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    Revista Actualidades Pedaggicas No. 52 / Julio - diciembre 2008

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    Implicaciones del pensamiento complejopara la investigacin cientca1

    Jos Daro Herrera*

    Recibido:31 de julio de 2008Aprobado: 15 de agosto de 2008

    1 Origen del artculo.Texto de la Lectio Inaugural de la Maestra en Docencia de la Universidad de la Salle. Julio de 2008.* Jos Daro Herrera. Colombiano. Doctor en Filosofa por la Universidad Nacional de Colombia. Investigador en ciencias sociales y de la educacin. Profesor de la

    Universidad de La Salle y del Centro Internacional de Educacin y Desarrollo Humano, Cinde. Correo electrnico:[email protected]

    ResumenEn esta leccin se proponen algunas conexiones entre el pensamiento de Edgar Morin y la prctica de la investigacincientca. La propuesta del pensamiento complejo ha inuido sobre la comprensin de algunos de los fenmenos msimportantes de nuestra poca, pero en especial sobre la comprensin de la relacin entre nuestras estructuras o modeloscognitivos y la posibilidad de aproximarnos a visiones menos lineales y deterministas de la realidad. La relacin planteadapor Morin entre estructuras cognitivas y conocimiento del mundo, sugiere algunos retos para el ejercicio de la investigacin.

    El autor divide su leccin en tres partes. La primera, aborda la idea de complejidad en la ciencia; la segunda, la relacinque establece Morin entre complejidad y conocimiento; y la tercera y ltima parte, apunta a derivar algunas implicacionespara la prctica de la investigacin cientca.Palabras clave:pensamiento complejo, epistemologa, investigacin cientca.

    Implications of the complex thought

    for the scientic research

    AbstractThis lesson proposes some connections between Morins thought and end the practice of the scientic research. Complex thought has

    inuenced the comprehension of some of the most important phenomena of our times, but specially, on the comprehension of the rela-

    tion between our structures, or cognitive models, and the possibility of approach us to the less linear and determinist views of reality. The

    relation explained by Morin between cognitive structures and knowledge of the world suggests some challenges for the practice of the

    research. The author divides his lesson in three parts: the complexity in science, the relation between complexity and knowledge, and the

    last part derives some implications for the practice of the scientic research.

    Keywords:complex thought, Epistemology, scientic research.

    Submission date:July 31th, 2008

    Acceptance date:August 15th, 2008

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    LA COMPLEJIDAD EN LA CIENCIA

    Segn Edgar Morin, las explicaciones cientcas excluan

    en el siglo XVIII y buena parte del XIX lo aleatorio, de tal

    forma que todo lo que no quedara al interior de un universoestricto y totalmente regulado no poda ser concebido. Pero

    desde el siglo XIX, escribe Morin, la nocin de calor intro-

    duce desorden y dispersin en el corazn mismo de la fsica

    (1984, p. 46), no habiendo ya lugar del universo donde no

    exista desorden: el desorden est en la energa (calor). El

    desorden est en el tejido subatmico del universo. El desor-

    den est en el corazn ardiente de las estrellas. El desorden

    es inseparable de la evolucin de nuestro universo (p. 103).

    No quiere decir ello, y en esto Morin se distancia de Serres

    (p. 113), que no haya tambin, y de manera contenida en el

    desorden, el orden mismo. En el universo podemos ver un

    doble juego su progreso en la organizacin y en el orden

    va asociado al mismo tiempo, de manera inquietante, a un

    proceso ininterrumpido de degradacin y de dispersin

    (p. 67).

    Hoy da sabemos, por ejemplo, que incluso nuestros as-

    tros y nuestros soles (sistemas en extremo organizados) pueden

    morir eventualmente por alguna explosin o por extincin,

    nuestro sol puede haber muerto dos o tres veces y puede

    haberse vuelto a reorganizar por gravitacin. El orden y el

    desorden van juntos y no nos es posible reducir el universo auna visin que tome partido por alguno de los dos.

    Ahora bien, segn Morin, la nocin de orden no solo

    contiene la idea de ley sino adems las ideas de estabilidad,

    regularidad, constancia, repeticin y, de manera ms elabo-

    rada, la idea de estructura; el concepto de orden desborda,

    [por ello] el antiguo concepto de ley (p.100), bsicamente,

    por la inclusin de las nociones de mquina, sistema, orga-

    nizacin y singularidad. Por otra parte, la nocin de desor-

    den abarca

    las agitaciones, dispersiones, colisiones, que van unidasa todo fenmeno calorco; son tambin las irregu-laridades y las inestabilidades; son las desviaciones queaparecen en un proceso, lo perturban, lo transforman;son los choques, los encuentros aleatorios, los eventos, losaccidentes, son las desorganizaciones; son las desintegra-

    ciones, los ruidos, los errores (p. 102).

    Nunca pude, a lo largo de toda mi vida, resignarme al saber parcializado,

    nunca pude aislar un objeto de estudio de su contexto,

    de sus antecedentes, de su devenir.

