introducción a los tratamientos psicodinámicos

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Psicodinamicos

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  • Alejandro vila EspadaBegoa Roj Menchaca

    Luis ngel Sal Gutirrez(coordinadores)

    INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

    UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIN A DISTANCIA

  • INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOSPSICODINMICOS

    Quedan rigurosamente prohibidas, sin laautorizacin escrita de los titulares delCopyright, bajo las sanciones establecidasen las leyes, la reproduccin total oparcial de esta obra por cualquier medioo procedimiento, comprendidos la reprografay el tratamiento informtico, y la distribucinde ejemplares de ella mediante alquilero prstamos pblicos.

    Universidad Nacional de Educacin a DistanciaMadrid, 204

    WWWUNEDESPUBLICACIONES

    Alejandro vila Espada, Begoa Roj Menchaca, Luis ngel Sal Gutirrez,Manuel Aburto Baselga, Marina Bueno Belloch, Gonzalo Cabello Arribas,Javier Castelo Berastegui, Antonio Contreras Felipe, Elena Felipe Castao,Antonio Garca de la Hoz, Gerardo Gutirrez Snchez, Jess R. Herrero Snchez,Merce Mitjavila Garca, Jos M. Pinto Campos, Carlos Rodrguez Sutil,M. Luz Rub Cid

    ISBNELECTRNICO: 978-84-362-

    %dicinDIGITAL: octubre de 204

  • NDICE

    Presentacin. Begoa Roj .............................................................. 9

    Prlogo. Alejandro vila .................................................................. 11

    Lminas ............................................................................................ 17

    Captulo 1: Contextualizacin histrico-cultural de los trata-mientos psicolgicos. De la antigedad a 1900Begoa Roj Menchaca ................................................................... 27

    Captulo 2: Historia, ncleo conceptual y controversias episte-molgicas del modelo psicodinmicoAlejandro vila Espada y Antonio Garca de la Hoz...................... 63

    Captulo 3: El descubrimiento del psicoanlisis: Sigmund FreudAntonio Garca de la Hoz y Alejandro vila Espada ..................... 99

    Captulo 4: Primeros discpulos y disidentes freudianos. Las tra-diciones psicoanalticas clsicas en Europa y NorteamricaAlejandro vila Espada y Gonzalo Cabello Arribas........................ 141

    Captulo 5: La Psicologa del Yo. El psicoanlisis interpersonal.Las psicologas de la Identidad y del S mismoAlejandro vila Espada, Jess R. Herrero Snchez y Elena Felipe Castao ........................................................................................... 189

    Captulo 6: Melanie Klein y el Pensamiento Kleiniano contempo-rneo. La escuela britnica de relaciones objetales: Fairbairn.Los independientes: WinnicottAlejandro vila Espada, Carlos Rodrguez Sutil y Javier Castelo Berastegui ....................................................................................... 229

  • Captulo 7: Los innovadores del psicoanlisis contemporneo (I):Ms all de Freud; Psicoanlisis relacional y teora intersubjetivaAlejandro vila Espada, Antonio Garca de la Hoz, Manuel Aburto y Jos Manuel Pinto ........................................................... 273

    Captulo 8: Los innovadores del psicoanlisis contemporneo(II): Los encuentros con otras teoras psicolgicasAntonio Contreras .......................................................................... 321

    Captulo 9: Psicoterapia psicoanaltica: Principios conceptuales.Elementos tcnicos. AplicacionesAlejandro vila Espada .................................................................. 361

    Captulo 10: Terapia psicodinmica focal y estratgica. Objeti-vos, tcnicas y aplicacionesGerardo Gutirrez Snchez y Alejandro vila Espada ................... 399

    Captulo 11: Psicoterapia psicodinmica vincular: Integracin demodelos psicoanalticosAlejandro vila Espada y Carlos Rodrguez Sutil .......................... 441

    Captulo 12: Psicoterapia de grupo: modelos, tcnicas y aplica-cionesAlejandro vila Espada, Antonio Garca de la Hoz y Mara Luz Rub Cid.......................................................................................... 471

    Captulo 13: Terapia psicoanaltica de pareja y familia: Modelostericos y tcnicas de tratamiento. La problemtica del gneroen la psicotepariaMarina Bueno Belloch y Mara Luz Rub Cid................................ 507

    Captulo 14: La investigacin en psicoterapia psicoanalticaAlejandro vila Espada, Merc Mitjavila y Gerardo Gutirrez Snchez ........................................................................................... 545

    Captulo 15: Legados psicodinmicosBegoa Roj, Luis ngel Sal y Antonio Contreras........................ 591

    Glosario ............................................................................................ 633

    Referencias bibliogrficas ............................................................. 659

    8 NDICE

  • PRESENTACIN

    Introduccin a los Tratamientos Psicodinmicos recoge los contenidostericos del primer cuatrimestre de Terapias Psicodinmicas y Humanis-tas, asignatura opcional de la especialidad clnica en la licenciatura enPsicologa ofrecida por la UNED plan de estudios del ao 2000.

    Elaborado de acuerdo con las pautas metodolgicas habituales enlos libros de texto de esta universidad, el objetivo de Introduccin a losTratamientos Psicodinmicos consiste en proporcionar a sus lectores unapanormica completa y actual de las tendencias ms representativas delpsicoanlisis de nuestros das.

    Puesto que la intervencin psicoteraputica mediante recursos psi-coanalticos constituye hoy un mbito plural, si una primera aproxima-cin a tal diversidad puede apreciarse ya en el ndice de la obra, a lo lar-go de sus captulos, junto a la exposicin conceptual, van emergiendotodos aquellos comentarios personales que los autores han consideradooportuno incluir.

    Y ello, porque el mero hecho de que los tratamientos psicodinmicossean materia de estudio en una universidad que, como la nuestra, tienedesde sus orgenes una clara vocacin cientfica, responde a esta inquie-tud: la formacin acadmica de calidad no se alcanza mediante posicio-namientos apriorsticos de ningn tipo, sino, por el contrario, sobre lainformacin directamente contrastada con las fuentes y el ejercicio sis-temtico del sentido crtico.

    As, alentados por esta inquietud y con la esperanza de que el resul-tado sea provechoso para nuestros lectores, los 16 autores de esta obrahemos dedicado a ella lo mejor de nuestras energas.

    BEGOA ROJ

  • PRLOGO

    Presentar esta Introduccin a los tratamientos psicodinmicos a losalumnos de la Licenciatura en Psicologa de la UNED supone tambinafrontar una dificultad de principio: hacer comprensible a quienes vienensiguiendo una formacin acadmica en Psicologa, de base experimental,un acercamiento que parte, no de la observacin indendiente de loshechos, sino de la experiencia subjetiva del observador que participa delos mismos. Vamos a hablar en esta obra de aproximaciones a los fen-menos de la subjetividad, desde la hermenutica (interpretacin) de laexperiencia subjetiva, hasta una heurstica (investigacin), en ltima ins-tancia esencialmente imposible, pero clnicamente til, de las manifesta-ciones del sufrimiento humano expresado como disfuncin o trastornopsicolgico, as como de las propuestas para su alivio o ajuste.

    Desde que en los albores del siglo XX Sigmund Freud propusiera unlenguaje y mtodo para la comprensin de lo intrnsecamente humano, elpsicoanlisis, ms de cien aos de pensamiento y trabajo clnico hansido aportados al escenario de la Psicologa, donde se ha venido produ-ciendo una contradiccin insalvable entre la pretensin de cientificidadpositiva y la ruptura que lo subjetivo abre frente a cualquier pretensin deobjetivacin radical de la experiencia. Mi posicin personal, cuyo reco-rrido intentar mostrar en lo que sigue, regresa una y otra vez al valortrascendente de la escucha de lo interno, donde la lgica de la gramticay sintaxis psicolgica queda cuestionada por la borrosidad de la expe-riencia, derivada de vnculos y afectos que se organizan como construc-ciones de la subjetividad, que nos trae al tiempo un sentido de realidadinterno y configura lo real externo. Sujeto y Realidad no pueden sepa-rarse, y en esa articulacin determinante pone su mirada el clnico, lavive, y con ello, la modifica.

    Creo que puede tener inters para el alumno que cursa esta materiaseguir la reflexin en voz alta que un psiclogo clnico y psicoterapeuta

  • puede hacer de su recorrido personal de treinta aos ante los tratamien-tos psicolgicos. Culmin mis estudios de Licenciatura en 1973; en esapoca la Psicologa Clnica no tena en Espaa una identidad definida, ylos tratamientos psicolgicos eran una cuestin algo abstracta. La nece-sidad de deslindar la Psicologa de la Filosofa era perentoria, y a la vezuna cuestin apenas abordada, que solo poda resolverse con posiciona-mientos dogmticos. As, quienes habamos estudiado la Psicologa deSanto Toms de Aquino, a la par que la Lgica positivista, encontramosnatural huir del estudio de las potencias del alma, y abrazar la psico-loga conductista que nos permita mantener el contacto con el mundoque nos rodeaba. Particularmente me llamaron la atencin los radicalespero eficientes mtodos que derivaban, tanto del conductismo clsico,como del operante, completados por las nuevas vas que traa el neo-conductismo mediacional y los primeros esbozos cognitivos. Dos huellasperduraron en mi: el cuestionamiento social de la Escuela de Frankfurt,raz de muchas de las herejas posteriores en las que uno puede recono-cerse, y el mundo idlico de la profeca de Skinner en Walden Dos.

    Quiso mi atrevimiento que me confrontase con la clnica real ya des-de 1974. Hoy que nos enfrentamos en agrias disputas sobre los cnones ymodelos de formacin especializada en Psicologa Clnica y Psicoterapia,resultara escandaloso la ingenuidad del apasionado acercamiento almbito del trastorno mental, grave o leve, de muchos de nosotros. Peroah estuvimos, y eso nos ha construdo. Los primeros pacientes que aten-d pasaron intactos por la experiencia, y sin embargo me dejaron muchoscuestionamientos. Las herramientas que desplegbamos (diagnsticas oteraputicas) no bastaban, y el trabajo con el caso me llev a conocer pormi mismo que cada caso era un mundo subjetivo diferente, que las teo-ras, estrategias y tcnicas haban de ser adaptadas en funcin del caso, yque algo especial suceda en ese mbito intersubjetivo que podamosdenominar la relacin teraputica (una denominacin tal vez muy exa-gerada para el desempeo de entonces). Entend, no sin dificultad, que yomismo estaba cuestionado como persona en el trabajo que haca en elcaso, que deslindar lo personal de lo profesional era cuando menos com-plejo, y que ante todo esto las nicas herramientas que poda usar eraabordar mi propia psicoterapia personal y la supervisin continuada deltrabajo clnico que haca, consultando con alguien ms experimentadoque yo.

