrpolis fenicia esta-ba emplazada en tierra firme y a primera lnea de costa. Originariamenteera una zona de dunas, ubicada a un par de kilmetros de distancia de laisla donde se hallaba el asentamiento, y prxima a una zona de marismas.

    EstratigrafaEn el rea de excavacin de 1997 y 1999, que cubre una exten-

    sin de unos 80 m2, se han reconocido 5 estratos. El estrato superior(estrato I) de unos 50 cm de espesor, est formado por limos arcillosos eincluye nicamente material moderno. Por debajo de ste, se identific unestrato mucho ms amplio de unos 1,7 m formado por arcillas arenosas decolor castao rojizo claro (estrato II) en el que se hallaron cermicas depoca helenstica, romana y bizantina al igual que en el estrato subyacen-te, el estrato III, un nivel de transicin, de menor espesor (circa 13 cm) ycompuesto por arenas compactas de color castao gris.

    47

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    1. M.E. AUBET, "Une ncropole rcemment dcou-verte Tyr", en Liban, l'autre rive, Catalogueexposition de l'Institut du Monde Arabe, 1999,pp. 139-141; M.E. AUBET, F.J. NEZ, L.TRELLIS, The phoenician cemetery of Tyre-AlBass, Bulletin d'Archologie et d'ArchitectureLibanaises 3, 1999, pp.267-294; M.E. AUBET(ed.), The phoenician cemetrery of Tyre-AlBass. Excavations 1997 and 1999, Bulletind'Archologie et d'Architecture Libanaises (enprensa).

    2. H. SEEDEN, "A tophet in Tyre?", Berytus XXXIX,1991, pp.39-82; SADER, H., "Phoenician stelaefrom Tyre", Berytus XXXIX, 1991, pp. 101-126.

    3. La campaa de 1999 fue realizada gracias a lasubvencin de la AECI (Agencia Espaola deCooperacin Internacional). La excavacinefectuada en el ao 2002 cont con la ayudadel Ministerio de Educacin, Cultura y Deporte.

    4. P. CARMONA y J.M. RUIZ, "Geomorphologicaland geoarchaeological evolution of the coastli-ne of the tyre tombolo. Preliminary results",M.E. AUBET (ed.), The phoenician cemetreryof Tyre-Al Bass. Excavations 1997 and 1999,Bulletin d'Archologie et d'ArchitectureLibanaises (en prensa); M. MILLN, E. VILLA-TE, M. BERNZ, "Palaeoecological analysis ofthe sedimentary remains from the Phoeniciannecropolis", M.E. AUBET (ed.), The phoeniciancemetrery of Tyre-Al Bass. Excavations 1997and 1999, Bulletin d'Archologie etd'Architecture Libanaises (en prensa).

  • Inmediatamente por debajo de ste hallamos el estrato IV (fig. 2),caracterizado por ser una gran capa de arenas con inclusiones y filtracio-nes de limos finos y restos orgnicos procedentes del proceso de colma-tacin de una antigua laguna. En este estrato se depositaron las urnascinerarias.

    El estrato ms profundo (V) no sac a la luz material arqueolgi-co. Se trata de un nivel de sedimento gris oscuro formado por arcillas ygran cantidad de material orgnico degradado.

    La disposicin de las urnasComo hemos indicado, los enterramientos se encuentran distri-

    buidos por todo el estrato 4, cuyo nivel superior se caracteriza por la apa-ricin de una serie de materiales cermicos dispersos y sin una contex-tualizacin clara, as como algunas estelas volcadas. Inmediatamentedebajo de este nivel, y a distintas alturas, aparecen las urnas cinerarias. Sibien en la campaa de 1997 no fue siempre posible distinguir las fosasfunerarias, las urnas aparecan siguiendo tres patrones bsicos: aisladas,en parejas y en agrupamientos.

    En primer lugar, las urnas aisladas representan un tipo de dispo-sicin de urnas minoritario, siendo el de las parejas el ms numeroso. Eneste caso, dos urnas aparecen juntas compartiendo un mismo ajuar cer-mico. El tercer patrn es ms complejo. Por un lado, encontramos con-centraciones de hasta seis urnas que aparecen dispuestas de maneraordenada. En un primer momento, y sobre la base de parmetros tipolgi-cos cermicos, fue posible distinguir conexiones entre algunas de susurnas, dando lugar a posibles parejas. Por otro lado, se han registradoagrupamientos de urnas en los que stas aparecan dispuestas sin seguirun orden aparente. Esto parece indicar que se trata de amontonamientosde materiales, posiblemente con el fin de habilitar espacio para realizarnuevos enterramientos.

