informe cultura aymara

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ESCUELA SUPERIOR DE FORMACIÓN DE MAESTROS TECNOLÓGICO HUMANÍSTICO EL ALTO “E.S.F.M.T.H.E.A.” Ciencias Sociales Concepciones Sobre El Origen Del Cosmos Y La Vida “La Cultura Aimara” Docente : Lic. Miguel Ángel Ruiz Integrantes : Aguilar Churqui Vladimir Choque Canaviri Victor Hugo Chuquimia Daza Ariel Alejandro

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ESCUELA SUPERIOR DE FORMACIÓN DE MAESTROS TECNOLÓGICO HUMANÍSTICO

EL ALTO

“E.S.F.M.T.H.E.A.”

Ciencias Sociales

Concepciones Sobre El Origen Del Cosmos Y La Vida

“La Cultura Aimara”

Docente : Lic. Miguel Ángel Ruiz

Integrantes : Aguilar Churqui Vladimir

Choque Canaviri Victor Hugo

Chuquimia Daza Ariel Alejandro

Mamani Chacapacha Jimmy

El Alto – Bolivia

Gestión 2013

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

1.1.¿Son los aimaras descendientes tiwanacotas?

2. ESCENARIO GEOGRÁFICO

3. ORGANIZACIÓN POLÍTICA

3.1.Principales Gobernantes: Huyustus y Makuri

3.2.La leyenda de Thunupa

4. ORGANIZACIÓN SOCIAL

5. ORGANIZACIÓN ECONÓMICA

6. ORGANIZACIÓN RELIGIOSA

7. MANIFESTACIONES CULTURALES Y RESTOS ARQUEOLÓGICOS

7.1.Principales restos arqueológicos

8. LOS AIMARAS EN LA ACTUALIDAD

9. BIBLIOGRAFÍA

El Alto – Bolivia

Gestión 2013

INTRODUCCIÓN

Los Aimaras, pueblo amerindio que habita en la alta meseta del lago Titicaca,

en el Alto Perú y Bolivia. Los aimaras fueron conquistados por los incas en el

año 1450, cuando formaban unos 80 reinos dispersos en un amplio territorio y

enfrentados entre sí. A partir de 1535 los españoles conquistaron el Altiplano

boliviano al mando de Diego de Almagro y ocho años después, en 1542, el

virreinato del Perú incluiría ya la totalidad de su territorio.

Actualmente en el territorio que habitan los aimaras se encuentran los centros

arqueológicos de Tiahuanaco y Pucará. Basan su subsistencia en la agricultura

con la obtención de papa, maíz, cebada, quinua y coca, el pastoreo de la llama

y la alpaca, y la pesca en el lago Titicaca. También son diestros artesanos del

metal, la cerámica, los tejidos y la cestería. La organización social está basada

en el ayllu, forma andina del clan, al que pertenecen todos los parientes que

tienen vínculos de sangre y que realizan en común las tareas agrícolas y

ganaderas.

La lengua aimara está muy difundida y la hablan diversos grupos indígenas

como los collas, lupacas, pacajes y otros. Hoy, numerosos grupos aimaras han

adoptado la lengua quechua. En la actualidad viven aproximadamente

1.250.000 aimaras en Bolivia y 300.000 en Perú.

Se calcula sus inicios en el siglo XV. Son contemporáneos a las culturas Chimú,

Chincha y los Incas. Los reinos aimaras fueron herederos de las culturas Pucará y

Tiahuanaco.

Sobrevivieron hasta el siglo XVI en que fueron conquistados por los Incas. Aunque

fueron derrotados, los reinos aimaras mantuvieron su organización durante el

Imperio Incaico y aun durante los primeros años de la conquista española.

