la decisión vocacional
TRANSCRIPT
La decisión
vocacional
Martínez Díaz, Nayghet Jhazmín
Economia I
Métodos Y Técnicas De Estudio
LA DECISION VOCACIONAL
En los últimos años, la sociedad se muestra altamente preocupada por la decisión
vocacional a la cual nos enfrentamos los adolescentes, por representar los futuros
profesionales que los deberán atender de una manera efectiva y con verdadera
vocación. Generalmente somos llevados o por no decir obligados a seguir una
determinada carrera, y luego se nos culpa por no poder desarrollar nuestra carrera
a pleno. Indudablemente, tienen razón quienes afirman que una correcta decisión
vocacional no se debe tomar a broma ni expedirlo con un análisis simplista y
superficial.
Según el IPJ (instituto peruano de la juventud), el 78 % de los jóvenes escogen
determinada carrera, impuesta por sus padres, familiares cercanos, amistades y
por el que pensar de la sociedad; el 16 % la escogen por creer ser la mejor carrera
para ellos, pero, mas no la que realmente sienten como vocación; y sólo el 6% de
jóvenes la escogen porque realmente sienten esa inclinación a una determinada
carrera; de este ultimo 6%, sólo el 2% tiene apoyo para poder seguir la vocación
elegida, el otro 4% necesitan encontrar los modos suficientes para poder
encaminarse hacia su vocación. En efecto gran parte de nosotros que
pretendemos seguir nuestra verdadera vocación encontramos miles de obstáculos
que no nos permiten seguir con nuestros planes y poder ser los mejores y
sentirnos igualmente dentro del ámbito en que deseemos desarrollarnos.
Gran parte de los problemas de los adolescentes a la hora de elegir una carrera es
la propia falta de información vocacional que se nos brinda, los colegios,
instituciones preuniversitarias no brindan una verdadera orientación o simplemente
no la brindan de ningún tipo, y al final, al encontrarnos en esta decisión nos
encontramos faltos de información y optamos carreras por las cuales no sentimos
vocación alguna.
El apoyo que nos brinda el contexto (nuestra sociedad, familia, amigos) nos hace
sentirnos que vamos encaminados a buen camino; pero, esto no siempre
suceden, los padres nos orientan a una carrera que generalmente no es la que
queremos, pero al final terminamos en ella y cuando la finalizamos, al momento de
desempeñarnos con el título en mano sentiremos que no somos buenos para esto;
y, cuando nos dejan a decidir la carrera que elegimos no cumple al final con
nuestras expectativas por la falta de información.
Las opciones que nos brindan son muchas, pero, estas, no brindan al 100 % cómo
es la carrera, la mayoría de veces tan solo muestra la información del perfil de la
carrera, cuando en cambio, necesitamos que aspectos se introducirán en el
aprendizaje de la carrera y si nos sentimos preparados para enfrentar todo el
conocimiento que se nos vendrá encima, para así no abandonar la carrera como
tantas veces acurre.
El problema de elección vocacional, no solo se centra de la elección, sino también
en el apoyo que nos debería brindar para poder ejecutarlo, generalmente este es
dificultoso y no se cumplen con las expectativas requeridas necesarias para la
formación de buenos profesionales que deberemos servir a la sociedad de manera
firme en un futuro.
Una decisión vocacional correcta exige hacer una elección lógica de nuestra
carrera, que nos obligue a profundizar en nuestro conocimiento personal y en las
posibilidades de formación que brinda el contexto; a elaborar un proyecto de vida
profesional y personal, que por nuestra propia condición de la adolescencia no es
posible definir a cabalidad y por ello se necesita y nos sentimos necesitados que
alguien nos guie y nos brinde seguridad para el camino que estaríamos a punto de
emprender.
Al abandonar una carrera, no solo se abandona los temas de aprendizaje de esta,
sino también se ha perdido tiempo valioso que debería haber servido para
encaminar nuestra vida de forma efectiva y sentirnos evocados hacia algo y
sentirnos realzados, pero se ve frustrado al dejar lo que estamos estudiando y
optar por trabajar o probar una nueva carrera.
Otra forma de dar la carrera en abandono, es el cambio que se desea,
habitualmente, la carrera a la cual se ingresa también se enfrenta con el problema
de no poder ser la que se quiso ingresar. Muchos de nosotros hemos ingresado a
carreras, que, hemos podido, en realidad, se busca otra carrera, que con
frecuencia no se logra ingresar, y por ello se opta por otra, para luego creer que se
puede cambiar, esto, sucede cuando no se puede lograr el puntaje necesario para
la carrera realmente deseada y se prefiere por otra de menor puntaje, ya que lo
único que deseamos es poder tener estudios superiores para un futuro con
solvencia.
Ciertamente hay motivos por los cuales preocuparse. La sociedad no puede
convertirse en victimas y hacer responsable de sus desgracias a determinados
profesionales que lo único que hacen es desarrollar en lo que fueron instruidos,
por el contrario apoyar en su decisión verdadera vocacional a los jóvenes. No en
vano la juventud representa el futuro.