intercambio y producciÓn de cerÁmica durante el período guangala temprano en la cordillera...

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EL ÁREA SEPTENTRIONAL ANDINA Arqueología y etnohistoria Sara Rodicio García, Angel Riesco Terrero, J. F Bouchard, Diógenes Patiño, Jean Pierre Tihay , Pierre Usselmann, Mercedes Guinea, José Ramón Iglesias, Andrés Gutiérrez,Nicolas Guillaume-Gentil, Karen Stothert, Amelia Sánchez, César Veintimilla, María del Carmen Molestina, Paulina Terán, John Scott, Jorge Marcos y Bogomil Obelic. Compiladores Mercedes Guinea, Jorge Marcos y J.F. Bouchard Coedición Colección Biblioteca Abya - Yala 59

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EL ÁREA SEPTENTRIONAL ANDINAArqueología y etnohistoria

Sara Rodicio García, Angel Riesco Terrero, J. F Bouchard, Diógenes Patiño,Jean Pierre Tihay , Pierre Usselmann, Mercedes Guinea, José Ramón Iglesias,Andrés Gutiérrez,Nicolas Guillaume-Gentil, Karen Stothert, Amelia Sánchez,César Veintimilla, María del Carmen Molestina, Paulina Terán, John Scott,

Jorge Marcos y Bogomil Obelic.

CompiladoresMercedes Guinea, Jorge Marcos y J.F. Bouchard

Coedición

Colección Biblioteca Abya - Yala

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EL ÁREA SEPTENTRIONAL ANDINAArqueología y etnohistoriaSara Rodicio García, Angel Riesco Terrero, J. F Bouchard, Diógenes Patiño, Jean Pierre PierreUsselmann, Mecedes Guines, José Ramón Iglesias, Andrés Gutiérrez,Nicolas Guillaume-Gentil,Karen Stothert, María del Carmen Molestina, Paulina Terán, John Scott y Jorge Marcos.

Colección: Biblioteca Abya-Yala No. 59

1a Edición Co-edición1998 Ediciones Abya-Yala

Av. 12 de Octubre 14-30 y WilsonCasilla 17-12-719Télf: 562-633/506-217/506-251Fax: (593 2) 506255e-mail: [email protected]

Quito, Ecuador

IFEAContralmirante Montero 141LIMA 18Casilla 18-1217Télef:: 447-60-70Fax: 511-445-76-50E-Mail:[email protected]

Autoedición: Abya-Yala EditingQuito, Ecuador

ISBN: 9978-04-412-4

Impresión Digital: Docutech

Impreso en Quito-Ecuador, 1998

INDICE

PRESENTACIÓN...................................................................... 7

Sara Rodicio García y Angel Riesco TerreroMinas de Oro “Santa Bárbara” en los Cañaris..................... 9

J.F BouchardTumaco-La Tolita: un litoral de intercambio en el período prehispánico.............................................................. 29

Diógenes PatiñoSociedades complejas en Tumaco:Asentamiento, subsistencia eintercambio.............................................................................. 43

Jean Pierre Tihay y Usselmann PierreAmbientes húmedos de la costa pacífica ecuatorial(Colombia y Ecuador) y uso antrópico: geodinámicay aportes de los sensores remotos........................................ 67

Mercedes GuineaLa Metalurgia del cobre en la costa nortedel Ecuador durante el período de integración.................. 83

José Ramón Iglesias y Andrés GutiérrezEvidencias Líticas de los procesos de apropiación y procesamiento en la actividad de subsistenciade la cultura Atacames, Esmeraldas, Ecuador..................... 111

Nicolas Guillaume-GentilPatrones de asentamiento en el piemonte andino,en la Alta Cuenca del Río Guayas:Proyecto La Cadena-Quevedo-La Maná, Ecuador............................... 157

Karen E. Stothert, Amelia Sánchez y César VeintimillaIntercambio y Producción de Cerámica durante el período Guangala Temprano en la Cordillera Colonche-Chongón, Ecuador..................... 207

María del Carmen MolestinaTrasferencias ideológicas en la sierra norte (Ecuador)........ 235

Dra. Paulina Terán G.El mercado prehispánico y la sobreposiciónideológica del siglo XVI, en el Valle de Quito........................ 257

John F. ScottEl estilo Chorrera y su influencia en los Andes septentrionales............................................................ 277

Jorge. G. MarcosA Reassessment of the Chronology of the Ecuadorian Formative............................................................ 395

Jorge Marcos y Bogomil Obelic14C and TL chronology for the Ecuadorian formative....... 347

INTERCAMBIO Y PRODUCCIÓN DE CERÁMICA

Durante el Período Guangala Temprano en laCordillera Colonche-Chongón, Ecuador

*Karen E. StothertYale University, Dept. of Anthropology

USA

Amelia Sánchez Mosquera*César Veintimilla

Escuela Superior Politecnica del LitoralGuayaquil

Resumen

Se presenta la evidencia de especialización artesanal encontrada ensitios del período Guangala Temprano en la Cordillera Colonche-Chon-gón, y se utilizan evidencias paleobotánicas y paleozoológicas para lanzarla hipótesis que durante los últimos siglos antes de nuestra era existía unpatrón de intercambio entre asentamientos ubicados tierra adentro y otrosen la franja costera en el suroeste del Ecuador.