1. ANTECEDENTES HISTORICOS.

El conocimiento de los primeros habitantes del suelo boliviano, Collasuyu en la

remota antigüedad, se apoya en la conjetura, en las costumbres y tradiciones, en

los restos arqueológicos, y en la supervivencia aislada y caracterizada de algunos

grupos raciales hasta nuestros días. Unos presuponen que los Uruchipayas

subieron de las islas del pacifico sur y otros que son de origen amazónico sin

descartar la presunción de las migraciones asiáticas por el estrecho de Bering.

Entre estas teoría parece aceptable la que propone dos migraciones, la primera

asiática por el estrecho de Bering y que los primeros pueblos entraron al

Collasuyu, miles de años antes de Cristo y dieron origen a las culturas

viscachanenses y ayampitinenses. La segunda de la malasia por el pacifico, que

es la migración oceánica mas reciente con las derivaciones culturales de sauces,

Tupuraya, Mojocoya Yamparara, Tiwanaku y otras que han sido identificadas por

la arqueología con antigüedad variable desde el siglo I de nuestra era cristiana.

1.1. ¿Son los aimaras descendientes tiwanacotas?

Muchos investigadores coinciden en que las tradiciones y costumbres de los

tiwanacotas se replican en los aimaras es de ahí que parte el concepto de que

esta cultura (tiwanacota) sería la antecesora de los aimaras.

Se adopto como suyo las principales ruinas de Tiwanaku y hasta hoy en día se

realiza los rituales ceremoniales en ese lugar por parte de los descendientes

aimaras. A pesar de que se especula que el idioma oficial de los tiwanacotas fuese

el pukina no sería nada descabellado pensar que hubiese sido quizá el aimara ya

que no existen evidencias escritas eso quedara en un misterio enigmático.

2. ESCENARIO GEOGRÁFICO

Los Collas y Aimaras se desarrollaron en el mismo territorio donde antes vivieron

lo Tiwanacotas, aunque luego ocuparon otras tierras vecinas, extendiéndose

desde el nudo de Vilcanota hasta chichas, ocupando el actual territorio de los

departamentos bolivianos de la paz, Oruro, Cochabamba y los peruanos de Puno

y Arequipa.

Es impropio llamarlos collas ya que este es el nombre de una sola de las tribus de

habla Aimara como los Omasuyos, Los Pacajes, Los Larecajis, Ayaviris, etc.

Las márgenes del lago Titicaca y del rio Desaguadero fueron las regiones donde

primitivamente se establecieron los Aimaras; de ahí avanzaron a través de las

montañas andinas hasta penetrar en el llano oriental, donde probablemente se

mezclaron con los habitantes selváticos.

Al expandir su influencia y su poder, Tiwanaku asimila las culturas vecinas de

Chiripa y Wankarani y para el año 700 a. c. construye cerca de su núcleo los

centros urbanos de Lacurmata y Huancane y absorbe culturalmente a otros Wari

(Ayacucho), donde se han encontrado los restos de una ciudad de piedra de una

vasta extensión.

La cultura Wankarani (siglo XIII a.C.), se desarrollo a unos cien kilómetros de la

ciudad de La Paz, sobre el camino carretero La Paz – Oruro; a dos kilómetros de

Viscachani. La cultura Chiripa (siglo XIV a. c.), prospero en valle del Wiñaymarca

(actual lago menor del Titicaca), en la península de taraco. Tiwanaku, a 21 Km. Al

sureste del lago Titicaca, fue su ciudad principal, considerada como el centro del

universo colla, cuya antigüedad según Arthur Posnasky basándose en cálculos

matemático – astronómicos es de 13.000 años.

Los aimaras se circunscribieron alrededor del lago Titicaca. Cuando el imperio

llego a su esplendor, el reino kolla comprendia desde Vilcanota hasta las Chichas.

Al este se encontraba delimitado por la Cordillera Real, y al este, por la codillera

Occidental.

3. ORGANIZACIÓN POLÍTICA

Fue un gobierno teocrático, estaban organizados en Suyus o naciones a cuya

cabeza se encontraba un Mallcu, jefe supremo del Suyu.

