la guerra de tres aÑos -...
TRANSCRIPT
LA GUERRA DE TRES AÑOS Y LA INTERVENCIÓN FRANCESA
Cuando Comonfort dejó la presidencia, el general Zuloaga, quien contaba con el apoyo de una parte del ejército y con los elementos conservadores más poderosos, se hizo cargo del gobierno. Conforme a la ley, la presidencia de la república correspondía a Benito Juárez, presidente de la Suprema Corte de Justicia, pero Zuloaga se adueñó del poder mediante la fuerza de las armas; esto desató una lucha que por haber durado tres años (1858-1860), y porque en ese tiempo Benito Juárez expidiera en Veracruz las Leyes de Reforma, ha sido llamada Guerra de Tres Años o de Reforma. La pugna se libraba entre el partido conservador, resuelto a derogar la Constitución de 1857 y a mantener a Zuloaga en el gobierno, y el partido liberal, en favor de la legalidad representada por el mantenimiento de las formas constitucionales y por el derecho a la presidencia de Benito Juárez.
Benito Pablo Juárez García nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca, el 21 de marzo de 1806; sus padres eran indígenas zapotecas, pobres y sencillos.
Huérfano desde pequeño, Juárez se quedó bajo la tutela de un tío; a los 11 años abandonó la casa de su pariente.
Iré a la ciudad de Oaxaca y buscaré a
mi hermana.
Aprendió a leer y escribir el idioma castellano. En los años siguientes estudió fervientemente hasta lograr obtener el título de abogado.
¡Parecía imposible, pero lo he logrado!
¡Gracias a Dios, hijo
mío!
De grandes inquietudes y nobles ideales, Juárez ingresó a la política.
Estoy dispuesto a lograr el triunfo de mis principios
liberales y la implantación de
un régimen de justicia, libertad e
igualdad...
Lo distinguían la constante firmeza de su carácter y la inquebrantable rectitud.
...para todos los habitantes de mi
país, sin distinción de clases o creencias.
Juárez desempeñó puestos importantes: gobernador de Oaxaca, ministro en el gabinete presidencial de Juan Álvarez y presidente de la Suprema Corte de Justicia en el gobierno de Comonfort.
En la guerra de Reforma, Juárez representó el principio de la legalidad, atacada por los conservadores que se adueñaron de la capital, obteniendo varios triunfos.
Constantemente perseguido, Juárez estableció su gobierno en Guanajuato y después en Guadalajara.
Fue ahí donde los soldados entraron al salón, arrollándolo todo con intención de matar al presidente Juárez.
¡Preparen! ¡Apunten!
Cuando los soldados estuvieron listos para acatar la orden, la oportuna intervención de Guillermo Prieto salvó la vida de Juárez.
¡Levanten las armas! ¡Los valientes no asesinan!
El ejército liberal estaba formado por hombres del pueblo, jefes valientes, pero sin conocimientos militares.
Santos Degollado: empleado; Melchor 0campo: culto y sencillo; Jesús Ortega: valiente y desinteresado escribiente; Ignacio Zaragoza: comerciante y después militar.
Jefes formados en la lucha que enfrentaron a militares de carrera como Osollo y Miramón, a generales experimentados como Zuloaga y Mejía o la crueldad y la fuerza de Leonardo Márquez.
De Guadalajara, Juárez partió para Manzanillo, embarcándose para Panamá, La Habana y Nueva Orleans
Pese a las frecuentes derrotas, Santos Degollado siguió combatiendo valerosamente.
Regresaré al país por Veracruz, en
donde instalaré mi gobierno.
Señor, por la división surgida entre los
conservadores, han sustituido a Zuloaga por el
general Miguel Miramón.
¡Este cambio dará un nuevo curso a la
guerra!
A partir de entonces, el ejército liberal obtuvo triunfos militares, como cuando Miramón quiso tomar la plaza de Veracruz...
