historia de las religiones las religiones antiguas. i

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Primera edición en castellano, febrero de 1977 Segunda edición en castellano, mayo de 1977 (México) Tercera edición en castellano, septiembre de 1979 © SIGLO XXI DI! ESPOO EDITORES, S. A. Plaza, 5. Madrid-33 En coedición con © SIGLO XXI EDITORES, S. A. Avda. Cerro del Agua, 248. México-20, D. F Primera edición en francés, 1970 © EDITION"S GALLIMARD Título original: Histoire des ReIigions 1. Encyclopédie de la Pléiade DIlRECHOS RF.5ERVADOS CONFORME A LA LEY Impreso y hecho en España Printed and made in Spain HISTORIA DE LAS RELIGIONES Siglo veintiuno Volumen 1 LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I Bajo la dirección de Henri..charles Puech México ISBN: 84-323-0253-8 (O. C.) Argentina ISBN: 84-323-0254-6 (T. 1) Depósito legal: M. 24.654 - 1979 España Impreso en Closas·Orcoyen, S. L. Martinez Paje, 5. Madrid·29 historia universal siglo

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Page 1: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

Primera edicioacuten en castellano febrero de 1977 Segunda edicioacuten en castellano mayo de 1977 (Meacutexico) Tercera edicioacuten en castellano septiembre de 1979

copy SIGLO XXI DI ESPOO EDITORES S A Plaza 5 Madrid-33

En coedicioacuten con copy SIGLO XXI EDITORES S A Avda Cerro del Agua 248 Meacutexico-20 D F

Primera edicioacuten en franceacutes 1970 copy EDITIONS GALLIMARD Tiacutetulo original Histoire des ReIigions 1 Encyclopeacutedie de

la Pleacuteiade

DIlRECHOS RF5ERVADOS CONFORME A LA LEY

Impreso y hecho en Espantildea Printed and made in Spain

HISTORIA DE LAS RELIGIONES

Siglo veintiuno

Volumen 1

LAS RELIGIONES ANTIGUAS I

Bajo la direccioacuten de Henricharles Puech

Meacutexico ISBN 84-323-0253-8 (O C)

ArgentinaISBN 84-323-0254-6 (T 1) Depoacutesito legal M 24654 - 1979 Espantildea Impreso en ClosasmiddotOrcoyen S L Martinez Paje 5 Madridmiddot29

historia universal

siglo

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rProlegoacutemenos a una historia tear una serie de problemas harto complejos seraacuten ellos de las religiones los que constituyan el contenido de los presentes proshy

legoacutemenos

j

Desde hace maacutes de un siglo -y precisamente despueacutes de la publicacioacuten de las primeras grandes obras de bMax Muumlller- se habla de la laquohistoria de las religionesraquo o ~historia comparada de las religionesraquo como de una disciplina cientiacutefica a la altura de cualquier otra Todaviacutea hoy sin embargo no parece que la existencia la razoacuten de ser de dicha disciplina se acepten como obVIas a Igual tiacutetulo por ejemplo que la filologiacutea claacutesica la histori~ d~ la literatura la linguumliacutestica la egiptologiacutea y otras disCIshyplinas humaniacutesticas En ninguacuten paiacutes se preveacute la inclusioacuten de la historia de las religiones en los estudios de enseshyntildeanza media mientras que en todas partes junto a la historia poliacutetica se estudian la de literatura filosofiacutea o arte El nuacutemero de caacutetedras universitarias para dicha materia es asimismo muy restringido y pueden contarse con los dedos de la mano las publicaciones peri6dicas especializadas en el tema Esta situacioacuten de hecho refleja una incertidumbre general --cuando no un escepticismo declarado- frente a la justificacioacuten teoacuterica o a la posishybilidad praacutectica de la historia de las religiones como una disciplina autoacutenoma

Teoacutericamente una disciplina cientiacutefica autoacutenoma --es decir relativamente autoacutenoma puesto que la autonomiacutea absoluta no es propia de ninguna disciplina cientiacutefica (la filologiacutea claacutesica por ejemplo recurre a la linguumliacutestica a la paleografiacutea a la historia antigua etc y vicevers~)-se justifica en la medida en que su~ meacutetodos y obJ~to son especiacuteficos y no pueden confundirse con los de runshy

JI guna otra Una constatacioacuten tan simple basta para plan-

I 1 iquestQUE ES LA RELIGION

iquest Es que tiene la historia de las religiones un objeto especiacutefico En apariencia la respuesta es faacutecil naturalshymente que siacute y su objeto lo constituyen precisamente aquellas religiones cuya historia estudia Pero surge a menudo otra pregunta la de si la laquore~gioacuten~ ~n siacute misma(J~ constituye un fenoacutemeno autoacutenomo bIen distlnto de los JI

restantes fenoacutemenos culturales iquestAcaso no es una mezcla)) gt

ideoloacutegica heterogeacutenea de doctrinas filosoacuteficas y sociales t 2 de elementos fantaacutesticos de sentimientos y de praacutecticas de la maacutes diversa iacutendole Auacuten no hace mucho tiempo se pretendiacutea que la religioacuten no era sino una ciencia rudishymentaria que en la evolucioacuten humana precedioacute a la formacioacuten de las ciencias propiamente dichas e incluso en nuestra propia eacutepoca Benedetto Croce negaba la inshydependencia de una laquocategoriacutearaquo religiosa que eacutel consideshyraba como un subproducto de las categoriacuteas laquoloacutegicaraquo y laquomoralraquo )r-r)

I

Ciertamente no han faltado defensores de la autOiiO= miacutea del fenoacutemeno religioso En su ceacutelebre taJgtIacuteordm-Q(l~_ Heilig~JLo_snto) (1917) Rudolf Otto~e~

j demograi- el caraacutectCLespedffm de-iexcliexcle~rienciak lo laquosagradoraquol irreducible a cualquier otra categoriacutea de la experiencia humana y que seriacutea el fundamento de toda religioacuten Pero aun prescindiendo del hecho de que Otto

] y sus disciacutepulos insinuaban sin justificacioacuten cientiacutefica alguna que ~~ncill_~~10_laquosagllordmogt_~ flldashymentaba ~~alg_EPilttilenJ~_~J~nte subsiste la cUestioacuten de si al introducir tal criterio distintivo del feshynoacutemeno religioso no se estaraacute a un paso de la simple

V)IIacutegtIfl( ~ )tI) f~(Q~JA(J~(iacute ~)_rlroiexclI)(~Jlfl31 frmiddot r

AJ ltrOJr C) (1))

tautologiacutea religioacuten es aquello que se funda sobre 10 laquosagradoraquo y es laquosagradoraquo cuanto se halla en la base de toda experiencia religiosa

~Ciertamente para quienes admiten ~n fenoacutemeno trasshy~~t- cendente y objetivo en la base de la relIgioacuten el prolema

de la autonomiacutea de esta uacuteltima no parece complIcado 10 laquosagradoraquo --o expresado mucho maacutes concretamente Dios- existe y la religioacuten no es maacutes que la relacioacuten humana establecida con dicho objetivo existente Indeshypendientemente de la postura religiosa de cada uno es necesario admitir que EO convienen al historiador semeshyjantes presupuestos la exjstencia objetiva de lo laquosagrashydoraquo o de Dios puede ser creiacuteda por fe o bien puede ser objeto de diSCUSiones metaflslcas pero n~ es Iegiacute~imo introducirla como presupuesto en los estudios histoacutericos Por eso desde este punto de Vista es inadmisible la postura de quienes consideran las religiones histoacutericas como simples variantes de laquolaraquo religioacuten es decir en la

como formas maacutes o menos degeneradas o decashyde la uacutenica religioacuten verdadera determinada por

realidad objetiva trascendente (escuela del Padre W Schmidt)

_ Li-Puede por otra parte tomarse una postura en cierto ~ d f ~ modo anaacuteloga y de hecho se ha toma o c~n recuencla

(G van der Leeuw por ejemplo) aunque SIn presupuesshytos expliacutecitamente fideiacutestas o metafiacutesicos es el cas~ de quienes afirman que la r~oacuten es ufl JeJloacutemeno u~lvltr-

salmente humano en tanto que Innato con eacutemto al om re como ta (homore tgtouss~guacuten eI1~c~l()__~el

~ humir fZiacutebiacutef-s65re esta base lll diferente~ relig~ones aIarecen simplemente como las diversas mamfestaclones concretas de una JIacuteojca facultad human Sobre esta conshyviccioacuten se fundamentan las diversas formas de 10 que se ha dado en llamar laquofenomenologiacutea religiosaraquo Sin deshytenernos de momento en unaevalaacioacuten iexclig meacutetodo fenomenoloacutegico debemos decir ya ahora que la presushy

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posicioacuten de una religioacuten laquoinnataraquo en el hombre no puede en modo al~no ser aceptada por el historiador Este entildeiacuteanto que tal siacute puede en efecto constatar e intershypretar los hechos comprobados pero no asiacute formular juicios sobre eacutepocas remotas e indocumentadas ni mushycho menos sobre el porvenir en otras palabras al hisshytoriador le estaacute permitido observar que todas las civilishyzaciones pasadas y actuales de las que disponemos de documentacioacuten segura presentaban o presentan alguacuten tipo de manifestacioacuten religiosa pero esta observacioacuten no le da derecho a emitir ninguna conclusioacuten sobre civilishyzaciones y eacutepocas poco conocidas (como aquellas que se remontan por ejemplo a varios cientos de milenios) o sobre civilizaciones futuras La tendencia que en el curso de los uacuteltimos siglos presenta la civilizacioacuten occidental hacia el laicismo asiacute como la actual existencia de socieshydades no religiosas tal vez sean hechos demasiado reshycientes para medir su alcance histoacuterico pero pueden servir para ponernos en guardia contra la abusiva generalizacioacuten inherente a la tesis del homo religiosus

Admitiendo la tesis de la religioacuten laquoinnataraquo desplazashyriacuteamos el estudio de-fas religiOntildeesdesde--ddominio de la historia hacia el de las ciencias naturales Es eacutesta una lI afirmacioacuten igualmente vaacutelida para la orientacioacuten psicolo- l gista seguacuten la cual la religilt~ _~~_~c9lfe com-ordm_knoacutemeno seruntildedarlo-a-tactores--~iacute~~~_iP_~~~cie~t~~ individuashyles o colectlvosIapsicologiacutea en tanto que ciencia na- gt-~ral tiende a establecer las leyes naturales que gobier-_ nan su objeto la psique Si las religiones fuesen el proshyducto de le es sicoloacutegicas permanentes quedada sin explicacioacuten su extrema varie a istorlca a Istona en efecto no se nge por leyes naturales hls Soacutelo si se

-admite como es verosiacutemil que asiacute ocurra que la psique en siacute misma estaacute al menos en cierta medida histoacuterica y culturalmente condicionada la consideracioacuten de los factores psicoloacutegicos puede revelarse uacutetil para el estudio

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de la historia de las religiones pero en este caso ya no se trata de concebir las religiones como productos l2uuml~ mente psiacutequlCO~ - La realidad histoacuterica no conoce maacutes que una pluralidad de religiones y no laquola religioacutenraquo tenga eacutesta su fundashymento en lo trascendente en la laquonaturaleza humanaraquo o en las laquoleyesraquo psicoloacutegicas En cambio para poder hablar de laquoreligionesraquo incluso en plural se hace necesario un concepto uacutenico de la religioacuten pero un concepto abstracshyto como el de aacuterbol aun cuando en la realidad no exista aacuterbol alguno que no sea un aacuterbol concreto Para descushybrir cuaacutel sea el objeto de la historia de las religiones

es inevitable plantear el problema de coacutemo definir el ~) concept~ ~e rel~ ~hora bien tan soacutelo en ~el curso

-J de los uacuteltImos CIen anos se han propuesto mas de un centenar de definiciones ninguna de las cuales se ha impuesto definitivamente Las razones del fracaso de estas tentativas suelen ser muy simples o bien se parte de presupuestos no cientiacuteficos o bien se busca el fundashymento sobre una uacutenica religioacuten o sobre un uacutenico tipo de religiones y la definicioacuten no es aplicable a otras tambieacuten puede ser que no se tenga en cuenta maacutes que un solo aspecto de las religiones (el doctrinal o el subshyjetivo y sentimental o tambieacuten el puramente externo) Pero es difiacutecil creer que razones semejantes sean sufishycientes para explicar que jamaacutes se haya dado hasta el presente una definicioacuten satisfactoria del concepto laquoreshyligi6nraquo ~Dicha dificultad se explica en efecto por otra raz6n

tuacuteJue suele olvidarse frecuentemente a pesar de su evi Oencia que el onc to de religi6n se ha formad 1pued~~~_ ~- mm~n ose-aToacutelar o clefa iexcl _sorIa e la civ ci6n 0CC1 ent s Importante reshy ~~_Sl1l~_nln8ordf lengua pilinTtiVarunguna -dCivi1lia~ shy ci6n su~~JircaiCJ--iiL~iexclgti~ra=-Ia-~reacutega~-O-la --ro=miria maacutes pr6ximas _a J1Q9ttQ5 PQseenlID teacutermiP9 que cot~~~

p_onda a este ~I1cepto que hist6ricamente se ha defini4ltf1 en una epoca y en un medio particulares (Se observaraacute que la palabra laquoreligiOacutenraquo deriva airectamente del latiacuten religio -iY cuaacutentas definiciones de religioacuten han tomado como punto de partida una u otra de las presuntas eti molgiacute~s del ~eacutermino latino relegere o religare-o Pero el termmo latIno no poseiacutea la acepcioacuten moderna de relishygioacuten indicaba simplemente un conjunto de observancias advertencias reglas e interdicciones que no hadan ref~ rncia por ejemplo ni a la adoracioacuten de la divinidad ro a las tradiciones miacuteticas ni a la celebracioacuten de la~ fistas ni a t~t~s otras manifestaciones consideradas hoy diacutea como laquoreligIosasraquo) Qyerer definir la laquorelgioacutenraquo es I ~shyqu~rer da~_ull~ignlfkordfgo precis a un teacuterminQ_Jorjado PQr nosotros sotros em leamos normal~i mente con a maacutes v as e im recisas significacionesi e trata pues de una ~ 1fl1 on unClon e etetrnlshy

nar un concepto para que pueda ser utiliiiao con fines cientiacuteficos y no de una definici6n basada en los caracshyter~s de un~ cosa distintos in re respecto a otra (como serla por ejemplo la definicioacuten del bronce como una alea~ioacuten q~e ltltgtntiene un porcentaje dado de cobre y estano defIfl1CIOacuten que es vaacutelida independientemente de toda eacute~a histoacuterica y de toda situaci6n cultural) No debe olVIdarse que apenas hace un siglo se afirmaba todashyviacutea ~e ciertos ~ueblos p~tiVS ~entras se discutiacutean~~ sus ritos creenCIas y seres tmagmarIos que viviacutean laquoigno-~ rantes de todo aquello que pueda parecerse a una reli- lO gi6nraquo y ello PQrgue todaviacutea se le daba al teacutermino laquoreli-~ gioacutenraquo un sentido que dependiacutea muy estreChamente de 1)0

la experiencia ten iosa cristiana mientras que hoy en diacutea s~8UIacuteos ~tilizando el rrusmo mo pero con una acepaoacuten conSIderablemente maacutes amplia Se trata pues ante tOdo de saber coacutemo queremos definir un teacutermino que se emplea con diversos sentidos a fin de que doshytaacutendolo de un significado que no se preste a confu~i6n

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farisifNIt tfiacuteWo ~f IW ~et~ rI

w~ oUAamp~ fo ~ ~~ pueda utilizarse con fines cientiacuteficos Pero en el terreno hist6rico -al contrario de lo que sucede en el de las matemaacuteticas o en el de la loacutegica pura- una definicioacuten a priori por precisa que sea no sirve para nada la condicioacuten de su utilidad estriba en que a dicha definicioacuten corresponda efectivamente una realidad hist6rica coheshyrente y distinta de las otras Con otras palabras no ~shyremos ue el conce to de laquoreligi6nraquo -nacido como un produc stoacuterico de nuestra CIV zaci6n y por consishyguiente sujeto a deterouna as teraClones en el curso de la historia posea ah aeterno un significado preciso qqe todo 10 maacutes debemos laquoreencontrarraquo al contrario somos nosotros con fines cientiacuteficos uienes de os laquodarraquo un significa o a o concepto impreciso por otro lado de nada serviriacutea daacuterselo arbitrariamente ya que debe poder aplicarse a un conjunto real de fen6meshynos hist6ricos susceptibles de corresponder al vocablo laquoreligioacutenraquo -vocablo extraiacutedo del lenguaje corriente e introducido en la terminologiacutea teacutecnica- una vez que su sentido haya sido determinado de modo inequiacutevoco

Conviene volver sobre dos observaciones que ya heshymos hecho anteriormente de un lado que en ~nshyguas de otras civilizaciones distintas a las del o~cidente ~stclaacutesico no existe teacutermino alguno para deSIgnar la

(reli ioacuten de otro que todas las civilizaciones hist6rishycamente conocidas han teru o manifestaciones ue nosshyotros llamamos religiosas o c o maacutes simplemente han

seiacutedo a uello ue nosotros estams a~ostumbr~dos a denominar una religi6n o o e o Slgru lca que m uso

sin darnos cuenta presuponemos o bien que se puede tener una religi6n sin poseer el concepto o bien qu~ nuestro concepto de laquoreligi6nraquo es vaacutelido para det~r~shynados conjuntos de fen6menos los cuales en las ClV~shyzaciones en que aparecen no se distinguen como laquorelishygiososraquo de otras manifestaciones culturales Vale la pena intentar aclarar estos nuestros presupuestos impliacutecitos

En la mayor parte de las civilizacjordme~ _9u~-=-nQSOtros llaacutetiiaintildeQ ffiftiVaacutesraquo -ro -que-denominamos laquorelWQnraquodbc ~e manifiesta hasta en ~s eta es ~l 8f1IacuteJI cotl lana a a mentaclOn e vestiaQJa dISpOSICIoacuten de ras habitaciones las relaciones con los parientes y con 10seamp~Ets aCtlVI~a~ntildentilde6mic~s ~ ~as- dlstraccioshynes se rIgen ~~excepclOn por unos prmclplOs relJgDSOS

pero en estas soCieaadeS-cuanaoUi1iacuteriacutedividuo ejerce su aCtlvldad normal no es ntildeecaartamenle consciente de esshytar obr~~d~~rrrilsmoacutemiddotmiddot tiacuteemposobre uacutenplanomiddotlaquopToIanoraquo ysoore un pIiintildeQ ltueigjo[oraquo en la medida en gg~ su universomiddot cultural es cerrado y orgaacutenico prObablemenJelf dicho individuomiddot ntildeoUacutedhinlntildegiiacuteiexcliesdfntildeuIQ sUsectf~tible de provocllr e~-~piacuteritu esas disti~~io~~osotros establecemos entre rOacutesdiIerenteS aspectos de suacaon El mismo se faOrlca er-VeSildo-ra casa Ias-~ ocupa de la mujer del padre del cuntildeado del tiacuteo del forastero come o ayuna trabaja la tierra a sale de caza laquotal como se haceraquo o laquocomo siempre se ha hechoraquo sin hacerse preguntas acerca del por queacute de su modo de obrar La laquoreligioacutenraquo forma parte de sil vida y no hay motivo para que la dlstmga de ls restantes aspect~ de su existencia Todo esto es igualmente vaacutelido para ias numerosas civilizaciones llamadas laquosuperioresraquo Conshyviene antildeadir a este esquema -algo simplificado-- a modo de correctivo que incluso antes de establecer una distincioacuten consciente entre10s dIversos oacuterdenes de su actividad un grupo humano puede adoptar ciertas forshy~as praacutecticas de diferenCIacIoacuten al conhar por ejemplo las funciones religiosas por excelencia a determinadas personas tales como hechiceros chamanes adivinos o sacerdotes o bien al concentrar ciertas actividades laquosashygradasraquo en determinados diacuteas como puedan ser las laquofiesshytasraquo pero todo ello no implica todaviacutea una Clara conshyCiacuteentildecia de la distincioacuten entre el hecho laquoreligiosoraquo y los restantes oacuterdenes de hechos

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Por otro lado si desde hace siglos desde los comienshyzos del cristianismo empleamos los teacuterminos laquoreligioacutenraquo laquoreligiosoraquo laquosagradoraquo etc a pesar de las diversas acepshyciones que hayan podido tomar si desde hace tiempo buscamos darles una significacioacuten maacutes precisa si extenshydemos a veces su sentido para poderlos aplicar a unos hechos de otro modo poco susceptibles de ser explicados todo ello es una prueba evidente de que percibimos una diferencia laquoobjetivaraquo entre aquello que en cualquier cishyvilizacioacuten aparece determinado por la religioacuten y aquello otro que podemos considerar como independiente Volvashymos a uno de los ejemplos precedentes el hombre de cualquier civilizacioacuten laquoprimitivaraquo para construir su casa sigue simplemente el meacutetodo en uso de la civilizaci6n en cuyo seno vive sin tener la menor conciencia de estar aplicando al actuar de esta manera cierto nuacutemero de principios heterogeacuteneos calificados por nosotros de laquopraacutecshyticosraquo laquoesteacuteticosraquo laquosocioloacutegicosraquo y laquoreligiososraquo Obsershyvamos en efecto que el empleo de ciertos materiales procedimientos y teacutecnicas aseguran a la construccioacuten la estabilidad y la aireacioacuten necesarias la defienden contra la lluvia permiten la eliminaci6n de los detritus etc Si no obstante constatamos que entre los diferentes mateshyriales (maderas fibras etc) equivalentes entre siacute desde el punto de vista funcional su elecci6n recae sistemaacuteshyticamente sobre unos en tanto que los otros son sisteshymaacuteticamente descartados esto significa que intervienen razones de otro orden que las puramente praacutecticas En ciertos casos tal elecci6n pareceraacute dictada por criterios que calificaremos de esteacuteticos entre dos tipos de madera igualmente resistentes y faacuteciles de trabajar la eleccioacuten recaeraacute sobre la maacutes brillante o sobre la que tenga detershyminado color En la disposicioacuten de las estancias o de los lechos destinados al marido a la mujer ~ los nintildeos y eventualmente a otras personas que vivan en el seno de la familia distinguiremos la aplicacioacuten de criterios de

orden socioloacutegico como serta la prioridad concedida a un sexo sobre el otro a una edad respecto a otra Pero si uno se percata de que la eleccioacuten es constante incluso entre materiales equivalentes no ya desde el punto de vista praacutectico sino tambieacuten esteacutetico o que la disposicioacuten preferencial de las habitaciones o de los lechos no aseshygura ninguna ventaja al miembro de la familia socialmiddot mente considerado maacutes importante en ese caso todo inshyduce a concluir que entre los criterios que presiden la construccioacuten de la casa existe uno que no es ni laquopraacutecshyticoraquo ni laquoesteacuteticoraquo ni laquosocioloacutegicoraquo Y cuando finalshymente descubrimos por ejemplo que el material vegetal preferido o el tratamiento de privilegio que significa el lado derecho o el izquierdo son adoptados aun cuando no intervenga ninguacuten factor praacutectico esteacutetico o de otro tipo concluiremos que el motivo determinante de la eleccioacuten es de orden religioso pasaremos de la hipoacutetesis a la certidumbre cuando observemos que en las acciones que acostumbramos a definir como laquoritualesraquo o en los relatos por nosotros considerados como laquomitosraquo se adopshytan o se mencionan los mismos materiales o la misma distribucioacuten

Al calificar de religiosos esos motivos o esas acciones indudablemente nos basamos en un concepto impliacutecito de religioacuten En la simple acci6n individual del hombre que se construye su casa distinguimos unos aspectos e intenciones praacutecticos esteacuteticos socio16gicos y religiosos Pero cualquiera que conozca aunque s6lo sea superficialshymente un cierto nuacutemero de religiones sabe que los viacutelshylores religiosos ~eden atribuirse a las cosas maacute~rshysas se habla comuacutenmente de ideas doctrinas conviccioshynes-creencias relatos religiosos acciones individuales y actitudes duraderas de normas prohibiciones relaciones determinadas por la religioacuten de personas animales plantas materiales objetos naturales o fabricados que se definen como laquosagradosraquo de lugares eacutepocas imaacutegenes

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de siacutembolos sagrados o religiosos etc La calificacioacuten de sagrado o religioso se basa siempre en este caso -al igual que en el ejemplo considerado hace un instante- sobre un concepto latente Parece oportuno recurrir ante todo al arte socraacutetico de la mayeacuteutica para traer a la supershyficie ese concepto todaviacutea indefinido y verificar a conshytinuacioacuten si posee el caraacutecter uniacutevoco y coherente indisshypensable a los teacuterminos cientiacuteficos

Este modo de proceder -inicialmente empiacuterico y posteriormente criacutetico-- presenta de entrada dos venshytajas La mayor parte de las definiciones prefabricadas del concepto de laquoreligioacutenraquo fallan por no englobar jamaacutes todos los hechos que en las diferentes civilizaciones esshytamos habituados a considerar como laquoreligiososraquo Como ya hemos dicho se ha podido afirmar a partir de ciershytas ideas preconcebidas (y de las definiciones maacutes o meshynos impliacutecitas que se derivan de ellas) que un pueblo puede practicar unos ritos y sin embarg ser ignorante de toda laquoreligioacutenraquo De igual modo partiendo de Clertas definiciones de la laquoreligioacutenraquo (fundamentadas r ejemshyp o en a a Olacl n e seres sobrehumanos) se ha cre o necesario excluir al budismo de entre las reH iones -Si por e contrarlo uno parte e a empiacuterica del empleo del teacutermino puede tener la fundada esperanza de hallar en su base un concepto lo suficientemente extenso como para abarcar la totalidad de los fenoacutemenos que consideshyramos religiosos La segunda ventaja reside en el hecho de que teniendo en cuenta la trema variabilidad d~ los fenoacutemenos a los cuales estamos acostumbrados a atrlshybuir un valor laquoreligiosoraquoz la ausencia de una definicioacuten a1riori evita constrentildeirlos desde el principio a u~ orshyden sistemaacutetico permitiendo en cambio analizar un CletQ sectmero de epos 1igiuumleacutendo cualguier Q~n basta el m~shymento preciso en ue descu ra e su co un enomtna or laquosagradoraquo el cual podriacutea ser verificado a

continuacioacuten mediante los restantes fenoacutemenos

Cuando se considera la larguiacutesima relacioacuten -aunque incompleta- de cosas que en las distintas civilizacioshynes pueden aparecer como laquosagradasraquo o laquoreligiosasraquo lo que sin duda llama nuestra atencioacuten sobre todo es el hecho de que las mismas cosas pueden en otros casos seguir siendo perfectamente laquoprofanasraquo Ante semejante constatacioacuten -que de paso e~luye por completo del ~ campo de nuestra investigacioacuten la hipoteca de una pre-iexcllG sunta sacralidad objetiva inherente a ciertas cosas- el enunCIado del problema no puedeSer otro queacute eacuteste laquoiquestQueacute es lo que en ciertas civilizaciones confiere imshyportancia religiosa a aquello que en otras puede no teshynerlaraquo Esta es ya una cuestioacuten estrictamente histoacuterica puesto que su respuesta requiere en todos los casos parshyticulares el estudio de civilizaciones histoacutericas concreshytas pero intentaremos de momento mantenerla a un nivel abstracto con el fin de extraer consecuencias de alcance general Por ello volvemos a plantearnos la cuesshytioacuten de otro modo iquestqueacute tipo de factores pueden convershytir en sagrado en una civilizacioacuten determinada aquello que no lo es en siacute

Las creencias religiosas

Examinemos para empezar las creencias religiosas Para la mentalidad corriente en nuestro mundo cultural (formada en el curso de la larga historia del cristianisshymo y de la todaviacutea maacutes larga del rasionalismo que junshytas han hecho revalecer el aspecto doctrin81 de la relishygioacuten sobre los restantes ritua es normativos entre otros a religioacuten es ante todo una ~Slioacuten e creenshy~El1o es cierto si se toma el teacutermino laquocreenciasraquo en ~sentido mucho maacutes amplio que aquel que se le atrishybuye comuacutenmente Si se efectuacutean ciertos ritos es porque se cree que deben efectuarse y por 10 mismo se respeshy

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tan las prohibiciones etc Pero las creencias religiosas en sentido estricto definibles como artiacuteculos de fe no tienen la misma importancia en todas las religiones hoy diacutea por ejemplo se sabe que las respuestas solicitadas por los etnoacutelogos de la vieja esCilefa fueseoacutecreyentes0 ieIectuanstasj~(ctees en DlQJnLQ~~~n aIiacuteDa inmortal iquestcoacutemo es la vida del maacutes allaacuteraquo etc) apenas

tlentildeen-VaacuteIor son j5iegufitas estas que muchos pueblos InCluso pertenecientes a civilizaciones superiores no se plantean o no se planteaban jamaacutes Sin embargo en todas las religiones existen creencias Pero he aquiacute una constatacioacuten harto evidente y no obstante de graves consecuencias para el estudio de las religiones la laquocreenshyciaraquo y el hecho de laquocreerraquo no pertenecen exclusivamente a la esfera de la experiencia religiosa laquocreemosraquo tambieacuten

( continuamente en cosas a las que nadie atribuiriacutea una

~ ~ significacioacuten religiosa iquestQueacute es pues 10 que distingu (~y1a creencia religiosa de bcreencia protan

~ Descartemos en prtmer lugar la hipoacutetesis seguacuten la Jt cual soacutelo se tratariacutea como suele ocurrir a menudo de un teacutermino uacutenico con dos acepciones distintas soacutelo unishy

das por una vaga analogiacutea Si bien es verdad que el vocablo laquocreerraquo tiene muchos significados especiacuteficos y que se podriacutea establecer una compleja fenomenologiacutea de las diversas creencias en general no parece que sus fronshyteras semaacutenticas coincidan con aquellas que separan 10 laquosagradoraquo de 10 laquoprofanoraquo Uno puede por ejemplo laquocreerraquo una cosa sin imaginar que pueda existir alternashytiva (asiacute por ejemplo caminamos laquocreyendoraquo que el suelo soporta nuestro peso sin siquiera pensar que pueda ceder posibilidad que no obstante no puede descarshytarse absolutamente igual sucede en el terreno religioso con toda creencia laquoingenuaraquo y no soacutelo laquoprimitivaraquo) Uno puede en cambio creer sabiendo que hay alternativa (asiacute en el terreno profano uno puede creer en la inocencia de un acusado sin ignorar que otros lo tienen por culo

pable en el terreno religioso cada uno cree en su propia religioacuten aun conociendo la existencia de otras) en este uacuteltimo caso el hecho de creer puede revestir un matiz maacutes o menos consciente y voluntarista se posee entonshyces laquola feraquo (igual que en el plano de lo profano uno cree hallarse del lado de la razoacuten en una opcioacuten poliacutetica en una hipoacutetesis cientiacutefica en una discusioacuten etc) De otra iacutendole son todaviacutea las creencias -mezcladas de esperanza y temor- respecto al porvenir pero eacutestas existen tanto en la maacutes banal esfera profana (cuando creo por ejemplo que mantildeana haraacute buen diacutea) como en las maacutes importantes experiencias religiosas (espera meshysiaacutenica creencias escatoloacutegicas)

iquestQueacute es pues aquello que distingue la creencia relimiddot giosa de la profana Tampoco la naturaleza de su objeto parece bastar para distinguirlas puede en efecto creerse de un modo profano en la existencia de Dios y ellJa inmortalidaddefalma (por ejemplo apoyaacutendose en razoshynamientos hlosoacutef~os) La mejor manera de abOrdar el problema tal vez consista en analizar algunos tipos de creencias religiosas no sobre un plano abstracto sino en sus respectivos contextos culturales

Los seres sobrehumanos

No nos seraacute posible extendernos aquiacute sobre los detashylles de cada religioacuten y tendremos que limitarnos a proshyceder por tipos y categoriacuteas Recordemos en primer lugar que una vasta categoriacutea de creencias religiosas es aquella concerniente a los seres que a falta de un teacutershymino maacutes exacto denominariacuteamos laquosobrehumanosraquo (aunshyque el hombre cree a veces poderlos dominar el teacutermino no es pues del todo apropiado pero es maacutes conveniente que el de laquosobrenaturalraquo ya que este uacuteltimo presupone un concepto positivista de laquonaturalezaraquo extrantildeo a la mashy

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~tWA 1It4-~hlf ~yoriacutea de las civilizaciones no occidentales) Ahora bien

en la enorme en la ilimitada masa de seres sobrehumashynos conocidos como pertenecientes a las innumerables religiones del mundo pueden distinguirse -sin dema siada abstraccioacuten (cierto grado de abstraccioacuten es ya se sabe la condicioacuten de todo avance cientiacuteHco)- diferentes laquotiposraquo fundamentales que se conectan como soacutelo la historia de las religiones puede demostrar con diferenshytes tipos de religioacuten y con diferentes tipos de civilizacioacuten

Con toda probabilidad uno de los tipos maacutes antiguos de dichos seres laquosobrehumanosraquo geneacuteticamente ligado a las formas de vida de una humanidad cuyos uacuten~shyursos son la caza y la recolecd6n (es decir una huma nidad que no produce sus medios de subsistencia sino que se contenta con apropiarse de lo que halla a su alreshydedor) sea el del~de~ ah1=sraquo)t~rmino desde ahora convencionarespecto el cuumlilconviene precisar que dichos seres pueden ser de sexo femenino laquosentildeora de los animalesraquo e mcfuso pueden presentarse bajo la forma de una pluralidad de seres morfoloacutegica mente anaacuteshylogos (ltltespiacuteritusraquo o laquodemoniosraquo del bosque laquosentildeoresraquo de espeCies anImales o de selvas concretas entre los pueblos pescadores esos seres reinan a veces sobre los animales marinos) Para caracterizar someramente este tipo de seres sobrehumanos diremos que en principio moran en los espacios inhabitados los cuales se oponen por un lado a los campos o a los pueblos donde todo estaacute gobernado y protegido por las reglas humanas de la vida en sociedad pero que por otro lado constituyen el mundo donde los cazadores y recolectores estaacuten oblishygados a procurarse sus medios de subsistencia Lafuv cioacuten maacutes manifiesta del ser en cuestioacuten es la de conceder ~~za al cazador estaacute en su poder el esconshydeacutersela condenando a padecer hambre al grupo humano pero tambieacuten puede conducir al cazador hada el eacutexito entieacutendase eoner a su disposicioacuten los medios maacutegicos

que aseguraraacuten el feliz deseplace de loa empresa Para eacutelde vital importancia En tanto que representante de lo laquono humanoraquo (de lo laquono habitadoraquo) es monstruoso y por sus estrechas relaciones con la caza suele represhysentarse a menudo bajo una apariencia parcialmente temiddot domorfa A primera vista podriacutea pensarse -y esta explishycacioacuten sobre el origen de las creencias en los seres sobreshyhumanos ha tenido sus seguidores desde G B Vico hasta L Frobenius y A E ]ensen pasando por los hermanos Grimm F Max Muumlller y los materialistas del pasado siglo evidentemente dentro de formas y a niveles de elaboracioacuten distintos- ue seres tales son la ro eCClOn fantaacutestica la laquoper~ordm-l1iJlfacioacutemgt_J~pcao a ex uacutesioninmiddot mediata -eI~ experiencia del caza or primitivoL()~I~do en la selva a afrontar sin treZLla riesgos imprevisJl~sl del iquest~ad~~middotpiitiexcl~iquest -q~e presiente que_eLn~llultordfordm-Q ordm~_una empres~ eS~rlciordfLparJ JIL existenciacutea_ruLdepende tansoacuteJo deacute-eacuteI- srn~ tambieacuten de oscuras fuerzas superiores a las suyas Sin embarg~~sta--~~pTicad6n resultalntildesUacutefiacuteclente tantildetO- desde el punto de vista teoacuterico como a la luz de los hechos Teoacutericamente su punto deacutebil estaacute en que ve el fundamento de una idea religiosa en una actividad gratuita e irracional de la imaginacioacuten (la laquopersonificashycioacutenraquo) lo cual no concuerda con la enormemiddot serieda~ ~ue todas las civilizaciones ponen eo las cosas de la rehglOn Uno tiene el derecho a preguntar cuaacutel es la razoacuten de esa laquopersonificacioacutenraquo son los propios hechos los que justifican esta pregunta y son ellos mismos los que resshyponden El hombre puede establecer relaciones reciacuteproshycas uacutenicamente con un ser laquopersonalraquo Y en efecto el

gruPo de cazadores tiende a establecer relaciones reciacuteshyprocas con los seres del tipo del laquosentildeor de los aniacutemalesraquo como lo demuestra entre otras cosas el diacute fundido uso de presentarles una ofrenda tras una buena caza - ello no es todo al laquosentildeor de los aniacutemalesraquo se le atribuyen criterios predsos en el enjuidamiento de las conductas

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humanas de este modo negaraacute la caza a aquellos que han matado inuacutetilmente (es decir maacutes de lo que necesishytaban para subvenir a las necesidades del grupo) o a aquellos que han violado ciertas normas sociales Meshydiante estas creencias~l_grupo _hulJ)ano adqui~relcershytidumbre de que actuando seguacuten la vltgtlllnJaddeLlaquo~entildeor de10s afilmatesraquo (es decIacuter-eIl uacuteltimo anaacutelisis conforme a 108- intereses vitales del grup~1mruUacuteaacuteJa saacutedsfa~CIoacuteri destlsnecesidacte8Conotras palabras la creencia en el laquosentildeor de l~alesraquo lejos de ser un producto grashytuito de la imaginacioacuten sirve a un determinado tipo de ocIedad puesto que g aCIas a unas relaciones persooaJes

con aguel de quien depende la propia existencia de la sociedad ( oca im arta el ue para quienes no partishyCIpan de tal creencia se trate e una mera ilusioacuten) pershymite uo control sobre algo que de otro modo escapariacutea a toda influencia humana puesto que aunque el cazador preparase las maacutes eficaces trampas y armas aunque sishyguiese infatigablemente las huellas de su presa aunque tuviese a su disposicioacuten todos los medios teacutecnicos que sugiere la experiencia no por ello dejariacutea de encontrarse siempre inevitablemente frente a elementos imprevisishybles susceptibles de convertir en vano su esfuerzo Sus relaciones con los seres del tipo del laquosentildeor de los anishymalesraquo reguladas por normas inviolables le sirven para controlar dichos elementos

Hemos escogido a tiacutetulo de ejemplo una de las maacutes antiguas creencias tal vez la maacutes antigua (seguacuten Jensen y R Pettazzoni) en seres sobrehumanos personales pero nuestra interpretacioacuten sigue siendo vaacutelida mutatis mushytandis para toda una serie de creencias anaacutelogas Es cierto que conferir una personalidad a la realidad inconshytrolable de la cual depende no es el uacutenico medio al que puede recurrir el hombre para garantizar su situacioacuten En la fase post-tyloriana del evolucionismo se insistioacute mucho sobre los fenoacutemenos religiosos que se explican mediante

la creencia en poderes laquoimpersonalesraquo inherentes a las cosas para ilustrar dicho tipo de creencias se recurriacutea al concepto melanesio deCjzanfD(y a aquellos otros en~ parte anaacutelogos de diferentes pueblos indiacutegenas americashynos orenda wakan manitu) La sociedad puede en efecto forjar teacutecnicas rituales que considere aptas para controlar dichas fuerzas a condicioacuten de formarse una idea precisa sobre el modo de obrar de eacutestas En contrashypartida la hipoacutetesis de la denominada escuela preanishymista (en particular R R Marrett) segoacutentilde la ruar la ~a en poderes impersonales es necesariamente maacutes antigua maacutes laquoprimitivaraquo que la creencia en seres sobreshyhumanos no se ha visto confirmada por los trabajos maacutes recientes t0 se ha hallado ninguacuten pueblo ni siquiera entre los maacutes laquoprimitivosraquo (es decIr etnoI6gkamente antiguos) que estuviese privado de toda creencia en se-Jts personales

Naturalmente aun cuando la caza no sea ya para el hombre el uacutenico ni el principal recurso siguen existiendo en la realidad bastantes factores incontrolables de los que depende la existencia del grupo humano En todo caso no es a nivel abstracto sino gracias a un estudio en profundidad de los medios de vida y de la situacioacuten histoacuterica de un pueblo dado como debe abordarse la explicacioacuten de por queacute dicho pueblo atribuye por ejemshyplo el dominio de aquello que es humanamente inconshytrolable pero esencial para su supervivencia a un uacutenico ser sobrehumano (que en este caso denominamos conshyvencionalmente laquoser supremoraquo no sin sentildealar --en contra de la llamada teoriacutea del laquomonoteiacutesmo primordialraquo de W Schmidt y sus disciacutepulos-queJordms~ha halladQhJlsta el presente ninguacuten pueblo laquoprimithordm~_~iuntQ_~~ltr supremo no con()~~s seres Jlordmbt~hlt~nos) dispenshysador de la vida y de la muerte de la enfermedad y de la curacioacuten de la fortuna y de la adversidad del buen y del mal tiempo es decir de todo aquello que la realimiddot

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) iexcltiJ v if~ r CY

o(JJ l (1)] 0 o

dad aporta de hecho sin que la voluntad del hombre pueda intervenir de otro modo que no sea justamente el de establecer unas relaciones con el ser supremo y el de atribuirle unas exigencias a las cuales debe luego ateshynerse o al contrario por queacute dicho pueblo reparte tal dominio entre un determinado nuacutemero de agentes soshybrehumanos laquoespiacuteritusraquo cada uno de los cuales cumple un papel limitado ya sea en el tiempo en el espacio o en el orden de circunstancias en que pueda intervenir La razoacuten de ser de las divinidades de las religiones polishyteiacutestas no parece fundamentalmente distinta de la expreshysada tan soacutelo que el politeiacutesmo surge casi exclusivamente en las civilizaciones aenominaaas laquosuperIoresraquo (en tanto

ue en as raquo no se presenta mas que exce ciona mente y aJo e as prImeras) o quiere decir que es el reflejo de condiciones humanas harto distintas que pueden caracterizarse sucintamente

I asiacute una teacutecnica y una organizacioacuten econoacutemica maacutes desshy arrolladas confieren a la sociedad una mayor seguridad i alejaacutendola de la maacutes elemental lucha por la pura y simple

supervivencia y permitieacutendole una maacutes libre utilizacioacuten de las energiacuteas por otra parte la mayor complejidad del marco social (debido sobre todo a una maacutes avanzaaa

especializacioacuten por oficios) provoca la diferenciacioacuten de los intereses seguacuten los gruDOsY estratos ae la SQciediacuted iexclmientras Que la necesidad de la convivencia cooperacioacuten Ie interdependencia entre estos diversos irupos y estratos no soacutelo hace necesaria una organizacioacuten maacutes compleja (Estado) sino que romueve tambieacuten una compenetrashycioacuten de los intereses ~ de las ideas To o esto ayu a comprender los caracteres morfoloacutegicos de las divinidashydes pertenecientes a las religiones politeiacutestas dichas dishyvinidades representan tambieacuten al igual que los seres sobrehumanos mencionados a propoacutesito de las religiones laquoprimitivasraquo los aspectos incontrolables peroacute vitales de la realidad con la que se enfrenta el grupo humano eacuteste

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gracias a las relaciones establecidas con sus divinidades halla asiacute el medio de sustraerse al ciego arbitrio de lo no humano Tales divinidades constituyen (a diferencia del ser supremo) una pluralidad diferenciada que responde a la pluralidad de intereses existentes en el seno de una misma sociedad pero (a diferencia de los laquoespiacuteritusraquo) son representaciones complejas nacidas de la compenetrashycioacuten de los intereses y estaacuten coordinadas en un panteoacuten igual que las muacuteltiples necesidades y experiencias de una sociedad compleja se insertan no obstante en una unishydad cultural superior tI ~~~

Junto a la vasta categoriacutea de seres~~inos que representan los aspectos incontrolables de la realidad al tiempo que permiten entrar en relacioacuten con ella y hasta cierto punto controlarla existe otra --cuya mayor o meshynor antiguumledad respecto a la ya citada es de difiacutecil detershyminacioacuten- que comprende los seres sobrehumanos sushytancialmente privados de un sustrato real se trata de aquellos seres sobrehunIacuteanos cuya princip~nd6n rontildeshysIacuteSteenproteer-aT1iOintildeDreaTlntildel-iOiiTIaaoruIetracasa el poder e eacuteste es ecij1J$tamen~ntra los ordfs~ ih~trolables=L no obstante vitales-delarealidad Casi podriacuteamos decir que una antigua humanidad en la fase de creacioacuten religiosa se ha hallado ante dos posishybilidades recrear lo no humano bajo formas personales para establecer con ello relaciones regidas por normas humanas o bien crearse protectores sobrehumanos sobre los cuales delegar el cuidado de afrontar lo incontrolable Los espiacuteritus tutelares de la casa de la familia del indishyviduo y eventualmente de un individuo concreto (como el chamaacuten) los antepasados etc pertenecen a esta seshygunda categoacuteria Impulsado por la necesidad el hombre llega en este campo a laquofabricarraquo conscientemente seres que le protejan y le asistan para estos seres construidos por la mano del hombre pero investidos de poderes

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sobrehumanos puede auacuten utilizarse el teacutermino laquofetichesraquo del que tanto se ha abusado

Las dos grandes categoriacuteas de seres sobrehumanos que hemos distinguido no son sin embargo radicalmente dis tintas y no constituyen una alternativa para la fabricashycioacuten del fetiche el hombre utiliza unos materiales que considera como particularmente laquopotentesraquo (dotados de laquomanaraquo) los espiacuteritus tutelares tampoco son inventados arbitrariamente el hombre no posee uacutenicamente la exshyperiencia del mundo exterior sino que tambieacuten posee la de las fuerzas que obran en eacutel y se manifiestan en sus actos las cuales no siempre estaacuten dirigidas por su con ciencia no olvidemos que los heacuteroes homeacutericos atribuiacutean todaviacutea sus alternativas de coraje o de temor sus ideas y sus decisiones a divinidades inspiradoras El culto a los ante asados es la pruebleyidente de q1eeneLorjgell e la creacioacuten e os seres sobrehlllllapoS tutelares se

iexclnatamblen una-~e~~i~ de la realidacTEntilde-Iasmiddot soshyciedades agrfCOiacuteasmiddotpriniIiIvas erlneacutelIviduuuml-y el grupo heredan la tierra cultivada por los antepasados la tierra como tal no pertenece al hombre han sido los antepashysados de eacuteste quienes la han sometido a las necesidades humanas los uacutetiles agriacutecolas han sido tambieacuten inventashydos por ellos Por otro lado desde los tiempos prehis toacutericos la muerte representaba para la humanidad una realidad ambivalente era para el hombre no menos ateshyrradora que para el animal pero al primero se le apashyreciacutea ademaacutes como algo laquosuperiorraquo ya fuese por su laquoalteshyridadraquo anaacuteloga a la de lo no humano en general ya fuese tambieacuten porque era lo contrario de la vulnerabishylidad y de los liacutemites de la vida humana Por ello la muerte y los muertos que le pertenecen sin dejar de causar espanto adquirieron un caraacutecter vulnerable De ahiacute que los antepasados fuente directa de la posesioacuten y de los modos de explotacioacuten de la tierra al mismo tiempo que muertos sobrehumanos y venerados pasasen

a ser para sus descendientes en algunas civilizaciones los depositarios de todo poder y los protectores contra todo peligro a condicioacuten no obstante de que los desshycendientes observasen las normas de una vida correcta atribuidas ahora a la voluntad de los antepasados de otro modo eacutestos -representando al igual que los seres

iI sobrehumanos los aspectos de lo no humano- pueden castigar es decir asumir el fallo del hombre imperfecto como hicieran con su eacutexito

El dios uacutenico de las religiones monoteiacutestas que como las politeiacutestas aparece soacutelo en las civilizaciones denoshyminadas laquosuperioresraquo (las maacutes antiguas civilizaciones monoteiacutestas son la hebrea y la del Iraacuten mazdeiacutesta) se ajusta mejor desde el punto de vista morfoloacutegico al segundo de los dos grandes grupos de seres sobrehumashynos que venimos distinguiendo en efecto ~o dios no es la realidad ana incontrolable sino que la trasshyeacuteien e y esta uacuteltima podriacutea inc uso dejar e eXistIr sin comprometer la propia eXistenCia del dios uacutenico su creashydor su trascendencia lo distingue claramente del laquoser sup~emoraquo de muchas religiones (~primitivasraquo Por otra parte a eacutel corresponde como a los seres laquotutelaresraquo -a condicioacuten de que la conducta del hombre haga a eacuteste merecedor de ello-- la tarea de proteger al individuo y al grupo (por ejemplo a la nacioacuten o a la laquohumanidad~ seguacuten el concepto de colectividad imperante en el hortshyzonte cultural del grupo en cuestioacuten)

Existe un elemento comuacuten a todos los seres sobrehushymanos que acabamos de examinar la creencia de que su objeto se halla alimentado por la necesidad humana de controlar (o de hacer controlar) la realidad no hushymana allaacute donde los otros medios de que dispone el hombre o el grupo se revelan insuficientes la creencia en tales seres tiene por objeto asegurar al hombre una ltltinfluenciaraquo sobre aquello que de otro modo se le escapariacutea y colocariacutea al hombre a su merced Pero existe

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~~ iexclJiexcliexcl otra categoriacutea de seres sobrehumanos para los que al

menos en apariencia no es vaacutelida dicha tesis se trata de esos seres que uno reencuentra en las maacutes diversas religiones primitivas y superiores seres considerados co o laquoinactivosraquo en la actualidad por los propios creshyyentes y cuya actividad se halla limita a a un pasdo definitivamente cumplido En consecuenCIa dIchos seres ntildeo administran la realidad susceptible de convertirse en objeto de sus relaciones con el hombre y no ejercen soshybre ella ninguacuten control en favor del creyente Ya A Lang remarcoacute que muchos de los que eacutel llamaba laquoseres sobreshyhumanosraquo permaneciacutean laquoociososraquo han organizado el mundo ordenado las principales instituciones pero en el presente ya no intervienen tanto es asiacute que los pueshyblos a pesar de mencionarlos a menudo no les dirijen ninguna plegaria ni les ofrecen ninguacuten sacrificio Pero existen tambieacuten otros numerosos tipos de seres cuya actividad estaacute limitada al pasado en las rehgIones ae CIertos pueblos agricultores primitivos se concede una gran importancia a estos personajes que junto con A E ]ensen designariacuteamos convencionalmente bajo el nombre d~palabra perteneciente a un pueblo de Nueva Guinea) Se trata de seres SQbrehut1anos~qu~~_ suelen ser los antepasad~- ~ lo cux~sJt1stit~cltl-ntildeesnanfiln a o espueacutes han sido matgos a menudo despeOaacutezacrosOe--strcuer~deJas-pattesclemeniexclUacutef naC1do las plantas a imenticias cultivadas Perten~~riacutea de los s-eres sobreshyhumanos inactivos los antepasados laquototeacutemicosraquo (los cuashyles dentro de ciertas sociedades laquototeacutemicasraquo estaacuten en la base de las particulares relaciones existentes entre un subgrupo social -clan grupos locales sexos etc- y una especie animal vegetal u otra) fundadores de la tribu del clan o del linaje Cuanto acabamos de decir es ig~almente vaacutelido para una serie de seres no siempre faacuteciles de distinguir los cuales en la literatura cientiacutefica

A--~ suelen denominarse laquoprimer hombreraquo laquoheacuteroe culturalraquo laquotricksterraquo etc asiacute como para una pluralidad de pershySOnajeS de apariencia ora humana ora animal pero que de hecho nunca son completamente humanos ni compleshytamente animales y que se reencuentran en la mitologiacutea de los maacutes diversos pueblos

Se trata precisamente de seres laquomiacuteticosraquo es decir seres no humanos y sobrehumanos cuya actividad relatan los mitos que se refieren a un pasado definido de diversos modos por relacioacuten al presente las civilizaciones primishytivas suelen contentarse con expresiones tales como laquohace mucho tiemporaquo o suelen referirse a acontecimientos ue marcan el liacutemite maacutes aacute el cua se ier e a memoria (ltltantes de a llegada de los blancosraquo) en las civilizacioshynes poseedoras de escritura se intenta encuadrar croshynoloacutegicamente los hechos y se habla de decenas de mileshynios (China Egipto Mesopotamia) de milenios (hebreos) o de siglos (Grecia Roma)

No es desde luego la distancia cronoloacutegica la que define el caraacutecter del tiempo miacutetico -la reflexioacuten croshynoloacutegica es secundaria y estaacute condicionada por cierto grashydo de conciencia histoacuterica- es precisamente el hecho de que se trata de un tiempo diferente del que se estaacute viviendo un tiempo en el que acaeciacutean cosas que ya no suceden debidas a personajes muy distintos de los que obran en la eacutepoca presente u obraron en un pasado cershycano cuyo recuerdo persiste

Los mitos

No por casualidad nuestra exposicioacuten ha pasado de los seres sobrehumanos a los tiempos miacuteticos o sencillamente a los mitos En efecto la razoacuten de ser de la creencia en seres sobrehumanos actualmente inactivos o inexistentes y que no han obrado maacutes que en la eacutepoca del mito es

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 2: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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rProlegoacutemenos a una historia tear una serie de problemas harto complejos seraacuten ellos de las religiones los que constituyan el contenido de los presentes proshy

legoacutemenos

j

Desde hace maacutes de un siglo -y precisamente despueacutes de la publicacioacuten de las primeras grandes obras de bMax Muumlller- se habla de la laquohistoria de las religionesraquo o ~historia comparada de las religionesraquo como de una disciplina cientiacutefica a la altura de cualquier otra Todaviacutea hoy sin embargo no parece que la existencia la razoacuten de ser de dicha disciplina se acepten como obVIas a Igual tiacutetulo por ejemplo que la filologiacutea claacutesica la histori~ d~ la literatura la linguumliacutestica la egiptologiacutea y otras disCIshyplinas humaniacutesticas En ninguacuten paiacutes se preveacute la inclusioacuten de la historia de las religiones en los estudios de enseshyntildeanza media mientras que en todas partes junto a la historia poliacutetica se estudian la de literatura filosofiacutea o arte El nuacutemero de caacutetedras universitarias para dicha materia es asimismo muy restringido y pueden contarse con los dedos de la mano las publicaciones peri6dicas especializadas en el tema Esta situacioacuten de hecho refleja una incertidumbre general --cuando no un escepticismo declarado- frente a la justificacioacuten teoacuterica o a la posishybilidad praacutectica de la historia de las religiones como una disciplina autoacutenoma

Teoacutericamente una disciplina cientiacutefica autoacutenoma --es decir relativamente autoacutenoma puesto que la autonomiacutea absoluta no es propia de ninguna disciplina cientiacutefica (la filologiacutea claacutesica por ejemplo recurre a la linguumliacutestica a la paleografiacutea a la historia antigua etc y vicevers~)-se justifica en la medida en que su~ meacutetodos y obJ~to son especiacuteficos y no pueden confundirse con los de runshy

JI guna otra Una constatacioacuten tan simple basta para plan-

I 1 iquestQUE ES LA RELIGION

iquest Es que tiene la historia de las religiones un objeto especiacutefico En apariencia la respuesta es faacutecil naturalshymente que siacute y su objeto lo constituyen precisamente aquellas religiones cuya historia estudia Pero surge a menudo otra pregunta la de si la laquore~gioacuten~ ~n siacute misma(J~ constituye un fenoacutemeno autoacutenomo bIen distlnto de los JI

restantes fenoacutemenos culturales iquestAcaso no es una mezcla)) gt

ideoloacutegica heterogeacutenea de doctrinas filosoacuteficas y sociales t 2 de elementos fantaacutesticos de sentimientos y de praacutecticas de la maacutes diversa iacutendole Auacuten no hace mucho tiempo se pretendiacutea que la religioacuten no era sino una ciencia rudishymentaria que en la evolucioacuten humana precedioacute a la formacioacuten de las ciencias propiamente dichas e incluso en nuestra propia eacutepoca Benedetto Croce negaba la inshydependencia de una laquocategoriacutearaquo religiosa que eacutel consideshyraba como un subproducto de las categoriacuteas laquoloacutegicaraquo y laquomoralraquo )r-r)

I

Ciertamente no han faltado defensores de la autOiiO= miacutea del fenoacutemeno religioso En su ceacutelebre taJgtIacuteordm-Q(l~_ Heilig~JLo_snto) (1917) Rudolf Otto~e~

j demograi- el caraacutectCLespedffm de-iexcliexcle~rienciak lo laquosagradoraquol irreducible a cualquier otra categoriacutea de la experiencia humana y que seriacutea el fundamento de toda religioacuten Pero aun prescindiendo del hecho de que Otto

] y sus disciacutepulos insinuaban sin justificacioacuten cientiacutefica alguna que ~~ncill_~~10_laquosagllordmogt_~ flldashymentaba ~~alg_EPilttilenJ~_~J~nte subsiste la cUestioacuten de si al introducir tal criterio distintivo del feshynoacutemeno religioso no se estaraacute a un paso de la simple

V)IIacutegtIfl( ~ )tI) f~(Q~JA(J~(iacute ~)_rlroiexclI)(~Jlfl31 frmiddot r

AJ ltrOJr C) (1))

tautologiacutea religioacuten es aquello que se funda sobre 10 laquosagradoraquo y es laquosagradoraquo cuanto se halla en la base de toda experiencia religiosa

~Ciertamente para quienes admiten ~n fenoacutemeno trasshy~~t- cendente y objetivo en la base de la relIgioacuten el prolema

de la autonomiacutea de esta uacuteltima no parece complIcado 10 laquosagradoraquo --o expresado mucho maacutes concretamente Dios- existe y la religioacuten no es maacutes que la relacioacuten humana establecida con dicho objetivo existente Indeshypendientemente de la postura religiosa de cada uno es necesario admitir que EO convienen al historiador semeshyjantes presupuestos la exjstencia objetiva de lo laquosagrashydoraquo o de Dios puede ser creiacuteda por fe o bien puede ser objeto de diSCUSiones metaflslcas pero n~ es Iegiacute~imo introducirla como presupuesto en los estudios histoacutericos Por eso desde este punto de Vista es inadmisible la postura de quienes consideran las religiones histoacutericas como simples variantes de laquolaraquo religioacuten es decir en la

como formas maacutes o menos degeneradas o decashyde la uacutenica religioacuten verdadera determinada por

realidad objetiva trascendente (escuela del Padre W Schmidt)

