la discriminación por edad

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LA DISCRIMINACIÓN POR EDAD, ÚLTIMA LACRA. Cada vez se va a haciendo más patente a través de los medios de comunicación la alarma social que genera la discriminación por edad, que tan alegremente alientan nuestros políticos y gobernantes. Las quejas se multiplican. No es infrecuente ver en programas o reportajes televisivos a personas de más de 40 años quejarse, incluso llorar, porque pese a su experiencia y preparación les resulta imposible encontrar un puesto de trabajo a causa de su edad. Todo está reservado para los jóvenes. Hay incluso empresas que hacen gala de contratar sólo a menores de 30 años. Medidas manifiestamente discriminatorias, que en países como Estados Unidos o Gran Bretaña serían motivo de acción judicial, aquí se fomentan y promueven desde los poderes públicos. La discriminación por edad está causando una gran injusticia y un gran sufrimiento en muchas personas, que ven mermado su derecho fundamental a la igualdad y al trabajo en aras de prerrogativas y derechos especiales para otro sector de la población tan sólo por su edad. Esas políticas discriminatorias violan gravemente el principio fundamental de igualdad y de derecho al trabajo, consagrados en los artículos 14 y 35 de la Constitución, así como en el artículo 23 de la Declaración de Derechos Humanos, de la que España es signataria. Pero claro, los políticos, como los cerdos en la granja de Orwell, saben muy bien como añadir las convenientes coletillas y excepciones a tan sagrados principios. El tan traído y llevado paro juvenil se ha convertido en justificación todopoderosa para ahondar cada vez más en la discriminación por edad. Pero el paro juvenil es un problema manipulado o malentendido por políticos ignorantes, incompetentes o claramente calculadores, o posiblemente una mezcla de todo ello.

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LA DISCRIMINACIN POR EDAD, LTIMA LACRA.Cada vez se va a haciendo mspatentea travs de los medios de comunicacin la alarma social que genera la discriminacin por edad, que tan alegremente alientan nuestros polticos y gobernantes.Las quejas se multiplican. No es infrecuente ver en programas o reportajes televisivos a personas de ms de 40 aos quejarse, incluso llorar, porque pese a su experiencia y preparacin les resulta imposible encontrar un puesto de trabajo a causa de su edad. Todo est reservado para los jvenes. Hay incluso empresas que hacen gala decontratarslo a menores de 30 aos. Medidas manifiestamente discriminatorias, que en pases como Estados Unidos o Gran Bretaa seran motivo de accin judicial, aqu se fomentan y promueven desde los poderes pblicos.La discriminacin por edad est causando una gran injusticia y un gran sufrimiento en muchas personas, que ven mermado su derecho fundamental a la igualdad y al trabajo en aras de prerrogativas y derechos especiales para otro sector de la poblacin tan slo por su edad.Esas polticas discriminatorias violan gravemente el principio fundamental de igualdad y de derecho al trabajo, consagrados en los artculos 14 y 35 de la Constitucin, as como en el artculo 23 de la Declaracin de Derechos Humanos, de la que Espaa es signataria. Pero claro, los polticos, como los cerdos en la granja de Orwell, saben muy bien como aadir las convenientes coletillas y excepciones a tan sagrados principios.El tan trado y llevado paro juvenil se ha convertido en justificacin todopoderosa para ahondar cada vez ms en la discriminacin por edad. Pero el paro juvenil es un problema manipulado o malentendido por polticos ignorantes, incompetentes o claramente calculadores, o posiblemente una mezcla de todo ello.Nadie discrimina ni ha discriminado a los jvenes por el hecho de ser jvenes. Nadie ha denegado nunca a los menores de 30 aos su derecho al trabajo por razn de su edad. El paro juvenil no es, por tanto, un problema que tenga su raz en una discriminacin histrica . Y no es, por ello mismo, un problema que se pueda ni se deba resolver con medidas de discriminacin positiva, es decir, mediante la aplicacin de medidas compensatorias.Tales medidas de discriminacin positiva conllevan necesariamente la limitacin o privacin de derechos de los descendientes y en ltima instancia beneficiarios de esas injustas discriminaciones del pasado. Tal es el caso de los negros y otras minoras tnicas en Estados Unidos, y hasta podra argirse que es el caso de las mujeres, pero no de los jvenes, ni aqu ni en ninguna parte.Tomar el modelo de discriminacin positiva aplicado a las minoras tnicas en EE.UU. y aplicarlo sin ms anlisis a un grupo social cuya problemtica es totalmente dispar slo es propio, insisto, de polticos ignorantes, incompetentes o claramente calculadores, da igual si de izquierdas