La Cordillera Colonche-Chongón

Excavaciones en la Comuna Las Balsas, en la Cordillera Colonche-Chongón, resultaron en la descripción de sitios arqueológicos en los cerrosque separan la costa de la cuenca del Rio Guayas (Figura 1). Nuevos datosnos ofrecen una perspectiva más amplia sobre la interacción entre comu-nidades de Guangala Temprano en la costa.

Figura 1 Mapa del suroeste del Ecuador

La mayor parte de los antiguos asentamientos previamente estudia-dos se encuentran en la árida franja costera de la Provincia del Guayas. Encambio, los asentamientos de Las Balsas se ubican a una distancia lineal deunos 40 kilómetros tierra adentro, a una altura de entre110 hasta 250 me-tros sobre el nivel de mar, en los estribones de los cerros que alcanzan unos600 metros (Figura 2).

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COSTA DE LA PROVINCIA DELGUAYAS

Zona árida

Zona semi-árida

Sabana

Zona sub-húmeda

Palmar

Engunga

Chanduy

Isla Puná

La Libertad

Salinas

San Pablo

Las Balsas

Guayaquil

Fifura 2Mapa de la costa de la provincia del Guayas

La región de Las Balsas contrasta con la del litoral porque los cerrosreciben más precipitación, y en el verano se caracteriza por frecuentes ga-ruas (brumas). En los cerros se encuentra un bosque tropical de tipo seco,con una fauna robusta y fuentes permanentes de agua.

En nuestro siglo, la economía de los moradores de la Cordillera seha basado en la explotación de árboles maderables (para ferrocarriles,construcción urbana, y producción de carbón vegetal). Hoy en día, debidoa la deforestación, esta actividad está por extinguirse. La gente sigue explo-tando unos pocos productos del bosque, como son fibra (lana) de ceibo,animales silvestres, miel, cera, y tagua, pero las artesanías tradicionales es-tán por desaparecer: los jóvenes no saben fabricar sombreros de paja to-quilla, alforjas de hilo en telar, ollas de barro (cerámica), y artefactos demetal (bronce). La ebanistería está en crisis. La gente de la cordillera se so-tiene por medio de la agricultura. Familias cultivan comida para su consu-mo, y también producen para la venta higuerilla, paja toquilla, fruta, y

Área Septentrional Andina / 209

OC

EAN

OPA

CIF

ICO

COSTA DEL GUAYAS

• MANGLARRALTO

• La Ponga

• Valdivia

• Palmar

• San Pablo

• Santa Elena

• El azucarRio

Cerros de la CorilleraColonche-Chongon(de mas de 200 metros s.n.m.

• Sube y Baja

( A pedro Carbo)

• Julio Moreno

•Colonche

•Manantialde Guangala

•San Vicente

•Villao

•Los Ceibitos

• Zapotal

maíz (cuando hay excedentes de este producto). La venta de productos es-tá frustrada por la falta de transporte. La mayor parte de la población mas-culina necesita trabajar fuera de la comunidad, y las familias mandan a sushijos a los pueblos de la costa para seguir sus estudios después de que ter-minan el quinto grado de la primaria.

Hoy en día la gente de la Cordillera Colonche-Chongón parecemarginada y aislada en lo que fue su medio forestal ahora privado de ár-boles. Es probable que los pobladores antiguos también fueran agriculto-res, pero contaban con algunos recursos más abundantes y un mejor siste-ma económico.

Ocupación Temprana de Las Balsas

Los tres asentamientos investigados (M5-B-1-01, -02 y -03) tienencerámica del período Guangala Temprano, la cual es parecida a la de la Pe-nínsula de Santa Elena (Paulsen 1971; Masucci 1992; Bischof 1982; Zellery Bischof 1960), y también demuestra semejanzas con cerámica de laCuenca del Guayas (fases Daule, Tejar, y Silencio; Meggers 1966; Stemper1989). Ya que los sitios de Las Balsas y el OGSE-MA-172 (ubicado en elpueblo moderno de Valdivia) tienen materiales muy parecidos, se puedefechar la ocupación Guangala Temprano en Las Balsas aprovechando delas dos dataciones radiocarbónicas del Sitio 172: estas son, 2030+60 y2370+60 antes del presente (Stothert 1993: 7).

Los sitios de Las Balsas se destacan por evidencia de la producciónde cerámica y por el consumo de pescado marino. Esta evidencia nos con-duce a sugerir que durante el período Guangala Temprano se desarrollóuna estrategia de interdependencia económica, abarcando el intercambiode productos entre las distintas zonas de la costa del Guayas.

La Producción de Cerámica

Mucha cerámica decorada, figurillas: fragmentos de pitos y ocari-nas, y un número elevado de vasijas grandes (compoteras o asientos) se

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presentaron en las excavaciones en Las Balsas. La calidad de los artefactostambién llamaba la atención, dando evidencia de la destreza de los artesa-nos y del grado de elaboración de la vida ceremonial en la fase GuangalaTemprano. Junto con los desperdicios de habitación doméstica en Las Bal-sas, encontramos estas evidencias de la producción de cerámica:

(1) Primero, se presentaron en los basurales en varios sitios tiestosde vasijas (previamente sujetadas a la cocción), sobre los cuales se obser-van unas tiras de un material arcilloso y poroso no quemado (Figura 3).Estas aplicaciones servían para elaborar una decoración “negativa.” Las va-sijas preparadas con las tiras de material resistente esperaban la segundacocción que, en estos casos, nunca se realizó.