    El ajuarComenzando por las urnas, las formas cermicas registradas

    son, bsicamente, cuatro. La forma ms numerosa es la crtera anforoide(fig. 4.a.1: 4, b: 1, 2, c: 1, 3 y d: 1, 4), seguida por el nfora decorada (fig.4.b: 3, c: 2, 4, 5 y d: 2). Finalmente, en slo dos casos estas dos formasfueron sustituidas por una olla de cocina y por un nfora de almacena-miento a la que se le ha cortado el hombro (fig. 4.d: 3 y a: 3 respectiva-mente). Cabe destacar, adems, que es en el grupo de las urnas donde sehalla la mayora de las importaciones registradas en la campaa de 1997,todas ellas posiblemente procedentes de Chipre.

    Las bocas de las urnas aparecen cubiertas por medio de cuen-cos invertidos (fig. 4.e: 1 a 7) o bien por tapaderas de cermica (fig. 4.e: 8)o piedra. Estas ltimas podan consistir, a su vez, en meras losas o tapa-deras ms elaboradas (fig. 4.e: 9 y 10).

    48

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

  • Adems de las tapaderas, junto a las urnas aparecen otros mate-riales cermicos que, por lo general, responden a un ajuar estandarizado(fig. 3.a): jarras del tipo de anillo en el cuello (fig. 5.a), jarras de boca trilo-bulada (fig. 5.b) y cuencos para beber (fig. 6.a). Sin embargo, este ajuarestndar se da en slo una de las urnas aisladas (fig. 3.b). Por el contra-rio, en la mayora de estos casos a la urna le acompaa una sola jarra deltipo de anillo en el cuello (fig. 3.c). 49

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    Figura 2. Planta del estrato IV

  • Aparte de las cermicas que componen el ajuar, se han obser-vado otras, especialmente platos, en estado muy fragmentario. Parece serque fueron rotos deliberadamente en el momento de la deposicin de laurna y su ajuar como parte del ritual funerario. Adems, en un solo caso,la urna 8, junto a las cermicas se depositaron cuatro terracotas, al pare-cer dentro de una caja de madera, restos de la cual aparecieron carboni-zados sobre la urna. Estas terracotas confieren un carcter especial a estatumba y consisten en una mscara antropomorfa de tamao real, un jine-te, una miniatura que representa un altar o templo, y la figura de un hom-bre o deidad que realiza una ofrenda.

    Todo este material cermico puede ser dividido desde el puntode vista cronolgico-secuencial en cinco periodos.

    Del primero de los Periodos observados no se ha reconocido nin-gn enterramiento. No obstante, algunos materiales descontextualizados

    50

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    Figura 3. Tipos de tumbas

  • (no ilustrados aqu) perteneceran a un momento secuencial anterior alrepresentado por los enterramientos ms antiguos. La presencia de estosmateriales antiguos sugerira, por consiguiente, la existencia de enterra-mientos de este momento en Al Bass.

    Durante el Periodo II los ajuares presentan, por lo general, cr-teras anforoides como urna, la mayora de ellas de origen chipriota (fig.4.a: 1 y 4 respectivamente), aunque en un caso aparece una nfora localde almacenamiento y lo que parece un hbrido entre estas dos formas (fig.4.a: 2). Las jarras de anillo en el cuello presentan un cuerpo globular,bases estables y decoracin a base de bandas y filetes concntricos (fig.5.a: 1 y 2), mientras que las jarras trilobuladas cuentan con un cuerpo piri-forme y cuellos largos o cuello cnico y cuerpo globular (fig. 5.b: 1 y 2),ambas con engobe rojo. Los cuencos para beber registrados son del tipoplano con bases estables y cubiertos de engobe rojo (fig. 6.a: 1), mientrasque los cuencos comunes suelen tener bordes directos y simples, desta-cando que stos cuentan en ocasiones con una decoracin pintada simi-lar a la de las jarras con anillo en el cuello (fig. 6.b: 1)5.