    He aspirado siempre a un pensamiento multidimensional,

    nunca he podido eliminar la contradiccin interior.

    Siempre he sentido que las verdades profundas,antagonistas las unas de las otras,

    eran para m complementarias, sin dejar de ser antagonistas.

    Nunca he querido reducir a la fuerza la incertidumbre y la ambigedad.

    Edgar Morin

    Ante todo quiero agradecer la invitacin del profesor

    Fernando Vsquez para dictar esta conferencia inaugu-

    ral. Es para mi un honor hacer parte del evento que da

    comienzo a nuestras actividades acadmicas y, de manera

    particular, al ltimo tramo para quienes van en su ltimo

    semestre de un proceso formativo y de un esfuerzo investi-

    gativo individual y grupal que los llevar a la obtencin desu grado de magister.

    La investigacin cientca y, por consiguiente, la for-

    macin para la investigacin cientca, ha sufrido en las l-

    timas dcadas cambios signicativos. La idea que tenemos

    del mundo y de las herramientas de las cuales disponemos

    para comprender su dinmica, as como la idea misma de

    conocimiento se han visto cuestionadas e interpeladas por

    un sinnmero de propuestas tericas y metodolgicas a lo

    largo de los ltimos aos. En esta presentacin me propon-

    go establecer algunas conexiones entre el pensamiento deEdgar Morin y la prctica de la investigacin cientca. Es

    por todos conocida, la fuerte inuencia que ha ejercido la

    propuesta del pensamiento complejo sobre la comprensin

    de algunos de los fenmenos ms importantes de nuestra

    poca, en especial sobre la comprensin de la relacin entre

    nuestras estructuras o modelos cognitivos y la posibilidad de

    aproximarnos a visiones menos lineales y deterministas de

    la realidad. La relacin planteada por Morin entre estruc-

    turas cognitivas y conocimiento del mundo sugiere algunos

    retos para el ejercicio de la investigacin, algunos de los

    cuales me propongo establecer aqu.Para lograr esto, mi intervencin se divide en tres

    partes. En la primera parte abordo la idea de complejidad

    en la ciencia, en la segunda la relacin que establece Morin

    entre complejidad y conocimiento y, en la tercera y ltima

    parte, derivo algunas implicaciones para la prctica de la

    investigacin cientca.

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    slo resulta revolucionaria cuando en lugar de completar

    la denicin de las cosas, de los cuerpos y de los objetos,sustituye a la nocin de cosa o de objeto, constituido porforma y por sustancia, descomponibles en elementos pri-marios, netamente aislables en un espacio neutro, someti-

    dos nicamente a las leyes externas de la naturaleza(p. 197).

    Antes, la nocin de objeto o cosa, segn Morin, es-taba constituida por elementos diferenciables; ahora, conla nocin de sistema, los elementos y como veremos ms

    adelante, los eventos, conguran interacciones entre uni-dades complejas constituidas, a su vez, por esas interacciones.La interaccin no se da despus de haber determinado lasunidades, no; la unidad est dada por la interaccin; aquest la novedad de la nocin de sistema: las acciones entre

    unidades complejas denen los sistemas, y stos denen, asu vez, las unidades.

    Si unimos a la triada orden/desorden/organizacin,las nociones de causalidad en bucle y la nocin de sistemacomo interaccin, aparece la complejidad. Ella, por ahora,se presenta en el pensamiento de Morin como una nocintil para comprender las mltiples relaciones que congu-ran el mundo.

    La complejidad sistmica se maniesta particularmenteen el hecho de que el todo posee cualidades y propie-dades que no se podran encontrar a nivel de las partes

    tomadas aisladamente, e inversamente, en el hecho deque las partes poseen cualidades y propiedades que desa-parecen bajo el efecto de los constreimientos organiza-cionales del sistema. La complejidad sistmica aumenta,por una parte, con el aumento del nmero y la diversidad

    de los elementos, y, por la otra, con el carcter cada vezms exible, cada vez ms complicado, cada vez menosdeterminista (al menos para un observador) de las inter-relaciones (interacciones, retroacciones, interferencias,etc.) (p. 233).

    Hemos visto dos nociones adicionales a la hiptesis origi-

    nal (orden/desorden/organizacin): la causalidad dialcticay la complejidad sistmica, ahora debemos considerar todoello como un sistema abierto. En efecto, segn Morin,

    todo sistema que trabaja, en virtud del segundo principiode la termodinmica, tiende a disipar su energa, a degra-

    dar sus constituyentes, a desintegrar su organizacin y,por tanto, a desintegrarse as mismo. Para su existencia

    Aparentemente, en esta denicin de desorden se in-cluye todo aquello que no queda al interior de la nocin deorden. En este sentido, si bien Morin reconoce que muchode lo que llamamos desorden en el universo puede ser nues-tra propia incertidumbre o ignorancia hacia los fenmenos,es un hecho que cada vez ms se acepta el desorden comoconstitutivo de la realidad y, por ello, como parte de nuestra

    explicacin del Universo.Pero para Morin no es suciente con la nocin de desor-

    den para aproximarnos a la idea de complejidad, son tam-bin necesarias las nociones de interaccin, organizacin ysistema.

