bioJorge Tiscornia nació en Montevideo en octubre de 1944, estudió arquitectura y militó en el Movimiento de Li-beración Nacional (MLN). Conocido como “Tupamaros”, este movimiento político de izquierda tuvo actuación como guerri-lla urbana durante las décadas de 1960 y 1970 en Uruguay.

En junio de 1972, Tiscornia fue detenido por las Fuerzas Armadas y encarcelado. Luego de su pasaje por varios cuar-teles, en enero de 1973 es trasladado al Establecimiento Mi-litar de Reclusión N° 1, ubicado en la cercanías de la ciudad de Libertad, a 50 km de la capital. Se le asigna el N° 777 y es recluido hasta marzo de 1985 cuando, luego del retorno a la Democracia, como consecuencia de la ley de Amnistía, es liberado junto al resto de los presos políticos.

Su detención durante 4646 días sustenta “El Almanaque”, registro documental clandestino, personal y detallado, de acontecimientos de su vida en cautiverio.

A pocos días de su liberación, comienza a reinsertarse en la sociedad trabajando en la construcción. Es reconocido y nombrado profesor honorario en la Facultad de Arquitectu-ra de la Universidad de la República. Comienza a efectuar exposiciones de aquellas fotos tomadas clandestinamente durante los últimos días de reclusión.

En el año 2012, finaliza la filmación de “El almanaque”, pe-lícula documental del director José Pedro Charlo y en 2013 publica su libro del mismo nombre, con artículos que aportan reflexiones desde diferentes disciplinas. Presidencia de la República

Secretaría de Derechos Humanospara el Pasado Reciente

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El Almanaque: registro, memoria viva de muchos años de encierro,

síntesis de situaciones ocurridas en reclusión. Constituye un tesoro

único e invalorable por su singularidad y originalidad.

el almanaqueEl registro comienza en julio de 1972 y, a inicios de 1973, él

mismo establece un formato para registrar con el mismo tipo de papel, la misma tinta, letra y el uso de los mismos colores

para identificar los sucesos, intentando de esta manera una suerte de estandarización que, en el futuro, le podría ayudar en la decodificación de sus propias claves y reconstrucción de hechos.

A medida que fue aumentando la cantidad de hojas de su almanaque, fue creciendo la impe-riosa necesidad de esconder el registro en un lugar seguro. El lugar elegido fue la base unos gruesos zuecos de madera. La estrategia fue

cortarla y, ahuecándola, construir un lugar para esconder las hojillas. Luego volvió a pegar los zuecos y a usarlos diaria-mente, ya que se bañaba con ellos puestos.

El último registro data del 22 de febrero de 1985, días pre-vios a recuperar su libertad, el 10 de marzo de ese año. El Archivo de la Secretaria de Derechos Humanos para el Pa-sado Reciente de la Presidencia de la Republica Oriental del Uruguay recibe en donación esta valiosa colección documen-tal, a efectos de ser tratada científicamente por el equipo de archivólogos, y pasando así a integrar el patrimonio docu-mental allí salvaguardado, con las medidas necesarias para su seguridad, conservación y acceso.

MEMORIA DEL MUNDO

En 2014, “El Almanaque” fue reconocido como “Patrimonio Documental de América Latina y el Caribe, por el Comité Re-gional para América Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo (MOWLAC).

La UNESCO creó el Programa Memoria del Mundo (MdM) en 1992, con el fin de proteger y promover el patrimonio documental mundial a través de acciones de preserva-ción y de facilitación del acceso. Se trata de dos tareas complementarias, ya que el acceso fomenta la protección, y la preser-vación, a su vez, asegura el acceso.

El programa me-moria del mundo tie-ne tres objetivos princi-pales:

• Facilitar la preservación del patrimonio documen-tal mundial mediante las técnicas más adecuadas. Se fomenta la creación de copias de trabajo, a fin de aliviar la pre-sión sobre el uso de los materiales originales.

• Facilitar el acceso universal al patrimonio documental, lo cual comprende la producción de copias digitales y catálogos ampliamente accesibles, respetando las res-tricciones legales y no legales.

• Crear una mayor conciencia en todo el mundo de la importancia del patrimonio documental a través de los registros de la Memoria del Mundo, los medios de comu-nicación y las publicaciones de promoción e información.

“El Almanaque” es la obra documental producida por el uruguayo Jorge Tiscornia Bazzi, durante su vida en el Establecimiento Militar de Reclusión Nº 1 (EMR Nº 1) –conocido como “Penal de Libertad”-, una cárcel destinada a los presos políticos durante el periodo de la dictadura uruguaya. Es un registro detallado de lo que se vivía en el penal, memoria viva de muchos años de encierro y la síntesis exhaustiva del conjunto de las situaciones ocurridas en estado de re-clusión. Por tanto, constituye un documento de archivo invalorable por su singularidad y originalidad.

El autor señala que la idea de tener un Almanaque, fa-bricado por él mismo, surgió en el momento que vio en las paredes de un calabozo diversas huellas, rastro de personas que habían pasado por ese lugar. Las historias de esas paredes despertaron en él la necesidad de regis-trar cuanto pudiera de su vivir en la cárcel.

Este almanaque le permitía organizar la información de forma tal que pudiera no solo registrar los hechos, sino también anticipar acontecimientos característicos de la vida en la cárcel.

La elaboración no le implicó mucho trabajo –señala Tis-cornia- puesto que con solo agregar una pequeña cruz al final de cada día podía contabilizar los sucesos y el tiempo en cautiverio. Los sucesos más comunes así con-signados referían, a modo de ejemplo, a la designación de tareas, el envío y recibo de corresponden-cia y paquetes de familiares, la apli-cación de diferentes vacunas y realización de ra-diografías, así como acontecimientos de y con otros compañeros reclusos.