la domesticación de la tele

Upload: angelina-oyarzun

Post on 03-Feb-2018

241 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    1/22

    84

    La domesticacin de la tele: usos deltelevisor en la vida cotidiana. Mar delPlata (Argentina), 1960-1970RE S U M E N

    El presente texto se centra en el televisorcomo objeto de la vida cotidiana y en el lugar

    que ocupa en el espacio domstico. Si la

    historiografa argentina se ha centrado hasta

    el presente en lo ocurrido en la ciudad de

    Buenos Aires, este artculo se propone como una

    contribucin a la historia de otras experiencias

    de la llegada de la tele a los hogares.

    Reconstruimos experiencias de los momentos

    iniciales de la televisin en Mar del Plata con

    la intencin de recuperar la historicidad de la

    asociacin entre televisor y domesticidad.P A L A B R A S C L A V E Televisor, domesticacin, espacio domstico, usos,

    experiencias, Argentina.

    Domesticating the TV: the Uses of theTelevision in everyday Life in Mar delPlata (Argentina), 1960-1970AB S T R A C T

    This article focuses on the television asan object of everyday life and the place

    it occupies in the domestic sphere. While

    Argentinean historiography has so far focused

    on what happened in Buenos Aires, this article

    contributes to the history of other experiences

    regarding the arrival of the TV inside the

    home. It reconstructs the experience of those

    initial moments of the television in Mar del

    Plata in order to recuperate the historicity of

    the association between the television and

    domesticity.KE Y WO R D S Television, Domesticity, Domestic Sphere, Uses,

    Experiences, Argentine.

    Licenciada y profesora en Historia de la Universidad Nacional de Mar del Plata, ArgenEstudiante de doctorado con mencin en Ciencias Sociales, Universidad Nacional de QuArgentina, con beca de Postgrado del Consejo Nacional de Investigaciones Cient cas y Tcnicas(CONICET). Sus intereses investigativos son la historia de la familia, del gnero y de los de habitar en la segunda mitad del siglo XX. Entre sus publicaciones recientes se encuenTransformaciones en la vida cotidiana. Produccin y re-produccin, Mar del Plata h

    nes de la dcada del 90, captulo realizado en colaboracin con Andrea Torricella y NataliaAlfonsi en Cuestiones de familia. Problemas y debates en torno de la familia contempornea, comp.Norberto lvarez (Mar del Plata: Eudem, 2007), 171-198; Relatos y prcticas de la vida fen el espacio domstico, Mar del Plata 1940- 1970,Quinto Sol. Revista de Historia Regional13(2009), en prensa; El trabajo domstico y la mecanizacin del hogar: discursos, experiencias,representaciones. Mar del Plata en los aos sesenta, enLos sesenta de otra manera: vida cotidiana, gnero y sexualidades en la Argentina, comps. Valeria Manzano, Karina Felliti e Isabella Cos(Buenos Aires: Prometeo, 2009), en prensa. [email protected].

    ARTCULO RECIBIDO: 14DE ENERO DE 2009;

    APROBADO: 20 DE ABRIL DE 2009;MODIFICADO:22 DE MAYO DE 2009.

    InsPrez

    HISTORIA CRITICA NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    La domesticacin de la tele: usos del televisor en la vida cotidiana. Mar del Plata (Argentina), 1960-1970

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    2/22

    85

    INTRODUCCIN

    Por primera vez se distingui el lugar donde se vive del lugar donde se trabaja.El primero se estableci como el interior. La o cina era su complemento. El ciudadano privado que en la o cina tomaba contacto con la realidad, necesitaba que el interior

    constituyera el sostn de sus ilusiones []. Para el ciudadano privado, ese mundointerior representaba el universo. En l, el individuo reuna lo distante en el espacio y

    en el tiempo. Su sala era un palco en el teatro del mundo.WALTER BENJAMIN1

    La televisin es un medio domstico. Se mira en casa. Se ignoraen casa. Se discute en casa2. El televisor pareciera no salir del mbito

    privado, como si se tratara de un espacio al que pertenece, del quees parte. Lynn Spigel utiliza la expresin staple xture para referirsea esta condicin del televisor3. Si xture puede traducirse casi inequ-vocamente como mueble, staple presenta tres signi cados que secomplementan en la descripcin del lugar que adquiri el televisor enel hogar: staple es, al mismo tiempo, bsico, tpico y principal.

    Y sin embargo, el lugar del televisor ha cambiado a lo largo del tiempo,e incluso en el presente sera difcil sostener que su uso es exclusiva-mente privado. En este artculo rastreamos el proceso dedomesticacin4 del televisor, es decir, el proceso de construccin de la asociacin entretelevisor/domesticidad/privacidad que hoy forma parte del sentido co-mn. Si, como planteaba Raymond Williams, el momento de cualquiernueva tecnologa es un momento de eleccin5, resulta interesante vol-ver al tiempo en que el televisor era una novedad, revisar su paso deobjeto extico a elemento omnipresente en los hogares.

    La domesticacin de la tele:usos del televisor en la vidacotidiana. Mar del Plata(Argentina), 1960-1970

    Este artculo es resultado de lainvestigacin llevada a cabo enel marco del proyecto de tesis

    de doctorado Vida familiar ymodos de habitar: experiencias yrepresentaciones (Mar del Plata1940-1980), nanciado con una becade Postgrado tipo I de CONICET, qua su vez forma parte del proyectocolectivo Identidades, Familias yGnero: Construcciones, imgenes yrepresentaciones. Argentina, segundmitad del siglo XX, cuya ejecucinest a cargo del grupo deEstudios sobreFamilia, Gnero y Subjetividades de laUniversidad Nacional de Mar del Pla

    1. Citado en Roger Silverstone,Televisin yvida cotidiana (Buenos Aires: Amorror1996), 52.

    2. Roger Silverstone,Televisin y vidacotidiana (Buenos Aires: Amorrortu,1996), 51.

    3. Lynn Spigel,Make Room for TV. Televisand the Family Ideal in Postwar Americ(Chicago: The University of ChicagoPress, 1992), 1.

    4. El concepto dedomesticacin es utilizadopor Roger Silverstone para referir al

    proceso de incorporacin de nuevastecnologas en el mbito domstico.Roger Silverstone,Televisin y vidacotidiana , 53-93.

    5. [T]he moment of any new technology(...) is a moment of choice (traduccinpropia). Lynn Spigel, Introduction, eRaymond Williams, Television.Technologand cultural form(Londres: UniversityPress of New England, 1992), XV.

    HIST. CRIT. NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    Ins Prez

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    3/22

    86

    Ahora bien, el tiempo en que el televisor fue una novedad depende del espacio quesiendo observado. En relacin con la introduccin del televisor en el hogar, esta obsecin resulta especialmente apropiada. Si habitualmente se toma 1951 como fecha inaude la televisin argentina, lo cierto es que hasta 1960 las emisiones slo eran recibidasciudad de Buenos Aires. Adems del surgimiento de Canal 9, Canal 11 y Canal 13 a niciudad de Buenos Aires -lo que marc el n del monopolio de Canal 7-, ese ao aparecieroCanal 12 de Crdoba y Canal 8 de Mar del Plata, y con ellos la tele lleg al interpas. En este artculo nos detendremos en las experiencias de la incorporacin del televa los hogares marplatenses. Este caso resulta relevante por dos razones: por una partetrata de un inicio temprano en relacin con otras partes del pas; por otra, el tiempo dllegada de la tele a Mar del Plata es el que habitualmente se toma como el del comdel consumo masivo de televisores y de televisin en Argentina6.

    Si la comprensin de los programas televisivos como textos requiere, como ya

    servara Lila Abu-Lughod, de una etnografa multisitio, la consideracin del televen tanto objeto tambin debe dar cuenta de los mltiples contextos dentro de los quesus usos cobran sentido7. La distancia de una dcada en la llegada de la televisinconsecuentemente de los televisores- con respecto a lo ocurrido en Buenos Airespuso una serie de particularidades en el proceso de domesticacin de estos artefacen Mar del Plata. Concretamente implic la presencia simultnea del televisor tantmbitos pblicos como en espacios privados, incluso en ambientes como la cocin

    los que en otras coordenadas espacio-temporales hubieran resultdo insospechados; usos que excedan la familia nuclear pero quemismo tiempo presentan discontinuidades respecto de tradicionede usos comunes de otros artefactos domsticos; una expectativdiferente de la audiencia respecto del nuevo medio, en especial pparte de quienes eran nios en aquel entonces que -a diferencide los adultos cuya percepcin giraba en torno de su condicin objeto novedoso- esperaban con ansiedad la programacin que to-dava recuerdan con nostalgia.

    La investigacin que aqu presento se basa en la reconstruccin experiencias de quienes vivieron el proceso de domesticacin del levisor. En este sentido, indagu en relatos de distintos sujetos acercade la introduccin del televisor en sus vidas cotidianas. Tom paello uncorpus constituido por una serie de entrevistas a 21 sujetos dedistintas caractersticas (en trminos de gnero, edad, sector sociaetc.), que tienen como rasgo comn el haber vivido en la ciudad enperodo en que se difundi masivamente el uso del televisor.

    6. Mar del Plata es una ciudad balnearia,

    fundada a nes del siglo XIX, ubicadasobre la costa atlntica, 400 km al surde la ciudad de Buenos Aires. Si nacicomo balneario delite, a mediados delsiglo XX se populariz. Por otra parte,desde su creacin Mar del Plata contcon un puerto sobre el Atlntico quepermiti el desarrollo de la industria dela pesca que, junto con el turismo y laindustria textil, dieron impulso a la vidaeconmica de la ciudad. El ritmo decrecimiento demogr co fue muy lentodurante las primeras dcadas. Slodespus del censo de 1947 se superaron

    los 100.000 habitantes, nmero quese duplic en 1960 con el arribo defamilias del interior del pas y de laprovincia. En la actualidad la ciudadcuenta con una poblacin de alrededorde 700.000 habitantes.

