iglesia del nazareno hispana en usa … · traductor de artículos de esta edición...

61
aa Gracia Paz IGLESIA DEL NAZARENO HISPANA EN USA-CANADA WWW.NAZARENOSUSCAN.ORG RECURSOS ESPIRITUALES DE SANTIDAD PARA PASTORES Y LAICOS NÚMERO 2, 2013 LA CRISIS PRESENTE EN LA ADORACIÓN NAZARENA William M. Greathouse / página 6 LA ADORACIÓN EN LAIGLESIA HISPANA CONTEMPORÁNEA Wilfredo Canales / página 16 EL ESTILO DE ADORACIÓN DE PHINEAS BRESEE Stan Ingersol / página 22 LA ADORACIÓN ENTRE DIVERSAS RAZAS Gerardo Martí / página 33 GUÍA PRÁCTICA PARA DIRECTORES DE ADORACIÓN NAZARENOS / página 38 RECURSOS DE ADORACIÓN EN INTERNET —Un Estudio de la Adoración / página 48 —Efecto de la Adoración en mi Vida / página 57 — ¿Qué es la Adoración? (bosquejo) / página 58

Upload: lamduong

Post on 21-Sep-2018

224 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

aa

Gracia PazIGLESIA DEL NAZARENO HISPANA EN USA-CANADA WWW.NAZARENOSUSCAN.ORG

RECURSOS ESPIRITUALES DE SANTIDAD PARA PASTORES Y LAICOS NÚMERO 2, 2013

LA CRISIS PRESENTE EN LA ADORACIÓN NAZARENAWilliam M. Greathouse / página 6

LA ADORACIÓN EN LAIGLESIA HISPANA CONTEMPORÁNEAWilfredo Canales / página 16

EL ESTILO DE ADORACIÓNDE PHINEAS BRESEEStan Ingersol / página 22

LA ADORACIÓN ENTRE DIVERSAS RAZASGerardo Martí / página 33

GUÍA PRÁCTICA PARADIRECTORES DE ADORACIÓN NAZARENOS/ página 38

RECURSOS DE ADORACIÓN EN INTERNET—Un Estudio de la Adoración / página 48—Efecto de la Adoración en mi Vida / página 57— ¿Qué es la Adoración? (bosquejo) / página 58

Les deseamos Feliz Navidady PrósperoAño Nuevo 2014

CC OO NN TT EE NN II DD OO 2 La adoración celestial Bob Boradbooks

3 Reflexión: La adoración de los ángeles y lospastores

Roberto Hodgson

4 Pensamientos sobre adoración en la tradiciónwesleyana

Bryon Mclaughlin

5 El pastor como director de adoración William Greathouse

6 La crisis presente en la adoración nazarena William Greathouse

16 La adoración en la iglesia cristianacontemporánea

Wilfredo Canales

22 El estilo de adoración de Phineas Bresee Stan Ingersol

30 Primera cosecha de almas Joel Jiménez

33 La adoración entre diversas razas Entrevista con Gerardo Martí

38 Guía práctica para líderes de adoración nazarenos

44 La adoración José González

48 Un estudio de la adoración Recursos en internet

57 Efecto de la adoración en mi vida Recursos en internet

58 ¿Qué es la adoración? Recursos en internet

Gracia y Paz Número 2, 2013www.nazarenosuscan.org

Bob BroadbooksDirector de la Región USA/Canada

Roberto HodgsonDirector de Ministerios Multiculturales y de

Misiones HispanasRegión USA/[email protected]

Byron McLaughlinDirector de la Revista Impresa y Cibernética en

Inglés Grace & Peace [email protected]

José PachecoEditor de Literatura Hispana,

Misiones Hispanas USA/CanadaTraductor de artículos de esta edición

[email protected]

La presente publicación en el espacio cibernéticoofrece recursos espirituales de santidad para pas-tores y laicos, tanto de la Iglesia del Nazareno enUSA/Canada como en todo el mundo de habla his-pana, así como a los fieles de otras iglesias y deno-minaciones. Además, se propone servir de enlaceprincipalmente a los nazarenos hispanos de la Re-gión USA/Canada, publicando noticias de iglesias,distritos y ministerios, así como promociones deeventos denominacionales y regionales.

Si desea contribuir con artículos y/o noticias le in-vitamos a visitar la páginawww.nazarenosuscan.org, biblioteca virtual, endonde podrá descargar el Manual de estilo denuestras publicaciones.

Dirija toda correspondencia a:[email protected]@aol.com

USA/Canada Regional OfficeChurch of the Nazarene17001 Prairie Star ParkwayLenexa, KS 66220913-577-0500

Publicación Cibernética de la Iglesia del Nazareno HispanaRegión USA/Canada

POR BOB BROADBOOKS

lenguaje de alabanza y adoración en ocasio-nes se emplea mal. A finales de 1996,cuando Tiger Woods recibió la distinción de

“Deportista del Año” de parte de la revista SportsIllustrated Magazine, su padre, Earl, le dijo al escritorde la revista, Gary Smith, que:

“Tiger logrará más que cualquier otro hombreen la historia para cambiar el curso de la huma-nidad… por su origen étnico, está bien calificadopara realizar milagros. Es el puente entre elOriente y el Occidente. No tiene límites graciasa su dirección. Todavía no sé exactamente quéforma tomará todo esto. Pero sin duda es el Es-cogido. Tendrá la capacidad de impactar a lasnaciones. No a la gente. A las naciones. Elmundo apenas está recibiendo una probaditade su poder”.*

“¿Cambiar el curso de la humanidad?”“¿Realizar milagros” “¿El puente?” “¿El Escogido?”Estamos todos de acuerdo en que Tiger es un granjugador de golf, pero su padre ha exagerado unpoco. Earl no es el único que en ocasiones usa malel significado de adoración. Nos es relativamentefácil conmovernos por un edificio, o un grupo deseres amados, o cierto estilo de música, o un re-cuerdo y pensar: “¡Cuánto lo adoro!”

Pero la verdadera adoración va mucho másallá. Podemos descubrir la verdadera adoración in-cluso cuando estamos solos, en medio del dolor, oen situaciones difíciles. Podemos descubrir la adora-ción celestial. Esta no se encuentra en un tigre, sinoen un Cordero.

Se dice que el ministro metodista SamuelChadwick tenía un hábito celestial. Justo antes desubir a la plataforma a predicar, siempre leía elmismo pasaje —Apocalipsis 5. Esas palabras le im-pulsarán a la verdadera adoración. Juan, el teólogo,el revelador, estaba “en el Espíritu en el día delSeñor” y pudo asomarse un poco al cielo. Allí vio lamultitud celestial alrededor del trono, en llanto por-que nadie era digno de abrir el rollo escrito y proveerel camino de salvación. Pero entonces aparece elCordero inmolado con el Padre. Abre el rollo y todo

mundo irrumpe en alabanza. Los cuatroseres vivientes y los 24 ancianos le entona-ron un canto nuevo a Jesús, según los versí-culos 9-10:«Digno eres de recibir el rollo escrito yde romper sus sellos, porque fuistesacrificado, y con tu sangre comprastepara Dios gente de toda raza, lengua,pueblo y nación. De ellos hiciste unreino; los hiciste sacerdotes al serviciode nuestro Dios, y reinarán sobre latierra».

Entonces, en el versículo 12, Juan diceque vio a millares de millares y millones demillones que cantaban con todas sus fuer-zas: «¡Digno es el Cordero, que ha sido sa-crificado, de recibir el poder, la riqueza y lasabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria yla alabanza!» Juan oyó entonces que todacriatura en el cielo y en la tierra cantaban,según el versículo 13: «¡Al que está sentadoen el trono y al Cordero, sean la alabanza yla honra, la gloria y el poder, por los siglosde los siglos!» Al final del capítulo 5 se re-gistra que todos exclaman “¡AMÉN!” y sepostran en adoración.

Cuando queda claro el objeto de nues-tra adoración, nada puede detenernos ennuestra adoración. Incluso cuando el estilode la música no es de nuestra preferencia,podemos adorar. Cuando el sermón no estan brillante, podemos aun así acercarnosal trono. Cuando nuestras relaciones terre-nales se están derrumbando, la alabanzapuede fluir de lo profundo de nuestro cora-zón. Y cuando nos encontramos solos enuna tierra de exilio, atrapados en nuestrapropia isla de Patmos, aun así podemos en-contrar la adoración en nuestros labios.¡Comprendemos que la verdadera adora-ción celestial no es ni más ni menos quealabar a Jesús!

Pastor, este próximo domingo, justoantes de subir a la plataforma, lea Apocalip-sis 5. Léalo despacio e imagínese a ustedmismo en medio de la muchedumbre alre-dedor del trono. Imprima firmemente elobjeto de su adoración en su mente. De se-guro descubrirá que la adoración no es solomejor, ¡sino celestial!

*Busque en internet: ttp://sportsillustrated.cnn.com/vault/article/magazine/MAG1009257/2/index. htm.

El¡Entendemosque la verda-

dera adoracióncelestial no es

ni más ni menosque alabar a

Jesús!

Complacido por lasperspectivas:

BOB BROADBOOKS

Director de la RegiónUSA-Canada

ADORACIÓN CELESTIAL

2 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

Reflexión: La Adoración delos Ángeles y los Pastores

Lucas 2:7-16, 20dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvióen pañales, y lo acostó en un pesebre, porqueno había lugar para ellos en el mesón. Había

pastores en la misma región, que velaban y guarda-ban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y heaquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloriadel Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron grantemor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque heaquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todoel pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad deDavid, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto osservirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en paña-les, acostado en un pesebre.

Y repentinamente apareció con el ángel una multitudde las huestes celestiales, que alababan a Dios, y de-cían: ¡¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz,buena voluntad para con los hombres!

Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos alcielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos,pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, yque el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues,apresuradamente, y hallaron a María y a José, y alniño acostado en el pesebre… Y volvieron los pastoresglorificando y alabando a Dios por todaslas cosas que habían oído y visto, como seles había dicho.

Los seres celestiales que adoran a Dios enel cielo, vinieron para adorar al Dios quese había encarnado en el niño Jesús, na-cido de la virgen María, y que fue conce-bido por el Espíritu Santo. Los pastoresiniciaron la primera adoración colectiva alDios Salvador de la humanidad. En aque-lla primera Natividad lo celestial y lo hu-mano se unieron en adoración ycelebraron la visitación de Dios a la huma-nidad que traería paz a la tierra.

Aquella primera adoración de los pastores al niñoJesús inauguró la adoración de todos las personasque reconocerían a Jesús como el Salvador personalde sus vidas. La paz de Jesús vendría a los corazonesde su pueblo redimido. Esta primera adoración de loshumildes pastores se ha seguido a través de los siglosen millares de adoradores. Este primer evento deadoración celestial y terrenal fue una anticipación deque los redimidos se unirán al coro celestial paraadorar al Redentor de la raza humana y de toda lacreación por toda la eternidad.

Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y losveinticuatro ancianos se postraron delante del Cor-dero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas deincienso, que son las oraciones de los santos. Ellosentonaban un cántico nuevo, diciendo: “¡Digno eresde tomar el libro y de abrir sus sellos! Porque tú fuisteinmolado y con tu sangre has redimido para Diosgente de toda raza, lengua, pueblo y nación. Tú loshas constituido en un reino y sacerdotes para nuestroDios, y reinarán sobre la tierra. Y miré, y oí la voz demuchos ángeles alrededor del trono y de los seres vi-vientes y de los ancianos. El número de ellos era mi-ríadas de miríadas y millares de millares. Y decían agran voz:

“Digno es el Cordero, que fue inmolado, de recibir elpoder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la

honra, la gloria y la alabanza” (Apocalipsis5:8-12).

Como en aquella ocasión cuando los pas-tores y los ángeles adoraron al Dios reden-tor en Belén, ahora nosotros adoremos yalabemos a Jesucristo por lo que Él es, hahecho, hace y hará en nuestras vidas.

‘YxÄ|é atä|wtw xÇ TwÉÜtv|™Ç4

Y

El Dr. RobertoHodgson es Direc-tor de MinisteriosMulticulturales y

de MisionesHispanas

NAZARENOSUSCAN.ORG / 3

Pensamientos Sobre Adoración en la Tradición Wesleyana

P o r B R Y O N K . M c L A U G H L I N

L

BRYON K.McLAUGHLINes Editor Ejecutivode Grace & [email protected]

Aunque las formas yprácticas de adora-ción son esencialespara formar al pue-blo de Dios, lo que

las valida es la expe-riencia de una comu-nidad amorosa y deapoyo, que se inte-resa por los que es-tán dentro o fuera de

las paredes de laiglesia.

rena, se ha despertado creciente interés en lahabilidad singular y profunda de Juan Wesleyde unir tanto la adoración de la Iglesia Angli-cana (cuya comunión nunca abandonó), comola del avivamiento metodista, que utilizó inno-vaciones creativas —predicar al aire libre y lasreuniones de clases— para alcanzar a los incon-versos. Wesley sentía gran respeto por las for-mas litúrgicas de la iglesia porque según él seenfocaban en Dios. Pero también buscó nuevosmétodos y formas de relacionar la fe porqueentendía que la adoración debía ser contextualpara ser eficaz. Carlos, hermano de Juan, ayudómucho en ese esfuerzo al escribir miles de him-nos (muchos con tonos y ritmos populares) conlos que el pueblo común obtuvo inspiración yacceso a conceptos bíblicos y teológicos. El es-tilo de adoración de Wesley trató de combinarel testimonio litúrgico profundo y largamenteprobado de la iglesia, con la adaptación contex-tual, a fin de que se pudiera extender el evan-gelio en el mundo. Esa combinación puede seruno de sus más valiosos legados para sus des-cendientes espirituales. Pero, incluso para Wes-ley, el verdadero propósito de la adoración noera su forma, sino su aplicación: el amor a Diosy al prójimo.

Como ha escrito el sociólogo GerardoMarti en una entrevista, que publicamos eneste número, a la gente no le atrae tanto un es-tilo de adoración sino más bien la calidad de sucomunidad. Aunque las formas y prácticas deadoración son esenciales para formar al pueblode Dios, lo que las valida es la experiencia deuna comunidad amorosa y de apoyo, que se in-teresa por los que están dentro o fuera de lasparedes de la iglesia. Los conflictos y las divisio-nes por los estilos de adoración de la iglesiabien pueden señalar a nuestro deseo de adora-ción auto satisfactorio y no tanto al enfocado enDios e inclusivo (peligro latente tanto para pas-tores como para laicos). En los primeros días denuestra iglesia, lo que atrajo a la gente a las co-munidades nazarenas no fue simplemente unaexperiencia de adoración ni gran predicación,sino el hecho de que los nazarenos se compro-metían a demostrar su adoración como ética deamor en el mundo. Ese testimonio de amorsanto es un acto de adoración tanto como lo esuna experiencia de culto de domingo en la ma-ñana en la iglesia.

En esta edición, examinamos algunoselementos de una adoración trascendente ycontextual.

a adoración, en su sentido más básico, sig-nifica adscribirle valor y honra a Dios. Paralos cristianos, esta actividad gira en torno

de la obra de Dios en Cristo de redimir a la huma-nidad pecaminosa. Las congregaciones entran enla adoración mediante elementos como música,oración, lectura de la Biblia, credos, predicación, yparticipación en los sacramentos para encontrarsecon Dios y contar la historia de la iglesia del evan-gelio de salvación. Esa historia antigua siempre in-cluye una palabra fresca sobre la actividad de Diosaquí y ahora, como expresión de la obra del Espí-ritu de Dios en el mundo. La historia cristiana (queincluye, entre otros elementos: la creación, lacaída, la redención y la consumación) nos forma ynos provee un medio para evaluar todas las otrasnarrativas (o puntos de vista mundiales) que com-piten, ofrecidas por la sociedad, la cultura y otrascreencias. Dentro de ese ethos la gente experi-menta la presencia sanadora y reconciliadora, y secompromete a contar esa gran historia al mundonecesitado. Le llamamos “servicio” a nuestra ado-ración porque “servir” es lo que hacemos para losdemás. Como dice el teólogo Tyron Inbody: “Laadoración incluye nuestro servicio a la justicia, sa-nidad y paz de Dios en el mundo”.

La descripción o definición de la adora-ción es difícil debido a nuestro diverso contextopersonal, cultural, teológico e histórico. Los naza-renos adoramos en una variedad de estilos y mo-delos litúrgicos. Nuestra adoración no es, ni nuncaha sido, un solo modelo para todos. Las tradicio-nes de cultos campestres y de campañas de aviva-miento, que en gran parte le dieron forma a laadoración nazarena, y al Movimiento de Creci-miento de la Iglesia, que ha influido en eventosmás recientes, han desaparecido, lo cual ha de-jado a muchos ministros en busca de lo que sigue.Las nuevas realidades sociales y culturales estánimpulsando a muchos nazarenos a revaluar laadoración y su objetivo. Aunque algunos nazare-nos han recibido fuerte influencia de otras ten-dencias de adoración evangélica, muchos otros seapegan profundamente a sus raíces wesleyanas.Aun cuando la tradición wesleyana siempre hasido una fuente principal de la adoración naza-

4 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

El Pastor ComoDirector de Adoración

ara dirigir al pueblo de Dios en adoraciónverdadera el pastor debe ser una persona dedevoción individual y de santidad. Si ha vi-vido superficialmente y vacío toda la se-

mana, así lo estará al subir al púlpito el domingo.Para ser un verdadero líder de adoración usted ne-cesita dedicar momentos de quietud regularmente,a diario, temprano o por la noche, a adorar a Diosen la Biblia, en la lectura devocional, y en oración.Tal devoción debe ser integrada, por supuesto, auna vida de piedad. Solo ese tipo de santidad perso-nal le puede preparar para conducir la adoración pú-blica. El pastor debe vivir en la presencia del Santo.

Los pastores deben comprender que la ado-ración demanda tanto la vida como la forma, que elAutor de la vida es también Autor del orden. Portanto, debe planificar sus servicios de adoraciónpara dar lugar a que Dios se manifieste entre supueblo.

Al recordar que la forma del servicio puede ydebe ser muy variada, a la vez debemos compren-der que ciertos ingredientes siempre deben estarpresentes.

Primero, tenemos que aprender del PadreNuestro, el modelo fundamental de la adoración.Jesús nos enseñó a santificar el nombre de Dios, apedir que venga su reino, y que se haga su voluntad,antes de pedirle por nuestras necesidades, de modoentonces que un verdadero culto de adoración debesiempre comenzar como actividad centrada en Dios.Esto significa que al iniciar no se debe entonar unhimno de testimonio, sino de invocación o alabanza.Más adelante en el culto se puede entonar unhimno de testimonio, pero al principio se debenusar himnos como “Fuente de la vida eterna”, “Loo-res dad a Cristo el Rey”, “¡Gloria!”, “¡Oh Padre,eterno Dios!”, entre muchos otros para el inicio delservicio de adoración. Enseñe a su pueblo a cantar-los como para el Señor. Tuve el gozo de enseñar alos miembros de mi primera iglesia misión las rique-zas de la himnología cristiana.

La lectura de la Palabra de Dios es otro ingre-diente esencial de la adoración pública, como medi-tación del pastor o como lectura antifonal o alunísono. Ninguna otra parte del culto es de mayorimportancia. Los cristianos son un pueblo atento yobediente a la Palabra de Dios. Familiarícese con elpasaje que va a usar, de modo que lo lea con énfasisy bien recitado.

La oración pastoral es otro ingrediente indis-pensable de un culto de adoración. Poco después enel culto el pastor fungirá como profeta de Dios, alproclamar la Palabra de Dios al pueblo. Pero antes,en la oración pastoral, su función es la sacerdotal, alllevar delante de Dios los dolores, necesidades y an-helos de su pueblo ante la sanadora presencia deDios. El pastor nunca debe ceder su lugar como sa-cerdote, excepto bajo las circunstancias más ex-traordinarias.

Cuando el pastor comprende la adoración elsermón se convierte en el punto central de un cultode unidad, belleza y movimiento. Cuando el puebloestá abriendo su corazón y mente en plena concien-cia delante de Dios en un culto vivo con su presen-cia, la predicación se convierte en un sacramentoreal en el que se transforma la Palabra de Dios en elpan de vida para las almas del pueblo de Dios.

Después del sermón el pueblo debe partici-par una vez más, entonando un himno o canto querefleje las verdades del servicio y los impulse ahacer la voluntad de Dios como se les ha revelado.

