la misteriosa antología de cuentos

29
La misteriosa antología de cuentos. 1

Upload: elias-rojas-chavez

Post on 15-Dec-2015

53 views

Category:

Documents


4 download

DESCRIPTION

cuentos completos

TRANSCRIPT

Page 1: La Misteriosa Antología de Cuentos

La misteriosa antología de

cuentos.

1

Page 2: La Misteriosa Antología de Cuentos

Prologo

Estos diez cuentos que conforman esta antología escritos por autores extranjeros y nacionales, basados en el misterio fueron seleccionados por su gran polémica y la sorpresa que causa en todos los lectores.

Los cuentos de misterio nos gustaron por que reflejan el lado más oscuro de cada ser humano.

El misterio saca a flote las verdaderas intenciones y deja poco espacio para falsas poses e hipócritas, al leerlos y colocarnos en las situaciones que describe, sentimos como se libera la adrenalina que produce el miedo, es al mismo tiempo una sensación de debilidad y fortaleza.

Los cuentos que escogimos se ubican en escenarios tan reales y cercanos a nosotros en la vida cotidiana. Dos de ellos se colocan además en un entorno acorde a nuestra edad; se trata además se trata de mitos que todos hemos escuchado alguna vez, que le ha sucedido al primo de uno de nuestros amigos.

En particular el cuento del fantasma de youtube conjuga los tradicionales cuentos de fantasmas con las nuevas tecnologías y las redes sociales dándole un toque de modernidad a cuentos tradicionales.

Adicionalmente los cuentos al final dejan espacio para que la imaginación continúe hilvanando la historia hasta los puntos recónditos donde nos lleve la imaginación.

Los invitamos a leer y disfrutar esta antología de cuentos y les deseamos “felices sueños”

2

Page 3: La Misteriosa Antología de Cuentos

Índice Prologo………………………………………………………………………… pág.2

El fantasma de youtube……………………………………………………… pág.4

El secreto de castielfabib…………………………………………………….. pág.6

La tinta roja…………………………………………………………………….. pág.7

El mensajero de la muerte……………………………………………………………………………pág.10

Tiempo libre……………………………………………………………………...pág.11

La escuela embrujada………………………………………………………… pág.12

Mi extraño vecino……………………………………………………………… pág.13

La muerte de un guerrero……………………………………………………… pág.14

Un viaje inesperado…………………………………………………………… pág.16

Otra dimensión………………………………………………………………… pág.18

Referencias bibliográficas…………………………………………………….. pág.21

3

Page 4: La Misteriosa Antología de Cuentos

"El Fantasma de Youtube"

HACÍA RATO que el cumpleaños de Jimena había terminado, aunque las chicas se quedaron hasta tarde repasando las fotos y videos de aquella jornada. Estaban en el dormitorio de Jimena, que tenía un amplio ventanal que daba al patio trasero. De vez en cuando las chicas reían y se mostraban las fotos que habían tomado con sus celulares; luego las subían al Facebook y hacían comentarios graciosos a la espera de alguna respuesta. Jimena era la más favorecida, sus comentarios eran respondidos de inmediato por dos o más chicos que estaban online. Sus amigas la miraban con una mezcla de burla y envidia, aunque no se quejaban, sabían que esa noche Jimena lucía espléndida. -Chicas, quiero que vean un video que filmé con el celu- dijo después Romina, dominando la risa-. Está genial. Las otras chicas rodearon el celular para ver el video. No era gran cosa, apenas uno de los chicos bailando y haciendo el payaso sobre el sofá, aunque a las chicas les resultó mortalmente divertido. -Vamos a subirlo a Youtube- propuso Romina. -No- dijo Jimena de inmediato. Sus amigas voltearon para verla, extrañadas. -¿Por qué no? -¿No escucharon lo que pasa con los videos de Youtube?- Jimena había perdido su aire risueño y ahora se veía muy preocupada-. Parece que anda dando vueltas una especie de virus informático que afecta a los videos. No contagia a todos los videos, algunos dicen que apenas al uno por ciento, pero si te llega a tocar… dicen que es aterrador. -¿Qué cosa? -Primero empieza con una mancha negra en un ángulo. Después la mancha se empieza a extender por todo el vídeo, se borran los paisajes, las caras, también los sonidos. Al final queda todo negro, y se escucha como una especie de respiración, aunque no se sabe de quién es, porque no se ve nada. Y después, desde aquella oscuridad, sale una cara horrible que te mira durante unos segundos, y el video termina. -Qué espanto- dijo Romina. -A mi me parece una estupidez- dijo Florencia, que era la escéptica del grupo-. Debe ser una de esas campañas que se hacen para arruinar la reputación de una empresa. Como cuando dijeron que la Coca Cola está hecha con sangre de cerdo. -¿De verdad? Nunca escuché eso. -Porque es una estupidez, por eso. -Igualmente ahora me dio miedo y no quiero subir el video- dijo Romina. -No seamos estúpidas, chicas- insistió Florencia-. Ya tenemos catorce años, estamos bastante grandes para creer en los cuentos del coco. Y antes de que alguien pudiera detenerla, arrebató el celular a Romina y apretó el botón para subir el video a Youtube. -¿Qué haces? Florencia rió y salió corriendo con el celular rumbo al baño. Se encerró ahí y por más que sus amigas golpearon la puerta, la chica no abrió. -Flor, sal de ahí ya mismo porque…