_ Li-Puede por otra parte tomarse una postura en cierto ~ d f ~ modo anaacuteloga y de hecho se ha toma o c~n recuencla

(G van der Leeuw por ejemplo) aunque SIn presupuesshytos expliacutecitamente fideiacutestas o metafiacutesicos es el cas~ de quienes afirman que la r~oacuten es ufl JeJloacutemeno u~lvltr-

salmente humano en tanto que Innato con eacutemto al om re como ta (homore tgtouss~guacuten eI1~c~l()__~el

~ humir fZiacutebiacutef-s65re esta base lll diferente~ relig~ones aIarecen simplemente como las diversas mamfestaclones concretas de una JIacuteojca facultad human Sobre esta conshyviccioacuten se fundamentan las diversas formas de 10 que se ha dado en llamar laquofenomenologiacutea religiosaraquo Sin deshytenernos de momento en unaevalaacioacuten iexclig meacutetodo fenomenoloacutegico debemos decir ya ahora que la presushy

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posicioacuten de una religioacuten laquoinnataraquo en el hombre no puede en modo al~no ser aceptada por el historiador Este entildeiacuteanto que tal siacute puede en efecto constatar e intershypretar los hechos comprobados pero no asiacute formular juicios sobre eacutepocas remotas e indocumentadas ni mushycho menos sobre el porvenir en otras palabras al hisshytoriador le estaacute permitido observar que todas las civilishyzaciones pasadas y actuales de las que disponemos de documentacioacuten segura presentaban o presentan alguacuten tipo de manifestacioacuten religiosa pero esta observacioacuten no le da derecho a emitir ninguna conclusioacuten sobre civilishyzaciones y eacutepocas poco conocidas (como aquellas que se remontan por ejemplo a varios cientos de milenios) o sobre civilizaciones futuras La tendencia que en el curso de los uacuteltimos siglos presenta la civilizacioacuten occidental hacia el laicismo asiacute como la actual existencia de socieshydades no religiosas tal vez sean hechos demasiado reshycientes para medir su alcance histoacuterico pero pueden servir para ponernos en guardia contra la abusiva generalizacioacuten inherente a la tesis del homo religiosus

Admitiendo la tesis de la religioacuten laquoinnataraquo desplazashyriacuteamos el estudio de-fas religiOntildeesdesde--ddominio de la historia hacia el de las ciencias naturales Es eacutesta una lI afirmacioacuten igualmente vaacutelida para la orientacioacuten psicolo- l gista seguacuten la cual la religilt~ _~~_~c9lfe com-ordm_knoacutemeno seruntildedarlo-a-tactores--~iacute~~~_iP_~~~cie~t~~ individuashyles o colectlvosIapsicologiacutea en tanto que ciencia na- gt-~ral tiende a establecer las leyes naturales que gobier-_ nan su objeto la psique Si las religiones fuesen el proshyducto de le es sicoloacutegicas permanentes quedada sin explicacioacuten su extrema varie a istorlca a Istona en efecto no se nge por leyes naturales hls Soacutelo si se

-admite como es verosiacutemil que asiacute ocurra que la psique en siacute misma estaacute al menos en cierta medida histoacuterica y culturalmente condicionada la consideracioacuten de los factores psicoloacutegicos puede revelarse uacutetil para el estudio

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de la historia de las religiones pero en este caso ya no se trata de concebir las religiones como productos l2uuml~ mente psiacutequlCO~ - La realidad histoacuterica no conoce maacutes que una pluralidad de religiones y no laquola religioacutenraquo tenga eacutesta su fundashymento en lo trascendente en la laquonaturaleza humanaraquo o en las laquoleyesraquo psicoloacutegicas En cambio para poder hablar de laquoreligionesraquo incluso en plural se hace necesario un concepto uacutenico de la religioacuten pero un concepto abstracshyto como el de aacuterbol aun cuando en la realidad no exista aacuterbol alguno que no sea un aacuterbol concreto Para descushybrir cuaacutel sea el objeto de la historia de las religiones

es inevitable plantear el problema de coacutemo definir el ~) concept~ ~e rel~ ~hora bien tan soacutelo en ~el curso

-J de los uacuteltImos CIen anos se han propuesto mas de un centenar de definiciones ninguna de las cuales se ha impuesto definitivamente Las razones del fracaso de estas tentativas suelen ser muy simples o bien se parte de presupuestos no cientiacuteficos o bien se busca el fundashymento sobre una uacutenica religioacuten o sobre un uacutenico tipo de religiones y la definicioacuten no es aplicable a otras tambieacuten puede ser que no se tenga en cuenta maacutes que un solo aspecto de las religiones (el doctrinal o el subshyjetivo y sentimental o tambieacuten el puramente externo) Pero es difiacutecil creer que razones semejantes sean sufishycientes para explicar que jamaacutes se haya dado hasta el presente una definicioacuten satisfactoria del concepto laquoreshyligi6nraquo ~Dicha dificultad se explica en efecto por otra raz6n

tuacuteJue suele olvidarse frecuentemente a pesar de su evi Oencia que el onc to de religi6n se ha formad 1pued~~~_ ~- mm~n ose-aToacutelar o clefa iexcl _sorIa e la civ ci6n 0CC1 ent s Importante reshy ~~_Sl1l~_nln8ordf lengua pilinTtiVarunguna -dCivi1lia~ shy ci6n su~~JircaiCJ--iiL~iexclgti~ra=-Ia-~reacutega~-O-la --ro=miria maacutes pr6ximas _a J1Q9ttQ5 PQseenlID teacutermiP9 que cot~~~

p_onda a este ~I1cepto que hist6ricamente se ha defini4ltf1 en una epoca y en un medio particulares (Se observaraacute que la palabra laquoreligiOacutenraquo deriva airectamente del latiacuten religio -iY cuaacutentas definiciones de religioacuten han tomado como punto de partida una u otra de las presuntas eti molgiacute~s del ~eacutermino latino relegere o religare-o Pero el termmo latIno no poseiacutea la acepcioacuten moderna de relishygioacuten indicaba simplemente un conjunto de observancias advertencias reglas e interdicciones que no hadan ref~ rncia por ejemplo ni a la adoracioacuten de la divinidad ro a las tradiciones miacuteticas ni a la celebracioacuten de la~ fistas ni a t~t~s otras manifestaciones consideradas hoy diacutea como laquoreligIosasraquo) Qyerer definir la laquorelgioacutenraquo es I ~shyqu~rer da~_ull~ignlfkordfgo precis a un teacuterminQ_Jorjado PQr nosotros sotros em leamos normal~i mente con a maacutes v as e im recisas significacionesi e trata pues de una ~ 1fl1 on unClon e etetrnlshy

nar un concepto para que pueda ser utiliiiao con fines cientiacuteficos y no de una definici6n basada en los caracshyter~s de un~ cosa distintos in re respecto a otra (como serla por ejemplo la definicioacuten del bronce como una alea~ioacuten q~e ltltgtntiene un porcentaje dado de cobre y estano defIfl1CIOacuten que es vaacutelida independientemente de toda eacute~a histoacuterica y de toda situaci6n cultural) No debe olVIdarse que apenas hace un siglo se afirmaba todashyviacutea ~e ciertos ~ueblos p~tiVS ~entras se discutiacutean~~ sus ritos creenCIas y seres tmagmarIos que viviacutean laquoigno-~ rantes de todo aquello que pueda parecerse a una reli- lO gi6nraquo y ello PQrgue todaviacutea se le daba al teacutermino laquoreli-~ gioacutenraquo un sentido que dependiacutea muy estreChamente de 1)0

la experiencia ten iosa cristiana mientras que hoy en diacutea s~8UIacuteos ~tilizando el rrusmo mo pero con una acepaoacuten conSIderablemente maacutes amplia Se trata pues ante tOdo de saber coacutemo queremos definir un teacutermino que se emplea con diversos sentidos a fin de que doshytaacutendolo de un significado que no se preste a confu~i6n

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farisifNIt tfiacuteWo ~f IW ~et~ rI

w~ oUAamp~ fo ~ ~~ pueda utilizarse con fines cientiacuteficos Pero en el terreno hist6rico -al contrario de lo que sucede en el de las matemaacuteticas o en el de la loacutegica pura- una definicioacuten a priori por precisa que sea no sirve para nada la condicioacuten de su utilidad estriba en que a dicha definicioacuten corresponda efectivamente una realidad hist6rica coheshyrente y distinta de las otras Con otras palabras no ~shyremos ue el conce to de laquoreligi6nraquo -nacido como un produc stoacuterico de nuestra CIV zaci6n y por consishyguiente sujeto a deterouna as teraClones en el curso de la historia posea ah aeterno un significado preciso qqe todo 10 maacutes debemos laquoreencontrarraquo al contrario somos nosotros con fines cientiacuteficos uienes de os laquodarraquo un significa o a o concepto impreciso por otro lado de nada serviriacutea daacuterselo arbitrariamente ya que debe poder aplicarse a un conjunto real de fen6meshynos hist6ricos susceptibles de corresponder al vocablo laquoreligioacutenraquo -vocablo extraiacutedo del lenguaje corriente e introducido en la terminologiacutea teacutecnica- una vez que su sentido haya sido determinado de modo inequiacutevoco

Conviene volver sobre dos observaciones que ya heshymos hecho anteriormente de un lado que en ~nshyguas de otras civilizaciones distintas a las del o~cidente ~stclaacutesico no existe teacutermino alguno para deSIgnar la

(reli ioacuten de otro que todas las civilizaciones hist6rishycamente conocidas han teru o manifestaciones ue nosshyotros llamamos religiosas o c o maacutes simplemente han

seiacutedo a uello ue nosotros estams a~ostumbr~dos a denominar una religi6n o o e o Slgru lca que m uso

sin darnos cuenta presuponemos o bien que se puede tener una religi6n sin poseer el concepto o bien qu~ nuestro concepto de laquoreligi6nraquo es vaacutelido para det~r~shynados conjuntos de fen6menos los cuales en las ClV~shyzaciones en que aparecen no se distinguen como laquorelishygiososraquo de otras manifestaciones culturales Vale la pena intentar aclarar estos nuestros presupuestos impliacutecitos

En la mayor parte de las civilizacjordme~ _9u~-=-nQSOtros llaacutetiiaintildeQ ffiftiVaacutesraquo -ro -que-denominamos laquorelWQnraquodbc ~e manifiesta hasta en ~s eta es ~l 8f1IacuteJI cotl lana a a mentaclOn e vestiaQJa dISpOSICIoacuten de ras habitaciones las relaciones con los parientes y con 10seamp~Ets aCtlVI~a~ntildentilde6mic~s ~ ~as- dlstraccioshynes se rIgen ~~excepclOn por unos prmclplOs relJgDSOS

pero en estas soCieaadeS-cuanaoUi1iacuteriacutedividuo ejerce su aCtlvldad normal no es ntildeecaartamenle consciente de esshytar obr~~d~~rrrilsmoacutemiddotmiddot tiacuteemposobre uacutenplanomiddotlaquopToIanoraquo ysoore un pIiintildeQ ltueigjo[oraquo en la medida en gg~ su universomiddot cultural es cerrado y orgaacutenico prObablemenJelf dicho individuomiddot ntildeoUacutedhinlntildegiiacuteiexcliesdfntildeuIQ sUsectf~tible de provocllr e~-~piacuteritu esas disti~~io~~osotros establecemos entre rOacutesdiIerenteS aspectos de suacaon El mismo se faOrlca er-VeSildo-ra casa Ias-~ ocupa de la mujer del padre del cuntildeado del tiacuteo del forastero come o ayuna trabaja la tierra a sale de caza laquotal como se haceraquo o laquocomo siempre se ha hechoraquo sin hacerse preguntas acerca del por queacute de su modo de obrar La laquoreligioacutenraquo forma parte de sil vida y no hay motivo para que la dlstmga de ls restantes aspect~ de su existencia Todo esto es igualmente vaacutelido para ias numerosas civilizaciones llamadas laquosuperioresraquo Conshyviene antildeadir a este esquema -algo simplificado-- a modo de correctivo que incluso antes de establecer una distincioacuten consciente entre10s dIversos oacuterdenes de su actividad un grupo humano puede adoptar ciertas forshy~as praacutecticas de diferenCIacIoacuten al conhar por ejemplo las funciones religiosas por excelencia a determinadas personas tales como hechiceros chamanes adivinos o sacerdotes o bien al concentrar ciertas actividades laquosashygradasraquo en determinados diacuteas como puedan ser las laquofiesshytasraquo pero todo ello no implica todaviacutea una Clara conshyCiacuteentildecia de la distincioacuten entre el hecho laquoreligiosoraquo y los restantes oacuterdenes de hechos

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Por otro lado si desde hace siglos desde los comienshyzos del cristianismo empleamos los teacuterminos laquoreligioacutenraquo laquoreligiosoraquo laquosagradoraquo etc a pesar de las diversas acepshyciones que hayan podido tomar si desde hace tiempo buscamos darles una significacioacuten maacutes precisa si extenshydemos a veces su sentido para poderlos aplicar a unos hechos de otro modo poco susceptibles de ser explicados todo ello es una prueba evidente de que percibimos una diferencia laquoobjetivaraquo entre aquello que en cualquier cishyvilizacioacuten aparece determinado por la religioacuten y aquello otro que podemos considerar como independiente Volvashymos a uno de los ejemplos precedentes el hombre de cualquier civilizacioacuten laquoprimitivaraquo para construir su casa sigue simplemente el meacutetodo en uso de la civilizaci6n en cuyo seno vive sin tener la menor conciencia de estar aplicando al actuar de esta manera cierto nuacutemero de principios heterogeacuteneos calificados por nosotros de laquopraacutecshyticosraquo laquoesteacuteticosraquo laquosocioloacutegicosraquo y laquoreligiososraquo Obsershyvamos en efecto que el empleo de ciertos materiales procedimientos y teacutecnicas aseguran a la construccioacuten la estabilidad y la aireacioacuten necesarias la defienden contra la lluvia permiten la eliminaci6n de los detritus etc Si no obstante constatamos que entre los diferentes mateshyriales (maderas fibras etc) equivalentes entre siacute desde el punto de vista funcional su elecci6n recae sistemaacuteshyticamente sobre unos en tanto que los otros son sisteshymaacuteticamente descartados esto significa que intervienen razones de otro orden que las puramente praacutecticas En ciertos casos tal elecci6n pareceraacute dictada por criterios que calificaremos de esteacuteticos entre dos tipos de madera igualmente resistentes y faacuteciles de trabajar la eleccioacuten recaeraacute sobre la maacutes brillante o sobre la que tenga detershyminado color En la disposicioacuten de las estancias o de los lechos destinados al marido a la mujer ~ los nintildeos y eventualmente a otras personas que vivan en el seno de la familia distinguiremos la aplicacioacuten de criterios de

orden socioloacutegico como serta la prioridad concedida a un sexo sobre el otro a una edad respecto a otra Pero si uno se percata de que la eleccioacuten es constante incluso entre materiales equivalentes no ya desde el punto de vista praacutectico sino tambieacuten esteacutetico o que la disposicioacuten preferencial de las habitaciones o de los lechos no aseshygura ninguna ventaja al miembro de la familia socialmiddot mente considerado maacutes importante en ese caso todo inshyduce a concluir que entre los criterios que presiden la construccioacuten de la casa existe uno que no es ni laquopraacutecshyticoraquo ni laquoesteacuteticoraquo ni laquosocioloacutegicoraquo Y cuando finalshymente descubrimos por ejemplo que el material vegetal preferido o el tratamiento de privilegio que significa el lado derecho o el izquierdo son adoptados aun cuando no intervenga ninguacuten factor praacutectico esteacutetico o de otro tipo concluiremos que el motivo determinante de la eleccioacuten es de orden religioso pasaremos de la hipoacutetesis a la certidumbre cuando observemos que en las acciones que acostumbramos a definir como laquoritualesraquo o en los relatos por nosotros considerados como laquomitosraquo se adopshytan o se mencionan los mismos materiales o la misma distribucioacuten

Al calificar de religiosos esos motivos o esas acciones indudablemente nos basamos en un concepto impliacutecito de religioacuten En la simple acci6n individual del hombre que se construye su casa distinguimos unos aspectos e intenciones praacutecticos esteacuteticos socio16gicos y religiosos Pero cualquiera que conozca aunque s6lo sea superficialshymente un cierto nuacutemero de religiones sabe que los viacutelshylores religiosos ~eden atribuirse a las cosas maacute~rshysas se habla comuacutenmente de ideas doctrinas conviccioshynes-creencias relatos religiosos acciones individuales y actitudes duraderas de normas prohibiciones relaciones determinadas por la religioacuten de personas animales plantas materiales objetos naturales o fabricados que se definen como laquosagradosraquo de lugares eacutepocas imaacutegenes

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de siacutembolos sagrados o religiosos etc La calificacioacuten de sagrado o religioso se basa siempre en este caso -al igual que en el ejemplo considerado hace un instante- sobre un concepto latente Parece oportuno recurrir ante todo al arte socraacutetico de la mayeacuteutica para traer a la supershyficie ese concepto todaviacutea indefinido y verificar a conshytinuacioacuten si posee el caraacutecter uniacutevoco y coherente indisshypensable a los teacuterminos cientiacuteficos

Este modo de proceder -inicialmente empiacuterico y posteriormente criacutetico-- presenta de entrada dos venshytajas La mayor parte de las definiciones prefabricadas del concepto de laquoreligioacutenraquo fallan por no englobar jamaacutes todos los hechos que en las diferentes civilizaciones esshytamos habituados a considerar como laquoreligiososraquo Como ya hemos dicho se ha podido afirmar a partir de ciershytas ideas preconcebidas (y de las definiciones maacutes o meshynos impliacutecitas que se derivan de ellas) que un pueblo puede practicar unos ritos y sin embarg ser ignorante de toda laquoreligioacutenraquo De igual modo partiendo de Clertas definiciones de la laquoreligioacutenraquo (fundamentadas r ejemshyp o en a a Olacl n e seres sobrehumanos) se ha cre o necesario excluir al budismo de entre las reH iones -Si por e contrarlo uno parte e a empiacuterica del empleo del teacutermino puede tener la fundada esperanza de hallar en su base un concepto lo suficientemente extenso como para abarcar la totalidad de los fenoacutemenos que consideshyramos religiosos La segunda ventaja reside en el hecho de que teniendo en cuenta la trema variabilidad d~ los fenoacutemenos a los cuales estamos acostumbrados a atrlshybuir un valor laquoreligiosoraquoz la ausencia de una definicioacuten a1riori evita constrentildeirlos desde el principio a u~ orshyden sistemaacutetico permitiendo en cambio analizar un CletQ sectmero de epos 1igiuumleacutendo cualguier Q~n basta el m~shymento preciso en ue descu ra e su co un enomtna or laquosagradoraquo el cual podriacutea ser verificado a

continuacioacuten mediante los restantes fenoacutemenos

Cuando se considera la larguiacutesima relacioacuten -aunque incompleta- de cosas que en las distintas civilizacioshynes pueden aparecer como laquosagradasraquo o laquoreligiosasraquo lo que sin duda llama nuestra atencioacuten sobre todo es el hecho de que las mismas cosas pueden en otros casos seguir siendo perfectamente laquoprofanasraquo Ante semejante constatacioacuten -que de paso e~luye por completo del ~ campo de nuestra investigacioacuten la hipoteca de una pre-iexcllG sunta sacralidad objetiva inherente a ciertas cosas- el enunCIado del problema no puedeSer otro queacute eacuteste laquoiquestQueacute es lo que en ciertas civilizaciones confiere imshyportancia religiosa a aquello que en otras puede no teshynerlaraquo Esta es ya una cuestioacuten estrictamente histoacuterica puesto que su respuesta requiere en todos los casos parshyticulares el estudio de civilizaciones histoacutericas concreshytas pero intentaremos de momento mantenerla a un nivel abstracto con el fin de extraer consecuencias de alcance general Por ello volvemos a plantearnos la cuesshytioacuten de otro modo iquestqueacute tipo de factores pueden convershytir en sagrado en una civilizacioacuten determinada aquello que no lo es en siacute

Las creencias religiosas

Examinemos para empezar las creencias religiosas Para la mentalidad corriente en nuestro mundo cultural (formada en el curso de la larga historia del cristianisshymo y de la todaviacutea maacutes larga del rasionalismo que junshytas han hecho revalecer el aspecto doctrin81 de la relishygioacuten sobre los restantes ritua es normativos entre otros a religioacuten es ante todo una ~Slioacuten e creenshy~El1o es cierto si se toma el teacutermino laquocreenciasraquo en ~sentido mucho maacutes amplio que aquel que se le atrishybuye comuacutenmente Si se efectuacutean ciertos ritos es porque se cree que deben efectuarse y por 10 mismo se respeshy

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tan las prohibiciones etc Pero las creencias religiosas en sentido estricto definibles como artiacuteculos de fe no tienen la misma importancia en todas las religiones hoy diacutea por ejemplo se sabe que las respuestas solicitadas por los etnoacutelogos de la vieja esCilefa fueseoacutecreyentes0 ieIectuanstasj~(ctees en DlQJnLQ~~~n aIiacuteDa inmortal iquestcoacutemo es la vida del maacutes allaacuteraquo etc) apenas

tlentildeen-VaacuteIor son j5iegufitas estas que muchos pueblos InCluso pertenecientes a civilizaciones superiores no se plantean o no se planteaban jamaacutes Sin embargo en todas las religiones existen creencias Pero he aquiacute una constatacioacuten harto evidente y no obstante de graves consecuencias para el estudio de las religiones la laquocreenshyciaraquo y el hecho de laquocreerraquo no pertenecen exclusivamente a la esfera de la experiencia religiosa laquocreemosraquo tambieacuten

( continuamente en cosas a las que nadie atribuiriacutea una

~ ~ significacioacuten religiosa iquestQueacute es pues 10 que distingu (~y1a creencia religiosa de bcreencia protan

~ Descartemos en prtmer lugar la hipoacutetesis seguacuten la Jt cual soacutelo se tratariacutea como suele ocurrir a menudo de un teacutermino uacutenico con dos acepciones distintas soacutelo unishy

das por una vaga analogiacutea Si bien es verdad que el vocablo laquocreerraquo tiene muchos significados especiacuteficos y que se podriacutea establecer una compleja fenomenologiacutea de las diversas creencias en general no parece que sus fronshyteras semaacutenticas coincidan con aquellas que separan 10 laquosagradoraquo de 10 laquoprofanoraquo Uno puede por ejemplo laquocreerraquo una cosa sin imaginar que pueda existir alternashytiva (asiacute por ejemplo caminamos laquocreyendoraquo que el suelo soporta nuestro peso sin siquiera pensar que pueda ceder posibilidad que no obstante no puede descarshytarse absolutamente igual sucede en el terreno religioso con toda creencia laquoingenuaraquo y no soacutelo laquoprimitivaraquo) Uno puede en cambio creer sabiendo que hay alternativa (asiacute en el terreno profano uno puede creer en la inocencia de un acusado sin ignorar que otros lo tienen por culo

pable en el terreno religioso cada uno cree en su propia religioacuten aun conociendo la existencia de otras) en este uacuteltimo caso el hecho de creer puede revestir un matiz maacutes o menos consciente y voluntarista se posee entonshyces laquola feraquo (igual que en el plano de lo profano uno cree hallarse del lado de la razoacuten en una opcioacuten poliacutetica en una hipoacutetesis cientiacutefica en una discusioacuten etc) De otra iacutendole son todaviacutea las creencias -mezcladas de esperanza y temor- respecto al porvenir pero eacutestas existen tanto en la maacutes banal esfera profana (cuando creo por ejemplo que mantildeana haraacute buen diacutea) como en las maacutes importantes experiencias religiosas (espera meshysiaacutenica creencias escatoloacutegicas)

iquestQueacute es pues aquello que distingue la creencia relimiddot giosa de la profana Tampoco la naturaleza de su objeto parece bastar para distinguirlas puede en efecto creerse de un modo profano en la existencia de Dios y ellJa inmortalidaddefalma (por ejemplo apoyaacutendose en razoshynamientos hlosoacutef~os) La mejor manera de abOrdar el problema tal vez consista en analizar algunos tipos de creencias religiosas no sobre un plano abstracto sino en sus respectivos contextos culturales

Los seres sobrehumanos

No nos seraacute posible extendernos aquiacute sobre los detashylles de cada religioacuten y tendremos que limitarnos a proshyceder por tipos y categoriacuteas Recordemos en primer lugar que una vasta categoriacutea de creencias religiosas es aquella concerniente a los seres que a falta de un teacutershymino maacutes exacto denominariacuteamos laquosobrehumanosraquo (aunshyque el hombre cree a veces poderlos dominar el teacutermino no es pues del todo apropiado pero es maacutes conveniente que el de laquosobrenaturalraquo ya que este uacuteltimo presupone un concepto positivista de laquonaturalezaraquo extrantildeo a la mashy

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~tWA 1It4-~hlf ~yoriacutea de las civilizaciones no occidentales) Ahora bien

en la enorme en la ilimitada masa de seres sobrehumashynos conocidos como pertenecientes a las innumerables religiones del mundo pueden distinguirse -sin dema siada abstraccioacuten (cierto grado de abstraccioacuten es ya se sabe la condicioacuten de todo avance cientiacuteHco)- diferentes laquotiposraquo fundamentales que se conectan como soacutelo la historia de las religiones puede demostrar con diferenshytes tipos de religioacuten y con diferentes tipos de civilizacioacuten

Con toda probabilidad uno de los tipos maacutes antiguos de dichos seres laquosobrehumanosraquo geneacuteticamente ligado a las formas de vida de una humanidad cuyos uacuten~shyursos son la caza y la recolecd6n (es decir una huma nidad que no produce sus medios de subsistencia sino que se contenta con apropiarse de lo que halla a su alreshydedor) sea el del~de~ ah1=sraquo)t~rmino desde ahora convencionarespecto el cuumlilconviene precisar que dichos seres pueden ser de sexo femenino laquosentildeora de los animalesraquo e mcfuso pueden presentarse bajo la forma de una pluralidad de seres morfoloacutegica mente anaacuteshylogos (ltltespiacuteritusraquo o laquodemoniosraquo del bosque laquosentildeoresraquo de espeCies anImales o de selvas concretas entre los pueblos pescadores esos seres reinan a veces sobre los animales marinos) Para caracterizar someramente este tipo de seres sobrehumanos diremos que en principio moran en los espacios inhabitados los cuales se oponen por un lado a los campos o a los pueblos donde todo estaacute gobernado y protegido por las reglas humanas de la vida en sociedad pero que por otro lado constituyen el mundo donde los cazadores y recolectores estaacuten oblishygados a procurarse sus medios de subsistencia Lafuv cioacuten maacutes manifiesta del ser en cuestioacuten es la de conceder ~~za al cazador estaacute en su poder el esconshydeacutersela condenando a padecer hambre al grupo humano pero tambieacuten puede conducir al cazador hada el eacutexito entieacutendase eoner a su disposicioacuten los medios maacutegicos

que aseguraraacuten el feliz deseplace de loa empresa Para eacutelde vital importancia En tanto que representante de lo laquono humanoraquo (de lo laquono habitadoraquo) es monstruoso y por sus estrechas relaciones con la caza suele represhysentarse a menudo bajo una apariencia parcialmente temiddot domorfa A primera vista podriacutea pensarse -y esta explishycacioacuten sobre el origen de las creencias en los seres sobreshyhumanos ha tenido sus seguidores desde G B Vico hasta L Frobenius y A E ]ensen pasando por los hermanos Grimm F Max Muumlller y los materialistas del pasado siglo evidentemente dentro de formas y a niveles de elaboracioacuten distintos- ue seres tales son la ro eCClOn fantaacutestica la laquoper~ordm-l1iJlfacioacutemgt_J~pcao a ex uacutesioninmiddot mediata -eI~ experiencia del caza or primitivoL()~I~do en la selva a afrontar sin treZLla riesgos imprevisJl~sl del iquest~ad~~middotpiitiexcl~iquest -q~e presiente que_eLn~llultordfordm-Q ordm~_una empres~ eS~rlciordfLparJ JIL existenciacutea_ruLdepende tansoacuteJo deacute-eacuteI- srn~ tambieacuten de oscuras fuerzas superiores a las suyas Sin embarg~~sta--~~pTicad6n resultalntildesUacutefiacuteclente tantildetO- desde el punto de vista teoacuterico como a la luz de los hechos Teoacutericamente su punto deacutebil estaacute en que ve el fundamento de una idea religiosa en una actividad gratuita e irracional de la imaginacioacuten (la laquopersonificashycioacutenraquo) lo cual no concuerda con la enormemiddot serieda~ ~ue todas las civilizaciones ponen eo las cosas de la rehglOn Uno tiene el derecho a preguntar cuaacutel es la razoacuten de esa laquopersonificacioacutenraquo son los propios hechos los que justifican esta pregunta y son ellos mismos los que resshyponden El hombre puede establecer relaciones reciacuteproshycas uacutenicamente con un ser laquopersonalraquo Y en efecto el

gruPo de cazadores tiende a establecer relaciones reciacuteshyprocas con los seres del tipo del laquosentildeor de los aniacutemalesraquo como lo demuestra entre otras cosas el diacute fundido uso de presentarles una ofrenda tras una buena caza - ello no es todo al laquosentildeor de los aniacutemalesraquo se le atribuyen criterios predsos en el enjuidamiento de las conductas

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humanas de este modo negaraacute la caza a aquellos que han matado inuacutetilmente (es decir maacutes de lo que necesishytaban para subvenir a las necesidades del grupo) o a aquellos que han violado ciertas normas sociales Meshydiante estas creencias~l_grupo _hulJ)ano adqui~relcershytidumbre de que actuando seguacuten la vltgtlllnJaddeLlaquo~entildeor de10s afilmatesraquo (es decIacuter-eIl uacuteltimo anaacutelisis conforme a 108- intereses vitales del grup~1mruUacuteaacuteJa saacutedsfa~CIoacuteri destlsnecesidacte8Conotras palabras la creencia en el laquosentildeor de l~alesraquo lejos de ser un producto grashytuito de la imaginacioacuten sirve a un determinado tipo de ocIedad puesto que g aCIas a unas relaciones persooaJes

con aguel de quien depende la propia existencia de la sociedad ( oca im arta el ue para quienes no partishyCIpan de tal creencia se trate e una mera ilusioacuten) pershymite uo control sobre algo que de otro modo escapariacutea a toda influencia humana puesto que aunque el cazador preparase las maacutes eficaces trampas y armas aunque sishyguiese infatigablemente las huellas de su presa aunque tuviese a su disposicioacuten todos los medios teacutecnicos que sugiere la experiencia no por ello dejariacutea de encontrarse siempre inevitablemente frente a elementos imprevisishybles susceptibles de convertir en vano su esfuerzo Sus relaciones con los seres del tipo del laquosentildeor de los anishymalesraquo reguladas por normas inviolables le sirven para controlar dichos elementos

Hemos escogido a tiacutetulo de ejemplo una de las maacutes antiguas creencias tal vez la maacutes antigua (seguacuten Jensen y R Pettazzoni) en seres sobrehumanos personales pero nuestra interpretacioacuten sigue siendo vaacutelida mutatis mushytandis para toda una serie de creencias anaacutelogas Es cierto que conferir una personalidad a la realidad inconshytrolable de la cual depende no es el uacutenico medio al que puede recurrir el hombre para garantizar su situacioacuten En la fase post-tyloriana del evolucionismo se insistioacute mucho sobre los fenoacutemenos religiosos que se explican mediante

la creencia en poderes laquoimpersonalesraquo inherentes a las cosas para ilustrar dicho tipo de creencias se recurriacutea al concepto melanesio deCjzanfD(y a aquellos otros en~ parte anaacutelogos de diferentes pueblos indiacutegenas americashynos orenda wakan manitu) La sociedad puede en efecto forjar teacutecnicas rituales que considere aptas para controlar dichas fuerzas a condicioacuten de formarse una idea precisa sobre el modo de obrar de eacutestas En contrashypartida la hipoacutetesis de la denominada escuela preanishymista (en particular R R Marrett) segoacutentilde la ruar la ~a en poderes impersonales es necesariamente maacutes antigua maacutes laquoprimitivaraquo que la creencia en seres sobreshyhumanos no se ha visto confirmada por los trabajos maacutes recientes t0 se ha hallado ninguacuten pueblo ni siquiera entre los maacutes laquoprimitivosraquo (es decIr etnoI6gkamente antiguos) que estuviese privado de toda creencia en se-Jts personales

Naturalmente aun cuando la caza no sea ya para el hombre el uacutenico ni el principal recurso siguen existiendo en la realidad bastantes factores incontrolables de los que depende la existencia del grupo humano En todo caso no es a nivel abstracto sino gracias a un estudio en profundidad de los medios de vida y de la situacioacuten histoacuterica de un pueblo dado como debe abordarse la explicacioacuten de por queacute dicho pueblo atribuye por ejemshyplo el dominio de aquello que es humanamente inconshytrolable pero esencial para su supervivencia a un uacutenico ser sobrehumano (que en este caso denominamos conshyvencionalmente laquoser supremoraquo no sin sentildealar --en contra de la llamada teoriacutea del laquomonoteiacutesmo primordialraquo de W Schmidt y sus disciacutepulos-queJordms~ha halladQhJlsta el presente ninguacuten pueblo laquoprimithordm~_~iuntQ_~~ltr supremo no con()~~s seres Jlordmbt~hlt~nos) dispenshysador de la vida y de la muerte de la enfermedad y de la curacioacuten de la fortuna y de la adversidad del buen y del mal tiempo es decir de todo aquello que la realimiddot

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) iexcltiJ v if~ r CY

o(JJ l (1)] 0 o

dad aporta de hecho sin que la voluntad del hombre pueda intervenir de otro modo que no sea justamente el de establecer unas relaciones con el ser supremo y el de atribuirle unas exigencias a las cuales debe luego ateshynerse o al contrario por queacute dicho pueblo reparte tal dominio entre un determinado nuacutemero de agentes soshybrehumanos laquoespiacuteritusraquo cada uno de los cuales cumple un papel limitado ya sea en el tiempo en el espacio o en el orden de circunstancias en que pueda intervenir La razoacuten de ser de las divinidades de las religiones polishyteiacutestas no parece fundamentalmente distinta de la expreshysada tan soacutelo que el politeiacutesmo surge casi exclusivamente en las civilizaciones aenominaaas laquosuperIoresraquo (en tanto

ue en as raquo no se presenta mas que exce ciona mente y aJo e as prImeras) o quiere decir que es el reflejo de condiciones humanas harto distintas que pueden caracterizarse sucintamente

I asiacute una teacutecnica y una organizacioacuten econoacutemica maacutes desshy arrolladas confieren a la sociedad una mayor seguridad i alejaacutendola de la maacutes elemental lucha por la pura y simple

supervivencia y permitieacutendole una maacutes libre utilizacioacuten de las energiacuteas por otra parte la mayor complejidad del marco social (debido sobre todo a una maacutes avanzaaa

especializacioacuten por oficios) provoca la diferenciacioacuten de los intereses seguacuten los gruDOsY estratos ae la SQciediacuted iexclmientras Que la necesidad de la convivencia cooperacioacuten Ie interdependencia entre estos diversos irupos y estratos no soacutelo hace necesaria una organizacioacuten maacutes compleja (Estado) sino que romueve tambieacuten una compenetrashycioacuten de los intereses ~ de las ideas To o esto ayu a comprender los caracteres morfoloacutegicos de las divinidashydes pertenecientes a las religiones politeiacutestas dichas dishyvinidades representan tambieacuten al igual que los seres sobrehumanos mencionados a propoacutesito de las religiones laquoprimitivasraquo los aspectos incontrolables peroacute vitales de la realidad con la que se enfrenta el grupo humano eacuteste

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gracias a las relaciones establecidas con sus divinidades halla asiacute el medio de sustraerse al ciego arbitrio de lo no humano Tales divinidades constituyen (a diferencia del ser supremo) una pluralidad diferenciada que responde a la pluralidad de intereses existentes en el seno de una misma sociedad pero (a diferencia de los laquoespiacuteritusraquo) son representaciones complejas nacidas de la compenetrashycioacuten de los intereses y estaacuten coordinadas en un panteoacuten igual que las muacuteltiples necesidades y experiencias de una sociedad compleja se insertan no obstante en una unishydad cultural superior tI ~~~

Junto a la vasta categoriacutea de seres~~inos que representan los aspectos incontrolables de la realidad al tiempo que permiten entrar en relacioacuten con ella y hasta cierto punto controlarla existe otra --cuya mayor o meshynor antiguumledad respecto a la ya citada es de difiacutecil detershyminacioacuten- que comprende los seres sobrehumanos sushytancialmente privados de un sustrato real se trata de aquellos seres sobrehunIacuteanos cuya princip~nd6n rontildeshysIacuteSteenproteer-aT1iOintildeDreaTlntildel-iOiiTIaaoruIetracasa el poder e eacuteste es ecij1J$tamen~ntra los ordfs~ ih~trolables=L no obstante vitales-delarealidad Casi podriacuteamos decir que una antigua humanidad en la fase de creacioacuten religiosa se ha hallado ante dos posishybilidades recrear lo no humano bajo formas personales para establecer con ello relaciones regidas por normas humanas o bien crearse protectores sobrehumanos sobre los cuales delegar el cuidado de afrontar lo incontrolable Los espiacuteritus tutelares de la casa de la familia del indishyviduo y eventualmente de un individuo concreto (como el chamaacuten) los antepasados etc pertenecen a esta seshygunda categoacuteria Impulsado por la necesidad el hombre llega en este campo a laquofabricarraquo conscientemente seres que le protejan y le asistan para estos seres construidos por la mano del hombre pero investidos de poderes

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sobrehumanos puede auacuten utilizarse el teacutermino laquofetichesraquo del que tanto se ha abusado

Las dos grandes categoriacuteas de seres sobrehumanos que hemos distinguido no son sin embargo radicalmente dis tintas y no constituyen una alternativa para la fabricashycioacuten del fetiche el hombre utiliza unos materiales que considera como particularmente laquopotentesraquo (dotados de laquomanaraquo) los espiacuteritus tutelares tampoco son inventados arbitrariamente el hombre no posee uacutenicamente la exshyperiencia del mundo exterior sino que tambieacuten posee la de las fuerzas que obran en eacutel y se manifiestan en sus actos las cuales no siempre estaacuten dirigidas por su con ciencia no olvidemos que los heacuteroes homeacutericos atribuiacutean todaviacutea sus alternativas de coraje o de temor sus ideas y sus decisiones a divinidades inspiradoras El culto a los ante asados es la pruebleyidente de q1eeneLorjgell e la creacioacuten e os seres sobrehlllllapoS tutelares se

iexclnatamblen una-~e~~i~ de la realidacTEntilde-Iasmiddot soshyciedades agrfCOiacuteasmiddotpriniIiIvas erlneacutelIviduuuml-y el grupo heredan la tierra cultivada por los antepasados la tierra como tal no pertenece al hombre han sido los antepashysados de eacuteste quienes la han sometido a las necesidades humanas los uacutetiles agriacutecolas han sido tambieacuten inventashydos por ellos Por otro lado desde los tiempos prehis toacutericos la muerte representaba para la humanidad una realidad ambivalente era para el hombre no menos ateshyrradora que para el animal pero al primero se le apashyreciacutea ademaacutes como algo laquosuperiorraquo ya fuese por su laquoalteshyridadraquo anaacuteloga a la de lo no humano en general ya fuese tambieacuten porque era lo contrario de la vulnerabishylidad y de los liacutemites de la vida humana Por ello la muerte y los muertos que le pertenecen sin dejar de causar espanto adquirieron un caraacutecter vulnerable De ahiacute que los antepasados fuente directa de la posesioacuten y de los modos de explotacioacuten de la tierra al mismo tiempo que muertos sobrehumanos y venerados pasasen

a ser para sus descendientes en algunas civilizaciones los depositarios de todo poder y los protectores contra todo peligro a condicioacuten no obstante de que los desshycendientes observasen las normas de una vida correcta atribuidas ahora a la voluntad de los antepasados de otro modo eacutestos -representando al igual que los seres

iI sobrehumanos los aspectos de lo no humano- pueden castigar es decir asumir el fallo del hombre imperfecto como hicieran con su eacutexito

El dios uacutenico de las religiones monoteiacutestas que como las politeiacutestas aparece soacutelo en las civilizaciones denoshyminadas laquosuperioresraquo (las maacutes antiguas civilizaciones monoteiacutestas son la hebrea y la del Iraacuten mazdeiacutesta) se ajusta mejor desde el punto de vista morfoloacutegico al segundo de los dos grandes grupos de seres sobrehumashynos que venimos distinguiendo en efecto ~o dios no es la realidad ana incontrolable sino que la trasshyeacuteien e y esta uacuteltima podriacutea inc uso dejar e eXistIr sin comprometer la propia eXistenCia del dios uacutenico su creashydor su trascendencia lo distingue claramente del laquoser sup~emoraquo de muchas religiones (~primitivasraquo Por otra parte a eacutel corresponde como a los seres laquotutelaresraquo -a condicioacuten de que la conducta del hombre haga a eacuteste merecedor de ello-- la tarea de proteger al individuo y al grupo (por ejemplo a la nacioacuten o a la laquohumanidad~ seguacuten el concepto de colectividad imperante en el hortshyzonte cultural del grupo en cuestioacuten)

Existe un elemento comuacuten a todos los seres sobrehushymanos que acabamos de examinar la creencia de que su objeto se halla alimentado por la necesidad humana de controlar (o de hacer controlar) la realidad no hushymana allaacute donde los otros medios de que dispone el hombre o el grupo se revelan insuficientes la creencia en tales seres tiene por objeto asegurar al hombre una ltltinfluenciaraquo sobre aquello que de otro modo se le escapariacutea y colocariacutea al hombre a su merced Pero existe

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~~ iexclJiexcliexcl otra categoriacutea de seres sobrehumanos para los que al

menos en apariencia no es vaacutelida dicha tesis se trata de esos seres que uno reencuentra en las maacutes diversas religiones primitivas y superiores seres considerados co o laquoinactivosraquo en la actualidad por los propios creshyyentes y cuya actividad se halla limita a a un pasdo definitivamente cumplido En consecuenCIa dIchos seres ntildeo administran la realidad susceptible de convertirse en objeto de sus relaciones con el hombre y no ejercen soshybre ella ninguacuten control en favor del creyente Ya A Lang remarcoacute que muchos de los que eacutel llamaba laquoseres sobreshyhumanosraquo permaneciacutean laquoociososraquo han organizado el mundo ordenado las principales instituciones pero en el presente ya no intervienen tanto es asiacute que los pueshyblos a pesar de mencionarlos a menudo no les dirijen ninguna plegaria ni les ofrecen ninguacuten sacrificio Pero existen tambieacuten otros numerosos tipos de seres cuya actividad estaacute limitada al pasado en las rehgIones ae CIertos pueblos agricultores primitivos se concede una gran importancia a estos personajes que junto con A E ]ensen designariacuteamos convencionalmente bajo el nombre d~palabra perteneciente a un pueblo de Nueva Guinea) Se trata de seres SQbrehut1anos~qu~~_ suelen ser los antepasad~- ~ lo cux~sJt1stit~cltl-ntildeesnanfiln a o espueacutes han sido matgos a menudo despeOaacutezacrosOe--strcuer~deJas-pattesclemeniexclUacutef naC1do las plantas a imenticias cultivadas Perten~~riacutea de los s-eres sobreshyhumanos inactivos los antepasados laquototeacutemicosraquo (los cuashyles dentro de ciertas sociedades laquototeacutemicasraquo estaacuten en la base de las particulares relaciones existentes entre un subgrupo social -clan grupos locales sexos etc- y una especie animal vegetal u otra) fundadores de la tribu del clan o del linaje Cuanto acabamos de decir es ig~almente vaacutelido para una serie de seres no siempre faacuteciles de distinguir los cuales en la literatura cientiacutefica

A--~ suelen denominarse laquoprimer hombreraquo laquoheacuteroe culturalraquo laquotricksterraquo etc asiacute como para una pluralidad de pershySOnajeS de apariencia ora humana ora animal pero que de hecho nunca son completamente humanos ni compleshytamente animales y que se reencuentran en la mitologiacutea de los maacutes diversos pueblos

Se trata precisamente de seres laquomiacuteticosraquo es decir seres no humanos y sobrehumanos cuya actividad relatan los mitos que se refieren a un pasado definido de diversos modos por relacioacuten al presente las civilizaciones primishytivas suelen contentarse con expresiones tales como laquohace mucho tiemporaquo o suelen referirse a acontecimientos ue marcan el liacutemite maacutes aacute el cua se ier e a memoria (ltltantes de a llegada de los blancosraquo) en las civilizacioshynes poseedoras de escritura se intenta encuadrar croshynoloacutegicamente los hechos y se habla de decenas de mileshynios (China Egipto Mesopotamia) de milenios (hebreos) o de siglos (Grecia Roma)

No es desde luego la distancia cronoloacutegica la que define el caraacutecter del tiempo miacutetico -la reflexioacuten croshynoloacutegica es secundaria y estaacute condicionada por cierto grashydo de conciencia histoacuterica- es precisamente el hecho de que se trata de un tiempo diferente del que se estaacute viviendo un tiempo en el que acaeciacutean cosas que ya no suceden debidas a personajes muy distintos de los que obran en la eacutepoca presente u obraron en un pasado cershycano cuyo recuerdo persiste

Los mitos

No por casualidad nuestra exposicioacuten ha pasado de los seres sobrehumanos a los tiempos miacuteticos o sencillamente a los mitos En efecto la razoacuten de ser de la creencia en seres sobrehumanos actualmente inactivos o inexistentes y que no han obrado maacutes que en la eacutepoca del mito es

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

iexcl 55

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 3: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

tautologiacutea religioacuten es aquello que se funda sobre 10 laquosagradoraquo y es laquosagradoraquo cuanto se halla en la base de toda experiencia religiosa

~Ciertamente para quienes admiten ~n fenoacutemeno trasshy~~t- cendente y objetivo en la base de la relIgioacuten el prolema

de la autonomiacutea de esta uacuteltima no parece complIcado 10 laquosagradoraquo --o expresado mucho maacutes concretamente Dios- existe y la religioacuten no es maacutes que la relacioacuten humana establecida con dicho objetivo existente Indeshypendientemente de la postura religiosa de cada uno es necesario admitir que EO convienen al historiador semeshyjantes presupuestos la exjstencia objetiva de lo laquosagrashydoraquo o de Dios puede ser creiacuteda por fe o bien puede ser objeto de diSCUSiones metaflslcas pero n~ es Iegiacute~imo introducirla como presupuesto en los estudios histoacutericos Por eso desde este punto de Vista es inadmisible la postura de quienes consideran las religiones histoacutericas como simples variantes de laquolaraquo religioacuten es decir en la

como formas maacutes o menos degeneradas o decashyde la uacutenica religioacuten verdadera determinada por

realidad objetiva trascendente (escuela del Padre W Schmidt)

_ Li-Puede por otra parte tomarse una postura en cierto ~ d f ~ modo anaacuteloga y de hecho se ha toma o c~n recuencla

(G van der Leeuw por ejemplo) aunque SIn presupuesshytos expliacutecitamente fideiacutestas o metafiacutesicos es el cas~ de quienes afirman que la r~oacuten es ufl JeJloacutemeno u~lvltr-

salmente humano en tanto que Innato con eacutemto al om re como ta (homore tgtouss~guacuten eI1~c~l()__~el

~ humir fZiacutebiacutef-s65re esta base lll diferente~ relig~ones aIarecen simplemente como las diversas mamfestaclones concretas de una JIacuteojca facultad human Sobre esta conshyviccioacuten se fundamentan las diversas formas de 10 que se ha dado en llamar laquofenomenologiacutea religiosaraquo Sin deshytenernos de momento en unaevalaacioacuten iexclig meacutetodo fenomenoloacutegico debemos decir ya ahora que la presushy

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posicioacuten de una religioacuten laquoinnataraquo en el hombre no puede en modo al~no ser aceptada por el historiador Este entildeiacuteanto que tal siacute puede en efecto constatar e intershypretar los hechos comprobados pero no asiacute formular juicios sobre eacutepocas remotas e indocumentadas ni mushycho menos sobre el porvenir en otras palabras al hisshytoriador le estaacute permitido observar que todas las civilishyzaciones pasadas y actuales de las que disponemos de documentacioacuten segura presentaban o presentan alguacuten tipo de manifestacioacuten religiosa pero esta observacioacuten no le da derecho a emitir ninguna conclusioacuten sobre civilishyzaciones y eacutepocas poco conocidas (como aquellas que se remontan por ejemplo a varios cientos de milenios) o sobre civilizaciones futuras La tendencia que en el curso de los uacuteltimos siglos presenta la civilizacioacuten occidental hacia el laicismo asiacute como la actual existencia de socieshydades no religiosas tal vez sean hechos demasiado reshycientes para medir su alcance histoacuterico pero pueden servir para ponernos en guardia contra la abusiva generalizacioacuten inherente a la tesis del homo religiosus

Admitiendo la tesis de la religioacuten laquoinnataraquo desplazashyriacuteamos el estudio de-fas religiOntildeesdesde--ddominio de la historia hacia el de las ciencias naturales Es eacutesta una lI afirmacioacuten igualmente vaacutelida para la orientacioacuten psicolo- l gista seguacuten la cual la religilt~ _~~_~c9lfe com-ordm_knoacutemeno seruntildedarlo-a-tactores--~iacute~~~_iP_~~~cie~t~~ individuashyles o colectlvosIapsicologiacutea en tanto que ciencia na- gt-~ral tiende a establecer las leyes naturales que gobier-_ nan su objeto la psique Si las religiones fuesen el proshyducto de le es sicoloacutegicas permanentes quedada sin explicacioacuten su extrema varie a istorlca a Istona en efecto no se nge por leyes naturales hls Soacutelo si se

-admite como es verosiacutemil que asiacute ocurra que la psique en siacute misma estaacute al menos en cierta medida histoacuterica y culturalmente condicionada la consideracioacuten de los factores psicoloacutegicos puede revelarse uacutetil para el estudio

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de la historia de las religiones pero en este caso ya no se trata de concebir las religiones como productos l2uuml~ mente psiacutequlCO~ - La realidad histoacuterica no conoce maacutes que una pluralidad de religiones y no laquola religioacutenraquo tenga eacutesta su fundashymento en lo trascendente en la laquonaturaleza humanaraquo o en las laquoleyesraquo psicoloacutegicas En cambio para poder hablar de laquoreligionesraquo incluso en plural se hace necesario un concepto uacutenico de la religioacuten pero un concepto abstracshyto como el de aacuterbol aun cuando en la realidad no exista aacuterbol alguno que no sea un aacuterbol concreto Para descushybrir cuaacutel sea el objeto de la historia de las religiones

es inevitable plantear el problema de coacutemo definir el ~) concept~ ~e rel~ ~hora bien tan soacutelo en ~el curso

-J de los uacuteltImos CIen anos se han propuesto mas de un centenar de definiciones ninguna de las cuales se ha impuesto definitivamente Las razones del fracaso de estas tentativas suelen ser muy simples o bien se parte de presupuestos no cientiacuteficos o bien se busca el fundashymento sobre una uacutenica religioacuten o sobre un uacutenico tipo de religiones y la definicioacuten no es aplicable a otras tambieacuten puede ser que no se tenga en cuenta maacutes que un solo aspecto de las religiones (el doctrinal o el subshyjetivo y sentimental o tambieacuten el puramente externo) Pero es difiacutecil creer que razones semejantes sean sufishycientes para explicar que jamaacutes se haya dado hasta el presente una definicioacuten satisfactoria del concepto laquoreshyligi6nraquo ~Dicha dificultad se explica en efecto por otra raz6n

tuacuteJue suele olvidarse frecuentemente a pesar de su evi Oencia que el onc to de religi6n se ha formad 1pued~~~_ ~- mm~n ose-aToacutelar o clefa iexcl _sorIa e la civ ci6n 0CC1 ent s Importante reshy ~~_Sl1l~_nln8ordf lengua pilinTtiVarunguna -dCivi1lia~ shy ci6n su~~JircaiCJ--iiL~iexclgti~ra=-Ia-~reacutega~-O-la --ro=miria maacutes pr6ximas _a J1Q9ttQ5 PQseenlID teacutermiP9 que cot~~~

p_onda a este ~I1cepto que hist6ricamente se ha defini4ltf1 en una epoca y en un medio particulares (Se observaraacute que la palabra laquoreligiOacutenraquo deriva airectamente del latiacuten religio -iY cuaacutentas definiciones de religioacuten han tomado como punto de partida una u otra de las presuntas eti molgiacute~s del ~eacutermino latino relegere o religare-o Pero el termmo latIno no poseiacutea la acepcioacuten moderna de relishygioacuten indicaba simplemente un conjunto de observancias advertencias reglas e interdicciones que no hadan ref~ rncia por ejemplo ni a la adoracioacuten de la divinidad ro a las tradiciones miacuteticas ni a la celebracioacuten de la~ fistas ni a t~t~s otras manifestaciones consideradas hoy diacutea como laquoreligIosasraquo) Qyerer definir la laquorelgioacutenraquo es I ~shyqu~rer da~_ull~ignlfkordfgo precis a un teacuterminQ_Jorjado PQr nosotros sotros em leamos normal~i mente con a maacutes v as e im recisas significacionesi e trata pues de una ~ 1fl1 on unClon e etetrnlshy

nar un concepto para que pueda ser utiliiiao con fines cientiacuteficos y no de una definici6n basada en los caracshyter~s de un~ cosa distintos in re respecto a otra (como serla por ejemplo la definicioacuten del bronce como una alea~ioacuten q~e ltltgtntiene un porcentaje dado de cobre y estano defIfl1CIOacuten que es vaacutelida independientemente de toda eacute~a histoacuterica y de toda situaci6n cultural) No debe olVIdarse que apenas hace un siglo se afirmaba todashyviacutea ~e ciertos ~ueblos p~tiVS ~entras se discutiacutean~~ sus ritos creenCIas y seres tmagmarIos que viviacutean laquoigno-~ rantes de todo aquello que pueda parecerse a una reli- lO gi6nraquo y ello PQrgue todaviacutea se le daba al teacutermino laquoreli-~ gioacutenraquo un sentido que dependiacutea muy estreChamente de 1)0

la experiencia ten iosa cristiana mientras que hoy en diacutea s~8UIacuteos ~tilizando el rrusmo mo pero con una acepaoacuten conSIderablemente maacutes amplia Se trata pues ante tOdo de saber coacutemo queremos definir un teacutermino que se emplea con diversos sentidos a fin de que doshytaacutendolo de un significado que no se preste a confu~i6n

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farisifNIt tfiacuteWo ~f IW ~et~ rI

w~ oUAamp~ fo ~ ~~ pueda utilizarse con fines cientiacuteficos Pero en el terreno hist6rico -al contrario de lo que sucede en el de las matemaacuteticas o en el de la loacutegica pura- una definicioacuten a priori por precisa que sea no sirve para nada la condicioacuten de su utilidad estriba en que a dicha definicioacuten corresponda efectivamente una realidad hist6rica coheshyrente y distinta de las otras Con otras palabras no ~shyremos ue el conce to de laquoreligi6nraquo -nacido como un produc stoacuterico de nuestra CIV zaci6n y por consishyguiente sujeto a deterouna as teraClones en el curso de la historia posea ah aeterno un significado preciso qqe todo 10 maacutes debemos laquoreencontrarraquo al contrario somos nosotros con fines cientiacuteficos uienes de os laquodarraquo un significa o a o concepto impreciso por otro lado de nada serviriacutea daacuterselo arbitrariamente ya que debe poder aplicarse a un conjunto real de fen6meshynos hist6ricos susceptibles de corresponder al vocablo laquoreligioacutenraquo -vocablo extraiacutedo del lenguaje corriente e introducido en la terminologiacutea teacutecnica- una vez que su sentido haya sido determinado de modo inequiacutevoco

Conviene volver sobre dos observaciones que ya heshymos hecho anteriormente de un lado que en ~nshyguas de otras civilizaciones distintas a las del o~cidente ~stclaacutesico no existe teacutermino alguno para deSIgnar la

(reli ioacuten de otro que todas las civilizaciones hist6rishycamente conocidas han teru o manifestaciones ue nosshyotros llamamos religiosas o c o maacutes simplemente han

seiacutedo a uello ue nosotros estams a~ostumbr~dos a denominar una religi6n o o e o Slgru lca que m uso

sin darnos cuenta presuponemos o bien que se puede tener una religi6n sin poseer el concepto o bien qu~ nuestro concepto de laquoreligi6nraquo es vaacutelido para det~r~shynados conjuntos de fen6menos los cuales en las ClV~shyzaciones en que aparecen no se distinguen como laquorelishygiososraquo de otras manifestaciones culturales Vale la pena intentar aclarar estos nuestros presupuestos impliacutecitos

En la mayor parte de las civilizacjordme~ _9u~-=-nQSOtros llaacutetiiaintildeQ ffiftiVaacutesraquo -ro -que-denominamos laquorelWQnraquodbc ~e manifiesta hasta en ~s eta es ~l 8f1IacuteJI cotl lana a a mentaclOn e vestiaQJa dISpOSICIoacuten de ras habitaciones las relaciones con los parientes y con 10seamp~Ets aCtlVI~a~ntildentilde6mic~s ~ ~as- dlstraccioshynes se rIgen ~~excepclOn por unos prmclplOs relJgDSOS

pero en estas soCieaadeS-cuanaoUi1iacuteriacutedividuo ejerce su aCtlvldad normal no es ntildeecaartamenle consciente de esshytar obr~~d~~rrrilsmoacutemiddotmiddot tiacuteemposobre uacutenplanomiddotlaquopToIanoraquo ysoore un pIiintildeQ ltueigjo[oraquo en la medida en gg~ su universomiddot cultural es cerrado y orgaacutenico prObablemenJelf dicho individuomiddot ntildeoUacutedhinlntildegiiacuteiexcliesdfntildeuIQ sUsectf~tible de provocllr e~-~piacuteritu esas disti~~io~~osotros establecemos entre rOacutesdiIerenteS aspectos de suacaon El mismo se faOrlca er-VeSildo-ra casa Ias-~ ocupa de la mujer del padre del cuntildeado del tiacuteo del forastero come o ayuna trabaja la tierra a sale de caza laquotal como se haceraquo o laquocomo siempre se ha hechoraquo sin hacerse preguntas acerca del por queacute de su modo de obrar La laquoreligioacutenraquo forma parte de sil vida y no hay motivo para que la dlstmga de ls restantes aspect~ de su existencia Todo esto es igualmente vaacutelido para ias numerosas civilizaciones llamadas laquosuperioresraquo Conshyviene antildeadir a este esquema -algo simplificado-- a modo de correctivo que incluso antes de establecer una distincioacuten consciente entre10s dIversos oacuterdenes de su actividad un grupo humano puede adoptar ciertas forshy~as praacutecticas de diferenCIacIoacuten al conhar por ejemplo las funciones religiosas por excelencia a determinadas personas tales como hechiceros chamanes adivinos o sacerdotes o bien al concentrar ciertas actividades laquosashygradasraquo en determinados diacuteas como puedan ser las laquofiesshytasraquo pero todo ello no implica todaviacutea una Clara conshyCiacuteentildecia de la distincioacuten entre el hecho laquoreligiosoraquo y los restantes oacuterdenes de hechos

