introducción al estudio del cine y los valores
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Contiene aspectos técnicos de la cinematografía, tales como: El cine, la cultura, el espectáculo, arte y medio de comunicación, la dimensión educativa del cine, la estructura narrativa, el lenguaje de los planos, la cámara y las miradas en el cine, la estética, luz y color, el significado del sonido en relación con la imagen, el montaje y segmentación, géneros y subgéneros cinematográficos entre otros.TRANSCRIPT
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INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL CINE Y LOS
VALORES
Compilado por: Lic. Juan Carlos Hernández Díaz
Extraido de: http://www.cineyvalores.apoclam.org/los-valores.html?start=3
UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR 2014
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INTRODUCCIÓN
El presente curso constituye un campo extenso de estudio y profundización que nos
permite visualizar el cine desde la perspectiva de los valores como realidades objetivas
creados por el ser humano para auto valorarse a sí mismos. El cine forma parte del arte y
la literatura, por lo tanto, reflejan las ideas, el comportamiento, la cultura, las relaciones
de poder dentro de las sociedades constituidas en clases sociales, relaciones de género,
relaciones interculturales e interacción de la sociedad con la naturaleza. El cine refleja
como son las relaciones que están interactuando al interior de una sociedad, entre
hombres y mujeres, entre culturas distintas, entre la sociedad con la naturaleza. El
documento es un texto complementario al curso cinema y valores, importante para
profundizar sobre aspectos técnicos del mundo de la cinematografía importantes para
analizar las películas desde la perspectiva de los valores.
Se abordan temas como el cine y su relación con la cultura, el espectáculo, el arte y los
medios de comunicación. Se analiza la dimensión educativa que juega el cine en la actual
sociedad moderna como parte de la sociedad del conocimiento que contribuye a
incrementar la conciencia crítica de los espectadores. El cine tiene el poder de educar y
deseducar, aprender y desaprender, significar, de-significar y re-significar los símbolos, los
hechos, los acontecimientos históricos, los personajes, la realidad y la vida misma personal
y social a través de la transversalidad de los elementos que la conforman: literatura,
poesía, música, teatro, pintura, arquitectura, danza entre otros.
Es importante para el análisis desde la perspectiva de los valores, considerar la estructura
narrativa de la película analizando las causas y efectos de los acontecimientos que se
desencadenan en la trama. Para ello hay que saber diferenciar entre el texto fílmico o
cinematográfico y el texto narrativo, entre el narrador y la narración, así como la
temporalidad que se lleva el filme entendido como las secuencias de los momentos, los
instantes, los acontecimientos, los hechos y su relación con la narrativa. El análisis
axiológico de las películas no parten de cero, donde los espectadores no son una tabula
rasa, sino que son poseedores de un conjunto de pre-saberes o conocimientos previos que
contribuyen al análisis. Ese conjunto de pre-saberes permiten adelantarnos, intuir,
predecir, inferir, deducir, pronosticar el desenlace de la trama, ya sea para bien o para
mal, pero que en ocasiones el espectador logar rompen el suspenso antes que finalice la
película.
Si con la lectura de estos temas técnicos, los estudiantes logran dominar algunos
conceptos, técnicas para el análisis y la profundización del cine desde la perspectiva de los
valores, entonces habrá cumplido su cometido.
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ÍNDICE
Temas
Tema 1 El cine: cultura, espectáculo, arte y medio de comunicación. Estudiantes:
Tema 2 La dimensión educativa del cine.
Tema 3 La transversalidad del cine: su principal poder educador
Tema 4 La estructura narrativa: causa-efecto de los acontecimientos
Tema 5 El texto fílmico o cinematográfico
Tema 6 Narración y narrador
Tema 7 Temporalidad
Tema 8 Los saberes del espectador y del personaje
Tema 9 El lenguaje de los planos y sus componentes
Tema 10
Composición
Tema 11
Encuadre y movimiento
Tema 12
Campo
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1. EL CINE: CULTURA, ESPECTÁCULO, ARTE Y MEDIO DE COMUNICACIÓN
Entre la definición de cine que nos ofrece cualquier diccionario como "arte de representar imágenes en
movimiento en una pantalla mediante la fotografía",
hasta la concepción de Ricciotto Canudo como "artes
rítmicas en movimiento rítmico, artes rítmicas en
cuadros y esculturas de luz", o el mismo Orson Welles
que lo define como "una cinta de sueños", existe todo
un espectro de conceptos y modos de entender el cine.
No obstante, la literatura especializada en sus
definiciones sobre cinematografía deriva
principalmente en cuatro conceptos que precisan
bastante bien lo que es el cine: cultura, espectáculo,
arte y medio de comunicación.