    Las tumbas que podran pertenecer a este periodo han ofrecidoun detalle interesante, la sustitucin de algunas de las formas cermicastpicas del ajuar funerario por otras. As, en un caso la jarra de anillo en elcuello ha sido sustituida por una jarra-barril (fig. 5.c: 1), mientras que enotro el lugar de la jarra trilobulada es ocupado por una jarrita de base ines-table (fig. 5.c: 2). Otra forma que aparece en este momento es una jarraprovista de un pico vertedor (fig. 5.c: 3). Finalmente, las importaciones per-tenecen en su mayora al Chipro-Geomtrico III, aunque hay algn casofechable en el Chipro-Geomtrico II.

    En lo que se refiere al Periodo III, las urnas estn representadaspor crteras anforoides fenicias y chipriotas (fig. 4.b: 1 y 2 respectivamen-te), y nforas decoradas, todas ellas chipriotas (fig. 4.b: 3). Por su parte,las jarras con anillo en el cuello, tpicas de este momento, cuentan concuerpos globulares cuyos bordes pueden ser, por un lado, abiertos conlabios rectos, o, por el otro, verticales y con labios redondeados. Ambasvariedades cuentan con decoracin pintada bcroma (rojo y negro) que seconcentra en la mitad superior del cuello (fig. 5.a: 3 y 4). Por su parte, lasjarras trilobuladas cuentan con cuerpos globulares, mientras que los cue-llos son o bien cnicos y cubiertos con engobe rojo, o bien abiertos conbordes pellizcados y superficies lisas (fig. 5.b: 3 y 4). Entre los cuencospara beber se han registrado dos tipos, uno aplanado similar al del perio-do anterior y otro hemiesfrico. Todos ellos estn cubiertos con engoberojo (fig. 6.a: 2 y 3). Los cuencos comunes tambin cuentan con dosvariantes, junto a los que presentan bordes simples, se han registrado otroscon bordes engrosados por el interior (fig. 6.b: 2 y 3 respectivamente).

    A diferencia del resto de periodos, al Periodo IV corresponde lamayor parte de los enterramientos, por lo que la variedad tipolgica de las

    51

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    5. Este patrn decorativo corresponde al Style IIIde W.P. ANDERSON, Sarepta I. The LateBronze and Iron Age Strata of Area II, Y, 1988,pp. 335-336.

  • distintas formas cermicas es mayor. Empezando por las urnas, stascuentan con crteras anforoides, tanto fenicias como chipriotas (fig. 4.c: 1fenicia y 3 chipriota), y nforas decoradas, entre las que hay ejemplaresfenicios, algo no registrado en los periodos anteriores (fig. 4.c: 2 fenicia y4, 5 chipriotas). Las jarras con anillo en el cuello estn representadas porjarras de cuerpos de tendencia globular con las tipicas boca de seta y porotras de borde vertical (fig. 5.a: 5 y 6). Mientras, las jarras trilobuladascuentan con cuerpos ms achatados y cuellos ms anchos, a las que sele aadira, una vez ms, otro tipo de cuerpos similares pero con bordepellizcado (fig. 5.b: 5 y 6 respectivamente). La misma continuidad laencontramos en los cuencos para beber. Contamos de nuevo con dos for-mas bsicas, la aplanada y, en segundo lugar, la semiesfrica (fig. 6.a: 4 y5). Los cuencos comunes caractersticos de este periodo presentan bor-des desviados, bien abiertos o bien horizontales, que cuentan con unengrosamiento interior de forma cuadrangular (fig. 6.b: 5). A stos habraque aadir, adems, la aparicin de otros con bordes directos y labios lige-ramente abiertos, y otros de paredes carenadas y bordes triangulares (fig.6.b: 4 y 6 respectivamente). Finalmente, en este momento se registran porprimera vez tapaderas de cermica propiamente dichas. A su vez, stasdifieren formalmente de los cuencos de borde desviado en que cuentancon bases inestables (fig. 6.b: 8). Entre los cuencos, los nicos que cuen-tan con superficies cubiertas con engobe rojo son los destinados a beber,aunque en el caso de los de cuerpo hemiesfrico los hay que cuentan consuperficies bruidas carentes de engobe y labios marcados con pintura decolor negro.