    7. Lila Abu-Lughod, La interpretacinde la(s) cultura(s) despus de latelevisin, Etnografas contemporneas 1:1 (2005): 64.

    HISTORIA CRITICA NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    La domesticacin de la tele: usos del televisor en la vida cotidiana. Mar del Plata (Argentina), 1960-1970

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    4/22

    87

    Las experiencias de los sujetos estn construidas como narraciones y, en ese sentido,presentan un orden, una seleccin y un tono8. Inclu entre los entrevistados a personasque pertenecen a una misma familia (dos grupos de hermanos y una madre y su hija), ascomo a sujetos que en el momento analizado tenan una relacin de vecindad. La familiapuede concebirse como uncampo en el sentido bourdieuano: en ella existen posicionesdesiguales que operan tanto al momento de tomar ciertas decisiones como a la hora decontar la historia familiar. Por otra parte, en el proceso mediante el cual el televisor sevolvinecesario para las familias, resulta importante observar cmo se sita lo quelosotros tenan o hacan. En este sentido considero que el contraste entre lo narrado porpersonas que mantenan una relacin de vecindad puede resultar interesante. La inten-cin de incluir distintas versiones de esa historia no es encontrar la msverdadera, sinosealar las marcas, los contrasentidos, los nfasis y silencios de los distintos relatos.

    Este artculo se centra en la historia del televisor en tanto objeto. Las experiencias de los

    sujetos iluminan los usos diversos de este artefacto en la vida cotidiana y sus variaciones enel tiempo. Losquines y loscmo son los que dan sentido a las preguntas por losqu .

    1. LA SALA: UN PALCO EN EL TEATRO DEL MUNDOLa distincin entre el lugar donde se vive y el lugar donde se trabaja, propia de la

    Modernidad, fue acompaada por una imagen del hogar como sacrorecinto de la vida familiar, alejado de los cambios avasallantes delmundo pblico, un refugio ante un mundo despiadado9. Su contra-cara fue la gura del hogar como coartada, como espacio abstradode la observacin pblica10. Pero, es posible sostener que el lmiteentre ambos espacios es tan tajante como pareciera desprendersede estas consideraciones? Si puede pensarse el mbito de la vida fa-miliar y el de la produccin y la poltica como esferas distintas, loes a condicin de pensarlas en una interpenetracin que no es slopermanente, sino tambin constitutiva de cada una de ellas.

    La presencia del televisor en el interior del hogar es una de lasformas que asume dicha interrelacin. La televisin y otros medioselectrnicos introducen [la hostil sociedad del mundo exterior] enel hogar y modi can tanto la esfera pblica como la domstica [].La televisin [] ahora lleva a los nios a recorrer el mundo, anantes de que estos tengan permiso para cruzar la calzada11. La te-levisin introduce lo pblico (y lo privado de otros) en el seno de lavida familiar o, si se quiere, domestica el exterior, lo convierte enun elemento ms del hogar.

    8. Seguimos las recomendaciones deDora Schwarzstein cuando seala qes inadecuado usar las fuentes orade manera principalmente factual,slo para transmitir o con rmarevidencia de acontecimientosparticulares. La materia prima de laentrevista es la memoria, y sta tienun carcter subjetivo y una tendenciaa interpretar la historia ms quere ejarla. Dora Schwarzstein,Unaintroduccin al uso de la Historia Oralel aula (Buenos Aires: Fondo de CulEconmica, 2001), 22.

    9. Christopher Lasch,Refugio en un munddespiadado (Barcelona: Gedisa, 1996)

    10. Jos Francisco Liernur, Casas y jardines. La construccin del dispositivdomstico moderno (1870-1930), eHistoria de la vida privada en la Argentla Argentina Plural, ed. Fernando Devot y Marta Madero (Buenos Aires: Tau1999), 101.

    11. Joshua Meyrowitz, citado en RogerSilverstone,Televisin y vida cotidiana, 59.

    HIST. CRIT. NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    Ins Prez

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    5/22

    88

    Raymond Williams propona el concepto de privatizacin mvil como condensador deuna lnea de transformaciones que tenda, por un lado, a una movilidad creciente y aprdida de la experiencia enraizada en comunidades productivas pequeas, y por oa una creciente privatizacin del consumo de la informacin y el entretenimiento12. Elbroadcasting, sostiene Williams, sirvi para la resolucin de esta contradiccin en t

    trajo imgenes del mundo exterior al hogar privado. Le dio a la gentela sensacin de viajar a lugares distantes y tener acceso a la informa-cin y el entretenimiento de la esfera pblica, incluso si la reciben los con nes de su propio mundo domstico13. La sala, un palcoen el teatro del mundo.

    Para explicar el lugar que el televisor ocup en aquel proceso,interesante observar lo ocurrido en Estados Unidos, el gran provedor mundial de imgenes en movimiento14. Si la difusin en escala

    masiva del televisor en Estados Unidos se produjo entre 1920 y 1955,las formas que asumi su uso deben ser comprendidas en relacicon los elementos que, ya desde la dcada de 1890, ponan en tensel ideal de domesticidad victoriano. La presencia ms asidua de mujeres en el mundo pblico como trabajadoras y consumidoras, elnuevo nfasis en la recreacin familiar fuera del hogar y centraen las parejas, la reduccin del tamao de los hogares vinculada a sumodernizacin, son elementos que hablan de las di cultades de man-tener los lmites entre lo pblico y lo privado, propios del modevictoriano. Por otra parte, la forma de concebir el entretenimienttambin haba sufrido una modi cacin sustancial en este momen-to: la imagen del elevamiento espiritual a la que se lo haba asociapor lo menos, desde inicios del siglo XIX dio lugar a otra ms derna y secular que lo vinculaba con actividades liberadoras qservan como contraparte del trabajo. En este contexto, en el que losdiscursos que advertan sobre los riesgos a los que la familia esba expuesta eran moneda corriente, la radio comenz a ser pensadcomo una posible va de resituar a las familias (a las mujeres, en es-pecial) en el interior del hogar15.

    Para 1926 la radio ya haba sido domesticada: se trataba una fuente de entretenimiento y noticias sumamente popularen los hogares norteamericanos. La difusin del televisor se emarc en aquel proceso: el momento oportuno se produjo entre1946 y 1955. Distintos elementos con uyeron all: la construccin

    12. Williams sita este proceso deprivatizacin mvil en una lnea que,con escasos quiebres o retrocesos, irade la conformacin de la esfera pblicahabermasiana en el siglo XVIII, en laque la prensa tuvo un lugar central,a su privatizacin, con la centralidadadquirida por medios cuya recepcinfue eminentemente domstica (latelevisin es el mejor ejemplo).Raymond Williams,Televisin, 19. Laidea de que existe una tendencia haciala privatizacin de la esfera pblica, ya presente en los propios textos deHabermas, ha generado un intensodebate. Entre quienes la discutenpuede situarse a John Tomlinson,citado en Roger Silverstone,Televisin y vida cotidiana, 119. En todo caso,la de nicin de lo pblico como unespacio entre el Estado y el terrenoprivado de las relaciones econmicasno es puesta en cuestin. En esteartculo no tomamos esa nocin de lopblico en tanto no permite dar cuentade ciertos matices que hacen que losusos del televisor dentro del espacio delhogar sean unas veces ms pblicos yotras, ms privados.

    13. Broadcasting, Williams argues, servedas the resolution to this contradictioninsofar as it brought a Picture of theoutside World into the private home.It gave people the sense of travellingto distant places and having accessto information and entertainment

    in the public sphere, even as theyreceived this in the con nes of theirown domestic world. Lynn Spigel,Introduction, en Raymond Williams,Television, XXI.

    14. Sergio Pujol, La dcada rebelde. Los aos60 en Argentina (Buenos Aires: Emec,2002), 146.

    15. Lynn Spigel,Make Room, 27.

    HISTORIA CRITICA NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    La domesticacin de la tele: usos del televisor en la vida cotidiana. Mar del Plata (Argentina), 1960-1970

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    6/22

    89

    masiva de los suburbios como respuesta a la crisis de vivienda, el crecimiento de latasa de matrimonios, el fenmeno conocido comobaby boom, etc. La imagen del ho-gar suburbano fue tomada como modelo de felicidad familiar porlos distintos medios de comunicacin, en un momento en el quelos fantasmas de la Guerra Fra comenzaban a rondar y la doctrinadel domestic containment (de la bsqueda de soluciones privadas acuestiones pblicas) se fortaleca.

    Estos elementos permiten explicar la asociacin entre televisor/domesticidad/privacidad en el contexto de los Estados Unidos. Parael caso de Argentina, tanto el precio de los aparatos como la faltade crecimiento del primer (y nico) canal durante los primeros aosde vida de la televisin (la primera transmisin se produjo en 1951)impidieron un uso domstico como el que tuvo en otros pases16. La

    primera dcada de la televisin se caracteriz por una recepcinfuertemente asociada a los espacios pblicos en un contexto en elque, a diferencia de lo ocurrido en Estados Unidos y otros pases, seexacerba la ocupacin de los espacios pblicos urbanos17.

