la aparicion de nuestra señora de la caridad

10
Introducción Al comenzar el siglo XVII y en el pueblo de Santiago del Prado, sede de la administración de las minas de cobre que desde 1599 abastecían del mineral a la Real Fundición de Artillería de La Habana y a la industria azucarera recién nacida (1) , surgió durante el primer cuarto del siglo XVII una Virgen desconocida, que fue titulada Nuestra Señora, la Virgen de la Caridad del Cobre. ¿Cómo llegó hasta nosotros la imagen que la representa? ¿La trajeron los españoles a Cuba? ¿Es completa- mente autóctona? ¿Cómo evolucionó su culto? ¿Por qué llegó a ser la Patrona de Cuba? A continuación trato de responder estas preguntas. Las Hipótesis Según las investigaciones realizadas, se pueden formular las siguientes hipótesis para explicar la aparición de la Virgen de la Caridad: la hipótesis autóctona, la hipótesis del origen español y la hipótesis de la aparición inexplicable en la bahía de Nipe, al norte de Cuba. Pasamos a exponer los elementos que operan a favor y en contra de cada una. La Hipótesis Autóctona Trata de explicar la aparición de la Virgen como resultado de la evolución del culto mariano entre los indios. Como la evangelización ocupó un lugar dominante en el intercambio cultural entre españoles y aborígenes, es innegable que la Virgen María y los elementos relacionados con la devoción mariana se insertaron, desde fecha temprana, en el entorno mental y cultural de los taínos. Cronistas de la colonización y la conquista como Fernández de Enciso, Pedro Mártir de Anglería, Bartolomé de las Casas, Antonio de Herrero y el obispo Morell de Santa Cruz, nos legaron en sus narra- ciones los primeros actos de la evangeli- zación en los cacicazgos de Macaca y Cueybá, donde indios y españoles levantaron sendas ermitas a la Virgen para dar inicio al culto de forma rudimentaria. Otra narración (que cuentan Diego de Arteaga, fray Martín del Castillo, el P. Novarino y Bernardo Ramírez) se refiere a un cacique cubano que vencía en sus guerras gracias a una imagen de la Virgen que portaba a guisa de escudo. Perseguido, se retiró al norte de la isla, y por miedo a que le quitaran la imagen, “ la echó en uno de los ríos que derraman sobre las aguas del expresado norte” (2) Según el narrador,“ Ni dudamos tampoco ser aquella imagen la misma que hoy veneramos en el real de minas del cobre, aparecida en la bahía de Nipe, conservándose hasta 8 La Aparición de Nuestra Señora la Virgen María de la Caridad del Cobre, Faro y Guía de los Cubanos (Publicado en L´Osservatore Romano nº. 4 de 23 de enero de 1998, en ocasión de la Visita de Su Santidad Juan Pablo II a Cuba) Salvador Larrúa Guedes Santuario de El Cobre. Cuba

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La aparicion de Nuestra Señora de La Caridad de el Cobre en la bahia de Nipe, Cuba en 1612

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Page 1: La aparicion de Nuestra Señora de La Caridad

Introducción

Al comenzar el siglo XVII y en el

pueblo de Santiago del Prado, sede de la

administración de las minas de cobre

que desde 1599 abastecían del mineral a

la Real Fundición de Artillería de La

Habana y a la industria azucarera recién

nacida (1), surgió durante el primer cuarto

del siglo XVII una Virgen desconocida,

que fue titulada Nuestra Señora, la

Virgen de la Caridad del Cobre.

¿Cómo llegó hasta nosotros la

imagen que la representa? ¿La trajeron

los españoles a Cuba? ¿Es completa-

mente autóctona? ¿Cómo evolucionó su

culto? ¿Por qué llegó a ser la Patrona de

Cuba? A continuación trato de

responder estas preguntas.

Las Hipótesis

Según las investigaciones realizadas,

se pueden formular las siguientes

hipótesis para explicar la aparición de la

Virgen de la Caridad: la hipótesis

autóctona, la hipótesis del origen

español y la hipótesis de la aparición

inexplicable en la bahía de Nipe, al norte

de Cuba. Pasamos a exponer los

elementos que operan a favor y en

contra de cada una.

La Hipótesis Autóctona

Trata de explicar la aparición de la

Virgen como resultado de la evolución

del culto mariano entre los indios. Como

la evangelización ocupó un lugar

dominante en el intercambio cultural

entre españoles y aborígenes, es

innegable que la Virgen María y los

elementos relacionados con la devoción

mariana se insertaron, desde fecha

temprana, en el entorno mental y

cultural de los taínos. Cronistas de la

colonización y la conquista como

Fernández de Enciso, Pedro Mártir de

Anglería, Bartolomé de las Casas,

Antonio de Herrero y el obispo Morell de

Santa Cruz, nos legaron en sus narra-

ciones los primeros actos de la evangeli-

zación en los cacicazgos de Macaca y

Cueybá, donde indios y españoles

levantaron sendas ermitas a la Virgen

para dar inicio al culto de forma

rudimentaria.

Otra narración (que cuentan Diego

de Arteaga, fray Martín del Castillo, el P.

Novarino y Bernardo Ramírez) se refiere

a un cacique cubano que vencía en sus

guerras gracias a una imagen de la

Virgen que portaba a guisa de escudo.

Perseguido, se retiró al norte de la

isla, y por miedo a que le quitaran la

imagen, “ la echó en uno de los ríos

que derraman sobre las aguas del

expresado norte” (2)

Según el narrador,“ Ni dudamos

tampoco ser aquella imagen la

misma que hoy veneramos en el real

de minas del cobre, aparecida en la

bahía de Nipe, conservándose hasta

8

La Aparición de Nuestra Señora la Virgen María de la Caridad del

Cobre, Faro y Guía de los Cubanos(Publicado en L´Osservatore Romano nº. 4 de 23 de enero de 1998, en ocasión de la Visita de Su Santidad Juan Pablo II a Cuba)

Salvador Larrúa Guedes

Santuario de El Cobre. Cuba

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PREAMBLEIn Santiago del Prado, in the first quarter of the

17th century, an unknown Virgin came up and wasgiven the name of Our Lady of Charity of El Cobre.Management of the copper mines was headquarteredin that town since 1599, and these mines supplied themineral to the Royal Foundry of the Artillery in Havanaand to the newly born sugar cane industry.1

How the statue representing that Virgin came tous? Did the Spaniards bring it to Cuba? Was it entirelyautochthonous? How did her cult evolve? Why did Shebecome the Patroness of Cuba? This article tries toanswer these questions.THE HYPOTHESES

According to research, we can advance thefollowing hypotheses to explain the apparition of thisVirgin: the autochthonous origin; the Spanish origin,and the unexplainable apparition in the Harbor ofNipe, on the north of Cuba. Let’s discuss the pros andcons of each one of them.THE AUTOCHTHONOUS HYPOTHESIS

This theory explains the apparition of the Virginthrough the evolution of the Marian cult among theIndians. Since evangelization held a foremost place inthe exchange between Spaniards and aborigines, itcannot be denied that the Virgin Mary and otherelements related to the Marian cult were inserted, atan early date, in the mental and cultural environmentof the Taínos. Chroniclers of the Spanish conquest andcolonization —Fernández de Enciso, Pedro Mártir deAnglería, Bartolomé de las Casas, Antonio de Herreroand Bishop Morell de Santa Cruz— wrote about thefirst evangelization efforts in the chieftaincies(cacicazgos) of Macaca and Cueybá, where Indians andSpaniards raised their respective chapels of the Virgin,thus starting the cult in a rudimentary way.

