la gran aventura de estela y alana

La Gran Aventura de Estella y Alanna

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Estella y Alanna eran dos sirenitas muy lindas amigas desde la infancia, Estella vivía con sus padres y, alanna con su hermanito Adrián y sus padres.

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Un día Estella iba de camino a su casa cuando se encontró con alanna, ella le contó que no encontraba a su hermanito y que le ayudara a buscarlo antes de que anocheciera; Estella dijo que la ayudaría y fueron juntas a buscarlo, en el camino se encontraron con el Señor Escamas, le preguntaron si no había visto a Adrián.

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-Lo vi jugar esta mañana con sus amigos cerca de la tienda de la Señora Almeja – dijo el Señor Escamas.

Las chicas se dirigieron a la tienda y cuando llegaron al no ver a ningún niño fuera, entraron y le preguntaron a la señora almeja si lo había visto donde fueron los niños que estaban jugando fuera; ella les dijo – si los vi jugar esta mañana, pero se cansaron y se fueron, Oh! Que tal si le preguntan a Felipe, vino hace un rato y tenia cara de preocupado – les contesto La Señora Almeja.

- Está bien iremos, muchas gracias señora – agradecieron las sirenitas. Al llegar a la casa de Felipe, tocaron la puerta y les abrió la mama de Felipe; - hola señora esta Felipe en casa- ; - si un momento niñas – dijo la mama de Felipe. Cuando salio el niño le, preguntaron si sabia donde estaba Adrián.

- Yo le dije que no fuera, que era muy peligroso, pero el no hizo caso y se fue- dijo

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Felipe asustado; - espera, que no fuera a donde Felipe, explícate que no entendemos nada – a los arrecifes, el dijo que quería ver los arrecifes de coral, pero yo le dije que era peligroso, y el dijo que no tenia miedo y se fue – dijo Felipe mas asustado aun.

- Oh por Dios, ese lugar es muy peligroso – exclamo alanna

- Ahí se encuentran los peces más peligrosos de todo el océano – dijo estella.

- Hay que ir rápido a buscarlo, antes de que anochezca y le ocurra algo malo – dijo Alanna angustiada.

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Con esto nadaron muy rápido hacia los arrecifes a ver si alcanzaban a Adrián; en el camino se encontraron una pequeña gorra roja, Alanna la recogió y en seguida la reconoció, era la gorra de su hermanito Adrián, el nunca se quitaba esa gorra, ellas apresuraron el paso, puesto que Adrián podía estar en peligro, las chicas estaban muy asustadas; el lugar se hacia tenebroso y estaba muy oscuro, cuando Iván avanzando vieron unos peces de muy mal aspecto que se dieron cuenta de su presencia y se abalanzaron contra ellas y las capturaron y amararon, les vendaron los ojos para que no pudieran ver el camino. Luego de que sus captores nadaran y nadaran con ellas, llegando a lo mas profundo los arrecifes, se dirigieron a un lugar tenebroso y horrible, las encerraron y las desataron, se marcharon dejándolas aterrorizadas. Luego de unos minutos escucharon las voces de unos niños y se dieron cuenta de que no estaban solas.

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- Quien esta ahí preguntaron - se les acerco un niño sireno que se presento con el nombre de Christian, y les contó que llevaba ya dos días encerrado en aquella celda, con otros cuatro niños y niñas, también les dijo que el propósito de su secuestradores era ponerlos a trabajar en las minas de los arrecifes, para sacar piedras preciosas y luego comercializarlas en algún mercado ilegal. Las sirenitas se entristecieron y pensaron que nunca volverían a ver a sus familias; Estella le pregunto a Christian si no había visto a un niño llamado Adrián, el le contesto que escucho sobre el esta mañana, pero, que se lo habían llevado a las minas en los arrecifes, con esto Estella y

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Alanna pensaron que no podían perder las esperanzas y debían rescatar a Adrián y los otos niños que se encontraban allá para poder llegar sanos y salvos a sus hogares. Ellas y los demás niños idearon un plan de escape; - primeo hay que hacer que nos lleven a todos a las minas, para poder rescatar a los niños que se encuentran allá, junto con mi hermano – dijo Alanna.