    Pertenezco a una generacin de Psiclogos Clnicos y Psicoterapeutasque pudieramos denominar autodidactas. No es que no tuvieramos Maes-tros o formadores, ni que eludieramos el estudio terico y tcnico. Detodo ello hubo mucho y variado, pero nos faltaba una comprensin

    12 INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

  • ideolgica del sentido y fines de la formacin. Venamos de la revueltaantipsiquitrica, del cuestionamiento freudomarxista en mi caso menosmarxista y ms socialista utpico y las teoras psicolgicas de la pocanos resultaron insuficientes. En ese cruce de caminos entre la posibilidadde construccin de un pensamiento propio y de las exigencias de la cl-nica cotidiana en lo privado o en lo comunitario, los puntos de vista psi-codinmicos me dieron la opcin de integrar los diferentes vectores enconflicto. El psicoanlisis freudiano clsico me resultaba limitado ensus modelos explicativos, a la par que carente de respuestas ante lo social,y la opcin conductual y sus variantes result totalmente insuficienteen la clnica para atender a las demandas de las personas que optaban aser sujetos de s mismos. En consecuencia, pas a formar parte de unalarga lista de clnicos que navegamos lo mejor que pudimos entre elhumanismo que deriva de la fenomenologa de la subjetividad, y un psi-coanlisis en apertura a los cuestionamientos sociales y flexible en suspremisas tericas. Todo ello me aboc a una posicin heterodoxa, dndela ausencia de garantes obligaba a aprender de la experiencia y a noquedarse cmodamente instalado en ninguna ortodoxia. Los psicotera-peutas y analistas que me sufrieron como paciente en diferentes pocassaben de mis dudas, ms que de mis certidumbres. Uno de mis msamados y odiados analistas me ayud a mantenerme en esta inesta-ble posicin abriendo la reflexin sobre si me dejara o no atrapar, cap-turar, por la institucin, por ejemplo, el psicoanlisis.

    Tras treinta aos de oir a mis pacientes nunca mejor dicho lo depacientes, as como a una gran variedad de psiclogos clnicos ypsicoterapeutas que me han dado la oportunidad de aprender de su expe-riencia con sus casos a travs de la supervisin, quiero subrayar la impor-tancia del tema de la escucha. Recientemente un destacado colega deorientacin conductual me comentaba su experiencia cuando, al ser invi-tado por error a dar un curso en Francia para una audiencia casi exclu-sivamente psicoanaltica, empez su intervencin preguntando al audi-torio qu que pensaban deba saber un Psiclogo Clnico. Tras loshabituales silencios en estos casos, surgi como respuesta Saber escu-char; mi colega, habitualmente crtico con estas cosas de psicoanalis-tas aunque tambin reconocedor del valor del pluralismo se enfadun poco, y les dijo, Si, bueno... pero adems de escuchar, tendr quesaber hacer algo dnde sin duda empez a transmitirles su saber tec-nolgico. Y como sin duda tiene razn, aceptemos la pregunta: qudebe saber hacer el Psiclogo Clnico o Psicoterapeuta?

    No vamos a recorrer todos los matices de esta pregunta, porque, sontantas cosas! Pero, por eso mismo, voy a intentar atenerme a lo esencial,

    PRLOGO 13

  • que a la par justifica el valor de que el alumno estudie este libro en surecorrido de formacin bsica como clnico.

    Comenzar con el concepto de Psicoterapia, trmino del que si nousamos una definicin muy restrictiva, podemos considerar equivalente aTratamiento Psicolgico. Una definicin de consenso sobre qu es Psico-terapia propone que es todo tratamiento de naturaleza psicolgica que,a partir de manifestaciones psquicas o fsicas de sufrimiento humano,promueve el logro de cambios o modificaciones en el comportamiento, laadaptacin al entorno, la salud fsica y psquica, la integracin de laidentidad psicolgica y el bienestar bio-psico-social de las personas ygrupos tales como la pareja o la familia (FEAP, 1994).

    Alcanzar plenamente unos fines tan exigentes es una tarea compleja,por lo que esa misma definicin matiza a continuacin que El trminoPsicoterapia no presupone una orientacin o enfoque cientfico definido,siendo considerado denominativo de un amplio dominio cientfico-pro-fesional especializado, que se especifica en diversas y peculiares orienta-ciones tericas, prcticas y aplicadas (FEAP, 1994). Esta consideracinde la Psicoterapia como un mbito multidisciplinar en su objeto, y mul-tiprofesional en su prctica, es una de sus principales marcas de identi-dad, donde todo lo que suponga reducir lo genuino de la psicoterapia aun determinado enfoque terico o tcnico sacrifica finalmente al serhumano que ha de beneficiarse de ella. As pues, como sucede con lamodificacin de conducta o la terapia cognitiva, los tratamientos psico-dinmicos aportan tambin una visin restringida, parcial del ser huma-no, escogiendo una determinada perspectiva para brindar la relacin deayuda y las herramientas para el cambio personal. Y que la pretensinpsicodinmica sea capturar la estructura del sujeto, no deja de sealar suslmites.

    Cuando una persona nos demanda ayuda profesional para sus pro-blemas o dificultades, esa persona es nica, singular, y la percepcinque tiene de sus necesidades y problemas requiere ser contextualizada ensu propia verticalidad historia propia como sujeto a la par que en suhorizontalidad sus contextos relacionales actuales, para poder ayu-darle en lo que necesita. Ah el profesional tiene que desplegar su capa-cidad de escucha ms all de la comunicacin aparente, para no perder-se aspectos importantes de la compleja realidad subjetiva que se lepresenta. Es una realidad que el clnico aprecia como contexto intersub-jetivo en el que est implicado, y desde el que se hace posible su inter-vencin. Esta es la vertiente humana de la psicoterapia, la que pone elnfasis en el papel esencial de la relacin teraputica, frente a la posicintecnolgica, que llevada a su extremo sera la terapia por ordenador. El

    14 INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

  • acercamiento psicodinmico intenta profundizar en la complejidad delmundo intrapsquico, a travs de una intervencin en el plano de la inter-subjetividad determinante.

    No ser la misma cosa que al hilo de escuchar al sujeto, el clnico seplantee la eliminacin de una fobia especfica incapacitante; el aprendi-zaje de tcnicas de afrontamiento del estrs; la supresin de ideas irra-cionales; la reestructuracin de patrones de ideas negativas o sistemas decreencias; la deteccin, afrontacin y resolucin de dificultades inter-personales; pensar los sentimientos e integrar los sentimientos en con-flicto; ayudar al autoconocimiento y la autoaceptacin; dar un significa-do personal a la existencia; integrar la identidad personal superandodficits o carencias emocionales e interpersonales; o descubrir y resolverconflictos que operen a nivel inconsciente. Todo lo anterior puede serrelevante en un caso determinado, pero es obvio que son fines situados adiferentes niveles, nada sera despreciable, y que ningn modelo psicote-raputico podr dar respuesta en todos esos planos. La responsabilidaddel profesional radica en escoger la jerarqua de fines pertinente al caso,y proponer las estrategias ms idneas, en funcin de sus recursos.

    Las reflexiones anteriores pareceran llevarnos de la mano a unmaduro eclecticismo, pero esta sera una conclusin precipitada. Ascomo el sujeto que demanda ayuda opera con una teora (en parte fun-dada, en parte errnea) para manejarse consigo mismo en el mundo quevive, el clnico necesita integrar una concepcin de la subjetividad que lepermita intentar la comprensin de los mundos subjetivos con los queinterviene profesionalmente. Finalmente esta concepcin o modelo te-rico del clnico devendr en gran medida de su identificacin con unalnea de pensamiento clnico, de la que habr de esperarse una integra-cin madura entre el modelo y la experiencia de s mismo en sus vn-culos, incluidos los profesionales. As pues un clnico en su formacinrecorre posiciones identificatorias, hasta elaborar a partir de ellas unaidentidad personal-profesional. La obra que el lector tiene entre lasmanos aporta los recorridos tericos, tcnicos y clnicos de la tradicinpsicodinmica en psicoterapia, a travs de la pluralidad de enfoques quese renen en torno al concepto de psicoanlisis.

    Cules son las marcas de identidad de los tratamientos psicodin-micos? Conectando con las races de la psicoterapia, consideramos queson la palabra y la relacin los vehculos de expresin de lo psquico; todoello puede ser organizado en torno al lenguaje, si bien se trata tambin deaccin, y sobre todo de escena intersubjetiva. La tensin que marca eldesarrollo del ser humano en cuanto tal es el vector de subjetivacin: Sub-jetivarse, descubrir-se en/con el mundo y diferenciarse sin desvincularse,

    PRLOGO 15

  • gracias a lo social, las relaciones, contexto de origen y de expresin de lasubjetividad. Al papel de lo vincular en la psicoterapia dedicamos uno delos captulos de esta obra.

    La psicoterapia tiene lugar en un escenario particular: la relacinteraputica, cuyas calidades pasan a ser esenciales en el punto de vistaque exponemos. El terapeuta ha de saber entrar en una clase de relacinespecial que es a la vez laboratorio de observacin para sus integrantes,campo de maniobras y ensayos, lugar de repeticin y tambin de creacinde experiencias necesarias. Los conceptos de transferencia y contra-transferencia se han incorporado al universo referencial de cualquierterapeuta. En esta relacin especial, marcada por la tica, la ambicin deconstruccin-reconstruccin de la subjetividad es la alternativa tpica-mente psicoanaltica a la concepcin estndar del tratamiento psicolgi-co. Una produccin de subjetividad ms all de la identidad enajena-da/alienada que la persona ha desarrollado en su adaptacin singular alos ambientes intersubjetivos vividos. Una posibilidad de ser sujeto pro-activo que modifica el mundo, y que tambin sabe adaptarse a l, pre-servando su singularidad. Una tensin y posibilidad con la que est tam-bin comprometido el propio terapeuta como persona.

    As pues, y contestando a mi colega de orientacin conductual, qudebe saber hacer un clnico? Si este libro cumple su funcin el lectorencontrar en l algunas respuestas tcnicas para esta pregunta, que noevitan que la respuesta esencial siga siendo similar a la que mi colegaobtuvo de entrada. El clnico ha de saber escuchar al otro, cuestin real-mente compleja porque nos confronta con una gran variedad de planosde escucha, una escucha que requiere integracin. Pero tambin ha deestar dispuesto a entrar en relacin, porque su capacidad de escuchar eintervenir estar filtrada por su disponibilidad para la experiencia inter-subjetiva que le brinda cada encuentro clnico. No solo se relaciona paraescuchar mejor, sino que queda implicado en la experiencia de la relacin,atravesado, capturado en sintona con la persona a la que pretende ayu-dar, pero manteniendo la capacidad de disociarse operativamente ver-se y ver al otro para no entrar en la fusin o colusin, que arruinara laposibilidad de conocer.

    Conocer y conocerse estn unidos. Se ha dicho que nadie puede llevara otro ms all de donde fue l mismo. La psicoterapia, en su concepcinpsicodinmica, es un recorrido compartido, aunque separado, cierta-mente asimtrico, pero no menos exigente para ninguno de sus partci-pes, el llamado terapeuta, y el llamado paciente.

    ALEJANDRO VILA ESPADA

    16 INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

  • LMINAS

  • LMINA A. Contextualizacin histrica de los tratamientos psicolgicos en la culturaoccidental (Desde la antigedad hasta el siglo XIX).

