la madurez humana en el proceso de formación permanente sacerdotal

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La madurez humana en el proceso de formación permanente sacerdotal. Concilio de Trento. Formación de los sacerdotes. Asamblea del Sínodo de los Obispos 1990. Pastores dabo vobis. - PowerPoint PPT Presentation

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Concilio de Trento

Asamblea del Sínodo de los Obispos 1990

Pastores dabo vobis

Formación de los

sacerdotes

«retoma y actualiza las normas del Concilio de Trento y subraya sobre todo la necesaria continuidad entre el momento inicial y el permanente de la formación; para él, para nosotros, es un verdadero punto de partida para una auténtica reforma de la vida y del apostolado de los sacerdotes, y es también el punto central para que la “nueva evangelización” no sea simplemente un eslogan atractivo, sino que se traduzca en realidad»

Aparecida

nos invita a:

Conversión personaly pastoral

Misión continental permanente

Aparecida

nos invita a:

Conversión personaly pastoral

Misión continental permanente

Aparecida

nos invita a:

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Nueva evangelización

NUEVA EN SU ARDOR,

EN SUS MÉTODOS Y SUS EXPRESIONES

A FIN DE QUE LA BUENA NUEVA

SE ARRAIGUE EN LA VIDA Y CONCIENCIA DE TODOS LOS HOMBRES

Exige que conozcamos de manera correcta e íntegra los fundamentos delEvangelio, vibremos ante él y sintamos la urgencia de comunicarlo

¡Ay de mí si no predicara el Evangelio! (1 Cor 9,16)

La misión que se nos confía exige una integral y permanente formación

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1. Desafíos actuales para un proceso de formación

¿Qué se entiende por «formación»?= acción de formar o formarse

Forma = figura o determinación exterior molde en el que se vacía y forma una cosa Principio activo que da a la cosa su entidad

Con el fenómeno de la GLOBALIZACIÓN se han producido modificacionesprofundas en la sociedad: vivimos un CAMBIO DE ÉPOCA volviendo máscompleja y opaca la realidad para el ser humano.Se ha desvanecido la percepción del mundo, del hombre y de Dios. Se han debilitado los vínculos comunitarios.Inestabilidad Individualismo Relativismo Consumismo

Anonimato Masificación Inseguridad

Impotencia Vértigo

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Ante esa nueva realidad hay que replantear cómo puede tener cabida la

Formación humana, cristiana y sacerdotal

El bienestar material tiende a imponerse como único ideal de vida:

La preocupación por «tener» suplanta la primacía de «ser»

A la base de todo se encuentra una experiencia desviada de la libertad

“Ya no se trata de apuntalar éste o aquel valor, de consolidar una u otra virtud, sino que el concepto mismo de formación está en cuestión …

¿Cómo formar en un medio cultural en el que lo valioso parece ser no precisamente las formas, sino la vivencia de experiencias que transgueden las formas, que las disuelven y las transforman?

Page 6: La madurez humana en el proceso de formación permanente sacerdotal

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Para formar hoy en día lo esencial está en crear procesos que permitan “no perder la forma”, es decir aquel principio vital que está a la base de nuestras decisiones, de nuestra historia personal.

hay que volver a hacer tomar conciencia de la propia identidad y de la pertenencia de fondo, en un mundo de pertenencias parciales y de identidades múltiples.

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2. La formación permanente en la vida sacerdotal

Formar = dar forma

Humanamente Espiritual - teológica

Formar una personalidad sólida y equilibrada

Conformarse más plenamente con la vida de Cristo

Natural libertad y felicidad

La “forma” del sacerdote es Cristo

El sacerdote debe plasmar en su vida las actitudes y comportamientos propios de Jesucristo, Cabeza y Pastor de la Iglesia

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Hay que contar con la acción del Espíritu Santo

De lo contrario la formación sacerdotal se reduce a fórmulas estereotipadas, simples mecanismos de crecimiento intelectual y laboral

Principio vital de la vidacristiana es la primacía

de la Gracia

Pero tenemos que saber colaborarutilizando los recursos y capacidadesoperativas

Sacerdote debe tener la convicciónde que su “forma” no proviene delmundo, sino que es un don que debeaceptar y cultivar

Hay que contar con la acción del Espíritu Santo

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Pastores dabo vobis

¿Cómo formar sacerdotes que estén verdaderamente a la altura de estos tiempos, capaces de evangelizar al mundo de hoy?