...pero finalmente fue derrotado en San Miguel de Calpulalpan por González Ortega, el 22 de diciembre de1860.
Ante los conservadores
daremos por terminada la guerra, que para nuestro mal
duró tres años.
Leyes de ReformaEntre el 12 de julio de 1859 y el 5 de diciembre de 1860, Benito Juárez expidió en Veracruz las Leyes de Reforma que contenían las siguientes disposiciones fundamentales:
En el orden político, se establece la separación entre la Iglesia y el Estado, y se suprime el juramento en los actos oficiales, sustituyéndolo por la protesta de proceder bien y con verdad.
En el orden económico, se dispuso de la nacionalización de los bienes eclesiásticos.
En el orden social, se creó el registro civil, haciéndolo obligatorio para los nacimientos, las defunciones y los matrimonios que ocurrieran en la república mexicana; también se decretó la secularización de los cementerios, poniéndolos bajo autoridades civiles.
En el orden religioso, se estableció la libertad de cultos y se suprimieron las órdenes monásticas (conventos) de varones.
Las Leyes de Reforma constituyeron la resolución que logró hacer efectiva la transformación económica y social de México.
En su afán de aniquilarse, los partidos no vacilaron en solicitar ayuda extranjera.De esta manera
completaremos la tarea que inició Gómez
Farías en 1833. ¿A cualquier precio?
¡Aun comprometiendo los intereses del país, si
es necesario!
Así, los conservadores buscaron el apoyo español por medio del Tratado Mon-Almonte, que se firmó en septiembre de 1859.
El gobierno liberal encabezado por Juárez celebró con Estados Unidos el Tratado Mclane-Ocampo,* firmado en Veracruz el 14 de diciembre de 1859.
* Llamado formalmente Tratado de Tránsito y Comercio, con el que se vendería a perpetuidad el derecho de tránsito por el Istmo de Tehuantepec por cuatro millones de dólares.
Por fortuna, ninguno de los tratados tuvo efecto.
Y solemnemente nos comprometemos
a establecer un protectorado* en
México.
¡Esto es sólo el principio!
* Protectorado: forma de gobierno que es protegido diplomática o militarmente por un estado o entidad internacional más fuerte, a cambio de aceptar algunas obligaciones específicas.
A cambio de su ayuda ofrecemos a ese país el derecho
perpetuo de tránsito por el Istmo de Tehuantepec.
Y otras concesiones
por su invaluable
apoyo.
El primero, porque los conservadores
perdieron la guerra.El segundo, no
lo aprobó el senado norteamericano.
Las Leyes de Reforma como la única
manera de lograr la transformación social y
económica en el país.
El descontento del pueblo es motivado por las pésimas administraciones anteriores, rechazo la desamortización,
ofrezco mantener los privilegios del clero y, con su apoyo, hacer
las reformas.
Con Juárez en la capital
sólo me queda el destierro.
Los representantes de los dos partidos, Juárez y Miramón, informaron a la opinión pública sobre sus propósitos y emitieron sus respectivos manifiestos.
Como consecuencia de la Guerra de Tres Años, Miramón emigró a Francia y Juárez regresó triunfante a la ciudad de México.
Los conservadores, inconformes con la derrota, se organizaron en guerrillas...
Tratando de vengar la muerte del patriota, Santos Degollado murió el 16 del mismo mes a manos de los conservadores.
Leonardo Márquez amagó la capital, pero Porfirio Díaz lo derrotó en Pachuca y Real del Monte. Los conservadores siguieron luchando por arrebatar
el triunfo a los liberales, razón por la cual la vida económica y cultural de México no pudo normalizarse de inmediato, causando pobreza absoluta por la guerra que apenas había terminado.
Leandro Valle fue hecho prisionero y fusilado por Leonardo Márquez el 23 de junio. Tres patriotas que perdieron la vida el mismo mes.
...tomaron prisionero a Melchor Ocampo en su hacienda de Pomoca ...