    IRRACIONALISMO RACIONALISMOEMPIRISMO

    CorpusHipocrtico

    Galeno(130-199)

    Judeo-Cristianismo

    AUTOCONTROL

    RevolucinFrancesa

    (1789)

    Tratamiento MoralPinel (1745-1826) Tuke (1732-1822)

    AnimismoPrehistrico

    CONTROLEXTERNO

    ReformaProtestante

    CARIDAD Padre Jofr(1350-1417)

    ANTIGEDAD

    Huarte deSan Juan(1529-1588)

    Medicina rabe

    IndependenciaEEUU(1776)

    ContratoSocial

    Hobbes(1588-1679)Rousseau(1712-1778)

    RACIONALISMOILUSTRADO

    Sociedadescolectivistas

    FeVoluntad

    Introspeccin

    Confesin

    IGLESIA

    POSESIN(Control Externo)

    Contrarreforma

    PENSAMIENTORENACENTISTA

    Reivindicacin IndividualidadErasmo(1466?-1536)Montaigne(1533-1592)

    Inquisicin

    1 RevolucinIndustrial

    1760-1830)

    HospitalesPsiquitricos

    DerechoRomano

    MODERNIDAD

    Calvinismo

    EstoicismoEpicureismo

    Exorcismo AUTOCONTROL

    IMPRENTA

    B.Roj (2002)

    Sociedadesindividualistas

    Orden Socialcomo valor

    burgus

    CONTROLSOCIAL

  • RevolucinFrancesa

    (1789)

    PragmatismoJ. S. Mill

    (1806-1873)

    Tratamiento MoralPinel (1745-1826) Tuke (1732-1822)

    NosografaPsiquitrica

    Modificacin deConducta

    Utilitarismo

    Charcot(1825-1893)

    Trat.Psicoanalticos

    Romanticismo

    Mesmer(1734-1815)Puysgur(1751-1825)

    PENSAMIENTOFENOMENOLGICOY EXISTENCIALISTA

    TratamientosHumanistas

    DSMCIE

    Terps.SISTMICASEstructurales

    Terps. deReestructuracin

    Cognitiva

    Terps.CONSTRUCTIVISTAS

    TPS.

    COGNITIVAS

    Terps.SISTMICAS

    Construccionistas

    Terp.COGNITIVO-

    CONDUCTUAL

    SIGLO XX

    FREUD(18566-1939)

    PENSAMIENTOPOSMODERNO

    Gadamer(1900-2002)

    Focault(1926-1984)

    Ricoeur(1913)

    Derrida(1930)Rorty(1931)ETC.

    Individualismo:Derecho

    Napolenico yLiberalismo

    2 RevolucinIndustrial

    (1870-1914)

    ContratoSocialHobbes

    (1588-1679)Rousseau(1712-1778)

    RACIONALISMOILUSTRADO

    3 RevolucinIndustrial(1945- )

    1 RevolucinIndustrial

    1760-1830)

    HospitalesPsiquitricos

    Globalizacin

    Capitalismo

    I Gerra Mundial(1914-1919)

    II Guerra Mundial(1940-1945)

    D. DerechosHumanos

    (1948)

    Reivindicacinde las minoras

    AOS 60-70

    B.Roj (2002)

    Movm.Humanista

    Cambiosen la

    estructurade la

    familia

    - Protesta Negra- Gerra de Vietnam (1955-1975)- Mayo Francs- RechazoDictadurasHispanoamericanas

    MEDIOS DECOMUNICACIN

    DE MASAS

    SIGLOS XVIII y XIX

    LMINA B. Contextualizacin histrica de los tratamientos psicolgicos en la culturaoccidental (Siglos XIX y XX).

  • CIENCIA COGNITIVA:Inteligencia Artificial,

    Neurociencias, PsicologaCognitiva, Lingstica,

    Antropologa y Filosofa

    APROXIMACINENTRE CIENCIA YTRATAMIENTOSPSICOLGICOS

    POSITIVISMO

    15000 19701900

    M O D E R N I D A D

    1789REVOLUCIN FRANCESA

    Perodo Ilustrado

    Renacimiento

    Reforma yContrarreforma

    Mesmer, Pysgur Braid Charcot, Janet, Freud

    REVOLUCIN COGNITIVA

    Ciencias Humanas

    2000

    DEBATEPOSMODERNO

    Psiconeurobiologa

    Tratamientos Psicodinmicos

    Tratamientos SistmicosEstructurales

    Trt. SistmicosConstruccionistas

    1850

    HIPNOSIS Y TRAUMA

    RACIONALISMO

    ANTROPOCENTRISMORESPONSABILIDAD

    INDIVIDUAL

    TratamientosHumanistas

    .

    Neurologa

    .

    EMPIRISMO

    B.Roj (2003)

    Constructivismo

    LMINA C. Cronologa de la insercin cultural de los actuales tratamientos psicodinmicos.

  • Tragedia Griega

    Aristteles(384-322 A.C.)

    Lacan(1901-1981)

    Trats.PSICODINMICOS

    Terps. SISTMICASConstruccionistas

    Terps. SISTMICASEstructurales

    Agustn de Hipona(354-430)

    Potica

    B.Roj (2002)

    MYTHOS(Argumentonarrativo)

    *Alternancia vida/muerte

    * Control externo (voluntad dioses)

    Relato Conversin Pablo de Tarso(Biogrfico y Autobiogrfico)

    *Alternancia paganismo/conversin

    * Control externo (gracia de Dios)

    Confesiones(Autobiogrfico)

    *Alternancia paganismo/conversinUNIDA A* Alternacia bien/mal

    * Introspeccin y reinterpretacin delpasado

    * Control parcialmente externo (gracia deDios) y parcialmente interno (fe)

    Calvino(1509-1564)

    Autobiografasespirtualespuritanas

    *Alternancia estar perdido/ser un hombrenuevo

    * Introspeccin y reinterpretacin delpasado

    * Control parcialmente externo (revelacinreligiosa) y parcialmente interno (bsquedapersonal, fe y conducta piadosa)

    Iglesia Anglicana

    Novela Inglesa delsiglo XVIII

    *Alternancia conflicto/resolucin

    * Introspeccin y reinterpretacin delpasado

    * Control parcialmente externo (azar) yparcialmente interno (opciones morales)

    NovelaDecimonnica

    *Alternancia conflicto/resolucin

    * Introspeccin y reinterpretacin delpasado

    * Control parcialmente externo (situacinpersonal, normas sociales) y parcialmenteinterno (pasiones y opciones morales)

    MODELOS

    CAUSALES

    TELEOLOGICOS

    DEL

    CAMBIO

    PSICOLGICO

    SIGLO XX

    MODERNIDAD

    FREUD(1856-1939)

    Nietze(1844-1900 )

    Terps.CONSTRUCTIVISTAS

    PENSAMIENTOPOSMODERNO

    Focault(1926-1984)

    Ricoeur(1913)

    Gadamer(1900-2002)

    Derrida(1930)Rorty(1931)

    AOS 60-70

    *Alternancia conflicto/resolucin

    * Introspeccin y reinterpretacin delpasado

    * Control interno mediante insight eintegracin de lo reprimido

    GIRO

    LINGSTICO

    ANTIGEDAD

    Polmicaepistemolgica

    en psicoanlisis

    CONSTRUCTIVISMOSOCIAL

    Teoras cientficascomo mythos

    Metfora narrativa

    LMINA D. Evolucin histrica y transmisin cultural de los modelos teleolgicos delcambio psicolgico y su relacin con los tratamientos psicolgicos psicodinmicos,sistmicos y constructivistas.

  • Karl AbrahamErnest Jones

    Ed GloverOtto FenichelSandor RadoHanns Sachs

    Otto RankSndor FerencziEscuela hngara

    psicoterapiapsicoanaltica

    Wilhem ReichAnlisis

    del carcterVegetoterapia

    SigmundFreud

    Carl G. JungAnlisis

    JungianoAlfred AdlerPsicologaindividual

    Carl RogersTerapiacentrada

    en el clienteErik FrommCulturalistas

    Heinz HartmannPsicologa del Yo

    Paul Federn

    Melanie Klein

    Michael Balint

    Ronald Fairnbairn

    Hanna SegalSusan IsaacsJoan Rivire

    Margaret MahlerRen Spitz

    Edith Jacobson

    Erik Erickson

    Karen Horney

    Primerosdisidentes

    Variacionesal psicoanlisis

    LMINA E. Evolucin de las Escuelas Psicoanalticas I.

  • Psicoanlisisinterpersonal

    Psicologa del YoEscuela de Chicago

    Neofreudianos PensamientoKleiniano

    Independientes

    Fritz PerlsTerpia Gestalt

    Stephen MitchellPsicoanlisis

    relacional

    Robert StolorowIntersubjetivistas

    Andr GreenFreudianos

    independientes

    Heinz KohutPsicologa del Self

    Otto KernbergTeora rel. objetales

    Jean LaplanccheFranoise DoltoPiera Aulagnier

    Jacques LacanPensamiento

    LacanianoWilfred Bion

    DonaldWinnicott

    MasudKhan

    ChristopherBollas

    ArnoldModell

    DanielStern

    Enrique Pichon Rivire

    George KleinDavid Rapaport

    Merton Gill

    LMINA F. Evolucin de las Escuelas Psicoanalticas II.

  • Sigmund Freud:

    - Teora sobre el desarrollo psico-sexual. Fases de desarrollo de la libido: Oral, Anal, Flica yGenital

    - Teora pulsional: Pulsiones sexual y agresiva- Teoras sobre el aparato psquico. Segunda tpica: Ello, Yo, Super-Yo- Teora sobre la clnica psicopatolgica (Distincin entre estructuras de la neurosis, psicosis y

    perversiones)- Tcnica psicoanaltica (Asociacin Libre, Neutralidad)

    Psicologa del Yo: (Con un periodo de preponderancia que se extiende desde la muerte de Freudhasta los sesenta, desarrollada esencialmente en EEUU): Parte de una crtica sobre la posicininstintivista clsica freudiana, en consonancia con el culturalismo de K. Horney, H.S. Sullivan yErich Fromm. Los representantes mximos de esta escuela son Anna Freud (quien es supredecesora), Hartmann, Kris y Loewenstein, entre otros.- Importancia del contexto social, en detrimento del nfasis en la teora de las pulsiones.- Introduccin del concepto de adaptacin.- Teora y sistematizacin sobre los mecanismos de defensa.- Adhesin a la tcnica freudiana clsica

    Pensamiento Kleiniano (Aos 60 en adelante. Esencialmente britnica con una fuerte extensin porEuropa y Amrica): La figura ms destacada es Melanie Klein, aunque existen multitud de seguidorescon ideas originales: Bion, etc.

    - Epistemologa empirista de tradicin anglosajona- Retrotrae la teora freudiana del desarrollo psico-sexual a pocas ms tempranas (Edipo, yo y

    supery tempranos).- Ms nfasis en la teora de las posiciones que en la teora de la libido o la segunda tpica

    freudiana.- Lleva al psicoanlisis a reconsiderar la clnica en la infancia.- Nuevas aproximaciones tcnicas. Primaca de la interpretacin de las fantasas transferenciales.

    El pensamiento de Lacan y su influencia (Aos sesenta en adelante. Fundamentalmente Francia ypases latinoamericanos): Jacques Lacan y seguidores.

    - Marcada influencia del pensamiento estructuralista- Primaca del lenguaje, la palabra vehculo de la subjetividad.- Vuelta a Freud y construccin de una epistemologa clnica freudiana.- El Estadio del espejo es la concepcin ms sobresaliente.

