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RICARDO MARTÍNEZ ROMO UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS

1

IDENTIDAD Y NACIONALISMO: UNA LECTURA A LA ETAPA

PREIDEPENDENTISTA

INTRODUCCIÓN

La segunda mitad del siglo XVIII novohispano es un periodo rico en aportaciones a los futuros

movimientos ideológicos independentistas. En este espacio podemos decir que se forjaron en gran

medida, al menos en lo que respecta a Nueva España, algunas de las principales características de

lo que será el pensamiento nacionalista y de identidad que forjará una nueva nación.

En el presente texto se pretende reflexionar con dos importantes representantes del

periodo Francisco Xavier Clavijero (1731-1787) y Juan Benito Díaz de Gamarra y Dávalos (1745-

1783), ambos desde sus trincheras aportaron elementos ideológicos importantes para el

nacimiento de una nueva realidad política.

CLAVIJERO: Nacionalismo criollo e identidad nacional.

Tenemos la idea válida de Francisco Xavier Clavijero como un hombre que dedicó su vida a la

nación1 que lo vio nacer, que fue el iniciador del movimiento innovador dentro de la enseñanza de

la filosofía y de la cultura en general, que es además fuente principal para el estudio del inicio de la

identificación nacional y del movimiento independentista2 lo hacemos sobre la base de su obra, a

su acción personal y principalmente a sus escritos. Es en ellos donde se muestra un Clavijero

coherente y comprometido, un Clavijero preparado y sabedor de lo que buscaba y quería,3 la idea

1 Parece que el término nación no fue utilizado sino hasta después de la Revolución Francesa, nosotros lo

aplicamos a los ideales de Clavijero entendiéndolo como: “un pueblo o un conjunto de personas que

comparten una identidad colectiva llamada nacionalidad y el propósito de seguir formando parte de ella”.

BASAVE B, Agustín; Para entender El nacionalismo; p. 7. 2 Aunque parece que él sólo realizó la defensa de lo americano, nunca planteó explícitamente la

independencia política. 3 Con esta idea no estamos de ninguna manera planteando el hecho de que Clavijero haya estado consciente y

quisiera provocar un movimiento como el independentista, sólo pretendemos señalar que al ser coherente con


2

que tenía de los indígenas y de los cuales si no sentía orgullo, al menos si demostraba cierto afecto

por considerarlos con cultura propia e importante, además de ser los ancestros de estas tierras, a

las que pertenecía él, y a los cuales pretende defender.4

El conocimiento que poseía del ambiente cultural y social de los americanos5 y de los

indígenas en especial, le permitió hablar con conocimiento de causa, él es un personaje básico

para encontrar elementos que delinean una identidad nacional: amor por su tierra, respeto a sus

tradiciones, reconocimiento de “otras” formas de ser y pensar, misma religión y comunión de un

mismo origen y destino territorial.

En la dedicación y en el Prólogo de su libro Historia Antigua de México a la Real y Pontificia

Universidad de México, refleja estos ánimos y preocupaciones:

Sabéis muy bien cuán arduo es el asunto de mi historia y cuán difícil salir de él, principalmente un hombre reducido a un miserable estado por las tribulaciones, que se ha puesto a escribir a más de dos mil y trescientas leguas de su patria, privado de muchos documentos necesarios, y aun de las confrontaciones que pudieran proporcionarle las cartas de sus compatriotas. Fácilmente reconoceréis leyendo esta obra que, más bien que una historia, es un ensayo, una tentativa, un esfuerzo atrevido de un ciudadano

6 que, a pesar de sus calamidades se ha empleado en esto

por ser útil a su patria,7 y en vez de desaprobar sus yerros [...].8

Su amor y deseo de defensa de la patria lo hacen tomar riesgos sabiendo que esto le traería

demasiadas confrontaciones aun sobre su vida misma, no teme a las represalias, tampoco hay

límites ni temas que lo hagan por un momento detener su tono o variar el estilo, el ideal está

sus ideales, su obra motivó razonamientos y sentimientos ideológicos que fueron retomados por algunos de

los criollos intelectuales y pro independentistas. 4 La férrea defensa que hizo no sólo de los indígenas sino de todo el continente americano ante el

menosprecio e insultos de algunos “eruditos”, la lleva a cabo ante lo que él considera un despropósito, la

ofensa la siente él mismo al pertenecer a la población de este territorio que comparte cultura y religión. 5 La palabra americanos es usada por Clavijero indistintamente para referirse unas veces sólo a los indígenas,

otra a los criollos americanos y otras más a todos los habitantes del continente. […] americanos —la palabra

que reúne a criollos, indios y castas como sólo podría hacerlo la bóveda de una iglesia— […] PACHECO,

