hojas del foro 8

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Colaboraciones literarias, gráficas, poéticas y de ensayo.

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Page 1: Hojas del foro 8
Page 2: Hojas del foro 8

mrz 2009 *.,.sii.t ,:1,-

?i r; r * i,," tt * t *,¡ r: !".;¿ t.a i i. *i:-: :::.t¡it: *t¡;i,:;, 2008Collage.

Page 3: Hojas del foro 8

Ciudades: la mejor relación que se puede tener con

una ciudad es la nostalgia

$orge Luis Borges)

Versos, versos, y ni una línea de poesía

]ules Renard)

Me gustaría ser un leopardo con cerebro humano.

Podría subirme a un arbol y leer ul libro y nadie me

molestarÍa porque yo les daría miedo

(Barry Gifford)

Matar el tiempo, una forma educada de suicidio

(Claudio Magris)

O, por decirlo de una m¿urera intransigente, / eI si-

Iencio rompe a llorar / si no, no es silencio

L ABRE ADERO

de Fernarad¿: Mrrré&*eu

Esta es larazín por la que afirmo que Kurtz era un

hombre fuera de lo normal. ÉI tenÍa algo que decir

]oseph Conrad)

Leer es un acto de Índole informativa; Io verdadera-

mente literario es releer

]avier Cercas)

Mi memoria me da un abrigo en agosto y un abanico

en diciembre

(Cltus Fernández)

Porque los Libros son la continuación unos de otros

a pesar de nuestra costumbre de juzgarlos por sepa-

rado

(VirginiaWoolfl

Muchas veces nacemos después de muchos años

(Héctor Tizón)

mrz I 2OOg

(T omas S alv ado r G onz ále z )

LA§ HOJAS DEL FoR0 0l

Page 4: Hojas del foro 8

HOJAS DEL FOR.O DE CREACION Y LECTURABiblioteca de Grado

Número B" &Iarzo de 2009

Ed¡ta: FoRo DE cREACTóN y LEC-i rrRA DE LABIBLIOTECA DE GRADO.

Dirección: Fernando l\lenéndezConsejo de Redacción: Fernanclo Flórcz Femán-dez-Villaranzo, Xosé LLuis Rodríguez Albcrdi.Gustavo Adolfo Fernández Fcn.iánclez, .l.ndrésAlonso Mt¡utas, José Luis Rodriguez lair-iargcr.Administración y Plástica: josé Luis RodrÍg.rezTamargo.Diseño y Maquetación: Carclosa S§1e S.L.

Diseño de Logotipo del Foro: Jose Luis lloclrí-guez Tamargo.

lmagen de la portada: Encarnación lloningo"

Colaboran:Biblioteca N{unicipal de Grado "\'alenün Anr-irésÁlvarez".C/Cerro de Ia l\,Iuralla s/n 33820, Grau, Asturias.tlf: 98575,181 3, biblioteca,?.a1'to-grado.eslvvlrv.bibliotecaspublicas.esr,grado\

Asociación Cultural "\¡alentín :\ndrés"acvalentinaaclre s@-vaho o. c s

rl,lr,lr,.valentinandres.com

Aula de las L{etáforas "Fernando Beltrán"au iadelasme t af or as í+¡ a).t o- gr a d o. e s

Subvencionan:ConcejalÍa de Cultura del A1'r-rntamento de Grado(cultur a(q) ayto - gra d o. e s )

Cajastur

I mpri nre: Gráficas S1-]III{.A.

Pubiicación estacional de difusión gratuita.

rUU elemplares

D.L: AS-01487-2006

C/Cerro de la Muralla sln,33820, Grau, Asturías.

correo@las hojasdelforo.org

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Page 5: Hojas del foro 8

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Page 9: Hojas del foro 8

ENSAYO

érase una vez un lobito bueno

Tipologías y métodos del arte político de la últimaUn recuento y una reflexión teórica propositiva.

En esta breve comunicación qúsiera darme la opor-

tunidad de revisar someramente la producción de

arte político en Ia ultima década quizá para poder

explicarme cómo hanpodido las más diversas bandas

de corderos maltratadores, formadas -como es de

todos sabido- por críticos de arte, directores de museo

y periodistas especializados en general, abusar tan

malamente de ese pobre lobito bueno que ha sido el

arte político. Aguerrido y dentado, peludo y conrabo,

eI arte polÍüco ha resultado ser bastante más inofen-

sivo de 1o que se pretendía. Lo que urge ver es por

qué y de qué maneras ha resultado ser tan inofensivo.

Quizá para acotar mejor Ia bondad del lobito podamos

definir tres tipos diferentes de prácticas que muesüan

diferentes puntos fuertes y débiles en sus métodos

y despliegues.

Mi continuado trato con todo tipo de criaturas de

este orden me ha llevado a conformar una suerte de

üpología, según Ia cual podríamos hablar fundamen-

tafmente de los siguientes tres tipos, para aislar los

cuales necesariamente habrá que esquemaüzar y en

algunos casos casi caricaturizar:

Enprimer lugar cabríahablar de unArte de denuncia,

un arte comprometido social y políücamente. Se úata

de una práctica que sigue siendo arte de autor,

producido por un artista convenientemente identifi-

cado y acreditado que cuida la factura formal y Ia

presentación de su trabajo. La obra de arte de demrn-

cia se caracteriza por tomar determinados aspectos

socialmente problemáticos e introducirlos en su

despliegue de modo más o menos directo. Se suele

entender de qué "trata" Ia obra en cuestión y el

espectador por lo general cree haber entendido la

obra en cuanto ha captado el mensaje que ésta

conlleva. Por lo demás, este tipo de práctica casi

década.Jordi Claramonte Arrufat

siempre se produce y se distribuye a úavés de los

cauces habituales del mundo del arte: museos, ferias

de arte, galerías etc... sin cuesüonar la idoneidad de

dichos cauces o incluso su, a menudo, abierta com-

plicidad con los males denunciados. Algunos artistas

de este género como Hans Haacke hanhecho trinchera

de estas contradicciones: así, su proyecto sobre Ia

Obra Social de La Caixa presentado en la Fundació

Tapies. Por lo general, no obstante lo más normal es

que las muesúas de a¡te político, en Ias que el Macba

ha sido especialmente prolijo, se concentren en

exponer muestras de arte político lejano, ya sea en

eI tiempo o en el espacio. (Recuerdo que cuando

estábamos trabajando en ese mismo museo con el,

ahora reivindicado, proyecto de las agencias -debe

ser que ya ha pasado suficiente tiempo- no hubo

forma de integrar en la exposición trabajo local y

actual)

Dada Ia repercusión mediática y eI prestigio que

tienen los eventos producidos en semejante circuito,

la "causa" elegida por el artista político suele cuando

menos alcanzar cierta notoriedad o salir del olüdo

en el que acaso estaba. Así, Ias denuncias y fakes de

Ios YesMen sobre la catástrofe de Bophal, por ejemplo.

EI caso es que rara vez estos autores, pienso en

Sanüago Sierra por ejemplo, articulan su producüü-

dad conuna comunidad o una red social de afectados

por la denuncia realizada en su obra, con lo cual,

obüamente, la efecüvidad mediática de Ia interven-

ción no suele ir acompañada de una transformación

de la capacidad de agencia social ni a corto ni a

Iargo plazo de dicha red. DirÍase que buena parte

del arte polÍtico tiene la virtualidad de exponer

determinado conflicto, pero de hacerlo de tal modo

que éste comparece en el vacío, desvinculado, por

mrz I 2OO9 LA5 HOJA§ DTL FORO o7

Page 10: Hojas del foro 8

ENSAYO

así decir, de la gente que le da cuerpo y continúdad.

Es obvio que esto produce una recepción deformada,

acaso estetizada, de la conflictiüdad sociai que se

pretendía tratar.

Por lo demás, los autores que interüenen en este

nivel suelen tener una comprensión de lo político

delimitada por las "grandes cuestiones": la inmigra-

ción, la memoria histórica, eI colonialismo... dejando

de lado cuestiones de índole más cotidiana y más

humildes que sin duda recabarían menor atención

de los medios o harían parecer menos radicales a

tan esforzados artistas.

En conclusión, parece que a la eficacia mediática de

estas prácticas no suele acompañar ni Ia articulación

social y política real ni una especial sutileza para

captar los niveles en que opera lo polÍtico en las

sociedades del capitalismo tardío.

Con esto, podemos pasar a considerar ahora un

segundo tipo de arte político que podríamos deno-

mianar "Arte colaborativo". Situadas quizás en las

antípodas institucionales del que hemos llamado

"arte de denuncia", se halla todo un abanico de

prácticas que pretenden articularse estrechamente

con redes y movimientos sociales procurando do-

tarlas de herramientas expresivas o comunicativas

más potentes y afinadas.

Estas prácticas suelen priorizar el proceso mismo

de colaboración e incluso de producción de las redes

sociales en que se desarrollan pudiendo descuidar

considerablemente Io que en términos tradicionales

sería Ia obra, en tanto "resultado" estabilizado de

ese proceso, pudiéndose llegar en ocasiones a cierta

displicencia en este particular aspecto que puede

llegar a restarle peso específico aI conjunto de la

intervención. Agencias o Bordergames es un buen

ejemplo de ese problema por el que la priorización

del proceso puede conducir a que las herramientas

generadas pierdan precisamente Ia potencia y la

especifidad que les daba razón de ser. La solución

a esta contradicción no es fácil en absoluto v sóIo

mediante un trabajo continuado en eI tiempo es

posible acaso generar en las redes con las que se

trabaja un aprecio por las herramientas que se

aportan. Nuestro trabajo en eI "parque de la muy

disputada cornisa" en Madrid, en eI que se logró

socializar todo un lenguaje específico y todo un

nivel de intervención, podría ser un ejemplo intere-

sante a ese respecto.

