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TRABAJOS DE CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DEL ALFARJE
POLICROMADO DEL SOTOCORO DE LA IGLESIA DE
SAN LORENZO, ÚBEDA
FASE I.1 – Zona Sur:
INFORME DE INTERVENCIÓN
A - DESCRIPCION Y ESTADO DE CONSERVACIÓN
El alfarje de madera policromada del sotocoro de la Iglesia de San Lorenzo se
encuentra ubicado a los pies de la misma. Con una superficie de 39,63 m2 forma el
soporte del coro de la Iglesia, que se cierra hacia la nave con una balaustrada de madera
policromada. Ambos elementos han sido objeto de esta intervención de Conservación y
Restauración centrándonos en la mitad sur de ambos elementos.
TRABAJOS DE CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DEL ALFARJE
POLICROMADO DEL SOTOCORO DE LA IGLESIA DE
SAN LORENZO, ÚBEDA
FASE I.1 – ZONA SUR - INFORME DE LA INTERVENCIÓN
El coro de San Lorenzo se realizaría hacia 1701, tal y como podemos leer en las zapatas
que lo sostienen. Este espacio queda delimitado a ambos lados por dos capillas,
cerrándose a los pies con una balaustrada de madera (en los pilares laterales se aprecian
dos huecos que acogerían dicha balaustrada, apreciándose incluso una marca a nivel de
suelo).
Vista general de la zona. Mayo de 2017.
El coro es una estructura de madera policromada, a modo de alfarje plano, que presenta
una robusta viga maestra con inscripción apoyada en los laterales sobre dos zapatas de
madera. Sobre esta viga se dispone una balaustrada segmentada mediante cuatro
pequeños pilares cajeados en tres calles de trece balaustres cada una de ellas.
El acceso al coro alto se realiza mediante una pequeña escalinata lateral en ángulo.
El sotocoro se configura a modo de alfarje, presentando veintiuna jácenas encajadas en
la pared, sobre las cuales se disponen las jaldetas que sostienen la tablazón en donde
predomina un estilo mudéjar (posiblemente del siglo XV), presentando incluso restos de
epigrafía árabe.
Vista general de la nave. Agosto de 2013
Plano general y detalle con medidas en plano coro y sotocoro realizado por José Mª Martos Leiva
La policromía del coro está realizada en temple, y presenta una limitada paleta
cromática en donde encontramos tonos rojos, pardos, amarillos y negros, combinados
con gran imaginación y libertad. Las jácenas suelen presentar motivos de lacería, que
sirven para enmarcar grandes florones (imitando brocados) en la parte lateral, mientras
que en la parte inferior aparecen puntos agrupados a modo de flor; por su parte, las finas
jaldetas presentan en general un muy mal estado de conservación, apreciándose restos
de motivos geométricos.
Las tablas presentan motivos geométricos, heráldicos, figurativos, etc., generalmente
complementados con motivos florales, entre los motivos que más aparecen, se
encuentran los siguientes:
Leones en gules, coronados, sobre tondos cuadrilobulados en color amarillo, con
motivos florales en color rojo.
Castillos con tres torres almenadas (siendo la central donjonada) en color
amarillo, que resaltan sobre tondos cuatrilobulados en color rojo; la decoración lateral
es similar a la de los leones.
Lises: Como gran flor de lis negra delimitada en rojo sobre un tondo
cuatrilobulado en color amarillo, complementándose en los laterales con motivos
florales negros sobre fondo rojo. O como cinco lises pequeñas, en color amarillo sobre
un tondo cuatrilobulado rojo, ornamentándose en los laterales con motivos florales en
rojo sobre negro.
Cruz: del tipo flordelisada, se alterna en color rojo o negro, sobre un tondo
cuatrilobulado en color amarillo, con flores laterales en color negro sobre fondo rojo.