Figura 3Fragmento de un cuenco de cerámica encontrada en la superficie del sitio

M5B1-04.

(2) Segundo, se recuperó del Sitio 01, en el medio de una área de ac-tividad antigua, una bola de arcilla cruda. El análisis petrográfico de Ma-ría Masucci comprobó que la arcilla encontrada era idéntica con respeto amineralogía y textura a la arcilla del río local. Sin embargo, la bola de ma-terial contenía un ingrediente agregado, un desengrasante de piedra pó-

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mez molida. Masucci (1994) arguye que la piedra pómez no ocurre natu-ralmente en la zona de la costa, y dado el hecho de que varias cuencas fi-nas de la cultura Guangala tenían este desengrasante, podemos concluirque la bola había sido preparada para luego hacer una vasija. Esta eviden-cia apoya a la idea de que en el sitio la gente fabricó cerámica Guangala.

(3) Los basurales de los sitios estudiados en Las Balsas presentaronpiedras quemadas y concentraciones de ceniza con terrones quemados queindican algún proceso pirotécnico. La presencia en el basural de varios pe-dazos de escoria, los resultados de la sobre-cocción de barro o bajareque atemperaturas elevadas, apoya la hipótesis de la producción de cerámica enel sitio. Entre los desperdicios en el Sitio 01, a pocos metros de la bola dearcilla ya mencionada, se reconoció un tiesto de vasija Guangala dañadopor el calor excesivo del fuego, evidencia de la quema de cerámica en elmismo lugar.

(4) Otra prueba de la producción de cerámica en los sitios de LasBalsas es la cantidad grande de pigmentos minerales (ocre) recuperados enla basura. Es llamativo que los pigmentos incluyen tonos de rojo, blanco yamarillo, colores que se observan en las vasijas y figurillas Guangala en-contradas en los mismos sitios.

Se puede plantear como hipótesis que la alfarería fue la especializa-ción económica de familias que habitaron los sitios de Las Balsas, y que es-ta producción hizo posible la participación del grupo local en el intercam-bio regional en la fase Guangala Temprano. Nos imaginamos que la arte-sanía se organizó al nivel de familias, y que el trabajo involucó a todos losmiembros de las familias grandes (extendidas). La etnografía nos enseñaque la producción de cerámica al nivel de familia abarca una serie de acti-vidades llevada a cabo por el grupo doméstico: estas incluyen la recolec-ción de barro, su transporte y preparación; la preparación de desengrasan-tes y engobes; el proceso de formar y decorar los artefactos; la recolecciónde combustible; la cocción y la repetición del proceso para hacer la deco-ración negativa; y, al final, la distribución del producto. Al principio del si-glo veinte las familias olleras de Río Verde realizaron todas estas activida-des, y al final vendían sus productos, caminando por los recintos de la Pa-rroquia Chanduy.

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Tenemos el propósito de comprobar la hipótesis de producción decerámica en estos sitios por medio de más excavaciones en Las Balsas. Lla-ma la atención que hasta la fecha no se ha identificado ningún otro tallerde alfarería del período Guangala, y no se sabe si la exquisita cerámicaGuangala fue manufacturada en varios lugares, o en un solo centro de pro-ducción. La falta de evidencia de producción en sitios en la Península deSanta Elena nos hace pensar que en los pueblos la gente utilizaba vasijas fi-nas producidas en talleres ajenos a la comunidad. La semejanza impresio-nante entre las vasijas finas Guangala en toda la región nos hace pensarque habían unas pocas fábricas y un sistema de distribución regional (Ma-succi 1994; véase también Masucci y MacFarlane 1994) . Es posible que enLas Balsas hemos descubierto un local donde producían cerámica especialno sólo para su consumo, sino para el intercambio con otras poblaciones.

Las condiciones ambientales de Las Balsas son aptas para la produc-ción de cerámica, mientras que la mayor parte de los sitios Guangala ya es-tudiados se ubican en la zona árida o semi-árida. Es posible que el com-bustible era un recurso limitado que impidió la producción de cerámica enla Península de Santa Elena, y que resultó más factible y económico hacercerámica en los cerros donde el combustible abundaba en el bosque, ydonde había arcilla (barro), agua y mano de obra.

Otros datos también apoyan al argumento: durante la ocupaciónposterior de la misma zona, en el Período Manteño, construyeron hornosespeciales de hasta seis metros de diámetro, los cuales fueron fabricados debarro y carrizo y utilizados para la cocción de vasijas grandes (Stothert1994). Opinamos que la especialización artesanal reconocida en los tiem-pos tardíos es evidencia de continuidad, y que tenía raíces en el períodoGuangala Temprano.

Si los moradores de Las Balsas se dedicaron a la producción de ce-rámica para intercambiarla, no es un caso aislado. Algunos cuerpos de evi-dencia nos hacen pensar que había un patrón de especialización en el pe-ríodo Guangala Temprano. Por ejemplo, en algunos asentamientos Guan-gala se reconocieron talleres de adornos de concha (Masucci 1995) y demanos de moler de piedra (Stothert y Freire 1997; Stothert 1994). Además,algunos pueblos que se dedicaron a la pesca tenían el potencial de expor-tar una porción de su producción (Stothert 1993).

Área Septentrional Andina / 213

La Arqueofauna

El análisis de los restos de animales en contextos arqueológicosGuangala nos enseña la variación de sitio en sitio. Por ejemplo, en Las Bal-sas la gente explotó los animales del bosque, pero dos terceras partes de los6198 elementos óseos de los tres sitios de Las Balsas son restos de pecesmarinos, evidencia prima facie del transporte de productos marinos vallearriba en la época Guangala Temprano (Tabla 1; Sánchez Mosquera 1995).