    Pluralidad del Psicoanlisis contemporneo (De los aos setenta en adelante. Innovadores enEEUU, y a partir de los llamados independientes britnicos):

    Psicologa del Self: Heinz KohutTeora de las Relaciones Objetales: Otto KernbergIndependientes britnicos: Donald Winnicott, Masud Khan, Christopher BollasRecuperacin de autores clsicos que propusieron una flexibilizacin de la tcnica: Ferenczi.Psicoanlisis Relacional: Stephen Mitchell, Arnold Modell, Daniel SternTeora Intersubjetiva: Robert D. StolorowInnovadores neofreudianos: Jean Laplanche, Andr GreenEn gran medida todos ellos tienen en comn:

    - Hacen que las llamadas nuevas patologas sean accesibles al psicoanlisis.- Atenan de la importancia del complejo de Edipo para la clnica de los trastornos de personalidad.- Introducen variaciones en la tcnica clsica de tratamiento.- Aprovechan e incorporan los avances de la investigacin psicolgica.

    LMINA G. Caractersticas conceptuales de las principales escuelas psicoanalticas.

  • La Psicodinmica Cclica de Watchtel-Integracin de los enfoques psicodinmico y conductual.-Se critica del psicoanlisis: la naturaleza negativa adscrita a los impulsos bsicos del paciente; la insuficiencia

    del insight en el proceso de cambio.-Las experiencias tempranas no causan directamente la problemtica actual, tan slo hacen ms probable la

    ocurrencia de ciertas experiencias frente a otras.-Las relaciones interpersonales, y las consecuencias derivadas de las mismas, perpetan la problemtica del

    paciente, si bien existe posibilidad de cambio en base a la exposicin a nuevas experiencias interpersonales.-Las dimensiones intrapsquica y relacional interactan entre s y se convierten en variables dependientes e

    independientes.-La evaluacin del proceso de terapia recoge elementos psicodinmicos, como la indagacin de mecanismos de

    defensa y la interpretacin del material verbal del paciente, pero tambin elementos conductistas al registrarlos contextos de dicho material.

    -La intervencin persigue una comprensin psicodinmica en el paciente -papel del insight-; emplendosetambin mtodos de intervencin activa.

    El Sistema de Formulacin de M. Horowitz-Enfoque que integra elementos de las corrientes psicodinmica, cognitivo-conductual, interpersonal y

    familiar.-En su teora es fundamental el estado mental: patrn de conductas y experiencias. Cuatro categoras de

    estados mentales: sobrerregulados, con baja regulacin, relucientes, bien regulados.-Los esquemas dan cuenta de la autoorganizacin y organizan las percepciones, sentimientos y emociones.-Destacan dos tipos de esquemas: autoesquemas y modelos relacionales.-Los modelos relacionales contemplan cmo se vincula uno mismo y los otros mediante roles y secuencias

    transaccionales.-A partir de modelos relacionales se construyen modelos operativos para afrontar situaciones de interaccin

    social.-Los modelos operativos se modifican conforme transcurre la situacin interactiva.-La intervencin se basa en su sistema de formulacin, que consta de cinco pasos: fenmenos, estados

    mentales, temas de preocupacin y procesos de control defensivo, ident idad , relaciones y creenciasdisfuncionales.

    Terapia Analtico-Cognitiva de Ryle-Psicoterapia breve.-Integracin de ideas psicoanalticas (especialmente Teoras de las Relaciones Objetales) con la psicologa y

    psicoterapias cognitivas y psicologa del desarrollo.-Frente al psicoanlisis: preocupacin por la descripcin ms que por la interpretacin; mayor participacin del

    paciente; menor nfasis en el inconsciente.-Modelo de Secuencia Procedimental. Se reafirman ideas psicoanalticas mediante un lenguaje cognitivo.

    Estadios de una secuencia procedimental.-P rocedimien tos p rob lemt icos: Trampas, d ilem as, inconvenientes. Labor del terapeu ta unida al

    reconocimiento y modificacin en el paciente de dichos procedimientos.-Importancia de los procedimientos de rol recproco -consideracin del otro en la conducta interpersonal-, que

    se materializa en el Modelo de Relaciones Objetales de Secuencia Procedimental.-Influencia y aplicacin del aprendizaje mediado (Vygotsky) y la transferencial gradual de la responsabilidad

    del aprendizaje a la labor del psicoterapeuta.-La intervencin se divide en dos grandes bloques: el primero orientado a la reformulacin; el segundo al

    reconocimiento y revisin.-Reformulacin: descripcin o informe, y listado de problemas y procedimientos que los sustentan.-Reconocimiento: identificacin de los procedimientos problemticos en el contexto natural del paciente.-Revisin: elaboracin de objetivos y procedimientos alternativos, planificacin de la psicoterapia.

    Terapia Interpersonal de Klerman y Weissman-Psicoterapia breve que integra elementos psicodinmicos, conductuales y cognitivos.-Antecedentes: Sullivan, Fromm-Reichmann, Fromm, Horney, Bowlby.-Las relaciones interpersonales influyen en la salud mental del individuo.-El pasado pasa a un segundo plano, lo importante son las relaciones interpersonales del paciente en el aqu y

    ahora.-Tres fases de la intervencin : 1) obtencin de diagnst ico, delimitacin de reas problemt icas

    interpersonales; 2) tratamiento de dichas reas; 3) revisin del progreso.-reas de la Terapia Interpersonal:

    1) Dolor/pena (tratamiento de un proceso de duelo; reconstruccin de la relacin con el difunto);2) Disputas de roles interpersonales (conflictos con otro significativo; tres posibles fases del conflicto:

    renegociacin, punto muerto, disolucin);3) Transiciones de rol (tratamiento de las repercusiones emocionales provocadas por cambios de rol

    positivos o negativos);4) Dficits interpersonales (tratamiento focalizado en el aumento de la competencia social del paciente).

    LMINA H. El encuentro con otras teoras: caractersticas conceptuales.

  • Captulo 1

    Contextualizacin histrico-cultural de los tratamientos psicolgicos:

    De la antigedad a 1900

    Begoa Roj Menchaca

    Palabras clave

    Prctica sociocultural, tecnologas de la inteligencia, premodernidad, modernidad,calvinismo, racionalismo ilustrado, teoras metaticas, positivismo, hipnosis.

    Guin-EsquemaObjetivos1. Introduccin2. Los tratamientos psicolgicos como prctica sociocultural3. Criterios de contextualizacin4. La Premodernidad5. La Modernidad6. Primera Modernidad (1500-1850)

    6.1. Renacimiento, Reforma y Contrarreforma6.2. La poca de la razn

    7. Los tratamientos psicolgicos durante la primera modernidad7.1. El cambio de expectativas en la atencin psiquitrica7.2. Los destinos del mesmerismo

    Bibliografa bsica y lecturas recomendadasActividadesEjercicios de autoevaluacin

  • GUIN-ESQUEMA

    La prctica de la psicoterapia constituye un dispositivo cultural, basado enla influencia interpersonal, cuya funcin consiste en equilibrar las relacionesentre el individuo y el grupo. Por ello, la forma especfica en que tal funcin selleva a cabo en una sociedad concreta depende de las peculiaridades de dichacultura. As, a lo largo del siglo XX, los psicoterapeutas occidentales han idoocupando buena parte del espacio cultural y de las funciones que en otras po-cas correspondieron a sacerdotes, filsofos y artistas, al tiempo que muchosprofesionales de los tratamientos psicolgicos luchaban abiertamente por serreconocidos como cientficos.

    Actualmente, los tratamientos psicolgicos se conciben como un tipo deprctica sociocultural, orientada a mejorar lo que actualmente consideramossalud mental y calidad de vida. Puesto que nuestra cultura admite hoy diversasdefiniciones, no slo del papel del individuo en el grupo, sino tambin de lasalud, la higiene mental, la calidad de vida, as como del tipo de saberes y pro-cedimientos tiles para su promocin social, tal diversidad en los valores cul-turales tiene su correspondencia en las configuraciones concretas que adoptanentre nosotros los tratamientos psicolgicos.

    Los tratamientos psicolgicos constituyen un tipo de actividad profesionalque, inserta en el mbito de la salud, es retribuida por la inversin privada o,cada vez con mayor frecuencia, por fondos pertenecientes al erario pblico o alas compaas aseguradoras. Por eso, el control de la eficacia de los trata-mientos psicolgicos se ha convertido en un criterio prioritario para su evalua-cin.

    Sin embargo, junto con la eficacia, resulta indispensable establecer otro tipode criterios que nos permitan conocer y mejorar aquellos recursos mediante losque los tratamientos psicolgicos cumplen la funcin social que les hemosasignado, y su relacin con las vas por las que los pacientes ven satisfechassus demandas.

    Si desde una perspectiva antropolgico-cultural todo tratamiento psicol-gico implica un cierto tipo de relacin interpersonal o relacin teraputica, unescenario en el que acontece, una explicacin o mito y un procedimiento oritual, es un hecho que desde la aparicin de la psicologa cientfica, tanto lascaractersticas de la relacin teraputica como del escenario, han tendido ahomogeneizarse. En cambio, existe una gran proliferacin de explicaciones yprocedimientos.

    Esto implica que cada tipo de tratamiento psicolgico se inserta de unamanera especfica en la red de creencias, actitudes y valores propios de la cul-tura en que tiene lugar. As, un criterio de objetivacin y evaluacin crtica de laspsicoterapias consiste en analizar el conjunto de presuposiciones culturales quemantiene vigentes sus teoras y procedimientos.

    28 INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

  • En relacin con los tratamientos psicolgicos, existen tres tipos de presu-posiciones culturales relevantes: por un lado, los relacionados con los valores(axiolgicas) y con las opiniones (doxsticas) y, por otro, el relacionado con laconcepcin del conocimiento (epistemolgicas). Los dos primeros, tienen comoreferente el estatus individual que la cultura reconoce al paciente y la respon-sabilidad que aquella atribuye a ste respecto al trastorno y la curacin, mien-tras que el ltimo se refiere a la naturaleza del conocimiento humano. Estostipos de presuposiciones se han cruzado de maneras especficas en cadaperodo histrico concreto y, si bien es cierto que han sufrido una clara evolu-cin, tambin lo es que han tendido a preservar el ncleo fundamental de cre-encias, actitudes y valores que las caracteriza.

    Entre las presuposiciones culturales que articularon la visin del mundopremoderna, visin que estuvo vigente desde la prehistoria hasta 1500, desta-can:

    El hombre es un elemento ms de la naturaleza El control de la conducta humana est en gran medida fuera del alcan-

    ce del hombre; esto es, en manos de la voluntad de los dioses el des-tino o de Dios la gracia.

    La enfermedad mental constituye un ejemplo paradigmtico de com-portamiento sujeto a un control externo. Dicho control es de naturalezatranscendente.

    El hombre y la naturaleza, as como los dioses y Dios, forman parte dela realidad, la cul existe objetivamente; esto es, existe con indepen-dencia del conocimiento humano.

    La realidad slo es parcialmente cognoscible por la inteligencia huma-na.

    Tras el desmoronamiento del Imperio Romano, el endurecimiento de lascondiciones de vida y la inseguridad consecuente a las continuas guerrastuvieron un efecto involutivo sobre la cultura. Adems, sta pas a estar con-trolada en todas sus manifestaciones por la Iglesia. El poder cultural alcanzadopor la Iglesia durante la Edad Media, posibilit que la concepcin mgica delmundo que en la cultura griega y romana conviva con concepciones msracionalistas cediera ante una concepcin teocntrica. Adems, la Iglesiamedieval, al tomar como referente absoluto la religin cristiana y los valoresdefendidos por ella fe, obediencia, caridad, resignacin y pobreza, desarro-ll una gran actividad ideolgica contraria al conocimiento emprico, que fueconsiderado enemigo de la fe y la obediencia a la doctrina de Cristo.