San Antón Abad: aparece tan sólo en una ocasión, mostrándose al santo
portando un báculo y un libro, con la Tau grabada en su manto; del mismo modo, en
otra tabla aparece un escudo negro con la Tau en azul. En ambos casos, las figuras se
ubican sobre un medallón cuadrilobulado rojo, con fondo negro y motivos florales en
rojo a los lados.
Ángeles: generalmente dispuestos de perfil, presentando cuatro filas de alas, y
portando diversos atributos, e incluso en alguna ocasión aparecen pisoteando una
serpiente.
Anagramas: tablas con motivos geométricos y florales, entre los cuales se
incorpora la letra M, en alusión a la Virgen María.
Lacería geométrica: motivos con diferentes policromías y diversas disposiciones.
Flores: motivos florales de pequeño tamaño. La zona de la derecha del sotocoro
presenta una gran concentración del mismo motivo unitario, consistente en tres flores
negras sobre un fondo amarillo, que nos hace sospechar que se incorporaron para
ampliar un primitivo alfarje más pequeño.
Esquema iconográ#co del alfarje del Sotocoro realizado por José Manuel Almansa
Toda la documentación histórica y artística aportada (J.M. Almansa), así como la
gráfica y fotográfica, ha sido extraída de los documentos realizados para el Proyecto de
adecuación para Auditorio y establecimiento de actividades culturales y sociales de la
Iglesia de San Lorenzo de Úbeda, Jaén, promovido por la Fundación Huerta de San
Lorenzo. Las fotografías han sido realizadas por Marcelo Góngora.
B. ESTADO DE CONSERVACIÓN
Detalle general zona a intervenir en Fase I.I
Debido al estado que presentaban las cubiertas y cerramientos del edificio, se generaron fluctuaciones marcadas tanto de humedad como de temperatura. Todo ello ha provocado un estrés físico en los materiales que forman el conjunto, siendo probablemente la causa principal, al margen de los deterioros derivados de su naturaleza intrínseca.
Estructuralmente, el estado de conservación es aceptable. Se pueden destacar no obstante alabeos, grietas y roturas puntuales.
La acumulación y pérdida de humedad en el material lígneo ha causado numerosos movimientos de contracción y retracción que han derivado en cazoletas, pérdidas de policromía, así como velos blanquecinos y ennegrecimiento de la policromía que distorsionan la lectura del conjunto.
El artesonado y la balaustrada presentan una capa de depósitos y suciedad superficial generalizada y muy cubriente, destacando telas de araña, polvo ambiental y de la propia intervención de adecuación del edificio.
Detalle de manchas y capa de depósitos.
Detalle de telas de araña, imagen de Marcelo Góngora.
La madera presenta un desnutrido general.
Debido a acciones antropogénicas que realizaron combustión de material orgánico en la parte inferior del sotocoro, se observa una capa negruzca que ocultagran parte de la decoración, impidiendo la lectura
completa de la misma. Incluso en alguna zona parece
observarse que parte de la policromía ha sido expuesta
a altas temperaturas llegando a crear ampollas en la
misma.
Detalle de zona con ampollas.
El estado de conservación del estrato pictórico es malo. Presenta áreas de pulverulencia,
zonas craqueladas, cazoletas con riesgo de desprendimiento (han perdido agarre al soporte de
manera parcial). Existe una gran parte de la policromía en la que el estrato pictórico está
perdido completamente. Hay áreas donde se observan aún restos de estucos de la preparación, sobre
los que se aprecian incisiones de los motivos de las decoraciones que sustentaron.
Detalle de cazoletas (falta de adhesión entre estrato pictórico y soporte)
Detalle de pérdida de policromía e incisiones.
Se trata de una madera muy resinosa por lo
que se observan zonas de acumulación de
resina que han dañado el estrato pictórico, así
como nudos que están siendo expulsados.
Detalle de zona con acumulación de resina.
Detalle de nudo.