4

Page 5: La Misteriosa Antología de Cuentos

Al cabo de un rato la chica abrió la puerta. Su expresión se había transformado por completo. -Parece que es verdad lo del virus- dijo, y mostró el celular-. Miren. El video, que ahora estaba en la plataforma de Youtube, mostraba una mancha negra en el ángulo superior izquierdo, que poco a poco se iba ensanchando. -Te lo dije- susurró Jimena-. Te dije que esto podía pasar. -¿Y ahora qué hacemos? -Nada. Ya es tarde. El virus se adueñó de la página. Las chicas se quedaron viendo el transcurrir del video, que poco a poco se iba oscureciendo y perdiendo color. -No sé si quiero verlo hasta el final- dijo Jimena en voz desmayada-. No sé si quiero ver esa cara. Mejor vamos a detenerlo aquí. -No se puede- dijo Romina, que había palidecido-. Parece que el celular está colgado. Trató de reiniciar el aparato, pero fue inútil. Mientras, la mancha del video se fue agrandando, hasta que finalmente ocupó toda la pantalla. -Ahora- dijo una de las chicas-. Es ahora. -No quiero ver- repetía Jimena-. No quiero ver. Pero vieron. Y la negrura total estaba ahí, en la pantalla de cuatro pulgadas, pero no aparecía ningún rostro demoníaco. Finalmente el video terminó y el celular se apagó solo. -Bueno, no fue tan terrible como… Romina señaló hacia la ventana; las luces del patio se habían apagado por completo. -¿Alguien sabe quién… Pero no pudo terminar la frase. En la ventana había aparecido un rostro. Un rostro que flotaba en la oscuridad, de rasgos humanos aunque tenía los ojos completamente negros, y de su boca salía una especie de resoplido parecido al relincho de un caballo. La cara miró a las chicas, una por una, y luego emitió una risa aguda, casi un aullido. -No lo miremos- dijo Jimena, retrocediendo hacia la pared opuesta-. No lo miremos y se irá. Es una aparición. Nosotros la invocamos pero podemos hacer que se vaya. Y entonces las chicas se tomaron de las manos y miraron hacia el suelo, llorando y rezando en voz baja, pero al rato la luz de la habitación se apagó y en la profunda oscuridad escucharon el ruido de la ventana al abrirse.

5

Page 6: La Misteriosa Antología de Cuentos

El secreto de Castielfabib.

Allá por tiempos inmemorables, cerca de la Cruz de los Tres Reinos, en lo alto de un cerro, reconstruyeron un castillo y lo rodearon de una fortaleza para el disfrute tranquilo del Rey. Pero el lugar era demasiado bello y preciado, y no tardó en ser motivo de codicia y continuos intentos de conquista.Para infortunio del Rey, de su matrimonio con su amada esposa la Reina sólo nació un varón y cuando el Rey, todavía joven, viese enfermo hizo llamar al noble Guillermo, Duque de Aquitania, que era mitad guerrero mitad ermitaño.

_ Te ruego que implores a los cielos para que mi pequeño príncipe quede a salvo de los malhechores que acechan mi reino. En ti pongo confianza que estará siempre fuera de todo peligro- le encomendó el Rey.

El cura, ante tan ingente y difícil tarea, imploró a los santos y a los ángeles en busca de una solución. Finalmente, un día, sin saber cómo ni por qué, el cura llamó a la puerta del fiel Jacinto y pidió ayuda a unos mudos para asegurarse que guardarían siempre silencio. Ataviados con ropas oscuras para pasar desapercibidos recogieron al pequeño príncipe de manos del apenado Rey, le colocaron un antifaz y se alejaron por una larga cuesta, aguardando un rato hasta que avanzara el anochecer. Ya en mitad de la noche, se acercaron a un arroyo, allí donde nacía un cerezo y esperaron silenciosos sin saber muy bien el qué. De tanto esperar quedaron todos dormidos hasta que les despertó una leve brisa. Cual fue entonces su sorpresa cuando descubrieron, envuelto entre las ropas, a un pequeño sapo, de apenas seis centímetros, muy parecido a una rana. Era de color pardo y tenía tres líneas de color amarillo recorriendo la espalda recordando las lujosas galas del infante. Su piel era lisa, propia de un príncipe, tenía el hocico largo y puntiagudo, ojos prominentes y pupilas redondeadas de color dorado. Y en su cabecita, una mancha oscura alargada a modo de antifaz se extendía desde la parte posterior de cada ojo. Los allí presentes reconocieron en estos rasgos la persona del Príncipe y con tristeza y suave ternura tomaron en su mano al sapillo pintojo y le ayudaron a saltar al arroyo.