No podemos ser independientes de la cultura; la
cultura nos desarrolla y nos hace ser las personas que al final somos. Aguilar, P. (1996) concluye que el
desarrollo de la persona necesita de todo lo que nos ofrece o nos niega el entorno, y en él la cultura es como
un compendio de lo que nuestros antecesores han ido construyendo. Pero la interpretación y reelaboración
de nuestra vida es constante y para ello necesitamos conocer nuestros sentimientos, afectos y emociones,
así como también conocer los distintos elementos simbólicos y de representación del hombre a fin de
encontrar significados vitales.
Pensamos que en estos dos sentidos es donde podemos entender el cine como cultura: primero, por su
capacidad de recrear y reconstruir nuestra vida personal y social, y segundo, por la virtud de compilar con
gran poder de representación y realismo las reelaboraciones de nuestros deseos, sentimientos y proyectos,
y ser capaz de transmitirlas. Resume muy bien todo lo anterior GONZALEZ, J.F. (2002) al plantear que el cine,
como capacidad artística representativa, es utilizado por el hombre para expresar y transmitir verdades,
modelos y valores; conocimientos y experiencias extraídas de hechos sucedidos.
Por otro lado, uno de los principales objetivos del cine es entretener, distraer con fruición y diluir
aburrimientos y preocupaciones a cambio de un disfrute representativo muy personal, y a la vez social (de
masas). En este sentido creemos que el cine es espectáculo. En efecto, es capaz de crear asombro, deleite,
dolor, miedo, etc. atrayendo nuestra atención y activando la contemplación intelectual hasta lograr nuestra
identificación con el relato fílmico. El poder de sensibilización que tiene el cine soporta su concepción como
un espectáculo. Además, de un modo muy objetivo y concreto, el cine se considera un "tipo" de espectáculo
entre otros (teatro, televisión, deportes, música,...), por su capacidad para atraer y concentrar masas en
torno a un espacio de ficción hecho para el disfrute.
También decimos que el cine es arte, el séptimo arte, y como tal es una actividad humana creadora de
belleza mediante un despliegue de inteligencia y voluntad creativas para suscitar sentimientos que
involucran a la persona (GONZALEZ, J.F. -2002-). En esta línea, si pensamos en los elementos del arte, con el
cine estaríamos ante un autor que expresa el sentimiento que lleva en sí mismo, creando un objeto artístico
material o inmaterial con fines estéticos, que penetra en el mundo de lo sensible y que emociona al
observador; en suma, reúne los referentes fundamentales para ser un arte. Pero además, si consideramos
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que para hacer arte el hombre se vale de materia, sonido, imagen, gesto o lenguaje (REMÍREZ, P. 1998), sin
duda alguna, el cine es un arte desde el punto de vista de los medios que utiliza para crear.
Abundando más, si consideramos que el cine es capaz de reunir otras artes como la literatura (guiones),
teatro (argumento, escenas, personajes,...), poesía (sutileza, emociones,...), pintura (color, luz, perspectiva,
puntos de vista, atmósferas,...) arquitectura (decorados, exteriores, espacios,...), música (banda sonora),
fotografía (técnica de la luz, del color, enfoque, composición, ...); hemos de coincidir con GONZALEZ, J.F.
2002 en que el cine es un arte, y además de gran versatilidad.
Por último, se define al cine como un medio de comunicación en tanto que siempre expresa intenciones,
puntos de vista, costumbres... El cine es cronista del momento histórico y continuamente transmite, no solo
emociones como hemos visto, sino también información. Así pues, comparte el común denominador de
todo medio de comunicación: la función comunicadora. Teniendo en cuenta su estructura audiovisual-
narrativa y la masa como audiencia, su potencia de difusión es muy considerable, aunque por la necesidad
de interpretación-reflexión por parte del espectador para ser consumido, no es tan directo como otros
medios (radio, Internet,...). Sin embargo, la audiencia del cine (en sala) es "cautiva" y por ello queda más
dispuesta a recibir el mensaje, lo cual unido al clima de gran atención y abstracción (oscuridad y silencio) y a
la gran calidad audiovisual, hacen del cine un medio de comunicación social de gran impacto personal en el
espectador.
Finalizamos este artículo recordando que además de estos cuatro enfoques del cine, podríamos pensar en él
como un oficio, un producto comercial, un proyecto técnico, una pasión, una crónica, un experimento,... y
desde luego, como un recurso didáctico para enseñar en valores, lo cual haremos en capítulos sucesivos,
pues en definitiva, éste es el objetivo de nuestro proyecto colaborativo.
BIBLIOGRAFÍA
AGUILAR, P. (1996): Manual del espectador inteligente. Madrid. Ed. Fundamentos.