Pastor, esta es su sagrada y delicada tarea,vivir en la presencia del Santo y entender el signifi-cado de su adoración, de modo que quienes asistena su iglesia puedan decir con frecuencia: «¡Quéasombroso es este lugar! Es nada menos que la casade Dios; ¡es la puerta del cielo!» (Génesis 18:17,Nueva Versión Internacional).

WILLIAM M. GREATHOUSE (1919-2011)El Dr. Greathouse fue pastor, educador, rector de universidad, presi-dente del Nazarene Theological Seminary, y superintendente Gene-ral de la Iglesia del Nazareno.

Copyright © by Beacon Hill Press of Kansas City, 2923Troost, Kansas City, MO 64109. Usado con permiso de la casa publicadora.Reservados todos los derechos. Copiado del Preacher’s Magazine, Decem-ber/January/February 1989-90. Véase:“Worship as the Recognition of the HoLY

P

NAZARENOSUSCAN.ORG / 5

LA CRISISPRESENTE ENLA ADORACIÓNNAZARENA

Al Dr. William M. Greathouse se le pidió querespondiera al creciente interés de muchos na-zarenos sobre las formas de adoración contem-poráneas y litúrgicas. Presentó esta conferenciaen un servicio de capilla del Nazarene Theologi-cal Seminary en 1989.

POR WILLIAM M. GREATHOUSE

Se me ha pedido que respondaal tema de la crisis en la ado-ración nazarena. Lo que voy a

exponer refleja mis puntos de vistay tradiciones personales, los cualestienen el propósito de estimular supensamiento y, ojalá, también a re-flexionar de nuevo sobre su funcióncomo líder de adoración, y no tantoque se considere MI exposicióncomo declaración ex cathedra.

Mis credenciales incluyen 50años de ministerio nazareno y lacomprensión de la adoración naza-rena. Durante todo mi ministerio,desde mi primer pastorado de mi-siones domésticas hasta el pre-sente, me he interesado pro fun da -mente en que los nazarenosaprendan a adorar mejor. Estoyconvencido de que ninguna otracosa que hagamos como ministrosde Cristo es más importante quenuestra propia adoración personaly nuestra conducta de adoraciónpública, en la que tenemos el altoprivilegio de dirigir al pueblo deDios hacia un encuentro vivo con élen su santidad y gracia.

Mi historia personal quizá ex-plique mi inclinación. Nací, fui bau-tizado y edificado en el Metodismo.En mi niñez me arrodillaba junto amis padres para recibir la SantaCena, y cantaba con la congrega-ción los grandes himnos de la igle-sia, que celebran su majestad, glo-ria, y gracia salvadora. La poderosainfluencia de la adoración del Diostodopoderoso moldeó mi mente y co-razón mucho antes de estar cons-ciente de lo que sucedía a mi alre-dedor. Por todo ello alabo a Dios.

6 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

Sin embargo, a travésde la Iglesia del Nazareno en-contré a Cristo como mi Salva-dor personal, en mi ado -lescencia, durante un serviciode avivamiento bajo unatienda de campaña. Tres añosdespués de mi primer año enel Colegio Bethany Peniel,acepté la posición de pastorsuplente de un pequeño re-baño en Jackson, Tennessee,

mientras terminaba mis tresaños finales de estudios en launiversidad metodista de esepueblo. En esa capilla, y en laEscuela de Divinidades Van-derbilt por cinco años adicio-nales (todavía como pastor na-zareno), se profundizó micomprensión y aprecio por lahimnología de la iglesia.

A la vez, me sentía to-talmente a gusto en cultos de

avivamientos y reunionescampestres en los que las de-mostraciones espirituales —llanto, gritos, ¡y en ocasioneshasta danza santificada!— es-taban a la orden del día. Enaquel entonces, como hastahoy, respondo profundamenteal llamado del Dr. Bresee:“¡Oh nazarenos, mantenganentre ustedes la gloria del Se-ñor!” —mientras que a la vezrechazo el emocionalismo des-medido. Como el Dr. Chap-man también puedo decir:“Nací en el fuego, y no mepuedo conformar con elhumo”.

En mi propia historiapersonal, tanto lo litúrgicocomo la libertad en la adora-ción en la iglesia han ido a lapar, y hasta hoy, puedo adorarde forma profunda y significa-tiva en cualquiera de las dostradiciones. Anhelo solo unacosa: la presencia manifiesta deDios en medio de su pueblo, yasea en el terremoto y el fuego, oen un susurro apacible.

Estoy convencido de quela verdadera adoración es lachispa vital de la llama celes-tial que inspira, refina, sos-tiene y edifica la vida de laiglesia. La adoración es el actomás sublime de que sea capazuna criatura de Dios, Porque“el fin supremo del hombre esglorificar a Dios y disfrutar desu presencia para siempre”.

Para mí, la definiciónmás completa y satisfactoriade adoración es la del Arzo-bispo William Temple, quienescribió:

“La adoración es la su-misión de toda nuestranaturaleza a Dios. Esdespertar de la concien-cia a su santidad; elalimento de la mentecon su verdad; la puri-ficación de la imagina-ción por su belleza; laapertura del corazón asu amor; la entrega dela voluntad a su propó-sito —y todo esto juntoofrecido en la adora-ción, la emoción menosegoista de nuestra na-turaleza que es el prin-cipal remedio para elegocentrismo de nues-tro pecado original y lafuente de todo el pecadoreal”.1

Ese tipo de adora -ción puede ocurrir en la Cate-dral de Westminster o en unsencillo templo de la Iglesiadel Nazareno si el pueblo deDios allí reunido le “adora”como debe ser —darle el valor,la honra, la gloria, la ado-ración que debe recibir departe nuestra como Creador,Sustentador y Redentor— y seune inteligente y emocional-mente al coro de huestes an-gelicales: «¡Digno es elCordero, que ha sido sacrifi-cado, de recibir el poder, lariqueza y la sabiduría, la fort-aleza y la honra, la gloria y laalabanza!» (Apocalipsis 5:12,NVI).

Con este antecedente deconvicción y comprensióntrataré de evaluar la presente

En mi propia histo-ria personal, tantolo litúrgico como lalibertad en la ado-ración en la iglesiahan ido a la par, yhasta hoy, puedoadorar de formaprofunda y signifi-cativa en cual-quiera de las dostradiciones.

NAZARENOSUSCAN.ORG / 7

crisis en la adoración nazarena. Sin embargo,mi tarea es extremadamente difícil, no solopor mi propia observación limitada de lo queestá ocurriendo en nuestra denominación encuanto a la adoración, sino también porquereconozco la existencia de muchos modelosdiferentes de estilos de adoración entrenosotros, incluso en la misma ciudad. Debe-mos permitir variaciones en las formas y esti-los de adoración, a fin de reconocer las necesi-dades culturales tan amplias y divergentes encualquier comunidad. Sin embargo —y esto eslo más importante—, se han establecido algu-nas normas para evaluar si está ocurriendo o

no la verdadera adoración en donde estamos obajo nuestro ministerio.

Para comenzar, permítanme sugerirque en muchas iglesias hay confusión sobre loque es la verdadera adoración. Aparente-mente muchos pastores no saben cómo plani-ficar un culto de adoración. Regularmente ig-noran los elementos que deben formar partede la adoración verdadera, por lo que sus cul-tos caen en una formalidad informal que con-trista al Espíritu Santo. Por supuesto, no esnada nuevo. Hace 40 años, el superintendentegeneral Chapman se quejaba de que algunos

cultos nazarenos tenían más el ambiente de“una antigua reunión para desgranar unamontaña de mazorcas de maíz” que de ado-ración al Dios todopoderoso. Le impactabaque muchos pastores no conocieran la diferen-cia entre los himnos (que se dirigen a Dios —oque por lo menos su contenido gira en tornode Dios) y los cantos evangélicos (subjetivos ycentrados más bien una experiencia). Estosúltimos pueden ser apropiados, decía, al de-sarrollarse el culto en un ambiente más ín-timo y personal, pero un culto de adoracióndebe iniciarse —como en el caso del PadreNuestro— con el reconocimiento y la ado-

ración a Dios, con himnoscomo “¡Oh Padre, eternoDios!”, o “Quisiera yo conlenguas mil”, música y letraque capacita al alma para ele-varse a la presencia de Dios.También le inquietaba que lalectura de la Palabra de Diosse limitara casi siempre a lacita del texto para el sermón—práctica deplorable— y quese incluyera un canto especialantes del sermón, sencilla-mente para llenar el pro-grama, cuando sería másapropiado cantar “En tu cenanos juntamos” o “La comu-nión”.

En muchos sectores de laiglesia este sigue siendo un problema. En másocasiones de las que quisiera admitir, hetenido que recordarle al ministro de música oal pastor que dirigía la parte devocional de laasamblea de distrito, que “Victoria en Cristo”no era muy apropiado para ese momento. Amenos que estuviera bien planificado un cultode adoración verdadera, durante los dos añospasados he establecido una sugerenciacomún: que la asamblea de distrito se iniciecon el himno “Fuente de la vida eterna / y detoda bendición; / ensalzar tu gracia tierna /debe cada corazón. / Tu piedad inagotable /

Debemos permitir variacionesen las formas y estilos de ado-ración, a fin de reconocer las

necesidades culturales tan am-plias y divergentes en cualquier

comunidad.

8 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

abundante en perdonar, /Único Ser adorable, / gloria ati debemos dar”. Y cuando elculto de adoración se program-aba para las 11 de la mañana,de todos modos insistía en quela asamblea se abriera con unhimno como “Tu reino amo,¡Oh Dios! / Tu casa de oración,/ y al pueblo que en Jesúshalló / completa redención”.

Hace unos meses estabaen una de nuestras iglesiasgrandes del Medio Oeste, deverdad grandiosa y de muchainfluencia. Me desilusionó yme contristé en mi espíritu porno entonar esa mañananingún himno de adoración.Fue un culto de cantosevangélicos nada más. Y auncuando la gente cantaba entu-siasmada, sentí muy poco de“la maravilla, el amor y la ala-banza” que mi corazón anhelaba experimen-tar. Todo el culto se centró en la experiencia,y cuando me tocó el turno de predicar, tuveque producir mi propio momento de ado-ración. Mi alma se sintió burlada esamañana. El pastor y el ministro de músicason hombres de Dios espirituales y experi-mentados, pero aparentemente ninguno delos dos sabía la diferencia entre“salmos, himnos y canciones espirituales”(Efesios 5:19, NVI) o lo que constituye un au-téntico culto de adoración. (A propósito, toda-vía distingo entre un culto de adoración deldomingo en la mañana y otro evangelísticodel domingo en la noche, en el que la informa-lidad y los cantos de testimonio son total-mente apropiados).

Estoy de acuerdo con la crítica de JohnR. Stott:

“Los evangélicos no sabemos muchoacerca de la adoración. Nuestra espe-

cialidad es el evangelismo, no la ado-ración. Tenemos una percepción muylimitada de la grandeza del Dios Todo-poderoso... Y nuestros cultos de adora-ción los preparamos mal, en formadescuidada, mecánica, rutinaria yaburrida... Gran parte de nuestra ado-ración pública es un ritual sin reali-dad, un formato sin poder, una reli-gión sin Dios”.2

¡Qué contraste con la descripción delDr. Bresee de los cultos de adoración de losdomingos en la mañana en la Primera Iglesiade Los Angeles!

“Era el fuego interior lo que daba untono dorado al ambiente de gloria y loshacía brillar trémulamente con la luzdel cielo. Cuando la multitud se reúne,y centenares son de una sola mente ycorazón, y el Espíritu Santo desciende

NAZARENOSUSCAN.ORG / 9

en su plenitud y poder, el lugar seadorna con una belleza y gloria quecomparadas con la majestuosidad deltemplo de Salomón este sería desola-ción. Cada pieza brilla con el resplan-dor de la Nueva Jerusalén. ¿Qué sonpiezas de mármol esculpidas para re-presentar a Dios con ribetes de plata;qué son arcos y torrecillas y espirales,en comparación con la belleza del Se-ñor y la gloria de la Presencia Di-vina?”3

¿Ideal? Quizá; pero ideal digno paracada pastor y congregación nazarenos. Losque asisten a nuestros cultos deben ser inspi-rados a decir: “«¡Qué asombroso es este lugar!Es nada menos que la casa de Dios; ¡es lapuerta del cielo!» (Génesis 18:17, NVI).

Otra área crítica es la creciente tenden-cia de usar en el canto congregacional músicaespecial. Si la iglesia no es muy grande comopara organizar un coro, por lo menos puedenarmar un grupo más pequeño.

En octubre pasado tuve el gran privile-gio de predicar por 17 días en Gran Bretaña.

Me fue de mucho beneficio espiritual porquetuve la oportunidad de disfrutar en cada culto—excepto uno— de cantar con gente de Ingla-terra, Escocia e Irlanda, no solo muchos de loshimnos de Juan y Carlos Wesley (en tonos oritmos desconocidos para mí, pero que prontoaprendí a apreciar) sino también los de otrosgrandes himnólogos como John Newton, Ho-ratio Bonar e Isaac Watts, hombres que sa-bían cómo describir con lenguaje poético lasaspiraciones del alma y las alabanzas a nues-tro gran Redentor.

Dije que en cada servicio, excepto uno.Debo ser cuidadoso y consideradode lo que digo aquí, porque esaiglesia irlandesa particular es-taba viva y creciente. Pero porqueaparentemente era la primera vezque recibían la visita de un supe-rintendente general, prepararoncasi una hora de música especial—fue para el Señor, de eso estoyseguro— pero también para mí ypara el alcalde de esa ciudad y suesposa que estarían presentes enel culto. El servicio se inició con elhimno de Carlos Wesley “Quisierayo con lenguas mil”, pero ese fueel principio y el fin del canto con-gregacional esa noche. Como pormás de una hora, el coro juvenil,el grupo de damas, el coro dehombres, los coros combinados,

cantaron, cantaron y cantaron. Cuando medieron el púlpito para predicar, ya pasaba dela 9 de la noche, y sentí como que estaba pre-dicando en un vacío espiritual. El sermón queDios había usado en tantos otros cultos parasolaz de mi alma y del pueblo de Dios, esa no-che se convirtió en una lucha laboriosa. ¿Quéhabía sucedido? Una larga hora de “especia-les” había disipado el espíritu de adoración.La esposa del alcalde me comentó amable-mente después del culto: “Ojalá nos hubierandado la letra de sus cantos de modo que loshubiera seguido mientras cantaban”. Su nece-

10 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

sidad espiritual, aparentemente como la mía,era participar en la adoración.

Robert E. Weber ha dicho correcta-mente: “La adoración es un verbo”.4 Lo que lagente oye en forma pasiva no necesariamenteequivale a adoración, sino lo que hace. Aldarle más importancia a los cantos especialespor sobre el canto congregacional, le estamosrobando al pueblo de Dios una de las mejoresmaneras de involucrarlos en la adoración —siempre y cuando los himnos y cantos hayansido seleccionados en oración. Pero tambiénofrecería una segunda advertencia: y siempre

y cuando el pastor modelara para su pueblo laadoración a Dios por su propio espíritu y par-ticipación.

También cabe mencionar aquí en puntoy aparte la práctica relacionada estrecha-mente con la de sustituir el canto congrega-cional: la tendencia de caer en el “entreteni-miento” religioso en nuestros cultos. No esesta la plataforma oportuna para mencionartodas las razones de esa tendencia. Sencilla-mente la menciono abruptamente: esa prác-tica representa una invasión del espíritu de

los tiempos sobre la iglesia. La presente cul-tura narcisista demanda entretenimiento,pero podemos ser entretenidos religiosamentey dejar de lado el toque del Espíritu de Cristo.

En otro contexto, Dean Inge advirtió:“Cuando la iglesia se casa con el espíritu delos tiempos de hoy, se quedará sola en la si-guiente generación”.5 O como se conoce enotros lugares, “es el peligro de la seculariza-ción de las percepciones de nuestro pueblo”. Ysin la intención de caer en una alianza impía,la iglesia se ubica de pronto en una posiciónvulnerable. Estoy de acuerdo con JamesSpruce, quien escribe:

“La iglesia debe mantenerse como tes-tigo digno de confianza, negándose asacrificar su credibilidad al dios de lapopularidad del mundo. Si falla, per-mitirá que un sistema de valores du-doso quede bajo la protección de su mi-sión. Y es dentro de la adoración en laiglesia donde somos probados con ma-yor intensidad”�

Y continúa diciendo:

“Una de las áreas de prueba es la mú-sica cristiana. Allí la música sagrada yla secular se combinan en forma muysutil, y es difícil o imposible, distinguirentre alabanza cristiana y espectáculomundano. Con frecuencia el creyentepasivo no puede distinguir entre lo quees sólo espectáculo y lo que verdadera-mente glorifica a Dios”.7

Este no es problema para los que sereúnen un sábado por la noche para un “con-cierto de alabanza” en algún salón o lugar pú-blico. ¿Pero qué del domingo en la mañana,cuando nos reunimos en la iglesia para adorara Dios? ¿Presenciamos un entretenimientoofrecido por los músicos o el predicador? ¿Nosimpresiona más el cantante, su arte, sus deci-beles, que el mensaje y la letra que trasmite?

En esta era de espectácu-los, nuestro enfoque nodebe ser el instrumento,sino el mensaje. MarshallMcLuhan dice que el instru-mento es el mensaje. Quizáese sea nuestro problema.El artista, la música, la pre-sentación no deben ser ma-yores que el mensaje osignificado.

NAZARENOSUSCAN.ORG / 11

La práctica presente de aplaudir por lo menosdeja la impresión de que la destreza del ar-tista o cantante ha recibido la respuesta queesperaba, en lugar de responder al mensaje overdad que trasmitía. Me molesta observarque en momentos solemnes en que el can-tante obviamente ha ministrado bajo la un-ción del Espíritu, y mi alma, que ha sido ele-vada en alabanza y adoración, ¡de prontosufre un colapso por el estruendoso aplauso!Si los presentes son solo observadores pasivoso espectadores, es muy, muy probable queconfundan el medio con el mensaje.

La adoración no es algo que se haceante o para la congregación, como si los direc-tores del culto fue-ran los actores y lacongregación la au-diencia. No, comoSoren Kierkegardnos recuerda, los di-rectores de adora-ción son solo los“apuntadores” paralos verdaderos “acto-res”, el pueblo deDios reunido paradarle honra, valor yalabanza o gloria alDios omnipotente.La “actuación” no serefiere a los directores sino a la congregación.Todavía es válida la clásica declaración deGeorge Frederic Handel, expresada en 1741,después del estreno de su obra cumbre, ElMesías: “Caballero, debo sentirme triste sisólo les presenté un espectáculo; yo deseabahacerlos mejores personas”.

Hacernos mejores tiene muy poca rela-ción, si es que la tiene, con el hecho de sentiro no sentir satisfacción a través del entreteni-miento cristiano. Dice Spruce:

“Pero está totalmente relacionado conun sentimiento de realización por me-dio del servicio. La triste consecuencia

de la pasividad es que perdemos el sen-tido de servicio al convertirnos en es-pectadores. En estos días hay muchosídolos cristianos, y para los admirado-res es fácil seguir a las estrellas.Cuando nuestros artistas favoritos sepresentan por la televisión o en unanoche musical, o cuando van de iglesiaen iglesia, ¿quién tiene tiempo para sersiervo? ¿Quién tiene tiempo para visi-tar hospitales? ¿Quién desea llevar ali-mentos a los pobres?”.8

“No culpemos a los artistas cristianosque cantan o predican. A ellos les pa-

gan por su tra-bajo y tienen eldeber de actuarpara la gloria deDios. Ellos tam-bién tienen laresponsabilidadde ayudarnos aalabar a Dios.Pero pongamosla responsabili-dad de respondercristianamente ala necesidad hu-mana dondedebe estar: sobre

quienes disfrutan la agradable sensa-ción de la religión tradicional, peroquienes rara vez o nunca, están dis-puestos a servir”.9

Teológicamente, esto significa que elentretenimiento religioso o cristiano, en ar-monía con el espíritu de estos tiempos, tienela tendencia de reafirmar el egocentrismo denuestra humanidad caída. En tanto que, laverdadera adoración, como cree William Tem-ple, “es rendir nuestra voluntad al propósitode Dios —todo esto se une en la adoración, elsentimiento menos egoísta que el ser humanoes capaz de experimentar, y por tanto, el

12 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

principal remedio para el egocentrismo que esnuestro pecado original”. Para mí, este es elcentro de la crisis presente en la adoraciónnazarena.