Y desde entonces el pequeño príncipe, convertido en sapillo, ha permanecido a salvo de tiranos, saliendo sólo cuando es de noche o en los días nublados, aún temeroso de ver su vida peligrar. En Castielfabib, la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, el Convento de San Guillén y las aldeas (Arroyo-Cerezo, Cuesta del Rato, Los Santos, Mas del Jacinto y Más de los Mudos) todos los saben y con sus nombres recuerdan el código de silencio que prometieron guardar para proteger a su sapillo real. Así que les pido a ustedes, que ahora leen su historia, que hagan igual.

6

Page 7: La Misteriosa Antología de Cuentos

La tinta roja

Mariano y Roberto olvidaron sus cuadernos en laescuela. Debían entregar una tarea que contribuiría asu calificación del mes. Cuando se vieron por la tardepara hacer la tarea, se percataron de que no teníanlos cuadernos.

Anochecía, su memoria no daba para recordar de qué trataba ladichosa tarea. Mariano había pedido permiso para dormir en casa deRoberto, para hacerla juntos, pero era imposible, sin las notas de clasetodo era en vano: ni el permiso ni las cartulinas compradas por latarde ni el deseo de sacar una buena calificación.Por las tardes, Roberto suele estar solo en su casa, su madretrabaja todo el día y llega muy tarde, casi de noche. Esa tarde nofue la excepción, Roberto y Mariano estaban solos en el pequeñodepartamento. Como su mamá tardaría en llegar, Roberto propuso ira la escuela y sacar los cuadernos del salón para poder hacer la tarea.Cuando le contó el plan a Mariano, éste se opuso, argumentando queera de noche, que la escuela estaba cerrada, que no sabía en qué partedel salón habían quedado los cuadernos; tal vez, dijo, se los llevó otroniño y, además, ¿por dónde iban a entrar? Don Chuy vivía muy lejosy… luego… si… entonces…

La calle estaba muy oscura, había llovido mucho y se habíanformado grandes charcos. La barda de la escuela no era muy alta. Yala habían saltado otras veces, cuando la pelota de futbol con la quejugaban salía volando hacia la calle. No sería difícil brincarla de afuerahacia adentro, si se habían saltado tantas veces de adentro haciaafuera. Claro, no era lo mismo porque saltaban con la ayuda de seisamigos. Ahora sólo eran dos. Además, Mariano estaba muy flacoy no tenía fuerzas.

Pero, ya estaban ahí. La escuela frente a ellos, en penumbra, parecíaextraña. Se oían ruidos del viento y el clima invernal calaba los huesos.Se fueron por la parte de atrás, por donde están los botes de basura.De repente, se escuchó un ruido, un ruido chillante…

—¿Quién es? —preguntó Roberto, con voz temblorosa. Sólo unchillido y ninguna otra respuesta—. ¿Sería una rata? —pensó—. Aveces hay ratas en la basura —dijo para calmar los nervios, que yase le estaban poniendo de punta.Trató de hacerse el valiente y volteó un tambo para trepar por él.—Anda, Mariano, no creas que yo voy a hacer todo, al fin y al

7

Page 8: La Misteriosa Antología de Cuentos

cabo, la tarea es de los dos —Mariano estaba lívido. Los chillidoscontinuaban y a él no le importaba que fueran de una rata, igual sentíamiedo. Cerró los ojos y le tendió la mano a Roberto.—Jálame, a ver si puedo subirme.—No te pongas duro. El que me va a jalar eres tú... ¡Me vas a tirar!¡Zopenco!El silencio era mayor aún que la oscuridad, pero se oían voces.—No pueden ser de nadie. En la noche no hay nadie en la escuela…Son voces de niños... pero ¡los niños están en su casa haciendo latarea! ¡Vámonos, Roberto! ¡Tengo mucho miedo!—¡No seas miedoso, ya estamos adentro! Dame tu mano y vamoshacia el salón.Poco a poco recorrieron los pasillos y llegaron a su salón.—Busca en tu pupitre.—No lo encuentro, están todos amontonados acá atrás y no sé cuáles el mío. Hay muchos ruidos… Me quiero salir de aquí.De repente una tenue luz iluminó el ambiente y se oyeron pasos,llaves y palabras.—¡Al ladrón! ¡Al ladrón! —dijeron las voces y alguien tomó aRoberto por la espalda. Algo o alguien amagó a Mariano, tapándolela boca —¡Silencio! ¡Agáchense!Una filosa navaja se acercaba al cuello de Roberto. Mariano se diocuenta. Con los ojos desorbitados miraba que la navaja se movía sola,pues no se veía que alguien la empuñara. Estaban inmovilizados y lanavaja se movía amenazante en el cuello de Roberto.—¡Al ladrón! —se volvieron a escuchar las voces. Roberto trató decalmarse. ¡Cómo puede haber voces, si no hay nadie! Quiso voltear.Algo lo detenía. Entonces sintió una cálida sensación que recorría suspantalones.—¡Mi madre! ¿Cómo voy a explicar lo qué pasó? No llores, Mariano,no va a pasar nada.—¡Cállate! Me pones peor. No puedo moverme. Alguien me estádeteniendo pero no veo a nadie, sólo lo siento.—¡Cállate, por favor! —gimió Roberto, quien también estaba apunto de soltar el llanto.—¡Vámonos! —suplicó Mariano. Ya no me importa reprobar.¡Alguien me agarra los pies y no puedo moverme!