Another story (narrated by Diego de Arteaga, FrayMartín del Castillo, Father Novarino and BernardoRamírez) tells about a Cuban chieftain (cacique) whowon his battles thanks to a likeness of the Virgin,which he used as a shield. Under persecution, he fledto the northern region of the island and, afraid ofbeing robbed of this image, “threw it into the water in thatnorthern area.”2

10

Apparition of the VirginMary (Our Lady of Charity

of “El Cobre”), GuidingLight of the Cuban People

(Published in “L’Osservatore Romano”, No. 4, ofJanuary 23, 1998 on the occasion of the visit ofHis Holiness John Paul II to Cuba)

Salvador Larrúa Guedes

aquel tiempo… más de un siglo… desde la

conquista de esta isla (que fue cuando el

dicho cacique la echó al río) hasta el tiempo

de su aparición…” (3)

Investigadores de gran talla como José

Juan Arrom, Olga Portuondo y Don Fernando

Ortiz, convienen en que el culto mariano es

muy antiguo en Cuba y anterior a la presencia

de la Virgen de la Caridad, y confirman que los

indios cubanos identificaron a la Virgen,

Madre del Dios cristiano, con Atabex, madre

de la suprema deidad aborigen, y que se

sintieron atraídos al culto mariano por factores

arraigados en sus propias cosmogonías y

mitologías. Como Atabex, María imperaba

sobre las aguas y se asociaba a la fertilidad que

venía con las lluvias. Los indios vinculaban a

Atabex con la luna, dueña de las aguas,

reguladora de la fecundidad y de los partos…

en la leyenda del cacique guerrero que echó al

río la imagen, se menciona que la invocación

del nombre de María ayudaba a las mujeres en

los peligros del parto(4). Por cierto, las indias

acostumbraban colocar imágenes (cemís) de

Atabex sobre sus vientres para facilitar los

nacimientos (5), de la misma forma que en las

montañas del oriente cubano muchas

mujeres, en la actualidad, colocan sobre sus

vientres estampas de la Virgen de la Caridad

cuando llega el momento del parto (6). Por otra

parte, María es la gran intercesora y abogada

de los pecadores ante su hijo para facilitar que

vayan al Reino de Dios, y de la misma forma en

la mitología aruaca, Atabex es la intercesora

que, después de la muerte, conducía las almas

de los taínos al paraíso de los aruacos: el

Coaybay o “país de los ausentes” (7).

Según Fernando Ortiz, el hecho de que la

Virgen de la Caridad se encuentre de pie sobre

una luna que tiene los cuernos hacia abajo es

herencia de la tradición aruaca de los taínos, y

revitaliza trazos ancestrales de paganismo en

el culto de esta advocación mariana (8). La

Virgen, de pie sobre la luna, simboliza el

triunfo de María sobre Atabex. En la pugna

entre el cristianismo y la vieja religión taína,

María ha salido vencedora… la Virgen de la

Caridad del Cobre no es la única advocación

de María que se representa de pie sobre la

luna, pero también es cierto que no hay otra

de pie sobre la luna “virada al revés”, o sea

vencida, con los cuernos hacia abajo.

Todo indica que en el sincretismo operado

entre las creencias taínas y la religión cristiana

predominó la fe católica a través de un proceso

lento e implacable donde la cultura y las

creencias de los indios se disiparon con el paso

de los años, no sin que antes sus huellas se

integraran (tal vez de manera ingenua, pero no

por eso menos válida) a la Buena Nueva. Por

ejemplo, la intercesión de la Virgen para lograr

un parto feliz, concebir un hijo u obtener una

buena cosecha fertilizada por la lluvia. Esta fe

en el poder de la Virgen iba perdiendo poco a

poco los rasgos heredados de Atabex para ser

cada vez más María, la Madre de Jesús, con el

paso de los siglos y el incremento del mestizaje

cultural y social, aunque conservó ciertos

matices sincréticos que pasaron a reforzar la

cubanía de la Virgen de la Caridad, que es el

símbolo más antiguo y legítimo de nuestra

isla y de nosotros, los cubanos.

Pero de estos hechos a concluir que la

Virgen, como la conocemos hoy, sólo fue

producto del desarrollo de la devoción mariana

entre los indios, media un gran trecho y no

comparto esta idea. Sí creo firmemente que la

devoción a María de la Caridad es el resultado

del amor (que también es caridad) de todos los

cubanos de todas las clases sociales, indios,

negros o blancos, cohesionado y dirigido a la

Madre de Dios, reconocida como nuestra

Madre. El gran arraigo del culto mariano entre

los taínos no basta para explicar la rapidez con

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11

que se difundió su devoción en la antigua

provincia de Oriente, desplazando de forma

decisiva otras advocaciones tradicionales de la

Virgen, ni su expansión por toda la isla en muy

pocos años. Además, hay que considerar que

en el resto del territorio

no existía, como en el

antiguo Oriente, una

abundancia relativa de

aborígenes en el

contexto demográfico

que facilitó la incultura-

ción.

Para terminar cito a

Fernando Ortiz, quien

hace casi 70 años

aseguraba que la

imagen de la Virgen

podía haber sido tallada

en Cuba (9). La doctora Olga Portuondo dice al

respecto que se hace difícil aceptar la

existencia de imagineros(10) en la Cuba de esa

época(11) . También parece poco probable una

confección aborigen transculturada, porque la

talla de la imagen hubiera sido muy tosca, por

lo que me uno a la opinión de que la imagen

actual de la Virgen de la Caridad es la misma

que hace unos 350 años quedó entronizada en

Santiago del Prado, también llamado Real de

Minas del Cobre y actualmente pueblo de El

Cobre (12).

La Hipótesis del Origen Español

Tomando como base el supuesto parecido

de la Virgen de la Caridad con Nuestra Señora

de la Caridad de Illescas, que se venera en

España, y algunos documentos encontrados

en el Archivo General de Indias, la investiga-

dora norteamericana Irene A. Wright llegó a la

conclusión de que la imagen de la Virgen de la

Caridad del Cobre es una reproducción de la

de Illescas (13) traída a Cuba por Don Francisco

Sánchez de Moya, administrador del Real de

Minas del Cobre en Santiago del Prado.

Además del “parecido” entre las dos imágenes,

que es muy discutible, la investigadora

fundamenta su tesis en estos elementos:

Primero, una carta que el rey dirigió al capitán

Francisco Sánchez, el 23

de marzo de 1597, donde

le ordena “levantar una

iglesia y edificio

humilde, el que bastare

para la gente, y aun

religiosos… haréis dar

misión y administrar los

sacramentos…”(14)

La respuesta del

capitán Sánchez de

Moya, el 11 de

septiembre de 1600,

aclara que ha nombrado

al P. Miguel Gerónimo “…por capellán y

vicario de la iglesia parroquial… de esta

villa”. (15)

Lo que quiere decir que la iglesia ya estaba

funcionando.

Como Sánchez de Moya era natural de

Toledo, y la Virgen de la Caridad de Illescas

tiene su sede en el pueblo del mismo nombre,

a 31 kilómetros de la ciudad imperial, la inves-

tigadora dedujo que la imagen de esta Virgen

fue traída por el capitán para la nueva iglesia.

