historia de las ideas estéticas

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Historia de las Ideas Estéticas Tema 1. Introducción metodológica. La estética antes de la estética. La literatura artística en la historiografía del arte. La pluralidad de los discursos sobre el arte. La estética antes de la estética Es una idea desarrollada por un italiano llamado Daniele Guastini, autor de un libro titulado “antes de la estéticas” que publicó la ed. Laterza, en 2003. El periodo de la “historia de las ideas estéticas” comprendido entre el clasicismo grecorromano (siglos V a.c. al IV d.c.) y los clasicismos modernos, el renacimiento y el barroco (siglos XV al XVIII), decisivo en la conformación de la Madrid cultural y el modelo de civilización occidental se desarrolla al margen del constructo ideológico y epistemológico que representa la estética, es por tanto una civilización pre-estética. La rama de la filosofía práctica, el saber, que tiene por objeto la sensibilidad y el bello artístico, no se constituye hasta la ilustración, hasta la 2º mitad del siglo XVIII. La ilustración creó, no solo un nuevo saber, el del conocimiento estético, sino su propio objeto. La mayor parte de las ciencias modernas, como es sabido, resultan de la tensión epistémica, que es la que caracteriza la revolución ilustrada, la tensión por el conocimiento, pero se desarrollan sobre objetos pre-existentes, que ya tenían un reconocimiento, no así la estética, esta no tenía objeto, que se va a ocupar de una realidad excluida de la episteme, es decir, del conocimiento, con un carácter vicario o secundario, que era la sensibilidad proscrita del ámbito científico.

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Historia de las Ideas Estticas

Tema 1. Introduccin metodolgica.

La esttica antes de la esttica. La literatura artstica en la historiografa del arte. La pluralidad de los discursos sobre el arte.

La esttica antes de la esttica

Es una idea desarrollada por un italiano llamado Daniele Guastini, autor de un libro titulado antes de la estticas que public la ed. Laterza, en 2003.

El periodo de la historia de las ideas estticas comprendido entre el clasicismo grecorromano (siglos V a.c. al IV d.c.) y los clasicismos modernos, el renacimiento y el barroco (siglos XV al XVIII), decisivo en la conformacin de la Madrid cultural y el modelo de civilizacin occidental se desarrolla al margen del constructo ideolgico y epistemolgico que representa la esttica, es por tanto una civilizacin pre-esttica.

La rama de la filosofa prctica, el saber, que tiene por objeto la sensibilidad y el bello artstico, no se constituye hasta la ilustracin, hasta la 2 mitad del siglo XVIII. La ilustracin cre, no solo un nuevo saber, el del conocimiento esttico, sino su propio objeto. La mayor parte de las ciencias modernas, como es sabido, resultan de la tensin epistmica, que es la que caracteriza la revolucin ilustrada, la tensin por el conocimiento, pero se desarrollan sobre objetos pre-existentes, que ya tenan un reconocimiento, no as la esttica, esta no tena objeto, que se va a ocupar de una realidad excluida de la episteme, es decir, del conocimiento, con un carcter vicario o secundario, que era la sensibilidad proscrita del mbito cientfico. El nuevo objeto de conocimiento ser el bello artstico que se concibe con rasgos, valores y funciones, que son los propios de la MODERNIDAD, que son los que permanecen.

Una idea del arte, como realidad autnoma, no dependiente de otros valores y modelos culturales y sociales, de ndole religiosa o moral, una realidad plenamente autotlica, que posee su propio fin en s misma, constituye un proyecto ilustrado y moderno dentro de la teora de la sensibilidad. Es un momento esencial, por otra parte, de la subjetividad moderna, del desarrollo de un proceso de conocimiento inseparable de la lucha por la libertad del sujeto moderno, de su emancipacin en relacin con los modelos dogmticos de las sociedadesautoritarias. En este proceso, la sensibilidad consagrada por la esttica, por el saber naciente, que la esttica representa, va a constituirse en una contraimagen de la RAZN. La otra va de la realidad humana que solo quedara completa a partir del arte.

Por todas estas razones solo cabe hablar en puridad de historia de la esttica y de pensamiento esttico, al referirse a la teora de la sensibilidad y el arte a partir de la ilustracin, sin embargo, desde el siglo XVIII, la expansividad de la idea de arte y la reconsideracin de la contraimagen imprescindible, que dentro de lo humano constituye la sensibilidad, la necesidad de operar una accin de discernimiento acerca de los procesos de la imaginacin, la potica y la apreciacin en la historia de la cultura artstica, han llevado a retrotraer el juicio esttico a las pocas de la pre-ilustracin, a los momentos pre-estticos de la cultura artstica.

Hay un libro de D. Summers que lleva por ttulo El juicio de la sensibilidaded.Tecnos, que trata precisamente de analizar los procesos de la creacin y la apreciacin en la cultura pre-ilustrada. Y tal vez, el personaje que ms ha influido en todo occidente es Rosario Assunto, de los modelos filosficos, sobre todo a partir de una obra que se titula La crtica de arte en el pensamiento medieval, obra de IlSaggiatore. Considera la posibilidad de un juicio crtico-artstico, en un mundo tan distante, histrica, ideolgica y culturalmente de la ilustracin, como el medievo, y sin embargo, inequvocamente artstico.

Conscientes de la necesidad de salvar las especifidades de los trminos que conforman el juicio crtico-artstico o esttico, medieval o ilustrado. Sus respectivos sujetos y predicados.

En esta estela se encuentra el trabajo de Umberto Eco, que apareci en los aos 50, en un libro de esttica coordinado por A. Plebe, Momentos y problemas de esttica, en el que Eco escriba un extenso captulo titulado: Desarrollo de la esttica medieval, que a principios de este siglo (2001-2002), fue publicado en castellano con el ttulo de Arte y belleza en la esttica medieval.

26/09/2013

----- Dubos: Ilfaut sentir, paspenser.Baudelaire: La obra de arte llega al corazn a travs de un guio

E. de Bruyne: Sinopsis (o sntesis) de esttica medieval Ed. VisorW. Tatarquiewicz: Historia de la esttica Ed. AkalW. Tatarquiewicz: La historia de seis ideas Ed. TecnosR. Arguloll: La atraccin del abismoA. Warburg: Mnemosyne (Atlas de imgenes). Ed. AkalG. Simmel: Teora del Paisaje, La teora del retrato, Roma, Florencia y Venecia, La potica de las ruinas, El problema de los estilos (Google), La metafsica de la muerte, Fragmentos de amor, Sociologa de la comida-----

Ni el uno, ni el otro (Eco y Rosario), hubieran podido realizarse sin la existencia de una verdadera cumbre Edgar de Bruyne, autor de dos obras fundamentales: Historia de la esttica publicada por la B.A.C. y Estudios de esttica Medieval por ed. Gredos (tres Vol.) en 1962.

La poca del pensamiento artstico pre-ilustrado, comprendida entre la Grecia clsica y la Europa barroca, muestra al menos, tres momentos esenciales del pensamiento artstico occidental. El clasicismo grecorromano, que supone una compleja realidad histrica, socio-cultural y artstica dentro de la cual se plantean algunas de las cuestiones sobre el arte que van a permear todo el pensamiento esttico occidental hasta prcticamente la actualidad, prcticamente las vanguardias.

(G. Simmel, en un trabajo suyo sobre historia de la filosofa, que est recogido en un libro titulado El individuo y la libertad -Simmel es un socilogo, un crtico social de la cultura, con una orientacin filosfica neokantiana, apreciado por todas las elites europeas del pensamiento, pese a su desgraciado curriculum universitario, solo tardamente reconocido- plantea la necesidad de una distincin entre verdad cientfica y verdad filosfica, considera que la primera de ellas, por su aspiracin a la objetividad y por estar circunscrita a una esfera particular de la realidad, periclita o es perecedera a cada avance de la ciencia. Despus del heliocentrismo no pueden argumentarse los modelos tolemaicos, geocntricos, han cado. Frente a ella, la verdad filosfica permanece por su voluntad de universalidad y porque en ella reside un elemento, una fuerza de una cualidad subjetiva que el hombre puede recuperar ms all de cualquier histrico o temporal. Deca Simmel que la filosofa es como la weltanschaung o mundo visin que significa que a travs de una mente se interroga y se trata de conocer la realidad toda.)

Es cierto que existe una gran distancia y una profunda diferencia filosfica y cultural entre los modelos de la antigedad y la matriz ilustrada de la esttica, pero no lo es menos que los problemas y los modos de preguntar de la filosofa antigua sobre las relaciones entre arte y naturaleza, arte y verdad, el idealismo, las teoras mimticas, el pragmatismo moral o el espiritualismo en el arte, mantienen su vigencia y su ejemplaridad, aunque hayan mutado radicalmente las concepciones del trabajo y la belleza artsticos a partir de la ilustracin.

El modelo esencial sobre el que vamos a trabajar es el de la mimesis, su origen y su evolucin, y junto a ella la retrica como paradigma modelo esencial del pragmatismo artstico.

La segunda etapa, el medievo cristiano, es la correspondiente a un pensamiento desarrollado en una sociedad de inagotable riqueza artstica, pero distanciada de la valoracin intelectual de la misma. El arte, por tradicin antigua, se encuadra dentro de actividades productivas mecnicas, son las artes mecnicas o artes serviles; se produce una crisis de la metafsica y la religin ocupa el lugar de la filosofa. La edad media, en ese marco complejo de la subordinacin de todo arte y todo pensamiento al proyecto de la salvacin y a las instituciones poltico-eclesisticas del cristianismo feudal, asistir, sin embargo, a la aparicin de un modelo cultural de extraordinaria transcendencia, de un valor potico y hasta esttico, que es la alegora. Es el modelo que realiza plenamente la tensin metafrica de todo arte, no hay arte sin metfora.

Finalmente, el tercer gran episodio del pensamiento artstico preilustrado lo constituye el ciclo humanista, que ira del siglo XIV al XVIII. Dentro de l se pueden distinguir otros tres momentos, el primero de ellos es el protohumanismo trecentista, vinculado a las ciudades-estado italianas, es una revolucin potica y poltica, su mayor conquista es el dolcestilnuovo, la gran lrica. El segundo momento es el humanismo renacentista, y es inseparable de las vicisitudes polticas que acompaaron el nacimiento del estado moderno, los inicios de la ciencia moderna y la revolucin en el arte y el conocimiento. El tercer momento es el humanismo cristiano o humanismo barroco, desde finales del siglo XVI hasta las 2 mitad del siglo XVIII, la crisis del autoritarismo poltico en la ilustracin. Es polticamente la poca de las monarquas absolutas y las iglesias contrarreformistas.

(Nuestro gua en el barroco ser M. Fumaroli, autor de dos obras extraordinarias, una titulada La escuela del silencio es donde se replanteada la contrarreforma, relaciones entre literatura y pintura. Y otra obra titulada La diplomacia del ingenio por la ed. Acantilado y lleva un subttulo De Montaigne a Lafontaine)

Los principales conflictos polticos que preparan la ilustracin, guerras de religin y civiles, la ciencia, el urbanismo y el arte modernos.