    Esto implic una asincrona constitutiva de la televisin argenti-na18. Mientras las publicidades de televisores difundan una imagendel consumo televisivo dentro del hogar, con la familia (nuclear)reunida en torno del aparato observando atentamente, el uso mshabitual de los televisores se daba en espacios pblicos o, en todo

    caso, en compaa de personas ajenas al ncleo familiar. La imagendel consumo hogareo remita al contexto norteamericano en el quela asociacin entre televisin y domesticidad tena otras connotacio-nes19. En todo caso, existe un consenso en sealar que

    hay aspectos especcos de los aparatos que posibilitaron una seriede usos que tambin se fueron modicando histricamente: si en losaos cincuenta el televisor provocaba reuniones comunales, en los se-senta pas a ser parte del grupo familiar y, en las dcadas siguientes,se convirti, cada vez ms, en un objeto personal que hasta podaservir para establecer una distancia con la propia familia 20.

    Cmo se produjo la llegada del televisor a los hogares marpla-tenses? Si la cultura televisiva argentina ya tena una historia, concasi 10 aos de transmisiones televisivas en el pas, cmo fueron lasexpectativas de la naciente audiencia marplatense? Dnde se vea

    16. Mirta Varela, Los comienzos de latelevisin argentina en el contextolatinoamericano, presentado en lareunin de laLatin American Studies

    Association (Chicago: 1998), 8.

    17. El peronismo logr miti car suespacio pblico por excelencia, la Plde Mayo, frente a la casa de gobiernel lugar hacia donde se dirigieronlas masas en la concentracin quese convertir en hito fundacionaldel movimiento peronista que loseguir ocupando en las reiteradasmovilizaciones. Pero tambin es unapoca signada por la ocupacin de lacalles de paseo, los cines, los teatros,los restaurantes, los bailes, el carnavLa calle Lavalle, la avenida Corrientel Centro de los grandes espectculocomponen una geografa nocturna y masiva del espectculo porteo.Nuevos sectores acceden a esosconsumos y su presencia es uno de ldatos ms signi cativos de la culturade la poca. En ese contexto no parearbitrario que el Estado distribuyeratelevisores para su recepcin pblica y la primera televisacin fuera un acmultitudinario. Mirta Varela, Loscomienzos, 10.

    18. Varela sostiene que sta no esuna caracterstica exclusiva delcaso argentino. Mirta Varela, Loscomienzos, 9.

    19. Vase Cecelia Tichi,Electronic Hearth:creating an American Television Culture (New York: Oxford University Press,1991), 16-17.

    20. Gonzalo Aguilar, Televisin y vidaprivada, enHistoria de la vida privada ela Argentina: la Argentina entre multitud soledades, de los aos treinta a la actual eds. Fernando Devoto y Marta Made(Buenos Aires: Taurus, 2002), 257. Sobserva en los Estados Unidos ya enun perodo muy anterior los discursoque tienden a un uso diferencial deltelevisor dentro de las familias. LynnSpigel,Make room, 60.

    HIST. CRIT. NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    Ins Prez

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    7/22

    90

    televisin en los primeros aos? Quines miraban? Qu esperaban ver? En qumento el televisor qued integrado al escenario de los hogares marplatenses?

    2. TELEVISORES EN MAR DEL PLATASi la televisin lleg a la ciudad de Buenos Aires ms tardamente que a dist

    ciudades de los pases centrales e, incluso, de algunos pases latinoamericanos21, tomtodava nueve aos ms para que alcanzara el interior del pas, y slo lleg a algunanas. Mar del Plata y Crdoba fueron, despus de Buenos Aires, las primeras ciudadpas en tener un canal local. En Mar del Plata el proceso de incorporacin del televilos hogares estuvo marcado por una temporalidad distinta, que supuso la superposicde elementos de lo que en Buenos Aires fueran etapas sucesivas. El uso pblico d

    televisores, el ir a mirar televisin al club o a la casa del vecino racterstico de los porteos de los aos cincuenta, coincidi en M

    del Plata con el abaratamiento de los aparatos, la posibilidad de coprarlos en cuotas, la domesticacin del medio y la conformacinuna generacin televisiva22, propios de los sesenta.

    El abaratamiento de los aparatos coincidi con un aumento esu produccin y se re ej en un fuerte incremento en su venta, enespecial desde los aos sesenta. En estos aos se intensi c la di-versi cacin en el consumo -fruto de la disminucin del peso deciertos rubros (los considerados bsicos) dentro del presupuesfamiliar- iniciada en dcadas anteriores23, que se apoy en un im-portante crecimiento econmico sostenido durante toda la dcad y fue acompaada por una participacin de los asalariados en la dtribucin del ingreso de alrededor del 40%, relativamente estaben el perodo24. En este sentido, el nmero de hogares con televisocreci rpidamente dando lugar a la transformacin de la sociedArgentina en una sociedad televisiva25. La introduccin de los televi-sores a los hogares marplatenses se dio en este contexto particulael cual supuso una serie de diferencias respecto de lo sucedido la ciudad de Buenos Aires. En esos aos, para las familias, tenetelevisor era, cada vez ms, una necesidad26.

    En la ciudad de Mar del Plata, distintas casas que haban sido fundas en la primera dcada del siglo XX y que se dedicaban mayorma la venta de artculos para la construccin, carpintera y ferreter(como Jos Tiribelli, fundada en 1905, oCasa Fava, fundada en 1909),incorporaron la venta de electrodomsticos, cocinas y calefones a g

    21. En 1950 Mxico, Cuba y Brasil realizansus primeras transmisiones televisivas.En 1952, es el turno de Venezuela yen 1954, el de Colombia. Vase MirtaVarela,La televisin criolla. Desde susinicios hasta la llegada del hombre a laLuna, 1951-1969 (Buenos Aires: Edhasa,2005), 36-37.

    22. Es necesario aguardar a la televisinde los sesenta para encontrar unageneracin televisiva por habercompartido la experiencia de ver Elcapitn Piluso. No ha quedado, encambio, una generacin de La pandillaMarylin. Mirta Varela,La televisincriolla , 60.

    23. Mario Rapoport, Historia econmica, poltica y social de la Argentina (1880-2000) (Buenos Aires: Macchi, 2003), 579.

    24. Ricardo Aroskind, El pas deldesarrollo posible, enViolencia, proscripcin y autoritarismo (1955-1976),ed. Daniel James (Buenos Aires:Sudamericana, 2003), 63-116.

    25. En este sentido, Pujol seala que elnmero de televisores en el pas pasde un milln y medio de aparatos en1959 a casi doce millones en 1968: uncrecimiento que, proporcionalmente,fue mayor al que se dio en los EstadosUnidos, el gran proveedor mundialde imgenes en movimiento. SergioPujol, La dcada rebelde, 146.

    26. Gonzalo Aguilar, Televisin y vidaprivada, 256.

    HISTORIA CRITICA NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP84-105

    La domesticacin de la tele: usos del televisor en la vida cotidiana. Mar del Plata (Argentina), 1960-1970

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    8/22

    91

    en los aos cincuenta. Entre 1951 y 1963 se abrieron, adems, algunas de las que seranlas casas de electrodomsticos ms importantes de la ciudad (Roberto Mili , Jos Fazio, CasaRadar, Francisco P. Uriaguereca, Su Casa, etc.). A partir de los sesenta el artculo que ms sevenda era el televisor y el medio de pago ms frecuente era el crdito personal.

    Ahora bien, a pesar de ser ms accesibles, los aparatos de televisin seguan siendo, almenos en los primeros aos de la dcada, objetos caros. De nuestros entrevistados, sloquienes tenan un mejor pasar econmico tuvieron un televisor en su hogar antes de1966 y 1968. sta, en efecto, parece ser la fecha que la mayor parte de los entrevistadoscoincide en sealar como el momento en que la tele lleg a casa27 .

    En estos primeros aos el uso pblico del televisor era el ms habitual. Sin embargo, endnde y con quin se miraba televisin parece haber sido diferente de acuerdo con la perte-nencia social y la edad de quien relata. Quienes tenan una posicin econmica ms holgada,por lo general, compartan su televisor con (o iban a la casa de) algn pariente. Mirar televi-

    sin para quien no tena a sus familiares cerca poda ser una actividad slo de n de semana.No obstante, de acuerdo al relato de los ms jvenes, quienes eran nios en aquel entonces,la frecuencia de las visitas lleg a incrementarse de tal modo que aun los padres ms reacios-aquellos que pudiendo comprarlo tempranamente descon aban de la incorporacin de losnuevos aparatos al hogar- terminaron adquiriendo el televisor propio.

    Entre quienes hablan de s mismos como trabajadores los lugares que ms fre-cuentemente se recuerdan como espacios para mirar televisin son el club del barrio,la sociedad de fomento, la casa de algn vecino. Es ste ltimo el espacio que prevalececuando mirar la tele es descrito como parte de la rutina diaria. Un elemento que re-

    sulta signi cativo es que, en la mayor parte de los relatos que hemos recogido, quienesnarran son quienes iban a la casa de otro, no quienes los reciban. Elcaso que se distingue es el de la familia Pilafsidis, la primera de subarrio en tener el ansiado televisor (segn el relato de tres de susmiembros). Ahora bien, si ellos recuerdan con nostalgia las hordasde nios del barrio que todas las tardes los perseguan para mirartelevisin en su casa, los vecinos a los que entrevistamos parecenno tener registro alguno de aquello. Ni aquellos que tenan mejoresrecursos econmicos -que tenan televisor en su casa o iban a don-de un familiar- ni aquellos que provenan de familias trabajadoras.stos ltimos recuerdan ir a la casa de algn vecino con quien tenanuna relacin ms estrecha. No se ubican como parte de quienes, abu-sando de la hospitalidad, ocupaban diariamente la casa de aquelloshermanos, sino como visitantes respetuosos y agradecidos de la ge-nerosidad del vecino solidario.