    Durante el Periodo V el nmero de enterramientos se reduce denuevo, sin embargo, junto a las crteras anforoides (fig. 4.d: 1 y 4) y lasnforas decoradas (fig. 4.d: 2) aparecen las ollas como urna cineraria (fig.4.d: 3). En lo referente a las jarras de boca de seta, la caracterstica pro-pia de este momento es un alargamiento de los bordes, a la vez que seexperimenta un abandono de los cuerpos globulares a favor de otros detendencia marcadamente piriforme (fig. 5.a: 8). Al mismo tiempo, ahora seregistra por primera vez una variante que muestra hombros carenados ysuperficies cubiertas completamente con engobe rojo (fig. 5.a:7), aunquetodo parece indicar que en Tiro exista ya antes6. Jarras de borde verticaltambin aparecen ahora representadas, esta vez por un ejemplar de cuer-po ovalado, cuello corto y borde abierto que tienen el hombro y la mitadsuperior del borde marcados con pintura de color rojo (fig. 5.a: 9). Lasjarras trilobuladas cuentan con dos tipos distintos, uno que evoluciona delperiodo anterior de apariencia estilizada y boca estrecha (fig. 5.b: 7), y unsegundo de cuerpo achaparrado y cuello corto (fig. 5.b: 8). Finalmente, delos cuencos para beber slo contamos con un representante del tipo apla-nado (fig. 6.a: 6), mientras que los comunes presentan ahora bordes des-viados de engrosamiento alargado que conviven con otros de borde tam-bin desviado, aunque ms corto (fig. 6.b: 7).

    52

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    6. P.M. BIKAI, The Pottery of Tyre, 1978, pl. VI: 5,del estrato II y pl. V: 19 a 23 del estrato III.

  • Contenido de las urnasLa urna cineraria es ante todo el recipiente contenedor del mate-

    rial seo, es decir, de los restos del cadver que era incinerado a mayor omenor proximidad del enterramiento. Desconocemos por el momento ellugar preciso en el que se efectu la cremacin, debido a la ausencia enel rea A de indicios de piras funerarias.

    La cantidad y el volumen del material osteolgico difieren consi-derablemente de una urna a otra, no slo en funcin del estado de con-servacin del vaso cermico, o del grado de cremacin del individuo sinotambin, y primordialmente, de la disposicin y tipo de enterramiento. Enefecto, se ha observado de forma clara que habitualmente en los pares deurnas, uno de los dos recipientes contiene la mayora de los restos del indi-viduo, mientras que en la urna adyacente apenas hay escasos fragmen-tos, esquirlas seas y un conglomerado de cenizas. Este proceder noparece ser fruto de la arbitrariedad sino que ms bien podra responder a

    53

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    Figura 4. Evolucin del Grupo Formal I a lo largo de la secuencia de Tiro-Al Bass

  • una cierta prctica ms o menos estandarizada en el ritual funerario, comoveremos con detalle ms adelante.

    En la parte superior de la urna se halla generalmente una densacapa de arena mezclada con limos muy finos procedentes de filtracionesposteriores al enterramiento de la urna. Por debajo de sta encontramoslos huesos quemados. En el fondo del vaso cinerario se forma una especiede conglomerado de composicin varia (cenizas, esquirlas de hueso entreotros) que al secarse se solidifica y endurece de forma muy compacta.

    A los restos del difunto, o en su caso, de la difunta, puedenacompaarle objetos del ajuar de uso personal tales como escarabeos,botones y cuentas de collar, por orden de preeminencia. En una de lasurnas cinerarias, concretamente la urna nmero 42, de la que apenas seconservaron restos seos, se hallaron de forma excepcional, por elmomento, dos vasos en miniatura, un hueso de aceituna y un mrex. En

    54

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    Figura 5. Evolucin de los distintos tipos de jarras presentes en Tiro-Al Bass

  • varias ocasiones se han depositado en el interior de la urna fragmentos decermica quemada que se corresponden formalmente a los que se hanhallado en el exterior de la urna. La observacin repetida de ste acto ritualnos lleva a pensar que la presencia de stos en el interior de las urnas noes casual y responde a los requisitos de la ceremonia funeraria.

    El ajuar hallado en el interior no sigue unas pautas de disposi-cin concretas. En la mayora de los casos estos objetos presentan mues-tras de haber sufrido la accin del fuego, incluyendo los escarabeos deesteatita hallados en las urnas 3 y 26. Por el contrario, el resto de escara-beos no presentan signos de combustin.