Obviamente, estas prácticas pueden producir redes

sociales potentes o reforzar las ya existentes, pero

rara vez, sobre todo si han de suceder en ciclos

largos de tiempo, alcanzan la notoriedad de las

prácticas reseñadas más arriba.

Por lo demás, y dadas las limitaciones que se au-

toimponen en función de su articulación política,

no es extraño que su ámbito de trabajo se vea

limitado a una serie de cuestiones políticamente

correctas para el ámbito de movimientos en los que

se mueven. La incapacidad de vincular Pornolab

con otras lÍneas de trabajo existentes, ni siqúera a

través de Idea, ilustra esta pafiicularidad. Ésta es,

sin duda, una Limitación que el "arte colaborativo"

comparte con eI "arte de denuncia", en Ia medida

en que muy a menudo estas prácticas artísticas

mantienen una visión muy limitada de lo que son

los ámbitos susceptibles de intervención política,

limitándose a actuar en los dominios tradicional-

mente reconocidos como políücamente significativos

y descuidando, en consecuencia, niveles que podrÍa-

mos aludir en términos de micro-política o biopoli

tica. Precisamente estos serán los ámbitos en los

que se moverá Ia tercera tipológía de arte político

a la que queremos aludir.

En tercer y ultimo lugar podrÍamos considerar como

arte político al que se ha dado en denominar "A.rte

relacional". Se trata de toda una constelación de

prácticas que en gran medida derivan de la amplia-

ción tanto del ámbito de Io artístico operado por

las ultimas neovanguardias, de fluxus a Ia IS, como

08 LA§ HOJAS ÜEL FOR.S

Page 11: Hojas del foro 8

ENSAYO

del ámbito de lo políüco definido por el advenimiento

de lo que se ha dado en llamar "capitalismo cultural"

de Ia mano de autores como Fredric Jameson. Jame-

son trama el concepto de "capitalismo cultural"

desde su anáIisis de Ia postmodernidad que según

él mismo: "no se puede separar ni pensar sin la

hipótesis de una mutación fundamental de Ia esfera

de la cultura en eI mundo del capitalismo tardÍo,

mutación que incluye una modificación fundamental

de su función social" . En la postmodernidad, que

viene a coincidir con lo que Mandel denominaría Ia

fase de "capital multinacional", "el proceso de mo-

dernización ha concluido, la naturaleza se ha ido

para siempre... La cultura se ha convertido en una

auténtica segunda naturaleza. "

Esta fase multinacional del capitaiismo se da así en

el momento en que su equilibrio y proliferación ha

pasado a depender en grado creciente de su repro-

ducción en los ámbitos de la üda cotidiana. Ahí nos

encontramos con que no se trata ya de vender

mercancías, sino modos de üda, culturas: "De este

modo, en Ia postmodernidad la cultura se ha r,uelto

ul producto por derecho propio... La postmoderni-

dad es el consumo de Ia pura mercantilización como

proceso... Así pues, eI "esülo de vida" del superestado

guarda la misma relación con el "fetichismo" de las

mercancías de Marx que los monoteÍsmos más

avanzados con los animismos primitivos."

Tenemos que sff capaces de vérnoslas entonces con

un concepto de lo cultural que no sea una especie

de accesorio, complemento más o menos espurio

de las ideas explícitamente políticas o de las posi-

ciones estructurales de sujeto: "...Ia disolución de

una esfera autónoma de Ia cultura debe más bien

imaginarse en términos de una explosión: una pro-

ügiosa expansión de la cultura por el ámbito social,

hasta eI punto que se puede decir que todo lo que

contiene nuestra vida social -desde eI valor econó-

mico y el poder estatal hasta las prácticas y la propia

estructura mental- se ha lrrelto "cultural" en un

sentido original y que todavía no se ha teorizado."

Diríase que eI "arte relacional" se ha especializado

en señalar y articular niveles de intervención y

agencialidad política que tienen que ver con esa

importantísima redefinición de lo cultural, redefini-

ción que convierte a lo cotidiano, lo convivencial,

los lenguajes y las pequeñas sociedades en las que

nos movemos y hacemos, en nichos polÍticamente

relevantes, urgiéndonos a trabajar en eI cuestiona-

miento y la rearticulación de esos mismos ámbitos.

Curiosa, y yo diría que lamentablemente, Ia mayor

parte de estas prácticas se han circunscrito muy

pronto, y de modo casi fundacional si atendemos a

teóricos como Nicolas Bourriaud, a su despliegue

en el seno de los circuitos más tradicionales del

mundo del arte, redefinidos ahora -no sin cierta

complacencia- como nuevos laboratorios de experi-

mentación social

Con eIIo, eI arte relacional no ha conseguido ni la

efectiüdad mediática del "arte de denuncia" ni la

articulación social efectiva del "arte colaborativo".

Nos encontramos pues con que ninguna de estas

tres vadantes de arte político puede desplegar una

agencialidad transformadora considerable en función

de las carencias que hemos señalado. Si bien todas

ellas muestr,an alguna vertiente en la que se las

puede juzgar más favorablemente, diríase que sus

puntos flacos las desarbolan en tanto prácticas

políticamente efectivas. En tanto no seamos capaces

de pensar una práctica que reuna vigor formal,

articulación social y apertura para concebir los

niveles en los que actúa Io político, no podremos

hablar propiamente de arte político, no nos será

posible usar los dos términos, "arte" y "político",

con plena legitimidad y tendremos que seguir con-

siderando a las vanguardias como "repercusiones

imaginarias de explosiones que nunca han estallado".

En los ultimos años, y en la medida de mi implicación

personal tanto como miembro de diversos colectivos

artísticos como investigador en eI ámbito de Ia

mtz 2OOg LA§ HOJAS BEL FORO o9

Page 12: Hojas del foro 8

ENSAYO

estética y Ia teoría de las artes, no he podido sino

constatar con perplejidad Ia miseria con Ia que nos

enfrentábamos a la evaluación de las prácticas

existentes como a la refledón sobre otras prácücas

posibles. Mi trabajo teórico se ha ido centrandopues en la elucidación de algunos elementos con-

ceptuales que juzgo imprescindibles para poder

pensar eficazmente las dimensiones políticas de lo

artístico.

Es en función de este dÍagnóstico y este trabajo,

me gustaría aventurar algunos de los elementos sin

los cuales es difÍcil pensar la agencialidad política

de lo artísüco. El primero es uno de los ingredientes

fundamentales de la modernidad y la ilustración:

se trata de los procesos de diferenciación de las

facultades, procesos por los cuales se especifica un"modo de reacción" específicamente estético, del

mismo modo que se hace lo propio con un modo

de reacción diferenciado propio del pensamiento

científico. Este modo de reacción estético podría

caracterizarse, al decir de un pensador tan poco

sospechoso de esteticismo como Lukács, en la me-

dida de su capacidad de generar un medio homogé-

neo, una unidad tonal emocional, que se separa de

lo que Lukács llama el gran rio de la vida cotidiana,

para consituirse en su especifidad, alcanzar -diceLukacs-su forma más pura y acabar volviendo al

cabo a ese mismo río de Ia vida cotidiana. Só1o

teniendo presente esta capacidad, tradicionalmente

asignada al arte y ahora más disuelta en el campo

de la percepción estéüca general, podemos concebir

un ámbito de alteridad relacional, una lógica per-

ceptiva y distributiva diferente de Ia que rige laeconomÍa de mercado de la vida cotidiana. Toda

propuesta que quiera cuestionar las distribuciones

relacionales y situacionales que constituyen lo

establecido en toda su yiolencia debe ser capaz de

apafiarse de la lógica de lo dado, de los bloques de

lo instituido; debe sugerir diferentes modalidades

de relación con los objetos, debe aportar sensibili-

dades especificamente diferenciadas

Ahora bien si esta especifidad de lo estético por sí

sola constituye un ingrediente imprescindible del

funcionamiento polÍtico del arte, en Ia medida en

que hace üsible la posibilidad misma de la alteridad

relacional, es evidente que no se basta por sí solo

para definirlo.

Será por tanto preciso que consideremos un segundo

elemento que sería quizás más propio de la post-

modernidad -por mucho que se encuentre ya pre-

sente en Schiller o en Nietzsche: hablamos de la

concepción que relaciona Io estético con las posibi-

lidades ya no de percepción estética y por ello

situada acaso en un contexto netamente diferenciado,

sino con las posibilidades de distribución y organi-

zaciín de Ia vida cotidiana. De Nietzsche a Foucault

se ha hablado de una suerte de bioestética que en

sus versiones más interesantes no se limita a barajar

y reorganizar las posibilidades perceptivas del sujeto

hegemónico, sino que cuestiona a este sujeto mismo,

transformando el orden ontológico que supuesta-

mente le funda en una posibilidad modal más. Lo

que las prácticas artísticas y la percepción estética

constituyen en su modo de reacción específico debe

codificarse de modo tal que pueda ser transformado

en una lógica relacional, un modo de hacer.