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Por otro lado si desde hace siglos desde los comienshyzos del cristianismo empleamos los teacuterminos laquoreligioacutenraquo laquoreligiosoraquo laquosagradoraquo etc a pesar de las diversas acepshyciones que hayan podido tomar si desde hace tiempo buscamos darles una significacioacuten maacutes precisa si extenshydemos a veces su sentido para poderlos aplicar a unos hechos de otro modo poco susceptibles de ser explicados todo ello es una prueba evidente de que percibimos una diferencia laquoobjetivaraquo entre aquello que en cualquier cishyvilizacioacuten aparece determinado por la religioacuten y aquello otro que podemos considerar como independiente Volvashymos a uno de los ejemplos precedentes el hombre de cualquier civilizacioacuten laquoprimitivaraquo para construir su casa sigue simplemente el meacutetodo en uso de la civilizaci6n en cuyo seno vive sin tener la menor conciencia de estar aplicando al actuar de esta manera cierto nuacutemero de principios heterogeacuteneos calificados por nosotros de laquopraacutecshyticosraquo laquoesteacuteticosraquo laquosocioloacutegicosraquo y laquoreligiososraquo Obsershyvamos en efecto que el empleo de ciertos materiales procedimientos y teacutecnicas aseguran a la construccioacuten la estabilidad y la aireacioacuten necesarias la defienden contra la lluvia permiten la eliminaci6n de los detritus etc Si no obstante constatamos que entre los diferentes mateshyriales (maderas fibras etc) equivalentes entre siacute desde el punto de vista funcional su elecci6n recae sistemaacuteshyticamente sobre unos en tanto que los otros son sisteshymaacuteticamente descartados esto significa que intervienen razones de otro orden que las puramente praacutecticas En ciertos casos tal elecci6n pareceraacute dictada por criterios que calificaremos de esteacuteticos entre dos tipos de madera igualmente resistentes y faacuteciles de trabajar la eleccioacuten recaeraacute sobre la maacutes brillante o sobre la que tenga detershyminado color En la disposicioacuten de las estancias o de los lechos destinados al marido a la mujer ~ los nintildeos y eventualmente a otras personas que vivan en el seno de la familia distinguiremos la aplicacioacuten de criterios de

orden socioloacutegico como serta la prioridad concedida a un sexo sobre el otro a una edad respecto a otra Pero si uno se percata de que la eleccioacuten es constante incluso entre materiales equivalentes no ya desde el punto de vista praacutectico sino tambieacuten esteacutetico o que la disposicioacuten preferencial de las habitaciones o de los lechos no aseshygura ninguna ventaja al miembro de la familia socialmiddot mente considerado maacutes importante en ese caso todo inshyduce a concluir que entre los criterios que presiden la construccioacuten de la casa existe uno que no es ni laquopraacutecshyticoraquo ni laquoesteacuteticoraquo ni laquosocioloacutegicoraquo Y cuando finalshymente descubrimos por ejemplo que el material vegetal preferido o el tratamiento de privilegio que significa el lado derecho o el izquierdo son adoptados aun cuando no intervenga ninguacuten factor praacutectico esteacutetico o de otro tipo concluiremos que el motivo determinante de la eleccioacuten es de orden religioso pasaremos de la hipoacutetesis a la certidumbre cuando observemos que en las acciones que acostumbramos a definir como laquoritualesraquo o en los relatos por nosotros considerados como laquomitosraquo se adopshytan o se mencionan los mismos materiales o la misma distribucioacuten

Al calificar de religiosos esos motivos o esas acciones indudablemente nos basamos en un concepto impliacutecito de religioacuten En la simple acci6n individual del hombre que se construye su casa distinguimos unos aspectos e intenciones praacutecticos esteacuteticos socio16gicos y religiosos Pero cualquiera que conozca aunque s6lo sea superficialshymente un cierto nuacutemero de religiones sabe que los viacutelshylores religiosos ~eden atribuirse a las cosas maacute~rshysas se habla comuacutenmente de ideas doctrinas conviccioshynes-creencias relatos religiosos acciones individuales y actitudes duraderas de normas prohibiciones relaciones determinadas por la religioacuten de personas animales plantas materiales objetos naturales o fabricados que se definen como laquosagradosraquo de lugares eacutepocas imaacutegenes

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de siacutembolos sagrados o religiosos etc La calificacioacuten de sagrado o religioso se basa siempre en este caso -al igual que en el ejemplo considerado hace un instante- sobre un concepto latente Parece oportuno recurrir ante todo al arte socraacutetico de la mayeacuteutica para traer a la supershyficie ese concepto todaviacutea indefinido y verificar a conshytinuacioacuten si posee el caraacutecter uniacutevoco y coherente indisshypensable a los teacuterminos cientiacuteficos

Este modo de proceder -inicialmente empiacuterico y posteriormente criacutetico-- presenta de entrada dos venshytajas La mayor parte de las definiciones prefabricadas del concepto de laquoreligioacutenraquo fallan por no englobar jamaacutes todos los hechos que en las diferentes civilizaciones esshytamos habituados a considerar como laquoreligiososraquo Como ya hemos dicho se ha podido afirmar a partir de ciershytas ideas preconcebidas (y de las definiciones maacutes o meshynos impliacutecitas que se derivan de ellas) que un pueblo puede practicar unos ritos y sin embarg ser ignorante de toda laquoreligioacutenraquo De igual modo partiendo de Clertas definiciones de la laquoreligioacutenraquo (fundamentadas r ejemshyp o en a a Olacl n e seres sobrehumanos) se ha cre o necesario excluir al budismo de entre las reH iones -Si por e contrarlo uno parte e a empiacuterica del empleo del teacutermino puede tener la fundada esperanza de hallar en su base un concepto lo suficientemente extenso como para abarcar la totalidad de los fenoacutemenos que consideshyramos religiosos La segunda ventaja reside en el hecho de que teniendo en cuenta la trema variabilidad d~ los fenoacutemenos a los cuales estamos acostumbrados a atrlshybuir un valor laquoreligiosoraquoz la ausencia de una definicioacuten a1riori evita constrentildeirlos desde el principio a u~ orshyden sistemaacutetico permitiendo en cambio analizar un CletQ sectmero de epos 1igiuumleacutendo cualguier Q~n basta el m~shymento preciso en ue descu ra e su co un enomtna or laquosagradoraquo el cual podriacutea ser verificado a

continuacioacuten mediante los restantes fenoacutemenos

Cuando se considera la larguiacutesima relacioacuten -aunque incompleta- de cosas que en las distintas civilizacioshynes pueden aparecer como laquosagradasraquo o laquoreligiosasraquo lo que sin duda llama nuestra atencioacuten sobre todo es el hecho de que las mismas cosas pueden en otros casos seguir siendo perfectamente laquoprofanasraquo Ante semejante constatacioacuten -que de paso e~luye por completo del ~ campo de nuestra investigacioacuten la hipoteca de una pre-iexcllG sunta sacralidad objetiva inherente a ciertas cosas- el enunCIado del problema no puedeSer otro queacute eacuteste laquoiquestQueacute es lo que en ciertas civilizaciones confiere imshyportancia religiosa a aquello que en otras puede no teshynerlaraquo Esta es ya una cuestioacuten estrictamente histoacuterica puesto que su respuesta requiere en todos los casos parshyticulares el estudio de civilizaciones histoacutericas concreshytas pero intentaremos de momento mantenerla a un nivel abstracto con el fin de extraer consecuencias de alcance general Por ello volvemos a plantearnos la cuesshytioacuten de otro modo iquestqueacute tipo de factores pueden convershytir en sagrado en una civilizacioacuten determinada aquello que no lo es en siacute

Las creencias religiosas

Examinemos para empezar las creencias religiosas Para la mentalidad corriente en nuestro mundo cultural (formada en el curso de la larga historia del cristianisshymo y de la todaviacutea maacutes larga del rasionalismo que junshytas han hecho revalecer el aspecto doctrin81 de la relishygioacuten sobre los restantes ritua es normativos entre otros a religioacuten es ante todo una ~Slioacuten e creenshy~El1o es cierto si se toma el teacutermino laquocreenciasraquo en ~sentido mucho maacutes amplio que aquel que se le atrishybuye comuacutenmente Si se efectuacutean ciertos ritos es porque se cree que deben efectuarse y por 10 mismo se respeshy

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tan las prohibiciones etc Pero las creencias religiosas en sentido estricto definibles como artiacuteculos de fe no tienen la misma importancia en todas las religiones hoy diacutea por ejemplo se sabe que las respuestas solicitadas por los etnoacutelogos de la vieja esCilefa fueseoacutecreyentes0 ieIectuanstasj~(ctees en DlQJnLQ~~~n aIiacuteDa inmortal iquestcoacutemo es la vida del maacutes allaacuteraquo etc) apenas

tlentildeen-VaacuteIor son j5iegufitas estas que muchos pueblos InCluso pertenecientes a civilizaciones superiores no se plantean o no se planteaban jamaacutes Sin embargo en todas las religiones existen creencias Pero he aquiacute una constatacioacuten harto evidente y no obstante de graves consecuencias para el estudio de las religiones la laquocreenshyciaraquo y el hecho de laquocreerraquo no pertenecen exclusivamente a la esfera de la experiencia religiosa laquocreemosraquo tambieacuten

( continuamente en cosas a las que nadie atribuiriacutea una

~ ~ significacioacuten religiosa iquestQueacute es pues 10 que distingu (~y1a creencia religiosa de bcreencia protan

~ Descartemos en prtmer lugar la hipoacutetesis seguacuten la Jt cual soacutelo se tratariacutea como suele ocurrir a menudo de un teacutermino uacutenico con dos acepciones distintas soacutelo unishy

das por una vaga analogiacutea Si bien es verdad que el vocablo laquocreerraquo tiene muchos significados especiacuteficos y que se podriacutea establecer una compleja fenomenologiacutea de las diversas creencias en general no parece que sus fronshyteras semaacutenticas coincidan con aquellas que separan 10 laquosagradoraquo de 10 laquoprofanoraquo Uno puede por ejemplo laquocreerraquo una cosa sin imaginar que pueda existir alternashytiva (asiacute por ejemplo caminamos laquocreyendoraquo que el suelo soporta nuestro peso sin siquiera pensar que pueda ceder posibilidad que no obstante no puede descarshytarse absolutamente igual sucede en el terreno religioso con toda creencia laquoingenuaraquo y no soacutelo laquoprimitivaraquo) Uno puede en cambio creer sabiendo que hay alternativa (asiacute en el terreno profano uno puede creer en la inocencia de un acusado sin ignorar que otros lo tienen por culo

pable en el terreno religioso cada uno cree en su propia religioacuten aun conociendo la existencia de otras) en este uacuteltimo caso el hecho de creer puede revestir un matiz maacutes o menos consciente y voluntarista se posee entonshyces laquola feraquo (igual que en el plano de lo profano uno cree hallarse del lado de la razoacuten en una opcioacuten poliacutetica en una hipoacutetesis cientiacutefica en una discusioacuten etc) De otra iacutendole son todaviacutea las creencias -mezcladas de esperanza y temor- respecto al porvenir pero eacutestas existen tanto en la maacutes banal esfera profana (cuando creo por ejemplo que mantildeana haraacute buen diacutea) como en las maacutes importantes experiencias religiosas (espera meshysiaacutenica creencias escatoloacutegicas)

iquestQueacute es pues aquello que distingue la creencia relimiddot giosa de la profana Tampoco la naturaleza de su objeto parece bastar para distinguirlas puede en efecto creerse de un modo profano en la existencia de Dios y ellJa inmortalidaddefalma (por ejemplo apoyaacutendose en razoshynamientos hlosoacutef~os) La mejor manera de abOrdar el problema tal vez consista en analizar algunos tipos de creencias religiosas no sobre un plano abstracto sino en sus respectivos contextos culturales

Los seres sobrehumanos

No nos seraacute posible extendernos aquiacute sobre los detashylles de cada religioacuten y tendremos que limitarnos a proshyceder por tipos y categoriacuteas Recordemos en primer lugar que una vasta categoriacutea de creencias religiosas es aquella concerniente a los seres que a falta de un teacutershymino maacutes exacto denominariacuteamos laquosobrehumanosraquo (aunshyque el hombre cree a veces poderlos dominar el teacutermino no es pues del todo apropiado pero es maacutes conveniente que el de laquosobrenaturalraquo ya que este uacuteltimo presupone un concepto positivista de laquonaturalezaraquo extrantildeo a la mashy

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~tWA 1It4-~hlf ~yoriacutea de las civilizaciones no occidentales) Ahora bien

en la enorme en la ilimitada masa de seres sobrehumashynos conocidos como pertenecientes a las innumerables religiones del mundo pueden distinguirse -sin dema siada abstraccioacuten (cierto grado de abstraccioacuten es ya se sabe la condicioacuten de todo avance cientiacuteHco)- diferentes laquotiposraquo fundamentales que se conectan como soacutelo la historia de las religiones puede demostrar con diferenshytes tipos de religioacuten y con diferentes tipos de civilizacioacuten

Con toda probabilidad uno de los tipos maacutes antiguos de dichos seres laquosobrehumanosraquo geneacuteticamente ligado a las formas de vida de una humanidad cuyos uacuten~shyursos son la caza y la recolecd6n (es decir una huma nidad que no produce sus medios de subsistencia sino que se contenta con apropiarse de lo que halla a su alreshydedor) sea el del~de~ ah1=sraquo)t~rmino desde ahora convencionarespecto el cuumlilconviene precisar que dichos seres pueden ser de sexo femenino laquosentildeora de los animalesraquo e mcfuso pueden presentarse bajo la forma de una pluralidad de seres morfoloacutegica mente anaacuteshylogos (ltltespiacuteritusraquo o laquodemoniosraquo del bosque laquosentildeoresraquo de espeCies anImales o de selvas concretas entre los pueblos pescadores esos seres reinan a veces sobre los animales marinos) Para caracterizar someramente este tipo de seres sobrehumanos diremos que en principio moran en los espacios inhabitados los cuales se oponen por un lado a los campos o a los pueblos donde todo estaacute gobernado y protegido por las reglas humanas de la vida en sociedad pero que por otro lado constituyen el mundo donde los cazadores y recolectores estaacuten oblishygados a procurarse sus medios de subsistencia Lafuv cioacuten maacutes manifiesta del ser en cuestioacuten es la de conceder ~~za al cazador estaacute en su poder el esconshydeacutersela condenando a padecer hambre al grupo humano pero tambieacuten puede conducir al cazador hada el eacutexito entieacutendase eoner a su disposicioacuten los medios maacutegicos

que aseguraraacuten el feliz deseplace de loa empresa Para eacutelde vital importancia En tanto que representante de lo laquono humanoraquo (de lo laquono habitadoraquo) es monstruoso y por sus estrechas relaciones con la caza suele represhysentarse a menudo bajo una apariencia parcialmente temiddot domorfa A primera vista podriacutea pensarse -y esta explishycacioacuten sobre el origen de las creencias en los seres sobreshyhumanos ha tenido sus seguidores desde G B Vico hasta L Frobenius y A E ]ensen pasando por los hermanos Grimm F Max Muumlller y los materialistas del pasado siglo evidentemente dentro de formas y a niveles de elaboracioacuten distintos- ue seres tales son la ro eCClOn fantaacutestica la laquoper~ordm-l1iJlfacioacutemgt_J~pcao a ex uacutesioninmiddot mediata -eI~ experiencia del caza or primitivoL()~I~do en la selva a afrontar sin treZLla riesgos imprevisJl~sl del iquest~ad~~middotpiitiexcl~iquest -q~e presiente que_eLn~llultordfordm-Q ordm~_una empres~ eS~rlciordfLparJ JIL existenciacutea_ruLdepende tansoacuteJo deacute-eacuteI- srn~ tambieacuten de oscuras fuerzas superiores a las suyas Sin embarg~~sta--~~pTicad6n resultalntildesUacutefiacuteclente tantildetO- desde el punto de vista teoacuterico como a la luz de los hechos Teoacutericamente su punto deacutebil estaacute en que ve el fundamento de una idea religiosa en una actividad gratuita e irracional de la imaginacioacuten (la laquopersonificashycioacutenraquo) lo cual no concuerda con la enormemiddot serieda~ ~ue todas las civilizaciones ponen eo las cosas de la rehglOn Uno tiene el derecho a preguntar cuaacutel es la razoacuten de esa laquopersonificacioacutenraquo son los propios hechos los que justifican esta pregunta y son ellos mismos los que resshyponden El hombre puede establecer relaciones reciacuteproshycas uacutenicamente con un ser laquopersonalraquo Y en efecto el

gruPo de cazadores tiende a establecer relaciones reciacuteshyprocas con los seres del tipo del laquosentildeor de los aniacutemalesraquo como lo demuestra entre otras cosas el diacute fundido uso de presentarles una ofrenda tras una buena caza - ello no es todo al laquosentildeor de los aniacutemalesraquo se le atribuyen criterios predsos en el enjuidamiento de las conductas

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humanas de este modo negaraacute la caza a aquellos que han matado inuacutetilmente (es decir maacutes de lo que necesishytaban para subvenir a las necesidades del grupo) o a aquellos que han violado ciertas normas sociales Meshydiante estas creencias~l_grupo _hulJ)ano adqui~relcershytidumbre de que actuando seguacuten la vltgtlllnJaddeLlaquo~entildeor de10s afilmatesraquo (es decIacuter-eIl uacuteltimo anaacutelisis conforme a 108- intereses vitales del grup~1mruUacuteaacuteJa saacutedsfa~CIoacuteri destlsnecesidacte8Conotras palabras la creencia en el laquosentildeor de l~alesraquo lejos de ser un producto grashytuito de la imaginacioacuten sirve a un determinado tipo de ocIedad puesto que g aCIas a unas relaciones persooaJes

con aguel de quien depende la propia existencia de la sociedad ( oca im arta el ue para quienes no partishyCIpan de tal creencia se trate e una mera ilusioacuten) pershymite uo control sobre algo que de otro modo escapariacutea a toda influencia humana puesto que aunque el cazador preparase las maacutes eficaces trampas y armas aunque sishyguiese infatigablemente las huellas de su presa aunque tuviese a su disposicioacuten todos los medios teacutecnicos que sugiere la experiencia no por ello dejariacutea de encontrarse siempre inevitablemente frente a elementos imprevisishybles susceptibles de convertir en vano su esfuerzo Sus relaciones con los seres del tipo del laquosentildeor de los anishymalesraquo reguladas por normas inviolables le sirven para controlar dichos elementos

Hemos escogido a tiacutetulo de ejemplo una de las maacutes antiguas creencias tal vez la maacutes antigua (seguacuten Jensen y R Pettazzoni) en seres sobrehumanos personales pero nuestra interpretacioacuten sigue siendo vaacutelida mutatis mushytandis para toda una serie de creencias anaacutelogas Es cierto que conferir una personalidad a la realidad inconshytrolable de la cual depende no es el uacutenico medio al que puede recurrir el hombre para garantizar su situacioacuten En la fase post-tyloriana del evolucionismo se insistioacute mucho sobre los fenoacutemenos religiosos que se explican mediante

la creencia en poderes laquoimpersonalesraquo inherentes a las cosas para ilustrar dicho tipo de creencias se recurriacutea al concepto melanesio deCjzanfD(y a aquellos otros en~ parte anaacutelogos de diferentes pueblos indiacutegenas americashynos orenda wakan manitu) La sociedad puede en efecto forjar teacutecnicas rituales que considere aptas para controlar dichas fuerzas a condicioacuten de formarse una idea precisa sobre el modo de obrar de eacutestas En contrashypartida la hipoacutetesis de la denominada escuela preanishymista (en particular R R Marrett) segoacutentilde la ruar la ~a en poderes impersonales es necesariamente maacutes antigua maacutes laquoprimitivaraquo que la creencia en seres sobreshyhumanos no se ha visto confirmada por los trabajos maacutes recientes t0 se ha hallado ninguacuten pueblo ni siquiera entre los maacutes laquoprimitivosraquo (es decIr etnoI6gkamente antiguos) que estuviese privado de toda creencia en se-Jts personales

Naturalmente aun cuando la caza no sea ya para el hombre el uacutenico ni el principal recurso siguen existiendo en la realidad bastantes factores incontrolables de los que depende la existencia del grupo humano En todo caso no es a nivel abstracto sino gracias a un estudio en profundidad de los medios de vida y de la situacioacuten histoacuterica de un pueblo dado como debe abordarse la explicacioacuten de por queacute dicho pueblo atribuye por ejemshyplo el dominio de aquello que es humanamente inconshytrolable pero esencial para su supervivencia a un uacutenico ser sobrehumano (que en este caso denominamos conshyvencionalmente laquoser supremoraquo no sin sentildealar --en contra de la llamada teoriacutea del laquomonoteiacutesmo primordialraquo de W Schmidt y sus disciacutepulos-queJordms~ha halladQhJlsta el presente ninguacuten pueblo laquoprimithordm~_~iuntQ_~~ltr supremo no con()~~s seres Jlordmbt~hlt~nos) dispenshysador de la vida y de la muerte de la enfermedad y de la curacioacuten de la fortuna y de la adversidad del buen y del mal tiempo es decir de todo aquello que la realimiddot

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) iexcltiJ v if~ r CY

o(JJ l (1)] 0 o

dad aporta de hecho sin que la voluntad del hombre pueda intervenir de otro modo que no sea justamente el de establecer unas relaciones con el ser supremo y el de atribuirle unas exigencias a las cuales debe luego ateshynerse o al contrario por queacute dicho pueblo reparte tal dominio entre un determinado nuacutemero de agentes soshybrehumanos laquoespiacuteritusraquo cada uno de los cuales cumple un papel limitado ya sea en el tiempo en el espacio o en el orden de circunstancias en que pueda intervenir La razoacuten de ser de las divinidades de las religiones polishyteiacutestas no parece fundamentalmente distinta de la expreshysada tan soacutelo que el politeiacutesmo surge casi exclusivamente en las civilizaciones aenominaaas laquosuperIoresraquo (en tanto

ue en as raquo no se presenta mas que exce ciona mente y aJo e as prImeras) o quiere decir que es el reflejo de condiciones humanas harto distintas que pueden caracterizarse sucintamente

I asiacute una teacutecnica y una organizacioacuten econoacutemica maacutes desshy arrolladas confieren a la sociedad una mayor seguridad i alejaacutendola de la maacutes elemental lucha por la pura y simple

supervivencia y permitieacutendole una maacutes libre utilizacioacuten de las energiacuteas por otra parte la mayor complejidad del marco social (debido sobre todo a una maacutes avanzaaa

especializacioacuten por oficios) provoca la diferenciacioacuten de los intereses seguacuten los gruDOsY estratos ae la SQciediacuted iexclmientras Que la necesidad de la convivencia cooperacioacuten Ie interdependencia entre estos diversos irupos y estratos no soacutelo hace necesaria una organizacioacuten maacutes compleja (Estado) sino que romueve tambieacuten una compenetrashycioacuten de los intereses ~ de las ideas To o esto ayu a comprender los caracteres morfoloacutegicos de las divinidashydes pertenecientes a las religiones politeiacutestas dichas dishyvinidades representan tambieacuten al igual que los seres sobrehumanos mencionados a propoacutesito de las religiones laquoprimitivasraquo los aspectos incontrolables peroacute vitales de la realidad con la que se enfrenta el grupo humano eacuteste

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gracias a las relaciones establecidas con sus divinidades halla asiacute el medio de sustraerse al ciego arbitrio de lo no humano Tales divinidades constituyen (a diferencia del ser supremo) una pluralidad diferenciada que responde a la pluralidad de intereses existentes en el seno de una misma sociedad pero (a diferencia de los laquoespiacuteritusraquo) son representaciones complejas nacidas de la compenetrashycioacuten de los intereses y estaacuten coordinadas en un panteoacuten igual que las muacuteltiples necesidades y experiencias de una sociedad compleja se insertan no obstante en una unishydad cultural superior tI ~~~

Junto a la vasta categoriacutea de seres~~inos que representan los aspectos incontrolables de la realidad al tiempo que permiten entrar en relacioacuten con ella y hasta cierto punto controlarla existe otra --cuya mayor o meshynor antiguumledad respecto a la ya citada es de difiacutecil detershyminacioacuten- que comprende los seres sobrehumanos sushytancialmente privados de un sustrato real se trata de aquellos seres sobrehunIacuteanos cuya princip~nd6n rontildeshysIacuteSteenproteer-aT1iOintildeDreaTlntildel-iOiiTIaaoruIetracasa el poder e eacuteste es ecij1J$tamen~ntra los ordfs~ ih~trolables=L no obstante vitales-delarealidad Casi podriacuteamos decir que una antigua humanidad en la fase de creacioacuten religiosa se ha hallado ante dos posishybilidades recrear lo no humano bajo formas personales para establecer con ello relaciones regidas por normas humanas o bien crearse protectores sobrehumanos sobre los cuales delegar el cuidado de afrontar lo incontrolable Los espiacuteritus tutelares de la casa de la familia del indishyviduo y eventualmente de un individuo concreto (como el chamaacuten) los antepasados etc pertenecen a esta seshygunda categoacuteria Impulsado por la necesidad el hombre llega en este campo a laquofabricarraquo conscientemente seres que le protejan y le asistan para estos seres construidos por la mano del hombre pero investidos de poderes

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sobrehumanos puede auacuten utilizarse el teacutermino laquofetichesraquo del que tanto se ha abusado

Las dos grandes categoriacuteas de seres sobrehumanos que hemos distinguido no son sin embargo radicalmente dis tintas y no constituyen una alternativa para la fabricashycioacuten del fetiche el hombre utiliza unos materiales que considera como particularmente laquopotentesraquo (dotados de laquomanaraquo) los espiacuteritus tutelares tampoco son inventados arbitrariamente el hombre no posee uacutenicamente la exshyperiencia del mundo exterior sino que tambieacuten posee la de las fuerzas que obran en eacutel y se manifiestan en sus actos las cuales no siempre estaacuten dirigidas por su con ciencia no olvidemos que los heacuteroes homeacutericos atribuiacutean todaviacutea sus alternativas de coraje o de temor sus ideas y sus decisiones a divinidades inspiradoras El culto a los ante asados es la pruebleyidente de q1eeneLorjgell e la creacioacuten e os seres sobrehlllllapoS tutelares se

iexclnatamblen una-~e~~i~ de la realidacTEntilde-Iasmiddot soshyciedades agrfCOiacuteasmiddotpriniIiIvas erlneacutelIviduuuml-y el grupo heredan la tierra cultivada por los antepasados la tierra como tal no pertenece al hombre han sido los antepashysados de eacuteste quienes la han sometido a las necesidades humanas los uacutetiles agriacutecolas han sido tambieacuten inventashydos por ellos Por otro lado desde los tiempos prehis toacutericos la muerte representaba para la humanidad una realidad ambivalente era para el hombre no menos ateshyrradora que para el animal pero al primero se le apashyreciacutea ademaacutes como algo laquosuperiorraquo ya fuese por su laquoalteshyridadraquo anaacuteloga a la de lo no humano en general ya fuese tambieacuten porque era lo contrario de la vulnerabishylidad y de los liacutemites de la vida humana Por ello la muerte y los muertos que le pertenecen sin dejar de causar espanto adquirieron un caraacutecter vulnerable De ahiacute que los antepasados fuente directa de la posesioacuten y de los modos de explotacioacuten de la tierra al mismo tiempo que muertos sobrehumanos y venerados pasasen

a ser para sus descendientes en algunas civilizaciones los depositarios de todo poder y los protectores contra todo peligro a condicioacuten no obstante de que los desshycendientes observasen las normas de una vida correcta atribuidas ahora a la voluntad de los antepasados de otro modo eacutestos -representando al igual que los seres

iI sobrehumanos los aspectos de lo no humano- pueden castigar es decir asumir el fallo del hombre imperfecto como hicieran con su eacutexito

El dios uacutenico de las religiones monoteiacutestas que como las politeiacutestas aparece soacutelo en las civilizaciones denoshyminadas laquosuperioresraquo (las maacutes antiguas civilizaciones monoteiacutestas son la hebrea y la del Iraacuten mazdeiacutesta) se ajusta mejor desde el punto de vista morfoloacutegico al segundo de los dos grandes grupos de seres sobrehumashynos que venimos distinguiendo en efecto ~o dios no es la realidad ana incontrolable sino que la trasshyeacuteien e y esta uacuteltima podriacutea inc uso dejar e eXistIr sin comprometer la propia eXistenCia del dios uacutenico su creashydor su trascendencia lo distingue claramente del laquoser sup~emoraquo de muchas religiones (~primitivasraquo Por otra parte a eacutel corresponde como a los seres laquotutelaresraquo -a condicioacuten de que la conducta del hombre haga a eacuteste merecedor de ello-- la tarea de proteger al individuo y al grupo (por ejemplo a la nacioacuten o a la laquohumanidad~ seguacuten el concepto de colectividad imperante en el hortshyzonte cultural del grupo en cuestioacuten)

Existe un elemento comuacuten a todos los seres sobrehushymanos que acabamos de examinar la creencia de que su objeto se halla alimentado por la necesidad humana de controlar (o de hacer controlar) la realidad no hushymana allaacute donde los otros medios de que dispone el hombre o el grupo se revelan insuficientes la creencia en tales seres tiene por objeto asegurar al hombre una ltltinfluenciaraquo sobre aquello que de otro modo se le escapariacutea y colocariacutea al hombre a su merced Pero existe

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~~ iexclJiexcliexcl otra categoriacutea de seres sobrehumanos para los que al

menos en apariencia no es vaacutelida dicha tesis se trata de esos seres que uno reencuentra en las maacutes diversas religiones primitivas y superiores seres considerados co o laquoinactivosraquo en la actualidad por los propios creshyyentes y cuya actividad se halla limita a a un pasdo definitivamente cumplido En consecuenCIa dIchos seres ntildeo administran la realidad susceptible de convertirse en objeto de sus relaciones con el hombre y no ejercen soshybre ella ninguacuten control en favor del creyente Ya A Lang remarcoacute que muchos de los que eacutel llamaba laquoseres sobreshyhumanosraquo permaneciacutean laquoociososraquo han organizado el mundo ordenado las principales instituciones pero en el presente ya no intervienen tanto es asiacute que los pueshyblos a pesar de mencionarlos a menudo no les dirijen ninguna plegaria ni les ofrecen ninguacuten sacrificio Pero existen tambieacuten otros numerosos tipos de seres cuya actividad estaacute limitada al pasado en las rehgIones ae CIertos pueblos agricultores primitivos se concede una gran importancia a estos personajes que junto con A E ]ensen designariacuteamos convencionalmente bajo el nombre d~palabra perteneciente a un pueblo de Nueva Guinea) Se trata de seres SQbrehut1anos~qu~~_ suelen ser los antepasad~- ~ lo cux~sJt1stit~cltl-ntildeesnanfiln a o espueacutes han sido matgos a menudo despeOaacutezacrosOe--strcuer~deJas-pattesclemeniexclUacutef naC1do las plantas a imenticias cultivadas Perten~~riacutea de los s-eres sobreshyhumanos inactivos los antepasados laquototeacutemicosraquo (los cuashyles dentro de ciertas sociedades laquototeacutemicasraquo estaacuten en la base de las particulares relaciones existentes entre un subgrupo social -clan grupos locales sexos etc- y una especie animal vegetal u otra) fundadores de la tribu del clan o del linaje Cuanto acabamos de decir es ig~almente vaacutelido para una serie de seres no siempre faacuteciles de distinguir los cuales en la literatura cientiacutefica

A--~ suelen denominarse laquoprimer hombreraquo laquoheacuteroe culturalraquo laquotricksterraquo etc asiacute como para una pluralidad de pershySOnajeS de apariencia ora humana ora animal pero que de hecho nunca son completamente humanos ni compleshytamente animales y que se reencuentran en la mitologiacutea de los maacutes diversos pueblos

Se trata precisamente de seres laquomiacuteticosraquo es decir seres no humanos y sobrehumanos cuya actividad relatan los mitos que se refieren a un pasado definido de diversos modos por relacioacuten al presente las civilizaciones primishytivas suelen contentarse con expresiones tales como laquohace mucho tiemporaquo o suelen referirse a acontecimientos ue marcan el liacutemite maacutes aacute el cua se ier e a memoria (ltltantes de a llegada de los blancosraquo) en las civilizacioshynes poseedoras de escritura se intenta encuadrar croshynoloacutegicamente los hechos y se habla de decenas de mileshynios (China Egipto Mesopotamia) de milenios (hebreos) o de siglos (Grecia Roma)

No es desde luego la distancia cronoloacutegica la que define el caraacutecter del tiempo miacutetico -la reflexioacuten croshynoloacutegica es secundaria y estaacute condicionada por cierto grashydo de conciencia histoacuterica- es precisamente el hecho de que se trata de un tiempo diferente del que se estaacute viviendo un tiempo en el que acaeciacutean cosas que ya no suceden debidas a personajes muy distintos de los que obran en la eacutepoca presente u obraron en un pasado cershycano cuyo recuerdo persiste

Los mitos

No por casualidad nuestra exposicioacuten ha pasado de los seres sobrehumanos a los tiempos miacuteticos o sencillamente a los mitos En efecto la razoacuten de ser de la creencia en seres sobrehumanos actualmente inactivos o inexistentes y que no han obrado maacutes que en la eacutepoca del mito es

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

iexcl 55

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 4: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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de la historia de las religiones pero en este caso ya no se trata de concebir las religiones como productos l2uuml~ mente psiacutequlCO~ - La realidad histoacuterica no conoce maacutes que una pluralidad de religiones y no laquola religioacutenraquo tenga eacutesta su fundashymento en lo trascendente en la laquonaturaleza humanaraquo o en las laquoleyesraquo psicoloacutegicas En cambio para poder hablar de laquoreligionesraquo incluso en plural se hace necesario un concepto uacutenico de la religioacuten pero un concepto abstracshyto como el de aacuterbol aun cuando en la realidad no exista aacuterbol alguno que no sea un aacuterbol concreto Para descushybrir cuaacutel sea el objeto de la historia de las religiones

es inevitable plantear el problema de coacutemo definir el ~) concept~ ~e rel~ ~hora bien tan soacutelo en ~el curso

-J de los uacuteltImos CIen anos se han propuesto mas de un centenar de definiciones ninguna de las cuales se ha impuesto definitivamente Las razones del fracaso de estas tentativas suelen ser muy simples o bien se parte de presupuestos no cientiacuteficos o bien se busca el fundashymento sobre una uacutenica religioacuten o sobre un uacutenico tipo de religiones y la definicioacuten no es aplicable a otras tambieacuten puede ser que no se tenga en cuenta maacutes que un solo aspecto de las religiones (el doctrinal o el subshyjetivo y sentimental o tambieacuten el puramente externo) Pero es difiacutecil creer que razones semejantes sean sufishycientes para explicar que jamaacutes se haya dado hasta el presente una definicioacuten satisfactoria del concepto laquoreshyligi6nraquo ~Dicha dificultad se explica en efecto por otra raz6n

tuacuteJue suele olvidarse frecuentemente a pesar de su evi Oencia que el onc to de religi6n se ha formad 1pued~~~_ ~- mm~n ose-aToacutelar o clefa iexcl _sorIa e la civ ci6n 0CC1 ent s Importante reshy ~~_Sl1l~_nln8ordf lengua pilinTtiVarunguna -dCivi1lia~ shy ci6n su~~JircaiCJ--iiL~iexclgti~ra=-Ia-~reacutega~-O-la --ro=miria maacutes pr6ximas _a J1Q9ttQ5 PQseenlID teacutermiP9 que cot~~~

p_onda a este ~I1cepto que hist6ricamente se ha defini4ltf1 en una epoca y en un medio particulares (Se observaraacute que la palabra laquoreligiOacutenraquo deriva airectamente del latiacuten religio -iY cuaacutentas definiciones de religioacuten han tomado como punto de partida una u otra de las presuntas eti molgiacute~s del ~eacutermino latino relegere o religare-o Pero el termmo latIno no poseiacutea la acepcioacuten moderna de relishygioacuten indicaba simplemente un conjunto de observancias advertencias reglas e interdicciones que no hadan ref~ rncia por ejemplo ni a la adoracioacuten de la divinidad ro a las tradiciones miacuteticas ni a la celebracioacuten de la~ fistas ni a t~t~s otras manifestaciones consideradas hoy diacutea como laquoreligIosasraquo) Qyerer definir la laquorelgioacutenraquo es I ~shyqu~rer da~_ull~ignlfkordfgo precis a un teacuterminQ_Jorjado PQr nosotros sotros em leamos normal~i mente con a maacutes v as e im recisas significacionesi e trata pues de una ~ 1fl1 on unClon e etetrnlshy

nar un concepto para que pueda ser utiliiiao con fines cientiacuteficos y no de una definici6n basada en los caracshyter~s de un~ cosa distintos in re respecto a otra (como serla por ejemplo la definicioacuten del bronce como una alea~ioacuten q~e ltltgtntiene un porcentaje dado de cobre y estano defIfl1CIOacuten que es vaacutelida independientemente de toda eacute~a histoacuterica y de toda situaci6n cultural) No debe olVIdarse que apenas hace un siglo se afirmaba todashyviacutea ~e ciertos ~ueblos p~tiVS ~entras se discutiacutean~~ sus ritos creenCIas y seres tmagmarIos que viviacutean laquoigno-~ rantes de todo aquello que pueda parecerse a una reli- lO gi6nraquo y ello PQrgue todaviacutea se le daba al teacutermino laquoreli-~ gioacutenraquo un sentido que dependiacutea muy estreChamente de 1)0

la experiencia ten iosa cristiana mientras que hoy en diacutea s~8UIacuteos ~tilizando el rrusmo mo pero con una acepaoacuten conSIderablemente maacutes amplia Se trata pues ante tOdo de saber coacutemo queremos definir un teacutermino que se emplea con diversos sentidos a fin de que doshytaacutendolo de un significado que no se preste a confu~i6n

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farisifNIt tfiacuteWo ~f IW ~et~ rI

w~ oUAamp~ fo ~ ~~ pueda utilizarse con fines cientiacuteficos Pero en el terreno hist6rico -al contrario de lo que sucede en el de las matemaacuteticas o en el de la loacutegica pura- una definicioacuten a priori por precisa que sea no sirve para nada la condicioacuten de su utilidad estriba en que a dicha definicioacuten corresponda efectivamente una realidad hist6rica coheshyrente y distinta de las otras Con otras palabras no ~shyremos ue el conce to de laquoreligi6nraquo -nacido como un produc stoacuterico de nuestra CIV zaci6n y por consishyguiente sujeto a deterouna as teraClones en el curso de la historia posea ah aeterno un significado preciso qqe todo 10 maacutes debemos laquoreencontrarraquo al contrario somos nosotros con fines cientiacuteficos uienes de os laquodarraquo un significa o a o concepto impreciso por otro lado de nada serviriacutea daacuterselo arbitrariamente ya que debe poder aplicarse a un conjunto real de fen6meshynos hist6ricos susceptibles de corresponder al vocablo laquoreligioacutenraquo -vocablo extraiacutedo del lenguaje corriente e introducido en la terminologiacutea teacutecnica- una vez que su sentido haya sido determinado de modo inequiacutevoco

Conviene volver sobre dos observaciones que ya heshymos hecho anteriormente de un lado que en ~nshyguas de otras civilizaciones distintas a las del o~cidente ~stclaacutesico no existe teacutermino alguno para deSIgnar la

(reli ioacuten de otro que todas las civilizaciones hist6rishycamente conocidas han teru o manifestaciones ue nosshyotros llamamos religiosas o c o maacutes simplemente han

seiacutedo a uello ue nosotros estams a~ostumbr~dos a denominar una religi6n o o e o Slgru lca que m uso

sin darnos cuenta presuponemos o bien que se puede tener una religi6n sin poseer el concepto o bien qu~ nuestro concepto de laquoreligi6nraquo es vaacutelido para det~r~shynados conjuntos de fen6menos los cuales en las ClV~shyzaciones en que aparecen no se distinguen como laquorelishygiososraquo de otras manifestaciones culturales Vale la pena intentar aclarar estos nuestros presupuestos impliacutecitos

En la mayor parte de las civilizacjordme~ _9u~-=-nQSOtros llaacutetiiaintildeQ ffiftiVaacutesraquo -ro -que-denominamos laquorelWQnraquodbc ~e manifiesta hasta en ~s eta es ~l 8f1IacuteJI cotl lana a a mentaclOn e vestiaQJa dISpOSICIoacuten de ras habitaciones las relaciones con los parientes y con 10seamp~Ets aCtlVI~a~ntildentilde6mic~s ~ ~as- dlstraccioshynes se rIgen ~~excepclOn por unos prmclplOs relJgDSOS

pero en estas soCieaadeS-cuanaoUi1iacuteriacutedividuo ejerce su aCtlvldad normal no es ntildeecaartamenle consciente de esshytar obr~~d~~rrrilsmoacutemiddotmiddot tiacuteemposobre uacutenplanomiddotlaquopToIanoraquo ysoore un pIiintildeQ ltueigjo[oraquo en la medida en gg~ su universomiddot cultural es cerrado y orgaacutenico prObablemenJelf dicho individuomiddot ntildeoUacutedhinlntildegiiacuteiexcliesdfntildeuIQ sUsectf~tible de provocllr e~-~piacuteritu esas disti~~io~~osotros establecemos entre rOacutesdiIerenteS aspectos de suacaon El mismo se faOrlca er-VeSildo-ra casa Ias-~ ocupa de la mujer del padre del cuntildeado del tiacuteo del forastero come o ayuna trabaja la tierra a sale de caza laquotal como se haceraquo o laquocomo siempre se ha hechoraquo sin hacerse preguntas acerca del por queacute de su modo de obrar La laquoreligioacutenraquo forma parte de sil vida y no hay motivo para que la dlstmga de ls restantes aspect~ de su existencia Todo esto es igualmente vaacutelido para ias numerosas civilizaciones llamadas laquosuperioresraquo Conshyviene antildeadir a este esquema -algo simplificado-- a modo de correctivo que incluso antes de establecer una distincioacuten consciente entre10s dIversos oacuterdenes de su actividad un grupo humano puede adoptar ciertas forshy~as praacutecticas de diferenCIacIoacuten al conhar por ejemplo las funciones religiosas por excelencia a determinadas personas tales como hechiceros chamanes adivinos o sacerdotes o bien al concentrar ciertas actividades laquosashygradasraquo en determinados diacuteas como puedan ser las laquofiesshytasraquo pero todo ello no implica todaviacutea una Clara conshyCiacuteentildecia de la distincioacuten entre el hecho laquoreligiosoraquo y los restantes oacuterdenes de hechos

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Por otro lado si desde hace siglos desde los comienshyzos del cristianismo empleamos los teacuterminos laquoreligioacutenraquo laquoreligiosoraquo laquosagradoraquo etc a pesar de las diversas acepshyciones que hayan podido tomar si desde hace tiempo buscamos darles una significacioacuten maacutes precisa si extenshydemos a veces su sentido para poderlos aplicar a unos hechos de otro modo poco susceptibles de ser explicados todo ello es una prueba evidente de que percibimos una diferencia laquoobjetivaraquo entre aquello que en cualquier cishyvilizacioacuten aparece determinado por la religioacuten y aquello otro que podemos considerar como independiente Volvashymos a uno de los ejemplos precedentes el hombre de cualquier civilizacioacuten laquoprimitivaraquo para construir su casa sigue simplemente el meacutetodo en uso de la civilizaci6n en cuyo seno vive sin tener la menor conciencia de estar aplicando al actuar de esta manera cierto nuacutemero de principios heterogeacuteneos calificados por nosotros de laquopraacutecshyticosraquo laquoesteacuteticosraquo laquosocioloacutegicosraquo y laquoreligiososraquo Obsershyvamos en efecto que el empleo de ciertos materiales procedimientos y teacutecnicas aseguran a la construccioacuten la estabilidad y la aireacioacuten necesarias la defienden contra la lluvia permiten la eliminaci6n de los detritus etc Si no obstante constatamos que entre los diferentes mateshyriales (maderas fibras etc) equivalentes entre siacute desde el punto de vista funcional su elecci6n recae sistemaacuteshyticamente sobre unos en tanto que los otros son sisteshymaacuteticamente descartados esto significa que intervienen razones de otro orden que las puramente praacutecticas En ciertos casos tal elecci6n pareceraacute dictada por criterios que calificaremos de esteacuteticos entre dos tipos de madera igualmente resistentes y faacuteciles de trabajar la eleccioacuten recaeraacute sobre la maacutes brillante o sobre la que tenga detershyminado color En la disposicioacuten de las estancias o de los lechos destinados al marido a la mujer ~ los nintildeos y eventualmente a otras personas que vivan en el seno de la familia distinguiremos la aplicacioacuten de criterios de

orden socioloacutegico como serta la prioridad concedida a un sexo sobre el otro a una edad respecto a otra Pero si uno se percata de que la eleccioacuten es constante incluso entre materiales equivalentes no ya desde el punto de vista praacutectico sino tambieacuten esteacutetico o que la disposicioacuten preferencial de las habitaciones o de los lechos no aseshygura ninguna ventaja al miembro de la familia socialmiddot mente considerado maacutes importante en ese caso todo inshyduce a concluir que entre los criterios que presiden la construccioacuten de la casa existe uno que no es ni laquopraacutecshyticoraquo ni laquoesteacuteticoraquo ni laquosocioloacutegicoraquo Y cuando finalshymente descubrimos por ejemplo que el material vegetal preferido o el tratamiento de privilegio que significa el lado derecho o el izquierdo son adoptados aun cuando no intervenga ninguacuten factor praacutectico esteacutetico o de otro tipo concluiremos que el motivo determinante de la eleccioacuten es de orden religioso pasaremos de la hipoacutetesis a la certidumbre cuando observemos que en las acciones que acostumbramos a definir como laquoritualesraquo o en los relatos por nosotros considerados como laquomitosraquo se adopshytan o se mencionan los mismos materiales o la misma distribucioacuten

Al calificar de religiosos esos motivos o esas acciones indudablemente nos basamos en un concepto impliacutecito de religioacuten En la simple acci6n individual del hombre que se construye su casa distinguimos unos aspectos e intenciones praacutecticos esteacuteticos socio16gicos y religiosos Pero cualquiera que conozca aunque s6lo sea superficialshymente un cierto nuacutemero de religiones sabe que los viacutelshylores religiosos ~eden atribuirse a las cosas maacute~rshysas se habla comuacutenmente de ideas doctrinas conviccioshynes-creencias relatos religiosos acciones individuales y actitudes duraderas de normas prohibiciones relaciones determinadas por la religioacuten de personas animales plantas materiales objetos naturales o fabricados que se definen como laquosagradosraquo de lugares eacutepocas imaacutegenes

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de siacutembolos sagrados o religiosos etc La calificacioacuten de sagrado o religioso se basa siempre en este caso -al igual que en el ejemplo considerado hace un instante- sobre un concepto latente Parece oportuno recurrir ante todo al arte socraacutetico de la mayeacuteutica para traer a la supershyficie ese concepto todaviacutea indefinido y verificar a conshytinuacioacuten si posee el caraacutecter uniacutevoco y coherente indisshypensable a los teacuterminos cientiacuteficos

Este modo de proceder -inicialmente empiacuterico y posteriormente criacutetico-- presenta de entrada dos venshytajas La mayor parte de las definiciones prefabricadas del concepto de laquoreligioacutenraquo fallan por no englobar jamaacutes todos los hechos que en las diferentes civilizaciones esshytamos habituados a considerar como laquoreligiososraquo Como ya hemos dicho se ha podido afirmar a partir de ciershytas ideas preconcebidas (y de las definiciones maacutes o meshynos impliacutecitas que se derivan de ellas) que un pueblo puede practicar unos ritos y sin embarg ser ignorante de toda laquoreligioacutenraquo De igual modo partiendo de Clertas definiciones de la laquoreligioacutenraquo (fundamentadas r ejemshyp o en a a Olacl n e seres sobrehumanos) se ha cre o necesario excluir al budismo de entre las reH iones -Si por e contrarlo uno parte e a empiacuterica del empleo del teacutermino puede tener la fundada esperanza de hallar en su base un concepto lo suficientemente extenso como para abarcar la totalidad de los fenoacutemenos que consideshyramos religiosos La segunda ventaja reside en el hecho de que teniendo en cuenta la trema variabilidad d~ los fenoacutemenos a los cuales estamos acostumbrados a atrlshybuir un valor laquoreligiosoraquoz la ausencia de una definicioacuten a1riori evita constrentildeirlos desde el principio a u~ orshyden sistemaacutetico permitiendo en cambio analizar un CletQ sectmero de epos 1igiuumleacutendo cualguier Q~n basta el m~shymento preciso en ue descu ra e su co un enomtna or laquosagradoraquo el cual podriacutea ser verificado a

continuacioacuten mediante los restantes fenoacutemenos

Cuando se considera la larguiacutesima relacioacuten -aunque incompleta- de cosas que en las distintas civilizacioshynes pueden aparecer como laquosagradasraquo o laquoreligiosasraquo lo que sin duda llama nuestra atencioacuten sobre todo es el hecho de que las mismas cosas pueden en otros casos seguir siendo perfectamente laquoprofanasraquo Ante semejante constatacioacuten -que de paso e~luye por completo del ~ campo de nuestra investigacioacuten la hipoteca de una pre-iexcllG sunta sacralidad objetiva inherente a ciertas cosas- el enunCIado del problema no puedeSer otro queacute eacuteste laquoiquestQueacute es lo que en ciertas civilizaciones confiere imshyportancia religiosa a aquello que en otras puede no teshynerlaraquo Esta es ya una cuestioacuten estrictamente histoacuterica puesto que su respuesta requiere en todos los casos parshyticulares el estudio de civilizaciones histoacutericas concreshytas pero intentaremos de momento mantenerla a un nivel abstracto con el fin de extraer consecuencias de alcance general Por ello volvemos a plantearnos la cuesshytioacuten de otro modo iquestqueacute tipo de factores pueden convershytir en sagrado en una civilizacioacuten determinada aquello que no lo es en siacute

Las creencias religiosas

Examinemos para empezar las creencias religiosas Para la mentalidad corriente en nuestro mundo cultural (formada en el curso de la larga historia del cristianisshymo y de la todaviacutea maacutes larga del rasionalismo que junshytas han hecho revalecer el aspecto doctrin81 de la relishygioacuten sobre los restantes ritua es normativos entre otros a religioacuten es ante todo una ~Slioacuten e creenshy~El1o es cierto si se toma el teacutermino laquocreenciasraquo en ~sentido mucho maacutes amplio que aquel que se le atrishybuye comuacutenmente Si se efectuacutean ciertos ritos es porque se cree que deben efectuarse y por 10 mismo se respeshy

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tan las prohibiciones etc Pero las creencias religiosas en sentido estricto definibles como artiacuteculos de fe no tienen la misma importancia en todas las religiones hoy diacutea por ejemplo se sabe que las respuestas solicitadas por los etnoacutelogos de la vieja esCilefa fueseoacutecreyentes0 ieIectuanstasj~(ctees en DlQJnLQ~~~n aIiacuteDa inmortal iquestcoacutemo es la vida del maacutes allaacuteraquo etc) apenas

tlentildeen-VaacuteIor son j5iegufitas estas que muchos pueblos InCluso pertenecientes a civilizaciones superiores no se plantean o no se planteaban jamaacutes Sin embargo en todas las religiones existen creencias Pero he aquiacute una constatacioacuten harto evidente y no obstante de graves consecuencias para el estudio de las religiones la laquocreenshyciaraquo y el hecho de laquocreerraquo no pertenecen exclusivamente a la esfera de la experiencia religiosa laquocreemosraquo tambieacuten

( continuamente en cosas a las que nadie atribuiriacutea una

~ ~ significacioacuten religiosa iquestQueacute es pues 10 que distingu (~y1a creencia religiosa de bcreencia protan

~ Descartemos en prtmer lugar la hipoacutetesis seguacuten la Jt cual soacutelo se tratariacutea como suele ocurrir a menudo de un teacutermino uacutenico con dos acepciones distintas soacutelo unishy

das por una vaga analogiacutea Si bien es verdad que el vocablo laquocreerraquo tiene muchos significados especiacuteficos y que se podriacutea establecer una compleja fenomenologiacutea de las diversas creencias en general no parece que sus fronshyteras semaacutenticas coincidan con aquellas que separan 10 laquosagradoraquo de 10 laquoprofanoraquo Uno puede por ejemplo laquocreerraquo una cosa sin imaginar que pueda existir alternashytiva (asiacute por ejemplo caminamos laquocreyendoraquo que el suelo soporta nuestro peso sin siquiera pensar que pueda ceder posibilidad que no obstante no puede descarshytarse absolutamente igual sucede en el terreno religioso con toda creencia laquoingenuaraquo y no soacutelo laquoprimitivaraquo) Uno puede en cambio creer sabiendo que hay alternativa (asiacute en el terreno profano uno puede creer en la inocencia de un acusado sin ignorar que otros lo tienen por culo

pable en el terreno religioso cada uno cree en su propia religioacuten aun conociendo la existencia de otras) en este uacuteltimo caso el hecho de creer puede revestir un matiz maacutes o menos consciente y voluntarista se posee entonshyces laquola feraquo (igual que en el plano de lo profano uno cree hallarse del lado de la razoacuten en una opcioacuten poliacutetica en una hipoacutetesis cientiacutefica en una discusioacuten etc) De otra iacutendole son todaviacutea las creencias -mezcladas de esperanza y temor- respecto al porvenir pero eacutestas existen tanto en la maacutes banal esfera profana (cuando creo por ejemplo que mantildeana haraacute buen diacutea) como en las maacutes importantes experiencias religiosas (espera meshysiaacutenica creencias escatoloacutegicas)

iquestQueacute es pues aquello que distingue la creencia relimiddot giosa de la profana Tampoco la naturaleza de su objeto parece bastar para distinguirlas puede en efecto creerse de un modo profano en la existencia de Dios y ellJa inmortalidaddefalma (por ejemplo apoyaacutendose en razoshynamientos hlosoacutef~os) La mejor manera de abOrdar el problema tal vez consista en analizar algunos tipos de creencias religiosas no sobre un plano abstracto sino en sus respectivos contextos culturales

Los seres sobrehumanos

No nos seraacute posible extendernos aquiacute sobre los detashylles de cada religioacuten y tendremos que limitarnos a proshyceder por tipos y categoriacuteas Recordemos en primer lugar que una vasta categoriacutea de creencias religiosas es aquella concerniente a los seres que a falta de un teacutershymino maacutes exacto denominariacuteamos laquosobrehumanosraquo (aunshyque el hombre cree a veces poderlos dominar el teacutermino no es pues del todo apropiado pero es maacutes conveniente que el de laquosobrenaturalraquo ya que este uacuteltimo presupone un concepto positivista de laquonaturalezaraquo extrantildeo a la mashy

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~tWA 1It4-~hlf ~yoriacutea de las civilizaciones no occidentales) Ahora bien

en la enorme en la ilimitada masa de seres sobrehumashynos conocidos como pertenecientes a las innumerables religiones del mundo pueden distinguirse -sin dema siada abstraccioacuten (cierto grado de abstraccioacuten es ya se sabe la condicioacuten de todo avance cientiacuteHco)- diferentes laquotiposraquo fundamentales que se conectan como soacutelo la historia de las religiones puede demostrar con diferenshytes tipos de religioacuten y con diferentes tipos de civilizacioacuten