    Adems, por una parte, la Iglesia medieval desarroll una actitud represo-ra y poco diferenciada del control de la conducta social, mientras que, porotra, propici una cierta creencia en la curabilidad de los trastornos psicolgicosdependiente de los atributos del alma, esto es, de las funciones psicolgicas dela persona. Ambos aspectos fueron heredados por la Ilustracin.

    CONTEXTUALIZACIN HISTRICO-CULTURAL DE LOS TRATAMIENTOS 29

  • Entre finales del siglo XV y principios del siglo XVI se produjeron en Euro-pa una serie de transformaciones econmicas, culturales y polticas que, con laperspectiva que da el paso del tiempo, han convertido ese perodo en un pun-to de corte entre dos pocas. Factores como la apertura de nuevas rutascomerciales con oriente y con el continente americano, la aparicin de laimprenta o ciertas innovaciones tecnolgicas que afectaban a la produccin debienes dieron lugar a la emergencia de un pensamiento filosfico de carcterantropocntrico en oposicin al teocentrismo medieval, impulsaron el poderde la burguesa y facilitaron la aparicin de los estados modernos. A su vez,todo ello, acab determinando cuestiones tales como la constitucin de laciencia en empresa cultural o la diferenciacin creciente de la nocin de indi-viduo.

    Este nuevo perodo del desarrollo cultural de occidente recibe el nombre deModernidad y entre sus rasgos ms acusados se encuentran:

    La secularizacin de la visin del mundo. La transformacin de las sociedades agrcolas en sociedades indus-

    trializadas con la consiguiente transformacin de las estructuras socia-les.

    La debilitacin de los vnculos entre el individuo y el grupo, como con-secuencia de las transformaciones estructurales mencionadas en par-ticular la de la familia.

    La modificacin del estatus del individuo en relacin con el grupo, con-secuencia de los tipos de cambio ya mencionados.

    La acumulacin de informacin sancionada socialmente como conoci-miento fiable.

    La modernidad puede dividirse en dos fases. Una, a la que denominaremosPrimera Modernidad, que abarca desde 1500 hasta 1850 y otra, a la que lla-maremos Segunda Modernidad, que, si bien se extiende desde 1850 a 1970,aqu slo ser revisada hasta 1900.

    Durante la Primera Modernidad, el reconocimiento de la dignidad del enfer-mo mental ser mucho ms terico que prctico. Los tratamientos psicolgicosgirarn en torno al internamiento y la intervencin se reducir al ejercicio depresin moral en distintos grados, pues la confianza en la curabilidad de lostrastornos mentales no se afianzar hasta la ltima dcada de este perodo. Yaunque a finales del siglo XVIII Puysgur descubrir la hipnosis, su empleo sis-temtico como procedimiento teraputico especfico no se impondr hastacasi cien aos despus.

    Con todo, las aportaciones en el campo de las ideas de este primer pero-do moderno, sobre todo las debidas a la Reforma y la Contrarreforma y a lasteoras metaticas nacidas al amparo de la Ilustracin, resultan claves paracomprender: 1) la amplitud de la variabilidad axiolgica y terica de los actua-les tratamientos psicolgicos y 2) las diferencias entre la psicologa y la inter-

    30 INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

  • vencin psicolgica angloamericanas, y la psicologa y la intervencin psicol-gica en Espaa e Hispanoamrica.

    Ya en el siglo XIX, cabe destacar dos perodos. El primero, hasta 1850,supone el final de la Primera Modernidad y se caracteriz, por: a) la pujanza dela neurologa y la incipiente psiquiatra, b) la aparicin, tanto en el mbitomdico como en el social, de un intenso optimismo respecto a la curabilidad delas enfermedades mentales c) la ausencia de cambios significativos en lamanera de tratar a los pacientes. En cambio, la segunda mitad de esta centuria,se caracteriz por la emergencia, propiciada por el positivismo, de la SegundaModernidad y constituy el caldo de cultivo en que habran de cristalizar lavisin del hombre, de la enfermedad mental y de la cura de Sigmund Freud.

    CONTEXTUALIZACIN HISTRICO-CULTURAL DE LOS TRATAMIENTOS 31

  • OBJETIVOS

    Al finalizar el estudio de este captulo, el lector/a debera ser capaz de:1. Comprender la manera en que los tratamientos psicolgicos constituyen una

    parte del entramado cultural en que tienen lugar.2. Identificar las presuposiciones axiolgicas, doxsticas y epistemolgicas

    de cualquier tipo de tratamiento psicolgico.3. Conocer las caractersticas diferenciales de los tratamientos psicolgicos en

    la premodernidad.4. Conocer las caractersticas diferenciales de los tratamientos psicolgicos en

    la primera modernidad.5. Conocer y comprender las relaciones existentes entre ciertas prcticas reli-

    giosas como la confesin y los actuales tratamientos psicolgicos.6. Conocer y comprender la importancia que sobre la concepcin actual de los

    tratamientos psicolgicos tuvieron ciertos cambios culturales acaecidosdurante el siglo XIX relacionados con: 1) la evolucin de las actitudes haciala enfermedad mental y 2) las expectativas respecto a los tratamientos psi-colgicos.

  • 1. INTRODUCCIN

    La prctica de la psicoterapia constituye un dispositivo cultural cuyafuncin consiste en equilibrar las relaciones entre el individuo y el grupo.Por ello, la forma especfica en que tal funcin se lleva a cabo en unasociedad concreta depende de las peculiaridades de dicha cultura.

    As, en la cultura occidental de principios del siglo XXI los trata-mientos psicolgicos se conciben como un tipo de prctica sociocultural,orientada a mejorar lo que actualmente consideramos salud mental ycalidad de vida.

    Aunque incluso las sociedades prehistricas cuentan con recursosque funcionan como tratamientos psicolgicos, nuestras actuales moda-lidades de intervencin psicoteraputica son el resultado de un proceso dedecantacin de las nociones de salud mental y calidad de vida tan largocomo la propia trayectoria de la cultura occidental. Porque si durante laantigedad y el medioevo los tratamientos psicolgicos estuvieron rela-cionados mayoritariamente con las concepciones religiosas, las actualespsicoterapias se forjaron a partir de ese punto de inflexin histricaconocido como modernidad

    A pesar de que desde el ltimo tercio del siglo XX se vienen alzandovoces cada vez ms numerosas que afirman el fin de la modernidad, nocabe la menor duda de que, en lo referente a los tratamientos psicolgi-cos, esta etapa cultural ha supuesto:

    La decadencia progresiva de las prcticas religiosas como disposi-tivos de equilibracin de las relaciones entre el individuo y el grupo.

    El desplazamiento de las expectativas de equilibracin que la reli-gin ya no satisfaca, hacia la filosofa, por un lado, y hacia elarte, por otro.

  • El fracaso, tanto del arte como de la filosofa, para erigirse endispositivos dominantes de equilibracin.

    El surgimiento de los actuales tratamientos psicolgicos comoprcticas culturales vinculadas simultneamente a la pluralidadideolgica, al conocimiento positivo y al control emprico de su efi-cacia.

    Por ello, durante el siglo XX, los psicoterapeutas han ido ocupandobuena parte del espacio cultural y de las funciones que en otras pocascorrespondieron a sacerdotes, filsofos y artistas, al tiempo que muchosprofesionales de los tratamientos psicolgicos lucharon abiertamentepor ser reconocidos como cientficos.

    En cualquier caso, a lo largo de todo el siglo XX, y de manera especiala lo largo de su segunda mitad, la profesin de psicoterapeuta fue reci-biendo un reconocimiento social creciente. Porque durante esos aos, lasociedad occidental fue depositando en sus psicoterapeutas un conjuntocreciente de demandas; demandas que, a su vez, fueron asumidas porestos como retos a afrontar (Cullari, 2001)

    A consecuencia del mutuo ajuste entre demandas sociales y actividadteraputica, el poder social de quienes ejercen la psicoterapia se ha incre-mentado durante el ltimo siglo en la misma medida en que su actividadprofesional se ha ido haciendo indispensable para la sociedad en la queviven. Pero si, por una parte, el poder del psicoterapeuta se manifiesta enla influencia interpersonal que su actividad genera y en su capacidadpara pronunciarse como colectivo profesional, por otra, dicho poder estsiempre ligado al y en ese sentido limitado por el conjunto de presu-posiciones que hacen posibles, tanto las actividades clnicas, como lasdeclaraciones colegiales.

    Este conjunto de presuposiciones que sostienen la actividad psicote-raputica constituye la va de entronque de los tratamientos psicolgicoscon las demandas sociales. Y, no por causalidad, las presuposicionesconcretas que asumen los terapeutas varan significativamente en funcindel modelo de intervencin que les sirve de gua. En otras palabras, nues-tra cultura admite hoy diversas definiciones, no slo del papel del indivi-duo en el grupo y de las nociones de salud, higiene mental y calidad devida, sino tambin de la clase de saberes que resultan tiles para promo-verlas, as como de los procedimientos adecuados para su contrastacin.Esta diversidad en los valores culturales tienen su correspondencia en lasconfiguraciones concretas que adoptan hoy los tratamientos psicolgicosen cuanto dispositivos de equilibracin cultural.

    34 INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

  • Concretamente, considerando como un todo la actividad clnica de lospsicoterapeutas, el momento actual se caracteriza por:

    a) La existencia de varias concepciones de la intervencin teraputica,que mantienen entre s diferencias notables en tres niveles de an-lisis distintos: el epistemolgico, el terico y el tcnico.

    b) Una cierta tendencia a la integracin de algunos de estos presu-puestos. Dicha tendencia puede observarse de manera diferencialen todos los niveles de anlisis arriba mencionados, pero a nuestroentender, ms que una voluntad de sntesis, refleja, sobre todo,esa corriente cultural propia de nuestra poca, que suele recibir elnombre de mestizaje.

    c) La existencia de un acuerdo creciente entre los profesionales res-pecto a la relevancia de ciertos aspectos del proceso de cambioteraputico, sobre todo en lo relativo a las condiciones de la alian-za y la relacin teraputicas.

    En definitiva, mediante su ejercicio profesional todo terapeuta estreforzando la vigencia en su entorno social de su personal visin delmundo, pues su abordaje de las problemticas de los pacientes y suspropuestas de cambio estn filtradas o inspiradas por el modelo de inter-vencin que le sirve de gua. Es decir, la psicoterapia consiste siempre enun proceso de influencia interpersonal. Sin embargo, esta condicin ine-vitable de la psicoterapia ni est reida ni tiene por qu estarlo, conel respeto del terapeuta hacia el paciente y/o hacia las concepciones deeste ltimo sobre s mismo, los dems y el mundo.

    Junto con el desarrollo de la competencia profesional en el sentidoms tcnico de la expresin, una manera de fomentar que lo que la psi-coterapia tiene de influencia interpersonal no llegue a convertirse enejercicio arbitrario del poder, pasa por el conocimiento y el reconoci-miento, por parte de los terapeutas, del conjunto de presuposiciones quesubyacen a los distintos tipos de tratamientos psicolgicos.

