la batalla por el agua

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A unque para algunos sólo resul- te anecdótico, 18 investigadores merecedores del Premio Nobel, reunidos en junio de 2008 en Va- lencia durante la entrega de los premios Rey Jaime I de Ciencias y Tecnologías, acordaron reclamar desde entonces que “el Agua sea de- clarada Patrimonio de la Humanidad”. Una papa es agua en un 80%; una vaca, en un 74%; una bacteria, en un 75%; un tomate, en un 95%; un cuerpo humano, en un 65%. Dependemos tanto de ella que resulta in- concebible la poca atención que le prestamos a su cada vez menos accesibilidad. A partir de 2041, la demanda de este bien superará globalmente a la oferta en un 40%, mientras que más de la mitad de la población mundial (aproximadamente tres mil millones de per- sonas) sufrirá escasez en 2025. En medio de la disputa entre las institucio- nes privadas que la consideran un negocio y quienes luchan porque sea reconocida como un derecho humano básico, el mensaje es re- definir el contrato entre Cultura y Sociedad para encontrar soluciones. “Se necesita el pensamiento, la voz, la toma de posición de creadores, gestores y artistas para presentar a la humanidad nuevas formas de pensar, actuar y organizarse en sociedad frente a la escasez de agua. Sin entender ni considerar los aspectos culturales de nuestros problemas vinculados al tema, no podrá en- contrarse una solución sostenible”, concluyó la Declaración del Día Mundial del Agua de ciudad de México, en 2006, con el respaldo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de ese país, CONACULTA, y la coor- dinación de UNESCO. Mientras el VI Foro Internacional del Agua está en pleno desarrollo (12 al 17 de marzo de 2012) en Marsella, Francia, cita in- ternacional cuya convocatoria se lanzó en el imponente Palacio del Elíseo en París, y que reúne a los gobiernos de 180 países, 140 dele- gaciones ministeriales, 800 panelistas, entida- des territoriales, sector privado y unos 25 mil asistentes; y ad portas de una nueva celebra- ción del Día Mundial de este escaso recurso (cada 22 de marzo), la advertencia es clara: “Si las guerras del Siglo XX se han combati- do por el petróleo, las del siglo XXI tendrán como objeto de contienda el Agua”. Estas palabras causaron poco revuelo cuan- do las pronunció en el ya lejano 1995 Ismail Serageldin, entonces vicepresidente del Ban- co Mundial, y sin embargo el calificativo de Oro Azul que la activista canadiense Mau- de Barlow (Premio Nobel Alternativo 2005, otorgado por el Parlamento sueco) le atribuye a este elemento esencial hace cada día más honor a su apelativo. “Sí. La guerra por el agua ya se inició”, re- afirma Manuel Prieto, investigador chileno asociado al programa de Política y Derecho Ambiental de la Universidad Diego Porta- les. Desde Estados Unidos, donde cursa un doctorado en Geografía en la Universidad de Arizona, precisa: “Tampoco estamos en una guerra en los términos más caricaturescos, sin embargo, ha habido ejemplos claros donde las tensiones han adquirido los elementos de una batalla clásica. La ‘Guerra del Agua de Cochabamba’, Bolivia, es un claro ejemplo a principios del 2000. La ciudad estuvo bajo ley marcial una vez que el pueblo se levantó en contra de la privatización de este elemento que tiene un valor sumamente social y cul- tural. En Chile, las imágenes del caso Ralco, Pascua Lama e HidroAysén, con excesiva re- presión policial, también demuestran que hay ánimo de violencia”. UNA PAPA ES AGUA EN UN 80 % UNA BACTERIA ES AGUA EN UN 75 % EL “ORO AZUL”

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La nueva guerra por el Oro Azul, EL AGUA.

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Page 1: La Batalla por el Agua

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Aunque para algunos sólo resul-te anecdótico, 18 investigadores merecedores del Premio Nobel, reunidos en junio de 2008 en Va-

lencia durante la entrega de los premios Rey Jaime I de Ciencias y Tecnologías, acordaron reclamar desde entonces que “el Agua sea de-clarada Patrimonio de la Humanidad”.

Una papa es agua en un 80%; una vaca, en un 74%; una bacteria, en un 75%; un tomate, en un 95%; un cuerpo humano, en un 65%. Dependemos tanto de ella que resulta in-concebible la poca atención que le prestamos a su cada vez menos accesibilidad. A partir de 2041, la demanda de este bien superará globalmente a la oferta en un 40%, mientras que más de la mitad de la población mundial (aproximadamente tres mil millones de per-sonas) sufrirá escasez en 2025.

