Texto y fotografías: Jesús Quintano Sánchez

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A la derecha de la puerta deesta caseta de huerto, un nidode avispa alfarera repleto delarvas de mariposa y de polilla

La fauna beneficiosa son aquellos organismos que favorecen el desarrollo de nuestras plantas

de una u otra manera. Bien porque depredan o parasitan a los que las dañan o se alimentan de

ellas o bien porque las polinizan, o porque favorecen la disponibilidad de nutrientes en la tie-

rra... Es un grupo muy amplio formado por aves, reptiles, anfibios, arácnidos, bacterias, hon-

gos... un mundo que nos sorprenderá y fascinará conforme conozcamos su influencia y relación

con la agricultura y la jardinería. En una serie de artículos -éste es una introducción- el autor

nos ayudará a conocer y a observar esta fauna beneficiosa que nos acompaña, aunque en prin-

cipio se centrará en los insectos

E

n España los llamamos insectos auxiliares, aunqueexiste una información muy escasa sobre ellos, yla que tenemos más accesible y disponible es muypoco práctica, porque procede en gran parte de

otros países, de las casas comerciales de lucha biológica, deestudios basados en pruebas de laboratorio o, lo que es lomismo, es una información que no proviene de nuestrosagroecosistemas; en algunos casos son especies no autócto-nas y con gran capacidad de consumir o depredar presaspor individuo, aptas para la cría masiva en cautividad.

Pero, ¿qué hay de la gran cantidad de insectos y arácni-dos beneficiosos que se encuentran de forma natural ennuestros campos? En la mayoría de los casos pasan desa-percibidos y en otros son eliminados por desconocimien-to, por ejemplo con la aplicación de productos fitosanita-dos. Algunas de estas especies no alcanzan los niveles dedepredación o parasitismo por individuo de las más difun-didas, pero es muy necesario conocerlas ya que su actua-ción conjunta es determinante en la regulación natural deinsectos fitófagos, y además nos ofrecen información sobreel manejo y el estado tanto de la finca como del entorno.

Conocerlos para ayudar a que proliferen

Además de empezar a saber los nombres o especies, esbueno también conocer su biología, cómo se comportany, lo más interesante, cuál es su relación con el medio,

porque aunque se puedan aplicar en general en los agroe-cosistemas, se ha de tener en cuenta que cada caso tendráunas características distintas (especies vegetales, elemen-tos físicos, presencia de agua...). Sólo de esta forma po-dremos actuar de una forma más o menos acertada parapotenciarlos y mantenerlos.

Sabemos que el aumento o restauración de la diversidaden el agroecosistema hace que aparezcan más especies be-

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Nuestros aliados

neficiosas, ya que se incrementa la disponibilidad espacio-temporal de alimentación, de refugios y lugares de repro-ducción. Por ello a la hora de poner en marcha esta estra-tegia, se toman medidas como la creación de setos con es-pecies autóctonas, la conservación de zonas de vegetaciónnatural, asociaciones de cultivos, cubiertas vegetales, ro-taciones... Pensamos en la parte viva del agroecosistema,pero ¿qué ocurre con la parte inerte? ¿acaso no forma par-te de él? Con frecuencia cometemos el error de no teneren cuenta elementos físicos como una simple piedra, unaacequia aunque esté semiderruida, un murete, la casetillade la bomba o aperos... en algunos casos incluso los elimi-namos por "inservibles" o por criterios de "limpieza". Perola presencia de muchos organismos beneficiosos está rela-cionada con estos elementos, como por ejemplo la mantisreligiosa o la avispa alfarera. Su reproducción se ve favo-recida por los elementos físicos del entorno, porque son ellugar preferente de puesta y construcción de nidos, e in-cluso en algunos casos pueden llegar a ser determinantespara la continuidad de la especie en la zona. Por eso con-sideraremos y tendremos muy en cuenta los elementos fí-sicos del agroecosistema, porque son parte activa de la di-versidad útil. Son un punto de interés a la hora de rastrearo muestrear una zona de cara a analizar la población deartrópodos entom6fagos.

La diversidad de fauna beneficiosa, también está directa-mente relacionada con el manejo de los productos fitosani-tarios. Por muy diversa que sea la finca y sus alrededores, sihay una aplicación sistemática de productos biocidas, elnúmero de especies de artrópodos beneficiosos será muy re-ducido o prácticamente nulo, y serán los fitófagos especiali-zados en el cultivo los que abunden. Por ello, se ha de tenerespecial cuidado con las aplicaciones de productos como larotenona o piretrinas entre otros ya que, aún siendo mate-rias permitidas en producción ecológica, no son selectivas,afectando gravemente a la comunidad de fauna auxiliar.

Un desierto o una finca viva

Como ejemplos podemos citar dos casos. El primero esuna pequeña finca en la que podemos encontrar grancantidad de cultivos, desde hortícolas a olivos, viñas yfrutales como perales, manzanos e higueras. Sin embargo,apenas hay especies de hierbas (amarantos, manchas deté y varias gramíneas), algo que influirá en la diversidadde especies de insectos beneficiosos. El entorno lo consti-tuyen grandes extensiones de olivar, la mayoría con latierra desnuda, con apenas algunas manchas de vegeta-ción natural. A priori podemos pensar que se trata de unpequeño "vergel" en el que podemos encontrar variedadde artrópodos beneficiosos. Pero esta superficie no estábajo manejo ecológico y además está sujeta a una conti-nua aplicación de químicos, desde tratamientos específi-cos en los olivos de forma puntual a otros para el resto dela parcela, con una periodicidad de veinte días. De modoque un muestreo realizado a finales de verano dio comoresultado una presencia casi nula de fauna auxiliar, obser-

vándose síntomas escasos de parasitismo en cochinilla yalgunas libélulas procedentes del entorno, destacando lanula presencia de arácnidos y la relativa abundancia decrisopas (huevos, larvas y capullos ninfales). A estas últi-mas podemos encontrarlas con bastante frecuencia enfincas de producción química, ya que presentan una bajasensibilidad a los tratamientos y se recuperan rápido, porlo que su abundancia no es un buen indicador del manejode una finca. En el caso concreto de esta finca indica queel control natural de los fitófagos es casi inexistente.

