la diosa hÉcate

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1 HÉCATE, DIOSA DEL INFRAMUNDO, LAS ENCRUCIJADAS Y LA PROFECÍA Hécate era una deidad de la noche, la encrucijada, la vida y la muerte. Era llamada la más amigable Reina del mundo de los espíritus. Está relacionada a la sanación, profecías, visiones, encantamientos para deshacerse del mal, magia en la Luna Nueva, la riqueza, la victoria, la sabiduría, la transformación, purificación, renovación y regeneración Ella es la bruja que sabe cómo invocar el poder de la Luna, conversar con los espíritus y trabajar con los encantos mágicos. Hecate es una diosa con origen arcaico, muy compleja y misteriosa puesto que sus atributos fueron cambiando con el tiempo, siendo asimilada con otras diosas. Hesíodo la presenta como hija de Asteria y Perses, descendiente directa de la generación de la los Titanes e independiente del panteón Olímpico. Zeus reconoce sus poderes y sus antiguos privilegios. Extendía su benevolencia a todos los hombres concediendo los favores que se le piden en todos los ámbitos (prosperidad material, don de la elocuencia, victoria en las batallas y juegos, etc) pues su poder es inmenso. Con el tiempo, la anterior Hécate se difumina y aparece una Hécate oscura e inquietante vinculada al mundo de las sombras. A diferencia de Artemisa, que representaba la luz lunar y el esplendor de la noche, Hécate representaba su oscuridad y sus terrores. Se creía que, en las noches sin luna, ella vagaba por la tierra con una jauría de perros fantasmales y aulladores que precedían su aparición. Ella enviaba a los humanos los terrores nocturnos, apariciones de fantasmas y espectros como Empusa, que comía carne humana, tenía un pie de bronce, presentaba toda clase de formas y se aparecía especialmente a niños y mujeres para asustarlos.

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Page 1: LA DIOSA HÉCATE

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HÉCATE, DIOSA DEL INFRAMUNDO, LAS ENCRUCIJADAS Y LA

PROFECÍA

Hécate era una deidad de la noche, la

encrucijada, la vida y la muerte. Era

llamada la más amigable Reina del

mundo de los espíritus.

Está relacionada a la sanación,

profecías, visiones, encantamientos

para deshacerse del mal, magia en la

Luna Nueva, la riqueza, la victoria, la

sabiduría, la transformación,

purificación, renovación y regeneración

Ella es la bruja que sabe cómo invocar

el poder de la Luna, conversar con los

espíritus y trabajar con los encantos

mágicos.

Hecate es una diosa con origen arcaico, muy compleja y misteriosa puesto que sus

atributos fueron cambiando con el tiempo, siendo asimilada con otras diosas.

Hesíodo la presenta como hija de Asteria y Perses, descendiente directa de la

generación de la los Titanes e independiente del panteón Olímpico.

Zeus reconoce sus poderes y sus antiguos privilegios. Extendía su benevolencia a

todos los hombres concediendo los favores que se le piden en todos los ámbitos

(prosperidad material, don de la elocuencia, victoria en las batallas y juegos, etc)

pues su poder es inmenso.

Con el tiempo, la anterior Hécate se difumina y aparece una Hécate oscura e

inquietante vinculada al mundo de las sombras.

A diferencia de Artemisa, que representaba la luz lunar y el esplendor de la noche,

Hécate representaba su oscuridad y sus terrores.

Se creía que, en las noches sin luna, ella vagaba por la tierra con una jauría de perros

fantasmales y aulladores que precedían su aparición.

Ella enviaba a los humanos los terrores nocturnos, apariciones de fantasmas y

espectros como Empusa, que comía carne humana, tenía un pie de bronce,

presentaba toda clase de formas y se aparecía especialmente a niños y mujeres para

asustarlos.

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Hecate era la diosa de la hechicería y lo

arcano, y la veneraban especialmente

magos y brujas, quienes le ofrecían en

sacrificio corderos y perros negros al

final de cada lunación. A estos se les

aparecía con una antorcha en la mano o

en forma de distintos animales: yegua,

perra, loba.