    Aspectos antropolgicos El anlisis antropolgico no slo permite reconstruir los caracte-

    res biolgicos de una poblacin, sino que a su vez, se torna indispensablepara la recomposicin del proceso ritual funerario, tanto si se trata de laprctica de la inhumacin como de la incineracin.

    Como se mencionaba ms arriba, el estado de conservacin y larepresentacin del material osteolgico son bastante heterogneos, sobretodo si se cotejan las urnas que aparecen agrupadas. En este sentido, seha podido observar que en el caso de los pares de urnas, uno de los reci-pientes funerarios contiene la mayor parte de los restos que componen elesqueleto (por ejemplo las urnas 26 55) mientras que en el vaso adya-cente (por seguir con los ejemplos citados las urnas 27, 56) apenas sehallan escasos fragmentos raramente de gran tamao (U 56), esquirlasseas y un conglomerado compacto de cenizas y arena entre otros ele-mentos.

    Al estudiar con mayor detalle la relacin entre el contenido seode una urna con la adyacente, verificamos que en 8 de los 14 casos deurnas dobles, restos seos de un mismo individuo se hallaban en ambasurnas. Por decirlo de otra manera, en 8 de las urnas con menor contenidoencontramos fragmentos seos que casan con restos de la urna contigua.

    Otra pregunta que se plantea es se trata de una prctica comny estandarizada? Por el momento no tenemos respuesta dado que conta-mos con slo una pequea parte de los enterramientos de una necrpolisque debi de ser muy densa y extensa. Cabe sealar al respecto que enlos cuatro pares de urnas restantes no pudo determinarse si restos de unmismo individuo haban sido depositados en ambos vasos cinerarios. Nohay elementos antropolgicos que excluyan el que los restos podran per-tenecer al mismo individuo, aunque tampoco los hay que lo corroboren.

    Las urnas simples contienen restos de un solo individuo, salvoen el caso de la urna 54 en la que se ha determinado la presencia de dosindividuos. Este es hasta el momento el nico caso de enterramiento dobleen la necrpolis de Tiro-Al Bass.

    55

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

  • Tras lo expuesto, parece obvio sealar que la dificultad del estu-dio reside en delimitar y definir la unidad funeraria, es decir, el enterra-miento. Por lo general se parte de la premisa de que una urna cineraria esel receptculo de uno o ms individuos. Por el momento en el mbito delmundo funerario fenicio no se ha observado el que restos de un mismoindividuo se hallen en dos urnas cinerarias. El nmero de casos en el queesto se corrobora en Al Bass, en 8 de 14 pares de urnas, parece indicarque no se trata de un fenmeno arbitrario, sino todo lo contrario: una prc-tica habitual dentro del ritual funerario de la cul desconocemos el motivou origen.

    Es difcil estimar, en consecuencia, el nmero exacto de indivi-duos enterrados en el rea excavada en Tiro Al-Bass. Se han identificadoun mnimo de 28 individuos de los cules 7 corresponderan al sexo feme-nino, 15 al sexo masculino y de los 6 individuos restantes desconocemosel sexo.

    Otro elemento de inters, en lo que a la demografa y a la prc-tica funeraria se refiere, es la ausencia de individuos infantiles, a excep-cin de la urna 3 en la que se han hallado tres fragmentos de feto junto alos de una mujer adulta. En efecto, la gran mayora de las personas inci-neradas pertenecen al grupo de edad adulta, en menor proporcin al deedad madura y slo se ha hallado un caso de enterramiento juvenil. Laausencia de individuos infantiles distorsiona, al alza, la edad media de lapoblacin enterrada en Tiro-Al Bass que resulta ser de circa 32 aos, lige-ramente superior en el sexo masculino (circa 36) que en el femenino (circa29) y siendo muy superior a la que observamos en otras necrpolis tantodel mbito fenicio como de la protohistoria levantina en general.

    La ausencia de nios plantea la cuestin de qu ocurre con losindividuos infantiles, en una poca en la que cabe suponer que la tasa demortalidad infantil debi ser alta.

    Aspectos cronolgicosLos cinco periodos crono-secuenciales, a los que hemos

    hecho referencia anteriormente, se fecharan de la siguiente manera(ver fig. 7)7.