o de derechas, si en Madrid o en Bruselas.El paro juvenil es un problema no de origen discriminatorio sino estructural. No se fomentan ni generan suficientemente puestos de trabajo adecuados a personas en proceso de formacin o en proceso de adquirir experiencia profesional. Si usted necesita una operacin, da igual si de corazn o de apendicitis, a quien preferira como cirujano, a uno de 50 aos de edad altamente experimentado o a un joven de 24? Creo que la respuesta es unnime. Pues bien, la misma eleccin debe hacerse en toda actividad profesional, sea del campo que sea, si queremos que la sociedad funcione bien. Necesitamos profesionales bien preparados y con experiencia.Lo que falta, insisto, son puestos de trabajo adecuados a personas en periodo de formacin. Y ese problema estructural que causa el paro juvenil no se resuelve a base de promulgar medidas preferenciales que privan a algunas personas de justos derechos adquiridos en base a sus mritos y experiencia en favor de otras personas simplemente porque son ms jvenes.El paro juvenil no es comparable en sus consecuencias al paro de las personas de mayor edad. El desempleo juvenil es ms elevado cuanta ms temprana es la edad. Pero el paro de un joven de 18, 20 o 22 aos no se puede poner en la misma balanza que el de una persona de 40 o ms aos, cargada frecuentemente de responsabilidades familiares y con una responsabilidad personal de sus logros en la vida. Poner al mismo nivel el paro de una persona de 20 aos y otra de 50 es una ofensa al sentido comn y un acto de demagogia.Hay quienes hablan de solidaridad intergeneracional. Pero la solidaridad es algo que se siente hacia aquel que sufre una injusticia. Solidaridad para con los jvenes? Solidaridad para con alguien por el hecho de tener 20 o 22 aos? El mismo concepto es puramente absurdo. La solidaridad habra que tenerla en todo caso para con las personas mayores, que han entregado su vida y su esfuerzo a la sociedad, y a las que ahora se intenta quitar de en medio mientras que ven cmo los derechos que a ellos injustamente se les deniega a otros se les ofrece en forma de privilegios tan slo por su edad. De hecho, las polticas de discriminacin positiva hacia los jvenes estn sembrando antagonismo generacional, y agudizando la marginacin y devaluacin social de los ms mayores, como muestran las elevadsimas tasas de suicidio entre mayores de 65 aos.Tan grave o ms que la incompetencia con que se trata el problema del paro juvenil es la demagogia con que tratan el asunto algunos polticos. Para estos, las promesas de medidas preferenciales y prerrogativas a los jvenes en el acceso al mercado de trabajo, a la vivienda y a otros bienes se ha convertido en un valioso instrumento electoralista. Dicho de modo simple, un soborno dirigido al sector ms ingenuo y manipulable del electorado. Quin no quiere privilegios? Y, claro, quin se va a oponer a esos privilegios para los jvenes? Sera como estar contra los jvenes. Sobre tales premisas se perpeta la manipulacin de uno y otro sector del electorado.Pero los jvenes ven lo obvio: por una parte se habla de apartar del mercado laboral a loa mayores para hacer sitio a los jvenes, mientras que por otra se pretende que los mayores se jubilen ms tarde. Tal contradiccin de por s revela lo demaggico de la poltica de discriminacin positiva hacia los jvenes.La jubilacin obligatoria es una forma de discriminacin por edad. Privar a una persona de su derecho al trabajo retribuido viola flagrantemente el artculo 35 de la Constitucin y el artculo 23 de la Declaracin Universal de Derechos Humanos. En ninguno de esos artculos se dice que el derecho de todas las personas al trabajo desaparezca a partir de una determinada edad.En 1986, EEUU aboli y prohibi a nivel federal la jubilacin forzosa por edad, as como toda forma de discriminacin por edad. Ms recientemente, Gran Bretaa tambin ha adoptado una estricta legislacin contra la discriminacin por edad. En EE.UU. fueron precisamente las organizaciones juveniles las que ms entusiastamente apoyaron dichas legislaciones antidiscriminatorias. Los jvenes saben que, ms all de la demagogia poltica, las medidas de privilegio por la edad son garanta de su futura marginacin.La discriminacin por edad preocupa, y mucho, en nuestra sociedad.Signo de ello es que, en 2011, la emblemtica Asamblea General de Sol del 15-M aprob por unanimidad varias mociones exigiendo la prohibicin de la discriminacin por edad, y as ha quedado reflejado en sus actas de 9 de junio y 17 de julio.Ante nosotros tenemos una batalla social para superar el ltimo gran obstculo para lograr la autntica igualdad de derechos, para superar la ltima lacra de la democracia.Juan A. Herrero Brasases profesor de tica y Poltica Pblica en la Universidad del Estado de California.