Se apoyaba en la historia de Bernardo Ramírez,

donde se dijo “ que probaba ser esta divina

imagen traída de España por un cabo

militar y el cabo (o jefe) no era más que el

capitán Francisco Sánchez de Moya…” (16)

Sin embargo, el estudio comparativo de las

imágenes demuestra que son diferentes. La

Virgen de la Caridad de Illescas está de pie

sobre una luna con los cuernos hacia arriba, y

la del Cobre sobre la luna con los cuernos hacia

abajo. Fernando Ortiz, que visitó Illescas el 14

de noviembre de 1928 con el literato cubano

According to this account, “… we think that this image isthe same one that today we revere in the copper mines, found in theHarbor of Nipe, preserved until that time … more than a century …from the conquest of this island (when said chieftain threw it into theriver) until the image was finally found …”3

Respected researchers, such as Juan José Arrom,Olga Portuondo and Fernando Ortiz, agree on the factthat the Marian cult is quite ancient in Cuba, even priorto Our Lady of Charity, and confirm that the Indiansidentified the Virgin, Mother of the Christian God, withAtabex, mother of the highest Indian deity. Theseresearchers think that the Indians were attracted to theMarian cult due to deeply rooted elements in their owncosmogonies and mythologies. Like Atabex, the VirginMary reigned over the waters and was associated withthe fertility of the soil caused by the rain. The Indianslinked Atabex with the Moon, Lady of the Waters andruler of fertility and childbirth … The legend of theIndian warrior who threw the likeness of the Virgininto a river also mentions that the invocation of thename of Mary helped women to survive through therisks of childbirth.4 Incidentally, Indian women used toplace images (cemíes) of Atabex over their wombs tomake easier the process of delivery.5 Nowadays,likewise, many women who live on the easternmountains of Cuba place religious prints of Our Ladyof Charity on their wombs when the time of deliveryapproaches.6 On the other hand, the Virgin Mary is thepowerful mediator and advocate of sinners before herSon, to help them gain entrance to the Kingdom ofGod. In a similar way, in the Arawak mythology,Atabex is the mediator who, upon death, leads thesouls of the Taínos to the Arawak Paradise: the Coaybayor “Land of the Absents”.7

According to Fernando Ortiz, the fact that OurLady of Charity stands on a moon with its endspointing downwards is the legacy of an Arawaktradition followed by the Taínos. This tradition revivesancestral elements of paganism onto the cult of theVirgin Mary under this name.8 The Virgin, standing onthe Moon, symbolizes her triumph over Atabex. In theencounter of Christianity and the ancestral Taínoreligion, the Virgin Mary was the vanquisher … OurLady of Charity is not the only image of Mary that isshown standing on the Moon. There is no other,however, in which Mary appears standing on an“upside down” moon, i.e., a vanquished moon withboth ends pointing downwards.

Everything suggests that, within the syncretismbetween the Taíno beliefs and the Christian religion,the Catholic faith was the dominant force through aslow and inexorable process in which the culture andbeliefs of the Indians vanished with the passing oftime, but not without leaving its marks incorporated tothe Gospel (perhaps in a naïve way, but not less validbecause of it). It can be mentioned, for instance, themediation of the Virgin to achieve a happy andhealthy childbirth, to become pregnant or to reap agood harvest from the soil fertilized by rain. This faithin the power of the Virgin was leaving behind, little bylittle, the traits inherited from Atabex. Mary, the

“ que probaba ser esta

divina imagen traída de

España por un cabo militar

y el cabo (o jefe) no era

más que el capitán

Francisco Sánchez de

Moya…”

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Page 5: La aparicion de Nuestra Señora de La Caridad

12

José María Chacón y Calvo y el escritor español

Ramón Gómez de la Serna, pudo constatar que

“la de Illescas era la talla de un cuerpo

sedente en su trono. El manto que la reviste

la muestra de pie, con los brazos articulados

y sobrepuestos. Sólo se le veían las manos y

el rostro, no tenía cetro ni cruz en la mano

derecha… se relaciona con la idea de la

muerte…; su símbolo es una cruz verde

con una calavera “.(17)

La Virgen de la Caridad del Cobre, por el

contrario, carga al Niño Jesús con el brazo

izquierdo y porta una cruz con la mano

derecha. Otra Virgen española, la Caridad de

Sanlúcar de Barrameda, no carga al Niño Jesús,

no lleva nada en las manos, y sus brazos caen a

lo largo del cuerpo. (18)

En Illescas se rendía culto a otra advocación

mariana: Nuestra Señora de Guía Madre de

Dios de Illescas (19), y una imagen suya estaba

presente en la ermita de Santiago del Prado.

Pero sus atributos no se asemejan en nada ni

en su título aparece la palabra Caridad.

A partir de todo esto no hay semejanzas,

sino que contra la opinión de Irene A. Wright

aparecen varias diferencias entre la Virgen de

la Caridad del Cobre y la de Illescas, tanto en

sus actitudes como en sus atributos. El hecho

de que Sánchez de Moya erigiera la parroquia

de Santiago del Prado, su calidad de toledano

y su grado de capitán (o cabo militar) no

prueban que la Virgen de la Caridad del Cobre

fuera una réplica de la de Illescas.

¿Qué imágenes se veneraban en la

parroquia del pueblo cobrero? En 1620, en los

altares de la iglesita figuraban la imagen de

Santiago el Mayor, con un Cristo de bulto y una

pequeña custodia de plata en el altar mayor

(20). En los otros dos altares, las imágenes de

bulto de Nuestra Señora del Rosario y de Santa

Bárbara, ya que las minas abastecían a la Real

Fundición de Artillería y la santa es patrona de

los artilleros. En la ermita del cerro cercano,

una imagen de Nuestra Señora de Guía Madre

de Dios de Illescas… ¿dónde estaba, entonces,

la Virgen de la Caridad del Cobre, que apareció

en la bahía de Nipe a fines de la temporada

ciclónica de 1612 o 1613?

El Inventario Real que terminó en 1620 cita

la presencia de un hospital al lado de la ermita

del cerro. Era una gran casa dividida: en el

primer salón, una capilla con la imagen de la

Virgen de la Caridad del Cobre tal y como la

conocemos hoy. En los otros dos salones, los

enfermos: en uno los hombres y las mujeres en

el otro.(21)

En otro Inventario que ordenó el rey en

1648, Nuestra Señora de Guía ya no estaba

presente en la ermita del cerro y su lugar lo

ocupaba la imagen de la Virgen de la Caridad

del Cobre. En la relación del inventario “ni

siquiera (se) menciona la imagen de

Nuestra Señora de Guía: ésta pudo ser

retirada del recinto (de la ermita) luego que

Sánchez de Moya dejara la administración

de las minas”. (22)

Estos elementos demuestran que la

imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre

desplazó a Nuestra Señora de Guía Madre de

Dios de Illescas, y las diferencias apuntan,

además, a que la Patrona de Cuba no tiene

puntos de contactos con la Virgen de la

Caridad de Illescas, por lo que las investiga-

ciones de Fernando Ortiz, que coinciden con

las de la Dra. Portuondo, anulan las tesis de

Irene A. Wright.

La Hipótesis de la Aparición Milagrosa

Esta versión se basa en los Autos de 1687-

1688, documentos encontrados por el gran

historiador cubano Dr. Leví Marrero en la

década de los 80 del siglo XX y que contienen,

entre otras, la importantísima declaración de

Juan Moreno, el negrito de 9 ó 10 años que iba

en el bote con los monteros indios Rodrigo y

Juan de Hoyos, cuando aparece por primera

vez Nuestra Señora de la Caridad. Cuando hace

su declaración, Juan Moreno afirma tener 85

años, luego nació alrededor de 1602 y la

Mother of Jesus, reaffirmed her foremost place throughthe centuries and also through a cultural and socialadmixture, although a few syncretistic nuances werepreserved and even reinforced the Cuban character ofOur Lady of Charity, the most ancient and legitimatesymbol of our island and of ourselves, the Cubans.

However, to conclude from these facts that theVirgin of Charity, as we know Her today, is just aproduct of the evolution of the Marian cult among theIndians would be taking things too far indeed, and Idon’t share such a conclusion. I do believe that thedevotion to Mary, the Virgin of Charity, is born fromthe cohesive love (which is also charity) felt by allCuban classes —Indians, black and white people—and focused on the Mother of God, recognized as ourMother. The strong grip of the Marian cult among theTaínos is not enough to explain the rapid spread of thisdevotion in the ancient Province of Oriente, decisivelydisplacing other traditional names given to the BlessedVirgin, nor its expansion across the island in just a fewyears. Moreover, we must keep in mind that in theremaining areas of Cuba there weren’t as manyaborigines, in the demographic context that madeeasier the acceptance of a foreign culture, as therewere in Oriente.