Cuando reunimos en un único concepto la especifi-

dad del modo de reacción estético y su funciona-

miento en tanto diagrama relacional abierto nos

encontramos con una nueva sintesis que hemos

denominado "modo de relación".

La estética modal concibe el núcleo duro de la obra

de arte, su organización formal, como propuesta

distributiva, modo de vida, de deseo, modo de

relación en suma, de relación de las djferentes pafies

postuladas por la obra y de relación con el resto del

IO L&5 f!0.!A§ sIL FOR{}

Page 13: Hojas del foro 8

ENSAYO

mundo; pero siempre modo, opción, vail.ación. En

tanto que se plantea ese reto, retoma las cuestiones

más relevantes de las estéticas de Ia modernidad,

los dos puntos que hemos introducido: de un lado

la opción fria del anüsis formal; del oto la caliente

de su implicación en lo cotidiano.

Llamo "modo de relación" a las dÍstribuciones

especÍficas, a los lineamientos semánticos y sin-

tácticos, específicamente estéticos por su irreduc-

tibilidad a concepto, de ese mundo-a-prueba que

es toda experiencia estética, sin olvidar que artista,

espectador y obra son postulados, hipótesis, del

"modo de relación" mismo.

Para entender Ia especifidad y Ia fuerza de nuestra

propuesta será fundamental que consideremos

la medida de esta productividad semántica de los

modos de relación en los términos quizá de la

teoría de agentes y la teoría relacional del poder,

para la cual "un actor puede describirse como un

conjunto de relaciones... Ios agentes son tanto

conjuntos de relaciones y nodos en determinados

conjuntos de relaciones" Según esta teoría, los

agentes no siempre coinciden con Ias personas

puesto que oüas entidades tambien pueden ser

agentes. Las relaciones que constituyen a los

agentes usualmente están organizadas estratégi-

camente de alguna manera, es decir,pueden ser

percibidas como intencionales, eso hace que un

atoría relacional del poder o Ia estética no tenga

dificultades en admitir la posibilidad de una in-

tencionalidad no subjetiva.

De hecho, "Ias estrategias son casi siempre dis-

cursivamente impuras, basándose en una serie

de diferentes principios organizativos, estrategias,

lógicas o prácticas.

Sostengo que un agente es un conjunto estructu-

rado de relaciones con una serie de efectos de

poder..." (John Law: "power, discretion and

strategy" articulo incluido en John Law (Ed.) "A

sociology of monsters" Routledge, Londres, 1991)

Volüendo al terreno de Ia estética, Ia teoría relacional

nos conecta con el gran especialista en arte medieval

Raymond Bayer para eI que "lo que todo objeto

estético nos impone, dentro de rítmos adecuados,

es una fórmula única y singular para que nuestra

energía afluya. Toda obra de arte comporta un

principio de proceder, de detenerse, de mesurar..."

AsÍ es como entenderemos a Adorno hablando de

la obra de arte como forma de comportamiento. O

a Flaubert consi.derando sus novelas como "formas

de üda".

No es este eI lugar más adecuado para dar cuenta

completa y exhaustiva de lo que estoy elaborando

-asumo que por completo en contra del espiritu de

Ios tiempos- como una estética sistemática, pero sí

que debo agradecer la oportunidad que se me brinda

de poner en claro algunos pensamientos y poder

ofrecer a Ia discusión algunos de los puntos que

considero centrales de mi trabajo teórico y que aún

hoy están desarmados y en pleno proceso de mon-

taje. Así podríamos sostener que:

La estética modal es relacional los modos de relación

no son manuales de instrucciones para recombinar

Ios elementos existentes, postulan los términos

mismos de la relación específicamente propuesta

y, al hacerlo, plantean Ia fusión de los dos principios

a los que aludíamos más arriba: la especificidad del

modo de reacción estético y su virtualidad en termi-

nos de bioestética. Para decirlo en otras palabras:

los modos de relación son transversales tanto res-

pecto a los autores, como a las obras, transversales

porque los atraüesan y los definen en términos

completamente diferentes.

La estética modal es constructivista: Freud había

visto bien que "Ia forma del lenguaje constituye la

ley de Ia cultura". La estética modal asume esto

pluralizándolo de manera fundamentaL las formas,

las distribuciones de los lenguajes, también de los

artisticos, constituyen las leyes, las ratios, de las

mrz | 2009 LAS HOjAS DTL FORO II

Page 14: Hojas del foro 8

ENSAYO

culttüas, de los cultivos objetuales y de sí.

Por eso decía Nietzsche que "cuando se ha estudiado

el arte uno se siente feliz por oposición a los meta-

físicos de abrigar en sí no un alma inmortal sino

muchas almas mortales".

La estética modal es monista; desde el Marx de los

Grundrisse hasta Althusser se había reconocido la

necesidad de un doble análisis: estético por un lado

y sociológico por otro de la producción artística.

Sólo de esta forma podía un marxista aceptar la

grandeza de un arte como el griego clásico producido

por una sociedad esclavista y estamental radical-

mente injusta.

El análisis modal por el conüario reúne enun mismo

nivel de anáIisis el funcionamiento formal y eI social

de las prácticas artísticas y las experiencias estéticas,

puesto que ambas dimensiones se conciben junta-

mente en tanto modos de relación.

La estética modal -definitivamente no va a quedar

muy a la moda esto- es universalista, puesto que se

plantea desde su fúrrdu*.ntución misma de cara a

Ia consideración de las prácticas afiísticas premo-

dernas y ajenas al contexto de producción cultural

occidental, prácticas y experiencias que quedan

seriamente mutiladas si se pretende interpretarlas

desde Ia muy restrictiva óptica de la estética del

idealismo y el romanticismo, con su inflación del

concepto de autor y de Ia Obra de arte como feüche.

Desde los ragas hindúes, a los "palos" del flamenco,

la inmensa mayoría de culturas artísticas han sido

modales, como lo ha sido quizás involutariamente

parte de Ia estética del Idealismo.

La estética modal es localista: Lucien Goldmann

habla de las cosmovisiones como "estructuras sig-

nificativas globales". Sostengo que los modos de

relación pueden funcionar más bien como estructu-

ras significativas locales, de funcionamiento plural,

y lleno de derivas inesperadas. Es, por lo demás,

este funcionamiento local el que permite concebir

la interacción relevante de experiencias como la

erótica o Ia estética, el que hace de Io cotidiano

campo de pruebas de los resr¡Itados de esas estruc-

turas significativas en sus impuras comparecencias.

Concibo Ia experiencia estética como una suerte de

construcción o hallazgo de situaciones que se inser-

tan y derivan. Por eIIo, Io que los situacionistas

postulaban en su método de construccion de situa-

ciones ha sido siempre eI principio de toda expe-

riencia estetica, aun cuando lo anecdótico o lo cultual

hayan recubierto de costras ese funcionamiento

formal-relacional, esa máquina de generar realidades

o posibüdades comportamentales, que llamo modo

de relación.

La estética modal es también una ética: Una de las

constantes en Ia teoría griega de la música es el

asunto de las relaciones del a.rte con el ethos. Ethos,

como es sabido, viene a ser caracter, talante, y la

teorÍa a que aludimos no se limita a sostener Ia üeja

tesis de conjunto sobre Ia influencia de la música

sobre dicho ethos en cada espectador, sino que

también incidÍa en el hecho de que las músicas

mismas fueran portadoras de un ethos que se con-

tagiaría al oyente independientemente de su actitud.

Algunos autores, como el mismo Aristóteles, üeron

los diversos grados de dicho contagio, y así definió

tres tipos de tonalidades, casi diríamos de órdenes

de experiencia estética: la ética, la práctica y la

entusiástica; de modo que la ética afectaba a todo

el "ethos" del hombre, la práctica sóIo a ciertos actos

de su voluntad, mientras que Ia entusiastica lleva

aI hombre de su estado normal al éxtasis y la libe-

ración de sus emociones.

Los crÍticos positivistas, así Filodemo, atacaron esta

teoría afirmando que tan increibles efectos no eran

nada comunes, afectando por lo demás, en caso de

darse, "sóIo a las mujeres y los hombres afeminados."

La estéüca modal recoge buena parte de las preocu-

t2 LA5 HOJAs DEt FORO

Page 15: Hojas del foro 8

ENSAYO

paciones de los teóricos que pens¿[on el ethos, sólo

que sabiendo que hay que despojar a esta teorÍa de

todo mecanicismo psicologista. Habría que pluralizar

dicha teoría y hacerla funcionar por carriles lingüs-

ticos. Esto es, habría que hacer ver que un ethos es

una propuesta de un vocabulario y una sintaxis, de

un juego de lenguaje que viene a integrarse en la

trama preexistente, o acaso a romperla.

Sostengo que no hay moral posible fuera de las

formas, de los modos. Y también que la manera que

tienen los modos de sostener las morales -en Ia

medida en que aquellos no se reducen a concepto

y éstas sí- es tal que puede muy bien llevar a super¿rr

dicha moral.

Eso sería lo que Musil llamaba "ser malo de una

buena forma".

Los moralistas, es decir, los que comen de la moral,

suelen ser "buenos de una forma mala".