Estos tres episodios, en puridad, con rigor metodolgico pertenecen ms a la literatura artstica que a la historia de la esttica, que se desarrollan sobre matices de pensamiento muy diversas y con una muy diversa cualidad cultural. Se deben considerar a la luz del pensamiento artstico, de la complejidad de hecho artstico, de la diversidad de estratos que en l se integran, que lo conforman, de la naturaleza simblica, potica y apreciativa que el arte representa.

*En ese amplio proceso filosfico y cultural entre el trecentto y la ilustracin, en el humanismo, se asiste al progresivo afirmarse de un modelo subjetivo de creacin artstica, va a aparecer el artista, un modelo subjetivo de creacin artstica, y a la creciente especificacin de la idea de arte como un hecho relativamente autnomo.

01-10-2013

La literatura artstica en la historiografa del arte.

La FORMA artstica es una conquista intelectual, cultural y esttica de un valor extraordinario, inestimable. La propuesta es de M. Tafuri, en un artculo que se titula Arquitectura y metafsica en la revista Nouvelle Critique en el ao 1967.

La forma es un concepto y un modelo cultural de un grandsimo rigor intelectual y absolutamente imprescindible en la modernidad. Los modelos gestlticos han inspirado todos los saberes modernos, desde la lingstica a la psicologa o la arquitectura. La forma es la consecuencia de las Kunstwissenchaften (La Ciencia del Arte), que aparecen a finales del siglo XIX con la gestaltsychologie, la ciencia positivista y la primera vanguardia artstica, en el momento en que el arte se convierte en el objeto del arte.

Tafuri considera que la nocin de forma no puede ser entendida como un hecho esttico e invariable surgida en una poca terica privilegiada, hay que considerarla como una realidad permanentemente en proceso. Y adems reclama la consideracin de que la forma es un compositum, un hecho complejo, que incluye partes y factores de muy diversa cualidad que interactan constantemente. Con una brillante metfora, siguiendo el modelo del Jack Derrida, de la deconstruccin, Tafuri propone explosionas la FORMA, como concepto, disgregndola en sus componentes, dado que estamos hablando de un compositum, que significa la presencia de componentes. El resultado es un cumulo de fragmentos de varia naturaleza, y significacin que constituye momentos diversos de la creacin y la apreciacin de la obra de arte y dan cuenta de su complejidad como hecho cultural. Momentos que estn inscritos, que dejan su huella, y tienen presencia e influencia propia dentro de la forma artstica. Entre esos componentes se halla el encargo o el modelo de iniciativa artstica, generalmente conocido como mecenazgo. Despus se hallara el modelo productivo, la organizacin del trabajo artstico.

El ritual religioso o social, los modelos ceremoniales y festivos, el pensamiento simblico, el mundo de los smbolos, la religin y la espiritualidad, todo el complejo mundo de las mentalidades, tambin est ah inscrito, las visiones del mundo relacionadas con los modelos familiares o de gnero, la muerte y sus formas, y para concluir hay que considerar el mundo de los valores estticos, la ciencia y a filosofa, y su expresin en el arte as como los procesos de circulacin, recepcin y consumo de la obra artstica y los modelos organizativos que les acompaan.

Cada uno de estos fragmentos es objeto de un saber particular, la historia econmica o social que es imprescindible para el conocimiento de los procesos de encargo y consumo, por ejemplo. La antropologa proporciona las herramientas necesarias para el conocimiento del ritual y los modelos celebrativos, al mismo tiempo que la antropologa filosfica (concepto de E. Cassirer), constituye la ciencia esencial del smbolo o los smbolos. El arte es la forma ms elevada de la simbolizacin, un modelo de la funcin simblica que es la que culmina la humanizacin, si no hay smbolo no hay hombre. Obviamente la religin es el objeto de la historia de las religiones y el conjunto de las experiencias, de la vida privada y social que representan las mentalidades, es el objeto de esta historiografa alternativa, de la historia de las mentalidades como la historia de la esttica y la ciencia, tienen por objeto la experiencia esttica y los procesos cientficos. No es la totalidad de elementos que integran el compositum formal, es una aproximacin a ttulo de ejemplo, ni tampoco estn enunciadas todas las disciplinas de las ciencias sociales que tienen su objeto por conocimiento.

Tafuri propone que cada uno de los fragmentos de la forma disgregada sea objeto de correspondiente proceso de historicizacin, y una vez hecho se proceda a recomponer el puzzle, la reintegracin de la forma debidamente resignificada, a partir de estos saberes particulares, una labor que pertenece al historiador del arte. Y Tafuri afirma, siguiendo a J.Mukarousky, que esta reconstruccin lleva a una conclusin, a la continuidad que la obra de arte ofrece entre series lingsticas y extralingsticas, es decir, entre valores formales y valores culturales contextuales, entre la obra y la sociedad; idea a la que hay que aadir una exigencia metodolgica especfica para el historiador del arte, que es la de la consideracin de la realidad intralingstica o intrartstica que nuclea toda obra, toda creacin.

Al servicio de esta propuesta existe una importante corriente historiogrfica que es la representada por la literatura artstica, la Kunstliteratur. El ttulo de un libro aparecido en 1923, en Viena, que es la obra de un historiador llamado J. Von ScholosserMagnino durante muchos aos muselogo en el KunsthistoricherMuseum, de cuya experiencia resulto un libro prodigioso que lleva por ttulo Estudios sobre arte medieval. De l arranca una extraordinaria escuela de historiadores, de la historia de la cultura, discpulos suyos son Kris y Antal (el primero es el gran iniciador de la crtica psicolgica en el arte, el segundo es el autor de un gran libro que es La pintura florentina y su marco social y es el ms importante crtico social del arte de la 1 parte del siglo XX).

03-10-2013

La literatura de Schlosser pertenece a un gnero llamado handbcher (los manuales). Es un manual que tiene un propsito, el de dotar a los discursos sobre el arte de una cualidad sustantiva, de un valor propio. Hasta 1923 los testimonios literarios sobre la creacin artstica haban sido considerados con una valoracin secundaria, adjetiva, como meros documentos destinados a dar constancia de los hechos culturales, de la creacin artstica. Schlosser, en una introduccin que est dedicada a K. Vossler (eminente hispanista), plantea la necesidad de superar los lmites de una consideracin filolgica, meros discursos artsticos, para lograr alcanzar e iluminar la sustancia potica. No ocurre la aparicin de este relato historiogrfico de una manera casual, es el periodo de entreguerras.

Al mismo tiempo que se publica la Kunstliteratur de Schlosser, van a aparecer una serie de obras claves, el libro de H. Marcuse La novela del artistaque tiene un subttulo de WilhemMeister a muerte en Venecia y al ao siguiente se publica el libro de E. Panofsky que tiene el ttulo de Idea con un subttulo contribucin a una historia de la teora del arte es el resultado de un ciclo de conferencias pronunciado en el primer instituto Warburg, sobre la idea de la belleza en los dilogos de Platn. Ya el modelo dialgico es muy importante. Es un libro en el que se analiza la extraordinaria excelencia que en el mundo occidental, en la esttica tuvo el pensamiento del gran metafsico de la antigedad entre los siglos V a.C. y XVIII d.C., antes de loa critica del juicio kantiana (1790), que es el acta de nacimiento de la esttica. Formula una cuestin de extraordinaria importancia que es la de la permanente dependencia que el arte muestra en ese lapsus temporal en nuestro mundo, el mundo occidental, bien de la filosofa metafsica, bien de la trascendencia religiosa. El arte siempre va a depender de la filosofa o la religin. La obra de Panofsky est en la lnea de otra que desarrollaba un pensamiento, la de WarburgEidosundeidolos (imagen e dolos), la obra fue continuada despus por una serie de historiadores y pensadores como R. Wittkower.

El instituto Warburg, en Hamburgo, se vio obligado a trasladarse a Londres por la ascensin al poder del nazi-fascismo en 1933, lo que impuls una importante corriente historiogrfica en el mundo anglosajn cuyos animadores fueron F. Saxl y R. Wittkower. El libro de Wittkower lleva por ttulo Los principios de la arquitectura en la edad del humanismo, es un recorrido de las tesis neoplatnicas desde el renacimiento a la ilustracin. Otro de los personajes es A. Blunt, autor de un libro excelente que lleva por ttulo La teora de las artes en Italia, 1450-1600 (publicado en Ctedra), es un itinerario por el pensamiento artstico desde Alberti al manierismo contrarreformista.

Al mismo tiempo apareci un libro esencial en la historiografa anglosajona que es el de K. Clark que lleva por ttulo Gothic revival (el neogtico), es un estudio que tiene por objeto el anlisis de los modelos romnticos nacionales en Inglaterra, anaolizando dos fenmenos que son el survival y revival, y la relacin que tales tradiciones tienen con la potica y la poltica de la Inglaterra moderna, muy especialmente a travs de las relaciones entre eclesiologa, ideologa poltica y arquitectura. A. O. Lovejoy es el autor de un libro titulado Gtico e ilustracin en el que se describe el reencuentro de la naturaleza a travs del gtico, ms all del clasicismo. Esta escuela se llama de las historia de las ideas. La aparicin de este modelo de relato historiogrfico, en el periodo de entreguerras es una consecuencia de un momento epistemolgico extraordinario que dej su impronta en la historia del arte. Los aos 20 y 30 ofrecieron un horizonte intelectual que tiene derecho a ser considerado como una nueva mathesis, (la aspiracin de Pitgoras, Alberti o Leonardo), unin de todos los saberes. Es el momento en el que se trasladan a la crtica del arte y la literatura las conclusiones, los logros metodolgicos de la ciencia psicoanaltica y del conjunto de las ciencias sociales, y se superan las limitaciones del saber positivista, de las clasificaciones cientfico-naturalistas en el mbito de las humanidades y el arte, a ello hay que aadir las conquistas filosficas en el pensamiento salvaje, simblico e infantil.

Es la poca dorada de las sozialforschungen (las ciencias sociales), W. Weisbach, autor de Arte romnico y reforma monstica y El barroco, arte de la contrarreforma. Hay una corriente francesa de una enorme trascendencia, de orientacin social, de crtica social del arte, cuyo principal representante es P. Francastel, el representa un modelo historiogrfico conformado en el seno de la 6 comssionecole des hautes tudes. Su gran publicacin es una revista que se llama Annales que es la que preconiza la idea de historia total, que engloba el anlisis econmico, social y cultural. Francastel va a coincidir en la 6 comisin con M. Bloch, M. Mauss y J. Paget. El primero es el gran historiador social de la edad media, el segundo es un brillante antroplogo cultural y el ltimo es el pilar de la psicologa estructural. El principal representante del pensamiento francasteliano en la teora del arte es B. Teyssdre, es el gran especialista en la cultura del siglo de Luis XIV, del absolutismo francs, autor de dos grandes obras sobre la teora artstica del siglo XVII, una que lleva por ttulo La historia del arte vista por el Gran Siglo, es un anlisis sobre la tratadstica artstica francesa del siglo XVII, muy especialmente sobre Felibien (el Vasari francs) y el fundador de un modelo historiogrfico nacional destinado a situar al cultura artstica francesa a la altura de la italiana o la flamenca; y otra obra que lleva por ttuloRogers de Piles y el debate sobre el colorido en el siglo de Luis XIV.