Los Suyus se dividían en marcas gobernadas por un Jilakata, finalmente las

marcas se dividían en ayllus que estaban gobernados por Curacas.

Tanto los Curacas como los Jilakatas dependían de la autoridad del Mallcu, el que

a su vez estaba supeditado al rey.

Además de estas autoridades existían también los amautas que eran consejeros

del gobierno.

ESCENARIO GEOGRÁFICO DE

LA

CULTURA AIMARA

PUEBLOS QUE FORMARON:

AYAVIRISPAUCARCOLLASCHUCUITOSLARICAJISLUPACASCARANGASCHAYANTASPARIASYUNCASSAPALLASSICASICAS

3.1. Principales Gobernantes: Huyustus y Makuri

Algunos Mallcus lograron imponer su autoridad los demás siendo obedecidos

como reyes por los demás Suyus. Entre los más importantes sobresalen

Huyustus, Javilla, Tacullina y Makuri.

Huyustus estableció su capital en Tiwanaku y era considerado el dueño del

mundo, era un rey magnánimo, sabio y pacifico.

Javila es un rey muy posterior a Huyustus y durante su reinado se extendieron los

dominios de los collas.

Tacuilla estableció su capital en Calacoto, una población cercana a Coro coro en

la provincia Pacajes.

El último de los reyes legendarios es Makuri, que rea Mallcu de Omasuyos,

estableciendo su capital en Carabuco. Era un rey conquistador y sanguinario de

quien se decía que gustaba beber en los cráneos de los jefes vencidos.

3.2. La leyenda de Thunupa

Se cuenta que en los tiempos antiguos de Makuri, apareció un predicador llamado

Thunupa, que censuraba algunas costumbres de los collas.

Al respecto, reproducimos la versión de los esposos Mesa Gisbert que sostienen:

“este personaje era Thunupa, identificado con algunos cronistas con el apóstol

santo tomas. Thunupa era hombre venerable, blanco y barbado, predicaba el bien

y censuraba las costumbres de los collas como la poligamia, su afición por la

chicha, sus guerras crueles, así como la abominable costumbre de beber sangre

humana en los cráneos de los vencidos. Con una cruz a cuestas llego Thunupa a

Carabuco, allí comenzó a predicar su doctrina llena de bondad, haciendo luego

viajes a otras comarcas. Con el mismo objeto llego hasta Sica sica donde intento

se edificase un templo. Molesto Makuri con las enseñanzas de Thunupa que

vilipendiaba sus bárbaras costumbres, deseaba matarlo. Dijese al fin cuando supo

que su hija Kara – Huara se había convertido convencida por un discípulo de

Thunupa llamado kollkehuaynakka de quien se había enamorado. ”

“Makuri mando se atase a Thunupa en una balsa, la cual fue arrojada al lago.

Cuenta la tradición que esta penetro en la tierra, abriendo el desaguadero, que va

desde el Titicaca hasta el lago Poopó. Los discípulos de Thunupa fueron muertos,

y la cruz enterrada en el sitio donde la encontró el cura sarmiento, por indicación

de los Anansayas”.

4. ORGANIZACIÓN SOCIAL

Su organización social tenía como unidad al ayllu o hatha en lengua aimara,

definida por un sistema de parentesco que reconocía a un antepasado común, es

decir, un fundador venerado. Los tratadistas afirman que muchos de los pueblos

andinos creían descender de animales como el puma, águila, cóndor, serpiente,

etc., tomando sus representaciones como emblemas. Siguiendo el mismo orden

cósmico del territorio, el grupo social estaba dividido en dos mitades: Hanansaya

o mitad de la nobleza y Hurinsaya o mitad del pueblo llano. Estaban dirigidos por

el curaca o jefe político – religioso con funciones judiciales y de control de la

disciplina individual y colectiva, de repartimiento de tierras, y de representación del

ayllu.