Con toda probabilidad uno de los tipos maacutes antiguos de dichos seres laquosobrehumanosraquo geneacuteticamente ligado a las formas de vida de una humanidad cuyos uacuten~shyursos son la caza y la recolecd6n (es decir una huma nidad que no produce sus medios de subsistencia sino que se contenta con apropiarse de lo que halla a su alreshydedor) sea el del~de~ ah1=sraquo)t~rmino desde ahora convencionarespecto el cuumlilconviene precisar que dichos seres pueden ser de sexo femenino laquosentildeora de los animalesraquo e mcfuso pueden presentarse bajo la forma de una pluralidad de seres morfoloacutegica mente anaacuteshylogos (ltltespiacuteritusraquo o laquodemoniosraquo del bosque laquosentildeoresraquo de espeCies anImales o de selvas concretas entre los pueblos pescadores esos seres reinan a veces sobre los animales marinos) Para caracterizar someramente este tipo de seres sobrehumanos diremos que en principio moran en los espacios inhabitados los cuales se oponen por un lado a los campos o a los pueblos donde todo estaacute gobernado y protegido por las reglas humanas de la vida en sociedad pero que por otro lado constituyen el mundo donde los cazadores y recolectores estaacuten oblishygados a procurarse sus medios de subsistencia Lafuv cioacuten maacutes manifiesta del ser en cuestioacuten es la de conceder ~~za al cazador estaacute en su poder el esconshydeacutersela condenando a padecer hambre al grupo humano pero tambieacuten puede conducir al cazador hada el eacutexito entieacutendase eoner a su disposicioacuten los medios maacutegicos

que aseguraraacuten el feliz deseplace de loa empresa Para eacutelde vital importancia En tanto que representante de lo laquono humanoraquo (de lo laquono habitadoraquo) es monstruoso y por sus estrechas relaciones con la caza suele represhysentarse a menudo bajo una apariencia parcialmente temiddot domorfa A primera vista podriacutea pensarse -y esta explishycacioacuten sobre el origen de las creencias en los seres sobreshyhumanos ha tenido sus seguidores desde G B Vico hasta L Frobenius y A E ]ensen pasando por los hermanos Grimm F Max Muumlller y los materialistas del pasado siglo evidentemente dentro de formas y a niveles de elaboracioacuten distintos- ue seres tales son la ro eCClOn fantaacutestica la laquoper~ordm-l1iJlfacioacutemgt_J~pcao a ex uacutesioninmiddot mediata -eI~ experiencia del caza or primitivoL()~I~do en la selva a afrontar sin treZLla riesgos imprevisJl~sl del iquest~ad~~middotpiitiexcl~iquest -q~e presiente que_eLn~llultordfordm-Q ordm~_una empres~ eS~rlciordfLparJ JIL existenciacutea_ruLdepende tansoacuteJo deacute-eacuteI- srn~ tambieacuten de oscuras fuerzas superiores a las suyas Sin embarg~~sta--~~pTicad6n resultalntildesUacutefiacuteclente tantildetO- desde el punto de vista teoacuterico como a la luz de los hechos Teoacutericamente su punto deacutebil estaacute en que ve el fundamento de una idea religiosa en una actividad gratuita e irracional de la imaginacioacuten (la laquopersonificashycioacutenraquo) lo cual no concuerda con la enormemiddot serieda~ ~ue todas las civilizaciones ponen eo las cosas de la rehglOn Uno tiene el derecho a preguntar cuaacutel es la razoacuten de esa laquopersonificacioacutenraquo son los propios hechos los que justifican esta pregunta y son ellos mismos los que resshyponden El hombre puede establecer relaciones reciacuteproshycas uacutenicamente con un ser laquopersonalraquo Y en efecto el

gruPo de cazadores tiende a establecer relaciones reciacuteshyprocas con los seres del tipo del laquosentildeor de los aniacutemalesraquo como lo demuestra entre otras cosas el diacute fundido uso de presentarles una ofrenda tras una buena caza - ello no es todo al laquosentildeor de los aniacutemalesraquo se le atribuyen criterios predsos en el enjuidamiento de las conductas

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humanas de este modo negaraacute la caza a aquellos que han matado inuacutetilmente (es decir maacutes de lo que necesishytaban para subvenir a las necesidades del grupo) o a aquellos que han violado ciertas normas sociales Meshydiante estas creencias~l_grupo _hulJ)ano adqui~relcershytidumbre de que actuando seguacuten la vltgtlllnJaddeLlaquo~entildeor de10s afilmatesraquo (es decIacuter-eIl uacuteltimo anaacutelisis conforme a 108- intereses vitales del grup~1mruUacuteaacuteJa saacutedsfa~CIoacuteri destlsnecesidacte8Conotras palabras la creencia en el laquosentildeor de l~alesraquo lejos de ser un producto grashytuito de la imaginacioacuten sirve a un determinado tipo de ocIedad puesto que g aCIas a unas relaciones persooaJes

con aguel de quien depende la propia existencia de la sociedad ( oca im arta el ue para quienes no partishyCIpan de tal creencia se trate e una mera ilusioacuten) pershymite uo control sobre algo que de otro modo escapariacutea a toda influencia humana puesto que aunque el cazador preparase las maacutes eficaces trampas y armas aunque sishyguiese infatigablemente las huellas de su presa aunque tuviese a su disposicioacuten todos los medios teacutecnicos que sugiere la experiencia no por ello dejariacutea de encontrarse siempre inevitablemente frente a elementos imprevisishybles susceptibles de convertir en vano su esfuerzo Sus relaciones con los seres del tipo del laquosentildeor de los anishymalesraquo reguladas por normas inviolables le sirven para controlar dichos elementos

Hemos escogido a tiacutetulo de ejemplo una de las maacutes antiguas creencias tal vez la maacutes antigua (seguacuten Jensen y R Pettazzoni) en seres sobrehumanos personales pero nuestra interpretacioacuten sigue siendo vaacutelida mutatis mushytandis para toda una serie de creencias anaacutelogas Es cierto que conferir una personalidad a la realidad inconshytrolable de la cual depende no es el uacutenico medio al que puede recurrir el hombre para garantizar su situacioacuten En la fase post-tyloriana del evolucionismo se insistioacute mucho sobre los fenoacutemenos religiosos que se explican mediante

la creencia en poderes laquoimpersonalesraquo inherentes a las cosas para ilustrar dicho tipo de creencias se recurriacutea al concepto melanesio deCjzanfD(y a aquellos otros en~ parte anaacutelogos de diferentes pueblos indiacutegenas americashynos orenda wakan manitu) La sociedad puede en efecto forjar teacutecnicas rituales que considere aptas para controlar dichas fuerzas a condicioacuten de formarse una idea precisa sobre el modo de obrar de eacutestas En contrashypartida la hipoacutetesis de la denominada escuela preanishymista (en particular R R Marrett) segoacutentilde la ruar la ~a en poderes impersonales es necesariamente maacutes antigua maacutes laquoprimitivaraquo que la creencia en seres sobreshyhumanos no se ha visto confirmada por los trabajos maacutes recientes t0 se ha hallado ninguacuten pueblo ni siquiera entre los maacutes laquoprimitivosraquo (es decIr etnoI6gkamente antiguos) que estuviese privado de toda creencia en se-Jts personales

Naturalmente aun cuando la caza no sea ya para el hombre el uacutenico ni el principal recurso siguen existiendo en la realidad bastantes factores incontrolables de los que depende la existencia del grupo humano En todo caso no es a nivel abstracto sino gracias a un estudio en profundidad de los medios de vida y de la situacioacuten histoacuterica de un pueblo dado como debe abordarse la explicacioacuten de por queacute dicho pueblo atribuye por ejemshyplo el dominio de aquello que es humanamente inconshytrolable pero esencial para su supervivencia a un uacutenico ser sobrehumano (que en este caso denominamos conshyvencionalmente laquoser supremoraquo no sin sentildealar --en contra de la llamada teoriacutea del laquomonoteiacutesmo primordialraquo de W Schmidt y sus disciacutepulos-queJordms~ha halladQhJlsta el presente ninguacuten pueblo laquoprimithordm~_~iuntQ_~~ltr supremo no con()~~s seres Jlordmbt~hlt~nos) dispenshysador de la vida y de la muerte de la enfermedad y de la curacioacuten de la fortuna y de la adversidad del buen y del mal tiempo es decir de todo aquello que la realimiddot

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) iexcltiJ v if~ r CY

o(JJ l (1)] 0 o

dad aporta de hecho sin que la voluntad del hombre pueda intervenir de otro modo que no sea justamente el de establecer unas relaciones con el ser supremo y el de atribuirle unas exigencias a las cuales debe luego ateshynerse o al contrario por queacute dicho pueblo reparte tal dominio entre un determinado nuacutemero de agentes soshybrehumanos laquoespiacuteritusraquo cada uno de los cuales cumple un papel limitado ya sea en el tiempo en el espacio o en el orden de circunstancias en que pueda intervenir La razoacuten de ser de las divinidades de las religiones polishyteiacutestas no parece fundamentalmente distinta de la expreshysada tan soacutelo que el politeiacutesmo surge casi exclusivamente en las civilizaciones aenominaaas laquosuperIoresraquo (en tanto

ue en as raquo no se presenta mas que exce ciona mente y aJo e as prImeras) o quiere decir que es el reflejo de condiciones humanas harto distintas que pueden caracterizarse sucintamente

I asiacute una teacutecnica y una organizacioacuten econoacutemica maacutes desshy arrolladas confieren a la sociedad una mayor seguridad i alejaacutendola de la maacutes elemental lucha por la pura y simple

supervivencia y permitieacutendole una maacutes libre utilizacioacuten de las energiacuteas por otra parte la mayor complejidad del marco social (debido sobre todo a una maacutes avanzaaa

especializacioacuten por oficios) provoca la diferenciacioacuten de los intereses seguacuten los gruDOsY estratos ae la SQciediacuted iexclmientras Que la necesidad de la convivencia cooperacioacuten Ie interdependencia entre estos diversos irupos y estratos no soacutelo hace necesaria una organizacioacuten maacutes compleja (Estado) sino que romueve tambieacuten una compenetrashycioacuten de los intereses ~ de las ideas To o esto ayu a comprender los caracteres morfoloacutegicos de las divinidashydes pertenecientes a las religiones politeiacutestas dichas dishyvinidades representan tambieacuten al igual que los seres sobrehumanos mencionados a propoacutesito de las religiones laquoprimitivasraquo los aspectos incontrolables peroacute vitales de la realidad con la que se enfrenta el grupo humano eacuteste

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gracias a las relaciones establecidas con sus divinidades halla asiacute el medio de sustraerse al ciego arbitrio de lo no humano Tales divinidades constituyen (a diferencia del ser supremo) una pluralidad diferenciada que responde a la pluralidad de intereses existentes en el seno de una misma sociedad pero (a diferencia de los laquoespiacuteritusraquo) son representaciones complejas nacidas de la compenetrashycioacuten de los intereses y estaacuten coordinadas en un panteoacuten igual que las muacuteltiples necesidades y experiencias de una sociedad compleja se insertan no obstante en una unishydad cultural superior tI ~~~

Junto a la vasta categoriacutea de seres~~inos que representan los aspectos incontrolables de la realidad al tiempo que permiten entrar en relacioacuten con ella y hasta cierto punto controlarla existe otra --cuya mayor o meshynor antiguumledad respecto a la ya citada es de difiacutecil detershyminacioacuten- que comprende los seres sobrehumanos sushytancialmente privados de un sustrato real se trata de aquellos seres sobrehunIacuteanos cuya princip~nd6n rontildeshysIacuteSteenproteer-aT1iOintildeDreaTlntildel-iOiiTIaaoruIetracasa el poder e eacuteste es ecij1J$tamen~ntra los ordfs~ ih~trolables=L no obstante vitales-delarealidad Casi podriacuteamos decir que una antigua humanidad en la fase de creacioacuten religiosa se ha hallado ante dos posishybilidades recrear lo no humano bajo formas personales para establecer con ello relaciones regidas por normas humanas o bien crearse protectores sobrehumanos sobre los cuales delegar el cuidado de afrontar lo incontrolable Los espiacuteritus tutelares de la casa de la familia del indishyviduo y eventualmente de un individuo concreto (como el chamaacuten) los antepasados etc pertenecen a esta seshygunda categoacuteria Impulsado por la necesidad el hombre llega en este campo a laquofabricarraquo conscientemente seres que le protejan y le asistan para estos seres construidos por la mano del hombre pero investidos de poderes

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sobrehumanos puede auacuten utilizarse el teacutermino laquofetichesraquo del que tanto se ha abusado

Las dos grandes categoriacuteas de seres sobrehumanos que hemos distinguido no son sin embargo radicalmente dis tintas y no constituyen una alternativa para la fabricashycioacuten del fetiche el hombre utiliza unos materiales que considera como particularmente laquopotentesraquo (dotados de laquomanaraquo) los espiacuteritus tutelares tampoco son inventados arbitrariamente el hombre no posee uacutenicamente la exshyperiencia del mundo exterior sino que tambieacuten posee la de las fuerzas que obran en eacutel y se manifiestan en sus actos las cuales no siempre estaacuten dirigidas por su con ciencia no olvidemos que los heacuteroes homeacutericos atribuiacutean todaviacutea sus alternativas de coraje o de temor sus ideas y sus decisiones a divinidades inspiradoras El culto a los ante asados es la pruebleyidente de q1eeneLorjgell e la creacioacuten e os seres sobrehlllllapoS tutelares se

iexclnatamblen una-~e~~i~ de la realidacTEntilde-Iasmiddot soshyciedades agrfCOiacuteasmiddotpriniIiIvas erlneacutelIviduuuml-y el grupo heredan la tierra cultivada por los antepasados la tierra como tal no pertenece al hombre han sido los antepashysados de eacuteste quienes la han sometido a las necesidades humanas los uacutetiles agriacutecolas han sido tambieacuten inventashydos por ellos Por otro lado desde los tiempos prehis toacutericos la muerte representaba para la humanidad una realidad ambivalente era para el hombre no menos ateshyrradora que para el animal pero al primero se le apashyreciacutea ademaacutes como algo laquosuperiorraquo ya fuese por su laquoalteshyridadraquo anaacuteloga a la de lo no humano en general ya fuese tambieacuten porque era lo contrario de la vulnerabishylidad y de los liacutemites de la vida humana Por ello la muerte y los muertos que le pertenecen sin dejar de causar espanto adquirieron un caraacutecter vulnerable De ahiacute que los antepasados fuente directa de la posesioacuten y de los modos de explotacioacuten de la tierra al mismo tiempo que muertos sobrehumanos y venerados pasasen

a ser para sus descendientes en algunas civilizaciones los depositarios de todo poder y los protectores contra todo peligro a condicioacuten no obstante de que los desshycendientes observasen las normas de una vida correcta atribuidas ahora a la voluntad de los antepasados de otro modo eacutestos -representando al igual que los seres

iI sobrehumanos los aspectos de lo no humano- pueden castigar es decir asumir el fallo del hombre imperfecto como hicieran con su eacutexito

El dios uacutenico de las religiones monoteiacutestas que como las politeiacutestas aparece soacutelo en las civilizaciones denoshyminadas laquosuperioresraquo (las maacutes antiguas civilizaciones monoteiacutestas son la hebrea y la del Iraacuten mazdeiacutesta) se ajusta mejor desde el punto de vista morfoloacutegico al segundo de los dos grandes grupos de seres sobrehumashynos que venimos distinguiendo en efecto ~o dios no es la realidad ana incontrolable sino que la trasshyeacuteien e y esta uacuteltima podriacutea inc uso dejar e eXistIr sin comprometer la propia eXistenCia del dios uacutenico su creashydor su trascendencia lo distingue claramente del laquoser sup~emoraquo de muchas religiones (~primitivasraquo Por otra parte a eacutel corresponde como a los seres laquotutelaresraquo -a condicioacuten de que la conducta del hombre haga a eacuteste merecedor de ello-- la tarea de proteger al individuo y al grupo (por ejemplo a la nacioacuten o a la laquohumanidad~ seguacuten el concepto de colectividad imperante en el hortshyzonte cultural del grupo en cuestioacuten)

Existe un elemento comuacuten a todos los seres sobrehushymanos que acabamos de examinar la creencia de que su objeto se halla alimentado por la necesidad humana de controlar (o de hacer controlar) la realidad no hushymana allaacute donde los otros medios de que dispone el hombre o el grupo se revelan insuficientes la creencia en tales seres tiene por objeto asegurar al hombre una ltltinfluenciaraquo sobre aquello que de otro modo se le escapariacutea y colocariacutea al hombre a su merced Pero existe

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~~ iexclJiexcliexcl otra categoriacutea de seres sobrehumanos para los que al

menos en apariencia no es vaacutelida dicha tesis se trata de esos seres que uno reencuentra en las maacutes diversas religiones primitivas y superiores seres considerados co o laquoinactivosraquo en la actualidad por los propios creshyyentes y cuya actividad se halla limita a a un pasdo definitivamente cumplido En consecuenCIa dIchos seres ntildeo administran la realidad susceptible de convertirse en objeto de sus relaciones con el hombre y no ejercen soshybre ella ninguacuten control en favor del creyente Ya A Lang remarcoacute que muchos de los que eacutel llamaba laquoseres sobreshyhumanosraquo permaneciacutean laquoociososraquo han organizado el mundo ordenado las principales instituciones pero en el presente ya no intervienen tanto es asiacute que los pueshyblos a pesar de mencionarlos a menudo no les dirijen ninguna plegaria ni les ofrecen ninguacuten sacrificio Pero existen tambieacuten otros numerosos tipos de seres cuya actividad estaacute limitada al pasado en las rehgIones ae CIertos pueblos agricultores primitivos se concede una gran importancia a estos personajes que junto con A E ]ensen designariacuteamos convencionalmente bajo el nombre d~palabra perteneciente a un pueblo de Nueva Guinea) Se trata de seres SQbrehut1anos~qu~~_ suelen ser los antepasad~- ~ lo cux~sJt1stit~cltl-ntildeesnanfiln a o espueacutes han sido matgos a menudo despeOaacutezacrosOe--strcuer~deJas-pattesclemeniexclUacutef naC1do las plantas a imenticias cultivadas Perten~~riacutea de los s-eres sobreshyhumanos inactivos los antepasados laquototeacutemicosraquo (los cuashyles dentro de ciertas sociedades laquototeacutemicasraquo estaacuten en la base de las particulares relaciones existentes entre un subgrupo social -clan grupos locales sexos etc- y una especie animal vegetal u otra) fundadores de la tribu del clan o del linaje Cuanto acabamos de decir es ig~almente vaacutelido para una serie de seres no siempre faacuteciles de distinguir los cuales en la literatura cientiacutefica

A--~ suelen denominarse laquoprimer hombreraquo laquoheacuteroe culturalraquo laquotricksterraquo etc asiacute como para una pluralidad de pershySOnajeS de apariencia ora humana ora animal pero que de hecho nunca son completamente humanos ni compleshytamente animales y que se reencuentran en la mitologiacutea de los maacutes diversos pueblos

Se trata precisamente de seres laquomiacuteticosraquo es decir seres no humanos y sobrehumanos cuya actividad relatan los mitos que se refieren a un pasado definido de diversos modos por relacioacuten al presente las civilizaciones primishytivas suelen contentarse con expresiones tales como laquohace mucho tiemporaquo o suelen referirse a acontecimientos ue marcan el liacutemite maacutes aacute el cua se ier e a memoria (ltltantes de a llegada de los blancosraquo) en las civilizacioshynes poseedoras de escritura se intenta encuadrar croshynoloacutegicamente los hechos y se habla de decenas de mileshynios (China Egipto Mesopotamia) de milenios (hebreos) o de siglos (Grecia Roma)

No es desde luego la distancia cronoloacutegica la que define el caraacutecter del tiempo miacutetico -la reflexioacuten croshynoloacutegica es secundaria y estaacute condicionada por cierto grashydo de conciencia histoacuterica- es precisamente el hecho de que se trata de un tiempo diferente del que se estaacute viviendo un tiempo en el que acaeciacutean cosas que ya no suceden debidas a personajes muy distintos de los que obran en la eacutepoca presente u obraron en un pasado cershycano cuyo recuerdo persiste

Los mitos

No por casualidad nuestra exposicioacuten ha pasado de los seres sobrehumanos a los tiempos miacuteticos o sencillamente a los mitos En efecto la razoacuten de ser de la creencia en seres sobrehumanos actualmente inactivos o inexistentes y que no han obrado maacutes que en la eacutepoca del mito es

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

iexcl 55

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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farisifNIt tfiacuteWo ~f IW ~et~ rI

w~ oUAamp~ fo ~ ~~ pueda utilizarse con fines cientiacuteficos Pero en el terreno hist6rico -al contrario de lo que sucede en el de las matemaacuteticas o en el de la loacutegica pura- una definicioacuten a priori por precisa que sea no sirve para nada la condicioacuten de su utilidad estriba en que a dicha definicioacuten corresponda efectivamente una realidad hist6rica coheshyrente y distinta de las otras Con otras palabras no ~shyremos ue el conce to de laquoreligi6nraquo -nacido como un produc stoacuterico de nuestra CIV zaci6n y por consishyguiente sujeto a deterouna as teraClones en el curso de la historia posea ah aeterno un significado preciso qqe todo 10 maacutes debemos laquoreencontrarraquo al contrario somos nosotros con fines cientiacuteficos uienes de os laquodarraquo un significa o a o concepto impreciso por otro lado de nada serviriacutea daacuterselo arbitrariamente ya que debe poder aplicarse a un conjunto real de fen6meshynos hist6ricos susceptibles de corresponder al vocablo laquoreligioacutenraquo -vocablo extraiacutedo del lenguaje corriente e introducido en la terminologiacutea teacutecnica- una vez que su sentido haya sido determinado de modo inequiacutevoco

Conviene volver sobre dos observaciones que ya heshymos hecho anteriormente de un lado que en ~nshyguas de otras civilizaciones distintas a las del o~cidente ~stclaacutesico no existe teacutermino alguno para deSIgnar la

(reli ioacuten de otro que todas las civilizaciones hist6rishycamente conocidas han teru o manifestaciones ue nosshyotros llamamos religiosas o c o maacutes simplemente han

seiacutedo a uello ue nosotros estams a~ostumbr~dos a denominar una religi6n o o e o Slgru lca que m uso

sin darnos cuenta presuponemos o bien que se puede tener una religi6n sin poseer el concepto o bien qu~ nuestro concepto de laquoreligi6nraquo es vaacutelido para det~r~shynados conjuntos de fen6menos los cuales en las ClV~shyzaciones en que aparecen no se distinguen como laquorelishygiososraquo de otras manifestaciones culturales Vale la pena intentar aclarar estos nuestros presupuestos impliacutecitos

En la mayor parte de las civilizacjordme~ _9u~-=-nQSOtros llaacutetiiaintildeQ ffiftiVaacutesraquo -ro -que-denominamos laquorelWQnraquodbc ~e manifiesta hasta en ~s eta es ~l 8f1IacuteJI cotl lana a a mentaclOn e vestiaQJa dISpOSICIoacuten de ras habitaciones las relaciones con los parientes y con 10seamp~Ets aCtlVI~a~ntildentilde6mic~s ~ ~as- dlstraccioshynes se rIgen ~~excepclOn por unos prmclplOs relJgDSOS

pero en estas soCieaadeS-cuanaoUi1iacuteriacutedividuo ejerce su aCtlvldad normal no es ntildeecaartamenle consciente de esshytar obr~~d~~rrrilsmoacutemiddotmiddot tiacuteemposobre uacutenplanomiddotlaquopToIanoraquo ysoore un pIiintildeQ ltueigjo[oraquo en la medida en gg~ su universomiddot cultural es cerrado y orgaacutenico prObablemenJelf dicho individuomiddot ntildeoUacutedhinlntildegiiacuteiexcliesdfntildeuIQ sUsectf~tible de provocllr e~-~piacuteritu esas disti~~io~~osotros establecemos entre rOacutesdiIerenteS aspectos de suacaon El mismo se faOrlca er-VeSildo-ra casa Ias-~ ocupa de la mujer del padre del cuntildeado del tiacuteo del forastero come o ayuna trabaja la tierra a sale de caza laquotal como se haceraquo o laquocomo siempre se ha hechoraquo sin hacerse preguntas acerca del por queacute de su modo de obrar La laquoreligioacutenraquo forma parte de sil vida y no hay motivo para que la dlstmga de ls restantes aspect~ de su existencia Todo esto es igualmente vaacutelido para ias numerosas civilizaciones llamadas laquosuperioresraquo Conshyviene antildeadir a este esquema -algo simplificado-- a modo de correctivo que incluso antes de establecer una distincioacuten consciente entre10s dIversos oacuterdenes de su actividad un grupo humano puede adoptar ciertas forshy~as praacutecticas de diferenCIacIoacuten al conhar por ejemplo las funciones religiosas por excelencia a determinadas personas tales como hechiceros chamanes adivinos o sacerdotes o bien al concentrar ciertas actividades laquosashygradasraquo en determinados diacuteas como puedan ser las laquofiesshytasraquo pero todo ello no implica todaviacutea una Clara conshyCiacuteentildecia de la distincioacuten entre el hecho laquoreligiosoraquo y los restantes oacuterdenes de hechos

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Por otro lado si desde hace siglos desde los comienshyzos del cristianismo empleamos los teacuterminos laquoreligioacutenraquo laquoreligiosoraquo laquosagradoraquo etc a pesar de las diversas acepshyciones que hayan podido tomar si desde hace tiempo buscamos darles una significacioacuten maacutes precisa si extenshydemos a veces su sentido para poderlos aplicar a unos hechos de otro modo poco susceptibles de ser explicados todo ello es una prueba evidente de que percibimos una diferencia laquoobjetivaraquo entre aquello que en cualquier cishyvilizacioacuten aparece determinado por la religioacuten y aquello otro que podemos considerar como independiente Volvashymos a uno de los ejemplos precedentes el hombre de cualquier civilizacioacuten laquoprimitivaraquo para construir su casa sigue simplemente el meacutetodo en uso de la civilizaci6n en cuyo seno vive sin tener la menor conciencia de estar aplicando al actuar de esta manera cierto nuacutemero de principios heterogeacuteneos calificados por nosotros de laquopraacutecshyticosraquo laquoesteacuteticosraquo laquosocioloacutegicosraquo y laquoreligiososraquo Obsershyvamos en efecto que el empleo de ciertos materiales procedimientos y teacutecnicas aseguran a la construccioacuten la estabilidad y la aireacioacuten necesarias la defienden contra la lluvia permiten la eliminaci6n de los detritus etc Si no obstante constatamos que entre los diferentes mateshyriales (maderas fibras etc) equivalentes entre siacute desde el punto de vista funcional su elecci6n recae sistemaacuteshyticamente sobre unos en tanto que los otros son sisteshymaacuteticamente descartados esto significa que intervienen razones de otro orden que las puramente praacutecticas En ciertos casos tal elecci6n pareceraacute dictada por criterios que calificaremos de esteacuteticos entre dos tipos de madera igualmente resistentes y faacuteciles de trabajar la eleccioacuten recaeraacute sobre la maacutes brillante o sobre la que tenga detershyminado color En la disposicioacuten de las estancias o de los lechos destinados al marido a la mujer ~ los nintildeos y eventualmente a otras personas que vivan en el seno de la familia distinguiremos la aplicacioacuten de criterios de

orden socioloacutegico como serta la prioridad concedida a un sexo sobre el otro a una edad respecto a otra Pero si uno se percata de que la eleccioacuten es constante incluso entre materiales equivalentes no ya desde el punto de vista praacutectico sino tambieacuten esteacutetico o que la disposicioacuten preferencial de las habitaciones o de los lechos no aseshygura ninguna ventaja al miembro de la familia socialmiddot mente considerado maacutes importante en ese caso todo inshyduce a concluir que entre los criterios que presiden la construccioacuten de la casa existe uno que no es ni laquopraacutecshyticoraquo ni laquoesteacuteticoraquo ni laquosocioloacutegicoraquo Y cuando finalshymente descubrimos por ejemplo que el material vegetal preferido o el tratamiento de privilegio que significa el lado derecho o el izquierdo son adoptados aun cuando no intervenga ninguacuten factor praacutectico esteacutetico o de otro tipo concluiremos que el motivo determinante de la eleccioacuten es de orden religioso pasaremos de la hipoacutetesis a la certidumbre cuando observemos que en las acciones que acostumbramos a definir como laquoritualesraquo o en los relatos por nosotros considerados como laquomitosraquo se adopshytan o se mencionan los mismos materiales o la misma distribucioacuten

Al calificar de religiosos esos motivos o esas acciones indudablemente nos basamos en un concepto impliacutecito de religioacuten En la simple acci6n individual del hombre que se construye su casa distinguimos unos aspectos e intenciones praacutecticos esteacuteticos socio16gicos y religiosos Pero cualquiera que conozca aunque s6lo sea superficialshymente un cierto nuacutemero de religiones sabe que los viacutelshylores religiosos ~eden atribuirse a las cosas maacute~rshysas se habla comuacutenmente de ideas doctrinas conviccioshynes-creencias relatos religiosos acciones individuales y actitudes duraderas de normas prohibiciones relaciones determinadas por la religioacuten de personas animales plantas materiales objetos naturales o fabricados que se definen como laquosagradosraquo de lugares eacutepocas imaacutegenes

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de siacutembolos sagrados o religiosos etc La calificacioacuten de sagrado o religioso se basa siempre en este caso -al igual que en el ejemplo considerado hace un instante- sobre un concepto latente Parece oportuno recurrir ante todo al arte socraacutetico de la mayeacuteutica para traer a la supershyficie ese concepto todaviacutea indefinido y verificar a conshytinuacioacuten si posee el caraacutecter uniacutevoco y coherente indisshypensable a los teacuterminos cientiacuteficos

Este modo de proceder -inicialmente empiacuterico y posteriormente criacutetico-- presenta de entrada dos venshytajas La mayor parte de las definiciones prefabricadas del concepto de laquoreligioacutenraquo fallan por no englobar jamaacutes todos los hechos que en las diferentes civilizaciones esshytamos habituados a considerar como laquoreligiososraquo Como ya hemos dicho se ha podido afirmar a partir de ciershytas ideas preconcebidas (y de las definiciones maacutes o meshynos impliacutecitas que se derivan de ellas) que un pueblo puede practicar unos ritos y sin embarg ser ignorante de toda laquoreligioacutenraquo De igual modo partiendo de Clertas definiciones de la laquoreligioacutenraquo (fundamentadas r ejemshyp o en a a Olacl n e seres sobrehumanos) se ha cre o necesario excluir al budismo de entre las reH iones -Si por e contrarlo uno parte e a empiacuterica del empleo del teacutermino puede tener la fundada esperanza de hallar en su base un concepto lo suficientemente extenso como para abarcar la totalidad de los fenoacutemenos que consideshyramos religiosos La segunda ventaja reside en el hecho de que teniendo en cuenta la trema variabilidad d~ los fenoacutemenos a los cuales estamos acostumbrados a atrlshybuir un valor laquoreligiosoraquoz la ausencia de una definicioacuten a1riori evita constrentildeirlos desde el principio a u~ orshyden sistemaacutetico permitiendo en cambio analizar un CletQ sectmero de epos 1igiuumleacutendo cualguier Q~n basta el m~shymento preciso en ue descu ra e su co un enomtna or laquosagradoraquo el cual podriacutea ser verificado a

continuacioacuten mediante los restantes fenoacutemenos

Cuando se considera la larguiacutesima relacioacuten -aunque incompleta- de cosas que en las distintas civilizacioshynes pueden aparecer como laquosagradasraquo o laquoreligiosasraquo lo que sin duda llama nuestra atencioacuten sobre todo es el hecho de que las mismas cosas pueden en otros casos seguir siendo perfectamente laquoprofanasraquo Ante semejante constatacioacuten -que de paso e~luye por completo del ~ campo de nuestra investigacioacuten la hipoteca de una pre-iexcllG sunta sacralidad objetiva inherente a ciertas cosas- el enunCIado del problema no puedeSer otro queacute eacuteste laquoiquestQueacute es lo que en ciertas civilizaciones confiere imshyportancia religiosa a aquello que en otras puede no teshynerlaraquo Esta es ya una cuestioacuten estrictamente histoacuterica puesto que su respuesta requiere en todos los casos parshyticulares el estudio de civilizaciones histoacutericas concreshytas pero intentaremos de momento mantenerla a un nivel abstracto con el fin de extraer consecuencias de alcance general Por ello volvemos a plantearnos la cuesshytioacuten de otro modo iquestqueacute tipo de factores pueden convershytir en sagrado en una civilizacioacuten determinada aquello que no lo es en siacute

Las creencias religiosas

Examinemos para empezar las creencias religiosas Para la mentalidad corriente en nuestro mundo cultural (formada en el curso de la larga historia del cristianisshymo y de la todaviacutea maacutes larga del rasionalismo que junshytas han hecho revalecer el aspecto doctrin81 de la relishygioacuten sobre los restantes ritua es normativos entre otros a religioacuten es ante todo una ~Slioacuten e creenshy~El1o es cierto si se toma el teacutermino laquocreenciasraquo en ~sentido mucho maacutes amplio que aquel que se le atrishybuye comuacutenmente Si se efectuacutean ciertos ritos es porque se cree que deben efectuarse y por 10 mismo se respeshy

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tan las prohibiciones etc Pero las creencias religiosas en sentido estricto definibles como artiacuteculos de fe no tienen la misma importancia en todas las religiones hoy diacutea por ejemplo se sabe que las respuestas solicitadas por los etnoacutelogos de la vieja esCilefa fueseoacutecreyentes0 ieIectuanstasj~(ctees en DlQJnLQ~~~n aIiacuteDa inmortal iquestcoacutemo es la vida del maacutes allaacuteraquo etc) apenas

tlentildeen-VaacuteIor son j5iegufitas estas que muchos pueblos InCluso pertenecientes a civilizaciones superiores no se plantean o no se planteaban jamaacutes Sin embargo en todas las religiones existen creencias Pero he aquiacute una constatacioacuten harto evidente y no obstante de graves consecuencias para el estudio de las religiones la laquocreenshyciaraquo y el hecho de laquocreerraquo no pertenecen exclusivamente a la esfera de la experiencia religiosa laquocreemosraquo tambieacuten

( continuamente en cosas a las que nadie atribuiriacutea una

~ ~ significacioacuten religiosa iquestQueacute es pues 10 que distingu (~y1a creencia religiosa de bcreencia protan

~ Descartemos en prtmer lugar la hipoacutetesis seguacuten la Jt cual soacutelo se tratariacutea como suele ocurrir a menudo de un teacutermino uacutenico con dos acepciones distintas soacutelo unishy

das por una vaga analogiacutea Si bien es verdad que el vocablo laquocreerraquo tiene muchos significados especiacuteficos y que se podriacutea establecer una compleja fenomenologiacutea de las diversas creencias en general no parece que sus fronshyteras semaacutenticas coincidan con aquellas que separan 10 laquosagradoraquo de 10 laquoprofanoraquo Uno puede por ejemplo laquocreerraquo una cosa sin imaginar que pueda existir alternashytiva (asiacute por ejemplo caminamos laquocreyendoraquo que el suelo soporta nuestro peso sin siquiera pensar que pueda ceder posibilidad que no obstante no puede descarshytarse absolutamente igual sucede en el terreno religioso con toda creencia laquoingenuaraquo y no soacutelo laquoprimitivaraquo) Uno puede en cambio creer sabiendo que hay alternativa (asiacute en el terreno profano uno puede creer en la inocencia de un acusado sin ignorar que otros lo tienen por culo

pable en el terreno religioso cada uno cree en su propia religioacuten aun conociendo la existencia de otras) en este uacuteltimo caso el hecho de creer puede revestir un matiz maacutes o menos consciente y voluntarista se posee entonshyces laquola feraquo (igual que en el plano de lo profano uno cree hallarse del lado de la razoacuten en una opcioacuten poliacutetica en una hipoacutetesis cientiacutefica en una discusioacuten etc) De otra iacutendole son todaviacutea las creencias -mezcladas de esperanza y temor- respecto al porvenir pero eacutestas existen tanto en la maacutes banal esfera profana (cuando creo por ejemplo que mantildeana haraacute buen diacutea) como en las maacutes importantes experiencias religiosas (espera meshysiaacutenica creencias escatoloacutegicas)

iquestQueacute es pues aquello que distingue la creencia relimiddot giosa de la profana Tampoco la naturaleza de su objeto parece bastar para distinguirlas puede en efecto creerse de un modo profano en la existencia de Dios y ellJa inmortalidaddefalma (por ejemplo apoyaacutendose en razoshynamientos hlosoacutef~os) La mejor manera de abOrdar el problema tal vez consista en analizar algunos tipos de creencias religiosas no sobre un plano abstracto sino en sus respectivos contextos culturales

Los seres sobrehumanos

No nos seraacute posible extendernos aquiacute sobre los detashylles de cada religioacuten y tendremos que limitarnos a proshyceder por tipos y categoriacuteas Recordemos en primer lugar que una vasta categoriacutea de creencias religiosas es aquella concerniente a los seres que a falta de un teacutershymino maacutes exacto denominariacuteamos laquosobrehumanosraquo (aunshyque el hombre cree a veces poderlos dominar el teacutermino no es pues del todo apropiado pero es maacutes conveniente que el de laquosobrenaturalraquo ya que este uacuteltimo presupone un concepto positivista de laquonaturalezaraquo extrantildeo a la mashy

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~tWA 1It4-~hlf ~yoriacutea de las civilizaciones no occidentales) Ahora bien

en la enorme en la ilimitada masa de seres sobrehumashynos conocidos como pertenecientes a las innumerables religiones del mundo pueden distinguirse -sin dema siada abstraccioacuten (cierto grado de abstraccioacuten es ya se sabe la condicioacuten de todo avance cientiacuteHco)- diferentes laquotiposraquo fundamentales que se conectan como soacutelo la historia de las religiones puede demostrar con diferenshytes tipos de religioacuten y con diferentes tipos de civilizacioacuten

Con toda probabilidad uno de los tipos maacutes antiguos de dichos seres laquosobrehumanosraquo geneacuteticamente ligado a las formas de vida de una humanidad cuyos uacuten~shyursos son la caza y la recolecd6n (es decir una huma nidad que no produce sus medios de subsistencia sino que se contenta con apropiarse de lo que halla a su alreshydedor) sea el del~de~ ah1=sraquo)t~rmino desde ahora convencionarespecto el cuumlilconviene precisar que dichos seres pueden ser de sexo femenino laquosentildeora de los animalesraquo e mcfuso pueden presentarse bajo la forma de una pluralidad de seres morfoloacutegica mente anaacuteshylogos (ltltespiacuteritusraquo o laquodemoniosraquo del bosque laquosentildeoresraquo de espeCies anImales o de selvas concretas entre los pueblos pescadores esos seres reinan a veces sobre los animales marinos) Para caracterizar someramente este tipo de seres sobrehumanos diremos que en principio moran en los espacios inhabitados los cuales se oponen por un lado a los campos o a los pueblos donde todo estaacute gobernado y protegido por las reglas humanas de la vida en sociedad pero que por otro lado constituyen el mundo donde los cazadores y recolectores estaacuten oblishygados a procurarse sus medios de subsistencia Lafuv cioacuten maacutes manifiesta del ser en cuestioacuten es la de conceder ~~za al cazador estaacute en su poder el esconshydeacutersela condenando a padecer hambre al grupo humano pero tambieacuten puede conducir al cazador hada el eacutexito entieacutendase eoner a su disposicioacuten los medios maacutegicos

que aseguraraacuten el feliz deseplace de loa empresa Para eacutelde vital importancia En tanto que representante de lo laquono humanoraquo (de lo laquono habitadoraquo) es monstruoso y por sus estrechas relaciones con la caza suele represhysentarse a menudo bajo una apariencia parcialmente temiddot domorfa A primera vista podriacutea pensarse -y esta explishycacioacuten sobre el origen de las creencias en los seres sobreshyhumanos ha tenido sus seguidores desde G B Vico hasta L Frobenius y A E ]ensen pasando por los hermanos Grimm F Max Muumlller y los materialistas del pasado siglo evidentemente dentro de formas y a niveles de elaboracioacuten distintos- ue seres tales son la ro eCClOn fantaacutestica la laquoper~ordm-l1iJlfacioacutemgt_J~pcao a ex uacutesioninmiddot mediata -eI~ experiencia del caza or primitivoL()~I~do en la selva a afrontar sin treZLla riesgos imprevisJl~sl del iquest~ad~~middotpiitiexcl~iquest -q~e presiente que_eLn~llultordfordm-Q ordm~_una empres~ eS~rlciordfLparJ JIL existenciacutea_ruLdepende tansoacuteJo deacute-eacuteI- srn~ tambieacuten de oscuras fuerzas superiores a las suyas Sin embarg~~sta--~~pTicad6n resultalntildesUacutefiacuteclente tantildetO- desde el punto de vista teoacuterico como a la luz de los hechos Teoacutericamente su punto deacutebil estaacute en que ve el fundamento de una idea religiosa en una actividad gratuita e irracional de la imaginacioacuten (la laquopersonificashycioacutenraquo) lo cual no concuerda con la enormemiddot serieda~ ~ue todas las civilizaciones ponen eo las cosas de la rehglOn Uno tiene el derecho a preguntar cuaacutel es la razoacuten de esa laquopersonificacioacutenraquo son los propios hechos los que justifican esta pregunta y son ellos mismos los que resshyponden El hombre puede establecer relaciones reciacuteproshycas uacutenicamente con un ser laquopersonalraquo Y en efecto el

gruPo de cazadores tiende a establecer relaciones reciacuteshyprocas con los seres del tipo del laquosentildeor de los aniacutemalesraquo como lo demuestra entre otras cosas el diacute fundido uso de presentarles una ofrenda tras una buena caza - ello no es todo al laquosentildeor de los aniacutemalesraquo se le atribuyen criterios predsos en el enjuidamiento de las conductas

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humanas de este modo negaraacute la caza a aquellos que han matado inuacutetilmente (es decir maacutes de lo que necesishytaban para subvenir a las necesidades del grupo) o a aquellos que han violado ciertas normas sociales Meshydiante estas creencias~l_grupo _hulJ)ano adqui~relcershytidumbre de que actuando seguacuten la vltgtlllnJaddeLlaquo~entildeor de10s afilmatesraquo (es decIacuter-eIl uacuteltimo anaacutelisis conforme a 108- intereses vitales del grup~1mruUacuteaacuteJa saacutedsfa~CIoacuteri destlsnecesidacte8Conotras palabras la creencia en el laquosentildeor de l~alesraquo lejos de ser un producto grashytuito de la imaginacioacuten sirve a un determinado tipo de ocIedad puesto que g aCIas a unas relaciones persooaJes

con aguel de quien depende la propia existencia de la sociedad ( oca im arta el ue para quienes no partishyCIpan de tal creencia se trate e una mera ilusioacuten) pershymite uo control sobre algo que de otro modo escapariacutea a toda influencia humana puesto que aunque el cazador preparase las maacutes eficaces trampas y armas aunque sishyguiese infatigablemente las huellas de su presa aunque tuviese a su disposicioacuten todos los medios teacutecnicos que sugiere la experiencia no por ello dejariacutea de encontrarse siempre inevitablemente frente a elementos imprevisishybles susceptibles de convertir en vano su esfuerzo Sus relaciones con los seres del tipo del laquosentildeor de los anishymalesraquo reguladas por normas inviolables le sirven para controlar dichos elementos

Hemos escogido a tiacutetulo de ejemplo una de las maacutes antiguas creencias tal vez la maacutes antigua (seguacuten Jensen y R Pettazzoni) en seres sobrehumanos personales pero nuestra interpretacioacuten sigue siendo vaacutelida mutatis mushytandis para toda una serie de creencias anaacutelogas Es cierto que conferir una personalidad a la realidad inconshytrolable de la cual depende no es el uacutenico medio al que puede recurrir el hombre para garantizar su situacioacuten En la fase post-tyloriana del evolucionismo se insistioacute mucho sobre los fenoacutemenos religiosos que se explican mediante

la creencia en poderes laquoimpersonalesraquo inherentes a las cosas para ilustrar dicho tipo de creencias se recurriacutea al concepto melanesio deCjzanfD(y a aquellos otros en~ parte anaacutelogos de diferentes pueblos indiacutegenas americashynos orenda wakan manitu) La sociedad puede en efecto forjar teacutecnicas rituales que considere aptas para controlar dichas fuerzas a condicioacuten de formarse una idea precisa sobre el modo de obrar de eacutestas En contrashypartida la hipoacutetesis de la denominada escuela preanishymista (en particular R R Marrett) segoacutentilde la ruar la ~a en poderes impersonales es necesariamente maacutes antigua maacutes laquoprimitivaraquo que la creencia en seres sobreshyhumanos no se ha visto confirmada por los trabajos maacutes recientes t0 se ha hallado ninguacuten pueblo ni siquiera entre los maacutes laquoprimitivosraquo (es decIr etnoI6gkamente antiguos) que estuviese privado de toda creencia en se-Jts personales

Naturalmente aun cuando la caza no sea ya para el hombre el uacutenico ni el principal recurso siguen existiendo en la realidad bastantes factores incontrolables de los que depende la existencia del grupo humano En todo caso no es a nivel abstracto sino gracias a un estudio en profundidad de los medios de vida y de la situacioacuten histoacuterica de un pueblo dado como debe abordarse la explicacioacuten de por queacute dicho pueblo atribuye por ejemshyplo el dominio de aquello que es humanamente inconshytrolable pero esencial para su supervivencia a un uacutenico ser sobrehumano (que en este caso denominamos conshyvencionalmente laquoser supremoraquo no sin sentildealar --en contra de la llamada teoriacutea del laquomonoteiacutesmo primordialraquo de W Schmidt y sus disciacutepulos-queJordms~ha halladQhJlsta el presente ninguacuten pueblo laquoprimithordm~_~iuntQ_~~ltr supremo no con()~~s seres Jlordmbt~hlt~nos) dispenshysador de la vida y de la muerte de la enfermedad y de la curacioacuten de la fortuna y de la adversidad del buen y del mal tiempo es decir de todo aquello que la realimiddot

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) iexcltiJ v if~ r CY

o(JJ l (1)] 0 o

dad aporta de hecho sin que la voluntad del hombre pueda intervenir de otro modo que no sea justamente el de establecer unas relaciones con el ser supremo y el de atribuirle unas exigencias a las cuales debe luego ateshynerse o al contrario por queacute dicho pueblo reparte tal dominio entre un determinado nuacutemero de agentes soshybrehumanos laquoespiacuteritusraquo cada uno de los cuales cumple un papel limitado ya sea en el tiempo en el espacio o en el orden de circunstancias en que pueda intervenir La razoacuten de ser de las divinidades de las religiones polishyteiacutestas no parece fundamentalmente distinta de la expreshysada tan soacutelo que el politeiacutesmo surge casi exclusivamente en las civilizaciones aenominaaas laquosuperIoresraquo (en tanto

ue en as raquo no se presenta mas que exce ciona mente y aJo e as prImeras) o quiere decir que es el reflejo de condiciones humanas harto distintas que pueden caracterizarse sucintamente

I asiacute una teacutecnica y una organizacioacuten econoacutemica maacutes desshy arrolladas confieren a la sociedad una mayor seguridad i alejaacutendola de la maacutes elemental lucha por la pura y simple

supervivencia y permitieacutendole una maacutes libre utilizacioacuten de las energiacuteas por otra parte la mayor complejidad del marco social (debido sobre todo a una maacutes avanzaaa

especializacioacuten por oficios) provoca la diferenciacioacuten de los intereses seguacuten los gruDOsY estratos ae la SQciediacuted iexclmientras Que la necesidad de la convivencia cooperacioacuten Ie interdependencia entre estos diversos irupos y estratos no soacutelo hace necesaria una organizacioacuten maacutes compleja (Estado) sino que romueve tambieacuten una compenetrashycioacuten de los intereses ~ de las ideas To o esto ayu a comprender los caracteres morfoloacutegicos de las divinidashydes pertenecientes a las religiones politeiacutestas dichas dishyvinidades representan tambieacuten al igual que los seres sobrehumanos mencionados a propoacutesito de las religiones laquoprimitivasraquo los aspectos incontrolables peroacute vitales de la realidad con la que se enfrenta el grupo humano eacuteste

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gracias a las relaciones establecidas con sus divinidades halla asiacute el medio de sustraerse al ciego arbitrio de lo no humano Tales divinidades constituyen (a diferencia del ser supremo) una pluralidad diferenciada que responde a la pluralidad de intereses existentes en el seno de una misma sociedad pero (a diferencia de los laquoespiacuteritusraquo) son representaciones complejas nacidas de la compenetrashycioacuten de los intereses y estaacuten coordinadas en un panteoacuten igual que las muacuteltiples necesidades y experiencias de una sociedad compleja se insertan no obstante en una unishydad cultural superior tI ~~~

Junto a la vasta categoriacutea de seres~~inos que representan los aspectos incontrolables de la realidad al tiempo que permiten entrar en relacioacuten con ella y hasta cierto punto controlarla existe otra --cuya mayor o meshynor antiguumledad respecto a la ya citada es de difiacutecil detershyminacioacuten- que comprende los seres sobrehumanos sushytancialmente privados de un sustrato real se trata de aquellos seres sobrehunIacuteanos cuya princip~nd6n rontildeshysIacuteSteenproteer-aT1iOintildeDreaTlntildel-iOiiTIaaoruIetracasa el poder e eacuteste es ecij1J$tamen~ntra los ordfs~ ih~trolables=L no obstante vitales-delarealidad Casi podriacuteamos decir que una antigua humanidad en la fase de creacioacuten religiosa se ha hallado ante dos posishybilidades recrear lo no humano bajo formas personales para establecer con ello relaciones regidas por normas humanas o bien crearse protectores sobrehumanos sobre los cuales delegar el cuidado de afrontar lo incontrolable Los espiacuteritus tutelares de la casa de la familia del indishyviduo y eventualmente de un individuo concreto (como el chamaacuten) los antepasados etc pertenecen a esta seshygunda categoacuteria Impulsado por la necesidad el hombre llega en este campo a laquofabricarraquo conscientemente seres que le protejan y le asistan para estos seres construidos por la mano del hombre pero investidos de poderes

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sobrehumanos puede auacuten utilizarse el teacutermino laquofetichesraquo del que tanto se ha abusado

Las dos grandes categoriacuteas de seres sobrehumanos que hemos distinguido no son sin embargo radicalmente dis tintas y no constituyen una alternativa para la fabricashycioacuten del fetiche el hombre utiliza unos materiales que considera como particularmente laquopotentesraquo (dotados de laquomanaraquo) los espiacuteritus tutelares tampoco son inventados arbitrariamente el hombre no posee uacutenicamente la exshyperiencia del mundo exterior sino que tambieacuten posee la de las fuerzas que obran en eacutel y se manifiestan en sus actos las cuales no siempre estaacuten dirigidas por su con ciencia no olvidemos que los heacuteroes homeacutericos atribuiacutean todaviacutea sus alternativas de coraje o de temor sus ideas y sus decisiones a divinidades inspiradoras El culto a los ante asados es la pruebleyidente de q1eeneLorjgell e la creacioacuten e os seres sobrehlllllapoS tutelares se

iexclnatamblen una-~e~~i~ de la realidacTEntilde-Iasmiddot soshyciedades agrfCOiacuteasmiddotpriniIiIvas erlneacutelIviduuuml-y el grupo heredan la tierra cultivada por los antepasados la tierra como tal no pertenece al hombre han sido los antepashysados de eacuteste quienes la han sometido a las necesidades humanas los uacutetiles agriacutecolas han sido tambieacuten inventashydos por ellos Por otro lado desde los tiempos prehis toacutericos la muerte representaba para la humanidad una realidad ambivalente era para el hombre no menos ateshyrradora que para el animal pero al primero se le apashyreciacutea ademaacutes como algo laquosuperiorraquo ya fuese por su laquoalteshyridadraquo anaacuteloga a la de lo no humano en general ya fuese tambieacuten porque era lo contrario de la vulnerabishylidad y de los liacutemites de la vida humana Por ello la muerte y los muertos que le pertenecen sin dejar de causar espanto adquirieron un caraacutecter vulnerable De ahiacute que los antepasados fuente directa de la posesioacuten y de los modos de explotacioacuten de la tierra al mismo tiempo que muertos sobrehumanos y venerados pasasen

a ser para sus descendientes en algunas civilizaciones los depositarios de todo poder y los protectores contra todo peligro a condicioacuten no obstante de que los desshycendientes observasen las normas de una vida correcta atribuidas ahora a la voluntad de los antepasados de otro modo eacutestos -representando al igual que los seres

iI sobrehumanos los aspectos de lo no humano- pueden castigar es decir asumir el fallo del hombre imperfecto como hicieran con su eacutexito

El dios uacutenico de las religiones monoteiacutestas que como las politeiacutestas aparece soacutelo en las civilizaciones denoshyminadas laquosuperioresraquo (las maacutes antiguas civilizaciones monoteiacutestas son la hebrea y la del Iraacuten mazdeiacutesta) se ajusta mejor desde el punto de vista morfoloacutegico al segundo de los dos grandes grupos de seres sobrehumashynos que venimos distinguiendo en efecto ~o dios no es la realidad ana incontrolable sino que la trasshyeacuteien e y esta uacuteltima podriacutea inc uso dejar e eXistIr sin comprometer la propia eXistenCia del dios uacutenico su creashydor su trascendencia lo distingue claramente del laquoser sup~emoraquo de muchas religiones (~primitivasraquo Por otra parte a eacutel corresponde como a los seres laquotutelaresraquo -a condicioacuten de que la conducta del hombre haga a eacuteste merecedor de ello-- la tarea de proteger al individuo y al grupo (por ejemplo a la nacioacuten o a la laquohumanidad~ seguacuten el concepto de colectividad imperante en el hortshyzonte cultural del grupo en cuestioacuten)

Existe un elemento comuacuten a todos los seres sobrehushymanos que acabamos de examinar la creencia de que su objeto se halla alimentado por la necesidad humana de controlar (o de hacer controlar) la realidad no hushymana allaacute donde los otros medios de que dispone el hombre o el grupo se revelan insuficientes la creencia en tales seres tiene por objeto asegurar al hombre una ltltinfluenciaraquo sobre aquello que de otro modo se le escapariacutea y colocariacutea al hombre a su merced Pero existe

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~~ iexclJiexcliexcl otra categoriacutea de seres sobrehumanos para los que al

menos en apariencia no es vaacutelida dicha tesis se trata de esos seres que uno reencuentra en las maacutes diversas religiones primitivas y superiores seres considerados co o laquoinactivosraquo en la actualidad por los propios creshyyentes y cuya actividad se halla limita a a un pasdo definitivamente cumplido En consecuenCIa dIchos seres ntildeo administran la realidad susceptible de convertirse en objeto de sus relaciones con el hombre y no ejercen soshybre ella ninguacuten control en favor del creyente Ya A Lang remarcoacute que muchos de los que eacutel llamaba laquoseres sobreshyhumanosraquo permaneciacutean laquoociososraquo han organizado el mundo ordenado las principales instituciones pero en el presente ya no intervienen tanto es asiacute que los pueshyblos a pesar de mencionarlos a menudo no les dirijen ninguna plegaria ni les ofrecen ninguacuten sacrificio Pero existen tambieacuten otros numerosos tipos de seres cuya actividad estaacute limitada al pasado en las rehgIones ae CIertos pueblos agricultores primitivos se concede una gran importancia a estos personajes que junto con A E ]ensen designariacuteamos convencionalmente bajo el nombre d~palabra perteneciente a un pueblo de Nueva Guinea) Se trata de seres SQbrehut1anos~qu~~_ suelen ser los antepasad~- ~ lo cux~sJt1stit~cltl-ntildeesnanfiln a o espueacutes han sido matgos a menudo despeOaacutezacrosOe--strcuer~deJas-pattesclemeniexclUacutef naC1do las plantas a imenticias cultivadas Perten~~riacutea de los s-eres sobreshyhumanos inactivos los antepasados laquototeacutemicosraquo (los cuashyles dentro de ciertas sociedades laquototeacutemicasraquo estaacuten en la base de las particulares relaciones existentes entre un subgrupo social -clan grupos locales sexos etc- y una especie animal vegetal u otra) fundadores de la tribu del clan o del linaje Cuanto acabamos de decir es ig~almente vaacutelido para una serie de seres no siempre faacuteciles de distinguir los cuales en la literatura cientiacutefica

A--~ suelen denominarse laquoprimer hombreraquo laquoheacuteroe culturalraquo laquotricksterraquo etc asiacute como para una pluralidad de pershySOnajeS de apariencia ora humana ora animal pero que de hecho nunca son completamente humanos ni compleshytamente animales y que se reencuentran en la mitologiacutea de los maacutes diversos pueblos

Se trata precisamente de seres laquomiacuteticosraquo es decir seres no humanos y sobrehumanos cuya actividad relatan los mitos que se refieren a un pasado definido de diversos modos por relacioacuten al presente las civilizaciones primishytivas suelen contentarse con expresiones tales como laquohace mucho tiemporaquo o suelen referirse a acontecimientos ue marcan el liacutemite maacutes aacute el cua se ier e a memoria (ltltantes de a llegada de los blancosraquo) en las civilizacioshynes poseedoras de escritura se intenta encuadrar croshynoloacutegicamente los hechos y se habla de decenas de mileshynios (China Egipto Mesopotamia) de milenios (hebreos) o de siglos (Grecia Roma)

No es desde luego la distancia cronoloacutegica la que define el caraacutecter del tiempo miacutetico -la reflexioacuten croshynoloacutegica es secundaria y estaacute condicionada por cierto grashydo de conciencia histoacuterica- es precisamente el hecho de que se trata de un tiempo diferente del que se estaacute viviendo un tiempo en el que acaeciacutean cosas que ya no suceden debidas a personajes muy distintos de los que obran en la eacutepoca presente u obraron en un pasado cershycano cuyo recuerdo persiste

Los mitos

No por casualidad nuestra exposicioacuten ha pasado de los seres sobrehumanos a los tiempos miacuteticos o sencillamente a los mitos En efecto la razoacuten de ser de la creencia en seres sobrehumanos actualmente inactivos o inexistentes y que no han obrado maacutes que en la eacutepoca del mito es

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

iexcl 55

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Por otro lado si desde hace siglos desde los comienshyzos del cristianismo empleamos los teacuterminos laquoreligioacutenraquo laquoreligiosoraquo laquosagradoraquo etc a pesar de las diversas acepshyciones que hayan podido tomar si desde hace tiempo buscamos darles una significacioacuten maacutes precisa si extenshydemos a veces su sentido para poderlos aplicar a unos hechos de otro modo poco susceptibles de ser explicados todo ello es una prueba evidente de que percibimos una diferencia laquoobjetivaraquo entre aquello que en cualquier cishyvilizacioacuten aparece determinado por la religioacuten y aquello otro que podemos considerar como independiente Volvashymos a uno de los ejemplos precedentes el hombre de cualquier civilizacioacuten laquoprimitivaraquo para construir su casa sigue simplemente el meacutetodo en uso de la civilizaci6n en cuyo seno vive sin tener la menor conciencia de estar aplicando al actuar de esta manera cierto nuacutemero de principios heterogeacuteneos calificados por nosotros de laquopraacutecshyticosraquo laquoesteacuteticosraquo laquosocioloacutegicosraquo y laquoreligiososraquo Obsershyvamos en efecto que el empleo de ciertos materiales procedimientos y teacutecnicas aseguran a la construccioacuten la estabilidad y la aireacioacuten necesarias la defienden contra la lluvia permiten la eliminaci6n de los detritus etc Si no obstante constatamos que entre los diferentes mateshyriales (maderas fibras etc) equivalentes entre siacute desde el punto de vista funcional su elecci6n recae sistemaacuteshyticamente sobre unos en tanto que los otros son sisteshymaacuteticamente descartados esto significa que intervienen razones de otro orden que las puramente praacutecticas En ciertos casos tal elecci6n pareceraacute dictada por criterios que calificaremos de esteacuteticos entre dos tipos de madera igualmente resistentes y faacuteciles de trabajar la eleccioacuten recaeraacute sobre la maacutes brillante o sobre la que tenga detershyminado color En la disposicioacuten de las estancias o de los lechos destinados al marido a la mujer ~ los nintildeos y eventualmente a otras personas que vivan en el seno de la familia distinguiremos la aplicacioacuten de criterios de

orden socioloacutegico como serta la prioridad concedida a un sexo sobre el otro a una edad respecto a otra Pero si uno se percata de que la eleccioacuten es constante incluso entre materiales equivalentes no ya desde el punto de vista praacutectico sino tambieacuten esteacutetico o que la disposicioacuten preferencial de las habitaciones o de los lechos no aseshygura ninguna ventaja al miembro de la familia socialmiddot mente considerado maacutes importante en ese caso todo inshyduce a concluir que entre los criterios que presiden la construccioacuten de la casa existe uno que no es ni laquopraacutecshyticoraquo ni laquoesteacuteticoraquo ni laquosocioloacutegicoraquo Y cuando finalshymente descubrimos por ejemplo que el material vegetal preferido o el tratamiento de privilegio que significa el lado derecho o el izquierdo son adoptados aun cuando no intervenga ninguacuten factor praacutectico esteacutetico o de otro tipo concluiremos que el motivo determinante de la eleccioacuten es de orden religioso pasaremos de la hipoacutetesis a la certidumbre cuando observemos que en las acciones que acostumbramos a definir como laquoritualesraquo o en los relatos por nosotros considerados como laquomitosraquo se adopshytan o se mencionan los mismos materiales o la misma distribucioacuten