Sin embargo los marinos la

consideraban su numen titular y le

pedían que les asegurase buenas

travesías.

Los romanos la identificaron con Trivia

cuya efigie presidía las encrucijadas de

los caminos, lugares vinculados con la

magia.

Se creía que Hécate y su jauría de perros aparecían en esos espacios apartados, que

eran para los viajeros lugares demoníacos y espectrales. Allí se levantaban estatuas

en forma de una mujer de triple cuerpo o bien tricéfala. Eran muy abundantes,

antiguamente, en los campos, y a su pie se depositaban ofrendas.

Hécate se unió primero a Forcis y fue madre del monstruo Escila; después a Eetes, de

quien obtuvo a Circe y a Medea.

Según la versión del mito estas últimas aparecen como hermanas o sobrinas.

Asimilada a Artemisa, se la representa como una joven con peplo y llevando sobre la

frente el creciente lunar (o la diadema cilíndrica denominada polos) y una o dos

antorchas en las manos.

El arte representa también a Hécate a menudo con tres cuerpos o tres cabezas y con

serpientes entrelazadas alrededor de su cuello ya que es una divinidad triforme:

lunar, infernal y marina.

La mitología también nos habla a veces de Hécate como una de las diosas menos

conocidas, hija menor de Zeus, que había sido diosa de la Luna. En el Hades gozaba

de gran autoridad, porque era conocida como la reina invencible y presidía las

ceremonias de expiación y purificación de las sombras a las que se les permitía

reparar las malas acciones de su vida pasada. Ferea era un sobrenombre de Hécate.

Simbología: Los cipreses estaban asociados a la muerte, y siguen estando presentes

en los cementerios del área mediterránea. Estaban consagrados a Hécate, la diosa de

la muerte, en otra época diosa de la Luna.

Page 3: LA DIOSA HÉCATE

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LA ENSEÑANZA DE HÉCATE

Hécate es la oscuridad de la Luna, Artemisa es la Luna creciente. Artemisa-Hécate

son partes de una misma figura, a la que se llama "mujer mediadora".

Su función es asistir a las personas que

ya no están donde estaban y que aún

no llegan donde esperan ir. "Como una

partera de la psiquis es llamada en

situaciones de emergencia. Cuando un

espíritu, una canción, una alternativa,

un nuevo ser está emergiendo; cuando

las cosas parecen elevarse

espontáneamente desde las

profundidades del inconciente", la Vieja

Sabia se presenta como un espíritu

amigo que conoce el camino en el

dominio de los espíritus

"Portadora de luz" en el mundo de los

sueños, contiene en sí todo lo

masculino y lo femenino, lo activo y lo

receptivo, el sol y la luna.

Ella ha aprendido a manejar el poder de retener y transmutar energía -puede elegir

cómo gastarlas o guardarlas

La Vieja Sabia escucha con el oído interno. "Las brujas escuchando en el laberinto

más allá del primer plano, escuchan nuevas voces, nuestras propias voces".

"Aprendemos a sentir nuestra nueva posición y movimientos; aprendemos un

equilibrio delicado".

La Vieja Sabia es una ermitaña, llega a ser no sólo iniciada en los misterios sino

también maestra, para mostrar el camino a otras." Ella es una "abrecaminos". Su

activa vida interior brilla para tocar a otros con la sabiduría y conocimientos que ella

adquiere en sus "viajes"

Te encontrarás con Hécate cuando estés en un cruce, en un tiempo de decisión y

renovación. Hécate te lleva al inconciente y te guía a través de él mostrándote dónde

están tus problemas y ofreciéndote elecciones y posibilidades que nunca has soñado

antes. Hécate te guía cuando es tiempo de aprender sobre los poderes sanadores de

la adivinación y la profecía, tiempo de abrirse a otras sensibilidades, a nuevos

mensajes

En Grecia, Hécate era una diosa lunar, una de las trinidades originales conectada con

las tres fases de la luna que gobernaba el cielo, la tierra y el submundo.