...y, por órdenes de Zuloaga y Leonardo Márquez, fue fusilado en Tepeji del Río, el 3 de junio de 1861.
¡Preparen...!
¡Apunten...!
¡Fuego!
Con los recursos agotados por la guerra, de por sí escasos, Benito Juárez inició su gobierno en 1861.
Esta situación obligó a Estados Unidos a desistir de sus pretensiones expansionistas en México, dando oportunidad a las potencias europeas.
Esperando que las condiciones del país mejoraran, Juárez expidió un decreto, el 17 de julio de 1861.
Francia, en especial, se dio cuenta de la inesperada oportunidad con la cual podían realizar en México sus proyectos de intervención.
En tanto, la parte sur de Estados Unidos, partidaria de la esclavitud que le proporcionaba grandes ganancias, luchaba contra la del norte.
Es tan extrema la pobreza que no
encuentro el modo de cubrir los gastos
más urgentes.
Es hora de aprovecharse
de los beneficios del predominio comercial del nuevo mundo.
Por lo cual, se aplazará por dos años el pago de la deuda pública.
¡Es ahora o nunca!
Seguiremos empeñados en abolir
la esclavitud por considerarla cruel
e injusta.
La Triple Alianza
Después de la guerra de Reforma, la extrema pobreza del país obligó al presidente Juárez a expedir el decreto de suspensión del pago de la deuda pública; esto originó la Triple Alianza formada en la convención de Londres, el 31 de octubre de 1861, por España, Francia e Inglaterra, cuyo fin era hacer a México reclamaciones conjuntas, apoyadas militarmente, para obligarlo a pagar sus deudas contraídas. Con sus barcos de guerra anclados en el puerto de Veracruz, sus representantes enviaron al gobierno mexicano un ultimátum con sus pretensiones.
Manuel Doblado, comisionado de México, y representando a la Triple Alianza el general Juan Prim, por España; lord John Russell, por Inglaterra, y Dubois Saligny, por Francia, sostuvieron pláticas, primero en La Soledad, Veracruz, y después en Orizaba, para llegar a un acuerdo. Satisfechas sus demandas, y al ponerse de manifiesto las verdaderas intenciones intervencionistas francesas, España e Inglaterra se desligaron de la Triple Alianza y se retiraron.
Faltando a su palabra, Lorencez, jefe del ejército francés, avanzó sobre Puebla en búsqueda de la conquista del país; de esta forma inició la segunda intervención francesa.
Napoleón III intentaba conquistar las colonias en Sonora, a la que atribuía una gran riqueza.
Los conservadores vieron con buenos ojos la intromisión de Francia.
Los conservadores contaban con las gestiones de sus enviados a Europa.
Pero el más decidido fue el presbítero Francisco Javier Miranda.
Con una expedición militar que revivirá la
gloria y el poder de Francia.
E implantaremos la monarquía en
México.Don José María
Gutiérrez Estrada, desterrado del país,
logrará nuestro objetivo.
También Juan Nepomuceno Almonte, que disgustado
con los liberales por no lograr ser presidente hará todo lo posible, sin duda.
Si trabajamos con empeño, lograremos
la monarquía y satisfaremos nuestras
propias ambiciones.
Así arrojaremos del poder a los liberales.
Sólo así contendré el expansionismo
estadounidense en América Latina.
Napoleón III pensó en crear en México un campo de expansión comercial para la industria francesa.
G M N PD F B F L
LF
G
G
VMMINI
GI Z
MD J P
PL
V
P
G O
P
Z
G JG O
IZ
ML
M E F
Con el apoyo de jefes militares, directores políticos y representantes eclesiásticos del partido conservador, el jefe francés Lorencez* se negó a retroceder a Veracruz.
Al mando del ejército mexicano estaba el general Ignacio Zaragoza. Igualando a los franceses en valor, los
mexicanos los superaron en pericia, resistieron al ataque y…
…con el apoyo del los generales Miguel Negrete, Porfirio Díaz, Felipe Berriozábal y Francisco Lamadrid, la artillería mexicana dominó a la francesa…
*Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez.