En el fondo de la crisis se encuentra uncambio cultural en la forma de pensar y sen-tir de la gente. Robert Webber lo ha expre-sado correctamente:

“Hubo un tiempo en el que la idea demisterio formaba más parte de nuestropensamiento que en el presente. Diosestaba en el cielo —alto, sublime,santo. En adoración se experimentabaun sentir de asombro o temor reveren-cial en la pre-sencia delSanto de san-tos. Peroahora… hemosreducido aDios a clichésy fórmulas demodo que hadesaparecidoel misterio.Nuestro enfo-que de Dios esintelectual ycientífico porun lado y exce-sivamenteamigable por el otro; a ambos enfoquesles falta imaginación”.10

Los grupos evangélicos de santidad nonos hemos escapado de esa secularización dela vida ni de la influencia de nuestra culturanarcisista. Nos regocijamos en nuestra “vidaen el cuerpo”, como debe ser, pero nuestrastendencias de adoración, en algunas iglesias,distan mucho de ser una reflexión de nuestraexperiencia en Cristo. Los grandes himnoscomo “Santo, Santo, Santo” y “Dios, nuestroapoyo” pierden la profundidad de su signifi-cado en la adoración centrada en lo humano;

de ahí que nuestros cultos tiendan a ser ejer-cicios en habilidades de actuación y decibeles.La celebración de nuestra singularidad enCristo es preciosa, pero no debe divorciarsedel sentir de la gloria sublime de Dios y sugracia inefable, la cual mueve a los verdade-ros adoradores a “perderse en asombro, amory alabanza”.

A pesar del pensamiento científico, se-cularizado, centrado en lo humano de estostiempos presentes, Dios sigue siendo Dios. Si-gue siendo en verdad “el Dios santo que moraen la eternidad”. No ha renunciado a sutrono, y es digno de nuestra alabanza comonuestro Creador y Redentor en Cristo. Si

creemos que estoes verdad, debe-mos hallar formasde inculcar en losadoradores unsentir de temorreverencial. Debe-mos ayudarles aentender por quéasisten a la igle-sia en domingo yel significado deinclinarse ante elDios infinito enesa mezcla de te-mor reverencial,asombro y rego-

cijo, que llamamos “adoración”.Como ministros de Cristo, debemos “to-

mar tiempo para ser santos” por medio de vi-vir en la Palabra y sustentar un relación per-sonal profunda con Dios en Cristo. De estadebe fluir un espíritu de temor reverencial,alabanza y adoración que se comunicará a losadoradores que asisten a nuestras iglesias enel Día del Señor. “Debemos someternos a loque dice la Biblia, sabiendo que Dios merecemucho más de lo que le ofrecemos”,11 nos re-cuerda Spruce. Por supuesto, debido a nues-tra humana debilidad, nunca le daremos aDios toda la gloria que merece, ¡pero podemos

NAZARENOSUSCAN.ORG / 13

ofrecerle lo mejor de nosotros! Y lo mejor sig-nifica que Dios pagó un gran precio por noso-tros para que pudiéramos cantar: “¡Digno esel Cordero, que ha sido sacrificado!” (Apoca-lipsis 5:12, NVI).

Notas:

1. James R. Spruce. Come, Let Us Worship(Kansas City: Beacon Hill Press ofKansas City, 1986), 9. —La version en es-pañol, Venid, adoremos, fue publicada porCasa Nazarena de Publicaciones en 1996.Está disponible en la CNP, véase anuncioen esta edición.

2. Ibid., 10.3. E.A. Girvin. A Prince in Israel (Kansas

City: Beacon Hill Press of Kansas City,1916), 109.

4. Ibid.5. Ibid., 52.6. Ibid.7. Ibid.8. Ibid., 54.9. Ibid.

10. Robert E. Webber. Worship Old and New(Grand Rapids: Zondervan, 1982).

11. Spruce, 74-75.

El Dr. Greathouse fue pastor, educador, rec-tor de universidad, presidente del NazareneTheological Seminary, y Superintendente Ge-neral de la Iglesia del Nazareno.

Copyright © by Beacon Hill Press of KansasCity, 2923 Troost, Kansas City, MO 64109.Usado con permiso de la casa publicadora.Reservados todos los derechos. Copiado delPreacher’s Magazine, December/January/Fe-bruary 1989-90. Véase: “Worship as the Re-cognition of the Holy”.

14 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

Ordene por internet:http://www.nph.com/nphweb/html/nph/search.jsp?q=El+ministerio+del+pas-tor+consejeroPara ordenar por teléfono en Canadá yEEUU:Lunes a viernes de 1:00 p.m. a 5:00p.m., hora del centro.Voz: (800) 462-8711

Para ordenar por fax:24 horas al diaFax: 913-577-0891

UN TRATADO COMPLETOSOBRE LA ADORACIÓN

TEOLOGÍA NAZARENA DELA ADORACIÓN

EJERCICIOS Y ENCUES-TAS PARA PASTORES YLAICOS...

Indispensable para minis-tros de música y directo-res de adoración...

NAZARENOSUSCAN.ORG / 15

LLAA AADDOORRAACCIIÓÓNNeenn llaa IIgglleessiiaa HHiissppaannaaCCoonntteemmppoorráánneeaa.. .. ..

ppoorr WWiillffrreeddoo CCaannaalleess

16 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

Entre las muchas metáforas que sehan usado para graficar la realidadde la iglesia, está la del cuerpo. El

apóstol Pablo usó esta figura para explicarla naturaleza de la iglesia, cuando les es-cribió a varias de las congregaciones de sutiempo.1El cuerpo, como todo organismovivo, requiere ser examinado con periodici-dad para evaluar su estado de salud. Paraello, es muy importante definir cuáles sonlos signos vitales que han de permitir undiagnóstico adecuado de la salud del or-ganismo bajo estudio.

En lo que atañe a la iglesia, hay varios sig-nos vitales que haríamos bien en revisarperiódicamente para auscultar su estadode salud: la comunión, la evangelización, eldiscipulado, el servicio, la adoración, entreotros.  En esta ocasión, por razones de es-pacio, nos proponemos explorar uno deestos signos vitales: la adoración. Una pre-cisión más: somos conscientes de que,desde una perspectiva bíblica, la adoracióncomo signo vital en la vida del pueblo deDios, tiene una doble dimensión: la dimen-sión cúltica(que normalmente denomi-namos culto) y la dimensión testimonial oencarnacional (que se expresa en un estilode vida).2

Ambas dimensiones, de acuerdo al testi-monio bíblico, deberían influenciarse mu-tuamente y forjarse en una relación deconsistencia porque cuando se produce undivorcia entre ellas, la adoración devieneen un obstáculo para la salud de la iglesiay en un distractor de la misión que éstatiene en el mundo.

Dejamos para otra oportunidad, la dimen-sión encarnacional de la adoración de laiglesia, enfocando nuestra reflexión, estavez, en la adoración cúltica o culto.

Observar la adoración cúltica, tal como seexpresa en una gran parte de las iglesiasevangélicas en el contexto hispano en ge-neral, es causa de preocupación. Se puedepercibir, con relativa facilidad, que la notadominante en la práctica actual de la ado-ración está dada por una fuerte expresivi-dad emocional, una indolente impro-visación o una frustrante rutina que, pocoa poco, va minando la vitalidad de la iglesia.

Ante una situación así, casi siempre la ten-dencia es mirar hacia atrás y preguntar:¿cómo era la adoración en el pueblo de Is-rael, en sus días de esplendor? O ¿cómoadoraba la iglesia primitiva? O ¿cómoadoraba la iglesia en los tiempos auroralesde la Reforma?, etc. Es más, en muchas delas prácticas de adoración que se puedenobservar en las iglesias evangélicas de His-panoamérica en nuestros días, es notoriala proliferación de modelos, supuestamente“rescatados” de los tiempos del AntiguoTestamento. 

Algunos estudiosos de la vida de la iglesiaevangélica hispanoamericana, señalan lapresencia creciente de lo que se ha dado enllamar, la judaización de la adoración cris-tiana. En algunos países, está proliferandouna terminología que no era común ennuestro medio hace algunos años, como:“danza davídica”, “alabanza guerrera”, etc.La pedagogía divina nos enseña que, másimportante que mirar hacia atrás, esproyectarnos hacia adelante. Es decir, nobasta con una mirada retrospectiva, haciael pasado, para tratar de retomar ciertomodelo de adoración vigente en alguna delas épocas de oro del pueblo de Dios. Másbien, necesitamos una perspectiva esca-tológica, que nos permita hurgar en laeternidad y prepararnos para lo que será laadoración en la presencia misma de Dios y

NAZARENOSUSCAN.ORG / 17

del Cordero. El aliento renovador del Es-píritu de Dios podrá actuar con libertad enla iglesia cuando, no sólo añoremos lo quefue sino cuando anhelemos lo que será enplenitud, en la manifestación final y glo-riosa del reino de Dios. En todas las áreasde la vida de la iglesia, debemos vivir a ca-balidad nuestra doble ciudadanía.3

En el libro de Apocalipsis encontramos unabase excelente para proyectar nuestra mi-rada respecto a lo que debe ser nuestraadoración. Ésta, debe ser, aunque sea unpálido reflejo de laatmósfera de ado-ración en ese por-tentoso culto quese nos describe enel capítulo 4 deApocalipsis. Leerlos tres primeroscapítulos de estelibro nos deja unpoco turbados.En el primer capí-tulo, vemos alapóstol Juan pri-sionero en la islade Patmos “porcausa de la pal-abra de Dios y el testimonio de Jesucris-to”.4 Los capítulos 2 y 3, constituyen unretrato no muy deslumbrante de la vida yministerio de las iglesias en medio de unambiente que se tornó cada vez más hostilal mensaje del evangelio y a sus testigos.

Pero algo trascendental ocurre. El de-sasosiego que produce el contemplar lasituación histórica de la iglesia se tornaahora en una renovada esperanza. Nosdice Juan, “Después de esto miré, y heaquí una puerta abierta en el cielo; y laprimera voz que oí, como de trompeta,

hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo temostraré las cosas que sucederán despuésde estas”.5 Y, cuando Juan entra en aque-lla escena celestial, “en el Espíritu” 6, no veun cuadro de figuras estáticas, lúgubres,sino más bien se encuentra ante una at-mósfera de gloriosa adoración, de júbilo sinpar, de alegría sin límite. Lo que le llama laatención a Juan en esta visión es lo quese hacía en el cielo, se adoraba. Por lotanto, hay un imperativo para nosotroscomo evangélicos hispanoamericas: debe-mos preocuparnos porque nuestra adoración

proyecte el modelode la adoracióncúltica celestial, sies que deseamosque nuestra iglesiacumpla elpropósito de Dios.

Probablemente, lapregunta queviene de inmedia-to delante denosotros es:¿cómo vamos alograr que se-proyecte el mode-lo de la adoración

cúltica celestial en nuestra adoración con-gregacional? La respuesta tiene que ser:cultivando y desarrollando, por lomenos, tres características que se nos pre-sentan en el capítulo cuatro de Apocalipsis:

La primera característica de la ado-ración cúltica celestial es que se tratade una adoración teocéntrica.7 Es decir,está centrada en Dios, él da sentido al que-hacer de la adoración. El eje de la ado-ración celestial es “uno sentado en eltrono”.8 Si observamos detenidamente elcapítulo, nos daremos cuenta que la pa-

18 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

labra trono, en singular, se repite 12 vecesy, la única vez que se menciona elplural tronos, es para indicar que “alrededordel trono había veinticuatro tronos”.9 Estonos habla de señorío, de soberanía incues-tionable. Los que adoran en el cielo sabenque están ante UNO que es Señor y Dios,por tanto, su lugar no es compartido connadie.

Tenemos que ser honestos y reconocerque mucho de lo que hoy llamamos“adoración” no es tal, es más bien,rutina religiosa.En muchos lu-gares, se pretendecombatir estarutina con explo-siones de emotivi-dad y lo único quese logra, al fin, esun espectáculoque necesita ser“nutrido” constan-temente connuevas “atrac-ciones estelares”para mantener elentusiasmo. Porotro lado, los even-tos con los que nos confrontamos día a día,pretenden “cuestionarnos” la sobe-ranía deDios. Las noticias que escucha-mos ovemos, la dura realidad de violencia en laque estamos inmersos, donde pare-cieraque las fuerzas de muerte están desatadaspor doquier, una sociedad a la deriva comola que nos ha tocado ministrar, etc., todasa una, es como si nos gritaran con fuerza:“¡Sean realistas, Dios no es sobe-rano, noes Señor!...” Por supuesto, estas voces nodeben amedrentarnos.

Si hacemos a un lado esta característica dela adoración celestial, nuestra adoración setorna antropocéntrica, es decir, centrada ennosotros mismos. En consecuencia, ya nonos importa Dios y su honra, aun cuandode labios para afuera afirmemos lo con-trario. Cuando nuestra adoración no tienecomo centro a Dios, adquieren prioridadnuestros gustos, nuestra comodidad, nue-stros intereses. ¡Cuánta adoración consabor a tierra es posible contemplarhoy!. Adoración centrada en el hombre.

Lo que debemovernos a adorarde verdad esque Dios es sober-ano y, a pesar deque las circun-stancias preten-dan hacernosdudar, siguesiendo verdad y loserá por laeternidad, que Élestá en su trono.Esta visión no dejóa Juan igual queantes. Su perspec-tiva cambió y en-contró nuevas

fuerzas para seguir adelante dando testi-monio de Jesucristo. Este debe ser el re-sultado de nuestra adoración siempre,cuando está centrada en Dios.

La segunda característica de la ado-ración cúltica celestial es que eviden-ciaba un profundo sentido comunitario.Se puede observar, en el cuadro que con-templó el apóstol Juan, que en la ado-ración celestial no hay lugar para losinvitados “estrellas”, aparte del Señormismo. El pasaje es muy

NAZARENOSUSCAN.ORG / 19

revelador: “Y alrededor del trono habíaveinticuatro tronos; y vi sentados en lostronos a veinticuatro ancianos, vestidos deropas blancas, con coronas de oro en suscabezas”.10 Independientemente de lo querepresenten los ancianos que estaban sen-tados en los tronos, nos llama la atenciónla forma en que estaban ubicados, esto es,“alrededor del trono”. Esta disposición noshabla de una distancia similar que cadauno tenía respecto del que es el centro dela adoración.  Por lo tanto, no hay lugarpara las exclusividades.

Esta característica de la adoración celestialcomo una experi-encia comunitarianos recuerda lanaturaleza de laiglesia como pue-blo de Dios, comocuerpo, como edi-ficio, como naciónsanta, etc.  Todasestas figuras rela-cionadas a la igle-sia, enfatizan unarealidad comuni-taria en la quecada uno de los miembros es importante,cada uno juega un rol especial y cada unoaporta, desde su propia experiencia, unatonalidad especial al hermoso cuadro de laadoración que ofrecemos a nuestro Dios yPadre.  Pero, para que ello ocurra, necesi-tamos estar seguros de que Dios está enel centro de nuestra adoración.

Cuando se pierde de vista esta caracterís-tica, nuestra adoración se vuelve indivi-dualista y utilitaria. No es raro, entonces,que empecemos a escuchar preguntascomo ¿de qué me sirve adorar? ¿Qué voy aobtener a cambio? ¿Qué de nuevo hay para

hoy en el culto? ¡Cuántas bendiciones de-jamos de disfrutar, cuando adoptamos unaperspectiva excesivamente individualistaen nuestra adoración! Es nuestra respon-sabilidad velar para que nuestra experien-cia de adoración, como iglesia deJesucristo, refleje con nitidez que somos“linaje escogido, nación santa, real sacerdo-cio,pueblo adquirido por Dios, para queanunciéis las virtudes de aquel que osllamó de las tinieblas a su luz admirable;vosotros que en otro tiempo no eraispueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios;que en otro tiempo no habías alcanzadomisericordia, pero que ahora habéis alcan-

zado misericor-dia”.11

La tercera carac-terística de laadoracióncúltica celestiales que testimo-niaba ser unaadoración in-teligente.

En otras pa-labras, está nu-

trida de certezas o convicciones que nadiepuede desarmar o destruir.  Esta carac-terística de la adoración celestial se puedenotar en uno de sus elementos más evi-dentes en el cuadro que nos comparteJuan, la alabanza.12

Al enfocar nuestra atención en los versícu-los 8 al 11 de este capítulo, se puede notarque la alabanza que forma parte de la ado-ración celestial está llena de lo que po-dríamos llamar buena teología. Es decir,proclama afirmaciones contundentes re-specto a la naturaleza y obra de Dios. Porejemplo, exaltan: su santidad13, su omnipo-

20 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 201320 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

tencia,14 su eternidad,15 su soberanía,16 aDios como Creador y sustentador.17 Muypor el contrario de lo que pudieran pensaralgunos, esta alabanza que nutría a la glo-riosa adoración celestial no es “escapis-ta”. Más bien, infundía nueva fuerza paraseguir adelante, se convertía en unapoderosa motivación para enfrentar todaslas adversidades y los peligros que impli-caba el ser discípulo de Jesucristo en unambiente de persecución alimentado desdelas mismas estructuras imperiales ro-manas.  Esta alabanza, al no ser escapistatampoco generaba una adoración alienantesino edificante.

La adoración en las iglesiasevangélicas hispanoameri-canas requiere, con suma ur-gencia, rescatar estacaracterística de la ado-ración cúltica celestial. Estoevitará que caigamos en el terreno resba-ladizo de la mera satisfacción de nuestrossentidos o lo que se ha dado en llamar lafilosofía de “lo que siento”, “lo que oigo”, “loque veo”, “lo que está de moda”, “lo que megusta”, etc.

Estamos seguros de que, cuando Juan re-gresó a las iglesias de Asia Menor y pudoadorar junto a sus hermanos en la fe, elambiente no fue el mismo,  porque cuandoestamos en la presencia del Dios del cielo yde la tierra, nuestras vidas nunca siguensiendo las mismas.

En conclusión, cabe preguntarnos, ¿cómoes nuestra adoración cúltica? ¿Está refle-jando estas características de la adoracióncelestial?  Cuando las comunidades enmedio de las cuales ministran nuestras

congregaciones, observan nuestra ado-ración, ¿pueden detectar algunos destellosde lo que será aquella hermosa experienciade adoración triunfante en la misma pres-encia de Dios? 

Que la alabanza que nutre nuestraadoración sea como la voz de aque-lla gran multitud que, semejante alestruendo de muchas aguas ygrandes truenos decía “¡Aleluya,porque el Señor nuestro DiosTodopoderoso reina!”18 Nosotros dec-imos, ¡Aleluya! ¡Amén!

Referencias

1 cp. Ro. 12: 4,5; I Co. 12: 12; Ef. 4: 15,16. Las refe-rencias al texto bíblico están basadas en la VersiónReina-Valera 1995.

2 cf. Salmo 15, 24.3  Fil. 3: 20.4 1: 9b.5 Ap. 4:1.6 Ap. 4:2.7 Ap. 4:2-4ª.8 Ap. 4:2.9 Ap. 4:4ª.

10 Ap. 4:4, subrayado nuestro.11 1 P. 2:9,10; subrayados nuestros.12 Ap. 4:8, 9-11.13 Ap. 4:8c.14 Ap. 4:8d.15 Ap. 4:8e.16 Ap. 4:9-10.17 Ap. 4:11.18 Ap. 19:6.

El Rdo. Wilfredo Canales hasido pastor, conferencista, edu-cador y rector de seminario ensu natal Perú y en Ecuador. Haministrado también en otrospaíses de Sudamérica, así comoen Estados Unidos, en dondeministra como Director del Pro-grama de Maestría en españolde la Olivet Nazaret University,de Kankakee, Illinois.

NAZARENOSUSCAN.ORG / 21

Las únicas excepciones fuerontres años, cuando fue nombradocomo Presbítero Presidente Meto-dista (superintendente de distrito).Agregó otras funciones y oficioscuando comenzaron sus años comonazareno en 1895, pero las desem-peñó mientras que seguía como pas-tor de tiempo completo hasta sus úl-timos tres años y medio de vida.Bresee consideraba otras funciones,particularmente la de superinten-dente general, como extensiones deloficio pastoral —un punto de vistacrítico de su propio sentido de pro-pósito y auto identidad y su com-prensión de la iglesia y sus minis-terios.