    27. Entrevista a Nancy Cabaas, Mar dPlata, 15 de marzo de 2007; entrevisElas Fiotto, Mar del Plata, 5 de octude 2006; entrevistas a Cristina GmeMar del Plata, 28 de enero de 2007 yde agosto de 2008; entrevistas a CeliIglesias, Mar del Plata, 15 de junio de2007 y 19 de agosto de 2008; entreva Carlos Pilafsidis, Mar del Plata, 22de junio de 2007; entrevista a Marta y Jos Pilafsidis, Mar del Plata, 23 d julio de 2007; entrevista a Marta MaraRodrguez , Mar del Plata, 3 de junio2007; entrevistas a Mara del CarmeRustoyburu, Mar del Plata, 25 deenero de 2007 y 30 de agosto de 200entrevista a Mara Vinci, Mar del Pla25 de junio de 2007; entrevista a JosZambrano, Mar del Plata, 30 de enerde 2007; entrevista a Elena Di NorciMar del Plata, 5 de julio de 2007.

    HIST. CRIT. NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    Ins Prez

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    9/22

    92

    Quienes iban a mirar televisin a casas ajenas con asiduidad, independientementede su condicin social, eran nios. Los adultos slo iban en ocasiones excepcionacon una frecuencia mucho menor. Pareciera que los lmites entre el interior y el exteeran ms uidos para los ms jvenes. Esta idea se refuerza si se observan los lugares endonde se desarrollaban sus juegos. La frontera entre el adentro y el afuera, entre la casapropia y la ajena, se cruza all de modo permanente. Otros usos normales son puestosen juego: la especializacin funcional de los ambientes, imperativo del habitar moderno,es burlada por quienes se apropian de cualquier espacio y lo transforman en campo juego. La indulgencia es la clave interpretativa a la que se apela en los relatos de nuestrosentrevistados cuando se narran prcticas infantiles que se alejan de los cnones del buencomportamiento, indulgencia que pareciera ser inaceptable como criterio para evallas prcticas de los adultos.

    Para el caso de Buenos Aires, la televisin no fue vista desde la casa sino por un

    quea minora y an en esos casos, convocaba a reuniones ms all del crculo ntimla familia []. De esta forma, ver televisin se integra a costumms antiguas: tambin era frecuente por ejemplo, en los barrios, usarla heladera del vecino28. Para el momento en que la televisin llega Mar del Plata, los usos compartidos de artefactos como la helado la cocina eran ya lejanos. Las historias de cocinas a lea aprove-chadas por dos o tres vecinas a la vez o de heladeras en las que mde una familia guardaba sus alimentos son frecuentes entre quienvivieron su infancia antes de 1940, mucho tiempo antes de quetelevisor comenzara a difundirse de manera masiva en la ciudad. Lusos comunes haban quedado reservados, en los aos posteriorea aquellos aparatos susceptibles de ser transportados de una casaotra (plancha, lustradora, aspiradora, licuadora, batidora, etc.)29.

    Los usos compartidos de distintos artefactos domsticos pertnecen a un tiempo anterior a lo que se ha caracterizado como undemocratizacin del bienestar 30. En este sentido, distintos autores hansituado en las dcadas de 1940 y 1950 un acceso masivo a bieneprimera necesidad como la vivienda31. En la dcada de 1960, la heladera elctrica y la cocina a gas o a kerosene ya estaban presentes enel escenario habitual de gran parte de los hogares. El uso de dichartefactos era propiamente familiar y se realizaba en el interior despacio domstico. Si el uso del televisor no coincide plenamencon esta lgica, se debe en cierta medida a que segua tratndose un objeto poco accesible. Sin embargo, la prctica de ver televisin

    28. Mirta Varela,La televisin criolla, 54.

    29. Vase Ins Prez, Aqu vivieron yas recuerdan. Historias de familia yvivienda en Mar del Plata entre losaos 1940 y 1970 (Tesis de Licenciaturaen Historia, Universidad Nacional deMar del Plata, 2006); Ins Prez, Eltrabajo domstico y la mecanizacindel hogar: discursos, experiencias,representaciones. Mar del Plata en losaos sesenta, documento presentadoen la 1 Reunin de Trabajo Los 60de otra manera: vida cotidiana, gnero y sexualidades en la Argentina (BuenosAires: 2008).

    30. Juan Carlos Torre y Elisa Pastoriza,La democratizacin del bienestar,enNueva Historia Argentina: los aos peronistas, compilado por Juan CarlosTorre (Buenos Aires: Sudamericana,2002), 257-312.

    31. Susana Torrado,Historia de la familiaen la Argentina Moderna(Buenos Aires:Ediciones de la Flor, 2003): 376- 401;Anah Ballent,Las huellas de la poltica.Vivienda, ciudad y peronismo en Buenos

    Aires , 1943-1955 (Buenos Aires:Prometeo, 2005), 31-95; Rosa Aboy,Viviendas para el pueblo. Espacio urbano y sociabilidad en el barrio Los Perales, 1946-1955 (Buenos Aires: Fondo de CulturaEconmica, 2005), 19-73.

    HISTORIA CRITICA NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    La domesticacin de la tele: usos del televisor en la vida cotidiana. Mar del Plata (Argentina), 1960-1970

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    10/22

    93

    en la casa de un vecino en la Mar del Plata de los aos sesenta ya no se inscribe en lashistorias de los usos compartidos de aquellos otros artefactos de la vida domstica:como ya se dijo, quienes franqueaban las fronteras entre la casa propia y las ajenaseran principalmente nios.

    Ahora bien, ms all de que en la memoria de la infancia una nostalgia indulgentesea la clave interpretativa ms frecuente, sostendremos aqu que hay otras razones queexplican el que fueran los ms pequeos los que transitaban dichos espacios con ma- yor uidez. Por una parte, en la mayora de los relatos con los que trabajamos, los niosson quienes aparecen como usuarios principales del televisor, aquellos en quienes sepensaba al comprarlo. Por otra, desde los aos sesenta, en distintos discursos cuyolector modelo es un ama de casa de sectores medios, hay una prescripcin orientada aun uso ms exible de los espacios de la casa por parte de los distintos miembros de lafamilia, en especial de los nios. El siguiente es un ejemplo de este tipo de prescripcio-

    nes. Se trata de una nota publicada por el diarioLa Capitalde Mar del Plata en 1966, enla columna La mujer y el hogar:

    Un problema para toda la familia. Y lleg la tan esperada fecha. Y tan temida. Porquetoda la familia sabe que el nene tiene muchos amiguitos. Amiguitos que suelen jugartirndose masitas a la cabeza y decorando las alfombras de la casa con insospecha-das mezclas de crema y chocolate []. En n, la tragedia no es tanta. El nene puedetener su esta sin echar a perder la casa, su arreglo y la tranquilidad de la familia.Aunque, si nos ponemos a pensar, no vale la sonrisa y la alegra del nio , algn la-mento de silln o alguna masita desubicada [] 32.

    El imperativo del orden ceda frente al valor de la sonrisa y la alegra del nio. Elimperativo del uso familiar del espacio domstico tambin: eran nios quienes con ma- yor frecuencia miraban televisin en casas ajenas. Y tambin eran ellos quienes la habanesperado con mayor ansiedad.

    La diferencia temporal entre el inicio de la televisin en Buenos Aires y en Mar del Plataimplic tambin que las expectativas frente a su llegada fueran distintas. Si en el BuenosAires de los primeros aos de la dcada de los cincuenta la televisin estaba ah pero nadiela vea33 , la llegada de la televisin a Mar del Plata fue esperada con ansiedad:

    Jos: Bueno, el mismo ao que arranc canal 8, arranc en diciembre eso no me

    olvido nunca, nosotros tenamosMarta: tenamos televisor haca seis mesesEntrevistador: Seis meses nada ms?Jos: Ehhh! Seis meses era mucho. Esperando Vea todo el da dicien-do: cundo empieza Canal 8, la puta madre!34.

    32. Problema para la familia, DiarioLaCapital, Mar del Plata, 15 de septiembde 1966. Las cursivas son mas.

    33. Mirta Varela,La televisin criolla, 47.

    34. Entrevista a Marta y a Jos PilafsidMar del Plata, 23 de julio de 2007.

    HIST. CRIT. NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    Ins Prez

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    11/22

    94

    Seis meses teniendo televisor y sin poder sintonizar una seaSeis meses esperando la tan anunciada transmisin de Canal 8. todos recuerdan haber tenido tanta expectativa depositada en el incio de la televisin. En el caso Marta y Jos Pilafsidis, la historia llegada de la televisin est inscrita en un relato pico familiar: elfueron los primeros en el barrio en tener televisor. Sin embargo, lrecuerdos de la espera de la tele son ms fuertes y vvidos enttodos aquellos que, como ellos, eran pequeos en aquellos aos:1960, cuando su padre compr el primer televisor, Marta y Jos ten12 y 14 aos respectivamente. La transformacin en la vida cotidinecesaria para que la audiencia se sentara en el silln ya haba tenilugar cuando la tele lleg a Mar del Plata, pero se trataba de uaudiencia pequea35. Son quienes eran nios en aquella poca los qu

    recuerdan los programas, los horarios en los que haba transmisiel momento de estar mirando. Los mayores, en cambio, recuerdantiempo ganado gracias a este entretenimiento de sus hijos.

    Para los mayores segua tratndose de un objeto: moderno yprestigioso para unos, excntrico y peligroso para otros. Lo queaparato transmita parece haber tenido una importancia menor amenos durante los sesenta. Las lgicas que primaban en la deciside comprarlo ponan sus caractersticas en tanto objeto en el centrode las consideraciones36. ste es, en efecto, el caso de la madre de unde nuestras entrevistadas.