En medio de la disputa entre las institucio-nes privadas que la consideran un negocio y quienes luchan porque sea reconocida como un derecho humano básico, el mensaje es re-de5nir el contrato entre Cultura y Sociedad para encontrar soluciones.

“Se necesita el pensamiento, la voz, la toma de posición de creadores, gestores y artistas para presentar a la humanidad nuevas formas de pensar, actuar y organizarse en sociedad frente a la escasez de agua. Sin entender ni considerar los aspectos culturales de nuestros problemas vinculados al tema, no podrá en-contrarse una solución sostenible”, concluyó la Declaración del Día Mundial del Agua de ciudad de México, en 2006, con el respaldo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de ese país, CONACULTA, y la coor-dinación de UNESCO.

Mientras el VI Foro Internacional del Agua está en pleno desarrollo (12 al 17 de marzo de 2012) en Marsella, Francia, cita in-

ternacional cuya convocatoria se lanzó en el imponente Palacio del Elíseo en París, y que reúne a los gobiernos de 180 países, 140 dele-gaciones ministeriales, 800 panelistas, entida-des territoriales, sector privado y unos 25 mil asistentes; y ad portas de una nueva celebra-ción del Día Mundial de este escaso recurso (cada 22 de marzo), la advertencia es clara: “Si las guerras del Siglo XX se han combati-do por el petróleo, las del siglo XXI tendrán como objeto de contienda el Agua”.

Estas palabras causaron poco revuelo cuan-do las pronunció en el ya lejano 1995 Ismail Serageldin, entonces vicepresidente del Ban-co Mundial, y sin embargo el cali5cativo de �Oro Azul � que la activista canadiense Mau-

de Barlow (Premio Nobel Alternativo 2005, otorgado por el Parlamento sueco) le atribuye a este elemento esencial hace cada día más honor a su apelativo.

� � � � � � ! " # $ % & ' # (“Sí. La guerra por el agua ya se inició”, re-

a5rma Manuel Prieto, investigador chileno asociado al programa de Política y Derecho Ambiental de la Universidad Diego Porta-les. Desde Estados Unidos, donde cursa un doctorado en Geografía en la Universidad de Arizona, precisa: “Tampoco estamos en una guerra en los términos más caricaturescos, sin embargo, ha habido ejemplos claros donde las tensiones han adquirido los elementos de una batalla clásica. La ‘Guerra del Agua de Cochabamba’, Bolivia, es un claro ejemplo a principios del 2000. La ciudad estuvo bajo ley marcial una vez que el pueblo se levantó en contra de la privatización de este elemento que tiene un valor sumamente social y cul-tural. En Chile, las imágenes del caso Ralco, Pascua Lama e HidroAysén, con excesiva re-presión policial, también demuestran que hay ánimo de violencia”.

UNA PAPA ES AGUA EN UN

80%

UNA BACTERIA ES AGUA EN UN

75%

EL “ORO AZUL”

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Page 2: La Batalla por el Agua

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Aunque el 70%

de la superficie

terrestre está

cubierta de agua,

sólo el 2,5% es

agua dulce. El

0,3% está

disponible en ríos,

lagos y embalses,

el 30% en el

subsuelo. El resto

está congelado en

glaciares difícil-

mente accesibles,

estratos de hielo

y zonas montaño-

sas. Dependemos

tanto de ella y,

sin embargo,

prestamos tan

poca atención a su

cada vez menos

accesibilidad.

–¿Se pudo evitar esta “batalla”?“No lo sé, porque no me gusta hacer ejerci-

cios de la máquina del tiempo. Pero, cuando instituciones como el Banco Mundial apare-cen imponiendo en los países su agenda eco-nómica, esa imposición produce claramente un nivel de con<icto grande. ¿Cómo se re-vierte eso? Dando mayor poder a la ciudadanía. Más espacios de diálogo para no marginar a los verdaderos usuarios, a las comunidades. Enten-diendo que el agua no sólo tiene un valor comercial sino también cultu-ral sumamente fuerte que el merca-do opaca o destruye”.

–¿Debe el agua ser un derecho

humano o patrimonio de la huma-nidad?

“Las posiciones tienen un pro y un contra, eso debe ser parte de un debate político, no técnico. No hay ninguna solución que por sí misma sea una respuesta mágica. El dere-cho humano no necesariamente es una garantía en contra de la priva-tización. Por otra parte, bajo la na-rrativa del agua como patrimonio, aparece la humanidad detentando autoridad, y eso puede ser un argu-mento neocolonialista. Es un dis-curso que no estoy descartando, pero por sí mismo no es una solución au-tomática que va a resolver todos los problemas”.