5. ORGANIZACIÓN ECONOMICA

La institución más notable fue su organización agraria, donde las tierras eran

propiedad de la marka y cada individuo o cabeza de familia (jake) tenía derecho

fuera de la parcela residencial (sayaña) al usufructo de un lote labrantío (katu) que

la autoridad repartía (lihua) por igual anualmente. Para el trabajo agrícola

aplicaban el sistema del ayni, que es una costumbre de origen inmemorial, era

trabajo colectivo o individual prestado, que se retribuía también en trabajo; la

solicitud de ayni no podía rechazarse.

Cultivaban principalmente papa, oca, quinua, cañahua, ullucu (papa lisas).

También se dedicaban al pastoreo de auquénidos: llamas, alpacas, vicuñas. Su

carne les servía de alimento, su lana para vestirse y de sus huesos fabricaban

instrumentos domésticos, tales como los palillos para tejer.

La propiedad era común y solo les pertenecía en forma particular las ropas y los

instrumentos de labranza; el aimara no podía enriquecerse. No existían ni ricos ni

pobres en la sociedad aimara.

6. CREENCIAS RELIGIOSAS

La religión de los aimaras era fetichista y politeísta. Su dios supremo era

viracocha, creador del universo y señor de toda la tierra.

También adoraban a Pachacamac, dios del bien; Khuno, dios del mal y las

tempestades; Pachamama, diosa de la fertilidad d la tierra.

Creían en la inmortalidad del alma y por eso enterraban a sus muertos después de

momificarlos, junto con sus pertenencias personales, joyas y aun comidas que

debían servirles en la otra vida. Estos cadáveres momificados reciben el nombre

de chullpas.

Las almas de los muertos permanecían ligadas al Acapacha o naturaleza, pues no

ascendían al cielo por sus virtudes o acciones buenas o descendían a los infiernos

por sus maldades.

El mundo mítico – mágico del hombre andino era donde se formaba la multitud de

dioses y extrañas criaturas dueñas de poderes sobrenaturales. Así, Nina, dios del

fuego, tenía la voluntad de crearlo a voluntad; Kharkati, dominaba a los volcanes y

cuando estaba airado producía temblores o terremotos; Eqeqo, poseía el poder de

esparcir la abundancia; Wayra, jugaba con su aliento sobre el aire, convirtiéndose

en brisa acariciante o soplaba con furia hasta hacerlo huracán. Hasta hoy los

Callawaya – medico herbolarios que habitan el provincia bautista Saavedra

conservan como recuerdo del pasado esparcir su bondad y poderes malignos.

Viracocha, hijo de inti que desciende a la tierra a predicar la moral.

7. MANIFESTACIONES CULTURALES Y RESTOS ARQUEOLÓGICOS

Textilería: los tejedores nativos obtenían hilo con lana de vicuñas, alpacas, llamas

o con fibras de algodón. Usaron una rueca sencilla que estaba constituida por un

palillo cuyo tercio inferior llevaba una rueca que servía para ayudar a la fácil

rotación del huso. La importancia del arte de los tejidos se patentiza en la

construcción de los edificios especiales donde trabajaban los tintoreros. Pero,

yendo aún mas allá, se advierte que en todos los hogares campesinos que se

distribuían entre los ayllus, cada uno de sus miembros mujeres u hombres estaban

capacitados para tejer sus telas.

Metalurgia: el metal que pudo estar entre los primeros en ser utilizados fue el oro,

ya que se encontraba en forma de pepitas en las orillas de los ríos. Su gran

maleabilidad y ductilidad permitieron fabricar adornos suntuarios como pendientes,

orejeras, pectorales, tobilleras, brazaletes, etc. También hallaron plata y cobre

nativos, que mediante las wayras u hornos transportables se pudo lograr cobre de

alta pureza. Para la fundición de los metales utilizaron el estiércol de los camélidos

o el carbón de k’eñua (árbol nativo del altiplano). Tiempo después los

metalurgistas consiguieron alear el cobre con estaño, obteniendo un bronce de

alta calidad.