    Entrevistador: Pero qu deca su mam? Por qu no queratener un televisor?Hilda: Ah! Porque mi mam siempre tiene esa tendencia la si-gue teniendo que todo es negativo. Lo desconocido es negativo.Y como que tiene miedo. Yo creo que pasa por ah. No lo dice peroes lo que yo creo [] no dejaba perder la oportunidad, si sala eltema, de decir que ella no, que la televisin no, que no quierotener ese aparato en casa, veo en otro lado. Y despus dio elbrazo a torcer. Claro porque se aburrira, porque estaba sola, los

    dems tenan y ella no, las dos nenas iban creciendo 37.

    La condicin econmica de nuestra familia entrevistada, una mujerde 63 aos, la segunda de cuatro hermanas, les permita adquirir ude estos aparatos. Su padre, ya fallecido en el tiempo de los televiso

    35. Si resultaba difcil encontraralgn atractivo para quedarse aver cmodamente desde su casa,fue necesario esperar que algo semodi cara en la vida cotidiana, en loshbitos respecto de otros consumosculturales para que la televisin seinstalara cmodamente en la Argentina y la audiencia en el silln. MirtaVarela,La televisin criolla, 54.

    36. Marta, Jos y Carlos Pilafsidisrecuerdan que su padre compr eltelevisor por razones que tienen que

    ver con su gusto por la tecnologa, porestar al da con lo nuevo. Entrevista aMarta y a Jos Pilafsidis, Mar del Plata,23 de julio de 2007; entrevista a CarlosPilafsidis, Mar del Plata, 22 de juniode 2007. Por otra parte, a nivel de lapoltica municipal, tambin parecenhaber primado las consideracionesvinculadas al imaginario acerca dela tecnologa cuando el 13/04/1966se aprob el decreto 362 por mediodel que se creaba la TelescuelaMunicipal: Que la televisin puedeser el vehculo capaz de llevar aconocimiento de los escolares -entreotros- temas sobre investigaciones delmedio fsico; proteccin de la salud;comprensin y mejoramiento de lavida social: instrumentos de cultura y actividades estticas. Por ello,decreta: Art. 1: Crase la TelescuelaMunicipal, en la que se transmitirntemas vinculados a los programasescolares vigentes. Art. 2: La DireccinGeneral de Educacin deber proponerlos lugares donde considere oportunohabilitar centros de recepcin,para mejor aprovechamiento de lapoblacin escolar.Boletn Municipal (Municipalidad de General Pueyrredn,1966), 153-154. Esta experienciase inscribe en una lnea de accinestatal de donacin de televisores ainstituciones educativas que habraempezado ya en la dcada de 1950.Vase Mirta Varela, Los comienzos, 8.

    37. Entrevista a Hilda Broers, Mar delPlata, 10 de julio de 2007.

    HISTORIA CRITICA NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    La domesticacin de la tele: usos del televisor en la vida cotidiana. Mar del Plata (Argentina), 1960-1970

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    12/22

    95

    haba fundado una importante empresa de fabricacin de calefactores de la que la familiaan reciba ganancias. Ella explica ese rechazo inicial de su madre ( nalmente compr unaparato en 1972) como parte de una actitud negativa general hacia lo desconocido. Peroresulta signi cativo que este rechazo no se manifestara frente al acto de ver televisin, sinoslo frente al objeto televisor: No quiero ese aparato en casa, veo en otro lado38. Una imagenaparece con fuerza en este relato: la del hogar como refugio al que proteger (y donde prote-gerse) de lo nuevo, lo desconocido, de los cambios repentinos de un afuera amenazante.

    El contraste de esta actitud con aquella predominante entre quienes eran nios cuan-do el televisor lleg a su hogar no podra ser mayor. En sus relatos, cierta naturalizacindel lugar de la televisin resulta un lugar comn: [I]maginte, no haba televisin, nohaba nada39. Dicha naturalizacin, en algunos casos, asume la forma de un deslizamien-to en las fechas en las que se ubican ciertos sucesos de la historia de la televisin.

    Entrevistador: Nancy me faltan hacerte una serie de preguntas [] sobre los electro-

    domsticos, cmo eran cuando eras chica, qu cosas haba, qu cosas no quin lasmanejaba, quin decidi comprarlas si te acords []Nancy: Y, cuando era chica no haba muchas cosas. Estaba el televisor, la heladeray haba un calefactor40.

    Nancy: [de una conversacin telefnica con su hermana mayor ] [] cuando yo nacBueno el televisor ya estaba en casaHermana de Nancy: []Nancy: Ah, no? Y cundo vino el televisor?Hermana de Nancy: []Nancy: Cuando empez canal 8? Nooo, pero no puede ser. Si Canal 8 cumpli 40 aosy yo tengo 40Hermana de Nancy: []Nancy: Claro, cuando yo nac! Tens razn!Hermana de Nancy: []Nancy: No, no tengo 40, tengo 42. Tiene 42 entonces canal 8 (risas) [ A la entrevista-dora]: Hace 42 aos que compraron el televisor 41.

    Quisiramos destacar dos puntos en estos fragmentos. Por unlado, el que ante la pregunta por los artefactos del hogar presentesen la infancia de la entrevistada, la primera referencia sea el tele-visor. En el segundo fragmento trascrito, el primer objeto por elque pregunta a su hermana es, nuevamente, el televisor. En amboscasos, la idea de que no hubiera un televisor en su hogar desde el

    38. Entrevista a Hilda Broers, Mar delPlata, 10 de julio de 2007.

    39. Entrevista a Jos y Marta Pilafsidisdel Plata, 23 de julio de 2007.

    40. Entrevista a Nancy Cabaas, Mar dPlata, 15 de marzo de 2007.

    41. Entrevista a Nancy Cabaas, Mar dPlata, 15 de marzo de 2007.

    HIST. CRIT. NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    Ins Prez

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    13/22

    96

    momento de su nacimiento resulta inverosmil para ella. El segundo elemento que siramos remarcar es el de la presencia de un deslizamiento en el discurso, que hcoincidir la fecha de sucesos que ocurrieron en distinto tiempo. La hermana de latrevistada insiste en dos cuestiones que resultan contradictorias: primero, que cuanella naci (marzo de 1965) no tenan televisor y, segundo, que ellos compraron elevisor cuando Canal 8 inici su transmisin (1960). Este primer deslizamiento pexplicarse si se lo adjudica a una confusin entre la fecha del inicio de Canal 8 y la deCanal 10 (22 de noviembre de 1965). Pero implica, adems, una operacin que susituarse entre quienes accedieron al televisor propio ms tempranamente.

    En qu momento la televisin qued instalada como parte inescindible de la cotidiana? En el siguiente fragmento se marca un momento que podra resultar crucla llegada del hombre a la luna.

    Mario: Igual que el televisor, el televisor en blanco y negro recin lo tuvimos en los

    setenta nosotros.Sonia: Unos de los ltimos en tenerloMario: Porque cuando vimos el viaje a la luna no s si nos prest Cordeuse.Sonia: Un amigo del barrio42.

    Los hermanos Corts se presentan como unos de los ltimos en tener un televisor en su La referencia que permite situar el momento en que lo tuvieron (en el que todava no lo tees el viaje a la luna. Que el alunizaje sea tomado como referencia no resulta extrao. Frentea ese acontecimiento, salvo Armstrong y Collins, los hroes, todos los humanos de cuacondicin quedaban hermanados en su condicin de receptores de imgenes televisivas43. Tancorriente parece haber sido la presencia del televisor en el hogar, que ellos tambin lo vien su casa gracias a un amigo generoso que se los prest. En otro momento, los Corts hubido, como estaban acostumbrados, al Club Alvarado o a la casa de algn vecino para ve

    acontecimiento extraordinario. Pero para ese entonces el televisor emoneda tan corriente que cualquiera poda prestar uno.

    3. TELEVISORES EN EL ESPACIO DOMSTICO En la actualidad el televisor es un objeto omnipresente en los

    hogares. El proceso de asimilacin del aparato de televisin al mudo domstico, tanto en trminos visuales como espaciales, ha siabundantemente analizado en otros contextos, pero an ha recibidescasa atencin en la historiografa argentina. Las investigacionque han puesto en el centro la condicin de objeto del televisor y surelevancia para comprender la recepcin del discurso televisivo44 se

    42. Entrevista a Mario, Sonia, Paula yFernanda Corts, Mar del Plata, 22 de junio de 2007.

    43. Mirta Varela,La televisin criolla, 243.

    44. Distintos autores han marcado lacentralidad del medio familiar en larecepcin del discurso televisivo. Vase,entre otros, Guillermo Orozco Gmez, Recepcin televisiva. Tres aproximaciones y una razn para su estudio(Mxico:Universidad Iberoamericana, 1990);Guillermo Orozco Gmez,Hablan lostelevidentes. Estudios de recepcin envarios pases (Mxico: UniversidadIberoamericana, 1992).

    HISTORIA CRITICA NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    La domesticacin de la tele: usos del televisor en la vida cotidiana. Mar del Plata (Argentina), 1960-1970

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    14/22

    97

    han nutrido de perspectivas tericas diversas, que incluyen la referencia a autores talescomo Pierre Bourdieu y Arjun Appadurai45.

    La dimensin simblica de este aparato es una de las cuestiones que mayor inters ha re-cibido. Se ha sugerido que el televisor puede ser comprendido como un objeto fetiche, consigni cados simblicos y totmicos46. En distintos contextos se ha sealado que la posesinde un televisor es el signo central de riqueza personal, incluso en comunidades que carecende las condiciones necesarias para su funcionamiento (lase, corriente elctrica)47.