–¿Cuál debería ser el resultado del VI Foro

en Marsella?“Soy pesimista, son espacios donde aparece

la retórica en su conceptualización más dura. Mucho malabar conceptual y conclusiones en las que todos están de acuerdo, y listo. Déja-me llevar tu pregunta a la situación nacional.

Muchas veces nos preocupamos de los deba-tes internacionales y olvidamos que en nues-tro país tenemos ‘la crema’. El modelo chileno que se promueve en los foros o en la agenda internacional es perverso y sumamente duro en esta materia. Es privatista en extremo y prácticamente impide la valorización extra

económica de elementos asociados que son indispensables para una ges-tión más sustentable. Con ello me re5ero al valor cultural del agua y, en segundo lugar, a su valor ambiental, social y de equidad. Prácticamente, estos valores están fuera de la agenda política, y si es que llegan a estar, es bajo una narrativa sumamente retó-rica y super5cial”.

� c � d � � e f g h # i # Es sagrada. Se reza para obtenerla,

se la incluye en la tradición oral, se le recrea en el arte. Los indígenas ge-neraron sus conocimientos a partir de ella. Se le pide lluvia a los Dioses, para eso se les habla de frente, se les agradece y se hacen ofrendas en la cima de un cerro, en el nacimiento de los manantiales, en los pozos o en el cauce de un río. Se invoca a los vientos, al rayo, a los chaneques (dio-ses menores de la mitología mexi-cana prehispánica), a las serpientes; se les ofrenda comida, <ores, ceras,

vestidos e instrumentos de trabajo. En Guatemala, la Red Nacional de Ges-

tores Culturales, ADESCA, resultado de un proceso de socialización del Plan Nacional de Desarrollo Cultural iniciado por el Ministe-rio de Cultura y Deportes de ese país, destaca en su portal la relación evidente entre Agua y Cultura (www.adesca.org.gt/gestores). Mar-co Antonio Sagastume Gemmel, uno de los

miembros de esa red, y asesor en Derechos Humanos en la Universidad de San Carlos de Guatemala, denuncia: “El Consejo Mun-dial del Agua, institución privada apoyada por Estados Unidos, Canadá, Australia, Nue-va Zelanda y Reino Unido, ha luchado para que en el seno de las Naciones Unidas no se apruebe ninguna resolución que limíte la co-mercialización del agua. Su Presidente Loïc Fauchon, ex presidente del Group des Eaux de Marseilles, propietario de Suez y Veolia, las dos corporaciones privadas más grandes del mundo, se opone a que ésta sea considera-da un derecho”.

–¿Comparte la denominación de “Oro

Azul”?“La paridad con el oro no me parece apro-

piada, oro negro, oro azul, se re5ere funda-mentalmente al precio y no al valor. El agua como ser vivo no tiene precio, sí valor increí-ble para la humanidad. El sol sale para todos. ¿Nos venderán el sol también?”.

–¿Sirve de algo que ese “Oro Azul” sea de-clarado Patrimonio en UNESCO?

“Lucho para eso, más vale prender una vela que maldecir la oscuridad”.

–¿Algún mensaje claro para los gestores culturales?

“Tenemos obligaciones comunales e indi-viduales, el agua dulce no es más del 2.8% en el planeta. Para el pueblo maya los ríos son altares, las venas de la tierra por donde co-rren los nutrientes necesarios para dar vida al planeta. Hace pocos días les daba una plática a los Guías Espirituales Mayas, y les decía: 'Está pasando el tiempo y no nos unimos'. Al 5nalizar, un anciano se me acercó, y con profunda mirada me dijo: ‘Usted tiene que ser respetuoso con el tiempo. El tiempo no pasa, pasa usted’… Vea qué sabiduría”.

j k l m n k o p q r r n k s q m k l o m t u u k q v n w x t y z n { l s t| t r q m | q { r } m q t ~ m n k s q m k l o m t u u l { q w s r � w x t y tt z � q { t s q x t w { l q w s n q m n o p n � �

"Cínico es un hombre que conoce todos los precios e ignora los valores", Oscar Wilde (1854-1900), escritor irlandés.

UN TOMATE ES AGUA EN UN

95%

UNA VACA ES AGUA EN UN

74%

MARCO ANTONIO

SAGASTUME G.

“Es Tiempo de

unirnos por los

principios y no

por los intereses”,

advierte el asesor

en Derechos

Humanos en

la Universidad

de San Carlos

de Guatemala,

miembro de la Red

Nacional de Gesto-

res Culturales de

ese país.