El segundo caso es un olivar de verdeo que no está enproducción ecológica pero que se encuentra a un paso deella, por la nula aplicación de productos químicos y porel buen manejo de la tierra, conservando parte del año lacubierta espontánea, con gran riqueza botánica en suslindes. El entorno lo forman olivos y cereal. Muestreosrealizados en esta finca nos indican que hay grandes po-blaciones de artrópodos beneficiosos y nos sorprende lariqueza de especies dentro de algunas familias. Esto da co-mo resultado un elevado control natural de fitófagos, ori-ginado por el manejo global del agroecosistema.

Aprender a observar

De esta forma, y con práctica, sólo con observar el en-torno y saber el manejo que se le da a la finca podremossaber a priori, con mayor o menor acierto, qué artrópodosnos vamos a encontrar. Por la gran importancia que tie-nen, es necesario ampliar la información disponible sobreestos organismos y su relación con el medio, realizar estu-dios prácticos en nuestros agroecosistemas y divulgar to-da información al respecto. Pero para aprender más pornosotros mismos hay una herramienta muy eficaz: se lla-ma Observación. ig

Sobre el autorEs ingeniero técnico agrícola especializado en agricultura ecológica, apasio-nado de la entomología e ilustrador. Trabaja en el Centro de Formación de laAsociación CAAE

Numerosasespecies no

depredan niparasitan pero

polinizan ysirven de

alimento a losdepredadores

como esta moscazángano y

el escarabajoverde

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En el olivar hay organismos beneficiosos apenas tenidos en cuenta comolas hormigas león (trampa de arena que construye) o las libélulas

El sorprendente mundo de la fauna beneficiosa

Insectos depredadores y arácnidosinteresantes en la finca ecológica

El conjunto de depredadores y parási-tos es muy amplio. Es precisamente laacción de ese conjunto, y no la del indi-viduo, la que regula de forma natural alos fitófagos (insectos que se alimentande plantas).

Mantis: Hay una rica variedad de es-pecies en nuestra península. Cada unatiene preferencia por un estrato diferen-te, por lo que depredan en diversos luga-res. Veremos la estrecha relación con laparte inerte del agroecosistema y las di-ferencias de ootecas sanas o parasitadas.

Euménidos o avispas alfareras: Es-tas solitarias avispas además de polini-zadoras son unas excelentes aliadascontra las larvas de lepidópteros y, aligual que los mántidos, tienen una espe-cial relación con la parte inerte delagroecosistema. Diferenciaremos los ni-dos parasitados de los sanos.

Sphecidos o avispas cazadoras: Ali-mentan a sus crías con las mismas pre-sas que las alfareras, aunque las prefie-ren de mayor tamaño, realizando sus ni-dos en el suelo.

Coccinelidos o mariquitas: Son mu-chos los coccinélidos que viven en nues-tros agroecosistemas. Dependen en granmedida de la diversidad botánica del en-torno ya que por su voracidad necesitanencontrar alimento aparte de en el cul-tivo. Hay coccinélidos fitófagos y otrosescarabajos que podemos confundir conmariquitas.

Carábidos o escarabajos de suelo:Son muy abundantes en las fincas eco-lógicas por el manejo que se le da a latierra y cumplen un papel muy intere-sante frente a insectos dañinos que vi-ven en ella.

Cicindelas o escarabajos tigre: In-confundibles y voraces escarabajos quedepredan insectos en el suelo. Sus cu-riosas larvas viven en agujeros.

Staphylínidos: Son abundantes lasespecies y muy distintos los tamañosque presentan.

Hormigas león: Extraño insecto cuyalarva suele hacer una trampa de arenapara capturar a sus presas.

Chinche de las flores u Orius: Efica-ces depredadoras de fitófagos proble-máticos. Tienen una relación directa conla floración del entorno, pudiéndose en-contrar grandes cantidades en determi-nadas plantas.

Nabidos o chinches cazadoras y Re-duviidos o chinches asesinas: Se ali-mentan de otros insectos que encuentraen el cultivo y hierbas. Son muchas laschinches que podemos encontrar encampo pero veremos cómo diferenciaréstas del resto.

Libélulas y caballitos del diablo: In-teresantes depredadores que cazan don-de otros no lo hacen, en el aire. La pre-sencia de agua no contaminada es vitalpara su presencia ya que crían en ella.

Sirfidos o moscas de las flores: Losadultos son buenos polinizadores y laslarvas se alimentan principalmente depulgón. La riqueza floristica de la zonaes fundamental. Veremos las diferen-cias con otras moscas parecidas y avis-pas.

Mosquito depredador: Minúsculomosquito que lejos de molestarnos nosayuda al alimentarse de insectos comoel pulgón. Pese a su tamaño, las larvasson fáciles de observar.

Arañas: Son muy abundantes en lasfincas ecológicas y se encuentran desdeel suelo hasta la última hoja del árbolmás alto. Todas las especies son depre-dadoras y cumplen un papel muy im-portante en el agroecosistema.

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