La autoridad pastoral de Bre-see incluía varios elementos: su per-sonalidad, su atención a los deta lles,su profunda preparación, y un am-bicioso programa de lectura. Proyec-taba un aire de seriedad, gravitas,escribió su biógrafo Carl Bangs.1

Pero su autoridad pastoral se deri-vaba principalmente de su liderazgoen la adoración. Su estilo litúrgico

EL ESTILO DE ADORACIÓN

PHINEAS POR STAN INGERSOL

PHINEAS BRESEE FUE PASTOR CASICONTINUAMENTE DESDE LA EDADDE 19 HASTA LOS 71 AÑOS.

22 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

y el espíritu y la calidad de su pre-dicación tuvieron mucho que ver enello, así como su personalidad.Bangs dedica un capítulo en su bio-grafía a examinar cómo Bresee orde-naba la vida congregacional me diantela adoración.2

Una de sus prácticas de do-mingo en la mañana muestra queconsideraba al pastor como recepcio-nista. Como si estuviera recibiendovisitantes en su casa, saludaba a lagente al entrar en la iglesia, y no alterminar el servicio; saludaba per-sonalmente a todos por igual. Al ter-minar el servicio de adoración, sequedaba al frente del santuario,cerca del altar, disponible para losque deseaban conversar, mientrasque permitía que los demás salieraneficientemente.

Bresee siempre estaba cons-ciente del carácter sagrado de laadoración: “La adoración está porsobre todas las otras formas. Si seexpresa por medio de ellas, las en-cenderá, y brillarán y arderán en sullama consumidora, y se levantarán

B RESEE

Bresee creía que los elementos princi-pales de la adoración deberían propi-ciar una respuesta redentora en losadoradores.

NAZARENOSUSCAN.ORG / 23

como incienso a Dios; si espera a oír su volun-tad infinita y amor eterno, abre sus alas paravolar a su seno, y quedar allí en devoción inde-cible”.3 El enfoque de la adoración era la gloriade Dios.

Una de sus anécdotas ilustra esa verdad:cierto domingo en la mañana, una solista sesentó junto a Bresee en la plataforma. Se leacercó y se disculpó que debía salir después decantar porque debía ir a otra iglesia inmedia-tamente a cantar allá también. Bresee le dijoque no podría cantar si no se quedaba para oírel sermón. En otra ocasión escribió: “A propó-sito eludimos a los artis-tas”. Y en otra dijo que laiglesia no es lugar “decanto y baile de ballet deseñoritas para entreteni-miento del mundo… ni elpueblo santo de Dios esmúsico para entreteni-miento del mundo, ni coci-nero para satisfacer elgusto del mundo”.4

El único enfoqueapropiado de la adoraciónera Dios, cuyo Santo Espí-ritu bendecía el serviciocon la Divina Presencia.Cualquier cosa que des-viara el enfoque hacia elpredicador o los músicos loconsideraba casi comoalarde e idolatría.

Bresee era “predicador de avivamiento”como la mayoría de los ministros metodistasdel siglo 19, y sus pastorados típicamente se ca-racterizaban por campañas de avivamiento. LaIglesia Metodista de sus días no hacía provisiónpara evangelistas de tiempo completo; por ellola obra de avivamiento siempre recaía sobre elpastor mismo. Su propia conversión a los 16años ocurrió en una reunión de clase que sereunió casi inmediatamente después de cultosde avivamiento llevados a cabo por su pastor yel co-pastor. De ahí que siempre se enfocó en la

adoración con el agudo sentido de que sus ele-mentos debían ser avenidas de los propósitosredentores de Dios. Los elementos principalesde la adoración divina —oración, música, testi-monio, y el sermón— debían siempre invitar auna respuesta redentora en los adoradores concorazones dispuestos. La música y el testimoniodaban cuenta de los gozos de la salvación, entanto que el sermón esperaba diversas respues-tas de la congregación. La adoración medianteel sermón, la oración y los cantos mostraban alinconverso una visión de la bendita comunidadde gracia a la que habían sido invitados, mien-

tras que a los fieles se lesllamaba a una vida cris-tiana más profunda y a undiscipulado auténtico.

La música era vitalpara la adoración y Breseese basaba en tres fuentes dehimnología. Utilizaba losgrandes himnos de la iglesiacristiana los domingos en lamañana, particularmentelos de compositores comoCarlos Wesley e IsaacWatts. Por tanto, el primerhimnario publicado por losnazarenos de Los Angeles,Waves of Glory (1905) —olasde gloria—, contenía 40himnos de los Wesley juntocon otros 84 himnos están-dar. Desde muy temprano

en su ministerio, Bresee también echó manodel creciente número de himnarios evangélicosque proliferaron después de la Guerra Civil. Leatraía el tenor vibrante y optimista de sus can-tos.5 Más tarde, después de participar activa-mente en el Movimiento de Santidadorganizado, Bresee se familiarizó con la músicaevangélica de ese movimiento en las reunionescampestres de santidad y comenzó a utilizarlostambién. Se caracterizaban por su testimoniode la santidad cristiana y el uso de metáforas(como “Tierra de Beulah” y “Canaán”) como si-

Adoración Metodista Americana

24 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

nónimos de la vidasanta. Bresee noera particularmentebueno para cantar en-tonado, pero esperabaque la congregación seuniera en los cantosalegres.6

Estudió deteni-damente los himnos deWesley relacionadoscon la consagración yla santificación (contócomo 60 en el Himna-rio Metodista) y encon-tró que eran “muyclaros en referencia a ladoctrina de la enterasantificación”. Escribió:“Se repite vez tras vezel clamor profundo yapasionado, de la pro-mesa de Dios y la formade entrar en” la vida desantidad. Le gustabaen particular el himnode Carlos Wesley sobre“Jacob el Luchador”(que llegó a conocersecomo “Ven, oh viajerodesconocido” —traduc-ción libre), en el que nosolo delineaba la forma,sino también la gloria yel triunfo de la expe-riencia obtenida. No seentusiasmaba mucho con himnos como “Rocade la eternidad”, o “Cariñoso Salvador”, o can-tos “simplemente sentimentales” o que clama-ban por ayuda. Más bien prefería “cantos dealabanza y adoración” y la himnología triun-fante que correspondía a la literatura cristianaen la que se subrayaba la victoria sobre el pe-cado.7

La predicación era el centro de la adora-ción. J. B. Chapman, fundador de la revista en

inglés The Preacher’s Magazine (la revista delpredicador), conoció de cerca a Bresee cuandoya tenía 71 años, con todo, dijo que era un pre-dicador convincente. Chapman lo oyó predicarpor primera vez en la Asamblea General deunificación en Pilot Point, Texas, en 1908.Treinta años después, recordando, escribió:

Vi por primera vez al Dr. Bresee en elpúlpito cuando se levantó a dirigir elservicio devocional de la tarde al ini-ciarse la Asamblea General. Me impre-

NAZARENOSUSCAN.ORG / 25

sionó tanto su apariencia patriarcal quecreo estaba más o menos preparadopara el maravilloso sermón que presentósobre el capítulo 60 de Isaías. Por mu-chos años el Dr. Bresee hizo un estudiode Isaías y lo citaba con mucha frecuen-cia… Fue su presencia y porte y su énfa-sis lo que me impresionó e hizo que laocasión quedara grabada en mi mentepor toda la vida.8

Después Chapman oyó predicar muchasveces a Bresee. Lo describió como predicadorcon “un evidente espíritu de profecía sobre él”cuyas “exposiciones de lasEscrituras siempre eranclaras, pero nunca forzadasni localistas. Siempre de-jaba la impresión de queusaba las Escrituras deacuerdo con su sentidoesencial… Siempre fue in-teresante y vital, peronunca espectacular”. Chap-man agregó algo más: laorientación teológica de lossermones de Bresee se ba-saba en la Biblia y en “lasnormas wesleyanas”.9

Sus habilidades depredicación resaltaban porsu buena “memoria reten-tiva, imaginación vívida,análisis agudo, capacidaddestacada de síntesis, el poder de la analogía,y un vocabulario excepcionalmente rico y abun-dante. Su dicción era hermosa”.10 Leía extensa-mente la historia y con frecuencia usabaanécdotas históricas, pero también de sus otraslecturas, como revistas seculares y religiosas.11

Bresee trataba los sacramentos conmucha seriedad. En una discusión general desu uso de rituales, E. A. Girvin nos ofrece dosilustraciones de su práctica típica de bautis-mos. Girvin fue contemporáneo de Bresee y co-lega pastor más joven, que presenció eventosclaves de los últimos años de Bresee. Cuenta

que “el estilo de administrar Bresee el bau-tismo era especialmente útil y edificante”. Su-brayaba los deberes y privilegios de los padresde criar a los hijos en la edificación y exhorta-ción del Señor y daba una hermosa exposicióndel verdadero significado espiritual del sacra-mento del bautismo. “Después de administrarel rito, tomaba a los niños pequeños en sus bra-zos y los besaba. Lo hacía con tanto amor quesiempre conmovía el corazón de los padres”.12

Esas palabras describen a Bresee comopastor amable cuyo espíritu y decoro elevabanla ocasión. Pero el pasaje también constituye

un testimonio confiable deque el bautismo de infantesera la norma en la PrimeraIglesia de Los Angeles du-rante el pastorado de Bre-see en la misma. Suhabilidad para edificar atoda la congregación me-diante esa práctica subrayaque el bautismo no solo eraun medio de gracia para elcandidato, sino un verdaderosacramento de la iglesia. Dela misma manera, Girvinobserva que cuando Breseeoficiaba en una boda, “seesforzaba por hacerla [laceremonia nupcial] un ver-dadero medio de graciapara todos los presentes”.13

También daba un alto significado al sa-cramento de la Santa Cena. En el Metodismoamericano, era requisito que se practicara elsacramento de la Santa Cena en forma trimes-tral por lo menos, y durante sus dos años comopresbítero Presidente en Iowa (1864-1866), unade sus responsabilidades principales fue pro-veer la Santa Cena a las comunidades más le-janas de su enorme distrito. Muchos añosdespués, administraba mensualmente la SantaCena a los nazarenos de Los Angeles y, deacuerdo con Bangs, la celebraba en semanas al-ternas. En ese punto de su ministerio, el servi-

Bresee usaba estos utensilios eucarísti-cos en los cultos de adoración de SantaCena cuando pastoreaba la Iglesia delNazareno de Los Angeles.

26 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

cio eucarístico se celebraba generalmente losdomingos por la tarde, en el que el enfoqueprincipal no era la predicación, sino la SantaCena. También se incluían testimonios en elservicio, de modo que los elementos de la ado-ración del domingo por la tarde apuntabansiempre a la edificación de los santos.14 Desdeque el pueblo de Bresee comenzó a celebrarasambleas generales anuales, siempre se admi-nistraba la Santa Cena al principio del servicio,como primer punto de la agenda de la asamblea.

Bresee también celebraba regularmentela fiesta de amor. Esta se originó en la tradiciónMorava, pero se integró en muchas partes delMetodismo americano del siglo 19. La fiesta deamor típicamente incluía un ritual de partici-pación de pan y agua. Se consideraba comomedio de gracia, pero no como sacramento, y nose debía confundir con la Santa Cena. Sin em-bargo, Bresee le agregaba testimonios comoparte integral del culto de la fiesta de amor,como también en el caso de la Santa Cena.

El Domingo de Resurrección no era laúnica parte del calendario litúrgico que Breseeenfatizaba: siempre celebraba servicios en Na-vidad, Año Nuevo, y observaba y enfatizaba elDomingo de Pentecostés. También celebrabacultos en dos días nacionales: el Día Memorial,y el Día de la Independencia.15 También recogíaofrendas semanales para repartir a los pobres.A la vez, nunca mezcló la política con elpúlpito.16 Fue miembro bien conocido pública-mente del Partido de la Prohibición durantetodos sus años en California, pero en un perió-dico del partido se observó que él “nunca pro-clama la posición del partido desde su púlpito”—consistente con su determinación de salva-guardar el enfoque de la adoración en Dios.17

La eficacia del ministerio de Bresee sedebió en parte a que su congregación de LosAngeles creció al grado de llegar a ser, enmucho, la Iglesia del Nazareno más grande ensus primeros años. Esa distinción puede acre-ditarse, en un alto grado, a su visión pastoral yliderazgo en la adoración.

STAN INGERSOL es el historiador y archivista de laIglesia del Nazareno.

NOTAS

1 Carl O. Bangs, “Waves of Glory—Then andNow: Reflections on the Ministry of Bresee,”Grace & Peace Magazine(Summer-Fall 2011):69-70.

2 Véase la obra de Carl O. Bangs, Phineas F. Bre-see: His Life in Methodism, the Holiness Move-ment, and the Church of the Nazarene (1995).

3 Citado en E. A. Girvin, Phineas F. Bresee: APrince in Israel (1916), 360-361.

4 Bangs, Phineas F. Bresee, 238. Todas las refe -rencias a Bangs de aquí en adelante se refierena esta obra.

5 Bangs, 105-106, 239.6 Floyd Cunningham et. al., Our Watchword &

Song: The Centennial History of the Church ofthe Nazarene (2009), 285-286.

7 Girvin, 365-366.8 J. B. Chapman, “Dr. Bresee an Apostolic

Leader,” The Preacher’s Magazine (December1938): 2.

9 Chapman, 2-3.10 “Biographical Sketch of Rev. P. F. Bresee,” The

Pentecostal Herald (Dec. 1, 1915): 17.11 James McGraw, “The Preaching of Phineas F.

Bre- see,” The Preacher’s Magazine (Feb. 1954):6.

12 Girvin, 386. 13 Girvin, 386.14 Bangs, 235-236.15 Bangs, 223-224; and George Newton, “Pentecost

at Los Angeles,” Christian Witness and Advo-cate of Bible Holiness (May 31, 1894): 12.

16 L. B. Kent, “The Church of the Nazarene,” TheNazarene (May 17, 1900): 1.

17 Rev. Ervin S. Chapman, “A Prince Among Men:Phineas F. Bresee,” The New Voice (Feb. 26,1903): 3.

NAZARENOSUSCAN.ORG / 27

El Rdo. A. O. Hendricks, joven contemporáneo deBresee, fue su colega como pastor en el Distrito delSur de California. Bresee ordenó a Hendricks, quienmencionó estos rasgos de su mentor en una Semanade Fundadores en la capilla del Pasadena College.Posteriormente se publicaron en The Preacher’s Ma-gazine.

BRESEE EXHORTABA A SUS PASTORES A:

Llegar a tiempo.1Comenzar sus cultos a tiempo.2Ser breve en los anuncios.3Dar siempre la oportunidad de buscar al Señor.4Decirle a la gente que vaya llenando primero los5bancos del frente —y dejar los de atrás para losque siempre llegan tarde y los visitantes.Orar siempre antes de ir al culto. 6Participar en los cantos devocionales.7

CÓMO PREPARABA BRESEE SUS SERMONES:

Estudiaba cada mañana (el sábado era su día8de descanso).Escribía sus bosquejos —que casi nunca usaba.9Repasaba sus sermones al irse a la cama los sá-10bados —para compenetrarse de ellos.

CONSEJOS DE BRESEE A LAS CONGREGA-CIONES:

Los animaba a decir “¡Amén!” en voz alta (lo11cual animaba al predicador).Los animaba a aplaudir al cantar.12Los exhortaba a darle vida y entusiasmo al13culto.Decía con frecuencia: “Por favor no se sienten14allí como troncos inmóviles —considérensecomo parte del servicio”.Siempre pasen al altar a orar cuando haya pe-15nitentes.Oren para mantener la gloria de Dios entre16ustedes.

DE BRESEE SOBRELA ADORACIÓN

CONSEJOS

28 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

Indispensable en todabiblioteca de ministros ylaicos nazarenos. Labiografía no solo le ilustrará,también le inspirará...

Su corazón lo impulsó a llevar el evangelio alos pobres, a los inmigrantes, y junto con loshabitantes de los suburbios FUNDÓ UNANUEVA DENOMINACIÓN...Descubra la historia de un líder cuyo lla-mado y ministerio, aun después de más de100 años, sigue influyendo poderosamente.

NAZARENOSUSCAN.ORG / 29

FUNDAR UNA IGLESIA HISPANA EN ESTADOS UNI-DOS no es tan fácil como parece, especial-mente para un pastor recién llegado deAmérica Latina o de primera generación,como se nos llama. Para los que han na-cido aquí en este país, y que son desegunda o tercera generación, es másfácil iniciar una nueva congregaciónporque ya están adaptados al sistema, a lacultura, al estilo de vida.

Se ha dado el caso enrepetidas ocasionesde pastores que fue-ron exitosos en Lati-noamérica y que alllegar a Estados Uni-dos fracasaron, nopor falta de capacidado de espiritualidad,sino de adaptabilidady terminaron por de-dicarse a otra cosa di-ferente al ministerio obien se regresaron asus países de origen.

Otro reto imprescindible es el formar unanueva iglesia sin diluir el contenido delevangelio. Muchos pastores y denominacio-nes están prefiriendo sacrificar sus princi-pios doctrinales con tal de triunfar. Talcomo nos lo han advertido apologistas e in-cluso sociólogos, el hombre postmodernono acepta los imperativos radicales delevangelio.

Las iglesias que están prosperando sonaquellas que se han inclinado por las nue-

vas tendencias neo pentecostales y hetero-doxas. Por ejemplo, esta misma semananos llegan noticias que una de las iglesiasmás influyentes en el mundo es “HillsongChurch” de Sydney Australia, pues se cal-cula que cada semana unos 45 millones depersonas cantan las canciones escritas porHillsong.

En el último año fiscal, la sede de Hillsong,recaudó 28 millonesde dólares en diezmosy ofrendas. Otros 7millones por la ventade CDs, DVDS y mú-sica digital. Apartemás de 4 millones dedólares en “conferen-cias y eventos”, y ade-más 10 millones dedólares en “semina-rios y cursos de teolo-gía”. El total decla-rado es de 55millones de dólares

anualmente.

Hillsong actualmente es una denominacióncon misiones en Estados Unidos, Inglate-rra, Francia, Suecia, Países Bajos, España,Ucrania y Sudáfrica. Cuenta con más de4 millones de fans en Facebook y casi700.000 seguidores en Twitter. (HuffingtonPost y Religion News). Tristemente HillsongChurch ha apostado por la Teología de laProsperidad y una posición no muy clarasobre la homosexualidad y el matrimoniogay. Hillsong Church es una división de lasAsambleas de Dios en Australia y su pos-

El Rev. Steve Hurles recibiendo a los nuevosmiembros en Plena Comunión

Primera Cosecha de AlmasIglesia del Nazareno de Fairfield, Cincinnati, Ohio

Por Joel Jiménez

30 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

tura doctrinal ha sido llamada por los teó-logos como la “sensación global”.

Lo mismo ocurre con “Lakewood Church”,una de las iglesiasmás grandes de estepaís, con sede enHouston, TX, pero quedesafortunadamentecomparte un evangeliolight donde mezcla laprosperidad con lapiedad, tal como lo se-ñaló la cadena CNN.Tanto los mensajescomo los libros de JoelOsteen son abierta-mente metafísicos, conuna definición ambigua sobre su postura dela homosexualidad.

Nuestra realidad enCincinnati es similara la que enfrentamosen California. La ma-yoría de las iglesiashispanas de nuestroalrededor están satu-radas por el neo-pen-tecostalismo, y el retoera formar una nuevacongregación sin lospaliativos del carisma-tismo, que son laslenguas, las danzas,los tumbados por el Espíritu, las declara-ciones positivas, la Teología de la Prosperi-dad, las maldiciones generacionales, laguerra espiritual, etc.

Hay algunas cosas que valen la pena resal-tar en la historia de nuestra naciente igle-sia. Una de ellas, por ejemplo, es que

desde que iniciamosla obra hispana en fe-brero de este año, to-dos los domingos porla noche nos hemosreunido fielmente,tanto americanoscomo hispanos, paracelebrar servicios deoración, lo que nosha edificado grande-mente.