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Conocer a cabalidad la situación

Saber interpretar y discernir evangélicamente, para no absolutizarvalores, ni minimizar factores negativos en bloque. Discernimiento que se funda en la confianza en el amor de Cristo

AparecidaItinerario formativo del seguidor de Cristo

Encuentro personal con Jesucristo

Conversión que lleve a una respuesta personal

Discipulado: proceso de conocimiento, amor y seguimiento de Jesús

Comunión: participación en la Iglesia y en el encuentro con los demás

Misión: para compartir con los demás la riqueza de Cristo

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3.1 Exigencia de una seria formación humana

Sin una adecuada formación humana, toda la formación sacerdotal estaría privada de su fundamento necesario (Pdv, 43)

“El ministerio sacerdotal, entendido y vivido como conformación a Cristo Esposo, Buen Pastor, reclama unas cualidades, además de virtudes morales y teologales, que deben estar sostenidas por el equilibrio humano y psíquico, particularmente afectivo, de forma que permitan al sujeto estar predispuesto de manera adecuada a una donación de sí verdaderamente libre en la relación con los fieles, según una vida celibataria” (Congr. Educ Católica).

El sacerdote debe hacer humanamente creíble su ministerio y ser puente, no obstáculo a los destinatarios de su misión.

El sacerdote debe hacer humanamente creíble su ministerio y ser puente, no obstáculo a los destinatarios de su misión.

El sacerdote debe hacer humanamente

creíble su ministerio y ser puente,

no obstáculo a los destinatarios de su misión.

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• Persona capaz de salir al encuentro de los demás • Que dialogue• Exprese juicios serenos y objetivos

Se hace necesaria la educación a amar la verdad, la lealtad, el respeto por la persona, el sentido de justicia, la fidelidad a la palabra dada, la verdadera compasión, la coherencia y, en particular, el equilibrio de juicio y de comportamiento.

Debe poseer un sentido positivo y estable de la propia identidad viril y la capacidad de relacionarse de forma madura con las otras personas o grupos de personas.

Se hace necesaria la educación a amar la verdad, la lealtad, el respeto por la persona, el sentido de justicia, la fidelidad a la palabra dada, la verdadera compasión, la coherencia y, en particular, el equilibrio de juicio y de comportamiento.

Debe poseer un sentido positivo y estable de la propia identidad viril y la capacidad de relacionarse de forma madura con las otras personas o grupos de personas.

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3.2 Cultivar la madurez de la personalidad

Coherencia entre lo se es y lo que se profesa

• Que obra libremente• Toma opciones conscientes y responsables• Tiene autocontrol emotivo• No se deja llevar por sentimentalismos o por la

moda

• Vive de principios, de dominio personal y convicciones• Actúa con autonomía según su conciencia rectamente formada

No es algo que llega a una edad determinada

Actúa sabiendo las razones del por qué y para qué obrar

Reconoce con humildad sus debilidades y emite juicios ponderados

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Múltiples obstáculos

para formar una sólida madurez humana

Experiencias familiares no favorables

Consumismo, relativismo moral

Negación de los valores, imperio de las mayorías

Visión equivocada de la sexualidaddesligada del amor

Para ser buenos sacerdotes no es suficiente que tengamos una seria formación teológica

y una asidua práctica espiritual y que ejerzamos

adecuadamente lo relativo a la pastoral:

Todo se puede derrumbarsi no cuida su formación

humana

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3.3 Tendencias culturales actuales