Al calificar de religiosos esos motivos o esas acciones indudablemente nos basamos en un concepto impliacutecito de religioacuten En la simple acci6n individual del hombre que se construye su casa distinguimos unos aspectos e intenciones praacutecticos esteacuteticos socio16gicos y religiosos Pero cualquiera que conozca aunque s6lo sea superficialshymente un cierto nuacutemero de religiones sabe que los viacutelshylores religiosos ~eden atribuirse a las cosas maacute~rshysas se habla comuacutenmente de ideas doctrinas conviccioshynes-creencias relatos religiosos acciones individuales y actitudes duraderas de normas prohibiciones relaciones determinadas por la religioacuten de personas animales plantas materiales objetos naturales o fabricados que se definen como laquosagradosraquo de lugares eacutepocas imaacutegenes

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de siacutembolos sagrados o religiosos etc La calificacioacuten de sagrado o religioso se basa siempre en este caso -al igual que en el ejemplo considerado hace un instante- sobre un concepto latente Parece oportuno recurrir ante todo al arte socraacutetico de la mayeacuteutica para traer a la supershyficie ese concepto todaviacutea indefinido y verificar a conshytinuacioacuten si posee el caraacutecter uniacutevoco y coherente indisshypensable a los teacuterminos cientiacuteficos

Este modo de proceder -inicialmente empiacuterico y posteriormente criacutetico-- presenta de entrada dos venshytajas La mayor parte de las definiciones prefabricadas del concepto de laquoreligioacutenraquo fallan por no englobar jamaacutes todos los hechos que en las diferentes civilizaciones esshytamos habituados a considerar como laquoreligiososraquo Como ya hemos dicho se ha podido afirmar a partir de ciershytas ideas preconcebidas (y de las definiciones maacutes o meshynos impliacutecitas que se derivan de ellas) que un pueblo puede practicar unos ritos y sin embarg ser ignorante de toda laquoreligioacutenraquo De igual modo partiendo de Clertas definiciones de la laquoreligioacutenraquo (fundamentadas r ejemshyp o en a a Olacl n e seres sobrehumanos) se ha cre o necesario excluir al budismo de entre las reH iones -Si por e contrarlo uno parte e a empiacuterica del empleo del teacutermino puede tener la fundada esperanza de hallar en su base un concepto lo suficientemente extenso como para abarcar la totalidad de los fenoacutemenos que consideshyramos religiosos La segunda ventaja reside en el hecho de que teniendo en cuenta la trema variabilidad d~ los fenoacutemenos a los cuales estamos acostumbrados a atrlshybuir un valor laquoreligiosoraquoz la ausencia de una definicioacuten a1riori evita constrentildeirlos desde el principio a u~ orshyden sistemaacutetico permitiendo en cambio analizar un CletQ sectmero de epos 1igiuumleacutendo cualguier Q~n basta el m~shymento preciso en ue descu ra e su co un enomtna or laquosagradoraquo el cual podriacutea ser verificado a

continuacioacuten mediante los restantes fenoacutemenos

Cuando se considera la larguiacutesima relacioacuten -aunque incompleta- de cosas que en las distintas civilizacioshynes pueden aparecer como laquosagradasraquo o laquoreligiosasraquo lo que sin duda llama nuestra atencioacuten sobre todo es el hecho de que las mismas cosas pueden en otros casos seguir siendo perfectamente laquoprofanasraquo Ante semejante constatacioacuten -que de paso e~luye por completo del ~ campo de nuestra investigacioacuten la hipoteca de una pre-iexcllG sunta sacralidad objetiva inherente a ciertas cosas- el enunCIado del problema no puedeSer otro queacute eacuteste laquoiquestQueacute es lo que en ciertas civilizaciones confiere imshyportancia religiosa a aquello que en otras puede no teshynerlaraquo Esta es ya una cuestioacuten estrictamente histoacuterica puesto que su respuesta requiere en todos los casos parshyticulares el estudio de civilizaciones histoacutericas concreshytas pero intentaremos de momento mantenerla a un nivel abstracto con el fin de extraer consecuencias de alcance general Por ello volvemos a plantearnos la cuesshytioacuten de otro modo iquestqueacute tipo de factores pueden convershytir en sagrado en una civilizacioacuten determinada aquello que no lo es en siacute

Las creencias religiosas

Examinemos para empezar las creencias religiosas Para la mentalidad corriente en nuestro mundo cultural (formada en el curso de la larga historia del cristianisshymo y de la todaviacutea maacutes larga del rasionalismo que junshytas han hecho revalecer el aspecto doctrin81 de la relishygioacuten sobre los restantes ritua es normativos entre otros a religioacuten es ante todo una ~Slioacuten e creenshy~El1o es cierto si se toma el teacutermino laquocreenciasraquo en ~sentido mucho maacutes amplio que aquel que se le atrishybuye comuacutenmente Si se efectuacutean ciertos ritos es porque se cree que deben efectuarse y por 10 mismo se respeshy

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tan las prohibiciones etc Pero las creencias religiosas en sentido estricto definibles como artiacuteculos de fe no tienen la misma importancia en todas las religiones hoy diacutea por ejemplo se sabe que las respuestas solicitadas por los etnoacutelogos de la vieja esCilefa fueseoacutecreyentes0 ieIectuanstasj~(ctees en DlQJnLQ~~~n aIiacuteDa inmortal iquestcoacutemo es la vida del maacutes allaacuteraquo etc) apenas

tlentildeen-VaacuteIor son j5iegufitas estas que muchos pueblos InCluso pertenecientes a civilizaciones superiores no se plantean o no se planteaban jamaacutes Sin embargo en todas las religiones existen creencias Pero he aquiacute una constatacioacuten harto evidente y no obstante de graves consecuencias para el estudio de las religiones la laquocreenshyciaraquo y el hecho de laquocreerraquo no pertenecen exclusivamente a la esfera de la experiencia religiosa laquocreemosraquo tambieacuten

( continuamente en cosas a las que nadie atribuiriacutea una

~ ~ significacioacuten religiosa iquestQueacute es pues 10 que distingu (~y1a creencia religiosa de bcreencia protan

~ Descartemos en prtmer lugar la hipoacutetesis seguacuten la Jt cual soacutelo se tratariacutea como suele ocurrir a menudo de un teacutermino uacutenico con dos acepciones distintas soacutelo unishy

das por una vaga analogiacutea Si bien es verdad que el vocablo laquocreerraquo tiene muchos significados especiacuteficos y que se podriacutea establecer una compleja fenomenologiacutea de las diversas creencias en general no parece que sus fronshyteras semaacutenticas coincidan con aquellas que separan 10 laquosagradoraquo de 10 laquoprofanoraquo Uno puede por ejemplo laquocreerraquo una cosa sin imaginar que pueda existir alternashytiva (asiacute por ejemplo caminamos laquocreyendoraquo que el suelo soporta nuestro peso sin siquiera pensar que pueda ceder posibilidad que no obstante no puede descarshytarse absolutamente igual sucede en el terreno religioso con toda creencia laquoingenuaraquo y no soacutelo laquoprimitivaraquo) Uno puede en cambio creer sabiendo que hay alternativa (asiacute en el terreno profano uno puede creer en la inocencia de un acusado sin ignorar que otros lo tienen por culo

pable en el terreno religioso cada uno cree en su propia religioacuten aun conociendo la existencia de otras) en este uacuteltimo caso el hecho de creer puede revestir un matiz maacutes o menos consciente y voluntarista se posee entonshyces laquola feraquo (igual que en el plano de lo profano uno cree hallarse del lado de la razoacuten en una opcioacuten poliacutetica en una hipoacutetesis cientiacutefica en una discusioacuten etc) De otra iacutendole son todaviacutea las creencias -mezcladas de esperanza y temor- respecto al porvenir pero eacutestas existen tanto en la maacutes banal esfera profana (cuando creo por ejemplo que mantildeana haraacute buen diacutea) como en las maacutes importantes experiencias religiosas (espera meshysiaacutenica creencias escatoloacutegicas)

iquestQueacute es pues aquello que distingue la creencia relimiddot giosa de la profana Tampoco la naturaleza de su objeto parece bastar para distinguirlas puede en efecto creerse de un modo profano en la existencia de Dios y ellJa inmortalidaddefalma (por ejemplo apoyaacutendose en razoshynamientos hlosoacutef~os) La mejor manera de abOrdar el problema tal vez consista en analizar algunos tipos de creencias religiosas no sobre un plano abstracto sino en sus respectivos contextos culturales

Los seres sobrehumanos

No nos seraacute posible extendernos aquiacute sobre los detashylles de cada religioacuten y tendremos que limitarnos a proshyceder por tipos y categoriacuteas Recordemos en primer lugar que una vasta categoriacutea de creencias religiosas es aquella concerniente a los seres que a falta de un teacutershymino maacutes exacto denominariacuteamos laquosobrehumanosraquo (aunshyque el hombre cree a veces poderlos dominar el teacutermino no es pues del todo apropiado pero es maacutes conveniente que el de laquosobrenaturalraquo ya que este uacuteltimo presupone un concepto positivista de laquonaturalezaraquo extrantildeo a la mashy

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~tWA 1It4-~hlf ~yoriacutea de las civilizaciones no occidentales) Ahora bien

en la enorme en la ilimitada masa de seres sobrehumashynos conocidos como pertenecientes a las innumerables religiones del mundo pueden distinguirse -sin dema siada abstraccioacuten (cierto grado de abstraccioacuten es ya se sabe la condicioacuten de todo avance cientiacuteHco)- diferentes laquotiposraquo fundamentales que se conectan como soacutelo la historia de las religiones puede demostrar con diferenshytes tipos de religioacuten y con diferentes tipos de civilizacioacuten

Con toda probabilidad uno de los tipos maacutes antiguos de dichos seres laquosobrehumanosraquo geneacuteticamente ligado a las formas de vida de una humanidad cuyos uacuten~shyursos son la caza y la recolecd6n (es decir una huma nidad que no produce sus medios de subsistencia sino que se contenta con apropiarse de lo que halla a su alreshydedor) sea el del~de~ ah1=sraquo)t~rmino desde ahora convencionarespecto el cuumlilconviene precisar que dichos seres pueden ser de sexo femenino laquosentildeora de los animalesraquo e mcfuso pueden presentarse bajo la forma de una pluralidad de seres morfoloacutegica mente anaacuteshylogos (ltltespiacuteritusraquo o laquodemoniosraquo del bosque laquosentildeoresraquo de espeCies anImales o de selvas concretas entre los pueblos pescadores esos seres reinan a veces sobre los animales marinos) Para caracterizar someramente este tipo de seres sobrehumanos diremos que en principio moran en los espacios inhabitados los cuales se oponen por un lado a los campos o a los pueblos donde todo estaacute gobernado y protegido por las reglas humanas de la vida en sociedad pero que por otro lado constituyen el mundo donde los cazadores y recolectores estaacuten oblishygados a procurarse sus medios de subsistencia Lafuv cioacuten maacutes manifiesta del ser en cuestioacuten es la de conceder ~~za al cazador estaacute en su poder el esconshydeacutersela condenando a padecer hambre al grupo humano pero tambieacuten puede conducir al cazador hada el eacutexito entieacutendase eoner a su disposicioacuten los medios maacutegicos

que aseguraraacuten el feliz deseplace de loa empresa Para eacutelde vital importancia En tanto que representante de lo laquono humanoraquo (de lo laquono habitadoraquo) es monstruoso y por sus estrechas relaciones con la caza suele represhysentarse a menudo bajo una apariencia parcialmente temiddot domorfa A primera vista podriacutea pensarse -y esta explishycacioacuten sobre el origen de las creencias en los seres sobreshyhumanos ha tenido sus seguidores desde G B Vico hasta L Frobenius y A E ]ensen pasando por los hermanos Grimm F Max Muumlller y los materialistas del pasado siglo evidentemente dentro de formas y a niveles de elaboracioacuten distintos- ue seres tales son la ro eCClOn fantaacutestica la laquoper~ordm-l1iJlfacioacutemgt_J~pcao a ex uacutesioninmiddot mediata -eI~ experiencia del caza or primitivoL()~I~do en la selva a afrontar sin treZLla riesgos imprevisJl~sl del iquest~ad~~middotpiitiexcl~iquest -q~e presiente que_eLn~llultordfordm-Q ordm~_una empres~ eS~rlciordfLparJ JIL existenciacutea_ruLdepende tansoacuteJo deacute-eacuteI- srn~ tambieacuten de oscuras fuerzas superiores a las suyas Sin embarg~~sta--~~pTicad6n resultalntildesUacutefiacuteclente tantildetO- desde el punto de vista teoacuterico como a la luz de los hechos Teoacutericamente su punto deacutebil estaacute en que ve el fundamento de una idea religiosa en una actividad gratuita e irracional de la imaginacioacuten (la laquopersonificashycioacutenraquo) lo cual no concuerda con la enormemiddot serieda~ ~ue todas las civilizaciones ponen eo las cosas de la rehglOn Uno tiene el derecho a preguntar cuaacutel es la razoacuten de esa laquopersonificacioacutenraquo son los propios hechos los que justifican esta pregunta y son ellos mismos los que resshyponden El hombre puede establecer relaciones reciacuteproshycas uacutenicamente con un ser laquopersonalraquo Y en efecto el

gruPo de cazadores tiende a establecer relaciones reciacuteshyprocas con los seres del tipo del laquosentildeor de los aniacutemalesraquo como lo demuestra entre otras cosas el diacute fundido uso de presentarles una ofrenda tras una buena caza - ello no es todo al laquosentildeor de los aniacutemalesraquo se le atribuyen criterios predsos en el enjuidamiento de las conductas

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humanas de este modo negaraacute la caza a aquellos que han matado inuacutetilmente (es decir maacutes de lo que necesishytaban para subvenir a las necesidades del grupo) o a aquellos que han violado ciertas normas sociales Meshydiante estas creencias~l_grupo _hulJ)ano adqui~relcershytidumbre de que actuando seguacuten la vltgtlllnJaddeLlaquo~entildeor de10s afilmatesraquo (es decIacuter-eIl uacuteltimo anaacutelisis conforme a 108- intereses vitales del grup~1mruUacuteaacuteJa saacutedsfa~CIoacuteri destlsnecesidacte8Conotras palabras la creencia en el laquosentildeor de l~alesraquo lejos de ser un producto grashytuito de la imaginacioacuten sirve a un determinado tipo de ocIedad puesto que g aCIas a unas relaciones persooaJes

con aguel de quien depende la propia existencia de la sociedad ( oca im arta el ue para quienes no partishyCIpan de tal creencia se trate e una mera ilusioacuten) pershymite uo control sobre algo que de otro modo escapariacutea a toda influencia humana puesto que aunque el cazador preparase las maacutes eficaces trampas y armas aunque sishyguiese infatigablemente las huellas de su presa aunque tuviese a su disposicioacuten todos los medios teacutecnicos que sugiere la experiencia no por ello dejariacutea de encontrarse siempre inevitablemente frente a elementos imprevisishybles susceptibles de convertir en vano su esfuerzo Sus relaciones con los seres del tipo del laquosentildeor de los anishymalesraquo reguladas por normas inviolables le sirven para controlar dichos elementos

Hemos escogido a tiacutetulo de ejemplo una de las maacutes antiguas creencias tal vez la maacutes antigua (seguacuten Jensen y R Pettazzoni) en seres sobrehumanos personales pero nuestra interpretacioacuten sigue siendo vaacutelida mutatis mushytandis para toda una serie de creencias anaacutelogas Es cierto que conferir una personalidad a la realidad inconshytrolable de la cual depende no es el uacutenico medio al que puede recurrir el hombre para garantizar su situacioacuten En la fase post-tyloriana del evolucionismo se insistioacute mucho sobre los fenoacutemenos religiosos que se explican mediante

la creencia en poderes laquoimpersonalesraquo inherentes a las cosas para ilustrar dicho tipo de creencias se recurriacutea al concepto melanesio deCjzanfD(y a aquellos otros en~ parte anaacutelogos de diferentes pueblos indiacutegenas americashynos orenda wakan manitu) La sociedad puede en efecto forjar teacutecnicas rituales que considere aptas para controlar dichas fuerzas a condicioacuten de formarse una idea precisa sobre el modo de obrar de eacutestas En contrashypartida la hipoacutetesis de la denominada escuela preanishymista (en particular R R Marrett) segoacutentilde la ruar la ~a en poderes impersonales es necesariamente maacutes antigua maacutes laquoprimitivaraquo que la creencia en seres sobreshyhumanos no se ha visto confirmada por los trabajos maacutes recientes t0 se ha hallado ninguacuten pueblo ni siquiera entre los maacutes laquoprimitivosraquo (es decIr etnoI6gkamente antiguos) que estuviese privado de toda creencia en se-Jts personales

Naturalmente aun cuando la caza no sea ya para el hombre el uacutenico ni el principal recurso siguen existiendo en la realidad bastantes factores incontrolables de los que depende la existencia del grupo humano En todo caso no es a nivel abstracto sino gracias a un estudio en profundidad de los medios de vida y de la situacioacuten histoacuterica de un pueblo dado como debe abordarse la explicacioacuten de por queacute dicho pueblo atribuye por ejemshyplo el dominio de aquello que es humanamente inconshytrolable pero esencial para su supervivencia a un uacutenico ser sobrehumano (que en este caso denominamos conshyvencionalmente laquoser supremoraquo no sin sentildealar --en contra de la llamada teoriacutea del laquomonoteiacutesmo primordialraquo de W Schmidt y sus disciacutepulos-queJordms~ha halladQhJlsta el presente ninguacuten pueblo laquoprimithordm~_~iuntQ_~~ltr supremo no con()~~s seres Jlordmbt~hlt~nos) dispenshysador de la vida y de la muerte de la enfermedad y de la curacioacuten de la fortuna y de la adversidad del buen y del mal tiempo es decir de todo aquello que la realimiddot

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) iexcltiJ v if~ r CY

o(JJ l (1)] 0 o

dad aporta de hecho sin que la voluntad del hombre pueda intervenir de otro modo que no sea justamente el de establecer unas relaciones con el ser supremo y el de atribuirle unas exigencias a las cuales debe luego ateshynerse o al contrario por queacute dicho pueblo reparte tal dominio entre un determinado nuacutemero de agentes soshybrehumanos laquoespiacuteritusraquo cada uno de los cuales cumple un papel limitado ya sea en el tiempo en el espacio o en el orden de circunstancias en que pueda intervenir La razoacuten de ser de las divinidades de las religiones polishyteiacutestas no parece fundamentalmente distinta de la expreshysada tan soacutelo que el politeiacutesmo surge casi exclusivamente en las civilizaciones aenominaaas laquosuperIoresraquo (en tanto

ue en as raquo no se presenta mas que exce ciona mente y aJo e as prImeras) o quiere decir que es el reflejo de condiciones humanas harto distintas que pueden caracterizarse sucintamente

I asiacute una teacutecnica y una organizacioacuten econoacutemica maacutes desshy arrolladas confieren a la sociedad una mayor seguridad i alejaacutendola de la maacutes elemental lucha por la pura y simple

supervivencia y permitieacutendole una maacutes libre utilizacioacuten de las energiacuteas por otra parte la mayor complejidad del marco social (debido sobre todo a una maacutes avanzaaa

especializacioacuten por oficios) provoca la diferenciacioacuten de los intereses seguacuten los gruDOsY estratos ae la SQciediacuted iexclmientras Que la necesidad de la convivencia cooperacioacuten Ie interdependencia entre estos diversos irupos y estratos no soacutelo hace necesaria una organizacioacuten maacutes compleja (Estado) sino que romueve tambieacuten una compenetrashycioacuten de los intereses ~ de las ideas To o esto ayu a comprender los caracteres morfoloacutegicos de las divinidashydes pertenecientes a las religiones politeiacutestas dichas dishyvinidades representan tambieacuten al igual que los seres sobrehumanos mencionados a propoacutesito de las religiones laquoprimitivasraquo los aspectos incontrolables peroacute vitales de la realidad con la que se enfrenta el grupo humano eacuteste

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gracias a las relaciones establecidas con sus divinidades halla asiacute el medio de sustraerse al ciego arbitrio de lo no humano Tales divinidades constituyen (a diferencia del ser supremo) una pluralidad diferenciada que responde a la pluralidad de intereses existentes en el seno de una misma sociedad pero (a diferencia de los laquoespiacuteritusraquo) son representaciones complejas nacidas de la compenetrashycioacuten de los intereses y estaacuten coordinadas en un panteoacuten igual que las muacuteltiples necesidades y experiencias de una sociedad compleja se insertan no obstante en una unishydad cultural superior tI ~~~

Junto a la vasta categoriacutea de seres~~inos que representan los aspectos incontrolables de la realidad al tiempo que permiten entrar en relacioacuten con ella y hasta cierto punto controlarla existe otra --cuya mayor o meshynor antiguumledad respecto a la ya citada es de difiacutecil detershyminacioacuten- que comprende los seres sobrehumanos sushytancialmente privados de un sustrato real se trata de aquellos seres sobrehunIacuteanos cuya princip~nd6n rontildeshysIacuteSteenproteer-aT1iOintildeDreaTlntildel-iOiiTIaaoruIetracasa el poder e eacuteste es ecij1J$tamen~ntra los ordfs~ ih~trolables=L no obstante vitales-delarealidad Casi podriacuteamos decir que una antigua humanidad en la fase de creacioacuten religiosa se ha hallado ante dos posishybilidades recrear lo no humano bajo formas personales para establecer con ello relaciones regidas por normas humanas o bien crearse protectores sobrehumanos sobre los cuales delegar el cuidado de afrontar lo incontrolable Los espiacuteritus tutelares de la casa de la familia del indishyviduo y eventualmente de un individuo concreto (como el chamaacuten) los antepasados etc pertenecen a esta seshygunda categoacuteria Impulsado por la necesidad el hombre llega en este campo a laquofabricarraquo conscientemente seres que le protejan y le asistan para estos seres construidos por la mano del hombre pero investidos de poderes

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sobrehumanos puede auacuten utilizarse el teacutermino laquofetichesraquo del que tanto se ha abusado

Las dos grandes categoriacuteas de seres sobrehumanos que hemos distinguido no son sin embargo radicalmente dis tintas y no constituyen una alternativa para la fabricashycioacuten del fetiche el hombre utiliza unos materiales que considera como particularmente laquopotentesraquo (dotados de laquomanaraquo) los espiacuteritus tutelares tampoco son inventados arbitrariamente el hombre no posee uacutenicamente la exshyperiencia del mundo exterior sino que tambieacuten posee la de las fuerzas que obran en eacutel y se manifiestan en sus actos las cuales no siempre estaacuten dirigidas por su con ciencia no olvidemos que los heacuteroes homeacutericos atribuiacutean todaviacutea sus alternativas de coraje o de temor sus ideas y sus decisiones a divinidades inspiradoras El culto a los ante asados es la pruebleyidente de q1eeneLorjgell e la creacioacuten e os seres sobrehlllllapoS tutelares se

iexclnatamblen una-~e~~i~ de la realidacTEntilde-Iasmiddot soshyciedades agrfCOiacuteasmiddotpriniIiIvas erlneacutelIviduuuml-y el grupo heredan la tierra cultivada por los antepasados la tierra como tal no pertenece al hombre han sido los antepashysados de eacuteste quienes la han sometido a las necesidades humanas los uacutetiles agriacutecolas han sido tambieacuten inventashydos por ellos Por otro lado desde los tiempos prehis toacutericos la muerte representaba para la humanidad una realidad ambivalente era para el hombre no menos ateshyrradora que para el animal pero al primero se le apashyreciacutea ademaacutes como algo laquosuperiorraquo ya fuese por su laquoalteshyridadraquo anaacuteloga a la de lo no humano en general ya fuese tambieacuten porque era lo contrario de la vulnerabishylidad y de los liacutemites de la vida humana Por ello la muerte y los muertos que le pertenecen sin dejar de causar espanto adquirieron un caraacutecter vulnerable De ahiacute que los antepasados fuente directa de la posesioacuten y de los modos de explotacioacuten de la tierra al mismo tiempo que muertos sobrehumanos y venerados pasasen

a ser para sus descendientes en algunas civilizaciones los depositarios de todo poder y los protectores contra todo peligro a condicioacuten no obstante de que los desshycendientes observasen las normas de una vida correcta atribuidas ahora a la voluntad de los antepasados de otro modo eacutestos -representando al igual que los seres

iI sobrehumanos los aspectos de lo no humano- pueden castigar es decir asumir el fallo del hombre imperfecto como hicieran con su eacutexito

El dios uacutenico de las religiones monoteiacutestas que como las politeiacutestas aparece soacutelo en las civilizaciones denoshyminadas laquosuperioresraquo (las maacutes antiguas civilizaciones monoteiacutestas son la hebrea y la del Iraacuten mazdeiacutesta) se ajusta mejor desde el punto de vista morfoloacutegico al segundo de los dos grandes grupos de seres sobrehumashynos que venimos distinguiendo en efecto ~o dios no es la realidad ana incontrolable sino que la trasshyeacuteien e y esta uacuteltima podriacutea inc uso dejar e eXistIr sin comprometer la propia eXistenCia del dios uacutenico su creashydor su trascendencia lo distingue claramente del laquoser sup~emoraquo de muchas religiones (~primitivasraquo Por otra parte a eacutel corresponde como a los seres laquotutelaresraquo -a condicioacuten de que la conducta del hombre haga a eacuteste merecedor de ello-- la tarea de proteger al individuo y al grupo (por ejemplo a la nacioacuten o a la laquohumanidad~ seguacuten el concepto de colectividad imperante en el hortshyzonte cultural del grupo en cuestioacuten)

Existe un elemento comuacuten a todos los seres sobrehushymanos que acabamos de examinar la creencia de que su objeto se halla alimentado por la necesidad humana de controlar (o de hacer controlar) la realidad no hushymana allaacute donde los otros medios de que dispone el hombre o el grupo se revelan insuficientes la creencia en tales seres tiene por objeto asegurar al hombre una ltltinfluenciaraquo sobre aquello que de otro modo se le escapariacutea y colocariacutea al hombre a su merced Pero existe

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~~ iexclJiexcliexcl otra categoriacutea de seres sobrehumanos para los que al

menos en apariencia no es vaacutelida dicha tesis se trata de esos seres que uno reencuentra en las maacutes diversas religiones primitivas y superiores seres considerados co o laquoinactivosraquo en la actualidad por los propios creshyyentes y cuya actividad se halla limita a a un pasdo definitivamente cumplido En consecuenCIa dIchos seres ntildeo administran la realidad susceptible de convertirse en objeto de sus relaciones con el hombre y no ejercen soshybre ella ninguacuten control en favor del creyente Ya A Lang remarcoacute que muchos de los que eacutel llamaba laquoseres sobreshyhumanosraquo permaneciacutean laquoociososraquo han organizado el mundo ordenado las principales instituciones pero en el presente ya no intervienen tanto es asiacute que los pueshyblos a pesar de mencionarlos a menudo no les dirijen ninguna plegaria ni les ofrecen ninguacuten sacrificio Pero existen tambieacuten otros numerosos tipos de seres cuya actividad estaacute limitada al pasado en las rehgIones ae CIertos pueblos agricultores primitivos se concede una gran importancia a estos personajes que junto con A E ]ensen designariacuteamos convencionalmente bajo el nombre d~palabra perteneciente a un pueblo de Nueva Guinea) Se trata de seres SQbrehut1anos~qu~~_ suelen ser los antepasad~- ~ lo cux~sJt1stit~cltl-ntildeesnanfiln a o espueacutes han sido matgos a menudo despeOaacutezacrosOe--strcuer~deJas-pattesclemeniexclUacutef naC1do las plantas a imenticias cultivadas Perten~~riacutea de los s-eres sobreshyhumanos inactivos los antepasados laquototeacutemicosraquo (los cuashyles dentro de ciertas sociedades laquototeacutemicasraquo estaacuten en la base de las particulares relaciones existentes entre un subgrupo social -clan grupos locales sexos etc- y una especie animal vegetal u otra) fundadores de la tribu del clan o del linaje Cuanto acabamos de decir es ig~almente vaacutelido para una serie de seres no siempre faacuteciles de distinguir los cuales en la literatura cientiacutefica

A--~ suelen denominarse laquoprimer hombreraquo laquoheacuteroe culturalraquo laquotricksterraquo etc asiacute como para una pluralidad de pershySOnajeS de apariencia ora humana ora animal pero que de hecho nunca son completamente humanos ni compleshytamente animales y que se reencuentran en la mitologiacutea de los maacutes diversos pueblos

Se trata precisamente de seres laquomiacuteticosraquo es decir seres no humanos y sobrehumanos cuya actividad relatan los mitos que se refieren a un pasado definido de diversos modos por relacioacuten al presente las civilizaciones primishytivas suelen contentarse con expresiones tales como laquohace mucho tiemporaquo o suelen referirse a acontecimientos ue marcan el liacutemite maacutes aacute el cua se ier e a memoria (ltltantes de a llegada de los blancosraquo) en las civilizacioshynes poseedoras de escritura se intenta encuadrar croshynoloacutegicamente los hechos y se habla de decenas de mileshynios (China Egipto Mesopotamia) de milenios (hebreos) o de siglos (Grecia Roma)

No es desde luego la distancia cronoloacutegica la que define el caraacutecter del tiempo miacutetico -la reflexioacuten croshynoloacutegica es secundaria y estaacute condicionada por cierto grashydo de conciencia histoacuterica- es precisamente el hecho de que se trata de un tiempo diferente del que se estaacute viviendo un tiempo en el que acaeciacutean cosas que ya no suceden debidas a personajes muy distintos de los que obran en la eacutepoca presente u obraron en un pasado cershycano cuyo recuerdo persiste

Los mitos

No por casualidad nuestra exposicioacuten ha pasado de los seres sobrehumanos a los tiempos miacuteticos o sencillamente a los mitos En efecto la razoacuten de ser de la creencia en seres sobrehumanos actualmente inactivos o inexistentes y que no han obrado maacutes que en la eacutepoca del mito es

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

iexcl 55

i

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 7: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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de siacutembolos sagrados o religiosos etc La calificacioacuten de sagrado o religioso se basa siempre en este caso -al igual que en el ejemplo considerado hace un instante- sobre un concepto latente Parece oportuno recurrir ante todo al arte socraacutetico de la mayeacuteutica para traer a la supershyficie ese concepto todaviacutea indefinido y verificar a conshytinuacioacuten si posee el caraacutecter uniacutevoco y coherente indisshypensable a los teacuterminos cientiacuteficos

Este modo de proceder -inicialmente empiacuterico y posteriormente criacutetico-- presenta de entrada dos venshytajas La mayor parte de las definiciones prefabricadas del concepto de laquoreligioacutenraquo fallan por no englobar jamaacutes todos los hechos que en las diferentes civilizaciones esshytamos habituados a considerar como laquoreligiososraquo Como ya hemos dicho se ha podido afirmar a partir de ciershytas ideas preconcebidas (y de las definiciones maacutes o meshynos impliacutecitas que se derivan de ellas) que un pueblo puede practicar unos ritos y sin embarg ser ignorante de toda laquoreligioacutenraquo De igual modo partiendo de Clertas definiciones de la laquoreligioacutenraquo (fundamentadas r ejemshyp o en a a Olacl n e seres sobrehumanos) se ha cre o necesario excluir al budismo de entre las reH iones -Si por e contrarlo uno parte e a empiacuterica del empleo del teacutermino puede tener la fundada esperanza de hallar en su base un concepto lo suficientemente extenso como para abarcar la totalidad de los fenoacutemenos que consideshyramos religiosos La segunda ventaja reside en el hecho de que teniendo en cuenta la trema variabilidad d~ los fenoacutemenos a los cuales estamos acostumbrados a atrlshybuir un valor laquoreligiosoraquoz la ausencia de una definicioacuten a1riori evita constrentildeirlos desde el principio a u~ orshyden sistemaacutetico permitiendo en cambio analizar un CletQ sectmero de epos 1igiuumleacutendo cualguier Q~n basta el m~shymento preciso en ue descu ra e su co un enomtna or laquosagradoraquo el cual podriacutea ser verificado a

continuacioacuten mediante los restantes fenoacutemenos

Cuando se considera la larguiacutesima relacioacuten -aunque incompleta- de cosas que en las distintas civilizacioshynes pueden aparecer como laquosagradasraquo o laquoreligiosasraquo lo que sin duda llama nuestra atencioacuten sobre todo es el hecho de que las mismas cosas pueden en otros casos seguir siendo perfectamente laquoprofanasraquo Ante semejante constatacioacuten -que de paso e~luye por completo del ~ campo de nuestra investigacioacuten la hipoteca de una pre-iexcllG sunta sacralidad objetiva inherente a ciertas cosas- el enunCIado del problema no puedeSer otro queacute eacuteste laquoiquestQueacute es lo que en ciertas civilizaciones confiere imshyportancia religiosa a aquello que en otras puede no teshynerlaraquo Esta es ya una cuestioacuten estrictamente histoacuterica puesto que su respuesta requiere en todos los casos parshyticulares el estudio de civilizaciones histoacutericas concreshytas pero intentaremos de momento mantenerla a un nivel abstracto con el fin de extraer consecuencias de alcance general Por ello volvemos a plantearnos la cuesshytioacuten de otro modo iquestqueacute tipo de factores pueden convershytir en sagrado en una civilizacioacuten determinada aquello que no lo es en siacute

Las creencias religiosas

Examinemos para empezar las creencias religiosas Para la mentalidad corriente en nuestro mundo cultural (formada en el curso de la larga historia del cristianisshymo y de la todaviacutea maacutes larga del rasionalismo que junshytas han hecho revalecer el aspecto doctrin81 de la relishygioacuten sobre los restantes ritua es normativos entre otros a religioacuten es ante todo una ~Slioacuten e creenshy~El1o es cierto si se toma el teacutermino laquocreenciasraquo en ~sentido mucho maacutes amplio que aquel que se le atrishybuye comuacutenmente Si se efectuacutean ciertos ritos es porque se cree que deben efectuarse y por 10 mismo se respeshy

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tan las prohibiciones etc Pero las creencias religiosas en sentido estricto definibles como artiacuteculos de fe no tienen la misma importancia en todas las religiones hoy diacutea por ejemplo se sabe que las respuestas solicitadas por los etnoacutelogos de la vieja esCilefa fueseoacutecreyentes0 ieIectuanstasj~(ctees en DlQJnLQ~~~n aIiacuteDa inmortal iquestcoacutemo es la vida del maacutes allaacuteraquo etc) apenas

tlentildeen-VaacuteIor son j5iegufitas estas que muchos pueblos InCluso pertenecientes a civilizaciones superiores no se plantean o no se planteaban jamaacutes Sin embargo en todas las religiones existen creencias Pero he aquiacute una constatacioacuten harto evidente y no obstante de graves consecuencias para el estudio de las religiones la laquocreenshyciaraquo y el hecho de laquocreerraquo no pertenecen exclusivamente a la esfera de la experiencia religiosa laquocreemosraquo tambieacuten

( continuamente en cosas a las que nadie atribuiriacutea una

~ ~ significacioacuten religiosa iquestQueacute es pues 10 que distingu (~y1a creencia religiosa de bcreencia protan

~ Descartemos en prtmer lugar la hipoacutetesis seguacuten la Jt cual soacutelo se tratariacutea como suele ocurrir a menudo de un teacutermino uacutenico con dos acepciones distintas soacutelo unishy

das por una vaga analogiacutea Si bien es verdad que el vocablo laquocreerraquo tiene muchos significados especiacuteficos y que se podriacutea establecer una compleja fenomenologiacutea de las diversas creencias en general no parece que sus fronshyteras semaacutenticas coincidan con aquellas que separan 10 laquosagradoraquo de 10 laquoprofanoraquo Uno puede por ejemplo laquocreerraquo una cosa sin imaginar que pueda existir alternashytiva (asiacute por ejemplo caminamos laquocreyendoraquo que el suelo soporta nuestro peso sin siquiera pensar que pueda ceder posibilidad que no obstante no puede descarshytarse absolutamente igual sucede en el terreno religioso con toda creencia laquoingenuaraquo y no soacutelo laquoprimitivaraquo) Uno puede en cambio creer sabiendo que hay alternativa (asiacute en el terreno profano uno puede creer en la inocencia de un acusado sin ignorar que otros lo tienen por culo

pable en el terreno religioso cada uno cree en su propia religioacuten aun conociendo la existencia de otras) en este uacuteltimo caso el hecho de creer puede revestir un matiz maacutes o menos consciente y voluntarista se posee entonshyces laquola feraquo (igual que en el plano de lo profano uno cree hallarse del lado de la razoacuten en una opcioacuten poliacutetica en una hipoacutetesis cientiacutefica en una discusioacuten etc) De otra iacutendole son todaviacutea las creencias -mezcladas de esperanza y temor- respecto al porvenir pero eacutestas existen tanto en la maacutes banal esfera profana (cuando creo por ejemplo que mantildeana haraacute buen diacutea) como en las maacutes importantes experiencias religiosas (espera meshysiaacutenica creencias escatoloacutegicas)

iquestQueacute es pues aquello que distingue la creencia relimiddot giosa de la profana Tampoco la naturaleza de su objeto parece bastar para distinguirlas puede en efecto creerse de un modo profano en la existencia de Dios y ellJa inmortalidaddefalma (por ejemplo apoyaacutendose en razoshynamientos hlosoacutef~os) La mejor manera de abOrdar el problema tal vez consista en analizar algunos tipos de creencias religiosas no sobre un plano abstracto sino en sus respectivos contextos culturales

Los seres sobrehumanos

No nos seraacute posible extendernos aquiacute sobre los detashylles de cada religioacuten y tendremos que limitarnos a proshyceder por tipos y categoriacuteas Recordemos en primer lugar que una vasta categoriacutea de creencias religiosas es aquella concerniente a los seres que a falta de un teacutershymino maacutes exacto denominariacuteamos laquosobrehumanosraquo (aunshyque el hombre cree a veces poderlos dominar el teacutermino no es pues del todo apropiado pero es maacutes conveniente que el de laquosobrenaturalraquo ya que este uacuteltimo presupone un concepto positivista de laquonaturalezaraquo extrantildeo a la mashy

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~tWA 1It4-~hlf ~yoriacutea de las civilizaciones no occidentales) Ahora bien

en la enorme en la ilimitada masa de seres sobrehumashynos conocidos como pertenecientes a las innumerables religiones del mundo pueden distinguirse -sin dema siada abstraccioacuten (cierto grado de abstraccioacuten es ya se sabe la condicioacuten de todo avance cientiacuteHco)- diferentes laquotiposraquo fundamentales que se conectan como soacutelo la historia de las religiones puede demostrar con diferenshytes tipos de religioacuten y con diferentes tipos de civilizacioacuten

Con toda probabilidad uno de los tipos maacutes antiguos de dichos seres laquosobrehumanosraquo geneacuteticamente ligado a las formas de vida de una humanidad cuyos uacuten~shyursos son la caza y la recolecd6n (es decir una huma nidad que no produce sus medios de subsistencia sino que se contenta con apropiarse de lo que halla a su alreshydedor) sea el del~de~ ah1=sraquo)t~rmino desde ahora convencionarespecto el cuumlilconviene precisar que dichos seres pueden ser de sexo femenino laquosentildeora de los animalesraquo e mcfuso pueden presentarse bajo la forma de una pluralidad de seres morfoloacutegica mente anaacuteshylogos (ltltespiacuteritusraquo o laquodemoniosraquo del bosque laquosentildeoresraquo de espeCies anImales o de selvas concretas entre los pueblos pescadores esos seres reinan a veces sobre los animales marinos) Para caracterizar someramente este tipo de seres sobrehumanos diremos que en principio moran en los espacios inhabitados los cuales se oponen por un lado a los campos o a los pueblos donde todo estaacute gobernado y protegido por las reglas humanas de la vida en sociedad pero que por otro lado constituyen el mundo donde los cazadores y recolectores estaacuten oblishygados a procurarse sus medios de subsistencia Lafuv cioacuten maacutes manifiesta del ser en cuestioacuten es la de conceder ~~za al cazador estaacute en su poder el esconshydeacutersela condenando a padecer hambre al grupo humano pero tambieacuten puede conducir al cazador hada el eacutexito entieacutendase eoner a su disposicioacuten los medios maacutegicos

que aseguraraacuten el feliz deseplace de loa empresa Para eacutelde vital importancia En tanto que representante de lo laquono humanoraquo (de lo laquono habitadoraquo) es monstruoso y por sus estrechas relaciones con la caza suele represhysentarse a menudo bajo una apariencia parcialmente temiddot domorfa A primera vista podriacutea pensarse -y esta explishycacioacuten sobre el origen de las creencias en los seres sobreshyhumanos ha tenido sus seguidores desde G B Vico hasta L Frobenius y A E ]ensen pasando por los hermanos Grimm F Max Muumlller y los materialistas del pasado siglo evidentemente dentro de formas y a niveles de elaboracioacuten distintos- ue seres tales son la ro eCClOn fantaacutestica la laquoper~ordm-l1iJlfacioacutemgt_J~pcao a ex uacutesioninmiddot mediata -eI~ experiencia del caza or primitivoL()~I~do en la selva a afrontar sin treZLla riesgos imprevisJl~sl del iquest~ad~~middotpiitiexcl~iquest -q~e presiente que_eLn~llultordfordm-Q ordm~_una empres~ eS~rlciordfLparJ JIL existenciacutea_ruLdepende tansoacuteJo deacute-eacuteI- srn~ tambieacuten de oscuras fuerzas superiores a las suyas Sin embarg~~sta--~~pTicad6n resultalntildesUacutefiacuteclente tantildetO- desde el punto de vista teoacuterico como a la luz de los hechos Teoacutericamente su punto deacutebil estaacute en que ve el fundamento de una idea religiosa en una actividad gratuita e irracional de la imaginacioacuten (la laquopersonificashycioacutenraquo) lo cual no concuerda con la enormemiddot serieda~ ~ue todas las civilizaciones ponen eo las cosas de la rehglOn Uno tiene el derecho a preguntar cuaacutel es la razoacuten de esa laquopersonificacioacutenraquo son los propios hechos los que justifican esta pregunta y son ellos mismos los que resshyponden El hombre puede establecer relaciones reciacuteproshycas uacutenicamente con un ser laquopersonalraquo Y en efecto el

gruPo de cazadores tiende a establecer relaciones reciacuteshyprocas con los seres del tipo del laquosentildeor de los aniacutemalesraquo como lo demuestra entre otras cosas el diacute fundido uso de presentarles una ofrenda tras una buena caza - ello no es todo al laquosentildeor de los aniacutemalesraquo se le atribuyen criterios predsos en el enjuidamiento de las conductas

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humanas de este modo negaraacute la caza a aquellos que han matado inuacutetilmente (es decir maacutes de lo que necesishytaban para subvenir a las necesidades del grupo) o a aquellos que han violado ciertas normas sociales Meshydiante estas creencias~l_grupo _hulJ)ano adqui~relcershytidumbre de que actuando seguacuten la vltgtlllnJaddeLlaquo~entildeor de10s afilmatesraquo (es decIacuter-eIl uacuteltimo anaacutelisis conforme a 108- intereses vitales del grup~1mruUacuteaacuteJa saacutedsfa~CIoacuteri destlsnecesidacte8Conotras palabras la creencia en el laquosentildeor de l~alesraquo lejos de ser un producto grashytuito de la imaginacioacuten sirve a un determinado tipo de ocIedad puesto que g aCIas a unas relaciones persooaJes

con aguel de quien depende la propia existencia de la sociedad ( oca im arta el ue para quienes no partishyCIpan de tal creencia se trate e una mera ilusioacuten) pershymite uo control sobre algo que de otro modo escapariacutea a toda influencia humana puesto que aunque el cazador preparase las maacutes eficaces trampas y armas aunque sishyguiese infatigablemente las huellas de su presa aunque tuviese a su disposicioacuten todos los medios teacutecnicos que sugiere la experiencia no por ello dejariacutea de encontrarse siempre inevitablemente frente a elementos imprevisishybles susceptibles de convertir en vano su esfuerzo Sus relaciones con los seres del tipo del laquosentildeor de los anishymalesraquo reguladas por normas inviolables le sirven para controlar dichos elementos

Hemos escogido a tiacutetulo de ejemplo una de las maacutes antiguas creencias tal vez la maacutes antigua (seguacuten Jensen y R Pettazzoni) en seres sobrehumanos personales pero nuestra interpretacioacuten sigue siendo vaacutelida mutatis mushytandis para toda una serie de creencias anaacutelogas Es cierto que conferir una personalidad a la realidad inconshytrolable de la cual depende no es el uacutenico medio al que puede recurrir el hombre para garantizar su situacioacuten En la fase post-tyloriana del evolucionismo se insistioacute mucho sobre los fenoacutemenos religiosos que se explican mediante

la creencia en poderes laquoimpersonalesraquo inherentes a las cosas para ilustrar dicho tipo de creencias se recurriacutea al concepto melanesio deCjzanfD(y a aquellos otros en~ parte anaacutelogos de diferentes pueblos indiacutegenas americashynos orenda wakan manitu) La sociedad puede en efecto forjar teacutecnicas rituales que considere aptas para controlar dichas fuerzas a condicioacuten de formarse una idea precisa sobre el modo de obrar de eacutestas En contrashypartida la hipoacutetesis de la denominada escuela preanishymista (en particular R R Marrett) segoacutentilde la ruar la ~a en poderes impersonales es necesariamente maacutes antigua maacutes laquoprimitivaraquo que la creencia en seres sobreshyhumanos no se ha visto confirmada por los trabajos maacutes recientes t0 se ha hallado ninguacuten pueblo ni siquiera entre los maacutes laquoprimitivosraquo (es decIr etnoI6gkamente antiguos) que estuviese privado de toda creencia en se-Jts personales

Naturalmente aun cuando la caza no sea ya para el hombre el uacutenico ni el principal recurso siguen existiendo en la realidad bastantes factores incontrolables de los que depende la existencia del grupo humano En todo caso no es a nivel abstracto sino gracias a un estudio en profundidad de los medios de vida y de la situacioacuten histoacuterica de un pueblo dado como debe abordarse la explicacioacuten de por queacute dicho pueblo atribuye por ejemshyplo el dominio de aquello que es humanamente inconshytrolable pero esencial para su supervivencia a un uacutenico ser sobrehumano (que en este caso denominamos conshyvencionalmente laquoser supremoraquo no sin sentildealar --en contra de la llamada teoriacutea del laquomonoteiacutesmo primordialraquo de W Schmidt y sus disciacutepulos-queJordms~ha halladQhJlsta el presente ninguacuten pueblo laquoprimithordm~_~iuntQ_~~ltr supremo no con()~~s seres Jlordmbt~hlt~nos) dispenshysador de la vida y de la muerte de la enfermedad y de la curacioacuten de la fortuna y de la adversidad del buen y del mal tiempo es decir de todo aquello que la realimiddot

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) iexcltiJ v if~ r CY

o(JJ l (1)] 0 o

dad aporta de hecho sin que la voluntad del hombre pueda intervenir de otro modo que no sea justamente el de establecer unas relaciones con el ser supremo y el de atribuirle unas exigencias a las cuales debe luego ateshynerse o al contrario por queacute dicho pueblo reparte tal dominio entre un determinado nuacutemero de agentes soshybrehumanos laquoespiacuteritusraquo cada uno de los cuales cumple un papel limitado ya sea en el tiempo en el espacio o en el orden de circunstancias en que pueda intervenir La razoacuten de ser de las divinidades de las religiones polishyteiacutestas no parece fundamentalmente distinta de la expreshysada tan soacutelo que el politeiacutesmo surge casi exclusivamente en las civilizaciones aenominaaas laquosuperIoresraquo (en tanto

ue en as raquo no se presenta mas que exce ciona mente y aJo e as prImeras) o quiere decir que es el reflejo de condiciones humanas harto distintas que pueden caracterizarse sucintamente

I asiacute una teacutecnica y una organizacioacuten econoacutemica maacutes desshy arrolladas confieren a la sociedad una mayor seguridad i alejaacutendola de la maacutes elemental lucha por la pura y simple

supervivencia y permitieacutendole una maacutes libre utilizacioacuten de las energiacuteas por otra parte la mayor complejidad del marco social (debido sobre todo a una maacutes avanzaaa

especializacioacuten por oficios) provoca la diferenciacioacuten de los intereses seguacuten los gruDOsY estratos ae la SQciediacuted iexclmientras Que la necesidad de la convivencia cooperacioacuten Ie interdependencia entre estos diversos irupos y estratos no soacutelo hace necesaria una organizacioacuten maacutes compleja (Estado) sino que romueve tambieacuten una compenetrashycioacuten de los intereses ~ de las ideas To o esto ayu a comprender los caracteres morfoloacutegicos de las divinidashydes pertenecientes a las religiones politeiacutestas dichas dishyvinidades representan tambieacuten al igual que los seres sobrehumanos mencionados a propoacutesito de las religiones laquoprimitivasraquo los aspectos incontrolables peroacute vitales de la realidad con la que se enfrenta el grupo humano eacuteste

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gracias a las relaciones establecidas con sus divinidades halla asiacute el medio de sustraerse al ciego arbitrio de lo no humano Tales divinidades constituyen (a diferencia del ser supremo) una pluralidad diferenciada que responde a la pluralidad de intereses existentes en el seno de una misma sociedad pero (a diferencia de los laquoespiacuteritusraquo) son representaciones complejas nacidas de la compenetrashycioacuten de los intereses y estaacuten coordinadas en un panteoacuten igual que las muacuteltiples necesidades y experiencias de una sociedad compleja se insertan no obstante en una unishydad cultural superior tI ~~~

Junto a la vasta categoriacutea de seres~~inos que representan los aspectos incontrolables de la realidad al tiempo que permiten entrar en relacioacuten con ella y hasta cierto punto controlarla existe otra --cuya mayor o meshynor antiguumledad respecto a la ya citada es de difiacutecil detershyminacioacuten- que comprende los seres sobrehumanos sushytancialmente privados de un sustrato real se trata de aquellos seres sobrehunIacuteanos cuya princip~nd6n rontildeshysIacuteSteenproteer-aT1iOintildeDreaTlntildel-iOiiTIaaoruIetracasa el poder e eacuteste es ecij1J$tamen~ntra los ordfs~ ih~trolables=L no obstante vitales-delarealidad Casi podriacuteamos decir que una antigua humanidad en la fase de creacioacuten religiosa se ha hallado ante dos posishybilidades recrear lo no humano bajo formas personales para establecer con ello relaciones regidas por normas humanas o bien crearse protectores sobrehumanos sobre los cuales delegar el cuidado de afrontar lo incontrolable Los espiacuteritus tutelares de la casa de la familia del indishyviduo y eventualmente de un individuo concreto (como el chamaacuten) los antepasados etc pertenecen a esta seshygunda categoacuteria Impulsado por la necesidad el hombre llega en este campo a laquofabricarraquo conscientemente seres que le protejan y le asistan para estos seres construidos por la mano del hombre pero investidos de poderes

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sobrehumanos puede auacuten utilizarse el teacutermino laquofetichesraquo del que tanto se ha abusado

Las dos grandes categoriacuteas de seres sobrehumanos que hemos distinguido no son sin embargo radicalmente dis tintas y no constituyen una alternativa para la fabricashycioacuten del fetiche el hombre utiliza unos materiales que considera como particularmente laquopotentesraquo (dotados de laquomanaraquo) los espiacuteritus tutelares tampoco son inventados arbitrariamente el hombre no posee uacutenicamente la exshyperiencia del mundo exterior sino que tambieacuten posee la de las fuerzas que obran en eacutel y se manifiestan en sus actos las cuales no siempre estaacuten dirigidas por su con ciencia no olvidemos que los heacuteroes homeacutericos atribuiacutean todaviacutea sus alternativas de coraje o de temor sus ideas y sus decisiones a divinidades inspiradoras El culto a los ante asados es la pruebleyidente de q1eeneLorjgell e la creacioacuten e os seres sobrehlllllapoS tutelares se

iexclnatamblen una-~e~~i~ de la realidacTEntilde-Iasmiddot soshyciedades agrfCOiacuteasmiddotpriniIiIvas erlneacutelIviduuuml-y el grupo heredan la tierra cultivada por los antepasados la tierra como tal no pertenece al hombre han sido los antepashysados de eacuteste quienes la han sometido a las necesidades humanas los uacutetiles agriacutecolas han sido tambieacuten inventashydos por ellos Por otro lado desde los tiempos prehis toacutericos la muerte representaba para la humanidad una realidad ambivalente era para el hombre no menos ateshyrradora que para el animal pero al primero se le apashyreciacutea ademaacutes como algo laquosuperiorraquo ya fuese por su laquoalteshyridadraquo anaacuteloga a la de lo no humano en general ya fuese tambieacuten porque era lo contrario de la vulnerabishylidad y de los liacutemites de la vida humana Por ello la muerte y los muertos que le pertenecen sin dejar de causar espanto adquirieron un caraacutecter vulnerable De ahiacute que los antepasados fuente directa de la posesioacuten y de los modos de explotacioacuten de la tierra al mismo tiempo que muertos sobrehumanos y venerados pasasen

a ser para sus descendientes en algunas civilizaciones los depositarios de todo poder y los protectores contra todo peligro a condicioacuten no obstante de que los desshycendientes observasen las normas de una vida correcta atribuidas ahora a la voluntad de los antepasados de otro modo eacutestos -representando al igual que los seres

iI sobrehumanos los aspectos de lo no humano- pueden castigar es decir asumir el fallo del hombre imperfecto como hicieran con su eacutexito

El dios uacutenico de las religiones monoteiacutestas que como las politeiacutestas aparece soacutelo en las civilizaciones denoshyminadas laquosuperioresraquo (las maacutes antiguas civilizaciones monoteiacutestas son la hebrea y la del Iraacuten mazdeiacutesta) se ajusta mejor desde el punto de vista morfoloacutegico al segundo de los dos grandes grupos de seres sobrehumashynos que venimos distinguiendo en efecto ~o dios no es la realidad ana incontrolable sino que la trasshyeacuteien e y esta uacuteltima podriacutea inc uso dejar e eXistIr sin comprometer la propia eXistenCia del dios uacutenico su creashydor su trascendencia lo distingue claramente del laquoser sup~emoraquo de muchas religiones (~primitivasraquo Por otra parte a eacutel corresponde como a los seres laquotutelaresraquo -a condicioacuten de que la conducta del hombre haga a eacuteste merecedor de ello-- la tarea de proteger al individuo y al grupo (por ejemplo a la nacioacuten o a la laquohumanidad~ seguacuten el concepto de colectividad imperante en el hortshyzonte cultural del grupo en cuestioacuten)

Existe un elemento comuacuten a todos los seres sobrehushymanos que acabamos de examinar la creencia de que su objeto se halla alimentado por la necesidad humana de controlar (o de hacer controlar) la realidad no hushymana allaacute donde los otros medios de que dispone el hombre o el grupo se revelan insuficientes la creencia en tales seres tiene por objeto asegurar al hombre una ltltinfluenciaraquo sobre aquello que de otro modo se le escapariacutea y colocariacutea al hombre a su merced Pero existe

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~~ iexclJiexcliexcl otra categoriacutea de seres sobrehumanos para los que al

menos en apariencia no es vaacutelida dicha tesis se trata de esos seres que uno reencuentra en las maacutes diversas religiones primitivas y superiores seres considerados co o laquoinactivosraquo en la actualidad por los propios creshyyentes y cuya actividad se halla limita a a un pasdo definitivamente cumplido En consecuenCIa dIchos seres ntildeo administran la realidad susceptible de convertirse en objeto de sus relaciones con el hombre y no ejercen soshybre ella ninguacuten control en favor del creyente Ya A Lang remarcoacute que muchos de los que eacutel llamaba laquoseres sobreshyhumanosraquo permaneciacutean laquoociososraquo han organizado el mundo ordenado las principales instituciones pero en el presente ya no intervienen tanto es asiacute que los pueshyblos a pesar de mencionarlos a menudo no les dirijen ninguna plegaria ni les ofrecen ninguacuten sacrificio Pero existen tambieacuten otros numerosos tipos de seres cuya actividad estaacute limitada al pasado en las rehgIones ae CIertos pueblos agricultores primitivos se concede una gran importancia a estos personajes que junto con A E ]ensen designariacuteamos convencionalmente bajo el nombre d~palabra perteneciente a un pueblo de Nueva Guinea) Se trata de seres SQbrehut1anos~qu~~_ suelen ser los antepasad~- ~ lo cux~sJt1stit~cltl-ntildeesnanfiln a o espueacutes han sido matgos a menudo despeOaacutezacrosOe--strcuer~deJas-pattesclemeniexclUacutef naC1do las plantas a imenticias cultivadas Perten~~riacutea de los s-eres sobreshyhumanos inactivos los antepasados laquototeacutemicosraquo (los cuashyles dentro de ciertas sociedades laquototeacutemicasraquo estaacuten en la base de las particulares relaciones existentes entre un subgrupo social -clan grupos locales sexos etc- y una especie animal vegetal u otra) fundadores de la tribu del clan o del linaje Cuanto acabamos de decir es ig~almente vaacutelido para una serie de seres no siempre faacuteciles de distinguir los cuales en la literatura cientiacutefica