    Con objeto de propiciar la aproximacin a este conocimiento, dedi-caremos las pginas que siguen a una somera contextualizacin histrico-cultural de los tratamientos psicolgicos previos a 1900 o, lo que es lomismo, anteriores a la etapa fundacional del psicoanlisis.

    CONTEXTUALIZACIN HISTRICO-CULTURAL DE LOS TRATAMIENTOS 35

  • 2. LOS TRATAMIENTOS PSICOLGICOS COMO PRCTICA SOCIOCULTURAL

    Analizada con criterios antropolgicos, toda prctica socioculturalconsiste en un tipo de actividad social a menudo compleja y, por tanto,compuesta a su vez por un conjunto de procedimientos que por el merohecho de ser ejecutados refuerzan, tanto la vinculacin del individuocon el grupo, como la adhesin de ambos a la visin del mundo propia deesa cultura. Junto con los tratamientos psicolgicos, constituyen asimis-mo ejemplos de prcticas socioculturales, la educacin, la organizacinde la vida poltica y la articulacin de los diferentes rituales de paso(nacimiento, matrimonio, muerte...) Las culturas surgen, estn vigentes yse extinguen en periodos temporales concretos, durante los cuales cual-quier prctica desarrollada en su seno responde a una determinada visindel mundo. A su vez, la visin del mundo de cada cultura se genera en unentramado de tradiciones surgidas a lo largo del tiempo, bien desde laspropias prcticas culturales, bien desde las prcticas de otras culturas queactan como precursoras o como puntos de referencia. Cada visin delmundo constituye una configuracin simblica compleja que, depen-diendo parcialmente del desarrollo tecnolgico alcanzado por una cultu-ra concreta en un momento histrico dado, organiza de forma coherenteaquellas actitudes, valores, creencias y prcticas que posibilitan a losmiembros de esa cultura a) la supervivencia en un entorno fsico y b) elestablecimiento de vnculos sociales.

    Generalmente, cuando hablamos de desarrollo tecnolgico pensamosen un tipo de conocimiento prctico capaz de generar utensilios y modi-ficar la relacin con el ambiente (el cuchillo de slex, el arado romano, lamquina de vapor, las naves espaciales...); sin embargo, tambin con-viene tener en cuenta las llamadas tecnologas de la inteligencia (Levy,1990). Se entiende por tales aquellas tecnologas que, inscritas en el pro-ceso mismo del pensamiento, tienen por funcin y efecto posibilitar cier-tas operaciones de la inteligencia imposibles de realizar de otra manera(son ejemplo de tecnologas de la inteligencia la representacin grfica, laescritura, la imprenta y el ordenador). Cuando en una cultura surge unagran innovacin en las tecnologas de la inteligencia, su impacto se tra-duce de manera inevitable en importantes modificaciones sociales.

    As, mientras que la aparicin de la imprenta introdujo en la culturaoccidental modificaciones que afectaron profundamente al estatus delos enfermos mentales, actualmente, coincidiendo con la aparicin de losordenadores, parecen estar perfilndose profundos cambios culturalescuya incidencia sobre el desarrollo de la psicoterapia ya ha comenzado a

    36 INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

  • notarse. Porque la experiencia del trastorno psicolgico y la curacinno remiten slo a la nocin de enfermedad y tratamiento, sino tambin ala nocin de conducta social en general y, ms concretamente, a la nocinde persona desarrollada por una cultura dada. En este sentido, los trata-mientos psicolgicos constituyen tanto productos como procesos cultu-rales, que tienen entre sus funciones reforzar dogmas culturales particu-lares, constituyndose en agentes de socializacin.

    3. CRITERIOS DE CONTEXTUALIZACIN

    Hoy por hoy, en nuestra cultura los tratamientos psicolgicos consti-tuyen un tipo de actividad profesional que, inserta en el mbito de lasalud, es retribuida por la inversin privada o, cada vez con mayor fre-cuencia, por fondos pertenecientes al erario pblico o a las compaas ase-guradoras. Es por eso que el control de la eficacia de los tratamientos psi-colgicos se ha convertido en un criterio prioritario para su evaluacin.

    Sin embargo, las investigaciones sobre eficacia si bien han permitidoclarificar ciertos aspectos relacionados con los resultados globales de laspsicoterapias y con las variables significativas de los procesos de inter-vencin (Sloane et al., 1975), en cambio, no han logrado delimitar de for-ma inequvoca, qu clase de tratamiento es ms eficaz para cada tipo detrastorno.

    Por ello, junto con la eficacia, resulta indispensable establecer otrotipo de criterios que nos permitan conocer y mejorar aquellos recursosmediante los que los tratamientos psicolgicos cumplen la funcin socialque les hemos asignado, as como su relacin con las vas por las que lospacientes ven satisfechas sus demandas.

    Si desde una perspectiva antropolgico-cultural todo tratamiento psi-colgico implica un cierto tipo de relacin interpersonal o relacin tera-putica, un escenario en el que acontece, una explicacin o mito y un pro-cedimiento o ritual (vase Captulo 15), es un hecho que, desde laaparicin de la psicologa cientfica, tanto las caractersticas de la relacinteraputica como del escenario han tendido a homogeneizarse. En elprimer caso, porque los resultados de las investigaciones sobre el impac-to de la alianza teraputica en la eficacia de los tratamientos psicolgicoshan clarificado las caractersticas que aqulla debe tener (Howarth ySymonds 1991). En el segundo, porque la tipificacin de la psicoterapiacomo actividad profesional relacionada con la atencin sanitaria, cir-cunscribe su prctica actual a los consultorios habilitados en las sedesfsicas de ciertas instituciones y a los consultorios privados de profesio-nales debidamente acreditados.

    CONTEXTUALIZACIN HISTRICO-CULTURAL DE LOS TRATAMIENTOS 37

  • Por el contrario, a lo largo de los ltimos cien aos, las explicacionesy los procedimientos psicoteraputicos han protagonizado una fulgu-rante expansin, como prueba el hecho de que en la dcada de los ochen-ta el nmero de las psicoterapias fuera estimado en ms de 250. Y dadoque para poder ser puestos en prctica, los rituales psicoteraputicos y lasexplicaciones que los sustentan tienen que ser congruentes con la visindel mundo del paciente y del terapeuta, cada tipo de tratamiento psico-lgico se inserta de una manera especfica en la red de creencias, actitu-des y valores propios de la cultura en que tiene lugar. Por eso, un criteriode objetivacin y evaluacin crtica de las psicoterapias consiste en ana-lizar el conjunto de presuposiciones culturales que mantiene vigentessus teoras y procedimientos.

    Para la caracterizacin de los tratamientos psicolgicos existen trestipos de presuposiciones culturales relevantes:

    las presuposiciones de carcter axiolgico relacionadas conlos valores y doxstico relacionadas con las opiniones. Estetipo de presuposiciones tienen como ncleo el estatus individualque la cultura reconoce al paciente y la responsabilidad que aque-lla atribuye a ste respecto al trastorno y la curacin

    las presuposiciones de carcter epistemolgico, relacionadascon las concepciones de la naturaleza del conocimiento humano.

    Estas tres clases de presuposiciones se han cruzado de maneras espe-cficas en cada perodo histrico concreto, y si bien es cierto que hansufrido una clara evolucin, tambin lo es que han tendido a preservar elncleo fundamental de creencias, actitudes y valores que las caracteriza.Porque, en occidente, las diversas visiones del mundo se han ido suce-diendo mediante lentos procesos de evolucin; y por ello, la consolidacinde una cierta orientacin ideolgica casi siempre ha implicado, ms lahegemona de esta, que la desaparicin de las orientaciones alternativas.

    En consecuencia, vamos a revisar la evolucin histrica de las presu-posiciones culturales que sustentaron los tratamientos psicodinmicoshasta 1900 categorizando dicha evolucin en dos etapas: premodernidady modernidad, distinguiendo a su vez en esta ltima otros dos perodos(primera modernidad y segunda modernidad)

    4. LA PREMODERNIDAD

    Entendemos por etapa premoderna la que se extiende desde la Prehis-toria hasta 1500 d. C.

    38 INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

  • Con carcter general, de entre las presuposiciones culturales que arti-cularon la visin del mundo premoderna cabe destacar los siguientesaspectos:

    a) El hombre es un elemento ms de la naturaleza.

    b) El control de la conducta humana est en gran medida fuera delalcance del hombre; esto es, en manos de la voluntad de los diosesel destino o de Dios la gracia.

    c) La enfermedad mental constituye un ejemplo paradigmtico decomportamiento sujeto a un control externo. Dicho control es denaturaleza transcendente.

    d) El hombre y la naturaleza, as como los dioses y Dios, formanparte de la realidad, la cual existe objetivamente; esto es, existe conindependencia del conocimiento humano.

    e) La realidad slo es parcialmente cognoscible por la inteligenciahumana.

    En cambio, en lo que respecta a la evolucin de los tratamientos psi-colgicos, los aspectos significativos son:

    1. Cuando una cultura carece de escritura, su visin del mundo suelearticularse en torno a creencias mgicas, con lo que sus prcticasmdicas, psicoteraputicas y religiosas suelen constituir prcticasindiferenciadas. Se desconoce la datacin y la va por la que eltratamiento de las perturbaciones psicolgicas fue diferencindoseen occidente del tratamiento de las enfermedades fsicas. Sabe-mos, en cambio (Poveda, 1997), que en nuestra Edad de Bronce loschamanes, junto con la prescripcin de amuletos, empleaban tc-nicas como el control respiratorio o la repeticin para liberar a losenfermos psquicos de sus dolencias. Sabemos tambin que en esapoca, tanto las dolencias fsicas como las mentales, se atribuan ala influencia de fuerzas no observables cuyo poder sobrenatural erainvocado con objeto de obtener la curacin (orientacin irracio-nalista).

    2. Posteriormente, entre las culturas antiguas que ya conocan laescritura, como la persa, la griega y la romana, comenzaron aestablecerse formas de intervencin psicoteraputica que respon-dan a criterios netamente racionales. Con todo, la ausencia dediferenciacin entre prcticas mgico-religiosas y prcticas mdi-cas se extender por toda la antigedad como una combinacin deprescripciones rituales, con normas higinicas y recomendacio-nes naturalistas (orientacin emprica).

    CONTEXTUALIZACIN HISTRICO-CULTURAL DE LOS TRATAMIENTOS 39

  • 3. Aunque nacida en la sociedad etrusca y prxima a las connotacio-nes del concepto de rol popularizadas por el teatro griego, es en elderecho romano donde se acua el concepto de persona legal o ciu-dadano del Estado como lugar de derechos y deberes (orienta-cin individualista) Dentro del propio imperio romano el con-cepto de persona jurdica servir como punto de partida para laelaboracin de los conceptos morales de persona propuestos por lafilosofa estoica y el cristianismo (orientacin tica).

