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Homenajes al padre Louis Robert s.j.
28 de Abril de 1932
+ 16 de Septiembre de 2010
Hombre de Fe
Hombre de Amor
Hombre Solidario
Hombre sin Frontera
Montréal le 11 Décembre 2010
La Parroquia San Roch
1
Gracias a todos y todas que hicieron posible esta
publicación, de una manera especial la gente que nos hizo
llegar los testimonios, los administradores de la Parroquia
San Roch, y también a la Hermana Marie Berthe, Irma,
Margarita, Albert, Marie Thérèse, Myrtha y sin olvidar los
traductores: para el Inglés (Tania Lorena rivera), para el
Vietnamés (Tien Dung Tran) y el Español (Alfred Dorvil
s.j.)
2
Padre Louis Robert fue “Nuestro Padre” tiempo atrás.
Lo llamábamos con ternura "Cha Ba".
"Cha Ba" nos ha dejado de repente sin avisarnos.
Todos estamos en un estado de choque y gran tristeza.
Cada domingo, año tras año, estaba siempre en la misión.
Recorremos todos a usted para compartir nuestras alegrías,
penas, dolores, desafíos, éxitos,
y también nuestros fracasos.
Había siempre las palabras justas
para felicitarnos y aconsejarnos.
En resumen, nos has guiado siempre
con esta bondad en tus ojos.
Nosotros los miembros del coro,
todos los domingos invadimos su pequeño apartamento dos
o tres horas antes de la misa.
Hacíamos la repetición de los cantos
y después compartíamos nuestro desayuno con usted.
Los niños corrían por todos lados…Somos ruidosos…
pero nos ha dejado actuar y siempre
con una sonrisa que nos ha alentado.
Después de cada Misa, siempre decía:
"Ca Doan hat hay qua” lo que significa
“cantamos súper bien",
todo eso nos ha alegrado mucho
para poner más empeño al cantar.
Ahora, somos huérfanos;
pero en el fondo de nuestros corazones,
sabíamos que está siempre ahí para guiarnos y protegernos.
3
"Cha ba", ha dedicado su vida en el servicio de los demás,
ahora necesita un descanso eterno
en la casa de Dios Padre.
Desde allí, ruega por nosotros.
Te amamos de todo corazón.
En nombre del coro,
Marie Madeleine - My Hanh
Doan Phan-XI-Co
**********************
Padre Louis Robert s.j.
He perdido a un buen amigo puedo decir mi maestro.
Pues, era un gran sabio,
para él el amor del prójimo era tan grande como el amor
que el tenía por Dios.
Las últimas palabras que escuchó de él fueron las
siguientes:
"tus pecados son para Dios, una gota de agua en el
océano,
Dios te ama que nunca lo olvidas.
Padre Louis Robert está en mi corazón por siempre.
Rosaire Robillard
Montréal Octobre de 2010
4
Homenaje al padre Louis Robert, s.j.
Más de diez años, he tenido el privilegio de acompañarlo
en el trabajo pastoral.
Fue en el momento la enseñanza de la Catequesis
debería darse en las parroquias.
Su gran deseo fue que todos los jóvenes
y sus padres descubrieron el amor de Dios
para la humanidad.
En este contexto se ha involucrado
con mucho empeño en esta misión.
Le gustaba repetir que el amor de Dios para nosotros es
comparable a un océano
y nuestros fracasos a unas gotas de agua
en el océano del amor.
Sí, Dios es misericordia.
Con Robert Lebel podemos decir:
Como él, aprender a poner la mesa,
Como él, hay que poner el mantel,
Levantarse cada día y servir con amor,
Como él.
Padre Louis Robert cuida a tus hijos.
Marie Berthe Chevalier, s.b.c.
Montréal Octobre 2010
****************************
5
He trabajado con el padre Louis Robert durante seis años
como responsable de la catequesis
en la Parroquia Saint-Roch de Parc-Extensión.
El fue siempre fiel en la participación a nuestras reuniones
semanales de la catequesis.
Fue un hombre muy discreto.
El nos tenía mucha confianza.
Intervino con humildad y siempre estuvo dispuesto a
colaborar a las decisiones del equipo.
No fue sólo el pastor sino también
el servidor de todos.
No calculaba su tiempo;
siempre estaba dispuesto a prestar su servicio.
En las reuniones con él, he descubierto a un hombre
habitado por Dios, un hombre de oración.