A--~ suelen denominarse laquoprimer hombreraquo laquoheacuteroe culturalraquo laquotricksterraquo etc asiacute como para una pluralidad de pershySOnajeS de apariencia ora humana ora animal pero que de hecho nunca son completamente humanos ni compleshytamente animales y que se reencuentran en la mitologiacutea de los maacutes diversos pueblos

Se trata precisamente de seres laquomiacuteticosraquo es decir seres no humanos y sobrehumanos cuya actividad relatan los mitos que se refieren a un pasado definido de diversos modos por relacioacuten al presente las civilizaciones primishytivas suelen contentarse con expresiones tales como laquohace mucho tiemporaquo o suelen referirse a acontecimientos ue marcan el liacutemite maacutes aacute el cua se ier e a memoria (ltltantes de a llegada de los blancosraquo) en las civilizacioshynes poseedoras de escritura se intenta encuadrar croshynoloacutegicamente los hechos y se habla de decenas de mileshynios (China Egipto Mesopotamia) de milenios (hebreos) o de siglos (Grecia Roma)

No es desde luego la distancia cronoloacutegica la que define el caraacutecter del tiempo miacutetico -la reflexioacuten croshynoloacutegica es secundaria y estaacute condicionada por cierto grashydo de conciencia histoacuterica- es precisamente el hecho de que se trata de un tiempo diferente del que se estaacute viviendo un tiempo en el que acaeciacutean cosas que ya no suceden debidas a personajes muy distintos de los que obran en la eacutepoca presente u obraron en un pasado cershycano cuyo recuerdo persiste

Los mitos

No por casualidad nuestra exposicioacuten ha pasado de los seres sobrehumanos a los tiempos miacuteticos o sencillamente a los mitos En efecto la razoacuten de ser de la creencia en seres sobrehumanos actualmente inactivos o inexistentes y que no han obrado maacutes que en la eacutepoca del mito es

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 8: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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tan las prohibiciones etc Pero las creencias religiosas en sentido estricto definibles como artiacuteculos de fe no tienen la misma importancia en todas las religiones hoy diacutea por ejemplo se sabe que las respuestas solicitadas por los etnoacutelogos de la vieja esCilefa fueseoacutecreyentes0 ieIectuanstasj~(ctees en DlQJnLQ~~~n aIiacuteDa inmortal iquestcoacutemo es la vida del maacutes allaacuteraquo etc) apenas

tlentildeen-VaacuteIor son j5iegufitas estas que muchos pueblos InCluso pertenecientes a civilizaciones superiores no se plantean o no se planteaban jamaacutes Sin embargo en todas las religiones existen creencias Pero he aquiacute una constatacioacuten harto evidente y no obstante de graves consecuencias para el estudio de las religiones la laquocreenshyciaraquo y el hecho de laquocreerraquo no pertenecen exclusivamente a la esfera de la experiencia religiosa laquocreemosraquo tambieacuten

( continuamente en cosas a las que nadie atribuiriacutea una

~ ~ significacioacuten religiosa iquestQueacute es pues 10 que distingu (~y1a creencia religiosa de bcreencia protan

~ Descartemos en prtmer lugar la hipoacutetesis seguacuten la Jt cual soacutelo se tratariacutea como suele ocurrir a menudo de un teacutermino uacutenico con dos acepciones distintas soacutelo unishy

das por una vaga analogiacutea Si bien es verdad que el vocablo laquocreerraquo tiene muchos significados especiacuteficos y que se podriacutea establecer una compleja fenomenologiacutea de las diversas creencias en general no parece que sus fronshyteras semaacutenticas coincidan con aquellas que separan 10 laquosagradoraquo de 10 laquoprofanoraquo Uno puede por ejemplo laquocreerraquo una cosa sin imaginar que pueda existir alternashytiva (asiacute por ejemplo caminamos laquocreyendoraquo que el suelo soporta nuestro peso sin siquiera pensar que pueda ceder posibilidad que no obstante no puede descarshytarse absolutamente igual sucede en el terreno religioso con toda creencia laquoingenuaraquo y no soacutelo laquoprimitivaraquo) Uno puede en cambio creer sabiendo que hay alternativa (asiacute en el terreno profano uno puede creer en la inocencia de un acusado sin ignorar que otros lo tienen por culo

pable en el terreno religioso cada uno cree en su propia religioacuten aun conociendo la existencia de otras) en este uacuteltimo caso el hecho de creer puede revestir un matiz maacutes o menos consciente y voluntarista se posee entonshyces laquola feraquo (igual que en el plano de lo profano uno cree hallarse del lado de la razoacuten en una opcioacuten poliacutetica en una hipoacutetesis cientiacutefica en una discusioacuten etc) De otra iacutendole son todaviacutea las creencias -mezcladas de esperanza y temor- respecto al porvenir pero eacutestas existen tanto en la maacutes banal esfera profana (cuando creo por ejemplo que mantildeana haraacute buen diacutea) como en las maacutes importantes experiencias religiosas (espera meshysiaacutenica creencias escatoloacutegicas)

iquestQueacute es pues aquello que distingue la creencia relimiddot giosa de la profana Tampoco la naturaleza de su objeto parece bastar para distinguirlas puede en efecto creerse de un modo profano en la existencia de Dios y ellJa inmortalidaddefalma (por ejemplo apoyaacutendose en razoshynamientos hlosoacutef~os) La mejor manera de abOrdar el problema tal vez consista en analizar algunos tipos de creencias religiosas no sobre un plano abstracto sino en sus respectivos contextos culturales

Los seres sobrehumanos

No nos seraacute posible extendernos aquiacute sobre los detashylles de cada religioacuten y tendremos que limitarnos a proshyceder por tipos y categoriacuteas Recordemos en primer lugar que una vasta categoriacutea de creencias religiosas es aquella concerniente a los seres que a falta de un teacutershymino maacutes exacto denominariacuteamos laquosobrehumanosraquo (aunshyque el hombre cree a veces poderlos dominar el teacutermino no es pues del todo apropiado pero es maacutes conveniente que el de laquosobrenaturalraquo ya que este uacuteltimo presupone un concepto positivista de laquonaturalezaraquo extrantildeo a la mashy

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~tWA 1It4-~hlf ~yoriacutea de las civilizaciones no occidentales) Ahora bien

en la enorme en la ilimitada masa de seres sobrehumashynos conocidos como pertenecientes a las innumerables religiones del mundo pueden distinguirse -sin dema siada abstraccioacuten (cierto grado de abstraccioacuten es ya se sabe la condicioacuten de todo avance cientiacuteHco)- diferentes laquotiposraquo fundamentales que se conectan como soacutelo la historia de las religiones puede demostrar con diferenshytes tipos de religioacuten y con diferentes tipos de civilizacioacuten

Con toda probabilidad uno de los tipos maacutes antiguos de dichos seres laquosobrehumanosraquo geneacuteticamente ligado a las formas de vida de una humanidad cuyos uacuten~shyursos son la caza y la recolecd6n (es decir una huma nidad que no produce sus medios de subsistencia sino que se contenta con apropiarse de lo que halla a su alreshydedor) sea el del~de~ ah1=sraquo)t~rmino desde ahora convencionarespecto el cuumlilconviene precisar que dichos seres pueden ser de sexo femenino laquosentildeora de los animalesraquo e mcfuso pueden presentarse bajo la forma de una pluralidad de seres morfoloacutegica mente anaacuteshylogos (ltltespiacuteritusraquo o laquodemoniosraquo del bosque laquosentildeoresraquo de espeCies anImales o de selvas concretas entre los pueblos pescadores esos seres reinan a veces sobre los animales marinos) Para caracterizar someramente este tipo de seres sobrehumanos diremos que en principio moran en los espacios inhabitados los cuales se oponen por un lado a los campos o a los pueblos donde todo estaacute gobernado y protegido por las reglas humanas de la vida en sociedad pero que por otro lado constituyen el mundo donde los cazadores y recolectores estaacuten oblishygados a procurarse sus medios de subsistencia Lafuv cioacuten maacutes manifiesta del ser en cuestioacuten es la de conceder ~~za al cazador estaacute en su poder el esconshydeacutersela condenando a padecer hambre al grupo humano pero tambieacuten puede conducir al cazador hada el eacutexito entieacutendase eoner a su disposicioacuten los medios maacutegicos

que aseguraraacuten el feliz deseplace de loa empresa Para eacutelde vital importancia En tanto que representante de lo laquono humanoraquo (de lo laquono habitadoraquo) es monstruoso y por sus estrechas relaciones con la caza suele represhysentarse a menudo bajo una apariencia parcialmente temiddot domorfa A primera vista podriacutea pensarse -y esta explishycacioacuten sobre el origen de las creencias en los seres sobreshyhumanos ha tenido sus seguidores desde G B Vico hasta L Frobenius y A E ]ensen pasando por los hermanos Grimm F Max Muumlller y los materialistas del pasado siglo evidentemente dentro de formas y a niveles de elaboracioacuten distintos- ue seres tales son la ro eCClOn fantaacutestica la laquoper~ordm-l1iJlfacioacutemgt_J~pcao a ex uacutesioninmiddot mediata -eI~ experiencia del caza or primitivoL()~I~do en la selva a afrontar sin treZLla riesgos imprevisJl~sl del iquest~ad~~middotpiitiexcl~iquest -q~e presiente que_eLn~llultordfordm-Q ordm~_una empres~ eS~rlciordfLparJ JIL existenciacutea_ruLdepende tansoacuteJo deacute-eacuteI- srn~ tambieacuten de oscuras fuerzas superiores a las suyas Sin embarg~~sta--~~pTicad6n resultalntildesUacutefiacuteclente tantildetO- desde el punto de vista teoacuterico como a la luz de los hechos Teoacutericamente su punto deacutebil estaacute en que ve el fundamento de una idea religiosa en una actividad gratuita e irracional de la imaginacioacuten (la laquopersonificashycioacutenraquo) lo cual no concuerda con la enormemiddot serieda~ ~ue todas las civilizaciones ponen eo las cosas de la rehglOn Uno tiene el derecho a preguntar cuaacutel es la razoacuten de esa laquopersonificacioacutenraquo son los propios hechos los que justifican esta pregunta y son ellos mismos los que resshyponden El hombre puede establecer relaciones reciacuteproshycas uacutenicamente con un ser laquopersonalraquo Y en efecto el

gruPo de cazadores tiende a establecer relaciones reciacuteshyprocas con los seres del tipo del laquosentildeor de los aniacutemalesraquo como lo demuestra entre otras cosas el diacute fundido uso de presentarles una ofrenda tras una buena caza - ello no es todo al laquosentildeor de los aniacutemalesraquo se le atribuyen criterios predsos en el enjuidamiento de las conductas

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humanas de este modo negaraacute la caza a aquellos que han matado inuacutetilmente (es decir maacutes de lo que necesishytaban para subvenir a las necesidades del grupo) o a aquellos que han violado ciertas normas sociales Meshydiante estas creencias~l_grupo _hulJ)ano adqui~relcershytidumbre de que actuando seguacuten la vltgtlllnJaddeLlaquo~entildeor de10s afilmatesraquo (es decIacuter-eIl uacuteltimo anaacutelisis conforme a 108- intereses vitales del grup~1mruUacuteaacuteJa saacutedsfa~CIoacuteri destlsnecesidacte8Conotras palabras la creencia en el laquosentildeor de l~alesraquo lejos de ser un producto grashytuito de la imaginacioacuten sirve a un determinado tipo de ocIedad puesto que g aCIas a unas relaciones persooaJes

con aguel de quien depende la propia existencia de la sociedad ( oca im arta el ue para quienes no partishyCIpan de tal creencia se trate e una mera ilusioacuten) pershymite uo control sobre algo que de otro modo escapariacutea a toda influencia humana puesto que aunque el cazador preparase las maacutes eficaces trampas y armas aunque sishyguiese infatigablemente las huellas de su presa aunque tuviese a su disposicioacuten todos los medios teacutecnicos que sugiere la experiencia no por ello dejariacutea de encontrarse siempre inevitablemente frente a elementos imprevisishybles susceptibles de convertir en vano su esfuerzo Sus relaciones con los seres del tipo del laquosentildeor de los anishymalesraquo reguladas por normas inviolables le sirven para controlar dichos elementos

Hemos escogido a tiacutetulo de ejemplo una de las maacutes antiguas creencias tal vez la maacutes antigua (seguacuten Jensen y R Pettazzoni) en seres sobrehumanos personales pero nuestra interpretacioacuten sigue siendo vaacutelida mutatis mushytandis para toda una serie de creencias anaacutelogas Es cierto que conferir una personalidad a la realidad inconshytrolable de la cual depende no es el uacutenico medio al que puede recurrir el hombre para garantizar su situacioacuten En la fase post-tyloriana del evolucionismo se insistioacute mucho sobre los fenoacutemenos religiosos que se explican mediante

la creencia en poderes laquoimpersonalesraquo inherentes a las cosas para ilustrar dicho tipo de creencias se recurriacutea al concepto melanesio deCjzanfD(y a aquellos otros en~ parte anaacutelogos de diferentes pueblos indiacutegenas americashynos orenda wakan manitu) La sociedad puede en efecto forjar teacutecnicas rituales que considere aptas para controlar dichas fuerzas a condicioacuten de formarse una idea precisa sobre el modo de obrar de eacutestas En contrashypartida la hipoacutetesis de la denominada escuela preanishymista (en particular R R Marrett) segoacutentilde la ruar la ~a en poderes impersonales es necesariamente maacutes antigua maacutes laquoprimitivaraquo que la creencia en seres sobreshyhumanos no se ha visto confirmada por los trabajos maacutes recientes t0 se ha hallado ninguacuten pueblo ni siquiera entre los maacutes laquoprimitivosraquo (es decIr etnoI6gkamente antiguos) que estuviese privado de toda creencia en se-Jts personales

Naturalmente aun cuando la caza no sea ya para el hombre el uacutenico ni el principal recurso siguen existiendo en la realidad bastantes factores incontrolables de los que depende la existencia del grupo humano En todo caso no es a nivel abstracto sino gracias a un estudio en profundidad de los medios de vida y de la situacioacuten histoacuterica de un pueblo dado como debe abordarse la explicacioacuten de por queacute dicho pueblo atribuye por ejemshyplo el dominio de aquello que es humanamente inconshytrolable pero esencial para su supervivencia a un uacutenico ser sobrehumano (que en este caso denominamos conshyvencionalmente laquoser supremoraquo no sin sentildealar --en contra de la llamada teoriacutea del laquomonoteiacutesmo primordialraquo de W Schmidt y sus disciacutepulos-queJordms~ha halladQhJlsta el presente ninguacuten pueblo laquoprimithordm~_~iuntQ_~~ltr supremo no con()~~s seres Jlordmbt~hlt~nos) dispenshysador de la vida y de la muerte de la enfermedad y de la curacioacuten de la fortuna y de la adversidad del buen y del mal tiempo es decir de todo aquello que la realimiddot

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) iexcltiJ v if~ r CY

o(JJ l (1)] 0 o

dad aporta de hecho sin que la voluntad del hombre pueda intervenir de otro modo que no sea justamente el de establecer unas relaciones con el ser supremo y el de atribuirle unas exigencias a las cuales debe luego ateshynerse o al contrario por queacute dicho pueblo reparte tal dominio entre un determinado nuacutemero de agentes soshybrehumanos laquoespiacuteritusraquo cada uno de los cuales cumple un papel limitado ya sea en el tiempo en el espacio o en el orden de circunstancias en que pueda intervenir La razoacuten de ser de las divinidades de las religiones polishyteiacutestas no parece fundamentalmente distinta de la expreshysada tan soacutelo que el politeiacutesmo surge casi exclusivamente en las civilizaciones aenominaaas laquosuperIoresraquo (en tanto

ue en as raquo no se presenta mas que exce ciona mente y aJo e as prImeras) o quiere decir que es el reflejo de condiciones humanas harto distintas que pueden caracterizarse sucintamente

I asiacute una teacutecnica y una organizacioacuten econoacutemica maacutes desshy arrolladas confieren a la sociedad una mayor seguridad i alejaacutendola de la maacutes elemental lucha por la pura y simple

supervivencia y permitieacutendole una maacutes libre utilizacioacuten de las energiacuteas por otra parte la mayor complejidad del marco social (debido sobre todo a una maacutes avanzaaa

especializacioacuten por oficios) provoca la diferenciacioacuten de los intereses seguacuten los gruDOsY estratos ae la SQciediacuted iexclmientras Que la necesidad de la convivencia cooperacioacuten Ie interdependencia entre estos diversos irupos y estratos no soacutelo hace necesaria una organizacioacuten maacutes compleja (Estado) sino que romueve tambieacuten una compenetrashycioacuten de los intereses ~ de las ideas To o esto ayu a comprender los caracteres morfoloacutegicos de las divinidashydes pertenecientes a las religiones politeiacutestas dichas dishyvinidades representan tambieacuten al igual que los seres sobrehumanos mencionados a propoacutesito de las religiones laquoprimitivasraquo los aspectos incontrolables peroacute vitales de la realidad con la que se enfrenta el grupo humano eacuteste

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gracias a las relaciones establecidas con sus divinidades halla asiacute el medio de sustraerse al ciego arbitrio de lo no humano Tales divinidades constituyen (a diferencia del ser supremo) una pluralidad diferenciada que responde a la pluralidad de intereses existentes en el seno de una misma sociedad pero (a diferencia de los laquoespiacuteritusraquo) son representaciones complejas nacidas de la compenetrashycioacuten de los intereses y estaacuten coordinadas en un panteoacuten igual que las muacuteltiples necesidades y experiencias de una sociedad compleja se insertan no obstante en una unishydad cultural superior tI ~~~

Junto a la vasta categoriacutea de seres~~inos que representan los aspectos incontrolables de la realidad al tiempo que permiten entrar en relacioacuten con ella y hasta cierto punto controlarla existe otra --cuya mayor o meshynor antiguumledad respecto a la ya citada es de difiacutecil detershyminacioacuten- que comprende los seres sobrehumanos sushytancialmente privados de un sustrato real se trata de aquellos seres sobrehunIacuteanos cuya princip~nd6n rontildeshysIacuteSteenproteer-aT1iOintildeDreaTlntildel-iOiiTIaaoruIetracasa el poder e eacuteste es ecij1J$tamen~ntra los ordfs~ ih~trolables=L no obstante vitales-delarealidad Casi podriacuteamos decir que una antigua humanidad en la fase de creacioacuten religiosa se ha hallado ante dos posishybilidades recrear lo no humano bajo formas personales para establecer con ello relaciones regidas por normas humanas o bien crearse protectores sobrehumanos sobre los cuales delegar el cuidado de afrontar lo incontrolable Los espiacuteritus tutelares de la casa de la familia del indishyviduo y eventualmente de un individuo concreto (como el chamaacuten) los antepasados etc pertenecen a esta seshygunda categoacuteria Impulsado por la necesidad el hombre llega en este campo a laquofabricarraquo conscientemente seres que le protejan y le asistan para estos seres construidos por la mano del hombre pero investidos de poderes

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sobrehumanos puede auacuten utilizarse el teacutermino laquofetichesraquo del que tanto se ha abusado

Las dos grandes categoriacuteas de seres sobrehumanos que hemos distinguido no son sin embargo radicalmente dis tintas y no constituyen una alternativa para la fabricashycioacuten del fetiche el hombre utiliza unos materiales que considera como particularmente laquopotentesraquo (dotados de laquomanaraquo) los espiacuteritus tutelares tampoco son inventados arbitrariamente el hombre no posee uacutenicamente la exshyperiencia del mundo exterior sino que tambieacuten posee la de las fuerzas que obran en eacutel y se manifiestan en sus actos las cuales no siempre estaacuten dirigidas por su con ciencia no olvidemos que los heacuteroes homeacutericos atribuiacutean todaviacutea sus alternativas de coraje o de temor sus ideas y sus decisiones a divinidades inspiradoras El culto a los ante asados es la pruebleyidente de q1eeneLorjgell e la creacioacuten e os seres sobrehlllllapoS tutelares se

iexclnatamblen una-~e~~i~ de la realidacTEntilde-Iasmiddot soshyciedades agrfCOiacuteasmiddotpriniIiIvas erlneacutelIviduuuml-y el grupo heredan la tierra cultivada por los antepasados la tierra como tal no pertenece al hombre han sido los antepashysados de eacuteste quienes la han sometido a las necesidades humanas los uacutetiles agriacutecolas han sido tambieacuten inventashydos por ellos Por otro lado desde los tiempos prehis toacutericos la muerte representaba para la humanidad una realidad ambivalente era para el hombre no menos ateshyrradora que para el animal pero al primero se le apashyreciacutea ademaacutes como algo laquosuperiorraquo ya fuese por su laquoalteshyridadraquo anaacuteloga a la de lo no humano en general ya fuese tambieacuten porque era lo contrario de la vulnerabishylidad y de los liacutemites de la vida humana Por ello la muerte y los muertos que le pertenecen sin dejar de causar espanto adquirieron un caraacutecter vulnerable De ahiacute que los antepasados fuente directa de la posesioacuten y de los modos de explotacioacuten de la tierra al mismo tiempo que muertos sobrehumanos y venerados pasasen

a ser para sus descendientes en algunas civilizaciones los depositarios de todo poder y los protectores contra todo peligro a condicioacuten no obstante de que los desshycendientes observasen las normas de una vida correcta atribuidas ahora a la voluntad de los antepasados de otro modo eacutestos -representando al igual que los seres

iI sobrehumanos los aspectos de lo no humano- pueden castigar es decir asumir el fallo del hombre imperfecto como hicieran con su eacutexito

El dios uacutenico de las religiones monoteiacutestas que como las politeiacutestas aparece soacutelo en las civilizaciones denoshyminadas laquosuperioresraquo (las maacutes antiguas civilizaciones monoteiacutestas son la hebrea y la del Iraacuten mazdeiacutesta) se ajusta mejor desde el punto de vista morfoloacutegico al segundo de los dos grandes grupos de seres sobrehumashynos que venimos distinguiendo en efecto ~o dios no es la realidad ana incontrolable sino que la trasshyeacuteien e y esta uacuteltima podriacutea inc uso dejar e eXistIr sin comprometer la propia eXistenCia del dios uacutenico su creashydor su trascendencia lo distingue claramente del laquoser sup~emoraquo de muchas religiones (~primitivasraquo Por otra parte a eacutel corresponde como a los seres laquotutelaresraquo -a condicioacuten de que la conducta del hombre haga a eacuteste merecedor de ello-- la tarea de proteger al individuo y al grupo (por ejemplo a la nacioacuten o a la laquohumanidad~ seguacuten el concepto de colectividad imperante en el hortshyzonte cultural del grupo en cuestioacuten)

Existe un elemento comuacuten a todos los seres sobrehushymanos que acabamos de examinar la creencia de que su objeto se halla alimentado por la necesidad humana de controlar (o de hacer controlar) la realidad no hushymana allaacute donde los otros medios de que dispone el hombre o el grupo se revelan insuficientes la creencia en tales seres tiene por objeto asegurar al hombre una ltltinfluenciaraquo sobre aquello que de otro modo se le escapariacutea y colocariacutea al hombre a su merced Pero existe

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~~ iexclJiexcliexcl otra categoriacutea de seres sobrehumanos para los que al

menos en apariencia no es vaacutelida dicha tesis se trata de esos seres que uno reencuentra en las maacutes diversas religiones primitivas y superiores seres considerados co o laquoinactivosraquo en la actualidad por los propios creshyyentes y cuya actividad se halla limita a a un pasdo definitivamente cumplido En consecuenCIa dIchos seres ntildeo administran la realidad susceptible de convertirse en objeto de sus relaciones con el hombre y no ejercen soshybre ella ninguacuten control en favor del creyente Ya A Lang remarcoacute que muchos de los que eacutel llamaba laquoseres sobreshyhumanosraquo permaneciacutean laquoociososraquo han organizado el mundo ordenado las principales instituciones pero en el presente ya no intervienen tanto es asiacute que los pueshyblos a pesar de mencionarlos a menudo no les dirijen ninguna plegaria ni les ofrecen ninguacuten sacrificio Pero existen tambieacuten otros numerosos tipos de seres cuya actividad estaacute limitada al pasado en las rehgIones ae CIertos pueblos agricultores primitivos se concede una gran importancia a estos personajes que junto con A E ]ensen designariacuteamos convencionalmente bajo el nombre d~palabra perteneciente a un pueblo de Nueva Guinea) Se trata de seres SQbrehut1anos~qu~~_ suelen ser los antepasad~- ~ lo cux~sJt1stit~cltl-ntildeesnanfiln a o espueacutes han sido matgos a menudo despeOaacutezacrosOe--strcuer~deJas-pattesclemeniexclUacutef naC1do las plantas a imenticias cultivadas Perten~~riacutea de los s-eres sobreshyhumanos inactivos los antepasados laquototeacutemicosraquo (los cuashyles dentro de ciertas sociedades laquototeacutemicasraquo estaacuten en la base de las particulares relaciones existentes entre un subgrupo social -clan grupos locales sexos etc- y una especie animal vegetal u otra) fundadores de la tribu del clan o del linaje Cuanto acabamos de decir es ig~almente vaacutelido para una serie de seres no siempre faacuteciles de distinguir los cuales en la literatura cientiacutefica

A--~ suelen denominarse laquoprimer hombreraquo laquoheacuteroe culturalraquo laquotricksterraquo etc asiacute como para una pluralidad de pershySOnajeS de apariencia ora humana ora animal pero que de hecho nunca son completamente humanos ni compleshytamente animales y que se reencuentran en la mitologiacutea de los maacutes diversos pueblos

Se trata precisamente de seres laquomiacuteticosraquo es decir seres no humanos y sobrehumanos cuya actividad relatan los mitos que se refieren a un pasado definido de diversos modos por relacioacuten al presente las civilizaciones primishytivas suelen contentarse con expresiones tales como laquohace mucho tiemporaquo o suelen referirse a acontecimientos ue marcan el liacutemite maacutes aacute el cua se ier e a memoria (ltltantes de a llegada de los blancosraquo) en las civilizacioshynes poseedoras de escritura se intenta encuadrar croshynoloacutegicamente los hechos y se habla de decenas de mileshynios (China Egipto Mesopotamia) de milenios (hebreos) o de siglos (Grecia Roma)

No es desde luego la distancia cronoloacutegica la que define el caraacutecter del tiempo miacutetico -la reflexioacuten croshynoloacutegica es secundaria y estaacute condicionada por cierto grashydo de conciencia histoacuterica- es precisamente el hecho de que se trata de un tiempo diferente del que se estaacute viviendo un tiempo en el que acaeciacutean cosas que ya no suceden debidas a personajes muy distintos de los que obran en la eacutepoca presente u obraron en un pasado cershycano cuyo recuerdo persiste

Los mitos

No por casualidad nuestra exposicioacuten ha pasado de los seres sobrehumanos a los tiempos miacuteticos o sencillamente a los mitos En efecto la razoacuten de ser de la creencia en seres sobrehumanos actualmente inactivos o inexistentes y que no han obrado maacutes que en la eacutepoca del mito es

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

iexcl 55

i

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 9: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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~tWA 1It4-~hlf ~yoriacutea de las civilizaciones no occidentales) Ahora bien

en la enorme en la ilimitada masa de seres sobrehumashynos conocidos como pertenecientes a las innumerables religiones del mundo pueden distinguirse -sin dema siada abstraccioacuten (cierto grado de abstraccioacuten es ya se sabe la condicioacuten de todo avance cientiacuteHco)- diferentes laquotiposraquo fundamentales que se conectan como soacutelo la historia de las religiones puede demostrar con diferenshytes tipos de religioacuten y con diferentes tipos de civilizacioacuten

Con toda probabilidad uno de los tipos maacutes antiguos de dichos seres laquosobrehumanosraquo geneacuteticamente ligado a las formas de vida de una humanidad cuyos uacuten~shyursos son la caza y la recolecd6n (es decir una huma nidad que no produce sus medios de subsistencia sino que se contenta con apropiarse de lo que halla a su alreshydedor) sea el del~de~ ah1=sraquo)t~rmino desde ahora convencionarespecto el cuumlilconviene precisar que dichos seres pueden ser de sexo femenino laquosentildeora de los animalesraquo e mcfuso pueden presentarse bajo la forma de una pluralidad de seres morfoloacutegica mente anaacuteshylogos (ltltespiacuteritusraquo o laquodemoniosraquo del bosque laquosentildeoresraquo de espeCies anImales o de selvas concretas entre los pueblos pescadores esos seres reinan a veces sobre los animales marinos) Para caracterizar someramente este tipo de seres sobrehumanos diremos que en principio moran en los espacios inhabitados los cuales se oponen por un lado a los campos o a los pueblos donde todo estaacute gobernado y protegido por las reglas humanas de la vida en sociedad pero que por otro lado constituyen el mundo donde los cazadores y recolectores estaacuten oblishygados a procurarse sus medios de subsistencia Lafuv cioacuten maacutes manifiesta del ser en cuestioacuten es la de conceder ~~za al cazador estaacute en su poder el esconshydeacutersela condenando a padecer hambre al grupo humano pero tambieacuten puede conducir al cazador hada el eacutexito entieacutendase eoner a su disposicioacuten los medios maacutegicos

que aseguraraacuten el feliz deseplace de loa empresa Para eacutelde vital importancia En tanto que representante de lo laquono humanoraquo (de lo laquono habitadoraquo) es monstruoso y por sus estrechas relaciones con la caza suele represhysentarse a menudo bajo una apariencia parcialmente temiddot domorfa A primera vista podriacutea pensarse -y esta explishycacioacuten sobre el origen de las creencias en los seres sobreshyhumanos ha tenido sus seguidores desde G B Vico hasta L Frobenius y A E ]ensen pasando por los hermanos Grimm F Max Muumlller y los materialistas del pasado siglo evidentemente dentro de formas y a niveles de elaboracioacuten distintos- ue seres tales son la ro eCClOn fantaacutestica la laquoper~ordm-l1iJlfacioacutemgt_J~pcao a ex uacutesioninmiddot mediata -eI~ experiencia del caza or primitivoL()~I~do en la selva a afrontar sin treZLla riesgos imprevisJl~sl del iquest~ad~~middotpiitiexcl~iquest -q~e presiente que_eLn~llultordfordm-Q ordm~_una empres~ eS~rlciordfLparJ JIL existenciacutea_ruLdepende tansoacuteJo deacute-eacuteI- srn~ tambieacuten de oscuras fuerzas superiores a las suyas Sin embarg~~sta--~~pTicad6n resultalntildesUacutefiacuteclente tantildetO- desde el punto de vista teoacuterico como a la luz de los hechos Teoacutericamente su punto deacutebil estaacute en que ve el fundamento de una idea religiosa en una actividad gratuita e irracional de la imaginacioacuten (la laquopersonificashycioacutenraquo) lo cual no concuerda con la enormemiddot serieda~ ~ue todas las civilizaciones ponen eo las cosas de la rehglOn Uno tiene el derecho a preguntar cuaacutel es la razoacuten de esa laquopersonificacioacutenraquo son los propios hechos los que justifican esta pregunta y son ellos mismos los que resshyponden El hombre puede establecer relaciones reciacuteproshycas uacutenicamente con un ser laquopersonalraquo Y en efecto el

gruPo de cazadores tiende a establecer relaciones reciacuteshyprocas con los seres del tipo del laquosentildeor de los aniacutemalesraquo como lo demuestra entre otras cosas el diacute fundido uso de presentarles una ofrenda tras una buena caza - ello no es todo al laquosentildeor de los aniacutemalesraquo se le atribuyen criterios predsos en el enjuidamiento de las conductas

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humanas de este modo negaraacute la caza a aquellos que han matado inuacutetilmente (es decir maacutes de lo que necesishytaban para subvenir a las necesidades del grupo) o a aquellos que han violado ciertas normas sociales Meshydiante estas creencias~l_grupo _hulJ)ano adqui~relcershytidumbre de que actuando seguacuten la vltgtlllnJaddeLlaquo~entildeor de10s afilmatesraquo (es decIacuter-eIl uacuteltimo anaacutelisis conforme a 108- intereses vitales del grup~1mruUacuteaacuteJa saacutedsfa~CIoacuteri destlsnecesidacte8Conotras palabras la creencia en el laquosentildeor de l~alesraquo lejos de ser un producto grashytuito de la imaginacioacuten sirve a un determinado tipo de ocIedad puesto que g aCIas a unas relaciones persooaJes

con aguel de quien depende la propia existencia de la sociedad ( oca im arta el ue para quienes no partishyCIpan de tal creencia se trate e una mera ilusioacuten) pershymite uo control sobre algo que de otro modo escapariacutea a toda influencia humana puesto que aunque el cazador preparase las maacutes eficaces trampas y armas aunque sishyguiese infatigablemente las huellas de su presa aunque tuviese a su disposicioacuten todos los medios teacutecnicos que sugiere la experiencia no por ello dejariacutea de encontrarse siempre inevitablemente frente a elementos imprevisishybles susceptibles de convertir en vano su esfuerzo Sus relaciones con los seres del tipo del laquosentildeor de los anishymalesraquo reguladas por normas inviolables le sirven para controlar dichos elementos

Hemos escogido a tiacutetulo de ejemplo una de las maacutes antiguas creencias tal vez la maacutes antigua (seguacuten Jensen y R Pettazzoni) en seres sobrehumanos personales pero nuestra interpretacioacuten sigue siendo vaacutelida mutatis mushytandis para toda una serie de creencias anaacutelogas Es cierto que conferir una personalidad a la realidad inconshytrolable de la cual depende no es el uacutenico medio al que puede recurrir el hombre para garantizar su situacioacuten En la fase post-tyloriana del evolucionismo se insistioacute mucho sobre los fenoacutemenos religiosos que se explican mediante

la creencia en poderes laquoimpersonalesraquo inherentes a las cosas para ilustrar dicho tipo de creencias se recurriacutea al concepto melanesio deCjzanfD(y a aquellos otros en~ parte anaacutelogos de diferentes pueblos indiacutegenas americashynos orenda wakan manitu) La sociedad puede en efecto forjar teacutecnicas rituales que considere aptas para controlar dichas fuerzas a condicioacuten de formarse una idea precisa sobre el modo de obrar de eacutestas En contrashypartida la hipoacutetesis de la denominada escuela preanishymista (en particular R R Marrett) segoacutentilde la ruar la ~a en poderes impersonales es necesariamente maacutes antigua maacutes laquoprimitivaraquo que la creencia en seres sobreshyhumanos no se ha visto confirmada por los trabajos maacutes recientes t0 se ha hallado ninguacuten pueblo ni siquiera entre los maacutes laquoprimitivosraquo (es decIr etnoI6gkamente antiguos) que estuviese privado de toda creencia en se-Jts personales

Naturalmente aun cuando la caza no sea ya para el hombre el uacutenico ni el principal recurso siguen existiendo en la realidad bastantes factores incontrolables de los que depende la existencia del grupo humano En todo caso no es a nivel abstracto sino gracias a un estudio en profundidad de los medios de vida y de la situacioacuten histoacuterica de un pueblo dado como debe abordarse la explicacioacuten de por queacute dicho pueblo atribuye por ejemshyplo el dominio de aquello que es humanamente inconshytrolable pero esencial para su supervivencia a un uacutenico ser sobrehumano (que en este caso denominamos conshyvencionalmente laquoser supremoraquo no sin sentildealar --en contra de la llamada teoriacutea del laquomonoteiacutesmo primordialraquo de W Schmidt y sus disciacutepulos-queJordms~ha halladQhJlsta el presente ninguacuten pueblo laquoprimithordm~_~iuntQ_~~ltr supremo no con()~~s seres Jlordmbt~hlt~nos) dispenshysador de la vida y de la muerte de la enfermedad y de la curacioacuten de la fortuna y de la adversidad del buen y del mal tiempo es decir de todo aquello que la realimiddot

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) iexcltiJ v if~ r CY

o(JJ l (1)] 0 o

dad aporta de hecho sin que la voluntad del hombre pueda intervenir de otro modo que no sea justamente el de establecer unas relaciones con el ser supremo y el de atribuirle unas exigencias a las cuales debe luego ateshynerse o al contrario por queacute dicho pueblo reparte tal dominio entre un determinado nuacutemero de agentes soshybrehumanos laquoespiacuteritusraquo cada uno de los cuales cumple un papel limitado ya sea en el tiempo en el espacio o en el orden de circunstancias en que pueda intervenir La razoacuten de ser de las divinidades de las religiones polishyteiacutestas no parece fundamentalmente distinta de la expreshysada tan soacutelo que el politeiacutesmo surge casi exclusivamente en las civilizaciones aenominaaas laquosuperIoresraquo (en tanto

ue en as raquo no se presenta mas que exce ciona mente y aJo e as prImeras) o quiere decir que es el reflejo de condiciones humanas harto distintas que pueden caracterizarse sucintamente

I asiacute una teacutecnica y una organizacioacuten econoacutemica maacutes desshy arrolladas confieren a la sociedad una mayor seguridad i alejaacutendola de la maacutes elemental lucha por la pura y simple

supervivencia y permitieacutendole una maacutes libre utilizacioacuten de las energiacuteas por otra parte la mayor complejidad del marco social (debido sobre todo a una maacutes avanzaaa

especializacioacuten por oficios) provoca la diferenciacioacuten de los intereses seguacuten los gruDOsY estratos ae la SQciediacuted iexclmientras Que la necesidad de la convivencia cooperacioacuten Ie interdependencia entre estos diversos irupos y estratos no soacutelo hace necesaria una organizacioacuten maacutes compleja (Estado) sino que romueve tambieacuten una compenetrashycioacuten de los intereses ~ de las ideas To o esto ayu a comprender los caracteres morfoloacutegicos de las divinidashydes pertenecientes a las religiones politeiacutestas dichas dishyvinidades representan tambieacuten al igual que los seres sobrehumanos mencionados a propoacutesito de las religiones laquoprimitivasraquo los aspectos incontrolables peroacute vitales de la realidad con la que se enfrenta el grupo humano eacuteste

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gracias a las relaciones establecidas con sus divinidades halla asiacute el medio de sustraerse al ciego arbitrio de lo no humano Tales divinidades constituyen (a diferencia del ser supremo) una pluralidad diferenciada que responde a la pluralidad de intereses existentes en el seno de una misma sociedad pero (a diferencia de los laquoespiacuteritusraquo) son representaciones complejas nacidas de la compenetrashycioacuten de los intereses y estaacuten coordinadas en un panteoacuten igual que las muacuteltiples necesidades y experiencias de una sociedad compleja se insertan no obstante en una unishydad cultural superior tI ~~~

Junto a la vasta categoriacutea de seres~~inos que representan los aspectos incontrolables de la realidad al tiempo que permiten entrar en relacioacuten con ella y hasta cierto punto controlarla existe otra --cuya mayor o meshynor antiguumledad respecto a la ya citada es de difiacutecil detershyminacioacuten- que comprende los seres sobrehumanos sushytancialmente privados de un sustrato real se trata de aquellos seres sobrehunIacuteanos cuya princip~nd6n rontildeshysIacuteSteenproteer-aT1iOintildeDreaTlntildel-iOiiTIaaoruIetracasa el poder e eacuteste es ecij1J$tamen~ntra los ordfs~ ih~trolables=L no obstante vitales-delarealidad Casi podriacuteamos decir que una antigua humanidad en la fase de creacioacuten religiosa se ha hallado ante dos posishybilidades recrear lo no humano bajo formas personales para establecer con ello relaciones regidas por normas humanas o bien crearse protectores sobrehumanos sobre los cuales delegar el cuidado de afrontar lo incontrolable Los espiacuteritus tutelares de la casa de la familia del indishyviduo y eventualmente de un individuo concreto (como el chamaacuten) los antepasados etc pertenecen a esta seshygunda categoacuteria Impulsado por la necesidad el hombre llega en este campo a laquofabricarraquo conscientemente seres que le protejan y le asistan para estos seres construidos por la mano del hombre pero investidos de poderes

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sobrehumanos puede auacuten utilizarse el teacutermino laquofetichesraquo del que tanto se ha abusado

Las dos grandes categoriacuteas de seres sobrehumanos que hemos distinguido no son sin embargo radicalmente dis tintas y no constituyen una alternativa para la fabricashycioacuten del fetiche el hombre utiliza unos materiales que considera como particularmente laquopotentesraquo (dotados de laquomanaraquo) los espiacuteritus tutelares tampoco son inventados arbitrariamente el hombre no posee uacutenicamente la exshyperiencia del mundo exterior sino que tambieacuten posee la de las fuerzas que obran en eacutel y se manifiestan en sus actos las cuales no siempre estaacuten dirigidas por su con ciencia no olvidemos que los heacuteroes homeacutericos atribuiacutean todaviacutea sus alternativas de coraje o de temor sus ideas y sus decisiones a divinidades inspiradoras El culto a los ante asados es la pruebleyidente de q1eeneLorjgell e la creacioacuten e os seres sobrehlllllapoS tutelares se

iexclnatamblen una-~e~~i~ de la realidacTEntilde-Iasmiddot soshyciedades agrfCOiacuteasmiddotpriniIiIvas erlneacutelIviduuuml-y el grupo heredan la tierra cultivada por los antepasados la tierra como tal no pertenece al hombre han sido los antepashysados de eacuteste quienes la han sometido a las necesidades humanas los uacutetiles agriacutecolas han sido tambieacuten inventashydos por ellos Por otro lado desde los tiempos prehis toacutericos la muerte representaba para la humanidad una realidad ambivalente era para el hombre no menos ateshyrradora que para el animal pero al primero se le apashyreciacutea ademaacutes como algo laquosuperiorraquo ya fuese por su laquoalteshyridadraquo anaacuteloga a la de lo no humano en general ya fuese tambieacuten porque era lo contrario de la vulnerabishylidad y de los liacutemites de la vida humana Por ello la muerte y los muertos que le pertenecen sin dejar de causar espanto adquirieron un caraacutecter vulnerable De ahiacute que los antepasados fuente directa de la posesioacuten y de los modos de explotacioacuten de la tierra al mismo tiempo que muertos sobrehumanos y venerados pasasen

a ser para sus descendientes en algunas civilizaciones los depositarios de todo poder y los protectores contra todo peligro a condicioacuten no obstante de que los desshycendientes observasen las normas de una vida correcta atribuidas ahora a la voluntad de los antepasados de otro modo eacutestos -representando al igual que los seres

iI sobrehumanos los aspectos de lo no humano- pueden castigar es decir asumir el fallo del hombre imperfecto como hicieran con su eacutexito

El dios uacutenico de las religiones monoteiacutestas que como las politeiacutestas aparece soacutelo en las civilizaciones denoshyminadas laquosuperioresraquo (las maacutes antiguas civilizaciones monoteiacutestas son la hebrea y la del Iraacuten mazdeiacutesta) se ajusta mejor desde el punto de vista morfoloacutegico al segundo de los dos grandes grupos de seres sobrehumashynos que venimos distinguiendo en efecto ~o dios no es la realidad ana incontrolable sino que la trasshyeacuteien e y esta uacuteltima podriacutea inc uso dejar e eXistIr sin comprometer la propia eXistenCia del dios uacutenico su creashydor su trascendencia lo distingue claramente del laquoser sup~emoraquo de muchas religiones (~primitivasraquo Por otra parte a eacutel corresponde como a los seres laquotutelaresraquo -a condicioacuten de que la conducta del hombre haga a eacuteste merecedor de ello-- la tarea de proteger al individuo y al grupo (por ejemplo a la nacioacuten o a la laquohumanidad~ seguacuten el concepto de colectividad imperante en el hortshyzonte cultural del grupo en cuestioacuten)

Existe un elemento comuacuten a todos los seres sobrehushymanos que acabamos de examinar la creencia de que su objeto se halla alimentado por la necesidad humana de controlar (o de hacer controlar) la realidad no hushymana allaacute donde los otros medios de que dispone el hombre o el grupo se revelan insuficientes la creencia en tales seres tiene por objeto asegurar al hombre una ltltinfluenciaraquo sobre aquello que de otro modo se le escapariacutea y colocariacutea al hombre a su merced Pero existe

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~~ iexclJiexcliexcl otra categoriacutea de seres sobrehumanos para los que al

menos en apariencia no es vaacutelida dicha tesis se trata de esos seres que uno reencuentra en las maacutes diversas religiones primitivas y superiores seres considerados co o laquoinactivosraquo en la actualidad por los propios creshyyentes y cuya actividad se halla limita a a un pasdo definitivamente cumplido En consecuenCIa dIchos seres ntildeo administran la realidad susceptible de convertirse en objeto de sus relaciones con el hombre y no ejercen soshybre ella ninguacuten control en favor del creyente Ya A Lang remarcoacute que muchos de los que eacutel llamaba laquoseres sobreshyhumanosraquo permaneciacutean laquoociososraquo han organizado el mundo ordenado las principales instituciones pero en el presente ya no intervienen tanto es asiacute que los pueshyblos a pesar de mencionarlos a menudo no les dirijen ninguna plegaria ni les ofrecen ninguacuten sacrificio Pero existen tambieacuten otros numerosos tipos de seres cuya actividad estaacute limitada al pasado en las rehgIones ae CIertos pueblos agricultores primitivos se concede una gran importancia a estos personajes que junto con A E ]ensen designariacuteamos convencionalmente bajo el nombre d~palabra perteneciente a un pueblo de Nueva Guinea) Se trata de seres SQbrehut1anos~qu~~_ suelen ser los antepasad~- ~ lo cux~sJt1stit~cltl-ntildeesnanfiln a o espueacutes han sido matgos a menudo despeOaacutezacrosOe--strcuer~deJas-pattesclemeniexclUacutef naC1do las plantas a imenticias cultivadas Perten~~riacutea de los s-eres sobreshyhumanos inactivos los antepasados laquototeacutemicosraquo (los cuashyles dentro de ciertas sociedades laquototeacutemicasraquo estaacuten en la base de las particulares relaciones existentes entre un subgrupo social -clan grupos locales sexos etc- y una especie animal vegetal u otra) fundadores de la tribu del clan o del linaje Cuanto acabamos de decir es ig~almente vaacutelido para una serie de seres no siempre faacuteciles de distinguir los cuales en la literatura cientiacutefica

A--~ suelen denominarse laquoprimer hombreraquo laquoheacuteroe culturalraquo laquotricksterraquo etc asiacute como para una pluralidad de pershySOnajeS de apariencia ora humana ora animal pero que de hecho nunca son completamente humanos ni compleshytamente animales y que se reencuentran en la mitologiacutea de los maacutes diversos pueblos

Se trata precisamente de seres laquomiacuteticosraquo es decir seres no humanos y sobrehumanos cuya actividad relatan los mitos que se refieren a un pasado definido de diversos modos por relacioacuten al presente las civilizaciones primishytivas suelen contentarse con expresiones tales como laquohace mucho tiemporaquo o suelen referirse a acontecimientos ue marcan el liacutemite maacutes aacute el cua se ier e a memoria (ltltantes de a llegada de los blancosraquo) en las civilizacioshynes poseedoras de escritura se intenta encuadrar croshynoloacutegicamente los hechos y se habla de decenas de mileshynios (China Egipto Mesopotamia) de milenios (hebreos) o de siglos (Grecia Roma)

No es desde luego la distancia cronoloacutegica la que define el caraacutecter del tiempo miacutetico -la reflexioacuten croshynoloacutegica es secundaria y estaacute condicionada por cierto grashydo de conciencia histoacuterica- es precisamente el hecho de que se trata de un tiempo diferente del que se estaacute viviendo un tiempo en el que acaeciacutean cosas que ya no suceden debidas a personajes muy distintos de los que obran en la eacutepoca presente u obraron en un pasado cershycano cuyo recuerdo persiste

Los mitos

No por casualidad nuestra exposicioacuten ha pasado de los seres sobrehumanos a los tiempos miacuteticos o sencillamente a los mitos En efecto la razoacuten de ser de la creencia en seres sobrehumanos actualmente inactivos o inexistentes y que no han obrado maacutes que en la eacutepoca del mito es

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 10: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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humanas de este modo negaraacute la caza a aquellos que han matado inuacutetilmente (es decir maacutes de lo que necesishytaban para subvenir a las necesidades del grupo) o a aquellos que han violado ciertas normas sociales Meshydiante estas creencias~l_grupo _hulJ)ano adqui~relcershytidumbre de que actuando seguacuten la vltgtlllnJaddeLlaquo~entildeor de10s afilmatesraquo (es decIacuter-eIl uacuteltimo anaacutelisis conforme a 108- intereses vitales del grup~1mruUacuteaacuteJa saacutedsfa~CIoacuteri destlsnecesidacte8Conotras palabras la creencia en el laquosentildeor de l~alesraquo lejos de ser un producto grashytuito de la imaginacioacuten sirve a un determinado tipo de ocIedad puesto que g aCIas a unas relaciones persooaJes

con aguel de quien depende la propia existencia de la sociedad ( oca im arta el ue para quienes no partishyCIpan de tal creencia se trate e una mera ilusioacuten) pershymite uo control sobre algo que de otro modo escapariacutea a toda influencia humana puesto que aunque el cazador preparase las maacutes eficaces trampas y armas aunque sishyguiese infatigablemente las huellas de su presa aunque tuviese a su disposicioacuten todos los medios teacutecnicos que sugiere la experiencia no por ello dejariacutea de encontrarse siempre inevitablemente frente a elementos imprevisishybles susceptibles de convertir en vano su esfuerzo Sus relaciones con los seres del tipo del laquosentildeor de los anishymalesraquo reguladas por normas inviolables le sirven para controlar dichos elementos

Hemos escogido a tiacutetulo de ejemplo una de las maacutes antiguas creencias tal vez la maacutes antigua (seguacuten Jensen y R Pettazzoni) en seres sobrehumanos personales pero nuestra interpretacioacuten sigue siendo vaacutelida mutatis mushytandis para toda una serie de creencias anaacutelogas Es cierto que conferir una personalidad a la realidad inconshytrolable de la cual depende no es el uacutenico medio al que puede recurrir el hombre para garantizar su situacioacuten En la fase post-tyloriana del evolucionismo se insistioacute mucho sobre los fenoacutemenos religiosos que se explican mediante

la creencia en poderes laquoimpersonalesraquo inherentes a las cosas para ilustrar dicho tipo de creencias se recurriacutea al concepto melanesio deCjzanfD(y a aquellos otros en~ parte anaacutelogos de diferentes pueblos indiacutegenas americashynos orenda wakan manitu) La sociedad puede en efecto forjar teacutecnicas rituales que considere aptas para controlar dichas fuerzas a condicioacuten de formarse una idea precisa sobre el modo de obrar de eacutestas En contrashypartida la hipoacutetesis de la denominada escuela preanishymista (en particular R R Marrett) segoacutentilde la ruar la ~a en poderes impersonales es necesariamente maacutes antigua maacutes laquoprimitivaraquo que la creencia en seres sobreshyhumanos no se ha visto confirmada por los trabajos maacutes recientes t0 se ha hallado ninguacuten pueblo ni siquiera entre los maacutes laquoprimitivosraquo (es decIr etnoI6gkamente antiguos) que estuviese privado de toda creencia en se-Jts personales

Naturalmente aun cuando la caza no sea ya para el hombre el uacutenico ni el principal recurso siguen existiendo en la realidad bastantes factores incontrolables de los que depende la existencia del grupo humano En todo caso no es a nivel abstracto sino gracias a un estudio en profundidad de los medios de vida y de la situacioacuten histoacuterica de un pueblo dado como debe abordarse la explicacioacuten de por queacute dicho pueblo atribuye por ejemshyplo el dominio de aquello que es humanamente inconshytrolable pero esencial para su supervivencia a un uacutenico ser sobrehumano (que en este caso denominamos conshyvencionalmente laquoser supremoraquo no sin sentildealar --en contra de la llamada teoriacutea del laquomonoteiacutesmo primordialraquo de W Schmidt y sus disciacutepulos-queJordms~ha halladQhJlsta el presente ninguacuten pueblo laquoprimithordm~_~iuntQ_~~ltr supremo no con()~~s seres Jlordmbt~hlt~nos) dispenshysador de la vida y de la muerte de la enfermedad y de la curacioacuten de la fortuna y de la adversidad del buen y del mal tiempo es decir de todo aquello que la realimiddot

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) iexcltiJ v if~ r CY

o(JJ l (1)] 0 o

dad aporta de hecho sin que la voluntad del hombre pueda intervenir de otro modo que no sea justamente el de establecer unas relaciones con el ser supremo y el de atribuirle unas exigencias a las cuales debe luego ateshynerse o al contrario por queacute dicho pueblo reparte tal dominio entre un determinado nuacutemero de agentes soshybrehumanos laquoespiacuteritusraquo cada uno de los cuales cumple un papel limitado ya sea en el tiempo en el espacio o en el orden de circunstancias en que pueda intervenir La razoacuten de ser de las divinidades de las religiones polishyteiacutestas no parece fundamentalmente distinta de la expreshysada tan soacutelo que el politeiacutesmo surge casi exclusivamente en las civilizaciones aenominaaas laquosuperIoresraquo (en tanto

ue en as raquo no se presenta mas que exce ciona mente y aJo e as prImeras) o quiere decir que es el reflejo de condiciones humanas harto distintas que pueden caracterizarse sucintamente

I asiacute una teacutecnica y una organizacioacuten econoacutemica maacutes desshy arrolladas confieren a la sociedad una mayor seguridad i alejaacutendola de la maacutes elemental lucha por la pura y simple

supervivencia y permitieacutendole una maacutes libre utilizacioacuten de las energiacuteas por otra parte la mayor complejidad del marco social (debido sobre todo a una maacutes avanzaaa

especializacioacuten por oficios) provoca la diferenciacioacuten de los intereses seguacuten los gruDOsY estratos ae la SQciediacuted iexclmientras Que la necesidad de la convivencia cooperacioacuten Ie interdependencia entre estos diversos irupos y estratos no soacutelo hace necesaria una organizacioacuten maacutes compleja (Estado) sino que romueve tambieacuten una compenetrashycioacuten de los intereses ~ de las ideas To o esto ayu a comprender los caracteres morfoloacutegicos de las divinidashydes pertenecientes a las religiones politeiacutestas dichas dishyvinidades representan tambieacuten al igual que los seres sobrehumanos mencionados a propoacutesito de las religiones laquoprimitivasraquo los aspectos incontrolables peroacute vitales de la realidad con la que se enfrenta el grupo humano eacuteste

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gracias a las relaciones establecidas con sus divinidades halla asiacute el medio de sustraerse al ciego arbitrio de lo no humano Tales divinidades constituyen (a diferencia del ser supremo) una pluralidad diferenciada que responde a la pluralidad de intereses existentes en el seno de una misma sociedad pero (a diferencia de los laquoespiacuteritusraquo) son representaciones complejas nacidas de la compenetrashycioacuten de los intereses y estaacuten coordinadas en un panteoacuten igual que las muacuteltiples necesidades y experiencias de una sociedad compleja se insertan no obstante en una unishydad cultural superior tI ~~~

Junto a la vasta categoriacutea de seres~~inos que representan los aspectos incontrolables de la realidad al tiempo que permiten entrar en relacioacuten con ella y hasta cierto punto controlarla existe otra --cuya mayor o meshynor antiguumledad respecto a la ya citada es de difiacutecil detershyminacioacuten- que comprende los seres sobrehumanos sushytancialmente privados de un sustrato real se trata de aquellos seres sobrehunIacuteanos cuya princip~nd6n rontildeshysIacuteSteenproteer-aT1iOintildeDreaTlntildel-iOiiTIaaoruIetracasa el poder e eacuteste es ecij1J$tamen~ntra los ordfs~ ih~trolables=L no obstante vitales-delarealidad Casi podriacuteamos decir que una antigua humanidad en la fase de creacioacuten religiosa se ha hallado ante dos posishybilidades recrear lo no humano bajo formas personales para establecer con ello relaciones regidas por normas humanas o bien crearse protectores sobrehumanos sobre los cuales delegar el cuidado de afrontar lo incontrolable Los espiacuteritus tutelares de la casa de la familia del indishyviduo y eventualmente de un individuo concreto (como el chamaacuten) los antepasados etc pertenecen a esta seshygunda categoacuteria Impulsado por la necesidad el hombre llega en este campo a laquofabricarraquo conscientemente seres que le protejan y le asistan para estos seres construidos por la mano del hombre pero investidos de poderes

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sobrehumanos puede auacuten utilizarse el teacutermino laquofetichesraquo del que tanto se ha abusado

Las dos grandes categoriacuteas de seres sobrehumanos que hemos distinguido no son sin embargo radicalmente dis tintas y no constituyen una alternativa para la fabricashycioacuten del fetiche el hombre utiliza unos materiales que considera como particularmente laquopotentesraquo (dotados de laquomanaraquo) los espiacuteritus tutelares tampoco son inventados arbitrariamente el hombre no posee uacutenicamente la exshyperiencia del mundo exterior sino que tambieacuten posee la de las fuerzas que obran en eacutel y se manifiestan en sus actos las cuales no siempre estaacuten dirigidas por su con ciencia no olvidemos que los heacuteroes homeacutericos atribuiacutean todaviacutea sus alternativas de coraje o de temor sus ideas y sus decisiones a divinidades inspiradoras El culto a los ante asados es la pruebleyidente de q1eeneLorjgell e la creacioacuten e os seres sobrehlllllapoS tutelares se

iexclnatamblen una-~e~~i~ de la realidacTEntilde-Iasmiddot soshyciedades agrfCOiacuteasmiddotpriniIiIvas erlneacutelIviduuuml-y el grupo heredan la tierra cultivada por los antepasados la tierra como tal no pertenece al hombre han sido los antepashysados de eacuteste quienes la han sometido a las necesidades humanas los uacutetiles agriacutecolas han sido tambieacuten inventashydos por ellos Por otro lado desde los tiempos prehis toacutericos la muerte representaba para la humanidad una realidad ambivalente era para el hombre no menos ateshyrradora que para el animal pero al primero se le apashyreciacutea ademaacutes como algo laquosuperiorraquo ya fuese por su laquoalteshyridadraquo anaacuteloga a la de lo no humano en general ya fuese tambieacuten porque era lo contrario de la vulnerabishylidad y de los liacutemites de la vida humana Por ello la muerte y los muertos que le pertenecen sin dejar de causar espanto adquirieron un caraacutecter vulnerable De ahiacute que los antepasados fuente directa de la posesioacuten y de los modos de explotacioacuten de la tierra al mismo tiempo que muertos sobrehumanos y venerados pasasen

a ser para sus descendientes en algunas civilizaciones los depositarios de todo poder y los protectores contra todo peligro a condicioacuten no obstante de que los desshycendientes observasen las normas de una vida correcta atribuidas ahora a la voluntad de los antepasados de otro modo eacutestos -representando al igual que los seres

iI sobrehumanos los aspectos de lo no humano- pueden castigar es decir asumir el fallo del hombre imperfecto como hicieran con su eacutexito