GONZALEZ, J.F. (2002): Aprender a ver cine. Madrid. Rialp.
LIANDRAT-GUIGUES, S. y LEUTRAT, J.L. (2001): Cómo pensar el cine. Madrid. Ed. Cátedra.
MITRY, J. (1999): Estética y Psicología del Cine. Vol. 1 Las estructuras. Madrid. Ed. Siglo veintiuno.
REMÍREZ, P. -Ed. Coord- (1998): Larousse Gran Diccionario Usual de la Lengua Española. Barcelona. Ed.-
Larousse.
Cine y sociedad >> Espectáculo de masas: recursos.cnice.mec.es
Wikipedia: es.wikipedia.org
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2. LA DIMENSIÓN EDUCATIVA DEL CINE
Este capítulo justifica el fin mismo de nuestro proyecto: Educar en valores mediante el cine; por
tanto, corresponde ahora aproximarnos a la
potencialidad que tiene el relato fílmico para
influir desde la escuela en las personas y
generar proyecciones personales basadas en
valores y actitudes que puedan llegar a
modelar nuestra personalidad.
En capítulos anteriores hemos defendido el
cine en ese mismo sentido, y además hemos
recreado su concepción desde cuatro
enfoques distintos pero necesariamente
complementarios: cultura, arte, espectáculo y
medio de comunicación.
Pero no podemos pasar directamente al efecto formador de la película en valores, normas y
actitudes sin antes educar la mirada del espectador para que sea capaz de instrumentalizar y
sintetizar todo aquello que la técnica y método del cine le transmite amoldado a la intención del
realizador, en suma, que el espectador cuente con un bagaje mínimo sobre la gramática
cinematográfica que le permita interpretar y desentrañar las intenciones y metas de la película.
Por otro lado, debemos detenernos en las grandes potencialidades de la cinematografía para
educar: la transversalidad y la multidisciplinariedad. El cine es capaz de permeabilizar muchos
ámbitos de la vida cotidiana y de potenciar muchas capacidades necesarias para el desarrollo
humano, tal y como nos advierte González J.F. (2002), no podemos olvidar que es una ficción
representativa de la vida que influye directamente en la misma realidad que nos envuelve.
EDUCAR LA MIRADA DEL ESPECTADOR
Nos advertíamos a nosotros mismos en el capítulo 1 de la posibilidad de convertirnos en
"consumidores" de cine, instalados en el hábito de ver películas sin más y a lo sumo opinar de
modo muy genérico sobre lo visto; o por el contrario, conociendo algo la gramática y los códigos
audiovisuales poder ser espectadores crítico-reflexivos capaces de ver las intenciones, enfoques y
direcciones de un filme.
Este paso es fundamental para cualquier espectador activo, y ese perfil es el que debe tener tanto
el educador que quiera usar el cine como un medio de trabajo en su aula, como los alumnos a los
que se les proyecte una película y se les pida un mínimo análisis. Debemos ser espectadores
activos.
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Para ello hay que educar nuestra mirada de modo que el espectador sepa de antemano a qué se
enfrenta, a qué se expone ante una película. En este sentido consideramos objetivos
fundamentales para educar la mirada del espectador algunos como:
• El espectador debe ser capaz de tamizar el contenido y el mensaje y no sólo consumir y
digerir.
• Debe saber que ver no es vivenciar puramente, sino entender la realidad que vemos
aunque sea parcialmente.
• Ser conscientes de que ver tampoco es comprender completamente.
Siguiendo a Aguilar, P. (1996), en síntesis, educar la mirada debe dirigirse a aspectos emotivos y
sentimientos tales como:
• El espectador debe pensar en las sensaciones vitales que no está experimentando
mientras ve, pero que sabe que están ahí y que constituyen una gran variedad y riqueza
de sensaciones. (1)
• Ser conscientes de que la imagen siempre limita la percepción en tanto que es un filtro,
una selección, una construcción totalmente artificial. La imagen y el sonido no son
transparentes respecto a la realidad. (2)
• No olvidar que lo que no se ve, también existe, no podemos perder la perspectiva de
aquello que únicamente "se sugiere", pues también forma parte del relato y además es lo
que influye por vía de lo inconsciente. (3)
• La imagen tiene un poder demoledor para influir en nuestros puntos de vista. (4)
• Ver una película requiere un esfuerzo por entender y eso hay que ejercitarlo, un mínimo
de atención sostenida y de concentración son las bases para ser un espectador activo.
• No caer en la facilidad de potenciar y quedarse con lo anecdótico por ser más superficial,
visible y sorprendente, sino hacer un esfuerzo para entender la complejidad del filme a
través de lo más denso de su mensaje.