    Si bien la idea de organizacin ha estado asociada desdeel siglo XVII a la problemtica biolgica que distingua loorgnico de lo inorgnico,

    lo que es nuevo es la focalizacin ciberntica y sistmicasobre el problema de la organizacin en tanto que or-ganizacin. Aqu la ciberntica aporta un concepto im-portante: el de retroaccin. ste realiza una revolucinconceptual porque rompe con la causalidad lineal, alhacernos concebir la paradoja de un sistema causal cuyoefecto repercute en la causa y la modica (p. 220).

    Es una novedad comprender las cosas como causadas

    por los efectos que a su vez causan; este principio, se conoceen ciberntica como retroacciny consiste, bsicamente, enentender dos elementos como causantes de s mismos en

    ciclo, a lo que Morin llamar causalidad en bucle. Aplicadaesta nocin al conocimiento del universo Morin dice:

    en la morfognesis es necesario concebir una unin enbucle orden-desorden y necesidad-azar2 puesto que la inno-vacin, que comporta un aspecto aleatorio, al suscitarla formacin de una estructura/forma estable, va a in-scribirse en la repeticin, es decir, en un orden organiza-cional que habr mantenido y modicado a la vez. Osea, que para concebir todos los fenmenos evolutivos,fsicos, biolgicos, antroposociales, es preciso concebiral mismo tiempo un bucle generador orden/desorden/

    organizacin (p. 130).

    De otro lado, la nocin de sistema aporta tambin nue-vos perspectivas para explicar el universo. Aunque ella hayasido siempre un recurso para designar todo conjunto de

    relaciones entre elementos que forman un todo, la nocinde sistema

    2 La cursiva es nuestra para llamar la atencin sobre la dialctica que aparece en los diagramas de Morin y que aqu nos abstenemos de reproducir (Cfr. p. 126).

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    El hecho de la irreversibilidad temporal de los procesos

    fsicos, biolgicos, informacionales, antroposociales recu-

    pera otra nocin para las ciencias que va a hacer ver an

    ms difcil lo que hemos presentado hasta ahora: la nocin

    de evento. Segn Morin ha sido precisa la experiencia, es

    decir, la experimentacin microfsica, los descubrimientos

    de la biologa moderna, para rehabilitar el evento (p. 159).

    En biologa y en microfsica todo elemento puede ser con-

    siderado como evento en la medida en que se le considere

    en su irreversibilidad temporal, es decir, que en su aparicin

    y desaparicin al encuentro con otros elementos, o en su

    proceso de organizacin/desorganizacin ya no vuelve a ser

    el mismo. As, hoy es posible hablar de la historia de las or-

    ganizaciones vivientes, por ejemplo; cada sistema al entrar

    en contacto con otro o al producir su propia energa para

    regenerarse escribe la historia de s mismo. Todo lo quesucede con los sistemas puede verse como evento:

    en el nivel astronmico-csmico, en el nivel de la histo-

    ria fsica y en el nivel de la observacin microfsica se veque los caracteres propios y propicios del evento: actual-izacin, improbabilidad, discontinuidad, accidentalidad,se imponen a la teora cientca (p. 139).

    Esta es, sumariamente, la lectura que hace Morin delos desarrollos de las ciencias en el ltimo siglo. La cuestinpodra sintetizarse en el paso de un esquema determinista

    del mundo a un esquema que tolera y acepta el desorden ylo aleatorio como parte de sus explicaciones. De un sistemacerrado a un sistema ms abierto y generativo para la com-prensin de las organizaciones del universo. Este recorrido,segn Morin, va mostrando y al mismo tiempo posicionan-do al interior de las ciencias la nocin de complejidad, nudo

    emblemtico de su propuesta.

    LA COMPLEJIDAD Y EL CONOCIMIENTO

    En 1984 la complejidad era vista por Morin como algo

    difcil de denir, en parte porque hasta ese entonces estabairrumpiendo el concepto en la ciencia y en parte porquetoda denicin conceptual constrie de alguna manera loque puede signicar un trmino, ms si se trata precisa-

    y cuando se trata de un ser viviente, para su vida es

    necesario, pues, que pueda alimentarse, es decir, regen-erarse, extrayendo del exterior la materia/energa quenecesita (p. 222).

