iglesia de san esteban - romanicodigital.com

6
CIAÑO / 295 Ciaño es una localidad del concejo de Langreo, emplazada en el valle que forman la con- fluencia de los ríos Nalón y Samuño, a 35 km de Oviedo y a 5 de Sama de Langreo, capital municipal. El pueblo aparece citado por primera vez en la Edad Media en un documento datado en el año 1175; en él se recoge la donación realizada por Gundisalvo Sanci y su esposa María Gundisalvi al monasterio de San Vicente de una heredad en Ciaño, prohibiendo que esta pro- piedad fuera donada en prestimonio. La iglesia de San Esteban no se menciona en este docu- mento ni en otros anteriores, especialmente los de El Libro de los Testamentos, por lo que pudo haber sido fundada por el mencionado cenobio posteriormente. Sin embargo, nada parece indicar este hecho, pues según el Libro Becerro del obispo Gutierre (1385-1386) presentaba capellanes el propio cabildo de la catedral de Oviedo, que además tenía una parte de los diez- mos de la iglesia, que se repartían también entre el beneficiado y el capellán. CIAÑO Iglesia de San Esteban D E LA IGLESIA ROMÁNICA de San Esteban de Ciaño han llegado hasta nosotros solamente dos porta- das de gran riqueza ornamental, que se integran en una construcción historicista levantada a principios del siglo XX. A finales de la centuria anterior se conservaba, además, una inscripción en latín, que podía referirse a la fundación del templo románico y cuya traducción, según Diego Santos, sería: “me ideó con arte, me edificó y me hizo”. En esta inscripción no aparecía ninguna data, aun- que las dos portadas románicas que se conservan pueden fecharse, por sus rasgos estilísticos, en el primer tercio del siglo XIII, al igual que numerosos templos de la zona de Villaviciosa, especialmente San Juan de Amandi, con el que Ciaño comparte numerosas similitudes. La portada occidental se cubre con tejaroz y consta de tres arquivoltas semicirculares concéntricas, protegidas por guardapolvo, que reposan sobre tres columnas, y éstas a su vez sobre plintos. La primera arquivolta se adorna con varias filas de zigzag, entre las que se sitúan perlas, y la segunda con una serie de cabezas de pico que muerden un grueso bocel. Este último motivo estuvo muy difundido en Inglaterra (condados de York, Lincoln, Herefort, Cornua- lles, Kilkhampton y otros), Irlanda (Offaly) y en Francia (Normandía, Poitou, Guyena y Borgoña). Su origen puede establecerse en la abadía de Reading (Inglaterra) a comienzos del siglo XII, con la que están emparentados algunos ejemplos asturianos, como Ciaño, cuyas cabezas rostradas se asemejan también a las del templo de Kilpeck situado en Inglaterra. Además, las cabezas de pico se encuentran en edificios de los valles de Lena y Mieres y en numerosos de la comarca de Villaviciosa, aunque las de Ciaño, de forma triangular, se asemejan especialmente a las de Amandi y Aramil. Por último, la arquivolta interior presenta dos boceles, dientes de sierra oblicuos y perlas, y el guardapolvo se ornamenta con una retícula en la que se inscriben aspas. El primer capitel de la derecha muestra dos híbridos tensando un arco en dirección a un personaje que se sitúa en el centro de la cesta y del que solamente son visibles la cabeza, de tamaño desproporcionado, las manos y los pies. Los híbridos mencionados se han identificado, la mayoría de las veces, con centauros, mezcla de hombre y caballo, aunque recientemente un estudio señala que se tratan de onocentauros, combinación de hombre y asno. Para afirmar esto último, los autores del citado trabajo se basan en que el onocentauro aparece en la Biblia, al con- trario del centauro, que no se menciona en ella y, por otro lado, el onocentauro se asocia, en el Fisiólogo y en nume- rosos bestiarios medievales, con la sirena, que aparece en esta misma iglesia en la otra portada. Sin embargo, tanto si se quiso representar uno de estos animales fantásticos como el otro, no cabe duda de que en este capitel se trata de mostrar la lucha entre la virtud, representada por el per- sonaje que ocupa el ángulo de la cesta, y el mal, al que

Upload: others

Post on 26-Jul-2022

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Iglesia de San Esteban - romanicodigital.com

C I A Ñ O / 295

Ciaño es una localidad del concejo de Langreo, emplazada en el valle que forman la con-

fluencia de los ríos Nalón y Samuño, a 35 km de Oviedo y a 5 de Sama de Langreo, capital

municipal.