• El buen espectador debería detectar las redundancias que aseguran la parte comercial del
filme, precisamente, atrayendo a la audiencia. Detectar los moldes reiterativos en tipos de
personajes, en argumentos, esquemas de acción, etc., es fundamental para no caer en
análisis ligeros y sin fundamento.
Todos estos aspectos deben ser tratados por el educador en la fase de visionado previo de la
película, manejando la ficha técnica, la sinopsis, los comentarios de la crítica especializada y
también de los espectadores en general (5), la valoración previa del educador y sobre todo al darle
a los alumnos los elementos introductores y las claves argumentales, audiovisuales y axiológicas.
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1. Podemos ver las cataratas del Niágara con planos y ángulos imposibles y espectaculares de
una cámara, pero no podemos sentir la humedad en la piel, el olor, el impacto del agua, el
microclima que se genera, etc.
2. ¿Quién no se identificó, en parte, con el asesino de la película "Un mundo perfecto"?
3. En comparación con otras informaciones mundiales, la recuperación de Haití tras el
terremoto apenas tiene repercusión a pesar de sus grandes dificultades, ¿nos acordamos
de ese acontecimiento?.
4. Cualquier película de guerra que se polarice hacia uno de los bandos nos hará
identificarnos con él y no con el contrario.
5. Disponibles en Internet en los foros de cine, revistas especializadas, etc.
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3. LA TRANSVERSALIDAD DEL CINE: SU PRINCIPAL PODER EDUCADOR
Apuntábamos que en tanto el cine es una representación de la vida misma que influye
directamente en las realidades en las que habitamos, su permeabilidad en muchos aspectos de la
vida constituye su gran potencialidad educadora.
En su propio concepto ya es transversal cuando lo podemos entender como un arte, un medio de
comunicación, un espectáculo o una forma de generar y reproducir la cultura; y dentro de cada
una de estas concepciones el cine es tan multidisciplinar que puede influir transversalmente en
muchos ámbitos de la vida.
Ilustrando lo anterior y siguiendo a González J.F. (2002) en la concepción del cine como arte,
vemos que el filme toma formas, contenidos y significados de otras muchas artes:
• Literatura: El uso de la palabra para construir guiones y contar historias, la sintaxis para
unir oraciones (en el cine son planos), el monólogo para la introspección y el narrador para
la perspectiva y distancia, entre otros aspectos.
• Teatro: Toma los actores, las situaciones, escenografías, puesta en escena, ...
• Poesía: La evocación de emociones, la sugerencia de sentimientos, la estética, ...
• Pintura: La imagen, el color, la luz, la composición, la perspectiva, atmósferas, ...
• Arquitectura: Escenarios, edificios, decorados, espacios, paisajes, ...
• Música: La banda sonora, estilos distintos para generar distintas emociones, el ritmo para
el montaje de los planos, etc....
• Danza: El ritmo, secuencias de baile, el dominio del cuerpo, coreografías de escenas de
acción (luchas con armas, artes marciales, ...).
• Fotografía: Técnica de la imagen, uso de la luz, el enfoque, carácter monofocal de la
cámara (aunque en movimiento), ...
De un modo más específico, esta amalgama de artes que sustenta el cine permite que al llevarlo al
aula para educar en valores penetre en las materias del currículum escolar, por ser también una
representación de la vida misma, y además fuente de la que los alumnos van a beber para su
formación.
Dice Gispert, E. (2009) que la utilización del cine como instrumento didáctico es un válido
intermediario a través del cual será más fácil asimilar los contenidos curriculares. Y ello es debido a
la enorme multidisciplinariedad del cine; pero la cuestión es explotarlo de modo eficiente en el
ámbito educativo, y la fórmula para ello puede ser el equilibrio entre el uso didáctico del cine
como tal, a la vez que el cine como objeto de estudio, lo cual es uno de nuestro objetivos de
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nuestro proyecto de cine y valores: El aprendizaje del lenguaje audiovisual.
El carácter polifónico del cine nos permite llevarlo a la educación como medio didáctico y también
como objeto mismo de estudio, en asignaturas como:
• Ciencias Sociales, Historia y Geografía: Cine histórico, biografías, hechos históricos
relevantes, cine-documental, análisis sobre evoluciones de comportamientos, costumbres,
conductas, etc. Considerando el propio cine como objeto de estudio se puede abordar su
estudio como el "séptimo arte".
• Lenguaje: Cualquier película tiene un argumento, un texto escrito, un lenguaje hablado y
escrito que se relaciona directamente con esta asignatura. Desde el punto de vista de la
literatura son influyentes películas en formatos de teatro, en verso, biografías de
personajes literarios, adaptaciones de grandes obras de la literatura,...