    El Periodo I, del que no se han registrado enterramientos, coin-cide con los estratos XIV a X de la estratigrafa de Tiro, el horizonte deKouklia de Bikai, e incluira, a grandes rasgos, la transicin desde elBronce Tardo y casi todo el Hierro I. Se fechara entre el siglo XII y media-dos del siglo IX a. C.

    El Periodo II coincide con los estratos IX a VI de Tiro y con unaparte del horizonte de Salamis de Bikai, lo que ubicara esta fase en los lti-mos momentos del Hierro I y la transicin hacia el Hierro II8. Su fecha irade la segunda mitad del siglo IX hasta el primer cuarto del siglo VIII a.C.

    56

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    7. De una manera preliminar, los materiales hansido puestos en relacin con la estratigrafareconocida en Tiro por Bikai (P.M. BIKAI, ThePottery of Tyre, 1978) y los horizontes en losque la misma autora ha dividido la secuenciaFenicia (P.M. BIKAI, The Phoenician Pottery ofCyprus, 1987, pp. 48 - 68, especialmente latabla 2 en la p. 2). Esta ltima obra nos servirde referencia tipolgico-secuencial para el des-arrollo que sigue a continuacin.

    8. Hemos considerado conveniente dividir elHorizonte de Salamis de Bikai en dos partes.Un argumento similar fue desarrollado en sumomento por la autora (P.M. BIKAI, ThePottery of Tyre, 1978, p. 67), aunque posterior-mente parece que vari su opinin (idem, ThePhoenician Pottery of Cyprus, p. 48).

  • El Periodo III se corresponde con los estratos V y IV de Tiro, esdecir, con la ltima parte del horizonte de Salamis de Bikai. En estosmomentos nos encontramos ya en los inicios del Hierro II y se fecharaentre el segundo cuarto y mediados del siglo VIII a.C.

    El Periodo IV coincide con los estratos III y II de Tiro y con todoel horizonte de Kition de Bikai. Esta fase representa ya el Hierro II pleno,y se fechara entre la segunda mitad del siglo VIII e inicios del siglo VIIa.C.

    El ltimo de los periodos representados en Al Bass, el Periodo V,se corresponde con el estrato I de Tiro, al que posiblemente rebasa, elhorizonte de Amathus de Bikai y con los ltimos momentos del Hierro II. Sufecha sera del siglo VII a inicios del siglo VI a. C.

    Por consiguiente, en Al Bass aparece representado toda la Edaddel Hierro Fenicia, si bien de manera desigual (ver la proporcin de ente-rramientos por periodos en la fig. 7).

    57

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    Figura 6. Cuencos y tapaderas en Tiro-Al Bass

  • ConclusionesLa necrpolis de Tiro-Al Bass combina una serie de elementos

    ya observados con anterioridad en el resto de cementerios fenicios cono-cidos hasta el momento9.

    En primer lugar, el cementerio de Al Bass estaba situado en unazona alejada del asentamiento urbano. Originariamente la necrpolis sehallaba en la orilla opuesta a la isla de Tiro, en un ambiente lagunar. A juz-gar por el registro arqueolgico, la incineracin era la nica prctica fune-raria que se empleaba en poca fenicia en Tiro-Al Bass. Una vez quema-dos los restos de los difuntos, stos eran depositados en urnas cermicas.Dichas urnas, colocadas solas o en parejas, se enterraban en fosas exca-

    58

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    9. Para un estado de la cuestin a cerca de lasnecrpolis fenicias en territorio libans, vaseH. SADER, "Ncropoles et tombes phnicien-nes du Liban", Cuadernos de ArqueologaMediterrnea 1, 1995, pp.13-30.

    Figura 7. Periodizacin de Tiro-Al Bass

  • vadas en la arena que eran marcadas en superficie por estelas de piedra.No obstante, otros mtodos de sealizacin podran haberse utilizado,tales como postes de madera o similares.