- Okay, ¿como haremos para que nos lleven a todos a las minas? – pregunto Estella.

-¡Ya se¡ - exclamó Christian- hagámoslos enojar para que nos castiguen llevándonos a trabajar a las minas, allá ubicaremos a todos los niños e idearemos otro plan para escapar de las minas.

Así los niños comenzaron ha hacerlos morisquetas a los guardias y tirarles pequeñas piedras a la cabeza, le gritaban, feos, horribles, malos y que apestaban, los guardias se enfadaron tanto que decidieron mandarlos a todos a trabajar en las minas,

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los chicos estaban contentos, ya que lograron su primer objetivo.

En cuanto llegaron a las minas en los arrecifes ya había amanecido; Estella, Alanna y Christian comenzaron a preguntarles a los niños que se encontraban allá, si conocían a un niño llamado Adrián, una niña que si lo había visto les dijo – lo trajeron ayer en la mañana, y lo vi trabajar en las minas, estaba muy cansado y se quejo con los guardias, ellos se molestaron y lo encerraron en las cerdas de castigo; ya que no les gusta que nos quejemos – Los chicos se pusieron muy triste ya que el abuso y los malos tratos que recibían los niños ahí eran deplorables y muy penoso, en cuanto ubicaron donde estaban las celdas en donde se encontraban los niños castigados, se dirigían hacia allá, pero un guardia los detuvo y le pregunto – ¿A donde se dirigen ustedes? Y ¿porque no están trabajando en las minas eh? – Los chicos nerviosos, le dijeron al guardia – el guardia de la mina

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nos ordeno que revisáramos a los prisioneros.

- Y por qué no vino el mismo a ver como estaban? – pregunto el guardia.

Ellos fueron astutos y le contestaron – el dijo que esta muy cansado y no podía dejar solos a los demás niños, pero si no nos crees ve y pregúntale a el.

El guardia se creyó todo lo que le dijeron los niños; luego de que el guardia los dejara pasar, los niños fueron a las celdas y una por una fueron viendo si Adrián se encontraba en una de ellas, de pronto Alanna vio a un pequeño niño en una esquina de una celda, ella se alegro mucho ya que sabia que era su hermanito Adrián, cuando lo llamo el volteo a verla y se puso muy feliz puesto que sabia que su hermana lo sacaría de todos esos problemas en que se había metido, y regresarían a casa. Pero Adrián ignoraba como podían salir sin problema de todo esto, aun habían cosas por hacer; como abril las

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celdas en las que se encontraban el y los otros niños.

A Christian se le ocurrió otro plan para sacar a los niños de las celdas, el plan era el siguiente: Estella y Alanna, buscarían unas algas marinas color rojo, para que los niños se las coloquen en todo el cuerpo; luego llamaría a el guardia y le dirían que los niños están muy enfermos y que hay que sacarlos, luego de que el guardia los sacara, lo golpearían y lo dejarían inconciente.

Cuando las sirenitas llegaron con las algas marinas los niños dentro de las celdas se las colocaron en todo el cuerpo, basados en el plan de christian. En cuanto terminaron Alanna fue a buscar al guardia, cuando llego y vio a los niños con todo el cuerpo rojo se asusto.

- Debes dejarlos salir para poder sanarlos – dijo Estella.

- Pero, no quiero contagiarme de esa rara enfermedad; mejor los dejamos encerrados

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así no me contagiare de cómo se llame eso – dijo el guardia

- No los podemos dejar encerrados, ya se, porque no me das la llaves, yo abriré las celdas y tu no te contagiaras – añadió Estella

- Está bien, pero ten cuidado con tramar algo, si veo algún intento de escapar no dudare en encerrarlos a ustedes también.