• Idiomas: Toda película en versión original con subtítulos es un buen medio didáctico para
aprender idiomas. Si la temática es muy específica aporta un buen aprendizaje de idioma
técnico o temático. La desactivación de los subtítulos permite un buen ejercicio de
inmersión lingüística en diferentes contextos.
• Ciencias Naturales: Las temáticas de naturaleza, medio ambiente, sostenibilidad, fauna y
flora, antropología, etc., mediante documentales o películas de género, y también la
ciencia ficción como un ejercicio de imaginación y creatividad.
• Matemáticas: Si se lleva el cine como objeto de estudio mismo permite estudiar la
creación de una película desde el punto de vista de costes, financiación, cálculo de riesgos,
rentabilidad,...
• Música: Toda la banda sonora de una película y su capacidad para crear sensaciones y
atmósferas de identificación tiene un gran campo en esta asignatura, y muy especialmente
de películas del género musical, las biografías de grandes músicos, ...
• Tecnología y Plástica: Estas materias están muy próximas al cine como objeto de estudio,
en cuanto a técnicas de filmación, luz, color, composición, montaje...
• Ética, Filosofía, Ciudadanía: Materias muy permeables al cine en lo que respecta a
transmisión de valores universales, derechos humanos, normas y actitudes. El uso del cine
en esta materia es puramente didáctico y va muy dirigido a activar la capacidad crítico-
reflexiva del alumno, oxigenando su conciencia y promoviendo su juicio moral sobre
aspectos verdaderamente relevantes de la vida, los cuales el cine puede presentar con un
gran impacto.
En un sentido más actual de la educación que hoy se promueve, creemos que el cine saca un
extraordinario partido a su multidisciplinariedad y transversalidad en el conjunto de las
competencias básicas (CB en adelante) que el sistema educativo reconoce y promueve. La
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importancia de las CB reside en su carácter de aprendizaje mínimo, integrador de los diferentes
conocimientos, práctico al aplicarlo a la realidad, orientador para la propia educación en cuanto a
contenidos y criterios y, por último, comprensivoal sistematizar contenidos, organización,
estructuras, objetivos, metodologías, planificación, etc... En esta base fundamental de la
educación, el cine también es capaz de introducirse e impregnar a todas las CB que el sistema
educativo prevé:
1. Comunicación lingüística: El cine es lenguaje por excelencia, verbal y no verbal, que
reproduce los escenarios de la vida real para usarlo y comunicarse: Puede ser una
herramienta de comprensión de la realidad en diferentes contextos. Permite aprender a
expresarse, escuchar y comprender mensajes.
2. Competencia matemática: Un filme contiene símbolos, códigos, ritmos, pautas, ...
También ayuda a analizar situaciones a través de hipótesis y buscar soluciones.
3. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico: El cine contribuye a
entender sucesos y analizarlos, a ensayar iniciativas en distintos ámbitos de la vida, a
captar interacciones en diferentes espacios vitales y a desarrollar la observación crítica e
indagadora ante los acontecimientos vitales que nos rodean.
4. Tratamiento de la información y competencia digital: Los canales actuales para ver
ficción audiovisual y sus distintos formatos influyen en el desarrollo de esta competencia.
Entender los procesos fílmicos actuales basados en la animación informática también
contribuye a ello y las tareas de búsqueda de información y análisis en torno a una película
que se analice en un aula o cine-forum también desarrollan la competencia digital.
5. Competencia social y ciudadana: El cine ayuda a comprender las diferentes realidades
que intenta reproducir (presentes, pasadas y futura), a entender a las sociedades y sus
normas y por tanto a aprender a desenvolverse entre los demás. Lo más destacable es su
contribución a la comprensión crítica de la realidad histórica y social del mundo, y la
capacidad para concienciar e identificar al espectador como parte de una comunidad en
desarrollo. El análisis mismo de las películas es un buen ejercicio de trabajo colaborativo
que promueve habilidades sociales en intercambio con los iguales.
6. Autonomía e iniciativa personal: El ejercicio de análisis fílmico contribuye a formar el
proyecto de vida propio y por tanto, desarrollar el autoconcepto y autoestima y la toma de
decisiones. La cuota de realidad e irrealidad representada en el cine puede ejercitar la
capacidad de discriminación ante los acontecimientos de la vida y sus consecuencias,
desarrollando el pensamiento crítico, divergente y original.
7. Competencia cultural y artística: El cine, como arte que es, influye en gran medida en esta
CB. El ejercicio de percepción de las manifestaciones culturales que continuamente exhibe
el cine desarrolla la habilidad de saber contemplar y apreciar los hechos y productos
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culturales y artísticos, y permite tomar conciencia de su valor patrimonial, estimulando la
crítica, la imaginación y la creatividad.