    En segundo lugar, en el caso de las parejas de urnas y sus res-pectivas tapaderas, se encuentra normalmente una cermica de cada unode los siguientes grupos formales: jarras de la clase de anillo en el cuello,jarras de boca trilobulada y cuencos para beber. Este tipo vajilla es comna casi todas las necrpolis fenicias conocidas (Tambourit, Akhziv,Khald)10. Durante la campaa de 1997 no se hall representantes de nin-gn otro grupo formal, como podran ser las lucernas. Este patrn serompe en el caso de las urnas aisladas, en las que, por lo general, se haencontrado junto a la urna una sola jarra del tipo de anillo en el cuello.Cronolgicamente, los materiales hallados en los enterramientos abarcandesde mediados del siglo IX hasta finales del VII o principios del siglo VIa.C.

    La novedad reside en la observacin de indicios de un ritual par-ticular. El cadver se incineraba en piras en las que adems se quemabancermicas, otros objetos de carcter ms personal, de los que nos hanquedado, por ejemplo, restos de cuentas, y, en tercer lugar, alimentos (ovi-cpridos y pescado). A continuacin, en el caso del uso de una pareja deurnas, la mayora de los restos seos eran colocados dentro de una deellas, mientras que en la otra se depositaban cenizas, muy pocos huesosy restos de las cermicas que se haban quemado con el difunto en la pira.La mayora de los escarabeos hallados no haban sido quemados y entodos los casos, el escarabeo se depositaba en la urna que contena elmayor volumen de huesos. Parte de este ritual complejo son los fragmen-tos de cermica rotos sobre la fosa.

    No se observa una clara diferencia en el ajuar en funcin delsexo. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de los grupos de edad,dado que hay un amplio grupo de individuos, que pertenecen a la catego-ra de los subadultos que prcticamente no estn enterrados en esta rea.

    En efecto, se observa la ausencia de este segmento de pobla-cin que a nuestro parecer, salvo los tres restos de un feto y los de un indi-viduo juvenil, se halla muy poco representada en esta rea de la necrpo-lis fenicia de Al Bass. La ausencia de cremaciones infantiles plantea lacuestin de si existe un tratamiento funerario discriminatorio en funcin ala edad y los factores que lo motivan. Este sesgo en la composicin yrepresentacin demogrfica distorsiona al alza la edad media de los indi-viduos enterrados en esta rea de Al Bass.

    La proporcin de hombres es superior a la de mujeres, casi eldoble, aunque el nmero de individuos cuyo sexo no ha podido ser deter-minado puede influir en este desequilibrio. Dada la escasez de datos, toda-va es pronto para establecer pautas o tendencias demogrficas de lapoblacin en Al Bass.

    59

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    10. R. SAIDAH, "Une tombe de l'ge du Fer Tambourit, rgion de Sidon", Berytus 25, 1977,pp. 135-148; R. SAIDAH, "Fouilles de Khald.Rapport prliminaire sur la premire et deuxi-me campagnes (1961-1962)", Bulletin duMuse de Beyrouth 19, 1966, pp. 51-90;R. SAIDAH, "Fouilles de Khald", Bulletin duMuse de Beyrouth 20, 1967, pp. 165-169;M.W. PRAUSNITZ, "Die Nekropolen vonAkhziv und die Entwicklung der Keramik vom10. bis zum 7. Jahrhundert v.Chr. in Akhziv,Samaria und Ashdod", en H.G. NIEMEYER(ed.), Phnizier im Westen, pp. 31-44,Maguncia; E. MAZAR, The Phoenicians inAchziv. The southern cemetery, Cuadernos deArqueologa Mediterrnea 7, UniversidadPompeu Fabra, Barcelona; M. DAYAGI-MEN-DELS, The Akhziv cemeteries. The Ben-Dorexcavations, 1941-1944, Israel AntiquitiesAuthority Reports 15, 2002.

  • A diferencia del resto de las necrpolis fenicias conocidas, AlBass es bastante homognea: slo se han hallado incineraciones en urna.Sin embargo, la mayora de necrpolis fenicias orientales presentan unaestructura ms compleja y heterognea, tanto en cuanto a la prctica fune-raria (coexistiendo la incineracin con la inhumacin), como al tipo deconstruccin sepulcral (fosas, cistas, hipogeos, y tumbas de cmara cons-truida, entre otras)11. Por el momento slo contamos con una documenta-cin parcial y dispersa del mundo funerario fenicio.

    Al Bass puede proporcionar un poco de luz a este panorama, apesar de que el volumen de materiales no permite hacer afirmacionesrotundas. Sin embargo, la homogeneidad de sus datos posiblemente darsentido a muchas observaciones realizadas anteriormente y que restan sinser completamente comprendidas. Sobre todo, puede servir de referenciaa otros cementerios en los que se registra el rito de incineracin.