José Emilio; “La patria perdida” (Notas sobre Clavijero y la cultura nacional) p. 33. 6 Aquí como en otras partes de su texto él se considera ciudadano de este régimen territorial novohispano,

patria, y compatriota son otros nombres y adjetivos que se adjudica. 7 Las cursivas son nuestras y pretenden resaltar el pensamiento y objetivos claramente delineados dentro de

los cánones modernos de la Ilustración, además de evidenciar su sentimiento nacionalista. 8 Idem. p. XVII.


3

marcado y la acción dispuesta a ser seguida, fue un hombre con más amor, deseo y seguridad que

complacencias y temores.

La historia antigua de México que he emprendido para evitar la fastidiosa y reprensible ociosidad a que me hallo condenado, para servir del mejor modo posible a mí patria, para restituir a su esplendor la verdad ofuscada por una turba de escritores modernos

9 de la América [...] Sin embargo, espero que sea agradable

10 mi trabajo...

sino por la diligencia las investigaciones, por la sinceridad en la narración, por la naturalidad del estilo y por el servicio que hago a los literatos [...] Habiéndome propuesto la utilidad de mis compatriotas como fin principal de mi historia.

11

Habla de “su” patria, a la cual pretende restituirle lo que le han arrebatado, él es portador de

verdades que comprende y conoce con visión y experiencia propias, su estilo desinhibido, libre y

claro, no pretende ocultar nada, expresa manifiestamente sus pretensiones de ayudar con claridad,

naturalidad y estilo para que todos comprendan y no caigan en los errores o malas impresiones

que tienen los “detractores” de la patria. Su defensa abarca no sólo las intenciones de libertad y

reconocimiento de las capacidades de los pueblos de América respecto a los colonizadores, sino

también ante quienes se dicen ser modernos y bajo ese ideal critican o no aceptan lo que no sea

aprobado por sus cánones y costumbres, pues el aceptarlo y ser moderno implicaba mayormente

para ellos aceptar la visión de superioridad europea.

Los ideales de ciudadanía, nacionalismo y patriotismo han sido fuente de interés para el

estudio del surgimiento de México como nación. Si los entendemos como algo característico y

dependiente de cada época histórica en que se estudian, podemos llegar a una conclusión previa

anotando que las diferentes etapas en que el hombre ha interpretado estos conceptos los ha

utilizado conforme a necesidades y sentimientos propios de esas épocas, así, no es lo mismo

9 Aunque en la presente cita Clavijero amague a los escritores modernos, el mismo es un moderno pero

ecléctico en el sentido señalado líneas arriba. 10

Entre las muchas características de la escritura ilustrada de Clavijero notamos, como él mismo lo expresa,

su intenciones de servir lo más clara y agradablemente que se pueda a sus compatriotas, ser fiel, hablar con

verdad, sinceridad, naturalidad y utilidad, entre otras muchas características son buscadas por medio de su

escritura. 11

Idem. p. XXI.


4

hablar de un ideal patriótico del México después de la Revolución, que del mismo ideal antes de la

Independencia, puesto que ninguna de las circunstancias sociopolíticas eran similares. Así es

posible señalar que le atribuimos mayor mérito a los sentimientos políticos y nacionalistas

mostrados por nuestro autor, puesto que la época de sometimiento que analizamos les ofreció

condiciones más difíciles para poder expresar abiertamente sus pensamientos e ideologías

además de su situación de perseguido religioso y expulso.