08-10-2013

La poca que l estudia es la modernidadinmediatamente pre-ilustrada, centrndose en el modelo pblico de cultura que organizar la monarqua absoluta francesa siguiendo las pautas de la economa mercantilista que representa el estudio inmediatamente anterior al capitalismo.

La institucin esencial de este modelo sern las Academias Reales. (En nuestros das hay una tendencia a retroceder la Ilustracin en el tiempo, antes se consideraba un fenmeno de la 2 mitad del siglo XVIII y ahora se sitan sus inicios en las ltimas dcadas del siglo XVII, en t. 1780 y la figura de Newton. Paul Hazard: La crisis de la conciencia europea, El pensamiento europeo del siglo XVIII, Los hombres, los nios y los libros).

Teyssdre concluye del anlisis de los discursos pre-ilustrados obre el arte, que en ellos la idea de lo artstico aparece como una realidad especfica, limitadamente en una situacin de relativa autonoma y relativa dependencia de las estructuras sociales que las subyace.

Para el perodo de la esttica antes de la esttica son esenciales Rosario Assunto y Marc Fumaroli.

Assunto es, probablemente, el faro de la investigacin contempornea sobre el pensamiento artstico pre-ilustrado. A pesar, o tal vez, gracias al hecho de haber iluminado previamente todos los procesos de la esttica ilustrada. Sus obras sobre el siglo XVIII estn dedicadas a la naturaleza y a la razn en la esttica y la dialctica de la ilustracin en la pintura inglesa del siglo XVIII. A partir de estos anlisis, Assunto va a abordar el problema de la posibilidad de un juicio crtico-artstico en las sociedades pre-ilustradas y especialmente en la medieval.

El modelo crtico de Assunto representa la mejor sntesis filologa-filosofa-historia del arte, y con esas herramientas se construye una de las cumbres crticas de la historia del pensamiento artstico pre-ilustrado, que es la crtica del arte en el pensamiento medieval.

Marc Fumaroli ha planteado la necesidad de reintegrar en un anlisis terico todos los modelos del pensamiento y la creacin en la modernidad pre-ilustrada, tanto la filosofa y la retrica como la literatura y las artes plsticas. Haba un modelo muy fecundo, anterior a Fumaroli, a sus dos grandes libros.

La pluralidad de los discursos sobre el arte.

Teniendo en cuenta las cualidades del pensamiento artstico en ese amplio lapsus temporal entre las sociedades antiguas de Grecia y Roma, las cristiano-feudales y las sociedades modernas de transicin hasta la ilustracin, prcticamente dos milenios y medio, los discursos sobre el arte adoptan modelos ideolgicos y funcionales de una extraordinaria diversidad y de una notable complejidad semntica, y es asi por dos razones histrico-culturales que fueron formuladas por dos tericos relevantes como Panofsky y Teyssdre.

El primero al subrayar en Ideas, que lo artstico carece de autonoma, no goza del carcter autotlico de la realidad con un fin propio, hasta la ilustracin, y en occidente permanecer unido a lo filosfico y lo religioso, solo se justificar a partir de la metafsica o la trascendencia religiosa hasta 1790 (Kant).

Como Teyssdre mostraba, lejos del bello artstico como realidad autotlica, una finalidad en s, las manifestaciones artsticas estuvieron siempre sometidas a fines extrartsticos, ideolgicos o morales. Es esta la relativa dependencia de la que habla Teyssdre, de las ideologas hegemnicas y las estructuras que vertebran la sociedad, y por eso el fin de una hermenutica del pensamiento artstico previo a la ilustracin tiene que ser capaz, dentro del marco de dependencia de lo extrartstico, de discernir lo especifico de lo artstico, su relativa autonoma. En ese periodo, la relativa idea de lo artstico y sus valores se haya residenciada en el interior de discursos que no son especficamente artsticos, como son los textos filosficos de la antigedad o la retrica y la periegtica o literatura de viajes, que arranca con Pausanias, el pensamiento teolgico medieval, los discursos poltico-eclesisticos en las sociedades cristiano-feudales, y una amplia diversidad de obras consagradas a la peregrinacin, el gnero de los mirabilia de santuarios y tesoros medievales, y as mismo los libros de ciencias, los bestiarios, libros de astrologa y tratados tcnicos. Tambin se encuentra lo artstico en el interior de discursos que son reflexiones sobre la ciudad o las ciencias modernas, o reivindicaciones estatuarias del artista en las sociedades del antiguo rgimen, para ser artistas liberales y no pagar impuestos de artesanos.

10-10-2013

Los ltimos discursos de estas sociedades de la edad moderna, que contienen en estado de indistincin elementos de artisticidad, improntas o ideas de lo artstico, nociones no autnomas, pero con un grado de especificidad. Son la retrica, la literatura de viajes o los discursos polticos e institucionales que soportan las diversas posiciones ideolgicas en conflicto en una Europa como la del siglo XVII en una crisis blica y poltica que conducir a la ilustracin.

El principal modelo de discurso institucional tico-poltico ser el de la Academia francesa, el que representa Le Brun.

Teniendo en cuenta lo que acabamos de comentar, esta dependencia de otros discursos y de otros valores y horizontes intelectuales e ideolgicos, por parte de lo artsticoen la historia pre-ilustrada en occidente y sin embargo constatando la existencia de niveles de especificidad y una relativa autonoma del arte en estos estadios culturales del clasicismo antiguo al barroco y la circunstancia de que esta relativa autonoma se encuentra en un estado de indistincin dentro de los discursos histricos sobre el arte en toda la cultura occidental hasta la ilustracin. Se hace necesario proceder en la valoracin de la idea y la funcin del arte en el interior de los mismos con una exigente conciencia hermenutica.

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Prcticas:

Pasos para enfrentarnos a los discursos:

Lectura completa del discurso buscando la plena comprensin del contenido tratando de apropiarse de las estructuras del pensamiento, modelos lingsticos y lxicos y buscando la totalidad del sentido.Establecer un juicio riguroso sobre la naturaleza del discurso, si se trata de un texto filosfico o retorico o religioso, poltico-eclesistico, si plantea problemas sociales y jurdicos sobre el estatuto de las artes, si desarrolla un modelo de literatura de viajes o forma parte de los discursos sobre la ciudad y as en general.Fijada la cualidad del discurso, hacer su valoracin en la historia del pensamiento, recurriendo a los diccionarios de filosofa, a la historia de esta, a la historia religiosa o de lo sagrado en general, a la tratadstica y a la historia de la literatura tcnica, etc. Es importante tener conciencia del lugar que ocupan el discurso y su autor en la historia del pensamiento para luego ubicar la valoracin de lo artstico. Anlisis de los conceptos centrales del discurso, el horizonte conceptual, tanto filosficos, sociales, ideolgicos, histricos, y su significacin. Este es el itinerario hacia el sentido histrico del discurso para la resignificacin plena de sus ideas.Un acto de discernimiento de las ideas, conceptos y valores que dentro del discurso puedan significar una cualidad artstica, una especificidad de obras, modelos o procesos poticos. De lo que resulta algo nuevo. Que incluso puede aparecer en forma negativa (la censura platnica de las artes o el rigorismo de Bernardo de Claraval y los msticos medievales). A veces aparece en forma intersticial o como una sutil impronta.Una vez realizada esta identificacin de cualidades artsticas se hace necesario el juicio axiolgico, una valoracin del grado de especificidad y la significatividad de los conceptos artsticos extrados de la indistincin del discurso y su relacin o relaciones con los otros conceptos y la totalidad del discurso. Valorar la jerarqua, las formas de independencia y la relativa autonoma o el grado de esta.Establecer el lugar que esta relativa autonoma ocupa en la cultura de su tiempo.Concluir sealando el lugar en la historia del pensamiento del discurso y en la historia de la esttica de sus proposiciones artsticas, y valorar lo que representa de continuidad, novedad o regresin, tanto en la historia de la filosofa como en la esttica. Las cuestiones planteadas en un preciso marco histrico pueden tener vigencia fuera del mismo y poseer un sentido y un valor de referencia en nuestra propia contemporaneidad. Se admiten comparatismos.

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Tema 2. Potica y filosofa en la Grecia Antigua.

2.1. Una cuestin previa.

El modelo artstico de la antigedad griega constituye probablemente uno de los ms importantes paradigmas culturales desde la Ilustracin a nuestros das, de manera ininterrumpida. Dotado de un prestigio que no han alcanzado el resto de las culturas.

Sobre el ligar central de Grecia en la filosofa de la cultura, a partir de las Luces, ha sido objeto de una serie de obras capitales entre las que cabe mencionar el libro de J. TaminiauxLa nostalgia de Grecia en el alba de los orgenes del idealismo alemn. De Kant a Schiller., porque el primer gran sistema filosfico es el idealismo trascendental kantiano. El fundamento de la subjetividad y la filosofa de la cultura modernas, y significativamente los modelos griegos en filosofa y arte se van a considerar los grandes referentes en el proceso de afirmacin de la libertad moral y el hedonismo formar, el placer de la forma en la experiencia esttica, que constituyen el fundamento de la moderna subjetividad. El libro de Taminiaux hay que leerlo en relacin a otro libro de R. Cant, El helenismo de los romnticos. Estas referencias a la evolucin del paradigma helenoco en la cultura moderna podran cerrarse con dos obras, una la de Mario Praz, Gusto neoclsico (ed. GuatavoGilli) y en ella se analiza el proceso de pensamieno que va desde Wickelmann a Marx o Nietzsche, y la hegemona del paradigma esttico. Y el segundo, de Rosario Assunto, La antigedad como futuro (ed. Nueva visin)

15-10-2013

Desde la Ilustracin el pensamiento occidental ha operado su autoidentificacin con los grandes modelos helnicos, los ha adaptado con grandes metforas, al tiempo que transfiere una serie de valores y pulsiones que tamizan y desvirtan la autntica realidad histrica del arte en una sociedad oligrquica con un modo de produccin esclavista y una cultura esencialmente religiosa con un horizonte mtico.

Vamos a hablar mucho de un personaje, E. Grassi que escribi un libro llamado Arte y mito, tambin tiene otro titulado El poder de la fantasa.

2.2. Conceptos del mundo artstico griego.

En efecto, los grandes conceptos relacionados con la produccin artstica en la antigedad difieren en funcin y significacin de lo que llamamos modernamente creacin artstica o experiencia esttica.