Sufrió mucho cuando constataba que el amor no tenía nada
que ver con la forma como Cristo amaba a los pobres y
pequeños.
Un hombre sin fronteras que trataba a toda la gente de
diferentes culturas
como hijos e hijas preferidos de Dios.
El padre Louis ha dejado en mí
una marca espiritual inusual.
Tengo una sola pena, no pudo hacer con él el retiro
espiritual que habíamos planificado. Tengo el recuerdo de
un jesuita digno de este nombre,
un gran compañero de Jesús.
Jacqueline Longtin s.n.j.m., 30 de octubre de 2010
6
Comparto con ustedes este testimonio
sobre el padre Robert, como Amal dijo: "San Luis".
Tuvimos la suerte de convivir con un santo.
Ya empezó con su gran delicadeza a hacer el bien
en la tierra como Teresita a quien tenía
una profunda devoción.
Esta mañana he recibido una llamada telefónica
de mi hermana que me ha acompañado
ayer en los funerales.
Ella no dormía mucho y me dijo que ayer por la tarde sentía
una gran paz
y hace mucho tiempo que no podía dormir bien.
Irène xxx
Montreal el 21 de septiembre de 2010
******************
En 1998, encontré al padre Louis Robert,
cuando fui agente de pastoral en la escuela
de su parroquia Saint-Roch.
Después se hizo mi acompañante espiritual de los
ejercicios espirituales en la vida corriente (con las siglas en
francés EVC).
7
Fue el párroco de Saint Roch en el Sector de Villeray-Parc
Extension donde trabajé como Responsable al Servicio para
los Niños (con su sigla en francés RSE).
Puedo dar el testimonio que el padre Robert fue realmente
un hombre de Dios, porque todas sus palabras, gestos,
acciones y enseñanza lo han hecho:
- el testigo de un Cristo viviente
- la vidriera que nos trasmite la luz de Cristo,
- el modelo a seguir para ponerse al servicio de los
demás
- el reflejo del amor de Dios
- el modelo de la obra del Espíritu Santo.
Mi gran consuelo es que estoy dichosa por haber conocido
a una gran persona como él,
puedo admitir que conocí en persona
a un santo de nuestro tiempo.
Amal Aroichane
Comunidad internacional (CVC)
Montreal septiembre de 2010
**********************
8
De regreso del entierro no me paraba al decir:
padre Louis no nos olvides ahora que estás con el Padre
que has amado tanto,
sabes todo de mí y conoces todo de nosotros, mira mi pie
enfermo y no puedo caminar,
¿por ahora de dónde de quien iría?...
Que no se olvides de nosotros…
Todo ocurrió después de haber hecho esta oración.
Sentí como si me hubieran sacado un peso sobre mis
piernas que no podría arrastra desde el domingo...
Dí gracias a Dios mío.
Otra cosa, de regreso del entierro fue a la Universidad
donde tenía una clase a las 7 de la noche.
Fui a la biblioteca para revisar mi correo electrónico.
Saludó a una monja que estaba en
la computadora a mi lado,
me di cuenta de que se trataba de una colega de
Yaoundé/Camerún.
Había sabido que ella estaba en Canadá
y no sabía cómo encontrarla, nadie tenía su contacto.
Nos dimos un abrazote y grité….
padre Louis Robert, veo que eres un santo…me has hecho
encontrar a la hermana Delphine
sin ningún esfuerzo de mi parte…
Una vez más, dí las gracias al Señor
por el padre Louis Robert.
Marie-Trinité
Montréal el 18/10/2010
9
Testimonio de la Hermana Gilberte Agente de Pastoral
He conocido al padre Robert, hace dieciséis años.
Como había pasado 36 años en Cuba hablaba español.
Mi experiencia en un país comunista
me ayudó a comprender tanto a los emigrantes
y como al padre Robert.
Ha sido tan fácil y rápido entrar en una complicidad
debido a que el padre tuvo también
una experiencia parecida
en Vietnam en el tiempo de los comunistas.
Tuvimos ambos que adaptarnos a un Québec muy diferente
de los países donde trabajábamos.
De hecho, aceptaba con facilidad mis propuestas
y me tocaba apoyar sus iniciativas.
Mi experiencia en Cuba me ha enseñado muchas cosas, por
ejemplo, escuchar cuidadosamente lo que la gente vivía y
esto es lo que hacía también con el padre.