Estos prototipos pre-independentistas tienen sus características propias: era ciudadano,

nacionalista y patriota aquel que defendía los ideales de grupo (principalmente criollos

medianamente acomodados) que se identificaban por un común nacimiento en estas tierras, por un

idioma y una cultura mezclada, además de padecer o disfrutar según fuera el caso las diferencias

que tenían respecto a los demás grupos sociales; (españoles, mestizos, indígenas, negros, castas)

hacemos énfasis en marcar la prioridad de los criollos respecto a los otras pueblos puesto que es

en ellos donde descansan los principales acontecimientos, tanto ideológicos como de hechos.

Las ideas de ciudadanía, patria y nación no tienen que ver directamente con los ideales de

independencia, pues es sabido, o al menos no es conocido claramente que los criollos

novohispanos de la segunda mitad del siglo XVIII pretendieran abiertamente la independencia

política y económica respecto a España y su monarquía, la nación criolla12 a la que pertenecían era

parte del reino español, su patria y su ciudadanía no estaban en discusión, eran súbditos del reino

de España, sólo las planteaban o utilizaban como componentes identificatorios y como

mecanismos de una identidad propia. Estas ideas serán utilizadas posteriormente como elementos

que serían interpretados de manera diferente en el momento de la empresa de independencia;

12

El término nación entendido en el sentido que ofrece BASAVE B, Agustín; Para entender El nacionalismo;

Op. Cit, p. 7.


5

Clavijero no fue la excepción y sus esfuerzos fueron encaminados a dar a conocer lo mejor de su

patria.

Insistimos, él habla de la mejor manera posible de los habitantes y de las costumbres de su

tierra, defiende lo propio13 como algo digno de respeto por ser parte de las culturas y costumbres

de la humanidad, sólo por citar algunos ejemplos tomados de su obra, presentamos los siguientes

donde muestra su gusto y buena opinión sobre diversas cuestiones referentes a la cultura y

población en Nueva España:

¿Qué clima más dulce y más conveniente a la vida que aquel en que se goza todo el año de las delicias del campo; en que la tierra se ve siempre adornada de yerbas y de flores, los campos cubiertos de grano y los árboles cargados de fruto; en que el ganado mayor y menor, sin necesidad del trabajo del hombre, tienen bastante con lo que les da la providencia, sirviéndoles el cielo de techo para resistir a la inclemencia de la estación [...] Ésta es la idea que tienen los hombres de un clima dulce, y por esto los poetas, queriendo ensalzar algunos países, decían que reinaba en ellos una perpetua primavera [...]

14

Clavijero un criollo americano, un mexicano 15 dedicado al estudio, a la superación, y al

conocimiento de su cultura y su pueblo, fue un personaje que dedicó su vida a comprender la

historia y carácter del pueblo mexicano,16 y quiso que hubiera una superación y cambio en las

actitudes y conocimientos de la población; reparando en la mejor manera de hacerlo, proponiendo

la actualización de los conocimientos, de ponerlos éstos al nivel de lo que en otras latitudes se

conocía, trató de hacer cambiar las cosas, la lucha la hizo y creemos que de alguna manera su

labor fructificó, pues la herencia que dejó en el ambiente intelectual novohispano a través de su

13

Entendemos lo propio como aquello que lo identifica a él con su nación y a la nación misma. 14

Idem. p. 660. 15

Decimos que se asume como mexicano en base a algunos de sus textos; así la primera línea de la

Dedicatoria de Historia Antigua de México: “Una historia de México escrita por un mexicano que no necesita

protector que lo defienda […]”; y “[…] es un ensayo, una tentativa, un esfuerzo atrevido de un ciudadano

que, a pesar de sus calamidades, se ha empleado en esto por ser útil a su patria, […]” Dignaos entre tanto,

aceptar este mí trabajo como un testimonio de mí sincerísimo amor a la patria y de la suma veneración con

que me protesto afectísimo compatriota y humilde servidor de Vuestras Señorías Ilustrísimas”. Op. Cit. pp.

XVII-XIX. (el subrayado es nuestro con la intención de remarcar la idea). 16

El pueblo mexicano en este momento aparece en la obra de Clavijero como los antiguos pueblos antes de la

llegada de los españoles a América.