Poiesis: Es un trmino que viene del verbo poiein que significa hacer con el resultado de una cosa nueva antes no existente. Es accin con resultado. Techn: Es un concepto que significa toda actividad productiva indistintamente.Acribeia: Es un concepto muy importante, es inseparable de la techn y significa la perfeccin tcnica, el virtuosismo, es una idea difcilmente compatible con la experiencia esttica. Mimesis: Es la imitacin de la naturaleza, la representacin de esta, una idea que va a permanecer en la cultura occidental hasta el siglo XVIII y en el nacimiento de la esttica moderna, en el romanticismo, se conjurar la funcin mimtica en el nombre de la imaginacin. Hay un libro titulado El espejo y la lmpara de M. H. Abrams. Tambin hay otro libro de Alfredo de Paz que se llama La mirada interior.Homoiosis: Significa semejanza, el fin de la obra seria la semejanza de esta con la verdad de la naturaleza.

Son conceptos rigurosamente pre-estticos.

La poiesis, el acto de producir un objeto nuevo no tiene ninguna proximidad ni funcional no significativa con lo que nosotros hemos venido a llamar creacin artstica. Carece de un estatus intelectual y de hecho en el modelo educativo aristocrtico, la paideia, est lejos, en el lado opuesto de la teora (teoreia) que constituye el conocimiento filosfico y a si mismo se haya alejada de la praxis que es el concepto que identifica la accin moral o poltica. Son niveles que resumen lo que era realmente importante en esa sociedad aristocrtica.

Existen, sin embargo, algunos momentos en lo que originalmente debi mantenerse una relacin entre poiesis y teoreia, y la base comn en ese pensamiento presocrtico, antes de que se organice la metafsica en la polis. Lo que mantiene esa mathesis (la visin unitaria de todas las formas del conocimientos cientfico y filosfico, y todas las formas de la creacin artstica, potica, plstica y literaria, por ejemplo Alberti y Leonardo. Es una utopa humanstica. El imprescindible Cassirer en su propuesta de filosofa simblica, su nueva antropologa filosfica consideraba tan inaceptable como nocivo el establecer fronteras, limites, rupturas entre ciencia, filosofa, religin o arte).

Esta mathesis era posible gracias a que poiesis y teoreia unan sus races en el mito. A pesar de este momento inicial en todo el periodo clsico y sus secuelas, la poesis va a mantenerse separada de la filosofa que solo tiene dos objetos, dos cuestiones esenciales, el ser, la existencia o la verdad y la bondad. En la filosofa aparece a veces la triada que es verdad, bondad y belleza, pero esta ltima no es una cualidad adscrita a lo artstico y es fundamentalmente un atributo de la realidad metafsica o moral.

La techn es un concepto que comprende todas las actividades productivas, en modo alguno no nombra la actividad artstica tal y como nosotros la conocemos, designa todos los resultados y acciones del poiein desde la labor del ceramista a la del carpintero incluyendo la de la arquitectura, la pintura y la escultura de una manera indistinta. Tan solo se excluyen de esta indistincin dos actividades productivas que son la agricultura y la medicina, que son de carcter sagrado.

Hay una serie de trabajos dedicados al anlisis de la extraordinaria contradiccin que representa la baja condicin social del artista en una sociedad en la que las artes alcanzan la ms extraordinaria de las pujanzas y la ms grande perfeccin. Lo principales trabajos fueron reunidos por P. Coarelli en un libro titulado Artista y artesano, y el primero de los historiadores en ocuparse de esta cuestin ser J. Burckhardt en 1883 en un trabajo dedicado a la condicin social del artista en la antigedad. Sealando esta paradjica realidad que ofreca la historia artstica de la Grecia Antigua y l trato de responderse a esta realidad que representaba el estatus social del banausos, el artesano antiguo, que perdur en todas las sociedades antiguas desde el arcasmo helnico a la cada del Impero Romano. Un estatus social que no es otro que el de quien desarrolla un trabajo servil, de esclavos, pero que a diferencia de estos recibe un sueldo por l, eran siervos remunerados. Fidias, para superar su condicin aparece como contratista.

Burckhardt seala que esto poda haber supuesto una realidad ventajosa para el artista y las artes, en tanto en cuanto liberado de las cargas y las cuestiones de la poltica y el comercio implicaban, poda dedicarse con libertad plena a la prctica artstica. Es un pensamiento que se corresponde con un estado idealista de la filosofa.

B. Schweitzer reuni los testimonios de los historiadores, arquelogos, fillogos y epigrafistas. De los testimonios epigrficos, Schweitzer dedujo que se pagaba mas por el transporte de los bloques de mrmol desde las grandes canteras que por la realizacin del programa escultrico del Partenn, estaba mejor remunerado el trabajo de los carreteros que el de los escultores.

Y finalmente R. Bianchi-Bandinelli, en 1958 en la apertura del curso de del Instituto de Estudios Humansticos dio una conferencia sobre la condicin artstica y en ella planteaba una serie de cuestiones metodolgicas que nosotros vamos a entender y seguir. La primera era la necesidad de considerar el extraordinario lapso temporal que representa un milenio de cultura (VIII a.C. y V d. C.), y as mismo la extraordinaria diversidad de las sociedades antiguas en ese periodo. En segundo lugar, para la valoracin histrica, escrupulosa de los distintos momentos y fenmenos, resulta imprescindible una exacta conciencia de los avances historiogrficos y culturales de nuestro tiempo, solo as se puede apreciar la singularidad de lo antiguo.

Los primeros en reflejar esta realidad social del artista-artesano son los escritores del arcasmo, Homero y Hesodo, ambos usan una expresin referida a los banausos, un trmino propio de la poca arcaica ptochoi literalmente mendigos. Es un trmino referido a los artistas ambulantes que recorran las cortes acropolitanas, es decir, las fortalezas de los seores del feudalismo griego prepolitano (anterior a la polis). Reciban los materiales del seor, generalmente preciosos, sobre todo oro y marfil, para la elaboracin de una pequea estatutaria votiva destinada al santuario del seor. Y una vez concluida la labor, si era del agrado del comitente, el artesano reciba un premio de manera graciable, que dependa de la munificencia del seor.

Hay un sentido para ptchos que aparece en la Odisea, en el relato del regreso de Ulises a taca, en que uno de los criados anuncia la presencia junto a la casa de un ptchos, que significa, tanto un mendigo como un hombre de edad, de experiencia y sabidura moral. Esas ltimas eran cualidades que se suponan que el artesano adquira en su constanteitinerar.

Esta escasa consideracin social va a permanecer a lo largo de toda la historia de la antigedad y los technetai va a ser objeto del desdn aristocrtico, alguien que destaca por su acritud es Sneca. El testimonio de Plutarco ofrece dos planos de significacin, de un lado, la estima de las obras y la techn, son adems dos ejemplos muy bien elegidos, el Zeus Olmpico y la Hera de Argos, pertenecientes a Fidias y Policleto, y en otro plano el punto de vista aristocrtico, que excluye de la paideia a la techn. Esto se superara en algunos momentos del periodo helenstico. Los diadocos contrataron a artistas para su formacin y la de sus hijos. Hay un testimonio del periodo helenstico que es el que predica Luciano de Samosata, tambin citado por Bianchi-Bandinelli, que es 50 aos posterior a Plutarco, es un helenista tardo que dice cuando nos inclinamos entre los dioses lo hemos tambin ante quienes lo hicieron, es una idea que encierra una profunda ambigedad significativa, por una parte la esperanzadora idea de un reconocimiento de la excelencia artstica junto al valor sagrado encarnado por la obra. Pero la personalidad de Luciano deja una incgnita porque no es un pensador especialmente devoto y esta opinin pertenece a un momento de crisis religiosa, y probablemente sea la expresin de un larvado atesmo, lo que est describiendo es un momento de idolatra.

Junto a esta idea de trabajo servil remunerado, a lo largo de toda la antigedad, los artistas no reciben otra consideracin que la de un mero instrumento en un proceso de carcter exclusivamente tcnico, el artista es una herramienta ms. Siendo dos los nicos valores estimados por la critica antigua y reiterados por el pensamiento filosfico y los testimonios literarios, estos dos valores son la acribeia y la homoiosislaperfeccin material y la semejanza. La acribeia es la suprema perfeccin tcnica y material de la obra artstica y es el principal juicio por los que se interesaron por el arte en el mundo antiguo, que muestran de manera permanente con la mayor conveniencia de acuerdo con las necesidades materiales que el proceso impona y cumpliendo las reglas traducciones de la prctica artesanal. Esto ltimo es consecuente con la realidad mtica de la techn que es un don recibido por los hombres de los dioses.

La obra cumbre dedicada al urbanismo en Grecia es de R. Martin.

17-10-2013

Las reglas de la techn fueron un don de Hefesto, es una deidad de origen jonio, minorasiatico, lugar donde las artes y las tcnicas estaban muy desarrolladas. Un dios que ocupa en el mundo olmpico la difcil posicin del extranjero y que adems posee defectos fsicos y es burlado. A pesar de todo, se le reconocen las cualidades de la astucia y la habilidad. Por lo que se refiere a la otra cualidad, la de la semejanza, la exigencia de que la obra sea una representacin semejante de la verdad de la naturaleza, es un concepto y una exigencia que pasa a la techn desde la poiesis, y es inseparable de la mimesis.

Originalmente, en loa poca del arcasmo y en el periodo presocrtico hay una relacin entre poiesis y theoreia (poesa y teora), y el nexo entre ambas va a ser el mythos (el mito). En el pensamientocontemporneo, desde el romanticismo al positivismo, se estableci una distincin entre mithos y logos, entre pensamiento mtico y lgico. El primero resultara ser una construccin simblica, irracional y potica, solo tendra valores literarios y simblicos, mientras que el lgico se referira a una construccin racional y connoxitiva, y hoy en da sigue funcionando.

El libro de H. Grassi Arte y mito, a partir de la gran tradicin de la antropologa --- plantea una revisin de la concepcin romntico-positivista, y mediante un trabajo, una crtica semntica, un ejercicio de hermenutica, se descubre que mithos y logos en la poca fundacional de la cultura griega en el arcasmo son dos trminos que significan lo mismo, la palabra. Designan lo mismo, pero con sentidos distintos, el mito nombra la realidad objetiva permanente y ejemplar, mientras que logos designa lo subjetivo, lo experiencial y lo contingente. Es el mito el que permite que las sociedades permanezcan unidas, el vehculo por el que se transmiten las experiencias y el que estas sociedades pueden tener una intuicin compartida de la verdad.

De sta concepcin de deriba un modelo de pensamiento anterior a la filosofa clsica en el que la poiesis va a ser una va de conocimiento. Hesodo alude a una tesis de su poca, del arcasmo, segn la cual los poetas mienten y dicen la verdad a la vez sobre las cosas que son, han sido y sern (alethea). Otra de las afirmaciones es la de Herodoto que en su esplndida historia afirma que cuanto sabemos de los dioses, de sus orgenes, se sus virtudes y su relacin con el hombre, la teogona, lo sabemos gracias a los poetas que se convertiran de esta manera en los actores de una funcin que es a la vez potica y epistemolgica, Platn negara esta cualidad filosfica.