    Para denotar que los sistemas son dependientes unosde otros Morin acua la nocin de eco-organizacin. Con

    el prejo lo que quiere sealarse es el hecho de que toda or-

    ganizacin para ser autnoma requiere de otras organiza-

    ciones, es decir, que autonoma/dependencia son dos tr-

    minos que sealan el carcter abierto de toda organizacin,

    sobre todo de las vivientes. Es, evidentemente, una nueva

    nocin de autonoma la que plantea la fsica, pero sobre

    todo la biologa: un sistema abierto es un sistema que ali-

    menta su autonoma, pero a travs de la dependencia con

    respecto del medio exterior y, concluye Morin, cuanto

    ms desarrolla un sistema su complejidad, ms podr

    desarrollar su autonoma, ms dependencias mltiples ten-

    dr (p. 223).

    Los sistemas abiertos ms complejos, es decir, los siste-

    mas biolgicos, no slo se abren a las dems organiza -

    ciones para mantener y desarrollar su autonoma, tambin

    generan lo que necesitan a partir de esa apertura. Lagenera-

    tividado creatividad de las organizaciones biolgicas hace

    de ellas sistemas autopoieticos, es decir, que producen la

    propia energa e informacin que necesitan para no con-

    sumirse y degradarse hasta la muerte3. Mientras que la

    solucin simple de la mquina es retrasar el curso fatal

    de la entropa4por la alta abilidad de sus constituyentes,

    la solucin compleja de lo viviente es acentuar y ampliar

    el desorden, para extraer de l la renovacin de su orden

    (p. 241)5.

    Si los sistemas se conguran a partir de la trada orden/

    desorden/organizacin, si adems presentan causalidades

    dialcticas, si adems no pueden aislarse en elementos so

    pena de sacricar caractersticas e interacciones, si el todo y

    la parte se relacionan y se denen mutuamente, si las orga-

    nizaciones son sistemas abiertos cuya autonoma est ligadaa su dependencia y, adems, si generan en el movimiento

    de orden/desorden sus propias energas, an falta ver todo

    ello, en el tiempo.

    3 Lo que sorprende en la ms mnima bacteria es que es capaz de autoreproducirse, autoproducirse y autorepararse a medida que las molculas que la constituyen se degra-dan [...] de hecho las mquinas vivientes estn en estado de reorganizacin permanente, es decir, implican, utilizan, combaten, toleran el desorden (p. 81).

    4 Consumo de energa (nota del autor).5 A este propsito, ms adelante Morin dice: El lazo entre vida y muerte es mucho ms estrecho, profundo, que lo que hubiramos alguna vez podido, metafsicamente,

    imaginar (1990, p. 56).

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    que nos interesa mostrar, cul es entonces, el estado actualdel conocimiento?

    Arma Morin en 1984:

    El conocimiento cientco est en estado de renovacin

    desde principios de siglo. Podemos preguntarnos incluso

    si las grandes transformaciones que han afectado a las

    ciencias fsicas de la microfsica a la astrofsica, las cien-

    cias biolgicas de la gentica y la biologa molecular a

    la etologa, la antropologa (la prdida del privilegio he-

    liocntrico por el que la racionalidad occidental se con-

    sideraba juez y medida de toda cultura y civilizacin),

    no preparan una transformacin en el modo mismo de

    pensar lo real (p. 44).

    Laaceptacin de la incertidumbre deviene as en unaincitacin a la racionalidad cientca: Un universo que nofuera ms que orden no sera un universo racional, sera ununiverso racionalizado, es decir, se supondra que obedece alos modelos lgicos de nuestro espritu. Sera en este sentidoun universo totalmente idealista (p. 109). Por ello el tra-bajo con la incertidumbre advierte la imposibilidad de unmodelo fundamentador o de una frmula clave que ase-gure el conocimiento; ni siquiera el principio de la comple-jidad debe entenderse en este sentido.

    La incertidumbre reta a la racionalidad y en sentidoamplio al modo de conocimiento cientco vigente hastael siglo pasado. El conocimiento cientco requiere ahoraprincipios reguladores que, como la complejidad, incitan apensar no slo lo uno y lo mltiple, sino tambin a pensarconjuntamente lo incierto y lo cierto, lo lgico y lo contra-

    dictorio. Lo que el conocimiento en su estado actual debeconcebir es que el conicto, el desorden, el juego, no sonescorias o anomalas inevitables, no son desechos a reab-sorber, sino constituyentes claves de toda existencia y orga-nizacin social (p. 82).

    El conocimiento est entonces en una situacin en la

    que las tcticas concebidas desde el comienzo de sus pro-gramas de investigacin ya no son tan fecundas como se

    pensaba. En efecto, con la inclusin de la incertidumbre,lo que aparece ante los ojos del pensamiento cientco esla adopcin de programas ms estratgicos que incluyenla evolucin de la situacin, luego los azares y los eventosnuevos para modicarse permanentemente y corregirse sincesar. Pero la situacin no es exclusivamente metodolgicaen el sentido decimonnico del trmino. La ciencia, y ms

    mente del trmino complejidad. Esto llevaba a Morin adecir que la nocin de complejidad difcilmente puede serconceptualizada. Por una parte, porque apenas emerge; porotra, porque no puede ser sino compleja (p. 247). En 1990,sin embargo, se anima a dar una denicin ms o menos

    exacta de la complejidad:

    La complejidad es, efectivamente, el tejido de eventos,

    acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones,

    azares, que constituyen nuestro mundo fenomnico. Lacomplejidad se presenta con los rasgos inquietantes de loenredado, de lo inextricable, del desorden, la ambige-dad, la incertidumbre (1990, p. 32).