La estética modal es realista, en Ia medida claro está

en que toda realidad es modal. Por ello podemos

admitir eI üejo principio clásico de la mímesis, que

todo arte replica determinados modos de relación

que en un momento dado estructuran la realidad

que es relevante para el arüsta en su proceso creaüvo.

Qué duda cabe que en esa imitación entran muchí-

simos elementos creativos, y que no se trata de una

mera reproducción "fotográfica" de la realidad

-como si tal cosa, por otro lado, fuera posible.

La estéüca modal asume eI reciclaje -y en esto creo

que sí estamos aI día-. Hay que reciclar la percepción

que hasta ahora hemos tenido de las prácticas

artísticas clásicas, sacarla del ámbito de la erudición

hueca o el consumo dominical aprehender Ia apor-

tación modal de cada obra, de cada situación y ser

capaz de jugar con éI. Ninguna obra de arte -nisiquiera la más clásica- se puede reducir a su mera

existencia en un lienzo, una partitura o cualquier

otro medio, sino que incluye fundamentalmente en

su "campo de fuerzas" al artista en su trabajo, al

espectador que "esa" obra requiere, el modo de

recepción que se supone en ese espectador y las

derivas, en principio al menos, que en este espectador

se puedan dar o no.

A su manera lo veía claro hasta Croce cuando decía:

"Se cree que cualquiera hubiera podido imaginar

una Madonna de Rafael, pero que Rafael fue Rafael

gracias a la habilidad mecánica con que supo fijarla

sobre Ia tela. No hay nada más falso...

Incluso la fotografía, si tiene algo de artístico, lo

tiene porque transmite... aI menos en parte, Ia

intuición del fotógrafo, su punto de vista, la actitud

y la situación que él se ha ingeniado en atrapar" (B.

Croce Estética. pp12-13 y 49)

Croce despista con palabras - intuición, punto de

vista, actitud, situación- más o menos a mano el

nudo de la cuestión que nos interesa a nosotros:

¿Qué aporta esa fotografía o ese lienzo? ¿Quién o

qué lo aporta? ¿Cómo circula?.

A Ia elucidación de cuestiones de este orden lo llamo

trabajo modal.

mtz 2OOg LAS HOJA§ FORO t3

Page 16: Hojas del foro 8

ENSAYO

dimensiones imag¡narias

En este número nos vamos a acercar a la armo-

nía, a la melodía, a un menaje extrovertido aje-

no a los patrones de colorído irregular en lo

que a las métricas de tempo se refiere. En este

apartado musical vamos a desgranar dos reco-

mendaciónes dicográficas ideales para sumergir-

nos en Ia literatura tomando la mano de sus

géneros más comprometidos. Hablaremos de

dos trabajos discográficos de distinto contenido

desarrollo y producción, pero que a su vez,

pueden simbolizar eI aliciente básico para nave-

gar a través de Ia mirada sobre eI negro que

tiñe lo blanco de cualquier libro que busque

una coherente atención en la que sóIo se cen-

tren dos de Ios más importantes sentídos hu-

manos.

La primera de las dos propuestas musicales ha-

ce honor a la fuerza que lleva consigo la armo-

nía que las'bandas italianas vienen trayendo

consigo desde finales años sesenta. Desde aque-

llos tiempos en los que el compromiso con la

melodía y eI lirismo era el aspecto fundamental

en vías de desarrollo para darle forma a una

nueva iniciativa de concpeción de Ia música que

arratrastaba factores neo clásicos, jazzísticos y

arrastrando cierta esencia de Blues crudo, para

acoplarlo a un esquema conceptual, Iejos de la

filosofía del convencionalismo de la era dorada

del Pop británico y sus preconcebidas majesta-

des en su representación. Desde los tiempos

memoriales en los que en Milan, Roma, Napoles

o Venecia, entre otros puntos, acogían las ideas

de sus representantes más afines a desglosar

una nueva forma de crear arte musical. Estas

ciudades que han dado la oportunidad de que

en sus barriadas más ilustres creciesen fenóme-

nos como Consorcio Acua Potabile, Premiata

Forneria Marconi, Banco del Mutuo Soccorso,

Luis Arnaldo

Germinale o Franco Battiato, entre otros mu-

chos, han ido surgiendo de una Italia relevante,

firme, incombustible en Io que al arte de los

sonidos progresivos se refiere.

En la actualidad, dentro de Io que genera el

País de Ia bota de Europa, una de Ia gratas for-

maciones a Ia merced del magnetísmo puro y

directo que emerge de la conmoción, es uno de

los proyectos del reputado músico Fabio Zuffan-

ti, lider de fenómenos como Finisterre, La Mas-

chaera Di Cera y Hostsonaten. Tres bandas de

distinta entidad y estructura sónica, pero liga-

das a la filosofía que durante casi cuatro déca-

das ha dejado el Rock Progresivo Sinfónico en

el mencionado País mediterráneo.

HOSTSONATEN WINTERTHROUGH

Tras once años de existencia, Hostsonaten lle-

gan a su cuarta producción discográfica avalada

por el sello especializado en el género progre-

sivo y más concretamente ett el "Pizza Prog";

AMS Records.

14 L A s ll$JA§ *EL t&Rc

Page 17: Hojas del foro 8

ENSAYO

No cabe duda de que Fabio Zuffanti ha querido

jugársela a una sola carta sacando ese As es-

condido en su manga en el que el talento de

sus fieles compañeros de aventuras en el eje

central de Hostsonaten han sabido como guar-

dar la espalda del último romántico de una ge-

neración perdida.

Y es que los ingredientes para elaborar un dis-

co de magnitudes reflexivas a bordo del

silencio... Coqueteando con el bullicioso Vera-

no, sin ser deslumbrado por el colorido que

perturba la paz espiritual, pero que a su vez

permite presentir eI Invierno, están plenamente

reflejados en esta equilibrada formación latina.

Fabio Zuffanti, quien se encarga del Bajo, los

teclados y las guitarras acústicas, se acompaña

de los habituales: Alessandro Corvaglia; Mello-

tron y Moog, Edmondo Romano; Flautas trave-

seras y Saxo tenor. Roberto Vigo; Piano y sin-

tetizadores. Matteo Nahum; Guitarras eléctricas

y Maurizio Di ToIIo; Baterías y percusión.

EIlos han sido lo ejecutores de esta obra con-

ceptual que nos introduce en la temática del

Invierno y nos invita a disfrutar de Ia preciada

soledad en el espacio y eI tiempo, frente a bra-

sas de tono azul y amarillo, paladeando eI olor

de la madera que se transforma en cenizas y

respirando armonías de serenidad a bordo de

Ia melodía de la introspección.

Diez temas, incluyendo la Suite final Rainsuite,

como tributo a Ia preciada agua que riega eI

misterio que crece en eI entorno vacío, permi-

tiéndonos que pueda aflorar desde nuestra

condición humana la capacidad de observar.

Diez piezas en las que Hotsonaten refrescan y

a su vez revitalizan la llama del Prog Rock ita-

liano, dentro de un álbum inmerso en una pro-

ducción sólÍda, elegante llena de brillo en los

que cada matiz de la misma es un agradecido

impacto para el oyente, y en lo que todos los

detalles de un producto de carácter instrumen-

tal guardan la esencia del clasicismo visceral

con sabia e inteligente adaptación a la vanguar-

dia.

Un viaje que inicia con el emotivo tema; Eter-

ning The Halls Os Winter, donde las notas de

Roberto Vigo al piano dan pie a Zuffanti y

Maurizio Di Tollo, para advertir, para anunciar

que estamos sin lugar a Ia duda ante el mejor

Cd de Hostsonaten. Y efectivamente, Ias dosis

de Mellotron que aporta Alessandro Corvaglia

así Io ponen de manifiesto dentro de una pieza

que se adopta un diáIogo introvertido sobre

una métrica regular, para dar paso a Ia belleza

y la melodía que traen consigo Red Sky; una

composición de Zuffanti, haciendo alarde del

preciado peso con eI que cuenta Ia soledad, a

bordo de las salientes alas de la libertad. Suce-

de lo mismo con eI resto de las siguientes nue-

ve canciones, en las que eI elixir del sinfonis-

mo es Ia cara oculta del elenco de las músicas

avanzadas adoptando el compromiso con eI

refle.jo de las influencias de las estructuras de

Ia neo clásica y el Jazz, en busca de la oscuri-

dad avistada desde la destellante claridad.

Un trabajo que mantiene un pulso favorable

con la elucubración armónica, melódica y el

esquema introvertido, sin que Hotsonaten se

decantasen por composiciones más arriesga-

das y centrÍfugas de cierto poder instrumental.