Me gustaría destacar sus esfuerzos para adaptarse
a la "comunidad hispánica" entusiasta y ruidosa.
Creo que el padre no tenía por naturaleza
un carácter expresivo,
pero tuvo que hacer grandes esfuerzos.
En el plano pastoral, quiero destacar su gran deseo de
renovar la práctica del sacramento de la reconciliación.
Quería que la gente encuentre la magnitud
de este Sacramento donde pueda sentir el gran amor de
Dios para cada persona.
10
Su amor por la Eucaristía fue notable.
Soñaba que todos puedan saborear la maravilla de un Dios
que quiere estar más cerca de nosotros haciéndose comida
para todos.
No fue un gran administrador,
pero era un hombre hábil con un corazón grande
capaz de encontrar recursos para ayudar a los más pobres.
Fue un hombre de oración que le llevó a acompañar a
personas por a través de los E.V.C. (Ejercicios espirituales
en la vida cotidiana)
En sus homilías y especialmente las últimas,
el amor de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo fue una
constante.
Lo comparaba con el apóstol Juan que tocaba
y volvía a tocar el tema del amor.
Hemos perdido a un padre, a un amigo;
pero podamos contar con él de otra manera.
Hermana Gilberte Thibault s.b.c., Montréal, octubre de
2010
*********************
11
Montréal, el 20 de septiembre 2010
Estimados todos.
Estamos reunidos aquí para hacer un homenaje
y una última despedida a un hombre, Louis Robert,
sacerdote jesuita,
gran amigo de todos nosotros aquí presentes.
El que a lo largo de su vida no ha dejado de amar, ayudar
y rescatar a miles de personas que encontraron en él
un apoyo, un guía, y un soporte.
Es normal que estamos tristes por haber perdido a un tal
compañero
que tanto nos amaba a todos y también amábamos mucho.
Sin embargo, debemos alejarnos de esta comprensible y
humana tristeza,
al contrario debemos felicitarnos por haberle conocido,
por tenerlo como miembro de nuestra familia y comunidad,
como un amigo generoso, de apoyo cálido,
siempre sonriente,
siempre listos para servir, para ayudar a los demás.
Su vida ha sido un éxito y lo seguirá siendo siempre
muy cercano a cada uno de nosotros.
Entonces, no más llantos, al contrario alegría.
Dichosos somos de haberle conocido sabiendo que él está
en el cielo
donde él seguirá amándonos y protegiéndonos.
Permítame decirles que Dios lo ha elegido desde
pequeño…
12
nació el 28 de abril de 1932, en la ciudad de México, hijo
de Pierre Robert y Berthe Teissier,
originario del Valle de Barcelonnette.
Muy joven, debería tener 3 o 4 años,
atrapó la fiebre tifoidea,
una enfermedad que prácticamente ha desaparecido,
pero en aquel entonces era muy fatal.
En el caso de Louis, después de varios días en el hospital,
su médico llamó una mañana a nuestros padres y miraron al
crucifijo colocado por encima de su cama les dijo:
"la ciencia ha hecho todo lo que pudo,
el resto le toca a Dios",
lo que significa desde el punto de vista humano
habían agotado todos los recursos
y su muerte era inevitable…
Pero en la noche de ese día la enfermedad
comenzó a desaparecer
y pocos días después fue curado completamente.
Nuestros padres han hecho estos comentarios:
Dios lo había preservado por él y le había elegido.
Toda la vida del padre Luis fue marcada
por este amor de Dios por él,
al cual Luis ha correspondido.
En 1938, nuestros padres decidieron moverse para Francia,
la Segunda Guerra Mundial los impidió.
En 1941 el padre Louis y yo entrábamos como internos
en el Colegio de Brébeuf en Montreal.
Louis ha estudiado allí toda la secundaria,
13
2 años de filosofía
y después entró a la compañía de Jesús
y fue ordenado sacerdote en 1966 en la ciudad de México.
Durante su primera misa él celebró la primera comunión
de nuestra hija Lise.
Él ha estado presente en las primeras comuniones
de varios niños de la familia
y también cuando se murió Denyse mi querida esposa en
2006.
Poco después de ser ordenado, fue enviado a Vietnam,
donde permaneció aproximadamente un año (1976)
después de la toma de Saigón por el Viet-Cong,
fue expulsado por los comunistas con algunos sacerdotes
que estaban con él,
fue enviado a las Filipinas donde permaneció siete años
y donde comenzó a trabajar para los refugiados
vietnamitas.