Eran las siete y treinta de la mañana cuando don Chuy llegó a abrirla escuela e iniciar la nueva jornada escolar. Entró al salón de sextoB, para revisar que todo estuviera en su lugar para la llegada de losniños, pero…todo el piso del salón estaba lleno de tinta roja y enel pizarrón había rasguños como si un gato lo hubiera arañado. Lasbancas de Roberto y Mariano estaban en su lugar, ya colocadas. Como

8

Page 9: La Misteriosa Antología de Cuentos

siempre hasta el frente, pues eran los niños más inquietos del grupo.Don Chuy se preguntó cómo habían llegado hasta ahí, si él mismolas había dejado en la parte de atrás para poder lavar el piso. En elpupitre de Roberto, había una navaja de la que resbalaban unas gotasde sangre. Pero no había nadie.Los dos niños salieron de su casa, medio adormilados, con la bocaseca y el corazón encogido. La madre de Roberto no se había dadocuenta de su ausencia nocturna y los apresuraba a la escuela. Ellosse miraban sin decir nada.

—¿Qué pasaría aquí anoche? —dijo extrañado don Chuy. Caminólentamente hacia las bancas. La tinta roja señalaba hacia loscuadernos de Mariano y Roberto con un terrible mensaje que decía:¡No hicieron la tarea! ¡Tienen cero!, y don Chuy, estupefacto,recordó lo que había pasado en la escuela hacía muchos años...

9

Page 10: La Misteriosa Antología de Cuentos

El mensajero de la muerte

“Hace ya mucho tiempo, peregrinaba un gigante por la carretera, cuando, de pronto, le salió al paso un hombre desconocido y le gritó: -¡Alto, ni un paso más! -¿Cómo? -dijo el gigante-. ¿Quién eres tú para hablarme con tanto descaro, so enano? Como te agarre, te voy a triturar entre los dedos. -Soy la muerte -contestó el otro-. A mí no me contradice nadie y tú seguirás también mis órdenes. El gigante se negó y empezó a luchar con la muerte. Fue una lucha tremenda, y finalmente el gigante ganó la partida: le dio a la muerte tal puñetazo, que se desplomó junto a una piedra. El gigante siguió su camino y la muerte permaneció allí vencida, y estaba tan maltrecha y derrengada, que no podía enderezarse de nuevo. -¿Qué saldrá de todo esto si me quedo tumbada en la esquina? -dijo-. No moriría nadie en el mundo y se llenaría de tantos hombres, que no cabrían uno al lado del otro. Mientras tanto, llegó un joven por el camino cantando una canción y mirando de un lado a otro. Cuando vio al hombre medio desmayado, se aproximó y, compasivamente, lo levantó, le dio de su botella una bebida reconfortante y esperó hasta que hubo recuperado sus fuerzas. -¿Sabes quién soy yo y a quién has puesto en pie?- dijo el extranjero mientras se levantaba. -No -dijo el joven-, no te conozco. -Yo soy la muerte: no perdono a nadie y no puedo hacer contigo excepción. Pero, para que veas que soy agradecida, te prometo que no caeré sobre ti de improviso, sino que te mandaré a mis mensajeros antes de venir a buscarte. -Bien -dijo el joven-, siempre es algo positivo saber cuándo llegas; mientras tanto estaré seguro de ti. Luego siguió su camino, alegre y de buen humor, y vivió al día. Pero la juventud y la alegría no duraron mucho tiempo: pronto llegaron las enfermedades y los dolores, que lo atormentaban durante el día y no lo dejaban en paz durante la noche. “No moriré -se dijo a sí mismo-, pues la muerte mandará en primer lugar a sus mensajeros, pero me gustaría que pasaran los malos días de la enfermedad.” En cuanto se sintió sano, empezó a vivir gozosamente. Un día, alguien lo tocó en el hombro y, al darse la vuelta, vio que la muerte estaba tras él, diciéndole: -Sígueme: te ha llegado la hora de despedirte del mundo. -¿Cómo? -contestó el hombre-. ¿Quieres faltar a tu palabra? ¿No me habías prometido que antes de que vinieras enviarías a tus mensajeros? Yo no he visto a ninguno -Calla -dijo la muerte-. ¿No te he enviado un emisario tras otro? ¿No vino la fiebre, se apoderó de ti, te sacudió y te derrumbó? ¿No se apoderó de ti el mareo de tu cabeza? ¿No están tus miembros presos de la gota? ¿No sientes ruidos en los oídos? ¿No te roe el dolor de muelas en las mejillas? ¿No ves oscuridad ante tus ojos? Y, sobre todo, mi hermano en carne mortal, el sueño, ¿no te ha recordado a mí? ¿No has estado de noche como muerto? El hombre no supo que contestar, se entregó a su suerte y se fue con la muerte.