¡No me importa violar lo pactado en La
Soledad,** avanzaré sobre Puebla!
Confiado en la organización y la disciplina de sus tropas, atacó la ciudad de Puebla el 5 de mayo de 1862.
** Tratados preliminares de La Soledad, Veracruz: convenios firmados el 19 de febrero de 1862 entre el ministro de Relaciones Exteriores de México, Manuel Doblado, y el representante de la Triple Alianza, Juan Prim.
Para defender a la ciudad, artillaremos
los Fuertes de Loreto y Guadalupe.
¡Sí, mi general!
G M N PD F B F L
LF
G
G
VMMINI
GI Z
MD J P
PL
V
P
G O
P
Z
G JG O
IZ
ML
M E F
El informe que el general Zaragoza rindió al presidente Juárez fue breve y significativo.
Militarmente, la Batalla del 5 de Mayo no detuvo el avance del ejército francés, pero la causa de México si despertó grandes simpatías en toda América y Europa.
El sitio duró 62 días, y el 8 de mayo, cuando víveres y municiones se agotaron, González Ortega tomó una drástica decisión:
Napoleón III comprendió que la invasión no iba a ser tan fácil como lo había supuesto.
El nuevo ejército puso sitio a Puebla, siendo sustituido Zaragoza en el mando por el general Jesús González Ortega, ya que Ignacio Zaragoza falleció a causa de la tifoidea, en septiembre de 1862.
Enviaré recursos de guerra y 30 000 hombres
a México, reemplazaré a Lorencez por el mariscal
Elías Forey.
¡Inutilicen o destruyan todas las
armas para que no caigan en poder del
enemigo!
Dispersado el ejército, jefes y oficiales se entregaron como prisioneros.
Los franceses avanzaron hacia la ciudad de México; el gobierno de Juárez se retiró por no poder resistir a tan poderoso invasor; el general Elías Forey entró a la capital en junio de 1863, y el gobierno mexicano se trasladó a San Luis Potosí.
Siempre perseguido, Juárez siguió afirmando su posición.
Sin embargo, Berriozábal, González Ortega y Porfirio Díaz lograron escapar.
Ahora más que nunca continuaremos
luchando contra los invasores.
Seguirá existiendo la presidencia y la legalidad de
la república que encabezo.
El general Bazaine no le daba tregua, pero Juárez conforme perdía territorio, ganaba más en firmeza y así siguió a Saltillo, Monterrey, Chihuahua y Paso del Norte.
Nada doblegará mi autoridad…
¡Nada!
Fernando Maximiliano de Habsburgo, hermano del emperador de Austria, Francisco José, nació en Viena el 6 de julio de 1832. Era inteligente e instruido. Hizo todos los estudios que requiere un buen marino y obtuvo el nombramiento de comandante mayor de marina. Realizó muchos viajes y conoció países de Europa y Brasil, sabía varios idiomas y poseía una vasta cultura científica y literaria. Como gobernador del reino lombardo veneto se mostró conciliador y liberal. Era hombre activo, pero de carácter frívolo, poco práctico, sugestionable y un tanto caprichoso.
Almonte y Gutiérrez Estrada fijaron su atención en Maximiliano para establecer con él la monarquía en México; idea que fue apoyada por Napoleón III y por Francisco José. Maximiliano, animado por su esposa, aceptó el trono de México cuando le fue ofrecido en Miramar por los conservadores.
Los Tratados de Miramar se realizaron entre Napoleón III y Maximiliano. Napoleón III se comprometió a mantener un ejército en México durante seis años; Maximiliano, por este apoyo militar, pagaría a ese ejército las deudas que México tenía con Francia y los gastos de guerra causados por la intervención; asimismo daría facilidades comerciales a Francia y se comprometía, además, a que su gobierno en México fuera de carácter liberal.