To summarize this brief discussion, I want to quoteFernando Ortiz, who almost 70 years ago sustainedthat the image of the Virgin was probably carved inCuba9. In this respect, Olga Portuondo feels that it isdifficult to admit the existence in Cuba of sculptors ofreligious images (“imagineros”)10 at that time.11 It seemsalso very unlikely an aboriginal statue as a result oftransculturation, since its carving would have been toocoarse. Because of this, I share the view of those whosustain that the statue that we know today is the samethat 350 years ago was enthroned in Santiago delPadro, known also as Real Minas del Cobre, nowadays thetown of El Cobre.12

THE HYPOTHESIS OF THE SPANISH ORIGINConsidering the alleged likeness between the

Virgin of Charity and Our Lady of Charity of Illescas,venerated in Spain, as well as several documentsfound in the General Archives of the Indies, theresearcher Irene A. Wright concluded that the image ofEl Cobre is a reproduction of the Virgin of Illescas13.Francisco Sánchez de Moya, administrator of thecopper mines in Santiago del Prado, brought thisreproduction to Cuba. Apart from the “likeness”between both images (which is very debatable),Wright bases her hypothesis on these data:

First, a letter sent by the King to Captain FranciscoSánchez on March 23, 1597, whereby His Majestyordered “to erect a church and modest building, just large enoughfor the people, including priests and members of monastic orders…in which you will have missionaries [to teach the people] andadminister the sacraments …”14

In his answer of September 11, 1600, Sánchez deMoya reported that he had appointed Father MiguelGerónimo as “… chaplain and vicar of the parish church of thisvillage.”15 This implies that the church was alreadyactive.

Sánchez de Moya was from Toledo, and the Virginof Charity of Illescas is venerated in the city of this

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Page 6: La aparicion de Nuestra Señora de La Caridad

13

aparición de la Virgen, según estos

elementos, tuvo lugar a fines de 1612 o

principios de 1613. (23)

Juan Moreno no era un esclavo más, puesto

que llegó a tener cierta relevancia en Santiago del

Prado. En 1648 era mayoral en las minas (24) y, en

1677, capitán de milicias

de la comunidad, (25) lo

que significaba entre los

cobreros “ la considera-

ción por sus cualidades:

inteligencia, valentía,

vivacidad, capacidad

de inspirar respeto, etc.,

que lo convertían en

una especie de líder

carismático”,(26) cues-

tiones que recalcan su

importancia como

testigo de los hechos…

“declaraban, además, Agustín Quiala, Juan

Santiago Vicente, Pedro Suárez Alcántara, el

licenciado Francisco Bejarano y Germán

Phelipe. Cuatro de los declarantes eran

esclavos criollos de las minas; Suárez

Alcántara, santiaguero, administraba un

ingenio próximo a ellas, y Bejarano, el

mayordomo de fábrica del Santuario y

sacristán mayor de la Catedral”. (27)

Los demás testigos, esclavos o no, en

algunos casos eran hombres de cierta

educación y muy cercanos a los sucesos.

Aunque no presenciaron la aparición, partici-

paron en los hechos posteriores. Sus testimo-

nios, con el de Juan Moreno, constituyen las

únicas pruebas documentales sobre el suceso,

lo que les confiere un valor excepcional. A ellos

se unen los aspectos registrados en la tradición

oral y los resúmenes sobre la Virgen

elaborados por Onofre de Fonseca (1701),

expurgados por Bernardino Ramírez (1782) e

impresos por Alejandro Paz Ascanio (1830), el

trabajo escrito en 1766 por el capellán benefi-

ciado Julián Joseph Bravo, y la representación

que hizo en 1783 Joseph Espinosa de los

Monteros con Gregorio Cosme y Carlos Ramos,

a nombre de los naturales de Santiago del

Prado (28).

Pasemos ahora a la declaración de Juan

Moreno que aparece en los Autos de 1687-1688,

cuando relata el hallazgo

de la imagen de la

Vi rgen: “ H a b i e n d o

ranchado en cayo

Francés, que está en

medio de la bahía de

Nipe, para con buen

tiempo ir a la salina,

estando una mañana

la mar en calma,

salieron de dicho cayo

Francés, antes de salir

el sol, los dichos Juan y

Rodrigo de Hoyos y

este declarante, embarcados en una canoa

para la dicha salina y, apartados de dicho

cayo Francés, vieron una cosa blanca sobre

la espuma del agua, que no distinguieron

lo que podría ser y acercándose más, les

pareció pájaro y ramas secas. Dijeron

dichos indios “parece una niña”, y en estos

discursos, llegados, reconocieron y vieron

la imagen de Nuestra Señora de la Virgen

santísima con un niño Jesús en los brazos

sobre una tablita pequeña, y en dicha

tablita unas letras grandes las cuales leyó

dicho Rodrigo de Hoyos, y decían “Yo soy la

Virgen de la Caridad”, y siendo sus

vestiduras de ropaje, se admiraron de que

no estaban mojadas. Y en esto, llenos de

alegría, cogieron sólo tres tercios de sal y se

vinieron para el Hato de Barajagua…” (29)

Al presentarse los monteros indios y el

negrito en la casa de vivienda del Hato de

Barajagua, el mayoral Miguel Galán mandó

poner la imagen sobre un altar de tablas

preparado en la misma casa, con una luz

encendida, y envió aviso a Francisco Sánchez

name, 31 Km away from the Imperial City. Wrightconcluded from this that the Captain brought the imageof that Virgin to Cuba, to be enthroned in the newchurch. She relied on the history of Bernardo Ramírez,where we can read these words: “… which proved that thisdivine image was brought from Spain by a military corporal, andthe corporal (or chief) was no other than Captain Francisco Sánchezde Moya …”16

However, a comparative analysis of both imagesshows that they are different from each other. TheVirgin of Illescas stands on a moon with its hornspointing upwards, and the Virgin of El Cobre is on amoon with its horns pointing downwards. FernandoOrtiz, who visited Illescas on November 14, 1928,with the Cuban scholar José María Chacón y Calvoand the Spanish writer Ramón Gómez de la Serna,could ascertain that “the [image] of Illescas was the carving ofa body sitting on its throne. Only the hands and the face could beappreciated, and had neither scepter nor cross in the righthand … it is related to the concept of death …; hersymbol is a green cross with a skull.”17

Our Lady of El Cobre, on the contrary, holds theChild Jesus with her left arm and carries a cross in herright. Another Spanish image, Our Lady of Charity inSanlúcar de Barrameda, doesn’t hold the Child andcarries nothing in her hands. Her arms fall down alongthe sides of her body.18

In Illescas, another Virgin was also veneratedunder another Marian name: Our Lady of Guía,Mother of God of Illescas,19 and her image held also aplace in the hermitage of Santiago del Prado, but herattributes do not resemble those of the other Virginswe have mentioned, and the word “Charity” (Caridad) isnot included in her name.

Considering all of this, there aren’t any resem-blances. Far from it, in spite of Wright’s opinion, wenotice several differences between Our Lady of Charityof El Cobre and the Holy Virgin of Illescas, in theirattitudes as well as their attributes. The fact thatSánchez de Moya erected the parish church inSantiago del Prado, his being from Toledo, and hisrank of Captain (or military corporal), do not provethat the Virgin of El Cobre was a replica of the Virginof Illescas.