En cuanto les dio las llaves a estella, ella comenzó a abril las celdas y a sacar a los niños de ellas; ya cuando estuvieron todos fuera, Christian cuidadosamente sin que lo viera el guardia, lo golpeo muy fuerte en la cabeza, el guardia cayo inconciente en el suelo y los chicos soltaron nadando de ese lugar, pero, todavía no podían irse a sus casas ya que quedaban niños en las minas trabajando y otro guardia que los cuidaba de que hicieran su trabajo; cuando llegaron donde estaba el otro guardia, le dijeron que su compañero se había contagiado de la enfermedad que tenían los niños, también le dijeron que era muy contagiosa, el guardia

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se asusto mucho, pues no quería contagiarse y dijo que se alejaría de ellos y se marcho dejándolos sin ningún otro guadúa, al ver que se alejaba dejándolos solos los niños se alegraron, por que pensaban que podían escapar sin ningún problema, pero en eso el guardia que se alejaba, regreso y les pregunto a Estella, Christian y Alanna, porque ellos no estaban contagiado de esa enfermedad, ellos respondieron que ya habían tenido esa enfermedad, y no les volvería a repetir, el guardia les creyó nuevamente y se marcho, los chicos al verse, ya liberados del guardia comenzaron a decirles a los niños que, para estar totalmente libre debían irse de ese lugar.

Por otro lado el guardia que los había dejado por el miedo a la enfermedad, se encontró a su compañero levantándose de el suelo, y le pregunto;

- ¿Qué haces ahí tirado en el suelo?

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- Esos mocosos me engañaron y golpearon con una roca para poder escapar – dijo el guardia furioso y adolorido por el golpe.

- ¡Rápido debemos volver a las minas antes de que escapen¡

Cunado llegaron los guardias a la mina, pudieron ver de lejos a los niños escapando rápidamente.

Debemos alcanzarlos si llegan a escapar iríamos a la cárcel – dijo uno de los guardias.

Los chicos notaron que los estaban siguiendo y comenzaron a nadar mas rápido, aun así los guardias los estaban alcanzando.

Estella vio una pila de piedras que podía derribarse, así que le dijo a christian que la ayudara a tirarlas para que no pudieran atraparlos.

Christian vio un palo y con el empujo algunas rocas así se derribaron y le cerraron el paso a los guardias; luego de eso, alcanzaron a los otros niños junto con Alanna y Adrián, aun no estaban del todo

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salvo tenían que llegar a casa, el camino era largo y los niños estaban cansados y debían descansar; así que buscaron un lugar donde descansar un rato, se quedaron dormidos. Uno de los guardias había podido atravesar las rocas y llego donde estaban los niños descansando y mientras dormían se llevo a Estella, pero Christian y Alanna vieron que el guardia se estaba llevando a Estella; ellos comenzaron a seguirlo a escondidas hasta que llegaron a un lugar secreto que estaba oculto tras unas rocas gigantes.

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Entraron cautelosamente, estella estaba atada a una silla, en cuanto el guardia se fue, desamarraron a estella y salieron de ahí serrando la puerta desde afuera para que ese feo pez no volviera a perseguirlo.

Alcanzaron al otro grupo de niños y luego de nadar hacia donde estaba el pueblo, llegaron a sus casas sanos y salvos; se reunieron con sus padres los cuales estaban muy contentos de reunirse con sus hijos, a quienes habían estado buscado por tantos días.

Los chicos luego de contarles a sus padres como los secuestraron y pusieron a trabajar en las mina, los padres de los niños le avisaron a las autoridades del pueblo para que buscaran y encarcelaran a esos peces tan malos y abusivos.

Los padres de los niños hicieron una gran fiesta para celebrar que los niños ya estaban de regreso, ahí todos los niños se divirtieron y se llegaron a conocer mejor.

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Durante la fiesta Alanna llamó a Estella, Christian y Adrián y les dijo que les tenia un pequeño regalo, cuando saco una cajita que tenia detrás de ella, dentro se encontraban cuatro dijes de la amistad, todos se la pusieron y ella les dijo – estos dijes representan nuestra amistad y nos recordara la gran aventura que tuvimos y que nunca debemos rendirnos ante nada y nunca perdamos las esperanzas. – luego se dieron fuerte abraso y regresaron a la fiesta; desde ese momento Estella, Alanna y Christian

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fueron los mejores amigos de todo el océano.

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Fernanda PatriciaRojas Turbi

Nacida el 30 de Abril del 2003, hija de los señores Licda. Patricia Turbí e Ing. Epifanio Rojas. Es una niña dinámica y extrovertida, que le gusta la lectura, especialmente los libros de cuentos y relatos.

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la gran aventura de estela y alana

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