El pueblo aparece citado por primera vez en la Edad Media en un documento datado en

el año 1175; en él se recoge la donación realizada por Gundisalvo Sanci y su esposa María

Gundisalvi al monasterio de San Vicente de una heredad en Ciaño, prohibiendo que esta pro-

piedad fuera donada en prestimonio. La iglesia de San Esteban no se menciona en este docu-

mento ni en otros anteriores, especialmente los de El Libro de los Testamentos, por lo que pudo

haber sido fundada por el mencionado cenobio posteriormente. Sin embargo, nada parece

indicar este hecho, pues según el Libro Becerro del obispo Gutierre (1385-1386) presentaba

capellanes el propio cabildo de la catedral de Oviedo, que además tenía una parte de los diez-

mos de la iglesia, que se repartían también entre el beneficiado y el capellán.

CIAÑO

Iglesia de San Esteban

DE LA IGLESIA ROMÁNICA de San Esteban de Ciaño

han llegado hasta nosotros solamente dos porta-

das de gran riqueza ornamental, que se integran

en una construcción historicista levantada a principios del

siglo XX. A finales de la centuria anterior se conservaba,

además, una inscripción en latín, que podía referirse a la

fundación del templo románico y cuya traducción, según

Diego Santos, sería: “me ideó con arte, me edificó y me

hizo”. En esta inscripción no aparecía ninguna data, aun-

que las dos portadas románicas que se conservan pueden

fecharse, por sus rasgos estilísticos, en el primer tercio del

siglo XIII, al igual que numerosos templos de la zona de

Villaviciosa, especialmente San Juan de Amandi, con el

que Ciaño comparte numerosas similitudes.

La portada occidental se cubre con tejaroz y consta

de tres arquivoltas semicirculares concéntricas, protegidas

por guardapolvo, que reposan sobre tres columnas, y éstas

a su vez sobre plintos. La primera arquivolta se adorna con

varias filas de zigzag, entre las que se sitúan perlas, y la

segunda con una serie de cabezas de pico que muerden un

grueso bocel. Este último motivo estuvo muy difundido en

Inglaterra (condados de York, Lincoln, Herefort, Cornua-

lles, Kilkhampton y otros), Irlanda (Offaly) y en Francia

(Normandía, Poitou, Guyena y Borgoña). Su origen puede

establecerse en la abadía de Reading (Inglaterra) a

comienzos del siglo XII, con la que están emparentados

algunos ejemplos asturianos, como Ciaño, cuyas cabezas

rostradas se asemejan también a las del templo de Kilpeck

situado en Inglaterra. Además, las cabezas de pico se

encuentran en edificios de los valles de Lena y Mieres y en

numerosos de la comarca de Villaviciosa, aunque las de

Ciaño, de forma triangular, se asemejan especialmente a

las de Amandi y Aramil. Por último, la arquivolta interior

presenta dos boceles, dientes de sierra oblicuos y perlas, y

el guardapolvo se ornamenta con una retícula en la que se

inscriben aspas.

El primer capitel de la derecha muestra dos híbridos

tensando un arco en dirección a un personaje que se sitúa

en el centro de la cesta y del que solamente son visibles la

cabeza, de tamaño desproporcionado, las manos y los

pies. Los híbridos mencionados se han identificado, la

mayoría de las veces, con centauros, mezcla de hombre y

caballo, aunque recientemente un estudio señala que se

tratan de onocentauros, combinación de hombre y asno.