What images were venerated in El Cobre? In1620, there was in the High Altar an image of Santiagoel Mayor (St. James the Greater), with a bust of Christand a small silver monstrance.20 In other two altars,there were busts of Our Lady of Rosary and St.Barbara. The latter is explained because the localmines supplied the Royal Foundry of the Artillery, andSt. Barbara is the patron saint of artillerymen. On anearby hill, there was a hermitage with an image ofOur Lady of Guía, Mother of God, of Illescas…Therefore, we can ask where was the image of OurLady of Charity, found in the Harbor of Nipe at the endof the hurricane season of 1612 or 1613.

The Royal Inventory, completed in 1620, mentionsa hospital located beside the hermitage on the hill. Thishospital was a large house, divided into three halls orlarge rooms. The first one was a chapel, with the imageof Our Lady of Charity of El Cobre, just as we know ittoday. The two other rooms were the halls for the ill:

Año 1655: la ermita del

cerro queda

definitivamente bajo

la advocación de la

Virgen de la

Caridad del Cobre.

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Page 7: La aparicion de Nuestra Señora de La Caridad

14

de Moya, el administrador de las minas. Este

ordenó construir un bohío o casa rústica

donde se colocó la imagen y envió una

lámpara de cobre para que siempre tuviese

luz. Además, dispuso que el indio Rodrigo de

Hoyos quedara al cuidado de la ermita.

Por dos veces la imagen se perdió y luego

la hallaban en su sitio con los vestidos

mojados, al parecer porque Juan de Hoyos,

celoso, se la llevaba para tenerla consigo,

según la atávica costumbre religiosa de los

taínos que se hurtaban unos a otros las

imágenes de los cemís para ser favorecidos por

estas deidades en detrimento del verdadero

dueño. Pero esto no explica la humedad en las

vestiduras de la Virgen…

Miguel Galán, temeroso tal vez de que la

Virgen se perdiera definitivamente, informó

todo esto al administrador Sánchez de Moya

quien envió al P. Francisco Bonilla, franciscano,

para que reconociera la imagen y la trajera al

Real de Minas de Santiago del Prado. Y así se

hizo: llevaron la imagen en procesión sobre

unas andas, y la pusieron en un altar de la

parroquia: se trataba de una ubicación provi-

sional mientras se erigía una ermita en la loma

de la cantera, que sería su morada definitiva.

Entonces aparecieron y desaparecieron

tres luces, de forma consecutiva, encima del

cerro de la mina, en la dirección de la fuente, y

las autoridades, pensando que se trataba de

una señal, decidieron que la ermita debía

levantarse en ese lugar. De esta forma, aunque

no tan resumida, se narran los hechos poste-

riores al hallazgo en los Autos de 1687-1688 (30).

Difusión del Culto a la Virgen de la Caridad

Las reconstrucciones posteriores basadas

en diversas historias nos permiten reconstruir

el itinerario de la imagen de la Virgen, después

de su aparición en Nipe: Año 1612 o inicios de

1613: hallazgo en la bahía de Nipe. La imagen

se venera en la casa de vivienda del Hato de

Barajagua primero, y después en una ermita

construida al efecto. Cierto tiempo después se

traslada a la parroquia de Santiago del Prado.

Alrededor de 1620: se decide que la

imagen pase al hospital (o sea, a la casa donde

se ejercía la Caridad). Allí fue ubicada en la

capilla donde tenían lugar los servicios divinos.

En esos momentos, en la parroquia conti-

nuaban las imágenes de Santiago el Mayor, la

Virgen del Rosario y Santa Bárbara, mientras

que en la ermita del cerro estaba la de Nuestra

Señora de Guía Madre de Dios de Illescas,

según se consigna en el Inventario Real.

Entre 1635 y 1640: la ermita del cerro ha sido

derribada por un temporal. Francisco Sánchez

de Moya, al cesar en la administración de las

minas (en 1638) debe haberse llevado la

imagen de Nuestra Señora de Guía. En 1648, al

realizarse un nuevo Inventario por orden real, ya

se ha reconstruido la ermita del cerro y en ella se

venera a Nuestra Señora la Virgen de la Caridad

del Cobre. También aparecen las imágenes de

la Candelaria y la Inmaculada Concepción.

Año 1655: la ermita del cerro queda defini-

tivamente bajo la advocación de la Virgen de

la Caridad del Cobre (31).

Años 1675-1680: el ermitaño Melchor de los

Remedios está al cuidado de la ermita. Impulsa

la idea de levantar un Santuario consagrado a la

Virgen de la Caridad del Cobre. El nuevo templo

se termina en los años finales de la década del

70 del siglo XVII, tal vez en 1679 (32).

En el nuevo Santuario había ornamentos de

gran valor. El altar era de plata maciza, lo mismo

que la lámpara del Santísimo Sacramento, que

pesaba 150 libras. Estos datos permiten apreciar

la importancia que la Virgen de la Caridad tenía

para los cubanos sólo 60 años después de su

aparición en Nipe… (33) desde entonces, el culto

a la Virgen de la Caridad se difundió por toda la

isla con rapidez extraordinaria si consideramos

que Cuba, a finales del siglo XVII, apenas

contaba con poco más de 40,000 habitantes(34),

residentes en poblaciones minúsculas que

apenas podían comunicarse entre sí, o que

estaban dispersos en hatos, corrales y estancias

one for the men and the other one for the women.21

According to another inventory, ordered by theKing in 1648, Our Lady of Guía was no longer in thehermitage on the hill, and Our Lady of Charity hadtaken her place. This inventory “does not even mention theimage of Our Lady of Guía: perhaps it was taken away from thehermitage after Sánchez de Moya ceased in his post of manager.”22

These documents prove that the image of the Virginof Charity of El Cobre replaced Our Lady of Guía,Mother of God. Moreover, the differences previouslymentioned show that the Patroness of Cuba has nopoints of similitude with Our Lady of Charity of Illescas.Consequently, the research conducted by FernandoOrtiz coincides with the conclusions reached by OlgaPortuondo, superseding the hypothesis set forth byWright.THE HYPOTHESIS OF THE MIRACULOUS APPARITION

This version rests upon the Autos (legal records) of1687-88, found by Leví Marrero, a renowned Cubanhistorian. He found in the 1980’s, among other piecesof information, the very important statement of JuanMoreno, the young Negro (scarcely 9 or 10 years old)who was aboard the boat with the Indian huntsmenRodrigo and Juan de Hoyos, when Our Lady of Charityappeared for the first time. When Juan Morenodeposed many years later, he said that he was 85years old. Therefore, he was born in 1602, more orless, and the apparition of the Virgin, according to this,took place towards the end of 1612 or early 1613.23

Juan Moreno was not just a slave of low rank,since he acquired some prestige in Santiago del Prado.In 1648, he was foreman in the mines24 and, in 1677,Captain of the Local Militia.25 This means that, amongthe people of El Cobre, he enjoyed a certain degree of“consideration for his qualities: intelligence, courage, liveliness,ability to command respect, etc., all of which made him somethinglike a charismatic leader.”26

All these traits underline his importance as awitness

“… Other witnesses who deposed were Agustín Quiala, JuanSantiago Vicente, Pedro Suárez Alcántara, Licentiate FranciscoBejarano are Germán Phelipe. Four of the deponents were localslaves who worked in the mines; Suárez Alcántara, from Santiagode Cuba, administered a sugar mill near the mines, and Bejaranowas the house steward of the Sanctuary and Head Sexton of theCathedral.”27

Several of the remaining witnesses (whether slavesor not) were rather educated men and quite familiarwith the events. Although they did not witness theapparition, they were involved in the subsequentprocess. His depositions, along with that of JuanMoreno, are the only documentary evidence, so thatthey have an exceptional value. As further evidence,we cannot reject the oral tradition; the summariesabout the Virgin prepared by Onofre de Fonseca(1701), revised by Bernardino Ramírez (1782) andprinted by Alejandro Paz Ascanio (1830); the reportwritten in 1776 by Julián Joseph Bravo, a BeneficiaryChaplain, and the representation staged in 1783 byJoseph Espinosa de los Monteros with Gregorio Cosmeand Carlos Ramos on behalf of the people born inSantiago del Prado.28

Let’s review now the statement given by Juan

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muy distantes entre sí. Una carta demoraba

semanas o meses en llegar de un extremo a otro

de la isla, y mucho más la difusión de las

noticias.