Dios ha sido buenocon nosotros, pues el domingo pasado, 3de noviembre de 2013, celebramos los pri-

meros bautizos y reci-bimos a los primeros12 nuevos miembrosen plena comunión.Tenemos a otras 13personas en lista deespera, quienes de-ben terminar susdiscipulados y arre-glar algunas cosasen sus vidas para queigualmente se bauticeny los recibamos en elseno de nuestra iglesia.

Otra singularidad es que algunos herma-nos anglos que se sienten identificados conlos hispanos asisten regularmente a nues-tros servicios hispanos. Greg Morris con su

Antonio Calcaño recibiendo su certificado de membresía.

Mariano Calcaño bajando a los aguas de bautismo

Lo que preocupa a los teólogos es la fuerza de la teologíaenseñada en las alabanzas, que no hacen hincapié

en el discipulado bíblico.

NAZARENOSUSCAN.ORG / 31

esposa se han integrado formalmente algrupo hispano, haciendo Greg las funcio-nes de pastor asociado. Otro matrimonioamericano, Teresa y Ted Collins, están dis-cipulando a una pareja hispana. ¡Eso essorprendente! Desde hace más de un siglola iglesia de este país envió misioneros atodo el mundo, por lo cual les estamoseternamente agradecidos. Sin embargo, de-

bido al fenómeno migratorio, hoy EstadosUnidos es un campo misionero, ahora laiglesia americana tiene que hacer misiónen su propio territorio, en donde coexisteninfinidad de grupos étnicos. Al presente, siuna iglesia americana no es multiculturalestá fuera de su realidad. Algo más dignode mencionar: con aquellos que ya termi-naron su discipulado, estamos implemen-

tando por primera vez el programa “Opera-ción Cornelio”, que gentilmente nos pro-porcionara el Dr. Roberto Hodgson, nues-tro Director Nacional.

Joel Jiménez es egresado de varios seminarios y uni-versidades cristianas, donde ha cursado estudios deTeología, Sicología y Música. Ha realizado cursos de ac-tualización en Holanda y Europa, Centro y Sudamérica,Estados Unidos, México, Cuba, Costa Rica, Ecuador y Ar-gentina. Su énfasis ministerial ha sido la docencia, lapastoral, la consejería y la música, con una experienciade más de 20 años. Ha fundado varias iglesias en supaís natal, México, y una en Estados Unidos. Actual-mente estudia el Doctorado en Teología en “Fuller Theo-logical Seminary”; es Director de Ministerios Hispanos enel Distrito Suroeste de Ohio de la Iglesia del Nazareno ypastor hispano de “Fairfield Church of the Nazarene”, se-gunda iglesia que esta fundando en Estados Unidos.Agradecemos sus comentarios a:[email protected]

Reunión de oración de los domingos por la tarde noche.

Teresa y Ted Collins discipulando a Ilse y José Luna.

Festejando el Día de la Reforma; nos visitaron ochopersonas nuevas.

Implementando Operación Cornelio

32 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

GERARDO MARTÍ, PROFESOR ASOCIADO DE SOCIOLOGÍA del Colegio David-son, dice: “En la década de 1990, cada institución de la sociedad seestaba diversificando más rápido que la iglesia local”. Desde enton-ces, las congregaciones predominantemente de angloamericanos hanestado tratando agresivamente de ponerse al día para evitar lo queMartin Luther King Jr. llamó “la hora más segregada del EstadosUnidos cristiano”: el culto de adoración de los domingos en la ma-ñana. Los pastores y los directores de adoración han estado diversi-ficando su música de liturgia y adoración, que muchos eruditos ylíderes vieron como esencial para estimular la diversidad en las con-gregaciones.

Martí, en su libro: Worship Across the Racial Divide —la ado-ración entre diversas razas—, publicado en 2012 por Oxford Univer-sity Press, sugiere que ese paso bien pudo haber creado másproblemas que soluciones. “Sustentamos muchas creencias acercade la forma en que deben adorar los afroamericanos o los hispanos,incluso asiáticos, lo cual ha motivado a muchos pastores y directoresde adoración a implementar ideas mal fundadas”.

En su libro, Martí se basó en entrevistas con más de 170 líde-res congregacionales y feligreses de iglesias protestantes multirracia-les del Sur de California. Esas entrevistas, y sus propiasexperiencias de adoración en muchas de esas congregaciones, for-maron sus puntos de vista sobre la adoración y la música en iglesiascon diversidad racial. La revista Grace and Peace Magazine —Graciay Paz— entrevistó a Martí en la Conferencia ANSR (Association of Na-zarene Sociologists and Researchers —asociación de sociólgos e in-vestigadores nazarenos) celebrada en Lenexa, Kansas, de la que fueorador invitado especial, y le hizo algunas preguntas sobre su pene-trante libro.

LA ADORACIÓN ENTRE DIVERSAS RAZASENTREVISTA CON GERARDO MARTÍ

NAZARENOSUSCAN.ORG / 33

GyP: ¿CUÁL ES EL PROBLEMA QUE SE-ÑALA SU LIBRO SOBRE LAS PRÁCTICASQUE USAN LAS IGLESIAS PARA CREARDIVERSIDAD?

MARTÍ: Los pastores de vanguardia que de-sean diversificar sus iglesias creen quepuede lograrse diversificando la música ylas formas de adoración. Los directores deadoración hacen entonces todo lo quecreen que producirá diversidad: coros gós-pel, algunos ritmos de salsa, etc. Con fre-cuencia las iglesias reclutan a obrerosafroamericanos, o los importan de otrosministerios desu congrega-ción, o inclusopagan a los másdiversificadospara perteneceral coro o minis-trar desde laplataforma.Están en reali-dad diciendo:“Miren, noshemos diversifi-cado”. Sin em-bargo, sussuposicionescon frecuenciacrean abismosmás grandes que los necesarios entre gru-pos raciales y étnicos. Parte de lo queaprendí al investigar para escribir mi librofue que no es el desempeño en la plata-forma lo que produce diversidad, sino loque ocurre fuera de la misma. La diversi-dad ocurre gracias a las relaciones resul-tantes de las prácticas del coro y otroseventos de conexión cuando la gente formaparte de una comunidad relacional. Escierto, si las iglesias reclutan obreros paraproducir diversidad, ocurre a veces, perono por las razones que pensamos. La gente

no es atraída a su iglesia porque ven allí apersonas de diversos colores u oyen mú-sica diferente; van a su iglesia porque venel tipo de relaciones que allí se establecen.Van porque tanto la iglesia como sus líde-res dan importancia a la diversidad racial yétnica, las cuales son prioridad para todoslos miembros de la congregación.

GyP: ¿POR QUÉ LAS IGLESIAS CONSI-DERAN LA ADORACIÓN Y LA MÚSICACOMO LA CLAVE PARA PRODUCIR DI-VERSIDAD?

MARTÍ: La ado-ración es noto-ria y pública.Además, lasiglesias no pue-den cambiarsus comunida-des ni su demo-grafía. ¿Quécontrolan en-tonces? Su li-turgia, queviene a ser elprimer punto decambio, y elpeso del mismocae sobre el di-rector de adora-

ción. Se espera que el director de adoracióndomine diferentes géneros de estilo y seresponsabilice de reclutar y promover la di-versidad. Muchos de los directores de ado-ración que entrevisté fueron contratadoscon la condición de que diversificarían a laiglesia. Eso es mucho esperar de ellos. Estáfuera de la realidad pensar que por diversi-ficar la música de la congregación, sepuede transformar su demografía. No ocu-rre por investigación. Típicamente, la diver-sidad en la plataforma es mayor que la delos bancos.

34 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

GyP: ¿EN DÓNDE ESTAMOS FA-LLANDO EN RELACIÓN CON LA MÚ-SICA?

MARTÍ: Necesitamos entender que la mú-sica no tiene nada que ver con su géneroo estilo. Podemos creer que diversos gru-pos raciales y étnicos responden a diver-sos tipos de música: los afroamericanosresponden al género góspel, los hispanosa la salsa, y los anglo-americanos a laacústica o a los himnos tradicionales. Sise le ha pedido a usted que use diversi-dad de música en su iglesia, la cual espredominantemente anglo-americana,quizá recurriría usted al género góspel.En las iglesias que estudié, descubrí quetodas tenían ya un coro góspel o estabanhaciendo planes de organizar uno, inde-pendientemente de que asistieran a laiglesia afroamericanos o no. Cándida-mente creemos que ciertos tipos de mú-sica conectan con ciertas razas enparticular, lo cual nos lleva en direccio-nes inadecuadas.

GyP: EN SU LIBRO USA LA FRASE “IN-CLUSIÓN RITUAL RACIALIZADA”.¿QUÉ QUIERE USTED DECIR CON ESAFRASE?

MARTÍ: Todas las iglesias incluyen a di-versas personas en su liturgia, ya setrate de leer las Escrituras, dirigir la ora-ción, o cantar un himno especial. La in-clusión ritual, que es fundamental parala vida de la iglesia, incorpora a miem-bros de la congregación para que obten-gamos un amplio sentido de quiénes sony quiénes somos todos. La inclusión ri-tual racializada consiste en usar a perso-nas en la plataforma de acuerdo con sugrupo racial. Cerciorarse de que en susrituales de adoración participen personasde diversos colores y razas. Esta es una

estrategia fundamental que usan las igle-sias de éxito con diversidad. Activamentereclutan e incorporan a personas detodas las razas en todos los aspectos desu liturgia pública, de modo que quienesasisten a la iglesia vean que hay diversi-dad de razas incluso en la liturgia.

GyP: ¿NO LE PARECE ESTO UN POCOMANIPULATIVO?

MARTÍ: Puede ser, y en mi libro trato dedestacar áreas en las que puede ser pro-blemático. Pero las iglesias diversamenteraciales que desean seguirlo siendo estándispuestas a reclutar, a depender de per-sonas de diversas razas, y las personasde esos antecedentes raciales ancestralesestán dispuestas, sorprendentementemuy dispuestas, a participar porquecreen en su iglesia. Confían en su lide-razgo, y están dispuestos a formar partede lo que ayude a cumplir la Gran Comi-sión. Quizá le llamemos a esto una ac-ción simbólica, pero los que participanno lo experimentan con esa mentalidad.

En otro nivel más profundo, lasiglesias con diversidad racial están tra-tando de cultivar una comunidad pia-dosa, que refleje los valores del reino deDios inclusivo. De muchas maneras, lomás interesante de la adoración es queocurre en público. La experimentamos enconjunto, como una comunidad diversa,inclusión que refleja un valor celestial alque todos aspiramos.

GyP: USTED HA DICHO QUE TODOSTENEMOS IDEAS UNIFORMES SOBRELA DIVERSIDAD. ¿DE QUÉ MANERAESO NOS HA METIDO EN PROBLE-MAS?

MARTÍ: He asistido a muchos talleres yhe seleccionado una gran cantidad de li-

NAZARENOSUSCAN.ORG / 35

bros que dicen entender la forma de la di-versidad y cómo puede ocurrir. Con fre-cuencia se basan en estereotipos étnicoserróneos. Los grupos étnicos o raciales sonmás complicados de lo que creemos. Si tra-zamos planes y programas basados en esasfalsas asunciones, fallan con mucha fre-cuencia. Es importante realizar una inves-tigación sólida y exhaustiva. Casi siemprees mejor recurrir al consejo de un solo re-presentante de un grupo cultural, a quienconsideramos como experto. He descu-bierto que cuando reunimos a un grupo deexpertos, se contradicen unos a otros. Loque funciona para uno de ellos en su en-torno, no funciona en otros. Es fácil queuna persona sola ge-neralice su experien-cia.

GyP: EN LO RELA-CIONADO CON ES-TIMULAR LADIVERSIDAD, DICEUSTED QUE LA MÚ-SICA DE ADORA-CIÓN SE REFIEREMÁS A PRÁCTICASQUE DESEMPEÑO.¿QUÉ QUIERE DECIR CON ESO?

MARTÍ: Permítame ilustrarlo. Asistí a unaiglesia cuyo coro góspel tenía gran reputa-ción. La iglesia se sentía orgullosa de sucoro, y me senté en donde pudiera apreciartoda la fuerza del grupo. Cuando entraron,observé a un grupo dispar como de ochopersonas. Era diverso, pero no impresio-nante. El piano no estaba muy sincroni-zado con el coro. El sonido del bajo eramucho más alto que el de los otros instru-mentos. Al terminar, pensé: “¿Qué va apasar ahora? ¿Qué va a hacer la gente?”Me impacté cuando todos aplaudieron en-tusiastamente. Pensé: “¿Por qué aplauden?

No puede ser por la música, era terrible”.Les pregunté a algunos por qué aplaudie-ron. Algunos pensaron que había sido her-moso, pero otros dijeron: “Bueno… esnuestro coro”. Aprendí allí una lección. Nose trataba de la calidad del sonido, sino dela forma en que se conectaban unos conotros. Cuando asiste a un concierto de unasobrina o sobrino, uno aplaude con entu-siasmo, aunque no haya sido lo mejor.¿Por qué? Sencillamente por la relacióncon esa persona. Al prestar más atención,descubrí que en el tema de la música no setrata tanto de ejecución, sino de las diver-sas prácticas que acercan a las personas ycrean el espacio para que se den las rela-

ciones y conexiones.En el nivel más am-plio, los ensayos delcoro son de más im-portancia que el de-sempeño del mismo.Las relaciones que sedan en las prácticasproducen la verdaderadiversidad.

GyP: ¿QUÉ DICEUSTED A LAS IGLE-

SIAS QUE DESEAN SER MÁS DIVERSAS?

MARTÍ: La diversidad no es producto de losestilos de adoración, sino de las relacionesque se establecen entre personas de diver-sas razas. Recuerdo que asistí a una iglesiaen la que hablaban constantemente de laspersonas del otro lado de la calle. “¿Quéestamos haciendo por las personas al otrolado de la calle?” Pronto me di cuenta deque ningún miembro de la iglesia vivía alotro lado de la calle. Llegaban a la iglesiadesde muchos lugares lejanos. Entoncespensé: “¿Cómo puede uno alcanzar a lagente del otro lado de la calle si nunca estáallí?” La verdad es que tenemos que estar

36 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

allí. Tiene uno que conocer a las personasde la comunidad de su iglesia. Aprove-charse de las relaciones diversas en dondese encuentren: en funciones de la escuela,reuniones de padres y maestros, el super-mercado, el gimnasio, entre otros. La diver-sidad resulta cuando permite que la gentecon relaciones diversas lleve a sus amigosy familiares a la iglesia. Tenemos que revi-sar esas ocasiones de hospitalidad. Engriego, la palabra “hospitalidad” se derivade dos términos que significan “amor a losextraños”.

GyP: ¿ESTÁ LA IGLESIA GANANDO TE-RRENO EN SUS ESFUERZOS POR SERMÁS DIVERSA? ¿HEMOS MEJORADOEN ESO?

MARTÍ: Sí, la mejor investigación disponi-ble sobre la diversidad en las iglesias in-dica un aumento, pero no sabemosexactamente a qué se debe, aunque se hanarrojado varias teorías. Algunas evidenciassugieren que las mega-iglesias llegan a serdiversas más rápidamente que las peque-ñas. La razón es que son eficientes paraencontrar afinidades y ofrecer al pueblomuchas y diferentes oportunidades de co-nectar con la congregación. Aunque se cri-tica mucho a las mega-iglesias, se pasa poralto cuánto tiempo y recursos inviertenesas iglesias en incorporar a la gente en sumembresía y actividades de la congrega-ción. Como resultado, las mega-iglesiascuentan con mejores recursos de base paraestimular la diversidad. Segundo, tenemosmás personas con trasfondo inmigranteque se han integrado a Estados Unidos.Más personas están conectando a través deescuelas, colegios y universidades, y luga-res de trabajo. Hay más afinidad entre per-sonas de niveles educativos que entre losde la misma raza o trasfondo étnico. Esetipo de conexiones y relaciones se estándando también dentro de la iglesia.

En mi primer libro: A Mosaic of Belie-vers (un mosaico de creyentes), mencionéque parejas interraciales o interétnicas confrecuencia no conectan en la iglesia de unode los cónyuges. Más bien buscan una igle-sia en la que la raza de ninguno de los dossea impedimento para integrarse, lo cualinevitablemente produce una congregaciónmás diversa. Las personas con líneas inte-rraciales e interétnicas en sus relacionesestán descubriendo que encajan mejor enlos grupos diversos.

GyP: AL CONTEMPLAR EL FUTURO DENUEVAS CONGREGACIONES, ¿CREEUSTED QUE LA DIVERSIDAD SE ESTÁCONVIRTIENDO EN UN VALOR MÁSFUERTE, PARTICULARMENTE ENTRELOS JÓVENES?

MARTÍ: La mayoría de los jóvenes de hoyhan presenciado mayor cantidad de diver-sidad que los de generaciones anteriores, yhan visto a más personas con identidad bi-racial o multirracial. Para ellos probable-mente la diversidad es más normal.Aunque nos gustaría pensar que nuestrosjóvenes serán inclusivos, tolerantes y dis-puestos a mezclarse, no podemos ignorarque aún existen profundas divisiones ra-ciales en muchos lugares. Muchos deseanseguir dentro de sus propios grupos. Peropodemos decir con certeza lo siguiente: siuna congregación nueva se inicia con ungrupo diverso de personas, y la diversidades un alto valor de la congregación, es muyalta la probabilidad de que la iglesia sigacon la diversidad. Es más difícil que unaiglesia mono-cultural cambie a congrega-ción más diversa. A la vez, no es realistapensar que la diversidad ocurre como divi-sión igualitaria de 50-50. Junto con la di-versidad se deben considerar elementosfundamentales de la vida cristiana, comogenerosidad, cuidado mutuo, o aprender aservir, entre otros.

NAZARENOSUSCAN.ORG / 37

GUÍA PRÁCTICA PARALÍDERES DE ADORACIÓN NAZARENOS

POR DAVE CLARK , HEATHER DAUGHERTY, DAVIDDIEHL , DEAN DIEHL, SAM GREEN, BRANNON HANCOCK,CLARK HOWE, Y HARLAN MOORE

¿QUÉ ES ADORACIÓN? ¿QUÉ LA HACE“CRISTIANA”? ¿Qué debemos hacer en la adora-ción, y por qué? “Adoración” no es un conceptocristiano singular; se encuentra virtualmente encada tradición religiosa. Entonces, ¿es igual todaadoración? Además, en la sociedad secular, lagente adora (gustar de algo extremadamente. Tenerpuesta la estima o veneración en una persona o cosa —DRAE) todo tipo de cosas: desde celebridades hastalas riquezas o equipos deportivos. Esas prácticas, aun-que mal dirigidas, revelan la verdad de que los sereshumanos fuimos creados para adorar. Sencillamenteno podemos dejar de adorar.

La adoración cristiana es un encuentro cony una respuesta al Dios vivo que se reveló plena-mente en la vida, muerte y resurrección de Jesúsde Nazaret, el Mesías prometido a Israel. Portanto, la adoración distintamente cristiana debeincluir elementos que aclaren quién es el Diosque adoramos, y qué ha hecho. En la adoracióncristiana, Cristo es la figura central. La iglesia

vuelve a contar la historia de la redención divinasemana tras semana. Además, los cristianos ado-ran al Dios que es el Padre, el Hijo y el EspírituSanto —la adoración cristiana no deja de lado alEspíritu Santo y trata de reflejar la naturalezatrinitaria de Dios.

La adoración cristiana es tanto personalcomo colectiva; este artículo trata específica-mente sobre la adoración colectiva, la acción de laiglesia congregada. La adoración nos ayuda, comoiglesia y como personas, a comprender lo que esDios, lo que somos, y a qué nos ha llamado a ser.Para adorar a Dios correctamente, tenemos queentrar antes en una relación personal con él. Portanto, la adoración cristiana solo es posible paralos creyentes. Y aunque el propósito principal dela adoración cristiana no es el evangelismo, loscultos de adoración no deben ser exclusivos; todospueden participar.

En este artículo veremos algunos de loselementos más comunes de la adoración cris-tiana: nos reunimos, celebramos, proclamamos,respondemos, y somos enviados. Esta guía nopretende ser una lista completa para decirleexactamente qué hacer, pero esperamos que sea

38 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

referencia útil para quienes desean entender loque hacemos en la adoración y por qué.

Nuestro Dios nos llama en conjunto como elcuerpo de Cristo. Esta porción del servicio debe-ría ayudarnos a hacer la transición de nuestravida diaria separada, a la compartida en Cristo.