    El concepto de complejidad sirve para reunir en s

    el orden, desorden y organizacin y, en el seno de la orga -nizacin, lo uno y lo diverso (p. 24), y conlleva al menosdos reconocimientos: para el mundo fenomnico, el re-conocimiento de que los sistemas ms complejos que cono-cemos, el cerebro y la sociedad de los hombres, son los quefuncionan con la mayor parte de aleas, de desrdenes, de

    ruido (1984, p. 239), y para el pensamiento, el recono-cimiento de un principio de incompletud e incertidumbre(1990, p. 23).

    Nuestro pensamiento, que antes separaba para expli-car, ahora, si bien tiene que distinguir y analizar, busca, msbien, establecer la comunicacin entre lo que es distingui-do: el objeto y el entorno, la cosa observada y su observa-dor (1984, p. 47); esto es lo que Morin llama el principiode la complejidad. La complejidad es entonces, por un lado,el tejido (complexus: lo que est tejido en conjunto) que con-gura el mundo y por otro, el principio regulador para elconocimiento del mundo que nos rodea:

    Mientras que el pensamiento simplicador desintegra lacomplejidad de lo real, el pensamiento complejo integra

    lo ms posible los modos simplicadores de pensar, perorechaza las consecuencias mutilantes, reduccionistas,unidimensionales y nalmente cegadoras de una simpli-cacin que se toma por reejo de aquello que hubiere dereal en la realidad (1990, p. 22).

    El pensamiento complejo aspira a un saber multidimen-sional, no parcelado, ni dividido, pero reconoce que tal pen-samiento es inacabado e incompleto: uno de los axiomasde la complejidad es la imposibilidad, incluso terica, deuna omnisciencia (p. 23).Ahora bien, visto lo anterior y encaminndonos hacia lo

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    una autocrtica en la que el antroplogo se ve inducido arelativizar su propio punto de vista para intentar conocer loantropologizado y, ms ampliamente el anthropos (p. 344).

    Lo observado implica, contiene, al observador. Dos pues

    son los sealamientos: por un lado las nociones de sujeto-objeto son resultado de nuestra cultura y, por otro, en la

    prctica cientca, la distincin no es tal, pues en el objeto

    est implicado el sujeto7. Lo importante a destacar es la cri-

    sis que la incertidumbre ha desencadenado en esta estruc-

    tura fundante del pensamiento cientco. As como en mi-

    crofsica el observador perturba al objeto, el cual perturba

    su percepcin, as tambin la nociones de objeto y de sujeto

    son profundamente perturbadas una por la otra: cada una

    abre una brecha en la otra (1990, p. 70). Y la consecuencia

    ms inmediata de est constatacin es que el conocimien-

    to cientco, al traer consustancialmente un principio de

    incertidumbre y de auto referencia (al observador), trae

    consigo un principio auto-crtico y auto-reexivo (p. 71).

    Volveremos sobre esto ms adelante.

    El segundo tpico: El error y la verdad. Morin dice

    al respecto: Hemos descubierto que la verdad no es in-

    alterable, sino frgil (1984, p. 286). Nuestra lgica se ha

    movido en un trmino medio, esto es la banda ancha

    de los fenmenos que pueden aprehenderse desde los

    principios de la ciencia clsica: determinismo, causalidad,

    regularidad, invariancia, universalidad. Ahora con la in-clusin de la incertidumbre (la dispersin, el ruido, el azar,

    la indeterminacin) la posibilidad de certeza slo opera en

    la banda ancha, y tal vez ya ni en ella, y lo que llamamos

    verdad est ligado ahora dialcticamente al error tambin.

    El ruido de fondo est por todas partes a nuestro alre-

    dedor. Y nosotros somos seres que hemos producido esacosa maravillosa y horrible que tiene el nombre de ver-dad. Pero yo dira que no hay que poner la verdad pordoquier. Hay muchas cosas en el mundo que son infra osupra verdad. El mismo mundo sin duda (p. 287).

    Es decir, que siendo nosotros seres culturales, sociales,

    pensantes...

    no podemos escapar a la doble problemtica del error

    y de la verdad: para nosotros, los elementos y eventos del

    especcamente la epistemologa, ya no es ms un punto so-berano desde donde se controla la explicacin del universoes el lugar tanto de la incertidumbre como de la dialgica.Lo que plantean los avances en torno a la incertidumbre,el desorden, la dispersin en el mundo fenomnico pone

    en cuestin a las propias estructuras del pensamiento. Dehecho, dice Morin la ciencia del siglo XX ha progresadocombinando entre s el determinismo y la indeterminacin,el azar y la necesidad, lo algortmico y lo estocstico, lateora de las mquinas y la teora de los juegos (p.164)6.