Tabla 1 Análisis de los restos óseos de animales identificados en los tres sitios de

Las Balsas.

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Tabla 1 (Continuación)

Además, se observó poca diferencia entre los tres asentamientos, in-dicando el consumo de pescado en todos: el porcentaje de fragmentos depescado marino varía entre el 69 y el 90 porciento en las muestras estudia-das. En comparación, en un sitio contemporáneo especializado en la pes-ca y ubicado en la playa (Sitio 172), entre un 91 y un 97 porciento de losrestos faúnicos son de peces marinos (Stothert 1993). Durante la ocupa-ción Guangala Medio de un asentamiento en El Azúcar, a unos 20 kilóme-tros tierra adentro en la Península de Santa Elena, el porcentaje de frag-mentos de peces marinos era solo 67 (Reitz 1990; Masucci 1995). En ElAzúcar y también en Las Balsas las especies dominantes en el conjunto derestos son tiburones y rayas, justo especies que no aparecen con frecuenciaen el Sitio 172 en la playa.

Las muestras de Las Balsas están conformadas por números eleva-dos de huesos de peces grandes, como bonito, atún y macarelas (familiaScombridae), que son de mar adentro, así como sardinas y anchoas, cap-turados en redes fuera de la playa. Las especies presentes en Las Balsas fue-ron capturadas en una variedad de medios ambientes marinos, usando no

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sólo anzuelos, arpones, y trampas, sino redes también. En los sitios 01 y 02había una cantidad mayor de pescado con hueso (Osteictios), mientrasque en el sitio 03 había una cantidad mayor de especies cartilaginosas (ti-burones). Se notaban en las excavaciones en el Sitio 03 conjuntos de vér-tebras de tiburones. En todos los sitios las vértebras frecuentemente se en-cuentran articuladas, en grupos de tres a 11 huesos, señalando el consumode porciones de pescado cortado en pedazos grandes (Sánchez 1995).

Moluscos marinos también se incorporaron en los basurales comorestos de comidas antiguas, y algunas especies fueron utilizadas como ar-tefactos y adornos. En El Azúcar un taller de concha fue identificado (Ma-succi 1995), pero en Las Balsas los desperdicios de manufactura no se des-tacaron. Los moluscos deben haber sido traídos de la costa. Henning Bis-chof (comunicación personal a Stothert, 1996) observó que conchalesGuangala acumularon posteriormente cerca de la desembocadura del ríoen la zona de Colonche. Esto es evidencia de la intensificación de la explo-tación de moluscos en el período Guangala, quizás motivado por el desa-rrollo de un patrón de intercambio.

El análisis de los restos de mamíferos demuestra que más huesos devenado se descartaron en el Sito 03 (ubicado en un rió tributario), que enlos Sitios 01 y 02 (ubicados juntos en el rió principal). En los últimos si-tios mencionados se observó una variedad más amplia de especies de ani-males, incluyendo esqueletos completos de un lobo (Dusicyon sp. ) y cuy(Cavia porcellus ). Es posible que los desperdicios en estos dos sitios sonevidencia de actividades ceremoniales o del consumo doméstico de fami-lias de rango elevado.

Es llamativo que en un corte del Sitio 01 se recuperó una cantidadsorprendente de huesos de Bufo marinus (Tabla 2). Este sapo, que vive enel bosque húmedo, sirve como comida, es una fuente de un veneno utili-zado para la caza, y también proporciona una sustancia psicoactiva. Tieneun papel importante como símbolo entre grupos autóctonos de América.En sitios arqueológicos en Centro América y Mesoamerica, los huesos deBufo se encuentran en concentraciones, como en unas zonas de procesa-miento de estos animales. La explotación de Bufo, y otros sapos más, estáasociado con belicosidad en el bosque tropical (Redmond 1994: 84-87).

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Tabla 2Reconstrución de la biomasa (peso en Kilogramos de la porción comestible del

animal) expresadad por clase de fauna y por sitio. El Cálculo se basa en elnúmero mínimo de individuos indentificado para cada especie

Otros restos faúnicos también sugieren usos rituales. No se identifi-caron huesos de perro, pero el esqueleto de un individuo de Dusicyon lla-ma la atención porque este animal figuraba en las ceremonias mortuoriasde la cultura Las Vegas en el período precerámico (Wing 1988), y más tar-de aparece en contextos mortuorios y también en escenas míticas en el ar-te del norte del Perú. Dos flautas de Las Balsas (Sitio 02) fueron elabora-das en húmeros izquierdos de Dusicyon. El esqueleto de este animal apare-ció en la parte del sitio donde se recuperaron el número mayor de artefac-tos y adornos especiales, y los restos de cuyes (Cavia porcellus), otro ani-mal utilizado en actividades ceremoniales y shamánicas.