10

Page 11: La Misteriosa Antología de Cuentos

Tiempo libre

Todas las mañanas compro el periódico y todas las mañanas, al leerlo, me mancho los dedos con tinta. Nunca me ha importado ensuciármelos con tal de estar al día en las noticias. Pero esta mañana sentí un gran malestar apenas toqué el periódico. Creí que solamente se trataba de uno de mis acostumbrados mareos. Pagué el importe del diario y regresé a mi casa. Mi esposa había salido de compras. Me acomodé en mi sillón favorito, encendí un cigarro y me puse a leer la primera página. Luego de enterarme de que el jet se había desplomado, volví a sentirme mal; vi mis dedos y los encontré más tiznados que de costumbre. Con un dolor de cabeza terrible, fui al baño, me lavé las manos con toda la calma y, ya tranquilo, regresé al sillón. Cuando iba a tomar mi cigarro, descubrí que una mancha negra cubría mis dedos. De inmediato retorné al baño, me tallé con zacate, piedra pómez y, finalmente, me lavé con blanqueador; pero el intento fue inútil, porque la mancha creció y me invadió hasta los codos. Ahora, más preocupado que moleste, llamé al doctor y me recomendó que lo mejor fuera que tomara unas vacaciones, o que durmiera. Después, llamé a las oficinas del periódico para elevar mi más rotunda protesta; me contestó una voz de mujer, que solamente me insultó y me trató de loco. En el momento en que hablaba por teléfono, me di cuenta de que, en realidad, no se trataba de una mancha, sino de un número infinito de letras pequeñísimas, apeñuscados, como una inquieta multitud de hormigas negras. Cuando colgué, las letritas habían avanzado ya hasta mi cintura. Asustado, corrí hacia la puerta de entrada; pero, antes de poder abrirla, me flaquearon las piernas y caí estrepitosamente. Tirado bocarriba descubrí que, además de la gran cantidad de letras hormiga que ahora ocupaban todo mi cuerpo, había una que otra fotografía. Así estuve durante varias horas hasta que escuché que abrían la puerta. Me costó trabajo hilar la idea, pero al fin pensé que había llegado mi salvación. Entró mi esposa, me levantó del suelo, me cargó bajo el brazo, se acomodó en mi sillón favorito, me hojeó despreocupadamente y se puso a leer.

11

Page 12: La Misteriosa Antología de Cuentos

La escuela embrujada

Durante el día la escuela parece ser un lugar normal donde todos los niños hacen bulla, estudian y en ocasiones se divierten; sin embargo cuando llega la noche en los pasillos se siente un frío escalofriante que hace sentir temor a quienes trabajan allí, no se trata solo de un frío, según dicen los trabajadores allí se siente una extraña presencia como si alguien estuviera rondando el lugar.

Son muchos los misterios que rondan esta escuela, hoy mis amigos y yo quisimos comprobar que tan cierto era lo que los vigilantes, estudiantes e incluso profesores comentaban; cuatro de nosotros entramos en este establecimiento en horas de la noche, todo lo hicimos sin permiso porque según el reglamento nadie debe entrar en este horario.

Pues bien, luego de estar adentro empezamos a caminar, era cierto que todo se tornaba frío y se despertaba al mismo tiempo una sensación de una presencia extraña rondando todo el lugar, mis amigos y yo cada vez estábamos más asustados porque no sabíamos lo que podía pasar. Pasaron unos 15 minutos y la vimos, era algo aterrador, su cabello largo ondulado, su rostro espectral y su vestimenta sucia y dañada le daba la apariencia más fantasmal y horrenda de todas.

Mis amigos y yo muy asustados empezamos a correr, ella nos seguía con gritos espantosos que nos estremecían, de repente sentí que me alcanzó y solo pude cerrar los ojos de tanto miedo que sentí. Al día siguiente me desperté en el jardín de la escuela, sentía mucho dolor en mi rostro y en mi cuerpo, pude ver mi reflejo en la ventana y estaba completamente lleno de heridas, me encontré con mis amigos y ellos me ayudaron a ir al centro médico, con el pasar de los días las heridas fueron curando pero aún tengo varias marcas en mi piel. Desde aquella noche nadie quiso atreverse a volver, nadie sabe exactamente qué hay en este lugar, pero lo cierto es que pudimos comprobar aquellos rumores.

12

Page 13: La Misteriosa Antología de Cuentos

Mi extraño vecino

Hace poco me mude a un departamento a las orillas de la ciudad, un lugar muy tranquilo y agradable. La gente de mi edificio es un poco desagradable y todos son muy antipáticos…

Enfrente de mi puerta vive un vecino muy callado, lo que le hace muy interesante. Hemos entablado amistad y solemos hablar un largo rato por la noche cuando coincidimos tirando la basura. Nos gusta la misma música y al igual que yo, juega al fútbol en un modesto equipo. Aunque es muy agradable conmigo, actúa de manera muy extraña.