De allí fue enviado a Hong Kong donde ha trabajo 8 años
con los refugiados vietnamitas, “Boat people" (llamado así
porque abandonaron el Vietnam en pequeños botes y
barcos), les llevaba comida, apoyo y acompañamiento
espiritual con calidez.
Después regresó a Montreal (1997) y fue nombrado párroco
de la parroquia San Roch atiendo a las comunidades
católicas de hablar francés,
español y vietnamés hasta el final de su vida.
Siguió recibiendo la ayuda de Dios al escapar del incendio
14
de su presbítero…
Se salvó por un verdadero milagro….
Se trata de un breve resumen de más de 50 años
al servicio de Dios y de los seres humanos que Dio le había
confiado.
El padre Luis encarnó y experimentó el amor de Dios
y principalmente el amor de los humildes,
de los que viven en pobreza, en miseria
como parte importante de su Ministerio.
Dio también los ejercicios espirituales, y retiros.
Recaudó fondos para ayudar a los pobres de su parroquia
y también a la gente en Vietnam.
Ha sido siempre optimista, feliz, sonriente,
siempre listo para ayudar, socorrer
y reconfortar a los que sufren,
los que necesitan ayuda de Dios o de los seres humanos.
Toda su vida como sacerdote fue orientada al servicio de
los humildes, los que sufren en silencio, vivan de lágrimas
y mueren en la miseria.
Ha sido para miles de gente la persona de Cristo, sensible
de las miserias humanas trayendo alegría, confianza, amor
a tantos seres amados y rescatados.
Nuestro querido padre Louis Robert ha estado a lo largo de
su vida un apóstol,
una llama de alegría y esperanza.
Desde ahora, tenemos en el cielo a nuestro abogado,
patrón y verdadero amigo.
Es por eso, les dije al principio que
15
no deberíamos estar tristes!
Al contrario, todos tenemos en el cielo a un nuevo
protector,
una fuente de vida y esperanza.
Damos gracias a Dios quien nos lo ha enviado,
nos ha hecho conocerlo y seamos felices, muy felices de
tener en el cielo a un tal amigo y fiel protector.
Gracias
Pierre Robert
Montréal, 20 de septiembre 2010
********************
Conocí al padre Louis Robert por primera vez
en el campamento de refugiados vietnamitas en Hong Kong
en junio de 1988.
Desde ese día, lo acompañó hasta que dio su último aliento
en la tierra a las 9 h 09
del septiembre de 2010 en el hospital
“Notre Dame de Montréal”.
Me pidieron hablar de las cualidades del padre Louis.
Es cierto que el padre Louis ha tenido muchas cualidades.
Era un hombre muy bueno, fuerte, generoso,
servicial, optimista, buen humor, humilde, inteligente,
piadoso;
pero también fue a veces colérico y se exasperaba….
como todos les seres humanos
Uno de sus cualidades que me gustaría hacer hincapié de
una manera muy particular:
16
"POCAS PALABRAS Y MUCHAS ACCIONES"
Para terminar, me gustaría resumir la vida del padre Louis
en 2 palabras:
EUCARISTÍA y PAN
(Primero y segundo mandamiento: amar a Dios y a sus
prójimos)
Se trata de mi pobre testimonio sobre el padre Louis Robert
s.j..
Dominique Qnoc Minh Nguyen
Montréal 03 de noviembre de 2010
***************************
El lunes del 13 de septiembre por la tarde el padre Robert
se fue al hospital Notre-Dame de Montreal
para chequear su aparato auditivo
porque no entendía muy bien desde hace un buen tiempo.
Le acompañó Yên, una voluntaria vietnamita quien
cocinaba
y se encargaba de la administración del presbiterio.
Solía acompañarlo en sus salidas.
Después de la instalación del dispositivo,
en vez de regresar enseguida a la casa de Yên para la cena,
quería dar un paseo al Parque La Fontaine.
Cuando el semáforo era verde, los dos cruzaron la calle.
De repente, Yên escuchó un gran ruido,
se volvía para ver al padre Robert
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la vio en el piso boca arriba.
Su cabeza había golpeado el cemento de la calle.
En el momento Yên no sabía la causa de la caída.
En la ambulancia, él no se paraba a decir en francés:
"Por favor, me quiero levantar… tengo ganas de vomitar."