El análisis zooarqueológico de materiales de Las Balsas nos lleva aconcluir que la gente antigua explotaba las especies del bosque y tambiéntenían acceso a cantidades de pescado transportado valle arriba en la épo-ca Guangala Temprano. Se supone que su punto de origen era los pueblosde pescadores localizados en el litoral, cerca de Colonche, o más al norteen Valdivia. Excavaciones comprueban que pueblos existían en las dos zo-nas mencionas en el período Guangala Temprano (véase Bischof 1982 y ladescripción del Sitio 172 que sigue). Es probable que la gente de estos pa-

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raderos pescó el tiburón y la raya, y lo preservó (salado o ahumado), paraluego intercambiarlo con la gente de los cerros. Por otro lado, el pescadofresco podría llevarse en un día a Las Balsas, pero esta interpretación impli-caría el consumo rápido, o el transporte valle arriba de cantidades de sal.

Los Restos Arqueobotánicos

Semillas carbonizadas y fragmentos de carbón de leña fueron recu-perados por medio de la flotación de la tierra arqueológica (Tablas 3-5;Veintimilla 1995). Estas evidencias arqueobotánicos demuestran un pa-trón de variabilidad entre sitios. Estos datos apoyan a nuestra idea de es-pecialización e intercambio, aunque nos faltan suficientes datos para rea-lizar comparaciones confiables entre sitios al nivel regional. Además la in-terpretación de restos botánicos es siempre insegura por el número peque-ño de muestras. En los tres sitios de Las Balsas, algunas muestras son decontexto domésticos, y otras, especialmente las que provienen del Sitio 02,son los resultados de actividades ceremoniales.

Entre las semillas preservadas se identificó Trianthema portulacas-trum (llamada también Susuvium portulacastrum) que en la costa se cono-ce como verdolaga marina. Es una anual suculenta que se desarrolla en lasdunas de la playa, y en riscos o acantilados marinos (Svenson 1946; Gentry1993). Restos de esta planta fueron comunes en varios contextos arqueo-lógicos en los tres sitios de Las Balsas, y también en Sitio 172 en Valdivia.Hoy en día la planta tiene usos medicinales, aunque Deborah Pearsall opi-na que la planta tierna podría ser comestible. Falta información etnobotá-nica, entonces no hay hipótesis que explique el transporte frecuente de laplanta (o su semilla) valle arriba. No se sabe si fue llevado a propósito, co-mo medicina, un condimento, o para comer; por otro lado, podría haberservido como embalaje o preservativo para otros frutos del mar.

La mayor parte de los restos botánicos son evidencia del uso de re-cursos locales del bosque. Semillas en los tres sitios indican la presencia enel medio ambiente de árboles pequeños, los mismos utilizados por campe-sinos en nuestros días (Lindao y Stothert 1994 y 1995). Entre estos árbolesfiguran el algarrobo (Prosopis sp.) que proporciona comida, medicina, le-

218 / Varios Autores

ña y materiales de construcción; licuanco (Coccoloba sp.), preferido parahacer agujas utilizadas para tejer las redes de pesca; mullullu (Cordia lu-tea), que sirve para leña y construcción de cercas; chiquigua (Byttneria glo-broscens), que proporciona un elemento del telar tradicional y que tieneusos medicinales; y piñón (Jatropha sp.), utilizado como cerca viva y pur-gativo (Guerrero y López 1993).

Por la primera vez en el Ecuador las semillas de Passiflora sp. fueronidentificadas en contextos arqueológicos: este genero abarca especies comomaracuyá (P. edulis) y granadilla (P. ligularis). Las semillas de tuna (Opun-tia sp. ), planta característica de la zona árida, aparecen en los basurales delos tres sitios de Las Balsas, así como en el Sitio 172.

Los abundantes restos de plantas silvestres contrastan con los deplantas domesticadas. Aunque los guangaleños antiguos fueron agriculto-res, en Las Balsas sólo se identificaron unas pocas evidencias de tal activi-dad. Fréjoles (Phaseolus sp., quizás vulgaris) fueron recuperados en varioscontextos en el Sitio 03. En comparación, estos aparecieron en un solo con-texto en el Sitio 172. La semilla de zapallo que se recuperó del basural delSitio 01 indica su uso no muy frecuente como comida remedio vernáculo(Estrella 1990). Zapallo no apareció en el sitio contemporáneo en Valdivia.

Es sorprendente que solo 6.1% de las semillas identificadas en lostres sitios de Las Balsas fueron de plantas cultivadas (Tabla 4), mientrasque 82.2% fueron las de plantas silvestres (y otras fueron no analizables).Es curioso que no habían restos de maíz, aunque había sido cultivado enépocas anteriores y era común en otros sitios Guangala, como el 172. ¿Cuáles la explicación del número reducido de plantas comestibles con respec-to a plantas no comestibles, y el número reducido de plantas cultivadascon respecto a las silvestres? Una causa probable es que la gente de Las Bal-sas se especializó en la explotación de productos del bosque y también sepreocupó de traer leña al asentamiento donde se realizó la cocción de ce-rámica. También debemos preguntar si es por casualidad que muchas delas plantas tienen usos medicinales. ¿Es que la gente preparaba medicinaspara su consumo, o, por otra parte, era entre ellos la preparación de sus-tancias medicinales una especialidad económica? Por ahora no hay datossuficientes para distinguir entre la explotación de recursos silvestres parael consumo doméstico, y la producción de bienes para intercambio.

Área Septentrional Andina / 219

Es probable que la gente de Las Balsas cultivaba maíz, como hacenhoy en día en la zona, pero que la manera de su preparación no resultó enrestos carbonizados en la zona de habitación. Es posible que toda la cose-cha fue intercambiada o convertida en chicha para brindar a los invitadosdurante las ceremonias sociales que acompañaban el intercambio de bie-nes. La evidencia es clara: otras comunidades en la época Guangala Tem-prana sí consumían maíz. No sabemos quien lo cultivó y quien lo impor-tó, pero sí existía bastante variación entre los sitios en la presencia y ausen-cia de ciertos productos.