En la poca pre-metafsica la theoria va a ser expresada con frecuencia a travs de la poesa, el mejor ejemplo lo proporcionan Las elegas de Soln, que son una obra que sirvi de mjodeo para la filosofa poltica de aristoteles que propone la constitucin poltica de Atenas. Grassi, por otra parte, habla tambin del valor cientfico de la poesa, de su capacidad de escribir mediante imgenes y por medio del lenguaje metafrico, hechos de la experiencia y la realidad sensible, mostrando los fenmenos fsicos, los estados de la atmosfera, ls patologas y las funciones orgnicas con belleza y precisin.

La exigencia de homoiosois, probablemente la cualidad y el modelo de valor, que define las artes imitativas en occidente, inseparable del concepto de mimesis que tiene esa idntica permanencia. Inicialmente, este concepto surge en el mbito de la poiesis, es inseparable de la paideia potica, con unas races en lo sagrado ya que la fuente de la misma va a ser la mousik (la msica), es decir, loa educacin por el ejemplo de Apolo y sus hermanas las musas. Hay una fuente arcaica, verdaderamente muy expresiva, de esta realidad, que son los himnos de Delos (himnos dlicos), dedicados al dios y a las nueve musas, y que muestran una perfecta unin entre arte, mito e historia. Por ellos conocemos que el proceso, a travs del cual los hombres conocieron la mimesis, es obra de esta iniciacin religiosa y se produce a travs de la mousik, gracias a la cual sern capaces de crear una obra potica cuyo valor principal ser la semejanza de la naturaleza. La mimesis comenz con la imitacin del canto de los pjaros y los sonidos de la naturaleza. La mimesis sera una facultad relacionada con otro don divino que es la memn (la memoria). Es esta facultad la que permite al poieths y al tecneths despus, la realizacin de una obra conveniente, como demiurgo, como intermediario, actuando la memn en la imitacin semejante de la realidad. Imitacin que no copia.

El artista que solo realiza un ejercicio de mediacin inspirado por las musas, no tiene ante s el objeto de su obra. Se enfrenta a realidades que difcilmente pueden ser copiadas, que solo pueden ser imitadas. Por ejemplo los combates librados Hctor y Aquiles, o las luchas de lapitas y centauros. En estos casos se entiende que la obra tampoco est exenta de la obligacin de semejanza, tales escenas tambin tiene que estar regidas por la conveniencia. En este caso, la mimesis tuene por objeto hechos, personajes y modelos que no pertenecen a la physei, a la realidad fsica o sensible. Pero no por ello dejan de tener una condicin propia de realidad. Esencialmente se les exigira la fidelidad al mito, que no es objetivo pero si es real, y esta se establecer a travs de la memn en un proceso a caballo entre la mousik y a mimesis.

Platn negar los valores de conocimiento, de poesa y arte, por considerar que ambos han relegado los valores de ejemplaridad y moralidad del mito en favor de aspectos ms intrascendentes y fabulosos, en el momento de secularizacin de la sociedad griega que coincide con la crisis de la polis, la sociedad aristocrtica, y la paideia.

De vuelta a la techn, hay que sealar que el modelo de la polis va a suponer un importante cambio en la tradicin artstica helnica frente al carcter limitado de la artesana de la poca feudal. La polis va a desarrollar las artes de un modo hasta entonces imprevisible, las va a convertir en un programa pblico y religioso esencial, en torno a dos grandes modelos que son el gora y el tmenos (el santuario politano). El templo llego a ser en el siglo V una unidad espacialmente significativa, el libro de Martiensen se llama la idea del espacio en la arquitectura del siglo V a.C.. En este proceso, el papel de los artistas artesanos se transformara y dejaran de itinerar y se vincularan a los grandes programas constructivos y ornamentales de la polis. Tambin el arte va a experimentar una importante transformacin en sus funciones y valores, muy especialmente en la gran estatuaria conmemorativa y religiosa. Se inicia con las estatuas de los vencedores en los juegos (los kuroi) y los grandes personajes politanos, y despus pas a lo sagrado. O verdaderamente extraordinario es el cambio de funcin y significacin del arte escultrico en la polis con respecto a la tradicin oriental antigua, Mesopotamia y Egipto. La escultura en el mundo oriental se monopoliza esencialmente por la representacin sagrada, las figuras de dioses que poseen un carcter mgico, que encarnan a la deidad, que ejercen su poder sobre ella, que sobrecogen a la humanidad con sus poderes mgicos, tienen una cualidad mirfica. Ese poder se proclama en la epigrafa que acompaa a la imagen y en la que el dios suele hablar en primera persona. Ahora, en la escultura celebrativa griega, el modelo se transforma en un cambio cultural e ideolgico sin precedente y que va a fundar la cultura occidental desde el nombre que reciben histricamente estas esculturas hasta la finalidad y la cualidad espiritual que proclaman. Las esculturas conmemorativas reciben el nombre de agalma/agalmata, que significa objeto brillante o precioso. Las esculturas que celebran el horizonte poltico y religioso de la polis se acompaan de una epigrafa, inscripcin dedicatoria, ahora consagrada a exaltar valores heroicos, las grandes ideas politanas, pero siempre dedicadas a los dioses, a los que se ofrecen los agalmatas como un regalo de la polis, de la humanidad, agradecida. Los agalmata son el testimonio de la munificencia o generosidad de los hombres con los dioses. A pesar de todo, la condicin social del artista no cambi.

Los juicios equvocosabundan en torno a la valoracin del artista en la sociedad, los hay que pueden resultar pistas sugerentes, por ejemplo la opinin de Demcrito, un filsofo de origen jonio, atomista, materialista e hizo un tratado sobre la pintura y formulo un pensamiento que combina muy bien con lo dicho sobre los agalmata, segn el cual admitido el hecho incontestable de que el hombre recibiera la techn, el arte, de feso y de la propia Palas (Atenea), lo cierto es que la techn haba progresado y alcanzado grandes cimas por obra del esfuerzo humano. El otro testimonio es el que proporciona Soln, uno de los siete sabios de la Grecia Antigua, que al referirse a los artistas contemporneos dice que son sophoi, que se traduce literalmente como sabios. Pero la semntica no deja de ser equivoca y este sophoi podra significase como competencia tcnica, como alusin a la perfecta ejecucin material de la obra. El momento ms representativo de la evolucin es el significado por el helenismo.

22-10-2013

El helenismo supone una inflexin en la cultura de la Grecia Antigua. El modelo de mecenazgo va a cambiar respecto al de la polis, la cultura se convierte en un programa principesco. Las cortes helensticas son prosperas y los gastos suntuarios, extraordinarios. Ms tarde, en la cultura romana se van a distinguir dos modelos, la cultura tica y la cultura asinica. La primera sera un modelo de carcter neoclsico y la segunda es exuberante fuera de medida barroca, sera la correspondiente a los reinos helensticos minorasiticos.

En el mundo helenstico se van a dar los primeros fenmenos del coleccionismo y hay datos precisos que corroboran que las obras de la poca clsica alcanzaban valores econmicos extraordinarios. Tambin, como consecuencia de estas estima y de la nostalgia por la poca dorada perdida de la polis, va a aparecer una literatura terica que ha sido la responsable de la conservacin de la memoria de los artistas de los siglos V y IV y de la ignorancia de los contemporneos.

Dentro de esta literatura hay dos gneros que son la literatura de viajes, la periegtica, esencialmente consagrada a la peregrinacin a los grandes centros religiosos y culturales de la poca clsica, tiene mucho de la literatura de la nostalgia, y la crtica de arte o ekphrasis. Hay una abundante tratadstica, lamentablemente pedida en su mayor parte. Continuaba la tradicin de los sofistas y se diriga a satisfacer los refinados gustos de la plutocracia helenstica. En esta poca se redactan tratados de gramtica y retrica, de todas las artes, y no queda ningn rea de la experiencia que no sea objeto de la preocupacin normalizadora, desde la pintura a la gastronoma.

Por lo que se refiere a la consideracin del trabajo artstico, el periodo helenstico va a aportar una concepcin que deriva de esa sobrestima, de esa valoracin social de las obras artsticas, de su valor de mercado, de la pasin coleccionista y de su identificacin con la imagen del poder cuyo ejemplo ms significativo lo constituyen las relaciones entre Alejandro Magno y el pintor Apeles, convertidas en toda la tradicin occidental en un smbolo, de una extraordinaria familiaridad que muestran al gran rey compartiendo amistad y protagonizando un acto de servicio al tomar del suelo, aquel, los pinceles cados de la mano de Apeles.

Desde el punto de vista terico, la expresin de esta nueva realidad la encontraremos en primer lugar en Pausanias, quien afirma que toda obra de arte es un entheon, es decir, esta inspirada por la divinidad, no es un acto exclusivamente tcnico como se haba sostenido en toda la tradicin de la techn.

Dos personajes relacionados con la ekphrasis que son Filostrato y Calistrato, desarrollaran este concepto. La ekphrasis se ha considerado siempre el antecedente antiguo de la crtica de arte, pero no es tal, se trata de la utilizacin de descripciones y comentarios de toda ndole de obras de arte para ilustrar problemas filosficos o morales, la utilizacin de obras de arte con un carcter finalista extra-artstica. Y Filostrato va a afirmar la identidad entre el poeta y el artista, y precisamente lo argumentara sosteniendo que la Mnade de Scopas y el Heros de Praxteles muestran como la poesa est en las manos del artista, que estas dejan de ser una mera herramienta, representan un hecho de conocimiento y poesa, y Calistrato subraya este hecho explicando que el artista crea en estado de orgasmo, de inspiracin, de posesin por la divinidad, y ello da lugar a la theophoria, acto por el cual se lleva lo divino a lo sensible, a la materia.

Es un proceso que se consumar en el pensamiento de Plotino, en su espiritualismo, que va a ser el pensamiento rector de toda la esttica medieval cristiana. Y de esta manera, la consideracin del artista, como el sujeto de una inspiracin extraordinaria de origen divino, se produce en paralelo con el declive de la techn antigua y el progresivo eclipse de la acribia, la pasin por la perfeccin antigua, es decir, en el momento del ocaso de la cultura antigua, y el orto o nacimiento de la cultura cristiana medieval.

