hoja dominical san gregorio palamás

2

Upload: diocesis-de-mexico-de-la-iglesia-ortodoxa-en-america

Post on 11-Aug-2015

294 views

Category:

Spiritual


3 download

TRANSCRIPT

Page 1: Hoja Dominical    San Gregorio Palamás
Page 2: Hoja Dominical    San Gregorio Palamás

TROPARIO DE LA RESURRECCIÓN - TONO 6°

Coro: Las potestades angelicales estaban ante Tu tumba, / y los que te vigilaban cayeron

como muertos, / y María entrando en Tu sepulcro, / buscaba Tu Purísimo Cuerpo. / Te

despojaste del infierno sin ser entrampado por él. / Descendiste al encuentro de La Virgen

dando vida, Oh Señor, / que de entre los muertos resucitaste, / Gloria a Ti. //

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

TROPARIO DE SAN GREGORIO PALAMÁS - TONO 8°

Coro: ¡Oh Astro de la Ortodoxia, / firmeza de la Iglesia y su maestro; / hermosura de los

ascetas y su adorno, / el irrefutable campeón de los teólogos, / Gregorio el milagroso, /

orgullo de Tesalónica y predicador de la Gracia! / Intercede, sin cesar, / por la salvación de

nuestras almas. //

Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

CONTAQUIO DE SAN GREGORIO PALAMÁS - TONO 8º

Coro: A una sola voz te cantamos, / instrumento Santo, y divino de la sabiduría, / alegre

trompeta de la teología, / juntos te alabamos con himnos, / oh Gregorio, inspirado por

Dios. / Como eres una inteligencia presente, / ante la sabiduría divina, guía nuestras mentes

hacia ella, / para que así todos exclamemos: / Alégrate oh predicador de la gracia. //

Diácono: Atendamos.

Sacerdote: Paz a todos.

Lector: Y a tu espíritu.

Diácono: Sabiduría.

Lector: PROQUIMENO en el Tono 6°

Lector: Oh Señor, salva a Tu pueblo, y bendice Tu heredad; Tu heredad.

Coro: Oh Señor, salva a Tu pueblo, / y bendice Tu heredad; / Tu heredad. //

Verso: A Ti clamaré, oh Señor mi fortaleza; no guardes silencio para mí.

Coro: Oh Señor, salva a Tu pueblo, / y bendice Tu heredad; / Tu heredad. //

Verso: Oh Señor, salva a Tu pueblo.

Coro: Y bendice Tu heredad; / Tu heredad. //

Diácono: Sabiduría.

ECTURA DE LA CARTA DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS HEBREOS. (Hebreos 1: 10 - 2: 3)

Diácono: Atendamos.

Hermanos: Dios dice: Tú, al principio, ¡oh Señor!, pusiste los cimientos de la

tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permaneces;

todos como un vestido envejecerán; como un manto los envolverás y como un

vestido, serán cambiados. Pero tú eres el mismo y tus años no tendrán fin. Y ¿a qué

ángel dijo alguna vez: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos al

estrado de tus pies? ¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión

de asistir a los que han de heredar la salvación? Por lo tanto, es preciso que

prestemos mayor atención a lo que hemos oído, para que no nos perdamos. Pues si

la palabra promulgada por medio de los ángeles, obtuvo tal firmeza que toda

transgresión y desobediencia recibió justa retribución ¿cómo saldremos absueltos

nosotros si descuidamos tan gran salvación? La cual comenzó a ser anunciada por

el Señor, y nos fue luego confirmada por quienes la oyeron.

Sacerdote: Paz a ti.

Lector: Y a tu espíritu.

Diácono: Sabiduría.

Lector: ALELUYA, en el Tono 6°

Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Lector: El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.

Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Verso: Diré yo al Señor, Esperanza mía y Castillo mío, mi Dios, en el confiaré.

Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.

Diacono: Sabiduría, estemos de pie, escuchemos el Santo Evangelio.

Sacerdote: Paz a todos.

Coro: Y a tu espíritu.

ECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS. (Marcos 2: 1 – 12).

Coro: Gloria a Ti, Señor, Gloria a Ti.

Sacerdote: Atendamos.

En aquel tiempo, Jesús: Entró de nuevo en

Cafarnaúm; al poco tiempo había corrido la voz

de que estaba en casa. Se agolparon tantos que

ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y Él les

anunciaba la Palabra. Y vinieron a traer a un

paralítico llevado entre cuatro. Al no poder

presentárselo a causa de la multitud, abrieron el

techo encima de donde Él estaba y, a través de la abertura que hicieron,

descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dice al

paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos

escribas que pensaban entre sí: ¿Por qué habla éste así? Está blasfemando. ¿Quién

puede perdonar pecados sino sólo Dios? Pero, al instante, conociendo Jesús con su

espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: ¿Por qué piensan así en sus

corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o

decirle: Levántate, toma tu camilla y vete? Pues para que sepan que el Hijo del

hombre tiene en la tierra poder de perdonar los pecados – dice al paralítico –, A ti

te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Se levantó y, al instante,

tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que todos quedaron

maravillados y glorificaban a Dios, diciendo: Jamás hemos vimos cosa igual.

Coro: Gloria a Ti, Señor, Gloria a Ti.

L

+L