Se observa una gran acumulación de depósitos de obra en zonas de unión del alfarje, así como varias zonas de escorrentía.
Detalle de zona de acumulación y de escorrentía.
El objetivo básico de este apartado dentro del informe es dejar constancia de los
procesos llevados a cabo sobre la obra, para que de ese modo sirva de referencia y
aclaraciones a posibles futuras intervenciones de restauración sobre la misma,
favoreciendo su conservación a lo largo del tiempo y garantizando así su transmisión
futura.
Todos los estudios que se realizan al objeto de restauración, de manera previa o
simultánea, están encaminados a proporcionar la información necesaria a la hora de
realizar una intervención adecuada. La información técnica, histórica y analítica
realizada de manera empírica, acerca de las obras constituyen la base para determinar
teóricamente el criterio de actuación y la selección de los materiales idóneos para el
trabajo. Posteriormente, las pruebas y ensayos que se realizan, también de manera
empírica proporcionan las soluciones definitivas a aplicar.
El conjunto de la intervención restauradora debe ser inocua y efectiva. Comienza
siempre tras la toma exhaustiva de fotografías y la creación de documentación gráfica
necesaria de todos los procesos llevados a cabo.
En toda intervención se marcan unos planteamientos previos, unos criterios de
restauración a seguir durante todo el proceso; hay que considerar una serie de principios
éticos fundamentales, recogidos en los diferentes documentos internacionales
encargados de proteger el patrimonio artístico.
La finalidad de toda restauración se limita a conservar y restituir la capacidad estética de
la obra de arte y la legibilidad de la misma, cuando éstas se hayan perdido, y no a
potenciarlas con añadidos innecesarios ni con posibles falsificaciones o invenciones.
Este máximo respeto hacia la obra, hace que en toda restauración sean comunes una
serie de pautas a seguir, que deben cumplirse siempre, salvo en casos de extrema
necesidad, en los que se dejará todo perfectamente documentado explicando las razones.
Limpieza de telas de araña.
Empapelado (Sentado de color y protección).
Desempapelado y limpieza superficial.
Pruebas de limpieza y limpieza físico-química.
Medias limpiezas.
En primer lugar se crea, como se ha comentado, un protocolo de trabajo basado en la
prioridad de conservar. Se realiza una importante documentación gráfica y fotográfica
del conjunto, así como de los detalles que estén al alcance para ser documentados.
Se instalan los medios auxiliares y montaje de zona de trabajo. Se monta un andamio
homologado que permita la realización de todos los trabajos en el alfarje.
Se realiza la toma de fotografías generales y de detalle, aprovechando la cercanía a la
obra, tanto de los aspectos estéticos como de los principales deterioros, que servirán de
testimonio del estado de conservación, así como de la toma de las medidas de las
principales dimensiones.
Se lleva a cabo el estudio del conjunto y se realiza una primera toma de contacto con la
obra para poder determinar unos criterios de actuación comunes antes de realizar
cualquier intervención. El estudio se apoya en los estudios históricos realizados con
anterioridad, con paralelismos y correspondencias, de la técnica constructiva, teniendo
en cuenta los valores históricos y artísticos del conjunto.
Paralelamente se seguirá completando la documentación gráfica y fotográfica desde el
inicio de la obra hasta el final, en la que quedan reflejadas todas las características del
conjunto, sus patologías, así como el seguimiento de todos los procesos.
Se procede a realizar un primer sentado de color, evitando con él posibles pérdidas para
las siguientes fases.
Se realiza una primera limpieza superficial: eliminación en seco y mecánicamente de
telas de araña y suciedad ambiental, en aquellas zonas que el estado de conservación lo
permite, espátula, escalpelo y aspirador.
Nutrido.
Reintegración cromática puntual.
Comparativas.
Estado inicial y estado final, Cata.
Estado inicial y estado final.