    Armemos provisionalmente: el panorama del cono-cimiento cientco en la actualidad est dominado por lainclusin de la incertidumbre al interior de sus programase investigaciones del mundo, desde la microfsica a la an-

    tropologa y tal inclusin plantea crisis a las estructuras ms

    slidas del pensamiento cientco. Tres tpicos desarrollan

    con ms detenimiento esta idea.

    En primer lugar, la distincin entre sujeto y objeto.Las estructuras espacio-temporales en las que situamos alobjeto, la misma nocin de objeto, dependen de nuestrasrepresentaciones y de nuestras ideas, las cuales dependen

    de las estructuras organizativas de nuestro lenguaje y denuestra cultura al mismo tiempo que de las estructurasorganizadoras del espritu humano (1984, p. 343).

    La distincin entre sujeto-objeto y las nociones que

    los denen son resultantes de nuestra cultura, ellas eviden-cian el afn organizador del espritu humano y el lenguaje

    preciso que distingue y separa para comprender. Pero no

    es todo, segn Morin la distincin entre sujeto y objeto ha

    resultado ser ms problemtica en los programas de inves-

    tigacin cientca, toda vez que el sujeto observador se ha

    mostrado implicado en el objeto observado. Fenmeno

    que se ha evidenciado en las dos ciencias que, como polos

    opuestos, encierran el vasto panorama del conocimiento

    humano: la microfsica y la antropologa,

    en microfsica, el principio de incertidumbre de Heisen-berg introduce al observador en la observacin. La an-tropologa tras haber credo que el espritu occidental erala consecucin de toda racionalidad, con el que podamedirse el retraso de las mentalidades y de las culturas

    primitivas, se ha comprometido en un autoexamen y

    6 En este mismo sentido, y atenuando su crtica al pensamiento simplicador de la ciencia clsica, Morn escribe en 1990: he omitido [en mis libros anteriores] mostrar cmo,y a pesar de su ideal simplicador, la ciencia ha progresado porque era, de hecho, compleja, (p 147).

    7 Aunque podra argumentarse que sta ltima nocin es tambin cultural, eso no es relevante aqu, pues no podramos abstraernos ni parcial ni totalmente de nuestra culturapara hacer una evaluacin de la misma.

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    todo sistema formalizado hay por lo menos una proposicinque es indecidible, lo que quiere decir para Morin que esaindecidibilidad abre una brecha en el sistema, que se vuelve,entonces, incierto (p.72).

    La racionalizacin pues muestra dos caras de las cuales

    hay que cuidarse: matematizar todo y formalizar todo. Quenuestra razn constria el universo, desde lo microfsicohasta la sociedad de los hombres a sistemas o conjuntoscerrados, determinados y denibles puede conducir al error.Si la historia de la ciencia ha sido la historia de la reduccin

    y de la racionalizacin, la historia que se abre ahora es la dela ampliacin y la de la desracionalizacin.

    Ampliar la razn supone ante todo incluir lo inde-terminado y lo incierto en el problema del conocimiento.Podramos decir que ampliar la razn es mirar ms all delo determinado, de lo regular, de lo invariante. Las ciencias

    se han enceguecido porque slo ven lo que sus mtodos lesconducen a ver, y los mtodos slo ven lo que es posibleformalizar y reducir a espacios planos, bidimensionales, ma-triciales o matemticos. As, una razn abierta debe estaren capacidad de enfrentar lo eventual, lo que sale al pasode su propia indagacin y esto no slo en el campo del m-todo, sino en el mbito de los sistemas de ideas (las teoras),considerndolos como algo no establecido, sino como algoque puede ser incierto, tambin indeterminado (recordemosel principio de Gdel) y permanentemente reconstruido,segn se considere y se exponga a ms informacin.

    Ampliar la razn supone tambin, como ya lo hemosinsinuado, incluir cierta incertidumbre al interior del tra-bajo terico, el pensamiento humano une lo preciso a loimpreciso; no podemos utilizar el lenguaje [...] si no es aso-ciando conceptos imprecisos, polismicos, elsticos, a con-ceptos precisos, monosmicos, sin campo de elasticidad(1984, p. 328). La imprecisin, en esta nueva propuesta,lejos de ser un signo de error o laxitud se convierte en indi -cador de progreso gracias, en parte, al recurso de la teora

    de los conjuntos vagos (fuzzy sets), a la necesidad, reconocidapor cibernticos como Abraham Moles, de conceptos im-precisos (p. 329), y a las propuestas semnticas que se abrenpaso a partir de los juegos del lenguaje de Wittgenstein.