Ante Ia escucha del disco, cuando llegamos a

la pieza que lo cierra, Ia Suite Rainsuite, y la

dejamos penetrar deslizándose de puntillaspor retales que adornan huecos existentes en

nuestras almas, sonreÍmos de forma inevitable,

expirando el mensaje básico que lleva consigo

este extraordinario disco de Hostsonaten. Una

de las delicias del "Pizza Prog" contemporá-

neo. Así lo manifestaba el propio Franco Bat-

tiato, buen amigo de Fafio Zuffanti, al acudir a

Ias sesiones de grabación de este magistral

disco:

mrzl2OO9 LA5 il0JAs DEL FORO l5

Page 18: Hojas del foro 8

ENSAYO

Es una obra cuyo concepto reúne los

elementales para ser degustada en

atronador que nos brinda le silencio.

factores

el ruido

BEADFISH - SLEEPING TRAFFIC: PART TWO

A primerosde los años noventa la banda sueca

Anglagard nos llenó de promesas cediéndonos

una parcela dotada de amplitud tildada de verde,

por Ia que desfilábamos convencidos en la resu-

rrección de Ia arquitectura más compleja que el

sinfoúsmo no solo ha dejado en lo paÍses nórdicos,

sino en eI centro y sur de una Europa inmersa en

la vulnerabilidad y el desconcierto creativo. Por

fortuna, en Ia actualidad, dieciocho años después

de la aparición de una de las formaciones más

excitantes y morbosas del progresivo sinfónico

sueco de los últimos años como han sido Angla-

gard, sus cenizas se han expandido generando

otros proyectos como Anekdoten y el más reciente

Beardfish que con la edición de de este tremebundo

disco, llegan a su cuarta edición. Arropado por Ia

filosofía del sello norteamericano Inside Out, cuna

de toda propuesta musical que rompa los cánones

estipulados en eI riguroso circo en plena carpa de

las grandes multinacionales, Beardfish es por

excelencia la banda de un ingenioso personaje,

en cuyo carácter hay un buen número de partituras

en clave de nobleza, tesón y esfuerzo. Hablo de

Rikard Sjóblom, ei portador de la inteligencia y eI

domínio de la profusión que poseían Anglagard

y el teclista, compositor y vocalista en la actualidad

de este Pez que mueve su barba bajo las gélidas

corrientes de un rÍo de superficie de color sepia.

La formación de los suecos se completa con: Daüd

Zackrisson; Guitarras, Robert Hassen; Bajo, y el

goove pletórico de métricas de diversos coloridos

de irregularidad de Magnus óstgren; Batería.

La segunda y esperada parte de este Sleeping In

Traffic no ha dejado a los fieles de Beardfish en

el rincón de la pasividad asomándose a los ojos

de la imparcialidad. Esta nueva propuesta disco-

gráfica ha cumplido todas las expectativas puestas

en ella, desde la composición al desarrollo de las

mismas, pasando por Ia producción y culminado

con un satisfactorio resultado final.

Ocho nuevas piezas encajadas a la perfección

integran un disco fresco que, desde eI fiordo de

un lenguaje retro, contempla en su cima la plata-

forma de un paraíso contemporáneo habitado por

criaturas de la nueva ola tecnológica. Y es ésta,

sin vacile alguno, la fórmula más eficaz para

generar una costosa producción discográfica en

la que la tesitura a la vieja usanza del arte de

componer en Suecia no pierde un solo ápice de

frescura.

Retomando la placentera orgía que surge en este

álbum, con eI tema que lo inicia como introducción,

Ah The Sun Sets, que desemboca en el primer

chorro de melodía y fluidos densos de granito en

subdiüsiones de tempo; Into The Night, pasando

por estructuras comprometidas con Ia identidadpersonal de cada miembro del grupo en la función

de su propio papel como sucede en sacudidas de

dimensiones electro eclécticas como; Cashflow o

Sleeping In Traffic, hasta llegar a; Sunrie Again,

I5 L A S H*J.45 *EL F*RS

Page 19: Hojas del foro 8

ENSAYO

rr

Sleeping In Traffic, hasta llegar a; Sunrie Again,

un tema que nos lleva a Ia cúpula del templo

nordico cubierto por una firme boveda de con-

tundencia en cuyo orgasmo radica la identidad de

las bandas suecas de identidad personal que este

generoso y rico país en músicas de alto riesgo nos

ha dado en los últimos cincuenta años.

Ese ha sido el resumen de estas dos rodajas mu-

sicales de diferente contenido pero que comparten

Ia misma devoción por un estilo que con más de

cuarenta años a sus espaldas, para la mayoría de

Ios aficionados la música como uno de los expo-

nentes del arte de nuestro tiempo, sigue siendo

en algunos casos un estilo olvidado, enterrado.

Para otros un género absolutamente desconocido

y para el resto, devaneos creativos regocijados en

el desván de Ia incomprensión habitado por talen-

tos obtusos, arropados por eI ego y Ia fe en Ia

precisión que exige eI dominio de Ia elucubración.

Para otros pocos es una forma de vida, expresión

y satisfacción ajena a las pretensiones del imperio

metálico con el que se compra todo menos la

Iibertad y Ia fe ciega de confiar con plenitud

absoluta en aquello que apofia el centro de nues-

tras cejas, desde donde mana una nota en concreto,

en Ia clave que sea, dentro o fuera de un pentagra-

ma, con la que sólo se pretende que la siguiente

nota nunca suene igual. Desde un paraíso personal

en eI que avistamos habitaciones azules divisando

los movimientos que genera Ia misma mariposa

de cristal, Ia que con sus alas transparentes ciega

nuestros ojos permitiéndonos a su vez que dis-

pongamos la capacidad de observar los misterios

que guardan algunos elementos como esa agua

tranquila... Que siempre nos permite nadar, o eI

fuego encendido que nos puede calentar mientras

exponemos la cara al aire que no permite respúar,

para que su caricia nos haga valorar Ia realidad

que revela eI corazón de esa Manzana de piel

arrugada en cuyo interior está la verdadera raz6n.

Os dejo en los siguientes renglones una referencia

de estaciones de Radio en Internet, donde a través

de estás emisoras especializadas podréis escuchar

a los representantes de este género musical.

Canales de radio en internet especializados en rock

progresivo:

t'ww.auralmoon.com (USA)

wvr.w. deliciousagony.com (USA)

r4r /w.progscape.com (USA)

r+'ww.radiomirage.org.es (España)

wlvw.progradio.com (USA)

wvvw.progres siveworld. com (USA)

Otras páginas de interés:

wvlr,r'r. e s quiz o fr enia. c om

\4"vyw. p ro gre siva 7 0 s. c om

w"ww.dprp.net

wr¡¿w.discospat.com

w"ww.mellotronenre c or d s. com

***: Si estimáis oportuo formulil cualquier consulta de Ias obras desgra-

nadas en este número de la reüsta, o si buscáis información puntual a

cerca de cualquier grupo o solista del Art Rock,no dudéis en escribir a:

c air o in aw o r d erl an d @ h o tm ail. c om

Será un placer atender westras consultas, propuestas y sugerencias.

m¡z 2OO9 LA5 HOJAS DEL FORO 17

Page 20: Hojas del foro 8
Page 21: Hojas del foro 8
Page 22: Hojas del foro 8
Page 23: Hojas del foro 8

NARRATIVA

el ceremon Benjamín López

A lo lejos sonaron lúgubres Ias once campanadas.

La hora ya estaba cerca.

Un violento estremecimiento recorrió su agotado

cuerpo. ¿Afotado? No lo sabía con exactitud.

Lo que éI sentía era algo nuevo, desconocido, horrible;

y aquella extraña sensación Io mantenía inmóvil,

expectante... Sin embargo, conocÍa eI final de todo

aquello. Fatalmente lo había deseado y temido

durante mucho tiempo. Ciertos juegos extremada-

mente peligrosos sólo podían tener aquel finalPor unos instantes se sintió irreconocible, distinto

dentro de aquel insoportable traje negro. Al apar-

tarse los cabellos de la frente, comprobó que sus

manos estaban heladas. ¿Hacía frío en aquella habi-

tación extraña? Ni siquiera Io sabía con certeza. De

momento no reconocía eI lugar donde se encontraba,

pero era obvio que el exagerado refinamiento de

aquel aposento no lograba borrar su indescriptible

temor. Fuera se escuchaba un murmullo de voces

desacostumbradas. No, no eran las mismas que se

filtraban por el tabique de su apartamento, desgra-

nando los pormenores cotÍdianos de la colada y las

letras de cambio. Eran unos susurros secretos y

maliciosos, parecidos a las conversaciones apagadas

que se oyen en los velatorios.

Pero, ¡éI no estaba muerto! ¡Ni iba a morirl Corrió

hasta el espejo, la borrosa imagen que se reflejaba

era, sin duda la suya; ojeroso, pálido, descompuesto

y con eI pelo extremadamente corto, sí, pero era éI,

vivo y sintiendo todavía los fuertes y acelerados

latidos de su corazón.

Durante unos segundos de lucidez, o de demencia,

pensó en huir, en escapar de allÍ antes de que

ocurriera Io ineütable...

Era posible que toda aquella espantosa sensaciÓn

se debiera a Ia resaca. ¿Pero había bebido tanto Ia

noche anterior? Sí, posiblemente...

No tuvo tiempo de seguir pensando. EI sonido de

unos pasos que se acercaban lentamente lo sacaron

de su meditación.

Luego, despacio, el picaporte de la puerta empezó

a girar lentamente...

Fueron unos segundos que Ie parecieron horas, o

tal vez fueron horas que Ie parecieron segundos,

con los picaportes nunca se sabe.

EI que entraba era A]berdi. Se tranquilizó. Era su

viejo camarada, su gran amigo... Y, sin embargo,

Alberdi tampoco parecía Ia misma persona de siem-

pre. Su sonrisa era falsa, frÍa, sus ojos estaban

enrojecidos y lo miraban con una rara tristeza.

Las triviales palabras de saludo que le dirigió sonaron

huecas.

iDios mío, cómo podía resultar todo tan distinto

aquel dÍa!

Cuando Alberdi 1o abrazó soruiente, pudo verle una

desagradable marca roja alrededor del cuello.