8. Competencia de aprender a aprender: El ejercicio de análisis de una película en un aula
representa lo necesario para desarrollar esta CB: tomar conciencia de las propias
capacidades y conocimientos y saber aprender de modo autónomo sobre una cuestión
concreta. La actividad orientada de búsqueda de información sobre un tema, reflexión,
puesta en común y planteamiento de conclusiones, aporta mucho para que el alumno
forje un aprendizaje autónomo y permanente mediante el desarrollo de estrategias y
hábitos de aprendizaje.
9. Competencia emocional: El cine tiene la potencialidad de activar sensaciones y
sentimientos y además ofrece al espectador infinidad de referentes con los cuales poder
establecer mejor su propio autoconcepto, autoestima y su equilibrio emocional. El alumno
puede aproximarse de un modo vicario a los sentimientos que generan el ejercicio (o la
violación) de muchos valores y actitudes que en cualquier momento de la vida pueden
estar presentes e influirle.
En suma, el cine es un extraordinario medio para representar la realidad (aunque sea sólo en
parte), promover sensaciones y formar actitudes. Su gran despliegue multidisciplinar lo dota de un
poder de transversalidad muy impactante, capaz de penetrar simultáneamente en diversas
materias, capacidades y competencias, convirtiéndolo en un buen medio educativo que, en cierto
modo, revoluciona la didáctica de las diferentes materias encaminando sus metodologías hacia el
trabajo colaborativo con base en el análisis, la reflexión y la crítica. Aprovechemos estas
oportunidades educadoras de la cinematografía.
BIBLIOGRAFÍA
AGUILAR, P. (2008): Manual del espectador inteligente. Madrid. Ed. Fundamentos.
DECRETO 69/2007, de 29-05-2007, por el que se establece y ordena el currículo de la Educación
Secundaria Obligatoria en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.
GISPERT, E. (2009): Cine, ficción y educación. Barcelona. Ed. Laertes.
GONZALEZ, J.F. (2002): Aprender a ver cine. Madrid. Rialp.
HERNÁNDEZ PONOS, F.: El valor educativo del cine. Boletín de APOCLAM, nº 8, Septiembre 2010.
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4. LA ESTRUCTURA NARRATIVA: CAUSA - EFECTO DE LOS ACONTECIMIENTOS
De poco serviría una gramática perfecta sin contenidos ni significados. Así ocurre en el cine, donde
una técnica audiovisual (actualmente, en la era digital, podríamos denominarla “Tecnología”
audiovisual) compleja, rica y casi abrumadora, necesita de un contenido, de una historia para
llegar al espectador, influirle y lograr su identificación.
Esa historia la proporciona el texto narrativo, convertido en texto fílmico para el cine. Aguilar, P.
(1996) lo define con gran claridad como una serie de acontecimientos encadenados en relación de
causa-efecto, desarrollados en un lugar, un tiempo y un espacio.
Lo importante del texto o el relato en el cine es que nos emociona, toca nuestra fibra sensible,
promueve sentimientos y activa el pensamiento, pero eso no ocurre tal cual, sino que es necesario
planificarlo, sistematizarlo e integrarlo con la imagen y el sonido y entonces es cuando multiplica
su poder de influir en el espectador.
En los apartados siguientes vamos a intentar aproximarnos al relato fílmico, su estructura, sentido
y efectos, para contribuir junto con los códigos audiovisuales a hacer del cine un espectáculo que
verdaderamente apasione.
RELATO CINEMATOGRÁFICO
Del mismo modo que decimos que un relato es una representación de la realidad en tanto que da
cuenta detalladamente de hechos y acontecimientos de la vida diaria, también podemos decir que
el relato es irreal, más concretamente: irrealiza a la realidad. El motivo radica en la propia
estructura del relato, que es mucho más rígida y sistemática que la realidad.
GAUDREAULT, A. y JOST, F. (1995) creen que el relato está clausurado, tiene un punto de partida,
un transcurso y un final, un orden y un tiempo, y por eso precisamente se opone al mundo real, en
el cual tales elementos estructurales tienen peor cabida. Esta idea de globalidad y unidad del
relato lo definen como un “todo acabado”, cuya estructura básica podría ser (AGUILAR, P. 1996):
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Pensemos ahora en qué situaciones de nuestra vida cotidiana se da esa estructura tan perfecta,
tan acabada y tan resolutiva; ¿sabemos cuándo empiezan las cosas?, ¿percibimos con detalle
cómo transcurren?, ¿siempre hay un final para todo?, ¿todo se resuelve siempre?.