He intentado hablar con los vecinos y preguntarles por él, pero todos se enfadan cuando lo hago y me responden insultándome o pasando de mí. Hace unos días aproveche que vino mi casero y le pregunte por el extraño vecino de enfrente… cuando escuche su respuesta me quede paralizado y sin saber que hacer:

-¿El piso de enfrente? Ahí no vive nadie, su antiguo propietario se falleció en su interior y desde entonces ha estado cerrado.

Estuve unos días con fiebre y delirando. Ahora que lo sé espero no cruzarme otra vez con mi extraño vecino en el rellano, ni coincidir bajando la basura.

13

Page 14: La Misteriosa Antología de Cuentos

La muerte del guerrero

Ya cuando el Guerrero se encontraba en sus últimas horas de vida, le dijo a su hijo, el más pequeño de todos, que para él era el cofre que se encontraba sobre la chimenea. Una cajita de madera tallada por artesanos antiguos que dedicaban la mayor parte del tiempo a darle el detalle que convertiría esos objetos en hermosos recuerdos, valiosos por sí mismos. Pero el guerrero sabía que lo valioso no era el cofre, sabía que dentro estaban las respuestas. Aquellas respuestas que sus hijos deseaban desde hacía mucho tiempo, porqué hace mucho tiempo fue que el guerrero comenzó a verse derrotado por aquello que no se ve, pero que lastima tu interior y te consume.

-Ródel- dijo el guerrero -dentro de poco, tú cumplirás la edad en la que a los hombres se les honra con la espada propia y cuando ese momento llegue, tu padre no estará para felicitarte- Esto lo decía el guerrero con el dolor de un padre que no podrá seguir cuidando de su familia, pero con el orgullo de saber que había educado bien a los suyos - Ródel - continuó el guerrero - Una espada es el símbolo de tu fuerza, es el reflejo de tu poder, con ella lucharás por los más bellos ideales y liberarás pueblos enteros, así como tu padre lo hiciera algún tiempo atrás.

Ródel se acercó a la cama donde su padre se encontraba reposando, con esa mirada firme y la barba blanca larga que lo caracterizará durante toda su vida de luchas. Parecía una mentira, aquel hombre tan fuerte y tan lleno de vida, estaba muriendo, su padre estaba por partir. Ródel logró contener las lágrimas que estaban por derramarse.

-Pero hijo mío, si llorar es lo que quieres, hazlo. No por ser hombre debes contener sentimiento tan profundo y tan humano. Llora, y si debes hacerlo, que sea desde el fondo de tu corazón desde donde llores, ya que así estarás limpiando tu alma, tu corazón y tu interior no guardará ningún rencor jamás. Pero sobre todo, Ródel, por sobre todas las cosas, jamás le niegues esa lágrima a la persona que ames, muy posiblemente sea la gota que regará el gran árbol que, en el cielo, estará comenzando a crecer.-

-Lo siento padre, no fingiré más que no me duele ésta despedida- dijo Ródel dejando caer las lágrimas que hace un momento contuviera - Es solo que no comprendo como un hombre tan fuerte y magnánimo como tú está agonizando ahora y no aquél que creíamos herido de muerte cuando tu espada lo atravesó - continuaba Ródel hablando, pero ahora con un tono de voz que se asemejaba al desprecio.

- Hijo mío, mi pequeño guardián, siempre fuiste el más inteligente de tus hermanos y también al que más envidiaron, por eso ahora que han tomado un camino diferente al nuestro, es necesario que los ayudes a recuperar su camino, su vista se ha nublado y ya no pueden continuar por una senda que no ven, ayúdalos Ródel, ayúdalos-

Cada palabra que salía de la boca del guerrero dejaba ver que pronto el aliento abandonaría aquel cuerpo y de esto era consiente el guerrero. Con una seña, indicó a

14

Page 15: La Misteriosa Antología de Cuentos

Ródel que deseaba tener el cofre en sus manos, y su hijo, sin tardanza lo colocó ahí donde su padre lo pidiera. De él, sacó una piedra azul que tenía la forma de una llama. Ródel no podía explicárselo, pero al contemplarla podía sentir como la flama estaba viva, parecía que en cualquier momento le quemaría la mano a su padre y se extinguiría.-Ésta es la piedra que los tres reyes dieran antaño a nuestros antepasados con la esperanza de que algún día serviría en la lucha contra aquellos que lleven destrucción al mundo. Tómala, te pertenece, desde siempre fuiste tu quién debería tenerla, tu destino será grande Ródel y contigo terminará la Guerra Larga, te quiero, hijo mío, mi pequeño, mi Ródel-

Y así el guerrero dejó salir el último viento que de vida tenía su cuerpo. El guerrero ha muerto, aquel que con gran destreza y valentía luchara en las batallas que significarían para el enemigo ver diezmadas sus tropas y retirarse con gran humillación al Sur de la gran tierra de Ghjol. Pero que es la muerte, sino el comienzo de un camino más allá de éstas tierras, dónde las aves cantan suvemente y el viento nos acaricia el rostro. Así comenzó su camino por estos lugares el guerrero, dejando a su hijo meditando sobre el significado de cada palabra pronunciada, acerca del futuro, acerca de si en algún momento, el pequeño Ródel sería tan digno de llegar a donde su padre estaría esperándolo.