"Pobre Alberdi", pensó. "También él está sufriendo

todo esto."

Nunca supo con exactitud como había salido de

aquella habitación. ¿Lo sacaron? Apenas podía re-

cordarlo. Le dolía tanto Ia cabeza... Mientras andaba,

todo le daba r,rreltas y una garra feroz le apretaba

eI estómago, eran náuseas. Aunque inconsciente,

luchó como un jabato por evitar la vomitona. DiCni-

dad hasta el ttltimo momento.

Empezó a salir del caos mental justo en el momento

que cruzaba la enorme puerta de madera negra,

decorada con alucinantes tallas de seres mÍticos y

cabalísticas claves secretas.

También notó, emocionado, que ya no estaba solo.

Caminaban juntos, despacio; enmedio de Iapenum-

bra y rodeados por una masa de gente que los miraba

fijamente, en silencio. Todos ellos estaban allÍ, nadie

había faltado a Ia cita.

La mágica luz de los cirios ponÍa una temblorosa

vida siniestra en aquellas otras figuras de piedra o

ial

mrz I 2009 LAS HO.lA5 DEL FORO 2t

Page 24: Hojas del foro 8

NARRATIVA

escayola que con sus ojos sin vida parecían decirle:

"Huye, huye, huye..."

Ya era demasiado tarde.

Desde hacía unos minutos miraba y miraba alucinado

aquellas manos marfileñas y huesudas que, con

ritmo estético y litúrgico, se movÍan consumando

Ia ceremonia.

De pronto, las manos se quedaron quietas, inertes,

como flores muertas, para dar paso a la pregunta

definitiva;

-Francisco, ¿quieres por esposa a Ma del Rosario...?

-Sí, quiero -se oyó decir claramente.

Luego, más preguntas, más respuestas. Música de

órgano, besos, las lagrimitas de rigor y, por fin, la

total ausencia de miedo.

EI bueno de Alberdi corrió a abrazarlo.-Paco, ¡qué cogorza cogimos anoche!. La tuya sí que

fue una despedida de soltero. Bueno, espero que la

resaca te haya servido, al menos, para espantar esas

la campanina d'ouru

(Esti relatu ta recoíu de Ia tadición oral del pueblu

La Pontecastru, nel conceyu Tinéu. Si bien me

permití dalguna pequena l.licencia Lliteraria, Ia

esencia del testu ía talo vei daréu. A mÍ contóumelu

la mía buela, Sarina, a Ia que vei dedicáu, anque yá

nun s -alcuentre con nós.)

Esta hestoria anicia hai muitos muitos anos. ¡Qué

digo anos!¡Sieglos!: Cuando un requetebuelu míu-

ys garróu una campanina d'ouru a las mouras, que

la tenían, xunto a outros muitos bixos, asoleyando

a la vera'I camín de Castru.

Aquel home echóu andar pa casa, pero sentíu daqué

tres d'él que lu fixo esmolecese. Volvéuse y lo que

víu deixóulu plasmáu. Yera una fouz de fueu que

Iu siguía pol aire ensin naide que Ia garrara.

dudas y ese miedo que, según dicen, entra a última

hora.

Mientras hablaba, se fue aflojando el nudo de la

corbata y desabrochando el primer botón de la

camisa, hasta que su cuello quedó libre de opresio-

nes..

-Perdona, chico, pero este dichoso cuello del trqje de

etiqueta me esta arañando la piel. Uno no está

acostumbrado.

Todo volvía a Ia dichosa normalidad.

Antes de subir al coche, Charo, inteligente y oAginal

como siempre, le susurró aI oÍdo: "Amor mío, hoy

es el día más feliz de mi vida"

En ese momento eI reloj de la iglesia dejó oÍr una

campanada que a Paco Ie sonó como un martillazo

dado en el centro de su cabeza.

(Cualquier parecido con la realidad es pura coinci-

dencia)

Rubén Rey Menéndez

El paisanu entamóu a correr como un xabaril espan-

táu. Dacuando volvíase pa ver si Ia fouz venía tres

d'é1. Cuando taba apruciendo al pueblu yayáyera

pa sentir la calor del fueu na nuca, empobinóu pa

la capiel.la glayando al altu la l.leva: "¡Ai, San XuanÍn

del alma, l.IÍbrame d'esta fouz, que Ia campanina

garréila pa ti!". Entós, como por arte 'l sumiciu, Ia

fouz desapaecéu ya l' home entróu a deixar la

campanina nel altar de Ia capiella, a la vera'l Santu.

A los poucos díes yera la fiesta'l pueblu ya habÍa

que sacar aI Santu en procesión. Nu cielu acolum-

braban unas nubes prietas como'I carbón qu'

abarruntaban una bona boriada. Yá taban decidíos

a deixalu quedar hasta I'outru anu, cuando aquél

al.Iorxáu pariente díxo-ys qu'esperaran un momen-

22 LAS HOJAS DEL FORO

Page 25: Hojas del foro 8

NARRATIVA

t

tÍn. Garróu la campanina d'ouru del altar ya salíu

escopetáu a tolo que daba, pasando pola Ponte

Grande pal outm l.lau del ríu. La xente toda, tamién

el cura, salíu de Ia capiel.la pa fora pa ver Io que

faÍa. Al cabu d'un cuartu d'hora apaecéu nel picu

La Barzaniel.Ia, que ta xusto enfrente'I pueblu. Entós

púnxose a tocar la campanina ya desiguida

I.Ievantóuse un airón que desapaecéu las nubes

todas deixando'l cielu estenu dafeitu. ToIa xente

esperóu a que volviera l'home pa que fuera ún de

Ios que l.Ievara'I Santu.

sput I ,*., Rodríguez Menéndez

Korolev no acababa de creérselo. Volvió a mirar al

monitor, y aún así se autoconvenció de que todo

era mentira, porque ya tenía tan profundamente

interiorizado su fracaso que ninguna otra cosa le

parecía factible. Meses de presiones continuas, de

suministros que mrnca llegaban y de órdenes con-

tradictorias habían terminado por convencerle de

que no tenía ninguna posibilidad, y ya se había

resignado a caer en desgracia, a perder su título,

su carrera, su vida. No sería la primera vez que le

pasaba. En aquel país podían quitártelo todo, hasta

tus ilusiones, y después recuperar la autoestima

parecÍa un imposible. Bastaba con caer mal o fallar

en eI momento adecuado, o con ser demasiado

brillante para el gusto oficial. EI padrecito ya no

estaba, pero realmente había conseguido dejar una

herencia digna de su genio. Habían intentado ma-

quillarla, quizás hasta se habÍa atenuado, pero su

esencia seguÍa ahí, post mortem (y cada vez más

con üsos de eternidad trascendente). La dinámica

era simple y axiomática a más no poder, tan simple

y axiomática que cabía en una frase: sólo contaba

quien ellos quisiesen que contara. EI talento y el

azar eran conceptos que habían ido perdiendo todo

Y dende aquel día, cada vez que s' abarruntaba una

boriada que nun encartiaba, como pol tiempu Ia

yerba, sacábase la campanina ya diba tocase naquel

picu pa desapaecela Io más l.luerxe que se pudiera.

Asina tuvo fayéndose hasta hai bien poucu pero'

hai yá unos cuantos anos, xuntáronse milenta guah.es

na casa onde Ia guardaban ya la campanina desapae-

céu por dalgun requeixu. Enxamás de Ia üda volvéu

sabese d'el.la nin se foi pa espantar Ia tona.

su significado con el üempo. Todo el que conseguía

ese pequeño (o no tan pequeño) ascenso, esa me-

jora, ese mayor status tendía a encuadrarse inde-

fectiblemente en un perfil harto característico:

mediocre, bien relacionado y con carné. Pocas veces

tres cosas significaron tanto para una sociedad,

por otro lado enferma, corrompida por años de

sistemática degradación moral. Y Ia verdad es que

no parecía dispuesta a tomar conciencia de nada,

porque aún en eI caso de que hubiera podido

hacerlo era mejor dejarse llevar por la abulia' No

es fácil criticarlo, porque en eI fondo la inercia del

terror funciona, y llega un momento en que años

de intoxicación hacen efecto. Uno acaba justificán-

dolo todo bien porque no ha conocido o bien porque

no recuerda otra cosa, y no sabe que pasará si

aquello cae. Lo que un día se escuchaba como

propaganda hoy se escucha como dogma inapelable,

como verdad revelada por ese nuevo pontifex

maximus que es eI Partido. Y se termina por asumir

Io inasumible, por tolerar lo intolerable, en defini-

tiva, por perder la dignidad. Ese es eI hombre

nuevo del que ellos hablan. El logro más sublime

del totalitarismo.

n¡k

mrz L 2009 LAS HOJAS DEL FORO 23

Page 26: Hojas del foro 8

NARRATIVA

Uno de sus subordinados le sacó de su ensimisma-

miento para decirle a voz en grito lo orgulloso que

estaba de que hubiera sido su superior. Korolev le

miró aturdido; no le conocía demasiado, y además

seguro que también era mentira. Entonces uno de

Ios delegados políücos en eI cosmódromo se acercó

a éI y le felicitó por su labor aI frente del prog¡ama

espacial, y ya no lo tuvo tan claro. Mientras el

comisario le comentaba lo importante que era aquello

para el país el director dejó vagar la üsta por la sala

y por vez primera cayó en Ia cuenta del ambiente

el alba ] *u sasasti

La pierna derecha le tiembla sin control. Se pregunta

qué sentirá cuando la bala -mordisco de metal- Ie

atraviese el cuerpo inerme. ¿Pedirá clemencia? Lo

ha visto hacer a muchos. Se cree capaz de hacerlo.