Un escenario alternativo es que la gente de Las Balsas cultivaba yu-ca, achira, zapallo, fréjoles, maní, y frutas en huertos pequeños cerca de lascasas, pero no se preocupaba de hacer chacras grandes (desmontes) en loscerros como hacen los agricultores modernos. Es posible que la mano deobra fue utilizada principalmente en la explotación del bosque y en arte-sanías caseras: de esta manera fueron productores y así participaron en elintercambio regional.

El análisis de carbón vegetal de los tres sitios indica que los siguien-tes árboles estuvieron presentes en el ambiente y que servían para combus-tible (véase Tabla 5): fernansánchez (Triplaris sp., hoy utilizado para cons-truir casas); algarrobo (Prosopis sp. ); guayacán (Cassia sp. ); guayacán(Tabebuia cf. chrysantha, un excelente combustible); otros leguminosos;árbol de mate o pilche (Crescentia cf. Cujute, especie industrial importan-te); seca (Geoffroea cf. spinosa, que tiene múltiples usos y produce unas pe-pas comestibles); ébano (Zizyphus sp.); y otros no identificados. Los tres si-tios demuestran diferentes distribuciones de especies: la variedad másgrande de taxas aparece en el Sitio 03, donde hay tres únicas (Tabla 5). Yaque campesinos modernos escogen distintos tipos de madera para distin-tas tareas pirotécnicas, es posible que así fue en el pasado. Para poder infe-rir las preferencias antiguas, nos falta describir las actividades realizadas encada uno de los sitios. Los datos indican que fernansánchez era el combus-tible más generalizado en los tres sitios estudiados (Veintimilla 1995:21).

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La Pesca en el Sitio 172

La hipótesis de que había especialización económica entre los sitiosGuangala Temprano se fortalece con la comparación entre los sitios de LasBalsas y el OGSE-MA-172, un sitio ubicado detrás de la playa, un poco alsur del estuario del Río Valdivia en el pueblo moderno del mismo nombre.En el período Guangala Temprano los pobladores de este paradero utiliza-ban cerámica muy similar a la de Las Balsas. Parece posible que los dospueblos participaban en el mismo sistema sociocultural.

La pesca era la especialización de la gente del Sitio 172 en el perío-do Guangala Temprano. En la muestra de restos faúnicos, 94% de los hue-sos eran de pescado marino (Wing y Scudder 1984). La variedad de espe-cies indica una gama amplia de técnicas de captura de peces marinos, in-cluyendo el uso de redes y trampas, anzuelos, y el uso de veneno en los es-teros. En el sitio se encontraron anzuelos y pesos de red, artefactos que noaparecieron en Las Balsas. Los restos de moluscos son evidencia de la re-colección de recursos locales en el estuario y el manglar. Los pescadores delsitio 172 capturaron todas las especies que observamos en los sitios ar-queológicos de Las Balsas.

Podemos inferir que la gente del Sitio 172 se preocupó de prepararel excedente de producción para el intercambio. Hoy en día todavía es lacostumbre salar o secar el pescado que no se consume el mismo día de lapesca. El consumo de Carangidae (jurel) y Scombridae (bonito y atún) era,en términos de calorías, muy importante para la gente del sitio (Wing yScudder 1984). Estas especies no eran las transportadas con más frecuen-cia a Las Balsas. La dieta en el Sitio 172 era similar a la de Las Balsas en quetambién abarcaba venado, cuy, conejo, y otros roedores. Sólo se puede es-pecular que los pescadores cambiaron su excedente por carne de venado yconejos traídos por los vecinos del bosque tierra adentro.

Los vestigios de plantas recuperados en el Sitio 172, y estudiados porPearsall (1984; véase Stothert 1993:88), abarcaban varios granos de maíz,pocos fréjoles, y frutas cultivadas y silvestres. Una fruta de palma (posible-mente la del Phytelephas aequatorialis Spruce) es típica del bosque húme-do, y por eso debe haber sido traído del norte o de los cerros húmedos dela Cordillera. La frecuencia de semillas carbonizadas de la verdolaga mari-

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na (Trianthema portulacastrum) no es sorprendente porque la planta es deplaya, pero la concentración de estas semillas en uno de los pozos sugiereque tenía una función especial. Es posible que su uso medicinal, culinario,o como envoltura o preservativo tenía por resultado su transporte, y supresencia en basurales de comunidades de la fase Guangala Temprano enzonas ecológicas distintas.

Interdependencia

El argumento que había un sistema caracterizado por especializa-ción económica e interdependencia entre comunidades Guangala en la fa-se temprana está apoyada por los abundantes restos de pescado marino,moluscos del mar, y una planta de la playa en Las Balsas. La evidencia nosindica un intercambio bien desarrollado entre comunidades vecinas, ade-más de una red de intercambio de larga distancia, también inferida a basede la presencia de piedra pómez, obsidiana, cristal de roca y otras piedrasexóticas y metales en el récord arqueológico. Además, la evidencia de laproducción de cerámica, incluyendo vasijas finas y decoradas, es otra pis-ta que nos conduce a pensar en especializaciones al nivel de comunidad.Es posible que la gente de Las Balsas también recolectaba productos delbosque tropical, no solo para su consumo, sino también para poder parti-cipar en el intercambio con otras comunidades. Hasta tiempos modernospersiste en el bosque tropical de Sudamérica un patrón de intercambio deveneno para dardos, drogas y medicinas, y animales del bosque importan-tes en la celebración de rituales. Nuestro argumento se fortalece por me-dio de la especialización identificado en el Sitio 172.