En la fragata Novara llegaron Maximiliano y Carlota, su esposa, a Veracruz, el 28 de mayo de 1864. Se les recibió ahí con notable frialdad, pero en la ciudad de México les fue tributado, el 12 de junio, un gran recibimiento por parte del ejército y de los mexicanos adictos al partido conservador y a la monarquía.
Maximiliano pudo darse cuenta de que en México no contaba con la simpatía del pueblo ni siquiera con su resignación, a pesar de los pocos recursos que tenía para luchar, sino que había una decidida resistencia nacional basada en la firmeza de Juárez para defender la soberanía nacional y lograr la salvación de la república.
Contra lo que esperaban los conservadores, Maximiliano dio a su gobierno una marcada tendencia liberal. Cumpliendo su compromiso con Napoleón III. Formó su gabinete con hombres liberales y mantuvo en vigor los preceptos de las Leyes de Reforma, como la desamortización y nacionalización de los bienes del clero a sus funciones de carácter religioso. Estas medidas tomadas por el emperador provocaron desacuerdo con el clero, perdiendo así su apoyo; tampoco logró contar con el apoyo de los liberales que se mantuvieron firmes al lado del gobierno de Juárez a pesar de que éste, perseguido por las tropas francesas, tuvo que retirarse hasta la frontera del norte.
Maximiliano no había logrado nivelar la hacienda pública, las salidas de dinero para Francia, las cantidades que el general Bazaine necesitaba para sostener la guerra contra los liberales en el país y los gastos de la corte imperial; todo lo cual era siempre superior al presupuesto. Se creó por esto una situación difícil entre el emperador y Bazaine, quien hizo creer a Maximiliano que el país estaba pacificado y que Juárez había salido de él, desapareciendo por tanto su gobierno. Logró entonces que Maximiliano firmara el decreto del 3 de octubre de 1865, en el que se condenaba a muerte a todo aquel que fuera sorprendido con armas en la mano, cualquiera que fuera la causa política que defendiera; este decreto causó muchas muertes a personas distinguidas, como el general José María Arteaga, derrotado y fusilado en Michoacán. La aplicación desconsiderada del decreto enardeció al pueblo contra el imperio.
Todo esto trajo como consecuencia una mala situación para Napoleón III.
Al terminar la guerra entre el norte y sur de Estados Unidos de América, Napoleón recibió un comunicado diplomático.
Por no convenirle una guerra contra Estados Unidos de América, Napoleón actuó sensatamente.
Ha sido incosteable esta aventura en México, sólo ha
servido para ponerme en evidencia con Europa.
Todos desaprueban mi conducta.
Tengo que afrontar el problema de Prusia que amenaza
las fronteras de Francia.
Maximiliano comprendió que al faltarle el apoyo militar, sólo le quedaba un recurso:
Sin embargo, su madre le escribió pidiéndole:
¡Abdicar!
Haga honor a mi nombre permaneciendo
como emperador.¡Glup!
Además, su hermano le recordó:
Habiendo renunciado a mi derecho al trono
austriaco no tengo por qué regresar a mi país.
La emperatriz Carlota también le pidió que permaneciera en México.
Querido mío, no abandones ahora lo que con tanto
esfuerzo has logrado.
Pero...
Mientras, yo iré a Europa a exigir a Napoleón III el
cumplimiento del Tratado de Miramar y a solicitar el
apoyo del Papa.
¡Se hará como tú
digas!
Carlota embarcó rumbo a Europa en julio de 1866. La entrevista con Napoleón III no tuvo la respuesta que ella esperaba.
¡Yo no puedo hacer nada!
¡Lo siento, señora!
En la audiencia con el Papa obtuvo la misma negativa.
¡Amparadnos, señor!,
Usted es nuestra última esperanza.
Desesperada por los resultados, la emperatriz enloqueció y sus familiares la llevaron a Miramar.
¡Max, amor mío!