Estos fueron sus últimas palabras.
Padre Robert fue trasladado de inmediato
al hospital Notre Dame,
justo en frente del parque La Fontaine.
Era las 6 de la tarde.
Sin embargo, tuvieron que esperar la llegada de su superior
para dar la autorización para la operación que tuvo lugar al
fin hasta las 9:00 de la noche. En aquel entonces el padre
Robert era todavía capaz de levantar sus brazos
y mover sus pies a petición del médico.
Fue operado en el lado izquierdo del cráneo
y la operación duró desde las 9:00 de la noche hasta las
2:00 de la mañana.
A la salida de la operación, el médico anunció que no
podría salvarlo
porque la sangre se derramó por todos lados en su cerebro.
Cayó en coma.
Sin embargo, todos sus órganos vitales
funcionaban muy bien.
El padre respiraba incluso después de que
el personal medical
le había quitado todos los aparatos para mantenerle vivo
alrededor de las 9:00 de la mañana del día martes.
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La triste noticia se propagaba rápidamente.
Grupos de personas, mejor decir una legión de viejitos,
jóvenes, hombres y mujeres de diferentes orígenes étnicos
desfilaron para verlo.
El pasillo del hospital se llenaba de gente.
Pertenecían a la Parroquia de Saint-Roch
donde el padre estaba trabajando sin parar
con tres comunidades:
francófonos, hispanos y vietnamés.
Podrían ser también gente que el acompañó
en sesiones de ejercicios espirituales
Linh Thao de la comunidad cristiana Dông Hành,
o más bien antiguos refugiados vietnamitas de Hong Kong.
Algunos no han tenido miedo para viajar de lejos
desde Hamilton u Toronto para saludarlo una última vez.
La gente tuvo paciencia al esperar su turno
para tocar sus manos y sus pies,
hablar con él, rezar por él o cantar canciones religiosas
llorando aunque el padre no se movía.
Todavia no estaba de regreso con Dios
pero sus ovejas estaban tristes
dándose cuenta de que han perdido a un buen pastor.
Mirando hacia atrás por los acontecimientos
que se produjeron durante los días anteriores,
se preguntó que si no había dado señales
anunciando su partida.
De hecho, el pasado domingo, el día antes de su caída,
una pared enfrente de la de iglesia se derrumbó.
19
Después de la misa que se celebraba
con la comunidad vietnamita,
un joven monaguillo se cayó y el cáliz de cristal se roto en
mil pedazos.
El padre Robert le dijo sin reproche:
"No se puede sustituir mi antiguo cáliz".
Me ha acompañado desde 30 años! »
Así es el padre Robert: el amor en persona.
El usaba mucho la palabra "amor"
durante sus misas, retiros,
ejercicios espirituales,
la celebración del Sacramento de la reconciliación,
y todos los eventos felices o tristes.
Vivió completamente y plenamente esta palabra.
Como antes durante los suministros
para el campamento de los refugiados en Hong Kong,
cuando los fuertes jóvenes sólo llevaban 2 bolsas
para subir las colinas
èl llevaba 4 (una enfrente, otra atrás y dos a sus lados).
Estos bolsas se llenaron de cartas, sal, azúcar,
lo necesario para la costura e incluso 18 diccionarios.
Tuvo que parar varias veces en las colinas para descansar
un poco y seguir el camino.
Todo esto para traer un poco de alegría
a los refugiados vietnamitas del campamento.
Más reciente en medio de una noche en mayo hacia aún
frio en Montréal,
un pirómano incendió su presbiterio.
Se escapó descalzos, en calzón y con una camiseta.
20
Porque no quiso ir a la casa de los jesuitas
que no queda lejos,
por miedo de despertar a sus compañeros.
Así, descalzo y con poca ropa daba vueltas en el barrio
hasta la madrugada.
Más aún, hace años, cada semana el iba a
diferentes mercados
a recoger lo que sobraba de comida
para repartir a los pobres de su parroquia.
El año pasado cuando transportaba
la mercadería fracturó su espalda
y después tenia malo su estomago
por eso se fue de urgencia al hospital
donde subió una operación de los intestinos.
Una vez que se recuperó se puso de nuevo
a recoger la comida.
Decía: "los pobres, no tienen nada que comer."
Estos son sólo algunos ejemplos para explicar por qué sus
fieles lo amaban.