    Una ltima caracterstica de la razn abierta consiste enser capaz de comprender lo que excede a la razn. Morin seapoya en Merleau-Ponty y en Cornelius Castoriadis8paradejar insinuada la necesidad de considerar, por parte de

    universo se traducen en informacin y en mensajes; la pa-labra traduccin es capital; la computacin tambin es unatraduccin; ah ocurren todos los riesgos del error; cuantams informacin, cuanta ms comunicacin, cuantas ms

    ideas, ms riesgo de error hay; pero tambin, cuanta ms

    complejidad, ms posibilidad hay de transformar los erroresy hacerlos creativos (p. 28).

    Un ejemplo de esto puede ser el paso que ha dado lamicrofsica para concebir la partcula, a veces como onda, aveces como corpsculo; lejos de ver en la contradiccin unsigno de error, como clsicamente se hace en lgica, ve en

    ella un signo de complejidad.Sinteticemos el segundo tpico: con la inclusin de la

    incertidumbre y la ampliacin de la banda que cubre elconocimiento cientco del mundo, el error y la verdad es-tn unidos dialcticamente.

    El tercer tpico tiene que ver con lo que Morin lla-ma una excesiva racionalizacin del mundo. En este sen-tido hay que distinguir entre razn y racionalizacin: laracionalizacin es una lgica cerrada y demencial que creepoder aplicarse a lo real, y cuando lo real se niega a aplicarse

    a esta lgica, se le niega o bien se introducen frceps paraque obedezca (p. 83); la razn, por el contrario es abierta yreconoce en el universo la presencia de lo no racionalizable,es decir, la parte de lo desconocido o la parte del misterio(p. 83). La racionalizacin aparta por inadmisibles aspectosde la realidad que se ven entonces como pura contingen-

    cia, como ruido, como sesgo; as, por ejemplo, se separa elproblema de la relacin sujeto/objeto, lo singular, el azar, lono controlable. La razn abierta, por el contrario, trabajacon ello. Esta distincin es til adems porque permite dis-tinguir los excesos de la razn al confrontar sus niveles deformalizacin y matematizacin con la indeterminacin enlos objetos que estudia. Al respecto de la matematizacin yde la formalizacin, Morin dice lo siguiente:

    Lo propiamente cientco era, hasta el presente, elimi-nar la imprecisin, la ambigedad, la contradiccin. Perohace falta aceptar una cierta imprecisin y una impre-

    cisin cierta, no solamente en los fenmenos, sino tam-bin en los conceptos, y uno de los grandes progresos delas matemticas de hoy es el de considerar los fuzzy sets,

    los conjuntos imprecisos (1990, p. 60).

    Por el lado de la formalizacin, Morin se vale del teo -rema de Gdel que, recordmoslo, dice lo siguiente: en

    8 De Merleau-Ponty toma la necesidad de comprender lo que en nosotros y en los otros procede y excede la razn y de Castoriadis la constatacin de que la transfor-macin de la sociedad que exige nuestro tiempo se revela como inseparable de la auto superacin de la razn (1984, p. 306).

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    por fuera de las islas que tradicionalmente asignan objetosy mtodos especcos separados de otros y de sus entornos.Necesitamos un paradigma que ciertamente sepa distinguir,separar, oponer y, por tanto, poner en relativa disyuncin

    estos dominios cientcos (las disciplinas), pero que pueda

    hacer que se comuniquen sin operar la reduccin (p. 314) ypara ello es favorable pararse por fuera de esos dominios.

    Considerar la propia disciplina como una estructura

    conceptual no suciente ni excluyente incita el dilogo conotras perspectivas llevndose instrumentos analticos y teri-

    cos que al entrar en comunicacin con otros, se rearman yse complejizan.

    Cmo entender los mtodosde investigacin?

    La segunda implicacin apunta a la concepcin del m-todo. Morin arma: el mtodo es la praxis fenomnica,subjetiva, concreta, que necesita de la generatividad para-digmtica/terica, pero que a su vez regenera a esta gen-eratividad, es decir, el mtodo debe comprenderse en unarelacin recursiva con respecto a la teora y no como un me-

    dio que nos lleva feliz y tranquilamente a un n. La teoray el mtodo estn inscritos en una recursin permanente.Con la ciencia clsica el mtodo se degrad en tcnica, y lainvestigacin cientca se acostumbr a pedir y esperar del recetas a la manera de aplicaciones cuasi mecnicas

    que, por un lado, excluan al sujeto del ejercicio observa-cional y, por otro, capturaban slo lo determinado, precisoy formalizable del mundo. En la actualidad hay que volvera considerar al mtodo como lo que originariamente era:estrategia, iniciativa, invencin, arte. Este atisbo tiene quever con lo que ya se ha dicho: mtodos que distingan perono reduzcan, que toleren lo imprevisto, que observen sinaislar, que introduzcan el ruido y el azar, y que, por ltimo,incluyan al sujeto reexivo, autocrtico y autocorrector enlas observaciones.