En 1717, el Pbro. Silvestre Alonso

inauguraba una ermita a

la Virgen de la Caridad

en la villa de Sancti

Spíritus. En 1734, con

motivo de las ferias que

se celebraban en el

camino del Santuario del

Cobre, se erigió en Santa

María de Puerto Príncipe

una ermita bajo la

advocación de la Virgen

de la Caridad. En 1747,

en Quemados, provincia

de La Habana, se levantó

otra. En 1826, también

en Puerto Príncipe, fray

José de la Cruz Espí, el famoso Padre Valencia,

construyó una ermita con una Hospedería

adjunta que puso bajo la advocación de San

Roque, para albergar a los peregrinos que ya en

aquella época viajaban formando multitudes

que desde todos los lugares de Cuba iban al

Santuario del Cobre para honrar a la Virgen(35).En 1831, en la antigua iglesia de Guadalupe,

de la capital de Cuba, se dedicó uno de los

altares a la Virgen hasta que en 1916 la misma

iglesia pasó a ser el Santuario Occidental de

Nuestra Señora de la Caridad del Cobre (36).

En 1800, los mineros del cobre, alentados y

dirigidos por el P. Alejandro Ascanio, capellán

del Santuario, obtuvieron su libertad por Real

Cédula del 7 de abril, que fue leída el 19 de

mayo de 1801 por el Padre delante de la

multitud reunida ante el Santuario. El

documento confirmaba que los cobreros

obtenían la libertad y se respetaban sus

derechos ancestrales sobre la tierra (37).

Conclusiones

Ya en toda la isla reinaba la Virgen de la

Caridad, desplazando a segundos y terceros

lugares el culto a las advocaciones de María que

llegaron de España. Tal vez puedan darse

muchas explicaciones al respecto, y estoy

seguro de que la cubanía de la imagen –que los

indios y los negros del

Cobre hicieron suya

porque era de esta isla,

había aparecido en

Cuba, la sentían como

propia, mestiza y

próxima, no lejana y

extraña como las repre-

sentaciones de allende

los mares–, unida a la

paulatina fortaleza de

los sentimientos de

cubanidad y patria entre

los criollos, influyeron

para determinar su

posición dominante.

Porque la Virgen de la Caridad, Nuestra Señora,

es el Primer Símbolo de la Patria, antes que el

himno, el escudo y la bandera que por cierto,

fue confeccionada con el dosel de la imagen de

la Virgen que se veneraba en el hogar de Carlos

Manuel de Céspedes (38).

Cinco días después de iniciada la Guerra de

los Diez Años, Céspedes entraba con su impro-

visado ejército en el pueblo de Barrancas, en

cuya iglesia tuvo lugar el Acto de Fe con que

comenzaron las luchas por la independencia.

Céspedes y su tropa entraron en la iglesita de

Barrancas y luego de solicitar el permiso del

Padre Jerónimo Emiliano Izaguirre, deposi-

taron la bandera y las armas de Cuba en el

altar, delante de la imagen de la Virgen, para

que el sacerdote las bendijera. Terminada la

ceremonia, el P. Izaguirre cerró la iglesia y se

fue con Céspedes a la manigua, para conver-

tirse en el primer capellán del Ejército

Libertador (39).

Desde ese momento, Nuestra Señora de la

Caridad del Cobre comenzó a ser llamada la

Moreno, included in the legal records (Autos) of 1687-88, when he offered his account of the finding of theimage of the Virgin: “After spending the night on Cayo Francés(French Cay), in the middle of the Harbor of Nipe, planning onsailing in good time to reach the salt mine, in the morning, with acalm sea and before sunrise, the previously mentioned Juan andRodrigo de Hoyos, and this deponent, sailing on a canoe towardsthe salt mine, and already at a certain distance from Cayo Francés,saw something white, floating over the sea foam, and could notmake out what it was. Getting closer, it seemed something like a birdand dry branches. “It seems like a girl,” said the [two] Indians and,while surmising what it was, we reached the floating object, andsaw and recognized the image of Our Lady the Blessed Virgin on asmall wooden board and holding the Child Jesus in her arms. Therewas a legend on the small board, which was read by Rodrigo deHoyos: “I am the Virgin of Charity”, and we were astonished tonotice that, although her vestments were made of cloth, they weren’twet. And then, rejoicing, we collected only three bales of salt andsailed back to Hato de Barajagua …”29

When the two Indian huntsmen and the youngNegro boy arrived to the living quarters in Hato deBarajagua, Miguel Galán, the foreman, ordered thatthe image be placed on a wooden altar that washastily prepared, inside the house, with a lightedcandle, and sent the news of this happening toFrancisco Sánchez de Moya, manager of the mines,who ordered to build a hut (rustic cabin) where theimage was placed, and sent a copper lamp, to keepthe image under the light at all times. He also orderedRodrigo de Hoyos, one of the Indians, to take chargeof this rustic hermitage.

The image of the Virgin got lost twice, but later wasfound in her assigned place, with her clothes wet. Itseemed that Juan de Hoyos, driven by jealousy, attimes took the image away to keep it only for himself,at least temporarily, following the ancient ways of theTaínos, who used to steal their cemíes from one another,seeking to be favored by those deities with detrimentto their legitimate owners. This, however, does notexplain why the vestments of the images got wet.

Miguel Galán, fearing that the image might get lostforever, notified Sánchez de Moya of these events, andSánchez de Moya sent Father Francisco Bonilla, aFranciscan friar, to fetch the image and bring it toSantiago del Prado. There was a procession to take theVirgin on a portable litter to her new destination, andShe was placed on an altar in the parish church. Thiswould be only on a temporary basis, while ahermitage was built on a hill of the quarry to give hera permanent abode.

Then three lights appeared and disappeared inconsecutive sequence, over the hill of the mines,pointing towards a fountain, and the authorities,thinking that such lights were some kind of signal,decided that the hermitage should be erected on thatplace. The facts that followed the finding of the imageare narrated in the Autos of 1687-88 in a much moredetailed way.30

PROPAGATION OF THE CULT TO OUR LADY OF CHARITYSubsequent reconstructions of such facts, based on

several versions, let us retrace the whereabouts of theimage after it was found in Nipe.

1612 or early 1613: Finding of the image in the

Los Veteranos de la

Guerra de Independencia de

Cuba solicitaron al

Papa Benedicto XV, en el

año 1916, que proclamara

oficialmente a la Virgen

de la Caridad como Patrona

de Cuba.

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Harbor of Nipe. The image is venerated at first in theliving quarters of Hato de Barajagua, and later in therural hermitage erected for that purpose. Some timelater, it was taken to the Parish of Santiago del Prado.

Around 1620: It was decided to move the image tothe hospital (i.e., to a place where the virtue of charitywas practiced). There, it was placed in the chapelwhere the religious services took place. At that time,the images of St. James the Greater, Our Lady ofRosary and St. Barbara were still in the parish church,whereas the image of Our Lady of Guía, Mother ofGod, of Illescas, remained at the hermitage of the hill,as shown in the Royal Inventory.