6

labor como maestro, además de su obra escrita fue conocida y asimilada por las personas

interesadas en la superación de Nueva España y de América en general.17

Fue heredero de una larga tradición criolla en la que los conceptos o ideas de patria y nación

ya habían sido asimilados e interpretados por sus antecesores, su originalidad o aportación estriba

en la forma de hacer los planteamientos, pues tenía la influencia de la modernidad y de la

Ilustración, su participación fue teórica para el ideal criollo, por tanto su texto ya define e identifica

en forma explícita al grupo criollo como necesitado de reconocimiento, propone ideas convenientes

y las conjuga con la historia, es más visionario que sus predecesores, él ve la necesidad de una

identificación y reconocimiento como grupo capaz de ser autogobernado y reconocido con libertad,

he ahí algo de su originalidad.

Su texto logró que el pueblo criollo de nueva España se identificara.18 Se puede decir que sirvió

como instrumento de unión, como guía histórica y planteamiento actualizado que dio fundamento y

17

Para muestra de lo planteado, mencionaremos a Fray Servando Teresa de Mier como uno de esos

interesados, y nos remitimos a su obra Historia de la Revolución de Nueva España, para encontrar la

influencia directa e indirecta de Clavijero, pues en ella el autor da muestras de conocerlo e incluso lo cita

varias veces sustentando sus propuestas; muy similares (no iguales) a las del jesuita. Al respecto, José Emilio

Pacheco sugiere lo siguiente: “La Historia antigua de México recoge esta tradición subterránea para dar al

pensamiento criollo su obra maestra y a fray Servando Teresa de Mier (1765-1827) y Carlos María de

Bustamante (1774-1848) el punto de partida para elaborar la teoría del nacionalismo mexicano”. En “La

patria perdida” (Notas sobre Clavijero y la cultura nacional) p. 31. 18

La siguiente cita es de José Antonio Alzate y Ramírez, misma que nos ejemplifica que la Historia de

Clavijero su conocida y seguramente leida por los novohispanos de fines del siglo XVIII “Cuando en el año

de 1777 registré á Xochicalco, se me excitó al punto el deseo de escribir la presente memoria. El difunto Dr.

Gamarra formó un compendio que remitió á Italia, que acaso se habrá impreso. En el año de 1784 llegó á

Nueva España la historia antigua de México, que escribió en Bolonia el abate Clavijero, y que se imprimió en

Cecena en 1780; en ella se registran varias expresiones, comparaciones y ejemplares uniformes á las de que

hago uso en esta descripción. Ni el abate Clavijero se valió de mi débil ensayo, ni yo tuve original que copiar:

nos expresamos con identidad, lo que no es de extrañar, pues tratando del mismo asunto con sinceridad y con

el auxilio de la crítica, era preciso vertiésemos las mismas ideas. El carácter de la verdad se manifiesta á quien

procura que en sus escritos no reine la malicia, la ignorancia ò la preocupación. Este débil ensayo corrobora lo

que el sabio Clavijero establece en muchos lugares de su obra, y satisface en algo á sus vivos deseos sobre

que se registren y describan las antigüedades mexicanas. Las notas que últimamente he añadido me han

parecido necesarias, ya para descubrir mi sincero modo de pensar, ó para aclarar mas el sentido del texto”.


7

sentido de grupo, que amalgamó esperanzas que estaban dispersas, fue algo así como el eslabón

que le faltaba a la cadena que haría una historia única en la que con sus respectivas distancias y

diferencias cabían todos los habitantes.

La obra escrita de Clavijero y en especial la Historia Antigua de México nos reseña el

trabajo arduo de un compatriota que con un sentido de nacionalismo muy evidente, antes que otra

cosa valora lo propio como partícipe de una patria.

El texto identifica a un pueblo, una patria y una nación, de los que se vio privado en su

exilio forzoso; este exilio pudo haberle causado algún enojo y fue por eso quizá, que

inconscientemente quiso unir a su pueblo buscándole y encontrándole una identidad para ayudarlo

a identificarse y que buscaran unidos algunas mejorías y así vengarse de los extranjeros que lo

extraditan de su patria. Su Historia interpreta e identifica orígenes comunes, concluye en su

contexto asimilando lo histórico y justificando su presente, encuentra similitud de sufrimientos, los

de ellos como criollos que se les arrebata lo que les pertenece y los indígenas que se les robó lo

que les era propio. Su aliento de hombre ilustrado le permite ver más allá de los intereses del

Imperio Español, se enorgullece de su origen y su pueblo como partícipes de la comunidad mundial

a la que todo hombre pertenece, y por lo tanto debe ser libertado de ataduras que lo esclavicen a

cualquier prototipo de coloniajes.