¿Por qué es importante? Como líderes,no sabemos lo que nuestro pueblo ha experimen-tado durante la semana ni lo que traen con ellos ala adoración. La realidad es que la mayoría no en-tramos en la iglesia para encontrarnos y escucharal Dios vivo. En esos momentos en que nos reuni-mos,, invitamos a nuestro pueblo a la adoración,nos enfocamos en la presencia de Dios, calmamosnuestros corazones y mentes, y nos preparamospara responder al movimiento del Espíritu Santo.

FORMAS EN LAS QUE NOS REUNIMOS:l Oración de apertura —En ocasiones

le llamamos invocación (porque invocamos o reco-nocemos la presencia de Dios), en la cual nos diri-gimos al Dios que adoramos como Padre, Hijo, yEspíritu Santo.

l Llamado a la adoración —Un canto,pasaje bíblico, o declaración que nos invita a lapresencia de Dios.

l Saludo —puede usarse como oportuni-dad para que la congregación se salude mutua-mente o den la bienvenida a visitantes.

l Credos —Declaraciones históricas dela iglesia que afirman nuestras creencias básicas;tradicionalmente, los nazarenos usamos los cre-dos de los Apóstoles, y Niceno.

Los primeros nazarenos eran conocidos porsus cantos alegres y entusiastas. Pero nosotros noiniciamos esa práctica. La adoración cristianasiempre ha celebrado desde el principio. Los pri-meros cristianos re-examinaron los festivales ju-díos a través del lente de Jesús el Mesías.¡Incluso cambiaron el día de adoración de sábado(el Sabbath) al domingo (“día del Señor”) para ce-lebrar la resurrección de Cristo! Cuando pensa-mos en lo que Dios es y lo que ha hecho, ¿cómoquedarnos sin celebrar?

¿Por qué es importante? Hemos sido lla-mados a una vida cristiana victoriosa. Cuandopasamos por situaciones difíciles, somos llamadosa celebrar nuestra victoria. Pablo y Silas canta-ron himnos de fe en la cárcel (Hechos 16). Josafatcolocó al coro al frente del ejército al entrar enuna batalla sin esperanza (2 Crónicas 20). Enambos casos, la celebración de Dios precedió a unpoderoso movimiento por parte de él. Al reunir-nos y celebrar a nuestro Creador, el reino de Diosviene “como en el cielo, así también en la tierra”.

FORMAS EN LAS QUE CELEBRAMOS:l Cantos —Cantos acerca de Dios y para

Dios que dan a nuestras congregaciones la opor-tunidad de regocijarse en lo que es Dios: Creador,Redentor, Sustentador, Proveedor, Sanador,entre otros (p.ej., “Cuán grande es él”; “El Reden-tor”).

l Testimonios —Las historias de laforma en que Dios obra en nuestra vida siempreson bienvenidas en programas de adoración; bus-que formas creativas de incorporar historias ac-tuales de personas que asisten a la iglesia.

l Los sacramentos —El bautismo y laSanta Cena (comunión o eucaristía) nos permitenparticipar en la pasión de Jesús y celebrar la pre-sencia sanadora de Cristo. Muy a menudo los sa-cramentos toman la forma de respuesta al finalde un servicio, pero también pueden formar partede la celebración.

l Oraciones —Las oraciones de acciónde gracias, intercesión, pastorales de bendición,de adoración: todas nos recuerdan a quién cele-bramos y por qué.

Después de habernos reunido como cuerpo deCristo, estamos preparados para escuchar decerca la voz de Dios para nuestra vida, tanto indi-vidual como colectivamente. La forma principalen que Dios habla a su pueblo es la proclamaciónde su Palabra.

¿Por qué es importante todo esto?Creemos que Dios participa activamente entre supueblo. Cuando se proclama el evangelio, Dios serevela. Y cuando Dios se ha revelado de formasnuevas, se desafía a la comunidad de fe a escu-char muy de cerca las formas en que Dios está

NOS REUNIMOS

CELEBRAMOSPROCLAMAMOS

NAZARENOSUSCAN.ORG / 39

hablando. Nunca debemos ser complacientes connuestra fe, sino más bien buscar avenidas por lasque Dios sigue moldeándonos y formándonoscomo discípulos.

FORMAS EN QUE SE PROCLAMA LAPALABRA:

l Predicación —Como protestantes, lapredicación ocupa el lugar central de nuestroscultos de adoración y se entiende como la formaprincipal en que Dios se comunica con la iglesia.El sermón siempre debería impulsar a la gente aresponder a la forma en que Dios está obrando enla vida de su pueblo.

l Lectura de las Sagradas Escrituras—Creemos que Dios se ha revelado en las pala-bras de la Biblia. El director de adoración debe-ría, intencionalmente, no solo usar los pasajes enel servicio de adoración, sino también permitirque el texto bíblico le dé forma al servicio.

l Cantos de proclamación —Dios nosolo se revela en la Palabra hablada y escrita,sino también por sus palabras integradas a lamúsica. Los cantos de proclamación puedenusarse para enseñar doctrina y presentar histo-rias bíblicas (p.ej., “¡Oh Padre, eterno Dios!”;“Solo en Jesús”).

l Credos (véase la descripción anterior)— Estos no solo declaran nuestra unidad al reu-nirnos, sino también proclaman quién es Dios y loque ha hecho, está haciendo y lo que hará.

l Testimonio/historias —La Palabrade Dios también se proclama mediante historiasque ilustran una verdad bíblica e inspiran a lacongregación a vivir fielmente.

Cada vez que se proclama la Palabra deDios, se demanda una respuesta. Para nosotros larespuesta sería permitir que seamos transforma-dos más plenamente a la imagen de Cristo, o noaceptar la Palabra y seguir como estamos.

¿Por qué es importante todo esto? El mo-mento de respuesta en el culto de adoración per-mite que el Espíritu Santo obre en la vida de loscongregantes. Su respuesta al Espíritu será laobra divina de transformación en su vida.

FORMAS EN QUE RESPONDEMOS:l Oraciones (p.ej., confesión, arrepenti-

miento) —Con frecuencia la respuesta natural ala Palabra es la confesión de pecado al reconocernuestra insuficiencia y la necesidad de un Salvador.

l Llamado al altar —Esta práctica esun elemento significativo de la herencia naza-rena, que con frecuencia se usa para llamar a lospecadores al arrepentimiento y a pedir que Cristosea el Señor de su vida.

l Ofrendas —Cuando Cristo es Señorde nuestra vida, presentamos libremente nues-tros diezmos y ofrendas como un acto de con-fianza en la fidelidad de Dios al suplir nuestrasnecesidades. Ofrendamos con corazones dispues-tos en respuesta a la gracia y generosidad deDios.

l Cantos de respuesta —Cantos queexpresan nuestro testimonio (p.ej., “Alcancé sal-vación”; “Comprado con sangre por Cristo”, deFanny J. Crosby), o nuestra entrega o consagra-ción a él (“Entera consagración”; “Tal como soy”),y nuestra necesidad (“¡Te quiero, mi Señor!”),entre otros.

l Los sacramentos (véase la descrip-ción anterior) —El bautismo y la Santa Cenasiempre son respuestas apropiadas a la proclama-ción de la Palabra; aunque el bautismo se celebraperiódicamente después de suficiente preparacióny discipulado, la Santa Cena se celebra con mayorfrecuencia, incluso cada semana en muchas igle-sias.

l Actos creativos de respuesta —Porejemplo, en respuesta a un sermón acerca delperdón, se puede invitar a la congregación a queescriban una carta para pedirle perdón a alguien;en respuesta a un sermón acerca del servicio y detrabajar juntos como cuerpo de Cristo, se lespuede presentar un rompecabezas como recorda-torio de que forman parte de una cuadro muchomás amplio. Solo nuestra imaginación puede li-mitar las formas en que pueden responder los fe-ligreses.

l La bendición de la paz —Solo hastaque recibimos la gracia y la paz de nuestro Señorpodemos verdaderamente trasmitirnos la paz losunos a los otros. Este acto no significa simple-mente saludarnos, sino que es un acto en el queverdaderamente extendemos la gracia y la paz deCristo a los que se han reunido para la adoración.

RESPONDEMOS

40 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

Al terminar el servicio, llega el momentode ser enviados al mundo a llevar a cabo lo queDios nos ha pedido que hagamos, y lo que le pro-metimos que haríamos.

¿Por qué es importante esto? Comocristianos, no hemos recibido el don de la salva-ción simplemente para nosotros, sino que hemossido llamados a ir al mundo a llevar la gracia, elamor y la misericordia que hemos recibido deCristo. En la despedida, recordemos a nuestropueblo el llamado a una vida misional.

FORMAS EN LAS QUE SOMOS ENVIADOS:l Cantos de trabajo o misión —Can-

tos que nos envían o despiden de nuestra reuniónformal y nos recuerdan que somos enviados porDios a participar en su obra en el mundo (p.ej.,“Con Cristo yo iré”; “Gozo da servir a Cristo”).

l Oración de despedida —Este mo-mento presenta la oportunidad a la congregaciónde hablar con Dios, agradecerle por lo que haocurrido durante el culto de adoración, y pedirleque vaya con nosotros al obedecer su llamadopara nuestra vida de ser la sal y la luz delmundo.

l Bendición final —“Buenas palabras”dirigidas a la congregación en el nombre delSeñor, para recordarles que servimos a un Diosque puede y obrará a favor de su pueblo. Los ca-pítulos finales de las epístolas de Pablo contienenpasajes de bendiciones muy solemnes (véase es-pecialmente 1 Tesalonicenses 5:23-24).

l Desafío —Casi siempre sigue a la ben-dición final y le dice a la congregación “¡Vayan!”al mundo a hacer algo. No solo estamos saliendopor la puerta, sino entrando en el mundo con unamisión como pueblo de Dios, a vivir y obedecer elllamado del evangelio.

Además de estas “acciones” principales deadoración, a continuación incluimos pensamien-tos diversos sobre algunas de las otras formas yelementos que se incluyen en los cultos de adora-ción cristiana:

Ocasiones especiales de la vida de laiglesia —De vez en cuando, se pide a los pasto-

Los primerosnazarenoseran conoci-dos por suscantos alegresy entusiastas.

Pero nosotrosno iniciamosesa práctica.La adoracióncristiana siem-pre ha cele-brado desde elprincipio.

SOMOS ENVIADOS

NAZARENOSUSCAN.ORG / 41

res que ayuden a los feligreses a celebrar eventossignificativos dentro del contexto de un culto deadoración. Las dedicaciones de bebés o niños pro-veen la oportunidad de celebrar la vida nueva ypresentar a Dios como Creador y dador de lavida. En otras ocasiones se pide a los maestros yalumnos al principio de un año escolar, o a gra-duandos al final del año, que pasen al altar o alfrente para orar por ellos, lo cual puede ser unagran bendición para ellos y después vayan a ser-vir, todo lo cual es un recordatorio significativo deque Dios desea obrar a través de nosotros ennuestros lugares de influencia. Aunque la iglesiadebe tomar en cuenta esas necesidades, es impor-tante enfocarnos en mantenernos dentro de la

vida de Dios, y no lo contrario: tratar de hacerleespacio a Dios dentro de nuestra vida. Además,los pastores y los líderes de adoración deberíanser cautelosos al permitir que rituales y obser-vancias “civiles” se integren en nuestros serviciosy potencialmente opaquen los elementos esencia-les de la adoración cristiana.

Diversidad en formas de arte —Fuimoscreados a la imagen de un Creador creativo; portanto, toda la creatividad humana tiene el poten-cial de darle gloria a Dios. Sin embargo, como es-cribió el apóstol Pablo a los Corintios, aunquetodas las cosas nos son permitidas, ¡no todas nos

edifican! Si su iglesia ha sido bendecida con unactor de danza excelente que puede usar su donen la adoración, en formas apropiadas y significa-tivas, déjelo que dance. Si asiste a su iglesia ungran artista visual (fotógrafo, pintor) y puede en-contrar la forma de incorporar su arte a sus servi-cios, permítaselo. Pero no se sienta presionado aincluir formas de arte en la adoración que nosean “afines” a la cultura de su iglesia local. Unabanda de alabanza tipo rock podría ser unabuena adición a su programa de adoración, perosi no tiene bateristas o guitarristas, sino solo un ouna pianista y/u organista, úselos en su adora-ción.

Intereses contextualizados —Es desa-fiante, pero esencial para pastores y directores deadoración, recordar que la congregación a la cualministran es única o singular. Las cosas se verándiferentes de un contexto a otro, principalmenteporque son diferentes lugares con personas dife-rentes, y diferentes ideas de la forma de comuni-carse con Dios y responder al llamado de Dios anuestra vida. Nunca debemos tratar de que nues-tra congregación encaje en el molde de otra conmucho éxito que nos “gusta” mejor. Más bien,como líderes debemos comprender a nuestro pue-blo y hacia dónde nos está dirigiendo el Señorcomo su pueblo o comunidad; y entonces, a la luz

42 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

de todo ello, comenzar a darle forma fielmente anuestros servicios de adoración.

SUGERENCIAS PARA ESTUDIO ADICIO-NAL (EN INGLÉS)

• Brent Peterson, Created to Worship: God’sInvitation to Become Fully Human (Kansas City:Beacon Hill Press of Kansas City, 2012). • Dan Boone, The Worship Plot: FindingUnity in Our Common Story (Kansas City: Bea-con Hill Press of Kansas City, 2007). • Constance Cherry, The Worship Architect: ABlueprint for Designing Culturally Relevant andBiblically Faithful Services (Grand Rapids:Baker Academic, 2010). • Dave Ferguson, Jon Ferguson, and EricBramlett,The Big Idea: Aligning the Ministries ofYour Church through Creative Collaboration(Grand Rapids: Zondervan, 2007). • Todd Keller, “Fishers of Men – WorshipEvangelism in the 21st Century” (article), inWorship Leader Magazine, 22:3 (May 2013)

ACERCA DE LOS CONTRIBUYENTES AESTE ARTÍCULO:

BRANNON HANCOCK es pastor de adoración,Xenia (Ohio) Church of the Nazarene.CLARK HOWE es Pastor de Artes de Adoración,Chicago First Church of the Nazarene.

DAVE CLARK es Director de Desarrollo Crea-tivo y Publicaciones de Lillenas Music.DAVID DIEHL es Director de Ministerios deAdoración, Nashville First Church.DEAN DIEHL es Director del Programa Comer-cial de Música, Trevecca Nazarene University.HARLAN MOORE es Ministro de Artes de Ado-ración, Bethany First Church of the Nazarene.HEATHER DAUGHERTY es Directora delCentro de Artes de Adoración, Trevecca Naza-rene University.SAM GREEN es pastor de adoración, HermitageChurch of theNazarene.

Nota del Editor: Este artículo fue el resultadoparcial de discusiones celebradas durante y des-pués de una reunión cumbre de adoración cele-brada del 4 al 6 de junio de 2012, en el campusde Trevecca Nazarene University. Esté pendientede otras reuniones cumbres como esta en la TNU.

Nota del Traductor: Los títulos de himnosmencionados en este y otros artículos de esta edi-ción, se han tomado del himnario nazareno Gra-cia y Devoción, publicado por Casa Nazarena dePublicaciones (Lenexa, Kansas), con derechos deautor de Lillenas Publishing Company, de Kan-sas City, Missouri.

NAZARENOSUSCAN.ORG / 43

La Adoración es un TemaInteresante

La adoración también ha sido un temade polémica. ¿Qué es adoración? ¿Cuál esla manera correcta de adorar? ¿Existe unaforma mejor que otras de adorar?

Estas y un sinnúmero de otras pregun-tas se discuten hoy y algunas veces cau-san fricciones y malos entendidos.

Esta búsqueda del hombre no es nadanuevo. Hace casi dos mil años la mujer sa-maritana mostró a Jesucristo su confusiónen relación con el lugar correcto donde sedebía adorar (Juan 4:20).

Adorar, según el Diccionario de la RealAcademia de la Lengua Española es: “Reve-rencia con sumo honor y respeto a un serconsiderado como cosa divina”,

En el sentido que estamos tratando deencontrar en este tema, diremos que adorares honrar a Dios, reconociendo su grandezay nuestra pequeñez, extasiados ante sus ma-ravillas, y llenos de agradecimiento, por laobra transformadora que ha operado en no-sotros a través de los méritos de su Hijo,nuestro Señor y Salvador Cristo Jesús. Porlo tanto, alabamos a Dios de diferentes ma-neras:

Adoramos a Dios en la Intimidad

Necesitamos recobrar esta manera algoolvidada de adoración. Vivimos tan de prisa,que muchas veces nuestras oraciones noson más que una lista de peticiones, algoasí como el señor que antes de salir delhogar llama al criado con las obligacionespara ese día. Cuando oramos no debemosolvidar que Él es Señor y nosotros sus sier-vos.

Adoración en la intimidad, es cuando yovoy a mi habitación y cerrando la puertaentro en relación de enamoramiento con miDios.

Tenemos que regresar a la oración con-templativa. Quiero decir con esto quecuando llegamos a la presencia de Dios yno hay palabras, estamos extasiados en lapresencia del Señor; no hay palabras, pero es-tamos conscientes de que Él está allí, y nues-tras almas están siendo nutridas de unamanera maravillosa. En lo que a mí res-pecta, no creo que haya una manera másmaravillosa de adoración que esta.

La petición de los discípulos a Jesús nofue que les ensenase cómo tener un testimo-nio poderoso, ni tampoco que les revelara el

La AdoraciónPor José González

44 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

secreto de su poder. Tampoco le pidieron queles ensenase a hacer milagros. Lo que pidie-ron fue: “Señor, enséñanos a orar”. A mí megusta imaginar que la petición en si in-cluía: enséñanos cómo relacionarnos conel Padre.

Orar no es solo hablar. Orar es contem-plar a Dios en su hermosa grandeza, en sumajestad. Aquí es donde la oración se trans-forma en una bella forma de adoración.

También mientras leemos la Biblia pode-mos adorar a Dios en intimidad. Hay pasajesde la Biblia que no pueden ser leídos sinque nos trasladen al maravilloso mundo dela adoración. El salmista dice que la Palabrade Dios es dulce como la miel, y que elvarón que meditaen ella es biena-venturado.

Hay ocasionesen las que al leer-las Escrituras aso-man las lágrimas anuestros ojos obrota espontanea denuestros labios laalabanza. Yo no po-dría explicarlos,pero mi alma estárelacionándose conel Creador, recono-ciendo su grandeza, y al reflexionar maravi-llado de lo que Él es, se me llena el pecho derespeto, de reverencia… y tal vez sin sa-berlo, le estoy adorando.

Podíamos también hablar de la adora-ción por medio de la contemplación de suobra. El Salmista dice: “Los cielos cuentan lagloria de Dios, y el firmamento anuncia laobra de sus manos”. Al leer esto, yo puedover a un hombre adorando, rindiendo pleite-sía a su Señor y Creador. Aquí el senti-miento de adoración no es el producto de laoración, ni tampoco de la lectura de la Bi-blia, sino de la contemplación de la obra ma-jestuosa de Dios.

Adoramos a Dios cuando con respeto yreverencia nos quedamos absortos ante lamajestuosidad de su obra, e irrumpimos enalabanza al ver las olas frenéticas estrellán-dose contra los arrecifes de la playa, o la be-lleza de la pradera en flor.

La Adoración Pública

Casi estoy seguro de que es precisa-mente este punto el que más motiva el in-terés en este tema. La adoración públicatiene un sinnúmero de matices, y seríaostentoso decir que la adoración decierto tipo es la única que Dios acepta.

La Biblia diceque “Dios vive enmedio de las ala-banzas de su pue-blo” y que “Jehováestá en su santotemplo” y que de-lante de Él debecallar toda la tie-rra. No hay contra-dicción en estosdos pasajes, queparecen ser tan im-portantes en los di-ferentes puntos de

vista de los que discuten cuál es la maneracorrecta de adorar.

Estas dos expresiones han colocado aalgunos grupos en dos extremos opuestos.Según uno de ellos no hay otra manera deadorar a Dios si no hay manifestaciones dejúbilo, danzas de alabanzas, expresiones degozo y libertad “del Espíritu”. Estos tildan alos que no son capaces de adorar comoellos lo hacen, de fríos y mundanos, muer-tos y otras expresiones bien conocidas. Losque están al otro extremo acusan a los pri-meros de irreverentes y desordenados, ycuentan historias que, según ellos, hanacontecido en el furor de una adoraciónincorrecta.