El dios uacutenico de las religiones monoteiacutestas que como las politeiacutestas aparece soacutelo en las civilizaciones denoshyminadas laquosuperioresraquo (las maacutes antiguas civilizaciones monoteiacutestas son la hebrea y la del Iraacuten mazdeiacutesta) se ajusta mejor desde el punto de vista morfoloacutegico al segundo de los dos grandes grupos de seres sobrehumashynos que venimos distinguiendo en efecto ~o dios no es la realidad ana incontrolable sino que la trasshyeacuteien e y esta uacuteltima podriacutea inc uso dejar e eXistIr sin comprometer la propia eXistenCia del dios uacutenico su creashydor su trascendencia lo distingue claramente del laquoser sup~emoraquo de muchas religiones (~primitivasraquo Por otra parte a eacutel corresponde como a los seres laquotutelaresraquo -a condicioacuten de que la conducta del hombre haga a eacuteste merecedor de ello-- la tarea de proteger al individuo y al grupo (por ejemplo a la nacioacuten o a la laquohumanidad~ seguacuten el concepto de colectividad imperante en el hortshyzonte cultural del grupo en cuestioacuten)

Existe un elemento comuacuten a todos los seres sobrehushymanos que acabamos de examinar la creencia de que su objeto se halla alimentado por la necesidad humana de controlar (o de hacer controlar) la realidad no hushymana allaacute donde los otros medios de que dispone el hombre o el grupo se revelan insuficientes la creencia en tales seres tiene por objeto asegurar al hombre una ltltinfluenciaraquo sobre aquello que de otro modo se le escapariacutea y colocariacutea al hombre a su merced Pero existe

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~~ iexclJiexcliexcl otra categoriacutea de seres sobrehumanos para los que al

menos en apariencia no es vaacutelida dicha tesis se trata de esos seres que uno reencuentra en las maacutes diversas religiones primitivas y superiores seres considerados co o laquoinactivosraquo en la actualidad por los propios creshyyentes y cuya actividad se halla limita a a un pasdo definitivamente cumplido En consecuenCIa dIchos seres ntildeo administran la realidad susceptible de convertirse en objeto de sus relaciones con el hombre y no ejercen soshybre ella ninguacuten control en favor del creyente Ya A Lang remarcoacute que muchos de los que eacutel llamaba laquoseres sobreshyhumanosraquo permaneciacutean laquoociososraquo han organizado el mundo ordenado las principales instituciones pero en el presente ya no intervienen tanto es asiacute que los pueshyblos a pesar de mencionarlos a menudo no les dirijen ninguna plegaria ni les ofrecen ninguacuten sacrificio Pero existen tambieacuten otros numerosos tipos de seres cuya actividad estaacute limitada al pasado en las rehgIones ae CIertos pueblos agricultores primitivos se concede una gran importancia a estos personajes que junto con A E ]ensen designariacuteamos convencionalmente bajo el nombre d~palabra perteneciente a un pueblo de Nueva Guinea) Se trata de seres SQbrehut1anos~qu~~_ suelen ser los antepasad~- ~ lo cux~sJt1stit~cltl-ntildeesnanfiln a o espueacutes han sido matgos a menudo despeOaacutezacrosOe--strcuer~deJas-pattesclemeniexclUacutef naC1do las plantas a imenticias cultivadas Perten~~riacutea de los s-eres sobreshyhumanos inactivos los antepasados laquototeacutemicosraquo (los cuashyles dentro de ciertas sociedades laquototeacutemicasraquo estaacuten en la base de las particulares relaciones existentes entre un subgrupo social -clan grupos locales sexos etc- y una especie animal vegetal u otra) fundadores de la tribu del clan o del linaje Cuanto acabamos de decir es ig~almente vaacutelido para una serie de seres no siempre faacuteciles de distinguir los cuales en la literatura cientiacutefica

A--~ suelen denominarse laquoprimer hombreraquo laquoheacuteroe culturalraquo laquotricksterraquo etc asiacute como para una pluralidad de pershySOnajeS de apariencia ora humana ora animal pero que de hecho nunca son completamente humanos ni compleshytamente animales y que se reencuentran en la mitologiacutea de los maacutes diversos pueblos

Se trata precisamente de seres laquomiacuteticosraquo es decir seres no humanos y sobrehumanos cuya actividad relatan los mitos que se refieren a un pasado definido de diversos modos por relacioacuten al presente las civilizaciones primishytivas suelen contentarse con expresiones tales como laquohace mucho tiemporaquo o suelen referirse a acontecimientos ue marcan el liacutemite maacutes aacute el cua se ier e a memoria (ltltantes de a llegada de los blancosraquo) en las civilizacioshynes poseedoras de escritura se intenta encuadrar croshynoloacutegicamente los hechos y se habla de decenas de mileshynios (China Egipto Mesopotamia) de milenios (hebreos) o de siglos (Grecia Roma)

No es desde luego la distancia cronoloacutegica la que define el caraacutecter del tiempo miacutetico -la reflexioacuten croshynoloacutegica es secundaria y estaacute condicionada por cierto grashydo de conciencia histoacuterica- es precisamente el hecho de que se trata de un tiempo diferente del que se estaacute viviendo un tiempo en el que acaeciacutean cosas que ya no suceden debidas a personajes muy distintos de los que obran en la eacutepoca presente u obraron en un pasado cershycano cuyo recuerdo persiste

Los mitos

No por casualidad nuestra exposicioacuten ha pasado de los seres sobrehumanos a los tiempos miacuteticos o sencillamente a los mitos En efecto la razoacuten de ser de la creencia en seres sobrehumanos actualmente inactivos o inexistentes y que no han obrado maacutes que en la eacutepoca del mito es

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

iexcl 55

i

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 11: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

) iexcltiJ v if~ r CY

o(JJ l (1)] 0 o

dad aporta de hecho sin que la voluntad del hombre pueda intervenir de otro modo que no sea justamente el de establecer unas relaciones con el ser supremo y el de atribuirle unas exigencias a las cuales debe luego ateshynerse o al contrario por queacute dicho pueblo reparte tal dominio entre un determinado nuacutemero de agentes soshybrehumanos laquoespiacuteritusraquo cada uno de los cuales cumple un papel limitado ya sea en el tiempo en el espacio o en el orden de circunstancias en que pueda intervenir La razoacuten de ser de las divinidades de las religiones polishyteiacutestas no parece fundamentalmente distinta de la expreshysada tan soacutelo que el politeiacutesmo surge casi exclusivamente en las civilizaciones aenominaaas laquosuperIoresraquo (en tanto

ue en as raquo no se presenta mas que exce ciona mente y aJo e as prImeras) o quiere decir que es el reflejo de condiciones humanas harto distintas que pueden caracterizarse sucintamente

I asiacute una teacutecnica y una organizacioacuten econoacutemica maacutes desshy arrolladas confieren a la sociedad una mayor seguridad i alejaacutendola de la maacutes elemental lucha por la pura y simple

supervivencia y permitieacutendole una maacutes libre utilizacioacuten de las energiacuteas por otra parte la mayor complejidad del marco social (debido sobre todo a una maacutes avanzaaa

especializacioacuten por oficios) provoca la diferenciacioacuten de los intereses seguacuten los gruDOsY estratos ae la SQciediacuted iexclmientras Que la necesidad de la convivencia cooperacioacuten Ie interdependencia entre estos diversos irupos y estratos no soacutelo hace necesaria una organizacioacuten maacutes compleja (Estado) sino que romueve tambieacuten una compenetrashycioacuten de los intereses ~ de las ideas To o esto ayu a comprender los caracteres morfoloacutegicos de las divinidashydes pertenecientes a las religiones politeiacutestas dichas dishyvinidades representan tambieacuten al igual que los seres sobrehumanos mencionados a propoacutesito de las religiones laquoprimitivasraquo los aspectos incontrolables peroacute vitales de la realidad con la que se enfrenta el grupo humano eacuteste

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gracias a las relaciones establecidas con sus divinidades halla asiacute el medio de sustraerse al ciego arbitrio de lo no humano Tales divinidades constituyen (a diferencia del ser supremo) una pluralidad diferenciada que responde a la pluralidad de intereses existentes en el seno de una misma sociedad pero (a diferencia de los laquoespiacuteritusraquo) son representaciones complejas nacidas de la compenetrashycioacuten de los intereses y estaacuten coordinadas en un panteoacuten igual que las muacuteltiples necesidades y experiencias de una sociedad compleja se insertan no obstante en una unishydad cultural superior tI ~~~

Junto a la vasta categoriacutea de seres~~inos que representan los aspectos incontrolables de la realidad al tiempo que permiten entrar en relacioacuten con ella y hasta cierto punto controlarla existe otra --cuya mayor o meshynor antiguumledad respecto a la ya citada es de difiacutecil detershyminacioacuten- que comprende los seres sobrehumanos sushytancialmente privados de un sustrato real se trata de aquellos seres sobrehunIacuteanos cuya princip~nd6n rontildeshysIacuteSteenproteer-aT1iOintildeDreaTlntildel-iOiiTIaaoruIetracasa el poder e eacuteste es ecij1J$tamen~ntra los ordfs~ ih~trolables=L no obstante vitales-delarealidad Casi podriacuteamos decir que una antigua humanidad en la fase de creacioacuten religiosa se ha hallado ante dos posishybilidades recrear lo no humano bajo formas personales para establecer con ello relaciones regidas por normas humanas o bien crearse protectores sobrehumanos sobre los cuales delegar el cuidado de afrontar lo incontrolable Los espiacuteritus tutelares de la casa de la familia del indishyviduo y eventualmente de un individuo concreto (como el chamaacuten) los antepasados etc pertenecen a esta seshygunda categoacuteria Impulsado por la necesidad el hombre llega en este campo a laquofabricarraquo conscientemente seres que le protejan y le asistan para estos seres construidos por la mano del hombre pero investidos de poderes

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sobrehumanos puede auacuten utilizarse el teacutermino laquofetichesraquo del que tanto se ha abusado

Las dos grandes categoriacuteas de seres sobrehumanos que hemos distinguido no son sin embargo radicalmente dis tintas y no constituyen una alternativa para la fabricashycioacuten del fetiche el hombre utiliza unos materiales que considera como particularmente laquopotentesraquo (dotados de laquomanaraquo) los espiacuteritus tutelares tampoco son inventados arbitrariamente el hombre no posee uacutenicamente la exshyperiencia del mundo exterior sino que tambieacuten posee la de las fuerzas que obran en eacutel y se manifiestan en sus actos las cuales no siempre estaacuten dirigidas por su con ciencia no olvidemos que los heacuteroes homeacutericos atribuiacutean todaviacutea sus alternativas de coraje o de temor sus ideas y sus decisiones a divinidades inspiradoras El culto a los ante asados es la pruebleyidente de q1eeneLorjgell e la creacioacuten e os seres sobrehlllllapoS tutelares se

iexclnatamblen una-~e~~i~ de la realidacTEntilde-Iasmiddot soshyciedades agrfCOiacuteasmiddotpriniIiIvas erlneacutelIviduuuml-y el grupo heredan la tierra cultivada por los antepasados la tierra como tal no pertenece al hombre han sido los antepashysados de eacuteste quienes la han sometido a las necesidades humanas los uacutetiles agriacutecolas han sido tambieacuten inventashydos por ellos Por otro lado desde los tiempos prehis toacutericos la muerte representaba para la humanidad una realidad ambivalente era para el hombre no menos ateshyrradora que para el animal pero al primero se le apashyreciacutea ademaacutes como algo laquosuperiorraquo ya fuese por su laquoalteshyridadraquo anaacuteloga a la de lo no humano en general ya fuese tambieacuten porque era lo contrario de la vulnerabishylidad y de los liacutemites de la vida humana Por ello la muerte y los muertos que le pertenecen sin dejar de causar espanto adquirieron un caraacutecter vulnerable De ahiacute que los antepasados fuente directa de la posesioacuten y de los modos de explotacioacuten de la tierra al mismo tiempo que muertos sobrehumanos y venerados pasasen

a ser para sus descendientes en algunas civilizaciones los depositarios de todo poder y los protectores contra todo peligro a condicioacuten no obstante de que los desshycendientes observasen las normas de una vida correcta atribuidas ahora a la voluntad de los antepasados de otro modo eacutestos -representando al igual que los seres

iI sobrehumanos los aspectos de lo no humano- pueden castigar es decir asumir el fallo del hombre imperfecto como hicieran con su eacutexito

El dios uacutenico de las religiones monoteiacutestas que como las politeiacutestas aparece soacutelo en las civilizaciones denoshyminadas laquosuperioresraquo (las maacutes antiguas civilizaciones monoteiacutestas son la hebrea y la del Iraacuten mazdeiacutesta) se ajusta mejor desde el punto de vista morfoloacutegico al segundo de los dos grandes grupos de seres sobrehumashynos que venimos distinguiendo en efecto ~o dios no es la realidad ana incontrolable sino que la trasshyeacuteien e y esta uacuteltima podriacutea inc uso dejar e eXistIr sin comprometer la propia eXistenCia del dios uacutenico su creashydor su trascendencia lo distingue claramente del laquoser sup~emoraquo de muchas religiones (~primitivasraquo Por otra parte a eacutel corresponde como a los seres laquotutelaresraquo -a condicioacuten de que la conducta del hombre haga a eacuteste merecedor de ello-- la tarea de proteger al individuo y al grupo (por ejemplo a la nacioacuten o a la laquohumanidad~ seguacuten el concepto de colectividad imperante en el hortshyzonte cultural del grupo en cuestioacuten)

Existe un elemento comuacuten a todos los seres sobrehushymanos que acabamos de examinar la creencia de que su objeto se halla alimentado por la necesidad humana de controlar (o de hacer controlar) la realidad no hushymana allaacute donde los otros medios de que dispone el hombre o el grupo se revelan insuficientes la creencia en tales seres tiene por objeto asegurar al hombre una ltltinfluenciaraquo sobre aquello que de otro modo se le escapariacutea y colocariacutea al hombre a su merced Pero existe

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~~ iexclJiexcliexcl otra categoriacutea de seres sobrehumanos para los que al

menos en apariencia no es vaacutelida dicha tesis se trata de esos seres que uno reencuentra en las maacutes diversas religiones primitivas y superiores seres considerados co o laquoinactivosraquo en la actualidad por los propios creshyyentes y cuya actividad se halla limita a a un pasdo definitivamente cumplido En consecuenCIa dIchos seres ntildeo administran la realidad susceptible de convertirse en objeto de sus relaciones con el hombre y no ejercen soshybre ella ninguacuten control en favor del creyente Ya A Lang remarcoacute que muchos de los que eacutel llamaba laquoseres sobreshyhumanosraquo permaneciacutean laquoociososraquo han organizado el mundo ordenado las principales instituciones pero en el presente ya no intervienen tanto es asiacute que los pueshyblos a pesar de mencionarlos a menudo no les dirijen ninguna plegaria ni les ofrecen ninguacuten sacrificio Pero existen tambieacuten otros numerosos tipos de seres cuya actividad estaacute limitada al pasado en las rehgIones ae CIertos pueblos agricultores primitivos se concede una gran importancia a estos personajes que junto con A E ]ensen designariacuteamos convencionalmente bajo el nombre d~palabra perteneciente a un pueblo de Nueva Guinea) Se trata de seres SQbrehut1anos~qu~~_ suelen ser los antepasad~- ~ lo cux~sJt1stit~cltl-ntildeesnanfiln a o espueacutes han sido matgos a menudo despeOaacutezacrosOe--strcuer~deJas-pattesclemeniexclUacutef naC1do las plantas a imenticias cultivadas Perten~~riacutea de los s-eres sobreshyhumanos inactivos los antepasados laquototeacutemicosraquo (los cuashyles dentro de ciertas sociedades laquototeacutemicasraquo estaacuten en la base de las particulares relaciones existentes entre un subgrupo social -clan grupos locales sexos etc- y una especie animal vegetal u otra) fundadores de la tribu del clan o del linaje Cuanto acabamos de decir es ig~almente vaacutelido para una serie de seres no siempre faacuteciles de distinguir los cuales en la literatura cientiacutefica

A--~ suelen denominarse laquoprimer hombreraquo laquoheacuteroe culturalraquo laquotricksterraquo etc asiacute como para una pluralidad de pershySOnajeS de apariencia ora humana ora animal pero que de hecho nunca son completamente humanos ni compleshytamente animales y que se reencuentran en la mitologiacutea de los maacutes diversos pueblos

Se trata precisamente de seres laquomiacuteticosraquo es decir seres no humanos y sobrehumanos cuya actividad relatan los mitos que se refieren a un pasado definido de diversos modos por relacioacuten al presente las civilizaciones primishytivas suelen contentarse con expresiones tales como laquohace mucho tiemporaquo o suelen referirse a acontecimientos ue marcan el liacutemite maacutes aacute el cua se ier e a memoria (ltltantes de a llegada de los blancosraquo) en las civilizacioshynes poseedoras de escritura se intenta encuadrar croshynoloacutegicamente los hechos y se habla de decenas de mileshynios (China Egipto Mesopotamia) de milenios (hebreos) o de siglos (Grecia Roma)

No es desde luego la distancia cronoloacutegica la que define el caraacutecter del tiempo miacutetico -la reflexioacuten croshynoloacutegica es secundaria y estaacute condicionada por cierto grashydo de conciencia histoacuterica- es precisamente el hecho de que se trata de un tiempo diferente del que se estaacute viviendo un tiempo en el que acaeciacutean cosas que ya no suceden debidas a personajes muy distintos de los que obran en la eacutepoca presente u obraron en un pasado cershycano cuyo recuerdo persiste

Los mitos

No por casualidad nuestra exposicioacuten ha pasado de los seres sobrehumanos a los tiempos miacuteticos o sencillamente a los mitos En efecto la razoacuten de ser de la creencia en seres sobrehumanos actualmente inactivos o inexistentes y que no han obrado maacutes que en la eacutepoca del mito es

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 12: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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sobrehumanos puede auacuten utilizarse el teacutermino laquofetichesraquo del que tanto se ha abusado

Las dos grandes categoriacuteas de seres sobrehumanos que hemos distinguido no son sin embargo radicalmente dis tintas y no constituyen una alternativa para la fabricashycioacuten del fetiche el hombre utiliza unos materiales que considera como particularmente laquopotentesraquo (dotados de laquomanaraquo) los espiacuteritus tutelares tampoco son inventados arbitrariamente el hombre no posee uacutenicamente la exshyperiencia del mundo exterior sino que tambieacuten posee la de las fuerzas que obran en eacutel y se manifiestan en sus actos las cuales no siempre estaacuten dirigidas por su con ciencia no olvidemos que los heacuteroes homeacutericos atribuiacutean todaviacutea sus alternativas de coraje o de temor sus ideas y sus decisiones a divinidades inspiradoras El culto a los ante asados es la pruebleyidente de q1eeneLorjgell e la creacioacuten e os seres sobrehlllllapoS tutelares se

iexclnatamblen una-~e~~i~ de la realidacTEntilde-Iasmiddot soshyciedades agrfCOiacuteasmiddotpriniIiIvas erlneacutelIviduuuml-y el grupo heredan la tierra cultivada por los antepasados la tierra como tal no pertenece al hombre han sido los antepashysados de eacuteste quienes la han sometido a las necesidades humanas los uacutetiles agriacutecolas han sido tambieacuten inventashydos por ellos Por otro lado desde los tiempos prehis toacutericos la muerte representaba para la humanidad una realidad ambivalente era para el hombre no menos ateshyrradora que para el animal pero al primero se le apashyreciacutea ademaacutes como algo laquosuperiorraquo ya fuese por su laquoalteshyridadraquo anaacuteloga a la de lo no humano en general ya fuese tambieacuten porque era lo contrario de la vulnerabishylidad y de los liacutemites de la vida humana Por ello la muerte y los muertos que le pertenecen sin dejar de causar espanto adquirieron un caraacutecter vulnerable De ahiacute que los antepasados fuente directa de la posesioacuten y de los modos de explotacioacuten de la tierra al mismo tiempo que muertos sobrehumanos y venerados pasasen

a ser para sus descendientes en algunas civilizaciones los depositarios de todo poder y los protectores contra todo peligro a condicioacuten no obstante de que los desshycendientes observasen las normas de una vida correcta atribuidas ahora a la voluntad de los antepasados de otro modo eacutestos -representando al igual que los seres

iI sobrehumanos los aspectos de lo no humano- pueden castigar es decir asumir el fallo del hombre imperfecto como hicieran con su eacutexito

El dios uacutenico de las religiones monoteiacutestas que como las politeiacutestas aparece soacutelo en las civilizaciones denoshyminadas laquosuperioresraquo (las maacutes antiguas civilizaciones monoteiacutestas son la hebrea y la del Iraacuten mazdeiacutesta) se ajusta mejor desde el punto de vista morfoloacutegico al segundo de los dos grandes grupos de seres sobrehumashynos que venimos distinguiendo en efecto ~o dios no es la realidad ana incontrolable sino que la trasshyeacuteien e y esta uacuteltima podriacutea inc uso dejar e eXistIr sin comprometer la propia eXistenCia del dios uacutenico su creashydor su trascendencia lo distingue claramente del laquoser sup~emoraquo de muchas religiones (~primitivasraquo Por otra parte a eacutel corresponde como a los seres laquotutelaresraquo -a condicioacuten de que la conducta del hombre haga a eacuteste merecedor de ello-- la tarea de proteger al individuo y al grupo (por ejemplo a la nacioacuten o a la laquohumanidad~ seguacuten el concepto de colectividad imperante en el hortshyzonte cultural del grupo en cuestioacuten)

Existe un elemento comuacuten a todos los seres sobrehushymanos que acabamos de examinar la creencia de que su objeto se halla alimentado por la necesidad humana de controlar (o de hacer controlar) la realidad no hushymana allaacute donde los otros medios de que dispone el hombre o el grupo se revelan insuficientes la creencia en tales seres tiene por objeto asegurar al hombre una ltltinfluenciaraquo sobre aquello que de otro modo se le escapariacutea y colocariacutea al hombre a su merced Pero existe

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~~ iexclJiexcliexcl otra categoriacutea de seres sobrehumanos para los que al

menos en apariencia no es vaacutelida dicha tesis se trata de esos seres que uno reencuentra en las maacutes diversas religiones primitivas y superiores seres considerados co o laquoinactivosraquo en la actualidad por los propios creshyyentes y cuya actividad se halla limita a a un pasdo definitivamente cumplido En consecuenCIa dIchos seres ntildeo administran la realidad susceptible de convertirse en objeto de sus relaciones con el hombre y no ejercen soshybre ella ninguacuten control en favor del creyente Ya A Lang remarcoacute que muchos de los que eacutel llamaba laquoseres sobreshyhumanosraquo permaneciacutean laquoociososraquo han organizado el mundo ordenado las principales instituciones pero en el presente ya no intervienen tanto es asiacute que los pueshyblos a pesar de mencionarlos a menudo no les dirijen ninguna plegaria ni les ofrecen ninguacuten sacrificio Pero existen tambieacuten otros numerosos tipos de seres cuya actividad estaacute limitada al pasado en las rehgIones ae CIertos pueblos agricultores primitivos se concede una gran importancia a estos personajes que junto con A E ]ensen designariacuteamos convencionalmente bajo el nombre d~palabra perteneciente a un pueblo de Nueva Guinea) Se trata de seres SQbrehut1anos~qu~~_ suelen ser los antepasad~- ~ lo cux~sJt1stit~cltl-ntildeesnanfiln a o espueacutes han sido matgos a menudo despeOaacutezacrosOe--strcuer~deJas-pattesclemeniexclUacutef naC1do las plantas a imenticias cultivadas Perten~~riacutea de los s-eres sobreshyhumanos inactivos los antepasados laquototeacutemicosraquo (los cuashyles dentro de ciertas sociedades laquototeacutemicasraquo estaacuten en la base de las particulares relaciones existentes entre un subgrupo social -clan grupos locales sexos etc- y una especie animal vegetal u otra) fundadores de la tribu del clan o del linaje Cuanto acabamos de decir es ig~almente vaacutelido para una serie de seres no siempre faacuteciles de distinguir los cuales en la literatura cientiacutefica

A--~ suelen denominarse laquoprimer hombreraquo laquoheacuteroe culturalraquo laquotricksterraquo etc asiacute como para una pluralidad de pershySOnajeS de apariencia ora humana ora animal pero que de hecho nunca son completamente humanos ni compleshytamente animales y que se reencuentran en la mitologiacutea de los maacutes diversos pueblos

Se trata precisamente de seres laquomiacuteticosraquo es decir seres no humanos y sobrehumanos cuya actividad relatan los mitos que se refieren a un pasado definido de diversos modos por relacioacuten al presente las civilizaciones primishytivas suelen contentarse con expresiones tales como laquohace mucho tiemporaquo o suelen referirse a acontecimientos ue marcan el liacutemite maacutes aacute el cua se ier e a memoria (ltltantes de a llegada de los blancosraquo) en las civilizacioshynes poseedoras de escritura se intenta encuadrar croshynoloacutegicamente los hechos y se habla de decenas de mileshynios (China Egipto Mesopotamia) de milenios (hebreos) o de siglos (Grecia Roma)

No es desde luego la distancia cronoloacutegica la que define el caraacutecter del tiempo miacutetico -la reflexioacuten croshynoloacutegica es secundaria y estaacute condicionada por cierto grashydo de conciencia histoacuterica- es precisamente el hecho de que se trata de un tiempo diferente del que se estaacute viviendo un tiempo en el que acaeciacutean cosas que ya no suceden debidas a personajes muy distintos de los que obran en la eacutepoca presente u obraron en un pasado cershycano cuyo recuerdo persiste

Los mitos

No por casualidad nuestra exposicioacuten ha pasado de los seres sobrehumanos a los tiempos miacuteticos o sencillamente a los mitos En efecto la razoacuten de ser de la creencia en seres sobrehumanos actualmente inactivos o inexistentes y que no han obrado maacutes que en la eacutepoca del mito es

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

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e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 13: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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~~ iexclJiexcliexcl otra categoriacutea de seres sobrehumanos para los que al

menos en apariencia no es vaacutelida dicha tesis se trata de esos seres que uno reencuentra en las maacutes diversas religiones primitivas y superiores seres considerados co o laquoinactivosraquo en la actualidad por los propios creshyyentes y cuya actividad se halla limita a a un pasdo definitivamente cumplido En consecuenCIa dIchos seres ntildeo administran la realidad susceptible de convertirse en objeto de sus relaciones con el hombre y no ejercen soshybre ella ninguacuten control en favor del creyente Ya A Lang remarcoacute que muchos de los que eacutel llamaba laquoseres sobreshyhumanosraquo permaneciacutean laquoociososraquo han organizado el mundo ordenado las principales instituciones pero en el presente ya no intervienen tanto es asiacute que los pueshyblos a pesar de mencionarlos a menudo no les dirijen ninguna plegaria ni les ofrecen ninguacuten sacrificio Pero existen tambieacuten otros numerosos tipos de seres cuya actividad estaacute limitada al pasado en las rehgIones ae CIertos pueblos agricultores primitivos se concede una gran importancia a estos personajes que junto con A E ]ensen designariacuteamos convencionalmente bajo el nombre d~palabra perteneciente a un pueblo de Nueva Guinea) Se trata de seres SQbrehut1anos~qu~~_ suelen ser los antepasad~- ~ lo cux~sJt1stit~cltl-ntildeesnanfiln a o espueacutes han sido matgos a menudo despeOaacutezacrosOe--strcuer~deJas-pattesclemeniexclUacutef naC1do las plantas a imenticias cultivadas Perten~~riacutea de los s-eres sobreshyhumanos inactivos los antepasados laquototeacutemicosraquo (los cuashyles dentro de ciertas sociedades laquototeacutemicasraquo estaacuten en la base de las particulares relaciones existentes entre un subgrupo social -clan grupos locales sexos etc- y una especie animal vegetal u otra) fundadores de la tribu del clan o del linaje Cuanto acabamos de decir es ig~almente vaacutelido para una serie de seres no siempre faacuteciles de distinguir los cuales en la literatura cientiacutefica

A--~ suelen denominarse laquoprimer hombreraquo laquoheacuteroe culturalraquo laquotricksterraquo etc asiacute como para una pluralidad de pershySOnajeS de apariencia ora humana ora animal pero que de hecho nunca son completamente humanos ni compleshytamente animales y que se reencuentran en la mitologiacutea de los maacutes diversos pueblos

Se trata precisamente de seres laquomiacuteticosraquo es decir seres no humanos y sobrehumanos cuya actividad relatan los mitos que se refieren a un pasado definido de diversos modos por relacioacuten al presente las civilizaciones primishytivas suelen contentarse con expresiones tales como laquohace mucho tiemporaquo o suelen referirse a acontecimientos ue marcan el liacutemite maacutes aacute el cua se ier e a memoria (ltltantes de a llegada de los blancosraquo) en las civilizacioshynes poseedoras de escritura se intenta encuadrar croshynoloacutegicamente los hechos y se habla de decenas de mileshynios (China Egipto Mesopotamia) de milenios (hebreos) o de siglos (Grecia Roma)

No es desde luego la distancia cronoloacutegica la que define el caraacutecter del tiempo miacutetico -la reflexioacuten croshynoloacutegica es secundaria y estaacute condicionada por cierto grashydo de conciencia histoacuterica- es precisamente el hecho de que se trata de un tiempo diferente del que se estaacute viviendo un tiempo en el que acaeciacutean cosas que ya no suceden debidas a personajes muy distintos de los que obran en la eacutepoca presente u obraron en un pasado cershycano cuyo recuerdo persiste

Los mitos

No por casualidad nuestra exposicioacuten ha pasado de los seres sobrehumanos a los tiempos miacuteticos o sencillamente a los mitos En efecto la razoacuten de ser de la creencia en seres sobrehumanos actualmente inactivos o inexistentes y que no han obrado maacutes que en la eacutepoca del mito es

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

iexcl 55

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 14: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

~cUacute_~~tgt la misma razoacuten de ser de los mitos que no podriacutean existir sin personajes Por 10 demaacutes las creencias relishygiosas no se limitan a la creencia en los seres sobrehushymanos e21a ma~r parte de las religionesala creencia en laquohistorias sagraacutedasraquo posee una considerable impo~ Ciacutea cons1sten en relatos que en su otigen fueron transshymitidos oralmenty en ciertas civilizciones sueeriores 1uacuteeacuteron cansiacute nados en los libros santos o inel _ os en contextos laquopro anosraquo se consi eran como verdashy

deros no porque hayan siC10 constatados o por 10 meacutenos sean probables sino --de momento no podemos dar otras razones- por motivos religiosos La denominacioacuten convencional de laquomitosraquo dada a dichos relatos proviene del teacutermino griego mythos que en su origen no signishyficaba maacutes que relato pero que despueacutes en el lenguaje de los filoacutesofos tomoacute un sentido maacutes restringido laquorelato fantaacutestico inventado falsoraquo (por oposici6n al logos disshycurso razonado) y vino a designar precisamente los relashytos de origen religioso en los cuales los pensadores habiacutean dejado de creer et iquestPor queacute se cree en los mitos en las civilizaciones

ntitfdonde eacutestos existen Los pensadores griegos se haciacuteanaJ ya esta pregunta y para hallar una justificacioacuten a creenshy

cias tan das en su mundo euumllturaI sosteniacutean ue urdos des e e

escondiacutean verdades cuentos fantaacutestIcos un nu o his oacuterico r deformado or la imaginacioacuten poshypular (evemerismoLLos modernos investiga ores esde el siglo pasado se han planteado la misma cuestioacuten y si para algunos el mito era una trasposicioacuten libre e ima ginativa de las experiencias humanas para otros como Tylor representaba una rudimentaria tentativa de explishycacioacuten de los fenoacutemenos naturales interpretaciones amo bas que descuidan el caraacutecter especiacuteficamente religioso del mito Y sin embargo ese caraacutecter salta a la vista

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incluso en los hechos externos observa~enes han estudiado o estudian de cerca -a la manera de B Malinowski- losmiddot pueblos laquoprimitivosraquo en los que los mitos auacuten estaacuten laquovivosraquo En efecto los mit()~n relatados en cu~lqu~~~olentoL sino en ocasiones bien aeterminadas (entre las cuales estaacuten ciertas fiestas relishygiosas)J lLa cualquier persona ni por cualquiera (SillO -qUe~-por ej~plo~ ena~dades guienes los relashytaacuten son los mythtelfers que a veces degmpentildea-iexclIacutenshybieacuten sectras fu~iones r~osect n~deriacutea lo mismo sitiiTes relatos fuesen uacutenicamente expresiones de la libre fantasiacutea o tentativas de explicacioacuten precientiacutefica

Se habla a menudo en los modernos trabajos sobre los mitos de laquomitos de los oriacutegenesraquo como si se tratase de una categoriacutea particular Si bien es cierto que no todos los mitos narran directamente los oriacutegenes de una cosa --el mundo la humanidad la muerte fenoacutemenos particulares o instituciones tradicionales- tambieacuten 10 es que todos describen a traveacutes de los hechos que relashytan los caracteres de seres miacuteticos a los cuales otros relatos atribuyen una funcioacuten creadora (cada mito conmiddot creto debe ser considerado en el marco de la laquomitologiacutearaquo completa de la que forma parte) de modo que indirecshytamente tambieacuten narran los laquooriacutegenesraquo Nos limitareshymos aquiacute por razones de brevedad a examinar los laquomimiddot tos de los oriacutegenesraquo tomando este teacutermino en su sentido estricto Por distintos que sean de una religioacuten a otra en caraacutecter contenido extensioacuten etc todos poseen ua esquema fundamental comuacuten En efecto Jrosholaquoil

a) Ilustran o resuponen una situacioacuten inicial -la 6 ~l tiempo miacutetico IsUnta como emos visto a la de los tiempos actuares o a las situaciones cuya memoria se conserva- dentro de la cual el hecho cuyos oriacutegenes desean narrarse no existiacutea o era diferente de lo que es

en la actualidad r b) Se refieren a un acontecimiento que se ha desshy

iexcl 55

i

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 15: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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arrollado en condiciones distintas cuyos heacuteroes son pershysonajes miacuteticos es decir diferentes de los seres que viven actualmente

c) y el acontecimiento conduce a la formacioacuten (o transformacioacuten) de aquello cuyo origen se narra tras lo cual se instauran las condiciones nuevasreales que pershysisten todaviacutea para los pueblos narradores del mito

Numerosas disciplinas cientiacuteficas investigan los oriacutegeshynes de fenoacutemenos dados se esfuerzan por explicarlos~ mito en cambio no explica nada se limita a narrar La CIacuteencia intentaSaCar a la luz el encaOenamlento razonashyble de los hechos que hayan podido conducir a la exisshytencia de un fenoacutemeno en apariencia extrantildeo y prodishygioso El mito por el contrario relata los oriacutegenes prodigiosos de cosas que podriacutean parecer comunes y norshymales iquestSe hallan alejados entre siacute el cielo y la tierra Pues bien el mito narraraacute que al principio estaban UnIshy

dos pero que laquouna vezraquo acaecioacute un accidente (d~ es~s que no se producen jamaacutes en el mundo de la experIenCia comuacuten) que entrantildeoacute su radical y definitiva separacioacuten Todo el mundo ve que sobre la tierraacute existen montantildeas a pesar de ello el mito evoca un tiempo dura~te el c~al la superficie terrestre era lisa y refiere un aCCidente smshyguIar que provocoacute el nacimiento de las montantildeas II~sta donde alcanza la memoria de los hombres estos utIlizan el fuego en cambio el mito narra que laquohace mucho tiemshyporaquo no lo conociacutean o no lo poseiacutean en tanto que o~os seres (ciertos animales por ejemplo) teniacutean su poseslon fue uacutenicamente tras determinados acontecimientos como los hombres se apoderaron de eacutel iquestNo es verdad que ciertos ritos estaacuten reservados a los hombres y estrictashymente prohibidos a las mujeres Pues bien en otro tiemshypo tan soacutelo las mujeres los celebraban hasta que se proshydujo un hecho que invirtioacute la situacioacuten Tales relatos no pretenden ni mucho menos explicar el fenoacutemeno a que hacen referencia

It Jt) wik iquestCuaacutel es entonces la razoacuten de ser deb mitos El

tiempo del mito estaacute definitivamente cerrado (soacutelo iexclilshyunas religiones reveacuten su a costa de la

es aparicioacuten del mundo normal de ahiacute la analogiacutea eXistente entre esos mitos y a ueIlos otros denominados mUos laquoescato oacuteglcosraquo porque dicho tiempo se ha cumshyPlido para siempre es por lo que cuanto entonces acaecioacute -gracias a la intervencioacuten de seres extraordinarios como no existen otros- no podraacute cambiar jamaacutes Y ello conshycierne a la totalidad de las cosas de todas las cosas importantes pues los oriacutegenes de todas ellas merecen ser mencionados en los mitos El mito garantiza ante todo la estabilidad de la realidad existente el ciclo no se desshyplomaraacute los hombres no se veraacuten ya privados del fueshygo etc Seda no obstante erroacutenlto creer que la fllncioacuten del mito consiste soacutelo en tranquilizar pues tambieacuten evoca el origen de cosas angustiosas tristes indignantes el origen de la muerte laquoantesraquo inexistente e instaurada en el mundo tras alguacuten accidente el origen de la vejez las enfermedades la guerra el trabajo etc Los mitos en efecto no son uacutenicamente el laquofundamentoraquo de los asshypectos tranquilizadores de la realidud lo son de eacutesta en su totalidad seu buena o mala de la realidad tal como aparece a los ojos de un grupo humano dado La realishydad es asiacute y el hombre se encuentra desarmado ante ella hasta que no logre encontrarle -o atribuirle- un senshytido una razoacuten de ser Los hechos renles buenos o mashylos se desarrollan en el plano de lo contingente (por lo menos en tanto que el hombre no soacutelo no conoce las leyes naturales -ni tan siquiera nosotros hombres moshydernos las conocemos- sino que incluso ignora si exisshyten) es al reino de la pura contingencia natural -inconshymensurable e inaceptable al pensamiento humano- al que el mito sustrae cuanto es importante para e~ homshybre Todo adquiere un sentido basado en los tiempos originales todo se convierte en necesario y una vez que

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

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e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 16: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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la realidad queda a salvo de la contingencia la sociedad humana logra adaptarse y funda sobre ella el orden hushymano He ahiacute pues la funcioacuten de los mitos -historias laquosagradasraquo- que los distingue de cualquier relato laquoprofanoraquo

El anaacutelisis de ciertos tipos de creencias religiosas --en los seres sobrehumanos y en las historias sagradas- ha dado resultados que seraacute necesario tener en cuenta cuanshydo volvamos sobre la cuestioacuten de si las religiones consshytituyen verdaderamente un terreno de investigacioacuten relashytivamente autoacutenomo es decir inconfundible con el objeto de otras disciplinas cientiacuteficas El papel fundashymental de las creencias religiosas a diferencia de las profanas consiste por tanto en asegurar al grupo hushymano el control de aquello que de otro modo apareceriacutea incontrolable sustrayendo la realidad a la esfera inhumana de la contingencia y confirieacutendole una significacioacuten hushymana El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos mostraraacute que esa funcioacuten no es exclusivamente propia de las laquocreenciasraquo

Los ritos

En la medida en que forman parte del laquocultoraquo a los seres sobrehumanos es decir de las relaciones permashynentes con ellos establecidas y elevadas al rango de insshytituciones los ritos no plantean problemas nuevos puesto que dichos seres sobrehumanos laquoexistengt (es deshycir se cree en su existencia) en virtud de las relaciones

vJl con ellos establecidas de las ~mlIes el culto represen~a la forma estable maacutes completa Dirigir plegarias a un ser sobrehumano signtildeifica ante todo atribuirle una exisshytencia la capacidad de entrar en contacto con el hombre una disposicioacuten a comportarse tal como el hombre deshysea ello tambieacuten explica las plegarias sin respuesta como

por ejemplo el himno u otras formas de pura exaltacioacuten de los seres sobrehumanos (en particular de las divinidashydes) cuyos caracteres estaacuten fijados de acuerdo con las exigencias humanas Ciertos tipos de laquosacrificioraquo aqueshyllos que tIenden a involucrar al ser sobrehumano en el circuito de dones e intercambios o a establecer con eacutel un pacto una comunidad de intereses una solidaridad o mcluso en la forma extrema de la laquocomunioacutenraquo una identificacioacuten se fundamentan sobre la necesidad de unas relaciones En numerosas concepciones religiosas incluso en aquellas que estaacuten bien lejos de ser laquoprimitivas)) son los seres sobrehumanos los que exigen el culto es eacutesta la forma perfecta de proyectar la necesidad que tiene el ~ombre de q~e existan los seres sobrehumanos y de que estos determmen su cond~cta justa Tan soacutelo esporaacutedi camente aparece la Idea ularmente si nificativa de 9~elaquo lOS tiene necesidad de los hombresraquo esto es por ejemplo que los seres sobrehumanos moririacutean laquode hamshy~reraquo sin los sacrificios o sencillamente dejariacutean de exisshytir sm el culto idea que se expresa en ciertas conductas religiosas (ltltplegaria-amenazaraquo derribo de altares aboshylicioacuten de cultos) y hace tomar conciencia del hecho voshyluntariamente ignorado de que los seres sobrehumanos uacutenicamente existen en la medida en que el hombre los hace existir los mantiene ~ cultiva (colitfcultusl

Maacutes problemaacuteticos aparecen a primera vista los ritos que pueden inserirse en ciertos cultos pero que pueden tambieacuten realizarse sin referencia alguna a seres sobreshyhumanos personales Aun precisando que no existe prueshyba alguna de que este geacutenero de ritos sea maacutes antiguo que los rItos culturales (como creyoacute la escuela preanishymista o ~agista que se prolonga hasta J Frazer) hay que a~mIt1r sobre la base de hechos irrefutables que esos rItos eXIsten y que su insercioacuten en los cultos de seres sobrehumanos es con frecuencia claramente secunshydaria El mejor ejemplo de ritos no condicionados RQr

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 17: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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la creencia en seres 10 constituye aquella M~ca egorla de ritos que tras ~e estamosr acostumbrados a denommar laquode transitoraquo Se lee_ a meshy

nudo a propoacutesito de los mismos que laquoacompananraquo o laquosancionamgt los cambios de condicioacuten de los individuos (ritos de nacimiento nupciales de curacioacuten fuacutenebres etshyceacutetera) de la comunidad (ritos de paz de expulsioacuten de una epidemia etc) o de ciertos objetos (consagracloacute~ purificacioacuten de edificios de instrumentos etc) En reahshydad basta con examinar el caso de los objetos inanimados Par~ comprender que el rito no solamente laquoacom antildearaquo lo laquosancionaraquo sino que de ec o laquo roduceraquo el cambio

e con cioacuteniexcl en e ecto para aquellas personas extrantildeas ila religioacuten que celebre por ejemplo el rito de consashygracioacuten de un edificio este uacuteltimo despueacutes de consagrashy

do sigue siendo exactamente igual que antes laquoobjetivashymenteraquo su condicioacuten no ha cambiado mas para los fieles de esa religioacuten por el contrario el edificio anteriormente profano se ha convertido en sagrado tras la celebracioacuten del rito Se llega a la misma conclusioacuten tras una prueba ex opposiacuteto para nosotros un individuo que haya soshybrepasado el estado de la pubertad y haya alcanzado su pleno desarrollo es un adulto para numerosos pueblos todo aquel que no haya experimentado el laquorito de pasoraquo denominado laquoiniciacioacutemgt es cualquiera que sea su edad un nintildeo y no puede participar en la vida de la comunishydad ni fundar una familia etc El recieacuten nacldo que no haya sufrido ciertos ritos (por ejemplo la imposicioacuten del nombre) pasa por no haber nacido si muere no se sepulta junto a los otros sino que se elimina co~o un objeto inuacutetil cualquiera (Puede extraerse un ejemplo anaacutelogo de nuestra moderna sociedad laica aunque un hombre y una mujer vivan juntos traigan hijos al munshydo y los criacuteen no son reconocidos como e~p~sos si no se han sometido al rito religioso o al procedlmlento legal del matrimonio despueacutes del cual no soacutelo seraacuten laquoespososraquo

sino que seguiraacuten sieacutendolo aunque se separen al diacutea siguiente) Es pues el rito el Que pgyoca el cambio de condicioacutenshybull iquestSe trata de una creencia maacutegica iquestEs el rito el que laquoinfunderaquo a los objetos y a los seres nuevas fuerzas o nuevas cualidades aptas para transformarlos Sin ninguna duda tan soacutelo quienes estaacuten fuera de la religioacuten que celeshybra los ritos establecen una clara distincioacuten entre ritos maacutegicos y ritos de paso Nosotros decimos el rito maacuteshygico destinado a provocar la lluvia o bien la muerte o la curacioacuten de alguien tiende a producir cambios laquoreashylesraquo en tanto que el laquorito de pasoraquo no modifica en nada su objeto el cambio que entrantildea es una cuestioacuten de convencioacuten por ello a propoacutesito de la iniciacioacuten JWl Gennep distinguioacute claramente entre laquopubertad fisioloacutegishycaraquo y laquopubertad sociah~ Pero para el sujeto religioso es el rito el que hace adultos a los adolescentes el que introduce en la vida al redeacuten nacido y en la muerte al difunto el no iniciado laquoes incapazraquo incluso en el terreno puramente fisioloacutegico de ejercer las funciones del adulto el recieacuten nacido laquono es personaraquo el muerto permanece todaviacutea entre los vivos vaga entre ellos el homicida no purificado propaga calamidades Soacutelo los ritos pueden modificar estas situaciones de modo tan real como los ritos laquomaacutegicosraquo pueden provocar la lluvia la muerte la curacioacuten

Los ritos laquoautoacutenomosraquo (es decir los que no forman parte necesariamente del cuita a los seres sobrehumanos) -ya sean laquomaacutegicosraquo de laquopasoraquo u otros- revelan clashyramente su funcioacuten consistente en sustraer los aconteshycimientos de importancia vital al terreno de lo que es puramente natural y por tanto contingente e incontroshylable insertaacutendolos en el orden cultural es decir hushymano y regido por las reglas de la comunidad

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Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 18: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

Otros fen6menos religiosos

La identidad de la razoacuten de ser uacuteltima de los ritos de las creencias en los seres sobrehumanos y de los mishytos seraacute sin duda suficiente para indicar por siacute sola la homogeneidad fundamental existente en el terreno de las manifestaciones religiosas El anaacutelisis de otros tipos de fenoacutemenos religiosos confirma igualmente dicha anashylogiacutea Una religioacuten en efecto no consiste uacutenicamente en creencias en seres sobrehumanos en mitos y en praacutecshyticas rituales Los ritos son acciones singulares limitashydas en el tiempo pero es que la actividad duradera toda la conducta constante del individuo y del grupo puede estar tambieacuten sujeta a determinaciones de orden laquorelishygiosoraquo Pensemos por ejemplo en la vasta categoriacutea de fenoacutemenos -por otro lado tan heterogeacuteneos- que se acostumbra designar con el teacutermino polinesio de tabuacute Se utiliza para designar ciertas prohibiciones que pueshyden ser impuestas por una autoridad (jefes laquosagradosraquo sacerdotes individuos particularmente poderosos) o bien pueden ser tradicionales y de origen desconocido temshyporales o permanentes a veces vaacutelidas para todos y otras uacutenicamente para ciertos grupos (determinados por la edad el sexo el clan la casta etc) relativas a pershysonas (por ejemplo el jefe) a objetos (que no deben verse o tocarse o si son alimentos ingerirse) a relacioshynes (por ejemplo el incesto) a lugares e incluso a palashybras (los laquotabuacutees leacutexicosraquo) Se ha querido sostener (R Marrett) que el tabuacute era simplemente el aspecto negativo del laquomanaraquo -todo cuanto estaacute peligrosamente cargado de mana de poder seriacutea pues tabuacute- y en el binomio mana-tabuacute se ha creiacutedo hallar la laquodefinicioacuten miacutenimaraquo de religioacuten Los numerosos casos en que el tabuacute se refiere a una relacioacuten y no a un objeto (una mujer por ejemplo como esposa es tabuacute para sus proshypios parientes varones pero no para otros hombres) reshy

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futan por siacute solos dicha interpretacioacuten que por 10 demaacutes no aclarariacutea ni un aacutepice la cuestioacuten puesto que quedariacutea sin explicar el porqueacute ciertas sociedades atribuyen un exceso de mana a un objeto o a un lugar dados y no a otros El origen y la funcioacuten especiacuteficas de cada tabuacute puede descubrirse a traveacutes de investigaciones concretas histoacuterico-religiosas pero si queremos hablar de tabuacute en general es difiacutecil no ver igualmente en este geacutenero de institucioacuten religiosa una intervencioacuten reguladora del hombre en la realidad no humana Desde el punto de vista puramente natural el hombre podriacutea ingerir nushymerosos alimentos que por el contrario se cuida muy bien de no comer podriacutea tener relaciones sexuales con las mujeres de su familia y no obstante las considera prohibidas podriacutea no establecer ninguna diferencia entre un lugar y otro entre uno y otro diacutea etc pero por el contrario se impone liacutemites precisos y generalmente penosos para imprimir un orden humano en el mundo de la contingencia y estar asiacute seguro de obrar como debe

Las autolimitaciones que el grupo humano se impone con su propia religioacuten pueden ser extremadamente penoshysas y en ciertas civilizaciones el temor a violar los innushymerables tabuacutees puede representar uno de los aspectos

dominan tes dela reig ~6n una del as f~nCio~s_ fu~~a-l

mentales d~ estas JLmltaCl0nes es preclsamente la de crear un~~ prr~Ja--~~~i6ntildehumana-En-la realidada la que el hombre se enfrenta reahdad que eacutel no ha instituido ni organizado todo podriacutea parecer peligroso e incalculable mas una vez que los tabuacutees han sido revelados y se ha establecido una distincioacuten entre lo que es liacutecito y aquello que no 10 es la activishydad humana puede desplegarse dentro de unos liacutemites maacutes estrechos pero maacutes seguros

Esta uacuteltima observacioacuten ilustra un aspecto comuacuten si no a todos siacute al menos a numerosos fenoacutemenos religioshysos aspecto que no ha sido expliacutecitamente subrayado en

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 19: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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1 los paacuterrafos p~~edentes ~-PJotege li~e~__y iexcl f~vorece la actlVldad~rofapordf sobre la cual se basa la f lt ~ii~~TE9niE~~ En sus relaciones (cultur~l~~y-~orshyi mativas) con los seres sobrehumanos en los que se conshy

centra y personifica aquello que en la realidad vital le parece incontrolable el hombre resuelve ciertos probleshymas que de otro modo gravitariacutean sobre cada instante de su existencia dejando tales cuitas a cargo de los seres sobrehumanos (ltlttutelaresraquo) el hombre puede limishytar sus reocu aciones res ecto a 10 incontrolable al culto de estos uacuteltimos consagrando el resto e sus energiacuteas a la actlvUacutelad profana al reencontrar en el mito la justificacioacuten de las cosas tal como son y la garantiacutea de su estabilidad (y a menudo ademaacutes modelos concretos de acc~oacuten mitos laquoprototiacutepicosraquo) puede adaptarse alaacutes condlClOnes del mundo que no han sido fijadas por--ordf traveacutes de sus ritos inserta la realidad en un orden

ue constituiraacute el fundamento de su actividad cotidiana Pero existe cierto tipo e fenoacutemenos religiosos en os que el citado papel de la religioacuten aparece con particular evidencia

Entre las distintas acciones rituales muy heterogeacuteneas que suelen designarse con el equiacutevoco teacutermino de laquosashycrificioraquo existe un tipo claramente distinto que podriacuteashymos definir como laquoEfrenda primicialraquo Se trata de la cesioacuten ritual hecha a los seres sobrehumanos de una parte de cuanto ha de consumirse Este acto ritual se fundamenta sobre la conviccioacuten inconsciente de que todo aquello que en el mundo rodea al hombre es esencialshymente no humano es decir pertenece a seres no humashynos Habiendo de penetrar para satisfacer sus necesidashydes en dicho mundo laquosagradoraquo que no le pertenece y al apoderarse de cosas que forman parte del mismo el hombre experimenta el sentimiento de estar cometiendo un sacrilegio (fenoacutemeno particularmente evidente en las civilizaciones de cazadores) el sacrilegio se haraacute irremeshy

diable desde el instante en que el hombre consuma el primer bocado de su botiacuten (o incluso de aquello que ha producido puesto que considera que no le pertenece totalmente) para escapar a tal riesgo deja de ser eacutel quien empieza la consumicioacuten y ofrece (restituye) el primer bocado o la laquo rimiciaraquo al verdadero ropletano no hushymano para de este modo poder continuar eacute con el laquoesto~ La ofrenda primicial tiene como fm borrar el caraacutecter laquosagradoraquo de cuanto es necesario para el uso humano (profano) De la observacioacuten de otras institushyciones religiosas se deduce que igualmente el acto relishygio~ tambieacuten tiene por objeto proteger la indispensable aCClOn laquoprofanaraquo La concentracioacuten de 10 laquosagradoraquo soshybre determinadas laquoporcionesraquo de realidad (sin 10 cual 10 sagrado se difundiriacutea por todas partes) es uno de lo~ aspectos funcionales de la delimitacioacuten de los lugares aSl como de las eacutepocas sagradas La laquofiestaraquo -y con mayor motivo cada fiesta concreta- tiene unas funcioshynes especiacuteficas todas las fiestas por ejemplo represhysen~an tambieacuten una interrupcioacuten del tiempo profano es decIr una toma de contacto con el laquotiempo intemposhyralraquo de los oriacutegenes una reinmersioacuten en el mismo una abolicioacuten del desgaste que provoca la existencia hist6rica una vuelta a empezar desde el punto de partida tal como nos ha mostrado Mircea Eliade La fiesta se destaca clashyramente como laquotiempo sagradoraquo frente al cotidiano grashycias a la suspensioacuten de las actividades habituales (trashybajo) La sustitucioacuten de los alimentos ordinarios por una alimentacioacuten solemne o quizaacute por el ayuno sentildeala ademaacutes el tiempo de fiesta Se reemplazan los vestidos normales por los trajes de fiesta Del mismo modo la fiesta libera el tiempo profano para las actividades praacutecticas que asiacute quedan desvinculadas de un reacutegimen sagrado particularishyzado Anaacuteloga tendencia manifiesta el grupo humano al confiar las funciones sagradas a ciertas personas con 10 que las otras quedan en parte liberadas de ella En las

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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formas maacutes arcaicas de vida social no existe especializashycioacuten (tan soacutelo la que marca el sexo y la edad) de las actividades humanas cada uno hace todo cuanto realishyzan los demaacutes Pero pronto aflora al menos un principio de laquorepresentacioacutenraquo en el sentido de que el cabeza de familia puede obrar en nombre de ella el laquojeferaquo (o el anciano) del clan en representacioacuten del mismo etc En las sociedades maacutes jerarquizadas y maacutes articuladas cada segmento social tendraacute su propio laquorepresentanteraquo frente a los otros y la sociedad entera tendraacute tal vez un jefe que la represente ante las otras sociedades Generalmente al laquorepresentanteraquo se le confiacutea tambieacuten la tarea de cumshyplir las obligaciones laquoreligiosasraquo correspondientes a todo el grupo Cuando dicha persona haya de soportar demashysiadas cargas puede a su vez delegar en otras ciertas funciones especiacuteficas (por ejemplo el mando en tiempo de guerra la vigilancia de las tropas la administracioacuten de justicia o -precisamente- las actividades de caraacutecshyter sagrado) en este procedimiento estaacute una de las raiacuteces de la institucioacuten del laquosacerdocioraquo Distinto se presenta el caso en que el grupo confiacutea los deberes de caraacutecter sagrado no a su representante natural (o al delegado de este uacuteltimo) sino a personas que manifiesten una laquovocashycioacutenraquo particular para tratar con las fuerzas y los seres laquosobrehumanosraquo (hechiceros chamanes etc) Pero el resultado que la comunidad obtiene es siempre el mism-

era a en arte de sus o I aciones re i iosas ueda li re para dedicarse a sus activid rofanas al tiem o

mantenimiento de sus relaciones con lo

Todo cuanto hasta ahora hemos visto parece convershyger hacia una delimitacioacuten coherente de nuestro actual concepto de laquoreligioacutenraquo No nos seraacute difiacutecil deducir de las observaciones que hemos recho una laquodefinicioacutenraquo de

e

dicho concepto siguiendo las buenas reglas aristoteacutelicas Pero las definiciones en historia corren siempre el pelishygro de anquilosar las ideas y es mejor que eacutestas conshyserven su elasticidad y su plasticidad para que puedan ajustarse a los innumerables matices de la realidad conshycreta Hemos determinado el aacutembito del fenoacutemeno laquorelishygioacuteDgt~ hemos incluido en el mismo -no a partir de una Idea preconcebida sino uacutenicamente atenieacutendonos al uso hoy diacutea corriente del teacutermino- creencias acciones instituciones conductas etc las cuales a p~sar de s~ extrema variedad se nos han aparecido como los proshyductos de un particular tipo de esfuerzo creador realishyzado por las distintas sociedades humanas mediante el cual eacutestas t~end~n a adquirir el control de aquello que en su expenencIa concreta de la realidad parece escapar a los restantes medios humanos de control Manifiestashy~en~e ~rata de un control de caraacutecter simplemente tecmco (que tarde o tem rano se revelariacutea ilusorio) sino so re to o e oner al alcance del hombre lo que es umanamente incontrolable invistieacutendolo de valores ushy

manos daacutendole un sentido que justifique posibilite y sosteng~ los esfuerzos necesarios para seguir existiendo