    Entre nuestros entrevistados48, tanto entre aquellos que experimentaron un fuerteascenso social en las ltimas dcadas como entre quienes disfrutaron de una mejor po-sicin econmica desde tiempos anteriores, incluso cuando la llegada de la televisin aMar del Plata se diera en el marco de un abaratamiento de los televisores, haber sido delos pioneros en el acceso a uno de estos artefactos es una marca de distincin. La familiade Marta, Jos y Carlos Pilafsidis, como se dijo arriba, adquiri su primer televisor en

    1960, meses antes de que arrancara la seal de Canal 8. Se trata de una familia que viviun fuerte ascenso social en el perodo que va desde nes de la dcada de 1950 a los aosochenta. Si hasta nes de la dcada de 1960 vivan de un puesto defrutas y verduras en el que trabajaban el padre y los hermanos ma- yores, con el correr del tiempo se convirtieron en una importantefamilia de comerciantes de la ciudad. El relato que los ubica comopioneros en el barrio en el hecho de tener un televisor podra pen-sarse, en este sentido, como una forma de situar ese ascenso en untiempo relativamente temprano de su historia familiar.

    Jos: Yo, cuando mi viejo fue a comprar lo acompa a mi viejo acomprar el televisor. Mi viejo tena la costumbre de comprar el mejor,dme el mejorMarta: S compr un Philips una bestiaJos: S, un Philips holands! De pieMarta: de pie, muy chatitoJos: Por ejemplo, un Dumont vala 10.000 pesos, 10.000 pesos unDumont, que era mucho, ese cost 19.900 estaba ah presente! Yoestaba ah. Y le digo, pero pap, no, que sea el mejor. As, mi viejotena que ser el mejor. Y ahora S la tengo guardada, la tengo guar-

    dada []. Todo tena que ser Philips. Pero el Philips vala el doble. Y eratotalmente importado! (Risas) 49.

    Distintos elementos remiten en este pasaje al televisor como unobjeto que condensa la imagen del ascenso social. La marca, el origen

    45. Las obras ms citadas son PierreBourdieu,La distincin. Criterio y bases sociales del gusto (Madrid: Taurus, 1998 y Arjun Appadurai,The Social Life ofThings. Commodities in cultural perspe (Cambridge: Cambrisge UniversityPress, 1988).

    46. David Morley, Television. Not somuch a visual medium, more a visibobject, enVisual Culture, ed. Chris Jenk(London & New York: Routledge, 200170-189.

    47. Alfred Gell, Newcomers to the woof goods: consumption among theMuria Gonds, enThe social life of thing,110-138.

    48. Entrevista a Carlos Pilafsidis, Mar dPlata, 22 de junio de 2007; entrevista aMarta y Jos Pilafsidis, Mar del Plat23 de julio de 2007; entrevistas a Maradel Carmen Rustoyburu, Mar del Pla25 de enero de 2007; entrevista a CeIglesias, Mar del Plata, 15 de junio de2007); entrevista a Mara Vinci, MarPlata, 25 de junio de 2007; entrevistaa Nancy Cabaas, Mar del Plata, 15 marzo de 2007.

    49. Entrevista a Jos y a Marta PilafsidMar del Plata, 23 de julio de 2007.

    HIST. CRIT. NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    Ins Prez

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    15/22

    98

    extranjero, la insistencia en que el padre slo compraba lo mejor, aun cuando costarael doble, ubican al televisor como un artefacto de lujo (no a cualquier televisor, sino a suPhilips). Resulta signi cativo, por otra parte, que el hermano mayor, habiendo pasadocasi 50 aos desde el momento en que lo compraron, guarde an el aparato. En el rdel menor de los hermanos aparecen otros elementos no menos signi cativos:

    Carlos: Mir, en el ao sesenta mi pap compr el televisor cuando todava no habatelevisor en Mar del Plata. Mi pap lo compr porque era un loco por la electrnica.Siempre []. Y le gust la idea del televisor y lo compr. Y todava no haba televisor.Entonces qu pasa. Instalan una antena que a veces podamos ver televisin de Bs.As., canal 7 de Bs. As. Y hemos llegado a ver televisin de Uruguay, televisin deBrasil, pero lo agarrbamos as, era espordico 50.

    En este fragmento, ser de los primeros en comprar un televisor est asociado

    modernidad y el progreso51. A ellos se suma una fuerte marca de gnero: la locura pla electrnica subraya la masculinidad del padre del entrevistado. La di cultad de captarla seal de televisin, la condicin espordica y extica de lo captado, dan una noaventura a la luego prosaica prctica de ver televisin.

    El valor simblico con el que son investidos los aparatos pueobservarse tambin en el espacio que le es dedicado en el interior dhogar. Algunos autores han analizado las diferencias en la ubicacidel aparato de televisin entre hogares de distintos sectores socialeOndina Leal, en particular, ha confrontado el lugar de este aparaen viviendas de obreros recientemente asentados en zonas urbana y hogares de clase media en el Brasil contemporneo: si en los pmeros el televisor ocupa un lugar central (en la medida en que un signo del acceso a un modo de vida moderno), en los segunocupa un sitio ms discreto, a veces casi escondido52.

    Entre nuestros entrevistados el lugar ms habitual para el prmer televisor fue elliving o living-comedor53: un espacio de usocompartido por todos los miembros de la familia, un sitio enque, adems, poda ser visto por las visitas. Si ms tarde es posirastrear la diferencia en su ubicacin entre los hogares obrero y de clase media que sealaba Ondina Leal, en la primera dcde difusin de los televisores en Mar del Plata, este aparato een todos los casos considerado un objeto de lujo: [E]xponentesocial, ser puesto en valor en tanto que tal: expuesto y sobrexpuesto. Como puede verse en los hogares de clases medias

    50. Entrevista a Carlos Pilafsidis, Mar delPlata, 22 de junio de 2007.

    51. Estos elementos resultan cercanos alos observados por Tim O Sullivan enlos aos cincuenta en Gran Bretaa. Deacuerdo a este autor, en aquel contextoser dueo de un televisor era sinnimode poseer status, ser moderno y estar atono con el progreso de la poca. Tim OSullivan,Televisin Memories and Culturesof Viewing, citado en David Morley,Television. Not so much, 177.

    52. Ondina Leal, Popular taste anderudite repertoire: the place and spaceof TV in Brazil,Cultural Studies 4: 1(1990): 21-31.

    53. Entrevista a Hilda Broers, Mar delPlata, 10 de julio de 2007; entrevistaa Carlos Pilafsidis, Mar del Plata, 22de junio de 2007; entrevista a Marta y Jos Pilafsidis, Mar del Plata, 23de julio de 2007; entrevista a MartaMara Rodrguez, Mar del Plata, 3 de junio 2007; entrevistas a Mara delCarmen Rustoyburu, Mar del Plata, 25de enero de 2007; entrevista a BlancaEspern de Rustoyburu, Mar del Plata,20 de enero de 2007.

    HISTORIA CRITICA NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    La domesticacin de la tele: usos del televisor en la vida cotidiana. Mar del Plata (Argentina), 1960-1970

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    16/22

    99

    inferiores), en los que la TV se erige siempre sobre un pedestal cualquiera, centrandola atencin como objeto54.

    Sin embargo, en otros casos, tambin numerosos, el primer televisor fue ubicado en lacocina. A diferencia de lo observado en otras sociedades como la chilena55 la presencia deun televisor en la cocina dista de ser extraa entre nuestros entrevistados56. Esta diferenciaen la ubicacin del televisor no presenta, como podra pensarse, una correlacin direc-ta con el sector social entre los hogares en cuestin. Encontramos tanto familias de clasemedia como familias trabajadoras cuyo primer televisor fue ubicado en la cocina. Cmoexplicarla, entonces? Durante los primeros aos de la dcada de los cincuenta en EstadosUnidos un arreglo habitual consista en ubicar el televisor de modo tal que no pudiera versedesde fuera57. En buena medida esto responda a que el mirar televisin era valorado des-favorablemente. Encontramos ecos de esta mirada peyorativa sobre la prctica de mirartelevisin en distintos discursos que circulaban en los aos sesenta en la ciudad de Mar del

    Plata que, adems, se centran en la gura del ama de casa:

    IMAGEN NO. 1: EL CLASIFICADO DE HOY

    54. Jean Baudrillard, Funcin signo ylgica de clase, enCrtica de la econom poltica del signo (Mxico: Siglo XXI,1974), 39. Ms recientemente se haobservado cmo la presencia deltelevisor en viviendas de sectorespopulares, en particular en elliving o comedor, normaliza el hogar encuestin. Vase Sebastin Ureta, This one in every home: Finding the pof television in new homes among alow-income population in Santiago,Chile,International Journal of CulturalStudies 11:4 (2000).

    55. Sebastin Ureta, There is one: 48

    56. Como ejemplos de relatos quedescriben la presencia del aparato detelevisin en la cocina podemos citalas siguientes entrevistas: entrevistaa Cristina Gmez, Mar del Plata, 28de enero de 2007; entrevista a CeliaIglesias, Mar del Plata, 15 de junio de2007; entrevista a Mara Vinci, Mar Plata, 25 de junio de 2007.

    57. Lynn Spigel,Make room: 49.

    Mirar televisin aparece como una forma de perder el tiempo, defalta de dedicacin a las tareas de la casa. En un caso, su correlato esel desorden, el despilfarro y la consecuente auto-culpabilizacin; enel otro, la reprimenda de la mirada ajena (y masculina). El tpico delperder el tiempo vuelve en los relatos de algunos entrevistados.