¡Ven, te necesito!
Los conservadores se sentían defraudados y desplazados, por lo que le retiraron a Maximiliano todo su apoyo; no obstante, cuando el emperador, a la salida de las tropas francesas, reunió a su gabinete para tomar una determinación, sus miembros y los políticos conservadores, que así querían evitar su ruina, le aconsejaron resistir. Fue entonces cuando se inició la formación de un ejército imperial mexicano dirigido por Miramón, Márquez y Mejía, quienes estaban dispuestos a luchar por Maximiliano.
Las tropas francesas evacuaron la ciudad de México en febrero de 1867, con ello cobró nuevos bríos el ejército republicano que, con el decidido apoyo de todos los mexicanos patriotas y a ritmo cada vez mayor, fue recuperando una a una las plazas que antes había perdido en el territorio nacional.
Maximiliano se vio obligado a retirarse a la ciudad de Querétaro, donde se concentraron las fuerzas de Miramón, Mejía y Márquez. El general Mariano Escobedo sitió la plaza. Iniciados los combates, surgen rivalidades entre los conservadores, y Maximiliano toma el mando de la defensa; Márquez logró salir para traer de México refuerzos, pero al ver que Porfirio Díaz atacaba Puebla, indebidamente fue contra él y, como resultó derrotado, no pudo llegar a Querétaro, por lo que fueron vencidos, hechos prisioneros y sometidos a juicio. Maximiliano, Mejía y Miramón fueron condenados a muerte conforme a la ley del 25 de enero de 1862, emitida por Juárez, para castigo de cuantos atentaran contra la independencia y seguridad nacional. Igual pena les habría correspondido si se les hubieran aplicado la ley del 3 de octubre de 1865 que Maximiliano dictó contra los que fueran sorprendidos con las armas en la mano.
Se les fusiló en el Cerro de las Campanas el 19 de junio de 1867. Este hecho señaló el fin del segundo imperio y del partido conservador, así como el triunfo definitivo de la república y el de la burguesía liberal. Meses más tarde, en la misma fragata Novara que había traído a Maximiliano, fue llevado su cadáver a Austria.
La tenaz defensa que Juárez hizo de la soberanía nacional fue motivo de elogios y felicitaciones de hombres tan notables como Víctor Hugo y José Garibaldi, quien empieza su salutación a México diciendo: “Cuando una nación se desembaraza de sus opresores con tanta constancia y heroísmo como lo ha hecho México, merece una palabra de encomio y un saludo de las naciones hermanas”.
Gracias a la firmeza de Benito Juárez y al valor patriótico de los generales Zaragoza, Ortega, Díaz, Escobedo y muchos más, se logró salvar la dignidad y la soberanía de México y la unificación política del pueblo mexicano.
El 15 de julio de 1867, Juárez regresa a la capital de la república e inmediatamente expide un manifiesto, cuyo contenido decía lo siguiente:
“Mexicanos: el gobierno mexicano vuelve hoy a establecer su residencia en la ciudad de México, de la que salió hace cuatro años. Llevo entonces la resolución de no abandonar el cumplimiento de sus deberes… En nombre de la patria agradecida, tributo el más alto reconocimiento a los buenos mexicanos que la han defendido… No ha querido el gobierno dejarse inspirar por ningún sentimiento de pasión contra los que han combatido. Su deber ha sido pasar las exigencias de la justicia con todas las consideraciones de la benignidad.. Que el pueblo y el gobierno respeten los derechos de todos. Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
Dibujo de Alberto Beltrán
Juárez recibió un país en completa pobreza y desorganización.
Con la transformación industrial, social y espiritual que
se opera en el mundo…
...para México resultará complicada esta situación.
Me será difícil remediar los daños causados al país por las
recientes guerras.
Urge la reconstitución del
país, propondré medidas adecuadas
para lograrlo.
Juárez reorganizó el ejército, puso límite al militarismo y redujo el número de jefes.