DIAZ DE GAMARRA: Motivación e identidad ideológica.

Por otra parte Juan Benito Díaz de Gamarra y Dávalos en sus textos refleja el combate que

llevó a cabo en casi todos los campos de la cultura (Humanidades, Teología, Filosofía, Historia,

Suplemento a la Gaceta de Literatura, “Antigüedades de Xochicalco”. Gacetas de Literatura de México,

Segundo Tomo, p. 1167.


8

Derecho, Sociología, Lenguas, Física, Matemáticas, Medicina, etc.). Su afán de renovación y su

evidente reacción ante las situaciones que manifestaban poca equidad y trato desigual, además de

su clara muestra de preocupación por que existieran mejores condiciones en la sociedad a partir

de la prosperidad en la educación, son una muestra más de su espíritu ilustrado y progresivo.

Su tono de escritor es de un sacerdote del siglo XVIII, las palabras que utiliza son cuidadas,

no ofende a la ortodoxia, respeta su estatus de religioso, aunque esto no le impedía reflejar sus

pensamientos respecto a la situación social, en uno de sus textos dice lo siguiente:

Su corazón tierno y compasivo, no podía jamás olvidar las miserias á que se ven reducidos los infelices, y á que se muestran tan insensibles aquellos que Dios ha puesto en el mundo por depositarios de los caudales, que les ha confiado para que alivien y socorran al pobre. ¡Lastimosa situación la de un desdichado á quien oprime la miseria! La necesidad, Señores un monstruo, cuyo semblante no puede verse sin horror; pero quanto

19 más procuramos apartar de ella la vista, tanto mas está forzado

el pobre á mirarla cara á cara. El se considera como el desecho de la naturaleza, ignorado de los demás hombres, ó conocido de ellos solamente para ser objeto de sus desprecios; y todo quanto lo rodea, no habla sino para humillarlo. Vé á los ricos sobrados de todo, entretanto que él se arrastra por la tierra, teniendo delante las penas y los dolores. Sufre el hambre, la sed, la desnudez y las Estaciones que se suceden unas á otras, no hacen más que variar su suplicio. Tal vez por complemento de su desdicha, vé crecer al rededor de sí, una familia hambrienta y numerosa, á quien le parece no haver dado la vida, sino para hacersela aborrecer. El gime y no se encuentra una mano liberal que venga a endulzar unos males que renacen todos los días.

20

Aunque es amplia la cita anterior, hemos creído conveniente dejarla así, pues es un estupendo

ejemplo del pensamiento religioso y social de Díaz Gamarra. Nos muestra la evidencia más clara

de su tendencia política y social hacia los que menos tenían, si bien esto parece que sería una

característica general de todos los religiosos consecuentes con su profesión, a nosotros nos ayuda

a evidenciar el pensamiento de un individuo preocupado por las condiciones sociales y económicas

de su pueblo, que pudiendo tener una vida cómoda y sin sobresaltos viviendo dentro del canon

establecido y si preocupaciones, no quiso este estatus y renunció a la placentera y agradable vida

que pudo brindarle su condición de eclesiástico y académico para acceder a la lucha ideológica 19

Las citas conservan la ortografía origina de los textos de Gamarra. 20

DÍAZ de Gamarra y Dávalos, Juan Benito; “El camino del cielo facilitado a los que viven en el siglo.

Sermón Panegírico;” pp. 22-23.


9

desde la escritura21 haciendo del reconocimiento de las circunstancias la queja y la evidencia,

deseaba la igualad.

Con estos elementos textuales sostenemos la enorme influencia que dejó como herencia

para su nación. Pues él se sentía parte de lo que defendía, hablaba de su pueblo, de su nación y

de su patria como cualquiera que siente orgullo y se reconoce con compromiso hacia la misma. Su

ideología con tendencia iba implícita en sus reflexiones religiosas. La identificación hacia los pobres

nos permite suponer su identidad como individuo perteneciente a esta sociedad, y todo lo que en

ella suceda le parece como propio al ser parte de la misma.