Para afirmar esto último, los autores del citado trabajo se

basan en que el onocentauro aparece en la Biblia, al con-

trario del centauro, que no se menciona en ella y, por otro

lado, el onocentauro se asocia, en el Fisiólogo y en nume-

rosos bestiarios medievales, con la sirena, que aparece en

esta misma iglesia en la otra portada. Sin embargo, tanto

si se quiso representar uno de estos animales fantásticos

como el otro, no cabe duda de que en este capitel se trata

de mostrar la lucha entre la virtud, representada por el per-

sonaje que ocupa el ángulo de la cesta, y el mal, al que

295-300 Ciaño.qxd 17/10/06 16:12 Página 295

Page 2: Iglesia de San Esteban - romanicodigital.com

296 / C I A Ñ O

Alzado sur

Alzado oeste 0 1 5 m

0 1 5 m

295-300 Ciaño.qxd 17/10/06 16:12 Página 296

Page 3: Iglesia de San Esteban - romanicodigital.com

C I A Ñ O / 297

Portada occidental

295-300 Ciaño.qxd 17/10/06 16:12 Página 297

Page 4: Iglesia de San Esteban - romanicodigital.com

simbolizan los monstruos. En los capiteles contiguos se

sitúan acantos muy esquemáticos y planos, en la parte baja

de la cesta, con lacerías perladas que se convierten en

tallos trifoliados similares a los de las impostas.

En la jamba derecha, todos los capiteles son figurati-

vos, presentando el intermedio y el exterior temas jugla-

rescos. En el ángulo de este último aparece una figura

cabeza abajo realizando una pirueta al son de la música

producida por las figuras dispuestas a su derecha, un hom-

bre que lleva una vihuela de arco y una figura femenina

que parece estar tocando otro instrumento que no se con-

serva. En la cara izquierda del mismo capitel se encuentra

una escena de danza en la que dos hombres sugieren el

movimiento rítmico a través de las piernas flexionadas y

enlazadas. La cesta contigua muestra a cuatro músicos

tañendo varios tipos de instrumentos, como el pandero, el

órgano de mano y otros difíciles de identificar. Estas esce-

nas juglarescas se repiten en el templo de San Juan de

Amandi, situado cerca de Villaviciosa, y en esta última

iglesia aparece la Lapidación de San Esteban, que también

está presente en el otro capitel de la jamba derecha de la

portada de Ciaño. En este capitel el santo aparece en el

suelo, con las manos unidas en oración y totalmente

298 / C I A Ñ O

cubierto por las piedras que le lanzan las figuras de los

esbirros situados en las caras izquierda y derecha de la

cesta. Estos últimos se disponen en posición rígidamente

frontal y con una marcada isocefalia, estando inmutables

frente al drama que acontece ante ellos y del que son pro-

tagonistas, mientras el santo, implorante, dirige su mirada

ausente al espectador. Otra representación similar se

encuentra en Villaviciosa, en Santa Eulalia de la Lloraza,

donde también se repiten las sirenas con forma de pájaro

que están presentes en la otra portada de Ciaño y en San

Juan de Amandi.

Completa la decoración escultórica de la portada

occidental la serie de canecillos que se sitúa en su tejaroz.

Estos canes se ornamentan mediante motivos antropo-

morfos y zoomorfos, como una cabeza expresionista con

la boca abierta, dos figuras humanas muy deterioradas,

una de ellas sosteniendo un objeto difícil de identificar, un

jabalí con las patas y el hocico apoyado en el can y un

mono.

La otra portada tiene dos arquivoltas ligeramente

apuntadas y envueltas por guardapolvo; la exterior des-

cansa sobre un par de columnas y la interior directamente

sobre las jambas. El guardapolvo se decora mediante bille-

tes, al igual que las impostas, mientras que en la primera

arquivolta se encuentran series de zigzag que dan forma

de perfil al arco, y, en la segunda, rollos cerrados. Los

rollos cerrados se utilizaron por primera vez en el antiguo

reino de León en la Puerta del Obispo de la catedral de

Zamora y se aplicaron también en los templos asturianos

de San Esteban de Ciaño (Langreo), San Esteban de Ara-

mil (Siero) y Santa María de Lugás (Villaviciosa).