Page 4: LA DIOSA HÉCATE

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Hesíodo, en la Teogononía, dice que era hija de dos Titanes: Asteria, una diosa

estelar, y Perses, ámbos símbolos de la luz brillante. Asteria era a su vez hermana de

Leto, madre de Apolo y Artemisa. Una tradición anterior la contempló como una diosa

más primitiva y la hizo hija de Erebo y Nix (noche). Una tradición posterior afirma que

era hija de Zeus y de Hera y que enfadó a ésta por robarle su colorete para

regalárselo a Europa.

En un principio, los griegos helénicos hallaron difícil incluir a Hécate en su panteón. No

obstante, y a pesar de no encontrarse entre los dioses del Olimpo, retuvo su dominio

sobre el cielo y la tierra y el submundo, lo que hizo de ella la otorgadora de riquezas y

de las bendiciones de la vida

Experta en el arte de la adivinación,

concede a los mortales sueños y

visiones que, si se interpretan

correctamente, les proporciona una

mayor claridad para resolver sus

problemas. Debido también a su

asociación con Perséfone, está

conectada con la muerte y la

regeneración. Su presencia en el

mundo subterráneo era la que otorgaba

a los pre-helénicos la esperanza del

renacimiento y la transformación, como

opuesta a Hades, que representa la

inevitabilidad de la muerte. Por estar en

el cruce de caminos puede mirar al

pasado al presente y al futuro. Entre

sus numerosas sacerdotisas estaban

Medea y Circe

Sus árboles sagrados eran los tejos y los álamos negros. Como “perra negra” su

estrella es Sirio y se la asocia también con los perros que ladran a la luna

Cuando Hécate aparece en nuestra vida, nos dice que ha llegado el momento de

desarrollar nuestro lado intuitivo e inspirado. La intuición y el conocimiento son

capacidades que muchas mujeres han ocultado y temido.

En el proceso de descubrimiento de sus capacidades proféticas, mucha gente ha

pensado que se estaba volviendo loca, que se convertiría en “lunática” y que nunca

volvería a ser “normal”. Pero como la naturaleza femenina está relacionada con la

luna, las mujeres frecuentemente nos fiamos más de la experiencia y de la intuición.

Ponerla en práctica sin temor es una tarea en la que necesitamos de la asistencia de

Hécate para poder aceptar que se trata de un conocimiento que va mucho más allá de

lo que llamamos “sentido común” y que puede utilizarse de forma creativa y curativa

Page 5: LA DIOSA HÉCATE

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Hécate también es propicia para tratar problemas relacionados con el envejecimiento,

la muerte y la vida en el más allá. En nuestra sociedad el envejecimiento y la muerte

son tabúes. La insistencia moderna en parecer joven es una forma de mantener el

proceso de envejecimiento en la sombra. Hécate, como Diosa de la Muerte y de la

Regeneración puede ayudar a hombres y mujeres a entender que la muerte corporal

es parte del proceso natural

Como Bruja, la figura de Hécate muestra el hecho de que a medida que la gente

envejece puede mantener sus capacidades y una hermosa apariencia. Su sabiduría

nos muestra que podemos volver a métodos más antiguos y naturales de curación, sin

dejar de recurrir a la medicina moderna. Podemos invocarla para transformar nuestros

miedos. Es imprescindible recurrir a ella y recibir su asistencia durante el período de

la menopausia

Podemos interpretar que “las subidas de calor” son en verdad “oleadas de poder” que

nos recuerdan el poder de la sangre roja que está dentro de nosotras. Para celebrarla

podemos reunirnos y cantar:

Somos las mujeres viejas

Somos las nuevas mujeres

Somos las mismas mujeres

Más sabias que antes

(De "El Juego de las Diosas" y escrito por Sandra Román. Sacerdotisa de Avalon)

La inquisición asoció la condición de Hécate como "madre de las brujas", a

los ritos de adoración del diablo y la elaboración de Hechizos para manipular

el deseo de otros Y también fueron relegados a la sombra los aspectos intuitivos y

sanadores con lo cual otro lado luminoso fue transformado en sombra