Tan cobarde, tan valiente como todos. Ve pasar por

Ia ventanilla del autobús las tierras, que escapan

veloces a su mirada. Apenas clarea el alba. Se sacude

de Ia memoria, de üfl zarpazo, los ojos aterrados

de María, el llanto del pequeño.

Han llegado. Ladran las órdenes. Bajan medrosos

del autobús: rebaño dócil y asustado. Un barracón

les recibe: es húmedo, triste, frío. Cada uno se

acomoda como puede en aquel pequeño espacio.

Cerca unos de otros. Se agradece el calor de los

cuerpos, Ia cercanía. Qúsiera cerrar los ojos, no vet

el sufrimiento en los de los demás, pero se obliga

a mirar. Eso es lo que le queda, Io que llevará consigo

hasta el final. A su lado, un joven, casi un niño, se

tapa la cara con Ias manos y musita algo con voz

queda. No sabe si reza o llora. Sus ropas están sucias,

festivo que imperaba aIIí. Su interlocutor se dirigió

a los que estaban debajo y Korolev pudo ver cómo

todos comenzaban a aplaudirle. Les miró durante

un instante, y acto seguido volvió la vista al monitor

dónde se transmitía la situación real del Sputnik.

Estaba claro, pero todavía siguió costándole creer

que habÍa tenido éxito, cuando en realidad eso era

lo que más deseaba. Explicarselo a alguien ahora se

le antojaba poco menos que imposible. Claro que

un hombre normal nunca sería capaz de entenderle.

Tendría que haber conocido eI Gu-lag para hacerlo.

los bordes del pantalón llenos de barro. Una gorra

negra le cubre la cabeza y tapa el cabello rubio.

-¡Eh, chico! ¿Cómo te llamas?

-Me llaman "Peonza", señor, pero mi nombre es

José.

Su charla distrae al muchacho de los preparaüvos

que üenen lugar fuera del barracón. El miedo queda

relegado al fondo de su memoria.

-José, cuando salgamos y nos coloquen junto al

muro, mírame a los ojos, no apartes tu mirada de

mÍ, ¿de acuerdo? Yo estaré conügo.

Vienen a buscarles. José tropieza y el hombre le

a¡rda y sostiene.

-José, mírame. ¡Mírame, chicol

Sus ojos, perdidos en los ojos del hombre, no ven

llegar la muerte.

r_45 HOJAs DEL FORO24

Page 27: Hojas del foro 8

NARRATIVA

q uotid ián u s

Aquel día de principios del inüerno, en la casa de

los Fernández, todo dejó de funcionar. No fue algo

que sucediese de repente, pero poco a poco y a Io

Iargo de aquel sábado, todos los aparatos comenza-

ron a fallar.

A primera hora de Ia mañana, fue el cepiJlo eléctrico

el que se negó a realizar su monótono movimiento.

Luego le siguieron el agua caliente, el horno y la

radio, por más que Antonio probase a cambiarle a

esta última las pilas urra y otra vez.

-Ya miraremos la loterÍa en el periódico de

mañana-dijo finalmente.

A la hora de comer no pudieron cocinar ni tan

siquiera calentar nada, así que se contentaron con

una tabla de queso y embutidos, con pan del día

anterior, pues no habían sido capaces de arrancar

el coche para ir a la panaderÍa. Tampoco pudieron

cuest¡ón de orden Eruiquerejón

La viqia señora entró en el salón con una bandeja,

en eIIa había unas pastas y algunos bombones. Se

sentó en Ia butaca, aI lado del sofá en el que sentaba

un hombre algunos años más joven. EIla tenía una

sonrisa de Io más encantadora, y su conversación

resultaba muy agradable. Por su pafie, eI invitado

se limitaba a sonreír y a escuchar, hablaba poco.

Sobre ellos planeaban Ia muerte y el diablo. El diablo

venía para matar al hombre a través de la a¡fitriona,

Ia muerte por la vieja dama. Sólo era cuestión de

orden. Cuando Ie ofreció bebidas, él pidió zumo de

tomate; ella preguntó: ¿solo o con leche? El diablo

y Ia muerte se miraron divertidos. Esperaron Ia

respuesta del hombre. EI veneno estaba en Ia leche.

I "rraurro

Adolfo Fernández

rematar el almuerzo con su habitual café ni llamar

por teléfono a sus nietos.

Pasaron la tarde sentados en eI salón hasta que

oscureció, mientras la lavadora y el lavavajillas

dejaban sus tareas a medias. Cuando dejó de verse

Ia teleüsión, Marta dijo

-iEsto no puede ser casualidad, parece cosa de

brujas!

Pero Antonio no contestó, su cuerpo reposaba pIá-

cidamente sobre el sofá. Su mujer pensó que se

había dormido y dejó de prestarle atención aI per-

catarse de que también las luces comenzaban a

fallar.

Fue entonces cuando intentó levantarse, pero no

pudo.

La señora mantenía la lechera sobre la taza, dispuesta

a verterla sobre el zumo de tomate. ÉI, después de

mirar a los ojos azules de Ia mujer, bonitos a pesar

de los años, se levantó, Ie dio un beso en Ia mejilla

y se fue. Las lágrimas anegaron los ojos de la dama,

haciéndolos aún más bellos, mientras permanecía

con el gesto paralizado sobre eI vaso. Tan doloroso

resultó ver llorar unos ojos asÍ, que Ia muerte sintiÓ

pena y no pudo llevársela ese día; eI diablo tuvo que

consolat a su compañera mientras lamentaba su

mala suerte: "¡Bah! Nos falló eI orden - dijo-. A

propósito, ¿te he dicho que cada día me gustan más

rus cuencas vacías?, y esa sonrisa..."

mrz | 2009 LA§ HOJAS ÜEL roRo 25

Page 28: Hojas del foro 8

NARRATIVA

regalo de an iversario Ángela MartÍnez Duce

Anselmo ha bañado a María con mimo, ha peinado

su pelo níveo mientras la susurraba dulces palabras.

Después le ha puesto eI vestido de boda; el que

durante cincuenta y dos años ha estado enterrado

entre bolas de naftalina. No es blanco ni radiante,

sino negro, por el luto y para eI luto. Agotado por

el esfuerzo, Ansehno jadea mientras se enfunda en

su traje oscuro. Para aliviar el dolor se pone otro

parche de morfina. A las once esperan sentados

ante el televisor para ver Ia santa misa. Mientras

C¡ta en la tarde XuanManer

A la hora de la siesta, cuando eI despertador anun-

ciaba tareas ya envejecidas, mientras dos hombres

subían por la escalera, uno con la sangre borrada

de sus manos, no de sus ojos, otro sostenido por el

aire géIido del juez -la última instancia-, éI sonrió,

con las horas por venir insinuadas al otro lado del

un cable suelto XuanManer

Él era el ultimo. Los demás esperaban al otro lado

del puente. Recorrió las calles, üo puertas abiertas

que exhibÍan su abandono, perros desorientados

tras el aroma de Ia póIvora, árboles agonizantes

entre la tierra encharcada. Se acercó aI puente. Oyó

los gritos al otro lado, sobre el silencio del cauce

Anselmo se da golpes en el pecho implorando perdón

por los pecados cometidos y los que va a cometer,

MarÍa, ajena a todo, juega con su muñeca. Al acabar

la misa, Anselmo hace un último esfuerzo para

cumplir el guión establecido. María por unos instan-

tes regresa de su largo viaje, le coge de las manos

y le dice: -Telmo ¿a dónde vas? A condenarme,

contesta el hombre. Sin dudarlo, María le sigue.

teléfono -tiempo vencido que se precipita-. Sonaron

Ios golpes, tembló la puerta, se arrastró el miedo.

El refugio se extinguió bajo el abrazo de la cerüdum-

bre. A la hora de Ia siesta, dicen, a la hora de Ia

siesta sucedió.

seco. Tal vez su nombre, una súplica. Miró hacia

atrás. Se acercaban. Inspiró eI aire acre. Lo inundó

como agua fresca. Su mano, firme, empujó el deto-

nador hasta el fondo. El pánico dibujó una mueca

en su cara. El puente seguía intacto.