NAZARENOSUSCAN.ORG / 45

Las frases que han dado origen aesta disputa son del Antiguo Testa-mento, y por ende tienen que ver conel tipo de adoración judía. Por lotanto, para saber qué nos quiere decircada porción de la Biblia, tendríamosque ir y examinar el culto que los judíosrendían a Dios.

Los judíos adoraban a Dios en el tem-plo, en los hogares, y en las fiestas religio-sas (de estas últimas tenían varias

anualmente). En el templo, la adora-ción era de total reverencia. Los adora-dores escuchaban silenciosamente yparticipaban de los ritos y sacrificios quelos sacerdotes en funci6n de su oficio cele-braban. No había dentro del templo desor-den alguno. No creo que podamosencontrar en toda la Biblia un solo versí-culo que sea capaz de desmentir al pre-cepto: “Jehová está en su santo templo,calle delante de él toda la tierra”. Estemismo pueblo que giraba alrededor de

una liturgia bien formada en el cultotambién adoraba a Dios en sus fiestas.Era allí donde los hebreos tocaban lospanderos, danzaban y cantaban salmosen diversos ritmos. Un estudio cuida-doso de las Escrituras relacionarán siem-pre este tipo de alabanzas bueno yaceptado por Dios con las expresionespopulares en las fiestas judías.

Ahora vivimos en una nueva dispensa-ción, y debemos interesarnos en el con-

cepto neotestamentario de la adoración.Regresemos nuevamente a la historia

de la mujer samaritana. Allí Jesús hablóde un tipo de adoración que no hemos men-cionado aun. Dijo Jesús: “Dios es espíritu, ylos que le adoran, en espíritu y en verdades necesario que le adoren” (Juan 4:24).

Jesús nos está sugiriendo que. la ado-ración debe ser personal, inteligente ysobre todo, genuina. Adorar en espíritu esrendir nuestro todo al Señor, y por esto de-bemos entender una consagración total y

46 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

absoluta, que haga que nuestra voluntad,nuestros planes y nuestros pensamientosestén totalmente sujetos a Dios.

El Señor nos dice que nuestra Adoracióndebe ser en verdad. Lo primero que viene ami mente es que Dios debe ser la razón demi adoración. Nada debe ocupar su lugar.Él es lo primero (“Mas buscad primera-mente el reino de Dios y su justicia, y todasestas os serán añadidas”). Muchas vecesla forma en que adoramos llega a ser másimportante que el objeto de nuestra adora-ción. El verdadero adorador busca a Dios;busca agradarle y al mismo tiempo recibirsu bendición.

Por lo tanto, el concepto que Jesucristoenseñó acerca de la adoración no se limitaa la forma. Él no está hablándonos de laforma que debe tomar nuestra adoración.Cualquier tipo de adoración es bueno si lohacemos en espíritu y en verdad. Cual-quier tipo de adoración que no sea en es-píritu y en verdad es fatuo y sin provecho.

ConclusiónLa Biblia nos presenta muchas mane-

ras en que los antiguos adoraban a Dios.Ellos expresaban su sentir de respeto y gra-titud a traves de:Sus ofrendas: Genesis 4:3-4; Deuterono-

mio 26:10; 1 Samuel 1:3Sus sacrificios: Genesis 8:20; 22:5Sus oraciones: Genesis 12:8; NehemiasSus alabanzas: 2 Crónicas 7:3; Salmos

29:1-2Sus rituales: Exodo 12:26-27Sus cantos: Salmos 66:4Sus instrumentos: Vea Salmos 100Su servicio: Deuteronomio 11:13;

Josue 22:27Sus temores: Vea Salmos 96:9Sus ayunos: Vea Lucas 2:37; Nehemias

9:1Su gratitud: 2 Crónicas 30:21-22; Sal-

mos 103:1

Hoy Dios es adorado con música gre-goriana, y con mariachis. Los jóvenes hablandel “rock” moderno y su sitio en la ado-ración de la juventud. La casa andadesde la solemne canción que lleva elalma, hasta el ritmo salsoso que hacedifícil no marcar el ritmo con el pie. Y no-sotros que no hemos sido llamados para serjueces, nos debatimos entre las tradicionesy el tiempo que nos empuja.

También la adoración se ha conver-tido en tema de discusión y de contraste, yaque no hay relación alguna entre un órganode tubos y un instrumento musical com-putarizado. Las plataformas de los tem-plos de repente han perdido su posturatradicional, los cables y las exageradas bo-cinas irreverentemente desplazan el altar.Hay confusión si deseamos elevar el espí-ritu o pasarla bien, y la pregunta mortifi-cante permanece:

¿Cuál es la adoración verda-dera? Jesús contesta: La que se haceen espíritu y en verdad, la que buscaagradar al Padre, la que rinde pleite-sía y honor al nombre Santo de Dios.Todo lo demás tal vez necesite ser re-considerado.

que abandonar el país, des-pués de lo cual radicó enEspaña y de allí vino aUSA. Ha ministrado desdeentonces en iglesias en Cali-fornia, en el Distrito Occi-dental Latinoamericano. Alpresente es pastor titular dela Iglesia de Belvedere, enel Este de Los Angeles.

El Rdo. José González ha sido pastor, evangelista, con-ferencista y escritor (novelas cristianas principal-mente). Se graduó del Instituto Bíblico Nazareno, deCuba, su país natal, en donde ministró hasta que tuvo

NAZARENOSUSCAN.ORG / 47

Un Estudio de la Adoración

Introducción: 

Definición:¿Qué es adoración? “El acto de tributar reve -

rencia, adoración u homenaje a Dios” (Dic-cionario Winston). “Adoración” se traduce decuatro palabras en griego:

Proskuneo. “Besar la mano de”; hacer cortesía,hacer reverencia. El acto de tributar homenaje,Juan. 4:24”.

Sebonai. Reverenciar, con fuerte sentimientode temor reverencial, Mateo 15:9.

Latreuo. Servir, rendir servicio religioso, hom-enaje, Filipenses 3:3.

Eusebeo. Actuar piadosamente hacia [al-guien], Hechos 17:23.

Cada una de esta palabras expresa la acciónque uno hace hacia Dios. La adoración es unacto externo motivado por un sentimiento in-terno. No es lo que uno recibe, ¡sino más bien loque uno le da a Dios! - (Primeros Rudimentos delCristiano: Doc trina Bíblica Básica, Libro I, porRobert Harkrider, Pág. 54).

Joseph H. Thayer: proskuneo. “Besar la manoa (hacia), una señal de reverencia... de aquí queentre los orientales, especialmente los persas,caer sobre las rodillas y tocar el piso con lafrente es una expresión de profunda reverencia...por ello en el Nuevo Testamento, por arrodillarseo postrarse para hacer homenaje (a uno) o hacerreverencia, ya sea para expresar respeto o parahacer súplica.

Es usado como: homenaje mostrado a hom-bres de un rango superior; homenaje rendido aDios y al Cristo ascendido, a los seres celestiales,y a los demonios (Léxico Griego-Inglés, #4352,Pág. 548).

Recursos en internet...

48 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

W.E. Vine: “PROSKUNEO —Hacer re-verencia, dar obediencia a (de pros, hacia,y kuneo, besar), es la palabra más fre-cuente que se traduce adorar. Se usa comoacto de homenaje o de reverencia (a) aDios, (b) a Cristo, (c) a un hombre, (d) alDragón, (e) a la Bestia, (f) a demonios, (g) aídolos...” (otras cuatro palabras griegas queson traducidas como adorar también sonmencionadas, luego el Sr. Vine hace lasiguiente anotación:)

“NOTA: La adoración a Dios no se de-fine en ningún pasaje de las Escrituras. Unaconsi-deración de los verbos anterioresmuestra que no queda limitada a la ala-banza; ampliamente puede considerarsecomo el reconoci-miento directo de Dios, desu naturaleza, atributos, caminos, y deman-das, ya bien por el derramamiento delcorazón en alabanza y acción de gracias, obien mediante actos ejecutados en el cursode tal reconocimiento” - (Vol. 1, Págs. 47-48).

Arndt & Gingrich: “PROSKUNEO: us-ado para designar la costumbre de pos-trarse uno mismo ante una persona y be-sar sus pies, el borde de su vestido, el piso,etc.; los persas hicieron esto en la presen-cia de su rey deificado, y los griegos anteuna divinidad o algo santo; (caer y) adorar,hacer homenaje a, postrarse uno mismoante, hacer reverencia, dar la bienvenidarespetuosamente... Esta reve rencia o ado-ración es dada: 1. a seres humanos; 2. aDios; 3. al diablo y seres satánicos; 4. a losángeles; 5. a Jesús, quien es reverenciadoy adorado como Rey Mesiánico y AyudadorDivino” —Léxico Griego-Inglés del N.T.,págs. 723-724.

Diccionario Bíblico de Smith: “ADO-RACION: Los actos y posturas en la ado-ración son similares en todas las nacionesorientales, y han llegado hasta el presentedesde la antigüedad remota sin cambio. Se

cree que los hebreos en todas sus ora-ciones usaron todas las formas de posturay postración que los árabes modernos hanagrupado en una oración, que son nueveposiciones. Todas se encuentran en losmonumentos de Egipto y Asiria. La oraciónse hace de pie, con las manos levantadas,o cruzadas o dobladas; esta es la posturaante los reyes o grandes hombres. Lasmanos también son extendidas como ensúplica; solamente se levanta una mano altomar un juramento (Génesis 14). Arrodi -llarse es una forma común (1 Reyes 7; Es-dras 9; Daniel 6; Lucas 22); la postracióndel cuerpo, reposa sobre las rodillas y losbrazos, la frente toca el piso, y todo elcuerpo yace a lo largo, con la cabeza baja.Los monumentos muestran figuras de per-sonas arrodi llándose en una pierna ygolpeándose el pecho; sentarse sobretalones, con las manos dobladas, es unaactitud muy respetuosa (1 Crónicas 16:16;1 Reyes 18:42). Entre los Romanos la pos-tración era el acto peculiar de adoración(Hechos 10:26); pero los orientales lo ha-cen solo en sentido de respeto y reverencia.Besar la cabeza (1 Samuel 10), la mano, elborde del vestido, o la tierra cercana al ob-jeto de respeto, y besar la propia mano deuno (Job 31:27; Oseas 13:2), a personas oídolos. Sostener la mano sobre la bocacomo besando es el acto más sublime derespeto y adoración (pág. 8).

“El hombre entonces se inclinó y adoróa Jehová’ (Génesis 24:26; Comp. con24:48). ‘Se levantaba cada uno a la puertade su tienda y adoraba’ (Exodo 33:10). ‘En-tonces Moisés, apresurándose, bajó lacabeza hacia el suelo y adoró’ (Exodo 34:8).‘Entonces Josué, postrándose sobre surostro en tierra, le adoró’ (Josué 5:14). ‘Y elrey adoró en la cama’ (1 Reyes 1:47).“Venid, adoremos y postrémonos; arrodillé-monos delante de Jehová nuestro hacedor”(Salmos 95:6). ‘Con el rostro inclinado a

NAZARENOSUSCAN.ORG / 49

tierra te adorarán’ (Isaías 49:23). ‘Y así,postrándose sobre el rostro, adorará aDios’ (1 Corintios 14:25). ‘Por la fe Jacob...adoró apoyado sobre el extremo de su bor-dón” (Hebreos 11:21; Comp. con Gén.47:31)”.

Los términos mismos usados paraadoración, trasmiten los conceptos de ser-vicio y ministerio. En el Antiguo Testamen-to, el término general usado es abodah, deabad, “la borar, servir”. Gene ralmente se tra-duce en “el servicio a Dios”. El acto especí-fico de adoración se expresa en la palabrahishtahawa, que se deriva de shaba, “incli-narse1, postrarse”.El concepto es el decortesía con el fin deservicio. En el Nue-vo Testamento lapa labra que corre-sponde al términodel Antiguo Testa-mento abodah es la-treia. Originalmentesignificaba “servi-tud” o “el estado deun trabajadoralquilado o un es-clavo”. Debido a suuso amplio, espe-cialmente con respecto a las prácticascúlticas, llegó a denotar “el servicio a Dios”o adoración divina. La pa labra del NuevoTestamento que corresponde al término delAntiguo Testamento hishtahawa esproskunein. Este significa literalmente “be-sar la mano (hacia) a alguno” y metafórica-mente “postrarse, hacer una reverencia oadorar”. Proskunein que aparece 60 veces,también lleva en su etimología el conceptode servicio al objeto de adoración”.

La mezcla de los conceptos de lo quellamamos adoración y servicio, prevalecetambién en relación con el verbo lei-

tourgein. Hechos 13:2 usa una forma par-ticipial (leitourgounton) para expresar laidea de adoración, en tanto que Pablo usauna forma infinitiva (leitourgesai) para in-dicar servicio. Les dice a los romanos quelos gentiles que recibieron bendiciones es-pirituales de los cristianos de Jerusalén,deben también ser de “servicio” a ellos enbendiciones materiales, esto es, levantaruna ofrenda para ayudarlos en su pobreza(Romanos 15:27).

El nombre leitourgia puede referirse alas ministraciones de un sacerdote, comoen el caso de Zacarías, padre de Juan el

Bautista (Lucas1:23). El términotambién pudierasignificar ministerioen su sentido másamplio (Hebreos8:6), o el acto deadoración mismo(Hebreos 9:21), o lasobras sacrificialesde otros (Filipenses2:17; ver 2 Corin-tios 9:12). El mi -nistro es un leitour-gos, esencialmenteun siervo del

pueblo. Pablo escribe a los cristianos deRoma que debido a la gracia que le fuedada por Dios él fue hecho “ministro (lei-tourgon) de Jesucristo a los gentiles, minis-trando el evangelio de Dios (Romanos15:15-16). Cristo, nuestro sumo sacerdote,es también un ministerio (leitourgos) paranosotros en el santuario celestial (He-breos 8:2).

Lo que es importante en estos térmi-nos es el trasfondo de ministerio o servicioa Dios. En las instrucciones de Jesús a susdiscípulos antes de morir, les advirtió quesus enemigos los echarían de las sina-

50 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

gogas; “Y aun viene la hora cuandocualquiera que os mate, pensará que rindeservicio (latreian) a Dios” (Juan 16:2). Elapóstol Pablo apela a los cristianos deRoma a presentar sus cuerpos “en sacrifi-cio vivo, santo, agradable a Dios, que esvuestro culto racional (latreian)” (Romanos12:1, ver “servicio”). A los filipenses les es-cribe: “Porque nosotros somos la circun-cisión, los que en espíritu servimos (la-treuontes) a Dios y nos gloriamos en CristoJesús, no teniendo confianza en la carne”(3:3). En el Apocalipsis, Juan ve una granmultitud sin número reunida de entre to-das las naciones adorando (prosekunesan)a Dios (7:11). Cuando pregunta sobre suidentidad, los ancianos responden que el-los venían de la gran tribulación y quehabían lavado sus ropas en la sangre delCordero. “Estos... están delante del tronode Dios y le sirven (latreousin) día y nocheen su templo” (7:14-15).

Adoración es pleitesía, reverencia, ycomunión. Pero al mismo tiempo, es laofrenda de uno mismo en servicio a Dios.Es identificación con Dios por medio delEspíritu para maturación en amor y parael ministerio de amor a la humanidad.2 Ladefinición más sencilla para adoración es,la expresión de adoración del corazón deuno.

El uso de la palabra “adoración” enel Antiguo Testamento (Robert Youngenlista 116 veces la palabra usada en elAntiguo Testamento. Véase la Concor-dancia Analítica de Young). Se traducemuy frecuentemente de la pa labra hebreaSHACHAH, que significa “inclinarse, ar-quearse, agacharse, doblarse” (99 veces).Para esta sección buscar todos los pasajesde cómo se traduce en su número de ve-ces. Esto nos ayuda a entender el ver-dadero significado de la palabra shachah,que es tan frecuentemente traducida como

adorar. SEGAB es traducida “adorar” 11veces - “postrarse, hacer reverencia”.Daniel 2,3. ABAD (5 veces en 2 Reyes 10)“hacer, servir”. ATSAB (1 vez, Jer. 44:19)“tributar culto”.

La palabra ADORAR es encontrada76 veces en el Nuevo Testamento. Másfrecuentemente del griego proskuneo, “be-sar la mano de; hacer cortesía, hacer rever-encia” (59 veces). Es encontrada otras 17veces, de 10 palabras diferentes (véaseConcordancia Analítica de Young):

(1) “Gloria” (1) Lucas 14:10.(2) “Ser reverente, piadoso” (1) He-

chos 17:23.(3) “Servir, curar, sanar” (1) Hechos

17:25.(4) “Observancia religiosa” (1)

Colosenses 2:18.(5) “Adorar públicamente” (4).(6) “Un barrendero del templo” (1).(7) “Un adorador” (1) Juan 4:23.(8) “Venerar” (6).(9) “Un objeto de veneración” (1).(10) “Temeroso” uno que venera a

Dios, (1) Juan 9:31.

I. EL HOMBRE ES UNA CRIATURA DEADORACIÓN. Por naturaleza adorará aalgo o a alguien.

En vista de que somos “linaje deDios” (Hechos 17:29), él es el “Padre denuestros espíritus” (Heb. 12:9), portanto, tiene el derecho de dirigirnos ennuestra adoración.  Podemos conocer lamente de Dios solamente como se ha reve-lado El mismo al hombre (1 Corintios 2:11-13). En su pa labra Dios enseña al hombrecómo adorar. Adorar en alguna forma noenseñada en su palabra es ser presuntu-oso y atrevido. ¿Cómo podemos saber queDios estará agradado con nuestra ado-ración si no nos ha dicho que tal adoraciónle agrada?

NAZARENOSUSCAN.ORG / 51

Debiera notarse que alguna ado-ración no es aceptable o agradable aDios.  Jesús dijo a la mujer en el pozo,“Vosotros adoráis lo que no sabéis...” (Juan4:22). ¿Esto estaba agradando a Dios? “Envano me honran” (Mateo 15:9). “La ado-ración que me brindan no les sirve denada” (Mateo 15:9, La Biblia al Día, véasela Interlineal). “Mas en vano me rindenculto” (Maeo. 15:9 —B.A.; V.M.; NVI.).“Honrando y dando culto a las criaturasantes que al Creador” (Romanos 1:25). “Yadoraron y sirvieron a la criatura en vez delCreador” (Biblia de Jerusalén, véase tam-bién B.L.; E.P.; D.H.H.). “Al que vosotrosadoráis, pues, sin conocerle” (Hechos17:23).

Los judíos entendían que la ado-ración de uno podía ser errónea. “Este per-suade a los hombres a honrar a Dios con-tra la ley” (Hechos 18:13). “Este persuade alos hombres que den a Dios un culto con-trario a la ley” (Hechos 18:13 —VersiónModerna, véase también NVI, E.P.). “Estepersuade a la gente para que adore a Diosde una manera contraria a la ley” (Biblia deJerusalén, véase también la Interlineal, B.al Día, B.A., D.H.H.). “Este hombre quierepersuadirnos a que sirvamos a Dios de unamanera que nuestra ley prohibe” (Hechos18:13, Biblia Latinoamericana). “Ycomience a ser destruida la majestad deaquella a quien venera toda Asia” (Hechos19:27). “A quien adora toda Asia” (Biblia deJerusalén). “Tales cosas tienen a la verdadcierta reputación de sabiduría en culto vo -luntario” (Colosenses 2:23).

NOTA: Estas referencias ciertamentegarantizan las siguientes conclusiones:Uno puede adorar a Dios y aún estarequivocado. Uno puede adorar al Dios ver-dadero y aún estar equivocado. Hay dife -rentes clases de adoración. En el puntosiguiente estudiaremos cada una de estas.

II. HAY DIFERENTES CLASES DEADORACIÓN.

Nota: Aunque uno puede nombrarcada clase de adoración separadamente,creo que todas las clases de adoraciónpueden ser colocadas bajo dos encabeza-dos, eso es, la adoración verdadera y lafalsa.

La verdadera adoración —ado-ración aceptable (Jn. 4:23-24). La ver-dadera adoración estará dirigida a Dios, yserá rendida en espíritu y en verdad. Unestudio más amplio será dado a estos pun-tos, cuando estudiemos los requerimientosde la verdadera adoración.