15

Page 16: La Misteriosa Antología de Cuentos

Un viaje inesperado

Eran las cuatro de la tarde de un día bochornoso del mes de Julio. Los mayores dormían y el cielo amenazaba tormenta.

Seguro que no nos dejarían salir por si llovía ni tampoco nos dejarían bañarnos en la piscina, así que decidimos hacer lo que hacía tanto tiempo estábamos maquinando. ¡Subir al desván!

La escalera era de madera, estaba muy vieja y crujía constantemente cuando subíamos cada escalón, teníamos miedo de que nos descubrieran, estaba muy oscuro, una tenue luz iluminaba la entrada; encima de la puerta había una gran telaraña ¡qué susto, nunca la habíamos visto! se nos disparó el corazón y estuvimos a punto de darnos la vuelta, pero reunimos las fuerzas suficientes para empujar la puerta, ¡cómo chirriaba, casi nos descubren!

Por fin estábamos dentro, de pronto un ruido infernal nos sobrecogió, un gato enorme salió disparado de su escondite y se lanzo al jardín por un ventanuco que había al fondo, rompiéndolo en mil pedazos.

Cuantas cosas había en el desván, muebles rotos, cuadros antiguos de toda la familia, un montón de vestidos largos de seda, zapatos de tacón…Lúa empezó a probárselo todo y bailaba y bailaba sin parar…

Sin esperarlo un relámpago iluminó la habitación y muy seguido un estremecedor trueno nos dejó paralizados.

Nos quedamos totalmente a oscuras, estábamos temblando cuando de pronto observamos que al fondo del desván entre un montón de trastos viejos salía una luz. Nos dimos la mano y poco a poco fuimos acercándonos hasta que vimos que la luz provenía de un gran baúl. Con miedo y emoción fuimos levantando la tapa y allí estaban ¡todos los juguetes de la abuela de Lúa, de los que tanto le había hablado!

Lúa intentó coger uno y cuando su mano lo tocó ella desapareció…quise buscarla dentro del baúl y al caerme dentro, todo se hizo oscuro.

- Lúuuuuuua, la llamé con todas mis fuerzas y entonces escuché su voz.

- ¿Marcos, qué ha pasado? estamos en la casa del lago de cuando mi abuela era pequeña ¡la vi en muchas fotos! ¿Has visto cuantas cosas hay aquí? ¡y todos esos juguetes! Yo te enseñaré a jugar con ellos, verás que divertido…

16

Page 17: La Misteriosa Antología de Cuentos

De repente sonó la voz imperiosa de la mamá de Lúa llamándonos para merendar, dejamos todo en su sitio y volvimos a meternos en el baúl cogidos de la mano, al abrir los ojos nos dimos cuenta de que ya estábamos en casa, en aquel desván…

Nos sentíamos felices, con una ilusión que jamás habíamos sentido, éramos dueños de un tesoro y de un descubrimiento que jamás debíamos revelar…

¿Nos guardáis el secreto?

¡Mañana os espero a la misma hora!

17

Page 18: La Misteriosa Antología de Cuentos

Otra dimensión

Su triste y monótona vida, transcurría día tras día…

Vestía siempre de traje gris, sombrero del mismo color que tapaba su rostroLlevaba consigo todo el tiempo, un portafolio negro.Caminaba en la calle, entre la multitud, todos ellos vestidos de trajes negros y sombreros de mismo color, dando la impresión que él se encontraba caminando entre sombras…Ellos avanzaban en manada, hacia ningún lugar.Con miradas completamente perdidas.Calles de la ciudad, edificios de gran altura, donde el sol no ingresaba.Dando más oscuridad a la ciudad.El hombre de gris caminaba hacia su trabajo.Una tarde de mucho trabajo, se quedó después de hora.Trabajaba en una Fábrica de Indumentaria.El edificio había sido construido en 1867, donde antes los cuatro pisos que poseía, eran un viejo depósito.El paso del tiempo lo convirtieron en modernas oficinas, pero siempre manteniendo la vieja estructura, incluso se podía apreciar, si uno veía al techo, las cañerías externas de agua, también se apreciaban las enormes columnas, que sostenían el enorme edificio.La única luz prendida, era la de su box en todo el piso.

Apagó la computadora, en esa época las mismas poseían una pantalla con aumento como si fuera una lupa cuadrada gigante donde atrás de la misma se encontraba una pantalla muy pequeña y el teclado era una máquina de escribir.Esa noche en particular, volvió en subte, era el último servicio, que funcionaba, el de las 23:50.