    No obstante quedan muchas cuestiones pendientes por investi-gar. Entre ellas podramos citar: el tipo de poblacin de Al Bass, los aspec-tos relativos a la estructura socioeconmica e ideolgica de una ciudadfenicia de la relevancia de Tiro. En definitiva, cul fue el significado socialde la incineracin en el ms amplio sentido de la palabra (segn edad,sexo, o identidad cultural). Estos temas podrn conocerse mejor con unestudio ms amplio y profundo de la necrpolis Al-Bass as como del asen-tamiento urbano, del cual tenemos, por el momento, escasos datos.

    60

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

    11. Ver nota 10.

    Direccin de los autores:

    Laboratori dArqueologaUniversitat Pompeu FabraC/ Ramn Trias Fargas 25-2708005 Barcelona (Espaa)

    [email protected]@[email protected]

  • Bibliografa

    ANDERSON, W. P. (1988). Sarepta I. The Late Bronze and Iron Age Strata of Area II. Publications del'Universit Libanaise, Section des tudes Archologiques, Beirut.

    AUBET, M. E. (1999). "Une ncropole rcemment dcouverte Tyr", en Liban, l'autre rive. Catalogue expo-sition de l'Institut du Monde Arabe, pp. 139-141.

    AUBET, M. E. (en prensa). The Phoenician cemetery of Tyre-Al Bass. Excavations 1997-1999. Bulletind'Archologie et d'Architecture Libanaises, Beirut, Lbano.

    AUBET, M. E. , NEZ, F. J. y TRELLIS, L. (1999). The Phoenician cemetery of Tyre-Al Bass, Bulletind'Archologie et d'Architecture Libanaises 3, pp. 267-294, Beirut.

    BIKAI, P. M.,(1978). The Pottery of Tyre, Warminster.

    BIKAI, P. M.,(1987). The Phoenician Pottery of Cyprus, AG Leventis Foundation, Nicosia

    CARMONA, P. y RUIZ, J. M. (en prensa). "Geomorphological and geoarchaeological evolution of the coastli-ne of the Tyre tombolo. Preliminary results", en AUBET, M. E. (en prensa), The Phoenician necropolis ofTyre-Al Bass. Excavations 1997-1999, Bulletin d'Archologie et d'Architecture Libanaises, Beirut.

    DAYAGI-MENDELS, M. (2002). The Akhziv cemeteries. The Ben-Dor excavations, 1941-1944, IsraelAntiquities Authority Reports 15. Jerusalem.

    MAZAR, E. (2003). The Phoenicians in Achziv. The southern cemetery, Cuadernos de ArqueologaMediterrnea 7, Universidad Pompeu Fabra. Barcelona.

    MILLN, M., VILLATE, E. y BERNZ, M. (en prensa). "Palaeoecological analysis of the sedimentary remainsfrom the Phoenician necropolis", en AUBET, M. E. (en prensa): The Phoenician cemetery of Tyre-AlBass. Excavations 1997-1999, Bulletin d'Archologie et d'Architecture Libanaises, Beirut. Lbano.

    PRAUSNITZ, M. W. (1982). "Die Nekropolen von Akhziv und die Entwicklung der Keramik vom 10. bis zum 7.Jahrhundert v.Chr. in Akhziv, Samaria und Ashdod", en H.G. NIEMEYER (ed.), Phnizier im Westen,Maguncia.

    SADER, H. (1991). "Phoenician stelae from Tyre", Berytus XXXIX, pp. 101-126.

    SADER, H. (1995). "Ncropoles et tombes phniciennes du Liban", Cuadernos de Arqueologa Mediterrnea1, Ausa, Sabadell.

    SEEDEN, H. (1991). A tophet in Tyre?, Berytus XXXIX, pp.39-82.

    61

    M.E. Aubet; F.J. Nez; L. Trellis: La necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass

  • REA DE CULTURA

    Arqueologa

    PortadandiceSesin SIRIA-PALESTINA. ComunicacinLa necrpolis fenicia de Tiro-Al Bass en el contexto funerario fenicio oriental. M. Eugenia Aubet, Francisco J. Nez, Laura TrellisResumenTextoBibliografa