1635-40: The hermitage of the hill was destroyedby a storm, and most probably, when Sánchez deMoya ceased administering the mines, he took awaywith him the image of Our Lady of Guía. In 1648,when a new Inventory was prepared by Royal Decree,the hermitage had been already rebuilt, and Our Ladyof El Cobre was venerated there. Two other imageswere included in the new Inventory: Our Lady of theCandles (Nuestra Señora de la Candelaria) and theImmaculate Conception.

1655: The hermitage of the hill was permanentlyplaced under the name of Our Lady of Charity of ElCobre.31

1675-80: A hermit in charge of the hermitage,Melchor de los Remedios, proposed a Sanctuaryconsecrated to Our Lady of Charity of El Cobre. Thisnew temple was finished in the late 1670’s, probablyin 1679.32

The new Sanctuary housed ornaments of greatvalue. The altar and the lamp of the Holy Sacrament(with a weight of 150 pounds) were both of solidsilver. This information lets us appreciate howimportant Our Lady of Charity was for the Cubans,scarcely 60 years after her image was found in Nipe33

... ever since, her cult spread through the island withutmost speed, especially if we take into account that,near the end of the 17th century, Cuba had only a littlebit more than 40,000 inhabitants,34 living in smallvillages that had very little communication amongthem, or scattered in hatos, corrales and estancias (differenttypes of rural subdivisions), far away from each other.A letter took weeks and even months going from oneend of the island to the other, and the sending of newstook even longer.

Father Silvestre Alonso, in 1717, opened ahermitage dedicated to the Virgin of Charity in thevillage of Sancti-Spíritus. In 1734, due to the popularfairs that were staged along the route leading to theSanctuary of El Cobre, another hermitage was built,under the name of the Virgin of Charity, in SantaMaría de Puerto Príncipe. In 1747, in Quemados,Province of Havana, another one was erected. In1826, also in Puerto Príncipe, Father José de la CruzEspí (the renowned Padre Valencia) built a hermitage withan adjoining inn, under the name of St. Roque, to givelodging to the pilgrims who, at that time, traveled fromeverywhere on the island to visit the Sanctuary of ElCobre and honor the Virgin.35 In 1831, in the ancientChurch of Guadalupe, in the Cuban capital city, one ofthe altars was dedicated to the Virgin of Charity, and

that same temple became in 1916 the WesternSanctuary of Our Lady of Charity of El Cobre.36

In 1800, the workers at the copper mines,encouraged and led by Father Alejandro Ascanio,Chaplain of the Sanctuary, got their freedom, grantedby a Royal Order of April 7, which was read publiclyby the priest on May 19, 1801, before the multitudegathered in front of the Sanctuary. This documentconfirmed the rights to freedom of the people of ElCobre and recognized their ancient rights over theland.37

CONCLUSIONSThe Virgin of Charity had already become Queen

of Cuba, placed above other devotions to several othernames of the Virgin Mary that had come from Spain.Perhaps many explanations can be given tounderstand this. I feel sure that the Cuban character ofthe image is due to the fact that the Indians andNegroes of El Cobre considered it as their ownbecause this Virgin had appeared in Cuba. That’s whythey felt that She was theirs, as if She really were aVirgin of mixed blood and very close to them, not afaraway and foreign representation of a Virgin fromdistant places. Such affection, along with the patrioticfeelings of an emerging Cuban identity among thecriollos (Cuban born), influenced to determine theforemost position of the Virgin of Charity, because OurLady was indeed the First Symbol of the Homeland,long before the National Anthem, the Coat of Armsand the Flag. The latter, as a matter of fact, was sewnwith the fabric of the dossel of the image of the Virginvenerated at the home of Carlos Manuel deCéspedes.38

Five days after beginning the Ten-Year War,Céspedes, with his impromptu army, arrived in thevillage of Barrancas, in whose church took place anAct of Faith that was like an introduction to our Warsof Independence. Céspedes and his men entered thechurch after requesting permission from FatherJerónimo Emiliano Izaguirre. Then they placed theCuban flag and their weapons in front of the altar,before the Virgin, to be blessed by the priest. After thisblessing, Father Izaguirre closed the church and joinedthe Cuban troops, thus becoming the first chaplain ofthe Liberating Army.39

From then on, Our Lady of Charity of El Cobrebegan to be known as Virgen Mambisa [the Virgin of themambises, the Cuban fighting patriots]. That flag andthose weapons, blessed before the Virgin, marked thebeginning of the just war the Cubans fought againstSpain, an epic that ended 30 years later, in 1898, withanother act of faith and supreme devotion, whenMajor General Calixto García sent his Chiefs of Staff,headed by General Agustín Cebreco, to El CobreSanctuary to hold there, at the feet of Our Lady ofCharity, an impressive Te Deum to give thanks for theCuban victory, where the solemn Mambí Declarationof Independence of the Cuban People was read.40

How did the Cubans in the Liberating Army feelabout the Virgin? The War Daily Record kept byIgnacio Mora describes those feelings accurately,when he wrote about the celebration of Our Lady ofCharity Feast on September 8, 1872, that took place

Virgen Mambisa por los que peleaban para ver

libre la Patria.

Y con aquellas armas y aquella bandera

bendecidas ante Nuestra Señora de la Caridad

comenzó aquella guerra justa, que terminó 30

años después, en 1898, con otro acto de fe y

suprema devoción a la Virgen cuando el Mayor

General Calixto García envió a su Estado

Mayor, con el general Agustín Cebreco al

frente, para que llegaran al Santuario del

Cobre y celebrar allí, a los pies de la Virgen de

la Caridad, el Te Déum por la victoria de las

armas de Cuba sobre España, y realizar la

solemne lectura de la Declaración Mambisa de

la Independencia del pueblo cubano. (40)

¿Cómo era el sentimiento de los cubanos

que estaban en las filas del Ejército Libertador?

Las páginas del diario de campaña de Ignacio

Mora sobre la celebración del 8 de septiembre

de 1872, en la manigua y en plena guerra, lo

describen perfectamente: “El fanatismo del

pueblo de Cuba raya en la locura. La fiesta

de la Caridad es un delirio para él. Sin tener

qué comer, pasa dedicado estos días a

buscar cera para hacer la fiesta al estilo

mambí, esto es, encender muchas velas y

suponer que la imagen de la Virgen está

presente. ¡En todos los ranchos no se ve

fuego para cocinar, sino velas encendidas a

la Virgen de la Caridad!” (41)

Los Veteranos de la Guerra de

Independencia de Cuba solicitaron al Papa

Benedicto XV, en el año 1916, que proclamara

oficialmente a la Virgen de la Caridad como

Patrona de Cuba, a lo que Su Santidad accedió

para regocijo de todos los cubanos.

Así eran de profundas las raíces que había

echado la Virgen en los corazones cubanos.

Desde los más remotos orígenes de la coloni-

zación y la conquista conocían los hijos de

Cuba a María, Madre de Dios, bajo otras repre-

sentaciones a las que no consagraron por

completo su corazón. Pero llegó de pronto

esta imagen, porque fue traída o por causa

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sobrenatural, y su existencia, su devoción y su

fe son el vehículo de una idea: la idea de la

Virgen-Madre, de la Virgen-Amor, de la Virgen-

Resurrección. Es esta idea la que se apoderó de

la mente de los cubanos y recorrió toda la isla

de este a oeste, como el sol, iluminando las

conciencias con su mensaje, de forma singular

y no explicable. Éste es el Milagro de la Virgen

en tierras de Cuba.