Caminando el largo túnel, para llegar al andén de Lima, vio dos personas de cabellera muy larga, de trajes negros y camisa de seda negra con corbatas rojas, uno tocaba el violín y el otro el bandoneón, tocaban perfectamente un tango, pero su música era bastante oscura y tenebrosa, al pasar por al lado de ellos, quiso divisar sus rostros, pero estos giraban mientras el caminaba, y no pudo verles las caras.

Mientras el avanzaba, las luces comenzaban a parpadear, hasta ir apagándose completamente detrás de él.Comenzó a sentir ese escalofrió en la piel, en su cuerpo, que indica la señal de miedo.Sus manos comenzaban a transpirar y sus palpitaciones subieron rápidamente.Cuando al llego andén, se encontraba completamente sólo, las luces se prendían y apagaban como en cortocircuito.Esa noche la sensación de soledad era más notoria que otras.Realmente deseaba no estar solo en ese momento.

18

Page 19: La Misteriosa Antología de Cuentos

Esperando el subte, en la punta del andén, vio a una persona exageradamente alta, Muy flaca, casi daba la sensación de ser un esqueleto, su rostro era tenebroso, sus ojos estaban casi hundidos en su cara huesuda, vestía un traje con galera y tapado negro que le llegaba hasta los tobillos y en su hombro derecho divisó un cuervo con ojos rojos.Que lo miraban fijamente a él.- ¿Un cuervo?– Pensó y musitó:– “debe ser el cansancio”.Vio como esta sombra alta y oscura avanzaba hacia él.Paralizado por la escena, el hombre de gris, vio como esta sombra se acercaba a él.El corazón comenzó a acelerarse y esto se incrementaba aún más con el constante parpadeo de las luces.Cuando la figura estaba a unos metros, para su suerte llegó el subte, subió rápidamente, su sorpresa fue que al girar para ver el andén, la sombra de galera ya no estaba en el lugar.Miró a su alrededor y tampoco estaba dentro del vagón.Se encontraba completamente solo en ese lugar.

Primero un cuervo y después una persecución, definitivamente es el cansancio, stress o falta de sueño– pensó mientras se dejaba caer sobre un asiento de madera.

Las puertas se cerraron, dirigió nuevamente la mirada hacia el andén, ya que le pareció ver un movimiento y el horror inundó su cuerpo, allí estaba él, el hombre de gris en el andén sentado en un banco de madera y a su lado la sombra con el cuervo en el hombro derecho.Se vio a si mismo sentado en el asiento del andén sin vida…Perplejo y confuso se levantó y golpeó con fuerza las puertas, trato de abrirlas, para poder bajar pero ya era tarde y nada pudo hacer.

El subte comenzó a moverse y vio como el hombre de negro parado junto a su cuerpo sostenía con la mano derecha su corazón.Se vio a sí mismo en el andén con su pecho abierto.Mientras la sombra reía a carcajadas…Sin poder entender nada, el hombre de gris con la mirada perdida, se sentó nuevamente en el asiento del vagón y descubrió a su lado un aparato de DVD portátil.

Lo encendió y, como si fuera una película, vio con tristeza, su vida, un día igual a otro, se vio existiendo como un ente, sin alegrías y en soledad.Vio, como había desaprovechado su vida, convirtiendo su alma en completo vacío.Debajo del aparato encontró un papel con un número.“666.000.000.000″.Levantó la mirada y miró por primera vez a su alrededor, sus compañeros de viaje no hablaban, no gritaban, no lloraban, no hacían nada, sólo miraban con espanto un aparato como el que él tenía en sus manos.

19

Page 20: La Misteriosa Antología de Cuentos

¿Son almas?– pensó¿Yo qué hago acá? – preguntó, pero nadie contestó, ni siquiera lo miraron.

El hombre de gris siguió sentado en el asiento de madera de la formación.Y así, el subte siguió avanzando a toda velocidadSin detenerse en ninguna estación y sin ser visto por nadie.Perdiéndose en alguna curva…Otra dimensión quizás.

20

Page 21: La Misteriosa Antología de Cuentos

Referencias bibliograficas

1- http://www.666cuentosdeterror.com/2013/08/cuento-de-terror-10-el-fantasma- de.html

2- http://www.encuentos.com/autores-de-cuentos/lista-de-escritores/lydia-gimenez- llort/el-secreto-de-castielfabib-2/

3- Elizabeth Rojas Samperio, Cuentos breves latinoamericanos, México, sep.-CICLI, 2002, pp. 63-65

4- Inés frid (comp.) cuentos para cultivar el ingenio, Buenos Aires, Troquel, 2006. Pp. 55-56

5- Guillermo Samperio, cuentos breves latinoamericanos, México, sep., _CLDCLI, 2002, pp. 98-99

6- http://www.cuentoscortos.net/la-escuela-embrujada/107/

7- http://www.cuentosdeterror.mx/mi-extrano-vecino

8- http://delibroshablamos.blogspot.mx/2012/02/la-muerte-del-guerrero-cuento- corto.html

9- http://www.encuentos.com/cuentos-fantasticos/un-viaje-inesperado/

10- http://www.encuentos.com/cuentos-fantasticos/otra-dimension/

21