Que provenía de la pequeña y pobre
parroquia de Saint-Roch
o de otros barrios, sus fieles encontraban
siempre la gracia en él
y sintieron profundamente su auténtico amor
y su humildad a través de sus acciones cuotidianas.
Hoy, sin capacidad para moverse en su cama
el padre Robert se prepara para encontrar
21
el descanso eterno en la casa de Dios.
Su inmenso amor será pronto unido
con el infinito amor de Dios.
Cerca o lejos, oramos por usted padre Robert,
en los momentos finales de su viaje de regreso a la fuente.
También por favor orar por todos nosotros
para que seamos dignos de ser sus fieles.
Padre Robert, le amamos.
Như Liên, (Miembro de Dông Hành)
******************
Tuvimos un montón de recuerdos del padre Robert,
una vida humilde y pobre,
una vida enteramente entregada de cuerpo y alma.
Nos gustaría compartir con ustedes algunos recuerdos
inolvidables del padre Robert.
Me gustaría ser breve y conciso a la manera del padre
Robert.
2 eventos en Vietnam antes y después de 1975: 1) Imagen de un sacerdote que no creyó en aparentar:
"fácilmente usaba un par de sandalias uno era negro y
el otro azul".
2) Imagen de un sacerdote que es un verdadero amigo
de los pobres:
"Después de la caída de Saigón en 1975,
muchas personas se empobrecieron
debido a la invasión de los comunistas en el sur."
El padre Robert ayudó a muchas personas que padecían
hambre.
22
Cada día, estas personas llegaron a la casa de los jesuitas
para recibir la ayuda de padre Robert.
Dado que los comunistas cuidadosamente monitoreaban
las acciones de los jesuitas, el superior del padre le ha
aconsejado de dejar de ayudar a los pobres.
El padre Robert cayó en llanto porque los amaba mucho.
Para él, eran sus hermanos que necesitaban ser amados.
2 eventos en Montreal:
1) Imagen de un sacerdote que no cree en la apariencia: "Hacia 1991, padre Robert fue a la Universidad Laval,
para celebrar la misa por Dong Hanh con ocasión de la
fiesta de Navidad.
Debido a la nieve, sacábamos nuestras botas
para entrar en la sala.
Estaba tan sorprendido de ver al padre Robert descalzo!
Inmediatamente le dije:
"Padre, se va a enfermar con los pies sin calcetines!"
Él sonrió diciendo: "No es grave"!
"Sabíamos que él se vestía con la ropa que
las personas dieron para los pobres de la parroquia".
2) Imagen de un sacerdote que es un verdadero amigo
de los pobres: "incluso se fue a recoger muebles
para los pobres de su parroquia."
Algunas veces, pedía a Nam para ir a recoger los muebles
porque eran pesados.
En conclusión, para nosotros,
el padre Robert Louis nos ha dejado
23
una vida pegada al modelo de Jesús:
"AMAR Y SERVIR INCONDITIONALMENTE COMO
JESUS"
Padre Robert le amamos mucho
y tratamos de seguir tu modelo de compañero de Jesús.
Ruega por nosotros!
Nam & Thao de la Comunidad CEJ
**********************
El padre Robert era un hombre muy piadoso
y un sacerdote muy dedicado a sus feligreses.
Nunca rechazó a nadie.
Ha estado siempre al servicio.
Aquí, en la parroquia de San Francisco de Asís,
no tuvimos la dicha de tener a un sacerdote
por tiempo completo.
Sin embargo, nunca el padre Robert había negado su
servicio cuando le pedía para sustituir.
Nuestra memoria de él siempre será el de un hombre
y un sacerdote dedicado, agradable y amable con un
corazón de oro.
Que descansa en paz con Dios!
Los Administradores de la Parroquia San Francisco de Asís
Montreal 17 de octubre de 2010
24
En que capítulo podría escribir esto si tuviera una homilía
para escuchar toda la vida,
solo una que toque al fondo a nuestros corazones y espíritu
seria la vuestra.
Sí, puedo contar los domingos
al salir de la misa no pensaba
a lo que su homilía me habías dado
como abastecimientos espirituales
(el camino que conduce a Dios) para la semana y siempre
me llenaba.
Estimado padre Louis Robert,
misionero que Dios mando a traer de repente
al dejarnos solo el placer de decirle una vez mas y mas:
Gracias
Una feligrese,
Marie-Noëlle
******************
A un benefactor He movido de Québec a Montréal
para cursar estudio superiores
en la Escuela de Tecnología Superior.