Por otra parte, el relato necesita de su audiencia, del espectador en este caso, para que por sus
experiencias y conocimientos previos pueda inferir, hipotetizar y en cierto modo terminar de
construirla historia y poder clausurarla. Esto sugiere que el creador debe haber estudiado,
planificado y sistematizado el relato, y eso no se da siempre en la realidad. Dice AGUILAR, P.
(1996) que para que el espectador pueda hipotetizar sobre el relato éste debe ser un término
medio entre lo explícito (que puede aburrir al espectador) y lo esotérico (que impide seguirlo y se
abandona), y esto tampoco lo podemos elegir en la vida real.
En conclusión, la intencionalidad que tiene el relato sea literario o fílmico, precisa de una
estudiada estructura que concluya en algo y que lo hace oponerse a la vida real por su globalidad y
unidad.
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5. EL TEXTO FÍLMICO O CNEMATOGRÁFICO
Con este concepto hemos de dar un paso más. En efecto, la técnica cinematográfica dispone de
más soportes para emitir la historia o el relato que, por ejemplo, la literatura. Imagen en
movimiento y sonido multiplican las posibilidades de crear el texto narrativo tal y como hemos
apuntado en la introducción. En el cine tenemos un guion textual del argumento y además un
guion de filmación que prevé planos, escenas, secuencias, banda sonora, etc. Ambos guiones
acompañan al hilo argumental y lo enriquecen, completándolo y ampliando su contenido y su
alcance.
Así, el texto fílmico se caracteriza por la coexistencia de los elementos propios de la narración
(guión textual-argumental) y la representación (guión fílmico). Por tanto, la base para el análisis
del texto fílmico radica en la tensión que hay entre el relato de los hechos y el mundo
representado (GISPERT, E. 2009):
En anteriores y posteriores capítulos se han tratado los contenidos que afectan a la
representación, los cuales componen el lenguaje audiovisual en su conjunto. Por ello, a
continuación nos detendremos algo más en los aspectos que conforman la narración.
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6. NARRACIÓN
EL NARRADOR
En el cine un narrador manipula diversos componentes del texto fílmico, ordenándolos y
regulando su intervención para crear la narración de la historia y el universo diegético (GISPERT, E.
2009).
La importancia de esta figura es la responsabilidad que toma sobre la acción, ya que en el
momento del discurso oral es él quien marca las estrategias que relatan la ficción. El narrador
puede situarse dentro o fuera del relato.
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7. TEMPORALIDAD
La narración cinematográfica se caracteriza muy intensamente por la temporalidad. La sucesión
temporal, cronología, tiempos, etc. son elementos propios de la historia fílmica.
Pero el cine además se caracteriza por el dinamismo de la imagen, el sonido y el relato, con lo cual
se impone aún más la necesidad de una comprensión y un manejo apropiados de los tiempos.
Siguiendo a los autores de las referencias bibliográficas, podemos caracterizar la temporalidad
del siguiente modo:
No podemos olvidar el efecto de identificación del cine que también se produce con la
temporalidad, pues aunque los hechos de una película sean del pasado se convierten en presente
ya que las imágenes los están mostrando mientras ocurren.
Esa paradoja proporciona el efecto “en directo” del relato en el cine.
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8. LOS SABERES DEL ESPECTADOR Y DEL PERSONAJE
En casi todas las películas se dan claras diferencias entre lo que sabe el espectador del argumento
y lo que saben los protagonistas. AGUILAR, P. (1996) nos presenta estas diferencias como un
elemento narrativo de gran fuerza para crear la diégesis.
Dice que la información progresiva de un relato pasa por un desvelamiento fragmentario del
espacio y el tiempo de la diégesis.
En efecto, este juego tiene una sintaxis cinematográfica relacionada con elipsis argumentales,
retrasos, frenos, etc, que conforman la fase hermenéutica del filme, consistente en esas pistas
falsas, suspensiones, revelaciones, rodeos, retrasos, esperas, omisiones, etc. que a la postre
contribuyen al disfrute de la narración.
Todo lo anterior se maneja en mayor o menor medida en los distintos géneros cinematográficos.
Pensemos en la gran diferencia de saberes entre espectador y protagonista que existe en el cine
de suspense, intriga, terror, policiaco y el thriller en general.
Esas diferencias producen efectos como (AGUILAR, P 1996):
1. Si coinciden ambos saberes (espectador y personaje) hay una débil implicación del
espectador por existir gran evidencia de lo que está ocurriendo y ocurrirá. El interés tiene
que guiarse por otros mecanismos.