Narcisismo

+ Ha dado importancia a la autoestima

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Egocentrismo: se ha ido perdiendo la capacidad de apertura a los demás

Personalidades inseguras, insatisfechas

No se sienten estimados

Pérdida del sentidode pertenencia

Sin embargo, la pertenencia es un componente de la personalidad

Familia

Comunidad eclesial

Ámbito socio cultural

Comunidad humana

Sacerdote: incardinado a un presbiterio

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3.4 Importancia de una formación para la vida celibataria

A menudo se piensa que el responder a la vocación conlleva en sí una gracia especial para vivir la castidad y optar por el celibato.

Se necesita un adecuado conocimiento de lo que es la sexualidad humana, que ayude a comprender la elección que va a hacer.

Hay que valorar la sexualidad como un don divino, y dejar la idea que es algo banal o vulgar.

Hay que asumirla como posibilidad de relación, apertura y acogida.

El ambiente erotizado ha

puesto en crisis los criterios y valores de

muchos sacerdotes

“en las actuales circunstancias erotizantes, un porcentaje nada insignificante de presbíteros viven el celibato con generosidad incluso elegante. En otro porcentaje mayor, el celibato es un intento honesto y un logro aceptable. Otro grupo nada desdeñable vive su condición célibe con una notable tasa de ansiedad e insatisfacción y con alternancias en su conducta. Existe, en fin, un grupo de presbíteros que “han tirado la toalla” y se encuentran más o menos incómodamente instalados en la doble vida”.

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Celibato:• Se ha entendido como si fuera simplemente la renuncia al

estado matrimonial; como algo duro y difícil de vivir.

En realidad la virginidad es un modo preciso de vivir la propia realidad sexual • la sexualidad proviene de

Dios • es una fuerte y maravillosa

energía de la persona humana, que determina el propio modo de ser y de sentir, de manifestarse y de comunicarse con los demás; de expresar y vivir el amor.

• No es una fuerza ciega, sino una energía espontánea y ordenada, que se vive dentro de una tensión entre egoísmo y oblación.

La sustancia del celibato es el amor, no el rechazo.

Su objetivo es el aumento de la capacidad de amar y no la simplemente en la renuncia a instintos y tentaciones.

La virginidad sólo es posible como elección dictada por el amor virginal a Dios, sin excluir las creaturas.

El objeto divino, Dios, es amado con corazón totalmente humano, mientras que las creaturas las quiere con benevolencia divina.

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Conlleva la renuncia a vínculos definitivos y exclusivos, como el matrimonio o una relación posesiva.

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P. Cencini: Formación para la virginidad

1. Unir el aspecto positivo: (elección de algo grande), con el negativo: (renuncia a algo arraigado en la naturaleza humana y bello en sí). En verdad se puede decir no a algo hermoso sólo en virtud de algo más hermoso.

2. No separar nunca el enamoramiento de Dios de la pasión por la creatura.

3. No pensar que es virgen quien no hace nada contra la castidad; No reducir todo a una serie de obligaciones que respetar y transgresiones que evitar.

La formaciónpara el celibato entrelazada con

la dimensión Espiritual.

Sólo es posible con una fe sólida yuna aceptación de

la Cruz.

Es un don que da Dios para el servicio de todos.

Es una opción que sólo se puede vivir dando testimonio para mostrar la primacía del amor a Dios, en una elección radical que lleva a renunciar al amor de una creatura que podría ser tuya para siempre.

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Unido al celibato va el ejercicio de la castidad.

• Virtud moral que regula el ejercicio de la sexualidad, según el propio estado de vida.

• Supone fidelidad a la opción asumida; en el caso del sacerdote es fidelidad a su renuncia por el Reino de los cielos al ejercicio genital, sin renunciar al fin natural de la sexualidad.

• La castidad del virgen es renuncia a una experiencia atractiva y rica de la existencia humana, como es la comunión plena de los cuerpos y de la vida.