2.3 Potica y filosofa en Platn.

A lo largo de la historia del pensamiento occidental, el paradigma platnico es uno de los hechos ms prestigiosos y ms constantemente revisitados, es imposible recoger todos los innumerables neoplatonismos. El paradigma platnico est generalmente asociado a sistemas de significacin idealista o intelectualista en el arte y se asocia a un modelo basado en la metafsica de los siglos V a IV a.C., cuyos postulados esenciales serian, en primer lugar, el rechazo sistemtico de las innovaciones en los modelos artstico y en segundo lugar, el menosprecio de la realidad sensible de los fenmenos que constituyen un nivel inferior en lo ontolgico, en la escala del SER, el grado ultimo de lo existente en relacin con las esencias, las IDEAS que poseen una cualidad hiperurnica. A partir de estas dos razones se sucedieron los neoplatonismos desde el propio siglo IV a.C. al siglo XVIII d.C. Este lapsus temporal es el que ocupa la obra de PanofskyIdea, una contribucin a la historia del arte o el otro muy amado, que es el libro de Wittkower, Los principios de la arquitectura en la edad del humanismo. Y otro libro titulado Los misterios paganos del renacimiento de E. Wind. (Libro recomendado Medievo y renacimiento de E. Garin).

Es la gran contribucin de un talento de primer orden, P.M. Schuhl, autor de un libro que se titula Platn y el arte de su tiempo. Schuhl recoge una tradicin del humanismo originada en la propia antigedad, en dos personas como son DiogenesLaercio o Apuleyo, segn la cual, Platn habra cultivado en su juventud la pintura y tal vez la escultura, gracias a lo cual dominara la terminologa y aun las tcnicas artsticas de ambas. Esto convertira a Platon en un diletante, un conocedor de las artes, y como tal alcanzara a convertirse en referencia y modelo de los humanistas como M. Ficcino, Pico dellaMirandola o Nicolas de Cusa.

La realidad es que Platn solo se refiere al arte en la totalidad de sus dilogos, desde El In a la Republicaen algo ms de una docena de ocasiones, catorce exactamente, y lo hace en un lenguaje metafrico para ilustrar cuestiones filosficas otorgando a lo artstico una cualidad secundaria y meramente adjetiva. (A pesar de que el discurso dialgico platnico est preado, impregnado de poesa, tal vez una de las razones de la trascendencia intelectual de Platn y probablemente expresin del modo en que el inconsciente del filsofo acte la matis original entre poesa y filosofa aunque el se esfuerce en hacer la perfecta diferenciacin entre ambas).

Schuhl analiza las causas de la naturaleza rigorista, en primer lugar se hallara el rechazo del filsofo a la crisis en que, en su opinin, haba cado la polis, la sociedad aristocrtica y el consiguiente proceso de barbarizacin de la sociedad a partir del siglo IV, todo lo que va a inspirar la defensa del modelo aristocrtico politano de la Republica, el gran dialogo platnico. En segundo lugar habra que considerar la enemiga de Platn hacia los sofistas, especialmente formulada en el Grgias. (Un libro que habla de los sofistas de Rodrguez Adrados es La ilustracin griega). Las razones de la hostilidad platnica es que los considera sospechosos de atesmo, defensores de todos los errores filosficos que derivan de la exaltacin de la realidad sensible, mltiple y contingente, dependiente de los sentidos, son pensadores entregados al empirismo y la subjetividad, y que defiende el psicologismo, la subjetividad y el relativismo en materia de molar, desde el punto de vista tico. Todo lo que se opone a esa realidad nica, permanente y absoluta que representa la verdad metafsica de la idea.

Desde esta perspectiva se preparaba la gran oposicin en torno al arte que va a enfrentar a Platn con los sofistas. Es una cuestin que tiene que ver con la idea de lo sagrado y su defensa por parte de Platn, dentro de la crisis del siglo V. En esta defensa se inscribe su afirmacin de la superioridad del SER sobre el artificio, de lo existente physei, por naturaleza, frente a lo producido mediante la techn o el arte.

Schuhl, el propio Tatarkiwicz, consideran, sin embargo, la posibilidad de una critica de arte platnica, y al respecto, distinguiran dos especies que se pueden deducir de la escritura del metafsico. La primera de estas especies es negativa y la constituira la que llaman crtica fantstica que viene de phantasma que significa fenmeno, es esa realidad resbaladiza, de un nivel inferior en lo ontolgico, con respecto a la existencia, que representa la experiencia de lo sensible y que la techn llevara a sus ltimas consecuencias como decaimiento metafsico, al ofrecer phantasmata ton phantasmaton, que significa apariencias de apariencias. Y frente a esta concepcin Schuhl considera la posibilidad de una crtica positiva que sera la icstica, por encima del eidolos, que es la representacin del fenmeno, se elevara a la IDEA y aspirara a ser representacin verdadera de la misma, lo que se propondra sera un crtico filsofo capaz de conocer el fenmeno y la idea.

En la opinin de Schuhl, las actitudes de Platn resultan de dos hechos, por un lado la conciencia del propio Paltn, del arte de su tiempo y el gusto del propio filsofo. Y de otra, su apego a sistemas filosficos como el pitagrico, que aspiran a fijar la cultura, e evitar los peligroso riesgos de la innovacin y sostienen la superioridad como modelo de conocimiento de la geometra frente a la aritmtica. Y cita un ejemplo de Damon que deca que no deban cambiarse los modos musicales porque podan producir una grave alteracin en la constitucin de la polis, tambin se cita el ejemplo que Platn proporciona de la excelencia de la cultura egipcia y su inamovilidad durante 10.000 aos, y aada lo que significa que en ese largo tiempo cultural, las esculturas no son ni ms bellas ni ms feas, sin que el haga un juicio de valor. El otro asunto que subyace el sistema esttico, platnico, es la conciencia de la crisis que vive el arte de sutiempo. Platn se pronuncia con una fuerte nostalgia hacia el siglo V, hacia los aos dorados de la polis, contra las innovaciones tcnicas de su poca, y sobre todo carga sobre dos modelos, la skiagrafia y la skenografia, dos tcnicas pictricas que para l representan el extremo ilusionismo y el engao, que se han apoderado de la techn, y que el utiliza como metforas de la engaosa sofstica. El hecho de que habla de dos tcnicas concretas se ha considerado siempre una expresin de su competencia como amateur, como diletante, pero estas tcnicas ya existan con anterioridad a la 2 mitad del siglo V, y haba cuestiones tcnicas ms destacadas como podan ser el escorzo o la perspectiva.

29-10-2013

Ambas tcnicas se argumentan en el sofista para referirse al ilusionismo en el arte y la filosofa, a la capacidad de engao, a la falsedad. La esquiografia era una tcnica artstica que se serva de la pincelada suelta y la mancha para lograr efectos impresionistas y la escenografa era una tcnica de representacin usada en el teatro para provocar la ilusin.

Schuhl se plantea a partir de este rechazo de lo ilusionista la posibilidad de que haya en Platn la consideracin de una opcin crtica sobre el arte plausible en la opinin del filsofo, y recuerda que este se pronuncia sobre el mal critico al referirse a aquel que solo est atento al alago sensorial y por tanto predispuesto al engao que la experiencia representa, al que comprara con el domador de una fiera y en lugar de aplacarla se somete a sus apetitos y se dedica a complacerlos.

El buen critico platnico, si fuera posible, seria aquel que conociendo todos los grados de la existencia, todos los niveles del ser, podra elevarse de la apariencia al fenmeno, y de este a la idea, alcanzando la esencia del ser (ousia), seria por tanto, alguien que ira desde el eidolon, la imagen engaosa a lo verdadero, alethes. Pero este pensamiento no est autorizado por la metafsica platnica. La posibilidad de un artista y/o un crtico que acte u obre imitando la Idea es post-platnica o neoplatnica. Es una construccin tarda sobre el pensamiento original que debemos a Cicern en primer lugar en su tratado de retrica De Oratore y posteriormente a Plotino.

En la obra ms directamente dedicada a la cuestin de la belleza, que El Banquete, el gran metafsico afirma que esta, la belleza, es un problema de la episteme, es un objeto del conocimiento filosfico y solo es accesible al filsofo, y aade que quienes se deleitan con las bellas palabras, los bellos sonidos o los bellos colores, nunca conocern la Belleza.

La valoracin de las artes imitativas y su relacin con la poesa, el problema de la imitacin en el pensamiento platnico se hayan recogidas en La Republica, en los libros II, III y X, de un dialogo destinado a la reflexin sobre la constitucin de la polis y lo que es ms, de la Ciudad Justa, del modelo politano ideal, por una singular deriva termina siendo un tratado sobre la potica y una obra que constituye un polmico ajuste de cuentas con la poesa y la pintura. En el libro II, Platn, por boca de Scrates, hace una crtica de homero, no obstante hace muy expresiva su admiracin por el rapsoda, porque considera que con su poesa ha inducido a graves desviaciones morales al mostrar a unos dioses con pasiones y vicios idnticos a los humanos y enfrentados en permanente discordia. Y aqu reside una de las debilidades que Platn considera en el mimets, en los artistas de la mimesis, que es su flaqueza psicolgica o moral. El libro III de La Republica est dedicado a la paideia, a la educacin de los guardianes de la Ciudad Justa, que seran los kalokagathoi, y en l aparece una idea de que los guardianes, los jvenes, deban educarse en el mouseion, la casa de las musas, sobre el modelo de la mousik, que es un modelo sagrado, de tal manera que con el ejemplo de los bellos sonidos, la danza, las bellas formas y colores, pudieran acceder a la belleza, la armona, la gracia y a euritmia. En principio, esto hay que considerarlo una propedutica (itinerario hacia el conocimiento) porque a travs del ejemplo de estas bellas obras, los futuros guardianes accedern a toiskaloislogois, a las bellas razones, es decir, a la Verdad que es la nica forma de la Belleza. La culminacin de halla en el libro X, que se inicia con una propuesta que es la de expulsar a los poetas de la republica tras haberlos honrado y coronado. (Arte y anarqua de E. Wind)

Es una obra donde se reitera el riesgo que la poesa supone para el ethos, para la tica, y en este libro se suscita una cuestin de una extraordinaria trascendencia en la historia del pensamiento esttico occidental. El clebre Ut picturapoesis, que podramos traducir como poesa silencios y pintura que habla, que trascendi a la pintura occidental a partir del verso de Horacio, pero su primera formulacin la hizo un poeta coetneo de Platn que se llamaba Simnides de Cos. El metafsico va a utilizar la ecuacin del poeta parapolemizar tanto con los poetas como con los pintores. Simnides le resulta insufrible por dos razones, es en primer lugar un griego de la magna Grecia, de la isla de Cos, por lo tanto, extrao a la polis, y adems era un poeta rico gracias a sus ganancias con la poesa, lo que resulta insoportable para el filsofo, ya que Simnides se haba especializado en la realizacin de poemas epiniceos, celebrativos, dedicados a las oligarquas, a los tiranos y a los hroes de los juegos.Platon en este simil, lo que contempla es la cualidad comn de poetas y pintores que es la de ser mimets, imitadores, lo que les convierte en la opinin del filsofo en personajes alejados de la filosofa, del conocimiento y consagrados a una actividad que es inferior desde el punto de vista gnoseolgico, del conocimiento ontolgico de la metafsica y desde el punto de vista psicolgico y moral. Para ello va a recurrir a un ejemplo, al smil de la cama, los tres niveles de realidad. La Idea de la cama nica y permanente creada por el phytourgos, el que crea el cosmos como una representacin del mundo ----. El fenmeno de la cama, que es imitacin de la Idea, que es obra del demiourgos o technets, que es contingente. Y finalmente se hallara la pintura de la cama, que es la obra del mimets y que es una copia de la copia, una representacin doblemente engaosa en relacin con la Idea. Representa un doble decaimiento en relacin con la Idea, y aqu reside esa debilidad ontolgica que la mmesis supone.