    4. Tras el desmoronamiento del Imperio Romano, el endurecimientode las condiciones de vida y la inseguridad propiciadas por lascontinuas guerras tuvieron un efecto involutivo sobre la cultura, lacul pas a estar controlada en todas sus manifestaciones por laIglesia. El poder cultural alcanzado por la Iglesia durante la EdadMedia posibilit que la concepcin mgica del mundo que en lacultura griega y romana conviva con concepciones ms raciona-listas cediera su primaca a una concepcin teocntrica. Y as, laIglesia, al tomar como referente absoluto la religin cristiana ylos valores defendidos por ella fe, obediencia, caridad, resigna-cin y pobreza, desarroll una gran actividad ideolgica con-traria al conocimiento emprico. Este fue considerado enemigo dela fe y la obediencia a la doctrina de Cristo.

    5. La hostilidad eclesistica hacia conocimientos que no procedierande la revelacin afect directamente a las prcticas mdicas, puesla iglesia, que ejerca su control sobre los fieles invocando el prin-cipio de obediencia, antepuso la fe a cualquier otro remedio cura-tivo. Sin embargo, esta misma hostilidad de la Iglesia hacia elconocimiento emprico tuvo como consecuencia el desarrollo deamplios debates sobre la naturaleza del alma y la vinculacin deesta con las funciones psicolgicas (orientacin epistmica), ascomo sobre la vida del espritu (orientacin introspectiva) Ade-ms, y directamente vinculada con tales controversias filosficas,tendr lugar la salvaguarda de la nocin de persona como valorcultural.

    6. Durante el medioevo, la pobreza, consecuencia de sequas y deguerras, fue dando lugar a la aparicin de bolsas de marginacinsocial en torno a los burgos. Al tiempo, el desarrollo y crecientepujanza de estos desencadenaron una situacin de conflicto socialcasi continuo frente a las restricciones que trataban de imponersobre su actividad los grandes seores. En este contexto, la Iglesiase ocup con frecuencia de restablecer el precario orden social,mediante el reforzamiento del tradicional orden moral y compor-

    40 INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

  • tamental que vena rigiendo la vida de los individuos, tarea de laque se ocuparon ampliamente los inquisidores. De esta forma,surgi una orientacin represora caracterizada por el hecho deque, junto a ciertos enfermos mentales, se consideraba posedospor el diablo y propagadores de sus males a todos aquellos que, deuna u otra forma, alimentaban ideas subversivas contra el estado ocontra los valores morales consagrados como verdades inamovi-bles. As, fueron primero perseguidos y luego, adems, considera-dos enfermos, todos aquellos individuos cuyas conductas caanfuera de las normas y pautas seguidas por el grueso de los miem-bros de su comunidad.

    7. Este estado de cosas se mantendr bsicamente inalterable hasta elsiglo XVIII, cuando el desarrollo cientfico, propiciado en buenamedida por dos siglos de rpida difusin del conocimiento graciasa la imprenta, convierta la razn en uno de los valores dominantesde la cultura occidental. Con todo, de la Iglesia medieval, la Ilus-tracin heredar:

    a) Una actitud hacia la enfermedad mental de carcter represor ypoco diferenciada del control de la conducta social.

    b) Una cierta tradicin en la creencia de la curabilidad de los tras-tornos psicolgicos dependiente de los atributos del alma, estoes, de ciertas funciones psicolgicas, como por ejemplo, lavoluntad.

    5. LA MODERNIDAD

    La atmsfera abigarrada y tensa que caracteriz el final del medioevofue relajndose hasta desembocar en un proceso de cambio cultural en elque intervinieron muchos factores. Porque entre finales del siglo XV yprincipios del siglo XVI se produjeron en Europa una serie de transfor-maciones econmicas, culturales y polticas que, con la perspectiva queda el paso del tiempo, han convertido ese perodo en un punto de corteentre dos pocas. Sin embargo, en este contexto la expresin punto decorte debe entenderse ms como una lenta evolucin que como un acon-tecimiento abrupto. Adems, como seala Ibez (2001) la evolucin y loscambios que implic tampoco deben entenderse en trminos de progreso.Por el contrario, factores como la apertura de nuevas rutas comercialescon oriente y con el continente americano, la aparicin de la imprenta ociertas innovaciones tecnolgicas que afectaban a la produccin de bienesdieron lugar a la emergencia de un pensamiento filosfico de carcter

    CONTEXTUALIZACIN HISTRICO-CULTURAL DE LOS TRATAMIENTOS 41

  • antropocntrico en oposicin al teocentrismo medieval, impulsaronel poder de la burguesa y facilitaron la aparicin de los estados moder-nos. Y, a su vez, todo ello, acab determinando cuestiones tales como laconstitucin de la ciencia en empresa cultural o la diferenciacin cre-ciente de la nocin de individuo.

    En cuanto perodo cultural, la Modernidad fue introducida por elRenacimiento, la Reforma y la Contrarreforma, consolidada por la Ilus-tracin y llevada a su apogeo por las sucesivas etapas de la RevolucinIndustrial. Como apuntbamos en la introduccin, los tratamientos psi-colgicos, tal como hoy los conocemos, son fruto de la modernidad. Con-cretamente, los rasgos de sta directamente relacionadas con ellos son:

    La secularizacin de la visin del mundo.

    La transformacin de las sociedades agrcolas en sociedades indus-trializadas con la consiguiente transformacin de las estructurassociales.

    La debilitacin de los vnculos entre el individuo y el grupo, comoconsecuencia de las transformaciones estructurales mencionadasen particular la de la familia.

    La modificacin del estatus del individuo en relacin con el grupo,consecuencia de los tipos de cambio ya mencionados.

    La acumulacin de informacin sancionada socialmente comoconocimiento fiable. Dicha informacin podr estar referida acualquier aspecto concreto de la realidad, y slo ser consideradadigna de crdito cuando provenga de la observacin o la experi-mentacin. Adems, los datos obtenidos mediante estos procedi-mientos sern interpretados como claves o indicios de algo mayor(Burke, 2002)

    Sin embargo, puesto que la desaparicin de la visin del mundo teo-cntrica, propia del perodo medieval, no implic el advenimiento del atesmo no al menos de forma inmediata, sino un desplazamiento delfoco de inters, hasta la Ilustracin el hombre an seguir siendo consi-derado un ser intermedio entre las bestias y los ngeles. Este hechoinfluir de manera decisiva en la dinmica del proceso de constitucin delos tratamientos psicolgicos. Por ello y con objeto de clarificar la revisinde dicho proceso, abordaremos la modernidad en dos fases. Una, a la quedenominaremos Primera Modernidad, que abarca desde 1500 hasta 1850y otra, a la que llamaremos Segunda Modernidad, que, si bien se extiendedesde 1850 a 1970, aqu slo revisaremos hasta 1900, fecha en la que yason pblicos los principios fundamentales del psicoanlisis.

    42 INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

  • 6. PRIMERA MODERNIDAD (1500-1850)

    En esta fase se encuadran movimientos culturales de gran enverga-dura, como el Renacimiento, la Reforma Protestante, la ContrarreformaCatlica, la Ilustracin y el Romanticismo; eventos polticos como laRevolucin francesa, la Independencia de Estados Unidos o las guerrasnapolenicas, y desarrollos tecnolgicos como la primera revolucinindustrial.

    Pese a todo, durante este perodo, el reconocimiento de la dignidaddel enfermo mental ser mucho ms terico que prctico. Es decir, lostratamientos psicolgicos girarn en torno al internamiento y la inter-vencin se reducir al ejercicio de presin moral en distintos grados,pues la confianza en la curabilidad de los trastornos mentales no seafianzar hasta la ltima dcada de este perodo. Y aunque a finales delsiglo XVIII Puysgur descubrir la hipnosis, su empleo sistemtico comoprocedimiento teraputico especfico no se impondr hasta casi cienaos despus.

    Sin embargo, las aportaciones en el campo de las ideas de este primerperodo moderno, sobre todo las debidas a la Reforma y la Contrarrefor-ma y a las teoras metaticas nacidas al amparo de la Ilustracin, resultanclaves para comprender la amplitud de la variabilidad axiolgica y teri-ca de los actuales tratamientos psicolgicos.

    6.1. Renacimiento, Reforma y Contrarreforma

    Aunque hoy situemos hacia el ao 1500 el inicio de este cambio en eleje temtico en torno al cual se organizar en adelante la cultura occi-dental, la lentitud con que resultaron afectadas ciertas prcticas socialeshizo que, entre los siglos XV y XVI, no se experimentaran variaciones sus-tanciales en la intervencin psicoteraputica.

    Ciertamente, durante el Renacimiento, la Reforma y la Contrarrefor-ma se produjo una recuperacin progresiva de las antiguas tradicionesmdico-racionalistas y, con ello, una recuperacin de la orientacin emp-rica. En gran medida estas prcticas haban sido preservadas y enrique-cidas por la medicina rabe, puesto que en la cultura islmica los enfer-mos mentales fueron tenidos por inspirados por Dios y, por tanto, muchoms respetados que en occidente.

    Retorn, por tanto, el tratamiento de ciertos trastornos psicolgicos abase de dietas, emticos y sangras; sin embargo, como al mismo tiempolas creencias en la brujera seguan an fuertemente arraigadas en la

    CONTEXTUALIZACIN HISTRICO-CULTURAL DE LOS TRATAMIENTOS 43

  • cultura popular, la Inquisicin continu asimilando algunas enfermeda-des mentales con posesiones demonacas y dando tratamiento de herejesa ciertos enfermos. En este sentido, tambin podemos hablar de unaconsolidacin de la actitud represora.

    Adems, existi una tercera va de intervencin psicoteraputica cuyosantecedentes procedan del medioevo. Se trata de la creacin de los pri-meros hospitales destinados especficamente a acoger enfermos mentales,centros en los que estos reciban un trato humanitario justificado por lacaridad y por una moral religiosa, cada vez ms predispuesta a respetarcualquier manifestacin de lo humano. Es el caso del Hospital Mental deValencia, cuya creacin en 1409 por el padre Jofr dar lugar al mito fun-dacional de la psiquiatra, o del abierto en 1566 en Ciudad de Mjico porBernardino lvarez.

    La aparicin de los primeros psiquitricos puede considerarse unindicio del afianzamiento de la orientacin moral. Porque, si como yahemos dicho a lo largo de unos doscientos aos las prcticas psicotera-puticas continuaron dependiendo de las ideologas del pasado, las con-sideraciones morales innovadoras y los nuevos posicionamientos reli-giosos estuvieron en ebullicin. Erasmo, por ejemplo, no slo valor lalocura como un noble motivo de reflexin, sino que afirm que staconstituye el ncleo mismo de la cordura. Paralelamente, una nuevaordenacin social fue propugnada por Luis Vives y Cervantes Salazar. Sinlas aportaciones de ambos al entonces naciente derecho natural, hoyresultara imposible comprender las orientaciones axiolgico-doxsticasms actuales relativas al respeto por las minoras.

    Adems, el afianzamiento de la orientacin moralizante se fue abrien-do camino en la vida secular gracias a tres contribuciones que, a su vez,resultaron decisivas en la reactivacin simultnea de las orientaciones ti-ca, individualista e introspectiva: El Principe de Nicols Maquiavelo, losEnsayos de Michel de Montaigne, y la tica cartesiana. Sin embargo, lascontribuciones decisivas en este aspecto vendrn dadas por la Reforma yla Contrarreforma.