ConsIderamos maacutes urgente antildeadir algunas aclaraciones a lo que precede que obtener una definicioacuten maacutes precisa iquestPor queacute hemos hablado en todo momento de laquogrupo humanoraquo de laquosociedadraquo y no nos hemos referido mushycho maacutes sencillamente al hombre Porque de este modo hemos partido de bases empiacutericas ya que en la realidad histoacuterica no existe ninguna laquoreligioacutenraquo individual sino uacutenicamente religiones de grupos humanos (tribu Estashydo IglesIa etc) a las cuales pueden adherirse los indio viduos -total parcialmente o de una cierta manerashyo pueden no hacerlo Lo que siacute es individual es la laquorelishyiosidadraquo o sea el articular modo medida de artishy

cipar en la religioacuten que respecto al individuo se ha a preconstituida y es supraindividual Incluso el caso de

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n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 21: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

n i 1

los laquofundadoresraquo religiosos no representa ninguna excepshycioacuten al respecto la fundacioacuten de una reliacutegioacuten nueva parte siempre de la relacioacuten particular de un individuo con la religioacuten preconstituida en su medio de su manera parshyticular de adherirse a ciertos aspectos de dicha religioacuten y de rechazar otros en una palabra de su religiosidad personal que si es adoptada por un grupo humano da nacimiento a nuevas instituciones a nuevos sistemas orgaacutenicos de creencias observancias ritos conductas organizaciones o sea a una nueva religioacuten

En diversas ocasiones hemos hecho referencia a los fenoacutemenos religiosos trataacutendolos como productos del esshyfuerzo creador de los grupos humanos mediante los que eacutestos laquointentariacuteanraquo o laquotenderiacutean a raquo obtener tal o cual resultado el lector ya habraacute comprendido por siacute solo -y nos limitamos a precisarlo para disipar eventuales malentendidos- que no se trataba de esfuerzos laquoconsshycientesraquo Antes al contrario la plena conciencia del orishygen humano de una creencia o de una institucioacuten relishygiosa cualquiera seriacutea suficiente para provocar su autoshymaacutetica desaparicioacuten No es eacuteste el lugar apropiado para estudiar desde el punto de vista psicoloacutegico el mecashynismo inconsciente que confiere una apariencia de objeshytividad a la proyeccioacuten creadora de nuestras necesidades seraacute suficiente recordar que no se trata de un mecanismo especiacuteficamente religioso puesto que tambieacuten determina gran nuacutemero de nuestras creencias profanas de nuestras actitudes opiniones y reglas de vida

En los paacuterrafos precedentes hemos procurado circunsshycribir -ya que no definir- el concepto de laquoreligioacutenraquo mediante ejemplos extraiacutedos de los fenoacutemenos comuacutenshymente denominados laquoreligiososraquo ejemplos cuya razoacuten de ser cuya funcioacuten existencial hemos intentado descubrir Insistamos una vez maacutes en que todo ello lo hemos hecho basaacutendonos en el puro empirismo histoacuterico En efecto siacute ahora vemos maacutes o menos claramente a queacute geacutenero de

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e~igencias e~ponden l~s fenoacutemenos que nuestra expeshyt1en~la ~1stOrlCa nos Incita a denominar laquoreliacutegiososraquo ello O sl~nlflCa n rnodo alguno que sea posible o correcto I~VertIr los termmos de la relacioacuten de dependencia entreshyv~sta afIrmando por ejemplo que ciertas necesidades vitales engendran necesariamente unos fenom eH enosrshyglOsOS Incluso en una civilizacioacuten completamente laica la s~cledad humana se hallaraacute siempre frente a realidashyde~ l~ontrlables y no humanas (es decir privadas de laquosl~~~flcaclOnraquo en siacute) con las cuales deberaacute contar La rehglon probablemente no sea maacutes que una de las resshypuestas poslbles a la condicioacuten humana sin que exista u~ dependencla laquocausalraquo A diferencia de la fiacutesica la hIstOria de la humaidad y de la cultura no conoce riacutegishydas leyes de causahdad sino uacutenicamente elaacutesticas relashy~ones ~e probabilidad entre cierto tipo de situaciones y aerto tipO de reacciones por parte de las sociedades hushymanas

2 iquestEN QUE CONSISTE LA HISTORIA

DE LAS RELIGIONES

JJti1 A traveacutes de los paacuterrafos precedentes hemos intentad~

m~stra que la muy discutida disciplina denominada JJ laquohistOria de la~ religionesraquo tiene un objeto especiacutefico ~aramente distmto al de cualquier otra disciplina hist6shyrlca Hemos visto que si bien en la realidad hist6ri eXiste una luralidad de ter iones estaacute ustificado ded~-ar de estas uacuteltimas un ronce to e reli i n uizd no e a mIsma manera que formulamos el concepto eeraIraquo a partir deacute la puraUdad de los metaJes (en

e e~to este uacuteltimo por ser abstracto posee una caracteshyriacutestIca comuacuten con el de religioacuten la de que nada le coshyrrespnde en la realidad concreta pues nada existe que sea sunplemente metal sin ser tal o cual metal pero si

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t1

Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 22: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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Jl~Jl~9f~ A1WJ - ~Jtlb ~ di ~ (l1IJ~) -~~ oW euro11~

bien el concepto de metal puede ser vaacutelido en todas las eacutepocas y bajo todas las latitudes el de laquoreligiOacutemgt en cambio creacioacuten humana sujeta a condiciacuteonaacutemientos hisshyUacuteSricos ha ex rimentado diversas variacIones y s10 duda seguiraacute experimentaacuten olas ero SI e manera su IClenshytemente a ecua a a nuestros actuales propoacutes1toS n efecto se ha elaborado un conc to coherente de laquorelishygioacutenraquo susce tibIe de en lobar la infinita varie ad los ren menos que acostumbramos a amar laquore iglososraquo

La autonomiacutea de una dIscIplma cIenufIca no depende uacutenicamente de la autonomiacutea de su objeto estudio de un manuscrito medieval pertenece a la paleografiacutea por las formas de la escritura a la linguumliacutestica por las formas gramaticales a la historia poliacutetica por sus refeshyrencias eventuales a determinadas situaciones histoacutericas a la historia de la literatura por sus cualidades poeacutetishycas etc- sino tambieacuten de la autonomiacutea de sus meacutetodos Ahora bienTnc1uso independientemente de la diticultad de definir la laquoreligiOacutenraquo se ha dudado a menudo de que pueda existir una laquohistoria de las religionesraquo y de que eacutesta se halle justificada

Ciertas objeciones tienen verdaderamente un elemental e ingenuo caraacutecter praacutectico se dice que al ser las relishygiones tan numerosas y al extenderse cronolOacutegicamente a traveacutes de toda la historia conocida de la humanidad nadie podriacutea ser laquohistoriador de las religiones~) Eso es obvio Pero no debemos olvidar que la misma objecioacuten es igualmente vaacutelida para las restantes disciplinas hisshytOacutericas sin excepcioacuten Nadie puede ser historiador unishyversal de igual modo que al historiador de arte le es imposible conocer a fondo las artes de todas las eacutepocas y de todos los pueblos y al de la economiacutea conocer con igual competencia la economiacutea de las civilizaciones indusshytriales modernas las del antiguo Oriente las de los disshytintos pueblos primitivos que existen aetualmente o la de la Ameacuterica precolombina por poner alguacuten ejemplo

y sin embargo cada una de las citadas disciplinas al igual que la historia de las religiones posee un objeto particular con una problemaacutetica propia y exige por ello un meacutetodo caracteriacutestico En orden a la unidad intriacutenseca de cada discipliacutena histoacuterica poco importa que los disshytintos investigadores ante la im raacutectica en ue se ba an e ominar la totali storia hushy

mana limiten sus estudios a sectores restringidos e a misma a condiciOacuten no obstante de que utdIcen el meacuteshytOao que eXIge la dlsclpl10a estudIada como tal

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conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 23: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

conseguir tal grado de conOCImIento respecto a varias civilizaciones Y con ello no tendremos maacutes que una preparacioacuten preliminar puesto que si admitimos que el aspecto religioso de una civilizacioacuten se relaciona estreshychamente con todos los demaacutes aspectos de la misma -econoacutemico social poliacutetico literario artiacutestico cientiacuteshyfico etc y con todos ellos a lo largo de sus respectivos desarrollos histoacutericos- todaviacutea seriacutea necesario adquirir incluso limitaacutendonos a una uacutenica civilizacioacuten innumerashybles conocimientos indispensables para la interpretacioacuten de las manifestaciones religiosas de la misma

Durante los uacuteltimos decenios del siglo pasado ya se aceptoacute la interdependencia de los diferentes aspectos de una historia cultural determinada asiacute se formoacute por ejemplo el concepto de una Altertumswissenschaft indishyvisible y paralelamente la especializacioacuten en diversos sectores filoloacutegicos Todaviacutea hoy la situacioacuten de los esshytudios histoacutericos estaacute muy determinada por dicha conshycepcioacuten tenemos helenistas y latinistas egiptoacutelogos asishyrioacutelogos hebraiacutestas indologistas germanistas etc que se ocupan de todos los aspectos de la civilizacioacuten hisshytoacuterica en cuyo campo han adquirido el dominio de los instrumentos del oficio Si se nos permite antildeadiremos que muchos de ellos consideran con desconfianza en nomshybre de una pretendida laquohistoria de las religionesraquo --cuando no tratan de diletantes- a quienes se pershymIten tratar los hechos religiosos que caen dentro de su aacuterea de especializacioacuten

La posicioacuten historiograacutefica esbozada en los dos paacuterrashyfos precedentes estaacute sin lugar a dudas motivada numeshyrosos investigadores contemporaacuteneos ven en ella la uacuteltishyma palabra de la metodologiacutea histoacuterica Ello hace tanto maacutes necesario denunciar aquiacute el hecho de que dicha posshytura corre el riesgo de transformarse en una idolatriacutea metodoloacutegica si se cierra a cualquier otramiddot exigencia hisshytoacuterica La primera y maacutes geneacuterica objecioacuten que inspira

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esa concepClOn unilateral de los estudios histoacutericos de una civilizacioacuten aislada es la siguiente las civilizaciones no surgen de la nada por encantamiento como podriacutea parecerle a un lector de O Spengler e incluso en ciershyta medida de A Toynbee sino que todas poseen anteshycedentes histoacutericos sin cuyo conocimiento quedariacutean inexplicadas antecedentes inmediatos y antecedentes maacutes remotos que de cualquier modo exceden de la estricta competencia del que estudia una uacutenica civilizacioacuten fil~ loacutegicamente delimitada ~Irf~ (iacute

El estudio de los fenoacutemenos reljgiososf80~ Ciacuteert ~1 meacutente el uacutenico que puede revelar la insuficiencia de la ~ investigaciones estrictamente limitadas al estudio de un umca CIvilizacioacuten pero parece particularmente apropiado

para hacerlo y con ello justifica la autonomiacutea de 1 laquohistoria de las religionesraquo en tanto que disciplina E electo en el plano religlOso se muestra con toda evidenshycia lo raramente que una civilizacioacuten crea ex nihilo eleshymentos completamente nuevos y cuaacuten a menudo su obra creadora consiste por el contrario en la reelaboracioacuten y el remodelamiento de antiguas herencias Al respecto es significativo el hecho de que haya sido posible -aunshyque como pronto diremos de manera criticable- fun- ) dar una laquofenomenologiacutea de las religionesraquo (G van der Leeuw) qJe se propone el estudiaDO de -cada religioacuten en particular sino de los fenoacutemenos comunes a todas ellas En efecto -y sobre este punto estamos de acuershydo con la fenomenologiacutea sujeta desde otras perspectishyvas a graves reservas- ninguna relgltSll_JreapoLsiacute mima sus elementos constitordm-tiyordm~~sino Clue laJl~()r p-rte de eacutestos -se hi1a~_ )r~el~~~_~1lIl_g~an Ilordm1l1~ro de religiones ])ieacutenseacutese en fenomenos fundamentales como son el mito el sacrificio la plegaria el tabuacute el sacerdocio etc los cuales figuran en las religiones de las maacutes diversas civilizaciones humanas aunque bajo forshymas especiacuteficas en cada una de ellas

l

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k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 24: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

k~ este respecto se nos ocurre preguntar c6mo es posishyble quemiddot el especialista de una civilizacioacuten pueda captar la significaci6n hist6rica precisa de uno de tales elemenshytos existentes en la civilizacioacuten por eacutel estudiada Tomemos un ejemplo concreto en el antiguo Egipto las divinidashydes recibiacutean alimentos como ofrenda Si dicho tipo de rito no se hallase maacutes que en la religi6n egipcia los egipshyt610gos deberiacutean poder darnos una completa explicacioacuten del mismo basaacutendose exclusivamente en los acontecishymientos hist6ricos las condiciones econ6micas sociales poliacuteticas culturales en general y en interdependencia con ellas las especiacuteficamente religiosas correspondientes a la fase de la historia de Egipto en la que se supone la formaci6n del rito Ahora bien si los egipt610gos intentasen semejante empresa sus esfuerzos finalizariacutean en un seguro fracaso por la simple razoacuten de que l ofrenda de alimentos -la cual or otro lado no es lEas gue una de las formas de lo que nosotros enOIDlshynamos laquosacriIicioraquo- no es od al o una creaci6n

r I iro k~~~ ~ ~ iexcl cMPiexclAiexcl ~~~middotlir-dt~f4tf( ~7 ~~~J

iexclreligiosa del anti uo E i to no uede ues ex por as condiciones hist6ricas de dicha civilizaci6n uesshytIacute6n distinta seriacutea saber por queacute en Egipto dicha ofrenda era cotidiana por queacute se ofreciacutea en el interior del temshyplo a las estatuas de las divinidades y precisamente en nombre del rey etc Pero para explicar hist6ricamente las particularidades de las formasmiddotiacuteocaacuteIes--deriito es-neshycesa-rlo-1mte--Iltxt6-eacutetfscerQir-ae emreellismiddot]aacutei queSon -exctiisIvam~te egipcias Jas qle pertenecen pqrdconshytrari~ a un grupo r~~~ripgido clereHgionesUacuteQ_eiemshyiiacuteIQ 1 middotofrenda-middot-dlaria en el interior del templQ esiamshybieacute~cterfstica ordm~ J~~~~gsect~__ f1~~ltlpO~lclLY-ordf-ltLueshyllas otras que como la ofrenda de aliment9gt~ re ~erio~propja fQiiIt~i9irnderas dyilizaciones laquo~~1~~ S6lo asiacute se comprenderaacute el alcance hist6shyrico y el significado cultural exacto de las formas espeshyciacuteficamente egipcias del rito Asiacute pues si el egipt610go

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se presentan

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

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e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 25: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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qtm -t ~It fA- o -w- ttAUacute cM ~ ~~

como laquoconnaturalesraquo al hombre e laquoinnatosraquo en eacutel) uno continuaraacute preguntaacutendose por queacute motivos y de queacute facshytores depende el que una religioacuten adopte esta o aquella variante de un mismo laquofenoacutemeno fundamentalraquo y esta cuestioacuten nos introduce directamente en el dominio de la historia eacute ( J ti

rl ) JJ) iexcl

))l Una)~~ria vertical-y universal-=-_de_las_e~~~J1~s pareclO posIble durante la segunda- mItad del ultImo SIshyglo cllnd(j_~l_ pensamiento historiograacuteflc()-S-e -~~~iacutea-b~jo el si[~__~el ev6IiiCiacuteonismo -- S~poniacuteaunaYisioacuten uacutenkL --l~~4a de etapas bien determinadas--_deJa evolushycioacuten J1uIl_~~i~en general y religiosa en particular Los eSlJdio~_etI~oloacutegicos todaviacutea se hallaban en sus-primeshytos J)albuceosmiddot -y p~cisarnent~p-ordmt ello parecioacute-posible hablar_5~laquoprimitiv9_sraquo_~ordmmo de una categoria cultural ~maacute~Q-meno~_hordm-tpQg~Il~---E B Tylor crey6-p()de~shyconstatar que laquola forma maacutes primitivaraquo de religioacuten era la que eacutel llamaba laquoanimismoraquo (creencia en seres espishyrituales de cualquier geacutenero praacutecticamente en espiacuteritus) desde esta fase laquoanimistaraquo de la religioacuten representada en nuestros diacuteas por los actuales pueblos laquoprimitivosraquo --estancados en un estadio cultural prehistoacuterico ya soshybrepasado por el resto de la humanidad- se habriacutea pasado a la del politeiacutesmo y desde eacutesta finalmente se habriacutea alcanzado tiacute maacutes - erfecta forma de reli ioacuten el monoteiacutesmo~ En las eacutecadas siguientes su esquema se articuloacute mejor al laquoanimismoraquo se le antepuso una forma laquopreanimistaraquo de la religioacuten entre laquoanimismoraquo y laquopolishytdsmoraquo se introdujo una fase laquopolidaimonistaraquo con laquoesmiddot

j piacuteritusraquo que se hallaban ya en vlas de personalizacioacuten entre politeiacutesmo y monoteiacutesmo la laquomonolatriacutearaquo o adoshyracioacuten de un dios uacutenico pero sin que eno implicase la negacioacuten de la existencia de otros seres divinos Pero lo esencial en la concepcioacuten evolucionista de la historia permanecioacute inalterable durante largo tiempo

Hoy diacutea los errores fundamentales del evolucionismo son demasiado evidentes como para criticarlos nadie osariacutea ya identificar de modo tan simplista las actuales civilizaciones primitivas con las de la prehistoria nadie cree ya en una uacutenica viacutea de la laquoevolucioacutenraquo humana (que sometiacutea la historia a leyes naturales tan riacutegidas como las que Darwin habiacutea sentildealado en la evolucioacuten bioloacutegica de las especies) Pero hay dos aspectos del evoshylucionismo aplicado a la historia de las religiones que no dejan de sorprendernos Uno de ellos probablemente se derive del entusiasmo provocado por el descubrimiento de formas religiosas maacutes antiguas (laquoanimistasraquo laquopreanishymistasraquo etc) que las que se conociacutean antes de la forshymacioacuten de la etnologiacutea cientiacutefica entre las tradiciones religiosas de distintos pueblos antiguos o contemporaacuteshyneos fascinados por el atractivo de tal descubrimiento los evolucionistas y el propio Tylor en vez de esforshyzarse por explicar esta supuesta evolucioacuten --el paso de una etapa a otra maacutes evolucionada- consagraron esenshycialmente su atencioacuten a aquello que dentro de las civishylizaciones maacutes laquoevolucionadasraquo comprendida la moder~ na testimoniaba auacuten la existencia de antiguas idea~ rJfl religiosas bajo la ~orma de lo que Txlor denominoacute laquosu-1Il w

ervivenciasraquo _lfurvivals Cerca de dos generacioneSdqfllJ estu iosos e 1storta comparada de las religiones conshysideraron como su principal objetivo el reencontrar bamiddoto las formas re 19lOsas ecua qU1er c1vi izacioacuten laquoevolucioshynadaraquo los laquovestigiosraquo primitivos fuesen eacutestos laquoanimisshytasraquo laquopreanimistasraquo laquomaacutegIcOS) laquototem1staSraquo etc seshyguacuten la concepcioacuten que tuviesen las dIstIntas escuelas de la fase laquomaacutes primitivaraquo de la evolucioacuten religiosa Se formoacute de esta manera una laquohistoriografiacutea hacia atraacutesraquo en lugar de seguir los procesos creativos que introduciacutean en las religiones nuevas formas y nuevos conceptos los investigadores concentraron su atencioacuten sobre aquello que permaneciacutea en estado laquofoacutesilraquo fuera de dicha evolushy

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cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 26: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

cioacuten de la que ellos eran -teoacuteriacutecamente- los primeshyros defensores

El segundo aspecto sorprendente del evolucionismo en la historia de las religiones estaacute maacutes esencialmente ligado a la propia teoriacutea en que eacuteste se fundaba Si la moderna fenomenologiacutea religiosa presenta por comparacioacuten con el meacutetodo histoacuterico la fundamental desventaja de ignoshyrar toda estratificacioacuten vertical que pueda darse en los fenoacutemenos religiosos y en las propias religiones la histoshyriografiacutea evolucionista teniacutea si se nos permite decirlo

jIasiacute el defecto opuesto al afirmar la existencia de una

~evolucioacuten lineal ignoraba por completo las diferencias ~uiilitatiyas que entilde un mIsmo grado de la supuesta evoshyV lucioacuten distinguen a una formacioacuten religiosa de otra Esta

caracteriacutestica dependiacutea al menos en parte de una herenshycia teoloacutegica cristiana y del racionalismo dominante que identificaba la esencia de una religioacuten con las creencias de la misma y principalmente con las creencias en podeshyres o seres sobrehumanos en efecto la tipologiacutea de esas creencias serviacutea de base a la distincioacuten entre las difeshyrentes formas religiosas (creencias en laquoespiacuteritusraquo en una pluralidad de dioses en un dios uacutenico) Pero para una historiografiacutea un poco maacutes atenta es evidente que su comuacuten monoteiacutesmo no eclipsa las diferencias existentes entre el cristianismo y el islam asiacute como el comuacuten polishyteiacutesmo de la religioacuten veacutedica y la de los mayas no las identifica y ni siquiera las hace afines En cuanto a la extrema variedad de las formas religiosas de los llamados ~os bull QrunitlvoS ntildea SIdo necesario un enorme proshygreso de los estudios etnoloacutegico-religiosos para descushybrir ademaacutes de su existencia su importancia y fue eacutese un progreso destinado a influir sobre el de la historia de las religiones

La historia evolucionista de las religiones nadoacute bajo la influencia determinante de la experiencia etnoloacutegica es no obstante sobre el propio terreno de los estudios

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~JrIL fuacutewliiexcl~ etnoloacutegicos donde se inicioacute posteriormente el p~oceso de superacioacuten de la teoriacutea evolucionista A partIr de los uacuteltimos antildeos del siglo pasado la etnologiacutea abandona los esquemas del evolucionismo para transformar~e en una disciplina histoacuterica siete deacutecadas por ese cammo a peshysar de los errores y dificultades que a medida que se perfeccionaban los meacutetodos revelaban cada vez maacutes s~ complejidad conduciriacutean a algunos resultados lrrevers~~ bIes entre ellos el abandono del viejordmcoI1~e 1-[

mitivoraquo Si hoy la SIgue emp eaacuten ose dicho teacutermin~ no es maacutes que en un sentido convencional para dig tinguir dos tipos de civilizacioacuten la una privada de scrishytura de ciertas teacutecnicas agriacutecolas (el arado) de pUjante espe~ializacioacuten profesional de ciudades construidas con materiales duraderos etc la otra a la que podemos seshyguir aplicando -sienpre convencionalmente- el teacutermishyno de laquocivilizacioacuten superiorraquo Pero ademaacutes de que se evita prudentemente emitir cualquier juicio de valor (teoriacutea del laquobuen salvajeraquo o hipoacutetesis evolucionista) cuya formulacioacuten no corresponde al historiador 10 esencial es que hoy ya no se piensa gue 10slaquoprimitiv9s~ liteacuten detenidos fntilde untilde estadio-ptehi~~oacutetlc~~1a~vQI~H5ntildeJlushyEan~middot uepetmanezcan ~~htetLordfULbIstona~1asia pue~lordm-illimiriv(Jlen~ Sll roeia sbdljzacioacuten Js~tLa 1

cumiddot qu ~t o ordf preCIsamente en razoacuten eiU ~ tiistoria A pesar de la ausencia de documentos escntos e inc~o a menudo de documentos arqueoloacutegicos el etshynoacutelogo contemporaacuteneo intenta reconocer en cada pueblo primitivo las huellas de institucion~s reclen~~mente ~esshyaparecidas asiacute como constatar la 1ntroduc~lOn relatlvashymente reciente de otras tiene aSImIsmo ocaSIOacuten de captar en acciOacuten o de reconstruir ciertos procesos histoacutericos como por ejemplo los desplazamientos de las poblacishynes los nuevos contactos culturales etc Para reconstrutr losacontecimientos histoacutericos maacutes remotos el etnOacutelogo contemporaacuteneo utiliza el instrumento de la ~

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 27: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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middot~~rNt~s bIen es CIerto que la euforiacutea de las primeras aplica-CIones de meacutetodo histoacuterico a la etnologiacutea condujo a la presentacI~n de construcciones precipitadas que maacutes tarshyd han SI~O desmanteladas pieza por pieza (como los celebres laquocIrculas culturalesraquo de Grabner y W S h dh di h d c mI t ay a rec aza os por la propia escuela de Viena) 11no e o

re~resenta mas que un momento caracteriacutestico de la hIstOrIa de todos los meacutetodos y no implica en absoluto su frac~so es el precedente de una criacutetica histoacuteriacuteca maacutes p~rfecclonada garantiacutea de resultados futuros menos inshy~ertos L~ etn~lgiacutea histoacuterica y comparada contemposhyanea regIstra exttos menos resonantes pero maacutes soacutelishy

dos presenta mterpretaciones histoacutericas menos universashyles pero maacutes precisas que hace algunas deacutecadas Intenta ~unque sea en aacutereas limitadas distinguir entre los pro

uctos c~lturales maacutes antiguos y los maacutes recientes y rconstrUlr mediante la compalacioacuten si no una cronoloshygla al menos un orden de sucesioacuten y desarrollo dinaacutemico en el seno de civilizaciones concretas de intereacutes etshynologlcO

fi)~Qt~ f d t-rO e me~ on~s a~n a la etnologiacutea debemos recordar que la ~xlge~cia istoacuterica que en ella se manifiesta no se ha VIsto mvahdada por las dificultades con que ha tr~pezado SlnO que por el contrariacuteo eacutestas han contrishybUIdo y SIguen conmbuyendo a su profundizacioacuten criacutetica L~YP2~ionjlista (comenzando por B Malinowskil con ~~ preJUlclo e su escepticismo hacia toda reconsshy~ru~clon de u~ pasado no atestiguado por documentos I~vltaba a hmlt~r el estudio de cada civilizacioacuten primishytiva ~1 establectmiento de una interdependencia entre sus diferentes aspectos Pero es precisamente el funcioshynhs~o el que ha evidenciado fenoacutemenos tan tiacutepicamente hstoacuter1cOS como el de la laquoadaptacioacutenraquo es decir la insershyc~6n funcional de hechos externos (provenientes por ejemplo de la civilizacioacuten moderna) en el organism~ culshytural Maacutes recientemente cierta liacutenea de pensamiento

(C Leacutevi-Strauss) afirma que ciertas estructuras del penshysectAmiento humordf11Q (no los laquoarquetiposraquo m las laquoideas innashytasraquo) esca an la historia uesto ue estaacuten iexclm liacutecitas en la cultura --como-tal y permanecen maacutes a aacute e cualshyiexcl-ier diferenciacioacuten histoacuterica pero incluso admmendo esto subsistida el hecho de que la diversidad de realizashyciones concretas de tales estructuras depende de factoshyres histoacutericos Hoy diacutea puede someterse a discusioacuten el caraacutecter histoacuterico de la etnologiacutea pero en razoacuten de sus posibilidades praacutecticas y de sus eventuales limitaciones

no por su sustancia Cabriacutea preguntar si la orientacioacuten histoacuterica que en el

terreno de la etnologiacutea ha sustituido al evolucionismo cultural estaacute destinada como eacuteste lo estuvo a imponerse tambieacuten en el estudio de las religiones A este respecto conviene sentildealar que el meacutetodo histoacuterico empleado en la etnologiacutea se aplica tambieacuten al estudio de las religiones de los pueblos laquoprimitivosraquo Constituye un sector comuacuten a la etnologiacutea y a la historia de las religiones la etnoloshygiacutea lo incluye en el estudio de todos los aspectos (relishygiosos o no) de las civilizaciones primitivas la historia de las religiones lo incluye en el estudio de todas las religiones (primitivas o no) HJfOtlO fl~~

Aun a riesgo de esquematizar burdamente intentareshymos mostrar coacutemo funciona el meacutetodo histoacuterico y comshyparativo en la etnologiacutea reh losa es deCir en la h1stona

e as re 19lones laquopnmltivasraquo Damos por supuesto que run una civIIacute1zacl6n se ha mantenido sin cambios desde la lejana pre istoria hasta nuestros iacuteas ni ha sido preshyservada del contacto con otras civilizaciones incluso en el seno de sociedades de cazadores y recolectores -uacutenishyco tipo de sociedad existente hasta comienzos del Neoliacuteshytico--- se produjeron importantes cambios a causa del nacimiento y desarrollo de otros tipos de sociedades Grupos de maacutes pujante demografiacutea y de teacutecnicas maacutes avanzadas los empujaron hada las rel(giones maacutes inhoacutespishy

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tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 28: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

tJ JJJ NVff~ rAe V441fntildej -~ JMqfiexcl1Jigt bull _bullJiquest ~

I ~~fNWrf~ ~ (ft tas de los distintos continentes es pues probable que o

bien sufrieran un proceso de empobrecimiento cultural o len a optasen nuevas actltu es cu tura e es ershymltlesen afrontar as nuevas condiciones Sin embargo es posible que esos pueblos de cazadores y recolectores conservaran como miacutenimo aquellos elementos de su tura (y por tanto e su re igioacuten) que dependiacutean directa o tunclOnalmente de su meacutetodo de obtencioacuten de alimenshytos Tal hipoacutetesis en siacute misma plausible puede verificarse gtacias a la comparacioacuten detallada de las religiones de los maacutes diversos grupos de cazadores-recolectores que todaviacutea subsisten Si se descubren afinidades importanshytes entre las religiones de dIchos grupos diseminados en rpones alejadas entre SI y de dishnfa ecoloacutegiacutea (por eJemshypro entre los cazadores aacutertICOS y los de la selva tropical o los del desIerto) podriacutea conclUIrse ue dIchos elemenshytos -aSI a idea de un laquosentildeor de los animalesraquo o a ptlctlca de la ofrenda prlmlciaI- se remontan a una antiguumledad lejana a pesar de la gran vanedad de forshymas bajo las que se manifiestan en os distintos pueblos Ciertamente en teoriacutea no podriacuteamos excluir que tales elementos comunes sean debidos al azar de influencias culturales maacutes recientes sufridas por todos esos pueblos

I de cazadores y recolectores pero si logramos establecer que dichos rasgos poseen una correspondencia coherente con un modo de vida tiacute ico fundamentad aza la r ta hi oacutetesis se hace poco probable uede abandonarse Ahora bien nos encontramos con que esos mIsmos elementos religiosos reconocidos como caracteshyriacutesticos de los cazadores-recolectores existen tambieacuten aunque siempre bajo formas distintas en las sociedades de agricultores en cambio como nos mostrariacutea una comshyparacioacuten a gran escala las religiones de estas uacuteltimas sociedades contienen otros elementos que les son comushynes pero que no volvemos a encontrar en el seno de las religiones de los cazadores consideraremos pues a los

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primeros como maacutes antiguos que eacutestos creados en eacutepocas posteriores

Detengaacutemonos aquiacute el razonamIento esquematlco que acabamos de exponer basta para mostrar que la compashyracioacuten etnoloacutegico-religiosa permite teoacutericamente -y ~q~iacute debemos prescindir de las dificultades de orden pra~t~shyco- reconstruir la historia de la religioacuten de una cIvIlIshyzacioacuten primitiva actual

Ahora bien no hay razoacuten alguna para ltmltar el emshypleo del meacutetodo comparativo a las religiones laquoetnog~aacuteshyficasraquo Por de pronto y para atenernos a nuestro ante~lOr esquema ciertos elementos de las t-ett~ioacutehe~tentildeeoliacuteIacute1cas pueden transmitirse no solamente a las reltglones d Jos cultivadores primitivOS sino tambieacuten a las d~ clvIlIZ~shydOnes superiores igualmente las nuevas creaclo~~ltshygiuumlsas-(meoliacutetIacuteCasraquomiddotpueaenhallal un lugar ~~-ordmP nuev empleo en las religiones dejas grandes ClvilizaCIQl(s u baacutenas antiguas Podemos por otro lado observar qu estas uacuteltimas lejos de limitarse a recoger y remodelar ~a herencia prehistoacuterica manifiestan tambieacuten en mat~~Ia religiosa una fuerza creadora origina~ la ~o~par~clon entre las distintas religiones de las antIguas clvIltz~clones superiores mostraraacute que ciertas formas y ten~enclas son total o parcialmente comunes a todas ellas SIn q~e pueshydan por 10 mismo encontrarse unas huellas preCIsas en las religiones de los primitivos De este modo pod~s llegar a ipterpretar las for~~~_ polit~iacute~~s_~la relte0n como unprbductO hlstoacutencQcle J~ ~y41zaCIn~~r en funcioacuten de una mayor diferenciacioacutefl_~~claL y de una acrecentada complejidad en la coopera~n existente Tn eluacuteiterIacuteor -aeTEst-aduuml L~-comparaC1oacuten de las maacutes divershysas-religIones-poacuteTrteiacute~tas permitiraacute precisar ~i~r~as creashyciones religiosas nuevas producidas por l~s clvIllzaclones superiores Su comparacioacuten con las reltglones de los pueblos que no han adoptado las formas supenores de civilizacioacuten conduciraacute al descubtlmlento de nuevos resulshy

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r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Page 29: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

r tados histoacutericos por ejemplo allaacute donde estas uacuteltimas present~n ciertos ltlementos caracteriacutesticos de las religioshynes polIte1stas o mcluso de los sistemas politeiacutestas meshynos desarrollados (como es el caso en Guinea o en Polishynesia) la comparacioacuten histoacuterica permitiraacute distinguir claramente e~re los productos de una difusioacuten proceshydente de cIvIlIzac10nes superiores y ciertas formas emshybrionarias de politeiacutesmo que podriacutean incluso ser anteshyriores a la madurez alcanzada por dicho tipo de religioacuten en el seno de las civilizaciones superiores

UWPNAEn ueacute se funda la comparacioacuten y cuaacutel es su obeshyCfoacutetJ tivo en la o se un a en una

pretendida laquonaturaleza humanaraquo comUacuten y su obJet1vo no cons1ste en demostrar que la laquoreligioacutenraquo forma parte de ella tampoco se basa en una pretendida laquoevolucioacutenraquo uniforme ae la religioacuten cuyas laquoleyesraquo no pretenae por tanto establecer Se fundamenta -maacutes tarde hablareshymos del objetivo hacia el cual apunta- en lal_nidruik la historia humana

COnviene aquiacute abrir un pareacutentesis que si bien de moshymento nos alejaraacute de los problemas especiacuteficos de la historia de las religiones soacutelo 10 haraacute para permitirnos volver a ellos sobre nuevas bases La unidad de la hisshytoria humana nos la da ante todo su comienzo es decir e1 momento -que por ahora no puede determinarse-en que el hombre en tanto que especie zooloacutegica poshyseedora de una cultura aparece en un punto de la tierra tambieacuten indeterminado

En tal momento (que por lo demaacutes puede haberse prolon~ado durante varios milenios) se han formado ya determtnadas bases -por ejemplo laquoestructuralesraquo- de la ~ivilizacioacuten que es justamente la que distingue la esshypeCIe humana de los otros seres vivos y opone el hombre a la laquonaturalzaraquo a la que no obstante sigue perteneshycIendo esto ImplIca una crisis que es un hecho constitushytivo de la conciencia y por tanto un dato permanente

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f ~

)

)

e am os tu i as o por o menos no sean ra lca mente distintas pueden pro ucltse modificaciones

i paralelas en el seno de ambas culturas Se trata de creaciones culturales siacute no perfectamente ideacutenticas (puesshyto que nada en la naturaleza ni en la cultura es perfectashymente ideacutentico) por 10 menos anaacutelogas para esta posishyJ bilidad no existen liacutemites cronoloacutegicos Por otra parte si acaba producieacutendose un contacto entre los descendienshy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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tes de ambos grupos --entieacutendase que no nos referimos a descendencia de sangre sino a continuidad cultural- las bases culturales comunes (para cuya conservacioacuten tampoco existen liacutemites cronoloacutegicos) permiten tambieacuten a cada una de las culturas comprender y acoger las innoshyvaciones producidas por la otra siempre que la diversidad de las condiciones y la diferenciacioacuten acaecida no impida su utilizacioacuten Por lo demaacutes ciertas conquistas culturashyles pueden revelarse hasta tal punto fecundas que incluso superen tal geacutenero de obstaacuteculos

Hemos hablado para simplificar de laquodosraquo grupos hushymanos pero es evidente que los procesos a los cuales nos hemos referido se producen sin cesar a mucha mashyyor escala y bajo formas infinitamente maacutes complejas entre los innumerables grupos que constituyen la humashynidad

Cada creacioacuten -propia o recibida del exterior- moshydifica la cultura de una sociedad provocando reacciones en cadena entre los dos polos constituidos de un lado por la integracioacuten de la novedad y de otro por la adapshytacioacuten de la tradicioacuten a la innovacioacuten Cabe recordar que ciertas creaciones marcan maacutes que otras al conjunto de la cultura pensemos por ejemplo en el descubrimiento de la produccioacuten del fuego de la produccioacuten de alimenshytos de la utilizacioacuten de los metales etc y hasta en ciershytas innovaciones modernas fundamentales relativas por ejemplo a la explotacioacuten de nuevos recursos de energiacutea Estas grandes innovaciones que determinan transformashyciones raacutepidas y radicales en el seno de la cultura se propagan espontaacuteneamente en las sociedades que ya preshysentan un terreno cultural comuacuten y unas condiciones que posibilitan la acogida Alliacute donde no existen tales condishyciones la difusioacuten no se produce creaacutendose de este modo esas diferencias de nivel que parecen contradecir la unishydad de la historia y que por tanto no son el resultado de una detencioacuten de la cultura o de que ciertos pueblos

permanezcan al margen de la historia Sabemos que exisshyten todavia sociedades humanas que no producen sus alimentos otras que ignoran el uso de los metales otras en fin que no han adoptado las formas superiores de civilizacioacuten o que habieacutendolas adoptado no han entrado de lleno en la moderna civilizacioacuten industrial

Evidentemente no seraacute posible reconstruir como no sea a grandes rasgos el desarrollo de todos esos procesos de difusioacuten sobre todo los maacutes antiguos Pero al marshygen de aquellos que se efectuacutean ante nuestros ojos como la unificacioacuten del mundo bajo el signo de la civilizacioacuten industrial cuyos inicios contemplamos como espectadores y como actores existen otros cuyo desarrollo puede seshyguirse a la luz de los documentos Se sabe por ejemplo ho que la primera civilizacioacuten que posee todos los caracshyteres e tIpO convencionalmente ama o laquosuperiorraquo aparecioacute en una regloacuten del mundo bien deHmitada y en ) uacuten~ eacutepoca bien recisa en Meso otamia en el uacutelt[mo terclO del mi enio a C Pero tumbieacuten se sabe que no ntildeaCioacute alH espontaacuteneamente y al azar como por milagro

) fue el resultado de un eroceso plurimilennr~ que coshymenzoacute con las primems formas de la agricultura a prinshycipios del neoliacutetico Dicho proceso afectoacute a vastas regioshynes y podemos seguir su expansioacuten incluso tms el nacishymiento de la nueva forma de civilizacioacuten superior menshycionada eacutesta pudo difundirse en regiones ciexcliexcldiexcliexcl vez maacutes extensas en liexcliexcls que ya existiacutean tiexcliexclles condiciones prelishyminares en tanto que no arraigaba en otras pnrtes Desde comienzos del III milenio a C se implnntoacute en todo el denominado laquoCreciente feacutertilraquo hacia la mitad del III mishy

lenio a C aparecioacute en el valle del Indo (civilizacioacuten de Moheniacuteo-Daro) un milenio despueacutes en China y desde~i) el Asia oriental probablemente iexcliexcllcanzase AmeacuterIacuteCiexcliexcl centra~~shyy andina en tanto que hacia occidente halloacute su camino

) en Creta y en Grecia continental a Italia no llegoacute hasta el primer milenio y a la Europa central occidental y

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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Angelo BRELICH

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Page 31: HISTORIA DE LAS RELIGIONES LAS RELIGIONES ANTIGUAS. I

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septentrional mucho maacutes tarde Sin embargo continentes e~teros --como Africa (con excepcioacuten de la faja septenshytrIonal) Australia Ameacuterica septentrional y meridional (salo la zona andina) y los mundos insulares- permashyneCIeron total o sustancialmente inmunes a su difusioacuten Pero incluso en los casos en que la difusioacuten estaacute pro~ bada a la luz de hechos precisos y de una cronologiacutea segura (todavIa eXIsten dudas entre los especialistas en lo que se refiere a las civilizaciones superiores de la Ameacuterica precolombina) iquestqueacute es 10 que en realidad se difundioacute Pudieron ser ciertos descubrimientos (cultivo de los cereales escritura etc) o determinadas institucioshynes o ideas incluso a veces quizaacute fueron simples impulshysos dados por el conocimiento directo o indirecto de la posibilidad de otros modos de vida el hecho ~s que cada una de las antiguas civilizaciones superiores -inshycluso las maacutes cercanas en el tiempo y el espacio (Mesoshypotamia y Egipto Grecia y Roma Meacutexico y Peruacute)shyse diferencian profundamente entre siacute debido a las difeshyrentes condiciones en el seno de las cuales se inscribieron las nuevas formas que imponiacutean una reelaboracioacuten creashydora tanto de las tradiciones como de las innovaciones acogidas

Apliquemos ahora esta visioacuten de la unidad de la hisshytoria a los problemas de la historia de las religiones No sabemos cuaacutendo ni doacutende ni en queacute orden de sucesioacuten se constituyeron -o se diferenciaron de otros productos culturales- los maacutes antiguos de estos conjuntos de ideas de comportamientos y de instituciones que hoy llamamos laquoreligiososraquo El uacutenico hecho seguro es que se remontan a una prehistoria muy lejana puesto que han podido insertarse bajo formas siempre distintas en las culturas de todos los grupos humanos sobre los que disshyponemos de una documentacioacuten suficiente al respecto Los datos que poseemos no nos permiten individualizar ni reconstruir la laquoprimeraraquo religioacuten de la humanidad

sino tan soacutelo entrever tantas religiones como grupos hushymanos prehistoacutericos de cuya cultura pueda saberse algo aunque soacutelo sea aproximadamente En cualquier caso uno encuentra tantos elementos comunes a los diversos grupos como elementos diferenciadores ello significa que los factores que determinan la conservacioacuten parcial del patrimonio comuacuten de los grupos que se han sepashyrado asiacute como las innovaciones creadoras su propagacioacuten y su reelaboracioacuten intervienen igualmente en el aacutembito d~ las religiones Respecto a las religiones prehistoacutericas directamente se sabe poco pero la comparacioacuten puede iluminar algunos aspectos Limiteacutemonos a un solo ejemshyplo el considerable nuacutemero de analogiacuteas sorprendenteshymente precisas entre las instituciones y las tradiciones religiosas de ciertos puacuteblicos de Ameacuterica del Norte y del Asia septentrional nos ofrece un terminus ante quem de su origen puesto que el poblamiento del continente americano se efectuoacute en la eacutepoca paleoliacutetica (hace alreshydedor de treinta mil antildeos) a traveacutes de la lengua de tierra que entonces lo uniacutea a Asia en el actual emplazashymiento del estrecho de Bering las diferencias no menos numerosas pueden ser -y las maacutes acentuadas con mushycha mayor probabilidad- productos histoacutericos posterioshyres a la separacioacuten de los grupos y de los continentes Una serie teoacutericamente ilimitada de otras comparaciones etnoloacutegico-religiosas puede conducirnos al descubrimiento de diversos procesos concretos de evolucioacuten en las relishygiones incluso en eacutepocas prehistoacutericas

La historia de las religiones se halla frente a diversos tipos de problemas que difieren seguacuten los diversos tipos de documentacioacuten Acabamos de hablar de las religiones prehistoacutericas muy poco iluminadas por documentacioacuten directa pero cuya historia sin duda alguna multiforme en sus etapas y en sus liacuteneas de orientacioacuten puede no obstante reconstruirse gracias a la comparacioacuten etnoloacuteshygico-religiosa Distinto es el caso de las religiones de los

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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llamados pueblos pnmitivos cuyo estado actual o por lo menos el de un pasado relativamente reciente conoshycemos de modo directo Hemos mostrado maacutes arriba de modo esquemaacutetico de queacute manera la comparacioacuten permite reconstruir la historia de estas religiones dentro de los liacutemites impuestos por las dificultades praacutecticas Conviene antildeadir que dicha historia llega hasta nuestra eacutepoca e incluye las transformaciones debidas a la influenshycia de las civilizaciones antiguas y modernas (Recordeshymos que incluso antes de las exploraciones y colonizacioshynes europeas numerosas civilizaciones primitivas se han visto influenciadas por civilizaciones superiores sin adopshytar por ello los caracteres fundamentales de estas uacuteltishymas parece probable por ejemplo que la metalurgia haya nacido en el periacuteodode formacioacuten delas maacutes antishyguas civilizaciones superioresy~ la_ltiexcli~Lde ganadL~r ensuIacutease de-madurez si no se tuviesen en cuenta tales hechos no se comprenderiacutea correctamente la posicioacuten histoacuterica de los conjuntos religiosos ligados en numeroshysos pueblos primitivos a la metalurgia y a la ganaderiacutea)

Hay en fin religiones -vivas o muertas- cuya hisshytoria total o parcial conocemos con diversos grados de precisioacuten No obstante en la mayor parte de los casos estas religiones se presentan ya formadas en 10 esencial en la eacutepoca a la que se remontan los maacutes antiguos doshycumentos a ellas concernientes y sus oriacutegenes se escashypan asiacute a la investigacioacuten basada en los datos directos

- Los textos de las piraacutemides presuponen ya toda la esshy I tructura de la religioacuten egipcia los vedas son a un tiempo las primeras pruebas y los documentos esenciales de la 1 religioacuten veacutedica el panteoacuten de la Grecia claacutesica los ritos 1 sacrificiales gran parte de los mitos maacutes importantes

se encuentran ya en los poemas homeacutericos los maacutes antishyguos textos escritos japoneses desde el Kojiacutekiacute al Engisshyhiki presentan al sintoiacutesmo en pleno vigor respecto al

origen del mazdeiacutesmo no existen fuentes anteriores alaacutes partes maacutes antiguas del Avesta las cuales sancionan ya las concepciones fundamentales de aqueacutel en Roma la verdadera documentacioacuten literaria comienza algunos siglos despueacutes de la organizacioacuten de la religioacuten y asiacute sucesivamente El estudioso de cada una de estas relishygiones puede seguir las modificaciones sufridas por ella en el curso de los siglos pero no puede comprender la formacioacuten del propio nuacutecleo sobre el cual se han ejershycido dichas modificaciones y ello compromete gravemenshyte los resultados de su estudio En efecto maacutes auacuten que otros conjuntos institucionales en el seno de las relishygiones la tradicioacuten tiene una importancia fundamental la propia conservacioacuten de las tradiciones suele ser eleshyvada al rango de institucioacuten (por ejemplo seguacuten los casos mediante los mitos de los oriacutegenes que garantizan la inmutabilidad de aqueacutellas o mediante las escrituras sagradas a las que se atribuye valor canoacutenico o por referencias a las ensentildeanzas del fundador a la revelashycioacuten etc) Si no se comprende la razoacuten de ser --es deshycir el origen histoacuterico- del sistema tradicional maacutes antiguo no se comprende de entrada la sustancia misma de la religioacuten por otra parte no se estaacute en condiciones de captar el sentido o de evaluar el alcance de las innoshyvaciones que modifican el sistema tradicional Tal situashycioacuten se presenta en todos aquellos casos en que una relishygioacuten y la civilizacioacuten superior de la que forma parte apashyrecen simultaacuteneamente Ello explica tambieacuten en cierta medida el hecho de que l~JLeHgioacuten aparezca de pronto sustancialmeordmt~Jormada ~l paso al nivel deacute-avishylizacioacuten superior ha sido en cada caso un proceso revoshylucionario que ha exigido una total reorganizacioacuten de las formas de existencia y que ha obligado a poner en marcha el maacuteximo esfuerzo creativo por parte de la sociedad que lo afrontaba los frutos de este esfuerzo estaban representados por las instituciones fundamentashy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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les ~e la nueva civilizacioacuten entre los que estaacuten aquellas partIcularmente conservadoras de la religioacuten

Re~~rdemos lo que hemos dicho en su momento a ~roposIto de la historia uacutenica de las civilizaciones supeshyrIores y c~~prenderemos los servicios que en el estudio de sus rehglOnes puede prestarnos la comparacioacuten En ~ seno de c~~lquir sociedad que alcance formas supeshyriores de clVlhzaclOn la nueva religioacuten -incluso si geshyner~lmente pertenece al mismo laquotiporaquo que las otrasshysera dIferente ~oque la r~ligioacuten precedente lo era ya ~rque eran dIstintas las Influencias transmitidas disshyunta su recepcioacuten selectiva distinta su reelaboracioacuten En ~lertos casos la arqueologiacutea protohistoacuterica arroja alguacuten deacutebIl resplandor sobrea formacioacuten de estas religiones por lo cual su aportaCIon aunque muy limitada por la ausenCIa de fuentes escritas no debe echarse en olvido Pero en cualquier caso es la propia religioacuten histoacuterica la que a la luz de la comparacioacuten suministra indicaciones sobre su pasado En ella se conservan elementos de dishyversa antiguumledad Muy a menudo contrariamente a una teoriacutea que nacioacute con el evolucionismo pero que todaviacutea hoy estaacute muy d~fundida no se trata de puros y simples survzvals de reSIduos en estado foacutesil eacutestos los encontrashymo~ al margen de la religioacuten y uacutenicamente indican los liacutemites de la capacIdad creadora de la nueva civilizacioacuten Nadasobr~~~deciacutea Malinowski si no cumple una nueshyV~i erslmoacuten por cIfarsuOIveruooacute--ejempto- subsIste aun en las grandes ciudades en la eacutepoca de los automoacuteviles ello significa que ha encontrado una nueva funcioacuten p~sando de medio de locomocioacuten normal que e~a a medlO ~e transporte preferido para los paseos tushyrIstlcos o sentimentales Pero precisamente este ejemplo muestra que a la laquosupervivenciaraquo puedemiddot antildeadiacutersele un desplazamiento de importancia esto es de primordial que era se convierte en marginal No debemos olvidar que no es tan soacutelo la civilizacioacuten moderna la que tiene

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su laquofolkloreraquo religioso sino que las antiguas civilizacioshynes superiores teniacutean igualmente el suyo No se gana gran cosa con buscar I dentro de las religiones de civilishyzaciones su eriores las huellas residuales de formas reshy

o osas primitivas dichas huellas tal vez sirvan de in shyelOS e pasa o pero a udan oco a compren er el proceso lstonco ue las ha reducido al esta o OacuteSl s i lrutamente maacutes uacuteti descubrir -yeso so o pue e hashycerse mediante la comparaCIacuteoacuten- cuaacuteles han sido las heshyrencias primitivas reinter retadas que han servido de punto e artid as nuevas ideas tra IClones e instituciones religiosas las citadas herenshydas ex lican al menos en arte el ciexcllraacutecter es iacutetico

e t a religioacuten arrojan una nueva luz sobre sus oriacute eshynes concretos y no tan s o genencamente laquoprimitivosraquo) La comparacioacuten suministra tambieacuten otro instmmento de esta investigacioacuten sobre los oriacutegenes de cada religi6n concreta de las civilizaciones superiores se trata de la confrontacioacuten de la religioacuten estudiada con aquellas que pertenecen a civilizaciones superiores maacutes antiguas de las que la religioacuten estudiada ha extraiacutedo los modelos y la inspiracioacuten las diferencias que puedan observarse sirshyven tambieacuten para iluminar la diversidad de los substratos respectivos Unicamente estos procedimientos comparatishyvos captan de queacute manera se formoacute el nuacutecleo de cualquier religioacuten histoacuterica que aparece ya plenamente constituishyda en la maacutes antigua documentacioacuten Al mismo tiempo es indispensable la comprensioacuten histoacuterica de la formashycioacuten de dicho nuacutecleo maacutes antiguo para apreciar todas las innovaciones ulteriores en la historia interna de dishycha religioacuten tEliexclfor()~s t-SltVf

Existen religiones que no nacen almiddot mismo tiempo que una civilizacioacuten superior dada sino q~ sr~ituyen o se fundan osteriormente Estas son relativamente

oco numerosas en comparacioacuten con el incalculable nuacuteshy ae relilliacute~ttl~les X de la ~an canh~

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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religiordmnes ligadas a las comunidades poliacuteticas de laii dshyv1Iizaciones superiores de tiacutep2Jlrcaico podriacutean pues conshySiOerarse como casos excepcionales en la historia de las religiones si por otra parte la enorme expansioacuten de alguna de ellas no las hubiese convertido en las religioshynes maacutes caracteriacutesticas de una fase maacutes reciente de la historia

La posicioacuten concreta de estas religiones exige sin ninshyguna duda meacutetodos especiales de trabajo Desarraigadas de la cultura que las produce y tendienJo hacia una untversahdad ideaI si no real tIenen su propIa histoshyria cuyos problemas no SIempre son abordables mediante ti comparaci6n Pero ante tOdo hay que consIderar queshysus oriacutegenes estaacuten condicionados por unos sustratos proshyproporcionados por la religioacuten precedente de la que se separan y cuya comprensioacuten requiere ya lo hemos visto el empleo del meacutetodo comparativo En segundo lugar aunque a veces estas religiones de tendencia universal a nivel geneacutetico parecen completamente independientes la una de la otra (en realidad tal vez no lo sean por comshypleto) --como es el caso del budismo mazdeiacutesmo crisshytianismo-- no por ello constituyen una refutacioacuten de la unidad de la historia En ellas el meacutetodo comparativo descubre caracteres morfoloacutegicos comunes (papel atrishybuido a un fundador escrituras santas que se convierten en laquocanoacutenicasraquo proselitismo tendencia a la interiorizashycioacuten y al individualismo y al mismo tiempo a la orgashynizacioacuten en Iglesias desarrollo de corrientes y sectas etc) que no pueden depender sino de aspectos comunes a las diversas situaciones histoacutericas por muy distintas que eacutesshytas sean entre siacute Constatemos que este tipo de religiones aparece en todas partes en fecha relativamente tardiacutea lttunea oon antetlgridaa al iexclmmer intildeilenio) en la muldshymilenaria historia de las civilizaciones superiores Este simple hecho indica que ~da una de ellas estaacute ligada a un proceso histoacuterico uacutenilt4 aunque no contemporaacuteneo

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como tampoco lo fue la formacioacuten de las distintas civishylizaciones superiores de origen uacutenico Este proceso conshysiste por decirlo brevemente en un inicio de disgregashycioacuten del orden arcaico de las civilizaciones superiores en el curso del cual emerge un nuevo tipo de conciencia

He ahiacute las razones que hacen necesaria la aplicacioacuten de la comparacioacuten fundada sobre la unidad de la historia tambieacuten en el estudio de las religiones de tendencia unishyversal Por lo demaacutes la comparacioacuten no es menos indisshypensable para el estudio del proceso igualmente uacute~co de laicizacioacuten aparecido con posterioridad y que comledd lA actuattIlente a invadir al mundo enteroCffLfI~

En su momento hemos dejado abierta la ~u~_ la finalidad de la comparacioacuten de las religiones Perqo en las liacuteneas precedentes se halla impliacutecita una respuesshyta a dicha pregunta el meacutetodo comparativo es el uacute e puede iluminar la estoTea e as reli iones Ese es

su o Je vo que a ntv estnctamente cientiacutefico no reshyquiere ntnguna otra usttftcacloacuten Pero desde una persshyPectiva maacutes CUlturaIiacutesta pOdriacuteamos antildeadir quea difer~nshyda de la comparacioacuten evolucionista y de la comparaC1oacutenl) fenomenoloacute ica la com aracioacuten histoacuteri~a tiene en cuenta I

otiacutegin da de cada religioacuten Perm1te comprender el intildeecanismo de un particular tipo de proceso creador --el religioso-- que tanta importancia ha ienido en la ~sshytotiacutea humana Asiacute pues a la luz de la comparac1oacuten hisshytoacuterica las religiones revelan su esencia y su dignidad y e sitUacutean entre las formas a traveacutes de las cuales el homshybre manifiesta su modo de ser que consiste siem re en crear es ecir en VIVir lstorlcamente -Nos hemos asegurado pues de que la historia de las religiones tiene un objeto autoacutenomo las religiones que eacutestas tienen una razoacuten de ser que las distingue de las restantes manifestaciones culturales humanas que la historia de las religiones tiene un meacutetodo autoacutenomo el de la comparacioacuten histoacuterica Para que la historia de las

religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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religiones se vea justificada como disciplina cientffica autoacutenoma no subsisten maacutes que algunas dificultades de orden praacutectico Ya hemos hecho alusioacuten a ellas en difeshyrentes ocasiones pero conviene reexaminadas por uacuteltishyma vez Hemos dicho que como cualquier otra discishyplin~ histoacuterica la historia de las religiones no es sino relauvamente autoacutenoma puesto que precisa recurrir a otras disciplinas (como la historia poliacutetica la filologiacutea 1 1 a arqueo ogla) como cualquier otra disciplina histoacuterica teoacutericamente abarca un aacutembito tan amplio que inevita~ blemente escapa al conocimiento de un solo investigashydor Las dificultades praacutecticas que encontramos en la historia de las religiones son pues de la misma natushyralez~ ~ue aquellas con las que diariamente tropieza el especIaltsta de cualquier otra disciplina histoacuterica No es sorprendente ni desalentador que cada estudioso se vea obligado a limitar su actividad a un estrecho sector de la disciplina a la cual se dedica Afortunadamente las ciencias trascienden a los individuos y progresan gr~cias a la colaboracioacuten a menudo totalmente involuntaria de aquellos que las practican La actual e inevitable tenshydencia a la especializacioacuten cada vez maacutes restringida deshybido ~l cotinuo crecimiento de los conocimientos y a las exIgencIas cada vez mayores del estudio de cualquier disciplina histoacuterica e incluso de otro tipo (baste pensar en las especializaciones en el aacuterea de la medicina o de la fiacutesica) acentuacutea maacutes si cabe las necesidades y las difishycultades de la colaboracioacuten No volveraacute a haber en la historia de las religiones una Rama dorada escrita por un solo autor

El porvenir de la historiaacute de las religiones no depenshyde sin embargo de tales condiciones comunes a todas las ~iscilinas histoacutericas Depende de la adquisicioacuten y de la dIfUSIoacuten de la conciencia metodoloacutegica particular que dicha disciplina requiere No hay nada de malo en el hecho casi inevitable de que el historiador de las relishy

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