Por lo que se refiere al conocimiento, adems el mimets es un sujeto esencialmente engaoso porque se ocupa en y se expresa sobre realidades que desconoce, careciendo el poeta y el pintor incluso del dominio de las reglas que posee el technets. Y desde el punto de vista tico tambin, con frecuencia, como ocurre con Homero, proporcionan el mal ejemplo, se desvan de la ejemplaridad.

Esta diatriba del libro X tendr, no obstante, unas consecuencias extraordinarias, no previstas por Platn, inesperadas en su horizonte metafsico. La primera de ellas es la de introducir un criterio de distincin en el interior de la techn que acabara por desgajar de ella y diferenciarla a la pintura. Y as mismo, una identificacin se va a producir entre pintura y poesa, permaneciendo las problemticas de ambas unidas en la tradicin universal. Esta identificacin fundament toda la tradicin clasicista, donde existe principios como la unidad de las artes, la jerarqua artstica, y donde el carcter literario de las artes figurativas ha sido una constante, la enorme importancia de la alegora, la realidad poetizada.

Tambin se le debe a Platn un modelo de categorizacin que iba a separar las artes mayores de las artes menores, incluyendo entre las primeras a la pintura, en razn a la mayor o menor proximidad a la poesa y las menores se referiran al horizonte artesanal.

2.4. Mimesis y potica en Aristteles

El significado del estagirita, que naci en Estagira, es el de la superacin del rigorismo platnico, del rechazo al pensamiento sofistico, a los modelos de la experiencia, manteniendo, sin embargo, un modelo metafsico plenamente vigoroso. Aristteles va a absolver de su negatividad los grandes conceptos, objeto de la animadversin platnica, muy especialmente la mmesis y la poesa.

En la filosofa aristotlica deja de respirarse el sentimiento angustiado que la crisis de la polis imprime en el pensamiento y la escritura de Platn. Por el contrario, Aristteles, un macedonio, maestro de otro de gran importancia histrica que es Alejandro Magno, representa sin ninguna sombra el extraordinario cambio cultural significado por el helenismo. Un momento en el que el pensamiento de los sofistas va a alcanzar las ms extraordinarias consecuencias, en todos los mbitos de la vida social y la cultura.

En el sistema aristotlico, los saberes de la experiencia van a tener un lugar propio, un reconocimiento como empireia, por debajo de la episteme (filosofa), y de la doxa (aqu se sita la mimesis de Aristteles).

Gracias a este acuerdo entre metafsica y experiencia, en la obra de Aristteles vamos a asistir a una renovacin de la episteme, de la psicologa, de la retrica, la tica, la poltica y por supuesto, por primera vez, conscientemente, de la potica, donde se le otorga un lugar propio a las artes.

La mimesis en Aristteles va a representar un concepto que constituye una nueva fundamentacin de la teora del conocimiento y la filosofa de la cultura en el mundo antiguo. Es un concepto que se va a hallar presente tanto en la renovacin de la metafsica como en la nueva teora del conocimiento, en la filosofa poltica, en la retrica y la tica y por supuesto, en la potica.

31-10-2013

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Cuestin previa:

En el campo de la esttica occidental, la influencia de Aristteles no es inferior en absoluto a la de Platn, incluso se convierte frente a esta en el mas universal de los paradigmas y no solo por su influencia en la escolstica y en la retrica humanista sino tambin por el importante papel que el estagirita va a juagar en la recepcin medieval de la ciencia antigua en el mundo islmico.

Por lo mismo, por esta trascendencia, el pensamiento aristotlico ha sido valorado ms por sus consecuencias que por su cualidad en s, por su sustantividad. Por lo mismo, a partir de la Ilustracin, por ejemplo, a partir de un Lessing, considerara al filsofo antiguo, al metafsico antiguo, Aristteles, el adusto preceptista que haba sembrado la accin potica de reglas que buscaban asegurar la conveniencia, lo conveniente utilizando los lenguajes poticos o artsticos como un medio de persuasin, con una finalidad persuasiva.

La relectura moderna de Aristteles y especialmente de su potica, tiene una serie de protagonistas. En primer lugar hablaremos de Galvano dellaVolpe (segunda mitad del siglo XX), autor de obras como Historia del gusto, la tesis esencial de dellaVolpe es que el aristotelismo experimentar una progresiva desviacin y utilizacin poltica a partir de una poca que se ha teorizado como crisis del humanismo (desde finales del siglo XVI, la poca de la contrarreforma y las monarquas absolutas. En 1952, las relaciones entre aristotelismo y barroco, en el 3 Congreso de Estudios Humansticos de Roma, fueron teorizadas por G. Morpurgo-Tagliabue y G.C. Argan), consecuencia de la cual, estimaba que haban sido dos hechos, el primero de ellos era la desvitalizacin, el vaciamiento de la categora esencial de la potica que es la verosimilitudque se haba visto reducida a conveniencia o decoro, solo se reconoca la cualidad de lo potico a aquello que era conveniente. La operacin la llevan a cabo los preceptistas del barroco y hay dos ejemplos, uno el de Boileau y el de Castelvetro.

(La ms hermosa de historia del barroco francs, del arte cortesano del siglo XVII es el libro de Jean RoussetCirce y el pavo real, publicado en la ed. Acantilado).

DellaVolpe propone la relectura, en clave esttica, para recuperar los autnticos valores poticos en Aristteles. Esta es la senda que proseguir tambin E. Grassi, quien va a registrar de la forma ms precisa el giro aristotlico en la teora de las artes imitativas y su sustancia esttica que Aristteles impulsar frente a las posesiones socrticas y platnicas.

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La mimesis en La Potica

El primer Aristteles, el de La Poltica, se haya muy prximo a posiciones platnicas y su consideracin del arte es la de un modelo pedaggico de utilidad moral, sostiene la preminencia de la msica sobre el resto de las artes, con ecos pitagricos, y mantiene la indistincin entre bello y bueno. Progresivamente, el estagirita, va a experimentar un desplazamiento hacia posiciones en las que se afirmar una concepcin de gran trascendencia, la del bello artstico, que culmina en la potica.

La potica pertenece al gnero de las obras acroamticas o esotricas, que se refiere a la excepcionalidad y a la altura de intenciones de un discurso que estaba destinado al crculo inmediato de Aristteles, a sus discpulos. Es un discurso que recoge las notas ordenadas para la enseanza, y ha llegado incompleto.

Aristteles distingua tres gneros literarios esencialmente, la narrativa o ditirmbica, la tragedia y la pica, y en la jerarqua pona primero la tragedia, despus la pica y por ltimo la narrativa. Este fue el origen de las jerarquas de los generos literarios en el clasicismo, no obstante, en el espritu de La Potica no aparece la rigidez que luego se impuso en la cultura occidental.

En la potica se produce la ms decidida de las reivindicaciones de la mimesis, condenada en la tradicin filosfica inmediata. La mimesis es la finalidad de la poiesis que es la de imitar o representar la fbula mediante bellas palabras, sonidos y ritmos (msica y danza) y colores. Las artes plsticas aparecen con un carcter poco desarrollado, pero le resulta aplicable el modelo de la poiesis. El significado del trmino fbula es objeto de una doble interpretacin, que tienen un carcter comprensivo. Grassi interpreta el concepto como el mito objeto de una representacin potica y lo que considera el signo de la secularizacin de la cultura en el helenismo. En el sentido amplio, la mimesis potica es de definida por el propio Aristteles como mimesis ts praxeos, que significa imitacin de la accin del obrar humano, imitacin de la praxis. El concepto de mmesis aparece en otras obras como La Poltica todava vinculado a las posiciones pre-aristotlicas, como una facultad natural innata en el hombre, imprescindible para el aprendizaje y por tanto con un valor utilitario y pedaggico. El propio Lessing rechaza este valor de la mmesis considerando antiartstico complacerse en la imitacin de la naturaleza y en la habilidad artstica.

Pero el estagirita va ms all de este concepto propio de la tradicin, desde el arcasmo hasta Platn. La definicin de la mimesis potica no consiste ya en la imitacin de la naturaleza si no de la praxis humana, lo que la convierte en un modelo de representacin simblica de las buenas acciones. Kalsegein, obrar bellamente. Lo que importa en la potica no es lo que el poeta o la obra cuenta, si no el cmo lo cuenta.

Con respecto a la accin (praxis), que es el segundo significado de fbula, que la dice Armando Plebe en su libro Momenti e problemi di estetica. Lo que Aristteles exige a la accin es que sea entera, completa y que posea grandeza.

(Aristteles considera dos cualidades imprescindibles para lo bello, una la armona o simetra y la otra, la grandeza. Lo que significa que mantena la exigencia tradicional del tkals, de lo simtrico, y aada una cualidad que es la extensin, la idea de lmite, y adems una exigencia de lo bello es el que este fuera eusynopton, que se pudiera ver con una sola mirada).

El obrar humano puede ser taenata, que corresponda con la idea de posibilidad, mejor o peor y puede llegar a ser taarmotata, lo perfecto.

En La Tragedia se dan todas estas posibilidades, pero Aristteles seala que lo que verdaderamente conmueve al metaxos, es decir, al hombre comn, no son los grandes hechos de los personajes elevados, ni la perversidad de los manifiestamente malvados, si no el destino del hombre comn, y esto nos pone en contacto con uno de los conceptos ms importantes de la potica. Tiene un principio (mimesis), tiene un objeto (fabula) y unos medios (lenguajes), pero tambin tiene una finalidad, que es provocar el temor y la compasin y las otras afecciones que provocan la katharsis.

La katharsis es un concepto de origen platnico-pitagrico que surge en el mundo de la magia y la medicina. Tiene significaciones mdicas, religiosas, psicolgicas y con Aristteles alcanza la cualidad de categora potica. Las cuestiones relacionadas con la capacidad de suscitar afectos como el temor o la compasin tienen una hermenutica clara, fcil y adems completan el sentido de la mimesis porque Aristteles junto a la accin se contempla la posibilidad de que sean objetos de representacin potica el ethos y el pathos, es decir, los sentimientos morales y las pasiones. Lo que supone un modelo de racionalizacin de las pasiones como funcin potica. La katharsis no encuentra una definicin tan precisa, se aproxima a lo que sera el sublime en la tradicin ilustrada y romntica y permite el goce esttico de lo horrible, vendra a ser la distancia potica, la que convierte en placer lo temible o repugnante.

05-11-2013

(A.Szczeklik Katarsis. Sobre el poder curativo de la naturaleza y el arte ed. Acantilado).