Preocupado por la educación, principalmente de los jóvenes, Díaz de Gamarra, no es

ciertamente el único ni el primer espíritu inquieto que procuró ayudar a sus coterráneos, menos

aun podemos decir que sea el único con ideas reformadoras, pues la época que el presente trabajo

analiza, es decir, la segunda mitad del siglo XVIII novohispano, estuvo matizada por varios

personajes con espíritu inquieto y con ideas diferentes; pero hay algo que hace sobresalir a Díaz

de Gamarra y son sus intenciones filosóficas modernas, novedosas y en gran sentido contrarias a

la tradición (pero apegadas de alguna manera a la ortodoxia). Fue el primero en escribir

explícitamente sobre filosofía moderna en un libro escolar, con lo cual pretendía: “[…] dar a los

jóvenes una educacion Christiana y política y proporcionarlos al estudio de las ciencias,

poniendolos con estos medios en estado de ser utiles a la Iglesia y a la Republica, a sus

respectivas familias y así mismos”22

21

Tuvo algunos problemas tanto con sus colegas del Colegio como con el Santo Oficio por sostener ciertas

ideas renovadoras. 22

DIAZ de Gamarra y Dávalos, Juan Benito; Máximas de Educación, p. 16.


10

Es el reformador, el educador, el filósofo con ideas modernas que nunca perdió su sentido

humanitario y cristiano, es aquel personaje que se preocupa no sólo por su iguales religiosos o los

jóvenes en especial, pues detrás de estas intenciones hacia la juventud está el beneficio de la

sociedad novohispana toda. En él presenciamos una vez más las ganas de ayudar, de vencer los

tradicionalismos fastidiosos y recurrentes, se adelanta a muchos de sus contemporáneos, les

presenta visiones y posibilidades de mudanza. Es primeramente un promotor del cambio, trata de

unificar condiciones, a las del resto del mundo, sabe que es posible y por eso lanza su propuesta.

No pretendió ser un mártir ni un héroe que se ganara el afecto de su pueblo, tampoco sus

intenciones fueron las de guiar luchas con intenciones libertarias o fraticidas que provocaran

desunión en el pueblo que fraguaba una nación; desde su cátedra y pulpitos ofreció una nueva

forma de ver y de comprender el mundo, tan real y clara como la que se vivía. Expresó su amor

hacia su tierra y sus coterráneos todos, principalmente los jóvenes en quienes fincó de manera

clara y decidida su confianza para que mediante su educación se lograran verdaderos cambios y

progreso para mejora de toda la población. Su aportación fue teórica y práctica a la vez, fue

maestro y escritor, sus temas motivantes y propulsores de una nueva visión del ser y acontecer del

mundo, principalmente de su mundo americano, la cual se notó reflejada en la educación que logró

proponer.

Así es, señores, como FELIPE hizo ver al mundo, que para recibir las bendiciones del cielo no es preciso dormir sobre una piedra como Jacob en las arenas abrasadas de la Siria, ni habitar como Elias en las desiertas soledades del Carmelo, ni vivir como Abrahan en Mambré á la sombra de una encina, ó subirse como Moyses sobre las escarpadas rocas de Oreb. El quitó a la virtud quanto tiene de áspero y amargo, y mostró el camino de unir la comunicación con el retiro, de condescender con los amigos sin faltar á Dios, de divertirse sin perjudicar la virtud, de ser alegre con modestia, sóbrio sin afectación, docto sin arrogancia, y por último Santo en el comercio y en el trato familiar con los hombres.

23

23

DÍAZ de Gamarra y Dávalos, Juan Benito; “El camino del cielo facilitado a los que viven en el siglo.

Sermón Panegírico;” pp.29-30.


11

Éste es Juan Benito Díaz de Gamarra y Dávalos, inteligente y humilde. Un sacerdote buscador de

almas para salvarlas, un elocuente luchador en busca del bien comunitario religioso y político, uno

de los primeros mexicanos,24 aquellos que con su lucha y arrojo identificaron las necesidades y

propusieron las formas de superarlas, forjaron el ideal de una nación al nivel de las mejores y

actualizadas del mundo, acercaron las herramientas ideológicas y propusieron cambios en busca

de una nueva sociedad.