La identificación de un patrón de especialización e intercambio enlos tiempos tempranos de la fase Guangala recibe un apoyo más de la evi-dencia posterior de talleres especiales en contextos domésticos. Un ejem-plo merece describirse.

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Talleres Guangala

En el pequeño Sitio OGSE-392, en la Península de Santa Elena, seexcavó un basural somero que acumulaba durante la fase media de Guan-gala. Una o dos familias habitaron la loma, a lado de un extensión de tie-rra aluvial en el Río Tambo, y fabricaron manos de moler de piedra. Todoslos desperdicios de la producción se recuperaron en los alrededores de lascasas. No habían entierros en el sitio, dando la impresión que era un asen-tamiento ocupado por poco tiempo, o posiblemente temporalmente paracuidar las chacras. Parece que un pequeño grupo familiar invirtió sus es-fuerzos no sólo en cultivar, sino también en convertir la piedra local del ríoen artefactos en exceso de sus necesidades propias. Es seguro que esta fa-milia mantuvo relaciones sociales con una comunidad más amplia: quizástenía una casa grande en uno de los pueblos nucleados de la península,donde enterraban a sus difuntos y participaban en otras actividades más.

Cerca de nuestra zona de estudio, en el recinto El Coroso, identifi-camos otro sitio caracterizado por desperdicios de la producción de ma-nos de moler (Sitio M5-B1-032). Este sitio no ha sido excavado, pero pa-rece más grande que el taller de Santa Elena: la zona de producción de ma-nos es parte de un sitio habitacional extenso que también tiene cemente-rio. Es posible que varias familias residentes en el sitio se dedicaron a estaartesanía. Llama la atención que aún en nuestro siglo las comunidadescampesinas, como Chanduy, fueron compuestas por individuos y familiascon distintas ocupaciones (u oficios), cada uno necesario para satisfacerlas necesidades del grupo social.

En otro caso, un taller de cuentas de concha fue identificado porMasucci (1995:80) basándose en excavaciones en un asentamiento Guan-gala en El Azúcar. Esta investigadora opina que había un patrón de pro-ducción en contextos domésticos en sitios habitacionales de esta cultura.En su modelo, miembros de la familia participaron en la agricultura perotambién produjeron artefactos de concha no para su consumo, sino paraparticipar en un intercambio social fuera de casa.

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Conclusión

Sólo recién nos embarcamos en el estudio profundo del patrón deespecialización e intercambio en el período Guangala. Sabemos que en ge-neral los guangaleños antiguos eran agricultores, pescadores y grandes ar-tesanos, pero ahora es más claro como organizaron sus actividades artesa-nales y la explotación de recursos en distintos microambientes. Las exca-vaciones en Las Balsas nos ayuda divisar el patrón de relaciones socialesque permitieron el flujo de productos de comunidad a comunidad. Mien-tras que los campesinos de la Cordillera Colonche-Chongón de nuestrosdías se encuentran en los márgenes de un sistema comercial que tiene suscentros importantes en las ciudades, las antiguas comunidades Guangaladel suroeste del Ecuador fueron organizadas en una manera más igualita-ria: la evidencia arqueológica da la impresión que muchas comunidadesproducían y tenían acceso a recursos y productos de otras zonas. Aún enGuangala Temprano habían muchos caseríos substanciosos donde la gen-te gozaba de una cultura material bien elaborada, y una vida socio-cere-monial admirable. Quizás la gente cultivaba las relaciones sociales y man-tenían vínculos de parentesco con grupos vecinos. El patrón de distribu-ción de bienes provenientes de distintas zonas ecológicas y también mate-riales exóticos de otras regiones es evidencia que los moradores de muchossitios tenían la habilidad de conseguir bienes a cambio de sus productos.Se puede imaginar una serie de estratégias sociales que facilitaron el inter-cambio, pero no es seguro que los guangaleños gozaban de paz y bienestartodo el tiempo. El cráneo de un hombre joven enterrado en el Sito 172 de-mostró una depresión en la frente causada por trauma, evidencia de vio-lencia interpersonal (Ubelaker 1993: 104). Es posible que la gente en aquelentonces se dedicaba a la producción, el intercambio, y también a correríascontra algunos vecinos.

La evidencia de los sitios excavados en Las Balsas nos conduce a laconclusión que en el período Guangala Temprano cantidades de pescadoy moluscos fueron llevados desde el litoral hasta las comunidades de loscerros. Es llamativo que había variación entre sitios Guangala: esto reflejano sólo la distribución de recursos naturales, sino también el sistema de

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intercambio que existía. Falta entender la ausencia de maíz en los asenta-mientos de Las Balsas, pero es probable que la explicación tiene que vercon el patrón de especialización e intercambio entre comunidades.