Hay dos katharsis, una peri soma y otra peri psych (del cuerpo y del alma), la primera se traduce como purgacin y la segunda como purificacin.

Una accin completa que posea grandeza representada, no narrada, por personajes que tienen que responder a una cualidad esencial, siendo particulares deben cumplir una funcin potica universal, ser katholos. La superioridad de la poesa sobre la historia reside precisamente en esta funcin de universalidad, los objetos de la historia se limitan al carcter de hechos particulares y al mismo tiempo ofrecen otro limite y es el de no poder ser de otra manera que como son, frente al cual se alza nuevamente la superioridad de la poesa, cuyo objeto es lo verosmil, es decir, la realidad posible, el mundo de la posibilidad.

Finalmente, tambin en la potica, aparece un principio esencial que anticipa los desarrollos del pensamiento artstico moderno que vincula la cualidad potica a la eficacia y la adecuacin del lenguaje y la forma artstica a los fines de la poiesis. En Aristteles ya se formula la conviccin de la prioridad de la expresin sobre el contenido, una obra potica cumplir sus fines cuando la lexis, el lenguaje, se adecuen al fin.

Lo mismo ocurre con el concepto de morph que deja de ser una cualidad exterior para convertirse en el elemento nucleador de la expresin artstica, una expresin en la que el estagirita va a proponer como mecanismo especfico, el propio de la poiesis, el metaphorein, la metfora, es decir, el desplazamiento semntico por el cual se pueden atribuir cualidades de unos seres u objetos a otros distintos, en un acto de recreacin potica.

Tema 3. La esttica medieval

3.1. Cuestiones previas

Los primero esfuerzos por la recuperacin historiogrfica, filosfico-cultural y esttica, de la Europa Medieval Cristiana, van a tener lugar en el final de la Segunda Guerra Mundial y en la inmediata postguerra. Una obra crucial es la de E. Curtius que lleva por ttulo Literatura europea y Edad Media latina, es un libro escrito en las colinas de Renania, en las postrimeras del conflicto. La Renania es un lugar muy romanizado en la frontera germana. Se trata de una reflexin sobre las races latinas y cristianas de Europa sobre la universitas christiana representada por la cultura cristiano-feudal. Es una reflexin sobre la transmisin y transformacin de los modelos lingsticos, culturales y simblicos de la antigedad a lo largo de un proceso milenario en el que, entre otras cosas, se asiste a una fusin histrica y cultural del sur de Europa y el norte a la aparicin de una cultura romano-germnica, desplazamiento as mismo de la cultura de los centros mediterrneos al norte, donde alrededor del mar del norte, se configurara una alternativa del mediterrneo.

(H. Pirenne escribe Mahoma y Carlo Magno en el que analiza las consecuencias de la aparicin del islam en el mundo mediterrneo como causa de ese desplazamiento, que el situa en el imperio carolingio, sealando esta circunstancia como causa de la ruina de las ciudades mediterrneas.).

Desde el punto de vista de la historia poltica se impone distinguir entre dos etapas, la primera de ellas, desde la desaparicin del imperio de occidente, la que coincide cine k asentamiento de los pueblos invasores germnicos, es el periodo de las monarquas brbaras, es el periodo de la romanizacin de de los pueblos histricamente situados al otro lado del lmite y la conformacin de estructuras jurdico-polticas y culturales que fusionan lo romano y lo germnico.

En las cortes romano-germnicas va a tener lugar la institunalizacin de modelos culturales dirigidos por miembros de las lites romanas locales, generalmente eclesisticos o cortesanos que mantendrn valores de significacin antigua y expresin latina adaptados al cristianismo que se convierten en la principal ideologa oficial compartida, no sin que por ello sea necesario un proceso previo de conflicto y transaccin entre elites cristiano-romanas y los poderes nuevos germnicos contaminados por tradiciones herticas, especialmente la arriana. De estas elites saldrn los primeros intelectuales medievales, Boecio, Casiodoro, Agustin de Hipona, Isidoro de Sevilla, Teodulfo de Orleans y Alcuino de York.

Este periodo que se corresponde con la que denominamos Alta Edad Media es lo que Jos Luis Romero llama la poca romano-germano, la edad media romano-germnica. Su libro se llama Las revoluciones burguesas en el mundo feudal. Para l, los otros dos grandes periodos serian la Edad Media cristiano-feudal y la que l llama feudo-burguesa.

3.2 Esttica

El estudio de los posibles discursos estticos medievales, sus categoras y valores, tiene una deuda impagable con Edgar de Bruyne, un filsofo de la Universidad de Lobaina que tambin en las circunstancias de la postguerra elabora un corpus de una extraordinaria profundidad filolgica y filosfica.

Sus consecuencias fueron la obra de Umberto Eco, que realiza sus tesis doctoral sobre la esttica de Santo Tomas de Aquino en el ao 1956 y despus publica en el libro, dirigido por Armando Plebe, Momentos y problemas de esttica (1959), una pequea monografa que lleva por ttulo Desarrollo de la esttica medieval, un texto que con revisin y ampliacin volver a publicarse en el ao 1987 en Italia y en 1997 en Espaa, con el ttulo de Arte y belleza en la esttica medieval. Eco trata de responder a quienes objetan la existencia histrica de un pensamiento esttico en el mundo medieval, la posibilidad de un modelo de juicio consagrado a la belleza sensible y la expresin artstica en una sociedad dominada por el pensamiento metafsico religioso.

07-10-2013

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Los intelectuales de la existencia de modelos de experiencia esttica y --- artstica en la edad media hacen una ponderacin de la realidad cultural medieval de una extraordinaria finura y constantemente preocupada en afirmar su especificidad de esta en relacin con el modelo ilustrado.

R. Asunto, lleg incluso a formular un parangn, una comparativa, entre los modelos de progreso de la contemporaneidad y el mundo y la cultura medievales concluyendo el nulo adelantamiento de los primeros sobre la segunda. Sin embargo, es el discernimiento sobre la cualidad de la experiencia esttica y medieval y su valoracin sobre la belleza sensible, no constituye una hermenutica ni fcil, ni inmediata, ni completamente accesible y ello por la naturaleza del discurso que contiene estas realidades. Generalmente de naturaleza metafsica a teolgica o poltico eclesistica, por el modelo lingstico de una implacable monotona y uniformidad en latn medieval, y por la estructura del mismo discurso basada en el modelo de las autoridades que no es otro que el que constituye un sistema de pensamiento en que las ideas han de ser constantemente validadas a partir de los paradigmas de la ortodoxia que est representada por los textos bblicos y de la patrstica. Y sin embargo, afirma Eco, consigue acentos de originalidad inesperados, a pesar de no pretenderlo. Los escritores medievales, de manera obsesiva, tratan de esconderse detrs de una permanente afirmacin de ortodoxia, tratan de atribuir el propio pensamiento a la tradicin.

A favor de la idea de un concepto de belleza sensible, propiamente medieval, y de un modelo de apreciacin artstica, argumenta Eco tres hechos, el primero de ellos, la lectura de la censura de los msticos hacia la extrema apreciacin, el placer artstico que pecaminosamente experimentan sus contemporneos. El segundo es la importancia del coleccionismo artstico en el mundo medieval. El tercero seria el utilitarismo artstico.

La censura de los msticos hacia la extrema apreciacin.Los cistercienses y los cartujos representan un modelo rigorista, --- son profundamente amargas con respecto de quienes se complacen en exceso con las superfluidades artsticas, lo mismo en el ornato de las iglesias que en la liturgia religiosa. Las criticas ms representativas son las de San Bernardo de Claraval y su pensamiento se contiene en dos obras, una de carcter poltico eclesistico, institucional, contiene una defensa del cister, de su propia reforma monstica, frente a Cluny, forma parte de la clebre polmica con Sugerio, se llama Apologa a Guillermo, abad de Saint Thierry y el otro es de naturaleza exegtica, un sermn sobre un texto bblico, y se llama sobre el cantar de los cantares. En el primero encontramos una virulenta diatriba contra los excesos ornamentales de los templos cluniacenses, inadecuados en su opinin para la exigencia de espiritualidad de los monjes, podran entenderse, en cualquier caso, en templos de ciudad o de peregrinacin, pero no son los modelos convenientes para los hombres espirituales a los que alejan, distraen, de la autentica devocin. Segn Hugo de Foulloi producen un placer admirable pero perverso. Esta afirmacin posee un extraordinario valor en relacin con el significado de este rigorismo de los msticos a la dualidad que contiene, porque junto al rechazo moral hay un reconocimiento de la excepcionalidad de la experiencia artstica.

La invectiva hacia la belleza deforme o la deformidad bella, el detenimiento en los detalles, la riqueza de las imgenes y la plasticidad del lenguaje van mucho ms all del color retorico del texto y demuestran que tales deleites no son ajenos en absoluto a San Bernardo, que como otros muchos pensadores y tericos medievales fue poeta antes que telogo. Con relacin a la msica litrgica San Bernardo tambin muestra una gran hostilidad, considerando que puede apartar de la devocin, en Santo Tomas solo se rechaza la instrumental que puede provocar tal deleite que puede apartar de la piedad, mientras que el canto mueve ms hacia la devocin.

La nica belleza admisible para San Bernardo, y as mismo para los cartujos, no se encuentra en el exterior, es de naturaleza espiritual, se refugia en la contemplacin de las escrituras y del alma, de los estados de gracia, y el ejemplo de los mrtires constituira una noble expresin de estos. La belleza exterior tambin es repudiable por razn de su efemeridad, porque desaparece de manera fugaz.

Hay adems otros testimonios en los que este rigor moral y espiritual aparece reunido con descripciones y propuestas sobre la belleza exterior, ya sea corporal o artstica. En los sermones sobe el cantar de los cantares, en el clebre pasaje que se titula negra pero bella, Bernardo explica cmo deben ser los senos perfectos.

El coleccionismo.El mundo medieval esta recorrido por experiencias inusitadas de diletantismo artstico, de aficin, que origin formas o modelos muy heterogneos de coleccionismo, bastante heterclito, que conform las llamadas cmaras de maravillas (gabinetes), donde se reunan obras artsticas de gran excelencias con las ms absurdas reliquias, piedras y objetos maravillosos y monstruos. Los propios templos funcionaron, en ocasiones, como una de estas cmaras mirficas, un gnero muy utilizado en la edad media es la mirabilia, literatura de ciudades que recorre aquellas que posee ms maravillas. El ms destacado de los modelos de coleccionismo y de la utilizacin de obras de arte, de distintas pocas, pare el ornato del templo, guiado por el sentimiento del decoro de la casa de dios, resultar ser el programa constructivo y ornamental de la Abada de Saint Denis, llevado a cabo por el Abad Suger, el gran antagonista de San Bernardo de Claraval, al que Panofsky considera el principal mecenas del mundo bajo medieval en el periodo protogtico. Su pensamiento sobre el programa de la Abada, que se convertir en el gran espacio simblico de la monarqua frances