Estos hombres novohispanos-mexicanos, le dieron identidad al pueblo mexicano, lo

lograron mediante el trabajo afanoso en el que se propusieron resaltar las características que

consideraron como primordiales de estas regiones, además de ofrecer la posibilidad de una unión

orgullosa en torno a elementos característicos del mundo novohispano, le dieron auge a ese

pueblo-nación, que posteriormente emergería vigoroso identificándose plenamente sus oriundos

como americanos libres e independientes, con las mismas posibilidades que cualquier otro

habitante del mundo inmerso en su comunidad, con derechos, obligaciones, y sobre todo, con

libertad, con libre decisión de autogobierno.

Son la identidad y el nacionalismo elementos subjetivos y objetivos que caracterizan al

sentir y ser de un individuo partícipe de una colectividad, cuando estos elementos se configuran

con la intención de mejorar la vida, de unir esfuerzos para ayudarse entre pares, es cuando se

puede decir que existe un sentimiento de entrega hacia las causas de sus compañeros de destino

político y social.

24

Junto a Clavijero y a otros más nos parece acertado reconocerlos con ese adjetivo, puesto que no sólo

fueron habitantes de estas tierras, sino que se preocuparon e interesaron por el bien de lo que consideraban su

patria y nación: México.


12

CONCLUSIÓN: Entre Clavijero y Díaz de Gamarra, un aporte a la identidad y al

nacionalismo mexicano.

Clavijero y Díaz de Gamarra fueron dos de estos intelectuales novohispanos dieciochescos,

cada uno desde su trinchera planearon y propusieron un mejor futuro para sus coterráneos o

compatriotas, como entre ellos solían llamarse. Fueron revolucionarios que utilizaron las armas de

la historia, la filosofía y el pensar libre y liberador ilustrado; enfrentaron resistencias, asedios e

inclusive acusaciones de faltas a su deber religioso, 25 a pesar de eso supieron encontrar los

mejores momentos para propagar sus ideas a manera de contraataque, ya que lo que planeaban

se configuraba principalmente contra el orden determinado por las jerarquías políticas y religiosas,

aunque no fuera permitido con la intención de ir o provocar descontentos en los círculos de

gobierno religioso o monárquico

No obstante de que no fueron iguales sus situaciones en cuanto a circunstancias particulares,

sostenemos que sí fueron similares en lo relacionado a sus inquietudes y propósitos, su origen

tampoco fue el mismo, si bien sí parecido, ya que trataron de concretizar sus ideales deseando el

bien común como fin último.

Su herramienta fue la escritura, y sus sustentos ideológicos la formación doctrinal religiosa

imbuida de una buena dosis de disquisición personal, de viveza interpretativa en la utilización y

observación ideológica de las corrientes filosóficas derivadas del pensamiento filosófico moderno.

Su obra escrita es una excelente oportunidad para comprobar su aportación a la futura naciente

nación mexicana, sus textos son una referencia necesaria para comprender los movimientos

25

Son conocidas las tribulaciones, las represiones y asedios que padecieron, así, unas veces destituidos de sus

puestos de trabajo, otras censurando sus obras escritas y académicas por practicar y escribir herejías y

despropósitos contra la ortodoxia, el buen gobierno y la religión, (situación que en el caso de Gamarra tuvo

que enfrentar ante el Tribunal de la Inquisición) otras más, depuestos de sus cátedras e inclusive hasta la

expulsión de las tierras y dominios de la Corona española.


13

ideológicos y políticos pre independentistas, además de conocer y comprender nuestra historia

ideológica. Su obra nos une y nos identifica como pueblo y como nación en los términos planteados

de nación como identidad política e ideológica que puede unificar una serie de pueblos con

afinidades e identidades coincidentes.

Ellos con enorme interés humano buscaron en el pasado y en su presente las explicaciones y

las propuestas acordes a lo que socialmente se presentaba como cambio y contraste social;

pretendieron revivir la inteligencia novohispana del letargo colonial al que estaba sometida, siendo

posible esto —como ya hemos mencionado— gracias al pensar europeo de la filosofía moderna

de “las luces”, adecuándolo a estas regiones del planeta. Con esas herramientas construyeron y

reforzaron poco a poco una identidad que será definida como “novohispana” y en algunos

momentos como “mexicana”.