26 LAS HOIA§ DEL FORO

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Page 31: Hojas del foro 8

POESiA

Chus Fernsndez

dejemos al ch ico tranq u ilo

no ya tuya la Ilama no qüeres una edad menor cuando vuelves igual que eI ojo inmóvil encara eI ruido

sin cuño sóIo encuentras eI frío de las aulas piel inflamada de una calefacción escasa aquella rugosidad

de los metales que aún hoy queda / falta ahora 1o que entonces no hubo

alguien

COIrC

ahÍ tienes una historia / / el cttbo contra las paredes más alto vacío / rasgas üves en Io que

una vez üste en Ia cocina a oscuras la luz del horno repartía pequeñas brisas anaranjadas a lo largo

del marco de Ia puerta / no digas pregúntate y en la mano caerán cenizas tu pienso // quisiste anidar

/ en el sonido / con el que se abren y cierran los cajones más viejos / aIIí había algo para ti y de ti al

fin no sabías / nos pusimos en manos del viento y el viento no qúso hacerse cargo de nosotros al

menos te dijo / que sóIo en el límite disfrutarías y que estarÍan cada vez más lejos los bordes / vuelves

y nunca llegas / sonrÍes: para ir más allá doblas Ia lengua / quién extenderá un manto sobre eI suelo

nuevo de tu infancia quién colocará un nombre por cada tabla que falta en el puente colgante / porque

no pudiste caminar por encima del río en eI río te hundiste no sigas / andando / se hilan las virtudes

para eIIo ul credo: en movimiento en mÍ no estaré no seré yo mi herida / y un mandato: no escribir

lo que se piensa sino como se piensa te impusiste alfin / a uno de tus vicios: pensar

sentir

que eI tamaño de Ia dignidad es dictado por Ia dimensión de la renuncia y sin embargo un

mundo / todo Io que se deja fuera

cómo si no

qué poco

cuanto en la tela cabe por un tiempo fue / suficiente / aquella ilusión: las manos crearían / lo que eI

corazón pidiera / pero es Ia ausencia / el núcleo de la ráfaga y quien mira atrás su despedida cimienta

cuánta ternura en cada cuello forzado trae ahora una bandeja que no ofrezca entre los restos de los

mrzl2009 LA§ HOJAs DEL FoRs 29

Page 32: Hojas del foro 8

PoEsín

dulces tu reflejo eso debería ser / la voz nada más grande / que eI amor que al despertar siente el

escultor hacia el barro en su piel tras Ia noche seco ru rezo / incluye / un verbo que desconozca el

cobijo de Ios dientes el vehículo que puede ser la saliva un fraseo / que no se disuelva en tu garganta

con las yemas la sintonía / frecuencia / sabe eI dial del origen de Ia emisión la ventura de la claridad

la d.esgracia de las obstrucciones eI ritmo raso del ensimismamiento esto bastaría / par;a describir eI

intervalo: está vacía la bolsa / enla que qúsieras volver a meter tu mano dormida te pregr¡ntas en

qué pensaba el cartero mientras dejaba en tu buzón aquella carta en la que te decían adiós persigues

un flujo libre de canales una palabra que por sÍ sola prenda y al margen de ti permanezca ten cuidado

estilo es estío y esügma / por eso debes / estar siempre ,/ en otro sitio nunca andarte dejarte arrasúar

también hoy por Ia luz de los glaciares // estántodos aqú y no hay nadie bajo la mesa / por donde

llegan me fui / celebraremos siempre aquel enredo porque otros cabos amarr¿ill permanencias / sima

es orilla estrecha y ampüo hueco Ia altura invoca / porque promete fin y asegura vértigo recordarán

/ el arco en Ia cuna el gfito encarnado en rostros desconocidos el horizonte en la palma de mis manos

/ soy la zapatilla que nunca encuentras por la mañana / una de esas botellas caídas en el jardín que

debes recoger aunque sepas que están vacías / de pronto carecieron / de valor las certezas el dolor

engendraba eI daño y no al revés si pudiera irse volvería / atrás quedó / el üempo de los adjetivos

no hay punzón ni belleza en Ia palabra sino en el encuentro / de las palabras temblor de pupilas y

pensares eI hartazgo difuminarÍa los resortes y con ellos eI vacío / céüz / de las intenciones / de

hablar no digas di / en Ia compensación nadie pudo encontrar eI equilibrio,/ solías estar / acostumbrado

al aúe / flSo / de los hospitales / nada era para ti / aquel néctar neglo que de Ia espera manaba sueñas

con un silencio

que traigan otras manos

renuncias

ya aI cobijo del bronce / quisieras edstir

en eI caldo oscuro que en la hoja tiembla y no es aún llamada / qué cosa tan exúaña tus días / decidiste

detenerte aun sabiendo que inmóvil no estás / a Ia misma üstancia de la muerte que de la vida en

el habla a veces se hace un nudo y eso vale

30 LAs HOJAS DEL FORO

Page 33: Hojas del foro 8

POESIA

ftl aril uz Fe rn ández Ll ames

apetito

La noche llegaba a las afueras de Ciudad Juarez.

Un hombre apuraba el paso hacia una hacienda en penumbra.

Llevaba el cuerpo ansioso.

A cuatro días del secuestro, después de tanta violación, vejación y golpes, seguía con sed y hambre.

Sin mirarla Ie abriÓ la garganta de un tajo.

Le cortó las manos y las echó al horno.

Se fumó un cigarrito y se masturbó salpicando Ia lumbre.

La cena está lista.- Pensó.

De un puntapié encendió el televisor.

Un político local buscaba votos estrechando manos en el mercado de abastos.

Las reses, abiertas en canal, oscilaban al fondo.

mrz I 2OO9 L A s H o J A s D E L F o R o 3l

Page 34: Hojas del foro 8

POESíA

corredor de fondo

Los lodos aumentan

al tiempo que el calendario

queda desnudo

no te conoceré

manecillas mandan

dónde estábamos

el día D a la hora H

el brillo del sol

habrá sido un gasto inútil

abandonaré la parada del bus

cuando Ia brisa

ponga a rodar los cardos

sobre la carretera parcheada

y ya no tenga sentido

resprrar

agotar el billete

un pie tras el otro

y en el último paso

tan sólo verte pasar.

32 LAs HoJAs DIL FoRo

Page 35: Hojas del foro 8

POESíA

L U S I T A N I A I poesía portuguesa cotemporánea

Al Berto

huerto de incendio

recado

escúchame

que eI día te sea limpio y

en cada esquina de luz puedas recoger

alimento suficiente para tu muerte

vete hasta donde nadie te pueda hablar

o reconocer - vete por ese campo

de cráteres extinguidos - vete por esa puerta

de agua tan vasta como Ia noche

deja que te cubra el árbol de las casiopeas

y que las avenas locas que eI ácido oxidó

se levante en un vertiginoso vuelo - deja

que el otoño traiga los pájaros y las abejas

para que pernocten en la dulzura

de tu breve corazón - escúchame

que eI día te sea limpio

y más allá de Ia piel construye eI arco de sal

(trad.Fernando Menéndez)

mfz | 2OO9 LAsHolAsDELFoRo33

Page 36: Hojas del foro 8

POESíApoesía porruguesa cotemporánea I L U S I T A N I A

Ia morada eterna - el mar por donde huirá

el etéreo visitante de esta noche

no olvides eI navío cargado de luces

de deseos polvorientos - no olvides el oro

eI marfil - Ios sesenta comprimidos letales

para eI desaluno

vesügios

en otros tiempos

cuando creíamos en Ia existencia de Ia luna

nos fue posible escribir poemas y

nos envenenábamos boca a boca con eI üdrio molido

por las sÍlabas prohibidas - en otros tiempos

los días corrían como el agua y limpiaban

Ios líquenes de las inmundas máscaras

hoy

ninguna palabra puede ser escrita

ninguna sílaba permanece en Ia aridez de las piedras

o se expande por el cuerpo extendido

( tr a d. F e rn a n d o M e n é n d e z )

a

)

a

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36 LAs HoJAs DEL FoRo

Page 37: Hojas del foro 8

POESíA

L U S I T A N I A I poesÍa portuguesa cotemporánea

en el cuarto del cinabrio y del alcohol - se pernoctaz

donde se puede - en un vocabulario reducido y

obsesivo - hasta que el relámpago fulmine la lengua

y no se consiga oír nada más

a pesar de todo

insistimos en repetir los gestos y en beber

Ia serenidad de la selva - vamos por Ia fiebre

arriba de los ceüos - hasta que toquemos eI místico

arbusto estelar

v

eI misterio del luz nos fustigue los ojos

con una euforia torrencial

otro dÍa

cae en la mañana del corazón desolado

Ia curruca que cantaba lejos de aqú y

en ese instante

la tristeza del rostro subió a los labios

para quemar Ia muerte próxima del cuerpo y

(trad.Fernando Menéndez)

mrz I 2009 L A s H o J A s D E L F o R o 35

Page 38: Hojas del foro 8

POESíApoesía portuguesa cotemporánea I L U S I T A N I A

de la tierra

pero si la noche üene

llena de luces ilegibles de velos

de relojes parados- levanta las alas

rasga eI aire que te sofoca y no te muevas

para que yo me quede a verte despedazar

aquello que pienso y ya no escribo- aquello

que perdió el nombre y se bebe como cicuta

junto aI precipicio y Ia belleza de tu cuerpo

después

dejaré al día avanzar como rm barco

que levanta eI vuelo y trae las malas noticias de los periódicos

y el olor espeso de las cosas olvidadas- las gafas

para ver el mar que ya no veo y un dedo incendiado

esbozando en eI polvo una ventana de oro

(trad.Fernando Menéndez)

36 LAs HoJAs DEL FoRo

Page 39: Hojas del foro 8

mrz 2009 **j45 *ilL i*e.*

*t:"¡*nr: & r*-vr: Ér6 a": i!a*! s*tt*';;¡; r ét: itt:s¡ *rt:s, 2008

Collage.

Page 40: Hojas del foro 8

¿por qué nun faemos

mañana algo especial

los dos xuntos?

venga, va, vamos pa

Parque Principau tol día.

Comemos allí, luego vamos

de tiendas y después al

cine a ver una peli.