Se logró administrar y organizar la hacienda pública.
Disminuiré sus facultades, general, y señalaré al ejército
sus verdaderas funciones respecto al gobierno del país.
Esto nivelará la hacienda pública
mejorando la economía del país.
La reorganización del ejército provocó las sublevaciones de los afectados.
General Sóstenes Rocha, le encargo poner
orden de inmediato.
¡A la orden, señor presidente!
El periodo del gobierno del presidente Juárez había terminado en 1865, durante la lucha contra el imperio, por tal motivo, al triunfo de la república, para normalizar la situación legal del gobierno, se realizaron las elecciones para el periodo de 1867 a 1871. Las nuevas elecciones dieron la presidencia a Benito Juárez, quedando a la cabeza de la Suprema Corte de Justicia Sebastián Lerdo de Tejada, y formando parte del gabinete: José María Iglesias, Ignacio Mejía, Blas Barcárcel y Antonio Martínez de Castro. El gobierno de Juárez expidió el Código Civil y el de Procedimientos Civiles para unificar la aplicación de las leyes al castigo de los delitos, y creó el juicio de amparo para hacer efectivas las garantías individuales. Se establecieron relaciones diplomáticas con Alemania, Italia y España, bajo la base de estricta justicia, mutuo interés y la debida reciprocidad. Se expidió una Ley de Instrucción Pública bajo la inspiración de don Gabino Barreda, que consideraba obligatoria, gratuita y laica la enseñanza primaria; creaba, para la liberación del espíritu de la juventud, la Escuela Nacional Preparatoria, y declaraba gratuita toda la enseñanza superior impartida por el Estado.
Fue preocupación del gobierno de Juárez impulsar el desarrollo material y económico del país: dio la concesión para construir el ferrocarril de México a Puebla, permitió el ensanchamiento de la red telegráfica para impulsar el comercio, suprimió los pagos por derecho de tránsito y protegió la minería.
Como las continuas sublevaciones militares impedían la buena marcha del país, en la que Juárez estaba empeñado para obtener la pacificación, dictó disposiciones legales que, sin merma de los derechos humanos, dieran fuerza y unidad al gobierno, procurando siempre poner un dique al militarismo.
Al terminar el periodo presidencial de Juárez, para las elecciones se presentaron tres candidatos: Porfirio Díaz, Sebastián Lerdo de Tejada y Benito Juárez, a quien sus partidarios deseaban reelegir. Como ninguno tuvo la mayoría absoluta, el Congreso cometió un verdadero fraude; los más exaltados partidarios de don Porfirio Díaz: García de la Cadena, Treviño y Donato Guerra, se sublevaron, insurreccionando a Zacatecas, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Durango.
Porfirio Díaz lanzó un plan en la Hacienda de la Noria, estado de Oaxaca, en noviembre de 1871, contra la reelección de Juárez, diciendo: “Que ningún ciudadano se imponga y perpetúe en el poder, y ésta será la última revolución”. El plan no fue bien recibido porque en él se pedían reformas a la Constitución. Sin embargo, fue secundado en varios lugares del país, provocando sublevaciones hasta en la Ciudadela de la ciudad de México. Las tropas del gobierno, organizadas por Ignacio Mejía y mandadas por Sóstenes Rocha, lograron sofocarlas. Las luchas cesaron de pronto al conocerse la noticia de la repentina muerte de Juárez, ocurrida el 18 de julio de 1872, a consecuencia de un ataque al corazón. La muerte le sorprendió tan animoso, tan resuelto, tan firme, como había sido en toda su vida el paladín de la reforma, el defensor de la soberanía nacional, el restaurador de la república. Automáticamente, la muerte de Benito Juárez acabó con el resto de las rebeldías. Puesto que ya no había razón para la lucha, Sebastián Lerdo de Tejada, presidente de la Suprema Corte de Justicia, ocupó interinamente la presidencia de la república, según lo establecido por la Constitución.