Clavijero compendió el estancamiento educativo respecto a Europa, defendió su condición de

criollo novohispano ante las injurias de algunos difamadores sobre la naturaleza y la población

americana. Se convirtió de forma rotunda y decidida en un promotor del nacionalismo novohispano

cuando emplea sus mejores argumentos por defender lo que consideró eran agravios hacia su

pueblo y su país, puesto que los ataques que vio se dirigían hacia los habitantes americanos eran

meras injurias motivadas por el desconocimiento. Propició unión e identidad, si bien no creó

necesariamente una idea de nación única, si preparó la unión de los habitantes en torno a una

región territorial que llegaría a tener el nombre oficial de México. Es así que a Clavijero lo podemos

considerar un verdadero criollo nacionalista, un personaje que mediante su obra logró forjar una

cierta identidad entre todos los habitantes novohispanos. Conjugó la historia de los pueblos

autóctonos y sintió orgullo por los mismos, enfrentó a los de su misma nacionalidad en pos de


14

defender a los de estas tierras, procuró la igualdad de todos y la creación de una sola nación

abogando por el mestizaje racial y cultural.

Del mismo modo Díaz de Gamarra fue promotor de la liberación de un pasado de

oscurantismos y retrocesos, él como Clavijero aventuró la condición de que la educación jugaría un

carácter prominente y fundamental para la transformación de la nación, sabían que la ignorancia es

la que principalmente impide el uso recto de la razón, atrofia el funcionamiento de la misma y no

permite iluminar el camino de la dignidad humana. Desde la academia y la elaboración de textos,

así como desde el púlpito y por medio de una serie de sermones edificativos proyectó ayudar al

cambio; independientemente si logró o no sus pretendidos anhelos decimos que sí debió de haber

influido en el señalado viraje de cosmovisión novohispana y por lo tanto en el surgimiento de los

ideales nacionalistas mencionados líneas arriba ya que su influjo en la academia y en la población

tanto religiosa como secular muy fue amplio.

El producto del trabajo entregado y consciente de nuestros criollos podemos sintetizarlo en la

cultura nacional caracterizada por el mestizaje social, racial, cultural, religioso, político y de

costumbres que surgió como un pueblo y una nación llamada México. Ambos constituyeron los

inicios del nacionalismo mexicano y propiciaron el surgimiento de una población identificada con las

mismas necesidades de reconocimiento y de cambio.

Así, de una identidad concretamente criolla que surgió y se afianzó bajo características

específicamente particulares durante el desarrollo del régimen colonial y con las actitudes y

acciones de criollos como nuestros autores, lentamente se fue avanzando hacia una identidad más

incluyente, que cubriría a otros estratos de la población novohispana y que compartían ya mucho

de sus culturas y tradiciones, además de conllevar también a las mismas autoridades. De esta

identidad colonial incluyente, se desprende el surgimiento de una nacionalidad que abarcaría


15

también a las poblaciones de diferente origen y con similares circunstancias, creemos que a partir

de ello nace el nacionalismo mexicano más amplio que el surgido dentro del criollismo, ya que este

nuevo incluye a todo poblador del territorio con asentamiento en él.

La identidad y el nacionalismo mexicanos de los cuales hemos dilucidado son el producto

ideológico y cultural, que mezclando diferentes idiosincrasias tales como la criolla y la indígena

principalmente, además de otros grupos humanos menores en cantidad de individuos y

aportaciones culturales, han venido a provocar una serie identificatoria del pueblo mexicano como

nación y con identidad propia que surge en el momento mismo que los habitantes novohispanos

quisieron identificarse y diferenciarse de los “otros”, los españoles o extranjeros, mismos que

ostentaban el poder y los sometían; frente a los cuales fue necesario unirse para lograr los mínimos

derechos de identidad, autogobierno, dignidad y sobre todo libertad como seres humanos capaces

de encontrar causes y soluciones a problemas propios que los aquejaban.

BIBLIOGRAFÍA

ALZATE y Ramírez, José Antonio; Gacetas de Literatura de México, Segundo Tomo, Puebla 1831. CD, Universidad Autónoma de Puebla.

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