El capitel de la izquierda se decora mediante dos sire-

nas-pez de doble cola, de las que solamente se conserva en

Asturias otro ejemplar en un capitel de San Vicente de

Serrapio, aunque la talla de esta última pieza es mucho más

detallista que la de Ciaño. La cesta de la derecha se decora

de nuevo mediante un par de sirenas que se sitúan en dos

caras, aunque en este caso bajo forma de ave y cabeza

humana. Estos animales tienen en Ciaño el cuerpo total-

mente cubierto por plumas, a excepción de la parte superior

del mismo y de las patas, y aparecen con las alas desplega-

das, asemejándose a otras representaciones que se encuen-

tran en Santa Eulalia de la Lloraza y en San Juan de Aman-

di. Sin embargo, las sirenas de este último templo se

diferencian de las de Ciaño especialmente en la cabeza, que

cuenta con unos rasgos más naturalistas, entre los que se

hace notar la melena que les llega hasta el cuello. Estas cria-

turas aparecen en los escritores clásicos con cuerpo de ave

y cabeza humana, pero en ellos no se encuentra ni una sola

alusión a la cola del pez, al igual que en el Fisiólogo. La sire-

Detalle de la portada occidental

295-300 Ciaño.qxd 17/10/06 16:12 Página 298

Page 5: Iglesia de San Esteban - romanicodigital.com

C I A Ñ O / 299

Lapidación de San EstebanCapitel de la portada occidental

Portada meridional Capitel de la portada meridional. Sirenas-pez

295-300 Ciaño.qxd 17/10/06 16:12 Página 299

Page 6: Iglesia de San Esteban - romanicodigital.com

na-pez aparece a finales del siglo VII o comienzos del VIII y

se incorpora a los bestiarios medievales, que ven en este ani-

mal un sentido negativo. La nueva forma de sirena que apa-

rece entre la séptima y la octava centuria fue ganando

importancia hasta el siglo XIII, aunque sin llegar a desplazar

a la sirena ave, pues en el románico coexistieron ambas y

otras formas.

A partir de los datos que se han analizado, queda claro

que Ciaño presenta grandes similitudes con edificios de la

zona de Villaviciosa, especialmente con San Juan de

Amandi, y también con otros situados en la comarca de

Mieres y Lena, como Santa Eulalia de Ujo. Por ello, no

sería extraño que hubieran sido realizados todos ellos por

el mismo taller, que pudo estar vinculado, además, al

monasterio de Valdediós.

Texto y fotos: MPM - Planos: CAA/EDD

Bibliografía

ÁLVAREZ MARTÍNEZ, M.S., 1999, pp. 149-150; BARROSO VILLAR, J., 1983,

pp. 639-640; CANELLA SECADES, F. y BELLMUNT Y TRAVER, O., 1895-

1900 (1988), II, pp. 120-121; CASARES, E. y MORALES, M.C., 1977, pp.

92-94; COBO ARIAS, F. et alii, 1990, pp. 123-124; DIEGO SANTOS, F.,

1994, p. 191; DOCAMPO ÁLVAREZ, P. et alii, 2000, pp. 184, 185, 191, 286;

FERNÁNDEZ CONDE, F.J., 1987, pp. 136-137; FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, E.,

1979, pp. 341-364; FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, E., 1982a, pp. 111-114,

160-162, 169-172; FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, E., 1982-83, pp. 221-242;

FLORIANO LLORENTE, P., 1968, doc. CCCIX; MIGUEL VIGIL, C., 1887, p.

403; MUÑOZ DE MIGUEL, M., 1993, pp. 129-167.

300 / C I A Ñ O

Capitel de la portada meridional. Sirenas-ave o arpías

295-300 Ciaño.qxd 17/10/06 16:12 Página 300