Y mientras más se repasan las diversas

teorías sobre el hallazgo de Nipe, y en la medida

en que se esgrimen nuevos y complicados

razonamientos, más claramente se destaca la

veneración apasionada con que los cubanos

honran esa imagen pequeñita, veneración que

la hizo pasar en menos de 30 años desde un

bohío en el Hato de Barajagua a una ermita bajo

su advocación y, poco tiempo después, al

primer Santuario erigido en nuestra isla, para

después difundirse primero por todo el

territorio de la Nación y saltar el mar después

para acompañar a los cubanos de la diáspora en

tierras de la Florida y desde la Ermita de la

Caridad presidir el gran Mural que contiene y

recuerda para la posteridad los momentos

principales de la Historia de Cuba, e iluminar

desde el altar el futuro que proyectamos para la

Patria. Este futuro lo construiremos al abrigo de

su manto de Madre: la Madre es símbolo de

Caridad, o sea de Amor, y el Amor es también la

Resurrección que esperamos para la Patria de

todos los cubanos. ��

Virgen de la Caridad, salva a Cuba

Dr. Salvador Larrúa GuedesLa Habana, septiembre de 1996 – Miami, septiembrede 2005

NOTAS1 Larrúa Guedes, Salvador: Historia de la Orden de Predicadores en la

Isla de Cuba. Editorial Siglo XXI Ltda., Santa Fe de Bogotá,Colombia, 1998, pp. 152-153. Ver: Olga Portuondo Zúñiga. La Virgende la Caridad del Cobre: Símbolo de Cubanía. Editorial Oriente,Santiago de Cuba, 1995, p. 82

2 Ramírez, Bernardo: Historia de la Aparición Milagrosa de NuestraSeñora de la Caridad. Santiago de Cuba, 1853, pp. 9-10. Ver: Onofrede Fonseca, Bernardino Ramírez y Antonio Veyrunes Dubois.Historia de la Milagrosa Aparición de Nuestra Señora de la Caridad,Patrona de Cuba, y de su Santuario de la Villa del Cobre, Imprentadel Real Consulado de Santiago de Cuba, Loreto Espinel, 1830

3 Ibídem,4 Portuondo Zúñiga, Olga: o.c., p. 715 Ibídem. Ver: Fernando Ortiz. Expediente de la investigación de la

Virgen de la Caridad, 1928. Casa Fernando Ortiz, La Habana.6 Ibídem,7 Ibídem (4). Ver: José M. Guarch Delmonte y Antonio Querejeta

Barceló. Mitología Aborigen de Cuba. Publicigraf, La Habana, 19928 Ortiz, Fernando: Expediente… o.c.9 Ibídem,10 Los imagineros eran artesanos que fabricaban imágenes religiosas

católicas. 11 Portuondo, Olga: o.c., p. 7512 Ibídem, p. 7613 Wright, Irene A.: Estudios Afrocubanos. Universidad de La Habana,

1990, p. 28914 Archivos del Folklore Cubano. Volumen III, 1, enero-marzo de 1982,

p. 1115 Ibídem, pp. 11-1216 Ibídem (13), p. 29217 Quintanilla y Núñez, Cf.Justo: Memoria Escrita por el Lic. Rector del

Santuario de la Virgen de la Caridad de Illescas. Imprenta yLitografía de González, Madrid, 1886

18 Portuondo, Olga: o.c., p. 4419 Ibídem, pp. 44-45. Cf. Fernando Ortiz. Expediente… o.c.20 Ibídem, p. 9721 Ibídem, p. 9822 Ibídem, p. 10323 Ibídem, p. 9324 Ibídem, p. 11225 Ibídem, p. 11326 Ibídem,27 Marrero, Leví: Cuba: economía y sociedad.Editorial Playor, Madrid,

1973, tomo V, pp. 240-24128 Ibídem (5)29 Ibídem (27), pp. 241 ss.30 Ibídem,31 Olga Portuondo, o.c., Anexo IV, p. 11332 Ibídem, pp. 120-12133 Ibídem,34 Evelino y Vélez (Compostela), Diego: Obispo de Cuba. Informe al Rey

de la Visita Pastoral. Archivo Nacional de Cuba (ANC), Ecco., 1690,leg. 22. Cuba contaba 49000 habitantes al finalizar el siglo XVII.

35 Salvador Larrúa Guedes. Vida y Obra del Padre Valencia. ImprentaNácher SL, Valencia, 2004, p. 186

36 Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC). Documento Final, LaHabana, 1987, p. 44

37 Larrúa Guedes, Salvador: Historia de la Iglesia Cubana (en sucontexto socioeconómico y cultural). La Habana, 1995, p. 566

38 Larrúa Guedes, Cf. Salvador: Grandes Figuras y Sucesos de laIglesia Cubana. Centro de Estudios Sociales P. Juan Montalvo s.j.,Santo Domingo, 1996

39 Ibídem,40 Ibídem,41 Ibídem.

El Dr. Salvador Larrúa Guedes nació en la ciudad deCamagüey, Cuba. Estudió Matemáticas, Periodismo (decuya escuela fue expulsado en 1970) y CienciasEconómicas, obteniendo el doctorado en 1990. Exitosoprofesor y ganador de premios internacionales, sededicó desde 1988 a la historia de la religión. Hapublicado muchos libros en Cuba y en el extranjero.

in the thicket of the Cuban manigua in the midst of thewar: “The overwhelming enthusiasm of the Cuban people borderedon a frenzy. The Feast of the [Virgin of] Charity was like a rapture.The mambises went without food, spending several days looking forwax to celebrate the Feast in the ‘mambí’ style, lighting plenty ofcandles and presuming that the image of the Virgin was there. In allthe rustic dwellings (‘ranchos’) you could not see fire for cooking, butonly lighted candles to honor the Virgin.”41

Early in the last century, the Veterans of the CubanWar of Independence asked His Holiness Benedict XV,in 1916, to officially proclaim Our Lady of Charity asthe Patroness of Cuba. The Pope granted this petition,and all of the Cuban people rejoiced in this papaldecision.

This shows how deep was the love for the Virgin inthe hearts of Cubans. Since the most distant origins ofthe Spanish conquest and colonization, the sons anddaughters of Cuba were familiar with Mary, Mother ofGod, knowing Her by other names, but those namesnever won over their hearts as intensely as Our Ladyof Charity did. But, all of a sudden, came up thisimage, either because it was brought from elsewhereor because it appeared by supernatural causes. Itssheer existence, and the faith and devotion She arose,are the channel of an idea: the idea of the Virgin-Mother, the Virgin-Love, the Virgin-Resurrection. This isthe force that took hold of the minds of Cubans andtraveled from East to West, just like the Sun, lightingthe conscience of the people with a message, in aunique and unexplainable way. This is the Miracle ofthe Virgin on Cuban soil.

The longer one considers the various theoriesabout the finding in Nipe, and the longer that new andcomplex explanations are set forth, the passionatedevotion of the Cubans shines more clearly andbrightly. Cubans honor that tiny image that, due to thisdevotion, moved in less than thirty years from amodest thatched roof house in Hato de Barajagua to ahermitage consecrated to her name and, shortly after,to the first Sanctuary ever built in Cuba, from which herdevotion spread all over the island and, furthermore,later crossed the sea to come to Florida and keepcompany to the Cubans in their diaspora. Here, inMiami, in her Ermita de la Caridad, She is the presidingfigure in the great wall painting that shows andpreserves for posterity the major events in Cubanhistory. Her altar there is the altar of the future that weenvision for our homeland. This future will be builtunder the protection lent by her robe, the robe of aMother who is the symbol of Charity and Love, a Lovethat entails also the Resurrection that we wish andexpect for the homeland of all Cubans. ��

Salvador Larrúa GuedesHavana, September 1996 – Miami, September 2005

Dr. Salvador Larrúa Guedes was born in the city ofCamagüey, Cuba. He studied in the School ofJournalism (from which he was expelled), Mathematicsand Economies. He obtained a Ph.D. from theUniversity of Havana. He has been a successfulprofessor and has won many international awards. Heis the author of many books published in and outside ofCuba.

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