    Hilda: Yo no me enganch porque yo ya era ms grande. Trabajabapero trabajaba por mi cuenta, entends? Yo era modista de alta cos-

    tura y haba terminado de estudiar en Buenos Aires y despus alquilac un departamento en el centro porque en esa poca trabajar parauna clientela y en Bosque Alegre no daba. Entonces alquil en el centroy bueno y tena dos empleadas que cosan y yo cortaba y meda yorganizaba y ms tena que hacer cosas, de llevar a mis hermanitas

    Fuente: DiarioLa Capital, Mar del Plata, 2 de marzo de 1966.

    HIST. CRIT. NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    Ins Prez

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    17/22

    100

    al cole, de hacerle las cosas a mi mam, llevarle a mi mam esto, lo otro as queandaba a mil no tena tiempo para tele (risas) 58.

    Detengmonos en el anterior fragmento del relato de una entrevistada, cuya madre se oso durante aos a comprar un televisor. Para mirar televisin, la madre y hermanas mende la entrevistada visitaban diariamente a su hermana mayor, ya casada. Nuestra entrevisten cambio, no tena tiempo para ello: trabajaba. En su relato, ella confronta lo que haca (queera valioso) con lo que haca su madre (que no lo era). Mirar la televisin aparece nuevamcomo una forma de perder el tiempo.

    Ahora bien, numerosos estudios han mostrado que la prctica de ver televisin suele ser stnea a otras59 y que las actividades que se realizan simultneamente al mirtelevisin di eren signi cativamente en relacin al gnero. Se ha observadoque existe una notoria diferencia en la atencin prestada a la televisin pparte de mujeres casadas y sus maridos. Este fenmeno ha sido explicadopor la relacin de las mujeres con el mundo domstico, espacio donde semira televisin y que es entendido por las mujeres como un lugar de con-tinuo trabajo domstico, trabajo raramente realizado por sus maridos60. Enefecto, distintos anlisis han mostrado que la simultaneidad de las activides domsticas y la de mirar televisin tuvo una importante resonancia el propio diseo de las emisiones televisivas desde sus inicios, cuyas cocuencias perduran an hoy. La industria de la televisin estadounidenseque luego sera el modelo de muchas otras televisiones nacionales) tuvo

    modi car el diseo de su programacin para resultar atractivo a las amas decasa, principales destinatarias de las campaas de publicidad de la entonnovedosa tecnologa61. De una imagen de la televisin como cine privado pas a pensarla como radio con imgenes: la centralidad del sonido perta a las amas de casa continuar con sus labores habituales y acercarse pantalla cuando la banda sonora indicara que un momento culmen estapor suceder. La presencia del televisor en la cocina -en especial cuandotrata del primero adquirido en el hogar- se inscribe en esta tradicin de hcer simultneas las tareas domsticas y la prctica de mirar televisin.

    Sin embargo, existen otras razones, ms vinculadas a las especi ci-dades del contexto nacional, que contribuyen a explicar dicha ubicaciDesde mediados del siglo XX es posible observar cierta insistencia en ditos discursos de circulacin masiva destinados a un pblico femenino, ebsqueda, a partir de la decoracin, de la inclusin de los otros miembde la familia en la cocina62. La gura de la cocina-comedor es slo una de

    58. Entrevista a Hilda Broers, Mar del

    Plata, 10 de septiembre de 2007.59. Ver Barrie Gunter and Michael

    Svennevig,Behind and in front of the screen (London: John Libbey Books, 1987),citado en David Morley, Television. Notso much, 172; Paddy Scannell, Radiotimes, enTelevision and its audience, ed.Philip Drummond y Richard Paterson(London: British Film Institute, 1988),citado en David Morley, Television.Not so much, 173; David Morley,FamilyTelevision (London: Comedia/Routledge,1986); David Morley y Roger Silverstone,Domestic Communications,Media,Culture and Society12: 1 (1990): 31-55.

    60. David Morley,Family Television: 177.

    61. Lynn Spigel,Make room: 46-47.

    62. Desde principios de siglo la cocinaexperiment fuertes transformacionesque la convirtieron de un lugareminentemente sucio, alejado de loslocales habitables de la vivienda, aun lugar primero higinico y luegoincluso estticamente valorado. Loscambios ms importantes estuvieronvinculados al cambio de combustiblesutilizados en la coccin de los alimentos:de lea y carbn -combustibles sucios- akerosn y gas (combustibles limpios).Vase Jos Francisco Liernur, Casas y jardines, 118-123; Alejandro Crispiani,Transformaciones tcnicas del habitardomstico: el sector cocina, enMateriales para una historia de la Arquitectura, el Hbitat yla Ciudad en la Argentina, ed. Fernando Aliataet. al. (La Plata: REUN/UNLP, 1995), 186.

    HISTORIA CRITICA NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    La domesticacin de la tele: usos del televisor en la vida cotidiana. Mar del Plata (Argentina), 1960-1970

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    18/22

    101

    las manifestaciones de una nueva imagen de este ambiente que gana espacio en aquellosdiscursos, en especial a partir de los aos sesenta: la cocina inundada de colores brillan-tes, confortable, prctica, luminosa, atractiva. Una cocina a tono con los ltimos adelantostcnicos: la heladera elctrica, la licuadora y tambin el televisor63. No es casual que el te-levisor y la heladera hayan sido sealados como elementos cruciales en relacin al espaciodomstico en el capitalismo moderno64.

    CONSIDERACIONES FINALESA casi 60 aos de la primera transmisin televisiva en Argentina,

    la imagen del televisor como parte esencial del escenario domsticoparece del orden de lo natural, de lo que siempre ha sido as. A casi50 aos de la primera transmisin televisiva fuera de Buenos Aires,la historia de este devenir esencial y de su naturalizacin ha sido

    an escasamente transitada. Los relatos disponibles se centran en loocurrido en la ciudad de Buenos Aires, donde este proceso tuvo unascaractersticas y una temporalidad espec cas. El tiempo de la llega-da del televisor a los hogares no es una cuestin menor a la hora deanalizar los modos de su domesticacin. Los diferentes discursos yrepresentaciones sobre el espacio domstico, las nuevas tecnologas ylas imgenes de familia dominantes en cada momento resultan suma-mente signi cativos para comprender la heterogeneidad del procesoque llev al televisor a ser un objeto bsico, tpico y principal. Este

    artculo se propone como una contribucin a la historia de otras ex-periencias de la llegada de la tele a los interiores de los hogares.A lo largo de este trabajo hemos reconstruido experiencias de quie-

    nes vivieron los momentos iniciales de la televisin en Mar del Platacon la intencin de recuperar la historicidad de la asociacin entre te-levisor y domesticidad. Volver al momento en que el televisor era algonuevo permite extraarse de los signi cados que luego cristalizaranen sentido comn. En ese recorrido hemos establecido cierto contra-punto con lo ocurrido en otras latitudes y otros tiempos, en especialcon la primera dcada de televisin en Argentina. En este sentido, se-alamos similitudes y diferencias entre dos procesos enmarcados endistintos contextos, en especial en lo referente al momento de cons-truccin de lacultura televisiva. Elementos que para Buenos Aires sonsealados como caractersticos de tiempos sucesivos, pueden pen-sarse en el caso de Mar del Plata como parte de un mismo momento:

    63. La integracin de la cocina con losespacios de estar, espacios pensadospara la reunin de toda la familia,podra pensarse a partir de la hiptesde las inter-determinaciones entrela televisin y el espacio domsticopresente en el trabajo de Alan OShea,

    Televisin as culture,Media, Cultureand Society 11:2 (1989): 373-379. Sinembargo, aqu entendemos que,a pesar de la importancia de laintroduccin del televisor en el hoga y, consecuentemente, del discursotelevisivo, las transformaciones en eespacio domstico se explican por unconjuncin de elementos diversos. Elaumento en el consumo de artefactosdomsticos ha sido vinculado en otrocontextos a lo que Martine Segalenha llamado el retorno del esposo alhogar. De acuerdo con esta autora,

    en la sociedad francesa a partir delos aos cuarenta el esposo efectainversiones en la vivienda paramejorarla, compra bienes de consumotiles para toda la familia. A menudohan sido los hombres quienes se handecidido a adquirir mquinas de lavala ropa y la vajilla, refrigeradores, etc.,incluso aunque sean las mujeres lasque los usan ms a menudo. MartinSegalen, Antropologa histrica de la familia (Madrid: Taurus, 1992), 195.En Argentina, en cambio, ha sidovinculada a una mayor incidencia

    de las mujeres en el consumo. VaseMarcela Nari y Mara del CarmenFeijo, Women in Argentina duringthe 1960s,Latin American Perspective 88: 23 (1996): 7-27.

    64. Vase Anna Mccarthy, The misusvalue of the TV set: Reading mediaobjects in transnational urban spaces,International Journal of Cultural Studies 3:3(2000): 307-330.

    HIST. CRIT. NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    Ins Prez

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    19/22

    102

    la simultaneidad de los usos pblicos y privados del televisor es quizs el mejor ejemploDestacamos, asimismo, otras particularidades del proceso de domesticacin del televen Mar del Plata. En primer lugar, el que el lugar del televisor como objeto que da prestigiose extendiera ms all de la disminucin de su precio. En segundo, las diferencias eexpectativas de la audiencia infantil y de los adultos respecto del nuevo medio, alimentpor una dcada de relatos de quienes ya haban tenido contacto con l en la no tan lejanaBuenos Aires. Finalmente, su presencia en ambientes como la cocina, que es una pcularidad cuya comprensin requiere considerar las transformaciones en las culturas habitar y el lugar de los nuevos artefactos y las modernas tecnologas en ellas.