Cerámica: los maestros de la arcilla añadieron al barro mica o restos de cerámica

machacada, con lo que se produce un bruñido sin porosidades y casi vidriado, que

servirá para que el torno de alfarero fabrique vasijas con base, cuerpo y cuello sin

protuberancias; la pintura de los objetos es polícroma pero, a su vez, los artistas

dibujan figuras antropomorfas, zoomorfas o antro zoomorfas, dándoles un sello de

originalidad que se traduce en estilo propio.

Los artistas modeladores de la arcilla, haciendo alarde de su dominio de las

formas, copiaron cabezas humanas tan naturales que parece vivas. Estas son las

piezas llamadas wako – retratos o vasos en cuyos cuerpos se modelan rostros. Se

pintan cóndores, águilas, serpientes, peces y camélidos.

Medicina: la comunicación con los poderosos espíritus, hasta quienes no

alcanzaba el hombre común, solo podía realizarse a través de los magos o

hechiceros, seres que se balanceaban entre la superstición y la ciencia.

Una manera de curar tenemos como ejemplo el jampiri o curandero, daba a beber

al enfermo porciones extractadas de hierbas con agregado de sales minerales,

marcando con ello los fundamentos de la medicina, la farmacopea y la química.

Las trepanaciones de cráneo realizadas por los Callawayas, demuestran el

dominio de una técnica quirúrgica muy avanzada, posiblemente usaron anestesia,

que pudo ser obtenida de la coca o kuka de otros vegetales.

Astronomía: uno de los grandes problemas científicos que trajo para el hombre el

dominio de la agricultura fue, sin duda establecer los cambios de las estacione,

ligados a los ciclos de siembras, riesgos y cosechas. Su primer gran intento lo

baso en las fases de la luna, que tardaba siete días entre la luna llena y el cuarto

menguante. Los amautas o sabios tuvieron que realizar pacientes observaciones

para delimitar el año (mara) por el movimiento de la tierra alrededor del sol y los

mese (phajsi) por las revoluciones de la luna. El año aimara era de 364 días

dividido en trece meses de 28 días, mas el día solsticial (21 de junio) que le decía

chinu que significa nudo, ya que en él se cierra el año corrido y se abre el nuevo.

A la primavera decían Phanchiri, al verano Khoskhoya, al otoño Huarakapi y al

invierno Kalattiri.

En Bolivia existen varios sitios arqueológicos ligados directamente con la

astronomía precolombina, entre las que se encuentran:

Horca del inca (impropiamente llamada así); se sitúa muy cerca del santuario de

Copacabana, en el cerro de Quesasani a 104 metros de altura en relación al

espejo de agua del lago Titicaca. Existían siete rocas travesaño, de las que en la

actualidad solo queda una.

Kalasasaya, es un gran reciento ceremonial, fue astronómicamente orientado; el

sol naciente, en ambos equinoccios, se enmarca en el vano de la puerta principal

de ingreso, en relación a un lito canteado que se situaba en el muro oeste del

templo. En las cercanías de puerto acosta, sobre la cima de una elevada montaña,

se encuentra un observatorio semejante al descrito de la horca del inca.

Agricultura: La tecnología agrícola alcanzada por los tiwanakotas no tiene

comparación en el planeta. Ninguna de las civilizaciones pudo crear sistemas de

cultivo tan avanzados como los que produjo esta cultura lacustre – altiplánica. Los

tiwanakotas domesticaron un medio hostil hasta el punto en que lo pusieron a su

servicio. Hicieron campos de cultivo en terraplenes flanqueados por canales que

contenían agua y venciendo a las inclemencias generaron climas más benignos,

pudieron producir, ininterrumpidamente, abonos naturales con los cuales

brindaban nutrientes a las plantas productoras de alimentos. Una hectárea de

estos campos fabricados podía producir más de 60.000 kg de papa. Se ha

establecido que solo en el área de influencia de la urbe existieron unas 40.000

hectáreas de este tipo de terraplenes construidos para la agricultura.