    La Reforma protestante constituye la contribucin axiolgica de esteperodo que tendr un mayor peso en el posterior desarrollo de los trata-mientos psicolgicos. Porque si hasta la protesta luterana la Iglesia habaluchado, por una parte, contra las instituciones polticas que pretendanreducir su poder y, por otra, contra el individuo, cuya conducta necesita-ba someter para afianzarse, a partir de la Reforma, en los pases en losque esta triunfe, la religin slo tendr que autoafirmarse frente al poderpoltico. Este hecho vendr determinado por la enrgica defensa de las

    44 INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

  • orientaciones individualista y tica propugnada por el protestantismo: Lute-ro estableci como dogma que al hombre le basta su fe para salvarse,mientras que Juan Calvino dot a la simplicidad de esta creencia de unaprofunda dimensin moral. Con todo, de entre las diversas implicacionessocioculturales de la Reforma protestante, dos son los aspectos que des-tacan por su influencia a largo plazo sobre lo que la actual cultura occi-dental entiende por tratamientos psicolgicos:

    a) Segn la doctrina de la doble presdestinacin Dios elige a quieneshan de salvarse y a quienes se condenarn con independencia de sufe, su amor, sus mritos o falta de ellos. Al asumir este dogma, Cal-vino defendi que los elegidos para salvarse quedaban obligados acomportarse como dignos instrumentos del poder divino mediantela observancia de una tica rigorista. Adems, consideraba fre-cuente que los elegidos recibieran seales de su condicin. Sinembargo, estas seales, que solan coincidir con signos externos debienestar y riqueza, no siempre estaban claras, por lo que no todoslos elegidos tenan desde sus primeros aos conciencia de serlo. Enestos casos corresponda al Espritu Santo propiciar en ellos lapalingenesia; esto es, la regeneracin moral que, una vez aconteci-da, converta la vida de los regenerados en ejemplo de obediencia ala ley divina, esto es, al Declogo interpretado segn el Evangelio.Por otra parte, en el pensamiento calvinista las normas evanglicasconstituyen la expresin ms adecuada del derecho natural, por loque la existencia regenerada pasa a ser tambin regla de la vidacivil y poltica. Cabe sealar que la relacin establecida por lareforma calvinista entre identificacin de los elegidos por Diospara salvarse y los indicios externos de bienestar social y riquezaconvirtieron esta creencia en fundamento ideolgico de la tica deltrabajo y del ahorro propia de los inicios del capitalismo, as comode la orientacin hacia el xito y la riqueza de nuestra sociedadactual.

    b) Por otra parte, si bien entre los protestantes, incluidos los calvi-nistas, la confesin continu siendo un valor reconocido para losfieles con remordimientos de conciencia, en cuanto prctica intros-pectiva dirigida a la identificacin de las propias faltas, dej de serconsiderada un sacramento. Esta desacralizacin result muy faci-litadora del proceso de transformacin de las relaciones de guaespiritual en relaciones de consejo psicolgico. Porque si las pri-meras giraban en torno al reconocimiento interpersonal de la cul-pa con objeto de obtener la exculpacin frente a una instanciasuperior, en las segundas, la autoobservacin del repertorio com-

    CONTEXTUALIZACIN HISTRICO-CULTURAL DE LOS TRATAMIENTOS 45

  • portamental tendr como objetivo mejorar la adaptacin socialy/o clarificar las clusulas de coherencia del propio relato oral.En suma, el protestantismo, al desacralizar la confesin, establecilas bases para la transformacin del feligrs en cliente, en el senti-do rogeriano del trmino.

    c) Adems, la reforma protestante reconoci al individuo la capacidadde leer e interpretar adecuadamente la palabra de Dios. Esta inde-pendencia hermenutica que la Reforma asigna al individuo va atener como consecuencia la consolidacin del modelo atributivointerno del cambio psicolgico, pues con la nica condicin deque su conducta se atenga a la ley divina, afirma a cada ser huma-no como responsable ltimo de su vida y, por tanto, de su destino.

    Por su parte, la Contrarreforma o Reforma Catlica consisti en unmovimiento nacido dentro de la iglesia romana y propugnado por nuevasrdenes religiosas, como los teatinos, los capuchinos, las teresianas olos jesuitas. El pensamiento contrarreformista se propona la renova-cin interna de la iglesia, pero adems se opona a la Reforma Protestantey no slo por discrepancia en los dogmas, sino tambin en cuestionestales como la libertad hermenutica frente a los textos sagrados, la valo-racin de la confesin y, en definitiva, todas aquellas expresiones de la fey la vida religiosa que en el pensamiento reformista contribuan a enfati-zar el individualismo. Es ms, en los pases en los que triunf la Contra-rreforma, entre los que destaca Espaa, sus gobernantes tendieron aestablecer slidos vnculos entre Iglesia y Estado, de forma que la Iglesia,con frecuencia a travs de la Inquisicin, se convirti en un arma polticade control social y de sometimiento del individuo a los criterios del grupo.As, con el paso del tiempo, el arraigo del individualismo en las socieda-des catlicas result ser significativamente menor que en las sociedadesprotestantes, mientras que la familia se converta en un referente de pri-mera magnitud.

    En suma, si bien el Renacimiento y la Reforma nos dejaron comoherencia axiolgica el inters por el conocimiento cientfico y el indivi-dualismo, en los pases en los que triunf la Contrarreforma, as como enaquellas partes del mundo que fueron colonizadas por estos pases,ambos valores se vieron, bien fuertemente contrarrestados por los reli-giosos, bien filtrados por maneras tan peculiares de entenderlos y vincu-larlos con el poder establecido como la desarrollada por los jesuitas. Ycomo Fuentes (2002a) ha hecho notar, estas circunstancias resultan delmximo inters a la hora de comprender las diferencias entre la psicolo-ga y la intervencin psicolgica angloamericanas, y la psicologa y laintervencin psicolgica en Espaa e Hispanoamrica.

    46 INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

  • Cuadro 1. Las confesiones de Agustn de Hipona y el papel del calvinismo enla consolidacin de los modelos introspectivos de cambio psicol-gico

    Confesiones constituye un ejemplo de narracin introspectiva de talenvergadura que se convirti en prototipo de narracin autobiogrficaintrospectiva. La enorme proyeccin psicolgica que tuvo esta obra sedebi a dos factores. Uno, y esta faceta suele ser habitualmente comentadapor los estudiosos de la historia de la psicoterapia, porque la obra agusti-niana inspir las pautas de autobservacin que, ms adelante, ya en elRenacimiento, recoger Ignacio de Loyola, quien en sus Ejercicios desarro-ll el primer manual moderno de autocontrol. Y, otro, aunque esta facetasuele pasar desapercibida, porque en su aspecto formal Confesiones consti-tuye una narracin cuyo argumento se organiza en torno a varios incidentescrticos, que se corresponden con las manifestaciones del cambio de desti-no en el sentido aristotlico del trmino. Dado que, a su vez, cada uno deestos incidentes est ligado a las distintas etapas de resolucin de un con-flicto interior de naturaleza existencial, Confesiones constituye la emergen-cia de un modelo implcito del proceso de cambio psicolgico basado enuna articulacin argumental compleja del dispositivo narrativo llamadocambio de destino. Porque, Agustn de Hipona, por una parte, revis los dis-tintos perodos de su vida con un criterio teleolgico esto es, reinterpre-tando el pasado en funcin de acontecimientos posteriores al que exami-naba y, por otra, organiz la secuencia de esos perodos de acuerdo conun criterio moral de bsqueda de la perfeccin. No obstante, segn el pen-samiento agustiniano, para el hombre el bien ltimo era la felicidad, enten-dida esta como unin del alma con Dios; unin propiciada, en ltima ins-tancia, por la inmerecida gracia divina.

    Sin embargo, la consolidacin del modelo narrativo autobiogrficointrospectivo va a producirse, sobre todo en las comunidades puritanas, gra-cias a la alta valoracin que la doctrina de Pablo de Tarso recibe en el pro-testantismo. A su vez, este hecho, favorecer la continuidad de la tradicinautobiogrfica inaugurada por Confesiones. Y al igual que estas, las auto-biografas morales puritanas organizarn su argumento en torno a dispo-siciones argumentales de carcter teleolgico que, mediante la identifica-cin introspectiva del acontecimiento o serie de acontecimientos que elautor considera desencadenantes de su regeneracin moral, darn ampliadifusin cultural al modelo de proceso del cambio psicolgico, esencial-mente trgico, implcito en estas narraciones.

    CONTEXTUALIZACIN HISTRICO-CULTURAL DE LOS TRATAMIENTOS 47

  • Cuadro 2. Narracin y modelos de cambio psicolgico

    Todo argumento narrativo conlleva la exposicin de un conjunto dehechos encadenados entre s, de forma que, al considerar el tipo de conectorque los vincula, encontramos dos categoras: los argumentos consecutivos ocausales y los argumentos teleolgicos (Davis, 2002) Los primeros se carac-terizan por una estricta secuencia cronolgica del tipo y luego y luego.Este tipo de argumentos son habituales, tanto en los relatos picos, como enel teatro y la prosa europeos desde 1300 a 1600, o en los relatos elaboradospor nios. Los segundos, en cambio, aunque pueden presentar secuenciashiladas por una vinculacin consecutiva, se caracterizan por la presencia degiros argumentales al servicio del desenlace final. As, en los argumentosteleolgicos la presentacin de la informacin se produce teniendo en cuen-ta el desenlace, de manera que algunos episodios anteriores cambian desentido cuando ste se desvela. Semejante tipo de construccin argumentales caracterstico de la novela como gnero literario, y se hace particular-mente evidente en los relatos de corte policaco.

    El modelo trgico de cambio psicolgico. De acuerdo con la tradicin rea-lista griega, Aristteles conceba la creacin artstica como una imitacin dela realidad sensible y, al igual que sus conciudadanos, valoraba la tragediacomo la manifestacin artstica por excelencia. Aristteles tipific la trage-dia como un gnero artstico caracterizado por seis elementos: la fbula, loscaracteres o personajes, el lenguaje, las ideas, el espectculo y la msica. Alanalizar la fbula o historia que se cuenta lo hizo refirindose a ella con lapalabra mythos, que puede traducirse a la vez como mito ficcin alegri-ca de carcter religioso y como narracin tradicional, o bien empleandola palabra praxis, esto es, accin. Es en este contexto, realista y narrativo,que Aristteles definir el cambio de destino como aquel acontecimientoargumental que inevitablemente propicia el desenlace de una tragedia. As,el cambio de destino constituye un dispositivo narrativo que emerge enoccidente con el Edipo homrico, y se concreta en el momento en que Edi-po decide abandonar Corinto y dirigirse a Tebas con objeto de impedir elcumplimiento del orculo, pues esta decisin lo llevar a encontrarseocasionalmente con Layo, su verdadero padre, con quien mantendr unadisputa durante la que le dar muerte, lo cual

    Puesto que, al igual que cualquier otro tipo de narracin, un relato tr-gico conlleva un modelo implcito del cambio, llamaremos modelos trgicosdel proceso de cambio a todos aquellos que siten su locus explicativo delproceso de cambio en la relacin causal entre un acontecimiento o tipo deacontecimiento y una modificacin inevitable de un curso biogrfico.

    Como seala Davis (2002, pg. 277), la venida de Cristo constituydurante mil quinientos aos el modelo ms potente de argumento teleol-

    48 INTRODUCCIN A LOS TRATAMIENTOS PSICODINMICOS

  • gico de que dispona la cultura occidental, aunque dicho modelo no seseculariz