    El presente texto se ha centrado en el televisor como objeto. A pesar de que se haexcluido toda referencia a lo transmitido por televisin, el anlisis de las imgenestelevisor y del hogar, presentes en el discurso televisivo y su relacin con las transforciones en las representaciones de los televidentes, es una de las lneas de investiga

    a desarrollar. Otra lnea interesante es la comparacin entre la historia de la incorracin al hogar de los artefactos destinados al esparcimiento (la radio, el televisoaquellos destinados al trabajo (el lavarropas, la heladera, la aspiradora, etc.).

    Observar las transformaciones en los objetos que poblaron los hogares es sin duda ne-cesario, pero quedarnos en ellos resulta insu ciente. Los usos no estn inscriptos en losobjetos. Las experiencias de quienes vivieron el proceso de domesticacin del televisorresultan imprescindibles para comprender el sentido atribuido a los nuevos artefacen distintos momentos, as como los signi cados diversos con los que fueron investidospor diferentes sujetos. El gnero, la generacin y el sector social de quien narra su expe-

    riencia son elementos clave a la hora de reconstruir prcticas y usos de los objetos. Enel caso particular de los televisores, conocer dichos signi cados sin duda redundar enuna mejor comprensin de la recepcin del discurso televisivo as como de los usos delespacio domstico.

    BibliografaFU E N T E S P R I M A R I A S

    ENTREVISTAS:Entrevistas a: Hilda Broers, Mar del Plata, 10 de julio y 10 de septiembre de 2007; Nancy Cabaas,

    Mar del Plata, 15 de marzo de 2007; Mario Corts; Sonia Corts, Paula Corts y FernandaCorts, Mar del Plata 22 de junio de 2007; Elena Di Norcia, Mar del Plata, 5 de julio de 2007;Blanca Espern de Rustoyburu, Mar del Plata, 20 de enero de 2007; Elas Fiotto, Mar del Plata,

    HISTORIA CRITICA NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP84-105

    La domesticacin de la tele: usos del televisor en la vida cotidiana. Mar del Plata (Argentina), 1960-1970

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    20/22

    103

    5 de octubre de 2006; Cristina Gmez, Mar del Plata, 28 de enero de 2007 y 6 de agosto de2008; Celia Iglesias, Mar del Plata, 15 de junio de 2007; Carlos Pilafsidis, Mar del Plata, 22 dejunio de 2007; Marta Pilafsidis y Jos Pilafsidis, Mar del Plata, 23 de julio de 2007; Marta MaraRodrguez, Mar del Plata, 3 de junio 2007; Mara del Carmen Rustoyburu, Mar del Plata, 25 deenero de 2007 y 30 de agosto de 2008; Mara Vinci, Mar del Plata, 25 de junio de 2007; JosZambrano, Mar del Plata, 30 de enero de 2007.

    PUBLICACIONES PERIDICAS:DiarioLa Capital, Mar del Plata, 2 de marzo de 1966 y 15 de septiembre de 1966.

    FUENTES PRIMARIAS IMPRESAS:Boletn Municipal. Municipalidad de General Pueyrredn, 1966.

    FUENTES SECUNDARIAS Aboy, Rosa.Viviendas para el pueblo. Espacio urbano y sociabilidad en el barrio Los Perales,1946-1955. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica, 2005.

    Abu-Lughod, Lila. La interpretacin de la(s) cultura(s) despus de la televisin. Etnografascontemporneas 1: 1 (2005): 57-90.

    Aguilar, Gonzalo. Televisin y vida privada. EnHistoria de la vida privada en la Argentina:la Argentina entre multitudes y soledades, de los aos treinta a la actualidad , editadopor Fernando Devoto y Marta Madero. Buenos Aires: Taurus, 2002, 255-283.

    Appadurai, Arjun.The Social Life of Things. Commodities in cultural perspective. Cambridge:Cambrisge University Press, 1988.

    Aroskind, Ricardo. El pas del desarrollo posible. EnViolencia, proscripcin y autoritarismo(1955-1976), editado por Daniel James. Buenos Aires: Sudamericana, 2003, 63-116.

    Ballent, Anah. Las huellas de la poltica. Vivienda, ciudad y peronismo en Buenos Aires,1943-1955. Buenos Aires: Prometeo, 2005.

    Baudrillard, Jean. Funcin signo y lgica de clase. En Crtica de la economa poltica delsigno. Mxico: Siglo XXI, 1974, 1-51.

    Bourdieu, Pierre. La distincin. Criterio y bases sociales del gusto . Madrid: Taurus, 1998.Crispiani, Alejandro. Transformaciones tcnicas del habitar domstico: el sector cocina. En

    Materiales para una historia de la Arquitectura, el Hbitat y la Ciudad en la Argentina ,

    editado por Fernando Aliata, Anah Ballent, Alejandro Crispiani, Jos Francisco Liernur,Claudia Schmidt, Gustavo Vallejo. La Plata: REUN/UNLP, 1995, 183-192.

    Gell, Alfred. Newcomers to the world of goods: consumption among the Muria Gonds. EnThe social life of things, editado por Arjun Appadurai. Cambridge: Cambridge UniversityPress, 1988, 110-138.

    HIST. CRIT. NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP 84-105

    Ins Prez

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    21/22

    104

    Leal, Ondina. Popular taste and erudite repertoire: the place and space of TV in Brazil.Cultural Studies 4: 1 (1990): 21-31.

    Liernur, Jos Francisco. Casas y jardines. La construccin del dispositivo domstico moderno(1870-1930). EnHistoria de la vida privada en la Argentina: la Argentina Plural , editadopor Fernando Devoto y Marta Madero, Buenos Aires: Taurus, 1999, 99-137.

    Mccarthy, Anna. The misuse value of the TV set: Reading media objects in transnationalurban spaces. International Journal of Cultural Studies 3:3 (2000): 307-330.

    Morley, David y Roger Silverstone. Domestic Communications.Media, Culture and Society12: 1 (1990): 31-55.

    Morley, David.Family Television. London: Comedia/ Routledge, 1986.Morley, David. Television. Not so much a visual medium, more a visible object. En Visual

    Culture, editado por Jenks, Chris. London & New York: Routledge, 2002, 170-189.Nari, Marcela y Mara del Carmen Feijo. Women in Argentina during the 1960s. Latin

    American Perspectives 23:1 (1996): 7-27.OShea, Alan. Televisin as culture. Media, Culture and Society 11: 2 (1989): 373-379.Orozco Gmez, Guillermo.Hablan los televidentes. Estudios de recepcin en varios pases .

    Mxico: Universidad Iberoamericana, 1992.Orozco Gmez, Guillermo.Recepcin televisiva. Tres aproximaciones y una razn para su

    estudio . Mxico: Universidad Iberoamericana, 1990.Prez, Ins. Aqu vivieron y as recuerdan. Historias de familia y vivienda en Mar del Plata

    entre los aos 1940 y 1970, Tesis de la licenciatura en Historia. Universidad Nacionalde Mar del Plata, 2006.

    Prez, Ins. El trabajo domstico y la mecanizacin del hogar: discursos, experiencias,representaciones. Mar del Plata en los aos sesenta. Documento presentado en la 1Reunin de Trabajo Los 60 de otra manera: vida cotidiana, gnero y sexualidades en la

    Argentina . Buenos Aires: 2008.Pujol, Sergio. La dcada rebelde. Los aos 60 en Argentina . Buenos Aires: Emec, 2002.Rapoport, Mario. Historia econmica, poltica y social de la Argentina (1880-2000) . Buenos

    Aires: Macchi, 2003.Schwarzstein, Dora. Una introduccin al uso de la Historia Oral en el aula . Buenos Aires:

    Fondo de Cultura Econmica, 2001.Segalen, Martine. Antropologa histrica de la familia . Madrid: Taurus, 1992.

    Silverstone, Roger. Televisin y vida cotidiana. Buenos Aires: Amorrortu, 1996.Spigel, Lynn.Make Room for TV. Television and the Family Ideal in Postwar America. Chicago:

    The University of Chicago Press, 1992.Tichi, Cecelia.Electronic Hearth: creating an American Television Culture. New York: Oxford

    University Press, 1991.

    HISTORIA CRITICA NO. 39, BOGOT, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2009, 238PP. ISSN 0121-1617PP84-105

    La domesticacin de la tele: usos del televisor en la vida cotidiana. Mar del Plata (Argentina), 1960-1970

  • 7/21/2019 La Domesticacin de La Tele

    22/22

    105

    Torrado, Susana. Historia de la familia en la Argentina Moderna . Buenos Aires: Edicionesde la Flor, 2003.

    Torre, Juan Carlos y Elisa Pastoriza. La democratizacin del bienestar. En Nueva Historia Argentina: los aos peronistas , editado por Juan Carlos Torre. Buenos Aires: Sudamericana,2002, 257-312.

    Ureta, Sebastin. There is one in every home: Finding the place of television in newhomes among a low-income population in Santiago, Chile. International Journal ofCultural Studies 11:4 (2000): 477-497.

    Varela, Mirta. Los comienzos de la televisin argentina en el contexto latinoamericano.Presentado en la reunin de la Latin American Studies Association. Chicago: 1998.

    Varela, Mirta. La televisin criolla. Desde sus inicios hasta la llegada del hombre a la Luna,1951-1969. Buenos Aires: Edhasa, 2005.

    Williams, Raymond.Television. Technology and Cultural Form, Hanover . Hanover y Londres:

    Wesleyan University Press, 1992.

    Ins Prez