• Hay que asumir esta realidad sin recrearse en patéticas restricciones mentales para justificar componendas miserables.

Por lo tanto hay que formar para asumir la “forma” de Jesús y sus sentimientos, en concreto la forma de su cuerpo crucificado y resucitado, para que nuestro cuerpo sea también una ofrenda, como fruto de un amor recibido, que tiende a convertirse en bien entregado.

La castidad es la norma que está al servicio de esta forma

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4. Las otras dimensiones de la formación permanente

4.1 Dimensión espiritual

Impulsa a acoger el don de la vocación...

Debe estar presente a lo largo de toda la vida sacerdotal.

La “forma” sacerdotal no depende del mundo , sino que es un don del Espíritu. Tenemos que “Estar con el Señor”, dejarnos formar por Él, como lo hicieron los Apóstoles.

Buscar a Cristo en la meditación de la Palabra de Dios, en los sacramentos, en el Obispo, en la comunidad, en los pobres.

Tener una sólida piedad y veneración a la Santísima Virgen.

Pilares para la vida espiritual

1. La caridad sacerdotal: cumplir la voluntad del Padre

2. La conversión sacerdotal: identificación con Cristo

3. Ser hombre de oración: hablar con Dios para hablar de Él

4. Trabajo responsable: para servir a Dios eficazmente

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4.2 Dimensión académica

Principal misión del sacerdote es el anuncio de la Buena Nueva, por tanto debe ser maestro de la fe y testigo de la Palabra.

Esa tarea exige sólida preparación académica

Profundización y vivencia personal de lo anuncia

En el momento del diaconado se nos entregó el libro de los

evangelios

En la ordenación sacerdotal prometimos realizar el ministerio de la Palabra, preparando y exponiendo con fidelidad

En el rito sacramental ha habido un compromiso de una seria y continua preparación doctrinal, para ofrecer una doctrina sólida y no nuestras propias teorías.

Conocer y meditar la Palabra de Dios, la Tradición y la doctrina de la Iglesia, expresarla en lenguaje apropiado y dando testimonio de vida

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4.3 Dimensión pastoralEl sacerdote debe ser otro Cristo y debe

Moldear su corazóna imagen delBuen Pastor:

VIVIR LACARIDAD PASTORAL

La Caridad pastoral: empuja y estimula al sacerdote • a conocer cada vez mejor la situación real de los

hombres a quienes ha sido enviado; • a discernir la voz del Espíritu en las circunstancias

históricas en las que se encuentra• a buscar los métodos más adecuados y las formas

más útiles para ejercer su ministerio”.• Animará y sostendrá los esfuerzos humanos del

sacerdote para que su actividad pastoral sea actual, creíble y eficaz.

La pastoral está ordenada a la salvación y por ello no puede ser fruto de improvisación:

Exige una verdadera planeación y buena

planificación

1. Conocer a fondo la finalidad2. tener objetivos claros y precisos3. establecer criterios de acción4. conocer los desafíos5. establecer las herramientas:

recursos materiales, personas…

Conocer y entender la mentalidad contemporánea-

En América Latina hay que formar para la solidaridad y estudiar bien la Doctrina Social de la Iglesia

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Epílogo

La formación permanente es una responsabilidad eclesial que exige un esfuerzo personal, una disciplina y una verdadera ascesis

La vocación nos exige un crecimiento de nuestra respuesta

1. Dar amplio espacio a la acción del Espíritu Santo

2. Colaborar con el Obispo y con los planes que organiza para todo el presbiterio

3. Participar en los encuentros periódicos de renovación litúrgica, teológica, pastoral y cultural que sirven para evaluar la actividad pastoral o para actualizarse

4. Asegurar una formación espiritual, para promover y mantener una continua fidelidad al ministerio sacerdotal.

Cumplir estas tareas hace parte de la CONVERSION PASTORAL

y nos prepara para la nueva Evangelización