Alquilé un apartamento en Parc Extension,
único Barrio dónde pudo obtener un precio más barato.
Mi primera misa en este Barrio fue en los años 1997, fui a
la Iglesia de San Roch.
25
Aquel domingo, la homilía del padre Louis ha consagrado
mi implicación a esta bella comunidad.
¿Qué puedo decir de este hombre?
Él no es como los demás hombres que me han tocado
encontrar.
El Señor me ha permitido encontrar a este hombre que
parece a Él.
No era solamente un hombre jovial,
con su gusto de vivir y su sentido de humor,
pero también detrás de esta imagen,
yo veía a un hombre sencillo, pobre,
y roto por todas las miserias
en las cuales vivían la comunidad unidad en la diversidad.
Por el pudo comprometerme en la comunidad en todos los
niveles:
catequesis, JMJ, coro, actividades sociales,
Saint Vincent de Paul y otras más.
El padre Louis me ha ensenado a practicar lo dicho.
Cada domingo él me llenaba de sus palabras.
Era un compañero de Jesús. Desde que lo conocí
puedo decir que existen dos categorías de sacerdotes:
los que consagran el pan y el vino,
se encuentran todos los sacerdotes,
y los que además de ser parte de la primera categoría
dan su vida para la comunidad.
El padre Robert era parte de la segunda categoría.
Y como diría el otro a propósito del Papa Juan Pablo
segundo,
26
los zapatos que dejo al que le reemplaza
serán demasiado grandes.
En nombre de todos los empobrecidos,
enfermos e itinerantes del Barrio
y de todos los miembros de Saint Vincent de Paul de
nuestra conferencia,
digo gracias al padre Louis Robert.
Didier Abeto.
****************
Unas palabras para describir al padre Robert:
Encontré al padre Robert durante un fin de semana
a « Marie-Reine -des-cœur »en Chertsey.
Lo senti amable y dispuesto para servir y escuchar.
Cuando me enfermé en 2009, fue a visitarme en el hospital
e hizo una bella oración para mí.
Cada Navidad, recibía de él una carta de fin de año con
otras cosas mas.
Este pequeño gesto de atención me va a faltar mucho.
Era un hombre de corazón!
Nunca lo voy a olvidar.
Georgette
Montréal el 14 de Noviembre 2010
******************
27
Dios nos brindo la dicha de conocer durante años al padre
Louis-Robert.
Durante estos años son tantos los momentos inolvidables
que hemos compartido,
bazares, excursiones, cenas navideñas, retiros,
celebraciones de semana santa y cada sábado su homilía.
Más que nuestro pastor y sacerdote, fue nuestro amigo.
Recuerdo la alegría del padre,
cuando en ocasiones de reunían todas las comunidades.
Siempre le gusto el canto „‟ resucito‟‟
así como „‟demos gracias al señor‟‟ y „‟las mañanitas‟‟.
Tuvimos el gusto de celebrar con el,
los quince anos de mis hijas,
su bautismo y el matrimonio con mi esposa.
Siempre admire del padre la cualidad de su
desprendimiento a lo material,
siempre pensaba en servir,
en las necesidades de los demás.
A menudo en sus homilías repetía estas frases:
„‟pónganse changos‟‟, „‟canchis‟‟.
El padre Louis-Robert, siempre perseverante tenaz con
firmeza y carácter en su evangelio.
Desde donde se encuentra ahora sigue ayudando,
intercediendo por todos.
Louis-Robert no murió, sigue vivo en los corazones
y recuerdos de los que le amamos. Sus huellas siguen ahí.
Rigoberto Meléndez: Comunidad latina St-Roch
28
Un buen día el padre Robert me dijo:
“Sabes Victor que no existe el infierno”
y yo le respondí pero en la Biblia dice
y el me respondió lo mismo
le dijeron unos curas al cardenal italiano
que daba un retiro para padres en Montreal.
Este cardenal suma autoridad en lo relativo a la teología
eclesiástica respondió
que Dios siendo amor no podría contradecirse condenando
su propia creación
ya que el infierno para el seria que estaremos mas lejos de
la gloria de Dios.
Estoy seguro que el padre Robert se preparo para estar más
cerca de Dios
y desde ahí debe estar intercediendo por todos nosotros.
Victor Arizola,
Montréal 12/11/10