La adoración falsa —adoración noaceptable (Juan 4:23-24).  Nota: Lo falsoes lo opuesto de lo verdadero, lo inacep -table de lo aceptable. Por tanto, si unopudiera tener una verdadera adoración,también podría tener una falsa adoración.La adoración vana (Mateo 15:9). Jesús en-señó que los judíos estaban adorando envano porque estaban “enseñado como doc-trinas, mandamientos de hombres”. Ellosdirigieron su adoración a Dios, pero esta-ban enseñando doctrinas de hombres yesto hizo su adoración vana (vacía, no pro-duciendo el resultado deseado). No importóque su adoración estuviera dirigida al Diosverdadero, esto no fue suficiente parahacer aceptable. Los hombres que hoy díaadoran a Dios, pero que usan como doc -trina los mandamientos de los hombres, nopueden esperar rendir una adoración ver-dadera —aceptable. Su adoración será tanvana como esa de los judíos.

La adoración ignorante (Hechos17:23). Los atenienses adoraban al Diosverdadero, pero sin conocerle. Se postra-ban ante una imagen con la inscripción:“Al Dios no conocido”. El único Dios ver-

52 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

dadero era desconocido para ellos, pero élno puede ser adorado aceptablemente sinconocerle o en ignorancia. Nota: La ado-ración ignorante es “en vano”, pero todaadoración vana puede no ser hecha en ig-norancia. Alguien puede saber que su ado-ración es según las doctrinas de los hom-bres, pero puede ser demasiado orgullosopara cambiar. Aunque no son ignorantesde la verdad, su adoración es no menosque vana.

La adoración voluntaria (Colosenses2:23). “La adoración voluntariamenteadoptada, sea que no haya sido ordenada oque esté pro-hibida, no aquellaque es impuestapor otra, sino laque uno afecta”(W.E. Vine, Vol. 1,Pág. 356). “Ado-ración voluntariaes según nuestrapropia voluntad.Es escogida poruno mismo; y poresta sola razón esun apartarse de lafidelidad a Dios”(David Lipscomb,Un Comentario Sobre el Nuevo Testamento,Vol. 4, pág. 287).

“Por muy razonable y aparente quepudiera parecer tal adoración, sin embargola cantidad de espectáculo de sabiduríaque pueda exhibir, el Espíritu Santo ha es-crito su necedad y futilidad tan claramenteque nadie sino el ciego voluntariamentepuede fallar en ver esto. La lealtad al go -bierno divino requiere obediencia decorazón a la ley divina. Por tanto,cualquier cosa que Dios mande, debemoshacerla. Va cilar es faltar, es olvidar nues-tra lealtad. Colocar cualquier ‘man-

damiento de hombres’, y honrarlo comomandamiento de Dios, es traición. Todomandamiento, aún el más pequeño, es unaexpresión de su voluntad, y una personifi-cación de su autoridad como el monarcadel universo. Por tanto, obedecer sus man-damientos, hacer su voluntad, es la mismaesencia de la verdadera piedad. Todo lodemás es simple adoración voluntaria”(J.W. Shepherd, Ibíd, pág. 287).

“Lo que aquí está calificado como ado-ración voluntaria... significa simplementeuna forma de adorar que el hombre escogepor sí mismo, independiente de la re -

velación que Diosha dado.... Diosserá servido en laforma que desea;es correcto queprescribiera alhombre las ver-dades que debecreer, y las orde-nanzas que debeusar. Rehusarrecibir su en-señanza parapreferir nuestrospropios antojos, esalumbrar con una

vela pequeña como substituto para el solde medio día. Desde el principio del mundoDios ha prescrito la adoración que era másagradable para El, y nunca dejó un asuntode tal naturaleza al momento del hombre.Las naciones que no tuvieron una re -velación, o rehusaron recibir eso que Diosha dado, muestran, por su diversidad deadoración, la superstición, lo absurdo, y enmuchos casos, la crueldad, que habríasido el estado de todo, si Dios en su in-finita misericordia no nos hubiera bende-cido con una revelación de su voluntad”(Adam Clarke, Comentario de la Santa Bi -blia, Vol. 6, Pág. 525).

NAZARENOSUSCAN.ORG / 53

Concluimos que la adoración volun-taria es una adoración que diseña el hom-bre mismo. Toda adoración voluntaria esfalsa, es vana. Puede ser hecha en ignoran-cia, pero uno podría hacer la adoraciónvoluntaria sin estar en ignorancia.

III. LA VERDADERA ADORACIÓN RE-QUIERE TRES COSAS.

El Objeto Correcto. El Dios ver-dadero y viviente es el objeto correcto deadoración (Juan 4:23-24). Razones de porqué el hombre debería adorar a Dios: Diosdesea que los hombres lo adoren (Juan4:23) “Porque tam-bién el Padre talesadoradores buscaque le adoren”.Porque es “un Diosy Padre de todos, elcual es sobre todos,y por todos, y en to-dos” (Efesios 4:6).Somos su “linaje”(Hechos 17:29),hizo a los hombrespara que habitensobre la tierra (He-chos 17:26), “en élvivimos, y nosmovemos, y somos” (Hechos 17:28), “todabuena dádiva y todo don perfecto de-sciende de lo alto, del Padre de las luces”(Santiago1:17). Jesús dijo: “Al Señor tuDios adorarás, y a él solo servirás” (Mateo4:10). Jesús permitió que los hombres loadoraran.

Nota: Jesús es Dios (Deidad), y du-rante su vida entre los hombres aceptóadoración: Los magos lo adoraron (Mateo2:11). Un leproso lo adoró (Mateo8:2). Unprincipal lo adoró (Mateo 9:18). Sus dis-cípulos lo adoraron Mateo 14:33). La mujercananea lo adoró (Mateo 15:25). La madre

de los hijos de Zebedeo lo adoró (Mateo20:20). Las mujeres que habían ido a latumba lo adoraron (Mateo 28:9). Los oncediscípulos lo adoraron (Mateo 28:17). Elciego que Jesús sanó lo adoró (Juan 9:38).Pero Jesús enseñó a los hombres que ado-raran al Padre en el cielo (Juan 4:23-24).

Otros objetos de adoración: Otroshombres. Cornelio se postró a los pies dePedro para adorarlo (Hechos 10:25-26). Elpueblo de Listra buscó adorar a Pablo yBernabé (Hechos 14:8-18). Algunos hom-bres desean que otros hombres los adoren(2 2 Tesalonicenses 2:3-4). Los ángeles:

Juan se postró alos pies del ángelpara adorar (Apo -calipsis 22:9-10).La adoración a losángeles puede pri-var a los hombresdel premio (Co -losenses 2:18). Losídolos —estos sonlos dioses hechoscon las manos delos hombres. Losde Atenas adora-ban muchos ídolos(Hechos 17:16). La

idolatría era común en los tiempos del An-tiguo Testamento, y aún los hijos de Israelhicieron ídolos. Moloc y Renfán, “figurasque os hicisteis para adorarlas” (Hechos7:43). Algunas cosas interesantes acercade esta clase de dioses: Los hombres loshacen con sus manos. Los llevan sobre sushombros, los transportan. Los colocan ensu lugar, y no se mueven de allí. Le cla-man, pero no puede contestar, ni salvar dela dificultad. (Comp. con Isaías 46:6-8).

Pregunta: ¿Por qué los hombresquerrán adorar a un dios semejante?Nótese lo que Elías tenía para decir acerca

54 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

de esta clase de dios (1 Reyes 18:27). “Gri-tad en alta voz, porque dios es; quizá estáen meditando, o tiene algún trabajo, o vade camino; tal vez duerme, y hay que des-pertarle”. ¿Quisiera servir a un dios comoese? Las criaturas de este mundo (Roma -nos 1:25). Muchas personas en los tiemposantiguos, también como en los modernos,adoran la vaca y la consideran un animalsagrado. Al diablo (Mateo 4:9). El diablodesea la adoración y la consigue. La iglesiadel diablo fue establecida por Anton Szan-dor Levay y su credo oficial es la Biblia deSatanás, escrita por Levay. Nota: Puede serde interés tener a alguien que dé un re-porte especial sobre “La Iglesia del Diablo”.Toda adoración verdadera —adoraciónaceptable— deber ser rendida a Dios,quien es el Padre de todo.

La verdadera adoración debe ser ofre-cida “en espíritu” (Juan 4:23-24). Estohace referencia a la sinceridad, a la condi-ción de la mente de uno cuando adora. “Enespíritu. Aquí la palabra espíritu se colocaen oposición a los ritos y ceremonias, y ala pompa de la adoración externa. Se re-fiere a la mente, al ánimo del alma. Ado-rarán a Dios con una mente sincera; con elsencillo ofrecimiento de gratitud y oración;con un deseo de glorificarlo, y sin pompa yesplendor externo. La adoración espirituales esa donde el corazón es ofrecido a Dios,y donde no dependemos de formas exter-nas para que sea aceptada” (Albert Barnes,Notas Sobre el Nuevo Testamento, comen-tario sobre Juan 4:23). La adoración insin-cera o hipócrita nunca es aceptable auncuando pudiera ser ofrecida al Dios ver-dadero. Es siempre adoración falsa. Adorara Dios es un asunto muy serio y no de-beríamos envolvernos en esto a la ligera.Para un asunto tan serio deberíamos estara tiempo y prepararnos nosotros mismospara la adoración. Llegar tarde interferirácon la adoración que los demás están rin-

diendo y le robará a usted de algún tiempode adoración. “Las más excelsas potes-tades angelicales tienen temor y asombroante él. ¿Quién es tan reverenciado comoél por cuantos lo rodean? (Salmos 89:7, LaBiblia al Día). “Dios es muy temible en elconsejo privado de los seres santos, e in-funde pavor a todos los que asisten entorno a él” (Salmos 89:7, Versión Moderna).

"En espíritu” tiene que ver con la ac-titud y maneras que mostramos en la ado-ración. La persona sincera, presta atencióníntegra al orador, y por medio de la disci-plina se ha entrenado a sí mismo parapensar en lo que está haciendo: Muestrarespeto y reverencia a Dios, y deja que lossentimientos se levanten para tener a Diosadorado.

La verdadera adoración debe ser ofre-cida “en verdad” (Juan 4:23-24). “En ver-dad. No a través de sombras y tipos, ni pormedio de sacrificios y ofrendas de sangre,sino en la manera representada o tipificadapor todas estas (Hebreos 9:9,24). En el ver-dadero camino de acceso directo a Dios através de Jesucristo” (Albert Barnes, Ibíd.).“En verdad” es usado en contraste con “laley”. “Pues la ley por medio de Moisés fuedada, pero la gracia y la verdad vinieronpor medio de Jesucristo” (Juan 1:17). Estosignifica que debemos adorar como enseñael Nuevo Testamento, no como enseñó laley de Moisés. Regresar a la ley para justi-ficar una práctica hará que Cristo sevuelva de ningún efecto para nosotros(Gálatas 5:4). Todo acto de verdadera ado-ración estará enseñado en el Nuevo Testa-mento. Usar en nuestra adoración eso queno está autorizado en el Nuevo Testamentoes dejar de practicar la verdadera ado-ración. Si nuestra adoración no está autor-izada en el Nuevo Testamento, debe venirya sea del Antiguo Testamento, o estaráautorizada solamente por los hombres. De

NAZARENOSUSCAN.ORG / 55

cualquier manera no será verdadera ado-ración. Esto explica por qué los miembrosde la iglesia de Cristo insisten en que ado-ramos solamente como lo enseña el NuevoTestamento.

IV. CÓMO ADORAR A DIOS ENESPÍRITU Y EN VERDAD.

Hay cinco actos, o vías, de adoraciónverdadera (Comp. con Hechos 2:42). Ladoc trina de los apóstoles. La enseñanzadada por los apóstoles. La comunión (uofren da). El partimiento del pan, o Cenadel Señor. Las oraciones. Los cánticos dealabanza (Efesios 5:19;Colo senses 3:16). Es-tos actos de adoracióndeben ser rendidos “enespíritu y en verdad”.Esto significa quesiempre debemos sersinceros cuando ado-ramos, y cada acto deadoración debe sercomo lo enseña elNuevo Testamento. Laverdad restringe al-gunos actos de adoración para ser hechossolamente “el primer día de la semana”. LaCena del Señor (Hechos 20:7). La ofrenda(1 Corintios 16:1-2).

CONCLUSIÓN:

Que podamos reconocer la importan-cia de la adoración a Dios, y que puedanuestra adoración ser la adoración ver-dadera.

NOTAS1. "Inclinarse: KUPTO: inclinar la cabeza,

encorvarse, se usa en Marcos 1:7, 'en-corvado'; y Juan 8:6, 'inclinado'; v.8, 'in-clinándose'. PARAKUPTO: inclinarsepara mirar, se traduce así en Juan

20:11, 'se inclinó para mirar (dentro)'.KLINO: doblar, inclinar, o hacer yacer,para reposar, se usa en Mateo 8:20 yLucas 9:58, en la afirmación del Señor,'el Hijo del Hombre no tiene donde re-costar su cabeza'; es significativo queeste verbo sea el utilizado en Juan19:30 del acto del Señor en el momentode su muerte, al poner su cabeza enuna posición de reposo, no dejarla ir enimpotencia como en todos los otros ca-sos de crucifixión. Invirtió el orden nat-ural, inclinando primero la cabeza (indi-cando su sumisión a la voluntad de suPadre), y después 'entregando su es-

píritu'... EPHISTEMI:(epi, sobre, y histemi,estar de pie), usadointransitivamente,denota estar sobre oal lado, estar pre-sente, traducido 'in-clinándose' en Lucas4:39. (Diccionario Ex-positivo de Palabrasdel Nuevo Testa-mento, W.E. Vine,Vol. 2, pág. 236).

“Reverencia hecha con la cabeza o conel cuerpo” (Nueva Enciclopedia Sopena,Tomo 3, Pág. 441).

2. Dios, Hombre y Salvación —Una TeologíaBíblica, por W.T. Purkiser, Richard S.Taylor, Willard H. Taylor; (Beacon HillPress of Kansas City, Kansas City, Mis-souri, EE. UU. de América), págs. 606-607.

Por Jaime Restrepo (la mayor partetomada del libro True Worship, por BillyW. Moore).http://www.bible.ca/spanish-sermones-notas-biblias-la-adoracion.htm

56 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

Efecto de laAADDOORRAACCIIÓÓNNen mi vidaPor Jonathan Hernández

Entiendo que la adoración es una parte vitalde la iglesia, ya que nos conecta a Dios y abre loscielos para que la lluvia de bendición caiga sobre laiglesia. La Biblia nos dice: “Teme al Señor tu Dios,sírvele solamente a él” (Deuteronomio 6:13). Estotiene un efecto positivo en mi vida, ya que muchasveces cuando me siento cargado, cansado y sinfuerzas, Dios renueva mis fuerzas y me hace sentirque no estoy solo. Es en el momento de la ado-ración cuando puedo levantar mis manos al cielo,así como lo hacía Moisés, y recibo nuevas fuerzas.La adoración es el motor que impulsa mi vida díatras día.

Tenemos que recordar que la ado-ración es para agradar a Dios y no a loshombres. En el Antiguo Testamento, la adoraciónse relaciona con la acción de postrarse delante deDios para mostrar reverencia. En el Nuevo Testa-mento se relaciona con un acto de reverencia quepuede incluir los conceptos de devoción, honra yservicio. Además, todo esto debe hacerse en “es-píritu y en verdad”, dice Juan 4:23. En Salmo 5:7,David aclara que él iba con reverencia al templo, aadorar a Dios: “Pero yo, por tu gran amor puedoentrar en tu casa, puedo postrarme reverente haciatu santo templo”.

Jonathan Hernández. Estoy a cargo de laadoración de nuestra iglesia local. Esta oportu-nidad ha sido para mí de gran crecimiento espiri-tual, ya que durante la semana tengo laencomienda de buscar todos los cánticos con loscuales el grupo de alabanza, “Grupo Unción”, nosguiará en la adoración. Es una responsabilidadmuy grande, ya que la adoración es parte esencialdentro del culto a Dios. Durante la semana, mepreparo en oración para que Dios, a través de suamor y misericordia, me dé el discernimiento paraescoger cada cántico.

Es importante que todos los cánticos quecantamos en la iglesia tengan un buen contenido.

En el Salmo 47:7, la versión Reina-Valera dice quedebemos cantar a Dios “con inteligencia”, esto es,nuestra alabanza debe tener un buen mensaje.

Tenemos que recordar que la ado-ración es para agradar a Dios y no a loshombres. Es el momento que nos despojamos detodo, para darle a Dios lo mejor de nuestras vidas.También es importante saber que la adoración ter-renal es un ensayo de lo que haremos eternamentecuando estemos en la presencia de Dios. La ala-banza sale de un corazón agradecido. Ejemplo deesto, cuando Jesús sanó a los diez leprosos, sola-mente uno regresó a dar gracias a Dios, y dice supalabra que postrado en tierra lo adoraba (SanLucas 17:1-16).

Como joven, exhorto a todos a que experi-menten en sus vidas el efecto positivo de la ado-ración en cada uno de nosotros, cuando adoramosa Dios. Cada vez que vayas a la iglesia, procuraque sea un momento especial, y te aseguro quejamás serás el mismo. ¡Alaba!

—El Rdo. Hernández, es coordinador de lajuventud para la Conferencia Anual Wisconsin y es-

tudia en la Universidad de Wiscon sin-Waukescha. Esmiembro de la IMU Luz a las Naciones, donde eslíder de adora ción.  [email protected]

El Intérprete, enero-febrero, 2012

http://www.umc.org/site/apps/nlnet/content3.aspx?c=lwL4KnN1LtH&b=5457157&ct=11565785

NAZARENOSUSCAN.ORG / 57

¿Qué es la Adoración?Pasaje clave: Juan 4:23-24.

1. Lo que no es la adoración.A. No es “sólo es música y canciones”. Todas las partes de la reunión

son un acto de adoración: la oración, la lectura de la Biblia, elcanto, el silencio, la predicación, las ofrendas, la Santa Cena, etc.

B. No es un “estilo de música”: si la canción es movida se la llama“alabanza”, si es lenta se la llama “adoración”. Esto también es unerror.La adoración no tiene nada que ver con el estilo, el volumen o elritmo de una canción. Con cualquier estilo o ritmo podemos adorara Dios, porque no existe un estilo “bíblico” de adoración. El secretoes hacerlo “en espíritu y en verdad”.

C. No es “cerrar los ojos o levantar las manos”.D. No es el momento “aburrido de la reunión”.E. No es un relleno hasta que todos llegan.F. No es repetir palabras mecánicamente.G. No es exclusiva del ministerio de alabanza.H. La adoración no es el “ritual del domingo” (Isaías 29:13), es pa-

sión y compromiso por y con Dios.

2. La adoración no es para nuestro propio beneficio.“Hoy me gusto mucho la adoración”.“Hoy la adoración fue muy lenta y aburrida”.“Me encanta la alabanza. Qué bien dirige el director y cómo tocan losmúsicos”.“La gente se duerme en la adoración”.“Hoy no recibí nada en la adoración”.“Le faltó vida. Hoy sentí que le faltó vida. Estuvo medio aplastado”.“¡Cuándo va a terminar! ¡Cuándo va a terminar! ¡Me quiero ir a micasa!”.Todos estos conceptos están equivocados, son un error. ¡La adoraciónno es para ninguno de nosotros, la adoración es para Dios! ¡Es paracomplacerlo y agradarlo a Él! No nos cantamos ni nos adoramos a no-sotros mismos, todo es para Él.

3. Qué es la adoración.Es una expresión de amor al Señor (Mt.22:37).Es tener hambre por la presencia de Dios. (Sal.84:1-2, 4, 16:11).Es un estilo de vida.¿Eres un adorador?

—Por Edgardo Tosoni

http://devocionaldiario.org/devocional-diario/devocional-diario-%C2%BFque-es-la-adoracion/

58 / GRACIA Y PAZ Número 2 - 2013

Ordene por internet:http://www.nph.com/nphweb/html/nph/in-

nerpage.jsp?c=NPH-SP&cs=NA&sc=NA&ss=NA

Para ordenar por teléfono en Canadá y EEUU:Lunes a viernes de 1:00 p.m. a 5:00 p.m., hora

del centro. Voz: (800) 462-8711Para ordenar por fax:

24 horas al dia. Fax: 913-577-0891