2. Si el personaje sabe pero el espectador no, éste se frustra por no conocer, pero al mismo
tiempo siente placer por el carácter enigmático del relato. En todo caso la identificación
con el personaje es más débil, “le queda muy lejos”.
3. Si el espectador sabe pero el personaje no, el espectador es un privilegiado porque siente
la virtud de la ubicuidad, y su identificación con el protagonista es muy fuerte porque es
capaz de anticiparse a las emociones que vivirá el personaje (por ejemplo, el suspense).
CONCLUSIÓN
Las historias tienen muchos elementos claves que conforman la caligrafía del creador de una
película.
Al analizar un filme, además del lenguaje audiovisual propiamente dicho (planos, secuencias,
composición,...), hemos de reparar en los discursos, los pasos de la narración y la ilación de
sucesos, los vectores temporales y estructurales del relato (orden, duración, frecuencia,...), los
saberes de espectador y del personaje, diferencias entre el tiempo representado y el diegético,
efectos del narrador, etc., con ello podremos entender mejor las intenciones del autor y seremos
capaces de establecer bases crítico-reflexivas más audaces y acertadas.
BIBLIOGRAFÍA
AGUILAR, P. (1996): Manual del espectador inteligente. Madrid. Ed. Fundamentos.
20
GAUDREAULT, A. y JOST, F. (1995): El relato cinematográfico. Barcelona. Ed. Paidós.
GISPERT, E. (2009): Cine, ficción y educación. Barcelona. Ed. Laertes.
Los conceptos básicos de la narratología: www.unizar.es
9. EL LENGUAJE DE LOS PLANOS Y SUS COMPONENTES
Desde un punto de vista práctico entendemos por plano la porción de película impresionada por la
cámara entre el principio y el final de una toma. En este sentido está delimitado por los planos
precedente y subsiguiente, a través de empalmes que los ligan entre sí. El plano forma, pues, una
unidad fílmica.
Sin embargo, desde el enfoque creativo podríamos decir que el plano es centro neurálgico de la
construcción de la imagen. Es la intersección entre tiempos, tamaños y ángulos de la imagen
manejada a través de la composición, el encuadre, el movimiento y el campo (Nos circunscribimos
a la imagen para explicar el plano, en capítulo aparte trataremos el sonido como otro de los
elementos esencial de la unidad fílmica).
El arte cinematográfico consigue con ese crisol de elementos estructurados en torno a la imagen
guiar y focalizar la atención del espectador con determinadas intenciones, promover sentimientos
y emociones, generar una identificación con los personajes y la trama e incluso proyectar esas
sensaciones en sus propias actitudes.
Veamos con algo más de detenimiento cada uno de estos conceptos que conforman la
“gramática” del cine:
PLANO
Definido anteriormente como unidad fílmica entre dos tomas, hay que entenderlo desde tres
enfoques diferentes: en términos de movimiento, de movilidad y de duración.
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10. COMPOSICIÓN
Es la encargada de organizar las relaciones entre los elementos de un plano (figuras
cinematográficas, elementos, detalles,...) para la mayor expresividad y/o estética posible. Esta
disposición se logra mediante elementos como:
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11. ENCUADRE Y MOVIMIENTO
Es el espacio que abarca el visor de la cámara. Significa elegir un espacio concreto de la imagen y
desechar otros. El encuadre se determina por:
MOVIMIENTO
La imagen en movimiento es el plano en sí mismo. Pensar en el dinamismo de un plano es
observar la compleja amalgama de parámetros que lo componen (dimensiones, puntos de vista,
movimientos, duración, ritmo, relación con otras imágenes).
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12. CAMPO
Es la porción de espacios imaginarios contenida en el encuadre. Es el espacio visto por la cámara,
el cual varía en función del tamaño del plano. En todo caso el campo es un sistema cerrado
precisamente por los límites del encuadre.
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Concluimos este apartado llamando la atención sobre el extraordinario poder de influjo que tiene
la dinámica cinematográfica del plano, la toma, la composición, etc. para canalizar (a veces a su
antojo) la atención y concentración del espectador, llevándole a la identificación íntima que
pretenden directores y realizadores cuando hacen la película; por eso, para poder ser críticos y
posicionarnos ante un mensaje fílmico hemos de conocer algo su lenguaje y en este capítulo, en
línea con Aguilar, P. (1996), acabamos de ver parte de la “estructura gramatical” del cine.
BIBLIOGRAFÍA
AGUILAR, P. (1996): Manual del espectador inteligente. Madrid. Ed. Fundamentos.
GONZALEZ, J.F. (2002): Aprender a ver cine. Madrid. Ed. Rialp.
HERNÁNDEZ PONOS, F.: Valor educativo del cine. Boletines APOCLAM nos. 8, 9 y 10.