    Todo lo que se ha dicho hasta ahora tiene que ver con

    las ciencias humanas y sociales, Morin se reere a ellas devez en cuando para resaltar la incertidumbre aun mayor queopera en las sociedades humanas; por ejemplo, para invitar autilizar en el estudio de las sociedades humanas y su historiaun enfoque multimtodos que permita incluir lo eventual yal sujeto en la observacin y para destacar que en los siste-mas abiertos humanos las acciones no se denen tanto porsus intenciones, sino en relacin a su deriva. Por ello el uso deteoras que se remiten a explicaciones lineales o el empleo de

    la razn, que no todo es racional, que existen realidadesirracionales o arracionales. Cita como ejemplo el amor, eljuego, la vida misma, sin duda, y propone, para el caso de

    las ciencias antroposociales, nuevas maneras de abordar elestudio de otras formas de pensamiento como por, ejemplo,

    el pensamiento mitolgico buscando en ellas ya no simplesexpresiones de la supersticin, sino sentido, en tanto cono-cimiento no racional del mundo.

    Ahora bien, no basta con ampliar la razn involucrando laincertidumbre, lo indeterminado, la imprecisin o considerandootras formas de pensamiento; para Morin, es absolutamentenecesaria la reexividad de la misma ciencia.

    Por reexividad entiende Morin la posibilidad de quela ciencia pueda mirarse a s misma, algo que l llama hacerciencia de la ciencia (p. 62). Tenemos que considerarla forma en que concebimos el orden, considerar la forma

    en que concebimos el desorden, y considerarnos a nosotrosmismos considerando el mundo (p. 99). Es decir, se tratade evaluar las formas en que nuestro conocimiento divide elmundo: cmo separamos las cosas, con qu pretensiones lasaislamos; considerar las causalidades que atribuimos, cmolas atribuimos; considerar lo que nuestro conocimiento hacecon el ruido, con lo que no estaba previsto, cmo lo asumeo lo desecha.

    Toda ciencia debe investigar sus estructuras ideolgi-cas, sus enraizamientos socioculturales; as, por ejemplo,en fsica, le corresponde al fsico no slo estudiar los con-

    ceptos fsicos, sino tambin reexionar sobre los caracteres

    culturales de los conceptos y las teoras fsicas, as como su

    papel en la sociedad (p. 63). Debemos ante todo evitar lasvisiones unidimensionales, compartimentadas, cerradas; espreciso hacer una ciencia de las ideas que usamos, de lasteoras que circulan, de las que disponemos y de las queno utilizamos; saber como se propagan las ideas, como seproducen y autoproducen, cmo se regulan. Para Morin esclaro que slo se puede comprender el mundo exterior sise tienen en cuenta las condiciones, las posibilidades y loslmites que organizan el conocimiento (p. 62).

    De todo lo dicho se pueden desprender algunas impli-

    caciones para la investigacin cientca.

    IMPLICACIONES PARALA INVESTIGACIN

    Cmo entenderla interdisciplinariedad?

    El trabajo en investigacin promueve la interdisciplinarie-dad si se concibe como indisciplinariedad, esto es, pensando

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    mtodos que slo hacen visible elementos aislados y separa-dos de sus contextos comporta tantas incertidumbres que, aldecir de Morin, su legalidad est apolillada (p. 130).

    Cmo entender la reexividad?

    El principio de reexividad no debe entenderse slo como lacrtica que se hace de la propia mirada y de lo que a ella se ledebe en la construccin de los objetos de investigacin. Estoes importante, pero el principio de reexividad en realidadapunta a establecer una nueva comprensin de la relacindel pensamiento con el mundo que aprehende. Al respectoMorin dice: el campo real del conocimiento no es el objetopuro, sino el objeto visto, percibido y coproducido por no-sotros. El objeto del conocimiento no es el mundo, sino lacomunidad nosotros-mundo (p. 108). El uso del guin de-

    nota la implicacin del observador en lo observado y la im-posibilidad de separarlos ontolgica y metodolgicamente.El nuevo lugar hacia el que se encamina la ciencia reconoce

    el papel del investigador, de las tcnicas de investigacin y de

    los conceptos en la constitucin de los resultados de investi-

    gacin. Pero no lo ve como un dcit, al contrario, se acepta,

    cada vez ms, que el mundo es el mundo-comprendido en

    nuestro lenguaje y dentro de nuestra cultura.

    En estos tres campos (el reto de la interdisciplinariedad,

    el nuevo rol de los mtodos de investigacin y el principio de

    reexividad) podran sintetizarse los aportes del pensamien-

    to complejo a nuestras reexiones contemporneas sobre la

    investigacin cientca. Son, sin duda, una invitacin a pen-

    sar ms all de los modelos clsicos y escolares y a explorar

    nuevas formas de trabajo acadmico y colegiado.

    REFERENCIAS

    Morin, E. (1984). Ciencia con conciencia. Barcelona: Anthropos.____. (1990). Introduccin al pensamiento complejo. Barcelona:

    Gedisa.