La distribución de la cerámica ceremonial Guangala, junto con laevidencia de la producción de cerámica en el Sitio 01, y la evidencia de ta-lleres en la Península de Santa Elena, todo nos convence que la genteGuangala Temprano participó en un sistema económico que integró a va-rias comunidades, creando así un patrón de interdependencia. Este siste-ma se basó en la especialización de actividades al nivel de familia y comu-nidad (Stothert 1993:92). Parece que las distintas comunidades de Guan-gala Temprano mantuvieron sus relaciones sociales con otras comunida-des: todas tenían una estrategia para mantener abiertas las fronteras socia-les, políticas, y económicas. En este período la cerámica utilitaria demos-tró su carácter estilístico local (véase Masucci 1993), pero en cambio, losrasgos decorativos de la cerámica fina tenían distribuciones regionalesmuy amplias, abarcando la Cuenca del Río Guayas, y las provincias adya-centes de El Oro y Manabí. Esta distribución es evidencia de la intensidadde interacción social en la Costa en las primeras fases de Guangala. Encontraste, en el período posterior, en la Guangala Media, por ejemplo, lacerámica refleja más regionalización, y nos hace pensar que se desarrolla-ron más grupos centralizados y jerarquizados, los cuales trataron de inde-pendizarse, cerrando sus fronteras y creando estilos cerámicos regionales(la Bahía, La Jama-Coaque, la Tiaone, y la Tejar/Daule). En el períodoGuangala Medio se nota un aumento en la cantidad de bienes exóticos, co-mo obsidiana, piedras semipreciosas y metales, demostrando que losguangaleños se organizaron mejor para importar volúmenes grandes debienes por medio de intercambio a larga distancia. Faltan datos para la re-construcción del intercambio al nivel local en estos períodos posteriores ala ocupación de Las Balsas, pero se puede imaginar que el patrón de espe-cialización artesanal al nivel de familia y comunidad hizo posible la pro-ducción y distribución de los exquisitos objetos característicos del estiloGuangala.

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Agradecimientos

Las investigaciones en Las Balsas fueron patrocinadas por el H. JohnHeinz III Charitable Fund Grant Program for Latin American Archaeo-logy, y por una beca de Dumbarton Oaks (1993-94 Project Grant in Pre-Columbian Studies). También recibimos el patrocinio valioso del MuseoAntropológico del Banco Central del Ecuador (Guayaquil), encabezadopor el Arq. Freddy Olmedo; y Petro-Península (filial de Petro-Ecuador), ysu Superintendente el Dr. Jacinto Díaz; y la Casa del la Cultura Ecuatoria-na, Núcleo del Guayas. El trabajo de campo no hubiera sido posible sin lacolaboración excelente de personal del instituto Nacional de Patrimoniocultural, y su directora, la Arq. Sonia Coronel Lolín.

Los autores y el co-director de campo, el Sr. Guillermo Hurel, deseamosagradecer a las siguientes personas que brindaron su apoyo y trabajo: JoséChancay, Maritza Freire, Carmen Burgos, Olaf Holm, Neil Maurer, Rita Mo-lina, Denby Freeland, Michele Hafner, Tanya Kaplan, Kelly Seal, Steve Velas-quez, Elías González, Eladio Guale, Antonio Guale, Secundino Guale, FélixGuale, Jorge Guale, Roberto Lindao, Alcides Vera, Carlos Suárez Lindao, So-fía Genoveva Tomalá, y Judith Suárez. Stothert agradece a la difunta arqueó-loga Frances Meskill por su conversación y sugerencias. Sánchez expresa suagradecimiento a sus padres por su apoyo constante.

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Lista de Figuras y Tablas

Figura 1. Mapa del suroeste del Ecuador. Se ubica el área de estudio en Co-muna Las Balsas, y se representan los distintos ambientes de la región: lazona árida de La Península de Santa Elena; una zona semi-árida más hacíael este; luego la sábana, y en el norte y noreste, la zona sub-húmeda.Figura 2. Mapa de la costa de la provincia del Guayas ubicando la Cordi-llera Colonche-Chongón, los recintos de la Comuna Las Balsas, y otros lu-gares mencionados en el texto.Figura 3. Fragmento de un cuenco de cerámica encontrado en la superfi-cie del sitio M5-B1-04 (Fase Guangala) que proporciona evidencia de laproducción de cerámica con decoración negativa. El fragmento tiene tirassobrepuestas que hubieran permitido el desarrollo de motivos en negativopor medio de una segunda cocción que nunca fue realizada.Tabla 1. Análisis de los restos óseos de animales identificados en los tres si-tios de Las Balsas. Se presenta el número de elementos óseos identificadospor clase y por sitio. El total de elementos es 6198.Tabla 2. Reconstrucción de la biomasa (peso en kilogramos de la porcióncomestible del animal) expresada por clase de fauna y por sitio. El cálculose basa en el número mínimo de individuos indentificado para cada espe-cie.Tabla 3. Análisis de las semillas identificadas en distintos contextos en lossitios M5-B1-01, -02 y -03, todos afiliados a la fase Guangala Temprano yubicados cerca de Los Ceibitos, en Comuna Las Balsas.Tabla 4. Clasificación de las especies identificadas en los tres sitios estudia-dos basándose sólo en las semillas.Tabla 5. Análisis de las especies de plantas identificadas en los tres sitios deLas Balsas, basándose sólo en los fragmentos carbonizados de madera. Sepresentan los porcentajes de las taxas por sitio.

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Tabla 3Análisis de las semillas identificadas en distintos contextos en los sitios

M5-B1-01, -02 y 03, todos afiliados a la fase Guangala Temprano y ubicadoscerca de Los Ceibos, en Comuna Las Balsas.

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Tabla 3 (Continuación)

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