Literatura: La literatura de los Aimaras está representada por sus himnos; así

tenemos un himno del último rey aimara, Chuchi Kapac, dicho en el Cuzco ante el

inca Viracocha en ocasión de una boda que dice así:

Tú eres el rey del Cuzco

Yo soy el rey de los collas

Beberemos, comeremos, hablaremos

Que nadie hable ya.

Yo soy rico en plata

Yo soy rico en oro

De Huiracocha el hacedor,

Yo soy adorador…

7.1. Principales restos arqueológicos

Las ruinas de la ciudad de Tiwanaku, en su área de 2.8 x 1.6 km2, están a 70 km.

de la ciudad de la paz, en el altiplano, rodeadas de pequeñas colinas.

Los restos en piedras de las grandes construcciones ceremoniales han servido de

base a su reciente reconstrucción. De las viviendas y el diseño urbanístico no

quedan vestigios.

Bordeando en una avenida, apenas visible hoy, está el gran templo de

Kalasasaya sobre una plataforma (131 x 130 m). dentro del recinto pero sin

ubicación definitiva esta la conocida Puerta del Sol, piedra monolítica con un friso

de complejos tallados de figuras zoo y antropomorfas de perfil y una figura central

radiada (24 rayos) y con cetros sobre los que se han aventurado varias

explicaciones (puerta del sol 3x3.75 m. ) frente a él está el templete semi –

subterráneo cuya arquitectura incluye canales de desagüe y numerosas cabezas

clavas, todas diferentes y de distinta piedra: caliza, clandestina, arsénica.

Literalmente hay un promontorio de tierra que es la pirámide de Akapana de

planta cuadrada cuyos ángulos están orientados hacia los puntos cardinales (mide

135 x 108 m). Algo separado, está el templo del puma o Pumapunku (descubierto

en 1932) que impresiona por la gran dimensión de los bloques de piedra que

actualmente yacen como restos sobre la tierra. En esta construcción se usaron

grapas de metal para unir las piezas líticas.

Las esculturas más típicas de esta cultura son los monolitos, de hasta 7.8 metros

de alto, cuyos finos bajo relieves representan en forma muy estilizada y abstracta

la figura humana. Entre los principales monolitos tenemos al de Bennett, Frayle y

al monolito Ponce o Estela de Ocho.

8. LOS AIMARAS EN LA ACTUALIDAD

En la actualidad, la mayor parte de los aimaras viven ahora en la región del lago

Titicaca y están concentrados en el sur del lago. El centro urbano de la región

aimara es la ciudad de El Alto de La Paz, ciudad de 750.000 habitantes, muchas

aimaras viven y trabajan como campesinos en los alrededores del altiplano. Se

estima en 1.600.000 a los bolivianos aimara – parlantes. Entre 300.000 y 500.000

peruanos utilizan la lengua en los departamentos de puno, Tacna, moqueagua y

Arequipa. En chile hay 48.000 aimaras en las areas de arica, Iquique y

Antofagasta, mientras que un grupo menor se halla en las provincias argentinas de

salta y Jujuy.

El aimara utilizo un tipo de proto – khipus, sistema nemotécnico de contabilidad

básica común a varios pueblos precolombinos, como los de caral – supe y wari

(anteriores a los aimara), y los incas. No existen evidencias que hayan tenido

lenguaje escrito, a pesar de que algunos, como William burns glyn, sostienen que

los khipus incaicos pudieron ser la forma de ello.

PAÍS POBLACION AIMARA HABLANTE

AÑO DEL CENSO

Argentina 4.104 2001

Bolivia 1.525.957 2001

Chile 48.501 2002

Perú 443.248 2007