Fijación y sentado puntual de la capa pictórica con cola de conejo al 10% en agua
destilada. Se aplica la cola caliente a brocha. Se aplica a demanda, ya que las
policromías presentan una falta de aglutinante, y admiten más cola, hasta tres manos.
Sobre ésta se colocan los pliegos de papel japonés que se cortan con anterioridad, para
conseguir que los bordes de los mismos no se queden colocados en medio de los
motivos principales. Con la espátula térmica se aplica calor y presión, a través de un
papel encerado o plástico tipo Mylar Melinex, transparente que nos deja ver la capa
pictórica durante el proceso.
Se procede al desempapelado de la zona representativa, con ayuda de agua caliente, sin
humectar excesivamente, pero realizando una retirada exhaustiva de restos de cola de la
superficie, que pudieran generar futuras tensiones superficiales. Durante este proceso se
retira gran parte de la suciedad superficial que tenía la capa de recubrimiento.
Se realiza la eliminación de la capa de suciedad, mediante limpieza mecánica y química,
con una mezcla en base acuosa dependiendo de la zona y tonalidad, mediante hisopos
de algodón impregnados en dicha mezcla. Se realiza la selección de los materiales más
idóneos después de haber realizado las pertinentes pruebas de solubilidad y de
resistencia física. En algunas zonas en las que se necesita más tiempo de contacto con el
disolvente, se aplica mediante empacos con algodón.
Se lleva a cabo una segunda limpieza para la eliminación de barnices oxidados, con una
mezcla alcohólica, con el que además se retira una capa de suciedad superficial ligera.
Se nutre y protege el alfarje con resinas, aplicando Paraloid B-72 en dowanol en
proporción (10%), con aplicación a brocha.
Por último se realiza una reintegración cromática muy puntual en aquellos estucos que
han quedado a la vista, a través de una tinta neutra.
Estado inicial y estado final.
Vista general de la Fase I.I.
FASE I.1 – Zona Sur. ZONA DE CATA
ESQUEMA DEL ALFARJE – Breve estudio de su riqueza polícroma
En este apartado se han estudiado las quince tablas, pertenecientes a la cata, que se han finalizado tras la fase I.I.
Se puede observar la gran variedad de decoraciones, en las que a través de pequeños cambios del mismo modelo, engrandecen el resultado. Como ejemplo, cabe destacar el modelo 4, en el que podemos observar sobre un mismo esquema geométrico cuatro variantes, siendo los cambios más destacados los siguientes:
Decoración interior de las figuras hexagonales: tres tipologías ornamentales diferentes.
- Cuadrícula en diagonal, en el centro cuatro puntos blancos con forma romboidal 4.1 - Forma de infinito con acabado en espiral en dos tonalidades 4.2 - 4.3 - Forma de infinito con acabado en espiral en una tonalidad, dos puntos blancos en los
extremos 4.4
4.1 4.2
4.4 4.3
Decoración interior de las figuras cuadradas: dos tipologías ornamentales diferentes.
- Adorno en final del pétalo de flor con círculo blanco 4.1 - 4.2 - 4.3 - Adorno en final del pétalo de flor con trazo blanco 4.4
4.1 4.2
4.3 4.1
Decoración interior de las figuras triangulares: cuatro tipologías ornamentales diferentes.
- Dos hojas con trazo blanco en el centro 4.1 - Dos hojas sin trazo blanco en el centro 4.4 - Círculo rojo combinado con círculo rojo rodeado por puntos blancos(en la central) 4.2
- Círculo rojo rodeado por línea blanca 4.3
4.4
4.1 4.2
4.3
1
2
3
4.1
4.2
4.3
4.4
5
6
7
8
TRABAJOS DE CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DEL ALFARJE
POLICROMADO DEL SOTOCORO DE LA IGLESIA DE
SAN LORENZO, ÚBEDA
FASE I.1 – Zona Sur:
SEGUIMIENTO EN LAS REDES SOCIALES Y
MEDIOS DE COMUNICACIÓN
